"A TALE OF AN EMPTY HOUSE -- Un cuento sobre una casa vacía "
E.F Benson (England, 1867-1940) A Tale Of An Empty House -- Un cuento sobre una casa vacía] Edición bilingüe, inglés-español, de Miguel Garci-Gomez -- --
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It had been a disastrous afternoon: rain had streamed incessantly from a low grey sky, and the road was of the vilest description. There were sections consisting of sharp flints, newly laid down and not yet rolled into amenity, and the stretches in between were worn into deep ruts and bouncing holes, so that it was impossible anywhere to travel at even a moderate speed. Twice we had punctured, and now, as the stormy dusk began to fall, something went wrong with the engine, and after crawling on for a hundred yards or so we stopped. My driver, after a short investigation, told me that there was a half-hour′s tinkering to be done, and after that we might, with luck, trundle along in a leisurely manner, and hope eventually to arrive at Crowthorpe which was the proposed destination.
Había sido una tarde desastrosa: la lluvia había caído torrencial e incesantemente desde un cielo encapotado y gris, y la carretera estaba en la peor de las condiciones posibles. Había tramos repletos de gravilla recientemente colocada que aún no habían sido recubiertos con asfalto, y los tramos intermedios aparecían repletos de profundos surcos y socavones, de manera que resultaba imposible viajar ni siquiera a una velocidad moderada. Habíamos pinchado en dos ocasiones, y en aquel momento, mientras se acercaba el tormentoso crepúsculo, el motor empezó a fallar, deteniéndose del todo tras haber avanzado penosamente unos cien metros más. Mi conductor, tras una breve inspección, me informó de que tardaría una media hora en arreglarlo, tras la cual, con suerte, quizá podríamos rodar ociosamente con la esperanza de llegar a Crowthorpe, que era nuestro destino.
We had come, when this stoppage occurred, to a crossroad. Through the driving rain I could see on the right a great church, and in front a huddle of houses. A consultation of the map seemed to indicate that this was the village of Riddington. The guide-book added the information that Riddington possessed an hotel, and the sign-post at the corner endorsed them both. To the right along the main road, into which we had just struck, was Crowthorpe, fifteen miles away and straight in front of us, half a mile distant, was the hotel.
Cuando el coche se detuvo habíamos llegado hasta un cruce de caminos. A través de la cortina de lluvia pude ver a mi derecha una iglesia, y frente a ella un matojo de casas. Una consulta al mapa me indicó que aquel era el pueblo de Riddington; la Guía añadió que Riddington poseía un hotel, y la señal que había en el cruce me confirmó ambas cosas. Hacia la derecha, siguiendo la carretera principal en la que acabábamos de desembocar, estaba Crowthorpe, a unos treinta kilómetros de allí, mientras que frente a nosotros, a menos de un kilómetro, nos esperaba un hotel.
The decision was not difficult. There was no reason why I should get to Crowthorpe to-night instead of to-morrow, for the friend whom I was to meet there would not arrive until next afternoon and it was surely better to limp half a mile with a spasmodic engine than to attempt fifteen on this inclement evening.
No fue difícil tomar una decisión. No había razón por la cual tuviera que estar en Crowthorpe aquella noche en vez de a la mañana siguiente, ya que el amigo con el que iba a encontrarme no llegaría hasta la tarde, y sin duda era mejor arrastrase apenas un kilómetro en un coche espasmódico que intentar recorrer treinta en una noche tan inclemente.
"We′ll spend the night here," I said to my chauffeur. "The road dips down hill, and it′s only half a mile to the hotel. I daresay we shall get there without using the engine at all. Let′s try, anyhow."
—Pasaremos la noche aquí —le dije a mi chofer—. La carretera es en cuesta abajo y no hay más de un kilómetro hasta el hotel. Me atrevería a decir que podremos llegar sin necesidad de encender el motor. Intentémoslo.
We hooted and crossed the main road, and began to slide very slowly down a narrow street. It was impossible to see much, but on either side there were little houses with lights gleaming through blinds, or with blinds still undrawn, revealing cosy interiors. Then the incline grew steeper, and close in front of us I saw masts against a sheet of water that appeared to stretch unbroken into the rain-shrouded gloom of the gathering night.
Hicimos sonar el claxon, atravesamos la carretera principal y empezamos a deslizamos lentamente por una calle estrecha. Era imposible ver con claridad, pero a cada lado había casitas cuyas luces brillaban a través de las persianas, y aún había muchas otras cuyas persianas seguían bajadas revelando unos interiores acogedores. Entonces, el ángulo del declive se incrementó, y frente a nosotros, muy cerca, vi varios mástiles que se alzaban intactos hacia la penumbra cargada de agua de la noche cada vez más cerrada.
Riddington then must be on the open sea, though how it came about that boats should be tied up to an open quay-wall was a puzzle, but perhaps there was some jetty, invisible in the darkness, which protected them. I heard the chauffeur switch on his engine, as we made a sharp turn to the left, and we passed below a long row of lighted windows, shining out on to a rather narrow road, on the right edge of which the water lapped. Again he turned sharply to the left, described a half-circle on crunching gravel, and drew up at the door of the hotel. There was a room for me, there was a garage, there was a room for him, and dinner had not long begun.
De modo que Riddington debía de hallarse junto al mar, aunque la razón por la que los barcos habían sido amarrados en un muelle abierto era un misterio; quizá hubiera un malecón que los protegiera, pero que era invisible debido a la oscuridad. Oí al chofer conectar el motor y realizar un giro cerrado hacia la izquierda. Pasamos bajo una larga hilera de ventanas iluminadas, que alumbraban una calle bastante estrecha, cuyo extremo derecho era besado por las olas. De nuevo hizo un giro cerrado hacia la izquierda, describió un semicírculo sobre la gravilla crujiente y se plantó frente a la puerta del hotel. Conseguimos una habitación para mí, un garaje, una habitación para él, y nos unimos a la cena que había empezado hacía poco.
Among the little excitements and surprises of travel there is none more delightful than that of waking in a new place at which one has arrived after nightfall on the previous evening. The mind has received a few hints and dusky impressions, and probably during sleep it has juggled with these, constructing them into some sort of coherent whole and next morning its anticipations are put to the proof. Usually the eye has seen more than it has consciously registered, and the brain has fitted together as in the manner of a jig-saw puzzle a very fair presentment of its immediate surroundings. When I woke next morning a brilliantly sunny sky looked in at my windows; there was no sound of wind or of breaking waves, and before getting up and verifying my impressions of the night before I lay and washed-in my imagined picture. In front of my windows there would be a narrow roadway bordered by a quay-wall: there would be a breakwater, forming a harbour for the boats that lay at anchor there, and away, away to the horizon would stretch an expanse of still and glittering sea. I ran over these points in my mind; they seemed an inevitable inference from the glimpses of the night before and then, assured of my correctness, I got out of bed and went to the window.
Entre los pequeños alicientes y sorpresas que suscita viajar, no hay otro más delicioso que el de despertarse en un lugar nuevo al que se ha llegado el día anterior tras haber caído la noche. La mente ha recibido un par de impresiones borrosas y probablemente durante la noche ha jugado con ellas, construyendo una especie de todo coherente, cuyas anticipaciones son puestas a prueba al llegar la mañana. Normalmente el ojo ha visto más cosas de las que ha registrado conscientemente, y el cerebro las ha colocado como si de un puzzle se tratara para formar un presentimiento bastante acertado de sus inmediatos alrededores. Cuando me desperté a la mañana siguiente un cielo brillante y soleado podía verse a través de mis ventanas; no se oía ni el ruido del viento ni el de las olas rompiendo, y antes de levantarme y verificar mis impresiones de la noche previa preferí permanecer acostado un rato para repasar mi imagen mental. Frente a mi ventana habría un estrecho pasaje bordeado por un muelle; a su lado se extendería un rompeolas que formaría un puerto para los barcos que hubieran anclado allí, y lejos, lejos hacia el horizonte, se extendería un inmenso mar tranquilo y reluciente. Repasé aquellos detalles en mi cabeza; parecían inevitables según las referencias que había observado la noche anterior, y entonces, seguro de mi razón, me levanté de la cama y me asomé a la ventana.
I have never experienced so complete a surprise. There was no harbour, there was no breakwater, and there was no sea. A very narrow channel, three-quarters choked with sand-banks on which now rested the boats whose masts I had seen the previous evening, ran parallel to the road, and then turned at right angles and went off into the distance. Otherwise no water of any sort was visible; right and left and in front stretched a limitless expanse of shining grasses with tufts of shrubby growth, and great patches of purple sea-lavender. Beyond were tawny sand-banks, and further yet a line of shingle and scrub and sand-dunes. But the sea which I had expected to fill the whole circle of the visible world till it met the sky on the horizon, had totally disappeared.
Nunca había experimentado una sorpresa tan completa. No había puerto, no había rompeolas, y no había mar. Un estrechísimo canal, tres cuartos del cual aparecían ahogados por bancos de arena, sobre los cuales descansaban los barcos cuyos mástiles había visto la noche anterior, corría paralelo a la carretera, y después se torcía en ángulo recto para perderse en la distancia. Aparte de aquello, no había más agua a la vista; a la derecha, a la izquierda y al frente se extendía una ilimitada extensión de hierba brillante de entre la que sobresalían mechones de arbustos y manchas purpúreas de espliego. Más allá había unos bancos de arena rojizos, y más lejos aún se podía percibir una franja de guijarros, maleza y dunas. Pero el mar que había esperado ver llenando mi campo visual hasta unirse con el cielo, allá en el horizonte, había desaparecido.
After the first surprise at this colossal conjuring trick was over, I dressed quickly, in order to ascertain from local authorities how it was done. Unless some hallucination had poisoned my perceptive faculties, there must be an explanation of this total disappearance, alternately, of sea and land, and the key, when supplied, was simple enough. That line of shingle and scrub and sand dunes on the horizon was a peninsula running for four or five miles parallel with the land, forming the true beach, and it enclosed this vast basin of sand-banks and mud-banks and level lavender-covered marsh, which was submerged at high tide, and made an estuary. At low tide it was altogether empty but for the stream that struggled out through various channels to the mouth of it two miles away to the left, and there was easy passage across it for a man who carried his shoes and stockings, to the far sand dunes and beaches which terminated at Riddington Point, while at high tide you could sail out from the quay just in front of the hotel and be landed there.
Cuando me hube sobrepuesto a la sorpresa de aquel colosal juego de manos, me vestí rápidamente dispuesto a averiguar de boca de las autoridades locales cómo se había llevado a cabo. A menos que una alucinación hubiera envenenado mis facultades perceptivas, debía de haber una explicación para aquella desaparición alternativa de tierra y mar, y la clave, una vez proporcionada, fue lo suficientemente simple. Aquella franja de guijarros, maleza y dunas que se veía en el horizonte era una península que se extendía a lo largo de siete u ocho kilómetros de manera paralela a la costa, formando la auténtica playa y cerrando aquel vasto cuenco de bancos de arena y barro y una marisma cubierta por flores de lavanda, todo lo cual quedaba sumergido mientras duraba la marea alta, creando un estuario. Con la llegada de la marea baja, éste quedaba completamente vacío excepto por una pequeña corriente que se abría paso a través de varios canales hasta su desembocadura, situada a unos tres o cuatro kilómetros a la izquierda de allí, y un hombre calzado con sus zapatos y sus calcetines podía llegar perfectamente caminando hasta las lejanas dunas de arena y las playas que terminaban en el Cabo Riddington, mientras que durante la marea alta podría llegar navegando hasta aquel mismo lugar partiendo del muelle que había frente al hotel.
The tide would be out of the estuary for five or six hours yet; I could spend the morning on the beach, or, taking my lunch, walk out to the Point, and be back before the returning waters rendered the channel impassable. There was good bathing on the beach, and there was a colony of terns who nested there.
Already, as I ate my breakfast at a table in the window overlooking the marsh, the spell and attraction of it had begun to work. It was so immense and so empty; it had the allure of the desert about it, with none of the desert′s intolerable monotony, for companies of chiding gulls hovered over it, and I could hear the pipe of redshank and the babble of curlews. I was due to meet Jack Granger in Crowthorpe that evening, but if I went I knew that I should persuade him to come back to Riddington, and from my knowledge of him, I was aware that he would feel the spell of the place not less potent than I. So, having ascertained that there was a room for him here, I wrote him a note saying that I had found the most amazing place in the world, and told my chauffeur to take the car into Crowthorpe to meet the train that afternoon and bring him here. And with a perfectly clear conscience, I set off with a towel and a packet of lunch in my pocket to explore vaguely and goallessly that beckoning immensity of lavender-covered, bird-haunted expanse.
Ya mientras desayunaba en una mesa situada junto a la ventana que daba a la marisma el hechizo de atracción que desplegaba aquel lugar había empezado a afectarme. Era tan inmensa y estaba tan vacía; tenía el encanto del desierto sin resentirse en lo más mínimo de la insufrible monotonía de éste, ya que decenas de gaviotas chillonas la sobrevolaban, y desde allí podía oír los silbidos de los archibebes y el parloteo de los zarapitos. Debía encontrarme con Jack Granger en Crowthorpe aquella misma carde, pero sabía que si iba a su encuentro debía persuadirle de que me acompañara de vuelta a Riddington, y tal y como le conocía fui plenamente consciente de que él también sentiría el hechizo con no menos intensidad que yo. De modo que, tras asegurarme de que había habitaciones disponibles para él, le escribí una nota comunicándole que había encontrado el lugar más asombroso del mundo, y le dije a mi chofer que se dirigiera a Crowthorpe y que le esperara en la estación de tren hasta que llegara, para después conducirlo hasta allí. Con la conciencia completamente tranquila, me puse en marcha cargando con una toalla y una bolsa con el almuerzo para explorar, ociosamente y sin ningún objetivo concreto, aquella inmensa extensión cubierta de lavanda y pájaros que me llamaba.
My way, as pointed out to me, led first along a sea-bank which defended the drained pastureland on the right of it from the high tides, and at the corner of that I struck into the basin of the estuary. A contour line of jetsam, withered grass, strands of seaweed, and the bleached shells of little crabs showed where the last tide had reached its height, and inside it the marsh growth was still wet. Then came a stretch of mud and pebbles, and presently I was wading through the stream that flowed down to the sea. Beyond that were banks of ribbed sand swept by the incoming tides, and soon I regained the wide green marshes on the further side, beyond which was the bar of shingle that fringed the sea.
Mi ruta, tal y como se me había indicado, me condujo en primer lugar a recorrer un bancal que defendía de las mareas las tierras de pasto desecadas que se encontraban a su derecha, al final del cual me topé con el comienzo del estuario. Una hilera de desechos, hierba marchita, algas y blanqueadas cáscaras de pequeños cangrejos señalaba el lugar hasta el que había llegado la última marea alta; a partir de ella el terreno aún estaba húmedo. Poco después encontré un trecho repleto de barro y cantos rodados, y luego atravesé chapoteando el arroyo que fluía hacia el mar. Más allá estaban los ondulantes bancos de arena arrastrados por las mareas, y pronto alcancé las amplias y verdísimas marismas del extremo más alejado, tras las cuales se encontraba la franja de guijarros que bordeaba el mar.
I paused as I re-shod myself. There was not a sign of any living human being within sight, but never have I found myself in so exhilarating a solitude. Right and left were spread the lawns of sea-lavender, starred with pink tufts of thrift and thickets of suæda bushes. Here and there were pools left in depressions of the ground by the retreated tide, and here were patches of smooth black mud, out of which grew, like little spikes of milky-green asparagus, a crop of glass-wort, and all these happy vegetables flourished in sunshine or rain or the salt of the flooding tides with impartial amphibiousness. Overhead was the immense arc of the sky, across which flew now a flight of duck, hurrying with necks outstretched, and now a lonely black-backed gull, flapping his ponderous way seawards. Curlews were bubbling, and redshank and ringed plover fluting, and now as I trudged up the shingle bank, at the bottom of which the marsh came to an end, the sea, blue and waveless, lay stretched and sleeping, bordered by a strip of sand, on which far off a mirage hovered. But from end to end of it, as far as eye could see, there was no sign of human presence.
Me detuve unos instantes para recuperar el aliento. No se veía ni rastro de otro ser humano, pero nunca había experimentado una soledad tan estimulante. A mi derecha e izquierda se extendían los prados de espliego, como si fuesen un cielo estrellado de brotes rosáceos y arbustos. A un lado y a otro se habían formado pequeños charcos de agua retenida en las depresiones del terreno, y también había trechos repletos de un lodo negro y suave de entre el cual surgían, como espigas de lechosos espárragos, varias matas de sosa; y todos aquellos felices vegetales florecían al sol o bajo la lluvia, y pese a la sal que traían consigo las mareas, con una imparcial cualidad anfibia. Sobre mi cabeza se extendía el inmenso arco del cielo, atravesado en aquel momento por una bandada de patos, que se apresuraban y alargaban los cuellos, y ocasionalmente por alguna que otra gaviota de lomo negro, que agitaba sus pesadas alas en dirección al mar. Los zarapitos parloteaban alegremente y los chorlitejos y los archibebes silbaban. Mientras tanto, yo avanzaba con dificultad hasta llegar a los guijarros que marcaban el final de la marisma. El mar, azul y sereno, yacía durmiendo a sus anchas, bordeado por una franja de arena sobrevolada a lo lejos por un espejismo. Pero ni a un extremo ni al otro, tan lejos como la vista pudiera alcanzar, había rastros de presencia humana.
I bathed and basked on the hot beach, walked along for half a mile, and then struck back across the shingle into the marsh. And then with a pang of disappointment I saw the first evidence of the intrusion of man into this paradise of solitude, for on a stony spit of ground that ran like some great rib into the amphibious meadows, there stood a small square house built of brick, with a tall flagstaff set up in front of it. It had not caught my eye before, and it seemed an unwarrantable invasion of the emptiness. But perhaps it was not so gross an infringement of it as it appeared, for it wore an indefinable look of desertion, as if man had attempted to domesticate himself here and had failed. As I approached it this impression increased, for the chimney was smokeless, and the closed windows were dim with the film of salt air and the threshold of the closed door was patched with lichen and strewn with débris of withered grasses. I walked twice round it, decided that it was certainly uninhabited, and finally, leaning against the sun-baked wall, ate my lunch.
Me bañé y me tumbé al sol, y después recorrí aquella cálida playa durante casi un kilómetro antes de atravesar la zona sembrada de guijarros y volver a internarme en la marisma. Entonces, con una punzada de decepción, vi la primera evidencia de la intrusión del hombre en aquel paraíso de la soledad, ya que sobre una franja empedrada, que se extendía como una enorme costilla sobre aquellas praderas anfibias, había una pequeña casa cuadrada de ladrillo, frente a la cual había una asta de bandera bastante alta. No la había visto antes y me parecía una injustificada invasión del vacío. Pero quizá no se tratase de una infracción tan grosera, o por lo menos ésa era la impresión que daba, ya que su aspecto era claramente de abandono, como si el hombre hubiera intentado domesticar la zona y hubiera fracasado. A medida que me acercaba, la impresión se intensificó, ya que no salía humo de la chimenea, las ventanas cerradas estaban completamente cubiertas por una película de sal y el umbral de la puerta había sido invadido por liqúenes y hierbas marchitas que se desparramaban a su alrededor. La rodeé dos veces, decidí que indudablemente estaba deshabitada y me senté contra la pared que en aquellos momentos recibía de pleno los rayos del sol para disfrutar de mi almuerzo.
The glitter and heat of the day were at their height. Warmed and exercised, and invigorated by my bathe, I felt strung to the supreme pitch of physical well-being, and my mind, quite vacant except for these felicitous impressions, followed the example of my body, and basked in an unclouded content. And, I suppose by a sense of the Lucretian luxury of contrast, it began to picture to itself, in order to accentuate these blissful conditions, what this sunlit solitude would be like when some November night began to close in underneath a low, grey sky and a driving storm of sleet. Its solitariness would be turned into an abominable desolation: if from some unconjecturable cause one was forced to spend the night here, how the mind would long for any companionship, how sinister would become the calling of the birds, how weird the whistle of the wind round the cavern of this abandoned habitation. Or would it be just the other way about, and would one only be longing to be assured that the seeming solitude was real, and that no invisible but encroaching presence, soon to be made manifest, was creeping nearer under cover of the dusk, and be shuddering to think that the wail of the wind was not only the wind, but the cry of some discarnate being, and that it was not the curlews who made that melancholy piping? By degrees the edge of thought grew blunt, and melted into inconsequent imaginings, and I fell asleep.
La brillantez y el calor del día estaban en pleno apogeo. Sintiéndome acalorado, ejercitado y revigorizado por mi chapuzón, me juzgué en un estado de supremo bienestar físico, y mi mente, completamente vacía excepto por aquellas agradables sensaciones, siguió el ejemplo de mi cuerpo y se dedicó a disfrutar del sol. Entonces, supongo que debido a mi admiración por el lujo del contraste expresado por Lucrecio, y para congratularme aún más por aquellas excepcionales condiciones, empecé a imaginarme en qué se transformaría aquella soleada soledad de ser de noche y pleno noviembre, mientras que atravesando el cielo encapotado y gris se aproximara una tormenta. Su soledad se convertiría entonces en abominable desolación; si por alguna causa inconjeturable alguien se viera obligado a pasar una noche allí, cómo clamaría por estar acompañado, qué siniestros le resultarían los chillidos de las aves, qué extraños le sonarían los silbidos del viento al atravesar aquella habitación abandonada. O quizá reaccionara de otra manera, quizá sólo deseara asegurarse de que la aparente soledad era real, y que no había ninguna presencia invasora arrastrándose cerca de allí, amparada por la oscuridad para revelarse en breve; quizá temblaría pensando que el lamento del viento podría ser no sólo el viento, sino también el alarido de algún ser descarnado; ¿y si no fueran los zarapitos los que producían aquel melancólico silbido? Paulatinamente, mis pensamientos se fueron haciendo cada vez más difusos hasta fundirse en una inconsecuente sucesión de imágenes. Entonces me quedé dormido.
I woke with a start from the trouble of a dream that faded with waking, but felt sure that some noise close at hand had aroused me. And then it came again: it was the footfall of someone moving about inside the deserted house, against the wall of which my back was propped. Up and down it went, then paused and began again; it was like that of a man who waited with impatience for some expected arrival. I noticed also that the footfall had an irregular beat, as if the walker went with a limp. Then in a minute or two the sound ceased altogether.
Me desperté sobresaltado a causa de un sueño que ya empezaba a desvanecerse, pero con la certeza de que había sido algún ruido cercano el que me había despertado. Entonces volví a oírlo: eran los pasos de alguien que se movía en el interior de la casa abandonada, justo en la habitación contra cuya pared me había apoyado. Se movía hacia un extremo y luego hacia el otro; después se detenía unos instantes y volvía a empezar; se comportaba como un hombre que estuviera esperando una visita con impaciencia. También pude darme cuenta de que los pasos seguían un ritmo irregular, como si quien caminaba padeciera cojera. Después de uno o dos minutos los sonidos cesaron por completo.
An odd uneasiness came over me, for I had been so certain that the house was uninhabited. Then turning my head I noticed that in the wall just above me was a window, and the notion, wholly irrational and unfounded, entered my mind that the man inside who tramped was watching me from it. When once that idea got hold of me, it became impossible to sit there in peace any more, and I got up and shovelled into my knapsack my towel and the remains of my meal. I walked a little further down the spit of land which ran out into the marsh, and turning looked at the house again, and again to my eyes it seemed absolutely deserted. But after all, it was no concern of mine and I proceeded on my walk, determining to inquire casually on my return to the hotel who it was that lived in so hermetical a place, and for the present dismissed the matter from my mind.
Después de haber estado convencido de que la casa estaba deshabitada, me invadió una extraña inquietud. Entonces, volviendo la cabeza, vi que por encima de mí, en la pared, había una ventana, y se apoderó de mí la idea, completamente irracional e infundada, de que el hombre me estaba vigilando. Una vez que se me hubo metido en la cabeza, se me hizo imposible continuar allí durante más tiempo, por lo que me levanté y embutí en mí mochila tanto la toalla como los restos del almuerzo. Caminé durante un rato por el trecho de tierra que se internaba en la marisma antes de volverme para mirar una vez más la casa, que seguía pareciendo completamente desierta. Bueno, después de todo no era problema mío, de modo que continué mi paseo y decidí interesarme casualmente cuando regresara al hotel por quienquiera que viviese en aquel lugar tan hermético, desechando el tema por el momento.
It was some three hours later that I found myself opposite the house again, after a long wandering walk. I saw that, by making an only slightly longer detour, I could pass close to the house again, and I knew that the sound of those footsteps within it had raised in me a curiosity that I wanted to satisfy. And then, even as I paused, I saw that a man was standing by the door: how he came there I had no idea, for the moment before he had not been there, and he must have come out of the house. He was looking down the path that led through the marsh, shielding his eyes against the sun, and presently he took a step or two forward and he dragged his left leg as he walked, limping heavily. It was his step then which I had heard within, and any mystery about the matter was of my own making. I therefore took the shorter path, and got back to the hotel to find that Jack Granger had just arrived.
Unas tres horas más tarde, tras un paseo largo y sin rumbo, volví a encontrarme frente a la casa. Vi que dando un pequeño rodeo podía volver a pasar junto a ella, y en aquel momento me di cuenta de que el sonido de aquellas pisadas en el interior había despertado en mí una curiosidad que quería ver satisfecha. Justo entonces vi un hombre de pie junto a la puerta: cómo había llegado allí, no tenía ni idea, ya que hacía apenas un momento no estaba: debía de haber salido de la casa. Estaba contemplando el sendero que conducía a través de la marisma, escudándose los ojos del sol. Entonces dio un par de pasos hacia adelante, arrastrando la pierna izquierda y cojeando pesadamente. Eran, pues, sus pasos los que había oído antes, y todo misterio al respecto había sido producto de mi imaginación. Decidí por tanto tomar el camino más corto y llegué al hotel justo cuando Jack Granger acababa de llegar.
We went out again in the gleam of the sunset, and watched the tide sweeping in and pouring up the dykes, until again the great conjuring trick was accomplished, and the stretch of marsh with its fields of sea-lavender was a sheet of shining water. Far away across it stood the house by which I had lunched, and just as we turned Jack pointed to it.
Volvimos a salir iluminados por la puesta del sol, y contemplamos la marea que barría e inundaba los diques hasta volver a culminar aquel enorme juego de manos: aquella extensión de marismas con sus campos de lavanda volvía a ser una sábana de agua resplandeciente. A lo lejos, al otro lado, quedaba la casa junto a la cual había almorzado, y cuando ya nos volvíamos Jack la señaló.
"That′s a queer place for a house," he said. "I suppose no one lives there."
—Qué lugar tan extraño para tener una casa —dijo—. Supongo que no debe de vivir nadie en ella.
"Yes, a lame man," said I, "I saw him to-day. I′m going to ask the hotel porter who he is."
—Sí, un tullido —dije yo—. Le he visto esta tarde. Voy a preguntarle al portero del hotel de quién se trata.
The result of this inquiry was unexpected.
El resultado de aquella consulta, sin embargo, no fue el esperado.
"No; the house has been uninhabited several years," he said. "It used to be a watch-house from which the coastguards signalled if there was a ship in distress, and the lifeboat went out from here. But now the lifeboat and the coastguards are at the end of the Point."
—No; la casa lleva deshabitada varios años —me dijo—. Solía utilizarse como puesto de vigilancia desde el que los guardacostas hacían señales si había algún barco en apuros, y entonces un bote salvavidas zarpaba desde aquí. Pero ahora tanto el bote como los guardacostas están en el cabo.
"Then who is the lame man I saw walking about there, and heard inside the house?" I asked.
—¿Entonces quién es el tullido al que he visto y oído recorrer la casa? —pregunté.
He looked at me, I thought, queerly.
Me miró de una manera que se me antojó extraña.
"I don′t know who that could be," he said. "There′s no lame man about here to my knowledge."
—No sé quién podría ser —respondió—. Que yo sepa no vive ningún tullido por estos alrededores.
The effect on Jack of the marshes and their gorgeous emptiness, of the sun and the sea, was precisely what I had anticipated. He vowed that any day spent anywhere than on these beaches and fields of sea-lavender was a day wasted, and proposed that the tour, of which the main object had originally been the golf links of Norfolk, should for the present be cancelled. In particular, it was the birds of this long solitary headland that enchanted him.
El efecto de las marismas y su espléndida soledad, del sol y del mar, cayó sobre Jack exactamente como yo había previsto. Juró que cualquier día pasado en otro lugar que no fueran aquellas playas y campos de espliego era un día desperdiciado, y propuso que nuestra excursión, cuyo objetivo principal iban a ser los campos de golf de Norfolk, quedase cancelada. En particular fueron los pájaros que habitaban en aquel extenso y solitario cabo los que le encantaron.
"After all, we can play golf anywhere," he said. "There′s an oyster-catcher scolding, do you hear?—and how silly to whack a little white ball—ringed plover, but what′s that calling as well?—when you can spend the day like this! Oh! don′t let us go and bathe yet: I want to wander along that edge of the marsh—ha! there′s a company of turnstones, they make a noise like the drawing of a cork—there they are, those little chaps with chestnut-coloured patches! Let′s go along the near edge of the marsh, and come out by the house where your lame man lives."
—Después de todo, podemos jugar al golf en cualquier sitio —dijo—. Por allí grazna un ostrero, ¿lo oyes? Y además, ¡qué estúpido resulta perder el día dándole golpes a una pelotita blanca... —mira, un chorlitejo, ¿y qué es lo que cantará de esa manera?—... cuando podemos aprovecharlo aquí! Oh, no vayamos a bañarnos todavía: quiero bordear la marisma... Ja, allí hay una bandada de vuelvepiedras; hacen un ruido parecido al que se oye al descorchar una botella... ¡Ahí están, son esos golfillos con manchas de color castaño! Sigamos bordeando la marisma y acerquémonos a la casa en la que vive tu tullido.
We took, therefore, the path with the longer detour, which I had abandoned last night. I had said nothing to him of what the hotel porter had told me that the house was unlived in, and all he knew was that I had seen a lame man, apparently in occupation there. My reason for not doing so (to make the confession at once) was that I already half believed that the steps I had heard inside, and the lame man I had seen watching outside, did not imply in the porter′s sense of the word that the house was occupied, and I wanted to see whether Jack as well as myself would be conscious of any such tokens of a presence there. And then the oddest thing happened.
Así pues, tomamos el sendero que daba el rodeo más largo, del que yo había prescindido la noche anterior. No le había contado nada de lo que me había dicho el portero del hotel respecto a que en la casa ya no vivía nadie, de modo que todo lo que él sabía era que yo había visto a un tullido aparentemente ocupando el lugar. Mi razón para no hacerlo (confesémoslo de inmediato) era que yo ya había medio intuido que ni los pasos que había oído en el interior, ni el hombre al que había visto contemplando el exterior, tenían por qué implicar que la casa estuviera ocupada según el sentido que le había dado a la palabra el portero. Quería ver si Jack era capaz, como había sido yo, de captar las señales de su presencia allí. Y entonces sucedió algo de lo más extraño.
All the way up to the house his attention was alert on the birds, and in especial on a piping note which was unfamiliar to him. In vain he tried to catch sight of the bird that uttered it, and in vain I tried to hear it. "It doesn′t sound like any bird I know," he said, "in fact it doesn′t sound like a bird at all, but like some human being whistling. There it is again! Is it possible you don′t hear it?"
Durante todo el trayecto hasta la casa la atención de Jack había estado centrada en los pájaros, y especialmente en un silbido que no le resultaba nada familiar. En vano intentó vislumbrar al pájaro que lo producía, y en vano pretendí yo oírlo. —No suena como ningún pájaro que yo conozca —dijo—; de hecho, no suena en absoluto como un pájaro, más bien parece una persona silbando. ¡Ahí está de nuevo! ¿Será posible que no lo oigas?
We were now quite close to the house.
Para entonces ya estábamos muy cerca de la casa.
"There must be someone there who is whistling," he said, "it must be your lame man . Lord! yes, it comes from inside the house. So that′s explained, and I hoped it was some new bird. But why can′t you hear it?"
—Debe de haber alguien silbando —dijo—. Probablemente se trate de tu tullido... Señor, sí, viene del interior de la casa. Así ya queda todo explicado, y yo que esperaba descubrir un pájaro nuevo. ¿Pero cómo es que no puedes oírlo tú?
"Some people can′t hear a bat′s squeak," said I.
—Hay gente que no es capaz de oír los chillidos de los murciélagos —respondí yo.
Jack, satisfied with the explanation, took no more interest in the matter, and we struck across the shingle, bathed and lunched, and tramped on to the tumble of sand dunes in which the Point ended. For a couple of hours we strolled and lazed there in the liquid and sunny air, and reluctantly returned in order to cross the ford before the tide came in. As we retraced our way, I saw coming up from the west a huge continent of cloud: and just as we reached the spit of land on which the house stood, a jagged sword of lightning flickered down to the low-lying hills across the estuary, and a few big raindrops plopped on the shingle.
Jack, satisfecho con la explicación, no le dio más importancia al tema, de modo que atravesamos la franja de guijarros, nos bañamos y almorzamos y caminamos hasta las dunas de arena en las que finalizaba el cabo. Durante un par de horas paseamos y nos abandonamos a la pereza disfrutando del aire líquido y soleado; luego emprendimos sin muchas ganas el regreso para que nos diera tiempo a atravesar el vado antes de que llegara la marea. A medida que volvíamos sobre nuestros pasos, pude ver cómo desde el oeste se acercaba un extenso frente nuboso; y justo en el momento en el que alcanzamos el tramo de tierra sobre el que se asentaba la casa, un relámpago se abatió sobre las achaparradas colinas que había al otro lado del estuario y unas primeras y gruesas gotas empezaron a caer sobre los guijarros.
"We′re in for a drenching," he said. "Ha! Let′s ask for shelter at your lame man′s house. Better run for it!" Already the big drops were falling thickly, and we scuttled across the hundred yards that lay between us and the house, and came to the door just as the sluices of heaven were pulled wide. He rapped on it, but there came no answer; he tried the handle of it, but the door did not yield, and then, by a sudden inspiration, he felt along the top of the lintel and found a key. It fitted into the wards and next moment we stood within.
—Nos vamos a empapar —dijo Jack—. Ja! Pidamos cobijo en la casa de tu tullido. ¡Será mejor que corramos! Las gotas empezaban a multiplicarse, de modo que atravesamos corriendo los cien metros que nos separaban de la casa y llegamos a la puerta justo en el momento en el que las compuertas del cielo se abrieron por completo. Jack golpeó con los nudillos, pero nadie respondió; probó la manilla, pero la puerta no se abrió, y entonces, poseído por una súbita inspiración, pasó la mano por encima del dintel y encontró una llave. Ésta encajaba perfectamente en la cerradura y un momento después estábamos en el interior.
We found ourselves in a slip of a passage, at the end of which went up the staircase to the floor above. On each side of it was a room, one a kitchen, the other a living-room, but in neither was there any stick of furniture. Discoloured paper was peeling off the walls, the windows were thick with spidery weavings, the air heavy with unventilated damp.
Nos encontramos en un pasillo resbaladizo, de cuyo extremo más alejado partía una escalera hacia el piso superior. A cada lado había una habitación: una era una cocina y la otra un salón, pero ninguna de ellas estaba amueblada. Un papel descolorido se desprendía de las paredes, las ventanas estaban repletas de telarañas y el aire era pesado debido a la falta de ventilación.
"Your lame man dispenses with the necessities as well as the luxuries of life," said Jack. "A Spartan fellow."
—Tu tullido no sólo prescinde de los lujos, sino también de lo más necesario —dijo Jack—. Todo un espartano.
We were standing in the kitchen: outside the hiss of the rain had grown to a roar, and the bleared window was suddenly lit up with a flare of lightning. A crack of thunder answered it, and in the silence that followed there came from just outside, audible now to me, the sound of a piping whistle. Immediately afterwards I heard the door by which we had just entered violently banged, and I remembered that I had left it open.
Estábamos en la cocina: en el exterior el siseo de la lluvia se había convertido en un rugido, y la ventana empañada se iluminó repentinamente con el resplandor de un relámpago. El restallido de un trueno le contestó, y en el silencio que le siguió me llegó desde el exterior, perfectamente audible, el sonido de alguien silbando. Inmediatamente después oí cómo la puerta por la que habíamos entrado se cerraba violentamente, y recordé que la había dejado abierta.
His eyes met mine.
Los ojos de Jack y los míos se encontraron.
"But there′s no breath of wind," I said. "What made it bang like that?"
—Pero si no corre ni pizca de viento —dije—. ¿Qué es lo que ha provocado ese portazo?
"And that was no bird that whistled," said he.
—Y desde luego ese silbido no ha sido ningún pájaro —dijo él.
There was the shuffle in the passage outside of a limping step: I could hear the drag of a man′s lame foot along the boards.
Oímos un arrastrar de pies que llegaba desde el pasillo: pude percibir cómo se arrastraba sobre la madera la pierna de un hombre tullido.
"He has come in," said Jack.
—Ha entrado —dijo Jack.
Yes, he had come in, and who had come in? At that moment not fright, but fear, which is a very different matter, closed in on me. Fright, as I understand it, is an emotion, startling, but not unnerving; you may under the finger of fright spring aside, you may scream, you may shout, you have the command of your muscles. But as that limping step moved down the passage I felt fear, the hand of the nightmare that, as it clutches, paralyses and inhibits not action only, but thought. I waited frozen and speechless for what should happen next.
Sí, había entrado, ¿pero qué era lo que había entrado? En aquel momento me asaltó una sensación de pánico, no de horror, ya que se trata de dos cosas muy distintas. El horror, tal y como yo lo entiendo, es una emoción sobrecogedora, pero no desconcertante; pese a sentirse horrorizado, uno puede huir, o puede gritar: controla sus músculos. Pero mientras aquellos pasos irregulares recorrían el pasillo sentí pánico, la mano de una pesadilla que al agarrarte paraliza e inhibe no sólo la acción, sino hasta el mismo pensamiento. Esperé completamente helado y sin poder hablar, a que sucediera lo que tuviera que suceder.
Exactly opposite the open door of the kitchen in which we stood the step stopped. And then, soundlessly and invisibly, the presence that had made itself manifest to the outward ear, entered. Suddenly I heard Jack′s breath rattle in his throat.
Los pasos se detuvieron exactamente frente a la entrada de la cocina. Y entonces, invisible e inaudible, la presencia que se había manifestado al oído externo entró. De repente, oí un estertor surgiendo de la garganta de Jack.
"O my God!" he cried in a voice hoarse and strangled, and he threw his left arm across his face as if defending himself, and his right arm shooting out, seemed to hit at something which I could not see, and his fingers crooked themselves as if clutching at that which had evaded his blow. His body was bent back as if resisting some invisible pressure, then lunged forward again, and I heard the noise of a resisting joint, and saw on his throat the shadow (or so it seemed) of a clutching hand. At that some power of movement came back to me, and I remember hurling myself at the empty space between him and me, and felt under my grip the shape of a shoulder and heard on the boards of the floor the slip and scoop of a foot. Something invisible, now a shoulder, now an arm, struggled in my grasp, and I heard a panting respiration that was not Jack′s, nor mine, and now and then in my face I felt a hot breath that stank of corruption and decay. And all the time this physical contention was symbolical only: what he and I wrestled with was not a thing of flesh and blood, but some awful spiritual presence. And then .
—¡Oh, Dios mío! —gritó con una voz ronca y estrangulada, y colocó el brazo izquierdo frente a su rostro, como si se estuviera defendiendo. Su brazo derecho también se disparó y pareció golpear algo que yo era incapaz de ver, y sus dedos se crisparon como agarrando aquello que había esquivado el primer golpe. Su cuerpo se inclinó hacia atrás, como si se resistiera a una presión invisible, y después volvió a arrojarse hacia adelante. Oí el ruido de una resistencia a su empuje, y vi sobre su garganta la sombra (o eso parecía) de una mano apretando. En aquel momento recuperé el movimiento, y recuerdo haberme arrojado sobre el espacio vacío que había entre él y yo, y sentir bajo mi abrazo la forma de un hombro, y oír un pie que resbalaba y golpeaba el suelo de madera. Algo invisible, ora un hombro, ora un brazo, se resistía a mi presión, y oí una respiración jadeante que no era ni la de Jack ni la mía, y sentí sobre mi rostro un aliento cálido que apestaba a corrupción y putrefacción. Y durante todo ese tiempo aquella contienda física no fue sino simbólica; a lo que nos enfrentamos no fue a un ser de carne y hueso, sino a una horrenda presencia espiritual. Y entonces...
There was nothing. The ghostly invasion ceased as suddenly as it had begun, and there was Jack′s face gleaming with sweat close to mine, as we stood with dropped arms opposite each other in an empty room, with the rain beating on the roof and the gutters chuckling. No word passed between us, but next moment we were out in the pelting rain, running for the ford. The deluge was sweet to my soul, it seemed to wash away that horror of great darkness and that odour of corruption in which we had been plunged.
Ya no había nada. El fantasmal ataque había cesado tan súbitamente como había empezado, y allí estaba el rostro de Jack, cerca del mío, brillando por el sudor. Nos encontrábamos el uno frente al otro, con los brazos caídos, en una habitación vacía, mientras la lluvia golpeaba el tejado y los canalones chirriaban. No cruzamos ni una sola palabra, pero al instante siguiente estábamos los dos corriendo bajo aquella lluvia a cántaros, atravesando el vado. Agradecí el diluvio con toda mi alma, ya que parecía limpiar el horror de aquella gran oscuridad y el olor de la corrupción a la cual habíamos estado expuestos.
Now I have no certain explanation to give of the experience which has here been shortly recounted, and the reader may or may not connect with it a story that I heard a week or two later on my return to London.
Lo cierto es que no puedo ofrecer una explicación que esclarezca la experiencia que he recogido aquí brevemente, y queda al gusto del lector establecer su conexión con una historia que oí una o dos semanas más tarde, cuando regresé a Londres.
A friend of mine and I had been dining at my house one evening, and we had discussed a murder trial then going on of which the papers were full.
Un amigo mío y yo habíamos estado cenando una tarde en mi casa, y habíamos discutido los pormenores de un juicio por asesinato, sobre el cual los periódicos se habían volcado.
"It isn′t only the atrocity that attracts," he said, "I think it is the place where the murder occurs that is the cause of the interest in it. A murder at Brighton or Margate or Ramsgate, any place which the public associates with pleasure trips, attracts them because they know the place and can visualise the scene. But when there is a murder at some small unknown spot, which they have never heard of, there is no appeal to their imagination. Last spring, for instance, there was the murder at that small village on the coast of Norfolk. I′ve forgotten the name of the place, though I was in Norwich at the time of the trial and was present in court. It was one of the most awful stories I ever heard, as ghastly and sensational as this last affair, but it didn′t attract the smallest attention. Odd that I can′t remember the name of the place when all the rest is so vivid to me!"
—No es sólo la atrocidad la que resulta atractiva —dijo—. Creo que la causa del interés es el lugar en el que se llevó a cabo el asesinato. Un asesinato en Brighton, o en Márgate, o en Ramsey, en cualquier lugar que el público asocie con viajes de placer, les atrae porque lo conocen y pueden visualizar el escenario. Pero cuando alguien comete un asesinato en algún lugar pequeño y desconocido, del cual nunca han oído hablar, el asunto no apela a su imaginación. La pasada primavera, por ejemplo, hubo un asesinato en un pequeño pueblo de la costa de Norfolk. He olvidado el nombre del lugar, aunque estuve en Norwich durante el juicio y presencié el proceso. Fue una de las historias más horribles que he oído en mi vida, tan espantosa y sensacionalista como ésta, pero no atrajo la más mínima atención. Es curioso que no pueda recordar el nombre del lugar estando el resto tan claro.
"Tell me about it," I said; "I never heard of it."
—Cuéntamelo —dije—. No me suena de nada.
"Well, there was this little village, and just outside it was a farm, owned by a man called John Beardsley. He lived there with his only daughter, an unmarried woman of about thirty, a good-looking, sensible creature apparently, the last in the world you would have thought to do anything unexpected. There worked at the farm as a day labourer a young fellow called Alfred Maldon, who, in the trial of which I am speaking, was the prisoner. He had one of the most dreadful faces I ever saw, a cat-like receding forehead, a broad, short nose, and a great red sensual mouth, always on the grin. He seemed positively to enjoy being the central figure round whom all the interest of those ghoulish women who thronged the court was concentrated, and when he shambled into the witness-box——"
—Bueno, estaba ese pequeño pueblo y justo a las afueras del mismo había una granja propiedad de un tal John Beardsley. Vivía allí con su única hija, una mujer soltera de unos treinta años; aparentemente una criatura sensible y atractiva, de la que nunca te esperarías que hiciera algo inesperado. En la granja trabajaba como jornalero un joven llamado Alfred Maldon, el acusado en el juicio del que te estaba hablando. Tenía uno de los rostros más horrendos que he visto en mi vida: una frente hundida y gatuna, una nariz chata y ancha, y una boca grande, roja y sensual, siempre extendida en una sonrisa. Parecía que disfrutaba siendo el centro de atención de todas aquellas espantosas mujeres que se apiñaban en la sala, y cuando llegó arrastrando los pies hasta el estrado...
"Shambled?" I asked.
—¿Arrastrando los pies? —pregunté.
"Yes, he was lame, his left foot dragged along the floor as he walked. As he shambled into the witness-box he nodded and smiled to the judge, and clapped his counsel on the shoulder, and leered at the gallery . He worked on the farm, as I was saying, doing jobs that were within his capacity, among which was certain housework, carrying coals and what-not, for John Beardsley, though very well-off, kept no servant, and this daughter Alice—that was her name—ran the house. And what must she do but fall in love, it was no less than that, with this monstrous and misshapen fellow. One afternoon her father came home unexpectedly and caught them together in the parlour, kissing and cuddling. He turned the man out of the house, neck and crop, gave him his week′s wages, and dismissed him, threatening him with a fine thrashing if he ever caught him hanging about the place. He forbade his daughter ever to speak to him again, and in order to keep watch over her, got in a woman from the village who would be there all day while he was out on the farm.
—Sí, era tullido; arrastraba la pierna izquierda por el suelo cuando andaba. Cuando llegó hasta el estrado asintió, sonrió al juez, palmeó el hombro de su abogado y paseó una mirada lasciva por la audiencia... Trabajaba en la granja, como te decía, realizando trabajos para los que estuviera capacitado, entre los cuales se contaban algunas faenas de la casa, como entrar el carbón o cualquier otra cosa, ya que John Beardsley, aunque bastante próspero, no tenía criados, y era su hija Alice, que así se llamaba, la que llevaba el hogar. ¿Y qué se le ocurre a la chica sino enamorarse de aquel tipo deforme y monstruoso? Una tarde su padre regresó a casa inesperadamente y les sorprendió en el salón, besándose y acariciándose. Echó a Maldon de la casa con cajas destempladas, le pagó su sueldo de aquella semana y le despidió, amenazándole con darle una buena paliza si alguna vez le sorprendía rondando por allí. Prohibió a su hija que volviera a dirigirle la palabra, y con el objetivo de tenerla vigilada contrató a una señora del pueblo para que la acompañase en la granja mientras él estuviera fuera.
"Young Maldon, deprived of his job, tried to get work in the village, but none would employ him, for he was a black-tempered fellow ready to pick a quarrel with anyone, and an unpleasant opponent, for, with all his lameness, he was of immense muscular strength. For some weeks he idled about in the village getting a chance job occasionally and no doubt, as you will see, Alice Beardsley managed to meet him. The village—its name still escapes me—lay on the edge of a big tidal estuary, full at high water, but on the ebb of a broad stretch of marsh and sand and mud-banks, beyond which ran a long belt of shingle that formed the seaward side of the estuary. On it stood a disused coastguard house, a couple of miles away from the village, and in as lonely a place as you would find anywhere in England. At low tide there was a shallow ford across to it, and in the sand-banks round about it some beds of cockle. Maldon, unable to get regular work, took to cockle-digging, and during the summer when the tide was low, Alice (it was no new thing with her) used to go over the ford to the beach beyond and bathe. She would go across the sand-banks where the cockle-diggers, Maldon among them, were at work, and if he whistled as she passed that was the signal between them that he would slip away presently and join her at the disused coastguard house, and there throughout the summer they used to meet.
»El joven Maldon, privado de su trabajo, intentó emplearse en el pueblo, pero nadie quiso contratarle, ya que era un tipo demasiado temperamental, dispuesto en cualquier momento a enzarzarse en una pelea, además de ser un oponente nada aconsejable, ya que, pese a su cojera, poseía una gran musculatura y una enorme fuerza. Durante algunas semanas vagueó por el pueblo, encontrando algún trabajo ocasional y, sin lugar a dudas y como verás, consiguiendo citarse con Alice Beardsley. El pueblo, aún no recuerdo el nombre, se encontraba a la orilla de un gran estuario afectado por las mareas: se llenaba con la marea alta, para convertirse en una amplia extensión de marismas, repleta de bancos de arena y barro, al retirarse ésta. Justo allí, a tres o cuatro kilómetros del pueblo, había una casa usada antiguamente por los guardacostas y actualmente abandonada; uno de los lugares más solitarios que podrás encontrar en Inglaterra. Durante la marea baja bastaba con cruzar un vado poco profundo para llegar hasta allí, y a su alrededor se podían conseguir varios bancos de berberechos. Maldon, incapaz de conseguir un trabajo estable, se dedicó a la recolección de estos moluscos, y durante el verano, cuando la marea bajaba, Alice (para ella no representaba ninguna novedad) atravesaba el vado para ir a bañarse en la playa. Pasaba frente a los bancos de arena en los que se afanaban los recolectores de berberechos, Maldon entre ellos, y si éste la silbaba al verla pasar, acudía a la casa abandonada de los guardacostas a la espera de que él acudiera en breve. Y de este modo estuvieron viéndose durante todo el verano.
"As the weeks went on her father saw the change that was coming in her, and suspecting the cause, often left his work and, hidden behind some sea-bank, used to watch her. One day he saw her cross the ford, and soon after she had passed he saw Maldon, recognisable from a long way off by his dragging leg, follow her. He went up the path to the coastguard house, and entered. At that John Beardsley crossed the ford, and hiding in the bushes near the house, saw Alice coming back from her bathe. The house was off the direct path to the ford, but she went round that way, and the door was opened to her, and closed behind her. He found them together, and mad with rage attacked the man. They fought and Maldon got him down and then and there in front of his daughter strangled him.
»A medida que las semanas pasaban, el padre de Alice fue viendo el cambio que se operaba en ella, y sospechando el motivo, abandonó a menudo su trabajo para vigilarla escondido detrás de algún banco de arena. Un día la vio cruzar el vado, y poco después vio a Maldon, reconocible desde mucha distancia por el modo en que arrastraba la pierna, recorriendo el mismo camino. Siguió el sendero que llevaba hasta la casa de los guardacostas y entró. John Beardsley cruzó el vado y, escondido entre unos arbustos cercanos a la casa, vio a Alice que regresaba de su habitual baño. La casa no se hallaba en la dirección que ella debía seguir para volver a atravesar el vado, y sin embargo Alice se desvió hacia ella; alguien le abrió la puerta y después ésta se volvió a cerrar. Los encontró juntos y, loco de ira, atacó a Maldon. Éste le derribó y allí mismo, delante de su hija, le estranguló.
"The girl went off her head, and is in the asylum at Norwich now. She sits all day by the window whistling. The man was hanged."
»La chica perdió la cabeza, y ahora está internada en un manicomio de Norwich. Allí pasa los días sentada junto a una ventana, silbando. A Maldon lo ahorcaron.
"Was Riddington the name of the village?" I asked.
—¿Era Riddington el nombre del pueblo? —pregunté.
"Yes. Riddington, of course," he said. "I can′t think how I forgot it."
—Sí. Riddington, por supuesto —respondió— No entiendo cómo había podido olvidarlo.