Miguel de Cervantes Saaveddra

El casamiento engañoso

The Deceitful Marriage

Salía del Hospital de la Resurrección, que está en Valladolid, fuera de la Puerta del Campo, un soldado que, por servirle su espada de báculo y por la flaqueza de sus piernas y amarillez de su rostro, mostraba bien claro que, aunque no era el tiempo muy caluroso, debía de haber sudado en veinte días todo el humor que quizá granjeó en una hora. Iba haciendo pinitos y dando traspiés, como convaleciente; y, al entrar por la puerta de la ciudad, vio que hacia él venía un su amigo, a quien no había visto en más de seis meses; el cual, santiguándose como si viera alguna mala visión, llegándose a él, le dijo: From the Hospital of the Resurrection, which stands just beyond the Puerta del Campo, in Valladolid, there issued one day a soldier, who, by the excessive paleness of his countenance, and the weakness of his limbs, which obliged him to, lean upon his sword, showed clearly to all who set eyes on him that, though the weather was not very warm, he must have sweated a good deal in the last few weeks. He had scarcely entered the gate of the city, with tottering steps, when he was accosted by an old friend who had not seen him for the last six months, and who approached the invalid, making signs of the cross as if he had seen a ghost.
¿Qué es esto, señor alférez Campuzano? ¿Es posible que está vuesa merced en esta tierra? ¡Como quien soy que le hacía en Flandes, antes terciando allá la pica que arrastrando aquí la espada! ¿Qué color, qué flaqueza es ésa? "What; is all this?" he cried; "do I, indeed, behold the Señor Alferez[1] Campuzano? Is it possible that I really see you in this country? Why, I thought you were in Flanders trailing a pike, instead of hobbling along with your sword for a walking-stick. How pale—how emaciated you look!"
A lo cual respondió Campuzano: A lo si estoy en esta tierra o no, señor licenciado Peralta, el verme en ella le responde; a las demás preguntas no tengo qué decir, sino que salgo de aquel hospital de sudar catorce cargas de bubas que me echó a cuestas una mujer que escogí por mía, que non debiera. "As to whether I am in this country or elsewhere, Sigñor Licentiate Peralta, the fact that you now see me is a sufficient answer," replied Campuzano; "as for your other questions, all I can tell you is, that I have just come out of that hospital, where I have been confined for a long time in a dreadful state of health, brought upon me by the conduct of a woman I was indiscreet enough to make my wife."
¿Luego casóse vuesa merced? replicó Peralta. "You have been married, then?" said Peralta.
Sí, señor respondió Campuzano. "Yes, Señor."
Sería por amores dijo Peralta, y tales casamientos traen consigo aparejada la ejecución del arrepentimiento. "Married without benefit of clergy, I presume. Marriages of that sort bring their own penance with them."
No sabré decir si fue por amores respondió el alférez, aunque sabré afirmar que fue por dolores, pues de mi casamiento, o cansamiento, saqué tantos en el cuerpo y en el alma, que los del cuerpo, para entretenerlos, me cuestan cuarenta sudores, y los del alma no hallo remedio para aliviarlos siquiera. Pero, porque no estoy para tener largas pláticas en la calle, vuesa merced me perdone; que otro día con más comodidad le daré cuenta de mis sucesos, que son los más nuevos y peregrinos que vuesa merced habrá oído en todos los días de su vida. "Whether it was without benefit of clergy I cannot say," replied the Alferez; "but I can safely aver that it was not without benefit of physic. Such were the torments of body and soul which my marriage brought upon me, that those of the body cost me forty sudations to cure them, and, as for those of the soul, there is no remedy at all that can relieve them. But excuse me, if I cannot hold a long conversation in the street; another day I will, with more convenience, relate to you my adventures, which are the strangest and most singular you ever heard in all the days of your life."
No ha de ser así dijo el licenciado, sino que quiero que venga conmigo a mi posada, y allí haremos penitencia juntos; que la olla es muy de enfermo, y, aunque está tasada para dos, un pastel suplirá con mi criado; y si la convalecencia lo sufre, unas lonjas de jamón de Rute nos harán la salva, y, sobre todo, la buena voluntad con que lo ofrezco, no sólo esta vez, sino todas las que vuesa merced quisiere. "That will not do," said the licentiate; "I must have you come to my lodgings, and there we will do penance together.[2] You will have an olla, very fit for a sick man; and though it is scantly enough for two, we will make up the deficiency with a pie and a few slices of Rute ham, and, above all, with a hearty welcome, not only now, but whenever you choose to claim it."
Agradecióselo Campuzano y aceptó el convite y los ofrecimientos. Campuzano accepted the polite invitation.
Fueron a San Llorente, oyeron misa, llevóle Peralta a su casa, diole lo prometido y ofrecióselo de nuevo, y pidióle, en acabando de comer, le contase los sucesos que tanto le había encarecido. No se hizo de rogar Campuzano; antes, comenzó a decir desta manera: They turned into the church of San Lorente and heard mass, and then Peralta took his friend home, treated him as he had promised, repeated his courteous offers, and requested him after dinner to relate his adventures. Campuzano, without more ado, began as follows:—
«Bien se acordará vuesa merced, señor licenciado Peralta, como yo hacía en esta ciudad camarada con el capitán Pedro de Herrera, que ahora está en Flandes.» You remember, Señor Licentiate Peralta, how intimate I was in this city with Captain Pedro de Herrera, who is now in Flanders.
Bien me acuerdo respondió Peralta. "I remember it very well," replied Peralta.
«Pues un día prosiguió Campuzano que acabábamos de comer en aquella posada de la Solana, donde vivíamos, entraron dos mujeres de gentil parecer con dos criadas: la una se puso a hablar con el capitán en pie, arrimados a una ventana; y la otra se sentó en una silla junto a mí, derribado el manto hasta la barba, sin dejar ver el rosto más de aquello que concedía la raridad del manto; y, aunque le supliqué que por cortesía me hiciese merced de descubrirse, no fue posible acabarlo con ella, cosa que me encendió más el deseo de verla. Y, para acrecentarle más, o ya fuese de industria [o] acaso, sacó la señora una muy blanca mano con muy buenas sortijas. Well, one day when we had done dinner in the Posada della Solana, where we lived, there came in two ladies of genteel appearance, with two waiting women: one of the ladies entered into conversation with the Captain, both leaning against a window; the other sat down in a chair beside me, with her veil low down, so that I could not see her face, except so far as the thinness of the texture allowed. I entreated her to do me the favour to unveil, but I could not prevail, which the more inflamed my desire to have sight of her; but what especially increased my curiosity was that, whether on purpose, or by chance, the lady displayed a very white hand, with very handsome rings.
Estaba yo entonces bizarrísimo, con aquella gran cadena que vuesa merced debió de conocerme, el sombrero con plumas y cintillo, el vestido de colores, a fuer de soldado, y tan gallardo, a los ojos de mi locura, que me daba a entender que las podía matar en el aire. Con todo esto, le rogué que se descubriese, a lo que ella me respondió: ′′No seáis importuno: casa tengo, haced a un paje que me siga; que, aunque yo soy más honrada de lo que promete esta respuesta, todavía, a trueco de ver si responde vuestra discreción a vuestra gallardía, holgaré de que me veáis′′. Beséle las manos por la grande merced que me hacía, en pago de la cual le prometí montes de oro. Acabó el capitán su plática; ellas se fueron, siguiólas un criado mío. Díjome el capitán que lo que la dama le quería era que le llevase unas cartas a Flandes a otro capitán, que decía ser su primo, aunque él sabía que no era sino su galán. At that time I made a very gallant appearance with that great chain you have seen me wear, my hat with plumes and bands, my flame-coloured military garments, and, in the eyes of my own folly, I seemed so engaging that I imagined all the women must fall in love with me! Well, I implored her to unveil. "Be not importunate," she replied; "I have a house; let a servant follow me; for though I am of more honourable condition than this reply of mine would indicate, yet for the sake of seeing whether your discretion corresponds to your gallant appearance, I will allow you to see me with less reserve." I kissed her hand for the favour she granted me, in return for which I promised mountains of gold. The captain ended his conversation, the ladies went away, and a servant of mine followed them. The captain told me that what the lady had been asking of him was to take some letters to Flanders to another captain, who she said was her cousin, though he knew he was nothing but her gallant.
»Yo quedé abrasado con las manos de nieve que había visto, y muerto por el rostro que deseaba ver; y así, otro día, guiándome mi criado, dióseme libre entrada. Hallé una casa muy bien aderezada y una mujer de hasta treinta años, a quien conocí por las manos. No era hermosa en estremo, pero éralo de suerte que podía enamorar comunicada, porque tenía un tono de habla tan suave que se entraba por los oídos en el alma. Pasé con ella luengos y amorosos coloquios, blasoné, hendí, rajé, ofrecí, prometí y hice todas las demonstraciones que me pareció ser necesarias para hacerme bienquisto con ella. Pero, como ella estaba hecha a oír semejantes o mayores ofrecimientos y razones, parecía que les daba atento oído antes que crédito alguno. Finalmente, nuestra plática se pasó en flores cuatro días que continué en visitalla, sin que llegase a coger el fruto que deseaba. For my part I was all on fire for the snow-white hands I had seen, and dying for a peep at the face; so I presented myself next day at the door which my servant pointed out to me, and was freely admitted. I found myself in a house very handsomely decorated and furnished, in presence of a lady about thirty years of age, whom I recognised by her hands. Her beauty was not extraordinary, but of a nature well suited to fascinate in conversation; for she talked with a sweetness of tone that won its way through the ears to the soul. I had long tête-à-têtes with her, in which I made love with all my might: I bragged, bounced, swaggered, offered, promised, and made all the demonstrations I thought necessary to work myself into her good graces; but as she was accustomed to such offers and protestations, she listened to them with an attentive, but apparently far from credulous ear. In short, during the four days I continued to visit her, our intercourse amounted only to talking soft nonsense, without my being able to gather the tempting fruit.
»En el tiempo que la visité, siempre hallé la casa desembarazada, sin que viese visiones en ella de parientes fingidos ni de amigos verdaderos; servíala una moza más taimada que simple. Finalmente, tratando mis amores como soldado que está en víspera de mudar, apuré a mi señora doña Estefanía de Caicedo (que éste es el nombre de la que así me tiene) y respondíome: ′′Señor alférez Campuzano, simplicidad sería si yo quisiese venderme a vuesa merced por santa: pecadora he sido, y aun ahora lo soy, pero no de manera que los vecinos me murmuren ni los apartados me noten. Ni de mis padres ni de otro pariente heredé hacienda alguna, y con todo esto vale el menaje de mi casa, bien validos, dos mil y quinientos escudos; y éstos en cosas que, puestas en almoneda, lo que se tardare en ponellas se tardará en convertirse en dineros. Con esta hacienda busco marido a quien entregarme y a quien tener obediencia; a quien, juntamente con la enmienda de mi vida, le entregaré una increíble solicitud de regalarle y servirle; porque no tiene príncipe cocinero más goloso ni que mejor sepa dar el punto a los guisados que le sé dar yo, cuando, mostrando ser casera, me quiero poner a ello. Sé ser mayordomo en casa, moza en la cocina y señora en la sala; en efeto, sé mandar y sé hacer que me obedezcan. No desperdicio nada y allego mucho; mi real no vale menos, sino mucho más cuando se gasta por mi orden. La ropa blanca que tengo, que es mucha y muy buena, no se sacó de tiendas ni lenceros; estos pulgares y los de mis criadas la hilaron; y si pudiera tejerse en casa, se tejiera. Digo estas alabanzas mías porque no acarrean vituperio cuando es forzosa la necesidad de decirlas. Finalmente, quiero decir que yo busco marido que me ampare, me mande y me honre, y no galán que me sirva y me vitupere. Si vuesa merced gustare de aceptar la prenda que se le ofrece, aquí estoy mo[l]iente y corriente, sujeta a todo aquello que vuesa merced ordenare, sin andar en venta, que es lo mismo andar en lenguas de casamenteros, y no hay ninguno tan bueno para concertar el todo como las mismas partes′′. In the course of my visits I always found the house free from intruders, and without a vestige of pretended relations or real gallants. She was waited on by a girl in whom there was more of the rogue than the simpleton. At last resolving to push my suit in the style of a soldier, who is about to shift his quarters, I came to the point with my fair one, Doña Estefania de Caycedo (for that is the name of my charmer), and this was the answer she gave me:—"Señor Alferez Campuzano, I should be a simpleton if I sought to pass myself off on you for a saint; I have been a sinner, ay, and am one still, but not in a manner to become a subject of scandal in the neighbourhood or of notoriety in public. I have inherited no fortune either from my parents or any other relation; and yet the furniture of my house is worth a good two thousand five hundred ducats, and would fetch that sum it put up to auction at any moment. With this property I look for a husband to whom I may devote myself in all obedience, and with whom I may lead a better life, whilst I apply myself with incredible solicitude to the task of delighting and serving him; for there is no master cook who can boast of a more refined palate, or can turn out more exquisite ragouts and made-dishes than I can, when I choose to display my housewifery in that way. I can be the major domo in the house, the tidy wench in the kitchen, and the lady in the drawing room: in fact, I know how to command and make myself obeyed. I squander nothing and accumulate a great deal; my coin goes all the further for being spent under my own directions. My household linen, of which I have a large and excellent stock, did not come out of drapers′ shops or warehouses; these fingers and those of my maid servants stitched it all, and it would have been woven at home had that been possible. If I give myself these commendations, it is because I cannot incur your censure by uttering what it is absolutely necessary that you should know. In fine, I wish to say that I desire a husband to protect, command, and honour me, and not a gallant to flatter and abuse me: if you like to accept the gift that is offered you, here I am, ready and willing to put myself wholly at your disposal, without going into the public market with my hand, for it amounts to no less to place oneself at the mercy of match-makers′ tongues, and no one is so fit to arrange the whole affair as the parties themselves."
»Yo, que tenía entonces el juicio, no en la cabeza, sino en los carcañares, haciéndoseme el deleite en aquel punto mayor de lo que en la imaginación le pintaba, y ofreciéndoseme tan a la vista la cantidad de hacienda, que ya la contemplaba en dineros convertida, sin hacer otros discursos de aquellos a que daba lugar el gusto, que me tenía echados grillos al entendimiento, le dije que yo era el venturoso y bien afortunado en haberme dado el cielo, casi por milagro, tal compañera, para hacerla señora de mi voluntad y de mi hacienda, que no era tan poca que no valiese, con aquella cadena que traía al cuello y con otras joyuelas que tenía en casa, y con deshacerme de algunas galas de soldado, más de dos mil ducados, que juntos con los dos mil y quinientos suyos, era suficiente cantidad para retirarnos a vivir a una aldea de donde yo era natural y adonde tenía algunas raíces; hacienda tal que, sobrellevada con el dinero, vendiendo los frutos a su tiempo, nos podía dar una vida alegre y descansada. My wits were not in my head at that moment, but in my heels. Delighted beyond imagination, and seeing before me such a quantity of property, which I already beheld by anticipation converted into ready money, without making any other reflections than those suggested by the longing that fettered my reason, I told her that I was fortunate and blest above all men since heaven had given me by a sort of miracle such a companion, that I might make her the lady of my affections and my fortune,—a fortune which was not so small, but that with that chain which I wore round my neck, and other jewels which I had at home, and by disposing of some military finery, I could muster more than two thousand ducats, which, with her two thousand five hundred, would be enough for us to retire upon to a village of which I was a native, and where I had relations and some patrimony. Its yearly increase, helped by our money, would enable us to lead a cheerful and unembarrassed life.
»En resolución, aquella vez se concertó nuestro desposorio, y se dio traza cómo los dos hiciésemos información de solteros, y en los tres días de fiesta que vinieron luego juntos en una Pascua se hicieron las amonestaciones, y al cuarto día nos desposamos, hallándose presentes al desposorio dos amigos míos y un mancebo que ella dijo ser primo suyo, a quien yo me ofrecí por pariente con palabras de mucho comedimiento, como lo habían sido todas las que hasta entonces a mi nueva esposa había dado, con intención tan torcida y traidora que la quiero callar; porque, aunque estoy diciendo verdades, no son verdades de confesión, que no pueden dejar de decirse. In fine, our union was at once agreed on; the banns were published on three successive holidays (which happened to fall together), and on the fourth day, the marriage was celebrated in the presence of two mends of mine, and a youth who she said was her cousin, and to whom I introduced myself as a relation with words of great urbanity. Such, indeed, were all those which hitherto I had bestowed on my bride—with how crooked and treacherous an intention I would rather not say; for though I am telling truths, they are not truths under confession which must not be kept back.
»Mudó mi criado el baúl de la posada a casa de mi mujer; encerré en él, delante della, mi magnífica cadena; mostréle otras tres o cuatro, si no tan grandes, de mejor hechura, con otros tres o cuatro cintillos de diversas suertes; hícele patentes mis galas y mis plumas, y entreguéle para el gasto de casa hasta cuatrocientos reales que tenía. Seis días gocé del pan de la boda, espaciándome en casa como el yerno ruin en la del suegro rico. Pisé ricas alhombras, ahajé sábanas de holanda, alumbréme con candeleros de plata; almorzaba en la cama, levantábame a las once, comía a las doce y a las dos sesteaba en el estrado; bailábanme doña Estefanía y la moza el agua delante. Mi mozo, que hasta allí le había conocido perezoso y lerdo, se había vuelto un corzo. El rato que doña Estefanía faltaba de mi lado, la habían de hallar en la cocina, toda solícita en ordenar guisados que me despertasen el gusto y me avivasen el apetito. Mis camisas, cuellos y pañuelos eran un nuevo Aranjuez de flores, según olían, bañados en la agua de ángeles y de azahar que sobre ellos se derramaba. My servant removed my trunk from my lodgings to my wife′s house. I put by my magnificent chain in my wife′s presence; showed her three or four others, not so large, but of better workmanship, with three or four other trinkets of various kinds; laid before her my best dresses and my plumes, and gave her about four hundred reals, which I had, to defray the household expenses. For six days I tasted the bread of wedlock, enjoying myself like a beggarly bridegroom in the house of a rich father-in-law. I trod on rich carpets, lay in holland sheets, had silver candlesticks to light me, breakfasted in bed, rose at eleven o′clock, dined at twelve, and at two took my siesta in the drawing-room. Doña Estefania and the servant girl danced attendance upon me; my servant, whom I had always found lazy, was suddenly become nimble as a deer. If ever Doña Estefania quitted my side, it was to go to the kitchen and devote all her care to preparing fricassees to please my palate and quicken my appetite. My shirts, collars, and handkerchiefs were a very Aranjuez of flowers, so drenched they were with fragrant waters.
»Pasáronse estos días volando, como se pasan los años, que están debajo de la jurisdición del tiempo; en los cuales días, por verme tan regalado y tan bien servido, iba mudando en buena la mala intención con que aquel negocio había comenzado. Al cabo de los cuales, una mañana, que aún estaba con doña Estefanía en la cama, llamaron con grandes golpes a la puerta de la calle. Asomóse la moza a la ventana y, quitándose al momento, dijo: ′′¡Oh, que sea ella la bien venida! ¿Han visto, y cómo ha venido más presto de lo que escribió el otro día?′′ Those days flew fast, like the years which are under the jurisdiction of time; and seeing myself so regaled and so well treated, I began to change for the better the evil intention with which I had begun this affair. At the end of them, one morning, whilst I was still in bed with Doña Estefania, there was a loud knocking and calling at the street door. The servant girl put her head out of the window, and immediately popped it in again, saying,—"There she is, sure enough; she is come sooner than she mentioned in her letter the other day, but she is welcome!"
′′¿Quién es la que ha venido, moza?′′, le pregunté. ′′¿Quién?′′, respondió ella.′′ Es mi señora doña Clementa Bueso, y viene con ella el señor don Lope Meléndez de Almendárez, con otros dos criados, y Hortigosa, la dueña que llevó consigo′′. "Who′s come, girl?" said I. "Who?" she replied; "why, my lady Doña Clementa Bueso, and with her señor Don Lope Melendez de Almendarez, with two other servants, and Hortigosa, the dueña she took with her."
′′¡Corre, moza, bien haya yo, y ábrelos!′′, dijo a este punto doña Estefanía; ′′y vos, señor, por mi amor que no os alborotéis ni respondáis por mí a ninguna cosa que contra mí oyéredes′′. ′′Pues ¿quién ha de deciros cosa que os ofenda, y más estando yo delante? Decidme: ¿qué gente es ésta?, que me parece que os ha alborotado su venida′′. ′′No tengo lugar de responderos′′, dijo doña Estefanía: ′′sólo sabed que todo lo que aquí pasare es fingido y que tira a cierto designio y efeto que después sabréis′′. "Bless me! Run, wench, and open the door for them," Doña Estefania now exclaimed; "and you, señor, as you love me, don′t put yourself out, or reply for me to anything you may hear said against me." "Why, who is to say anything to offend you, especially when I am by? Tell me, who are these people, whose arrival appears to have upset you?" "I have no time to answer," said Doña Estefania; "only be assured that whatever takes place here will be all pretended, and bears upon a certain design which you shall know by and by."
»Y, aunque quisiera replicarle a esto, no me dio lugar la señora doña Clementa Bueso, que se entró en la sala, vestida de raso verde prensado, con muchos pasamanos de oro, capotillo de lo mismo y con la misma guarnición, sombrero con plumas verdes, blancas y encarnadas, y con rico cintillo de oro, y con un delgado velo cubierta la mitad del rostro. Entró con ella el señor don Lope Meléndez de Almendárez, no menos bizarro que ricamente vestido de camino. La dueña Hortigosa fue la primera que habló, diciendo: Before I could make any reply to this, in walked Doña Clementa Bueso, dressed in lustrous green satin, richly laced with gold, a hat with green, white, and pink feathers, a gold hat-band, and a fine veil covering half her face. With her entered Don Lope Melendez de Almendarez in a travelling suit, no less elegant than rich. The dueña Hortigosa was the first who opened her lips, exclaiming,
′′¡Jesús! ¿Qué es esto? ¿Ocupado el lecho de mi señora doña Clementa, y más con ocupación de hombre? ¡Milagros veo hoy en esta casa! ¡A fe que se ha ido bien del pie a la mano la señora doña Estefanía, fiada en la amistad de mi señora!′′ ′ "Saints and angels, what is this! My lady Doña Clementa′s bed occupied, and by a man too! Upon my faith, the señora Doña Estefania has availed herself of my lady′s friendliness to some purpose!"
′Yo te lo prometo, Hortigosa′′, replicó doña Clementa; ′′pero yo me tengo la culpa. ¡Que jamás escarmiente yo en tomar amigas que no lo saben ser si no es cuando les viene a cuento!′′ A todo lo cual respondió doña Estefanía: ′′No reciba vuesa merced pesadumbre, mi señora doña Clementa Bueso, y entienda que no sin misterio vee lo que vee en esta su casa: que, cuando lo sepa, yo sé que quedaré desculpada y vuesa merced sin ninguna queja′′. "That she has, Hortigosa," replied Doña Clementa; "but I blame myself for never being on my guard against friends who can only be such when it is for their own advantage." To all this Doña Estefania replied: "Pray do not be angry, my lady Doña Clementa. I assure you there is a mystery in what you see; and when you are made acquainted with it you will acquit me of all blame."
»En esto, ya me había puesto yo en calzas y en jubón; y, tomándome doña Estefanía por la mano, me llevó a otro aposento, y allí me dijo que aquella su amiga quería hacer una burla a aquel don Lope que venía con ella, con quien pretendía casarse; y que la burla era darle a entender que aquella casa y cuanto estaba en ella era todo suyo, de lo cual pensaba hacerle carta de dote; y que hecho el casamiento se le daba poco que se descubriese el engaño, fiada en el grande amor que el don Lope la tenía. ′′Y luego se me volverá lo que es mío, y no se le tendrá a mal a ella, ni a otra mujer alguna, de que procure buscar marido honrado, aunque sea por medio de cualquier enbuste′′. During this time I had put on my hose and doublet, and Doña Estefania, taking me by the hand, led me into another room. There she told me that this friend of hers wanted to play a trick on that Don Lope who was come with her, and to whom she expected to be married. The trick was to make him believe that the house and everything in it belonged to herself. Once married, it would matter little that the truth was discovered, so confident was the lady in the great love of Don Lope; the property would then be returned; and who could blame her, or any woman, for contriving to get an honourable husband, though it were by a little artifice?
»Yo le respondí que era grande estremo de amistad el que quería hacer, y que primero se mirase bien en ello, porque después podría ser tener necesidad de valerse de la justicia para cobrar su hacienda. Pero ella me respondió con tantas razones, representando tantas obligaciones que la obligaban a servir a doña Clementa, aun en cosas de más importancia, que, mal de mi grado y con remordimiento de mi juicio, hube de condecender con el gusto de doña Estefanía, asegurándome ella que solos ocho días podía durar el embuste, los cuales estaríamos en casa de otra amiga suya. Acabámonos de vestir ella y yo, y luego, entrándose a despedir de la señora doña Clementa Bueso y del señor don Lope Meléndez de Almendárez, hizo a mi criado que se cargase el baúl y que la siguiese, a quien yo también seguí, sin despedirme de nadie. I replied that it was a very great stretch of friendship she thought of making, and that she ought to look well to it beforehand, for very probably she might be constrained to have recourse to justice to recover her effects. She gave me, however, so many reasons, and alleged so many obligations by which she was bound to serve Doña Clementa even in matters of more importance, that much against my will, and with sore misgivings, I complied with Doña Estefania′s wishes, on the assurance that the affair would not last more than eight days, during which we were to lodge with another friend of hers. We finished dressing; she went to take her leave of the señora Doña Clementa Bueso and the señor Lope Melendez Almendarez, ordered my servant to follow her with my luggage, and I too followed without taking leave of any one.
»Paró doña Estefanía en casa de una amiga suya, y, antes que entrásemos dentro, estuvo un buen espacio hablando con ella, al cabo del cual salió una moza y dijo que entrásemos yo y mi criado. Llevónos a un aposento estrecho, en el cual había dos camas tan juntas que parecían una, a causa que no había espacio que las dividiese, y las sábanas de entrambas se besaban. En efeto, allí estuvimos seis días, y en todos ellos no se pasó hora que no tuviésemos pendencia, diciéndole la necedad que había hecho en haber dejado su casa y su hacienda, aunque fuera a su misma madre. Doña Estefania stopped at a friend′s house, and stayed talking with her a good while, leaving us in the street, till at last a girl came out and told me and my servant to come in. We went up stairs to a small room in which there were two beds so close together that they seemed but one, for the bed-clothes actually touched each other. There we remained six days, during which not an hour passed in which we did not quarrel; for I was always telling her what a stupid thing she had done in giving up her house and goods, though it were to her own mother.
»En esto, iba yo y venía por momentos; tanto, que la huéspeda de casa, un día que doña Estefanía dijo que iba a ver en qué término estaba su negocio, quiso saber de mí qué era la causa que me movía a reñir tanto con ella, y qué cosa había hecho que tanto se la afeaba, diciéndole que había sido necedad notoria más que amistad perfeta. Contéle todo el cuento, y cuando llegué a decir que me había casado con doña Estefanía, y la dote que trujo y la simplicidad que había hecho en dejar su casa y hacienda a doña Clementa, aunque fuese con tan sana intención como era alcanzar tan principal marido como don Lope, se comenzó a santiguar y a hacerse cruces con tanta priesa, y con tanto ′′¡Jesús, Jesús, de la mala hembra!′′, que me puso en gran turbación; y al fin me dijo: One day, when Doña Estefania had gone out, as she said, to see how her business was going on, the woman of the house asked me what was the reason of my wrangling so much with my wife, and what had she done for which I scolded her so much, saying it was an act of egregious folly rather than of perfect friendship. I told her the whole story, how I had married Doña Estefania, the dower she had brought me, and the folly she had committed in leaving her house and goods to Doña Clementa, even though it was for the good purpose of catching such a capital husband as Don Lope. Thereupon the woman began to cross and bless herself at such a rate, and to cry out, "O, Lord! O, the jade!" that she put me into a great state of uneasiness. At last,
′′Señor alférez, no sé si voy contra mi conciencia en descubriros lo que me parece que también la cargaría si lo callase; pero, a Dios y a ventura, sea lo que fuere, ¡viva la verdad y muera la mentira! La verdad es que doña Clementa Bueso es la verdadera señora de la casa y de la hacienda de que os hicieron la dote; la mentira es todo cuanto os ha dicho doña Estefanía: que ni ella tiene casa, ni hacienda, ni otro vestido del que trae puesto. Y el haber tenido lugar y espacio para hacer este embuste fue que doña Clementa fue a visitar unos parientes suyos a la ciudad de Plasencia, y de allí fue a tener novenas en Nuestra Señora de Guadalupe, y en este entretanto dejó en su casa a doña Estefanía, que mirase por ella, porque, en efeto, son grandes amigas; aunque, bien mirado, no hay que culpar a la pobre señora, pues ha sabido granjear a una tal persona como la del señor alférez por marido′′. "Señor Alferez," said she, "I don′t know but I am going against my conscience in making known to you what I feel would lie heavy on it if I held my tongue. Here goes, however, in the name of God,—happen what may, the truth for ever, and lies to the devil! The truth is, that Doña Clementa Bueso is the real owner of the house and property which you have had palmed upon you for a dower; the lies are every word that Doña Estefania has told you, for she has neither house nor goods, nor any clothes besides those on her back. What gave her an opportunity for this trick was that Doña Clementa went to visit one of her relations in the city of Plasencia, and there to perform a novenary in the church of our Lady of Guadalupe, meanwhile leaving Doña Estefania to look after her house, for in fact they are great friends. And after all, rightly considered, the poor señora is not to blame, since she has had the wit to get herself such a person as the Señor Alferez for a husband."
»Aquí dio fin a su plática y yo di principio a desesperarme, y sin duda lo hiciera si tantico se descuidara el ángel de mi guarda en socorrerme, acudiendo a decirme en el corazón que mirase que era cristiano y que el mayor pecado de los hombres era el de la desesperación, por ser pecado de demonios. Esta consideración o buena inspiración me conhortó algo; pero no tanto que dejase de tomar mi capa y espada y salir a buscar a doña Estefanía, con prosupuesto de hacer en ella un ejemplar castigo; pero la suerte, que no sabré decir si mis cosas empeoraba o mejoraba, ordenó que en ninguna parte donde pensé hallar a doña Estefanía la hallase. Fuime a San Llorente, encomendéme a Nuestra Señora, sentéme sobre un escaño, y con la pesadumbre me tomó un sueño tan pesado, que no despertara tan presto si no me despertaran. Here she came to an end, leaving me almost desperate; and without doubt I should have become wholly so, if my guardian angel had failed in the least to support me, and whisper to my heart that I ought to consider I was a Christian, and that the greatest sin men can be guilty of is despair, since it is the sin of devils. This consideration, or good inspiration, comforted me a little; not so much, however, but that I took my cloak and sword, and went out in search of Doña Estefania, resolved to inflict upon her an exemplary chastisement; but chance ordained, whether for my good or not I cannot tell, that she was not to be found in any of the places where I expected to fall in with her. I went to the church of San Lorente, commended me to our Lady, sat down on a bench, and in my affliction fell into so deep a sleep that I should not have awoke for a long time if others had not roused me.
»Fui lleno de pensamientos y congojas a casa de doña Clementa, y halléla con tanto reposo como señora de su casa; no le osé decir nada, porque estaba el señor don Lope delante. Volví en casa de mi huéspeda, que me dijo haber contado a doña Estefanía como yo sabía toda su maraña y embuste; y que ella le preguntó qué semblante había yo mostrado con tal nueva, y que le había respondido que muy malo, y que, a su parecer, había salido yo con mala intención y con peor determinación a buscarla. Díjome, finalmente, que doña Estefanía se había llevado cuanto en el baúl tenía, sin dejarme en él sino un solo vestido de camino. ¡Aquí fue ello! ¡Aquí me tuvo de nuevo Dios de su mano! Fui a ver mi baúl, y halléle abierto y como sepultura que esperaba cuerpo difunto, y a buena razón había de ser el mío, si yo tuviera entendimiento para saber sentir y ponderar tamaña desgracia.» I went with a heavy heart to Doña Clementa′s, and found her as much at ease as a lady should be in her own house. Not daring to say a word to her, because Señor Don Lope was present, I returned to my landlady, who told me she had informed Doña Estefania that I was acquainted with her whole roguery; that she had asked how I had seemed to take the news; that she, the landlady, said I had taken it very badly, and had gone out to look for her, apparently with the worst intentions; whereupon Doña Estefania had gone away, taking with her all that was in my trunk, only leaving me one travelling coat. I flew to my trunk, and found it open, like a coffin waiting for a dead body; and well might it have been my own, if sense enough had been left me to comprehend the magnitude of my misfortune.
Bien grande fue dijo a esta sazón el licenciado Peralta haberse llevado doña Estefanía tanta cadena y tanto cintillo; que, como suele decirse, todos los duelos..., etc. "Great it was, indeed," observed the licentiate Peralta; "only to think that Doña Estefania carried off your fine chain and hat-band! Well, it is a true saying, ′Misfortunes never come single.′"
Ninguna pena me dio esa falta respondió el alférez, pues también podré decir: ′′Pensóse don Simueque que me engañaba con su hija la tuerta, y por el Dío, contrecho soy de un lado′′. I do not so much mind that loss, replied the Alferez, since I may apply to myself the old saw, "My father-in-law thought to cheat me by putting off his squinting daughter upon me; and I myself am blind of an eye."
No sé a qué propósito puede vuesa merced decir eso respondió Peralta. "I don′t know in what respect you can say that?" replied Peralta.
El propósito es respondió el alférez de que toda aquella balumba y aparato de cadenas, cintillos y brincos podía valer hasta diez o doce escudos. Why, in this respect, that all that lot of chains and gewgaws might be worth some ten or twelve crowns.
Eso no es posible replicó el licenciado; porque la que el señor alférez traía al cuello mostraba pesar más de docientos ducados. "Impossible!" exclaimed the licentiate; "for that which the Señor Alferez wore on his neck must have weighed more than two hundred ducats."
Así fuera respondió el alférez si la verdad respondiera al parecer; pero como no es todo oro lo que reluce, las cadenas, cintillos, joyas y brincos, con sólo ser de alquimia se contentaron; pero estaban tan bien hechas, que sólo el toque o el fuego podía descubrir su malicia. So it would have done, replied the Alferez, if the reality had corresponded with the appearance; but "All is not gold that glitters," and my fine things were only imitations, but so well made that nothing but the touchstone or the fire could have detected that they were not genuine.
Desa manera dijo el licenciado, entre vuesa merced y la señora doña Estefania, pata es la traviesa. "So, then, it seems to have been a drawn game between you and the Señora Doña Estefania," said the licentiate.
Y tan pata respondió el alférez, que podemos volver a barajar; pero el daño está, señor licenciado, en que ella se podrá deshacer de mis cadenas y yo no de la falsía de su término; y en efeto, mal que me pese, es prenda mía. So much so that we may shuffle the cards and make a fresh deal. Only the mischief is, Señor Licentiate, that she may get rid of my mock chains, but I cannot get rid of the cheat she put upon me; for, in spite of my teeth, she remains my wife.
Dad gracias a Dios, señor Campuzano dijo Peralta, que fue prenda con pies, y que se os ha ido, y que no estáis obligado a buscarla. "You may thank God, Señor Campuzano," said Peralta, "that your wife has taken to her heels, and that you are not obliged to go in search of her."
Así es respondió el alférez; pero, con todo eso, sin que la busque, la hallo siempre en la imaginación, y, adondequiera que estoy, tengo mi afrenta presente. Very true; but for all that, even without looking for her, I always find her—in imagination; and wherever I am, my disgrace is always present before me.
No sé qué responderos dijo Peralta, si no es traeros a la memoria dos versos de Petrarca, que dicen: "I know not what answer to make you, except to remind you of these two verses of Petrarch:—
Ché, qui prende dicleto di far fiode;
Non si de lamentar si altri l′ingana. {/DIV>
"′Che qui prende diletto di far frode,
Non s′ha di lamentar s′altro l′inganna.′
Que responden en nuestro castellano: "Que el que tiene costumbre y gusto de engañar a otro no se debe quejar cuando es engañado". That is to say, whoever makes it his practice and his pleasure to deceive others, has no right to complain when he is himself deceived."
Yo no me quejo respondió el alférez, sino lastímome: que el culpado no por conocer su culpa deja de sentir la pena del castigo. Bien veo que quise engañar y fui engañado, porque me hirieron por mis propios filos; pero no puedo tener tan a raya el sentimiento que no me queje de mí mismo. «Finalmente, por venir a lo que hace más al caso a mi historia (que este nombre se le puede dar al cuento de mis sucesos), digo que supe que se había llevado a doña Estefanía el primo que dije que se halló a nuestros desposorios, el cual de luengos tiempos atrás era su amigo a todo ruedo. No quise buscarla, por no hallar el mal que me faltaba. Mudé posada y mudé el pelo dentro de pocos días, porque comenzaron a pelárseme las cejas y las pestañas, y poco a poco me dejaron los cabellos, y antes de edad me hice calvo, dándome una enfermedad que llaman lupicia, y por otro nombre más claro, la pelarela. Halléme verdaderamente hecho pelón, porque ni tenía barbas que peinar ni dineros que gastar. Fue la enfermedad caminando al paso de mi necesidad, y, como la pobreza atropella a la honra, y a unos lleva a la horca y a otros al hospital, y a otros les hace entrar por las puertas de sus enemigos con ruegos y sumisiones (que es una de las mayores miserias que puede suceder a un desdichado), por no gastar en curarme los vestidos que me habían de cubrir y honrar en salud, llegado el tiempo en que se dan los sudores en el Hospital de la Resurrección, me entré en él, donde he tomado cuarenta sudores. Dicen que quedaré sano si me guardo: espada tengo, lo demás Dios lo remedie.» But I don′t complain, replied the Alferez; only I pity myself—for the culprit who knows his fault does not the less feel the pain of his punishment. I am well aware that I sought to deceive and that I was deceived, and caught in my own snare; but I cannot command my feelings so much as not to lament over myself. To come, however, to what more concerns my history (for I may give that name to the narrative of my adventures), I learned that Doña Estefania had been taken away by that cousin whom she brought to our wedding, who had been a lover of hers of long standing. I had no mind to go after her and bring back upon myself an evil I was rid of. I changed my lodgings and my skin too within a few days. My eyebrows and eyelashes began to drop; my hair left me by degrees; and I was bald before my time, and stripped of everything; for I had neither a beard to comb nor money to spend. My illness kept pace with my want; and as poverty bears down honour, drives some to the gallows, some to the hospital, and makes others enter their enemies′ doors with cringing submissiveness, which is one of the greatest miseries that can befall an unlucky man; that I might not expend upon my cure the clothes that should cover me respectably in health, I entered the Hospital of the Resurrection, where I took forty sudations. They say that I shall get well if I take care of myself. I have my sword; for the rest I trust in God.
Ofreciósele de nuevo el licenciado, admirándose de las cosas que le había contado. The licentiate renewed his friendly offers, much wondering at the things he had heard.
Pues de poco se maravilla vuesa merced, señor Peralta dijo el alférez; que otros sucesos me quedan por decir que exceden a toda imaginación, pues van fuera de todos los términos de naturaleza: no quiera vuesa merced saber más, sino que son de suerte que doy por bien empleadas todas mis desgracias, por haber sido parte de haberme puesto en el hospital, donde vi lo que ahora diré, que es lo que ahora ni nunca vuesa merced podrá creer, ni habrá persona en el mundo que lo crea. If you are surprised at the little I have told you, Señor Peralta, said the Alferez, what will you say to the other things I have yet to relate, which exceed all imagination, since they pass all natural bounds? I can only tell you that they are such that I think it a full compensation for all my disasters that they were the cause of my entering the hospital, where I saw what I shall now relate to you; and what you can never believe; no; nor anybody else in the world.
Todos estos preámbulos y encarecimientos que el alférez hacía, antes de contar lo que había visto, encendían el deseo de Peralta de manera que, con no menores encarecimientos, le pidió que luego luego le dijese las maravillas que le quedaban por decir. All these preambles of the Alferez so excited Peralta′s curiosity, that he earnestly desired to hear, in detail, all that remained to be told.
Ya vuesa merced habrá visto dijo el alférez dos perros que con dos lanternas andan de noche con los hermanos de la Capacha, alumbrándoles cuando piden limosna. You have no doubt seen, said the Alferez, two dogs going about by night with lanterns along with the Capuchin brethren, to give them light when they are collecting alms.
Sí he visto respondió Peralta. "I have," replied Peralta.
También habrá visto o oído vuesa merced dijo el alférez lo que dellos se cuenta: que si acaso echan limosna de las ventanas y se cae en el suelo, ellos acuden luego a alumbrar y a buscar lo que se cae, y se paran delante de las ventanas donde saben que tienen costumbre de darles limosna; y, con ir allí con tanta mansedumbre que más parecen corderos que perros, en el hospital son unos leones, guardando la casa con grande cuidado y vigilancia. You have also seen, or heard tell of them, that if alms are thrown from the windows, and happen to fall on the ground, they immediately help with the light and begin to look for what has fallen; that they stop of their own accord before the windows from which they know they are used to receive alms; and that with all their tameness on these occasions, so that they are more like lambs than dogs, they are lions in the hospital, keeping guard with great care and vigilance.
Yo he oído decir dijo Peralta que todo es así, pero eso no me puede ni debe causar maravilla. "I have heard that all this is as you say," said Peralta; "but there is nothing in this to move my wonder."
Pues lo que ahora diré dellos es razón que la cause, y que, sin hacerse cruces, ni alegar imposibles ni dificultades, vuesa merced se acomode a creerlo; y es que yo oí y casi vi con mis ojos a estos dos perros, que el uno se llama Cipión y el otro Berganza, estar una noche, que fue la penúltima que acabé de sudar, echados detrás de mi cama en unas esteras viejas; y, a la mitad de aquella noche, estando a escuras y desvelado, pensando en mis pasados sucesos y presentes desgracias, oí hablar allí junto, y estuve con atento oído escuchando, por ver si podía venir en conocimiento de los que hablaban y de lo que hablaban; y a poco rato vine a conocer, por lo que hablaban, los que hablaban, y eran los dos perros, Cipión y Berganza. But what I shall now tell you of them, returned the Alferez, is enough to do so; yet, strange as it is, you must bring yourself to believe it. One night, the last but one of my sudation, I heard, and all but saw with my eyes those two dogs, one of which is called Scipio, the other Berganza, stretched on an old mat outside my room. In the middle of the night, lying awake in the dark, thinking of my past adventures and my present sorrows, I heard talking, and set myself to listen attentively, to see if I could make out who were the speakers and what they said. By degrees I did both, and ascertained that the speakers were the dogs Scipio and Berganza.
Apenas acabó de decir esto Campuzano, cuando, levantándose el licenciado, dijo: The words were hardly out of Campuzano′s mouth, when the licentiate jumped up and said:
Vuesa merced quede mucho en buen hora, señor Campuzano, que hasta aquí estaba en duda si creería o no lo que de su casamiento me había contado; y esto que ahora me cuenta de que oyó hablar los perros me ha hecho declarar por la parte de no creelle ninguna cosa. Por amor de Dios, señor alférez, que no cuente estos disparates a persona alguna, si ya no fuere a quien sea tan su amigo como yo. "Saving your favour, Señor Campuzano, till this moment I was in much doubt whether or not to believe what you have told me about your marriage; but what you now tell me of your having heard dogs talk, makes me decide upon not believing you at all. For God′s sake, Señor Alferez, do not relate such nonsense to any body, unless it be to one who is as much your friend as I am."
No me tenga vu[e]sa merced por tan ignorante replicó Campuzano que no entienda que, si no es por milagro, no pueden hablar los animales; que bien sé que si los tordos, picazas y papagayos hablan, no son sino las palabras que aprenden y toman de memoria, y por tener la lengua estos animales cómoda para poder pronunciarlas; mas no por esto pueden hablar y responder con discurso concertado, como estos perros hablaron; y así, muchas veces, después que los oí, yo mismo no he querido dar crédito a mí mismo, y he querido tener por cosa soñada lo que realmente estando despierto, con todos mis cinco sentidos, tales cuales nuestro Señor fue servido dármelos, oí, escuché, noté y, finalmente, escribí, sin faltar palabra, por su concierto; de donde se puede tomar indicio bastante que mueva y persuada a creer esta verdad que digo. Las cosas de que trataron fueron grandes y diferentes, y más para ser tratadas por varones sabios que para ser dichas por bocas de perros. Así que, pues yo no las pude inventar de mío, a mi pesar y contra mi opinión, vengo a creer que no soñaba y que los perros hablaban. Do not suppose I am so ignorant, replied Campuzano, as not to know that brutes cannot talk unless by a miracle. I well know that if starlings, jays, and parrots talk, it is only such words as they have learned by rote, and because they have tongues adapted to pronounce them; but they cannot, for all that, speak and reply with deliberate discourse as those dogs did. Many times, indeed, since I heard them I have been disposed not to believe myself, but to regard as a dream that which, being really awake, with all the five senses which our Lord was pleased to give me, I heard, marked, and finally wrote down without missing a word; whence you may derive proof enough to move and persuade you to believe this verity which I relate. The matters they talked of were various and weighty, such as might rather have been discussed by learned men than by the mouths of dogs; so that, since I could not have invented them out of my own head, I am come, in spite of myself, to believe that I did not dream, and that the dogs did talk.
¡Cuerpo de mí! replicó el licenciado. ¡Si se nos ha vuelto el tiempo de Maricastaña, cuando hablaban las calabazas, o el de Isopo, cuando departía el gallo con la zorra y unos animales con otros! "Body of me!" exclaimed the licentiate, "are the times of Ęsop come back to us, when the cock conversed with the fox, and one beast with another?"
Uno dellos sería yo, y el mayor replicó el alférez, si creyese que ese tiempo ha vuelto; y aun también lo sería si dejase de creer lo que oí y lo que vi, y lo que me atreveré a jurar con juramento que oblige y aun fuerce, a que lo crea la misma incredulidad. Pero, puesto caso que me haya engañado, y que mi verdad sea sueño, y el porfiarla disparate, ¿no se holgará vuesa merced, señor Peralta, de ver escritas en un coloquio las cosas que estos perros, o sean quien fueren, hablaron? I should be one of them, and the greatest, replied the Alferez, if I believed that time had returned; and so I should be, too, if I did not believe what I have heard and seen, and what I am ready to swear to by any form of oath that can constrain incredulity itself to believe. But, supposing that I have deceived myself, and that this reality was a dream, and that to contend for it is an absurdity, will it not amuse you, Señor Peralta, to see, written in the form of a dialogue, the matters talked of by those dogs, or whoever the speakers may have been?
Como vuesa merced replicó el licenciado no se canse más en persuadirme que oyó hablar a los perros, de muy buena gana oiré ese coloquio, que por ser escrito y notado del buen ingenio del señor alférez, ya le juzgo por bueno. "Since you no longer insist on having me believe that you heard dogs talk," replied Peralta, "with much pleasure I will hear this colloquy, of which I augur well, since it is reported by a gentlemen of such talents as the Señor Alferez."
Pues hay en esto otra cosa dijo el alférez: que, como yo estaba tan atento y tenía delicado el juicio, delicada, sotil y desocupada la memoria (merced a las muchas pasas y almendras que había comido), todo lo tomé de coro; y, casi por las mismas palabras que había oído, lo escribí otro día, sin buscar colores retóricas para adornarlo, ni qué añadir ni quitar para hacerle gustoso. No fue una noche sola la plática, que fueron dos consecutivamente, aunque yo no tengo escrita más de una, que es la vida de Berganza; y la del compañero Cipión pienso escribir (que fue la que se contó la noche segunda) cuando viere, o que ésta se crea, o, a lo menos, no se desprecie. El coloquio traigo en el seno; púselo en forma de coloquio por ahorrar de dijo Cipión, respondió Berganza, que suele alargar la escritura. Another thing I have to remark, said Campuzano, is, that, as I was very attentive, my apprehension very sensitive, and my memory very retentive (thanks to the many raisins and almonds I had swallowed), I got it all by heart, and wrote it down, word for word, the next day, without attempting to colour or adorn it, or adding or suppressing anything to make it attractive. The conversation took place not on one night only, but on two consecutive nights, though I have not written down more than one dialogue, that which contains the life of Berganza. His comrade Scipio′s life, which was the subject of the second night′s discourse, I intend to write out, if I find that the first one is believed, or at least not despised. I have thrown the matter into the form of a dialogue to avoid the cumbrous repetition of such phrases as, said Scipio, replied Berganza.
Y, en diciendo esto, sacó del pecho un cartapacio y le puso en las manos del licenciado, el cual le tomó riyéndose, y como haciendo burla de todo lo que había oído y de lo que pensaba leer. So saying, he took a roll of paper out of his breast pocket, and put it in the hands of the licentiate, who received it with a smile, as if he made very light of all he had heard, and was about to read.
Yo me recuesto dijo el alférez en esta silla en tanto que vuesa merced lee, si quiere, esos sueños o disparates, que no tienen otra cosa de bueno si no es el poderlos dejar cuando enfaden. I will recline on this sofa, said the Alferez, whilst you are reading those dreams or ravings, if you will, which have only this to recommend them, that you may lay them down when you grow tired of them.
Haga vuesa merced su gusto dijo Peralta, que yo con brevedad me despediré desta letura. "Make yourself comfortable," said Peralta; "and I will soon despatch my reading."
Recostóse el alférez, abrió el licenciado el cartapacio, y en el principio vio que estaba puesto este título: The Alferez lay down; the licentiate opened the scroll, and found it headed as follows:—

Coloquio que pasó entre Cipion y Berganza 

Dialogue Between Scipio And Berganza