Vicente Blasco Ibáñez: Los cuatro jinetes del Apocalipsis -- [The Four Horsemen of the Apocalipse] Translated From The Spanish By Edith Grossman Edición bilingÜe, español- inglés, de Miguel Garci-Gomez. Dept. Romance Stydies. Duke. U. --
PRIMERA PARTE I
En el jardín de la Capilla Expiatoria
-I- Chapter I
THE TRYST (In the Garden of the Chapelle Expiatoire)
Debían encontrarse á las cinco de la tarde en el pequeño jardín de la Capilla Expiatoria, pero Julio Desnoyers llegó media hora antes, con la impaciencia del enamorado que cree adelantar el momento de la cita presentándose con anticipación. Al pasar la verja por el bulevar Haussmann, se dió cuenta repentinamente de que en París el mes de Julio pertenece al verano. El curso de las estaciones era para él en aquellos momentos algo embrollado que exigía cálculos.
They were to have met in the garden of the Chapelle Expiatoire at five o′clock in the afternoon, but Julio Desnoyers with the impatience of a lover who hopes to advance the moment of meeting by presenting himself before the appointed time, arrived an half hour earlier. The change of the seasons was at this time greatly confused in his mind, and evidently demanded some readjustment.
Habían transcurrido cinco meses desde las últimas entrevistas en este square que ofrece á las parejas errantes el refugio de una calma húmeda y fúnebre junto á un bulevar de continuo movimiento y en las inmediaciones de una gran estación de ferrocarril. La hora de la cita era siempre las cinco. Julio veía llegar á su amada á la luz de los reverberos, encendidos recientemente, con el busto envuelto en pieles y llevándose el manguito al rostro lo mismo que un antifaz. La voz dulce, al saludarle, esparcía su respiración congelada por el frío: un nimbo de vapor blanco y tenue. Después de varias entrevistas preparatorias y titubeantes, abandonaron definitivamente el jardín. Su amor había adquirido la majestuosa importancia del hecho consumado, y fué á refugiarse de cinco á siete en un quinto piso de la rue de la Pompe, donde tenía Julio su estudio de pintor. Las cortinas bien corridas sobre el ventanal de cristales, la chimenea ardiente esparciendo palpitaciones de púrpura como única luz de la habitación, el monótono canto del samovar hirviendo junto á las tazas de té, todo el recogimiento de una vida aislada por el dulce egoísmo, no les permitió enterarse de que las tardes iban siendo más largas, de que afuera aún lucía á ratos el sol en el fondo de los pozos de nácar abiertos en las nubes, y que la primavera, una primavera tímida y pálida, empezaba á mostrar sus dedos verdes en los botones de las ramas, sufriendo las últimas mordeduras del invierno, negro jabalí que volvía sobre sus pasos.
Five months had passed since their last interview in this square had afforded the wandering lovers the refuge of a damp, depressing calmness near a boulevard of continual movement close to a great railroad station. The hour of the appointment was always five and Julio was accustomed to see his beloved approaching by the reflection of the recently lit street lamps, her figure enveloped in furs, and holding her muff before her face as if it were a half-mask. Her sweet voice, greeting him, had breathed forth a cloud of vapor, white and tenuous, congealed by the cold. After various hesitating interviews, they had abandoned the garden. Their love had acquired the majestic importance of acknowledged fact, and from five to seven had taken refuge in the fifth floor of the rue de la Pompe where Julio had an artist′s studio. The curtains well drawn over the double glass windows, the cosy hearth-fire sending forth its ruddy flame as the only light of the room, the monotonous song of the samovar bubbling near the cups of tea—all the seclusion of life isolated by an idolizing love—had dulled their perceptions to the fact that the afternoons were growing longer, that outside the sun was shining later and later into the pearl-covered depths of the clouds, and that a timid and pallid Spring was beginning to show its green finger tips in the buds of the branches suffering the last nips of Winter—that wild, black boar who so often turned on his tracks.
Luego, Julio había hecho un viaje á Buenos Aires, encontrando en el otro hemisferio las últimas sonrisas del otoño y los primeros vientos helados de la pampa. Y cuando se imaginaba que el invierno era para él la eterna estación, pues le salía al paso en sus cambios de domicilio de un extremo á otro del planeta, he aquí que se le aparecía inesperadamente el verano en este jardín de barrio.
Then Julio had made his trip to Buenos Aires, encountering in the other hemisphere the last smile of Autumn and the first icy winds from the pampas. And just as his mind was becoming reconciled to the fact that for him Winter was an eternal season—since it always came to meet him in his change of domicile from one extreme of the planet to the other—lo, Summer was unexpectedly confronting him in this dreary garden!
Un enjambre de niños correteaba y gritaba en las cortas avenidas alrededor del monumento expiatorio. Lo primero que vió Julio al entrar fué un aro que venía rodando hacia sus piernas empujado por una mano infantil. Luego tropezó con una pelota. En torno de los castaños se aglomeraba el público habitual de los días calurosos, buscando la sombra azul acribillada de puntos de luz. Eran criadas de las casas próximas que hacían labores ó charlaban, siguiendo con mirada indiferente los juegos violentos de los niños confiados á su vigilancia; burgueses del barrio que descendían al jardín para leer su periódico, haciéndose la ilusión de que les rodeaba la paz de los bosques. Todos los bancos estaban llenos. Algunas mujeres ocupaban taburetes plegadizos de lona, con el aplomo que confiere el derecho de propiedad. Las sillas de hierro, asientos sometidos á pago, servían de refugio á varias señoras cargadas de paquetes, burguesas de los alrededores de París que esperaban á otros individuos de su familia para tomar el tren en la Gare Saint-Lazare... Y Julio había propuesto en una carta neumática el encontrarse como en otros tiempos en este lugar, por considerarlo poco frecuentado. Y ella, con no menos olvido de la realidad, fijaba en su respuesta la hora de siempre, las cinco, creyendo que, después de pasar unos minutos en el Printemps ó las Galerías con pretexto de hacer compras, podría deslizarse hasta el jardín solitario, sin riesgo á ser vista por alguno de sus numerosos conocimientos...
A swarm of children was racing and screaming through the short avenues around the monument. On entering the place, the first thing that Julio encountered was a hoop which came rolling toward his legs, trundled by a childish hand. Then he stumbled over a ball. Around the chestnut trees was gathering the usual warm-weather crowd, seeking the blue shade perforated with points of light. Many nurse-maids from the neighboring houses were working and chattering here, following with indifferent glances the rough games of the children confided to their care. Near them were the men who had brought their papers down into the garden under the impression that they could read them in the midst of peaceful groves. All of the benches were full. A few women were occupying camp stools with that feeling of superiority which ownership always confers. The iron chairs, "pay-seats," were serving as resting places for various suburban dames, loaded down with packages, who were waiting for straggling members of their families in order to take the train in the Gare Saint Lazare. . . . And Julio, in his special delivery letter, had proposed meeting in this place, supposing that it would be as little frequented as in former times. She, too, with the same thoughtlessness, had in her reply, set the usual hour of five o′clock, believing that after passing a few minutes in the Printemps or the Galeries on the pretext of shopping, she would be able to slip over to the unfrequented garden without risk of being seen by any of her numerous acquaintances.
Desnoyers gozó una voluptuosidad casi olvidada—la del movimiento en un vasto espacio—al pasear haciendo crujir bajo sus pies los granos de arena. Durante veinte días, sus paseos habían sido sobre tablas, siguiendo con el automatismo de un caballo de picadero la pista ovoidal de la cubierta de un buque. Sus plantas, habituadas á un suelo inseguro, guardaban aún sobre la tierra firme cierta sensación de movilidad elástica. Sus idas y venidas no despertaban la curiosidad de las gentes sentadas en el paseo. Una preocupación común parecía abarcar á todos, hombres y mujeres. Los grupos cruzaban en alta voz sus impresiones. Los que tenían un periódico en la mano veían aproximarse á los vecinos con sonrisa de interrogación. Habían desaparecido de golpe la desconfianza y el recelo que impulsan á los habitantes de las grandes ciudades á ignorarse mutuamente, midiéndose con la vista cual si fuesen enemigos.
Desnoyers was enjoying an almost forgotten sensation, that of strolling through vast spaces, crushing as he walked the grains of sand under his feet. For the past twenty days his rovings had been upon planks, following with the automatic precision of a riding school the oval promenade on the deck of a ship. His feet accustomed to insecure ground, still were keeping on terra firma a certain sensation of elastic unsteadiness. His goings and comings were not awakening the curiosity of the people seated in the open, for a common preoccupation seemed to be monopolizing all the men and women. The groups were exchanging impressions. Those who happened to have a paper in their hands, saw their neighbors approaching them with a smile of interrogation. There had suddenly disappeared that distrust and suspicion which impels the inhabitants of large cities mutually to ignore one another, taking each other′s measure at a glance as though they were enemies.
«
Hablan de la guerra—se dijo Desnoyers—. Todo París sólo habla á estas horas de la posibilidad de la guerra.»
"They are talking about the war," said Desnoyers to himself. "At this time, all Paris speaks of nothing but the possibility of war."
Fuera del jardín se notaba igualmente la misma ansiedad, que hacía á las gentes fraternales é igualitarias. Los vendedores de periódicos pasaban por el bulevar voceando las publicaciones de la tarde. Su carrera furiosa era cortada por las manos ávidas de los transeuntes, que se disputaban los papeles. Todo lector se veía rodeado de un grupo que le pedía noticias ó intentaba descifrar por encima de sus hombros los gruesos y sensacionales rótulos que encabezaban la hoja. En la rue des Mathurins, al otro lado del square, un corro de, trabajadores, bajo el toldo de una taberna, oía los comentarios de un amigo, que acompañaba sus palabras agitando el periódico con ademanes oratorios. El tránsito en las calles, el movimiento general de la ciudad, era lo mismo que en los otros días, pero á Julio le pareció que los vehículos iban más aprisa, que había en el aire un estremecimiento de fiebre, que las gentes hablaban y sonreían de un modo distinto. Todos parecían conocerse. A él mismo le miraban la mujeres del jardín como si le hubiesen visto en los días anteriores. Podía acercarse á ellas y entablar conversación, sin que experimentasen extrañeza.
Outside of the garden he could see also the same anxiety which was making those around him so fraternal and sociable. The venders of newspapers were passing through the boulevard crying the evening editions, their furious speed repeatedly slackened by the eager hands of the passers-by contending for the papers. Every reader was instantly surrounded by a group begging for news or trying to decipher over his shoulder the great headlines at the top of the sheet. In the rue des Mathurins, on the other side of the square, a circle of workmen under the awning of a tavern were listening to the comments of a friend who accompanied his words with oratorical gestures and wavings of the paper. The traffic in the streets, the general bustle of the city was the same as in other days, but it seemed to Julio that the vehicles were whirling past more rapidly, that there was a feverish agitation in the air and that people were speaking and smiling in a different way. The women of the garden were looking even at him as if they had seen him in former days. He was able to approach them and begin a conversation without experiencing the slightest strangeness.
«
Hablan de la guerra», volvió á repetirse; pero con la conmiseración de una inteligencia superior que conoce el porvenir y se halla por encima de las impresiones del vulgo.
"They are talking of the war," he said again but with the commiseration of a superior intelligence which foresees the future and feels above the impressions of the vulgar crowd.
Sabía á qué atenerse. Había desembarcado á las diez de la noche, aún no hacía veinticuatro horas que pisaba tierra, y su mentalidad era la de un hombre que viene de lejos, á través de las inmensidades oceánicas, de los horizontes sin obstáculos, y se sorprende viéndose asaltado por las preocupaciones que gobiernan á las aglomeraciones humanas. Al desembarcar había estado dos horas en un café de Boulogne, contemplando cómo las familias burguesas pasaban la velada en la monótona placidez de una vida sin peligros. Luego, el tren especial de los viajeros de América le había conducido á París, dejándolo á las cuatro de la madrugada en un andén de la estación del Norte entre los brazos de Pepe Argensola, joven español al que llamaba unas veces «
mi secretario» y otras «
mi escudero», por no saber con certeza qué funciones desempeñaba cerca de su persona. En realidad, era una mezcla de amigo y de parásito, el camarada pobre, complaciente y activo que acompaña al señorito de familia rica en mala inteligencia con sus padres, participando de las alternativas de su fortuna, recogiendo las migajas de los días prósperos é inventando expedientes para conservar las apariencias en las horas de penuria.
He knew exactly what course he was going to follow. He had disembarked at ten o′clock the night before, and as it was not yet twenty-four hours since he had touched land, his mentality was still that of a man who comes from afar, across oceanic immensities, from boundless horizons, and is surprised at finding himself in touch with the preoccupations which govern human communities. After disembarking he had spent two hours in a cafe in Boulogne, listlessly watching the middle-class families who passed their time in the monotonous placidity of a life without dangers. Then the special train for the passengers from South America had brought him to Paris, leaving him at four in the morning on a platform of the Gare du Nord in the embrace of Pepe Argensola, the young Spaniard whom he sometimes called "my secretary" or "my valet" because it was difficult to define exactly the relationship between them. In reality, he was a mixture of friend and parasite, the poor comrade, complacent and capable in his companionship with a rich youth on bad terms with his family, sharing with him the ups and downs of fortune, picking up the crumbs of prosperous days, or inventing expedients to keep up appearances in the hours of poverty.
—¿Qué hay de la guerra?—lo había dicho Argensola antes de preguntarle por el resultado de su viaje—. Tú vienes de fuera y debes saber mucho.
"What about the war?" Argensola had asked him before inquiring about the result of his trip. "You have come a long ways and should know much."
Luego se había dormido en su antigua cama, guardadora de gratos recuerdos, mientras el «
secretario» paseaba por el estudio hablando de Servia, de Rusia y del kaiser. También este muchacho, escéptico para todo lo que no estuviese en relación con su egoísmo, parecía contagiado por la preocupación general. Cuando despertó, la carta de ella citándole para las cinco de la tarde contenía igualmente algunas palabras sobre el temido peligro. A través de su estilo de enamorada parecía transpirar la preocupación de París. Al salir en busca del almuerzo, la portera, con pretexto de darle la bienvenida, le había pedido noticias. Y en el restorán, en el café, en la calle, siempre la guerra... la posibilidad de una guerra con Alemania...
Soon he was sound asleep in his dear old bed while his "secretary" was pacing up and down the studio talking of Servia, Russia and the Kaiser. This youth, too, skeptical as he generally was about everything not connected with his own interests, appeared infected by the general excitement. When Desnoyers awoke he found her note awaiting him, setting their meeting at five that afternoon and also containing a few words about the threatened danger which was claiming the attention of all Paris. Upon going out in search of lunch the concierge, on the pretext of welcoming him back, had asked him the war news. And in the restaurant, the cafe and the street, always war . . . the possibility of war with Germany. . ..
Desnoyers era optimista. ¿Qué podían significar estas inquietudes para un hombre como él, que acababa de vivir más de veinte días entre alemanes, cruzando el Atlántico bajo la bandera del Imperio?...
Julio was an optimist. What did all this restlessness signify to a man who had just been living more than twenty days among Germans, crossing the Atlantic under the flag of the Empire?
Había salido de Buenos Aires en un vapor de Hamburgo: el König Friedrich August. El mundo estaba en santa tranquilidad cuando el buque se alejó de tierra. Sólo en Méjico blancos y mestizos se exterminaban revolucionariamente, para que nadie pudiese creer que el hombre es un animal degenerado por la paz. Los pueblos demostraban en el resto del planeta una cordura extraordinaria. Hasta en el trasatlántico, el pequeño mundo de pasajeros, de las más diversas nacionalidades, parecía un fragmento de la sociedad futura implantado como ensayo en los tiempos presentes, un boceto del mundo del porvenir, sin fronteras ni antagonismos de razas.
He had sailed from Buenos Aires in a steamer of the Hamburg line, the Koenig Frederic August. The world was in blessed tranquillity when the boat left port. Only the whites and half-breeds of Mexico were exterminating each other in conflicts in order that nobody might believe that man is an animal degenerated by peace. On the rest of the planet, the people were displaying unusual prudence. Even aboard the transatlantic liner, the little world of passengers of most diverse nationalities appeared a fragment of future society implanted by way of experiment in modern times—a sketch of the hereafter, without frontiers or race antagonisms.
Una mañana, la música de á bordo, que hacía oir todos los domingos el Coral de Lutero, despertó á los durmientes de los camarotes de primera ciase con la más inaudita de las alboradas. Desnoyers se frotó los ojos creyendo vivir aún en las alucinaciones del sueño. Los cobres alemanes rugían la Marsellesa por los pasillos y las cubiertas. El camarero, sonriendo ante su asombro, acabó por explicar el acontecimiento: «
Catorce de Julio». En los vapores alemanes se celebran como propias las grandes fiestas de todas las naciones que proporcionan carga y pasajeros. Sus capitanes cuidan escrupulosamente de cumplir los ritos de esta religión de la bandera y del recuerdo histórico. La más insignificante República ve empavesado el buque en su honor. Es una diversión más, que ayuda á combatir la monotonía del viaje y sirve á los altos fines de la propaganda germánica. Por primera vez la gran fecha de Francia era festejada en un buque alemán; y mientras los músicos seguían paseando por los diversos pisos una Marsellesa galopante, sudorosa y con el pelo suelto, los grupos matinales comentaban el suceso. «
¡Qué finura!—decían las damas sudamericanas—. Estos alemanes no son tan ordinarios como parecen. Es una atención... algo muy distinguido. ¿Y aún hay quien cree que ellos y Francia van á golpearse?...»
One morning the ship band which every Sunday had sounded the Choral of Luther, awoke those sleeping in the first-class cabins with the most unheard-of serenade. Desnoyers rubbed his eyes believing himself under the hallucinations of a dream. The German horns were playing the Marseillaise through the corridors and decks. The steward, smiling at his astonishment, said, "The fourteenth of July!" On the German steamers they celebrate as their own the great festivals of all the nations represented by their cargo and passengers. Their captains are careful to observe scrupulously the rites of this religion of the flag and its historic commemoration. The most insignificant republic saw the ship decked in its honor, affording one more diversion to help combat the monotony of the voyage and further the lofty ends of the Germanic propaganda. For the first time the great festival of France was being celebrated on a German vessel, and whilst the musicians continued escorting a racy Marseillaise in double quick time through the different floors, the morning groups were commenting on the event. "What finesse!" exclaimed the South American ladies. "These Germans are not so phlegmatic as they seem. It is an attention . . . something very distinguished. . . . And is it possible that some still believe that they and the French might come to blows?"
Los contadísimos franceses que viajaban en el buque se veían admirados, como si hubiesen crecido desmesuradamente ante la pública consideración. Eran tres nada más: un joyero viejo que venía de visitar sus sucursales de América y dos muchachas comisionistas de la rue de la Paix, las personas más modositas y tímidas de á bordo, vestales de ojos alegres y nariz respingada, que se mantenían aparte, sin permitirse la menor expansión en este ambiente poco grato. Por la noche hubo banquete de gala. En el fondo del comedor, la bandera francesa y la del Imperio formaban un vistoso y disparatado cortinaje. Todos los pasajeros alemanes iban de frac y sus damas exhibían las blancuras de sus escotes. Los uniformes de los sirvientes brillaban como en un día de gran revista. A los postres sonó el repiqueteo de un cuchillo sobre un vaso, y se hizo el silencio. El comandante iba á hablar. Y el bravo marino, que unía á sus funciones náuticas la obligación de hacer arengas en los banquetes y abrir los bailes con la dama de mayor respeto, empezó el desarrollo de un rosario de palabras semejantes á frotamientos de tabletas, con largos intervalos de vacilante silencio. Desnoyers sabía un poco de alemán, como recuerdo de sus relaciones con los parientes que tenía en Berlín, y pudo atrapar algunas palabras. El comandante repetía á cada momento «
paz» y «
amigos». Un vecino de mesa, comisionista de comercio, se ofreció como intérprete, con la obsequiosidad del que vive de la propaganda.
The very few Frenchmen who were travelling on the steamer found themselves admired as though they had increased immeasurably in public esteem. There were only three;—an old jeweller who had been visiting his branch shops in America, and two demi-mondaines from the rue de la Paix, the most timid and well-behaved persons aboard, vestals with bright eyes and disdainful noses who held themselves stiffly aloof in this uncongenial atmosphere. At night there was a gala banquet in the dining room at the end of which the French flag and that of the Empire formed a flaunting, conspicuous drapery. All the German passengers were in dress suits, and their wives were wearing low-necked gowns. The uniforms of the attendants were as resplendent as on a day of a grand review. During dessert the tapping of a knife upon a glass reduced the table to sudden silence. The Commandant was going to speak. And this brave mariner who united to his nautical functions the obligation of making harangues at banquets and opening the dance with the lady of most importance, began unrolling a string of words like the noise of clappers between long intervals of silence. Desnoyers knew a little German as a souvenir of a visit to some relatives in Berlin, and so was able to catch a few words. The Commandant was repeating every few minutes "peace" and "friends." A table neighbor, a commercial commissioner, offered his services as interpreter to Julio, with that obsequiousness which lives on advertisement.
—El comandante pide á Dios que mantenga la paz entre Alemania y Francia y espera que cada vez serán más amigos los dos pueblos.
"The Commandant asks God to maintain peace between Germany and France and hopes that the two peoples will become increasingly friendly."
Otro orador se levantó en la misma mesa que ocupaba el marino. Era el más respetado de los pasajeros alemanes, un rico industrial de DÜsseldorf que venía de visitar á sus corresponsales de América. Nunca lo designaban por su nombre. Tenía el título de consejero de Comercio, y para sus compatriotas era Herr Comerzienrath, así como su esposa se hacía dar el título de Frau Rath. La «
señora consejera», mucho más joven que su importante esposo, había atraído desde el principio del viaje la atención de Desnoyers. Ella, por su parte, hizo una excepción en favor de este joven argentino, abdicando su título desde la primera conversación. «
Me llamo Berta», dijo dengosamente, como una duquesa de Versalles á un lindo abate sentado á sus pies. El marido también protestó al oir que Desnoyers le llamaba «
consejero» como sus compatriotas: «
Mis amigos me llaman capitán. Yo mando una compañía de la landsturm.» Y el gesto con que el industrial acompañó estas palabras revelaba la melancolía de un hombre no comprendido, menospreciando los honores que goza para pensar únicamente en los que no posee.
Another orator arose at the same table. He was the most influential of the German passengers, a rich manufacturer from Dusseldorf who had just been visiting his agents in America. He was never mentioned by name. He bore the title of Commercial Counsellor, and among his countrymen was always Herr Comerzienrath and his wife was entitled Frau Rath. The Counsellor′s Lady, much younger than her important husband, had from the first attracted the attention of Desnoyers. She, too, had made an exception in favor of this young Argentinian, abdicating her title from their first conversation. "Call me Bertha," she said as condescendingly as a duchess of Versailles might have spoken to a handsome abbot seated at her feet. Her husband, also protested upon hearing Desnoyers call him "Counsellor," like his compatriots. "My friends," he said, "call me ′Captain.′ I command a company of the Landsturm." And the air with which the manufacturer accompanied these words, revealed the melancholy of an unappreciated man scorning the honors he has in order to think only of those he does not possess.
Mientras pronunciaba el discurso, Julio examinó su pequeña cabeza y su robusto pescuezo, que le daban cierta semejanza con un perro de pelea. Imaginariamente veía el alto y opresor cuello del uniforme haciendo surgir sobre sus bordes un doble bullón de grasa roja. Los bigotes enhiestos y engomados tomaban un avance agresivo. Su voz era cortante y seca, como si sacudiese las palabras... Así debía lanzar el emperador sus arengas. Y el burgués belicoso, con instintiva simulación, encogía el brazo izquierdo, apoyando la mano en la empuñadura de un sable invisible.
While he was delivering his discourse, Julio was examining his small head and thick neck which gave him a certain resemblance to a bull dog. In imagination he saw the high and oppressive collar of a uniform making a double roll of fat above its stiff edge. The waxed, upright moustaches were bristling aggressively. His voice was sharp and dry as though he were shaking out his words. . . . Thus the Emperor would utter his harangues, so the martial burgher, with instinctive imitation, was contracting his left arm, supporting his hand upon the hilt of an invisible sword.
A pesar de su gesto fiero y su oratoria de mando, todos los oyentes alemanes rieron estrepitosamente á las primeras palabras, como hombres que saben apreciar el sacrificio de un Herr Comerzienrath cuando se digna divertir á una reunión.
In spite of his fierce and oratorical gesture of command, all the listening Germans laughed uproariously at his first words, like men who knew how to appreciate the sacrifice of a Herr Comerzienrath when he deigns to divert a festivity.
—Dice cosas muy graciosas de los franceses—apuntó el intérprete en voz baja—. Pero no son ofensivas.
"He is saying very witty things about the French," volunteered the interpreter in a low voice, "but they are not offensive."
Julio había adivinado algo de esto al oir repetidas veces la palabra franzosen. Se daba cuenta aproximadamente de lo que decía el orador: «
Franzosen, niños grandes, alegres, graciosos, imprevisores. ¡Las cosas que podrían hacer juntos los alemanes y ellos, si olvidaban los rencores del pasado!» Los oyentes germanos ya no reían. El consejero renunciaba á su ironía, una ironía grandiosa, aplastante, de muchas toneladas de peso, enorme como el buque. Ahora desarrollaba la parte seria de su arenga, y el mismo comisionista parecía conmovido.
Julio had guessed as much upon hearing repeatedly the word Franzosen. He almost understood what the orator was saying—"Franzosen—great children, light-hearted, amusing, improvident. The things that they might do together if they would only forget past grudges!" The attentive Germans were no longer laughing. The Counsellor was laying aside his irony, that grandiloquent, crushing irony, weighing many tons, as enormous as a ship. Then he began unrolling the serious part of his harangue, so that he himself, was also greatly affected.
—Dice, señor—continuó—, que desea que Francia sea muy grande y que algún día marchemos juntos contra otros enemigos... ¡contra otros!
"He says, sir," reported Julio′s neighbor, "that he wishes France to become a very great nation so that some day we may march together against other enemies . . . against OTHERS!"
Y guiñaba un ojo sonriendo maliciosamente, con la misma sonrisa de común inteligencia que despertaba en todos esta alusión al misterioso enemigo.
And he winked one eye, smiling maliciously with that smile of common intelligence which this allusion to the mysterious enemy always awakened.
Al final, el capitán consejero levantó su copa por Francia. «
¡Hoc!», gritó como si mandase una evolución á sus soldados de la reserva. Por tres veces dió el grito, y toda la masa germánica, puesta de pie, contestó con un «
¡Hoc!» semejante á un rugido, mientras la música, instalada en el antecomedor, rompía á tocar la Marsellesa.
Finally the Captain-Counsellor raised his glass in a toast to France. "Hoch!" he yelled as though he were commanding an evolution of his soldierly Reserves. Three times he sounded the cry and all the German contingent springing to their feet, responded with a lusty Hoch while the band in the corridor blared forth the Marseillaise.
Desnoyers se conmovió. Un escalofrío de entusiasmo subía por su espalda. Se le humedecieron los ojos, y al beberse el champañ creyó haber tragado algunas lágrimas. El llevaba un nombre francés, tenía sangre francesa, y lo que hacían aquellos gringos—que las más de las veces le parecían ridículos y ordinarios—era digno de agradecimiento. ¡Los subditos del kaiser festejando la gran fecha de la Revolución!... Creyó estar asistiendo á un gran suceso histórico.
Desnoyers was greatly moved. Thrills of enthusiasm were coursing up and down his spine. His eyes became so moist that, when drinking his champagne, he almost believed that he had swallowed some tears. He bore a French name. He had French blood in his veins, and this that the gringoes were doing—although generally they seemed to him ridiculous and ordinary—was really worth acknowledging. The subjects of the Kaiser celebrating the great date of the Revolution! He believed that he was witnessing a great historic event.
—¡Muy bien!—dijo á otros sudamericanos que ocupaban las mesas inmediatas—. Hay que reconocer que han estado muy gentiles.
"Very well done!" he said to the other South Americans at the near tables. "We must admit that they have done the handsome thing."
Luego, con la vehemencia de sus veintisiete años, acometió en el antecomedor al joyero, echándole en cara su mutismo. Era el único ciudadano de Francia que iba á bordo. Debía haber dicho cuatro palabras de agradecimiento. La fiesta terminaba mal por su culpa.
Then with the vehemence of his twenty-seven years, he accosted the jeweller in the passage way, reproaching him for his silence. He was the only French citizen aboard. He should have made a few words of acknowledgment. The fiesta was ending awkwardly through his fault.
—¿Y por qué no ha hablado usted, que es hijo de francés?—dijo el otro.
"And why have you not spoken as a son of France?" retorted the jeweller.
—Yo soy ciudadano argentino—contestó Julio.
"I am an Argentinian citizen," replied Julio.
Y se alejó del joyero, mientras éste, pensando que «
podía haber hablado», daba explicaciones á los que le rodeaban. Era muy peligroso mezclarse en asuntos diplomáticos. Además, él «
no tenía instrucciones de su gobierno». Y por unas cuantas horas se creyó un hombre que había estado á punto de desempeñar un gran papel en la Historia.
And he left the older man believing that he ought to have spoken and making explanations to those around him. It was a very dangerous thing, he protested, to meddle in diplomatic affairs. Furthermore, he had not instructions from his government. And for a few hours he believed that he had been on the point of playing a great role in history.
Desnoyers pasaba el resto de la noche en el fumadero, atraído por la presencia de la «
señora consejera». El capitán de la landsturm, avanzando un enorme cigarro entre sus bigotes, jugaba al poker con otros compatriotas que le seguían en orden de dignidades y riquezas. Su compañera se mantenía al lado suyo gran parte de la velada, presenciando el ir y venir de los camareros cargados de bocks, sin atreverse á intervenir en este consumo enorme de cerveza. Su preocupación era guardar un asiento vacío junto á ella para que lo ocupase Desnoyers. Le tenía por el hombre más «
distinguido» de á bordo porque tomaba champañ en todas las comidas. Era de mediana estatura, moreno, con un pie breve—que la obligaba á ella á recoger los suyos debajo de las faldas—, y su frente aparecía como un triángulo bajo dos crenchas de pelo lisas, negras, lustrosas cual planchas de laca. El tipo opuesto de los hombres que la rodeaban. Además vivía en París, en la ciudad que ella no había visto nunca, después de numerosos viajes por ambos hemisferios.
Desnoyers passed the rest of the evening in the smoking room attracted thither by the presence of the Counsellor′s Lady. The Captain of the Landsturm, sticking a preposterous cigar between his moustachios, was playing poker with his countrymen ranking next to him in dignity and riches. His wife stayed beside him most of the time, watching the goings and comings of the stewards carrying great bocks, without daring to share in this tremendous consumption of beer. Her special preoccupation was to keep vacant near her a seat which Desnoyers might occupy. She considered him the most distinguished man on board because he was accustomed to taking champagne with all his meals. He was of medium height, a decided brunette, with a small foot, which obliged her to tuck hers under her skirts, and a triangular face under two masses of hair, straight, black and glossy as lacquer, the very opposite of the type of men about her. Besides, he was living in Paris, in the city which she had never seen after numerous trips in both hemispheres.
—¡Oh, París! ¡París!—decía abriendo los ojos y frunciendo los labios para expresar su admiración cuando hablaba á solas con el argentino—. ¡Cómo me gustaría ir á él!
"Oh, Paris! Paris!" she sighed, opening her eyes and pursing her lips in order to express her admiration when she was speaking alone to the Argentinian. "How I should love to go there!"
Y para que le contase las cosas de París se permitía ciertas confidencias sobre los placeres de Berlín, pero con ruborosa modestia, admitiendo por adelantado que en el mundo hay más, mucho más, y que ella deseaba conocerlo.
And in order that he might feel free to tell her things about Paris, she permitted herself certain confidences about the pleasures of Berlin, but with a blushing modesty, admitting in advance that in the world there was more—much more—that she wished to become acquainted with.
Julio, al pasear ahora en torno de la Capilla Expiatoria, se acordaba con cierto remordimiento de la esposa del consejero Erckmann. ¡El, que había hecho el viaje á América por una mujer, para reunir dinero y casarse con ella!... Pero inmediatamente encontraba excusas á su conducta. Nadie iba á saber lo ocurrido. Además, él no era un asceta, y Berta Erckmann representaba una amistad tentadora en medio del mar. Al recordarla, veía imaginariamente un caballo de carreras grande, enjuto, rabio y de largas zancas. Era una alemana á la moderna, que no reconocía otro defecto á su país que la pesadez de sus mujeres, combatiendo en su persona este peligro nacional con toda clase de métodos alimenticios. La comida era para ella un tormento, y el desfile de los bocks en el fumadero un suplicio tantalesco. La esbeltez conseguida y mantenida por esta tensión de la voluntad dejaba más visible la robustez de su andamiaje, el fuerte esqueleto, con mandíbulas poderosas y unos dientes grandes, sanos, deslumbradores, que tal vez daban origen á la comparación irreverente de Desnoyers. «
Es delgada y sin embargo enorme», se decía al examinarla. Pero á continuación la declaraba igualmente la mujer más distinguida de á bordo; distinguida para el Océano, elegante á estilo de Munich, con vestidos de colores indefinibles que hacían recordar el arte persa y las viñetas de los manuscritos medioevales. El marido admiraba la elegancia de Berta, lamentando en secreto su esterilidad casi como un delito de alta traición. La patria alemana era grandiosa por la fecundidad de sus mujeres. El kaiser, con sus hipérboles de artista, había hecho constar que la verdadera belleza alemana debe tener el talle á partir de un metro cincuenta.
While pacing around the Chapelle Expiatoire, Julio recalled with a certain remorse the wife of Counsellor Erckmann. He who had made the trip to America for a woman′s sake, in order to collect money and marry her! Then he immediately began making excuses for his conduct. Nobody was going to know. Furthermore he did not pretend to be an ascetic, and Bertha Erckmann was certainly a tempting adventure in mid ocean. Upon recalling her, his imagination always saw a race horse—large, spare, roan colored, and with a long stride. She was an up-to-date German who admitted no defect in her country except the excessive weight of its women, combating in her person this national menace with every known system of dieting. For her every meal was a species of torment, and the procession of bocks in the smoking room a tantalizing agony. The slenderness achieved and maintained by will power only made more prominent the size of her frame, the powerful skeleton with heavy jaws and large teeth, strong and dazzling, which perhaps suggested Desnoyers′ disrespectful comparison. "She is thin, but enormous, nevertheless!" was always his conclusion. But then, he considered her, notwithstanding, the most distinguished woman on board—distinguished for the sea—elegant in the style of Munich, with clothes of indescribable colors that suggested Persian art and the vignettes of mediaeval manuscripts. The husband admired Bertha′s elegance, lamenting her childlessness in secret, almost as though it were a crime of high treason. Germany was magnificent because of the fertility of its women. The Kaiser, with his artistic hyperbole, had proclaimed that the true German beauty should have a waist measure of at least a yard and a half.
Cuando entró Desnoyers en el fumadero para ocupar el asiento que le reservaba la consejera, el marido y sus opulentos camaradas tenían la baraja inactiva sobre el verde tapete. Herr Rath continuaba entre amigos su discurso, y los oyentes se sacaban el cigarro de los labios para lanzar gruñidos de aprobación. La presencia de Julio provocó una sonrisa de general amabilidad. Era Francia que venía á fraternizar con ellos. Sabían que su padre era francés, y esto bastaba para que lo acogiesen como si llegase en línea recta del palacio del muelle de Orsay, representando á la más alta diplomacia de la República. El afán de proselitismo hizo que todos ellos le concediesen de pronto una importancia desmesurada.
When Desnoyers entered into the smoking room in order to take the seat which Bertha had reserved for him, her husband and his wealthy hangers-on had their pack of cards lying idle upon the green felt. Herr Rath was continuing his discourse and his listeners, taking their cigars from their mouths, were emitting grunts of approbation. The arrival of Julio provoked a general smile of amiability. Here was France coming to fraternize with them. They knew that his father was French, and that fact made him as welcome as though he came in direct line from the palace of the Quai d′Orsay, representing the highest diplomacy of the Republic. The craze for proselyting made them all promptly concede to him unlimited importance.
—Nosotros—continuó el consejero, mirando fijamente á Desnoyers como si esperase de él una declaración solemne—deseamos vivir en buena amistad con Francia.
"We," continued the Counsellor looking fixedly at Desnoyers as if he were expecting a solemn declaration from him, "we wish to live on good terms with France."
El joven Julio aprobó con la cabeza, para no mostrarse desatento. Le parecía muy bueno que las gentes no fuesen enemigas. Por él, podía afirmarse esta amistad cuanto quisieran. Lo único que le interesaba en aquellos momentos era cierta rodilla que buscaba la suya por debajo de la mesa, transmitiéndole su dulce calor á través de un doble telón de sedas.
The youth nodded his head so as not to appear inattentive. It appeared to him a very good thing that these peoples should not be enemies, and as far as he was concerned, they might affirm this relationship as often as they wished: the only thing that was interesting him just at that time was a certain knee that was seeking his under the table, transmitting its gentle warmth through a double curtain of silk.
—Pero Francia—siguió quejumbrosamente el industrial—se muestra arisca con nosotros. Hace años que nuestro emperador le tiende la mano con noble lealtad, y ella finge no verla... Eso reconocerá usted que no es correcto.
"But France," complained the manufacturer, "is most unresponsive towards us. For many years past, our Emperor has been holding out his hand with noble loyalty, but she pretends not to see it. . . . That, you must admit, is not as it should be."
Aquí Desnoyers creyó que debía decir algo, para que el orador no adivinase sus verdaderas preocupaciones.
Just here Desnoyers believed that he ought to say something in order that the spokesman might not divine his more engrossing occupation.
—Tal vez no hacen ustedes bastante. ¡Si ustedes devolviesen, ante todo, lo que le quitaron!...
"Perhaps you are not doing enough. If, first of all, you would return that which you took away from France!" . . .
Se hizo un silencio de estupefacción, como si hubiese sonado en el buque la señal de alarma. Algunos de los que se llevaban el cigarro á los labios quedaron con la mano inmóvil á dos dedos de la boca, abriendo los ojos desmesuradamente. Pero allí estaba el capitán de la landsturm para dar forma á su muda protesta.
Stupefied silence followed this remark, as if the alarm signal had sounded through the boat. Some of those who were about putting their cigars in their mouths, remained with hands immovable within two inches of their lips, their eyes almost popping out of their heads. But the Captain of the Landsturm was there to formulate their mute protest.
—¡Devolver!—dijo con una voz que parecía ensordecida por el repentino hinchamiento de su cuello—. Nosotros no tenemos por qué devolver nada, ya que nada hemos quitado. Lo que poseemos lo ganamos con nuestro heroísmo.
"Return!" he said in a voice almost extinguished by the sudden swelling of his neck. "We have nothing to return, for we have taken nothing. That which we possess, we acquire by our heroism."
La oculta rodilla se hizo más insinuante, como si aconsejase prudencia al joven con sus dulces frotamientos.
The hidden knee with its agreeable friction made itself more insinuating, as though counselling the youth to greater prudence.
—No diga usted esas cosas—suspiró Berta—. Eso sólo lo dicen los republicanos corrompidos de París. ¡Un joven tan distinguido, que ha estado en Berlín y tiene parientes en Alemania!...
"Do not say such things," breathed Bertha, "thus only the republicans, corrupted by Paris, talk. A youth so distinguished who has been in Berlin, and has relatives in Germany!" . . .
Pero Desnoyers ante toda afirmación hecha con tono altivo sentía un impulso hereditario de agresividad, y dijo fríamente:
But Desnoyers felt a hereditary impulse of aggressiveness before each of her husband′s statements, enunciated in haughty tones, and responded coldly:—
—Es como si yo le quitase á usted el reloj y luego le propusiera que fuésemos amigos, olvidando lo ocurrido. Aunque usted pudiera olvidar, lo primero sería que yo le devolviese el reloj.
"It is as if I should take your watch and then propose that we should be friends, forgetting the occurrence. Although you might forget, the first thing for me to do would be to return the watch."
Quiso responder tantas cosas á la vez el consejero Erckmann, que balbuceó, saltando de una idea á otra: ¡Comparar la reconquista de Alsacia á un robo!... ¡Una tierra alemana!... La raza... la lengua... la historia...
Counsellor Erckmann wished to retort with so many things at once that he stuttered horribly, leaping from one idea to the other. To compare the reconquest of Alsace to a robbery. A German country! The race . . . the language . . . the history! . . .
—Pero ¿dónde consta su voluntad de ser alemana?—preguntó el joven sin perder la calma—. ¿Cuándo han consultado ustedes su opinión?...
"But when did they announce their wish to be German?" asked the youth without losing his calmness. "When have you consulted their opinion?"
Quedó indeciso el consejero, como si dudase entre caer sobre el insolente ó aplastarlo con su desprecio.
The Counsellor hesitated, not knowing whether to argue with this insolent fellow or crush him with his scorn.
—Joven, usted no sabe lo que dice—afirmó al fin con majestad—. Usted es argentino y no entiende las cosas de Europa.
"Young man, you do not know what you are talking about," he finally blustered with withering contempt. "You are an Argentinian and do not understand the affairs of Europe."
Y los demás asintieron, despojándolo repentinamente de la ciudadanía que le habían atribuído poco antes. El consejero, con una rudeza militar, le había vuelto la espalda, y tomando la baraja, distribuía cartas. Se reanudó la partida. Desnoyers, viéndose aislado por este menosprecio silencioso, sintió deseos de interrumpir el juego con una violencia. Pero la oculta rodilla seguía aconsejándole la calma y una mano no menos invisible buscó su diestra, oprimiéndola dulcemente. Esto bastó para que recobrase la serenidad. La «
señora consejera» seguía con ojos fijos la marcha del juego. El miró también, y una sonrisa maligna contrajo levemente los extremos de su boca, al mismo tiempo que se decía mentalmente, á guisa de consuelo: «
¡Capitán, capitán!... No sabes lo que te espera.»
And the others agreed, suddenly repudiating the citizenship which they had attributed to him a little while before. The Counsellor, with military rudeness, brusquely turned his back upon him, and taking up the pack, distributed the cards. The game was renewed. Desnoyers, seeing himself isolated by the scornful silence, felt greatly tempted to break up the playing by violence; but the hidden knee continued counselling self-control, and an invisible hand had sought his right, pressing it sweetly. That was enough to make him recover his serenity. The Counsellor′s Lady seemed to be absorbed in the progress of the game. He also looked on, a malignant smile contracting slightly the lines of his mouth as he was mentally ejaculating by way of consolation, "Captain, Captain! . . . You little know what is awaiting you!"
En tierra firme no se habría acercado más á estos hombres; pero la vida en un trasatlántico, con su inevitable promiscuidad, obliga al olvido. Al otro día, el consejero y sus amigos fueron en busca de él, extremando sus amabilidades para borrar todo recuerdo enojoso. Era un joven «
distinguido», pertenecía á una familia rica, y todos ellos poseían en su país tiendas y otros negocios. De lo único que cuidaron fué de no mencionar más su origen francés. Era argentino, y todos á coro se interesaban por la grandeza de su nación y de todas las naciones de la América del Sur, donde tenían corresponsales y empresas, exagerando su importancia como si fuesen grandes potencias, comentando con gravedad los hechos y palabras de sus personajes políticos, dando á entender que en Alemania no había quien no se preocupase de su porvenir, prediciendo á todas ellas una gloria futura, reflejo de la del Imperio, siempre que se mantuviesen bajo la influencia germánica.
On terra firma, he would never again have approached these men; but life on a transatlantic liner, with its inevitable promiscuousness, obliges forgetfulness. The following day the Counsellor and his friends came in search of him, flattering his sensibilities by erasing every irritating memory. He was a distinguished youth belonging to a wealthy family, and all of them had shops and business in his country. The only thing was that he should be careful not to mention his French origin. He was an Argentinian; and thereupon, the entire chorus interested itself in the grandeur of his country and all the nations of South America where they had agencies or investments—exaggerating its importance as though its petty republics were great powers, commenting with gravity upon the deeds and words of its political leaders and giving him to understand that in Germany there was no one who was not concerned about the future of South America, predicting for all its divisions most glorious prosperity—a reflex of the Empire, always, provided, of course, that they kept under Germanic influence.
A pesar de estos halagos, Desnoyers no se presentó con la misma asiduidad que antes á la hora del poker. La consejera se retiraba á su camarote más pronto que de costumbre. La proximidad de la línea equinoccial le proporcionaba un sueño irresistible, abandonando á su esposo, que seguía con los naipes en la mano. Julio, por su parte, tenía misteriosas ocupaciones que sólo le permitían subir á la cubierta después de media noche. Con la precipitación de un hombre que desea ser visto para evitar sospechas, entraba en el fumadero hablando alto y venía á sentarse junto al marido y sus camaradas. La partida había terminado, y un derroche de cerveza y gruesos cigarros de Hamburgo servía para festejar el éxito de los gananciosos. Era la hora de las expansiones germánicas, de la intimidad entre hombres, de las bromas lentas y pesadas, de los cuentos subidos de color. El consejero presidía con toda su grandeza estas diabluras de los amigos, sesudos negociantes de los puertos anseáticos que gozaban de grandes créditos en el Deutsche Bank ó tenderos instalados en las repúblicas del Plata con una familia innumerable. El era un guerrero, un capitán, y al celebrar cada chiste lento con una risa que hinchaba su robusta cerviz, creía estar en el vivac entre sus compañeros de armas.
In spite of these flatteries, Desnoyers was no longer presenting himself with his former assiduity at the hour of poker. The Counsellor′s wife was retiring to her stateroom earlier than usual—their approach to the Equator inducing such an irresistible desire for sleep, that she had to abandon her husband to his card playing. Julio also had mysterious occupations which prevented his appearance on deck until after midnight. With the precipitation of a man who desires to be seen in order to avoid suspicion, he was accustomed to enter the smoking room talking loudly as he seated himself near the husband and his boon companions. The game had ended, and an orgy of beer and fat cigars from Hamburg was celebrating the success of the winners. It was the hour of Teutonic expansion, of intimacy among men, of heavy, sluggish jokes, of off-color stories. The Counsellor was presiding with much majesty over the diableries of his chums, prudent business men from the Hanseatic ports who had big accounts in the Deutsche Bank or were shopkeepers installed in the republic of the La Plata, with an innumerable family. He was a warrior, a captain, and on applauding every heavy jest with a laugh that distended his fat neck, he fancied that he was among his comrades at arms.
En honor de los sudamericanos que, cansados de pasear por la cubierta, entraban á oir lo que decían los gringos, los cuentistas vertían al español las gracias y los relatos licenciosos despertados en su memoria por la cerveza abundante. Julio admiraba la risa fácil de que estaban dotados todos estos hombres. Mientras los extranjeros permanecían impasibles, ellos reían con sonoras carcajadas, echándose atrás en sus asientos. Y cuando el auditorio alemán permanecía frío, el cuentista apelaba á un recurso infalible para remediar su falta de éxito.
In honor of the South Americans who, tired of pacing the deck, had dropped in to hear what the gringoes were saying, they were turning into Spanish the witticisms and licentious anecdotes awakened in the memory by a superabundance of beer. Julio was marvelling at the ready laugh of all these men. While the foreigners were remaining unmoved, they would break forth into loud horse-laughs throwing themselves back in their seats. And when the German audience was growing cold, the story-teller would resort to an infallible expedient to remedy his lack of success:—
—A kaiser le contaron este cuento, y cuando kaiser lo oyó, kaiser rió mucho.
"They told this yarn to the Kaiser, and when the Kaiser heard it he laughed heartily."
No necesitaba decir más. Todos reían, «
¡ja, ja, ja!» con una carcajada espontánea, pero breve; una risa en tres golpes, pues el prolongarla podía interpretarse como una falta de respeto á la majestad.
It was not necessary to say more. They all laughed then. Ha, ha, ha! with a spontaneous roar but a short one, a laugh in three blows, since to prolong it, might be interpreted as a lack of respect to His Majesty.
Cerca de Europa, una oleada de noticias salió al encuentro del buque. Los empleados del telégrafo sin hilo trabajaban incesantemente. Una noche, al entrar Desnoyers en el fumadero, vió á los notables germánicos manoteando y con los rostros animados. No bebían cerveza: habían hecho destapar botellas de champañ alemán, y la Frau consejera, impresionada sin duda por los acontecimientos, se abstenía de bajar á su camarote. El capitán Erckmann, al ver al joven argentino, le ofreció una copa.
As they neared Europe, a batch of news came to meet the boat. The employees in the wireless telegraphy office were working incessantly. One night, on entering the smoking room, Desnoyers saw the German notables gesticulating with animated countenances. They were no longer drinking beer. They had had bottles of champagne uncorked, and the Counsellor′s Lady, much impressed, had not retired to her stateroom. Captain Erckmann, spying the young Argentinian, offered him a glass.
—Es la guerra—dijo con entusiasmo—, la guerra que llega... ¡Ya era hora!
"It is war," he shouted with enthusiasm. "War at last. . . . The hour has come!"
Desnoyers hizo un gesto de asombro. ¡La guerra!... ¿Qué guerra es esa?... Había leído, como todos, en la tablilla de anuncios del antecomedor un radiograma dando cuenta de que el gobierno austriaco acababa de enviar un ultimátum á Servia, sin que esto le produjese la menor emoción. Menospreciaba las cuestiones de los Balkanes. Eran querellas de pueblos piojosos, que acaparaban la atención del mundo, distrayéndolo de empresas más serias. ¿Cómo podía interesar este suceso al belicoso consejero? Las dos naciones acabarían por entenderse. La diplomacia sirve algunas veces para algo.
Desnoyers made a gesture of astonishment. War! . . . What war? . . . Like all the others, he had read on the news bulletin outside a radiogram stating that the Austrian government had just sent an ultimatum to Servia; but it made not the slightest impression on him, for he was not at all interested in the Balkan affairs. Those were but the quarrels of a miserable little nation monopolizing the attention of the world, distracting it from more worthwhile matters. How could this event concern the martial Counsellor? The two nations would soon come to an understanding. Diplomacy sometimes amounted to something.
—No—insistió ferozmente el alemán—; es la guerra, la bendita guerra. Rusia sostendrá á Servia, y nosotros apoyaremos á nuestra aliada... ¿Qué hará Francia? ¿Usted sabe lo que hará Francia?...
"No," insisted the German ferociously. "It is war, blessed war. Russia will sustain Servia, and we will support our ally. . . . What will France do? Do you know what France will do?" . . .
Julio levantó los hombros con mal humor, como pidiendo que le dejase en paz.
Julio shrugged his shoulders testily as though asking to be left out of all international discussions.
—Es la guerra—continuó el consejero—, la guerra preventiva que necesitamos. Rusia crece demasiado aprisa y se prepara contra nosotros. Cuatro años más de paz, y habrá terminado sus ferrocarriles estratégicos y su fuerza militar, unida á la de sus aliados, valdrá tanto como la nuestra. Mejor es darle ahora un buen golpe. Hay que aprovechar la ocasión... ¡La guerra! ¡La guerra preventiva!
"It is war," asserted the Counsellor, "the preventive war that we need. Russia is growing too fast, and is preparing to fight us. Four years more of peace and she will have finished her strategic railroads, and her military power, united to that of her allies, will be worth as much as ours. It is better to strike a powerful blow now. It is necessary to take advantage of this opportunity. . . . War. Preventive war!"
Todo su clan le escuchaba en silencio. Algunos no parecían sentir el contagio de su entusiasmo. ¡La guerra!... Con la imaginación veían los negocios paralizados, los corresponsales en quiebra, los Bancos cortando los créditos... una catástrofe más pavorosa para ellos que las matanzas de las batallas. Pero aprobaban con gruñidos y movimientos de cabeza las feroces declamaciones de Erckmann. Era un Herr Rath, y además un oficial. Debía estar en el secreto de los destinos de su patria, y esto bastaba para que bebiesen en silencio por el éxito de la guerra.
All his clan were listening in silence. Some did not appear to feel the contagion of his enthusiasm. War! . . . In imagination they saw their business paralyzed, their agencies bankrupt, the banks cutting down credit . . . a catastrophe more frightful to them than the slaughters of battles. But they applauded with nods and grunts all of Erckmann′s ferocious demonstrations. He was a Herr Rath, and an officer besides. He must be in the secrets of the destiny of his country, and that was enough to make them drink silently to the success of the war.
El joven creyó que el consejero y sus admiradores estaban borrachos. «
Fíjese, capitán—dijo con tono conciliador—, eso que usted dice tal vez carece de lógica.» ¿Cómo podía convenir una guerra á la industriosa Alemania? Por momentos iba ensanchando su acción: cada mes conquistaba un mercado nuevo; todos los años su balance comercial aparecía aumentado en proporciones inauditas. Sesenta años antes tenía que tripular sus escasos buques con los cocheros de Berlín castigados por la policía. Ahora sus flotas comerciales y de guerra surcaban todos los océanos, y no había puerto donde la mercancía germánica no ocupase la parte más considerable de los muelles. Sólo necesitaba seguir viviendo de este modo, mantenerse alejada de las aventuras guerreras. Veinte años más de paz, y los alemanes serían los dueños de los mercados del mundo, venciendo á Inglaterra, su maestra de ayer, en esta lucha sin sangre. ¿Y todo esto iban á exponerlo—como el que juega su fortuna entera á una carta—en una lucha que podía serles desfavorable?...
Julio thought that the Counsellor and his admirers must be drunk. "Look here, Captain," he said in a conciliatory tone, "what you say lacks logic. How could war possibly be acceptable to industrial Germany? Every moment its business is increasing, every month it conquers a new market and every year its commercial balance soars upward in unheard of proportions. Sixty years ago, it had to man its boats with Berlin hack drivers arrested by the police. Now its commercial fleets and war vessels cross all oceans, and there is no port where the German merchant marine does not occupy the greatest part of the docks. It would only be necessary to continue living in this way, to put yourselves beyond the exigencies of war! Twenty years more of peace, and the Germans would be lords of the world′s commerce, conquering England, the former mistress of the seas, in a bloodless struggle. And are they going to risk all this—like a gambler who stakes his entire fortune on a single card—in a struggle that might result unfavorably?" . . .
—No; la guerra—insistió rabiosamente el consejero—, la guerra preventiva. Vivimos rodeados de enemigos, y esto no puede continuar. Es mejor que terminemos de una vez. ¡O ellos ó nosotros! Alemania se siente con fuerzas para desafiar al mundo. Debemos poner fin á la amenaza rusa. Y si Francia no se mantiene quietecita, ¡peor para ella!... Y si alguien más... ¡alguien! se atreve á intervenir en contra nuestra, ¡peor para él! Cuando yo monto en mis talleres una máquina nueva, es para hacerla producir y que no descanse. Nosotros poseemos el primer ejército del mundo, y hay que ponerlo en movimiento para que no se oxide.
"No, war," insisted the Counsellor furiously, "preventive war. We live surrounded by our enemies, and this state of things cannot go on. It is best to end it at once. Either they or we! Germany feels herself strong enough to challenge the world. We′ve got to put an end to this Russian menace! And if France doesn′t keep herself quiet, so much the worse for her! . . . And if anyone else . . . ANYONE dares to come in against us, so much the worse for him! When I set up a new machine in my shops, it is to make it produce unceasingly. We possess the finest army in the world, and it is necessary to give it exercise that it may not rust out."
Luego añadió con pesada ironía:
He then continued with heavy emphasis,
—Han establecido un círculo de hierro en torno de nosotros para ahogarnos. Pero Alemania tiene los pechos robustos, y le basta hincharlos para romper el corsé. Hay que despertar, antes de que nos veamos maniatados mientras dormimos. ¡Ay del que encontremos enfrente de nosotros!...
"They have put a band of iron around us in order to throttle us. But Germany has a strong chest and has only to expand in order to burst its bands. We must awake before they manacle us in our sleep. Woe to those who then oppose us! . . ."
Desnoyers sintió la necesidad de contestar á estas arrogancias. El no había visto nunca el círculo de hierro de que se quejaban los alemanes. Lo único que hacían las naciones era no seguir viviendo confiadas é inactivas ante la desmesurada ambición germánica. Se preparaban simplemente para defenderse de una agresión casi segura. Querían sostener su dignidad, atropellada continuamente por las más inauditas pretensiones.
Desnoyers felt obliged to reply to this arrogance. He had never seen the iron circle of which the Germans were complaining. The nations were merely unwilling to continue living, unsuspecting and inactive, before boundless German ambition. They were simply preparing to defend themselves against an almost certain attack. They wished to maintain their dignity, repeatedly violated under most absurd pretexts.
—¿No serán los otros pueblos—preguntó—los que se ven obligados á defenderse, y ustedes los que representan un peligro para el mundo?...
"I wonder if it is not the others," he concluded, "who are obliged to defend themselves because you represent a menace to the world!"
Una mano invisible buscó la suya por debajo de la mesa, como algunas noches antes, para recomendarle prudencia. Pero ahora apretaba fuerte, con la autoridad que confiere el derecho adquirido.
An invisible hand sought his under the table, as it had some nights before, to recommend prudence; but now he clasped it forcibly with the authority of a right acquired.
—¡Oh, señor!—suspiró la dulce Berta—. ¡Decir esas cosas un joven tan distinguido y que tiene...!
"Oh, sir!" sighed the sweet Bertha, "to talk like that, a youth so distinguished who has . . ."
No pudo continuar, pues su esposo le cortó la palabra. Ya no estaban en los mares de América, y el consejero se expresó con la rudeza de un dueño de casa.
She was not able to finish, for her husband interrupted. They were no longer in American waters, and the Counsellor expressed himself with the rudeness of a master of his house.
—Tuve el honor de manifestarle, joven—dijo, imitando la cortante frialdad de los diplomáticos—, que usted no es mas que un sudamericano, é ignora las cosas de Europa.
"I have the honor to inform you, young man," he said, imitating the cutting coldness of the diplomats, "that you are merely a South American and know nothing of the affairs of Europe."
No le llamó «
indio», pero Julio oyó interiormente la palabra lo mismo que si el alemán la hubiese proferido. ¡Ay, si la garra oculta y suave no le tuviese sujeto con sus crispaciones de emoción!... Pero este contacto mantuvo su calma y hasta le hizo sonreir. «
¡Gracias, capitán!—dijo mentalmente—. Es lo menos que puedes hacer para cobrarte.»
He did not call him an "Indian," but Julio heard the implication as though he had used the word itself. Ah, if that hidden handclasp had not held him with its sentimental thrills! . . . But this contact kept him calm and even made him smile. "Thanks, Captain," he said to himself. "It is the least you can do to get even with me!"
Y aquí terminaron sus relaciones con el consejero y su grupo. Los comerciantes, al verse cada vez más próximos á su patria, se iban despojando del servil deseo de agradar que les acompañaba en sus viajes al Nuevo Mundo. Tenían, además, graves cosas de que ocuparse. El servicio telegráfico funcionaba sin descanso. El comandante del buque conferenciaba en su camarote con el consejero, por ser el compatriota de mayor importancia. Sus amigos buscaban los lugares más ocultos para hablar entre ellos. Hasta Berta comenzó á huir de Desnoyers. Le sonreía aún de lejos, pero su sonrisa iba dirigida más á los recuerdos que á la realidad presente.
Here his relations with the German and his clientele came to an end. The merchants, as they approached nearer and nearer to their native land, began casting off that servile desire of ingratiating themselves which they had assumed in all their trips to the new world. They now had more important things to occupy them. The telegraphic service was working without cessation. The Commandant of the vessel was conferring in his apartment with the Counsellor as his compatriot of most importance. His friends were hunting out the most obscure places in order to talk confidentially with one another. Even Bertha commenced to avoid Desnoyers. She was still smiling distantly at him, but that smile was more of a souvenir than a reality.
Entre Lisboa y las costas de Inglaterra, habló Julio por última vez con el marido. Todas las mañanas aparecían en la tablilla del antecomedor noticias alarmantes transmitidas por los aparatos radiográficos. El Imperio se estaba armando contra sus enemigos. Dios los castigaría, haciendo caer sobre ellos toda clase de desgracias. Desnoyers quedó estupefacto de asombro ante la última noticia. «
Trescientos mil revolucionarios sitian á París en este momento. Los barrios exteriores empiezan á arder. Se reproducen los horrores de la Commune.»
Between Lisbon and the coast of England, Julio spoke with her husband for the last time. Every morning was appearing on the bulletin board the alarming news transmitted by radiograph. The Empire was arming itself against its enemies. God would punish them, making all manner of troubles fall upon them. Desnoyers was motionless with astonishment before the last piece of news—"Three hundred thousand revolutionists are now besieging Paris. The suburbs are beginning to burn. The horrors of the Commune have broken out again."
—¡Pero estos alemanes se han vuelto locos!—gritó el joven ante el radiograma, rodeado de un grupo de curiosos tan asombrados como él—. Vamos á perder el poco sentido que nos queda... ¿Qué revolucionarios son esos? ¿Qué revolución puede estallar en París si los hombres del gobierno no son reaccionarios?
"My, but these Germans have gone mad!" exclaimed the disgusted youth to the curious group surrounding the radio-sheet. "We are going to lose the little sense that we have left! . . . What revolutionists are they talking about? How could a revolution break out in Paris if the men of the government are not reactionary?"
Una voz se elevó detrás de él, ruda, autoritaria, como si pretendiese cortar las dudas del auditorio. Era el Herr consejero el que hablaba.
A gruff voice sounded behind him, rude, authoritative, as if trying to banish the doubts of the audience. It was the Herr Comerzienrath who was speaking.
—Joven, esas noticias las envían las primeras agencias de Alemania... Y Alemania no miente nunca.
"Young man, these notices are sent us by the first agencies of Germany . . . and Germany never lies."
Después de esta afirmación le volvió la espalda, y ya no se vieron más.
After this affirmation, he turned his back upon them and they saw him no more.
En la madrugada siguiente—último día del viaje—, el camarero de Desnoyers lo despertó con apresuramiento. «
Herr, suba á cubierta: lindo espectáculo.» El mar estaba velado por la niebla, pero entre los brumosos telones se marcaban unas siluetas semejantes á islas con robustas torres y agudos minaretes. Las islas avanzaban sobre el agua aceitosa lenta y majestuosamente, con pesadez sombría. Julio contó hasta diez y ocho. Parecían llenar el Océano. Era la escuadra de la Mancha, que acababa de salir de las costas de Inglaterra por orden del gobierno, navegando sin otro fin que el de hacer constar su fuerza. Por primera vez, viendo entre la bruma este desfile de dreadnoughts, que evocaban la imagen de un rebaño de monstruos marinos de la prehistoria, se dió cuenta exacta Desnoyers del poderío británico. El buque alemán pasó entre ellos empequeñecido, humillado, acelerando su marcha. «
Cualquiera diría—pensó el joven—que tiene la conciencia inquieta y desea ponerse en salvo.» Cerca de él, un pasajero sudamericano bromeaba con un alemán. «
¡Si la guerra se hubiese declarado ya entre ellos y ustedes!... ¡Si nos hiciesen prisioneros!»
On the following morning, the last day of the voyage. Desnoyers′ steward awoke him in great excitement. "Herr, come up on deck! a most beautiful spectacle!" The sea was veiled by the fog, but behind its hazy curtains could be distinguished some silhouettes like islands with great towers and sharp, pointed minarets. The islands were advancing over the oily waters slowly and majestically, with impressive dignity. Julio counted eighteen. They appeared to fill the ocean. It was the Channel Fleet which had just left the English coast by Government order, sailing around simply to show its strength. Seeing this procession of dreadnoughts for the first time, Desnoyers was reminded of a flock of marine monsters, and gained a better idea of the British power. The German ship passed among them, shrinking, humiliated, quickening its speed. "One might suppose," mused the youth, "that she had an uneasy conscience and wished to scud to safety." A South American passenger near him was jesting with one of the Germans, "What if they have already declared war! . . . What if they should make us prisoners!"
Después de mediodía entraron en la rada de Sóuthampton. El Friedrich August mostró prisa en salir cuanto antes. Las operaciones se hicieron con vertiginosa rapidez. La carga fué enorme: carga de personas y de equipajes. Dos vapores llenos abordaron al trasatlántico. Una avalancha de alemanes residentes en Inglaterra invadió las cubiertas con la alegría del que pisa suelo amigo, deseando verse cuanto antes en Hamburgo. Luego, el buque avanzó por el canal con una rapidez desusada en estos parajes.
After midday, they entered Southampton roads. The Frederic August hurried to get away as soon as possible, and transacted business with dizzying celerity. The cargo of passengers and baggage was enormous. Two launches approached the transatlantic and discharged an avalanche of Germans residents in England who invaded the decks with the joy of those who tread friendly soil, desiring to see Hamburg as soon as possible. Then the boat sailed through the Channel with a speed most unusual in these places.
La gente, asomada á las bordas, comentaba los extraordinarios encuentros en este bulevar marítimo, frecuentado ordinariamente por buques de paz. Unos humos en el horizonte eran los de la escuadra francesa llevando al presidente Poincaré, que volvía de Rusia. La alarma europea había interrumpido su viaje. Luego vieron más navíos ingleses que rondaban ante sus costas como perros agresivos y vigilantes. Dos acorazados de la América del Norte se dieron á conocer por sus mástiles en forma de cestos. Después pasó á todo vapor, con rumbo al Báltico, un navío ruso, blanco y lustroso desde las cofas á la línea de flotación. «
¡Mal!—clamaban los viajeros procedentes de América—. ¡Muy mal! Parece que esta vez va la cosa en serio.» Y miraban con inquietud las costas cercanas á un lado y á otro. Ofrecían el aspecto de siempre, pero detrás de ellas se estaba preparando tal vez un nuevo período de Historia.
The people, leaning on the railing, were commenting on the extraordinary encounters in this marine boulevard, usually frequented by ships of peace. Certain smoke lines on the horizon were from the French squadron carrying President Poincare who was returning from Russia. The European alarm had interrupted his trip. Then they saw more English vessels patrolling the coast line like aggressive and vigilant dogs. Two North American battleships could be distinguished by their mast-heads in the form of baskets. Then a Russian battleship, white and glistening, passed at full steam on its way to the Baltic. "Bad!" said the South American passengers regretfully. "Very bad! It looks this time as if it were going to be serious!" and they glanced uneasily at the neighboring coasts on both sides. Although they presented the usual appearance, behind them, perhaps, a new period of history was in the making.
El trasatlántico debía llegar á Boulogne á media noche, aguardando hasta el amanecer para que desembarcasen cómodamente los viajeros. Sin embargo, llegó á las diez, echó el ancla lejos del puerto y el comandante dió órdenes para que el desembarco se hiciese en menos de una hora. Para esto había acelerado la marcha, derrochando carbón. Necesitaba alejarse cuanto antes, en busca del refugio de Hamburgo. Por algo funcionaban los aparatos radiográficos.
The transatlantic was due at Boulogne at midnight where it was supposed to wait until daybreak to discharge its passengers comfortably. It arrived, nevertheless, at ten, dropped anchor outside the harbor, and the Commandant gave orders that the disembarkation should take place in less than an hour. For this reason they had quickened their speed, consuming a vast amount of extra coal. It was necessary to get away as soon as possible, seeking the refuge of Hamburg. The radiographic apparatus had evidently been working to some purpose.
A la luz de los focos azules, que esparcían sobre el mar una claridad lívida, empezó el transbordo de pasajeros y equipajes con destino á París desde el trasatlántico á los remolcadores. «
¡Aprisa! ¡aprisa!» Los marineros empujaban á las señoras de paso tardo, que recontaban sus maletas creyendo haber perdido alguna. Los camareros cargaban con los niños como si fuesen paquetes. La precipitación general hacía desaparecer la exagerada y untuosa amabilidad germánica. «
Son como lacayos—pensó Desnoyers—. Creen próxima la hora del triunfo y no consideran necesario fingir...»
By the glare of the bluish searchlights which were spreading a livid clearness over the sea, began the unloading of passengers and baggage for Paris, from the transatlantic into the tenders. "Hurry! Hurry!" The seamen were pushing forward the ladies of slow step who were recounting their valises, believing that they had lost some. The stewards loaded themselves up with babies as though they were bundles. The general precipitation dissipated the usual exaggerated and oily Teutonic amiability. "They are regular bootlickers," thought Desnoyers. "They believe that their hour of triumph has come, and do not think it necessary to pretend any longer." . . .
Se vió en un remolcador que danzaba sobre las ondulaciones del mar, frente al muro negro é inmóvil del trasatlántico, acribillado de redondeles luminosos y con los balconajes de las cubiertas repletos de gente que saludaba agitando pañuelos. Julio reconoció á Berta, que movía una mano, pero sin verle, sin saber en qué remolcador estaba, por una necesidad de manifestar su agradecimiento á los dulces recuerdos que se iban á perder en el misterio del mar y de la noche. «
¡Adiós, consejera!»
He was soon in a launch that was bobbing up and down on the waves near the black and immovable hulk of the great liner, dotted with many circles of light and filled with people waving handkerchiefs. Julio recognized Bertha who was waving her hand without seeing him, without knowing in which tender he was, but feeling obliged to show her gratefulness for the sweet memories that now were being lost in the mystery of the sea and the night. "Adieu, Frau Rath!"
Empezó á agrandarse la distancia entre el trasatlántico que partía y los remolcadores que navegaban hacia la boca del puerto. Como si hubiese aguardado este momento de impunidad, una voz estentórea surgió de la última cubierta con acompañamiento de ruidosas carcajadas. «
¡Hasta luego! ¡Pronto nos veremos en París!» Y la banda de música, la misma banda que trece días antes había asombrado á Desnoyers con su inesperada Marsellesa, rompió á tocar una marcha guerrera del tiempo de Federico el Grande, una marcha de granaderos con acompañamiento de trompetas.
The distance between the departing transatlantic and the lighters was widening. As though it had been awaiting this moment with impunity, a stentorian voice on the upper deck shouted with a noisy guffaw, "See you later! Soon we shall meet you in Paris!" And the marine band, the very same band that three days before had astonished Desnoyers with its unexpected Marseillaise, burst forth into a military march of the time of Frederick the Great—a march of grenadiers with an accompaniment of trumpets.
Así se perdió en la sombra, con la precipitación de la fuga y la insolencia de una venganza próxima, el último trasatlántico alemán que tocó en las costas francesas.
…
Esto había sido en la noche anterior. Aún no iban transcurridas veinticuatro horas, pero Desnoyers lo consideraba como un suceso lejano de vagorosa realidad. Su pensamiento, dispuesto siempre á la contradicción, no participaba de la alarma general. Las arrogancias del consejero le parecían ahora baladronadas de un burgués metido á soldado. Las inquietudes de la gente de París eran estremecimientos nerviosos de un pueblo que vive plácidamente y se alarma apenas vislumbra un peligro para su bienestar. ¡Tantas veces habían hablado de una guerra inmediata, solucionándose el conflicto en el último instante!... Además, él no quería que hubiese guerra, porque la guerra trastornaba sus planes de vida futura, y el hombre acepta como lógico y razonable todo lo que conviene á su egoísmo, colocándolo por encima de la realidad.
That had been the night before. Although twenty-four hours had not yet passed by, Desnoyers was already considering it as a distant event of shadowy reality. His thoughts, always disposed to take the opposite side, did not share in the general alarm. The insolence of the Counsellor now appeared to him but the boastings of a burgher turned into a soldier. The disquietude of the people of Paris, was but the nervous agitation of a city which lived placidly and became alarmed at the first hint of danger to its comfort. So many times they had spoken of an immediate war, always settling things peacefully at the last moment! . . . Furthermore he did not want war to come because it would upset all his plans for the future; and the man accepted as logical and reasonable everything that suited his selfishness, placing it above reality.
—No; no habrá guerra—repitió mientras paseaba por el jardín—. Estas gentes parecen locas. ¿Cómo puede surgir una guerra en estos tiempos?...
"No, there will not be war," he repeated as he continued pacing up and down the garden. "These people are beside themselves. How could a war possibly break out in these days?" . . .
Y después de aplastar sus dudas, que renacerían indudablemente al poco rato, pensó en la realidad del momento, consultando su reloj. Las cinco. Ella iba á llegar de un instante á otro. Creyó reconocerla de lejos en una señora que atravesaba la verja por la entrada de la rue Pasquier. Le parecía algo distinta, pero se le ocurrió que las modas veraniegas podían haber cambiado el aspecto de su persona. Antes de que se aproximase pudo convencerse de su error. No iba sola: otra señora se unió á ella. Eran tal vez inglesas ó norteamericanas, de las que rinden un culto romántico á la memoria de María Antonieta. Deseaban visitar la Capilla Expiatoria, antigua tumba de la reina ejecutada. Julio las vió cómo subían los peldaños atravesando el patio interior, en cuyo suelo están enterrados ochocientos suizos muertos en la jornada del 10 de Agosto, con otras víctimas de la cólera revolucionaria.
And after disposing of his doubts, which certainly would in a short time come up again, he thought of the joy of the moment, consulting his watch. Five o′clock! She might come now at any minute! He thought that he recognized her afar off in a lady who was passing through the grating by the rue Pasquier. She seemed to him a little different, but it occurred to him that possibly the Summer fashions might have altered her appearance. But soon he saw that he had made a mistake. She was not alone, another lady was with her. They were perhaps English or North American women who worshipped the memory of Marie Antoinette and wished to visit the Chapelle Expiatoire, the old tomb of the executed queen. Julio watched them as they climbed the flights of steps and crossed the interior patio in which were interred the eight hundred Swiss soldiers killed in the attack of the Tenth of August, with other victims of revolutionary fury.
Desalentado por esta decepción, siguió paseando. Su mal humor le hizo ver considerablemente agrandada la fealdad del monumento con que la restauración borbónica había adornado el antiguo cementerio de la Magdalena. Pasaba el tiempo sin que ella llegase. En cada una de sus vueltas miraba ávidamente hacia las entradas del jardín. Y ocurrió lo que en todas sus entrevistas. Ella se presentó de repente, como si cayese de lo alto ó surgiera del suelo lo mismo que una aparición. Una tos, un leve ruido de pasos, y al volverse, Julio casi chocó con la que llegaba.
Disgusted at his error, he continued his tramp. His ill humor made the monument with which the Bourbon restoration had adorned the old cemetery of the Madeleine, appear uglier than ever to him. Time was passing, but she did not come. Every time that he turned, he looked hungrily at the entrances of the garden. And then it happened as in all their meetings. She suddenly appeared as if she had fallen from the sky or risen up from the ground, like an apparition. A cough, a slight rustling of footsteps, and as he turned, Julio almost collided with her.
—¡Margarita! ¡Oh, Margarita!...
"Marguerite! Oh, Marguerite!" . . .
Era ella, y sin embargo tardó en reconocerla. Experimentaba cierta extrañeza al ver en plena realidad este rostro que había ocupado su imaginación durante tres meses, haciéndose cada vez más espiritual é impreciso con el idealismo de la ausencia. Pero la duda fué de breves instantes. A continuación le pareció que el tiempo y el espacio quedaban suprimidos, que él no había hecho ningún viaje y sólo iban transcurridas unas horas desde su última entrevista.
It was she, and yet he was slow to recognize her. He felt a certain strangeness in seeing in full reality the countenance which had occupied his imagination for three months, each time more spirituelle and shadowy with the idealism of absence. But his doubts were of short duration. Then it seemed as though time and space were eliminated, that he had not made any voyage, and but a few hours had intervened since their last interview.
Adivinó Margarita la expansión que iba á seguir á las exclamaciones de Julio, el apretón vehemente de manos, tal vez algo más, y se mostró fría y serena.
Marguerite divined the expansion which might follow Julio′s exclamations, the vehement hand-clasp, perhaps something more, so she kept herself calm and serene.
—No; aquí no—dijo con un mohín de contrariedad—. ¡Qué idea habernos citado en este sitio!
"No; not here," she said with a grimace of repugnance. "What a ridiculous idea for us to have met here!"
Fueron á sentarse en las sillas de hierro, al amparo de un grupo de plantas, pero ella se levantó inmediatamente. Podían verla los que transitaban por el bulevar con sólo que volviesen los ojos hacia el jardín. A estas horas, muchas amigas suyas debían andar por las inmediaciones, á causa de la proximidad de los grandes almacenes... Buscaron el refugio de una esquina del monumento, metiéndose entre éste y la rue des Mathurins. Desnoyers colocó dos sillas junto á un macizo de vegetación, y al sentarse quedaron invisibles para los que transitaban por el otro lado de la verja. Pero ninguna soledad. A pocos pasos de ellos un señor grueso y miope leía su periódico, un grupo de mujeres charlaba y hacía labores. Una señora con peluca roja y dos perros—alguna vecina que bajaba al jardín para dar aire á sus acompañantes—pasó varias veces ante la amorosa pareja sonriendo discretamente.
They were about to seat themselves on the iron chairs, in the shadow of some shrubbery, when she rose suddenly. Those who were passing along the boulevard might see them by merely casting their eyes toward the garden. At this time, many of her friends might be passing through the neighborhood because of its proximity to the big shops. . . . They, therefore, sought refuge at a corner of the monument, placing themselves between it and the rue des Mathurins. Desnoyers brought two chairs near the hedge, so that when seated they were invisible to those passing on the other side of the railing. But this was not solitude. A few steps away, a fat, nearsighted man was reading his paper, and a group of women were chatting and embroidering. A woman with a red wig and two dogs—some housekeeper who had come down into the garden in order to give her pets an airing—passed several times near the amorous pair, smiling discreetly.
—¡Qué fastidio!—gimió Margarita—. ¡Qué mala idea haber venido á este lugar!
"How annoying!" groaned Marguerite. "Why did we ever come to this place!"
Se miraban los dos atentamente, como si quisieran darse exacta cuenta de las transformaciones operadas por el tiempo.
The two scrutinized each other carefully, wishing to see exactly what transformation Time had wrought.
—Estás más moreno—dijo ella—. Pareces un hombre de mar.
"You are darker than ever," she said. "You look like a man of the sea."
Julio la encontraba más hermosa que antes, reconociendo que bien valía su posesión las contrariedades que habían originado su viaje á América. Era más alta que él, de una esbeltez elegante y armoniosa. «
Tiene el paso musical», decía Desnoyers al evocar su imagen. Y lo primero que admiró al volverla á ver fué el ritmo suelto, juguetón y gracioso con que marchaba por el jardín buscando nuevo asiento. Su rostro no era de trazos regulares, pero tenía una gracia picante: un verdadero rostro de parisiense. Todo cuanto han podido inventar las artes del embellecimiento femenil se reunía en su persona, sometida á los más exquisitos cuidados. Había vivido siempre para ella. Sólo desde algunos meses antes abdicó en parte este dulce egoísmo, sacrificando reuniones, tés y visitas, para dedicar á Desnoyers las horas de la tarde. Elegante y pintada como una muñeca de gran precio, teniendo por suprema aspiración el ser un maniquí que realzase con su gracia corporal las invenciones de los modistos, había acabado por sentir las mismas preocupaciones y alegrías de las otras mujeres, creándose una vida interior. El núcleo de esta nueva vida, que permanecía oculta bajo su antigua frivolidad, fué Desnoyers. Luego, cuando se imaginaba haber organizado su existencia definitivamente—las satisfacciones de la elegancia para el mundo y las dichas del amor en íntimo secreto—, una catástrofe fulminante, la intervención del marido, cuya presencia parecía haber olvidado, trastornó su inconsciente felicidad. Ella, que se creía el centro del universo, imaginando que los sucesos debían rodar con arreglo á sus deseos y gustos, sufrió la cruel sorpresa con más asombro que dolor.
Julio was finding her even lovelier than before, and felt sure that possessing her was well worth all the contrarieties which had brought about his trip to South America. She was taller than he, with an elegantly proportioned slenderness. "She has the musical step," Desnoyers had told himself, when seeing her in his imagination; and now, on beholding her again, the first thing that he admired was her rhythmic tread, light and graceful as she passed through the garden seeking another seat. Her features were not regular but they had a piquant fascination—a true Parisian face. Everything that had been invented for the embellishment of feminine charm was used about her person with the most exquisite fastidiousness. She had always lived for herself. Only a few months before had she abdicated a part of this sweet selfishness, sacrificing reunions, teas, and calls in order to give Desnoyers some of the afternoon hours. Stylish and painted like a priceless doll, with no loftier ambition than to be a model, interpreting with personal elegance the latest confections of the modistes, she was at last experiencing the same preoccupations and joys as other women, creating for herself an inner life. The nucleus of this new life, hidden under her former frivolity, was Desnoyers. Just as she was imagining that she had reorganized her existence—adjusting the satisfactions of worldly elegance to the delights of love in intimate secrecy—a fulminating catastrophe (the intervention of her husband whose possible appearance she seemed to have overlooked) had disturbed her thoughtless happiness. She who was accustomed to think herself the centre of the universe, imagining that events ought to revolve around her desires and tastes, had suffered this cruel surprise with more astonishment than grief.
—Y tú, ¿cómo me encuentras?—siguió diciendo Margarita.
"And you, how do you think I look?" Marguerite queried.
Para que Julio no se equivocase al contestarle, miró su amplia falda, añadiendo:
—Te advierto que ha cambiado la moda. Terminó la falda entravé. Ahora empieza á llevarse corta y con mucho vuelo.
"I must tell you that the fashion has changed. The sheath skirt has passed away. Now it is worn short and with more fullness."
Desnoyers tuvo que ocuparse del vestido con tanto apasionamiento como de ella, mezclando las apreciaciones sobre la reciente moda y los elogios á la belleza de Margarita.
Desnoyers had to interest himself in her apparel with the same devotion, mixing his appreciation of the latest freak of the fashion-monger with his eulogies of Marguerite′s beauty.
—¿Has pensado mucho en mí?—continuó—. ¿No me has engañado una sola vez? ¿Ni una siquiera?... Di la verdad: mira que yo conozco bien cuando mientes.
"Have you thought much about me?" she continued. "You have not been unfaithful to me a single time? Not even once? . . . Tell me the truth; you know I can always tell when you are lying."
—Siempre he pensado en ti—dijo él llevándose una mano al corazón como si jurase ante un juez.
"I have always thought of you," he said putting his hand on his heart, as if he were swearing before a judge.
Y lo dijo rotundamente, con un acento de verdad, pues en sus infidelidades—que ahora estaban completamente olvidadas—le había acompañado el recuerdo de Margarita.
And he said it roundly, with an accent of truth, since in his infidelities—now completely forgotten—the memory of Marguerite had always been present.
—¡Pero hablemos de ti!—añadió Julio—. ¿Qué es lo que has hecho en este tiempo?
"But let us talk about you!" added Julio. "What have you been doing all the time?"
Había aproximado su silla á la de ella todo lo posible. Sus rodillas estaban en contacto. Tomaba una de sus manos, acariciándola, introduciendo un dedo por la abertura del guante. ¡Aquel maldito jardín, que no permitía mayores intimidades y les obligaba á hablar en voz baja después de tres meses de ausencia!... A pesar de su discreción, el señor que leía el periódico levantó la cabeza para mirarles irritado por encima de sus gafas, como si una mosca le distrajera con sus zumbidos... ¡Venir á hablar tonterías de amor en un jardín público, cuando toda Europa estaba amenazada de una catástrofe!
He had brought his chair nearer to hers, and their knees touched. He took one of her hands, patting it and putting his finger in the glove opening. Oh, that accursed garden which would not permit greater intimacy and obliged them to speak in a low tone, after three months′ absence! . . . In spite of his discretion, the man who was reading his paper raised his head and looked irritably at them over his spectacles as though a fly were distracting him with its buzzing. . . . The very idea of talking love-nonsense in a public garden when all Europe was threatened with calamity!
Margarita, repeliendo la mano audaz, habló tranquilamente de su existencia durante los últimos meses.
Repelling the audacious hand, Marguerite spoke tranquilly of her existence during the last months.
—He entretenido mi vida como he podido, aburriéndome mucho. Ya sabes que me fuí á vivir con mamá, y mamá es una señora á la antigua, que no comprende nuestros gustos. He ido al teatro con mi hermano; he hecho visitas al abogado para enterarme de la marcha de mi divorcio y darle prisa... Y nada más.
"I have passed my life the best I could, but I have been greatly bored. You know that I am now living with mama, and mama is a lady of the old regime who does not understand our tastes. I have been to the theatres with my brother. I have made many calls on the lawyer in order to learn the progress of my divorce and hurry it along . . . and nothing else."
—¿Y tu marido?...
"And your husband?"
—No hablemos de él, ¿quieres? El pobre me da lástima. Tan bueno... tan correcto. El abogado asegura que pasa por todo y no quiere oponer obstáculos. Me dicen que no viene á París, que vive en su fábrica. Nuestra antigua casa está cerrada. Hay veces que siento remordimiento al pensar que he sido mala con él.
"Don′t let′s talk about him. Do you want to? I pity the poor man! So good . . . so correct. The lawyer assures me that he agrees to everything and will not impose any obstacles. They tell me that he does not come to Paris, that he lives in his factory. Our old home is closed. There are times when I feel remorseful over the way I have treated him."
—¿Y yo?—dijo Julio retirando su mano.
"And I?" queried Julio, withdrawing his hand.
—Tienes razón—contestó ella sonriendo—. Tú eres la vida. Resulta cruel, pero es humano. Debemos vivir nuestra existencia, sin fijarnos en si molestamos á los demás. Hay que ser egoístas para ser felices.
"You are right," she returned smiling. "You are Life. It is cruel but it is human. We have to live our lives without taking others into consideration. It is necessary to be selfish in order to be happy."
Los dos quedaron en silencio. El recuerdo del marido había pasado entre ellos como un soplo glacial. Julio fué el primero en reanimarse.
The two remained silent. The remembrance of the husband had swept across them like a glacial blast. Julio was the first to brighten up.
—¿Y no has bailado en todo este tiempo?
"And you have not danced in all this time?"
—No; ¿cómo era posible? Fíjate, ¡una señora que está en gestiones de divorcio!... No he ido á ninguna reunión chic desde que te marchaste. He querido guardar cierto luto por tu ausencia. Un día tangueamos en una fiesta de familia. ¡Qué horror!... Faltabas tú, maestro.
"No, how could I? The very idea, a woman in divorce proceedings! . . . I have not been to a single chic party since you went away. I wanted to preserve a certain decorous mourning fiesta. How horrible it was! . . . It needed you, the Master!"
Habían vuelto á estrecharse las manos y sonreían. Desfilaban ante sus ojos los recuerdos de algunos meses antes, cuando se había iniciado su amor, de cinco á siete de la tarde, bailando en los hoteles de los Campos Elíseos que realizaban la unión indisoluble del tango con la taza de té.
They had again clasped hands and were smiling. Memories of the previous months were passing before their eyes, visions of their life from five to seven in the afternoon, dancing in the hotels of the Champs Elysees where the tango had been inexorably associated with a cup of tea.
Ella pareció arrancarse de estos recuerdos á impulsos de una obsesión tenaz que sólo había olvidado en los primeros instantes del encuentro.
She appeared to tear herself away from these recollections, impelled by a tenacious obsession which had slipped from her mind in the first moments of their meeting.
—Tú que sabes mucho, di: ¿crees que habrá guerra? ¡La gente habla tanto!... ¿No te parece que todo acabará por arreglarse?
"Do you know much about what′s happening? Tell me all. People talk so much. . . . Do you really believe that there will be war? Don′t you think that it will all end in some kind of settlement?"
Desnoyers la apoyó con su optimismo. No creía en la posibilidad de una guerra. Era algo absurdo.
Desnoyers comforted her with his optimism. He did not believe in the possibility of a war. That was ridiculous.
—Lo mismo digo yo. Nuestra época no es de salvajes. Yo he conocido alemanes, personas chic y bien educadas, que seguramente piensan igual que nosotros. Un profesor viejo que va á casa explicaba ayer á mamá que las guerras ya no son posibles en estos tiempos de adelanto. A los dos meses, apenas quedarían hombres; á los tres, el mundo se vería sin dinero para continuar la lucha. No recuerdo cómo era esto, pero él lo explicaba palpablemente, de un modo que daba gusto oirle.
"I say so, too! Ours is not the epoch of savages. I have known some Germans, chic and well-educated persons who surely must think exactly as we do. An old professor who comes to the house was explaining yesterday to mama that wars are no longer possible in these progressive times. In two months′ time, there would scarcely be any men left, in three, the world would find itself without money to continue the struggle. I do not recall exactly how it was, but he explained it all very clearly, in a manner most delightful to hear."
Reflexionó en silencio, queriendo coordinar sus recuerdos confusos; pero asustada ante el esfuerzo que esto suponía, añadió por su cuenta:
She reflected in silence, trying to co-ordinate her confused recollections, but dismayed by the effort required, added on her own account.
—Imagínate una guerra. ¡Qué horror! La vida social paralizada. Se acabarían las reuniones, los trajes, los teatros. Hasta es posible que no se inventasen modas. Todas las mujeres de luto. ¿Concibes eso?... Y París desierto... ¡Tan bonito que lo encontraba yo esta tarde cuando venía en tu busca!... No, no puede ser. Figúrate que el mes próximo nos vamos á Vichy: mamá necesita las aguas; luego á Biarritz. Después iré á un castillo del Loire. Y además, hay nuestro asunto, mi divorcio, nuestro casamiento, que puede realizarse el año que viene... ¡Y todo esto vendría á estorbarlo y cortarlo una guerra! No, no es posible. Son cosas de mi hermano y de otros como él, que sueñan con el peligro de Alemania. Estoy segura de que mi marido, que sólo gusta de ocuparse en cosas serias y enojosas, también es de los que creen próxima la guerra y se preparan para hacerla. ¡Qué disparate! Di conmigo que es un disparate. Necesito que tú me lo digas.
"Just imagine what war would mean—how horrible! Society life paralyzed. No more parties, nor clothes, nor theatres! Why, it is even possible that they might not design any more fashions! All the women in mourning. Can you imagine it? . . . And Paris deserted. . . . How beautiful it seemed as I came to meet you this afternoon! . . . No, no, it cannot be! Next month, you know, we go to Vichy. Mama needs the waters. Then to Biarritz. After that, I shall go to a castle on the Loire. And besides there are our affairs, my divorce, our marriage which may take place the next year. . . . And is war to hinder and cut short all this! No, no, it is not possible. My brother and others like him are foolish enough to dream of danger from Germany. I am sure that my husband, too, who is only interested in serious and bothersome matters, is among those who believe that war is imminent and prepare to take part in it. What nonsense! Tell me that it is all nonsense. I need to hear you say it."
Y tranquilizada por las afirmaciones de su amante, cambió el rumbo de la conversación. La posibilidad del nuevo matrimonio mencionado por ella evocó en su memoria el objeto del viaje realizado por Desnoyers. No habían tenido tiempo para escribirse durante la corta separación.
Tranquilized by the affirmations of her lover, she then changed the trend of the conversation. The possibility of their approaching marriage brought to mind the object of the voyage which Desnoyers had just made. There had not been time for them to write to each other during their brief separation.
—¿Conseguiste dinero? Con la alegría de verte he olvidado tantas cosas...
"Did you succeed in getting the money? The joy of seeing you made me forget all about such things. . . ."
El habló adoptando el aire de un hombre experto en negocios. Traía menos de lo que esperaba. Había encontrado al país en una de sus crisis periódicas. Pero aun así, había conseguido reunir cuatrocientos mil francos. En la cartera guardaba un cheque por esta cantidad. Más adelante le harían nuevos envíos. Un señor del campo, algo pariente suyo, cuidaba de sus asuntos. Margarita parecía satisfecha. También adoptó ella un aire de mujer grave, á pesar de su frivolidad.
Adopting the air of a business expert, he replied that he had brought back less than he expected, for he had found the country in the throes of one of its periodical panics; but still he had managed to get together about four hundred thousand francs. In his purse he had a check for that amount. Later on, they would send him further remittances. A ranchman in Argentina, a sort of relative, was looking after his affairs. Marguerite appeared satisfied, and in spite of her frivolity, adopted the air of a serious woman.
—El dinero es el dinero—dijo sentenciosamente—, y sin él no hay dicha segura. Con tus cuatrocientos mil y lo que yo tengo podremos ir adelante... Te advierto que mi marido desea entregar mi dote. Así lo ha dicho á mi hermano. Pero el estado de sus negocios, la marcha de su fábrica, no le permiten restituir con tanta prisa como él quisiera hacerlo. El pobre me da lástima... Tan honrado y recto en todas sus cosas. ¡Si no fuese tan vulgar!...
"Money, money!" she exclaimed sententiously. "And yet there is no happiness without it! With your four hundred thousand and what I have, we shall be able to get along. . . . I told you that my husband wishes to give me back my dowry. He has told my brother so. But the state of his business, and the increased size of his factory do not permit him to return it as quickly as he would like. I can′t help but feel sorry for the poor man . . . so honorable and so upright in every way. If he only were not so commonplace! . . ."
Otra vez pareció arrepentirse Margarita de estos elogios espontáneos y tardíos que enfriaban su entrevista. Julio parecía molesto al escucharlos. Y de nuevo cambió ella el objeto de su charla.
Again Marguerite seemed to regret these tardy spontaneous eulogies which were chilling their interview. So again she changed the trend of her chatter.
—¿Y tu familia? ¿La has visto?...
"And your family? Have you seen them?" . . .
Desnoyers había estado en casa de sus padres antes de dirigirse á la Capilla Expiatoria. Una entrada furtiva en el gran edificio de la avenida Víctor Hago. Había subido al primer piso por la escalera de servicio, como un proveedor. Luego se había deslizado en la cocina lo mismo que un soldado amante de una de las criadas. Allí había venido á abrazarle su madre, la pobre doña Luisa, llorando, cubriéndolo de besos frenéticos, como si hubiese creído perderle para siempre. Luego había aparecido Luisita, la llamada Chichí, que le contemplaba siempre con simpática curiosidad, como si quisiera enterarse bien de cómo es un hermano malo y adorable que aparta á las mujeres decentes del camino de la virtud y vive haciendo locuras. A continuación, una gran sorpresa para Desnoyers, pues vió entrar en la cocina, con aires de actriz solemne, de madre noble de tragedia, á su tía Elena, la casada con el alemán, la que vivía en Berlín rodeada de innumerables hijos.
Desnoyers had been to his father′s home before starting for the Chapelle Expiatoire. A stealthy entrance into the great house on the avenue Victor Hugo, and then up to the first floor like a tradesman. Then he had slipt into the kitchen like a soldier sweetheart of the maids. His mother had come there to embrace him, poor Dona Luisa, weeping and kissing him frantically as though she had feared to lose him forever. Close behind her mother had come Luisita, nicknamed Chichi, who always surveyed him with sympathetic curiosity as if she wished to know better a brother so bad and adorable who had led decent women from the paths of virtue, and committed all kinds of follies. Then Desnoyers had been greatly surprised to see entering the kitchen with the air of a tragedy queen, a noble mother of the drama, his Aunt Elena, the one who had married a German and was living in Berlin surrounded with innumerable children.
—Está en París hace un mes. Va á pasar una temporada en nuestro castillo. Y también parece que anda por aquí su hijo mayor, mi primo «
el sabio», al que no he visto hace años.
"She has been in Paris a month. She is going to make a little visit to our castle. And it appears that her eldest son—my cousin, ′The Sage,′ whom I have not seen for years—is also coming here."
La entrevista había sido cortada repetidas veces por el miedo. «
El viejo está en casa; ten cuidado», le decía su madre cada vez que levantaba la voz. Y su tía Elena iba hacia la puerta con paso dramático, lo mismo que una heroína resuelta á dar de puñaladas al tirano si pasa el umbral de su cámara. Toda la familia continuaba sometida á la rígida autoridad de don Marcelo Desnoyers.
The home interview had several times been interrupted by fear. "Your father is at home, be careful," his mother had said to him each time that he had spoken above a whisper. And his Aunt Elena had stationed herself at the door with a dramatic air, like a stage heroine resolved to plunge a dagger into the tyrant who should dare to cross the threshold. The entire family was accustomed to submit to the rigid authority of Don Marcelo Desnoyers.
—¡Ay, ese viejo!—exclamó Julio, refiriéndose á su padre—. Que viva muchos años, pero ¡cómo pesa sobre todos nosotros!
"Oh, that old man!" exclaimed Julio, referring to his father. "He may live many years yet, but how he weighs upon us all!"
Su madre, que no se cansaba de contemplarle, había tenido que acelerar el final de la entrevista, asustada por ciertos ruidos. «
Márchate; podría sorprendernos, y el disgusto sería enorme.» Y él había huído de la casa paterna saludado por las lágrimas de las dos señoras y las miradas admirativas de Chichí, ruborosa y satisfecha á la vez de un hermano que provocaba entre sus amigas escándalo y entusiasmo.
His mother, who had never wearied of looking at him, finally had to bring the interview to an end, frightened by certain approaching sounds. "Go, he might surprise us, and he would be furious." So Julio had fled the paternal home, caressed by the tears of the two ladies and the admiring glances of Chichi, by turns ashamed and proud of a brother who had caused such enthusiasm and scandal among her friends.
Margarita habló también del señor Desnoyers. Un viejo terrible, un hombre á la antigua, con el que no llegarían nunca á entenderse.
Marguerite also spoke of Senor Desnoyers. A terrible tyrant of the old school with whom they could never come to an understanding.
Quedaron en silencio los dos, mirándose fijamente. Ya se habían dicho lo de mayor urgencia, lo que interesaba á su porvenir. Pero otras cosas más inmediatas quedaban en su interior y parecían asomar á los ojos, tímidas y vacilantes, antes de escaparse en forma de palabras. No se atrevían á hablar como enamorados. Cada vez era mayor en torno de ellos el número de testigos. La señora de los perros y la peluca roja pasaba con más frecuencia, acortando sus vueltas por el square para saludarlos con una sonrisa de complicidad. El lector de periódicos contaba ahora con un vecino de banco para hablar de las posibilidades de la guerra. El jardín se convertía en una calle. Las modistillas, al salir de los obradores, y las señoras, de vuelta de los almacenes, lo atravesaban para ganar terreno. La corta avenida era un atajo cada vez más frecuentado, y todos los transeuntes lanzaban al pasar una mirada curiosa sobre la señora elegante y su compañero, sentados al amparo de un grupo de vegetación, con el aspecto encogido y falsamente natural de las personas que desean ocultarse y fingen al mismo tiempo una actitud despreocupada.
The two remained silent, looking fixedly at each other. Now that they had said the things of greatest urgency, present interests became more absorbing. More immediate things, unspoken, seemed to well up in their timid and vacillating eyes, before escaping in the form of words. They did not dare to talk like lovers here. Every minute the cloud of witnesses seemed increasing around them. The woman with the dogs and the red wig was passing with greater frequency, shortening her turns through the square in order to greet them with a smile of complicity. The reader of the daily paper was now exchanging views with a friend on a neighboring bench regarding the possibilities of war. The garden had become a thoroughfare. The modistes upon going out from their establishments, and the ladies returning from shopping, were crossing through the square in order to shorten their walk. The little avenue was a popular short-cut. All the pedestrians were casting curious glances at the elegant lady and her companion seated in the shadow of the shrubbery with the timid yet would-be natural look of those who desire to hide themselves, yet at the same time feign a casual air.
—¡Qué fastidio!—gimió Margarita—. Nos van á sorprender.
"How exasperating!" sighed Marguerite. "They are going to find us out!"
Una muchacha la miró fijamente, y ella creyó reconocer á una empleada de un modisto célebre. Además, podían atravesar el jardín algunas de las personas amigas que una hora antes había entrevisto en la muchedumbre que llenaba los grandes almacenes próximos.
A girl looked at her so searchingly that she thought she recognized in her an employee of a celebrated modiste. Besides, some of her personal friends who had met her in the crowded shops but an hour ago might be returning home by way of the garden.
—Vámonos—continuó—. ¡Si nos viesen juntos! Figúrate lo que hablarían... Y ahora precisamente que la gente nos tiene algo olvidados.
"Let us go," she said rising hurriedly. "If they should spy us here together, just think what they might say! . . . and just when they are becoming a little forgetful!"
Desnoyers protestó con mal humor. ¿Marcharse?... París era pequeño para ellos por culpa de Margarita, que se negaba á volver al único sitio donde estarían al abrigo de toda sorpresa. En otro paseo, en un restorán, allí donde fuesen, corrían igual riesgo de ser conocidos. Ella sólo aceptaba entrevistas en lugares públicos, y al mismo tiempo sentía miedo á la curiosidad de la gente. ¡Si Margarita quisiera ir á su estudio, de tan dulces recuerdos!...
Desnoyers protested crossly. Go away? . . . Paris had become a shrunken place for them nowadays because Marguerite refused to go to a single place where there was a possibility of their being surprised. In another square, in a restaurant, wherever they might go—they would run the same risk of being recognized. She would only consider meetings in public places, and yet at the same time, dreaded the curiosity of the people. If Marguerite would like to go to his studio of such sweet memories! . . .
--- No; á tu casa no—repuso ella con apresuramiento—. No puedo olvidar el último día que estuve allí.
"To your home? No! no indeed!" she replied emphatically "I cannot forget the last time I was there."
Pero Julio insistió, adivinando en su firme negativa el agrietamiento de una primera vacilación. ¿Dónde estarían mejor? Además, ¿no iban á casarse tan pronto como les fuese posible?...
But Julio insisted, foreseeing a break in that firm negative. Where could they be more comfortable? Besides, weren′t they going to marry as soon as possible? . . .
—Te digo que no—repitió ella—. ¡Quién sabe si mi marido me vigila! ¡Qué complicación para mi divorcio si nos sorprendiesen en tu casa!
"I tell you no," she repeated. "Who knows but my husband may be watching me! What a complication for my divorce if he should surprise us in your house!"
Ahora fué él quien hizo el elogio del marido, esforzándose por demostrar que esta vigilancia era incompatible con su carácter. El ingeniero había aceptado los hechos, juzgándolos irreparables, y en aquel momento sólo pensaba en rehacer su vida.
Now it was he who eulogized the husband, insisting that such watchfulness was incompatible with his character. The engineer had accepted the facts, considering them irreparable and was now thinking only of reconstructing his life.
—No; mejor es separarse—continuó ella—. Mañana nos veremos. Tú buscarás otro sitio más discreto. Piensa; tú encontrarás solución á todo.
"No, it is better for us to separate," she continued. "Tomorrow we shall see each other again. You will hunt a more favorable place. Think it over, and you will find a solution for it all."
Pero él deseaba la solución inmediata. Habían abandonado sus asientos, dirigiéndose lentamente hacia la rue des Mathurins. Julio hablaba con una elocuencia temblorosa y persuasiva. Mañana, no: ahora. No tenían mas que llamar á un «
auto» de alquiler; unos minutos de carrera, y luego el aislamiento, el misterio, la vuelta al dulce pasado, la intimidad en aquel estudio que había visto sus mejores horas. Creerían que no había transcurrido el tiempo, que estaban aún en sus primeras entrevistas.
But he wished an immediate solution. They had abandoned their seats, going slowly toward the rue des Mathurins. Julio was speaking with a trembling and persuasive eloquence. To-morrow? No, now. They had only to call a taxicab. It would be only a matter of a few minutes, and then the isolation, the mystery, the return to a sweet past—to that intimacy in the studio where they had passed their happiest hours. They would believe that no time had elapsed since their first meetings.
—No—dijo ella con acento desfallecido, buscando una última resistencia—. Además, estará allí tu secretario, ese español que te acompaña. ¡Qué vergÜenza encontrarme con él!...
"No," she faltered with a weakening accent, seeking a last resistance. "Besides, your secretary might be there, that Spaniard who lives with you. How ashamed I would be to meet him again!"
Julio rió... ¡Argensola! ¿Podía ser un obstáculo este camarada que conocía todo su pasado? Si lo encontraban en la casa, saldría inmediatamente. Más de una vez lo había obligado á abandonar el estudio para que no estorbase. Su discreción era tal, que le hacía presentir los sucesos. De seguro que había salido, adivinando una visita próxima que no podía ser más lógica. Andaría por las calles en busca de noticias.
Julio laughed. . . . Argensola! How could that comrade who knew all about their past be an obstacle? If they should happen to meet him in the house, he would be sure to leave immediately. More than once, he had had to go out so as not to be in the way. His discretion was such that he had foreseen events. Probably he had already left, conjecturing that a near visit would be the most logical thing. His chum would simply go wandering through the streets in search of news.
Calló Margarita, como si se declarase vencida al ver agotados sus pretextos. Desnoyers calló también, aceptando favorablemente su silencio. Habían salido del jardín, y ella miraba en torno con inquietud, asustada de verse en plena calle al lado de su amante y buscando un refugio. De pronto vió ante ella una portezuela roja de automóvil abierta por la mano de su compañero.
Marguerite was silent, as though yielding on seeing her pretexts exhausted. Desnoyers was silent, too, construing her stillness as assent. They had left the garden and she was looking around uneasily, terrified to find herself in the open street beside her lover, and seeking a hiding-place. Suddenly she saw before her the little red door of an automobile, opened by the hand of her adorer.
—Sube—ordenó Julio.
"Get in," ordered Julio.
Y ella subió apresuradamente, con el ansia de ocultarse cuanto antes. El vehículo se puso en marcha á gran velocidad. Margarita bajó inmediatamente la cortinilla de la ventana próxima á su asiento. Pero antes de que terminase la operación y pudiera volver la cabeza, sintió una boca ávida que acariciaba su nuca.
And she climbed in hastily, anxious to hide herself as soon as possible. The vehicle started at great speed. Marguerite immediately pulled down the shade of the window on her side, but, before she had finished and could turn her head, she felt a hungry mouth kissing the nape of her neck.
—No; aquí no—dijo con tono suplicante—. Seamos serios.
"No, not here," she said in a pleading tone. "Let us be sensible!"
Y mientras él, rebelde á estas exhortaciones, insistía en sus apasionados avances, la voz de Margarita volvió á sonar sobre el estrépito de ferretería vieja que lanzaba el automóvil saltando sobre el pavimento.
And while he, rebellious at these exhortations, persisted in his advances, the voice of Marguerite again sounded above the noise of the rattling machinery of the automobile as it bounded over the pavement.
—¿Crees realmente que no habrá guerra? ¿Crees que podremos casarnos?... Dímelo otra vez. Necesito que me tranquilices... Quiero oirlo de tu boca.
"Do you really believe that there will be no war? Do you believe that we will be able to marry? . . . Tell me again. I want you to encourage me . . . I need to hear it from your lips."
II
El centauro Madariaga
-I- Chapter II
Madariaga, the Centaur
En 1870, Marcelo Desnoyers tenía diez y nueve años. Había nacido en los alrededores de París. Era hijo único, y su padre, dedicado á pequeñas especulaciones de construcción, mantenía á la familia, en un modesto bienestar. El albañil quiso hacer de su hijo un arquitecto, y Marcelo empezaba los estudios preparatorios, cuando murió el padre repentinamente, dejando sus negocios embrollados. En pocos meses, él y su madre descendieron la pendiente de la ruina, viéndose obligados á renunciar sus comodidades burguesas para vivir como los obreros.
In 1870 Marcelo Desnoyers was nineteen years old. He was born in the suburbs of Paris, an only child; his father, interested in little building speculations, maintained his family in modest comfort. The mason wished to make an architect of his son, and Marcelo was in the midst of his preparatory studies when his father suddenly died, leaving his affairs greatly involved. In a few months, he and his mother descended the slopes of ruin, and were obliged to give up their snug, middle-class quarters and live like laborers.
Cuando á los catorce años tuvo que escoger un oficio, se hizo tallista. Este oficio era un arte y estaba en relación con las aficiones despertadas en Marcelo por sus estudios forzosamente abandonados. La madre se retiró al campo buscando el amparo de unos parientes. El avanzó con rapidez en el taller, ayudando á su maestro en todos los trabajos importantes que realizaba en provincias. Las primeras noticias de la guerra con Prusia le sorprendieron en Marsella trabajando en el decorado de un teatro.
When the fourteen-year-old boy had to choose a trade, he learned wood carving. This craft was an art related to the tastes awakened in Marcelo by his abandoned studies. His mother retired to the country, living with some relatives while the lad advanced rapidly in the shops, aiding his master in all the important orders which he received from the provinces. The first news of the war with Prussia surprised him in Marseilles, working on the decorations of a theatre.
Marcelo era enemigo del Imperio, como todos los jóvenes de su generación. Además estaba influenciado por los obreros viejos, que habían intervenido en la República del 48 y guardaban vivo el recuerdo del golpe de Estado del 2 de Diciembre. Un día vió en las calles de Marsella una manifestación popular en favor de la paz, que equivalía á una protesta contra el gobierno. Los viejos republicanos en lucha implacable con el emperador, los compañeros de la Internacional que acababa de organizarse, y gran número de españoles é italianos huídos de sus países por recientes insurrecciones, componían el cortejo. Un estudiante melenudo y tísico llevaba la bandera, «
Es la paz lo que deseamos; una paz que una á todos los hombres», cantaban los manifestantes. Pero en la tierra, los más nobles propósitos rara vez son oídos, pues el destino se divierte en torcerlos y desviarlos. Apenas entraron en la Cannebière los amigos de la paz con su himno y su estandarte, fué la guerra lo que les salió al paso, teniendo que apelar al puño y al garrote. El día antes habían desembarcado unos batallones de zuavos de Argelia que iban á reforzar el ejército de la frontera, y estos veteranos, acostumbrados á la existencia colonial, poco escrupulosa en materia de atropellos, creyeron oportuno intervenir en la manifestación, unos con las bayonetas, otros con los cinturones desceñidos. «
¡Viva la guerra!» Y una lluvia de zurriagazos y golpes cayó sobre los cantores. Marcelo pudo ver cómo el cándido estudiante que hacía llamamientos á la paz con una gravedad sacerdotal rodaba envuelto en su estandarte bajo el regocijado pateo de los zuavos. Y no se enteró de más, pues le alcanzaron varios correazos, una cuchillada leve en un hombro, y tuvo que correr lo mismo que los otros.
Marcelo was opposed to the Empire like all the youths of his generation. He was also much influenced by the older workmen who had taken part in the Republic of ′48, and who still retained vivid recollections of the Coup d′Etat of the second of December. One day he saw in the streets of Marseilles a popular manifestation in favor of peace which was practically a protest against the government. The old republicans in their implacable struggle with the Emperor, the companies of the International which had just been organized, and a great number of Italians and Spaniards who had fled their countries on account of recent insurrections, composed the procession. A long-haired, consumptive student was carrying the flag. "It is peace that we want—a peace which may unite all mankind," chanted the paraders. But on this earth, the noblest propositions are seldom heard, since Destiny amuses herself in perverting them and turning them aside. Scarcely had the friends of peace entered the rue Cannebiere with their hymn and standard, when war came to meet them, obliging them to resort to fist and club. The day before, some battalions of Zouaves from Algiers had disembarked in order to reinforce the army on the frontier, and these veterans, accustomed to colonial existence and undiscriminating as to the cause of disturbances, seized the opportunity to intervene in this manifestation, some with bayonets and others with ungirded belts. "Hurrah for War!" and a rain of lashes and blows fell upon the unarmed singers. Marcelo saw the innocent student, the standard-bearer of peace, knocked down wrapped in his flag, by the merry kicks of the Zouaves. Then he knew no more, since he had received various blows with a leather strap, and a knife thrust in his shoulder; he had to run the same as the others.
Aquel día se reveló por primera vez su carácter tenaz, soberbio, irritable ante la contradicción, hasta el punto de adoptar las más extremas resoluciones. El recuerdo de los golpes recibidos le enfureció como algo que pedía venganza. «
¡Abajo la guerra!» Ya que no le era posible protestar de otro modo, abandonaría su país. La lucha iba á ser larga, desastrosa, según los enemigos del Imperio. El entraba en quinta dentro de unos meses. Podía el emperador arreglar sus asuntos como mejor le pareciese. Desnoyers renunciaba al honor de servirle. Vaciló un poco al acordarse de su madre. Pero sus parientes del campo no la abandonarían y él tenía el propósito de trabajar mucho para enviarle dinero. ¡Quién sabe si le esperaba la riqueza al otro lado del mar!... ¡Adiós, Francia!
That day developed for the first time, his fiery, stubborn character, irritable before contradiction, even to the point of adopting the most extreme resolution. "Down with War!" Since it was not possible for him to protest in any other way, he would leave the country. The Emperor might arrange his affairs as best he could. The struggle was going to be long and disastrous, according to the enemies of the Empire. If he stayed, he would in a few months be drawn for the soldiery. Desnoyers renounced the honor of serving the Emperor. He hesitated a little when he thought of his mother. But his country relatives would not turn her out, and he planned to work very hard and send her money. Who knew what riches might be waiting for him, on the other side of the sea! . . . Good-bye, France!
Gracias á sus ahorros, un corredor del puerto le ofreció el embarque sin papeles en tres buques. Uno iba á Egipto, otro á Australia, otro á Montevideo y Buenos Aires; ¿cuál le parecía mejor?... Desnoyers, recordando sus lecturas, quiso consultar el viento y seguir el rumbo que le marcase, como lo había visto hacer á varios héroes de novelas. Pero aquel día el viento soplaba de la parte del mar, internándose en Francia. También quiso echar una moneda en alto para que indicase su destino. Al fin se decidió por el buque que saliese antes. Sólo cuando estuvo con su magro equipaje sobre la cubierta de un vapor próximo á zarpar tuvo interés en conocer su rumbo: «
Para el río de la Plata...» Y acogió estas palabras con un gesto de fatalista. «
¡Vaya por la América del Sur!» No le desagradaba el país. Lo conocía por ciertas publicaciones de viajes, cuyas láminas representaban tropeles de caballos en libertad, indios desnudos y emplumados, gauchos hirsutos volteando sobre sus cabezas lazos serpenteantes y correas con bolas.
Thanks to his savings, a harbor official found it to his interest to offer him the choice of three boats. One was sailing to Egypt, another to Australia, another to Montevideo and Buenos Aires, which made the strongest appeal to him? . . . Desnoyers, remembering his readings, wished to consult the wind and follow the course that it indicated, as he had seen various heroes of novels do. But that day the wind blew from the sea toward France. He also wished to toss up a coin in order to test his fate. Finally he decided upon the vessel sailing first. Not until, with his scanty baggage, he was actually on the deck of the next boat to anchor, did he take any interest in its course—"For the Rio de la Plata." . . . And he accepted these words with a fatalistic shrug. "Very well, let it be South America!" The country was not distasteful to him, since he knew it by certain travel publications whose illustrations represented herds of cattle at liberty, half-naked, plumed Indians, and hairy cowboys whirling over their heads serpentine lassos tipped with balls.
El millonario Desnoyers se acordaba siempre de su viaje á América: cuarenta y tres días de navegación en un vapor pequeño y desvencijado, que sonaba á hierro viejo, gemía por todas sus junturas al menor golpe de mar, y se detuvo cuatro veces por fatiga de la máquina, quedando á merced de olas y corrientes. En Montevideo pudo enterarse de los reveses sufridos por su patria y de que el Imperio ya no existía. Sintió vergÜenza al saber que la nación se gobernaba por sí misma, defendiéndose tenazmente detrás de las murallas de París. ¡Y él había huído!... Meses después, los sucesos de la Commune le consolaron de su fuga. De quedarse allá, la cólera por los fracasos nacionales, sus relaciones de compañerismo, el ambiente en que vivía, todo le hubiese arrastrado á la revuelta. A aquellas horas estaría fusilado ó viviría en un presidio colonial, como tantos de sus antiguos camaradas. Alabó su resolución y dejó de pensar en los asuntos de su patria. La necesidad de ganarse la subsistencia en un país extranjero, cuya lengua empezaba á conocer, hizo que sólo se ocupase de su persona. La vida agitada y aventurera de los pueblos nuevos le arrastró á través de los más diversos oficios y las más disparatadas improvisaciones. Se sintió fuerte, con una audacia y un aplomo que nunca había tenido en el viejo mundo. «
Yo sirvo para todo—decía—, si me dan tiempo para ejercitarme.» Hasta fué soldado—él, que había huído de su patria por no tomar un fusil—, y recibió una herida en uno de los muchos combates entre «
blancos» y «
colorados» de la Ribera Oriental.
The millionaire Desnoyers never forgot that trip to America—forty-three days navigating in a little worn-out steamer that rattled like a heap of old iron, groaned in all its joints at the slightest roughness of the sea, and had to stop four times for repairs, at the mercy of the winds and waves. In Montevideo, he learned of the reverses suffered by his country and that the French Empire no longer existed. He felt a little ashamed when he heard that the nation was now self-governing, defending itself gallantly behind the walls of Paris. And he had fled! . . . Months afterwards, the events of the Commune consoled him for his flight. If he had remained, wrath at the national downfall, his relations with his co-laborers, the air in which he lived—everything would surely have dragged him along to revolt. In that case, he would have been shot or consigned to a colonial prison like so many of his former comrades. So his determination crystallized, and he stopped thinking about the affairs of his mother-country. The necessities of existence in a foreign land whose language he was beginning to pick up made him think only of himself. The turbulent and adventurous life of these new nations compelled him to most absurd expedients and varied occupations. Yet he felt himself strong with an audacity and self-reliance which he never had in the old world. "I am equal to everything," he said, "if they only give me time to prove it!" Although he had fled from his country in order not to take up arms, he even led a soldier′s life for a brief period in his adopted land, receiving a wound in one of the many hostilities between the whites and reds in the unsettled districts.
En Buenos Aires volvió á trabajar de tallista. La ciudad empezaba á transformarse, rompiendo su envoltura de gran aldea. Desnoyers pasó varios años ornando salones y fachadas. Fué una existencia laboriosa, sedentaria, y remuneradora. Pero un día se cansó de este ahorro lento que sólo podía proporcionarle á la larga una fortuna mediocre. El había ido al nuevo mundo para hacerse rico como tantos otros. Y á los veintisiete años se lanzó de nuevo en plena aventura, huyendo de las ciudades, queriendo arrancar el dinero de las entrañas de una Naturaleza virgen. Intentó cultivos en las selvas del Norte, pero la langosta los arrasó en unas horas. Fue comerciante de ganado, arreando con solo dos peones tropas de novillos y mulas, que hacía pasar á Chile ó Bolivia por las soledades nevadas de los Andes. Perdió en esta vida la exacta noción del tiempo y el espacio, emprendiendo travesías que duraban meses por llanuras interminables. Tan pronto se consideraba próximo á la fortuna, como lo perdía todo de golpe por una especulación desgraciada. Y en uno de estos momentos de ruina y desaliento, teniendo ya treinta años, fué cuando se puso al servicio del rico estanciero Julio Madariaga.
In Buenos Aires, he again worked as a woodcarver. The city was beginning to expand, breaking its shell as a large village. Desnoyers spent many years ornamenting salons and facades. It was a laborious existence, sedentary and remunerative. But one day he became tired of this slow saving which could only bring him a mediocre fortune after a long time. He had gone to the new world to become rich like so many others. And at twenty-seven, he started forth again, a full-fledged adventurer, avoiding the cities, wishing to snatch money from untapped, natural sources. He worked farms in the forests of the North, but the locusts obliterated his crops in a few hours. He was a cattle-driver, with the aid of only two peons, driving a herd of oxen and mules over the snowy solitudes of the Andes to Bolivia and Chile. In this life, making journeys of many months′ duration, across interminable plains, he lost exact account of time and space. Just as he thought himself on the verge of winning a fortune, he lost it all by an unfortunate speculation. And in a moment of failure and despair, being now thirty years old, he became an employee of Julio Madariaga.
Conocía á este millonario rústico por sus compras de reses. Era un español que había llegado muy joven al país, plegándose con gusto á sus costumbres y viviendo como un gaucho, después de adquirir enormes propiedades. Generalmente, lo apodaban el gallego Madariaga, á causa de su nacionalidad, aunque había nacido en Castilla. Las gentes del campo trasladaban al apellido el título de respeto que precede al nombre, llamándole don Madariaga.
He knew of this rustic millionaire through his purchases of flocks—a Spaniard who had come to the country when very young, adapting himself very easily to its customs, and living like a cowboy after he had acquired enormous properties. The country folk, wishing to put a title of respect before his name, called him Don Madariaga.
—Compañero—dijo á Desnoyers un día que estaba de buen humor, lo que en él era raro—, pasa usted muchos apuros. La falta de plata se huele de lejos. ¿Por qué sigue en esa perra vida?... Créame, gabacho, y quédese aquí. Yo voy haciéndome viejo y necesito un hombre.
"Comrade," he said to Desnoyers one day when he happened to be in a good humor—a very rare thing for him—"you must have passed through many ups and downs. Your lack of silver may be smelled a long ways off. Why lead such a dog′s life? Trust in me, Frenchy, and remain here! I am growing old, and I need a man."
Al concertarse el francés con Madariaga, los propietarios de las inmediaciones, que vivían á quince ó veinte leguas de la estancia, detenían al nuevo empleado en los caminos para augurarle toda clase de infortunios.
After the Frenchman had arranged to stay with Madariaga, every landed proprietor living within fifteen or twenty leagues of the ranch, stopped the new employee on the road to prophesy all sorts of misfortune.
—No durará usted mucho. A don Madariaga no hay quien lo resista. Hemos perdido la cuenta de sus administradores. Es un hombre que hay que matarlo ó abandonarlo. Pronto se marchará usted.
"You will not stay long. Nobody can get along with Don Madariaga. We have lost count of his overseers. He is a man who must be killed or deserted. Soon you will go, too!"
Desnoyers no tardó en convencerse de que había algo de cierto en tales murmuraciones. Madariaga era de un carácter insufrible; pero tocado de cierta simpatía por el francés, procuraba no molestarlo con su irritabilidad.
Desnoyers did not doubt but that there was some truth in all this. Madariaga was an impossible character, but feeling a certain sympathy with the Frenchman, had tried not to annoy him with his irritability.
—Es una perla ese gabacho—decía, como excusando sus muestras de consideración—. Yo lo quiero porque es muy serio.... Así me gustan á mí los hombres.
"He′s a regular pearl, this Frenchy," said the plainsman as though trying to excuse himself for his considerate treatment of his latest acquisition. "I like him because he is very serious. . . . That is the way I like a man."
No sabía con certeza el mismo Desnoyers en qué podía consistir esta seriedad tan admirada por su patrón, pero experimentó un secreto orgullo al verle agresivo con todos, hasta con su familia, mientras tomaba al hablar con él un tono de rudeza paternal.
Desnoyers did not know exactly what this much-admired seriousness could be, but he felt a secret pride in seeing him aggressive with everybody else, even his family, whilst he took with him a tone of paternal bluffness.
La familia la constituían su esposa Misiá Petrona, á la que él llamaba la china, y dos hijas, ya mujeres, que habían pasado por un colegio de Buenos Aires, pero al volver á la estancia recobraron en parte la rusticidad originaria. La fortuna de Madariaga era enorme. Había vivido en el campo desde su llegada á América, cuando la gente blanca no se atrevía á establecerse fuera de las poblaciones por miedo á los indios bravos. Su primer dinero lo ganó como heroico comerciante, llevando mercancías en una carreta de fortín en fortín. Mató indios, fué herido dos veces por ellos, vivió cautivo una temporada y acabó por hacerse amigo de un cacique. Con sus ganancias compró tierra, mucha tierra, poco deseada por lo insegura, dedicándose á la cría de novillos, que había de defender carabina en mano de los piratas de las praderas. Luego se casó con su china, joven mestiza que iba descalza, pero tenía varios campos de sus padres. Estos habían vivido en una pobreza casi salvaje sobre tierras de su propiedad que exigían varias jornadas de trote para ser recorridas. Después, cuando el gobierno fué empujando los indios hacia las fronteras y puso en venta los territorios sin dueño—apreciando como una abnegación patriótica que alguien quisiera adquirirlos—, Madariaga compró y compró á precios insignificantes y con larguísimos plazos. Adquirir tierra y poblarla de animales fué la misión de su vida. A veces, galopando en compañía de Desnoyers por sus campos interminables, no podía reprimir un sentimiento de orgullo:
The family consisted of his wife Misia Petrona (whom he always called the China) and two grown daughters who had gone to school in Buenos Aires, but on returning to the ranch had reverted somewhat to their original rusticity. Madariaga′s fortune was enormous. He had lived in the field since his arrival in America, when the white race had not dared to settle outside the towns for fear of the Indians. He had gained his first money as a fearless trader, taking merchandise in a cart from fort to fort. He had killed Indians, was twice wounded by them, and for a while had lived as a captive with an Indian chief whom he finally succeeded in making his staunch friend. With his earnings, he had bought land, much land, almost worthless because of its insecurity, devoting it to the raising of cattle that he had to defend, gun in hand, from the pirates of the plains. Then he had married his China, a young half-breed who was running around barefoot, but owned many of her forefathers′ fields. They had lived in an almost savage poverty on their property which would have taken many a day′s journey to go around. Afterwards, when the government was pushing the Indians towards the frontiers, and offering the abandoned lands for sale, considering it a patriotic sacrifice on the part of any one wishing to acquire them, Madariaga bought and bought at the lowest figure and longest terms. To get possession of vast tracts and populate it with blooded stock became the mission of his life. At times, galloping with Desnoyers through his boundless fields, he was not able to repress his pride.
—Diga, gabacho. Según cuentan, más arriba de su país parece que hay naciones poco más ó menos del tamaño de mis estancias. ¿No es así?...
"Tell me something, Frenchy! They say that further up the country, there are some nations about the size of my ranches. Is that so?" . . .
El francés aprobaba... Las tierras de Madariaga eran superiores á muchos principados. Esto ponía de buen humor al estanciero.
The Frenchman agreed. . . . The lands of Madariaga were indeed greater than many principalities. This put the old plainsman in rare good humor and he exclaimed in the cowboy vernacular which had become second nature to him.
—Entonces no sería un disparate que un día me proclamase yo rey. Figúrese, gabacho. ¡Don Madariaga primero!... Lo malo es que también sería el último, porque la china no quiere darme un hijo... Es una vaca floja.
—"Then it wouldn′t be absurd to proclaim myself king some day? Just imagine it, Frenchy;—Don Madariaga, the First. . . . The worst of it all is that I would also be the last, for the China will not give me a son. . . . She is a weak cow!"
La fama de sus vastos territorios y sus riquezas pecuarias llegaba hasta Buenos Aires. Todos conocían á Madariaga de nombre, aunque muy pocos lo habían visto. Cuando iba á la capital, pasaba inadvertido por su aspecto rústico, con las mismas polainas que usaba en el campo, el poncho arrollado como una bufanda y asomando sobre éste las puntas agresivas de una corbata, adorno de tormento impuesto por las hijas, que en vano arreglaban con manos amorosas para que guardase cierta regularidad.
The fame of his vast territories and his wealth in stock reached even to Buenos Aires. Every one knew of Madariaga by name, although very few had seen him. When he went to the Capital, he passed unnoticed because of his country aspect—the same leggings that he was used to wearing in the fields, his poncho wrapped around him like a muffler above which rose the aggressive points of a necktie, a tormenting ornament imposed by his daughters, who in vain arranged it with loving hands that he might look a little more respectable.
Un día había entrado en el despacho del negociante más rico de la capital.
One day he entered the office of the richest merchant of the capital.
—Señor, sé que necesita usted novillos para Europa, y vengo á venderle una puntita.
"Sir, I know that you need some young bulls for the European market, and I have come to sell you a few."
El negociante miró con altivez al gaucho pobre. Podía entenderse con uno de sus empleados; él no perdía el tiempo en asuntos pequeños. Pero ante la sonrisa maliciosa del rústico, sintió curiosidad.
The man of affairs looked haughtily at the poor cowboy. He might explain his errand to one of the employees, he could not waste his time on such small matters. But the malicious grin on the rustic′s face awoke his curiosity.
—¿Y cuántos novillos puede usted vender, buen hombre?
"And how many are you able to sell, my good man?"
—Unos treinta mil, señor.
"About thirty thousand, sir."
No necesitó oir más el personaje. Se levantó de su mesa y le ofreció obsequiosamente un sillón.
It was not necessary to hear more. The supercilious merchant sprang from his desk, and obsequiously offered him a seat.
—Usted no puede ser otro que el señor Madariaga.
"You can be no other than Don Madariaga."
—Para servir á Dios y á usted.
"At the service of God and yourself, sir," he responded in the manner of a Spanish countryman.
Aquel instante fué el más glorioso de su existencia.
That was the most glorious moment of his existence.
En el antedespacho de los gerentes de Banco, los ordenanzas le ofrecían asiento misericordiosamente, dudando de que el personaje que estaba al otro lado de la puerta se dignase recibirlo. Pero apenas sonaba adentro su nombre, el mismo gerente corría á abrir. Y el pobre empleado quedaba estupefacto al escuchar cómo el gaucho decía, á guisa de saludo: «
Vengo á que me den trescientos mil pesos. Tengo pasto abundante, y quisiera comprar una puntita de hacienda para engordarla.»
In the outer office of the Directors of the Bank, the clerks offered him a seat until the personage the other side of the door should deign to receive him. But scarcely was his name announced than that same director ran to admit him, and the employee was stupefied to hear the ranchman say, by way of greeting, "I have come to draw out three hundred thousand dollars. I have abundant pasturage, and I wish to buy a ranch or two in order to stock them."
Su carácter desigual y contradictorio gravitaba sobre los pobladores de sus tierras con una tiranía cruel y bonachona. No pasaba vagabundo por la estancia que no fuese acogido por él rudamente desde sus primeras palabras.
His arbitrary and contradictory character weighed upon the inhabitants of his lands with both cruel and good-natured tyranny. No vagabond ever passed by the ranch without being rudely assailed by its owner from the outset.
—Déjese de historias, amigo—gritaba, como si fuese á pegarle—. Bajo el sombraje hay una res desollada. Corte y coma lo que quiera, y remédiese con esto para seguir su viaje... ¡Pero nada de cuentos!
"Don′t tell me any of your hard-luck stories, friend," he would yell as if he were going to beat him. "Under the shed is a skinned beast; cut and eat as much as you wish and so help yourself to continue your journey. . . . But no more of your yarns!"
Y le volvía la espalda luego de entregarle unos pesos.
And he would turn his back upon the tramp, after giving him a few dollars.
Un día se mostraba enfurecido porque un peón clavaba con demasiada lentitud los postes de una cerca de alambre. ¡Todos le robaban! Al día siguiente hablaba con sonrisa bonachona de una importante cantidad que debería pagar por haber garantizado con su firma á un «
conocido», en completa insolvencia: «
¡Pobre! ¡Peor es su suerte que la mía!»
One day he became infuriated because a peon was nailing the wire fencing too deliberately on the posts. Everybody was robbing him! The following day he spoke of a large sum of money that he would have to pay for having endorsed the note of an acquaintance, completely bankrupt. "Poor fellow! His luck is worse than mine!"
Al encontrar en un camino la osamenta de una oveja recién descarnada, parecía enloquecer de rabia. No era por la carne. «
El hambre no tiene ley, y la carne la ha hecho Dios para que la coman los hombres.» ¡Pero al menos que dejasen la piel!... Y comentaba tanta maldad repitiendo siempre: «
Falta de religión y buenas costumbres.» Otras veces, los merodeadores se llevaban la carne de tres vacas, abandonando las pieles bien á la vista; y el estanciero decía sonriendo: «
Así me gusta á mí la gente: honrada y que no haga mal.»
Upon finding in the road the skeleton of a recently killed sheep, he was beside himself with indignation. It was not because of the loss of the meat. "Hunger knows no law, and God has made meat for mankind to eat. But they might at least have left the skin!" . . . And he would rage against such wickedness, always repeating, "Lack of religion and good habits!" The next time, the bandits stripped the flesh off of three cows, leaving the skins in full view, and the ranchman said, smiling, "That is the way I like people, honorable and doing no wrong."
Su vigor de incansable centauro le había servido poderosamente en la empresa de poblar sus tierras. Era caprichoso, despótico y de grandes facilidades para la paternidad, como sus compatriotas que siglos antes, al dominar el nuevo mundo, clarificaron la sangre indígena. Tenía los mismos gustos de los conquistadores castellanos por la belleza cobriza, de ojos oblicuos y cabello cerdoso. Cuando Desnoyers le veía apartarse con cualquier pretexto y poner su caballo al galope hacia un rancho cercano, se decía sonriendo: «
Va en busca de un nuevo peón que trabajará sus tierras dentro de quince años.»
His vigor as a tireless centaur had helped him powerfully in his task of populating his lands. He was capricious, despotic and with the same paternal instincts as his compatriots who, centuries before when conquering the new world, had clarified its native blood. Like the Castilian conquistadors, he had a fancy for copper-colored beauty with oblique eyes and straight hair. When Desnoyers saw him going off on some sudden pretext, putting his horse at full gallop toward a neighboring ranch, he would say to himself, smilingly, "He is going in search of a new peon who will help work his land fifteen years from now."
El personal de la estancia comentaba el parecido fisonómico de ciertos jóvenes que trabajaban lo mismo que los demás, galopando desde el alba para ejecutar las diversas operaciones del pastoreo. Su origen era objeto de irrespetuosos comentarios. El capataz Celedonio, mestizo de treinta años, generalmente detestado por su carácter duro y avariento, también ofrecía una lejana semejanza con el patrón.
The personnel of the ranch often used to comment on the resemblance of certain youths laboring here the same as the others, galloping from the first streak of dawn over the fields, attending to the various duties of pasturing. The overseer, Celedonio, a half-breed thirty years old, generally detested for his hard and avaricious character, also bore a distant resemblance to the patron.
Casi todos los años se presentaba con aire de misterio alguna mujer que venía de muy lejos, china sucia y mal encarada, de relieves colgantes, llevando de la mano á un mesticillo de ojos de brasa. Pedía hablar á solas con el dueño; y al verse frente á él, le recordaba un viaje realizado diez ó doce años antes para comprar una punta de reses.
Almost every year, some woman from a great distance, dirty and bad-faced, presented herself at the ranch, leading by the hand a little mongrel with eyes like live coals. She would ask to speak with the proprietor alone, and upon being confronted with her, he usually recalled a trip made ten or twelve years before in order to buy a herd of cattle.
—¿Se acuerda, patrón, que pasó la noche en mi rancho porque el río iba crecido?
"You remember, Patron, that you passed the night on my ranch because the river had risen?"
El patrón no se acordaba de nada. Únicamente un vago instinto parecía indicarle que la mujer decía verdad. «
Bueno, ¿y qué?»
The Patron did not remember anything about it. But a vague instinct warned him that the woman was probably telling the truth. "Well, what of it?"
—Patrón, aquí lo tiene... Más vale que se haga hombre á su lado que en otra parte.
"Patron, here he is. . . . It is better for him to grow to manhood by your side than in any other place."
Y le presentaba el pequeño mestizo. ¡Uno más y ofrecido con esta sencillez!... «
Falta de religión y buenas costumbres.» Con repentina modestia, dudaba de la veracidad de la mujer. ¿Por qué había de ser precisamente suyo?... La vacilación no era, sin embargo, muy larga.
And she presented him with the little hybrid. One more, and offered with such simplicity! . . . "Lack of religion and good habits!" Then with sudden modesty, he doubted the woman′s veracity. Why must it necessarily be his? . . . But his wavering was generally short-lived.
—Por si es, ponlo con los otros.
"If it′s mine, put it with the others."
La madre se marchaba tranquila, viendo asegurado el porvenir del pequeño; porque aquel hombre pródigo en violencias también lo era en generosidades. Al final no le faltaría á su hijo un pedazo de tierra y un buen hato de ovejas.
The mother went away tranquilly, seeing the youngster′s future assured, because this man so lavish in violence was equally so in generosity. In time there would be a bit of land and a good flock of sheep for the urchin.
Estas adopciones provocaron al principio una rebeldía de Misiá Petrona, la única que se permitió en toda su existencia. Pero el centauro la impuso un silencio de terror.
These adoptions at first aroused in Misia Petrona a little rebellion—the only ones of her life; but the centaur soon reduced her to terrified silence.
—¿Y aún te atreves á hablar, vaca floja?... ¡Una mujer que sólo ha sabido darme hembras! VergÜenza debías tener.
"And you dare to complain of me, you weak cow! . . . A woman who has only given me daughters. You ought to be ashamed of yourself."
La misma mano que extraía negligentemente de un bolsillo los billetes hechos una bola, dándolos á capricho, sin reparar en cantidades, llevaba colgando de la muñeca un rebenque. Era para golpear al caballo, pero lo levantaba con facilidad cuando alguno de los peones incurría en su cólera.
The same hand that negligently extracted from his pocket a wad of bills rolled into a ball, giving them away capriciously without knowing just how much, also wore a lash hanging from the wrist. It was supposed to be for his horse, but it was used with equal facility when any of his peons incurred his wrath.
—Te pego porque puedo—decía como excusa al serenarse.
"I strike because I can," he would say to pacify himself.
Un día, el golpeado hizo un paso atrás, buscando el cuchillo en el cinto.
One day, the man receiving the blow, took a step backward, hunting for the knife in his belt.
—A mí no me pega usted, patrón. Yo no he nacido en estos pagos... Yo soy de Corrientes.
"You are not going to beat me, Patron. I was not born in these parts. . . . I come from Corrientes."
El patrón quedó con el látigo en alto.
The Patron remained with upraised thong.
—¿De verdad que no has nacido aquí?... Entonces tienes razón; no puedo pegarte. Toma cinco pesos.
"Is it true that you were not born here? . . . Then you are right; I cannot beat you. Here are five dollars for you."
Cuando Desnoyers entró en la estancia, Madariaga empezaba á perder la cuenta de los que estaban bajo su potestad á uso latino antiguo y podían recibir sus golpes. Eran tantos, que incurría en frecuentes confusiones. El francés admiró el ojo experto de su patrón para los negocios. Le bastaba contemplar por breves minutos un rebaño de miles de reses para saber su número con exactitud. Galopaba con aire indiferente en torno del inmenso grupo cornudo y pataleante, y de pronto hacía apartar varios animales. Había descubierto que estaban enfermos. Con un comprador como Madariaga, las marrullerías y artificios de los vendedores resultaban inútiles.
When Desnoyers came on the place, Madariaga was beginning to lose count of those who were under his dominion in the old Latin sense, and could take his blows. There were so many that confusion often reigned. The Frenchman admired the Patron′s expert eye for his business. It was enough for him to contemplate for a few moments a herd of cattle, to know its exact number. He would go galloping along with an indifferent air, around an immense group of horned and stamping beasts, and then would suddenly begin to separate the different animals. He had discovered that they were sick. With a buyer like Madariaga, all the tricks and sharp practice of the drovers came to naught.
Su serenidad ante la desgracia era también admirable. Una sequía sembraba repentinamente sus prados de vacas muertas. La llanura parecía un campo de batalla abandonado. Por todas partes bultos negros; en el aire grandes espirales de cuervos que llegaban de muchas leguas á la redonda. Otras veces era el frío: un inesperado descenso del termómetro cubría el suelo de cadáveres. Diez mil animales, quince mil, tal vez más, se habían perdido...
His serenity before trouble was also admirable. A drought suddenly strewed his plains with dead cattle, making the land seem like an abandoned battlefield. Everywhere great black hulks. In the air, great spirals of crows coming from leagues away. At other times, it was the cold; an unexpected drop in the thermometer would cover the ground with dead bodies. Ten thousand animals, fifteen thousand, perhaps more, all perished!
—¡Qué hacer!—decía Madariaga con resignación—. Sin tales desgracias, esta tierra sería un paraíso... Ahora lo que importa es saber salvar los cueros.
"WHAT a knock-out!" Madariaga would exclaim with resignation. "Without such troubles, this earth would be a paradise. . . . Now, the thing to do is to save the skins!"
Echaba pestes contra la soberbia de los emigrantes de Europa, contra las nuevas costumbres de la gente pobre, porque no disponía de bastantes brazos para desollar á las víctimas en poco tiempo y miles de pieles se perdían al corromperse unidas á la carne. Los huesos blanqueaban la tierra como montones de nieve. Los peoncitos iban colocando en los postes del alambrado cráneos de vaca con los cuernos retorcidos, adorno rústico que evocaba la imagen de un desfile de liras helénicas.
And he would rail against the false pride of the emigrants, against the new customs among the poor which prevented his securing enough hands to strip the victims quickly, so that thousands of hides had to be lost. Their bones whitened the earth like heaps of snow. The peoncitos (little peons) went around putting the skulls of cows with crumpled horns on the posts of the wire fences—a rustic decoration which suggested a procession of Grecian lyres.
—Por suerte, queda la tierra—añadía el estanciero. Galopaba por sus campos inmensos, que empezaban á verdear bajo las nuevas lluvias. Había sido de los primeros en convertir las tierras vírgenes en praderas, sustituyendo el pasto natural con la alfalfa. Donde antes vivía un novillo colocaba ahora tres. «
La mesa está puesta—decía alegremente—. Vamos en busca de nuevos convidados.» Y compraba á precios irrisorios el ganado desfallecido de hambre en los campos naturales, llevándolo á un rápido engordamiento en sus tierras opulentas.
"It is lucky that the land is left, anyway!" added the ranchman. He loved to race around his immense fields when they were beginning to turn green in the late rains. He had been among the first to convert these virgin wastes into rich meadow-lands, supplementing the natural pasturage with alfalfa. Where one beast had found sustenance before, he now had three. "The table is set," he would chuckle, "we must now go in search of the guests." And he kept on buying, at ridiculous prices, herds dying of hunger in others′ uncultivated fields, constantly increasing his opulent lands and stock.
Una mañana, Desnoyers le salvó la vida. Había levantado su rebenque sobre un peón recién entrado en la estancia, y éste le acometió cuchillo en mano. Madariaga se defendía á latigazos, convencido de que iba á recibir de un momento á otro la cuchillada mortal, cuando llegó el francés y sacando su revólver dominó y desarmó al adversario.
One morning Desnoyers saved his life. The old ranchman had raised his lash against a recently arrived peon who returned the attack, knife in hand. Madariaga was defending himself as best he could, convinced from one minute to another that he was going to receive the deadly knife-thrust—when Desnoyers arrived and, drawing his revolver, overcame and disarmed the adversary.
—¡Gracias, gabacho!—dijo el estanciero, emocionado—. Eres todo un hombre y debo recompensarte. Desde hoy... te hablaré de tú.
"Thanks, Frenchy," said the ranchman, much touched. "You are an all-round man, and I am going to reward you. From this day I shall speak to you as I do to my family."
Desnoyers no llegó á comprender qué recompensa podía significar este tuteo. ¡Era tan raro aquel hombre!... Algunas consideraciones personales vinieron, sin embargo, á mejorar su estado. No comió más en el edificio donde estaba instalada la administración. El dueño exigió imperativamente que en adelante ocupase un sitio en su propia mesa. Y así entró Desnoyers en la intimidad de la familia Madariaga.
Desnoyers did not know just what this familiar talk might amount to, for his employer was so peculiar. Certain personal favors, nevertheless, immediately began to improve his position. He was no longer allowed to eat in the administration building, the proprietor insisting imperiously that henceforth Desnoyers should sit at his own table, and thus he was admitted into the intimate life of the Madariaga family.
La esposa era una figura muda cuando el marido estaba presente. Se levantaba en plena noche para vigilar el desayuno de los peones, la distribución de la galleta, el hervor de las marmitas de café ó mate cocido. Arreaba á las criadas, parlanchinas y perezosas, que se perdían con facilidad en las arboledas próximas á la casa. Hacía sentir en la cocina y sus anexos una autoridad de verdadera patrona; pero apenas sonaba la voz del marido, parecía encogerse en un silencio de respeto y temor. Al sentarse la china á la mesa le contemplaba con sus ojos redondos, fijos como los de un buho, revelando una sumisión devota. Desnoyers llegó á pensar que en esta muda admiración había mucho de asombro por la energía con que el estanciero—cerca ya de los sesenta años—seguía improvisando nuevos pobladores para sus tierras.
The wife was always silent when her husband was present. She was used to rising in the middle of the night in order to oversee the breakfasts of the peons, the distribution of biscuit, and the boiling of the great black kettles of coffee or shrub tea. She looked after the chattering and lazy maids who so easily managed to get lost in the nearby groves. In the kitchen, too, she made her authority felt like a regular house-mistress, but the minute that she heard her husband′s voice she shrank into a respectful and timorous silence. Upon sitting down at table, the China would look at him with devoted submission, her great, round eyes fixed on him, like an owl′s. Desnoyers felt that in this mute admiration was mingled great astonishment at the energy with which the ranchman, already over seventy, was continuing to bring new occupants to live on his demesne.
Las dos hijas, Luisa y Elena, aceptaron con entusiasmo al comensal, que venía á animar sus monótonas conversaciones del comedor, cortadas muchas veces por las cóleras del padre. Además, era de París. «
¡París!», suspiraba Elena, la menor, poniendo los ojos en blanco. Y Desnoyers se veía consultado por ellas en materias de elegancia cada vez que encargaban algo á los almacenes de ropas hechas de Buenos Aires.
The two daughters, Luisa and Elena, accepted with enthusiasm the new arrival who came to enliven the monotonous conversations in the dining room, so often cut short by their father′s wrathful outbursts. Besides, he was from Paris. "Paris!" sighed Elena, the younger one, rolling her eyes. And Desnoyers was henceforth consulted in all matters of style every time they ordered any "confections" from the shops of Buenos Aires.
El interior de la casa reflejaba los diversos gustos de las dos generaciones. Las niñas tenían un salón con muebles ricos—apoyados en paredes agrietadas—y lámparas ostentosas que nunca se encendían. El padre perturbaba con su rudeza esta habitación cuidada y admirada por las dos hermanas. Las alfombras parecían entristecerse y palidecer bajo las huellas de barro que dejaban las botas del centauro. Sobre una mesa dorada aparecía el rebenque. Las muestras de maíz esparcían sus granos sobre la seda de un sofá que sólo ocupaban las señoritas con cierto recogimiento, como si temiesen romperlo. Junto á la entrada del comedor había una báscula, y Madariaga se enfureció cuando sus hijas le pidieron que la llevase á las dependencias. El no iba á molestarse con un viaje cada vez que se le ocurriese averiguar el peso de un cuero suelto... Un piano entró en la estancia, y Elena pasaba las horas tecleando lecciones con una buena fe desesperante. «
¡Ira de Dios! ¡Si al menos tocase la jota ó el pericón!» Y el padre, á la hora de la siesta, se iba á dormir sobre su poncho entre los eucaliptos cercanos.
The interior of the house reflected the different tastes of the two generations. The girls had a parlor with a few handsome pieces of furniture placed against the cracked walls, and some showy lamps that were never lighted. The father, with his boorishness, often invaded this room so cherished and admired by the two sisters, making the carpets look shabby and faded under his muddy boot-tracks. Upon the gilt centre-table, he loved to lay his lash. Samples of maize scattered its grains over a silk sofa which the young ladies tried to keep very choice, as though they feared it might break. Near the entrance to the dining room was a weighing machine, and Madariaga became furious when his daughters asked him to remove it to the offices. He was not going to trouble himself to go outside every time that he wanted to know the weight of a leather skin! . . . A piano came into the ranch, and Elena passed the hours practising exercises with desperate good will. "Heavens and earth! She might at least play the Jota or the Perican, or some other lively Spanish dance!" And the irate father, at the hour of siesta, betook himself to the nearby eucalyptus trees, to sleep upon his poncho.
Esta hija menor, á la que apodaba «
la romántica», era el objeto de sus cóleras y sus burlas. ¿De dónde había salido, con unos gustos que nunca sintieron él y su pobre china? Sobre el piano se amontonaban cuadernos de música. En un ángulo del disparatado salón, varias cajas de conservas, arregladas á guisa de biblioteca por el carpintero de la estancia, contenían libros.
This younger daughter whom he dubbed La Romantica, was the special victim of his wrath and ridicule. Where had she picked up so many tastes which he and his good China never had had? Music books were piled on the piano. In a corner of the absurd parlor were some wooden boxes that had held preserves, which the ranch carpenter had been made to press into service as a bookcase.
—Mira, gabacho—decía Madariaga—. Todo versos y novelas. ¡Puros embustes!... ¡Aire!
"Look here, Frenchy," scoffed Madariaga. "All these are novels and poems! Pure lies! . . . Hot air!"
El tenía su biblioteca, más importante y gloriosa, y que ocupaba menos lugar. En su escritorio, adornado con carabinas, lazos y monturas chapeadas de plata, un pequeño armario contenía los títulos de propiedad y varios legajos, que el estanciero hojeaba con miradas de orgullo.
He had his private library, vastly more important and glorious, and occupying less space. In his desk, adorned with guns, thongs, and chaps studded with silver, was a little compartment containing deeds and various legal documents which the ranchman surveyed with great pride.
—Pon atención y oirás maravillas—anunciaba á Desnoyers tirando de uno de los cuadernos.
"Pay attention, now and hear marvellous things," announced the master to Desnoyers, as he took out one of his memorandum books.
Era la historia de las bestias famosas que habían entrado en la estancia para la reproducción y mejoramiento de sus ganados; el árbol genealógico, las cartas de nobleza de todos los animales «
pedigrée». Había de ser él quien leyese los papeles, pues no permitía que los tocase ni su familia. Y con las gafas caladas iba deletreando la historia de cada héroe pecuario. «
Diamond III, nieto de Diamond I, que fué propiedad del rey de Inglaterra, é hijo de Diamond II, triunfador en todos los concursos.» Su Diamond le había costado muchos miles; pero los caballos más gallardos de la estancia, que se vendían á precios magníficos, eran sus descendientes.
This volume contained the pedigree of the famous animals which had improved his breeds of stock, the genealogical trees, the patents of nobility of his aristocratic beasts. He would have to read its contents to him since he did not permit even his family to touch these records. And with his spectacles on the end of his nose, he would spell out the credentials of each animal celebrity. "Diamond III, grandson of Diamond I, owned by the King of England, son of Diamond II, winner in the races." His Diamond had cost him many thousands, but the finest horses on the ranch, those which brought the most marvellous prices, were his descendants.
—Tenía más talento que algunas personas. Sólo le faltaba hablar. Es el mismo que está embalsamado junto á la puerta del salón. Las niñas quieren que lo eche de allí... ¡Que se atrevan á tocarlo! ¡Primero las echo á ellas!
"That horse had more sense than most people. He only lacked the power to talk. He′s the one that′s stuffed, near the door of the parlor. The girls wanted him thrown out. . . . Just let them dare to touch him! I′d chuck them out first!"
Luego continuaba leyendo la historia de una dinastía de toros, todos con nombre propio y un número romano á continuación, lo mismo que los reyes; animales adquiridos en las grandes ferias de Inglaterra por el testarudo estanciero. Nunca había estado allá, pero empleaba el cable para batirse á libras esterlinas con los propietarios británicos deseosos de conservar á su patria tales portentos. Gracias á estos reproductores, que atravesaron el Océano con iguales comodidades que un pasajero millonario, había podido hacer desfilar en los concursos de Buenos Aires sus novillos, que eran torreones de carne; elefantes comestibles, con el lomo cuadrado y liso lo mismo que una mesa.
Then he would continue reading the history of a dynasty of bulls with distinctive names and a succession of Roman numbers, the same as kings—animals acquired by the stubborn ranchman in the great cattle fairs of England. He had never been there, but he had used the cable in order to compete in pounds sterling with the British owners who wished to keep such valuable stock in their own country. Thanks to these blue-blooded sires that had crossed the ocean with all the luxury of millionaire passengers, he had been able to exhibit in the concourses of Buenos Aires animals which were veritable towers of meat, edible elephants with their sides as fit and sleek as a table.
—Esto representa algo, ¿no te parece, gabacho? Esto vale más que todas las estampas con lunas, lagos, amantes y otras macanas que mi «
romántica» pone en las paredes para que críen polvo.
"That book amounts to something! Don′t you think so, Frenchy? It is worth more than all those pictures of moons, lakes, lovers and other gewgaws that my Romantica puts on the walls to catch the dust."
Y señalaba los diplomas honoríficos que adornaban el escritorio, las copas de bronce y demás bisutería gloriosa conquistada en los concursos por los hijos de su pedigrée.
And he would point out, in contrast, the precious diplomas which were adorning his desk, the metal vases and other trophies won in the fairs by the descendants of his blooded stock.
Luisa, la hija mayor—llamada Chicha, á uso americano—, merecía más respeto de su padre. «
Es mi pobre china—decía—; la misma bondad y el mismo empuje para el trabajo, pero con más señorío.» Lo del señorío lo aceptaba Desnoyers inmediatamente, y aun le parecía una expresión incompleta y débil. Lo que no podía admitir era que aquella muchacha pálida, modesta, con grandes ojos negros y sonrisa de pueril malicia, tuviese el menor parecido físico con la respetable matrona que le había dado la existencia.
Luisa, the elder daughter, called Chicha, in the South American fashion, was much more respected by her father. "She is my poor China right over again," he said, "the same good nature, and the same faculty for work, but more of a lady." Desnoyers entirely agreed with him, and yet the father′s description seemed to him weak and incomplete. He could not admit that the pale, modest girl with the great black eyes and smile of childish mischief bore the slightest resemblance to the respectable matron who had brought her into existence.
La gran fiesta para Chicha era la misa del domingo. Representaba un viaje de tres leguas al pueblo más cercano, un contacto semanal con gentes que no eran las mismas de la estancia. Un carruaje tirado por cuatro caballos se llevaba á la señora y las señoritas con los últimos trajes y sombreros llegados de Europa á través de las tiendas de Buenos Aires. Por indicación de Chicha, iba Desnoyers con ellas, tomando las riendas al cochero. El padre se quedaba para recorrer sus campos en la soledad del domingo, enterándose mejor de los descuidos de su gente. El era muy religioso: «
Religión y buenas costumbres.» Pero había dado miles de pesos para la construcción de la vecina iglesia, y un hombre de su fortuna no iba á estar sometido á las mismas obligaciones de los pelagatos.
The great fiesta for Chicha was the Sunday mass. It represented a journey of three leagues to the nearest village, a weekly contact with people unlike those of the ranch. A carriage drawn by four horses took the senora and the two senoritas in the latest suits and hats arrived, via Buenos Aires, from Europe. At the suggestion of Chicha, Desnoyers accompanied them in the capacity of driver. The father remained at home, taking advantage of this opportunity to survey his fields in their Sunday solitude, thus keeping a closer oversight on the shiftlessness of his hands. He was very religious—"Religion and good manners, you know." But had he not given thousands of dollars toward building the neighboring church? A man of his fortune should not be submitted to the same obligations as ragamuffins!
Durante el almuerzo dominical, las dos señoritas hacían comentarios sobre las personas y méritos de varios jóvenes del pueblo y de las estancias próximas que se detenían en la puerta de la iglesia para verlas.
During the Sunday lunch the young ladies were apt to make comments upon the persons and merits of the young men of the village and neighboring ranches, who had lingered at the church door in order to chat with them.
—¡Háganse ilusiones, niñas!—decía el padre—. ¿Ustedes creen que las quieren por su lindura?... Lo que buscan esos sinvergÜenzas son los pesos del viejo Madariaga; y así que los tuviesen, tal vez les soltarían á ustedes una paliza diaria.
"Don′t fool yourselves, girls!" observed the father shrewdly. "You believe that they want you for your elegance, don′t you? . . . What those shameless fellows really want are the dollars of old Madariaga, and once they had them, they would probably give you a daily beating."
La estancia recibía numerosos visitantes. Unos eran jóvenes de los alrededores, que llegaban sobre briosos caballos haciendo suertes de equitación. Deseaban ver á don Julio con los más inverosímiles pretextos, y aprovechaban la oportunidad para hablar con Chicha y Elena. Otras veces eran señoritos de Buenos Aires, que pedían alojamiento en la estancia, diciendo que iban de paso. Don Madariaga gruñía:
For a while the ranch received numerous visitors. Some were young men of the neighborhood who arrived on spirited steeds, performing all kinds of tricks of fancy horsemanship. They wanted to see Don Julio on the most absurd pretexts, and at the same time improved the opportunity to chat with Chicha and Luisa. At other times they were youths from Buenos Aires asking for a lodging at the ranch, as they were just passing by. Don Madariaga would growl—
—¡Otro hijo de tal que viene en busca de los pesos del gallego! Si no se va pronto, lo... corro á patadas.
"Another good-for-nothing scamp who comes in search of the Spanish ranchman! If he doesn′t move on soon . . . I′ll kick him out!"
Pero el pretendiente no tardaba en irse, intimidado por la mudez hostil del patrón. Esta mudez se prolongó de un modo alarmante, á pesar de que la estancia ya no recibía visitas. Madariaga parecía abstraído; y todos los de la familia, incluso Desnoyers, respetaban y temían su silencio. Comía enfurruñado, con la cabeza baja. De pronto levantaba los ojos para mirar á Chicha, luego á Desnoyers, y fijarlos últimamente en su esposa, como si fuese á pedirle cuentas.
But the suitor did not stand long on the order of his going, intimidated by the ominous silence of the Patron. This silence, of late, had persisted in an alarming manner, in spite of the fact that the ranch was no longer receiving visitors. Madariaga appeared abstracted, and all the family, including Desnoyers, respected and feared this taciturnity. He ate, scowling, with lowered head. Suddenly he would raise his eyes, looking at Chicha, then at Desnoyers, finally fixing them upon his wife as though asking her to give an account of things.
«
La romántica» no existía para él. Cuando más, le dedicaba un bufido irónico al verla erguida en la puerta á la hora del atardecer contemplando el horizonte, ensangrentado por la muerte del sol, con un codo en el quicio y una mejilla en una mano, imitando la actitud de cierta dama blanca que había visto en un cromo esperando la llegada del caballero de los ensueños.
His Romantica simply did not exist for him. The only notice that he ever took of her was to give an ironical snort when he happened to see her leaning at sunset against the doorway, looking at the reddening glow—one elbow on the door frame and her cheek in her hand, in imitation of the posture of a certain white lady that she had seen in a chromo, awaiting the knight of her dreams.
Cinco años llevaba Desnoyers en la casa, cuando un día entró en el escritorio del amo con el aire brusco de los tímidos que adoptan una resolución.
Desnoyers had been five years in the house when one day he entered his master′s private office with the brusque air of a timid person who has suddenly reached a decision.
—Don Julio, me marcho, y deseo que ajustemos cuentas.
"Don Julio, I am going to leave and I would like our accounts settled."
Madariaga le miró socarronamente. ¿Irse?... ¿por qué? Pero en vano repitió sus preguntas. El francés se atascaba en una serie de explicaciones incoherentes. «
Me voy; debo irme.»
Madariaga looked at him slyly. "Going to leave, eh? . . . What for?" But in vain he repeated his questions. The Frenchman was floundering through a series of incoherent explanations—"I′m going; I′ve got to go."
—¡Ah ladrón, profeta falso!—gritó el estanciero con voz estentórea.
"Ah, you thief, you false prophet!" shouted the ranchman in stentorian tones.
Pero Desnoyers no se inmutó ante el insulto. Había oído muchas veces á su patrón las mismas palabras cuando comentaba algo gracioso ó al regatear con los compradores de bestias.
But Desnoyers did not quail before the insults. He had often heard his Patron use these same words when holding somebody up to ridicule, or haggling with certain cattle drovers.
—¡Ah ladrón, profeta falso! ¿Crees que no sé por qué te vas? ¿Te imaginas que el viejo Madariaga no ha visto tus miraditas y las miraditas de la mosca muerta de su hija, y cuando os paseabais tú y ella agarrados de la mano, en presencia de la pobre china, que está ciega del entendimiento?... No está mal el golpe, gabacho. Con él te apoderas de la mitad de los pesos del gallego, y ya puedes decir que has hecho la América.
"Ah, you thief, you false prophet! Do you suppose that I do not know why you are going? Do you suppose old Madariaga has not seen your languishing looks and those of my dead fly of a daughter, clasping each others′ hands in the presence of poor China who is blinded in her judgment? . . . It′s not such a bad stroke, Frenchy. By it, you would be able to get possession of half of the old Spaniard′s dollars, and then say that you had made it in America."
Y mientras gritaba esto, ó más bien, lo aullaba, había empuñado el rebenque, dando golpecitos de punta en el estómago de su administrador con una insistencia que lo mismo podía ser afectuosa que hostil.
And while he was storming, or rather howling, all this, he had grasped his lash and with the butt end kept poking his manager in the stomach with such insistence that it might be construed in an affectionate or hostile way.
—Por eso vengo á despedirme—dijo Desnoyers con altivez—. Sé que es una pasión absurda, y quiero marcharme.
"For this reason I have come to bid you good-bye," said Desnoyers haughtily. "I know that my love is absurd, and I wish to leave."
—¡El señor se va!—siguió gritando el estanciero—. ¡El señor cree que aquí puede hacer lo que quiera! No, señor; aquí no manda nadie mas que el viejo Madariaga, y yo ordeno que te quedes... ¡Ay, las mujeres! Únicamente sirven para enemistar á los hombres. ¡Y que no podamos vivir sin ellas!...
"The gentleman would go away," the ranchman continued spluttering. "The gentleman believes that here one can do what one pleases! No, siree! Here nobody commands but old Madariaga, and I order you to stay. . . . Ah, these women! They only serve to antagonize men. And yet we can′t live without them!" . . .
Dió varios paseos silenciosos por la habitación, como si las últimas palabras le hiciesen pensar en cosas lejanas, muy distintas de lo que hasta entonces había dicho. Desnoyers miró con inquietud el látigo que aún empuñaba su diestra. ¿Si intentaría pegarle como á los peones?... Estaba dudando entre hacer frente á un hombre que siempre le había tratado con benevolencia ó apelar á una fuga discreta, aprovechando una de sus vueltas, cuando el estanciero se plantó ante él.
He took several turns up and down the room, as though his last words were making him think of something very different from what he had just been saying. Desnoyers looked uneasily at the thong which was still hanging from his wrist. Suppose he should attempt to whip him as he did the peons? . . . He was still undecided whether to hold his own against a man who had always treated him with benevolence or, while his back was turned, to take refuge in discreet flight, when the ranchman planted himself before him.
—¿Tú la quieres de veras... de veras?—preguntó—. ¿Estás seguro de que ella te quiere á ti? Fíjate bien en lo que dices, que en eso del amor hay mucho de engaño y ceguera. También yo, cuando me casé, estaba loco por mi china. ¿De verdad que os queréis?... Pues bien; llévatela, gabacho del demonio, ya que alguien se la ha de llevar, y que no te salga una vaca floja como la madre... A ver si me llenas la estancia de nietos.
"You really love her, really?" he asked. "Are you sure that she loves you? Be careful what you say, for love is blind and deceitful. I, too, when I married my China was crazy about her. Do you love her, honestly and truly? . . . Well then, take her, you devilish Frenchy. Somebody has to take her, and may she not turn out a weak cow like her mother! . . . Let us have the ranch full of grandchildren!"
Reaparecía el gran productor de hombres y de bestias al formular este deseo. Y como si considerase necesario explicar su actitud, añadió:
In voicing this stock-raiser′s wish, again appeared the great breeder of beasts and men. And as though he considered it necessary to explain his concession, he added.
—Todo esto lo hago porque te quiero; y te quiero porque eres serio.
—"I do all this because I like you; and I like you because you are serious."
Otra vez quedó absorto el francés, no sabiendo en qué consistía la tan apreciada seriedad.
Again the Frenchman was plunged in doubt, not knowing in just what this greatly appreciated seriousness consisted.
Desnoyers, al casarse, pensó en su madre. ¡Si la pobre vieja pudiese ver este salto extraordinario de su fortuna! Pero mamá había muerto un año antes, creyendo á su hijo enormemente rico porque le enviaba todos los meses ciento cincuenta pesos, algo más de trescientos francos, extraídos del sueldo que cobraba en la estancia.
At his wedding, Desnoyers thought much of his mother. If only the poor old woman could witness this extraordinary stroke of good fortune! But she had died the year before, believing her son enormously rich because he had been sending her sixty dollars every month, taken from the wages that he had earned on the ranch.
Su ingreso en la familia de Madariaga sirvió para que éste atendiese con menos interés á sus negocios.
Desnoyers′ entrance into the family made his father-in-law pay less attention to business.
Tiraba de él la ciudad, con la atracción de los encantos no conocidos. Hablaba con desprecio de las mujeres del campo, chinas mal lavadas, que le inspiraban ahora repugnancia. Había abandonado sus ropas de jinete campestre y exhibía con satisfacción pueril los trajes con que le disfrazaba un sastre de la capital. Cuando Elena quería acompañarle á Buenos Aires, se defendía pretextando negocios enojosos. «
No, ya irás con tu madre.»
City life, with all its untried enchantments and snares, now attracted Madariaga, and he began to speak with contempt of country women, poorly groomed and inspiring him with disgust. He had given up his cowboy attire, and was displaying with childish satisfaction, the new suits in which a tailor of the Capital was trying to disguise him. When Elena wished to accompany him to Buenos Aires, he would wriggle out of it, trumping up some absorbing business. "No; you go with your mother."
La suerte de campos y ganados no le inspiraba inquietudes. Su fortuna, dirigida por Desnoyers, estaba en buenas manos.
The fate of his fields and flocks gave him no uneasiness. His fortune, managed by Desnoyers, was in good hands.
—Este es muy serio—decía en el comedor ante la familia reunida—. Tan serio como yo... De éste no se ríe nadie.
"He is very serious," again affirmed the old Spaniard to his family assembled in the dining roam—"as serious as I am. . . . Nobody can make a fool of him!"
Y al fin pudo adivinar el francés que su suegro, al hablar de seriedad, aludía á la entereza de carácter. Según declaración espontánea de Madariaga, desde los primeros días que trató á Desnoyers pudo adivinar un genio igual al suyo, tal vez más duro y firme, pero sin alaridos ni excentricidades. Por esto le había tratado con benevolencia extraordinaria, presintiendo que un choque entre los dos no tendría arreglo. Sus únicas desavenencias fueron á causa de los gastos establecidos por Madariaga en tiempos anteriores. Desde que el yerno dirigía las estancias, los trabajos costaban menos y la gente mostraba mayor actividad. Y esto sin gritos, sin palabras fuertes, con sólo su presencia y sus órdenes breves.
And finally the Frenchman concluded that when his father-in-law spoke of seriousness he was referring to his strength of character. According to the spontaneous declaration of Madariaga, he had, from the very first day that he had dealings with Desnoyers, perceived in him a nature like his own, more hard and firm perhaps, but without splurges of eccentricities. On this account he had treated him with such extraordinary circumspection, foreseeing that a clash between the two could never be adjusted. Their only disagreements were about the expenses established by Madariaga during his regime. Since the son-in-law was managing the ranches, the work was costing less, and the people working more diligently;—and that, too, without yells, and without strong words and deeds, with only his presence and brief orders.
El viejo era el único que le hacía frente para mantener el caprichoso sistema del palo seguido de la dádiva. Le sublevaba el orden minucioso y mecánico, siempre igual, sin algo de arbitrariedad extravagante, de tiranía bonachona. Con frecuencia, se presentaban á Desnoyers algunos de los peones mestizos á los que suponía la malicia pública en íntimo parentesco con el estanciero. «
Patroncito: dice el patrón viejo que me dé cinco pesos.» El patroncito respondía negativamente, y poco después se presentaba Madariaga, iracundo de gesto, pero midiendo las palabras, en consideración á que su yerno era tan serio como él.
The old man was the only one defending the capricious system of a blow followed by a gift. He revolted against a minute and mechanical administration, always the same, without any arbitrary extravagance or good-natured tyranny. Very frequently some of the half-breed peons whom a malicious public supposed to be closely related to the ranchman, would present themselves before Desnoyers with, "Senor Manager, the old Patron say that you are to give me five dollars." The Senor Manager would refuse, and soon after Madariaga would rush in in a furious temper, but measuring his words, nevertheless, remembering that his son-in-law′s disposition was as serious as his own.
—Mucho te quiero, hijo, pero aquí nadie manda mas que yo... ¡Ah, gabacho! Eres igual á todos los de tu tierra: centavo que pilláis va á la media, y no ve más la luz del sol aunque os crucifiquen... ¿Dije cinco pesos? Le darás diez. Lo mando yo, y basta.
"I like you very much, my son, but here no one overrules me. . . . Ah, Frenchy, you are like all the rest of your countrymen! Once you get your claws on a penny, it goes into your stocking, and nevermore sees the light of day, even though they crucify you. . . ! Did I say five dollars? Give him ten. I command it and that is enough."
El francés pagaba, encogiéndose de hombros, mientras su suegro, satisfecho del triunfo, huía á Buenos Aires. Era bueno hacer constar que la estancia pertenecía aún al gallego Madariaga.
The Frenchman paid, shrugging his shoulders, whilst his father-in-law, satisfied with his triumph, fled to Buenos Aires. It was a good thing to have it well understood that the ranch still belonged to Madariaga, the Spaniard.
De uno de sus viajes volvió con un acompañante: un joven alemán, que, según él, lo sabía todo y servía para todo. Su yerno trabajaba demasiado. Karl Hartrott le ayudaría en la contabilidad. Y Desnoyers lo aceptó, sintiendo á los pocos días una naciente estimación por el nuevo empleado.
From one of these trips, he returned with a companion, a young German who, according to him, knew everything and could do everything. His son-in-law was working too hard. This Karl Hartrott would assist him in the booeeping. Desnoyers accepted the situation, and in a few days felt increasing esteem for the new incumbent.
Que perteneciesen á dos naciones enemigas nada significaba. En todas partes hay buenas gentes, y este Karl era un subordinado digno de aprecio. Se mantenía á distancia de sus iguales y era inflexible y duro con los inferiores. Todas sus facultades parecía concentrarlas en el servicio y la admiración de los que estaban por encima de él. Apenas desplegaba los labios Madariaga, el alemán movía la cabeza apoyando por adelantado sus palabras. Si decía algo gracioso, su risa era de una escandalosa sonoridad. Con Desnoyers se mostraba taciturno y aplicado, trabajando sin reparar en horas. Apenas le veía entrar en la Administración, saltaba de su asiento irguiéndose con militar rigidez. Todo estaba dispuesto á hacerlo. Por cuenta propia, espiaba al personal, delatando sus descuidos y defectos. Este servicio no entusiasmaba á su jefe inmediato, pero lo agradecía como una muestra de interés por el establecimiento.
Although they belonged to two unfriendly nations, it didn′t matter. There are good people everywhere, and this Karl was a subordinate worth considering. He kept his distance from his equals, and was hard and inflexible toward his inferiors. All his faculties seemed concentrated in service and admiration for those above him. Scarcely would Madariaga open his lips before the German′s head began nodding in agreement, anticipating his words. If he said anything funny, his clerk′s laugh would break forth in scandalous roars. With Desnoyers he appeared more taciturn, working without stopping for hours at a time. As soon as he saw the manager entering the office he would leap from his seat, holding himself erect with military precision. He was always ready to do anything whatever. Unasked, he spied on the workmen, reporting their carelessness and mistakes. This last service did not especially please his superior officer, but he appreciated it as a sign of interest in the establishment.
El viejo estanciero alababa su adquisición como un triunfo, pretendiendo que su yerno la celebrase igualmente.
The old man bragged triumphantly of the new acquisition, urging his son-in-law also to rejoice.
—Un mozo muy útil, ¿no es cierto?... Estos gringos de la Alemania sirven bien, saben muchas cosas y cuestan poco. Luego, ¡tan disciplinados! ¡tan humilditos!... Yo siento decírtelo, porque eres gabacho; pero os habéis echado malos enemigos. Son gente dura de pelar.
"A very useful fellow, isn′t he? . . . These gringoes from Germany work well, know a good many things and cost little. Then, too, so disciplined! so servile! . . . I am sorry to praise him so to you because you are a Frenchy, and your nation has in them a very powerful enemy. His people are a hard-shelled race."
Desnoyers contestaba con un gesto de indiferencia. Su patria estaba lejos y también la del alemán. ¡A saber si volverían á ella!... Allí eran argentinos, y debían pensar en las cosas inmediatas, sin preocuparse del pasado.
Desnoyers replied with a shrug of indifference. His country was far away, and so was Germany. Who knew if they would ever return! . . . They were both Argentinians now, and ought to interest themselves in present affairs and not bother about the past.
—Además, ¡tienen tan poco orgullo!—continuó Madariaga con tono irónico—. Cualquier gringo de éstos, cuando es dependiente en la capital, barre la tienda, hace la comida, lleva la contabilidad, vende á los parroquianos, escribe á máquina, traduce de cuatro á cinco lenguas, y acompaña, si es preciso, á la amiga del amo como si fuese una gran señora... todo por veinticinco pesos al mes. ¡Quién puede luchar con una gente así! Tú, gabacho, eres como yo... muy serio, y te morirías de hambre antes de pasar por ciertas cosas. Por eso te digo que resultan temibles.
"And how little pride they have!" sneered Madariaga in an ironical tone. "Every one of these gringoes when he is a clerk at the Capital sweeps the shop, prepares the meals, keeps the books, sells to the customers, works the typewriter, translates four or five languages, and dances attendance on the proprietor′s lady friend, as though she were a grand senora . . . all for twenty-five dollars a month. Who can compete with such people! You, Frenchy, you are like me, very serious, and would die of hunger before passing through certain things. But, mark my words, on this very account they are going to become a terrible people!"
El estanciero, después de una corta reflexión, añadió:
After brief reflection, the ranchman added:
—Tal vez no son tan buenos como parecen. Hay que ver cómo tratan á los que están debajo de ellos. Puede que se hagan los simples sin serlo, y cuando sonríen al recibir una patada, dicen para sus adentros: «
Espera que llegue la mía, y te devolveré tres.»
"Perhaps they are not so good as they seem. Just see how they treat those under them! It may be that they affect this simplicity without having it, and when they grin at receiving a kick, they are saying inside, ′Just wait till my turn comes, and I′ll give you three!′"
Luego pareció arrepentirse de sus palabras.
Then he suddenly seemed to repent of his suspicions.
—De todos modos, este Karl es un pobre mozo, un infeliz, que apenas digo yo algo, abre la boca como si fuese á tragar moscas. El asegura que es de gran familia, pero ¡vaya usted á saber de estos gringos!... Todos los muertos de hambre, al venir á América, la echamos de hijos de príncipes.
"At any rate, this Karl is a poor fellow, a mealy-mouthed simpleton who the minute I say anything opens his jaws like a fly-catcher. He insists that he comes of a great family, but who knows anything about these gringoes? . . . All of us, dead with hunger when we reach America, claim to be sons of princes."
A éste lo había tuteado Madariaga desde el primer instante, no por agradecimiento, como á Desnoyers, sino para hacerle sentir su inferioridad. Lo había introducido igualmente en su casa, pero únicamente para que diese lecciones de piano á la hija menor. «
La romántica» ya no se colocaba al atardecer en la puerta contemplando el sol poniente. Karl, una vez terminado su trabajo en la Administración, venía á la casa del estanciero, sentándose al lado de Elena, que tecleaba con una tenacidad digna de mejor suerte. A última hora, el alemán, acompañándose en el piano, cantaba fragmentos de Wágner, que hacían dormitar á Madariaga en un sillón con el fuerte cigarro paraguayo adherido á los labios.
Madariaga had placed himself on a familiar footing with his Teutonic treasure, not through gratitude as with Desnoyers, but in order to make him feel his inferiority. He had also introduced him on an equal footing in his home, but only that he might give piano lessons to his younger daughter. The Romantica was no longer framing herself in the doorway—in the gloaming watching the sunset reflections. When Karl had finished his work in the office, he was now coming to the house and seating himself beside Elena, who was tinkling away with a persistence worthy of a better fate. At the end of the hour the German, accompanying himself on the piano, would sing fragments from Wagner in such a way that it put Madariaga to sleep in his armchair with his great Paraguay cigar sticking out of his mouth.
Elena contemplaba mientras tanto con creciente interés al gringo cantor. No era el caballero de los ensueños esperado por la dama blanca. Era casi un sirviente, un inmigrante rubio tirando á rojo, carnudo, algo pesado y con ojos bovinos que reflejaban un eterno miedo á desagradar á sus jefes. Pero, día por día, iba encontrando en él algo que modificaba sus primeras impresiones: la blancura femenil de Karl más allá de la cara y las manos tostadas por el sol; la creciente marcialidad de sus bigotes; la soltura con que montaba á caballo; su aire trovadoresco al entonar con una voz de tenor algo sorda romanzas voluptuosas con palabras que ella no podía entender.
Elena meanwhile was contemplating with increasing interest the singing gringo. He was not the knight of her dreams awaited by the fair lady. He was almost a servant, a blond immigrant with reddish hair, fat, heavy, and with bovine eyes that reflected an eternal fear of disagreeing with his chiefs. But day by day, she was finding in him something which rather modified these impressions—his feminine fairness, except where he was burned by the sun, the increasingly martial aspect of his moustachios, the agility with which he mounted his horse, his air of a troubadour, intoning with a rather weak tenor voluptuous romances whose words she did not understand.
Una noche, á la hora de la cena, no pudo contenerse, y habló con la vehemencia febril del que ha hecho un gran descubrimiento:
One night, just before supper, the impressionable girl announced with a feverish excitement which she could no longer repress that she had made a grand discovery.
—Papá: Karl es noble. Pertenece á una gran familia.
"Papa, Karl is of noble birth! He belongs to a great family."
El estanciero hizo un gesto de indiferencia. Otras cosas le preocupaban en aquellos días. Pero durante la velada sintió la necesidad de descargar en alguien la cólera interna que le venía royendo desde su último viaje á Buenos Aires, é interrumpió al cantor.
The plainsman made a gesture of indifference. Other things were vexing him in those days. But during the evening, feeling the necessity of venting on somebody the wrath which had been gnawing at his vitals since his last trip to Buenos Aires, he interrupted the singer.
—Oye, gringo: ¿qué es eso de tu nobleza y demás macanas que le has contado á la niña?
"See here, gringo, what is all this nonsense about nobility which you have been telling my girl?"
Karl abandonó el piano para erguirse y responder. Bajo la influencia del canto reciente, había en su actitud algo que recordaba á Lohengrin en el momento de revelar el secreto de su vida. Su padre había sido el general von Hartrott, uno de los caudillos secundarios de la guerra del 70. El emperador lo había recompensado ennobleciéndolo. Uno de sus tíos era consejero íntimo del rey de Prusia. Sus hermanos mayores figuraban en la oficialidad de los regimientos privilegiados. El había arrastrado sable como teniente.
Karl left the piano that he might draw himself up to the approved military position before responding. Under the influence of his recent song, his pose suggested Lohengrin about to reveal the secret of his life. His father had been General von Hartrott, one of the commanders in the war of ′70. The Emperor had rewarded his services by giving him a title. One of his uncles was an intimate councillor of the King of Prussia. His older brothers were conspicuous in the most select regiments. He had carried a sword as a lieutenant.
Madariaga le interrumpió, fatigado de tanta grandeza. «
Mentiras... macanas... aire.» ¡Hablarle á él de noblezas de gringos!... Había salido muy joven de Europa para sumirse en las revueltas democracias de América, y aunque la nobleza le parecía algo anacrónico é incomprensible, se imaginaba que la única auténtica y respetable era la de su país. A los gringos les concedía el primer lugar para la invención de máquinas, para los barcos, para la cría de animales de precio, pero todos los condes y marqueses de la gringuería le parecían falsificados.
Bored with all this grandeur, Madariaga interrupted him. "Lies . . . nonsense . . . hot air!" The very idea of a gringo talking to him about nobility! . . . He had left Europe when very young in order to cast in his lot with the revolting democracies of America, and although nobility now seemed to him something out-of-date and incomprehensible, still he stoutly maintained that the only true nobility was that of his own country. He would yield first place to the gringoes for the invention of machinery and ships, and for breeding priceless animals, but all the Counts and Marquises of Gringo-land appeared to him to be fictitious characters.
—Todo farsas—volvió á repetir—. Ni en tu país hay nobleza, ni tenéis todos juntos cinco pesos. Si los tuvierais, no vendríais aquí á comer ni enviaríais las mujeres que enviáis, que son... tú sabes lo que son tan bien como yo.
"All tomfoolery!" he blustered. "There isn′t any nobility in your country, nor have you five dollars all told to rub against each other. If you had, you wouldn′t come over here to play the gallant to women who are . . . you know what they are as well as I do."
Con asombro de Desnoyers, el alemán acogió esta rociada humildemente, asintiendo con movimientos de cabeza á las últimas palabras del patrón.
To the astonishment of Desnoyers, the German received this onslaught with much humility, nodding his head in agreement with the Patron′s last words.
—Si fuesen verdad—continuó Madariaga implacablemente—todas esas macanas de títulos, sables y uniformes, ¿por qué has venido aquí? ¿Qué diablos has hecho en tu tierra para tener que marcharte?
"If there′s any truth in all this twaddle about titles," continued Madariaga implacably, "swords and uniforms, what did you come here for? What in the devil did you do in your own country that you had to leave it?"
Ahora Karl bajó la frente, confuso y balbuceando. «
Papá... papá», suplicó Elena. ¡Pobrecito! ¡Cómo le humillaban porque era pobre!... Y sintió un hondo agradecimiento hacia su cuñado al ver que rompía su mutismo para defender al alemán.
Now Karl hung his head, confused and stuttering. "Papa, papa," pleaded Elena. "The poor little fellow! How can you humiliate him so just because he is poor?" And she felt a deep gratitude toward her brother-in-law when he broke through his usual reserve in order to come to the rescue of the German.
—¡Pero si yo aprecio á este mozo!—dijo Madariaga excusándose—. Son los de su tierra los que me dan rabia.
"Oh, yes, of course, he′s a good-enough fellow," said Madariaga, excusing himself. "But he comes from a land that I detest."
Cuando, pasados algunos días, hizo Desnoyers un viaje á Buenos Aires, se explicó la cólera del viejo. Durante varios meses había sido el protector de una tiple de origen alemán olvidada en América por una compañía de opereta italiana. Ella le recomendó á Karl, compatriota desgraciado que, luego de rodar por varias naciones de América y ejercer diversos oficios, vivía al lado suyo en clase de caballero cantor. Madariaga había gastado alegremente muchos miles de pesos. Un entusiasmo juvenil le acompañó en esta nueva existencia de placeres urbanos, hasta que, al descubrir la segunda vida que llevaba la alemana en sus ausencias y cómo reía de él con los parásitos de su séquito, montó en cólera, despidiéndose para siempre, con acompañamiento de golpes y fractura de muebles.
When Desnoyers made a trip to Buenos Aires a few days afterward, the cause of the old man′s wrath was explained. It appeared that for some months past Madariaga had been the financial guarantor and devoted swain of a German prima donna stranded in South America with an Italian opera company. It was she who had recommended Karl—an unfortunate countryman, who after wandering through many parts of the continent, was now living with her as a sort of gentlemanly singer. Madariaga had joyously expended upon this courtesan many thousands of dollars. A childish enthusiasm had accompanied him in this novel existence midst urban dissipations until he happened to discover that his Fraulein was leading another life during his absence, laughing at him with the parasites of her retinue; whereupon he arose in his wrath and bade her farewell to the accompaniment of blows and broken furniture.
¡La última aventura de su historia!... Desnoyers adivinó esta voluntad de renunciamiento al oir que por primera vez confesaba sus años. No pensaba volver á la capital. ¡Todo mentira! La existencia en el campo, rodeado de la familia y haciendo mucho bien á los pobres, era lo único cierto. Y el terrible centauro se expresaba con una ternura idílica, con una firme virtud de sesenta y cinco años, insensibles ya á la tentación.
The last adventure of his life! . . . Desnoyers suspected his abdication upon hearing him admit his age, for the first time. He did not intend to return to the capital. It was all false glitter. Existence in the country, surrounded by all his family and doing good to the poor was the only sure thing. And the terrible centaur expressed himself with the idyllic tenderness and firm virtue of seventy-five years, already insensible to temptation.
Después de su escena con Karl, había aumentado el sueldo de éste, apelando como siempre á la generosidad para reparar sus violencias. Lo que no podía olvidar era lo de su nobleza, que le daba motivo para nuevas bromas. Aquel relato glorioso había traído á su memoria los árboles genealógicos de los reproductores de la estancia. El alemán era un pedigrée, y con este apodo le designó en adelante.
After his scene with Karl, he had increased the German′s salary, trying as usual, to counteract the effects of his violent outbreaks with generosity. That which he could not forget was his dependent′s nobility, constantly making it the subject of new jests. That glorious boast had brought to his mind the genealogical trees of the illustrious ancestry of his prize cattle. The German was a pedigreed fellow, and thenceforth he called him by that nickname.
Sentado, en las noches veraniegas, bajo un cobertizo de la casa, se extasiaba patriarcalmente contemplando á su familia en torno de él. La calma nocturna se iba poblando de zumbidos de insectos y cloqueos de ranas. De los lejanos ranchos venían los cantares de los peones que preparaban su cena. Era la época de la siega, y grandes bandas de emigrantes se alojaban en la estancia para el trabajo extraordinario.
Seated on summer nights under the awning, he surveyed his family around him with a sort of patriarchal ecstasy. In the evening hush could be heard the buzzing of insects and the croaking of the frogs. From the distant ranches floated the songs of the peons as they prepared their suppers. It was harvest time, and great bands of immigrants were encamped in the fields for the extra work.
Madariaga había conocido días tristes de guerras y violencias. Se acordaba de los últimos años de la tiranía de Rosas, presenciados por él al llegar al país. Enumeraba las diversas revoluciones nacionales y provinciales en las que había tomado parte, por no ser menos que sus vecinos, y á las que designaba con el título de «
puebladas». Pero todo esto había desaparecido y no volvería á repetirse. Los tiempos eran de paz, de trabajo y abundancia.
Madariaga had known many of the hard old days of wars and violence. Upon his arrival in South America, he had witnessed the last years of the tyranny of Rosas. He loved to enumerate the different provincial and national revolutions in which he had taken part. But all this had disappeared and would never return. These were the times of peace, work and abundance.
—Fíjate, gabacho—decía, espantando con los chorros de humo de su cigarro á los mosquitos que volteaban en torno de él—. Yo soy español, tú francés, Karl es alemán, mis niñas argentinas, el cocinero ruso, su ayudante griego, el peón de cuadra inglés, las chinas de la cocina, unas son del país, otras gallegas ó italianas, y entre los peones los hay de todas castas y leyes... ¡Y todos vivimos en paz! En Europa tal vez nos habríamos golpeado á estas horas; pero aquí todos amigos.
"Just think of it, Frenchy," he said, driving away the mosquitoes with the puffs of his cigar. "I am Spanish, you French, Karl German, my daughters Argentinians, the cook Russian, his assistant Greek, the stable boy English, the kitchen servants Chinas (natives), Galicians or Italians, and among the peons there are many castes and laws. . . . And yet we all live in peace. In Europe, we would have probably been in a grand fight by this time, but here we are all friends."
Y se deleitaba escuchando las músicas de los trabajadores: lamentos de canciones italianas con acompañamiento de acordeón, guitarreos españoles y criollos apoyando á unas voces bravías que cantaban el amor y la muerte.
He took much pleasure in listening to the music of the laborers—laments from Italian songs to the accompaniment of the accordion, Spanish guitars and Creole choruses, wild voices chanting of love and death.
—Esto es el arca de Noé—afirmó el estanciero.
"This is a regular Noah′s ark," exulted the vainglorious patriarch.
Quería decir la torre de Babel, según pensó Desnoyers, pero para el viejo era lo mismo.
"He means the tower of Babel," thought Desnoyers to himself, "but it′s all the same thing to the old man."
—Yo creo—continuó—que vivimos así porque en esta parte del mundo no hay reyes y los ejércitos son pocos, y los hombres sólo piensan en pasarlo lo mejor posible gracias á su trabajo. Pero también creo que vivimos en paz porque hay abundancia y á todos les llega su parte... ¡La que se armaría si las raciones fuesen menos que las personas!
"I believe," he rambled on, "that we live thus because in this part of the world there are no kings and a very small army—and mankind is thinking only of enjoying itself as much as possible, thanks to its work. But I also believe that we live so peacefully because there is such abundance that everyone gets his share. . . . How quickly we would spring to arms if the rations were less than the people!"
Volvió á quedar en reflexivo silencio, para añadir poco después:
Again he fell into reflective silence, shortly after announcing the result of his meditations.
—Sea por lo que sea, hay que reconocer que aquí se vive más tranquilo que en el otro mundo. Los hombres se aprecían por lo que valen y se juntan sin pensar en si proceden de una tierra ó de otra. Los mozos no van en rebaño á matar á otros mozos que no conocen, y cuyo delito es haber nacido en el pueblo de enfrente... El hombre es una mala bestia en todas partes, lo reconozco; pero aquí come, tiene tierra de sobra para tenderse, y es bueno, con la bondad de un perro harto. Allá son demasiados, viven en montón, estorbándose unos á otros, la pitanza es escasa y se vuelven rabiosos con facilidad. ¡Viva la paz, gabacho, y la existencia tranquila! Donde uno se encuentre bien y no corra el peligro de que lo maten por cosas que no entiende, allí está su verdadera tierra.
"Be that as it may be, we must recognize that here life is more tranquil than in the other world. Men are taken for what they are worth, and mingle together without thinking whether they came from one country or another. Over here, fellows do not come in droves to kill other fellows whom they do not know and whose only crime is that they were born in an unfriendly country. . . . Man is a bad beast everywhere, I know that; but here he eats, owns more land than he needs so that he can stretch himself, and he is good with the goodness of a well-fed dog. Over there, there are too many; they live in heaps getting in each other′s way, and easily run amuck. Hurrah for Peace, Frenchy, and the simple life! Where a man can live comfortably and runs no danger of being killed for things he doesn′t understand—there is his real homeland!"
Y como un eco de las reflexiones del rústico personaje, Karl, sentado en el salón ante el piano, entonaba á media voz un himno de Beethoven.
And as though an echo of the rustic′s reflections, Karl seated at the piano, began chanting in a low voice one of Beethoven′s hymns—
«
Cantemos la alegría de la vida; cantemos la libertad. Nunca mientas y traiciones á tu semejante, aunque te ofrezcan por ello el mayor trono de la tierra.»
"We sing the joy of life, We sing of liberty, We′ll ne′er betray our fellow-man, Though great the guerdon be."
¡La paz!... A los pocos días se acordó Desnoyers con amargura de estas ilusiones del viejo. Fué la guerra, una guerra doméstica, lo que estalló en el idílico escenario de la estancia. «
Patroncito, corra, que el patrón viejo ha pelado cuchillo y quiere matar al alemán.» Y Desnoyers había corrido fuera de su escritorio, avisado por las voces de un peón. Madariaga perseguía cuchillo en mano á Karl, atropellando á todos los que intentaban cerrarle el paso. Únicamente él pudo detenerlo, arrebatándole el arma.
Peace! . . . A few days afterward Desnoyers recalled bitterly the old man′s illusion, for war—domestic war—broke loose in this idyllic stage-setting of ranch life. "Run, Senor Manager, the old Patron has unsheathed his knife and is going to kill the German!" And Desnoyers had hurried from his office, warned by the peon′s summons. Madariaga was chasing Karl, knife in hand, stumbling over everything that blocked his way. Only his son-in-law dared to stop him and disarm him.
—¡Ese pedigrée sinvergÜenza!—vociferaba el viejo con la boca lívida, agitándose entre los brazos de su yerno—. Todos los muertos de hambre creen que no hay mas que llegar á esta casa para llevarse mis hijas y mis pesos... ¡Suéltame te digo! ¡Suéltame para que lo mate!
"That shameless pedigreed fellow!" bellowed the livid old man as he writhed in Desnoyers′ firm clutch. "Half famished, all he thinks he has to do is to come to my house and take away my daughters and dollars. . . . Let me go, I tell you! Let me loose that I may kill him."
Y con el deseo de verse libre, daba sus excusas á Desnoyers. A él lo había aceptado como yerno porque era de su gusto, modesto, honrado y... serio. ¡Pero ese pedigrée cantor, con todas sus soberbias!... ¡Un hombre que él había sacado... no quería decir de dónde! Y el francés, tan enterado como él de sus primeras relaciones con Karl, fingió no entenderle.
And in order to free himself from Desnoyers, he tried further to explain the difficulty. He had accepted the Frenchman as a husband for his daughter because he was to his liking, modest, honest . . . and serious. But this singing Pedigreed Fellow, with all his airs! . . . He was a man that he had gotten from . . . well, he didn′t wish to say just where! And the Frenchman, though knowing perfectly well what his introduction to Karl had been, pretended not to understand him.
Como el alemán había huído, el estanciero acabó por dejarse empujar hasta su casa. Hablaba de dar una paliza á «
la romántica» y otra á la china, por no enterarse de las cosas. Había sorprendido á su hija agarrada de las manos con el gringo en un bosquecillo cercano y cambiando un beso.
As the German had, by this time, made good his escape, the ranchman consented to being pushed toward his house, talking all the time about giving a beating to the Romantica and another to the China for not having informed him of the courtship. He had surprised his daughter and the Gringo holding hands and exchanging kisses in a grove near the house.
—¡Viene por mis pesos!—aullaba—. Quiere hacer la América pronto á costa del gallego, y para esto, tanta humildad y tanto canto y tanta nobleza. ¡Embustero!... ¡Músico!
"He′s after my dollars," howled the irate father. "He wants America to enrich him quickly at the expense of the old Spaniard, and that is the reason for so much truckling, so much psalm-singing and so much nobility! Imposter! . . . Musician!"
Y repitió con insistencia lo de «
¡músico!», como si fuese la concreción de todos sus desprecios.
And he repeated the word "musician" with contempt, as though it were the sum and substance of everything vile.
Desnoyers, firme y sobrio en palabras, dió un desenlace al conflicto. «
La romántica», abrazada á su madre, se refugió en los altos de la casa. El cuñado había protegido su retirada, pero á pesar de esto, la sensible Elena gimió entre lágrimas pensando en el alemán: «
¡Pobrecito! ¡Todos contra él!» Mientras tanto, la esposa de Desnoyers retenía al padre en su despacho, apelando á toda su influencia de hija juiciosa. El francés fué en busca de Karl, mal repuesto aún de la terrible sorpresa, y le dió un caballo para que se trasladase inmediatamente á la estación de ferrocarril más próxima.
Very firmly and with few words, Desnoyers brought the wrangling to an end. While her brother-in-law protected her retreat, the Romantica, clinging to her mother, had taken refuge in the top of the house, sobbing and moaning, "Oh, the poor little fellow! Everybody against him!" Her sister meanwhile was exerting all the powers of a discreet daughter with the rampageous old man in the office, and Desnoyers had gone in search of Karl. Finding that he had not yet recovered from the shock of his terrible surprise, he gave him a horse, advising him to betake himself as quickly as possible to the nearest railway station.
Se alejó de la estancia, pero no permaneció solo mucho tiempo. Transcurridos unos días, «
la romántica» se marchó detrás de él... Iseo «
la de las blancas manos» fué en busca del caballero Tristán.
Although the German was soon far from the ranch, he did not long remain alone. In a few days, the Romantica followed him. . . . Iseult of the white hands went in search of Tristan, the knight.
La desesperación de Madariaga no se mostró violenta y atronadora, como esperaba su yerno. Por primera vez le vió éste llorar. Su vejez robusta y alegre desapareció de golpe. En una hora parecía haber vivido diez años. Como un niño, arrugado y trémulo, se abrazó á Desnoyers, mojándole el cuello con sus lágrimas.
This event did not cause Madariaga′s desperation to break out as violently as his son-in-law had expected. For the first time, he saw him weep. His gay and robust old age had suddenly fallen from him, the news having clapped ten years on to his four score. Like a child, whimpering and tremulous, he threw his arms around Desnoyers, moistening his neck with tears.
—¡Se la ha llevado! ¡El hijo de una gran pulga... se la ha llevado!
"He has taken her away! That son of a great flea . . . has taken her away!"
Esta vez no hizo pesar la responsabilidad sobre su china. Lloró junto á ella, y como si pretendiese consolarla con una confesión pública, dijo repetidas veces:
This time he did not lay all the blame on his China. He wept with her, and as if trying to console her by a public confession, kept saying over and over:
—Por mis pecados... Todo ha sido por mis grandísimos pecados.
"It is my fault. . . . It has all been because of my very, very great sins."
Empezó para Desnoyers una época de dificultades y conflictos. Los fugitivos le buscaron en una de sus visitas á la capital, implorando su protección. «
La romántica» lloraba, afirmando que sólo su cuñado, «
el hombre más caballero del mundo», podía salvarla. Karl le miró como un perro fiel que se confía á su amo. Estas entrevistas se repitieron en todos sus viajes. Luego, al volver á la estancia, encontraba al viejo malhumorado, silencioso, mirando con fijeza ante él, como si contemplase algo invisible para los demás, y diciendo de pronto: «
Es un castigo: el castigo de mis pecados.» El recuerdo de sus primeras relaciones con el alemán, antes de llevarlo á la estancia, le atormentaba como un remordimiento. Algunas tardes hacía ensillar un caballo, partiendo á todo galope hacia el pueblo más próximo. Ya no iba en busca de ranchos hospitalarios. Necesitaba pasar un rato en la iglesia, hablar á solas con las imágenes, que estaban allí sólo para él, ya que era él quien había pagado las facturas de adquisición... «
Por mi culpa, por mi grandísima culpa.»
Now began for Desnoyers a period of difficulties and conflicts. The fugitives, on one of his visits to the Capital, threw themselves on his mercy, imploring his protection. The Romantica wept, declaring that only her brother-in-law, "the most knightly man in the world," could save her. Karl gazed at him like a faithful hound trusting in his master. These trying interviews were repeated on all his trips. Then, on returning to the ranch, he would find the old man ill-humored, moody, looking fixedly ahead of him as though seeing invisible power and wailing, "It is my punishment—the punishment for my sins." The memory of the discreditable circumstances under which he had made Karl′s acquaintance, before bringing him into his home, tormented the old centaur with remorse. Some afternoons, he would have a horse saddled, going full gallop toward the neighboring village. But he was no longer hunting hospitable ranches. He needed to pass some time in the church, speaking alone with the images that were there only for him—since he had footed the bills for them. . . . "Through my sin, through my very great sin!"
Pero á pesar de su arrepentimiento, Desnoyers tuvo que esforzarse mucho para obtener de él un arreglo. Cuando le habló de regularizar la situación de los fugitivos, facilitando los trámites necesarios para el matrimonio, no le dejó continuar. «
Haz lo que quieras, pero no me hables de ellos.» Pasaron muchos meses. Un día, el francés se acercó con cierto misterio. «
Elena tiene un hijo, y le llaman Julio como á usted.»
But in spite of his self-reproach, Desnoyers had to work very hard to get any kind of a settlement out of the old penitent. Whenever he suggested legalizing the situation and making the necessary arrangements for their marriage, the old tyrant would not let him go on. "Do what you think best, but don′t say anything to me about it." Several months passed by. One day the Frenchman approached him with a certain air of mystery. "Elena has a son and has named him ′Julio′ after you."
—Y tú, grandísimo inútil—gritó el estanciero—, y la vaca floja de tu mujer vivís tranquilamente, sin darme un nieto... ¡Ah, gabacho! Por eso los alemanes acabarán montándose sobre vosotros. Ya ves: ese bandido tiene un hijo, y tú, después de cuatro años de matrimonio... nada. Necesito un nieto, ¿lo entiendes?
"And you, you great useless hulk," stormed the ranchman, "and that weak cow of a wife of yours, you dare to live tranquilly on without giving me a grandson! . . . Ah, Frenchy, that is why the Germans will finally overwhelm you. You see it, right here. That bandit has a son, while you, after four years of marriage . . . nothing. I want a grandson!—do you understand THAT?"
Y para consolarse de esta falta de niños en su hogar, se iba al rancho del capataz Celedonio, donde una banda de pequeños mestizos se agrupaban, temerosos y esperanzados, en torno del patrón viejo.
And in order to console himself for this lack of little ones around his own hearth, he betook himself to the ranch of his overseer, Celedonio, where a band of little half-breeds gathered tremblingly and hopefully about him.
De pronto murió la china. La pobre Misiá Petrona se fué discretamente, como había vivido, procurando en su última hora evitar toda contrariedad al esposo, pidiéndole perdón con la mirada por las molestias que podía causarle su muerte. Elena se presentó en la estancia para ver el cadáver de su madre, y Desnoyers, que llevaba más de un año sosteniendo á los fugitivos á espaldas del suegro, aprovechó la ocasión para vencer el enojo de éste.
Suddenly China died. The poor Misia Petrona passed away as discreetly as she had lived, trying even in her last hours to avoid all annoyance for her husband, asking his pardon with an imploring look for any trouble which her death might cause him. Elena came to the ranch in order to see her mother′s body for the last time, and Desnoyers who for more than a year had been supporting them behind his father-in-law′s back, took advantage of this occasion to overcome the old man′s resentment.
—La perdono—dijo el estanciero después de una larga resistencia—. Lo hago por la pobre finada y por ti. Que se quede en la estancia y que venga con ella el gringo sinvergÜenza.
"Well, I′ll forgive her," said the ranchman finally. "I′ll do it for the sake of my poor wife and for you. She may remain on the ranch, and that shameless gringo may come with her."
Nada de trato. El alemán sería un empleado á las órdenes de Desnoyers, y la pareja viviría en el edificio de la Administración, como si no perteneciese á la familia. Jamás dirigiría la palabra á Karl.
But he would have nothing to do with him. The German was to be an employee under Desnoyers, and they could live in the office building as though they did not belong to the family. He would never say a word to Karl.
Pero apenas lo vió llegar, le habló para tratarle de «
usted», dándole órdenes rudamente, lo mismo que á un extraño. Después pasó siempre junto á él como si no lo conociese. Al encontrar en su casa á Elena acompañando á la hermana mayor, también seguía adelante. En vano «
la romántica», transfigurada por la maternidad, aprovechaba todas las ocasiones para colocar delante de él á su pequeño y repetía sonoramente su nombre: «
Julio... Julio.»
But scarcely had the German returned before he began giving him orders rudely as though he were a perfect stranger. At other times he would pass by him as though he did not know him. Upon finding Elena in the house with his older daughter, he would go on without speaking to her. In vain his Romantica transfigured by maternity, improved all opportunities for putting her child in his way, calling him loudly by name: "Julio . . . Julio!"
—Un hijo del gringo cantor, blanco como cabrito desollado y con pelo de zanahoria, quieren que sea nieto mío... Prefiero á los de Celedonio.
"They want that brat of a singing gringo, that carrot top with a face like a skinned kid to be my grandson? . . . I prefer Celedonio′s."
Y para mayor protesta, entraba en la vivienda del capataz, repartiendo á la chiquillería puñados de pesos.
And by way of emphasizing his protest, he entered the dwelling of his overseer, scattering among his dusky brood handfuls of dollars.
A los siete años de efectuado su matrimonio, la esposa de Desnoyers sintió que iba á ser madre. Su hermana tenía ya tres hijos. Pero ¿qué valían éstos para Madariaga, comparados con el nieto que iba á llegar? «
Será varón—dijo con firmeza—, porque yo lo necesito así. Se llamará Julio, y quiero que se parezca á mi pobre finada.» Desde la muerte de su esposa, que ya no la llamaba «
la china», sintió algo semejante á un amor póstumo por aquella pobre mujer que tanto le había aguantado durante su existencia, siempre tímida y silenciosa. «
Mi pobre finada» surgía á cada instante en las conversaciones del estanciero, con la obsesión de un remordimiento.
After seven years of marriage, the wife of Desnoyers found that she, too, was going to become a mother. Her sister already had three sons. But what were they worth to Madariaga compared to the grandson that was going to come? "It will be a boy," he announced positively, "because I need one so. It shall be named Julio, and I hope that it will look like my poor dead wife." Since the death of his wife he no longer called her the China, feeling something of a posthumous love for the poor woman who in her lifetime had endured so much, so timidly and silently. Now "my poor dead wife" cropped out every other instant in the conversation of the remorseful ranchman.
Sus deseos se cumplieron. Luisa dió á luz un varón, que recibió el nombre de Julio, y aunque no mostraba en sus rasgos fisonómicos, todavía abocetados, una gran semejanza con su abuela, tenía el cabello y los ojos negros y la tez de un moreno pálido. ¡Bien venido!... Este era un nieto.
His desires were fulfilled. Luisa gave birth to a boy who bore the name of Julio, and although he did not show in his somewhat sketchy features any striking resemblance to his grandmother, still he had the black hair and eyes and olive skin of a brunette. Welcome! . . . This WAS a grandson!
Y con la generosidad de la alegría, permitió que el alemán entrase en su casa para asistir á la fiesta del bautizo.
In the generosity of his joy, he even permitted the German to enter the house for the baptismal ceremony.
Cuando Julio Desnoyers tuvo cuatro años, el abuelo lo paseó á caballo por toda la estancia, colocándolo en el delantero de la silla. Iba de rancho en rancho para mostrarlo al populacho cobrizo, como un anciano monarca que presenta á su heredero. Más adelante, cuando el nieto pudo hablar sueltamente, se entretuvo conversando con él horas enteras á la sombra de los eucaliptos. Empezaba á marcarse en el viejo cierta decadencia mental. Aún no chocheaba, pero su agresividad iba tomando un carácter pueril. Hasta en las mayores expansiones de cariño se valía de la contradicción, buscando molestar á sus allegados.
When Julio Desnoyers was two years old, his grandfather made the rounds of his estates, holding him on the saddle in front of him. He went from ranch to ranch in order to show him to the copper-colored populace, like an ancient monarch presenting his heir. Later on, when the child was able to say a few words, he entertained himself for hours at a time talking with the tot under the shade of the eucalyptus tree. A certain mental failing was beginning to be noticed in the old man. Although not exactly in his dotage, his aggressiveness was becoming very childish. Even in his most affectionate moments, he used to contradict everybody, and hunt up ways of annoying his relatives.
—¡Ven aquí, profeta falso!—decía á su nieto—. Tú eres un gabacho.
"Come here, you false prophet," he would say to Julio. "You are a Frenchy."
Julio protestaba como si le insultasen. Su madre le había enseñado que era argentino, y su padre le recomendaba que añadiese español, para dar gusto al abuelo.
The grandchild protested as though he had been insulted. His mother had taught him that he was an Argentinian, and his father had suggested that she also add Spanish, in order to please the grandfather.
—Bueno; pues si no eres gabacho—continuaba el estanciero—, grita: «
¡Abajo Napoleón!»
"Very well, then; if you are not a Frenchy, shout, ′Down with Napoleon!′"
Y miraba en torno de él para ver si estaba cerca Desnoyers, creyendo causarle con esto una gran molestia. Pero el yerno seguía adelante, encogiéndose de hombros.
And he looked around him to see if Desnoyers might be near, believing that this would displease him greatly. But his son-in-law pursued the even tenor of his way, shrugging his shoulders.
—¡Abajo Napoleón!—decía Julio.
"Down with Napoleon!" repeated Julio.
Y presentaba la mano inmediatamente, mientras el abuelo buscaba sus bolsillos.
And he instantly held out his hand while his grandfather went through his pockets.
Los hijos de Karl, que ya eran cuatro, y se movían en torno del abuelo como un coro humilde mantenido á distancia, contemplaban con envidia estas dádivas. Para agradarle, un día en que le vieron solo se acercaron resueltamente, gritando al unísono: «
¡Abajo Napoleón!»
Karl′s sons, now four in number, used to circle around their grandparent like a humble chorus kept at a distance, and stare enviously at these gifts. In order to win his favor, they one day when they saw him alone, came boldly up to him, shouting in unison, "Down with Napoleon!"
—¡Gringos atrevidos!—bramó el viejo—. Eso se lo habrá enseñado á ustedes el sinvergÜenza de su padre. Si lo vuelven á repetir, los corro á rebencazos... ¡Insultar así á un grande hombre!
"You insolent gringoes!" ranted the old man. "That′s what that shameless father has taught you! If you say that again, I′ll chase you with a cat-o-nine-tails. . . . The very idea of insulting a great man in that way!"
Esta descendencia rubia la toleraba, pero sin permitirle ninguna intimidad. Desnoyers y su esposa tomaban la defensa de sus sobrinos, tachándole de injusto. Y para desahogar los comentarios de su antipatía buscaba á Celedonio, el mejor de los oyentes, pues contestaba á todo: «
Sí, patrón.» «
Así será, patrón.»
While he tolerated this blond brood, he never would permit the slightest intimacy. Desnoyers and his wife often had to come to their rescue, accusing the grandfather of injustice. And in order to pour the vials of his wrath out on someone, the old plainsman would hunt up Celedonio, the best of his listeners, who invariably replied, "Yes, Patron. That′s so, Patron."
—Ellos no tienen culpa alguna—decía el viejo—, pero yo no puedo quererlos. Además, ¡tan semejantes á su padre, tan blancos, con el pelo de zanahoria deshilachada, y los dos mayores llevando anteojos lo mismo que si fuesen escribanos!... No parecen gentes con esos vidrios: parecen tiburones.
"They′re not to blame," agreed the old man, "but I can′t abide them! Besides, they are so like their father, so fair, with hair like a shredded carrot, and the two oldest wearing specs as if they were court clerks! . . . They don′t seem like folks with those glasses; they look like sharks."
Madariaga no había visto nunca tiburones, pero se los imaginaba, sin saber por qué, con unos ojos redondos de vidrio, como fondos de botella.
Madariaga had never seen any sharks, but he imagined them, without knowing why, with round, glassy eyes, like the bottoms of bottles.
A la edad de ocho años, Julio era un jinete. «
¡A caballo peoncito!», ordenaba el abuelo. Y salían á galope por los campos, pasando como centellas entre los millares y millares de reses cornudas. El «
peoncito», orgulloso de su título, obedecía en todo al maestro. Y así aprendió á tirar el lazo á los toros, dejándolos aprisionados y vencidos, á hacer saltar las vallas de alambre á su pequeño caballo, á salvar de un bote un hoyo profundo, á deslizarse por las barrancas, no sin rodar muchas veces debajo de su montura.
By the time he was eight years old, Julio was a famous little equestrian. "To horse, peoncito," his grandfather would cry, and away they would race, streaking like lightning across the fields, midst thousands and thousands of horned herds. The "peoncito," proud of his title, obeyed the master in everything, and so learned to whirl the lasso over the steers, leaving them bound and conquered. Upon making his pony take a deep ditch or creep along the edge of the cliffs, he sometimes fell under his mount, but clambered up gamely.
—¡Ah, gaucho fino!—decía el abuelo, orgulloso de estas hazañas—. Toma cinco pesos para que le regales un pañuelo á una china.
"Ah, fine cowboy!" exclaimed the grandfather bursting with pride in his exploits. "Here are five dollars for you to give a handkerchief to some china."
El viejo, en su creciente embrollamiento mental, no se daba cuenta exacta de la relación entre las pasiones y los años. Y el infantil jinete, al guardarse el dinero, se preguntaba qué china era aquella y por qué razón debía hacerle un regalo.
The old man, in his increasing mental confusion, did not gauge his gifts exactly with the lad′s years; and the infantile horseman, while keeping the money, was wondering what china was referred to, and why he should make her a present.
Desnoyers tuvo que arrancar á su hijo de las enseñanzas del abuelo. Era inútil que hiciese venir maestros para Julio ó que intentase enviarlo á la escuela de la estancia. Madariaga raptaba á su nieto, escapándose juntos á correr el campo. El padre acabó por instalar al niño en un gran colegio de la capital cuando ya había pasado de los once años. Entonces, el viejo fijó su atención en la hermana de Julio, que sólo tenía tres años, llevándola, como al otro, de rancho en rancho sobre el delantero de su montura. Todos llamaban Chichí á la hija de Chicha, pero el abuelo le dió el título de «
peoncito», como á su hermano. Y Chichí, que se criaba vigorosa y rústica, desayunándose con carne y hablando en sueños del asado, siguió fácilmente las aficiones del viejo. Iba vestida como un muchacho, montaba lo mismo que los hombres, y para merecer el título de «
gaucho fino» conferido por el abuelo, llevaba un cuchillo en la trasera del cinturón. Los dos corrían el campo de sol á sol. Madariaga parecía seguir como una bandera la trenza ondulante de la amazona. Esta, á los nueve años, echaba ya con habilidad su lazo á las reses.
Desnoyers finally had to drag his son away from the baleful teachings of his grandfather. It was simply useless to have masters come to the house, or to send Julio to the country school. Madariaga would always steal his grandson away, and then they would scour the plains together. So when the boy was eleven years old, his father placed him in a big school in the Capital. The grandfather then turned his attention to Julio′s three-year-old sister, exhibiting her before him as he had her brother, as he took her from ranch to ranch. Everybody called Chicha′s little girl Chichi, but the grandfather bestowed on her the same nickname that he had given her brother, the "peoncito." And Chichi, who was growing up wild, vigorous and wilful, breakfasting on meat and talking in her sleep of roast beef, readily fell in with the old man′s tastes. She was dressed like a boy, rode astride like a man, and in order to win her grandfather′s praises as "fine cowboy," carried a knife in the back of her belt. The two raced the fields from sun to sun, Madariaga following the flying pigtail of the little Amazon as though it were a flag. When nine years old she, too, could lasso the cattle with much dexterity.
Lo que más irritaba al estanciero era que la familia le recordase su vejez. Los consejos de Desnoyers para que permaneciese tranquilo en casa los acogía como insultos. Así como avanzaba en años, era más agresivo y temerario, extremando su actividad, como si con ella quisiera espantar á la muerte. Sólo admitía ayuda de su travieso «
peoncito». Cuando al ir á montar acudían los hijos de Karl, que eran ya unos grandullones, para tenerle el estribo, los repelía con bufidos de indignación.
What most irritated the ranchman was that his family would remember his age. He received as insults his son-in-law′s counsels to remain quietly at home, becoming more aggressive and reckless as he advanced in years, exaggerating his activity, as if he wished to drive Death away. He accepted no help except from his harum-scarum "Peoncito." When Karl′s children, great hulking youngsters, hastened to his assistance and offered to hold his stirrup, he would repel them with snorts of indignation.
—¿Creen ustedes que ya no puedo sostenerme?... Aún tengo vida para rato, y los que aguardan que muera para agarrar mis pesos se llevan chasco.
"So you think I am no longer able to help myself, eh! . . . There′s still enough life in me to make those who are waiting for me to die, so as to grab my dollars, chew their disappointment a long while yet!"
El alemán y su esposa, mantenidos aparte en la vida de la estancia, tenían que sufrir en silencio estas alusiones. Karl, necesitado de protección, vivía á la sombra del francés, aprovechando toda oportunidad para abrumarle con sus elogios. Jamás podría agradecer bastante lo que hacía por él. Era su único defensor. Deseaba una ocasión para mostrarle su gratitud: morir por él, si era preciso. La esposa admiraba á su cuñado con grandes extremos de entusiasmo: «
El caballero más cumplido de la tierra.» Y Desnoyers agradecía en silencio esta adhesión, reconociendo que el alemán era un excelente compañero. Como disponía en absoluto de la fortuna de la familia, ayudaba generosamente á Karl sin que el viejo se enterase. El fué quien tomó la iniciativa para que pudiesen realizar la mayor de sus ilusiones. El alemán soñaba con una visita á su país. ¡Tantos años en América!... Desnoyers, por lo mismo que no sentía deseos de volver á Europa, quiso facilitar este anhelo de sus cuñados, y dió á Karl los medios para que hiciese el viaje con toda su familia. El viejo no quiso saber quién costeaba los gastos. «
Que se vayan—dijo con alegría—y que no vuelvan nunca.»
Since the German and his wife were kept pointedly apart from the family life, they had to put up with these allusions in silence. Karl, needing protection, constantly shadowed the Frenchman, improving every opportunity to overwhelm him with his eulogies. He never could thank him enough for all that he had done for him. He was his only champion. He longed for a chance to prove his gratitude, to die for him if necessary. His wife admired him with enthusiasm as "the most gifted knight in the world." And Desnoyers received their devotion in gratified silence, accepting the German as an excellent comrade. As he controlled absolutely the family fortune, he aided Karl very generously without arousing the resentment of the old man. He also took the initiative in bringing about the realization of Karl′s pet ambition—a visit to the Fatherland. So many years in America! . . . For the very reason that Desnoyers himself had no desire to return to Europe, he wished to facilitate Karl′s trip, and gave him the means to make the journey with his entire family. The father-in-law had no curiosity as to who paid the expenses. "Let them go!" he said gleefully, "and may they never return!"
La ausencia no fué larga. Gastaron en tres meses lo que llevaban para un año. Karl, que había hecho saber á sus parientes la gran fortuna que significaba su matrimonio, quiso presentarse como un millonario, en pleno goce de sus riquezas. Elena volvió transfigurada, hablando con orgullo de sus parientes: del barón, coronel de húsares, del comandante de la Guardia, del consejero de la corte, declarando que todos los pueblos resultaban despreciables al lado de la patria de su esposo. Hasta tomó cierto aire de protección al alabar á Desnoyers, un hombre bueno, ciertamente, pero «
sin nacimiento», «
sin raza», y además francés. Karl, en cambio, manifestaba la misma adhesión de antes, permaneciendo en sumisa modestia detrás de su cuñado. Este tenía las llaves de la caja y era su única defensa ante el terrible viejo... Había dejado sus dos hijos mayores en un colegio de Alemania. Años después, fueron saliendo con igual destino los otros nietos del estanciero, que éste consideraba antipáticos é inoportunos, «
con pelos de zanahoria y ojos de tiburón».
Their absence was not a very long one, for they spent their year′s allowance in three months. Karl, who had apprised his parents of the great fortune which his marriage had brought him, wished to make an impression as a millionaire, in full enjoyment of his riches. Elena returned radiant, speaking with pride of her relatives—of the baron, Colonel of Hussars, of the Captain of the Guard, of the Councillor at Court—asserting that all countries were most insignificant when compared with her husband′s. She even affected a certain condescension toward Desnoyers, praising him as "a very worthy man, but without ancient lineage or distinguished family—and French, besides." Karl, on the other hand, showed the same devotion as before, keeping himself submissively in the background when with his brother-in-law who had the keys of the cash box and was his only defense against the browbeating old Patron. . . . He had left his two older sons in a school in Germany. Years afterwards they reached an equal footing with the other grandchildren of the Spaniard who always begrudged them their existence, "perfect frights, with carroty hair, and eyes like a shark."
El viejo se veía ahora solo. Le habían arrebatado su segundo «
peoncito». La severa Chicha no podía tolerar que su hija se criase como un muchacho, cabalgando á todas horas y repitiendo las palabras gruesas del abuelo. Estaba en un colegio de la capital, y las monjas educadoras tenían que batallar grandemente para vencer las rebeliones y malicias de su bravía alumna.
Suddenly the old man became very lonely, for they had also carried off his second "Peoncito." The good Chicha could not tolerate her daughter′s growing up like a boy, parading ′round on horseback all the time, and glibly repeating her grandfather′s vulgarities. So she was now in a convent in the Capital, where the Sisters had to battle valiantly in order to tame the mischievous rebellion of their wild little pupil.
Al volver á la estancia Julio y Chichí durante las vacaciones, el abuelo concentraba su predilección en el primero, como si la niña sólo hubiese sido un sustituto. Desnoyers se quejaba de la conducta un tanto desordenada de su hijo. Ya no estaba en el colegio. Su vida era la de un estudiante de familia rica que remedia la parsimonia de sus padres con toda clase de préstamos imprudentes. Pero Madariaga salía en defensa de su nieto. «
¡Ah, gaucho fino!...» Al verlo en la estancia, admiraba su gentileza de buen mozo. Le tentaba los brazos para convencerse de su fuerza; le hacía relatar sus peleas nocturnas, como valeroso campeón de una de las bandas de muchachos licenciosos, llamados patotas en el argot de la capital. Sentía deseos de ir á Buenos Aires para admirar de cerca esta vida alegre. Pero ¡ay! él no tenía diez y seis años como su nieto. Ya había pasado de los ochenta.
When Julio and Chichi returned to the ranch for their vacations, the grandfather again concentrated his fondness on the first, as though the girl had merely been a substitute. Desnoyers was becoming indignant at his son′s dissipated life. He was no longer at college, and his existence was that of a student in a rich family who makes up for parental parsimony with all sorts of imprudent borrowings. But Madariaga came to the defense of his grandson. "Ah, the fine cowboy!" . . . Seeing him again on the ranch, he admired the dash of the good looking youth, testing his muscles in order to convince himself of their strength, and making him to recount his nightly escapades as ringleader of a band of toughs in the Capital. He longed to go to Buenos Aires himself, just to see the youngster in the midst of this gay, wild life. But alas! he was not seventeen like his grandson; he had already passed eighty.
—¡Ven acá, profeta falso! Cuéntame cuántos hijos tienes... ¡Porque tú debes tener muchos hijos!
"Come here, you false prophet! Tell me how many children you have. . . . You must have a great many children, you know!"
—¡Papá!—protestaba Chicha, que siempre andaba cerca, temiendo las malas enseñanzas del abuelo.
"Father!" protested Chicha who was always hanging around, fearing her parent′s bad teachings.
—¡Déjate de moler!—gritaba éste, irritado—. Yo sé lo que me digo.
"Stop nagging at me!" yelled the irate old fellow in a towering temper. "I know what I′m saying."
La paternidad figuraba inevitablemente en todas sus fantasías amorosas. Estaba casi ciego, y el agonizar de sus ojos iba acompañado de un creciente desarreglo mental. Su locura senil tomaba un carácter lúbrico, expresándose con un lenguaje que escandalizaba ó hacía reir á todos los de la estancia.
Paternity figured largely in all his amorous fancies. He was almost blind, and the loss of his sight was accompanied by an increasing mental upset. His crazy senility took on a lewd character, expressing itself in language which scandalized or amused the community.
—¡Ah, ladrón, y qué lindo eres!—decía mirando al nieto con sus ojos que sólo veían pálidas sombras—. El vivo retrato de mi pobre finada... Diviértete, que tu abuelo está aquí con sus pesos. Si sólo hubieses de contar con lo que te regale tu padre, vivirías como un ermitaño. El gabacho es de los de puño duro: con él no hay farra posible. Pero yo pienso en ti, peoncito. Gasta y triunfa, que para eso tu tatica ha juntado plata.
"Oh, you rascal, what a pretty fellow you are!" he said, leering at Julio with eyes which could no longer distinguish things except in a shadowy way. "You are the living image of my poor dead wife. . . . Have a good time, for Grandpa is always here with his money! If you could only count on what your father gives you, you would live like a hermit. These Frenchies are a close-fisted lot! But I am looking out for you. Peoncito! Spend and enjoy yourself—that′s what your Granddaddy has piled up the silver for!"
Cuando los nietos se marchaban de la estancia, entretenía su soledad yendo de rancho en rancho. Una mestiza ya madura hacía hervir en el fogón el agua para su mate. El viejo pensaba confusamente que bien podía ser hija suya. Otra de quince años le ofrecía la calabacita de amargo líquido, con su canuto de plata para sorber. Una nieta tal vez, aunque él no estaba seguro. Y así pasaba las tardes, inmóvil y silencioso, tomando mate tras mate, rodeado de familias que le contemplaban con admiración y miedo.
When the Desnoyers children returned to the Capital, he spent his lonesome hours in going from ranch to ranch. A young half-breed would set the water for his shrub-tea to boiling on the hearth, and the old man would wonder confusedly if she were his daughter. Another, fifteen years old, would offer him a gourd filled with the bitter liquid and a silver pipe with which to sip it. . . . A grandchild, perhaps—he wasn′t sure. And so he passed the afternoons, silent and sluggish, drinking gourd after gourd of shrub tea, surrounded by families who stared at him with admiration and fear.
Cada vez que subía á caballo para estas correrías, su hija mayor protestaba. «
¡A los ochenta y cuatro años! ¿No era mejor que se quedase tranquilamente en casa? Cualquier día iban á lamentar una desgracia...» Y la desgracia vino. El caballo del patrón volvió un anochecer con paso tardo y sin jinete. El viejo había rodado en una cuesta, y cuando lo recogieron estaba muerto... Así terminó el centauro, como había vivido siempre, con el rebenque colgando de la muñeca y las piernas arqueadas por la curva de la montura.
Every time he mounted his horse for these excursions, his older daughter would protest. "At eighty-four years! Would it not be better for him to remain quietly at home. . . ." Some day something terrible would happen. . . . And the terrible thing did happen. One evening the Patron′s horse came slowly home without its rider. The old man had fallen on the sloping highway, and when they found him, he was dead. Thus died the centaur as he had lived, with the lash hanging from his wrist, with his legs bowed by the saddle.
Su testamento lo guardaba un escribano español de Buenos Aires casi tan viejo como él. La familia sintió miedo al contemplar el voluminoso documento. ¿Qué disposiciones terribles habría dictado Madariaga? La lectura de la primera parte tranquilizó á Karl y Elena. El viejo mejoraba considerablemente á la esposa de Desnoyers; pero aun así, quedaba una parte enorme para «
la romántica» y los suyos. «
Hago esto—decía—en memoria de mi pobre finada y para que no hablen las gentes.» Venían á continuación ochenta y seis legados, que formaban otros tantos capítulos del volumen testamentario. Ochenta y cinco individuos subidos de color—hombres y mujeres—, que vivían en la estancia largos años como puesteros y arrendatarios, recibían la última munificencia paternal del viejo. Al frente de ellos figuraba Celedonio, que en vida de Madariaga se había enriquecido ya sin otro trabajo que escucharle, repitiendo: «
Así será, patrón.» Más de un millón de pesos representaban estas mandas en tierras y reses. El que completaba el número de los beneficiados era Julio Desnoyers. El abuelo hacía mención especial de él, legándole un campo «
para que atendiera á sus gastos particulares, supliendo lo que no le diese su padre».
A Spanish notary, almost as old as he, produced the will. The family was somewhat alarmed at seeing what a voluminous document it was. What terrible bequests had Madariaga dictated? The reading of the first part tranquilized Karl and Elena. The old father had left considerable more to the wife of Desnoyers, but there still remained an enormous share for the Romantica and her children. "I do this," he said, "in memory of my poor dead wife, and so that people won′t talk." After this, came eighty-six legacies. Eighty-five dark-hued individuals (women and men), who had lived on the ranch for many years as tenants and retainers, were to receive the last paternal munificence of the old patriarch. At the head of these was Celedonio whom Madariaga had greatly enriched in his lifetime for no heavier work than listening to him and repeating, "That′s so, Patron, that′s true!" More than a million dollars were represented by these bequests in lands and herds. The one who completed the list of beneficiaries was Julio Desnoyers. The grandfather had made special mention of this namesake, leaving him a plantation "to meet his private expenses, making up for that which his father would not give him."
—¡Pero eso representa centenares de miles de pesos!—protestó Karl, que se había hecho más exigente al convencerse de que su esposa no estaba olvidada en el testamento.
"But that represents hundreds of thousands of dollars!" protested Karl, who had been making himself almost obnoxious in his efforts to assure himself that his wife had not been overlooked in the will.
Los días que siguieron á esta lectura resultaron penosos para la familia. Elena y los suyos miraban al otro grupo como si acabasen de despertar, contemplándolo bajo una nueva luz, con aspecto distinto. Olvidaban lo que iban á recibir, para ver únicamente las mejoras de los parientes.
The days following the reading of this will were very trying ones for the family. Elena and her children kept looking at the other group as though they had just waked up, contemplating them in an entirely new light. They seemed to forget what they were going to receive in their envy of the much larger share of their relatives.
Desnoyers, benévolo y conciliador, tenía un plan. Experto en la administración de estos bienes enormes, sabía que un reparto entre los herederos iba á duplicar los gastos sin aumentar los productos. Calculaba además las complicaciones y desembolsos de una partición judicial de nueve estancias considerables, centenares de miles de reses, depósitos en los Bancos, casas en las ciudades y deudas por cobrar. ¿No era mejor seguir como hasta entonces?... ¿No habían vivido en la santa paz de una familia unida?...
Desnoyers, benevolent and conciliatory, had a plan. An expert in administrative affairs, he realized that the distribution among the heirs was going to double the expenses without increasing the income. He was calculating, besides, the complications and disbursements necessary for a judicial division of nine immense ranches, hundreds of thousands of cattle, deposits in the banks, houses in the city, and debts to collect. Would it not be better for them all to continue living as before? . . . Had they not lived most peaceably as a united family? . . .
El alemán, al escuchar su proposición, se irguió con orgullo. No; cada uno á lo suyo. Cada cual que viviese en su esfera. El quería establecerse en Europa, disponiendo libremente de los bienes. Necesitaba volver á «
su mundo».
The German received this suggestion by drawing himself up haughtily. No; to each one should be given what was his. Let each live in his own sphere. He wished to establish himself in Europe, spending his wealth freely there. It was necessary for him to return to "his world."
Desnoyers le miró frente á frente, viendo á un Karl desconocido, un Karl cuya existencia no había sospechado nunca cuando vivía bajo su protección, tímido y servil. También el francés creyó contemplar lo que le rodeaba bajo una nueva luz.
As they looked squarely at each other, Desnoyers saw an unknown Karl, a Karl whose existence he had never suspected when he was under his protection, timid and servile. The Frenchman, too, was beginning to see things in a new light.
—Está bien—dijo—. Cada uno que se lleve lo suyo. Me parece justo.
"Very well," he assented. "Let each take his own. That seems fair to me."
III
La familia Desnoyers4>
-I- Chapter III
THE DESNOYERS FAMILY
La «
sucesión Madariaga»—como decían en su lenguaje los hombres de ley interesados en prolongarla para aumento de su cuenta de honorarios—quedó dividida en dos grupos separados por el mar. Los Desnoyers se establecieron en Buenos Aires. Los Hartrott se trasladaron á Berlín luego que Karl hubo vendido todos los bienes, para emplear el producto en empresas industriales y tierras de su país.
The "Madariagan succession," as it was called in the language of the legal men interested in prolonging it in order to augment their fees—was divided into two groups, separated by the ocean. The Desnoyers moved to Buenos Aires. The Hartrotts moved to Berlin as soon as Karl could sell all the legacy, to re-invest it in lands and industrial enterprises in his own country.
Desnoyers no quiso seguir viviendo en el campo. Veinte años había sido el jefe de una enorme explotación agrícola y ganadera, mandando á centenares de hombres en varias estancias. Ahora el radio de su autoridad se había restringido considerablemente al parcelarse la fortuna del viejo con la parte de Elena y los numerosos legados. Le encolerizaba ver establecidos en las tierras inmediatas á varios extranjeros, casi todos alemanes, que las habían comprado á Karl. Además, se hacía viejo, la fortuna de su mujer representaba unos veinte millones de pesos, y su ambicioso cuñado, al trasladarse á Europa, demostraba tal vez mejor sentido que él.
Desnoyers no longer cared to live in the country. For twenty years, now, he had been the head of an enormous agricultural and stock raising business, overseeing hundreds of men in the various ranches. The parcelling out of the old man′s fortune among Elena and the other legatees had considerably constricted the radius of his authority, and it angered him to see established on the neighboring lands so many foreigners, almost all Germans, who had bought of Karl. Furthermore, he was getting old, his wife′s inheritance amounted to about twenty millions of dollars, and perhaps his brother-in-law was showing the better judgment in returning to Europe.
Arrendó parte de sus tierras, confió la administración de otras á algunos de los favorecidos por el testamento, que se consideraban de la familia, viendo siempre en Desnoyers al patrón, y se trasladó á Buenos Aires. De este modo podía vigilar á su hijo, que seguía llevando una vida endiablada, sin salir adelante en los estudios preparatorios de ingeniería... Además, Chichí era ya una mujer, su robustez le daba un aspecto precoz, superior á sus años, y no era conveniente mantenerla en el campo para que fuese una señorita rústica como su madre. Doña Luisa parecía cansada igualmente de la vida de estancia. Los triunfos de su hermana le producían cierta molestia. Era incapaz de sentir celos; pero, por ambición maternal, deseaba que sus hijos no se quedasen atrás, brillando y ascendiendo como los hijos de la otra.
So he leased some of the plantations, handed over the superintendence of others to those mentioned in the will who considered themselves left-handed members of the family—of which Desnoyers as the Patron received their submissive allegiance—and moved to Buenos Aires. By this move, he was able to keep an eye on his son who continued living a dissipated life without making any headway in his engineering studies. Then, too, Chichi was now almost a woman—her robust development making her look older than she was—and it was not expedient to keep her on the estate to become a rustic senorita like her mother. Dona Luisa had also tired of ranch life, the social triumphs of her sister making her a little restless. She was incapable of feeling jealous, but material ambitions made her anxious that her children should not bring up the rear of the procession in which the other grandchildren were cutting such a dashing figure.
Durante un año llegaron á la casa que Desnoyers había instalado en la capital las más asombrosas noticias de Alemania. «
La tía de Berlín»—como llamaban á Elena sus sobrinos—enviaba unas cartas larguísimas, con relatos de bailes, comidas, cacerías y títulos, muchos títulos nobiliarios y dignidades militares: «
nuestro hermano el coronel», «
nuestro primo el barón», «
nuestro tío el consejero íntimo», «
nuestro tío segundo, el consejero verdaderamente íntimo». Todas las extravagancias del escalafón social alemán, que discurre incesantemente títulos nuevos para satisfacer la sed de honores de un pueblo dividido en castas, eran enumeradas con delectación por la antigua «
romántica». Hasta hablaba del secretario de su esposo, que no era un cualquiera, pues había ganado como escribiente en las oficinas públicas el título de Rechnungsrath (Consejero de Cálculo). Además, mencionaba con orgullo al Oberpedell retirado que tenía en su casa, explicando que esto quería decir: «
Portero superior».
During the year, most wonderful reports from Germany were finding their way to the Desnoyers home in the Capital. "The aunt from Berlin," as the children called her, kept sending long letters filled with accounts of dances, dinners, hunting parties and titles—many high-sounding and military titles;—"our brother, the Colonel," "our cousin, the Baron," "our uncle, the Intimate Councillor," "our great-uncle, the Truly Intimate." All the extravagances of the German social ladder, which incessantly manufactures new titles in order to satisfy the thirst for honors of a people divided into castes, were enumerated with delight by the old Romantica. She even mentioned her husband′s secretary (a nobody) who, through working in the public offices, had acquired the title of Rechnungarath, Councillor of Calculations. She also referred with much pride to the retired Oberpedell which she had in her house, explaining that that meant "Superior Porter."
Las noticias referentes á sus hijos no resultaban menos gloriosas. El mayor era el sabio de la familia. Se dedicaba á la filología y las ciencias históricas; pero su vista resultaba cada vez más deficiente, á causa de las continuas lecturas. Pronto sería doctor, y antes de los treinta años Herr Professor. La madre lamentaba que no fuese militar, considerando sus aficiones como algo que torcía los altos destinos de la familia. El profesorado, las ciencias y la literatura eran refugio de los judíos, imposibilitados por su origen de obtener un grado en el ejército. Pero se consolaba pensando que un profesor célebre puede conseguir con el tiempo una consideración social casi comparable á la de un coronel.
The news about her children was no less glorious. The oldest was the wise one of the family. He was devoted to philology and the historical sciences, but his sight was growing weaker all the time because of his omnivorous reading. Soon he would be a Doctor, and before he was thirty, a Herr Professor. The mother lamented that he had not military aspirations, considering that his tastes had somewhat distorted the lofty destinies of the family. Professorships, sciences and literature were more properly the perquisites of the Jews, unable, because of their race, to obtain preferment in the army; but she was trying to console herself by keeping in mind that a celebrated professor could, in time, acquire a social rank almost equal to that of a colonel.
Sus otros cuatro hijos varones serían oficiales. El padre preparaba el terreno para que pudiesen entrar en la Guardia ó en algún regimiento aristocrático sin que los compañeros de cuerpo votasen en contra al proponer su admisión. Las dos niñas se casarían seguramente, cuando tuviesen edad para ello, con oficiales de húsares que ostentasen en su nombre una partícula nobiliaria, altivos y graciosos señores de los que hablaba con entusiasmo la hija de Misiá Petrona.
Her other four sons would become officers. Their father was preparing the ground so that they might enter the Guard or some aristocratic regiment without any of the members being able to vote against their admission. The two daughters would surely marry, when they had reached a suitable age with officers of the Hussars whose names bore the magic "von" of petty nobility, haughty and charming gentlemen about whom the daughter of Misia Petrona waxed most enthusiastic.
La instalación de los Hartrott era digna de sus nuevas amistades. En la casa de Berlín, la servidumbre iba de calzón corto y peluca blanca en noches de gran comida. Karl había comprado un castillo viejo, con torreones puntiagudos, fantasmas en los subterráneos y varias leyendas de asesinatos, asaltos y violaciones, que amenizaban su historia de un modo interesante. Un arquitecto condecorado con muchas órdenes extranjeras, y que además ostentaba el título de «
Consejero de Construcción», era el encargado de modernizar el edificio medioeval sin que perdiese su aspecto terrorífico. «
La romántica» describía por anticipado las recepciones en el tenebroso salón, á la luz difusa de las lámparas eléctricas que imitarían antorchas; el crepitar de la blasonada chimenea, con sus falsos leños erizados de llamas de gas; todo el esplendor del lujo moderno aliado con los recuerdos de una época de nobleza omnipotente, la mejor, según ella, de la Historia. Además, las cacerías, las futuras cacerías en una extensión de tierras arenosas y movedizas, con bosques de pinos, en nada comparables al rico suelo de la estancia natal, pero que habían tenido el honor de ser pisadas siglos antes por los marqueses de Brandeburgo, fundadores de la casa reinante de Prusia. Y todos estos progresos, esta rápida ascensión de la familia, ¡en solo un año!... Tenían que luchar con otras familias ultramarinas que habían amasado fortunas enormes en los Estados Unidos, el Brasil ó las costas del Pacífico. Pero eran alemanes «
sin nacimiento», groseros plebeyos que en vano pugnaban por introducirse en el gran mundo haciendo donativos á las obras imperiales. Con todos sus millones, á lo más que podían aspirar era á unir sus hijas con oficiales de infantería de línea. ¡Mientras que Karl!... ¡Los parientes de Karl!... Y «
la romántica» dejaba correr la pluma glorificando á una familia en cuyo seno creía haber nacido.
The establishment of the Hartrotts was in keeping with these new relationships. In the home in Berlin, the servants wore knee-breeches and white wigs on the nights of great banquets. Karl had bought an old castle with pointed towers, ghosts in the cellars, and various legends of assassinations, assaults and abductions which enlivened its history in an interesting way. An architect, decorated with many foreign orders, and bearing the title of "Councillor of Construction," was engaged to modernize the mediaeval edifice without sacrificing its terrifying aspect. The Romantica described in anticipation the receptions in the gloomy salon, the light diffused by electricity, simulating torches, the crackling of the emblazoned hearth with its imitation logs bristling with flames of gas, all the splendor of modern luxury combined with the souvenirs of an epoch of omnipotent nobility—the best, according to her, in history. And the hunting parties, the future hunting parties! . . . in an annex of sandy and loose soil with pine woods—in no way comparable to the rich ground of their native ranch, but which had the honor of being trodden centuries ago by the Princes of Brandenburg, founders of the reigning house of Prussia. And all this advancement in a single year! . . . They had, of course, to compete with other oversea families who had amassed enormous fortunes in the United States, Brazil or the Pacific coast; but these were Germans "without lineage," coarse plebeians who were struggling in vain to force themselves into the great world by making donations to the imperial works. With all their millions, the very most that they could ever hope to attain would be to marry their daughters with ordinary soldiers. Whilst Karl! . . . The relatives of Karl! . . . and the Romantica let her pen run on, glorifying a family in whose bosom she fancied she had been born.
De tarde en tarde, con las epístolas de Elena llegaban otras breves dirigidas á Desnoyers. El cuñado le daba cuenta de sus operaciones, lo mismo que cuando vivía en la estancia protegido por él. Pero á esta deferencia se unía un orgullo mal disimulado, un deseo de desquitarse de sus épocas de humillación voluntaria. Todo lo que hacía era grande y glorioso. Había colocado sus millones en empresas industriales de la moderna Alemania. Era accionista de fábricas de armamento enormes como pueblos, de Compañías de navegación que lanzaban un navío cada medio año. El emperador se interesaba en estas obras, mirando con benevolencia á los que deseaban ayudarle. Además, Karl compraba tierras. Parecía á primera vista una locura haber vendido los opulentos campos de su herencia para adquirir arenales prusianos que sólo producían á fuerza de abonos. Pero siendo terrateniente figuraba en el «
partido agrario», el grupo aristocrático y conservador por excelencia, y así vivía en dos mundos opuestos é igualmente distinguidos: el de los grandes industriales, amigos del emperador, y el de los junkers, hidalgos del campo, guardianes de la tradición y abastecedores de oficiales del rey de Prusia.
From time to time were enclosed with Elena′s effusions brief, crisp notes directed to Desnoyers. The brother-in-law continued giving an account of his operations the same as when living on the ranch under his protection. But with this deference was now mixed a badly concealed pride, an evident desire to retaliate for his times of voluntary humiliation. Everything that he was doing was grand and glorious. He had invested his millions in the industrial enterprises of modern Germany. He was stockholder of munition factories as big as towns, and of navigation companies launching a ship every half year. The Emperor was interesting himself in these works, looking benevolently on all those who wished to aid him. Besides this, Karl was buying land. At first sight, it seemed foolish to have sold the fertile fields of their inheritance in order to acquire sandy Prussian wastes that yielded only to much artificial fertilizing; but by becoming a land owner, he now belonged to the "Agrarian Party," the aristocratic and conservative group par excellence, and thus he was living in two different but equally distinguished worlds—that of the great industrial friends of the Emperor, and that of the Junkers, knights of the countryside, guardians of the old traditions and the supply-source of the officials of the King of Prussia.
Al enterarse Desnoyers de estos progresos, pensó en los sacrificios pecuniarios que representaban. Conocía el pasado de Karl. Un día, en la estancia, á impulsos del agradecimiento, había revelado al francés la causa de su viaje á América. Era un antiguo oficial del ejército de su país; pero el deseo de vivir ostentosamente, sin otros recursos que el sueldo, le arrastró á cometer actos reprensibles: sustracción de fondos pertenecientes al regimiento, deudas sagradas sin pagar, falsificación de firmas. Estos delitos no habían sido perseguidos oficialmente por consideración á la memoria de su padre; pero los compañeros de cuerpo le sometieron á un tribunal de honor. Sus hermanos y amigos le aconsejaron el pistoletazo como único remedio; pero él amaba la vida, y huyó á América, donde á costa de humillaciones había acabado por triunfar. La riqueza borra las manchas del pasado con más rapidez que el tiempo. La noticia de su fortuna al otro lado del Océano hizo que su familia le recibiese bien en el primer viaje, introduciéndolo de nuevo en «
su mundo». Nadie podía recordar historias vergonzosas de centenares de marcos tratándose de un hombre que hablaba de las tierras de su suegro, más extensas que muchos principados alemanes. Ahora, al instalarse definitivamente en el país, todo estaba olvidado; pero ¡qué de contribuciones impuestas á su vanidad!... Desnoyers adivinó los miles de marcos vertidos á manos llenas para las obras caritativas de la emperatriz, para las propagandas imperialistas, para las sociedades de veteranos, para todos los grupos de agresión y expansión constituídos por las ambiciones germánicas.
On hearing of these social strides, Desnoyers could not but think of the pecuniary sacrifices which they must represent. He knew Karl′s past, for on the ranch, under an impulse of gratitude, the German had one day revealed to the Frenchman the cause of his coming to America. He was a former officer in the German army, but the desire of living ostentatiously without other resources than his salary, had dragged him into committing such reprehensible acts as abstracting funds belonging to the regiment, incurring debts of honor and paying for them with forged signatures. These crimes had not been officially prosecuted through consideration of his father′s memory, but the members of his division had submitted him to a tribunal of honor. His brothers and friends had advised him to shoot himself as the only remedy; but he loved life and had fled to South America where, in spite of humiliations, he had finally triumphed. Wealth effaces the spots of the past even more rapidly than Time. The news of his fortune on the other side of the ocean made his family give him a warm reception on his first voyage home; introducing him again into their world. Nobody could remember shameful stories about a few hundred marks concerning a man who was talking about his father-in-law′s lands, more extensive than many German principalities. Now, upon installing himself definitely in his country, all was forgotten. But, oh, the contributions levied upon his vanity . . . Desnoyers shrewdly guessed at the thousands of marks poured with both hands into the charitable works of the Empress, into the imperialistic propagandas, into the societies of veterans, into the clubs of aggression and expansion organized by German ambition.
El francés, hombre sobrio, parsimonioso en sus gastos y exento de ambiciones, sonreía ante las grandezas de su cuñado. Tenía á Karl por un excelente compañero, aunque de un orgullo pueril. Recordaba con satisfacción los años que habían pasado juntos en el campo. No podía olvidar al alemán que rondaba en torno de él cariñoso y sumiso como un hermano menor. Cuando su familia comentaba con una vivacidad algo envidiosa las glorias de los parientes de Berlín, él decía sonriendo: «
Déjenlos en paz; su dinero les cuesta.»
The frugal Frenchman, thrifty in his expenditures and free from social ambitions, smiled at the grandeurs of his brother-in-law. He considered Karl an excellent companion although of a childish pride. He recalled with satisfaction the years that they had passed together in the country. He could not forget the German who was always hovering around him, affectionate and submissive as a younger brother. When his family commented with a somewhat envious vivacity upon the glories of their Berlin relatives, Desnoyers would say smilingly, "Leave them in peace; they are paying very dear for their whistle."
Pero el entusiasmo que respiraban las cartas de Alemania acabó por crear en torno de su persona un ambiente de inquietud y rebelión. Chichí fué la primera en el ataque. ¿Por qué no iban ellos á Europa, como los otros? Todas sus amigas habían estado allá. Familias de tenderos italianos y españoles emprendían el viaje, ¡Y ella, que era hija de un francés, no había visto París!... ¡Oh, París! Los médicos que asistían á las señoras melancólicas declaraban la existencia de una enfermedad nueva y temible: «
la enfermedad de París». Doña Luisa apoyaba á su hija. ¿Por qué no había de vivir ella en Europa, lo mismo que su hermana, siendo como era más rica? Hasta Julio declaró gravemente que en el viejo mundo estudiaría con mayor aprovechamiento. América no es tierra de sabios.
But the enthusiasm which the letters from Germany breathed finally created an atmosphere of disquietude and rebellion. Chichi led the attack. Why were they not going to Europe like other folks? all their friends had been there. Even the Italian and Spanish shopkeepers were making the voyage, while she, the daughter of a Frenchman, had never seen Paris! . . . Oh, Paris. The doctors in attendance on melancholy ladies were announcing the existence of a new and terrible disease, "the mania for Paris." Dona Luisa supported her daughter. Why had she not gone to live in Europe like her sister, since she was the richer of the two? Even Julio gravely declared that in the old world he could study to better advantage. America is not the land of the learned.
Y el padre terminó por hacerse la misma pregunta, extrañando que no se le hubiera ocurrido antes lo de la ida á Europa ¡Treinta y cuatro años sin salir de aquel país que no era el suyo!... Ya era hora de marcharse. Vivía demasiado cerca de los negocios. En vano quería guardar su indiferencia de estanciero retirado. Todos ganaban dinero en torno de él. En el club, en el teatro, allí donde iba, las gentes hablaban de compras de tierras, de ventas, de negocios rápidos con el provecho triplicado, de liquidaciones portentosas. Empezaban á pesarle las sumas que guardaba inactivas en los Bancos. Acabaría por mezclarse en alguna especulación, como el jugador que no puede ver la ruleta sin llevar la mano al bolsillo. Para esto no valía la pena el haber abandonado la estancia. Su familia tenía razón: «
¡A París!...» Porque en el grupo Desnoyers, ir á Europa significaba ir á París. Podía «
la tía de Berlín» cantar toda clase de grandezas de la tierra de su marido. «
¡Macanas!—exclamaba Julio, que había hecho serias comparaciones geográficas y étnicas en sus noches de correría—. No hay más que París.» Chichí saludaba con una mueca irónica la menor duda acerca de esto: «
¿Es que las modas elegantes las inventan acaso en Alemania?» Doña Luisa apoyó á sus hijos. ¡París!... Jamás se le había ocurrido ir á una tierra de luteranos para verse protegida por su hermana.
Infected by the general unrest, the father finally began to wonder why the idea of going to Europe had not occurred to him long before. Thirty-four years without going to that country which was not his! . . . It was high time to start! He was living too near to his business. In vain the retired ranchman had tried to keep himself indifferent to the money market. Everybody was coining money around him. In the club, in the theatre, wherever he went, the people were talking about purchases of lands, of sales of stock, of quick negotiations with a triple profit, of portentous balances. The amount of money that he was keeping idle in the banks was beginning to weigh upon him. He finally ended by involving himself in some speculation; like a gambler who cannot see the roulette wheel without putting his hand in his pocket. His family was right. "To Paris!" For in the Desnoyers′ mind, to go to Europe meant, of course, to go to Paris. Let the "aunt from Berlin" keep on chanting the glories of her husband′s country! "It′s sheer nonsense!" exclaimed Julio who had made grave geographical and ethnic comparisons in his nightly forays. "There is no place but Paris!" Chichi saluted with an ironical smile the slightest doubt of it—"Perhaps they make as elegant fashions in Germany as in Paris? . . . Bah!" Dona Luisa took up her children′s cry. "Paris!" . . . Never had it even occurred to her to go to a Lutheran land to be protected by her sister.
—¡Vaya por París!—dijo el francés, como si le hablasen de una ciudad desconocida.
"Let it be Paris, then!" said the Frenchman, as though he were speaking of an unknown city.
Se había acostumbrado á creer que jamás volvería á ella. Durante sus primeros años de vida en América le era imposible este viaje, por no haber hecho el servicio militar. Luego tuvo vagas noticias de diversas amnistías. Además, había transcurrido tiempo sobrado para la prescripción. Pero una pereza de su voluntad le hacía considerar la vuelta á la patria como algo absurdo é inútil. Nada conservaba al otro lado del mar que tirase de él. Hasta había perdido toda relación con aquellos parientes del campo que albergaron á su madre. En las horas de tristeza, proyectaba entretener su actividad elevando un mausoleo enorme, todo de mármol, en la Recoleta, el cementerio de los ricos, para trasladar á su cripta los restos de Madariaga, como fundador de dinastía, siguiéndole él, y luego todos los suyos, cuando les llegase la hora. Empezaba á sentir el peso de su vejez. Estaba próximo á los sesenta años, y la vida ruda del campo, las cabalgadas bajo la lluvia, los ríos vadeados sobre el caballo nadador, las noches pasadas al raso, le habían proporcionado un reuma que amargaba sus mejores días.
He had accustomed himself to believe that he would never return to it. During the first years of his life in America, the trip would have been an impossibility because of the military service which he had evaded. Then he had vague news of different amnesties. After the time for conscription had long since passed, an inertness of will had made him consider a return to his country as somewhat absurd and useless. On the other side, nothing remained to attract him. He had even lost track of those country relatives with whom his mother had lived. In his heaviest hours he had tried to occupy his activity by planning an enormous mausoleum, all of marble, in La Recoleta, the cemetery of the rich, in order to move thither the remains of Madariaga as founder of the dynasty, following him with all his own when their hour should come. He was beginning to feel the weight of age. He was nearly seventy years old, and the rude life of the country, the horseback rides in the rain, the rivers forded upon his swimming horse, the nights passed in the open air, had brought on a rheumatism that was torturing his best days.
Pero la familia acabó por comunicarle su entusiasmo. «
¡A París!...» Creía tener veinte años. Y olvidando la habitual parsimonia, deseó que los suyos viajasen lo mismo que una familia reinante, en camarotes de gran lujo y con servidumbre propia. Dos vírgenes cobrizas nacidas en la estancia y elevadas al rango de doncellas de la señora y su hija les siguieron en el viaje, sin que sus ojos oblicuos revelasen asombro ante las mayores novedades.
His family, however, reawakened his enthusiasm. "To Paris!" . . . He began to fancy that he was twenty again, and forgetting his habitual parsimony, wished his household to travel like royalty, in the most luxurious staterooms, and with personal servants. Two copper-hued country girls, born on the ranch and elevated to the rank of maids to the senora and her daughter, accompanied them on the voyage, their oblique eyes betraying not the slightest astonishment before the greatest novelties.
Una vez en París, Desnoyers se sintió desorientado. Embrollaba los nombres de las calles y proponía visitas á edificios desaparecidos mucho antes. Todas sus iniciativas para alardear de buen conocedor iban acompañadas de fracasos. Sus hijos, guiándose por recientes lecturas, conocían París mejor que él. Se consideraba un extranjero en su patria. Al principio, hasta experimentó cierta extrañeza al hacer uso del idioma natal. Había permanecido en la estancia años enteros sin pronunciar una palabra en su lengua. Pensaba en español, y al trasladar las ideas al idioma de sus ascendientes, salpicaba el francés con toda clase de locuciones criollas.
Once in Paris, Desnoyers found himself quite bewildered. He confused the names of streets, proposed visits to buildings which had long since disappeared, and all his attempts to prove himself an expert authority on Paris were attended with disappointment. His children, guided by recent reading up, knew Paris better than he. He was considered a foreigner in his own country. At first, he even felt a certain strangeness in using his native tongue, for he had remained on the ranch without speaking a word of his language for years at a time. He was used to thinking in Spanish, and translating his ideas into the speech of his ancestors spattered his French with all kinds of Creole dialect.
—Donde un hombre hace su fortuna y constituye su familia, allí está su verdadera patria—decía sentenciosamente, recordando á Madariaga.
"Where a man makes his fortune and raises his family, there is his true country," he said sententiously, remembering Madariaga.
La imagen del lejano país resurgió en él con obsesión dominadora tan pronto como se amortiguaron las primeras impresiones del viaje. No tenía amigos franceses, y al salir á la calle, sus pasos le encaminaban instintivamente hacia los lugares de reunión de los argentinos. A éstos les ocurría lo mismo. Se habían alejado de su patria, para sentir con más intensidad el deseo de hablar de ella á todas horas. Leía los periódicos de allá, comentaba el alza de los campos, la importancia de la próxima cosecha, la venta de novillos. Al volver hacia su casa le acompañaba igualmente el recuerdo de la tierra americana, pensando con delectación en que las dos chinas habrían atropellado la dignidad profesional de la cocinera francesa, preparando una mazamorra, una carbonada ó un puchero á estilo criollo.
The image of that distant country dominated him with insistent obsession as soon as the impressions of the voyage had worn off. He had no French friends, and upon going into the street, his feet instinctively took him to the places where the Argentinians gathered together. It was the same with them. They had left their country only to feel, with increasing intensity, the desire to talk about it all the time. There he read the papers, commenting on the rising prices in the fields, on the prospects for the next harvests and on the sales of cattle. Returning home, his thoughts were still in America, and he chuckled with delight as he recalled the way in which the two chinas had defied the professional dignity of the French cook, preparing their native stews and other dishes in Creole style.
Se había instalado la familia en una casa ostentosa de la avenida Víctor Hugo: veintiocho mil francos de alquiler. Doña Luisa tuvo que entrar y salir muchas veces para habituarse al imponente aspecto de los porteros: él condecorado, vestido de negro y con patillas blancas, como un notario de comedia; ella majestuosa, con cadena de oro sobre el pecho exuberante, y recibiendo á los inquilinos en un salón rojo y dorado. Arriba, en las habitaciones, un lujo ultramoderno, frío y glacial á la vista, con paredes blancas y vidrieras de pequeños rectángulos, exasperaba á Desnoyers, que sentía entusiasmo por las tallas complicadas y los muebles ricos de su juventud. El mismo dirigió el arreglo de las numerosas piezas, que parecían siempre vacías.
He had settled the family in an ostentatious house in the avenida Victor Hugo, for which he paid a rental of twenty-eight thousand francs. Dona Luisa had to go and come many times before she could accustom herself to the imposing aspect of the concierges—he, decorated with gold trimmings on his black uniform and wearing white whiskers like a notary in a comedy, she with a chain of gold upon her exuberant bosom, and receiving the tenants in a red and gold salon. In the rooms above was ultra-modern luxury, gilded and glacial, with white walls and glass doors with tiny panes which exasperated Desnoyers, who longed for the complicated carvings and rich furniture in vogue during his youth. He himself directed the arrangement and furnishings of the various rooms which always seemed empty.
Chichí protestaba de la avaricia de papá al verle comprar lentamente, con tanteos y vacilaciones.
Chichi protested against her father′s avarice when she saw him buying slowly and with much calculation and hesitation.
—Avaro, no—respondía él—. Es que conozco el precio de las cosas.
"Avarice, no!" he retorted, "it is because I know the worth of things."
Los objetos sólo le gustaban, cuando los había adquirido por la tercera parte de su valor. El engaño del que se desprendía de ellos representaba un testimonio de superioridad para el que los compraba. París le ofreció un lugar de placeres como no podía encontrarlo en el resto del mundo: el Hotel Drouot. Iba á él todas las tardes, cuando no encontraba en los periódicos el anuncio de otras subastas de importancia. Durante varios años no hubo naufragio célebre en la vida parisién, con la consiguiente liquidación de restos, del que no se llevase una parte. La utilidad y necesidad de las adquisiciones resultaban de interés secundario; lo importante era adquirir á precios irrisorios. Y las subastas inundaron aquellas habitaciones que al principio se amueblaban con lentitud desesperante.
Nothing pleased him that he had not acquired at one-third of its value. Beating down those who overcharged but proved the superiority of the buyer. Paris offered him one delightful spot which he could not find anywhere else in the world—the Hotel Drouot. He would go there every afternoon that he did not find other important auctions advertised in the papers. For many years, there was no famous failure in Parisian life, with its consequent liquidation, from which he did not carry something away. The use and need of these prizes were matters of secondary interest, the great thing was to get them for ridiculous prices. So the trophies from the auction-rooms now began to inundate the apartment which, at the beginning, he had been furnishing with such desperate slowness.
Su hija se quejó ahora de que la casa se llenaba demasiado. Los muebles y objetos de adorno eran ricos, pero tantos... ¡tantos! Los salones tomaban un aspecto de almacén de antigÜedades. Las paredes blancas parecían despegarse de las sillerías magníficas y las vitrinas repletas. Alfombras suntuosas y rapadas, sobre las que habían caminado varias generaciones, cubrieron todos los pisos. Cortinajes ostentosos, no encontrando un hueco vacío en los salones, iban á adornar las puertas inmediatas á la cocina. Desaparecían las molduras de las paredes bajo un chapeado de cuadros estrechamente unidos como las escamas de una coraza. ¿Quién podía tachar á Desnoyers de avaro?... Gastaba mucho más que si un mueblista de moda fuese su proveedor.
His daughter now complained that the home was getting overcrowded. The furnishings and ornaments were handsome, but too many . . . far too many! The white walls seemed to scowl at the magnificent sets of chairs and the overflowing glass cabinets. Rich and velvety carpets over which had passed many generations, covered all the compartments. Showy curtains, not finding a vacant frame in the salons, adorned the doors leading into the kitchen. The wall mouldings gradually disappeared under an overlay of pictures, placed close together like the scales of a cuirass. Who now could accuse Desnoyers of avarice? . . . He was investing far more than a fashionable contractor would have dreamed of spending.
La idea de que todo lo adquiría por la cuarta parte de su precio le hizo continuar estos derroches de hombre económico. Sólo podía dormir bien cuando se imaginaba haber realizado en el día un buen negocio. Compraba en las subastas miles de botellas procedentes de quiebras. Y él, que apenas bebía, abarrotaba sus cuevas, recomendando á la familia que emplease el champañ como vino ordinario. La ruina de un peletero le hizo adquirir catorce mil francos de pieles que representaban un valor de noventa mil. Todo el grupo Desnoyers pareció sentir de pronta un frío glacial, como si los témpanos polares invadiesen la avenida Víctor Hugo. El padre se limitó á obsequiarse con un gabán de pieles; pero encargó tres para su hijo. Chichí y doña Luisa se presentaron en todas partes cubiertas de sedosas y variadas pelambreras: un día chinchillas, otros zorro azul, marta cibelina ó lobo marino.
The underlying idea still was to acquire all this for a fourth of its price—an exciting bait which lured the economical man into continuous dissipation. He could sleep well only when he had driven a good bargain during the day. He bought at auction thousands of bottles of wine consigned by bankrupt firms, and he who scarcely ever drank, packed his wine cellars to overflowing, advising his family to use the champagne as freely as ordinary wine. The failure of a furrier induced him to buy for fourteen thousand francs pelts worth ninety thousand. In consequence, the entire Desnoyers family seemed suddenly to be suffering as frightfully from cold as though a polar iceberg had invaded the avenida Victor Hugo. The father kept only one fur coat for himself but ordered three for his son. Chichi and Dona Luisa appeared arrayed in all kinds of silky and luxurious skins—one day chinchilla, other days blue fox, marten or seal.
El mismo adornaba las paredes con nuevos lotes de cuadros, dando martillazos en lo alto de una escalera, para ahorrarse el gasto de un obrero. Quería ofrecer á los hijos ejemplos de economía. En sus horas de inactividad cambiaba de sitio los muebles más pesados, ocurriéndosele toda especie de combinaciones. Era una reminiscencia de su buena época, cuando manejaba en la estancia sacos de trigo y fardos de cueros. Su hijo, al notar que miraba con fijeza un aparador monumental, se ponía en salvo prudentemente. Desnoyers sentía cierta indecisión ante sus dos criados, personajes correctos, solemnes, siempre de frac, que no ocultaban su extrañeza al ver á un hombre con más de un millón de renta entregado á tales funciones. Al fin, eran las dos doncellas cobrizas las que ayudaban al patrón, uniéndose á él con una familiaridad de compañeras de destierro.
The enraptured buyer would permit no one but himself to adorn the walls with his new acquisitions, using the hammer from the top of a step-ladder in order to save the expense of a professional picture hanger. He wished to set his children the example of economy. In his idle hours, he would change the position of the heaviest pieces of furniture, trying every kind of combination. This employment reminded him of those happy days when he handled great sacks of wheat and bundles of hides on the ranch. Whenever his son noticed that he was looking thoughtfully at a monumental sideboard or heavy piece, he prudently betook himself to other haunts. Desnoyers stood a little in awe of the two house-men, very solemn, correct creatures always in dress suit, who could not hide their astonishment at seeing a man with an income of more than a million francs engaged in such work. Finally it was the two coppery maids who aided their Patron, the three working contentedly together like companions in exile.
Cuatro automóviles completaban el lujo de la familia. Los hijos se habrían contentado con uno nada más, pequeño, flamante, exhibiendo la marca de moda. Pero Desnoyers no era hombre para desperdiciar las buenas ocasiones, y, uno tras otro, había adquirido los cuatro, tentado por el precio. Eran enormes y majestuosos como las carrozas antiguas. Su entrada en una calle hacía volver la cabeza á los transeúntes. El chauffeur necesitaba dos ayudantes para atender á este rebaño de mastodontes. Pero el dueño sólo hacía memoria de la habilidad con que creía haber engañado á los vendedores, ansiosos de perder de vista tales monumentos.
Four automobiles completed the luxuriousness of the family. The children would have been more content with one—small and dashing, in the very latest style. But Desnoyers was not the man to let a bargain slip past him, so one after the other, he had picked up the four, tempted by the price. They were as enormous and majestic as coaches of state. Their entrance into a street made the passers-by turn and stare. The chauffeur needed two assistants to help him keep this flock of mastodons in order, but the proud owner thought only of the skill with which he had gotten the best of the salesmen, anxious to get such monuments out of their sight.
A los hijos les recomendaba modestia y economía.
To his children he was always recommending simplicity and economy.
—Somos menos ricos de lo que ustedes creen. Tenemos muchos bienes, pero producen renta escasa.
"We are not as rich as you suppose. We own a good deal of property, but it produces a scanty income."
Y después de negarse á un gasto doméstico de doscientos francos, empleaba cinco mil en una compra innecesaria, sólo porque representaba, según él, una gran pérdida para el vendedor. Julio y su hermana protestaban ante doña Luisa. Chichí llegó á afirmar que jamás se casaría con un hombre como su padre.
And then, after refusing a domestic expenditure of two hundred francs, he would put five thousand into an unnecessary purchase just because it would mean a great loss to the seller. Julio and his sister kept protesting to their mother, Dona Luisa—Chichi even going so far as to announce that she would never marry a man like her father.
—¡Cállate!—decía escandalizada la criolla—. Tiene su genio, pero es muy bueno. Jamás me ha dado un motivo de queja. Deseo que encuentres uno igual.
"Hush, hush!" exclaimed the scandalized Creole. "He has his little peculiarities, but he is very good. Never has he given me any cause for complaint. I only hope that you may be lucky enough to find his equal."
Las riñas del marido, su carácter irritable, su voluntad avasalladora, perdían toda importancia para ella al pensar en su fidelidad. En tantos años de matrimonio... ¡nada! Había sido de una virtud inconmovible, hasta en el campo, donde las personas, rodeadas de bestias y enriqueciéndose con su procreación, parecen contaminarse de la amoralidad de los rebaños. ¡Ella que se acordaba tanto de su padre!... Su misma hermana debía vivir menos tranquila con el vanidoso Karl, capaz de ser infiel sin deseo alguno, sólo por imitar los gestos de los poderosos.
Her husband′s quarrelsomeness, his irritable character and his masterful will all sank into insignificance when she thought of his unvarying fidelity. In so many years of married life . . . nothing! His faithfulness had been unexceptional even in the country where many, surrounded by beasts, and intent on increasing their flocks, had seemed to become contaminated by the general animalism. She remembered her father only too well! . . . Even her sister was obliged to live in apparent calmness with the vainglorious Karl, quite capable of disloyalty not because of any special lust, but just to imitate the doings of his superiors.
Desnoyers marchaba unido á su mujer por una rutina afectuosa. Doña Luisa, en su limitada imaginación, evocaba el recuerdo de las yuntas de la estancia, que se negaban á avanzar cuando un animal extraño sustituía al compañero ausente. El marido se encolerizaba con facilidad, haciéndola responsable de todas las contrariedades con que le afligían sus hijos, pero no podía ir sin ella á parte alguna. Las tardes del Hotel Drouot le resultaban insípidas cuando no tenía á su lado á esta confidente de sus proyectos y sus cóleras.
Desnoyers and his wife were plodding through life in a routine affection, reminding Dona Luisa, in her limited imagination, of the yokes of oxen on the ranch who refused to budge whenever another animal was substituted for the regular companion. Her husband certainly was quick tempered, holding her responsible for all the whims with which he exasperated his children, yet he could never bear to have her out of his sight. The afternoons at the hotel Drouot would be most insipid for him unless she was at his side, the confidante of his plans and wrathful outbursts.
—Hoy hay venta de alhajas: ¿vamos?
"To-day there is to be a sale of jewels; shall we go?"
Su proposición la hacía con voz suave é insinuante, una voz que recordaba á doña Luisa los primeros diálogos en los alrededores de la casa paterna. Y marchaban por distinto camino. Ella en uno de sus vehículos monumentales, pues no gustaba de andar, acostumbrada al quietismo de la estancia ó á correr el campo á caballo. Desnoyers, el hombre de los cuatro automóviles, los aborrecía, por ser refractario á los peligros de la novedad, por modestia, y porque necesitaba ir á pie, proporcionando á su cuerpo un ejercicio que compensase la falta de trabajo. Al juntarse en la sala de ventas, repleta de gentío, examinaban las joyas, fijando de antemano lo que pensaban ofrecer. Pero él, pronto á exacerbarse ante la contradicción, iba siempre más lejos, mirando á sus contendientes al soltar las cifras lo mismo que si les enviase puñetazos. Después de tales expediciones, la señora se mostraba majestuosa y deslumbrante como una basílisa de Bizancio: las orejas y el cuello con gruesas perlas, el pecho constelado de brillantes, las manos irradiando agujas de luz con todos los colores del iris.
He would make this proposition in such a gentle and coaxing voice—the voice that Dona Luisa remembered in their first talks around the old home. And so they would go together, but by different routes;—she in one of the monumental vehicles because, accustomed to the leisurely carriage rides of the ranch, she no longer cared to walk; and Desnoyers—although owner of the four automobiles, heartily abominating them because he was conservative and uneasy with the complications of new machinery—on foot under the pretext that, through lack of work, his body needed the exercise. When they met in the crowded salesrooms, they proceeded to examine the jewels together, fixing beforehand, the price they would offer. But he, quick to become exasperated by opposition, always went further, hurling numbers at his competitors as though they were blows. After such excursions, the senora would appear as majestic and dazzling as a basilica of Byzantium—ears and neck decorated with great pearls, her bosom a constellation of brilliants, her hands radiating points of light of all colors of the rainbow.
Chichí protestaba: «
Demasiado, mamá.» Iban á confundirla con una prendera. Pero la criolla, satisfecha de su esplendor, que era el coronamiento de una vida humilde, atribuía á la envidia tales quejas. Su hija era una señorita y no podía lucir estas preciosidades. Pero más adelante le agradecería que las hubiese reunido para ella.
"Too much, mama," Chichi would protest. "They will take you for a pawnbroker′s lady!" But the Creole, satisfied with her splendor, the crowning glory of a humble life, attributed her daughter′s faultfinding to envy. Chichi was only a girl now, but later on she would thank her for having collected all these gems for her.
La casa resultaba ya insuficiente para contener tantas compras. En las cuevas se amontonaban muebles, cuadros, estatuas y cortinajes para adornar muchas viviendas. Don Marcelo se quejaba de la pequeñez de un piso de veintiocho mil francos que podía servir de albergue á cuatro familias como la suya. Empezaba á pensar con pena en la renuncia de tantas ocasiones tentadoras, cuando un corredor de propiedades, de los que atisban al extranjero, le sacó de esta situación embarazosa. ¿Por qué no compraba un castillo?... Toda la familia aceptó la idea. Un castillo histórico, lo más histórico que pudiera encontrarse, completaría su grandiosa instalación. Chichí palideció de orgullo. Algunas de sus amigas tenían castillo. Otras, de antigua familia colonial, acostumbradas á menospreciarla por su origen campesino, rugirían de envidia al enterarse de esta adquisición que casi representaba un ennoblecimiento. La madre sonrió con la esperanza de varios meses de campo que le recordasen la vida simple y feliz de su juventud. Julio fué el menos entusiasta. El «
viejo» querría tenerle largas temporadas fuera de París; pero acabó por conformarse, pensando en que esto daría ocasión á frecuentes viajes en automóvil.
Already the home was unable to accommodate so many purchases. In the cellars were piled up enough paintings, furniture, statues, and draperies to equip several other dwellings. Don Marcelo began to complain of the cramped space in an apartment costing twenty-eight thousand francs a year—in reality large enough for a family four times the size of his. He was beginning to deplore being obliged to renounce some very tempting furniture bargains when a real estate agent smelled out the foreigner and relieved him of his embarrassment. Why not buy a castle? . . . The entire family was delighted with the idea. An historic castle, the most historic that could be found, would supplement their luxurious establishment. Chichi paled with pride. Some of her friends had castles. Others, of old colonial family, who were accustomed to look down upon her for her country bringing up, would now cry with envy upon learning of this acquisition which was almost a patent of nobility. The mother smiled in the hope of months in the country which would recall the simple and happy life of her youth. Julio was less enthusiastic. The "old man" would expect him to spend much time away from Paris, but he consoled himself by reflecting that the suburban place would provide excuse for frequent automobile trips.
Desnoyers se acordaba de los parientes de Berlín. ¿Por qué no había de tener su castillo, como los otros?... Las ocasiones eran tentadoras. A docenas le ofrecían las mansiones históricas. Sus dueños ansiaban desprenderse de ellas, agobiados por los gastos de sostenimiento. Y compró el castillo de Villeblanche-sur-Marne, edificado en tiempos de las guerras de religión, mezcla de palacio y fortaleza, con fachada italiana del Renacimiento, sombríos torreones de aguda caperuza y fosos acuáticos en los que nadaban cisnes.
Desnoyers thought of the relatives in Berlin. Why should he not have his castle like the others? . . . The bargains were alluring. Historic mansions by the dozen were offered him. Their owners, exhausted by the expense of maintaining them, were more than anxious to sell. So he bought the castle of Villeblanche-sur-Marne, built in the time of the religious wars—a mixture of palace and fortress with an Italian Renaissance facade, gloomy towers with pointed hoods, and moats in which swans were swimming.
El no podía vivir sin un pedazo de tierra sobre el que ejerciese su autoridad, peleando con la resistencia de hombres y cosas. Además, le tentaban las vastas proporciones de las piezas del castillo, desprovistas de muebles. Una oportunidad para instalar el sobrante de sus cuevas, entregándose á nuevas compras. En este ambiente de lobreguez señorial, los objetos del pasado se amoldarían con facilidad, sin el grito de protesta que parecían lanzar al ponerse en contacto con las paredes blancas de las habitaciones modernas... La histórica morada exigía cuantiosos desembolsos; por algo había cambiado de propietario muchas veces. Pero él y la tierra se conocían perfectamente... Y al mismo tiempo que llenaba los salones del edificio, intentó en el extenso parque cultivos y explotaciones de ganado, como una reducción de sus empresas de América. La propiedad debía sostenerse con lo que produjese. No era miedo á los gastos: era que él «
no estaba acostumbrado á perder dinero».
He could now live with some tracts of land over which to exercise his authority, struggling again with the resistance of men and things. Besides, the vast proportions of the rooms of the castle were very tempting and bare of furniture. This opportunity for placing the overflow from his cellars plunged him again into buying. With this atmosphere of lordly gloom, the antiques would harmonize beautifully, without that cry of protest which they always seemed to make when placed in contact with the glaring white walls of modern habitations. The historic residence required an endless outlay; on that account it had changed owners so many times. But he and the land understood each other beautifully. . . . So at the same time that he was filling the salons, he was going to begin farming and stock-raising in the extensive parks—a reproduction in miniature of his enterprises in South America. The property ought to be made self-supporting. Not that he had any fear of the expenses, but he did not intend to lose money on the proposition.
La adquisición del castillo le proporcionó una honrosa amistad, viendo en ella la mayor ventaja del negocio. Entró en relaciones con un vecino, el senador Lacour, que había sido ministro dos veces y vegetaba ahora en la Alta Cámara, mudo durante la sesión, movedizo y verboso en los pasillos, para sostener su influencia. Era un prócer de la nobleza republicana, un aristócrata del régimen, que tenía su estirpe en las agitaciones de la Revolución, así como los nobles de pergaminos ponen la suya en las Cruzadas. Su bisabuelo había pertenecido á la Convención; su padre había figurado en la República de 1848. El, como hijo de proscrito muerto en el destierro, marchó siendo muy joven detrás de la figura grandilocuente de Gambetta, y hablaba á todas horas de la gloria del maestro para que un rayo de ella se reflejase sobre el discípulo. Su hijo René, alumno de la Escuela Central, encontraba «
viejo juego» al padre, riendo un poco de su republicanismo romántico y humanitario. Pero esto no le impedía esperar, para cuando fuese ingeniero, la protección oficial atesorada por cuatro generaciones de Lacour dedicadas al servicio de la República.
The acquisition of the castle brought Desnoyers a true friendship—the chief advantage in the transaction. He became acquainted with a neighbor, Senator Lacour, who twice had been Minister of State, and was now vegetating in the senate, silent during its sessions, but restless and voluble in the corridors in order to maintain his influence. He was a prominent figure of the republican nobility, an aristocrat of the new regime that had sprung from the agitations of the Revolution, just as the titled nobility had won their spurs in the Crusades. His great-grandfather had belonged to the Convention. His father had figured in the Republic of 1848. He, as the son of an exile who had died in banishment, had when very young marched behind the grandiloquent figure of Gambetta, and always spoke in glowing terms of the Master, in the hope that some of his rays might be reflected on his disciple. His son Rene, a pupil of the Ecole Centrale regarded his father as "a rare old sport," laughing a little at his romantic and humanitarian republicanism. He, nevertheless, was counting much on that same official protection treasured by four generations of Lacours dedicated to the service of the Republic, to assist him when he became an engineer.
Don Marcelo, que miraba con inquietud toda amistad nueva, temiendo una demanda de préstamo, se entregó con entusiasmo al trato del «
grande hombre». El personaje era admirador de la riqueza, y encontró por su parte cierto talento á este millonario del otro lado del mar que hablaba de pastoreos sin límites y rebaños inmensos. Sus relaciones fueron más allá del egoísmo de una vecindad del campo, continuándose en París. René acabó por visitar la casa de la avenida Víctor Hugo como si fuese suya.
Don Marcelo who used to look uneasily upon any new friendship, fearing a demand for a loan, gave himself up with enthusiasm to intimacy with this "grand man." The personage admired riches and recognized, besides, a certain genius in this millionaire from the other side of the sea accustomed to speaking of limitless pastures and immense herds. Their intercourse was more than the mere friendliness of a country neighborhood, and continued on after their return to Paris. Finally Rene visited the home on the avenida Victor Hugo as though it were his own.
Las únicas contrariedades en la existencia de Desnoyers provenían de sus hijos. Chichí le irritaba por la independencia de sus gustos. No amaba las cosas viejas, por sólidas y espléndidas que fuesen. Prefería las frivolidades de la última moda. Todos los regalos de su padre los aceptaba con frialdad. Ante una blonda secular adquirida en una subasta, torcía el gesto: «
Más me gustaría un vestido nuevo de trescientos francos.» Además, se apoyaba en los malos ejemplos de su hermano para hacer frente á «
los viejos».
The only disappointments in Desnoyers′ new life came from his children. Chichi irritated him because of the independence of her tastes. She did not like antiques, no matter how substantial and magnificent they might be, much preferring the frivolities of the latest fashion. She accepted all her father′s gifts with great indifference. Before an exquisite blonde piece of lace, centuries old, picked up at auction, she made a wry face, saying, "I would much rather have had a new dress costing three hundred francs." She and her brother were solidly opposed to everything old.
El padre la había confiado por completo á doña Luisa. La niña era ya una mujer. Pero el antiguo «
peoncito» no mostraba gran respeto ante los consejos y órdenes de la bondadosa criolla. Se había entregado con entusiasmo al patinaje, por considerarlo la más elegante de las diversiones. Iba todas las tardes al Palais de Glace y doña Chicha la seguía, privándose de acompañar al marido en sus compras. ¡Las horas de aburrimiento mortal ante la pista helada, viendo cómo á los sones de un órgano se deslizaban sobre cuchillos por el blanco redondel los balanceantes monigotes humanos, solos ó en fila!... Su hija pasaba y repasaba ante sus ojos roja de agitación, echando atrás las espirales de su cabellera que se escapaban del sombrero, haciendo claquear los pliegues de la falda detrás de los patines, hermosota, grandullona y fuerte, con la salud insolente de una criatura que, según su padre, «
había sido destetada con biftecs».
Now that his daughter was already a woman, he had confided her absolutely to the care of Dona Luisa. But the former "Peoncito" was not showing much respect for the advice and commands of the good natured Creole. She had taken up roller-skating with enthusiasm, regarding it as the most elegant of diversions. She would go every afternoon to the Ice Palace, Dona Luisa chaperoning her, although to do this she was obliged to give up accompanying her husband to his sales. Oh, the hours of deadly weariness before that frozen oval ring, watching the white circle of balancing human monkeys gliding by on runners to the sound of an organ! . . . Her daughter would pass and repass before her tired eyes, rosy from the exercise, spirals of hair escaped from her hat, streaming out behind, the folds of her skirt swinging above her skates—handsome, athletic and Amazonian, with the rude health of a child who, according to her father, "had been weaned on beefsteaks."
Al fin, doña Luisa se cansó de esta vigilancia molesta. Prefería acompañar al marido en su cacería de riquezas á bajo precio. Y Chichí fué al patinaje con una de las doncellas cobrizas, pasando la tarde entre sus amigas de sport, todas procedentes del nuevo mundo. Se comunicaban sus ideas bajo el deslumbramiento de la vida fácil de París, libres de los escrúpulos y preocupaciones de la tierra natal. Todas ellas creían haber nacido meses antes, reconociéndose con méritos no sospechados hasta entonces. El cambio de hemisferio había aumentado sus valores. Algunas hasta escribían versos en francés. Y Desnoyers se alarmaba, dando suelta á su mal humor, cuando por la noche iba emitiendo Chichí en forma de aforismos lo que ella y sus compañeras habían discurrido como un resumen de lecturas y observaciones: «
La vida es la vida, y hay que vivirla.» «
Yo me casaré con el hombre que me guste, sea quien sea.»
Finally Dona Luisa rebelled against this troublesome vigilance, preferring to accompany her husband on his hunt for underpriced riches. Chichi went to the skating rink with one of the dark-skinned maids, passing the afternoons with her sporty friends of the new world. Together they ventilated their ideas under the glare of the easy life of Paris, freed from the scruples and conventions of their native land. They all thought themselves older than they were, delighting to discover in each other unsuspected charms. The change from the other hemisphere had altered their sense of values. Some were even writing verses in French. And Desnoyers became alarmed, giving free rein to his bad humor, when Chichi of evenings, would bring forth as aphorisms that which she and her friends had been discussing, as a summary of their readings and observations.—"Life is life, and one must live! . . . I will marry the man I love, no matter who he may be. . . ."
Pero estas contrariedades del padre carecían de importancia al ser comparadas con las que le proporcionaba el otro. ¡Ay, el otro!... Julio, al llegar á París, había torcido el curso de sus aspiraciones. Ya no pensaba en hacerse ingeniero: quería ser pintor. Don Marcelo opuso la resistencia del asombro, pero al fin cedió. ¡Vaya por la pintura! Lo importante era que no careciese de profesión. La propiedad y la riqueza las consideraba sagradas, pero tenía por indignos de sus goces á los que no hubiesen trabajado. Recordó además sus años de tallista. Tal vez las mismas facultades, sofocadas en él por la pobreza, renacían en su descendiente. ¿Si llegaría á ser un gran pintor este muchacho perezoso, pero de ingenio vivaz, que vacilaba antes de emprender su camino en la vida?... Pasó por todos los caprichos de Julio, que, estando aún en sus primeras tentativas de dibujo y colorido, exigía una existencia aparte para trabajar con más libertad. El padre lo instaló cerca de su casa, en un estudio de la rue de la Pompe que había pertenecido á un pintor extranjero de cierta fama. El taller y sus anexos eran demasiado grandes para un aprendiz. Pero el maestro había muerto, y Desnoyers aprovechó la buena ocasión que le ofrecían los herederos, comprando en bloque muebles y cuadros.
But the daughter′s independence was as nothing compared to the worry which the other child gave the Desnoyers. Ay, that other one! . . . Julio, upon arriving in Paris, had changed the bent of his aspirations. He no longer thought of becoming an engineer; he wished to become an artist. Don Marcelo objected in great consternation, but finally yielded. Let it be painting! The important thing was to have some regular profession. The father, while he considered property and wealth as sacred rights, felt that no one should enjoy them who had not worked to acquire them. Recalling his apprenticeship as a wood carver, he began to hope that the artistic instincts which poverty had extinguished in him were, perhaps, reappearing in his son. What if this lazy boy, this lively genius, hesitating before taking up his walk in life, should turn out to be a famous painter, after all! . . . So he agreed to all of Julio′s caprices, the budding artist insisting that for his first efforts in drawing and coloring, he needed a separate apartment where he could work with more freedom. His father, therefore, established him near his home, in the rue de la Pompe in the former studio of a well-known foreign painter. The workroom and its annexes were far too large for an amateur, but the owner had died, and Desnoyers improved the opportunity offered by the heirs, and bought at a remarkable bargain, the entire plant, pictures and furnishings.
Doña Luisa visitó diariamente el taller, como una buena madre que cuida del bienestar de su hijo para que trabaje mejor. Ella misma, quitándose los guantes, vaciaba los platillos de bronce repletos de colillas de cigarro y borraba en muebles y alfombras la ceniza caída de las pipas. Los visitantes de Julio, jóvenes melenudos que hablaban de cosas que ella no podía entender, eran algo descuidados en sus maneras... Más adelante encontró mujeres ligeras de ropas, y fué recibida por su hijo con mal gesto. ¿Es que mamá no le permitiría trabajar en paz?... Y la pobre señora, al salir de su casa todas las mañanas, iba hacia la rue de la Pompe, pero se detenía en mitad del camino, metiéndose en la iglesia de Saint-Honorée d′Eylau.
Dona Luisa at first visited the studio daily like a good mother, caring for the well-being of her son that he may work to better advantage. Taking off her gloves, she emptied the brass trays filled with cigar stubs and dusted the furniture powdered with the ashes fallen from the pipes. Julio′s visitors, long-haired young men who spoke of things that she could not understand, seemed to her rather careless in their manners. . . . Later on she also met there women, very lightly clad, and was received with scowls by her son. Wasn′t his mother ever going to let him work in peace? . . . So the poor lady, starting out in the morning toward the rue de la Pompe, stopped midway and went instead to the church of Saint Honore d′Eylau.
El padre se mostró más prudente. Un hombre de sus años no podía mezclarse en la sociedad de un artista joven. Julio, á los pocos meses, pasó semanas enteras sin ir á dormir en el domicilio paterno. Finalmente, se instaló en el estudio, pasando por su casa con rapidez para que la familia se convenciese de que aún existía... Desnoyers, algunas mañanas, llegaba á la rue de la Pompe para hacer preguntas á la portera. Eran las diez: el artista estaba durmiendo. Al volver á mediodía, continuaba el pesado sueño. Luego del almuerzo, una nueva visita para recibir mejores noticias. Eran las dos: el señorito se estaba levantando en aquel instante. Y su padre se retiraba furioso. Pero ¿cuándo pintaba este pintor?...
The father displayed more prudence. A man of his years could not expect to mingle with the chums of a young artist. In a few months′ time, Julio passed entire weeks without going to sleep under the paternal roof. Finally he installed himself permanently in his studio, occasionally making a flying trip home that his family might know that he was still in existence. . . . Some mornings, Desnoyers would arrive at the rue de la Pompe in order to ask a few questions of the concierge. It was ten o′clock; the artist was sleeping. Upon returning at midday, he learned that the heavy sleep still continued. Soon after lunch, another visit to get better news. It was two o′clock, the young gentleman was just arising. So the father would retire, muttering stormily—"But when does this painter ever paint?" . . .
Había intentado al principio conquistar un renombre con el pincel, por considerar esto empresa fácil. Ser artista le colocaba por encima de sus amigos, muchachos sudamericanos sin otra ocupación que gozar de la existencia, derramando el dinero ruidosamente para que todos se enterasen de su prodigalidad. Con serena audacia, se lanzó á pintar cuadros. Amaba la pintura bonita, «
distinguida», elegante; una pintura dulzona como una romanza y que sólo copiase las formas de la mujer. Tenía dinero y un buen estudio; su padre estaba á sus espaldas dispuesto á ayudarle: ¿por qué no había de hacer lo que tantos otros que carecían de sus medios?... Y acometió la tarea de embadurnar un lienzo, dándole el título de La danza de las horas: un pretexto para copiar buenas mozas y escoger modelos. Dibujaba con frenética rapidez, rellenando el interior de los contornos de masas de color. Hasta aquí todo iba bien. Pero después vacilaba, permaneciendo inactivo ante el cuadro, para arrinconarlo finalmente en espera de tiempos mejores. Lo mismo le ocurrió al intentar varios estudios de cabezas femeniles. No podía terminar nada, y esto le produjo cierta desesperación. Luego se resignó, como el que se tiende fatigado ante el obstáculo y espera una intervención providencial que le ayude á salvarlo. Lo importante era ser pintor... aunque no pintase. Esto le permitía dar tarjetas con excusas de alta estética á las mujeres alegres, invitándolas á su estudio. Vivía de noche. Don Marcelo, al hacer averiguaciones sobre los trabajos del artista, no podía contener su indignación. Los dos veían todas las mañanas las primeras horas de luz: el padre al saltar del lecho; el hijo camino de su estudio, para meterse entre sábanas y no despertar hasta media tarde.
At first Julio had tried to win renown with his brush, believing that it would prove an easy task. In true artist fashion, he collected his friends around him, South American boys with nothing to do but enjoy life, scattering money ostentatiously so that everybody might know of their generosity. With serene audacity, the young canvas-dauber undertook to paint portraits. He loved good painting, "distinctive" painting, with the cloying sweetness of a romance, that copied only the forms of women. He had money, a good studio, his father was standing behind him ready to help—why shouldn′t he accomplish as much as many others who lacked his opportunities? . . . So he began his work by coloring a canvas entitled, "The Dance of the Hours," a mere pretext for copying pretty girls and selecting buxom models. These he would sketch at a mad speed, filling in the outlines with blobs of multi-colored paint, and up to this point all went well. Then he would begin to vacillate, remaining idle before the picture only to put it in the corner in hope of later inspiration. It was the same way with his various studies of feminine heads. Finding that he was never able to finish anything, he soon became resigned, like one who pants with fatigue before an obstacle waiting for a providential interposition to save him. The important thing was to be a painter . . . even though he might not paint anything. This afforded him the opportunity, on the plea of lofty aestheticism, of sending out cards of invitation and asking light women to his studio. He lived during the night. Don Marcelo, upon investigating the artist′s work, could not contain his indignation. Every morning the two Desnoyers were accustomed to greet the first hours of dawn—the father leaping from his bed, the son, on his way home to his studio to throw himself upon his couch not to wake till midday.
La crédula doña Luisa inventaba las más absurdas explicaciones para defender á su hijo. ¡Quién sabe! Tal vez pintaba de noche, valiéndose de procedimientos nuevos. ¡Los hombres inventan ahora tantas diabluras!...
The credulous Dona Luisa would invent the most absurd explanations to defend her son. Who could tell? Perhaps he had the habit of painting during the night, utilizing it for original work. Men resort to so many devilish things! . . .
Desnoyers conocía estos trabajos nocturnos: escándalos en los restoranes de Montmartre, y peleas, muchas peleas. El y los de su banda, que á las siete de la tarde creían indispensable el frac ó el smoking, eran á modo de una partida de indios implantando en París las costumbres violentas del desierto. El champañ resultaba en ellos un vino de pelea. Rompían y pagaban, pero sus generosidades iban seguidas casi siempre de una batalla. Nadie tenía como Julio la bofetada rápida y la tarjeta pronta. Su padre aceptaba con gestos de tristeza las noticias de ciertos amigos que se imaginaban halagar su vanidad haciéndole el relato de encuentros caballerescos en los que su primogénito rasgaba siempre la piel del adversario. El pintor entendía más de esgrima que de su arte. Era campeón de varias armas, boxeaba, y hasta poseía los golpes favoritos de los paladines que vagan por las fortificaciones. «
Inútil y peligroso como todos los zánganos», protestaba el padre. Pero sentía latir en el fondo de su pensamiento una irresistible satisfacción, un orgullo animal, al considerar que este aturdido temible era obra suya.
Desnoyers knew very well what these nocturnal gusts of genius were amounting to—scandals in the restaurants of Montmartre, and scrimmages, many scrimmages. He and his gang, who believed that at seven a full dress or Tuxedo was indispensable, were like a band of Indians, bringing to Paris the wild customs of the plains. Champagne always made them quarrelsome. So they broke and paid, but their generosities were almost invariably followed by a scuffle. No one could surpass Julio in the quick slap and the ready card. His father heard with a heavy heart the news brought him by some friends thinking to flatter his vanity—his son was always victorious in these gentlemanly encounters; he it was who always scratched the enemy′s skin. The painter knew more about fencing than art. He was a champion with various weapons; he could box, and was even skilled in the favorite blows of the prize fighters of the slums. "Useless as a drone, and as dangerous, too," fretted his father. And yet in the back of his troubled mind fluttered an irresistible satisfaction—an animal pride in the thought that this hare-brained terror was his own.
Por un momento creyó haber encontrado el medio de apartarle de tal existencia. Los parientes de Berlín visitaron á los Desnoyers en su castillo de Villeblanche. Karl von Hartrott apreció con bondadosa superioridad las colecciones ricas y un tanto disparatadas de su cuñado. No estaban mal: reconocía cierto cachet á la casa de París y al castillo. Podían servir para completar y dar pátina á un título nobiliario. ¡Pero Alemania!... ¡Las comodidades de su patria!... Quería que el cuñado admirase á su vez cómo vivía él y las nobles amistades que embellecían su opulencia. Y tanto insistió en sus cartas, que los Desnoyers hicieron el viaje. Este cambio de ambiente podía modificar á Julio. Tal vez despertase su emulación viendo de cerca la laboriosidad de sus primos, todos con una carrera. Además, el francés creía en la influencia corruptora de París y en la pureza de costumbres de la patriarcal Alemania.
For a while, he thought that he had hit upon a way of withdrawing his son from such an existence. The relatives in Berlin had visited the Desnoyers in their castle of Villeblanche. With good-natured superiority, Karl von Hartrott had appreciated the rich and rather absurd accumulations of his brother-in-law. They were not bad; he admitted that they gave a certain cachet to the home in Paris and to the castle. They smacked of the possessions of titled nobility. But Germany! . . . The comforts and luxuries in his country! . . . He just wished his brother-in-law to admire the way he lived and the noble friendships that embellished his opulence. And so he insisted in his letters that the Desnoyers family should return their visit. This change of environment might tone Julio down a little. Perhaps his ambition might waken on seeing the diligence of his cousins, each with a career. The Frenchman had, besides, an underlying belief in the more corrupt influence of Paris as compared with the purity of the customs in Patriarchal Germany.
Cuatro meses estuvieron allá. Desnoyers sintió al poco tiempo un deseo de huir. Cada cual con los suyos; no podría entenderse nunca con aquellas gentes. Muy amables, con amabilidad pegajosa y visibles deseos de agradar, pero dando tropezones continuamente por una falta irremediable de tacto, por una voluntad de hacer sentir su grandeza. Los personajes amigos de los Hartrott hacían manifestaciones de amor á Francia: el amor piadoso que inspira un niño travieso y débil necesitado de protección. Y esto lo acompañaban con toda clase de recuerdos inoportunos sobre las guerras en que los franceses habían sido vencidos. Todo lo de Alemania, un monumento, una estación de ferrocarril, un simple objeto de comedor, daba lugar á comparaciones gloriosas: «
En Francia no tienen ustedes eso.» «
Indudablemente, en América no habrán ustedes visto nada semejante.» Don Marcelo se marchó, fatigado de tanta protección. Su esposa y su hija se habían resistido á aceptar que la elegancia de Berlín fuese superior á la de París. Chichí, en plena audacia sacrílega, escandalizó á sus primas declarando que no podía sufrir á los oficialitos de talle encorsetado y monóculo inconmovible, que se inclinaban ante las jóvenes con una rigidez automática, uniendo á sus galanterías una mueca de superioridad.
They were there four months. In a little while Desnoyers felt ready to retreat. Each to his own kind; he would never be able to understand such people. Exceedingly amiable, with an abject amiability and evident desire to please, but constantly blundering through a tactless desire to make their grandeur felt. The high-toned friends of Hartrott emphasized their love for France, but it was the pious love that a weak and mischievous child inspires, needing protection. And they would accompany their affability with all manner of inopportune memories of the wars in which France had been conquered. Everything in Germany—a monument, a railroad station, a simple dining-room device, instantly gave rise to glorious comparisons. "In France, you do not have this," "Of course, you never saw anything like this in America." Don Marcelo came away fatigued by so much condescension, and his wife and daughter refused to be convinced that the elegance of Berlin could be superior to Paris. Chichi, with audacious sacrilege, scandalized her cousins by declaring that she could not abide the corseted officers with immovable monocle, who bowed to the women with such automatic rigidity, blending their gallantries with an air of superiority.
Julio, bajo la dirección de sus primos, se sumió en el ambiente virtuoso de Berlín. Con el mayor, «
el sabio», no había que contar. Era un infeliz, dedicado á sus libros, y que consideraba á toda la familia con gesto protector. Los otros, subtenientes ó alumnos portaespada, le mostraron con orgullo los progresos de la alegría germánica. Conoció restoranes nocturnos que eran una imitación de los de París, pero mucho más grandes. Las mujeres, que allá se contaban á docenas, eran aquí centenares. La embriaguez escandalosa no resultaba un incidente, sino algo buscado con plena voluntad, como indispensable para la alegría. Todo grandioso, brillante, colosal. Los vividores se divertían por pelotones, el público se emborrachaba por compañías, las mercenarias formaban regimientos. Experimentó una sensación de disgusto ante las hembras serviles y tímidas, acostumbradas al golpe, y que buscaban resarcirse con avidez de las grandes quiebras y desengaños sufridos en su comercio. Lo era imposible celebrar, como sus primos, con grandes carcajadas el desencanto de estas mujeres cuando veían perdidas sus horas, sin conseguir otra cosa que bebida abundante. Además, le molestaba el libertinaje grosero, ruidoso, con publicidad, como un alarde de riqueza. «
Esto no lo hay en París—decían sus acompañantes admirando los salones enormes, con centenares de parejas y miles de bebedores—; no, no lo hay en París.» Se fatigaba de tanta grandeza sin medida. Creyó asistir á una fiesta de marineros hambrientos, ansiosos de resarcirse de un golpe de todas las privaciones anteriores. Y sentía los mismos deseos de huir que su padre.
Julio, guided by his cousins, was saturated in the virtuous atmosphere of Berlin. With the oldest, "The Sage," he had nothing to do. He was a poor creature devoted to his books who patronized all the family with a protecting air. It was the others, the sub-lieutenants or military students, who proudly showed him the rounds of German joy. Julio was accordingly introduced to all the night restaurants—imitations of those in Paris, but on a much larger scale. The women who in Paris might be counted by the dozens appeared here in hundreds. The scandalous drunkenness here never came by chance, but always by design as an indispensable part of the gaiety. All was grandiose, glittering, colossal. The libertines diverted themselves in platoons, the public got drunk in companies, the harlots presented themselves in regiments. He felt a sensation of disgust before these timid and servile females, accustomed to blows, who were so eagerly trying to reimburse themselves for the losses and exposures of their business. For him, it was impossible to celebrate with hoarse ha-has, like his cousins, the discomfiture of these women when they realized that they had wasted so many hours without accomplishing more than abundant drinking. The gross obscenity, so public and noisy, like a parade of riches, was loathsome to Julio. "There is nothing like this in Paris," his cousins repeatedly exulted as they admired the stupendous salons, the hundreds of men and women in pairs, the thousands of tipplers. "No, there certainly was nothing like that in Paris." He was sick of such boundless pretension. He seemed to be attending a fiesta of hungry mariners anxious at one swoop to make amends for all former privations. Like his father, he longed to get away. It offended his aesthetic sense.
De este viaje volvió Marcelo Desnoyers con una melancólica resignación. Aquellas gentes habían progresado mucho. El no era un patriota ciego, y reconocía lo evidente. En pocos años habían transformado su país; su industria era poderosa... pero resultaban de un trato irresistible. Cada uno en su casa, y ¡ojalá que nunca se les ocurriese envidiar la del vecino!... Pero esta última sospecha la repelía inmediatamente con su optimismo de hombre de negocios.
Don Marcelo returned from this visit with melancholy resignation. Those people had undoubtedly made great strides. He was not such a blind patriot that he could not admit what was so evident. Within a few years they had transformed their country, and their industry was astonishing . . . but, well . . . it was simply impossible to have anything to do with them. Each to his own, but may they never take a notion to envy their neighbor! . . . Then he immediately repelled this last suspicion with the optimism of a business man.
«
Van á ser muy ricos—pensaba—. Sus asuntos marchan, y el que es rico no siente deseos de reñir. La guerra con que sueñan cuatro locos resulta imposible.»
"They are going to be very rich," he thought. "Their affairs are prospering, and he that is rich does not hunt quarrels. That war of which some crazy fools are always dreaming would be an impossible thing."
El joven Desnoyers reanudó su existencia parisién, viviendo siempre en el estudio y presentándose de tarde en tarde en la casa paterna. Doña Luisa empezó á hablar de un tal Argensola, joven español de gran sabiduría, reconociendo que sus consejos podían ser de mucha utilidad para su hijo. Este no sabía con certeza si el nuevo compañero era un amigo, un maestro ó un sirviente. Otra duda sufrían los visitantes. Los aficionados á las letras hablaban de Argensola como de un pintor; los pintores sólo le reconocían superioridad como literato. Nunca pudo recordar exactamente dónde le había visto la primera vez. Era de los que subían á su estudio en las tardes de invierno, atraídos por la caricia roja de la estufa y los vinos facilitados ocultamente por la madre. Tronaba el español ante la botella liberalmente renovada y la caja de cigarrillos abierta sobre la mesa, hablando de todo con autoridad. Una noche se quedó á dormir en un diván. No tenía domicilio fijo. Y después de esta primera noche, las pasó todas en el estudio.
Young Desnoyers renewed his Parisian existence, living entirely in the studio and going less and less to his father′s home. Dona Luisa began to speak of a certain Argensola, a very learned young Spaniard, believing that his counsels might prove most helpful to Julio. She did not know exactly whether this new companion was friend, master or servant. The studio habitues also had their doubts. The literary ones always spoke of Argensola as a painter. The painters recognized only his ability as a man of letters. He was among those who used to come up to the studio of winter afternoons, attracted by the ruddy glow of the stove and the wines secretly provided by the mother, holding forth authoritatively before the often-renewed bottle and the box of cigars lying open on the table. One night, he slept on the divan, as he had no regular quarters. After that first night, he lived entirely in the studio.
Julio acabó por admirarle como un reflejo de su personalidad. ¡Lo que sabía aquel Argensola, venido de Madrid en tercera clase y con veinte francos en el bolsillo para «
violar á la gloria», según sus propias palabras! Al ver que pintaba con tanta dureza como él, empleando el mismo dibujo pueril y torpe, se enterneció. Sólo los falsos artistas, los hombres «
de oficio», los ejecutantes sin pensamiento, se preocupan del colorido y otras ranciedades. Argensola era un artista psicológico, un pintor de almas. Y el discípulo sintió asombro y despecho al enterarse de lo sencillo que era pintar un alma. Sobre un rostro exangÜe, con el mentón agudo como un puñal, el español trazaba unos ojos casi redondos y á cada pupila le asestaba una pincelada blanca, un punto de luz... el alma. Luego, plantándose ante el lienzo, clasificaba esta alma con su facundia inagotable, atribuyéndola toda clase de conflictos y crisis. Y tal era su poder de obsesión, que Julio veía lo que el otro se imaginaba haber puesto en los ojos de redondez buhesca. El también pintaría almas... almas de mujeres.
Julio soon discovered in him an admirable reflex of his own personality. He knew that Argensola had come third-class from Madrid with twenty francs in his pocket, in order to "capture glory," to use his own words. Upon observing that the Spaniard was painting with as much difficulty as himself, with the same wooden and childish strokes, which are so characteristic of the make-believe artists and pot-boilers, the routine workers concerned themselves with color and other rank fads. Argensola was a psychological artist, a painter of souls. And his disciple, felt astonished and almost displeased on learning what a comparatively simple thing it was to paint a soul. Upon a bloodless countenance, with a chin as sharp as a dagger, the gifted Spaniard would trace a pair of nearly round eyes, and at the centre of each pupil he would aim a white brush stroke, a point of light . . . the soul. Then, planting himself before the canvas, he would proceed to classify this soul with his inexhaustible imagination, attributing to it almost every kind of stress and extremity. So great was the sway of his rapture that Julio, too, was able to see all that the artist flattered himself into believing that he had put into the owlish eyes. He, also, would paint souls . . . souls of women.
Con ser tan fácil este trabajo de engendramiento psíquico, Argensola gustaba más de charlar recostado en un diván ó leer al amor de la estufa mientras el amigo y protector estaba fuera. Otra ventaja esta afición á la lectura para el joven Desnoyers, que al abrir un volumen iba directamente á las últimas páginas ó al índice, queriendo «
hacerse una idea», como él decía. Algunas veces, en los salones, había preguntado con aplomo á un autor cuál era su mejor libro. Y su sonrisa de hombre listo daba á entender que era una precaución para no perder el tiempo con los otros volúmenes. Ahora ya no necesitaba cometer estas torpezas. Argensola leería por él. Cuando le adivinaba interesado por un volumen, exigía inmediata participación: «
Cuéntame el argumento». Y el «
secretario» no sólo hacía la síntesis de comedias y novelas, sino que le comunicaba el «
argumento» de Schopenhauer ó el «
argumento» de Nietzsche... Luego, doña Luisa casi vertía lágrimas al oir que las visitas se ocupaban de su hijo con la benevolencia que inspira la riqueza: «
Un poco diablo el mozo, pero ¡qué bien preparado!...»
In spite of the ease with which he developed his psychological creations, Argensola preferred to talk, stretched on a divan, or to read, hugging the fire while his friend and protector was outside. Another advantage this fondness for reading gave young Desnoyers was that he was no longer obliged to open a volume, scanning the index and last pages "just to get the idea." Formerly when frequenting society functions, he had been guilty of coolly asking an author which was his best book—his smile of a clever man—giving the writer to understand that he merely enquired so as not to waste time on the other volumes. Now it was no longer necessary to do this; Argensola would read for him. As soon as Julio would see him absorbed in a book, he would demand an immediate share: "Tell me the story." So the "secretary," not only gave him the plots of comedies and novels, but also detailed the argument of Schopenhauer or of Nietzsche . . . Dona Luisa almost wept on hearing her visitors—with that benevolence which wealth always inspires—speak of her son as "a rather gay young man, but wonderfully well read!"
A cambio de sus lecciones, Argensola recibía el mismo trato que un esclavo griego de los que enseñaban retórica á los patricios jóvenes de la Roma decadente. En mitad de una explicación, su señor y amigo le interrumpía:
In exchange for his lessons, Argensola received, much the same treatment as did the Greek slaves who taught rhetoric to the young patricians of decadent Rome. In the midst of a dissertation, his lord and friend would interrupt him with
—Prepárame una camisa de frac. Estoy invitado esta noche.
—"Get my dress suit ready. I am invited out this evening."
Otras veces, cuando el maestro experimentaba una sensación de bienestar animal con un libro en la mano junto á la estufa roncadora, viendo á través de la vidriera la tarde gris y lluviosa, se presentaba de repente el discípulo:
At other times, when the instructor was luxuriating in bodily comfort, with a book in one hand near the roaring stove, seeing through the windows the gray and rainy afternoon, his disciple would suddenly appear saying,
—¡Pronto... á la calle! Va á venir una mujer.
"Quick, get out! . . . There′s a woman coming!"
Y Argensola, con el gesto de un perro que sacude sus lanas, marchaba á continuar la lectura en algún cafetucho incómodo de las cercanías.
And Argensola, like a dog who gets up and shakes himself, would disappear to continue his reading in some miserable little coffee house in the neighborhood.
Su influencia descendió de las cimas de la intelectualidad para intervenir en las vulgaridades de la vida material. Era el intendente del patrono; el mediador entre su dinero y los que se presentaban á reclamarlo factura en mano. «
Dinero», decía lacónicamente á fines de mes. Y Desnoyers prorrumpía en quejas y maldiciones. ¿De dónde iba á sacarlo? El viejo era de una dureza reglamentaria y no toleraba el menor avance sobre el mes siguiente. Le tenía sometido á un régimen de miseria. Tres mil francos mensuales: ¿qué podía hacer con esto una persona decente?... Deseoso de reducirle, estrechaba el cerco, interviniendo directamente en la administración de su casa para que doña Luisa no pudiera hacer donativos al hijo. En vano se había puesto en contacto con varios usureros de París, hablándoles de su propiedad más allá del Océano. Estos señores tenían á mano la juventud del país y no necesitaban exponer sus capitales en el otro mundo. Igual fracaso le acompañaba cuando, con repentinas muestras de cariño, quería convencer á don Marcelo de que tres mil francos al mes son una miseria. El millonario rugía de indignación. ¡Tres mil francos una miseria! ¡Y además las deudas del hijo que había tenido que pagar en varias ocasiones!...
In his official capacity, this widely gifted man often descended from the peaks of intellectuality to the vulgarities of everyday life. He was the steward of the lord of the manor, the intermediary between the pocketbook and those who appeared bill in hand. "Money!" he would say laconically at the end of the month, and Desnoyers would break out into complaints and curses. Where on earth was he to get it, he would like to know. His father was as regular as a machine, and would never allow the slightest advance upon the following month. He had to submit to a rule of misery. Three thousand francs a month!—what could any decent person do with that? . . . He was even trying to cut THAT down, to tighten the band, interfering in the running of his house, so that Dona Luisa could not make presents to her son. In vain he had appealed to the various usurers of Paris, telling them of his property beyond the ocean. These gentlemen had the youth of their own country in the hollow of their hand and were not obliged to risk their capital in other lands. The same hard luck pursued him when, with sudden demonstrations of affection, he had tried to convince Don Marcelo that three thousand francs a month was but a niggardly trifle. The millionaire fairly snorted with indignation. "Three thousand francs a trifle!" And the debts besides, that he often had to pay for his son! . . .
—Cuando yo era de tu edad...—empezaba diciendo.
"Why, when I was your age," . . . he would begin saying—
Pero Julio cortaba la conversación. Había oído muchas veces la historia de su padre. ¡Ah, viejo avariento! Lo que le daba todos los meses no era mas que la renta del legado de su abuelo... Y por consejo de Argensola, se atrevió á reclamar el campo. La administración de esa tierra pensaba confiarla á Celedonio, el antiguo capataz, que era ahora un personaje en su país, y al que él llamaba irónicamente «
mi tío». Desnoyers acogió su rebeldía fríamente. «
Me parece justo. Ya eres mayor de edad.» Y luego de entregarle el legado, extremó su vigilancia en los gastos de la casa, evitando á doña Luisa todo manejo de dinero. En adelante, miró á su hijo como un adversario que necesitaba vencer, tratándolo durante sus rápidas apariciones en la avenida Víctor Hugo con glacial cortesía, lo mismo que á un extraño.
but Julio would suddenly bring the dialogue to a close. He had heard his father′s story too many times. Ah, the stingy old miser! What he had been giving him all these months was no more than the interest on his grandfather′s legacy. . . . And by the advice of Argensola he ventured to get control of the field. He was planning to hand over the management of his land to Celedonio, the old overseer, who was now such a grandee in his country that Julio ironically called him "my uncle." Desnoyers accepted this rebellion coldly. "It appears just to me. You are now of age!" Then he promptly reduced to extremes his oversight of his home, forbidding Dona Luisa to handle any money. Henceforth he regarded his son as an adversary, treating him during his lightning apparitions at the avenue Victor Hugo with glacial courtesy as though he were a stranger.
Una opulencia transitoria animó por algún tiempo el estudio. Julio había aumentado sus gastos, considerándose rico. Pero las cartas del tío de América disiparon estas ilusiones. Primeramente, las remesas de dinero excedieron en muy poco á la cantidad mensual que le entregaba su padre. Luego disminuyeron de un modo alarmante. Todas las calamidades de la tierra parecían haber caído juntas sobre el campo, según Celedonio. Los pastos escaseaban: unas veces era por falta de lluvia, otras por las inundaciones, y las reses perecían á centenares. Julio necesitaba mayores ingresos, y el mestizo marrullero le enviaba lo que pedía, pero como simple préstamo, reservando el cobro para cuando ajustasen cuentas. A pesar de tales auxilios, el joven Desnoyers sufría apuros. Jugaba ahora en un Círculo elegante, creyendo compensar de tal modo sus periódicas escaseces, y esto servía para que desaparecieran con mayor rapidez las cantidades recibidas de América... ¡Que un hombre como él se viese atormentado por la falta de unos miles de francos! ¿De qué le servía tener un padre con tantos millones?
For a while a transitory opulence enlivened the studio. Julio had increased his expenses, considering himself rich. But the letters from his uncle in America soon dissipated these illusions. At first the remittances exceeded very slightly the monthly allowance that his father had made him. Then it began to diminish in an alarming manner. According to Celedonio, all the calamities on earth seemed to be falling upon his plantation. The pasture land was yielding scantily, sometimes for lack of rain, sometimes because of floods, and the herds were perishing by hundreds. Julio required more income, and the crafty half-breed sent him what he asked for, but simply as a loan, reserving the return until they should adjust their accounts. In spite of such aid, young Desnoyers was suffering great want. He was gambling now in an elegant circle, thinking thus to compensate for his periodical scrimpings; but this resort was only making the remittances from America disappear with greater rapidity. . . . That such a man as he was should be tormented so for the lack of a few thousand francs! What else was a millionaire father for?
Si los acreedores se mostraban amenazantes, recurría al «
secretario». Debía ver á mamá inmediatamente: él quería evitarse sus lágrimas y reconvenciones. Y Argensola se deslizaba como un ratero por la escalera de servicio del caserón de la avenida Víctor Hugo. El local de sus embajadas era siempre la cocina, con gran peligro de que el terrible Desnoyers llegase hasta allí en una de sus evoluciones de hombre laborioso, sorprendiendo al intruso. Doña Luisa lloraba, conmovida por las dramáticas palabras del mensajero. ¡Qué podía hacer! Era más pobre que sus criadas; joyas, muchas joyas, pero ni un franco. Fué Argensola quien propuso una solución, digna de su experiencia. El salvaría á la buena madre llevando al Monte de Piedad algunas de sus alhajas. Conocía el camino. Y la señora aceptó el consejo; pero sólo le entregaba joyas de mediano valor, sospechando que no las vería más. Tardíos escrúpulos la hacían prorrumpir á veces en rotundas negativas. Podía saberlo su Marcelo: ¡qué horror!... Pero el español consideraba denigrante salir de allí sin llevarse algo, y á falta de dinero, cargaba con un cesto de botellas de la rica bodega de Desnoyers.
If the creditors began threatening, the poor youth had to bring the secretary into play, ordering him to see the mother immediately; he himself wished to avoid her tears and reproaches. So Argensola would slip like a pickpocket up the service stairway of the great house on the avenue Victor Hugo. The place in which he transacted his ambassadorial business was the kitchen, with great danger that the terrible Desnoyers might happen in there, on one of his perambulations as a laboring man, and surprise the intruder. Dona Luisa would weep, touched by the heartrending tales of the messenger. What could she do! She was as poor as her maids; she had jewels, many jewels, but not a franc. Then Argensola came to the rescue with a solution worthy of his experience. He would smooth the way for the good mother, leaving some of her jewels at the Mont-de-Piete. He knew the way to raise money on them. So the lady accepted his advice, giving him, however, only jewels of medium value as she suspected that she might never see them again. Later scruples made her at times refuse flatly. Suppose Don Marcelo should ever find it out, what a scene! . . . But the Spaniard deemed it unseemly to return empty-handed, and always bore away a basket of bottles from the well-stocked wine-cellar of the Desnoyers.
Todas las mañanas entraba doña Luisa en Saint-Honorée d′Eylau para rogar por su hijo. Apreciaba esta iglesia como algo propio. Era un islote hospitalario y familiar en el océano inexplorado de París. Cruzaba discretos saludos con los fieles habituales, gentes del barrio procedentes de las diversas repúblicas del nuevo mundo. Le parecía estar más cerca de Dios y de los santos al oir en el atrio conversaciones en su idioma. Además, era á modo de un salón por donde transcurrían los grandes sucesos de la colonia sudamericana. Un día era una boda, con flores, orquesta y cánticos. Ella, con su Chichí al lado, saludaba á las personas conocidas, cumplimentando luego á los novios. Otro día eran los funerales de un ex presidente de República ó cualquier otro personaje ultramarino que terminaba en París su existencia tormentosa. ¡Pobre presidente! ¡Pobre general!... Doña Luisa recordaba al muerto. Lo había visto en aquella iglesia muchas veces oyendo su misa devotamente, y se indignaba contra las malas lenguas que, á guisa de oración fúnebre, hacían memoria de fusilamientos y Bancos liquidados allá en su país. ¡Un señor tan bueno y tan religioso! ¡Que Dios lo tenga en su gloria!... Y al salir á la plaza contemplaba con ojos tiernos los jinetes y amazonas que se dirigían al Bosque, los lujosos automóviles, la mañana radiante de sol, toda la fresca puerilidad de las primeras horas del día, reconociendo que es muy hermoso vivir.
Every morning Dona Luisa went to Saint-Honore-d′Eylau to pray for her son. She felt that this was her own church. It was a hospitable and familiar island in the unexplored ocean of Paris. Here she could exchange discreet salutations with her neighbors from the different republics of the new world. She felt nearer to God and the saints when she could hear in the vestibule conversations in her language. It was, moreover, a sort of salon in which took place the great events of the South American colony. One day was a wedding with flowers, orchestra and chanting chorals. With Chichi beside her, she greeted those she knew, congratulating the bride and groom. Another day it was the funeral of an ex-president of some republic, or some other foreign dignitary ending in Paris his turbulent existence. Poor President! Poor General! . . . Dona Luisa remembered the dead man. She had seen him many times in that church devoutly attending mass and she was indignant at the evil tongues which, under the cover of a funeral oration, recalled the shootings and bank failures in his country. Such a good and religious gentleman! May God receive his soul in glory! . . . And upon going out into the square, she would look with tender eyes upon the young men and women on horseback going to the Bois de Boulogne, the luxurious automobiles, the morning radiant in the sunshine, all the primeval freshness of the early hours—realizing what a beautiful thing it is to live.
Su mirada de gratitud para lo existente acababa por acariciar el monumento del centro de la plaza, todo erizado de alas, como si fuese á desprenderse del suelo. ¡Víctor Hugo!... Le bastaba haber oído este nombre en boca de su hijo, para contemplar la estatua con un interés de familia. Lo único que sabía del poeta era que había muerto. De eso casi estaba segura. Pero se lo imaginaba en vida gran amigo de Julio, en vista de la frecuencia con que repetía su nombre.
Her devout expression of gratitude for mere existence usually included the monument in the centre of the square, all bristling with wings as if about to fly away from the ground. Victor Hugo! . . . It was enough for her to have heard this name on the lips of her son to make her contemplate the statue with a family interest. The only thing that she knew about the poet was that he had died. Of this she was almost sure, and she imagined that in life, he was a great friend of Julio′s because she had so often heard her son repeat his name.
¡Ay, su hijo!... Todos sus pensamientos, sus conjeturas, sus deseos, convergían en él y en su irreductible marido. Ansiaba que los dos hombres se entendiesen, terminando una lucha en la que ella era la única víctima. ¿No haría Dios el milagro?... Como un enfermo que cambia de sanatorio, persiguiendo á la salud, abandonaba la iglesia de su calle para frecuentar la Capilla Española de la avenida Friedland. Aquí aún se consideraba más entre los suyos. A través de las sudamericanas, finas y elegantes, como si se hubiesen escapado de una lámina de periódico de modas, sus ojos buscaban con admiración á otras damas peor trajeadas, gordas, con armiños teatrales y joyas antiguas. Al encontrarse estas señoras en el atrio, hablaban con voces fuertes y manoteos expresivos, recortando enérgicamente las palabras. La hija del estanciero se atrevía á saludarlas, por haberse suscrito á todas sus obras de beneficencia, y al ver devuelto el saludo experimentaba una satisfacción que la hacía olvidar momentáneamente sus penas. Eran de aquellas familias que admiraba su padre sin saber por qué; procedían de lo que llamaban al otro lado del mar «
la madre patria», todas excelentísimas y altísimas para la buena doña Chicha, y emparentadas con reyes. No sabía si darles la mano ó doblar una rodilla, como había oído vagamente que es de uso en las cortes. Pero de pronto recordaba sus preocupaciones, y seguía adelante para dirigir sus ruegos á Dios. ¡Ay, que se acordase de ella! ¡Que no olvidase á su lujo por mucho tiempo!...
Ay, her son! . . . All her thoughts, her conjectures, her desires, converged on him and her strong-willed husband. She longed for the men to come to an understanding and put an end to a struggle in which she was the principal victim. Would not God work this miracle? . . . Like an invalid who goes from one sanitarium to another in pursuit of health, she gave up the church on her street to attend the Spanish chapel on the avenue Friedland. Here she considered herself even more among her own. In the midst of the fine and elegant South American ladies who looked as if they had just escaped from a fashion sheet, her eyes sought other women, not so well dressed, fat, with theatrical ermine and antique jewelry. When these high-born dames met each other in the vestibule, they spoke with heavy voices and expressive gestures, emphasizing their words energetically. The daughter of the ranch ventured to salute them because she had subscribed to all their pet charities, and upon seeing her greeting returned, she felt a satisfaction which made her momentarily forget her woes. They belonged to those families which her father had so greatly admired without knowing why. They came from the "mother country," and to the good Chicha were all Excelentisimas or Altisimas, related to kings. She did not know whether to give them her hand or bend the knee, as she had vaguely heard was the custom at court. But soon she recalled her preoccupation and went forward to wrestle in prayer with God. Ay, that he would mercifully remember her! That he would not long forget her son! . . .
Fué la gloria la que se acordó de Julio, estrechándolo en sus brazos de luz. Se vió repentinamente con todos los honores y ventajas de la celebridad. La fama sorprende cautelosamente por los caminos más tortuosos é ignorados. Ni la pintura de almas ni una existencia accidentada llena de amoríos costosos y duelos complicados proporcionaron al joven Desnoyers su renombre. La gloria le tomó por los pies.
It was Glory that remembered Julio, stretching out to him her arms of light, so that he suddenly awoke to find himself surrounded by all the honors and advantages of celebrity. Fame cunningly surprises mankind on the most crooked and unexpected of roads. Neither the painting of souls nor a fitful existence full of extravagant love affairs and complicated duels had brought Desnoyers this renown. It was Glory that put him on his feet.
Un nuevo placer había venido del otro lado de los mares, para felicidad de los humanos. Las gentes se interrogaban en los salones con el tono misterioso de los iniciados que buscan reconocerse: «
¿Sabe usted tanguear?...» El tango se había apoderado del mundo. Era el himno heroico de una humanidad que concentraba de pronto sus aspiraciones en el armónico contoneo de las caderas, midiendo la inteligencia por la agilidad de los pies. Una música incoherente y monótona, de inspiración africana, satisfacía el ideal artístico de una sociedad que no necesitaba de más. El mundo danzaba... danzaba... danzaba. Un baile de negros de Cuba introducido cargan tasajo para las Antillas conquistaba la tierra entera en pocos meses, daba la vuelta á su redondez, saltando victorioso de nación en nación... lo mismo que la Marsellesa. Penetraba hasta en las cortes más ceremoniosas, derrumbando las tradiciones del recato y la etiqueta, como un canto de revolución: la revolución de la frivolidad. El Papa tenía que convertirse en maestro de baile, recomendando la «
furlana» contra el «
tango», ya que todo el mundo cristiano, sin distinción de sectas, se unía en el deseo común de agitar los pies con un frenesí tan incansable como el de los poseídos de la Edad Media.
A new pleasure for the delight of humanity had come from the other side of the seas. People were asking one another in the mysterious tones of the initiated who wish to recognize a familiar spirit, "Do you know how to tango? . . ." The tango had taken possession of the world. It was the heroic hymn of a humanity that was suddenly concentrating its aspirations on the harmonious rhythm of the thigh joints, measuring its intelligence by the agility of its feet. An incoherent and monotonous music of African inspiration was satisfying the artistic ideals of a society that required nothing better. The world was dancing . . . dancing . . . dancing. A negro dance from Cuba introduced into South America by mariners who shipped jerked beef to the Antilles, conquered the entire earth in a few months, completely encircling it, bounding victoriously from nation to nation . . . like the Marseillaise. It was even penetrating into the most ceremonious courts, overturning all traditions of conservation and etiquette like a song of the Revolution—the revolution of frivolity. The Pope even had to become a master of the dance, recommending the "Furlana" instead of the "Tango," since all the Christian world, regardless of sects, was united in the common desire to agitate its feet with the tireless frenzy of the "possessed" of the Middle Ages.
Julio Desnoyers, al encontrar esta danza de su adolescencia, soberana y triunfadora en pleno París, se entregó á ella con la confianza que inspira una amante vieja. ¡Quién le hubiese anunciado, cuando era estudiante y frecuentaba los bailes más abyectos de Buenos Aires, vigilados por la policía, que estaba haciendo el aprendizaje de la gloria!...
Julio Desnoyers, upon meeting this dance of his childhood in full swing in Paris, devoted himself to it with the confidence that an old love inspires. Who could have foretold that when as a student, he was frequenting the lowest dance halls in Buenos Aires, watched by the police, that he was really serving an apprenticeship to Glory? . . .
De cinco á siete, centenares de ojos le siguieron con admiración en los salones de los Campos Elíseos, donde costaba cinco francos una taza de té con derecho á intervenir en la danza sagrada. «
Tiene la línea», decían las damas apreciando su cuerpo esbelto, de mediana estatura y fuertes resortes. Y él, con el chaqué ceñido de talle y abombado de pecho, los pies de femenil pequeñez enfundados en charol y cañas blancas sobre altos tacones, bailaba grave, reflexivo, silencioso, como un matemático en pleno problema, mientras las luces azuleaban las dos cortinas obscuras, apretadas y brillantes de sus guedejas. Las mujeres solicitaban ser presentadas á él, con la dulce esperanza de que sus amigas las envidiasen viéndolas en los brazos del maestro. Las invitaciones llovían sobre Julio. Se abrían á su paso los salones más inaccesibles. Todas las tardes adquiría una docena de amistades. La moda había traído profesores del otro lado del mar, compadritos de los arrabales de Buenos Aires, orgullosos y confusos al verse aclamados lo mismo que un tenor de fama ó un conferencista. Pero sobre estos bailarines de una vulgaridad originaria y que se hacían pagar, triunfaba Julio Desnoyers. Los incidentes de su vida anterior eran comentados por las mujeres como hazañas de galán novelesco.
From five to seven, in the salons of the Champs d′Elysees where it cost five francs for a cup of tea and the privilege of joining in the sacred dance, hundreds of eyes followed him with admiration. "He has the key," said the women, appraising his slender elegance, medium stature, and muscular springs. And he, in abbreviated jacket and expansive shirt bosom, with his small, girlish feet encased in high-heeled patent leathers with white tops, danced gravely, thoughtfully, silently, like a mathematician working out a problem, under the lights that shed bluish tones upon his plastered, glossy locks. Ladies asked to be presented to him in the sweet hope that their friends might envy them when they beheld them in the arms of the master. Invitations simply rained upon Julio. The most exclusive salons were thrown open to him so that every afternoon he made a dozen new acquaintances. The fashion had brought over professors from the other side of the sea, compatriots from the slums of Buenos Aires, haughty and confused at being applauded like famous lecturers or tenors; but Julio triumphed over these vulgarians who danced for money, and the incidents of his former life were considered by the women as deeds of romantic gallantry.
"You are killing yourself," Argensola would say. "You are dancing too much."
La gloria de su amigo representaba nuevas molestias para él. Sus plácidas lecturas ante la estufa se veían ahora interrumpidas diariamente. Imposible leer más de un capítulo. El hombre célebre le apremiaba con sus órdenes para que se marchase á la calle. «
Una nueva lección» decía el parásito. Y cuando estaba solo, numerosas visitas, todas de mujeres, unas preguntonas y agresivas, otras melancólicas, con aire de abandono, venían á interrumpirle en su reflexivo entretenimiento. Una de éstas aterraba con su insistencia á los habitantes del estudio. Era una americana del Norte, de edad problemática, entre los treinta y dos y los cincuenta y nueve años, siempre con faldas cortas, que al sentarse se recogían indiscretas, como movidas por un resorte. Varios bailes con Desnoyers y una visita á la rue de la Pompe representaban para ella sagrados derechos adquiridos, y perseguía al maestro con la desesperación de una creyente abandonada. Julio había escapado al saber que esta beldad, de esbeltez juvenil vista por el dorso, tenía dos nietos. «
Máster Desnoyers ha salido», decía invariablemente Argensola al recibirla. Y la abuela lloraba, prorrumpiendo en amenazas. Quería suicidarse allí mismo, para que su cadáver espantase á las otras mujeres que venían á quitarle lo que consideraba suyo. Ahora era Argensola el que despedía á su compañero cuando deseaba verse solo. «
Creo que la yanqui va á venir», decía con indiferencia. Y el grande hombre huía, valiéndose muchas veces de la escalera de servicio.
The glory of his friend and master was only making more trouble for him. His placid readings before the fire were now subject to daily interruptions. It was impossible to read more than a Chapter. The celebrated man was continually ordering him to betake himself to the street. "A new lesson," sighed the parasite. And when he was alone in the studio numerous callers—all women, some inquisitive and aggressive, others sad, with a deserted air—were constantly interrupting his thoughtful pursuits. One of them terrified the occupants of the studio with her insistence. She was a North American of uncertain age, somewhere between thirty-two and fifty-nine, with short skirts that whenever she sat down, seemed to fly up as if moved by a spring. Various dances with Desnoyers and a visit to the rue de la Pompe she seemed to consider as her sacred rights, and she pursued the master with the desperation of an abandoned zealot. Julio had made good his escape upon learning that this beauty of youthful elegance—when seen from the back—had two grandchildren. "MASTER Desnoyers has gone out," Argensola would invariably say upon receiving her. And, thereupon she would burst into tears and threats, longing to kill herself then and there that her corpse might frighten away those other women who would come to rob her of what she considered her special privilege. Now it was Argensola who sped his companion to the street when he wished to be alone. He had only to remark casually, "I believe that Yankee is coming," and the great man would beat a hasty retreat, oftentimes in his desperate flight availing himself of the back stairs.
En esta época empezó á desarrollarse el suceso más importante de su existencia. La familia Desnoyers iba á unirse con la del senador Lacour. René, el hijo único de éste, había acabado por inspirar á Chichí cierto interés que casi era amor. El personaje deseaba para su descendiente los campos sin límites, los rebaños inmensos, cuya descripción le conmovía como un relato maravilloso y banquetes. Toda celebridad nueva le sugería inmediatamente el plan de un almuerzo. No había personaje de paso en París, viajero polar ó cantante famoso que escapase sin ser exhibido en el comedor de Lacour. El hijo de Desnoyers—en el que apenas se había fijado hasta entonces—le inspiró una simpatía repentina. El senador era un hombre moderno, y no clasificaba la gloria ni distinguía las reputaciones. Le bastaba que un apellido sonase, para aceptarlo con entusiasmo. Al visitarle Julio, lo presentaba con orgullo á sus amigos, faltando poco para que le llamase «
querido maestro». El tango acaparaba todas las conversaciones. Hasta en la Academia se habían ocupado de él, para demostrar elocuentemente que la juventud de la antigua Atenas se divertía con algo semejante... Y Lacour había soñado toda su vida con una república ateniense para su país.
At this time began to develop the most important event in Julio′s existence. The Desnoyers family was to be united with that of Senator Lacour. Rene, his only son, had succeeded in awakening in Chichi a certain interest that was almost love. The dignitary enjoyed thinking of his son allied to the boundless plains and immense herds whose description always affected him like a marvellous tale. He was a widower, but he enjoyed giving at his home famous banquets and parties. Every new celebrity immediately suggested to him the idea of giving a dinner. No illustrious person passing through Paris, polar explorer or famous singer, could escape being exhibited in the dining room of Lacour. The son of Desnoyers—at whom he had scarcely glanced before—now inspired him with sudden interest. The senator was a thoroughly up-to-date man who did not classify glory nor distinguish reputations. It was enough for him that a name should be on everybody′s lips for him to accept it with enthusiasm. When Julio responded to his invitation, he presented him with pride to his friends, and came very near to calling him "dear master." The tango was monopolizing all conversation nowadays. Even in the Academy they were taking it up in order to demonstrate that the youth of ancient Athens had diverted itself in a somewhat similar way. . . . And Lacour had dreamed all his life of an Athenian republic.
El joven Desnoyers conoció en estas reuniones al matrimonio Laurier. El era un ingeniero que poseía una fábrica de motores para automóviles en las inmediaciones de París: un hombre de treinta y cinco años, grande, algo pesado, silencioso, que posaba en torno de su persona una mirada lenta, como si quisiera penetrar más profundamente en los hombres y los objetos. Madama Laurier tenía diez años menos que su marido, y parecía despegarse de él por la fuerza de un rudo contraste. Era de carácter ligero, elegante, frívola, y amaba la vida por los placeres y satisfacciones que proporciona. Parecía aceptar con sonriente conformidad la adoración silenciosa y grave de su esposo. No podía hacer menos por una criatura de sus méritos. Además, había aportado al matrimonio una dote de trescientos mil francos, capital que sirvió al ingeniero para ensanchar sus negocios. El senador había intervenido en el arreglo de esta sociedad matrimonial. Laurier le interesaba por ser hijo de un compañero de su juventud.
At these reunions, Desnoyers became acquainted with the Lauriers. He was an engineer who owned a motor-factory for automobiles in the outskirts of Paris—a man about thirty-five, tall, rather heavy and silent, with a deliberate air as though he wished to see deeply into men and things. She was of a light, frivolous character, loving life for the satisfactions and pleasures which it brought her, appearing to accept with smiling conformity the silent and grave adoration of her husband. She could not well do less with a man of his merits. Besides, she had brought to the marriage a dowry of three hundred thousand francs, a capital which had enabled the engineer to enlarge his business. The senator had been instrumental in arranging this marriage. He was interested in Laurier because he was the son of an old friend.
La presencia de Julio fué para Margarita Laurier un rayo de sol en el aburrido salón de Lacour. Ella bailaba la danza de moda, frecuentando los «
té-tango» donde era admirado Desnoyers. ¡Verse de pronto al lado de este hombre célebre é interesante que se disputaban las mujeres!... Para que no la creyese una burguesa igual á las otras contertulias del senador, habló de sus costureros, todos de la rue de la Paix, declarando gravemente que una mujer que se respeta no puede salir á la calle con un vestido de menos de ochocientos francos, y que el sombrero de mil, objeto de asombro hace pocos años, era ahora una vulgaridad.
Upon Marguerite Laurier the presence of Julio flashed like a ray of sunlight in the tiresome salon of Lacour. She was dancing the fad of the hour and frequenting the tango teas where reigned the adored Desnoyers. And to think that she was being entertained with this celebrated and interesting man that the other women were raving about! . . . In order that he might not take her for a mere middle-class woman like the other guests at the senator′s party, she spoke of her modistes, all from the rue de la Paix, declaring gravely that no woman who had any self-respect could possibly walk through the streets wearing a gown costing less than eight hundred francs, and that the hat of a thousand francs—but a few years ago, an astonishing novelty—was nowadays a very ordinary affair.
Este conocimiento sirvió para que «
la pequeña Laurier»—como la llamaban las amigas, á pesar de su buena estatura—se viese buscada por el maestro en los bailes, saliendo á danzar con él entre miradas de despecho y envidia. ¡Qué triunfo para la esposa de un simple ingeniero, que iba á todas partes en el automóvil de su madre!... Julio sintió al principio la atracción de la novedad. La había creído igual á todas las que languidecían en sus brazos siguiendo el ritmo complicado de la danza. Después la encontró distinta. Las resistencias de ella á continuación de las primeras intimidades verbales exaltaron su deseo. En realidad, nunca había tratado á una mujer de su clase. Las de su primera época eran parroquianas de los restoranes nocturnos, que acababan por hacerse pagar. Ahora, la celebridad traía á sus brazos damas de alta posición, pero con un pasado inconfesable, ansiosas de novedades y excesivamente maduras. Esta burguesa que marchaba hacia él y en el momento del abandono retrocedía con bruscos renacimientos de pudor representaba algo extraordinario.
This acquaintanceship made the "little Laurier," as her friends called her notwithstanding her tallness, much sought by the master of the dance, in spite of the looks of wrath and envy hurled at her by the others. What a triumph for the wife of a simple engineer who was used to going everywhere in her mother′s automobile! . . . Julio at first had supposed her like all the others who were languishing in his arms, following the rhythmic complications of the dance, but he soon found that she was very different. Her coquetry after the first confidential words, but increased his admiration. He really had never before been thrown with a woman of her class. Those of his first social period were the habituees of the night restaurants paid for their witchery. Now Glory was tossing into his arms ladies of high position but with an unconfessable past, anxious for novelties although exceedingly mature. This middle class woman who would advance so confidently toward him and then retreat with such capricious outbursts of modesty, was a new type for him.
Los salones de tango experimentaron una gran pérdida. Desnoyers se dejó ver con menos frecuencia, abandonando su gloria á los profesionales. Transcurrían semanas enteras sin que las devotas pudiesen admirar de cinco á siete sus crenchas negras y sus piececitos charolados brillando bajo las luces al compás de graciosos movimientos.
The tango salons soon began to suffer a great loss. Desnoyers was permitting himself to be seen there with less frequency, handing Glory over to the professionals. Sometimes entire weeks slipped by without the five-to-seven devotees being able to admire his black locks and his tiny patent leathers twinkling under the lights in time with his graceful movements.
Margarita Laurier también huyó de estos lugares. Las entrevistas de los dos se desarrollaron con arreglo á lo que ella había leído en las novelas amorosas que tienen por escenario á París. Iba en busca de Julio temiendo ser reconocida, trémula de emoción, escogiendo los trajes más sombríos, cubriéndose el rostro con un velo tupido, «
el velo de adulterio», como decían sus amigas. Se daban cita en los squares de barrio menos frecuentados, cambiando de lugar como los pájaros miedosos, que á la más leve inquietud levantan el vuelo para ir á posarse á gran distancia. Unas veces se juntaban en las Buttes Chaumont, otras preferían los jardines de la orilla izquierda del Sena, el Luxemburgo y hasta el remoto Parque de Montsouris. Ella sentía escalofríos de terror al pensar que su marido podía sorprenderla, mientras el laborioso ingeniero estaba en la fábrica, á una distancia enorme de la realidad. Su aspecto azorado, sus excesivas precauciones para deslizarse inadvertida, acababan por llamar la atención de los transeuntes.
Marguerite was also avoiding these places. The meetings of the two were taking place in accordance with what she had read in the love stories of Paris. She was going in search of Julio, fearing to be recognized, tremulous with emotion, selecting her most inconspicuous suit, and covering her face with a close veil—"the veil of adultery," as her friends called it. They had their trysts in the least-frequented squares of the district, frequently changing the places, like timid birds that at the slightest disturbance fly to perch a little further away. Sometimes they would meet in the Buttes Chaumont, at others they preferred the gardens on the left bank of the Seine, the Luxembourg, and even the distant Parc de Montsouris. She was always in tremors of terror lest her husband might surprise them, although she well knew that the industrious engineer was in his factory a great distance away. Her agitated aspect, her excessive precautions in order to slip by unseen, only served to attract the attention of the passers-by. Although Julio was waxing impatient with the annoyance of this wandering love affair which only amounted to a few fugitive kisses, he finally held his peace, dominated by Marguerite′s pleadings.
Julio se impacientó con las molestias de este amor errante, sin otro resultado que algunos besos furtivos. Pero callaba al fin, dominado por las palabras suplicantes de Margarita. No quería ser suya como una de tantas: necesitaba convencerse de que este amor iba á durar siempre. Era su primera falta y deseaba que fuese la última. ¡Ay! ¡Su reputación intacta hasta entonces!... ¡El miedo á lo que podía decir la gente!... Los dos retrocedieron hasta la adolescencia; se amaron con la pasión confiada y pueril de los quince años, que nunca habían conocido. Julio había saltado de la niñez á los placeres del libertinaje, recorriendo de un golpe toda la iniciación de la vida. Ella había deseado el matrimonio por hacer como las demás, por adquirir el respeto y la libertad de una mujer casada, sintiendo únicamente hacia su esposo un vago agradecimiento. «
Terminamos por donde otros empiezan», decía Desnoyers.
She did not wish merely to be one in the procession of his sweethearts; it was necessary to convince herself first that this love was going to last forever. It was her first slip and she wanted it to be the last. Ay, her former spotless reputation! . . . What would people say! . . . The two returned to their adolescent period, loving each other as they had never loved before, with the confident and childish passion of fifteen-year-olds. Julio had leaped from childhood to libertinism, taking his initiation into life at a single bound. She had desired marriage in order to acquire the respect and liberty of a married woman, but feeling towards her husband only a vague gratitude. "We end where others begin," she had said to Desnoyers.
Su pasión tomaba todas las formas de un amor intenso, creyente y vulgar. Se enternecían con un sentimentalismo de romanza al estrecharse las manos y cambiar un beso en un banco de jardín á la hora del crepúsculo. El guardaba un mechón de pelo de Margarita, aunque dudando de su autenticidad, con la vaga sospecha de que bien podía ser de los añadidos impuestos por la moda. Ella abandonaba su cabeza en uno de sus hombros, se apelotonaba, como si implorase su dominación; pero siempre al aire libre. Apenas intentaba carruaje, madama le repelía vigorosamente. Una dualidad contradictoria parecía inspirar sus actos. Todas las mañanas despertaba dispuesta al vencimiento final. Pero luego, al verse junto á él, reaparecía la pequeña burguesa, celosa de su reputación, fiel á las enseñanzas de su madre.
Their passion took the form of an intense, reciprocal and vulgar love. They felt a romantic sentimentality in clasping hands or exchanging kisses on a garden bench in the twilight. He was treasuring a ringlet of Marguerite′s—although he doubted its genuineness, with a vague suspicion that it might be one of the latest wisps of fashion. She would cuddle down with her head on his shoulder, as though imploring his protection, although always in the open air. If Julio ever attempted greater intimacy in a carriage, madame would repel him most vigorously. A contradictory duality appeared to inspire her actions. Every morning, on awaking, she would decide to yield, but then when near him, her middle-class respectability, jealous of its reputation, kept her faithful to her mother′s teachings.
Un día accedió á visitar el estudio, con el interés que inspiran los lugares habitados por la persona amada. «
Júrame que me respetarás.» El tenía el juramento fácil, y juró por todo lo que Margarita quiso... Y desde este día ya no se vieron en los jardines ni vagaron perseguidos por el viento del invierno. Se quedaron en el estudio, y Argensola tuvo que modificar su existencia, buscando la estufa de algún pintor amigo para continuar sus lecturas.
One day she agreed to visit his studio with the interest that the haunts of the loved one always inspires. "Promise that you will not take advantage of me." He readily promised, swearing that everything should be as Marguerite wished. . . . But from that day they were no longer seen in the gardens, nor wandering around persecuted by the winter winds. They preferred the studio, and Argensola had to rearrange his existence, seeking the stove of another artist friend, in order to continue his reading.
Esta situación se prolongó dos meses. No supieron nunca qué fuerza secreta derrumbó de pronto su tranquila felicidad. Tal vez fué una amiga de ella, que, adivinando los hechos, los hizo saber al marido por medio de un anónimo; tal vez se delató la misma esposa inconscientemente, con sus alegrías inexplicables, sus regresos tardíos á la casa, cuando la comida estaba ya en la mesa, y la repentina aversión que mostraba al ingeniero en las horas de intimidad matrimonial, para mantenerse fiel al recuerdo del otro. El compartirse entre el compañero legal y el hombre amado era un tormento que no podía soportar su entusiasmo simple y vehemente.
This state of things lasted two months. They never knew what secret force suddenly disturbed their tranquility. Perhaps one of her friends, guessing at the truth, had told the husband anonymously. Perhaps it was she herself unconsciously, with her inexpressible happiness, her tardy returns home when dinner was already served, and the sudden aversion which she showed toward the engineer in their hours alone, trying to keep her heart faithful to her lover. To divide her interest between her legal companion and the man she loved was a torment that her simple and vehement enthusiasm could not tolerate.
Cuando trotaba una noche por la rue de la Pompe mirando su reloj y temblando de impaciencia al no encontrar un automóvil ó un simple fiacre, le cortó el paso un hombre... ¡Esteban Laurier! Aún se estremecía de miedo al recordar esta hora trágica. Por un momento creyó que iba á matarla. Los hombres serios, tímidos y sumisos son terribles en sus explosiones de cólera. El marido lo sabía todo. Con la misma paciencia que empleaba en la solución de sus problemas industriales, la había estudiado día tras día, sin que pudiese adivinar esta vigilancia en su rostro impasible. Luego la había seguido, hasta adquirir la completa evidencia de su infortunio.
While she was hurrying one night through the rue de la Pompe, looking at her watch and trembling with impatience at not finding an automobile or even a cab, a man stood in front of her. . . . Etienne Laurier! She always shuddered with fear on recalling that hour. For a moment she believed that he was going to kill her. Serious men, quiet and diffident, are most terrible in their explosions of wrath. Her husband knew everything. With the same patience that he employed in solving his industrial problems, he had been studying her day by day, without her ever suspecting the watchfulness behind that impassive countenance. Then he had followed her in order to complete the evidence of his misfortune.
Margarita no se lo había imaginado nunca tan vulgar y ruidoso en sus pasiones. Esperaba que aceptase los hechos fríamente, con un ligero tinte de ironía filosófica, como lo hacen los hombres verdaderamente distinguidos, como lo habían hecho los maridos de muchas de sus amigas. Pero el pobre ingeniero, que más allá de su trabajo sólo veía á su esposa, amándola como mujer y admirándola como un ser delicado y superior, resumen de todas las gracias y elegancias, no podía resignarse, y gritó y amenazó sin recato alguno, haciendo que el escándalo se esparciese por todo el círculo de sus amistades. El senador experimentaba una gran molestia al recordar que era en su respetable vivienda donde se habían conocido los culpables. Pero su cólera la dirigió contra el esposo. ¡Qué falta de saber vivir!... Las mujeres son las mujeres, y todo tiene arreglo. Pero después de las imprudencias de este energúmeno no era posible una solución elegante, y había que entablar el divorcio.
Marguerite had never supposed that he could be so common and noisy in his anger. She had expected that he would accept the facts coldly with that slight tinge of philosophical irony usually shown by distinguished men, as the husbands of her friends had done. But the poor engineer who, outside of his work, saw only his wife, loving her as a woman, and adoring her as a dainty and superior being, a model of grace and elegance, could not endure the thought of her downfall, and cried and threatened without reserve, so that the scandal became known throughout their entire circle of friends. The senator felt greatly annoyed in remembering that it was in his exclusive home that the guilty ones had become acquainted; but his displeasure was visited upon the husband. What lack of good taste! . . . Women will be women, and everything is capable of adjustment. But before the imprudent outbursts of this frantic devil no elegant solution was possible, and there was now nothing to do but to begin divorce proceedings.
El viejo Desnoyers se irritó al conocer la última hazaña de su hijo. Laurier le inspiraba un gran afecto. La solidaridad instintiva que existe entre los hombres de trabajo, pacientes y silenciosos, les había hecho buscarse. En las tertulias del senador pedía noticias al ingeniero de la marcha de sus negocios, interesándose por el desarrollo de aquella fábrica, de la que hablaba con ternuras de padre. El millonario, que gozaba fama de avariento, había llegado á ofrecerle un apoyo desinteresado, por si algún día necesitaba ensanchar su acción laboriosa. ¡Y á este hombre bueno venía á robarle la felicidad su hijo, un bailarín frívolo é inútil!...
Desnoyers, senior, was very indignant upon learning of this last escapade of his son. He had always had a great liking for Laurier. That instinctive bond which exists between men of industry, patient and silent, had made them very congenial. At the senator′s receptions he had always talked with the engineer about the progress of his business, interesting himself in the development of that factory of which he always spoke with the affection of a father. The millionaire, in spite of his reputation for miserliness, had even volunteered his disinterested support if at any time it should become necessary to enlarge the plant. And it was this good man′s happiness that his son, a frivolous and useless dancer, was going to steal! . . .
Laurier, en los primeros momentos, habló de batirse. Su cólera fué la del caballo de labor que rompe los tirantes de la máquina de trabajo, eriza su pelaje con relinchos de locura y muerde. El padre se indignó ante su determinación... ¡Un escándalo más! Julio había dedicado la mejor parte de su existencia al manejo de las armas.
At first Laurier spoke of a duel. His wrath was that of a work horse who breaks the tight reins of his laboring outfit, tosses his mane, neighs wildly and bites. The father was greatly distressed at the possibility of such an outcome. . . . One scandal more! Julio had dedicated the greater part of his existence to the handling of arms.
—Lo matará—decía el senador—. Estoy seguro de que lo matará. Es la lógica de la vida: el inútil mata siempre al que sirve para algo.
"He will kill the poor man!" he said to the senator. "I am sure that he will kill him. It is the logic of life; the good-for-nothing always kill those who amount to anything."
Pero no hubo muerte alguna. El padre de la República supo manejar á unos y á otros con la misma habilidad que mostraba en los pasillos del Senado al surgir una crisis ministerial. Se acalló el escándalo. Margarita fué á vivir con su madre, y empezaron las primeras gestiones para el divorcio.
But there was no killing. The Father of the Republic knew how to handle the clashing parties, with the same skill that he always employed in the corridors of the Senate during a ministerial crisis. The scandal was hushed up. Marguerite went to live with her mother and took the first steps for a divorce.
Algunas tardes, cuando en el reloj del estudio daban las siete, ella había dicho tristemente, entre los desperezos de su cansancio amoroso:
Some evenings, when the studio clock was striking seven, she would yawn and say sadly:
—Marcharme... Marcharme cuando ésta es mi verdadera casa... ¡Ay, por qué no somos casados!...
"I must go. . . . I have to go, although this is my true home. . . . Ah, what a pity that we are not married!"
Y él, que sentía florecer en su alma todo un jardín de virtudes burguesas ignoradas hasta entonces, repetía convencido:
And he, feeling a whole garden of bourgeois virtues, hitherto ignored, bursting into bloom, repeated in a tone of conviction:
—Es verdad, ¡por qué no somos casados!
"That′s so; why are we not married!"
Sus deseos podían realizarse. El marido les facilitaba el paso con su inesperada intervención. Y el joven Desnoyers se marchó á América para reunir dinero y casarse con Margarita.
Their wishes could be realized. The husband was facilitating the step by his unexpected intervention. So young Desnoyers set forth for South America in order to raise the money and marry Marguerite.
IV
El primo de Berlín4>
-I- Chapter IV
THE COUSIN FROM BERLIN
El estudio de Julio Desnoyers ocupaba el último piso sobre la calle. El ascensor y la escalera principal terminaban ante su puerta. A sus espaldas, dos pequeños departamentos recibían la luz de un patio interior, teniendo como único medio de comunicación la escalera de servicio, que ascendía hasta las buhardillas.
The studio of Julio Desnoyers was on the top floor, both the stairway and the elevator stopping before his door. The two tiny apartments at the back were lighted by an interior court, their only means of communication being the service stairway which went on up to the garrets.
Argensola, al quedarse en el estudio durante el viaje de su compañero, había buscado la amistad de estos vecinos de piso. La más grande de las habitaciones se hallaba desocupada durante el día. Sus dueños sólo volvían después de comer en el restorán. Era un matrimonio de empleados, que únicamente permanecía en casa los días festivos. El hombre, vigoroso y de aspecto marcial, prestaba servicio de inspector en un gran almacén. Había sido militar en África, ostentaba una condecoración y tenía el grado de subteniente en el ejército de reserva. Ella era una rubia, abultada y algo anémica, de ojos claros y gesto sentimental. En los días de fiesta pasaba largas horas ante el piano, evocando sus recuerdos musicales, siempre los mismos. Otras veces la veía Argensola por una ventana interior trabajando en la cocina, ayudada por su compañero, riendo los dos de sus torpezas é inexperiencias al improvisar la comida del domingo.
While his comrade was away, Argensola had made the acquaintance of those in the neighboring lodgings. The largest of the apartments was empty during the day, its occupants not returning till after they had taken their evening meal in a restaurant. As both husband and wife were employed outside, they could not remain at home except on holidays. The man, vigorous and of a martial aspect, was superintendent in a big department store. . . . He had been a soldier in Africa, wore a military decoration, and had the rank of sub-lieutenant in the Reserves. She was a blonde, heavy and rather anaemic, with bright eyes and a sentimental expression. On holidays she spent long hours at the piano, playing musical reveries, always the same. At other times Argensola saw her through the interior window working in the kitchen aided by her companion, the two laughing over their clumsiness and inexperience in preparing the Sunday dinner.
La portera tenía á esta mujer por alemana, pero ella hacía constar su condición de suiza. Desempeñaba el empleo de cajera en un almacén que no era el de su compañero. Por las mañanas salían juntos, para separarse en la plaza de la Estrella, siguiendo cada uno distinta dirección. A las siete de la tarde se saludaban con un beso en plena calle, como enamorados que se encuentran por primera vez, y luego de su comida volvían al nido de la rue de la Pompe. Argensola se vió rechazado, en todos sus intentos de amistad, por el egoísmo de esta pareja. Le contestaban con una cortesía glacial: vivían únicamente para ellos.
The concierge thought that this woman was a German, but she herself said that she was Swiss. She was a cashier in a shop—not the one in which her husband was employed. In the mornings they left home together, separating in the Place d′Etoile. At seven in the evening they met here, greeting each other with a kiss, like lovers who meet for the first time; and then after supper, they returned to their nest in the rue de la Pompe. All Argensola′s attempts at friendliness with these neighbors were repulsed because of their self-centredness. They responded with freezing courtesy; they lived only for themselves.
El otro departamento, compuesto de dos piezas, estaba ocupado por un hombre solo. Era un ruso ó polaco, que volvía casi siempre con paquetes de libros y pasaba largas horas escribiendo junto á una ventana del patio. El español le tuvo desde el primer momento por un hombre misterioso que ocultaba tal vez enormes méritos: un verdadero personaje de novela. Le impresionaba el aspecto exótico de Tchernoff: su barba revuelta, sus melenas aceitosas, sus gafas sobre una nariz amplia que parecía deformada por un puñetazo. Como un nimbo invisible le circundaba cierto hedor compuesto de vino barato y emanaciones de ropas trasudadas; Argensola lo percibía á través de la puerta de servicio: «
El amigo Tchernoff que vuelve.» Y salía á la escalera interior para hablar con su vecino. Este defendió por mucho tiempo el acceso á su vivienda. El español llegó á creer que se dedicaba á la alquimia y otras operaciones misteriosas. Cuando al fin pudo entrar, vió libros, muchos libros, libros por todas partes, esparcidos en el suelo, alineados sobre tablas, apilados en los rincones, invadiendo sillas desvencijadas, mesas viejas, y una cama que sólo era rehecha de tarde en tarde, cuando el dueño, alarmado por la creciente invasión de polvo y telarañas, reclamaba el auxilio de una amiga de la portera.
The other apartment of two rooms was occupied by a single man. He was a Russian or Pole who almost always returned with a package of books, and passed many hours writing near the patio window. From the very first the Spaniard took him to be a mysterious man, probably a very distinguished one—a true hero of a novel. The foreign appearance of this Tchernoff made a great impression upon him—his dishevelled beard, and oily locks, his spectacles upon a large nose that seemed deformed by a dagger-thrust. There emanated from him, like an invisible nimbus, an odor of cheap wine and soiled clothing. When Argensola caught a glimpse of him through the service door he would say to himself, "Ah, Friend Tchernoff is returning," and thereupon he would saunter out to the stairway in order to have a chat with his neighbor. For a long time the stranger discouraged all approach to his quarters, which fact led the Spaniard to infer that he devoted himself to alchemy and kindred mysteries. When he finally was allowed to enter he saw only books, many books, books everywhere—scattered on the floor, heaped upon benches, piled in corners, overflowing on to broken-down chairs, old tables, and a bed that was only made up now and then when the owner, alarmed by the increasing invasion of dust and cobwebs, was obliged to call in the aid of his friend, the concierge.
Argensola reconoció al fin con cierto desencanto que no había nada misterioso en la vida de este hombre. Lo que escribía junto á la ventana eran traducciones: unas hechas de encargo, otras voluntariamente para los periódicos socialistas. Lo único asombroso en él era la cantidad de idiomas que conocía.
Argensola finally realized, not without a certain disenchantment, that there was nothing mysterious in the life of the man. What he was writing near the window were merely translations, some of them ordered, others volunteer work for the socialist periodicals. The only marvellous thing about him was the quantity of languages that he knew.
—Todos los sabe—dijo á Desnoyers al describirle este vecino—. Le basta oir uno nuevo, para dominarlo á los pocos días. Posee la clave, el secreto de las lenguas vivas y muertas. Habla el castellano como nosotros y no ha estado jamás en un país de habla española.
"He knows them all," said the Spaniard, when describing their neighbor to Desnoyers. "He has only to hear of a new one to master it. He holds the key, the secret of all languages, living or dead. He speaks Castilian as well as we do, and yet he has never been in a Spanish-speaking country."
La sensación del misterio volvió á experimentarla Argensola al leer los títulos de muchos de los volúmenes amontonados. Eran libros antiguos en su mayor parte, muchos de ellos en idiomas que él no podía descifrar, recolectados á precios bajos en librerías de lance y en las cajas de los bouquinistes instaladas sobre los parapetos del Sena. Sólo aquel hombre, que tenía «
la clave de las lenguas», podía adquirir tales volúmenes. Una atmósfera de misticismo, de iniciaciones sobrehumanas, de secretos intactos á través de los siglos, parecía desprenderse de estos montones de volúmenes polvorientos, algunos con las hojas roídas. Y confundidos con los libros vetustos aparecían otros de cubierta flamante y roja, cuadernos de propaganda socialista, folletos en todos los idiomas de Europa, y periódicos, muchos periódicos, con títulos que evocaban la revolución.
Argensola again felt a thrill of mystery upon reading the titles of many of the volumes. The majority were old books, many of them in languages that he was not able to decipher, picked up for a song at second-hand shops or on the book stands installed upon the parapets of the Seine. Only a man holding the key of tongues could get together such volumes. An atmosphere of mysticism, of superhuman insight, of secrets intact for many centuries appeared to emanate from these heaps of dusty volumes with worm-eaten leaves. And mixed with these ancient tomes were others red and conspicuous, pamphlets of socialistic propaganda, leaflets in all the languages of Europe and periodicals—many periodicals, with revolutionary titles.
Tchernoff no parecía gustar de visitas y conversaciones. Sonreía enigmáticamente á través de su barba de ogro, ahorrando palabras para terminar pronto la entrevista. Pero Argensola poseía el medio de vencer á este personaje huraño. Le bastaba guiñar un ojo con expresiva invitación. «
¿Vamos?» Y se instalaban los dos en un diván de Desnoyers ó en la cocina del estudio, frente á una botella procedente de la avenida Víctor Hugo. Los vinos preciosos de don Marcelo enternecían al ruso, haciéndolo más comunicativo. Pero aun valiéndose de este auxilio, el español sabía poca cosa de su existencia. Algunas veces nombraba á Jaurés y á otros oradores socialistas. Su medio de vida más seguro era traducir para los periódicos del partido. En varias ocasiones se le escapó el nombre de Siberia, declarando que había estado allá mucho tiempo. Pero no quería hablar del lejano país visitado contra su voluntad. Sonreía modestamente, sin prestarse á mayores revelaciones.
Tchernoff did not appear to enjoy visits and conversation. He would smile enigmatically into his black beard, and was very sparing with his words so as to shorten the interview. But Argensola possessed the means of winning over this sullen personage. It was only necessary for him to wink one eye with the expressive invitation, "Do we go?" and the two would soon be settled on a bench in the kitchen of Desnoyers′ studio, opposite a bottle which had come from the avenue Victor Hugo. The costly wines of Don Marcelo made the Russian more communicative, although, in spite of this aid, the Spaniard learned little of his neighbor′s real existence. Sometimes he would mention Jaures and other socialistic orators. His surest means of existence was the translation of periodicals or party papers. On various occasions the name of Siberia escaped from his lips, and he admitted that he had been there a long time; but he did not care to talk about a country visited against his will. He would merely smile modestly, showing plainly that he did not wish to make any further revelations.
Al día siguiente de la llegada de Julio Desnoyers estaba Argensola, por la mañana, hablando con Tchernoff en el rellano de la escalera de servicio, cuando sonó el timbre de la puerta del estudio que comunicaba con la escalera principal. Una gran contrariedad. El ruso, que conocía á los políticos avanzados, le estaba dando cuenta de las gestiones realizadas por Jaurés para mantener la paz. Aún había muchos que sentían esperanzas. El, Tchernoff, comentaba estas ilusiones con su sonrisa de esfinge achatada. Tenía sus motivos para dudar... Pero sonó el timbre otra vez, y el español corrió á abrir, abandonando á su amigo.
The morning after the return of Julio Desnoyers, while Argensola was talking on the stairway with Tchernoff, the bell rang. How annoying! The Russian, who was well up in advanced politics, was just explaining the plans advanced by Jaures. There were still many who hoped that war might be averted. He had his motives for doubting it. . . . He, Tchernoff, was commenting on these illusions with the smile of a flat-nosed sphinx when the bell rang for a second time, so that Argensola was obliged to break away from his interesting friend, and run to open the main door.
Un señor deseaba ver á Julio. Hablaba el francés correctamente, pero su acento fué una revelación para Argensola. Al entrar en el dormitorio en busca de su compañero, que acababa de levantarse, dijo con seguridad:
A gentleman wished to see Julio. He spoke very correct French, though his accent was a revelation for Argensola. Upon going into the bedroom in search of his master, who was just arising, he said confidently,
—Es tu primo de Berlín que viene á despedirse. No puede ser otro.
"It′s the cousin from Berlin who has come to say good-bye. It could not be anyone else."
Los tres hombres se juntaron en el estudio. Desnoyers presentó á su camarada, para que el recién llegado no se equivocase acerca de su condición social.
When the three came together in the studio, Desnoyers presented his comrade, in order that the visitor might not make any mistake in regard to his social status.
—He oído hablar de él. El señor es Argensola, un joven de grandes méritos.
"I have heard him spoken of. The gentleman is Argensola, a very deserving youth."
Y el doctor Julius von Hartrott dijo esto con la suficiencia de un hombre que lo sabe todo y desea agradar á un inferior, concediéndole la limosna de su atención.
Doctor Julius von Hartrott said this with the self-sufficiency of a man who knows everything and wishes to be agreeable to an inferior, conceding him the alms of his attention.
Los dos primos se contemplaron con una curiosidad no exenta de recelo. Les ligaba un parentesco íntimo, pero se conocían muy poco, presintiendo mutuamente una completa divergencia de opiniones y gustos.
The two cousins confronted each other with a curiosity not altogether free from distrust. Although closely related, they knew each other very slightly, tacitly admitting complete divergence in opinions and tastes.
Al examinar Argensola á este sabio, le encontró cierto aspecto de oficial vestido de paisano. Se notaba en su persona un deseo de imitar á las gentes de espada cuando de tarde en tarde adoptan el hábito civil; la aspiración de todo burgués alemán á que lo confundan con los de clase superior. Sus pantalones eran estrechos, como si estuvieran destinados á enfundarse en botas de montar. La chaqueta, con dos filas de botones, tenía el talle recogido, amplio y largo el faldón y muy subidas las solapas, imitando vagamente una levita de militar. El bigote rojizo sobre una mandíbula fuerte y el pelo cortado á rape completaban esta simulación guerrera. Pero sus ojos, unos ojos de estudio, con la pupila mate, grandes, asombrados y miopes, se refugiaban detrás de unas gafas de gruesos cristales, dándole un aspecto de hombre pacífico.
After slowly examining the Sage, Argensola came to the conclusion that he looked like an officer dressed as a civilian. He noticed in his person an effort to imitate the soldierly when occasionally discarding uniform—the ambition of every German burgher wishing to be taken for the superior class. His trousers were narrow, as though intended to be tucked into cavalry boots. His coat with two rows of buttons had the contracted waist with very full skirt and upstanding lapels, suggesting vaguely a military great coat. The reddish moustachios, strong jaw and shaved head completed his would-be martial appearance; but his eyes, large, dark-circled and near-sighted, were the eyes of a student taking refuge behind great thick glasses which gave him the aspect of a man of peace.
Desnoyers sabía de él que era profesor auxiliar de Universidad, que había publicado algunos volúmenes, gruesos y pesados como ladrillos, y figuraba entre los colaboradores de un «
Seminario histórico», asociación para la rebusca de documentos, dirigida por un historiador famoso. En una solapa ostentaba la roseta de una Orden extranjera.
Desnoyers knew that he was an assistant professor of the University, that he had published a few volumes, fat and heavy as bricks, and that he was a member of an academic society collaborating in documentary research directed by a famous historian. In his lapel he was wearing the badge of a foreign order.
Su respeto por el sabio de la familia iba acompañado de cierto menosprecio. El y su hermana Chichí habían sentido desde pequeños una hostilidad instintiva hacia los primos de Berlín. Le molestaba además ver citado por su familia como ejemplo digno de imitación á este pedante, que sólo conocía la vida á través de los libros y pasaba su existencia averiguando lo que habían hecho los hombres en otras épocas, para sacar consecuencias con arreglo á sus opiniones de alemán. Julio tenía gran facilidad para la admiración y reverenciaba á todos los escritores cuyos «
argumentos» le había contado Argensola, pero no podía aceptar la grandeza intelectual del ilustre pariente.
Julio′s respect for the learned member of the family was not unmixed with contempt. He and his sister Chichi had from childhood felt an instinctive hostility toward the cousins from Berlin. It annoyed him, too, to have his family everlastingly holding up as a model this pedant who only knew life as it is in books, and passed his existence investigating what men had done in other epochs, in order to draw conclusions in harmony with Germany′s views. While young Desnoyers had great facility for admiration, and reverenced all those whose "arguments" Argensola had doled out to him, he drew the line at accepting the intellectual grandeur of this illustrious relative.
Durante su permanencia en Berlín, una palabra alemana de invención vulgar le había servido para clasificarlo. Los libros de investigación minuciosa y pesada se publicaban á docenas todos los meses. No había profesor que dejase de levantar sobre la base de un simple detalle su volumen enorme, escrito de un modo torpe y confuso. Y la gente, al apreciar á estos autores miopes, incapaces de una visión genial de conjunto, los llamaba Sitzfleisch haben (con mucha carne en las posaderas), aludiendo á las larguísimas asentadas que representaban sus obras. Esto era su primo para él: un Sitzfleisch haben.
During his stay in Berlin, a German word of vulgar invention had enabled him to classify this prig. Heavy books of minute investigation were every month being published by the dozens in the Fatherland. There was not a professor who could resist the temptation of constructing from the simplest detail an enormous volume written in a dull, involved style. The people, therefore, appreciating that these near-sighted authors were incapable of any genial vision of comradeship, called them Sitzfleisch haben, because of the very long sittings which their works represented. That was what this cousin was for him, a mere Sitzfleisch haben.
El doctor von Hartrott, al explicar su visita, habló en español. Se valía de este idioma por haber sido el de la familia durante su niñez y al mismo tiempo por precaución, pues miró en torno repetidas veces, como si temiese ser oído. Venía á despedirse de Julio. Su madre le había hablado de su llegada, y no quería marcharse sin verle. Iba á salir de París dentro de unas horas; las circunstancias eran apremiantes.
Doctor von Hartrott, on explaining his visit, spoke in Spanish. He availed himself of this language used by the family during his childhood, as a precaution, looking around repeatedly as if he feared to be heard. He had come to bid his cousin farewell. His mother had told him of his return, and he had not wished to leave Paris without seeing him. He was leaving in a few hours, since matters were growing more strained.
—Pero ¿tú crees que habrá guerra?—preguntó Desnoyers.
"But do you really believe that there will be war?" asked Desnoyers.
—La guerra será mañana ó pasado. No hay quien la evite. Es un hecho necesario para la salud de la humanidad.
"War will be declared to-morrow or the day after. Nothing can prevent it now. It is necessary for the welfare of humanity."
Se hizo un silencio. Julio y Argensola miraron con asombro á este hombre de aspecto pacífico que acababa de hablar con arrogancia belicosa. Los dos adivinaron que el doctor hacía su visita por la necesidad de comunicar á alguien sus opiniones y sus entusiasmos. Al mismo tiempo, tal vez deseaba conocer lo que ellos pensaban y sabían, como una de tantas manifestaciones de la muchedumbre de París.
Silence followed this speech, Julio and Argensola looking with astonishment at this peaceable-looking man who had just spoken with such martial arrogance. The two suspected that the professor was making this visit in order to give vent to his opinions and enthusiasms. At the same time, perhaps, he was trying to find out what they might think and know, as one of the many viewpoints of the people in Paris.
—Tú no eres francés—añadió dirigiéndose á su primo—; tú has nacido en Argentina, y delante de ti puede decirse la verdad.
"You are not French," he added looking at his cousin. "You were born in Argentina, so before you I may speak the truth."
—¿Y tú no has nacido allá?—preguntó Julio, sonriendo.
"And were you not born there?" asked Julio smiling.
El doctor hizo un movimiento de protesta, como si acabase de oir algo insultante.
The Doctor made a gesture of protest, as though he had just heard something insulting.
—No; yo soy alemán. Nazca donde nazca uno de nosotros, pertenece siempre á la madre Alemania.
"No, I am a German. No matter where a German may be born, he always belongs to his mother country."
Luego continuó, dirigiéndose á Argensola:
Then turning to Argensola
—También el señor es extranjero. Procede de la noble España, que nos debe á nosotros lo mejor que tiene: el culto del honor, el espíritu caballeresco.
—"This gentleman, too, is a foreigner. He comes from noble Spain, which owes to us the best that it has—the worship of honor, the knightly spirit."
El español quiso protestar, pero el sabio no le dejó, añadiendo con tono doctoral:
The Spaniard wished to remonstrate, but the Sage would not permit, adding in an oracular tone:
—Ustedes eran celtas miserables, sumidos en la vileza de una raza inferior y mestizados por el latinismo de Roma, lo que hacía aún más triste su situación. Afortunadamente, fueron conquistados por los godos y otros pueblos de nuestra raza, que les infundieron la dignidad de personas. No olvide usted, joven, que los vándalos fueron los abuelos de los prusianos actuales.
"You were miserable Celts, sunk in the vileness of an inferior and mongrel race whose domination by Rome but made your situation worse. Fortunately you were conquered by the Goths and others of our race who implanted in you a sense of personal dignity. Do not forget, young man, that the Vandals were the ancestors of the Prussians of to-day."
De nuevo intentó hablar Argensola, pero su amigo le hizo un signo para que no interrumpiese al profesor. Este parecía haber olvidado la reserva de poco antes, entusiasmándose con sus propias palabras.
Again Argensola tried to speak, but his friend signed to him not to interrupt the professor who appeared to have forgotten his former reserve and was working up to an enthusiastic pitch with his own words.
—Vamos á presenciar grandes sucesos—continuó—. Dichosos los que hemos nacido en la época presente, la más interesante de la Historia. La humanidad cambia de rumbo en estos momentos. Ahora, empieza la verdadera civilización.
"We are going to witness great events," he continued. "Fortunate are those born in this epoch, the most interesting in history! At this very moment, humanity is changing its course. Now the true civilization begins."
La guerra próxima iba á ser, según él, de una brevedad nunca vista. Alemania se había preparado para realizar el hecho decisivo sin que la vida económica del mundo sufriese una larga perturbación. Un mes le bastaba para aplastar á Francia, el más temible de sus adversarios. Luego marcharía contra Rusia, que, lenta en sus movimientos, no podía oponer una defensa inmediata. Finalmente, atacaría á la orgullosa Inglaterra, aislándola en su archipiélago, para que no estorbase más con su preponderancia el progreso germánico. Esta serie de rápidos golpes y victorias fulminantes sólo necesitaban para desarrollarse el curso de un verano. La caída de las hojas saludaría en el próximo otoño el triunfo definitivo de Alemania.
The war, according to him, was going to be of a brevity hitherto unseen. Germany had been preparing herself to bring about this event without any long, economic world-disturbance. A single month would be enough to crush France, the most to be feared of their adversaries. Then they would march against Russia, who with her slow, clumsy movements could not oppose an immediate defense. Finally they would attack haughty England, so isolated in its archipelago that it could not obstruct the sweep of German progress. This would make a series of rapid blows and overwhelming victories, requiring only a summer in which to play this magnificent role. The fall of the leaves in the following autumn would greet the definite triumph of Germany.
Con la seguridad de un catedrático que no espera ser refutado por sus oyentes, explicó la superioridad de la raza germánica. Los hombres estaban divididos en dos grupos: dolicocéfalos y braquicéfalos, según la conformación de su cráneo. Otra distinción científica los repartía en hombres de cabellos rubios ó de cabellos negros. Los dolicocéfalos representaban pureza de raza, mentalidad superior. Los braquicéfalos eran mestizos, con todos los estigmas de la degeneración. El germano, dolicocéfalo por excelencia, era el único heredero de los primitivos arios. Todos los otros pueblos, especialmente los del Sur de Europa, llamados «
latinos», pertenecían á una humanidad degenerada.
With the assurance of a professor who does not expect his dictum to be refuted by his hearers, he explained the superiority of the German race. All mankind was divided into two groups—dolicephalous and the brachicephalous, according to the shape of the skull. Another scientific classification divided men into the light-haired and dark-haired. The dolicephalous (arched heads) represented purity of race and superior mentality. The brachicephalous (flat heads) were mongrels with all the stigma of degeneration. The German, dolicephalous par excellence, was the only descendant of the primitive Aryans. All the other nations, especially those of the south of Europe called "latins," belonged to a degenerate humanity.
El español no pudo contenerse más. ¡Pero si estas teorías del racismo eran antiguallas en las que no creía ya ninguna persona medianamente ilustrada! ¡Si no existía un pueblo puro, ya que todos ellos tenían, mil mezclas en su sangre después de tanto cruzamiento histórico!... Muchos alemanes presentaban los mismos signos étnicos que el profesor atribuía á las razas inferiores.
The Spaniard could not contain himself any longer. "But no person with any intelligence believes any more in those antique theories of race! What if there no longer existed a people of absolutely pure blood, owing to thousands of admixtures due to historical conquests!" . . . Many Germans bore the identical ethnic marks which the professor was attributing to the inferior races.
—Hay algo de eso—dijo Hartrott—. Pero aunque la raza germánica no sea pura, es la menos impura de todas, y á ella le corresponde el gobierno del mundo.
"There is something in that," admitted Hartrott, "but although the German race may not be perfectly pure, it is the least impure of all races and, therefore, should have dominion over the world."
Su voz tomaba una agudeza irónica y cortante al hablar de los celtas, pobladores de las tierras del Sur. Habían retrasado el progreso de la humanidad, lanzándola por un falso derrotero. El celta es individualista, y por consecuencia, un revolucionario ingobernable que tiende al igualitarismo. Además, es humanitario y hace de la piedad una virtud, defendiendo la existencia de los débiles que no sirven para nada.
His voice took on an ironic and cutting edge when speaking of the Celts, inhabitants of the lands of the South. They had retarded the progress of Humanity, deflecting it in the wrong direction. The Celt is individualistic and consequently an ungovernable revolutionary who tends to socialism. Furthermore, he is a humanitarian and makes a virtue of mercy, defending the existence of the weak who do not amount to anything.
El nobilísimo germano pone por encima de todo el orden y la fuerza. Elegido por la Naturaleza para mandar á las razas eunucas, posee todas las virtudes que distinguen á los jefes. La Revolución francesa había sido simplemente un choque entre germanos y celtas. Los nobles de Francia descendían de los guerreros alemanes instalados en el país después de la invasión llamada de los bárbaros. La burguesía y el pueblo representaban el elemento galo-celta. La raza inferior había vencido á la superior, desorganizando al país y perturbando al mundo. El celtismo era el inventor de la democracia, de la doctrina socialista, de la anarquía. Pero iba á sonar la hora del desquite germánico, y la raza nórtica volvería á restablecer el orden, ya que para esto la había favorecido Dios conservando su indiscutible superioridad.
The illustrious German places above everything else, Method and Power. Elected by Nature to command the impotent races, he possesses all the qualifications that distinguish the superior leader. The French Revolution was merely a clash between Teutons and Celts. The nobility of France were descended from Germanic warriors established in the country after the so-called invasion of the barbarians. The middle and lower classes were the Gallic-Celtic element. The inferior race had conquered the superior, disorganizing the country and perturbing the world. Celtism was the inventor of Democracy, of the doctrines of Socialism and Anarchy. Now the hour of Germanic retaliation was about to strike, and the Northern race would re-establish order, since God had favored it by demonstrating its indisputable superiority.
—Un pueblo—añadió—sólo puede aspirar á grandes destinos si es fundamentalmente germánico. Cuanto menos germánico sea, menor resultará su civilización. Nosotros representamos la aristocracia de la humanidad, «
la sal de la tierra», como dijo nuestro Guillermo.
"A nation," he added, "can aspire to great destinies only when it is fundamentally Teutonic. The less German it is, the less its civilization amounts to. We represent ′the aristocracy of humanity,′ ′the salt of the earth,′ as our William said."
Argensola escuchaba con asombro estas afirmaciones orgullosas. Todos los grandes pueblos habían pasado por la fiebre del imperialismo. Los griegos aspiraban á la hegemonía, por ser los más civilizados y creerse los más aptos para dar la civilización á los otros hombres. Los romanos, al conquistar las tierras, implantaban el derecho y las reglas de la justicia. Los franceses de la Revolución y del Imperio justificaban sus invasiones con el deseo de libertar á los hombres y sembrar nuevas ideas. Hasta los españoles del siglo XVI, al batallar con media Europa por la unidad religiosa y el exterminio de la herejía, trabajaban por un ideal erróneo, obscuro, pero desinteresado.
Argensola was listening with astonishment to this outpouring of conceit. All the great nations had passed through the fever of Imperialism. The Greeks aspired to world-rule because they were the most civilized and believed themselves the most fit to give civilization to the rest of mankind. The Romans, upon conquering countries, implanted law and the rule of justice. The French of the Revolution and the Empire justified their invasions on the plea that they wished to liberate mankind and spread abroad new ideas. Even the Spaniards of the sixteenth century, when battling with half of Europe for religious unity and the extermination of heresy, were working toward their ideals obscure and perhaps erroneous, but disinterested.
Todos se movían en la Historia por algo que consideraban generoso y estaba por encima de sus intereses. Sólo la Alemania de aquel profesor intentaba imponerse al mundo en nombre de la superioridad de su raza, superioridad que nadie le había reconocido, que ella misma se atribuía, dando á sus afirmaciones un barniz de falsa ciencia.
All the nations of history had been struggling for something which they had considered generous and above their own interests. Germany alone, according to this professor, was trying to impose itself upon the world in the name of racial superiority—a superiority that nobody had recognized, that she was arrogating to herself, coating her affirmations with a varnish of false science.
—Hasta ahora, las guerras han sido de soldados—continuó Hartrott—. La que ahora va á empezar será de soldados y de profesores. En su preparación ha tomado la Universidad tanta parte como el Estado Mayor. La ciencia germánica, la primera de todas, está unida para siempre á lo que los revolucionarios latinos llaman desdeñosamente el militarismo. La fuerza, señora del mundo, es la que crea el derecho, la que impondrá nuestra civilización, única verdadera. Nuestros ejércitos son los representantes de nuestra cultura, y en unas cuantas semanas librarán al mundo de su decadencia céltica, rejuveneciéndolo.
"Until now wars have been carried on by the soldiery," continued Hartrott. "That which is now going to begin will be waged by a combination of soldiers and professors. In its preparation the University has taken as much part as the military staff. German science, leader of all sciences, is united forever with what the Latin revolutionists disdainfully term militarism. Force, mistress of the world, is what creates right, that which our truly unique civilization imposes. Our armies are the representatives of our culture, and in a few weeks we shall free the world from its decadence, completely rejuvenating it."
El porvenir inmenso de su raza le hacía expresarse con un entusiasmo lírico. Guillermo I, Bismarck, todos los héroes de las victorias pasadas, le inspiraban veneración, pero hablaba de ellos como de dioses moribundos, cuya hora había pasado. Eran gloriosos abuelos, de pretensiones modestas, que se limitaron á ensanchar las fronteras, á realizar la unidad del Imperio, oponiéndose luego con una prudencia de valetudinarios á todos los atrevimientos de la nueva generación. Sus ambiciones no iban más allá de una hegemonía continental... Pero luego surgía Guillermo II, el héroe complejo que necesitaba el país.
The vision of the immense future of his race was leading him on to expose himself with lyrical enthusiasm. William I, Bismarck, all the heroes of past victories, inspired his veneration, but he spoke of them as dying gods whose hour had passed. They were glorious ancestors of modest pretensions who had confined their activities to enlarging the frontiers, and to establishing the unity of the Empire, afterwards opposing themselves with the prudence of valetudinarians to the daring of the new generation. Their ambitions went no further than a continental hegemony . . . but now William II had leaped into the arena, the complex hero that the country required.
—Mi maestro Lamprecht—dijo Hartrott—ha hecho el retrato de su grandeza. Es la tradición y el porvenir, el orden y la audacia. Tiene la convicción de que representa la monarquía por la gracia de Dios, lo mismo que su abuelo. Pero su inteligencia viva y brillante reconoce y acepta las novedades modernas. Al mismo tiempo que romántico, feudal y sostenedor de los conservadores agrarios, es un hombre del día: busca las soluciones prácticas y muestra un espíritu utilitario, á la americana. En él se equilibran el instinto y la razón.
"Lamprecht, my master, has pictured his greatness. It is tradition and the future, method and audacity. Like his grandfather, the Emperor holds the conviction of what monarchy by the grace of God represents, but his vivid and modern intelligence recognizes and accepts modern conditions. At the same time that he is romantic, feudal and a supporter of the agrarian conservatives, he is also an up-to-date man who seeks practical solutions and shows a utilitarian spirit. In him are correctly balanced instinct and reason."
Alemania, guiada por este héroe, había ido agrupando sus fuerzas y reconociendo su verdadero camino. La Universidad lo aclamaba con más entusiasmo aún que sus ejércitos. ¿Para qué almacenar tanta fuerza de agresión y mantenerla sin empleo?... El imperio del mundo correspondía al pueblo germánico. Los historiadores y filósofos discípulos de Treitschke iban á encargarse de forjar los derechos que justificasen esta dominación mundial. Y Lamprecht, el historiador psicológico, lanzaba, como los otros profesores, el credo de la superioridad absoluta de la raza germánica. Era justo que dominase al mundo, ya que ella sola dispone de la fuerza. Esta «
germanización telúrica» resultaría de inmensos beneficios para los hombres. La tierra iba á ser feliz bajo la dominación de un pueblo nacido para amo. El Estado alemán, potencia «
tentacular», eclipsaría con su gloria á los más ilustres Imperios del pasado y del presente. Gott mit uns (Dios está con nosotros).
Germany, guided by this hero, had, according to Hartrott, been concentrating its strength, and recognizing its true path. The Universities supported him even more unanimously than the army. Why store up so much power and maintain it without employment? . . . The empire of the world belongs to the German people. The historians and philosophers, disciples of Treitschke, were taking it upon themselves to frame the rights that would justify this universal domination. And Lamprecht, the psychological historian, like the other professors, was launching the belief in the absolute superiority of the Germanic race. It was just that it should rule the world, since it only had the power to do so. This "telurian germanization" was to be of immense benefit to mankind. The earth was going to be happy under the dictatorship of a people born for mastery. The German state, "tentacular potency," would eclipse with its glory the most imposing empire of the past and present. Gott mit uns!
—¿Quién podrá negar que, como dice mi maestro, existe un Dios cristiano germánico, el «
Gran Aliado», que se manifiesta á nuestros enemigos los extranjeros como una divinidad fuerte y celosa?...
"Who will be able to deny, as my master says, that there exists a Christian, German God, the ′Great Ally,′ who is showing himself to our enemies, the foreigners, as a strong and jealous divinity?" . . .
Desnoyers escuchaba con asombro á su primo, mirando al mismo tiempo á Argensola. Este, con el movimiento de sus ojos, parecía hablarle. «
Está loco—decía—. Estos alemanes están locos de orgullo.»
Desnoyers was listening to his cousin with astonishment and at the same time looking at Argensola who, with a flutter of his eyes, seemed to be saying to him, "He is mad! These Germans are simply mad with pride."
Mientras tanto, el profesor, incapaz de contener su entusiasmo, seguía exponiendo las grandezas de su raza.
Meanwhile, the professor, unable to curb his enthusiasm, continued expounding the grandeur of his race.
La fe sufre eclipses hasta en los espíritus más superiores. Por esto el kaiser providencial había mostrado inexplicables desfallecimientos. Era demasiado bueno y bondadoso. «
Deliciæ generis humani», como decía el profesor Lasson, también maestro de Hartrott. Pudiendo con su inmenso poderío aniquilarlo todo, se limitaba á mantener la paz. Pero la nación no quería detenerse, y empujaba al conductor que la había puesto en movimiento. Inútil apretar los frenos. «
Quien no avanza, retrocede»: tal era el grito del pangermanismo al emperador. Había que ir adelante, hasta conquistar la tierra entera.
From his viewpoint, the providential Kaiser had shown inexplicable weakenings. He was too good and too kind. "Deliciae generis humani," as had said Professor Lasson, another of Hartrott′s masters. Able to overthrow everything with his annihilating power, the Emperor was limiting himself merely to maintaining peace. But the nation did not wish to stop there, and was pushing its leader until it had him started. It was useless now to put on the brakes. "He who does not advance recedes";—that was the cry of PanGermanism to the Emperor. He must press on in order to conquer the entire world.
—Y la guerra viene—continuó—. Necesitamos las colonias de los demás, ya que Bismarck, por un error de su vejez testaruda, no exigió nada á la hora del reparto mundial, dejando que Inglaterra y Francia se llevasen las mejores tierras. Necesitamos que pertenezcan á Alemania todos los países que tienen sangre germánica y que han sido civilizados por nuestros ascendientes.
"And now war comes," continued the pedant. "We need the colonies of the others, even though Bismarck, through an error of his stubborn old age, exacted nothing at the time of universal distribution, letting England and France get possession of the best lands. We must control all countries that have Germanic blood and have been civilized by our forbears."
Hartrott enumeraba los países. Holanda y Bélgica eran alemanas. Francia lo era también por los francos: una tercera parte de su sangre procedía de los germanos. Italia...—aquí se detenía el profesor, recordando que esta nación era una aliada, poco segura ciertamente, pero unida todavía por los compromisos diplomáticos. Sin embargo, mencionaba á los longobardos y otras razas procedentes del Norte—. España y Portugal habían sido pobladas por el godo rubio, y pertenecían también á la raza germánica. Y como la mayoría de las naciones de América eran de origen hispánico ó portugués, quedaban comprendidas en esta reivindicación.
Hartrott enumerated these countries. Holland and Belgium were German. France, through the Franks, was one-third Teutonic blood. Italy. . . . Here the professor hesitated, recalling the fact that this nation was still an ally, certainly a little insecure, but still united by diplomatic bonds. He mentioned, nevertheless, the Longobards and other races coming from the North. Spain and Portugal had been populated by the ruddy Goth and also belonged to the dominant race. And since the majority of the nations of America were of Spanish and Portuguese origin, they should also be included in this recovery.
—Todavía es prematuro pensar en ellas—añadió el doctor modestamente—, pero algún día sonará la hora de la justicia. Después de nuestro triunfo continental, tiempo tendremos de pensar en su suerte... La América del Norte también debe recibir nuestra influencia civilizadora. Existen en ella millones de alemanes, que han creado su grandeza.
"It is a little premature to think of these last nations just yet," added the Doctor modestly, "but some day the hour of justice will sound. After our continental triumph, we shall have time to think of their fate. . . . North America also should receive our civilizing influence, for there are living millions of Germans who have created its greatness."
Hablaba de las futuras conquistas como si fuesen muestras de distinción con que su país iba á favorecer á los demás pueblos. Estos seguirían viviendo políticamente lo mismo que antes, con sus gobiernos propios, pero sometidos á la dirección de la raza germánica, como menores que necesitan la mano dura de un maestro. Formarían los Estados Unidos mundiales, con un presidente hereditario y todopoderoso, el emperador de Alemania, recibiendo los beneficios de la cultura germánica, trabajando disciplinados bajo su dirección industrial... Pero el mundo es ingrato, y la maldad humana se opone siempre á todos los progresos.
He was talking of the future conquests as though they were marks of distinction with which his country was going to favor other countries. These were to continue living politically the same as before with their individual governments, but subject to the Teutons, like minors requiring the strong hand of a master. They would form the Universal United States, with an hereditary and all-powerful president—the Emperor of Germany—receiving all the benefits of Germanic culture, working disciplined under his industrial direction. . . . But the world is ungrateful, and human badness always opposes itself to progress.
—No nos hacemos ilusiones—dijo el profesor con altiva tristeza—. Nosotros no tenemos amigos. Todos nos miran con recelo, como á seres peligrosos, porque somos los más inteligentes, los más activos, y resultamos superiores á los demás... Pero ya que no nos aman, que nos teman. Como dice mi amigo Mann, la Kultur es la organización espiritual del mundo, pero no excluye «
el salvajismo sangriento» cuando éste resulta necesario. La Kultur sublimiza lo demoniaco que llevamos en nosotros, y está por encima de la moral, la razón y la ciencia. Nosotros impondremos la Kultur á cañonazos.
"We have no illusions," sighed the professor, with lofty sadness. "We have no friends. All look upon us with jealousy, as dangerous beings, because we are the most intelligent, the most active, and have proved ourselves superior to all others. . . . But since they no longer love us, let them fear us! As my friend Mann says, although Kultur is the spiritual organization of the world, it does not exclude bloody savagery when that becomes necessary. Kultur sanctifies the demon within us, and is above morality, reason and science. We are going to impose Kultur by force of the cannon."
Argensola seguía expresando con los ojos su pensamiento: «
Están locos, locos de orgullo... ¡Lo que le espera al mundo con estas gentes!»
Argensola continued, saying with his eyes, "They are crazy, crazy with pride! . . . What can the world expect of such people!"
Desnoyers intervino, para aclarar con un poco de optimismo el monólogo sombrío. La guerra aún no se había declarado: la diplomacia negociaba. Tal vez se arreglase todo pacíficamente en el último instante, como había ocurrido otras veces. Su primo veía las cosas algo desfiguradas, por un entusiasmo agresivo.
Desnoyers here intervened in order to brighten this gloomy monologue with a little optimism. War had not yet been positively declared. The diplomats were still trying to arrange matters. Perhaps it might all turn out peaceably at the last minute, as had so often happened before. His cousin was seeing things entirely distorted by an aggressive enthusiasm.
¡La sonrisa irónica, feroz, cortante del doctor!... Argensola no había conocido al viejo Madariaga, y sin embargo, se le ocurrió que así debían sonreir los tiburones, aunque jamás había visto un tiburón.
Oh, the ironical, ferocious and cutting smile of the Doctor! Argensola had never known old Madariaga, but it, nevertheless, occurred to him that in this fashion sharks must smile, although he, too, had never seen a shark.
—Es la guerra—afirmó Hartrott—. Cuando salí de Alemania, hace quince días, ya sabía yo que la guerra estaba próxima.
"It is war," boomed Hartrott. "When I left Germany, fifteen days ago, I knew that war was inevitable."
La seguridad con que lo dijo disipó todas las esperanzas de Julio. Además, le inquietaba el viaje de este hombre con pretexto de ver á su madre, de la que se había separado poco antes... ¿Qué había venido á hacer en París el doctor Julius von Hartrott?...
The certainty with which he said this dissipated all Julio′s hope. Moreover, this man′s trip, on the pretext of seeing his mother, disquieted him. . . . On what mission had Doctor Julius von Hartrott come to Paris? . . .
—Entonces—preguntó Desnoyers—, ¿para qué tantas entrevistas diplomáticas? ¿Por qué interviene el gobierno alemán, aunque sea con tibieza, en el conflicto entre Austria y Servia?... ¿No sería mejor declarar la guerra francamente?
"Well, then," asked Desnoyers, "why so many diplomatic interviews? Why does the German government intervene at all—although in such a lukewarm way—in the struggle between Austria and Servia. . . . Would it not be better to declare war right out?"
El profesor contestó con sencillez:
The professor replied with simplicity:
—Nuestro gobierno quiere sin duda que sean los otros los que la declaren. El papel de agredido es siempre el más grato y justifica todas las resoluciones ulteriores por extremadas que parezcan. Allá tenemos gentes que viven bien y no desean la guerra. Es conveniente hacerlas creer que son los enemigos los que nos la imponen, para que sientan la necesidad de defenderse. Sólo los espíritus superiores llegan á la convicción de que los grandes adelantos únicamente se realizan con la espada, y que la guerra, como decía nuestro gran Treitschke, es la más alta forma del progreso.
"Our government undoubtedly wishes that the others should declare the war. The role of outraged dignity is always the most pleasing one and justifies all ulterior resolutions, however extreme they may seem. There are some of our people who are living comfortably and do not desire war. It is expedient to make them believe that those who impose it upon us are our enemies so that they may feel the necessity of defending themselves. Only superior minds reach the conviction of the great advancement that can be accomplished by the sword alone, and that war, as our grand Treitschke says, is the highest form of progress."
Otra vez sonrió con una expresión feroz. La moral, según él, debía existir entre los individuos, ya que sirve para hacerlos más obedientes y disciplinados. Pero la moral estorba á los gobiernos, y debe suprimirse como un obstáculo inútil. Para un Estado no existe la verdad ni la mentira: sólo reconoce la conveniencia y la utilidad de las cosas. El glorioso Bismarck, para conseguir la guerra con Francia, base de la grandeza alemana, no había vacilado en falsificar un despacho telegráfico.
Again he smiled with a ferocious expression. Morality, from his point of view, should exist among individuals only to make them more obedient and disciplined, for morality per se impedes governments and should be suppressed as a useless obstacle. For the State there exists neither truth nor falsehood; it only recognizes the utility of things. The glorious Bismarck, in order to consummate the war with France, the base of German grandeur, had not hesitated to falsify a telegraphic despatch.
—Y reconocerás que es el héroe más grande de nuestros tiempos. La Historia mira con bondad su hazaña. ¿Quién puede acusar al que triunfa?... El profesor Hans Delbruck ha escrito con razón: «
¡Bendita sea la mano que falsificó el telegrama de Ems!»
"And remember, that he is the most glorious hero of our time! History looks leniently upon his heroic feat. Who would accuse the one who triumphs? . . . Professor Hans Delbruck has written with reason, ′Blessed be the hand that falsified the telegram of Ems!′"
Convenía que la guerra surgiese inmediatamente, ahora que las circunstancias resultaban favorables para Alemania y sus enemigos vivían descuidados. Era la guerra preventiva recomendada por el general Bernhardi y otros compatriotas ilustres. Resultaba peligroso esperar á que los enemigos estuvieran preparados y fuesen ellos los que la declarasen. Además, ¿qué obstáculos representaban para los alemanes el derecho y otras ficciones inventadas por los pueblos débiles para sostenerse en su miseria?... Tenían la fuerza, y la fuerza crea leyes nuevas. Si resultaban vencedores, la Historia no les pediría cuentas por lo que hubiesen hecho. Era Alemania la que pegaba, y los sacerdotes de todos los cultos acabarían por santificar con sus himnos la guerra bendita, si es que conducía al triunfo.
It was convenient to have the war break out immediately, in order that events might result favorably for Germany, whose enemies are totally unprepared. Preventive war was recommended by General Bernhardi and other illustrious patriots. It would be dangerous indeed to defer the declaration of war until the enemies had fortified themselves so that they should be the ones to make war. Besides, to the Germans what kind of deterrents could law and other fictions invented by weak nations possibly be? . . . No; they had the Power, and Power creates new laws. If they proved to be the victors, History would not investigate too closely the means by which they had conquered. It was Germany that was going to win, and the priests of all cults would finally sanctify with their chants the blessed war—if it led to triumph.
—Nosotros no hacemos la guerra por castigar á los servios regicidas, ni por libertar á los polacos y otros oprimidos de Rusia, descansando luego en la admiración de nuestra magnanimidad desinteresada. Queremos hacerla porque somos el primer pueblo de la tierra y debemos extender nuestra actividad sobre el planeta entero. La hora de Alemania ha sonado. Vamos á ocupar nuestro sitio de potencia directora del mundo, como la ocupó España en otros siglos, y Francia después, é Inglaterra actualmente. Lo que esos pueblos alcanzaron con una preparación de muchos años lo conseguiremos nosotros en cuatro meses. La bandera de tempestad del Imperio va á pasearse por mares y naciones: el sol iluminará grandes matanzas... La vieja Roma, enferma de muerte, apellidó bárbaros á los germanos que le abrieron la fosa. También huele á muerto el mundo de ahora, y seguramente nos llamará bárbaros... ¡Sea! Cuando Tánger y Tolón, Amberes y Calais, estén sometidos á la barbarie germánica, ya hablaremos de eso más detenidamente... Tenemos la fuerza, y el que la posee no discute ni hace caso de palabras... ¡La fuerza! Esto es lo hermoso: la única palabra que suena brillante y clara... ¡La fuerza! Un puñetazo certero, y todos los argumentos quedan contestados.
"We are not making war in order to punish the Servian regicides, nor to free the Poles, nor the others oppressed by Russia, stopping there in admiration of our disinterested magnanimity. We wish to wage it because we are the first people of the earth and should extend our activity over the entire planet. Germany′s hour has sounded. We are going to take our place as the powerful Mistress of the World, the place which Spain occupied in former centuries, afterwards France, and England to-day. What those people accomplished in a struggle of many years we are going to bring about in four months. The storm-flag of the Empire is now going to wave over nations and oceans; the sun is going to shine on a great slaughter. . . . "Old Rome, sick unto death, called ′barbarians′ the Germans who opened the grave. The world to-day also smells death and will surely call us barbarians. . . . So be it! When Tangiers and Toulouse, Amberes and Calais have become submissive to German barbarism . . . then we will speak further of this matter. We have the power, and who has that needs neither to hesitate nor to argue. . . . Power! . . . That is the beautiful word—the only word that rings true and clear. . . . Power! One sure stab and all argument is answered forever!"
—Pero ¿tan seguros estáis de la victoria?—preguntó Desnoyers—. A veces, el destino ofrece terribles sorpresas. Hay fuerzas ocultas con las que no contamos y que trastornan los planes mejores.
"But are you so sure of victory?" asked Desnoyers. "Sometimes Destiny gives us great surprises. There are hidden forces that we must take into consideration or they may overturn the best-laid plans."
La sonrisa del doctor fué ahora de soberano menosprecio. Todo estaba previsto y estudiado de larga fecha, con el minucioso método germánico. ¿Qué tenían enfrente?... El enemigo más temible era Francia, incapaz de resistir las influencias morales enervantes, los sufrimientos, los esfuerzos y las privaciones de la guerra; un pueblo debilitado físicamente, emponzoñado por el espíritu revolucionario, y que había ido prescindiendo del uso de las armas por un amor exagerado al bienestar.
The smile of the Doctor became increasingly scornful and arrogant. Everything had been foreseen and studied out long ago with the most minute Germanic method. What had they to fear? . . . The enemy most to be reckoned with was France, incapable of resisting the enervating moral influences, the sufferings, the strain and the privations of war;—a nation physically debilitated and so poisoned by revolutionary spirit that it had laid aside the use of arms through an exaggerated love of comfort.
—Nuestros generales—continuó—van á dejarla en tal estado, que jamás se atreverá á cruzarse en nuestro camino.
"Our generals," he announced, "are going to leave her in such a state that she will never again cross our path."
Quedaba Rusia, pero sus masas amorfas eran lentas de reunir y difíciles de mover. El Estado Mayor de Berlín lo había dispuesto todo cronométricamente para el aplastamiento de Francia en cuatro semanas, llevando luego sus fuerzas enormes contra el Imperio ruso, antes de que éste pudiese iniciar su acción.
There was Russia, too, to consider, but her amorphous masses were slow to assemble and unwieldy to move. The Executive Staff of Berlin had timed everything by measure for crushing France in four weeks, and would then lead its enormous forces against the Russian empire before it could begin action.
—Acabaremos con el oso, luego de haber matado al gallo—afirmó el profesor victoriosamente.
"We shall finish with the bear after killing the cock," affirmed the professor triumphantly.
Pero adivinando una objeción de su primo, se apresuró á continuar:
But guessing at some objection from his cousin, he hastened on
—Sé lo que vas á decirme. Queda otro enemigo: uno que no ha saltado todavía á la arena, pero que aguardamos todos los alemanes. Ese nos inspira más odio que los otros porque es de nuestra sangre, porque es un traidor á la raza... ¡Ah, cómo lo aborrecemos!
—"I know what you are going to tell me. There remains another enemy, one that has not yet leaped into the lists but which all the Germans are waiting for. That one inspires more hatred than all the others put together, because it is of our blood, because it is a traitor to the race. . . . Ah, how we loathe it!"
Y en el tono con que dijo estas palabras latían una expresión de odio y un deseo de venganza que impresionaron á los dos oyentes.
And in the tone in which these words were uttered throbbed an expression of hatred and a thirst for vengeance which astonished both listeners.
—Aunque Inglaterra nos ataque—prosiguió Hartrott—, no por esto dejaremos de vencer. Este adversario no es más temible que los otros. Hace un siglo que reina sobre el mundo. Al caer Napoleón, recogió en el Congreso de Viena la hegemonía continental, y se batirá por conservarla. Pero ¿qué vale su energía?... Como dice nuestro Bernhardi, el pueblo inglés es un pueblo de rentistas y de sportsmen. Su ejército está formado con los detritus de la nación. El país carece de espíritu militar. Nosotros somos un pueblo de guerreros, y nos será fácil vencer á los ingleses, debilitados por una falsa concepción de la vida.
"Even though England attack us," continued Hartrott, "we shall conquer, notwithstanding. This adversary is not more terrible than the others. For the past century she has ruled the world. Upon the fall of Napoleon she seized the continental hegemony, and will fight to keep it. But what does her energy amount to? . . . As our Bernhardi says, the English people are merely a nation of renters and sportsmen. Their army is formed from the dregs of the nation. The country lacks military spirit. We are a people of warriors, and it will be an easy thing for us to conquer the English, debilitated by a false conception of life."
El doctor hizo una pausa y añadió:
The Doctor paused and then added:
—Contamos además con la corrupción interna de nuestros enemigos, con su falta de unidad. Dios nos ayudará sembrando la confusión en estos pueblos odiosos. No pasarán muchos días sin que se vea su mano. La revolución va á estallar en Francia al mismo tiempo que la guerra. El pueblo de París levantará barricadas en las calles: se reproducirá la anarquía de la Commune. Túnez, Argel y otras posesiones van á sublevarse contra la metrópoli.
"We are counting on the internal corruption of our enemies, on their lack of unity. God will aid us by sowing confusion among these detested people. In a few days you will see His hand. Revolution is going to break out in France at the same time as war. The people of Paris will build barricades in the streets and the scenes of the Commune will repeat themselves. Tunis, Algiers and all their other possessions are about to rise against the metropolis."
Argensola creyó del caso sonreir con una incredulidad agresiva.
Argensola seized the opportunity to smile with an aggressive incredulity.
—Repito—insistió Hartrott—que este país va á conocer revoluciones aquí é insurrecciones en sus colonias. Sé bien lo que digo... Rusia tendrá igualmente su revolución interior, revolución con bandera roja, que obligará al zar á pedirnos gracia de rodillas. No hay mas que leer en los periódicos las recientes huelgas de San Petersburgo, las manifestaciones de los huelguistas con pretexto de la visita del presidente Poincaré... Inglaterra verá rechazadas por las colonias sus peticiones de apoyo. La India va á sublevarse contra ella y Egipto cree llegado el momento de su emancipación.
"I repeat it," insisted Hartrott, "that this country is going to have internal revolution and colonial insurrection. I know perfectly well what I am talking about. . . . Russia also will break out into revolution with a red flag that will force the Czar to beg for mercy on his knees. You have only to read in the papers of the recent strikes in Saint Petersburg, and the manifestations of the strikers with the pretext of President Poincare′s visit. . . . England will see her appeals to her colonies completely ignored. India is going to rise against her, and Egypt, too, will seize this opportunity for her emancipation."
Julio parecía impresionado por estas afirmaciones, formuladas con una seguridad doctoral. Casi se irritó contra el incrédulo Argensola, que seguía mirando al profesor insolentemente y repetía con los ojos: «
Está loco: loco de orgullo.» Aquel hombre debía tener serios motivos para formular tales profecías de desgracia. Su presencia en París, por lo mismo que era inexplicable para Desnoyers, daba á sus palabras una autoridad misteriosa.
Julio was beginning to be impressed by these affirmations enunciated with such oracular certainty, and he felt almost irritated at the incredulous Argensola, who continued looking insolently at the seer, repeating with his winking eyes, "He is insane—insane with pride." The man certainly must have strong reasons for making such awful prophecies. His presence in Paris just at this time was difficult for Desnoyers to understand, and gave to his words a mysterious authority.
—Pero las naciones se defenderán—arguyó éste á su primo—. No será tan fácil la victoria como crees.
"But the nations will defend themselves," he protested to his cousin. "Victory will not be such a very simple thing as you imagine."
—Sí, se defenderán. La lucha va á ser ruda. Parece que en los últimos años Francia se ha preocupado de su ejército. Encontraremos cierta resistencia; el triunfo resultará más difícil, pero venceremos... Vosotros no sabéis hasta dónde llega la potencia ofensiva de Alemania. Nadie lo sabe con certeza más allá de sus fronteras. Si nuestros enemigos la conociesen en toda su intensidad, caerían de rodillas, prescindiendo de sacrificios inútiles.
"Yes, they will defend themselves, and the struggle will be fiercely contested. It appears that, of late years, France has been paying some attention to her army. We shall undoubtedly encounter some resistance; triumph may be somewhat difficult, but we are going to prevail. . . . You have no idea to what extent the offensive power of Germany has attained. Nobody knows with certainty beyond the frontiers. If our foes should comprehend it in all its immensity, they would fall on their knees beforehand to beg for mercy, thus obviating the necessity for useless sacrifices."
Hubo un largo silencio. Julius von Hartrott parecía abstraído. El recuerdo de los elementos de fuerza acumulados por su raza le sumía en una especie de adoración mística.
There was a long silence. Julius von Hartrott appeared lost in reverie. The very thought of the accumulated strength of his race submerged him in a species of mystic adoration.
—La victoria preliminar—dijo de pronto—hace tiempo que la hemos obtenido. Nuestros enemigos nos aborrecen, y sin embargo nos imitan. Todo lo que lleva la marca de Alemania es buscado en el mundo. Los mismos países que intentan resistir á nuestras armas copian nuestros métodos en sus universidades y admiran nuestras teorías, aun aquellas que no alcanzaron éxito en Alemania. Muchas veces reímos entre nosotros, como los augures romanos, al apreciar el servilismo con que nos siguen... ¡Y luego no quieren reconocer nuestra superioridad!
"The preliminary victory," he suddenly exclaimed, "we gained some time ago. Our enemies, therefore, hate us, and yet they imitate us. All that bears the stamp of Germany is in demand throughout the world. The very countries that are trying to resist our arms copy our methods in their universities and admire our theories, even those which do not attain success in Germany. Oftentimes we laugh among ourselves, like the Roman augurs, upon seeing the servility with which they follow us! . . . And yet they will not admit our superiority!"
Por primera vez Argensola aprobó con los ojos y el gesto las palabras de Hartrott. Exacto lo que decía: el mundo era víctima de la «
superstición alemana». Una cobardía intelectual, el miedo al fuerte, hacía admirar todo lo de procedencia germánica, sin discernimiento alguno, en bloque, por la intensidad del brillo: el oro revuelto con el talco. Los llamados latinos, al entregarse á esta admiración, dudaban de las propias fuerzas con un pesimismo irracional. Ellos eran los primeros en decretar su muerte. Y los orgullosos germanos no tenían mas que repetir las palabras de estos pesimistas para afirmarse en la creencia de su superioridad.
For the first time, Argensola′s eyes and general expression approved the words of Hartrott. What he had just said was only too true—the world was a victim of "the German superstition." An intellectual cowardice, the fear of Force had made it admire en masse and indiscriminately, everything of Teutonic origin, just because of the intensity of its glitter—gold mixed with talcum. The so-called Latins, dazed with admiration, were, with unreasonable pessimism, becoming doubtful of their ability, and thus were the first to decree their own death. And the conceited Germans merely had to repeat the words of these pessimists in order to strengthen their belief in their own superiority.
Con el apasionamiento meridional, que salta sin gradación de un extremo á otro, muchos latinos habían proclamado que en el mundo futuro no quedaba sitio para las sociedades latinas, en plena agonía, añadiendo que sólo Alemania conservaba latentes las fuerzas civilizadoras. Los franceses, que gritan entre ellos, incurriendo en las mayores exageraciones, sin darse cuenta de que hay quien les escucha al otro lado de las puertas, habían repetido durante muchos años que Francia estaba en plena descomposición y marchaba á la muerte. ¡Por qué se indignaban luego ante el menosprecio de los enemigos!... ¡Cómo no habían de participar éstos de sus creencias!...
With that Southern temperament, which leaps rapidly from one extreme to another, many Latins had proclaimed that in the world of the future, there would be no place for the Latin peoples, now in their death-agony—adding that Germany alone preserved the latent forces of civilization. The French who declaimed among themselves, with the greatest exaggeration, unconscious that folks were listening the other side of the door, had proclaimed repeatedly for many years past, that France was degenerating rapidly and would soon vanish from the earth. . . . Then why should they resent the scorn of their enemies. . . . Why shouldn′t the Germans share in their beliefs?
El profesor, interpretando erróneamente la aprobación muda de aquel joven que hasta entonces le había escuchado con sonrisa hostil, añadió:
The professor, misinterpreting the silent agreement of the Spaniard who until then had been listening with such a hostile smile, added:
—Hora es ya de hacer en Francia el ensayo de la cultura alemana, implantándola como vencedores.
"Now is the time to try out in France the German culture, implanting it there as conquerors."
Aquí le interrumpió Argensola: «
¿Y si la cultura alemana no existiese, como lo afirma un alemán célebre?» Necesitaba contradecir á este pedante que los abrumaba con su orgullo. Hartrott casi saltó de su asiento al escuchar tal duda.
Here Argensola interrupted, "And what if there is no such thing as German culture, as a celebrated Teuton says?" It had become necessary to contradict this pedant who had become insufferable with his egotism. Hartrott almost jumped from his chair on hearing such a doubt.
—¿Qué alemán es ese?
"What German is that?"
—¡Nietzsche!
"Nietzsche."
El profesor le miró con lástima. Nietzsche había dicho á los hombres: «
Sed duros», afirmando que «
una buena guerra santifica toda causa». Había alabado á Bismarck; había, tomado parte en la guerra del 70; había glorificado al alemán cuando hablaba del «
león risueño» y de la «
fiera rubia». Pero Argensola le escuchó con la tranquilidad del que pisa un terreno seguro. ¡Oh tardes de plácida lectura junto á la chimenea del estudio, oyendo chocar la lluvia en los vidrios del ventanal!...
The professor looked at him pityingly. Nietzsche had said to mankind, "Be harsh!" affirming that "a righteous war sanctifies every cause." He had exalted Bismarck; he had taken part in the war of ′70; he was glorifying Germany when he spoke of "the smiling lion," and "the blond beast." But Argensola listened with the tranquillity of one sure of his ground. Oh, hours of placid reading near the studio chimney, listening to the rain beating against the pane! . . .
—El filósofo ha dicho eso—contestó—y ha dicho otras cosas diferentes, como todos los que piensan mucho. Su doctrina es de orgullo, pero de orgullo individual, no de orgullo de nación ni de raza. El habló siempre contra «
la mentirosa superchería de las razas».
"The philosopher did say that," he admitted, "and he said many other very different things, like all great thinkers. His doctrine is one of pride, but of individual pride, not that of a nation or race. He always spoke against ′the insidious fallacy of race.′"
Argensola recordaba palabra por palabra á su filósofo. Una cultura, según éste, era «
la unidad de estilo en todas las manifestaciones de la vida». La ciencia no supone cultura. Un gran saber puede ir acompañado de una gran barbarie, por la ausencia de estilo ó la confusión caótica de todos los estilos. Alemania, en opinión de Nietzsche, no tenía cultura propia por su carencia de estilo. «
Los franceses—había dicho—están á la cabeza de una cultura auténtica y fecunda, sea cual sea su valor, y hasta el presente todos hemos tomado de ella.» Sus odios se concentraban sobre su propio país. «
No puedo soportar la vida en Alemania. El espíritu de servilismo y mezquinería penetra por todas partes... Yo no creo mas que en la cultura francesa, y todo lo demás que se llama Europa culta me parece una equivocación. Los raros casos de alta cultura que he encontrado en Alemania eran de origen francés.»
Argensola recalled his philosophy word for word. Culture, according to Nietzsche, was "unity of style in all the manifestations of life." Science did not necessarily include culture. Great knowledge might be accompanied with great barbarity, by the absence of style or by the chaotic confusion of all styles. Germany, according to the philosopher, had no genuine culture owing to its lack of style. "The French," he had said, "were at the head of an authentic and fruitful culture, whatever their valor might be, and until now everybody had drawn upon it." Their hatreds were concentrated within their own country. "I cannot endure Germany. The spirit of servility and pettiness penetrates everywhere. . . . I believe only in French culture, and what the rest of Europe calls culture appears to me to be a mistake. The few individual cases of lofty culture that I met in Germany were of French origin."
—Ya sabe usted—continuó Argensola—que, al pelearse con Wágner por el exceso de germanismo en su arte, proclamó la necesidad de mediterranizar en música. Su ideal fué una cultura para toda Europa, pero con base latina.
"You know," continued Argensola, "that in quarrelling with Wagner about the excess of Germanism in his art, Nietzsche proclaimed the necessity of mediterraneanizing music. His ideal was a culture for all Europe, but with a Latin base."
Julius von Hartrott contestó desdeñosamente, repitiendo las mismas palabras del español. Los hombres que piensan mucho dicen muchas cosas. Además, Nietzsche era un poeta que había muerto en plena demencia, y no figuraba entre los sabios de la Universidad. Su fama la habían labrado en el extranjero... Y no volvió á ocuparse más de aquel joven, como si se hubiese evaporado después de sus atrevidas objeciones. Toda su atención la concentraba ahora en Desnoyers.
Julius von Hartrott replied most disdainfully to this, repeating the Spaniard′s very words. Men who thought much said many things. Besides, Nietzsche was a poet, completely demented at his death, and was no authority among the University sages. His fame had only been recognized in foreign lands. . . . And he paid no further attention to the youth, ignoring him as though he had evaporated into thin air after his presumption. All the professor′s attention was now concentrated on Desnoyers.
—Este país—continuó—lleva la muerte en sus entrañas. ¿Cómo dudar de que surgirá en él una revolución apenas estalle la guerra?... Tú no has presenciado las agitaciones del bulevar con motivo del proceso Cailloux. Reaccionarios y revolucionarios se han insultado hasta hace tres días. Yo he visto cómo se desafiaban con gritos y cánticos, cómo se golpeaban en medio de la calle. Y esta división de opiniones aún se acentuará más cuando nuestras tropas crucen las fronteras. Será la guerra civil. Los antimilitaristas claman, creyendo que está en manos de su gobierno el evitar el choque... ¡País degenerado por la democracia y por la inferioridad de su celtismo triunfante, deseoso de todas las libertades!... Nosotros somos el único pueblo libre de la tierra, porque sabemos obedecer.
"This country," he resumed, "is dying from within. How can you doubt that revolution will break out the minute war is declared? . . . Have you not noticed the agitation of the boulevard on account of the Caillaux trial? Reactionaries and revolutionists have been assaulting each other for the past three days. I have seen them challenging one another with shouts and songs as if they were going to come to blows right in the middle of the street. This division of opinion will become accentuated when our troops cross the frontier. It will then be civil war. The anti-militarists are clamoring mournfully, believing that it is in the power of the government to prevent the clash. . . . A country degenerated by democracy and by the inferiority of the triumphant Celt, greedy for full liberty! . . . We are the only free people on earth because we know how to obey."
La paradoja hizo sonreir á Julio. ¡Alemania único pueblo libre!...
This paradox made Julio smile. Germany the only free people! . . .
—Así es—afirmó con energía von Hartrott—. Tenemos la libertad que conviene á un gran pueblo: la libertad económica é intelectual.
"It is so," persisted Hartrott energetically. "We have the liberty best suited to a great people—economical and intellectual liberty."
—¿Y la libertad política?...
"And political liberty?"
El profesor acogió esta pregunta con un gesto de menosprecio.
The professor received this question with a scornful shrug.
—¡La libertad política!... Únicamente los pueblos decadentes é ingobernables, las razas inferiores, ansiosas de igualdad y confusión democrática, hablan de libertad política. Los alemanes no la necesitamos. Somos un pueblo de amos, que reconoce las jerarquías y desea ser mandado por los que nacieron superiores. Nosotros tenemos el genio de la organización.
"Political liberty! . . . Only decadent and ungovernable people, inferior races anxious for equality and democratic confusion, talk about political liberty. We Germans do not need it. We are a nation of masters who recognize the sacredness of government, and we wish to be commanded by those of superior birth. We possess the genius of organization."
Este era, según el doctor, el gran secreto alemán, y la raza germánica, al apoderarse del mundo, haría partícipes á todos de su descubrimiento. Los pueblos quedarían organizados de modo que el individuo diese el máximum de su rendimiento en favor de la sociedad. Los hombres regimentados para toda clase de producciones, obedeciendo como máquinas á una dirección superior y dando la mayor cantidad posible de trabajo: he aquí el estado perfecto. La libertad era una idea puramente negativa si no iba acompañada de un concepto positivo que la hiciese útil.
That, according to the Doctor, was the grand German secret, and the Teutonic race upon taking possession of the world, would share its discovery with all. The nations would then be so organized that each individual would give the maximum of service to society. Humanity, banded in regiments for every class of production, obeying a superior officer, like machines contributing the greatest possible output of labor—there you have the perfect state! Liberty was a purely negative idea if not accompanied with a positive concept which would make it useful.
Los dos amigos escucharon con asombro la descripción del porvenir que ofrecía al mundo la superioridad germánica. Cada individuo sometido á una producción intensiva, lo mismo que un pedazo de huerta del que desea sacar el dueño el mayor número de verduras... El hombre convertido en un mecanismo... nada de operaciones inútiles que no proporcionan un resultado inmediato... ¡Y el pueblo que proclamaba este ideal sombrío era el mismo de los filósofos y los soñadores, que habían dado á la contemplación y la reflexión el primer lugar en su existencia!...
The two friends listened with astonishment to this description of the future which Teutonic superiority was offering to the world. Every individual submitted to intensive production, the same as a bit of land from which its owner wishes to get the greatest number of vegetables. . . . Mankind reduced to mechanics. . . . No useless operations that would not produce immediate results. . . . And the people who heralded this awful idea were the very philosophers and idealists who had once given contemplation and reflection the first place in their existence! . . .
Hartrott volvió á insistir en la inferioridad de los enemigos de su raza. Para luchar se necesitaba fe, una confianza inquebrantable en la superioridad de las propias fuerzas.
Hartrott again harked back to the inferiority of their racial enemies. In order to combat successfully, it required self-assurance, an unquenchable confidence in the superiority of their own powers.
—A estas horas, en Berlín todos aceptan la guerra, todos creen seguro el triunfo, ¡mientras que aquí!... No digo que los franceses sientan miedo. Tienen un pasado de bravura que los galvaniza en ciertos momentos. Pero están tristes, se adivina que harían cualquier sacrificio por evitar lo que se les viene encima. El pueblo gritará de entusiasmo en el primer instante, como grita siempre que lo llevan á su perdición. Las clases superiores no tienen confianza en el porvenir; callan ó mienten, pero en todos se adivina el presentimiento del desastre. Ayer hablé con tu padre. Es francés y es rico. Se muestra indignado contra los gobiernos de su país porque le comprometen en conflictos europeos por defender á pueblos lejanos y sin interés. Se queja de los patriotas exaltados, que han mantenido abierto el abismo entre Alemania y Francia, impidiendo una reconciliación. Dice que Alsacia y Lorena no valen lo que costará una guerra en hombres y dinero... Reconoce nuestra grandeza: asegura que hemos progresado tan aprisa, que jamás podrán alcanzarnos los demás pueblos... Y como tu padre piensan muchos otros: todos los que se hallan satisfechos de su bienestar y temen perderlo. Créeme: un país que duda y teme la guerra, está vencido antes de la primera batalla.
"At this very hour in Berlin, everyone is accepting war, everyone is believing that victory is sure, while HERE! . . . I do not say that the French are afraid; they have a brave past that galvanizes them at certain times—but they are so depressed that it is easy to guess that they will make almost any sacrifices in order to evade what is coming upon them. The people first will shout with enthusiasm, as it always cheers that which carries it to perdition. The upper classes have no faith in the future; they are keeping quiet, but the presentiment of disaster may easily be conjectured. Yesterday I was talking with your father. He is French, and he is rich. He was indignant against the government of his country for involving the nation in the European conflict in order to defend a distant and uninteresting people. He complains of the exalted patriots who have opened the abyss between Germany and France, preventing a reconciliation. He says that Alsace and Lorraine are not worth what a war would cost in men and money. . . . He recognizes our greatness and is convinced that we have progressed so rapidly that the other countries cannot come up to us. . . . And as your father thinks, so do many others—all those who are wrapped in creature comfort, and fear to lose it. Believe me, a country that hesitates and fears war is conquered before the first battle."
Julio mostró cierta inquietud, como si pretendiese cortar la conversación.
Julio evinced a certain disquietude, as though he would like to cut short the conversation.
—Deja á mi padre. Hoy dice eso porque la guerra no es todavía un hecho, y él necesita contradecir, indignarse con todo lo que se halla á su alcance. Mañana tal vez dirá lo contrario... Mi padre es un latino.
"Just leave my father out of it! He speaks that way to-day because war is not yet an accomplished fact, and he has to contradict and vent his indignation on whoever comes near him. To-morrow he will say just the opposite. . . . My father is a Latin."
El profesor miró su reloj. Debía marcharse: aún le quedaban muchas cosas que hacer antes de dirigirse á la estación. Los alemanes establecidos en París habían huído en grandes bandas, como si circulase entre ellos una orden secreta. Aquella tarde iban á partir los últimos que aún se mantenían en la capital ostensiblemente.
The professor looked at his watch. He must go; there were still many things which he had to do before going to the station. The Germans living in Paris had fled in great bands as though a secret order had been circulating among them. That afternoon the last of those who had been living ostensibly in the Capital would depart.
—He venido á verte por afecto de familia, porque era mi deber darte un aviso. Tú eres extranjero y nada te retiene aquí. Si deseas presenciar un gran acontecimiento histórico, quédate. Pero mejor será que te marches. La guerra va á ser dura, muy dura, y si París intenta resistirse como la otra vez, presenciaremos cosas terribles. Los medios ofensivos han cambiado mucho.
"I have come to see you because of our family interest, because it was my duty to give you fair warning. You are a foreigner, and nothing holds you here. If you are desirous of witnessing a great historic event, remain—but it will be better for you to go. The war is going to be ruthless, very ruthless, and if Paris attempts resistance, as formerly, we shall see terrible things. Modes of offense have greatly changed."
Desnoyers hizo un gesto de indiferencia.
Desnoyers made a gesture of indifference.
—Lo mismo que tu padre—continuó el profesor—. Anoche, él y tu familia me contestaron de igual modo. Hasta mi madre prefiere quedarse al lado de su hermana, diciendo que los alemanes son muy buenos, muy civilizados y nada puede temerse de ellos cuando triunfen.
"The same as your father," observed the professor. "Last night he and all your family responded in the same way. Even my mother prefers to remain with her sister, saying that the Germans are very good, very civilized and there is nothing to apprehend in their triumph."
Al doctor parecía molestarle esta buena opinión.
This good opinion seemed to be troubling the Doctor.
—No se dan cuenta de lo que es la guerra moderna, ignoran que nuestros generales han estudiado el arte de reducir al enemigo rápidamente y que lo emplearán con un método implacable. El terror es el único medio, ya que perturba la inteligencia del contrario, paraliza su acción, pulveriza su resistencia. Cuanto más feroz sea la guerra, más corta resultará: castigar con dureza es proceder humanamente. Y Alemania va á ser cruel, con una crueldad nunca vista, para que no se prolongue la lucha.
"They don′t understand what modern warfare means. They ignore the fact that our generals have studied the art of overcoming the enemy and they will apply it mercilessly. Ruthlessness is the only means, since it perturbs the intelligence of the enemy, paralyzes his action and pulverizes his resistance. The more ferocious the war, the more quickly it is concluded. To punish with cruelty is to proceed humanely. Therefore, Germany is going to be cruel with a cruelty hitherto unseen, in order that the conflict may not be prolonged."
Había abandonado su asiento, requiriendo el bastón y el sombrero de paja. Argensola le miraba con franca hostilidad. El profesor, al pasar junto á él, sólo hizo un rígido y desdeñoso movimiento de cabeza.
He had risen and was standing, cane and straw hat in hand. Argensola was looking at him with frank hostility. The professor, obliged to pass near him, did so with a stiff and disdainful nod.
Luego se dirigió hacia la puerta, acompañado por su primo. La despedida fué breve.
Then he started toward the door, accompanied by his cousin. The farewell was brief.
—Te repito mi consejo. Si no amas el peligro, márchate. Puede ser que me equivoque, y esta gente, convencida de que su defensa resulta inútil, se entregue buenamente... De todos modos, pronto nos veremos. Tendré el gusto de volver á París cuando la bandera del Imperio flote sobre la torre Eiffel. Asunto de tres ó cuatro semanas. A principios de Septiembre, con seguridad.
"I repeat my counsel. If you do not like danger, go! It may be that I am mistaken, and that this nation, convinced of the uselessness of defense, may give itself up voluntarily. . . . At any rate, we shall soon see. I shall take great pleasure in returning to Paris when the flag of the Empire is floating over the Eiffel Tower, a mere matter of three or four weeks, certainly by the beginning of September."
Francia iba á desaparecer; para el doctor, era indudable su muerte.
France was going to disappear from the map. To the Doctor, her death was a foregone conclusion.
—Quedará París—añadió—, quedarán los franceses, porque un pueblo no se suprime fácilmente; pero ocuparán el lugar que les corresponde. Nosotros gobernaremos el mundo: ellos se cuidarán de inventar modas, harán agradable la vida del extranjero que los visite, y en el terreno intelectual les estimularemos para que eduquen actrices bonitas, produzcan novelas entretenidas y discurran comedias graciosas... Nada más.
"Paris will remain," he admitted benevolently, "the French will remain, because a nation is not easily suppressed; but they will not retain their former place. We shall govern the world; they will continue to occupy themselves in inventing fashions, in making life agreeable for visiting foreigners; and in the intellectual world, we shall encourage them to educate good actresses, to produce entertaining novels and to write witty comedies. . . . Nothing more."
Desnoyers rió mientras estrechaba la mano de su primo, fingiendo tomar sus palabras como paradojas.
Desnoyers laughed as he shook his cousin′s hand, pretending to take his words as a paradox.
—Hablo en serio—continuó Hartrott—. La última hora de la República francesa como nación importante ha sonado. La he visto de cerca, y no merece otra suerte. Desorden y falta de confianza arriba; entusiasmo estéril abajo.
"I mean it," insisted Hartrott. "The last hour of the French Republic as an important nation has sounded. I have studied it at close range, and it deserves no better fate. License and lack of confidence above—sterile enthusiasm below."
Al volver la cabeza vió otra vez la sonrisa de Argensola.
Upon turning his head, he again caught Argensola′s malicious smile.
—Y nosotros entendemos un poco de esto—añadió agresivamente—. Estamos acostumbrados á examinar los pueblos que fueron, á estudiarlos fibra por fibra, y podemos conocer con una sola ojeada la psicología de los que aún viven.
"We know all about that kind of study," he added aggressively. "We are accustomed to examine the nations of the past, to dissect them fibre by fibre, so that we recognize at a glance the psychology of the living."
El bohemio creyó ver á un cirujano hablando con suficiencia de los misterios de la voluntad ante un cadáver. ¡Qué sabía de la vida este pedante interpretador de documentos muertos!...
The Bohemian fancied that he saw a surgeon talking self-sufficiently about the mysteries of the will before a corpse. What did this pedantic interpreter of dead documents know about life? . . .
Cuando se cerró la puerta fué al encuentro de su amigo, que volvía desalentado. Argensola ya no tenía por loco al doctor Julius von Hartrott.
When the door closed, he approached his friend who was returning somewhat dismayed. Argensola no longer considered Doctor Julius von Hartrott crazy.
—¡Qué bruto!—exclamó levantando los brazos—. ¡Y pensar que viven sueltos estos fabricantes de sombríos errores!... Quién diría que son de la misma tierra que produjo á Kant el pacifista, al sereno Goethe, á Beethoven... Haber creído tantos años que formaban una nación de soñadores y filósofos ocupados en trabajar desinteresadamente por todos los hombres...
"What a brute!" he exclaimed, throwing up his hands. "And to think that they are at large, these originators of gloomy errors! . . . Who would ever believe that they belong to the same land that produced Kant, the pacifist, the serene Goethe and Beethoven! . . . To think that for so many years, we have believed that they were forming a nation of dreamers and philosophers occupied in working disinterestedly for all mankind! . . ."
La farsa de un geógrafo alemán revivió en su memoria como una explicación: «
El germano es un bicéfalo. Con una cabeza sueña y poetiza, mientras con la otra piensa y ejecuta.»
The sentence of a German geographer recurred to him: "The German is bicephalous; with one head he dreams and poetizes while with the other he thinks and executes."
Desnoyers se mostraba desesperado por la certidumbre de la guerra. Este profesor le parecía más temible que el consejero y los otros burgueses alemanes que había conocido en el buque. Su tristeza no era únicamente por el pensamiento egoísta de que la catástrofe iba á estorbar la realización de sus deseos y los de Margarita. Descubría de pronto, en esta hora de incertidumbre, que amaba á Francia. Veía en ella la patria de su padre y el país de la gran Revolución... El, aunque no se había mezclado nunca en las luchas de la política, era republicano y había reído muchas veces de ciertos amigos suyos que adoraban á reyes y emperadores, considerando esto como un signo de distinción.
Desnoyers was now beginning to feel depressed at the certainty of war. This professor seemed to him even worse than the Herr Counsellor and the other Germans that he had met on the steamer. His distress was not only because of his selfish thought as to how the catastrophe was going to affect his plans with Marguerite. He was suddenly discovering that in this hour of uncertainty he loved France. He recognized it as his father′s native land and the scene of the great Revolution. . . . Although he had never mixed in political campaigns, he was a republican at heart, and had often ridiculed certain of his friends who adored kings and emperors, thinking it a great sign of distinction.
Argensola pretendió reanimarle.
Argensola tried to cheer him up.
—¡Quién sabe! Este es un país de sorpresas. Al francés hay que verlo á la hora en que procura remediar sus imprevisiones. Diga lo que diga el bárbaro de tu primo, hay entusiasmo, hay orden... Peor que nosotros debieron verse los que vivían días antes de lo de Valmy. Todo desorganizado: como única defensa, batallones de obreros y campesinos que por primera vez tomaban un fusil. Y sin embargo, la Europa de las viejas monarquías no supo cómo librarse durante veinte años de estos guerreros improvisados.
"Who knows? . . . This is a country of surprises. One must see the Frenchman when he tries to remedy his want of foresight. Let that barbarian of a cousin of yours say what he will—there is order, there is enthusiasm. . . . Worse off than we were those who lived in the days before Valmy. Entirely disorganized, their only defense battalions of laborers and countrymen handling a gun for the first time. . . . But, nevertheless, the Europe of the old monarchies could not for twenty years free themselves from these improvised warriors!"
V
Donde aparecen los cuatro jinetes4>
-I- Chapter V
IN WHICH APPEAR THE FOUR HORSEMEN
Los dos amigos vivieron en los días siguientes una vida febril, considerablemente agrandada por la rapidez con que se sucedían los acontecimientos. Cada hora engendraba una novedad—las más de las veces falsa—, que removía la opinión con rudo vaivén. Tan pronto el peligro de la guerra aparecía conjurado, como circulaba la voz de que la movilización iba á ordenarse dentro de unos minutos.
The two friends now lived a feverish life, considerably accelerated by the rapidity with which events succeeded each other. Every hour brought forth an astonishing bit of news—generally false—which changed opinions very suddenly. As soon as the danger of war seemed arrested, the report would spread that mobilization was going to be ordered within a few minutes.
Veinticuatro horas representaban las inquietudes, la ansiedad, el desgaste nervioso de un año normal. Y lo que agravaba más esta situación era la incertidumbre, la espera del acontecimiento temido y todavía invisible, la angustia por el peligro que nunca acaba de llegar.
Within each twenty-four hours were compressed the disquietude, anxiety and nervous waste of a normal year. And that which was aggravating the situation still more was the uncertainty, the expectation of the event, feared but still invisible, the distress on account of a danger continually threatening but never arriving.
La Historia se extendía desbordada fuera de sus cauces, sucediéndose los hechos como los oleajes de una inundación. Austria declaraba la guerra á Servia, mientras los diplomáticos de las grandes potencias seguían trabajando por evitar el conflicto. La red eléctrica tendida en torno del planeta vibraba incesantemente en la profundidad de los océanos y sobre el relieve de los continentes, transmitiendo esperanzas ó pesimismos. Rusia movilizaba una parte de su ejército. Alemania, que tenía sus tropas prontas con pretexto de maniobras, decretaba el estado de «
amenaza de guerra». Los austriacos, sin aguardar las gestiones de la diplomacia, iniciaban el bombardeo de Belgrado. Guillermo II, temiendo que la intervención de las potencias solucionase el conflicto entre el zar y el emperador de Austria, forzaba el curso de los acontecimientos declarando la guerra á Rusia. Luego, Alemania se aislaba, cortando las líneas férreas y las líneas telegráficas para amasar en el misterio sus fuerzas de invasión.
History in the making was like a stream overflowing its banks, events overlapping each other like the waves of an inundation. Austria was declaring war with Servia while the diplomats of the great powers were continuing their efforts to stem the tide. The electric web girdling the planet was vibrating incessantly in the depths of the ocean and on the peaks of the continents, transmitting alternate hopes and fears. Russia was mobilizing a part of its army. Germany, with its troops in readiness under the pretext of manoeuvres, was decreeing the state of "threatened war." The Austrians, regardless of the efforts of diplomacy, were beginning the bombardment of Belgrade. William II, fearing that the intervention of the Powers might settle the differences between the Czar and the Emperor of Austria, was forcing the course of events by declaring war upon Russia. Then Germany began isolating herself, cutting off railroad and telegraphic communications in order to shroud in mystery her invading forces.
Francia presenciaba esta avalancha de acontecimientos, sobria en palabras y manifestaciones de entusiasmo. Una resolución fría y grave animaba á todos interiormente. Dos generaciones habían venido al mundo recibiendo al abrir los ojos de la razón la imagen de una guerra que forzosamente llegaría alguna vez. Nadie la deseaba: la imponían los adversarios... Pero todos la aceptaban, con el firme propósito de cumplir su deber.
France was watching this avalanche of events, temperate in its words and enthusiasm. A cool and grave resolution was noticeable everywhere. Two generations had come into the world, informed as soon as they reached a reasonable age, that some day there would undoubtedly be war. Nobody wanted it; the adversary imposed it. . . . But all were accepting it with the firm intention of fulfilling their duty.
París callaba durante el día con el enfurruñamiento de sus preocupaciones. Sólo algunos grupos de patriotas exaltados, siguiendo los tres colores de la bandera, pasaban por la plaza de la Concordia para dar vivas ante la estatua de Estrasburgo. Las gentes se abordaban en las calles amistosamente. Todos se conocían sin haberse visto nunca. Los ojos atraían á los ojos; las sonrisas parecían engancharse mutuamente con la simpatía de una idea común. Las mujeres estaban tristes, pero hablaban fuerte para ocultar sus emociones. En el largo crepúsculo de verano, los bulevares se llenaban de gentío. Los barrios extremos confluían al centro de la ciudad, como en los días ya remotos de las revoluciones. Se juntaban los grupos, formando una aglomeración sin término, de la que surgían gritos y cánticos. Las manifestaciones pasaban por el centro, bajo los faros eléctricos que acababan de inflamarse. El desfile se prolongaba hasta media noche, y la bandera nacional aparecía sobre la muchedumbre andante escoltada por las banderas de otros pueblos.
During the daytime Paris was very quiet, concentrating the mind on the work in hand. Only a few groups of exalted patriots, following the tricolored flag, were passing through the place de la Concorde, in order to salute the statue of Strasbourg. The people were accosting each other in a friendly way in the streets. Everybody seemed to know everybody else, although they might not have met before. Eye attracted eye, and smiles appeared to broaden mutually with the sympathy of a common interest. The women were sad but speaking cheerily in order to hide their emotions. In the long summer twilight, the boulevards were filling with crowds. Those from the outlying districts were converging toward the centre of the city, as in the remote revolutionary days, banding together in groups, forming an endless multitude from which came shouts and songs. These manifestations were passing through the centre under the electric lights that were just being turned on, the processions generally lasting until midnight, with the national banner floating above the walking crowds, escorted by the flags of other nations.
En una de estas noches de sincero entusiasmo fué cuando los dos amigos escucharon una noticia inesperada, absurda: «
Han matado á Jaurés.» Los grupos la repetían con una extrañeza que parecía sobreponerse al dolor: «
¡Asesinado Jaurés! ¿Y por qué?» El buen sentido popular, que busca por instinto una explicación á todo atentado, quedaba en suspenso, sin poder orientarse. ¡Muerto el tribuno precisamente en el momento que más útil podía resultar su palabra de caldeador de muchedumbres!... Argensola pensó inmediatamente en Tchernoff: «
¿Qué dirá nuestro vecino?...» Las gentes de orden temían una revolución. Desnoyers creyó por unos momentos que iban á cumplirse los sombríos vaticinios de su primo. Este asesinato, con sus correspondientes represalias, podía ser la señal de una guerra civil. Pero las masas del pueblo, transidas de dolor por la muerte de su héroe, permanecían en trágico silencio. Todos veían más allá del cadáver la imagen de la patria.
It was on one of these nights of sincere enthusiasm that the two friends heard an unexpected, astonishing piece of news. "They have killed Jaures!" The groups were repeating it from one to another with an amazement which seemed to overpower their grief. "Jaures assassinated! And what for?" The best popular element, which instinctively seeks an explanation of every proceeding, remained in suspense, not knowing which way to turn. The tribune dead, at the very moment that his word as welder of the people was most needed! . . . Argensola thought immediately of Tchernoff. "What will our neighbors say?" . . . The quiet, orderly people of Paris were fearing a revolution, and for a few moments Desnoyers believed that his cousin′s auguries were about to be fulfilled. This assassination, with its retaliations, might be the signal for civil war. But the masses of the people, worn out with grief at the death of their hero, were waiting in tragic silence. All were seeing, beyond his dead body, the image of the country.
A la mañana siguiente el peligro se había desvanecido. Los obreros hablaban de generales y de guerra, enseñándose mutuamente sus libretas de soldado, anunciando la fecha en que debían partir así que se publicase la orden de movilización: «
Yo salgo el segundo día.» «
Yo el primero.» Los del ejército activo que estaban con permiso en sus casas eran llamados individualmente á los cuarteles. Se sucedían con atropellamiento los sucesos, todos en una misma dirección: la guerra. Los alemanes invadían el Luxemburgo; los alemanes se permitían avanzar en la frontera francesa cuando su embajador todavía estaba en París haciendo promesas de paz. Al día siguiente de la muerte de Jaurés, el 1.º de Agosto á media tarde, la muchedumbre se agolpó ante unos pedazos de papel escritos á mano con visible precipitación. Estos papeles precedieron á otros más grandes é impresos llevando en su cabecera dos banderitas cruzadas. «
Ya llegó; ya es un hecho...» Era la orden de movilización general. Francia entera iba á correr á las armas. Y los pechos parecieron dilatarse con un suspiro de desahogo. Los ojos brillaban de satisfacción. ¡Terminada la pesadilla!... Era preferible la cruel realidad á una incertidumbre de días y días que los prolongaba como si fuesen semanas.
By the following morning, the danger had vanished. The laboring classes were talking of generals and war, showing each other their little military memorandums, announcing the date of their departure as soon as the order of mobilization should be published. "I go the second day." "I the first." Those of the standing army who were on leave were recalled individually to the barracks. All these events were tending in the same direction—war. The Germans were invading Luxembourg; the Germans were ordering their armies to invade the French frontier when their ambassador was still in Paris making promises of peace. On the day after the death of Jaures, the first of August, the people were crowding around some pieces of paper, written by hand and in evident haste. These papers were copies of other larger printed sheets, headed by two crossed flags. "It has come; it is now a fact!". . . It was the order for general mobilization. All France was about to take up arms, and chests seemed to expand with a sigh of relief. Eyes were sparkling with excitement. The nightmare was at last over! . . . Cruel reality was preferable to the uncertainty of days and days, each as long as a week.
En vano el presidente Poincaré, animado por una última esperanza, se dirigía á los franceses para explicar que «
la movilización no es la guerra» y que un llamamiento á las armas sólo representaba una medida preventiva. «
Es la guerra, la guerra inevitable», decía la muchedumbre con expresión fatalista. Y los que iban á partir en la misma noche ó al día siguiente se mostraban los más entusiastas y animosos: «
Ya que nos buscan, nos encontrarán. ¡Viva Francia!» El Canto de partida, himno de marcha de los voluntarios de la primera República, había sido exhumado por el instinto del pueblo, que pide su voz al arte en los momentos críticos. Los versos del convencional Chenier, adaptados á una música de guerrera gravedad, resonaban en las calles al mismo tiempo que la Marsellesa.
In vain President Poincare, animated by a last hope, was explaining to the French that "mobilization is not necessarily war, that a call to arms may be simply a preventive measure." "It is war, inevitable war," said the populace with a fatalistic expression. And those who were going to start that very night or the following day were the most eager and enthusiastic.—"Now those who seek us are going to find us! Vive la France!" The Chant du Depart, the martial hymn of the volunteers of the first Republic, had been exhumed by the instinct of a people which seek the voice of Art in its most critical moments. The stanzas of the conservative Chenier, adapted to a music of warlike solemnity, were resounding through the streets, at the same time as the Marseillaise:
La République nous appelle, Sachons vaincre ou sachons périr; Un français doit vivre pour elle, Pour elle un français doit mourir.
La République nous appelle, Sachons vaincre ou sachons périr; Un français doit vivre pour elle, Pour elle un français doit mourir.
La movilización empezaba á las doce en punto de la noche. Desde el crepúsculo circularon por las calles grupos de hombres que se dirigían á las estaciones. Sus familias marchaban con ellos, llevando la maleta ó el fardo de ropas. Los amigos del barrio los escoltaban. Una bandera tricolor iba al frente de estos pelotones. Los oficiales de reserva se enfundaban en sus uniformes, que ofrecían todas las molestias de los trajes largamente olvidados. Con el vientre oprimido por la correa nueva y el revólver al costado, caminaban en busca del ferrocarril que había de conducirlos al punto de concentración. Uno de sus hijos llevaba el sable oculto en una funda de tela. La mujer, apoyada en su brazo, triste y orgullosa al mismo tiempo, dirigía con amoroso susurro sus últimas recomendaciones.
The mobilization began at midnight to the minute. At dusk, groups of men began moving through the streets towards the stations. Their families were walking beside them, carrying the valise or bundle of clothes. They were escorted by the friends of their district, the tricolored flag borne aloft at the head of these platoons. The Reserves were donning their old uniforms which presented all the difficulties of suits long ago forgotten. With new leather belts and their revolvers at their sides, they were betaking themselves to the railway which was to carry them to the point of concentration. One of their children was carrying the old sword in its cloth sheath. The wife was hanging on his arm, sad and proud at the same time, giving her last counsels in a loving whisper.
Circulaban con loca velocidad tranvías, automóviles y fiacres. Nunca se había visto en las calles de París tantos vehículos. Y sin embargo, los que necesitaban uno llamaban en vano á los conductores. Nadie quería servir á los civiles. Todos los medios de transporte eran para los militares; todas las carreras terminaban en las estaciones de ferrocarril. Los pesados camiones de la Intendencia, llenos de sacos, eran saludados por el entusiasmo general: «
¡Viva el ejército!» Los soldados en traje de mecánica que iban tendidos en la cúspide de la pirámide rodante contestaban á la aclamación moviendo los brazos y profiriendo gritos que nadie llegaba á entender. La fraternidad había creado una tolerancia nunca vista. Se empujaba la muchedumbre, guardando en sus encuentros una buena educación inalterable. Chocaban los vehículos, y cuando los conductores, á impulsos de la costumbre, iban á injuriarse, intervenía el gentío y acababan por darse las manos. «
¡Viva Francia!» Los transeuntes que escapaban de entre las ruedas de los automóviles reían, increpando bondadosamente al chauffeur. «
¡Matar á un francés que va en busca de su regimiento!» Y el conductor contestaba: «
Yo también partiré dentro de unas horas. Este es mí último viaje.» Los tranvías y ómnibus funcionaban con creciente irregularidad así como avanzaba la noche. Muchos empleados habían abandonado sus puestos para decir adiós á la familia y tomar el tren. Toda la vida de París se concentraba en media docena de ríos humanos que iban á desembocar en las estaciones.
Street cars, automobiles and cabs rolled by with crazy velocity. Nobody had ever seen so many vehicles in the Paris streets, yet if anybody needed one, he called in vain to the conductors, for none wished to serve mere civilians. All means of transportation were for military men, all roads ended at the railroad stations. The heavy trucks of the administration, filled with sacks, were saluted with general enthusiasm. "Hurrah for the army!" The soldiers in mechanic′s garb, on top of the swaying pyramid, replied to the cheers, waving their arms and uttering shouts that nobody pretended to understand. Fraternity had created a tolerance hitherto unknown. The crowds were pressing forward, but in their encounters, invariably preserved good order. Vehicles were running into each other, and when the conductors resorted to the customary threats, the crowds would intervene and make them shake hands. "Three cheers for France!" The pedestrians, escaping between the wheels of the automobiles were laughing and good-naturedly reproaching the chauffeur with, "Would you kill a Frenchman on his way to his regiment?" and the conductor would reply, "I, too, am going in a few hours. This is my last trip." As night approached, cars and cabs were running with increasing irregularity, many of the employees having abandoned their posts to take leave of their families and make the train. All the life of Paris was concentrating itself in a half-dozen human rivers emptying in the stations.
Desnoyers y Argensola se encontraron en un café del bulevar cerca de media noche. Los dos estaban fatigados por las emociones del día, con la depresión nerviosa que sigue á los espectáculos ruidosos y violentos. Necesitaban descansar. La guerra era un hecho, y después de esta certidumbre, no sentían ansiedad por adquirir noticias nuevas. La permanencia en el café les resultó intolerable. En la atmósfera ardiente y cargada de humo, los consumidores cantaban y gritaban agitando pequeñas banderas. Todos los himnos pasados y presentes eran entonados á coro, con acompañamiento de copas y platillos. El público, algo cosmopolita, revistaba las naciones de Europa para saludarlas con sus rugidos de entusiasmo. Todas, absolutamente todas, iban á estar al lado de Francia. «
¡Viva!... ¡viva!» Un matrimonio viejo ocupaba una mesa junto á los dos amigos. Eran rentistas, de vida ordenada y mediocre, que tal vez no recordaban en toda su existencia haber estado despiertos á tales horas. Arrastrados por el entusiasmo, habían descendido al bulevar para «
ver la guerra más de cerca». El idioma extranjero que empleaban los vecinos dió al marido una alta idea de su importancia.
Desnoyers and Argensola met in a boulevard cafe toward midnight. Both were exhausted by the day′s emotions and under that nervous depression which follows noisy and violent spectacles. They needed to rest. War was a fact, and now that it was a certainty, they felt no anxiety to get further news. Remaining in the cafe proved impossible. In the hot and smoky atmosphere, the occupants were singing and shouting and waving tiny flags. All the battle hymns of the past and present were here intoned in chorus, to an accompaniment of glasses and plates. The rather cosmopolitan clientele was reviewing the European nations. All, absolutely all, were going to enroll themselves on the side of France. "Hurrah! . . . Hurrah!" . . . An old man and his wife were seated at a table near the two friends. They were tenants, of an orderly, humdrum walk in life, who perhaps in all their existence had never been awake at such an hour. In the general enthusiasm they had come to the boulevards "in order to see war a little closer." The foreign tongue used by his neighbors gave the husband a lofty idea of their importance.
—¿Ustedes creen que Inglaterra marchará con nosotros?...
"Do you believe that England is going to join us?" . . .
Argensola sabía tanto como él, pero contestó con autoridad: «
Seguramente; es cosa decidida.» El viejo se puso de pie: «
¡Viva Inglaterra!» Y acariciado por los ojos admirativos de su esposa, empezó á entonar una canción patriótica olvidada, marcando con movimientos de brazos el estribillo, que muy pocos alcanzaban á seguir.
Argensola knew as much about it as he, but he replied authoritatively, "Of course she will. That′s a sure thing!" The old man rose to his feet: "Hurrah for England!" and he began chanting a forgotten patriotic song, marking time with his arms in a spirited way, to the great admiration of his old wife, and urging all to join in the chorus that very few were able to follow.
Los dos amigos tuvieron que emprender á pie el regreso á su casa. No encontraron un vehículo que quisiera recibirlos: todos iban en dirección opuesta, hacia las estaciones. Ambos estaban de mal humor, pero Argensola no podía marchar en silencio.
The two friends had to take themselves home on foot. They could not find a vehicle that would stop for them; all were hurrying in the opposite direction toward the stations. They were both in a bad humor, but Argensola couldn′t keep his to himself.
«
¡Ah, las mujeres!» Desnoyers conocía sus honestas relaciones desde algunos meses antes con una midinette de la rue Taitbout. Paseos los domingos por los alrededores de París, varias idas al cinematógrafo, comentarios sobre las sublimidades de la última novela publicada en el folletón de un diario popular, besos á la despedida, cuando ella tomaba al anochecer el tren de Bois Colombes para dormir en el domicilio paterno: esto era todo. Pero Argensola contaba malignamente con el tiempo, que madura las virtudes más ácidas. Aquella tarde habían tomado el aperitivo con un amigo francés que partía á la mañana siguiente para incorporarse á su regimiento. La muchacha lo había visto algunas veces con él, sin que le mereciese especial atención; pero ahora lo admiró de pronto, como si fuese otro. Había renunciado á volver esta noche á la casa de sus padres: quería ver cómo empieza una guerra. Comieron los tres juntos, y todas las atenciones de ella fueron para el que se iba. Hasta se ofendió con repentino pudor porque Argensola quiso hacer uso del derecho de prioridad buscando su mano por debajo de la mesa. Mientras tanto, casi desplomaba su cabeza sobre el hombro del futuro héroe, envolviéndolo en miradas de admiración.
"Ah, these women!" Desnoyers knew all about his relations (so far honorable) with a midinette from the rue Taitbout. Sunday strolls in the suburbs of Paris, various trips to the moving picture shows, comments upon the fine points of the latest novel published in the sheets of a popular paper, kisses of farewell when she took the night train from Bois Colombes in order to sleep at home—that was all. But Argensola was wickedly counting on Father Time to mellow the sharpest virtues. That evening they had taken some refreshment with a French friend who was going the next morning to join his regiment. The girl had sometimes seen him with Argensola without noticing him particularly, but now she suddenly began admiring him as though he were another person. She had given up the idea of returning home that night; she wanted to see how a war begins. The three had dined together, and all her interest had centred upon the one who was going away. She even took offense, with sudden modesty, when Argensola tried as he had often done before, to squeeze her hand under the table. Meanwhile she was almost leaning her head on the shoulder of the future hero, enveloping him with admiring gaze.
—¡Y se han ido!... ¡Se han ido juntos!—dijo rencorosamente—. He tenido que abandonarlos para no prolongar mi triste situación. ¡Haber trabajado tanto... para otro!
"And they have gone. . . . They have gone away together!" said the Spaniard bitterly. "I had to leave them in order not to make my hard luck any worse. To have worked so long . . . for another!"
Calló un momento, y cambiando el curso de sus ideas, añadió:
He was silent for a few minutes, then changing the trend of his ideas, he added:
—Reconozco, sin embargo, que su conducta es hermosa. ¡Qué generosidad la de las mujeres cuando creen llegado el momento de ofrecer!... Su padre le inspira gran miedo por sus cóleras, y sin embargo se queda una noche fuera de casa con uno á quien apenas conoce y en el que no pensaba á media tarde... La nación siente gratitud por los que van á exponer su existencia, y ella, la pobrecilla, desea hacer algo también por los destinados á la muerte, darles un poco de felicidad en la última hora... y regala lo mejor que posee, lo que no puede recobrarse nunca. He hecho un mal papel... Ríete de mí, pero confiesa que esto es hermoso.
"I recognize, nevertheless, that her behavior is beautiful. The generosity of these women when they believe that the moment for sacrifice has come! She is terribly afraid of her father, and yet she stays away from home all night with a person whom she hardly knows, and whom she was not even thinking of in the middle of the afternoon! . . . The entire nation feels gratitude toward those who are going to imperil their lives, and she, poor child, wishing to do something, too, for those destined for death, to give them a little pleasure in their last hour . . . is giving the best she has, that which she can never recover. I have sketched her role poorly, perhaps. . . . Laugh at me if you want to, but admit that it is beautiful."
Desnoyers rió, efectivamente, del infortunio de su amigo, á pesar de que él también sufría grandes contrariedades, guardadas en secreto. No había vuelto á ver á Margarita después de la primera entrevista. Sólo tenía noticias de ella por varias cartas... ¡Maldita guerra! ¡Qué trastorno para las gentes felices! La madre de Margarita estaba enferma. Pensaba en su hijo, que era oficial y debía partir el primer día de la movilización. Ella estaba inquieta igualmente por su hermano y consideraba inoportuno ir al estudio mientras en su casa gemía la madre. ¿Cuándo iba á terminar esta situación?...
Desnoyers laughed heartily at his friend′s discomfiture, in spite of the fact that he, too, was suffering a good deal of secret annoyance. He had seen Marguerite but once since the day of his return. The only news of her that he had received was by letter. . . . This cursed war! What an upset for happy people! Marguerite′s mother was ill. She was brooding over the departure of her son, an officer, on the first day of the mobilization. Marguerite, too, was uneasy about her brother and did not think it expedient to come to the studio while her mother was grieving at home. When was this situation ever to end? . . .
Le preocupaba también aquel cheque de cuatrocientos mil francos traído de América. El día anterior habían excusado su pago en el Banco por falta de aviso. Luego declararon que tenían el aviso, pero tampoco le dieron el dinero. En aquella tarde, cuando los establecimientos de crédito estaban ya cerrados, el gobierno había lanzado un decreto estableciendo la moratoria, para evitar una bancarrota general á consecuencia del pánico financiero. ¿Cuándo le pagarían?... Tal vez cuando terminase la guerra que aún no había empezado; tal vez nunca. El no tenía otro dinero efectivo que dos mil francos escasos que le habían sobrado del viaje. Todos sus amigos se encontraban en una situación angustiosa, privados de recibir las cantidades que guardaban en los Bancos. Los que poseían algún dinero estaban obligados á emprender una peregrinación de tienda en tienda ó formar cola á la puerta de los Bancos para cambiar un billete. ¡Ah, la guerra! ¡La estúpida guerra!
That check for four hundred thousand francs which he had brought from America was also worrying him. The day before, the bank had declined to pay it for lack of the customary official advice. Afterward they said that they had received the advice, but did not give him the money. That very afternoon, when the trust companies had closed their doors, the government had already declared a moratorium, in order to prevent a general bankruptcy due to the general panic. When would they pay him? . . . Perhaps when the war which had not yet begun was ended—perhaps never. He had no other money available except the two thousand francs left over from his travelling expenses. All of his friends were in the same distressing situation, unable to draw on the sums which they had in the banks. Those who had any money were obliged to go from shop to shop, or form in line at the bank doors, in order to get a bill changed. Oh, this war! This stupid war!
En mitad de los Campos Elíseos vieron á un hombre con sombrero de alas anchas, que marchaba delante de ellos lentamente y hablando solo. Argensola lo reconoció al pasar junto á un farol: «
El amigo Tchernoff.» El ruso, al devolver el saludo, dejó escapar del fondo de su barba un ligero olor de vino. Sin invitación alguna arregló su paso al de ellos, siguiéndoles hacia el Arco de Triunfo.
In the Champs Elysees, they saw a man with a broad-brimmed hat who was walking slowly ahead of them and talking to himself. Argensola recognized him as he passed near the street lamp, "Friend Tchernoff." Upon returning their greeting, the Russian betrayed a slight odor of wine. Uninvited, he had adjusted his steps to theirs, accompanying them toward the Arc de Triomphe.
Julio sólo había cruzado silenciosos saludos con este amigo de Argensola al encontrarle en el zaguán de la casa. Pero la tristeza ablanda el ánimo y hace buscar como una sombra refrescante la amistad de los humildes. Tchernoff, por su parte, miró á Desnoyers como si lo conociese toda su vida.
Julio had merely exchanged silent nods with Argensola′s new acquaintance when encountering him in the vestibule; but sadness softens the heart and makes us seek the friendship of the humble as a refreshing shelter. Tchernoff, on the contrary, looked at Desnoyers as though he had known him all his life.
Había interrumpido su monólogo, que sólo escuchaban las masas de negra vegetación, los bancos solitarios, la sombra azul perforada por el temblor rojizo de los faroles, la noche veraniega con su cúpula de cálidos soplos y siderales parpadeos. Dió algunos pasos sin hablar, como una muestra de consideración á los acompañantes, y luego reanudó sus razonamientos, tomándolos donde los había abandonado, sin dar explicación alguna, como si marchase solo.
The man had interrupted his monologue, heard only by the black masses of vegetation, the blue shadows perforated by the reddish tremors of the street lights, the summer night with its cupola of warm breezes and twinkling stars. He took a few steps without saying anything, as a mark of consideration to his companions, and then renewed his arguments, taking them up where he had broken off, without offering any explanation, as though he were still talking to himself. . . .
—...Y á estas horas gritarán de entusiasmo lo mismo que los de aquí, creerán de buena fe que van á defender su patria provocada, querrán morir por sus familias y hogares que nadie ha amenazado.
"And at this very minute, they are shouting with enthusiasm the same as they are doing here, honestly believing that they are going to defend their outraged country, wishing to die for their families and firesides that nobody has threatened."
—¿Quiénes son esos, Tchernoff?—preguntó Argensola. Le miró el ruso fijamente, como si extrañase su pregunta.
"Who are ′they,′ Tchernoff?" asked Argensola. The Russian stared at him as though surprised at such a question.
—Ellos—dijo lacónicamente.
"They," he said laconically.
Los dos le entendieron... ¡Ellos! No podían ser otros.
The two understood. . . . THEY! It could not be anyone else.
—Yo he vivido diez años en Alemania—continuó, dando más conexión á sus palabras al verse escuchado—. Fuí corresponsal de diario en Berlín, y conozco aquellas gentes. Al pasar por el bulevar lleno de muchedumbre, he visto con la imaginación lo que ocurre allá á estas horas. También cantan y rugen de entusiasmo agitando banderas. Son iguales exteriormente unos y otros, pero ¡qué diferencia, por dentro!... Anoche, en el bulevar, la gente persiguió á unos vocingleros que gritaban: «
¡A Berlín!» Es un grito de mal recuerdo y de peor gusto. Francia no quiere conquistas; su único deseo es ser respetada, vivir en paz, sin humillaciones ni intranquilidades. Esta noche, dos movilizados decían al marcharse: «
Cuando entremos en Alemania les impondremos la República...» La República no es una cosa perfecta, amigos míos, pero representa algo mejor que vivir bajo un monarca irresponsable por la gracia de Dios. Cuando menos, supone tranquilidad y ausencia de ambiciones personales que perturben la vida. Y yo me he conmovido ante el sentimiento generoso de estos dos obreros que, en vez de pensar en el exterminio de sus enemigos, quieren corregirlos, dándoles lo que ellos consideran mejor.
"I have lived ten years in Germany," he continued, connecting up his words, now that he found himself listened to. "I was daily correspondent for a paper in Berlin and I know these people. Passing along these thronged boulevards, I have been seeing in my imagination what must be happening there at this hour. They, too, are singing and shouting with enthusiasm as they wave their flags. On the outside, they seem just alike—but oh, what a difference within! . . . Last night the people beset a few babblers in the boulevard who were yelling, ′To Berlin!′—a slogan of bad memories and worse taste. France does not wish conquests; her only desire is to be respected, to live in peace without humiliations or disturbances. To-night two of the mobilized men said on leaving, ′When we enter Germany we are going to make it a republic!′ . . . A republic is not a perfect thing, but it is better than living under an irresponsible monarchy by the grace of God. It at least presupposes tranquillity and absence of the personal ambitions that disturb life. I was impressed by the generous thought of these laboring men who, instead of wishing to exterminate their enemies, were planning to give them something better."
Calló Tchernoff breves momentos para sonreir irónicamente ante el espectáculo que se ofrecía á su imaginación.
Tchernoff remained silent a few minutes, smiling ironically at the picture which his imagination was calling forth.
—En Berlín, las masas expresan su entusiasmo en forma elevada, como conviene á un pueblo superior. Los de abajo, que se consuelan de sus humillaciones con un grosero materialismo, gritan á estas horas: «
¡A París! ¡Vamos á beber champañ gratis!» La burguesía pietista, capaz de todo por alcanzar un nuevo honor, y la aristocracia que ha dado al mundo los mayores escándalos de los últimos años, gritan igualmente: «
¡A París!» París es la Babilonia del pecado, la ciudad del Moulin Rouge y los restoranes de Montmartre, únicos lugares que ellos conocen... Y mis camaradas de la Social-Democracia también gritan; pero á éstos les han enseñado otro cántico: «
¡A Moscou! ¡A Petersburgo! ¡Hay que aplastar la tiranía rusa, peligro de la civilización!» El kaiser manejando la tiranía de otro país como un espantajo para su pueblo... ¡qué risa!
"In Berlin, the masses are expressing their enthusiasm in the lofty phraseology befitting a superior people. Those in the lowest classes, accustomed to console themselves for humiliations with a gross materialism, are now crying ′Nach Paris! We are going to drink champagne gratis!′ The pietistic burgher, ready to do anything to attain a new honor, and the aristocracy which has given the world the greatest scandals of recent years, are also shouting, ′Nach Paris!′ To them Paris is the Babylon of the deadly sin, the city of the Moulin Rouge and the restaurants of Montmartre, the only places that they know. . . . And my comrades of the Social-Democracy, they are also cheering, but to another tune.—′To-morrow! To St. Petersburg! Russian ascendency, the menace of civilization, must be obliterated!′ The Kaiser waving the tyranny of another country as a scarecrow to his people! . . . What a joke!"
Y la carcajada del ruso sonó en el silencio de la noche como un tableteo.
And the loud laugh of the Russian sounded through the night like the noise of wooden clappers.
—Nosotros somos más civilizados que los alemanes—dijo cuando cesó de reír.
"We are more civilized than the Germans," he said, regaining his self-control.
Desnoyers, que le escuchaba con interés, hizo un movimiento de sorpresa y se dijo: «
Este Tchernoff ha bebido algo.»
Desnoyers, who had been listening with great interest, now gave a start of surprise, saying to himself, "This Tchernoff has been drinking."
—La civilización—continuó—no consiste únicamente en una gran industria, en muchos barcos, ejércitos y numerosas universidades que sólo enseñan ciencia. Esa es una civilización material. Hay otra superior que eleva el alma y no permite que la dignidad humana sufra sin protesta continuas humillaciones. Un ciudadano suizo que vive en su chalet de madera, considerándose igual á los demás hombres de su país, es más civilizado que el Herr Professor que tiene que cederle el paso á un teniente ó el rico de Hamburgo que se encorva como un lacayo ante el que ostenta la partícula von.
"Civilization," continued the Socialist, "does not consist merely in great industry, in many ships, armies and numerous universities that only teach science. That is material civilization. There is another, a superior one, that elevates the soul and does not permit human dignity to suffer without protesting against continual humiliations. A Swiss living in his wooden chalet and considering himself the equal of the other men of his country, is more civilized than the Herr Professor who gives precedence to a lieutenant, or to a Hamburg millionaire who, in turn, bends his neck like a lackey before those whose names are prefixed by a von."
Aquí el español asintió, como si adivinase lo que Tchernoff iba á añadir.
Here the Spaniard assented as though he could guess what Tchernoff was going to say.
—Los rusos sufrimos una gran tiranía. Yo sé algo de esto. Conozco el hambre y el frío de los calabozos; he vivido en Siberia... Pero frente á nuestra tiranía ha existido siempre una protesta revolucionaria. Una parte de la nación es medio bárbara, pero el resto tiene una mentalidad superior, un espíritu de alta moral que le hace arrostrar peligros y sacrificios por la libertad y la verdad... ¿Y Alemania? ¿Quién ha protestado en ella jamás para, defender los derechos humanos? ¿Qué revoluciones se han conocido en Prusia, tierra de grandes déspotas? El fundador del militarismo, Federico Guillermo, cuando se cansaba de dar palizas á su esposa y escupir en los platos de sus hijos, salía á la calle garrote en mano para golpear á los súbditos que no huían á tiempo. Su hijo Federico el Grande declaró que moría aburrido de gobernar un pueblo de esclavos. En dos siglos de historia prusiana, una sola revolución: las barricadas de 1848, mala copia berlinesa de la revolución de París, y sin resultado alguno. Bismarck apretó la mano para aplastar los últimos intentos de protesta, si es que realmente existían. Y cuando sus amigos le amenazaban con una revolución, el junker feroz se llevaba las manos á los ijares, lanzando las más insolentes de sus carcajadas. ¡Una revolución en Prusia!... Nadie como él conocía á su pueblo.
"We Russians endure great tyranny. I know something about that. I know the hunger and cold of Siberia. . . . But opposed to our tyranny has always existed a revolutionary protest. Part of the nation is half-barbarian, but the rest has a superior mentality, a lofty moral spirit which faces danger and sacrifice because of liberty and truth. . . . And Germany? Who there has ever raised a protest in order to defend human rights? What revolutions have ever broken out in Prussia, the land of the great despots? "Frederick William, the founder of militarism, when he was tired of beating his wife and spitting in his children′s plates, used to sally forth, thong in hand, in order to cowhide those subjects who did not get out of his way in time. His son, Frederick the Great, declared that he died, bored to death with governing a nation of slaves. In two centuries of Prussian history, one single revolution—the barricades of 1848—a bad Berlinish copy of the Paris revolution, and without any result. Bismarck corrected with a heavy hand so as to crush completely the last attempts at protest—if such ever really existed. And when his friends were threatening him with revolution, the ferocious Junker, merely put his hands on his hips and roared with the most insolent of horse laughs. A revolution in Prussia! . . . Nothing at all, as he knew his people!"
Tchernoff no era patriota. Muchas veces le había oído Argensola hablar contra su país. Pero se indignaba al considerar el desprecio con que el orgullo germánico trataba al pueblo ruso. ¿Dónde estaba, en los últimos cuarenta años de grandeza imperialista, la hegemonía intelectual de que alardeaban los alemanes?...
Tchernoff was not a patriot. Many a time Argensola had heard him railing against his country, but now he was indignant in view of the contempt with which Teutonic haughtiness was treating the Russian nation. Where, in the last forty years of imperial grandeur, was that universal supremacy of which the Germans were everlastingly boasting? . . .
Excelentes peones de la ciencia; sabios tenaces y de vista corta, confinado cada uno en su especialidad; benedictinos del laboratorio, que trabajaban mucho y acertaban algunas veces á través de enormes equivocaciones dadas como verdades por ser suyas: esto era todo. Y al lado de tanta laboriosidad paciente y digna de respeto, ¡qué de charlatanismo! ¡qué de grandes nombres explotados como una muestra de tienda! ¡cuántos sabios metidos á hoteleros de sanatorio!... Un Herr Professor descubría la curación de la tisis, y los tísicos continuaban muriendo como antes. Otro rotulaba con una cifra el remedio vencedor de la más inconfesable de las enfermedades, y la peste genital seguía azotando al mundo. Y todos estos errores representaban fortunas considerables: cada panacea salvadora daba lugar á la constitución de una sociedad industrial, vendiéndose los productos á grandes precios, como si el dolor fuese un privilegio de los ricos. ¡Cuán lejos de este bluff Pasteur y otros sabios de los pueblos inferiores, que libraban al mundo sus secretos sin prestarse á monopolios!
Excellent workers in science; tenacious and short-sighted academicians, each wrapped in his specialty!—Benedictines of the laboratory who experimented painstakingly and occasionally hit upon something, in spite of enormous blunders given out as truths, because they were their own . . . that was all! And side by side with such patient laboriosity, really worthy of respect—what charlatanism! What great names exploited as a shop sample! How many sages turned into proprietors of sanatoriums! . . . A Herr Professor discovers the cure of tuberculosis, and the tubercular keep on dying as before. Another labels with a number the invincible remedy for the most unconfessable of diseases, and the genital scourge continues afflicting the world. And all these errors were representing great fortunes, each saving panacea bringing into existence an industrial corporation selling its products at high prices—as though suffering were a privilege of the rich. How different from the bluff Pasteur and other clever men of the inferior races who have given their discoveries to the world without stooping to form monopolies!
—La ciencia alemana—continuó Tchernoff—ha dado mucho á la humanidad, lo reconozco; pero la ciencia de las otras naciones ha dado mucho igualmente. Sólo un pueblo loco de orgullo puede imaginar que él lo es todo para la civilización y los demás no son nada... Aparte de sus sabios especialistas, ¿qué genio ha producido en nuestros tiempos esa Alemania que se cree universal? Wágner es el último romántico, cierra una época y pertenece al pasado. Nietzsche tuvo empeño en demostrar su origen polaco y abominó de Alemania, país, según él, de burgueses pedantes. Su eslavismo era tan pronunciado, que hasta profetizó el aplastamiento de los germanos por los eslavos... Y no quedan más. Nosotros, pueblo salvaje, hemos dado al mundo en los últimos tiempos artistas de una grandeza moral admirable. Tolstoi y Dostoiewsky son universales. ¿Qué nombres puede colocar enfrente de ellos la Alemania de Guillermo II?... Su país fué la patria de la música, pero los músicos rusos del presente son más originales que los continuadores del wagnerismo, que se refugían en las exasperaciones de la orquesta para ocultar su mediocridad... El pueblo alemán tuvo genios en su época de dolor, cuando aún no había nacido el orgullo pangermanista, cuando no existía el Imperio. Goethe, Schiller, Beethoven, fueron súbditos de pequeños principados. Recibieron la influencia de otros países, contribuyeron á la civilización universal, como ciudadanos del mundo, sin ocurrírseles que el mundo debía hacerse germánico porque prestaba atención á sus obras.
"German science," continued Tchernoff, "has given much to humanity, I admit that; but the science of other nations has done as much. Only a nation puffed up with conceit could imagine that it has done everything for civilization, and the others nothing. . . . Apart from their learned specialists, what genius has been produced in our day by this Germany which believes itself so transcendent? Wagner, the last of the romanticists, closes an epoch and belongs to the past. Nietzsche took pains to proclaim his Polish origin and abominated Germany, a country, according to him, of middle-class pedants. His Slavism was so pronounced that he even prophesied the overthrow of the Prussians by the Slavs. . . . And there are others. We, although a savage people, have given the world of modern times an admirable moral grandeur. Tolstoi and Dostoievsky are world-geniuses. What names can the Germany of William II put ahead of these? . . . His country was the country of music, but the Russian musicians of to-day are more original than the mere followers of Wagner, the copyists who take refuge in orchestral exasperations in order to hide their mediocrity. . . . In its time of stress the German nation had men of genius, before Pan-Germanism had been born, when the Empire did not exist. Goethe, Schiller, Beethoven were subjects of little principalities. They received influence from other countries and contributed their share to the universal civilization like citizens of the world, without insisting that the world should, therefore, become Germanized."
El zarismo había cometido atrocidades. Tchernoff lo sabía por experiencia y no necesitaba que los alemanes vinieran á contárselo. Pero todas las clases ilustradas de Rusia eran enemigas de la tiranía y se levantaban contra ella. ¿Dónde estaban en Alemania los intelectuales enemigos del zarismo prusiano? Callaban ó prorrumpían en adulaciones al ungido de Dios, músico y comediante como Nerón, de una inteligencia viva y superficial, que, por tocarlo todo, creía saberlo todo. Ansioso de alcanzar una postura escénica en la Historia, había acabado por afligir al mundo con la más grande de las calamidades.
Czarism had committed atrocities. Tchernoff knew that by experience, and did not need the Germans to assure him of it. But all the illustrious classes of Russia were enemies of that tyranny and were protesting against it. Where in Germany were the intellectual enemies of Prussian Czarism? They were either holding their peace, or breaking forth into adulation of the anointed of the Lord—a musician and comedian like Nero, of a sharp and superficial intelligence, who believed that by merely skimming through anything he knew it all. Eager to strike a spectacular pose in history, he had finally afflicted the world with the greatest of calamities.
—¿Por qué ha de ser rusa la tiranía que pesa sobre mi país? Los peores zares fueron imitadores de Prusia. En nuestros tiempos, cada vez que el pueblo ruso ó polaco ha intentado reivindicar sus derechos, los reaccionarios emplearon al kaiser como una amenaza, afirmando que vendría en su auxilio. Una mitad de la aristocracia rusa es alemana; alemanes los generales que más se han distinguido acuchillando al pueblo; alemanes los funcionarios que sostienen y aconsejan la tiranía; alemanes los oficiales que se encargan de castigar con matanzas las huelgas obreras y la rebelión de los pueblos anexionados. El eslavo reaccionario es brutal, pero tiene el sentimentalismo de una raza en la que muchos príncipes se hacen nihilistas. Levanta él látigo con facilidad, pero luego se arrepiente y á veces llora. Yo he visto á oficiales rusos suicidarse por no marchar contra el pueblo ó por el remordimiento de haber ejecutado matanzas. El alemán al servicio del zarismo no siente escrúpulos ni lamenta su conducta: mata fríamente, con método minucioso y exacto, como todo lo que ejecuta. El ruso es bárbaro, pega y se arrepiente; el alemán civilizado fusila sin vacilación. Nuestro zar, en un ensueño humanitario de eslavo, acarició la utopía generosa de la paz universal, organizando las conferencias de La Haya. El kaiser de la cultura ha trabajado años y años en el montaje y engrasamiento de un organismo destructivo como nunca se conoció, para aplastar á toda Europa. El ruso es un cristiano humilde, igualitario, democrático, sediento de justicia; el alemán alardea de cristianismo, pero es un idólatra como los germanos de otros siglos. Su religión ama la sangre y mantiene las castas; su verdadero culto es el de Odín, sólo que ahora el dios de la matanza ha cambiado de nombre, y se llama el Estado.
"Why must the tyranny that weighs upon my country necessarily be Russian? The worst Czars were imitators of Prussia. Every time that the Russian people of our day have attempted to revindicate their rights, the reactionaries have used the Kaiser as a threat, proclaiming that he would come to their aid. One-half of the Russian aristocracy is German; the functionaries who advise and support despotism are Germans; German, too, are the generals who have distinguished themselves by massacring the people; German are the officials who undertake to punish the laborers′ strikes and the rebellion of their allies. The reactionary Slav is brutal, but he has the fine sensibility of a race in which many princes have become Nihilists. He raises the lash with facility, but then he repents and oftentimes weeps. I have seen Russian officials kill themselves rather than march against the people, or through remorse for slaughter committed. The German in the service of the Czar feels no scruples, nor laments his conduct. He kills coldly, with the minuteness and exactitude with which he does everything. The Russian is a barbarian who strikes and regrets; German civilization shoots without hesitation. Our Slav Czar, in a humanitarian dream, favored the Utopian idea of universal peace, organizing the Conference of The Hague. The Kaiser of culture, meanwhile, has been working years and years in the erection and establishment of a destructive organ of an immensity heretofore unknown, in order to crush all Europe. The Russian is a humble Christian, socialistic, democratic, thirsting for justice; the German prides himself upon his Christianity, but is an idolator like the German of other centuries. His religion loves blood and maintains castes; his true worship is that of Odin;—only that nowadays, the god of slaughter has changed his name and calls himself, ′The State′!"
Se detuvo un instante Tchernoff, tal vez para apreciar mejor la extrañeza de sus acompañantes, y dijo luego con simplicidad:
Tchernoff paused an instant—perhaps in order to increase the wonder of his companions—and then said with simplicity:
—Yo soy cristiano.
"I am a Christian."
Argensola, que conocía las ideas y la historia del ruso, hizo un movimiento de asombro. Julio insistió en sus sospechas: «
Decididamente, este Tchernoff está borracho.»
Argensola, who already knew the ideas and history of the Russian, started with astonishment, and Julio persisted in his suspicion, "Surely Tchernoff is drunk."
—Es verdad—continuó—que me preocupo poco de Dios y no creo en los dogmas, pero mi alma es cristiana como la de todos los revolucionarios. La filosofía de la democracia moderna es un cristianismo laico. Los socialistas amamos al humilde, al menesteroso, al débil. Defendemos su derecho á la vida y al bienestar, lo mismo que los grandes exaltados de la religión, que vieron en todo infeliz á un hermano. Nosotros exigimos el respeto para el pobre en nombre de la justicia; los otros lo piden en nombre de la piedad. Esto nos separa únicamente. Pero unos y otros buscamos que los hombres se pongan de acuerdo para una vida mejor; que el fuerte se sacrifique por el débil, el poderoso por el humilde y el mundo se rija por la fraternidad, buscando la mayor igualdad posible.
"It is true," declared the Russian earnestly, "that I do not worry about God, nor do I believe in dogmas, but my soul is Christian as is that of all revolutionists. The philosophy of modern democracy is lay Christianity. We Socialists love the humble, the needy, the weak. We defend their right to life and well-being, as did the greatest lights of the religious world who saw a brother in every unfortunate. We exact respect for the poor in the name of justice; the others ask for it in the name of charity. That only separates us. But we strive that mankind may, by common consent, lead a better life, that the strong may sacrifice for the weak, the lofty for the lowly, and the world be ruled by brotherliness, seeking the greatest equality possible."
El eslavo resumía la historia de las aspiraciones humanas. El pensamiento griego había puesto el bienestar en la tierra, pero sólo para unos cuantos, para los ciudadanos de sus pequeñas democracias, para los hombres libres, dejando abandonados á su miseria los esclavos y los bárbaros, que constituían la mayor parte. El cristianismo, religión de humildes, había reconocido á todos los seres el derecho á la felicidad, pero esta felicidad la colocaba en el cielo, lejos de este mundo «
valle de lágrimas». La Revolución y sus herederos los socialistas ponían la felicidad en las realidades inmediatas de la tierra, lo mismo que los antiguos, y hacían partícipes de ella á todos los hombres, lo mismo que los cristianos.
The Slav reviewed the history of human aspirations. Greek thought had brought comfort, a sense of well-being on the earth—but only for the few, for the citizens of the little democracies, for the free men, leaving the slaves and barbarians who constituted the majority, in their misery. Christianity, the religion of the lowly, had recognized the right of happiness for all mankind, but this happiness was placed in heaven, far from this world, this "vale of tears." The Revolution and its heirs, the Socialists, were trying to place happiness in the immediate realities of earth, like the ancients, but making all humanity participants in it like the Christians.
—¿Dónde está el cristianismo de la Alemania presente?... Hay más espíritu cristiano en el socialismo de la laica República francesa, defensora de los débiles, que en la religiosidad de los junkers conservadores. Alemania se ha fabricado un Dios á su semejanza, y cuando cree adorarlo, es su propia imagen lo que adora. El Dios alemán es un reflejo del Estado alemán, que considera la guerra como la primera función de un pueblo y la más noble de las ocupaciones. Otros pueblos cristianos, cuando tienen que guerrear, sienten la contradicción que existe entre su conducta y el Evangelio, y se excusan alegando la cruel necesidad de defenderse. Alemania declara que la guerra es agradable á Dios. Yo conozco sermones alemanes probando que Jesús fué partidario del militarismo.
"Where is the ′Christianity of modern Germany? . . . There is far more genuine Christian spirit in the fraternal laity of the French Republic, defender of the weak, than in the religiosity of the conservative Junkers. Germany has made a god in her own image, believing that she adores it, but in reality adoring her own image. The German God is a reflex of the German State which considers war as the first activity of a nation and the noblest of occupations. Other Christian peoples, when they have to go to war, feel the contradiction that exists between their conduct and the teachings of the Gospel, and excuse themselves by showing the cruel necessity which impels them. Germany declares that war is acceptable to God. I have heard German sermons proving that Jesus was in favor of Militarism.
El orgullo germánico, la convicción de que su raza está destinada providencialmente á dominar el mundo, ponía de acuerdo á protestantes, católicos y judíos.
"Teutonic pride, the conviction that its race is providentially destined to dominate the world, brings into working unity their Protestants, Catholics and Jews.
—Por encima de sus diferencias de dogma está el Dios del Estado, que es alemán; el Dios guerrero, al que tal vez llama Guillermo á estas horas «
mi respetable aliado». Las religiones tendieron siempre á la universalidad. Su fin es poner á los hombres en relación con Dios y sostener las relaciones entre todos los hombres. Prusia ha retrogradado á la barbarie creando para su uso personal un segundo Jehová, una divinidad hostil á la mayor parte del género humano, que hace suyos los rencores y las ambiciones del pueblo alemán.
"Far above their differences of dogma is that God of the State which is German—the Warrior God to whom William is probably referring as ′my worthy Ally.′ Religions always tend toward universality. Their aim is to place humanity in relationship with God, and to sustain these relations among mankind. Prussia has retrograded to barbarism, creating for its personal use a second Jehovah, a divinity hostile to the greater part of the human race who makes his own the grudges and ambitions of the German people."
Luego, Tchernoff explicaba á su modo la creación de este Dios germánico, ambicioso, cruel, vengativo. Los alemanes eran unos cristianos de la víspera. Su cristianismo databa de seis siglos nada más, mientras que el de los otros pueblos de Europa era de diez, de quince, de diez y ocho siglos. Cuando terminaban ya las Cruzadas, los prusianos vivían aún en el paganismo. La soberbia de raza, al impulsarlos á la guerra, hacía revivir á las divinidades muertas. A semejanza del antiguo Dios germánico, que era un caudillo militar, el Dios del Evangelio se veía adornado por los alemanes con lanza y escudo.
Tchernoff then explained in his own way the creation of this Teutonic God, ambitious, cruel and vengeful. The Germans were comparatively recent Christians. Their Christianity was not more than six centuries old. When the Crusades were drawing to a close, the Prussians were still living in paganism. Pride of race, impelling them to war, had revived these dead divinities. The God of the Gospel was now adorned by the Germans with lance and shield like the old Teutonic god who was a military chief.
—El cristianismo en Berlín lleva casco y botas de montar. Dios se ve movilizado en estos momentos, lo mismo que Otto, Fritz y Franz, para que castigue á los enemigos del pueblo escogido. Nada importa que haya ordenado: «
No matarás» y que su hijo dijese en la tierra: «
Bienaventurados los pacíficos.» El cristianismo, según los sacerdotes alemanes de todas las confesiones, sólo puede influir en el mejoramiento individual de los hombres y no debe inmiscuirse en la vida del Estado. El Dios del Estado prusiano es el «
viejo Dios alemán», un heredero de la feroz mitología germánica, una amalgama de las divinidades hambrientas de guerra.
"Christianity in Berlin wears helmet and riding boots. God at this moment is seeing Himself mobilized the same as Otto, Fritz and Franz, in order to punish the enemies of His chosen people. That the Lord has commanded, ′Thou shalt not kill,′ and His Son has said to the world, ′Blessed are the peacemakers,′ no longer matters. Christianity, according to its German priests of all creeds, can only influence the individual betterment of mankind, and should not mix itself in affairs of state. The Prussian God of the State is ′the old German God,′ the lineal descendant of the ferocious Germanic mythology, a mixture of divinities hungry for war."
En el silencio de la avenida, el ruso evocó las rojas figuras de los dioses implacables. Iban á despertar aquella noche al sentir en sus oídos el amado estrépito de las armas y en su olfato el perfume acre de la sangre. Thor, el dios brutal de la cabeza pequeña, estiraba sus bíceps, empuñando el martillo que aplasta ciudades. Wotan afilaba su lanza, que tiene el relámpago por hierro y el trueno por regatón. Odín, el del único ojo, bostezaba de gula en lo alto de su montaña, esperando á los guerreros muertos que se amontonarían alrededor de su trono. Las desmelenadas walkyrias, vírgenes sudorosas y oliendo á potro, empezaban á galopar de nube en nube, azuzando á los hombres con aullidos, para llevarse los cadáveres, doblados como alforjas, sobre las ancas de sus rocines voladores.
In the silence of the avenue, the Russian evoked the ruddy figures of the implacable gods, that were going to awake that night upon hearing the hum of arms and smelling the acrid odor of blood. Thor, the brutal god with the little head, was stretching his biceps and clutching the hammer that crushed cities. Wotan was sharpening his lance which had the lightning for its handle, the thunder for its blade. Odin, the one-eyed, was gaping with gluttony on the mountain-tops, awaiting the dead warriors that would crowd around his throne. The dishevelled Valkyries, fat and perspiring, were beginning to gallop from cloud to cloud, hallooing to humanity that they might carry off the corpses doubled like saddle bags, over the haunches of their flying nags.
—La religiosidad germánica—continuó el ruso—es la negación del cristianismo. Para ella, los hombres no son iguales ante Dios. Este sólo aprecia á los fuertes, y los apoya con su influencia para que se atrevan á todo. Los que nacieron débiles deben someterse ó desaparecer. Los pueblos tampoco son iguales: están divididos en pueblos conductores y pueblos inferiores cuyo destino es verse desmenuzados y asimilados por aquéllos. Así lo quiere Dios. Y resulta inútil decir que el gran pueblo conductor es Alemania.
"German religiosity," continued the Russian, "is the disavowal of Christianity. In its eyes, men are no longer equal before God. Their God is interested only in the strong, and favors them with his support so that they may dare anything. Those born weak must either submit or disappear. Neither are nations equal, but are divided into leaders and inferior races whose destiny is to be sifted out and absorbed by their superiors. Since God has thus ordained, it is unnecessary to state that the grand world-leader is Germany."
Argensola le interrumpió. El orgullo alemán no se apoyaba únicamente en su Dios; apelaba igualmente á la ciencia.
Argensola here interrupted to observe that German pride believed itself championed not only by God but by science, too.
—Conozco eso—dijo el ruso sin dejarle terminar—: el determinismo, la desigualdad, la selección, la lucha por la vida... Los alemanes, tan orgullosos de su valer, construyen sobre terreno ajeno sus monumentos intelectuales, piden prestado al extranjero el material de cimentación cuando hacen obra nueva. Un francés y un inglés, Gobineau y Chamberlain, les han dado los argumentos para defender la superioridad de su raza. Con cascote sobrante de Darwin y de Spencer, su anciano Haeckel ha fabricado el «
monismo», doctrina que, aplicada á la política, consagra científicamente el orgullo alemán y reconoce su derecho á dominar al mundo, por ser el más fuerte.
"I know that," interposed the Russian without letting him finish—"generalization, inequality, selection, the struggle for life, and all that. . . . The Germans, so conceited about their special worth, erect upon distant ground their intellectual monuments, borrowing of the foreigner their foundation material whenever they undertake a new line of work. A Frenchman and an Englishman, Gobineau and Chamberlain, have given them the arguments with which to defend the superiority of their race. With the rubbish left over from Darwin and Spencer, their old Haeckel has built up his doctrine of ′Monism′ which, applied to politics, scientifically consecrates Prussian pride and recognizes its right to rule the world by force."
—No, mil veces no—continuó con energía después de un breve silencio—. Todo eso de la lucha por la vida con su cortejo de crueldades puede ser verdad en las especies inferiores, pero no debe ser verdad entre los hombres. Somos seres de razón y de progreso, y debemos libertarnos de la fatalidad del medio, modificándolo á nuestra conveniencia. El animal no conoce el derecho, la justicia, la compasión; vive esclavo de la lobreguez de sus instintos. Nosotros pensamos, y el pensamiento significa libertad. El fuerte, para serlo, no necesita mostrarse cruel; resulta más grande cuando no abusa de su fuerza y es bueno. Todos tienen derecho á la vida, ya que nacieron; y del mismo modo que subsisten los seres orgullosos y humildes, hermosos ó débiles, deben seguir viviendo las naciones grandes y pequeñas, viejas y jóvenes. La finalidad de nuestra existencia no es la lucha, no es matar, para que luego nos maten á nosotros, y que á su vez caiga muerto nuestro matador. Dejemos eso á la ciega Naturaleza. Los pueblos civilizados, de seguir un pensamiento común, deben adoptar el de la Europa mediterránea, realizando la concepción más pacífica y dulce de la vida que sea posible.
"No, a thousand times no!" he exclaimed after a brief silence. "The struggle for existence with its procession of cruelties may be true among the lower species, but it should not be true among human creatures. We are rational beings and ought to free ourselves from the fatality of environment, moulding it to our convenience. The animal does not know law, justice or compassion; he lives enslaved in the obscurity of his instincts. We think, and thought signifies liberty. Force does not necessarily have to be cruel; it is strongest when it does not take advantage of its power, and is kindly. All have a right to the life into which they are born, and since among individuals there exist the haughty and the humble, the mighty and the weak, so should exist nations, large and small, old and young. The end of our existence is not combat nor killing in order that others may afterwards kill us, and, perhaps, be killed themselves. Civilized peoples ought unanimously to adopt the idea of southern Europe, striving for the most peaceful and sweetest form of life possible."
Una sonrisa cruel agitó las barbas del ruso.
A cruel smile played over the Russian′s beard.
—Pero existe la Kultur, que los germanos quieren imponernos y que resulta lo más opuesto á la civilización. La civilización es el afinamiento del espíritu, el respeto al semejante, la tolerancia de la opinión ajena, la suavidad de las costumbres. La Kultur es la acción de un Estado que organiza y asimila individuos y colectividades para que la sirvan en su misión. Y esta misión consiste principalmente en colocarse por encima de los otros Estados, aplastándolos con su grandeza, ó lo que es lo mismo, orgullo, ferocidad, violencia.
"But there exists that Kultur, diametrically opposed to civilization, which the Germans wish to palm off upon us. Civilization is refinement of spirit, respect of one′s neighbor, tolerance of foreign opinion, courtesy of manner. Kultur is the action of a State that organizes and assimilates individuals and communities in order to utilize them for its own ends; and these ends consist mainly in placing ′The State′ above other states, overwhelming them with their grandeur—or what is the same thing—with their haughty and violent pride."
Habían llegado á la plaza de la Estrella. El Arco de Triunfo destacaba su mole obscura en el espacio estrellado. Las avenidas esparcían en todas direcciones una doble fila de luces. Los faroles situados en torno del monumento iluminaban sus bases gigantescas y los pies de los grupos escultóricos. Más arriba se cerraban las sombras, dando al claro monumento la negra densidad del ébano.
By this time, the three had reached the place de l′Etoile. The dark outline of the Arc de Triomphe stood forth clearly in the starry expanse. The avenues extended in all directions, a double file of lights. Those around the monument illuminated its gigantic bases and the feet of the sculptured groups. Further up, the vaulted spaces were so locked in shadow that they had the black density of ebony.
Atravesaron la plaza y el Arco. Al verse bajo la bóveda, que repercutía, agrandado, el eco de sus pasos, se detuvieron. La brisa de la noche tomaba una frialdad invernal al deslizarse por el interior de la construcción. La bóveda recortaba las aristas de sus extremos sobre el difuso azul del espacio. Instintivamente volvieron los tres la cabeza para lanzar una mirada á los Campos Elíseos, que habían dejado atrás. Sólo vieron un río de sombra en el que flotaban rosarios de estrellas rojas entre dos largas escarpaduras negras formadas por los edificios. Pero estaban familiarizados con el panorama, y creyeron contemplar en la obscuridad, sin ningún esfuerzo, la majestuosa pendiente de la avenida, la doble fila de palacios, la plaza de la Concordia en el fondo con su aguja egipcia, las arboledas de las Tullerías.
Upon passing under the Arch, which greatly intensified the echo of their footsteps, they came to a standstill. The night breeze had a wintry chill as it whistled past, and the curved masses seemed melting into the diffused blue of space. Instinctively the three turned to glance back at the Champs Elysees. They saw only a river of shadow on which were floating rosaries of red stars among the two long, black scarfs formed by the buildings. But they were so well acquainted with this panorama that in imagination they mentally saw the majestic sweep of the avenue, the double row of palaces, the place de la Concorde in the background with the Egyptian obelisk, and the trees of the Tuileries.
—Esto es hermoso—dijo Tchernoff, que veía algo más que sombras—. Toda una civilización que ama la paz y la dulzura de la vida ha pasado por aquí.
"How beautiful it is!" exclaimed Tchernoff who was seeing something beyond the shadows. "An entire civilization, loving peace and pleasure, has passed through here."
Un recuerdo enterneció al ruso. Muchas tardes, después del almuerzo, había encontrado en aquel mismo lugar á un hombre robusto, cuadrado, de barba rubia y ojos bondadosos. Parecía un gigante detenido en mitad de su crecimiento. Un perro le acompañaba. Era Jaurés, su amigo Jaurés, que antes de ir á la Cámara daba un paseo hasta el Arco desde su casa de Passy.
A memory greatly affected the Russian. Many an afternoon, after lunch, he had met in this very spot a robust man, stocky, with reddish beard and kindly eyes—a man who looked like a giant who had just stopped growing. He was always accompanied by a dog. It was Jaures, his friend Jaures, who before going to the senate was accustomed to taking a walk toward the Arch from his home in Passy.
—Le gustaba situarse donde nos hallamos en este momento. Contemplaba las avenidas, los jardines lejanos, todo el París que se ofrece á la admiración desde esta altura. Y me decía conmovido: «
Esto es magnífico. Una de las perspectivas más hermosas que pueden encontrarse en el mundo...» ¡Pobre Jaurés!
"He liked to come just where we are now! He loved to look at the avenues, the distant gardens, all of Paris which can be seen from this height; and filled with admiration, he would often say to me, ′This is magnificent—one of the most beautiful perspectives that can be found in the entire world.′ . . . Poor Jaures!"
El ruso, por una asociación de ideas, evocaba la imagen de su compatriota Miguel Bakounine, otro revolucionario, el padre del anarquismo, llorando de emoción en un concierto luego de oir la sinfonía con coros de Beethoven, dirigida por un joven amigo suyo que se llamaba Ricardo Wágner. «
Cuando venga nuestra revolución—gritaba estrechando la mano del maestro—y perezca lo existente, habrá que salvar esto á toda costa.»
Through association of ideas, the Russian evoked the image of his compatriot, Michael Bakounine, another revolutionist, the father of anarchy, weeping with emotion at a concert after hearing the symphony with Beethoven chorals directed by a young friend of his, named Richard Wagner. "When our revolution comes," he cried, clasping the hand of the master, "whatever else may perish, this must be saved at any cost!"
Tchernoff se arrancó á sus recuerdos para mirar en torno y decir con tristeza:
Tchernoff roused himself from his reveries to look around him and say with sadness:
—Ellos han pasado por aquí.
"THEY have passed through here!"
Cada vez que atravesaba el Arco, la misma imagen surgía en su memoria. Ellos eran miles de cascos brillando al sol; miles de gruesas botas levantándose con mecánica rigidez todas á un tiempo; las trompetas cortas, los pífanos, los tamborcillos planos, conmoviendo el augusto silencio de la piedra; la marcha guerrera de Lohengrin sonando en las avenidas desiertas ante las casas cerradas.
Every time that he walked through the Arch, the same vision would spring up in his mind. THEY were thousands of helmets glistening in the sun, thousands of heavy boots lifted with mechanical rigidity at the same time; horns, fifes, drums large and small, clashing against the majestic silence of these stones—the warlike march from Lohengrin sounding in the deserted avenues before the closed houses.
El, que era un extranjero, se sentía atraído por este monumento, con la atracción de los edificios venerables que guardan la gloria de los ascendientes. No quería saber quién lo había creado. Los hombres construyen creyendo solidificar una idea inmediata que halaga su orgullo. Luego sobreviene la humanidad, de más amplia visión, que cambia el significado de la obra y la engrandece, despojándola de su primitivo egoísmo. Las estatuas griegas, modelos de suprema belleza, habían sido en su origen simples imágenes de santuario regaladas por la piedad de las devotas de aquellos tiempos. Al evocar la grandeza romana, todos veían con la imaginación el enorme Coliseo, redondel de matanzas, ó los arcos elevados á la gloria de Césares ineptos. Las obras representativas de los pueblos tenían dos significados: el interior é inmediato que le daban sus creadores, y el exterior, de un interés universal, que les comunicaban luego los siglos, haciendo de ellas un símbolo.
He, who was a foreigner, always felt attracted by the spell exerted by venerable buildings guarding the glory of a bygone day. He did not wish to know who had erected it. As soon as its pride is flattered, mankind tries immediately to solidify it. Then Humanity intervenes with a broader vision that changes the original significance of the work, enlarges it and strips it of its first egotistical import. The Greek statues, models of the highest beauty, had been originally mere images of the temple, donated by the piety of the devotees of those times. Upon evoking Roman grandeur, everybody sees in imagination the enormous Coliseum, circle of butcheries, or the arches erected to the glory of the inept Caesars. The representative works of nations have two significations—the interior or immediate one which their creators gave them, and the exterior or universal interest, the symbolic value which the centuries have given them.
—El Arco—continuó Tehernoff—es francés por dentro, con sus nombres de batallas y generales que se prestan á la crítica. Exteriormente, es el monumento del pueblo que hizo la más grande de las revoluciones y de todos los pueblos que creen en la libertad. La glorificación del hombre está allá abajo, en la columna de la plaza Vendôme. Aquí no hay nada individual. Sus constructores la elevaron á la memoria del Gran Ejército, y ese Gran Ejército fué el pueblo en armas esparciendo por toda Europa la revolución. Los artistas, que son grandes intuitivos, presintieron el verdadero significado de esta obra. Los guerreros de Rude que entonan la Marsellesa en el grupo que tenemos á la izquierda no son militares de oficio, son ciudadanos armados que marchan á ejercer su apostolado sublime y violento. Su desnudez me hace ver en ellos unos sans-culottes con casco griego... Aquí hay algo más que la gloria estrecha y egoísta de una sola nación. Todos en Europa despertamos á una nueva vida gracias á estos cruzados de la libertad... Los pueblos evocan imágenes en mi pensamiento. Si recuerdo á Grecia, veo las columnatas del Parthenón; Roma señora del mundo es el Coliseo y el Arco de Trajano; la Francia revolucionaria es el Arco de Triunfo.
"This Arch," continued Tchernoff, "is French within, with its names of battles and generals open to criticism. On the outside, it is the monument of the people who carried through the greatest revolution for liberty ever known. The glorification of man is there below in the column of the place Vendome. Here there is nothing individual. Its builders erected it to the memory of la Grande Armee and that Grand Army was the people in arms who spread revolution throughout Europe. The artists, great inventors, foresaw the true significance of this work. The warriors of Rude who are chanting the Marseillaise in the group at the left are not professional soldiers, they are armed citizens, marching to work out their sublime and violent mission. Their nudity makes them appear to me like sans-culottes in Grecian helmets. . . . Here there is more than the glory and egoism of a great nation. All Europe is awake to new life, thanks to these Crusaders of Liberty. . . . The nations call to mind certain images. If I think of Greece, I see the columns of the Parthenon; Rome, Mistress of the World, is the Coliseum and the Arch of Trajan; and revolutionary France is the Arc de Triomphe."
Era algo más, según el ruso. Representaba un gran desquite histórico: los pueblos del Sur, las llamadas razas latinas, contestando después de muchos siglos á la invasión qué había destruído el poderío romano; los hombres mediterráneos esparciéndose vencedores por las tierras de los antiguos bárbaros. Habían barrido el pasado como una ola destructora, para retirarse inmediatamente. La gran marea depositaba todo lo que envolvían sus entrañas, como las aguas de ciertos ríos que fecundan inundando. Y al replegarse los hombres, quedaba el suelo enriquecido por nuevas y generosas ideas.
The Arch was even more, according to the Russian. It represented a great historical retaliation; the nations of the South, called the Latin races, replying, after many centuries, to the invasion which had destroyed the Roman jurisdiction—the Mediterranean peoples spreading themselves as conquerors through the lands of the ancient barbarians. Retreating immediately, they had swept away the past like a tidal wave—the great surf depositing all that it contained. Like the waters of certain rivers which fructify by overflowing, this recession of the human tide had left the soil enriched with new and generous ideas.
—¡Si ellos volviesen!—añadió Tchernoff con un gesto de inquietud—. ¡Si pisasen de nuevo estas losas!... La otra vez eran unas pobres gentes, asombradas de su rápida fortuna, que pasaron por aquí como un rústico por un salón. Se contentaron con dinero para el bolsillo y dos provincias que perpetuasen el recuerdo de su victoria... Pero ahora no serán soldados únicamente los que marchen contra París. A la cola de los ejércitos vienen, como iracundas cantineras, los Herr Professor, llevando al costado el tonelito de vino con pólvora que enloquece al bárbaro, el vino de la Kultur. Y en los furgones viene igualmente un bagaje enorme de salvajismo científico, una filosofía nueva que glorifica la fuerza como principio y santificación de todo, niega la libertad, suprime al débil y coloca al mundo entero bajo la dependencia de una minoría predilecta de Dios, sólo porque dispone de los procedimientos más rápidos y seguros de dar la muerte. La humanidad debe temblar por su porvenir si otra vez resuenan bajo esta bóveda las botas germánicas siguiendo una marcha de Wágner ó de cualquier Kapellmaister de regimiento.
"If THEY should return!" added Tchernoff with a look of uneasiness. "If they again should tread these stones! . . . Before, they were simple-minded folk, stunned by their rapid good-fortune, who passed through here like a farmer through a salon. They were content with money for the pocket and two provinces which should perpetuate the memory of their victory. . . . But now they will not be the soldiers only who march against Paris. At the tail of the armies come the maddened canteen-keepers, the Herr Professors, carrying at the side the little keg of wine with the powder which crazes the barbarian, the wine of Kultur. And in the vans come also an enormous load of scientific savagery, a new philosophy which glorifies Force as a principle and sanctifier of everything, denies liberty, suppresses the weak and places the entire world under the charge of a minority chosen by God, just because it possesses the surest and most rapid methods of slaughter. Humanity may well tremble for the future if again resounds under this archway the tramp of boots following a march of Wagner or any other Kapellmeister."
Se alejaron del Arco, siguiendo la avenida Víctor Hugo. Tchernoff marchaba silencioso, como si le hubiese entristecido la imagen de este desfile hipotético. De pronto continuó en alta voz el curso de sus reflexiones:
They left the Arch, following the avenue Victor Hugo. Tchernoff walking along in dogged silence as though the vision of this imaginary procession had overwhelmed him. Suddenly he continued aloud the course of his reflections.
—Y aunque entrasen, ¿qué importa?... No por esto moriría el Derecho. Sufre eclipses, pero renace; puede ser desconocido, pisoteado, pero no por esto dejar de existir, y todas las almas buenas lo reconocen como única regla de vida. Un pueblo de locos quiere colocar la violencia sobre el pedestal que los demás han elevado al Derecho. Empeño inútil. La aspiración de los hombres será eternamente que exista cada vez más libertad, más fraternidad, más justicia.
"And if they should enter, what does it matter? . . . On that account, the cause of Right will not die. It suffers eclipses, but is born again; it may be ignored and trampled under foot, but it does not, therefore, cease to exist, and all good souls recognize it as the only rule of life. A nation of madmen wishes to place might upon the pedestal that others have raised to Right. Useless endeavor! The eternal hope of mankind will ever be the increasing power of more liberty, more brotherliness, more justice."
Con esta afirmación el ruso pareció tranquilizarse. El y sus acompañantes hablaron del espectáculo que ofrecía París preparándose para la guerra. Tchernoff se apiadaba de los grandes dolores provocados por la catástrofe, de los miles y miles de tragedias domésticas que se estaban desarrollando en aquel momento. Nada había cambiado aparentemente. En el centro de la ciudad y en torno de las estaciones se desarrollaba un movimiento extraordinario, pero el resto de la inmensa urbe no delataba el gran trastorno de su existencia. La calle solitaria ofrecía el mismo aspecto de todas las noches. La brisa agitaba dulcemente las hojas de los árboles. Una paz solemne parecía desprenderse del espacio. Las casas dormían, pero detrás de las ventanas cerradas se adivinaba el insomnio de los ojos enrojecidos, la respiración de los pechos angustiosos por la amenaza próxima, la agilidad trémula de las manos preparando el equipaje de guerra, tal vez el último gesto de amor, cambiado sin placer, con besos terminados en sollozos.
The Russian appeared to calm himself with this statement. He and his friends spoke of the spectacle which Paris was presenting in its preparation for war. Tchernoff bemoaned the great suffering produced by the catastrophe, the thousands and thousands of domestic tragedies that were unrolling at that moment. Apparently nothing had changed. In the centre of the city and around the stations, there was unusual agitation, but the rest of the immense city did not appear affected by the great overthrow of its existence. The solitary street was presenting its usual aspect, the breeze was gently moving the leaves. A solemn peace seemed to be spreading itself through space. The houses appeared wrapped in slumber, but behind the closed windows might be surmised the insomnia of the reddened eyes, the sighs from hearts anguished by the threatened danger, the tremulous agility of the hands preparing the war outfit, perhaps the last loving greetings exchanged without pleasure, with kisses ending in sobs.
Tchernoff se acordó de sus vecinos, de aquella pareja que ocupaba el otro departamento interior detrás del estudio. Ya no sonaba el piano de ella. El ruso había percibido rumor de disputas, choque de puertas cerradas con violencia y los pasos del hombre, que se iba en plena noche, huyendo de los llantos femeniles. Había empezado á desarrollarse un drama al otro lado de los tabiques: un drama vulgar, repetición de otros y otros que ocurrían al mismo tiempo.
Tchernoff thought of his neighbors, the husband and wife who occupied the other interior apartment behind the studio. She was no longer playing the piano. The Russian had overheard disputes, the banging of doors locked with violence, and the footsteps of a man in the middle of the night, fleeing from a woman′s cries. There had begun to develop on the other side of the wall a regulation drama—a repetition of hundreds of others, all taking place at the same time.
—Ella es alemana—añadió el ruso—. Nuestra portera ha husmeado bien su nacionalidad. El se habrá marchado á estas horas para incorporarse á su regimiento. Anoche apenas pude dormir. Escuché los gemidos de ella á través de la pared; un llanto lento, desesperado, de criatura abandonada, y la voz del hombre, que en vano intentó hacerla callar... ¡Qué lluvia de tristezas cae sobre el mundo!
"She is a German," volunteered the Russian. "Our concierge has ferreted out her nationality. He must have gone by this time to join his regiment. Last night I could hardly sleep. I heard the lamentations through the thin wall partition, the steady, desperate weeping of an abandoned child, and the voice of a man who was vainly trying to quiet her! . . . Ah, what a rain of sorrows is now falling upon the world!"
Aquella misma tarde, al salir de casa, la había encontrado frente á su puerta. Parecía otra mujer, con un aire de vejez, como si en unas horas hubiese vivido quince años. En vano había intentado animarla, recomendándole que aceptase con serenidad la ausencia de su hombre para no hacer daño al otro ser que llevaba en sus entrañas.
That same evening, on leaving the house, he had met her by her door. She appeared like another woman, with an old look as though in these agonizing hours she had been suffering for fifteen years. In vain the kindly Tchernoff had tried to cheer her up, urging her to accept quietly her husband′s absence so as not to harm the little one who was coming.
—Porque esa infeliz va á ser madre. Oculta su estado con cierto pudor, pero yo la he sorprendido desde mi ventana arreglando ropitas de niño.
"For the unhappy creature is going to be a mother," he said sadly. "She hides her condition with a certain modesty, but from my window, I have often seen her making the dainty layette."
La mujer le había escuchado como si no le entendiese. Las palabras eran impotentes ante su desesperación. Sólo había sabido balbucear, como si hablase con ella misma: «
Yo alemana... El se va; tiene que irse... Sola... ¡sola para siempre!...»
The woman had listened to him as though she did not understand. Words were useless before her desperation. She could only sob as though talking to herself, "I am a German. . . . He has gone; he has to go away. . . . Alone! . . . Alone forever!" . . .
—Piensa en su nacionalidad, que le separa del otro; piensa en el campo de concentración, al que la llevarán con sus compatriotas: Le da miedo el abandono en un país hostil que tiene que defenderse de la agresión de los suyos... Y todo esto cuando va á ser madre. ¡Qué miserias! ¡Qué tristezas!
"She is thinking all the time of her nationality which is separating her from her husband; she is thinking of the concentration camp to which they will take her with her compatriots. She is fearful of being abandoned in the enemy′s country obliged to defend itself against the attack of her own country. . . . And all this when she is about to become a mother. What miseries! What agonies!"
Llegaron á la rue de la Pompe, y al entrar en la casa se despidió Tchernoff de sus acompañantes para subir por la escalera de servicio. Desnoyers quiso prolongar la conversación. Temía quedarse á solas con su amigo y que resurgiese su mal humor por las recientes contrariedades. La conversación con el ruso le interesaba. Subieron los tres por el ascensor. Argensola habló de la oportunidad de destapar una botella de las muchas que guardaba en la cocina. Tchernoff podría volver á su casa por la puerta del estudio que daba á la escalera de servicio.
The three reached the rue de la Pompe and on entering the house, Tchernoff began to take leave of his companions in order to climb the service stairs; but Desnoyers wished to prolong the conversation. He dreaded being alone with his friend, still chagrined over the evening′s events. The conversation with the Russian interested him, so they all went up in the elevator together. Argensola suggested that this would be a good opportunity to uncork one of the many bottles which he was keeping in the kitchen. Tchernoff could go home through the studio door that opened on the stairway.
El amplio ventanal tenía las vidrieras abiertas; los huecos sobre el patio interior estaban abiertos igualmente; una brisa continua hacía palpitar las cortinas, balanceando los faroles antiguos, las banderas apolilladas y otros adornos del estudio romántico. Tomaron asiento en torno de una mesita, junto al ventanal, lejos de las luces que iluminaban un extremo de la amplia pieza. Estaban en la penumbra, vueltos de espaldas al interior. Tenían ante ellos los tejados de enfrente y un enorme rectángulo de sombra azul perforada por la fría agudeza de los astros. Las luces de la ciudad coloreaban el espacio sombrío con un reflejo sangriento.
The great window had its glass doors wide open; the transoms on the patio side were also open; a breeze kept the curtains swaying, moving, too, the old lanterns, moth-eaten flags and other adornments of the romantic studio. They seated themselves around the table, near a window some distance from the light which was illuminating the other end of the big room. They were in the shadow, with their backs to the interior court. Opposite them were tiled roofs and an enormous rectangle of blue shadow, perforated by the sharp-pointed stars. The city lights were coloring the shadowy space with a bloody reflection.
Bebió dos copas Tchernoff, afirmando con chasquidos de lengua el mérito del líquido. Los tres callaban, con el silencio admirativo y temeroso que la grandiosidad de la noche impone á los hombres. Sus ojos saltaban de estrella á estrella, agrupándolas en líneas ideales, formando triángulos ó cuadriláteros de fantástica irregularidad. A veces el fulgor parpadeante de un astro parecía enganchar al paso el rayo visual de sus miradas, manteniéndolas en hipnótica fijeza.
Tchernoff drank two glasses, testifying to the excellence of the liquid by smacking his lips. The three were silent with the wondering and thoughtful silence which the grandeur of the night imposes. Their eyes were glancing from star to star, grouping them in fanciful lines, forming them into triangles or squares of varying irregularity. At times, the twinkling radiance of a heavenly body appeared to broaden the rays of light, almost hypnotizing them.
El ruso, sin salir de su contemplación, se sirvió otra copa. Luego sonrió con una ironía cruel. Su rostro barbudo tomó la expresión de una máscara trágica asomando entre los telones de la noche.
The Russian, without coming out of his revery, availed himself of another glass. Then he smiled with cruel irony, his bearded face taking on the semblance of a tragic mask peeping between the curtains of the night.
—¡Qué pensarán allá arriba de los hombres!—murmuró—. ¿Estará enterada alguna estrella de que existió Bismarck?... ¿Conocerán los astros la misión divina del pueblo germánico?
"I wonder what those men up there are thinking!" he muttered. "I wonder if any star knows that Bismarck ever existed! . . . I wonder if the planets are aware of the divine mission of the German nation!"
Y siguió riendo.
And he continued laughing.
Algo lejano é indeciso turbó el silencio de la noche deslizándose por el fondo de una de las grietas que cortaban la inmensa planicie de tejados. Los tres avanzaron la cabeza para escuchar mejor... Eran voces. Un coro varonil entonaba un himno simple, monótono, grave. Más bien lo adivinaban con el pensamiento que lo percibían con sus oídos. Varias notas sueltas llegadas hasta ellos con mayor intensidad en una de las fluctuaciones de la brisa permitieron á Argensola reconstituir el canto breve rematado por un aullido melódico; un verdadero canto de guerra:
Some far-away and uncertain noise disturbed the stillness of the night, slipping through some of the chinks that cut the immense plain of roofs. The three turned their heads so as to hear better. . . . The sound of voices cut through the thick silence of night—a masculine chorus chanting a hymn, simple, monotonous and solemn. They guessed at what it must be, although they could not hear very well. Various single notes floating with greater intensity on the night wind, enabled Argensola to piece together the short song, ending in a melodious, triumphant yell—a true war song:
C′est l′Alsace et la Lorraine, C′est l′Alsace qu′il nous faut. Oh, oh, oh, oh.
C′est l′Alsace et la Lorraine, C′est l′Alsace qu′il nous faut. Oh, oh, oh, oh.
Un nuevo grupo de hombres iba á lo lejos, por el fondo de una calle, en busca de la estación de ferrocarril, puerta de la guerra. Debían ser de los barrios exteriores, tal vez del campo, y al atravesar París envuelto en silencio, sentían el deseo de cantar la gran aspiración nacional, para que los que velaban detrás de las fachadas obscuras repeliesen toda perplejidad sabiendo que no estaban solos.
A new band of men was going away through the streets below, toward the railway station, the gateway of the war. They must be from the outlying districts, perhaps from the country, and passing through silence-wrapped Paris, they felt like singing of the great national hope, that those who were watching behind the dark facades might feel comforted, knowing that they were not alone.
—Lo mismo que en las óperas—dijo Julio siguiendo los últimos sonidos del coro invisible, que se perdía... se perdía, devorado por la distancia y la respiración nocturna.
"Just as it is in the opera," said Julio listening to the last notes of the invisible chorus dying away into the night.
Tchernoff siguió bebiendo, pero con aire distraído, fijos los ojos en la niebla rojiza que flotaba sobre los tejados.
Tchernoff continued drinking, but with a distracted air, his eyes fixed on the red cloud that floated over the roofs.
Adivinaban los dos amigos su labor mental en la contracción de su frente, en los gruñidos sordos que dejaba escapar, como un eco del monólogo interior. De pronto saltó de la reflexión á la palabra, sin preparación alguna, continuando en voz alta el curso de sus razonamientos.
The two friends conjectured his mental labor from his concentrated look, and the low exclamations which were escaping him like the echoes of an interior monologue. Suddenly he leaped from thought to word without any forewarning, continuing aloud the course of his reasoning.
—...Y cuando dentro de unas horas salga el sol, el mundo verá correr por sus campos los cuatro jinetes enemigos de los hombres... Ya piafan sus caballos malignos con la impaciencia de la carrera; ya sus jinetes de desgracia se conciertan y cruzan las últimas palabras antes de saltar sobre la silla.
"And when the sun arises in a few hours, the world will see coursing through its fields the four horsemen, enemies of mankind. . . . Already their wild steeds are pawing the ground with impatience; already the ill-omened riders have come together and are exchanging the last words before leaping into the saddle."
—¿Qué jinetes son esos?—preguntó Argensola.
"What horsemen are these?" asked Argensola.
—Los que preceden á la Bestia.
"Those which go before the Beast."
Encontraron los dos amigos tan ininteligible esta contestación como las palabras anteriores. Desnoyers volvió á repetirse mentalmente: «
Está borracho.» Pero su curiosidad le hizo insistir. ¿Y qué bestia era aquella?
The two friends thought this reply as unintelligible as the preceding words. Desnoyers again said mentally, "He is drunk," but his curiosity forced him to ask, "What beast is that?"
El ruso le miró como si extrañase la pregunta. Creía haber hablado en alta voz desde el principio de sus reflexiones.
…
—La del Apocalipsis.
"That of the Apocalypse."
Se hizo un silencio; pero el laconismo del ruso no fué de larga duración. Sintió la necesidad de expresar su entusiasmo por el soñador de la roca marina de Patmos. El poeta de las visiones grandiosas y obscuras ejercía influencia, á través de dos mil años, sobre este revolucionario místico refugiado en el último piso de una casa de París. Todo lo había presentido Juan. Sus delirios, ininteligibles para el vulgo, encerraban el misterio de los grandes sucesos humanos.
There was a brief silence, but the Russian′s terseness of speech did not last long. He felt the necessity of expressing his enthusiasm for the dreamer on the island rock of Patmos. The poet of great and mystic vision was exerting, across two thousand years, his influence over this mysterious revolutionary, tucked away on the top floor of a house in Paris. John had foreseen it all. His visions, unintelligible to the masses, nevertheless held within them the mystery of great human events.
Tchernoff describió la bestia apocalíptica surgiendo de las profundidades del mar. Era semejante á un leopardo, sus pies iguales á los de un oso y su boca un hocico de león. Tenía siete cabezas y diez cuernos. De los cuernos pendían diez diademas, y en cada una de las siete cabezas llevaba escrita una blasfemia. Estas blasfemias no las decía el evangelista, tal vez porque eran distintas, según las épocas, modificándose cada mil años, cuando la bestia hacía una nueva aparición. El ruso leía las que flameaban ahora en las cabezas del monstruo: blasfemias contra la humanidad, contra la justicia, contra todo lo que hace tolerable y dulce la vida del hombre. «
La fuerza es superior al derecho...» «
El débil no debe existir...» «
Sed duros para ser grandes...» Y la bestia, con toda su fealdad, pretendía gobernar al mundo y que los hombres la rindiesen adoración.
Tchernoff described the Apocalyptic beast rising from the depths of the sea. He was like a leopard, his feet like those of a bear, his mouth like the snout of a lion. He had seven heads and ten horns. And upon the horns were ten crowns, and upon each of his heads the name of a blasphemy. The evangelist did not say just what these blasphemies were, perhaps they differed according to the epochs, modified every thousand years when the beast made a new apparition. The Russian seemed to be reading those that were flaming on the heads of the monster—blasphemies against humanity, against justice, against all that makes life sweet and bearable. "Might is superior to Right!" . . . "The weak should not exist." . . . "Be harsh in order to be great." . . . And the Beast in all its hideousness was attempting to govern the world and make mankind render him homage!
—¿Pero los cuatro jinetes?—preguntó Desnoyers.
"But the four horsemen?" persisted Desnoyers.
Los cuatro jinetes precedían la aparición del monstruo en el ensueño de Juan.
The four horsemen were preceding the appearance of the monster in John′s vision.
Los siete sellos del libro del misterio eran rotos por el cordero en presencia del gran trono donde estaba sentado alguien que parecía de jaspe. El arco iris formaba en torno de su cabeza un dosel de esmeralda. Veinticuatro tronos se extendían en semicírculo, y en ellos veinticuatro ancianos con vestiduras blancas y coronas de oro. Cuatro animales enormes cubiertos de ojos y con seis alas parecían guardar el trono mayor. Sonaban las trompetas saludando la rotura del primer sello.
The seven seals of the book of mystery were broken by the Lamb in the presence of the great throne where was seated one who shone like jasper. The rainbow round about the throne was in sight like unto an emerald. Twenty-four thrones were in a semicircle around the great throne, and upon them twenty-four elders with white robes and crowns of gold. Four enormous animals, covered with eyes and each having six wings, seemed to be guarding the throne. The sounding of trumpets was greeting the breaking of the first seal.
«
¡Mira!», gritaba al poeta visionario con voz estentórea uno de los animales... Y aparecía el primer jinete sobre un caballo blanco. En la mano llevaba un arco y en la cabeza una corona: era la Conquista, según unos; la Peste, según otros. Podía ser ambas cosas á la vez. Ostentaba una corona, y esto era bastante para Tchernoff.
"Come and see," cried one of the beasts in a stentorian tone to the vision-seeing poet. . . . And the first horseman appeared on a white horse. In his hand he carried a bow, and a crown was given unto him. He was Conquest, according to some, the Plague according to others. He might be both things at the same time. He wore a crown, and that was enough for Tchernoff.
«
¡Surge!», gritaba el segundo animal removiendo sus mil ojos. Y del sello roto saltaba un caballo rojizo. Su jinete movía sobre la cabeza una enorme espada. Era la Guerra. La tranquilidad huía del mundo ante su galope furioso: los hombres iban á exterminarse.
"Come forth," shouted the second animal, removing his thousand eyes. And from the broken seal leaped a flame-colored steed. His rider brandished over his head an enormous sword. He was War. Peace fled from the world before his furious gallop; humanity was going to be exterminated.
Al abrirse el tercer sello, otro de los animales alados mugía como un trueno: «
¡Aparece!» Y Juan veía un caballo negro. El que lo montaba tenía una balanza en la mano para pesar el sustento de los hombres. Era el Hambre.
And when the third seal was broken, another of the winged animals bellowed like a thunder clap, "Come and see!" And John saw a black horse. He who mounted it held in his hand a scale in order to weigh the maintenance of mankind. He was Famine.
El cuarto animal saludaba con un bramido la rotura del cuarto sello. «
¡Salta!» Y aparecía un caballo de color pálido. «
El que lo montaba se llama la Muerte, y un poder le fué dado para hacer perecer á los hombres por la espada, por el hambre, por la peste y por las bestias salvajes.»
The fourth animal saluted the breaking of the fourth seal with a great roaring—"Come and see!" And there appeared a pale-colored horse. His rider was called Death, and power was given him to destroy with the sword and with hunger and with death, and with the beasts of the earth.
Los cuatro jinetes emprendían una carrera loca, aplastante, sobre las cabezas de la humanidad aterrada.
The four horsemen were beginning their mad, desolating course over the heads of terrified humanity.
Tchernoff describía los cuatro azotes de la tierra lo mismo que si los viese directamente. El jinete del caballo blanco iba vestido con un traje ostentoso y bárbaro. Su rostro oriental se contraía odiosamente, como si husmease las víctimas. Mientras su caballo seguía galopando, él armaba el arco para disparar la peste. En su espalda saltaba el carcaj de bronce lleno de flechas ponzoñosas que contenían los gérmenes de todas las enfermedades, lo mismo las que sorprenden á las gentes pacíficas en su retiro que las que envenenan las heridas del soldado en el campo de batalla.
Tchernoff was describing the four scourges of the earth exactly as though he were seeing them. The horseman on the white horse was clad in a showy and barbarous attire. His Oriental countenance was contracted with hatred as if smelling out his victims. While his horse continued galloping, he was bending his bow in order to spread pestilence abroad. At his back swung the brass quiver filled with poisoned arrows, containing the germs of all diseases—those of private life as well as those which envenom the wounded soldier on the battlefield.
El segundo jinete, el del caballo rojo, manejaba el enorme mandoble sobre sus cabellos, erizados por la violencia de la carrera. Era joven, pero el fiero entrecejo y la boca contraída le daban una expresión de ferocidad implacable. Sus vestiduras, arremolinadas por el impulso del galope, dejaban al descubierto una musculatura atlética.
The second horseman on the red steed was waving the enormous, two-edged sword over his hair bristling with the swiftness of his course. He was young, but the fierce scowl and the scornful mouth gave him a look of implacable ferocity. His garments, blown open by the motion of his wild race, disclosed the form of a muscular athlete.
Viejo, calvo y horriblemente descarnado, el tercer jinete saltaba sobre el cortante dorso del caballo negro. Sus piernas disecadas oprimían los flancos de la magra bestia. Con una mano enjuta mostraba la balanza, símbolo del alimento escaso, que iba á alcanzar el valor del oro.
Bald, old and horribly skinny was the third horseman bouncing up and down on the rawboned back of his black steed. His shrunken legs clanked against the thin flanks of the lean beast. In one withered hand he was holding the scales, symbol of the scarcity of food that was going to become as valuable as gold.
Las rodillas del cuarto jinete, agudas como espuelas, picaban los costados del caballo pálido. Su piel apergaminada dejaba visibles las aristas y oquedades del esqueleto. Su faz de calavera se contraía con la risa sardónica de la destrucción. Los brazos de caña hacían voltear una hoz gigantesca. De sus hombros angulosos pendía un harapo de sudario.
The knees of the fourth horseman, sharp as spurs, were pricking the ribs of the pale horse. His parchment-like skin betrayed the lines and hollows of his skeleton. The front of his skull-like face was twisted with the sardonic laugh of destruction. His cane-like arms were whirling aloft a gigantic sickle. From his angular shoulders was hanging a ragged, filthy shroud.
Y la cabalgada furiosa de los cuatro jinetes pasaba como un huracán sobre la inmensa muchedumbre de los humanos. El cielo tomaba sobre sus cabezas una penumbra lívida de ocaso. Monstruos horribles y disformes aleteaban en espiral sobre la furiosa razzia, como una escolta repugnante. La pobre humanidad, loca de miedo, huía en todas direcciones al escuchar el galope de la Peste, la Guerra, el Hambre y la Muerte. Hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, se empujaban y caían al suelo en todas las actitudes y gestos del pavor, del asombro, de la desesperación. Y el caballo blanco, el rojo, el negro y el pálido los aplastaban con indiferencia bajo sus herraduras implacables: el atleta oía el crujido de sus costillajes rotos, el niño agonizaba agarrado al pecho maternal, el viejo cerraba para siempre los párpados con un gemido infantil.
And the furious cavalcade was passing like a hurricane over the immense assemblage of human beings. The heavens showed above their heads, a livid, dark-edged cloud from the west. Horrible monsters and deformities were swarming in spirals above the furious horde, like a repulsive escort. Poor Humanity, crazed with fear, was fleeing in all directions on hearing the thundering pace of the Plague, War, Hunger and Death. Men and women, young and old, were knocking each other down and falling to the ground overwhelmed by terror, astonishment and desperation. And the white horse, the red, the black and the pale, were crushing all with their relentless, iron tread—the athletic man was hearing the crashing of his broken ribs, the nursing babe was writhing at its mother′s breast, and the aged and feeble were closing their eyes forever with a childlike sob.
—Dios se ha dormido, olvidando al mundo—continuó el ruso—. Tardará mucho en despertar, y mientras él duerme, los cuatro jinetes feudatarios de la Bestia correrán la tierra como únicos señores.
"God is asleep, forgetting the world," continued the Russian. "It will be a long time before he awakes, and while he sleeps the four feudal horsemen of the Beast will course through the land as its only lords."
Se exaltaba con sus palabras. Abandonando su asiento, iba de un lado á otro con grandes pasos. Le parecía débil su descripción de las cuatro calamidades vistas por el poeta sombrío. Un gran pintor había dado forma corporal á estos terribles ensueños.
Tchernoff was overpowered by the intensity of his dramatic vision. Springing from his seat, he paced up and down with great strides; but his picture of the fourfold catastrophe revealed by the gloomy poet′s trance, seemed to him very weak indeed. A great painter had given corporeal form to these terrible dreams.
—Yo tengo un libro—murmuraba—, un libro precioso...
"I have a book," he murmured, "a rare book." . . .
Y repentinamente huyó del estudio, dirigiéndose á la escalera interior para entrar en sus habitaciones. Quería traer el libro para que lo viesen sus amigos. Argensola le acompañó. Poco después volvieron con el volumen. Habían dejado abiertas las puertas tras de ellos. Se estableció una corriente de aire más fuerte entre los huecos de las fachadas y el patio interior.
And suddenly he left the studio and went to his own quarters. He wanted to bring the book to show to his friends. Argensola accompanied him, and they returned in a few minutes with the volume, leaving the doors open behind them, so as to make a stronger current of air among the hollows of the facades and the interior patio.
Tchernoff colocó bajo una lámpara su libro precioso. Era un volumen impreso en 1511, con texto latino y grabados. Desnoyers leyó el título: Apocalipsis cum figuris. Los grabados eran de Alberto Dúrero: una obra de juventud, cuando el maestro sólo tenía veintisiete años. Los tres quedaron en extática admiración ante la lámina que representaba la loca carrera de los jinetes apocalípticos. El cuádruple azote se precipitaba con un impulso arrollador sobre sus monturas fantásticas, aplastando á la humanidad loca de espanto.
Tchernoff placed his precious book under the light. It was a volume printed in 1511, with Latin text and engravings. Desnoyers read the title, "The Apocalypse Illustrated." The engravings were by Albert Durer, a youthful effort, when the master was only twenty-seven years old. The three were fascinated by the picture portraying the wild career of the Apocalyptic horsemen. The quadruple scourge, on fantastic mounts, seemed to be precipitating itself with a realistic sweep, crushing panic-stricken humanity.
Algo ocurrió de pronto que hizo salir á los tres hombres de su contemplación admirativa; algo extraordinario, indefinible: un gran estrépito que pareció entrar directamente en su cerebro sin pasar por los oídos; un choque en su corazón. El instinto les advirtió que algo grave acababa de ocurrir.
Suddenly something happened which startled the three men from their contemplative admiration—something unusual, indefinable, a dreadful sound which seemed to enter directly into their brains without passing through their ears—a clutch at the heart. Instinctively they knew that something very grave had just happened.
Quedaron en silencio, mirándose: un silencio de segundos que fué interminable.
They stared at each other silently for a few interminable seconds.
Por las puertas abiertas llegó un ruido de alarma procedente del patio: persianas que se abrían, pasos atropellados en los diversos pisos, gritos de sorpresa y de terror.
Through the open door, a cry of alarm came up from the patio.
Los tres corrieron instintivamente hacia las ventanas interiores. Antes de llegar á ellas, el ruso tuvo un presentimiento.
With a common impulse, the three ran to the interior window, but before reaching them, the Russian had a presentiment.
—Mi vecina... Debe ser mi vecina. Tal vez se ha matado.
"My neighbor! . . . It must be my neighbor. Perhaps she has killed herself!"
Al asomarse vieron luces en el fondo; gentes que se agitaban en torno de un bulto tendido sobre las baldosas. La alarma había poblado instantáneamente todas las ventanas. Era una noche sin sueño, una noche de nerviosidad, que mantenía á todos en dolorosa vigilia.
Looking down, they could see lights below, people moving around a form stretched out on the tiled floor. The alarm had instantly filled all the court windows, for it was a sleepless night—a night of nervous apprehension when everyone was keeping a sad vigil.
—Se ha matado—dijo una voz que parecía surgir de un pozo—. Es la alemana, que se ha matado.
"She has killed herself," said a voice which seemed to come up from a well. "The German woman has committed suicide."
La explicación de la portera saltó de ventana en ventana hasta el último piso.
The explanation of the concierge leaped from window to window up to the top floor.
El ruso movió la cabeza con expresión fatal. La infeliz no había dado sola el salto de muerte. Alguien presenciaba su desesperación: alguien la había empujado... ¡Los jinetes! ¡Los cuatro jinetes del Apocalipsis!... Ya estaban sobre la silla; ya emprendían su galope implacable, arrollador.
The Russian was shaking his head with a fatalistic expression. The unhappy woman had not taken the death-leap of her own accord. Someone had intensified her desperation, someone had pushed her. . . . The horsemen! The four horsemen of the Apocalypse! . . . Already they were in the saddle! Already they were beginning their merciless gallop of destruction!
Las fuerzas ciegas del mal iban á correr libres por el mundo.
The blind forces of evil were about to be let loose throughout the world.
Empezaba el suplicio de la humanidad bajo la cabalgada salvaje de sus cuatro enemigos.
The agony of humanity, under the brutal sweep of the four horsemen, was already begun!
SEGUNDA PARTE I
Las envidias de don Marcelo
PART II -II- Chapter I
WHAT DON MARCELO ENVIED
El primer movimiento del viejo Desnoyers fué de asombro al convencerse de que la guerra resultaba inevitable. La humanidad se había vuelto loca. ¿Era posible una guerra con tantos ferrocarriles, tantos buques de comercio, tantas máquinas, tanta actividad desarrollada en la costra de la tierra y sus entrañas?... Las naciones se arruinarían para siempre. Estaban acostumbradas á necesidades y gastos que no conocieron los pueblos de hace un siglo. El capital era dueño del mundo, y la guerra iba á matarlo; pero á su vez moriría ella á los pocos meses, falta de dinero para sostenerse. Su alma de hombre de negocios se indignó ante los centenares de miles de millones que la loca aventura iba á invertir en humo y matanzas.
Upon being convinced that war really was inevitable, the elder Desnoyers was filled with amazement. Humanity had gone crazy. Was it possible that war could happen in these days of so many railroads, so many merchant marines, so many inventions, so much activity developed above and below the earth? . . . The nations would ruin themselves forever. They were now accustomed to luxuries and necessities unknown a century ago. Capital was master of the world, and war was going to wipe it out. In its turn, war would be wiped out in a few months′ time through lack of funds to sustain it. His soul of a business man revolted before the hundreds of thousands of millions that this foolhardy event was going to convert into smoke and slaughter.
Como su indignación necesitaba fijarse en algo inmediato, hizo responsables de la gran locura á sus mismos compatriotas. ¡Tanto hablar de la revancha! ¡Preocuparse durante cuarenta y cuatro años de dos provincias perdidas, cuando la nación era dueña de tierras enormes é inútiles en otros continentes!... Iban á tocar los resultados de tanta insensatez exasperada y ruidosa.
As his indignation had to fix upon something close at hand, he made his own countrymen responsible for this insanity. Too much talk about la revanche! The very idea of worrying for forty-four years over the two lost provinces when the nation was mistress of enormous and undeveloped lands in other countries! . . . Now they were going to pay the penalty for such exasperating and clamorous foolishness.
La guerra significaba para él un desastre á breve plazo. No tenía fe en su país: la época de Francia había pasado. Ahora los triunfadores eran los pueblos del Norte, y sobre todos, aquella Alemania que él había visto de cerca, admirando con cierto pavor su disciplina, su dura organización. El antiguo obrero sentía el instinto conservador y egoísta de todos los que llegan á amasar millones. Despreciaba los ideales políticos, pero por solidaridad de clase había aceptado en los últimos años todas las declamaciones contra los escándalos del régimen. ¿Qué podía hacer una República corrompida y desorganizada ante el Imperio más sólido y fuerte de la tierra?...
For him war meant disaster writ large. He had no faith in his country. France′s day had passed. Now the victors were of the Northern peoples, and especially that Germany which he had seen so close, admiring with a certain terror its discipline and its rigorous organization. The former working-man felt the conservative and selfish instinct of all those who have amassed millions. He scorned political ideals, but through class interest he had of late years accepted the declarations against the scandals of the government. What could a corrupt and disorganized Republic do against the solidest and strongest empire in the world? . . .
«
Vamos á la muerte—se decía á solas—. ¡Peor que en el 70!... Nos tocará ver cosas horribles.»
"We are going to our deaths," he said to himself. "Worse than ′70! . . . We are going to see horrible things!"
El orden y el entusiasmo con que acudían los franceses al llamamiento de la nación, convirtiéndose en soldados, produjeron en él una extrañeza inmensa. A impulsos de esta sacudida moral, empezó á creer en algo. La gran masa de su país era buena: el pueblo valía como en otros tiempos. Cuarenta y cuatro años de alarma y angustia habían hecho florecer las antiguas virtudes. Pero ¿y los jefes? ¿Dónde estaban los jefes para marchar á la victoria?...
The good order and enthusiasm with which the French responded to their country′s call and transformed themselves into soldiers were most astonishing to him. This moral shock made his national faith begin to revive. The great majority of Frenchmen were good after all; the nation was as valiant as in former times. Forty-four years of suffering and alarm had developed their old bravery. But the leaders? Where were they going to get leaders to march to victory? . . .
Su pregunta la repetían muchos. El anonimato del régimen democrático y de la paz mantenía al país en una ignorancia completa acerca de sus futuros caudillos. Todos veían cómo se formaban hora por hora los ejércitos; muy pocos conocían á los generales. Un nombre empezó á sonar de boca en boca: «
Joffre... Joffre.» Sus primeros retratos hicieron agolparse á la muchedumbre curiosa. Desnoyers lo contempló atentamente: «
Tiene aspecto de buena persona.» Sus instintos de hombre de orden se sintieron halagados por el aire grave y sereno del general de la República. Experimentó de pronto una gran confianza, semejante á la que le inspiraban los gerentes de Banco de buena presencia. A este señor se le podían confiar los intereses, sin miedo á que hiciese locuras.
Many others were asking themselves the same question. The silence of the democratic government was keeping the country in complete ignorance of their future commanders. Everybody saw the army increasing from hour to hour: very few knew the generals. One name was beginning to be repeated from mouth to mouth, "Joffre . . . Joffre." His first pictures made the curious crowds struggle to get a glimpse of them. Desnoyers studied them very carefully. "He looks like a very capable person." His methodical instincts were gratified by the grave and confident look of the general of the Republic. Suddenly he felt the great confidence that efficient-looking bank directors always inspired in him. He could entrust his interests to this gentleman, sure that he would not act impulsively.
La avalancha de entusiasmo y emociones acabó por arrastrar á Desnoyers. Como todos los que le rodeaban, vivió minutos que eran horas y horas que parecían años. Los sucesos se atropellaban; el mundo parecía resarcirse en una semana del largo quietismo de la paz.
Finally, against his will, Desnoyers was drawn into the whirlpool of enthusiasm and emotion. Like everyone around him, he lived minutes that were hours, and hours that were years. Events kept on overlapping each other; within a week the world seemed to have made up for its long period of peace.
El viejo vivió en la calle, atraído por el espectáculo que ofrecía la muchedumbre civil saludando á la otra muchedumbre uniformada que partía para la guerra.
The old man fairly lived in the street, attracted by the spectacle of the multitude of civilians saluting the multitude of uniformed men departing for the seat of war.
Por la noche presenció en los bulevares el paso de las manifestaciones. La bandera tricolor aleteaba sus colores bajo los faros eléctricos. Los cafés, desbordantes de público, lanzaban por las bocas inflamadas de sus puertas y ventanas el rugido musical de las canciones patrióticas. De pronto se abría el gentío en el centro de la calle entre aplausos y vivas. Toda Europa pasaba por allí; toda Europa—menos los dos Imperios enemigos—saludaba espontáneamente con sus aclamaciones á la Francia en peligro. Iban desfilando las banderas de los diversos pueblos con todas las tintas del iris, y detrás de ellas los rusos, de ojos claros y místicos; los ingleses, con la cabeza descubierta, entonando cánticos de religiosa gravedad; los griegos y rumanos, de perfil aquilino; los escandinavos, blancos y rojos; los americanos del Norte, con la ruidosidad de un entusiasmo algo pueril; los hebreos sin patria, amigos del país de las revoluciones igualitarias; los italianos, arrogantes como un coro de tenores heroicos; los españoles y sudamericanos, incansables en sus vítores. Eran estudiantes y obreros que perfeccionaban sus conocimientos en escuelas y talleres, refugiados que se habían acogido á la hospitalaria playa de París como náufragos de guerras y revoluciones. Sus gritos no tenían significación oficial. Todos estos hombres se movían con espontáneo impulso, deseosos de manifestar su amor á la República. Y Desnoyers, conmovido por el espectáculo, pensaba que Francia era todavía algo en el mundo, que aún ejercía una fuerza moral sobre los pueblos, y sus alegrías ó sus desgracias interesaban á la humanidad.
At night he saw the processions passing through the boulevards. The tricolored flag was fluttering its colors under the electric lights. The cafes were overflowing with people, sending forth from doors and windows the excited, musical notes of patriotic songs. Suddenly, amidst applause and cheers, the crowd would make an opening in the street. All Europe was passing here; all Europe—less the arrogant enemy—and was saluting France in her hour of danger with hearty spontaneity. Flags of different nations were filing by, of all tints of the rainbow, and behind them were the Russians with bright and mystical eyes; the English, with heads uncovered, intoning songs of religious gravity; the Greeks and Roumanians of aquiline profile; the Scandinavians, white and red; the North Americans, with the noisiness of a somewhat puerile enthusiasm; the Hebrews without a country, friends of the nation of socialistic revolutions; the Italians, as spirited as a choir of heroic tenors; the Spanish and South Americans, tireless in their huzzas. They were students and apprentices who were completing their courses in the schools and workshops, and refugees who, like shipwrecked mariners, had sought shelter on the hospitable strand of Paris. Their cheers had no special significance, but they were all moved by their desire to show their love for the Republic. And Desnoyers, touched by the sight, felt that France was still of some account in the world, that she yet exercised a moral force among the nations, and that her joys and sorrows were still of interest to humanity.
«
En Berlín y en Viena—se dijo—también gritarán de entusiasmo en este momento... Pero los del país nada más. De seguro que ningún extranjero se une ostensiblemente á sus manifestaciones.»
"In Berlin and Vienna, too," he said to himself, "they must also be cheering enthusiastically at this moment . . . but Germans only, no others. Assuredly no foreigner is joining in their demonstrations."
El pueblo de la Revolución legisladora de los Derechos del Hombre recolectaba la gratitud de las muchedumbres. Empezó á sentir cierto remordimiento ante el entusiasmo de los extranjeros que ofrecían su sangre á Francia. Muchos se lamentaban de que el gobierno retardase veinte días la admisión de voluntarios, hasta que hubiesen terminado las operaciones de la movilización. ¡Y él, que había nacido francés, dudaba horas antes de su país!...
The nation of the Revolution, legislator of the rights of mankind, was harvesting the gratitude of the throngs, but was beginning to feel a certain remorse before the enthusiasm of the foreigners who were offering their blood for France. Many were lamenting that the government should delay twenty days, until after they had finished the operations of mobilization, in admitting the volunteers. And he, a Frenchman born, a few hours before, had been mistrusting his country! . . .
De día, la corriente popular le llevaba á la estación del Este. Una masa humana se aglomeraba contra la verja, desbordándose en tentáculos por las calles inmediatas. La estación, que iba adquiriendo la importancia de un lugar histórico, parecía un túnel estrecho por el que intentaba deslizarse todo un río, con grandes choques y rebullimientos contra sus paredes. Una parte de la Francia en armas se lanzaba por esta salida de París hacia los campos de batalla de la frontera.
In the daytime the popular current was running toward the Gare de l′Est. Crowded against the gratings was a surging mass of humanity stretching its tentacles through the nearby streets. The station that was acquiring the importance of a historic spot appeared like a narrow tunnel through which a great human river was trying to flow with many rippling encounters and much heavy pressure against its banks. A large part of France in arms was coursing through this exit from Paris toward the battlefields at the frontier.
Desnoyers sólo había estado dos veces allí, á la ida y al regreso de su viaje á Alemania. Otros emprendían ahora el mismo camino. Las muchedumbres populares iban acudiendo de los extremos de la ciudad para ver cómo desaparecían en el interior de la estación masas humanas de contornos geométricos, uniformemente vestidas, con relámpagos de acero y cadencioso acompañamiento de choques metálicos. Los medios puntos de cristales, que brillaban al sol como bocas ígneas, tragaban y tragaban gente. Por la noche continuaba el desfile á la luz de los focos eléctricos. A través de las verjas pasaban miles y miles de corceles; hombres con el pecho forrado de hierro y cabelleras pendientes del casco, lo mismo que los paladines de remotos siglos; cajas enormes que servían de jaula á los cóndores de la aeronáutica; rosarios de cañones estrechos y largos, pintados de gris, protegidos por mamparas de acero, más semejantes á instrumentos astronómicos que á bocas de muerte; masas y masas de kepis rojos moviéndose con el ritmo de la marcha, y filas de fusiles, unos negros y escuetos, formando lúgubres cañaverales, otros rematados por bayonetas que parecían espigas luminosas. Y sobre estos campos inquietos de mieses de acero, las banderas de los regimientos se estremecían en el aire como pájaros de colores: el cuerpo blanco, un ala azul, la otra roja, una corbata de oro en el cuello y en lo alto el pico de bronce, el hierro de la lanza que apuntaba á las nubes.
Desnoyers had been in the station only twice, when going and coming from Germany. Others were now taking the same road. The crowds were swarming in from the environs of the city in order to see the masses of human beings in geometric bodies, uniformly clad, disappearing within the entrance with flash of steel and the rhythm of clanking metal. The crystal archways that were glistening in the sun like fiery mouths were swallowing and swallowing people. When night fell the processions were still coming on, by light of the electric lamps. Through the iron grills were passing thousands and thousands of draught horses; men with their breasts crossed with metal and bunches of horsehair hanging from their helmets, like paladins of bygone centuries; enormous cases that were serving as cages for the aeronautic condors; strings of cannon, long and narrow, painted grey and protected, by metal screens, more like astronomical instruments than mouths of death; masses and masses of red kepis (military caps) moving in marching rhythm, rows and rows of muskets, some black and stark like reed plantations, others ending in bayonets like shining spikes. And over all these restless fields of seething throngs, the flags of the regiments were fluttering in the air like colored birds; a white body, a blue wing, or a red one, a cravat of gold on the neck, and above, the metal tip pointing toward the clouds.
De estas despedidas volvía don Marcelo á su casa vibrante y con los nervios fatigados, como el que acaba de presenciar un espectáculo de ruda emoción. A pesar de su carácter tenaz, que se resistía siempre á reconocer el propio error, el viejo empezó á sentir vergÜenza por sus dudas anteriores. La nación vivía, Francia era un gran pueblo; las apariencias le habían engañado como á otros muchos. Tal vez los más de sus compatriotas fuesen de carácter ligero y olvidadizo, entregados con exceso á los sensualismos de la vida; pero cuando llegaba la hora del peligro, cumplían su deber simplemente, sin necesitar la dura imposición que sufren los pueblos sometidos á férreas organizaciones.
Don Marcelo would return home from these send-offs vibrating with nervous fatigue, as one who had just participated in a scene of racking emotion. In spite of his tenacious character which always stood out against admitting a mistake, the old man began to feel ashamed of his former doubts. The nation was quivering with life; France was a grand nation; appearances had deceived him as well as many others. Perhaps the most of his countrymen were of a light and flippant character, given to excessive interest in the sensuous side of life; but when danger came they were fulfilling their duty simply, without the necessity of the harsh force to which the iron-clad organizations were submitting their people.
En la mañana del cuarto día de movilización, al salir de su casa, en vez de encaminarse al centro de la ciudad marchó con rumbo opuesto, hacia la rue de la Pompe. Algunas palabras imprudentes de Chichí y las miradas inquietas de su esposa y su cuñada le hicieron sospechar que Julio había regresado de su viaje. Sintió necesidad de ver de lejos las ventanas del estudio, como si esto pudiese proporcionarle noticias. Y para justificar ante su propia conciencia una exploración que contrastaba con sus propósitos de olvido, se acordó de que su carpintero habitaba en dicha calle.
On leaving home on the morning of the fourth day of the mobilization Desnoyers, instead of betaking himself to the centre of the city, went in the opposite direction toward the rue de la Pompe. Some imprudent words dropped by Chichi, and the uneasy looks of his wife and sister-in-law made him suspect that Julio had returned from his trip. He felt the necessity of seeing at least the outside of the studio windows, as if they might give him news. And in order to justify a trip so at variance with his policy of ignoring his son, he remembered that the carpenter lived in the same street.
—Vamos á ver á Roberto. Hace una semana que me prometió venir.
"I must hunt up Robert. He promised a week ago that he would come here."
Este Roberto era un mocetón que se había «
emancipado de la tiranía patronal», según sus propias palabras, trabajando solo en su casa. Una pieza casi subterránea le servía de habitación y de taller. La compañera, á la que llamaba «
mi asociada», corría con el cuidado de su persona y del hogar, mientras un niño iba creciendo agarrado á sus faldas. Desnoyers consentía á Roberto sus declamaciones contra los burgueses, porque se prestaba á todos sus caprichos de incesante arreglador de muebles. En la lujosa vivienda de la avenida Víctor Hugo, el carpintero cantaba la Internacional mientras movía la sierra ó el martillo. Esto y sus grandes atrevimientos de lenguaje lo perdonaba el señor, teniendo en cuenta la baratura de su trabajo.
This Robert was a husky young fellow who, to use his own words, was "emancipated from boss tyranny," and was working independently in his own home. A tiny, almost subterranean room was serving him for dwelling and workshop. A woman he called "my affinity" was looking carefully after his hearth and home, with a baby boy clinging to her skirts. Desnoyers was accustomed to humor Robert′s tirades against his fellow citizens because the man had always humored his whimseys about the incessant rearrangement of his furniture. In the luxurious apartment in the avenue Victor Hugo the carpenter would sing La Internacional while using hammer and saw, and his employer would overlook his audacity of speech because of the cheapness of his work.
Al llegar al pequeño taller le vió con la gorra sobre una oreja, anchos pantalones de pana á la mameluca, borceguíes claveteados y varias banderitas y escarapelas tricolores en las solapas de la chaqueta.
Upon arriving at the shop he found the man with cap over one ear, broad trousers like a mameluke′s, hobnailed boots and various pennants and rosettes fastened to the lapels of his jacket.
—Llega tarde, patrón—dijo alegremente—. Va á cerrarse la fábrica. El dueño ha sido movilizado y dentro de unas horas se incorporará á su regimiento.
"You′ve come too late, Boss," he said cheerily. "I am just going to close the factory. The Proprietor has been mobilized, and in a few hours will join his regiment."
Y señalaba un papel manuscrito fijo en la puerta de su tugurio, á semejanza de los carteles impresos que figuraban en todos los establecimientos de París para indicar que patronos y dependientes habían obedecido la orden de movilización.
And he pointed to a written paper posted on the door of his dwelling like the printed cards on all establishments, signifying that employer and employees had obeyed the order of mobilization.
Nunca se le había ocurrido á Desnoyers que su carpintero pudiera convertirse en soldado. Era rebelde á toda imposición de autoridad. Odiaba á los flics, los policías de París, con los que había cambiado puñetazos y palos en todas las revueltas. El militarismo era su preocupación. En los mítines contra la tiranía del cuartel había figurado como uno de los manifestantes más ruidosos. ¿Y este revolucionario iba á la guerra con la mejor voluntad, sin esfuerzo alguno?...
It had never occurred to Desnoyers that his carpenter might become a soldier, since he was so opposed to all kinds of authority. He hated the flics, the Paris police, with whom he had, more than once, exchanged fisticuffs and clubbings. Militarism was his special aversion. In the meetings against the despotism of the barracks he had always been one of the noisiest participants. And was this revolutionary fellow going to war naturally and voluntarily? . . .
Roberto habló con entusiasmo del regimiento, de la vida entre camaradas, teniendo la muerte á cuatro pasos.
Robert spoke enthusiastically of his regiment, of life among comrades with Death but four steps away.
—Creo en mis ideas lo mismo que antes, patrón—continuó, como si adivinase lo que pensaba el otro—; pero la guerra es la guerra, y enseña muchas cosas; entre ellas, que la libertad debe ir acompañada de orden y de mando. Es preciso que alguien dirija y que los demás sigan, por voluntad, por consentimiento... pero que sigan. Cuando llega la guerra se ven las cosas de distinto modo que cuando uno está en su casa haciendo lo que quiere.
"I believe in my ideas, Boss, the same as before," he explained as though guessing the other′s thought. "But war is war and teaches many things—among others that Liberty must be accompanied with order and authority. It is necessary that someone direct that the rest may follow—willingly, by common consent . . . but they must follow. When war actually comes one sees things very differently from when living at home doing as one pleases."
La noche que asesinaron á Jaurés rugió de cólera, anunciando que la mañana siguiente sería de venganza. Había buscado á los compañeros de su sección para enterarse de lo que proyectaban contra los burgueses. Pero la guerra iba á estallar. Algo había en el aire que se oponía á la lucha civil, que dejaba en momentáneo olvido los agravios particulares, concentrando todas las almas en una aspiración común.
The night that they assassinated Jaures he howled with rage, announcing that the following morning the murder would be avenged. He had hunted up his associates in the district in order to inform them what retaliation was being planned against the malefactors. But war was about to break out. There was something in the air that was opposing civil strife, that was placing private grievances in momentary abeyance, concentrating all minds on the common weal.
—Hace una semana—continuó—era antimilitarista. ¡Qué lejos me parece eso! Como si hubiese transcurrido un año... Sigo pensando como antes: amo la paz, odio la guerra; y como yo, todos los camaradas. Pero los franceses no hemos provocado á nadie y nos amenazan, quieren esclavizarnos... Seamos fieras, ya que nos obligan á serlo; y para defendernos bien, que nadie salga de la fila, que todos obedezcan. La disciplina no está reñida con la revolución. Acuérdese de los ejércitos de la primera República: todos ciudadanos, lo mismo los generales que los soldados; pero Hoche, Kleber y los otros eran rudos compadres que sabían mandar é imponer la obediencia.
"A week ago," he exclaimed, "I was an anti-militarist! How far away that seems now—as if a year had gone by! I keep thinking as before! I love peace and hate war like all my comrades. But the French have not offended anybody, and yet they threaten us, wishing to enslave us. . . . But we French can be fierce, since they oblige us to be, and in order to defend ourselves it is just that nobody should shirk, that all should obey. Discipline does not quarrel with Revolution. Remember the armies of the first Republic—all citizens, Generals as well as soldiers, but Hoche, Kleber and the others were rough-hewn, unpolished benefactors who knew how to command and exact obedience."
El carpintero tenía sus letras. Además de los periódicos y folletos de «
la idea» había leído en cuadernos sueltos á Michelet y otros artistas de la historia.
The carpenter was well read. Besides the papers and pamphlets of "the Idea," he had also read on stray sheets the views of Michelet and other liberal actors on the stage of history.
—Vamos á hacer la guerra á la guerra—añadió—. Nos batiremos para que esta guerra sea la última.
"We are going to make war on War," he added. "We are going to fight so that this war will be the last."
Su afirmación no le pareció bastante clara, y siguió diciendo:
This statement did not seem to be expressed with sufficient clearness, so he recast his thought.
—Nos batiremos por el porvenir; moriremos para que nuestros nietos no conozcan estas calamidades. Si triunfasen los enemigos triunfaría la continuación de la guerra y la conquista como único medio de engrandecerse. Primero se apoderarían de Europa, luego del resto del mundo. Los despojados se sublevarían más adelante: ¡nuevas guerras!... Nosotros no queremos conquistas. Deseamos recuperar Alsacia y Lorena porque fueron nuestras y sus habitantes quieren volver con nosotros... Y nada más. No imitaremos á los enemigos apropiándonos territorios y poniendo en peligro la tranquilidad del mundo. Tuvimos bastante con Napoleón: no hay que repetir la aventura. Vamos á batirnos por nuestra seguridad y al mismo tiempo por la seguridad del mundo, por la vida de los pueblos débiles. Si fuese una guerra de agresión, de vanidad, de conquista, nos acordaríamos de nuestro antimilitarismo. Pero es de defensa, y los gobernantes no tienen culpa de ello. Nos vemos atacados y todos debemos marchar unidos.
"We are going to fight for the future; we are going to die in order that our grandchildren may not have to endure a similar calamity. If the enemy triumphs, the war-habit will triumph, and conquest will be the only means of growth. First they will overcome Europe, then the rest of the world. Later on, those who have been pillaged will rise up in their wrath. More wars! . . . We do not want conquests. We desire to regain Alsace and Lorraine, for their inhabitants wish to return to us . . . and nothing more. We shall not imitate the enemy, appropriating territory and jeopardizing the peace of the world. We had enough of that with Napoleon; we must not repeat that experience. We are going to fight for our immediate security, and at the same time for the security of the world—for the life of the weaker nations. If this were a war of aggression, of mere vanity, of conquest, then we Socialists would bethink ourselves of our anti-militarism. But this is self-defense, and the government has not been at fault. Since we are attacked, we must be united in our defensive."
El carpintero, que era anticlerical, mostraba una tolerancia generosa, una amplitud de ideas que abarcaba á todos los hombres. El día anterior había encontrado en la alcaldía de su distrito á un reservista que iba á partir con él incorporándose al mismo regimiento. Una ojeada le había bastado para reconocer que era un cura.
The carpenter, who was also anti-clerical, was now showing a more generous tolerance, an amplitude of ideas that embraced all mankind. The day before he had met at the administration office a Reservist who was just leaving to join his regiment. At a glance he saw that this man was a priest.
—Yo soy carpintero—le había dicho presentándose—. ¿Y usted, compañero... trabaja en las iglesias?
"I am a carpenter," he had said to him, by way of introduction, "and you, comrade, are working in the churches?"
Empleaba este eufemismo para que el sacerdote no pudiese sospechar en él intenciones ofensivas. Los dos se habían estrechado la mano.
He employed this figure of speech in order that the priest might not suspect him of anything offensive. The two had clasped hands.
—Yo no estoy por la calotte—continuó, dirigiéndose á Desnoyers—. Hace tiempo que me puse mal con Dios. Pero en todas partes hay buenas personas, y las buenas personas deben entenderse en estos momentos. ¿No lo cree así, patrón?
"I do not take much stock in the clerical cowl," Robert explained to Desnoyers. "For some time I have not been on friendly terms with religion. But in every walk of life there must be good people, and the good people ought to understand each other in a crisis like this. Don′t you think so, Boss?"
La guerra halagaba sus aficiones igualitarias. Antes de ella, al hablar de la futura revolución sentía un maligno placer imaginándose que todos los ricos, privados de su fortuna, tendrían que trabajar para subsistir. Ahora le entusiasmaba que todos los franceses participasen de la misma suerte, sin distinción de clases.
The war coincided with his socialistic tendencies. Before this, when speaking of future revolution, he had felt a malign pleasure in imagining all the rich deprived of their fortunes and having to work in order to exist. Now he was equally enthusiastic at the thought that all Frenchmen would share the same fate without class distinction.
—Todos mochila á la espalda y comiendo rancho. Y hacía extensiva la militar sobriedad á los que se quedaban á espaldas del ejército. La guerra traería grandes escaseces: todos iban á conocer el pan ordinario.
"All with knapsacks on their backs and eating at mess." And he was even extending this military sobriety to those who remained behind the army. War was going to cause great scarcity of provisions, and all would have to come down to very plain fare.
—Y usted, patrón, que es viejo para ir á la guerra, tendrá que comer como yo, con todos sus millones... Reconozca que esto es hermoso.
"You, too, Boss, who are too old to go to war—you, with all your millions, will have to eat the same as I. . . . Admit that it is a beautiful thing."
Desnoyers no se ofendía por la maliciosa satisfacción que inspiraban al carpintero sus futuras privaciones. Estaba pensativo. Un hombre como aquel, adversario de todo lo existente y que no tenía nada material que defender, marchaba á la guerra, á la muerte, por un ideal generoso y lejano, por evitar que la humanidad del porvenir conociese los horrores actuales. Al hacer esto no vacilaba en sacrificar su antigua fe, todas las creencias acariciadas hasta la víspera... ¡Y él, que era uno de los privilegiados de la suerte, que poseía tantas cosas tentadoras necesitadas de defensa, entregado á la duda y la crítica!...
Desnoyers was not offended by the malicious satisfaction that his future privations seemed to inspire in the carpenter. He was very thoughtful. A man of his stamp, an enemy of existing conditions, who had no property to defend, was going to war—to death, perhaps—because of a generous and distant ideal, in order that future generations might never know the actual horrors of war! To do this, he was not hesitating at the sacrifice of his former cherished beliefs, all that he had held sacred till now. . . . And he who belonged to the privileged class, who possessed so many tempting things, requiring defense, had given himself up to doubt and criticism! . . .
Horas después volvió á encontrar al carpintero cerca del Arco de Triunfo. Formaba grupo con varios trabajadores de igual aspecto que él, y este grupo iba unido á otros y otros que eran como una representación de todas las clases sociales: burgueses bien vestidos, señoritos finos y anémicos, licenciados de raído chaqué, faz pálida y gruesos lentes, curas jóvenes que sonreían con cierta malicia, como si se comprometiesen en una calaverada. Al frente del rebaño humano iba un sargento y á retaguardia varios soldados con el fusil al hombro. ¡Adelante los reservistas!...
Hours after, he again saw the carpenter, near the Arc de Triomphe. He was one of a group of workmen looking much as he did, and this group was joining others and still others that represented every social class—well-dressed citizens, stylish and anaemic young men, graduate students with worn jackets, pale faces and thick glasses, and youthful priests who were smiling rather shamefacedly as though they had been caught at some ridiculous escapade. At the head of this human herd was a sergeant, and as a rear guard, various soldiers with guns on their shoulders. Forward march, Reservists! . . .
Y un bramido musical, una melopea grave, amenazante y monótona surgía de esta masa de bocas redondas, brazos en péndulo y piernas que se abrían y cerraban lo mismo que compases.
And a musical cry, a solemn harmony like a Greek chant, menacing and monotonous, surged up from this mass with open mouths, swinging arms, and legs that were opening and shutting like compasses.
Roberto entonaba con energía el guerrero estribillo. Le temblaban los ojos y los caídos bigotes de galo. A pesar de su traje de pana y su bolsa de lienzo repleta, tenía el mismo aspecto grandioso y heroico de las figuras de Rude en el Arco de Triunfo. La «
asociada» y el niño trotaban por la acera inmediata para acompañarle hasta la estación. Apartaba los ojos de ellos para hablar con un compañero de fila, afeitado y de aspecto grave: indudablemente el cura que había conocido el día antes. Tal vez se tuteaban ya, con la fraternidad que inspira á los hombres el contacto de la muerte.
Robert was singing the martial chorus with such great energy that his eyes and Gallic moustachios were fairly trembling. In spite of his corduroy suit and his bulging linen hand bag, he had the same grand and heroic aspect as the figures by Rude in the Arc de Triomphe. The "affinity" and the boy were trudging along the sidewalk so as to accompany him to the station. For a moment he took his eyes from them to speak with a companion in the line, shaven and serious-looking, undoubtedly the priest whom he had met the day before. Now they were talking confidentially, intimately, with that brotherliness which contact with death inspires in mankind.
Siguió el millonario con una mirada de respeto á su carpintero, desmesuradamente agrandado al formar parte de esta avalancha humana. Y en su respeto había algo de envidia: la envidia que surge de una conciencia insegura.
The millionaire followed the carpenter with a look of respect, immeasurably increased since he had taken his part in this human avalanche. And this respect had in it something of envy, the envy that springs from an uneasy conscience.
Cuando don Marcelo pasaba malas noches, sufriendo pesadillas, un motivo de terror, siempre el mismo, atormentaba su imaginación. Rara vez soñaba en peligros mortales para él ó los suyos. La visión espantosa consistía siempre en el hecho de que le presentaban al cobro documentos de crédito suscritos con su firma, y él, Marcelo Desnoyers, el hombre fiel á sus compromisos, con todo un pasado de probidad inmaculada, no podía pagarlos. La posibilidad de esto le hacía temblar, y después de haber despertado sentía aún su pecho oprimido por el terror. Para su imaginación, ésta era la mayor deshonra que puede sufrir un hombre.
Whenever Don Marcelo passed a bad night, suffering from nightmare, a certain terrible thing—always the same—would torment his imagination. Rarely did he dream of mortal peril to his family or self. The frightful vision was always that certain notes bearing his signature were presented for collection which he, Marcelo Desnoyers, the man always faithful to his bond, with a past of immaculate probity, was not able to pay. Such a possibility made him tremble, and long after waking his heart would be oppressed with terror. To his imagination this was the greatest disgrace that a man could suffer.
Al trastornarse su existencia con las agitaciones de la guerra, reaparecían las mismas angustias. Completamente despierto, en pleno uso de razón, sufría un suplicio igual al que experimentaba en sueños viendo su nombre sin honra al pie de un documento incobrable.
Now that war was overturning his existence with its agitations, the same agonies were reappearing. Completely awake, with full powers of reasoning, he was suffering exactly the same distress as when in his horrible dreams he saw his dishonored signature on a protested document.
Todo el pasado surgía ante sus ojos con extraordinaria claridad, como si hasta entonces se hubiese mantenido borroso, en una confusión de penumbra. La tierra amenazada de Francia era la suya. Quince siglos de historia habían trabajado para él, para que encontrase al abrir los ojos progresos y comodidades que no conocieron sus ascendientes. Muchas generaciones de Desnoyers habían preparado su advenimiento á la vida batallando con la tierra, defendiéndola de enemigos, dándole al nacer una familia y un hogar libres... Y cuando le tocaba su turno para continuar este esfuerzo, cuando le llegaba la vez en el rosario de generaciones, ¡huía lo mismo que un deudor que elude el pago!... Había contraído al venir al mundo compromisos con la tierra de sus padres, con el grupo humano al que debía la existencia. Esta obligación era preciso pagarla con sus brazos, con el sacrificio que rechaza al peligro... Y él había eludido el reconocimiento de su firma, fugándose y traicionando á sus ascendientes. ¡Ah, desgraciado! Nada importaba el éxito material de su existencia, la riqueza adquirida en un país remoto. Hay faltas que no se borran con millones. La intranquilidad de su conciencia era la prueba. También lo eran la envidia y el respeto que le inspiraba aquel pobre menestral marchando al encuentro de la muerte con otros seres igualmente humildes, enardecidos todos por la satisfacción del deber cumplido, del sacrificio aceptado.
All his past was looming up before his eyes with such extraordinary clearness that it seemed as though until then his mind must have been in hopeless confusion. The threatened land of France was his native country. Fifteen centuries of history had been working for him, in order that his opening eyes might survey progress and comforts that his ancestors did not even know. Many generations of Desnoyers had prepared for his advent into life by struggling with the land and defending it that he might be born into a free family and fireside. . . . And when his turn had come for continuing this effort, when his time had arrived in the rosary of generations—he had fled like a debtor evading payment! . . . On coming into his fatherland he had contracted obligations with the human group to whom he owed his existence. This obligation should be paid with his arms, with any sacrifice that would repel danger . . . and he had eluded the acknowledgment of his signature, fleeing his country and betraying his trust to his forefathers! Ah, miserable coward! The material success of his life, the riches acquired in a remote country, were comparatively of no importance. There are failures that millions cannot blot out. The uneasiness of his conscience was proving it now. Proof, too, was in the envy and respect inspired by this poor mechanic marching to meet his death with others equally humble, all kindled with the satisfaction of duty fulfilled, of sacrifice accepted.
El recuerdo de Madariaga surgía en su memoria.
The memory of Madariaga came to his memory.
«
Donde nos hacemos ricos y formamos una familia, allí está nuestra patria.»
"Where we make our riches, and found a family—there is our country."
No, no era cierta la afirmación del centauro. En tiempos normales, tal vez. Lejos del país de origen y cuando no corre éste ningún peligro, se le puede olvidar por algunos años. Pero él vivía ahora en Francia, y Francia tenía que defenderse de enemigos que deseaban suprimirla. El espectáculo de todos sus habitantes levantándose en masa representaba para Desnoyers una tortura vergonzosa. Contemplaba á todas horas lo que él debía haber hecho en su juventud y no quiso hacer.
No, the statement of the centaur was not correct. In normal times, perhaps. Far from one′s native land when it is not exposed to danger, one may forget it for a few years. But he was living now in France, and France was being obliged to defend herself against enemies wishing to overpower her. The sight of all her people rising en masse was becoming an increasingly shameful torture for Desnoyers, making him think all the time of what he should have done in his youth, of what he had dodged.
Los veteranos del 70 iban por las calles exhibiendo en la solapa su cinta verde y negra, recuerdo de las privaciones del sitio de París y de las campañas heroicas é infaustas. La vista de estos hombres satisfechos de su pasado le hacía palidecer. Nadie se acordaba del suyo; pero lo conocía él, y era bastante. En vano su razón intentaba apaciguar esta tempestad interior... Aquellos tiempos habían sido otros: no existía la unanimidad de la hora presente; el Imperio era impopular: todo estaba perdido... Pero el recuerdo de una frase célebre se fijaba en su memoria como una obsesión: «
¡Quedaba Francia!» Muchos pensaban lo mismo que él en su juventud, y sin embargo no habían huído para eludir el servicio de las armas; se habían quedado, intentando la última y desesperada resistencia.
The veterans of ′70 were passing through the streets, with the green and black ribbon in their lapel, souvenirs of the privations of the Siege of Paris, and of heroic and disastrous campaigns. The sight of these men, satisfied with their past, made him turn pale. Nobody was recalling his, but he knew it, and that was enough. In vain his reason would try to lull this interior tempest. . . . Those times were different; then there was none of the present unanimity; the Empire was unpopular . . . everything was lost. . . . But the recollection of a celebrated sentence was fixing itself in his mind as an obsession—"France still remained!" Many had thought as he did in his youth, but they had not, therefore, evaded military service. They had stood by their country in a last and desperate resistance.
Inútiles sus razonamientos buscando excusas. Los grandes sentimientos prescinden del raciocinio por inútil. Para hacer comprender los ideales políticos y religiosos son indispensables explicaciones y demostraciones: el sentimiento de la patria no necesita nada de esto. La patria... es la patria. Y el obrero de las ciudades, incrédulo y burlón, el labriego egoísta, el pastor solitario, todos se mueven al conjuro de esta palabra, comprendiéndola instantáneamente, sin previas enseñanzas.
Useless was his excuse-making reasoning. Nobler thoughts showed him the fallacy of this beating around the bush. Explanations and demonstrations are unnecessary to the understanding of patriotic and religious ideals; true patriotism does not need them. One′s country . . . is one′s country. And the laboring man, skeptical and jesting, the self-centred farmer, the solitary pastor, all had sprung to action at the sound of this conjuring word, comprehending it instantly, without previous instruction.
«
Es preciso pagar—repetía mentalmente don Marcelo—. Debo pagar mi deuda.»
"It is necessary to pay," Don Marcelo kept repeating mentally. "I ought to pay my debt."
Y experimentaba, como en los ensueños, la angustia del hombre probo y desesperado que desea cumplir sus compromisos.
As in his dreams, he was constantly feeling the anguish of an upright and desperate man who wishes to meet his obligations.
¡Pagar!... ¿Y cómo? Ya era tarde. Por un momento se le ocurrió la heroica resolución de ofrecerse como voluntario, de marchar con la bolsa al costado en uno de aquellos grupos de futuros combatientes, lo mismo que su carpintero. Pero la inutilidad del sacrificio surgía en su pensamiento. ¿De qué podía servir?... Parecía robusto, se mantenía fuerte para su edad, pero estaba más allá de los sesenta años, y sólo los jóvenes pueden ser buenos soldados. Batirse lo hace cualquiera. El tenía ánimos sobrados para tomar un fusil. Pero el combate no es mas que un accidente de la lucha. Lo pesado, lo anonadador, son las operaciones y sacrificios que preceden al combate, las marchas interminables, los rigores de la temperatura, las noches á cielo raso, remover la tierra, abrir trincheras, cargar carros, sufrir hambre... No; era demasiado tarde. Ni siquiera tenía un nombre ilustre para que su sacrificio pudiese servir de ejemplo.
Pay! . . . and how? It was now very late. For a moment the heroic resolution came into his head of offering himself as a volunteer, of marching with his bag at his side in some one of the groups of future combatants, the same as the carpenter. But the uselessness of the sacrifice came immediately into his mind. Of what use would it be? . . . He looked robust and was well-preserved for his age, but he was over seventy, and only the young make good soldiers. Combat is but one incident in the struggle. Equally necessary are the hardship and self-denial in the form of interminable marches, extremes of temperature, nights in the open air, shoveling earth, digging trenches, loading carts, suffering hunger. . . . No; it was too late. He could not even leave an illustrious name that might serve as an example.
Instintivamente miraba atrás. No estaba solo en el mundo: tenía un hijo que podía responder por la deuda del padre... Pero esta esperanza sólo duraba un momento. Su hijo no era francés: pertenecía á otro pueblo; la mitad de su sangre era de diversa procedencia. Además, ¿cómo podía sentir las mismas preocupaciones que él? ¿Llegaría á entenderlas si su padre se las exponía?... Era inútil esperar nada de este danzarín gracioso buscado por las mujeres; de este bravo de frívolo coraje, que exponía su vida en duelos para satisfacer un honor pueril.
Instinctively he glanced behind. He was not alone in the world; he had a son who could assume his father′s debt . . . but that hope only lasted a minute. His son was not French; he belonged to another people; half of his blood was from another source. Besides, how could the boy be expected to feel as he did? Would he even understand if his father should explain it to him? . . . It was useless to expect anything from this lady-killing, dancing clown, from this fellow of senseless bravado, who was constantly exposing his life in duels in order to satisfy a silly sense of honor.
¡La modestia del rudo señor Desnoyers después de estas reflexiones!... Su familia sintió asombro al ver el encogimiento y la dulzura con que se movía dentro de la casa. Los dos criados de gesto imponente habían ido á incorporarse á sus regimientos, y la mayor sorpresa que les reservó la declaración de guerra fué la bondad repentina del amo, la abundancia de regalos á su despedida, el cuidado paternal con que vigilaba sus preparativos de viaje. El temible don Marcelo los abrazó con los ojos húmedos. Los dos tuvieron que esforzarse para que no les acompañase á la estación.
Oh, the meekness of the bluff Senor Desnoyers after these reflections! . . . His family felt alarmed at seeing the humility and gentleness with which he moved around the house. The two men-servants had gone to join their regiments, and to them the most surprising result of the declaration of war was the sudden kindness of their master, the lavishness of his farewell gifts, the paternal care with which he supervised their preparations for departure. The terrible Don Marcelo embraced them with moist eyes, and the two had to exert themselves to prevent his accompanying them to the station.
Fuera de su casa se deslizaba con humildad, como si pidiese perdón mudamente á las gentes que le rodeaban. Todos le parecían superiores á él. Los tiempos eran de crisis económica: los ricos conocían momentáneamente la pobreza y la inquietud; los Bancos habían suspendido sus operaciones y sólo pagaban una exigua parte de sus depósitos. El millonario se vió privado por unas semanas de su riqueza. Además, sentía inquietud al apreciar el porvenir incierto. ¿Cuánto tiempo iba á transcurrir antes de que le enviasen dinero de América? ¿No llegaría á suprimir la guerra las fortunas lo mismo que las vidas?... Y sin embargo, nunca Desnoyers apreció menos el dinero ni dispuso de él con mayor generosidad.
Outside of his home he was slipping about humbly as though mutely asking pardon of the many people around him. To him they all appeared his superiors. It was a period of economic crisis; for the time being, the rich also were experiencing what it was to be poor and worried; the banks had suspended operations and were paying only a small part of their deposits. For some weeks the millionaire was deprived of his wealth, and felt restless before the uncertain future. How long would it be before they could send him money from South America? Was war going to take away fortunes as well as lives? . . . And yet Desnoyers had never appreciated money less, nor disposed of it with greater generosity.
Numerosos movilizados de aspecto popular que marchaban sueltos hacia las estaciones encontraron á un señor que los detenía con timidez, se llevaba una mano á un bolsillo y dejaba en su diestra el billete de veinte francos, huyendo inmediatamente ante sus ojos asombrados. Las obreras llorosas que volvían de decir adiós á sus hombres vieron al mismo señor sonreir á los niños que marchaban junto á ellas, acariciar sus mejillas y alejarse, abandonando en sus manos la pieza de cinco francos.
Numberless mobilized men of the lower classes who were going alone toward the station met a gentleman who would timidly stop them, put his hand in his pocket and leave in their right hand a bill of twenty francs, fleeing immediately before their astonished eyes. The working-women who were returning weeping from saying good-bye to their husbands saw this same gentleman smiling at the children who were with them, patting their cheeks and hastening away, leaving a five-franc piece in their hands.
Don Marcelo, que nunca había fumado, frecuentó los despachos de tabaco. Salía de ellos con las manos y los bolsillos repletos, para abrumar con una prodigalidad de paquetes al primer soldado que encontraba. A veces el favorecido sonreía cortésmente, dando las gracias con palabras reveladoras de un origen superior, y pasaba el regalo á otros compañeros que vestían un capote tan grosero y mal cortado como el suyo. El servicio obligatorio le hacía incurrir con frecuencia en estos errores.
Don Marcelo, who had never smoked, was now frequenting the tobacco shops, coming out with hands and pockets filled in order that he might, with lavish generosity, press the packages upon the first soldier he met. At times the recipient, smiling courteously, would thank him with a few words, revealing his superior breeding—afterwards passing the gift on to others clad in cloaks as coarse and badly cut as his own. The mobilization, universally obligatory, often caused him to make these mistakes.
Las manos rudas, al oprimir la suya con un apretón agradecido, le dejaban satisfecho por unos minutos. ¡Ay, no poder hacer más!... El gobierno, al movilizar los vehículos, le había tomado tres de sus automóviles monumentales. Desnoyers se entristeció porque no se llevaban su cuarto mastodonte. ¡Para lo que servía! Los pastores del rebaño monstruoso, el chauffeur y sus ayudantes, habían partido también para incorporarse al ejército. Todos se marchaban. Finalmente, sólo quedarían él y su hijo: dos inutilidades.
The rough hands pressing his with a grateful clasp, left him satisfied for a few moments. Ah, if he could only do more! . . . The Government in mobilizing its vehicles had appropriated three of his monumental automobiles, and Desnoyers felt very sorry that they were not also taking the fourth mastodon. Of what use were they to him? The shepherds of this monstrous herd, the chauffeur and his assistants, were now in the army. Everybody was marching away. Finally he and his son would be the only ones left—two useless creatures.
Rugió al enterarse de la entrada de los enemigos en Bélgica, considerando este suceso la traición más inaudita de la Historia. Se avergonzaba al recordar que en los primeros momentos había hecho responsables de la guerra á los patriotas exaltados de su país... ¡Qué perfidia, metódicamente preparada con largos años de anticipación! Los relatos de saqueos, incendios y matanzas le hacían palidecer, rechinando los dientes. A él, á Marcelo Desnoyers, le podía ocurrir lo mismo que á los infelices belgas si los bárbaros invadían su país. Tenía una casa en la ciudad, un castillo en el campo, una familia. Por una asociación de ideas, las mujeres víctimas de la soldadesca le hacían pensar en su Chichí y en la buena doña Luisa. Los edificios en llamas evocaban el recuerdo de todos los muebles raros y costosos amontonados en sus dos viviendas y que eran como los blasones de su elevación social. Los ancianos fusilados, las madres de entrañas abiertas, los niños con las manos cortadas, todos los sadismos de una guerra de terror, despertaban la violencia de su carácter.
He roared with wrath on learning of the enemy′s entrance into Belgium, considering this the most unheard-of treason in history. He suffered agonies of shame at remembering that at first he had held the exalted patriots of his country responsible for the war. . . . What perfidy, methodically carried out after long years of preparation! The accounts of the sackings, fires and butcheries made him turn pale and gnash his teeth. To him, to Marcelo Desnoyers, might happen the very same thing that Belgium was enduring, if the barbarians should invade France. He had a home in the city, a castle in the country, and a family. Through association of ideas, the women assaulted by the soldiery, made him think of Chichi and the dear Dona Luisa. The mansions in flames called to his mind the rare and costly furnishings accumulated in his expensive dwellings—the armorial bearings of his social elevation. The old folk that were shot, the women foully mutilated, the children with their hands cut off, all the horrors of a war of terror, aroused the violence of his character.
—¡Y esto puede ocurrir impunemente en nuestra época!...
And such things could happen with impunity in this day and generation! . . .
Para convencerse de que el castigo estaba próximo, de que la venganza marchaba al encuentro de los culpables, sentía la necesidad de confundirse diariamente con el gentío aglomerado en tomo de la estación del Este.
In order to convince himself that punishment was near, that vengeance was overtaking the guilty ones, he felt the necessity of mingling daily with the people crowding around the Gare de l′Est.
El grueso de las tropas operaba en las fronteras, pero no por esto disminuía la animación en este lugar. Ya no se embarcaban batallones enteros, pero día y noche los hombres de combate iban entrando en la estación, sueltos ó por grupos. Eran reservistas sin uniformes que marchaban á incorporarse á sus regimientos, oficiales que habían estado ocupados hasta entonces en los trabajos de la movilización, pelotones en armas destinados á llenar los grandes huecos abiertos por la muerte.
Although the greater part of the troops were operating on the frontiers, that was not diminishing the activity in Paris. Entire battalions were no longer going off, but day and night soldiers were coming to the station singly or in groups. These were Reserves without uniform on their way to enroll themselves with their companies, officials who until then had been busy with the work of the mobilization, platoons in arms destined to fill the great gaps opened by death.
La muchedumbre, oprimida contra las verjas, saludaba á los que partían, acompañándolos con los ojos mientras atravesaban el gran patio. Eran anunciadas á gritos las últimas ediciones de los periódicos. La masa obscura se moteaba de blanco, leyendo con avidez las hojas impresas. Una buena noticia: «
¡Viva Francia!...» Un despacho confuso que hacía presentir un descalabro: «
No importa. Hay que sostenerse de todos modos. Los rusos avanzarán á sus espaldas.» Y mientras se desarrollaban los diálogos inspirados por estas nuevas, y muchas jóvenes convertidas en vendedoras iban entre los grupos ofreciendo banderitas y escarapelas tricolores, continuaban pasando por el patio solitario, para desaparecer detrás de las puertas de cristales, hombres y más hombres que iban á la guerra.
The multitude, pressed against the railing, was greeting those who were going off, following them with their eyes while they were crossing the large square. The latest editions of the daily papers were announced with hoarse yells, and instantly the dark throng would be spotted with white, all reading with avidity the printed sheets. Good news: "Vive la France!" A doubtful despatch, foreshadowing calamity: "No matter! We must press on at all costs! The Russians will close in behind them!" And while these dialogues, inspired by the latest news were taking place, many young girls were going among the groups offering little flags and tricolored cockades—and passing through the patio, men and still more men were disappearing behind the glass doors, on their way to the war.
Un subteniente de la reserva, con un saco al hombro, llegó acompañado de su padre hasta la fila de policías que cerraba el paso á la muchedumbre. Desnoyers encontró al oficial cierta semejanza con su hijo. El viejo ostentaba en la solapa la cinta verde y negra de 1870: la condecoración evocadora del remordimiento. Era alto, enjuto, y aún pretendía erguirse más poniendo un gesto fosco. Deseaba mostrarse fiero, inhumano, para ocultar su emoción.
A sub-lieutenant of the Reserves, with his bag on his shoulder, was accompanied by his father toward the file of policemen keeping the crowds back. Desnoyers saw in the young officer a certain resemblance to his son. The father was wearing in his lapel the black and green ribbon of 1870—a decoration which always filled Desnoyers with remorse. He was tall and gaunt, but was still trying to hold himself erect, with a heavy frown. He wanted to show himself fierce, inhuman, in order to hide his emotion.
—¡Adiós, muchacho! Pórtate bien.
"Good-bye, my boy! Do your best."
—¡Adiós, padre!
"Good-bye, father."
No se dieron la mano: evitaban que sus miradas se encontrasen. El oficial sonreía como un autómata. El padre volvió bruscamente la espalda, y atravesando el gentío se metió en un café. Necesitaba el rincón más obscuro, la banqueta más oculta, para disimular por unos minutos su emoción.
They did not clasp hands, and each was avoiding looking at the other. The official was smiling like an automaton. The father turned his back brusquely, and threading his way through the throng, entered a cafe, where for some time he needed the most retired seat in the darkest earner to hide his emotion.
Y el señor Desnoyers envidió este dolor.
AND DON MARCELO ENVIED HIS GRIEF.
Unos reservistas avanzaron cantando, precedidos de una bandera. Se empujaban y bromeaban, adivinándose en su excitación largas detenciones en todas las tabernas encontradas al paso. Uno de ellos, sin interrumpir su canto, oprimía la diestra de una viejecita que marchaba á su lado serena y con los ojos secos. La madre reunía sus fuerzas para acompañar á su mocetón, con una falsa alegría, hasta el último momento.
Some of the Reservists came along singing, preceded by a flag. They were joking and jostling each other, betraying in excited actions, long halts at all the taverns along the way. One of them, without interrupting his song, was pressing the hand of an old woman marching beside him, cheerful and dry-eyed. The mother was concentrating all her strength in order, with feigned happiness, to accompany this strapping lad to the last minute.
Otros llegaban sueltos, despegados de sus compañeros, pero no por esto iban solos. El fusil colgaba de uno de sus hombros, las espaldas estaban abrumadas por la joroba de la mochila, las piernas rojas salían y se ocultaban entre las alas vueltas del capote azul, la pipa humeaba bajo la visera del kepis. Delante de uno de ellos caminaban cuatro niños, alineados por orden de estatura. Volvían la cabeza para admirar al padre, súbitamente engrandecido por los arreos militares. A su lado marchaba la compañera, afable y sumisa, lo mismo que en las primeras semanas de relaciones, sintiendo en su alma simple un reflorecimiento de amor, una primavera extemporánea, nacida al contacto del peligro. El hombre, obrero de París que tal vez cantaba un mes antes la Internacional, pidiendo la desaparición de los ejércitos y la fraternidad de todos los humanos, iba ahora en busca de la muerte. Su mujer contenía los sollozos y le admiraba. El cariño y la conmiseración le hacían insistir en sus recomendaciones. En la mochila había puesto los mejores pañuelos, los pocos víveres que guardaba en casa, todo el dinero. Su hombre no debía inquietarse por ella y los hijos. Saldrían del mal paso como pudiesen. El gobierno y las buenas almas se encargarían de su suerte.
Others were coming along singly, separated from their companies, but not on that account alone. The gun was hanging from the shoulder, the back overlaid by the hump of the knapsack, the red legs shooting in and out of the turned-back folds of the blue cloak, and the smoke of a pipe under the visor of the kepis. In front of one of these men, four children were walking along, lined up according to size. They kept turning their heads to admire their father, suddenly glorified by his military trappings. At his side was marching his wife, affable and resigned, feeling in her simple soul a revival of love, an ephemeral Spring, born of the contact with danger. The man, a laborer of Paris, who a few months before was singing La Internacional, demanding the abolishment of armies and the brotherhood of all mankind, was now going in quest of death. His wife, choking back her sobs, was admiring him greatly. Affection and commiseration made her insist upon giving him a few last counsels. In his knapsack she had put his best handkerchiefs, the few provisions in the house and all the money. Her man was not to be uneasy about her and the children; they would get along all right. The government and kind neighbors would look after them.
El soldado bromeaba ante el talle algo deforme de su mujer, saludando al ciudadano próximo á surgir, anunciándole un nacimiento en plena victoria. Un beso á la compañera, un cariñoso repelón á la prole, y luego se unió con los camaradas... Nada de lágrimas. ¡Valor!... ¡Viva Francia!
The soldier in reply was jesting over the somewhat misshapen figure of his wife, saluting the coming citizen, and prophesying that he would be born in a time of great victory. A kiss to the wife, an affectionate hair-pull for his offspring, and then he had joined his comrades. . . . No tears. Courage! . . . Vive la France!
Las recomendaciones de los que se marchaban eran oídas. Nadie lloraba. Pero al desaparecer el último pantalón rojo, muchas manos se agarraron convulsas á los hierros de la verja, muchos pañuelos fueron mordidos con rechinamiento de dientes, muchas cabezas se ocultaron bajo el brazo con estertor angustioso.
The final injunctions of the departing were now heard. Nobody was crying. But as the last red pantaloons disappeared, many hands grasped the iron railing convulsively, many handkerchiefs were bitten with gnashing teeth, many faces were hidden in the arms with sobs of anguish.
Y el señor Desnoyers envidió estas lágrimas.
AND DON MARCELO ENVIED THESE TEARS.
La vieja, al perder en su arrugada mano el contacto de la diestra del hijo, se volvió hacia donde creía que estaba el país hostil, agitando los brazos con furor homicida:
The old woman, on losing the warm contact of her son′s hand from her withered one, turned in the direction which she believed to be that of the hostile country, waving her arms with threatening fury.
—¡Ah, bandido!... ¡Bandido!
"Ah, the assassin! . . . the bandit!"
Volvía á ver con la imaginación el rostro tantas veces contemplado en las páginas ilustradas de los periódicos: unos bigotes de insolente alborotamiento; una boca con dentadura de lobo, que reía... reía como debieron reir los hombres de la época de las cavernas.
In her wrathful imagination she was again seeing the countenance so often displayed in the illustrated pages of the periodicals—moustaches insolently aggressive, a mouth with the jaw and teeth of a wolf, that laughed . . . and laughed as men must have laughed in the time of the cave-men.
Y el señor Desnoyers envidió esta cólera.
AND DON MARCELO ENVIED THIS WRATH!
II
Vida nueva
-II- Chapter II
NEW LIFE
Cuando Margarita pudo volver al estudio de la rue de la Pompe, Julio, que vivía en perpetuo mal humor, viéndolo todo con sombríos colores, se sintió animado por un optimismo repentino.
When Marguerite was able to return to the studio in the rue de la Pompe, Julio, who had been living in a perpetual bad humor, seeing everything in the blackest colors, suddenly felt a return of his old optimism.
La guerra no iba á ser tan cruel como se la imaginaban todos al principio. Diez días iban transcurridos, y empezaba á hacerse menos visible el movimiento de tropas. Al disminuir el número de hombres en las calles, la población femenina parecía haber aumentado. Las gentes se quejaban de escasez de dinero; los Bancos seguían cerrados para el pago. En cambio, la muchedumbre sentía una necesidad de gastos extraordinarios para acaparar víveres. El recuerdo del 70, con las crueles escaseces del sitio, atormentaba las imaginaciones. Había estallado una guerra con el mismo enemigo, y á todos les parecía lógico la repetición de iguales accidentes. Los almacenes de comestibles se veían asediados por las mujeres, que hacían acopio de alimentos rancios á precios exorbitantes, para guardarlos en sus casas. El hambre futura producía mayor espanto que los peligros inmediatos.
The war was not going to be so cruel as they all had at first imagined. The days had passed by, and the movements of the troops were beginning to be less noticeable. As the number of men diminished in the streets, the feminine population seemed to have increased. Although there was great scarcity of money, the banks still remaining closed, the necessity for it was increasingly great, in order to secure provisions. Memories of the famine of the siege of ′70 tormented the imagination. Since war had broken out with the same enemy, it seemed but logical to everybody to expect a repetition of the same happenings. The storehouses were besieged by women who were securing stale food at exorbitant prices in order to store it in their homes. Future hunger was producing more terror than immediate dangers.
Estas eran para Desnoyers todas las transformaciones que la guerra había realizado en torno de él. Las gentes acabarían por acostumbrarse á la nueva existencia. La humanidad posee una fuerza de adaptación que le permite amoldarse á todo para continuar subsistiendo. El esperaba continuar su vida como si nada hubiese ocurrido. Bastaba para esto que Margarita siguiese fiel á su pasado. Juntos verían deslizarse los acontecimientos con la cruel voluptuosidad del que contempla una inundación, sin riesgo alguno, desde una altura inaccesible.
For young Desnoyers these were about all the transformations that war was creating around him. People would finally become accustomed to the new existence. Humanity has a certain reserve force of adaptation which enables it to mould itself to circumstances and continue existing. He was hoping to continue his life as though nothing had happened. It was enough for him that Marguerite should continue faithful to their past. Together they would see events slipping by them with the cruel luxuriousness of those who, from an inaccessible height, contemplate a flood without the slightest risk to themselves.
Esta calma de testigo egoísta de los sucesos se la había inspirado Argensola.
This selfish attitude had also become habitual to Argensola.
—Seamos neutros—afirmaba el bohemio—. Neutralidad no significa indiferencia. Gocemos del gran espectáculo, ya que en toda nuestra vida volverá á ofrecerse otro semejante.
"Let us be neutral," the Bohemian would say. "Neutrality does not necessarily mean indifference. Let us enjoy the great spectacle, since nothing like it will ever happen again in our lifetime."
Lástima que la guerra les pillase con tan poco dinero... Argensola odiaba á los Bancos más aún que á los Imperios centrales, distinguiendo con una antipatía especial al establecimiento de crédito que demoraba el pago del cheque de Julio. ¡Tan hermoso que habría sido presenciar los acontecimientos con toda clase de comodidades, gracias á esta enorme cantidad!... Para remediar las penurias domésticas volvía á impetrar el auxilio de doña Luisa. La guerra había debilitado las precauciones de don Marcelo, y la familia vivía ahora en un descuido generoso. La madre, á imitación de otras dueñas de casa, hacía provisiones para meses y meses, adquiriendo cuantos víveres podía encontrar. El se aprovechó de esto, menudeando sus visitas á la casa de la avenida Víctor Hugo, para descender por la escalera de servicio grandes paquetes que engrosaban las provisiones del estudio.
It was unfortunate that war should happen to come when they had so little money. Argensola was hating the banks even more than the Central Powers, distinguishing with special antipathy the trust company which was delaying payment of Julio′s check. How lovely it would have been with this sum available, to have forestalled events by laying in every class of commodity! In order to supplement the domestic scrimping, he again had to solicit the aid of Dona Luisa. War had lessened Don Marcelo′s precautions, and the family was now living in generous unconcern. The mother, like other house mistresses, had stored up provisions for months and months to come, buying whatever eatables she was able to lay hands on. Argensola took advantage of this abundance, repeating his visits to the home in the avenue Victor Hugo, descending its service stairway with great packages which were swelling the supplies in the studio.
Todas las alegrías de una buena ama de llaves las conoció al contemplar los tesoros guardados en su cocina: grandes latas de carne en conserva, pirámides de botes, sacos de legumbres secas. Tenía allí para el mantenimiento de una larga familia. Además, la guerra le había servido de pretexto para hacer nuevas visitas á la bodega de don Marcelo.
He felt all the joys of a good housekeeper in surveying the treasures piled up in the kitchen—great tins of canned meat, pyramids of butter crocks, and bags of dried vegetables. He had accumulated enough there to maintain a large family. The war had now offered a new pretext for him to visit Don Marcelo′s wine-vaults.
—Pueden venir—decía con gesto heroico al pasar revista á su almacén—. Pueden venir cuando quieran. Estamos preparados para hacerles frente.
"Let them come!" he would say with a heroic gesture as he took stock of his treasure trove. "Let them come when they will! We are ready for them!"
El cuidado y aumento de sus víveres y la averiguación de noticias eran las dos funciones que ocupaban su existencia. Necesitaba adquirir diez, doce, quince periódicos por día: unos porque eran reaccionarios, y á él le entusiasmaba la novedad de ver unidos á todos los franceses; otros porque, siendo radicales, debían estar mejor enterados de las noticias recibidas por el gobierno. Aparecían á mediodía, á las tres, á las cuatro, á las cinco de la tarde. Media hora de retraso en el nacimiento de una hoja infundía grandes esperanzas en el público, que se imaginaba encontrar noticias estupendas. Todos se arrebataban los últimos suplementos; todos llevaban los bolsillos repletos de papel, esperando con ansiedad nuevas publicaciones para adquirirlas. Y todas las hojas decían aproximadamente lo mismo.
The care and increase of his provisions, and the investigation of news were the two functions of his existence. It seemed necessary to procure ten, twelve, fifteen papers a day; some because they were reactionary, and the novelty of seeing all the French united filled him with enthusiasm; others because they were radical and must be better informed of the news received from the government. They generally appeared at midday, at three, at four and at five in the afternoon. An half hour′s delay in the publication of the sheet raised great hopes in the public, on the qui vive for stupendous news. All the last supplements were snatched up; everybody had his pockets stuffed with papers, waiting anxiously the issue of extras in order to buy them, too. Yet all the sheets were saying approximately the same thing.
Argensola percibió cómo se iba formando en su interior un alma simple, entusiasta y crédula, capaz de admitir las cosas más inverosímiles. Esta alma la adivinaba igualmente en todos los que vivían cerca de él. A veces, su antiguo espíritu de crítica parecía encabritarse; pero la duda era rechazada como algo deshonroso. Vivía en un mundo nuevo, y era natural que ocurriesen cosas extraordinarias que no podían medirse ni explicarse por el antiguo raciocinio. Y comentaba con alegría infantil los relatos maravillosos de los periódicos: combates de un pelotón de franceses ó de belgas con regimientos enteros de enemigos, poniéndolos en desordenada fuga; el miedo de los alemanes á la bayoneta, que les hacía correr como liebres apenas sonaba la carga; la ineficacia de la artillería germánica, cuyos proyectiles estallaban mal.
Argensola was developing a credulous, enthusiastic soul, capable of admitting many improbable things. He presumed that this same spirit was probably animating everybody around him. At times, his old critical attitude would threaten to rebel, but doubt was repulsed as something dishonorable. He was living in a new world, and it was but natural that extraordinary things should occur that could be neither measured nor explained by the old processes of reasoning. So he commented with infantile joy on the marvellous accounts in the daily papers—of combats between a single Belgian platoon and entire regiments of enemies, putting them to disorderly flight; of the German fear of the bayonet that made them run like hares the instant that the charge sounded; of the inefficiency of the German artillery whose projectiles always missed fire.
Era para él ordinario y lógico que la pequeña Bélgica venciese á la colosal Alemania: una repetición del encuentro de David y Goliat, con todas las metáforas é imágenes que este choque desigual había inspirado á través de los siglos. Como la mayor parte de la nación, tenía la mentalidad de un lector de libro de caballerías que se siente defraudado cuando el héroe, un hombre solo, no parte mil enemigos de un revés. Buscaba con predilección los periódicos más exagerados, los que publicaban más historias de encuentros sueltos, de acciones individuales, que nadie sabía con certeza dónde habían ocurrido.
It was logical and natural that little Belgium should conquer gigantic Germany—a repetition of David and Goliath—with all the metaphors and images that this unequal contest had inspired across so many centuries. Like the greater part of the nation, he had the mentality of a reader of tales of chivalry who feels himself defrauded if the hero, single-handed, fails to cleave a thousand enemies with one fell stroke. He purposely chose the most sensational papers, those which published many stories of single encounters, of individual deeds about which nobody could know with any degree of certainty.
La intervención de Inglaterra en los mares le hizo imaginar un hambre espantosa, fulminante, providencial, que martirizaba á los enemigos. A los diez días de bloqueo marítimo creía de buena fe que en Alemania vivía la gente como un grupo de náufragos sobre una balsa de tablones. Esto le hizo menudear sus visitas á la cocina, admirando emocionado sus paquetes de comestibles.
The intervention of England on the seas made him imagine a frightful famine, coming providentially like a thunder-clap to torture the enemy. He honestly believed that ten days of this maritime blockade would convert Germany into a group of shipwrecked sailors floating on a raft. This vision made him repeat his visits to the kitchen to gloat over his packages of provisions.
—¡Lo que darían en Berlín por mi tesoro!...
"Ah, what they would give in Berlin for my treasures!" . . .
Nunca comió mejor Argensola. La consideración de las grandes carestías sufridas por el adversario espoleaban su apetito, dándole una capacidad monstruosa. El pan blanco, de corteza dorada y crujiente, le sumía en un éxtasis religioso.
Never had Argensola eaten with greater avidity. Consideration of the great privations suffered by the adversary was sharpening his appetite to a monstrous capacity. White bread, golden brown and crusty, was stimulating him to an almost religious ecstasy.
—¡Si el amigo Guillermo pillase esto!—decía á su compañero.
"If friend William could only get his claws on this!" he would chuckle to his companion.
Mascaba y tragaba con avidez; alimentos y líquidos, al pasar por su boca, adquirían un nuevo sabor raro y divino. El hambre ajena era para él un excitante, una salsa de interminable deleite.
So he chewed and swallowed with increasing relish; solids and liquids on passing through his mouth seemed to be acquiring a new flavor, rare and divine. Distant hunger for him was a stimulant, a sauce of endless delight.
Francia le inspiraba entusiasmo, pero á Rusia le concedía mayor crédito. ¡Ah, los cosacos!... Hablaba de ellos como de íntimos amigos. Describía los terribles jinetes de galope vertiginoso, impalpables como fantasmas, y tan terribles en su cólera, que el adversario no podía mirarlos de frente. En la portería de su casa y en varios establecimientos de la calle le escuchaban con todo el respeto que merece un señor que, por ser extranjero, puede hablar mejor que otros de las cosas extranjeras.
While France was inspiring his enthusiasm, he was conceding greater credit to Russia. "Ah, those Cossacks!" . . . He was accustomed to speak of them as intimate friends. He loved to describe the unbridled gallop of the wild horsemen, impalpable as phantoms, and so terrible in their wrath that the enemy could not look them in the face. The concierge and the stay-at-homes used to listen to him with all the respect due to a foreign gentleman, knowing much of the great outside world with which they were not familiar.
—Los cosacos ajustarán las cuentas á esos bandidos—terminaba diciendo con absoluta seguridad—. Antes de un mes habrán entrado en Berlín.
"The Cossacks will adjust the accounts of these bandits!" he would conclude with absolute assurance. "Within a month they will have entered Berlin."
Y su público, compuesto en gran parte de mujeres, esposas ó madres de los que habían partido á la guerra, aprobaba modestamente, con el deseo irresistible que todos sentimos de colocar nuestras esperanzas en algo lejano y misterioso. Los franceses defenderían el país, reconquistando además los territorios perdidos; pero eran los cosacos los que iban á dar el golpe de gracia, aquellos cosacos de que hablaban todos y muy pocos habían visto.
And his public composed of women—wives and mothers of those who had gone to war—would modestly agree with him, with that irresistible desire which we all feel of placing our hopes on something distant and mysterious. The French would defend the country, reconquering, besides the lost territories, but the Cossacks—of whom so many were speaking but so few had seen—were going to give the death blow.
El único que los conocía de cerca era Tchernoff, y con gran escándalo de Argensola escuchaba sus palabras sin mostrar entusiasmo. Los cosacos eran para él un simple cuerpo del ejército ruso. Buenos soldados, pero incapaces de realizar los milagros que todos les atribuían.
The only person who knew them at first hand was Tchernoff, and to Argensola′s astonishment, he listened to his words without showing any enthusiasm. The Cossacks were for him simply one body of the Russian army—good enough soldiers, but incapable of working the miracles that everybody was expecting from them.
—¡Ese Tchernoff!—exclamaba Argensola—. Como odia al zar, encuentra malo todo lo de su país. Es un revolucionario fanático... y yo soy enemigo de todos los fanatismos.
"That Tchernoff!" exclaimed Argensola. "Since he hates the Czar, he thinks the entire country mad. He is a revolutionary fanatic. . . . And I am opposed to all fanaticisms."
Julio escuchaba con distracción las noticias de su compañero, los artículos vibrantes recitados con tono declamatorio, los planes de campaña que discurría ante un mapa enorme fijo en una pared del estudio y erizado de banderitas que marcaban las situaciones de los ejércitos beligerantes. Cada periódico obligaba al español á realizar una nueva danza de alfileres en el mapa, seguida de comentarios de un optimismo á prueba de bomba.
Julio was listening absent-mindedly to the news brought by his companion, the vibrating statements recited in declamatory tones, the plans of the campaign traced out on an enormous map fastened to the wall of the studio and bristling with tiny flags that marked the camps of the belligerent armies. Every issue of the papers obliged the Spaniard to arrange a new dance of the pins on the map, followed by his comments of bomb-proof optimism.
—Hemos entrado en Alsacia: ¡muy bien!... Parece que ahora abandonamos Alsacia: ¡perfectamente! Adivino la causa. Es para volver á entrar por un sitio mejor, pillando al enemigo por la espalda... Dicen que Lieja ha caído. ¡Mentira!... Y si cae, no importa. Un incidente nada más. Quedan los otros... ¡los otros! que avanzan por el lado oriental y van á entrar en Berlín.
"We have entered into Alsace; very good! . . . It appears now that we abandon Alsace. Splendid! I suspect the cause. It is in order to enter again in a better place, getting at the enemy from behind. . . . They say that Liege has fallen. What a lie! . . . And if it does fall, it doesn′t matter. Just an incident, nothing more! The others remain . . . the others! . . . that are advancing on the Eastern side, and are going to enter Berlin."
Las noticias del frente ruso eran las preferidas por él; pero quedaba en suspenso cada vez que buscaba en la carta los nombres enrevesados de aquellos lugares donde efectuaban sus hazañas los admirados cosacos.
The news from the Russian front was his favorite, but obliged him to remain in suspense every time that he tried to find on the map the obscure names of the places where the admired Cossacks were exhibiting their wonderful exploits.
Mientras tanto, Julio continuaba el curso de sus pensamientos. ¡Margarita!... Había vuelto al fin, y sin embargo parecía vivir cada vez más alejada de él...
Meanwhile Julio was continuing the course of his own reflections. Marguerite! . . . She had come back at last, and yet each time seemed to be drifting further away from him. . .
En los primeros días de la movilización rondó por las inmediaciones de su casa, creyendo engañar su deseo con esta aproximación ilusoria. Margarita le había escrito para recomendarle la calma. ¡Feliz él, que por ser extranjero no sufriría las consecuencias de la guerra! Su hermano, oficial de artillería de reserva, iba á partir de un momento á otro. La madre, que vivía con este hijo soltero, había mostrado á última hora una serenidad asombrosa, después de llorar mucho en los días anteriores, cuando la guerra era todavía problemática. Ella misma preparó el equipaje del soldado, para que la pequeña maleta contuviese todo lo que es indispensable en la vida de campaña. Pero Margarita adivinaba el suplicio interior de la pobre señora y su lucha para que no se revelase exteriormente en la humedad de sus ojos, en la nerviosidad de sus manos. Le era imposible abandonar á su madre un solo momento... Luego había sido la despedida. «
¡Adiós, hijo mío! Cumple tu deber, pero sé prudente.» Ni una lágrima, ni un desfallecimiento. Toda la familia se había opuesto á que le acompañase hasta el ferrocarril. Su hermana iría con él. Y al regresar Margarita á la casa la había encontrado en un sillón, rígida, con el gesto hosco, eludiendo nombrar á su hijo, hablando de las amigas que también enviaban los suyos á la guerra, como si únicamente ellas conociesen este tormento. «
¡Pobre mamá! Debo acompañarla, ahora más que nunca... Mañana, si puedo, iré á verte.»
In the first days of the mobilization, he had haunted her neighborhood, trying to appease his longing by this illusory proximity. Marguerite had written to him, urging patience. How fortunate it was that he was a foreigner and would not have to endure the hardship of war! Her brother, an officer in the artillery Reserves, was going at almost any minute. Her mother, who made her home with this bachelor son, had kept an astonishing serenity up to the last minute, although she had wept much while the war was still but a possibility. She herself had prepared the soldier′s outfit so that the small valise might contain all that was indispensable for campaign life. But Marguerite had divined her poor mother′s secret struggles not to reveal her despair, in moist eyes and trembling hands. It was impossible to leave her alone at such a time. . . . Then had come the farewell. "God be with you, my son! Do your duty, but be prudent." Not a tear nor a sign of weakness. All her family had advised her not to accompany her son to the railway station, so his sister had gone with him. And upon returning home, Marguerite had found her mother rigid in her arm chair, with a set face, avoiding all mention of her son, speaking of the friends who also had sent their boys to the war, as if they only could comprehend her torture. "Poor Mama! I ought to be with her now more than ever. . . . To-morrow, if I can, I shall come to see you."
Al fin volvió á la rue de la Pompe. Su primer cuidado fué explicar á Julio la modestia de su traje tailleur, la ausencia de joyas en el adorno de su persona. «
La guerra, amigo mío. Ahora lo chic es amoldarse á las circunstancias, ser sobrios y modestos como soldados. ¡Quién sabe lo que nos espera!» La preocupación del vestido la acompañaba en todos los momentos de su existencia.
When at last she returned to the rue de la Pompe, her first care was to explain to Julio the conservatism of her tailored suit, the absence of jewels in the adornment of her person. "The war, my dear! Now it is the chic thing to adapt oneself to the depressing conditions, to be frugal and inconspicuous like soldiers. Who knows what we may expect!" Her infatuation with dress still accompanied her in every moment of her life.
Julio notó en ella una persistente distracción. Parecía que su espíritu abandonaba el encierro de su cuerpo, vagando á enormes distancias. Sus ojos le miraban, pero tal vez no le veían. Hablaba con voz lenta, como si cada palabra la sometiese á previo examen, temiendo traicionar algún secreto. Este alejamiento espiritual no impidió, sin embargo, la aproximación física. Fueron uno del otro, con el irresistible choque de las atracciones materiales. Ella se entregó voluntariamente, resbalando por la suave cuesta de la costumbre; pero al recobrar la serenidad mostró un vago remordimiento. «
¿Estará bien lo que hacemos?... ¿No es inoportuno continuar la misma existencia cuando tantas desgracias van á caer sobre el mundo?» Julio repelió estos escrúpulos.
Julio noticed a persistent absent-mindedness about her. It seemed as though her spirit, abandoning her body, was wandering to far-away places. Her eyes were looking at him, but she seldom saw him. She would speak very slowly, as though wishing to weigh every word, fearful of betraying some secret. This spiritual alienation did not, however, prevent her slipping bodily along the smooth path of custom, although afterwards she would seem to feel a vague remorse. "I wonder if it is right to do this! . . . Is it not wrong to live like this when so many sorrows are falling on the world?" Julio hushed her scruples with:
—¡Pero si vamos á casarnos tan pronto como podamos!... ¡Si somos lo mismo que marido y mujer!
"But if we are going to marry as soon as possible! . . . If we are already the same as husband and wife!"
Ella contestó con un gesto de extrañeza y desaliento. ¡Casarse!... Diez días antes no deseaba otra cosa. Ahora sólo de tarde en tarde surgía en su memoria la posibilidad del matrimonio. ¡Para qué pensar en sucesos remotos é inseguros! Otros más inmediatos ocupaban su ánimo.
She replied with a gesture of strangeness and dismay. To marry! . . . Ten days ago she had had no other wish. Now the possibility of marriage was recurring less and less in her thoughts. Why think about such remote and uncertain events? More immediate things were occupying her mind.
La despedida de su hermano en la estación era una escena que se había fijado en su memoria. Al ir al estudio se proponía no acordarse de ella, presintiendo que podía molestar á su amante con este relato. Y bastó que se jurase el silencio para sentir una necesidad irresistible de contarlo todo.
The farewell to her brother in the station was a scene which had fixed itself ineradicably in her memory. Upon going to the studio she had planned not to speak about it, foreseeing that she might annoy her lover with this account; but alas, she had only to vow not to mention a thing, to feel an irresistible impulse to talk about it.
No había sospechado jamás que amase tanto á su hermano. Su cariño fraternal iba unido á un ligero sentimiento de celos porque mamá prefería al hijo mayor. Además, él era quien había presentado á Laurier en la casa: los dos tenían el diploma de ingenieros industriales y marchaban unidos desde la escuela... Pero al verle Margarita próximo á partir, había reconocido de pronto que este hermano, considerado siempre en segundo término, ocupaba un lugar preferente en su cariño.
She had never suspected that she could love her brother so dearly. Her former affection for him had been mingled with a silent sentiment of jealousy because her mother had preferred the older child. Besides, he was the one who had introduced Laurier to his home; the two held diplomas as industrial engineers and had been close friends from their school days. . . . But upon seeing the boy ready to depart, Marguerite suddenly discovered that this brother, who had always been of secondary interest to her, was now occupying a pre-eminent place in her affections.
—¡Estaba tan guapo, tan interesante, con su uniforme de teniente!... Parecía otro. Te confieso que yo iba con orgullo al lado de él, apoyada en su brazo. Nos tomaban por casados. Al verme llorar, unas pobres mujeres intentaron consolarme. «
¡Valor, madama!... Su marido volverá.» Y él reía con estas equivocaciones. Únicamente mostraba tristeza al acordarse de nuestra madre.
"He was so handsome, so interesting in his lieutenant′s uniform! . . . He looked like another person. I will admit to you that I was very proud to walk beside him, leaning on his arm. People thought that we were married. Seeing me weep, some poor women tried to console me saying, ′Courage, Madame. . . . Your man will come back.′ He just laughed at hearing these mistakes. The only thing that was really saddening him was thinking about our mother."
Se habían separado en la puerta de la estación. Los centinelas no dejaban ir más adelante. Ella le entregó su sable, que había querido llevar hasta el último momento.
They had separated at the door of the station. The sentries would not let her go any further, so she had handed over his sword that she had wished to carry till the last moment.
—Es hermoso ser hombre—dijo con entusiasmo—. Me gustaría vestir un uniforme, ir á la guerra, servir para algo.
"It is lovely to be a man!" she exclaimed enthusiastically. "I would love to wear a uniform, to go to war, to be of some real use!"
No quiso hablar más, como si de pronto se diese cuenta de la inoportunidad de sus últimas palabras. Tal vez notó una crispación en el rostro de Julio.
She tried not to say more about it, as though she suddenly realized the inopportuneness of her last words. Perhaps she noticed the scowl on Julio′s face.
Pero estaba excitada por el recuerdo de aquella despedida, y después de una larga pausa no pudo resistirse al deseo de seguir exteriorizando su pensamiento.
She was, however, so wrought up by the memory of that farewell that, after a long pause, she was unable to resist the temptation of again putting her thought into words.
En la entrada de la estación, mientras besaba por última vez á su hermano, había tenido un encuentro, una gran sorpresa. El había llegado, vestido igualmente de oficial de artillería, pero solo, teniendo que confiar su maleta á un hombre de buena voluntad salido de la muchedumbre.
At the station entrance, while she was kissing her brother for the last time, she had an encounter, a great surprise. "He" had approached, also clad as an artillery officer, but alone, having to entrust his valise to a good-natured man from the crowd.
Julio hizo un gesto de interrogación. ¿Quién era él? Lo sospechaba, pero fingió ignorancia, como si temiese conocer la verdad.
Julio shot her a questioning look. Who was "he"? He suspected, but feigned ignorance, as though fearing to learn the truth.
—Laurier—contestó ella lacónicamente—. Mi antiguo marido.
"Laurier," she replied laconically, "my former husband."
El amante mostró una ironía cruel. Era un acto cobarde denigrar á este hombre que había marchado á cumplir su deber. Reconoció su vileza, pero un instinto maligno é irresistible le hizo insistir en sus burlas, para rebajarlo ante Margarita. ¡Laurier militar!... Debía ofrecer un aspecto ridículo vestido de uniforme.
The lover displayed a cruel irony. It was a cowardly thing to ridicule this man who had responded to the call of duty. He recognized his vileness, but a malign and irresistible instinct made him keep on with his sneers in order to discredit the man before Marguerite. Laurier a soldier!—He must cut a pretty figure dressed in uniform!
—¡Laurier guerrero!—continuó con una voz sarcástica que le extrañaba, como si procediese de otro—. ¡Pobre hombre!...
"Laurier, the warrior!" he continued in a voice so sarcastic and strange that it seemed to be coming from somebody else. . . . "Poor creature!"
Ella dudó en su respuesta por no contrariar á Desnoyers. Pero la verdad pudo más en su ánimo, y dijo con simplicidad:
She hesitated in her response, not wishing to exasperate Desnoyers any further. But the truth was uppermost in her mind, and she said simply:
—No... no tenía mal aspecto. Era otro. Tal vez el uniforme; tal vez su tristeza al marchar solo, completamente solo, sin una mano que estrechase la suya. Yo tardé en conocerle. Al ver á mi hermano se aproximó; pero luego, viéndome á mí, siguió adelante... ¡Pobre! ¡Me da lástima!
"No . . . no, he didn′t look so bad. Quite the contrary. Perhaps it was the uniform, perhaps it was his sadness at going away alone, completely alone, without a single hand to clasp his. I didn′t recognize him at first. Seeing my brother, he started toward us; but then when he saw me, he went his own way . . . Poor man! I feel sorry for him!"
Su instinto femenil debió indicarle que hablaba demasiado, y cortó bruscamente su charla. El mismo instinto le avisó igualmente por qué razón el rostro de Julio se ensombrecía y su boca tomaba el pliegue de una sonrisa amarga. Quiso consolarle, y añadió:
Her feminine instinct must have told her that she was talking too much, and she cut her chatter suddenly short. The same instinct warned her that Julio′s countenance was growing more and more saturnine, and his mouth taking a very bitter curve. She wanted to console him and added:
—Por suerte, tú eres extranjero y no irás á la guerra. ¡Qué horror si te perdiese!...
"What luck that you are a foreigner and will not have to go to the war! How horrible it would be for me to lose you!" . . .
Lo dijo con sinceridad... Momentos antes envidiaba á los hombres, admirando la gallardía con que exponían su existencia, y ahora temblaba ante la idea de que su amante pudiera ser uno de ellos.
She said it sincerely. . . . A few moments before she had been envying men, admiring the gallantry with which they were exposing their lives, and now she was trembling before the idea that her lover might have been one of these.
Este no agradeció su egoísmo amoroso, que lo colocaba aparte de los demás, como un ser delicado y frágil, apto únicamente para la adoración femenil. Prefería inspirar la envidia que había sentido ella al ver á su hermano cubierto de arreos belicosos. Le pareció que entre él y Margarita acababa de interponerse algo que no se derrumbaría nunca, que iría ensanchándose, repeliéndolos en dirección contraria... lejos... muy lejos, hasta donde no pudieran reconocerse al cruzar sus miradas.
This did not please his amorous egoism—to be placed apart from the rest as a delicate and fragile being only fit for feminine adoration. He preferred to inspire the envy that she had felt on beholding her brother decked out in his warlike accoutrement. It seemed to him that something was coming between him and Marguerite that would never disappear, that would go on expanding, repelling them in contrary directions . . . far . . . very far, even to the point of not recognizing each other when their glances met.
Siguió tocando este obstáculo en las entrevistas sucesivas. Margarita extremaba sus palabras de cariño, mirándole con ojos húmedos. Sus manos acariciadoras parecían de madre más que de amante; su ternura iba acompañada de un desinterés y un pudor extraordinarios. Se quedaba obstinadamente en el estudio, evitando el pasar á las otras habitaciones.
He continued to be conscious of this impalpable obstacle in their following interviews. Marguerite was extremely affectionate in her speech, and would look at him with moist and loving eyes. But her caressing hands appeared more like those of a mother than a lover, and her tenderness was accompanied with a certain disinterestedness and extraordinary modesty. She seemed to prefer remaining obstinately in the studio, declining to go into the other rooms.
—Aquí estamos bien... No quiero: es inútil. Tendría remordimientos... ¡Pensar en tales cosas en estos instantes!...
"We are so comfortable here. . . . I would rather not. . . . It is not worth while. I should feel remorse afterwards. . . . Why think of such things in these anxious times!"
El ambiente estaba para ella saturado de amor; pero era un amor nuevo, un amor al hombre que sufre, un deseo de abnegación, de sacrificio. Este amor evocaba una imagen de blancas tocas, de manos trémulas curando la carne desgarrada y sangrienta.
The world around her seemed saturated with love, but it was a new love—a love for the man who is suffering, desire for abnegation, for sacrifice. This love called forth visions of white caps, of tremulous hands healing shell-riddled and bleeding flesh.
Cada intento de posesión provocaba en Margarita una protesta vehemente y pudorosa, como si los dos se encontrasen por vez primera.
Every advance on Julio′s part but aroused in Marguerite a vehement and modest protest as though they were meeting for the first time.
—Es imposible—decía—: pienso en mi hermano; pienso en tantos que conozco y tal vez á estas horas habrán muerto.
"It is impossible," she protested. "I keep thinking of my brother, and of so many that I know that may be dying at this very minute."
Llegaban noticias de combates; empezaba á correr en abundancia la sangre.
News of battles were beginning to arrive, and blood was beginning to flow in great quantities.
—No, no puedo—repetía ella.
"No, no, I cannot," she kept repeating.
Y cuando llegaba Julio á conseguir sus deseos, empleando la súplica ó la apasionada violencia, oprimía entre los brazos un ser falto de voluntad, que abandonaba una parte de su cuerpo insensible, mientras la cabeza seguía independientemente su trabajo mental.
And when Julio finally triumphed, he found that her thoughts were still following independently the same line of mental stress.
Una tarde, Margarita le anunció que en adelante se verían con menos frecuencia. Tenía que asistir á sus clases: sólo le quedaban dos días libres.
One afternoon, Marguerite announced that henceforth she would see him less frequently. She was attending classes now, and had only two free days.
Desnoyers la escuchó estupefacto. ¿Sus clases?... ¿Qué estudios eran los suyos?...
Desnoyers listened, dumbfounded. Classes? . . . What were her studies? . . .
Ella pareció irritarse ante su gesto de burla... Sí; estaba estudiando; hacía una semana que asistía á clase. Ahora las lecciones iban á ser más continuas: se había organizado la enseñanza; los profesores eran más numerosos.
She seemed a little irritated at his mocking expression. . . . Yes, she was studying; for the past week she had been attending classes. Now the lessons were going to be more regular; the course of instruction had been fully organized, and there were many more instructors.
—Quiero ser enfermera. Sufro mucho al considerar mi inutilidad... ¿De qué he servido hasta ahora?...
"I wish to be a trained nurse. I am distressed over my uselessness. . . . Of what good have I ever been till now?" . . .
Calló un momento, como si abarcase con la imaginación todo su pasado.
She was silent for a few moments as though reviewing her past.
—A veces pienso—continuó—que la guerra, con todos sus horrores, tiene algo de bueno. Sirve para que seamos útiles á nuestros semejantes. Apreciemos la vida de un modo más serio; la desgracia nos hace comprender que hemos venido al mundo para algo... Yo creo que hay que amar la existencia no sólo por los goces que nos proporciona. Debe encontrarse una gran satisfacción en el sacrificio, en dedicarnos á los demás, y esta satisfacción, no sé por qué, tal vez por ser nueva, me parece superior á las otras.
"At times I almost think," she mused, "that war, with all its horrors, still has some good in it. It helps to make us useful to our fellowmen. We look at life more seriously; trouble makes us realize that we have come into the world for some purpose. . . . I believe that we must not love life only for the pleasures that it brings us. We ought to find satisfaction in sacrifice, in dedicating ourselves to others, and this satisfaction—I don′t know just why, perhaps because it is new—appears to me superior to all other things."
Julio la miró con sorpresa, imaginándose lo que podía existir dentro de su cabecita adorada y frívola. ¿Qué se estaba formando más allá de su frente contraída por el movimiento rugoso de las ideas y que hasta entonces sólo había reflejado la ligera sombra de unos pensamientos veloces y aleteantes como pájaros?...
Julio looked at her in surprise, trying to imagine what was going on in that idolized and frivolous head. What ideas were forming back of that thoughtful forehead which until then had merely reflected the slightest shadow of thoughts as swift and flitting as birds? . . .
Pero la Margarita de antes vivía aún. La vió reaparecer con un mohín gracioso entre las preocupaciones que la guerra hacía crecer sobre las almas como follajes sombríos.
But the former Marguerite was still alive. He saw her constantly reappearing in a funny way among the sombre preoccupations with which war was overshadowing all lives.
—Hay que estudiar mucho para conseguir el diploma de enfermera. ¿Te has fijado en el traje?... Es de lo más distinguido: el blanco va bien lo mismo á las rubias que á las morenas. Luego la toca, que permite los rizos sobre las orejas, el peinado de moda; y la capa azul sobre el uniforme, que ofrece un bonito contraste... Una mujer elegante puede realzar todo esto con joyas discretas y un calzado chic. Es una mezcla de monja y de gran dama que no sienta mal.
"We have to study very hard in order to earn our diplomas as nurses. Have you noticed our uniform? . . . It is most distinctive, and the white is so becoming both to blondes and brunettes. Then the cap which allows little curls over the ears—the fashionable coiffure—and the blue cape over the white suit, make a splendid contrast. With this outfit, a woman well shod, and with few jewels, may present a truly chic appearance. It is a mixture of nun and great lady which is vastly becoming."
Iba á estudiar con verdadera furia para ser útil á sus semejantes... y vestir pronto el admirado uniforme.
She was going to study with a regular fury in order to become really useful . . . and sooner to wear the admired uniform.
¡Pobre Desnoyers!... La necesidad de verla y la falta de ocupación en unas tardes interminables que hasta entonces habían tenido más grato empleo le arrastraron á rondar por las cercanías de un palacio eternamente desocupado, donde acababa de instalar el gobierno la escuela de enfermeras. Al estar de plantón en una esquina, aguardando el revoloteo de una falda y el trotecito en la acera de unos pies femeniles, se imaginaba haber remontado el curso del tiempo y que aún tenía diez y ocho años, lo mismo que cuando esperaba en los alrededores de un taller de modisto célebre. Los grupos de mujeres que en horas determinadas salían de aquel palacio hacían aún más verosímil esta semejanza. Iban vestidas con rebuscada modestia: el aspecto de muchas de ellas resultaba más humilde que el de las obreras de la moda. Pero eran grandes damas. Algunas subían en automóviles cuyos chauffeurs llevaban uniforme de soldado por ser vehículos ministeriales.
Poor Desnoyers! . . . The longing to see her, and the lack of occupation in these interminable afternoons which hitherto had been employed so delightfully, compelled him to haunt the neighborhood of the unoccupied palace where the government had just established the training school for nurses. Stationing himself at the corner, watching the fluttering skirts and quick steps of the feminine feet on the sidewalk, he imagined that the course of time must have turned backward, and that he was still but eighteen—the same as when he used to hang around the establishments of some celebrated modiste. The groups of women that at certain hours came out of the palace suggested these former days. They were dressed extremely quietly, the aspect of many of them as humble as that of the seamstresses. But they were ladies of the well-to-do class, some even coming in automobiles driven by chauffeurs in military uniform, because they were ministerial vehicles.
Estas largas esperas le proporcionaron inesperados encuentros con las alumnas elegantes que entraban y salían.
These long waits often brought him unexpected encounters with the elegant students who were going and coming.
—¡Desnoyers!—exclamaban unas voces femeniles detrás de él—. ¿No es Desnoyers?...
"Desnoyers!" some feminine voices would exclaim behind him. "Isn′t it Desnoyers?"
Y se veía obligado á cortar la duda saludando á unas señoras que lo contemplaban como si fuese un aparecido. Eran amistades de una época remota, de seis meses antes; damas que le habían admirado y perseguido, confiándose á su sabiduría de maestro para atravesar los siete círculos de la ciencia del tango. Le examinaban como si entre el último encuentro y el minuto actual hubiese ocurrido un gran cataclismo transformador de todas las leyes de la existencia, como si fuese el único y milagroso superviviente de una humanidad totalmente desaparecida.
And he would find himself obliged to relieve their doubts, saluting the ladies who were looking at him as though he were a ghost. They were friends of a remote epoch, of six months ago—ladies who had admired and pursued him, trusting sweetly to his masterly wisdom to guide them through the seven circles of the science of the tango. They were now scrutinizing him as if between their last encounter and the present moment had occurred a great cataclysm, transforming all the laws of existence—as if he were the sole survivor of a vanished race.
Todas acababan por hacer las mismas preguntas:
Eventually they all asked the same questions
—¿No va usted á la guerra?... ¿Cómo es que no lleva uniforme?
—"Are you not going to the war? . . . How is it that you are not wearing a uniform?"
Intentaba explicarse, pero á las primeras palabras le interrumpían:
He would attempt to explain, but at his first words, they would interrupt him:
—Es verdad... Usted es extranjero.
"That′s so. . . . You are a foreigner."
Lo decían con cierta envídia. Pensaban sin duda en los individuos amados que arrostraban á aquellas horas las privaciones y riesgos de la guerra... Pero su condición de extranjero creaba instantáneamente cierto alejamiento espiritual, una extrañeza que Julio no había conocido en los buenos tiempos, cuando las gentes se buscaban sin reparos de origen, sin experimentar la retracción del peligro que aisla y concentra á los grupos humanos.
They would say it with a certain envy, doubtless thinking of their loved ones now suffering the privations and dangers of war. . . . But the fact that he was a foreigner would instantly create a vague atmosphere of spiritual aloofness, an alienation that Julio had not known in the good old days when people sought each other without considering nationality, without feeling that disavowal of danger which isolates and concentrates human groups.
Se despedían las damas con una sospecha maliciosa. ¿Qué hacía allí esperando? ¿Alguna nueva aventura que le deparaba su buena suerte?... Y la sonrisa de todas ellas tenía algo de grave: una sonrisa de personas mayores que conocen el verdadero significado de la vida y sienten conmiseración ante los ilusos que aún se entretienen con frivolidades.
The ladies generally bade him adieu with malicious suspicion. What was he doing hanging around there? In search of his usual lucky adventure? . . . And their smiles were rather grave, the smiles of older folk who know the true significance of life and commiserate the deluded ones still seeking diversion in frivolities.
A Julio le hacía daño esto, como si fuese una manifestación de lástima. Se lo imaginaban ejerciendo la única función de que era capaz; él no podía servir para otra cosa. En cambio, aquellas casquivanas, que aún guardaban algo de su antiguo exterior, parecían animadas por el gran sentimiento de la maternidad: una maternidad abstracta que abarcaba á todos los hombres de su nación, un deseo de sacrificarse, de conocer de cerca las privaciones de los humildes, de sufrir con el contacto de todas las miserias de la carne enferma.
This attitude was as annoying to Julio as though it were a manifestation of pity. They were supposing him still exercising the only function of which he was capable; he wasn′t good for anything else. On the other hand, these empty heads, still keeping something of their old appearance, now appeared animated by the grand sentiment of maternity—an abstract maternity which seemed to be extending to all the men of the nation—a desire for self-sacrifice, of knowing first-hand the privations of the lowly, and aiding all the ills that flesh is heir to.
Este mismo ardor lo sentía Margarita al salir de sus lecciones. Avanzaba de asombro en asombro, saludando como grandes maravillas científicas los primeros rudimentos de la cirugía. Se admiraba á sí misma por la avidez con que iba apoderándose de estos misterios, nunca sospechados hasta entonces. En ciertos momentos creía con graciosa inmodestia haber torcido la verdadera finalidad de su existencia.
This same yearning was inspiring Marguerite when she came away from her lessons. She was advancing from one overpowering dread to another, accepting the first rudiments of surgery as the greatest of scientific marvels. At the same time, she was astonished at the avidity with which she was assimilating these hitherto unsuspected mysteries. Sometimes with a funny assumption of assurance, she would even believe she had mistaken her vocation.
—¡Quién sabe si nací para ser una gran doctora!—decía.
"Who knows but what I was born to be a famous doctor?" she would exclaim.
Su temor era que le faltase serenidad en el instante de llevar á la práctica sus nuevos conocimientos. Verse ante las hediondeces de la carne abierta, contemplar el chorreo de la sangre, resultaba horroroso para ella, que había experimentado siempre una repugnancia invencible ante las bajas necesidades de la vida ordinaria. Pero sus vacilaciones eran cortas: una energía varonil la animaba de pronto. Los tiempos eran de sacrificio. ¿No se arrancaban los hombres de todas las comodidades de una existencia sensual para seguir la ruda carrera del soldado?... Ella sería un soldado con faldas, mirando de frente el dolor, batallando con él, hundiendo sus manos en la putrefacción de la materia descompuesta, penetrando como una sonrisa de luz en los lugares donde gemían los soldados esperando la llegada de la muerte.
Her great fear was that she might lose her self-control when the time came to put her newly acquired knowledge into practice. To see herself before the foul odors of decomposing flesh, to contemplate the flow of blood—a horrible thing for her who had always felt an invincible repugnance toward all the unpleasant conditions of ordinary life! But these hesitations were short, and she was suddenly animated by a dashing energy. These were times of sacrifice. Were not the men snatched every day from the comforts of sensuous existence to endure the rude life of a soldier? . . . She would be, a soldier in petticoats, facing pain, battling with it, plunging her hands into putrefaction, flashing like a ray of sunlight into the places where soldiers were expecting the approach of death.
Repetía con orgullo á Desnoyers todos los progresos que realizaba en la escuela, los vendajes complicados que conseguía ajustar, unas veces sobre los miembros de un maniquí, otras sobre la carne de un empleado que se prestaba á fingir las actitudes de un falso herido. Ella, tan delicada, incapaz en su casa del menor esfuerzo físico, aprendía los procedimientos más hábiles para levantar del suelo un cuerpo humano cargándolo en sus espaldas. ¡Quién sabe si alguna vez prestaría sus servicios en los campos de batalla! Se mostraba dispuesta á los mayores atrevimientos, con la audacia ignorante de las mujeres cuando las empuja una ráfaga de heroísmo. Toda su admiración era para las nurses del ejército inglés, damas enjutas, de nervioso vigor, que aparecían retratadas en los periódicos con pantalones, botas de montar y casco blanco.
She proudly narrated to Desnoyers all the progress that she was making in the training school, the complicated bandages that she was learning to adjust, sometimes over a mannikin, at others over the flesh of an employee, trying to play the part of a sorely wounded patient. She, so dainty, so incapable in her own home of the slightest physical effort, was learning the most skilful ways of lifting a human body from the ground and carrying it on her back. Who knew but that she might render this very service some day on the battlefield! She was ready for the greatest risks, with the ignorant audacity of women impelled by flashes of heroism. All her admiration was for the English army nurses, slender women of nervous vigor whose photographs were appearing in the papers, wearing pantaloons, riding boots and white helmets.
Julio la oía con asombro. ¿Pero aquella mujer era realmente Margarita?... La guerra había borrado su graciosa frivolidad. Ya no marchaba como un pájaro. Sus pies se asentaban en el suelo con firmeza varonil, tranquila y segura de la nueva fuerza que se desarrollaba en su interior. Cuando una caricia de él le recordaba su condición de mujer, decía siempre lo mismo:
Julio listened to her with astonishment. Was this woman really Marguerite? . . . War was obliterating all her winning vanities. She was no longer fluttering about in bird-like fashion. Her feet were treading the earth with resolute firmness, calm and secure in the new strength which was developing within. When one of his caresses would remind her that she was a woman, she would always say the same thing,
—¡Qué suerte que seas extranjero!... ¡Qué dicha verte libre de la guerra!
"What luck that you are a foreigner! . . . What happiness to know that you do not have to go to war!"
En su ansia de sacrificio, quería ir á los campos de batalla, y celebraba al mismo tiempo como una felicidad ver á su amante libre de los deberes militares. Este ilogismo no era acogido por Julio con gratitud; antes bien, le irritaba como una ofensa inconsciente.
In her anxiety for sacrifice, she wanted to go to the battlefields, and yet at the same time, she was rejoicing to see her lover exempt from military duty. This preposterous lack of logic was not gratefully received by Julio but irritated him as an unconscious offense.
«
Cualquiera diría que me protege—pensaba—. Ella es el hombre, y se alegra de que la débil compañera, que soy yo, se halle á cubierto del peligro... ¡Qué situación tan grotesca!...»
"One might suppose that she was protecting me!" he thought. "She is the man and rejoices that I, the weak comrade, should be protected from danger. . . . What a grotesque situation!" . . .
Por fortuna, algunas tardes, al presentarse Margarita en el estudio, volvía á ser la misma de los tiempos pasados, haciéndole olvidar instantáneamente sus preocupaciones. Llegaba con la alegría del asueto que siente el colegial ó el empleado en los días libres. Al pesar obligaciones sobre ella, había conocido el valor del tiempo.
Fortunately, at times when Marguerite presented herself at the studio, she was again her old self, making him temporarily forget his annoyance. She would arrive with the same joy in a vacation that the college student or the employee feels on a holiday. Responsibility was teaching her to know the value of time.
—Hoy no hay clase—gritaba al entrar.
"No classes to-day!" she would call out on entering;
Y arrojando su sombrero en un diván, iniciaba un paso de danza, huyendo con infantiles encogimientos de los brazos de su amante.
and tossing her hat on a divan, she would begin a dance-step, retreating with infantile coquetry from the arms of her lover.
A los pocos minutos recobraba su serenidad, el gesto grave que era frecuente en ella desde el principio de las hostilidades. Hablaba de su madre, siempre triste, esforzándose por ocultar su pena y animada por la esperanza de una carta del hijo; hablaba de la guerra, comentando las últimas acciones con arreglo al retórico optimismo de los partes oficiales. Describía minuciosamente la primera bandera tomada al enemigo, como si fuese un traje de elegancia inédita. Ella la había visto en una ventana del Ministerio de la Guerra. Se enternecía al repetir los relatos de unos fugitivos belgas llegados á su hospital. Eran los únicos enfermos que había podido asistir hasta entonces. París no recibía aún heridos de guerra; por orden del gobierno los enviaban desde el frente á los hospitales del Sur.
But in a few minutes she would recover her customary gravity, the serious look that had become habitual with her since the outbreak of hostilities. She spoke often of her mother, always sad, but striving to hide her grief and keeping herself up in the hope of a letter from her son; she spoke, too, of the war, commenting on the latest events with the rhetorical optimism of the official dispatches. She could describe the first flag taken from the enemy as minutely as though it were a garment of unparalleled elegance. From a window, she had seen the Minister of War. She was very much affected when repeating the story of some fugitive Belgians recently arrived at the hospital. They were the only patients that she had been able to assist until now. Paris was not receiving the soldiers wounded in battle; by order of the Government, they were being sent from the front to the hospitals in the South.
Ya no oponía la resistencia de los primeros días á los deseos de Julio. Su aprendizaje de enfermera le daba cierta pasividad. Parecía despreciar las atracciones de la materia, despojándolas de la importancia espiritual que les había atribuído hasta poco antes. Se entregaba sin resistencia, sin deseo, con una sonrisa de tolerancia, satisfecha de poder dar un poco de felicidad, de la que ella no participaba. Su atención se había concentrado en otras preocupaciones.
She no longer evinced toward Julio the resistance of the first few days. Her training as a nurse was giving her a certain passivity. She seemed to be ignoring material attractions, stripping them of the spiritual importance which she had hitherto attributed to them. She wanted to make Julio happy, although her mind was concentrated on other matters.
Una tarde, estando en el dormitorio del estudio, sintió la necesidad de comunicar ciertas noticias que desde el día anterior llenaban su pensamiento. Saltó de la cama, buscando entre sus ropas en desorden el bolso de mano, que contenía una carta. Quería leerla una vez más, comunicar á alguien su contenido con el impulso irresistible que arrastra á la confesión.
One afternoon, she felt the necessity of communicating certain news which had been filling her mind since the day before. Springing up from the couch, she hunted for her handbag which contained a letter. She wanted to read it again to tell its contents to somebody with that irresistible impulse which forestalls confession.
Era una carta que su hermano le había enviado desde los Vosgos. Hablaba en ella de Laurier más que de su propia persona. Pertenecían á distinta batería, pero figuraban en la misma división y habían tomado parte en iguales combates. El oficial admiraba á su antiguo cuñado. ¡Quién habría podido adivinar un héroe futuro en aquel ingeniero tranquilo y silencioso!... Y sin embargo, era un verdadero héroe. Lo proclamaba el hermano de Margarita, y con él todos los oficiales que le habían visto cumplir su deber tranquilamente, arrostrando la muerte con la misma frialdad que si estuviese en su fábrica, cerca de París.
It was a letter which her brother had sent her from the Vosges. In it he spoke of Laurier more than of himself. They belonged to different batteries, but were in the same division and had taken part in the same combats. The officer was filled with admiration for his former brother-in-law. Who could have guessed that a future hero was hidden within that silent and tranquil engineer! . . . But he was a genuine hero, just the same! All the officials had agreed with Marguerite′s brother on seeing how calmly he fulfilled his duty, facing death with the same coolness as though he were in his factory near Paris.
Solicitaba el puesto arriesgado de observador, deslizándose lo más cerca posible de los enemigos para vigilar la exactitud del tiro de la artillería, rectificándolo con sus indicaciones telefónicas. Un obús alemán había demolido la casa en cuyo techo estaba oculto. Laurier, al salir indemne de entre los escombros, reajustó su teléfono y fué tranquilamente á continuar el mismo trabajo en el ramaje de una arboleda cercana. Su batería, descubierta en un combate desfavorable por los aeroplanos enemigos, había recibido el fuego concentrado de la artillería de enfrente. En pocos minutos rodó por el suelo todo el personal: muerto el capitán y varios soldados, heridos los oficiales y casi todos los sirvientes de las piezas. Sólo quedó como jefe Laurier el Impasible—así lo apodaban sus camaradas—, y auxiliado por los pocos artilleros que se mantenían de pie, siguió disparando, bajo una lluvia de hierro y fuego, para cubrir la retirada de un batallón.
He had asked for the dangerous post of lookout, slipping as near as possible to the enemy′s lines in order to verify the exactitude of the artillery discharge, rectifying it by telephone. A German shell had demolished the house on the roof of which he was concealed, and Laurier, on crawling out unhurt from the ruins, had readjusted his telephone and gone tranquilly on, continuing the same work in the shelter of a nearby grove. His battery, picked out by the enemy′s aeroplanes, had received the concentrated fire of the artillery opposite. In a few minutes all the force were rolling on the ground—the captain and many soldiers dead, officers wounded and almost all the gunners. There only remained as chief, Laurier, the Impassive (as his comrades nicknamed him), and aided by the few artillerymen still on their feet, he continued firing under a rain of iron and fire, so as to cover the retreat of a battalion.
«
Lo han citado dos veces en la orden del día—continuaba leyendo Margarita—. Creo que no tardará en conseguir la cruz. Es todo un valiente. ¡Quién lo hubiese creído hace unas semanas!...»
"He has been mentioned twice in dispatches," Marguerite continued reading. "I do not believe that it will be long before they give him the cross. He is valiant in every way. Who would have supposed all this a few weeks ago?" . ..
Ella no participaba de este asombro. Al vivir con Laurier había entrevisto muchas veces la firmeza de su carácter, el arrojo disimulado por su exterior apacible. Por algo la avisaba el instinto, haciéndole temer la cólera del marido en los primeros tiempos de su infidelidad. Recordaba el gesto de aquel hombre al sorprenderla una noche á la salida de la casa de Julio. Era de los apasionados que matan. Y sin embargo, no había intentado la menor violencia contra ella... El recuerdo de este respeto despertaba en Margarita un sentimiento de gratitud. Tal vez la había amado como ningún otro hombre.
She did not share the general astonishment. Living with Laurier had many times shown her the intrepidity of his character, the fearlessness concealed under that placid exterior. On that account, her instincts had warned her against rousing her husband′s wrath in the first days of her infidelity. She still remembered the way he looked the night he surprised her leaving Julio′s home. His was the passion that kills, and, nevertheless, he had not attempted the least violence with her. . . . The memory of his consideration was awakening in Marguerite a sentiment of gratitude. Perhaps he had loved her as no other man had.
Sus ojos, con un deseo irresistible de comparación, se fijaban en Desnoyers, admirando su gentileza juvenil. La imagen de Laurier, pesada y vulgar, acudía á su memoria como un consuelo. Era cierto que el oficial entrevisto por ella en la estación al despedir á su hermano no se parecía á su antiguo marido. Pero Margarita quiso olvidar al teniente pálido y de aire triste que había pasado ante sus ojos, para acordarse únicamente del industrial preocupado de las ganancias é incapaz de comprender lo que ella llamaba «
las delicadezas de una mujer chic». Decididamente, Julio era más seductor. No se arrepentía de su pasado: no quería arrepentirse.
Her eyes, with an irresistible desire for comparison, sought Julio′s, admiring his youthful grace and distinction. The image of Laurier, heavy and ordinary, came into her mind as a consolation. Certainly the officer whom she had seen at the station when saying good-bye to her brother, did not seem to her like her old husband. But Marguerite wished to forget the pallid lieutenant with the sad countenance who had passed before her eyes, preferring to remember him only as the manufacturer preoccupied with profits and incapable of comprehending what she was accustomed to call "the delicate refinements of a chic woman." Decidedly Julio was the more fascinating. She did not repent of her past. She did not wish to repent of it.
Y su egoísmo amoroso le hizo repetir una vez más las mismas exclamaciones:
And her loving selfishness made her repeat once more the same old exclamation
—¡Qué suerte que seas extranjero!... ¡Qué alegría verte libre de los peligros de la guerra!
—"How fortunate that you are a foreigner! . . . What a relief to know that you are safe from the dangers of war!"
Julio sintió la irritación de siempre al oir esto. Le faltó poco para cerrar con una mano la boca de su amante. ¿Quería burlarse de él?... Era un insulto colocarlo aparte de los otros hombres.
Julio felt the usual exasperation at hearing this. He came very near to closing his beloved′s mouth with his hand. Was she trying to make fun of him? . . . It was fairly insulting to place him apart from other men.
Mientras tanto, ella, con el ilogismo de su aturdimiento, insistía en hablar de Laurier, comentando sus hazañas.
Meanwhile, with blind irrelevance, she persisted in talking about Laurier, commenting upon his achievements.
—No le quiero, no le he querido nunca. No pongas la cara triste. ¿Cómo puede compararse el pobre contigo?... Pero hay que reconocer que ofrece cierto interés en su nueva existencia. Yo me alegro de sus hazañas como si fuesen de un amigo viejo, de una visita de mi familia á la que no hubiese visto en mucho tiempo... El pobre merecía mejor suerte: haber encontrado una mujer que no fuese yo, una compañera al nivel de sus aspiraciones... Te digo que me da lástima.
"I do not love him, I never have loved him. Do not look so cross! How could the poor man ever be compared with you? You must admit, though, that his new existence is rather interesting. I rejoice in his brave deeds as though an old friend had done them, a family visitor whom I had not seen for a long time. . . . The poor man deserved a better fate. He ought to have married some other woman, some companion more on a level with his ideals. . . . I tell you that I really pity him!"
Y esta lástima era tan intensa, que humedecía sus ojos, despertando en el amante la tortura de los celos.
And this pity was so intense that her eyes filled with tears, awakening the tortures of jealousy in her lover.
De estas entrevistas salía Desnoyers malhumorado y sombrío.
After these interviews, Desnoyers was more ill-tempered and despondent than ever.
—Sospecho que estamos en una situación falsa—dijo una mañana á Argensola—; la vida va á sernos cada vez más penosa. Es difícil permanecer tranquilo, siguiendo la misma existencia de antes, en medio de un pueblo que se bate.
"I am beginning to realize that we are in a false position," he said one morning to Argensola. "Life is going to become increasingly painful. It is difficult to remain tranquil, continuing the same old existence in the midst of a people at war."
El compañero creía lo mismo. También consideraba insufrible su existencia de extranjero joven en este París agitado por la guerra.
His companion had about come to the same conclusion. He, too, was beginning to feel that the life of a young foreigner in Paris was insufferable, now that it was so upset by war.
—Debe uno ir enseñando los papeles á cada instante para que la policía se convenza de que no ha encontrado á un desertor. En un vagón del Metro tuve que explicar la otra tarde que era español á unas muchachas que se extrañaban de que no estuviese en el frente... Una de ellas, luego de conocer mi nacionalidad, me preguntó con sencillez por qué no me ofrecía como voluntario... Ahora han inventado una palabra: «
emboscado». Estoy harto de las miradas irónicas con que acogen mi juventud en todas partes; me da rabia que me tomen por un francés «
emboscado».
"One has to keep showing passports all the time in order that the police may be sure that they have not discovered a deserter. In the street car, the other afternoon, I had to explain that I was a Spaniard to some girls who were wondering why I was not at the front. . . . One of them, as soon as she learned my nationality, asked me with great simplicity why I did not offer myself as a volunteer. . . . Now they have invented a word for the stay-at-homes, calling them Les Embusques, the hidden ones. . . . I am sick and tired of the ironical looks shot at me wherever I go; it makes me wild to be taken for an Embusque."
Una ráfaga de heroísmo sacudía al impresionable bohemio. Ya que todos iban á la guerra, él quería hacer lo mismo. No sentía miedo á la muerte: lo único que le aterraba era la servidumbre militar, el uniforme, la obediencia mecánica á toque de trompeta, la supeditación ciega á los jefes. Batirse no ofrecía para él dificultades, pero libremente ó mandando á otros, pues su carácter se encabritaba ante todo lo que significase disciplina. Los grupos extranjeros de París intentaban organizar cada uno su legión de voluntarios, y él proyectaba igualmente la suya: un batallón de españoles é hispanoamericanos, reservándose, naturalmente, la presidencia del comité organizador y luego la comandancia del cuerpo.
A flash of heroism was galvanizing the impressionable Bohemian. Now that everybody was going to the war, he was wishing to do the same thing. He was not afraid of death; the only thing that was disturbing him was the military service, the uniform, the mechanical obedience to bugle-call, the blind subservience to the chiefs. Fighting was not offering any difficulties for him but his nature capriciously resented everything in the form of discipline. The foreign groups in Paris were trying to organize each its own legion of volunteers and he, too, was planning his—a battalion of Spaniards and South Americans, reserving naturally the presidency of the organizing committee for himself, and later the command of the body.
Había lanzado anuncios en los periódicos: lugar de inscripción, el estudio de la rue de la Pompe. En diez días se habían presentado dos voluntarios: un oficinista, resfriado en pleno verano, que exigía ser oficial porque llevaba chaqué, y un tabernero español que á las primeras palabras quiso despojar de su comandancia á Argensola con el fútil pretexto de haber sido soldado en su juventud, mientras el otro sólo era un pintor. Veinte batallones españoles se iniciaban al mismo tiempo con igual éxito en distintos lugares de París. Cada entusiasta quería ser jefe de los demás, con la soberbia individualista y la repugnancia á la disciplina propias de la raza. Al fin, los futuros caudillos, faltos de soldados, buscaban inscribirse como simples voluntarios... pero en un regimiento francés.
He had inserted notices in the papers, making the studio in the rue de la Pompe the recruiting office. In ten days, two volunteers had presented themselves; a clerk, shivering in midsummer, who stipulated that he should be an officer because he was wearing a suitable jacket, and a Spanish tavern-keeper who at the very outset had wished to rob Argensola of his command on the futile pretext that he was a soldier in his youth while the Bohemian was only an artist. Twenty Spanish battalions were attempted with the same result in different parts of Paris. Each enthusiast wished to be commander of the others, with the individual haughtiness and aversion to discipline so characteristic of the race. Finally the future generalissimos, decided to enlist as simple volunteers . . . but in a French regiment.
—Yo espero á ver qué hacen los Garibaldi—dijo Argensola modestamente—. Tal vez me vaya con ellos.
"I am waiting to see what the Garibaldis do," said Argensola modestly. "Perhaps I may go with them."
Este nombre glorioso le hacía tolerable la servidumbre guerrera. Pero luego vacilaba: tendría de todos modos que obedecer á alguien en este cuerpo de voluntarios, y él era rebelde á una obediencia que no fuese precedida de largas discusiones... ¿Qué hacer?
This glorious name made military service conceivable to him. But then he vacillated; he would certainly have to obey somebody in this body of volunteers, and he did not believe in an obedience that was not preceded by long discussions. . . . What next!
—Ha cambiado la vida en medio mes—- continuó—. Parece que hayamos caído en otro planeta: nuestras habilidades antiguas carecen de sentido. Otros pasan á las primeras filas, los más humildes y obscuros, los que ocupaban antes el último término. El hombre refinado y de complicaciones espirituales se ha hundido, quién sabe por cuántos años... Ahora sube á la superficie como triunfador el hombre simple, de ideas limitadas, pero firmes, que sabe obedecer. Ya no estamos de moda.
"Life has changed in a fortnight," he continued. "It seems as if we were living in another planet; our former achievements are not appreciated. Others, most obscure and poor, those who formerly had the least consideration, are now promoted to the first ranks. The refined man of complex spirituality has disappeared for who knows how many years! . . . Now the simple-minded man climbs triumphantly to the top, because, though his ideas are limited, they are sure and he knows how to obey. We are no longer the style."
Desnoyers asintió. Así era: ya no estaban de moda. El podía afirmarlo, que había conocido la notoriedad y pasaba ahora como un desconocido entre las mismas gentes que le admiraban meses antes.
Desnoyers assented. It was so; they were no longer fashionable. None knew that better than he, for he who was once the sensation of the day, was now passing as a stranger among the very people who a few months before had raved over him.
—Tu reino ha terminado—dijo Argensola riendo—. De nada te sirve ser buen mozo. Yo, con un uniforme y una cruz en el pecho, te vencería ahora en una rivalidad amorosa. El oficial únicamente hace soñar en tiempos de paz á las señoritas de provincias. Pero estamos en guerra, y toda mujer tiene despierto el entusiasmo ancestral que sintieron sus remotas abuelas por la bestia agresiva y fuerte... Las grandes damas que hace meses complicaban sus deseos con sutilezas psicológicas, admiran ahora al militar con la misma sencillez de la criada que busca al soldado de línea. Sienten ante el uniforme el entusiasmo humilde y servil de las hembras de animalidad inferior ante las crestas, melenas y plumajes de sus machos peleadores. ¡Ojo, maestro!... Hay que seguir el nuevo curso del tiempo ó resignarse á perecer obscuramente: el tango ha muerto.
"Your reign is over," laughed Argensola. "The fact that you are a handsome fellow doesn′t help you one bit nowadays. In a uniform and with a cross on my breast, I could soon get the best of you in a rival love affair. In times of peace, the officers only set the girls of the provinces to dreaming; but now that we are at war, there has awakened in every woman the ancestral enthusiasm that her remote grandmothers used to feel for the strong and aggressive beast. . . . The high-born dames who a few months ago were complicating their desires with psychological subtleties, are now admiring the military man with the same simplicity that the maid has for the common soldier. Before a uniform, they feel the humble and servile enthusiasm of the female of the lower animals before the crests, foretops and gay plumes of the fighting males. Look out, master! . . . We shall have to follow the new course of events or resign ourselves to everlasting obscurity. The tango is dead."
Y Desnoyers pensó que, efectivamente, eran dos seres que estaban al margen de la vida. Esta había dado un salto, cambiando de cauce. No quedaba lugar en la nueva existencia para aquel pobre pintor de almas y para él, héroe de una vida frívola, que había alcanzado de cinco á siete de la tarde los triunfos más envidiados por los hombres.
And Desnoyers agreed that truly they were two beings on the other side of the river of life which at one bound had changed its course. There was no longer any place in the new existence for that poor painter of souls, nor for that hero of a frivolous life who, from five to seven every afternoon, had attained the triumphs most envied by mankind.
III
La retirada
-II- Chapter III
THE RETREAT
La guerra había extendido uno de sus tentáculos hasta la avenida Víctor Hugo. Era una guerra sorda, en la que el enemigo, blando, informe, gelatinoso, parecía escaparse de entre las manos para reanudar un poco más allá sus hostilidades.
War had extended one of its antennae even to the avenue Victor Hugo. It was a silent war in which the enemy, bland, shapeless and gelatinous, seemed constantly to be escaping from the hands only to renew hostilities a little later on.
—Tengo á Alemania metida en casa—decía Marcelo Desnoyers.
"I have Germany in my own house," growled Marcelo Desnoyers.
Alemania era doña Elena, la esposa de von Hartrott. ¿Por qué no se la había llevado su hijo, aquel profesor de inaguantable insuficiencia, que él consideraba ahora como un espía?... ¿Por qué capricho sentimental había querido permanecer al lado de su hermana, perdiendo la oportunidad de regresar á Berlín antes de que se cerrasen las fronteras?...
"Germany" was Dona Elena, the wife of von Hartrott. Why had not her son—that professor of inexhaustible sufficiency whom he now believed to have been a spy—taken her home with him? For what sentimental caprice had she wished to stay with her sister, losing the opportunity of returning to Berlin before the frontiers were closed?
La presencia de esta mujer era para él un motivo de remordimientos y alarmas. Afortunadamente, los criados, el chauffeur, todos los de la servidumbre masculina, estaban en el ejército. Las dos chinas recibieron una orden con tono amenazante. Mucho cuidado al hablar con las otras criadas francesas; ni la menor alusión á la nacionalidad del marido de doña Elena y al domicilio de su familia. Doña Elena era argentina... Pero á pesar del silencio de las doncellas, don Marcelo temía alguna denuncia del patriotismo exaltado, que se dedicaba con incansable fervor á la caza de espías, y que la hermana de su mujer se viese confinada en un campo de concentración como sospechosa de tratos con el enemigo.
The presence of this woman in his home was the cause of many compunctions and alarms. Fortunately, the chauffeur and all the men-servants were in the army. The two chinas received an order in a threatening tone. They must be very careful when talking to the French maids—not the slightest allusion to the nationality of Dona Elena′s husband nor to the residence of her family. Dona Elena was an Argentinian. But in spite of the silence of the maids, Don Marcelo was always in fear of some outburst of exalted patriotism, and that his wife′s sister might suddenly find herself confined in a concentration camp under suspicion of having dealings with the enemy.
La señora von Hartrott correspondía mal á estas inquietudes. En vez de guardar un discreto silencio, introducía la discordia en la casa con sus opiniones.
Frau von Hartrott made his uneasiness worse. Instead of keeping a discreet silence, she was constantly introducing discord into the home with her opinions.
Durante los primeros días de la guerra se mantuvo encerrada en su cuarto, reuniéndose con la familia solamente cuando la llamaban al comedor. Con los labios fruncidos y la mirada perdida se sentaba á la mesa, fingiendo no escuchar los desbordamientos verbales del entusiasmo de don Marcelo. Este describía las salidas de tropas, las escenas conmovedoras en calles y estaciones, comentando con un optimismo incapaz de duda las primeras noticias de la guerra. Dos cosas consideraba por encima de toda discusión. La bayoneta era el secreto del francés, y los alemanes sentían un estremecimiento de pavor ante su brillo, escapando irremediablemente. El cañón de 75 se había acreditado como una joya única. Sólo sus disparos eran certeros. La artillería enemiga le inspiraba lástima, pues si alguna vez daba en el blanco casualmente, sus proyectiles no llegaban á estallar... Además, las tropas francesas habían entrado victoriosas en Alsacia: ya eran suyas varias poblaciones.
During the first days of the war, she kept herself locked in her room, joining the family only when summoned to the dining room. With tightly puckered mouth and an absent-minded air, she would then seat herself at the table, pretending not to hear Don Marcelo′s verbal outpourings of enthusiasm. He enjoyed describing the departure of the troops, the moving scenes in the streets and at the stations, commenting on events with an optimism sure of the first news of the war. Two things were beyond all discussion. The bayonet was the secret of the French, and the Germans were shuddering with terror before its fatal, glistening point. . . . The ′75 cannon had proved itself a unique jewel, its shots being absolutely sure. He was really feeling sorry for the enemy′s artillery since its projectiles so seldom exploded even when well aimed. . . . Furthermore, the French troops had entered victoriously into Alsace; many little towns were already theirs.
—Ahora no es como en el 70—decía, blandiendo el tenedor ó agitando la servilleta.—. Los vamos á llevar á patadas al otro lado del Rhin. ¡A patadas!... ¡eso es!
"Now it is as it was in the ′70′s," he would exult, brandishing his fork and waving his napkin. "We are going to kick them back to the other side of the Rhine—kick them! . . . That′s the word."
Chichí asentía con entusiasmo, mientras doña Elena elevaba sus ojos como si protestase silenciosamente ante alguien que estaba oculto en el techo, poniéndolo por testigo de tantos errores y blasfemias.
Chichi always agreed gleefully while Dona Elena was raising her eyes to heaven, as though silently calling upon somebody hidden in the ceiling to bear witness to such errors and blasphemies.
Doña Luisa iba á buscarla después en el retiro de su habitación, creyéndola necesitada de consuelo por vivir lejos de los suyos. «
La romántica» no mantenía su digno silencio ante esta hermana que siempre había acatado su instrucción superior. Y la pobre señora quedaba aturdida por el relato que le iba haciendo de las fuerzas enormes de Alemania, con toda su autoridad de esposa de un gran patriota germánico y madre de un profesor casi célebre. Los millones de hombres surgían á raudales de su boca; luego desfilaban los cañones á millares, los morteros monstruosos, enormes como torres. Y sobre estas inmensas fuerzas de destrucción aparecía un hombre que valía por sí solo un ejército, que lo sabía todo y lo podía todo, hermoso, inteligente é infalible como un dios: el emperador.
The kind Dona Luisa always sought her out afterwards in the retirement of her room, believing it necessary to give sisterly counsel to one living so far from home. The Romantica did not maintain her austere silence before the sister who had always venerated her superior instruction; so now the poor lady was overwhelmed with accounts of the stupendous forces of Germany, enunciated with all the authority of a wife of a great Teutonic patriot, and a mother of an almost celebrated professor. According to her graphic picture, millions of men were now surging forth in enormous streams, thousands of cannons were filing by, and tremendous mortars like monstrous turrets. And towering above all this vast machinery of destruction was a man who alone was worth an army, a being who knew everything and could do everything, handsome, intelligent, and infallible as a god—the Emperor.
—Los franceses ignoran lo que tienen enfrente—- continuaba doña Elena—. Los van á aniquilar. Es asunto de un par de semanas. Antes que termine Agosto, el emperador habrá entrado en París.
"The French just don′t know what′s ahead of them," declared Dona Elena. "We are going to annihilate them. It is merely a matter of two weeks. Before August is ended, the Emperor will have entered Paris."
Impresionada la señora Desnoyers por estas profecías, no podía ocultarlas á su familia. Chichí se indignaba contra la credulidad de la madre y el germanismo de su tía. Un enardecimiento belicoso se había apoderado del antiguo «
peoncito». ¡Ay, si las mujeres pudiesen ir á la guerra!... Se veía de jinete en un regimiento de dragones, cargando al enemigo con otras amazonas tan arrogantes y hermosotas como ella. Luego, la afición al patinaje predominaba sobre sus gustos de cabalgadora, y quería ser cazador alpino, «
diablo azul» de los que se deslizan sobre largos patines, con la carabina en la espalda y el alpenstock en la diestra, por las nevadas pendientes de los Vosgos.
Senora Desnoyers was so greatly impressed by these dire prophecies that she could not hide them from her family. Chichi waxed indignant at her mother′s credulity and her aunt′s Germanism. Martial fervor was flaming up in the former Peoncito. Ay, if the women could only go to war! . . . She enjoyed picturing herself on horseback in command of a regiment of dragoons, charging the enemy with other Amazons as dashing and buxom as she. Then her fondness for skating would predominate over her tastes for the cavalry, and she would long to be an Alpine hunter, a diable bleu among those who slid on long runners, with musket slung across the back and alpenstock in hand, over the snowy slopes of the Vosges.
Pero el gobierno despreciaba á las mujeres, y ella no podía obtener otra participación en la guerra que la de admirar el uniforme de su novio René Lacour, convertido en soldado. El hijo del senador ofrecía un lindo aspecto. Alto, rubio, de una delicadeza algo femenil que recordaba á la difunta madre, René era un «
soldadito de azúcar» en opinión de su novia. Chichí experimentaba cierto orgullo al salir á la calle al lado de este guerrero, encontrando que al uniforme había aumentado las gracias de su persona. Pero una contrariedad fué nublando poco á poco su alegría. El príncipe senatorial no era mas que soldado raso. Su ilustre padre, por miedo á que la guerra cortase para siempre la dinastía de los Lacour, preciosa para el Estado, lo había hecho agregar á los servicios auxiliares del ejército. De este modo, Lacour (hijo) no saldría de París. Pero en tal situación, era un soldado igual á los que amasan panes ó remiendan capotes. Únicamente yendo al frente de la guerra, su calidad de alumno de la Escuela Central podía, hacer de él un subteniente agregado á la artillería de reserva.
But the government did not appreciate the valorous women, and she could obtain no other part in the war but to admire the uniform of her true-love, Rene Lacour, converted into a soldier. The senator′s son certainly looked beautiful. He was tall and fair, of a rather feminine type recalling his dead mother. In his fiancee′s opinion, Rene was just "a little sugar soldier." At first she had been very proud to walk the streets by the side of this warrior, believing that his uniform had greatly augmented his personal charm, but little by little a revulsion of feeling was clouding her joy. The senatorial prince was nothing but a common soldier. His illustrious father, fearful that the war might cut off forever the dynasty of the Lacours, indispensable to the welfare of the State, had had his son mustered into the auxiliary service of the army. By this arrangement, his heir need not leave Paris, ranking about as high as those who were kneading the bread or mending the soldiers′ cloaks. Only by going to the front could he claim—as a student of the Ecole Centrale—his title of sub-lieutenant in the Artillery Reserves.
—¡Qué felicidad que te quedes en París! ¡Cuánto me gusta que seas simple soldado!...
"What happiness for me that you have to stay in Paris! How delighted I am that you are just a private! . . ."
Y al mismo tiempo que Chichí decía esto, pensaba con envidia en sus amigas cuyos novios y hermanos eran oficiales. Ellas podían salir á la calle escoltadas por un kepis galoneado que atraía las miradas de los transeuntes y los saludos de los inferiores.
And yet, at the same time, Chichi was thinking enviously of her friends whose lovers and brothers were officers. They could parade the streets, escorted by a gold-trimmed kepis that attracted the notice of the passers-by and the respectful salute of the lower ranks.
Cada vez que doña Luisa, aterrada por los vaticinios de su hermana, pretendía comunicar su pavor á la hija, ésta se revolvía furiosa:
Each time that Dona Luisa, terrified by the forecasts of her sister, undertook to communicate her dismay to her daughter, the girl would rage up and down, exclaiming:—
—¡Mentiras de la tía!... Como su marido es alemán, todo lo ve á gusto de sus deseos. Papá sabe más; el padre de René está mejor enterado de las cosas. Les vamos á largar la gran paliza. ¡Qué gusto que golpeen á mi tío de Berlín y á todos mis primos, tan pretenciosos!...
"What lies my aunt tells you! . . . Since her husband is a German, she sees everything as he wishes it to be. Papa knows more; Rene′s father is better informed about these things. We are going to give them a thorough hiding! What fun it will be when they hit my uncle and all my snippy cousins in Berlin! . . ."
—Cállate—gemía la madre—. No digas disparates. La guerra te ha vuelto loca como á tu padre.
"Hush," groaned her mother. "Do not talk such nonsense. The war has turned you as crazy as your father."
La buena señora se escandalizaba al escuchar la explosión de sus salvajes deseos siempre que hacía memoria del emperador. En tiempo de paz, Chichí había admirado algo á este personaje «
Es guapo—decía—pero con una sonrisa muy ordinaria.» Ahora todos sus odios los concentraba en él. ¡Las mujeres que lloraban por su culpa á aquellas horas! ¡Las madres sin hijos, las mujeres sin esposo, los pobres niños abandonados ante las poblaciones en llamas!... ¡Ah, mal hombre!... Surgía en su diestra el antiguo cuchillo de «
peoncito», una daga con puño de plata y funda cincelada, regalo del abuelo, que había exhumado de entre los recuerdos de su infancia, olvidados en una maleta. El primer alemán que se acercase á ella estaba condenado á muerte. Doña Luisa se aterraba viéndola blandir el arma ante el espejo de su tocador. Ya no quería ser soldado de caballería ni «
diablo azul». Se contentaba con que la dejasen en un espacio cerrado, frente al monstruo odioso. En cinco minutos resolvería ella el conflicto mundial.
The good lady was scandalized at hearing the outburst of savage desires that the mere mention of the Kaiser always aroused in her daughter. In times of peace, Chichi had rather admired this personage. "He′s not so bad-looking," she had commented, "but with a very ordinary smile." Now all her wrath was concentrated upon him. The thousands of women that were weeping through his fault! The mothers without sons, the wives without husbands, the poor children left in the burning towns! . . . Ah, the vile wretch! . . . And she would brandish her knife of the old Peoncito days—a dagger with silver handle and sheath richly chased, a gift that her grandfather had exhumed from some forgotten souvenirs of his childhood in an old valise. The very first German that she came across was doomed to death. Dona Luisa was terrified to find her flourishing this weapon before her dressing mirror. She was no longer yearning to be a cavalryman nor a diable bleu. She would be entirely content if they would leave her, alone in some closed space with the detested monster. In just five minutes she would settle the universal conflict.
—¡Defiéndete, boche!—gritaba poniéndose en guardia, como lo había visto hacer en su niñez á los peones de la estancia.
"Defend yourself, Boche," she would shriek, standing at guard as in her childhood she had seen the peons doing on the ranch.
Y con una cuchillada de abajo á arriba echaba al aire las majestáticas entrañas. Acto seguido resonaba en su cerebro una aclamación, el suspiro gigantesco de millones de mujeres que se veían libres de la más sangrienta de las pesadillas gracias á ella, que era Judith, Carlota Corday, un resumen de todas las hembras heroicas que mataron por hacer el bien. Su furia salvadora le hacía continuar puñal en mano la imaginaria matanza. ¡Segundo golpe!: el príncipe heredero rodando por un lado y su cabeza por otro. ¡Una lluvia de cuchilladas!: todos los generales invencibles de que hablaba su tía huyendo con las tripas en las manos, y á la cola de ellos, como lacayo adulador que recibía igualmente su parte, el tío de Berlín... ¡Ay, si se le presentase ocasión para realizar sus deseos!
And with a knife-thrust above and below, she would pierce his imperial vitals. Immediately there resounded in her imagination, shouts of joy, the gigantic sigh of millions of women freed at last from the bloody nightmare—thanks to her playing the role of Judith or Charlotte Corday, or a blend of all the heroic women who had killed for the common weal. Her savage fury made her continue her imaginary slaughter, dagger in hand. Second stroke!—the Crown Prince rolling to one side and his head to the other. A rain of dagger thrusts!—all the invincible generals of whom her aunt had been boasting fleeing with their insides in their hands—and bringing up the rear, that fawning lackey who wished to receive the same things as those of highest rank—the uncle from Berlin. . . . Ay, if she could only get the chance to make these longings a reality!
—Estás loca—protestaba la madre—: loca de remate. ¿Cómo puede decir eso una señorita?...
"You are mad," protested her mother. "Completely mad! How can a ladylike girl talk in such a way?" . . .
Doña Elena, al sorprender fragmentariamente estos delirios de su sobrina, elevaba los ojos al cielo, absteniéndose en adelante de comunicarle sus opiniones, que reservaba enteras para la madre.
Surprising her niece in the ecstasy of these delirious ravings, Dona Elena would raise her eyes to heaven, abstaining thenceforth from communicating her opinions, reserving them wholly for the mother.
La indignación de don Marcelo tomaba otra forma cuando su esposa le repetía las noticias de su hermana. ¡Todo mentira!... La guerra marchaba perfectamente. En la frontera del Este, los ejércitos franceses habían avanzado por el interior de Alsacia y la Lorena anexionada.
Don Marcelo′s indignation took another bound when his wife repeated to him the news from her sister. All a lie! . . . The war was progressing finely. On the Eastern frontier the French troops had advanced through the interior of Alsace and Lorraine.
—Pero ¿y Bélgica invadida?—preguntaba doña Luisa—. ¿Y los pobres belgas?
"But—Belgium is invaded, isn′t it?" asked Dona Luisa. "And those poor Belgians?"
Desnoyers contestaba indignado:
Desnoyers retorted indignantly.
—Eso de Bélgica es una traición... Y una traición nada vale entre personas decentes.
"That invasion of Belgium is treason. . . . And a treason never amounts to anything among decent people."
Lo decía de buena fe, como si la guerra fuese un duelo donde el traidor quedaba descalificado y en la imposibilidad de continuar sus felonías. Además, la heroica resistencia de Bélgica le infundía absurdas ilusiones. Los belgas le parecían hombres sobrenaturales destinados á las más estupendas hazañas... ¡Y él que no había concedido hasta entonces atención alguna á este pueblo!... Por unos días vió en Lieja una ciudad santa ante cuyos muros iba á estrellarse todo el poderío germánico. Al caer Lieja, su fe inquebrantable encontró un nuevo asidero. Quedaban muchas Liejas en el interior. Podían entrar más adentro los alemanes: luego se vería cuántos lograban salir. La entrega de Bruselas no le produjo inquietud. ¡Una ciudad abierta!... Su rendición estaba prevista: así los belgas se defenderían mejor en Amberes. El avance de los alemanes hacia la frontera francesa tampoco le produjo alarma. En vano su cuñada, con una brevedad maligna, iba mencionando en el comedor los progresos de la invasión, indicados confusamente por los periódicos. Los alemanes estaban ya en la frontera.
He said it in all good faith as though war were a duel in which the traitor was henceforth ruled out and unable to continue his outrages. Besides, the heroic resistance of Belgium was nourishing the most absurd illusions in his heart. The Belgians were certainly supernatural men destined to the most stupendous achievements. . . . And to think that heretofore he had never taken this plucky little nation into account! . . . For several days, he considered Liege a holy city before whose walls the Teutonic power would be completely confounded. Upon the fall of Liege, his unquenchable faith sought another handle. There were still remaining many other Lieges in the interior. The Germans might force their way further in; then we would see how many of them ever succeeded in getting out. The entry into Brussels did not disquiet him. An unprotected city! . . . Its surrender was a foregone conclusion. Now the Belgians would be better able to defend Antwerp. Neither did the advance of the Germans toward the French frontier alarm him at all. In vain his sister-in-law, with malicious brevity, mentioned in the dining-room the progress of the invasion, so confusedly outlined in the daily papers. The Germans were already at the frontier.
—¿Y qué?—gritaba don Marcelo—. Pronto encontrarán á quien hablar. Joffre les sale al paso. Nuestros ejércitos estaban en el Este, en el sitio que les correspondía, en la verdadera frontera, en la puerta de la casa. Pero éste es un amigo traidor y cobarde, que en vez de dar la cara entra por la espalda, saltando las tapias del corral, lo mismo que los ladrones... De nada le servirá su traición. Los franceses ya están en Bélgica y ajustarán las cuentas á los alemanes. Los aplastaremos, para que no perturben otra vez la paz del mundo. Y á ese maldito sujeto de los bigotes tiesos lo expondremos en una jaula en la plaza de la Concordia.
"And what of that?" yelled Don Marcelo. "Soon they will meet someone to talk to! Joffre is going to meet them. Our armies are in the East, in the very place where they ought to be, on the true frontier, at the door of their home. But they have to deal with a treacherous and cowardly opponent that instead of marching face to face, leaps the walls of the corral like sheep-stealers. . . . Their underhand tricks won′t do them any good, though! The French are already in Belgium and adjusting the accounts of the Germans. We shall smash them so effectually that never again will they be able to disturb the peace of the world. And that accursed individual with the rampant moustache we are going to put in a cage, and exhibit in the place de la Concorde!"
Chichí, animada por las afirmaciones paternales, se lanzaba á imaginar una serie de tormentos y escarnios vengativos como complemento de tal exposición.
Inspired by the paternal braggadocio, Chichi also launched forth exultingly an imaginary series of avenging torments and insults as a complement to this Imperial Exhibition.
Lo que más irritaba á la señora von Hartrott eran las alusiones al emperador. En los primeros días de la guerra, su hermana la había sorprendido llorando ante las caricaturas de los periódicos y ciertas hojas vendidas en las calles.
These allusions to the Emperor aggravated Frau von Hartrott more than anything else. In the first days of the war, her sister had surprised her weeping before the newspaper caricatures and leaflets sold in the streets.
—¡Un hombre tan excelente... tan caballero... tan buen padre de familia! El no tiene la culpa de nada. Son los enemigos los que le han provocado.
"Such an excellent man . . . so knightly . . . such a good father to his family! He wasn′t to blame for anything. It was his enemies who forced him to assume the offensive."
Y su veneración á los poderosos le hacía considerar las injurias contra el admirado personaje con más vehemencia que si fuesen dirigidas á su propia familia.
Her veneration for exalted personages was making her take the attacks upon this admired grandee as though they were directed against her own family.
Una noche, estando en el comedor, abandonó su mutismo trágico. Varios sarcasmos dirigidos por Desnoyers contra el héroe agolparon las lágrimas en sus ojos. Este enternecimiento la sirvió para recordar á sus hijos, que figuraban indudablemente en el ejército de invasión.
One night in the dining room, she abandoned her tragic silence. Certain sarcasms, shot by Desnoyers at her hero, brought the tears to her eyes, and this sentimental indulgence turned her thoughts upon her sons who were undoubtedly taking part in the invasion.
Su cuñado deseaba el exterminio de todos los enemigos. ¡Que no quedase uno solo de aquellos bárbaros con casco puntiagudo que acababan de incendiar á Lovaina y otras poblaciones, fusilando á paisanos indefensos, mujeres, ancianos, niños!...
Her brother-in-law was longing for the extermination of all the enemy. "May every barbarian be exterminated! . . . every one of the bandits in pointed helmets who have just burned Louvain and other towns, shooting defenceless peasants, old men, women and children!"
—Tú olvidas que soy madre—gimió la señora de Hartrott—. Olvidas que entre esos cuyo exterminio pides están mis hijos.
"You forget that I am a mother," sobbed Frau von Hartrott. "You forget that among those whose extermination you are imploring, are my sons."
Y rompió á llorar. Desnoyers vió de pronto el abismo que existía entre él y aquella mujer alojada en su propia casa. Su indignación se sobrepuso á las consideraciones de familia... Podía llorar por sus hijos cuanto quisiera: estaba en su derecho. Pero estos hijos eran agresores y hacían el mal voluntariamente. A él sólo le inspiraban interés las otras madres que vivían tranquilamente en las risueñas poblaciones belgas y de pronto habían visto fusilados sus hijos, atropelladas sus hijas, ardiendo sus viviendas.
Her violent weeping made Desnoyers realize more than ever the abyss yawning between him and this woman lodged in his own house. His resentment, however, overleapt family considerations. . . . She might weep for her sons all she wanted to; that was her right. But these sons were aggressors and wantonly doing evil. It was the other mothers who were inspiring his pity—those who were living tranquilly in their smiling little Belgian towns when their sons were suddenly shot down, their daughters violated and their houses burned to the ground.
Doña Elena lloró más fuerte, como si esta descripción de horrores significase un nuevo insulto para ella. ¡Todo mentira! El kaiser era un hombre excelente, sus soldados unos caballeros, el ejército alemán un ejemplo de civilización y de bondad. Su marido había pertenecido á este ejército; sus hijos marchaban en sus filas. Y ella conocía á sus hijos: unos jóvenes bien educados, incapaces de ninguna mala acción. Calumnias de los belgas, que no podía escuchar tranquilamente... Y se arrojó con dramático abandono en los brazos de su hermana.
As though this description of the horrors of war were a fresh insult to her, Dona Elena wept harder than ever. What falsehoods! The Kaiser was an excellent man. His soldiers were gentlemen, the German army was a model of civilization and goodness. Her husband had belonged to this army, her sons were marching in its ranks. And she knew her sons—well-bred and incapable of wrong-doing. These Belgian calumnies she could no longer listen to . . . and, with dramatic abandon, she flung herself into the arms of her sister.
El señor Desnoyers se sintió furioso contra el destino, que le obligaba á convivir con esta mujer. ¡Qué cadena para la familia!... Y las fronteras seguían cerradas, siendo imposible desprenderse de ella.
Senor Desnoyers raged against the fate that condemned him to live under the same roof with this woman. What an unfortunate complication for the family! . . . and the frontiers were closed, making it impossible to get rid of her!
—Está bien—dijo—; no hablemos más de eso: no llegaríamos á entendernos. Pertenecemos á dos mundos distintos. ¡Lástima que no puedas irte con los tuyos!...
"Very well, then," he thundered. "Let us talk no more about it. We shall never reach an understanding, for we belong to two different worlds. It′s a great pity that you can′t go back to your own people."
Se abstuvo en adelante de hablar de la guerra cuando su cuñada estaba presente. Chichí era la única que conservaba su entusiasmo agresivo y ruidoso. Al leer en los diarios noticias de fusilamientos, saqueos, quemas de ciudades, éxodos dolorosos de gentes que veían convertido en pavesas todo lo que alegraba su existencia, sentía otra vez la necesidad de repetir sus puñaladas imaginarias. ¡Ay, si ella tuviese á mano uno de aquellos bandidos! ¿Qué hacían los hombres de bien que no los exterminaban á todos?...
After that, he refrained from mentioning the war in his sister-in-law′s presence. Chichi was the only one keeping up her aggressive and noisy enthusiasm. Upon reading in the papers the news of the shootings, sackings, burning of cities, and the dolorous flight of those who had seen their all reduced to ashes, she again felt the necessity of assuming the role of lady-assassin. Ay, if she could only once get her hands on one of those bandits! . . . What did the men amount to anyway if they couldn′t exterminate the whole lot? . . .
A continuación veía á René con su uniforme flamante, dulce de maneras, sonriente, como si todo lo que ocurría sólo significase para él un cambio de vestimenta, y exclamaba con un acento enigmático:
Then she would look at Rene in his exquisitely fresh uniform, sweet-mannered and smiling as though all war meant to him was a mere change of attire, and she would exclaim enigmatically:
—¡Qué suerte que no vayas al frente!... ¡Qué alegría que no corras peligro!
"What luck that you will never have to go to the front! . . . How fine that you don′t run any risks!"
El novio aceptaba estas palabras como una prueba de amoroso interés.
And her lover would accept these words as but another proof of her affectionate interest.
Un día, don Marcelo pudo apreciar sin salir de París los horrores de la guerra. Tres mil fugitivos belgas estaban alojados provisionalmente en un circo, antes de ser distribuídos en provincias. Desnoyers entró en este local, que meses antes había visitado con su familia. Aún estaban en el vestíbulo los anuncios de los regocijados espectáculos que había presenciado.
One day Don Marcelo was able to appreciate the horrors of the war without leaving Paris. Three thousand Belgian refugees were quartered provisionally in the circus before being distributed among the provinces. When Desnoyers entered this place, he saw in the vestibule the same posters which had been flaunting their spectacular gayeties when he had visited it a few months before with his family.
Dentro percibió un hedor de muchedumbre enferma, miserable y amontonada, semejante al que se huele en un presidio ó un hospital pobre. Vió gentes que parecían locas ó estúpidas por el dolor. No conocían exactamente el lugar donde estaban; habían llegado hasta allí sin saber cómo. El horroroso espectáculo de la invasión persistía en su memoria, ocupándola por entero, no dejando lugar á las impresiones siguientes. Veían aún cómo entraba la avalancha de los hombres con casco en sus tranquilos pueblos: las casas cubiertas de llamas repentinamente, la soldadesca haciendo fuego sobre los que huían, las mujeres agonizando destrozadas bajo la aguda persistencia del ultraje carnal, los ancianos quemados vivos, los niños deshechos á sablazos en sus cunas, todos los sadismos de la bestia humana enardecida por el alcohol y la impunidad... Algunos octogenarios contaban, llorando, cómo los soldados de un pueblo civilizado cortaban los pechos á las mujeres para clavarlos en las puertas, cómo paseaban á guisa de trofeo un recién nacido ensartado en una bayoneta, cómo fusilaban á los ancianos en el mismo sillón donde los tenía inmóviles su dolorosa vejez, torturándoles antes con burlescos suplicios.
Now he noticed the odor from a sick and miserable multitude crowded together—like the exhalation from a prison or poorhouse infirmary. He saw a throng that seemed crazy or stupefied with grief. They did not know exactly where they were; they had come thither, they didn′t know how. The terrible spectacle of the invasion was still so persistent in their minds that it left room for no other impression. They were still seeing the helmeted men in their peaceful hamlets, their homes in flames, the soldiery firing upon those who were fleeing, the mutilated women done to death by incessant adulterous assault, the old men burned alive, the children stabbed in their cradles by human beasts inflamed by alcohol and license. . . . Some of the octogenarians were weeping as they told how the soldiers of a civilized nation were cutting off the breasts from the women in order to nail them to the doors, how they had passed around as a trophy a new-born babe spiked on a bayonet, how they had shot aged men in the very armchair in which they were huddled in their sorrowful weakness, torturing them first with their jests and taunts.
Habían huído sin saber adonde iban, perseguidos por el incendio y la metralla, locos de terror, como escapaban las muchedumbres medioevales ante el galopar de las hordas de hunos y mogoles. Y esta fuga había sido á través de la Naturaleza en fiesta, en el más opulento de los meses, cuando la tierra estaba erizada de espigas, cuando el cielo de Agosto era más luminoso y los pájaros saludaban con su regocijo vocinglero la opulencia de la cosecha.
They had fled blindly, pursued by fire and shot, as crazed with terror as the people of the middle ages trying not to be ridden down by the hordes of galloping Huns and Mongols. And this flight had been across the country in its loveliest festal array, in the most productive of months, when the earth was bristling with ears of grain, when the August sky was most brilliant, and when the birds were greeting the opulent harvest with their glad songs!
Revivía la visión del inmenso crimen en aquel circo repleto de muchedumbres errantes. Los niños gemían con un llanto igual al balido de los corderos; los hombres miraban en torno con ojos de espanto; algunas mujeres aullaban como locas. Las familias se habían disgregado en el terror de la huída. Una madre de cinco pequeños sólo conservaba uno. Los padres, al verse solos, pensaban con angustia en los desaparecidos. ¿Volverían á encontrarlos?... ¿Habrían muerto á aquellas horas?...
In that circus, filled with the wandering crowds, the immense crime was living again. The children were crying with a sound like the bleating of lambs; the men were looking wildly around with terrified eyes; the frenzied women were howling like the insane. Families had become separated in the terror of flight. A mother of five little ones now had but one. The parents, as they realized the number missing, were thinking with anguish of those who had disappeared. Would they ever find them again? . . . Or were they already dead? . . .
Don Marcelo regresó á su casa apretando los dientes, moviendo su bastón de un modo alarmante. ¡Ah, bandidos!... Deseaba de pronto que su cuñada cambiase de sexo; ¿por qué no era un hombre?... Aún le parecía mejor que de repente pudiese tomar la forma de su marido von Hartrott. ¡Qué entrevista tan interesante la de los dos cuñados!...
Don Marcelo returned home, grinding his teeth and waving his cane in an alarming manner. Ah, the bandits! . . . If only his sister-in-law could change her sex! Why wasn′t she a man? . . . It would be better still if she could suddenly assume the form of her husband, von Hartrott. What an interesting interview the two brothers-in-law would have! . . .
La guerra había despertado el sentimiento religioso en los hombres y aumentado la devoción de las mujeres. Los templos estaban llenos. Doña Luisa ya no limitaba sus excursiones á las iglesias del distrito. Con la audacia que infunden las circunstancias extraordinarias, se lanzaba á pie á través de París, yendo á la Magdalena, á Nuestra Señora ó al lejano Sagrado Corazón, sobre la cumbre de Montmartre. Las fiestas religiosas se animaban con el apasionamiento de las asambleas populares. Los predicadores eran tribunos. El entusiasmo patriótico cortaba á veces con aplausos los sermones. Todas las mañanas, la señora Desnoyers, al abrir los periódicos, antes de buscar los telegramas de la guerra perseguía otra noticia. «
¿Adonde irá hoy Monseñor Amette?» Luego, bajo las bóvedas del templo, unía su voz al coro devoto que imploraba una intervención sobrenatural. «
¡Señor, salva á la Francia!» La religiosidad patriótica colocaba Santa Genoveva á la cabeza de los bienaventurados. Y de todas estas fiestas volvía trémula de fe, esperando un milagro semejante al que había realizado la santa de París ante las hordas invasoras de Atila.
The war was awakening religious sentiment in the men and increasing the devotion of the women. The churches were filled. Dona Luisa was no longer confining herself to those of her neighborhood. With the courage induced by extraordinary events, she was traversing Paris afoot and going from the Madeleine to Notre Dame, or to the Sacre Coeur on the heights of Montmartre. Religious festivals were now thronged like popular assemblies. The preachers were tribunes. Patriotic enthusiasm interrupted many sermon with applause. Each morning on opening the papers, before reading the war news, Senora Desnoyers would hunt other notices. "Where was Father Amette going to be to-day?" Then, under the arched vaultings of that temple, would she unite her voice with the devout chorus imploring supernatural intervention. "Lord, save France!" Patriotic religiosity was putting Sainte Genevieve at the head of the favored ones, so from all these fiestas, Dona Luisa, tremulous with faith, would return in expectation of a miracle similar to that which the patron saint of Paris had worked before the invading hordes of Attila.
Doña Elena también visitaba las iglesias, pero las más cercanas á la casa. Su cuñado la vió entrar una tarde en Saint-Honorée d′Eylau. El templo estaba repleto de fieles; sobre el altar figuraban en haz las banderas de Francia y las naciones aliadas. La muchedumbre implorante no se componía únicamente de mujeres. Desnoyers vió hombres de su edad, erguidos, graves, moviendo los labios, fijando en el altar una mirada vidriosa que reflejaba como estrellas perdidas las llamas de los cirios... Y volvió á sentir envidia... Eran padres que recordaban las oraciones de su niñez pensando en los combates y en sus hijos. Don Marcelo, que había considerado siempre con indiferencia á la religión, reconoció de pronto la necesidad de la fe. Quiso orar como los otros, con un rezo de intención vaga, indeterminada, comprendiendo en él á todos los seres que luchaban y morían por una tierra que él no había sabido defender.
Dona Elena was also visiting the churches, but those nearest the house. Her brother-in-law saw her one afternoon entering Saint-Honoree d′Eylau. The building was filled with the faithful, and on the altar was a sheaf of flags—France and the allied nations. The imploring crowd was not composed entirely of women. Desnoyers saw men of his age, pompous and grave, moving their lips and fixing steadfast eyes on the altar on which were reflected like lost stars, the flames of the candles. And again he felt envy. They were fathers who were recalling their childhood prayers, thinking of their sons in battle. Don Marcelo, who had always considered religion with indifference, suddenly recognized the necessity of faith. He wanted to pray like the others, with a vague, indefinite supplication, including all beings who were struggling and dying for a land that he had not tried to defend.
Vió con escándalo cómo la esposa de Hartrott se arrodillaba entre estas gentes, elevando luego los ojos para fijarlos en la cruz con una mirada de angustiosa súplica. Pedía al cielo por su marido el alemán, que tal vez á aquellas horas empleaba todas sus facultades de energúmeno en la mejor organización del aplastamiento de los débiles; rezaba por sus hijos, oficiales del rey de Prusia, que revólver en mano entraban en pueblos y granjas, llevando ante ellos á la muchedumbre despavorida, dejando á sus espaldas el incendio y la muerte. ¡Y estas oraciones iban á confundirse con las de las madres que rogaban por la juventud encargada de contener á los bárbaros, con los ruegos de aquellos hombres graves y rígidos en su trágico dolor!...
He was scandalized to see von Hartrott′s wife kneeling among these people raising her eyes to the cross in a look of anguished entreaty. She was begging heaven to protect her husband, the German who perhaps at this moment was concentrating all his devilish faculties on the best organization for crushing the weak; she was praying for her sons, officers of the King of Prussia, who revolver in hand were entering villages and farmlands, driving before them a horror-stricken crowd, leaving behind them fire and death. And these orisons were going to mingle with those of the mothers who were praying for the youth trying to check the onslaught of the barbarians—with the petitions of these earnest men, rigid in their tragic grief! . . .
Tuvo que contenerse para no gritar, y salió del templo. Su cuñada no tenía derecho á arrodillarse entre aquellas gentes.
He had to make a great effort not to protest aloud, and he left the church. His sister-in-law had no right to kneel there among those people.
—Debían expulsarla—murmuró indignado—. Coloca á Dios en un compromiso con sus oraciones absurdas.
"They ought to put her out!" he growled indignantly. "She is compromising God with her absurd entreaties."
Pero, á pesar de su cólera, tenía que sufrirla cerca de él, esforzándose al mismo tiempo por evitar que trascendiese al exterior la segunda nacionalidad que había adquirido con su matrimonio.
But in spite of his annoyance, he had to endure her living in his household, and at the same time had taken great pains to prevent her nationality being known outside.
Representaba un gran tormento para don Marcelo contener sus palabras cuando estaba en el comedor con la familia. Quería evitar la nerviosidad de su cuñada, que prorrumpía en lágrimas y suspiros á la menor alusión contra su héroe; temía igualmente las quejas de la esposa, pronta siempre á defender á su hermana como si fuese una víctima... ¡Que un hombre de su carácter se viese obligado en la propia casa á vigilar su lengua y hablar con eufemismos!... La única satisfacción que podía permitirse consistía en dar noticias de las operaciones militares. Los franceses habían entrado en Bélgica. «
Parece que los boches han recibido un buen golpe.» El menor choque de caballería, un simple encuentro de avanzadas, lo glorificaba como un hecho decisivo. «
También en Lorena nos los llevamos por delante...» Pero de repente pareció cegarse la fuente de optimismos. En el mundo no ocurría nada extraordinario, á juzgar por los periódicos. Seguían publicando historietas de la guerra para mantener el entusiasmo, pero ninguna noticia cierta. El gobierno lanzaba comunicados de vaga y retórica sonoridad. Desnoyers se alarmó: su instinto le avisaba el peligro. «
Algo hay que no marcha—pensaba—; debe haberse roto algún resorte.»
It was a severe trial for Don Marcelo to be obliged to keep silent when at table with his family. He had to avoid the hysterics of his sister-in-law who promptly burst into sighs and sobs at the slightest allusion to her hero; and he feared equally the complaints of his wife, always ready to defend her sister, as though she were the victim. . . . That a man in his own home should have to curb his tongue and speak tactfully! . . . The only satisfaction permitted him was to announce the military moves. The French had entered Belgium. "It appears that the Boches have had a good set-back." The slightest clash of cavalry, a simple encounter with the advance troops, he would glorify as a decisive victory. "In Lorraine, too, we are making great headway!" . . . But suddenly the fountain of his bubbling optimism seemed to become choked up. To judge from the periodicals, nothing extraordinary was occurring. They continued publishing war-stories so as to keep enthusiasm at fever-heat, but nothing definite. The Government, too, was issuing communications of vague and rhetorical verbosity. Desnoyers became alarmed, his instinct warning him of danger. "There is something wrong," he thought. "There′s a spring broken somewhere!"
Esta falta de noticias coincidió con una repentina animación de doña Elena. ¿Con quién hablaba aquella mujer? ¿Qué encuentros eran los suyos cuando salía á la calle?... Sin perder su humildad de víctima, con la mirada dolorosa y la boca algo torcida, hablaba y hablaba traidoramente. ¡El tormento de don Marcelo al escuchar al enemigo albergado en su casa!... Los franceses habían sido derrotados á un mismo tiempo en Lorena y en Bélgica. Un cuerpo de ejército se había desbandado: muchos prisioneros, muchos cañones perdidos. «
¡Mentiras, exageraciones de los alemanes!», gritaba Desnoyers. Y Chichí ahogaba con sus carcajadas de muchacha insolente las noticias de la tía de Berlín, «
Yo no sé—continuaba ésta con maligna molestia—; tal vez no sea cierto. Lo he oído decir.» Su cuñado se indignaba. ¿Dónde lo había oído decir? ¿Quién le daba tales noticias?...
This lack of encouraging news coincided exactly with the sudden rise in Dona Elena′s spirits. With whom had that woman been talking? Whom did she meet when she was on the street? . . . Without dropping her pose as a martyr, with the same woebegone look and drooping mouth, she was talking, and talking treacherously. The torment of Don Marcelo in being obliged to listen to the enemy harbored within his gates! . . . The French had been vanquished in Lorraine and in Belgium at the same time. A body of the army had deserted the colors; many prisoners, many cannon were captured. "Lies! German exaggerations!" howled Desnoyers. And Chichi with the derisive ha-ha′s of an insolent girl, drowned out the triumphant communications of the aunt from Berlin. "I don′t know, of course," said the unwelcome lodger with mock humility. "Perhaps it is not authentic. I have heard it said." Her host was furious. Where had she heard it said? Who was giving her such news? . . .
Y para desahogar su mal humor, prorrumpía en imprecaciones contra el espionaje enemigo, contra la incuria de la policía, que toleraba la permanencia de tantos alemanes ocultos en París. Pero de pronto tenía que callarse, al pensar en su propia conducta. El también contribuía involuntariamente á mantener y albergar al enemigo.
And in order to ventilate his wrath, he broke forth into tirades against the enemy′s espionage, against the carelessness of the police force in permitting so many Germans to remain hidden in Paris. Then he suddenly became quiet, thinking of his own behavior in this line. He, too, was involuntarily contributing toward the maintenance and support of the foe.
La caída del ministerio y la constitución de un gobierno de defensa nacional le hicieron ver que algo grave estaba ocurriendo. Las alarmas y lloros de doña Luisa aumentaron su nerviosidad. Ya no volvía la buena señora entusiasmada y heroica de sus visitas á las iglesias. Las conversaciones á solas con su hermana le infundían un terror que pretendía comunicar luego al esposo. «
Todo está perdido... Elena es la única que sabe la verdad.»
The fall of the ministry and the constitution of a government of national defense made it apparent that something very important must have taken place. The alarms and tears of Dona Luisa increased his nervousness. The good lady was no longer returning from the churches, cheered and strengthened. Her confidential talks with her sister were filling her with a terror that she tried in vain to communicate to her husband. "All is lost. . . . Elena is the only one that knows the truth."
Desnoyers fué en busca del senador Lacour. Conocía á todos los ministros: nadie mejor enterado que él. «
Sí, amigo mío—dijo el personaje con tristeza—, dos grandes descalabros en Morhange y en Charleroi, al Este y al Norte. Los enemigos van á invadir el suelo de Francia... Pero nuestro ejército se mantiene intacto y se retira en buen orden. Aún puede cambiar la fortuna. Una gran desgracia, pero no está todo perdido.»
Desnoyers went in search of Senator Lacour. He would know all the ministers; no one could be better informed. "Yes, my friend," said the important man sadly. "Two great losses at Morhange and Charleroi, at the East and the North. The enemy is going to invade French soil! . . . But our army is intact, and will retreat in good order. Good fortune may still be ours. A great calamity, but all is not lost."
Los preparativos de defensa de París eran activados... algo tarde. Los fuertes se armaban con nuevos cañones; desaparecían bajo los picos de la demolición oficial las casuchas elevadas en la zona de tiro durante los años de paz; los árboles de las avenidas exteriores caían cortados para ensanchar el horizonte; barricadas de sacos de tierra y de troncos obstruían las puertas de las antiguas murallas. Los curiosos recorrían los alrededores para admirarlas trincheras recién abiertas y los alambrados con púas. El Bosque de Bolonia se llenaba de rebaños. Junto á montañas de alfalfa seca, toros y ovejas se agrupaban en las praderas de fino césped. La seguridad del sustento preocupaba á una población que mantenía vivo aún el recuerdo de las miserias sufridas en 1870. Cada noche era más débil el alumbrado en las calles. El cielo, en cambio, estaba rayado incesantemente por las mangas de luz de los reflectores. El miedo á una agresión aérea venía á aumentar las inquietudes públicas. Las gentes medrosas hablaban de los zeppelines, atribuyéndoles un poder irresistible, con la exageración que acompaña á los peligros misteriosos.
Preparations for the defense of Paris were being pushed forward . . . rather late. The forts were supplying themselves with new cannon. Houses, built in the danger zone in the piping times of peace, were now disappearing under the blows of the official demolition. The trees on the outer avenues were being felled in order to enlarge the horizon. Barricades of sacks of earth and tree trunks were heaped at the doors of the old walls. The curious were skirting the suburbs in order to gaze at the recently dug trenches and the barbed wire fences. The Bois de Boulogne was filled with herds of cattle. Near heaps of dry alfalfa steers and sheep were grouped in the green meadows. Protection against famine was uppermost in the minds of a people still remembering the suffering of 1870. Every night, the street lighting was less and less. The sky, on the other hand, was streaked incessantly by the shafts from the searchlights. Fear of aerial invasion was increasing the public uneasiness. Timid people were speaking of Zeppelins, attributing to them irresistible powers, with all the exaggeration that accompanies mysterious dangers.
Doña Luisa aturdía con su pánico al marido. Este pasaba los días en una alarma continua, teniendo que infundir ánimo á su mujer, temblorosa y lloriqueante. «
Van á llegar, Marcelo; me lo dice el corazón. Yo no puedo vivir así. La niña... ¡la niña!» Aceptaba ciegamente todas las afirmaciones de su hermana. Lo único que ponía en duda era la caballerosidad y la disciplina de aquellas tropas en las que figuraban sus sobrinos. Las noticias de las atrocidades cometidas en Bélgica con las mujeres le merecían igual fe que los avances del enemigo anunciados por Elena. «
La niña, Marcelo... ¡la niña!» Y el caso era que la niña, objeto de tales inquietudes, reía con la insolencia de su juventud vigorosa, al escuchar á la madre: «
Que vengan esos sinvergÜenzas. Tendría gusto en verles la cara.» Y contraía la diestra, como si empuñase ya el cuchillo vengador.
In her panic, Dona Luisa greatly distressed her husband, who was passing the days in continual alarm, yet trying to put heart into his trembling and anxious wife. "They are going to come, Marcelo; my heart tells me so. The girl! . . . the girl!" She was accepting blindly all the statements made by her sister, the only thing that comforted her being the chivalry and discipline of those troops to which her nephews belonged. The news of the atrocities committed against the women of Belgium were received with the same credulity as the enemy′s advances announced by Elena. "Our girl, Marcelo. . . . Our girl!" And the girl, object of so much solicitude, would laugh with the assurance of vigorous youth on hearing of her mother′s anxiety. "Just let the shameless fellows come! I shall take great pleasure in seeing them face to face!" And she clenched her right hand as though it already clutched the avenging knife.
El padre se cansó de esta situación. Le quedaba uno de sus automóviles-monumentos, que podía guiar un chauffeur extranjero. El senador Lacour obtuvo los papeles necesarios para el viaje de la familia, y Desnoyers dió órdenes á su esposa con un tono que no admitía réplica. Debían irse á Biarritz ó á las estaciones veraniegas del Norte de España. Casi todas las familias sudamericanas habían salido en la misma dirección. Doña Luisa intentó oponerse: le era imposible partir sin su esposo. En tantos años de matrimonio no se habían separado una sola vez. Pero la hosca negativa de don Marcelo cortó sus protestas. El se quedaba. Entonces, la pobre señora corrió á la rue de la Pompe. ¡Su hijo!... Julio apenas escuchó á la madre. ¡Ay, éste se quedaba también! Y al fin, el imponente automóvil emprendió la marcha hacia el Sur, llevando á doña Luisa, á su hermana, que aceptaba con gusto este alejamiento de las admiradas tropas del emperador, y á Chichí, contenta de que la guerra le proporcionase una excursión á las playas de moda frecuentadas por sus amigas.
The father became tired of this situation. He still had one of his monumental automobiles that an outside chauffeur could manage. Senator Lacour obtained the necessary passports and Desnoyers gave his wife her orders in a tone that admitted of no remonstrance. They must go to Biarritz or to some of the summer resorts in the north of Spain. Almost all the South American families had already gone in the same direction. Dona Luisa tried to object. It was impossible for her to separate herself from her husband. Never before, in their many years of married life, had they once been separated. But a harsh negative from Don Marcelo cut her pleadings short. He would remain. Then the poor senora ran to the rue de la Pompe. Her son! . . . Julio scarcely listened to his mother. Ay! he, too, would stay. So finally the imposing automobile lumbered toward the South carrying Dona Luisa, her sister who hailed with delight this withdrawal before the admired troops of the Emperor, and Chichi, pleased that the war was necessitating an excursion to the fashionable beaches frequented by her friends.
Don Marcelo se vió solo. Las doncellas cobrizas habían seguido en ferrocarril la fuga de las señoras. Al principio se sintió desorientado en esta soledad; le causaron extrañeza las comidas en el restorán, las noches pasadas en unas habitaciones desiertas y enormes que guardaban aún las huellas de su familia. Los otros pisos de la casa estaban igualmente vacíos. Todos los habitantes eran extranjeros que habían escapado discretamente, ó franceses sorprendidos por la guerra cuando veraneaban en sus posesiones del campo.
Don Marcelo was at last alone. The two coppery maids had followed by rail the flight of their mistresses. At first the old man felt a little bewildered by this solitude, which obliged him to eat uncomfortable meals in a restaurant and pass the nights in enormous and deserted rooms still bearing traces of their former occupants. The other apartments in the building had also been vacated. All the tenants were foreigners, who had discreetly decamped, or French families surprised by the war when summering at their country seats.
El instinto le hizo ir en sus paseos hasta la rue de la Pompe, mirando de lejos el ventanal del estudio. ¿Qué haría su hijo?... De seguro que continuaba su vida alegre é inútil. Para hombres como él, nada existía más allá de las frivolidades de su egoísmo.
Instinctively he turned his steps toward the rue de la Pompe gazing from afar at the studio windows. What was his son doing? . . . Undoubtedly continuing his gay and useless life. Such men only existed for their own selfish folly.
Desnoyers estaba satisfecho de su resolución. Seguir á la familia le parecía un delito. Bastante le martirizaba el recuerdo de su fuga á América. «
No, no vendrán—se dijo repetidas veces, con el optimismo del entusiasmo—. Tengo el presentimiento de que no llegarán á París. ¡Y si llegan...!» La ausencia de los suyos le proporcionaba el valor alegre y desenfadado de la juventud. Por su edad y sus dolencias no era capaz de hacer la guerra á campo raso, pero podía disparar un fusil, inmóvil en una trinchera, sin miedo á la muerte. ¡Que vinieran!... Lo deseaba con la vehemencia de un buen pagador ganoso de satisfacer cuanto antes una deuda antigua.
Desnoyers felt satisfied with the stand he had taken. To follow the family would be sheer cowardice. The memory of his youthful flight to South America was sufficient martyrdom; he would finish his life with all the compensating bravery that he could muster. "No, they will not come," he said repeatedly, with the optimism of enthusiasm. "I have a presentiment that they will never reach Paris. And even if they DO come!" . . . The absence of his family brought him a joyous valor and a sense of bold youthfulness. Although his age might prevent his going to war in the open air, he could still fire a gun, immovable in a trench, without fear of death. Let them come! . . . He was longing for the struggle with the anxiety of a punctilious business man wishing to cancel a former debt as soon as possible.
Encontró en las calles de París muchos grupos de fugitivos. Eran del Norte y el Este de Francia y habían escapado ante el avance de los alemanes. De todos los relatos de esta muchedumbre dolorosa, que no sabía adónde ir y no contaba con otro recurso que la piedad de las gentes, lo más impresionante para él eran los atentados á la propiedad. Fusilamientos y asesinatos le hacían cerrar los puños, prorrumpiendo en deseos de venganza. Pero los robos autorizados por los jefes, los saqueos en masa por orden superior, seguidos del incendio, le parecían tan inauditos, que permanecía silencioso, como si la estupefacción paralizase su pensamiento. ¡Y un pueblo con leyes podía hacer la guerra de este modo, lo mismo que una tribu de indios que parte al combate para robar!... Su adoración al derecho de propiedad se revolvía furiosa contra estos sacrilegios.
In the streets of Paris he met many groups of fugitives. They were from the North and East of France, and had escaped before the German advance. Of all the tales told by this despondent crowd—not knowing where to go and dependent upon the charity of the people—he was most impressed with those dealing with the disregard of property. Shootings and assassinations made him clench his fists, with threats of vengeance; but the robberies authorized by the heads, the wholesale sackings by superior order, followed by fire, appeared to him so unheard-of that he was silent with stupefaction, his speech seeming to be temporarily paralyzed. And a people with laws could wage war in this fashion, like a tribe of Indians going to combat in order to rob! . . . His adoration of property rights made him beside himself with wrath at these sacrileges.
Empezó á preocuparse de su castillo de Villeblanche. Todo lo que poseía en París le pareció repentinamente de escasa importancia comparado con lo que guardaba en la «
mansión histórica». Sus mejores cuadros estaban allá, adornando los salones sombríos; allá también los muebles arrancados á los anticuarios tras una batalla de pujas, y las vitrinas repletas, los tapices, las vajillas de plata.
He began to worry about his castle at Villeblanche. All that he owned in Paris suddenly seemed to him of slight importance to what he had in his historic mansion. His best paintings were there, adorning the gloomy salons; there, too, the furnishings captured from the antiquarians after an auctioneering battle, and the crystal cabinets, the tapestries, the silver services.
Repasaba en su memoria todos los objetos, sin que uno solo escapase á este inventario mental. Cosas que había olvidado resurgían ahora en su recuerdo, y el miedo á perderlas parecía darle mayor brillo, agrandando su tamaño, infundiéndolas nuevo valor. Todas las riquezas de Villeblanche se concentraban en una adquisición, que era la más admirada por Desnoyers, viendo en ella la gloria de su enorme fortuna, el mayor alarde de lujo que podía permitirse un millonario.
He mentally reviewed all of these objects, not letting a single one escape his inventory. Things that he had forgotten came surging up in his memory, and the fear of losing them seemed to give them greater lustre, increasing their size, and intensifying their value. All the riches of Villeblanche were concentrated in one certain acquisition which Desnoyers admired most of all; for, to his mind, it stood for all the glory of his immense fortune—in fact, the most luxurious appointment that even a millionaire could possess.
«
La bañadera de oro—pensó—. Tengo allá mi tina de oro.»
"My golden bath," he thought. "I have there my tub of gold."
Este baño de precioso metal lo había adquirido en una subasta, juzgando tal compra como el acto más culminante de su opulencia. No sabía con certeza su origen: tal vez era un mueble de príncipes; tal vez debía la existencia al capricho de una cocota ansiosa de ostentación. El y los suyos habían formado una leyenda en torno de esta cavidad de oro adornada con garras de león, delfines y bustos de náyades. Indudablemente procedía de reyes. Chichí afirmaba con gravedad que era el baño de María Antonieta. Y toda la familia, considerando modesto y burgués el piso de la avenida Víctor Hugo para guardar esta joya, había acordado depositarla en el castillo, respetada, inútil y solemne como una pieza de museo... ¿Y esto se lo podían llevar los enemigos si llegaban en su avance hasta el Marne, así como las demás riquezas reunidas con tanta paciencia?... ¡Ah, no! Su alma de coleccionista era capaz de los mayores heroísmos para evitarlo.
This bath of priceless metal he had procured, after much financial wrestling, from an auction, and he considered the purchase the culminating achievement of his wealth. No one knew exactly its origin; perhaps it had been the property of luxurious princes; perhaps it owed its existence to the caprice of a demi-mondaine fond of display. He and his had woven a legend around this golden cavity adorned with lions′ claws, dolphins and busts of naiads. Undoubtedly it was once a king′s! Chichi gravely affirmed that it had been Marie Antoinette′s, and the entire family thought that the home on the avenue Victor Hugo was altogether too modest and plebeian to enshrine such a jewel. They therefore agreed to put it in the castle, where it was greatly venerated, although it was useless and solemn as a museum piece. . . . And was he to permit the enemy in their advance toward the Marne to carry off this priceless treasure, as well as the other gorgeous things which he had accumulated with such patience Ah, no! His soul of a collector would be capable of the greatest heroism before he would let that go.
Cada día aportaba una ola nueva de malas noticias. Los periódicos decían poco; el gobierno hablaba con un lenguaje obscuro, que sumía el ánimo en perplejidades. Sin embargo, la verdad se abría paso misteriosamente, empujada por el pesimismo de los alarmistas y por los manejos de los espías enemigos que permanecían ocultos en París. Las gentes se comunicaban las fatales nuevas al oído: «
Ya han pasado la frontera...» «
Ya están en Lille...» Avanzaban á razón de cincuenta kilómetros por día. El nombre de von Kluck empezaba á hacerse familiar. Ingleses y franceses retrocedían ante el movimiento envolvente de los invasores. Algunos esperaban un nuevo Sedán. Desnoyers seguía el avance del enemigo yendo diariamente á la estación del Norte. Cada veinticuatro horas se achicaba el radio de circulación de los viajeros. Los avisos anunciando que no se expendían billetes para determinadas poblaciones del Norte indicaban cómo iban cayendo éstas, una tras otra, en poder del invasor. El empequeñecimiento del territorio nacional se efectuaba con una regularidad metódica, á razón de cincuenta kilómetros diarios. Con el reloj á la vista podía anunciarse á qué hora iban á saludar con sus lanzas los primeros hulanos la aparición de la torre Eiffel en el horizonte. Los trenes llegaban repletos, desbordando fuera de sus vagones los racimos de gentes.
Each day was bringing a fresh sheaf of bad news. The papers were saying little, and the Government was so veiling its communications that the mind was left in great perplexity. Nevertheless, the truth was mysteriously forcing its way, impelled by the pessimism of the alarmists, and the manipulation of the enemy′s spies who were remaining hidden in Paris. The fatal news was being passed along in whispers. "They have already crossed the frontier. . . ." "They are already in Lille." . . . They were advancing at the rate of thirty-five miles a day. The name of von Kluck was beginning to have a familiar ring. English and French were retreating before the enveloping progression of the invaders. Some were expecting another Sedan. Desnoyers was following the advance of the Germans, going daily to the Gare du Nord. Every twenty-four hours was lessening the radius of travel. Bulletins announcing that tickets would not be sold for the Northern districts served to indicate how these places were falling, one after the other, into the power of the invader. The shrinkage of national territory was going on with such methodical regularity that, with watch in hand, and allowing an advance of thirty-five miles daily, one might gauge the hour when the lances of the first Uhlans would salute the Eiffel tower. The trains were running full, great bunches of people overflowing from their coaches.
Y fué en estos momentos de general angustia cuando don Marcelo visitó á su amigo el senador Lacour para asombrarle con la más inaudita de las peticiones. Quería ir inmediatamente á su castillo. Cuando todos huían hacia París, él necesitaba marchar en dirección contraria. El senador no pudo creer lo que escuchaba.
In this time of greatest anxiety, Desnoyers again visited his friend, Senator Lacour, in order to astound him with the most unheard-of petitions. He wished to go immediately to his castle. While everybody else was fleeing toward Paris he earnestly desired to go in the opposite direction. The senator couldn′t believe his ears.
—¡Está usted loco!—exclamó—. Hay que salir de París, pero con dirección al Sur. A usted se lo digo solamente, y cállelo, porque es un secreto. Nos vamos de un momento á otro; todos nos vamos: el presidente, el gobierno, las Cámaras. Nos instalaremos en Burdeos, como en 1870. El enemigo va á llegar: es asunto de días... de horas. Sabemos poco de lo que ocurre, pero todas las noticias son malas. El ejército se mantiene firme, aún está intacto, pero se retira... se retira, cediendo terreno... Créame, lo mejor es marcharse de París. Gallieni lo defenderá, pero la defensa va á ser dura y penosa... Aunque caiga París, no por eso caerá Francia. Continuaremos la guerra si es necesario hasta la frontera de España... Pero esto es triste, ¡muy triste!
"You are beside yourself!" he exclaimed. "It is necessary to leave Paris, but toward the South. I will tell you confidentially, and you must not tell because it is a secret—we are leaving at any minute; we are all going, the President, the Government, the Chambers. We are going to establish ourselves at Bordeaux as in 1870. The enemy is surely approaching; it is only a matter of days . . . of hours. We know little of just what is happening, but all the news is bad. The army still holds firm, is yet intact, but retreating . . . retreating, all the time yielding ground. . . . Believe me, it will be better for you to leave Paris. Gallieni will defend it, but the defense is going to be hard and horrible. . . . Although Paris may surrender, France will not necessarily surrender. The war will go on if necessary even to the frontiers of Spain . . . but it is sad . . . very sad!"
Y ofreció á su amigo el llevarle con él en la retirada á Burdeos, que muy pocos conocían en aquellos momentos. Desnoyers movió la cabeza. No; deseaba ir al castillo de Villeblanche. Sus muebles... sus riquezas... su parque.
And he offered to take his friend with him in that flight to Bordeaux of which so few yet knew. Desnoyers shook his head. No; he wanted to go the castle of Villeblanche. His furniture . . . his riches . . . his parks.
—¡Pero va usted á caer prisionero!—protestó el senador—. ¡Tal vez lo maten!
"But you will be taken prisoner!" protested the senator. "Perhaps they will kill you!"
Un gesto de indiferencia fué la respuesta. Se consideraba con energías para luchar contra todos los ejércitos de Alemania defendiendo su propiedad. Lo importante era instalarse en ella, ¡y que se atreviese alguien á tocar lo suyo!... El senador miró con asombro á este burgués enfurecido por el sentimiento de la posesión. Se acordó de los mercaderes árabes, humildes y pacíficos ordinariamente, que pelean y mueren como fieras cuando los beduínos ladrones quieren apoderarse de sus géneros. El momento no era para discusiones: cada cual debía pensar en su propia suerte. El senador acabó por prestarse al deseo de su amigo. Si tal era su gusto, podía cumplirlo. Y consiguió con su influencia que saliese aquella misma noche en un tren militar que iba al encuentro del ejército.
A shrug of indifference was the only response. He considered himself energetic enough to struggle against the entire German army in the defense of his property. The important thing was to get there, and then—just let anybody dare to touch his things! . . . The senator looked with astonishment at this civilian infuriated by the lust of possession. It reminded him of some Arab merchants that he had once known, ordinarily mild and pacific, who quarrelled and killed like wild beasts when Bedouin thieves seized their wares. This was not the moment for discussion, and each must map out his own course. So the influential senator finally yielded to the desire of his friend. If such was his pleasure, let him carry it through! So he arranged that his mad petitioner should depart that very night on a military train that was going to meet the army.
Este viaje puso en contacto á don Marcelo con el extraordinario movimiento que la guerra había desarrollado en las vías férreas. Su tren tardó catorce horas en salvar una distancia corrida en dos normalmente. Se componía de vagones de carga llenos de víveres y cartuchos, con las puertas cerradas y selladas. Un coche de tercera clase estaba ocupado por la escolta del tren: un pelotón de territoriales. En uno de segunda se instaló Desnoyers, con el teniente que mandaba este grupo y varios oficiales que iban á incorporarse á sus regimientos después de terminar las operaciones de movilización en las poblaciones que guarnecían antes de la guerra. Los vagones de cola contenían sus caballos.
That journey put Don Marcelo in touch with the extraordinary movement which the war had developed on the railroads. His train took fourteen hours to cover the distance normally made in two. It was made up of freight cars filled with provisions and cartridges, with the doors stamped and sealed. A third-class car was occupied by the train escort, a detachment of provincial guards. He was installed in a second-class compartment with the lieutenant in command of this guard and certain officials on their way to join their regiments after having completed the business of mobilization in the small towns in which they were stationed before the war.
Se detuvo el tren muchas veces para dejar paso á otros que se le adelantaban repletos de soldados ó volvían hacia París con muchedumbres fugitivas. Estos últimos estaban compuestos de plataformas de carga, y en ellas se apelotonaban mujeres, niños, ancianos, revueltos con fardos de ropas, maletas y carretillas que les habían servido para llevar hasta la estación todo lo que restaba de sus ajuares. Eran á modo de campamentos rodantes que se inmovilizaban muchas horas y hasta días en los apartaderos, dejando paso libre á los convoyes impulsados por las necesidades apremiantes de la guerra. La muchedumbre, habituada á las detenciones interminables, desbordaba fuera del tren, instalándose ante la locomotora muerta ó esparciéndose por los campos inmediatos.
…
The crowd, habituated to long detentions, was accustomed to getting out and settling down before the motionless locomotive, or scattering through the nearby fields.
En las estaciones de alguna importancia, todas las vías estaban ocupadas por rosarios de vagones. Las máquinas, á gran presión, silbaban, impacientes de partir. Los grupos de soldados dudaban ante los diversos trenes, equivocándose, descendiendo de unos coches para instalarse en otros. Los empleados, calmosos y con aire de fatiga, iban de un lado á otro guiando á los hombres, dando explicaciones, disponiendo la carga de montañas de objetos. En el convoy que llevaba á Desnoyers los territoriales dormitaban, acostumbrados á la monótona operación de dar escolta. Los encargados de los caballos habían abierto las puertas corredizas de los vagones, sentándose en el borde con las piernas colgantes. El tren marchaba lentamente en la noche, á través de los campos de sombra, deteniéndose ante los faros rojos para avisar su presencia con largos silbidos. En algunas estaciones se presentaban muchachas vestidas de blanco, con escarapelas y banderitas sobre el pecho. Día y noche estaban allí, reemplazándose, para que no pasase un tren sin recibir su visita. Ofrecían en cestas y bandejas sus obsequios á los soldados: pan, chocolate, frutas. Muchos, por hartura, intentaban resistirse, pero habían de ceder finalmente ante el gesto triste de las jóvenes. Hasta Desnoyers se vió asaltado por estos obsequios del entusiasmo patriótico.
In the stations of any importance all the tracks were occupied by rows of cars. High-pressure engines were whistling, impatient to be off. Groups of soldiers were hesitating before the different trains, making mistakes, getting out of one coach to enter others. The employees, calm but weary-looking, were going from side to side, giving explanations about mountains of all sorts of freight and arranging them for transport. In the convoy in which Desnoyers was placed the Territorials were sleeping, accustomed to the monotony of acting as guard. Those in charge of the horses had opened the sliding doors, seating themselves on the floor with their legs hanging over the edge. The train went very slowly during the night, across shadowy fields, stopping here and there before red lanterns and announcing its presence by prolonged whistling In some stations appeared young girls clad in white with cockades and pennants on their breasts. Day and night they were there, in relays, so that no train should pass through without a visit. They offered, in baskets and trays, their gifts to the soldiers—bread, chocolate, fruit. Many, already surfeited, tried to resist, but had to yield eventually before the pleading countenance of the maidens. Even Desnoyers was laden down with these gifts of patriotic enthusiasm.
Pasó gran parte de la noche hablando con sus compañeros de viaje. Los oficiales sólo tenían vagos indicios de dónde podrían encontrar á sus regimientos. Las operaciones de la guerra cambiaban diariamente su situación. Pero fieles al deber, seguían adelante, con la esperanza de llegar á tiempo para el combate decisivo. El jefe de la escolta llevaba realizados algunos viajes y era el único que se daba cuenta exacta de la retirada. Cada vez hacía el tren un trayecto menor. Todos parecían desorientados. ¿Por qué la retirada?... El ejército había sufrido reveses indudablemente, pero estaba entero, y según su opinión debía buscar el desquite en los mismos lugares. La retirada dejaba libre el avance del enemigo. ¿Hasta dónde iban á retroceder?... ¡Ellos que dos semanas antes discutían en sus guarniciones el punto de Bélgica donde recibirían los adversarios el golpe mortal y por qué lugares invadirían á Alemania las tropas victoriosas!...
He passed a great part of the night talking with his travelling companions. Only the officers had vague directions as to where they were to meet their regiments, for the operations of war were daily changing the situation. Faithful to duty, they were passing on, hoping to arrive in time for the decisive combat. The Chief of the Guard had been over the ground, and was the only one able to give any account of the retreat. After each stop the train made less progress. Everybody appeared confused. Why the retreat? . . . The army had undoubtedly suffered reverses, but it was still united and, in his opinion, ought to seek an engagement where it was. The retreat was leaving the advance of the enemy unopposed. To what point were they going to retreat? . . . They who two weeks before were discussing in their garrisons the place in Belgium where their adversaries were going to receive their death blow and through what places their victorious troops would invade Germany! . . .
Su decepción no revelaba desaliento. Una esperanza indeterminada pero firme emergía sobre sus vacilaciones: el generalísimo era el único que poseía el secreto de los sucesos. Y Desnoyers aprobó, con el entusiasmo ciego que le inspiraban las personas cuando depositaba en ellas su confianza. ¡Joffre!... El caudillo serio y tranquilo lo arreglaría todo finalmente. Nadie debía dudar de su fortuna: era de los hombres que dicen siempre la última palabra.
Their admission of the change of tactics did not reveal the slightest discouragement. An indefinite but firm hope was hovering triumphantly above their vacillations. The Generalissimo was the only one who possessed the secret of events. And Desnoyers approved with the blind enthusiasm inspired by those in whom we have confidence. Joffre! . . . That serious and calm leader would finally bring things out all right. Nobody ought to doubt his ability; he was the kind of man who always says the decisive word.
Al amanecer abandonó el vagón. «
Buena suerte.» Y estrechó las manos de aquellos jóvenes animosos, que iban á morir tal vez en breve plazo. El tren pudo seguir su camino inmediatamente al encontrar por casualidad la vía libre, y don Marcelo se vió solo en una estación. En tiempo normal salía de ella un ferrocarril secundario que pasaba por Villeblanche; pero el servicio estaba suspendido por falta de personal. Los empleados habían pasado á las grandes líneas, abarrotadas por los transportes de guerra.
At daybreak Don Marcelo left the train. "Good luck to you!" And he clasped the hands of the brave young fellows who were going to die, perhaps in a very short time. Finding the road unexpectedly open, the train started immediately and Desnoyers found himself alone in the station. In normal times a branch road would have taken him on to Villeblanche, but the service was now suspended for lack of a train crew. The employees had been transferred to the lines crowded with the war transportation.
Inútilmente buscó, con los más generosos ofrecimientos, un caballo, un simple carretón tirado por una bestia cualquiera, para continuar su viaje. La movilización acaparaba lo mejor, y los demás medios de transporte habían desaparecido con la fuga de los medrosos. Había que hacer á pie una marcha de quince kilómetros. El viejo no vaciló: ¡adelante! Y empezó á caminar por una carretera blanca, recta, polvorienta, entre tierras llanas é iguales que se sucedían hasta el infinito. Algunos grupos de árboles, algunos setos verdes y las techumbres de varias granjas alteraban la monotonía del paisaje. Los campos estaban cubiertos de rastrojos de la cosecha reciente. Los pajares abullonaban el suelo con sus conos amarillentos, que empezaban á obscurecerse tomando un tono de oro oxidado. En las vallas aleteaban los pájaros sacudiendo el rocío del amanecer.
In vain he sought, with most generous offers, a horse, a simple cart drawn by any kind of old beast, in order to continue his trip. The mobilization had appropriated the best, and all other means of transportation had disappeared with the flight of the terrified. He would have to walk the eight miles. The old man did not hesitate. Forward March! And he began his course along the dusty, straight, white highway running between an endless succession of plains. Some groups of trees, some green hedges and the roofs of various farms broke the monotony of the countryside. The fields were covered with stubble from the recent harvest. The haycocks dotted the ground with their yellowish cones, now beginning to darken and take on a tone of oxidized gold. In the valleys the birds were flitting about, shaking off the dew of dawn.
Los primeros rayos del sol anunciaron un día caluroso. En torno de los pajares vió Desnoyers una agitación de personas que se levantaban, sacudiendo sus ropas y despertando á otras todavía dormidas. Eran fugitivos que habían acampado en las inmediaciones de la estación, esperando un tren que les llevase lejos, sin saber con certeza adónde deseaban ir. Unos procedían de lejanos departamentos: habían oído el cañón, habían visto aproximarse la guerra, y llevaban varios días de marcha á la ventura. Otros, al sentir el contagio de este pánico, habían huído igualmente, temiendo conocer los mismos horrores... Vió madres con sus pequeños en los brazos; ancianos doloridos que sólo podían avanzar con una mano en el bastón y otra en el brazo de alguno de su familia; viejas arrugadas é inmóviles como momias, que dormían y viajaban tendidas en una carretilla. Al despertar el sol á este tropel miserable se buscaban unos á otros con paso torpe, entumecidos aún por la noche, reconstituyendo los mismos grupos del día anterior. Muchos avanzaban hacia la estación con la esperanza de un tren que nunca llegaba á formarse, creyendo ser más dichosos en el día que acababa de nacer. Algunos seguían su camino á lo largo de los rieles, pensando que la suerte les sería más propicia en otro lugar.
The first rays of the sun announced a very hot day. Around the hay stacks Desnoyers saw knots of people who were getting up, shaking out their clothes, and awaking those who were still sleeping. They were fugitives camping near the station in the hope that some train would carry them further on, they knew not where. Some had come from far-away districts; they had heard the cannon, had seen war approaching, and for several days had been going forward, directed by chance. Others, infected with the contagion of panic, had fled, fearing to know the same horrors. . . . Among them he saw mothers with their little ones in their arms, and old men who could only walk with a cane in one hand and the other arm in that of some member of the family, and a few old women, withered and motionless as mummies, who were sleeping as they were trundled along in wheelbarrows. When the sun awoke this miserable band they gathered themselves together with heavy step, still stiffened by the night. Many were going toward the station in the hope of a train which never came, thinking that, perhaps, they might have better luck during the day that was just dawning. Some were continuing their way down the track, hoping that fate might be more propitious in some other place.
Don Marcelo anduvo toda la mañana. La cinta blanca y rectilínea del camino estaba moteada de grupos que venían hacia él, semejantes en lontananza á un rosario de hormigas. No vió un solo caminante que siguiese su misma dirección. Todos huían hacia el Sur; y al encontrar á este señor de la ciudad, que marchaba bien calzado, con bastón de paseo y sombrero de paja, hacían un gesto de extrañeza. Le creían tal vez un funcionario, un personaje, alguien del gobierno, al verle avanzar solo hacia el país que abandonaban á impulsos del terror.
Don Marcelo walked all the morning long. The white, rectilinear ribbon of roadway was spotted with approaching groups that on the horizon line looked like a file of ants. He did not see a single person going in his direction. All were fleeing toward the South, and on meeting this city gentleman, well-shod, with walking stick and straw hat, going on alone toward the country which they were abandoning in terror, they showed the greatest astonishment. They concluded that he must be some functionary, some celebrity from the Government.
A mediodía pudo encontrar un pedazo de pan, un poco de queso y una botella de vino blanco en una taberna inmediata al camino. El dueño estaba en la guerra, la mujer gemía en la cama. La madre, una vieja algo sorda, rodeada de sus nietos, seguía desde la puerta este desfile de fugitivos que duraba tres días. «
¿Por qué huyen, señor?—dijo al caminante—. La guerra sólo interesa á los soldados. Nosotros, gentes del campo, no hacemos mal á nadie y nada debemos temer.»
At midday he was able to get a bit of bread, a little cheese and a bottle of white wine from a tavern near the road. The proprietor was at the front, his wife sick and moaning in her bed. The mother, a rather deaf old woman surrounded by her grandchildren, was watching from the doorway the procession of fugitives which had been filing by for the last three days. "Monsieur, why do they flee?" she said to Desnoyers. "War only concerns the soldiers. We countryfolk have done no wrong to anybody, and we ought not to be afraid."
Cuatro horas después, al bajar una de las pendientes que forman el valle del Marne, vió á lo lejos los tejados de Villeblanche en torno de su iglesia, y emergiendo de una arboleda las caperuzas de pizarra que remataban los torreones de su castillo.
Four hours later, on descending one of the hills that bounded the valley of the Marne, he saw afar the roofs of Villeblanche clustered around the church, and further on, beyond a little grove, the slatey points of the round towers of his castle.
Las calles del pueblo estaban desiertas. Sólo en los alrededores de la plaza vió sentadas algunas mujeres, como en las tardes plácidas de otros veranos. La mitad del vecindario había huído; la otra mitad permanecía en sus hogares, por rutina sedentaria, engañándose con un ciego optimismo. Si llegaban los prusianos, ¿qué podían hacerles?... Obedecerían sus órdenes sin intentar ninguna resistencia, y á un pueblo que obedece no es posible castigarlo... Todo era preferible antes que perder unas viviendas levantadas por sus antepasados y de las que nunca habían salido.
The streets of the village were deserted. Only on the outer edges of the square did he see some old women sitting as in the placid evenings of bygone summers. Half of the neighborhood had fled; the others were staying by their firesides through sedentary routine, or deceiving themselves with a blind optimism. If the Prussians should approach, what could they do to them? . . . They would obey their orders without attempting any resistance, and it is impossible to punish people who obey. . . . Anything would be preferable to losing the homes built by their forefathers which they had never left.
En la plaza vió, formando un grupo, al alcalde y los principales habitantes. Todos ellos, así como las mujeres, miraron con asombro al dueño del castillo. Era la más inesperada de las apariciones. Cuando tantos huían hacia París, este parisién venía á juntarse con ellos, participando de su suerte. Una sonrisa de afecto, una mirada de simpatía, parecieron atravesar su áspera corteza de rústicos desconfiados. Hacía mucho tiempo que Desnoyers vivía en malas relaciones con el pueblo entero. Sostenía ásperamente sus derechos, sin admitir tolerancias en asuntos de propiedad. Habló muchas veces de procesar al alcalde y enviar á la cárcel á la mitad del vecindario, y sus enemigos le contestaban invadiendo traidoramente sus tierras, matando su caza, abrumándolo con reclamaciones judiciales y pleitos incoherentes... Su odio al municipio le había aproximado al cura, por vivir éste en franca hostilidad contra el alcalde. Pero sus relaciones con la Iglesia fueron tan infructuosas como sus luchas con el Estado. El cura era un bonachón, al que encontraba cierto parecido físico con Renán, y que únicamente se preocupaba de sacarle limosnas para los pobres, llevando su atrevimiento bondadoso hasta excusar á los merodeadores de su propiedad.
In the square he saw the mayor and the principal inhabitants grouped together. Like the women, they all stared in astonishment at the owner of the castle. He was the most unexpected of apparitions. While so many were fleeing toward Paris, this Parisian had come to join them and share in their fate. A smile of affection, a look of sympathy began to appear on the rough, bark-like countenances of the suspicious rustics. For a long time Desnoyers had been on bad terms with the entire village. He had harshly insisted on his rights, showing no tolerance in matters touching his property. He had spoken many times of bringing suit against the mayor and sending half of the neighborhood to prison, so his enemies had retaliated by treacherously invading his lands, poaching in his hunting preserves, and causing him great trouble with counter-suits and involved claims. His hatred of the community had even united him with the priest because he was on terms of permanent hostility with the mayor. But his relations with the Church turned out as fruitless as his struggles with the State. The priest was a kindly old soul who bore a certain resemblance to Renan, and seemed interested only in getting alms for his poor out of Don Marcelo, even carrying his good-natured boldness so far as to try to excuse the marauders on his property.
¡Cuán lejanas le parecían ahora las luchas sostenidas hasta un mes antes!... El millonario experimentó una gran sorpresa al ver cómo el sacerdote, saliendo de su casa para entrar en la iglesia, saludaba al pasar al alcalde con una sonrisa amistosa.
How remote these struggles of a few months ago now seemed to him! . . . The millionaire was greatly surprised to see the priest, on leaving his house to enter the church, greet the mayor as he passed, with a friendly smile.
Después de largos años de mutismo hostil se habían encontrado en la tarde del 1.º de Agosto al pie de la torre de la iglesia. La campana sonaba á rebato para anunciar la movilización á los hombres que estaban en los campos. Y los dos enemigos, instintivamente, se habían estrechado la mano. ¡Todos franceses! Esta unanimidad afectuosa salía también al encuentro del odiado señor del castillo. Tuvo que saludar á un lado y á otro, apretando manos duras. Las gentes prorrumpían á sus espaldas en cariñosas rectificaciones. «
Un hombre bueno, sin más defecto que la violencia de su carácter...» Y el señor Desnoyers conoció por unos minutos el grato ambiente de la popularidad.
After long years of hostile silence they had met on the evening of August first at the foot of the church tower. The bell was ringing the alarm, announcing the mobilization to the men who were in the field—and the two enemies had instinctively clasped hands. All French! This affectionate unanimity also came to meet the detested owner of the castle. He had to exchange greetings first on one side, then on the other, grasping many a horny hand. Behind his back the people broke out into kindly excuses—"A good man, with no fault except a little bad temper. . . ." And in a few minutes Monsieur Desnoyers was basking in the delightful atmosphere of popularity.
Al verse en el castillo dió por bien empleada la fatiga de la marcha, que hacía temblar sus piernas. Nunca le había parecido tan grande y majestuoso su parque como en este atardecer de verano; nunca tan blancos los cisnes que se deslizaban, dobles por el reflejo, sobre las aguas muertas; nunca tan señorial el edificio, cuya imagen repetía invertida el verde espejo de los fosos. Sintió necesidad de ver inmediatamente los establos con sus animales vacunos; luego echó una ojeada á las cuadras vacías. La movilización se había llevado sus mejores caballos de labor. Igualmente había desaparecido su personal. El encargado de los trabajos y varios mozos estaban en el ejército. En todo el castillo sólo quedaba el conserje, un hombre de más de cincuenta años, enfermo del pecho, con su familia, compuesta de su mujer y una hija. Los tres cuidaban de llenar los pesebres de las vacas, ordeñando de tarde en tarde sus ubres olvidadas.
As the iron-willed old gentleman approached his castle he concluded that, although the fatigue of the long walk was making his knees tremble, the trip had been well worth while. Never had his park appeared to him so extensive and so majestic as in that summer twilight, never so glistening white the swans that were gliding double over the quiet waters, never so imposing the great group of towers whose inverted images were repeated in the glassy green of the moats. He felt eager to see at once the stables with their herds of animals; then a brief glance showed him that the stalls were comparatively empty. Mobilization had carried off his best work horses; the driving and riding horses also had disappeared. Those in charge of the grounds and the various stable boys were also in the army. The Warden, a man upwards of fifty and consumptive, was the only one of the personnel left at the castle. With his wife and daughter he was keeping the mangers filled, and from time to time was milking the neglected cows.
En el interior del edificio volvió á congratularse de la resolución que le había arrastrado hasta allí. ¡Cómo abandonar tales riquezas!... Contempló los cuadros, las vitrinas, los muebles, los cortinajes, todo bañado en oro por el resplandor moribundo del día, y sintió el orgullo de la posesión. Este orgullo le infundió un valor absurdo, inverosímil, como si fuese un ser gigantesco procedente de otro planeta y toda la humanidad que le rodeaba un simple hormiguero que podía borrar con los pies. ¡Que viniesen los enemigos! Se consideraba con fuerzas para defenderse de todos ellos... Luego, al arrancarle la razón de su delirio heroico, intentó tranquilizarse con un optimismo falto igualmente de solidez. No vendrían. El no sabía por qué, pero le anunciaba el corazón que los enemigos no llegarían hasta allí.
Within the noble edifice he again congratulated himself on the adamantine will which had brought him thither. How could he ever give up such riches! . . . He gloated over the paintings, the crystals, the draperies, all bathed in gold by the splendor of the dying day, and he felt more than proud to be their possessor. This pride awakened in him an absurd, impossible courage, as though he were a gigantic being from another planet, and all humanity merely an ant hill that he could grind under foot. Just let the enemy come! He could hold his own against the whole lot! . . . Then, when his common sense brought him out of his heroic delirium, he tried to calm himself with an equally illogical optimism. They would not come. He did not know why it was, but his heart told him that they would not get that far.
La mañana siguiente la pasó recorriendo los prados artificiales que había formado detrás del parque, lamentando el abandono en que estaban por la marcha de sus hombres, intentando abrir las compuertas para dar un riego al pasto, que empezaba á secarse. Las viñas alineaban sus masas de pámpanos á lo largo de los alambrados que las servían de sostén. Los racimos repletos, próximos á la madurez, asomaban entre las hojas sus triángulos granulados. ¡Ay, quién recogería esta riqueza!...
He passed the following morning reconnoitering the artificial meadows that he had made behind the park, lamenting their neglected condition due to the departure of the men, trying himself to open the sluice gates so as to give some water to the pasture lands which were beginning to dry up. The grape vines were extending their branches the length of their supports, and the full bunches, nearly ripe, were beginning to show their triangular lusciousness among the leaves. Ay, who would gather this abundant fruit! . . .
Por la tarde notó un movimiento extraordinario en el pueblo. Georgette, la hija del conserje, trajo la noticia de que empezaban á pasar por la calle principal automóviles enormes, muchos automóviles, y soldados franceses, muchos soldados. Al poco rato se inició el desfile por una carretera inmediata al castillo, que conducía al puente sobre el Marne. Eran camiones cerrados ó abiertos que aún conservaban sus antiguos rótulos comerciales bajo la capa de polvo endurecido y las salpicaduras de barro. Muchos de ellos ostentaban títulos de empresas de París; otros el nombre social de establecimientos de provincias. Y juntos con estos vehículos industriales requisados por la movilización pasaron otros procedentes del servicio público, que causaban en Desnoyers el mismo efecto que unos rostros amigos entrevistos en una muchedumbre desconocida. Eran ómnibus de París que aún mantenían en su parte alta los nombres indicadores de sus antiguos trayectos: Madeleine-Bastille, Passy-Bourse, etc. Tal vez había viajado él muchas veces en estos mismos vehículos, despintados, aviejados por veinte días de actividad intensa, con las planchas abolladas, los hierros torcidos, sonando á desvencijamiento y perforados como cribas.
By afternoon he noted an extraordinary amount of movement in the village. Georgette, the Warden′s daughter, brought the news that many enormous automobiles and soldiers, French soldiers, were beginning to pass through the main street. In a little while a procession began filing past on the high road near the castle, leading to the bridge over the Marne. This was composed of motor trucks, open and closed, that still had their old commercial signs under their covering of dust and spots of mud. Many of them displayed the names of business firms in Paris, others the names of provincial establishments. With these industrial vehicles requisitioned by mobilization were others from the public service which produced in Desnoyers the same effect as a familiar face in a throng of strangers. On their upper parts were the names of their old routes:—"Madeleine-Bastille, Passy-Bourne," etc. Probably he had travelled many times in these very vehicles, now shabby and aged by twenty days of intense activity, with dented planks and twisted metal, perforated like sieves, but rattling crazily on.
Unos carruajes ostentaban redondeles blancos con el centro cortado por la cruz roja; otros tenían como marca letras y cifras que sólo podían entender los iniciados en los secretos de la administración militar. Y en todos estos vehículos, que únicamente conservaban nuevos y vigorosos sus motores, vió soldados, muchos soldados, pero todos heridos, con la cabeza y las piernas entrapajadas, rostros pálidos que una barba crecida hacía aún más trágicos, ojos de fiebre que miraban fijamente, bocas dilatadas como si se hubiese solidificado en ellas el gemido del dolor. Médicos y enfermeros ocupaban varios carruajes de este convoy. Algunos pelotones de jinetes lo escoltaban. Y entre la lenta marcha de monturas y automóviles pasaban grupos de soldados á pie, con el capote desabrochado ó pendiente de las espaldas lo mismo que una capa; heridos que podían caminar y bromeaban y cantaban, unos con un brazo fajado sobre el pecho, otros con la cabeza vendada, transparentándose á través de la tela el rezumamiento interior de la sangre.
Some of the conveyances displayed white discs with a red cross in the center; others had certain letters and figures comprehensible only to those initiates in the secrets of military administration. Within these vehicles—the only new and strong motors—he saw soldiers, many soldiers, but all wounded, with head and legs bandaged, ashy faces made still more tragic by their growing beards, feverish eyes looking fixedly ahead, mouths so sadly immobile that they seemed carven by agonizing groans. Doctors and nurses were occupying various carriages in this convoy escorted by several platoons of horsemen. And mingled with the slowly moving horses and automobiles were marching groups of foot-soldiers, with cloaks unbuttoned or hanging from their shoulders like capes—wounded men who were able to walk and joke and sing, some with arms in splints across their breasts, others with bandaged heads with clotted blood showing through the thin white strips.
El millonario quiso hacer algo por ellos; pero apenas intentó distribuir unas botellas de vino, unos panes, lo primero que encontró á mano, se interpuso un médico, apostrofándole como si cometiese un delito. Sus regalos podían resultar fatales. Y tuvo que permanecer al borde del camino, impotente y triste, siguiendo con ojos sombríos el convoy doloroso... Al cerrar la noche ya no fueron vehículos cargados de hombres enfermos los que desfilaban. Vió centenares de camiones, unos cerrados herméticamente, con la prudencia que imponen las materias explosivas; otros con fardos y cajas que esparcían un olor mohoso de víveres. Luego avanzaron grandes manadas de bueyes, que se arremolinaban en las angosturas del camino, siguiendo adelante bajo el palo y los gritos de los pastores con kepis.
The millionaire longed to do something for these brave fellows, but he had hardly begun to distribute some bottles of wine and loaves of bread before a doctor interposed, upbraiding him as though he had committed a crime. His gifts might result fatally. So he had to stand beside the road, sad and helpless, looking after the sorrowful convoy. . . . By nightfall the vehicles filled with the sick were no longer filing by. He now saw hundreds of drays, some hermetically sealed with the prudence that explosive material requires, others with bundles and boxes that were sending out a stale odor of provisions. Then came great herds of cattle raising thick, whirling clouds of dust in the narrow parts of the road, prodded on by the sticks and yells of the shepherds in kepis.
Pasó la noche desvelado por sus pensamientos. Era la retirada de que hablaban las gentes en París, pero que muchos no querían creer; la retirada llegando hasta allí y continuando su retroceso indefinido, pues nadie sabía cual iba á ser su límite. El optimismo le sugirió una esperanza inverosímil. Tal vez esta retirada comprendía únicamente los hospitales, los almacenes, todo lo que se estaciona á espaldas de un ejército. Las tropas querían estar libres de impedimenta, para moverse con más agilidad, y la enviaban lejos por ferrocarriles y carreteras. Así debía ser. Y en los ruidos que persistieron durante toda la noche sólo quiso adivinar el paso de vehículos llenos de heridos, de municiones, de víveres, iguales á los que habían desfilado por la tarde.
His thoughts kept him wakeful all night. This, then, was the retreat of which the people of Paris were talking, but in which many wished not to believe—the retreat reaching even there and continuing its indefinite retirement, since nobody knew what its end might be. . . . His optimism aroused a ridiculous hope. Perhaps this was only the retreat of the hospitals and stores which always follows an army. The troops, wishing to be rid of impedimenta, were sending them forward by railway and highway. That must be it. So all through the night, he interpreted the incessant bustle as the passing of vehicles filled with the wounded, with munitions and eatables, like those which had filed by in the afternoon.
Cerca del amanecer, el cansancio le hizo dormirse, y despertó bien entrado el día. Su primera mirada fué para el camino. Lo vió lleno de hombres y de caballos que tiraban de objetos rodantes. Pero los hombres llevaban fusiles y formaban batallones, regimientos. Las bestias arrastraban piezas de artillería. Era un ejército... era la retirada.
Toward morning he fell asleep through sheer weariness, and when he awoke late in the day his first glance was toward the road. He saw it filled with men and horses dragging some rolling objects. But these men were carrying guns and were formed in battalions and regiments. The animals were pulling the pieces of artillery. It was an army. . . . It was the retreat!
Desnoyers corrió al borde del camino para convencerse mejor de la verdad.
Desnoyers ran to the edge of the road to be more convinced of the truth.
¡Ay! Eran regimientos como los que él había visto partir de las estaciones de París... pero con aspecto muy distinto. Los capotes azules se habían convertido en vestiduras andrajosas y amarillentas; los pantalones rojos blanqueaban con un color de ladrillo mal cocido; los zapatos eran bolas de barro. Los rostros tenían una expresión feroz, con regueros de polvo y sudor en todas sus grietas y oquedades, con barbas recién crecidas, agudas como púas, con un gesto de cansancio que revelaba el deseo de hacer alto, de quedarse allí mismo para siempre, matando ó muriendo, pero sin dar un paso más. Caminaban... caminaban... caminaban. Algunas marchas habían durado treinta horas. El enemigo iba sobre sus huellas, y la orden era de andar y no combatir, librándose por ligereza de pies de los movimientos envolventes intentados por el invasor. Los jefes adivinaban el estado de ánimo de sus hombres. Podían exigir el sacrificio de su vida, ¡pero ordenarles que marchasen día y noche, siempre huyendo del enemigo, cuando no se consideraban derrotados, cuando sentían gruñir en su interior la cólera feroz, madre del heroísmo!... Las miradas de desesperación buscaban al oficial inmediato, á los jefes, al mismo coronel. ¡No podían más! Una marcha enorme, anonadadora, en tan pocos días, ¿y para qué?... Los superiores, que sabían lo mismo que ellos, parecían contestar con los ojos, como si poseyesen un secreto: «
¡Animo! Otro esfuerzo... Esto va á terminar muy pronto.»
Alas, they were regiments such as he had seen leaving the stations of Paris. . . . But with what a very different aspect! The blue cloaks were now ragged and yellowing garments, the trousers faded to the color of a half-baked brick, the shoes great cakes of mud. The faces had a desperate expression, with layers of dust and sweat in all their grooves and openings, with beards of recent growth, sharp as spikes, with an air of great weariness showing the longing to drop down somewhere forever, killing or dying, but without going a step further. They were tramping . . . tramping . . . tramping! Some marches had lasted thirty hours at a stretch. The enemy was on their tracks, and the order was to go on and not to fight, freeing themselves by their fleet-footedness from the involved movements of the invader. The chiefs suspected the discouraged exhaustion of their men. They might exact of them complete sacrifice of life—but to order them to march day and night, forever fleeing before the enemy when they did not consider themselves vanquished, when they were animated by that ferocious wrath which is the mother of heroism! . . . Their despairing expressions mutely sought the nearest officers, the leaders, even the colonel. They simply could go no further! Such a long, devastating march in such a few days, and what for? . . . The superior officers, who knew no more than their men, seemed to be replying with their eyes, as though they possessed a secret—"Courage! One more effort! . . . This is going to come to an end very soon."
Las bestias, vigorosas, pero desprovistas de imaginación, resistían menos que los hombres. Su aspecto era deplorable. ¿Cómo podían ser los mismos caballos fuertes y de pelo lustroso que él había visto en los desfiles de París á principios del mes anterior? Una campaña de veinte días los había envejecido y agotado. Su mirada opaca parecía implorar piedad. Estaban flacos, con una delgadez que hacía sobresalir las aristas de su osamenta y aumentaba el abultamiento de sus ojos. Los arneses, al moverse, descubrían su piel con los pelos arrancados y sangrientas desolladuras. Avanzaban con un tirón supremo, concentrando sus últimas fuerzas, como si la razón de los hombres obrase sobre sus obscuros instintos. Algunos no podían más y se desplomaban de pronto, abandonando á sus compañeros de fatiga. Desnoyers presenció cómo los artilleros los despojaban rápidamente de sus arneses, volteándolos hasta sacarlos del camino para que no estorbasen la circulación. Allí quedaban, mostrando su esquelética desnudez, disimulada hasta entonces por los correajes, con las patas rígidas y los ojos vidriosos y fijos, como si espiasen el revoloteo de las primeras moscas atraídas por su triste carroña.
The vigorous beasts, having no imagination, were resisting less than the men, but their aspect was deplorable. How could these be the same strong horses with glossy coats that he had seen in the Paris processions at the beginning of the previous month? A campaign of twenty days had aged and exhausted them; their dull gaze seemed to be imploring pity. They were weak and emaciated, the outline of their skeletons so plainly apparent that it made their eyes look larger. Their harness, as they moved, showed the skin raw and bleeding. Yet they were pushing on with a mighty effort, concentrating their last powers, as though human demands were beyond their obscure instincts. Some could go no further and suddenly collapsed from sheer fatigue. Desnoyers noticed that the artillerymen rapidly unharnessed them, pushing them out of the road so as to leave the way open for the rest. There lay the skeleton-like frames with stiffened legs and glassy eyes staring fixedly at the first flies already attracted by their miserable carrion.
Los cañones pintados de gris, las cureñas, los armones, todo lo había visto don Marcelo limpio y brillante, con ese frote amoroso que el hombre ha dedicado á las armas desde épocas remotas, más tenaz que el de la mujer con los objetos del hogar. Ahora todo parecía sucio, con la pátina del uso sin medida, con el desgaste de un inevitable abandono: las ruedas estaban deformadas exteriormente por el barro, el metal obscurecido por los vapores de la explosión, la pintura gris manchada por el musgo de la humedad.
The cannons painted gray, the gun-carriages, the artillery equipment, all that Don Marcelo had seen clean and shining with the enthusiastic friction that man has given to arms from remote epochs—even more persistent than that which woman gives to household utensils—were now dirty, overlaid with the marks of endless use, with the wreckage of unavoidable neglect. The wheels were deformed with mud, the metal darkened by the smoke of explosion, the gray paint spotted with mossy dampness.
En los espacios libres de este desfile, en los paréntesis abiertos entre una batería y un regimiento, corrían pelotones de paisanos: grupos miserables que la invasión echaba por delante; poblaciones enteras que se habían disgregado siguiendo al ejército en su retirada. El avance de una nueva unidad los hacía salir del camino, continuando su marcha á través de los campos. Luego, al menor claro en la masa de tropas, volvían á deslizarse por la superficie blanca é igual de la carretera. Eran madres que empujaban carretones con pirámides de muebles y chiquillos; enfermos que casi se arrastraban; octogenarios llevados en hombros por sus nietos; abuelos que sostenían niños en sus brazos; ancianas con pequeños agarrados á sus faldas como una nidada silenciosa.
In the free spaces in this file, in the parentheses opened between battery and regiment, were sandwiched crowds of civilians—miserable groups driven on by the invasion, populations of entire towns that had disintegrated, following the army in its retreat. The approach of a new division would make them leave the road temporarily, continuing their march in the adjoining fields. Then at the slightest opening in the troops they would again slip along the white and even surface of the highway. They were mothers who were pushing hand-carts heaped high with pyramids of furniture and tiny babies, the sick who could hardly drag themselves along, old men carried on the shoulders of their grandsons, old women with little children clinging to their skirts—a pitiful, silent brood.
Nadie se opuso ahora á la liberalidad del dueño del castillo. Toda su bodega pareció desbordarse hacia la carretera. Rodaban los toneles de la última cosecha, y los soldados llenaban en el chorro rojo el cazo de metal pendiente de su cintura. Luego, el vino embotellado iba saliendo á luz por orden de fechas, perdiéndose instantáneamente en este río de hombres que pasaba y pasaba. Desnoyers contempló con orgullo los efectos de su munificencia. La sonrisa reaparecía en los rostros fieros; la broma francesa saltaba de fila en fila; al alejarse los grupos iniciaban una canción.
Nobody now opposed the liberality of the owner of the castle. His entire vintage seemed to be overflowing on the highway. Casks from the last grape-gathering were rolled out to the roadside, and the soldiers filled the metal ladles hanging from their belts with the red stream. Then the bottled wine began making its appearance by order of date, and was instantly lost in the river of men continually flowing by. Desnoyers observed with much satisfaction the effects of his munificence. The smiles were reappearing on the despairing faces, the French jest was leaping from row to row, and on resuming their march the groups began to sing.
Luego se vió en la plaza del pueblo entre varios oficiales que daban un corto descanso á sus caballos antes de reincorporarse á la columna. Con la frente contraída y los ojos sombríos, hablaban de esta retirada inexplicable para ellos. Días antes, en Guisa, habían infligido una derrota á sus perseguidores. Y sin embargo, continuaban retrocediendo, obedientes á una orden terminante y severa. «
No comprendemos...—decían—. No comprendemos.» La marea ordenada y metódica arrastraba á estos hombres que deseaban batirse y tenían que retirarse. Todos sufrían la misma duda cruel: «
No comprendemos.» Y su duda hacía aún más dolorosa la marcha incesante, una marcha que duraba día y noche con sólo breves descansos, alarmados los jefes de cuerpo á todas horas por el temor de verse cortados y separados del resto del ejército. «
Un esfuerzo más, hijos míos. ¡Animo! Pronto descansaremos.» Las columnas, en su retirada, cubrían centenares de kilómetros. Desnoyers sólo veía una de ellas. Otras y otras efectuaban idéntico retroceso á la misma hora, abarcando una mitad de la anchura de Francia. Todas iban hacia atrás con igual obediencia desalentada, y sus hombres repetían indudablemente lo mismo que los oficiales: «
No comprendemos... No comprendemos.»
Then he went to see the officers who in the village square were giving their horses a brief rest before rejoining their columns. With perplexed countenances and heavy eyes they were talking among themselves about this retreat, so incomprehensible to them all. Days before in Guise they had routed their pursuers, and yet now they were continually withdrawing in obedience to a severe and endless order. "We do not understand it," they were saying. "We do not understand." An ordered and methodical tide was dragging back these men who wanted to fight, yet had to retreat. All were suffering the same cruel doubt. "We do not understand And doubt was making still more distressing this day-and-night march with only the briefest rests—because the heads of the divisions were in hourly fear of being cut off from the rest of the army. "One effort more, boys! Courage! Soon we shall rest!" The columns in their retirement were extending hundreds of miles. Desnoyers was seeing only one division. Others and still others were doing exactly this same thing at that very hour, their recessional extending across half of France. All, with the same disheartened obedience, were falling back, the men exclaiming the same as the officials, "We don′t understand. We don′t understand!"
Don Marcelo experimentó de pronto la tristeza y la desorientación de estos militares. Tampoco él comprendía. Vió lo inmediato, lo que todos podían ver: el territorio invadido sin que los alemanes encontrasen una resistencia tenaz; departamentos enteros, ciudades, pueblos, muchedumbres quedando en poder del enemigo á espaldas de un ejército que retrocedía incesantemente. Su entusiasmo cayó de golpe como un globo que se deshincha. Reapareció su antiguo pesimismo. Las tropas mostraban energía y disciplina; pero ¿de qué podía servir esto si se retiraban casi sin combatir, imposibilitadas, por una orden severa, de defender el terreno? «
Lo mismo que en el 70», pensó. Exteriormente había más orden, pero el resultado iba á ser el mismo.
Don Marcelo soon felt the same sadness and bewilderment as these soldiers. He didn′t understand, either. He saw the obvious thing, what all were able to see—the territory invaded without the Germans encountering any stubborn resistance;—entire counties, cities, villages, hamlets remaining in the power of the enemy, at the back of an army that was constantly withdrawing. His enthusiasm suddenly collapsed like a pricked balloon, and all his former pessimism returned. The troops were displaying energy and discipline; but what did that amount to if they had to keep retreating all the time, unable on account of strict orders to fight or defend the land? "Just as it was in the ′70′s," he sighed. "Outwardly there is more order, but the result is going to be the same."
Como un eco que respondiese negativamente á su tristeza, oyó la voz de un soldado hablando con un campesino:
As though a negative reply to his faint-heartedness, he overheard the voice of a soldier reassuring a farmer:
—Nos retiramos, pero es para saltar con más fuerza sobre los boches. El abuelo Joffre se los meterá en el bolsillo á la hora y en el sitio que escoja.
"We are retreating, yes—only that we may pounce upon the Boches with more strength. Grandpa Joffre is going to put them in his pocket when and where he will."
Se reanimó Desnoyers al oir el nombre del general. Tal vez este soldado, que mantenía intacta su fe á través de las marchas interminables y desmoralizantes, presentía la verdad mejor que los oficiales razonadores y estudiosos.
The mere sound of the Marshal′s name revived Don Marcelo′s hope. Perhaps this soldier, who was keeping his faith intact in spite of the interminable and demoralizing marches, was nearer the truth than the reasoning and studious officers.
El resto del día lo pasó haciendo regalos á los últimos grupos de la columna. Su bodega se iba vaciando. Por orden de fechas continuaban esparciéndose los miles de botellas almacenadas en los subterráneos del castillo. Al cerrar la noche fueron botellas cubiertas por el polvo de muchos años lo que entregó á los hombres que le parecían débiles. Así como la columna desfilaba iba ofreciendo un aspecto más triste de cansancio y desgaste. Pasaban los rezagados, arrastrando con desaliento los pies en carne viva dentro de sus zapatos. Algunos se habían librado de este encierro torturante y marchaban descalzos, con los pesados borceguíes pendientes de un hombro, dejando en el suelo manchas de sangre. Pero todos, abrumados por una fatiga mortal, conservaban sus armas y sus equipos, pensando en el enemigo que estaba cerca.
He passed the rest of the day making presents to the last detachments of the column. His wine cellars were gradually emptying. By order of dates, he continued distributing thousands of bottles stored in the subterranean parts of the castle. By evening he was giving to those who appeared weakest bottles covered with the dust of many years. As the lines filed by the men seemed weaker and more exhausted. Stragglers were now passing, painfully drawing their raw and bleeding feet from their shoes. Some had already freed themselves from these torture cases and were marching barefoot, with their heavy boots hanging from their shoulders, and staining the highway with drops of blood. Although staggering with deadly fatigue, they kept their arms and outfits, believing that the enemy was near.
La liberalidad de Desnoyers produjo estupefacción en muchos de ellos. Estaban acostumbrados á atravesar el suelo patrio teniendo que luchar con el egoísmo del cultivador. Nadie ofrecía nada. El miedo al peligro hacía que los habitantes de los campos escondiesen sus víveres, negándose á facilitar el menor socorro á los compatriotas que se batían por ellos.
Desnoyers′ liberality stupefied many of them. They were accustomed to crossing their native soil, having to struggle with the selfishness of the producer. Nobody had been offering anything. Fear of danger had made the country folk hide their eatables and refuse to lend the slightest aid to their compatriots who were fighting for them.
El millonario durmió mal esta segunda noche en su cama aparatosa de columnas y penachos que había pertenecido á Enrique IV, según declaración de los vendedores. Ya no era continuo el tránsito de tropas. De tarde en tarde pasaba un batallón suelto, una batería, un grupo de jinetes, las últimas fuerzas de la retaguardia que habían tomado posición en las cercanías del pueblo para cubrir el movimiento de retroceso. El profundo silencio que seguía á estos desfiles ruidosos despertó en su ánimo una sensación de duda é inquietud. ¿Qué hacía allí cuando la muchedumbre en armas se retiraba? ¿No era una locura quedarse?... Pero inmediatamente galopaban por su memoria todas las riquezas conservadas en el castillo. ¡Si él pudiese llevárselas!... Era imposible, por falta de medios y de tiempo. Además, su tenacidad consideraba esta huída como algo vergonzoso. «
Hay que terminar lo que se empieza», repitió mentalmente. El había hecho el viaje para guardar lo suyo, y no debía huír al iniciarse el peligro...
The millionaire slept badly this second night in his pompous bed with columns and plushes that had belonged to Henry IV—according to the declarations of the salesmen. The troops no longer were marching past. From time to time there straggled by a single battalion, a battery, a group of horsemen—the last forces of the rear guard that had taken their position on the outskirts of the village in order to cover the retreat. The profound silence that followed the turmoil of transportation awoke in his mind a sense of doubt and disquietude. What was he doing there when the soldiers had gone? Was he not crazy to remain there? . . . But immediately there came galloping into his mind the great riches which the castle contained. If he could only take it all away! . . . That was impossible now through want of means and time. Besides, his stubborn will looked upon such flight as a shameful concession. "We must finish what we have begun!" he said to himself. He had made the trip on purpose to guard his own, and he must not flee at the approach of danger. . . .
Cuando en la mañana siguiente bajó al pueblo, apenas vió soldados. Sólo un escuadrón de dragones estaba en las afueras para cubrir los últimos restos de la retirada. Los jinetes corrían en pelotones por los bosques, empujando á los rezagados y haciendo frente á las avanzadas enemigas. Desnoyers fué basta la salida de la población. Los dragones habían obstruido la calle con una barricada de carros y muebles. Pie á tierra y carabina en mano, vigilaban detrás de este obstáculo la faja blanca del camino que se elevaba solitario entre dos colinas cubiertas de árboles. De tarde en tarde sonaban disparos sueltos, como chasquidos de tralla. «
Los nuestros», decían los dragones. Eran los últimos destacamentos que tiroteaban á las avanzadas de hulanos. La caballería tenía la misión de mantener á retaguardia el contacto con el enemigo, de oponerle una continua resistencia, repeliendo á los destacamentos alemanes que intentaban filtrarse á lo largo de las columnas.
The following morning, when he went down into the village, he saw hardly any soldiers. Only a single detachment of dragoons was still in the neighborhood; the horsemen were scouring the woods and pushing forward the stragglers at the same time that they were opposing the advance of the enemy. The troopers had obstructed the street with a barricade of carts and furniture. Standing behind this crude barrier, they were watching the white strip of roadway which ran between the two hills covered with trees. Occasionally there sounded stray shots like the snapping of cords. "Ours," said the troopers. These were the last detachments of sharpshooters firing at the advancing Uhlans. The cavalry of the rear guard had the task of opposing a continual resistance to the enemy, repelling the squads of Germans who were trying to work their way along to the retreating columns.
Vió cómo iban llegando por la carretera los últimos rezagados de infantería. No marchaban; más bien parecían arrastrarse, con una firme voluntad de avanzar, pero traicionados en sus deseos por las piernas anquilosadas, por los pies en sangre. Se habían sentado un momento al borde del camino, agonizantes de cansancio, para respirar sin el peso de la mochila, para sacar sus pies del encierro de los zapatos, para limpiarse el sudor, y al querer reanudar la marcha les era imposible levantarse. Su cuerpo parecía de piedra. La fatiga los sumía en un estado semejante á la catalepsia. Veían pasar como un desfile fantástico todo el resto del ejército: batallones y más batallones, baterías, tropeles de caballos. Luego, el silencio, la noche, un sueño sobre el polvo y las piedras, sacudido por terribles pesadillas. Al amanecer eran despertados por los pelotones de jinetes que exploraban el terreno recogiendo los residuos de la retirada. ¡Ay! ¡imposible moverse! Los dragones, revólver en mano, tenían que apelar á la amenaza para reanimarlos. Sólo la certeza de que el enemigo estaba cerca y podía hacerles prisioneros les infundía un vigor momentáneo. Y se levantaban tambaleantes, arrastrando las piernas, apoyándose en el fusil como si fuese un bastón.
Desnoyers saw approaching along the highroad the last stragglers from the infantry. They were not walking, they rather appeared to be dragging themselves forward, with the firm intention of advancing, but were betrayed by emaciated legs and bleeding feet. Some had sunk down for a moment by the roadside, agonized with weariness, in order to breathe without the weight of their knapsacks, and draw their swollen feet from their leather prisons, and wipe off the sweat; but upon trying to renew their march, they found it impossible to rise. Their bodies seemed made of stone. Fatigue had brought them to a condition bordering on catalepsy so, unable to move, they were seeing dimly the rest of the army passing on as a fantastic file—battalions, more battalions, batteries, troops of horses. Then the silence, the night, the sleep on the stones and dust, shaken by most terrible nightmare. At daybreak they were awakened by bodies of horsemen exploring the ground, rounding up the remnants of the retreat. Ay, it was impossible to move! The dragoons, revolver in hand, had to resort to threats in order to rouse them! Only the certainty that the pursuer was near and might make them prisoners gave them a momentary vigor. So they were forcing themselves up by superhuman effort, staggering, dragging their legs, and supporting themselves on their guns as though they were canes.
Muchos de estos hombres eran jóvenes que habían envejecido en una hora y caminaban como valetudinarios. ¡Infelices! No irían muy lejos. Su voluntad era seguir, incorporarse á la columna; pero al entrar en el pueblo examinaban las casas con ojos suplicantes, deseando entrar en ellas, sintiendo un ansia de descanso inmediato que les hacía olvidar la proximidad del enemigo.
Many of these were young men who had aged in an hour and changed into confirmed invalids. Poor fellows! They would not go very far! Their intention was to follow on, to join the column, but on entering the village they looked at the houses with supplicating eyes, desiring to enter them, feeling such a craving for immediate relief that they forgot even the nearness of the enemy.
Villeblanche estaba más solitario que antes de la llegada de las tropas. En la noche anterior, una parte de sus habitantes había huído, contagiada por el pavor de la muchedumbre que seguía la retirada del ejército. El alcalde y el cura se quedaban. Reconciliado con el dueño del castillo por su inesperada presencia y admirado de sus liberalidades, el funcionario municipal se acercó á él para darle una noticia. Los ingenieros estaban minando el puente sobre el Mame. Sólo esperaban para hacerlo saltar á que se retirasen los dragones. Si quería marcharse, aún era tiempo.
Villeblanche was now more military than before the arrival of the troops. The night before a great part of the inhabitants had fled, having become infected with the same fear that was driving on the crowds following the army. The mayor and the priest remained. Reconciled with the owner of the castle through his unexpected presence in their midst, and admiring his liberality, the municipal official approached to give him some news. The engineers were mining the bridge over the Marne. They were only waiting for the dragoons to cross before blowing it up. If he wished to go, there was still time.
Otra vez dudó Desnoyers. Era una locura permanecer allí. Pero una ojeada á la arboleda, sobre cuyo ramaje asomaban los torreones del castillo, finalizó sus dudas. No, no... «
Hay que terminar lo que se empieza.»
Again Desnoyers hesitated. Certainly it was foolhardy to remain there. But a glance at the woods over whose branches rose the towers of his castle, settled his doubts. No, no. . . . "We must finish what we have begun!"
Se presentaban los últimos grupos de dragones saliendo á la carretera por diversos puntos del bosque. Llevaban sus caballos al paso, como si les doliese este retroceso. Volvían la vista atrás, con la carabina en una mano, prontos á hacer alto y disparar. Los otros que ocupaban la barricada estaban ya sobre sus monturas. Se rehizo el escuadrón, sonaron las voces de los oficiales, y un trote vivo con acompañamiento de choques metálicos se fué alejando á espaldas de don Marcelo.
The very last band of troopers now made their appearance, coming out of the woods by different paths. They were riding their horses slowly, as though they deplored this retreat. They kept looking behind, carbine in hand, ready to halt and shoot. The others who had been occupying the barricade were already on their mounts. The division reformed, the commands of the officers were heard and a quick trot, accompanied by the clanking of metal, told Don Marcelo that the last of the army had left.
Quedó éste junto á la barricada, en una soledad de intenso silencio, como si el mundo se hubiese despoblado repentinamente. Dos perros abandonados por la fuga de sus amos rondaban y oliscaban en torno de él, implorando su protección. No podían encontrar el rastro deseado en aquella tierra pisoteada y desfigurada por el tránsito de miles de hombres. Un gato famélico espiaba á los pájaros que empezaban á invadir este lugar. Con tímidos revuelos picoteaban los residuos alimenticios expelidos por los caballos de los dragones. Una gallina sin dueño apareció igualmente para disputar su festín á la granujería alada, oculta hasta entonces en árboles y aleros. El silencio hacía renacer el murmullo de la hojarasca, el zumbido de los insectos, la respiración veraniega del suelo ardiente de sol, todos los ruidos de la Naturaleza, que parecía haberse contraído temerosamente bajo el peso de los hombres en armas.
He remained near the barricade in a solitude of intense silence, as though the world were suddenly depopulated. Two dogs, abandoned by the flight of their masters, leaped and sniffed around him, coaxing him for protection. They were unable to get the desired scent in that land trodden down and disfigured by the transit of thousands of men. A family cat was watching the birds that were beginning to return to their haunts. With timid flutterings they were picking at what the horses had left, and an ownerless hen was disputing the banquet with the winged band, until then hidden in the trees and roofs. The silence intensified the rustling of the leaves, the hum of the insects, the summer respiration of the sunburnt soil which appeared to have contracted timorously under the weight of the men in arms.
No se daba cuenta exacta Desnoyers del paso del tiempo. Creyó todo lo anterior un mal ensueño. La calma que le rodeaba hizo inverosímil cuanto había presenciado.
Desnoyers was losing exact track of the passing of time. He was beginning to believe that all which had gone before must have been a bad dream. The calm surrounding him made what had been happening here seem most improbable.
De pronto vió moverse algo en el último término del camino, en lo más alto de la cuesta, allí donde la cinta blanca tocaba el azul del horizonte. Eran dos hombres á caballo, dos soldaditos de plomo que parecían escapados de una caja de juguetes. Había traído con él unos gemelos, que le servían para sorprender las incursiones en sus propiedades, y miró. Los dos jinetes, vestidos de gris verdoso, llevaban lanzas, y su casco estaba rematado por un plato horizontal... ¡Ellos! No podía dudar: tenía ante su vista los primeros hulanos.
Suddenly he saw something moving at the far end of the road, at the very highest point where the white ribbon of the highway touched the blue of the horizon. There were two men on horseback, two little tin soldiers who appeared to have escaped from a box of toys. He had brought with him a pair of field glasses that had often surprised marauders on his property, and by their aid he saw more clearly the two riders clad in greenish gray! They were carrying lances and wearing helmets ending in a horizontal plate . . . They! He could not doubt it: before his eyes were the first Uhlans!
Permanecieron inmóviles algún tiempo, como si explorasen el horizonte. Luego, de las masas obscuras de vegetación que abullonaban los lados del camino fueron saliendo otros y otros, hasta formar un grupo. Los soldaditos de plomo ya no marcaban su silueta sobre el azul del horizonte. La blancura de la carretera les servía ahora de fondo, subiendo por encima de sus cabezas. Avanzaban con lentitud, como una tropa que teme emboscadas y examina lo que la rodea.
For some time they remained motionless, as though exploring the horizon. Then, from the obscure masses of vegetation that bordered the roadside, others and still others came sallying forth in groups. The little tin soldiers no longer were showing their silhouettes against the horizon′s blue; the whiteness of the highway was now making their background, ascending behind their heads. They came slowly down, like a band that fears ambush, examining carefully everything around.
La conveniencia de retirarse cuanto antes hizo que don Marcelo dejase de mirar. Era peligroso que le sorprendiesen en aquel sitio. Pero al bajar sus gemelos, algo extraordinario pasó por el campo de visión de las lentes. A corta distancia, como si fuese á tocarlos con la mano, vió muchos hombres que marchaban al amparo de los árboles por los dos lados de la carretera. Su sorpresa aún fué mayor al convencerse de que eran franceses, pues todos llevaban kepis. ¿De dónde salían?... Los volvió á examinar sin el auxilio de los gemelos, cerca ya de la barricada. Eran rezagados, en estado lamentable, que ofrecían una pintoresca variedad de uniformes: soldados de línea, zuavos, dragones sin caballo. Y revueltos con ellos, guardias forestales y gendarmes pertenecientes á pueblos qué habían recibido con retraso la noticia de la retirada. En conjunto, unos cincuenta. Los había enteros y vigorosos; otros se sostenían con un esfuerzo sobrehumano. Todos conservaban sus armas.
The advisability of prompt retirement made Don Marcelo bring his investigations to a close. It would be most disastrous for him if they surprised him here. But on lowering his glasses something extraordinary passed across his field of vision. A short distance away, so that he could almost touch them with his hand, he saw many men skulking along in the shadow of the trees on both sides of the road. His surprise increased as he became convinced that they were Frenchmen, wearing kepis. Where were they coming from? . . . He examined more closely with his spy glass. They were stragglers in a lamentable state of body and a picturesque variety of uniforms—infantry, Zouaves, dragoons without their horses. And with them were forest guards and officers from the villages that had received too late the news of the retreat—altogether about fifty. A few were fresh and vigorous, others were keeping themselves up by supernatural effort. All were carrying arms.
Llegaron hasta la barricada, mirando continuamente atrás para vigilar, al amparo de los árboles, el lento avance de los hulanos. Al frente de ésta tropa heterogénea iba un oficial de gendarmería, viejo y obeso, con el revólver en la diestra, el bigote erizado por la emoción y un brillo homicida en los ojos azules velados por la pesadez de sus párpados. Se deslizaron al otro lado de la barrera de carros sin fijarse en este paisano curioso. Iban á continuar su avance á través del pueblo, cuando sonó una detonación enorme, conmoviendo el horizonte delante de ellos, haciendo temblar las casas.
They finally made the barricade, looking continually behind them, in order to watch, in the shelter of the trees, the slow advance of the Uhlans. At the head of this heterogeneous troop was an official of the police, old and fat, with a revolver in his right hand, his moustache bristling with excitement, and a murderous glitter in his heavy-lidded blue eyes. The band was continuing its advance through the village, slipping over to the other side of the barricade of carts without paying much attention to their curious countryman, when suddenly sounded a loud detonation, making the horizon vibrate and the houses tremble.
—¿Qué es eso?—preguntó el oficial mirando por primera vez á Desnoyers.
"What is that?" asked the officer, looking at Desnoyers for the first time.
Este dió una explicación: era el puente, que acababa de ser destruído. Un juramento del jefe acogió la noticia. Pero su tropa confusa, agrupada al azar del encuentro, permaneció indiferente, como si hubiese perdido todo contacto con la realidad.
He explained that it was the bridge which had just been blown up. The leader received the news with an oath, but his confused followers, brought together by chance, remained as indifferent as though they had lost all contact with reality.
—Lo mismo es morir aquí que en otra parte—continuó el oficial.
"Might as well die here as anywhere," continued the official.
Muchos de los fugitivos agradecieron con una pronta obediencia esta decisión, que los libertaba del suplicio de caminar. Casi se alegraron de la voladura que les cortaba el paso. Fueron colocándose instintivamente en los lugares más cubiertos de la barricada. Otros se introdujeron en unas casas abandonadas, cuyas puertas habían violentado los dragones para utilizar el piso superior. Todos parecían satisfechos de poder descansar aunque fuese combatiendo. El oficial iba de un grupo á otro comunicando sus órdenes. No debían hacer fuego hasta que él diese la voz.
Many of the fugitives acknowledged this decision with prompt obedience, since it saved them the torture of continuing their march. They were almost rejoicing at the explosion which had cut off their progress. Instinctively they were gathering in the places most sheltered by the barricade. Some entered the abandoned houses whose doors the dragoons had forced in order to utilize the upper floors. All seemed satisfied to be able to rest, even though they might soon have to fight. The officer went from group to group giving his orders. They must not fire till he gave the word.
Don Marcelo presenció tales preparativos con la inmovilidad de la sorpresa. Había sido tan rápida é inaudita la aparición de los rezagados, que aún se imaginaba estar soñando. No podía haber peligro en esta situación irreal: todo era mentira. Y continuó en su sitio sin entender al teniente, que le ordenaba la fuga con rudas palabras. ¡Paisano testarudo!...
Don Marcelo watched these preparations with the immovability of surprise. So rapid and noiseless had been the apparition of the stragglers that he imagined he must still be dreaming. There could be no danger in this unreal situation; it was all a lie. And he remained in his place without understanding the deputy who was ordering his departure with roughest words. Obstinate civilian! . . .
El eco de la explosión había poblado la carretera de jinetes. Salían de todas partes, uniéndose al primitivo grupo. Los hulanos galopaban con la certeza de que el pueblo estaba abandonado.
The reverberation of the explosion had filled the highway with horsemen. They were coming from all directions, forming themselves into the advance group. The Uhlans were galloping around under the impression that the village was abandoned.
—¡Fuego!...
"Fire!"
Desnoyers quedó envuelto en una nube de crujidos, como si se tronchase la madera de todos los árboles que tenía ante sus ojos.
Desnoyers was enveloped in a rain of crackling noises, as though the trunks of all the trees had split before his eyes.
El escuadrón impetuoso se detuvo de golpe. Varios hombres rodaron por el suelo. Unos se levantaban para saltar fuera del camino, encorvándose, con el propósito de hacerse menos visibles. Otros permanecían tendidos de espaldas ó de bruces, con los brazos por delante. Los caballos sin jinete emprendieron un galope loco á través de los campos, con las riendas á la rastra, espoleados por los estribos sueltos.
The impetuous band halted suddenly. Some of their men were rolling on the ground. Some were bending themselves double, trying to get across the road without being seen. Others remained stretched out on their backs or face downward with their arms in front. The riderless horses were racing wildly across the fields with reins dragging, urged on by the loose stirrups.
Y después del rudo vaivén que le hicieron sufrir la sorpresa y la muerte, se dispersó, desapareciendo casi instantáneamente, absorbido por la arboleda.
And after this rude shock which had brought them surprise and death, the band disappeared, instantly swallowed up by the trees.
IV
Junto á la gruta sagrada
-II- Chapter IV
NEAR THE SACRED GROTTO
Argensola tuvo una nueva ocupación más emocionante que la de señalar en el mapa el emplazamiento de los ejércitos.
Argensola had found a new occupation even more exciting than marking out on the map the manoeuvres of the armies.
—Me dedico ahora á seguir al taube—decía á sus amigos—. Se presenta de cuatro á cinco, con la puntualidad de una persona correcta que acude á tomar el té.
"I am now devoting myself to the taube," he announced. "It appears from four to five with the precision a punctilious guest coming to take tea."
Todas las tardes, á la hora mencionada, un aeroplano alemán volaba sobre París, arrojando bombas. Esta intimidación no producía terror: la gente aceptaba la visita como un espectáculo extraordinario é interesante. En vano los aviadores dejaban caer sobre la ciudad banderas alemanas con irónicos mensajes dando cuenta de los descalabros del ejército en retirada y de los fracasos de la ofensiva rusa. ¡Mentiras, todo mentiras! En vano lanzaban bombas, destrozando buhardillas y matando ó hiriendo viejos, mujeres y pequeños. «
¡Ah, bandidos!» La muchedumbre amenazaba con el puño al mosquito maligno, apenas visible á dos mil metros de altura, y después de este desahogo lo seguía con los ojos de calle en calle ó se inmovilizaba en las plazas para contemplar sus evoluciones.
Every afternoon at the appointed hour, a German aeroplane was flying over Paris dropping bombs. This would-be intimidation was producing no terror, the people accepting the visit as an interesting and extraordinary spectacle. In vain the aviators were flinging in the city streets German flags bearing ironic messages, giving accounts of the defeat of the retreating army and the failures of the Russian offensive. Lies, all lies! In vain they were dropping bombs, destroying garrets, killing or wounding old men, women and babes. "Ah, the bandits!" The crowds would threaten with their fists the malign mosquito, scarcely visible 6,000 feet above them, and after this outburst, they would follow it with straining eyes from street to street, or stand motionless in the square in order to study its evolutions.
Un espectador de los más puntuales era Argensola. A las cuatro estaba en la plaza de la Concordia, con la cara en alto y los ojos bien abiertos, al lado de otras gentes unidas á él por cordiales relaciones de compañerismo. Eran como los abonados á un mismo teatro, que en fuerza de verse acaban por ser amigos. «
¿Vendrá?... ¿No vendrá hoy?» Las mujeres parecían las más vehementes. Algunas se presentaban arreboladas y jadeantes por el apresuramiento, temiendo haber llegado tarde al espectáculo... Un inmenso grito: «
¡Ya viene!... ¡Allí está!» Miles de manos señalaban un punto vago en el horizonte. Se prolongaban los rostros con gemelos y catalejos; los vendedores populares ofrecían toda clase de artículos ópticos... Y durante una hora se desarrollaba el espectáculo apasionante de la cacería aérea, ruidosa é inútil.
The most punctual of all the spectators was Argensola. At four o′clock he was in the place de la Concorde with upturned face and wide-open eyes, in most cordial good-fellowship with all the bystanders. It was as though they were holding season tickets at the same theatre, becoming acquainted through seeing each other so often. "Will it come? . . . Will it not come to-day?" The women appeared to be the most vehement, some of them rushing up, flushed and breathless, fearing that they might have arrived too late for the show. . . . A great cry—"There it comes! . . . There it is!" And thousands of hands were pointing to a vague spot on the horizon. With field glasses and telescopes they were aiding their vision, the popular venders offering every kind of optical instruments and for an hour the thrilling spectacle of an aerial hunt was played out, noisy and useless.
El insecto intentaba aproximarse á la torre Eiffel, y de la base de ésta surgían estampidos, al mismo tiempo que sus diversas plataformas escupían el rasgueo feroz de las ametralladoras. Al virar sobre la ciudad sonaban descargas de fusilería en los tejados y en el fondo de las calles. Todos tiraban: los vecinos que tenían un arma en su casa, los soldados de guardia, los militares ingleses y belgas de paso en París. Sabían que sus disparos eran inútiles, pero tiraban por el gusto de hostilizar al enemigo aunque sólo fuese con la intención, esperando que la casualidad, en uno de sus caprichos, realizase un milagro. Pero el único milagro era que no se matasen los tiradores unos á otros con este fuego precipitado é infructuoso. Aun así, algunos transeuntes caían heridos por balas de ignorada procedencia.
The great insect was trying to reach the Eiffel Tower, and from its base would come sharp reports, at the same time that the different platforms spit out a fierce stream of shrapnel. As it zigzagged over the city, the discharge of rifles would crackle from roof and street. Everyone that had arms in his house was firing—the soldiers of the guard, and the English and Belgians on their way through Paris. They knew that their shots were perfectly useless, but they were firing for the fun of retorting, hoping at the same time that one of their chance shots might achieve a miracle; but the only miracle was that the shooters did not kill each other with their precipitate and ineffectual fire. As it was, a few passers-by did fall, wounded by balls from unknown sources.
Argensola iba de calle en calle siguiendo el revuelo del pájaro enemigo, queriendo adivinar dónde caían sus proyectiles, deseando ser de los primeros que llegasen frente á la casa bombardeada, enardecido por las descargas que contestaban desde abajo. ¡No disponer él de una carabina como los ingleses vestidos de kaki ó aquellos belgas con gorra de cuartel y una borla sobre la frente!... Al fin, el taube, cansado de hacer evoluciones, desaparecía. «
Hasta mañana—pensaba el español—. El de mañana tal vez sea más interesante.»
Argensola would tear from street to street following the evolutions of the inimical bird, trying to guess where its projectiles would fall, anxious to be the first to reach the bombarded house, excited by the shots that were answering from below. And to think that he had no gun like those khaki-clad Englishmen or those Belgians in barrick cap, with tassel over the front! . . . Finally the taube tired of manoeuvering, would disappear. "Until to-morrow!" ejaculated the Spaniard. "Perhaps to-morrow′s show may be even more interesting!"
Las horas libres entre las observaciones geográficas y las contemplaciones aéreas las empleaba en rondar cerca de las estaciones—especialmente la del muelle de Orsay—, viendo la muchedumbre de viajeros que escapaba de París. La visión repentina de la verdad—después de las ilusiones que había creado el gobierno con sus partes optimistas—, la certeza de que los alemanes estaban próximos, cuando una semana antes se los imaginaban muchos en plena derrota, los taubes volando sobre París, la misteriosa amenaza de los zeppelines, enloquecían á una parte del vecindario. Las estaciones, custodiadas militarmente, sólo admitían á los que habían adquirido un billete con anticipación. Algunos esperaban días enteros á que les llegase el turno de salida. Los más impacientes emprendían la marcha á pie, deseando verse cuanto antes fuera de la ciudad. Negreaban los caminos con las muchedumbres que avanzaban por ellos, todas en una misma dirección. Iban hacia el Sur en automóvil, en coche de caballos, en carretas de hortelano, á pie.
He employed his free hours between his geographical observations and his aerial contemplations in making the rounds of the stations, watching the crowds of travellers making their escape from Paris. The sudden vision of the truth—after the illusion which the Government had been creating with its optimistic dispatches, the certainty that the Germans were actually near when a week before they had imagined them completely routed, the taubes flying over Paris, the mysterious threat of the Zeppelins—all these dangerous signs were filling a part of the community with frenzied desperation. The railroad stations, guarded by the soldiery, were only admitting those who had secured tickets in advance. Some had been waiting entire days for their turn to depart. The most impatient were starting to walk, eager to get outside of the city as soon as possible. The roads were black with the crowds all going in the same directions. Toward the South they were fleeing by automobile, in carriages, in gardeners′ carts, on foot.
Esta fuga la contempló Argensola con serenidad. El era de los que se quedaban. Había admirado á muchos hombres porque presenciaron el sitio de París en 1870. Ahora su buena suerte le proporcionaba el ser testigo de un drama histórico tal vez más interesante. ¡Lo que podría contar en lo futuro!... Pero le molestaba la distracción é indiferencia de su auditorio presente. Volvía al estudio satisfecho de las noticias de que era portador, febril por comunicarlas á Descoyers, y éste le escuchaba como si no le oyese. La noche en que le hizo saber que el gobierno, las Cámaras, el cuerpo diplomático y hasta los artistas de la Comedia Francesa estaban saliendo á aquellas horas en trenes especiales para Burdeos, su compañero le contestó con un gesto de indiferencia.
Argensola surveyed this hegira with serenity. He would remain because he had always admired those men who witnessed the Siege of Paris in 1870. Now it was going to be his good fortune to observe an historical drama, perhaps even more interesting. The wonders that he would be able to relate in the future! . . . But the distraction and indifference of his present audience were annoying him greatly. He would hasten back to the studio, in feverish excitement, to communicate the latest gratifying news to Desnoyers who would listen as though he did not hear him. The night that he informed him that the Government, the Chambers, the Diplomatic Corps, and even the actors of the Comedie Francaise were going that very hour on special trains for Bordeaux, his companion merely replied with a shrug of indifference.
Otras eran sus preocupaciones. Por la mañana había recibido una carta de Margarita: dos simples líneas trazadas con precipitación. Se marchaba: salía inmediatamente acompañando á su madre. ¡Adiós!... Y nada más. El pánico hacía olvidar muchos afectos, cortaba largas relaciones, pero ella era superior por su carácter á estas incoherencias de la ansiedad por huir. Julio vió algo inquietante en su laconismo. ¿Por qué no indicaba el lugar adonde se dirigía?...
Desnoyers was worrying about other things. That morning he had received a note from Marguerite—only two lines scrawled in great haste. She was leaving, starting immediately, accompanied by her mother. Adieu! . . . and nothing more. The panic had caused many love-affairs to be forgotten, had broken off long intimacies, but Marguerite′s temperament was above such incoherencies from mere flight. Julio felt that her terseness was very ominous. Why not mention the place to which she was going? . . .
Por la tarde tuvo un atrevimiento que siempre le había prohibido ella. Entró en la casa que habitaba Margarita, hablando largamente con la portera para adquirir noticias. La buena mujer pudo dar expansión de este modo á su locuacidad, bruscamente cortada por la fuga de los inquilinos y su servidumbre. La señora del piso principal—la madre de Margarita—había sido la última en abandonar la casa, á pesar de que estaba enferma desde la partida de su hijo. Habían salido el día anterior, sin decir adónde iban. Lo único que sabía era que habían tomado el tren en la estación de Orsay. Huían hacia el Sur, como todos los ricos.
In the afternoon, he took a bold step which she had always forbidden. He went to her home and talked a long time with the concierge in order to get some news. The good woman was delighted to work off on him the loquacity so brusquely cut short by the flight of tenants and servants. The lady on the first floor (Marguerite′s mother) had been the last to abandon the house in spite of the fact that she was really sick over her son′s departure. They had left the day before without saying where they were going. The only thing that she knew was that they took the train in the Gare d′Orsay. They were going toward the South like all the rest of the rich.
Y amplió sus revelaciones con la vaga noticia de que la hija se mostraba muy impresionada por los informes que había recibido del frente de la guerra. Alguien de la familia estaba herido. Tal vez era el hermano, pero la portera lo ignoraba. Con tantas novedades, sorpresas é impresiones, resultaba difícil enterarse de las cosas. Ella también tenía su hombre en el ejército y le preocupaban los asuntos propios.
And she supplemented her revelations with the vague news that the daughter had seemed very much upset by the information that she had received from the front. Someone in the family was wounded. Perhaps it was the brother, but she really didn′t know. With so many surprises and strange things happening, it was difficult to keep track of everything. Her husband, too, was in the army and she had her own affairs to worry about.
«
¿Dónde estará?—- se preguntó Julio durante el día—. ¿Por qué desea que ignore su paradero?...»
"Where can she have gone?" Julio asked himself all day long. "Why does she wish to keep me in ignorance of her whereabouts?"
Cuando en la noche le hizo saber su camarada el viaje de los gobernantes con todo el misterio de una noticia que aún no era pública, se limitó á contestar, después de reflexivo mutismo:
When his comrade told him that night about the transfer of the seat of government, with all the mystery of news not yet made public, Desnoyers merely replied:
—Hacen bien... Yo saldré igualmente mañana si puedo.
"They are doing the best thing. . . . I, too, will go tomorrow if I can."
¿Para qué permanecer en París? Su familia estaba ausente. Su padre—según las averiguaciones de Argensola—también se había ido, sin decir adónde. Con la misteriosa fuga de Margarita él quedaba solo, en una soledad que le inspiraba remordimientos.
Why remain longer in Paris? His family was away. His father, according to Argensola′s investigations, also had gone off without saying whither. Now Marguerite′s mysterious flight was leaving him entirely alone, in a solitude that was filling him with remorse.
Aquella tarde, al pasear por los bulevares, había tropezado con un amigo algo entrado en años, un consocio del Círculo de esgrima frecuentado por él. Era el primero que encontraba desde el principio de la guerra, y juntos pasaron revista á todos los compañeros incorporados al ejército. Las preguntas de Desnoyers eran contestadas por el viejo. ¿Fulano?... había sido herido en Lorena y estaba en un hospital del Sur. ¿Otro amigo?... muerto en los Vosgos. ¿Otro?... desaparecido en Charleroi. Y así continuaba el desfile heroico y fúnebre. Los más vivían aún, realizando proezas. Otros socios de origen extranjero, jóvenes polacos, ingleses residentes en París, americanos de las repúblicas del Sur, acababan de inscribirse como voluntarios. El Círculo debía enorgullecerse de esta juventud que se ejercitaba en las armas durante la paz: todos estaban en el frente exponiendo su existencia... Y Desnoyers apartó su vista, como si temiese adivinar en los ojos de su amigo una expresión irónica é interrogante. ¿Por qué no marchaba él, como los otros, á defender la tierra en que vivía?...
That afternoon, when strolling through the boulevards, he had stumbled across a friend considerably older than himself, an acquaintance in the fencing club which he used to frequent. This was the first time they had met since the beginning of the war, and they ran over the list of their companions in the army. Desnoyers′ inquiries were answered by the older man. So-and-so? . . . He had been wounded in Lorraine and was now in a hospital in the South. Another friend? . . . Dead in the Vosges. Another? . . . Disappeared at Charleroi. And thus had continued the heroic and mournful roll-call. The others were still living, doing brave things. The members of foreign birth, young Poles, English residents in Paris and South Americans, had finally enlisted as volunteers. The club might well be proud of its young men who had practised arms in times of peace, for now they were all jeopardizing their existence at the front. Desnoyers turned his face away as though he feared to meet in the eyes of his friend, an ironical and questioning expression. Why had he not gone with the others to defend the land in which he was living? . . .
—Mañana me iré—repitió Julio, ensombrecido por este recuerdo.
"To-morrow I will go," repeated Julio, depressed by this recollection.
Pero se marchaba hacia el Sur, como todos los que huían de la guerra. En la mañana siguiente, Argensola se encargó de conseguir un billete de ferrocarril para Burdeos. El valor del dinero había aumentado considerablemente. Cincuenta francos entregados á tiempo realizaron el milagro de procurarle un pedazo de cartón numerado, cuya conquista representaba, para muchos, días enteros de espera.
But he went toward the South like all those who were fleeing from the war. The following morning Argensola was charged to get him a railroad ticket for Bordeaux. The value of money had greatly increased, but fifty francs, opportunely bestowed, wrought the miracle and procured a bit of numbered cardboard whose conquest represented many days of waiting.
—Es para hoy mismo—dijo á su camarada—. Debes salir en el tren de esta noche.
"It is good only for to-day," said the Spaniard, "you will have to take the night train."
El equipaje no exigió grandes preparativos. Los trenes se negaban á admitir otros bultos que los que llevaban á mano los viajeros. Argensola no quiso aceptar la liberalidad de Julio, que pretendía partir con él todo su dinero. Los héroes necesitan muy poco, y el pintor de almas se sentía animado por una resolución heroica. La breve alocución de Gallieni al encargarse de la defensa de París la hacía suya. Pensaba mantenerse hasta el último esfuerzo, lo mismo que el duro general.
Packing was not a very serious matter, as the trains were refusing to admit anything more than hand-luggage. Argensola did not wish to accept the liberality of Julio who tried to leave all his money with him. Heroes need very little and the painter of souls was inspired with heroic resolution, The brief harangue of Gallieni in taking charge of the defense of Paris, he had adopted as his own. He intended to keep up his courage to the last, just like the hardy general.
—¡Que vengan!—dijo con una expresión trágica—. ¡Me encontrarán en mi sitio!...
"Let them come," he exclaimed with a tragic expression. "They will find me at my post!" . . .
Su sitio era el estudio. Quería ver las cosas de cerca para relatarlas á las generaciones venideras. Se mantendría firme, con sus provisiones de comestibles y vinos. Además, tenía el proyecto—así que su compañero desapareciese—de llevar á vivir con él á ciertas amigas que vagaban en busca de una comida problemática y sentían miedo en la soledad de sus domicilios. El peligro aproxima á las buenas gentes y añade un nuevo atractivo á los placeres de la comunidad. Las amorosas expansiones de los prisioneros del Terror, cuando esperaban de un momento á otro ser conducidos á la guillotina, revivieron en su memoria. ¡Apuremos de un trago la vida, ya que hemos de morir!... El estudio de la rue de la Pompe iba á presenciar las mismas fiestas locas y desesperadas que un barco encallado con provisiones abundantes.
His post was the studio from which he could witness the happenings which he proposed relating to coming generations. He would entrench himself there with the eatables and wines. Besides he had the plan—just as soon as his partner should disappear—of bringing to live there with him certain lady-friends who were wandering around in search of a problematical dinner, and feeling timid in the solitude of their own quarters. Danger often gathers congenial folk together and adds a new attractiveness to the pleasures of a community. The tender affections of the prisoners of the Terror, when they were expecting momentarily to be conducted to the guillotine, flashed through his mind. Let us drain Life′s goblet at one draught since we have to die! . . . The studio of the rue de la Pompe was about to witness the mad and desperate revels of a castaway bark well-stocked with provisions.
Desnoyers salió de la estación de Orsay en un compartimiento de primera clase. Alababa mentalmente el buen orden con que la autoridad lo había arreglado todo. Cada viajero tenía su asiento. Pero en la estación de Austerlitz una avalancha humana asaltó el tren. Las portezuelas se abrieron como si fuesen á romperse; paquetes y niños entraron por las ventanas lo mismo que proyectiles. La gente se empujó con la rudeza de una muchedumbre que huye de un incendio. En el espacio reservado para ocho personas se instalaron catorce; los pasillos se obstruyeron para siempre con montones de maletas, que servían de asiento á nuevos viajeros. Habían desaparecido las distancias sociales. La gente del pueblo invadía con preferencia los vagones de lujo, creyendo encontrar en ellos mayor espacio. Los que tenían billete de primera clase iban en busca de los coches peores, con la vana esperanza de viajar desahogadamente. En las vías laterales esperaban desde un día antes su hora de salida largos trenes compuestos de vagones de ganado. Los establos rodantes estaban repletos de personas sentadas en la madera del suelo ó en sillas traídas de sus casas. Cada tren era un campamento que deseaba ponerse en marcha, y mientras permanecía inmóvil, una capa de papeles grasientos y cáscaras de frutas se iba formando á lo largo de él.
Desnoyers left the Gare d′Orsay in a first-class compartment, mentally praising the good order with which the authorities had arranged everything, so that every traveller could have his own seat. At the Austerlitz station, however, a human avalanche assaulted the train. The doors were broken open, packages and children came in through the windows like projectiles. The people pushed with the unreason of a crowd fleeing before a fire. In the space reserved for eight persons, fourteen installed themselves; the passageways were heaped with mountains of bags and valises that served later travellers for seats. All class distinctions had disappeared. The villagers invaded by preference the best coaches, believing that they would there find more room. Those holding first-class tickets hunted up the plainer coaches in the vain hope of travelling without being crowded. On the cross roads were waiting from the day before long trains made up of cattle cars. All the stables on wheels were filled with people seated on the wooden floor or in chairs brought from their homes. Every train load was an encampment eager to take up its march; whenever it halted, layers of greasy papers, hulls and fruit skins collected along its entire length.
Los asaltantes, al empujarse, se toleraban y perdonaban fraternalmente. «
En la guerra como en la guerra», decían como última excusa. Y cada uno apretaba al vecino para arrebatarle unas pulgadas de asiento, para introducir su escaso equipaje entre los bultos suspendidos sobre las personas con los más inverosímiles equilibrios. Desnoyers fué perdiendo poco á poco sus ventajas de primer ocupante. Le inspiraban lástima estas pobres gentes que habían esperado el tren desde las cuatro de la madrugada á las ocho de la noche. Las mujeres gemían de cansancio, derechas en el corredor, mirando con envidia feroz á los que ocupaban un asiento. Los niños lloraban con balidos de cabra hambrienta. Julio acabó por ceder su lugar, repartiendo entre los menesterosos y los imprevisores todos los comestibles de que le había proveído Argensola. Los restoranes de las estaciones parecían saqueados. Durante las largas esperas del tren, sólo se veían militares en los andenes: soldados que corrían al escuchar la llamada de la trompeta para volver á ocupar su sitio en los rosarios de vagones que subían y subían hacia París. En los apartaderos, largos trenes de guerra esperaban que la vía quedase libre para continuar su viaje. Los coraceros, llevando un chaleco amarillo sobre el pecho de acero, estaban sentados, con las piernas colgantes, en las puertas de los vagones-establos, de cuyo interior salían relinchos. Sobre las plataformas se alineaban armones grises. Las esbeltas gargantas de los 75 apuntaban á lo alto como telescopios.
The invaders, pushing their way in, put up with many annoyances and pardoned one another in a brotherly way. "In war times, war measures," they would always say as a last excuse. And each one was pressing closer to his neighbor in order to make a few more inches of room, and helping to wedge his scanty baggage among the other bundles swaying most precariously above. Little by little, Desnoyers was losing all his advantage as a first comer. These poor people who had been waiting for the train from four in the morning till eight at night, awakened his pity. The women, groaning with weariness, were standing in the corridors, looking with ferocious envy at those who had seats. The children were bleating like hungry kids. Julio finally gave up his place, sharing with the needy and improvident the bountiful supply of eatables with which Argensola had provided him. The station restaurants had all been emptied of food. During the train′s long wait, soldiers only were seen on the platform, soldiers who were hastening at the call of the trumpet, to take their places again in the strings of cars which were constantly steaming toward Paris. At the signal stations, long war trains were waiting for the road to be clear that they might continue their journey. The cuirassiers, wearing a yellow vest over their steel breastplate, were seated with hanging legs in the doorways of the stable cars, from whose interior came repeated neighing. Upon the flat cars were rows of gun carriages. The slender throats of the cannon of ′75 were pointed upwards like telescopes.
Pasó la noche en el corredor, sentado en el borde de una maleta, viendo cómo dormitaban otros con el embrutecimiento del cansancio y la emoción. Fué una noche cruel é interminable de sacudidas, estrépitos y pausas cortadas por ronquidos. En cada estación las trompetas sonaban precipitadamente, como si el enemigo estuviese cerca. Los soldados procedentes del Sur corrían á sus puestos, y una nueva corriente de hombres se arrastraba por los rieles hacia París. Se mostraban alegres y deseosos de llegar pronto á los lugares de la matanza. Muchos se lamentaban creyendo presentarse con retraso. Julio, asomado á una ventanilla, escuchó los diálogos y los gritos en estos andenes impregnados de un olor picante de hombres y mulas. Todos mostraban una confianza inquebrantable. «
¡Los boches!... Muy numerosos, con grandes cañones, con muchas ametralladoras... pero no había mas que cargar á la bayoneta y huían como liebres.»
Young Desnoyers passed the night in the aisle, seated on a valise, noting the sodden sleep of those around him, worn out by weariness and exhaustion. It was a cruel and endless night of jerks, shrieks and stops punctuated by snores. At every station, the trumpets were sounding precipitously as though the enemy were right upon them. The soldiers from the South were hurrying to their posts, and at brief intervals another detachment of men was dragged along the rails toward Paris. They all appeared gay, and anxious to reach the scene of slaughter as soon as possible. Many were regretting the delays, fearing that they might arrive too late. Leaning out of the window, Julio heard the dialogues and shouts on the platforms impregnated with the acrid odor of men and mules. All were evincing an unquenchable confidence. "The Boches! very numerous, with huge cannons, with many mitrailleuse . . . but we only have to charge with our bayonets to make them run like rabbits!"
La fe de los que iban al encuentro de la muerte contrastaba con el pánico y la duda de los que escapaban de París. Un señor viejo y condecorado, tipo de funcionario en jubilación, hacía preguntas á Desnoyers cuando el tren reanudaba su marcha. «
¿Usted opina que llegarán á Tours?» Antes de recibir contestación se adormecía. El sueño embrutecedor avanzaba por el pasillo sus pies de plomo. Luego, el viejo despertaba de pronto. «
¿Usted cree que llegarán hasta Burdeos?...» Y su deseo de no detenerse hasta alcanzar con su familia un refugio absolutamente seguro le hacía acoger como oráculos las vagas respuestas.
The attitude of those going to meet death was in sharp contrast to the panic and doubt of those who were deserting Paris. An old and much-decorated gentleman, type of a jubilee functionary, kept questioning Desnoyers whenever the train started on again—"Do you believe that they will get as far as Tours?" Before receiving his reply, he would fall asleep. Brutish sleep was marching down the aisles with leaden feet. At every junction, the old man would start up and suddenly ask, "Do you believe that we will get as far as Bordeaux?" . . . And his great desire not to halt until, with his family, he had reached an absolutely secure refuge, made him accept as oracles all the vague responses.
Al amanecer vieron á los territoriales del país guardando las vías. Iban armados con fusiles viejos; llevaban un kepis rojo como único distintivo militar. Seguían pasando en dirección opuesta los trenes militares.
At daybreak, they saw the Territorialists guarding the roads. They were armed with old muskets, and were wearing the red kepis as their only military distinction. They were following the opposite course of the military trains.
En la estación de Burdeos, la muchedumbre civil, pugnando por salir ó por asaltar nuevos vagones, se confundía con las tropas. Sonaban incesantemente las trompetas para reunir á los soldados. Muchos eran hombres de color, tiradores indígenas con amplios calzones grises y un gorro rojo sobre el rostro negro ó bronceado. Continuaba hacia el Norte el férreo rodar de las masas armadas.
In the station at Bordeaux, the civilian crowds struggling to get out or to enter other cars, were mingling with the troops. The trumpets were incessantly sounding their brazen notes, calling the soldiers together. Many were men of darkest coloring, natives with wide gray breeches and red caps above their black or bronzed faces.
Desnoyers vió un tren de heridos procedentes de los combates de Flandes y Lorena. Los uniformes de fatigada suciedad se refrescaban con la blancura de los vendajes que sostenían los miembros doloridos ó defendían las cabezas rotas. Todos parecían sonreir con sus bocas lívidas y sus ojos febriles á las primeras tierras del Mediodía que asomaban entre la bruma matinal, coronadas de sol, cubiertas de la regia vestidura de sus pámpanos. Los hombres del Norte tendían sus manos á las frutas que les ofrecían las mujeres, picoteando con deleite las dulces uvas del país.
Julio saw a train bearing wounded from the battles of Flanders and Lorraine. Their worn and dirty uniforms were enlivened by the whiteness of the bandages sustaining the wounded limbs or protecting the broken heads. All were trying to smile, although with livid mouths and feverish eyes, at their first glimpse of the land of the South as it emerged from the mist bathed in the sunlight, and covered with the regal vestures of its vineyards. The men from the North stretched out their hands for the fruit that the women were offering them, tasting with delight the sweet grapes of the country.
Vivió cuatro días en Burdeos, aturdido y desorientado por la agitación de una ciudad de provincia convertida repentinamente en capital. Los hoteles estaban llenos; muchos personajes se contentaban con una habitación de doméstico. Los cafés no guardaban una silla libre; las aceras parecían repeler esta concurrencia extraordinaria. El jefe del Estado se instalaba en la Prefectura, los ministerios quedaban establecidos en escuelas y museos; dos teatros eran habilitados para las futuras reuniones del Senado y la Cámara popular. Julio encontró un hotel sórdido y equívoco en el fondo de un callejón humedecido constantemente por los transeúntes. Un amorcillo adornaba los cristales de la puerta. En su cuarto, el espejo tenía grabados nombres de mujer, frases intranscribibles, como recuerdo de los hospedajes de una hora... Y todavía algunas damas de París, ocupadas en buscar un alojamiento, envidiaban tanta fortuna.
For four days the distracted lover lived in Bordeaux, stunned and bewildered by the agitation of a provincial city suddenly converted into a capital. The hotels were overcrowded, many notables contenting themselves with servants′ quarters. There was not a vacant seat in the cafes; the sidewalks could not accommodate the extraordinary assemblage. The President was installed in the Prefecture; the State Departments were established in the schools and museums; two theatres were fitted up for the future reunions of the Senate and the Chamber of Deputies. Julio was lodged in a filthy, disreputable hotel at the end of a foul-smelling alley. A little Cupid adorned the crystals of the door, and the looking-glass in his room was scratched with names and unspeakable phrases—souvenirs of the occupants of an hour . . . and yet many grand ladies, hunting in vain for temporary residence, would have envied him his good fortune.
Sus averiguaciones resultaron inútiles. Los amigos que encontró en la muchedumbre fugitiva pensaban en su propia suerte. Únicamente sabían hablar de los incidentes de su instalación; repetían las noticias oídas á los ministros, con los que vivían familiarmente; mencionaban con aire misterioso la gran batalla que había empezado á desarrollarse desde las cercanías de París hasta Verdún. Una discípula de sus tiempos de gloria, que guardaba la antigua elegancia en su uniforme de enfermera, le dió vagos informes. «
¿La pequeña Madame Laurier?... Se acordaba de haber oído á alguien que vivía cerca... Tal vez en Biarritz.» Julio no necesitó más para reanudar su viaje. ¡A Biarritz!
All his investigations proved fruitless. The friends whom he encountered in the fugitive crowd were thinking only of their own affairs. They could talk of nothing but incidents of the installation, repeating the news gathered from the ministers with whom they were living on familiar terms, or mentioning with a mysterious air, the great battle which was going on stretching from the vicinity of Paris to Verdun. A pupil of his days of glory, whose former elegance was now attired in the uniform of a nurse, gave him some vague information. "The little Madame Laurier? . . . I remember hearing that she was living somewhere near here. . . . Perhaps in Biarritz." Julio needed no more than this to continue his journey. To Biarritz!
La primera persona que encontró al llegar fué Chichí. Declaraba inhabitable la población, por las familias de españoles ricos que veraneaban en ella: «
Son boches en su mayoría. Yo me paso la existencia peleando. Acabaré por vivir sola.» Luego encontró á su madre: abrazos y lágrimas. Después vió á su tía Elena en un salón del hotel, entusiasmada con el país y sus veraneantes. Podía hablar largamente con muchos de ellos sobre la decadencia de Francia. Todos esperaban de un momento á otro la noticia de la entrada del kaiser en la capital. Hombres graves que no habían hecho nada en toda su vida criticaban los defectos y descuidos de la República. Jóvenes cuya distinción entusiasmaba á doña Elena prorrumpían en apóstrofes contra las corrupciones de París, corrupciones que habían estudiado á fondo velando hasta la salida del sol en las virtuosas escuelas de Montmartre. Todos adoraban á Alemania, donde no habían estado nunca ó que conocían como una sucesión de imágenes cinematográficas. Aplicaban á los sucesos un criterio de plaza de Toros. Los alemanes eran los que pegaban más fuerte. «
Con ellos no se juega: son muy brutos.» Y parecían admirar la brutalidad como el más respetable de los méritos. «
¿Por qué no dirán eso en su casa, al otro lado de la frontera?—protestaba Chichí—. ¿Por qué vienen á la del vecino á burlarse de sus preocupaciones?... ¡Y tal vez se creen gentes de buena educación!»
The first person that he encountered on his arrival was Chichi. She declared that the town was impossible because of the families of rich Spaniards who were summering there. "The Boches are in the majority, and I pass a miserable existence quarrelling with them. . . . I shall finally have to live alone." Then he met his mother—embraces and tears. Afterwards he saw his Aunt Elena in the hotel parlors, most enthusiastic over the country and the summer colony. She could talk at great length with many of them about the decadence of France. They were all expecting to receive the news from one moment to another, that the Kaiser had entered the Capital. Ponderous men who had never done anything in all their lives, were criticizing the defects and indolence of the Republic. Young men whose aristocracy aroused Dona Elena′s enthusiasm, broke forth into apostrophes against the corruption of Paris, corruption that they had studied thoroughly, from sunset to sunrise, in the virtuous schools of Montmartre. They all adored Germany where they had never been, or which they knew only through the reels of the moving picture films. They criticized events as though they were witnessing a bull fight. "The Germans have the snap! You can′t fool with them! They are fine brutes!" And they appeared to admire this inhumanity as the most admirable characteristic. "Why will they not say that in their own home on the other side of the frontier?" Chichi would protest. "Why do they come into their neighbor′s country to ridicule his troubles? . . . Possibly they consider it a sign of their wonderful good-breeding!"
Julio no había ido á Biarritz para vivir con los suyos... El mismo día de su llegada vió de lejos á la madre de Margarita. Estaba sola. Sus averiguaciones le hicieron saber que la hija vivía en Pau. Era enfermera y cuidaba á un herido de su familia. «
El hermano... indudablemente, es el hermano», pensó Julio. Y reanudó su viaje, dirigiéndose á Pau.
But Julio had not gone to Biarritz to live with his family. . . . The very day of his arrival, he saw Marguerite′s mother in the distance. She was alone. His inquiries developed the information that her daughter was living in Pau. She was a trained nurse taking care of a wounded member of the family. "Her brother . . . undoubtedly it is her brother," thought Julio. And he again continued his trip, this time going to Pau.
Sus visitas á los hospitales resultaron inútiles. Nadie conocía á Margarita. Todos los días llegaba el tren con un nuevo cargamento de carne destrozada, pero el hermano no estaba entre los heridos. Una religiosa, creyendo que iba en busca de alguien de su familia, se apiadó de él, ayudándole con sus indicaciones. Debía ir á Lourdes: eran allí muy numerosos los heridos y las enfermeras laicas. Y Desnoyers hizo inmediatamente el corto trayecto entre Pau y Lourdes.
His visits to the hospitals there were also unavailing. Nobody seemed to know Marguerite. Every day a train was arriving with a new load of bleeding flesh, but her brother was not among the wounded. A Sister of Charity, believing that he was in search of someone of his family, took pity on him and gave him some helpful directions. He ought to go to Lourdes; there were many of the wounded there and many of the military nurses. So Desnoyers immediately took the short cut between Pau and Lourdes.
Nunca había visitado la santa población cuyo nombre repetía su madre frecuentemente. Para doña Luisa, la nación francesa era Lourdes. En las discusiones con su hermana y otras damas extranjeras que pedían el exterminio de Francia por su impiedad, la buena señora resumía su opinión siempre con las mismas palabras: «
Cuando la Virgen quiso aparecerse en nuestros tiempos, escogió á Francia. No será tan malo este país como dicen... Cuando yo vea que se aparece en Berlín, hablaremos otra vez.»
He had never visited the sacred city whose name was so frequently on his mother′s lips. For Dona Luisa, the French nation was Lourdes. In her discussions with her sister and other foreign ladies who were praying that France might be exterminated for its impiety, the good senora always summed up her opinions in the same words:—"When the Virgin wished to make her appearance in our day, she chose France. This country, therefore, cannot be as bad as you say. . . . When I see that she appears in Berlin, we will then re-discuss the matter."
Pero Desnoyers no estaba para recordar las ingenuas opiniones de su madre. Apenas se hubo instalado en su hotel, junto al río, corrió á la gran hospedería convertida en hospital. Los guardianes le dijeron que hasta la tarde no podría hablar con el director. Para entretener su impaciencia paseó por la calle que conduce á la basílica, toda de barracones y tiendas con estampas y recuerdos piadosos, que hacen de ella un largo bazar. Aquí y en los jardines inmediatos á la iglesia sólo vió heridos convalecientes que guardaban en sus uniformes las huellas del combate. Los capotes estaban sucios á pesar de los repetidos cepillamientos. El barro, la sangre, la lluvia, habían dejado en ellos manchas imborrables, dándoles una rigidez de cartón. Algunos heridos les arrancaban las mangas, para evitar un roce cruel á sus brazos destrozados. Otros ostentaban todavía en los pantalones las rasgaduras de los cascos de obús.
But Desnoyers was not there to confirm his mother′s artless opinions. Just as soon as he had found a room in a hotel near the river, he had hastened to the big hostelry, now converted into a hospital. The guard told him that he could not speak to the Director until the afternoon. In order to curb his impatience he walked through the street leading to the basilica, past all the booths and shops with pictures and pious souvenirs which have converted the place into a big bazaar. Here and in the gardens adjoining the church, he saw wounded convalescents with uniforms stained with traces of the combat. Their cloaks were greatly soiled in spite of repeated brushings. The mud, the blood and the rain had left indelible spots and made them as stiff as cardboard. Some of the wounded had cut their sleeves in order to avoid the cruel friction on their shattered arms, others still showed on their trousers the rents made by the devastating shells.
Eran combatientes de todas armas y de diversas razas: infantes, jinetes, artilleros; soldados de la metrópoli y de las colonias; campesinos franceses y tiradores africanos; cabezas rubias, rostros de palidez mahometana y caras negras de senegaleses, con ojos de fuego y belfos azulados, unos mostrando el aire bonachón y la sedentaria obesidad del burgués convertido repentinamente en guerrero; otros, enjutos, nerviosos, de perfil agresivo, como hombres nacidos para la pelea y ejercitados en campañas exóticas.
They were fighters of all ranks and of many races—infantry, cavalry, artillerymen; soldiers from the metropolis and from the colonies; French farmers and African sharpshooters; red heads, faces of Mohammedan olive and the black countenances of the Sengalese, with eyes of fire, and thick, bluish blubber lips; some showing the good-nature and sedentary obesity of the middle-class man suddenly converted into a warrior; others sinewy, alert, with the aggressive profile of men born to fight, and experienced in foreign fields.
La ciudad visitada á impulsos de la esperanza por los enfermos del catolicismo se veía invadida ahora por una muchedumbre no menos dolorosa, pero vestida de carnavalescos colores. Todos, á pesar de su desaliento físico, tenían cierto aire de desenfado y satisfacción. Habían visto la muerte de muy cerca, escurriéndose entre sus garras huesosas, y encontraban un nuevo sabor á la alegría de vivir. Con sus capotes adornados de condecoraciones, sus teatrales alquiceles, sus kepis y sus gorros africanos, esta muchedumbre heroica ofrecía sin embargo un aspecto lamentable. Muy pocos conservaban en ella la noble vertical, orgullo de la superioridad humana. Avanzaban encorvados, cojeando, arrastrándose, apoyados en un garrote ó en un brazo amigo. Otros se dejaban empujar tendidos en los carritos que habían servido muchas veces para conducir los enfermos piadosos desde la estación á la gruta de la Virgen. Algunos caminaban á ciegas, con los ojos vendados, junto á un niño ó una enfermera. Los primeros choques en Bélgica y en el Este, media docena de batallas, habían bastado para producir estas ruinas físicas, en las que aparecía la belleza varonil con los más horribles ultrajes... Estos organismos que se empeñaban tenazmente en subsistir, paseando bajo el sol sus renacientes energías, sólo representaban una exigua parte de la gran siega de la muerte. Detrás de ellos quedaban miles y miles de camaradas gimiendo en los lechos de los hospitales y que tal vez no se levantarían nunca. Millares y millares estaban ocultos para siempre en las entrañas de una tierra mojada por su baba agónica, tierra fatal que al recibir una lluvia de proyectiles devolvía como cosecha matorrales de cruces.
The city, formerly visited by the hopeful, Catholic sick, was now invaded by a crowd no less dolorous but clad in carnival colors. All, in spite of their physical distress, had a certain air of good cheer and satisfaction. They had seen Death very near, slipping out from his bony claws into a new joy and zest in life. With their cloaks adorned with medals, their theatrical Moorish garments, their kepis and their African headdresses, this heroic band presented, nevertheless, a lamentable aspect. Very few still preserved the noble vertical carriage, the pride of the superior human being. They were walking along bent almost double, limping, dragging themselves forward by the help of a staff or friendly arm. Others had to let themselves be pushed along, stretched out on the hand-carts which had so often conducted the devout sick from the station to the Grotto of the Virgin. Some were feeling their way along, blindly, leaning on a child or nurse. The first encounters in Belgium and in the East, a mere half-dozen battles, had been enough to produce these physical wrecks still showing a manly nobility in spite of the most horrible outrages. These organisms, struggling so tenaciously to regain their hold on life, bringing their reviving energies out into the sunlight, represented but the most minute part of the number mowed down by the scythe of Death. Back of them were thousands and thousands of comrades groaning on hospital beds from which they would probably never rise. Thousands and thousands were hidden forever in the bosom of the Earth moistened by their death agony—fatal land which, upon receiving a hail of projectiles, brought forth a harvest of bristling crosses!
La guerra se mostró á los ojos de Desnoyers con toda su cruel fealdad. Había hablado de ella hasta entonces como hablamos de la muerte en plena salud, sabiendo que existe y que es horrible, pero viéndola tan lejos... ¡tan lejos! que no infunde una verdadera emoción. Las explosiones de los obuses acompañaban su brutalidad destructora con una burla feroz, desfigurando grotescamente el cuerpo humano. Vió heridos que empezaban á recobrar su fuerza vital y sólo eran esbozos de hombres, espantosas caricaturas, andrajos humanos salvados de la tumba por las audacias de la ciencia: troncos con cabeza que se arrastraban por el suelo sobre un zócalo de ruedas, cráneos incompletos cuyo cerebro latía bajo una cubierta artificial, seres sin brazos y sin piernas que descansaban en el fondo de un carretoncillo como bocetos escultóricos ó piezas de disección, caras sin nariz que mostraban, lo mismo que las calaveras, la negra cavidad de sus fosas nasales. Y estos medio hombres hablaban, fumaban, reían, satisfechos de ver el cielo, de sentir la caricia del sol, de haber vuelto á la existencia, animados por la soberana voluntad de vivir, que olvida confiada la miseria presente en espera de algo mejor.
War now showed itself to Desnoyers with all its cruel hideousness. He had been accustomed to speak of it heretofore as those in robust health speak of death, knowing that it exists and is horrible, but seeing it afar off . . . so far off that it arouses no real emotion. The explosion of the shells were accompanying their destructive brutality with a ferocious mockery, grotesquely disfiguring the human body. He saw wounded objects just beginning to recover their vital force who were but rough skeletons of men, frightful caricatures, human rags, saved from the tomb by the audacities of science—trunks with heads which were dragged along on wheeled platforms; fragments of skulls whose brains were throbbing under an artificial cap; beings without arms and without legs, resting in the bottom of little wagons, like bits of plaster models or scraps from the dissecting room; faces without noses that looked like skulls with great, black nasal openings. And these half-men were talking, smoking, laughing, satisfied to see the sky, to feel the caress of the sun, to have come back to life, dominated by that sovereign desire to live which trustingly forgets present misery in the confident hope of something better.
Fué tal su impresión, que olvidó por algún tiempo el motivo que le había arrastrado hasta allí... ¡Si los que provocan la guerra desde los gabinetes diplomáticos ó las mesas de un Estado Mayor pudiesen contemplarla, no en los campos de batalla, con el entusiasmo que perturba los sentidos, sino en frío, tal como se aprecia en hospitales y cementerios por los restos que deja tras de su paso!... El joven vió en su imaginación el globo terráqueo como un buque enorme que navegaba por la inmensidad. Sus tripulantes, los pobres humanos, llevaban siglos y siglos exterminándose sobre la cubierta. Ni siquiera sabían lo que existía debajo de sus pies, en las profundidades de la nave. Ocupar la mayor superficie á la luz del sol era el deseo de cada grupo. Hombres tenidos por superiores empujaban estas masas al exterminio, para escalar el último puente y empuñar el timón, dando al buque un rumbo determinado. Y todos los que sentían estas ambiciones por el mando absoluto sabían lo mismo... ¡nada! Ninguno de ellos podía decir con certeza qué había más allá del horizonte visible, ni adonde se dirigía la nave. La sorda hostilidad del misterio los rodeaba á todos; su vida era frágil, necesitaba de incesantes cuidados para mantenerse; y á pesar de esto, la tripulación, durante siglos y siglos, no había tenido un instante de acuerdo, de obra común, de razón clara. Periódicamente, una mitad de ella chocaba con la otra mitad; se mataban por esclavizarse en la cubierta movediza, flotante sobre el abismo; pugnaban por echarse unos á otros fuera del buque; la estela de la nave se cubría de cadáveres. Y de la muchedumbre en completa demencia todavía surgían lóbregos sofistas para declarar que este era el estado perfecto, que así debían seguir todos eternamente, y que era un mal ensueño desear que los tripulantes se mirasen como hermanos que siguen un destino común y ven en torno de ellos las asechanzas de un misterio agresivo... ¡Ah, miseria humana!
So strongly was Julio impressed that for a little while he forgot the purpose which had brought him thither. . . . If those who provoke war from diplomatic chambers or from the tables of the Military Staff could but see it—not in the field of battle fired with the enthusiasm which prejudices judgments—but in cold blood, as it is seen in the hospitals and cemeteries, in the wrecks left in its trail! . . . To Julio′s imagination this terrestrial globe appeared like an enormous ship sailing through infinity. Its crews—poor humanity—had spent century after century in exterminating each other on the deck. They did not even know what existed under their feet, in the hold of the vessel. To occupy the same portion of the surface in the sunlight seemed to be the ruling desire of each group. Men, considered superior human beings, were pushing these masses to extermination in order to scale the last bridge and hold the helm, controlling the course of the boat. And all those who felt the overmastering ambition for absolute command knew the same thing . . . nothing. Not one of them could say with certainty what lay beyond the visible horizon, nor whither the ship was drifting. The sullen hostility of mystery surrounded them all; their life was precarious, necessitating incessant care in order to maintain it, yet in spite of that, the crew for ages and ages, had never known an instant of agreement, of team work, of clear reason. Periodically half of them would clash with the other half. They killed each other that they might enslave the vanquished on the rolling deck floating over the abyss; they fought that they might cast their victims from the vessel, filling its wake with cadavers. And from the demented throng there were still springing up gloomy sophistries to prove that a state of war was the perfect state, that it ought to go on forever, that it was a bad dream on the part of the crew to wish to regard each other as brothers with a common destiny, enveloped in the same unsteady environment of mystery. . . . Ah, human misery!
Julio se sintió alejado de sus reflexiones por la alegría pueril que mostraban algunos convalecientes. Eran musulmanes, tiradores de Argelia y de Marruecos. Estaban en Lourdes como podían estar en otra parte, atentos únicamente á los obsequios de la gente civil, que los seguía con patriótica ternura. Todos ellos miraban con indiferencia la basílica habitada por la «
señora blanca». Su única preocupación era pedir cigarros y dulces.
Julio was drawn out of these pessimistic reflections by the childish glee which many of the convalescents were evincing. Some were Mussulmans, sharpshooters from Algeria and Morocco. In Lourdes, as they might be anywhere, they were interested only in the gifts which the people were showering upon them with patriotic affection. They all surveyed with indifference the basilica inhabited by "the white lady," their only preoccupation being to beg for cigars and sweets.
Al verse agasajados por la raza dominadora de sus países, se enorgullecían, atreviéndose á todo, como niños revoltosos. Su mayor placer era que las damas les diesen la mano. ¡Bendita guerra que les permitía acercarse y tocar á estas mujeres blancas, perfumadas y sonrientes, tal como aparecen en los ensueños las hembras paradisíacas reservadas á los bienaventurados! «
Madama... Madama», suspiraban, poblándose al mismo tiempo de llamaradas sus pupilas de tinta. Y no contentos con la mano, sus garras obscuras se aventuraban á lo largo del brazo, mientras las señoras reían de esta adoración trémula. Otros avanzaban entre el gentío ofreciendo su diestra á todas las mujeres. «
Toquemos mano.» Y se alejaban satisfechos luego de recibir el apretón.
Finding themselves regaled by the dominant race, they became greatly puffed up, daring everything like mischievous children. What pleased them most was the fact that the ladies would take them by the hand. Blessed war that permitted them to approach and touch these white women, perfumed and smiling as they appeared in their dreams of the paradise of the blest! "Lady . . . Lady," they would sigh, looking at them with dark, sparkling eyes. And not content with the hand, their dark paws would venture the length of the entire arm while the ladies laughed at this tremulous adoration. Others would go through the crowds, offering their right hand to all the women. "We touch hands." . . . And then they would go away satisfied after receiving the hand clasp.
Vagó mucho tiempo Desnoyers por los alrededores de la basílica. Al amparo de los árboles se formaban en hileras las carretillas ocupadas por los heridos. Oficiales y soldados permanecían largas horas en la sombra azul viendo cómo pasaban otros camaradas que podían valerse de sus piernas. La santa gruta resplandecía con el llamear de centenares de cirios. La muchedumbre devota, arrodillada al aire libre, fijaba sus ojos suplicantes en las sagradas piedras, mientras su pensamiento volaba, lejos, á los campos de batalla, con la confianza en la divinidad que acompaña á toda inquietud. De la masa arrodillada surgían soldados con vendajes en la cabeza, el kepis en una mano y los ojos lacrimosos.
Desnoyers wandered a long time around the basilica where, in the shadow of the trees, were long rows of wheeled chairs occupied by the wounded. Officers and soldiers rested many hours in the blue shade, watching their comrades who were able to use their legs. The sacred grotto was resplendent with the lights from hundreds of candles. Devout crowds were kneeling in the open air, fixing their eyes in supplication on the sacred stones whilst their thoughts were flying far away to the fields of battle, making their petitions with that confidence in divinity which accompanies every distress. Among the kneeling mass were many soldiers with bandaged heads, kepis in hand and tearful eyes.
Por la doble escalinata de la basílica subían y descendían mujeres vestidas de blanco, con un temblor de tocas que les daba de lejos el aspecto de palomas aleteantes. Eran enfermeras, damas de la Caridad guiando los pasos de los heridos. Desnoyers creyó reconocer á Margarita en cada una de ellas. Pero la desilusión que seguía á tales descubrimientos le hizo dudar del éxito de su viaje. Tampoco estaba en Lourdes. Nunca la encontraría en esta Francia agrandada desmesuradamente por la guerra, que había convertido cada población en un hospital.
Up and down the double staircase of the basilica were flitting women, clad in white, with spotless headdresses that fluttered in such a way that they appeared like flying doves. These were the nurses and Sisters of Charity guiding the steps of the injured. Desnoyers thought he recognized Marguerite in every one of them, but the prompt disillusion following each of these discoveries soon made him doubtful about the outcome of his journey. She was not in Lourdes, either. He would never find her in that France so immeasurably expanded by the war that it had converted every town into a hospital.
Por la tarde, sus averiguaciones no obtuvieron mejor éxito. Los empleados escucharon sus preguntas con aire distraído: podía volver luego. Estaban preocupados por el anuncio de un nuevo tren sanitario. Continuaba la gran batalla cerca de París. Tenían que improvisar alojamientos para la nueva remesa de carne destrozada.
His afternoon explorations were no more successful. The employees listened to his interrogations with a distraught air. He could come back again; just now they were taken up with the announcement that another hospital train was on the way. The great battle was still going on near Paris. They had to improvise lodgings for the new consignment of mutilated humanity. In order to pass away the time until his return,
Desnoyers volvió á los jardines cercanos á la gruta. Su paseo era para entretener el tiempo. Pensaba regresar á Pau aquella noche: nada le quedaba que hacer en Lourdes. ¿Adonde dirigiría luego sus investigaciones?...
Desnoyers went back to the garden near the grotto. He was planning to return to Pau that night; there was evidently nothing more to do at Lourdes. In what direction should he now continue his search?
Sintió de pronto un estremecimiento á lo largo de su espalda: la misma sensación indefinible que le avisaba la presencia de ella cuando se reunían en un jardín de París. Margarita iba á presentarse de repente como las otras veces, sin que él supiera ciertamente de dónde salía, como si emergiese de la tierra ó descendiese de las nubes.
Suddenly he felt a thrill down his back—the same indefinable sensation which used to warn him of her presence when they were meeting in the gardens of Paris. Marguerite was going to present herself unexpectedly as in the old days without his knowing from exactly what spot—as though she came up out of the earth or descended from the clouds.
Después de pensar esto sonrió con amargura. ¡Mentiras del deseo! ¡Ilusiones!... Al volver la cabeza reconoció la falsedad de su esperanza. Nadie seguía sus pasos: él era el único que marchaba por el centro de la avenida. En un banco inmediato descansaba un oficial con los ojos vendados. Junto á él, con la diáfana blancura de los ángeles custodios, estaba una enfermera. ¡Pobre ciego!... Desnoyers iba á seguir adelante; pero un movimiento rápido de la mujer vestida de blanco, un deseo visible de pasar inadvertida, de ocultar la cara volviendo los ojos hacia las plantas, atrajeron su atención. Tardó en reconocerla. Dos rizos asomados al borde de la toca le hicieron adivinar la cabellera oculta; los pies calzados de blanco fueron indicios para reconstituir el cuerpo algo desfigurado por un uniforme sin coquetería. El rostro era pálido, grave. Nada quedaba en él de los antiguos afeites, que le daban una belleza pueril de muñeca. Sus ojos parecían reflejar lo existente con nuevas formas en el fondo de unas aureolas obscuras de cansancio... ¡Margarita!
After a second′s thought he smiled bitterly. Mere tricks of his desire! Illusions! . . . Upon turning his head he recognized the falsity of his hope. Nobody was following his footsteps; he was the only being going down the center of the avenue. Near him, in the diaphanous white of a guardian angel, was a nurse. Poor blind man! . . . Desnoyers was passing on when a quick movement on the part of the white-clad woman, an evident desire to escape notice, to hide her face by looking at the plants, attracted his attention. He was slow in recognizing her. Two little ringlets escaping from the band of her cap made him guess the hidden head of hair; the feet shod in white were the signs which enabled him to reconstruct the person somewhat disfigured by the severe uniform. Her face was pale and sad. There wasn′t a trace left in it of the old vanities that used to give it its childish, doll-like beauty. In the depths of those great, dark-circled eyes life seemed to be reflected in new forms. . . . Marguerite!
Se miraron largamente, como hipnotizados por la sorpresa. Ella mostró inquietud al ver que Desnoyers adelantaba un paso. No... no. Sus ojos, sus manos, todo su cuerpo, parecieron protestar, repelerle en su avance, fijarlo en su inmovilidad. El miedo á que se aproximase la hizo marchar hacia él. Dijo unas palabras al militar, que continuó en el banco recibiendo sobre el vendaje de su rostro un rayo de sol que parecía no sentir. Luego se levantó, yendo al encuentro de Julio, y siguió adelante, indicándole con un gesto que se situase más lejos, donde el herido no pudiera escucharles.
They stared at one another for a long while, as though hypnotized with surprise. She looked alarmed when Desnoyers advanced a step toward her. No . . . No! Her eyes, her hands, her entire body seemed to protest, to repel his approach, to hold him motionless. Fear that he might come near her, made her go toward him. She said a few words to the soldier who remained on the bench, receiving across the bandage on his face a ray of sunlight which he did not appear to feel. Then she rose, going to meet Julio, and continued forward, indicating by a gesture that they must find some place further on where the wounded man could not hear them.
Detuvo su paso en un sendero lateral. Desde allí podía ver al ciego confiado á su custodia. Quedaron inmóviles frente á frente. Desnoyers quiso decir muchas cosas, ¡muchas! pero vaciló, no sabiendo cómo revestir de palabras sus quejas, sus súplicas, sus halagos. Por encima de esta avalancha de pensamientos emergió uno, fatal, dominante y colérico.
She led the way to a side path from which she could see the blind man confided to her care. They stood motionless, face to face. Desnoyers wished to say many things; many . . . but he hesitated, not knowing how to frame his complaints, his pleadings, his endearments. Far above all these thoughts towered one, fatal, dominant and wrathful.
—¿Quién es ese hombre?...
"Who is that man?"
El acento rencoroso, la voz dura con que dijo estas palabras, le sorprendieron, como si procediesen de otra boca.
The spiteful accent, the harsh voice with which he said these words surprised him as though they came from someone else′s mouth.
La enfermera lo miró con sus ojos límpidos, agrandados, serenos, unos ojos que parecían libres para siempre de las contracciones de la sorpresa y del miedo. La respuesta se deslizó con la misma limpieza que la mirada.
The nurse looked at him with her great limpid eyes, eyes that seemed forever freed from contractions of surprise or fear. Her response slipped from her with equal directness.
—Es Laurier... Es mi marido.
"It is Laurier. . . . It is my husband."
¡Laurier!... Los ojos de Julio examinaron con larga duda al militar antes de convencerse. ¡Laurier este oficial ciego que permanecía inmóvil en el banco como un símbolo de dolor heroico!... Estaba aviejado, con la tez curtida y de un color de bronce surcada de grietas que convergían como rayos en torno de todas las aberturas de su rostro. Los cabellos empezaban á blanquear en las sienes y en la barba que cubría ahora sus mejillas. Había vivido veinte años en un mes... Al mismo tiempo parecía más joven, con una juventud que irradiaba vigorosa de su interior, con la fuerza de un alma que ha sufrido las emociones más violentas y no puede ya conocer el miedo, con la satisfacción firme y serena del deber cumplido.
Laurier! . . . Julio looked doubtfully and for a long time at the soldier before he could be convinced. That blind officer motionless on the bench, that figure of heroic grief, was Laurier! . . . At first glance, he appeared prematurely old with roughened and bronzed skin so furrowed with lines that they converged like rays around all the openings of his face. His hair was beginning to whiten on the temples and in the beard which covered his cheeks. He had lived twenty years in that one month. . . . At the same time he appeared younger, with a youthfulness that was radiating an inward vigor, with the strength of a soul which has suffered the most violent emotions and, firm and serene in the satisfaction of duty fulfilled, can no longer know fear.
Contemplándole sintió al mismo tiempo admiración y celos. Se avergonzó al darse cuenta de la aversión que le inspiraba este hombre en plena desgracia y que no podía ver lo que le rodeaba. Su odio era una cobardía; pero insistió en él, como si en su interior se hubiese despertado otra alma, una segunda personalidad que le causaba espanto. ¡Cómo recordaba los ojos de Margarita al alejarse del herido por unos instantes!... A él no lo había mirado así nunca. Conocía todas las gradaciones amorosas de sus párpados, pero su mirada al herido era algo diferente, algo que él no había visto hasta entonces.
As Desnoyers contemplated him, he felt both admiration and jealousy. He was ashamed to admit the aversion inspired by the wounded man, so sorely wounded that he was unable to see what was going on around him. His hatred was a form of cowardice, terrifying in its persistence. How pensive were Marguerite′s eyes if she took them off her patient for a few seconds! . . . She had never looked at him in that way. He knew all the amorous gradations of her glance, but her fixed gaze at this injured man was something entirely different, something that he had never seen before.
Habló con la furia del enamorado que descubre una infidelidad.
He spoke with the fury of a lover who discovers an infidelity.
—¡Y por eso te fuiste sin un aviso, sin una palabra!... Me abandonaste para venir en busca de él... Di, ¿por qué has venido? ¿por qué has venido?...
"And for this thing you have run away without warning, without a word! . . . You have abandoned me in order to go in search of him. . . . Tell me, why did you come? . . . Why did you come?". . .
Ella no se inmutó ante su acento colérico y sus miradas hostiles.
…
—He venido porque aquí estaba mi deber.
"I came because it was my duty."
Luego habló como una madre que aprovecha un paréntesis de sorpresa en el niño irascible para aconsejarle cordura. Explicaba sus actos. Había recibido la noticia de la herida de Laurier cuando ella y su madre se preparaban á salir de París. No vaciló un instante: su obligación era correr al lado de este hombre. Había reflexionado mucho en las últimas semanas. La guerra le había hecho meditar sobre el valor de la vida. Sus ojos contemplaban nuevos horizontes; nuestro destino no está en el placer y las satisfacciones egoístas: nos debemos al dolor y al sacrificio.
Then she spoke like a mother who takes advantage of a parenthesis of surprise in an irascible child′s temper, in order to counsel self-control, and explained how it had all happened. She had received the news of Laurier′s wounding just as she and her mother were preparing to leave Paris. She had not hesitated an instant; her duty was to hasten to the aid of this man. She had been doing a great deal of thinking in the last few weeks; the war had made her ponder much on the values in life. Her eyes had been getting glimpses of new horizons; our destiny is not mere pleasure and selfish satisfaction; we ought to take our part in pain and sacrifice.
Deseaba trabajar por su patria, cargar con una parte del dolor común, servir como las otras mujeres; y estando dispuesta á dar todos sus cuidados á los desconocidos, ¿no era natural que prefiriese á este hombre al que había causado tanto daño?... Vivía aún en su memoria el momento en que le vió llegar á la estación completamente solo entre tantos que tenían el consuelo de unos brazos amantes al partir en busca de la muerte. Su lástima había sido aún más intensa al enterarse de su infortunio. Un obús había estallado junto á él, matando á los que le rodeaban. De sus varias heridas, la única grave era la del rostro. Había perdido un ojo por completo; el otro lo mantenían los médicos sin visión, esperando salvarlo. Pero ella dudaba; era casi seguro que Laurier quedaría ciego.
She had wanted to work for her country, to share the general stress, to serve as other women did; and since she was disposed to devote herself to strangers, was it not natural that she should prefer to help this man whom she had so greatly wronged? . . . There still lived in her memory the moment in which she had seen him approach the station, completely alone among so many who had the consolation of loving arms when departing in search of death. Her pity had become still more acute on hearing of his misfortune. A shell had exploded near him, killing all those around him. Of his many wounds, the only serious one was that on his face. He had completely lost the sight of one eye; and the doctors were keeping the other bound up hoping to save it. But she was very doubtful about it; she was almost sure that Laurier would be blind.
La voz de Margarita temblaba al decir esto, como si fuese á llorar; pero sus ojos permanecieron secos. No sentían la irresistible necesidad de las lágrimas. El llanto era ahora algo superfluo, como otras muchas cosas de los tiempos de paz. ¡Habían visto sus ojos tanto en pocos días!...
Marguerite′s voice trembled when saying this as if she were going to cry, although her eyes were tearless. They did not now feel the irresistible necessity for tears. Weeping had become something superfluous, like many other luxuries of peaceful days. Her eyes had seen so much in so few days! . . .
—¡Cómo le amas!—exclamó Julio.
"How you love him!" exclaimed Julio.
Ella le había tratado de usted hasta este momento, por miedo á ser oída y por mantenerle á distancia, como si hablase con un amigo. Pero la tristeza de su amante acabó con su frialdad.
Fearing that they might be overheard and in order to keep him at a distance, she had been speaking as though to a friend. But her lover′s sadness broke down her reserve.
—No; yo te quiero á ti... yo te querré siempre.
"No, I love you. . . . I shall always love you."
La sencillez con que dijo esto y su repentino tuteo infundieron confianza á Desnoyers.
The simplicity with which she said this and her sudden tenderness of tone revived Desnoyers′ hopes.
—¿Y el otro?—preguntó con ansiedad.
"And the other one?" he asked anxiously.
Al escuchar su respuesta creyó que algo acababa de pasar ante el sol, velando momentáneamente su luz. Fué como una nube que se deslizaba sobre la tierra y sobre su pensamiento esparciendo una sensación de frío.
Upon receiving her reply, it seemed to him as though something had just passed across the sun, veiling its light temporarily. It was as though a cloud had drifted over the land and over his thoughts, enveloping them in an unbearable chill.
—A él también le quiero.
"I love him, too."
Lo dijo mirándole como si implorase su perdón, con la sinceridad dolorosa de un alma que ha reñido con la mentira y llora al adivinar los daños que causa.
She said it with a look that seemed to implore pardon, with the sad sincerity of one who has given up lying and weeps in foreseeing the injury that the truth must inflict.
El sintió que su cólera dura se desmoronaba de golpe, lo mismo que una montaña que se agrieta. «
¡Ah, Margarita!» Su voz sonó trémula y humilde. ¿Podía terminar todo entre los dos con esta sencillez? ¿Eran acaso mentiras sus antiguos juramentos?... Se habían buscado con afinidad irresistible, para compenetrarse, para ser uno solo... y ahora, súbitamente endurecidos por la indiferencia, ¿iban á chocar como dos cuerpos hostiles que se repelen?... ¿Qué significaba este absurdo de amarle á él como siempre y amar al mismo tiempo á su antiguo esposo?
He felt his hard wrath suddenly dwindling like a crumbling mountain. Ah, Marguerite! His voice was tremulous and despairing. Could it be possible that everything between these two was going to end thus simply? Were her former vows mere lies? . . . They had been attracted to each other by an irresistible affinity in order to be together forever, to be one. . . . And now, suddenly hardened by indifference, were they to drift apart like two unfriendly bodies? . . . What did this absurdity about loving him at the same time that she loved her former husband mean, anyway?
Margarita bajó la cabeza, murmurando con desesperación:
Marguerite hung her head, murmuring desperately:
—Tú eres un hombre, yo soy una mujer. No me entenderás por más que hable. Los hombres no pueden alcanzar ciertos misterios nuestros... Una mujer me comprendería mejor.
"You are a man, I am a woman. You would never understand me, no matter what I might say. Men are not able to comprehend certain of our mysteries. . . . A woman would be better able to appreciate the complexity."
Desnoyers quiso conocer su infortunio con toda su crueldad. Podía hablar ella sin miedo. Se sentía con fuerzas para sobrellevar los golpes... ¿Qué decía Laurier al verse cuidado y acariciado por Margarita?...
Desnoyers felt that he must know his fate in all its cruelty. She might speak without fear. He felt strong enough to bear the blow. . . . What had Laurier said when he found that he was being so tenderly cared for by Marguerite? . . .
—Ignora quién soy... Me cree una enfermera igual á las otras, que se apiada de él viéndole solo y ciego, sin parientes que le escriban y le visiten... En ciertos momentos he llegado á sospechar si adivina la verdad. Mi voz, el contacto de mis manos, le crispaban al principio con un gesto de extrañeza. Le he dicho que soy una dama belga que ha perdido á los suyos y está sola en el mundo. El me ha contado su vida anterior ligeramente, como el que desea olvidar un pasado odioso... Ni una palabra molesta para su antigua mujer. Hay noches en que sospecho que me conoce, que se vale de su ceguera para prolongar la fingida ignorancia, y esto me atormenta... Deseo que recobre la vista, que los médicos salven uno de sus ojos, y al mismo tiempo siento miedo. ¿Qué dirá al reconocerme?... Pero no: mejor es que vea, y ocurra lo que ocurra. Tú no puedes comprender estas preocupaciones, tú no sabes lo que yo sufro.
"He does not know who I am. . . . He believes me to be a war-nurse, like the rest, who pities him seeing him alone and blind with no relatives to write to him or visit him. . . . At certain times, I have almost suspected that he guesses the truth. My voice, the touch of my hands made him shiver at first, as though with an unpleasant sensation. I have told him that I am a Beigian lady who has lost her loved ones and is alone in the world. He has told me his life story very sketchily, as if he desired to forget a hated past. . . . Never one disagreeable word about his former wife. There are nights when I think that he knows me, that he takes advantage of his blindness in order to prolong his feigned ignorance, and that distresses me. I long for him to recover his sight, for the doctors to save that doubtful eye—and yet at the same time, I feel afraid. What will he say when he recognizes me? . . . But no; it is better that he should see, no matter what may result. You cannot understand my anxiety, you cannot know what I am suffering."
Calló un instante para reconcentrarse, apreciando una vez más las inquietudes de su alma.
She was silent for an instant, trying to regain her self-control, again tortured with the agony of her soul.
—¡Oh, la guerra!—siguió diciendo—. ¡Qué de cambios en nuestra vida! Hace dos meses, mi situación me hubiese parecido extraordinaria, inverosímil... Yo cuidando á mi marido, temiendo que me descubra y se aleje de mí, deseando al mismo tiempo que me reconozca y me perdone... Sólo hace una semana que vivo á su lado. Desfiguro mi voz cuanto puedo, evito frases que le revelen quién soy... Pero esto no se puede prolongar. Únicamente en las novelas resultan aceptables estas situaciones.
"Oh, the war!" she resumed. "What changes in our life! Two months ago, my present situation would have appeared impossible, unimaginable. . . . I caring for my husband, fearing that he would discover my identity and leave me, yet at the same time, wishing that he would recognize me and pardon me. . . . It is only one week that I have been with him. I disguise my voice when I can, and avoid words that may reveal the truth . . . but this cannot keep up much longer. It is only in novels that such painful situations turn out happily."
La duda ensombrecía de pronto su resolución.
Doubt suddenly overwhelmed her.
—Yo creo—continuó—que me ha reconocido desde el primer momento... Calla y finge ignorancia porque me desprecia... porque jamás llegará á perdonarme. ¡He sido tan mala!... ¡Le he hecho tanto daño!...
"I believe," she continued, "that he has recognized me from the first. . . . He is silent and feigns ignorance because he despises me . . . because he can never bring himself to pardon me. I have been so bad! . . . I have wronged him so!". . .
Se acordaba de los largos y reflexivos mutismos del herido después de algunas palabras imprudentes. A los dos días de recibir sus cuidados había tenido un movimiento de rebeldía, evitando el salir con ella á paseo. Pero, falto de vista, comprendiendo la inutilidad de su resistencia, había acabado por entregarse con una pasividad silenciosa.
She was recalling the long and reflective silences of the wounded man after she had dropped some imprudent words. After two days of submission to her care, he had been somewhat rebellious, avoiding going out with her for a walk. Because of his blind helplessness, and comprehending the uselessness of his resistance, he had finally yielded in passive silence.
—Que piense lo que quiera—concluyó Margarita animosamente—, que me desprecie. Yo estoy aquí; donde debo estar. Necesito su perdón; y si no me perdona lo mismo seguiré á su lado... Hay momentos en que deseo que no recobre la vista. Así, me necesitaría siempre, podría pasar toda mí existencia á su lado sacrificándome por él...
"Let him think what he will!" concluded Marguerite courageously. "Let him despise me! I am here where I ought to be. I need his forgiveness, but if he does not pardon me, I shall stay with him just the same. . . . There are moments when I wish that he may never recover his sight, so that he may always need me, so that I may pass my life at his side, sacrificing everything for him."
—¿Y yo?—dijo Desnoyers.
"And I?" said Desnoyers.
Margarita le miró con ojos asombrados, como si despertase. Era verdad; ¿y el otro?... Enardecida por su sacrificio, que representaba una expiación, había olvidado al hombre que tenía delante.
Marguerite looked at him with clouded eyes as though she were just awaking. It was true—and the other one? . . . Kindled by the proposed sacrifice which was to be her expiation, she had forgotten the man before her.
—¡Tú!—dijo tras de una larga pausa—; tú debes dejarme... La vida no es como la habíamos concebido. Sin la guerra, tal vez hubiésemos realizado nuestros ensueños, pero ¡ahora!... Fíjate bien. Yo llevo para el resto de mi existencia una carga pesadísima y al mismo tiempo dulce, pues cuanto más me abruma, más grata me parece. Nunca me separaré de ese hombre al que he ofendido tanto, que se ve solo en el mundo y necesita de protección como un niño. ¿Por qué vas tú á participar de mi suerte? ¿Cómo vivir en amores con una eterna enfermera, al lado de un hombre bueno y ciego, al que ultrajaríamos continuamente con nuestra pasión?... No; mejor es que te alejes. Sigue tu camino solo y desembarazado. Déjame: tú encontrarás otras mujeres que te harán más dichoso que yo. Tú eres de los destinados á encontrar una nueva felicidad á cada paso.
"You!" she said after a long pause. "You must leave me. . . . Life is not what we have thought it. Had it not been for the war, we might, perhaps, have realized our dream, but now! . . . Listen carefully and try to understand. For the remainder of my life, I shall carry the heaviest burden, and yet at the same time it will be sweet, since the more it weighs me down the greater will my atonement be. Never will I leave this man whom I have so grievously wronged, now that he is more alone in the world and will need protection like a child. Why do you come to share my fate? How could it be possible for you to live with a nurse constantly at the side of a blind and worthy man whom we would constantly offend with our passion? . . . No, it is better for us to part. Go your way, alone and untrammelled. Leave me; you will meet other women who will make you more happy than I. Yours is the temperament that finds new pleasures at every step."
Insistió en sus elogios. Su voz era calmosa, pero en el fondo de ella temblaba la emoción del último adiós á la alegría que se aleja para siempre. El hombre amado sería de otras; ¡y ella misma lo entregaba!... Pero la noble tristeza del sacrificio le infundió serenidad. Era una renuncia más para expiar sus culpas.
She stood firmly to her decision. Her voice was calm, but back of it trembled the emotion of a last farewell to a joy which was going from her forever. The man would be loved by others . . . and she was giving him up! . . . But the noble sadness of the sacrifice restored her courage. Only by this renunciation could she expiate her sins.
Julio bajó los ojos, perplejo y vencido. Le aterraba la imagen del porvenir esbozada por Margarita. El viviendo al lado de la enfermera, aprovechándose de la ignorancia del ciego para inferirle todos los días con sus amores un nuevo insulto, ¡ah, no! Era una villanía. Se acordaba ahora con vergÜenza de la malignidad con que había mirado poco antes á esta hombre desgraciado y bueno. Se reconocía sin fuerzas para luchar con él. Débil é impotente en aquel banco de jardín, era más grande y respetable que Julio Desnoyers con toda su juventud y sus gallardías. Había servido en su vida para algo; había hecho lo que él no osaba hacer.
Julio dropped his eyes, vanquished and perplexed. The picture of the future outlined by Marguerite terrified him. To live with her as a nurse taking advantage of her patient′s blindness would be to offer him fresh insult every day. . . . Ah, no! That would be villainy, indeed! He was now ashamed to recall the malignity with which, a little while before, he had regarded this innocent unfortunate. He realized that he was powerless to contend with him. Weak and helpless as he was sitting there on the garden bench, he was stronger and more deserving of respect than Julio Desnoyers with all his youth and elegance. The victim had amounted to something in his life; he had done what Julio had not dared to do.
Esta convicción de su inferioridad le hizo gemir como un niño abandonado:
This sudden conviction of his inferiority made him cry out like an abandoned child,
—¡Qué será de mí!...
"What will become of me?" . . .
Margarita, considerando el amor que se iba para siempre, las esperanzas desvanecidas, el porvenir iluminado por la satisfacción de un deber cumplido, pero monótono y doloroso, murmuró igualmente:
Marguerite, too—contemplating the love which was going from her forever, her vanished hopes, the future illumined by the satisfaction of duty fulfilled but monotonous and painful—cried out:
—¿Y yo?... ¡Qué será de mí!...
"And I. . . . What will become of me?" . . .
Desnoyers pareció reanimarse, como si hubiese encontrado de pronto una solución.
As though he had suddenly found a solution which was reviving his courage, Desnoyers said:
—Escucha, Margarita: yo leo en tu alma. Amas á ese hombre, y haces bien. Es superior á mí, y las mujeres se sienten atraídas por toda superioridad... Yo soy un cobarde. Sí, no protestes; soy un cobarde, con toda mi juventud, con todas mis fuerzas. ¿Cómo no habías de sentirte impresionada por la conducta de ese hombre?... Pero yo recuperaré lo perdido... Este país es el tuyo, Margarita; yo me batiré por él. No digas que no...
"Listen, Marguerite: I can read your soul. You love this man, and you do well. He is superior to me, and women are always attracted by superiority. . . . I am a coward. Yes, do not protest, I am a coward with all my youth, with all my strength. Why should you not have been impressed by the conduct of this man! . . . But I will atone for past wrongs. This country is yours, Marguerite; I will fight for it. Do not say no. . . ."
Y enardecido por su repentino entusiasmo, trazaba un plan de heroísmos. Iba á hacerse soldado. Pronto oiría hablar de él. Su propósito era quedar tendido en el campo al primer encuentro ó asombrar al mundo con sus hazañas. De un modo ú otro resolvería su vergonzosa situación: el olvido de la muerte ó la gloria.
And moved by his hasty heroism, he outlined the plan more definitely. He was going to be a soldier. Soon she would hear him well spoken of. His idea was either to be stretched on the battlefield in his first encounter, or to astound the world by his bravery. In this way the impossible situation would settle itself—either the oblivion of death or glory.
—¡No!—exclamó ella interrumpiéndole con angustia—. Tú, no. Bastante hay con el otro... ¡Qué horror! Tú también herido, mutilado para siempre, tal vez muerto... No; vive. Prefiero que vivas, aunque seas de otra. Que yo sepa que existes, que te vea alguna vez aunque me hayas olvidado, aunque pases indiferente como si no me conocieses.
"No, no!" interrupted Marguerite in an anguished tone. "You, no! One is enough. . . . How horrible! You, too, wounded, mutilated forever, perhaps dead! . . . No, you must live. I want you to live, even though you might belong to another. . . . Let me know that you exist, let me see you sometimes, even though you may have forgotten me, even though you may pass me with indifference, as if you did not know me."
En su protesta gritaba el amor ardoroso, el amor irreflexivo y heroico, que acepta todas las penas á cambio de que el ser preferido siga existiendo.
In this outburst her deep love for him rang true—her heroic and inflexible love which would accept all penalties for herself, if only the beloved one might continue to live.
Pero á continuación, para que Julio no sintiese el engaño de una falsa esperanza, añadió:
But then, in order that Julio might not feel any false hopes, she added:
—Vive; tú no debes morir; sería para mí un nuevo tormento... Pero vive sin mí. Olvídame. Es inútil cuanto hablemos: mi destino está marcado para siempre al lado del otro.
—"Live; you must not die; that would be for me another torment. . . . But live without me. No matter how much we may talk about it, my destiny beside the other one is marked out forever."
Desnoyers volvió á entregarse al desaliento, adivinando la ineficacia de ruegos y protestas.
…
—¡Ah, cómo le amas!... ¡Cómo me engañaste!
"Ah, how you love him! . . . How you have deceived me!"
Ella, como suprema explicación, volvió á repetir lo dicho al principio de la entrevista. Amaba á Julio... y amaba á su marido. Eran amores distintos. No quería decir cuál resultaba más ardiente, pero la desgracia la impelía á escoger entre los dos, y aceptaba al más doloroso, el de mayores sacrificios.
In a last desperate attempt at explanation she again repeated what she had said at the beginning of their interview. She loved Julio . . . and she loved her husband. They were different kinds of love. She could not say which was the stronger, but misfortune was forcing her to choose between the two, and she was accepting the most difficult, the one demanding the greatest sacrifices.
—Tú eres hombre y no podrás entenderme nunca... Una mujer me comprendería.
"You are a man, and you will never be able to understand me. . . . A woman would comprehend me."
Julio, al lanzar una mirada en torno de él, creyó que la tarde había sufrido los efectos de un fenómeno celeste. El jardín seguía iluminado por el sol, pero el verde de los árboles, el amarillo del suelo, el azul del espacio, las espumas blancas del río, todo le pareció obscuro y difuso, como si cayese una lluvia de ceniza.
It seemed to Julio, as he looked around him, as though the afternoon were undergoing some celestial phenomenon. The garden was still illuminated by the sun, but the green of the trees, the yellow of the ground, the blue of the sky, all appeared to him as dark and shadowy as though a rain of ashes were falling.
—Entonces... ¿todo ha terminado entre nosotros?
"Then . . . all is over between us?"
Su voz temblorosa, suplicante, cargada de lágrimas, hizo que ella volviese la cabeza para ocultar su emoción.
His pleading, trembling voice charged with tears made her turn her head to hide her emotion.
Luego, en el penoso silencio, las dos desesperaciones formularon la misma pregunta, como si interrogasen á las sombras del futuro. «
¿Qué será de mí?», murmuró el hombre. Y como un eco, los labios de ella repitieron: «
¿Qué será de mí?»
Then in the painful silence the two despairs formed one and the same question, as if interrogating the shades of the future: "What will become of me?" murmured the man. And like an echo her lips repeated, "What will become of me?"
Todo estaba dicho. Palabras irreparables se alzaban entre los dos como un obstáculo que había de ensancharse por momentos, impeliéndoles en opuestas direcciones. ¿Para qué prolongar la entrevista dolorosa?... Margarita mostró la resolución pronta y enérgica de toda mujer cuando desea cortar una escena: «
¡Adiós!» Su rostro había tomado una palidez amarillenta, sus pupilas estaban mortecinas, humosas, como los vidrios de una linterna cuya luz se apaga. «
¡Adiós!» Debía volver al lado de su herido.
All had been said. Hopeless words came between the two like an obstacle momentarily increasing in size, impelling them in opposite directions. Why prolong the painful interview? . . . Marguerite showed the ready and energetic decision of a woman who wishes to bring a scene to a close. "Good-bye!" Her face had assumed a yellowish cast, her pupils had become dull and clouded like the glass of a lantern when the light dies out. "Good-bye!" She must go to her patient.
Se marchó sin mirarle, y Desnoyers, por instinto, caminó en dirección opuesta. Cuando al serenarse quiso volver sobre sus pasos, vió cómo se alejaba dando el brazo al ciego, sin volver la cabeza una sola vez.
She went away without looking at him, and Desnoyers instinctively went in the opposite direction. As he became more self-controlled and turned to look at her again, he saw her moving on and giving her arm to the blind man, without once turning her head.
Tuvo la convicción de que ya no la vería más, y una angustia de asfixia oprimió su garganta. ¿Y con esta facilidad podían separarse eternamente dos seres que días antes contemplaban el universo concretado en sus personas?...
He now felt convinced that he should never see her again, and became oppressed by an almost suffocating agony. And could two beings, who had formerly considered the universe concentrated in their persons, thus easily be separated forever? . . .
Su desesperación al quedar solo le hizo acusarse de torpeza. Ahora acudían sus pensamientos en tropel, y cada uno de ellos le pareció suficiente para convencer á Margarita. Indudablemente no había sabido expresarse: necesitaba hablar con ella otra vez... Y decidió permanecer en Lourdes.
His desperation at finding himself alone made him accuse himself of stupidity. Now his thoughts came tumbling over each other in a tumultuous throng, and each one of them seemed to him sufficient to have convinced Marguerite. He certainly had not known how to express himself. He would have to talk with her again . . . and he decided to remain in Lourdes.
Pasó una noche de tortura en el hotel, escuchando el rebullir del río entre las piedras. El insomnio le tuvo entre sus mandíbulas feroces, royéndolo con un suplicio interminable. Encendió la luz varias veces, pero no pudo leer. Sus ojos miraron con estúpida fijeza los dibujos del empapelado, las láminas piadosas de este cuarto que había servido de albergue á los peregrinos ricos. Permaneció inmóvil y abstraído como los orientales, que piensan en su carencia absoluta de pensamientos. Una idea única danzaba en el vacío de su cráneo: «
Y no la veré más... ¿es esto posible?»
He passed a night of torture in the hotel, listening to the ripple of the river among its stones. Insomnia had him in his fierce jaws, gnawing him with interminable agony. He turned on the light several times, but was not able to read. His eyes looked with stupid fixity at the patterns of the wall paper and the pious pictures around the room which had evidently served as the lodging place of some rich traveller. He remained motionless and as abstracted as an Oriental who thinks himself into an absolute lack of thought. One idea only was dancing in the vacuum in his skull—"I shall never see her again. . . . Can such a thing be possible?"
Se adormeció algunos instantes, para despertar con la sensación de un estallido horroroso que le enviaba por los aires. Y siguió desvelado, con sudores de angustia, hasta que en la sombra de la habitación se fué destacando un cuadrado de luz láctea. El amanecer empezaba á reflejarse en las cortinas de la ventana.
He drowsed for a few seconds, only to be awakened with the sensation that some horrible explosion was sending him through the air. And so, with sweats of anguish, he wakefully passed the hours until in the gloom of his room the dawn showed a milky rectangle of light, and began to be reflected on the window curtains.
La caricia aterciopelada del día pudo al fin cerrar sus ojos. Al despertar, bien entrada la mañana, corrió á los jardines de la gruta... ¡Las horas de espera temblorosa é inútil, creyendo reconocer á Margarita en toda dama blanca que avanzaba guiando á un herido!
The velvet-like caress of day finally closed his eyes. Upon awaking he found that the morning was well advanced, and he hurried to the garden of the grotto. . . . Oh, the hours of tremulous and unavailing waiting, believing that he recognized Marguerite in every white-clad lady that came along, guiding a wounded patient!
Por la tarde, después de un almuerzo cuyos platos desfilaron intactos, volvió al jardín en busca de ella. Al reconocerla dando el brazo al oficial ciego, experimentó una sensación de desaliento. Parecía más alta, más delgada, con el rostro afilado, dos oquedades de sombra en las mejillas, los ojos brillantes de fiebre, los párpados contraídos por el cansancio. Adivinó una noche de suplicio, de pensamientos escasos y tenaces, de estupefacción dolorosa igual á la suya en el cuarto del hotel. Sintió de pronto todo el peso del insomnio y la inapetencia, toda la emoción deprimente de las sensaciones crueles experimentadas en las últimas horas. ¡Cuán desgraciados eran los dos!...
By afternoon, after a lunch whose dishes filed past him untouched, he returned to the garden in search of her. Beholding her in the distance with the blind man leaning on her arm, a feeling of faintness came over him. She looked to him taller, thinner, her face sharper, with two dark hollows in her cheeks and her eyes bright with fever, the lids drawn with weariness. He suspected that she, too, had passed an anguished night of tenacious, self-centred thought, of grievous stupefaction like his own, in the room of her hotel. Suddenly he felt all the weight of insomnia and listlessness, all the depressing emotion of the cruel sensations experienced in the last few hours. Oh, how miserable they both were! . . .
Ella avanzaba con precaución, mirando á un lado y á otro, como el que presiente un peligro. Al descubrirle se apretó contra el ciego, lanzando á su antiguo amante una mirada de súplica, de desesperación, implorando misericordia... ¡Ay, esta mirada!
She was walking warily, looking from one side to the other, as though foreseeing danger. Upon discovering him she clung to her charge, casting upon her former lover a look of entreaty, of desperation, imploring pity. . . Ay, that look!
Sintió vergÜenza; su personalidad parecía haberse desdoblado: se contempló á si mismo con ojos de juez. ¿Qué hacía allí el llamado Julio Desnoyers, hombre seductor é inútil, atormentando con su presencia á una pobre mujer, queriendo desviarla de su noble arrepentimiento, insistiendo en sus egoístas y pequeños deseos, cuando la humanidad entera pensaba en otras cosas?... Su cobardía le irritó. Como el ladrón que se aprovecha del sueño de su víctima, él rondaba en torno de un hombre bueno y valeroso que no podía verle, que no podía defenderse, para robarle el único afecto que tenía en el mundo y que milagrosamente volvía hacia él. ¡Muy bien, señor Desnoyers!... ¡Ah, canalla!
He felt ashamed of himself; his personality appeared to be unrolling itself before him, and he surveyed himself with the eyes of a judge. What was this seduced and useless man, called Julio Desnoyers, doing there, tormenting with his presence a poor woman, trying to turn her from her righteous repentance, insisting on his selfish and petty desires when all humanity was thinking of other things? . . . His cowardice angered him. Like a thief taking advantage of the sleep of his victim, he was stalking around this brave and true man who could not see him, who could not defend himself, in order to rob him of the only affection that he had in the world which had so miraculously returned to him! Very well, Gentleman Desnoyers! . . . Ah, what a scoundrel he was!
Estos insultos exteriores le hicieron erguirse, altivo, cruel, inexorable, contra aquel otro yo digno de su desprecio.
Such subconscious insults made him draw himself erect, in haughty, cruel and inexorable defiance against that other I who so richly deserved the judge′s scorn.
Ladeó la cabeza: no quiso encontrar los ojos suplicantes de Margarita; tuvo miedo á su mudo reproche. Tampoco se atrevió á mirar al ciego, con su uniforme rapado y heroico, con su rostro envejecido por el deber y la gloria. Le temía como á un remordimiento.
He turned his head away; he could not meet Marguerite′s piteous eyes; he feared their mute reproach. Neither did he dare to look at the blind man in his shabby and heroic uniform, with his countenance aged by duty and glory. He feared him like remorse.
Volvió la espalda al grupo: se alejó. ¡Adiós, amor! ¡Adiós, felicidad!... Marchaba ahora con paso firme; un milagro acababa de realizarse en su interior: había encontrado su camino.
So the vanquished lover turned his back on the two and went away with a firm step. Good-bye, Love! Goodbye, Happiness! . . . He marched quickly and bravely on; a miracle had just taken place within him! he had found the right road at last!
¡A París!... Una ilusión nueva iba á poblar el inmenso vacío de su existencia sin objeto.
To Paris! . . . A new impetus was going to fill the vacuum of his objectless existence.
V
La invasión
-II- Chapter V
THE INVASION
Huía don Marcelo para refugiarse en su castillo, cuando encontró al alcalde de Villeblanche. El estrépito de la descarga le había hecho correr hacia la barricada. Al enterarse de la aparición del grupo de rezagados elevó los brazos desesperadamente. Estaban locos. Su resistencia iba á ser fatal para el pueblo. Y siguió corriendo para rogarles que desistiesen de ella.
Don Marcelo was fleeing to take refuge in his castle when he met the mayor of Villeblanche. The noise of the firing had made him hurry to the barricade. When he learned of the apparition of the group of stragglers he threw up his hands in despair. They were crazy. Their resistance was going to be fatal for the village, and he ran on to beg them to cease.
Transcurrió mucho tiempo sin que se turbase la calma de la mañana. Desnoyers había subido á lo más alto de uno de sus torreones y con los anteojos exploraba el campo. No alcanzaba á distinguir la carretera; sólo veía los grupos de árboles inmediatos. Adivinó con la imaginación debajo de este ramaje una oculta actividad: masas de hombres que hacían alto, tropas que se preparaban para el ataque. La inesperada defensa de los fugitivos había perturbado la marcha de la invasión. Desnoyers pensó en este puñado de locos y su testarudo jefe: ¿qué suerte iba á ser la suya?...
For some time nothing happened to disturb the morning calm. Desnoyers had climbed to the top of his towers and was surveying the country with his field glasses. He couldn′t make out the highway through the nearest group of trees, but he suspected that underneath their branches great activity was going on—masses of men on guard, troops preparing for the attack. The unexpected defense of the fugitives had upset the advance of the invasion. Desnoyers thought despairingly of that handful of mad fellows and their stubborn chief. What was their fate going to be? . . .
Al fijar sus gemelos en las cercanías del pueblo vió las manchas rojas de los kepis deslizándose como amapolas sobre el verde de unas praderas. Eran ellos que se retiraban, convencidos de la inutilidad de su resistencia. Tal vez les habían indicado un vado ó una barca olvidada para salvar el Marne, y continuaban su retroceso hacia el río. De un momento á otro, los alemanes iban á entrar en Villeblanche.
Focussing his glasses on the village, he saw the red spots of kepis waving like poppies over the green of the meadows. They were the retreating men, now convinced of the uselessness of their resistance. Perhaps they had found a ford or forgotten boat by which they might cross the Maine, and so were continuing their retreat toward the river. At any minute now the Germans were going to enter Villeblanche.
Transcurrió media hora de profundo silencio. El pueblo perfilaba sobre un fondo de colinas su masa de tejados y la torre de la iglesia rematada por la cruz y un gallo de hierro. Todo parecía tranquilo, como en los mejores días de la paz. De pronto vió que el bosque vomitaba á lo lejos algo ruidoso y sutil, una burbuja de vapor acompañada de sordo estallido. Algo también pasó por el aire con estridente curva. A continuación, un tejado del pueblo se abrió como un cráter, volando de él maderos, fragmentos de pared, muebles rotos. Todo el interior de la casa se escapaba en un chorro de humo, polvo y astillas.
Half an hour of profound silence passed by. The village lay silhouetted against a background of hills—a mass of roofs beneath the church tower finished with its cross and iron weather cock. Everything seemed as tranquil as in the best days of peace. Suddenly he noticed that the grove was vomiting forth something noisy and penetrating—a bubble of vapor accompanied by a deafening report. Something was hurtling through the air with a strident curve. Then a roof in the village opened like a crater, vomiting forth flying wood, fragments of plaster and broken furniture. All the interior of the house seemed to be escaping in a stream of smoke, dirt and splinters.
Los invasores bombardeaban á Villeblanche antes de intentar el ataque, como si temiesen encontrar en sus calles una empeñada resistencia. Cayeron nuevos proyectiles. Algunos, pasando por encima de las casas, venían á estallar entre el pueblo y el castillo. Los torreones de la propiedad de Desnoyers empezaban á atraer la puntería de los artilleros. Pensaba éste en la oportunidad de abandonar su peligroso observatorio, cuando vió que algo blanco, semejante á un mantel ó una sábana, flotaba en la torre de la iglesia. Los vecinos habían izado esta señal de paz para evitarse el bombardeo. Todavía cayeron unos cuantos proyectiles; luego se hizo el silencio.
The invaders were bombarding Villeblanche before attempting attack, as though fearing to encounter persistent resistance in its streets. More projectiles fell. Some passed over the houses, exploding between the hamlet and the castle. The towers of the Desnoyers property were beginning to attract the aim of the artillerymen. The owner was therefore about to abandon his dangerous observatory when he saw something white like a tablecloth or sheet floating from the church tower. His neighbors had hoisted this signal of peace in order to avoid bombardment. A few more missiles fell and then there was silence.
Don Marcelo estaba ahora en su parque, viendo cómo el conserje enterraba al pie de un árbol las armas de caza que existían en el castillo. Luego se dirigió hacia la verja. Los enemigos iban á llegar y había que recibirles. En esta espera inquietante, el arrepentimiento volvió á atormentarle. ¿Qué hacía allí? ¿Por qué se había quedado?... Pero su carácter tenaz desechó inmediatamente las dudas del miedo. Estaba allí porque tenía el deber de guardar lo suyo. Además, ya era tarde para pensar en tales cosas.
When Don Marcelo reached his park he found the Warden burying at the foot of a tree the sporting rifles still remaining in his castle. Then he went toward the great iron gates. The enemies were going to come, and he had to receive them. While uneasily awaiting their arrival his compunctions again tormented him. What was he doing there? Why had he remained? . . . But his obstinate temperament immediately put aside the promptings of fear. He was there because he had to guard his own. Besides, it was too late now to think about such things.
Le pareció de pronto que el silencio matinal se cortaba con un sordo rasgón de tela dura.
Suddenly the morning stillness was broken by a sound like the deafening tearing of strong cloth. "Shots, Master," said the Warden.
—Tiros, señor—- dijo el conserje—. Una descarga. Debe ser en la plaza.
"Firing! It must be in the square."
Minutos después vieron llegar á una mujer del pueblo, una vieja de miembros enjutos y negruzcos, que jadeaba con la violencia de la carrera, lanzando en torno miradas de locura. Huía sin saber adonde ir, por la necesidad de escapar al peligro, de librarse de horribles visiones. Desnoyers y los porteros escucharon su explicación entrecortada por hipos de terror.
A few minutes after they saw running toward them a woman from the village, an old soul, dried up and darkened by age, who was panting from her great exertion, and looking wildly around her. She was fleeing blindly, trying to escape from danger and shut out horrible visions. Desnoyers and the Keeper′s family listened to her explanations interrupted with hiccoughs of terror.
Los alemanes estaban en Villeblanche. Primeramente había entrado un automóvil á toda velocidad, pasando de un extremo á otro del pueblo. Su ametralladora disparaba á capricho contra las casas cerradas y las puertas abiertas, tumbando á las gentes que se habían asomado. La vieja abrió los brazos con un gesto de terror... Muertos... muchos muertos... heridos... sangre. A continuación, otros vehículos blindados se habían detenido en la plaza, y tras de ellos, grupos de jinetes, batallones á pie, numerosos batallones, que llegaban por todas partes. Los hombres con casco parecían furiosos: acusaban á los habitantes de haber hecho fuego contra ellos. En la plaza habían golpeado al alcalde y á varios vecinos que salían á su encuentro. El cura, inclinado sobre unos agonizantes, también había sido atropellado... Todos presos. Los alemanes habían de fusilarlos.
The Germans were in Villeblanche. They had entered first in an automobile driven at full speed from one end of the village to the other. Its mitrailleuse was firing at random against closed houses and open doors, knocking down all the people in sight. The old woman flung up her arms with a gesture of terror. . . . Dead . . . many dead . . . wounded . . . blood! Then other iron-plated vehicles had stopped in the square, and behind them cavalrymen, battalions of infantry, many battalions coming from everywhere. The helmeted men seemed furious; they accused the villagers of having fired at them. In the square they had struck the mayor and villagers who had come forward to meet them. The priest, bending over some of the dying, had also been trodden under foot. . . . All prisoners! The Germans were talking of shooting them.
Las palabras de la vieja fueron cortadas por el ruido de algunos automóviles que se aproximaban.
The old dame′s words were cut short by the rumble of approaching automobiles.
—Abre la verja—ordenó el dueño al conserje.
"Open the gates," commanded the owner to the Warden.
La verja quedó abierta, y ya no volvió á cerrarse nunca. Terminaba el derecho de propiedad.
The massive iron grill work swung open, and was never again closed. All property rights were at an end.
Se detuvo ante la entrada un automóvil enorme cubierto de polvo y lleno de hombres. Detrás sonaron las bocinas de otros vehículos, que se avisaban al detenerse con seco tirón de frenos. Desnoyers vió soldados apeándose de un salto, todos vestidos de gris verdoso, con una funda del mismo tono cubriendo el casco puntiagudo. Uno de ellos, que marchaba delante, le puso su revólver en la frente.
An enormous automobile, covered with dust and filled with men, stopped at the entrance. Behind them sounded the horns of other vehicles that were putting on the brakes. Desnoyers saw soldiers leaping out, all wearing the greenish-gray uniform with a sheath of the same tone covering the pointed casque. The one who marched at their head put his revolver to the millionaire′s forehead.
—¿Dónde están los franco-tiradores?—preguntó.
"Where are the sharpshooters?" he asked.
Estaba pálido, con una palidez de cólera, de venganza y de miedo. Le temblaban las mejillas á impulsos de la triple emoción. Don Marcelo se explicó lentamente, contemplando á corta distancia de sus ojos el negro redondel del tubo amenazador. No había visto franco-tiradores. El castillo tenía por únicos habitantes el conserje con su familia, y él, que era el dueño.
He was pale with the pallor of wrath, vengeance and fear. His face was trembling under the influence of his triple emotion. Don Marcelo explained slowly, contemplating at a short distance from his eyes the black circle of the threatening tube. He had not seen any sharpshooters. The only inhabitants of the castle were the Warden with his family and himself, the owner of the castle.
Miró el oficial al edificio y luego examinó á Desnoyers con visible extrañeza, como si lo encontrase de aspecto demasiado humilde para ser su propietario. Le había creído un simple empleado, y su respeto á las jerarquías sociales hizo que bajase el revólver.
The officer surveyed the edifice and then examined Desnoyers with evident astonishment as though he thought his appearance too unpretentious for a proprietor. He had taken him for a simple employee, and his respect for social rank made him lower his revolver.
No por esto desistió de sus gestos imperiosos. Empujó á don Marcelo para que le sirviese de guía; lo hizo marchar delante de él, mientras á sus espaldas se agrupaban unos cuarenta soldados. Avanzaron en dos filas, al amparo de los árboles que bordeaban la avenida central, con el fusil pronto para disparar, mirando inquietamente á las ventanas del castillo, como si esperasen recibir desde ellas una descarga cerrada. Desnoyers marchó tranquilamente por el centro, y el oficial, que había imitado la precaución de su gente, acabó por unirse á él cuando atravesaba el puente levadizo.
He did not, however, alter his haughty attitude. He pressed Don Marcelo into the service as a guide, making him search ahead of him while forty soldiers grouped themselves at his back. They advanced in two files to the shelter of the trees which bordered the central avenue, with their guns ready to shoot, and looking uneasily at the castle windows as though expecting to receive from them hidden shots. Desnoyers marched tranquilly through the centre, and the official, who had been imitating the precautions of his men, finally joined him when he was crossing the drawbridge.
Los hombres armados se esparcieron por las habitaciones en busca de enemigos. Metían las bayonetas debajo de camas y divanes. Otros, con un automatismo destructor, atravesaron los cortinajes y las ricas cubiertas de los lechos. El dueño protestó: ¿para qué este destrozo inútil?... Experimentaba una tortura insufrible al ver las botas enormes manchando de barro las alfombras, al oir el choque de culatas y mochilas contra los muebles frágiles, de los que caían objetos. ¡Pobre mansión histórica!...
The armed men scattered through the rooms in search of the enemy. They ran their bayonets through beds and divans. Some, with automatic destructiveness, slit the draperies and the rich bed coverings. The owner protested; what was the sense in such useless destruction? . . . He was suffering unbearable torture at seeing the enormous boots spotting the rugs with mud, on hearing the clash of guns and knapsacks against the most fragile, choicest pieces of furniture. Poor historic mansion! . . .
El oficial le miró con extrañeza, asombrado de que protestase por tan fútiles motivos. Pero dió una orden en alemán, y sus hombres cesaron en las rudas exploraciones. Luego, como una justificación de este respeto extraordinario, añadió en francés:
The officer looked amazed that he should protest for such trifling cause, but he gave orders in German and his men ceased their rude explorations. Then, in justification of this extraordinary respect, he added in French:
—Creo que tendrá usted el honor de alojar al general de nuestro cuerpo de ejército.
"I believe that you are going to have the honor of entertaining here the general of our division."
La certeza de que en el castillo no se ocultaban enemigos le hizo más amable. Sin embargo, persistió en su cólera contra los franco-tiradores. Un grupo de vecinos había hecho fuego sobre los hulanos cuando avanzaban descuidados después de la retirada de los franceses.
The certainty that the castle did not hold any hidden enemies made him more amiable. He, nevertheless, persisted in his wrath against the sharpshooters. A group of the villagers had opened fire upon the Uhlans when they were entering unsuspiciously after the retreat of the French.
Desnoyers creyó necesaria una protesta. No eran vecinos ni franco-tiradores: eran soldados franceses. Tuvo buen cuidado de callar su presencia en la barricada, pero afirmó que había distinguido los uniformes desde un torreón de su castillo.
Desnoyers felt it necessary to protest. They were neither inhabitants nor sharpshooters; they were French soldiers. He took good care to be silent about their presence at the barricade, but he insisted that he had distinguished their uniforms from a tower of the castle.
El oficial hizo un gesto de agresividad.
The official made a threatening face.
—¿Usted también?... ¿Usted, que parece un hombre razonable, repite tales patrañas?
"You, too? . . . You, who appear a reasonable man, can repeat such yarns as these?"
Y para cortar la discusión, dijo con arrogancia:
And in order to close the conversation, he said, arrogantly:
—Llevaban uniforme, si usted se empeña en afirmarlo, pero eran franco-tiradores. El gobierno francés ha repartido armas y uniformes á los campesinos para que nos asesinen. Lo mismo hizo el de Bélgica... Pero conocemos sus astucias y sabremos castigarlas.
"They were wearing uniforms, then, if you persist in saying so, but they were sharpshooters just the same. The French Government has distributed arms and uniforms among the farmers that they may assassinate us. . . . Belgium did the same thing. . . . But we know their tricks, and we know how to punish them, too!"
El pueblo iba á ser incendiado. Había que vengar los cuatro cadáveres alemanes que estaban tendidos en las afueras de Villeblanche, cerca de la barricada. El alcalde, el cura, los principales vecinos, todos fusilados.
The village was going to be burned. It was necessary to avenge the four German dead lying on the outskirts of Villeblanche, near the barricade. The mayor, the priest, the principal inhabitants would all be shot.
Visitaban en aquel momento el último piso. Desnoyers vió flotar por encima del ramaje de su parque una bruma obscura cuyos contornos enrojecía el sol. El extremo del campanario era lo único del pueblo que se distinguía desde allí. En torno del gallo de hierro volteaban harapos sutiles, semejantes á telarañas negras elevadas por el viento. Un olor de madera vieja quemada llegó hasta el castillo.
By the time they reached the top floor Desnoyers could see floating above the boughs of his park dark clouds whose outlines were reddened by the sun. The top of the bell tower was the only thing that he could distinguish at that distance. Around the iron weathercock were flying long thin fringes like black cobwebs lifted by the breeze. An odor of burning wood came toward the castle.
Saludó el alemán este espectáculo con una sonrisa cruel. Luego, al descender al parque, ordenó á Desnoyers que le siguiese. Su libertad y su dignidad habían terminado. En adelante, iba á ser una cosa bajo el dominio de estos hombres, que podrían disponer de él á su capricho. ¡Ay, por qué se había quedado!... Obedeció, montando en un automóvil al lado del oficial, que aún conservaba el revólver en la diestra. Sus hombres se esparcían por el castillo y sus dependencias para evitar la fuga de un enemigo imaginario. El conserje y su familia parecieron decirle ¡adiós! con los ojos. Tal vez le llevaban á la muerte...
The German greeted this spectacle with a cruel smile. Then on descending to the park, he ordered Desnoyers to follow him. His liberty and his dignity had come to an end. Henceforth he was going to be an underling at the beck and call of these men who would dispose of him as their whims directed. Ay, why had he remained? . . . He obeyed, climbing into an automobile beside the officer, who was still carrying his revolver in his right hand. His men distributed themselves through the castle and outbuildings, in order to prevent the flight of an imaginary enemy. The Warden and his family seemed to be saying good-bye to him with their eyes. Perhaps they were taking him to his death. . . .
Mas allá de las arboledas del castillo fué surgiendo un mundo nuevo. El corto trayecto hasta Villeblanche representó para él un salto de millones de leguas, la caída en un planeta rojo, donde hombres y cosas tenían la pátina del humo y el resplandor del incendio. Vió el pueblo bajo un dosel obscuro moteado de chispas y brillantes pavesas. El campanario ardía como un blandón enorme; la techumbre de la iglesia estallaba, dejando escapar chorros de llamas. Un hedor de quema se esparcía en el ambiente. El fulgor del incendio parecía contraerse y empalidecer ante la luz impasible del sol.
Beyond the castle woods a new world was coming into existence. The short cut to Villeblanche seemed to Desnoyers a leap of millions of leagues, a fall into a red planet where men and things were covered with the film of smoke and the glare of fire. He saw the village under a dark canopy spotted with sparks and glowing embers. The bell tower was burning like an enormous torch; the roof of the church was breaking into flames with a crashing fury. The glare of the holocaust seemed to shrivel and grow pale in the impassive light of the sun.
Corrían á través de los campos, con la velocidad de la desesperación, mujeres y niños dando alaridos. Las bestias habían escapado de los establos, empujadas por las llamas, para emprender una carrera loca. La vaca y el caballejo de labor llevaban pendiente del pescuezo la cuerda rota por el tirón del miedo. Sus flancos echaban humo y olían á pelo quemado. Los cerdos, las ovejas, las gallinas, corrían igualmente, confundidos con gatos y perros. Toda la animalidad doméstica retornaba á la existencia salvaje, huyendo del hombre civilizado. Sonaban tiros y carcajadas brutales. Los soldados, en las afueras del pueblo, insistían regocijados en esta cacería de fugitivos. Sus fusiles apuntaban á las bestias y herían á las personas.
Running across the fields with the haste of desperation were shrieking women and children. The animals had escaped from the stables, and driven forth by the flames were racing wildly across the country. The cow and the work horse were dragging their halters broken by their flight. Their flanks were smoking and smelt of burnt hair. The pigs, the sheep and the chickens were all tearing along mingled with the cats and the dogs. All the domestic animals were returning to a brute existence, fleeing from civilized man. Shots were heard and hellish ha-ha′s. The soldiers outside of the village were making themselves merry in this hunt for fugitives. Their guns were aimed at beasts and were hitting people.
Desnoyers vió hombres, muchos hombres, hombres por todas partes. Eran á modo de hormigueros grises que desfilaban y desfilaban hacia el Sur, saliendo de los bosques, llenando los caminos, atravesando los campos. El verde de la vegetación se diluía bajo sus pasos; las cercas caían rotas; el polvo se alzaba en espirales detrás del sordo rodar de los cañones y el acompasado trote de millares de caballos. A los lados del camino habían hecho alto varios batallones con su acompañamiento de vehículos y bestias de tiro. Descansaban para reanudar su marcha. Conocía á este ejército. Lo había visto en las paradas de Berlín, y también le pareció cambiado, como el del día anterior. Quedaba en él muy poco de la brillantez sombría é imponente, de la tiesura muda y jactanciosa, que hacían llorar de admiración á sus cuñados. La guerra, con sus realidades, había borrado todo lo que tenía de teatral el formidable organismo de muerte. Los soldados se mostraban sucios y cansados. Una respiración de carne blanca, atocinada y sudorosa, revuelta con el hedor del cuero, flotaba sobre los regimientos. Todos los hombres tenían cara de hambre. Llevaban días y días caminando incesantemente sobre las huellas de un enemigo que siempre conseguía librarse. En este avance forzado, los víveres de la Intendencia llegaban tarde á los acantonamientos. Sólo podían contar con lo que guardaban en sus mochilas. Desnoyers los vió alineados junto al camino devorando pedazos de pan negro y embutidos mohosos. Algunos se esparcían por los campos para desenterrar las remolachas y otros tubérculos, mascando su dura pulpa entre crujidos de granos de tierra. Un alférez sacudía los árboles frutales, empleando como percha la bandera de su regimiento. La gloriosa enseña, adornada con recuerdos de 1870, le servía para alcanzar ciruelas todavía verdes. Los que estaban sentados en el suelo aprovechaban este descanso extrayendo sus pies hinchados y sudorosos de las altas botas, que esparcían un vapor insufrible.
Desnoyers saw men, many men, men everywhere. They were like gray ants, marching in endless files towards the South, coming out from the woods, filling the roads, crossing the fields. The green of vegetation was disappearing under their tread; the dust was rising in spirals behind the dull roll of the cannons and the measured trot of thousands of horses. On the roadside several battalions had halted, with their accompaniment of vehicles and draw horses. They were resting before renewing their march. He knew this army. He had seen it in Berlin on parade, and yet it seemed to have changed its former appearance. There now remained very little of the heavy and imposing glitter, of the mute and vainglorious haughtiness which had made his relatives-in-law weep with admiration. War, with its realism, had wiped out all that was theatrical about this formidable organization of death. The soldiers appeared dirty and tired, out. The respiration of fat and sweaty bodies, mixed with the strong smell of leather, floated over the regiments. All the men had hungry faces. For days and nights they had been following the heels of an enemy which was always just eluding their grasp. In this forced advance the provisions of the administration would often arrive so late at the cantonments that they could depend only on what they happened to have in their knapsacks. Desnoyers saw them lined up near the road devouring hunks of black bread and mouldy sausages. Some had scattered through the fields to dig up beet roots and other tubers, chewing with loud crunchings the hard pulp to which the grit still adhered. An ensign was shaking the fruit trees using as a catch-all the flag of his regiment. That glorious standard, adorned with souvenirs of 1870, was serving as a receptacle for green plums. Those who were seated on the ground were improving this rest by drawing their perspiring, swollen feet from high boots which were sending out an insufferable smell.
Los regimientos de infantería que Desnoyers había visto en Berlín reflejando la luz en metales y correajes, los húsares lujosos y terroríficos, los coraceros de albo uniforme semejantes á los paladines del Santo Graal, los artilleros con el pecho regleteado de fajas blancas, todos los militares que en los desfiles arrancaban suspiros de admiración á los Hartrott, aparecían ahora unificados y confundidos por la monotonía del color, todos de verde mostaza, como lagartos empolvados que en su arrastre buscan confundirse con el suelo.
The regiments of infantry which Desnoyers had seen in Berlin reflecting the light on metal and leather straps, the magnificent and terrifying Hussars, the Cuirassiers in pure white uniform like the paladins of the Holy Grail, the artillerymen with breasts crossed with white bands, all the military variations that on parade had drawn forth the Hartrotts′ sighs of admiration—these were now all unified and mixed together, of uniform color, all in greenish mustard like the dusty lizards that, slipping along, try to be confounded with the earth.
Se adivinaba la persistencia de la férrea disciplina. Una palabra dura de los jefes, un golpe de silbato, y todos se agrupaban, desapareciendo el hombre en el espesor de la masa de autómatas. Pero el peligro, el cansancio, la certidumbre del triunfo, habían aproximado á soldados y oficiales momentáneamente, borrando las diferencias de castas. Los jefes salían un poco del aislamiento en que los mantenía su altivez y se dignaban conversar con sus hombres para infundirles ánimo. Un esfuerzo más, y envolverían á franceses é ingleses, repitiendo la hazaña de Sedán, cuyo aniversario se celebraba en aquellos días. Iban á entrar en París: era asunto de una semana. ¡París! Grandes tiendas llenas de riquezas, restoranes célebres, mujeres, champañ, dinero... Y los hombres, orgullosos de que sus conductores se dignasen hablar con ellos, olvidaban la fatiga y el hambre, reanimandóse como las muchedumbres de la Cruzada ante la imagen de Jerusalén. «
¡Nach París!» El alegre grito circulaba de la cabeza á la cola de las columnas en marcha, «
¡A París! ¡A París!...»
The persistency of the iron discipline was easily discernible. A word from the chiefs, the sound of a whistle, and they all grouped themselves together, the human being disappearing in the throngs of automatons; but danger, weariness, and the uncertainty of triumph had for the time being brought officers and men nearer together, obliterating caste distinction. The officers were coming part way out of their overbearing, haughty seclusion, and were condescending to talk with the lower orders so as to revive their courage. One effort more and they would overwhelm both French and English, repeating the triumph of Sedan, whose anniversary they were going to celebrate in a few days! They were going to enter Paris; it was only a matter of a week. Paris! Great shops filled with luxurious things, famous restaurants, women, champagne, money. . . . And the men, flattered that their commanders were stooping to chat with them, forgot fatigue and hunger, reviving like the throngs of the Crusade before the image of Jerusalem. "Nach Paris!" The joyous shout circulated from the head to the tail of the marching columns. "To Paris! To Paris!"
La escasez de comida la compensaban con los productos de una tierra rica en vinos. Al saquear las casas, rara vez encontraban víveres, pero siempre una bodega. El alemán humilde, abrevado con cerveza y que consideraba el vino como un privilegio de los ricos, podía desfondar los toneles á culatazos, bañándose los pies en oleadas del precioso líquido. Cada batallón dejaba como rastro de su paso una estela de botellas vacías, un alto en un campo lo sembraba de cilindros de vidrio. Los furgones de los regimientos, no pudiendo renovar sus repuestos de víveres, cargaban vino en todos los pueblos. El soldado, falto de pan, recibía alcohol... Y este regalo iba acompañado de buenos consejos de los oficiales. La guerra es la guerra: nada de piedad con unos adversarios que no la merecían. Los franceses fusilaban á los prisioneros y sus mujeres sacaban los ojos á los heridos. Cada vivienda equivalía á un antro de asechanzas. El alemán sencillo é inocente que penetraba solo iba á una muerte segura. Las camas se hundían en pavorosos subterráneos, los armarios eran puertas disimuladas, todo rincón tenía oculto á un asesino. Había que castigar á esta nación traidora que preparaba su suelo como un escenario de melodrama. Los funcionarios municipales, los curas, los maestros de escuela, dirigían y amparaban á los franco-tiradores.
The scarcity of their food supply was here supplemented by the products of a country rich in wines. When sacking houses they rarely found eatables, but invariably a wine cellar. The humble German, the perpetual beer drinker, who had always looked upon wine as a privilege of the rich, could now open up casks with blows from his weapons, even bathing his feet in the stream of precious liquid. Every battalion left as a souvenir of its passing a wake of empty bottles; a halt in camp sowed the land with glass cylinders. The regimental trucks, unable to renew their stores of provisions, were accustomed to seize the wine in all the towns. The soldier, lacking bread, would receive alcohol. . . . This donation was always accompanied by the good counsels of the officers—War is war; no pity toward our adversaries who do not deserve it. The French were shooting their prisoners, and their women were putting out the eyes of the wounded. Every dwelling was a den of traps. The simple-hearted and innocent German entering therein was going to certain death. The beds were made over subterranean caves, the wardrobes were make-believe doors, in every corner was lurking an assassin. This traitorous nation, which was arranging its ground like the scenario of a melodrama, would have to be chastised. The municipal officers, the priests, the schoolmasters were directing and protecting the sharpshooters.
Desnoyers se aterró al considerar la indiferencia con que marchaban estos hombres en torno del pueblo incendiado. No veían el fuego y la destrucción; todo carecía, de valor ante sus ojos: era el espectáculo ordinario. Desde que atravesaron las fronteras de su país, pueblos en ruinas, incendiados por las vanguardias, y pueblos en llamas nacientes, provocadas por su propio paso, habían ido marcando las etapas de su avance por el suelo belga y el francés.
Desnoyers was shocked at the indifference with which these men were stalking around the burning village. They did not appear to see the fire and destruction; it was just an ordinary spectacle, not worth looking at. Ever since they had crossed the frontier, smoldering and blasted villages, fired by the advance guard, had marked their halting places on Belgian and French soil.
Al entrar el automóvil en Villeblanche tuvo que moderar su marcha. Muros calcinados se habían desplomado sobre la calle, vigas medio carbonizadas obstruían el paso, obligando al vehículo á virar entre los escombros humeantes. Los solares ardían como braseros entre casas que aún se mantenían en pie, saqueadas, con las puertas rotas, pero libres del incendio. Desnoyers vió en estos rectángulos llenos de tizones, sillas, camas, máquinas de coser, cocinas de hierro, todos los muebles del bienestar campesino, que se consumían ó retorcían. Creyó distinguir igualmente un brazo emergiendo de los escombros y que empezaba á arder como un cirio. No; no era posible... Un hedor de grasa caliente se unía á la respiración de hollín de maderas y cascotes.
When entering Villeblanche the automobile had to lower its speed. Burned walls were bulging out over the street and half-charred beams were obstructing the way, obliging the vehicle to zigzag through the smoking rubbish. The vacant lots were burning like fire pans between the houses still standing, with doors broken, but not yet in flames. Desnoyers saw within these rectangular spaces partly burned wood, chairs, beds, sewing machines, iron stoves, all the household goods of the well-to-do countryman, being consumed or twisted into shapeless masses. Sometimes he would spy an arm sticking out of the ruins, beginning to burn like a long wax candle. No, it could not be possible . . . and then the smell of cooking flesh began to mingle with that of the soot, wood and plaster.
Cerró los ojos: no quería ver. Pensó por un momento que estaba soñando. Era inverosímil que tales horrores hubiesen podido desarrollarse en poco más de una hora. Creyó á la maldad humana impotente para cambiar en tan corto espacio el aspecto de un pueblo.
He closed his eyes, not able to look any longer. He thought for a moment he must be dreaming. It was unbelievable that such horrors could take place in less than an hour. Human wickedness at its worst he had supposed incapable of changing the aspect of a village in such a short time.
Una brusca detención del carruaje le hizo mirar. Esta vez los cadáveres estaban en medio de la calle: eran dos hombres y una mujer. Tal vez habían caído bajo las balas de la ametralladora automóvil que atravesó el pueblo precediendo á la invasión. Un poco más allá, vueltos de espalda á los muertos, como si ignorasen su presencia, varios soldados comían sentados en el suelo. El chauffeur les gritó para que desembarazasen el paso. Con los fusiles y los pies empujaron los cadáveres, todavía calientes, que dejaban á cada volteo un rastro de sangre. Apenas quedó abierto algo de espacio entre ellos y el muro, pasó adelante el vehículo... Un crujido, un salto. Las ruedas de atrás habían aplastado un obstáculo frágil.
An abrupt stoppage of the motor made him look around involuntarily. This time the obstruction was the dead bodies in the street—two men and a woman. They had probably fallen under the rain of bullets from the machine gun which had passed through the town preceding the invasion. Some soldiers were seated a little beyond them, with their backs to the victims, as though ignoring their presence. The chauffeur yelled to them to clear the track; with their guns and feet they pushed aside the bodies still warm, at every turn leaving a trail of blood. The space was hardly opened before the vehicle shot through . . . a thud, a leap—the back wheels had evidently crushed some very fragile obstacle.
Desnoyers continuaba en su asiento, encogido, estupefacto, cerrando los ojos. El horror le hizo pensar en su propio destino. ¿Adónde le llevaba aquel teniente?...
Desnoyers was still huddled in his seat, benumbed and with closed eyes. The horror around him made him think of his own fate. Whither was this lieutenant taking him? . . .
En la plaza vió la casa municipal que ardía; la iglesia no era mas que un cascarón de piedra erizado de lenguas de fuego. Las casas de los vecinos acomodados tenían las puertas y ventanas rotas á hachazos. En su interior se agitaban los soldados, siguiendo un metódico vaivén. Entraban con las manos vacías y surgían cargados de muebles y ropas. Otros, desde los pisos superiores, arrojaban objetos, acompañando sus envíos con bromas y carcajadas. De pronto tenían que salir huyendo. El incendio estallaba instantáneamente, con la violencia y la rapidez de una explosión. Seguía los pasos de un grupo de hombres que llevaban cajones y cilindros de metal. Alguien que iba al frente designaba los edificios, y al penetrar por sus rotas ventanas pastillas y chorros de líquido, se producía la catástrofe de un modo fulminante.
He soon saw the town hall flaming in the square; the church was now nothing but a stone shell, bristling with flames. The houses of the prosperous villagers had had their doors and windows chopped out by axe-blows. Within them soldiers were moving about methodically. They entered empty-handed and came out loaded with furniture and clothing. Others, in the upper stories, were flinging out various objects; accompanying their trophies with jests and guffaws. Suddenly they had to come out flying, for fire was breaking out with the violence and rapidity of an explosion. Following their footsteps was a group of men with big boxes and metal cylinders. Someone at their head was pointing out the buildings into whose broken windows were to be thrown the lozenges and liquid streams which would produce catastrophe with lightning rapidity.
Vió surgir de un edificio en llamas dos hombres que parecían dos montones de harapos, llevados á rastras por varios alemanes. Sobre la mancha azul de sus capotes distinguió unas caras pálidas, unos ojos desmesuradamente abiertos por el martirio. Sus piernas arrastraban por el suelo, asomando entre las tiras de los pantalones rojos destrozados. Uno de ellos aún conservaba el kepis. Expelían sangre por diversas partes de sus cuerpos: iban dejando atrás el blanco serpenteo de los vendajes deshechos. Eran heridos franceses, rezagados que se habían quedado en el pueblo, sin fuerzas para continuar la retirada. Tal vez pertenecían al grupo que, al verse cortado, intentó una resistencia loca.
Out of one of these flaming buildings two men, who seemed but bundles of rags, were being dragged by some Germans. Above the blue sleeves of their military cloaks Don Marcelo could distinguish blanched faces and eyes immeasurably distended with suffering. Their legs were dragging on the ground, sticking out between the tatters of their red pantaloons. One of them still had on his kepis. Blood was gushing from different parts of their bodies and behind them, like white serpents, were trailing their loosened bandages. They were wounded Frenchmen, stragglers who had remained in the village because too weak to keep up with the retreat. Perhaps they had joined the group which, finding its escape cut off, had attempted that insane resistance.
Deseando restablecer la verdad, miró al oficial que tenía al lado y quiso hablar. Pero éste le contuvo: «
Franco-tiradores disfrazados, que van á recibir su castigo.» Las bayonetas alemanas se hundieron en sus cuerpos. Después, una culata cayó sobre la cabeza de uno de ellos... Y los golpes se repitieron con sordo martilleo sobre las cápsulas óseas, que crujían al romperse.
Wishing to make that matter more clearly understood, Desnoyers looked at the official beside him, attempting to speak; but the officer silenced him instantly: "French sharpshooters in disguise who are going to get the punishment they deserve." The German bayonets were sunk deep into their bodies. Then blows with the guns fell on the head of one of them . . . and these blows were repeated with dull thumps upon their skulls, crackling as they burst open.
Otra vez pensó el viejo en su propia suerte. ¿Adonde le llevaba este teniente á través de tantas visiones de horror?...
Again the old man wondered what his fate would be. Where was this lieutenant taking him across such visions of horror? . . .
Llegaron á las afueras del pueblo, donde los dragones habían establecido su barricada. Las carretas estaban aún allí, pero á un lado del camino. Bajaron del automóvil. Vió un grupo de oficiales vestidos de gris, con el casco enfundado, iguales en todo á los otros. El que le había conducido hasta este sitio quedó inmóvil, rígido, con una mano en la visera, hablando á un militar que estaba unos cuantos pasos al frente del grupo. Miró á este hombre y él también le miró con unos ojillos azules y duros que perforaban su rostro enjuto surcado de arrugas. Debía ser el general. La mirada arrogante y escudriñadora le abarcó de pies á cabeza. Don Marcelo tuvo el presentimiento de que su vida dependía de este examen. Una mala idea que cruzase por su cerebro, un capricho cruel de su imaginación, y estaba perdido. Movió los hombros el general y dijo unas palabras con gesto desdeñoso. Luego montó en un automóvil con dos de sus ayudantes, y el grupo se deshizo.
They had reached the outskirts of the village, where the dragoons had built their barricade. The carts were still there, but at one side of the road. They climbed out of the automobile, and he saw a group of officers in gray, with sheathed helmets like the others. The one who had brought him to this place was standing rigidly erect with one hand to his visor, speaking to a military man standing a few paces in front of the others. He looked at this man, who was scrutinizing him with his little hard blue eyes that had carved his spare, furrowed countenance with lines. He must be the general. His arrogant and piercing gaze was sweeping him from head to foot. Don Marcelo felt a presentiment that his life was hanging on this examination; should an evil suggestion, a cruel caprice flash across this brain, he was surely lost. The general shrugged his shoulders and said a few words in a contemptuous tone, then entered his automobile with two of his aids, and the group disbanded.
La cruel incertidumbre del viejo encontró interminables los momentos que tardó el oficial en volver á su lado.
The cruel uncertainty, the interminable moments before the official returned to his side, filled Desnoyers with dread.
—Su Excelencia es muy bueno—dijo—. Podía fusilarle, pero le perdona. ¡Y aún dicen ustedes que somos unos salvajes!...
"His Excellency is very gracious," announced the lieutenant. "He might have shot you, but he pardons you and yet you people say that we are savages!" . . .
Con la inconsciencia de su menosprecio, explicó que lo había traído hasta allí convencido de que le fusilarían. El general deseaba castigar á los vecinos principales de Villeblanche, y él había considerado por su propia iniciativa que el dueño del castillo debía ser uno de ellos.
With involuntary contempt, he further explained that he had conducted him thither fully expecting that he would be shot. The General was planning to punish all the prominent residents of Villeblanche, and he had inferred, on his own initiative, that the owner of the castle must be one of them.
—El deber militar, señor... Así lo exige la guerra.
"Military duty, sir. . . . War exacts it."
Después de esta excusa reanudó los elogios á Su Excelencia. Iba á alojarse en la propiedad de don Marcelo, y por esto le perdonaba la vida. Debía darle las gracias... Luego volvieron á temblar de cólera sus mejillas. Señalaba unos cuerpos tendidos junto al camino. Eran los cadáveres de los cuatro hulanos, cubiertos con unos capotes y mostrando por debajo de ellos las suelas enormes de sus botas.
After this excuse the petty official renewed his eulogies of His Excellency. He was going to make his headquarters in Don Marcelo′s property, and on that account granted him his life. He ought to thank him. . . . Then again his face trembled with wrath. He pointed to some bodies lying near the road. They were the corpses of Uhlans, covered with some cloaks from which were protruding the enormous soles of their boots.
—¡Un asesinato!—exclamó—. ¡Un crimen que van á pagar caro los culpables!
"Plain murder!" he exclaimed. "A crime for which the guilty are going to pay dearly!"
Su indignación le hacía considerar como un hecho inaudito y monstruoso la muerte de los cuatro soldados, como si en la guerra sólo debieran caer los enemigos, manteniéndose incólume la vida de sus compatriotas.
His indignation made him consider the death of four soldiers as an unheard-of and monstrous outrage—as though in was only the enemy ought to fall, keeping safe and sound the lives of his compatriots.
Llegó un grupo de infantería mandado por un oficial. Al abrirse sus filas vió Desnoyers entre los uniformes grises varios paisanos empujados rudamente. Iban con las ropas desgarradas. Algunos tenían sangre en el rostro y en las manos. Los fué reconociendo uno por uno mientras los alineaban junto á una tapia, á veinte pasos del piquete: el alcalde, el cura, el guardia forestal, algunos vecinos ricos cuyas casas había visto arder.
A band of infantry commanded by an officer approached. As their ranks opened, Desnoyers saw the gray uniforms roughly pushing forward some of the inhabitants. Their clothes were torn and some had blood on face and hands. He recognized them one by one as they were lined up against the mud wall, at twenty paces from the firing squad of soldiers—the mayor, the priest, the forest guard, and some rich villagers whose houses he had seen falling in flames.
Iban á fusilarlos... Para evitarle toda duda, el teniente continuó sus explicaciones.
"They are going to shoot them . . . in order to prevent any doubt about it," the lieutenant explained.
—He querido que vea usted esto. Conviene aprender. Así agradecerá mejor las bondades de Su Excelencia.
"I wanted you to see this. It will serve as an object lesson. In this way, you will feel more appreciative of the leniency of His Excellency."
Ninguno de los prisioneros hablaba. Habían agotado sus voces en una protesta inútil. Toda su vida la concentraban en sus ojos, mirando en torno con estupefacción... ¡Y era posible que los matasen friamente, sin oir sus protestas, sin admitir las pruebas de su inocencia!
The prisoners were mute. Their voices had been exhausted in vain protest. All their life was concentrated in their eyes, looking around them in stupefaction. . . . And was it possible that they would kill them in cold blood without hearing their testimony, without admitting the proofs of their innocence!
La certidumbre de la muerte dió de pronto á casi todos ellos una noble serenidad. Inútil quejarse. Sólo un campesino rico, famoso en el pueblo por su avaricia, lloriqueaba desesperado, repitiendo: «
Yo no quiero morir... yo no quiero morir.»
The certainty of approaching death soon gave almost all of them a noble serenity. It was useless to complain. Only one rich countryman, famous for his avarice, was whimpering desperately, saying over and over, "I do not wish to die. . . . I do not want to die!"
Trémulo y con los ojos cargados de lágrimas, Desnoyers se ocultó detrás de su implacable acompañante. A todos los conocía, con todos había batallado, arrepintiéndose ahora de sus antiguas querellas. El alcalde tenía en la frente la mancha roja de una gran desolladura. Sobre su pecho se agitaba un harapo tricolor: la banda municipal, que se había puesto para recibir á los invasores y que éstos le habían arrancado. El cura erguía su cuerpo pequeño y redondo, queriendo abarcar en una mirada de resignación las víctimas, los verdugos, la tierra entera, el cielo. Parecía más grueso. El negro ceñidor, roto por las violencias de los soldados, dejaba libre su abdomen y flotante su sotana. Las melenas plateadas chorreaban sangre, salpicando de gotas rojas el blanco alzacuello.
Trembling and with eyes overflowing with tears, Desnoyers hid himself behind his implacable guide. He knew them all, he had battled with them all, and repented now of his former wrangling. The mayor had a red stain on his forehead from a long skin wound. Upon his breast fluttered a tattered tricolor; the municipality had placed it there that he might receive the invaders who had torn most of it away. The priest was holding his little round body as erect as possible, wishing to embrace in a look of resignation the victims, the executioners, earth and heaven. He appeared larger than usual and more imposing. His black girdle, broken by the roughness of the soldiers, left his cassock loose and floating. His waving, silvery hair was dripping blood, spotting with its red drops the white clerical collar.
Al verle avanzar por el campo de la ejecución con paso vacilante á causa de su obesidad, una risotada salvaje cortó el trágico silencio. Los grupos de soldados sin armas que habían acudido á presenciar el suplicio saludaron con carcajadas al anciano. «
¡A muerte el cura!...» El fanatismo de las guerras religiosas vibraba en su burla. Casi todos ellos eran católicos ó protestantes fervorosos; pero sólo creían en los sacerdotes de su país. Fuera de Alemania, todo resultaba despreciable, hasta la propia religión.
Upon seeing him cross the fatal field with unsteady step, because of his obesity, a savage roar cut the tragic silence. The unarmed soldiers, who had hastened to witness the execution, greeted the venerable old man with shouts of laughter. "Death to the priest!" . . . The fanaticism of the religious wars vibrated through their mockery. Almost all of them were devout Catholics or fervent Protestants, but they believed only in the priests of their own country. Outside of Germany, everything was despicable—even their own religion.
El alcalde y el sacerdote cambiaron de lugar en la fila, buscándose. Se ofrecían mutuamente, el centro del grupo con una cortesía solemne.
The mayor and the priest changed their places in the file, seeking one another. Each, with solemn courtesy, was offering the other the central place in the group.
—Aquí, señor alcalde; este es su sitio: á la cabeza de todos.
"Here, your Honor, is your place as mayor—at the head of all."
—No; después de usted, señor cura.
"No, after you, Monsieur le cure."
Discutían por última vez, pero en este momento supremo era para cederse el paso, queriendo cada uno humillarse ante el otro.
They were disputing for the last time, but in this supreme moment each one was wishing to yield precedence to the other.
Habían unido sus manos por instinto, mirando de frente al piquete de ejecución, que bajaba sus fusiles en rígida fila horizontal. A sus espaldas sonaron lamentos. «
Adiós, hijos míos... Adiós, vida... Yo no quiero morir... ¡no quiero morir!...»
Instinctively they had clasped hands, looking straight ahead at the firing squad, that had lowered its guns in a rigid, horizontal line. Behind them sounded laments—"Good-bye, my children. . . . Adieu, life! . . . I do not wish to die! . . . I do not want to die! . . ."
Los dos hombres sintieron la necesidad de decir algo, de cerrar la página de su existencia con una afirmación.
The two principal men felt the necessity of saying something, of closing the page of their existence with an affirmation.
—¡Viva la República!—gritó el alcalde.
"Vive la Republique!" cried the mayor.
—¡Viva Francia!—dijo el cura.
"Vive la France!" said the priest.
Desnoyers creyó que ambos habían gritado lo mismo.
Desnoyers thought that both had said the same thing.
Se alzaron dos verticales sobre las cabezas: el brazo del sacerdote trazó en el aire un signo, el sable del jefe del piquete relampagueó al mismo tiempo lívidamente... Un trueno seco, rotundo, seguido de varias explosiones tardías.
Two uprights flashed up above their heads—the arm of the priest making the sign of the cross, and the sabre of the commander of the shooters, glistening at the same instant. . . . A dry, dull thunderclap, followed by some scattering, tardy shots.
Sintió lástima don Marcelo por la pobre humanidad al ver las formas grotescas que adopta en el momento de morir. Unos se desplomaron como sacos medio vacíos; otros rebotaron en el suelo lo mismo que pelotas; algunos dieron un salto de gimnasta, con los brazos en alto, cayendo de espaldas ó de bruces, en una actitud de nadador. Vió cómo salían del montón humano piernas contorsionadas por los estremecimientos de la agonía... Unos soldados avanzaron con el mismo gesto de los cazadores que van á cobrar sus piezas. De la palpitación de los miembros revueltos se elevaron unas melenas blancas y una mano débil que se esforzaba por repetir su signo. Varios tiros y culatazos en el lívido montón chorreante de sangre... Y los últimos temblores de vida quedaron borrados para siempre.
Don Marcelo′s compassion for that forlorn cluster of massacred humanity was intensified on beholding the grotesque forms which many assumed in the moment of death. Some collapsed like half-emptied sacks; others rebounded from the ground like balls; some leaped like gymnasts, with upraised arms, falling on their backs, or face downward, like a swimmer. In that human heap, he saw limbs writhing in the agony of death. Some soldiers advanced like hunters bagging their prey. From the palpitating mass fluttered locks of white hair, and a feeble hand, trying to repeat the sacred sign. A few more shots and blows on the livid, mangled mass . . . and the last tremors of life were extinguished forever.
El oficial había encendido un cigarro.
The officer had lit a cigar.
—Cuando usted guste—dijo á Desnoyers con irónica cortesía.
"Whenever you wish," he said to Desnoyers with ironical courtesy.
Montaron en el automóvil para atravesar Villeblanche, regresando al castillo. Los incendios cada vez más numerosos y los cadáveres tendidos en las calles ya no impresionaron al viejo. ¡Había visto tanto! ¿Qué podía alterar ya su sensibilidad?... Deseaba salir del pueblo cuanto antes, en busca de la paz de los campos. Pero los campos habían desaparecido bajo la invasión: por todas partes soldados, caballos, cañones. Los grupos en descanso destruían con su contacto lo que les rodeaba. Los batallones en marcha habían invadido todos los caminos, rumorosos y automáticos como una máquina, precedidos por los pífanos y los tambores, lanzando de vez en cuando, para animarse, su grito de alegría: «
¡Nach París!»
They re-entered the automobile in order to return to the castle by the way of Villeblanche. The increasing number of fires and the dead bodies in the streets no longer impressed the old man. He had seen so much! What could now affect his sensibilities? . . . He was longing to get out of the village as soon as possible to try to find the peace of the country. But the country had disappeared under the invasion—soldier′s, horses, cannons everywhere. Wherever they stopped to rest, they were destroying all that they came in contact with. The marching battalions, noisy and automatic as a machine were preceded by the fifes and drums, and every now and then, in order to cheer their drooping spirits, were breaking into their joyous cry, "Nach Paris!"
El castillo también estaba desfigurado por la invasión. Había aumentado mucho el número de sus guardianes durante la ausencia del dueño. Vió todo un regimiento de infantería acampado en el parque. Miles de hombres se agitaban bajo les árboles preparando su comida en las cocinas rodantes. Los arriates de su jardín, las plantas exóticas, las avenidas cuidadosamente enarenadas y barridas, todo roto y ajado por la avalancha de hombres, bestias y vehículos.
The castle, too, had been disfigured by the invasion. The number of guards had greatly increased during the owner′s absence. He saw an entire regiment of infantry encamped in the park. Thousands of men were moving about under the trees, preparing the dinner in the movable kitchens. The flower borders of the gardens, the exotic plants, the carefully swept and gravelled avenues were all broken and spoiled by this avalanche of men, beasts and vehicles.
Un jefe ostentando en una manga el brazal distintivo de la Administración militar daba órdenes como si fuese el propietario. Ni se dignó fijar sus ojos en este civil que marchaba al lado de un teniente con encogimiento de prisionero. Los establos estaban vacíos. Desnoyers vió sus últimas vacas que salían conducidas á palos por los pastores con casco. Los reproductores costosos eran degollados todos en el parque como simples bestias de carnicería. En los gallineros y palomares no quedaba una sola ave. Las cuadras estaban llenas de caballos enjutos que se daban un hartazgo ante el pesebre repleto. El pasto almacenado se esparcía pródigamente por las avenidas, perdiéndose en gran parte antes de ser aprovechado. La caballada de varios escuadrones iba suelta por los prados, destruyendo bajo su pateo los canales, los bordes de los taludes, el alisamiento del suelo, todo un trabajo de largos meses. La leña seca ardía en el parque con un llameo inútil. Por descuido ó por maldad, alguien había aplicado el fuego á sus montones. Los árboles, con la corteza reseca por los ardores del verano, crujían al ser lamidos por las llamas.
A chief wearing on his sleeve the band of the military administration was giving orders as though he were the proprietor. He did not even condescend to look at this civilian walking beside the lieutenant with the downcast look of a prisoner. The stables were vacant. Desnoyers saw his last animals being driven off with sticks by the helmeted shepherds. The costly progenitors of his herds were all beheaded in the park like mere slaughter-house animals. In the chicken houses and dovecotes, there was not a single bird left. The stables were filled with thin horses who were gorging themselves before overflowing mangers. The feed from the barns was being lavishly distributed through the avenue, much of it lost before it could be used. The cavalry horses of various divisions were turned loose in the meadows, destroying with their hoofs the canals, the edges of the slopes, the level of the ground, all the work of many months. The dry wood was uselessly burning in the park. Through carelessness or mischief, someone had set the wood piles on fire. The trees, with the bark dried by the summer heat, were crackling on being licked by the flame.
El edificio estaba ocupado igualmente por una multitud de hombres que obedecían á este jefe. Sus ventanas abiertas dejaban ver un continuo tránsito por las habitaciones. Desnoyers oyó golpes que resonaron dentro de su pecho. ¡Ay, su mansión histórica!... El general iba á instalarse en ella, luego de haber examinado en la orilla del Marne los trabajos de los pontoneros, que establecían varios pasos para las tropas. Su miedo de propietario le hizo hablar. Temía que rompiesen las puertas de las habitaciones cerradas; quiso ir en busca de las llaves para entregarlas. El comisario no le escuchó: seguía ignorando su existencia. El teniente repuso con una amabilidad cortante:
The building was likewise occupied by a multitude of men under this same superintendent. The open windows showed a continual shifting through the rooms. Desnoyers heard great blows that re-echoed within his breast. Ay, his historic mansion! . . . The General was going to establish himself in it, after having examined on the banks of the Marne, the works of the pontoon builders, who had been constructing several military bridges for the troops. Don Marcelo′s outraged sense of ownership forced him to speak. He feared that they would break the doors of the locked rooms—he would like to go for the keys in order to give them up to those in charge. The commissary would not listen to him but continued ignoring his existence. The lieutenant replied with cutting amiability:
—No es necesario; no se moleste.
"It is not necessary; do not trouble yourself!"
Y se fué para incorporarse á su regimiento. Pero antes de que Desnoyers le perdiese de vista quiso el oficial darle un consejo. Quieto en su castillo; fuera de él podían tomarle por un espía, y ya estaba enterado de la prontitud con que solucionaban sus asuntos los soldados del emperador.
After this considerate remark, he started to rejoin his regiment but deemed it prudent before losing sight of Desnoyers to give him a little advice. He must remain quietly at the castle; outside, he might be taken for a spy, and he already knew how promptly the soldiers of the Emperor settled all such little matters.
No pudo permanecer en el jardín contemplando de lejos su vivienda. Los alemanes que iban y venían se burlaban de él. Algunos marchaban á su encuentro en línea recta, como si no le viesen, y tenía que apartarse para no ser volteado por este avance mecánico y rígido.
He could not remain in the garden looking at his dwelling from any distance, because the Germans who were going and coming were diverting themselves by playing practical jokes upon him. They would march toward him in a straight line, as though they did not see him, and he would have to hurry out of their way to avoid being thrown down by their mechanical and rigid advance.
Al fin se refugió en el pabellón del conserje. La mujer le veía con asombro, caído en un asiento de su cocina, desalentado, la mirada en el suelo, súbitamente envejecido al perder las energías que animaban su robusta ancianidad.
Finally he sought refuge in the lodge of the Keeper, whose good wife stared with astonishment at seeing him drop into a kitchen chair breathless and downcast, suddenly aged by losing the remarkable energy that had been the wonder of his advanced years.
—¡Ah, señor!... ¡Pobre señor!
"Ah, Master. . . . Poor Master!"
De todos los atentados de la invasión, el más inaudito para la pobre mujer era contemplar al dueño refugiado en su vivienda.
Of all the events attending the invasion, the most unbelievable for this poor woman was seeing her employer take refuge in her cottage.
—¡Qué va á ser de nosotros!—gemía.
"What is ever going to become of us!" she groaned.
Su marido era llamado con frecuencia por los invasores. Los asistentes de Su Excelencia, instalados en los sótanos del castillo, lo reclamaban para inquirir el paradero de las cosas que no podían encontrar. De estos viajes volvía humillado, con los ojos llenos de lágrimas. Tenía en la frente la huella negra de un golpe; su chaqueta estaba desgarrada. Eran rastros de un débil intento de oposición durante la ausencia del dueño al iniciar los alemanes el despojo de establos y salones.
Her husband was in constant demand by the invaders. His Excellency′s assistants, installed in the basement apartments of the castle were incessantly calling him to tell them the whereabouts of things which they could not find. From every trip, he would return humiliated, his eyes filled with tears. On his forehead was the black and blue mark of a blow, and his jacket was badly torn. These were souvenirs of a futile attempt at opposition, during his master′s absence, to the German plundering of stables and castle rooms.
El millonario se sintió ligado por el infortunio á unas gentes consideradas hasta entonces con indiferencia. Agradecía mucho la fidelidad de este hombre enfermo y humilde. Le conmovió el interés de la pobre mujer, que miraba el castillo como si fuese propio. La presencia de la hija trajo á su memoria la imagen de Chichí. Había pasado junto á ella sin fijarse en su transformación, viéndola lo mismo que cuando acompañaba, con trote de gozquecillo, á la señorita Desnoyers en sus excursiones por el parque y los alrededores. Ahora era una mujer, con la delgadez del último crecimiento, apuntando las primeras gracias femeniles en su cuerpo de catorce años. La madre no la dejaba salir del pabellón, temiendo á la soldadesca, que lo invadía todo con su corriente desbordada, filtrándose en los lugares abiertos, rompiendo los obstáculos que estorbaban su paso.
The millionaire felt himself linked by misfortune to these people, considered until then with indifference. He was very grateful for the loyalty of this sick and humble man, and the poor woman′s interest in the castle as though it were her own, touched him greatly. The presence of their daughter brought Chichi to his mind. He had passed near her without noting the transformation in her, seeing her just the same as when, with her little dog trot, she had accompanied the Master′s daughter on her rounds through the parks and grounds. Now she was a woman, slender and full grown, with the first feminine graces showing subtly in her fourteen-year-old figure. Her mother would not let her leave the lodge, fearing the soldiery which was invading every other spot with its overflowing current, filtering into all open places, breaking every obstacle which impeded their course.
Desnoyers abandonó su desesperado mutismo para confesar que sentía hambre. Le avergonzaba esta exigencia material, pero las emociones del día, la muerte vista de cerca, el peligro todavía amenazante, despertaron en él un apetito nervioso. La consideración de que era un miserable en medio de sus riquezas y no podía disponer de nada en su dominio aumentó todavía más su necesidad.
Desnoyers broke his despairing silence to admit that he was feeling hungry. He was ashamed of this bodily want, but the emotions of the day, the executions seen so near, the danger still threatening, had awakened in him a nervous appetite. The fact that he was so impotent in the midst of his riches and unable to avail himself of anything on his estate but aggravated his necessity.
—¡Pobre señor!—dijo otra vez la mujer.
"Poor Master!" again exclaimed the faithful soul.
Y contempló con asombro al millonario devorando un pedazo de pan y un triángulo de queso, lo único que pudo encontrar en su vivienda. La certeza de que no conseguiría otro alimento por más que buscase, hizo que don Marcelo siguiese atormentado por su apetito. ¡Haber conquistado una fortuna enorme, para sufrir hambre al final de su existencia!... La mujer, como si adivinase sus pensamientos, gemía, elevando los ojos. Desde las primeras horas de la mañana el mundo había cambiado su curso: todas las cosas parecían al revés. ¡Ay, la guerra!...
And the woman looked with astonishment at the millionaire devouring a bit of bread and a triangle of cheese, the only food that she could find in her humble dwelling. The certainty that he would not be able to find any other nourishment, no matter how much he might seek it, greatly sharpened his cravings. To have acquired an enormous fortune only to perish with hunger at the end of his existence! . . . The good wife, as though guessing his thoughts, sighed, raising her eyes beseechingly to heaven. Since the early morning hours, the world had completely changed its course. Ay, this war! . . .
En el resto de la tarde y una parte de la noche fué recibiendo el propietario las noticias que le traía el conserje después de sus visitas al castillo. El general y numerosos oficiales ocupaban las habitaciones. No quedaba cerrada una sola puerta: todas estaban de par en par, á culatazos y hachazos. Habían desaparecido muchas cosas; el portero no sabía cómo, pero habían desaparecido, tal vez rotas, tal vez arrebatadas por los que entraban y salían. El jefe del brazal iba de habitación en habitación examinándolo todo, dictando en alemán á un soldado que escribía. Mientras tanto, el general y los suyos estaban en el comedor. Bebían abundantemente y consultaban mapas extendidos en el suelo. El pobre hombre había tenido que bajar á las cuevas en busca de los mejores vinos.
The rest of the afternoon and a part of the night, the proprietor kept receiving news from the Keeper after his visits to the castle. The General and numerous officers were now occupying the rooms. Not a single door was locked, all having been opened with blows of the axe or gun. Many things had completely disappeared; the man did not know exactly how, but they had vanished—perhaps destroyed, or perhaps carried off by those who were coming and going. The chief with the banded sleeve was going from room to room examining everything, dictating in German to a soldier who was writing down his orders. Meanwhile the General and his staff were in the dining room drinking heavily, consulting the maps spread out on the floor, and ordering the Warden to go down into the vaults for the very best wines.
Al anochecer se marcó un movimiento de flujo en aquella marea humana que cubría los campos hasta perderse de vista. Habían quedado establecidos varios puentes sobre el Marne y la invasión reanudó su avance. Los regimientos se ponían en marcha lanzando su grito de entusiasmo: «
¡Nach Paris!» Los que se quedaban para continuar al día siguiente iban instalándose en las casas arruinadas ó al aire libre. Desnoyers oyó cánticos. Bajo el fulgor de las primeras estrellas los soldados se agrupaban como orfeonistas, formando con sus voces un coral solemne y dulce, de religiosa gravedad. Encima de los árboles flotaba una nube roja que la sombra hacía más intensa. Era el reflejo del pueblo, que aún llameaba. A lo lejos, otras hogueras de granjas y caseríos cortaban la noche con sus parpadeos sangrientos.
By nightfall, an onward movement was noticeable in the human tide that had been overflowing the fields as far as the eye could reach. Some bridges had been constructed across the Marne and the invasion had renewed its march, shouting enthusiastically. "Nach Paris!" Those left behind till the following day were to live in the ruined houses or the open air. Desnoyers heard songs. Under the splendor of the evening stars, the soldiers had grouped themselves in musical knots, chanting a sweet and solemn chorus of religious gravity. Above the trees was floating a red cloud, intensified by the dusk—a reflection of the still burning village. Afar off were bonfires of farms and homesteads, twinkling in the night with their blood-colored lights.
El viejo acabó por dormirse en la cama de sus conserjes, con el sueño pesado y embrutecedor del cansancio, sin sobresaltos ni pesadillas. Caía y caía en un agujero lóbrego y sin término. Al despertar, se imaginó que sólo había dormido unos minutos. El sol coloreaba de naranja las cortinillas de la ventana. A través de su tejido vió unas ramas de árbol y pájaros que saltaban piando entre las hojas. Sintió la misma alegría de los frescos amaneceres del verano. ¡Hermosa mañana! Pero ¿qué habitación era aquella?... Miró con extrañeza el lecho y cuanto le rodeaba. De pronto la realidad asaltó su cerebro, paralizado dulcemente por los primeros esplendores del día. Fué surgiendo de esta bruma mental la larga escalera de su memoria, con un último peldaño negro y rojo: el bloque de emociones que representaba el día anterior. ¡Y él había dormido tranquilamente rodeado de enemigos, sometido á una fuerza arbitraria que podía destruirle en uno de sus caprichos!...
The bewildered proprietor of the castle finally fell asleep in a bed in the lodge, made mercifully unconscious by the heavy and stupefying slumber of exhaustion, without fright nor nightmare. He seemed to be falling, falling into a bottomless pit, and on awaking fancied that he had slept but a few minutes. The sun was turning the window shades to an orange hue, spattered with shadows of waving boughs and birds fluttering and twittering among the leaves. He shared their joy in the cool refreshing dawn of the summer day. It certainly was a fine morning—but whose dwelling was this? . . . He gazed dumbfounded at his bed and surroundings. Suddenly the reality assaulted his brain that had been so sweetly dulled by the first splendors of the day. Step by step, the host of emotions compressed into the preceding day, came climbing up the long stairway of his memory to the last black and red landing of the night before. And he had slept tranquilly surrounded by enemies, under the surveillance of an arbitrary power which might destroy him in one of its caprices!
Al entrar en la cocina, su conserje le dió noticias. Los alemanes se iban. El regimiento acampado en el parque había salido al amanecer, y tras de él, otros y otros. En el pueblo quedaba un batallón, ocupando las pocas casas enteras y las ruinas de las incendiadas. El general había partido también con su numeroso Estado Mayor. Sólo quedaba en el castillo el jefe de una brigada, al que llamaban sus asistentes «
el conde», y varios oficiales.
When he went into the kitchen, the Warden gave him some news. The Germans were departing. The regiment encamped in the park had left at daybreak, and after them others, and still others. In the village there was still one regiment occupying the few houses yet standing and the ruins of the charred ones. The General had gone also with his numerous staff. There was nobody in the castle now but the head of a Reserve brigade whom his aide called "The Count," and a few officials.
Después de estas noticias se atrevió á salir del pabellón. Vió su jardín destrozado, pero hermoso. Los árboles guardaban impasibles los ultrajes sufridos en sus troncos. Los pájaros aleteaban con sorpresa y regocijo al verse dueños otra vez del espacio abandonado por la inundación humana.
Upon receiving this information, the proprietor ventured to leave the lodge. He saw his gardens destroyed, but still beautiful. The trees were still stately in spite of the damage done to their trunks. The birds were flying about excitedly, rejoicing to find themselves again in possession of the spaces so recently flooded by the human inundation.
Pronto se arrepintió Desnoyers de su salida. Cinco camiones estaban formados junto á los fosos, ante el puente del castillo. Varios grupos de soldados salían llevando á hombros muebles enormes, como peones que efectúan una mudanza. Un objeto voluminoso envuelto en cortinas de seda, que suplían á la lona de embalaje, era empujado por cuatro hombres hasta uno de los automóviles. El propietario adivinó. ¡Su baño: la famosa tina de oro!... Luego, con un brusco cambio de opinión, no sintió dolor por esta pérdida. Odiaba ahora la ostentosa pieza, atribuyéndole una influencia fatal. Por su culpa se veía él allí. Pero ¡ay!... ¡los otros muebles amontonados en los camiones!... En este momento pudo abarcar toda la extensión de su miseria y su impotencia. Le era imposible defender su propiedad; no podía discutir con aquel jefe que saqueaba el castillo tranquilamente, ignorando la presencia del dueño. «
¡Ladrones! ¡ladrones!» Y volvió á meterse en el pabellón.
Suddenly Desnoyers regretted having sallied forth. Five huge trucks were lined up near the moat before the castle bridge. Gangs of soldiers were coming out carrying on their shoulders enormous pieces of furniture, like peons conducting a moving. A bulky object wrapped in damask curtains—an excellent substitute for sacking—was being pushed by four men toward one of the drays. The owner suspected immediately what it must be. His bath! The famous tub of gold! . . . Then with an abrupt revulsion of feeling, he felt no grief at his loss. He now detested the ostentatious thing, attributing to it a fatal influence. On account of it he was here. But, ay! . . . the other furnishings piled up in the drays! . . . In that moment he suffered the extreme agony of misery and impotence. It was impossible for him to defend his property, to dispute with the head thief who was sacking his castle, tranquilly ignoring the very existence of the owner. "Robbers! thieves!" and he fled back to the lodge.
Pasó toda la mañana con el codo en una mesa y la mandíbula apoyada en la mano, lo mismo que el día anterior, dejando que las horas se desgranasen lentamente, no queriendo oir el sordo rodar de los vehículos que se llevaban las muestras de su opulencia.
He passed the remainder of the morning with his elbow on the table, his head in his hands, the same as the day before, letting the hours grind slowly by, trying not to hear the rolling of the vehicles that were bearing away these credentials of his wealth.
Cerca de mediodía le anunció el conserje que un oficial llegado una hora antes en automóvil deseaba verle.
Toward midday, the Keeper announced that an officer who had arrived a few hours before in an automobile was inquiring for him.
Al salir del pabellón encontró á un capitán igual á los otros, con el casco puntiagudo y enfundado, el uniforme color de mostaza, botas de cuero rojo, sable, revólver, gemelos y la carta geográfica en un estuche pendiente del cinturón. Parecía joven; ostentaba en una manga el brazal del Estado Mayor.
Responding to this summons, Desnoyers encountered outside the lodge, a captain arrayed like the others in sheathed and pointed helmet, in mustard-colored uniform, red leather boots, sword, revolver, field-glasses and geographic map hanging in a case from his belt. He appeared young; on his sleeve was the staff emblem.
—¿Me conoce?... No he querido pasar por aquí sin verle.
"Do you know me? . . . I did not wish to pass through here without seeing you."
Dijo esto en castellano, y Desnoyers experimentó una sorpresa más grande que todas las que había sentido en sus largas horas de angustia á partir de la mañana anterior.
He spoke in Castilian, and Don Marcelo felt greater surprise at this than at the many things which he had been experiencing so painfully during the last twenty-four hours.
—¿De veras que no me conoce?—prosiguió el alemán, siempre en español—. Soy Otto... el capitán Otto von Hartrott.
"You really do not know me?" queried the German, always in Spanish. "I am Otto. . . . Captain Otto von Hartrott."
El viejo descendió, ó más bien rodó por la escalera de su memoria, para detenerse en un peldaño lejano. Vió la estancia, vió á sus cuñados que tenían el segundo hijo. «
Le pondré el nombre de Bismarck», decía Karl. Luego, remontando muchos escalones, se veía en Berlín durante su visita á los Hartrott. Hablaban con orgullo de Otto, casi tan sabio como el hermano mayor, pero que aplicaba su talento á la guerra. Era teniente y continuaba sus estudios para ingresar en el Estado Mayor. «
¿Quién sabe si llegará á ser otro Moltke?», decía el padre. Y la bulliciosa Chichí lo bautizó con un apodo, aceptado por la familia. Otto fué en adelante Moltkecito para sus parientes de París.
The old man′s mind went painfully down the staircase of memory, stopping this time at a far-distant landing. There he saw the old ranch, and his brother-in-law announcing the birth of his second son. "I shall give him Bismarck′s name," Karl had said. Then, climbing back past many other platforms, Desnoyers saw himself in Berlin during his visit to the von Hartrott home where they were speaking proudly of Otto, almost as learned as the older brother, but devoting his talents entirely to martial matters. He was then a lieutenant and studying for admission to the General Staff. "Who knows but he may turn out to be another Moltke?" said the proud father . . . and the charming Chichi had thereupon promptly bestowed upon the warlike wonder a nickname, accepted through the family. From that time, Otto was Moltkecito (the baby Moltke) to his Parisian relatives.
Desnoyers se admiró de las transformaciones realizadas por los años. Aquel capitán vigoroso y de aire insolente, que podía fusilarle, era el mismo pequeñín que había visto corretear en la estancia, el Moltkecito imberbe del que reía su hija...
Desnoyers was astounded by the transformation which had meanwhile taken place in the youth. This vigorous captain with the insolent air who might shoot him at any minute was the same urchin whom he had seen running around the ranch, the beardless Moltkecito who had been the butt of his daughter′s ridicule. . . .
Mientras tanto, el militar explicaba su presencia allí. Pertenecía á otra división. Eran muchas... ¡muchas! las que avanzaban formando un muro extenso y profundo desde Verdún á París. Su general le había enviado para mantener el contacto con la división inmediata, pero al verse en las cercanías del castillo, había querido visitarlo. La familia no es una simple palabra. El se acordaba de los días que había pasado en Villeblanche, cuando la familia Hartrott fué á vivir por algún tiempo con sus parientes de Francia. Los oficiales que ocupaban el edificio le habían retenido para que almorzase en su compañía. Uno de ellos mencionó casualmente al dueño de la propiedad, dando á entender que andaba cerca, aunque nadie se fijaba en su persona. Una gran sorpresa para el capitán von Hartrott. Y había hecho averiguaciones hasta dar con él, doliéndose de verle refugiado en la habitación de sus porteros.
The soldier, meanwhile, was explaining his presence there. He belonged to another division. There were many . . . many! They were advancing rapidly, forming an extensive and solid wall from Verdun to Paris. His general had sent him to maintain the contact with the next division, but finding himself near the castle, he had wished to visit it. A family tie was not a mere word. He still remembered the days that he had spent at Villeblanche when the Hartrott family had paid a long visit to their relatives in France. The officials now occupying the edifice had detained him that he might lunch with them. One of them had casually mentioned that the owner of the castle was somewhere about although nobody knew exactly where. This had been a great surprise to Captain von Hartrott who had tried to find him, regretting to see him taking refuge in the Warden′s quarters.
—Debe usted salir de ahí: usted es mi tío—dijo con orgullo—. Vuelva á su casa, donde le corresponde estar. Mis camaradas tendrán mucho gusto en conocerle; son hombres muy distinguidos.
"You must leave this hut; you are my uncle," he said haughtily. "Return to your castle where you belong. My comrades will be much pleased to make your acquaintance; they are very distinguished men."
Se lamentó luego de lo que el viejo hubiese podido sufrir. No sabía con certeza en qué consistían tales sufrimientos, pero adivinaba que los primeros instantes de la invasión habrían sido crueles para él.
He very much regretted whatever the old gentleman might have suffered. . . . He did not know exactly in what that suffering had consisted, but surmised that the first moments of the invasion had been cruel ones for him.
—¡Qué quiere usted!—repitió varias veces—. Es la guerra.
"But what else can you expect?" he repeated several times. "That is war."
Al mismo tiempo celebraba que hubiese permanecido en su propiedad. Tenían la orden de castigar con predilección los bienes de los fugitivos. Alemania deseaba que los habitantes permaneciesen en sus viviendas, como si no ocurriese nada extraordinario. Desnoyers protestó... ¡Pero si los invasores fusilaban á los inocentes y quemaban sus casas!... El sobrino se opuso á que siguiese hablando. Palideció, como si detrás de su epidermis se esparciese una ola de ceniza; le brillaron los ojos, le temblaron las mejillas, lo mismo que al teniente que se había posesionado del castillo.
At the same time he approved of his having remained on his property. They had special orders to seize the goods of the fugitives. Germany wished the inhabitants to remain in their dwellings as though nothing extraordinary had occurred. . . . Desnoyers protested. . . . "But if the invaders were shooting the innocent ones and burning their homes!" . . . His nephew prevented his saying more. He turned pale, an ashy hue spreading over his face; his eyes snapped and his face trembled like that of the lieutenant who had taken possession of the castle.
—Se refiere usted al fusilamiento del alcalde y los otros... Me lo acaban de contar los camaradas. Aún ha sido flojo el castigo; debían haber arrasado el pueblo entero: debían haber matado hasta á los niños y las mujeres. Hay que acabar con los franco-tiradores.
"You refer to the execution of the mayor and the others. My comrades have just been telling me about it; yet that castigation was very mild; they should have completely destroyed the entire village. They should have killed even the women and children. We′ve got to put an end to these sharpshooters."
El viejo le miró con asombro. Su Moltkecito era tan peligroso y feroz como los otros... Pero el capitán cortó la conversación, repitiendo una vez más la eterna y monstruosa excusa:
His uncle looked at him in amazement. His Moltkecito was as formidable and ferocious as the others. . . . But the captain brought the conversation to an abrupt close by repeating the monstrous and everlasting excuse.
—Muy horrible, pero ¡qué quiere usted!... Así es la guerra.
"Very horrible, but what else can you expect! . . . That is war."
Luego pidió noticias de su madre, alegrándose al saber que estaba en el Sur. Le había inquietado mucho la idea de que permaneciese en París. ¡Con las revoluciones que habían ocurrido allá en los últimos tiempos!... Desnoyers quedó dudando, como si hubiese oído mal. ¿Qué revoluciones eran esas?... Pero el oficial había pasado sin más explicación á hablar de los suyos, creyendo que Desnoyers sentiría impaciencia por conocer la suerte de la parentela germánica.
He then inquired after his mother, rejoicing to learn that she was in the South. He had been uneasy at the idea of her remaining in Paris . . . especially with all those revolutions which had been breaking out there lately! . . . Desnoyers looked doubtful as if he could not have heard correctly. What revolutions were those? . . . But the officer, without further explanation, resumed his conversation about his family, taking it for granted that his relative would be impatient to learn the fate of his German kin.
Todos estaban en una situación magnífica. Su ilustre padre era presidente de varias sociedades patrióticas—ya que sus años no le permitían ir á la guerra—y organizaba además futuras empresas industriales para explotar los países conquistados. Su hermano «
el sabio» daba conferencias acerca de los pueblos que debía anexionarse el Imperio victorioso, tronando contra los malos patriotas que se mostraban débiles y mezquinos en sus pretensiones. Los tres hermanos restantes figuraban en el ejército: á uno de ellos lo habían condecorado en Lorena. Las dos hermanas, algo tristes por la ausencia de sus prometidos, tenientes de húsares, se entretenían en visitar los hospitales y pedir á Dios que castigase á la traidora Inglaterra.
They were all in magnificent state. Their illustrious father was president of various patriotic societies (since his years no longer permitted him to go to war) and was besides organizing future industrial enterprises to improve the conquered countries. His brother, "the Sage," was giving lectures about the nations that the imperial victory was bound to annex, censuring severely those whose ambitions were unpretending or weak. The remaining brothers were distinguishing themselves in the army, one of them having been presented with a medal at Lorraine. The two sisters, although somewhat depressed by the absence of their fiances, lieutenants of the Hussars, were employing their time in visiting the hospitals and begging God to chastise traitorous England.
El capitán von Hartrott llevó lentamente á su tío hacia el castillo. Los soldados grises y rígidos, que habían ignorado hasta entonces la existencia de don Marcelo, le seguían con interés viéndole en amistosa conversación con un oficial del Estado Mayor. Adivinó que estos hombres iban á humanizarse para él, perdiendo su automatismo inexorable y agresivo.
Captain von Hartrott was slowly conducting his uncle toward the castle. The gray and unbending soldiers who, until then, had been ignoring the existence of Don Marcelo, looked at him with interest, now that he was in intimate conversation with a member of the General Staff. He perceived that these men were about to humanize themselves by casting aside temporarily their inexorable and aggressive automatonism.
Al entrar en el edificio, algo se contrajo en su pecho con estremecimientos de angustia. Vió por todas partes dolorosos vacíos que le hicieron recordar los objetos que ocupaban antes el mismo espacio. Manchas rectangulares de color más fuerte delataban en el empapelado el emplazamiento de los muebles y cuadros desaparecidos. ¡Con qué prontitud y buen método trabajaba aquel señor del brazal en la manga!... A la tristeza que le produjo el despojo frío y ordenado vino á unirse su indignación de hombre económico, viendo cortinas con desgarrones, alfombras manchadas, objetos rotos de porcelana y cristal, todos los vestigios de una ocupación ruda y sin escrúpulos.
Upon entering his mansion something in his heart contracted with an agonizing shudder. Everywhere he could see dreadful vacancies, which made him recall the objects which had formerly been there. Rectangular spots of stronger color announced the theft of furniture and paintings. With what despatch and system the gentleman of the armlet had been doing his work! . . . To the sadness that the cold and orderly spoliation caused was added his indignation as an economical man, gazing upon the slashed curtains, spotted rugs, broken crystal and porcelain—all the debris from a ruthless and unscrupulous occupation.
El sobrino, adivinando lo que pensaba, repitió la eterna excusa: «
¡Qué hacer!... Es la guerra.»
His nephew, divining his thoughts, could only offer the same old excuse—"What a mess! . . . But that is war!"
Pero con Moltkecito no tenía por qué guardar los miramientos del miedo.
With Moltkecito, he did not have to subside into the respectful civilities of fear.
—Esto no es guerra—dijo con acento rencoroso—. Es una expedición de bandidos... Tus camaradas son unos ladrones.
"That is NOT war!" he thundered bitterly. "It is an expedition of bandits. . . . Your comrades are nothing less than highwaymen."
El capitán von Hartrott creció de pronto con violento estirón. Se separó del viejo, mirándole fijamente, mientras hablaba en voz baja, algo silbante por el temblor de la cólera. ¡Atención, tío! Afortunadamente, se había expresado en español y no podían entenderle los que estaban cerca de ellos. Si se permitía insistir en tales apreciaciones, corría el peligro de recibir una bala como respuesta. Los oficiales del emperador no se dejan insultar. Y todo en su persona demostraba la facilidad con que podía olvidarse de su parentesco si recibía la orden de proceder contra don Marcelo.
Captain von Hartrott swelled up with a jerk. Separating himself from the complainant and looking fixedly at him, he spoke in a low voice, hissing with wrath. "Look here, uncle! It is a lucky thing for you that you have expressed yourself in Spanish, and those around you could not understand you. If you persist in such comments you will probably receive a bullet by way of an answer. The Emperor′s officials permit no insults." And his threatening attitude demonstrated the facility with which he could forget his relationship if he should receive orders to proceed against Don Marcelo.
Calló éste, bajando la cabeza. ¡Qué iba á hacer!... El capitán reanudó sus amabilidades, como si hubiese olvidado lo que acababa de decir. Quería presentarle á sus camaradas. Su Excelencia el conde Meinbourg, Mayor General, al enterarse de que era pariente de los Hartrott, le dispensaba el honor de convidarle á su mesa.
Thus silenced, the vanquished proprietor hung his head. What was he going to do? . . . The Captain now renewed his affability as though he had forgotten what he had just said. He wished to present him to his companions-at-arms. His Excellency, Count Meinbourg, the Major General, upon learning that he was a relative of the von Hartrotts, had done him the honor of inviting him to his table.
Invitado en su propia vivienda, entró en el comedor, donde estaban muchos hombres vestidos de color mostaza y con botas altas. Instintivamente apreció con rápida ojeada el estado de la habitación. Todo en buen orden, nada roto: paredes, cortinajes y muebles seguían intactos. Pero al mirar al interior de los aparadores monumentales experimentó otra vez una sensación dolorosa. Por todas partes la obscuridad del roble. Habían desaparecido dos vajillas de plata y otra de porcelana antigua, sin dejar como rastro la más insignificante de sus piezas. Tuvo que responder con graves saludos á las presentaciones que iba haciendo su sobrino, y estrechó la mano que le tendía el conde con aristocrática dejadez. Los enemigos le consideraban con benevolencia y cierta admiración al saber que era un millonario procedente de la tierra lejana donde los hombres se enriquecen rápidamente.
Invited into his own demesne, he finally reached the dining room, filled with men in mustard color and high boots. Instinctively, he made an inventory of the room. All in good order, nothing broken—walls, draperies and furniture still intact; but an appraising glance within the sideboard again caused a clutch at his heart. Two entire table services of silver, and another of old porcelain had disappeared without leaving the most insignificant of their pieces. He was obliged to respond gravely to the presentations which his nephew was making, and take the hand which the Count was extending with aristocratic languor. The adversary began considering him with benevolence, on learning that he was a millionaire from a distant land where riches were acquired very rapidly.
Se vió de pronto sentado como un extraño ante su propia mesa, comiendo en los mismos platos que empleaba su familia, servido por unos hombres de cabeza esquilada al rape que llevaban sobre el uniforme un mandil á rayas. Lo que comía era suyo, el vino procedía de su bodega, todo lo que adornaba aquella habitación lo había comprado él, los árboles que extendían su ramaje más allá de la ventana le pertenecían igualmente... Y sin embargo, creyó hallarse en este sitio por primera vez, sufriendo el malestar de la extrañeza y la desconfianza. Comió porque sentía hambre, pero alimentos y vinos le parecían de otro planeta.
Soon he was seated as a stranger at his own table, eating from the same dishes that his family were accustomed to use, served by men with shaved heads, wearing coarse, striped aprons over their uniforms. That which he was eating was his, the wine was from his vaults; all that adorned the room he had bought: the trees whose boughs were waving outside the window also belonged to him. . . . And yet he felt as though he were in this place for the first time, with all the discomfort and diffidence of a total stranger. He ate because he was hungry, but the food and wines seemed to have come from another planet.
Iba examinando con asombro á estos enemigos que ocupaban los mismos lugares de su esposa, de sus hijos, de los Lacour... Hablaban en alemán entre ellos, pero los que conocían el francés se valían con frecuencia de este idioma para que les entendiese el invitado. Los que sólo chapurreaban unas palabras las repetían con acompañamiento de sonrisas amables. Se notaba en todos ellos un deseo de agradar al dueño del castillo.
He continued looking with consternation at those occupying the places of his wife, children and the Lacours. . . They were speaking in German among themselves, but those having a limited knowledge of French frequently availed themselves of that language in order that their guest might understand them. Those who could only mumble a few words, repeated them to an accompaniment of amiable smiles. All were displaying an amicable desire to propitiate the owner of the castle.
—Va usted á almorzar con los bárbaros—dijo el conde al ofrecerle un asiento á su lado—. ¿No tiene usted miedo de que le coman vivo?...
"You are going to lunch with the barbarians," said the Count, offering him a seat at his side. "Aren′t you afraid that we may eat you alive?"
Los alemanes rieron con gran estrépito la gracia de Su Excelencia. Todos hacían esfuerzos por demostrar con sus palabras y ademanes que era falsa la barbarie que les atribuían los enemigos.
The Germans burst into roars of laughter at the wit of His Excellency. They all took great pains to demonstrate by word and manner that barbarity was wrongly attributed to them by their enemies.
Don Marcelo les miró uno á uno. Las fatigas de la guerra, especialmente la marcha acelerada de los últimos días, estaban visibles en sus personas. Unos eran altos, delgados, con una esbeltez angulosa; otros, cuadrados y fornidos, con el cuello corto y la cabeza hundida entre los hombros. Estos últimos habían perdido sus adiposidades en un mes de campaña, colgándoles la piel arrugada y flácida en varias partes del rostro. Todos llevaban la cabeza rapada, lo mismo que los soldados. En torno de la mesa brillaban dos filas de esferas craneales sonrosadas ó morenas. Las orejas sobresalían grotescamente; las mandíbulas se marcaban con el óseo relieve del enflaquecimiento. Algunos habían conservado el mostacho enhiesto, á la moda del emperador; los más iban afeitados ó con bigotes cortos en forma de cepillo.
Don Marcelo looked from one to another. The fatigues of war, especially the forced march of the last days, were very apparent in their persons. Some were tall and slender with an angular slimness; others were stocky and corpulent with short neck and head sunk between the shoulders. These had lost much of their fat in a month′s campaign, the wrinkled and flabby skin hanging in folds in various parts of their bodies. All had shaved heads, the same as the soldiers. Around the table shone two rows of cranial spheres, reddish or dark. Their ears stood out grotesquely, and their jaw bones were in strong relief owing to their thinness. Some had preserved the upright moustache in the style of the Emperor; the most of them were shaved or had a stubby tuft like a brush.
Un brazalete de oro brillaba á continuación de una mano del conde puesta sobre la mesa. Era el más viejo de todos y el único que conservaba sus cabellos, de un rubio obscuro y canoso, peinados cuidadosamente y brillantes de pomada. Próximo á los cincuenta años, mantenía un vigor femenil, cultivado por los ejercicios violentos. Enjuto, huesudo y fuerte, procuraba disimular su rudeza de hombre de pelea con una negligencia suave y perezosa. Los oficiales le trataban con gran respeto. Hartrott había hablado de él á su tío como de un gran artista, músico y poeta. El emperador era su amigo: se conocían desde la juventud. Antes de la guerra, ciertos escándalos de su vida privada le habían alejado de la corte: vociferaciones de folicularios y de socialistas. Pero el soberano le mantenía en secreto su afecto de antiguo condiscípulo. Todos recordaban un baile suyo, Los caprichos de Schahrazada, representado con gran lujo en Berlín por recomendación del poderoso compañero. Había vivido algunos años en Oriente. En suma, un gran señor y un artista de exquisita sensibilidad, al mismo tiempo que un soldado.
A golden bracelet glistened on the wrist of the Count, stretched on the table. He was the oldest of them all and the only one that kept his hair, of a frosty red, carefully combed and glistening with pomade. Although about fifty years old, he still maintained a youthful vigor cultivated by exercise. Wrinkled, bony and strong, he tried to dissimulate his uncouthness as a man of battle under a suave and indolent laziness. The officers treated him with the greatest respect. Hartrott told his uncle that the Count was a great artist, musician and poet. The Emperor was his friend; they had known each other from boyhood. Before the war, certain scandals concerning his private life had exiled him from Court—mere lampoons of the socialists and scandal-mongers. The Kaiser had always kept a secret affection for his former chum. Everybody remembered his dance, "The Caprices of Scheherazade," represented with the greatest luxury in Berlin through the endorsement of his powerful friend, William II. The Count had lived many years in the Orient. In fact, he was a great gentleman and an artist of exquisite sensibility as well as a soldier.
El conde no podía admitir el silencio de Desnoyers. Era su comensal, y creyó del caso hacerle hablar para que interviniese en la conversación. Cuando don Marcelo explicó que sólo hacía tres días que había salido de París, todos se animaron, queriendo saber noticias.
Since Desnoyers was now his guest, the Count could not permit him to remain silent, so he made an opportunity of bringing him into the conversation.
«
¿Vió usted algunas de las sublevaciones?...» «
¿Tuvo la tropa que matar mucha gente?» «
¿Cómo fué el asesinato de Poincaré?»
"Did you see any of the insurrections? . . . Did the troops have to kill many people? How about the assassination of Poincare? . . ."
Le hicieron estas preguntas á la vez, y don Marcelo, desorientado por su inverosimilitud, no supo qué contestar. Creyó haber caído en una reunión de locos. Luego sospechó que se burlaban de él. ¿Sublevaciones? ¿Asesinato del Presidente?... Unos le miraban con lástima por su ignorancia; otros con recelo, al ver que fingía no conocer unos sucesos que se habían desarrollado junto á él. Su sobrino insistió.
He asked these questions in quick succession and Don Marcelo, bewildered by their absurdity, did not know how to reply. He believed that he must have fallen in with a feast of fools. Then he suspected that they were making fun of him. Uprisings? Assassinations of the President? . . . Some gazed at him with pity because of his ignorance, others with suspicion, believing that he was merely pretending not to know of these events which had happened so near him. His nephew insisted.
—Los diarios de Alemania hablan mucho de eso. El pueblo de París se ha sublevado hace quince días contra el gobierno, asaltando el Elíseo y asesinando al Presidente. El ejército tuvo que emplear las ametralladoras para imponer el orden... Todo el mundo lo sabe.
"The daily papers in Germany have been full of accounts of these matters. Fifteen days ago, the people of Paris revolted against the Government, bombarding the Palais de l′Elysee, and assassinating the President. The army had to resort to the machine guns before order could be restored. . . . Everybody knows that."
Pero Desnoyers insistía en no saberlo: nada había visto. Y como sus palabras eran acogidas con un gesto de maliciosa duda, prefirió callarse. Su Excelencia, espíritu superior, incapaz de incurrir en las credulidades del vulgo, intervino para restablecer los hechos. Lo del asesinato tal vez no era cierto: los periódicos alemanes podían exagerar con la mejor buena fe. Precisamente pocas horas antes le había hecho saber el Estado Mayor General la retirada del gobierno francés á Burdeos. Pero lo de la sublevación del pueblo de París y su pelea con la tropa era indiscutible. «
El señor lo ha visto sin duda, pero no quiere decirlo.» Desnoyers tuvo que contradecir al personaje, pero su negativa ya no fué escuchada. ¡París! Este nombre había hecho brillar los ojos, excitando la verbosidad de todos. Deseaban llegar cuanto antes á la vista de la torre Eiffel, entrar victoriosos en la ciudad, para saciarse de las privaciones y fatigas de un mes de campaña. Eran adoradores de la gloria militar, consideraban la guerra necesaria para la vida, y sin embargo se lamentaban de los sufrimientos que les proporcionaba. El conde exhaló una queja de artista.
But Desnoyers insisted that he did not know it, that nobody had seen such things. And as his words were received in an atmosphere of malicious doubt, he preferred to be silent. His Excellency, superior spirit, incapable of being associated with the popular credulity, here intervened to set matters straight. The report of the assassination was, perhaps, not certain; the German periodicals might have unconsciously exaggerated it. Just a few hours ago, the General of the Staff had told him of the flight of the French Government to Bordeaux, and the statement about the revolution in Paris and the firing of the French troops was indisputable. "The gentleman has seen it all without doubt, but does not wish to admit it." Desnoyers felt obliged to contradict this lordling, but his negative was not even listened to. Paris! This name made all eyes glisten and everybody talkative. As soon as possible they wished to reach the Eiffel Tower, to enter victorious into the city, to receive their recompense for the privations and fatigues of a month′s campaign. They were devotees of military glory, they considered war necessary to existence, and yet they were bewailing the hardship that it was imposing upon them. The Count exhaled the plaint of the craftsmaster.
—¡Lo que me ha perjudicado la guerra!—dijo con languidez—. Este invierno iban á estrenar en París un baile mío.
"Oh, the havoc that this war has brought in my plans!" he sighed. "This winter they were going to bring out my dance in Paris!"
Todos protestaron de su tristeza: su obra sería impuesta después del triunfo, y los franceses tendrían que aplaudirla.
They all protested at his sadness; his work would surely be presented after the triumph, and the French would have to recognize it.
—No es lo mismo—continuó el conde—. Confieso que amo á París... ¡Lástima que esas gentes no hayan querido nunca entenderse con nosotros!...
"It will not be the same thing," complained the Count. "I confess that I adore Paris. . . . What a pity that these people have never wished to be on familiar terms with us!" . . .
Y se sumió en su melancolía de hombre no comprendido.
And he relapsed into the silence of the unappreciated man.
A uno de los oficiales que hablaba de las riquezas de París con ojos de codicia, lo reconoció de pronto Desnoyers por el brazal que ostentaba en una manga. Era el que había saqueado el castillo. Como si adivinase sus pensamientos, el comisario se excusó.
Desnoyers suddenly recognized in one of the officers who was talking, with eyes bulging with covetousness, of the riches of Paris, the Chief Thief with the band on his arm. He it was who so methodically had sacked the castle. As though divining the old Frenchman′s thought, the commissary began excusing himself.
—Es la guerra, señor...
"It is war, monsieur. . . ."
¡Lo mismo que los otros!... La guerra había que pagarla con los bienes de los vencidos. Era el nuevo sistema alemán; la vuelta saludable á la guerra de los tiempos remotos: tributos impuestos á las ciudades y saqueo aislado de las casas. De este modo se vencían las resistencias del enemigo y la guerra terminaba antes. No debía entristecerse por el despojo. Sus muebles y alhajas serían vendidos en Alemania. Podía hacer una reclamación al gobierno francés para que le indemnizase después de la derrota: sus parientes de Berlín apoyarían la demanda.
The same as the others! . . . War had to be paid with the treasures of the conquered. That was the new German system; the healthy return to the wars of ancient days; tributes imposed on the cities, and each house sacked separately. In this way, the enemy′s resistance would be more effectually overcome and the war soon brought to a close. He ought not to be downcast over the appropriations, for his furnishings and ornaments would all be sold in Germany. After the French defeat, he could place a remonstrance claim with his government, petitioning it to indemnify his loss; his relatives in Berlin would support his demand.
Desnoyers oyó con espanto tales consejos. ¡Qué mentalidad la de aquellos hombres! ¿Estaban locos ó querían reirse de él?...
Desnoyers listened in consternation to his counsels. What kind of mentality had these men, anyway? Were they insane, or were they trying to have some fun at his expense? . . .
Al terminar el almuerzo, algunos oficiales se levantaron, requiriendo sus sables para cumplir actos del servicio. El capitán von Hartrott también se levantó: necesitaba volver al lado de su general; había dedicado bastante tiempo á las expansiones de familia. El tío le acompañó hasta el automóvil. Moltkecito se excusaba una vez más de los desperfectos y despojos sufridos por el castillo.
When the lunch was at last ended, the officers arose and adjusted their swords for service. Captain von Hartrott rose, too; it was necessary for him to return to his general; he had already dedicated too much time to family expansion. His uncle accompanied him to the automobile where Moltkecito once more justified the ruin and plunder of the castle.
—Es la guerra... Debemos ser duros para que resulte breve. La verdadera bondad consiste en ser crueles, porque así, el enemigo, aterrorizado, se entrega más pronto y el mundo sufre menos.
"It is war. . . . We have to be very ruthless that it may not last long. True kindness consists in being cruel, because then the terror-stricken enemy gives in sooner, and so the world suffers less."
Don Marcelo levantó los hombros ante el sofisma. Estaban en la puerta del edificio. El capitán dió órdenes á un soldado, y éste volvió poco después con un pedazo de tiza que servía para marcar las señales de alojamiento. Von Hartrott deseaba proteger á su tío. Y empezó á trazar una inscripción en la pared, junto á la puerta: «
Bitte, nicht plÜndern. Es sind freundliche Leute...»
Don Marcelo shrugged his shoulders before this sophistry. In the doorway, the captain gave some orders to a soldier who soon returned with a bit of chalk which had been used to number the lodging places. Von Hartrott wished to protect his uncle and began tracing on the wall near the door:—"Bitte, nicht plundern. Es sind freundliche Leute."
Luego la tradujo, en vista de las repetidas preguntas del viejo.
In response to the old man′s repeated questions, he then translated the inscription.
—Quiere decir: «
Se ruega no saquear. Los habitantes de esta casa son gente amable... gente amiga.»
"It means, ′Please do not sack this house. Its occupants are kind people . . . friendly people.′"
¡Ah, no!... Desnoyers repelió con vehemencia esta protección. El no quería ser amable. Callaba porque no podía hacer otra cosa... ¡pero amigo de los invasores de su país!...
Ah, no! . . . Desnoyers repelled this protection vehemently. He did not wish to be kind. He was silent because he could not be anything else. . . . But a friend of the invaders of his country! . . . No, NO, NO!
El sobrino borró parte del letrero y sólo dejó el principio: «
Bitte, nicht plÜndern.» «
Se ruega no saquear.» Luego, en la entrada del parque repitió la inscripción. Consideraba necesario este aviso; podía irse Su Excelencia, podían instalarse en el castillo otros oficiales. Von Hartrott había visto mucho, y su sonrisa daba á entender que nada llegaría á sorprenderle, por enorme que fuese. Pero el viejo siguió despreciando su protección y riéndose con tristeza del rótulo. ¿Qué más podían saquear?... Ya se habían llevado lo mejor.
His nephew rubbed out part of the lettering, leaving the first words, "Bitte, nicht plundern." Then he repeated the scrawled request at the entrance of the park. He thought this notice advisable because His Excellency might go away and other officials might be installed in the castle. Von Hartrott had seen much and his smile seemed to imply that nothing could surprise him, no matter how outrageous it might be. But his relative continued scorning his protection, and laughing bitterly at the impromptu signboard. What more could they carry off? . . . Had they not already stolen the best?
—Adiós, tío. Pronto nos veremos en París.
"Good-bye, uncle! Soon we shall meet in Paris."
El capitán montó en su automóvil, luego de estrechar una mano fría y blanda que parecía repelerle con su inercia.
And the captain climbed into his automobile, extending a soft, cold hand that seemed to repel the old man with its flabbiness.
Al volver hacia su casa vió á la sombra de un grupo de árboles una mesa y sillas. Su Excelencia tomaba el café al aire libre, y le obligó á sentarse á su lado. Sólo tres oficiales le acompañaban... Gran consumo de licores procedentes de su bodega. Hablaban en alemán entre ellos, y así permaneció don Marcelo cerca de una hora inmóvil, deseando marcharse y no encontrando el momento oportuno para abandonar su asiento y desaparecer.
Upon returning to his castle, he saw a table and some chairs in the shadow of a group of trees. His Excellency was taking his coffee in the open air, and obliged him to take a seat beside him. Only three officers were keeping him company. . . . There was here a grand consumption of liquors from his wine cellars. They were talking together in German, and for an hour Don Marcelo remained there, anxious to go but never finding the opportune moment to leave his seat and disappear.
Se adivinaba fuera del parque un gran movimiento de tropas. Pasaba otro cuerpo de ejército con sordo rodar de marea. Las cortinas de árboles ocultaban este desfile incesante que se dirigía hacia el Sur. Un fenómeno inexplicable conmovió la luminosa calma de la tarde. Sonaba á lo lejos un trueno continuo, como si rodase por el horizonte azul una tormenta invisible.
He employed his time in imagining the great stir among the troops hidden by the trees. Another division of the army was passing by with the incessant, deafening roar of the sea. An inexplicable phenomenon kept the luminous calm of the afternoon in a continuous state of vibration. A constant thundering sounded afar off as though an invisible storm were always approaching from beyond the blue horizon line.
El conde interrumpió su conversación en alemán para hablar á Desnoyers, que parecía interesado por el estrépito.
The Count, noticing his evident interest in the noise, interrupted his German chat to explain.
—Es el cañón. Se ha entablado una batalla. Pronto entraremos en danza.
"It is the cannon. A battle is going on. Soon we shall join in the dance."
La posibilidad de tener que abandonar su alojamiento, el más cómodo que había encontrado en toda su campaña, le puso de mal humor.
The possibility of having to give up his quarters here, the most comfortable that he had found in all the campaign, put His Excellency in a bad humor.
—¡La guerra!—continuó—. Una vida gloriosa, pero sucia y embrutecedora. En todo un mes, hoy es el primer día que vivo como un hombre.
"War," he sighed, "a glorious life, but dirty and deadening! In an entire month—to-day is the first that I have lived as a gentleman."
Y como si le atrajesen las comodidades que habría de abandonar en breve, se levantó, dirigiéndose al castillo. Dos alemanes se marcharon hacia el pueblo, y Desnoyers quedó con el otro, ocupado en paladear admirativamente sus licores. Era el jefe del batallón acantonado en Villeblanche.
And as though attracted by the luxuries that he might shortly have to abandon, he rose and went toward the castle. Two of the Germans betook themselves toward the village, and Desnoyers remained with the other officer who was delightfully sampling his liquors. He was the chief of the battalion encamped in the village.
—¡Triste guerra, señor!—dijo en francés.
"This is a sad war, Monsieur!" he said in French.
De todo el grupo de enemigos, éste era el único que había inspirado á don Marcelo un sentimiento vago de atracción. «
Aunque es un alemán, parece buena persona», pensaba viéndole. Debía haber sido obeso en tiempo de paz, pero ahora ofrecía el exterior suelto y lacio de un organismo que acaba de sufrir una pérdida de volumen. Se adivinaba en él una existencia anterior de tranquila y vulgar sensualidad, una dicha burguesa que la guerra había cortado rudamente.
Of all the inimical group, this man was the only one for whom Don Marcelo felt a vague attraction. "Although a German, he appears a good sort," meditated the old man, eyeing him carefully. In times of peace, he must have been stout, but now he showed the loose and flaccid exterior of one who has just lost much in weight. Desnoyers surmised that the man had formerly lived in tranquil and vulgar sensuousness, in a middle-class happiness suddenly cut short by war.
—¡Qué vida, señor!—siguió diciendo—. Que Dios castigue á los que han provocado esta catástrofe.
"What a life, Monsieur!" the officer rambled on. "May God punish well those who have provoked this catastrophe!"
Desnoyers casi estaba conmovido. Vió la Alemania que se había imaginado muchas veces: una Alemania tranquila, dulce, de burgueses un poco torpes y pesados, pero que compensaban su rudeza originaria con un sentimentalismo inocente y poético. Este Blumhardt, al que sus compañeros llamaban Bataillon-Kommandeur, era un buen padre de familia. Se lo representó paseando con su mujer y sus hijos bajo los tilos de una plaza de provincia, escuchando todos con religiosa unción las melodías de una banda militar. Luego lo vió en la cervecería con sus amigos, hablando de problemas metafísicos entre dos conversaciones de negocios. Era el hombre de la vieja Alemania, un personaje de novela de Goethe. Tal vez las glorias del Imperio habían modificado su existencia, y en vez de ir á la cervecería frecuentaba el casino de los oficiales, mientras su familia se mantenía aparte, aislada de los civiles, por el orgullo de la casta militar; pero en el fondo era siempre el alemán bueno, de costumbres patriarcales, pronto á derramar lágrimas ante una escena de familia ó un fragmento de buena música.
The Frenchman was almost affected. This man represented the Germany that he had many times imagined, a sweet and tranquil Germany composed of burghers, a little heavy and slow perhaps, but atoning for their natural uncouthness by an innocent and poetic sentimentalism. This Blumhardt whom his companions called Bataillon-Kommandeur, was undoubtedly the good father of a large family. He fancied him walking with his wife and children under the lindens of a provincial square, all listening with religious unction to the melodies played by a military band. Then he saw him in the beer gardens with his friends, discussing metaphysical problems between business conversations. He was a man from old Germany, a character from a romance by Goethe. Perhaps the glory of the Empire had modified his existence, and instead of going to the beer gardens, he was now accustomed to frequent the officers′ casino, while his family maintained a separate existence—separated from the civilians by the superciliousness of military caste; but at heart, he was always the good German, ready to weep copiously before an affecting family scene or a fragment of good music.
El comandante Blumhardt se acordaba de los suyos, que vivían en Cassel.
Commandant Blumhardt, meanwhile, was thinking of his family living in Cassel.
—Ocho hijos, señor—dijo con un esfuerzo visible para contener su emoción—. Los dos mayores se preparan para ser oficiales. El menor va á la escuela desde este año... Es así.
"There are eight children, Monsieur," he said with a visible effort to control emotion. "The two eldest are preparing to become officers. The youngest is starting school this year. . . . He is just so high."
Y señalaba con una mano la altura de sus botas. Temblaba nerviosamente de risa y de pena al recordar á su pequeño. Luego hizo el elogio de su esposa, excelente directora de hogar, madre que se sacrificaba con modestia por sus hijos, por su esposo. ¡Ay, la dulce Augusta!... Veinte años de matrimonio iban transcurridos, y la adoraba como el día en que se vieron por primera vez. Guardaba en un bolsillo de su uniforme todas las cartas que ella le había escrito desde el principio de la campaña.
And with his right hand he measured off the child′s diminutive stature. He trembled with laughter and grief at recalling the little chap. Then he broke forth into eulogies about his wife—excellent manager of the home, a mother who was always modestly sacrificing herself for her children and husband. Ay, the sweet Augusta! . . . After twenty years of married life, he adored her as on the day he first saw her. In a pocket of his uniform, he was keeping all the letters that she had written him since the beginning of the campaign.
—Véala, señor... Estos son mis hijos.
"Look at her, Monsieur. . . . There are my children."
Sacó del pecho un medallón de plata con adornos de arte de Munich, y tocando un resorte lo hizo abrirse en redondeles, como las hojas de un libro, dejando ver los rostros de toda la familia: la Frau Kommandeur, de una belleza austera y rígida, imitando el gesto y el peinado de la emperatriz; luego las hijas, las Fraulin Kommandeur, vestidas de blanco, los ojos en alto como si cantasen una romanza; y al final los niños, con uniformes de escuelas del ejército ó de instituciones particulares. ¡Y pensar que podía perder á estos seres queridos con sólo que un pedazo de hierro le tocase!... ¡Y había de vivir lejos de ellos ahora que era la buena estación, la época de los paseos en el campo!...
From his breast pocket, he had drawn forth a silver medallion, adorned with the art of Munich, and touching a spring, he displayed the pictures of all the family—the Frau Kommandeur, of an austere and frigid beauty, imitating the air and coiffure of the Empress; the Frauleine Kommandeur, clad in white, with uplifted eyes as though they were singing a musical romance; and at the end, the children in the uniforms of the army schools or private institutions. And to think that he might lose these beloved beings if a bit of iron should hit him! . . . And he had to live far from them now that it was such fine weather for long walks in the country! . . .
—¡Triste guerra!—volvió á repetir—. Que Dios castigue á los ingleses.
"Sad war!" he again said. "May God punish the English!"
Con una solicitud que conmovió á don Marcelo, le hizo preguntas á su vez acerca de su familia. Se apiadó al enterarse de lo escasa que era su prole; sonrió un poco ante el entusiasmo con que el viejo hablaba de su hija, saludando á Fraulin Chichí como un diablillo gracioso; puso el gesto compungido al saber que el hijo le había dado grandes disgustos con su conducta.
With a solicitude that Don Marcelo greatly appreciated, he in turn inquired about the Frenchman′s family. He pitied him for having so few children, and smiled a little over the enthusiasm with which the old gentleman spoke of his daughter, saluting Fraulein Chichi as a witty sprite, and expressing great sympathy on learning that the only son was causing his parents great sorrow by his conduct.
¡Simpático comandante!... Era el primer hombre dulce y humano que encontraba en el infierno de la invasión. «
En todas partes hay buenas personas», se dijo. Deseó que no se moviese del castillo. Si habían de continuar allí los alemanes, mejor era tenerle á él que á otros.
Tender-hearted Commandant! . . . He was the first rational and human being that he had met in this hell of an invasion. "There are good people everywhere," he told himself. He hoped that this new acquaintance would not be moved from the castle; for if the Germans had to stay there, it would better be this man than the others.
Un ordenanza vino á llamar á don Marcelo de parte de Su Excelencia. Encontró al conde en su propio dormitorio, luego de pasar por los salones con los ojos cerrados para evitarse el dolor de una cólera inútil. Las puertas estaban forzadas, los suelos sin alfombras, los huecos sin cortinajes. Sólo los muebles rotos en los primeros momentos ocupaban sus antiguos lugares. Los dormitorios habían sido saqueados con más método, desapareciendo únicamente lo que no era de utilidad inmediata. El haberse alojado en ellos el día antes el general con todo su séquito les había librado de una destrucción caprichosa.
An orderly came to summon Don Marcelo to the presence of His Excellency. After passing through the salons with closed eyes so as to avoid useless distress and wrath, he found the Count in his own bedroom. The doors had been forced open, the floors stripped of carpet and the window frames of curtains. Only the pieces of furniture broken in the first moments now occupied their former places. The sleeping rooms had been stripped more methodically, everything having been taken that was not required for immediate use. Because the General with his suite had been lodging there the night before, this apartment had escaped the arbitrary destruction.
El conde lo recibió con la cortesía de un gran señor que desea atender á sus invitados. No podía consentir que Herr Desnoyers, pariente de un von Hartrott—al que recordaba vagamente haber visto en la corte—, viviese en la habitación de los porteros. Debía ocupar su dormitorio, aquella cama solemne como un catafalco, con penachos y columnas, que había tenido el honor de servir horas antes á un ilustre general del Imperio.
The Count received him with the civility of a grandee who wishes to be attentive to his guests. He could not consent that HERR Desnoyers—a relative of a von Hartrott—whom he vaguely remembered having seen at Court, should be staying in the Keeper′s lodge. He must return to his own room, occupying that bed, solemn as a catafalque with columns and plumes, which had had the honor, a few hours before, of serving as the resting-place of an illustrious General of the Empire.
—Yo prefiero dormir aquí. Esta otra habitación va mejor con mis gustos.
"I myself prefer to sleep here," he added condescendingly. "This other habitation accords better with my tastes."
Había entrado en el dormitorio de la señora Desnoyers, admirando su mueblaje Luis XV, de una autenticidad preciosa, con los oros apagados y los paisajes de sus tapicerías obscurecidos por el tiempo. Era una de las mejores compras de don Marcelo. El conde sonrió con un menosprecio de artista al recordar al jefe de la Intendencia encargado del saqueo oficial.
While saying this, he was entering Dona Luisa′s rooms, admiring its Louis Quinze furniture of genuine value, with its dull golds and tapestries mellowed by time. It was one of the most successful purchases that Don Marcelo had made. The Count smiled with an artist′s scorn as he recalled the man who had superintended the official sacking.
«
¡Qué asno!... Pensar que esto lo ha dejado por viejo y feo...»
"What an ass! . . . To think that he left this behind, supposing that it was old and ugly!"
Luego miró de frente al dueño del castillo.
Then he looked the owner of the castle squarely in the face.
—Señor Desnoyers: creo no cometer ninguna incorrección, y hasta me imagino que interpreto sus deseos, al manifestarle que estos muebles me los llevo yo. Serán un recuerdo de nuestro conocimiento, un testimonio de nuestra amistad que ahora empieza... Si esto queda aquí corre peligro de ser destruído. Los guerreros no están obligados á ser artistas. Yo guardaré estas preciosidades en Alemania, y usted podrá verlas cuando quiera. Ahora todos vamos á ser unos... Mi amigo el emperador se proclamará soberano de los franceses.
"Monsieur Desnoyers, I do not believe that I am committing any indiscretion, and even imagine that I am interpreting your desires when I inform you that I intend taking this set of furniture with me. It will serve as a souvenir of our acquaintance, a testimony to the friendship springing up between us. . . . If it remains here, it will run the risk of being destroyed. Warriors, of course, are not obliged to be artists. I will guard these excellent treasures in Germany where you may see them whenever you wish. We are all going to be one nation, you know. . . . My friend, the Emperor, is soon to be proclaimed sovereign of the French."
Desnoyers permaneció silencioso. ¿Qué podía contestar al gesto de ironía cruel, á la mirada con que el gran señor iba subrayando sus palabras?...
Desnoyers remained silent. How could he reply to that look of cruel irony, to the grimace with which the noble lord was underscoring his words? . . .
—Cuando termine la guerra le enviaré un regalo de Berlín—añadió con tono protector.
"When the war is ended, I will send you a gift from Berlin," he added in a patronizing tone.
Tampoco contestó el viejo. Miraba en las paredes el vacío que habían dejado varios cuadros pequeños. Eran de maestros famosos del siglo XVIII. También debía haberlos despreciado el comisario por insignificantes. Una ligera sonrisa del conde le reveló su verdadero paradero.
The old collector could say nothing to that, either. He was looking at the vacant spots which many small pictures had left on the walls, paintings by famous masters of the XVIII century. The banded brigand must also have passed these by as too insignificant to carry off, but the smirk illuminating the Count′s face revealed their ultimate destination.
Había escudriñado toda la pieza, el dormitorio inmediato, que era el de Chichí, el cuarto de baño, hasta el guardarropa femenino de la familia, que conservaba, unos vestidos de la señorita Desnoyers. Las manos del guerrero se perdieron con delectación en los finos bullones de las telas, apreciando su blanda frescura.
He had carefully scrutinized the entire apartment—the adjoining bedroom, Chichi′s, the bathroom, even the feminine robe-room of the family, which still contained some of the daughter′s gowns. The warrior fondled with delight the fine silky folds of the materials, gloating over their cool softness.
Este contacto le hizo pensar en París, en las modas, en las casas de los grandes modistos. La rue de la Paix era el lugar más admirado por él en sus visitas á la ciudad enemiga.
This contact made him think of Paris, of the fashions, of the establishments of the great modistes. The rue de la Paix was the spot which he most admired in his visits to the enemy′s city.
Don Marcelo percibió la fuerte mezcla de perfumes que exhalaban su cabeza, sus bigotes, todo su cuerpo. Varios frascos del tocador de las señoras estaban sobre la chimenea.
Don Marcelo noticed the strong mixture of perfumes which came from his hair, his moustache, his entire body. Various little jars from the dressing table were on the mantel.
—¡Qué suciedad la guerra!—dijo el alemán—-. Esta mañana he podido tomar un baño, después de una semana de abstinencia; á media tarde tomaré otro... A propósito, querido señor: estos perfumes son buenos, pero no son elegantes. Cuando tenga el gusto de ser presentado á las señoras, les daré las señas de mis proveedores... Yo uso en mi casa esencias de Turquía: tengo muchos amigos allá... Al terminar la guerra haré un envío á la familia.
"What a filthy thing war is!" exclaimed the German. "This morning I was at last able to take a bath after a week′s abstinence; at noon I shall take another. By the way, my dear sir, these perfumes are good, but they are not elegant. When I have the pleasure of being presented to the ladies, I shall give them the addresses of my source of supply. . . . I use in my home essences from Turkey. I have many friends there. . . . At the close of the war, I will send a consignment to the family."
Sus ojos se habían fijado en algunos retratos colocados sobre una mesa. El conde adivinó á Madama Desnoyers viendo la fotografía de doña Luisa. Luego sonrió ante el retrato de Chichí. Muy graciosa: lo que más admiraba en ella era su aire resuelto de muchacho. Posó una mirada amplia y profunda en la fotografía de Julio.
While speaking the Count′s eyes had been fixed upon some photographs upon the table. Examining the portrait of Madame Desnoyers, he guessed that she must be Dona Luisa. He smiled before the bewitchingly mischievous face of Mademoiselle Chichi. Very enchanting; he specially admired her militant, boyish expression; but he scrutinized the photograph of Julio with special interest.
—Excelente mozo—dijo—. Una cabeza interesante... artística. En un baile de trajes obtendría un éxito. ¡Qué príncipe persa!... Una aigrette blanca en la cabeza sujeta con un joyel, el pecho desnudo, una túnica negra con pavos de oro...
"Splendid type of youth," he murmured. "An interesting head, and artistic, too. He would create a great sensation in a fancy-dress ball. What a Persian prince he would make! . . . A white aigrette on his head, fastened with a great jewel, the breast bared, a black tunic with golden birds. . . ."
Y siguió vistiendo imaginariamente al primogénito de Desnoyers con todos los esplendores de un monarca oriental. El viejo sintió un principio de simpatía hacia aquel hombre por el interés que le inspiraba su hijo. ¡Lástima que escogiese con tanta habilidad las cosas preciosas y se las apropiase!...
And he continued seeing in his mind′s eye the heir of the Desnoyers arrayed in all the gorgeous raiment of an Oriental monarch. The proud father, because of the interest which his son was inspiring, began to feel a glimmer of sympathy with the man. A pity that he should select so unerringly and appropriate the choicest things in the castle!
Junto á la cabecera de la cama, sobre un libro de oraciones olvidado por su esposa, vió un medallón con otra fotografía. Esta no era de la casa. El conde, que había seguido la dirección de sus ojos, quiso mostrársela. Temblaron las manos del guerrero... Su altivez desdeñosa é irónica desapareció de golpe. Un oficial de Húsares de la Muerte sonreía en el retrato, contrayendo su perfil enjuto y curvo de pájaro de pelea bajo el gorro adornado con un cráneo y dos fémurs.
Near the head of the bed, Don Marcelo saw lying upon a book of devotions forgotten by his wife, a medallion containing another photograph. It did not belong to his family, and the Count, following the direction of his eyes, wished to show it to him. The hands of this son of Mars trembled. . . . His disdainful haughtiness had suddenly disappeared. An official of the Hussars of Death was smiling from the case; his sharp profile with a beak curved like a bird of prey, was surmounted by a cap adorned with skull and cross-bones.
—Mi mejor amigo—dijo con voz algo temblorosa—. El ser que más amo en el mundo... ¡Y pensar que tal vez se bate en estos momentos y pueden matarlo!... ¡Pensar que yo también puedo morir!...
"My best friend," said the Count in tremulous tones. "The being that I love most in all the world. . . . And to think that at this moment he may be fighting, and they may kill him! . . . To think that I, too, may die!"
Don Marcelo creyó entrever una novela del pasado del conde. Aquel húsar era indudablemente un hijo natural. Su simplicidad no podía concebir otra cosa. Sólo en su ternura era un padre capaz de hablar así... Y casi se sintió contagiado por esta ternura.
Desnoyers believed that he must be getting a glimpse into a romance of the nobleman′s past. That Hussar was undoubtedly his natural son. His simplicity of mind could not conceive of anything else. Only a father′s tenderness could so express itself . . . and he was almost touched by this tenderness.
Aquí dió fin la entrevista. El guerrero le había vuelto la espalda, saliendo del dormitorio, como si desease ocultar sus emociones. A los pocos minutos sonó en el piso bajo un magnífico piano de cola que el comisario no había podido llevarse por la oposición del general. La voz de éste se elevó sobre el sonido de las cuerdas. Era una voz de barítono algo opaca, pero que comunicaba un temblor apasionado á su romanza. El viejo se sintió conmovido; no entendía las palabras, pero las lágrimas se agolparon á sus ojos. Pensó en su familia, en las desgracias y peligros que le rodeaban, en la dificultad de volver á encontrar á los suyos... Como si la música tirase de él, descendió poco á poco al piso bajo. ¡Qué artista aquel hombre altivamente burlón! ¡Qué alma la suya!... Los alemanes engañaban á primera vista con su exterior rudo y su disciplina, que les hacía cometer sin escrúpulo las mayores atrocidades. Había que vivir en intimidad con ellos para apreciarlos tales como eran.
Here the interview came to an end, the warrior turning his back as he left the room in order to hide his emotion. A few minutes after was heard on the floor below the sound of a grand piano which the Commissary had not been able to carry off, owing to the general′s interposition. His voice was soon heard above the chords that he was playing. It was rather a lifeless baritone, but he managed to impart an impassioned tremolo to his romance. The listening old man was now really affected; he did not understand the words, but the tears came into his eyes. He thought of his family, of the sorrows and dangers about them and of the difficulties surrounding his return to them. . . . As though under the spell of the melody, little by little, he descended the stairs. What an artist′s soul that haughty scoffer had! . . . At first sight, the Germans with their rough exterior and their discipline which made them commit the greatest atrocities, gave one a wrong impression. One had to live intimately with them to appreciate their true worth.
Cuando cesó la música estaba en el puente del castillo. Un suboficial contemplaba las evoluciones de los cisnes en las aguas del foso. Era un joven doctor en Derecho que desempeñaba la función de secretario cerca de Su Excelencia; un hombre de Universidad movilizado por la guerra.
By the time the music had ceased, he had reached the castle bridge. A sub-officer was watching the graceful movements of the swans gliding double over the waters of the moat. He was a young Doctor of Laws who just now was serving as secretary to His Excellency—a university man mobilized by the war.
Al hablar con don Marcelo reveló inmediatamente su origen. Le había sorprendido la orden de partida estando de profesor en un colegio privado y en vísperas de casarse. Todos sus planes habían quedado deshechos.
On speaking with Don Marcelo, he immediately revealed his academic training. The order for departure had surprised the professor in a private institute; he was just about to be married and all his plans had been upset.
—¡Qué calamidad, señor!... ¡Qué trastorno para el mundo!... Y sin embargo, éramos muchos los que veíamos llegar la catástrofe. Forzosamente debía sobrevenir un día ú otro. El capitalismo: el maldito capitalismo tiene la culpa.
"What a calamity, sir! . . . What an overturning for the world! . . . Yet many of us have foreseen that this catastrophe simply had to come. We have felt strongly that it might break out any day. Capital, accursed Capital is to blame."
El suboficial era socialista. No ocultaba su participación en actos del partido que le habían originado persecuciones y retrasos en su carrera. Pero la Social-Democracia se veía ahora aceptada por el emperador y halagada por los junkers más reaccionarios. Todos eran unos. Los diputados del partido formaban en el Reichstag el grupo más obediente al gobierno... El sólo guardaba de su pasado cierto fervor para anatematizar al capitalismo, culpable de la guerra.
The speaker was a Socialist. He did not hesitate to admit his co-operation in certain acts of his party that had brought persecutions and set-backs to his career. But the Social-Democracy was now being accepted by the Emperor and flattered by the most reactionary Junkers. All were now one. The deputies of his party were forming in the Reichstag the group most obedient to the government. . . . The only belief that it retained from its former creed, was its anathematization of Capital—responsible for the war.
Desnoyers se atrevió á discutir con este enemigo que parecía de carácter dulce y tolerante. «
¿No sería el verdadero responsable el militarismo alemán? ¿No habría buscado y preparado el conflicto, impidiendo todo arreglo con sus arrogancias?...»
Desnoyers ventured to disagree with this enemy who appeared of an amiable and tolerant character. "Did he not think that the real responsibility rested with German militarism? Had it not sought and prepared this conflict, by its arrogance preventing any settlement?"
Negó rotundamente el socialista. Sus diputados apoyaban la guerra, y para hacer esto sus motivos tendrían. Se notaba en él la supeditación á la disciplina, la eterna disciplina germánica, ciega y obediente, que gobierna hasta los partidos avanzados. En vano el francés repitió argumentos y hechos, todo cuanto había leído desde el principio de la guerra. Sus palabras resbalaron sobre la dureza de este revolucionario acostumbrado á delegar las funciones del pensamiento.
The Socialist denied this roundly. His deputies were supporting the war and, therefore, must have good reason. Everything that he said showed an absolute submission to discipline—the eternal German discipline, blind and obedient, which was dominating even the most advanced parties. In vain the Frenchman repeated arguments and facts which everybody had read from the beginning of the war. His words simply slid over the calloused brains of this revolutionist, accustomed to delegating all his reasoning functions to others.
—¡Quién sabe!—acabó por decir—. Tal vez nos hayamos equivocado. Pero en el instante actual todo está confuso: faltan elementos de juicio para formar una opinión exacta. Cuando termine el conflicto conoceremos á los verdaderos culpables; y si son los nuestros, les exigiremos responsabilidad.
"Who can tell?" he finally said. "Perhaps we have made a mistake. But just at this moment all is confused; the premises which would enable us to draw exact conclusions are lacking. When the conflict ends, we shall know the truly guilty parties, and if they are ours we shall throw the responsibility upon them."
Sintió ganas de reír Desnoyers ante esta candidez. ¡Esperar el final de la guerra para saber quién era el culpable!... Y si el Imperio resultaba vencedor, ¿qué responsabilidad iban á exigirle en pleno orgullo de la victoria, ellos que se habían limitado siempre á las batallas electorales, sin el más leve intento de rebeldía?
Desnoyers could hardly keep from laughing at his simplicity. To wait till the end of the war to know who was to blame! . . . And if the Empire should come out conqueror, what responsibility could the Socialists exact in the full pride of victory, they who always confined themselves to electoral battles, without the slightest attempt at rebellion?
—Sea quien sea el autor—continuó el suboficial—, esta guerra es triste. ¡Cuántos hombres muertos!... Yo estuve en Charleroi. Hay que ver de cerca la guerra moderna... Venceremos; vamos á entrar en París, según dicen, pero caerán muchos de los nuestros antes de obtener la última victoria...
"Whatever the cause may be," concluded the Socialist, "this war is very sad. How many dead! . . . I was at Charleroi. One has to see modern warfare close by. . . . We shall conquer; we are going to enter Paris, so they say, but many of our men must fall before obtaining the final victory."
Y para alejar las visiones de muerte fijas en su pensamiento, siguió con los ojos la marcha de los cisnes, ofreciéndoles pedazos de pan que les hacían torcer el curso de su natación lenta y majestuosa.
And as though wishing to put these visions of death out of his mind, he resumed his diversion of watching the swans, offering them bits of bread so as to make them swing around in their slow and majestic course.
El conserje y su familia pasaban el puente con frecuentes entradas y salidas. Al ver á su señor en buenas relaciones con los invasores, habían perdido el miedo que los mantenía recluídos en su vivienda. A la mujer le parecía natural que don Marcelo viese reconocida su autoridad por aquella gente: el amo siempre es el amo. Y como si hubiese recibido una parte de esta autoridad, entraba sin temor en el castillo, seguida de su hija, para poner en orden el dormitorio del dueño. Querían pasar la noche cerca de él, para que no se viese solo entre los alemanes.
The Keeper and his family were continually crossing and recrossing the bridge. Seeing their master on such friendly terms with the invaders, they had lost some of the fear which had kept them shut up in their cottage. To the woman it seemed but natural that Don Marcelo′s authority should be recognized by these people; the master is always the master. And as though she had received a part of this authority, she was entering the castle fearlessly, followed by her daughter, in order to put in order her master′s sleeping room. They had decided to pass the night in rooms near his, that he might not feel so lonely among the Germans.
Las dos mujeres trasladaron ropas y colchones desde el pabellón al último piso. El conserje estaba ocupado en calentar el segundo baño de Su Excelencia. Su esposa lamentaba con gestos desesperados el saqueo del castillo. ¡Qué de cosas ricas desaparecidas!... Deseosa de salvar los últimos restos, buscaba al dueño para hacerle denuncias, como si éste pudiese impedir el robo individual y cauteloso. Los ordenanzas y escribientes del conde se metían en los bolsillos todo lo que resultaba fácil de ocultar. Decían sonriendo que eran recuerdos. Luego se aproximó con aire misterioso para hacerle una nueva revelación. Había visto á un jefe forzar los cajones donde guardaba la señora la ropa blanca, y cómo formaba un paquete con las prendas más finas y gran cantidad de blondas.
The two women were carrying bedding and mattresses from the lodge to the top floor. The Keeper was occupied in heating a second bath for His Excellency while his wife was bemoaning with gestures of despair the sacking of the castle. How many exquisite things had disappeared! . . . Desirous of saving the remainder, she besought her master to make complaints, as though he could prevent the individual and stealthy robberies. The orderlies and followers of the Count were pocketing everything they could lay their hands on, saying smilingly that they were souvenirs. Later on the woman approached Desnoyers with a mysterious air to impart a new revelation. She had seen a head officer force open the chiffoniers where her mistress was accustomed to keep her lingerie, and he was making up a package of the finest pieces, including a great quantity of blonde lace.
—Ese es, señor—dijo de pronto, señalando á un alemán que escribía en el jardín, recibiendo sobre la mesa un rayo oblicuo de sol que se filtraba entre las ramas.
"That′s the one, Master," she said soon after, pointing to a German who was writing in the garden, where an oblique ray of sunlight was filtering through the branches upon his table.
Don Marcelo lo reconoció con sorpresa. ¡También el comandante Blumhardt!... Pero inmediatamente excusó su acto. Encontraba natural que se llevase algo de su casa, después que el comisario había dado el ejemplo. Además tuvo en cuenta la calidad de los objetos que se apropiaba. No eran para él: eran para la esposa, para las niñas... Un buen padre de familia. Más de una hora llevaba ante la mesa escribiendo sin cesar, conversando pluma en mano con su Augusta, con toda la familia que vivía en Cassel. Mejor era que se llevase lo suyo este hombre bueno, que los otros oficiales altivos, de voz cortante é insolente tiesura...
Don Marcelo recognized him with surprise. Commandant Blumhardt, too! . . . But immediately he excused the act. He supposed it was only natural that this official should want to take something away from the castle, since the Count had set the example. Besides, he took into account the quality of the objects which he was appropriating. They were not for himself; they were for the wife, for the daughters. . . . A good father of his family! For more than an hour now, he had been sitting before that table writing incessantly, conversing, pen in hand, with his Augusta and all the family in Cassel. Better that this good man should carry off his stuff than those other domineering officers with cutting voices and insolent stiffness.
Vió cómo levantaba la cabeza cada vez que pasaba Georgette, la hija del conserje, siguiéndola con los ojos. ¡Pobre padre!... Indudablemente se acordaba de las dos señoritas que vivían en Alemania con el pensamiento ocupado por los peligros de la guerra. El también se acordaba de Chichí, temiendo no verla más. En uno de sus viajes desde el castillo al pabellón, la muchacha fué llamada por el alemán. Permaneció erguida ante su mesa, tímida, como si presintiese un peligro, pero haciendo esfuerzos para sonreir. Mientras tanto, Blumhardt le hablaba acariciándole las mejillas con sus manazas de hombre de pelea. A Desnoyers le conmovió esta visión. Los recuerdos de una vida pacífica y virtuosa resurgían á través de los horrores de la guerra. Decididamente, este enemigo era un buen hombre.
Desnoyers noticed, too, that the writer raised his head every time that Georgette, the Warden′s daughter, passed by, following her with his eyes. The poor father! . . . Undoubtedly he was comparing her with his two girls home in Germany, with all their thoughts on the war. He, too, was thinking of Chichi, fearing sometimes, that he might never see her again. In one of her trips from the castle to her home, Blumhardt called the child to him. She stopped before the table, timid and shrinking as though she felt a presentiment of danger, but making an effort to smile. The Prussian father meanwhile chatted with her, and patted her cheeks with his great paws—a sight which touched Desnoyers deeply. The memories of a pacific and virtuous life were rising above the horrors of war. Decidedly this one enemy was a good man, anyway.
Por eso sonrió con amabilidad cuando el comandante, abandonando la mesa, fué hacia él. Entregó su carta y un paquete voluminoso á un soldado para que los llevase al pueblo, donde estaba la estafeta del batallón.
Because of his conclusion, the millionaire smiled indulgently when the Commandant, leaving the table, came toward him—after delivering his letter and a bulky package to a soldier to take to the battalion post-office in the village.
—Es para mi familia—dijo—. No dejo pasar un día de descanso sin enviar carta. ¡Las suyas son tan preciosas para mí!... También envío unos pequeños recuerdos.
"It is for my family," he explained. "I do not let a day pass without sending them a letter. Theirs are so precious to me! . . . I am also sending them a few remembrances."
Desnoyers estuvo próximo á protestar. ¡Pequeños, no!... Pero con un gesto de indiferencia dió á entender que aceptaba los regalos hechos á costa suya. El comandante siguió hablando de la dulce Augusta y de sus hijos, mientras tronaba la tempestad invisible en el horizonte sereno del atardecer. Cada vez era más intenso el cañoneo.
Desnoyers was on the point of protesting. . . . But with a shrug of indifference, he concluded to keep silence as if he did not object. The Commandant continued talking of the sweet Augusta and their children while the invisible tempest kept on thundering beyond the serene twilight horizon. Each time the cannonading was more intense.
—La batalla—continuó Blumhardt—. ¡Siempre la batalla!... Seguramente es la última y la ganaremos. Antes de una semana vamos á entrar en París... Pero ¡cuántos no llegarán á verlo! ¡Qué de muertos!... Creo que mañana ya no estaremos aquí. Todas las reservas tendrán que atacar para vencer la suprema resistencia... ¡Con tal que yo no caiga!...
"The battle," continued Blumhardt. "Always a battle! . . . Surely it is the last and we are going to win. Within the week, we shall be entering Paris. . . . But how many will never see it! So many dead! . . . I understand that to-morrow we shall not be here. All the Reserves are to combine with the attack so as to overcome the last resistance. . . . If only I do not fall!" . . .
La posibilidad de morir al día siguiente contrajo su rostro con un gesto de rencor. Una arruga vertical partía sus cejas. Miró á Desnoyers con ferocidad, como si le hiciese responsable de su muerte y de la desgracia de su familia. Durante unos minutos, don Marcelo no reconoció al Blumhardt dulce y familiar de poco antes, dándose cuenta de las transformaciones que la guerra realiza en los hombres.
Thoughts of the possibility of death the following day contracted his forehead in a scowl of hatred. A deep, vertical line was parting his eyebrows. He frowned ferociously at Desnoyers as though making him responsible for his death and the trouble of his family. For a few moments Don Marcelo could hardly recognize this man, transformed by warlike passions, as the sweet-natured and friendly Blumhardt of a little while before.
Empezaba el ocaso, cuando un suboficial—el mismo de la Social-Democracia—llegó corriendo en busca del comandante. Desnoyers no podía entenderle por hablar en alemán, pero siguiendo las indicaciones de su mano, vió en la entrada del castillo, más allá de la verja, un grupo de gente campesina y unos cuantos soldados con fusiles. Blumhardt, después de corta reflexión, emprendió la marcha hacia el grupo y don Marcelo fué tras de él.
The sun was beginning to set when a sub-officer, the one of the Social-Democracy, came running in search of the Commandant. Desnoyers could not understand what was the matter because they were speaking in German, but following the direction of the messenger′s continual pointing, he saw beyond the iron gates a group of country people and some soldiers with guns. Blumhardt, after a brief reflection, started toward the group and Don Marcelo behind him.
Vió á un muchacho del pueblo entre dos alemanes que le apuntaban al pecho con sus bayonetas. Estaba pálido, con una palidez de cera. Su camisa, sucia de hollín, aparecía desgarrada de un modo trágico, denunciando los manotones de la lucha. En una sien tenía una desolladura que manaba sangre. A corta distancia una mujer con el pelo suelto, rodeada de cuatro niñas y un pequeñuelo, todos manchados de negro, como si surgiesen de un depósito de carbón.
Soon he saw a village lad in the charge of some Germans who were holding their bayonets to his breast. His face was colorless, with the whiteness of a wax candle. His shirt, blackened with soot, was so badly torn that it told of a hand-to-hand struggle. On one temple was a gash, bleeding badly. A short distance away was a woman with dishevelled hair, holding a baby, and surrounded by four children all covered with black grime as though coming from a coal mine.
La mujer hablaba elevando las manos, dando gemidos que interrumpían su relato, dirigiéndose inútilmente á los soldados, incapaces de entenderla. El suboficial que mandaba la escolta habló en alemán con el comandante, y mientras tanto la mujer se dirigió á Desnoyers. Mostraba una repentina serenidad al reconocer al dueño del castillo, como si éste pudiese salvarla.
The woman was pleading desperately, raising her hands appealingly, her sobs interrupting her story which she was uselessly trying to tell the soldiers, incapable of understanding her. The petty officer convoying the band spoke in German with the Commandant while the woman besought the intervention of Desnoyers. When she recognized the owner of the castle, she suddenly regained her serenity, believing that he could intercede for her.
Aquel mocetón era hijo suyo. Estaban refugiados desde el día anterior en la cueva de su casa incendiada. El hambre les había hecho salir, luego de librarse de una muerte por asfixia. Los alemanes, al ver á su hijo, lo habían golpeado y querían fusilarlo, como fusilaban á todos los mozos. Creían que el muchacho tenía veinte años: lo consideraban en edad de ser soldado, y para que no se incorporase al ejército francés, lo iban á matar.
That husky young boy was her son. They had all been hiding since the day before in the cellar of their burned house. Hunger and the danger of death from asphyxiation had forced them finally to venture forth. As soon as the Germans had seen her son, they had beaten him and were going to shoot him as they were shooting all the young men. They believed that the lad was twenty years old, the age of a soldier, and in order that he might not join the French army, they were going to kill him.
—¡Es mentira!—gritó la mujer—. No tiene mas que diez y ocho... Tampoco diez y ocho... menos aún: sólo tiene diez y siete.
"It′s a lie!" shrieked the mother. "He is not more than eighteen . . . not eighteen . . . a little less—he′s only seventeen."
Se volvía á otras mujeres que iban detrás de ella, para invocar su testimonio; tristes hembras, igualmente sucias, con el rostro ennegrecido y las ropas desgarradas, oliendo á incendio, á miseria, á cadáver. Todas asentían, agregando sus gritos á los de la madre. Algunas extremaban sus declaraciones, atribuyendo al muchacho diez y seis años... quince. Y á este coro de femeniles vociferaciones se unían los gemidos de los pequeños, que contemplaban á su hermano con los ojos agrandados por el terror.
She turned to those who were following behind, in order to implore their testimony—sad women, equally dirty, their ragged garments smelling of fire, poverty and death. All assented, adding their outcries to those of the mother. Some even went so far as to say that the overgrown boy was only sixteen . . . fifteen! And to this feminine chorus was added the wailing of the little ones looking at their brother with eyes distended with terror.
El comandante examinó al prisionero mientras escuchaba al suboficial. Un empleado del Municipio había confesado aturdidamente que tenía veinte años, sin pensar que con esto causaba su muerte.
The Commandant examined the prisoner while he listened to the official. An employee of the township had said carelessly that the child was about twenty, never dreaming that with this inaccuracy he was causing his death.
—¡Mentira!—repitió la madre, adivinando por instinto lo que hablaban—. Ese hombre se equivoca... Mi hijo es robusto, parece de más edad, pero no tiene veinte años... El señor, que lo conoce, puede decirlo. ¿No es verdad, señor Desnoyers?
"It was a lie!" repeated the mother guessing instinctively what they were saying. "That man made a mistake. My boy is robust and, therefore, looks older than he is, but he is not twenty. . . . The gentleman from the castle who knows him can tell you so. Is it not so, Monsieur Desnoyers?"
Al ver reclamado su auxilio por la desesperación maternal, creyó don Marcelo que debía intervenir, y habló al comandante. Conocía mucho á este mozo—no recordaba haberlo visto nunca—y le creía menor de veinte años.
Since, in her maternal desperation, she had appealed to his protection, Don Marcelo believed that he ought to intervene, and so he spoke to the Commandant. He knew this youth very well (he did not ever remember having seen him before) and believed that he really was under twenty.
—Y aunque los tuviera—añadió—, ¿es eso un delito para fusilar á un hombre?
"And even if he were of age," he added, "is that a crime to shoot a man for?"
Blumhardt no contestaba. Desde que había recobrado sus funciones de mando parecía ignorar la existencia de don Marcelo. Fué á decir algo, á dar una orden, pero vaciló. Era mejor consultar á Su Excelencia. Y viendo que se dirigía al castillo, Desnoyers marchó á su lado.
Blumhardt did not reply. Since he had recovered his functions of command, he ignored absolutely Don Marcelo′s existence. He was about to say something, to give an order, but hesitated. It might be better to consult His Excellency . . . and seeing that he was going toward the castle, Desnoyers marched by his side.
—Comandante, esto no puede ser—comenzó diciendo—. Esto carece de sentido. ¡Fusilar á un hombre por la sospecha de que pueda tener veinte años!...
"Commandant, this cannot be," he commenced saying. "This lacks common sense. To shoot a man on the suspicion that he may be twenty years old!"
Pero el comandante callaba y seguía caminando. Al pasar el puente oyeron los sonidos del piano. Esto pareció de buen augurio á Desnoyers. Aquel artista que le conmovía con su voz apasionada iba á decir la palabra salvadora.
But the Commandant remained silent and continued on his way. As they crossed the bridge, they heard the sound of the piano—a good omen, Desnoyers thought. The aesthete who had so touched him with his impassioned voice, was going to say the saving word.
Al entrar en el salón tardó en reconocer á Su Excelencia. Vió un hombre ante el piano llevando por toda vestidura una bata japonesa, un kimono femenil de color rosa, con pájaros de oro, perteneciente á su Chichí. En otra ocasión hubiese lanzado una carcajada al contemplar á este guerrero, enjuto, huesoso, de ojos crueles, sacando por las mangas sueltas unos brazos nervudos, en una de cuyas muñecas seguía brillando la pulsera de oro. Había tomado el baño y retardaba el momento de recobrar su uniforme, deleitándose con el sedoso contacto de la túnica femenina, igual á sus vestiduras orientales de Berlín. Blumhardt no manifestó la más leve extrañeza ante el aspecto de su general. Erguido militarmente habló en su idioma, mientras el conde le escuchaba con aire aburrido, pasando sus dedos sobre las teclas.
On entering the salon, he did not at first recognize His Excellency. He saw a man sitting at the piano wearing no clothing but a Japanese dressing gown—a woman′s rose-colored kimono, embroidered with golden birds, belonging to Chichi. At any other time, he would have burst into roars of laughter at beholding this scrawny, bony warrior with the cruel eyes, with his brawny braceleted arms appearing through the loose sleeves. After taking his bath, the Count had delayed putting on his uniform, luxuriating in the silky contact of the feminine tunic so like his Oriental garments in Berlin. Blumhardt did not betray the slightest astonishment at the aspect of his general. In the customary attitude of military erectness, he spoke in his own language while the Count listened with a bored air, meanwhile passing his fingers idly over the keys.
Una ventana próxima dejaba visible la puesta del sol, envolviendo en un nimbo de oro al piano y al ejecutante. La poesía del ocaso entraba por ella: susurros del ramaje, cantos moribundos de pájaros, zumbidos de insectos que brillaban como chispas bajo el último rayo solar. Su Excelencia, viendo interrumpido su ensueño melancólico por la inoportuna visita, cortó el relato del comandante con un gesto de mando y una palabra... una sola. No dijo más. Dió dos chupadas á un cigarrillo turco que chamuscaba lentamente la madera del piano, y sus manos volvieron á caer sobre el marfil, reanudando la improvisación vaga y tierna inspirada por el crepúsculo.
A shaft of sunlight from a nearby window was enveloping the piano and musician in a halo of gold. Through the window, too, was wafting the poetry of the sunset—the rustling of the leaves, the hushed song of the birds and the hum of the insects whose transparent wings were glowing like sparks in the last rays of the sun. The General, annoyed that his dreaming melancholy should be interrupted by this inopportune visit, cut short the Commandant′s story with a gesture of command and a word . . . one word only. He said no more. He took two puffs from a Turkish cigarette that was slowly scorching the wood of the piano, and again ran his hands over the ivory keys, catching up the broken threads of the vague and tender improvisation inspired by the gloaming.
—Gracias, Excelencia—dijo el viejo, adivinando su magnánima respuesta.
"Thanks, Your Excellency," said the gratified Desnoyers, surmising his magnanimous response.
El comandante había desaparecido. Tampoco le encontró fuera de la casa. Un soldado trotaba cerca de la verja para transmitir la orden. Vió cómo la escolta repelía con las culatas al grupo vociferante de mujeres y chiquillos. Quedó limpia la entrada. Todos se alejaban indudablemente hacia el pueblo después del perdón del general... Estaba en mitad de la avenida, cuando sonó un aullido compuesto de muchas voces, un grito espeluznante como sólo puede lanzarlo la desesperación femenil. Al mismo tiempo conmovieron el aire fuertes trallazos, un crepitamiento que conocía desde el día anterior. ¡Tiros!... Adivinó al otro lado de la verja un rudo vaivén de personas, unas retorciéndose contenidas por fuertes brazos, otras huyendo con el galope del miedo. Vió correr hacia él una mujer despavorida, con las manos en la cabeza, lanzando gemidos. Era la esposa del conserje, que se había agregado poco antes al grupo de mujeres.
The Commandant had disappeared, nor could the Frenchman find him outside the castle. A soldier was pacing up and down near the iron gates in order to transmit commands, and the guards were pushing back with blows from their guns, a screaming group of women and tiny children. The entrance was entirely cleared! undoubtedly the crowds were returning to the village after the General′s pardon. . . . Desnoyers was half way down the avenue when he heard a howling sound composed of many voices, a hair-raising shriek such as only womanly desperation can send forth. At the same time, the air was vibrating with snaps, the loud cracking sound that he knew from the day before. Shots! . . . He imagined that on the other side of the iron railing there were some writhing bodies struggling to escape from powerful arms, and others fleeing with bounds of fear. He saw running toward him a horror-stricken, sobbing woman with her hands to her head. It was the wife of the Keeper who a little while before had joined the desperate group of women.
—¡No vaya, señor!—gritó, cortándole el paso—. Lo han matado... acaban de fusilarle.
"Oh, don′t go on, Master," she called stopping his hurried step. "They have killed him. . . . They have just shot him."
Don Marcelo quedó inmóvil por la sorpresa. ¡Fusilado!... ¿Y la palabra del general?... Corrió hacia el castillo sin darse cuenta de lo que hacía, y se vió de pronto en el salón. Su Excelencia continuaba ante el piano. Ahora cantaba á media voz, con los ojos húmedos por la poesía de sus recuerdos. Pero el viejo no podía escucharle.
Don Marcelo stood rooted to the ground. Shot! . . . and after the General′s pardon! . . . Suddenly he ran back to the castle, hardly knowing what he was doing, and soon reached the salon. His Excellency was still at the piano humming in low tones, his eyes moistened by the poesy of his dreams. But the breathless old gentleman did not stop to listen.
—Excelencia: lo han fusilado... Acaban de matarle, á pesar de la orden.
"They have shot him, Your Excellency. . . . They have just killed him in spite of your order."
La sonrisa del jefe le hizo comprender de pronto su engaño.
The smile which crossed the Count′s face immediately informed him of his mistake.
—Es la guerra, querido señor—dijo, cesando de tocar—. La guerra con sus crueles necesidades... Siempre es prudente suprimir al enemigo de mañana.
"That is war, my dear sir," said the player, pausing for a moment. "War with its cruel necessities. . . . It is always expedient to destroy the enemy of to-morrow."
Y con aire pedantesco, como si diese una lección, habló de los orientales, grandes maestros en el arte de saber vivir. Uno de los personajes más admirados por él era cierto sultán de la conquista turca, que estrangulaba con sus propias manos á los hijos de los adversarios. «
Nuestros enemigos no vienen al mundo á caballo y empuñando la lanza—decía el héroe—. Nacen niños como todos, y es oportuno suprimirlos antes de que crezcan.»
And with a pedantic air as though he were giving a lesson, he discoursed about the Orientals, great masters of the art of living. One of the personages most admired by him was a certain Sultan of the Turkish conquest who, with his own hands, had strangled the sons of the adversary. "Our foes do not come into the world on horseback and brandishing the lance," said that hero. "All are born as children, and it is advisable to wipe them from the face of the earth before they grow up."
Desnoyers le escuchaba sin entenderle. Una idea única ocupaba su pensamiento. ¡Y aquel hombre que él creía bueno, aquel sentimental que se enternecía cantando, había dado fríamente, entre dos arpegios, su orden de muerte!...
Desnoyers listened without taking it in. One thought only was occupying his mind. . . . That man that he had supposed just, that sentimentalist so affected by his own singing, had, between two arpeggios, coldly given the order for death! . . .
El conde hizo un gesto de impaciencia. Podía retirarse, y le aconsejaba que en adelante fuese discreto, evitando el inmiscuirse en los asuntos del servicio. Luego le volvió la espalda é hizo correr las manos sobre el piano, entregándose á su melancolía armoniosa.
The Count made a gesture of impatience. He might retire now, and he counselled him to be more discreet in the future, avoiding mixing himself up in the affairs of the service. Then he turned his back, running his hands over the piano, and giving himself up to harmonious melancholy.
Empezó para don Marcelo una vida absurda que iba á durar cuatro días, durante los cuales se sucedieron los más extraordinarios acontecimientos. Este período representó en su historia un largo paréntesis de estupefacción, cortado por horribles visiones.
For Don Marcelo there now began an absurd life of the most extraordinary events, an experience which was going to last four days. In his life history, this period represented a long parenthesis of stupefaction, slashed by the most horrible visions.
No quiso encontrarse más con aquellos hombres, y huyó de su propio dormitorio, refugiándose en el último piso, en un cuarto de doméstico, cerca del que había escogido la familia del conserje. En vano la buena mujer le ofreció comida al cerrar la noche: no sentía apetito. Estaba tendido en la cama. Prefería la obscuridad y el verse á solas con sus pensamientos. ¡Cuándo terminaría esta angustia!...
Not wishing to meet these men again, he abandoned his own bedroom, taking refuge on the top floor in the servants′ quarters, near the room selected by the Warden and his family. In vain the good woman kept offering him things to eat as the night came on—he had no appetite. He lay stretched out on the bed, preferring to be alone with his thoughts in the dark. When would this martyrdom ever come to an end? . . .
Se acordó de un viaje que había hecho á Londres años antes. Veía con la imaginación el Museo Británico y ciertos relieves asirios que le habían llenado de pavor, como restos de una humanidad bestial. Los guerreros incendiaban las poblaciones, los prisioneros eran degollados en montón, la muchedumbre campesina y pacífica marchaba en filas con la cadena al cuello, formando ristras de esclavos. Nunca había reconocido como en aquel momento la grandeza de la civilización presente. Todavía surgían guerras de vez en cuando, pero habían sido reglamentadas por el progreso. La vida de los prisioneros resultaba sagrada, los pueblos debían ser respetados, existía todo un cuerpo de leyes internacionales para reglamentar cómo deben matarse los hombres y combatirse las naciones, causándose el menor daño posible... Pero ahora acababa de ver la realidad de la guerra. ¡Lo mismo que miles de años antes! Los hombres con casco procedían de igual modo que los sátrapas perfumados y feroces de mitra azul y barba anillada. El adversario era fusilado aunque no tuviese armas; el prisionero moría á culatazos; las poblaciones civiles emprendían en masa el camino de Alemania, como los cautivos de otros siglos. ¿De qué había servido el llamado progreso? ¿Dónde estaba la civilización?...
There came into his mind the recollection of a trip which he had made to London some years ago. In his imagination he again saw the British Museum and certain Assyrian bas-reliefs—relics of bestial humanity, which had filled him with terror. The warriors were represented as burning the towns; the prisoners were beheaded in heaps; the pacific countrymen were marching in lines with chains on their necks, forming strings of slaves. Until that moment he had never realized the advance which civilization had made through the centuries. Wars were still breaking out now and then, but they had been regulated by the march of progress. The life of the prisoner was now held sacred; the captured towns must be respected; there existed a complete code of international law to regulate how men should be killed and nations should combat, causing the least possible harm. . . . But now he had just seen the primitive realities of war. The same as that of thousands of years ago! The men with the helmets were proceeding in exactly the same way as those ferocious and perfumed satraps with blue mitre and curled beard. The adversary was shot although not carrying arms; the prisoner died of shot or blow from the gun; the civilian captives were sent in crowds to Germany like those of other centuries. Of what avail was all our so-called Progress? Where was our boasted civilization? . . .
Despertó al recibir en sus ojos la luz de una bujía. La mujer del conserje había subido otra vez para preguntarle si necesitaba algo.
He was awakened by the light of a candle in his eyes. The Warden′s wife had come up again to see if he needed anything.
—¡Qué noche!... Oígalos cómo gritan y cantan. ¡Las botellas que llevan bebidas!... Están en el comedor. Es preferible que usted no los vea... Ahora se divierten rompiendo los muebles. Hasta el conde está borracho; borracho también ese jefe que hablaba con usted, y los demás. Algunos de ellos bailan medio desnudos.
"Oh, what a night, Master! Just hear them yelling and singing! The bottles that they have emptied! . . . They are in the dining room. You better not see them. Now they are amusing themselves by breaking the furniture. Even the Count is drunk; drunk, too, is that Commandant that you were talking with, and all the rest. . . . Some of them are dancing half-naked."
Deseaba callarse ciertos detalles, pero su verbosidad femenil saltó por encima de estos propósitos discretos. Algunos oficiales jóvenes se habían disfrazado con sombreros y vestidos de las señoras y danzaban dando gritos é imitando los contoneos femeniles. Uno de ellos era saludado con un rugido de entusiasmo al presentarse sin otro traje que una «
combinación» interior de la señorita Chichí... Muchos gozaban un placer maligno al depositar los residuos digestivos sobre las alfombras ó en los cajones de los muebles, empleando para limpiarse los lienzos finos que encontraban á mano.
She evidently wished to keep quiet about certain details, but her love of talking got the better of her discretion. Some of the officers had dressed themselves up in the hats and gowns of her mistress and were dancing and shouting, imitating feminine seductiveness and affectations. . . . One of them had been greeted with roars of enthusiasm upon presenting himself with no other clothing than a "combination" of Mademoiselle Chichi′s. Many were taking obscene delight in soiling the rugs and filling the sideboard drawers with indescribable filth, using the finest linens that they could lay their hands on.
El dueño la hizo callar. ¿Para qué enterarle de todo esto?...
Her master silenced her peremptorily. Why tell him such vile, disgusting things? . . .
—¡Y nosotros obligados á servirles!...—continuó gimiendo la mujer—. Están locos: parecen otros hombres. Los soldados dicen que se marchan al amanecer. Hay una gran batalla, van á ganarla, pero todos necesitan pelear en ella... Mi pobre marido ya no puede más. Tantas humillaciones... Y mi hija... ¡mi hija!...
"And we are obliged to wait on them!" wailed the woman. "They are beside themselves; they appear like different beings. The soldiers are saying that they are going to resume their march at daybreak. There is a great battle on, and they are going to win it; but it is necessary that everyone of them should fight in it. . . . My poor, sick husband just can′t stand it any longer. So many humiliations . . . and my little girl . . . . My little girl!"
Esta era su mayor preocupación. La tenía oculta, pero seguía con inquietud las idas y venidas de algunos de estos hombres enfurecidos por el alcohol. De todos, el más temible era aquel jefe que acariciaba paternalmente á Georgette.
The child was her greatest anxiety. She had her well hidden away, but she was watching uneasily the goings and comings of some of these men maddened with alcohol. The most terrible of them all was that fat officer who had patted Georgette so paternally.
El miedo por la seguridad de su hija le hizo marcharse después de lanzar nuevos lamentos.
Apprehension for her daughter′s safety made her hurry restlessly away, saying over and over:
—Dios no se acuerda del mundo... ¡Ay, qué será de nosotros!
"God has forgotten the world. . . . Ay, what is ever going to become of us!"
Ahora permaneció desvelado don Marcelo. Por la ventana abierta entraba la luz tenue de una noche serena. Seguía el cañoneo, prolongándose el combate en la obscuridad. Al pie del castillo entonaban los soldados un cántico lento y melódico que parecía un salmo. Del interior del edificio subió hasta él un estrépito de carcajadas brutales, ruido de muebles que se rompían, correteos de regocijada persecución. ¿Cuándo podría salir de este infierno?... Transcurrió mucho tiempo; no llegó á dormirse, pero fué perdiendo poco á poco la noción de lo que le rodeaba. De pronto se incorporó. Cerca de él, en el mismo piso, una puerta se había rajado con sordo crujido, no pudiendo resistir varios empujones formidables. Sonaron gritos de mujer, llantos, súplicas desesperadas, ruido de lucha, pasos vacilantes, choques de cuerpos contra las paredes. Tuvo el presentimiento de que era Georgette la que gritaba y se defendía. Antes de poner los pies en el suelo oyó una voz de hombre, la de su conserje; estaba seguro.
Don Marcelo was now tinglingly awake. Through the open window was blowing the clear night air. The cannonading was still going on, prolonging the conflict way into the night. Below the castle the soldiers were intoning a slow and melodious chant that sounded like a psalm. From the interior of the edifice rose the whoopings of brutal laughter, the crash of breaking furniture, and the mad chase of dissolute pursuit. When would this diabolical orgy ever wear itself down? . . . For a long time he was not at all sleepy, but was gradually losing consciousness of what was going on around him when he was roused with a start. Near him, on the same floor, a door had fallen with a crash, unable to resist a succession of formidable batterings. This was followed immediately by the screams of a woman, weeping, desperate supplications, the noise of a struggle, reeling steps, and the thud of bodies against the wall. He had a presentiment that it was Georgette shrieking and trying to defend herself. Before he could put his feet to the floor he heard a man′s voice, which he was sure was the Keeper′s; she was safe.
—¡Ah, bandido!...
"Ah, you villain!" . . .
Luego el estrépito de una segunda lucha... un tiro... silencio.
Then the outbreak of a second struggle . . . a shot . . . silence!
Al salir al amplio corredor que terminaba en la escalera, vió luces y muchos hombres que subían en tropel saltando los peldaños. Casi cayó al tropezar con un cuerpo del que se escapaba un rugido de agonía. El conserje estaba á sus pies, agitando el pecho con movimiento de fuelle. Tenía los ojos vidriosos y desmesuradamente abiertos; su boca se cubría de sangre... Junto á él brillaba un cuchillo de cocina. Después vió á un hombre con un revólver en la diestra, conteniendo al mismo tiempo con la otra mano una puerta rota que alguien intentaba abrir desde dentro. Lo reconoció á pesar de su palidez verdosa y del extravío de su mirada. Era Blumhardt, un Blumhardt nuevo, con una expresión bestial de orgullo y de insolencia que infundía espanto.
Rushing down the hallway that ended at the stairway Desnoyers saw lights, and many men who came trooping up the stairs, bounding over several steps at a time. He almost fell over a body from which escaped a groan of agony. At his feet lay the Warden, his chest moving like a pair of bellows, his eyes glassy and unnaturally distended, his mouth covered with blood. . . . Near him glistened a kitchen knife. Then he saw a man with a revolver in one hand, and holding shut with the other a broken door that someone was trying to open from within. Don Marcelo recognized him, in spite of his greenish pallor and wild look. It was Blumhardt—another Blumhardt with a bestial expression of terrifying ferocity and lust.
Se lo imaginó recorriendo el castillo en busca de la presa deseada, la inquietud del padre siguiendo sus pasos, los gritos de la muchacha, la lucha desigual entre el enfermo con su arma de ocasión y aquel hombre de guerra sostenido por la victoria. La cólera de los años juveniles despertó en él audaz y arrolladora. ¿Qué le importaba morir?...
Don Marcelo could see clearly how it had all happened—the debauchee rushing through the castle in search of his prey, the anxious father in close pursuit, the cries of the girl, the unequal struggle between the consumptive with his emergency weapon and the warrior triumphant. The fury of his youth awoke in the old Frenchman, sweeping everything before it. What did it matter if he did die? . . .
—¡Ah, bandido!—rugió como el otro.
"Ah, you villain!" he yelled, as the poor father had done.
Y con los puños cerrados marchó contra el alemán. Este le puso el revólver ante los ojos, sonriendo fríamente. Iba á disparar... Pero en el mismo instante Desnoyers cayó al suelo, derribado por los que acababan de subir. Recibió varios golpes; las pesadas botas de los invasores le martillearon con su taconeo. Sintió en su rostro un chorro caliente. ¡Sangre!... No sabía si era suya ó de aquel cuerpo en el que se iba apagando el jadeo mortal. Luego se vió elevado del suelo por varias manos que le empujaban ante un hombre. Era Su Excelencia, con el uniforme desabrochado y oliendo á vino. Sus ojos temblaban lo mismo que su voz.
And with clenched fists he marched up to the German, who smiled coldly and held his revolver to his eyes. He was just going to shoot him . . . but at that instant Desnoyers fell to the floor, knocked down by those who were leaping up the stairs. He received many blows, the heavy boots of the invaders hammering him with their heels. He felt a hot stream pouring over his face. Blood! . . . He did not know whether it was his own or that of the palpitating mortal slowly dying beside him. Then he found himself lifted from the floor by many hands which pushed him toward a man. It was His Excellency, with his uniform burst open and smelling of wine. Eyes and voice were both trembling.
—Mi querido señor—dijo intentando recobrar su ironía mortificante—: le aconsejé que no interviniese en nuestras cosas, y no me ha hecho caso. Sufra las consecuencias de su falta de discreción.
"My dear sir," he stuttered, trying to recover this suave irony, "I warned you not to interfere in our affairs and you have not obeyed me. You may now take the consequences of your lack of discretion."
Dió una orden, y el viejo se sintió impelido escalera abajo hasta las cuevas. Los que le conducían eran soldados al mando de un suboficial. Reconoció al socialista. El joven profesor era el único que no estaba ebrio, pero se mantenía erguido, inabordable, con la ferocidad de la disciplina.
He gave an order, and the old man felt himself pushed downstairs to the cellars underneath the castle. Those conducting him were soldiers under the command of a petty officer whom he recognized as the Socialist. This young professor was the only one sober, but he maintained himself erect and unapproachable with the ferocity of discipline.
Lo introdujo en una pieza abovedada sin otro respiradero que un ventanuco á ras del suelo. Muchas botellas rotas y dos cajones con alguna paja era todo lo que había en la cueva.
He put his prisoner into an arched vault without any breathing-place except a tiny window on a level with the floor. Many broken bottles and chests with some straw were all that was in the cave.
—Ha insultado usted á un jefe—dijo el suboficial rudamente—, y es indudable que lo fusilarán al amanecer... Su única salvación consiste en que siga la fiesta y le olviden.
"You have insulted a head officer!" said the official roughly, "and they will probably shoot you to-morrow. Your only salvation lies in the continuance of the revels, in which case they may forget you."
Como la puerta estaba rota, lo mismo que todas las del castillo, hizo colocar ante ella un montón de muebles y cajones.
As the door of this sub-cellar was broken, like all the others in the building, a pile of boxes and furniture was heaped in the entrance way.
Don Marcelo pasó el resto de la noche atormentado por el frío. Era lo único que le preocupaba en aquel momento. Había renunciado á la vida: hasta la imagen de los suyos se fué borrando de su memoria. Trabajó en la obscuridad para acomodarse sobre los dos cajones, buscando el calor de la paja. Cuando empezaba á soplar por el ventanillo la brisa del alba cayó lentamente en un sueño pesado, un sueño embrutecedor, igual al de los condenados á muerte ó al que precede á una mañana de desafío. Le pareció oir gritos en alemán, trotes de caballos, un rumor lejano de redobles y silbidos semejante al que producían los batallones invasores con sus pífanos y sus tambores planos... Luego perdió por completo, la sensación de lo que le rodeaba.
Don Marcelo passed the rest of the night tormented with the cold—the only thing which worried him just then. He had abandoned all hope of life; even the images of his family seemed blotted from his memory. He worked in the dark in order to make himself more comfortable on the chests, burrowing down into the straw for the sake of its heat. When the morning breeze began to sift in through the little window he fell slowly into a heavy, overpowering sleep, like that of criminals condemned to death, or duellists before the fatal morning. He thought he heard shouts in German, the galloping of horses, a distant sound of tattoo and whistle such as the battalions of the invaders made with their fifes and drums. . . . Then he lost all consciousness of his surroundings.
Al abrir otra vez sus ojos, un rayo de sol deslizándose por el ventanuco trazaba un cuadrilátero de oro en la pared, dando un regio esplendor á las telarañas colgantes. Alguien removía la barricada de la puerta. Una voz de mujer, tímida y angustiada, le llamó repetidas veces.
On opening his eyes again a ray of sunlight, slipping through the window, was tracing a little golden square on the wall, giving a regal splendor to the hanging cobwebs. Somebody was removing the barricade before the door. A woman′s voice, timid and distressed, was calling repeatedly:
—Señor, ¿está usted ahí?
"Master, are you here?"
Levantándose de un salto, quiso prestar ayuda á este trabajo exterior, y empujó la puerta vigorosamente. Pensó que los invasores se habían ido. No comprendía de otro modo que la esposa del conserje se atreviese á sacarle de su encierro.
He sprang up quickly, wishing to aid the worker outside, and pushing vigorously. He thought that the invaders must have left. In no other way could he imagine the Warden′s wife daring to try to get him out of his cell.
—Sí, se han marchado—dijo ella—. No queda nadie en el castillo.
"Yes, they have gone," she said. "Nobody is left in the castle."
Al encontrar libre la salida vió don Marcelo á la pobre mujer con los ojos enrojecidos, la faz huesosa, el pelo en desorden. La noche había gravitado sobre su existencia con un peso de muchos años. Toda su energía se desvaneció de golpe al reconocer al dueño. «
¡Señor... señor!», gimió convulsivamente. Y se arrojó en sus brazos derramando lágrimas.
As soon as he was able to get out Don Marcelo looked inquiringly at the woman with her bloodshot eyes, dishevelled hair and sorrow-drawn face. The night had weighed her down pitilessly with the pressure of many years. All the energy with which she had been working to free Desnoyers disappeared on seeing him again. "Oh, Master . . . Master," she moaned convulsively; and she flung herself into his arms, bursting into tears.
Don Marcelo no deseaba saber nada: tenía miedo á la verdad. Sin embargo, preguntó por el conserje. Ahora que estaba despierto y libre, acarició la esperanza momentánea de que todo lo visto por él en la noche anterior fuese una pesadilla. Tal vez vivía aún el pobre hombre...
Don Marcelo did not need to ask anything further; he dreaded to know the truth. Nevertheless, he asked after her husband. Now that he was awake and free, he cherished the fleeting hope that what he had gone through the night before was but another of his nightmares. Perhaps the poor man was still living. . . .
—Lo mataron, señor... Lo asesinó aquel hombre que parecía bueno... Y no sé dónde está su cuerpo: nadie ha querido decírmelo.
"They killed him, Monsieur. That man who seemed so good murdered him. . . . And I don′t know where his body is; nobody will tell me."
Tenía la sospecha de que el cadáver estaba en el foso. Las aguas verdes y tranquilas se habían cerrado misteriosamente sobre esta ofrenda de la noche... Desnoyers adivinó que otra desgracia preocupaba aún más á la madre, pero se mantuvo en púdico silencio. Fué ella la que habló, entre exclamaciones de dolor... Georgette estaba en el pabellón: había huído horrorizada del castillo al marcharse los invasores. Estos la habían guardado en su poder hasta el último momento.
She had a suspicion that the corpse was in the fosse. The green and tranquil waters had closed mysteriously over this victim of the night. . . . Desnoyers suspected that another sorrow was troubling the mother still more, but he kept modestly silent. It was she who finally spoke, between outbursts of grief. . . . Georgette was now in the lodge. Horror-stricken and shuddering, she had fled there when the invaders had left the castle. They had kept her in their power until the last minute.
—Señor, no la vea... Tiembla y llora al pensar que usted puede hablarle luego de lo ocurrido. Está loca; quiere morir. ¡Ay, mi hija!... ¿Y no habrá quien castigue á esos monstruos?...
"Oh, Master, don′t look at her. . . . She is trembling and sobbing at the thought that you may speak with her about what she has gone through. She is almost out of her mind. She longs to die! Ay, my little girl! . . . And is there no one who will punish these monsters?"
Habían salido del subterráneo y atravesaron el puente. La mujer miró con fijeza las aguas verdes y unidas. El cadáver de un cisne flotaba sobre ellas. Antes de partir, mientras ensillaban sus caballos, dos oficiales se habían entretenido cazando á tiros de revólver los habitantes de la laguna. Las plantas acuáticas tenían sangre; entre sus hojas flotaban unos bullones blancos y flácidos, como lienzos escapados de las manos de una lavandera.
They had come up from the cellars and crossed the bridge, the woman looking fixedly into the silent waters. The dead body of a swan was floating upon them. Before their departure, while their horses were being saddled, two officers had amused themselves by chasing with revolver shots the birds swimming in the moat. The aquatic plants were spotted with blood; among the leaves were floating some tufts of limp white plumage like a bit of washing escaped from the hands of a laundress.
Don Marcelo y la mujer cambiaron una mirada de lástima. Se compadecieron mutuamente al contemplar á la luz del sol su miseria y su envejecimiento.
Don Marcelo and the woman exchanged a compassionate glance, and then looked pityingly at each other as the sunlight brought out more strongly their aging, wan appearance.
Ella sintió renacer sus energías al pensar en la hija. El paso de aquellas gentes lo había destruído todo; no quedaba en el castillo otro alimento que unos pedazos de pan duro olvidados en la cocina. «
Y hay que vivir, señor... Hay que vivir, aunque sólo sea para ver cómo los castiga Dios...» El viejo levantó los hombros con desaliento: ¿Dios?... Pero aquella mujer tenía razón: había que vivir.
The passing of these people had destroyed everything. There was no food left in the castle except some crusts of dry bread forgotten in the kitchen. "And we have to live, Monsieur!" exclaimed the woman with reviving energy as she thought of her daughter′s need. "We have to live, if only to see how God punishes them!" The old man shrugged his shoulders in despair; God? . . . But the woman was right; they had to live.
Con la audacia de su primera juventud, cuando navegaba por los mares infinitos de tierra del nuevo mundo guiando tropas de reses, se lanzó fuera de su parque. Vió el valle, rubio y verde, sonriendo bajo el sol; los grupos de árboles; los cuadrados de tierra amarillenta, con las barbas duras del rastrojo; los setos, en los que cantaban pájaros; todo el esplendor veraniego de una campiña cultivada y peinada durante quince siglos por docenas y docenas de generaciones. Y sin embargo, se consideró solo, á merced del destino, expuesto á perecer de hambre; más solo que cuando atravesaba las horrendas alturas de los Andes, las tortuosas cumbres de roca y nieve envueltas en un silencio mortal, interrumpido de tarde en tarde por el aleteo del cóndor. Nadie... Su vista no distinguió un solo punto movible: todo fijo, inmóvil, cristalizado, como si se contrajese de pavor ante el trueno que seguía rodando en el horizonte.
With the famished audacity of his early youth, when he was travelling over boundless tracts of land, driving his herds of cattle, he now rushed outside the park, hunting for some form of sustenance. He saw the valley, fair and green, basking in the sun; the groups of trees, the plots of yellowish soil with the hard spikes of stubble; the hedges in which the birds were singing—all the summer splendor of a countryside developed and cultivated during fifteen centuries by dozens and dozens of generations. And yet—here he was alone at the mercy of chance, likely to perish with hunger—more alone than when he was crossing the towering heights of the Andes—those irregular slopes of rocks and snow wrapped in endless silence, only broken from time to time by the flapping of the condor′s wings. Nobody. . . . His gaze could not distinguish a single movable point—everything fixed, motionless, crystallized, as though contracted with fear before the peals of thunder which were still rumbling around the horizon.
Se encaminó al pueblo, masa de paredones negros de la que emergían varias casuchas intactas y un campanario sin tejas, con la cruz torcida por el fuego. Nadie tampoco en sus calles sembradas de botellas, de maderos chamuscados, de cascotes cubiertos de hollín. Los cadáveres habían desaparecido, pero un hedor nauseabundo de grasa descompuesta, de carne quemada, parecía agarrarse á las fosas nasales. Lo atravesó todo, hasta llegar al sitio ocupado por la barricada de los dragones. Aún estaban las carretas á un lado del camino. Vió un montículo de tierra en el mismo lugar del fusilamiento. Dos pies y una mano asomaban á ras del suelo. Al aproximarse se desprendieron unos bultos negros de esta fosa poco profunda que dejaba al descubierto los cadáveres. Un tropel de alas duras batió el espacio, alejándose con graznidos de cólera.
He went on toward the village—a mass of black walls with a few houses still intact, and a roofless bell tower with its cross twisted by fire. Nobody in the streets sown with bottles, charred chunks of wood, and soot-covered rubbish. The dead bodies had disappeared, but a nauseating smell of decomposing and burned flesh assailed his nostrils. He saw a mound of earth where the shooting had taken place, and from it were protruding two feet and a hand. At his approach several black forms flew up into the air from a trench so shallow that the bodies within were exposed to view. A whirring of stiff wings beat the air above him, flying off with the croakings of wrath. He explored every nook and corner, even approaching the place where the troopers had erected their barricade. The carts were still by the roadside.
Volvió sobre sus pasos. Gritaba ante las casas menos destrozadas; introducía su cabeza por puertas y ventanas limpias de obstáculos ó con hojas de madera á medio consumir. ¿No había quedado nadie en Villeblanche?... Columbró entre las ruinas algo que avanzaba á gatas, una especie de reptil, que se detenía en su arrastre con vacilaciones de miedo, pronto á retroceder para deslizarse en su madriguera. Súbitamente tranquilizada, la bestia se irguió. Era un hombre, un viejo. Otras larvas humanas fueron surgiendo al conjuro de sus gritos, pobres seres que habían renunciado á la verticalidad, que denuncia desde lejos, y envidiaban á los organismos inferiores su deslizamiento por el polvo, su prontitud para escurrirse en las entrañas de la tierra. Eran mujeres y niños en su mayor parte, todos sucios, negros, con el cabello enmarañado, el ardor de los apetitos bestiales en los ojos, el desaliento del animal débil en la mandíbula caída. Vivían ocultos en los escombros de sus casas. El miedo les había hecho olvidar el hambre; pero al verse libres de enemigos, reaparecían de golpe todas sus necesidades, incubadas por las horas de angustia.
He then retraced his steps, calling out before the least injured houses, and putting his head through the doors and windows that were unobstructed or but half consumed. Was nobody left in Villeblanche? He descried among the ruins something advancing on all fours, a species of reptile that stopped its crawling with movements of hesitation and fear, ready to retreat or slip into its hole under the ruins. Suddenly the creature stopped and stood up. It was a man, an old man. Other human larvae were coming forth conjured by his shouts—poor beings who hours ago had given up the standing position which would have attracted the bullets of the enemy, and had been enviously imitating the lower organisms, squirming through the dirt as fast as they could scurry into the bosom of the earth. They were mostly women and children, all filthy and black, with snarled hair, the fierceness of animal appetite in their eyes—the faintness of the weak animal in their hanging jaws. They were all living hidden in the ruins of their homes. Fear had made them temporarily forget their hunger, but finding that the enemy had gone, they were suddenly assailed by all necessitous demands, intensified by hours of anguish.
Desnoyers creyó estar rodeado de una tribu de indios famélicos y embrutecidos, igual á las que había visto en sus viajes de aventurero. Traía con él desde París una cantidad de piezas de oro, y sacó una moneda, haciéndola brillar al sol. Necesitaba pan, necesitaba todo lo que fuese comestible: pagaría sin regatear.
Desnoyers felt as though he were surrounded by a tribe of brutalized and famished Indians like those he had often seen in his adventurous voyages. He had brought with him from Paris a quantity of gold pieces, and he pulled out a coin which glittered in the sun. Bread was needed, everything eatable was needed; he would pay without haggling.
La vista del oro provocó miradas de entusiasmo y codicia; pero esta impresión fué breve. Los ojos acabaron por contemplar con indiferencia el redondel amarillo. Don Marcelo se convenció de que el milagroso fetiche había perdido su poder. Todos entonaban un coro de desgracias y horrores con voz lenta y quejumbrosa, como si llorasen ante un féretro: «
Señor, han muerto á mi marido...» «
Señor, mis hijos: me faltan dos hijos...» «
Señor, se han llevado presos á todos los hombres; dicen que es para trabajar la tierra en Alemania...» «
Señor, pan; mis pequeños se mueren de hambre.»
The flash of gold aroused looks of enthusiasm and greediness, but this impression was short-lived, all eyes contemplating the yellow discs with indifference. Don Marcelo was himself convinced that the miraculous charm had lost its power. They all chanted a chorus of sorrow and horrors with slow and plaintive voice, as though they stood weeping before a bier: "Monsieur, they have killed my husband." . . . "Monsieur, my sons! Two of them are missing." . . . "Monsieur, they have taken all the men prisoners: they say it is to work the land in Germany." . . . "Monsieur, bread! . . . My little ones are dying of hunger!"
Una mujer lamentaba algo peor que la muerte: «
¡Mi hija!... ¡Mi pobre hija!» Su mirada de odio y de locura denunciaba la tragedia secreta; sus alaridos y lágrimas hacían recordar á la otra madre que gritaba lo mismo en el castillo. En el fondo de alguna cueva estaba la víctima, rota de cansancio, sacudida por el delirio, viendo todavía la sucesión de asaltantes brutales con el rostro dilatado por un entusiasmo simiesco.
One woman was lamenting something worse than death. "My girl! . . . My poor girl!" Her look of hatred and wild desperation revealed the secret tragedy; her outcries and tears recalled that other mother who was sobbing in the same way up at the castle. In the depths of some cave, was lying the victim, half-dead with fatigue, shaken with a wild delirium in which she still saw the succession of brutal faces, inflamed with simian passion.
El grupo miserable tendía en círculo sus manos hacia aquel hombre cuya riqueza conocían todos. Las mujeres le enseñaban sus criaturas amarillentas, con los ojos velados por el hambre y una respiración apenas perceptible. «
Pan... pan», imploraban, como si él pudiese hacer un milagro. Entregó á una madre la moneda que tenía entre los dedos. Luego dió otras piezas de oro. Las guardaban sin mirarlas y seguían su lamento: «
Pan... pan.» ¡Y él había ido hasta allí para hacer la misma súplica!... Huyó, reconociendo la inutilidad de su esfuerzo.
The miserable group, forming themselves into a circle around him, stretched out their hands beseechingly toward the man whom they knew to be so very rich. The women showed him the death-pallor on the faces of their scarcely breathing babies, their eyes glazed with starvation. "Bread! . . . bread!" they implored, as though he could work a miracle. He gave to one mother the gold piece that he had in his hand and distributed more to the others. They took them without looking at them, and continued their lament, "Bread! . . . Bread!" And he had gone to the village to make the same supplication! . . . He fled, recognizing the uselessness of his efforts.
…
-II- Chapter VI
THE BANNER OF THE RED CROSS
Cuando regresaba, desesperado, á su propiedad, encontró grandes automóviles y hombres á caballo, que llenaban el camino formando larguísimo convoy. Seguían la misma dirección que él. Al entrar en su parque, un grupo de alemanes estaba tendiendo los hilos de una línea telefónica. Acababan de recorrer las habitaciones en desorden y reían á carcajadas leyendo la inscripción trazada por el capitán von Hartrott: «
Se ruega no saquear...» Encontraban la farsa muy ingeniosa, muy germánica.
Returning in desperation to his estate, Don Marcelo Desnoyers saw huge automobiles and men on horseback, forming a very long convoy and completely filling the road. They were all going in his direction. At the entrance to the park a band of Germans was putting up the wires for a telephone line. They had just been reconnoitering the rooms befouled with the night′s saturnalia, and were ha-haing boisterously over Captain von Hartrott′s inscription, "Bitte, nicht plundern." To them it seemed the acme of wit—truly Teutonic.
El convoy invadió el parque. Los automóviles y furgones llevaban una cruz roja. Un hospital de sangre iba á establecerse en el castillo. Los médicos, vestidos de verde y armados lo mismo que los oficiales, imitaban su altivez cortante, su repelente tiesura. Salían de los furgones centenares de camas plegadizas, alineándose en las diversas piezas; los muebles que aún quedaban fueron arrojados en montón al pie de los árboles. Grupos de soldados obedecían con prontitud mecánica las órdenes breves é imperiosas. Un perfume de botica, de drogas concentradas, se esparció por las habitaciones, mezclándose con el fuerte olor de los antisépticos que habían rociado las paredes para borrar los residuos de la orgía nocturna. Vió después mujeres vestidas de blanco, mocetonas de mirada azul y pelo de cáñamo. Tenían un aspecto grave, duro, austero, implacable. Empujaron repetidas veces á Desnoyers como si no le viesen. Parecían monjas, pero con revólver debajo del hábito.
The convoy now invaded the park with its automobiles and trucks bearing a red cross. A war hospital was going to be established in the castle. The doctors were dressed in grayish green and armed the same as the officers; they also imitated their freezing hauteur and repellent unapproachableness. There came out of the drays hundreds of folding cots, which were placed in rows in the different rooms. The furniture that still remained was thrown out in a heap under the trees. Squads of soldiers were obeying with mechanical promptitude the brief and imperious orders. An odor of an apothecary shop, of concentrated drugs, now pervaded the quarters, mixed with the strong smell of the antiseptics with which they were sprinkling the walls in order to disinfect the filthy remains of the nocturnal orgy. Then he saw women clad in white, buxom girls with blue eyes and flaxen hair. They were grave, bland, austere and implacable in appearance. Several times they pushed Desnoyers out of their way as if they did not see him. They looked like nuns, but with revolvers under their habits.
A mediodía empezaron á llegar otros automóviles, atraídos por la enorme bandera blanca con una cruz roja que había empezado á ondear en lo alto del castillo. Venían de la parte del Marne; su metal estaba abollado por los proyectiles; sus vidrios tenían roturas en forma de estrella. Bajaban de su interior hombres y más hombres, unos por su pie, otros en camillas de lona: rostros pálidos y rubicundos, perfiles aquilinos y achatados, cabezas rubias y cráneos envueltos en turbantes blancos con manchas de sangre; bocas que reían con risa de bravata y bocas que gemían con los labios azulados; mandíbulas sostenidas por vendajes de momia; gigantes que no mostraban destrozos aparentes y estaban en la agonía; cuerpos informes rematados por una testa que hablaba y fumaba; piernas con piltrafas colgantes que esparcían un líquido rojo entre los lienzos de la primera cura; brazos que pendían inertes como ramas secas; uniformes desgarrados en los que se notaba el trágico vacío de los miembros ausentes.
At midday other automobiles began to arrive, attracted by the enormous white flag with the red cross, which was now waving from the castle tower. They came from the division battling beyond the Marne. Their metal fittings were dented by projectiles, their wind-shields broken by star-shaped holes. From their interiors appeared men and more men; some on foot, others on canvas stretchers—faces pale and rubicund, profiles aquiline and snubby, red heads and skulls wrapped in white turbans stiff with blood; mouths that laughed with bravado and mouths that groaned with bluish lips; jaws supported with mummy-like bandages; giants in agony whose wounds were not apparent; shapeless forms ending in a head that talked and smoked; legs with hanging flesh that was dyeing the First Aid wrappings with their red moisture; arms that hung as inert as dead boughs; torn uniforms in which were conspicuous the tragic vacancies of absent members.
La avalancha de dolor se esparció por el castillo. A las pocas horas, todo él estaba ocupado; no había un lecho libre; las últimas camillas quedaron á la sombra de los árboles. Funcionaban los teléfonos incesantemente; los operadores, puestos de mandil, iban de un lado á otro, trabajando con rapidez; la vida humana era sometida á los procedimientos salvadores con rudeza y celeridad. Los que morían dejaban una cama libre á los otros que iban llegando. Desnoyers vió cestos que goteaban, llenos de carne informe: piltrafas, huesos rotos, miembros enteros. Los portadores de estos residuos iban al fondo de su parque para enterrarlos en una plazoleta que era el lugar favorito de las lecturas de Chichí.
This avalanche of suffering was quickly distributed throughout the castle. In a few hours it was so completely filled that there was not a vacant bed—the last arrivals being laid in the shadow of the trees. The telephones were ringing incessantly; the surgeons in coarse aprons were going from one side to the other, working rapidly; human life was submitted to savage proceedings with roughness and celerity. Those who died under it simply left one more cot free for the others that kept on coming. Desnoyers saw bloody baskets filled with shapeless masses of flesh, strips of skin, broken bones, entire limbs. The orderlies were carrying these terrible remnants to the foot of the park in order to bury them in a little plot which had been Chichi′s favorite reading nook.
Soldados formando parejas llevaban objetos envueltos en sábanas que el dueño del castillo reconocía como suyas. Estos bultos eran cadáveres. El parque se convertía en cementerio. Ya no bastaba la plazoleta para contener los muertos y los residuos de las curas: nuevas fosas se iban abriendo en las inmediaciones. Los alemanes armados de palas habían buscado auxiliares para su fúnebre trabajo. Una docena de campesinos prisioneros removían la tierra y ayudaban en la descarga de los muertos. Ahora los conducían en una carreta hasta el borde de la fosa, cayendo en ella como los escombros acarreados de una demolición. Don Marcelo sintió un placer monstruoso al considerar el número creciente de enemigos desaparecidos, pero á la vez lamentaba esta avalancha de intrusos que iba á fijarse para siempre en sus tierras.
Pairs of soldiers were carrying out objects wrapped in sheets which the owner recognized as his. These were the dead, and the park was soon converted into a cemetery. No longer was the little retreat large enough to hold the corpses and the severed remains from the operations. New grave trenches were being opened near by. The Germans armed with shovels were pressing into service a dozen of the farmer-prisoners to aid in unloading the dead. Now they were bringing them down by the cartload, dumping them in like the rubbish from some demolished building. Don Marcelo felt an abnormal delight in contemplating this increasing number of vanquished enemies, yet he grieved at the same time that this precipitation of intruders should be deposited forever on his property.
Al anochecer, anonadado por tantas emociones, sufrió el tormento del hambre. Sólo había comido uno de los pedazos de pan encontrados en la cocina por la viuda del conserje. El resto lo había dejado para ella y su hija. Un tormento igual al del hambre representó para él la desesperación de Georgette. Al verle pretendía escapar, avergonzada.
At nightfall, overwhelmed by so many emotions, he again suffered the torments of hunger. All day long he had eaten nothing but the crust of bread found in the kitchen by the Warden′s wife. The rest he had left for her and her daughter. A distress as harrowing to him as his hunger was the sight of poor Georgette′s shocked despondency. She was always trying to escape from his presence in an agony of shame.
—¡Que no me vea el señor!—gemía, ocultando el rostro.
"Don′t let the Master see me!" she would cry, hiding her face.
Y el señor, siempre que entraba en el pabellón, evitaba aproximarse á ella, como si su presencia le hiciese sentir más intensamente el recuerdo del ultraje.
Since his presence seemed to recall more vividly the memory of her assaults, Desnoyers tried, while in the lodge, to avoid going near her.
En vano, aguijoneado por la necesidad, se dirigió á algunos médicos que hablaban francés. No le escucharon, y al insistir en sus peticiones lo pusieron á distancia con rudo manotón... ¡El no iba á perecer de hambre en medio de sus propiedades! Aquellas gentes comían: las duras enfermeras se habían instalado en su cocina... Pero transcurrió el tiempo sin encontrar quien se apiadase de su persona, arrastrando su debilidad de un lado á otro, viejo con una vejez de miseria, sintiendo en todo su cuerpo la impresión de los golpes recibidos en la noche anterior. Conoció el tormento del hambre como no lo había sufrido nunca en sus viajes por las llanuras desiertas, el hambre entre los hombres, en un país civilizado, llevando sobre su cuerpo un cinto lleno de oro, rodeado de tierras y edificios que eran suyos, pero de los que disponían otros que no se dignaban entenderle. ¡Y para llegar á esta situación al término de su vida había amasado millones y había vuelto á Europa!... ¡Ah, ironía de la suerte!...
Desperate with the gnawings of his empty stomach, he accosted several doctors who were speaking French, but all in vain. They would not listen to him, and when he repeated his petitions they pushed him roughly out of their way. . . . He was not going to perish with hunger in the midst of his riches! Those people were eating; the indifferent nurses had established themselves in his kitchen. . . . But the time passed on without encountering anybody who would take pity on this old man dragging himself weakly from one place to another, in the misery of an old age intensified by despair, and suffering in every part of the body, the results of the blows of the night before. He now knew the gnawings of a hunger far worse than that which he had suffered when journeying over the desert plains—a hunger among men, in a civilized country, wearing a belt filled with gold, surrounded with towers and castle halls which were his, but in the control of others who would not condescend to listen to him. And for this piteous ending of his life he had amassed millions and returned to Europe! . . . Ah, the irony of fate! . . .
Vió á un sanitario que con la espalda apoyada en un tronco iba á devorar un pan y un pedazo de embutido. Sus ojos envidiosos examinaron á este hombre, grande, cuadrado, de mandíbula fuerte cubierta por la florescencia de una barba roja. Avanzó con muda invitación una moneda de oro entre sus dedos. Brillaron los ojos del alemán al ver el oro; una sonrisa beatífica dilató su boca casi de oreja á oreja.
He saw a doctor′s assistant leaning up against a tree, about to devour a slab of bread and sausage. His envious eyes scrutinized this fellow, tall, thick-set, his jaws bristling with a great red beard. The trembling old man staggered up to him, begging for the food by signs and holding out a piece of money. The German′s eyes glistened at the sight of the gold, and a beatific smile stretched his mouth from ear to ear.
—Ia—dijo comprendiendo la mímica. Y le entregó sus comestibles tomando la moneda.
"Ya," he responded, and grabbing the money, he handed over the food.
Don Marcelo comenzó á tragar con avidez. Nunca había saboreado la sensualidad de la alimentación como en aquel instante, en medio de su jardín convertido en cementerio, frente á su castillo saqueado, donde gemían y agonizaban centenares de seres. Un brazo gris pasó ante sus ojos. Era el alemán, que volvía con dos panes y un pedazo de carne arrebatados de la cocina. Repitió su sonrisa: «
¿Ia?...» Y luego de entregarle el viejo una segunda moneda de oro, pudo ofrecer estos alimentos á las dos mujeres refugiadas en el pabellón.
Don Marcelo commenced to swallow it with avidity. Never had he so appreciated the sheer ecstasy of eating as at that instant—in the midst of his gardens converted into a cemetery, before his despoiled castle where hundreds of human beings were groaning in agony. A grayish arm passed before his eyes; it belonged to the German, who had returned with two slices of bread and a bit of meat snatched from the kitchen. He repeated his smirking "Ya?" . . . and after his victim had secured it by means of another gold coin, he was able to take it to the two women hidden in the cottage.
Durante la noche—una noche de penoso desvelo, cortada por visiones de horror—creyó que se aproximaba el rugido de la artillería. Era una diferencia apenas perceptible; tal vez un efecto del silencio nocturno, que aumentaba la intensidad de los sonidos. Los automóviles seguían llegando del frente, soltaban su cargamento de carne destrozada y volvían á partir. Desnoyers pensó que su castillo no era mas que uno de los muchos hospitales establecidos en una línea de más de cien kilómetros, y que al otro lado, detrás de los franceses, existían centros semejantes y en todos ellos reinaba igual actividad, sucediéndose con aterradora frecuencia las remesas de hombres moribundos. Muchos no conseguían siquiera el consuelo de verse recogidos: aullaban en medio del campo, hundiendo en el polvo ó en el barro sus miembros sangrientos; expiraban revolcándose en sus propias entrañas... Y don Marcelo, que horas antes se consideraba el ser más infeliz de la creación, experimentó una alegría cruel al pensar en tantos miles de hombres vigorosos deshechos por la muerte que podían envidiar su vejez sana, la tranquilidad con que estaba tendido en aquel lecho.
During the night—a night of painful watching, cut with visions of horror, it seemed to him that the roar of the artillery was coming nearer. It was a scarcely perceptible difference, perhaps the effect of the silence of the night which always intensifies sound. The ambulances continued coming from the front, discharging their cargoes of riddled humanity and going back for more. Desnoyers surmised that his castle was but one of the many hospitals established in a line of more than eighty miles, and that on the other side, behind the French, were many similar ones in which the same activity was going on—the consignments of dying men succeeding each other with terrifying frequency. Many of the combatants were not even having the satisfaction of being taken from the battle field, but were lying groaning on the ground, burying their bleeding members in the dust or mud, and weltering in the ooze from their wounds. . . . And Don Marcelo, who a few hours before had been considering himself the unhappiest of mortals, now experienced a cruel joy in reflecting that so many thousands of vigorous men at the point of death could well envy him for his hale old age, and for the tranquillity with which he was reposing on that humble bed.
A la mañana siguiente, el sanitario le esperaba en el mismo sitio con una servilleta llena. ¡Barbudo servicial y bueno!... Le ofreció una moneda de oro.
The next morning the orderly was waiting for him in the same place, holding out a napkin filled with eatables. Good red-bearded man, helpful and kind! . . . and he offered him the piece of gold.
—Nein—contestó estirando su boca con una sonrisa maliciosa.
"Nein," replied the fellow, with a broad, malicious grin.
Dos rodajas brillantes aparecieron en los dedos de don Marcelo. Otra sonrisa, nein, y un movimiento negativo de cabeza. ¡Ah, ladrón! ¡Cómo abusaba de su necesidad!... Y sólo cuando le hubo entregado cinco monedas pudo adquirir el paquete de víveres.
Two gleaming gold pieces appeared between Don Marcelo′s fingers. Another leering "Nein" and a shake of the head. Ah, the robber! How he was taking advantage of his necessity! . . . And not until he had produced five gold coins was he able to secure the package.
Pronto notó en torno de su persona una conspiración sorda y astuta para apoderarse de su dinero. Un gigante con galones de sargento le puso una pala en la mano, empujándole rudamente. Se vió en el rincón de su parque convertido en cementerio, junto á la carreta de los cadáveres; tuvo que remover la tierra propia confundido con aquellos prisioneros exasperados por la desgracia, que le trataban como un igual.
He soon began to notice all around him a silent and sly conspiracy to get possession of his money. A giant in a sergeant′s uniform put a shovel in his hand pushing him roughly forward. He soon found himself in a corner of the park that had been transformed into a graveyard, near the cart of cadavers; there he had to shovel dirt on his own ground in company with the indignant prisoners.
Volvió los ojos para no ver los cadáveres rígidos y grotescos que asomaban sobre su cabeza, al borde del hoyo, prontos á derramarse en el fondo de éste. El suelo exhalaba un hedor insufrible. Había empezado la descomposición de los cuerpos en las fosas inmediatas. La persistencia con que le acosaban sus guardianes y la sonrisa marrullera del sargento le hicieron adivinar el chantage. El sanitario de las barbas debía tener parte en todo esto. Soltó la pala, llevándose una mano al bolsillo con gesto de invitación. «
Ia», dijo el sargento. Y luego de entregar unas monedas pudo alejarse y vagar libremente. Sabía lo que le esperaba: aquellos hombres iban á someterle á una explotación implacable.
He averted his eyes so as not to look at the rigid and grotesque bodies piled above him at the edge of the pit, ready to be tumbled in. The ground was sending forth an insufferable odor, for decomposition had already set in in the nearby trenches. The persistence with which his overseers accosted him, and the crafty smile of the sergeant made him see through the deep-laid scheme. The red-beard must be at the bottom of all this. Putting his hand in his pocket he dropped the shovel with a look of interrogation. "Ya," replied the sergeant. After handing over the required sum, the tormented old man was permitted to stop grave-digging and wander around at his pleasure; he knew, however, what was probably in store for him—those men were going to submit him to a merciless exploitation.
Transcurrió un día más, igual al anterior. En la mañana del siguiente, sus sentidos, afinados por la inquietud, le hicieron adivinar algo extraordinario. Los automóviles llegaban y partían con mayor rapidez; se notaba desorden y azoramiento en el personal. Sonaban los teléfonos con una precipitación loca; los heridos parecían más desalentados. El día anterior los había que cantaban al bajar de los vehículos, engañando su dolor con risas y bravatas. Hablaban de la victoria próxima, lamentando no presenciar la entrada en París. Ahora todos permanecían silenciosos, con gesto de enfurruñamiento, pensando en la propia suerte, sin preocuparse de lo que dejaban á su espalda.
Another day passed by, like its predecessor. In the morning of the following day his perceptions, sharpened by apprehension, made him conjecture that something extraordinary had occurred. The automobiles were arriving and departing with greater rapidity, and there was greater disorder and confusion among the executive force. The telephone was ringing with mad precipitation; and the wounded arrivals seemed more depressed. The day before they had been singing when taken from the vehicles, hiding their woe with laughter and bravado, all talking of the near victory and regretting that they would not be able to witness the triumphal entry into Paris. Now they were all very silent, with furrowed brows, thinking no longer about what was going on behind them, wondering only about their own fate.
Fuera del parque zumbó un ruido de muchedumbre. Negrearon los caminos. Empezaba otra vez la invasión, pero con movimiento de reflujo. Pasaron durante horas enteras rosarios de camiones grises entre los bufidos de sus motores fatigados. Luego, regimientos de infantería, escuadrones, baterías rodantes. Marchaban lentamente, con una lentitud que desconcertaba á Desnoyers, no sabiendo si este retroceso era una fuga ó un cambio de posición. Lo único que le satisfacía era el gesto embrutecido y triste de los soldados, el mutismo sombrío de los oficiales. Nadie gritaba; todos parecían haber olvidado el Nach Paris. El monstruo verdoso conservaba aún el armado testuz al otro lado del Marne, pero su cola empezaba á contraer los anillos con ondulaciones inquietas.
Outside the park was the buzz of the approaching throng which was blackening the roads. The invasion was beginning again, but with a refluent movement. For hours at a time great strings of gray trucks went puffing by; then regiments of infantry, squadrons, rolling stock. They were marching very slowly with a deliberation that puzzled Desnoyers, who could not make out whether this recessional meant flight or change of position. The only thing that gave him any satisfaction was the stupefied and downcast appearance of the soldiers, the gloomy sulks of the officers. Nobody was shouting; they all appeared to have forgotten their "Nach Paris!" The greenish gray monster still had its armed head stretched across the other side of the Marne, but its tail was beginning to uncoil with uneasy wrigglings.
Después de cerrar la noche continuó el repliegue de las tropas. El cañoneo parecía aproximarse. Algunos truenos sonaban tan inmediatos, que hacían temblar los vidrios de las ventanas. Un campesino fugitivo se refugió en el parque y pudo dar noticias á don Marcelo. Los alemanes se retiraban. Algunas de sus baterías se habían establecido en la orilla del Marne para intentar una nueva resistencia. Y el recién llegado se quedó, sin llamar la atención de los invasores, que días antes fusilaban á la menor sospecha.
After night had settled down the troops were still continuing to fall back. The cannonading was certainly coming nearer. Some of the thunderous claps sounded so close that they made the glass tremble in the windows. A fugitive farmer, trying to find refuge in the park, gave Don Marcelo some news. The Germans were in full retreat. They had installed some of their batteries on the banks of the Marne in order to attempt a new resistance. . . . And the new arrival remained without attracting the attention of the invaders who, a few days before, would have shot him on the slightest suspicion.
Se había perturbado visiblemente el funcionamiento mecánico de su disciplina. Médicos y enfermeros corrían de un lado á otro dando gritos, profiriendo juramentos cada vez que llegaba un nuevo automóvil. Ordenaban al conductor que siguiese adelante, hasta otro hospital situado á retaguardia. Habían recibido la orden de evacuar el castillo aquella misma noche.
The mechanical workings of discipline were evidently out of gear. Doctors and nurses were running from place to place, shouting orders and breaking out into a volley of curses every time a fresh ambulance load arrived. The drivers were commanded to take their patients on ahead to another hospital near the rear-guard. Orders had been received to evacuate the castle that very night.
A pesar de la prohibición, uno de los carruajes se libró de su cargamento de heridos. Tal era el estado de éstos, que los médicos los aceptaron, juzgando inútil que continuasen su viaje. Quedaron en el jardín tendidos en las mismas camillas de lona que ocupaban dentro del vehículo. A la luz de las linternas, Desnoyers reconoció á uno de los moribundos. Era el secretario de Su Excelencia, el profesor socialista que le había encerrado en la cueva.
In spite of this prohibition, one of the ambulances unloaded its relay of wounded men. So deplorable was their state that the doctors accepted them, judging it useless for them to continue their journey. They remained in the garden, lying on the same stretchers that they had occupied within the vehicle. By the light of the lanterns Desnoyers recognized one of the dying. It was the secretary to His Excellency, the Socialist professor who had shut him in the cellar vaults.
Viendo al dueño del castillo, sonrió como si encontrase á un compañero. Era el único rostro conocido entre todas aquellas gentes que hablaban su idioma. Estaba pálido, con las facciones enjutas y un velo impalpable sobre los ojos. No tenía heridas visibles, pero debajo del capote tendido sobre su vientre, las entrañas, deshechas en espantosa carnicería, exhalaban un hedor de cementerio. La presencia de Desnoyers le hizo adivinar adonde le habían llevado, y poco á poco coordinó sus recuerdos. Como si al viejo pudiera interesarle el paradero de sus camaradas, habló con voz tenue y trabajosa que á él le parecía sin duda natural... ¡Mala suerte la de su brigada! Habían llegado al frente en un momento de apuro, para ser lanzados como tropas de refresco. Muerto el comandante Blumhardt en los primeros instantes: un proyectil de 75 se le había llevado la cabeza. Muertos casi todos los oficiales que se habían alojado en el castillo. Su Excelencia tenía la mandíbula arrancada por un casco de obús. Lo había visto en el suelo rugiendo de dolor, sacándose del pecho un retrato que intentaba besar con su boca rota. El tenía el vientre destrozado por el mismo obús. Había estado cuarenta y dos horas en el campo sin que lo recogiesen...
At the sight of the owner of the castle he smiled as though he had met a comrade. His was the only familiar face among all those people who were speaking his language. He was ghastly in hue, with sunken features and an impalpable glaze spreading over his eyes. He had no visible wounds, but from under the cloak spread over his abdomen his torn intestines exhaled a fatal warning. The presence of Don Marcelo made him guess where they had brought him, and little by little he co-ordinated his recollections. As though the old gentleman might be interested in the whereabouts of his comrades, he told him all he knew in a weak and strained voice. . . . Bad luck for their brigade! They had reached the front at a critical moment for the reserve troops. Commandant Blumhardt had died at the very first, a shell of ′75 taking off his head. Dead, too, were all the officers who had lodged in the castle. His Excellency had had his jaw bone torn off by a fragment of shell. He had seen him on the ground, howling with pain, drawing a portrait from his breast and trying to kiss it with his broken mouth. He had himself been hit in the stomach by the same shell. He had lain forty-two hours on the field before he was picked up by the ambulance corps. . . .
Y con una avidez de universitario que quiere verlo todo y explicárselo todo, añadió en este momento supremo, con la tenacidad del que muere hablando:
And with the mania of the University man, whose hobby is to see everything reasoned out and logically explained, he added in that supreme moment, with the tenacity of those who die talking:
—Triste guerra, señor... Faltan elementos de juicio para decidir quién es el culpable... Cuando la guerra termine, habrá... habrá...
"Sad war, sir. . . . Many premises are lacking in order to decide who is the culpable party. . . . When the war is ended they will have to . . . will have to . . ."
Cerró los ojos, desvanecido por su esfuerzo. Desnoyers se alejó. ¡Infeliz! Colocaba la hora de la justicia en la terminación de la guerra, y mientras tanto, era él quien terminaba, desapareciendo con todos sus escrúpulos de razonador lento y disciplinado.
And he closed his eyes overcome by the effort. Desnoyers left the dead man, thinking to himself. Poor fellow! He was placing the hour of justice at the termination of the war, and meanwhile hundreds like him were dying, disappearing with all their scruples of ponderous and disciplined reasoning.
Esta noche no durmió. Temblaban las paredes del pabellón, se movían los vidrios con crujidos de fractura, suspiraban inquietas las dos mujeres en la pieza inmediata. Al estrépito de los disparos alemanes se unían otras explosiones más cercanas. Adivinó los estallidos de los proyectiles franceses que llegaban buscando á la artillería enemiga por encima del Marne.
That night there was no sleep on the place. The walls of the lodge were creaking, the glass crashing and breaking, the two women in the adjoining room crying out nervously. The noise of the German fire was beginning to mingle with that of other explosives close at hand. He surmised that this was the smashing of the French projectiles which were coming in search of the enemy′s artillery above the Marne.
Su entusiasmo empezaba á resucitar, la posibilidad de una victoria apuntó en su pensamiento. Pero estaba tan deprimido por su miserable situación, que inmediatamente desechó tal esperanza. Los suyos avanzaban, pero su avance no representaba tal vez mas que una ventaja local. ¡Era tan extensa la línea de batalla!... Iba á ocurrir lo que en 1870: el valor francés alcanzaría victorias parciales, modificadas á última hora por la estrategia de los enemigos hasta convertirse en derrotas.
For a few minutes his hopes revived as the possibility of victory flashed into his mind, but he was so depressed by his forlorn situation that such a hope evaporated as quickly as it had come. His own troops were advancing, but this advance did not, perhaps, represent more than a local gain. The line of battle was so extensive! . . . It was going to be as in 1870; the French would achieve partial victories, modified at the last moment by the strategy of the enemies until they were turned into complete defeat.
Después de media noche cesó el cañoneo, pero no por esto se restableció el silencio. Rodaban automóviles ante el pabellón entre gritos de mando. Debía ser el convoy sanitario que evacuaba el castillo. Luego, cerca del amanecer, un estrépito de caballos, de máquinas rodantes, pasó la verja, haciendo temblar el suelo. Media hora después sonó el trote humano de una multitud que marchaba aceleradamente, perdiéndose en las profundidades del parque.
After midnight the cannonading ceased, but silence was by no means re-established. Automobiles were rolling around the lodge midst hoarse shouts of command. It must be the hospital convoy that was evacuating the castle. Then near daybreak the thudding of horses′ hoofs and the wheels of chugging machines thundered through the gates, making the ground tremble. Half an hour afterwards sounded the tramp of multitudes moving at a quick pace, dying away in the depths of the park.
Amanecía cuando saltó del lecho. Lo primero que vió al salir del pabellón fué la bandera de la Cruz Roja que seguía ondeando en lo alto del castillo. Ya no había camillas debajo de los árboles. En el puente encontró varios sanitarios y uno de los médicos. El hospital se había marchado con todos los heridos transportables. Sólo quedaban en el edificio, bajo la vigilancia de una sección, los más graves, los que no podían moverse. Las walkyrias de la Sanidad habían desaparecido igualmente.
At dawn the old gentleman leaped from his bed, and the first thing he spied from the cottage window was the flag of the Red Cross still floating from the top of the castle. There were no more cots under the trees. On the bridge he met one of the doctors and several assistants. The hospital force had gone with all its transportable patients. There only remained in the castle, under the care of a company, those most gravely wounded. The Valkyries of the health department had also disappeared.
El barbudo era de los que se habían quedado, y al ver de lejos á don Marcelo sonrió, desapareciendo inmediatamente. A los pocos momentos reaparecía con las manos llenas. Nunca su presente había sido tan generoso. Presintió el viejo una gran exigencia, pero al llevarse la mano al bolsillo, el sanitario le contuvo:
The red-bearded Shylock was among those left behind, and on seeing Don Marcelo afar off, he smiled and immediately vanished. A few minutes after he returned with full hands. Never before had he been so generous. Foreseeing pressing necessity, the hungry man put his hands in his pockets as usual, but was astonished to learn from the orderly′s emphatic gestures that he did not wish any money.
—Nein... Nein.
"Nein. . . . Nein!"
¿Qué generosidad era aquella?... El alemán insistió en su negativa. La boca enorme se dilataba con una sonrisa amable; sus manazas se posaron en los hombros de don Marcelo. Parecía un perro bueno, un perro humilde que acaricia á un transeunte para que le lleve con él. «
Franzosen... Franzosen.» No sabía decir más, pero se adivinaba en sus palabras el deseo de hacer comprender que había sentido siempre gran simpatía por los franceses. Algo importante estaba ocurriendo; el aire malhumorado de los que permanecían en la puerta del castillo, la repentina obsequiosidad de este rústico con uniforme, lo daban á entender.
What generosity was this! . . . The German persisted in his negatives. His enormous mouth expanded in an ingratiating grin as he laid his heavy paws on Marcelo′s shoulders. He appeared like a good dog, a meek dog, fawning and licking the hands of the passer-by, coaxing to be taken along with him. "Franzosen. . . . Franzosen." He did not know how to say any more, but the Frenchman read in his words the desire to make him understand that he had always been in great sympathy with the French. Something very important was evidently transpiring—the ill-humored air of those left behind in the castle, and the sudden servility of this plowman in uniform, made it very apparent. . . .
Más allá del edificio vió soldados, muchos soldados. Un batallón de infantería se había esparcido á lo largo de las tapias, con sus furgones y sus caballos de tiro y de montar. Los soldados manejaban picos, abriendo aspilleras en la pared, cortando su borde en forma de almenas. Otros se arrodillaban ó sentaban junto á las aberturas, despojándose de la mochila para estar más desembarazados. A lo lejos sonaba el cañón, y en el intervalo de sus detonaciones un chasquido de tralla, un burbujeo de aceite frito, un crujir de molino de café, el crepitamiento incesante de fusiles y ametralladoras. El fresco de la mañana cubría los hombres y las cosas de un brillo de humedad. Sobre los campos flotaban vedijas de niebla, dando á los objetos cercanos las líneas inciertas de lo irreal. El sol era una mancha tenue al remontarse entre telones de bruma. Los árboles lloraban por todas las aristas de sus cortezas.
Some distance beyond the castle he saw soldiers, many soldiers. A battalion of infantry had spread itself along the walls with trucks, draught horses and swift mounts. With their pikes the soldiers were making small openings in the mud walls, shaping them into a border of little pinnacles. Others were kneeling or sitting near the apertures, taking off their knapsacks in order that they might be less hampered. Afar off the cannon were booming, and in the intervals between their detonations could be heard the bursting of shrapnel, the bubbling of frying oil, the grinding of a coffee-mill, and the incessant crackling of rifle-fire. Fleecy clouds were floating over the fields, giving to near objects the indefinite lines of unreality. The sun was a faint spot seen between curtains of mist. The trees were weeping fog moisture from all the cracks in their bark.
Un trueno rasgó el aire, próximo y ruidoso, como si estallase junto al castillo. Desnoyers vaciló, creyendo haber recibido un puñetazo en el pecho. Los demás hombres permanecieron impasibles, con la indiferencia de la costumbre. Un cañón acababa de disparar á pocos pasos de él... Sólo entonces se dió cuenta de que dos baterías se habían instalado en su parque. Las piezas estaban ocultas bajo cúpulas de ramaje; los artilleros derribaban árboles para enmascarar sus cañones con un disimulo perfecto. Vió cómo iban emplazando los últimos. Con palas formaban un borde de tierra de treinta centímetros alrededor de cada uno de ellos. Este borde defendía los pies de los sirvientes, que tenían el cuerpo resguardado por las mamparas blindadas de ambos lados de la pieza. Luego levantaban una cabaña de troncos y ramaje, dejando visible únicamente la boca del mortífero cilindro.
A thunderclap rent the air so forcibly that it seemed very near the castle. Desnoyers trembled, believing that he had received a blow in the chest. The other men remained impassive with their customary indifference. A cannon had just been discharged but a few feet away from him, and not till then did he realize that two batteries had been installed in the park. The pieces of artillery were hidden under mounds of branches, the gunners having felled trees in order to mask their monsters more perfectly. He saw them arranging the last; with shovels, they were forming a border of earth, a foot in width, around each piece. This border guarded the feet of the operators whose bodies were protected by steel shields on both sides of them. Then they raised a breastwork of trunks and boughs, leaving only the mouth of the cylindrical mortar visible.
Don Marcelo se acostumbró poco á poco á los disparos, que parecían crear el vacío dentro de su cráneo. Rechinaba los dientes, cerraba los puños á cada detonación, pero seguía inmóvil, sin deseo de marcharse, dominado por la violencia de las explosiones, admirando la serenidad de estos hombres, que daban sus órdenes erguidos y frios ó se agitaban como humildes sirvientes alrededor de las bestias tronadoras.
By degrees Don Marcelo became accustomed to the firing which seemed to be creating a vacuum within his cranium. He ground his teeth and clenched his fists at every detonation, but stood stock-still with no desire to leave, dominated by the violence of the explosions, admiring the serenity of these men who were giving orders, erect and coolly, or moving like humble menials around their roaring metal beasts.
Todas sus ideas parecían haber volado, arrastradas por el primer cañonazo. Su cerebro sólo vivía el momento presente. Volvió los ojos con insistencia á la bandera blanca y roja que ondeaba sobre el edificio.
All his ideas seemed to have been snatched away by that first discharge of cannon. His brain was living in the present moment only. He turned his eyes insistently toward the white and red banner which was waving from the mansion.
«
Es una traición—pensó—, una deslealtad.»
"That is treachery," he thought, "a breach of faith."
A lo lejos, del otro lado del Marne, tiraban igualmente los cañones franceses. Se adivinaba su trabajo por las pequeñas nubes amarillentas que flotaban en el aire, por las columnas de humo que surgían en varios puntos del paisaje, allí donde había ocultas tropas alemanas formando una línea que se perdía en el infinito. Una atmósfera de protección y respeto parecía envolver al castillo.
Far away, on the other side of the Marne, the French artillery were belching forth their deadly fire. He could imagine their handiwork from the little yellowish clouds that were floating in the air, and the columns of smoke which were spouting forth at various points of the landscape where the German troops were hidden, forming a line which appeared to lose itself in infinity. An atmosphere of protection and respect seemed to be enveloping the castle.
Se disolvieron las brumas matinales; el sol mostró al fin su disco brillante y limpio, prolongando en el suelo las sombras de hombres y árboles con una longitud fantástica. Surgían de la niebla colinas y bosques, frescos y chorreantes después de la ablución matinal. El valle quedaba por entero al descubierto. Desnoyers vió con sorpresa el río desde el lugar que ocupaba. El cañón había abierto durante la noche grandes ventanas en las arboledas que lo tenían oculto. Lo que más le asombró al contemplar este paisaje matinal, sonriente y pueril, fué no ver á nadie, absolutamente á nadie. Tronaban cumbres y arboledas, sin que se mostrase una sola persona. Más de cien mil hombres debían estar agazapados en el espacio que abarcaban sus ojos, y ni uno era visible. Los rugidos mortales de las armas al estremecer el aire no dejaban en él ninguna huella óptica. No había otro humo que el de la explosión, las espirales negras que elevaban los grandes proyectiles al estallar en el suelo. Estas columnas surgían de todos lados. Cercaban el castillo como una ronda de peonzas gigantescas y negras, pero ninguna se salía del ordenado corro osando adelantarse hasta tocar el edificio. Don Marcelo seguía mirando la bandera. «
Es una traición», repitió mentalmente. Pero al mismo tiempo la aceptaba por egoísmo, viendo en ella una defensa de su propiedad.
The morning mists had dissolved; the sun was finally showing its bright and limpid light, lengthening the shadows of men and trees to fantastic dimensions. Hills and woods came forth from the haze, fresh and dripping after their morning bath. The entire valley was now completely exposed, and Desnoyers was surprised to see the river from the spot to which he had been rooted—the cannon having opened great windows in the woods that had hid it from view. What most astonished him in looking over this landscape, smiling and lovely in the morning light, was that nobody was to be seen—absolutely nobody. Mountain tops and forests were bellowing without anyone′s being in evidence. There must be more than a hundred thousand men in the space swept by his piercing gaze, and yet not a human being was visible. The deadly boom of arms was causing the air to vibrate without leaving any optical trace. There was no other smoke but that of the explosions, the black spirals that were flinging their great shells to burst on the ground. These were rising on all sides, encircling the castle like a ring of giant tops, but not one of that orderly circle ventured to touch the edifice. Don Marcelo again stared at the Red Cross flag. "It is treachery!" he kept repeating; yet at the same time he was selfishly rejoicing in the base expedient, since it served to defend his property.
El batallón había terminado de instalarse á lo largo del muro, frente al río. Los soldados, arrodillados, apoyaban sus fusiles en aspilleras y almenas. Se mostraban satisfechos de este descanso después de una noche de combate en retirada. Todos parecían dormidos con los ojos abiertos. Poco á poco se dejaban caer sobre los talones ó buscaban el apoyo de la mochila. Sonaron ronquidos en los cortos espacios de silencio que dejaba la artillería. Los oficiales, de pie detrás de ellos, examinaban el paisaje con sus lentes de campaña ó hablaban formando grupos. Unos parecían desalentados; otros, furiosos por el retroceso que venían realizando desde el día anterior; los más, permanecían tranquilos, con la pasividad de la obediencia. El frente de batalla era inmenso: ¿quién podía adivinar el final?... Allí se retiraban y en otros puntos los compañeros estarían avanzando con un movimiento decisivo. Hasta el último instante ningún soldado conoce la suerte de las batallas. Lo que les dolía á todos era verse cada vez más lejos de París.
The battalion was at last completely installed the entire length of the wall, opposite the river. The soldiers, kneeling, were supporting their guns on the newly made turrets and grooves, and seemed satisfied with this rest after a night of battling retreat. They all appeared sleeping with their eyes open. Little by little they were letting themselves drop back on their heels, or seeking the support of their knapsacks. Snores were heard in the brief spaces between the artillery fire. The officials standing behind them were examining the country with their field glasses, or talking in knots. Some appeared disheartened, others furious at the backward flight that had been going on since the day before. The majority appeared calm, with the passivity of obedience. The battle front was immense; who could foresee the outcome? . . . There they were in full retreat, but in other places, perhaps, their comrades might be advancing with decided gains. Until the very last moment, no soldier knows certainly the fate of the struggle. What was most grieving this detachment was the fact that it was all the time getting further away from Paris.
Don Marcelo vió brillar un redondel de vidrio. Era un monóculo fijo en él con insistencia agresiva. Un teniente flaco, de talle apretado, que conservaba el mismo aspecto de los oficiales que él había visto en Berlín, un verdadero junker, estaba á pocos pasos, sable en mano, detrás de sus hombres, como un pastor, sombrío y colérico.
Don Marcelo′s eye was caught by a sparkling circle of glass, a monocle fixed upon him with aggressive insistence. A lank lieutenant with the corseted waist of the officers that he had seen in Berlin, a genuine Junker, was a few feet away, sword in hand behind his men, like a wrathful and glowering shepherd.
—¿Qué hace usted aquí?—dijo rudamente.
"What are you doing here?" he said gruffly.
Explicó que era el dueño del castillo. «
¿Francés?», siguió preguntando el teniente. «
Sí, francés...» Quedó el oficial en hostil meditación, sintiendo la necesidad de hacer algo contra este enemigo. Los gestos y gritos de otros oficiales le arrancaron á sus reflexiones. Todos miraban á lo alto, y el viejo les imitó.
Desnoyers explained that he was the owner of the castle. "French?" continued the lieutenant. "Yes, French." . . . The official scowled in hostile meditation, feeling the necessity of saying something against the enemy. The shouts and antics of his companions-at-arms put a summary end to his reflections. They were all staring upward, and the old man followed their gaze.
Desde una hora antes pasaban por el aire pavorosos rugidos envueltos en vapores amarillentos, jirones de nube que parecían llevar en su interior una rueda chirríando con frenético volteo. Eran los proyectiles de la artillería gruesa germánica, que tiraba á varios kilómetros, enviando sus disparos por encima del castillo. No podía ser esto lo que interesaba á los oficiales. Contrajo sus párpados para ver mejor, y al fin, junto al borde de una nube, distinguió una especie de mosquito que brillaba herido por el sol. En los breves intervalos de silencio se oía el zumbido, tenue y lejano, denunciador de su presencia. Los oficiales movieron la cabeza: «
Franzosen.» Desnoyers creyó lo mismo. No podía imaginarse las dos cruces negras en el interior de sus alas. Vió con el pensamiento dos anillos tricolores, iguales á los redondeles que colorean los mantos volantes de las mariposas.
For an hour past, there had been streaking through the air frightful roarings enveloped in yellowish vapors, strips of cloud which seemed to contain wheels revolving with frenzied rotation. They were the projectiles of the heavy German artillery which, fired from various distances, threw their great shells over the castle. Certainly that could not be what was interesting the officials! He half shut his eyes in order to see better, and finally near the edge of a cloud, he distinguished a species of mosquito flashing in the sunlight. Between brief intervals of silence, could be heard the distant, faint buzz announcing its presence. The officers nodded their heads. "Franzosen!" Desnoyers thought so, too. He could not believe that the enemy′s two black crosses were between those wings. Instead he saw with his mind′s eye, two tricolored rings like the circular spots which color the fluttering wings of butterflies.
Se explicaba la inquietud de los alemanes. El avión francés se había inmovilizado unos instantes sobre el castillo, no prestando atención á las burbujas blancas que estallaban debajo y en torno de él. En vano los cañones de las posiciones inmediatas le enviaban sus obuses. Viró con rapidez, alejándose hacia su punto de partida.
This explained the agitation of the Germans. The French air-bird remained motionless for a few seconds over the castle, regardless of the white bubbles exploding underneath and around it. In vain the cannon nearest hurled their deadly fire. It wheeled rapidly, and returned to the place from which it came.
«
Debe haberlo visto todo—pensó Desnoyers—. Nos ha reparado: sabe lo que hay aquí.»
"It must have taken in the whole situation," thought the old Frenchman. "It has found them out; it knows what is going on here."
Adivinó que iba á cambiar rápidamente el curso de los sucesos. Todo lo que había ocurrido hasta entonces en las primeras horas de la mañana carecía de importancia comparado con lo que vendría después. Sintió miedo, el miedo irresistible á lo desconocido, y al mismo tiempo curiosidad, angustia, la impaciencia ante un peligro que amenaza y nunca acaba de llegar.
He guessed rightly that this information would swiftly change the course of events. Everything which had been happening in the early morning hours was going to sink into insignificance compared with what was coming now. He shuddered with fear, the irresistible fear of the unknown, and yet at the same time, he was filled with curiosity, impatience and nervous dread before a danger that threatened and would not stay its relentless course.
Una explosión estridente sonó fuera del parque, pero á corta distancia de la tapia: algo semejante á un hachazo gigantesco dado con un hacha enorme como su castillo. Volaron por el aire copas enteras de árboles, varios troncos partidos en dos, terrenos negros con cabelleras de hierbas, un chorro de polvo que obscureció el cielo. Algunas piedras rodaron del muro. Los alemanes se encogieron, pero sin emoción visible. Conocían esto; esperaban su llegada, como algo inevitable, después de haber visto el aeroplano. La bandera con la cruz roja ya no podía engañar á los artilleros enemigos.
Outside the park, but a short distance from the mud wall, sounded a strident explosion like a stupendous blow from a gigantic axe—an axe as big as his castle. There began flying through the air entire treetops, trunks split in two, great chunks of earth with the vegetation still clinging, a rain of dirt that obscured the heavens. Some stones fell down from the wall. The Germans crouched but with no visible emotion. They knew what it meant; they had been expecting it as something inevitable after seeing the French aeroplane. The Red Cross flag could no longer deceive the enemy′s artillery.
Don Marcelo no tuvo tiempo para reponerse de su sorpresa: una segunda explosión más cerca de la tapia... una tercera en el interior del parque. Le pareció que había saltado de repente á otro mundo. Vió los hombres y las cosas á través de una atmósfera fantástica que rugía, destruyéndolo todo con la violencia cortante de sus ondulaciones. Había quedado inmóvil por el terror, y sin embargo no tenía miedo. El se había imaginado hasta entonces el miedo en distinta forma. Sentía en el estómago un vacío angustioso. Vaciló repetidas veces sobre sus pies, como si alguien le empujase dándole un golpe en el pecho para enderezarlo acto seguido con un nuevo golpe en la espalda. Un olor de ácidos se esparció en el ambiente, dificultando la respiración, haciendo subir á los ojos el escozor de las lágrimas. En cambio, los ruidos cesaron de molestarle: no existían para él. Los adivinaba en el oleaje del aire, en las sacudidas de las cosas, en el torbellino que encorvaba á los hombres, pero no repercutían en su interior. Había perdido la facultad auditiva: toda la fuerza de sus sentidos se concentró en la mirada. Sus ojos parecieron adquirir múltiples facetas, como los de ciertos insectos. Vió lo que ocurría delante de su persona, á sus lados, detrás de él. Y presenció cosas maravillosas, instantáneas, como si todas las reglas de la vida acabasen de sufrir un trastorno caprichoso.
Don Marcelo had not time to recover from his surprise before there came a second explosion nearer the mud wall . . . a third inside the park. It seemed to him that he had been suddenly flung into another world from which he was seeing men and things across a fantastic atmosphere which roared and rocked and destroyed with the violence of its reverberations. He was stunned with the awfulness of it all, and yet he was not afraid. Until then, he had imagined fear in a very different form. He felt an agonizing vacuum in his stomach. He staggered violently all the time, as though some force were pushing him about, giving him first a blow on the chest, and then another on the back to straighten him up. A strong smell of acids penetrated the atmosphere, making respiration very difficult, and filling his eyes with smarting tears. On the other hand, the uproar no longer disturbed him, it did not exist for him. He supposed it was still going on from the trembling air, the shaking of things around him, in the whirlwind which was bending men double but was not reacting within his body. He had lost the faculty of hearing; all the strength of his senses had concentrated themselves in looking. His eyes appeared to have acquired multiple facets like those of certain insects. He saw what was happening before, beside, behind him, simultaneously witnessing extraordinary things as though all the laws of life had been capriciously overthrown.
Un oficial que estaba á pocos pasos emprendió un vuelo inexplicable. Empezó á elevarse, sin perder su tiesura militar, con el casco en la cabeza, el entrecejo fruncido, el bigote rubio y corto, y más abajo el pecho color de mostaza, las manos enguantadas que sostenían unos gemelos y un papel. Pero aquí terminaba su individualidad. Las piernas grises con sus polainas habían quedado en el suelo, inánimes, como fundas vacías, expeliendo al deshincharse su rojo contenido. El tronco, en la violenta ascensión, se desfondaba como un cántaro, soltando su contenido de vísceras. Más allá, unos artilleros que estaban derechos aparecían súbitamente tendidos é inmóviles, embadurnados de púrpura.
An official a few feet away suddenly took an inexplicable flight. He began to rise without losing his military rigidity, still helmeted, with furrowed brow, moustache blond and short, mustard-colored chest, and gloved hands still holding field-glasses and map—but there his individuality stopped. The lower extremities, in their grayish leggings remained on the ground, inanimate as reddening, empty moulds. The trunk, in its violent ascent, spread its contents abroad like a bursting rocket. Further on, some gunners, standing upright, were suddenly stretched full length, converted into a motionless row, bathed in blood.
La línea de infantería se aplastó en el suelo. Los hombres se contraían, para hacerse menos visibles, junto á las aspilleras por las que asomaban sus fusiles. Muchos se habían colocado la mochila sobre la cabeza ó la espalda para que les defendiese de los cascos de obús. Si se movían, era para amoldarse mejor en la tierra, buscando excavarla con su vientre. Varios de ellos habían cambiado de postura con una rapidez inexplicable. Ahora estaban tendidos de espaldas y parecían dormir. Uno tenía abierto el uniforme sobre el abdomen, mostrando entre los desgarrones de la tela carnes sueltas, azules y rojas, que surgían y se hinchaban con burbujeos de expansión. Otro había quedado sin piernas. Vió también ojos agrandados por la sorpresa y el dolor, bocas redondas y negras que parecían agitar los labios con un aullido. Pero no gritaban: al menos él no oía sus gritos.
The line of infantry was lying close to the ground. The men had huddled themselves together near the loopholes through which they aimed their guns, trying to make themselves less visible. Many had placed their knapsacks over their heads or at their backs to defend themselves from the flying bits of shell. If they moved at all, it was only to worm their way further into the earth, trying to hollow it out with their stomachs. Many of them had changed position with mysterious rapidity, now lying stretched on their backs as though asleep. One had his uniform torn open across the abdomen, showing between the rents of the cloth, slabs of flesh, blue and red that protruded and swelled up with a bubbling expansion. Another had his legs shot away, and was looking around with surprised eyes and a black mouth rounded into an effort to howl, but from which no sound ever came.
Había perdido la noción del tiempo. No sabía si llevaba en esta inmovilidad varias horas ó un minuto. Lo único que le molestaba era el temblor de las piernas, que se resistían á sostenerle... Algo cayó á sus espaldas. Llovían escombros. Al volver la cabeza vió su castillo transformado. Acababan de robarle medio torreón. Las pizarras se esparcían en menudos fragmentos; los sillares se desmoronaban; el cuadro de piedra de un ventanal se mantenía suelto y en equilibrio como un bastidor. Los maderos viejos de la caperuza empezaron á arder como antorchas.
Desnoyers had lost all notion of time. He could not tell whether he had been rooted to that spot for many hours or for a single moment. The only thing that caused him anxiety was the persistent trembling of his legs which were refusing to sustain him. . . . Something fell behind him. It was raining ruin. Turning his head, he saw his castle completely transformed. Half of the tower had just been carried off. The pieces of slate were scattered everywhere in tiny chips; the walls were crumbling; loose window frames were balancing on edge like fragments of stage scenery, and the old wood of the tower hood was beginning to burn like a torch.
La vista de este cambio instantáneo de su propiedad le impresionó más que los estragos causados por la muerte. Se dió cuenta del horror de las fuerzas ciegas é implacables que rugían en torno de él. La vida concentrada en sus ojos se esparció, descendiendo hasta sus pies... Y echó á correr, sin saber adónde ir, sintiendo la misma necesidad de ocultarse que experimentaban aquellos hombres encadenados por la disciplina, obligados á aplastarse en el suelo, á envidiar la blanda invisibilidad de los reptiles.
The spectacle of this instantaneous change in his property impressed him more than the ravages of death, making him realize the Cyclopean power of the blind, avenging forces raging around him. The vital force that had been concentrated in his eyes, now spread to his feet . . . and he started to run without knowing whither, feeling the same necessity to hide himself as had those men enchained by discipline who were trying to flatten themselves into the earth in imitation of the reptile′s pliant invisibility.
Su instinto le empujaba hacia el pabellón, pero en mitad de la avenida le cortó el paso otra de las asombrosas mutaciones. Una mano invisible acababa de arrancar de un revés la mitad de la techumbre. Todo un lienzo de pared se dobló, formando una cascada de ladrillos y polvo. Quedaron al descubierto las piezas interiores lo mismo que una decoración de teatro; la cocina donde él había comido; el piso superior con el dormitorio, que aún conservaba deshecha su cama. ¡Pobres mujeres!...
His instinct was pushing him toward the lodge, but half way up the avenue, he was stopped by another lot of astounding transformations. An unseen hand had just snatched away half of the cottage roof. The entire side wall doubled over, forming a cascade of bricks and dust. The interior rooms were now exposed to view like a theatrical setting—the kitchen where he had eaten, the upper floor with the room in which he descried his still unmade bed. The poor women! . . .
Retrocedió, corriendo hacia el castillo. Se acordaba de la cueva donde había pasado encerrado una noche. Y cuando se vió bajo su bóveda sombría la tuvo por el mejor de los salones, alabando la prudencia de sus constructores.
He turned around, running now toward the castle, trying to make the sub-cellar in which he had been fastened for the night; and when he finally found himself under those dusty cobwebs, he felt as though he were in the most luxurious salon, and he devoutly blessed the good workmanship of the castle builders.
El silencio subterráneo fué devolviéndole la sensibilidad auditiva. Escuchó como una tormenta amortiguada por la distancia el cañoneo de los alemanes y el estallido de los proyectiles franceses. Vinieron á su memoria los elogios que había prodigado al cañón de 75 sin conocerle mas que por referencias. Ya había presenciado sus efectos. «
Tira demasiado bien», murmuró. En poco tiempo iba á destrozar su castillo; encontraba excesiva tanta perfección... Pero no tardó en arrepentirse de estas lamentaciones de su egoísmo. Una idea tenaz como un remordimiento se había aferrado á su cerebro. Le pareció que todo lo que sufría era una expiación, por la falta cometida en su juventud. Había evitado el servir á su patria, y ahora se encontraba envuelto en los horrores de la guerra, con la humildad de un ser pasivo é indefenso, sin las satisfacciones del soldado, que puede devolver los golpes. Iba á morir, estaba seguro de ello, con una muerte vergonzosa, sin gloria alguna, anónimamente. Los escombros de su propiedad le servirían de sepulcro. Y la certidumbre de la muerte en las tinieblas, como un roedor que ve obstruídos los orificios de su madriguera, comenzó á hacerle intolerable este refugio.
The subterranean silence began gradually to bring back his sense of hearing. The cannonading of the Germans and the bursting of the French shells sounded from his retreat like a distant tempest. There came into his mind the eulogies which he had been accustomed to lavish upon the cannon of ′75 without knowing anything about it except by hearsay. Now he had witnessed its effects. "It shoots TOO well!" he muttered. In a short time it would finish destroying his castle—he was finding such perfection excessive. But he soon repented of these selfish lamentations. An idea, tenacious as remorse, had fastened itself in his brain. It now seemed to him that all he was passing through was an expiation for the great mistake of his youth. He had evaded the service of his country, and now he was enveloped in all the horrors of war, with the humiliation of a passive and defenseless being, without any of the soldier′s satisfaction of being able to return the blows. He was going to die—he was sure of that—but a shameful death, unknown and inglorious. The ruins of his mansion were going to become his sepulchre. . . . And the certainty of dying there in the darkness, like a rat that sees the openings of his hole being closed up, made this refuge intolerable.
Arriba continuaba la tempestad. Un trueno pareció estallar sobre su cabeza, y á continuación el estrépito de un derrumbamiento. Un nuevo proyectil había caído sobre el edificio. Oyó rugidos de agonía, gritos, carreras precipitadas en el techo. Tal vez el obús, con su furia ciega, había despedazado á muchos de los moribundos que ocupaban los salones.
Above him the tornado was still raging. A peal like thunder boomed above his head, and then came the crash of a landslide. Another projectile must have fallen upon the building. He heard shrieks of agony, yells and precipitous steps on the floor above him. Perhaps the shell, in its blind fury, had blown to pieces many of the dying in the salons.
Temió quedar enterrado en su refugio, y subió á saltos la escalera de los subterráneos. Al pasar por el piso bajo vió el cielo á través de los techos rotos. De los bordes pendían trozos de madera, pedazos bamboleantes de pavimento, muebles detenidos en mitad de su caída. Pisó cascotes al atravesar el hall, donde antes había alfombras; tropezó con hierros rotos y retorcidos, fragmentos de camas llovidas de lo más alto del edificio; creyó distinguir miembros convulsos entre los montones de escombros; escuchó voces angustiosas que no podía comprender.
Fearing to remain buried in his retreat, he bounded up the cellar stairs two steps at a time. As he scudded across the first floor, he saw the sky through the shattered roofs. Along the edges were hanging sections of wood, fragments of swinging tile and furniture stopped halfway in its flight. Crossing the hall, he had to clamber over much rubbish. He stumbled over broken and twisted iron, parts of beds rained from the upper rooms into the mountain of debris in which he saw convulsed limbs and heard anguished voices that he could not understand.
Salió corriendo, con la misma ansia de luz y de aire libre que empuja al náufrago á la cubierta desde las entrañas del buque... Había transcurrido más tiempo del que él se imaginaba desde que se refugió en la obscuridad. El sol estaba muy alto. Vió en el jardín nuevos cadáveres en actitudes trágicas y grotescas. Los heridos gemían encorvados ó permanecían en el suelo, apoyada la espalda en un árbol, con un mutismo doloroso. Algunos habían abierto la mochila para sacar su bolsa de sanidad y atendían á la curación de los desgarrones de su carne. La infantería disparaba ahora sus fusiles incesantemente. El número de tiradores había aumentado. Nuevos grupos de soldados entraban en el parque: unos con su sargento al frente, otros seguidos por un oficial que llevaba el revólver apoyado en el pecho, como si con él guiase á los hombres. Era la infantería expulsada de sus posiciones junto al río, que venía á reforzar la segunda línea de defensa. Las ametralladoras unían su tac-tac de telar en movimiento al chasquido de la fusilería.
He leaped as he ran, feeling the same longing for light and free air as those who rush from the hold to the deck of a shipwreck. While sheltered in the darkness more time had elapsed than he had supposed. The sun was now very high. He saw in the garden more corpses in tragic and grotesque postures. The wounded were doubled over with pain or lying on the ground or propping themselves against the trees in painful silence. Some had opened their knapsacks and drawn out their sanitary kits and were trying to care for their cuts. The infantry was now firing incessantly. The number of riflemen had increased. New bands of soldiers were entering the park—some with a sergeant at their head, others followed by an officer carrying a revolver at his breast as though guiding his men with it. This must be the infantry expelled from their position near the river which had come to reinforce the second line of defense. The mitrailleuses were adding their tac-tac to the cracks of the fusileers.
Silbaba el espacio, rayado incesantemente por el abejorreo de un enjambre invisible. Millares de moscardones pegajosos se movían en torno de Desnoyers sin que alcanzase á verlos. Las cortezas de los árboles saltaban, empujadas por uñas ocultas; llovían hojas; se agitaban las ramas con balanceos contradictorios; partían las piedras del suelo, impelidas por un pie misterioso. Todos los objetos inanimados parecían adquirir una vida fantástica. Los cazos de cinc de los soldados, las piezas metálicas de su equipo, los cubos de la artillería, repiqueteaban solos, como si recibiesen una granizada impalpable. Vió un cañón acostado, con las ruedas rotas y en alto, entre muchos hombres que parecían dormir; vió soldados que se tendían y doblaban la cabeza sin un grito, sin una contracción, como si los dominase el sueño instantáneamente. Otros aullaban arrastrándose ó caminaban con las manos en el vientre y las posaderas rozando el suelo.
The hum of the invisible swarms was buzzing incessantly. Thousands of sticky horse-flies were droning around Desnoyers without his even seeing them. The bark of the trees was being stripped by unseen hands; the leaves were falling in torrents; the boughs were shaken by opposing forces, the stones on the ground were being crushed by a mysterious foot. All inanimate objects seemed to have acquired a fantastic life. The zinc spoons of the soldiers, the metallic parts of their outfit, the pails of the artillery were all clanking as though in an imperceptible hailstorm. He saw a cannon lying on its side with the wheels broken and turned over among many men who appeared asleep; he saw soldiers who stretched themselves out without a contraction, without a sound, as though overcome by sudden drowsiness. Others were howling and dragging themselves forward in a sitting position.
El viejo experimentó una sensación aguda de calor. Un perfume punzante de drogas explosivas le hizo llorar y arañó su garganta. Al mismo tiempo tuvo frío: sintió su frente helada por un sudor glacial.
The old man felt an extreme sensation of heat. The pungent perfume of explosive drugs brought the tears to his eyes and clawed at his throat. At the same time he was chilly and felt his forehead freezing in a glacial sweat.
Tuvo que apartarse del puente. Varios soldados pasaban con heridos para meterlos en el edificio, á pesar de que éste caía en ruinas. De pronto recibió una rociada líquida de cabeza á pies, como si se abriese la tierra dando paso á un torrente. Un obús había caído en el foso, levantando una enorme columna de agua, haciendo volar en fragmentos las carpas que dormían en el barro, rompiendo una parte de los bordes, convirtiendo en polvo la balaustrada blanca con sus jarrones de flores.
He had to leave the bridge. Several soldiers were passing bearing the wounded to the edifice in spite of the fact that it was falling in ruins. Suddenly he was sprinkled from head to foot, as if the earth had opened to make way for a waterspout. A shell had fallen into the moat, throwing up an enormous column of water, making the carp sleeping in the mud fly into fragments, breaking a part of the edges and grinding to powder the white balustrades with their great urns of flowers.
Se lanzó á correr con la ceguera del terror, viéndose de pronto ante un pequeño redondel de cristal que le examinaba fríamente. Era el junker, el oficial del monóculo. Volvía á caer en sus manos... Le señaló con el extremo de su revólver dos cubos que estaban á corta distancia. Debía llenarlos en la laguna y dar de beber á sus hombres, sofocados por el sol. El tono imperioso no admitía réplica, pero don Marcelo intentó resistirse. ¿El sirviendo de criado á los alemanes?... Su extrañeza fué corta. Recibió un golpe de la culata del revólver en medio del pecho y al mismo tiempo la otra mano del teniente cayó cerrada sobre su rostro. El viejo se encorvó: quería llorar, quería perecer. Pero ni derramó lágrimas ni la vida se escapó de su cuerpo ante esta afrenta, como era su deseo... Se vió con los dos cubos en las manos llenándolos en el foso, yendo luego á lo largo de la fila de hombres, que abandonaban el fusil para sorber el líquido con una avidez de bestias jadeantes.
He started to run on with the blindness of terror, when he suddenly saw before him the same little round crystal, examining him coolly. It was the Junker, the officer of the monocle. . . . With the end of his revolver, the German pointed to two pails a short distance away, ordering Desnoyers to fill them from the lagoon and give the water to the men overcome by the sun. Although the imperious tone admitted of no reply, Don Marcelo tried, nevertheless, to resist. He received a blow from the revolver on his chest at the same time that the lieutenant slapped him in the face. The old man doubled over, longing to weep, longing to perish; but no tears came, nor did life escape from his body under this affront, as he wished. . . . With the two buckets in his hands, he found himself dipping up water from the canal, carrying it the length of the file, giving it to men who, each in his turn, dropped his gun to gulp the liquid with the avidity of panting beasts.
Ya no le causaba miedo la estridencia de los cuerpos invisibles. Su deseo era morir; sabía que forzosamente iba á morir. Eran demasiados sus sufrimientos: en el mundo no quedaba espacio para él. Tuvo que pasar ante brechas abiertas en el muro por el estallido de los obuses. Ningún obstáculo impedía su visión por estas roturas. Vallas y arboledas se habían modificado ó borrado con el fuego de la artillería. Distinguió al pie de la cuesta que ocupaba su castillo varias columnas de ataque que habían pasado el Marne. Los asaltantes estaban inmovilizados por el fuego nutrido de los alemanes. Avanzaban á saltos, por compañías, tendiéndose después al abrigo de los repliegues del terreno para dejar pasar las ráfagas de muerte.
He was no longer afraid of the shrill shrieks of invisible bodies. His one great longing was to die. He was strongly convinced that he was going to die; his sufferings were too great; there was no longer any place in the world for him. He had to pass by breaches opened in the wall by the bursting shells. There was no natural object to arrest the eye looking through these gaps. Hedges and groves had been swept away or blotted out by the fire of the artillery. He descried at the foot of the highway near his castle, several of the attacking columns which had crossed the Marne. The advancing forces were coming doggedly on, apparently unmoved by the steady, deadly fire of the Germans. Soon they were rushing forward with leaps and bounds, by companies, shielding themselves behind bits of upland in bends of the road, in order to send forth their blasts of death.
El viejo se sintió animado por una resolución desesperada: ya que había de morir, que lo matase una bala francesa. Y avanzó erguido, con sus dos cubos, entre aquellos hombres acostados que disparaban. Luego, con súbito pavor, quedó inmóvil, hundiendo la cabeza entre los hombros, pensando que la bala que él recibiese representaba un peligro menos para el enemigo. Era mejor que lo matasen los alemanes... Y empezó á acariciar mentalmente la idea de recoger un arma de cualquiera de los muertos, cayendo sobre el junker que le había abofeteado.
The old man was now fired with a desperate resolution;—since he had to die, let a French ball kill him! And he advanced very erect with his two pails among those men shooting, lying down. Then, with a sudden fear, he stood still hanging his head; a second thought had told him that the bullet which he might receive would be one danger less for the enemy. It would be better for them to kill the Germans . . . and he began to cherish the hope that he might get possession of some weapon from those dying around him, and fall upon that Junker who had struck him.
Estaba llenando por tercera vez los cubos y contemplaba de espaldas al teniente, cuando ocurrió una cosa inverosímil, absurda, algo que le hizo recordar las fantásticas mutaciones del cinematógrafo. Desapareció de pronto la cabeza del oficial: dos surtidores de sangre saltaron de su cuello y el cuerpo se desplomó como un saco vacío. Al mismo tiempo un ciclón pasaba á lo largo de la pared, entre ésta y el edificio, derribando árboles, volcando cañones, llevándose las personas en remolino como si fuesen hojas secas. Adivinó que la muerte soplaba en una nueva dirección. Hasta entonces había llegado de frente, por la parte del río, batiendo la línea enemiga parapetada en la muralla. Ahora, con la brusquedad de un cambio atmosférico, venía del fondo del parque. Un movimiento hábil de los agresores, el uso de un camino apartado, tal vez un repliegue de la línea alemana, había permitido á los franceses colocar sus cañones en una nueva posición, batiendo de flanco á los ocupantes del castillo.
He was filling his pails for the third time, and murderously contemplating the lieutenant′s back when something occurred so absurd and unnatural that it reminded him of the fantastic flash of the cinematograph;—the officer′s head suddenly disappeared; two jets of blood spurted from his severed neck and his body collapsed like an empty sack. At the same time, a cyclone was sweeping the length of the wall, tearing up groves, overturning cannon and carrying away people in a whirlwind as though they were dry leaves. He inferred that Death was now blowing from another direction. Until then, it had come from the front on the river side, battling with the enemy′s line ensconced behind the walls. Now, with the swiftness of an atmospheric change, it was blustering from the depths of the park. A skillful manoeuver of the aggressors, the use of a distant road, a chance bend in the German line had enabled the French to collect their cannon in a new position, attacking the occupants of the castle with a flank movement.
Fué una fortuna para don Marcelo el retardarse unos minutos al borde del foso, abrigado por la masa del edificio. La rociada de la batería oculta pasó á lo largo de la avenida, barriendo los vivos, destrozando por segunda vez á los muertos, matando los caballos, rompiendo las ruedas de las piezas, haciendo volar un armón con llamaradas de volcán, en cuyo fondo rojo y azulado saltaban cuerpos negros. Vió centenares de hombres caídos; vió caballos que corrían pisándose las tripas. La siega de la muerte no había sido por gavillas: todo un campo quedaba liso con solo un golpe de hoz. Y como si las baterías de enfrente adivinasen la catástrofe, redoblaron por su parte el fuego, enviando una lluvia de obuses. Caían por todos lados. Más allá del castillo, en el fondo del parque, se abrían cráteres en la arboleda que vomitaban troncos enteros. Los proyectiles sacaban de sus fosas á los muertos enterrados la víspera.
It was a lucky thing for Don Marcelo that he had lingered a few moments on the bank of the fosse, sheltered by the bulk of the edifice. The fire of the hidden battery passed the length of the avenue, carrying off the living, destroying for a second time the dead, killing horses, breaking the wheels of vehicles and making the gun carriages fly through the air with the flames of a volcano in whose red and bluish depths black bodies were leaping. He saw hundreds of fallen men; he saw disembowelled horses trampling on their entrails. The death harvest was not being reaped in sheaves; the entire field was being mowed down with a single flash of the sickle. And as though the batteries opposite divined the catastrophe, they redoubled their fire, sending down a torrent of shells. They fell on all sides. Beyond the castle, at the end of the park, craters were opening in the woods, vomiting forth the entire trunks of trees. The projectiles were hurling from their pits the bodies interred the night before.
Los que no habían caído siguieron tirando por las aberturas del muro. Luego se levantaron con precipitación. Unos armaban la bayoneta, pálidos, con los labios apretados y un brillo de locura en los ojos; otros volvían la espalda, corriendo hacia la salida del parque, sin prestar atención á los gritos de los oficiales y á los disparos de revólver que hacían contra los fugitivos.
Those still alive were firing through the gaps in the walls. Then they sprang up with the greatest haste. Some grasped their bayonets, pale, with clamped lips and a mad glare in their eyes; others turned their backs, running toward the exit from the park, regardless of the shouts of their officers and the revolver shots sent after the fugitives.
Todo esto ocurrió con vertiginosa rapidez, como una escena de pesadilla. Al otro lado del muro sonaba un zumbido ascendente igual al de la marea. Oyó gritos, le pareció que unas voces roncas y discordantes cantaban la Marsellesa. Las ametralladoras funcionaban con velocidad, como máquinas de coser. El ataque iba á quedar inmovilizado de nuevo por esta resistencia furiosa. Los alemanes, locos de rabia, tiraban y tiraban. En una brecha aparecieron kepis rojos, piernas del mismo color intentando pasar sobre los escombros. Pero la visión se borró instantáneamente bajo la rociada de las ametralladoras. Los asaltantes debían caer á montones al otro lado de la pared.
All this occurred with dizzying rapidity, like a nightmare. On the other side of the wall came a murmur, swelling in volume, like that of the sea. Desnoyers heard shouts, and it seemed to him that some hoarse, discordant voices were singing the Marseillaise. The machine-guns were working with the swift steadiness of sewing machines. The attack was going to be opposed with furious resistance. The Germans, crazed with fury, shot and shot. In one of the breaches appeared a red kepis followed by legs of the same color trying to clamber over the ruins. But this vision was instantly blotted out by the sprinkling from the machine guns, making the invaders fall in great heaps on the other side of the wall.
Desnoyers no supo con certeza cómo se realizó la mutación. De pronto vió los pantalones rojos dentro del parque. Pasaban con un salto irresistible sobre el muro, se deslizaban por las brechas, venían del fondo de la arboleda por entradas invisibles. Eran soldados pequeños, cuadrados, sudorosos, con el capote desabrochado. Y revueltos con ellos, en el desorden de la carga, tiradores africanos con ojos de diablo y bocas espumeantes, zuavos de amplios calzones, cazadores de uniforme azul.
Don Marcelo never knew exactly how the change took place. Suddenly he saw the red trousers within the park. With irresistible bounds they were springing over the wall, slipping through the yawning gaps, and darting out from the depths of the woods by invisible paths. They were little soldiers, husky, panting, perspiring, with torn cloaks; and mingled with them, in the disorder of the charge, African marksmen with devilish eyes and foaming mouths, Zouaves in wide breeches and chasseurs in blue uniforms.
Los oficiales alemanes querían morir. Con el sable en alto, después de haber agotado los tiros de sus revólveres, avanzaban contra los asaltantes, seguidos de los soldados que aún les obedecían. Hubo un choque, una mezcolanza. Al viejo le pareció que el mundo había caído en profundo silencio. Los gritos de los combatientes, el encontrón de los cuerpos, la estridencia de las armas, no representaban nada después que los cañones habían enmudecido. Vió hombres clavados por el vientre en el extremo de un fusil, mientras una punta enrojecida asomaba por sus riñones; culatas en alto cayendo como martillos; adversarios que se abrazaban rodando por el suelo, pretendiendo dominarse con patadas y mordiscos. Desaparecieron los pechos de color de mostaza; sólo vió espaldas de este color huyendo hacia la salida del parque, filtrándose entre los árboles, cayendo en mitad de su carrera alcanzadas por las balas. Muchos de los asaltantes deseaban perseguir á los fugitivos y no podían, ocupados en desprender con rudos tirones su bayoneta de un cuerpo que la sujetaba en sus espasmos agónicos.
The German officers wanted to die. With upraised swords, after having exhausted the shots in their revolvers, they advanced upon their assailants followed by the soldiers who still obeyed them. There was a scuffle, a wild melee. To the trembling spectator, it seemed as though the world had fallen into profound silence. The yells of the combatants, the thud of colliding bodies, the clang of arms seemed as nothing after the cannon had quieted down. He saw men pierced through the middle by gun points whose reddened ends came out through their kidneys; muskets raining hammer-like blows, adversaries that grappled in hand-to-hand tussles, rolling over and over on the ground, trying to gain the advantage by kicks and bites. The mustard-colored fronts had entirely disappeared, and he now saw only backs of that color fleeing toward the exit, filtering among the trees, falling midway in their flight when hit by the pursuing balls. Many of the invaders were unable to chase the fugitives because they were occupied in repelling with rude thrusts of their bayonets the bodies falling upon them in agonizing convulsions.
Se encontró de pronto don Marcelo en medio de estos choques mortales, saltando como un niño, agitando las manos, profiriendo gritos. Luego volvió á despertar, teniendo entre sus brazos la cabeza polvorienta de un oficial joven que le miraba con asombro. Tal vez le creía un loco al recibir sus besos, al escuchar sus palabras incoherentes, al recibir en sus mejillas una lluvia de lágrimas. Siguió llorando cuando el oficial se desprendió de él con rudo empujón... necesitaba desahogarse después de tantos días de angustia silenciosa: ¡Viva Francia!
Don Marcelo suddenly found himself in the very thick of these mortal combats, jumping up and down like a child, waving his hands and shouting with all his might. When he came to himself again, he was hugging the grimy head of a young French officer who was looking at him in astonishment. He probably thought him crazy on receiving his kisses, on hearing his incoherent torrent of words. Emotionally exhausted, the worn old man continued to weep after the officer had freed himself with a jerk. . . . He needed to give vent to his feelings after so many days of anguished self-control. Vive la France! . . .
Los suyos estaban ya en la entrada del parque. Corrían con la bayoneta por delante en seguimiento de los últimos restos del batallón alemán que escapaba hacia el pueblo. Un grupo de jinetes pasó por el camino. Eran dragones que llegaban para extremar la persecución. Pero sus caballos estaban fatigados; únicamente la fiebre de la victoria, que parecía transmitirse de los hombres á las bestias, sostenía su trote forzado y doloroso. Uno de estos jinetes se detuvo junto á la entrada del parque. El caballo devoró con avidez unos hierbajos, mientras el hombre permanecía encogido en la silla como si durmiese. Desnoyers lo tocó en una cadera, quiso despertarlo, é inmediatamente rodó por el lado opuesto. Estaba muerto; las entrañas colgaban fuera de su abdomen. Así había avanzado sobre su corcel, trotando confundido con los demás.
His beloved French were already within the park gates. They were running, bayonets in hand, in pursuit of the last remnants of the German battalion trying to escape toward the village. A group of horsemen passed along the road. They were dragoons coming to complete the rout. But their horses were fagged out; nothing but the fever of victory transmitted from man to beast had sustained their painful pace. One of the equestrians came to a stop near the entrance of the park, the famished horse eagerly devouring the herbage while his rider settled down in the saddle as though asleep. Desnoyers touched him on the hip in order to waken him, but he immediately rolled off on the opposite side. He was dead, with his entrails protruding from his body, but swept on with the others, he had been brought thus far on his steady steed.
Empezaron á caer en las inmediaciones enormes peonzas de hierro y humo. La artillería alemana hacía fuego contra sus posiciones perdidas. Continuó el avance. Pasaron batallones, escuadrones, baterías, con dirección al Norte, fatigados, sucios, cubiertos de polvo y barro, pero con un enardecimiento que galvanizaba sus fuerzas casi agotadas. Los cañones franceses empezaron á tronar por la parte del pueblo.
Enormous tops of iron and smoke now began falling in the neighborhood. The German artillery was opening a retaliatory fire against its lost positions. The advance continued. There passed toward the North battalions, squadrons and batteries, worn, weary and grimy, covered with dust and mud, but kindled with an ardor that galvanized their flagging energy.
Grupos de soldados exploraban el castillo y las arboledas inmediatas. De las habitaciones en ruinas, de las profundidades de las cuevas, de los matorrales del parque, de los establos y garages incendiados, iban surgiendo hombres verdosos con la cabeza terminada en punta. Todos elevaban los brazos, exhibiendo las manos bien abiertas: «
Kamarades... kamarades, non kaput.» Temían, con la intranquilidad del remordimiento, que los matasen inmediatamente. Habían perdido de golpe toda su fiereza al verse lejos del oficial y libres de la disciplina. Algunos que sabían un poco de francés hablaban de su mujer y de sus hijos, para enternecer á los enemigos que les amenazaban con las bayonetas. Un alemán marchaba junto á Desnoyers, pegándose á sus espaldas. Era el sanitario barbudo. Se golpeaba el pecho y luego le señalaba á él. «
Franzosen... gran amigo de Franzosen.» Y sonreía á su protector.
The French cannon began thundering on the village side. Bands of soldiers were exploring the castle and the nearest woods. From the ruined rooms, from the depths of the cellars, from the clumps of shrubbery in the park, from the stables and burned garage, came surging forth men dressed in greenish gray and pointed helmets. They all threw up their arms, extending their open hands:—"Kamarades . . . kamarades, non kaput." With the restlessness of remorse, they were in dread of immediate execution. They had suddenly lost all their haughtiness on finding that they no longer had any official powers and were free from discipline. Some of those who knew a little French, spoke of their wives and children, in order to soften the enemies that were threatening them with their bayonets. A brawny Teuton came up to Desnoyers and clapped him on the back. It was Redbeard. He pressed his heart and then pointed to the owner of the castle. "Franzosen . . . great friend of the Franzosen" . . . and he grinned ingratiatingly at his protector.
Permaneció en su castillo hasta la mañana siguiente. Vió la inesperada salida de Georgette y su madre de las profundidades del pabellón arruinado. Lloraban al contemplar los uniformes franceses.
Don Marcelo remained at the castle until the following morning, and was astounded to see Georgette and her mother emerge unexpectedly from the depths of the ruined lodge. They were weeping at the sight of the French uniforms.
—Esto no podía seguir—gimió la viuda—. ¡Dios no muere!
"It could not go on," sobbed the widow. "God does not die."
Las dos empezaban á dudar de la realidad de los días anteriores.
…
Después de una mala noche pasada entre escombros, don Marcelo decidió marcharse. ¿Qué le quedaba que hacer en este castillo destrozado?... Le estorbaba la presencia de tanto muerto. Eran cientos, eran miles. Los soldados y los campesinos iban enterrando los cadáveres á montones allí donde los encontraban. Fosas junto al edificio, en todas las avenidas del parque, en los arriates de los jardines, dentro de las dependencias. Hasta en el fondo de la laguna circular había muertos. ¿Cómo vivir á todas horas con esta vecindad trágica, compuesta en su mayor parte de enemigos?... ¡Adiós, castillo de Villeblanche!
After a bad night among the ruins, the owner decided to leave Villeblanche. What was there for him to do now in the destroyed castle? . . . The presence of so many dead was racking his nerves. There were hundreds, there were thousands. The soldiers and the farmers were interring great heaps of them wherever he went, digging burial trenches close to the castle, in all the avenues of the park, in the garden paths, around the outbuildings. Even the depths of the circular lagoon were filled with corpses. How could he ever live again in that tragic community composed mostly of his enemies? . . . Farewell forever, castle of Villeblanche!
Emprendió el camino de París; se proponía llegar á él fuese como fuese. Encontró cadáveres por todas partes: pero éstos no vestían el uniforme verdoso. Habían caído muchos de los suyos en la ofensiva salvadora. Muchos caerían aún en las últimas convulsiones de la batalla que continuaba á sus espaldas, agitando con un trueno incesante la línea del horizonte... Vió pantalones de grana que emergían de los rastrojos, suelas claveteadas que brillaban en posición vertical junto al camino, cabezas lívidas, cuerpos amputados, vientres abiertos que dejaban escapar hígados enormes y azules, troncos separados, piernas sueltas. Y desprendiéndose de esta amalgama fúnebre, kepis rojos y obscuros, gorros orientales, cascos con melenas de crines, sables retorcidos, bayonetas rotas, fusiles, montones de cartuchos de cañón. Los caballos muertos abullonaban la llanura con sus costillares hinchados. Vehículos de artillería con las maderas consumidas y el armazón de hierro retorcido revelaban el trágico momento de la voladura. Rectángulos de tierra apisonada marcaban el emplazamiento de las baterías enemigas antes de retirarse. Encontró cañones volcados con las ruedas rotas, armones de proyectiles convertidos en madejas retorcidas de barras de acero, conos de materia carbonizada, que eran residuos de hombres y caballos quemados por los alemanes en la noche anterior á su retroceso.
He turned his steps toward Paris, planning to get there the best way he could. He came upon corpses everywhere, but they were not all the gray-green uniform. Many of his countrymen had fallen in the gallant offensive. Many would still fall in the last throes of the battle that was going on behind them, agitating the horizon with its incessant uproar. Everywhere red pantaloons were sticking up out of the stubble, hobnailed boots glistening in upright position near the roadside, livid heads, amputated bodies, stray limbs—and, scattered through this funereal medley, red kepis and Oriental caps, helmets with tufts of horse hair, twisted swords, broken bayonets, guns and great mounds of cannon cartridges. Dead horses were strewing the plain with their swollen carcasses. Artillery wagons with their charred wood and bent iron frames revealed the tragic moment of the explosion. Rectangles of overturned earth marked the situation of the enemy′s batteries before their retreat. Amidst the broken cannons and trucks were cones of carbonized material, the remains of men and horses burned by the Germans on the night before their withdrawal.
A pesar de estas incineraciones bárbaras, los cadáveres de una y otra parte eran infinitos, no tenían límite. Parecía que la tierra hubiese vomitado todos los cuerpos que llevaba recibidos desde los primeros tiempos de la humanidad. El sol, impasible, poblaba de puntos de luz, de fulgores amarillentos, los campos de muerte. Los pedazos de bayoneta, las chapas metálicas, las cápsulas de fusil, centelleaban como pedazos de espejo. La noche húmeda, la lluvia, el tiempo oxidador, no habían modificado aún con su acción corrosiva estos residuos del combate, borrando su brillo. La carne empezaba á descomponerse. Un hedor de cementerio acompañaba al caminante, siendo cada vez más intenso así como avanzaba hacia París. Cada media hora le hacía pasar á un nuevo círculo de podredumbre creciente, descender un peldaño en la descomposición animal. Al principio, los muertos eran del día anterior: estaban frescos. Los que encontró al otro lado del río llevaban dos días sobre el terreno; luego tres, luego cuatro. Bandas de cuervos se levantaban con perezoso aleteo al oir sus pasos; pero volvían á posarse en tierra, repletos pero no ahitos, habiendo perdido todo miedo al hombre.
In spite of these barbarian holocausts corpses were every where in infinite numbers. There seemed to be no end to their number; it seemed as though the earth had expelled all the bodies that it had received since the beginning of the world. The sun was impassively flooding the fields of death with its waves of light. In its yellowish glow, the pieces of the bayonets, the metal plates, the fittings of the guns were sparkling like bits of crystal. The damp night, the rain, the rust of time had not yet modified with their corrosive action these relics of combat. But decomposition had begun to set in. Graveyard odors were all along the road, increasing in intensity as Desnoyers plodded on toward Paris. Every half hour, the evidence of corruption became more pronounced—many of the dead on this side of the river having lain there for three or four days. Bands of crows, at the sound of his footsteps, rose up, lazily flapping their wings, but returning soon to blacken the earth, surfeited but not satisfied, having lost all fear of mankind.
De tarde en tarde encontraba grupos vivientes. Eran pelotones de caballería, gendarmes, zuavos, cazadores. Vivaqueaban en torno de las granjas arruinadas, explorando el terreno para cazar á los fugitivos alemanes. Desnoyers tenía que explicar su historia, mostrando el pasaporte que le había dado Lacour para hacer su viaje en el tren militar. Sólo así pudo seguir adelante. Estos soldados—muchos de ellos heridos levemente—estaban aún bajo la impresión de la victoria. Reían, contaban sus hazañas, los grandes peligros arrostrados en los días anteriores. «
Los vamos á llevar á puntapiés hasta la frontera...» Su indignación renacía al mirar entorno de ellos. Los pueblos, las granjas, las casas aisladas, todo quemado. Como esqueletos de bestias prehistóricas, se destacaban sobre la llanura muchos armazones de acero retorcidos por el incendio. Las chimeneas de ladrillo de las fábricas estaban cortadas casi á ras de tierra ó mostraban en sus cilindros varios orificios de obús limpios y redondos. Parecían flautas pastoriles clavadas en el suelo.
From time to time, the sad pedestrian met living bands of men—platoons of cavalry, gendarmes, Zouaves and chasseurs encamped around the ruined farmsteads, exploring the country in pursuit of German fugitives. Don Marcelo had to explain his business there, showing the passport that Lacour had given him in order to make his trip on the military train. Only in this way, could he continue his journey. These soldiers—many of them slightly wounded—were still stimulated by victory. They were laughing, telling stories, and narrating the great dangers which they had escaped a few days before, always ending with, "We are going to kick them across the frontier!" . . . Their indignation broke forth afresh as they looked around at the blasted towns—farms and single houses, all burned. Like skeletons of prehistoric beasts, many steel frames twisted by the flames were scattered over the plains. The brick chimneys of the factories were either levelled to the ground or, pierced with the round holes made by shells, were standing up like giant pastoral flutes forced into the earth.
Junto á los pueblos en ruinas, las mujeres removían la tierra abriendo fosas. Este trabajo resultaba insignificante. Se necesitaba un esfuerzo inmenso para hacer desaparecer tanto muerto. «
Vamos á morir después de la victoria—pensó don Marcelo—. La peste va á cebarse en nosotros.»
Near the ruined villages, the women were removing the earth and trying to dig burial trenches, but their labor was almost useless because it required an immense force to inter so many dead. "We are all going to die after gaining the victory," mused the old man. "The plague is going to break out among us."
El agua de los arroyos no se había librado de este contagio. La sed le hizo beber en una laguna, y al levantar la cabeza vió unas piernas verdes que emergían de la superficie líquida, hundiendo sus botas en el barro de la orilla. La cabeza de un alemán estaba en el fondo del charco.
The water of the river must also be contaminated by this contagion; so when his thirst became intolerable he drank, in preference, from a nearby pond. . . . But, alas, on raising his head, he saw some greenish legs on the surface of the shallow water, the boots sunk in the muddy banks. The head of the German was in the depths of the pool.
Llevaba varias horas de marcha, cuando se detuvo, creyendo reconocer una casa en ruinas. Era la taberna donde había almorzado días antes, al dirigirse á su castillo. Penetró entre los muros hollinados, y un enjambre de moscas pegajosas vino á zumbar en torno de su cara. Un hedor de grasa descompuesta por la muerte arañó su olfato. Una pierna que parecía de cartón chamuscado asomaba entre los escombros. Creyó ver otra vez á la vieja con los nietos agarrados á sus faldas. «
Señor, ¿por qué huyen las gentes? La guerra es asunto de soldados. Nosotros no hacemos mal á nadie y nada debemos temer.»
He had been trudging on for several hours when he stopped before a ruined house which he believed that he recognized. Yes, it was the tavern where he had lunched a few days ago on his way to the castle. He forced his way in among the blackened walls where a persistent swarm of flies came buzzing around him. The smell of decomposing flesh attracted his attention; a leg which looked like a piece of charred cardboard was wedged in the ruins. Looking at it bitterly he seemed to hear again the old woman with her grandchildren clinging to her skirts—"Monsieur, why are the people fleeing? War only concerns the soldiers. We countryfolk have done no wrong to anybody, and we ought not to be afraid."
Media hora después, al bajar una cuesta, tuvo el más inesperado de los encuentros. Vió un automóvil de alquiler, un automóvil de París, con su taxímetro en el pescante. El chauffeur se paseaba tranquilamente junto al vehículo, como si estuviese en su punto de parada.
Half an hour later, on descending a hilly path, the traveller had the most unexpected of encounters. He saw there a taxicab, an automobile from Paris. The chauffeur was walking tranquilly around the vehicle as if it were at the cab stand,
No tardó en entablar conversación con este señor que se le aparecía roto y sucio como un vagabundo, con media cara lívida por la huella de un golpe. Había traído á unos parisienses que deseaban ver el campo del combate. Eran de los que escriben en los periódicos; los aguardaba allí para regresar al anochecer.
and he promptly entered into conversation with this gentleman who appeared to him as downcast and dirty as a tramp, with half of his livid face discolored from a blow. He had brought out here in his machine some Parisians who had wanted to see the battlefield; they were reporters; and he was waiting there to take them back at nightfall.
Don Marcelo hundió la diestra en un bolsillo. Doscientos francos si le llevaba á París. El chauffeur protestó con la gravedad de un hombre fiel á sus compromisos... «
Quinientos.» Y mostró un puñado de monedas de oro. El otro por toda respuesta dió una vuelta á la manivela del motor, que empezó á roncar. Todos los días no se daba una batalla en las inmediaciones de París. Sus clientes podían esperarle.
Don Marcelo buried his right hand in his pocket. Two hundred francs if the man would drive him to Paris. The chauffeur declined with the gravity of a man faithful to his obligations. . . . "Five hundred?" . . . and he showed his fist bulging with gold coins. The man′s only response was a twirl of the handle which started the machine to snorting, and away they sped. There was not a battle in the neighborhood of Paris every day in the year! His other clients could just wait.
Y Desnoyers, dentro del vehículo, vió pasar por las portezuelas este campo de horrores en huída vertiginosa, para disolverse á sus espaldas. Rodaba hacia la vida humana... volvía á la civilización.
And settling back into the motor-car, Desnoyers saw the horrors of the battle field flying past at a dizzying speed and disappearing behind him. He was rolling toward human life . . . he was returning to civilization!
Al entrar en París, las calles solitarias le parecieron llenas de gentío. Nunca había encontrado tan hermosa la ciudad. Vió la Opera, vió la plaza de la Concordia, se imaginó estar soñando al apreciar el enorme salto que había dado en una hora. Comparó lo que le rodeaba con las imágenes de poco antes, con aquella llanura de muerte que se extendía á unos cuantos kilómetros de distancia. No, no era posible. Uno de los dos términos de este contraste debía ser forzosamente falso.
As they came into Paris, the nearly empty streets seemed to him to be crowded with people. Never had he seen the city so beautiful. He whirled through the avenue de l′Opera, whizzed past the place de la Concorde, and thought he must be dreaming as he realized the gigantic leap that he had taken within the hour. He compared all that was now around him with the sights on that plain of death but a few miles away. No; no, it was not possible. One of the extremes of this contrast must certainly be false!
Se detuvo el automóvil: había llegado á la avenida Víctor Hugo... Creyó seguir soñando. ¿Realmente estaba en su casa?...
The automobile was beginning to slow down; he must be now in the avenue Victor Hugo. . . . He couldn′t wake up. Was that really his home? . . .
El majestuoso portero le saludó asombrado, no pudiendo explicarse su aspecto de miseria. ¡Ah, señor!... ¿De dónde venía el señor?
The majestic concierge, unable to understand his forlorn appearance, greeted him with amazed consternation. "Ah. Monsieur! . . . Where has Monsieur been?" . . .
—Del infierno—murmuró don Marcelo.
"In hell!" muttered Don Marcelo.
Su extrañeza continuó al verse dentro de su vivienda, recorriendo las habitaciones. Volvía á ser alguien. La vista de sus riquezas, el goce de sus comodidades, le devolvieron la noción de su dignidad. Al mismo tiempo fué resucitando en su memoria el recuerdo de todas las humillaciones y ultrajes que había sufrido. ¡Ah, canallas!...
His wonderment continued when he found himself actually in his own apartment, going through its various rooms. He was somebody once more. The sight of the fruits of his riches and the enjoyment of home comforts restored his self-respect at the same time that the contrast recalled to his mind the recollection of all the humiliations and outrages that he had suffered. . . . Ah, the scoundrels! . . .
Dos días después sonó por la mañana el timbre de su puerta. ¡Una visita!
Two mornings later, the door bell rang. A visitor!
Avanzó hacia él un soldado, un pequeño soldado de infantería de línea, tímido, con el kepis en la diestra, balbuceando excusas en español.
There came toward him a soldier—a little soldier of the infantry, timid, with his kepis in his hand, stuttering excuses in Spanish:
—He sabido que estaba usted aquí... Vengo á...
—"I knew that you were here . . . I come to . . ."
¿Esta voz?... Don Marcelo tiró de él en el obscuro recibimiento, llevándole hacia un balcón... ¡Qué hermoso le veía!... El kepis era de un rojo obscurecido por la mugre; el capote, demasiado ancho, estaba rapado y recosido; los zapatones exhalaban un hedor de cuero. Nunca había contemplado á su hijo tan elegante y apuesto como lo estaba ahora con estos residuos de almacén.
That voice? . . . Dragging him from the dark hallway, Don Marcelo conducted him to the balcony. . . . How handsome he looked! . . . The kepis was red, but darkened with wear; the cloak, too large, was torn and darned; the great shoes had a strong smell of leather. Yet never had his son appeared to him so elegant, so distinguished-looking as now, fitted out in these rough ready-made clothes.
—¡Tú!... ¡tú!...
"You! . . . You! . . ."
El padre le abrazó convulsivamente, gimiendo como un niño, sintiendo que sus pies se negaban á sostenerle.
The father embraced him convulsively, crying like a child, and trembling so that he could no longer stand.
Siempre había esperado que acabarían por entenderse. Tenía su sangre: era bueno, sin otro defecto que cierta testarudez. Le excusaba ahora por todo lo pasado, atribuyéndose á sí mismo gran parte de culpa. Había sido demasiado duro.
He had always hoped that they would finally understand each other. His blood was coursing through the boy′s veins; he was good, with no other defect than a certain obstinacy. He was excusing him now for all the past, blaming himself for a great part of it. He had been too hard.
—¡Tú soldado!—repitió—. ¡Tú defendiendo á mi país, que no es el tuyo!...
"You a soldier!" he kept exclaiming over and over. "You defending my country, when it is not yours!" . . .
Y volvía á besarle, retrocediendo luego unos pasos para apreciar mejor su aspecto. Decididamente, le encontraba más hermoso en su grotesco uniforme que cuando era célebre por sus elegancias de danzarín, amado de las mujeres.
And he kissed him again, receding a few steps so as to get a better look at him. Decidedly he was more fascinating now in his grotesque uniform, than when he was so celebrated for his skill as a dancer and idolized by the women.
Acabó por dominar su emoción. Sus ojos, llenos de lágrimas, brillaron con maligno fulgor. Un gesto de odio crispaba su rostro.
When the delighted father was finally able to control his emotion, his eyes, still filled with tears, glowed with a malignant light. A spasm of hatred furrowed his face.
—Ve—- dijo simplemente—. Tú no sabes lo que es esta guerra; yo vengo de ella, la he visto de cerca. No es una guerra como las otras, con enemigos leales: es una cacería de fieras... Tira sin escrúpulo contra el montón. Por cada uno que tumbes, libras á la humanidad de un peligro.
"Go," he said simply. "You do not know what war is; I have just come from it; I have seen it close by. This is not a war like other wars, with rational enemies; it is a hunt of wild beasts. . . . Shoot without a scruple against them all. . . . Every one that you overcome, rids humanity of a dangerous menace."
Se detuvo unos instantes, como si dudase, y añadió al fin con trágica calma:
He hesitated a few seconds, and then added with tragic calm:
—Tal vez encuentres frente á ti rostros conocidos. La familia no se forma siempre á nuestro gusto. Hombres de tu sangre están al otro lado. Si ves á alguno de ellos... no vaciles, ¡tira! es tu enemigo. ¡Mátalo!... ¡mátalo!
"Perhaps you may encounter familiar faces. Family ties are not always formed to our tastes. Men of your blood are on the other side. If you see any one of them . . . do not hesitate. Shoot! He is your enemy. Kill him! . . . Kill him!"
TERCERA PARTE I
Después del Marne
PART III -III- Chapter I
AFTER THE MARNE
A fines de Octubre, la familia Desnoyers volvió á París. Doña Luisa no podía vivir en Biarritz, lejos de su marido, En vano «
la romántica» le hablaba de los peligros del regreso. El gobierno todavía estaba en Burdeos; el presidente de la República y los ministros sólo hacían rápidas apariciones en la capital. Podía cambiar de un momento á otro el curso de la guerra: lo del Marne sólo representaba un alivio momentáneo... Pero la buena señora se mantuvo insensible á estas sugestiones luego de haber leído las cartas de don Marcelo. Además, pensaba en su hijo, su Julio, que era soldado... Creyó que regresando á París estaría más en contacto con él que en esta playa vecina á la frontera española.
At the end of October, the Desnoyers family returned to Paris. Dona Luisa could no longer live in Biarritz, so far from her husband. In vain la Romantica discoursed on the dangers of a return. The Government was still in Bordeaux, the President of the Republic and the Ministry making only the most hurried apparitions in the Capital. The course of the war might change at a minute; that little affair of the Marne was but a momentary relief. . . . But the good senora, after having read Don Marcelo′s letters, opposed an adamantine will to all contrary suggestions. Besides, she was thinking of her son, her Julio, now a soldier. . . . She believed that, by returning to Paris, she might in some ways be more in touch with him than at this seaside resort near the Spanish frontier.
Chichí también quiso volver. René ocupaba mucho lugar en su pensamiento. La ausencia había servido para que se enterase de que estaba enamorada. ¡Tanto tiempo sin ver al «
soldadito de azúcar»!... Y la familia abandonó su vida de hotel para regresar á la avenida Víctor Hugo.
Chichi also wished to return because Rene was now filling the greater part of her thoughts. Absence had shown her that she was really in love with him. Such a long time without seeing her little sugar soldier! . . . So the family abandoned their hotel life and returned to the avenue Victor Hugo.
París iba modificando su aspecto después de la sacudida de á principios de Septiembre. Los dos millones escasos de habitantes que permanecieron quietos en sus casas, sin dejarse arrastrar por el pánico, habían acogido con grave serenidad la victoria. Ninguno se explicaba con exactitud el curso de la batalla: vinieron á conocerla cuando ya había terminado.
Since the shock of the first September days, Paris had been gradually changing its aspect. The nearly two million inhabitants who had been living quietly in their homes without letting themselves be drawn into the panic, had accepted the victory with grave serenity. None of them could explain the exact course of the battle; they would learn all about it when it was entirely finished.
Un domingo de Septiembre, á la hora en que paseaban los parisienses aprovechando el hermoso atardecer, supieron por los periódicos el gran triunfo de los aliados y el peligro que habían corrido. La gente se alegró, pero sin abandonar su actitud calmosa. Seis semanas de guerra habían cambiado radicalmente el carácter de París, bullanguero é impresionable.
One September Sunday, at the hour when the Parisians are accustomed to take advantage of the lovely twilight, they had learned from the newspapers of the great triumph of the Allies and of the great danger which they had so narrowly escaped. The people were delighted, but did not, however, abandon their calm demeanor. Six weeks of war had radically changed the temperament of turbulent and impressionable Paris.
La victoria fué devolviendo lentamente á la capital su antiguo aspecto. Una calle desierta semanas antes se poblaba de transeuntes. Iban abriéndose las tiendas. Los vecinos, acostumbrados en sus casas á un silencio conventual, volvían á escuchar ruidos de instalación en el techo y debajo de sus pies.
The victory was slowly restoring the Capital to its former aspect. A street that was practically deserted a few weeks before was now filled with transients. The shops were reopening. The neighbors accustomed to the conventional silence of their deserted apartment houses, again heard sounds of returning life in the homes above and below them.
La alegría de don Marcelo al ver llegar á los suyos fué obscurecida por la presencia de doña Elena. Era Alemania que volvía á su encuentro, el enemigo otra vez en su domicilio. ¿Cuándo podría libertarse de esta esclavitud?... Ella callaba en presencia de su cuñado. Los sucesos recientes parecían desorientarla. Su rostro tenía una expresión de extrañeza, como si contemplase en pleno trastorno las leyes físicas más elementales. Le era imposible comprender en sus reflexivos silencios cómo los alemanes no habían conquistado aquel suelo que ella pisaba; y para explicarse este fracaso, admitía las más absurdas suposiciones.
Don Marcelo′s satisfaction in welcoming his family home was considerably clouded by the presence of Dona Elena. She was Germany returning to the encounter, the enemy again established within his tents. Would he never be able to free himself from this bondage? . . . She was silent in her brother-in-law′s presence because recent events had rather bewildered her. Her countenance was stamped with a wondering expression as though she were gazing at the upsetting of the most elemental physical laws. In reflective silence she was puzzling over the Marne enigma, unable to understand how it was that the Germans had not conquered the ground on which she was treading; and in order to explain this failure, she resorted to the most absurd suppositions.
Una preocupación particular aumentaba su tristeza. Sus hijos... ¡qué sería de sus hijos! Don Marcelo no le habló nunca de su entrevista con el capitán von Hartrott. Callaba su viaje á Villeblanche; no quería contar sus aventuras durante la batalla del Marne. ¿Para qué entristecer á los suyos con tales miserias?... Se había limitado á anunciar á doña Luisa, alarmada por la suerte de su castillo, que en muchos años no podrían ir á él, por haber quedado inhabitable. Una caperuza de planchas de cinc sustituía ahora á la antigua techumbre para evitar que las lluvias rematasen la destrucción interna. Más adelante, después de la paz, pensarían en su renovación. Por ahora tenía demasiados habitantes... Y todas las señoras, incluso doña Elena, se estremecían, al imaginarse los miles de cadáveres formando un círculo en torno del edificio, ocultos en el suelo. Esta visión hacía gemir de nuevo á la señora de Hartrott: «
¡Ay, mis hijos!»
One especially engrossing matter was increasing her sadness. Her sons. . . . What would become of her sons! Don Marcelo had never told her of his meeting with Captain von Hartrott. He was maintaining absolute silence about his sojourn at Villeblanche. He had no desire to recount his adventures at the battle of the Marne. What was the use of saddening his loved ones with such miseries? . . . He simply told Dona Luisa, who was alarmed about the possible fate of the castle, that they would not be able to go there for many years to come, because the hostilities had rendered it uninhabitable. A covering of zinc sheeting had been substituted for the ancient roof in order to prevent further injury from wind and rain to the wrecked interior. Later on, after peace had been declared, they would think about its renovation. Just now it had too many inhabitants. And all the ladies, including Dona Elena, shuddered in imagining the thousands of buried bodies forming their ghastly circle around the building. This vision made Frau von Hartrott again groan, "Ay, my sons!"
Su cuñado, por humanidad, la había tranquilizado sobre la suerte de uno de ellos, el capitán Otto. Estaba en perfecta salud al iniciarse la batalla. Lo sabía por un amigo que había conversado con él... Y no quiso decir más.
Finally, for humanity′s sake, her brother-in-law set her mind at rest regarding the fate of one of them, the Captain von Hartrott. He was in perfect health at the beginning of the battle. He knew that this was so from a friend who had conversed with him . . . and he did not wish to talk further about him.
Doña Luisa pasaba una parte del día en las iglesias, adormeciendo sus inquietudes con el rezo. Estas oraciones ya no eran vagas y generosas por la suerte de millones de hombres desconocidos, por la victoria de todo un pueblo. Las concretaba con maternal egoísmo en una sola persona, su hijo, que era soldado como los otros y tal vez en aquellos momentos se veía en peligro. ¡Las lágrimas que le costaba!... Había suplicado que él y su padre se entendiesen, y cuando al fin Dios quería favorecerla con un milagro, Julio se alejaba al encuentro de la muerte.
Dona Luisa was spending a part of each day in the churches, trying to quiet her uneasiness with prayer. These petitions were no longer vague and generous for the fate of millions of unknown men, for the victory of an entire people. With maternal self-centredness they were focussed on one single person—her son, who was a soldier like the others, and perhaps at this very moment was exposed to the greatest danger. The tears that he had cost her! . . . She had implored that he and his father might come to understand each other, and finally just as God was miraculously granting her supplication, Julio had taken himself off to the field of death.
Sus plegarias nunca iban solas. Alguien rezaba junto á ella en la iglesia formulando idénticas peticiones. Los ojos lacrimosos de su hermana se elevaban al mismo tiempo que los suyos hacia el cadáver crucificado. «
¡Señor, salva á mi hijo!...» Doña Luisa, al decir esto, veía á Julio tal como se lo había mostrado su esposo en una fotografía pálida recibida de las trincheras, con kepis y capote, las piernas oprimidas por unas bandas de paño, un fusil en la diestra y el rostro ensombrecido por una barba naciente. «
¡Señor, protégenos!...» Y doña Elena contemplaba á su vez un grupo de oficiales con casco y uniforme verde reseda partido por las manchas de cuero del revólver, los gemelos, el portamapas y el cinturón, del que pendía el sable.
Her entreaties never went alone to the throne of grace. Someone was praying near her, formulating identical requests. The tearful eyes of her sister were raised at the same time as hers to the figure of the crucified Savior. "Lord, save my son!" . . . When uttering these words, Dona Luisa always saw Julio as he looked in a pale photograph which he had sent his father from the trenches—with kepis and military cloak, a gun in his right hand, and his face shadowed by a growing beard. "O Lord have mercy upon us!" . . . and Dona Elena was at the same time contemplating a group of officers with helmets and reseda uniforms reinforced with leather pouches for the revolver, field glasses and maps, with sword-belt of the same material.
Al verlas salir juntas hacia Saint-Honorée d′Eylau, don Marcelo se indignaba algunas veces.
Oftentimes when Don Marcelo saw them setting forth together toward Saint Honore d′Eylau, he would wax very indignant.
—Están jugando con Dios... Esto no es serio. ¿Cómo puede atender unas oraciones tan contrarias?... ¡Ah, las mujeres!
"They are juggling with God. . . . This is most unreasonable! How could He grant such contrary petitions? . . . Ah, these women!"
Y con la superstición que despierta el peligro, creía que su cuñada causaba un grave mal á su hijo. La divinidad, fatigada de tanto rezo contradictorio, iba á volverse de espaldas para no oir á unos ni á otros. ¿Por qué no se marchaba esta mujer fatal?...
And then, with that superstition which danger awakens, he began to fear that his sister-in-law might cause some grave disaster to his son. Divinity, fatigued with so many contradictory prayers was going to turn His back and not listen to any of them. Why did not this fatal woman take herself off? . . .
Lo mismo que al principio de las hostilidades, volvió á sentir el tormento de su presencia. Doña Luisa repetía inconscientemente las afirmaciones de su hermana, sometiéndolas al criterio superior del esposo. Así pudo enterarse don Marcelo de que la victoria del Marne no había existido nunca en la realidad: era una invención de los aliados. Los generales alemanes habían creído prudente retroceder, por sus altas previsiones estratégicas, dejando para más adelante la conquista de París, y los franceses no habían hecho mas que ir detrás de sus pasos, ya que les dejaban el terreno libre. Esto era todo. Ella conocía las opiniones de algunos militares de países neutros; había hablado en Biarritz con personas de gran competencia; sabía lo que decían los periódicos de Alemania. Nadie creía allá en lo del Marne. El público ni siquiera conocía esta batalla.
He felt as exasperated at her presence in his home as he had at the beginning of hostilities. Dona Luisa was still innocently repeating her sister′s statements, submitting them to the superior criticism of her husband. In this way, Don Marcelo had learned that the victory of the Marne had never really happened; it was an invention of the allies. The German generals had deemed it prudent to retire through profound strategic foresight, deferring till a little later the conquest of Paris, and the French had done nothing but follow them over the ground which they had left free. That was all. She knew the opinions of military men of neutral countries; she had been talking in Biarritz with some people of unusual intelligence; she knew what the German papers were saying about it. Nobody over there believed that yarn about the Marne. The people did not even know that there had been such a battle.
—¿Tu hermana dice eso?—interrumpía Desnoyers, pálido por la sorpresa y la cólera.
"Your sister said that?" interrupted Desnoyers, pale with wrath and amazement.
Sólo se le ocurría desear una transformación completa de aquel enemigo albergado bajo su techo. ¡Ay! ¿Por qué no se convertía en hombre? ¿por qué no venía á ocupar su sitio, aunque sólo fuese por media hora, el fantasmón de su esposo?...
But he could do nothing but keep on longing for the bodily transformation of this enemy planted under his roof. Ay, if she could only be changed into a man! If only the evil genius of her husband could but take her place for a brief half hour! . . .
—Pero la guerra sigue—insistía ingenuamente doña Luisa—. Los enemigos aún están en Francia... ¿De qué ha servido lo del Marne?
"But the war still goes on," said Dona Luisa in artless perplexity. "The enemy is still in France. . . . What good did the battle of the Marne do?"
Aceptaba las explicaciones moviendo la cabeza con gesto de inteligencia, comprendiéndolo todo inmediatamente, para olvidarlo en seguida y repetir una hora después las mismas dudas.
She accepted his explanations with intelligent noddings of the head, seeming to take them all in, and an hour afterwards would be repeating the same doubts.
Sin embargo, empezó á mostrar una sorda hostilidad contra su hermana. Había tolerado hasta entonces sus entusiasmos en favor de la patria del marido porque consideraba más importantes los vínculos de familia que las rivalidades de nación. Por el hecho de que Desnoyers fuese francés y Karl alemán, ella no iba á pelear con Elena. Pero de pronto se desvaneció este sentimiento de tolerancia. Su hijo estaba en peligro... ¡Que muriesen todos los Hartrott antes de que Julio recibiese la herida más insignificante!... Participó de los sentimientos belicosos de su hija, reconociendo en ella un gran talento para apreciar los sucesos. Deseaba ver transportadas á la realidad todas las puñaladas fantásticas de Chichí.
She, nevertheless, began to evince a mute hostility toward her sister. Until now, she had been tolerating her enthusiasms in favor of her husband′s country because she always considered family ties of more importance than the rivalries of nations. Just because Desnoyers happened to be a Frenchman and Karl a German, she was not going to quarrel with Elena. But suddenly this forbearance had vanished. Her son was now in danger. . . . Better that all the von Hartrotts should die than that Julio should receive the most insignificant wound! . . . She began to share the bellicose sentiments of her daughter, recognizing in her an exceptional talent for appraising events, and now desiring all of Chichi′s dagger thrusts to be converted into reality.
Afortunadamente, «
la romántica» se fué antes de que se exteriorizase esta antipatía. Pasaba las tardes fuera de la casa. Luego, al regresar, iba repitiendo opiniones y noticias de amigos suyos desconocidos de la familia.
Fortunately La Romantica took herself off before this antipathy crystallized. She was accustomed to pass the afternoons somewhere outside, and on her return would repeat the news gleaned from friends unknown to the rest of the family.
Don Marcelo se indignaba contra los espías que aún vivían ocultos en París. ¿Qué mundo misterioso frecuentaba su cuñada?...
This made Don Marcelo wax very indignant because of the spies still hidden in Paris. What mysterious world was his sister-in-law frequenting? . . .
Repentinamente anunció que se marchaba á la mañana siguiente: tenía un pasaporte para Suiza, y de allí se dirigiría á Alemania. Ya era hora de volver al lado de los suyos; agradecía mucho las bondades de la familia... Y Desnoyers la despidió con irónica agresividad. Saludos á von Hartrott; deseaba cuanto antes hacerle una visita en Berlín.
Suddenly she announced that she was leaving the following morning; she had obtained a passport to Switzerland, and from there she would go to Germany. It was high time for her to be returning to her own; she was most appreciative of the hospitality shown her by the family. . . . And Desnoyers bade her good-bye with aggressive irony. His regards to von Hartrott; he was hoping to pay him a visit in Berlin as soon as possible.
Una mañana, doña Luisa, en vez de entrar en la iglesia de la plaza Víctor Hugo, siguió adelante hasta la rue de la Pompe, halagada por la idea de ver el estudio. Le pareció que con esto iba á ponerse en contacto con su hijo. Era un placer nuevo, más intenso que contemplar su fotografía ó leer su última carta.
One morning Dona Luisa, instead of entering the neighboring church as usual, continued on to the rue de la Pompe, pleased at the thought of seeing the studio once more. It seemed to her that in this way she might put herself more closely in touch with her son. This would be a new pleasure, even greater than poring over his photograph or re-reading his last letter.
Esperaba encontrar á Argensola, el amigo de los buenos consejos. Sabía que continuaba viviendo en el estudio. Dos veces había ido á verla por la escalera de servicio, como en otros tiempos, pero ella estaba ausente.
She was hoping to meet Argensola, the friend of good counsels, for she knew that he was still living in the studio. Twice he had come to see her by the service stairway as in the old days, but she had been out.
Al subir en el ascensor, palpitó su corazón con una celeridad de placer y de angustia. Se le ocurrió á la buena señora, con cierto rubor, que algo semejante debían sentir las «
mujeres locas» cuando faltaban por primera vez á sus deberes.
As she went up in the elevator, her heart was palpitating with pleasure and distress. It occurred to the good lady that the "foolish virgins" must have had feelings like this when for the first time they fell from the heights of virtue.
Sus lágrimas surgieron con toda libertad al verse en, aquella habitación cuyos muebles y cuadros le recordaban al ausente.
The tears came to her eyes when she beheld the room whose furnishings and pictures so vividly recalled the absent.
Argensola corrió desde la puerta al fondo de la pieza, agitado, confuso, saludándola con frases de bienvenida y removiendo al mismo tiempo objetos. Un abrigo de mujer caído en un diván quedó borrado por una tela oriental; un sombrero con flores fué volando de un manotazo á ocultarse en un rincón. Doña Luisa creyó ver en el hueco de un cortinaje una camisa femenil que huía, transparentando rosadas desnudeces. Sobre la estufa, dos tazones y residuos de tostadas denunciaban un desayuno doble. ¡Estos pintores!... ¡Lo mismo que su hijo! Y se enterneció al pensar en la mala vida del consejero de Julio.
Argensola hastened from the door at the end of the room, agitated, confused, and greeting her with expressions of welcome at the same time that he was putting sundry objects out of sight. A woman′s sweater lying on the divan, he covered with a piece of Oriental drapery—a hat trimmed with flowers, he sent flying into a far-away corner. Dona Luisa fancied that she saw a bit of gauzy feminine negligee embroidered in pink, flitting past the window frame. Upon the divan were two big coffee cups and bits of toast evidently left from a double breakfast. These artists! . . . The same as her son! And she was moved to compassion over the bad life of Julio′s counsellor.
"My honored Dona Luisa. . . . My DEAR Madame Desnoyers. . . ."
Hablaba en francés y á gritos, mirando á la puerta por donde había desaparecido el aleteo blanco y rosado. Temblaba al pensar que la compañera oculta incurriese en celosos errores, comprometiéndole con una extemporánea aparición.
He was speaking in French and at the top of his voice, looking frantically at the door through which the white and rosy garments had flitted. He was trembling at the thought that his hidden companion, not understanding the situation, might in a jealous fit, compromise him by a sudden apparition.
Luego hablaron del soldado. Los dos se comunicaban sus noticias. Doña Luisa casi repitió textualmente los párrafos de sus cartas, tantas veces releídas. Argensola se abstuvo modestamente de enseñar los textos de las suyas. Los dos amigos empleaban un estilo epistolar que hubiese ruborizado á la buena señora.
Then he spoke to his unexpected guest about the soldier, exchanging news with her. Dona Luisa repeated almost word for word the paragraphs of his letters so frequently read. Argensola modestly refrained from displaying his; the two friends were accustomed to an epistolary style which would have made the good lady blush.
—Un valiente—afirmó con orgullo, considerando como propios los actos de su compañero—, un verdadero héroe: y yo, Madama Desnoyers, entiendo algo de esto... Sus jefes saben apreciarle...
"A valiant man!" affirmed the Spaniard proudly, looking upon the deeds of his comrade as though they were his own. "A true hero! and I, Madame Desnoyers, know something about what that means. . . . His chiefs know how to appreciate him." . . .
Julio era sargento á los dos meses de estar en campaña. El capitán de su compañía y otros oficiales del regimiento pertenecían al Círculo de esgrima donde él había obtenido tantos triunfos.
Julio was a sergeant after having been only two months in the campaign. The captain of his company and the other officials of the regiment belonged to the fencing club in which he had had so many triumphs.
—¡Qué carrera!—continuó—. Es de los que llegan jóvenes á los grados más altos, como los generales de la Revolución... ¡Y qué de hazañas!
"What a career!" he enthused. "He is one of those who in youth reach the highest ranks, like the Generals of the Revolution. . . . And what wonders he has accomplished!"
El militar sólo había mencionado ligeramente en sus cartas algunos de sus actos, con la indiferencia del que vive acostumbrado al peligro y aprecia en sus camaradas un arrojo igual. Pero el bohemio los exageró, ensalzándolos como si fuesen los hechos más culminantes de la guerra. Había llevado una orden á través de un fuego infernal, después de haber caído muertos tres mensajeros sin poder cumplir el mismo encargo. Había saltado el primero al atacar muchas trincheras y salvado á bayonetazos, en choques cuerpo á cuerpo, á numerosos camaradas. Cuando sus jefes necesitaban un hombre de confianza, decían invariablemente: «
Que llamen al sargento Desnoyers.»
The budding officer had merely referred in the most casual way to some of exploits, with the indifference of one accustomed to danger and expecting the same attitude from his comrades; but his chum exaggerated them, enlarging upon them as though they were the culminating events of the war. He had carried an order across an infernal fire, after three messengers, trying to accomplish the same feat, had fallen dead. He had been the first to attack many trenches and had saved many of his comrades by means of the blows from his bayonet and hand to hand encounters. Whenever his superior officers needed a reliable man, they invariably said, "Let Sergeant Desnoyers be called!"
Lo afirmó como si lo hubiese presenciado, como sí acabase de llegar de la guerra; y doña Luisa temblaba, derramando lágrimas de alegría y de miedo al pensar en las glorias y peligros de su hijo. Aquel Argensola tenía el don de conmoverla, por la vehemencia con que relataba las cosas.
He rattled off all this as though he had witnessed it, as if he had just come from the seat of war, making Dona Luisa tremble and pour forth tears of joy mingled with fear over the glories and dangers of her son. That Argensola certainly possessed the gift of affecting his hearers by the realism with which he told his stories!
Creyó que debía agradecer tanto entusiasmo mostrando algún interés por la persona del panegirista... ¿Qué había hecho él en los últimos tiempos?...
In gratitude for these eulogies, she felt that she ought to show some interest in his affairs. . . . What had he been doing of late?
—Yo, señora, he estado donde debía estar. No me he movido de aquí. He presenciado el «
sitio» de París.
"I, Madame, have been where I ought to be. I have not budged from this spot. I have witnessed the siege of Paris."
En vano su razón protestaba de la inexactitud de esta palabra. Bajo la influencia de sus lecturas sobre la guerra de 1870, llamaba «
sitio» á las operaciones desarrolladas junto á París durante el curso de la batalla del Marne.
In vain, his reason protested against the inexactitude of that word, "siege." Under the influence of his readings about the war of 1870, he had classed as a siege all those events which had developed near Paris during the course of the battle of the Marne.
Modestamente señaló un diploma con marco de oro que figuraba sobre el piano, teniendo como fondo una bandera tricolor. Era un papel que se vendía en las calles: un certificado de permanencia en la capital durante la semana del peligro. Había llenado los blancos con sus nombres y cualidades, y al pie figuraban las firmas de dos habitantes de la rue de la Pompe: un tabernero y un amigo de la portera. El comisario de policía del distrito garantizaba con rúbrica y sello la responsabilidad de estos honorables testigos. Nadie pondría en duda, después de tal precaución, si había presenciado ó no el «
sitio» de París. ¡Tenía amigos tan incrédulos!...
He pointed modestly to a diploma in a gold frame hanging above the piano against a tricolored flag. It was one of the papers sold in the streets, a certificate of residence in the Capital during the week of danger. He had filled in the blanks with his name and description of his person; and at the foot were very conspicuous the signatures of two residents of the rue de la Pompe—a tavern-keeper, and a friend of the concierge. The district Commissary of Police, with stamp and seal, had guaranteed the respectability of these honorable witnesses. Nobody could remain in doubt, after such precautions, as to whether he had or had not witnessed the siege of Paris. He had such incredulous friends! . . .
Para conmover á la buena señora, hizo memoria de sus impresiones. Había visto en pleno día un rebaño de ovejas en el bulevar, junto á la verja de la Magdalena. Sus pasos habían despertado en muchas calles el eco sonoro de las ciudades muertas. El era el único transeunte: en las aceras vagaban perros y gatos abandonados.
In order to bring the scene more dramatically before his amiable listener, he recalled the most striking of his impressions for her special benefit. Once, in broad daylight, he had seen a flock of sheep in the boulevard near the Madeleine. Their tread had resounded through the deserted streets like echoes from the city of the dead. He was the only pedestrian on the sidewalks thronged with cats and dogs.
Sus recuerdos militares le enardecían como soplos de gloria.
His military recollections excited him like tales of glory.
—Yo he visto el paso de los marroquíes... He visto los zuavos en automóvil.
"I have seen the march of the soldiers from Morocco. . . . I have seen the Zouaves in automobiles!"
La misma noche que Julio había salido para Burdeos, él vagó hasta el amanecer, siguiendo una línea de avenidas á través de medio París, desde el león de Belfort á la estación del Este. Veintisiete mil hombres, con todo su material de campaña, procedentes de Marruecos, habían desembarcado en Marsella y llegado á la capital, realizando una parte del viaje en ferrocarril y otra á pie. Acudían para intervenir en la gran batalla que se estaba iniciando. Eran tropas compuestas de europeos y africanos. La vanguardia, al entrar por la puerta de Orleáns, emprendió el paso gimnástico, atravesando así medio París, hasta la estación del Este, donde esperaban los trenes.
The very night that Julio had gone to Bordeaux, he had wandered around till sunrise, traversing half of Paris, from the Lion of Belfort, to the Gare de l′Est. Twenty thousand men, with all their campaign outfit, coming from Morocco, had disembarked at Marseilles and arrived at the Capital, making part of the trip by rail and the rest afoot. They had come to take part in the great battle then beginning. They were troops composed of Europeans and Africans. The vanguard, on entering through the Orleans gate, had swung into rhythmic pace, thus crossing half Paris toward the Gare de l′Est where the trains were waiting for them.
El vecindario vió escuadrones de spahis, de teatrales uniformes, montados en sus caballitos nerviosos y ligeros; tiradores marroquíes con turbantes amarillos; tiradores senegaleses de cara negra y gorro rojo; artilleros coloniales; cazadores de África. Eran combatientes de profesión, soldados que en tiempos de paz vivían peleando en las colonias, perfiles enérgicos, rostros bronceados, ojos de presa. El largo desfile se inmovilizaba en las calles durante horas enteras para dar tiempo á que se acomodasen en los trenes las fuerzas que iban delante... Y Argensola había seguido esta masa armada é inmóvil desde los bulevares á la puerta de Orleáns, hablando con los oficiales, escuchando los gritos ingenuos de los guerreros africanos, que nunca habían visto París y lo atravesaban sin curiosidad, preguntando dónde estaba el enemigo.
The people of Paris had seen squadrons from Tunis with theatrical uniforms, mounted on horses, nervous and fleet, Moors with yellow turbans, Senegalese with black faces and scarlet caps, colonial artillerymen, and light infantry from Africa. These were professional warriors, soldiers who in times of peace, led a life of continual fighting in the colonies—men with energetic profiles, bronzed faces and the eyes of beasts of prey. They had remained motionlesss in the streets for hours at a time, until room could be found for them in the military trains. . . . And Argensola had followed this armed, impassive mass of humanity from the boulevards, talking with the officials, and listening to the primitive cries of the African warriors who had never seen Paris, and who passed through it without curiosity, asking where the enemy was.
—Llegaron á tiempo para atacar á von Kluck en las orillas del Oureq, obligándole á retroceder, so pena de verse envuelto.
They had arrived in time to attack von Kluck on the banks of the Ourq, obliging him to fall back or be completely overwhelmed.
Lo que no contaba Argensola era que su excursión nocturna á lo largo de este cuerpo de ejército la había hecho acompañado de la amable persona que estaba dentro y dos amigas más, grupo entusiasta y generoso que repartía flores y besos á los soldados bronceados, riendo del asombro con que les mostraban sus blancos dientes.
A fact which Argensola did not relate to his sympathetic guest was that his nocturnal excursion the entire length of this division of the army had been accompanied by the amiable damsel within, and two other friends—an enthusiastic and generous coterie, distributing flowers and kisses to the swarthy soldiers, and laughing at their consternation and gleaming white teeth.
Otro día, había visto el más extraordinario de los espectáculos de la guerra. Todos los automóviles de alquiler, unos dos mil vehículos, cargando batallones de zuavos, á ocho hombres por carruaje, y saliendo á toda velocidad, erizados de fusiles y gorros rojos. Formaban en los bulevares un cortejo pintoresco: una especie de boda interminable. Y los soldados descendían de los automóviles en el mismo margen de la batalla, haciendo fuego así que saltaban del estribo. Todos los hombres que sabían manejar el fusil los había lanzado Gallieni contra la extrema derecha del enemigo en el momento supremo, cuando la victoria era aún incierta y el peso más insignificante podía decidirla. Escribientes de las oficinas militares, ordenanzas, individuos de la policía, gendarmes, todos habían marchado para dar el último empujón, formando una masa de heterogéneos colores.
Another day he had seen the most extraordinary of all the spectacles of the war. All the taxicabs, some two thousand vehicles, conveying battalions of Zouaves, eight men to a motor car, had gone rolling past him at full speed, bristling with guns and red caps. They had presented a most picturesque train in the boulevards, like a kind of interminable wedding procession. And these soldiers got out of the automobiles on the very edge of the battle field, opening fire the instant that they leaped from the steps. Gallieni had launched all the men who knew how to handle a gun against the extreme right of the adversary at the supreme moment when the most insignificant weight might tip the scales in favor of the victory which was hanging in the balance. The clerks and secretaries of the military offices, the orderlies of the government and the civil police, all had marched to give that final push, forming a mass of heterogenous colors.
Y el domingo por la tarde, cuando con sus tres compañeras de «
sitio» tomaba el sol en el Bosque de Bolonia entre millares de parisienses, se enteró por los extraordinarios de los periódicos que el combate que se había desarrollado junto á la ciudad y se iba alejando era una gran batalla, una victoria.
And one Sunday afternoon when, with his three companions of the "siege" he was strolling with thousands of other Parisians through the Bois de Boulogne, he had learned from the extras that the combat which had developed so near to the city was turning into a great battle, a victory.
—He visto mucho, Madama Desnoyers... Puedo contar grandes cosas.
"I have seen much, Madame Desnoyers. . . . I can relate great events."
Y ella aprobaba: sí que había visto Argensola... Al marcharse le ofreció su apoyo. Era el amigo de su hijo y estaba acostumbrada á sus peticiones. Los tiempos habían cambiado; don Marcelo era ahora de una generosidad sin límites... Pero el bohemio la interrumpió con un gesto señorial: vivía en la abundancia. Julio lo había nombrado su administrador. El giro de América había sido reconocido por el Banco como una cantidad en depósito, y podían disponer de un tanto por ciento, con arreglo á los decretos sobre la moratoria. Su amigo le enviaba un cheque siempre que necesitaba dinero para el sostenimiento de la casa. Nunca se había visto en una situación tan desahogada. La guerra tiene igualmente sus cosas buenas... Pero con el deseo de que no se perdiesen las buenas costumbres, anunció que subiría una vez más por la escalera de servicio para llevarse un cesto de botellas...
And she agreed with him. Of course Argensola had seen much! . . . And on taking her departure, she offered him all the assistance in her power. He was the friend of her son, and she was used to his petitions. Times had changed; Don Marcelo′s generosity now knew no bounds . . . but the Bohemian interrupted her with a lordly gesture; he was living in luxury. Julio had made him his trustee. The draft from America had been honored by the bank as a deposit, and he had the use of the interest in accordance with the regulations of the moratorium. His friend was sending him regularly whatever money was needed for household expenses. Never had he been in such prosperous condition. War had its good side, too . . . but not wishing to break away from old customs, he announced that once more he would mount the service stairs in order to bear away a basket of bottles.
Doña Luisa, después de la marcha de su hermana, iba sola á las iglesias, hasta que de pronto se vió con una compañera inesperada.
After her sister′s departure, Dona Luisa went alone to the churches until Chichi in an outburst of devotional ardor, suddenly surprised her with the announcement:
—Mamá, voy con usted...
"Mama, I am going with you!"
Era Chichí, que parecía sentir una devoción ardiente.
…
Ya no animaba la casa con su alegría ruidosa y varonil; ya no amenazaba á los enemigos con puñaladas imaginarias. Estaba pálida, triste, con los ojos aureolados de azul. Inclinaba la cabeza como si gravitase al otro lado de su frente un bloque de pensamientos graves, completamente nuevos.
The new devotee was no longer agitating the household by her rollicking, boyish joy; she was no longer threatening the enemy with imaginary dagger thrusts. She was pale, and with dark circles under her eyes. Her head was drooping as though weighed down with a set of serious, entirely new thoughts on the other side of her forehead.
Doña Luisa la observaba en la iglesia con celoso despecho. Tenía los ojos húmedos, lo mismo que ella; oraba con fervor, lo mismo que ella... pero no era seguramente por su hermano. Julio había pasado á segundo término en sus recuerdos. Otro hombre en peligro llenaba su pensamiento.
Dona Luisa observed her in the church with an almost indignant jealousy. Her headstrong child′s eyes were moist, and she was praying as fervently as the mother . . . but it was surely not for her brother. Julio had passed to second place in her remembrance. Another man was now completely filling her thoughts.
El último de los Lacour ya no era simple soldado ni estaba en París.
The last of the Lacours was no longer a simple soldier, nor was he now in Paris.
Al llegar de Biarritz, Chichí había escuchado con ansiedad las hazañas de su «
soldadito de azúcar». Quiso conocer, palpitante de emoción, todos los peligros á que se había visto sometido, y el joven guerrero del «
servicio auxiliar» le habló de sus inquietudes en la oficina durante los días interminables en que peleaban las tropas cerca de París, oyéndose desde las afueras el tronar de la artillería. Su padre había querido llevarlo á Burdeos, pero el desorden administrativo de última hora la mantuvo en la capital.
Upon her return from Biarritz, Chichi had listened anxiously to the reports from her little sugar soldier. Throbbing with eagerness, she wanted to know all about the dangers which he had been experiencing; and the young warrior "in the auxiliary service" told her of his restlessness in the office during the interminable days in which the troops were battling around Paris, hearing afar off the boom of the artillery. His father had wished to take him with him to Bordeaux, but the administrative confusion of the last hour had kept him in the capital.
Algo más había hecho. El día del gran esfuerzo, cuando el gobernador de la plaza lanzó en automóviles á todos los hombres válidos, había tomado un fusil, sin que nadie le llamase, ocupando un vehículo con otros de su oficina. No había visto mas que humo, casas incendiadas, muertos y heridos. Ni un solo alemán pasó ante sus ojos, exceptuando á un grupo de hulanos prisioneros. Había estado varias horas tendido al borde de un camino disparando... Y nada más.
He had done something more. On the day of the great crisis, when the acting governor had sent out all the available men in automobiles, he had, unasked, seized a gun and occupied a motor with others from his office. He had not seen anything more than smoke, burning houses, and wounded men. Not a single German had passed before his eyes, excepting a band of Uhlan prisoners, but for some hours he had been shooting on the edge of the road . . . and nothing more.
Por el momento, resultaba bastante para Chichí. Se sintió orgullosa de ser la novia de un héroe del Marne, aunque su intervención sólo hubiese sido de unas horas. Pero al transcurrir los días, su carácter se fué ensombreciendo.
For a while, that was enough for Chichi. She felt very proud to be the betrothed of a hero of the Marne, even though his intervention had lasted but a few hours. In a few days, however, her enthusiasm became rather clouded.
Le molestaba salir á la calle con René, simple soldado, y además del servicio auxiliar... Las mujeres del pueblo, excitadas por el recuerdo de sus hombres que peleaban en el frente ó vestidas de luto por la muerte de alguno de ellos, eran de una insolencia agresiva. La delicadeza y la elegancia del príncipe republicano parecían irritarlas. Repetidas veces oyó ella al pasar palabras gruesas contra los «
emboscados».
It was becoming annoying to stroll through the streets with Rene, a simple soldier and in the auxiliary service, besides. . . . The women of the town, excited by the recollection of their men fighting at the front, or clad in mourning because of the death of some loved one, would look at them with aggressive insolence. The refinement and elegance of the Republican Prince seemed to irritate them. Several times, she overheard uncomplimentary words hurled against the "embusques."
La idea de que su hermano, que no era francés, estaba batiéndose, le hacía aún más intolerable la situación de Lacour. Tenía por novio á un «
emboscado». ¡Cómo reirían sus amigas!...
The fact that her brother who was not French was in the thick of the fighting, made the Lacour situation still more intolerable. She had an "embusque" for a lover. How her friends would laugh at her! . . .
El hijo del senador adivinó sin duda los pensamientos de ella, y esto le hizo perder su tranquilidad sonriente. Durante tres días no se presentó en casa de Desnoyers. Todos creyeron que estaba retenido por un trabajo oficinesco.
The senator′s son soon read her thoughts and began to lose some of his smiling serenity. For three days he did not present himself at the Desnoyers′ home, and they all supposed that he was detained by work at the office.
Una mañana, al dirigirse Chichí á la avenida del Bosque escoltada por una de sus doncellas cobrizas, vió á un militar que marchaba hacia ella.
One morning as Chichi was going toward the Bois de Boulogne, escorted by one of the nut-brown maids, she noticed a soldier coming toward her.
Vestía un uniforme flamante, del nuevo color azul grisáceo, color de «
horizonte», adoptado por el ejército francés. El barboquejo del kepis era dorado y en las mangas llevaba un pequeño retazo de oro. Su sonrisa, sus manos tendidas, la seguridad con que avanzaba hacia ella, le hicieron reconocerle. ¡René oficial!... ¡Su novio subteniente!
He was wearing a bright uniform of the new gray-blue, the "horizon blue" just adopted by the French army. The chin strap of his kepi was gilt, and on his sleeve there was a little strip of gold. His smile, his outstretched hands, the confidence with which he advanced toward her made her recognize him. Rene an officer! Her betrothed a sub-lieutenant!
—Sí; ya no puedo más... Ya he oído bastante.
"Yes, of course! I could do nothing else. . . . I had heard enough!"
A espaldas del padre y valiéndose de sus amistades había realizado en pocos días esta transformación. Como alumno de la Escuela Central, podía ser subteniente en la artillería de reserva, y había solicitado que le enviasen al frente. ¡Terminado el servicio auxiliar!... Antes de dos días iba á salir para la guerra.
Without his father′s knowledge, and assisted by his friends, he had in a few days, wrought this wonderful transformation. As a graduate of the Ecole Centrale, he held the rank of a sub-lieutenant of the Reserve Artillery, and he had requested to be sent to the front. Good-bye to the auxiliary service! . . . Within two days, he was going to start for the war.
—¡Tú has hecho eso!—exclamó Chichí—. ¡Tú has hecho eso!...
"You have done this!" exclaimed Chichi. "You have done this!"
Le miraba, pálida, con los ojos enormemente agrandados, unos ojos que parecían devorarle con su admiración.
Although very pale, she gazed fondly at him with her great eyes—eyes that seemed to devour him with admiration.
—Ven, pobrecito mío... Ven aquí, soldadito dulce... Te debo algo.
"Come here, my poor boy. . . . Come here, my sweet little soldier! . . . I owe you something."
Y volviendo su espalda á la doncella, le invitó á doblar una esquina inmediata. Era lo mismo: la calle transversal estaba tan frecuentada como la avenida. ¡Pero el cuidado que le daban á ella los curiosos!... Con vehemencia, le echó los brazos al cuello, ciega é insensible para todo lo que no fuese él.
And turning her back on the maid, she asked him to come with her round the corner. It was just the same there. The cross street was just as thronged as the avenue. But what did she care for the stare of the curious! Rapturously she flung her arms around his neck, blind and insensible to everything and everybody but him.
—Toma... toma.
"There. . . . There!"
Plantó en su cara dos besos violentos, sonoros, agresivos.
And she planted on his face two vehement, sonorous, aggressive kisses.
Después, vacilando sobre sus piernas, súbitamente desfallecida, se llevó el pañuelo á los ojos y rompió á llorar desesperadamente.
Then, trembling and shuddering, she suddenly weakened, and fumbling for her handkerchief, broke down in desperate weeping.
II
En el estudio
-III- Chapter II
IN THE STUDIO
Al abrir una tarde la puerta, Argensola quedó inmóvil, como si la sorpresa hubiese clavado sus pies en el suelo.
Upon opening the studio door one afternoon, Argensola stood motionless with surprise, as though rooted to the ground.
Un viejo le saludaba con amable sonrisa.
An old gentleman was greeting him with an amiable smile.
—Soy el padre de Julio.
"I am the father of Julio."
Y pasó adelante, con la seguridad de un hombre que conoce perfectamente el lugar donde se encuentra.
And he walked into the apartment with the confidence of a man entirely familiar with his surroundings.
Por fortuna, el pintor estaba solo, y no necesitó correr de un lado á otro disimulando los vestigios de una grata compañía.
By good luck, the artist was alone, and was not obliged to tear frantically from one end of the room to the other, hiding the traces of convivial company;
Tardó algún tiempo en reponerse de su emoción. Había oído hablar tanto de don Marcelo y su mal carácter, que le causó una gran inquietud verle aparecer inesperadamente en el estudio... ¿Qué deseaba el temible señor?
but he was a little slow in regaining his self-control. He had heard so much about Don Marcelo and his bad temper, that he was very uncomfortable at this unexpected appearance in the studio. . . . What could the fearful man want?
Su tranquilidad fué renaciendo al examinarle con disimulo. Se había aviejado mucho desde el principio de la guerra. Ya no conservaba aquel gesto de tenacidad y mal humor que parecía repeler á las gentes. Sus ojos brillaban con una alegría pueril; le temblaban ligeramente las manos; su espalda se encorvaba. Argensola, que había huído siempre al encontrarle en la calle y experimentado grandes miedos al subir la escalera de servicio de su casa, sintió ahora una repentina confianza. Le sonreía como á un camarada; daba excusas para justificar su visita.
His tranquillity was restored after a furtive, appraising glance. His friend′s father had aged greatly since the beginning of the war. He no longer had that air of tenacity and ill-humor that had made him unapproachable. His eyes were sparkling with childish glee; his hands were trembling slightly, and his back was bent. Argensola, who had always dodged him in the street and had thrilled with fear when sneaking up the stairway in the avenue home, now felt a sudden confidence. The transformed old man was beaming on him like a comrade, and making excuses to justify his visit.
Había querido ver la casa de su hijo. ¡Pobre viejo!... Le arrastraba la misma atracción del enamorado que, para alegrar su soledad, recorre los lugares que frecuentó la persona amada. No le bastaban las cartas de Julio: necesitaba ver su antigua vivienda, rozarse con todos los objetos que le habían rodeado, respirar el mismo aire, hablar con aquel joven que era su íntimo compañero.
He had wished to see his son′s home. Poor old man! He was drawn thither by the same attraction which leads the lover to lessen his solitude by haunting the places that his beloved has frequented. The letters from Julio were not enough; he needed to see his old abode, to be on familiar terms with the objects which had surrounded him, to breathe the same air, to chat with the young man who was his boon companion.
Fijaba en el pintor unos ojos paternales... «
Un mozo interesante el tal Argensola.» Y al pensar esto, no se acordó de las veces que le había llamado «
sinvergÜenza» sin conocerle, sólo porque acompañaba á su hijo en una vida de reprobación.
His fatherly glance now included Argensola. . . . "A very interesting fellow, that Argensola!" And as he thought this, he forgot completely that, without knowing him, he had been accustomed to refer to him as "shameless," just because he was sharing his son′s prodigal life.
La mirada de Desnoyers se paseó con deleite por el estudio. Conocía los tapices, los muebles, todos los adornos procedentes del antiguo dueño. El hacía memoria con facilidad de las cosas que había comprado en su vida, á pesar de ser tantas. Sus ojos buscaban ahora lo personal, lo que podía evocar la imagen del ausente. Y se fijaron en los cuadros apenas bosquejados, en los estudios sin terminar que llenaban los rincones.
Desnoyers′ glance roamed delightedly around the studio. He knew well these tapestries and furnishings, all the decorations of the former owner. He easily remembered everything that he had ever bought, in spite of the fact that they were so many. His eyes then sought the personal effects, everything that would call the absent occupant to mind; and he pored over the miserably executed paintings, the unfinished dabs which filled all the corners.
¿Todo era de Julio?... Muchos de los lienzos pertenecían á Argensola; pero éste, influenciado por la emoción del viejo, mostró una amplia generosidad. Sí, todo de Julio... Y el padre fué de pintura en pintura, deteniéndose con gesto admirativo ante los bocetos más informes, como si presintiese en su confusión las desordenadas visiones del genio.
Were they all Julio′s? . . . Many of the canvases belonged to Argensola, but affected by the old man′s emotion, the artist displayed a marvellous generosity. Yes, everything was Julio′s handiwork . . . and the father went from canvas to canvas, halting admiringly before the vaguest daubs as though he could almost detect signs of genius in their nebulous confusion.
—Tiene talento, ¿verdad?—preguntó, implorando una palabra favorable—. Siempre le he creído inteligente... Algo diablo, pero el carácter cambia con los años... Ahora es otro hombre.
"You think he has talent, really?" he asked in a tone that implored a favorable reply. "I always thought him very intelligent . . . a little of the diable, perhaps, but character changes with years. . . . Now he is an altogether different man."
Y casi lloró al oir cómo el español, con toda la vehemencia de su verbosidad pronta al entusiasmo, ensalzaba al ausente, describiéndole como un gran artista que asombraría al mundo cuando le llegase su hora.
And he almost wept at hearing the Spaniard, with his ready, enthusiastic speech, lauding the departed "diable," graphically setting forth the way in which his great genius was going to take the world when his turn should come.
El pintor de almas se sintió al final tan conmovido como el padre. Admiraba á este viejo con cierto remordimiento. No quería acordarse de lo que había dicho contra él en otra época. ¡Qué injusticia!...
The painter of souls finally worked himself up into feeling as much affected as the father, and began to admire this old Frenchman with a certain remorse, not wishing to remember how he had ranted against him not so very long ago. What injustice! . . .
Don Marcelo agarraba sus manos como las de un compañero. Los amigos de su hijo eran sus amigos. El no ignoraba cómo vivían los jóvenes. Si alguna vez tenía un apuro, si necesitaba una pensión para seguir pintando, allí estaba él, deseoso de atenderle. Por lo pronto, le esperaba á comer en su casa aquella misma noche, y si quería ir todas las noches, mucho mejor. Comería en familia, modestamente; la guerra había cambiado las costumbres; pero se vería en la intimidad de un hogar, lo mismo que si estuviese en la casa de sus padres. Hasta habló de España, para hacerse más grato al pintor. Sólo había estado allá una vez, por breve tiempo; pero después de la guerra pensaba recorrerla toda. Su suegro era español, su mujer tenía sangre española, en su casa empleaban el castellano como idioma de la intimidad. ¡Ah, España, país de noble pasado y caracteres altivos!...
Don Marcelo clasped his hand like an old comrade. All of his son′s friends were his friends. He knew the life that young men lived. . . . If at any time, he should be in any difficulties, if he needed an allowance so as to keep on with his painting—there he was, anxious to help him! He then and there invited him to dine at his home that very night, and if he would care to come every evening, so much the better. He would eat a family dinner, entirely informal. War had brought about a great many changes, but he would always be as welcome to the intimacy of the hearth as though he were in his father′s home. Then he spoke of Spain, in order to place himself on a more congenial footing with the artist. He had never been there but once, and then only for a short time; but after the war, he was going to know it better. His father-in-law was a Spaniard, his wife had Spanish blood, and in his home the language of the family was always Castilian. Ah, Spain, the country with a noble past and illustrious men! . . .
Argensola sospechó que, de pertenecer él á otra nación, el viejo la habría alabado igualmente. Este afecto no era más que un reflejo del amor al hijo ausente, pero él lo agradecía. Y casi abrazó á don Marcelo al decirle ¡adiós!
Argensola had a strong suspicion that if he had been a native of any other land, the old gentleman would have praised it in the same way. All this affection was but a reflex of his love for his absent son, but it so pleased the impressionable fellow that he almost embraced Don Marcelo when he took his departure.
Después de esta tarde fueron muy frecuentes sus visitas al estudio. El pintor tuvo que recomendar á las amigas un buen paseo después del almuerzo, absteniéndose de aparecer en la rue de la Pompe antes que cerrase la noche. Pero á veces don Marcelo se presentaba inesperadamente por la mañana, y él tenía que correr de un lado á otro, tapando aquí, quitando más allá, para que el taller conservase un aspecto de virtud laboriosa.
After that, his visits to the studio were very frequent. The artist was obliged to recommend his friends to take a good long walk after lunch, abstaining from reappearing in the rue de la Pompe until nightfall. Sometimes, however, Don Marcelo would unexpectedly present himself in the morning, and then the soulful impressionist would have to scurry from place to place, hiding here, concealing there, in order that his workroom should preserve its appearance of virtuous labor.
—Juventud... ¡juventud!—murmuraba el viejo con una sonrisa de tolerancia.
"Youth . . . youth!" the visitor would murmur with a smile of tolerance.
Y tenía que hacer un esfuerzo, recordar la dignidad de sus años, para no pedir á Argensola que le presentase á las fugitivas, cuya presencia adivinaba en las habitaciones interiores. Habían sido tal vez amigas de su hijo, representaban una parte de su pasado, y esto le bastaba para suponer en ellas grandes cualidades que las hacían interesantes.
And he actually had to make an effort to recall the dignity of his years, in order not to ask Argensola to present him to the fair fugitives whose presence he suspected in the interior rooms. Perhaps they had been his boy′s friends, too. They represented a part of his past, anyway, and that was enough to make him presume that they had great charms which made them interesting.
Estas sorpresas, con sus correspondientes inquietudes, acabaron por conseguir que el pintor se lamentase un poco de su nueva amistad. Le molestaba además la invitación á comer que continuamente formulaba el viejo. Encontraba muy buena, pero demasiado aburrida, la mesa de los Desnoyers. El padre y la madre sólo hablaban del ausente. Chichí apenas prestaba atención al amigo de su hermano. Tenía el pensamiento fijo en la guerra; le preocupaba el funcionamiento del correo, formulando protestas contra el gobierno cuando transcurrían varios días sin recibir carta del subteniente Lacour.
These surprises, with their upsetting consequences, finally made the painter rather regret this new friendship; and the invitations to dinner which he was constantly receiving bored him, too. He found the Desnoyers table most excellent, but too tedious—for the father and mother could talk of nothing but their absent son. Chichi scarcely looked at her brother′s friend. Her attention was entirely concentrated on the war. The irregularity in the mails was exasperating her so that she began composing protests to the government whenever a few days passed by without bringing any letter from sub-Lieutenant Lacour.
Argensola se excusó con diversos pretextos de seguir comiendo en la avenida Víctor Hugo. Le placía más ir á los restoranes baratos con su séquito femenino. El viejo aceptaba las negativas con un gesto de enamorado que se resigna.
Argensola excused himself on various pretexts from continuing to dine in the avenue Victor Hugo. It pleased him far more to haunt the cheap restaurants with his female flock. His host accepted his negatives with good-natured resignation.
—¿Tampoco hoy?...
"Not to-day, either?"
Y para compensarse de tales ausencias, iba al día siguiente al estudio con gran anticipación.
And in order to compensate for his guest′s non-appearance, he would present himself at the studio earlier than ever on the day following.
Representaba para él un placer exquisito dejar que se deslizase el tiempo sentado en un diván que aún parecía guardar la huella del cuerpo de Julio, viendo aquellos lienzos cubiertos de colores por su pincel, acariciado por el calor de una estufa que roncaba dulcemente en un silencio profundo, conventual. Era un refugio agradable, lleno de recuerdos, en medio del París monótono y entristecido de la guerra, en el que no encontraba amigos, pues todos necesitaban pensar en las propias preocupaciones.
It was an exquisite pleasure for the doting father to let the time slip by seated on the divan which still seemed to guard the very hollow made by Julio′s body, gazing at the canvases covered with color by his brush, toasting his toes by the beat of a stove which roared so cosily in the profound, conventual silence. It certainly was an agreeable refuge, full of memories in the midst of monotonous Paris so saddened by the war that he could not meet a friend who was not preoccupied with his own troubles.
Los placeres de su pasado habían perdido todo encanto. El Hotel Drouot ya no le tentaba. Se estaban subastando en aquellos momentos los bienes de los alemanes residentes en Francia, embargados por el gobierno. Era como una respuesta al viaje forzoso que habían hecho los muebles del castillo de Villeblanche tomando el camino de Berlín. En vano le hablaban los corredores del escaso público que asistía á las subastas. No sentía la atracción de estas ocasiones extraordinarias. ¿Para qué hacer más compras?... ¿De qué servía tanto objeto inútil? Al pensar en la existencia dura que llevaban millones de hombres á campo raso, le asaltaban deseos de una vida ascética. Había empezado á odiar los esplendores ostentosos de su casa de la avenida Víctor Hugo. Recordaba sin pena la destrucción del castillo. Sentía, una pereza irresistible cuando sus aficiones pretendían empujarle, como en otros tiempos, á las compras incesantes. No; mejor estaba allí... Y allí, era siempre el estudio de Julio.
His former purchasing dissipations had now lost all charm for him. The Hotel Drouot no longer tempted him. At that time, the goods of German residents, seized by the government, were being auctioned off;—a felicitous retaliation for the enforced journey which the fittings of the castle of Villeblanche had taken on the road to Berlin; but the agents told him in vain of the few competitors which he would now meet. He no longer felt attracted by these extraordinary bargains. Why buy anything more? . . . Of what use was such useless stuff? Whenever he thought of the hard life of millions of men in the open field, he felt a longing to lead an ascetic life. He was beginning to hate the ostentatious splendors of his home on the avenue Victor Hugo. He now recalled without a regretful pang, the destruction of the castle. No, he was far better off there . . . and "there" was always the studio of Julio.
Argensola trabajaba en presencia de don Marcelo. Sabía que el viejo abominaba de las gentes inactivas, y había emprendido varias obras, sintiendo el contagio de esta voluntad inclinada á la acción. Desnoyers seguía con interés los trazos del pincel y aceptaba todas las explicaciones del retratista de almas. El era partidario de los antiguos; en sus compras, sólo había adquirido obras de pintores muertos; pero le bastaba saber que Julio pensaba como su amigo, para admitir humildemente todas las teorías de éste.
Argensola began to form the habit of working in the presence of Don Marcelo. He knew that the resolute soul abominated inactive people, so, under the contagious influence of dominant will-power, he began several new pieces. Desnoyers would follow with interest the motions of his brush and accept all the explanations of the soulful delineator. For himself, he always preferred the old masters, and in his bargains had acquired the work of many a dead artist; but the fact that Julio had thought as his partner did was now enough for the devotee of the antique and made him admit humbly all the Spaniard′s superior theories.
La laboriosidad del artista era otra. A los pocos minutos prefería hablar con el viejo, sentándose en el mismo diván.
The artist′s laborious zeal was always of short duration. After a few moments, he always found that he preferred to rest on the divan and converse with his guest.
El primer motivo de conversación era el ausente. Repetían fragmentos de las cartas que llevaban recibidas; hablaban del pasado con discretas alusiones. El pintor describía la vida de Julio antes de la guerra como una existencia dedicada por completo á las preocupaciones del arte. El padre no ignoraba la inexactitud de tales palabras, pero agradecía la mentira como una gran muestra de amistad. Argensola era un compañero bueno y discreto; jamás, en sus mayores desenfados verbales, había hecho alusión á Madama Laurier.
The first subject, of course, was the absentee. They would repeat fragments of the letters they had received, and would speak of the past with the most discreet allusions. The painter described Julio′s life before the war as an existence dedicated completely to art. The father ignored the inexactitude of such words, and gratefully accepted the lie as a proof of friendship. Argensola was such a clever comrade, never, in his loftiest verbal flights, making the slightest reference to Madame Laurier.
En aquellos días preocupaba al viejo el recuerdo de ésta. La había encontrado en la calle dando el brazo á su esposo, que ya estaba restablecido de sus heridas. El ilustre Lacour contaba satisfecho la reconciliación del matrimonio. El ingeniero sólo había perdido un ojo. Ahora estaba al frente de su fábrica, requisada por el gobierno para la fabricación de obuses. Era capitán y ostentaba dos condecoraciones. No sabía ciertamente el senador cómo se había realizado la inesperada reconciliación. Les había visto llegar un día á su casa juntos, mirándose con ternura, olvidados completamente del pasado.
The old gentleman was often thinking about her nowadays, for he had seen her in the street giving her arm to her husband, now recovered from his wounds. The illustrious Lacour had informed him with great satisfaction of their reconciliation. The engineer had lost but one eye. Now he was again at the head of his factory requisitioned by the government for the manufacture of shells. He was a Captain, and was wearing two decorations of honor. The senator did not know exactly how this unexpected agreement had come about. He had one day seen them coming home together, looking affectionately at each other, in complete oblivion of the past.
—¿Quién se acuerda de las cosas de antes de la guerra?—había dicho el personaje—. Ellos y sus amigos han olvidado completamente lo del divorcio. Vivimos todos una nueva existencia... Yo creo que los dos son ahora más felices que antes.
"Who remembers things that happened before the war," said the politic sage. "They and their friends have completely forgotten all about their divorce. Nowadays we are all living a new existence. . . . I believe that the two are happier than ever before."
Esta felicidad la había presentido Desnoyers al verles. Y el hombre de rígida moral, que anatematizaba el año anterior la conducta de su hijo con Laurier, teniéndola por la más nociva de las calaveradas, sintió cierto despecho al contemplar á Margarita pegada á su marido, hablándole con amoroso interés. Le pareció una ingratitud esta felicidad matrimonial. ¡Una mujer que había influido tanto en la vida de Julio!... ¿Así pueden olvidarse los amores?...
Desnoyers had had a presentiment of this happiness when he saw them together. And the man of inflexible morality who was, the year before, anathematizing his son′s behavior toward Laurier, considering it the most unpardonable of his adventures, now felt a certain indignation in seeing Marguerite devoted to her husband, and talking to him with such affectionate interest. This matrimonial felicity seemed to him like the basest ingratitude. A woman who had had such an influence over the life of Julio! . . . Could she thus easily forget her love? . . .
Los dos habían pasado como si no le conociesen. Tal vez el capitán Laurier no veía con claridad; pero ella le había mirado con sus ojos cándidos, volviendo la vista precipitadamente para evitar su saludo... El viejo se entristeció ante tal indiferencia, no por él, sino por el otro. ¡Pobre Julio!... El inflexible señor, en plena inmoralidad mental, lamentaba este olvido como algo monstruoso.
The two had passed on as though they did not recognize him. Perhaps Captain Laurier did not see very clearly, but she had looked at him frankly and then hastily averted her eyes so as to evade his greeting. . . . The old man felt sad over such indifference, not on his own account, but on his son′s. Poor Julio! . . . The unbending parent, in complete mental immorality, found himself lamenting this indifference as something monstrous.
La guerra era otro objeto de conversación durante las tardes pasadas en el estudio. Argensola ya no llevaba los bolsillos repletos de impresos, como al principio de las hostilidades. Una calma resignada y serena había sucedido á la excitación del primer momento, cuando las gentes esperaban intervenciones extraordinarias y maravillosas. Todos los periódicos decían lo mismo. Le bastaba con leer el comunicado oficial, y este documento sabía esperarlo sin impaciencia, presintiendo que, poco más ó menos, diría lo mismo que el anterior.
The war was the other topic of conversation during the afternoons passed in the studio. Argensola was not now stuffing his pockets with printed sheets as at the beginning of hostilities. A serene and resigned calm had succeeded the excitement of those first moments when the people were daily looking for miraculous interventions. All the periodicals were saying about the same thing. He was content with the official report, and he had learned to wait for that document without impatience, foreseeing that with but few exceptions, it would say the same thing as the day before.
La fiebre de los primeros meses, con sus ilusiones y optimismos, le parecía ahora algo quimérico. Los que no estaban en la guerra habían vuelto poco á poco á las ocupaciones habituales. La existencia recobraba su ritmo ordinario. «
Hay que vivir», decían las gentes. Y la necesidad de continuar la vida llenaba el pensamiento con sus exigencias inmediatas. Los que tenían individuos armados en el ejército se acordaban de ellos, pero sus ocupaciones amortiguaban la violencia del recuerdo, acabando por aceptar la ausencia, como algo que de extraordinario pasaba á ser normal. Al principio, la guerra cortaba el sueño, hacía intragable la comida, amargaba el placer, dándole una palidez fúnebre. Todos hablaban de lo mismo. Ahora, se abrían lentamente los teatros, circulaba el dinero, reían las gentes, hablaban de la gran calamidad, pero sólo á determinadas horas, como algo que iba á ser largo, muy largo, y exigía con su fatalismo inevitable una gran resignación.
The fever of the first months, with its illusions and optimisms, now appeared to Argensola somewhat chimerical. Those not actually engaged in the war were returning gradually to their habitual occupations. Life had recovered its regular rhythm. "One must live!" said the people, and the struggle for existence filled their thoughts with its immediate urgency. Those whose relatives were in the army, were still thinking of them, but their occupations were so blunting the edge of memory, that they were becoming accustomed to their absence, regarding the unusual as the normal condition. At first, the war made sleep out of the question, food impossible to swallow, and embittered every pleasure with its funereal pall. Now the shops were slowly opening, money was in circulation, and people were able to laugh; they talked of the great calamity, but only at certain hours, as something that was going to be long, very long and would exact great resignation to its inevitable fatalism.
—La humanidad se acostumbra fácilmente á la desgracia—decía Argensola—, siempre que la desgracia sea larga... Esa es nuestra fuerza; por eso vivimos.
"Humanity accustoms itself easily to trouble," said Argensola, "provided that the trouble lasts long enough. . . . In this lies our strength."
Don Marcelo no aceptaba su resignación. La guerra iba á ser más corta de lo que se imaginaban todos. Su entusiasmo le fijaba un término inmediato: dentro de tres meses, en la primavera próxima. Y si la paz no era en la primavera, sería en el verano.
Don Marcelo was not in sympathy with the general resignation. The war was going to be much shorter than they were all imagining. His enthusiasm had settled on a speedy termination;—within the next three months, the next Spring probably; if peace were not declared in the Spring, it surely would be in the Summer.
Un nuevo interlocutor tomó parte en sus conversaciones. Desnoyers conoció al vecino ruso, del que le hablaba Argensola. También este personaje raro había tratado á su hijo, y esto bastó para que Tchernoff le inspirase gran interés.
A new talker took part in these conversations. Desnoyers had become acquainted with the Russian neighbor of whom Argensola had so frequently spoken. Since this odd personage had also known his son, that was enough to make Tchernoff arouse his interest.
En tiempo normal, lo habría mantenido á distancia. El millonario era partidario del orden. Abominaba de los revolucionarios, con el miedo instintivo de todos los ricos que han creado su fortuna y recuerdan la modestia de su origen. El socialismo de Tchernoff y su nacionalidad habrían provocado forzosamente en su pensamiento una serie de imágenes horripilantes: bombas, puñaladas, justas expiaciones en la horca, envíos á Siberia. No, no era un amigo recomendable... Pero ahora don Marcelo experimentaba un profundo trastorno en la apreciación de las ideas ajenas. ¡Había visto tanto!... Los procedimientos terroríficos de la invasión, la falta de escrúpulos de los jefes alemanes, la tranquilidad con que los submarinos echaban á pique buques pacíficos cargados de viajeros indefensos, las hazañas de los aviadores, que á dos mil metros de altura arrojaban bombas sobre las ciudades abiertas, destrozando mujeres y niños, le hacían recordar como sucesos sin importancia los atentados del terrorismo revolucionario que años antes provocaban su indignación.
In normal times, he would have kept him at a distance. The millionaire was a great believer in law and order. He abominated revolutionists, with the instinctive fear of all the rich who have built up a fortune and remember their humble beginnings. Tchernoff′s socialism and nationality brought vividly to his mind a series of feverish images—bombs, daggers, stabbings, deserved expiations on the gallows, and exile to Siberia. No, he was not desirable as a friend. . . . But now Don Marcelo was experiencing an abrupt reversal of his convictions regarding alien ideas. He had seen so much! . . . The revolting proceedings of the invasion, the unscrupulous methods of the German chiefs, the tranquillity with which their submarines were sinking boats filled with defenseless passengers, the deeds of the aviators who were hurling bombs upon unguarded cities, destroying women and children—all this was causing the events of revolutionary terrorism which, years ago, used to arouse his wrath, to sink into relative unimportance.
—¡Y pensar—decía—que nos enfurecíamos, como si el mundo fuese á deshacerse, porque alguien arrojaba una bomba contra un personaje!
"And to think," he said "that we used to be as infuriated as though the world were coming to an end, just because someone threw a bomb at a grandee!"
Estos exaltados ofrecían para él una cualidad que atenuaba sus crímenes. Morían víctimas de sus propios actos ó se entregaban sabiendo cuál iba á ser su castigo. Se sacrificaban sin buscar la salida: rara vez se habían salvado valiéndose de las precauciones de la impunidad. ¡Mientras que los terroristas de la guerra!...
Those titled victims had had certain reprehensible qualities which had justified their execution. They had died in consequence of acts which they undertook, knowing well what the punishment would be. They had brought retribution on themselves without trying to evade it, rarely taking any precautions. While the terrorists of this war! . . .
Con la violencia de su carácter imperioso, el viejo efectuaba una reversión absoluta de valores.
With the violence of his imperious character, the old conservative now swung to the opposite extreme.
—Los verdaderos anarquistas están ahora en lo alto—decía con risa irónica—. Todos los que nos asustaban antes eran unos infelices... En un segundo matan los de nuestra época más inocentes que los otros en treinta años.
"The true anarchists are yet on top," he said with an ironical laugh. "Those who terrified us formerly, all put together, were but a few miserable creatures. . . . In a few seconds, these of our day kill more innocent people than those others did in thirty years."
La dulzura de Tchernoff, sus ideas originales, sus incoherencias de pensador acostumbrado á saltar de la reflexión á la palabra sin preparación alguna, acabaron por seducir á don Marcelo. Todas sus dudas las consultaba con él. Su admiración le hacía pasar por alto la procedencia de ciertas botellas con que Argensola obsequiaba algunas veces á su vecino. Aceptó con gusto que Tchernoff consumiese estos recuerdos de la época en que vivía él luchando con su hijo.
The gentleness of Tchernoff, his original ideas, his incoherencies of thought, bounding from reflection to word without any preparation, finally won Don Marcelo so completely over that he formed the habit of consulting him about all his doubts. His admiration made him, too, overlook the source of certain bottles with which Argensola sometimes treated his neighbor. He was delighted to have Tchernoff consume these souvenirs of the time when he was living at swords′ points with his son.
Después de saborear el vino de la avenida Víctor Hugo, sentía el ruso una locuacidad visionaria semejante á la de la noche en que evocó la fantástica cabalgada de los cuatro jinetes apocalípticos.
After sampling the wine from the avenue Victor Hugo, the Russian would indulge in a visionary loquacity similar to that of the night when he evoked the fantastic cavalcade of the four horsemen of the Apocalypse.
Lo que más admiraba Desnoyers era su facilidad para exponer las cosas, fijándolas por medio de imágenes. La batalla del Marne con los combates subsiguientes y la carrera de ambos ejércitos hacia la orilla del mar eran para él hechos de fácil explicación... ¡Si los franceses no hubiesen estado fatigados después de su triunfo en el Marne!...
What his new convert most admired was his facility for making things clear, and fixing them in the imagination. The battle of the Marne with its subsequent combats and the course of both armies were events easily explained. . . . If the French only had not been so fatigued after their triumph of the Marne! . . .
—...Pero las fuerzas humanas—continuaba Tchernoff—tienen un límite, y el francés, con todo su entusiasmo, es un hombre como los demás. Primeramente la marcha rapidísima del Este al Norte para hacer frente á la invasión por Bélgica; luego los combates; á continuación una retirada veloz para no verse envueltos; finalmente una batalla de siete días; y todo esto en un período de tres semanas nada más... En el momento del triunfo faltaron piernas á los vencedores para ir adelante y faltó caballería para perseguir á los fugitivos. Las bestias estaban más extenuadas aún que los hombres. Al verse acosados con poca tenacidad, los que se retiraban, cayéndose de fatiga, se tendieron y excavaron la tierra, creándose un refugio. Los franceses también se acostaron, arañando el suelo para no perder lo recuperado... Y empezó de este modo la guerra de trincheras.
"But human powers," continued Tchernoff, "have their limits, and the French soldier, with all his enthusiasm, is a man like the rest. In the first place, the most rapid of marches from the East to the North, in order to resist the invasion of Belgium; then the combats; then the swift retreat that they might not be surrounded; finally a seven days′ battle—and all this in a period of three weeks, no more. . . . In their moment of triumph, the victors lacked the legs to follow up their advantage, and they lacked the cavalry to pursue the fugitives. Their beasts were even more exhausted than the men. When those who were retreating found that they were being spurred on with lessening tenacity, they had stretched themselves, half-dead with fatigue, on the field, excavating the ground and forming a refuge for themselves. The French also flung themselves down, scraping the soil together so as not to lose what they had gained. . . . And in this way began the war of the trenches."
Luego, cada línea, con el intento de envolver á la línea enemiga, había ido prolongándose hacia el Noroeste, y de los estiramientos sucesivos resultó la carrera hacia el mar de unos y otros, formando el frente de combate más grande que se conocía en la Historia.
Then each line, with the intention of wrapping itself around that of the enemy, had gone on prolonging itself toward the Northeast, and from these successive stretchings had resulted the double course toward the sea—forming the greatest battle front ever known to history.
Cuando don Marcelo, en su optimismo entusiasta, anunciaba la terminación de la guerra para la primavera siguiente... para el verano, siempre con cuatro meses de plazo á lo más, el ruso movía la cabeza.
When Don Marcelo with optimistic enthusiasm announced the end of the war in the following Spring or Summer—in four months at the outside—the Russian shook his head.
—Esto será largo... muy largo. Es una guerra nueva, la verdadera guerra moderna. Los alemanes iniciaron las hostilidades á estilo antiguo, como si no hubiesen observado nada después de 1870: una guerra de movimientos envolventes, de batallas á campo raso, lo mismo que podía discurrirla Moltke imitando á Napoleón. Deseaban terminar pronto y estaban seguros del triunfo. ¿Para qué hacer uso de procedimientos nuevos?... Pero lo del Marne torció sus planes: de agresores tuvieron que pasar á la defensiva, y entonces emplearon todo lo que su Estado Mayor había aprendido en las campañas de japoneses y rusos, iniciándose la guerra de trincheras, la lucha subterránea, que es lógica, por el alcance y la cantidad de disparos del armamento moderno. La conquista de un kilómetro de terreno representa ahora más que hace un siglo el asalto de una fortaleza de piedra... Ni unos ni otros van á avanzar en mucho tiempo. Tal vez no avancen nunca definitivamente. Esto va á ser largo y aburrido, como las peleas entre atletas de fuerzas equilibradas.
"It will be long . . . very long. It is a new war, the genuine modern warfare. The Germans began hostilities in the old way as though they had observed nothing since 1870—a war of involved movements, of battles in the open field, the same as Moltke might have planned, imitating Napoleon. They were desirous of bringing it to a speedy conclusion, and were sure of triumph. Why employ new methods? . . . But the encounter of the Marne twisted their plans, making them shift from the aggressive to the defensive. They then brought into service all that the war staff had learned in the campaigns of the Japanese and Russians, beginning the war of the trenches, the subterranean struggle which is the logical outcome of the reach and number of shots of the modern armament. The conquest of half a mile of territory to-day stands for more than did the assault of a stone fortress a century ago. Neither side is going to make any headway for a long time. Perhaps they may never make a definite advance. The war is bound to be long and tedious, like the athletic conquests between opponents who are equally matched."
—Pero alguna vez tendrá fin—dijo Desnoyers.
"But it will have to come to an end, sometime," interpolated Desnoyers.
—Indudablemente; pero ¿quién sabe cuándo?... ¿Y cómo quedarán unos y otros cuando todo termine?...
"Undoubtedly, but who knows when? . . . And in what condition will they both be when it is all over?" . . .
El creía en un final rápido, cuando menos lo esperase la gente, por la fatiga de uno de los dos luchadores, cuidadosamente disimulada hasta el último momento.
He was counting upon a rapid finale when it was least expected, through the exhaustion of one of the contestants, carefully dissimulated until the last moment.
—Alemania será la derrotada—añadió con firme convicción—. No sé cuándo ni cómo, pero caerá lógicamente. Su golpe maestro le falló en Septiembre, al no entrar en París deshaciendo al ejército enemigo. Todos los triunfos de su baraja los echó entonces sobre la mesa. No ganó, y continúa prolongando el juego porque tiene muchas cartas, y lo prolongará todavía largo tiempo... Pero lo que no pudo hacer en el primer momento no lo hará nunca.
"Germany will be vanquished," he added with firm conviction. "I do not know when nor how, but she will fall logically. She failed in her master-stroke in not entering Paris and overcoming its opposition. All the trumps in her pack of cards were then played. She did not win, but continues playing the game because she holds many cards, and she will prolong it for a long time to come. . . . But what she could not do at first, she will never be able to do."
Para Tchernoff, la derrota final no significaba la destrucción de Alemania ni el aniquilamiento del pueblo alemán.
For Tchernoff, the final defeat did not mean the destruction of Germany nor the annihilation of the German people.
—A mí me indignan—continuó—los patriotismos excesivos. Oyendo á ciertas gentes que formulan planes para la supresión definitiva de Alemania, me parece estar escuchando á los pangermanistas de Berlín cuando repartían los continentes.
"Excessive patriotism irritates me," he pursued. "Hearing people form plans for the definite extinction of Germany seems to me like listening to the Pan-Germanists of Berlin when they talk of dividing up the continents."
Luego concretó su opinión.
Then he summed up his opinion.
—Hay que derrotar al Imperio, para tranquilidad del mundo: suprimir la gran máquina de guerra que perturba la paz de las naciones... Desde 1870 todos vivimos pésimamente. Durante cuarenta y cuatro años se ha conjurado el peligro, pero en todo este tiempo ¡qué de angustias!...
"Imperialism will have to be crushed for the sake of the tranquillity of the world; the great war machine which menaces the peace of nations will have to be suppressed. Since 1870, we have all been living in dread of it. For forty years, the war has been averted, but in all that time, what apprehension!" . . .
Lo que más irritaba á Tchernoff era la enseñanza inmoral nacida de esta situación y que había acabado por apoderarse del mundo: la glorificación de la fuerza, la santificación del éxito, el triunfo del materialismo, el respeto al hecho consumado, la mofa de los más nobles sentimientos, como si fuesen simples frases sonoras y ridículas, el trastorno de los valores morales, una filosofía de bandidos que pretendía ser la última palabra del progreso y no era mas que la vuelta al despotismo, la violencia, la barbarie de las épocas más primitivas de la Historia.
What was most irritating Tchernoff was the moral lesson born of this situation which had ended by overwhelming the world—the glorification of power, the sanctification of success, the triumph of materialism, the respect for the accomplished fact, the mockery of the noblest sentiments as though they were merely sonorous and absurd phrases, the reversal of moral values . . . a philosophy of bandits which pretended to be the last word of progress, and was no more than a return to despotism, violence, and the barbarity of the most primitive epochs of history.
Deseaba la supresión de los representantes de esta tendencia, pero no por esto pedía el exterminio del pueblo alemán.
While he was longing for the suppression of the representatives of this tendency, he would not, therefore, demand the extermination of the German people.
—Ese pueblo tiene grandes méritos confundidos con malas condiciones, que son herencia de un pasado de barbarie demasiado próximo. Posee el instinto de la organización y del trabajo, y puede prestar buenos servicios á la humanidad... Pero antes es necesario administrarle una ducha: la ducha del fracaso. Los alemanes están locos de orgullo, y su locura resulta peligrosa para el mundo. Cuando hayan desaparecido los que les envenenaron con ilusiones de hegemonía mundial, cuando la desgracia haya refrescado su imaginación y se conformen con ser un grupo humano ni superior ni inferior á los otros, formarán un pueblo tolerante, útil... y quién sabe si hasta simpático.
"This nation has great merits jumbled with bad conditions inherited from a not far-distant, barbarous past. It possesses the genius of organization and work, and is able to lend great service to humanity. . . . But first it is necessary to give it a douche—the douche of downfall. The Germans are mad with pride and their madness threatens the security of the world. When those who have poisoned them with the illusion of universal hegemony have disappeared, when misfortune has freshened their imagination and transformed them into a community of humans, neither superior nor inferior to the rest of mankind, they will become a tolerant people, useful . . . and who knows but they may even prove sympathetic!"
No había en la hora presente, para Tchernoff, pueblo más peligroso. Su organización política lo convertía en una horda guerrera educada á puntapiés y sometida á continuas humillaciones para anular la voluntad, que se resiste siempre á la disciplina.
According to Tchernoff, there was not in existence to-day a more dangerous nation. Its political organization was converting it into a warrior horde, educated by kicks and submitted to continual humiliations in order that the willpower which always resists discipline might be completely nullified.
—Es una nación donde todos reciben golpes y desean darlos al que está más abajo. El puntapié que suelta el emperador se transmite de dorso en dorso hasta las últimas capas sociales. Los golpes empiezan en la escuela y se continúan en el cuartel, formando parte de la educación. El aprendizaje de los príncipes herederos de Prusia consistió siempre en recibir bofetadas y palos de su progenitor el rey. El kaiser pega á sus retoños, el oficial á sus soldados, el padre á sus hijos y á la mujer, el maestro á los alumnos; y cuando el superior no puede dar golpes, impone á los que tiene debajo el tormento del ultraje moral.
"It is a nation where all receive blows and desire to give them to those lower down. The kick that the Kaiser gives is transmitted from back to back down to the lowest rung of the social ladder. The blows begin in the school and are continued in the barracks, forming part of the education. The apprenticeship of the Prussian Crown Princes has always consisted in receiving fisticuffs and cowhidings from their progenitor, the king. The Kaiser beats his children, the officer his soldiers, the father his wife and children, the schoolmaster his pupils, and when the superior is not able to give blows, he subjects those under him to the torment of moral insult."
Por eso cuando abandonaban su vida ordinaria, tomando las armas para caer sobre otro grupo humano, eran de una ferocidad implacable.
On this account, when they abandoned their ordinary avocations, taking up arms in order to fall upon another human group, they did so with implacable ferocity.
—Cada uno de ellos—continuó el ruso—lleva debajo de la espalda un depósito de patadas recibidas, y desea consolarse dándolas á su vez á los infelices que coloca la guerra bajo su dominación. Este pueblo de «
señores», como él mismo se llama, aspira á serlo... pero fuera de su casa. Dentro de ella, es el que menos conoce la dignidad humana. Por eso siente con tanta vehemencia el deseo de esparcirse por el mundo, pasando de lacayo á patrón.
"Each one of them," continued the Russian, "carries on his back the marks of kicks, and when his turn comes, he seeks consolation in passing them on to the unhappy creatures whom war puts into his power. This nation of war-lords, as they love to call themselves, aspires to lordship, but outside of the country. Within it, are the ones who least appreciate human dignity and, therefore, long vehemently to spread their dominant will over the face of the earth, passing from lackeys to lords."
Repentinamente, don Marcelo dejó de ir con frecuencia al estudio. Buscaba ahora á su amigo el senador. Una promesa de éste había trastornado su tranquila resignación.
Suddenly Don Marcelo stopped going with such frequency to the studio. He was now haunting the home and office of the senator, because this friend had upset his tranquillity.
El personaje estaba triste desde que el heredero de las glorias de su familia se había ido á la guerra, rompiendo la red protectora de recomendaciones en que le había envuelto.
Lacour had been much depressed since the heir to the family glory had broken through the protecting paternal net in order to go to war.
Una noche, comiendo en casa de Desnoyers, apuntó una idea que hizo estremecer á éste. «
¿No le gustaría ver á su hijo?...» El senador estaba gestionando una autorización del Cuartel General para ir al frente. Necesitaba ver á René. Pertenecía al mismo cuerpo de ejército que Julio; tal vez estaban en lugares algo lejanos, pero un automóvil puede dar muchos rodeos antes de llegar al término de su viaje.
One night, while dining with the Desnoyers family, an idea popped into his head which filled him with delight. "Would you like to see your son?" He needed to see Rene and had begun negotiating for a permit from headquarters which would allow him to visit the front. His son belonged to the same army division as Julio; perhaps their camps were rather far apart, but an automobile makes many revolutions before it reaches the end of its journey.
No necesitó decir más. Desnoyers sintió de pronto un deseo vehemente de ver á su hijo. Llevaba muchos meses teniendo que contentarse con la lectura de sus cartas y la contemplación de una fotografía hecha por uno de sus camaradas...
It was not necessary to say more. Desnoyers instantly felt the most overmastering desire to see his boy, since, for so many months, he had had to content himself with reading his letters and studying the snap shot which one of his comrades had made of his soldier son.
Desde entonces asedió á Lacour como si fuese uno de sus electores deseoso de un empleo. Le visitaba por las mañanas en su casa, lo invitaba á comer todas las noches, iba á buscarle por las tardes en los salones del Luxemburgo. Antes de la primera palabra de saludo, sus ojos formulaban siempre la misma interrogación... «
¿Cuándo conseguiría el permiso?»
From that time on, he besieged the senator as though he were a political supporter desiring an office. He visited him in the mornings in his home, invited him to dinner every evening, and hunted him down in the salons of the Luxembourg. Before the first word of greeting could be exchanged, his eyes were formulating the same interrogation. . . . "When will you get that permit?"
El grande hombre lamentaba la indiferencia de los militares con el elemento civil. Siempre habían sido enemigos del parlamentarismo.
The great man could only reply by lamenting the indifference of the military department toward the civilian element; it always had been inimical toward parliamentarism.
—Además, Joffre se muestra intratable. No quiere curiosos... Mañana veré al Presidente.
"Besides, Joffre is showing himself most unapproachable; he does not encourage the curious. . . . To-morrow I will see the President."
Pocos días después llegó á la casa de la avenida Víctor Hugo con un gesto de satisfacción que llenó de alegría á don Marcelo.
A few days later, he arrived at the house in the avenue Victor Hugo, with an expression of radiant satisfaction that filled Don Marcelo with joy.
—¿Ya está?...
"It has come?"
—Ya está... Pasado mañana salimos.
"It has come. . . . We start the day after to-morrow."
Desnoyers fué en la tarde siguiente al estudio de la rue de la Pompe.
Desnoyers went the following afternoon to the studio in the rue de la Pompe.
—Mañana me voy.
"I am going to-morrow!"
El pintor deseó acompañarle. ¿No podría ir también como secretario del senador?... Don Marcelo sonrió. La autorización servía únicamente para Lacour y un acompañante. El era quien iba á figurar como secretario, ayuda de cámara ó lo que fuese de su futuro consuegro.
The artist was very eager to accompany him. Would it not be possible for him to go, too, as secretary to the senator? . . . Don Marcelo smiled benevolently. The authorization was only for Lacour and one companion. He was the one who was going to pose as secretary, valet or utility man to his future relative-in-law.
Al final de la tarde salió del estudio, acompañado hasta el ascensor por las lamentaciones de Argensola. ¡No poder agregarse á la expedición!... Creía haber perdido la oportunidad, para pintar su obra maestra.
At the end of the afternoon, he left the studio, accompanied to the elevator by the lamentations of Argensola. To think that he could not join that expedition! . . . He believed that he had lost the opportunity to paint his masterpiece.
Cerca de su casa encontró á Tchernoff. Don Marcelo estaba de buen humor. La seguridad de que iba á ver pronto á su hijo le comunicaba una alegría infantil. Casi abrazó al ruso, á pesar de su aspecto desastrado, sus barbas trágicas y su enorme sombrero, que hacían volver la cabeza á los transeuntes.
Just outside of his home, he met Tchernoff. Don Marcelo was in high good humor. The certainty that he was soon going to see his son filled him with boyish good spirits. He almost embraced the Russian in spite of his slovenly aspect, his tragic beard and his enormous hat which made every one turn to look after him.
Al final de la avenida destacaba su mole el Arco de Triunfo sobre un cielo coloreado por la puesta del sol. Una nube roja flotaba en torno del monumento, reflejándose en su blancura con palpitaciones purpúreas.
At the end of the avenue, the Arc de Triomphe stood forth against a sky crimsoned by the sunset. A red cloud was floating around the monument, reflected on its whiteness with purpling palpitations.
Desnoyers se acordó de los cuatro jinetes y todo lo demás que le había contado Argensola antes de presentarle al ruso.
Desnoyers recalled the four horsemen, and all that Argensola had told him before presenting him to the Russian.
—Sangre—dijo alegremente—. Todo el cielo parece de sangre... Es la bestia apocalíptica que ha recibido el golpe de gracia. Pronto la veremos morir.
"Blood!" shouted jubilantly. "All the sky seems to be blood-red. . . . It is the apocalyptic beast who has received his death-wound. Soon we shall see him die."
Tchernoff sonrió igualmente, pero su sonrisa fué melancólica.
Tchernoff smiled, too, but his was a melancholy smile.
—No; la bestia no muere. Es la eterna compañera de los hombres. Se oculta, chorreando sangre, cuarenta años... sesenta... un siglo, pero reaparece. Todo lo que podemos desear es que su herida sea larga, que se esconda por mucho tiempo y no la vean nunca las generaciones que guardarán todavía nuestro recuerdo.
"No; the beast does not die. It is the eternal companion of man. It hides, spouting blood, forty . . . sixty . . . a hundred years, but eventually it reappears. All that we can hope is that its wound may be long and deep, that it may remain hidden so long that the generation that now remembers it may never see it again."
III
La guerra
-III- Chapter III
WAR
Iba ascendiendo don Marcelo por una montaña cubierta de arboleda.
Don Marcelo was climbing up a mountain covered with woods.
El bosque ofrecía una trágica desolación. Se había inmovilizado en él una tempestad muda, fijándolo todo en posiciones violentas, antinaturales. Ni un solo árbol conservaba la forma rectilínea y el abundante ramaje de los días de paz. Los grupos de pinos recordaban las columnatas de los templos ruinosos. Unos se mantenían erguidos en toda su longitud, pero sin el remate de la copa, como fustes que hubiesen perdido su capitel; otros estaban cortados por la mitad, en pico de flauta, lo mismo que las pilastras partidas por el rayo. Algunos dejaban colgar en torno de su seccionamiento las esquirlas filamentosas de la madera muerta, á semejanza de un mondadientes roto.
The forest presented a tragic desolation. A silent tempest had installed itself therein, placing everything in violent unnatural positions. Not a single tree still preserved its upright form and abundant foliage as in the days of peace. The groups of pines recalled the columns of ruined temples. Some were still standing erect, but without their crowns, like shafts that might have lost their capitals; others were pierced like the mouthpiece of a flute, or like pillars struck by a thunderbolt. Some had splintery threads hanging around their cuts like used toothpicks.
La fuerza destructora se había ensañado en los árboles seculares: hayas, encinas y robles. Grandes marañas de ramaje cortado cubrían el suelo, como si acabase de pasar por él una banda de leñadores gigantescos. Los troncos aparecían seccionados á poca distancia de la tierra, con un corte limpio y pulido, como de un solo hachazo. En torno de las raíces desenterradas abundaban las piedras revueltas con los terrones; piedras que dormían en las entrañas del suelo y la explosión había hecho volar sobre la superficie.
A sinister force of destruction had been raging among these beeches, spruce and oaks. Great tangles of their cut boughs were cluttering the ground, as though a band of gigantic woodcutters had just passed by. The trunks had been severed a little distance from the ground with a clean and glistening stroke, as though with a single blow of the axe. Around the disinterred roots were quantities of stones mixed with sod, stones that had been sleeping in the recesses of the earth and had been brought to the surface by explosions.
A trechos—brillando entre los árboles ó partiendo el camino con una inoportunidad que obligaba á molestos rodeos—extendían sus láminas acuáticas unos charcos enormes, todos iguales, de una regularidad geométrica, redondos, exactamente redondos. Desnoyers los comparó con palanganas hundidas en el suelo para uso de los invisibles titanes que habían talado la selva. Su profundidad enorme empezaba en los mismos bordes. Un nadador podía arrojarse en estos charcos sin tocar el fondo. El agua era verdosa, agua muerta, agua de lluvia, con una costra de vegetación perforada por las burbujas respiratorias de los pequeños organismos que empezaban á vivir en sus entrañas.
At intervals—gleaming among the trees or blocking the roadway with an importunity which required some zigzagging—was a series of pools, all alike, of regular geometrical circles. To Desnoyers, they seemed like sunken basins for the use of the invisible Titans who had been hewing the forest. Their great depth extended to their very edges. A swimmer might dive into these lagoons without ever touching bottom. Their water was greenish, still water—rain water with a scum of vegetation perforated by the respiratory bubbles of the little organisms coming to life in its vitals.
En mitad de la cuesta, rodeadas de pinos, había varias tumbas con cruces de madera; tumbas de soldados franceses rematadas por banderitas tricolores. Sobre estos túmulos cubiertos de musgo descansaban viejos kepis de artilleros. El leñador feroz, al destrozar el bosque, había alcanzado ciegamente á las hormigas que se movían entre los troncos.
Bordering the hilly pathway through the pines, were many mounds with crosses of wood—tombs of French soldiers topped with little tricolored flags. Upon these moss-covered graves were the old kepis of the gunners. The ferocious wood-chopper, in destroying this woods, had also blindly demolished many of the ants swarming around the trunks.
Don Marcelo llevaba polainas, amplio sombrero, y sobre los hombros un poncho fino arrollado como una manta. Había sacado á luz estas prendas que le recordaban su lejana vida en la estancia. Detrás de él caminaba Lacour, procurando conservar su dignidad senatorial entre los jadeos y resoplidos de fatiga. También llevaba botas altas y sombrero blando, pero había conservado el chaqué de solemnes faldones, por no renunciar por completo á su uniforme parlamentario. Delante marchaban dos capitanes sirviéndoles de guías.
Don Marcelo was wearing leggings, a broad hat, and on his shoulders, a fine poncho arranged like a shawl—garments which recalled his far-distant life on the ranch. Behind him came Lacour trying to preserve his senatorial dignity in spite of his gasps and puffs of fatigue. He also was wearing high boots and a soft hat, but he had kept to his solemn frock-coat in order not to abandon entirely his parliamentary uniform. Before them marched two captains as guides.
Estaban en una montaña ocupada por la artillería francesa. Iban hacia las cumbres, donde había ocultos cañones y cañones formando una línea de varios kilómetros. Los artilleros alemanes habían causado estos destrozos contestando á los tiros de los franceses. El bosque estaba rasgado por el obús. Las lagunas circulares eran embudos abiertos por las «
marmitas» germánicas en un suelo de fondo calizo é impermeable que conservaba los regueros de la lluvia.
They were on a mountain occupied by the French artillery, and were climbing to the top where were hidden cannons and cannons, forming a line some miles in length. The German artillery had caused the woodland ruin around the visitors, in their return of the French fire. The circular pools were the hollows dug by the German shells in the limy, non-porous soil which preserved all the runnels of rain.
Habían dejado su automóvil al pie de la montaña. Uno de los oficiales, viejo artillero, les explicó esta precaución. Debían seguir cuesta arriba cautelosamente. Estaban al alcance del enemigo, y un automóvil podía atraer sus cañonazos.
The visiting party had left their automobile at the foot of the mountain. One of the officers, a former artilleryman, explained this precaution to them. It was necessary to climb this roadway very cautiously. They were within reach of the enemy, and an automobile might attract the attention of their gunners.
—Un poco fatigosa la subida—continuó—. ¡Animo, señor senador!... Ya estamos cerca.
"A little fatiguing, this climb," he continued. "Courage, Senator Lacour! . . . We are almost there."
Empezaron á cruzarse en el camino con soldados de artillería. Muchos de ellos sólo tenían de militar el kepis. Parecían obreros de una fábrica de metalurgia, fundidores y ajustadores, con pantalones y chalecos de pana. Llevaban los brazos descubiertos, y algunos, para marchar sobre el barro con mayor seguridad, calzaban zuecos de madera. Eran antiguos trabajadores del hierro incorporados por la movilización á la artillería de reserva. Sus sargentos habían sido contramaestres; muchos de sus oficiales, ingenieros y dueños de taller.
They began to meet artillerymen, many of them not in uniform but wearing the military kepis. They looked like workmen from a metal factory, foundrymen with jackets and pantaloons of corduroy. Their arms were bare, and some had put on wooden shoes in order to get over the mud with greater security. They were former iron laborers, mobilized into the artillery reserves. Their sergeants had been factory overseers, and many of them officials, engineers and proprietors of big workshops.
De pronto, los que subían tropezaron con los férreos habitantes del bosque. Cuando éstos hablaban se estremecía el suelo, temblaba el aire, y los pobladores de la arboleda, cuervos y liebres, mariposas y hormigas, huían despavoridos para ocultarse, como si el mundo fuese á perecer en ruidosa convulsión. Ahora, los monstruos bramadores permanecían callados. Se llegaba junto á ellos sin verlos. Entre el ramaje verde asomaba el extremo de algo semejante á una viga gris; otras veces, esta aparición emergía de un amontonamiento de troncos secos. Al dar vuelta al obstáculo, aparecía una plazoleta de tierra limpia ocupada por varios hombres que vivían, dormían y trabajaban en torno de un artefacto enorme montado sobre ruedas.
Suddenly the excursionists stumbled upon the iron inmates of the woods. When these spoke, the earth trembled, the air shuddered, and the native inhabitants of the forest, the crows, rabbits, butterflies and ants, fled in terrified flight, trying to hide themselves from the fearful convulsion which seemed to be bringing the world to an end. Just at present, the bellowing monsters were silent, so that they came upon them unexpectedly. Something was sticking up out of the greenery like a gray beam; at other times, this apparition would emerge from a conglomeration of dry trunks. Around this obstacle was cleared ground occupied by men who lived, slept and worked about this huge manufactory on wheels.
El senador, que había escrito versos en su juventud y hacía poesía oratoria cuando inauguraba alguna estatua en su distrito, vió en estos solitarios de la montaña, ennegrecidos por el sol y el humo, despechugados y arremangados, una especie de sacerdotes puestos al servicio de la divinidad fatal, que recibía de sus manos la ofrenda de las enormes cápsulas explosivas, vomitándolas en forma de trueno.
The senator, who had written verse in his youth and composed oratorical poetry when dedicating various monuments in his district, saw in these solitary men on the mountain side, blackened by the sun and smoke, with naked breasts and bare arms, a species of priests dedicated to the service of a fatal divinity that was receiving from their hands offerings of enormous explosive capsules, hurling them forth in thunderclaps.
Ocultos bajo el ramaje, para librarse de la observación de los aviadores enemigos, los cañones franceses se esparcían por las crestas y mesetas de una serie de montañas. En este rebaño de acero había piezas enormes, con ruedas reforzadas de patines, semejantes á las de las locomóviles agrícolas que Desnoyers tenía en sus estancias para arar la tierra. Como bestias menores, más ágiles y juguetonas en su incesante ladrido, los grupos del 75 aparecían interpolados entre los sombríos monstruos.
Hidden under the branches, in order to escape the observation of the enemy′s birdmen, the French cannon were scattered among the hills and hollows of the highland range. In this herd of steel, there were enormous pieces with wheels reinforced by metal plates, somewhat like the farming engines which Desnoyers had used on his ranch for plowing. Like smaller beasts, more agile and playful in their incessant yelping, the groups of ′75 were mingled with the terrific monsters.
Los dos capitanes habían recibido del general de su cuerpo de ejército la orden de enseñar minuciosamente al senador el funcionamiento de la artillería. Y Lacour aceptaba con reflexiva gravedad sus observaciones, mientras volvía los ojos á un lado y á otro con la esperanza de reconocer á su hijo. Lo interesante para él era ver á René... Pero recordando el pretexto oficial de su viaje, seguía de cañón en cañón oyendo explicaciones.
The two captains had received from the general of their division orders to show Senator Lacour minutely the workings of the artillery, and Lacour was accepting their observations with corresponding gravity while his eyes roved from side to side in the hope of recognizing his son. The interesting thing for him was to see Rene . . . but recollecting the official pretext of his journey, he followed submissively from cannon to cannon, listening patiently to all explanations.
Mostraban los proyectiles los sirvientes de las piezas: grandes cilindros ojivales extraídos de los almacenes subterráneos. Estos almacenes, llamados «
abrigos», eran profundas madrigueras, pozos oblicuos reforzados con sacos de tierra y maderos. Servían de refugio al personal libre y guardaban las municiones á cubierto de una explosión.
The operators next showed him the servants of these pieces, great oval cylinders extracted from subterranean storehouses called shelters. These storage places were deep burrows, oblique wells reinforced with sacks of stones and wood. They served as a refuge to those off duty, and kept the munitions away from the enemy′s shell.
Un artillero les mostró dos bolsas unidas de tela blanca, bien repletas. Parecían un salchichón doble y eran la carga de uno de los grandes cañones. La bolsa quedó abierta, saliendo á la luz unos paquetes de hojas color de rosa. El senador y su acompañante se admiraron de que esta pasta, que parecía un artículo de tocador, fuese uno de los terribles explosivos de la guerra moderna.
An artilleryman exhibited two pouches of white cloth, joined together and very full. They looked like a double sausage and were the charge for one of the large cannons. The open packet showed some rose-colored leaves, and the senator greatly admired this dainty paste which looked like an article for the dressing table instead of one of the most terrible explosives of modern warfare.
—Afirmo—dijo Lacour—que al encontrar en la calle uno de estos atados lo habría creído procedente del bolso de una dama ó un olvido de dependiente de perfumería... todo, menos un explosivo. ¡Y con esto, que parece fabricado para los labios, puede volarse un edificio!...
"I am sure," said Lacour, "that if I had found one of these delicate packets on the street, I should have thought that it had been dropped from some lady′s vanity bag, or by some careless clerk from a perfumery shop . . . anything but an explosive! And with this trifle that looks as if it were made for the lips, it is possible to blow up an edifice!" . . .
Siguieron su camino. En lo más alto de la montaña vieron un torreón algo desmoronado. Era el puesto más peligroso. Un oficial examinaba desde él la línea enemiga para apreciar la exactitud de los disparos. Mientras sus camaradas estaban debajo de la tierra, ó disimulados por el ramaje, él cumplía su misión desde este punto visible.
As they continued their visit of investigation, they came upon a partially destroyed round tower in the highest part of the mountain. This was the most dangerous post. From it, an officer was examining the enemy′s line in order to gauge the correctness of the aim of the gunners. While his comrades were under the ground or hidden by the branches, he was fulfilling his mission from this visible point.
A corta distancia de la torre se abrió ante sus ojos un pasillo subterráneo. Descendieron por sus entrañas lóbregas, hasta dar con varias habitaciones excavadas en el suelo. Un lado de montaña cortado á pico era su fachada exterior. Angostas ventanillas perforadas en la piedra daban luz y aire á estas piezas.
A short distance from the tower a subterranean passageway opened before their eyes. They descended through its murky recesses until they found the various rooms excavated in the ground. One side of the mountain cut in points formed its exterior facade. Narrow little windows, cut in the stone, gave light and air to these quarters.
Un comandante viejo, encargado del sector, salió á su encuentro, Desnoyers creyó ver á un jefe de sección de un gran almacén de París. Sus ademanes eran exquisitos, su voz suave parecía implorar perdón á cada palabra, como si se dirigiese á un grupo de damas ofreciéndoles los géneros de última novedad. Pero esta impresión sólo duró un momento. El soldado de pelo canoso y lentes de miope, que guardaba en plena guerra los gestos de un director de fábrica recibiendo á sus clientes, mostró al mover los brazos unas vendas y algodones en el interior de sus mangas. Estaba herido en ambas muñecas por una explosión de obús, y sin embargo continuaba en su sitio.
An old commandant in charge of the section came out to meet them. Desnoyers thought that he must be the floorwalker of some big department store in Paris. His manners were so exquisite and his voice so suave that he seemed to be imploring pardon at every word, or addressing a group of ladies, offering them goods of the latest novelty. But this impression only lasted a moment. This soldier with gray hair and near-sighted glasses who, in the midst of war, was retaining his customary manner of a building director receiving his clients, showed on moving his arms, some bandages and surgical dressings within his sleeves, He was wounded in both wrists by the explosion of a shell, but he was, nevertheless, sticking to his post.
«
¡Diablo de señor melifluo y almibarado!—pensó don Marcelo—. Hay que reconocer que es alguien.»
"A devil of a honey-tongued, syrupy gentleman!" mused Don Marcelo. "Yet he is undoubtedly an exceptional person!"
Habían entrado en el puesto de mando, vasta pieza que recibía la luz por una ventana horizontal de cuatro metros de ancho con sólo una altura de palmo y medio. Parecía el espacio abierto entre dos hojas de persiana. Debajo de ella se extendía una mesa de pino cargada de papeles, con varios taburetes. Ocupando uno de estos asientos se abarcaba con los ojos toda la llanura. En las paredes había aparatos eléctricos, cuadros de distribución, bocinas acústicas y teléfonos, muchos teléfonos.
By this time, they had entered into the main office, a vast room which received its light through a horizontal window about ten feet wide and only a palm and a half high, reminding one of the open space between the slats of a Venetian blind. Below it was a pine table filled with papers and surrounded by stools. When occupying one of these seats, one′s eyes could sweep the entire plain. On the walls were electric apparatus, acoustic tubes and telephones—many telephones.
El comandante apartó y amontonó los papeles, ofreciendo los taburetes con el mismo ademán que si estuviese en un salón.
The Commandant sorted and piled up the papers, offering the stools with drawing-room punctilio.
—Aquí, señor senador.
"Here, Senator Lacour."
Desnoyers, compañero humilde, tomó asiento á su lado. El comandante parecía un director de teatro preparándose á mostrar algo extraordinario. Colocó sobre la mesa un enorme papel que reproducía todos los accidentes de la llanura extendida ante ellos: caminos, pueblos, campos, alturas y valles. Sobre este mapa aparecía un grupo triangular de líneas rojas en forma de abanico. El vértice era el sitio donde ellos estaban; la parte ancha del triángulo el límite del horizonte real que abarcaban con los ojos.
Desnoyers, humble attendant, took a seat at his side. The Commandant now appeared to be the manager of a theatre, preparing to exhibit an extraordinary show. He spread upon the table an enormous paper which reproduced all the features of the plain extended before them—roads, towns, fields, heights and valleys. Upon this map was a triangular group of red lines in the form of an open fan; the vertex represented the place where they were, and the broad part of the triangle was the limit of the horizon which they were sweeping with their eyes.
—Vamos á tirar contra este bosque—dijo el artillero señalando un extremo de la carta—. Aquí es allá—continuó, designando en el horizonte una pequeña línea obscura—. Tomen ustedes los gemelos.
"We are going to fire at that grove," said the artilleryman, pointing to one end of the map. "There it is," he continued, designating a little dark line. "Take your glasses."
Pero antes de que los dos apoyasen el borde de los oculares en sus cejas, el comandante colocó sobre el mapa un nuevo papel. Era una fotografía enorme y algo borrosa, sobre cuyos trazos aparecía un abanico de líneas encarnadas igual al otro.
But before they could adjust the binoculars, the Commandant placed a new paper on top of the map. It was an enormous and somewhat hazy photograph upon whose plan appeared a fan of red lines like the other one.
—Nuestros aviadores—continuó el artillero cortés—han tomado esta mañana algunas vistas de las posiciones enemigas. Esto es una ampliación de nuestro taller fotográfico... Según sus informes, hay acampados en el bosque dos regimientos alemanes.
"Our aviators," explained the gunner courteously, "have taken this morning some views of the enemy′s positions. This is an enlargement from our photographic laboratory. . . . According to this information, there are two German regiments encamped in that wood."
Don Marcelo vió en la fotografía la mancha del bosque y dentro de ella líneas blancas que figuraban caminos, grupos de pequeños cuadrados que eran manzanas de casas de un pueblo. Creyó estar en un aeroplano contemplando la tierra á mil metros de altura. Luego se llevó los gemelos á los ojos, siguiendo la dirección de una de las líneas rojas, y vió agrandarse en el redondel de la lente una barra negra, algo semejante á una línea gruesa de tinta: el bosque, el refugio de los enemigos.
Don Marcelo saw on the print the spot of woods, and within it white lines which represented roads, and groups of little squares which were blocks of houses in a village. He believed he must be in an aeroplane contemplating the earth from a height of three thousand feet. Then he raised the glasses to his eyes, following the direction of one of the red lines, and saw enlarged in the circle of the glass a black bar, somewhat like a heavy line of ink—the grove, the refuge of the foe.
—Cuando usted lo disponga, señor senador, empezaremos—dijo el comandante, llegando al último extremo de la cortesía—. ¿Está usted pronto?...
"Whenever you say, Senator Lacour, we will begin," said the Commandant, reaching the topmost notch of his courtesy. "Are you ready?"
Desnoyers sonrió levemente. ¿A qué iba á estar pronto su ilustre amigo? ¿De qué podía servir, simple mirón como él, y emocionado indudablemente por lo nuevo del espectáculo?...
Desnoyers smiled slightly. For what was his illustrious friend to make himself ready? What difference could it possibly make to a mere spectator, much interested in the novelty of the show? . . .
Sonaron á sus espaldas un sinnúmero de timbres: vibraciones que llamaban, vibraciones que respondían. Los tubos acústicos parecían hincharse con el galope de las palabras. El hilo eléctrico pobló el silencio de la habitación con las palpitaciones de su vida misteriosa. El amable jefe ya no se ocupaba de sus personas. Lo adivinaron á sus espaldas ante la boca de un teléfono, conversando con sus oficiales á varios kilómetros de distancia. El héroe dulzón y bienhablado no abandonaba un momento su retorcida cortesía.
There sounded behind them numberless bells, gongs that called and gongs that answered. The acoustic tubes seemed to swell out with the gallop of words. The electric wire filled the silence of the room with the palpitations of its mysterious life. The bland Chief was no longer occupied with his guests. They conjectured that he was behind them, his mouth at the telephone, conversing with various officials some distance off. Yet the urbane and well-spoken hero was not abandoning for one moment his candied courtesy.
—¿Quiere usted tener la bondad de empezar?...—dijo suavemente al oficial lejano—. Con mucho gusto le comunico la orden.
"Will you be kind enough to tell me when you are ready to begin?" they heard him saying to a distant officer. "I shall be much pleased to transmit the order."
Sintió don Marcelo un ligero temblor nervioso junto á una de sus piernas. Era Lacour, inquieto por la novedad. Iba á iniciarse el fuego; iba ocurrir algo que no había visto nunca. Los cañones estaban encima de sus cabezas: temblaría la bóveda como la cubierta de un buque cuando disparan sobre ella. La habitación, con sus tubos acústicos y sus vibraciones de teléfonos, era semejante al puente de un navío en el momento del zafarrancho. ¡El estrépito que iba á producirse!... Transcurrieron algunos segundos, que fueron larguísimos... De pronto, un trueno lejano que parecía venir de las nubes. Desnoyers ya no sintió la vibración nerviosa junto á su pierna. El senador se movió á impulsos de la sorpresa; su gesto parecía decir: «
¿Y esto es todo?...» Los metros de tierra que tenían sobre ellos amortiguaron las detonaciones. El tiro de una pieza gruesa equivalía á un garrotazo en un colchón. Más impresionante resultaba el gemido del proyectil sonando á gran altura, pero desplazando el aire con tal violencia, que sus ondas llegaban hasta la ventana.
Don Marcelo felt a slight nervous tremor near one of his legs; it was Lecour, on the qui vive over the approaching novelty. They were going to begin firing; something was going to happen that he had never seen before. The cannons were above their heads; the roughly vaulted roof was going to tremble like the deck of a ship when they shot over it. The room with its acoustic tubes and its vibrations from the telephones was like the bridge of a vessel at the moment of clearing for action. The noise that it was going to make! . . . A few seconds flitted by that to them seemed unusually long . . . and then suddenly a sound like a distant peal of thunder which appeared to come from the clouds. Desnoyers no longer felt the nervous twitter against his knee. The senator seemed surprised; his expression seemed to say, "And is that all?" . . . The heaps of earth above them had deadened the report, so that the discharge of the great machine seemed no more than the blow of a club upon a mattress. Far more impressive was the scream of the projectile sounding at a great height but displacing the air with such violence that its waves reached even to the window.
Huía... huía, debilitando su rugido. Pasó mucho tiempo antes de que se notasen sus efectos. Los dos amigos llegaron á creer que se había perdido en él espacio. «
No llega... no llega», pensaban. De pronto surgió en el horizonte, exactamente en el lugar indicado, sobre el borrón del bosque, una enorme columna de humo, una torre giratoria de vapor negro, seguida de una explosión volcánica.
It went flying . . . flying, its roar lessening. Some time passed before they noticed its effects, and the two friends began to believe that it must have been lost in space. "It will not strike . . . it will not strike," they were thinking. Suddenly there surged up on the horizon, exactly in the spot indicated over the blur of the woods, a tremendous column of smoke, a whirling tower of black vapor followed by a volcanic explosion.
—¡Qué mal debe vivirse allí!—dijo el senador.
"How dreadful it must be to be there!" said the senator.
El y Desnoyers experimentaron una impresión de alegría animal, un regocijo egoísta, viéndose en lugar seguro, á varios metros debajo del suelo.
He and Desnoyers were experiencing a sensation of animal joy, a selfish hilarity in seeing themselves in such a safe place several yards underground.
—Los alemanes van á tirar de un momento á otro—dijo en voz baja don Marcelo á su amigo.
"The Germans are going to reply at any moment," said Don Marcelo to his friend.
El senador fué de la misma opinión. Indudablemente iban á contestar, entablándose un duelo de artillería.
The senator was of the same opinion. Undoubtedly they would retaliate, carrying on an artillery duel.
Todas las baterías francesas habían abierto el fuego. La montaña tronaba incesantemente: se sucedían los rugidos de los proyectiles; el horizonte, todavía silencioso, se iba erizando de negras columnas salomónicas. Los dos reconocieron que se estaba muy bien en este refugio, semejante á un palco de teatro...
All of the French batteries had opened fire. The mountain was thundering, the shell whining, the horizon, still tranquil, was bristling with black, spiral columns. The two realized more and more how snug they were in this retreat, like a box at the theatre.
Alguien tocó en un hombro á Lacour. Era uno de los capitanes que les guiaban por el frente.
Someone touched Lacour on the shoulder. It was one of the captains who was conducting them through the front.
—Vamos arriba—dijo con sencillez—. Hay que ver de cerca cómo trabajan nuestros cañones. El espectáculo vale la pena.
"We are going above," he said simply. "You must see close by how our cannons are working. The sight will be well worth the trouble."
¿Arriba?... El personaje quedó perplejo, asombrado, como si le propusiesen un viaje interplanetario. ¿Arriba, cuando los enemigos iban á contestar de un momento á otro?...
Above? . . . The illustrious man was as perplexed, as astonished as though he had suggested an interplanetary trip. Above, when the enemy was going to reply from one minute to another? . . .
El capitán explicó que el subteniente Lacour estaba tal vez esperando á su padre. Habían avisado por teléfono á su batería, emplazada á un kilómetro de distancia: debía aprovechar el tiempo para verle.
The captain explained that sub-Lieutenant Lacour was perhaps awaiting his father. By telephone they had advised his battery stationed a little further on; it would be necessary to go now in order to see him.
Subieron de nuevo á la luz por el boquete del subterráneo. El senador se había erguido majestuosamente.
So they again climbed up to the light through the mouth of the tunnel. The senator then drew himself up, majestically erect.
«
Van á tirar—decía una voz en su interior—; van á contestar los enemigos.»
"They are going to fire at us," said a voice in his interior, "The foe is going to reply."
Pero se ajustó el chaqué como un manto trágico, y siguió adelante, grave y solemne. Si aquellos hombres de guerra, adversarios del parlamentarismo, querían reír ocultamente de las emociones de un personaje civil, se llevaban chasco.
But he adjusted his coat like a tragic mantle and advanced at a circumspect and solemn pace. If those military men, adversaries of parliamentarism, fancied that they were going to laugh up their sleeve at the timidity of a civilian, he would show them their mistake!
Desnoyers admiró la decisión con que el grande hombre se lanzaba fuera del subterráneo, lo mismo que si marchase contra el enemigo.
Desnoyers could not but admire the resolution with which the great man made his exit from the shelter, exactly as if he were going to march against the foe.
A los pocos pasos se desgarró la atmósfera en ondas tumultuosas. Los dos vacilaron sobre los pies, mientras zumbaban sus oídos y creían sentir en la nuca la impresión de un golpe. Se les ocurrió al mismo tiempo que ya habían empezado á tirar los alemanes. Pero eran los suyos los que tiraban. Una vedija de humo surgió del bosque, á una docena de metros, disolviéndose instantáneamente. Acababa de disparar una de las piezas de enorme calibre, oculta en el ramaje junto á ellos. Los capitanes dieron una explicación sin detener el paso. Tenían que seguir por delante de los cañones, sufriendo la violenta sonoridad de sus estampidos, para no aventurarse en el espacio descubierto donde estaba el torreón del vigía. También ellos esperaban de un momento á otro la contestación de enfrente.
At a little distance, the atmosphere was rent into tumultuous waves, making their legs tremble, their ears hum, and their necks feel as though they had just been struck. They both thought that the Germans had begun to return the fire, but it was the French who were shooting. A feathery stream of vapor came up out of the woods a dozen yards away, dissolving instantly. One of the largest pieces, hidden in the nearby thicket, had just been discharged. The captains continued their explanations without stopping their journey. It was necessary to pass directly in front of the spitting monster, in spite of the violence of its reports, so as not to venture out into the open woods near the watch tower. They were expecting from one second to another now, the response from their neighbors across the way.
El que iba junto á don Marcelo le felicitó por la impavidez con que soportaba los cañonazos.
The guide accompanying Don Marcelo congratulated him on the fearlessness with which he was enduring the cannonading.
—Mi amigo conoce eso—dijo el senador con orgullo—. Estuvo en la batalla del Marne.
"My friend is well acquainted with it," remarked the senator proudly. "He was in the battle of the Marne."
Los dos militares apreciaron con alguna extrañeza la edad de Desnoyers. ¿En qué lugar había estado? ¿A qué cuerpo pertenecía?...
The two soldiers evidently thought this very strange, considering Desnoyers′ advanced age. To what section had he belonged? In what capacity had he served? . . .
—Estuve de víctima—dijo el aludido, modestamente.
"Merely as a victim," was the modest reply.
Un oficial venía corriendo hacia ellos del lado del torreón, por el espacio desnudo de árboles. Repetidas veces agitó su kepis para que le viesen mejor. Lacour tembló por él. Podían distinguirle los enemigos; se ofrecía como blanco al cortar imprudentemente el espacio descubierto, con el deseo de llegar antes. Y aún tembló más al verle de cerca... Era René.
An officer came running toward them from the tower side, across the cleared space. He waved his kepi several times that they might see him better. Lacour trembled for him. The enemy might descry him; he was simply making a target of himself by cutting across that open space in order to reach them the sooner. . . . And he trembled still more as he came nearer. . . . It was Rene!
Sus manos oprimieron con cierta extrañeza unas manos fuertes, nervudas. Vió el rostro de su hijo con los rasgos más acentuados, obscurecido por la pátina que de la existencia campestre. Un aire de resolución, de confianza en las propias fuerzas, parecía desprenderse de su persona. Seis meses de vida intensa le habían transformado. Era el mismo, pero con el pecho más amplio, las muñecas más fuertes. Las facciones suaves y dulces de la madre se habían perdido bajo esta máscara varonil. Lacour reconoció con orgullo que ahora se parecía á él.
His hands returned with some astonishment the strong, muscular grasp. He noticed that the outlines of his son′s face were more pronounced, and darkened with the tan of camp life. An air of resolution, of confidence in his own powers, appeared to emanate from his person. Six months of intense life had transformed him. He was the same but broader-chested and more stalwart. The gentle and sweet features of his mother were lost under the virile mask. . . . Lacour recognized with pride that he now resembled himself.
Después de los abrazos de saludo, René atendió á don Marcelo con más asiduidad que á su padre. Creía percibir en su persona algo del perfume de Chichí. Preguntó por ella: quería saber detalles de su vida, á pesar de la frecuencia con que llegaban sus cartas.
After greetings had been exchanged, Rene paid more attention to Don Marcelo than to his father, because he reminded him of Chichi. He inquired after her, wishing to know all the details of her life, in spite of their ardent and constant correspondence.
El senador, mientras tanto, conmovido por su reciente emoción, había tomado cierto aire oratorio al dirigirse á su hijo. Improvisó un fragmento de discurso en honor de este soldado de la República que llevaba el glorioso nombre de Lacour, juzgando oportuno el momento para hacer conocer á aquellos militares profesionales los antecedentes de su familia.
The senator, meanwhile, still under the influence of his recent emotion, had adopted a somewhat oratorical air toward his son. He forthwith improvised a fragment of discourse in honor of that soldier of the Republic bearing the glorious name of Lacour, deeming this an opportune time to make known to these professional soldiers the lofty lineage of his family.
—Cumple tu deber, hijo mío. Los Lacour tienen tradiciones guerreras. Acuérdate de nuestro abuelo, el comisario de la Convención, que se cubrió de gloria en la defensa de Maguncia.
"Do your duty, my son. The Lacours inherit warrior traditions. Remember our ancestor, the Deputy of the Convention who covered himself with glory in the defense of Mayence!"
Mientras hablaba se habían puesto todos en marcha, doblando una punta del bosque para colocarse detrás de los cañones.
While he was discoursing, they had started forward, doubling a point of the greenwood in order to get behind the cannons.
Aquí, el estrépito era menos violento. Las grandes piezas, después de cada disparo, dejaban escapar por la recámara una nubecilla de humo semejante á la de una pipa. Los sargentos dictaban cifras, comunicadas en voz baja por otro artillero que tenía en una oreja el auricular del teléfono. Los sirvientes obedecían silenciosos en torno del cañón. Tocaban una ruedecita, y el monstruo elevaba su morro gris, lo movía á un lado ó á otro, con la expresión inteligente y la agilidad de una trompa de elefante. Al pie de la pieza más próxima se erguía, con el tirador en las manos, un artillero de cara impasible. Debía estar sordo. Su embrutecimiento facial delataba cierta autoridad. Para él, la vida no era mas que una serie de tirones y de truenos. Conocía su importancia. Era el servidor de la tormenta, el guardián del rayo.
Here the racket was less violent. The great engines, after each discharge, were letting escape through the rear chambers little clouds of smoke like those from a pipe. The sergeants were dictating numbers, communicated in a low voice by another gunner who had a telephone receiver at his ear. The workmen around the cannon were obeying silently. They would touch a little wheel and the monster would raise its grey snout, moving it from side to side with the intelligent expression and agility of an elephant′s trunk. At the foot of the nearest piece, stood the operator, rod in hand, and with impassive face. He must be deaf, yet his facial inertia was stamped with a certain authority. For him, life was no more than a series of shots and detonations. He knew his importance. He was the servant of the tempest, the guardian of the thunderbolt.
—¡Fuego!—gritó el sargento.
"Fire!" shouted the sergeant.
Y el trueno estalló á su voz. Todo pareció temblar; pero acostumbrados los dos viajeros á oir los estampidos de las piezas por la parte de la boca, les pareció de segundo orden el estrépito presente.
And the thunder broke forth in fury. Everything appeared to be trembling, but the two visitors were by this time so accustomed to the din that the present uproar seemed but a secondary affair.
Lacour iba á continuar su relato sobre el glorioso abuelo de la Convención, cuando algo extraordinario cortó su facundia.
Lacour was about to take up the thread of his discourse about his glorious forefather in the convention when something interfered.
—Tiran—dijo simplemente el artillero que ocupaba el teléfono.
"They are firing," said the man at the telephone simply.
Los dos oficiales repitieron al senador esta noticia, transmitida por los vigías de la torre. ¿No había dicho él que los enemigos iban á contestar?... Obedeciendo al santo instinto de conservación y empujado al mismo tiempo por su hijo, se vió en un «
abrigo» de la batería. No quiso agazaparse en el interior de la estrecha cueva. Permaneció junto á la entrada, con una curiosidad que se sobreponía á la inquietud.
The two officers repeated to the senator this news from the watch tower. Had he not said that the enemy was going to fire? . . . Obeying a sane instinct of preservation, and pushed at the same time by his son, he found himself in the refuge of the battery. He certainly did not wish to hide himself in this cave, so he remained near the entrance, with a curiosity which got the best of his disquietude.
Sintió venir al invisible proyectil á pesar del estrépito de los cañones inmediatos. Percibía, con rara sensibilidad su paso á través de la atmósfera por encima de los otros ruidos más potentes y cercanos. Era un gemido que ensanchaba su intensidad; un triángulo sonoro, con el vértice en el horizonte, que se abría al avanzar, llenando todo el espacio. Luego ya no fué un gemido, fué un bronco estrépito; formado por diversos choques y roces, semejantes al descenso de un tranvía eléctrico por una calle en cuesta, á la carrera de un tren que pasa ante una estación sin detenerse.
He felt the approach of the invisible projectile, in spite of the roar of the neighboring cannon. He perceived with rare sensibility its passage through the air, above the other closer and more powerful sounds. It was a squealing howl that was swelling in intensity, that was opening out as it advanced, filling all space. Soon it ceased to be a shriek, becoming a rude roar formed by divers collisions and frictions, like the descent of an electric tram through a hillside road, or the course of a train which passes through a station without stopping.
Le vió aparecer en forma de nube, agrandóse como si fuese á desplomarse sobre la batería. Sin saber cómo, se encontró en el fondo del «
abrigo», y sus manos tropezaron con el frío contacto de un montón de cilindros de acero alineados como botellas. Eran proyectiles.
He saw it approach in the form of a cloud, bulging as though it were going to explode over the battery. Without knowing just how it happened, the senator suddenly found himself in the bottom of the shelter, his hands in cold contact with a heap of steel cylinders lined up like bottles. They were projectiles.
«
Si la «
marmita» alemana—pensó—estallase sobre esta madriguera... ¡qué espantosa voladura!...»
"If a German shell," he thought, "should explode above this burrow . . . what a frightful blowing up!" . . .
Pero se tranquilizaba al considerar la solidez de la bóveda: vigas y sacos de tierra se sucedían en un espesor de varios metros. Quedó de pronto en absoluta obscuridad. Otro se había refugiado en el «
abrigo», obstruyendo con su cuerpo la entrada de la luz: tal vez su amigo Desnoyers.
But he calmed himself by reflecting on the solidity of the arched vault with its beams and sacks of earth several yards thick. Suddenly he was in absolute darkness. Another had sought refuge in the shelter, obstructing the light with his body; perhaps his friend Desnoyers.
Pasó un año que en su reloj sólo representaba un segundo; luego pasó un siglo de igual duración... y al fin estalló el esperado trueno, temblando el «
abrigo», pero con blandura, con sorda elasticidad, como si fuese de caucho. La explosión, á pesar de esto, resultaba horrible. Otras explosiones menores, enroscadas, juguetonas y silbantes surgieron detrás de la primera. Con la imaginación dió forma Lacour á este cataclismo. Vió una serpiente alada vomitando chispas y humo, una especie de monstruo wagneriano que al aplastarse contra el suelo abría sus entrañas, esparciendo miles de culebrillas ígneas que lo cubrían todo con sus mortales retorcimientos... El proyectil debía haber estallado muy cerca, tal vez en la misma plazoleta ocupada por la batería.
A year passed by while his watch was registering a single second, then a century at the same rate . . . and finally the awaited thunder burst forth, making the refuge vibrate, but with a kind of dull elasticity, as though it were made of rubber. In spite of its thud, the explosion wrought horrible damage. Other minor explosions, playful and whistling, followed behind the first. In his imagination, Lacour saw the cataclysm—a writhing serpent, vomiting sparks and smoke, a species of Wagnerian monster that upon striking the ground was disgorging thousands of fiery little snakes, that were covering the earth with their deadly contortions. . . . The shell must have burst nearby, perhaps in the very square occupied by this battery.
Salió del «
abrigo», esperando encontrar un espectáculo horroroso de cadáveres despedazados, y vió á su hijo que sonreía encendiendo un cigarro y hablando con Desnoyers... ¡Nada! Los artilleros terminaban tranquilamente de cargar una pieza gruesa. Habían levantado los ojos un momento al pasar el proyectil enemigo, continuando luego su trabajo.
He came out of the shelter, expecting to encounter a sickening display of dismembered bodies, and he saw his son smiling, smoking a cigar and talking with Desnoyers. . . . That was a mere nothing! The gunners were tranquilly finishing the charging of a huge piece. They had raised their eyes for a moment as the enemy′s shell went screaming by, and then had continued their work.
—Ha debido caer á unos trescientos metros—dijo René tranquilamente.
"It must have fallen about three hundred yards away," said Rene cheerfully.
El senador, espíritu impresionable, sintió de pronto una confianza heroica. No valía la pena ocuparse tanto de la propia seguridad cuando los otros hombres, iguales á él—aunque fuesen vestidos de distinto modo—, no parecían reconocer el peligro.
The senator, impressionable soul, felt suddenly filled with heroic confidence. It was not worth while to bother about his personal safety when other men—just like him, only differently dressed—were not paying the slightest attention to the danger.
Y al pasar nuevos proyectiles, que iban á perderse en los bosques con estallidos de cráter, permaneció al lado de su hijo, sin otro signo de emoción que un leve estremecimiento en las piernas. Le parecía ahora que únicamente los proyectiles franceses, por ser «
suyos», daban en el blanco y mataban. Los otros tenían la obligación de pasar por alto, perdiéndose lejos entre un estrépito inútil. Con tales ilusiones se fabrica el valor... «
¿Y esto es todo?», parecían decir sus ojos.
And as the other projectiles soared over his head to lose themselves in the woods with the explosions of a volcano, he remained by his son′s side, with no other sign of tension than a slight trembling of the knees. It seemed to him now that it was only the French missiles—because they were on his side—that were hitting the bull′s eye. The others must be going up in the air and losing themselves in useless noise. Of just such illusions is valor often compounded! . . . "And is that all?" his eyes seemed to be asking.
Recordaba con cierta vergÜenza su refugio en el «
abrigo»; se reconocía capaz de vivir allí, lo mismo que René.
He now recalled rather shamefacedly his retreat to the shelter; he was beginning to feel that he could live in the open, the same as Rene.
Sin embargo, los obuses alemanes eran cada vez más frecuentes. Ya no se perdían en el bosque; sus estallidos sonaban más cercanos. Los dos oficiales cruzaron sus miradas. Tenían el encargo de velar por la seguridad del ilustre visitante.
The German missiles were getting considerably more frequent. They were no longer lost in the wood, and their detonations were sounding nearer and nearer. The two officials exchanged glances. They were responsible for the safety of their distinguished charge.
—Esto se calienta—dijo uno de ellos. +
"Now they are warming up," said one of them.
René, como si adivinase lo que pensaban, se dispuso á partir. «
¡Adiós, papá!» Estaba haciendo falta en su batería. El senador intentó resistirse, quiso prolongar la entrevista, pero chocó con algo duro é inflexible que repelía toda su influencia. Un senador valía poco entre aquella gente acostumbrada á la disciplina.
Rene, as though reading their thoughts, prepared to go. "Good-bye, father!" They were needing him in his battery. The senator tried to resist; he wished to prolong the interview, but found that he was hitting against something hard and inflexible that repelled all his influence. A senator amounted to very little with people accustomed to discipline.
—¡Salud, hijo mío!... Mucha suerte... Acuérdate de quién eres.
"Farewell, my boy! . . . All success to you! . . . Remember who you are!"
Y el padre lloró al oprimirle entre sus brazos. Lamentaba en silencio la brevedad de la entrevista; pensó en los peligros que aguardaban á su único hijo al separarse de él.
The father wept as he embraced his son, lamenting the brevity of the interview, and thinking of the dangers awaiting him.
Cuando René hubo desaparecido, los capitanes iniciaron la marcha del grupo. Se hacía tarde; debían llegar antes de anochecer á un determinado acantonamiento. Iban cuesta abajo, al abrigo de una arista de la montaña, viendo pasar muy altos los proyectiles enemigos.
When Rene had disappeared, the captains again recommended their departure. It was getting late; they ought to reach a certain cantonment before nightfall. So they went down the hill in the shelter of a cut in the mountain, seeing the enemy′s shells flying high above them.
En una hondonada encontraron varios grupos de cañones de 75. Estaban esparcidos en la arboleda, disimulados por montones de ramaje, como perros agazapados que ladraban asomando sus hocicos grises. Los grandes cañones rugían con intervalos de grave pausa. Estas jaurías de acero gritaban incesantemente, sin abrir el más leve paréntesis en su cólera ruidosa, igual al rasgón de una tela que se parte sin fin. Las piezas eran muchas, los disparos vertiginosos, y las detonaciones se confundían en una sola, como las series de puntos se unen formando una línea compacta.
In a hollow, they came upon several groups of the famed seventy-fives spread about through the woods, hidden by piles of underbrush, like snapping dogs, howling and sticking up their gray muzzles. The great cannon were roaring only at intervals, while the steel pack of hounds were yelping incessantly without the slightest break in their noisy wrath—like the endless tearing of a piece of cloth. The pieces were many, the volleys dizzying, and the shots uniting in one prolonged shriek, as a series of dots unite to form a single line.
Los jefes, embriagados por el estrépito, daban sus órdenes á gritos, agitaban los brazos paseando por detrás de las piezas. Los cañones se deslizaban sobre las cureñas inmóviles, avanzando y retrocediendo como pistolas automáticas. Cada disparo arrojaba la cápsula vacía, introduciendo al punto un nuevo proyectil en la recámara humeante.
The chiefs, stimulated by the din, were giving their orders in yells, and waving their arms from behind the pieces. The cannon were sliding over the motionless gun carriages, advancing and receding like automatic pistols. Each charge dropped an empty shell, and introduced a fresh one into the smoking chamber.
Se arremolinaba el aire á espaldas de las baterías con oleaje furioso. Lacour y su compañero recibían á cada tiro un golpe en el pecho, el violento contacto de una mano invisible que los empujaba hacia atrás. Tenían que acompasar su respiración al ritmo de los disparos. Durante una centésima de segundo, entre la onda aérea barrida y la nueva onda que avanzaba, sus pechos experimentaban la angustia del vacío. Desnoyers admiró el ladrido de estos perros grises. Conocía bien sus mordeduras, que alcanzaban á muchos kilómetros. Aún se mantenían frescas en su pobre castillo.
Behind the battery, the air was racking in furious waves. With every shot, Lacour and his companion received a blow on the breast, the violent contact with an invisible hand, pushing them backward and forward. They had to adjust their breathing to the rhythm of the concussions. During the hundredth part of a second, between the passing of one aerial wave and the advance of the next, their chests felt the agony of vacuum. Desnoyers admired the baying of those gray dogs. He knew well their bite, extending across many kilometres. Now they were fresh and at home in their own kennels.
A Lacour le pareció que las filas de cañones cantaban algo monótono y feroz, como debieron ser los himnos guerreros de la humanidad de los tiempos prehistóricos. Esta música de notas secas, ensordecedoras, delirantes, iba despertando en los dos algo que duerme en el fondo de todas las almas: el salvajismo de los remotos abuelos. El aire se caldeaba con olores acres, punzantes, bestialmente embriagadores. Los perfumes del explosivo llegaban hasta el cerebro por la boca, por las orejas, por los ojos.
To Lacour it seemed as though the rows of cannon were chanting a measure, monotonous and fiercely impassioned that must be the martial hymn of the humanity of prehistoric times. This music of dry, deafening, delirious notes was awakening in the two what is sleeping in the depths of every soul—the savagery of a remote ancestry. The air was hot with acrid odors, pungent and brutishly intoxicating. The perfumes from the explosions were penetrating to the brain through the mouth, the eyes and the ears.
Experimentaron el mismo enardecimiento de los directores de las piezas, que gritaban y braceaban en medio del trueno. Las cápsulas vacías iban formando una capa espesa detrás de los cañones. ¡Fuego!... ¡siempre fuego!
They began to be infected with the same ardor as the directors, shouting and swinging their arms in the midst of the thundering. The empty capsules were mounting up in thick layers behind the cannon. Fire! . . . always, fire!
—Hay que rociar bien—gritaban los jefes—. Hay que dar un buen riego al bosque donde están los boches.
"We must sprinkle them well," yelled the chiefs. "We must give a good soaking to the groves where the Boches are hidden."
Y las bocas del 75 regaban sin interrupción, inundando de proyectiles la remota arboleda.
So the mouths of ′75 rained without interruption, inundating the remote thickets with their shells.
Enardecidos por esta actividad mortal, embriagados por la celeridad destructora, sometidos al vértigo de las horas rojas, Lacour y Desnoyers se vieron de pronto agitando sus sombreros, moviéndose de un lado á otro como si fuesen á bailar la danza sagrada de la muerte, gritando con la boca seca por el acre vapor de la pólvora: «
¡Viva... viva!»
Inflamed by this deadly activity, frenzied by the destructive celerity, dominated by the dizzying sway of the ruby leaves, Lacour and Desnoyers found themselves waving their hats, leaping from one side to another as though they were dancing the sacred dance of death, and shouting with mouths dry from the acrid vapor of the powder. . . . "Hurrah! . . . Hurrah!"
El automóvil rodó toda la tarde, deteniéndose algunas veces en los caminos congestionados por el largo desfile de los convoyes. Pasaron á través de campos sin cultivar, con esqueletos de viviendas. Corrieron á lo largo de pueblos incendiados que no eran mas que una sucesión de fachadas negras con huecos abiertos sobre el vacío.
The automobile rode all the afternoon long, stopping only when it met long files of convoys. It traversed uncultivated fields with skeletons of dwellings, and ran through burned towns which were no more than a succession of blackened facades.
—Ahora le toca á usted—dijo el senador á Desnoyers—. Vamos á ver á su hijo.
"Now it is your turn," said the senator to Desnoyers. "We are going to see your son."
Se cruzaron á la caída de la tarde con numerosos grupos de infantería, soldados de luengas barbas y uniformes azules descoloridos por la intemperie. Volvían de los atrincheramientos, llevando sobre la joroba de sus mochilas palas, picos y otros útiles para remover la tierra, que habían adquirido una importancia de armas de combate. Iban cubiertos de barro de cabeza á pies. Todos parecían viejos en plena juventud. Su alegría al volver al acantonamiento después de una semana de trinchera poblaba el silencio de la llanura con canciones acompañadas por el sordo choque de sus zapatos claveteados. En el atardecer de color de violeta, el coro varonil iba esparciendo las estrofas aladas de la Marsellesa ó las afirmaciones heroicas del Canto de partida.
At nightfall, they ran across groups of infantry, soldiers with long beards and blue uniforms discolored by the inclemency of the weather. They were returning from the intrenchments, carrying over the hump of their knapsacks, spades, picks and other implements for removing the ground, that had acquired the importance of arms of combat. They were covered with mud from head to foot. All looked old in full youth. Their joy at returning to the cantonment after a week in the trenches, made them fill the silence of the plain with songs in time to the tramp of their nailed boots. Through the violet twilight drifted the winged strophes of the Marseillaise, or the heroic affirmations of the Chant du Depart.
—Son los soldados de la Revolución—decía entusiasmado el senador—; Francia ha vuelto á 1792.
"They are the soldiers of the Revolution," exclaimed Lacour with enthusiasm. "France has returned to 1792."
Pasaron la noche en un pueblo medio arruinado, donde se había establecido la comandancia de una división. Los dos capitanes se despidieron. Otros se encargarían de guiarles en la mañana siguiente.
The two captains established their charges for the night in a half-ruined town where one of their divisions had its headquarters, and then took their leave. Others would act as their escort the following morning.
Se habían alojado en el «
Hotel de la Sirena», edificio viejo, con la fachada roída por los obuses. El dueño les mostró con orgullo una ventana rota que había tomado la forma de un cráter. Esta ventana hacía perder su importancia á la antigua muestra del establecimiento: una mujer de hierro con cola de pescado. Como Desnoyers ocupaba la habitación inmediata á la que había recibido el proyectil, el hotelero quiso enseñársela antes de que se acostase.
The two friends were lodging in the Hotel de la Siren, an old inn with its front gnawed by shell-fire. The proprietor showed them with pride a window broken in the form of a crater. This window had made the old tavern sign—a woman of iron with the tail of a fish—sink into insignificance. As Desnoyers was occupying the room next to the one that had received the mark of the shell, the inn-keeper was anxious to point it out to them before they went to bed.
Todo roto: paredes, suelo, techo. Los muebles hechos astillas en los rincones; harapos de floreado papel colgando de las paredes. Por un agujero enorme se veían las estrellas y entraba el frío de la noche. El dueño hizo constar que este destrozo no era obra de los alemanes. Lo había causado un proyectil del 75 al ser repelidos los invasores fuera del pueblo. Y sonreía con patriótico orgullo ante la destrucción, repitiendo:
Everything was broken—walls, floor, roof. The furniture, a pile of splinters in the corner; the flowered wall paper, a fringe of tatters hanging from the walls. Through an enormous hole they could see the stars and feel the chill of the night. The owner stated that this destruction was not the work of the Germans, but was caused by a projectile from one of the seventy-fives when repelling the invaders from the village. And he beamed on the ruin with patriotic pride, repeating:
—Es obra de los nuestros. ¿Qué le parece cómo trabaja el 75?... ¿Qué dice usted de esto?...
"There′s a sample of French marksmanship for you! How do you like the workings of the seventy-fives? . . . What do you think of that now? . . ."
A pesar de la fatiga del viaje, don Marcelo durmió mal, agitado por el pensamiento de que su hijo estaba á corta distancia.
In spite of the fatigue of the journey, Don Marcelo slept badly, excited by the thought that his son was not far away.
Una hora después del amanecer salieron del pueblo en automóvil, guiados por otro oficial. A los dos lados del camino vieron campamentos y campamentos. Dejaron atrás los parques de municiones; pasaron la tercera línea de tropas; luego la segunda. Miles y miles de hombres se habían instalado en pleno campo, improvisando sus viviendas. Este hormigueo varonil recordaba, con su variedad de uniformes y razas, las grandes invasiones de la Historia. No era un pueblo en marcha: el éxodo de un pueblo lleva tras de él mujeres y niños. Aquí sólo se veían hombres, hombres por todas partes.
An hour before daybreak, they left the village, in an automobile, guided by another official. On both sides of the road, they saw camps and camps. They left behind the parks of munitions, passed the third line of troops, and then the second. Thousands and thousands of men were bivouacking there in the open, improvising as best they could their habitations. These human ant-hills seemed vaguely to recall, with the variety of uniforms and races, some of the mighty invasions of history; but it was not a nation en marche. The exodus of people takes with it the women and children. Here there were nothing but men, men everywhere.
Todos los géneros de habitación discurridos por la humanidad, á partir de la caverna, eran utilizados en estas aglomeraciones militares. Las cuevas y canteras servían de cuarteles. Unas chozas recordaban el rancho americano; otras, cónicas y prolongadas, imitaban al gurbi de África. Muchos de los soldados procedían de las colonias; algunos habían vivido como negociantes en países del nuevo mundo, y al tener que improvisar una casa más estable que la tienda de lona, apelaban á sus recuerdos, imitando la arquitectura de las tribus con las que estuvieron en contacto. Además, en esta masa de combatientes había tiradores marroquíes, negros y asiáticos, que parecían crecerse lejos de las ciudades, adquiriendo á campo raso una superioridad que los convertía en maestros de los civilizados.
All kinds of housing ever used by humanity were here utilized, these military assemblages beginning with the cave. Caverns and quarries were serving as barracks. Some low huts recalled the American ranch; others, high and conical, were facsimiles of the gurbi of Africa. Many of the soldiers had come from the colonies; some had been living as business men in the new world, and upon having to provide a house more stable than the canvas tent, had recalled the architecture of the tribes with which they had had dealings. In this conglomerate of combatants, there were also Moors, blacks and Asiatics who were accustomed to live outside the cities and had acquired in the open a physical superiority which made them more masterful than the civilized peoples.
Junto á los arroyos aleteaban ropas blancas puestas á secar. Filas de hombres despechugados hacían frente al fresco de la mañana, inclinándose sobre la lámina acuática para lavarse con ruidosas ablaciones seguidas de enérgicos restriegos... En un puente escribía un soldado, empleando como mesa el parapeto... Los cocineros se movían en torno de las ollas humeantes. Un tufillo grasiento de sopa matinal iba esparciéndose entre los perfumes resinosos de los árboles y el olor de la tierra mojada.
Near the river beds was flapping white clothing hung out to dry. Rows of men with bared breasts were out in the morning freshness, leaning over the streams, washing themselves with noisy ablutions followed by vigorous rubbings. . . . On a bridge was a soldier writing, utilizing a parapet as a table. . . . The cooks were moving around their savory kettles, and a warm exhalation of morning soup was mixed with the resinous perfume of the trees and the smell of the damp earth.
Largos barracones de madera y cinc servían á la caballería y la artillería para guardar el ganado y el material. Los soldados limpiaban y herraban al aire libre los caballos, lucios y gordos. La guerra de trincheras mantenía á éstos en plácida obesidad.
Long, low barracks of wood and zinc served the cavalry and artillery for their animals and stores. In the open air, the soldiers were currying and shoeing the glossy, plump horses which the trench-war was maintaining in placid obesity.
—¡Si hubiesen estado así en la batalla del Marne!...—dijo Desnoyers á su amigo.
"If they had only been like that at the battle of the Marne!" sighed Desnoyers to his friend.
Ahora, la caballada vivía en interminable descanso. Sus jinetes combatían á pie, haciendo fuego en las trincheras. Las bestias se hinchaban en una tranquilidad conventual, y había que sacarlas de paseo para que no enfermasen ante el pesebre repleto.
Now the cavalry was leading an existence of interminable rest. The troopers were fighting on foot, and finding it necessary to exercise their steeds to keep them from getting sick with their full mangers.
Se destacaron sobre la llanura, como libélulas grises, varios aeroplanos dispuestos á volar. Muchos hombres se agrupaban en torno de ellos. Los campesinos convertidos en soldados consideraban con admiración al camarada encargado del manejo de estas máquinas. Veían en su persona el mismo poder de los brujos venerados y temidos en los cuentos de la aldea.
There were spread over the fields several aeroplanes, like great, gray dragon flies, poised for the flight. Many of the men were grouped around them. The farmers, transformed into soldiers, were watching with great admiration their comrade charged with the management of these machines. They looked upon him as one of the wizards so venerated and feared in all the countryside.
Don Marcelo se fijó en la transformación general del uniforme de los franceses. Todos iban vestidos de azul grisáceo de cabeza á pies. Los pantalones de grana, los kepis rojos que había visto en las jornadas del Marne, ya no existían. Los hombres que transitaban por los caminos eran militares. Todos los vehículos, hasta las carretas de bueyes, iban guiados por un soldado.
Don Marcelo was struck by the general transformation in the French uniforms. All were now clad in gray-blue, from head to foot. The trousers of bright scarlet cloth, the red kepis which he had hailed with such joy in the expedition of the Marne, no longer existed. All the men passing along the roads were soldiers. All the vehicles, even the ox-carts, were guided by military men.
Se detuvo de pronto el automóvil junto á unas casas arruinadas y ennegrecidas por el incendio.
Suddenly the automobile stopped before some ruined houses blackened by fire.
—Ya hemos llegado—dijo el oficial—. Ahora habrá que caminar un poco.
"Here we are," announced the official. "Now we shall have to walk a little."
El senador y su amigo empezaron á marchar por la carretera.
The senator and his friend started along the highway.
—Por ahí no—volvió á decir el guía—. Ese camino es nocivo para la salud. Hay que librarse de las corrientes de aire.
"Not that way, no!" the guide turned to say grimly. "That road is bad for the health. We must keep out of the currents of air."
Explicó que los alemanes tenían sus cañones y atrincheramientos al final de esta carretera, que descendía por una depresión del terreno y remontaba en el horizonte su cinta blanca entre dos filas de árboles y casas quemadas. La mañana lívida, con su esfumamiento brumoso, les ponía á cubierto del fuego enemigo. En un día de sol, la llegada del automóvil habría sido saludada con un obús. «
Esta guerra es así—terminó diciendo—; se aproxima uno á la muerte sin verla.»
He further explained that the Germans had their cannon and intrenchments at the end of this highroad which sloped suddenly and again appeared as a white ribbon on the horizon line between two rows of trees and burned houses. The pale morning light with its hazy mist was sheltering them from the enemy′s fire. On a sunny day, the arrival of their automobile would have been saluted with a shell. "That is war," he concluded. "One is always near to death without seeing it."
Se acordaron los dos de las recomendaciones del general que los había tenido el día antes á su mesa. «
Mucho cuidado: la guerra de trincheras es traidora.» Vieron ante ellos el inmenso campo sin una persona, pero con su aspecto ordinario. Era el campo en domingo, cuando los trabajadores están en sus casas y el suelo parece reconcentrarse en silenciosa meditación. Se veían objetos informes abandonados en la llanura, como los instrumentos agrícolas en día de asueto. Tal vez eran automóviles rotos, armones de artillería destrozados por la explosión de su carga.
The two recalled the warning of the general with whom they had dined the day before: "Be very careful! The war of the trenches is treacherous." In the sweep of plains unrolled before them, not a man was visible. It seemed like a country Sunday, when the farmers are in their homes, and the land scene lying in silent meditation. Some shapeless objects could be seen in the fields, like agricultural implements deserted for a day of rest. Perhaps they were broken automobiles, or artillery carriages destroyed by the force of their volleys.
—Por aquí—dijo el oficial, al que se habían agregado cuatro soldados para llevar á hombros varios sacos y paquetes traídos por Desnoyers en el techo del automóvil.
"This way," said the officer who had added four soldiers to the party to carry the various bags and packages which Desnoyers had brought out on the roof of the automobile.
Avanzaron en fila á lo largo de un muro de ladrillos ennegrecidos, siguiendo un camino descendente. A los pocos pasos la superficie del suelo estaba á la altura de sus rodillas; más allá les alcanzaba al talle; luego á los hombros; y así se hundieron en la tierra, viendo únicamente sobre sus cabezas una estrecha faja de cielo.
They proceeded in a single file the length of a wall of blackened bricks, down a steep hill. After a few steps the surface of the ground was about to their knees; further on, up to their waists, and thus they disappeared within the earth, seeing above their heads, only a narrow strip of sky.
Estaban en pleno campo. Habían dejado á sus espaldas el grupo de ruinas que ocultaba la entrada del camino. Marchaban de un modo absurdo, como si aborreciesen la línea recta, en zigzag, en curvas, en ángulos. Otros senderos no menos complicados partían de esta zanja, que era la avenida central de una inmensa urbe subterránea. Caminaban... caminaban. Transcurrió un cuarto de hora, media hora, una hora entera. Lacour y su amigo pensaban con nostalgia en las carreteras flanqueadas de árboles, en la marcha al aire libre, viendo el cielo y los campos. No daban veinte pasos seguidos en la misma dirección. El oficial, que marchaba delante, desaparecía á cada momento en una revuelta. Los que iban detrás jadeaban y hablaban invisibles, teniendo que apresurar el paso para no perderse. De vez en cuando hacían alto para reconcentrarse y contarse, por miedo á que alguien se hubiese extraviado en una galería transversal. El suelo era resbaladizo. En algunos lugares había un barro casi líquido, blanco y corrosivo, semejante al que chorrea de los andamios de una casa en construcción.
They were now under the open field, having left behind them the mass of ruins that hid the entrance of the road. They were advancing in an absurd way, as though they scorned direct lines—in zig-zags, in curves, in angles. Other pathways, no less complicated, branched off from this ditch which was the central avenue of an immense subterranean cavity. They walked . . . and walked . . . and walked. A quarter of an hour went by, a half, an entire hour. Lacour and his friend thought longingly of the roadways flanked with trees, of their tramp in the open air where they could see the sky and meadows. They were not going twenty steps in the same direction. The official marching ahead was every moment vanishing around a new bend. Those who were coming behind were panting and talking unseen, having to quicken their steps in order not to lose sight of the party. Every now and then they had to halt in order to unite and count the little band, to make sure that no one had been lost in a transverse gallery. The ground was exceedingly slippery, in some places almost liquid mud, white and caustic like the drip from the scaffolding of a house in the course of construction.
El eco de sus pasos, el roce de sus hombros, desprendían terrones y guijarros de los dos taludes. De tarde en tarde subía el zanjón y los caminantes subían con él. Bastaba un pequeño esfuerzo para ver por encima de los montones de tierra. Pero lo que veían eran campos incultos, alambrados con postes en cruz, el mismo aspecto de llanura que descansa, falta de habitantes. Sabía por experiencia el oficial lo que costaba muchas veces esta curiosidad, y no les permitía prolongarla: «
Adelante, adelante.»
The thump of their footsteps, and the friction of their shoulders, brought down chunks of earth and smooth stones from the sides. Little by little they climbed through the main artery of this underground body and the veins connected with it. Again they were near the surface where it required but little effort to see the blue above the earth-works. But here the fields were uncultivated, surrounded with wire fences, yet with the same appearance of Sabbath calm. Knowing by sad experience, what curiosity oftentimes cost, the official would not permit them to linger here. "Keep right ahead! Forward march!"
Llevaban hora y media caminando. Los dos viajeros empezaron á sentir la fatiga y la desorientación de esta marcha en zigzag. No sabían ya si avanzaban ó retrocedían. Las rudas pendientes, las continuas revueltas, produjeron en ellos un principio de vértigo.
For an hour and a half the party kept doggedly on until the senior members became greatly bewildered and fatigued by their serpentine meanderings. They could no longer tell whether they were advancing or receding, the sudden steeps and the continual turning bringing on an attack of vertigo.
—¿Falta mucho para llegar?—preguntó el senador.
"Have we much further to go?" asked the senator.
—Allí—dijo el oficial, señalando por encima de los montones de tierra.
"There!" responded the guide pointing to some heaps of earth above them.
Allí, era un campanario en ruinas y varias casas quemadas que se veían á lo lejos: los restos de un pueblo tomado y perdido varias veces por unos y otros.
"There" was a bell tower surrounded by a few charred houses that could be seen a long ways off—the remains of a hamlet which had been taken and retaken by both sides.
El mismo trayecto lo habrían hecho sobre la corteza terrestre en media hora marchando en línea recta. A los ángulos del camino subterráneo, preparados para impedir un avance del enemigo, había que añadir los obstáculos de la fortificación de campaña: túneles cortados por verjas; jaulones de alambre que estaban suspendidos, pero al caer obstruían el zanjón, pudiendo los defensores hacer fuego á través de su enrejado.
By going in a direct line on the surface they would have compassed this distance in half an hour. To the angles of the underground road, arranged to impede the advance of an enemy, there had been added the obstacles of campaign fortification, tunnels cut with wire lattice work, large hanging cages of wire which, on falling, could block the passage and enable the defenders to open fire across their gratings.
Empezaron á encontrar soldados con fardos y cubos de agua. Se perdían en la tortuosidad de los senderos transversales. Algunos, sentados en un montón de maderos, sonreían leyendo un pequeño periódico redactado en las trincheras.
They began to meet soldiers with packs and pails of water who were soon lost in the tortuous cross roads. Some, seated on piles of wood, were smiling as they read a little periodical published in the trenches.
Se notaban en el camino los mismos indicios que denuncian sobre la superficie de la tierra la proximidad de una población. Se apartaban los soldados para abrir paso á la comitiva; asomaban caras barbudas y curiosas en los callejones. Sonaba á lo lejos un estrépito de ruidos secos, como si al final de la vía tortuosa existiese un polígono de tiro ó se ejercitase un grupo de cazadores en derribar palomas.
The soldiers stepped aside to make way for the visiting procession, bearded and curious faces peeping out of the alleyways. Afar off sounded a crackling of short snaps as though at the end of the winding lanes were a shooting lodge where a group of sportsmen were killing pigeons.
La mañana continuaba nebulosa y glacial. A pesar del ambiente húmedo, un moscardón de zumbido pegajoso cruzó varias veces sobre los dos visitantes.
The morning was still cloudy and cold. In spite of the humid atmosphere, a buzzing like that of a horsefly, hummed several times above the two visitors.
—Balas—dijo lacónicamente el oficial.
"Bullets!" said their conductor laconically.
Desnoyers había hundido un poco su cabeza entre los hombros. Conocía perfectamente este ruido de insecto. El senador marchó más aprisa: ya no sentía cansancio.
Desnoyers meanwhile had lowered his head a little, he knew perfectly well that insectivorous sound. The senator walked on more briskly, temporarily forgetting his weariness.
Se vieron ante un teniente coronel, que los recibió como un ingeniero que enseña sus talleres, como un oficial de marina que muestra las baterías y torres de su acorazado. Era el jefe del batallón que ocupaba este sector de las trincheras. Don Marcelo le miró con interés al pensar que su hijo estaba bajo sus órdenes.
They came to a halt before a lieutenant-colonel who received them like an engineer exhibiting his workshops, like a naval officer showing off the batteries and turrets of his battleships. He was the Chief of the battalion occupying this section of the trenches. Don Marcelo studied him with special interest, knowing that his son was under his orders.
—Esto es lo mismo que un buque—dijo luego de saludarles.
…
Los dos amigos reconocieron que las fortificaciones subterráneas tenían cierta semejanza con las entrañas de un navío. Pasaron de trinchera en trinchera. Eran las de última línea, las más antiguas: galerías obscuras en las que sólo entraban hilillos de luz á través de las aspilleras y las ventanas amplias y bajas de las ametralladoras. La larga línea de defensa formaba un túnel, cortado por breves espacios descubiertos. Se iba saltando de la luz á la obscuridad y de la obscuridad á la luz con una rudeza visual que fatigaba los ojos. En los espacios abiertos el suelo era más alto. Había banquetas de tablas empotradas en los taludes para que los observadores pudiesen sacar la cabeza ó examinar el paisaje valiéndose del periscopio. Los espacios cerrados servían á la vez de baterías y dormitorios.
To the two friends, these subterranean fortifications bore a certain resemblance to the lower parts of a vessel. They passed from trench to trench of the last line, the oldest—dark galleries into which penetrated streaks of light across the loopholes and broad, low windows of the mitrailleuse. The long line of defense formed a tunnel cut by short, open spaces. They had to go stumbling from light to darkness, and from darkness to light with a visual suddenness very fatiguing to the eyes. The ground was higher in the open spaces. There were wooden benches placed against the sides so that the observers could put out the head or examine the landscape by means of the periscope. The enclosed space answered both for batteries and sleeping quarters.
Estos acuartelamientos habían sido al principio trincheras descubiertas, iguales á las de la primera línea. Al repeler al enemigo y ganar terreno, los combatientes, que llevaban en ellas todo un invierno, habían buscado instalarse con la mayor comodidad. Sobre las zanjas al aire libre habían atravesado vigas de las casas arruinadas; sobre las vigas, tablones, puertas, ventanas, y encima del maderaje varías filas de sacos de tierra. Estos sacos estaban cubiertos por una capa de humus de la que brotaban hierbas, dando al lomo de la trinchera una placidez verde y pastoril. Las bóvedas de ocasión resistían la caída de los obuses, que se enterraban en ellas sin causar grandes daños. Cuando un estallido las quebrantaba demasiado, los trogloditas salían de noche, como hormigas desveladas, recomponiendo ágilmente el «
tejado» de su vivienda.
As the enemy had been repelled and more ground had been gained, the combatants who had been living all winter in these first quarters, had tried to make themselves more comfortable. Over the trenches in the open air, they had laid beams from the ruined houses; over the beams, planks, doors and windows, and on top of the wood, layers of sacks of earth. These sacks were covered by a top of fertile soil from which sprouted grass and herbs, giving the roofs of the trenches, an appearance of pastoral placidity. The temporary arches could thus resist the shock of the abuses which went ploughing into the earth without causing any special damage. When an explosion was pounding too noisily and weakening the structure, the troglodytes would swarm out in the night like watchful ants, and skilfully readjust the roof of their primitive dwellings.
Todo aparecía limpio, con la pulcritud ruda y algo torpe que pueden conseguir los hombres cuando viven lejos de las mujeres y entregados á sus propios recursos. Estas galerías tenían algo de claustro de monasterio, de cuadra de presidio, de entrepuente de acorazado. Su piso era medio metro más bajo que el de los espacios descubiertos que unían á unas trincheras con otras. Para que los oficiales pudiesen avanzar sin bajadas y subidas, unos tablones formando andamio estaban tendidos de puerta á puerta.
Everything appeared clean with that simple and rather clumsy cleanliness exercised by men living far from women and thrown upon their own resources. The galleries were something like the cloisters of a monastery, the corridors of a prison, and the middle sections of a ship. Their floors were a half yard lower than that of the open spaces which joined the trenches together. In order that the officers might avoid so many ups and downs, some planks had been laid, forming a sort of scaffolding from doorway to doorway.
Al ver los soldados al jefe se formaban en fila. Sus cabezas quedaban al nivel del talle de los que iban pasando por los tablones. Desnoyers miró con avidez á todos estos hombres. ¿Dónde estaría Julio?...
Upon the approach of their Chief, the soldiers formed themselves in line, their heads being on a level with the waist of those passing over the planks. Desnoyers ran his eye hungrily over the file of men. Where could Julio be? . . .
Se fijó en la fisonomía especial de los diversos reductos. Todos parecían iguales en su construcción, pero los ocupantes los habían modificado con sus adornos. La cara exterior era siempre la misma, cortada por aspilleras en las que había fusiles apuntados hacia el enemigo y por ventanas de ametralladoras. Los vigías, de pie junto á estas aberturas, espiaban el campo solitario, como los marinos de cuarto exploran el mar desde el puente. En las caras interiores estaban los armeros y los dormitorios: tres filas de literas hechas con tablas, iguales á los lechos de los hombres de mar. El deseo de ornato artístico que sienten las almas simples había embellecido los subterráneos. Cada soldado tenía un museo formado con láminas de periódicos y postales de colores. Retratos de comediantas y bailarinas sonreían con su boca pintada en el charolado cartón, alegrando el ambiente casto del reducto.
He noticed the individual contour of the different redoubts. They all seemed to have been constructed in about the same way, but their occupants had modified them with their special personal decorations. The exteriors were always cut with loopholes in which there were guns pointed toward the enemy, and windows for the mitrailleuses. The watchers near these openings were looking over the lonely landscape like quartermasters surveying the sea from the bridge. Within were the armories and the sleeping rooms—three rows of berths made with planks like the beds of seamen. The desire for artistic ornamentation which even the simplest souls always feel, had led to the embellishment of the underground dwellings. Each soldier had a private museum made with prints from the papers and colored postcards. Photographs of soubrettes and dancers with their painted mouths smiled from the shiny cardboard, enlivening the chaste aspect of the redoubt.
Don Marcelo sintió impaciencia al ver tantos centenares de hombres sin encontrar entre ellos á su hijo. El senador, avisado por sus ojeadas, habló al jefe, que le precedía con grandes muestras de deferencia. Este hizo un esfuerzo de memoria para recordar quién era Julio Desnoyers. Pero su duda fué corta. Se acordó de las hazañas del sargento.
Don Marcelo was growing more and more impatient at seeing so many hundreds of men, but no Julio. The senator, complying with his imploring glance, spoke a few words to the chief preceding him with an aspect of great deference. The official had at first to think very hard to recall Julio to mind, but he soon remembered the exploits of Sergeant Desnoyers.
—Un excelente soldado—dijo—; van á llamarlo inmediatamente, señor senador... Está de servicio con su sección en las trincheras de primera línea.
"An excellent soldier," he said. "He will be sent for immediately, Senator Lacour. . . . He is on duty now with his section in the first line trenches."
El padre, impaciente por verle, propuso que los llevasen á ellos á este sitio avanzado; pero su petición hizo sonreir al jefe y á los otros militares. No eran para visitas de paisanos estas zanjas descubiertas, á cien metros, á cincuenta metros del enemigo, sin otra defensa que alambrados y sacos de tierra. El barro resultaba perpetuo en ellas; había que arrastrarse, expuestos á recibir un balazo, sintiendo caer en la espalda la tierra levantada por los proyectiles. Sólo los combatientes podían frecuentar estas obras avanzadas.
The father, in his anxiety to see him, proposed that they betake themselves to that advanced site, but his petition made the Chief and the others smile. Those open trenches within a hundred or fifty yards from the enemy, with no other defence but barbed wire and sacks of earth, were not for the visits of civilians. They were always filled with mud; the visitors would have to crawl around exposed to bullets and under the dropping chunks of earth loosened by the shells. None but the combatants could get around in these outposts.
—Siempre hay peligro—continuó el jefe—, siempre hay tiroteo... ¿Oye usted cómo tiran?
"It is always dangerous there," said the Chief. "There is always random shooting. . . . Just listen to the firing!"
Desnoyers percibió, efectivamente, un crepitamiento lejano en el que no se había fijado hasta entonces. Experimentó una sensación de angustia al pensar que su hijo estaba allí, donde sonaba la fusilería. Se le aparecieron con todo el relieve de la realidad los peligros que le rodeaban diariamente. ¿Si moriría en aquellos momentos, antes de que él pudiese verle?...
Desnoyers indeed perceived a distant crackling that he had not noted before, and he felt an added anguish at the thought that his son must be in the thick of it. Realization of the dangers to which he must be daily exposed, now stood forth in high relief. What if he should die in the intervening moments, before he could see him? . . .
Transcurrió el tiempo para don Marcelo con una desesperante lentitud. Pensó que el mensajero que había salido con el aviso para la trinchera avanzada no llegaría nunca. Apenas se fijó en las dependencias que les iba mostrando el jefe: piezas subterráneas que servían á los soldados de gabinetes de aseo y desaseo; salas de baño de una instalación primitiva; una cueva con un rótulo: «
Café de la Victoria»; otra cueva con un letrero: «
Teatro»... Lacour se interesaba por todo esto, celebrando la alegría francesa, que ríe y canta ante el peligro. Su amigo continuaba pensando en Julio. ¿Cuándo le encontraría?...
Time dragged by with desperate sluggishness for Don Marcelo. It seemed to him that the messenger who had been despatched for him would never arrive. He paid scarcely any attention to the affairs which the Chief was so courteously showing them—the caverns which served the soldiers as toilet rooms and bathrooms of most primitive arrangement, the cave with the sign, "Cafe de la Victoire," another in fanciful lettering, "Theatre." . . . Lacour was taking a lively interest in all this, lauding the French gaiety which laughs and sings in the presence of danger, while his friend continued brooding about Julio. When would he ever see him?
Se detuvieron junto á una ventana de ametralladora, manteniéndose, por recomendación de los militares, á ambos lados de la hendidura horizontal, ocultando el cuerpo, avanzando la cabeza prudentemente para mirar con un solo ojo. Vieron una profunda excavación y el borde opuesto del suelo. A corta distancia, varias filas de equis de madera unidas por hilos de púas, que formaban un alambrado compacto. Cien metros más allá, un segundo alambrado. Reinaba un silencio profundo, un silencio de absoluta soledad, como si el mundo estuviese dormido.
They stopped near one of the embrasures of a machine-gun position stationing themselves at the recommendations of the soldiers, on both sides of the horizontal opening, keeping their bodies well back, but putting their heads far enough forward to look out with one eye. They saw a very deep excavation and the opposite edge of ground. A short distance away were several rows of X′s of wood united by barbed wire, forming a compact fence. About three hundred feet further on, was a second wire fence. There reigned a profound silence here, a silence of absolute loneliness as though the world was asleep.
—Ahí están los boches—dijo el comandante con voz apagada.
"There are the trenches of the Boches," said the Commandant, in a low tone.
—¿Dónde?—preguntó el senador esforzándose por ver.
"Where?" asked the senator, making an effort to see.
Indicó el jefe el segundo alambrado, que Lacour y su amigo creían perteneciente á los franceses. Era de la trinchera alemana.
The Chief pointed to the second wire fence which Lacour and his friend had supposed belonged to the French. It was the German intrenchment line.
—Estamos á cien metros de ellos—continuó—, pero hace tiempo que no atacan por este lado.
"We are only a hundred yards away from them," he continued, "but for some time they have not been attacking from this side."
Los dos experimentaron cierta emoción al pensar que el enemigo estaba á tan corta distancia, oculto en el suelo, en una invisibilidad misteriosa que aún le hacía más temible. ¡Si surgiese de pronto con la bayoneta calada, con la granada de mano, los líquidos incendiarios y las bombas asfixiantes para asaltar el reducto!...
The visitors were greatly moved at learning that the foe was such a short distance off, hidden in the ground in a mysterious invisibility which made it all the more terrible. What if they should pop out now with their saw-edged bayonets, fire-breathing liquids and asphyxiating bombs to assault this stronghold! . . .
Desde esta ventana percibieron con más intensidad el tiroteo de la primera línea. Los disparos parecían aproximarse. El comandante les hizo abandonar rudamente su observatorio: temía que se generalizase el fuego, llegando hasta allí. Los soldados, sin recibir órdenes, con la prontitud de la costumbre, se habían aproximado á sus fusiles, que estaban en posición horizontal asomando por las aspilleras.
From this window they could observe more clearly the intensity of the firing on the outer line. The shots appeared to be coming nearer. The Commandant brusquely ordered them to leave their observatory, fearing that the fire might become general. The soldiers, with their customary promptitude, without receiving any orders, approached their guns which were in horizontal position, pointing through the loopholes.
Otra vez los visitantes marcharon uno tras de otro. Descendieron á cuevas que eran antiguas bodegas de casas desaparecidas. Los oficiales se habían instalado en estos antros, utilizando todos los residuos de la destrucción. Una puerta de calle sobre dos caballetes de troncos era una mesa. Las bóvedas y paredes estaban tapizadas con cretona de los almacenes de París. Fotografías de mujeres y niños adornaban las paredes entre el brillo niquelado de aparatos telegráficos y telefónicos.
Again the visitors walked in single file, going down into cavernous spaces that had been the old wine-cellars of former houses. The officers had taken up their abode in these dens, utilizing all the residue of the ruins. A street door on two wooden horses served as a table; the ceilings and walls were covered with cretonnes from the Paris warehouses; photographs of women and children adorned the side wall between the nickeled glitter of telegraphic and telephonic instruments.
Desnoyers vió sobre una puerta un Cristo de marfil, amarillento por los años, tal vez por los siglos: una imagen heredada de generación en generación, que debía haber presenciado muchas agonías... En otra cueva encontró, en lugar ostensible, una herradura de siete agujeros. Las creencias religiosas extendían sus alas con toda amplitud en este ambiente de peligro y de muerte, y al mismo tiempo adquirían nuevo valor las supersticiones más grotescas, sin que nadie osase reír de ellas.
Desnoyers saw above one door an ivory crucifix, yellowed with years, probably with centuries, transmitted from generation to generation, that must have witnessed many agonies of soul. In another den he noticed in a conspicuous place, a horseshoe with seven holes. Religious creeds were spreading their wings very widely in this atmosphere of danger and death, and yet at the same time, the most grotesque superstitions were acquiring new values without any one laughing at them.
Al salir de uno de los subterráneos, en mitad de un espacio descubierto, encontró á su hijo. Supo que era él por el gesto indicador del jefe, porque un militar avanzaba sonriente, tendiéndole las manos. El instinto de la paternidad, del que había hablado tantas veces como de algo infalible, no le avisó en la presente ocasión. ¿Cómo podía reconocer á Julio en este sargento cuyos pies era dos bolas de tierra mojada, con un capote descolorido y de bordes deshilachados, lleno de barro hasta los hombros, oliendo á paño húmedo y á correa?... Después del primer abrazo, echó la cabeza atrás para contemplarle, sin desprenderse de él. Su palidez morena había adquirido un tono bronceado. Llevaba la barba crecida, una barba negra y rizosa. Don Marcelo se acordó de su suegro. El centauro Madariaga se reconocería indudablemente en este guerrero endurecido por la vida al aire libre. Lamentó en el primer momento su aspecto sucio y fatigado; luego volvió á encontrarle más hermoso, más interesante que en sus épocas de gloria mundana.
Upon leaving one of the cells, in the middle of an open space, the yearning father met his son. He knew that it must be Julio by the Chief′s gesture and because the smiling soldier was coming toward him, holding out his hands; but this time his paternal instinct which he had heretofore considered an infallible thing, had given him no warning. How could he recognize Julio in that sergeant whose feet were two cakes of moist earth, whose faded cloak was a mass of tatters covered with mud, even up to the shoulders, smelling of damp wool and leather? . . . After the first embrace, he drew back his head in order to get a good look at him without letting go of him. His olive pallor had turned to a bronze tone. He was growing a beard, a beard black and curly, which reminded Don Marcelo of his father-in-law. The centaur, Madariaga, had certainly come to life in this warrior hardened by camping in the open air. At first, the father grieved over his dirty and tired aspect, but a second glance made him sure that he was now far more handsome and interesting than in his days of society glory.
—¿Qué necesitas?... ¿Qué deseas?
"What do you need? . . . What do you want?"
Su voz temblaba de ternura. Habló al combatiente tostado y robusto con la misma entonación que usaba veinte años antes, cuando se detenía ante los escaparates de Buenos Aires llevando á un niño de la mano.
His voice was trembling with tenderness. He was speaking to the tanned and robust combatant in the same tone that he was wont to use twenty years ago when, holding the child by the hand, he had halted before the preserve cupboards of Buenos Aires.
—¿Quieres dinero?...
"Would you like money? . . ."
Había traído una cantidad importante para entregarla á su hijo. Pero el militar hizo un gesto de indiferencia, como si le ofreciese un juguete. Nunca había sido tan rico como en el momento presente. Tenía mucho dinero en París y no sabía qué hacer de él: de nada le servía.
He had brought a large sum with him to give to his son, but the soldier gave a shrug of indifference as though he had offered him a plaything. He had never been so rich as at this moment; he had a lot of money in Paris and he didn′t know what to do with it—he didn′t need anything.
—Envíeme cigarros... Son para mí y para los camaradas.
"Send me some cigars . . . for me and my comrades."
Recibía grandes paquetes de su madre llenos de víveres escogidos, de tabaco, de ropas. Pero él no guardaba nada; todo era poco para atender á sus compañeros, hijos de familias pobres ó que estaban solos en el mundo. Su munificencia se había extendido desde su grupo á la compañía, y de ésta á todo el batallón. Don Marcelo adivinó una popularidad simpática en las miradas y sonrisas de los soldados que pasaban junto á ellos. Era el hijo generoso de un millonario. Y esta popularidad le acarició á él igualmente al circular la noticia de que había llegado el padre del sargento Desnoyers, un potentado que poseía fabulosas riquezas al otro lado del mar.
He was constantly receiving from his mother great baskets full of choice goodies, tobacco and clothing. But he never kept anything; all was passed on to his fellow-warriors, sons of poor families or alone in the world. His munificence had spread from his intimates to the company, and from that to the entire battalion. Don Marcelo divined his great popularity in the glances and smiles of the soldiers passing near them. He was the generous son of a millionaire, and this popularity seemed to include even him when the news went around that the father of Sergeant Desnoyers had arrived—a potentate who possessed fabulous wealth on the other side of the sea.
—He adivinado tus deseos—continuó el viejo.
"I guessed that you would want cigars," chuckled the old man.
Y buscaba con la vista los sacos traídos desde el automóvil por las tortuosidades del camino subterráneo.
And his gaze sought the bags brought from the automobile through the windings of the underground road.
Todas las hazañas de su hijo ensalzadas y amplificadas por Argensola desfilaban ahora por su memoria. Tenía al héroe ante sus ojos.
All of the son′s valorous deeds, extolled and magnified by Argensola, now came trooping into his mind. He had the original hero before his very eyes.
—¿Estás contento?... ¿No te arrepientes de tu decisión?...
"Are you content, satisfied? . . . You do not repent of your decision?"
—Sí; estoy contento, papá... muy contento.
"Yes, I am content, father . . . very content."
Julio habló sin jactancia, modestamente. Su vida era dura, pero igual á la de millones de hombres. En su sección, que sólo se componía de unas docenas de soldados, los había superiores á él por la inteligencia, por sus estudios, por su carácter. Y todos sobrellevaban animosamente la ruda prueba, experimentando la satisfacción del deber cumplido. Además, el peligro en común servía para desarrollar las más nobles virtudes de los hombres. Nunca en tiempo de paz había sabido como ahora lo que era el compañerismo. ¡Qué sacrificios tan hermosos había presenciado!
Julio spoke without boasting, modestly. His life was very hard, but just like that of millions of other men. In his section of a few dozens of soldiers there were many superior to him in intelligence, in studiousness, in character; but they were all courageously undergoing the test, experiencing the satisfaction of duty fulfilled. The common danger was helping to develop the noblest virtues of these men. Never, in times of peace, had he known such comradeship. What magnificent sacrifices he had witnessed!
—Cuando esto termine, los hombres serán mejores... más generosos. Los que queden con vida podrán hacer grandes cosas.
"When all this is over, men will be better . . . more generous. Those who survive will do great things."
Sí; estaba contento. Por primera vez paladeaba el goce de considerarse útil, la convicción de que servía para algo, de que su paso por el mundo no resultaría infructuoso. Se acordaba con lástima de aquel Desnoyers que no sabía cómo ocupar el vacío de su existencia y lo rellenaba con toda clase de frivolidades. Ahora tenía obligaciones que absorbían todas sus fuerzas; colaboraba en la formación del porvenir; era un hombre.
Yes, of course, he was content. For the first time in his life he was tasting the delights of knowing that he was a useful being, that he was good for something, that his passing through the world would not be fruitless. He recalled with pity that Desnoyers who had not known how to occupy his empty life, and had filled it with every kind of frivolity. Now he had obligations that were taxing all his powers; he was collaborating in the formation of a future. He was a man at last!
—Estoy contento—repitió.
"I am content," he repeated with conviction.
El padre lo creía. Pero en un rincón de su mirada franca se imaginó ver algo doloroso, un recuerdo tal vez del pasado que persistía entre las emociones del presente. Cruzó por su memoria la gentil figura de la señora Laurier. Adivinó que su hijo aún se acordaba de ella. «
¡Y no poder traérsela!...» El padre rígido del año anterior se contempló con asombro al formular mentalmente este deseo inmoral.
His father believed him, yet he fancied that, in a corner of that frank glance, he detected something sorrowful, a memory of a past which perhaps often forced its way among his present emotions. There flitted through his mind the lovely figure of Madame Laurier. Her charm was, doubtless, still haunting his son. And to think that he could not bring her here! . . . The austere father of the preceding year contemplated himself with astonishment as he caught himself formulating this immoral regret.
Pasaron un cuarto de hora sin soltarse las manos, mirándose en los ojos. Julio preguntó por su madre y por Chichí. Recibía cartas de ellas con frecuencia, pero esto no bastaba á su curiosidad. Rió al conocer la vida amplia y abundante de Argensola. Estas noticias que le alegraban venían de un mundo que sólo estaba á cien kilómetros en línea recta, pero tan lejano... ¡tan lejano!
They passed a quarter of an hour without loosening hands, looking into each other′s eyes. Julio asked after his mother and Chichi. He frequently received letters from them, but that was not enough for his curiosity. He laughed heartily at hearing of Argensola′s amplified and abundant life. These interesting bits of news came from a world not much more than sixty miles distant in a direct line . . . but so far, so very far away!
De pronto notó el padre que le oía con menos atención. Sus sentidos, aguzados por una vida de alarmas y asechanzas, parecían apartarse de allí, atraídos por el tiroteo. Ya no eran disparos aislados. Se unían, formando un crepitamiento continuo.
Suddenly the father noticed that his boy was listening with less attention. His senses, sharpened by a life of alarms and ambushed attacks, appeared to be withdrawing itself from the company, attracted by the firing. Those were no longer scattered shots; they had combined into a continual crackling.
Apareció el senador, que se había alejado para que el padre y el hijo hablasen con más libertad.
The senator, who had left father and son together that they might talk more freely, now reappeared.
—Nos echan de aquí, amigo mío. No tenemos suerte en nuestras visitas.
"We are dismissed from here, my friend," he announced. "We have no luck in our visits."
Ya no pasaban soldados. Todos habían acudido á ocupar sus puestos, como en un buque que se prepara al combate. Julio tomó su fusil, que había dejado contra el talud. En el mismo instante saltó un poco de polvo encima de la cabeza de su padre; se formó un pequeño agujero en la tierra.
Soldiers were no longer passing to and fro. All had hastened to their posts, like the crew of a ship which clears for action. While Julio was taking up the rifle which he had left against the wall, a bit of dust whirled above his father′s head and a little hole appeared in the ground.
—Pronto, lejos de aquí—dijo empujando á don Marcelo.
"Quick, get out of here!" he said pushing Don Marcelo.
En el interior de una trinchera cubierta fué la despedida, breve, nerviosa: «
Adiós, papá.» Un beso, y le volvió la espalda. Deseaba correr cuanto antes al lado de los suyos.
Then, in the shelter of a covered trench, came the nervous, very brief farewell. "Good-bye, father," a kiss, and he was gone. He had to return as quickly as possible to the side of his men.
Se había generalizado el fuego en toda la línea. Los soldados disparaban serenamente, como si cumpliesen una función ordinaria. Era un combate que surgía todos los días, sin saber ciertamente quién lo había iniciado, como una consecuencia del emplazamiento de dos masas armadas á corta, distancia, frente á frente. El jefe del batallón abandonó á sus visitantes temiendo una intentona de ataque.
The firing had become general all along the line. The soldiers were shooting serenely, as though fulfilling an ordinary function. It was a combat that took place every day without anybody′s knowing exactly who started it—in consequence of the two armies being installed face to face, and such a short distance apart. . . . The Chief of the battalion was also obliged to desert his guests, fearing a counter-attack.
Otra vez el oficial encargado de guiarles se puso á la cabeza de la fila y empezaron á desandar el camino tortuoso y resbaladizo.
Again the officer charged with their safe conduct put himself at the head of the file, and they began to retrace their steps through the slippery maze.
El señor Desnoyers marchaba con la cabeza baja, colérico por esta intervención del enemigo que había cortado su dicha.
Desnoyers was tramping sullenly on, angry at the intervention of the enemy which had cut short his happiness.
Ante sus ojos revoloteaba la mirada de Julio, su barba negra y rizosa, que era para él la mayor novedad del viaje. Oía su voz grave de hombre que ha encontrado un nuevo sentido á la vida.
Before his inward gaze fluttered the vision of Julio with his black, curly beard which to him was the greatest novelty of the trip. He heard again his grave voice, that of a man who has taken up life from a new viewpoint.
—Estoy contento, papá... estoy contento.
"I am content, father . . . I am content."
El tiroteo, cada vez más lejano, le producía una dolorosa inquietud. Luego sintió una fe instintiva, absurda, firmísima. Veía á su hijo hermoso é inmortal como un dios. Tenía el presentimiento de que su vida saldría intacta de todos los peligros. Que muriesen otros era natural: ¡pero Julio!...
The firing, growing constantly more distant, gave the father great uneasiness. Then he felt an instinctive faith, absurd, very firm. He saw his son beautiful and immortal as a god. He had a conviction that he would come out safe and sound from all dangers. That others should die was but natural, but Julio! . . .
Mientras caminaba, alejándose de él, la esperanza parecía cantar en su oído. Y como un eco de sus gratas afirmaciones, el padre repitió mentalmente:
As they got further and further away from the soldier boy, Hope appeared to be singing in his ears; and as an echo of his pleasing musings, the father kept repeating mentally:
—No hay quien le mate. Me lo anuncia el corazón, que nunca me engaña... ¡No hay quien le mate!
"No one will kill him. My heart which never deceives me, tells me so. . . . No one will kill him!"
IV
No hay quien le mate
-III- Chapter IV
"NO ONE WILL KILL HIM"
Cuatro meses después, la confianza de don Marcelo sufrió un rudo golpe. Julio estaba herido. Pero al mismo tiempo que recibía la noticia con un retraso lamentable, Lacour le tranquilizó con sus averiguaciones en el Ministerio de la Guerra. El sargento Desnoyers era subteniente, su herida estaba casi curada, y gracias á las gestiones del senador vendría á pasar una quincena de convalecencia al lado de su familia.
Four months later, Don Marcelo′s confidence received a rude shock. Julio was wounded. But at the same time that Lacour bought him this news, lamentably delayed, he tranquilized him with the result of his investigations in the war ministry. Sergeant Desnoyers was now a sub-lieutenant, his wound was almost healed and, thanks to the wire-pulling of the senator, he was coming to pass a fortnight with his family while convalescing.
—Un valiente, amigo mío—terminó diciendo el personaje—. He leído lo que dicen de él sus jefes. Al frente de su pelotón atacó á una compañía alemana; mató por su mano al capitán; hizo no sé cuántas hazañas más... Le han dado la Medalla Militar, lo han hecho oficial... Un verdadero héroe.
"An exceptionally brave fellow," concluded the influential man. "I have read what his chiefs say about him. At the head of his platoon, he attacked a German company; he killed the captain with his own hand; he did I don′t know how many more brave things besides. . . . They have presented him with the military medal and have made him an officer. . . . A regular hero!"
Y el padre, llorando de emoción, movía su cabeza temblorosamente, cada vez más envejecido y más entusiasta. Se arrepintió de su falta de fe en los primeros momentos, al recibir la noticia de la herida. Casi había creído que su hijo podía morir. ¡Un absurdo!... A Julio no había quien lo matase: se lo afirmaba el corazón.
And the rapidly aging father, weeping with emotion, but with increasing enthusiasm, shook his head and trembled. He repented now of his momentary lack of faith when the first news of his wounded boy reached him. How absurd! . . . No one would kill Julio; his heart told him so.
Le vió entrar un día en su casa, entre gritos y espasmos de las mujeres. La pobre doña Luisa lloraba abrazada á él, colgándose de su cuello con estertores de emoción. Chichí le contempló grave y reflexiva, colocando la mitad de su pensamiento en el recién llegado, mientras el resto volaba lejos, en busca de otro combatiente. Las doncellas cobrizas se disputaron la abertura de un cortinaje, pasando por este hueco sus curiosas miradas de antílope.
Soon after, he saw him coming home amid the cries and delighted exclamations of the women. Poor Dona Luisa wept as she embraced him, hanging on his neck with sobs of emotion. Chichi contemplated him with grave reflection, putting half of her mind on the recent arrival while the rest flew far away in search of the other warrior. The dusky, South American maids fought each other for the opening in the curtains, peering through the crack with the gaze of an antelope.
El padre admiró el pequeño retazo de oro en las bocamangas del capotón gris con los faldones abrochados atrás, examinando después el casco azul obscuro de bordes planos adoptado por los franceses para la guerra de trincheras. El kepis tradicional había desaparecido. Un airoso capacete, semejante al de los arcabuceros de los tercios españoles, sombreaba el rostro de Julio. Se fijó igualmente en su barba corta y bien cuidada, distinta de la que él había visto en las trincheras. Iba limpio y acicalado por su reciente salida del hospital.
The father admired the little scrap of gold on the sleeve of the gray cloak, with the skirts buttoning behind, examining afterwards the dark blue cap with its low brim, adopted by the French for the war in the trenches. The traditional kepi had disappeared. A suitable visor, like that of the men in the Spanish infantry, now shadowed Julio′s face. Don Marcelo noted, too, the short and well-cared-for beard, very different from the one he had seen in the trenches. The boy was coming home, groomed and polished from his recent stay in the hospital.
—¿No es verdad que se me parece?—dijo el viejo con orgullo.
"Isn′t it true that he looks like me?" queried the old man proudly.
Doña Luisa protestó, con la intransigencia que muestran las madres en materia de semejanzas.
Dona Luisa responded with the inconsequence that mothers always show in matters of resemblance.
—Siempre ha sido tu vivo retrato.
"He has always been the living image of you!"
Al verle sano y alegre, toda la familia experimentó una repentina inquietud. Deseaban examinar su herida para convencerse de que no corría ningún peligro.
Having made sure that he was well and happy, the entire family suddenly felt a certain disquietude. They wished to examine his wound so as to convince themselves that he was completely out of danger.
—¡Si no es nada!—protestó el subteniente—. Un balazo en un hombro. Los médicos temieron que perdiese el brazo izquierdo; pero todo ha quedado bien... No hay que acordarse.
"Oh, it′s nothing at all," protested the sub-lieutenant. "A bullet wound in the shoulder. The doctor feared at first that I might lose my left arm, but it has healed well and it isn′t worth while to think any more about it."
Chichí revisó á Julio con los ojos, de pies á cabeza, descubriendo inmediatamente los detalles de su elegancia militar. El capote estaba rapado y sucio, las polainas arañadas, olía á paño sudado, á cuero, á tabaco fuerte; pero en una muñeca llevaba un reloj de platino y en la otra la medalla de identidad sujeta con una cadena de oro. Siempre había admirado al hermano por su buen gusto ingénito; y guardó en su memoria estos detalles para comunicarlos por escrito á René. Luego pensó en la conveniencia de sorprender á mamá con una demanda de empréstito para hacer por su cuenta un envío al artillero.
Chichi′s appraising glance swept Julio from head to foot; taking in all the details of his military elegance. His cloak was worn thin and dirty; the leggings were spatter-dashed with mud; he smelled of leather, sweaty cloth and strong tobacco; but on one wrist he was wearing a watch, and on the other, his identity medal fastened with a gold chain. She had always admired her brother for his natural good taste, so she stowed away all these little details in her memory in order to pass them on to Rene. Then she surprised her mother with a demand for a loan that she might send a little gift to her artilleryman.
Don Marcelo contemplaba ante él quince días de satisfacción y de gloria. El subteniente Desnoyers no pudo salir solo á la calle. El padre rondaba por el recibimiento ante el casco que se exhibía en el perchero con un fulgor modesto y glorioso. Apenas Julio lo colocaba en su cabeza, surgía su progenitor, con sombrero y bastón, dispuesto á salir igualmente.
Don Marcelo gloated over the fifteen days of satisfaction ahead of him. Sub-lieutenant Desnoyers found it impossible to go out alone, for his father was always pacing up and down the reception hall before the military cap which was shedding modest splendor and glory upon the hat rack. Scarcely had Julio put it on his head before his sire appeared, also with hat and cane, ready to sally forth.
—¿Me permites que te acompañe?... ¿No te molesto?
"Will you permit me to accompany you? . . . I will not bother you."
Lo decía con tal humildad, con un deseo tan vehemente de ver admitido el ruego, que el hijo no osaba repeler su acompañamiento. Para callejear con Argensola tenía que escurrirse por la escalera de servicio y valerse de otras astucias de colegial.
This would be said so humbly, with such an evident desire to have his request granted, that his son had not the heart to refuse him. In order to take a walk with Argensola, he had to scurry down the back stairs, or resort to other schoolboy tricks.
Nunca el señor Desnoyers había marchado tan satisfecho por las calles de París como al lado de este mocetón con su capote de gloriosa vejez y el pecho realzado por dos condecoraciones: la Cruz de Guerra y la Medalla Militar. Era un héroe, y este héroe era su hijo. Las miradas simpáticas del público en los tranvías y en el ferrocarril subterráneo las aceptaba como un homenaje para ambos. Las ojeadas interesantes que las mujeres lanzaban al buen mozo le producían cierto cosquilleo de vanidad é inquietud. Todos los militares que encontraba, por más galones y cruces que ostentasen, le parecían «
emboscados» indignos de compararse con Julio. Los heridos que descendían de los coches apoyándose en palos y muletas le inspiraban un sentimiento de lástima humillante para ellos. ¡Desgraciados!... No tenían la suerte de su hijo. A éste no había quien lo matase, y cuando por casualidad recibía una herida, sus vestigios se borraban inmediatamente, sin detrimento de la gallardía de su persona.
Never had the elder Desnoyers promenaded the streets of Paris with such solid satisfaction as by the side of this muscular youth in his gloriously worn cloak, on whose breast were glistening his two decorations—the cross of war and the military medal. He was a hero, and this hero was his son. He accepted as homage to them both the sympathetic glances of the public in the street cars and subways. The interest with which the women regarded the fine-looking youth tickled him immensely. All the other military men that they met, no matter how many bands and crosses they displayed, appeared to the doting father mere embusques, unworthy of comparison with his Julio. . . . The wounded men who got out of the coaches by the aid of staffs and crutches inspired him with the greatest pity. Poor fellows! . . . They did not bear the charmed life of his son. Nobody could kill him; and when, by chance, he had received a wound, the scars had immediately disappeared without detriment to his handsome person.
Algunas veces, especialmente por la noche, mostraba una inesperada magnanimidad, dejando que Julio saliese solo. Se acordaba de su juventud triunfadora en amores, que tantos éxitos había conseguido antes de la guerra. ¡Qué no obtendría ahora con su prestigio de soldado valeroso!... Paseando por su dormitorio antes de acostarse, se imaginaba al héroe en la amable compañía de una gran dama. Sólo una celebridad femenina era digna de él; su orgullo paternal no aceptaba menos... Y nunca se le podía ocurrir que Julio estaba con Argensola en un music-hall, en un cinematógrafo, gozando de las monótonas y simples diversiones del París ensombrecido por la guerra, con la simplicidad de gustos de un subteniente, y que en punto á éxitos amorosos su buena fortuna no iba más allá de la renovación de algunas amistades antiguas.
Sometimes, especially at night, Desnoyers senior would show an unexpected magnanimity, letting Julio fare forth alone. Since before the war, his son had led a life filled with triumphant love-affairs, what might he not achieve now with the added prestige of a distinguished officer! . . . Passing through his room on his way to bed, the father imagined the hero in the charming company of some aristocratic lady. None but a feminine celebrity was worthy of him; his paternal pride could accept nothing less. . . . And it never occurred to him that Julio might be with Argensola in a music-hall or in a moving-picture show, enjoying the simple and monotonous diversions of a Paris sobered by war, with the homely tastes of a sub-lieutenant whose amorous conquests were no more than the renewal of some old friendships.
Una tarde, cuando marchaba á su lado por los Campos Elíseos, se estremeció viendo á una dama que venía en dirección contraria. Era la señora de Laurier... ¿La reconocería Julio? Creyó percibir que éste se tornaba pálido, volviendo los ojos hacia otras personas con afectada distracción. Ella siguió adelante, erguida, indiferente. El viejo casi se irritó ante tal frialdad. ¡Pasar junto á su hijo sin que el instinto le avisase su presencia! ¡Ah, las mujeres!... Volvió la cabeza para seguirla, pero inmediatamente tuvo que desistir de su atisbo. Había sorprendido á Margarita inmóvil detrás de ellos, con la palidez de la sorpresa, fijando una mirada profunda en el militar que se alejaba. Don Marcelo creyó leer en sus ojos la admiración, el amor, todo un pasado que resurgía de pronto en su memoria. ¡Pobre mujer!... Sintió por ella un cariño paternal, como si fuese la esposa de Julio. Su amigo Lacour había vuelto á hablarle del matrimonio Laurier. Sabía que Margarita iba á ser madre. Y el viejo, sin tener en cuenta la reconciliación de los esposos ni el paso del tiempo, se sintió emocionado por esta maternidad, como si su hijo hubiese intervenido en ella.
One evening as Don Marcelo was accompanying his son down the Champs Elysees, he started at recognizing a lady approaching from the opposite direction. It was Madame Laurier. . . . Would she recognize Julio? He noted that the youth turned pale and began looking at the other people with feigned interest. She continued straight ahead, erect, unseeing. The old gentleman was almost irritated at such coldness. To pass by his son without feeling his presence instinctively! Ah, these women! . . . He turned his head involuntarily to look after her, but had to avert his inquisitive glance immediately. He had surprised Marguerite motionless behind them, pallid with surprise, and fixing her gaze earnestly on the soldier who was separating himself from her. Don Marcelo read in her eyes admiration, love, all of the past that was suddenly surging up in her memory. Poor woman! . . . He felt for her a paternal affection as though she were the wife of Julio. His friend Lacour had again spoken to him about the Lauriers. He knew that Marguerite was going to become a mother, and the old man, without taking into account the reconciliation nor the passage of time, felt as much moved at the thought of this approaching maternity as though the child were going to be Julio′s.
Mientras tanto, Julio seguía marchando, sin volver la cabeza, sin enterarse de esta mirada fija en su dorso, pálido y canturreando para disimular su emoción. Y nunca supo nada. Siguió creyendo que Margarita había pasado junto á él sin conocerle, pues el viejo guardó silencio.
Meanwhile Julio was marching right on, without turning his head, without being conscious of the burning gaze fixed upon him, colorless, but humming a tune to hide his emotion. He always believed that Marguerite had passed near him without recognizing him, since his father did not betray her.
Una de las preocupaciones de don Marcelo era conseguir que su hijo relatase el encuentro de guerra en que había sido herido. No llegaba visitante á su casa para ver al subteniente, sin que el viejo dejase de formular la misma petición:
One of Don Marcelo′s pet occupations was to make his son tell about the encounter in which he had been hurt. No visitor ever came to see the sub-lieutenant but the father always made the same petition.
—Cuéntanos cómo te hirieron... Explica cómo mataste al capitán alemán.
"Tell us how you were wounded. . . . Explain how you killed that German captain."
Julio se excusaba con visible molestia. Ya estaba harto de su propia historia. Por complacer á su padre había hecho el relato ante el senador, ante Argensola y Tchernoff en su estudio, ante otros amigos de la familia que habían venido á verle... No podía más.
Julio tried to excuse himself with visible annoyance. He was already surfeited with his own history. To please his father, he had related the facts to the senator, to Argensola and to Tchernoff in his studio, and to other family friends. . . . He simply could not do it again.
Y era el padre el que acometía la narración por su propia cuenta, dándole el relieve y los detalles de un hecho visto con sus propios ojos.
So the father began the narration on his own account, giving the relief and details of the deed as though seen with his own eyes. . . .
Había que apoderarse de las ruinas de una refinería de azúcar enfrente de la trinchera. Los alemanes habían sido expulsados por el cañoneo francés. Era necesario un reconocimiento, guiado por un hombre seguro. Y los jefes habían designado, como siempre, al sargento Desnoyers.
He had to take possession of the ruins of a sugar refinery in front of the trench. The Germans had been expelled by the French cannon. A reconnoitring survey under the charge of a trusty man was then necessary. And the heads, as usual, had selected Sergeant Desnoyers.
Al romper el día, el pelotón había avanzado cautelosamente, sin encontrar obstáculo. Los soldados se esparcieron por las ruinas. Julio fué solo hasta el final de ellas, con el propósito de examinar las posiciones del enemigo, cuando, al dar vuelta á un ángulo de pared, tuvo el más inesperado de los encuentros. Un capitán alemán estaba frente á él. Casi habían chocado al doblar la esquina. Se miraron en los ojos, con más sorpresa que odio, al mismo tiempo que buscaban matarse por instinto, procurando cada uno ganar al otro en velocidad. El capitán había soltado la carta del país que llevaba en las manos. Su diestra buscó el revólver, forcejeando por sacarlo de la funda, sin apartar un instante su mirada del enemigo. Luego desistió, con la convicción de que este movimiento era inútil. Demasiado tarde. Sus ojos, desmesuradamente abiertos por la proximidad de la muerte, siguieron fijos en el francés. Este se había echado el fusil á la cara. Un tiro casi á quemarropa... y el alemán cayó redondo.
At daybreak, the platoon had advanced stealthily without encountering any difficulty. The soldiers scattered among the ruins. Julio then went on alone, examining the positions of the enemy; on turning around a corner of the wall, he had the most unexpected of encounters. A German captain was standing in front of him. They had almost bumped into each other. They looked into each other′s eyes with more suspense than hate, yet at the same time, they were trying instinctively to kill each other, each one trying to get the advantage by his swiftness. The captain had dropped the map that he was carrying. His right hand sought his revolver, trying to draw it from its case without once taking his eyes off his enemy. Then he had to give this up as useless—it was too late. With his eyes distended by the proximity of death, he kept his gaze fixed upon the Frenchman who had raised his gun to his face. A shot, from a barrel almost touching him . . . and the German fell dead.
Sólo entonces se fijó en el ordenanza del capitán, que marchaba algunos pasos detrás de éste. El soldado disparó su fusil contra Desnoyers, hiriéndole en un hombro. Acudieron los franceses, matando al ordenanza. Luego cruzaron un vivo fuego con la compañía enemiga, que había hecho alto más allá mientras su jefe exploraba el terreno. Julio, á pesar de la herida, continuó al frente de su sección, defendiendo la fábrica contra fuerzas superiores, hasta que al fin llegaron auxilios y el terreno quedó definitivamente en poder de los franceses.
Not till then did the victor notice the captain′s orderly who was but a few steps behind. He shot Desnoyers, wounding him in the shoulder. The French hurried to the spot, killing the corporal. Then there was a sharp cross-fire with the enemy′s company which had halted a little ways off while their commander was exploring the ground. Julio, in spite of his wound, continued at the head of his section, defending the factory against superior forces until supports arrived, and the land remained definitely in the power of the French.
—¿No fué así, hijo mío?—terminaba don Marcelo.
"Wasn′t that about the way of it?" Don Marcelo would always wind up.
El hijo asentía, deseoso de que acabase cuanto antes un relato molesto por su persistencia. Sí; así había sido. Pero lo que ignoraba su padre, lo que él no diría nunca, era el descubrimiento que había hecho después de matar al capitán.
The son assented, desirous that his annoyance with the persistent story should come to an end as soon as possible. Yes, that was the way of it. But what the father didn′t know, what Julio would never tell, was the discovery that he had made after killing the captain.
Los dos hombres, al mirarse frente á frente durante un segundo que les pareció interminable, mostraron en sus ojos algo más que la sorpresa del encuentro y el deseo de suprimirse. Desnoyers conocía á aquel hombre. El capitán, por su parte, le conocía á él. Lo adivinó en su gesto... Pero cada uno de ellos, con la preocupación de matar para seguir viviendo, no podía reunir sus recuerdos.
The two men, during the interminable second in which they had confronted each other, had showed in their eyes something more than the surprise of an encounter, and the wish to overcome the other. Desnoyers knew that man. The captain knew him, too. He guessed it from his expression. . . . But self-preservation was more insistent than recollection and prevented them both from co-ordinating their thoughts.
Desnoyers hizo fuego con la seguridad de que mataba á una persona conocida. Luego, mientras dirigía la defensa de la posición aguardando la llegada de refuerzos, se le ocurrió la sospecha de que aquel enemigo cuyo cadáver estaba á poca distancia podía ser un individuo de su familia, uno de los Hartrott. Parecía, sin embargo, más viejo que sus primos y mucho más joven que su tío Karl. Este, con sus años, no iba á figurar como simple capitán de infantería.
Desnoyers had fired with the certainty that he was killing someone that he knew. Afterwards, while directing the defense of the position and guarding against the approach of reinforcements, he had a suspicion that the enemy whose corpse was lying a few feet away might possibly be a member of the von Hartrott family. No, he looked much older than his cousins, yet younger than his Uncle Karl who at his age, would be no mere captain of infantry.
Cuando, debilitado por la pérdida de sangre, pudo ser conducido á las trincheras, el sargento quiso ver el cuerpo de su enemigo. Sus dudas continuaron ante la faz empalidecida por la muerte. Los ojos, abiertos, parecían guardar aún la impresión de la sorpresa. Aquel hombre le conocía indudablemente; él también conocía aquella cara. ¿Quién era?... De pronto, con su imaginación vió el mar, vió un gran buque, una mujer alta y rubia que le miraba con los ojos entornados, un hombre fornido y bigotudo que hacía discursos imitando el estilo de su emperador. «
Descansa en paz, capitán Erckmann.» Así habían venido á terminar, en un rincón de Francia, las discusiones entabladas en medio del Océano.
When, weakened by the loss of blood, they were about to carry him to the trenches, the sergeant expressed a wish to see again the body of his victim. His doubt continued before the face blanched by death. The wide-open eyes still seemed to retain their startled expression. The man had undoubtedly recognized him. His face was familiar. Who was he? . . . Suddenly in his mind′s eye, Julio saw the heaving ocean, a great steamer, a tall, blonde woman looking at him with half-closed eyes of invitation, a corpulent, moustached man making speeches in the style of the Kaiser. "Rest in peace, Captain Erckmann!" . . . Thus culminated in a corner of France the discussions started at table in mid-ocean.
Se disculpó mentalmente, como si estuviese en presencia de la dulce Berta. Había tenido que matar para que no le matasen. Así es la guerra. Intentó consolarse pensando que Erckmann tal vez había caído sin identificarle, sin saber que su matador era el compañero de viaje de meses antes... Y guardó secreto en lo más profundo de su memoria este encuentro preparado por la fatalidad. Se abstuvo de comunicarlo á su amigo Argensola, que conocía los incidentes de la travesía atlántica.
He excused himself mentally as though he were in the presence of the sweet Bertha. He had had to kill, in order not to be killed. Such is war. He tried to console himself by thinking that Erckmann, perhaps, had failed to identify him, without realizing that his slayer was the shipmate of the summer. . . . And he kept carefully hidden in the depths of his memory this encounter arranged by Fate. He did not even tell Argensola who knew of the incidents of the trans-atlantic passage.
Cuando menos lo esperaba, don Marcelo se encontró al final de aquella existencia de alegría y orgullo que le había proporcionado la presencia de su hijo. Quince días transcurren pronto. El subteniente se marchó, y toda la familia, después de este período de realidades, tuvo que volver á las caricias engañosas de la ilusión y la esperanza, aguardando la llegada de las cartas, haciendo conjeturas sobre el silencio del ausente, enviándole paquete tras paquete con todo lo que el comercio ofrecía para los militares: cosas útiles y absurdas.
When he least expected it, Don Marcelo found himself at the end of that delightful and proud existence which his son′s presence had brought him. The fortnight had flown by so swiftly! The sub-lieutenant had returned to his post, and all the family, after this period of reality, had had to fall back on the fond illusions of hope, watching again for the arrival of his letters, making conjectures about the silence of the absent one, sending him packet after packet of everything that the market was offering for the soldiery—for the most part, useless and absurd things.
La madre cayó en un gran desaliento. El viaje de Julio había servido para hacerla sentir con más intensidad su ausencia. Viéndole, escuchando aquellos relatos de muerte que el padre se complacía en repetir, se dió mejor cuenta de los peligros que rodeaban á su hijo. La fatalidad parecía avisarla con fúnebres presentimientos.
The mother became very despondent. Julio′s visit home but made her feel his absence with greater intensity. Seeing him, hearing those tales of death that her husband was so fond of repeating, made her realize all the more clearly the dangers constantly surrounding her son. Fatality appeared to be warning her with funereal presentiments.
—Le van á matar—decía á su marido—. Esa herida es un aviso del cielo.
"They are going to kill him," she kept saying to Desnoyers. "That wound was a forewarning from heaven."
Al salir á la calle temblaba de emoción ante los soldados inválidos. Los convalecientes de aspecto enérgico, próximos á volver al frente, aún le inspiraban mayor lástima. Se acordó de un viaje á San Sebastián con su esposo, de una corrida de toros que le había hecho gritar de indignación y lástima, apiadada de la suerte de los pobres caballos. Quedaban con las entrañas colgando y eran sometidos en los corrales á una rápida cura, para volver á salir á la arena enardecidos por falsas energías. Repetidas veces aguantaban esta recomposición macabra, hasta que al fin llegaba la última cornada, la definitiva... Los hombres recién curados evocaban en ella la imagen de las pobres bestias. Algunos habían sido heridos tres veces desde el principio de la guerra y volvían remendados y galvanizados á someterse á la lotería de la suerte, siempre en espera del golpe supremo... ¡Ay, su hijo!
When passing through the streets, she trembled with emotion at sight of the invalid soldiers. The convalescents of energetic appearance, filled her with the greatest pity. They made her think of a certain trip with her husband to San Sebastian where a bull fight had made her cry out with indignation and compassion, pitying the fate of the poor, gored horses. With entrails hanging, they were taken to the corrals, and submitted to a hurried adjustment in order that they might return to the arena stimulated by a false energy. Again and again they were reduced to this makeshift cobbling until finally a fatal goring finished them. . . . These recently cured men continually brought to her mind those poor beasts. Some had been wounded three times since the beginning of the war, and were returning surgically patched together and re-galvanized to take another chance in the lottery of Fate, always in the expectation of the supreme blow. . . . Ay, her son!
Desnoyers se indignaba oyendo á su esposa.
Desnoyers waxed very indignant over his wife′s low spirits, retorting:
—¡Pero si á Julio no hay quien le mate!... Es mi hijo. Yo he pasado en mi juventud por terribles peligros. También me hirieron en las guerras del otro mundo, y sin embargo, aquí me tienes cargado de años.
"But I tell you that Nobody will kill Julio! . . . He is my son. In my youth I, too, passed through great dangers. They wounded me, too, in the wars in the other world, and nevertheless, here I am at a ripe old age."
Los sucesos se encargaban de robustecer su fe ciega. Llovían desgracias en torno de la familia, entristeciendo á sus allegados, y ni una sola rozaba al intrépido subteniente, que insistía en sus hazañas con un desenfado heroico de mosquetero.
Events seemed to reinforce his blind faith. Calamities were raining around the family and saddening his relatives, yet not one grazed the intrepid sub-lieutenant who was persisting in his daring deeds with the heroic nerve of a musketeer.
Doña Luisa recibió una carta de Alemania. Su hermana le escribía desde Berlín, valiéndose de un Consulado sudamericano en Suiza. Esta vez la señora Desnoyers lloró por alguien que no era su hijo: lloró por Elena y por los enemigos. En Alemania también había madres, y ella colocaba el sentimiento de la maternidad por encima de todas las diferencias patrióticas.
Dona Luisa received a letter from Germany. Her sister wrote from Berlin, transmitting her letters through the kindness of a South American in Switzerland. This time, the good lady wept for some one besides her son; she wept for Elena and the enemies. In Germany there were mothers, too, and she put the sentiment of maternity above all patriotic differences.
—¡Pobre señora von Hartrott! Su carta, escrita un mes antes, sólo contenía fúnebres noticias y palabras de desesperación. El capitán Otto había muerto. Muerto también uno de sus hermanos menores. Este, al menos, ofrecía á la madre el consuelo de haber caído en un territorio dominado por los suyos. Podía llorar junto á su tumba. El otro estaba enterrado en suelo francés; nadie sabía dónde. Jamás descubriría ella sus restos, confundidos con centenares de cadáveres; ignoraría eternamente dónde se consumía este cuerpo salido de sus entrañas... Un tercer hijo estaba herido en Polonia. Sus dos hijas habían perdido á sus prometidos, y la desesperaban con su mudo dolor. Von Hartrott seguía presidiendo sociedades patrióticas y hacía planes de engrandecimiento sobre la próxima victoria, pero había envejecido mucho en los últimos meses. El «
sabio» era el único que se mantenía firme. Las desgracias de la familia recrudecían la ferocidad del profesor Julius von Hartrott. Calculaba, para un libro que estaba escribiendo, los centenares de miles de millones que Alemania debería exigir después de su triunfo y las partes de Europa que necesitaba hacer suyas...
Poor Frau von Hartrott! Her letter written a month before, had contained nothing but death notices and words of despair. Captain Otto was dead. Dead, too, was one of his younger brothers. The fact that the latter had fallen in a territory dominated by their nation, at least gave the mother the sad comfort of being able to weep near his grave. But the Captain was buried on French soil, nobody knew where, and she would never be able to find his remains, mingled with hundreds of others. A third son was wounded in Poland. Her two daughters had lost their promised lovers, and the sight of their silent grief, was intensifying the mother′s suffering. Von Hartrott continued presiding over patriotic societies and making plans of expansion after the near victory, but he had aged greatly in the last few months. The "sage" was the only one still holding his own. The family afflictions were aggravating the ferocity of Professor Julius von Hartrott. He was calculating, in a book he was writing, the hundreds of thousands of millions that Germany must exact after her triumph, and the various nations that she would have to annex to the Fatherland.
La señora Desnoyers creyó escuchar desde la avenida Víctor Hugo aquel llanto de madre que corría silencioso en una casa de Berlín. «
Comprenderás mi desesperación, Luisa... ¡Tan felices que éramos! ¡Que Dios castigue á los que han hecho caer sobre el mundo tantas desgracias! El emperador es inocente. Sus enemigos tienen la culpa de todo...»
Dona Luisa imagined that in the avenue Victor Hugo, she could hear the mother′s tears falling in her home in Berlin. "You will understand, Luisa, my despair. . . . We were all so happy! May God punish those who have brought such sorrow on the world! The Emperor is innocent. His adversaries are to blame for it all . . ."
Don Marcelo callaba en presencia de su esposa. Compadecía á Elena por su infortunio, pasando por alto las afirmaciones políticas de la carta. Se enterneció además al ver cómo lloraba doña Luisa á su sobrino Otto. Había sido su madrina de bautizo y Desnoyers el padrino. Era verdad; don Marcelo lo había olvidado. Vió con la imaginación la plácida vida de la estancia, los juegos de la chiquillería rubia, que él acariciaba á espaldas del abuelo, antes de que naciese Julio. Durante unos años había dedicado á sus sobrinos todo su amor, desorientado por la tardanza de un hijo propio. De buena fe se conmovió al pensar en la desesperación de Karl.
Don Marcelo was silent about the letter in his wife′s presence. He pitied Elena for her losses, so he overlooked her political connections. He was touched, too, at Dona Luisa′s distress about Otto. She had been his godmother and Desnoyers his godfather. That was so—Don Marcelo had forgotten all about it; and the fact recalled to his mental vision the placid life of the ranch, and the play of the blonde children that he had petted behind their grandfather′s back, before Julio was born. For many years, he had lavished great affection on these youngsters, when dismayed at Julio′s delayed arrival. He was really affected at thinking of what must be Karl′s despair.
Pero luego, al verse solo, una frialdad egoísta borraba estos sentimientos. La guerra era la guerra, y los otros la habían buscado. Francia debía defenderse, y cuantos más enemigos cayesen, mejor... Lo único que debía interesarle á él era Julio. Y su fe en los destinos del hijo le hizo experimentar una alegría brutal, una satisfacción de padre cariñoso hasta la ferocidad.
But then, as soon as he was alone, a selfish coldness would blot out this compassion. War was war, and the Germans had sought it. France had to defend herself, and the more enemies fell the better. . . . The only soldier who interested him now was Julio. And his faith in the destiny of his son made him feel a brutal joy, a paternal satisfaction almost amounting to ferocity.
—A ese no hay quien le mate... Me lo dice el corazón.
"No one will kill HIM! . . . My heart tells me so."
Otra desgracia más próxima quebrantó su calma. Un anochecer, al regresar á la avenida Víctor Hugo, encontró á doña Luisa con aspecto de terror llevándose las manos á la cabeza.
A nearer trouble shook his peace of mind. When he returned to his home one evening, he found Dona Luisa with a terrified aspect holding her hands to her head.
—La niña, Marcelo... ¡la niña!
"The daughter, Marcelo . . . our daughter!"
Chichí estaba en el salón tendida en un sofá, pálida, con una blancura verdosa, mirando ante ella fijamente, como si viese á alguien en el vacío. No lloraba; sólo un ligero brillo de nácar hacía temblar sus ojos, redondeados por el espasmo.
Chichi was stretched out on a sofa in the salon, pale, with an olive tinge, looking fixedly ahead of her as if she could see somebody in the empty air. She was not crying, but a slight palpitation was making her swollen eyes tremble spasmodically.
—¡Quiero verle!—dijo con voz ronca—. ¡Necesito verle!
"I want to see him," she was saying hoarsely. "I must see him!"
El padre adivinó que algo terrible le había ocurrido al hijo de Lacour. Únicamente por esto podía mostrar Chichí tal desesperación. Su esposa le fué relatando la triste noticia. René estaba herido, gravemente herido. Un proyectil había estallado sobre su batería, matando á muchos de sus compañeros. El oficial había sido extraído de un montón de cadáveres: le faltaba una mano, tenía heridas en las piernas, en el tronco, en la cabeza.
The father conjectured that something terrible must have happened to Lacour′s son. That was the only thing that could make Chichi show such desperation. His wife was telling him the sad news. Rene was wounded, very seriously wounded. A shell had exploded over his battery, killing many of his comrades. The young officer had been dragged out from a mountain of dead, one hand was gone, he had injuries in the legs, chest and head.
—¡Quiero verle!—repetía Chichí.
"I′ve got to see him!" reiterated Chichi.
Y don Marcelo tuvo que hacer grandes esfuerzos para que su hija desistiese de esta testarudez dolorosa que la impulsaba á exigir un viaje inmediato al frente, atropellando obstáculos, hasta llegar al lado del herido. El senador acabó de convencerla. Había que esperar; él, que era su padre, tenía que resignarse. Estaba gestionando que René fuese trasladado á un hospital de París.
And Don Marcelo had to concentrate all his efforts in making his daughter give up this dolorous insistence which made her exact an immediate journey to the front, trampling down all obstacles, in order to reach her wounded lover. The senator finally convinced her of the uselessness of it all. She would simply have to wait; he, the father, had to be patient. He was negotiating for Rene to be transferred to a hospital in Paris.
El grande hombre inspiró lástima á Desnoyers. Hacía esfuerzos por conservar su serenidad estoica de padre á estilo antiguo, recordaba á sus ascendientes gloriosos y á todas las figuras heroicas de la República romana. Pero estas ilusiones de orador se desplomaban de pronto, y su amigo le sorprendió llorando más de una vez. ¡Un hijo único, y podía perderlo!... El mutismo de Chichí le inspiraba aún mayor conmiseración. No lloraba: su dolor era sin lágrimas, sin desmayos. La palidez verdosa de su rostro, el brillo de fiebre de sus ojos, una rigidez que le hacía marchar como un autómata, eran los únicos signos de su emoción. Vivía con el pensamiento alejado, sin darse cuenta de lo que la rodeaba.
The great man moved Desnoyers to pity. He was making such heroic efforts to preserve the stoic serenity of ancient days by recalling his glorious ancestors and all the illustrious figures of the Roman Republic. But these oratorical illusions had suddenly fallen flat, and his old friend surprised him weeping more than once. An only child, and he might have to lose him! . . . Chichi′s dumb woe made him feel even greater commiseration. Her grief was without tears or faintings. Her sallow face, the feverish brilliancy of her eyes, and the rigidity that made her move like an automaton were the only signs of her emotion. She was living with her thoughts far away, with no knowledge of what was going on around her.
Cuando el herido llegó á París, ella y el senador se transfiguraron. Iban á verle, y esto bastó para que se imaginasen que ya se había salvado.
When the patient arrived in Paris, his father and fiancee were transfigured. They were going to see him, and that was enough to make them imagine that he was already recuperated.
La novia corrió al hospital con su futuro suegro y su madre. Luego fué sola, quiso quedarse allí, vivir al lado del herido, declarando la guerra á todos los reglamentos, chocando con monjas y enfermeras, que le inspiraban un odio de rivalidad. Pero al ver el escaso resultado de sus violencias, se empequeñeció, se hizo humilde, pretendiendo ganar con sus gracias una por una á todas las mujeres. Al fin consiguió pasar gran parte del día junto á René.
Chichi hastened to the hospital with her mother and the senator. Then she went alone and insisted on remaining there, on living at the wounded man′s side, waging war on all regulations and clashing with Sisters of Charity, trained nurses, and all who roused in her the hatred of rivalry. Soon realizing that all her violence accomplished nothing, she humiliated herself and became suddenly very submissive, trying with her wiles, to win the women over one by one. Finally, she was permitted to spend the greater part of the day with Rene.
Desnoyers tuvo que retener sus lágrimas al contemplar al artillero en la cama... ¡Ay! ¡así podía verse su hijo!... Le pareció una momia egipcia, á causa de su envoltura de apretados vendajes. Los cascos de obús le habían acribillado. Sólo pudo ver unos ojos dulces y un bigotillo rubio asomando entre las tiras blancas. El pobre sonreía á Chichí, que velaba junto á él con cierta autoridad, como si estuviese en su casa.
When Desnoyers first saw the wounded artilleryman in bed, he had to make a great effort to keep the tears back. . . . Ay, his son, too, might be brought to this sad pass! . . . The man looked to him like an Egyptian mummy, because of his complete envelopment in tight bandage wrappings. The sharp hulls of the shell had fairly riddled him. There could only be seen a pair of sweet eyes and a blond bit of moustache sticking up between white bands. The poor fellow was trying to smile at Chichi, who was hovering around him with a certain authority as though she were in her own home.
Transcurrieron dos meses. René se mejoró; ya estaba casi restablecido. Su novia no había dudado de esta curación desde que la dejaron permanecer junto á él.
Two months rolled by. Rene was better, almost well. His betrothed had never doubted his recovery from the moment that they permitted her to remain with him.
—A mí no se me muere quien yo quiera—decía con una fe semejante á la de su padre—. ¡A cualquier hora permito que los boches me dejen sin marido!
"No one that I love, ever dies," she asserted with a ring of her father′s self-confidence. "As if I would ever permit the Boches to leave me without a husband!"
Conservaba á su «
soldadito de azúcar», pero en un estado lamentable... Nunca don Marcelo se dió cuenta del horror de la guerra como al ver entrar en su casa á este convaleciente que había conocido meses antes fino y esbelto, con una belleza delicada y algo femenil. Tenía el rostro surcado por varias cicatrices que formaban un arabesco violáceo. Su cuerpo guardaba ocultas otras semejantes. La mano izquierda había desaparecido con una parte del antebrazo. La manga colgaba sobre el vacío doloroso del miembro ausente. La otra mano se apoyaba en un bastón, auxilio necesario para poder mover una pierna que no quería recobrar su elasticidad.
She had her little sugar soldier back again, but, oh, in what a lamentable state! . . . Never had Don Marcelo realized the de-personalizing horrors of war as when he saw entering his home this convalescent whom he had known months before—elegant and slender, with a delicate and somewhat feminine beauty. His face was now furrowed by a network of scars that had transformed it into a purplish arabesque. Within his body were hidden many such. His left hand had disappeared with a part of the forearm, the empty sleeve hanging over the remainder. The other hand was supported on a cane, a necessary aid in order to be able to move a leg that would never recover its elasticity.
Pero Chichí estaba contenta. Veía á su soldadito con más entusiasmo que nunca: un poco deformado, pero muy interesante. Ella, seguida de su madre, acompañaba al herido para que pasease por el Bosque. Sus miradas se volvían fulminantes cuando, al atravesar una calle, automovilistas y cocheros no retenían su carrera para dejar paso al inválido... «
¡Emboscados sin vergÜenza!...» Sentía la misma alma iracunda de las mujeres del pueblo que en otros tiempos insultaban á René viéndole sano y feliz. Temblaba de satisfacción y de orgullo al devolver el saludo á sus amigas. Sus ojos hablaban: «
Sí; éste es mi novio... Un héroe.» Le preocupaba la Cruz de Guerra puesta en el pecho de la blusa «
horizonte». Sus manos cuidaban de su arreglo, para que se destacase con mayor visualidad. Se ocupaba en prolongar la vida de su uniforme, siempre el mismo, el viejo, el que llevaba en el momento de ser herido. Uno nuevo le daría cierto aire de militar oficinesco, de los que se quedaban en París.
But Chichi was content. She surveyed her dear little soldier with more enthusiasm than ever—a little deformed, perhaps, but very interesting. With her mother, she accompanied the convalescent in his constitutionals through the Bois de Boulogne. When, in crossing a street, automobilists or coachmen failed to stop their vehicles in order to give the invalid the right of way, her eyes shot lightning shafts, as she thundered, "Shameless embusques!" . . . She was now feeling the same fiery resentment as those women of former days who used to insult her Rene when he was well and happy. She trembled with satisfaction and pride when returning the greetings of her friends. Her eloquent eyes seemed to be saying, "Yes, he is my betrothed . . . a hero!" She was constantly arranging the war cross on his blouse of "horizon blue," taking pains to place it as conspicuously as possible. She also spent much time in prolonging the life of his shabby uniform—always the same one, the old one which he was wearing when wounded. A new one would give him the officery look of the soldiers who never left Paris.
En vano René, cada vez más fuerte, quería emanciparse de sus cuidados dominadores. Era inútil que intentase marchar con ligereza y soltura.
As he grew stronger, Rene vainly tried to emancipate himself from her dominant supervision. It was simply useless to try to walk with more celerity or freedom.
—Apóyate en mí.
"Lean on me!"
Y tenía que tomar el brazo de su novia. Todos los planes de ella para el porvenir se basaban en la fiereza con que protegería á su marido, en los cuidados que iba á dedicar á su debilidad.
And he had to take his fiancee′s arm. All her plans for the future were based on the devotion with which she was going to protect her husband, on the solicitude that she was going to dedicate to his crippled condition.
—¡Mi pobre invalidito!—decía con susurro amoroso—. ¡Tan feo y tan inútil que me lo han dejado esos pillos!... Pero, por suerte, me tiene á mí, que lo adoro... Nada importa que te falte una mano; yo te cuidaré: serás mi hijito. Vas á ver, cuando nos casemos, con qué regalo vives, cómo te llevaré de elegante y acicalado... Pero ¡ojo con las otras! Mira que á la primera que me hagas, invalidito, te dejo abandonado á tu inutilidad.
"My poor, dear invalid," she would murmur lovingly. "So ugly and so helpless those blackguards have left you! . . . But luckily you have me, and I adore you! . . . It makes no difference to me that one of your hands is gone. I will care for you; you shall be my little son. You will just see, after we are married, how elegant and stylish I am going to keep you. But don′t you dare to look at any of the other women! The very first moment that you do, my precious little invalid, I′ll leave you alone in your helplessness!"
Desnoyers y el senador también se ocupaban del porvenir de ellos, pero de un modo más positivo. Había que realizar el matrimonio cuanto antes. ¿Qué esperaban?... La guerra no era un obstáculo. Se efectuaban más casamientos que nunca, en el secreto de la intimidad. El tiempo no era de fiestas.
Desnoyers and the senator were also concerned about their future, but in a very definite way. They must be married as soon as possible. What was the use of waiting? . . . The war was no longer an obstacle. They would be married as quietly as possible. This was no time for wedding pomp.
Y René Lacour se quedó para siempre en la casa de la avenida Víctor Hugo después de la ceremonia nupcial, presenciada por una docena de personas.
So Rene Lacour remained permanently in the house on the avenida Victor Hugo, after the nuptial ceremony witnessed by a dozen people.
Don Marcelo había soñado otras cosas para su hija: una boda ruidosa de la que hablasen largamente los periódicos, un yerno de brillante porvenir... Pero ¡ay, la guerra! Todos veían destruídas á aquellas horas algunas de sus ilusiones.
Don Marcelo had had dreams of other things for his daughter—a grand wedding to which the daily papers would devote much space, a son-in-law with a brilliant future . . . but ay, this war! Everybody was having his fondest hopes dashed to pieces every few hours.
Se consoló apreciando su situación. ¿Qué le faltaba? Chichí era feliz, con una alegría egoísta y ruidosa que dejaba en olvido todo lo que no fuese su amor. Sus negocios no podían resultar mejores. Después de la crisis de los primeros momentos, las necesidades de los beligerantes arrebataban los productos de sus estancias. Jamás había alcanzado la carne precios tan altos. El dinero afluía á él con más ímpetu que antes y los gastos de su vida habían disminuído... Julio estaba en peligro de muerte, pero él tenía la convicción de que nada malo podía ocurrirle. Su única preocupación era permanecer tranquilo, evitándose las emociones fuertes. Experimentaba cierta alarma al considerar la frecuencia con que se sucedían en París los fallecimientos de personas conocidas: políticos, artistas, escritores. Todos los días caía alguien de cierto nombre. La guerra no sólo mataba en el frente. Sus emociones volaban como flechas por las ciudades, tumbando á los quebrantados, á los débiles, que en tiempo normal habrían prolongado su existencia.
He took what comfort he could out of the situation. What more did they want? Chichi was happy—with a rollicking and selfish happiness which took no interest in anything but her own love-affairs. The Desnoyers business returns could not be improved upon;—after the first crisis had passed, the necessities of the belligerents had begun utilizing the output of his ranches, and never before had meat brought such high prices. Money was flowing in with greater volume than formerly, while the expenses were diminishing. . . . Julio was in daily danger of death, but the old ranchman was buoyed up by his conviction that his son led a charmed life—no harm could touch him. His chief preoccupation, therefore, was to keep himself tranquil, avoiding all emotional storms. He had been reading with considerable alarm of the frequency with which well-known persons, politicians, artists and writers, were dying in Paris. War was not doing all its killing at the front; its shocks were falling like arrows over the land, causing the fall of the weak, the crushed and the exhausted who, in normal times, would probably have lived to a far greater age.
«
¡Atención, Marcelo!—se decía con un regocijo egoísta—. Mucha calma. Hay que evitar á los cuatro jinetes del amigo Tchernoff.»
"Attention, Marcelo!" he said to himself with grim humor. "Keep cool now! . . . You must avoid Friend Tchernoff′s four horsemen, you know!"
Pasó una tarde en el estudio conversando con éste y Argensola de las noticias que publicaban los periódicos. Se había iniciado una ofensiva de los franceses en Champaña, con grandes avances y muchos prisioneros.
He spent an afternoon in the studio going over the war news in the papers. The French had begun an offensive in Champagne with great advances and many prisoners.
Desnoyers pensó en la pérdida de vidas que esto podía representar. Pero la suerte de Julio no le hizo sentir ninguna inquietud. Su hijo no estaba en aquella parte del frente. El día anterior había recibido una carta de él fechada una semana antes; pero casi todas llegaban con igual retraso. El subteniente Desnoyers se mostraba animoso y alegre. Lo iban á ascender de un momento á otro: figuraba entre los propuestos para la Legión de Honor. Don Marcelo se veía en lo futuro padre de un general joven, como los de la Revolución. Contempló los bocetos en torno de él, admirándose de que la guerra hubiese torcido de un modo tan extraordinario la carrera de su hijo.
Desnoyers could not but think of the loss of life that this must represent. Julio′s fate, however, gave him no uneasiness, for his son was not in that part of the front. But yesterday he had received a letter from him, dated the week before; they all took about that length of time to reach him. Sub-lieutenant Desnoyers was as blithe and reckless as ever. They were going to promote him again—he was among those proposed for the Legion d′Honneur. These facts intensified Don Marcelo′s vision of himself as the father of a general as young as those of the revolution; and as he contemplated the daubs and sketches around him, he marvelled at the extraordinary way in which the war had twisted his son′s career.
Al volver á casa se cruzó con Margarita Laurier, que iba vestida de luto. El senador le había hablado de ella pocos días antes. Su hermano el artillero acababa de morir en Verdún.
On his way home, he passed Marguerite Laurier dressed in mourning. The senator had told him a few days before that her brother, the artilleryman, had just been killed at Verdun.
«
¡Cuántos caen!—se dijo—. ¡Cómo estará su pobre madre!»
"How many are falling!" he said mournfully to himself. "How hard it will be for his poor mother!"
Pero inmediatamente sonrió al recordar á los que nacían. Nunca se había preocupado la gente como ahora de acelerar la reproducción. La misma señora Laurier ostentaba con orgullo la redondez de su maternidad, que había llegado á los mayores extremos visibles. Sus ojos acariciaron el volumen vital que se delataba bajo los velos del luto. Otra vez pensó en Julio, sin tener en cuenta el curso del tiempo. Sintió la atracción de la criatura futura, como si tuviese con ella algún parentesco; se prometió ayudar generosamente al hijo de los Laurier, si alguna vez le encontraba en la vida.
But he smiled immediately after at the thought of those to be born. Never before had the people been so occupied in accelerating their reproduction. Even Madame Laurier now showed with pride the very visible curves of her approaching maternity, and Desnoyers noted sympathetically the vital volume apparent beneath her long mourning veil. Again he thought of Julio, without taking into account the flight of time. He felt as interested in the little newcomer as though he were in some way related to it, and he promised himself to aid generously the Laurier baby if he ever had the opportunity.
Al entrar en su casa, doña Luisa le salió al paso para manifestarle que Lacour le estaba esperando.
On entering his house, he was met in the hall by Dona Luisa, who told him that Lacour was waiting for him.
—Vamos á ver qué cuenta nuestro ilustre consuegro—dijo alegremente.
"Very good!" he responded gaily. "Let us see what our illustrious father-in-law has to say."
La buena señora estaba inquieta. Se había alarmado sin saber por qué, ante el gesto solemne del senador, con ese instinto femenil que perfora las precauciones de los hombres, adivinando lo que hay oculto detrás de ellas. Había visto además que René y su padre hablaban en voz baja, con una emoción contenida.
His good wife was uneasy. She had felt alarmed without knowing exactly why at the senator′s solemn appearance; with that feminine instinct which perforates all masculine precautions, she surmised some hidden mission. She had noticed, too, that Rene and his father were talking together in a low tone, with repressed emotion.
Rondó con irresistible curiosidad por las inmediaciones del despacho, esperando oir algo. Pero su espera no fué larga.
Moved by an irresistible impulse, she hovered near the closed door, hoping to hear something definite. Her wait was not long.
De repente, un grito... un alarido... una voz como sólo puede emitirla un cuerpo al que se le escapan las fuerzas.
Suddenly a cry . . . a groan . . . the groan that can come only from a body from which all vitality is escaping.
Y doña Luisa entró á tiempo para sostener á su marido, que se venía al suelo.
And Dona Luisa rushed in just in time to support her husband as he was falling to the floor.
El senador se excusaba, confuso, ante los muebles, ante las paredes, volviendo la espalda en su aturdimiento al cabizbajo René, que era el único que podía oirle.
The senator was excusing himself confusedly to the walls, the furniture, and turning his back in his agitation on the dismayed Rene, the only one who could have listened to him.
—No me ha dejado terminar... Ha adivinado desde la primera palabra...
"He did not let me finish. . . . He guessed from the very first word. . . ."
Chichí se presentó, atraída por el grito, para ver cómo su padre se escapaba de los brazos de su esposa, cayendo en un sofá, rodando luego por el suelo, con los ojos vidriosos y salientes, con la boca contraída, llorando espuma.
Hearing the outcry, Chichi hastened in in time to see her father slipping from his wife′s arms to the sofa, and from there to the floor, with glassy, staring eyes, and foaming at the mouth.
Un lamento se extendió por las lujosas habitaciones, un quejido, siempre el mismo, que pasaba por debajo de las puertas hasta la escalera majestuosa y solitaria:
From the luxurious rooms came forth the world-old cry, always the same from the humblest home to the highest and loneliest:—
—¡Oh, Julio!... ¡Oh, hijo mío!...
"Oh, Julio! . . . Oh, my son, my son! . . ."
V
Campos de muerte
-III- Chapter V
THE BURIAL FIELDS
Iba avanzando el automóvil lentamente, bajo el cielo lívido de una mañana de invierno.
The automobile was going slowly forward under the colorless sky of a winter morning.
Temblaba el suelo á lo lejos con blancas palpitaciones, semejantes al aleteo de una banda de mariposas posada en los surcos. Sobre unos campos, el enjambre era denso; en otros, formaba pequeños grupos.
In the distance, the earth′s surface seemed trembling with white, fluttering things resembling a band of butterflies poised on the furrows. On one of the fields the swarm was of great size, on others, it was broken into small groups.
Al aproximarse el vehículo, las blancas mariposas se animaban con nuevos colores. Un ala se volvía azul; otra, encarnada... Eran pequeñas banderas, á cientos, á miles, que se estremecían día y noche con la tibia brisa impregnada de sol, con el huracán acuoso de las mañanas pálidas, con el frío mordiente de las noches interminables. La lluvia había lavado y relavado sus colores, debilitándolos. Las telas, inquietas, tenían sus bordes roídos por la humedad. Otras estaban quemadas por el sol, como insectos que acabasen de rozar el fuego.
As the machine approached these white butterflies, they seemed to be taking on other colors. One wing was turning blue, another flesh-colored. . . . They were little flags, by the hundreds, by the thousands which palpitated night and day, in the mild, sunny, morning breeze, in the damp drip of the dull mornings, in the biting cold of the interminable nights. The rains had washed and re-washed them, stealing away the most of their color. Some of the borders of the restless little strips were mildewed by the dampness while others were scorched by the sun, like insects which have just grazed the flames.
Las banderas dejaban entrever con las palpitaciones de su temblor leños negros que eran cruces. Sobre estos maderos aparecían kepis obscuros, gorros rojos, cascos rematados por cabelleras de crines que se pudrían lentamente, llorando lágrimas atmosféricas por todas sus puntas.
In the midst of the fluttering flags could be seen the black crosses of wood. On these were hanging dark kepis, red caps, and helmets topped with tufts of horsehair, slowly disintegrating and weeping atmospheric tears at every point.
—¡Cuánto muerto!—suspiró en el interior del automóvil la voz de don Marcelo.
"How many are dead!" sighed Don Marcelo′s voice from the automobile.
Y René, que iba enfrente de él, movió la cabeza con triste sentimiento.
And Rene, who was seated in front of him, sadly nodded his head.
Doña Luisa miraba la fúnebre llanura, mientras sus labios se estremecían levemente con un rezo continuo. Chichí volvía á un lado y á otro sus ojos, agrandados por el asombro. Parecía más grande, más fuerte, á pesar de la palidez verdosa que descoloraba su rostro.
Dona Luisa was looking at the mournful plain while her lips trembled slightly in constant prayer. Chichi turned her great eyes in astonishment from one side to the other. She appeared larger, more capable in spite of the pallor which blanched her olive skin.
Las dos señoras iban vestidas de luto, con luengos velos. De luto también el padre, hundido en su asiento, con aspecto de ruina, las piernas cuidadosamente envueltas en una manta de pieles. René conservaba su uniforme de campaña, llevando sobre él un corto impermeable de automovilista. A pesar de sus heridas, no había querido retirarse del ejército. Estaba agregado á una oficina técnica hasta la terminación de la guerra.
The two ladies were dressed in deepest mourning. The father, too, was in mourning, huddled down in the seat in a crushed attitude, his legs carefully covered with the great fur rugs. Rene was wearing his campaign uniform under his storm coat. In spite of his injuries, he had not wished to retire from the army. He had been transferred to a technical office till the termination of the war.
La familia Desnoyers iba á cumplir su deseo.
The Desnoyers family were on the way to carry out their long-cherished hope.
Al recobrar sus sentidos, después de la noticia fatal, el padre había concentrado toda su voluntad en una petición:
Upon recovering consciousness after the fatal news, the father had concentrated all his will power in one petition.
—Necesito verle... ¡Oh, mi hijo!... ¡Mi hijo!
"I must see him. . . . Oh, my son! . . . My son!"
Inútilmente el senador le demostró la imposibilidad de este viaje. Se estaban batiendo todavía en la zona donde había caído Julio. Más adelante tal vez fuese posible la visita. «
Quiero verle», insistió el viejo. Necesitaba contemplar la tumba del hijo antes de morir él á su vez. Y Lacour tuvo que esforzarse durante cuatro meses, formulando súplicas y forzando resistencias para conseguir que don Marcelo pudiese realizar este viaje.
Vain were the senator′s efforts to show him the impossibility of such a journey. The fighting was still going on in the zone where Julio had fallen. Later on, perhaps, it might be possible to visit it. "I want to see it!" persisted the broken-hearted old man. It was necessary for him to see his son′s grave before dying himself, and Lacour had to requisition all his powers, for four long months formulating requests and overcoming much opposition, in order that Don Marcelo might be permitted to make the trip.
Un automóvil militar se llevó, al fin, una mañana á todos los de la familia Desnoyers. El senador no pudo ir con ellos. Circulaban rumores de una próxima modificación ministerial, y él debía mostrarse en la Alta Cámara, por si la República reclamaba sus servicios un tanto menospreciados.
Finally a military automobile came one morning for the entire Desnoyers family. The senator could not accompany them. Rumors of an approaching change in the cabinet were floating about, and he felt obliged to show himself in the senate in case the Republic should again wish to avail itself of his unappreciated services.
Pasaron la noche en una ciudad de provincia, donde estaba la comandancia de un cuerpo de ejército. René tomó informes de los oficiales que habían presenciado el gran combate. Con el mapa á la vista fué siguiendo sus explicaciones, hasta conocer la sección de terreno en que se había movido el regimiento de Julio.
They passed the night in a provincial city where there was a military post, and Rene collected considerable information from officers who had witnessed the great combat. With his map before him, he followed the explanations until he thought he could recognize the very plot of ground which Julio′s regiment had occupied.
A la mañana siguiente reanudaron el viaje. Un soldado que había tomado parte en la batalla les servía de guía, sentado en el pescante, al lado del chauffeur. René consultaba de vez en cuando el mapa extendido sobre sus rodillas y hacía preguntas al soldado. El regimiento de éste se había batido junto al de Desnoyers, pero no podía recordar con exactitud los lugares pisados por él meses antes. El campo había sufrido transformaciones. Presentaba un aspecto distinto de cuando lo vió cubierto de hombres, entre las peripecias del combate. La soledad le desorientaba... Y el automóvil fué avanzando con lentitud, sin más norte que los grupos de sepulturas, siguiendo la carretera central, lisa y blanca, metiéndose por los caminos transversales: zanjas tortuosas, barrizales de relejes profundos, en los que daba grandes saltos que hacían chillar sus muelles. A veces seguía á campo traviesa, de un grupo de cruces á otro, aplastando con la huella de sus neumáticos los surcos abiertos por la labranza.
The following morning they renewed their expedition. A soldier who had taken part in the battle acted as their guide, seated beside the chauffeur. From time to time, Rene consulted the map spread out on his knees, and asked questions of the soldier whose regiment had fought very close to that of Desnoyers′, but he could not remember exactly the ground which they had gone over so many months before. The landscape had undergone many transformations and had presented a very different appearance when covered with men. Its deserted aspect bewildered him . . . and the motor had to go very slowly, veering to the north of the line of graves, following the central highway, level and white, entering crossroads and winding through ditches muddied with deep pools through which they splashed with great bounds and jar on the springs. At times, they drove across fields from one plot of crosses to another, their pneumatic tires crushing flat from the furrows opened by the plowman.
Tumbas... tumbas por todos lados. Las blancas langostas de la muerte cubrían el paisaje. No quedaba un rincón libre de este aleteo glorioso y fúnebre. La tierra gris recién abierta por el arado, los caminos amarillentos, las arboledas obscuras, todo palpitaba con una ondulación incansable. El suelo parecía gritar; sus palabras eran las vibraciones de las inquietas banderas. Y los miles de gritos, con una melopea recomenzada incesantemente á través de los días y las noches, cantaban el choque monstruoso que había presenciado esta tierra y del cual guardaba todavía un escalofrío trágico.
Tombs . . . tombs on all sides! The white locusts of death were swarming over the entire countryside. There was no corner free from their quivering wings. The recently plowed earth, the yellowing roads, the dark woodland, everything was pulsating in weariless undulation. The soil seemed to be clamoring, and its words were the vibrations of the restless little flags. And the thousands of cries, endlessly repeated across the days and nights, were intoning in rhythmic chant the terrible onslaught which this earth had witnessed and from which it still felt tragic shudderings.
—Muertos... muertos—murmuraba Chichí, siguiendo con la vista la fila de cruces que se deslizaba por los flancos del automóvil en incesante renovación.
"Dead . . . dead," murmured Chichi, following the rows of crosses incessantly slipping past the sides of the automobile.
—¡Señor, por ellos!... ¡por sus madres!—gemía doña Luisa reanudando su rezo.
"O Lord, for them! . . . for their mothers," moaned Dona Luisa, renewing her prayers.
Aquí se había desarrollado lo más terrible del combate, la pelea á uso antiguo, el choque cuerpo á cuerpo, fuera de las trincheras, á la bayoneta, con la culata, con los puños, con los dientes.
Here had taken place the fiercest part of the battle—the fight in the old way, man to man outside of the trenches, with bayonets, with guns, with fists, with teeth.
El guía, que empezaba á orientarse, iba señalando diversos puntos del horizonte solitario. Allí estaban los tiradores africanos; más acá, los cazadores. Las grandes agrupaciones de tumbas eran de soldados de línea que habían cargado á la bayoneta por los lados del camino.
The guide who was beginning to get his bearings was pointing out the various points on the desolate horizon. There were the African sharpshooters; further on, the chasseurs. The very large groups of graves were where the light infantry had charged with their bayonets on the sides of the road.
Se detuvo el automóvil. René bajó detrás del soldado para examinar las inscripciones de unas cruces. Tal vez procedían estos muertos del regimiento que buscaban. Chichí bajó también maquinalmente, con el irresistible deseo de proteger á su marido.
The automobile came to a stop. Rene climbed out after the soldier in order to examine the inscriptions on a few of the crosses. Perhaps these might have belonged to the regiment they were seeking. Chichi also alighted mechanically with the irresistible desire of aiding her husband.
Cada sepultura guardaba varios hombres. El número de cadáveres podía contarse por los kepis ó los cascos que se pudrían y oxidaban adheridos á los brazos de la cruz. Las hormigas formaban rosario sobre las prendas militares, perforadas por agujeros de putrefacción, y que ostentaban aún la cifra del regimiento. Las coronas con que había adornado la piedad patriótica algunos de estos sepulcros se ennegrecían y deshojaban. En unas cruces los nombres de los muertos eran todavía claros; en otras empezaban á borrarse y dentro de poco serían ilegibles.
Each grave contained several men. The number of bodies within could be told by the mouldering kepis or rusting helmets hanging on the arms of the cross; the number of the regiments could still be deciphered between the rows of ants crawling over the caps. The wreaths with which affection had adorned some of the sepulchres were blackened and stripped of their leaves. On some of the crucifixes, the names of the dead were still clear, but others were beginning to fade out and soon would be entirely illegible.
«
¡La muerte heroica!... ¡La gloria!», pensaba Chichí con tristeza.
"What a horrible death! . . . What glory!" thought Chichi sadly.
Ni el nombre siquiera iba á sobrevivir de la mayor parte de estos hombres vigorosos desaparecidos en plena juventud. Sólo quedaría de ellos el recuerdo que asaltase de tarde en tarde á una campesina vieja guiando su vaca por un camino de Francia y que le haría murmurar entre suspiros: «
¡Mi pequeño!... ¿dónde estará enterrado mi pequeño?» Sólo viviría en la mujer del pueblo vestida de luto que no sabe cómo resolver el problema de su existencia, en los niños que al ir á la escuela con blusas negras dirían con una voluntad feroz: «
Cuando yo sea grande iré á matar boches para vengar á mi padre.»
Not even the names of the greater part of these vigorous men cut down in the strength of their youth were going to survive! Nothing would remain but the memory which would from time to time overwhelm some old countrywoman driving her cow along the French highway, murmuring between her sobs. "My little one! . . . I wonder where they buried my little one!" Or, perhaps, it would live in the heart of the village woman clad in mourning who did not know how to solve the problem of existence; or in the minds of the children going to school in black blouses and saying with ferocious energy—"When I grow up I am going to kill the Boches to avenge my father′s death!"
Y doña Luisa, inmóvil en su asiento, siguiendo con la mirada el paso de Chichí entre las tumbas, volvía á, interrumpir su rezo:
And Dona Luisa, motionless in her seat, followed with her eyes Chichi′s course among the graves, while returning to her interrupted prayer
—¡Señor, por las madres sin hijos... por los pequeños sin padre... por que tu cólera nos olvide y tu sonrisa vuelva á nosotros!
—"Lord, for the mothers without sons . . . for the little ones without fathers! . . . May thy wrath not be turned against us, and may thy smile shine upon us once more!"
El marido, caído en su asiento, miraba también el campo fúnebre. Pero sus ojos se fijaban tenazmente en unas tumbas sin coronas ni banderas, simples cruces con una tablilla de breve inscripción. Eran sepulturas alemanas, que parecían formar página aparte en el libro de la muerte. A un lado, en las innumerables tumbas francesas, inscripciones de poca cuantía, números simples: uno, dos, tres muertos. Al otro, en las sepulturas espaciadas y sin adornos, partidas fuertes, guarismos abultados, cifras de un laconismo aterrador.
Her husband, shrunken in his seat, was also looking over the funereal fields, but his eyes were fixed most tenaciously on some mounds without wreaths or flags, simple crosses with a little board bearing the briefest inscription. These were the German bodies which seemed to have a page to themselves in the Book of Death. On one side, the innumerable French tombs with inscriptions as small as possible, simple numbers—one, two, three dead. On the other, in each of the spacious, unadorned sepulchres, great quantities of soldiers, with a number of terrifying terseness.
Cercas de palos largas y estrechas limitaban estas zanjas rellenas de carne. La tierra blanqueaba como si tuviese nieve ó salitre. Era la cal revuelta con los terrones. La cruz llevaba en su tablilla la indicación de que la tumba contenía alemanes, y á continuación un número: 200... 300... 400.
Fences of wooden strips, narrow and wide, surrounded these latter ditches filled to the top with bodies. The earth was as bleached as though covered with snow or saltpetre. This was the lime returning to mix with the land. The crosses raised above these huge mounds bore each an inscription stating that it contained Germans, and then a number—200 . . . 300 . . . 400.
Estas cifras obligaban á Desnoyers á realizar un esfuerzo imaginativo. Se decían prontamente, pero no era fácil evocar con exactitud la visión de trescientos muertos juntos, trescientos envoltorios de carne humana lívida y sangrienta, los correajes rotos, el casco abollado, las botas terminadas en bolas de fango, oliendo á tejidos rígidos en los que se inicia la descomposición, con los ojos vidriosos y tenaces, con el rictus del supremo misterio, alineándose en capas, lo mismo que si fuesen ladrillos, en el fondo de un zanjón que va á cerrarse para siempre... Y este fúnebre alineamiento se repetía á trechos por toda la inmensidad de la llanura.
Such appalling figures obliged Desnoyers to exert his imagination. It was not easy to evoke with exactitude the vision of three hundred carcasses in helmets, boots and cloaks, in all the revolting aspects of death, piled in rows as though they were bricks, locked forever in the depths of a great trench. . . . And this funereal alignment was repeated at intervals all over the great immensity of the plain!
Don Marcelo sintió una alegría feroz. Su paternidad doliente experimentaba el consuelo fugitivo de la venganza. Julio había muerto, y él iba á morir también, no pudiendo sobrellevar su desgracia; pero ¡cuántos enemigos consumiéndose en estos pudrideros que dejaban en el mundo seres amados que los recordasen, como él recordaba á su hijo!...
The mere sight of them filled Don Marcelo with a kind of savage joy, as his mourning fatherhood tasted the fleeting consolation of vengeance. Julio had died, and he was going to die, too, not having strength to survive his bitter woe; but how many hundreds of the enemy wasting in these awful trenches were also leaving in the world loved beings who would remember them as he was remembering his son! . . .
Se los imaginó tal como debían ser antes del momento de su muerte, tal como él los había visto en los avances de la invasión en torno de su castillo.
He imagined them as they must have been before the death call sounded, as he had seen them in the advance around his castle.
Algunos de ellos, los más ilustrados y temibles, ostentaban en el rostro las teatrales cicatrices de los duelos universitarios. Eran soldados que llevaban libros en la mochila y después del fusilamiento de un lote de campesinos ó del saqueo de una aldea se dedicaban á leer poetas y filósofos al resplandor de los incendios. Hinchados de ciencia, con la hinchazón del sapo, orgullosos de su intelectualidad pedantesca y suficiente, habían heredado la dialéctica pesada y tortuosa de los antiguos teólogos. Hijos del sofisma y nietos de la mentira, se consideraban capaces de probar los mayores absurdos con las cabriolas mentales á que les tenía acostumbrados su acrobatismo intelectual. El método favorito de la tesis, la antítesis y la síntesis lo empleaban para demostrar que Alemania debía ser señora del mundo; que Bélgica era la culpable de su ruina por haberse defendido; que la felicidad consiste en vivir todos los humanos regimentados á la prusiana, sin que se pierda ningún esfuerzo; que el supremo ideal de la existencia consiste en el establo limpio y el pesebre lleno; que la libertad y la justicia no representan mas que ilusiones del romanticismo revolucionario francés; que todo hecho consumado resulta santo desde el momento que triunfa, y el derecho es simplemente un derivado de la fuerza. Estos intelectuales con fusil se consideraban los paladines de una cruzada civilizadora. Querían que triunfase definitivamente el hombre rubio sobre el moreno; deseaban esclavizar al despreciable hombre del Sur, consiguiendo para siempre que el mundo fuese dirigido por los germanos, «
la sal de la tierra», «
la aristocracia de la humanidad». Todo lo que en la Historia valía algo era alemán. Los antiguos griegos habían sido de origen germánico; alemanes también los grandes artistas del Renacimiento italiano. Los hombres del Mediterráneo, con la maldad propia de su origen, habían falsificado la Historia.
Some of them, the most prominent and terrifying, probably still showed on their faces the theatrical cicatrices of their university duels. They were the soldiers who carried books in their knapsacks, and after the fusillade of a lot of country folk, or the sacking and burning of a hamlet, devoted themselves to reading the poets and philosophers by the glare of the blaze which they had kindled. They were bloated with science as with the puffiness of a toad, proud of their pedantic and all-sufficient intellectuality. Sons of sophistry and grandsons of cant, they had considered themselves capable of proving the greatest absurdities by the mental capers to which they had accustomed their acrobatic intellects. They had employed the favorite method of the thesis, antithesis and synthesis in order to demonstrate that Germany ought to be the Mistress of the World; that Belgium was guilty of her own ruin because she had defended herself; that true happiness consisted in having all humanity dominated by Prussia; that the supreme idea of existence consisted in a clean stable and a full manger; that Liberty and Justice were nothing more than illusions of the romanticism of the French; that every deed accomplished became virtuous from the moment it triumphed, and that Right was simply a derivative of Might. These metaphysical athletes with guns and sabres were accustomed to consider themselves the paladins of a crusade of civilization. They wished the blond type to triumph definitely over the brunette; they wished to enslave the worthless man of the South, consigning him forever to a world regulated by "the salt of the earth," "the aristocracy of humanity." Everything on the page of history that had amounted to anything was German. The ancient Greeks had been of Germanic origin; German, too, the great artists of the Italian Renaissance. The men of the Mediterranean countries, with the inherent badness of their extraction, had falsified history. . . .
Pero en lo mejor de estos ensueños ambiciosos, el cruzado del pangermanismo recibía un balazo del «
latino» despreciable, bajando á la tumba con todos sus orgullos.
…
«
Bien estás donde estás, pedante belicoso», pensaba Desnoyers, acordándose de las conversaciones con su amigo el ruso.
"That′s the best place for you. . . You are better where you are buried, you pitiless pedants!" thought Desnoyers, recalling his conversations with his friend, the Russian.
¡Lástima que no estuviesen allí también todos los Herr Professor que se habían quedado en las universidades alemanas, sabios de indiscutible habilidad en su mayor parte para desmarcar los productos intelectuales, cambiando la terminología de las cosas! Estos hombres de barba fluvial y antiparras de oro, pacíficos conejos del laboratorio y de la cátedra, habían preparado la guerra presente con sus sofismas y su orgullo. Su culpabilidad era mayor que la del Herr Lieutenant de apretado corsé y reluciente monóculo, que al desear la lucha y la matanza no hacía mas que seguir sus aficiones profesionales.
What a shame that there were not here, too, all the Herr Professors of the German universities—those wise men so unquestionably skilful in altering the trademarks of intellectual products and changing the terminology of things! Those men with flowing beards and gold-rimmed spectacles, pacific rabbits of the laboratory and the professor′s chair that had been preparing the ground for the present war with their sophistries and their unblushing effrontery! Their guilt was far greater than that of the Herr Lieutenant of the tight corset and the gleaming monocle, who in his thirst for strife and slaughter was simply and logically working out the professional charts.
Mientras el soldado alemán de baja clase pillaba lo que podía y fusilaba ebrio lo que le saltaba al paso, el estudiante guerrero leía en el vivac á Hégel y Nietzsche. Era demasiado culto para ejecutar con sus manos estos actos de «
justicia histórica». Pero él y sus profesores habían excitado todos los malos instintos de la bestia germánica, dándoles un barniz de justificación científica.
While the German soldier of the lower classes was plundering what he could and drunkenly shooting whatever crossed his path, the warrior student was reading by the camp glow, Hegel and Nietzsche. He was too enlightened to execute with his own hands these acts of "historical justice," but he, with the professors, was rousing all the bad instincts of the Teutonic beast and giving them a varnish of scientific justification.
«
Sigue en tu sepulcro, intelectual peligroso», continuaba Desnoyers mentalmente.
"Lie there, in your sepulchre, you intellectual scourge!" continued Desnoyers mentally.
Los marroquíes feroces, los negros de mentalidad infantil, los indostánicos tétricos, le parecían más respetables que todas las togas de armiño que desfilaban orgullosas y guerreras por los claustros de las universidades alemanas. ¡Qué tranquilidad para el mundo si desapareciesen sus portadores! Ante la barbarie refinada, fría y cruel del sabio ambicioso, prefería la barbarie pueril y modesta del salvaje: le molestaba menos, y además no era hipócrita.
The fierce Moors, the negroes of infantile intelligence, the sullen Hindus, appeared to him more deserving of respect than all the ermine-bordered togas parading haughtily and aggressively through the cloisters of the German universities. What peacefulness for the world if their wearers should disappear forever! He preferred the simple and primitive barbarity of the savage to the refined, deliberate and merciless barbarity of the greedy sage;—it did less harm and was not so hypocritical.
Por esto los únicos enemigos que le inspiraban conmiseración eran los soldados obscuros y de pocas letras que se pudrían en aquellas tumbas. Habían sido rústicos del campo, obreros de fábricas, dependientes de comercio, alemanes glotones de intestino inconmensurable que veían en la guerra una ocasión de satisfacer sus apetitos, de mandar y pegar á alguien, después de pasar la vida en su país obedeciendo y recibiendo patadas.
For this reason, the only ones in the enemy′s ranks who awakened his commiseration were the lowly and unlettered dead interred beneath the sod. They had been peasants, factory hands, business clerks, German gluttons of measureless (intestinal) capacity, who had seen in the war an opportunity for satisfying their appetites, for beating somebody and ordering them about after having passed their lives in their country, obeying and receiving kicks.
La historia de su patria no era mas que una serie de correrías hacia el Sur, semejantes á los malones de los indios, para apoderarse de los bienes de los hombres que viven en las orillas templadas del Mediterráneo. Los Herr Professor habían demostrado que estas expediciones de saqueo representaban un trabajo de alta civilización. Y el alemán marchaba adelante, con el entusiasmo de un buen padre que se sacrifica por conquistar el pan de los suyos.
The history of their country was nothing more than a series of raids—like the Indian forays, in order to plunder the property of those who lived in the mild Mediterranean climes. The Herr Professors had proved to their countrymen that such sacking incursions were indispensable to the highest civilization, and that the German was marching onward with the enthusiasm of a good father sacrificing himself in order to secure bread for his family.
Centenares de miles de cartas escritas por las familias con manos temblorosas seguían á la gran horda germánica en sus avances á través de las tierras invadidas. Desnoyers había oído la lectura de algunas de ellas, á la caída de la tarde, ante su castillo arruinado. Eran papeles encontrados en los bolsillos de muertos y prisioneros. «
No tengas misericordia con los pantalones rojos. Mata welches: no perdones ni á los pequeños...» «
Te agradecemos los zapatos, pero la niña no puede ponérselos. Esos franceses tienen unos pies ridículamente pequeños...» «
Procura apoderarte de un piano.» «
Me gustaría un buen reloj.» «
Nuestro vecino el capitán ha enviado á su esposa un collar de perlas. ¡Y tú sólo envías cosas insignificantes!»
Hundreds of thousands of letters, written by their relatives with tremulous hands, were following the great Germanic horde across the invaded countries. Desnoyers had overheard the reading of some of these, at nightfall before his ruined castle. These were some of the messages found in the pockets of the imprisoned or dead:—"Don′t show any pity for the red pantaloons. Kill WHOMEVER YOU CAN, and show no mercy even to the little ones." . . . "We would thank you for the shoes, but the girl cannot get them on. Those French have such ridiculously small feet!" . . . "Try to get hold of a piano.". . . "I would very much like a good watch." . . . "Our neighbor, the Captain, has sent his wife a necklace of pearls. . . . And you send only such insignificant things!"
Avanzaba heroicamente el virtuoso germano con el doble deseo de engrandecer á su país y hacer valiosos envíos á los hijos. «
¡Alemania sobre el mundo!» Pero en lo mejor de sus ilusiones caía en la fosa revuelto con otros camaradas que acariciaban los mismos ensueños.
The virtuous German had been advancing heroically with the double desire of enlarging his country and of making valuable gifts to his offspring. "Deutschland uber alles!" But their most cherished illusions had fallen into the burial ditch in company with thousands of comrades-at-arms fed on the same dreams.
Desnoyers se imaginó la impaciencia, al otro lado del Rhin, de las piadosas mujeres que esperaban y esperaban. Las listas de muertos no habían dicho nada tal vez de los ausentes. Y las cartas seguían partiendo hacia las líneas alemanas: unas cartas que nunca recibiría el destinatario. «
Contesta. Cuando no escribes es tal vez porque nos preparas una buena sorpresa. No olvides el collar. Envíanos un piano. Un armario tallado de comedor me gustaría mucho. Los franceses tienen cosas hermosas...»
Desnoyers could imagine the impatience on the other side of the Rhine, the pitiful women who were waiting and waiting. The lists of the dead had, perhaps, overlooked the missing ones; and the letters kept coming and coming to the German lines, many of them never reaching their destination. "Why don′t you answer! Perhaps you are not writing so as to give us a great surprise. Don′t forget the necklace! Send us a piano. A carved china cabinet for the dining room would please us greatly. The French have so many beautiful things!" . . .
La cruz escueta permanecía inmóvil sobre la tierra blanca de cal. Cerca de ella aleteaban las banderas. Se movían á un lado y á otro como una cabeza que protesta, sonriendo irónicamente. ¡No!... ¡No!
The bare cross rose stark and motionless above the lime-blanched land. Near it the little flags were fluttering their wings, moving from side to side like a head shaking out a smiling, ironical protest—No! . . . No!
Siguió avanzando el automóvil. El guía señalaba ahora un grupo lejano de tumbas. Allí era indudablemente donde se había batido el regimiento. Y el vehículo salió del camino, hundiendo sus ruedas en la tierra removida, teniendo que hacer grandes rodeos para evitar los sepulcros esparcidos caprichosamente por los azares del combate.
The automobile continued on its painful way. The guide was now pointing to a distant group of graves. That was undoubtedly the place where the regiment had been fighting. So the vehicle left the main road, sinking its wheels in the soft earth, having to make wide detours in order to avoid the mounds scattered about so capriciously by the casualties of the combat.
Casi todos los campos estaban arados. El trabajo del hombre se extendía de tumba en tumba, haciéndose más visible así como la mañana iba repeliendo su envoltura de nieblas.
Almost all of the fields were ploughed. The work of the farmer extended from tomb to tomb, making them more prominent as the morning sun forced its way through the enshrouding mists.
Bajo los últimos soles del invierno empezaba á sonreir la Naturaleza, ciega, sorda, insensible, que ignora nuestra existencia y acoge indiferente en sus entrañas lo mismo á un pobre animalillo humano que á un millón de cadáveres.
Nature, blind, unfeeling and silent, ignoring individual existence and taking to her bosom with equal indifference, a poor little animal or a million corpses, was beginning to smile under the late winter suns.
Las fuentes guardaban todavía sus barbas de hielo; la tierra se desmenuzaba bajo el pie con un crujido de cristal; las charcas tenían arrugas inmóviles; los árboles, negros y dormidos, conservaban sobre el tronco la camisa de verde metálico con que los había vestido el invierno; las entrañas del suelo respiraban un frío absoluto y feroz, semejante al de los planetas apagados y muertos... Pero ya la primavera se había ceñido su armadura de flores en los palacios del trópico, ensillando el verde corcel que relinchaba con impaciencia: pronto correría los campos, llevando ante su galope en desordenada fuga á los negros trasgos invernales, mientras á su espalda flotaba la suelta melena de oro como una estela de perfumes. Anunciaban su llegada las hierbas de los caminos cubriéndose de minúsculos botones. Los pájaros se atrevían á salir de sus refugios para aletear entre los cuervos que graznaban de cólera junto á las tumbas cerradas. El paisaje iba tomando bajo el sol una sonrisa falsamente pueril, un gesto de niño que mira con ojos cándidos, mientras sus bolsillos están repletos de cosas robadas.
The fountains were still crusted with their beards of ice; the earth snapped as the feet weighed down its hidden crystals; the trees, black and sleeping, were still retaining the coat of metallic green in which the winter had clothed them; from the depths of the earth still issued an acute, deadly chill, like that of burned-out planets. . . . But Spring had already girded herself with flowers in her palace in the tropics, and was saddling with green her trusty steed, neighing with impatience. Soon they would race through the fields, driving before them in disordered flight the black goblins of winter, and leaving in their wake green growing things and tender, subtle perfumes. The wayside greenery, robing itself in tiny buds, was already heralding their arrival. The birds were venturing forth from their retreats in order to wing their way among the crows croaking wrathfully above the closed tombs. The landscape was beginning to smile in the sunlight with the artless, deceptive smile of a child who looks candidly around while his pockets are stuffed with stolen goodies.
El labriego tenía arado el bancal y relleno de semilla el surco. Podían los hombres seguir matándose; la tierra nada tiene que ver con sus odios, y no por ellos va á interrumpirse el curso de su vida. La reja había abierto sus renglones rectos é inflexibles, como todos los años, borrando el pateo de hombres y bestias, los profundos relejes de los cañones. Nada desorientaba su testarudez laboriosa. Los embudos abiertos por las bombas los había rellenado.
The husbandmen had ploughed the fields and filled the furrows with seed. Men might go on killing each other as much as they liked; the soil had no concern with their hatreds, and on that account, did not propose to alter its course. As every year, the metal cutter had opened its usual lines, obliterating with its ridges the traces of man and beast, undismayed and with stubborn diligence filling up the tunnels which the bombs had made.
Algunas veces, el triángulo de acero tropezaba con obstáculos subterráneos... un muerto anónimo y sin tumba. El férreo arañazo seguía adelante, sin piedad para lo que no se ve. De tarde en tarde se detenía ante obstáculos menos blandos. Eran proyectiles hundidos en el suelo y sin estallar. Desenterraba el campesino el aparato de muerte, que á veces, con tardía maldad, hacía explosión entre sus manos... Pero el hombre de la tierra no conoce el miedo cuando va en busca del sustento, y continuaba su avance rectilíneo, torciéndolo únicamente al llegar junto á una tumba visible. Los surcos se apartaban piadosamente, rodeando con su pequeño oleaje, como si fuesen islas, á estos pedazos de suelo rematados por banderas ó cruces. El terrón hundido en una boca lívida guardaba en sus entrañas los gérmenes creadores de un pan futuro. Las semillas, como pulpos en gestación, se preparaban á extender los tentáculos de sus raíces hasta los cráneos que pocos meses antes contenían gloriosas esperanzas ó monstruosas ambiciones. La vida iba á renovarse una vez más.
Sometimes the ploughshare had struck against an obstacle underground . . . an unknown, unburied man; but the cultivator had continued on its way without pity. Every now and then, it was stopped by less yielding obstructions, projectiles which had sunk into the ground intact. The rustic had dug up these instruments of death which occasionally had exploded their delayed charge in his hands. But the man of the soil knows no fear when in search of sustenance, and so was doggedly continuing his rectilinear advance, swerving only before the visible tombs; there the furrows had curved mercifully, making little islands of the mounds surmounted by crosses and flags. The seeds of future bread were preparing to extend their tentacles like devil fish among those who, but a short time before, were animated by such monstrous ambition. Life was about to renew itself once more.
El automóvil se detuvo. Corrió el guía entre las cruces, inclinándose para descifrar sus borrosas inscripciones.
The automobile came to a standstill. The guide was running about among the crosses, stooping over in order to examine their weather-stained inscriptions.
—¡Aquí es!
"Here we are!"
Había encontrado en una sepultura el número del regimiento.
He had found above one grave the number of the regiment.
Saltaron con prontitud fuera del vehículo Chichí y su marido. Luego descendió doña Luisa con una rigidez dolorosa, contrayendo el rostro para ocultar sus lágrimas. Finalmente, los tres se decidieron á ayudar al padre, que había repelido su envoltorio de pieles. ¡Pobre señor Desnoyers! Al tocar el suelo vaciló sobre sus piernas; luego fué avanzando trabajosamente, moviendo los pies con dificultad, hundiendo su bastón en los surcos.
Chichi and her husband promptly dismounted again. Then Dona Luisa, with sad resolution, biting her lips to keep the tears back. Then the three devoted themselves to assisting the father who had thrown off his fur lap-robe. Poor Desnoyers! On touching the ground, he swayed back and forth, moving forward with the greatest effort, lifting his feet with difficulty, and sinking his staff in the hollows.
—Apóyate, viejo mío—dijo la esposa ofreciéndole un brazo.
"Lean on me, my poor dear," said the old wife, offering her arm.
El autoritario jefe de familia no podía moverse ahora sin la protección de los suyos.
The masterful head of the family could no longer take a single step without their aid.
Se inició la marcha entre las tumbas, lenta, penosa.
Then began their slow, painful pilgrimage among the graves.
Exploraba el guía el matorral de cruces, deletreando nombres, permaneciendo indeciso ante los rótulos borrosos. René efectuaba el mismo trabajo por otro lado. Chichí avanzó sola, de tumba en tumba. El viento hacía revolotear sus velos negros. Los rizos se escapaban de su sombrero de luto cada vez que inclinaba la cabeza ante una inscripción, pugnando por descifrarla. Sus breves pies se hundieron en los surcos. Recogió su falda para marchar con más soltura, dejando al descubierto una parte de su adorable basamento. Una atmósfera voluptuosa, de vida, de belleza oculta, de amor, siguió sus pasos sobre esta tierra de muerte y podredumbre.
The guide was still exploring the spot bristling with crosses, spelling out the names, and hesitating before the faded lettering. Rene was doing the same on the other side of the road. Chichi went on alone, the wind whirling her black veil around her, and making the little curls escape from under her mourning hat every time she leaned over to decipher a name. Her daintily shod feet sunk deep into the ruts, and she had to gather her skirts about her in order to move more comfortably—revealing thus at every step evidences of the joy of living, of hidden beauty, of consummated love following her course through this land of death and desolation.
A lo lejos sonaba la voz del padre.
In the distance sounded feebly her father′s voice:
—¿Todavía no?...
"Not yet?"
Los dos viejos se impacientaban, queriendo encontrar cuanto antes la tumba de su hijo.
The two elders were growing impatient, anxious to find their son′s resting place as soon as possible.
Transcurrió media hora sin que los exploradores diesen con ella. Siempre nombres desconocidos, cruces anónimas ó inscripciones que consignaban cifras de otros regimientos. Don Marcelo ya no podía tenerse en pie. La marcha por la tierra blanda, á través de los surcos, era para él un tormento. Empezó á desesperarse... ¡Ay! No encontrarían nunca la sepultura de Julio. Los padres también la buscaron por su lado. Inclinaban sus cabezas dolorosas ante todas las cruces; hundían muchas veces los pies en el montículo largo y estrecho que parecía marcar el bulto del cadáver. Leían los nombres... ¡Tampoco estaba allí! Y seguían adelante por el rudo camino de esperanzas y desalientos.
A half hour thus dragged by without any result—always unfamiliar names, anonymous crosses or the numbers of other regiments. Don Marcelo was no longer able to stand. Their passage across the irregularities of the soft earth had been torment for him. He was beginning to despair. . . . Ay, they would never find Julio′s remains! The parents, too, had been scrutinizing the plots nearest them, bending sadly before cross after cross. They stopped before a long, narrow hillock, and read the name. . . . No, he was not there, either; and they continued desperately along the painful path of alternate hopes and disappointments.
Fué Chichí la que avisó con un grito: «
¡Aquí... aquí!» Los viejos corrieron, temiendo caer á cada paso. Toda la familia se agrupó ante un montón de tierra que tenía la forma vaga de un féretro y empezaba á cubrirse de hierbas. En la cabecera, una cruz con letras grabadas profundamente á punta de cuchillo, obra piadosa de los compañeros de armas. «
Desnoyers...» Luego, en abreviaturas militares, el grado, el regimiento y la compañía.
It was Chichi who notified them with a cry, "Here. . . . Here it is!" The old folks tried to run, almost falling at every step. All the family were soon grouped around a heap of earth in the vague outline of a bier, and beginning to be covered with herbage. At the head was a cross with letters cut in deep with the point of a knife, the kind deed of some of his comrades-at-arms—"DESNOYERS." . . . Then in military abbreviations, the rank, regiment and company.
Un largo silencio. Doña Luisa se había arrodillado instantáneamente, con los ojos fijos en la cruz: unos ojos enormes, de córneas enrojecidas, y que no podían llorar. Las lágrimas la habían acompañado hasta allí. Ahora huían, como repelidas por la inmensidad de un dolor incapaz de plegarse á las manifestaciones ordinarias.
A long silence. Dona Luisa had knelt instantly, with her eyes fixed on the cross—those great, bloodshot eyes that could no longer weep. Till then, tears had been constantly in her eyes, but now they deserted her as though overcome by the immensity of a grief incapable of expressing itself in the usual ways.
El padre quedó mirando con extrañeza la rústica tumba. Su hijo estaba allí, ¡allí para siempre!... ¡y no le vería más! Le adivinó dormido en las entrañas del suelo sin ninguna envoltura, en contacto directo con la tierra, tal como le había sorprendido la muerte, con su uniforme miserable y heroico. La consideración de que las raíces de las plantas tocaban tal vez con sus cabelleras el mismo rostro que él había besado amorosamente, de que la lluvia serpenteaba en húmedas filtraciones á lo largo de su cuerpo, fué lo primero que le sublevó, como si fuese un ultraje. Hizo memoria de los exquisitos cuidados á que se había sometido en vida: el largo baño, el masaje, la vigorización del juego de las armas y del boxeo, la ducha helada, los elegantes y discretos perfumes... ¡todo para venir á pudrirse en un campo de trigo como un montón de estiércol, como una bestia de labor que muere reventada y la entierran en el mismo lugar de su caída!
The father was staring at the rustic grave in dumb amazement. His son was there, there forever! . . . and he would never see him again! He imagined him sleeping unshrouded below, in direct contact with the earth, just as Death had surprised him in his miserable and heroic old uniform. He recalled the exquisite care which the lad had always given his body—the long bath, the massage, the invigorating exercise of boxing and fencing, the cold shower, the elegant and subtle perfume . . . all that he might come to this! . . . that he might be interred just where he had fallen in his tracks, like a wornout beast of burden!
Quiso llevarse de allí á su hijo inmediatamente y se desesperó porque no podía hacerlo. Lo trasladaría tan pronto como se lo permitiesen, erigiéndole un mausoleo igual á los de los reyes... ¿Y qué iba á conseguir con esto? Cambiaría de sitio un montón de huesos; pero su carne, su envoltura, todo lo que formaba el encanto de su persona, quedaría allí confundido con la tierra. El hijo del rico Desnoyers se había agregado para siempre á un pobre campo de la Champaña. ¡Ah, miseria! ¿Y para llegar á esto había trabajado tanto él, amontonando millones?...
The bereaved father wished to transfer his son immediately from the official burial fields, but he could not do it yet. As soon as possible it should be done, and he would erect for him a mausoleum fit for a king. . . . And what good would that do? He would merely be changing the location of a mass of bones, but his body, his physical semblance—all that had contributed to the charm of his personality would be mixed with the earth. The son of the rich Desnoyers would have become an inseparable part of a poor field in Champagne. Ah, the pity of it all! And for this, had he worked so hard and so long to accumulate his millions? . . .
No conocía siquiera cómo había sido su muerte. Nadie podía repetirle sus últimas palabras. Ignoraba si su fin había sido instantáneo, fulminante, saliendo del mundo con una sonrisa de inconsciencia, ó si había pasado largas horas de suplicio abandonado en el campo, retorciéndose como un reptil, rodando por los círculos de un dolor infernal antes de sumirse en la nada. Ignoraba igualmente qué había debajo de aquel túmulo: un cuerpo entero tocado por la muerte con mano discreta, ó una amalgama de restos informes destrozados por el huracán de acero... ¡Y no le vería más! ¡Y aquel Julio que llenaba su pensamiento sería simplemente un recuerdo, un nombre que viviría mientras sus padres viviesen y se extinguiría luego poco á poco al desaparecer ellos!...
He could never know how Julio′s death had happened. Nobody could tell him his last words. He was ignorant as to whether his end had been instantaneous, overwhelming—his idol going out of the world with his usual gay smile on his lips, or whether he had endured long hours of agony abandoned in the field, writhing like a reptile or passing through phases of hellish torment before collapsing in merciful oblivion. He was also ignorant of just how much was beneath this mound—whether an entire body discreetly touched by the hand of Death, or an assemblage of shapeless remnants from the devastating hurricane of steel! . . . And he would never see him again! And that Julio who had been filling his thoughts would become simply a memory, a name that would live while his parents lived, fading away, little by little, after they had disappeared! . . .
Se sorprendió al oir un quejido, un sollozo... Luego se dió cuenta de que era él mismo el que acompañaba sus reflexiones con un hipo de dolor.
He was startled to hear a moan, a sob. . . . Then he recognized dully that they were his own, that he had been accompanying his reflections with groans of grief.
La esposa estaba á sus pies. Rezaba con los ojos secos, rezaba á solas con su desesperación, fijando en la cruz una mirada de hipnótica tenacidad... Allí estaba su hijo, tendido junto á sus rodillas, lo mismo que de niño, en la cuna, cuando ella, vigilaba su sueño... La exclamación del padre estallaba también en su pensamiento, pero sin exasperaciones coléricas, con una tristeza desalentada. ¡Y no le vería más!... ¡Y era posible esto!
His wife was still at his feet, kneeling, alone with her heartbreak, fixing her dry eyes on the cross with a gaze of hypnotic tenacity. . . . There was her son near her knees, lying stretched out as she had so often watched him when sleeping in his cradle! . . . The father′s sobs were wringing her heart, too, but with an unbearable depression, without his wrathful exasperation. And she would never see him again! . . . Could it be possible! . . .
Chichí interrumpió con su presencia las dolorosas reflexiones de los dos. Había corrido hacia el automóvil y regresaba con una brazada de flores. Colgó una corona en la cruz; depositó un ramo enorme al pie de ésta. Luego fué derramando una lluvia de pétalos por toda la superficie del túmulo, grave y ceñuda, como si cumpliese un rito religioso, acompañando la ofrenda con salutaciones de su pensamiento: «
A ti, que tanto amaste la vida por sus bellezas y sus sensualismos... A ti, que supiste hacerte amar de las mujeres...» Lloraba mentalmente su recuerdo con tanta admiración como dolor. De no ser su hermana, hubiese querido ser su amante.
Chichi′s presence interrupted the despairing thoughts of her parents. She had run to the automobile, and was returning with an armful of flowers. She hung a wreath on the cross and placed a great spray of blossoms at the foot. Then she scattered a shower of petals over the entire surface of the grave, sadly, intensely, as though performing a religious rite, accompanying the offering with her outspoken thoughts—"For you who so loved life for its beauties and pleasures! . . . for you who knew so well how to make yourself beloved!" . . . And as her tears fell, her affectionate memories were as full of admiration as of grief. Had she not been his sister, she would have liked to have been his beloved.
Y al agotarse la lluvia de flores se apartó, para no turbar con su presencia el dolor gimente de los padres.
And having exhausted the rain of flower-petals, she wandered away so as not to disturb the lamentations of her parents.
Ante la inutilidad de sus quejas, el antiguo carácter de don Marcelo se había despertado colérico, rugiendo contra el destino.
Before the uselessness of his bitter plaints, Don Marcelo′s former dominant character had come to life, raging against destiny.
Miró al horizonte, allí donde él se imaginaba que debían estar los enemigos, y cerró los puños con rabia. Creyó ver á la bestia, eterna pesadilla de los hombres. ¿Y el mal quedaría sin castigo como tantas veces?...
He looked at the horizon where so often he had imagined the adversary to be, and clenched his fists in a paroxysm of fury. His disordered mind believed that it saw the Beast, the Nemesis of humanity. And how much longer would the evil be allowed to go unpunished? . . .
No había justicia; el mundo era un producto de la casualidad; todo mentiras, palabras de consuelo para que el hombre sobrelleve sin asustarse el desamparo en que vive.
There was no justice; the world was ruled by blind chance;—all lies, mere words of consolation in order that mankind might exist unterrified by the hopeless abandon in which it lived!
Le pareció que resonaba á lo lejos el galope de los cuatro jinetes apocalípticos atropellando á los humanos. Vió al mocetón brutal y membrudo con la espada de la guerra, al arquero de sonrisa repugnante con las flechas de la peste, al avaro calvo con las balanzas del hambre, el cadáver galopante con la hoz de la muerte. Los reconoció como las únicas divinidades familiares y terribles que hacían sentir su presencia al hombre. Todo lo demás resultaba un ensueño. Los cuatro jinetes eran la realidad...
It appeared to him that from afar was echoing the gallop of the four Apocalyptic horsemen, riding rough-shod over all his fellow-creatures. He saw the strong and brutal giant with the sword of War, the archer with his repulsive smile, shooting his pestilential arrows, the bald-headed miser with the scales of Famine, the hard-riding spectre with the scythe of Death. He recognized them as only divinities, familiar and terrible-which had made their presence felt by mankind. All the rest was a dream. The four horsemen were the reality. . . .
De pronto, por un misterio de asimilación mental, le pareció leer lo que pensaba aquella cabeza lloriqueante que permanecía á sus pies.
Suddenly, by the mysterious process of telepathy, he seemed to read the thoughts of the one grieving at his feet.
La madre, impulsada por sus propias desgracias, había evocado las desgracias de los otros. También ella miraba al horizonte. Se imaginó ver más allá de la línea de los enemigos un desfile de dolor igual al de su familia. Contempló á Elena con sus hijas marchando entre tumbas, buscando un nombre amado, cayendo de rodillas ante una cruz. ¡Ay! Esta satisfacción dolorosa no podía conocerla por completo. Le era imposible pasar al lado opuesto para ir en busca de otra sepultura. Y aunque alguna vez pasase, no la encontraría. El cuerpo adorado se había perdido para siempre en los pudrideros anónimos, cuya vista le había hecho recordar poco antes á su sobrino Otto.
The mother, impelled by her own sorrow, was thinking of that of others. She, too, was looking toward the distant horizon. There she seemed to see a procession of the enemy, grieving in the same way as were her family. She saw Elena with her daughters going in and out among the burial grounds, seeking a loved one, falling on their knees before a cross. Ay, this mournful satisfaction, she could never know completely! It would be forever impossible for her to pass to the opposite side in search of the other grave, for, even after some time had passed by, she could never find it. The beloved body of Otto would have disappeared forever in one of the nameless pits which they had just passed.
—Señor, ¿por qué vinimos á estas tierras? ¿por qué no continuamos viviendo en el lugar donde nacimos?...
"O Lord, why did we ever come to these lands? Why did we not continue living in the land where we were born?" . . .
Al adivinar estos pensamientos, vió Desnoyers la llanura inmensa y verde de la estancia donde había conocido á su esposa. Le pareció oir el trote de los ganados. Contempló al centauro Madariaga en la noche tranquila, proclamando bajo el fulgor de las estrellas las alegrías de la paz, la santa fraternidad de unas gentes de las más diversas procedencias unidas por el trabajo, la abundancia y la falta de ambiciones políticas.
Desnoyers, too, uniting his thoughts with hers, was seeing again the pampas, the immense green plains of the ranch where he had become acquainted with his wife. Again he could hear the tread of the herds. He recalled Madariaga on tranquil nights proclaiming, under the splendor of the stars, the joys of peace, the sacred brotherhood of these people of most diverse extraction, united by labor, abundance and the lack of political ambition.
El también, pensando en su hijo, se lamentó como la esposa: «
¿Por qué habremos venido?...» El también, con la solidaridad del dolor, compadeció á los del otro lado. Sufrían lo mismo que ellos: habían perdido á sus hijos. Los dolores humanos son iguales en todas partes.
And as his thoughts swung back to the lost son he, too, exclaimed with his wife, "Oh, why did we ever come? . . ." He, too, with the solidarity of grief, began to sympathize with those on the other side of the battle front. They were suffering just as he was; they had lost their sons. Human grief is the same everywhere.
Pero luego se revolvió contra su conmiseración. Karl era partidario de la guerra; era de los que la consideraban como el estado perfecto del hombre, y la había preparado con sus provocaciones. Estaba bien que la guerra devorase á sus hijos: no debía llorarlos. ¡Pero él, que había amado siempre la paz! ¡él, que sólo tenía un hijo, uno solo... y lo perdía para siempre!...
But then he revolted against his commiseration. Karl had been an advocate of this war. He was among those who had looked upon war as the perfect state for mankind, who had prepared it with their provocations. It was just that War should devour his sons; he ought not to bewail their loss. . . . But he who had always loved Peace! He who had only one son, only one! . . . and now he was losing him forever! . . .
Iba á morir; estaba seguro de que iba á morir... Sólo le quedaban unos meses de existencia. Y la pobre compañera que rezaba á sus pies también desaparecería pronto. No se sobrevive á un golpe como el que acababan de experimentar. Nada les quedaba que hacer en el mundo.
He was going to die; he was sure that he was going to die. . . . Only a few months of life were left in him. And his pitiful, devoted companion kneeling at his feet, she, too, would soon pass away. She could not long survive the blow which they had just received. There was nothing further for them to do; nobody needed them any longer.
Su hija sólo pensaba en ella, en formar un núcleo aparte, con el duro instinto de independencia que separa á los hijos de los padres, para que la humanidad continúe su renovación.
Their daughter was thinking only of herself, of founding a separate home interest—with the hard instinct of independence which separates children from their parents in order that humanity may continue its work of renovation.
Julio era el único que podía haber prolongado la familia, perpetuando el apellido. Los Desnoyers habían muerto; los hijos de su hija serían Lacour... Todo terminado.
Julio was the only one who would have prolonged the family, passing on the name. The Desnoyers had died; his daughter′s children would be Lacour. . . . All was ended.
Don Marcelo sintió cierta satisfacción al pensar en su próxima muerte. Deseaba salir del mundo cuanto antes. No le inspiraba curiosidad el final de esta guerra que tanto le había preocupado. Fuese cual fuese su terminación, acabaría mal. Aunque la bestia quedase mutilada, volvería á resurgir años después, como eterna compañera de los hombres.... Para él, lo único importante era que la guerra le había robado su hijo. Todo sombrío, todo negro... El mundo iba á perecer... El iba á descansar.
Don Marcelo even felt a certain satisfaction in thinking of his approaching death. More than anything else, he wished to pass out of the world. He no longer had any curiosity as to the end of this war in which he had been so interested. Whatever the end might be, it would be sure to turn out badly. Although the Beast might be mutilated, it would again come forth years afterward, as the eternal curse of mankind. . . . For him the only important thing now was that the war had robbed him of his son. All was gloomy, all was black. The world was going to its ruin. . . . He was going to rest.
Chichí estaba subida en un montículo que tal vez contenía cadáveres. Con el entrecejo fruncido contemplaba la llanura. ¡Tumbas... siempre tumbas! El recuerdo de Julio había pasado á segundo término en su memoria. No podría resucitarle por más que llorase.
Chichi had clambered up on the hillock which contained, perhaps, more than their dead. With furrowed brow, she was contemplating the plain. Graves . . . graves everywhere! The recollection of Julio had already passed to second place in her mind. She could not bring him back, no matter how much she might weep.
La vista de los campos de muerte sólo le hacía pensar en los vivos. Volvió sus ojos á un lado y á otro, mientras sujetaba con ambas manos el revuelo de sus faldas, movidas por el viento.
This vision of the fields of death made her think all the more of the living. As her eyes roved from side to side, she tried, with her hands, to keep down the whirling of her wind-tossed skirts.
René se hallaba al pie del montículo. Varias veces le miró, luego de contemplar las sepulturas, como si estableciese una relación entre su marido y aquellos muertos. ¡Y él había expuesto su existencia en combates iguales á éste!...
Rene was standing at the foot of the knoll, and several times after a sweeping glance at the numberless mounds around them, she looked thoughtfully at him, as though trying to establish a relationship between her husband and those below. And he had exposed his life in combats just as these men had done! . . .
—¡Y tú, pobrecito mío—continuó en alta voz—, podías estar á estas horas debajo de un montón de tierra con una cruz de palo, lo mismo que tantos infelices!...
"And you, my poor darling," she continued aloud. "At this very moment you, too, might be lying here under a heap of earth with a wooden cross at your head, just like these poor unfortunates!"
El subteniente sonrió con melancolía. Así era.
The sub-lieutenant smiled sadly. Yes, it was so.
—Ven, sube—dijo Chichí imperiosamente—. Quiero decirte una cosa.
"Come here; climb up here!" said Chichi impetuously. "I want to give you something!"
Al tenerle cerca le echó los brazos al cuello, lo apretó contra las magnolias ocultas de su pecho, que exhalaban un perfume de vida y de amor, le besó rabiosamente en la boca, le mordió, sin acordarse ya de su hermano, sin ver á los dos viejos, que lloraban abajo queriendo morir... y sus faldas, libres al viento, moldearon la soberbia curva de unas caderas de ánfora.
As soon as he approached her, she flung her arms around his neck, pressed him against the warm softness of her breast, exhaling a perfume of life and love, and kissed him passionately without a thought of her brother, without seeing her aged parents grieving below them and longing to die. . . . And her skirts, freed by the breeze, molded her figure in the superb sweep of the curves of a Grecian vase.