Horacio Quiroga La Insolación -- Sunstroke
Translation by ... Edición bilingüe, español- inglés, de Ivan Vargas y Miguel Garci-Gomez Dept. Romance Studies of Duke University --
El cachorro Old salió por la puerta y atravesó el patio con paso recto y perezoso. Se detuvo en la linde del pasto, estiró al monte, entrecerrando los ojos, la nariz vibrátil y, se sentó tranquilo. Veía la monótona llanura del Chaco, con sus alternativas de campo y monte, monte y campo, sin más color que el crema del pasto y el negro del monte. Este cerraba el horizonte, a doscientros metros, por tres lados de la chacra. Hacia el oeste, el campo se ensanchaba y extendía en abra, pero que la ineludible línea sombría enmarcaba a lo lejos.
Old, the puppy, went out through the door and crossed the patio with a slow and upright gait. He stopped at the edge of the field, stretched out on the hill, his eyes half-closed, wiggled his nose, and laid down calmly. He looked out at the monotonous plains of Chaco that switched between fields and hills, hills and fields colorless besides the cream white of the grass and the black of the bush. Some two hundred meters out, the hill cut off the horizon on all three sides by the corn fields. Towards the west, the fields widened and extended out into the valley, framed by the inescapable shadowed line in the distance.
A esa hora temprana, el confín, ofuscante de luz a mediodía, adquiría reposada nitidez. No había una nube ni un soplo de viento. Bajo la calma del cielo plateado, el campo emanaba tónica frescura que traía al alma pensativa, ante la certeza de otro día de seca, melancolías de mejor compensado trabajo.
At this early hour, the boundary, glared over by the midday light took on a calm clarity. There was not a single cloud or gust of wind. Under the calm of the golden sky, the fields gave off an invigorating freshness that brought out the hopeful spirit against the certainty of another dry day, melancholy for better paying work.
Milk, el padre del cachorro, cruzó a su vez el patio y se sentó al lado de aquél, con perezoso quejido de bienestar. Permanecían inmóviles, pues aún no había moscas.
Milk, the puppy’s father, took his turn crossing the patio and laid down next to him with a lazy moan of comfort. There they remained without moving, it was still too early to be bothered by flies.
Old, que miraba hacía rato la vera del monte, observó:
Old, who looked a while at the edge of the hill, observed,
--La mañana es fresca.
“It’s a cool morning.”
Milk siguió la mirada del cachorro y quedó con la vista fija, parpadeando distraído. Después de un momento, dijo:
Milk followed the puppy’s eyes and remained with his eyes fixed on the view, blinking with a distracted stare. After a moment, he said,
--En aquel árbol hay dos halcones.
“There are two falcons in that tree over there.”
Volvieron la vista indiferente a un buey que pasaba, y continuaron mirando por costumbre las cosas.
Their eyes turned indifferently towards a passing ox, and continued their customary stare of the land.
Entretanto, el oriente comenzaba a empurpurarse en abanico, y el horizonte había perdido ya su matinal precisión. Milk cruzó las patas delanteras y sintió leve dolor. Miró sus dedos sin moverse, decidiéndose por fin a olfatearlos. El día anterior se había sacado un pique, y en recuerdo de lo que había sufrido lamió extensamente el dedo enfermo.
Meanwhile, the east began to take on shades of purple and the horizon had already lost its morning clarity. Milk crossed his front paws and felt a twinge of pain. He looked at his paws without moving them, deciding finally to sniff them. He had pulled out a thorn the day before and, remembering what he had suffered, licked his sick digit.
--No podía caminar--exclamó, en conclusión.
“I couldn’t walk.” He exclaimed, in short.
Old no entendió a qué se refería. Milk agregó:
Old did not know what he was talking about. Milk added,
--Hay muchos piques.
“There are so many thorns.”
Esta vez el cachorro comprendió. Y repuso por su cuenta, después de largo rato:
This time Old understood. He repeated in agreement after a long pause,
--Hay muchos piques.
“There are so many thorns.”
Callaron de nuevo, convencidos.
They both again fell silent, pleased.
El sol salió, y en el primer baño de luz, las pavas del monte lanzaron al aire puro el tumultuoso trompeteo de su charanga. Los perros, dorados al sol oblicuo, entornaron los ojos, dulcificando su molicie en beato pestañeo. Poco a poco, la pareja aumentó con la llegada de los otros compañeros: Dick, el taciturno preferido; Prince, cuyo labio superior, partido por un coatí, dejaba ver dos dientes, e Isondú, de nombre indígena. Los cinco fox-terriers, tendidos y muertos de bienestar, durmieron.
The sun came out and in the first bathe of light the wild roosters filled the pure air with the noisy trumpet of their caw. The dogs, tanned by the angled sun, drooped their eyelids, softening their lashes with effeminate blinks. One by one the pack grew with the arrival of the other members: Dick, the quiet favorite; Prince, whose upper lip, split by a badger, exposed his teeth; and Isondu’, a native name. The five fox-terriers, splayed and dead from comfort, slept.
Al cabo de una hora irguieron la cabeza; por el lado opuesto del bizarro rancho de dos pisos--el inferior de barro y el alto de madera, con corredores y baranda de chalet--habían sentido los pasos de su dueño que bajaba la escalera. Míster Jones, la toalla al hombro, se detuvo un momento en la esquina del rancho y miró el sol, alto ya. Tenía aún la mirada muerta y el labio pendiente, tras su solitaria velada de whisky, más prolongada que las habituales.
After an hour, they raised their heads; for on the far side of the odd two-story ranch—the bottom floor was made from mud and the second made from wood, with hallways and cottage railings— they could sense the steps of their master coming down the stairs. Mister Jones, with a towel around his shoulders stood for a moment at the edge of the ranch and looked toward the sun, already overhead. He still had a look of death, his lip twitching after his veiled night of whisky was put off longer than usual.
Mientras se lavaba, los perros se acercaron y le olfatearon las botas, meneando con pereza el rabo. Como las fieras amaestradas, los perros conocen el menor indicio de borrachera en su amo. Se alejaron con lentitud a echarse de nuevo al sol. Pero el calor creciente les hizo presto abandonar aquél por la sombra de los corredores.
While bathing, the dogs drew closer and sniffed his boots, lazily wagging their tails. Like trained animals, the dogs recognized the smallest indication of drunkenness in their master. They slowly spread out again to lie down under the sun. But the growing heat made them quickly abandon the spot for the shade of the balconies.
El día avanzaba igual a los precedentes de todo ese mes; seco, límpido, con catorce horas de sol calcinante que parecía mantener en fusión el cielo, y que en un instante resquebrajaba la tierra mojada en costras blanquecinas. Míster Jones fué a la chacra, miró el trabajo del día anterior y retornó al rancho. En toda esa mañana no hizo nada. Almorzó y subió a dormir la siesta.
The day went along the same as any other that month; dry, limp, with fourteen hours of scorching sun that seemed to melt the sky and that in an instant cracked the damp ground in pale scabs. Mister Jones went over to the chacra, looked at his work from the day before and went back to the ranch. The whole morning he did nothing. He ate lunch and laid down for a siesta.
Los peones volvieron a las dos a la carpición, no obstante la hora de fuego, pues los yuyos no dejaban el algodonal. Tras ellos fueron los perros, muy amigos del cultivo, desde que el invierno pasado habían aprendido a disputar a los halcones los gusanos blancos que levantaba el arado. Cada uno se echó bajo un algodonero, acompañando con su jadeo los golpes sordos de la azada.
The peones went back to the plow around two despite the scorching sun, because, well, weeds grow endlessly in the cotton fields. Behind them came the dogs, who loved farming ever since last winter when they learned to battle falcons for the white worms exposed from freshly-tilled earth. Each one laid down under a cotton plant, their panting accompanied by the dull thuds of the hoe.
Entretanto el calor crecía. En el paisaje silencioso y encegueciente de sol, el aire vibraba a todos lados, dañando la vista. La tierra removida exhalaba vaho de horno, que los peones soportaban sobre la cabeza, rodeada hasta los hombros por el flotante pañuelo, con el mutismo de sus trabajos de chacra. Los perros cambiaban de planta, en procura de más fresca sombra. Tendíanse a lo largo, pero la fatiga los obligaba a sentarse sobre las patas traseras para respirar mejor.
All the meanwhile the heat grew. In the silent pasture and the blinding sun, the air vibrated on all sides, hurting the eyes. With the same silence as their house work the peones, wrapped to their ears in loose bandanas, supported the oven hot air expelled from freshly-tilled earth. The dogs moved plants every once in a while in search of fresh shade. They laid down for a while but fatigue soon made them sit on their haunches in order to breathe deeper.
Reverberaba ahora delante de ellos un pequeño páramo de greda que ni siquiera se había intentado arar. Allí, el cachorro vió de pronto a míster Jones que lo miraba fijamente, sentado sobre un tronco. Old se puso en pie, meneando el rabo. Los otros levantáronse también, pero erizados.
A small bleak plain of clay shimmered in front of them, where no one had ever attempted to plow. There, the puppy all of a sudden saw Mister Jones sitting on a log, looking at them fiercely. Old got up onto his paws wagging his tail. The others got up also, but with their hackles on high alert.
--Es el patrón,--exclamó el cachorro, sorprendido.
“It’s the Master!” The puppy exclaimed, surprised by the attitude of the others.
--No, no es él,--replicó Dick.
“No, no that’s not him.” Replied Dick.
Los cuatro perros estaban juntos gruñendo sordamente, sin apartar los ojos de míster Jones, que continuaba inmóvil, mirándolos. El cachorro, incrédulo, fué a avanzar, pero Prince le mostró los dientes:
The four dogs stood together growling quietly, without taking their eyes off Mister Jones who remained still, staring at them. The puppy, incredulous, began to walk over when Prince showed him his teeth.
--No es él, es la Muerte.
“No, it’s not him. It’s Death.”
El cachorro se erizó de miedo y retrocedió al grupo.
The puppy raised his hackles and slunk back to the group.
--¿Es el patrón muerto?--preguntó ansiosamente. Los otros, sin responderle, rompieron a ladrar con furia, siempre en actitud de miedoso ataque. Sin moverse, míster Jones se desvaneció en el aire ondulante.
“Is the Master dead?” He asked anxiously. The others, without responding, began to bark furiously, with a relentless attitude of fearful attack. Without moving, Mister Jones faded into the shivering air.
Al oir los ladridos, los peones habían levantado la vista, sin distinguir nada. Giraron la cabeza para ver si había entrado algún caballo en la chacra, y se doblaron de nuevo.
Hearing the howls, the peones looked out over the horizon but saw nothing. They turned their heads to see if any horses had made their way over to the field before returning to their work.
Los fox-terriers volvieron al paso al rancho. El cachorro, erizado aún, se adelantaba y retrocedía con cortos trotes nerviosos, y supo de la experiencia de sus compañeros, que cuando una cosa va a morir, aparece antes.
The fox-terriers walked back to the ranch. The puppy, still frightened, ran ahead and fell back in short nervous trots and learned from the behavior of the others that when something is about to die, Death first let’s itself be seen.
--¿Y cómo saben que ese que vimos no era el patrón?--preguntó.
“But how do you know that who we saw wasn’t the Master?” He asked.
--Porque no era él,--le respondieron displicentes.
“Because it wasn’t him.” They told him harshly.
Luego la Muerte, y con ella el cambio de dueño, las miserias, las patadas, estaba sobre ellos. Pasaron el resto de la tarde al lado de su patrón, sombríos y alerta. Al menor ruido gruñían, sin saber adonde. Míster Jones sentíase satisfecho de su guardiana inquietud.
Death will come and with it: a change of owner, misery, beatings, all we’re upon them! They spent the rest of the evening at their Master’s side, somber and alert. They growled at the slightest noise without knowing where it came from. Mister Jones felt safe with his restless guardians.
Por fin el sol se hundió tras el negro palmar del arroyo, y en la calma de la noche plateada, los perros se estacionaron alrededor del rancho, en cuyo piso alto míster Jones recomenzaba su velada de whisky. A media noche oyeron sus pasos, luego la doble caída de las botas en el piso de tablas, y la luz se apagó. Los perros, entonces, sintieron más el próximo cambio de dueño, y solos, al pie de la casa dormida, comenzaron a llorar. Lloraban en coro, volcando sus sollozos convulsivos y secos, como masticados, en un aullido de desolación, que la voz cazadora de Prince sostenía, mientras los otros tomaban el sollozo de nuevo. El cachorro ladraba. Había pasado media hora, y los cuatro perros de edad, agrupados a la luz de la luna, el hocico extendido e hinchado de lamentos--bien alimentados y acariciados por el dueño que iban a perder--continuaban llorando su doméstica miseria.
Finally, the sun sank behind the black line of palms above the riverbed, and in the calm of the silver night, the dogs positioned themselves around the ranch, where in the top floor Mister Jones recommenced his hidden abuse. At midnight they heard his steps and the thud of his two boots on the floorboards before the light came on. The dogs could then feel the change of owner closing in on them. Alone, at the foot of the sleeping house, they began to cry. They poured out their dry convulsive cries in a chorus of desolate howling behind the sustained cry of Prince while the others began to howl anew. The puppy barked. The night went along and the four aged dogs, under the light of the moon, their snouts extended and arched up in howls—well loved and taken care of by their Master they were about to lose— continued crying in their domesticated misery.
A la mañana siguiente míster Jones fué él mismo a buscar las mulas y las unció a la carpidora, trabajando hasta las nueve. No estaba satisfecho, sin embargo. Fuera de que la tierra no había sido nunca bien rastreada, las cuchillas no tenían filo, y con el paso rápido de las mulas, la carpidora saltaba. Volvió con ésta y afiló sus rejas; pero un tornillo en que ya al comprar la máquina había notado una falla, se rompió al armarla. Mandó un peón al obraje próximo, recomendándole el caballo, un buen animal, pero asoleado. Alzó la cabeza al sol fundente de mediodía e insistió en que no galopara un momento. Almorzó en seguida y subió. Los perros, que en la mañana no habían dejado un momento a su patrón, se quedaron en los corredores.
The next morning Mister Jones was still himself, tying the mules to the plow and working until nine. But, nonetheless, he remained unsatisfied. Besides in his fields, he had never been one to follow the lead. The blades were dull and with the quick steps of the mule, the plow began to jump. He brought it back and sharpened the grille, but a bolt that he noticed as flawed when he bought the machine broke when he put it back into place. He sent a peon over to the nearest sawmill, telling him to take the horse, a good animal, just a bit sun worn. Mister Jones raised his head to the melting midday sun and insisted that he not gallop the horse for even a moment. He quickly ate lunch and got on. The dogs, whom so far that morning had not left their Master’s side for one second, stayed in the corral.
La siesta pesaba, agobiaba de luz y silencio. Todo el contorno estaba brumoso por las quemazones. Alrededor del rancho, la tierra blanquizca del patio, deslumbraba por el sol a plomo, parecía deformarse en trémulo hervor, que adormecía los ojos parpadeantes de los fox-terriers.
He regretted the siesta, overwhelmed by light and silence. The boundaries were cloudy from the sun-scorched earth. Around the ranch the stone-white earth, blinding from the timely sun, seemed to lose form in a trembling boil, that put the fluttering of the fox-terriers to sleep.
--No ha aparecido más--dijo Milk.
“He hasn’t come back.” Milk said.
Old, al oir _aparecido_, levantó las orejas sobre los ojos.
Old, hearing “come back”, lifted his ears up over his eyes.
Esta vez el cachorro, incitado por la evocación, se puso en pie y ladró, buscando a qué. Al rato el grupo calló, entregado de nuevo a su defensiva cacería de moscas.
This time, the puppy, incited from the invocation, stood up and barked, searching what for. He soon gave up and joined the group in their defensive fly hunt.
--No vino más--dijo Isondú.
. . .
--Había una lagartija bajo el raigón,--recordó por primera vez Prince.
“There was a lizard under that stump.” Prince finally remembered.
Una gallina, el pico abierto y las alas caídas y apartadas del cuerpo, cruzó el patio incandescente con su pesado trote de calor. Prince la siguió perezosamente con la vista, y saltó de golpe:
A chicken, her beak open and winds extended away from her body, crossed the patio incandescently with her heavy trot from the heat. Prince followed her stalkingly with his eyes, and then leapt up
--¡Viene otra vez!--gritó.
“Here he comes!” He yelled.
Por el norte del patio avanzaba solo el caballo en que había ido el peón. Los perros se arquearon sobre las patas, ladrando con prudente furia a la Muerte que se acercaba. El animal caminaba con la cabeza baja, aparentemente indeciso sobre el rumbo que iba a seguir. Al pasar frente al rancho dió unos cuantos pasos en dirección al pozo, y se degradó progresivamente en la cruda luz.
To the north of the patio came only the horse who the worker had been riding. The dogs arched their backs and stood on their toes, barking with restrained fury at the Death that drew closer. The animal walked with its head down, apparently indecisive about which path to follow. As soon as she passed the front of the ranch, she took a few steps toward the well, disappearing with each step under the exposed light.
Míster Jones bajó; no tenía sueño. Disponíase a proseguir el montaje de la carpidora, cuando vió llegar inesperadamente al peón a caballo. A pesar de su orden, tenía que haber galopado para volver a esa hora. Culpólo, con toda su lógica nacional, a lo que el otro respondía con evasivas razones. Apenas libre y concluída su misión, el pobre caballo, en cuyos ijares era imposible contar el latido, tembló agachando la cabeza, y cayó de costado. Míster Jones mandó al peón a la chacra, aún rebenque en mano, para no echarlo si continuaba oyendo sus jesuíticas disculpas.
Mister Jones came down; he didn’t look tired. He was getting ready to get back on the plow when he unexpectedly saw the worker atop the horse. Despite his order, he had to have galloped the horse to return at this hour. He blamed him with all rational logic, a point at which the worker responded with evasive reasoning. As soon as he had concluded his mission and was free, the poor horse, whose midsection was covered in lashes, shook her lowered head and fell to her side. Mister Jones, with the whip still in his hand, sent the peon back to the field, to prevent whipping him if he continued hearing the Jesuit pleadings of the peon.
Pero los perros estaban contentos. La Muerte, que buscaba a su patrón, se había conformado con el caballo. Sentíanse alegres, libres de preocupación, y en consecuencia disponíanse a ir a la chacra tras el peón, cuando oyeron a míster Jones que gritaba a éste, lejos ya, pidiéndole el tornillo. No había tornillo: el almacén estaba cerrado, el encargado dormía, etc. Míster Jones, sin replicar, descolgó su casco y salió él mismo en busca del utensilio. Resistía el sol como un peón, y el paseo era maravilloso contra su mal humor.
But the dogs remained content. Death, looking for the Master, had fused with the horse. They all felt happy, free from worry, and as a result got up and followed behind the peon to the chacra when they heard Mister Jones yelling at him, still far away, asking for the screw. There was no screw: the country store was closed, the manager was asleep, and so on. Mister Jones, without responding, took off his summer hat and left in search of the tool. He withstood the heat like a laborer, and the stroll was incredibly alleviating his bad mood.
Los perros le acompañaron, pero se detuvieron a la sombra del primer algarrobo; hacía demasiado calor. Desde allí, firmes en las patas, el ceño contraído y atento, lo veían alejarse. Al fin el temor a la soledad pudo más, y con agobiado trote siguieron tras él.
The dogs followed him but stopped in the shade of the first locust tree; it was too hot. From there, firm in their steps, their brows constrained and attentive, they watched him walk into the distance. Finally, the fear of loneliness got to them and they trotted sluggishly after him.
Míster Jones obtuvo su tornillo y volvió. Para acortar distancia, desde luego, evitando la polvorienta curva del camino, marchó en línea recta a su chacra. Llegó al riacho y se internó en el pajonal, el diluviano pajonal del Saladito, que ha crecido, secado, retoñado desde que hay paja en el mundo, sin conocer fuego. Las matas, arqueadas en bóveda a la altura del pecho, se entrelazan en bloques macizos. La tarea, seria ya con día fresco, era muy dura a esa hora. Míster Jones lo atravesó, sin embargo, braceando entre la paja restallante y polvorienta por el barro que dejaban las crecientes, ahogado de fatiga y acres vahos de nitratos.
Mister Jones got his screw and headed back to the ranch. To shorten the long distance back, and avoid the dusty curve of the trail, he marched in a straight line to the chacra. He arrived at the stream and entered the fertile hayfields of Saladito that had grown dry and sprouted out covering the whole horizon in hay, without ever having been burned. The arched bushels that crested at the height of his chest twisted themselves together into a solid block. The grave task of crossing them was difficult at this hour even on a cool day. Mister Jones dared to cross it anyway, swimming between the resilient and pollen-filled straw from flooded clayfields, he was drowned by fatigue and acres of nitrate-filled steam.
Salió por fin y se detuvo en la linde; pero era imposible permanecer quieto bajo ese sol y ese cansancio; marchó de nuevo. Al calor quemante que crecía sin cesar desde tres días atrás, agregábase ahora el sofocamiento del tiempo descompuesto. El cielo estaba blanco y no se sentía un soplo de viento. El aire faltaba, con angustia cardíaca que no permitía concluir la respiración.
At last he emerged and paused at the edge of the field, but it was impossible to stay still under the sun and the exhaustion. He began to walk again. The burning heat that had grown incessantly for the last three days added to the suffocating of decomposing time. The sky was white and he couldn’t feel a single gust of wind. He needed air, but his distressed heartbeat did not allow him to take a breath.
Míster Jones se convenció de que había traspasado su límite de resistencia. Desde hacía rato le golpeaba en los oídos el latido de las carótidas. Sentíase en el aire, como si de dentro de la cabeza le empujaran violentamente el cráneo hacia arriba. Se mareaba mirando el pasto. Apresuró la marcha para acabar con eso de una vez... y de pronto volvió en sí y se halló en distinto paraje: había caminado media cuadra, sin darse cuenta de nada. Miró atrás y la cabeza se le fué en un nuevo vértigo.
Mister Jones convinced himself that he had overstepped his limits. For some time his inner ears throbbed with the beating of his arteries. He could feel it in the air, as if the inside of his head was pushing his skull outward. He looked up and down over the grazing field. He sped up his pace to get it over with once and for all… and then suddenlt came to his senses and found himself on a distant field: unaware, he had walked close to a hundred meters. He looked behind him again and his head fell into another spell of vertigo.
Entretanto, los perros seguían tras él, trotando con toda la lengua de fuera. A veces, agotados, deteníanse en la sombra de un espartillo; se sentaban precipitando su jadeo, pero volvían al tormento del sol. Al fin, como la casa estaba ya próxima, apuraron el trote.
Meanwhile, the dogs followed behind him, trotting with their tongues hanging out. At times, unable to breath, they stopped in the shade of an espartillo; they rested while their panting increased before returning to the tormenting sun. At last, with the house in sight, they sped up their trot.
Fué en ese momento cuando Old, que iba adelante, vió tras el alambrado de la chacra a míster Jones, vestido de blanco, que caminaba hacia ellos. El cachorro, con súbito recuerdo, volvió la cabeza y confrontó.
It was in that moment when Old, who was in front, saw Mister Jones behind the fence of the house, dressed in white, headed towards them. The puppy, with subtle remembrance, turned his head, comparing the two, towards his Master and barked,
--¡La Muerte, la Muerte!--aulló.
“Death, Death.”
Los otros la habían visto también, y ladraban erizados. Vieron que atravesaba el alambrado, y un instante creyeron que se iba a equivocar; pero al llegar a cien metros se detuvo, miró el grupo con sus ojos celestes, y marchó adelante.
The others had seen him too, and barked with their hackles on end. They watched him flow through the fence, but immediately believed their eyes deceived them; he stopped a few hundred meters from them, looked over the group with his celestial eyes and continued forward.
--¡Que no camine ligero el patrón!--exclamó Prince.
“The Master shouldn’t walk so fast.” Said Prince.
--¡Va a tropezar con él!--aullaron todos.
“He’s going to run into him.” They all howled.
En efecto, el otro, tras breve hesitación, había avanzado, pero no directamente sobre ellos como antes, sino en línea oblicua y en apariencia errónea, pero que debía llevarlo justo al encuentro de míster Jones. Los perros comprendieron que esta vez todo concluía, porque su patrón continuaba caminando a igual paso como un autómata, sin darse cuenta de nada. El otro llegaba ya. Hundieron el rabo y corrieron de costado, aullando. Pasó un segundo, y el encuentro se produjo. Míster Jones se detuvo, giró sobre sí mismo y se desplomó.
In fact, the other after a brief hesitation advanced, but not directly at them like before, but rather in oblique lines and in utter confusion, yet that would take him directly into an encounter with Mister Jones. The dogs understood then that everything had already came to its end, because their Master continued walking in his consistent steps without noticing anything. Mister Jones stopped, turned, and collapsed.
Los peones, que lo vieron caer, lo llevaron a prisa al rancho, pero fué inútil toda el agua; murió sin volver en sí. Míster Moore, su hermano materno, fué de Buenos Aires, estuvo una hora en la chacra y en cuatro días liquidó todo, volviéndose en seguida. Los indios se repartieron los perros que vivieron en adelante flacos y sarnosos, e iban todas las tardes con hambriento sigilo a comer espigas de maíz en las chacras ajenas.
The peones saw him fall and carried him quickly over to the ranch, but all the water proved useless; he died before making it back. Mister Moore, his half-brother, came from Buenos Aires, stayed an hour at the chacra and without four days sold everything, returning immediately down south. The Indians shared the dogs who returned immediately to being skinny and mangy dogs, who go out stealthily every night to steal ears of corn from the far off fields.