Sherwood Anderson (1876–1941). Winesburg, Ohio. 1919. Drink – [Bebida] Edición bilingüe, inglés-español, de Miguel Garci-Gomez -- --
TOM FOSTER came to Winesburg from Cincinnati when he was still young and could get many new impressions. His grandmother had been raised on a farm near the town and as a young girl had gone to school there when Winesburg was a village of twelve or fifteen houses clustered about a general store on the Trunion Pike.
TOM Foster llegó a Winesburg, procedente de Cincinnati, cuando era todavía muy joven y podía aprender cosas nuevas. Su abuela se había criado en una granja cerca del pueblo y de niña había asistido allí a la escuela, cuando Winesburg era una aldea de doce o quince casas apiñadas en torno a un almacén en Trunion Pike.
What a life the old woman had led since she went away from the frontier settlement and what a strong, capable little old thing she was! She had been in Kansas, in Canada, and in New York City, traveling about with her husband, a mechanic, before he died. Later she went to stay with her daughter, who had also married a mechanic and lived in Covington, Kentucky, across the river from Cincinnati.
¡Menuda vida había llevado la anciana desde que se fue de aquel pueblo fronterizo y qué mujer tan fuerte y capaz era! Había vivido en Kansas, en Canadá y en la ciudad de Nueva York, siempre detrás de su marido, que era mecánico, hasta que murió. Luego se marchó a vivir con su hija, que se había casado también con un mecánico y residía en Covington, Kentucky, al otro lado del río, frente a Cincinnati.
Then began the hard years for Tom Foster’s grandmother. First her son-in-law was killed by a policeman during a strike and then Tom’s mother became an invalid and died also. The grandmother had saved a little money, but it was swept away by the illness of the daughter and by the cost of the two funerals. She became a half worn-out old woman worker and lived with the grandson above a junk shop on a side street in Cincinnati. For five years she scrubbed the floors in an office building and then got a place as dish washer in a restaurant. Her hands were all twisted out of shape. When she took hold of a mop or a broom handle the hands looked like the dried stems of an old creeping vine clinging to a tree.
Luego vinieron años muy malos para la abuela de Tom Foster. Primero un policía mató a su yerno durante una huelga y luego la madre de Tom enfermó y murió también. La abuela tenía ahorrado un poco de dinero, pero lo gastó con la enfermedad de la hija y costeando los dos funerales. Se convirtió en una empleada anciana y exhausta que vivía con su nieto sobre una chatarrería en una callejuela de Cincinnati. Pasó cinco años fregando suelos en un edificio de oficinas y luego consiguió un trabajo de friegaplatos en un restaurante. Tenía las manos deformadas. Cuando cogía una escoba o una fregona por el mango, sus manos parecían sarmientos secos de una parra que se aferraran al tronco de un árbol.
The old woman came back to Winesburg as soon as she got the chance. One evening as she was coming home from work she found a pocket-book containing thirty-seven dollars, and that opened the way. The trip was a great adventure for the boy. It was past seven o’clock at night when the grandmother came home with the pocket-book held tightly in her old hands and she was so excited she could scarcely speak. She insisted on leaving Cincinnati that night, saying that if they stayed until morning the owner of the money would be sure to find them out and make trouble. Tom, who was then sixteen years old, had to go trudging off to the station with the old woman, bearing all of their earthly belongings done up in a worn-out blanket and slung across his back. By his side walked the grandmother urging him forward. Her toothless old mouth twitched nervously, and when Tom grew weary and wanted to put the pack down at a street crossing, she snatched it up and if he had not prevented would have slung it across her own back. When they got into the train and it had run out of the city she was as delighted as a girl and talked as the boy had never heard her talk before.
La anciana volvió a Winesburg en cuanto tuvo ocasión. Una tarde, mientras volvía a casa del trabajo, encontró un monedero que contenía treinta y siete dólares y eso facilitó las cosas. El viaje fue una gran aventura para el muchacho. Eran más de las siete cuando la abuela llegó a casa con el monedero entre las manos y estaba tan nerviosa que apenas podía hablar. Insistió en que partiesen de Cincinnati esa misma noche, convencida de que, si se quedaban hasta la mañana siguiente, el propietario del dinero los encontraría y se meterían en un lío. Tom, que tenía entonces dieciséis años, tuvo que acompañar a su abuela a la estación con todas sus posesiones terrenales envueltas en una manta vieja y cargadas a la espalda. A su lado iba su abuela apremiándole para que se apresurase. La boca desdentada se le contraía con un tic nervioso, y cuando Tom se cansó y quiso dejar el hato en el suelo, ella hizo ademán de quitárselo y, de no habérselo impedido el muchacho, se lo habría echado ella misma a la espalda. Cuando subieron al tren y salieron de la ciudad, se puso tan contenta como una niña y habló como el chico no la había oído hablar jamás.
All through the night as the train rattled along, the grandmother told Tom tales of Winesburg and of how he would enjoy his life working in the fields and shooting wild things in the woods there. She could not believe that the tiny village of fifty years before had grown into a thriving town in her absence, and in the morning when the train came to Winesburg did not want to get off. “It isn’t what I thought. It may be hard for you here,” she said, and then the train went on its way and the two stood confused, not knowing where to turn, in the presence of Albert Longworth, the Winesburg baggage master.
Toda la noche, mientras el tren traqueteaba, su abuela le contó historias de Winesburg y le habló de lo mucho que disfrutaría trabajando en los campos y cazando animales en el bosque. No podía imaginar que el minúsculo pueblecito de hacía cincuenta años se había transformado en una próspera población en su ausencia, y a la mañana siguiente, cuando llegó a Winesburg, no quiso apearse. «No es lo que yo pensaba. Aquí puede que la vida te resulte difícil», afirmó. Luego el tren se marchó y los dos se quedaron sin saber adonde ir, delante de Albert Longworth, el mozo de equipajes de Winesburg.
But Tom Foster did get along all right. He was one to get along anywhere. Mrs. White, the banker’s wife, employed his grandmother to work in the kitchen and he got a place as stable boy in the banker’s new brick barn.
Sin embargo, a Tom Foster le fueron bien las cosas. Era de los que se las arreglan en cualquier parte. La señora White, la mujer del banquero, contrató a su abuela para trabajar en la cocina y él consiguió empleo como mozo de cuadra en el nuevo establo de ladrillo que había hecho construir el banquero.
In Winesburg servants were hard to get. The woman who wanted help in her housework employed a “hired girl” who insisted on sitting at the table with the family. Mrs. White was sick of hired girls and snatched at the chance to get hold of the old city woman. She furnished a room for the boy Tom upstairs in the barn. “He can mow the lawn and run errands when the horses do not need attention,” she explained to her husband.
En Winesburg era difícil conseguir criados. Si una mujer quería que la ayudasen en las tareas domésticas empleaba a una «asistenta», que insistía en compartir mesa con la familia. La señora White estaba harta de asistentas y aprovechó la ocasión de contratar a la anciana de la ciudad. Le proporcionó al chico una habitación en lo alto del granero. «Puede cortar el césped y hacer recados, cuando no tenga que ocuparse de los caballos», le explicó a su marido.
Tom Foster was rather small for his age and had a large head covered with stiff black hair that stood straight up. The hair emphasized the bigness of his head. His voice was the softest thing imaginable, and he was himself so gentle and quiet that he slipped into the life of the town without attracting the least bit of attention.
Tom Foster era pequeño para su edad y tenía una cabezota cubierta de pelo negro y duro que crecía de punta. El pelo hacía que la cabeza pareciera aún mayor. Su voz era lo más suave que pueda imaginarse y él mismo era tan amable y tranquilo que se integró en la vida del pueblo sin llamar la atención ni lo más mínimo.
One could not help wondering where Tom Foster got his gentleness. In Cincinnati he had lived in a neighborhood where gangs of tough boys prowled through the streets, and all through his early formative years he ran about with tough boys. For a while he was a messenger for a telegraph company and delivered messages in a neighborhood sprinkled with houses of prostitution. The women in the houses knew and loved Tom Foster and the tough boys in the gangs loved him also.
Uno no podía sino preguntarse de dónde sacaba Tom Foster tanta amabilidad. En Cincinnati había vivido en un barrio donde pandillas de muchachos camorristas se dedicaban a merodear por las calles, y todos sus años formativos los había pasado con aquellos chicos. Durante un tiempo, trabajó como recadero en una compañía de telégrafos y estuvo entregando telegramas en un barrio plagado de prostíbulos. Las mujeres de los burdeles conocían y querían a Tom Foster, igual que los muchachos de las pandillas.
He never asserted himself. That was one thing that helped him escape. In an odd way he stood in the shadow of the wall of life, was meant to stand in the shadow. He saw the men and women in the houses of lust, sensed their casual and horrible love affairs, saw boys fighting and listened to their tales of thieving and drunkenness, unmoved and strangely unaffected.
Nunca trataba de hacerse notar. Ésa fue una de las cosas que le ayudaron a salir bien librado. En cierto sentido, se ponía a la sombra del muro de la vida como si tuviera que quedarse allí. Veía a los hombres y mujeres de los prostíbulos, observaba sus esporádicas y horribles relaciones amorosas, veía pelear a los chicos y escuchaba sus historias de robos y borracheras sin inmutarse y con una extraña impasibilidad.
Once Tom did steal. That was while he still lived in the city. The grandmother was ill at the time and he himself was out of work. There was nothing to eat in the house, and so he went into a harness shop on a side street and stole a dollar and seventy-five cents out of the cash drawer.
Una vez Tom también robó. Ocurrió cuando todavía vivía en la ciudad. La abuela estuvo enferma una temporada y él estaba sin trabajo. No tenían comida, así que fue a una guarnicionería que había en un callejón y robó un dólar y setenta y cinco centavos del cajón.
The harness shop was run by an old man with a long mustache. He saw the boy lurking about and thought nothing of it. When he went out into the street to talk to a teamster Tom opened the cash drawer and taking the money walked away. Later he was caught and his grandmother settled the matter by offering to come twice a week for a month and scrub the shop. The boy was ashamed, but he was rather glad, too. “It is all right to be ashamed and makes me understand new things,” he said to the grandmother, who didn’t know what the boy was talking about but loved him so much that it didn’t matter whether she understood or not.
La guarnicionería la regentaba un anciano de largos bigotes, que vio merodear al muchacho y no le dio mayor importancia. Cuando el hombre salió a la calle a hablar con un muletero, Tom abrió el cajón, cogió el dinero y se marchó. Más tarde, lo atraparon y su abuela arregló el asunto ofreciéndose a ir dos veces por semana durante un mes a barrer y fregar la tienda. El muchacho se avergonzó, pero también se alegró. «Es bueno sentirse avergonzado porque me hace entender cosas nuevas», le dijo a su abuela, que no sabía de qué le hablaba, pero lo quería tanto que no le importaba entenderlo o no.
For a year Tom Foster lived in the banker’s stable and then lost his place there. He didn’t take very good care of the horses and he was a constant source of irritation to the banker’s wife. She told him to mow the lawn and he forgot. Then she sent him to the store or to the post office and he did not come back but joined a group of men and boys and spent the whole afternoon with them, standing about, listening and occasionally, when addressed, saying a few words. As in the city in the houses of prostitution and with the rowdy boys running through the streets at night, so in Winesburg among its citizens he had always the power to be a part of and yet distinctly apart from the life about him.
Tom vivió un año en el establo del banquero y luego perdió su empleo. No cuidaba bien de los caballos y era un constante motivo de enfado para la mujer del banquero. Le pedía que cortara el césped y se olvidaba. Luego lo enviaba a la tienda o la oficina de correos y no volvía, sino que se unía a algún grupo de hombres y muchachos y pasaba la tarde con ellos, haraganeando, escuchándolos y de vez en cuando, si le preguntaban, diciendo algunas palabras. Igual que le había ocurrido en los prostíbulos y con las pandillas de chicos que recorrían las calles de la ciudad por la noche, también en Winesburg supo cómo participar, y al mismo tiempo quedarse al margen, de la vida que lo rodeaba.
After Tom lost his place at Banker White’s he did not live with his grandmother, although often in the evening she came to visit him. He rented a room at the rear of a little frame building belonging to old Rufus Whiting. The building was on Duane Street, just off Main Street, and had been used for years as a law office by the old man, who had become too feeble and forgetful for the practice of his profession but did not realize his inefficiency. He liked Tom and let him have the room for a dollar a month. In the late afternoon when the lawyer had gone home the boy had the place to himself and spent hours lying on the floor by the stove and thinking of things. In the evening the grandmother came and sat in the lawyer’s chair to smoke a pipe while Tom remained silent, as he always, did in the presence of everyone.
Cuando Tom perdió su empleo en casa del banquero White, dejó de vivir con su abuela, aunque muchas tardes ella iba a visitarle. Alquiló una habitación detrás de un pequeño edificio de madera perteneciente al viejo Rufus Whiting. El edificio estaba en Duane Street, justo al lado de la calle Mayor y hacía años que era el bufete del anciano, que ahora se había vuelto demasiado débil y olvidadizo para ejercer la abogacía, pero no era consciente de sus limitaciones. Tom le caía bien y le alquiló la habitación por un dólar al mes. Por la tarde, cuando el abogado se iba a casa, el chico tenía todo el sitio para él y se pasaba horas tumbado en el suelo junto a la estufa pensando. Por la noche, la abuela iba a verlo y se sentaba en la butaca del abogado a fumar una pipa mientras Tom guardaba silencio, como hacía siempre que estaba con alguien.
Often the old woman talked with great vigor. Sometimes she was angry about some happening at the banker’s house and scolded away for hours. Out of her own earnings she bought a mop and regularly scrubbed the lawyer’s office. Then when the place was spotlessly clean and smelled clean she lighted her clay pipe and she and Tom had a smoke together. “When you get ready to die then I will die also,” she said to the boy lying on the floor beside her chair.
Con frecuencia la abuela hablaba con mucha energía. En ocasiones, llegaba enfadada por algo que había ocurrido en casa del banquero y se pasaba horas refunfuñando. Compró una fregona con su sueldo y fregaba regularmente el suelo del bufete. Luego, cuando el lugar estaba inmaculado y olía a limpio, encendía su pipa de barro y Tom y ella fumaban juntos. «Cuando estés dispuesto a morir, moriré yo también», le decía al chico que estaba tumbado en el suelo junto a la silla.
Tom Foster enjoyed life in Winesburg. He did odd jobs, such as cutting wood for kitchen stoves and mowing the grass before houses. In late May and early June he picked strawberries in the fields. He had time to loaf and he enjoyed loafing. Banker White had given him a cast-off coat which was too large for him, but his grandmother cut it down, and he had also an overcoat, got at the same place, that was lined with fur. The fur was worn away in spots, but the coat was warm and in the winter Tom slept in it. He thought his method of getting along good enough and was happy and satisfied with the way fife in Winesburg had turned out for him.
Tom Foster disfrutaba de la vida en Winesburg. Hacía pequeñas chapuzas, como cortar leña para las cocinas y segar el césped delante de las casas. A finales de mayo y principios de junio, recogía fresas en los campos. Tenía tiempo que perder y le gustaba perderlo. El banquero White le había regalado una chaqueta que le quedaba demasiado grande, pero su abuela se la arregló, y también tenía un abrigo, obtenido en el mismo sitio, que estaba forrado de piel. La piel estaba desgastada en algunos sitios, pero el abrigo era cálido y en invierno Tom dormía con él. Le gustaba su modo de ir tirando y estaba contento y satisfecho con la vida que le ofrecía Winesburg.
The most absurd little things made Tom Foster happy. That, I suppose, was why people loved him. In Hern’s Grocery they would be roasting coffee on Friday afternoon, preparatory to the Saturday rush of trade, and the rich odor invaded lower Main Street. Tom Foster appeared and sat on a box at the rear of the store. For an hour he did not move but sat perfectly still, filling his being with the spicy odor that made him half drunk with happiness. “I like it,” he said gently. “It makes me think of things far away, places and things like that.”
Cualquier pequeñez absurda hacía feliz a Tom Foster. Supongo que por eso le apreciaba tanto la gente. En la verdulería de Hern siempre tostaban café los viernes por la tarde para venderlo los sábados, y el aroma invadía un extremo de la calle Mayor. Tom Foster aparecía y se sentaba en una caja en la trastienda. Se pasaba allí una hora totalmente inmóvil, empapando todo su ser de aquel aroma que lo embriagaba de felicidad. «Me gusta—afirmaba con placidez—. Me hace pensar en cosas lejanas, sitios y cosas así».
One night Tom Foster got drunk. That came about in a curious way. He never had been drunk before, and indeed in all his fife had never taken a drink of anything intoxicating, but he felt he needed to be drunk that one time and so went and did it.
Una noche Tom Foster se emborrachó. Sucedió de un modo curioso. Nunca se había emborrachado y, de hecho, en toda su vida jamás había bebido ni un solo sorbo de licor, pero en esa ocasión sintió que necesitaba emborracharse y lo hizo.
In Cincinnati, when he lived there, Tom had found out many things, things about ugliness and crime and lust. Indeed, he knew more of these things than anyone else in Winesburg. The matter of sex in particular had presented itself to him in a quite horrible way and had made a deep impression on his mind. He thought, after what he had seen of the women standing before the squalid houses on cold nights and the look he had seen in the eyes of the men who stopped to talk to them, that he would put sex altogether out of his own life. One of the women of the neighborhood tempted him once and he went into a room with her. He never forgot the smell of the room nor the greedy look that came into the eyes of the woman. It sickened him and in a very terrible way left a scar on his soul. He had always before thought of women as quite innocent things, much like his grandmother, but after that one experience in the room he dismissed women from his mind. So gentle was his nature that he could not hate anything and not being able to understand he decided to forget.
Cuando vivió en Cincinnati, Tom había aprendido muchas cosas, cosas sobre la fealdad, el crimen y la concupiscencia. De hecho, sabía más sobre esas cosas que ninguna otra persona de Winesburg. En concreto había visto la cara más horrible del sexo y eso le había causado una profunda impresión. Decidió que, después de ver a aquellas mujeres delante de las casas raquíticas las noches de invierno y de las miradas que había visto en los ojos de los hombres que se paraban a hablar con ellas, sería mejor apartar el sexo de su vida. Una de las mujeres del barrio lo tentó una vez y él subió con ella a una habitación. Nunca olvidó el olor de aquel cuarto ni la mirada de codicia que vio en los ojos de la mujer. Le repugnó y dejó una terrible cicatriz en su alma. Siempre había pensado en las mujeres como en seres muy inocentes, como su abuela, pero después de aquella vivencia en la habitación apartó a las mujeres de su pensamiento. Tan amable era su naturaleza que era incapaz de odiar nada y, al ser incapaz de entenderlo, decidió olvidarlo.
And Tom did forget until he came to Winesburg. After he had lived there for two years something began to stir in him. On all sides he saw youth making love and he was himself a youth. Before he knew what had happened he was in love also. He fell in love with Helen White, daughter of the man for whom he had worked, and found himself thinking of her at night.
Y así lo hizo hasta que llegó a Winesburg. Después de pasar allí dos años, algo empezó a agitarse en su interior. Por todas partes veía a jóvenes galanteando y él también era joven. Antes de darse cuenta de lo que le ocurría, se había enamorado. Se enamoró de Helen White, la hija del hombre para el que había trabajado, y se encontró pensando en ella por las noches.
That was a problem for Tom and he settled it in his own way. He let himself think of Helen White whenever her figure came into his mind and only concerned himself with the manner of his thoughts. He had a fight, a quiet determined little fight of his own, to keep his desires in the channel where he thought they belonged, but on the whole he was victorious.
Eso fue un problema para Tom, que lo solucionó a su manera. Se permitió pensar en Helen siempre que su imagen acudía a su memoria y sólo se preocupó de la forma que adoptaban sus pensamientos. Tuvo que luchar, a su modo discreto y decidido, para contener sus deseos de la forma que él consideraba adecuada, pero en conjunto salió victorioso.
And then came the spring night when he got drunk. Tom was wild on that night. He was like an innocent young buck of the forest that has eaten of some maddening weed. The thing began, ran its course, and was ended in one night, and you may be sure that no one in Winesburg was any the worse for Tom’s outbreak.
Y luego llegó la noche de primavera en que se emborrachó. Esa noche Tom se desbocó. Fue como un ciervo inocente del bosque que ha comido una hierba que lo ha hecho enloquecer. Todo empezó, transcurrió y acabó en una noche, y, desde luego, ningún habitante de Winesburg salió perjudicado de la borrachera de Tom.
In the first place, the night was one to make a sensitive nature drunk. The trees along the residence streets of the town were all newly clothed in soft green leaves, in the gardens behind the houses men were puttering about in vegetable gardens, and in the air there was a hush, a waiting kind of silence very stirring to the blood.
En primer lugar, hacía una noche capaz de embriagar a cualquier naturaleza sensible. Los árboles de las calles residenciales del pueblo empezaban a estar revestidos de hojas verdes y blandas, en los jardines de detrás de las casas los hombres trabajaban en los huertos y en el aire había un susurro, una especie de silencio expectante, que hacía correr la sangre en las venas.
Tom left his room on Duane Street just as the young night began to make itself felt. First he walked through the streets, going softly and quietly along, thinking thoughts that he tried to put into words. He said that Helen White was a flame dancing in the air and that he was a little tree without leaves standing out sharply against the sky. Then he said that she was a wind, a strong terrible wind, coming out of the darkness of a stormy sea and that he was a boat left on the shore of the sea by a fisherman.
Tom salió de su habitación de Duane Street justo cuando empezaba a caer la noche. Primero anduvo por las calles, paseando callado y silencioso, pensando en cosas que había tratado de formular con palabras. Se dijo que Helen White era una llama que danzaba en el aire y que él era un arbolito sin hojas que se recortaba contra el cielo. Luego imaginó que ella era un viento, un viento fuerte y terrible, llegado de la oscuridad de un mar tormentoso, y él un bote dejado en la orilla por un pescador.
That idea pleased the boy and he sauntered along playing with it. He went into Main Street and sat on the curbing before Wacker’s tobacco store. For an hour he lingered about listening to the talk of men, but it did not interest him much and he slipped away. Then he decided to get drunk and went into Willy’s saloon and bought a bottle of whiskey. Putting the bottle into his pocket, he walked out of town, wanting to be alone to think more thoughts and to drink the whiskey.
La idea le gustó y estuvo dándole vueltas mientras paseaba. Fue a la calle Mayor y se sentó en el bordillo delante de la expendeduría de tabacos de Wacker. Estuvo una hora haraganeando y oyendo las conversaciones de los hombres, pero no le interesaron demasiado y se escabulló para seguir su camino. Luego, decidió emborracharse así que fue al bar de Willy y compró una botella de whisky. Metió la botella en el bolsillo y salió del pueblo, pues quería estar solo para seguir pensando y beberse el whisky.
Tom got drunk sitting on a bank of new grass beside the road about a mile north of town. Before him was a white road and at his back an apple orchard in full bloom. He took a drink out of the bottle and then lay down on the grass. He thought of mornings in Winesburg and of how the stones in the graveled driveway by Banker White’s house were wet with dew and glistened in the morning light. He thought of the nights in the barn when it rained and he lay awake hearing the drumming of the raindrops and smelling the warm smell of horses and of hay. Then he thought of a storm that had gone roaring through Winesburg several days before and, his mind going back, he relived the night he had spent on the train with his grandmother when the two were coming from Cincinnati. Sharply he remembered how strange it had seemed to sit quietly in the coach and to feel the power of the engine hurling the train along through the night.
Tom se emborrachó sentado en un bancal cubierto de hierba al lado del camino, unos dos kilómetros al norte del pueblo. Delante tenía un camino blanco y a su espalda un huerto de manzanos floridos. Echó un trago de la botella y luego se tumbó en la hierba. Pensó en las mañanas en Winesburg y en cómo las piedras del sendero cubierto de grava que daba acceso a la casa del banquero White se humedecían por el rocío y destellaban a la luz de la mañana. Pensó en las noches en el granero, cuando llovía y él se quedaba despierto oyendo tamborilear las gotas de lluvia y oliendo el cálido aroma de los caballos y el heno. Luego pensó en una tormenta que había pasado por Winesburg varios días antes y, haciendo memoria, revivió la noche que había pasado en el tren con su abuela cuando los dos llegaron de Cincinnati. Recordó con total claridad lo raro que se había sentido al estar tranquilamente sentado en el vagón y sentir el poder de la máquina que arrastraba el tren en plena noche.
Tom got drunk in a very short time. He kept taking drinks from the bottle as the thoughts visited him and when his head began to reel got up and walked along the road going away from Winesburg. There was a bridge on the road that ran out of Winesburg north to Lake Erie and the drunken boy made his way along the road to the bridge. There he sat down. He tried to drink again, but when he had taken the cork out of the bottle he became ill and put it quickly back. His head was rocking back and forth and so he sat on the stone approach to the bridge and sighed. His head seemed to be flying about like a pinwheel and then projecting itself off into space and his arms and legs flopped helplessly about.
Tom se emborrachó muy deprisa. Siguió bebiendo sorbos de la botella mientras le visitaban los recuerdos y, cuando la cabeza empezó a darle vueltas, se incorporó y siguió alejándose de Winesburg. Había un puente en el camino que iba de Winesburg al lago Erie, en dirección norte, y el embriagado muchacho continuó andando hasta llegar a él. Una vez allí, se sentó. Trató de beber un poco más, pero cuando le quitó el tapón a la botella sintió náuseas y la apartó a un lado. La cabeza se le balanceaba adelante y atrás, así que se sentó en un banco de piedra que había junto al puente y suspiró. La cabeza le daba vueltas como una peonza que girase en el aire y batía los brazos y las piernas sin poder controlarlos.
At eleven o’clock Tom got back into town. George Willard found him wandering about and took him into the Eagle printshop. Then he became afraid that the drunken boy would make a mess on the floor and helped him into the alleyway.
A las once en punto, Tom volvió al pueblo. George Willard lo encontró vagando por ahí y lo llevó a la imprenta del Eagle. Luego le asustó que el muchacho pudiera vomitar en el suelo y le ayudó a salir al callejón.
The reporter was confused by Tom Foster. The drunken boy talked of Helen White and said he had been with her on the shore of a sea and had made love to her. George had seen Helen White walking in the street with her father during the evening and decided that Tom was out of his head. A sentiment concerning Helen White that lurked in his own heart flamed up and he became angry. “Now you quit that,” he said. “I won’t let Helen White’s name be dragged into this. I won’t let that happen.” He began shaking Tom’s shoulder, trying to make him understand. “You quit it,” he said again.
El periodista se quedó perplejo respecto a Tom Foster. El joven borracho le habló de Helen White y afirmó que habían estado a la orilla del mar y habían hecho el amor. George había visto a Helen White paseando por la calle esa misma tarde y decidió que Tom tenía que estar desvariando. Un sentimiento que ocultaba su propio corazón concerniente a Helen White se encendió y eso le enfadó. —Calla de una vez—exclamó—. No permitiré que mezcles el nombre de Helen White con esto. No lo permitiré. —Sacudió a Tom por el hombro tratando de hacerle comprender—. Ya está bien.
For three hours the two young men, thus strangely thrown together, stayed in the printshop. When he had a little recovered George took Tom for a walk. They went into the country and sat on a log near the edge of a wood. Something in the still night drew them together and when the drunken boy’s head began to clear they talked.
Los dos hombres, después de trabar conocimiento de un modo tan extraño, pasaron tres horas en la imprenta. Después de que se recuperase un poco, George lo sacó a pasear. Salieron al campo y se sentaron en un tronco junto a la linde del bosque. La quietud de la noche les hizo trabar confianza y, cuando al joven borracho se le despejó la cabeza, habló.
“It was good to be drunk,” Tom Foster said. “It taught me something. I won’t have to do it again. I will think more dearly after this. You see how it is.”
—Me ha gustado emborracharme—dijo Tom Foster—. Me ha enseñado una cosa. Ya no tendré que volver a hacerlo. Ahora pensaré con más claridad. Ya sabes cómo son estas cosas.
George Willard did not see, but his anger concerning Helen White passed and he felt drawn toward the pale, shaken boy as he had never before been drawn toward anyone. With motherly solicitude, he insisted that Tom get to his feet and walk about. Again they went back to the printshop and sat in silence in the darkness.
George Willard no lo sabía, pero se le pasó el enfado que había cogido a propósito de Helen White y sintió más simpatía por el joven pálido y agitado de la que había sentido nunca por nadie. Con solicitud maternal, insistió en que Tom se pusiera en pie y paseara un rato. De nuevo, volvieron a la imprenta y se sentaron en silencio en la oscuridad.
The reporter could not get the purpose of Tom Foster’s action straightened out in his mind. When Tom spoke again of Helen White he again grew angry and began to scold. “You quit that,” he said sharply. “You haven’t been with her. What makes you say you have? What makes you keep saying such things? Now you quit it, do you hear?”
El periodista no acababa de entender los motivos que había tenido Tom Foster para emborracharse. Cuando Tom volvió a hablarle de Helen White, se enfadó otra vez y empezó a reñirle. —Calla de una vez—dijo con aspereza—. No has estado con ella. ¿Por qué insistes en lo contrario? ¿Qué te impulsa a decir una cosa así? Ya está bien, ¿me has oído?
Tom was hurt. He couldn’t quarrel with George Willard because he was incapable of quarreling, so he got up to go away. When George Willard was insistent he put out his hand, laying it on the older boy’s arm, and tried to explain.
Tom se sintió humillado. No podía pelear con George Willard porque era incapaz de pelearse con nadie, así que se levantó para marcharse. Cuando George Willard insistió en que no lo hiciera, le puso la mano en el hombro y trató de explicarle.
“Well,” he said softly, “I don’t know how it was. I was happy. You see how that was. Helen White made me happy and the night did too. I wanted to suffer, to be hurt somehow. I thought that was what I should do. I wanted to suffer, you see, because everyone suffers and does wrong. I thought of a lot of things to do, but they wouldn’t work. They all hurt someone else.”
—Bueno—dijo en voz baja—. No sé cómo fue. Me sentí feliz. Mira, Helen White hizo que me sintiera feliz, y la noche contribuyó también. Yo quería sufrir, hacerme daño. Pensaba que era mi deber, porque todo el mundo sufre y hace daño a los demás. Se me ocurrieron muchas cosas, pero ninguna me sirvió de nada. Todas le habrían hecho daño a alguien.
Tom Foster’s voice arose, and for once in his life he became almost excited. “It was like making love, that’s what I mean,” he explained. “Don’t you see how it is? It hurt me to do what I did and made everything strange. That’s why I did it. I’m glad, too. It taught me something, that’s it, that’s what I wanted. Don’t you understand? I wanted to learn things, you see. That’s why I did it.”
—La voz de Tom Foster se volvió chillona y, por una vez en su vida, estuvo a punto de exaltarse—. Fue como hacer el amor, eso es lo que quiero decir—explicó—. ¿No te das cuenta? Por eso lo hice. Y me alegro. Me enseñó algo, y eso es precisamente lo que necesitaba. ¿No lo entiendes? Quería aprender algo. Por eso lo hice.