Horacio Quiroga El almohadón de plumas --
[Feather Pillow-] Edición bilingüe, español- inglés, de Ivan Vargas y Miguel Garci-Gomez Dept. Romance Studies of Duke University --
Su luna de miel fué un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. El, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.
Their honeymoon had been one long shiver. Blonde, angelic, and shy, the hard character of her husband had frozen her childish dreams of what it meant to be a bride. Nonetheless, she loved him dearly. At times, with a slight malaise when returning from a night together on the street, she gave a furtive glance at the tall stature of Jordan, silent yet for an hour. He, for his part, loved her profoundly without letting it be seen.
Durante tres meses--se habían casado en abril--vivieron una dicha especial. Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía en seguida.
For three months—they had been married in April—they lived a special kind of joy. Without a doubt she would have wished less severity in their rigid heaven of love, more expansive feeling with cautious tenderness, but the indifferent countenance of her husband always restrained her desires.
La casa en que vivían influía no poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso--frisos, columnas y estatuas de mármol--producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.
The house in which they lived had little effect on her shivers. The whiteness of the silent patio—friezes, columns, and marble statues— produced an autumnal impression of an enchanted palace. Inside, the shining glacier of stucco, the tall walls without the slightest feature affirmed the sensation of bleak coldness. Walking back and forth between the rooms, footsteps echoed throughout the whole house, as if its long neglect heightened the resonating sound.
En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluído por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.
In this strange love nest Alicia spent the whole autumn. However, she had thrown a veil over her old dreams, and still lived in the hostile house as if asleep, without wanting to think about anything until her husband came home.
No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin, una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.
It was not strange then that she grew thin. She came down with a slight attack of influenza that dragged on insidiously for days and days; Alicia never seemed to recover. Finally one day she managed to make it to the garden supported against the arm of her husband. She looked indifferently from one side to the other. Suddenly and with profound tenderness, Jordan slowly passed his hand over her head, and Alicia instantly broke down into tears, throwing her arms around his neck. She cried incessantly, releasing her silent fears, heightening her sobs from Jordan’s slightest attempts at affection. Then her cries ceased, and she stood awhile with her head hidden against his neck, unmoving, wordless.
Fué ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma detención, ordenándole calma y descanso absolutos.
That was the last day that Alicia was able to raise herself up. The following morning she awoke faint and without spirit. Jordan’s doctor examined her with total attention and ordered her to stay and bed and get her rest.
“No sé”, le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja. “Tiene una gran debilidad que no me explico, y sin vómitos, nada... Si mañana se despierta como hoy, llámeme en seguida.”
“I don’t know,” he told Jordan outside in the street in quieted voice. “She has a debilitating weakness that I cannot explain. And without vomiting…I have no idea…If she wakes up tomorrow in the same condition as today, call me immediately.”
Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatóse una anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin oir el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, mirando a su mujer cada vez que caminaba en su dirección.
The following day Alicia continued to get worse. The doctor returned. Anemia was diagnosed, completely unexplainable. Alicia stopped fainting but she continued to move visibly towards death. All day long the lights were kept on in the profoundly silent room. Hours would pass without the slightest sound. Alicia slept. Jordan lived in the living room, its lights also lit. He walked back and forth between the far away walls for hours without stopping, insatiable in his perseverance. The carpet drowned out his steps. From time to time he would enter the room and continue his silent pacing along the side of the bed, pausing a moment at each end to look at his wife.
Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche se quedó de repente mirando fijamente. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.
Before long Alicia began to have, at first, confusing and floating visions that later seemed to bring her back down to the ground. The young girl, with her eyes excessively open, did nothing but look back and forth at the carpet to both sides of her bedhead. One night she suddenly transfixed her gaze. After a moment she opened her mouth to scream, and her nostrils and lips pearled in sweat.
--¡Jordán! ¡Jordán!--clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.
“Jordan! Jordan!” she yelled, rigid with fear, her eyes still fixed on the carpet.
Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dió un alarido de horror.
Jordan ran into the room. Upon seeing him, Alicia let out a shriek of horror.
--¡Soy yo, Alicia, soy yo!
“Its me, Alicia, its me.”
Alicia lo miró con extravío, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciándola temblando.
Alicia looked at him with empty and fleeting eyes. She looked at the carpet, returned her gaze to him and after a long pause of frightened confrontation, she grew calm. She smiled and took the hand of her husband between her own and caressed it for half an hour, trembling.
Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.
Among her most enduring hallucinations was an anthropoid ape on the rug, resting upon its knuckles with its eyes fixed onto hers.
Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En la última consulta Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio y pasaron al comedor.
The doctors returned in vain. There in front of them was a finished life, bleeding out day by day, hour by hour, without even knowing why. In her last doctor visit Alicia laid in a stupor while they took her pulse, passing her limp wrist between themselves. They observed her silently for a while and returned to the dining room.
--Pst...--se encogió de hombros desalentado su médico.--Es un caso serio... poco hay que hacer...
“Pst…” One of the doctors shrugged in discouragement, “It is a very serious case…There is little we can do.”
--¡Sólo eso me faltaba!--resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.
“This is all that I needed” Jordan exploded, drumming his fingers briskly over the table.
Alicia fué extinguiéndose en subdelirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas olas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.
Alicia was fading away in a sub delirious state from the anemia, worse in the afternoon but that always let up in the early hours. During the day her sickness never advanced, but each morning she woke up livid, in and out of consciousness. Only at night did life seem to leave her in new waves of blood. Always upon waking she had the sensation of a thousand kilos on top of her pinning her to the bed. By the third day this sinking sensation never left her. She could barely move her head. She didn’t want anyone to touch the bed, not to even fluff her pillow. Her twilight terrors came now in the form of monsters dragging themselves toward the bed and climbing up her quilt arduously.
Perdió, luego, el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el rumor ahogado de los eternos pasos de Jordán.
Later she lost consciousness. In her final two days she rambled incessantly in a low voice. All the lights remained mournfully on in the room and in the living room. In the agonizing silence of the house, one could not hear more than the delirious monotone mumbling coming from the bed and the quiet thuds of Jordan’s eternal footsteps.
Murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón.
At last, Alicia died. The servant, returning alone to the room after stripping the bed, looked at the pillow for a moment in surprise.
--Señor--llamó a Jordán en voz baja.--En el almohadón hay manchas que parecen de sangre.
“Señor!” She called out to Jordan in a low voice. “There are stains on the pillow that look like blood.”
Jordán se acercó rápidamente y se dobló a su vez. Efectivamente, sobre la funda, a ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchas de sangre.
Jordan came over quickly and bent over the bed. Indeed, on the pillow cover, on both sides of the dent where Alicia’s head rested, little dark stains could be seen.
--Parecen picaduras--murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.
“They look like bites.” Murmured the servant after a moment of immobile observation.
--Levántelo a la luz--le dijo Jordán.
“Hold it up to the light” Jordan told her.
La sirvienta lo levantó, pero en seguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.
The servant lifted it up but immediately let it fall and stood looking down at it, pale and shaking. Without knowing why, Jordan felt his hair stand up.
--¿Qué hay?--murmuró con la voz ronca.
“What is it?” he murmured with a rough voice.
--Pesa mucho--articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.
“It’s heavy.” She said slowly, still shaking.
Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dió un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los bandós:--sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.
Jordan lifted it up; it was extraordinarily heavy. They brought it with them and over the dining room table Jordan gashed open the pillow cover. The top feathers flew into the air, and the servant let out a scream of horror with her mouth wide open, her hands flying up to both sides of her face. Over the sheets, between the feathers, slowly moved its hairy legs, it was a monstrous animal, a slimy and living ball. It was so swollen that its mouth was barely pronounceable.
Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca--su trompa, mejor dicho--a las sientes de aquella, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido sin duda su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fué vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.
Night after night, since Alicia had fallen into bed, it would stealthily apply its mouth—it’s trunk, more like it—to her temples, sucking her blood. The bite was barely perceptible. The daily fluffing of the pillow without a doubt had slowed its progress at first, but ever since the young woman stopped moving the sucking went at a dizzying speed. In five days and five nights, Alicia was emptied.
Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.
The parasites that live on birds, usually very small, manage to grow to an enormous size under certain conditions. Human blood seemed to be to them particularly favorable, and it’s not unusual to find them on feather pillows.