Marqués de Santillana: perfil humanístico

por Miguel Garci-Gomez


Prohemios y cartas literarias

APUNTES BIOGRAFICOS "...quiero e mando que de aqui
adelante seades llamado, e yo
por la presente vos lammo don
Inigo Lopez de Mendoza, Conde
del Real de Manzanares e Mar-
ques de Santillana...Yo el Rey"
1

Segun lo decreto Juan I en 1445, Marques de Santillana seria el titulo personal que en lo sucessivo, y a perpetuidad, indentificaria a Inigo Lopez de Mendoza, postergando incluso el ilustrisimo nombre de su familia. En lo sucessivo seria el, Marques de Santillana, el que mas honra conferiria a sus mayores y descendientes, aunque no tanto por los meritos de sus armas, que en vida tal titulo le merecieron, como por los de sus letras, que tras su muerte le inmortalizaron.
Nacio Inigo de Mendoza en 1398 en Carrion de los Condes. De familia muy noble, por cuyas venas-deciase-corria la sangre del Cid Campeador. Su padre, Diego Hurtado de Mendoza, Gran Almirante de Castilla; su madre, dona Leonor de la Vega, rica hembre de las Asturias de Santillana. El matrimonio tuvo cinco hijos, tres varones y dos hembras. Habiendo muerto el mayor de los varonews en 1403, y el padre un ano mas tarde, antes de cumplir los seis anos entro Inigo Lopez de Mendoza en posesion de la enorme hacienda de su familia, con sus numerosos titulos.
Con las riquezas y los honores recayeron sobre los tiernos hombros del niño los muchos cuidados, pues no fueron aquallos retenidos y acrecentados sin continuas luchas y tremendas vicisitudes. Los trabajos y tribulaciones robustecen al hombre o le quebrantan; en el caso de Inigo le fortalecieron y encumbraron sobre todos sus contemporaneos sin excepcion no solo en el filo y la dureza de su miento de su pluma.
Dotes de mando; esa fueron las grandes cualidades del Marques de Santillana. Mando suavemente ejercido sobre sus hijos, sus criados y soldados, asi como sobre el circulo de letrados e intelectuales de su epoca; mando, inmisericorde para con sus adversarios.
Los que nos interesamos principalmente por la semblanza literaria del Marques, no podemos menos de lamentar la turbulenta encrucijada politica en que nuetro escritor vivio, bajo la asuncion de en que circunstancias menos belicosas, hubiera este gozado del ocio que las musas le demandaban, y con el ocio, hubiera logrado mayor altura y profundidad, mayor concentracion y pulimento en su ideario poetico. Si infausta para la creacion artistica se juzga cualquier clase de guerra, ninguna de estas lo es tanto como las contiendas cortesanas en que se hallaba enfrascada la nobleza castellana de los anos medios del siglo XV. El Obispo de Catagena, gran arbitro intelectual y moral de su generacion, puso el dedo en la llaga al comentar asi en su Respuesta al Marques:

"...tanta es la animosidat e brio de la nobleca
de España, que si en guerra justa non exercita
sus fuercas, luego se convierte a las mover en
aquellas contiendas que los romanos cibdada-
nas
llamaban, porque sobre el estado del re-
gimiento de su cibdat se movian, aunque des-
pues se extendian por diversas partes del
mundo; e nos propiamente fablando, podre-
mos llamar cortesanas, pues sobre el valer de
la corte se mueven, aunque se extienden por
las muchas provincias del reyno" (Obras, 491-
92).

Olvidados parecian estar aquellos nobles castellanos de la guerra contra los moros, la guerra justa a que aludia el Obispo, hallandose enredados los unos contra los otros. Con dolor hemos de reconocer que, de tener que senalar el triunfo politico de mayor relieve del Marques de Santillana, apuntariamos a la ejecucion publica de don Alvaro de Luna, el valido de don Juan II, adversario del Marques y sus familiares, por otra parte buen soldado y refiando escritor.

Si la victoria es lo que cuenta, el Marques la alcanzo muy colmada en sus multiples empresas. Triunfo, podriamos resumir, como esposo, como padre, como capitan y como escritor. Y triunfo, no porque Fortuna le fuera parcial, sino porque con coraje y habilidad supo domenarla, y con valor y dedicacion excepcional supo forjar su propio destino. Los biograficos de Inigo Lopez de Mendoza se complacen en referir como en la persona de este se realizo su propio ideal: la sciencia non embota el fierro de la lanca, nin face floxa el espada en la mano del cavallero (PP 3). A los criticos literarios, por otro lado, nos corresponde mas bien preguntarnos: ?emboto el hierro de la lanza la ciencia o hizo floja la pluma en la mano del escritor?
Aqui no tengo espacio -y me falta el sabor- para desparramarme por espacios de anoranzas y posibilidades; procurare, si, analizar con actitud positiva el valor e interes de las cartas literarias del Marques. Si este con la espada acrecento las riquezas y titulo de su casa y familia, con su pluma enriquecio las letras de España, enriquecio a todos sus contemporaneos y siguio enriqueciendo a los escritores de los siglos subsiguientes sin cesar de que su pluma sobreviviera a su espada.


APUNTES ESCOLASTICOS

Se lamentaba con razon Amador de los Rios de la falta de documentos que nos hablasen de las escuelas, los maestros o la formacion intelectual de Inigo Lopez de Mendoza. Sus biografos y genealogistias ni senalaron las escuelas, ni nos indentificaron a sus instructores. La informacion que nos han dejado, segun el mismo critico, se apoya en la documentacion interna de la obra del Marques, sobre la que puede establecerse que ocupo... su ninez en el estudio de la lengua latina, retorica, erudicion y filosofia, adelantandose algunos a incluir en dichos estudios la historia castellana (Obras XIX).

En resumidas cuentas, que hemos de aplicarnos, si queremos huir de la especulacion, a la evaluacion de lo que el Marques de Santillana de hecho aprendio y asimilo. En qualquier caso, mas vale analizar lo que el escritor nos ensena, que lo que le ensenaron, o quien se lo enseno. Adoptaremos asi la misma actitud del Marques quien, al elogiar a alguno de sus contemporaneos, pretermite la mencion de sus maestros, para concentrarse en los meritos del alumno.
La carencia de documentos externos sobre la formacion escolar del Marques de Santillana se nos hace mas llevadera de tener en cuenta que las escuelas medievales se distinguian por su similaridad. Su curriculum era tradicional y multisecular, unificado en los confines de la Iglesia. Y este hecho puede explicarnos que al maestro, al individuo particular, se le prestara normalmente poca atencion. Estaba estructurada la escuela sobre el trivium y el quadrivium, integrado aquel por los estudios de grammatica, rhetorica y dialectica; este, por los de aritmetica, geometria, musica y astronomia.
En el dialogo de Bias contra Fortuna pone el Marques de Santillana en boca del sabio griego una alusion a las artes liberales que, mas que el programma de estudios de la vieja Grecia, revelaba el de Castilla:
Yo fui bien principado
En las liberales artes,
E senti todas sus partes;
E despues de grado en grado
Oy de philosophia
Natural
E la ethica moral,
Ques duquesa que nos guia (127)

Estrofa esta, a mi parecer, muy informativa. El proceso educativo del Marques de Santillana fue un proceso largo: estuvo aprendiendo toda su vida. Si su gran cualidad politica fue la de los dotes de mando, su excepcional cualidad intelecual fue la de buen oyente: E despues de grado en grado. Fue despues de los anos de su primera formacion que cultivo los estudios de filosofia moral, con la lectura reposada y deleitosa de los clasicos.


CONOCIMIENTOS DE LATIN

Los que abordamos el estudio de los textos literarios castellanos con el entusiasmo por destacar en ellos su originalidad y calidad artistica -sin renunciar en ningun momento a las bases de documentacion solida-, no podremos menos de lamentar los talentudos esfuerzos que muchos de los criticos de la literatura española, tanto españoles como extranjeros, han hecho por darles a los italianos todo el credito de las ideas del Marques.
Todo el que estudia la obra de madurez del Marques de Santillana se siente confundido ante los juicios, aparentamente contradictorios, que han formulado criticos muy autorizados sobre los conocimientos que el escritor castellano tenia de la lengua latina. Amador de los Rios opinaba que el Marques sabia latin, y que fue simplemente modestia lo que le llevo al escritor hasta el punto de declarar que no sabia latin, porque no lo habia estudiado en la infancia. Mas a pesar de esta ingenua confesion, debe advertirse que no fue de todo punto extrano a la lengua de Virgilio, pues le vemos hacer uso con frecuencia de textods latinos, los cuales solo pudo aprender con la lecture de libors escritos en aquella lengua. Para nosotros esta fuera de duda que don Inigo Lopez de Mendoza entendia el latin y manejaba los autores clasicos: lo que significan, en nuestro concepto, sus palabras, es que no se tenia por tan entendido en aquella lengua que se atreviese a traducir a la castellana, con la exactitud por el apetecida, las obras de tan celebrados ingenios2.
El texto de Santillana, a que Amador de los Rios se referia, es el de la Carta a su Fijo, 2. Morel-Fatio, con quien parecia estar de acuerdo Schiff, opinada que el Marques de Santillana ignoraba el latin3; actitud poco generosa que no quisieron contradecir otros criticos españoles de nuetrp siglo, encontrandose entre ellos Rafael Lapesa, para quien Santillana no sabia latin al menos en grado suficiente 4.
Creo que es esta una actitud demasiado tacana, que acentua lo negativo. Decirles a los lectores de hoy que nuestro escritor no sabia latin, equivale a afirmar que no podia este leer grammatica, ni rhetorica, ni dialecta, y que le fue vedado el estudio del trivium y del quadrivium. ?No estaban los textos escritos en latin? Por aquella epoca se mantenia la siguiente opinion: El que no sabe latin asno se debe llamar de dos pies, formulacion que hace Juan de Lucerna, en su Epistola exhortatoria a las letras5; es absurdo creer que Lucena incluyera al Marques entre los tales. No se olvide la frase derogatoria de don Enrique de Villena en la que ignorar el latin era sinonimo de carecer de ciencia: Homes legos, ayunos de sciencia, ygnorantes la lengua latina6.
Al formular nuestras propias opiniones hemos de ser conscientes de los valores de cada epoca. Es cierto que entre los elogios al Marques no aparece ninguno en que se encomie su latin. En su epoca, cuando el conocimiento de esa lengua era comun entre los hombres de alguna cultura, solo se encomiaban aquellos que poseian conocimientos especiales. Concedamos que no pudiera el Marques de Santillana hablar la lengua del Lacio o escribirla con soltura, o entenderla, si se quiere, con la facilidad de un Villena, in Juan de Mena, el rey don Juan, el Obispo de Cartegena, su propio hijo (que llegaria a ser Gran Cardenal), u otros de sus contemporaneos; concedamos que no se sintiera autorizado para hacer una traduccion de la Iliada. Pero hemos de conceder, de igual modo, que sabia el suficiente latin para poder entender a Cesar y a Ciceron, y las selecciones de florilegio de Horacio y Virgilio, de quienes nos ha dejado bellas interpretaciones. Sin duda que leia sin problemas el latin de los medievales y el latin escolastico.
Suelen los criticos admitir que nuestro escritor sabia italiano y frances. Nous savons par son temoignage qu′Inigo Lopez lisait le francais. De son savoir en toscan il nous a donne une prevue lui-meme, afirmaba sin reparos M. Schiff 7. Y sin embargo, ningun pasaje de la obra del Marques esta tan relacionado con algun otro texto frances o italiano como lo esta con el Beatus ille de Horacio la traduccion o, mejor dicho, la interpretacion directa que se inserta en la Comedieta de Ponza.
Los criticos modernos parten, no cabe duda, de un error de perspectiva. Siendo hoy en dia mas facil y mas comun aprender una lengua moderna, piensan que tambien fuera asi en la primera mitad del siglo XV. Y no lo era. El escolar aprendia latin. El latin era la lengua internacional. No existian las gramaticas de italiano o frances; la de castellano de Nebrija-la primera de una lengua romanica-no apareceria hasta finales del siglo XV. El latin estaba tan identificado con la primera materia del trivium, que leer latin se decia grammaticam legere. No se, en conclusion, de ningun escritor culto de aquella epoca que supiera mejor una lengua romance extranjera que el latin, excepcion hecha de los que escribian en provenzal y catalan, o castellano y portugues 8.
No quisiera ser injusto o irrespetuoso con los criticos modernos; al mismo tiempo, quiero advertir al lector que tales criticos niegan al Marques los conocimientos del latin y le conceden los de italiano y frances, porque tratan de probarnos que en el poeta castellano no hay otra cosa que influenccia de provenzales, franceses o italianos 9. Al no saber el latin, no podia llegar nuestro escritor a un contacto directo con Ciceron, Horacio, Vigilio u otros. Tacana y negativista es, al por mayor, la actitud de los criticos -repito-, cuando debieron arguir que, dadas las interpretaciones de Ciceron, Horacio y Vigilio en la obra de Santillana, tan superiores a las que hace de cualquier otro escritor italiano o frances, el Marques sabia el latin mejor que cualquier otra lengua extranjera.
Al enfrentarse dichos criticos con los numerosisimos latinismos, en el lexico y contruccion sintactica, que dan tratado de explicarlos por la influencia de las lecturas de los italianos, o de los escritores contemporaneos, como Villena, el Obispo de Cartegena y otros, mas las traducciones de los autores clasicos. Caen asi los criticos en una obvia peticion de principio, y quieren hacernos creer que al Marques, sin saber latin, podia extender, asimilar y emplear los latinismos recien estrenados en el castellano. ?Quien que no sepa latin hoy dia los entiende? Ni podran explicarnos los criticos que el Marques, que aprendia los latinismos a una edad avanzada, fuera el que con mayor propiedad y gusto los supiera emplear entre todos sus contemporaneosl era el, el que entre todos ellos era celebrado por su linda eloquencia.
Necesario nos es, pues, admitir que Inigo Lopez de Mendoza sabia latin. Tal admision nos allanara el camino para la comprension y el analisis de sus escritos de madurez, cuando buscaba y emprendia su nueva manera en el estilo de su diccion, en el contenido humanistico de sus escritos.


LA ELOQUENCIA DEL MARQUES

Enfoquemos nuestra mirada sobre el estado de las letras castellanas con anterioridad al Marques, sin distraernos con hipotesis de influencias extranjeras, con el fin de valorar el progreso que las letras patrias experimentaron con la influsion de la diccion del Marques, de sus ideas su pratica literarias. Nunca, creo yo, experimentarian nuestras letras una revolucion de tamano alcance. Si a un nino o -digamos- un estudiante extranjero le ensenaramos con el Cantor de mio Cid y siguiendo, sucesivamente, con Berco, el Rey Sabio y Juan Ruiz, al llegar al Marques de Santillana -incluyase, claro, a Juan de Mena-, creeria estar enfrentado con una lengua extranjera. Que asi fuera, puede inferirse del testimonio del humilde castellano del siglo XV, que nos retrato de esta manera ad Marques de Santillana en las Coplas de la Panadera:

con habla casi estrangera,
armado como frances.


Lo que a la panadera le sonaba a habla extranjera, habia recibido del Obispo de Cartagena el elogio de linda eloquencia, que recordaba la de los oradores del pasado10. Aquel caballero español que se armaba a la francesa, se expresaba, hablaba y escribia a la latina. En su lexico, sin haber hecho yo un escrutinio exhaustivo, he encontrado alrededor de ochocientos latinismos. De ellos, unos ciento veinte fueron formaciones que caracterizariamos un tanto peregrinas, pues no llegaron a recibir carta de naturaleza en el idioma11. Su valor, no obstante, es digno del mayor aprecio, pues nos cercioran del extraordinario afan de innovacion y enriquecimiento que movia al Marques.
La linda eloquencia de nuestro escritor era el efecto de una clausula periodica, por el cultivada, que queria asemejarse a la de los latinos. Para estos habia sido el periodus el ente estilistico mas apreciado. Ciceron, al intentar su definicion, se perdia en la acumulacion de expresiones: tum ambitum, tum circuitum, tum comprehensionem, aut continuitatem, aut circumscriptionem (Orator 61, 20, 4).
Con el Canciller de Ayala, tio de Inigo Lopez de Mendoza, nos dice Menendez y Pelayo que las puertas de Castilla se abrieron a un genero de prosa de tendencias clasicas, muy diversas de la deleitable prosa semioriental que campea en los patriarcales escritos del Rey Sabio, de su hijo y de su sobrino12. Y sin embargo, preciso es admitir que en el Canciller prepondera la clausula llamada perpetua, de ritmo lento y entrecortado, como trote de percheron, en marcada progresion rectilinea, con la gradacion de oraciones copulativas.
La clausula periodica que cultivaria con esmero el Marques se asemejaba, por contraste, al oleaje del mar, con ondas que suben, crecen y se rizan, avanzando y retrocediendo, que descienden para volver a elevarse, en vaivenes multiples, deseosas de reposar en tierra firme.
Trato de mostrar aqui, por ejemplo, la disposicion grafica de los efectos de dilatacion, centrifugos y centripetos, de los varios grupos satelites en la clausula periodica que abre el Prologo a Bias contra Fortuna (p.19).
Verdaderamente era esta clausula periodica una nueva manera en la prosa castellana, que maduro en el Marques hasta hacerse el vehiculo estilistico consagrado de sus escritos de madurez. Y no solo en su prosa, sino tambien en su poesia, como facilmente puede comprobar el lector que consulte la elegia a la Defunssion de don Enrique, con una primera clausula que se extiende a lo largo de las tres primeras estrofas.
Esta clausula periodica responde no solo a un prurito de imitacion estilistica de los latinos, sino a la concepcion que el escritor castellano muestra tener del tiempo, del comsos: una concepcion circular, asimismo de reminiscencias clasicas. Circuitus era uno de los terminos sinonimos de periodo. Esta constituida tal clausula, ordinariamente, por una primera parte que contiene una o mas frases imcompletas, llamada protasis, en la que la atencion se tensa y la narracion se dilata, con una conclusion, la apodosis, en que la atencion se relaja y concepto se completa.
El Marques de Santillana inauguro, pues, en castellano la clausula que reproducia estilisticamente el concepto amplio de comienzo y retorno en la naturalezal; la naturaleza que es aurora y ocaso, primavera y otono, dia y noche, vigilia y sueno, marco temporal poetizado en la Defunssion de don Enrique. Nuestro poeta, que habia destacado la excelencia de la poesia sobre la soluta prosa, no oculto su deleite y sabor por las prosas que consideraba frutas De dulce gusto sabrosas (B 100).


LOS ESTUDIOS DE LA HUMANIDAD


EL MARQUES Y SU GENERACION

Carecia de precedentes en el suelo hispanico el sentimiento y la labor de equipo que unia al Marques de Santillana con las figuras de los intelectuales y los literatos de su epoca. Entre todos ellos se erguia Inigo Lopez Mendoza como el gran mecenas, el hombre rico e influyente que apoyaba y formentaba las tareas culturales del equipo. Los hombres que lo integraban pertenecian a diversos estados, profesiones y ocupaciones: reyes, nobles, obispos, capellanes, escribanos de corte, poetas, guerreros y otros, unidos todos entre si por un celo intelectual y un talante estetico similares. Entre si se llamaban amigos. Se correspondian con frecuencia, esmerandose en el estilo de su cartas, muy conscientes de la transcendencia de sus asuntos. Se dedicaban unos a otros sus creaciones literarias; se consultaban y pedian consejo en las dificultades de las ciencias y en las vicisitudes de la fortuna; unos a otros se comunicaban los hallazgos y los avances en su investigacion. Y lo que quiza sea mas digno de ponderacion, se encomiaban con entusiasmo y se defendian avidamente contra los que les atacaban y los que reprendian su nueva manera: su dedicacion a los clasicos, su estilo de epoca. Se consideraban a si mismos, y eran por otros considerados, casta diferente. Por todo esto hemos de considerarlos Generacion Literaria, la primera en la Peninsula.
Sobresalia la Generacion por el cultivo y el elogio de la amistad, una amistad que trascendia los vinculos de consanguineidad e interes politicos, para apoyarse en la afinidad de empresas intelectuales comunes. A Juan de Mena le llamaba el Marques de Santillana especial amigo, y al Obispo de Cartagena le consultaba este confiado y movido por magna, por antigua, verdadera, e non corrompida en algunt tiempo amistat 13.
La Generacion constituyo un grupo verdaderamente formidable, que los mas conservadores miraban con celo y atacaban sin pudor. Los adversarios del circulo intelectual del Marques debian ser numerosos e influyentes, a deducir por las muchas justificaciones y autodefensas a que obligaron al propio Marques y a otros con el relacionados. Entre los mas conservadores se encontraban los que se oponian al estudio de los escritores paganos -para ellos, una amenaza de paganizacion de la cultura-, cuyos deseos se verian satisfechos cuando consiguieron llevar a cabo la quema de la biblioteca de don Enrique de Villena.
Aqulla quema, bajo el escrutinio directo del dominico Fray Lope de Barrientos, tutor del principe Enrique, habia sido autorizada por el rey don Juan. Al principe don Enrique debian de llegarle con frecuencia las lenguas de los madicientes, contra los que trato de amonestarle el Marques en el Prohemio a los Proverbios:

Bienaventurado Principe, podria ser que algunos,
los quales poraventura se fallan mas prestos a las
rerehensiones e a redarguir e emendar que a facer
nin ordenar, dixiessen yo aver tomado todo, o la
mayor parte destos Proverbios de las dotrinas e
amonestaciones de otros, asy como de Platon, de
Aristotiles, de Socrates, de Virgilio, de Ovidio,
de Terencio e de otros philosophos e poetas. Lo
qual yo non contradiria; antes me place que asy se
crea e sea entendido (4).

Es decir, que el Marques de Santillana estaba lejos de sentirse intimidado, y se proclamaba orgulloso de su estudio de los clasicos, a los que creia indispensables de conocer para el buen regimiento del estado. El prestigio y el poder politico de Inigo Lopez de Mendoza alentaba a los demas a expresar sus sentimientos de filoclasicismo y sus ataques a los adversarios. A estos fue a los que ataco duramente Enrique de Villena, como a homes legos, ayunos de sciencia, ignorantes la lengua latina...que no fueron criados con la leche rhetorical ni mantenidos con la vianda poetica, nutritiva de los generosos entendimientos14. A los adversarios de la Generacion los ataco tambien Gomez Manrique, en su Carta a la muerte del Marques, por la mengua de saber, la falta de la gracia, el poco reposo, la malvezdad de muchos que solamente entienden non en facer o emendar, mas en reprehender lo fecho, lo cual aun a los muchos simples es facil...(Obras CLIV).
Los adversarios debian proceder, al menos en sus altos mandos, de grupos eclesiasticos. Para confundirlos se tradujo la Homilia de San Basilio, dedicada al Marques, en favor de los estudios humanisticos. El autor, que permanecio en el anonimato, participaba de los sentimientos de la Primera Generacion literaria de Castilla, y se lanzaba en el prologo, con dureza, contra los retractores de los que el llama estudios de la humanidad:

E por quanto algunas veces de mi mismo, e
muchoas de vuestra magnificencia, e de otros
he oydo fablar con [despecho] a aquellos que
quieren obtrectar los estudios de la humani-
dat, por que nosotros nos damos a los poetas,
o oradores, e otros que los han tractado, acorde
de romancar e enbiar a vuestra nobleza esse
pequeno libro del gran Basilio, por que con la
auctoridat de este tan gran varon pueda v[u]
estra nobleza confonder la ignauia e peruersi-
dat de los que vituperan los estudios suso di-
chos e que dizen que es de aredrarse dellos de
todo punto. A los quales entendio que esto
viene por ser de tan vagaroso ingenio que non
pueden otear a ninguna cosa alta e egregia. E
ellos, non podiendo espirar a ninguna parte de
humanidat, entienden que nin los otros, que
tienen abilidat e voluntad para ello, lo deuen
fazer. Mas dexemoslos con su ignoranca, ca
non me parescan dignos para que dellos fagamos
mencion...15


?Temia el autor, no tan poderoso como el Marques, alguna represalia por parte de los ignorantes adversarios? Podria ser. No obstante, lo que mas nos interesa del prologo es la claridad con que se expresa el credo literario de la Primera Generacion: los estudios de la humanidad, traduccion feliz de la frase ciceroniana studia humanitatis, tan querida de los humanistas de todos los paises y de todas las epocas. El traductor sabia que el Marques queria verse relacionado con los poetas y oradores antiguos, y no tanto con los italianos, como se esfuerzan por hacernos ver los criticos contemporaneos, nublandonos asi la vision de lo que era la verdadera ilusion de la Primera Generacion. El traduccion le decia al Marques lo este, sin duda, queria oir: que nada era tanto de su gusto como los

"...estudios de humanidat, de los quales se que
ningun trabajo, ninguna pacion e ningunos al-
cancados o perdidos fauores non vos podrian
arredrer16"



LOS ESTUDIOS DE LA HUMANIDAD

Mientras el estudiante del Marques de Santillana-por limitarnos a nuestra materia- siga fiandose de los generalistas y no lea los textos de los escritores de la Generacion, seguira con sus maestros golpeando al viento, para acabar desalentado. Karl Kohut, no ha mucho, ha hecho un estudio de las teorias literarias de nuestros escritores de los siglos XV y XVI; nos dice: El humanismo amplio el Trivium tradicional (gramatico, retorica y dialectica), anadiendo la poesia y la historiografia y tambien, en muchas ocasiones,la filosofia moral. Al nuevo conjunto asi surgido se le denomino studia humanistatis (en español letras humanas)17. Resultado algo asi como imperdonable que en un trabajo monografico sobre el siglo XV se pase por alto la lectura y la investigacion de la Primera Generacion de humanistas españoles; para ellos, studia humanistatis eran los estudios de la humanidad, cuya naturaleza estaba claramente expresada: nosotros nos damos a los poetas, e oradores, e otros que los han tractado.

Para el Marques de Santillana, como poeta, la actitud humanistica consistia asy en la inquisicion de los fermosos poemas como en la polida orden e regla d′aquellos (PC 21;poema, en la terminologia del escritor es la poesia de los clasisismo c consistia en aver tomado todo, o la mayor parte destos Proverbios de las doctrinas e amonestamientos de otros, asy como de Platon, de Aristotiles, de Socrates, de Virgilio, de Ovide, de Terencio e de otros philosophos e poetas (PP 4)4.
De haber estudiado bien el senor Kohut la Primera Generacion de humanistas españoles, habria notado como ya en el Marques de Santillana se encontraba ampliado el curriculum tradiccional:
Oy de philosophia
Natural,
E la ethica moral (B127)18

Si confeccionamos nuestros modelos de humanismo con referencia primordial a autores extranjeros, naturalmente que habremos cortado un traje que no ha de caerles bien a los escritores de la Primera Generacion literaria de España. La culpa no sera de estos, sino del sastre. Definamos los estudios de la humanidad como los entendian el Marques de Santillana y su circulo, para los que fue principalmente un movimiento de reaccion y de busqueda.
A los estudios humanisticos iban unidas algunas caracteristicas de innovacion en las letras castellanas tradicionales; se enriquecen estas con nuevos valores, hasta entonces no cantados en romance, valores personificados en antiguas figuras clasicas. Admiraba el Marques a los antiguos por su sabiduria, y a sus contemporaneos les aconsejaba el trabjo que fuera destinado a la consecucion de la ciencia:
Tiempo se ha de otorgar
Al aprender:
Que no se adquiere saber
Sin trabajar (P 38).

Alonso de Cartagena le daba al Marques el siguiente consejo: entre unas priessas e otras papel e calamo non fallesca (RQ 2). Consejos que no eran vanos peroraciones, pues el Marques hacia todo lo que podia por llevarlos a la practica. El mismo nos dice como procuraba hurtar el tiempo a otras ocupaciones o mayores negocio, con el fin de poder investigar alugna manera nueva (PB 2)19.

Esa investigacion a que alude en el Prohemio a Bias es la que llevo a Inigo Lopez de Mendoza a superarse a si mismo, a superar a los escritores del Medievo castellano en sus tareas de traduccion o parafrasis del modelo coetaneo, tradiccional (Berceo), la moralizacion mediante la observacion del mundo circundante, bien de los animales de las fabulas (don Juan Manuel) o del hombre de impulsos naturales (los dos Arciprestes). El Marques de Santillana saltaria hasta la antiguedad, para en el viejo sabio Bias encontrarse a si mismo. El hombre de armas y letras de la remota Grecia se nos presenta mas indentificado con el caballero de la nueva Castilla, que el pecador del Libro de Buen Amor lo estuviera con el Aripreste de Hita. Bajo el nombre de Bias nos hablaria el Marques de sus propias experiencias, de sus sentimientos personales, de como queria ser el escritor que llamaba a la puerta del Renacimiento. Como investigador, nos revelaba sus problemas y trabajos, comunes a todos los investigadores que discurriendo de unos pensamientos en otros, se lancan en un segundo labyrintho, o casa de Dedalo, por tal manera que, quando piensan aver acabado, comiencan...(QC 3).


LA DEFENSA DEL LIBRO

Entredieron los adversarios de la Primera Generacion de humanistas castellanos que el mayor mal que podrian causarles era la destruccion de sus libros, y consiguieron del rey la autorizacion para quemar, tras la muerte del interesado, la biblioteca de don Enrique de Villena20. Grandes clamores y protestas provoco tal accion entre los amigos de este gran mentor de los estudios humanisticos y asiduo colector de libros, muchos de ellos traidos de Italia. Protesto, lloroso, Juan de Mena:

O inclito sabio, auctor muy sciente,
otra e aun otra vegada yo lloro
porque Castilla perdio tal tesoro
non conoscido delante la gente...
Perdio los tus libros sin ser conoscidos
e como en esequias te fueron ya luego
unos metidos al avido fuego,
otros sin orden non bien repartidos (Laberinto 126, 127).

Al desaparecer la biblioteca de Enrique de Villena, pasaria a la historia el Marques de Santillana como el patriarca de los bibliofilos españoles. El investigador coleccionaba los libros donde estaba depositada la sabiduria de sus antepasados. En ningun momento adquiere la pluma del Marques mayor patetismo que cuando, indentificandose con Bias, defendia contra Fortuna la utilidad y el placer de la lectura. Al amenazar esta al sabio con la privacion mas odiosa de todas, la de impedirle el gozo del leer sacandole los ojos, Bias declara que se consideraria dichoso de parecerse mas asi a Democrito y Homero:

FORTUNA

E otros muchos enojos
Te fare, por te apartar
Del goco del estudiar.
Dime, ?leeras sin ojos?...

BIAS

Democrito se cego
Deseoso
Desta vida de reposo.
E Homero ciego canto (B 112, 114).

La nueva manera del Marques introduce en el lexico hiperbolico nuevos conceptos; el poeta cortesano habia hiperbolizado el amor a su duena con el eres mi Dios; el estudioso de la humanidad expresaria el colmo de su admiracion y carino mediante la comparacion con el libro o, aun mas, una rica biblioteca, como en el elogio a la Virgen:

Bibliotheca copiosa,
Texto de admirable glosa,
Historia de los profetas (NS 5).

En Defunssion de don Enrique invocaba al finado como

Bibliotheca de moral cantar (DE 3)21.

Cuando Inigo Lopez de Mendoza interpretaba la frase inmemorial de Bias, omnia mea mecum porto, cifraba todos sus propios bienes y joyas en los autores y textos, en los libros y las traducciones que tenia de los antepasados:

Bias
Nin creas me robaras
La letras de mis passados
Nin sus libros y treslados
Por bien que jamas faras
...
Los bienes que te decia
Que yo levava conmigo
Estos son (verdad te digo)
E joyeles que traya;
Ca si mucho non m′engano
Todos estos
Actores e los sus textos
Entran conmigo en el bano (B 93, 114).

Sin duda que acerto el Marques al decirnos que sus mayores joyas, las mayores joyas que a todos nos lego, fueron sus libros -los propios y los ajenos- y sus traducciones. La referencia a treslados nos declara que hablaba el autor de su propia biblioteca, repleta de traducciones de autores latinos y de otros. De pocas cosas parecia haberse gloriado mas que de haber sido el primero en lograr que se tradujeran al castellano algunas obras latinas, para hacerles asi accesibles a los que no podian leer con facilidad los originales:

A ruego e instancia mia, primero que de otro
alguno, se han vulgaricado en este reyno al-
gunos poemas, asi como la Eneyda, de Virgi-
lio, el libro mayor de las Transformaciones,
de Ovidio, las Tragedias, de Lucio Anio Se-
neca(CF 3)

!Que bien nos suenan hoy aquella defensa y propagacion del libro, promulgadas en visperas de la invencion de la imprenta!


ELOGIO DE LA RAZON

Lo que hacia al humanista no era la mera retahila de nombres de escritores clasicos, Tambien Juan Ruis habia citado a Aristoteles:

Como dize Aristotiles, cosa es verdadera,
el mundo por dos cosas trabajas; la primera,
por aver mantenencia; la otra cosa era
por aver juntamiento con fenbra plazentera (LBA 71).

La revista, en contraste, de Juan de Mena a Aristoteles producia una nueva seleccion: omnis homo naturaliter scire desiderat que quiere dezir que todo onbre desa saber naturalmente22. Es esa la seleccion que al critico le importa analizar, para comprender mejor como fue que ciertos sectores conservadores se alarmaran ante estos brotes del saber humanistico en Castilla. Siempre tuvo el conservador mas recelo de las nuevas ideas que de los pecados de los hombres. Mientras que el pecado volvia al hombre contrito y humilde ante los ojos de Dios, las ideas le hacian soberbio, esceptico y tibio. La obra mas superficial y nona del Marques es la de temas devocionales 23. El humanismo habia deslumbrado del todo al escritor; no podia conmoverse ante las Postrimerias de la teologia quien habia cantado inspiradisimo la armonia de los Campos Eliseos. No podia emocionarse ante los santos quien habia escogido como modelos a Homero, Virgilio y Lucano; quien, como consolador, habia preferido el ejemplo del pagano Bias, al del biblico Job. Ni podia ilusionarse con las Bienaventuranzas evangelicas quien habia sido el primero en parafrasear en castellano el Beatus ille horaciano. En fin, no podria conmoverse con las verdades de la fe quien habia proclamado como suprema guia y norma de moralidad a la razon: La razon obedescet (DP 12); quien en otra ocasion diria que no le increpara la jerarquia, si con ello se ofendia, pues racon... de todo blasmo mi fablar deffiende (CP 37).

El dialogo Bias contra Fortuna es todo el un himno a la sabiduria, a la racionalidad. Bias protagoniza la razon, Fortuna, la sinrazon. Se abre el poema con una argumentacion acalorada entre los dos personajers; Fortuna esta nerviosa, agitada; Bias, muy sosegado, formula un seguro reto:

Faz lo que facer podras
Ca yo vivo por racon (1).

Mas adelante:

Virtut racional poseo:
Pues veamos, ?que faras? (34).

Y mas tarde le advertiria el sabio a Fortuna que su poder era grande, pero solo contra quien no ha saber (73).

El Marques de Santillana nos reconto, en castellano, una creacion del hombre donde no hizo mencion alguna del pecado original, pues su creacion era toda ella mundana perfeccion, util conjuncion y concordanza, con unos seres sometidos al poder universal del hombre. por eso, este nuevo hombre, racional y superior a todos los otros seres, dejaria ya de escuchar a los animales de los apologos medievales, para leer solo a los poetas, oradores y filosofos del pasado. En la nueva manera del Marques eran los animales los que se rendirian reverentes ante el hombre. En la Defunssion de don Enrique las fieras deformes se conmoverian y consternarian dolorosas ante la muerte del sabio. Con ello se ponian las letras castellanas en ruta hacia los motivos de Garcilaso, quien al comienzo mismo de su Primera Egloga nos presenta al cuitado pastor cuyas ovejas al cantar sabroso/ estaban muy atentas, los amores/ de placer olvidades, escuchando.


ARMAS Y LETRAS

Sigamos definiendo el humanismo español en funcion de los textos de nuestros escritores, y veremos en que alto grado se dejaba sentir el nuevo movimiento cultural en la Primera Generacion castellana. Ante la realizacion en Castilla del motivo de la armonizacion de las armas y las letras, poetizado ya por Homero y protagonizado en la persona de Julio Cesar, que se inclinen los demas humanistas, que pasa el Marques de Santillana. Con este se cultivo el suelo y la mentalidad española en el siglo XV, de manera que en los dos siguientes pudiera madurar el fruto como en ningun otro terreno. Nos lo asegura E. R. Curtius:

"...jamas en lugar otro alguno la combinacion
de la vida de las Musas y la vida del guerrero
se han realizado tan brillantemente como en
el periodo de florecimiento de la España de
los siglos dieciseis y diecisiete -baste con
traer a la mente a Garcilaso, Cervantes, Lope
y Calderon. Todos ellos poetas que tambien
participaron en guerra."24


De atras les venian a los españoles tales glorias, herederos como eran el Rey Sabio, de don Juan Manuel y del Canciller de Ayala. El Marques de Santillana, sobrino de este ultimo, quiso ser ejemplo y teorizador de la deseada combinacion. Sucediendo su epoca a la Edad Media, edad soberanamente belicosa, no pudo sustraerse el Marques a una actitud un tanto defensiva, contra aquellos que creian que era el cultivo de las letras tarea de debiles o pusilanimes, lo que le llevo a proclamar para las generaciones futuras: la sciencia non embota el fierro de la lanca, nin face floxa el espada en mano del cavallero (PP 3). En la Carta a su fijo explicaba asi por que le interestaba la traduccion de la Iliada, Homero:

"...agradable cosa sera para mi ver la obra de
un alto varon e quassi soberano principe de
los poetas, mayormente de un litigio militar e
guerra, el mayor e mas antiguo que se cree
aver seydo en el mundo" (CF 1).

Curtius se olvido de hacer mencion del Marques de Santillana, pero a los contemporaneos de este no les paso inadvertida la ejemplarizacion en el noble escritor de la armonizacion de las armas y las letras. Juan de Mena le pago el primer tributo de admiracion:

En cuyas manos la luz soberana
Quiso que reluzgan las armas e toga,
Asy que lo uno lo al non deroga
Antes lo funde, lo suelda e lo sana (Obras 321).

Y Gomez Manrique elogiaba a nuestro poeta de esta manera:

Vos soy de los sabios el mas excellente
E de los poetas mayor que Lucano
Pues nunca en las lides el fuerte troyano
Non fue mas ardido, nin tanto valiente (Obras 326-27).


Fue Juan de Mena quien habia reconocido en las letras la virtud de soldar y sanar las heridas que abrian las adversidades de la guerra y de la politica. Y el Marques de Santillana, muy cerca de ese sentir, escribio el dialogo de Bias contra Fortuna, dedicado a su primo, el Conde de Alba, para que en la carcel le sirviera de consolacion.

Y ahora, pasemos a corregirle la pagina a otro de los generalistas, Spingarn, desconocedor de las ideas de nuestros escritores, quien, en lugar de reconocer su ignorancia, se contento con despachar la poetica española considerandola un recuerdo de teorias italianas, segun comenta el citado Kohut25. He aqui una de las conclusiones de Spingarn:

La poetica del Cinquento heredo pues en
forma teoretica una defensa de la poesia cla-
sica contra las acusaciones de paganismo e
inmoralidad, una defensa del estudio de las
letras contra las acusaciones de afemina-
miento e inutilidad practica, una defensa de la
literatura clasica como fuerza educativa y re-
finadora, una defensa del estudio literario en
general, no como mero estudio humanistico,
sino como la consumacion del caballero y el
cortesano, como un elemento en la cultura
general26.

De no saber que se referia a los italianos, creeiamos que resumia los impulsos y logros de la Primera Generacion castellan, ya en la primera mitad del siglo XV.


TEORIAS LITERARIAS DEL MARQUES DE SANTILLANA

"... para qualquier practica mu-
cho es necesaria la theorica, e
para la theorica la practica"
(PP 3)

NATURALEZA DE LA INSPIRACION POETICA

Desde tiempos inmemoriales poetas y filosofos han hablado de la naturaleza de la inspiracion poetica. El concepto platonico de la poesia como emocion, furor divino, fue revitalizado por los escritores italianos en el primer despertar del humanismo. A Dante se se le llamaba poeta-teologo; su Commedia, divina. Petrarca, siguiendo a Albertino Mussato, defendia la poesia y ensenaba que la teologia era una poesia que procedia de Dios. Boccaccio hablaba larga y fervorosamente de la poesia como procedente del seno de Dios -ex sinu Dei-. Cuando Boccacio hablaba de poesia, hablaba en latin. 27

Inigo Lopez de Mendoza, el primer teoricista que aborda el tema de la poesia en una lengua vernacula, no mostraba ya un fervor tan religioso al referirse a su naturaleza. Mas que a los predeceores italianos, con su religioso sentir, se parecia a Horacio, vago y sugestivo, con respectp al origen de la inspiracion poetica. La poesia era una de las sciencias infusas.(PC 3), consistiendo en un zelo celeste, una affection divina, un insaciable cibo del animo (PC 2).
Apenas si podriamos hallar en toda la obra del Marques una caracterizacion mejor lograda que esta de la inefabilidad de la poesia; se entrecruza en ella lo racional con lo sentimental, lo conceptual con lo retorico, en un triplete a la vez sinonimico y onomatopeyico. Se concentra en su brevedad el calido entusiasmo del poeta, y podemos barruntar su frustracion ante la incapacidad de expresar plenamente la abundancia de su alma, las acumulaciones de su insaciable animo. El poeta, intermitentemente, tropieza en su balbuceo con el fonema c: zelo, celeste, afection, insaciable, cibo. El poeta se refugiaba en la annominatio: zelo celeste; y en los latinismos: affection, cibo; no pudiendo menos que dejarse arrebatar por una licencia poetica muy atrevida -empleada por los latinos para efectos especiales-, la hypallage: insaciable cibo del animo, en pugna de sintasis con significado; de no haber estado el poeta tan abrumado por la inspiracion, habria dicho: cibo del insaciable animo28.
?Es que alguien, entre los italianos, habia teorizado sobre la inspiracion poetica con comparable profundidad, belleza y brevedad?


LA NOBLEZA DEL POETA

El poeta adquiere con el Marques de Santillana carta, en lengua romance, de naturaleza aristocratica, esa naturaleza que habia de ser ensalzada por los humanistas de toda Europa: nunca esta sciencia de poesia e gaya sciencia se fallaron si non en los animos gentiles, claros ingenios e elevados spiritus (PC 2). Para Horacio el vante era sacro (Od. 4.9.28) o divino (Ars 400); el Marques en Comedienta de Ponza (104) no hablaba de los sacros poetas. No era esta una pasajera corazonada en nuestro escritor, ni tampoco parece estar inspirada en los italianos. El arte de Marques era un arte paganizante, y como tal, con gran atrevimiento, invocaba en Defenssion de don Enrique propio finado, cuya gracia e sacra prudencia(3) le habian de bastar al poeta; al final, las Musas proclamarian que don Enrique ha por suyo el cielo elegido/ E puesto en compania de superno choro (DE, 21). En la doctrina cristiana, la de los conservadores, era santo aquel que la Iglesia declaraba digno de veneracion por haber obtenido el cielo. El santo de la nueva manera del Marques era el poeta-sabio, cuya venerabilidad era proclamada por las Musas; idea esta, no de la tradicion medieval, sino de rancio sabor horaciano, pues fue este gran preceptista latino quien habia dicho: Dignum laude virum Musa vetat mori,/ caelo beat (od. 4.8.28-29). Incluso la imagen del superno choro se asemeja a la de Horaci, cuando, en una oda dedicada a Melpomene, confesaba su orgullo de que Roma le incluyera entre los amables coros de los vates: inter amabilis vatum... choros (Od. 4-7.5-7).


¿QUE COSA ES POESIA?

Le cabe a Inigo Lopez de Mendoza el gran honor de haber sido el primer escritor que se planteo y respondio, en lengua vernacula, la pregunta mas ambiciosa de la critica literaria:

¿E que cosa es la poesia (que en nuestro vul-
gar gaya sciencia llamamos), syno un fingi-
miento de cosas utiles, cubiertas o veladas
con muy fermosa cobertura, compuestas, dis-
tinguidas e scandidas por cierto cuento, peso
e medida? (PC 3).

Le definicion es condensada y comprensiva; en ella se compendia la esencia, la finalidad, la materia y la forma interna y externa de la poesia. Las fuentes del Marques fueron legion; el mismo seria el primero en admitirlo, con orgullo, pues era la ocupacion deleitosa de sus anos de madurez la de escuchar a sus antepasados. Pero el Marques tenia alma de poeta y, como tal, su definicion es la enunciacion de su teoria y de su practica. Los rebuscadores de las fuentes del Marques, tacanamente, rehusaron confesar que la definicion de este superaba a todos los presuntos modelos; y no solo en la diccion, en el estilo, sino, sobre todo, en su proclamacion, sin ambages, de que la poesia era esencialmente ficcion.


POESIA COMO FINGIMIENTO

Farinelli y Lapesa, entre otros, han sido poco generosos hacia la originalidad del Marques de Santillana, a quien nos le presentan, en materias serias de ideas poeticas, poco mas que como un servil parafraseador de Boccaccio. Ahora bien, Dante, Petrarca y Boccaccio eran autenticamente medievales en su indentificacion de teologia y poesia, de poesia y verdad; en la vieja linea platonica de los apologetas cristianos, defendian ellos que la poesia estaba exenta de mentiras. Es por eso que Baccaccio defendia que el vocablo poesia no se derivaba del griego ("quod idem sonat quod fingo, fingis").

Es interesante que Boccaccio se preocupara de las relaciones etimologicas de los terminos, al querer definirlos, pues era asi preceptuado por las retoricas. La etymologia descubre la verdad original de las palabras, como decia Quintiliano 29. Quiere decir que, de haber seguido el Marques de Santillana el texto de Baccaccio tan de cerca como quieren hacernos ver los criticos, dificilmente se le hubiera ocurrido afirmar lo que el presunto maestro habia negado -que poesia fuera ficcion-, a no ser que veamos en el escritor castellano a un reaccionario; y reaccionario fue.
El Marques de Santillana, mas que a Baccaccio, se unia en su seleccion del vocabulario a don Enrique de Villena, para quien el arte de la poesia consistia en fingir, termino que repite intermitentemente, por ejemplo, en las notas de su version de la Eneida, de Virgilio. Cuando el Marques poetizaba el encuentro de Bias con Fortuna, decia: fingese que la Fortuna le vino al encuentro(PB5).
La poesia como fingimiento era otro constitutivo de la nueva manera que significaba una ruptura con el verismo, el realismo y el popularismo de la poesia castellana tradicional; como a Virgilio ya a reprobar que cambiara la historia, por cuanto de la licencia poetica es permiso (GP 44)30.
En contraste con el Cantar de mio Cid, con Berceo, con don Juan Manuel y los dos Arciprestes, que narraban guerras, milagros, anecdotas y sucesos varios sub specie veri , Inigo Lopez de Mendoza, en su arte de madurez, cultivaria y promoveria una poesia de integracion humanistica, que saltaba fuera de las iglesias, los palacios, las plazas y las sierras, para trepar hacia las alturas de los mitos y las peregrinas historias, como el mismo las llamaba. No era necesaria ya la verdad del suceso; el poeta tenia licencia para fingir, con tal que su obra fuera util.


FUNCION DE LA POESIA

El objeto de la ficcion eran las cosas utiles; la finalidad del arte como utilitaria y edificante tenia raices muy hondas en la tradicion literaria. A Platon le siguio Ciceron, en la formulacion de finalidad del orador como la de docere, delectare, movere. Horacio aconsejo a los poetas que declar lo util con lo dulce: Omne tulit punctum qui miscuit utile dulci,/ Lectorem delectando, pariterque monendo (Ars 343-44).

Horacio fue el gran oraculo de los poetas humanistas. Entre estos se coloco muy temprano el Marques de Santillana, no solo al proclamar la utilidad de la ficcion, sino al proscribir al mismo tiempo las composiciones de los trovadores por no ser otra cosa que metaphoras vanas con dulce loquela (CP 3). La utilidad significaba edificacion moral; significaba escribir metros que fueran unestimulo o espuelas atrayentes e provocantes a toda virtut (PP 3), que contuvieran las buenas doctrinas, los provechosos ejemplos e utiles narraciones (PP 5).
No es que queremos decir que el provecho moral de la composicion fuera una innovacion en las letras castellanasl; la nueva manera consistia en que el poeta humanista se remontaba a la antiguedad clasica y pagana en busca de los provechoses ejemplos, utiles, no por su lejania, sino porque tenian mas que ver con la situacion presente y vital del escritor y de destinatario. La figura ejemplar del viejo Bias era escogida por su valor imperecedero de actualidad; nos dice el Marques que era su intencion la de escribir ...algunos de sus nobles e loables actos e conmendables sentencias, porque me paresce face mucho a nuestro fecho e caso (PB 3)31. El caso del destinario, el conde de Alba, era el de encontrastarse encarcelado.

La utilidad de la composicion era su finalidad consolatoria. Podemos decir que el Marques de Santillana se adelanto a los demas humanistas en proclamar los efectos de consolacion y reposo que la poesia proporcionaba en situaciones de adversidad. No tenia, pues, razon J.W.H. Atkins cuando afirmaba que la idea de que la poesia fue dada a los hombres como consolacion por las miserias de la vida era nueva en Nutricia de Poliziano (n. 1454)32. El Marques de Santillana habia, mucho antes, suplicado a su hijo que le hiciera la traduccion de la Iliada de Homero para consolacion e utilidat suya y de otros, agregando que, junto con el deleite, encontraba el en las lecturas de los poetas clasicos un singular reposo a las vexaciones e trabajos que el mundo continuamente trahe (CF 3). El conde de Alba, nos dice el Marques que le habia pedido desde la carcel que le enviara algunos de sus trabajos por consolacion (PB 2). Tales efectos consolatorios de las lecturas literarias habian sido expuestos por Ciceron y Horacio; este ultimo, entre los oficios del poeta, habia destacado el de consolar al desvalido y enfermo; inopem solatur et aegrum (Epist.2.1.131).


PARAFRASIS DE CICERON

Ya he dicho que Inigo Lopez de Mendoza, en contraste con los italianos anteriores a el, rehuso indentificar poesia y teologia.

Sus ideas poeticas pertenecian ya a una etapa ulterior en la evolucion de las teorias literarias, que consistia en la indentificacion de poesia y elocuencia. Guardaba nuestro escritor en su biblioteca un tratado muy serio, poco comentado en la Edad Media, de Ciceron, el De oratore. Se dice que el descubrimiento de esta obra, en un manuscrito que tambien incluia el Orator y Brutus del mismo autor, habia conmovido en 1421 a los humanistas italianos33.
Ciceron es el escritor mencionado con mas frecuencia en los escritos del Marques. En el reconocuencia en los escritores del Marques. En el reconocia el castellano al moralista del De Officiis y al preceptista literario: Tullio que explana/ E cendra los cursos del gentil fablar (CP, 40). Pues bien, ?leyo el Marques el De oratore?
El caso es que en el Prohemio e carta he podido comprobar un sinnimero de reminiscencias de dicho tratado. El Marques dedicaba el Prohemio a don Pedro, el joven condestable de Portugal, caracterizado sus primeras composiciones como de alegres pasatiempos juventiles que, como explicaria seguidamente, desdecian por el entonces de su ya madura edad. Ciceron, al comienzo, se dirigia a su hermano Quinto, y se referia a las rudas obras de su tempurana edad, dificilmente del gusto de sus anos maduros.
Continuaba Inigo Lopez de Mendoza diciendole a su joven admirador que habia leido algunas de sus composiciones y que le placia mucho verle tan interesado en cosas de poesia, ciencias mas que humana, propia de los mas elevados espiritus. Ciceron, en otros pasajes, se referia a las dotes naturales que el orador habia de poseer, y animaba a los jovenes a desarrollar esas aptitudes innatas, que el autor caracterizaba como dones divinos, tan extraordinarios y raros, que convertian la oratoria en arte de pocos.
Ciceron pasaba a definir la oratoria de acuerdo con las cinco partes tradicionales: inventio, dispositio, elocutio, memoria y pronunciatio;


"... omnis oratoris vis ac facultas in quinque
partes distributa: ut debere reperire primum,
quid diceret: deinde inventa non solum or-
dine, sed etiam momentp quodam atque iudi-
cio dispensare atque componere: tum ea de-
nique vestire atque ornare oratione"(De orat.
1.31.142).

El Marques de Santillana eliminaria de su definicion de poesia aquellas funciones de memoria y pronunciacion que atanian de cerca al orador, al tiempo que organizaba los elementos de acuerdo con los tres elementos comunes al orador y al poeta: la invencion, la disposicion y la elocucion. Las variantes de la definicion castellana son las mismas y las necesarias para la distincion del oficio peculiar del poeta.

INVENTIO
ORATOR
reperire primum quid dicere.
POETA
fingimiento de cosas utiles.
DISPOSITIO
ORATOR
inventa non solum ordine, sed etiam
momento quodam atque judicio dis-
pensare atque componere.
POETA
compuestas, distinguidas e scandidas

por cierto cuento, pesso e medida.
ELOCUTIO
ORATOR
tum ea denique vestire atque ornare
oratione.
POETA
cubiertas o veladas con muy fermosa
cobertura.


En la parafrasis no solo se atiene al Marques de Santillana a la escritura del modelo, sino que incluso nos transmite en castellano patrones estilisticos y verbales del textos latino, como la pluralidad ternaria ordine, momento quodam atque iudicio: cierto cuento, pesso e medida; quodam: cierto; componere: compuestas; y otros menos obvios, pero no menos exactos, ordine: ordine: cuento (por numeros ordinales); momento: pesso (junto con dispensare: distinguir por el peso).

Es decir, que era propio del poeta, en un arte que habia de superar al de la prosa, el fingimiento, escandir, contar, pesar y medir las palabras y las silabas.
Si alguno de los lectores mantiene algun escrupulo sobre la relacion del texto del Marques de Santillana con el de Ciceron, que lea lo que este nos sigue diciendo tras la definicion de poesia; es el propio escritor quien nos disipa las dudas, al confesarse deudor del preceptista latino, a quien indentifica por nombre:


E si por ventura las sciencias son desseables,
assy como Tullio quiere, ?qual de todas es
mas presentante, mas noble, e mas dina del
hombre? o,?cual mas extensa a todas especies
de humanidat? Ca las escuridades e cerramien-
tos dellas, ?quien las abre, quien las escla-
resce, quien las demuestra e face patentes
sinon la eloquencia dulce e fermosa fabla,
sea metro, sea prosa?



Se acerca el estilo del Marques de Santillana al modelo circeroniano en el encadenamiento de preguntas retoricas; se acerca en la caracterizacion de la elocuencia como la ciencia mas presente, latinismo que vierte el praestabilius del modelo (1.8.30); se acerca en el concepto universalista, maximalista de la elocuencia, que se extiende a todas especies de humanidat (comparese con oratorem in omne genere sermonis et humanitatis esse perfectum, 1.9.35).

Antes de concluir esta seeccion quiero presentar al lector la definicion de poesia de Boccaccio, la que otros criticos han considerado al fuente del Marques, y que el lector decida sobre que modelo es el mas digno y probable; la poesia era, para el italiano, fervor quidam exquisite inveniendi atque dicendi seu scribendi quod inveneris 34.
Segun el analisis de Karl Vossler la poesia del renacimiento paso en Italia por tres etapas sucesivas: de indentificacion con teologia, con elocuencia y con retorica y filologia 35. En la segunda etapa es donde hemos de situar al Marques de Santillana, quien, al definir la poesia, lo hizo sobre un patron clasico de la definicion de oratoria.



LA REACCION CONTRA LOS ROMANCES

Se ha hecho costumbre inveterada de los criticos literarios juzgar la literatura española en funcion de los movimientos culturales de otros paises europeos. Quiere decir que los criticos de la literatura española han ido en pos de los de otras literaturas y han tratado de analizar los fenomenos de la nuestra con terminos y con conceptos principalmente foraneos. Bajo estos criterios se explica que se hayan acomodado entre nuestros estudiantes las generalizaciones -si no complejos- sobre los movimientos literarios españoles como frutos tardios o tardanza, acunadas por R. Menendez Pidal y E.R. Curtius, respectivamente. Ambos criticos, dicho sea en honor a la verdad, para evitar una interpretacion anadiendo que precisamente por ser tardios, eran los frutos de mejor sazon, o que la tardanza de España no significaba torpeza36.

Generalizaciones de este tipo tienden, necesariamente, a predisponer a nuestros estudiantes y criticos, y animarlos, con entusiasmo, a la busqueda de fuentes extranjeras en el suelo hispanico. Al mismo tiempo, tienden a disuadirlos de interpretar un texto español como anticipacion de un movimiento europeo posterior de gran dimension. Tales tendendias pueden explicar muy bien la proliferacion de fuentes extranjeras sobre los autores castellanas o -como en nuestro caso particular- la falsa interpretacion del texto español, cuando no se han encontrado precedentes extranjeros, por mucho que fueran los textos subsiguientes del mismo cariz.
Uno de los textos mas celebrados del Marques de Santillana es el de la clasificacion de los estilos y la condena de los romances que consideraba infimos. Para comprender mejor la postura del Marques vamos a examinar su texto en la perspectiva de otros de sus contemporaneos, Enrique de Villena y Perez de Guzman, quienes tambien reaccionaron con bastante vehemencia contra las cronicas. La perspectiva adquirira dimensiones universales al jusgarla en el contexto de la reaccion humanistica contra los romances medievales, que sacudiria la conciencia de los preceptistas europeos de anos posteriores 37.
Las reacciones literarias, en su gran mayoria, han sido esencialmente efectos de causas internas a cada cultura, bien por abuso, agotamiento o cansancio de una situacion que habia prevalecido por mucho tiempo. La imitacion de los modelos antiguos o extranjeros, mas que la causa de la reaccion, era un argumento de justificacion para el cambio deseado. Los escritores innovadores y reaccionarios han necesitado siempre hacer uso de celebres antepasados, de autoridades bien establecidas, con el fin de demonstrar a sus contemporaneos, y demostrarse a si mismos, las razones de sus motivos, la excelencia de sus nuevas maneras y metas. Quizas ningun otro movimiento cultural se haya mostrado mas antagonistico hacia sus predecesores inmediatos que el Renacimiento, y ninguno ha empleado con mas abundancia o efectividad el argumento de que los tiempos pasados fueron mejores. En Italia el Renacimiento se veia, con legitimidad, como la revitalizacion que aparecio casi simultaneamente con su despertar a la creacion literaria en lengua vernacula. En España, que contaba con una tradicion literaria medieval muy solida y altamente influenciada de la tradicion arabe, las antiguas Grecia y Roma fueron buscadas como solaz y refugio. La Edad Media habia corrido ya su curso; curso cuyo panorama aburria ya y molestaba a los de nuevos gustos.
Concentremonos en España; notablemente cada siglo medieval parecio surgir coloreado por una peculiar comenzon de desprecio por la desordenada literaria popular. Los proponedores de cada nueva manera, lo harian de acuerdo con su idiosincrasia artistica. Asi, el Mester de Clerecia, como expone el autor del Libro de Alexandre, no pudo disimular su desden por el de Juglaria, al tiempo que se deleitaba en su nuevo arte impecable:

Mester trago fermoso, non es de ioglaria,
Mester es sen peccado, ca es de clerecia,
Fablar curso rimado por la quanderna via,
A silabas cuntadas, ca es grant maestria (2).


Desde ese momento en adelante, la Clerecia no cejaria por aduenarse del roman paladino, con el fin de librarlo del rudo y licencioso vecino y convertirlo asi en objeto de arte, de complacencia estetica.

A comienzos del siglo XIV encontramos una proscripcion de los Romances de amor, en que San Pedro Pascual, obispo de Jaen, condenaba por estar entretejidos de mentiras y enganos:

"... amigos cierto creed, que mejor despende-
redes vuestros dias y vuestro tiempo, en leer e
oyr este libro, que en dezir e oyr fablillas y
Romances de amor, y de otras vanidades, que
escrivieron de vestiglos e de aves, que dizen
que fablaron en otro tiempo, e cierto es, que
nunca fablaron, mas escribieron lo por seme-
jancas. E si algun buen exemplo ay, ay muchas
malas arterias y enganos para los cuerpos y
para las animas"38.

Los romances eran tambien condenados en otras partes de Europa por los PP. Dominicos, como se nos informa en una carta del rey Juan de Bohemia: In magnum...dedecus et conteptum facti sunt Romancii, chronicae et moteti39. ¿No son estos los romances, cronicas y cantares de que se nos habla en los textos castellanos?

Hacia mediados del siglo XIV, cuando la literatura adquiere su plentiud en España, dos autores de diferente sensibilidad estetica se sumarian, cada uno a su estilo, al ataque contra las praticas de los descuidados escritores de su epoca. Don Juan Manuel, que escribio el Conde Lucanor para los legos et de non muy grand saber, exponia en el prologo su enorme interes por la prosa cuidada: este libro, compuesto de las mas apuestas palabras que yo pude, unido a un celo especial porque el texto del copista fuera fiel al original. Asi pues, en una ocasion Don Juan Manuel aprobaria la conducta de un caballero de Perignan quien, al oir a un zapatero cantar una de sus composiciones mal ordenamente, enfurecido entro en la tienda y con unas tijeras hizo pedazos cuantos zapatos hallo a su alcance. El zapatero apelo al rey. El caballero justifico su conducta sobre la base de que habia tratado de vengarse por el maltrato que el demandante habia hecho de su cantar.40
El celebre Arcipreste de Hita, el admirador del hombre ordinario, no dejo de reconocer el estado calamitoso de las composiciones que el populacho recitaba. Uno de los grandes objetivos de su Libro de Buen Amor era de dar [a] algunos lecion e muestra de metrificar e rimar, e de trobar41. Merece la pena recordar que al autor le gustaba llamar a su libro romance. Conocedor de que los romances eran censurados por muchos, justificaba el suyo, por su forma: fablarvos he por trobas e por cuento rimado: es un dezir fermoso e saber sin pecado (15); y por su contenido: non vos dire mentira quanto en el yaz (14).
A comienzos del siglo XV, como veremos, el terminos romance se extendia hasta comprender una cronica del Cid en prosa. Como en otras partes de Europa, pues, el significado de romance era lo suficientemente amplio como para designar composiciones extensas tant en verso como en prosa; o sea, que los tres terminos romances, cronicas y cantares, abarcaban una larga gama de generos literarios en lengua vernacula.
En la primera mitad del siglo XV los tres distinguidos escritores mencionados, Enrique de Villena, Ferran Perez de Guzman e Inigo Lopez de Mendoza levantaron sus voces de protesta contra las realizaciones castellanas de cronicas, romances y cantares, basandose en solidas bases literarias.
Enrique de Villena, en sus curiosas y valiosisimas notas a la version de la Eneida de Virgilio-la primera que se hacia a una lengua romance-42, fustiga a los escritores de cronicas en Castilla, a los que, con manifiesto menosprecio, caracterizaba como escritores de camara romancista... Homes legos, ayunos de sciencia, ygnorantes la lengua latina. Sus obras eran condenadas por varias razones, largamente expuestas:

"... que no bieron otras ystorias sinon las que
ellos hordenauan ...scriuanos todos ygnoran-
tes latin, y por eso los llama romancistas; y
ponelo por tal continuacion: como si ordena-
sen procesos non curando del Horden artificial
que guarnesce mucho las obras, donde se
siguen todos los ynconbenientes que en el
testo o del ante dize y muchos que el pres-
sente cumple dirigir" (f. 11).


Su condena de los romancistas se basaba en su descuido del arte y del orden -Horden artificial-, asi como de la diccion:

"non encomendar, siquiere fiar, el fazer de
las coronicas ha scriuanos de Camara roman-
cistas, segun en estas se faze partes, que lo po-
nen en gruesas y rrudas palabra, diciendo
tan manifiestas adulaciones y parcialidades,
non sauiendose cubrir con el rrectorial velo;
que son menospreciadas las Coronicas ordena-
das por ellos, las quales ansi contentibles
ventura non alcanzan de escriuirse sinon en le-
tra tirada y las mas de las veces por mano
de abecantilos (?) que nunca en la casa entra-
ron de ortographia, en delgados papeles de pr-
bres bestidos cubiertos, cuya fama non se es-
tiende fuera del territorio; bien parece que los
facedores dellas non fueron criados con leche
Rectorial ne mantenidos de la vianda poethi-
ca, nutritiua de los generosos entendimientos..." (f.11).


Don Enrique estaba preocupado, como lo estaban los humanistas, con la fama. El proposito de las cronicas habia de ser el de asenalados estremos fechos quanto a la perpetuacion de la fama... en escripto contar. He aqui lo que a este repecto tenia el que decir sobre las cronicas castellanas (continuacion de la cita anterior):

"... non digo por uituperar o defauorir ha los
que las tales escriuen coronicas, mas dolien-
dome que tan gloriosos fechos como de los
Reyes cercanos deste tiempo passados perez-
can abreuiada la duracion de su nombradia
singular..." (f. 11).


En otra nota nos explica Enrique de Villena como la fama era un bien temporal deseable, y solo podian conseguirla los que escribieran con ciencia. La insistencia en la diccion y el estilo poetico dejaba en claro que bajo la denominacion de coronicas no comprendia el autor exclusivamente las narraciones en prosa de sucesos historicos:

"... poco vale a los grandes principes y Reyes
tancta ementada como la de Virgilio; onde
paresce que las coronicas que non son en alto
estillo y guarnescidas de las aposturas poethi-
cas son poco ementadas, porque los entendi-
dos las tienen en poco, por cuyo alabamiento
abia de durar..." (f. 11).

Para el, el modelo de las coronicas no era otro que la Eneida de Virgilio, que superaba a la que hizo San Isidoro:

"... la Eneyda que sancto Isidoro fizo non es
tancta ementada como la de Virgilio; onde
paresce que las coronicas que non son en alto
estillo y guarnescidas de las aposturas poethi-
cas son poco ementadas, porque los entendi-
dos las tienen en poco, por cuyo alabamiento
abia de durar..." (f. 11).

Invita, pues, a todos los que intentan escribir cronicas a leer su traduccion de la Eneida, para escribir las propias con orden:

"... los facedores de las coronicas, siquiera
sean scientes, siquiera romancistas, tomaran
gran doctrina desta traslacion eneydal y por lo
en ella visto podrian mejorar y corregir sus
mal ordenadas ystorias" (f. 17).

Con estas extensas citas de Enrique de Villena he tratado de dat a conocer una obra que yace en manuscrito, y presentar un telon de perspectiva sobre el que proyectar y poder apreciar mejor el capitulo introductorio de Perez de Guzman a sus Generaciones y semblanzas. Comienza asi este tratado:

Muchas vezes acaesce que las coronicas e es-
torias que fablan de los poderosos reyes e no-
tables principes e grandes cibdades, son aui-
das por sospechosas e inciertas e les es dada
poca fe a abtoridat.43

A los autores de semejantes coronicas e estorias los caracterizaba el escritor como ombres de poca verguena. Incluso menciona a uno de ellos, a quien fustiga duramente:

"... un liuiano e presuntuoso onbre, llamado
Pedro de Coral, en una que se llamo Coronica
Serrazina (otros la llamauan del rey Rodrigo),
que mas propiamente se puede llamar trufa o
mentira paladina" (pp. 3-4).

La Coronica Sarracina es lo que puede llamarse en el pleno sentido de la palabra romance medieval. Perez de Guzman dicto tres normas para la composicion de las buenas cronicas -para las estorias se fazer bien a derechamente-, es la primera la que propiamente viene a nuestro proposito:

"... la primera, que el historiador sea discreto
e sabio, e aya buena retorica para poner la
estoria en fermoso e alto estilo; porque la
buena forma onra e guarnesce la materia" (p.5).
br>

Todo buen escritor, insistia mas adelante, debe estar dotado de dos cualidades indispensables: saber para ordenar e conciencia para guardar la verdad. Tambien Perez de Guzman estaba interesado en la fama:

E asi, porque estas reglas non se guardan, son
las coronicas sospechosas e carescen de la
verdad, lo cual no es pequeno dano: ca, pues
la buena fama, cuanto al mundo, es el verda-
dero premio e gualadron de los que bien e
vertuosamente por ella trabajan, si esta fama
se escriue corrupta o mintirosa, en vano e por
demas trabajan los manificos reyes o principes
en fazer guerras e conquistas, e en ser justi-
cieros e liberales e clementes, que por ventura
los faze mas notables e dignos de fama e gloria
que las victorias de las batallas e conquistas
(pp. 6-7)

En los citados textos de Villena y Perez de Guzman domina la preocupacion por el orden en la composicion. Ahora bien, si tal orden era demandado de los escritos en prosa, no hemos de maravillarnos que el Marques de Santillana, que trataba principalmente de la poesia, nos hablara con insistencia del orden, regla, cuento, peso, medida, modo, arte, metro, compas, etc., que el poeta debiera guardar.


CONCEPTO DE ROMANCE EN EL SIGLO XV

Cuando don Ramon Menendez Pidal trato de encontrarle al Romancero hispanico hondas raices en la tradicion, afirmo del termino romances: en el transcurso del siglo XV vamos viendo la palabra especializada en el sentido en que hoy lo esta. Luego, concretando mas, anadia que esa particularidad de significado debemos reconocer en la tan recordada frase del Marque de Santillana relativa a los romances e cantares 44. Este aserto estaba lejos de la verdad; queriendo con el don Ramon dar antiguedad al concepto de romance, cayo en grueso anacronismo. En el siglo XV, ya lo he dicho, se confundian los conceptos de romance y cronica. En 1492, en una copia de una cronica del Cid, se decia en el encabezamiento y conclusion, respectativamente:

Aqui comienza el romanz del Cid Campeador...
Acabado es este romanz del noble Cid Campeador45.

Es don Enrique de Villena el que mejor nos aclara el concepto que la Primera Generacion de humanistas españoles tenia de romance, con particular referencia al que tanto este escritor como Juan de Mena denominaban romance de Atalante. Dice asi un pasaje de la version de la Eneida, al concluir el convite con que la reina Dido habia obsequiado a Eneas y los suyos (Eneida I.740ss):

* Luego comeco a tanner, fenescica la bendi-
cion, la viuela dorada de fermosos lauores el
de luengos y annjllados cauellos ayopas; e
dixo aquel Romance que fico el gran atalante,
Rey que fue de libia, en do cantaua el curso
erratico de la luna y aquel moujmjento del
solar curso annal, e donde ujno el linagge de
los ombres e de las bestias, e donde el frio e
calura, siquier las luuias e los fuegos e los
secretos del polo e de las estrellas pliadas e
yadas e dandos triones; e por que se fazian los
dias breues e grandes, e la diuersidat de
las noches. E cacabado el canto gritaron dos
veses por alegria los tyrianos, e siguyeron les
los troyanos fazjendo aquello mesmo46.

En la glosa al pasaje explica Villena a sus contemporaneos algunos de los terminos, para que pudieran comprenderlos debidamente de acuerdo con los conocimientos y experiencias propias:

"... despues de la bendicion memorada en el
capitulo precedente, comenco a taner el juglar Ayopas la bihuela d′arco, que era ynstrumento
con que entonces estaua y usauan cantar, y se conuenia mejor con los modos del canto
dese tiempo (y por eso dice el texto fenescida la benedicion); la qual era bien labrada de laures
sotiles, y por eso dice dorada, casi tan delgadas cosas de oro placibles a la uista, y por
eso dice fermosas; e dende descriue la disposi cion deste juglar, diciendo que tenia luengos
cauellos y anillados, es a sauer, encrespados y boluidos en cercos como ouillos, segund oy
traen los alemanes y polacos. E declara el cantar que dijo que hera aquell romance que
Atalante fizo, porque los romances venian bien en aquellas bihuelas, y dician en ellos aquellas
gestas de los antiguos, por dar refeccion al entendimiento despues del comer corporal...
y por la senoria que touo [Atlas] en quellas partes quedo la memoria de sus decires e es-
pecialmente aquel romance que ordeno aso nado para cantar, contando en el los fechos
astrologicos, porque fuese aquel sauer mas di vulgado y perpetuado, y la niebla de la olui-
danca tan ayna non le cubriesse, e por eso dice en el texto, adelante declarando de que
fabla aquel romance, que contaua el curso erratico de la luna; dice erratico porque no es
vniforme, que algunas veces anda mas veloce que otra por ser diferente por las diuersidades
de su epiciculo, que la face veloce e tarda en su movimiento; e donde recuerda del solar
curso, y del principio de los ombres y anima les, y de las impresiones de los elementos;
onde parece que en aquel cantar auie conclu siones philosophicas naturales, por la mayor
parte era d′astrologia..."

Tras decir que el romance de muchas fuese coplas compuesto, anade:

"... cumplido aquel romance y cesado el taner
de Ayopas, el juglar susodicho, los troyanos y
tyrianos los gritaron dos veces disiendo
i./ o./ o., segun fasen oy en la fin de las galas e
dancas alegres, e doblaronlo monstrando
abundancia de alegria, aprobando el festival
convite e abundando tanto el plaser interior,
que de fuera por grito clamoso, diferente de
las costumbradas voces, e con alegre e agudo
sonido sentido fuesse ... el canto del juglar
Ayopas duro por una hora" (ff. 48v-50).

El documento encierra un gran interes desde el punto de vista cultural y folklorico. Podremos concluir, pues, que alla por los anos 1427-28, fecha de la tradducion de Villena, un romance era una composicion extensa en verso, que interpretaba un juglar acompanandose con su instrumento musical en presencia de una gran audiencia con el fin de entretener. Un elemento de interes es que el romance de Atalante no iba destinado a la gente de servil condicion, sino al pueblo presidido por la reina Dido y Eneas, del linaje de los dioses; se trataba de un romance que ordeno asonado para cantar.
Para Juan de Mena el romance de Atalante era digno del gran magnate de su tiempo, poeta y escupuloso estilista, el propio Marques de Santillana. En la vision alegorica de la Coronacion, dedicada a este ultimo, las Virtudes Cardinales reemplazan al jugar Ayopas en el canto de triunfo:

Las quales cantando en ante
El romance de Athanlante,
Circundaron su persona,
E le dieron la corona. (c.40).

LA CONDENA DE LOS ESCRITORES INFIMOS

Tras habernos definido que cosa era la poesía,
se procuso el Marqués la tarea de clasificar los grados de estilo, que hace siguiendo la acostumbrada division tripartita:

"... tres grados, es a saber: sublime, mediocre
e infirmo. Sublime se podria dezir por aquellos
que las sus obras escrivieron en lengua griega
e latina, digo metrificando. Mediocre usaron
aquellos que en vulgar escriuieron, asy
commo Guido Januncello, bolones, e Arnaldo
Daniel, proencal. ... Infirmos son aquellos que
syn ningund orden, regla nin cuento fazen es-
tos romances e cantares de que las gentes de
baxa e servil condicion se alegran" (CP 9).

Las clasificacion tripartita de los generos o grados del estilo contaba con hondas raices y un desarollo muy curioso en sus aplicaciones medievales. La aplicacion que hace el Marques de Santillana es, si se quiere, un tanto simplista para nuestra sensibilidad moderna, aunque no lo es tanto, si se tiene en cuenta que constituyo el primer intento de critica, comparacion y diferenciacion, con valoracion, bajo el criterio de gusto literario. Desde el punto de vista escolastico, es una clasificacion muy practica, y obedecia a la costumbre de ejercitar a los alumnos en el analisis y clasificacion por generos, especies, familias, individuos... En materias tan vagas y complejas como los generos literarios, la division tripartita era una formula de compromiso entre la unidad aglomerada y la multiplicidad sin limites. La division tripartita solia estructurarse sobre las bases de los dos elementos mas dispares, en nuestro caso, el sublime (genus grande) y el infimo (genus humilde). Lo que no encajaba en ninguno de estos dos extremos, se clasificaba como medio (genus medium=mediocre).
Tengase en cuenta que Inigo Lopez de Mendoza trataba de calificar la poesia de los contemporaneos, creyendo sublime la que estos escribian en griego o latin. Quien tanto tenia que porfiar con la lengua latina de los poetas, segun le confesaba a su hijo, no podia menos de admirar a los que sabian escribir en metros latinos. En el mismo Prohemio e carta mencionaria a algunos de ellos, como Petrarca, que en el Castil Nouo de Napol... se dize auer fecho muchas de sus obras asy latinas commo vulgares (PC 7) , y el Rey Sabio, de quien se dize que metrificaua altamente en lengua latina (PC 7) 47. En el grado mediocre habian de incluirse desde los inventores del soneto en Provenza y Bolona, hasta su mas reciente imitador en España, el propio Marques.
Al referirse al grado infirmo, el escritor se volvia duro y personal, pues mas que al genero ataca a los escritores mismos. Ahora bien, pensar que el Marques, en cuya coronacion habian entonado las Virtudes Cardinales el romance de Atalante, fustigara indiscriminadamente a todos aquellos que escribian romances, seria interpretar el texto y la mentalidad del critico erroneamente. El se refiere solamente a aquellos que syn ningund orden, regla nin cuento fazen estos romances e cantares de que las gentes de baxa e servil condicion se alegran. Esta claro que los demonstrativos aquellos y estos, seguidos por los relativos que y de que, delimitan y reducen la extension del sujeto. Si se quiere interpretar el texto como condena de un genero literario, digase que en el se proscriben aquellos romances y cantares que, hechos sin ningun orden, regla ni cuento, servian tan solo para el regocijo del populacho bajo y servil 48. Nos consta que habia romances y cantares que el escritor tenia en cierta estima, como el Roman de la Rose, cuyos escritores eran tenidos por doctos e senalados (PC 11); no tuvo reproches para el Libro del Arcipreste de Hita, que era un romance propiamente dicho, ni para los cantares de su abuelo, Pero Gonzalez de Mendoza (PC 14 y 16).
En honor a Inigo Lopez de Mendoza tratemos de valorar estas condenas de romances e cantares sobre las bases de su definicion de poesia, y veremos cuan consecuente se nos muestra el critico:

POESIA
cosas utiles... compuestas distinguidas escandidas por cuento por peso por medida
ROMANCES/CANTARES
cosas jocosas... sin cuento sin orden sin reglas


En las lineas finales del Prohemio e carta el autor resumia sus ensenanzas y legado poetico al joven Condestable, y le exhortaba a que no cesara en el ejercicio de la inquisicion de los fermosos poemas commo en la polida horden e regla de aquellos. Estaba obsesionada la Primera Generacion de humanistas castellanos con la idea y pratica del orden la regla, el arte de la composicion literaria.




NUESTROS HUMANISTAS COMO PRECURSORES

La Primera Generacion literaria española gozaba de una clara conciencia de su mision de purificacion y perfeccionamiento de las letras patrias. Un estudio comparado con las> actitudes de aspiracion y fobias con otros humanistas europeos contemporaneos nos revela una sorprendente comunion de sentimientos: la aspiracion comun de imitacion de los clasicos, y la fobia comun hacia la macilenta literatura que servia de entretenimiento al populacho inculto. Hicieron los humanistas lema de la feliz frase horaciana: Odi profanum volgas et arceo, que en Bias contra Fortuna parece haber recogido el Marques de Santillana: Fuy los ayuntamientos / De las gentes que non saben (B 140). A su concepto aristocratico de la poesia, propia de animos gentiles, claros ingenios e levados spiritus, repugnaba la destinada a las gentes de baxa e servil condicion.
Espigando aqui y alla entre los tratadistas del Renacimiento europeo, se encuentran unos juicios muy curiosos, que de haber conocido dichos tratadistas los escritos de nuestros autores del siglo XV, los hubieran citado como precursores.
En Italia, segun nos informa J. Burckhardt en su gran trabajo sobre el Renacimiento italiano, El orgullo maximo de los humanistas era su devocion a la antiguedad. Los comentarios del mismo investigador del Renacimiento sobre la estima del soneto pueden servirnos para apreciar la valoracion del Marques sobre los romances y los cantares: con el paso del tiempo... los madrigales, la sextina e, incluso, las Canzoni fueron relegados a un lugar de subordinacion al soneto 49.
Tambien en Italia, y mas de cien anos despues del Marques de Santillana, Antonio Minturno, en su Arte poetica (1563), hablo con desden contra Ariosto, quien, en lugar de haber escrito un poema digno, lo escribio de una manera desordenada, una gran massa di persone e di cose, a imitacion de los babaros franceses y españoles. Reconocia Minturno la gran popularidad de los romanzi-Ariosto escribio el suyo per piacere a molti (p.29)-, lo que atizaba el fuego de su desprecio, pues su popularidad se circunscribia a la gente vulgar e ignorante:

E il vero: ma da cui? e con qual giudicio?
Certo de gli huomini volgari, che non sanno
che cosa e la Poesia: ne conoscono in che
consiste l′eccellentia del Poeta (p.26).

Notese lo que, en contraste, dice Minturno del soneto, acto seguido:

Io per me piu stimo un sonetto del Petrarca,
che tutti i Romanzi, onde convien che′l volgo
agogni.

En la Edad Media no habia habido en Italia una produccion de romances digna de consideracion, comparada con la de Francia o España. Las controversias de Minturno y otros humanistas se centraban sobre las obras de Ariosto y Tasso, en cuanto que eran tenidas como imitaciones italianas de los romances medievales. Los acusadores hubieran preferido que los dos escritores se hubieran dedicado a la imitacion de los clasicos. Minturno menospreciaba el Orlando furioso de Ariosto por su falta de orden y unidad; Camillo Pellegrino, en Il Carrafa, o verso della epica poesia (1584), negaba a Bernardo Tasso el titulo de poeta epico sobre bases parecidas: historia del tutto vana, e ... tante digressioni lontane in tutto dalla attione, ... attioni diverse, e di piu persone (p.128) 50.
En Francia, riquisima productora y exportadora de romances medievales, los humanistas reaccionarian contra los generos tradicionales con no menor animosidad que en otros paises. Rabelais, de acuerdo con V. Hall, repudia los viejos romances como productos de una edad ignorante y barbara (p. 131)51. Montaigne parecia confesar con orgullo que conocia no mas que algunos titulos de los mas famosos romances; el, que habia leido a Ovidio a la edad de ocho anos 52.
El mas elocuente de los despreciadores de los romances medievales fue J. Du Bellay en su La Defense et illustration de la langue francoyse (1549); amonestaba alli a los jovenes poetas que aspiraran a una noble gloria, que se alejaran de las masas de los ignorantes:

Seulmente veux-je admonester celuy qui as-
pire a une gloire non vulgaire, s′elogner de ces
ineptes admirateurs, fuir ce people ignorant,
people ennemy de tout rare scavoir (Lib. II,
cap. XI; p. 109).

Les aconsejaba, en cambio, imitar a los clasicos griegos y romanos, asi como a los buenos escritores italianos y españoles. Con insistencia les decia que se apartaran de los generos franceses tradicionales:

Ly doncques, et rely premierement, o poete
futur, feuillette de main nocturne et journelle
les exemplaires grecs et latins, puis me laisse
toutes vieilles poesies francoises aux jeux Flo-
raux de Toulouse et au Puy de Rouen: comme
rondeaux, ballades, virelais, chants royaux,
corrompent le goust de nostre langue et ne
servent sinon a porter testimoigne de notre
ignorance (II, iv; p.85).

Por otro lado no escatimaba el preceptista frances sus alabanzas para el soneto, que comparaba a la oda en su aptitud para temas liricos:

Sonne-moy ce beauz sonnets, non moins
docte que plaisante invention italienne, con-
forme de nom a la ode (II, iv; p.86).

El mismo preceptista destacaria como objetos de su desprecio las chansons populaires, farces y moralites con no menos vehemencia que el preceptista castellano habia repudiado los cantares de las gentes serviles.
En Inglaterra, frente de inspiracion de tantas leyendas de romances, los ataques de los humanistas contra estos no cedian en ardor a los de otras partes de Europa. Thomas Nash, afirma Gregory Smith, nunca se mostraba mas airado que cuando hablaba de los romances medievales, los que consideraba that forgotten legendary licence of lying 53.
Y George Puttenham (m. 1590) condenaba los romances por servir estos de recreacion a la clase comun y baja:

"... old Romances or historicall rimes, made
purposely for recreation of the common peo-
ple at Chrismass diners et brideales, and in
tauernes and alehouses, and such other places
of base resort"54.

Vovliendo a España, un siglo mas tarde, en el XVI, encontrariamos una condena extremadamente dura contra los romances medievales a cargo del humanista y moralista Luis Vives. En De institutione feminae chistianae amonesta a la mujer cristiana que evite la lectura de vulgares libros de bellis et amoribus; su criterio era exclusivamente de caracter moral -criterio que se incluia en la condena del Marques-, cuando pedia a las autoridades que prohibieran las lascivas cantiunculas y pestiferos libros,cuyo autores consideraba homines otiosi, male feriati, imperiti, vitiis ac spurcitiae dediti. Y luego nos da una lista detallada de titulos:

"In Hispania Amadisus, Splandianus, Florisan-
dus, Tirantus, Tristanus... Coelestina laena...
in Gallia Lancilotus a lacu, Paris e Vienna,
Ponthus et Sydonia... in has Belgica Florius,
et Albus flos, Leonella, et Cana morus..."55.

Era esa falta de orden, regla y cuento, predicada de los romances medievales, un capricho, una acusacion sin fundamento de un grupo de escritores reaccionarios? En nuestro siglo XX, un estudioso del arte de los siglos medievales, ha formulado la siguiente evaluacion:

Al verite la composition n′a pas ete le sourci
dominant des ecrivains de moyen age. Beau-
coup de romans, et des plus reputes, man-
quent totalmente d′unite et de proportions. On
se l′explique si l′on considere qu′ils n′ont pas
ete faits, en general, por soutenir l′examen
d′un public qui lisait et pouvait commode-
ment juger de l′ensemble, mais pour etre en-
tendus par des auditeurs auxquels on les lisait
episode par episode56.

Y mas cerca de casa, sin pensar en su predecesor Santillana, el tambien poeta y critico Damamaso Alsono decia de las obras de los Arcipreste de Hita y de Talavera (recuerdese que El libro de Buen Amor era un romance):

Son las obras de nuestros dos Arciprestes li-
bros bien curiosos: por una parte, sumamente
toscos, desordenados, de una inmadurez ver-
daderamente medieval, con una falta evidente
de sentido de la medida...57.

No es que diga yo que el Marques de Santillana repudiara por completo el libro del Arcipreste de Hita, que expresamente menciona (CP 14) sin juicio peyorativo. Pero hacia ese tipo de literatura iban sus tiros, particularmente contra tantas composiciones vulgares que no habran llegado hasta nosotros. Sobre todo, creo yo, mas que la preocupacion de senalar las obras o generos concretos que Santillana fustigaba, hemos de juzgar su clasificacion de los estilos como un manifiesto de sensibilidad, de doctrina y principios: exelencia del latin; preferencia por las formas del soneto; disgusto por la literatura castellana en la que no se valorara el orden, la proporcion, la adecuada estructuracion de partes; aquella en la que el autor se propusiera simplemente divertir al populacho ignorante; aquella que el mismo, en su madurez, trato de superar, huyendo de las metaphoras vanas con dulce loquela (Comedieta 3). Su disgusto por tales romances e cantares implicaba un un llamamiento al orden, a la proporcion, a la nueva manera, de temas utiles y elevados. El detestaba al vulgo, a la gente que no sabia; mas a la que no queria aprender. No es posible que el Marques de Santillana, esmerado pulidor de sus Serranillas y colector de Refrances populares, despreciara esas bellas composiciones que a partir del siglo XVI se vienen conociendo como romances; estos romances que hoy tanto admiramos y queremos, ni carecen de orden, ni de regla, ni de cuento, ni sirven para alegar a la gente de baja condicion.



CRITERIO DE ESTA EDICION

EL IDEARIO

El fin principal de esta edicion es el de contribuir de una manera positiva a comprender el ideario poetico del Marques de Santillana. Acabo de resumir los aspectos negativos, reaccionarios del escritor, que se queria alejar de unas modas existentes, en la busqueda de otros modelos mas altos: los clasicos y los que, en italiano, los habian imitado.
Entre los aspectos positivos de su ideario poetico, ha de destacarse la proclamacion de la utilidad de la poesia, de su valor educativo y civilizador, de su campo universal, de su poder consolatorio en las adversidades de la vida; ha de destacarse, consecuentemente, el elogio del poeta como ser de eleccion divina, de docto ingenio y gentil espritu.
Por paradogico que suene, la admiracion de la lengua latina iba inseparablemente unida en el ideario del Marques de Santillana a su ilimitado entusiasmo por su vulgar castellano, que enriquecio y elevo a niveles de estilo y elocuencia no alcanzados con anterioridad, que establecio, de esta manera, como lengua literaria en la que ya podian adecuadamente expresarse, si no las formas, si los conceptos de los grandes sabios de la antiguedad. Inigo Lopez de Mendoza se aparto de la frivolidad y lo cotidiano de la tradicion inmediata anterio, tradicion que el mismo habia cultivado con enorme exito en los anos de su juventud.
Nuestro escritor logro dar en los anos de madurez un paso gigantesco: a su talla de poeta, anadio las glorias de ser nuestro primer historiador y teoricista literario. A mediados del siglo XV hizo una advertencia y una llamada a la conciencia estetica de sus compatriotas: para qualquier pratica mucho es necesaria la theorica, e para la theorica la practica (PP 3).
A la historia ha pasado el Marques como el mejor poeta de serranillas, de un genero tradicional cultivado y perfeccionado durante siglos. En es tradicion se situo en la cumbre Inigo Lopez de Mendoza. En la nueva manera, por el contrario, fue nuestro escritor el primero; seria muy injusto exigir de el que fuera a una misma vez raiz y fruto maduro del humanismo español.
Valiendonos del simil que el Marques de Santillana desarrolla en la Defunission de don Enrique, contemplemosle como poeta errante en la selva literaria del cuatrocientos castellano; como sonambulo que sin conciencia plena se echo a andar hacia una cima luminosa, cuyo resplandor creia el vislumbrar desde el valle, cuya consecucion no estaria muy lejana. La senda literaria por donde el caminaba era escabrosa y solitaria; la espesura de sus obstaculos la volvia mas trabajosa y mas meritoria. Un numen misterioso le guiaba, y el trepo intrepido por el mundo vaporoso de teorias, recomido, como ningun otro de sus contemporaneos, por un zelo celeste, una affection divina, un insaciable cibo del animo (PC 2).
El Marques de Santillana se nos muestra, de verdad, como un dios Jano de faz comprometida; en su personalidad literaria se dieron cita los grandes conflictos, no solo politicos, sino tambien esteticos de su centuria de encrucijada; en el hicieron crisis. Otros han estudiado el perfil medievalista de este dios Jano español, su semblante otonal, de frutos bien maduros; otros han estudiado las influencias de los contemporaneos -o cuasi contemporaneos -italianos y franceses-. Aqui ha sido mi criterio presentar el perfil prerrenacentista de nuestro escritor, dando relieve a sus deseos de imitacion de los clasicos y de ruptura con la tradicion literaria virgente ne Castilla. Solo dentro de esa tradicion merece la pena y tiene sentido el fenomeno del ideario poetico del Marques.
Cuando Maria Rosa Lida nos hablaba sobre el alcance de los gustos de Juan de Mena, como poeta del prerrenacimiento español, concedia que la falta de atraccion por Horacio confirma negativamente su posicion medieval58. Retorciendo el argumento, concluiriamos que la atraccion que el Marques de Santillana sentia hacia el preceptista latino nos confirma positivamente su posicion prerrenacentista. En fin, a este respecto el insigue critico español Menendez y Pelayo habia acentuado que el renacimiento conocido como petrarquista no podia llamarse renacimiento horaciano en la Peninsula, y que fue el Marques de Santillana el que inicia entre nosotros aquel movimiento 59.
Inigo Lopez de Mendoza fue el que escribio el primer capitulo de historia y de teoria literaria, de aspiraciones humanisticas, en lengua castellana. Al hacerlo, abono el suelo español para que en un futuro muy cercano pudiera florecer y dar fruto nuestro Siglo de Oro.


LOS TEXTOS

Junto al titulo de cada texto se deja consignada la fecha, mas o menos cierta, en que fue escrito. Tambien se indica la obra donde el texto, aqui seleccionado, fue establecido. Se han suprimido las notas a pie de pagina. En su lugar se hacen llamadas al lector con un asterisco (*) sobre los vocablos o conceptos que se explican en el Glosario que sigue a los textos. El asterisco se suprime en caso de los nombres propios, que en su gran mayoria reciben una breve explicacion en el mismo Glosario. Es mi intencion y esperanza que el lector encuentre en el Glosario un indice de terminos y nombres propios con el lugar de su empleo en los Prohemios y cartas del Marques de Santillana. En el mismo Glosario encontrara el lector llamadas a los titulos de la Bibliografia, donde un asunto determindado recibe un estudio mas amplio.







AL ILLUSTRE SEÑOR DON PEDRO

muy magnifico Condestable de Portugal, el
Marques de Santillana, Conde del Real, etc.
salud, paz e devida recomendaçion.



[I] En estos dias passados Alvar Gonçales de Alcantara, familiar e servidor de la casa del Señor Infante don Pedro, muy inclito Duque de Ciombra, vuestro padre, de parte vuestra, Señor, me rogo que los decires e cançiones mias enviasse a la vuestra magnifiçencia. En verdad, Señor, en otros fechos de mayor importançia, aunque a mi mas trabajosos, quisiera yo complaçer a la vuestra nobleça; porque estas obras, o a lo menos las mas dellas, non son de tales materias, nin asy bien formadas e artiçadas* que de memorable registro dignos parescan. Porque, señor, asy como el Apostol* dice: cum essem parvulus, cogitabam ut parvulus, loquebar ut parvulus. Ca estas tales cosas alegres e jocosas andan e concurren con el tiempo de la nueva edad de juventud; es a saber, con el vestir, con el justar, con el dancar, e con otros tales cortesanos exerçiçios. E asy, Señor, muchas cosas plaçen agora a Vos que ya non placen e non deven placer a mi. Pero, muy virtuoso Señor, protestando que la voluntad mia sea e fuesse non otra de la que digo, porque la Vuestra sin impedimento aya lugar, e vuestro mandando se faga, de unas e otras partes e por los libros e cançioneros agenos, fiçe buscar e escrevir por orden, segunt que las yo fiçe, las que en este pequeño volumen vos envio.

[II] Mas como quiera que de tanta insufiçiençia estas obertas mias que Vos, Señor, demandades, sean, o por ventura mas de quanto las yo estimo e reputo, vos quiero çertificar me plaçe mucho que todas cosas que entren o anden so esta regla de poetal canto vos plegan; de lo qual me façen çierto, asy vuestras graçiosas demandas, como algunas gentiles cosas de tales que yo he visto compuestas de la vuestra prudençia; como es çierto este sea un zelo çeleste, una affection* divina, un insaciable çibo* del animo; el qual, asy como la materia busca la forma e lo imperfecto la perfecçion, nunca esta sçiençia de poesia e gaya* sçiençia* buscaron nin se fallaron, sinon en los animos gentiles, claros ingenios e elevados sprititus.

[III] ¿E que cosa es la poesia* (que en nuestro vulgar gaya sçiençia llamamos), syno un fingimiento* de cosas utiles, cubiertas o veladas con muy fermosa cobertura*, compuestas, distinguidas e scandidas* por çierto cuento, peso e medida? E çiertamente, muy virtuoso Señor, yerran aquellos que pensar quieren o deçir que solamente las tales cosas consistan e tiendan a cosas vanas e lasçivas; que bien como los fructiferos huertos abundan e dan convientes fructos para todos los tiempos del año, asy los hombres bien nasçidos e doctos, a quien estas sciencias de arriba son infusas, usan d′aquellas e de tal exerçiçio, segund las edades. E sy por ventura las sçiençias son desseables, asy como Tullio quiere, ?qual de todas es mas prestante, mas noble, e mas dina del hombre, o qual mas extensa a todas espeçies de humanidad? Ca las escuridades e çerramientos dellas ? quien las abre, quien las esclaresçe, quien las demuestra e façe patentes syno la eloquencia dulçe e fermosa fabla, sea metro, sea prosa?

[IV] Quanta mas sea la exçellençia e prerrogativa de los rimos e metros que de la soluta* prosa, syno solamente a aquellos que de las profias injustas se cuydan adquirir soberbios honores, manifiesta cosa es. E asy façiendo la via de los stoycos*, los quales con grand diligençia inquirieron el origine* e causas de las cosas, mas esfuerço a dezir el metro ser antes en tiempo e de mayor perfecçion e de mas autoridat que la soluta prosa. Isidoro Cartagines, sancto arçobispo Ispalensi, asy lo aprueba e testifica; e quiere que el primero que fico rimos o canto en metro aya seydo Moysen, ca en metro canto e prophetizo la venida del Mexias, e despues del, Josue, en loor del vençimiento de Gabaon. David canto en metro la vitoria de los Philisteos e la restituyçion del archa del Testamento, e todos los çinco libros del Psalterio. E aun por tanto los hebraycos osan afirmar que nosotros non asy bien como ellos podemos sentir el gusto de la su dulçesa. E Salomon metrificados fizo los sus Proverbios, e ciertas cosas de Job son escriptas en rimo, en especiales las palabras de conorte* que sus amigos le respondian a sus vexaçiones.

[V] De los griegos quieren sean los primeros Achatesio Millesio, e apres del, Pherecides Siro e Homero, non obstante que Dante soberano poeta lo llama. De los latinos, Enio fue el primero, ya sea que Virgilio quieran que de la lengua latina en metro aya tenido e tenga la monarchia; e aun asy plaze a Dante alli donde dize, en nombre de Sordello Mantuano,

O gloria del latin solo per chui
Mostro cho que potea la lingua nostra!
O preçio eterno del locho ove io fui!

E asy concluyo ca esta sçiençia poetal es açepta principalmente a Dios, e despues a todo linage e espeçie de gentes. Afirmalo Cassiodoro en el libro de Varias causas, diziendo: Todo resplandor de eloquençia e todo modo o manera de poesia o poetal locuçion e fabla, toda variedat de honesto fablar hovo e hovieron començamiento de las divinas Escripturas. Esta en los deificos templos se canta, e en las cortes e palacios imperiales e reales graçiosamente es resçebida. Las plaças, las lonjas, las fiestas, los convites opulentos sin ella asy como sordos en silençio se fallan.

[VI] ¿E que son o quales aquellas cosas a donde, oso deçir, esta atre asy como nesçesaria non intervenga e no sirva? En metro las epithalamias* que son cantares, que en loor de los novios en las bodas se cantan son compuestos; e de unos en otros grados aun a los pastores en çierta manera sirven, e son aquellos dictados, a que los poetas bucolicos* llamaron. En otros tiempos, a las çenizas e defunçiones de los muertos, metros elegiacos* se cantavan, e e aun agora en algunas partes dura, los quales son llamados endechas. En esta forma Jeremias canto la destruyçion de Hierusalem; Gayo çesar, Octaviano Augusto, Tiberio e Tito, Emperadores, maravillosamente metrificaron, e les plugo toda manera de metro.

[VII] Mas dexemos ya las estorias antiguas, por allegarnos mas açerca de los nuestros tiempos. El rey Roberto de Napol, claro e virtusos prinçipe, tanto esta sçiençia* le plugo, que como en esta mesma sazon miçer Francisco Petrarca, poeta laureado*, floresciesse, es cierto grand tiempo lo tuvo consigo en el Castil Novo de Napol, con quien el muy a menudo conferia e platicava destas artes; en tal manera que mucho fue avido por açepto a el e grand privado suyo; e alli se dize aver el fecho muchas de sus obras, asy latinas como vulgares*, e entre las otras el libro de Rerum memorandarum, e las sus eglogas, e muchos sonetos*, en especial aquel que fizo a la muerte deste mesmo rey, que comiença:

Rota e l′atla columpna e el verde lauro, etc.

[VIII] Johan Bocaçio, poeta exçellente e orador insigne, afirma el rey Johan de Chipre averse dado mas a los estudios desta graçiosa sçiençia que a ningunas otras; e asy paresçe que lo muestra en la entrada prohemial del su libro de la Genealogia o linage de los Dioses Gentiles, fablando con el Senor de Parma, mensajero o embaxador suyo.

[IX] Como, pues, o por qual manera, Senor muy virtuoso, estas sçiençias ayan primeramente venido en manos de los romançista* o vulgares*, creo seria dificil inquisiçion e una trabajosa pesquisa. Pero dexadas agora las regiones, tierras e comarcas mas longincas* e separadas de nos, non es de dubdar, que universalmente en todas de siempre estas sçiençias se ayan acostumbrado e acostumbran, e aun en muchas dellas en estos tres grados, es a saber: sublime, mediocre, infimo. Sublime me se podria dezir por aquellos que las sus obras escrivieron en lengua griega o latina, digo metrificando. Mediocre usaron aquellos que en vulgar escrivieron, asy como Guido Januncello, bolones, e Arnaldo Daniel, proençal*. E como quier que destos yo non he visto obra alguna; pero quieren algunos aver ellos sido los primeros que escribieron terçio rimo* e aun sonetos en romançe*. E asy como dize el philosopho, de los primeros, primera es la especulaçion. Infimos son aquellos que sin ningun orden, regla, nin cuento fazen estos romançes*, e cantares de que las gentes de baxa e servil condiçion se alegran. Despues de Guido e Arnaldo Daniel, Dante escrivio en terçio rimo elegantemente las sus tres comedias: Infierno, Purgatorio, Parayso; Miçer Françisco Petrarca sus Triunphos; Checo Dascoli el libro De proprietatibus rerum; Johan Bocacio el libro que Ninfal se intitula, aunque ayunto a el prosas de grande eloquençia; a la manera del Boeçio consolatorio. Estos e muchos otros escrivieron en otra forma de metros en lengua italica que sonetos e cançiones* morales se llaman.

[X] Estendieronse, creo, d′aquellas tierras e comarcas de los lemosines* estas artes a los gallicos e a esta postrimera e occidental parte, que es la nuestra España, donde assaz prudente e fermosamente se han usado. Los gallicos e françeses escrivieron en diversas maneras rimos e verso, que en el cuento de los pies e bordones discrepan; pero el peso e cuento de las cançiones morales, eguales son de las baladas*, aunque en algunas, asy de las unas como de las otras, hay algunos pies truncados que nosotros llamamos medios pies, e los lemosis, françeses e aun catalanes, bioques*.

[XI] De entre estos ovo hombres muy doctos e señalados en estas artes; ca Maestre Johan Lorris fizo el Roman de la Rosa, donde, como ellos dizen, el arte de amor es tota enclosa*, e acabolo Maestre Johan Copinete, natural de la villa de Mun. Michaute escrivio asy mismo un grand libro de baladas, cançiones, rondeles*, lays*, virolays*, e asono muchos dellos. Miçer Otho de Grandson, cavallero estrenuo e muy virtuoso, se ovo alta e dulçemente en esta arte. Maestre Alen Charrotier, muy claro poeta moderno, e secretario deste rey don Luis de Françia, en grand elegançia compuso e canto en metro, e escrivio el Debate de las quatro damas; la Bella dama Sanmersi; el Revelle matin; la Grand pastora; el Breviario de nobles, e el Hospital de amotora; por çierto cosas assaz fermosas e plaçientes de oyr.

[XII] Los italicos prefiero yo, so emienda de quien mas sobra, a los françeses solamente ca las suas obras se muestran de mas altos ingenios, e adornanlas e componenlas de fermosas e peregrinas estorias; e a los françeses de los italicos en el guardar del arte; de a lo qual los italicos, syno solamente en el peso e consonar*, non se fazen mençion alguna. Ponen sones asy mesmo a las sus obras, e cantanlas por dulçes e diversas maneras; e tanto han familiar, açepta e por manos la musica, que paresçe que entre ellos ayan nasçido aquellos grandes philosophos, Orpheo, Pitagoras e Empedocles, los quales, asy como algunos descriven, non solamente las yras de los hombres, mas aun a las furias infernales con las sonoras melodias e dulçes modulaçiones de los sus cantos aplacavan. ?E quien dubda que asy como las verdes fojas en el tiempo de la primavera guarnesçen e acompañan los desnudos arboles, las dulçes voçes e fermosos sones no apuesten* e acompañen todo rimo, todo metro, todo verso, sea de qualquier arte, peso e medida?

[XIII] Los catalanes, valençianos, e aun algunos del reyno de Aragon fueron e son grandes offiçiales desta arte. Escrivieron primeramente en novas rimadas, que son pies o bordones largos de silabas, e algunos consonavan e otros non. Despues desto usaron el dezir en coplas de diez sillabas a la manera de los lemosis. Ovo entre ellos de señalados hombres, asy en las invençiones como en el metrificar. Guillen de Bergueda, generoso e noble cavallero, e Pao de Benbibre adquirieron entre estos grand fama. Mosen Pero March el viejo, valiente e honorable cavallero, fizo assaz gentiles cosas, e entre las otras escrivio proverbios de grand moralidad. En estos nuestros tiempos floresçio Mosen Jorde de Sanct Jorde, cavallero prudente, el qual çiertamente compuso assaz fermosas cosas, las quales el mesmo asonava*, ca fue musico exçellente, e fizo, entre otras, una cançion*, de oppositos que comiença:

Tos ions aprench e desaprench ensems.

Fizo la Passion de amor, en la qual copilo muchas buenas cançiones antiguas, asy destos que ya dixe, como de otros. Mosen Febrer fizo obras notables, e algunos afirman aya traydo el Dante de lengua florentina* en catalan, non menguando punto en la orden del metrificar e consonar. Mosen Ausias March, el qual aun vive, es grand trobador, e hombre de assaz elevado spiritu.

[XIV] Entre nosotros usose primeramente el metro en assaz formas; asy como el Libro de Alexandre, Los votos del Pavon, e aun el Libro del Arcipreste de Hita. Aun desta guisa escrivio Pero Lopez de Ayala, el viejo, un libro que fizo de las maneras del Palacio, e llamaronlo Rimos; e despues fallaron esta arte que mayor se llama e el arte comun, creo, en los reynos de Galiçia e Portugal, donde non es de dubdar que el exerçiçio destas sçiençias mas que en ningunas otras regiones e provinçias de España se acostumbro, en tanto grado, que non ha mucho tiempo qualesquier dezidores e trovadores destas partes, agora fuessen castellanos, andaluçes o da la Estremadura, todas sus obras componian en lengua gallega o portugesa. E aun destos es çierto resçebimos los nombres del arte, asy como maestria* mayor e menor, encadenados, lexapren* e mansobre*.

[XV] Acuerdome, Señor muy magnifico, seyendo yo en edad non provecta, mas assaz pequeño moço en poder de mi abuela doña Mençia de Çisneros, entre otros libros aver visto un grand volumen de cantigas*, serranas*, e dezires portugueses e gallegos, de los quales la mayor parte eran del Rey don Dionis de Portugal (creo, Señor, fue vuestro bisabuelo), cuyas obras aquellos que los leian, loavan de invenciones sotiles, e de graciosas e dulçes palabras. Avia otras de Johan Soarez de Paiva, el qual se dize, aver muerto en Galiçia por amores de una Infanta de Portugal, e de otro Fernand Gonçales de Senabria. Despues destos vinieron Vasco Peres de Camoes e Fernand Casquiçio, e aquel grand enamorado Macias, del qual no se fallan sinon quatro cançiones, pero çiertamente amoras e de muy fermosas sentençias, conviene a saber:

I. Cativo de miña tristura;
II. Amor cruel e brioso;
III. Senora, en quien fiança;
IV. Provey de buscar mesura.

[XVI] En este reyno de Castilla dixo bien el Rey don Alfonso el Sabio, e yo vi quien vio dezires suyos, e aun se dize que metrificava altamente en lengua latina. Vinieron despues destos don Johan de la Çerda e Pero Gonçalez de Mendoça, mi abuelo: fizo buenas cançiones e entre otras:

Pero te sirvo sin arte...

e otra a las monjas de la Çaydia, quando el Rey don Pedro tenia el sitio contra Valençia; comiença:

A las riberas de un rio...

Uso una manera de deçir cantares, asi como scenicos* plautinos e terençianos, tambien en estrambotes como en serranas. Concurrio en estos tiempos un judio que se llama Rabi Santo: escrivio muy buenas cosas, e entre las otras, Proverbios morales, en verdat de assaz commendables sentençias. Puselo en cuento de tan nobles gentes por grand trovador, que asy como el dize en uno de sus Proverbios:

Non vale el açor menos
Por nasçer en vil nio,
Nin los examplos buenos
Por los dezir judio.

Alfonso Gonçalez de Castro, natural desta villa de Guadalaiara, dixo assaz bien e fizo estas cançiones:

I. Con tan alto poderio,
II. Vedes que descortesia.

[XVII] Despues destos, en tiempo del rey don Johan, fue el Arçediano de Toro: este fizo:

Crueldad e trocamento,

e otra cançion que dize:

De quien cuydo e cuyde;

e otra que dize:

A Deus, amor, a Deus, el rey.

E Garçi Fernandez de Gerena. Desde el tiempo del rey don Enrique, de gloriosa memoria, padre del rey, nuestro señor, e fasta estos nuestros tiempos, se comenco a elevar mas esta sçiençia e con mayor elegançia, e ha avido hombres muy doctos en esta arte, e prinçipalmente Alfonso Alvarez de Ilyescas, grand dezidor, del qual se podria dezir aquello que en loor de Ovidio un grand estoriador describe, conviene a saber que todos sus motes e palabras eran metro. Fizo tantas cançiones e deçires, que seria bien largo e difuso nuestro proçesso, si por extenso, aun solamente los prinçipios dellas a recontar se oviessen. E asy por esto, como por ser tanto conosçidas e esparzidas a todas partes las sus obras, passaremos a Miçer Françisco Imperial, al qual yo non llamaria dezidor o trobador, mas poeta*, como sea çierto si alguno en estas partes del Occaso mereçio premio de aquella triunphal e laurea guirlanda*, loando a todos los otros, este fue. Fizo al nasçimiento del rey, nuestro señor, aquel dezir famoso:

En dos seteçientos.

e muy muchas otras cosas graçiosas e loables.

[XVIII] Fernand Sanches Talavera, comendador de la orden de Calatrava, compuso assaz buenos dezires. Don Pero Velez de Guervara, mi tio, graçioso e noble cavallero, asy mesmo escrivio gentiles deçires e cançiones.
Fernand Perez de Guzman, mi tio, cavallero docto en toda buena doctrina, ha compuesto muchas cosas metrificadas, y entre las otras aquel epitafio* de la sepoltura de mi señor el Almirante, don Diego Furtado, que comiença:

Hombre que vienes aqui de presente.

Fizo muchos otros deçires e cantigas de amores, e agora bien poco tiempo ha escrivio proverbios de grandes sentençias, e otra obra assaz util e bien compuesta de la Quatro Virtudes Cardinales.

[XIX] Al muy magnifico duque don Fadrique, mi señor e mi hermano, plugo mucho esta sçiençia, e fizo assaz gentiles cançiones e dezires, e tenia en su casa grandes trobadores, espeçialmente a Fernand Rodriguez Portocarrero, e Johan de Gayoso e Alfonso de Moraña. Ferrand Manuel de Lando, honorable cavallero, escrivio muchas buenas cosas de poesia; imitio mas que ninguno a Miçer Françisco Imperial: fizo de buenas cançiones en loor de Nuestra Señora; fizo asy mismo algunas invectivas contra Alfonso Alvarez, de diversas materias contra Alfonso Alvarez, de diversas materias e bien ordenadas.

[XX] Los que despues dellos en estos nuestros tiempos han escripto, o escriven, cesso de los nombrar, porque de todos me tengo por dicho que vos, muy noble señor, ayades notiçias e conosçimiento; e non vos maravilledes, Señor, si en este prohemio aya tan extensa e largamente enarrado estos tantos antiguos e despues nuestros auctores, e algunos dezires e cançiones dellos, como paresca aver proçedido de una manera de oçiosidat, lo qual de todo punto deniegan non menos ya la edad mia, que la turbaçion de los tiempos. Pero es asy que como en la nueva edad me pluguiessen, fallelos agora, quando me paresçio ser nesçessarios. Ca asy como Oraçio*, poeta, dize:

Quem nova concepit olla servabit odorem.

[XXI] Pero de todos estos, muy magnifico Señor, asy italicos como proençales, lemosis, catalanes, castellanos, portugueses e gallegos, e aun de qualesquier otras nasçiones se adelantaron e antepusieron los gallicos* çesalpinos* e de la provinçia de Equitania en solepnizar e dar honor a estas artes. La forma e manera como, dexo agora de recontar, por quanto ya en el prologo de los mis Proverbios se ha mençionado. Por las quales cosas, e aun por otras muchas, que por mi, e mas por quien mas sopiesse, se podrian ampliar e dezir, podra sentir e conosçer la vuestra magnifiçençia en quanta reputaçion, estima e comendacion estas sçiençias averse deven, e quanto vos, Señor muy virtuoso, devedes estimar que aquellas duenas que en torno de la frente de Elicon inçessantemente dançan, en tal nueva edad non inmeritamente a la su compañia vos ayan resçebido. Por tanto, Señor, quanto yo puedo, exhorto e amonesto a la vuestra magnifiçençia que, asy en la inquisiçion de los fermosos poemas*, como en la polida orden e regla d′aquellos, en tanto que Cloto filare la estambre, vuestro muy elevado sentido e pluma non çessan, por tal que quando Atropos cortare la tela, non menos delphicos* que marçiales* honores e glorias obtengades.



PROVERBIOS DE GLORIOSA DOTRINA
E FRUCTUOSA ENSENAÑ ÇA

COMIEN ÇA EL PROLOGO

I. Serenissimo e bien aventurado Principe: Diçe el maestro d′aquellos que saben, en el su libro primero e capitulo de las Ethicas: todas arte, dotrina e deliberacion es a fin de alguna cosa. El qual texto pensse traher a la vuestra noble memoria, por monstrar e notificar a la Vuestra Alteça las pressentes moralidades e versos de dotrina, dirigidos o diferidos* a aquella; e que non sin cabsa hayan seydo, como algunas veçes por el muy ilustre, poderoso, manifico e muy virtuoso senor rey, don Johan segundo, padre vuestro, me fuese mandado los acabasse e de parte suya a la Vuestra Exçellencia los presentasse. E aun esto non es negado por ellos, como todavia su dotrina o castigos sea asy como fablando padre con fijo. E de averlo asy fecho Salomon, manifiesto paresçe en el su libro de los Proverbios; la entençion del qual me plogo seguir e quise que asy fuesse, por quanto si los consejos o amonestamientos se deven comunicar a los proximos, mas e mas a los fijos; e asy mesmo por quel fijo antes deves resçebir el consejo del padre que de ningund otro.

II. E por quanto esta pequeñuela obra me cuydo contenga en si algunos provechosos metros acompañados de buenos enxemplos, de los quales yo non dubdo que la Vuestra Exçellençia e alto engenio non caresca; pero dubdando que por ventura algunos dellos vos fuessen ynnotos*, como sean escriptos en muchos diversos libros, e la terneça de la vuetra edat non aya dado tanto lugar al estudio d′aquellos, pensse de façer algunas breves glosas o comentos, señalandovos los dichos libros e aun capitulos. Porque asy como dixo Leonardo de Areçio en una Epistola suya al muy manifico ya dicho señor rey, en la qual le recuenta los muy altos e grandes fechos de los emperadores de Roma, naturales de la vuestra España, diçiendole gelos traia a memoria porque si a la Su Alteça eran conoscidos, lo queria complaçer, e si ynnotos, d′aquellos e por enxemplo dellos, a alteça de virtud e a deseo de muy grandes cosas, lo amonestassen.

III. Por ventura, illustre e bienaventurado Prinçipe, algunos podrian ser ante la Vuestra Exçellençia destos dichos versos, que pudiessen deçir o dixieren que solamente basta al prinçipe o al cavallero entender en governar o regir bien sus tierras, e quando al caso verna defenderlas; o por gloria suya conquerir o ganar otras; e ser las tales cosas superfluas e vanas. A los quales Salomon ha respondido en el libro antedicho de los Proverbios, donde diçe: la sçiençia e la dotrina los locos la menospreciaron. Pero a mas abondamiento* digo que ¿como puede regir a otro aquel que a si mesmo non rige?... ¿Nin como se rigira, nin se governara aquel que non sabe nin ha visto las governaciones e regimientos de los bien regidos e governados?... Ca para qualquier pratica, mucho es neçesaria la theorica, e para la theorica la pratica. E por çierto, de los tiempos aun non cuydo yo que sea el peor despendido aquel en que se buscan e inquieren las vidas e muertes de los virtuosos varones; asy como, de los gentiles, los Catones e los Çipiones, e de los christianos, los godos e los doçe pares; de los hebreos, los Machabeos. E aun sy a Vuestra Exçellençia plaçe que tanto non nos alonguemos de las vuestras regiones e tierras, ayamos memoria del Çid Ruy Diaz e del conde Ferrand Gonçalez; e de la vuestra clara progenie, el rey Alfonso el Magno e el rey don Ferrando, el qual gano toda la mayor parte de la vuestra Andaluçia. Nin cale que olvidemos al rey de gloriosa memoria don Enrique, vuestro terçero abuelo, como las imagines d′aquellos o de los tales, asy como diçe Seneca en una Epistola suya a Lucilio, siempre deven ser ante vuestros ojos. Ca çiertamente, bienaventurado Prinçipe, asy como yo escrevia este otro dia a un amigo mio: la sçiençia non embota el fierro de la lança, nin façe floxa el espada en la mano del cavallero. Nin sy queremos passar por la segunda decada de Tito Livio, fallaremos que Anibal dexasse la passada de los Alpes que son entre las Gallias e Savoya, nin la del Ruedano que es el Ros, nin despues las çercas de Cappoa e de Taranto e de Nola, nin el sitio de los Palulares* de Roma (a donde se falla aver perdido el un ojo), por fuyr e apartarse de los trabajos corporales, tampoco de las lluvias, nieves e vientos: como Caton de follar las trabajosas sirtes de Libia, que se llama Ethiopia o mar arenoso, por los grandes calores, encendidos e desmoderados fuegos, nin por el temor de los ponçoñosos aspides, nombrados sierpes pariaseas*, cerastas, nin todos los otros linages de ponçoñosas serpientes; lo qual todo contrastava e resistia la su espada invicta. Nin las roncas e soberbiosas ondas del mar ayrado, nin las prenosticaçiones* vistas, asy de la garça volar en alto, como de la corneja passearse presurosamente por el arena, nin despues de las senales que eran vistas en la luna, las quales todas eran amonestaçiones del pobreçillo barquero, impidieron la passada del Çesar e Antonio: nin al mesmo Çesar empacharon el passo las fuertes avenidas del rio Rubicon, nin fiço impedimento a Hipomedon la fondura del rio Esopo contra Thebas. Mas antes creeria, bienaventurado Prinçipe, que las tales cosas provoquen a todo ome a toda virtut, esfuerço e fortaleça e a judgar quel dolor non sea el soberano mal, nin el deleyte el mayor bien, asy como Tullio lo diçe en el prologo de su postrimero libro del tractado De Offiçios. Mas todas estas cosas creeria e determino ser asy como un estimulo o espuelas atrayentes e provocantes a los omes a toda virtut.

IV. Bienaventurado Prinçipe, podria ser que algunos, los quales por aventura se fallan mas prestos a las reprehensiones e a redarguir e emendar que a façer nin ordenar, dixiessen yo aver tomado todo, o la mayor parte destos Proverbios de las dotrinas e amonestamientos de otros, asy como de Platon, de Aristotiles, de Socrates, de Virgilio, de Ovidio, de Terençio e de otros philosophos e poetas. Lo qual yo no contradiria, antes me plaçe que asy se crea e sea entendido. Pero estos que dicho he, de otros lo tomaron, e los otros de otros, e los otros d′aquellos que por luenga vida e sotil inquisiçion alcançaron las experiençias e cabsas de las cosas. E asy mesmo podrian deçir aver en esta obra algunos consonantes e pies repetidos, asy como si pasassen por falta de poco conosçimiento o inadvertençia: los quales creeria non aver leydo las regulas* del trovar, esciptas e ordenadas por Remon Vidal de Besaduc, ome assaz entendido en las artes liberales e grand trovador, nin la continuaçion del trovar fecha por Jufre de Joxa, monge negro, nin creo que ayan visto las leyes del Conssistorio de la gaya doctrina que por luengos tiempos se tovo en el collegio de Tolosa, por abtoridad e permission del rey de Françia. Lo qual todo non constrine nin apremia a ningund dictador o componedor que en rimico estillo depues de veynte coplas, dexe repetiçion de consonantes alli o en los lugares donde bien le veniere, e el caso o la racon lo necessitare, como ya lo tal pueda ser mas bien dicho libro o tractado que deçir nin cançion, balada, rondel nin virolay, guardando el cuento de las sillabas e las ultimas e penultimas e en algunos logares las antepenultimas, los yerros de los dipthongos e las vocales en aquellos logares donde se pertenesçen.

V. Pues, bienaventurado Prinçipe, tornando al nuestro propossito, Çipion Africano, e qual ovo este nombre por quanto conquisto toda o la mayor parte de Africa, solia deçir, asy como Tullio lo testifica en el dicho libro De Offiçios, que nunca era menos oçioso que cuando estava oçioso, nin menos solo que quando estava solo: la qual racon demuestra que en el oçio penssava en los negoçios, e en la soledat se informava de las cosas passadas; asy de las malas, para las aborrescer e fuyr dellas, como de las buenas, para se aplicara ellas e las façer a si familiares. Del Çesar se falla que todas las cosas que en el dia passava que de notar fuessen, las escrevia en la noche metrificadas e en tan alto e elevado estillo que, despues de su vida, apenas los muy entendidos las entendian. Pues David e Salomon, reyes de Israel, quanta fue la su excellençia e sabiduria, bien es notorio e non poco manifiesto. E asy, deviniendo a los reyes pressentes, ?cual seria tan alta sentençia de Claudiano, de Quintiliano, de Tullio, de Seneca, que sea esconderse podiesse a los serenisimos principes e de inmortal e muy gloriosa fama el señor rey, padre vuestro, la señora reyna, vuestra madre, el señor rey de Aragon, vuestro tio?... En los quales mirando e acatando asy como en claro espejo e diafano veride*, en los convenientes tiempos la Vuestra Exçellençia deve entender e darse a oyr e leer las buenas dotrinas, los provechosos enxemplos e utiles narraçiones. E en conclusion, bienaventurado Prinçipe, con quanta devoçion yo puedo, suplico a Vuestra Exçellençia que las corrupçiones o defetos de la pressente infirma e pequeñuela obra, la qual asy como mandado d′aquel que mandarme puede, es a saber, el señor rey progenitor vuestro, e como subdito, siervo e fiel vasallo suyo, de parte daquel vos pressento, quiera tollerar; e si algo yo fallesco, de lo qual non dubdo, lo quiera soplir o comportar. Cuya manifica persona e real Estado en uno con los bienaventurados prinçipes e señores, el señor Rey, padre vuestro, e la señora Reyna, vuestra madre, la Sancta Trenidad por luengos tiempos, prosperos e bienaventurados dexe vivir e prinçipar, e despues de la luenga e gloriosa vida suya, reynar e imperar, asy como el amor paternal d′aquellos lo dessea e la Vuestra Manifiçençia lo meresçe. Amen.



A LA MUY NOBLE SEÑORA DOÑA
VIOLANTE

de Prades, Condesa de Modica e de Cabrera,
Ynigo Lopez de Mendoca, senior de la Vega.


[I] Avida ynformacion, noticia e conoscimiento de la vuestra mucha vyrtud, non poco presto a vuestro mandamiento. Ca, commo dize Agustino, muchas vezes amamos lo que non veemos; mas lo que non conoscemos, non lo podemos amar asy bien. E tanto commo yo puedo me rrecomiendo a la vuestra nobleza. Muy noble Senora, Palomar, seruidor de la casa del Conde e Vuestra, me ha dicho que algunas obras mias vos han plazido; e tanto me certifico que vos plazen que ayna me fares creer que son buenas, ca la vuestra muy grande discrecion non es de creer que se pague de cosa non buena.

[II] Muy noble Senora, quando aquella batalla naval acaescio cerca de Gayeta la qual fue asy grande que despues qu′el rrey Xerces fizo la puente de naues en el mar Oceano, por ventura tantas e tan grandes fustas non se juntaron sobre el agua, yo comence vna obra a la qual llame Comedieta de Ponca. E titulela d′este nonbre por quanto los poetas fallaron tres maneras de nonbres a aquellas cosas de que fablaron, es a saber: tragedia*, satira* e comedia*. Tragedia es aquella que contiene en sy caydas de grandes rreys e principes asy commo de Erocles, Priamo e Agamenon e otros tales, cuyos nascimientos e vidas alegremente se commencaron e grande tienpo se continuaron e despues tristemente cayeron. E de fablar d′estos vso Seneca el mancebo, sobrino del otro Seneca en las sus tragedias, e Iohan Bocacio en el libro De casibus virorum yllustrium.
Satira es aquella manera de fablar que touo vn poeta que se llamo Satiro, el qual rreprehendio muy mucho los vicios e loo las vyrtudes; e d′esta despues d′el vso Oracio, e aun por esto dixo Dante:

... el alto e Oracio satiro qui vene etc.

Comedia es dicha aquella cuyos comiencos son trabajosos e tristes, e despues el medio e fin de sus dias alegres, gozoso e bien aventurado; e d′esta vso Terencio Peno, e Dante en el su libro donde primeramente dize aver visto las dolores e penas ynfernales, e despues el purgatorio, e alegre e bien aventuradamente despues el parayso.

[III] La qual Comedieta, muy noble Senora, yo continue fasta que la traxe en fin. E certificovos, a fe de cauallero, que fasta oy jamas ha salido de mis manos, non enbargante que por los mayores senores, e despues por otros muchos, grandes omes, mis amigos d′este reyno, me sea estada demandada.

Enbiovosla, Senora, con Palomar, e asy mesmo los cientos Proueruios mios e algunos otros Sonetos que agora nueuamente he comencado a [fazer] al italico modo. E esta arte fallo primero en Ytalia Guido Cavalgante, e despues vsaron d′ella [Checo d′Ascholi] e Dante, e mucho mas que todos Francisco Petrarca, poeta laureado*. E sy algunas otras cosas, muy noble Senora, vos plazen que yo por honor vuestro e de la casa vuestra faga, con ynfallible fiuza* vos pido por merced asy commo a menor hermano, me escriuades.
Cuya muy magnifica persona e grande estado nuestro Senor aya todos dias en su santa proteccion e guarda.

DE GUADALAJARA, a quarto de mayo, ano de quarenta e tres.


PROHEMIO DEL MARQUES
AL
CONDE DE ALVA




I. Quando yo demando a los Ferreras, tus criados e mios, e aun a muchos otros, Señor e mas que hermano mio, de tu salut de qual agora es la tu vida, e ques lo que façes e diçes; e me responden e çertifican con quanto esfuerço, con quanta paçiençia, con quanto despreçio e buena cara tu padesçes, consientes e sufres tu detençion, e todas las otras congoxas, molestias e vexaçiones que el mundo ha traydo; e con quanta liberalidat e franqueça partes e destribuyes aquellas cosas, que a tus sueltas manos vienen; reffiriendo a Dios muchas graçias, me recuerda d′aquello que Homero escribe en la Ulixea; conviene a saber, que como por naufragio o fortuna* de mar, Ulixes, rey de los çefalenos*, desbaratado viniesse en las riberas del mar, e desnudo e maltractado, fuesse traydo ante la reyna d′aquella tierra, e de los grandes del reyno, que con ella estavan en un festival e grand convite; e como aquella le viesse e acatasse, despues todos los otros con grande reverençia tanto le estimaron, que dexada la cena todos estavan contemplando en el. Asy que, apenas era alli alguno que mas deseasse cosa que pudiesse alcançar de los dioses que ser Ulixes en aquel estado. Adonde a grandes voces, e muchas veçes, este soberano poeta clama, diçiendo: ¡O omes! avet en grand cura la virtut, la qual con el naufragio nada, e al que esta desnudo e desechado en los marinos litos* ha mostrado con tanta auctoridad e asy venerable a las gentes. La virtut, asy como el Philosopho diçe, siempre cayo de pies, como el abrojo. E çiertamente, Señor e mas que hermano mio, a los amigos tuyos e a mi, asy como a uno d′aquellos, es o deve ser de los tus trabajos el dolor, la mengua e la falta, asy como Livio deçia de Cipion: ca la virtut siempre sera, agora libre o detenido, rico o pobre, armado o sin armas, vivo o muertos, con una loable e maravillosa eternidat de fama.

II. Con estos Ferraras me escreviste que algunos de mis tractados te enviasse por consolaçion tuya; e desde alli con aquella atençion que furtar se puede de los mayores negoçios, e despues de los familiares, pensse investigar alguna nueva manera, asy como remedios, o meditaçion contra Fortuna, tal que si ser podiesse, en esta vexaçion a la tu nobleça gratificasse, como non sin assaz juntas e aparentes cabsas a lo tal e a mayores cosas yo sea tenido. Ca prinçipalmente ovimos unos mesmos abuelos, e las nuestras casas siempre, sin interrupçion alguna, se miraron con leales ojos, sinçero e amoroso acatamiento; e lo mas del tiempo de nuestra criança quassi una e en uno fue. Asy que, juntamente con las nuestras personas cresçio e se augmento nuestra verdadera amistat; siempre me plonguieron e fueron gratas las cosas que a ti de lo qual me tove e tengo por contento, por quanto aquellos a quien las obras de los virtuosos plaçen, asy como librea o alguna senal trahen de virtut. Una continuamente fue nuestra mesa: un mesmo uso en todas las cosas de paz e de guerra. Ninguna de las nuestras camaras e despensas se pudo deçir menguadam, si la otra abastada fuesse. Nunca yo te demande cosa que tu non cumpliesses, nin me la denegasses. Lo qual me façe creer que las mis demandas fuessen retas e honestas e conformes a la raçon, como sea que a los buenos e dottos varones jamas les plega ni devan otorgar sinon buenas e liçitas cosas. E sea agora por informaçiones d′aquellos que mas han visto, e paresçe que verdaderamente ayan querido fablar de las costumbres e calidades de todos los señores e mayores omes deste nuestro reyno, o d′aquellos que de treynta años, o poco mas, que yo commençe la navegaçion en este vexado e trabajoso golpho, he avido notiçia e conosçimiento, e de algunos compañia e familiaridad, loando a todos, tu eres el que a mi mucho ploguiste e plaçes. Ca la tu virtud non espero a la mediana mancebia, nin a los postrimeros dias de la vejez; ca en edat nueva e aun puedo deçir moço, començo el resplandor de la tu viritidat e nobleça. Nin es quien pueda negar que fechas las treguas con los reynos de Aragon e de Navarra, e levantadas las huestes del Garay e del Majano, çessadas las guerras, en las quales viril e muy virtuosamente te oviste, e por ti obtenidas las inexpugnables fuerças de Xalante, e Toreça, Sahara, e Xarafuel en el reyno de Valencia, aver tu seydo de los primeros que contra Granada la frontera emprendiesse, çiertamente estando ella en otro punto e mayor prosperidat que la tu dexaste, al tiempo que triunphal e gloriosamente por mandado de nuestro Rey de las fronteras de Cordova e de Jahen te partiste; aviendo vençido la batalla de Guadix e la pelea de Xerez e ganado tantas e mas villas e castilloes, asy guerreandolas como combatiendolas e entrandolas forçosamente, que ninguno otro. E como quiera que el prinçipal remedio e libertat a la tu detençion e ynfortunios depende d′aquel que universalmente a los vexados reposa, a los aflittos remedia, e a los tristes alegras, espero yo que en algunos tiempos traera a memoria a los muy exçellentes e claros nuestros Rey e Principe (como en la mano suya los coraçones de los reyes sean) todas las cosas que ya de los tus fechos yo he dicho, e muchos otros serviçios a la real casa de Castilla por los tuyos e por ti fechos, que por me allegar a la river e puerto de mi obra, dexo.

III. Recuerdome aver leydo en aquel libro, donde la vida del rey Assuero s′escrive, que "De Esther" se llama (como en aquel tiempo la costumbre de los reyes fuesse, en los retraymientos e reposos suyos, mandar leer las gestas a actos que los naturales de sus reynos e forasteros oviessen fecho en serviçio de los reyes, de la patria, o del bien publico), que Mardocheo prosperamente e con glorioso triunpho de la muerte fue librado. Pues lee nuestro Rey e mira los serviçios, regraçialos e satisfacelos; e si se aluenga, non se tira. Nin tanto logar avra el nuçible* apetito, nin la çiega saña, que tales e tan grandes aldabadas e voçes de serviçios las sus orejas non despierten: ca non son los nuestros señores Diomedes de Traçia, que de humana carne façia manjar a los sus cavallos; non Busseris de Egipto, matador de los huespedes; non Perillo Siracusano, que nuevos modos de penas buscava a los tristes culpados omes; non Dionisio desta misma Siracusa; non Attila, flavgellum Dei, nin muchos otros tales; mas benivolos*, clementes e humanos, lo qual todo face a mi fyrmemente esperar la tu libertat. La qual con salut tuya, e de tu noble muger, e de tus fijos dinos de ti, Nuestro Señor aderesçe, asy como yo desseo. E dende aqui daremos la pluma a lo proferido; e porque ante de todas las cosas sepas quien fue Bias, porque este es la prinçipalidat de mi thema, segunt adelante mas claro paresçera, delibere d′escrevir quien aya seydo e de donde, e algunos de sus nobles e loables actos e commendables sentençias, porque me paresçe façe mucho a nuestro fecho e caso.

IV. Fue Bias, segunt que plaçe a Valerio e a Laerçio, que mas lata e extensamente escrivio de las vidas e costumbres de los philosophos, assiano de la cibdat de Ypremen; de noble prosapia e linaje, bien informado e instruydo en todas las liberales artes*, e en la natural e moral philosophia: de vulto* fermoso e de persona honorable; grave e de grand abtoridad en sus fechos: de claro e sotil engenio. Asy por mar como por tierra, anduvo toda a mayor parte de mundo: quanto tiempo turasse* en este loable exerçiçio, non s′escrive; pero baste que tornando en la provinçia e çibdat de Ypremen, fallo a los veçinos d′aquella en grandes guerras, asy navales como terrestres, con los mengarenses*, gentes poderosas, expertos en armas; a quien con grand atençion fue rogado, vista la dispusicion e habilidat suya, la cura de la guerra, asy como capitan, emprendiesse. E como despues de muchos ruegos e grandes afincamientos la aceptasse, en muy pocos tiempos, asy de los amigos como de los enemigos, fue conosçida la su virtut e viril extremidat. Leemos del, entre otras muchas cosas de la su humanidat, que como cavalleros del exerçito prendiessen en una çibdat o villa grand copia de virgines juntamente con otras mugeres, tanto que a Bias llegaron las nuevas, mando con grand diligençia fuessen ayuntadas e depossitades en poder de honestas matronas de su cibdat. E façiendoles graçias e dones de muy valerosas joyas, a los padres, maridos e parientes suyos, las restituyo, enviandolas con muy fieles guardas, blasfemando e denostando todo linaje de crueldat; diçiendo que aun los enemigos barbaros non devian con tal impiedat ser dapnificados. E como lo tal a las orejas de los megarenses llegasse, e el fermoso acto extensamente recontado les fuesse, sin dilaçion alguna, loando a aquel, enviaronle sus legados, reffiriendole graçias con muy ricos dones, demandandoles paz con muy humilldes e mansos coraçones.

V. Despues, passados algunos tiempos, como de raro la Fortuna en ningunas cosas luengamente repose, e Aliato, principe, sitiasse a los ypremenses*, esforçandose de aver la çibdat por fambre, como fuesse çierto de los vevires, e principalmente de pan caresçiesse, Bias con tal cabtela o arte de guerra assayo encubrir su defettuosa nesçessidat; ca fiço en algunos dias, durante el campo, engrossar çiertos cavallos e que se mostrassen, contra voluntat de las guardas, salir fuera de la çibdat: e como luego fuessen tomados, puso en gran dubda a Aliato e a los que con el eran, de la fambre de los ypremenses. Asy que, luego se tomo consejo que a Bias e a ellos fuesse movida fabla, por el qual fue açeptada, diçiendo que el non se fiava de fablar fuera de los muros de la us çibdat; mas que Aliato o qualesquiera otros suyos podian entrar seguros a fablar o tractar de qualesquier pactiones* e tractos, e de otras cosas, quales les ploguiesse. Açeptado lo qual, segunt este mesmo Laerçio escrive, muy mayor e mas sotil cabtela les fiço, ca mando poner muy grandes montones de arena en las maestras calles e plaças, por donde los mensajeros avian a passar, esparçiendo e cobriendo aquellas de todas maneras de pan. Asy que, verdaderamente creyeron ser la opinion suya errada e los ypremenses en grand copia de mantenimientos abondados. E asy non solamente treguas a tiempo, mas paz perpetua fue entre ellos, con grandes certenidades* fecha, jurada e fyrmada. Testifica asy mesmo Valerio que dimitidas e dexadas las armas por este Bias, tanto se dio a esta sçiencia que todas otras cosas aborresçio, e las ovo asy como en odio: por tal que, non sin cabsa, uno de los siete sabios fue llamado e uno asy mesmo d′aquellos que, renunciada la tabla o mesa de oro, la offresçieron con grand liberalidat al oraculo d′Apolo. Deste Bias asy mesmo se cuenta, que como aquella mesma çibdat agora por los megarensas, agora por otros enemigos se tomasse e posiesse a robo, todos aquellos que podieron escapar de las hostiles manos, cargando las cosas suyas de mayor presçio, fuyeron con ellas: e como el solo con grand reposo passeasse por los exidos* de la çibdat, fingese que la Fortuna le vino al encuentro e como le preguntasse como el non seguia la opinion de los otros vecinos de Ypremen, este fue el que respondio: Omnia mea bona mecum porto; que quiere decir: todos los bienes mios conmigos los llevo. Dicen otros, de los quales Seneca es uno, que este fue Estilbon; pero digan lo que les plaçera, e sea qualquiera, tanto que sea; ca de los nombres vana e sin provecho es la disputa; e en conclusion este sera el nuestro thema.

VI. Escrivio Bias estas cosas, que se siguen: "--Estudiat con placer a los honestos e a los viejos.--La osada manera muchas veces para empesçible* lesion.--Ser fuerte e fermoso, obra es de natura.--Abundar en riqueças, obra es de la fortuna.--Saber e poder fablar cosas convenibles e congruas, esto es propio del anima e de la sabiduria.--Enfermedat es del animo cobdiçiar las cosas impossibles. --Non es de repetir el ageno mal. --Mas triste cosa es judgar entre dos amigos, que entre dos enemigos; ca judgando entre dos amigos, el uno sera fecho enemigo, e judgando entre dos enemigos, el uno sera fecho amigo. --Decia que asy avia de ser meditada la vida de los omes, como si mucho tiempo oviessen de vivir. --Conviene a los omes averse asy en el uso del amistat, como si se membrassen que podia ser convertida en grave enemistat. --Qualquier cosa que pusieres, persevera en la guardar. --Non fables arrebatado, ca demuestra vanidat. --Ama la prudencia, e fabla de los dioses como son. --Non alabes al ome indino, por sus riqueças. --Lo que tomares, resçibelo demandandolo, e non forçandolo. --Qualquier cosa buena que fiçieres, Dios entiende que la façe. --La sabiduria mas cierta cosa es e mas segura que todas las otras posessiones. --Escoge los amigos e delibera grand tiempo en los elegir, e tenlos en una affection*, mas non en un merito. --Tales amigos sigue, que non te faga verguença averlos escogidos. --Faz que los amigos a grand gloria reputen la tu vida. --Dos cosas son contrarias en los consejos, yra e arrebatamiento: la yra face peresçer el dia, el arrebatamiento traspassarlo.--La presteca mas graçioso face ser el benefiçio.--Preguntado Bias que cosa fuesse en esta vida buena, dixo tener la conciençia abraçada con lo que fuesse derecho e igualeça. --Preguntado quien fuesse entre los omes mal afortunado, respondio: el que non puede padesçer o sofrir mala fortuna. --Navegando Bias, en compañia de unos malos omes, corriendo fortuna e andando la nave para se perder, aquellos a grandes voçes llamavan a los dioses, porque los librassen: a los quales el dixo: Callat, porque los dioses non vos sientan. --Preguntado que cosa fuesse difficil al ome, respondio: Sofrir graciosamente la mudança en las penas.

VII. Resplandesçio Bias en los tiempos de Ezechias, rey de Juda; e escrivio estas e otras cosas muchas en dos mil versos. A quien despues de muerto los ypremenses edifficaron templo e fiçieron estatua.


DON IÑIGO LOPEZ DE MENDOCA,
MARQUES

DE Santillana, Conde del Real, a don Pero
Gonzalez de Mendoça, protonotario, su fijo,
escribe salut


I. Algunos libros e oraçiones he rescebido, por un pariente e amigo mio, este otro dia, que nuevamente es venido de Italia, los quales asy por Leonardo de Areçio, como por Pedro Caudino, milanes, d′aquel prinçipe de los poetas Homero, e de la Historia Troyana, que el compuso, a la qual Iliade intitulo, traducidos del griego a la lengua latina, creo ser primero, segundo, terçero o quarto, e parte del deçimo libro. E como quiera que por Guydo de Columna e informados de las relaçiones de Ditis, griego, e Dares, phrigio, e de otros muchos auctores assaz plenaria e extensamente ayamos notiçia d′aquellas, agradable cosa sera a mi ver obra de un tan alto varon e quassi soberano prinçipe de los poetas, mayormente de un litigio militar o guerra, el mayor, e mas antiguo que se cree aver seydo en el mundo. E asy, ya sea que non vos fallescan trabajos de vuestros estudios, por consolaçion e utilidat mia e de otros, vos ruego mucho vos dispongades; e pues que ya el mayor puerto, e creo de mayores fragosidades, lo passaron aquellos dos prestantes varones, lo passedes vos el segundo, que es de lengua latina, al nuestro castellano idioma.

II. Bien se yo agora que, segunt ya otras veces con vos e con otros me ha acaescido, diredes que la mayor parte o quassi toda de la dulcura o graçiosidat quedan e retienen en si las palabras e vocablos latinos: lo qual, como quiera que lo yo non sepa, porque yo non lo aprehendi, verdaderamente creo que los libros asy de Sacra Scriptura, Testamento Viejo e Nuevo, primeramente fueron escriptos en hebrayco que en latin, e en latin que en otros lenguajes, en que oy se leen por todo el mundo, e doctrina, e enseñança a todas gentes; e despues muchas otras historias, gestas fabluosas e poemas. Ca difiçil cosa seria agora, que despues de assaz anos e non menos trabajos, yo quisiesse o me despusiesse a porfiar con la lengua latin, como quiera que Tullio afirma Canton, creo Utiçense*, en edat de ochenta anos aprehendiesse las letras griegas; pero solo e singular fue Canton del linage humano en esto e en otras muchas cosas.

III. E pues non podemos aver aquello que queremos, queramos aquello que podemos. E si caresçemos de las formas, seamos contentos de las materias. A ruego e instançia mia, primero que de otro alguno, se han vulgariçado* en este reyno algunos poemas, asy como la Eneyda de Virgilio, el libro mayor de las Transormaciones de Ovidio, las Tragedias de Luçio Anio Seneca, e muchas otras cosas, en que yo me he deleytado fasta este tiempo e me deleyto, e son asy como un singular reposo a las vexaciones e trabajos que el mundo continuamente trahe, mayormente en estos nuestros reynos. Asy que, aceptado por vos el tal cargo, principamente por la exçellençia de la traduçidor, non dubdedes esta obra que todas las otras sera a mi muy mas grata. Todos dias sea bien de vos.

De la mi villa de BUYTRAGO, ...