E.F Benson (England, 1867-1940) THE CORNER HOUSE -- [ La casa de la esquina] Edición bilingüe, inglés-español, de Miguel Garci-Gomez -- --
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Firham-by-sea had long been known to Jim Purley and myself, though we had been careful not to talk about it, and for years we had been accustomed to skulk quietly away from London, either alone or together, for a day or two of holiday at that delightful and unheard-of little village. It was not, I may safely say, any secretive or dog-in-the-manger instinct of keeping a good thing to ourselves that was the cause of this reticence, but it was because if Firham had become known at all the whole charm of it would have vanished. A popular Firham, in fact, would cease to be Firham, and while we should lose it nobody else would gain it. Its remoteness, its isolation, its emptiness were its most essential qualities; it would have been impossible, so we both of us felt, to have gone to Firham with a party of friends, and the idea of its little inn being peopled with strangers, or its odd little nine-hole golf-course with the small corrugated-iron shed for its club-house becoming full of serious golfers would certainly have been sufficient to make us desire never to play there again. Nor, indeed, were we guilty of any selfishness in keeping the knowledge of that golf-course to ourselves, for the holes were short and dull and the fairway badly kept. It was only because we were at Firham that we so often strolled round it, losing balls in furse bushes and marshy ground, and considering it quite decent putting if we took no more than three putts on a green. It was bad golf in fact, and no one in his senses would think of going to Firham to play bad golf, when good golf was so vastly more accessible. Indeed, the only reason why I have spoken of the golf-links is because in an indirect and distant manner they were connected with the early incidents of the story which strung itself together there, and which, to me at any rate, has destroyed the secure tranquillity of our remote little hermitage.
Hacía tiempo que Jim Purley y yo mismo conocíamos la existencia de Firham-by-Sea, aunque habíamos tenido cuidado de no hablar sobre ello, y durante años nos habíamos acostumbrado a escabullimos silenciosamente de Londres, bien solos, bien juntos, para pasar un día o dos de descanso en aquel delicioso e ignoto pueblito. No se trataba, y lo puedo decir con toda confianza, ni de proteger un instinto secreto ni de ejercer de perro del hortelano, sino más bien de preservar todo su encanto, el cual habría desaparecido si Firham llegara a ser conocido. Un Firham popular, de hecho, habría dejado de ser Firham; y mientras que nosotros hubiéramos sufrido su pérdida, nadie habría podido disfrutar de su ganancia. Su localización remota, su aislamiento y su vacuidad eran sus cualidades más esenciales; habría sido imposible, o así lo sentíamos los dos, acudir a Firham con un grupo de amigos. La idea de ver su pequeña posada rebosante con un grupo de forasteros, o su curioso campo de golf de nueve hoyos con el pequeño cobertizo de hierro ondulado que hacía las veces de club llenándose de golfistas serios, habría bastado para hacernos desear no volver a jugar allí. Tampoco éramos, por cierto, culpables de egoísmo al conservar para nosotros mismos el secreto de la existencia de aquel recorrido de golf, ya que los hoyos eran cortos y monótonos, y la calle estaba mal cuidada. Nuestra estancia en Firham era la única razón de que tan a menudo acudiéramos a recorrerlo, perdiendo bolas en arbustos de aulagas y terrenos pantanosos, y considerando un resultado lo suficientemente decente el no emplear más de tres putts en un solo green. Era un mal campo de golf, de hecho, y nadie con sentido común hubiera pensado acercarse a Firham para jugar mal al golf, cuando podía hacerse bien en tantos otros sitios más accesibles. De hecho, la única razón por la que he mencionado el golf es porque, de una manera distante e indirecta, está conectado con los primeros incidentes de la historia que allí se desarrolló y que, para mí al menos, destruyó la segura tranquilidad de nuestro pequeño y remoto refugio..
To get to Firham at all from London, except by a motor drive of some hundred and twenty miles, is a slow progress, and after two changes the leisurely railway eventually lands you no nearer than five miles from your destination. After that a switch-back road terminating in a long decline brings you off the inland Norfolk hills, and into the broad expanse of lowland, once reclaimed from the sea, and now protected from marine invasion by big banks and dykes. From the top of the last hill you get your first sight of the village, its brick-built houses with their tiled roofs smouldering redly in the sunset, like some small, glowing island anchored in that huge expanse of green, and, a mile beyond it, the dim blue of the sea. There are but few trees to be seen on that wide landscape, and those stunted and slanted in their growth by the prevailing wind off the coast, and the great sweep of the country is composed of featureless fields intersected with drainage dykes, and dotted with sparse cattle. A sluggish stream, fringed with reed-beds and loose-strife, where moor-hens chuckle, passes just outside the village, and a few hundred yards below it is spanned by a bridge and a sluice-gate. From there it broadens out into an estuary, full of shining water at high tide, and of grey mud-banks at the ebb, and passes between rows of tussocked sand-dunes out to sea.
Llegar a Firham desde Londres, excepto si se conducen unos doscientos veinte kilómetros, es un proceso lento, y tras dos transbordos el tren acaba por dejarte nada menos que a diez kilómetros del destino final. Tras eso, una carretera repleta de cambios de rasante que termina en un gran declive te saca de las colinas de Norfolk para llegar a los extensos llanos robados al mar, protegidos de la invasión marina por diques y grandes bancos. Desde la cima de la última colina se tiene la primera impresión del pueblo: sus casas de ladrillo con tejados de teja brillando como si fueran ascuas candentes a la luz del atardecer, como si se tratase de una pequeña isla anclada en una inmensa extensión de verde, y, un par de kilómetros más allá, el azul difuso del mar. Apenas se pueden ver un par de árboles en aquel amplio paisaje, y los que hay están atrofiados e inclinados por el imperante viento de la costa. La mayor parte de la zona está compuesta de campos sin rasgos distintivos, divididos por diques de drenaje y puntuados por escasos grupos de ganado. Un perezoso riachuelo, bordeado por cañaverales y maleza dispersa, entre la que cacarean las pollas de agua, pasa justo al lado del pueblo, antes de ser atravesado, un par de cientos de metros más adelante, por un puente y una esclusa. A partir de allí se ensancha formando un estuario, repleto de agua brillante durante la marea alta y de bancos de lodo durante la marea baja, y atravesando hileras de dunas, repletas de matas de hierba, hasta llegar al mar..
The road, descending from the higher inlands, strikes across these reclaimed marshes, and after a mile of solitary travel enters the village of Firham. To right and left stand a few outlying cottages, whitewashed and thatched, each with a strip of gay garden in front and perhaps a fisherman′s net spread out to dry on the wall, but before they form anything that could be called a street the road takes a sudden sharp-angled turn, and at once you are in the square which, indeed, forms the entire village. On each side of the broad cobbled space is a line of houses, on one side a post office and police-station with a dozen small shops where may be bought the more rudimentary needs of existence, a baker′s, a butcher′s, a tobacconist′s. Opposite is a row of little residences midway between villa and cottage, while at the far end stands the dumpy grey church with the vicarage, behind green and rather dilapidated palings, beside it. At the near end is the "Fisherman′s Arms," the modest hostelry at which we always put up, flanked by two or three more small red-brick houses, of which the farthest, where the road leaves the square again, is the Corner House of which this story treats.
La carretera que desciende de las tierras altas del interior atraviesa estas marismas reclamadas al océano y, tras casi dos kilómetros de viaje solitario, entra en el pueblo de Firham. A derecha e izquierda se pueden ver un par de cottages apartados, encalados y con el techo de paja, cada uno de ellos con su correspondiente jardincillo en el frente y quizá una red de pescador extendida sobre el muro para secarse. Pero antes de que formen nada que pudiera llamarse calle, la carretera realiza un giro inesperado y anguloso, y en un instante se encuentra uno en una plaza que, de hecho, forma el pueblo entero. A cada lado de este espacio amplio y adoquinado hay una hilera de casas. A un lado está la oficina de correos, la estación de la policía y una docena de pequeñas tiendas en las que se pueden comprar los más rudimentarios útiles de supervivencia: hay un panadero, un carnicero, un estanco... Al otro lado se eleva una hilera de pequeñas residencias, a medio camino entre quintas y cottages, mientras que en el extremo más alejado hay una iglesia gris y rechoncha con su vicaría, resguardándose ambas tras una valla verde y más bien deteriorada..
The Corner House was an object of mild curiosity to Jim and me, for while the rest of the houses in the square, shops and residences alike, had a tidy and well-cared-for appearance, with an air of prosperity on a small contented scale, the Corner House presented a marked and curious contrast. The faded paint on the door was blistered and patchy, the step of the threshold always unwhitened and partly overgrown with an encroachment of moss, as if there was little traffic across it. Over the windows inside were stretched dingy casement curtains, and the Virginia creeper which straggled untended up the discoloured front of the house drooped over the dull panes like the hair over a terrier′s eyes. Sometimes in one or other of these windows, between the curtains and the glass, there sat a mournful grey cat, but all day long no further sign of life within gave evidence of occupation. Behind the house was a spacious square of garden enclosed by a low brick wall, and from the upper windows of "The Fisherman′s Arms" it was possible to look into it. There was a gravel path running round it, entirely overgrown, and a flower-bed underneath the wall was a jungle of rank weeds among which, in summer, two or three neglected rose trees put out a few meagre flowers. A broken water-butt stood at the end of it, and in the middle a rusty iron seat, but never at morning or at noon or at evening did I see any human figure in it; it seemed entirely derelict and unvisited.
En el extremo más cercano está El Hogar del Pescador, el modesto hostal en el que siempre nos alojamos, flanqueado por otras dos o tres casas de ladrillo, de las cuales la más alejada, justo en el lugar en el que la carretera vuelve a abandonar la plaza, es la casa de la esquina alrededor de la cual versa esta historia.. La casa de la esquina era un objeto de ligera curiosidad para Jim y para mí, ya que mientras el resto de casas de la plaza, tanto tiendas como residencias, mostraban una apariencia ordenada y bien cuidada, con cierto aire de prosperidad aunque a escala reducida, la casa de la esquina presentaba un marcado y curioso contraste. La desdibujada pintura de la puerta estaba cuarteada y repleta de burbujas, el escalón del umbral de la entrada nunca se blanqueaba y aparecía parcialmente cubierto por una invasión de musgo, como si apenas se utilizara. Sobre las ventanas, en el interior, se podían apreciar unas desteñidas cortinas, y una trepadora de Virginia, que se desparramaba sin ataduras sobre el descolorido frontal de la casa, caía sobre los cubiertos cristales como cae el pelo de un terrier sobre sus ojos. A veces, junto a una u otra de aquellas ventanas se sentaba un lúgubre gato gris; pero durante todo el día no se veía ningún otro signo de vida que revelase la existencia de un ocupante. Detrás de la casa había un espacioso jardín delimitado por una pequeña pared de ladrillo, y desde las ventanas superiores de El Hogar del Pescador era posible ver su interior. Había un sendero de grava que lo recorría, semioculto bajo la maleza, y lo que había sido un lecho de flores justo bajo la valla se había convertido en una jungla de malas hierbas entre las que asomaban en verano dos o tres rosales que daban alguna que otra magra flor. En un extremo había un depósito de agua, y en el medio un taburete de hierro completamente oxidado, pero nunca, ni por la mañana ni al mediodía ni por la tarde, vi allí figura humana alguna; parecía completamente abandonado y no visitado..
At dusk shabby curtains were drawn across the windows that looked into the square, and then between chinks you could see that one room was lit within. The house, it was evident, had once been a very dignified little residence; it was built of red brick and was early Georgian in date, square and comfortable with its enclosed plot behind; one wondered, as I have said, with mild curiosity what blight had fallen on it, what manner of folk moved silent and unseen behind the dingy casement curtains all day and sat in that front room when night had fallen.
Con la llegada del ocaso las raídas cortinas eran echadas sobre las ventanas que se asomaban a la plaza, y entonces, a través de algún resquicio se podía apreciar que en una de las habitaciones había luz. La casa, era evidente, había sido en su momento una pequeña pero muy digna residencia; estaba construida con ladrillos rojos y pertenecía al primer período del georgiano, cuadrada y cómoda y con su pequeña parcela cerrada en la parte trasera; uno se preguntaba, como ya he dicho, con ligera curiosidad, qué plaga podía haber caído sobre ella, qué clase de persona podía moverse silenciosa e invisible tras aquellas cortinas deslucidas durante el día y permanecer sentada en aquella habitación cuando había caído la noche..
It was not only to us but also to the Firhamites generally that the inhabitants of the Corner House were veiled in some sort of mystery. The landlord of our inn, for instance, in answer to casual questions, could tell us very little of their life nowadays, but what he knew of them indicated that something rather grim lurked behind the drawn curtains. It was a married couple who lived there, and he could remember the arrival of Mr. and Mrs. Labson some ten years before.
No era sólo para nosotros, sino también para los oriundos de Firham, que los habitantes de la casa de la esquina residían tras un velo de misterio. El dueño de nuestra posada, por ejemplo, respondiendo a preguntas casuales, podía contarnos muy poco de su vida en la actualidad, pero lo que sabía de ellos indicaba que algo bastante macabro acechaba tras aquellas cortinas. La que allí vivía era una pareja casada, y él podía recordar la llegada del señor y la señora Labson unos diez años antes..
"She was a big, handsome woman," he said, "and her age might have been thirty. He was a good deal younger; at that time he looked hardly out of his teens, a slim little slip of a fellow, half a head shorter than his wife. I daresay you′ve seen him on the golf-links, knocking a ball about by himself, for he goes out there every afternoon."
—Ella era una mujer grande y atractiva —dijo—, rondando los treinta. Él era bastante más joven; en aquel entonces apenas parecía recién entrado en la veintena: un joven delgaducho, media cabeza más bajo que su esposa. Me atrevería a decir que ustedes le han visto en el campo de golf, dándole a la pelota completamente solo, ya que va allí cada tarde..
I had more than once noticed a man playing alone, and carrying a couple of clubs. If he was on a green, and saw us coming up, he always went hurriedly on or stood aside at a little distance, with back turned, and waited for us to pass. But neither of us had paid any particular attention to him.
Yo me había fijado más de una vez en un hombre que jugaba solo, y que llevaba un par de palos. Si estaba en un green y nos veía acercarse, siempre se marchaba apresuradamente o se retiraba a cierta distancia, dándonos la espalda y esperando a que pasáramos. Pero ninguno de los dos le habíamos prestado especial atención..
"She doesn′t go out with him?" I asked.
—¿Ella no va con él? —pregunté.
"She never leaves the house at all to my knowledge," said the landlord, "though to be sure it wasn′t always like that. When first they came here they were always out together, playing golf or boating or fishing, and in the evening there would be the sound of singing or piano-playing from that front room of theirs. They didn′t live here entirely, but came down from London, where they had a house, for two or three months in the summer and perhaps a month at Christmas and another month at Easter. There would be friends staying with them much of the time, and merriment and games always going on, and dancing, too, with a gramophone to play their tunes for them till midnight and later. And then, all of a sudden, five years ago now or perhaps a little more, something happened and everything was changed. Yes, that was a queer thing, and sudden, as I say, like a clap of thunder."
—Ella nunca abandona la casa, al menos por lo que yo sé —respondió el posadero—, aunque es bien cierto que no siempre ha sido así. Al principio, cuando llegaron, siempre estaban juntos, jugando al golf, paseando en barca o pescando, y por las tardes llegaba el sonido de canciones o de un piano desde esa habitación del frontal. No vivían aquí todo el año, pero venían de Londres, donde tenían una casa, para pasar dos o tres meses durante el verano, y quizá uno en Navidades y otro en Pascua. Traían consigo amigos que pasaban con ellos gran parte del tiempo, y siempre se notaba que se lo pasaban en grande jugando y bailando, con un gramófono en el que ponían canciones hasta medianoche y más tarde aún. Y entonces, repentinamente, hará unos cinco años o quizá un poco más, algo sucedió y todo cambió. Sí, aquello fue una cosa extraña, y tan repentina, ya digo, como el estallido de un trueno.
"Interesting," said Jim. "What was it that happened?"
—¡Qué interesante! —dijo Jim—. ¿Qué es lo que pasó?
"Well, as we saw it, it was like this," said he, "Mr. and Mrs. Labson were down here together in the summer, and one morning as I passed their door I heard her voice inside scolding and swearing at him or at some one. Him it must have been, as we knew later. All that day she went on at him; it was a wonder to think that a woman had so much breath in her body or so much rage in her mind. Next day all their servants, five or six they kept then, butler and lady′s maid and valet and housemaid and cook, were all dismissed and off they went. The gardener got his month′s wages, too, and was told he′d be wanted no more, and so there were Mr. and Mrs. Labson alone in the house. But half that day, too, she went on shouting and yelling, so it must have been him she was scolding and swearing at. Like a mad woman she was, and never a word from him. Then there would be silence a bit, and she′d break out again, and day after day it was like that, silence and then that screaming voice of hers. As the weeks went on, silence shut down on them; now and then she′d break out again, even as she does to this day, but a month and more will pass now, and you′ll never hear a sound from within the house."
—Bueno, tal y como nosotros lo vemos, fue de la siguiente manera —respondió él—. El señor y la señora Labson estaban pasando aquí juntos el verano, y una mañana, mientras pasaba frente a su puerta, oí la voz de ella, regañándole y recriminándole algo, a él o a otra persona. Probablemente a él, según nos enteramos más tarde. Todo el día se lo pasó gritándole: resultaba asombroso pensar que una mujer pudiera guardar tanto aliento en su cuerpo y tanto odio en su cerebro. Al día siguiente todos los criados, los cinco o seis que tenían, mayordomo, ama de llaves, ayuda de cámara, camarera y cocinero, fueron despedidos; así que se marcharon. Al jardinero se le pagó el sueldo del mes y también se le dijo que ya no eran necesarios sus servicios, de modo que el señor y la señora Labson se quedaron solos en la casa. Pero también durante la mitad de aquel segundo día continuaron los chillidos y los gritos, por lo que resulta que debía de ser a él a quien estaba recriminando e insultando desde un principio. Se comportaba como una loca, y a él no se le oía ni una palabra. Después hubo un rato de silencio antes de que ella empezara otra vez, y día tras día la cosa siguió así, silencio y después ella gritando. A medida que fueron pasando las semanas el silencio se impuso entre ellos; de vez en cuando ella volvía a empezar, cosa que todavía hace actualmente, pero ahora pasan meses entre estallido y estallido. Meses en los que no se oye ni una mosca.
"And what had been the cause of it all?" I asked.
—¿Y cuál fue la causa de todo aquello? —pregunté.
"That came out in the papers," said he, "when Mr. Labson was made a bankrupt. He had been speculating on the Stock Exchange, not with his own money alone, but with hers, and had lost nigh every penny. His house in London was sold, and all they had left was this house which belonged to her, and a bit of money he hadn′t got at, which brings them in a pound or two a week. They keep no servants, and every morning Mr. Labson goes out early with his basket on his arm and brings provisions for their dinner with the shilling or two she gives him. They say he does the cooking as well, and the housework too, though there′s not too much of that, if you can judge from what you see from outside, while she sits with her hands in her lap doing nothing from morning till night. Sitting there and hating him, you may say."
—Salió en los periódicos —dijo él—, cuando el señor Labson se declaró en quiebra. Había estado especulando en la bolsa de valores, no sólo con su dinero, sino también con el de ella, y había perdido hasta el último penique. Tuvo que vender su casa de Londres, y todo lo que les quedó fue ésta de aquí, que le pertenecía a ella, y una pequeña cantidad de dinero a la que él no había tenido acceso, y que les proporciona una o dos libras semanales. Ya no tienen criados, y ahora el señor Labson sale temprano cada mañana con su cesta de la compra en el brazo y vuelve con provisiones para la cena compradas con uno o dos chelines que ella le da. Dicen que también se encarga de cocinar, y de las labores del hogar, aunque de esto último no se ocupa mucho, a juzgar por lo que se ve desde fuera, mientras ella se sienta con las manos cruzadas sobre el regazo, sin hacer nada desde la mañana hasta la noche. Sentada allí y odiándole, podríamos decir..
It was a weird, grim sort of story, and from that moment the house, to my mind, took on, as with a deeper dye of forbiddingness, something of its quality. Its desolate and untended aspect was fully earned, the uncleaned windows and discoloured door seemed a fit expression of the spirit that dwelt there: the house was the faithful expression of those who lived in it, of the man whose folly or knavery had brought them to a penury that was near ruin, and of the woman who was never seen, but sat behind the dirty curtained windows hating him, and making him her drudge. He was her slave; those hours when she screamed and raved at him must surely have broken his spirit utterly, or, whatever his fault had been, he must have rebelled against so servile and dismal an existence. Just that hour or two of remission she gave him in the afternoon that he might get air and exercise to keep his health, and continue his life of bondage, and then back again he went to the seclusion and the simmering hostility.
Era una historia extraña y siniestra, y a partir de aquel momento la casa adquirió ante mis ojos una capa más profunda de severidad que pasó a formar parte de su esencia. Su aspecto desolado y desatendido había sido ganado a pulso: las ventanas sucias y la puerta descolorida parecían una expresión adecuada del espíritu que allí habitaba; la casa era la fiel expresión de aquellos que residían en su interior, del hombre cuya inconsciencia o avaricia les había arrastrado hacia una penuria que se acercaba a la ruina, y de la mujer a la cual nunca se veía, pero que se sentaba tras las sucias cortinas odiándole y haciéndole su esclavo... porque él era su esclavo; aquellas horas en las que ella le gritaba y se enfurecía habían quebrado con toda seguridad su espíritu por completo, o de otro modo, fuese cual fuese su delito, se habría rebelado contra una existencia tan servil y sombría. Tan sólo contaba con aquellas dos horas de remisión que ella le otorgaba por las tardes para poder tomar el aire y ejercitarse para mantener la salud antes de regresar a su vida de sumisión, a la reclusión y a la hostilidad a flor de piel..
As sometimes happens when a subject has got started, the round of trivial, everyday experiences begins to bristle with allusions and hints that bear on it, so now when this matter of the Corner House had been set going, Jim and I began to be constantly aware of its ticking. It was just that: it was as if a clock had been wound up and started off, and now we were aware in a way we had not been before that it was steadily ticking on, and the hands silently moving towards some unconjecturable hour. Fancifully, and fantastically enough I wondered what the hour would be towards which the silent pointers were creeping. Would there be some sort of jarring whirr that gave warning that the hour was imminent, or should we miss that, and be suddenly startled by some reverberating shock? Such an idea was, of course, purely an invention of the imagination, but somehow it had got hold of me, and I used to pass the Corner House with an uneasy glance at its dingy windows, as if they were the dial that interpreted the progress of the sombre mechanism within.
Tal y como sucede a veces cuando se comienza un tema, el conjunto de experiencias triviales y cotidianas empezó a sembrarse de alusiones y referencias al mismo, y una vez que aquel asunto de la casa de la esquina se puso en marcha, Jim y yo empezamos a ser conscientes de una manera constante de su presencia. Era exactamente igual que si a un reloj le hubieran dado cuerda y se hubiera puesto en marcha: de repente empezábamos a oír, de una manera que no habíamos percibido anteriormente, el constante tic-tac de su maquinaria, mientras las agujas se movían hacia una hora inconjeturable. Fantasiosamente, me pregunté qué hora sería aquella hacia la que se arrastraban las silenciosas agujas. ¿Habría algún tipo de murmullo discordante que nos avisara de que la hora se acercaba, o no lo percibiríamos para vernos súbitamente alterados por un impacto reverberante? Semejante idea era, por supuesto, puro producto de mi imaginación; pero de alguna manera se había adueñado de mí, y acostumbraba a pasar frente a la casa de la esquina lanzando una mirada inquieta hacia sus sórdidas ventanas, como si fueran el dial que pudiera interpretar el progreso de su sombrío mecanismo interior..
The reader must understand that all this formed no continuous series of impressions. Jim and I were at Firham only on short visits, with intervals of weeks or even of months in between. But certainly after the subject had been started we had more frequent glimpses of Mr. Labson. Day after day we saw his flitting figure on the links, keeping its distance, and retreating before us, but once we approached close up to him before he was aware of our presence. It was an afternoon that threatened rain, and in order to be nearer shelter if the storm burst suddenly we had cut two holes and walked across an intervening tract of rough ground to a hole which took us in a homeward direction. He was just addressing his ball on this teeing-ground when, looking up, he saw that we were beside him; he gave a little squeal as of terror, picked up his ball, and scuttled away, at a shuffling run, with abject terror written on his lean white face. Not a word did he give us in answer to Jim′s begging him to precede us, not once did he look round.
El lector deberá entender que todo esto no se había convertido en una impresión continua. Jim y yo acudíamos a Firham sólo para visitas breves, con intervalos de semanas e incluso meses entre sí. Pero ciertamente, una vez que hubo surgido el tema, tuvimos posibilidad de observar más a menudo al señor Labson. Día tras día veíamos su huidiza figura en el campo de golf, manteniendo las distancias y retirándose a nuestro paso; pero una vez nos acercamos lo suficiente a él antes de que se apercibiera de nuestra presencia. Era una tarde en la que había amenazado lluvia, y con el propósito de estar más cerca de un lugar cubierto en caso de que la tormenta estallara repentinamente, nos habíamos saltado dos recorridos y atravesado una extensión de terreno accidentado hasta llegar a un hoyo que nos ponía en dirección a casa. Estaba colocando su pelota en zona de tee cuando alzó la mirada y vio que estábamos detrás de él; dejó escapar un pequeño chillido de terror, recogió su pelota y se escabulló arrastrando los pies, con una mueca de terror abyecto pintada sobre su cara blanca y magra. No nos dio ni una palabra de respuesta cuando Jim le rogó que por favor nos precediera. Ni siquiera se volvió para mirarnos una sola vez..
"But the man′s quaking with fear," said I, as he disappeared. "He could hardly pick up his ball."
—Pero si ese hombre está temblando de miedo —dije yo mientras desaparecía—. Apenas podía recoger la pelota.
"Poor devil!" said Jim. "There′s something formidable at the Corner House."
—¡Pobre Diablo! —dijo Jim—. Desde luego algo inaudito pasa en la casa de la esquina..
He had hardly spoken when the rain began in torrents, and we trotted with the best speed of middle-aged gentlemen towards the corrugated-iron shed of the club-house. But Mr. Labson did not join us there for shelter; for we saw him plodding homewards through the downpour rather than face his fellow-creatures.
Apenas había acabado de hablar cuando la lluvia empezó a caer torrencialmente, de modo que trotamos a la mayor velocidad de la que son capaces dos caballeros de mediada edad hacia el cobertizo de hierro ondulado que hacía las veces de club. Sin embargo, el señor Labson no se nos unió en busca de refugio; le vimos avanzar laboriosamente bajo el chaparrón prefiriendo empaparse antes que enfrentarse a sus semejantes..
That close glimpse of Mr. Labson had made the affair of the Corner House much more real. Behind the curtains where the light was lit in the evening there sat a man in whose soul terror was enthroned. Was it terror of his companion who sat there with him that reigned so supreme that even when he was away out on the links it still was master of him? Had it also so drained from him all dregs of manhood and of courage that he could not even run away, but must return to the grim house for fear of his fear, as a rabbit on whose track is a weasel has not the courage to gallop off and easily save itself from the sharp white teeth? Or were there ties of affection between him and the woman whom his folly had brought to penury, so that as a willing penance he cooked and drudged for her? And then I thought of the voice that had yelled at him all day; it was more likely that, as Jim had said, there was something formidable at the Corner House, before which he cowered and from which he had not the strength to fly.
Aquella visión cercana del señor Labson había convertido el asunto de la casa de la esquina en algo mucho más real. Tras las cortinas en las que se encendía una luz por las noches, se sentaba un hombre en cuya alma se había entronizado el terror. ¿Era el terror a su compañera, la cual se sentaba allí con él, el que reinaba tan supremo que incluso cuando se alejaba hasta el campo de golf aún le dominaba? ¿Le había arrebatado hasta el último poso de masculinidad y de valor hasta el punto de que ni siquiera era capaz de huir, sino que regresaba a aquella siniestra casa por miedo a su miedo, igual que a un conejo acechado por una comadreja le falta el coraje para escapar a toda velocidad y ponerse a salvo de sus dientes blancos y afilados? ¿O es que existían unos lazos de afecto entre él y la mujer a la que su temeridad había arrastrado hasta la penuria, de modo que como penitencia voluntaria cocinaba y se dejaba esclavizar por ella? Y entonces pensé en la voz que le había estado gritando durante todo aquel día; era más probable que, como Jim había dicho, pasara algo inaudito en la casa de la esquina, ante la cual se acobardaba y de la cual no tenía la fuerza de voluntad para huir..
There were other glimpses of him as, with his basket on his arm in the early morning, he brought home bread and milk and some cheap cut from the butcher′s. Once I saw him enter his house on his return from his marketing. He must have locked the door before going out, for now he unlocked it again, slipped in, and I heard the key click in the wards again. Once, too, though only in featureless outline, I saw her who shared his solitude, for passing by the Corner House in the dusk, the lamp had been lit within, and I had a glimpse through the thin casement blinds of a carpetless room, a blackened ceiling and one big armchair drawn up to the fire. And at that moment the form of a woman silhouetted itself between me and the light. She was very tall, and immensely broad and stout, and her hands, large as a man′s, grasped the curtain. Next moment, with a jingle of running rings, she had drawn it, and shut up herself and the man for the long winter evening and the night that followed.
Le vislumbramos en más ocasiones, como cuando con la cesta de la compra en el brazo, por la mañana temprano, llevaba a la casa pan, leche, y unos despojos baratos del carnicero. En una ocasión le vi entrar en su casa al regresar de las compras. Debía de haber cerrado la puerta con llave antes de salir, ya que en aquel momento volvió a abrirla y, una vez dentro, oí cómo la llave volvía a girar en la cerradura. En otra ocasión, aunque sólo pude apreciar su silueta, vi a aquella con la que compartía su soledad, ya que al pasar frente a la casa de la esquina al atardecer, la lámpara acababa de ser encendida y pude vislumbrar a través de la ventana una habitación sin alfombrar, un techo ennegrecido y un gran sillón colocado frente al fuego de la chimenea. En aquel momento la forma de una mujer se interpuso entre la luz y yo. Era muy alta, e inmensamente ancha y robusta, y sus manos, grandes como las de un hombre, agarraron las cortinas. Un momento más tarde, con un soniquete de anillas moviéndose, las había echado, encerrándose a sí misma y al hombre para pasar la larga tarde invernal y la noche que seguiría..
The same evening, I remember, Jim had occasion to go to the post office and came back to our snug little sitting-room with something of horror in his eyes.
Esa misma tarde, recuerdo, Jim había tenido ocasión de acudir a la oficina de correos, y regresó a nuestra pequeña y cálida sala de estar con algo de horror en los ojos.
"You′ve seen her to-day," he said, "and I′ve heard her."
—Tú la has visto —dijo—, y yo la he oído.
"Who? Oh! at the Corner House?" I asked.
—¿A quién? Oh, ¿te refieres a la casa de la esquina? —pregunté.
"Yes. I was just passing it, when she began. I tell you it scared me. It was scarcely like a human voice at all, or at any rate not like a sane voice. A shrill, swearing gabble all on one note, and going on without a pause. Maniac."
—Sí. Estaba pasando por delante cuando ella empezó. Te aseguro que me asusté. Apenas parecía una voz humana, o por lo menos no parecía la voz de una persona cuerda. Era más bien como un farfullar estridente y violento de una sola nota, continua, sin pausa. De locos..
The conjectured picture of the two grew more grim. It was an awful thought that behind those dingy curtains in the bare room there were the pair of them, the little terrified man, and that greater monster of a woman, yelling and bawling at him. Yet what could we do? It seemed impossible to interfere in any way. It was not the business of a couple of visitors from London to intrude on the domestic differences of total strangers. And yet the sequel showed that any interference would have been justified.
El retrato mental de ambos se hizo más siniestro. Era un pensamiento espantoso el que los reunía a los dos, tras las cortinas descoloridas y en aquella habitación desnuda: aquel hombrecillo aterrorizado y aquella mujer monstruosa gritándole y vociferando. Y sin embargo, ¿qué podíamos hacer nosotros? Parecía imposible intervenir de ninguna manera. No era asunto de dos visitantes de Londres el interferir en los asuntos domésticos de dos perfectos extraños. Y, sin embargo, el desenlace probó que cualquier intervención habría estado justificada..
The day following was wet from morning till night. A gale of rain mingled with sleet roared in from the north-east, and neither of us stirred abroad, but kept close by the fire listening to the wind bugling in the chimney, and the gale flinging the sheets of water solidly against the window-pane. But after nightfall the wind abated and the sky cleared, and when I went up to bed, sleepy with the day indoors, I saw the shadows of the window bars black against a brightness outside, and pulling up the blind looked on to a blaze of moonlight. Below, a little to the left, was the neglected garden of the Corner House, and there, standing on the grass-grown path, was the figure of the woman I had seen in black silhouette against the lamplight in her room. Now the moonlight shone full on her face and my breath caught in my throat as I looked on that appalling countenance. It was fat and bloated beyond belief, the eyes were but slits above her cheeks, and the lines of her mouth were invisible in their shadows. But even the whiteness of the moonlight gave no pallor to her face, for it was flushed with some purplish hue that seemed nearly black. One glimpse only I had for perhaps she had heard the rattle of my blind, and she looked up and next minute had stepped back into the house again. But that moment was enough; I felt that I had looked on something hellish, something almost outside the wide range of humanity. It was not only the appalling physical ugliness of that monstrous face that was so shocking; it was the expression in the eyes and mouth, visible in that second when she raised her face to look upwards to my window. An inhuman hatred and cruelty were there that made the heart quake; the featureless outline was filled in with details more awful than I had ever conjectured.
El día siguiente fue húmedo desde la mañana hasta la noche. Un vendaval de lluvia mezclada con aguanieve llegó rugiendo desde el noroeste, y ninguno de nosotros se asomó al exterior, sino que permanecimos cerca del fuego, escuchando al viento ulular en la chimenea y al vendaval arrojar cortinas de agua contra los postigos de las ventanas. Pero al caer la noche el viento cesó y se despejó el cielo, y cuando subí a mi cuarto para acostarme, adormecido por haber pasado todo el día encerrado, vi las sombras de las barras de la ventana completamente negras en oposición a la claridad que llegaba del exterior, y abriendo la persiana pude contemplar una luna radiante. Abajo, un poco a la izquierda, quedaba el descuidado jardín de la casa de la esquina, y allí, en mitad del sendero cubierto por la hierba, estaba la mujer cuya silueta había visto recortada contra la luz de la lámpara de su habitación. Ahora la luna alumbraba de lleno su rostro, y me quedé momentáneamente sin resuello al contemplar aquel horroroso semblante. Era grueso y estaba hinchado más allá de lo creíble, los ojos no eran sino dos pequeños cortes sobre sus mejillas, y los contornos de la boca resultaban invisibles a su sombra. Pero ni siquiera la blancura de la luz lunar daba palidez a su cara, ya que estaba encendida con un matiz purpúreo tan intenso que casi parecía negro. Tan sólo pude observarla un instante, ya que quizá había oído el repiqueteo de mi persiana, por lo que miró hacia arriba y un minuto más tarde estaba de nuevo en el interior de la casa. Pero aquel momento fue suficiente; sentí que había visto algo infernal, algo más allá del amplio espectro de la humanidad. No era sólo la horrorosa fealdad física de aquella cara monstruosa lo que resultaba tan impactante; era la expresión en sus ojos y su boca, visible en aquel segundo en el que alzó la cara para mirar hacia mi ventana. Había en ella un odio inhumano y una crueldad que estremecían el corazón; los contornos sin rasgos se habían rellenado con detalles más horribles de los que jamás hubiera imaginado..
We were out on the links again next afternoon on a day of liquid sunshine and brisk air, but some nameless oppression of the spirits held me sundered from the genial and bracing warmth. The idea of that frightened little man being imprisoned all day and night, but for his brief outing, with her who at any moment might break into that screaming torrent of speech, was like a nightmare that came between me and the sun. It would have been something to have seen him out to-day, and know that he was having a respite from that terrible presence; but we caught no sight of him, and when we returned and passed the Corner House the curtains were already drawn, and, as usual, there was silence within.
Volvíamos a estar en el campo de golf a la tarde siguiente, en un día de luz líquida y aire fresco, pero alguna innombrable opresión del espíritu me mantenía aislado de la magnífica y tonificante calidez. La idea de aquel hombrecillo aterrorizado aprisionado todo el día y toda la noche, excepto por sus breves salidas, con aquella mujer que en cualquier momento podía estallar en un torrente de griterío, era como una pesadilla que me llegaba a pleno sol. Hubiera sido agradable haberle visto aquel día, y saber que estaba disfrutando de un pequeño respiro alejado de aquella terrible presencia; pero no vimos ni rastro de él, y cuando regresamos y pasamos frente a la casa de la esquina las cortinas ya estaban echadas y, como de costumbre, todo estaba en silencio..
Jim touched me on the arm as we walked by the windows.
Jim me tocó el brazo mientras pasábamos frente a las ventanas.
"But there′s no light inside this evening," he said.
—Pero esta noche no hay ninguna luz —dijo..
This was quite true; the curtains were torn, as I knew, in half a dozen places, but neither through these holes nor from the chinks at their edges was there any light showing. Somehow this gave an added horror, which set my nerves jangling.
Era cierto; las cortinas estaban agujereadas, tal y como yo sabía, en por lo menos media docena de sitios, pero ni a través de ninguno de estos agujeros ni a través de los resquicios de los extremos llegaba la más mínima luz. De alguna manera, este hecho añadió un horror que puso mis nervios en tensión..
"Well, we can′t knock and tell them they′ve forgotten to light the lamp," I said.
—Bueno, no podemos llamar a la puerta y decirles que se han olvidado de encender la lámpara —dije..
We had halted for a moment, and even as I spoke I saw coming across the square towards us in the gathering dusk the figure of the man whom we had missed on the links that afternoon. Though I had not seen him approach, nor heard the noise of his footfall on the cobbles, he was now within a few yards of us.
Nos detuvimos un momento, e incluso mientras estábamos hablando vi llegar a través de la plaza, dirigiéndose hacia nosotros en el creciente crepúsculo, al hombre al que habíamos echado en falta en el campo de golf aquella tarde. Aunque no le había visto aproximarse, ni oído el sonido de sus pisadas sobre los adoquines, en aquel momento se encontraba a un par de metros de nosotros..
"Here _he_ is anyhow," I said.
—En todo caso, aquí llega —dije.
Jim turned.
Jim se giró.
"Where?" he asked.
—¿Dónde? —preguntó..
We were standing perhaps two yards apart, and as he asked that the man stepped between us and advanced to the door of the Corner House. And then, instantaneously, I saw that Jim and I were alone. The door of the Corner House had not opened, but there was no one there.
Había al menos una distancia de dos metros entre ambos, y mientras él preguntaba esto el hombre pasó entre los dos y avanzó hacia la puerta de la casa de la esquina. Y entonces, de manera instantánea, vi que Jim y yo estábamos solos. La puerta de la casa de la esquina no se había abierto, pero allí no había nadie.
Jim gave a startled exclamation.
Jim exclamó sobresaltado:.
"What was that?" he said. "Something brushed by me."
—¿Qué era eso? Algo me ha rozado.
"Didn′t you see anything?" I asked.
—¿No has visto nada? —pregunté.
"No, but I felt something. I don′t know what it was."
—No, pero he notado algo. No sé lo que era.
"I saw him," said I.
—Yo le he visto —dije.
My jangled nerves seemed to have infected Jim.
Mis nervios alterados parecían haber infectado a Jim.
"Nonsense!" he said. "How could you have seen him? Where has he gone if you saw him? And I don′t know what we′re standing here for."
—¡Tonterías! —dijo—. ¿Cómo podrías haberle visto? ¿Adonde ha ido, si es que le has visto? No sé qué estamos haciendo aquí..
Before I could answer I heard from within the Corner House the sound of heavy and shuffling steps; a key grated in the lock, and the door was flung open. Out of it, panting and heaving with some strange agitation, came the woman I had seen last night in her garden.
Antes de que pudiera responder oí en el interior de la casa de la esquina el sonido de unos pesados pasos arrastrándose; una llave giró en la cerradura, y la puerta se abrió. A través de ella, jadeando y resoplando, extrañamente agitada, surgió la mujer que había visto la noche anterior en el jardín.
She had shut the door and locked it before she saw us. She was hatless and shod in great carpet slippers the heels of which tapped on the pavement as she moved, and on her face was the vacancy of some nameless terror. Her mouth, a cavern in that mountain of flesh, was wide, and now there came from it something between a gasp and a rattle. Then, seeing us, quick as a lizard, she whisked round again, fumbled for a moment with the key which she still held in her hand, and there once more was the shut door and the empty pavement. The whole scene passed like a blink of strong light seen in the dusk and vanishing again. She had come out, driven by some terror of her own; she had gone back in terror, it would seem, of us.
Había cerrado la puerta y vuelto a echar la llave antes de vernos. Iba sin sombrero y llevaba puestas unas enormes zapatillas cuyos tacones golpeaban el pavimento a cada paso; en su rostro se reflejaba el vacío provocado por algún terror innombrable. Su boca, una caverna en mitad de aquella montaña de carne, estaba abierta de par en par, y de ella nos llegó entonces algo a medio camino entre un jadeo y un estertor. Después, al vernos, rápida como un lagarto, dio media vuelta, se trabó un momento con la llave que todavía llevaba en la mano, y de nuevo nos encontramos con una puerta cerrada y una calle vacía. Toda la escena transcurrió como el parpadeo de una fuerte luz vista entre las tinieblas. Había salido, empujada por un terror particular; después, había vuelto a entrar, al parecer aterrorizada por nuestra presencia..
It was without a word passing between us that we went back to the inn. Just then there was nothing to be said; for myself, at least. I knew that there was, covering my brain, so to speak, some frozen surface of abject fear which must be thawed. I knew that I had seen, I knew that Jim had felt, something which had no tangible existence in the material world. He had felt what I had seen, and I had seen the form and bodily semblance of the man who lived at the Corner House. But what his wife had seen that drove her from the house, and why, seeing us, she had whisked back into it again I had no notion. Perhaps when a certain physical horror in my brain was uncongealed I should know.
Regresamos a la posada sin cruzar una sola palabra. En aquel preciso momento no había nada que decir; al menos por mi parte. Sabía que había algo que, por decirlo de alguna manera, estaba recubriendo mi cerebro: una superficie congelada de miedo miserable que debía de ser derretida a toda costa. Sabía lo que había visto, y sabía lo que Jim había notado: algo que no tenía una existencia tangible en el mundo material. Él había sentido lo que yo había visto, y yo había visto la forma y la apariencia corpórea del hombre que vivía en la casa de la esquina. Pero qué era lo que había visto su mujer para hacerla salir de la casa, y por qué al vernos había regresado a ella, no podía ni imaginarlo. Quizá cuando ese cierto horror físico que atenazaba mi cerebro se deshelara podría saberlo..
Presently we were sitting in the small, cosy room, with our tea ready for us, and the fire burning bright on the hearth. We talked, odd as it may appear, of anything else but _that_. But the silences between the abandonment of our topic and the introduction of another grew longer, and at last Jim spoke.
Poco después estábamos sentados en la pequeña y acogedora salita, con nuestro té preparado y el fuego ardiendo alegre en el hogar. Charlamos, por raro que pudiera parecer, de cualquier cosa excepto aquella, pero los silencios que se imponían entre que abandonábamos un tema y el momento en el que conseguíamos introducir otro eran cada vez mayores, hasta que por fin Jim habló..
"Something has happened," he said. "You saw what wasn′t there, and I felt what wasn′t there. What did we see or feel? And what did _she_ see or feel?"
—Ha pasado algo —dijo—. Tú has visto algo que no estaba allí y yo he sentido algo que tampoco estaba. ¿Qué es lo que hemos visto y sentido? ¿Y qué es lo que ha visto o sentido ella?
He had hardly spoken when there came a rap at the door, and our landlord entered. For the moment, during which the door was open, I heard from the bar of the inn a shrill, gabbling voice, which I had never heard before, but which I knew Jim had heard.
Apenas había acabado de hablar cuando tocaron en la puerta y entró el posadero. Durante el momento en el que la puerta estuvo abierta me llegó desde el bar de la posada una voz estridente y farfullante, que no había oído jamás, aunque inmediatamente supe que Jim sí lo había hecho.
"There′s Mrs. Labson come into the bar, gentlemen," he said, "and she wants to know if it was you who were standing outside her house ten minutes ago. She′s got a notion——"
—La señora Labson se ha acercado hasta el bar, caballeros —dijo—, y quiere saber si eran ustedes quienes se encontraban frente a su casa hace diez minutos. Ella cree que...
He paused.
Hizo una pausa.
"It′s hard to make out what she′s after," he said. "Her husband has not been at home all day, and he′s not home yet, and she thinks you may have seen him on the golf-links. And then she says she′s thinking of letting her house for a month, and wonders if you would care to take it, but she runs on so——"
—Es difícil suponer qué es lo que pretende —dijo—. Su marido no ha estado en casa en todo el día, y aún no ha regresado, y ella piensa que ustedes podrían haberle visto en el campo de golf. Además ha dicho que está pensando en dejar su casa durante un mes, y se pregunta si a ustedes les interesaría alquilarla, pero va de una....
The door opened again, and there she stood, filling the doorway. She had on her head a great feathered hat, and over her shoulders a red satin evening cloak, now moth-eaten and ragged, while on her feet were still those carpet slippers.
La puerta volvió a abrirse, y allí estaba ella, llenando el hueco de la puerta. Se había tocado la cabeza con un enorme sombrero de plumas, y se había cubierto los hombros con una capa de noche de un rojo brillante, raída y comida por las polillas, pero en sus pies aún permanecían las mismas zapatillas..
"So odd it must seem to you for a lady to intrude like this," she said, "but you are the gentlemen, are you not, whom I saw admiring my house just now?"
—Les parecerá extraño que una dama se entrometa de esta manera —dijo—, pero ¿ustedes son los caballeros a los que he visto admirando mi casa hace un momento?.
Her eyes, now utterly vacant, now suddenly keen and searching, fell on the window. The curtains were not drawn and outside the last of the daylight was fading. She shuffled quickly across the floor and rattled the blind down, first peering out into the dusk.
Sus ojos, completamente vacuos por momentos, repentinamente agudos y escrutadores en otros, se posaron sobre la ventana. Las cortinas no estaban echadas y en el exterior la última luz diurna estaba desvaneciéndose. Arrastró las zapatillas a través de la habitación y echó la persiana, mirando antes hacia el ocaso..
"I′m sure I don′t wonder at that," she gabbled on, "for my house is much admired by visitors here. I was thinking of letting it for a few weeks, though I am not sure that it would be convenient to do so just yet, and even if I did, I should have to put some of my treasures away in a little attic at the top of the house, and lock that up. Some heirlooms, you understand. But that′s all by the way. I came in, a very odd intrusion I know, to ask if either of you had seen my husband, Mr. Labson—I am Mrs. Labson, as I should have told you—if you′d seen him on the golf-links this afternoon. He went out about two o′clock, and he′s not been back. Most unusual, for there′s his tea ready for him always at half-past four."
—En realidad no me asombra —siguió diciendo atropelladamente—, ya que mi casa suele ser muy admirada por los turistas. Estaba pensando abandonarla durante unas semanas, aunque no estoy segura de que fuera conveniente hacerlo justo ahora, e incluso aunque así fuese, debería retirar algunos de mis tesoros a un pequeño ático que hay en la parte superior de la casa y cerrarlo bien. Joyas de la familia, ya pueden imaginarse. Pero todo eso es circunstancial. He venido aquí, cometiendo una extraña intromisión, lo sé, para preguntarles si alguno de ustedes había visto a mi marido, el señor Labson (yo soy la señora Labson, tal y como debería haberles dicho)... si le habían visto esta tarde en el campo de golf. Acudió allí a eso de las dos de la tarde y aún no ha regresado. Es algo de lo más extraño, ya que normalmente tiene el té preparado a las cuatro y media..
She paused and seemed to listen intently, then went across to the window again and drew the blind aside.
Hizo una pausa y pareció escuchar con atención; después volvió a acercarse a la ventana y volvió a retirar la persiana.
"I thought I heard a step in my garden just out there," she said, "and I wondered if it was Mr. Labson. Such a pleasant little garden, a bit over-grown maybe; I think I saw one of you gentlemen looking down into it last night, when I was taking a breath of air. Or even if you didn′t care to take the whole of my house, perhaps you would like a couple of rooms there. I could make everything most comfortable for you, for Mr. Labson always said I was a wonderful cook and manager, and not a word of complaint have I ever had from him all these years. Still, if he′s taken it into his head to go off suddenly like this, I should be pleased to have a lodger in the house, for I′m not accustomed to be alone. Being alone in a house was a thing I never could bear."
—Pensé que había oído pasos en mi jardín, aquí al lado —dijo—, y me preguntaba si sería el señor Labson. Es un jardincito tan agradable... un tanto descuidado, quizá. Creo que vi a uno de ustedes, caballeros, apreciándolo anoche, mientras yo tomaba el fresco. Quizá, si no les apeteciese hacerse cargo de toda la casa, les gustaría alquilar un par de habitaciones. Podría proporcionarles una estancia de lo más agradable, el señor Labson siempre ha dicho que soy una magnífica cocinera y anfltriona, y en todos estos años nunca he recibido una palabra de queja por su parte.. Aun así, si se le ha metido en la cabeza marcharse repentinamente de esta manera, me encantaría tener un huésped en la casa, ya que no estoy acostumbrada a estar sola. Estar sola en una casa es algo que nunca he podido soportar.
She turned to our landlord:
Se volvió hacia el posadero..
"I′ll take a room here for to-night," she said, "if Mr. Labson doesn′t come back. Perhaps you would send across for a bag into which I have put what I shall want. No; that would never do; I′ll go and get it myself, if you would be so good as to come with me as far as the door. One never knows who is about at this time of night. And if Mr. Labson should come here to look for me, don′t let him in whatever you do. Say I′m not here; say I′ve left home for a day or two and have given no address. You don′t want Mr. Labson here, for he′s not got a penny of his own, and couldn′t pay for his board and lodging, and I won′t support him in idleness any longer. He ruined me and I′ll be even with him yet. I told him——"
—Tomaré una habitación aquí esta noche, si el señor Labson no regresa. Quizá podría enviar a alguien con una bolsa a recoger lo que necesite. No, eso no estaría bien; ya iré yo misma, si es usted tan amable de acompañarme hasta la puerta de la entrada. Uno nunca sabe con quién puede encontrarse a estas horas de la noche. Y si el señor Labson viniese aquí en mi busca, no le deje entrar en ningún caso. Dígale que no estoy aquí; dígale que me he ido de casa y que no he dejado ninguna dirección. Usted no querrá al señor Labson aquí, ya que no tiene ni un solo penique de su propiedad y no podría pagar el alojamiento, y yo no voy a mantener su holgazanería durante tanto tiempo. Él me arruinó, y así estaremos en paz. Le dije que....
The stream of insane babble suddenly ceased; her eyes, fixing themselves on a dusky corner of the room behind where I stood, grew wide with terror, and her mouth gaped. Simultaneously I heard a gasp of startled amazement from Jim, and turned quickly to see what he and Mrs. Labson were looking at.
El torrente de parloteo demente cesó de repente; sus ojos, fijos en un oscuro rincón que había a mis espaldas, se ensancharon aterrorizados, y su boca se abrió. Al mismo tiempo oí un jadeo de asombro y sobresalto de Jim, y me giré rápidamente para ver lo que él y la señora Labson estaban mirando.
There he stood, he whom I had seen half an hour ago appearing suddenly in the square, and as suddenly disappearing as he came to the Corner House. Next minute she had flung the door wide and bolted out. Jim and I followed and saw her rush down the passage outside, and through the open door of the bar into the square. Terror winged her feet, and that great misshapen bulk sped away and was lost in the darkness of the fallen night.
Allí estaba aquel al que yo había visto media hora antes apareciendo súbitamente en la plaza y desapareciendo en el interior de la casa de la esquina igual de súbitamente que había llegado. Al siguiente minuto ella había abierto de par en par la puerta y se había abalanzado al exterior. Jim y yo la seguimos y la vimos apresurarse por el pasillo y salir por la puerta del bar hacia la plaza. El terror daba alas a sus pies, y aquella enorme masa deforme salió disparada hasta perderse en la oscuridad de la noche..
We went straight to the police office, and the country was scoured for the mad woman who, I felt sure, was also a murderess. The river was dragged, and about midnight two fishermen found the body below the sluice-gate at the head of the estuary. Search meantime had been made in the Corner House, and her husband′s corpse was discovered, strangled with a silk handkerchief, behind the water-butt in the corner of the garden. Close by was a half-dug excavation, where no doubt she had intended to bury him.
Fuimos directamente a la comisaría de policía, y se registró la zona en busca de aquella mujer loca que, yo estaba seguro de ello, era además una asesina. Se dragó el río y, hacia la medianoche, unos pescadores encontraron el cuerpo de la mujer bajo la esclusa que daba comienzo al estuario. Mientras tanto, se había efectuado un registro en la casa de la esquina y, efectivamente, tras el depósito de agua, en el jardín, se descubrió el cadáver de su marido, estrangulado con un pañuelo de seda. Muy cerca del cuerpo se encontró un agujero medio excavado, en el que sin duda ella había pretendido enterrarle.