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Segun lo decreto Juan I en 1445, Marques de Santillana seria el titulo personal que en lo sucessivo, y a perpetuidad, indentificaria a Inigo Lopez de
Mendoza, postergando incluso el ilustrisimo nombre de su familia. En lo sucessivo
seria el, Marques de Santillana, el que mas honra conferiria a sus mayores y descendientes,
aunque no tanto por los meritos de sus armas, que en vida tal titulo le merecieron,
como por los de sus letras, que tras su muerte le inmortalizaron.
Nacio Inigo de Mendoza en 1398 en Carrion de los Condes. De familia muy noble,
por cuyas venas-deciase-corria la sangre del Cid Campeador. Su padre, Diego Hurtado de
Mendoza, Gran Almirante de Castilla; su madre, dona Leonor de la Vega, rica hembre de las
Asturias de Santillana. El matrimonio tuvo cinco hijos, tres varones y dos hembras.
Habiendo muerto el mayor de los varonews en 1403, y el padre un ano mas tarde, antes de
cumplir los seis anos entro Inigo Lopez de Mendoza en posesion de la enorme hacienda de
su familia, con sus numerosos titulos.
Con las riquezas y los honores recayeron sobre los tiernos hombros del niño los muchos
cuidados, pues no fueron aquallos retenidos y acrecentados sin continuas luchas y tremendas
vicisitudes. Los trabajos y tribulaciones robustecen al hombre o le quebrantan; en el caso
de Inigo le fortalecieron y encumbraron sobre todos sus contemporaneos sin excepcion no solo
en el filo y la dureza de su miento de su pluma.
Dotes de mando; esa fueron las grandes cualidades del Marques de Santillana. Mando
suavemente ejercido sobre sus hijos, sus criados y soldados, asi como sobre el circulo de
letrados e intelectuales de su epoca; mando, inmisericorde para con sus adversarios.
Los que nos interesamos principalmente por la semblanza literaria del Marques, no
podemos menos de lamentar la turbulenta encrucijada politica en que nuetro escritor vivio,
bajo la asuncion de en que circunstancias menos belicosas, hubiera este gozado del ocio que
las musas le demandaban, y con el ocio, hubiera logrado mayor altura y profundidad, mayor
concentracion y pulimento en su ideario poetico. Si infausta para la creacion artistica
se juzga cualquier clase de guerra, ninguna de estas lo es tanto como las contiendas
cortesanas en que se hallaba enfrascada la nobleza castellana de los anos medios del siglo
XV. El Obispo de Catagena, gran arbitro intelectual y moral de su generacion, puso el dedo
en la llaga al comentar asi en su Respuesta al Marques:
"...tanta es la animosidat e brio de la nobleca
de España, que si en guerra justa non exercita
sus fuercas, luego se convierte a las mover en
aquellas contiendas que los romanos cibdada-
nas llamaban, porque sobre el estado del re-
gimiento de su cibdat se movian, aunque des-
pues se extendian por diversas partes del
mundo; e nos propiamente fablando, podre-
mos llamar cortesanas, pues sobre el valer de
la corte se mueven, aunque se extienden por
las muchas provincias del reyno" (Obras, 491-
92).
Olvidados parecian estar aquellos nobles castellanos de la guerra contra los moros,
la guerra justa a que aludia el Obispo, hallandose enredados los unos contra los
otros. Con dolor hemos de reconocer que, de tener que senalar el triunfo politico de mayor
relieve del Marques de Santillana, apuntariamos a la ejecucion publica de don Alvaro de
Luna, el valido de don Juan II, adversario del Marques y sus familiares, por otra parte buen
soldado y refiando escritor.
Si la victoria es lo que cuenta, el Marques la alcanzo muy colmada en sus multiples
empresas. Triunfo, podriamos resumir, como esposo, como padre, como capitan y como escritor.
Y triunfo, no porque Fortuna le fuera parcial, sino porque con coraje y habilidad supo
domenarla, y con valor y dedicacion excepcional supo forjar su propio destino. Los
biograficos de Inigo Lopez de Mendoza se complacen en referir como en la persona de este se
realizo su propio ideal: la sciencia non embota el fierro de la lanca, nin face floxa el
espada en la mano del cavallero (PP 3). A los criticos literarios, por otro lado, nos
corresponde mas bien preguntarnos: ?emboto el hierro de la lanza la ciencia o hizo floja la
pluma en la mano del escritor?
Aqui no tengo espacio -y me falta el sabor- para desparramarme por espacios de anoranzas
y posibilidades; procurare, si, analizar con actitud positiva el valor e interes de las cartas
literarias del Marques. Si este con la espada acrecento las riquezas y titulo de su casa y
familia, con su pluma enriquecio las letras de España, enriquecio a todos sus contemporaneos
y siguio enriqueciendo a los escritores de los siglos subsiguientes sin cesar de que su pluma
sobreviviera a su espada.
APUNTES ESCOLASTICOS
Se lamentaba con razon Amador de los Rios de la falta de documentos que nos hablasen
de las escuelas, los maestros o la formacion intelectual de Inigo Lopez de Mendoza. Sus
biografos y genealogistias ni senalaron las escuelas, ni nos indentificaron a sus instructores.
La informacion que nos han dejado, segun el mismo critico, se apoya en la documentacion interna
de la obra del Marques, sobre la que puede establecerse que ocupo... su ninez en el estudio
de la lengua latina, retorica, erudicion y filosofia, adelantandose algunos a incluir en dichos
estudios la historia castellana (Obras XIX).
En resumidas cuentas, que hemos de aplicarnos, si queremos huir de la especulacion, a la
evaluacion de lo que el Marques de Santillana de hecho aprendio y asimilo. En qualquier caso,
mas vale analizar lo que el escritor nos ensena, que lo que le ensenaron, o quien se lo enseno.
Adoptaremos asi la misma actitud del Marques quien, al elogiar a alguno de sus contemporaneos,
pretermite la mencion de sus maestros, para concentrarse en los meritos del alumno.
La carencia de documentos externos sobre la formacion escolar del Marques de Santillana se
nos hace mas llevadera de tener en cuenta que las escuelas medievales se distinguian por su
similaridad. Su curriculum era tradicional y multisecular, unificado en los confines
de la Iglesia. Y este hecho puede explicarnos que al maestro, al individuo particular, se le
prestara normalmente poca atencion. Estaba estructurada la escuela sobre el trivium y
el quadrivium, integrado aquel por los estudios de grammatica, rhetorica y
dialectica; este, por los de aritmetica, geometria, musica y astronomia.
En el dialogo de Bias contra Fortuna pone el Marques de Santillana en boca del sabio
griego una alusion a las artes liberales que, mas que el programma de estudios de la
vieja Grecia, revelaba el de Castilla:
Yo fui bien principado
En las liberales artes,
E senti todas sus partes;
E despues de grado en grado
Oy de philosophia
Natural
E la ethica moral,
Ques duquesa que nos guia (127)
Estrofa esta, a mi parecer, muy informativa. El proceso educativo del Marques de
Santillana fue un proceso largo: estuvo aprendiendo toda su vida. Si su gran cualidad politica
fue la de los dotes de mando, su excepcional cualidad intelecual fue la de buen oyente:
E despues de grado en grado. Fue despues de los anos de su primera formacion que cultivo
los estudios de filosofia moral, con la lectura reposada y deleitosa de los clasicos.
CONOCIMIENTOS DE LATIN
Los que abordamos el estudio de los textos literarios castellanos con el entusiasmo
por destacar en ellos su originalidad y calidad artistica -sin renunciar en ningun momento a
las bases de documentacion solida-, no podremos menos de lamentar los talentudos esfuerzos que
muchos de los criticos de la literatura española, tanto españoles como extranjeros, han hecho
por darles a los italianos todo el credito de las ideas del Marques.
Todo el que estudia la obra de madurez del Marques de Santillana se siente confundido ante
los juicios, aparentamente contradictorios, que han formulado criticos muy autorizados sobre
los conocimientos que el escritor castellano tenia de la lengua latina. Amador de los Rios
opinaba que el Marques sabia latin, y que fue simplemente modestia lo que le llevo al escritor
hasta el punto de declarar que no sabia latin, porque no lo habia estudiado en la infancia.
Mas a pesar de esta ingenua confesion, debe advertirse que no fue de todo punto extrano a la
lengua de Virgilio, pues le vemos hacer uso con frecuencia de textods latinos, los cuales solo
pudo aprender con la lecture de libors escritos en aquella lengua. Para nosotros esta fuera
de duda que don Inigo Lopez de Mendoza entendia el latin y manejaba los autores clasicos: lo
que significan, en nuestro concepto, sus palabras, es que no se tenia por tan entendido en
aquella lengua que se atreviese a traducir a la castellana, con la exactitud por el apetecida,
las obras de tan celebrados ingenios2.
El texto de Santillana, a que Amador de los Rios se referia, es el de la Carta a
su Fijo, 2. Morel-Fatio, con quien parecia estar de acuerdo Schiff, opinada que el Marques
de Santillana ignoraba el latin3; actitud poco generosa que no
quisieron contradecir otros criticos españoles de nuetrp siglo, encontrandose entre ellos
Rafael Lapesa, para quien Santillana no sabia latin al menos en grado suficiente
4.
Creo que es esta una actitud demasiado tacana, que acentua lo negativo. Decirles a
los lectores de hoy que nuestro escritor no sabia latin, equivale a afirmar que no podia este
leer grammatica, ni rhetorica, ni dialecta, y que le fue vedado el
estudio del trivium y del quadrivium. ?No estaban los textos escritos en
latin? Por aquella epoca se mantenia la siguiente opinion: El que no sabe latin asno se
debe llamar de dos pies, formulacion que hace Juan de Lucerna, en su Epistola
exhortatoria a las letras5; es absurdo creer que Lucena
incluyera al Marques entre los tales. No se olvide la frase derogatoria de don Enrique de
Villena en la que ignorar el latin era sinonimo de carecer de ciencia: Homes legos,
ayunos de sciencia, ygnorantes la lengua latina6.
Al formular nuestras propias opiniones hemos de ser conscientes de los valores de cada
epoca. Es cierto que entre los elogios al Marques no aparece ninguno en que se encomie su
latin. En su epoca, cuando el conocimiento de esa lengua era comun entre los hombres de
alguna cultura, solo se encomiaban aquellos que poseian conocimientos especiales.
Concedamos que no pudiera el Marques de Santillana hablar la lengua del Lacio o escribirla
con soltura, o entenderla, si se quiere, con la facilidad de un Villena, in Juan de Mena, el
rey don Juan, el Obispo de Cartegena, su propio hijo (que llegaria a ser Gran Cardenal), u
otros de sus contemporaneos; concedamos que no se sintiera autorizado para hacer una
traduccion de la Iliada. Pero hemos de conceder, de igual modo, que sabia el
suficiente latin para poder entender a Cesar y a Ciceron, y las selecciones de florilegio
de Horacio y Virgilio, de quienes nos ha dejado bellas interpretaciones. Sin duda que leia
sin problemas el latin de los medievales y el latin escolastico.
Suelen los criticos admitir que nuestro escritor sabia italiano y frances. Nous
savons par son temoignage qu′Inigo Lopez lisait le francais. De son savoir en toscan il
nous a donne une prevue lui-meme, afirmaba sin reparos M. Schiff
7. Y sin embargo, ningun pasaje de la obra del Marques esta tan relacionado con algun
otro texto frances o italiano como lo esta con el Beatus ille de Horacio la
traduccion o, mejor dicho, la interpretacion directa que se inserta en la Comedieta de
Ponza.
Los criticos modernos parten, no cabe duda, de un error de perspectiva. Siendo hoy
en dia mas facil y mas comun aprender una lengua moderna, piensan que tambien fuera asi en
la primera mitad del siglo XV. Y no lo era. El escolar aprendia latin. El latin era la
lengua internacional. No existian las gramaticas de italiano o frances; la de castellano
de Nebrija-la primera de una lengua romanica-no apareceria hasta finales del siglo XV.
El latin estaba tan identificado con la primera materia del trivium, que leer latin
se decia grammaticam legere. No se, en conclusion, de ningun escritor culto de
aquella epoca que supiera mejor una lengua romance extranjera que el latin, excepcion hecha
de los que escribian en provenzal y catalan, o castellano y portugues
8.
No quisiera ser injusto o irrespetuoso con los criticos modernos; al mismo tiempo,
quiero advertir al lector que tales criticos niegan al Marques los conocimientos del latin
y le conceden los de italiano y frances, porque tratan de probarnos que en el poeta
castellano no hay otra cosa que influenccia de provenzales, franceses o italianos
9. Al no saber el latin, no podia llegar nuestro escritor a un
contacto directo con Ciceron, Horacio, Vigilio u otros. Tacana y negativista es, al por
mayor, la actitud de los criticos -repito-, cuando debieron arguir que, dadas las
interpretaciones de Ciceron, Horacio y Vigilio en la obra de Santillana, tan superiores a
las que hace de cualquier otro escritor italiano o frances, el Marques sabia el latin mejor
que cualquier otra lengua extranjera.
Al enfrentarse dichos criticos con los numerosisimos latinismos, en el lexico y
contruccion sintactica, que dan tratado de explicarlos por la influencia de las lecturas
de los italianos, o de los escritores contemporaneos, como Villena, el Obispo de Cartegena
y otros, mas las traducciones de los autores clasicos. Caen asi los criticos en una obvia
peticion de principio, y quieren hacernos creer que al Marques, sin saber latin, podia
extender, asimilar y emplear los latinismos recien estrenados en el castellano. ?Quien que
no sepa latin hoy dia los entiende? Ni podran explicarnos los criticos que el Marques, que
aprendia los latinismos a una edad avanzada, fuera el que con mayor propiedad y gusto los
supiera emplear entre todos sus contemporaneosl era el, el que entre todos ellos era
celebrado por su linda eloquencia.
Necesario nos es, pues, admitir que Inigo Lopez de Mendoza sabia latin. Tal admision
nos allanara el camino para la comprension y el analisis de sus escritos de madurez, cuando
buscaba y emprendia su nueva manera en el estilo de su diccion, en el contenido
humanistico de sus escritos.
LA ELOQUENCIA DEL MARQUES
Enfoquemos nuestra mirada sobre el estado de las letras castellanas con anterioridad
al Marques, sin distraernos con hipotesis de influencias extranjeras, con el fin de valorar
el progreso que las letras patrias experimentaron con la influsion de la diccion del
Marques, de sus ideas su pratica literarias. Nunca, creo yo, experimentarian nuestras
letras una revolucion de tamano alcance. Si a un nino o -digamos- un estudiante extranjero
le ensenaramos con el Cantor de mio Cid y siguiendo, sucesivamente, con Berco, el Rey
Sabio y Juan Ruiz, al llegar al Marques de Santillana -incluyase, claro, a Juan de Mena-,
creeria estar enfrentado con una lengua extranjera. Que asi fuera, puede inferirse del
testimonio del humilde castellano del siglo XV, que nos retrato de esta manera ad Marques
de Santillana en las Coplas de la Panadera:
con habla casi estrangera,
armado como frances.
Lo que a la panadera le sonaba a habla extranjera, habia recibido del Obispo de
Cartagena el elogio de linda eloquencia, que recordaba la de los oradores del
pasado10. Aquel caballero español que se armaba a la francesa,
se expresaba, hablaba y escribia a la latina. En su lexico, sin haber hecho yo un
escrutinio exhaustivo, he encontrado alrededor de ochocientos latinismos. De ellos, unos
ciento veinte fueron formaciones que caracterizariamos un tanto peregrinas, pues no llegaron
a recibir carta de naturaleza en el idioma11. Su valor, no
obstante, es digno del mayor aprecio, pues nos cercioran del extraordinario afan de
innovacion y enriquecimiento que movia al Marques.
La linda eloquencia de nuestro escritor era el efecto de una clausula periodica, por el
cultivada, que queria asemejarse a la de los latinos. Para estos habia sido el
periodus el ente estilistico mas apreciado. Ciceron, al intentar su definicion, se
perdia en la acumulacion de expresiones: tum ambitum, tum circuitum, tum
comprehensionem, aut continuitatem, aut circumscriptionem (Orator 61, 20, 4).
Con el Canciller de Ayala, tio de Inigo Lopez de Mendoza, nos dice Menendez y Pelayo que
las puertas de Castilla se abrieron a un genero de prosa de tendencias clasicas, muy
diversas de la deleitable prosa semioriental que campea en los patriarcales escritos del
Rey Sabio, de su hijo y de su sobrino12. Y sin embargo,
preciso es admitir que en el Canciller prepondera la clausula llamada perpetua, de ritmo
lento y entrecortado, como trote de percheron, en marcada progresion rectilinea, con la
gradacion de oraciones copulativas.
La clausula periodica que cultivaria con esmero el Marques se asemejaba, por contraste,
al oleaje del mar, con ondas que suben, crecen y se rizan, avanzando y retrocediendo, que
descienden para volver a elevarse, en vaivenes multiples, deseosas de reposar en tierra
firme.
Trato de mostrar aqui, por ejemplo, la disposicion grafica de los efectos de dilatacion,
centrifugos y centripetos, de los varios grupos satelites en la clausula periodica que abre
el Prologo a Bias contra Fortuna (p.19).
Verdaderamente era esta clausula periodica una nueva manera en la prosa
castellana, que maduro en el Marques hasta hacerse el vehiculo estilistico consagrado de sus
escritos de madurez. Y no solo en su prosa, sino tambien en su poesia, como facilmente
puede comprobar el lector que consulte la elegia a la Defunssion de don Enrique, con
una primera clausula que se extiende a lo largo de las tres primeras estrofas.
Esta clausula periodica responde no solo a un prurito de imitacion estilistica de los
latinos, sino a la concepcion que el escritor castellano muestra tener del tiempo, del
comsos: una concepcion circular, asimismo de reminiscencias clasicas. Circuitus era
uno de los terminos sinonimos de periodo. Esta constituida tal clausula, ordinariamente,
por una primera parte que contiene una o mas frases imcompletas, llamada protasis, en la que
la atencion se tensa y la narracion se dilata, con una conclusion, la apodosis, en que la
atencion se relaja y concepto se completa.
El Marques de Santillana inauguro, pues, en castellano la clausula que reproducia
estilisticamente el concepto amplio de comienzo y retorno en la naturalezal; la naturaleza
que es aurora y ocaso, primavera y otono, dia y noche, vigilia y sueno, marco temporal
poetizado en la Defunssion de don Enrique. Nuestro poeta, que habia destacado la
excelencia de la poesia sobre la soluta prosa, no oculto su deleite y sabor por las
prosas que consideraba frutas De dulce gusto sabrosas (B 100).
LOS ESTUDIOS DE LA HUMANIDAD
EL MARQUES Y SU GENERACION
Carecia de precedentes en el suelo hispanico el sentimiento y la labor de equipo
que unia al Marques de Santillana con las figuras de los intelectuales y los literatos de su
epoca. Entre todos ellos se erguia Inigo Lopez Mendoza como el gran mecenas, el hombre rico
e influyente que apoyaba y formentaba las tareas culturales del equipo. Los hombres que lo
integraban pertenecian a diversos estados, profesiones y ocupaciones: reyes, nobles,
obispos, capellanes, escribanos de corte, poetas, guerreros y otros, unidos todos entre si
por un celo intelectual y un talante estetico similares. Entre si se llamaban amigos.
Se correspondian con frecuencia, esmerandose en el estilo de su cartas, muy conscientes
de la transcendencia de sus asuntos. Se dedicaban unos a otros sus creaciones literarias;
se consultaban y pedian consejo en las dificultades de las ciencias y en las vicisitudes de
la fortuna; unos a otros se comunicaban los hallazgos y los avances en su investigacion. Y
lo que quiza sea mas digno de ponderacion, se encomiaban con entusiasmo y se defendian
avidamente contra los que les atacaban y los que reprendian su nueva manera: su
dedicacion a los clasicos, su estilo de epoca. Se consideraban a si mismos, y eran por
otros considerados, casta diferente. Por todo esto hemos de considerarlos Generacion
Literaria, la primera en la Peninsula.
Sobresalia la Generacion por el cultivo y el elogio de la amistad, una amistad que
trascendia los vinculos de consanguineidad e interes politicos, para apoyarse en la afinidad
de empresas intelectuales comunes. A Juan de Mena le llamaba el Marques de Santillana
especial amigo, y al Obispo de Cartagena le consultaba este confiado y movido por
magna, por antigua, verdadera, e non corrompida en algunt tiempo amistat
13.
La Generacion constituyo un grupo verdaderamente formidable, que los mas conservadores
miraban con celo y atacaban sin pudor. Los adversarios del circulo intelectual del Marques
debian ser numerosos e influyentes, a deducir por las muchas justificaciones y autodefensas
a que obligaron al propio Marques y a otros con el relacionados. Entre los mas
conservadores se encontraban los que se oponian al estudio de los escritores paganos -para
ellos, una amenaza de paganizacion de la cultura-, cuyos deseos se verian satisfechos cuando
consiguieron llevar a cabo la quema de la biblioteca de don Enrique de Villena.
Aqulla quema, bajo el escrutinio directo del dominico Fray Lope de Barrientos, tutor del
principe Enrique, habia sido autorizada por el rey don Juan. Al principe don Enrique debian
de llegarle con frecuencia las lenguas de los madicientes, contra los que trato de
amonestarle el Marques en el Prohemio a los Proverbios:
Bienaventurado Principe, podria ser que algunos,
los quales poraventura se fallan mas prestos a las
rerehensiones e a redarguir e emendar que a facer
nin ordenar, dixiessen yo aver tomado todo, o la
mayor parte destos Proverbios de las dotrinas e
amonestaciones de otros, asy como de Platon, de
Aristotiles, de Socrates, de Virgilio, de Ovidio,
de Terencio e de otros philosophos e poetas. Lo
qual yo non contradiria; antes me place que asy se
crea e sea entendido (4).
Es decir, que el Marques de Santillana estaba lejos de sentirse intimidado, y se
proclamaba orgulloso de su estudio de los clasicos, a los que creia indispensables de
conocer para el buen regimiento del estado. El prestigio y el poder politico de Inigo Lopez
de Mendoza alentaba a los demas a expresar sus sentimientos de filoclasicismo y sus ataques
a los adversarios. A estos fue a los que ataco duramente Enrique de Villena, como a
homes legos, ayunos de sciencia, ignorantes la lengua latina...que no fueron criados con la
leche rhetorical ni mantenidos con la vianda poetica, nutritiva de los generosos
entendimientos14. A los adversarios de la Generacion los
ataco tambien Gomez Manrique, en su Carta a la muerte del Marques, por la mengua de
saber, la falta de la gracia, el poco reposo, la malvezdad de muchos que solamente entienden
non en facer o emendar, mas en reprehender lo fecho, lo cual aun a los muchos simples es
facil...(Obras CLIV).
Los adversarios debian proceder, al menos en sus altos mandos, de grupos eclesiasticos.
Para confundirlos se tradujo la Homilia de San Basilio, dedicada al Marques, en favor
de los estudios humanisticos. El autor, que permanecio en el anonimato, participaba de los
sentimientos de la Primera Generacion literaria de Castilla, y se lanzaba en el prologo, con
dureza, contra los retractores de los que el llama estudios de la humanidad:
E por quanto algunas veces de mi mismo, e
muchoas de vuestra magnificencia, e de otros
he oydo fablar con [despecho] a aquellos que
quieren obtrectar los estudios de la humani-
dat, por que nosotros nos damos a los poetas,
o oradores, e otros que los han tractado, acorde
de romancar e enbiar a vuestra nobleza esse
pequeno libro del gran Basilio, por que con la
auctoridat de este tan gran varon pueda v[u]
estra nobleza confonder la ignauia e peruersi-
dat de los que vituperan los estudios suso di-
chos e que dizen que es de aredrarse dellos de
todo punto. A los quales entendio que esto
viene por ser de tan vagaroso ingenio que non
pueden otear a ninguna cosa alta e egregia. E
ellos, non podiendo espirar a ninguna parte de
humanidat, entienden que nin los otros, que
tienen abilidat e voluntad para ello, lo deuen
fazer. Mas dexemoslos con su ignoranca, ca
non me parescan dignos para que dellos fagamos
mencion...15
?Temia el autor, no tan poderoso como el Marques, alguna represalia por parte de
los ignorantes adversarios? Podria ser. No obstante, lo que mas nos interesa del prologo
es la claridad con que se expresa el credo literario de la Primera Generacion: los
estudios de la humanidad, traduccion feliz de la frase ciceroniana studia
humanitatis, tan querida de los humanistas de todos los paises y de todas las epocas. El
traductor sabia que el Marques queria verse relacionado con los poetas y oradores
antiguos, y no tanto con los italianos, como se esfuerzan por hacernos ver los criticos
contemporaneos, nublandonos asi la vision de lo que era la verdadera ilusion de la Primera
Generacion. El traduccion le decia al Marques lo este, sin duda, queria oir: que nada era
tanto de su gusto como los
"...estudios de humanidat, de los quales se que
ningun trabajo, ninguna pacion e ningunos al-
cancados o perdidos fauores non vos podrian
arredrer16"
LOS ESTUDIOS DE LA HUMANIDAD
Mientras el estudiante del Marques de Santillana-por limitarnos a nuestra materia-
siga fiandose de los generalistas y no lea los textos de los escritores de la Generacion,
seguira con sus maestros golpeando al viento, para acabar desalentado. Karl Kohut, no ha
mucho, ha hecho un estudio de las teorias literarias de nuestros escritores de los siglos XV
y XVI; nos dice: El humanismo amplio el Trivium tradicional (gramatico, retorica y
dialectica), anadiendo la poesia y la historiografia y tambien, en muchas ocasiones,la
filosofia moral. Al nuevo conjunto asi surgido se le denomino studia humanistatis (en
español letras humanas)17. Resultado algo asi como
imperdonable que en un trabajo monografico sobre el siglo XV se pase por alto la lectura y
la investigacion de la Primera Generacion de humanistas españoles; para ellos, studia
humanistatis eran los estudios de la humanidad, cuya naturaleza estaba claramente
expresada: nosotros nos damos a los poetas, e oradores, e otros que los han tractado.
Para el Marques de Santillana, como poeta, la actitud humanistica consistia asy
en la inquisicion de los fermosos poemas como en la polida orden e regla d′aquellos (PC
21;poema, en la terminologia del escritor es la poesia de los clasisismo c consistia
en aver tomado todo, o la mayor parte destos Proverbios de las doctrinas e amonestamientos
de otros, asy como de Platon, de Aristotiles, de Socrates, de Virgilio, de Ovide, de
Terencio e de otros philosophos e poetas (PP 4)4.
De haber estudiado bien el senor Kohut la Primera Generacion de humanistas españoles,
habria notado como ya en el Marques de Santillana se encontraba ampliado el curriculum
tradiccional:
Oy de philosophia
Natural,
E la ethica moral (B127)18
Si confeccionamos nuestros modelos de humanismo con referencia primordial a
autores extranjeros, naturalmente que habremos cortado un traje que no ha de caerles bien a
los escritores de la Primera Generacion literaria de España. La culpa no sera de estos,
sino del sastre. Definamos los estudios de la humanidad como los entendian el Marques de
Santillana y su circulo, para los que fue principalmente un movimiento de reaccion y de
busqueda.
A los estudios humanisticos iban unidas algunas caracteristicas de innovacion en las
letras castellanas tradicionales; se enriquecen estas con nuevos valores, hasta entonces no
cantados en romance, valores personificados en antiguas figuras clasicas. Admiraba el
Marques a los antiguos por su sabiduria, y a sus contemporaneos les aconsejaba el
trabjo que fuera destinado a la consecucion de la ciencia:
Tiempo se ha de otorgar
Al aprender:
Que no se adquiere saber
Sin trabajar (P 38).
Alonso de Cartagena le daba al Marques el siguiente consejo: entre unas priessas
e otras papel e calamo non fallesca (RQ 2). Consejos que no eran vanos peroraciones,
pues el Marques hacia todo lo que podia por llevarlos a la practica. El mismo nos dice como
procuraba hurtar el tiempo a otras ocupaciones o mayores negocio, con el fin de poder
investigar alugna manera nueva (PB 2)19.
Esa investigacion a que alude en el Prohemio a Bias es la que llevo a Inigo Lopez
de Mendoza a superarse a si mismo, a superar a los escritores del Medievo castellano en sus
tareas de traduccion o parafrasis del modelo coetaneo, tradiccional (Berceo), la
moralizacion mediante la observacion del mundo circundante, bien de los animales de las
fabulas (don Juan Manuel) o del hombre de impulsos naturales (los dos Arciprestes). El
Marques de Santillana saltaria hasta la antiguedad, para en el viejo sabio Bias encontrarse
a si mismo. El hombre de armas y letras de la remota Grecia se nos presenta mas
indentificado con el caballero de la nueva Castilla, que el pecador del Libro de Buen
Amor lo estuviera con el Aripreste de Hita. Bajo el nombre de Bias nos hablaria el
Marques de sus propias experiencias, de sus sentimientos personales, de como queria ser el
escritor que llamaba a la puerta del Renacimiento. Como investigador, nos revelaba sus
problemas y trabajos, comunes a todos los investigadores que discurriendo de unos
pensamientos en otros, se lancan en un segundo labyrintho, o casa de Dedalo, por tal manera
que, quando piensan aver acabado, comiencan...(QC 3).
LA DEFENSA DEL LIBRO
Entredieron los adversarios de la Primera Generacion de humanistas castellanos que
el mayor mal que podrian causarles era la destruccion de sus libros, y consiguieron del rey
la autorizacion para quemar, tras la muerte del interesado, la biblioteca de don Enrique de
Villena20. Grandes clamores y protestas provoco tal accion entre
los amigos de este gran mentor de los estudios humanisticos y asiduo colector de libros,
muchos de ellos traidos de Italia. Protesto, lloroso, Juan de Mena:
O inclito sabio, auctor muy sciente,
otra e aun otra vegada yo lloro
porque Castilla perdio tal tesoro
non conoscido delante la gente...
Perdio los tus libros sin ser conoscidos
e como en esequias te fueron ya luego
unos metidos al avido fuego,
otros sin orden non bien repartidos (Laberinto 126, 127).
Al desaparecer la biblioteca de Enrique de Villena, pasaria a la historia el
Marques de Santillana como el patriarca de los bibliofilos españoles. El investigador
coleccionaba los libros donde estaba depositada la sabiduria de sus antepasados. En ningun
momento adquiere la pluma del Marques mayor patetismo que cuando, indentificandose con Bias,
defendia contra Fortuna la utilidad y el placer de la lectura. Al amenazar esta al sabio
con la privacion mas odiosa de todas, la de impedirle el gozo del leer sacandole los ojos,
Bias declara que se consideraria dichoso de parecerse mas asi a Democrito y Homero:
FORTUNA
E otros muchos enojos
Te fare, por te apartar
Del goco del estudiar.
Dime, ?leeras sin ojos?...
BIAS
Democrito se cego
Deseoso
Desta vida de reposo.
E Homero ciego canto (B 112, 114).
La nueva manera del Marques introduce en el lexico hiperbolico nuevos
conceptos; el poeta cortesano habia hiperbolizado el amor a su duena con el eres mi
Dios; el estudioso de la humanidad expresaria el colmo de su admiracion y carino mediante
la comparacion con el libro o, aun mas, una rica biblioteca, como en el elogio a la Virgen:
Bibliotheca copiosa,
Texto de admirable glosa,
Historia de los profetas (NS 5).
En Defunssion de don Enrique invocaba al finado como
Bibliotheca de moral cantar (DE 3)21.
Cuando Inigo Lopez de Mendoza interpretaba la frase inmemorial de Bias, omnia
mea mecum porto, cifraba todos sus propios bienes y joyas en los autores y textos, en los
libros y las traducciones que tenia de los antepasados:
Bias
Nin creas me robaras
La letras de mis passados
Nin sus libros y treslados
Por bien que jamas faras
...
Los bienes que te decia
Que yo levava conmigo
Estos son (verdad te digo)
E joyeles que traya;
Ca si mucho non m′engano
Todos estos
Actores e los sus textos
Entran conmigo en el bano (B 93, 114).
Sin duda que acerto el Marques al decirnos que sus mayores joyas, las mayores
joyas que a todos nos lego, fueron sus libros -los propios y los ajenos- y sus traducciones.
La referencia a treslados nos declara que hablaba el autor de su propia biblioteca,
repleta de traducciones de autores latinos y de otros. De pocas cosas parecia haberse
gloriado mas que de haber sido el primero en lograr que se tradujeran al castellano
algunas obras latinas, para hacerles asi accesibles a los que no podian leer con facilidad
los originales:
A ruego e instancia mia, primero que de otro
alguno, se han vulgaricado en este reyno al-
gunos poemas, asi como la Eneyda, de Virgi-
lio, el libro mayor de las Transformaciones,
de Ovidio, las Tragedias, de Lucio Anio Se-
neca(CF 3)
!Que bien nos suenan hoy aquella defensa y propagacion del libro,
promulgadas en visperas de la invencion de la imprenta!
ELOGIO DE LA RAZON
Lo que hacia al humanista no era la mera retahila de nombres de escritores
clasicos, Tambien Juan Ruis habia citado a Aristoteles:
Como dize Aristotiles, cosa es verdadera,
el mundo por dos cosas trabajas; la primera,
por aver mantenencia; la otra cosa era
por aver juntamiento con fenbra plazentera (LBA 71).
La revista, en contraste, de Juan de Mena a Aristoteles producia una nueva
seleccion: omnis homo naturaliter scire desiderat que quiere dezir que todo onbre
desa saber naturalmente22. Es esa la seleccion que al critico le
importa analizar, para comprender mejor como fue que ciertos sectores conservadores se
alarmaran ante estos brotes del saber humanistico en Castilla. Siempre tuvo el conservador
mas recelo de las nuevas ideas que de los pecados de los hombres. Mientras que el pecado
volvia al hombre contrito y humilde ante los ojos de Dios, las ideas le hacian soberbio,
esceptico y tibio. La obra mas superficial y nona del Marques es la de temas devocionales
23. El humanismo habia deslumbrado del todo al escritor; no
podia conmoverse ante las Postrimerias de la teologia quien habia cantado inspiradisimo la
armonia de los Campos Eliseos. No podia emocionarse ante los santos quien habia escogido
como modelos a Homero, Virgilio y Lucano; quien, como consolador, habia preferido el ejemplo
del pagano Bias, al del biblico Job. Ni podia ilusionarse con las Bienaventuranzas
evangelicas quien habia sido el primero en parafrasear en castellano el Beatus ille
horaciano. En fin, no podria conmoverse con las verdades de la fe quien habia proclamado
como suprema guia y norma de moralidad a la razon: La razon obedescet (DP 12); quien
en otra ocasion diria que no le increpara la jerarquia, si con ello se ofendia, pues
racon... de todo blasmo mi fablar deffiende (CP 37).
El dialogo Bias contra Fortuna es todo el un himno a la sabiduria, a la
racionalidad. Bias protagoniza la razon, Fortuna, la sinrazon. Se abre el poema con una
argumentacion acalorada entre los dos personajers; Fortuna esta nerviosa, agitada; Bias, muy
sosegado, formula un seguro reto:
Faz lo que facer podras
Ca yo vivo por racon (1).
Mas adelante:
Virtut racional poseo:
Pues veamos, ?que faras? (34).
Y mas tarde le advertiria el sabio a Fortuna que su poder era grande, pero solo
contra quien no ha saber (73).
El Marques de Santillana nos reconto, en castellano, una creacion del hombre donde no
hizo mencion alguna del pecado original, pues su creacion era toda ella mundana perfeccion,
util conjuncion y concordanza, con unos seres sometidos al poder universal del hombre. por
eso, este nuevo hombre, racional y superior a todos los otros seres, dejaria ya de escuchar
a los animales de los apologos medievales, para leer solo a los poetas, oradores y filosofos
del pasado. En la nueva manera del Marques eran los animales los que se rendirian
reverentes ante el hombre. En la Defunssion de don Enrique las fieras deformes se
conmoverian y consternarian dolorosas ante la muerte del sabio. Con ello se ponian las
letras castellanas en ruta hacia los motivos de Garcilaso, quien al comienzo mismo de su
Primera Egloga nos presenta al cuitado pastor cuyas ovejas al cantar sabroso/ estaban
muy atentas, los amores/ de placer olvidades, escuchando.
ARMAS Y LETRAS
Sigamos definiendo el humanismo español en funcion de los textos de nuestros
escritores, y veremos en que alto grado se dejaba sentir el nuevo movimiento cultural en la
Primera Generacion castellana. Ante la realizacion en Castilla del motivo de la
armonizacion de las armas y las letras, poetizado ya por Homero y protagonizado en la
persona de Julio Cesar, que se inclinen los demas humanistas, que pasa el Marques de
Santillana. Con este se cultivo el suelo y la mentalidad española en el siglo XV, de manera
que en los dos siguientes pudiera madurar el fruto como en ningun otro terreno. Nos lo
asegura E. R. Curtius:
"...jamas en lugar otro alguno la combinacion
de la vida de las Musas y la vida del guerrero
se han realizado tan brillantemente como en
el periodo de florecimiento de la España de
los siglos dieciseis y diecisiete -baste con
traer a la mente a Garcilaso, Cervantes, Lope
y Calderon. Todos ellos poetas que tambien
participaron en guerra."24
De atras les venian a los españoles tales glorias, herederos como eran el Rey
Sabio, de don Juan Manuel y del Canciller de Ayala. El Marques de Santillana, sobrino de
este ultimo, quiso ser ejemplo y teorizador de la deseada combinacion. Sucediendo su epoca
a la Edad Media, edad soberanamente belicosa, no pudo sustraerse el Marques a una actitud un
tanto defensiva, contra aquellos que creian que era el cultivo de las letras tarea de
debiles o pusilanimes, lo que le llevo a proclamar para las generaciones futuras: la
sciencia non embota el fierro de la lanca, nin face floxa el espada en mano del cavallero
(PP 3). En la Carta a su fijo explicaba asi por que le interestaba la traduccion
de la Iliada, Homero:
"...agradable cosa sera para mi ver la obra de
un alto varon e quassi soberano principe de
los poetas, mayormente de un litigio militar e
guerra, el mayor e mas antiguo que se cree
aver seydo en el mundo" (CF 1).
Curtius se olvido de hacer mencion del Marques de Santillana, pero a los
contemporaneos de este no les paso inadvertida la ejemplarizacion en el noble escritor de la
armonizacion de las armas y las letras. Juan de Mena le pago el primer tributo de
admiracion:
En cuyas manos la luz soberana
Quiso que reluzgan las armas e toga,
Asy que lo uno lo al non deroga
Antes lo funde, lo suelda e lo sana (Obras 321).
Y Gomez Manrique elogiaba a nuestro poeta de esta manera:
Vos soy de los sabios el mas excellente
E de los poetas mayor que Lucano
Pues nunca en las lides el fuerte troyano
Non fue mas ardido, nin tanto valiente (Obras 326-27).
Fue Juan de Mena quien habia reconocido en las letras la virtud de soldar y sanar
las heridas que abrian las adversidades de la guerra y de la politica. Y el Marques de
Santillana, muy cerca de ese sentir, escribio el dialogo de Bias contra Fortuna,
dedicado a su primo, el Conde de Alba, para que en la carcel le sirviera de consolacion.
Y ahora, pasemos a corregirle la pagina a otro de los generalistas,
Spingarn, desconocedor de las ideas de nuestros escritores, quien, en lugar de reconocer su
ignorancia, se contento con despachar la poetica española considerandola un recuerdo de
teorias italianas, segun comenta el citado Kohut25. He aqui
una de las conclusiones de Spingarn:
La poetica del Cinquento heredo pues en
forma teoretica una defensa de la poesia cla-
sica contra las acusaciones de paganismo e
inmoralidad, una defensa del estudio de las
letras contra las acusaciones de afemina-
miento e inutilidad practica, una defensa de la
literatura clasica como fuerza educativa y re-
finadora, una defensa del estudio literario en
general, no como mero estudio humanistico,
sino como la consumacion del caballero y el
cortesano, como un elemento en la cultura
general26.
De no saber que se referia a los italianos, creeiamos que resumia los impulsos y
logros de la Primera Generacion castellan, ya en la primera mitad del siglo XV.
TEORIAS LITERARIAS DEL MARQUES DE SANTILLANA
"... para qualquier practica mu-
cho es necesaria la theorica, e
para la theorica la practica"
(PP 3)
NATURALEZA DE LA INSPIRACION POETICA
Desde tiempos inmemoriales poetas y filosofos han hablado de la naturaleza de la
inspiracion poetica. El concepto platonico de la poesia como emocion, furor divino, fue
revitalizado por los escritores italianos en el primer despertar del humanismo. A Dante se
se le llamaba poeta-teologo; su Commedia, divina. Petrarca, siguiendo a Albertino
Mussato, defendia la poesia y ensenaba que la teologia era una poesia que procedia de Dios.
Boccaccio hablaba larga y fervorosamente de la poesia como procedente del seno de Dios
-ex sinu Dei-. Cuando Boccacio hablaba de poesia, hablaba en latin.
27
Inigo Lopez de Mendoza, el primer teoricista que aborda el tema de la poesia en una
lengua vernacula, no mostraba ya un fervor tan religioso al referirse a su naturaleza. Mas
que a los predeceores italianos, con su religioso sentir, se parecia a Horacio, vago y
sugestivo, con respectp al origen de la inspiracion poetica. La poesia era una de las
sciencias infusas.(PC 3), consistiendo en un zelo celeste, una affection divina,
un insaciable cibo del animo (PC 2).
Apenas si podriamos hallar en toda la obra del Marques una caracterizacion mejor
lograda que esta de la inefabilidad de la poesia; se entrecruza en ella lo racional con lo
sentimental, lo conceptual con lo retorico, en un triplete a la vez sinonimico y
onomatopeyico. Se concentra en su brevedad el calido entusiasmo del poeta, y podemos
barruntar su frustracion ante la incapacidad de expresar plenamente la abundancia de su
alma, las acumulaciones de su insaciable animo. El poeta, intermitentemente, tropieza en su
balbuceo con el fonema c: zelo, celeste, afection, insaciable, cibo. El poeta se refugiaba
en la annominatio: zelo celeste; y en los latinismos: affection, cibo; no
pudiendo menos que dejarse arrebatar por una licencia poetica muy atrevida -empleada por los
latinos para efectos especiales-, la hypallage: insaciable cibo del animo, en pugna
de sintasis con significado; de no haber estado el poeta tan abrumado por la inspiracion,
habria dicho: cibo del insaciable animo28.
?Es que alguien, entre los italianos, habia teorizado sobre la inspiracion poetica
con comparable profundidad, belleza y brevedad?
LA NOBLEZA DEL POETA
El poeta adquiere con el Marques de Santillana carta, en lengua romance, de
naturaleza aristocratica, esa naturaleza que habia de ser ensalzada por los humanistas de
toda Europa: nunca esta sciencia de poesia e gaya sciencia se fallaron si non en los
animos gentiles, claros ingenios e elevados spiritus (PC 2). Para Horacio el vante era
sacro (Od. 4.9.28) o divino (Ars 400); el Marques en Comedienta de Ponza
(104) no hablaba de los sacros poetas. No era esta una pasajera corazonada en
nuestro escritor, ni tampoco parece estar inspirada en los italianos. El arte de Marques
era un arte paganizante, y como tal, con gran atrevimiento, invocaba en Defenssion de
don Enrique propio finado, cuya gracia e sacra prudencia(3) le habian de bastar al
poeta; al final, las Musas proclamarian que don Enrique ha por suyo el cielo elegido/ E
puesto en compania de superno choro (DE, 21). En la doctrina cristiana, la de los
conservadores, era santo aquel que la Iglesia declaraba digno de veneracion por haber
obtenido el cielo. El santo de la nueva manera del Marques era el poeta-sabio, cuya
venerabilidad era proclamada por las Musas; idea esta, no de la tradicion medieval, sino de
rancio sabor horaciano, pues fue este gran preceptista latino quien habia dicho: Dignum
laude virum Musa vetat mori,/ caelo beat (od. 4.8.28-29). Incluso la imagen del
superno choro se asemeja a la de Horaci, cuando, en una oda dedicada a Melpomene,
confesaba su orgullo de que Roma le incluyera entre los amables coros de los vates:
inter amabilis vatum... choros (Od. 4-7.5-7).
¿QUE COSA ES POESIA?
Le cabe a Inigo Lopez de Mendoza el gran honor de haber sido el primer escritor
que se planteo y respondio, en lengua vernacula, la pregunta mas ambiciosa de la critica
literaria:
¿E que cosa es la poesia (que en nuestro vul-
gar gaya sciencia llamamos), syno un fingi-
miento de cosas utiles, cubiertas o veladas
con muy fermosa cobertura, compuestas, dis-
tinguidas e scandidas por cierto cuento, peso
e medida? (PC 3).
Le definicion es condensada y comprensiva; en ella se compendia la esencia, la
finalidad, la materia y la forma interna y externa de la poesia. Las fuentes del Marques
fueron legion; el mismo seria el primero en admitirlo, con orgullo, pues era la ocupacion
deleitosa de sus anos de madurez la de escuchar a sus antepasados. Pero el Marques tenia
alma de poeta y, como tal, su definicion es la enunciacion de su teoria y de su practica.
Los rebuscadores de las fuentes del Marques, tacanamente, rehusaron confesar que la
definicion de este superaba a todos los presuntos modelos; y no solo en la diccion, en el
estilo, sino, sobre todo, en su proclamacion, sin ambages, de que la poesia era
esencialmente ficcion.
POESIA COMO FINGIMIENTO
Farinelli y Lapesa, entre otros, han sido poco generosos hacia la originalidad del
Marques de Santillana, a quien nos le presentan, en materias serias de ideas poeticas, poco
mas que como un servil parafraseador de Boccaccio. Ahora bien, Dante, Petrarca y Boccaccio
eran autenticamente medievales en su indentificacion de teologia y poesia, de poesia y
verdad; en la vieja linea platonica de los apologetas cristianos, defendian ellos que la
poesia estaba exenta de mentiras. Es por eso que Baccaccio defendia que el vocablo
poesia no se derivaba del griego ("quod idem sonat quod fingo, fingis").
Es interesante que Boccaccio se preocupara de las relaciones etimologicas de los
terminos, al querer definirlos, pues era asi preceptuado por las retoricas. La
etymologia descubre la verdad original de las palabras, como decia Quintiliano
29. Quiere decir que, de haber seguido el Marques de Santillana
el texto de Baccaccio tan de cerca como quieren hacernos ver los criticos, dificilmente se
le hubiera ocurrido afirmar lo que el presunto maestro habia negado -que poesia fuera
ficcion-, a no ser que veamos en el escritor castellano a un reaccionario; y reaccionario
fue.
El Marques de Santillana, mas que a Baccaccio, se unia en su seleccion del vocabulario a
don Enrique de Villena, para quien el arte de la poesia consistia en fingir, termino
que repite intermitentemente, por ejemplo, en las notas de su version de la Eneida,
de Virgilio. Cuando el Marques poetizaba el encuentro de Bias con Fortuna, decia:
fingese que la Fortuna le vino al encuentro(PB5).
La poesia como fingimiento era otro constitutivo de la nueva manera que
significaba una ruptura con el verismo, el realismo y el popularismo de la poesia castellana
tradicional; como a Virgilio ya a reprobar que cambiara la historia, por cuanto de la
licencia poetica es permiso (GP 44)30.
En contraste con el Cantar de mio Cid, con Berceo, con don Juan Manuel y los dos
Arciprestes, que narraban guerras, milagros, anecdotas y sucesos varios sub specie veri
, Inigo Lopez de Mendoza, en su arte de madurez, cultivaria y promoveria una poesia de
integracion humanistica, que saltaba fuera de las iglesias, los palacios, las plazas y las
sierras, para trepar hacia las alturas de los mitos y las peregrinas historias, como el
mismo las llamaba. No era necesaria ya la verdad del suceso; el poeta tenia licencia para
fingir, con tal que su obra fuera util.
FUNCION DE LA POESIA
El objeto de la ficcion eran las cosas utiles; la finalidad del arte como
utilitaria y edificante tenia raices muy hondas en la tradicion literaria. A Platon le
siguio Ciceron, en la formulacion de finalidad del orador como la de docere, delectare,
movere. Horacio aconsejo a los poetas que declar lo util con lo dulce: Omne tulit
punctum qui miscuit utile dulci,/ Lectorem delectando, pariterque monendo (Ars 343-44).
Horacio fue el gran oraculo de los poetas humanistas. Entre estos se coloco muy
temprano el Marques de Santillana, no solo al proclamar la utilidad de la ficcion, sino al
proscribir al mismo tiempo las composiciones de los trovadores por no ser otra cosa que
metaphoras vanas con dulce loquela (CP 3). La utilidad significaba edificacion moral;
significaba escribir metros que fueran unestimulo o espuelas atrayentes e provocantes a
toda virtut (PP 3), que contuvieran las buenas doctrinas, los provechosos ejemplos e
utiles narraciones (PP 5).
No es que queremos decir que el provecho moral de la composicion fuera una innovacion en
las letras castellanasl; la nueva manera consistia en que el poeta humanista se
remontaba a la antiguedad clasica y pagana en busca de los provechoses ejemplos,
utiles, no por su lejania, sino porque tenian mas que ver con la situacion presente y
vital del escritor y de destinatario. La figura ejemplar del viejo Bias era escogida por su
valor imperecedero de actualidad; nos dice el Marques que era su intencion la de
escribir ...algunos de sus nobles e loables actos e conmendables sentencias, porque me
paresce face mucho a nuestro fecho e caso (PB 3)31. El caso
del destinario, el conde de Alba, era el de encontrastarse encarcelado.
La utilidad de la composicion era su finalidad consolatoria. Podemos decir que el
Marques de Santillana se adelanto a los demas humanistas en proclamar los efectos de
consolacion y reposo que la poesia proporcionaba en situaciones de adversidad. No tenia,
pues, razon J.W.H. Atkins cuando afirmaba que la idea de que la poesia fue dada a los
hombres como consolacion por las miserias de la vida era nueva en Nutricia de
Poliziano (n. 1454)32. El Marques de Santillana habia, mucho
antes, suplicado a su hijo que le hiciera la traduccion de la Iliada de Homero para
consolacion e utilidat suya y de otros, agregando que, junto con el deleite, encontraba
el en las lecturas de los poetas clasicos un singular reposo a las vexaciones e
trabajos que el mundo continuamente trahe (CF 3). El conde de Alba, nos dice el Marques
que le habia pedido desde la carcel que le enviara algunos de sus trabajos por
consolacion (PB 2). Tales efectos consolatorios de las lecturas literarias habian sido
expuestos por Ciceron y Horacio; este ultimo, entre los oficios del poeta, habia destacado
el de consolar al desvalido y enfermo; inopem solatur et aegrum (Epist.2.1.131).
PARAFRASIS DE CICERON
Ya he dicho que Inigo Lopez de Mendoza, en contraste con los italianos anteriores
a el, rehuso indentificar poesia y teologia.
Sus ideas poeticas pertenecian ya a una etapa ulterior en la evolucion de las teorias
literarias, que consistia en la indentificacion de poesia y elocuencia. Guardaba nuestro
escritor en su biblioteca un tratado muy serio, poco comentado en la Edad Media, de Ciceron,
el De oratore. Se dice que el descubrimiento de esta obra, en un manuscrito que
tambien incluia el Orator y Brutus del mismo autor, habia conmovido en 1421 a
los humanistas italianos33.
Ciceron es el escritor mencionado con mas frecuencia en los escritos del Marques. En el
reconocuencia en los escritores del Marques. En el reconocia el castellano al moralista del
De Officiis y al preceptista literario: Tullio que explana/ E cendra los cursos
del gentil fablar (CP, 40). Pues bien, ?leyo el Marques el De oratore?
El caso es que en el Prohemio e carta he podido comprobar un sinnimero de
reminiscencias de dicho tratado. El Marques dedicaba el Prohemio a don Pedro, el
joven condestable de Portugal, caracterizado sus primeras composiciones como de alegres
pasatiempos juventiles que, como explicaria seguidamente, desdecian por el entonces de su ya
madura edad. Ciceron, al comienzo, se dirigia a su hermano Quinto, y se referia a las rudas
obras de su tempurana edad, dificilmente del gusto de sus anos maduros.
Continuaba Inigo Lopez de Mendoza diciendole a su joven admirador que habia leido
algunas de sus composiciones y que le placia mucho verle tan interesado en cosas de poesia,
ciencias mas que humana, propia de los mas elevados espiritus. Ciceron, en otros pasajes,
se referia a las dotes naturales que el orador habia de poseer, y animaba a los jovenes a
desarrollar esas aptitudes innatas, que el autor caracterizaba como dones divinos, tan
extraordinarios y raros, que convertian la oratoria en arte de pocos.
Ciceron pasaba a definir la oratoria de acuerdo con las cinco partes tradicionales:
inventio, dispositio, elocutio, memoria y pronunciatio;
"... omnis oratoris vis ac facultas in quinque
partes distributa: ut debere reperire primum,
quid diceret: deinde inventa non solum or-
dine, sed etiam momentp quodam atque iudi-
cio dispensare atque componere: tum ea de-
nique vestire atque ornare oratione"(De orat.
1.31.142).
El Marques de Santillana eliminaria de su definicion de poesia aquellas funciones
de memoria y pronunciacion que atanian de cerca al orador, al tiempo que organizaba
los elementos de acuerdo con los tres elementos comunes al orador y al poeta: la
invencion, la disposicion y la elocucion. Las variantes de la
definicion castellana son las mismas y las necesarias para la distincion del oficio peculiar
del poeta.
INVENTIO
ORATOR
reperire primum quid dicere.
POETA
fingimiento de cosas utiles.
DISPOSITIO
ORATOR
inventa non solum ordine, sed etiam
momento quodam atque judicio dis-
pensare atque componere.
POETA
compuestas, distinguidas e scandidas
por cierto cuento, pesso e medida.
ELOCUTIO
ORATOR
tum ea denique vestire atque ornare
oratione.
POETA
cubiertas o veladas con muy fermosa
cobertura.
En la parafrasis no solo se atiene al Marques de Santillana a la escritura del
modelo, sino que incluso nos transmite en castellano patrones estilisticos y verbales del
textos latino, como la pluralidad ternaria ordine, momento quodam atque iudicio:
cierto cuento, pesso e medida; quodam: cierto; componere: compuestas; y otros
menos obvios, pero no menos exactos, ordine: ordine: cuento (por numeros ordinales);
momento: pesso (junto con dispensare: distinguir por el peso).
Es decir, que era propio del poeta, en un arte que habia de superar al de la prosa, el
fingimiento, escandir, contar, pesar y medir las palabras y las silabas.
Si alguno de los lectores mantiene algun escrupulo sobre la relacion del texto del
Marques de Santillana con el de Ciceron, que lea lo que este nos sigue diciendo tras la
definicion de poesia; es el propio escritor quien nos disipa las dudas, al confesarse
deudor del preceptista latino, a quien indentifica por nombre:
E si por ventura las sciencias son desseables,
assy como Tullio quiere, ?qual de todas es
mas presentante, mas noble, e mas dina del
hombre? o,?cual mas extensa a todas especies
de humanidat? Ca las escuridades e cerramien-
tos dellas, ?quien las abre, quien las escla-
resce, quien las demuestra e face patentes
sinon la eloquencia dulce e fermosa fabla,
sea metro, sea prosa?
Se acerca el estilo del Marques de Santillana al modelo circeroniano en el
encadenamiento de preguntas retoricas; se acerca en la caracterizacion de la elocuencia como
la ciencia mas presente, latinismo que vierte el praestabilius del modelo
(1.8.30); se acerca en el concepto universalista, maximalista de la elocuencia, que se
extiende a todas especies de humanidat (comparese con oratorem in omne genere
sermonis et humanitatis esse perfectum, 1.9.35).
Antes de concluir esta seeccion quiero presentar al lector la definicion de poesia de
Boccaccio, la que otros criticos han considerado al fuente del Marques, y que el lector
decida sobre que modelo es el mas digno y probable; la poesia era, para el italiano,
fervor quidam exquisite inveniendi atque dicendi seu scribendi quod inveneris
34.
Segun el analisis de Karl Vossler la poesia del renacimiento paso en Italia por tres
etapas sucesivas: de indentificacion con teologia, con elocuencia y con retorica y filologia
35. En la segunda etapa es donde hemos de situar al Marques de
Santillana, quien, al definir la poesia, lo hizo sobre un patron clasico de la definicion de
oratoria.
LA REACCION CONTRA LOS ROMANCES
Se ha hecho costumbre inveterada de los criticos literarios juzgar la literatura
española en funcion de los movimientos culturales de otros paises europeos. Quiere decir
que los criticos de la literatura española han ido en pos de los de otras literaturas y han
tratado de analizar los fenomenos de la nuestra con terminos y con conceptos principalmente
foraneos. Bajo estos criterios se explica que se hayan acomodado entre nuestros estudiantes
las generalizaciones -si no complejos- sobre los movimientos literarios españoles como
frutos tardios o tardanza, acunadas por R. Menendez Pidal y E.R. Curtius,
respectivamente. Ambos criticos, dicho sea en honor a la verdad, para evitar una
interpretacion anadiendo que precisamente por ser tardios, eran los frutos de mejor
sazon, o que la tardanza de España no significaba torpeza36.
Generalizaciones de este tipo tienden, necesariamente, a predisponer a nuestros
estudiantes y criticos, y animarlos, con entusiasmo, a la busqueda de fuentes extranjeras en
el suelo hispanico. Al mismo tiempo, tienden a disuadirlos de interpretar un texto español
como anticipacion de un movimiento europeo posterior de gran dimension. Tales tendendias
pueden explicar muy bien la proliferacion de fuentes extranjeras sobre los autores
castellanas o -como en nuestro caso particular- la falsa interpretacion del texto español,
cuando no se han encontrado precedentes extranjeros, por mucho que fueran los textos
subsiguientes del mismo cariz.
Uno de los textos mas celebrados del Marques de Santillana es el de la clasificacion de
los estilos y la condena de los romances que consideraba infimos. Para comprender
mejor la postura del Marques vamos a examinar su texto en la perspectiva de otros de sus
contemporaneos, Enrique de Villena y Perez de Guzman, quienes tambien reaccionaron con
bastante vehemencia contra las cronicas. La perspectiva adquirira dimensiones
universales al jusgarla en el contexto de la reaccion humanistica contra los romances
medievales, que sacudiria la conciencia de los preceptistas europeos de anos posteriores
37.
Las reacciones literarias, en su gran mayoria, han sido esencialmente efectos de causas
internas a cada cultura, bien por abuso, agotamiento o cansancio de una situacion que habia
prevalecido por mucho tiempo. La imitacion de los modelos antiguos o extranjeros, mas que
la causa de la reaccion, era un argumento de justificacion para el cambio deseado. Los
escritores innovadores y reaccionarios han necesitado siempre hacer uso de celebres
antepasados, de autoridades bien establecidas, con el fin de demonstrar a sus
contemporaneos, y demostrarse a si mismos, las razones de sus motivos, la excelencia de sus
nuevas maneras y metas. Quizas ningun otro movimiento cultural se haya mostrado mas
antagonistico hacia sus predecesores inmediatos que el Renacimiento, y ninguno ha empleado
con mas abundancia o efectividad el argumento de que los tiempos pasados fueron mejores. En
Italia el Renacimiento se veia, con legitimidad, como la revitalizacion que aparecio casi
simultaneamente con su despertar a la creacion literaria en lengua vernacula. En España,
que contaba con una tradicion literaria medieval muy solida y altamente influenciada de la
tradicion arabe, las antiguas Grecia y Roma fueron buscadas como solaz y refugio. La Edad
Media habia corrido ya su curso; curso cuyo panorama aburria ya y molestaba a los de nuevos
gustos.
Concentremonos en España; notablemente cada siglo medieval parecio surgir coloreado por
una peculiar comenzon de desprecio por la desordenada literaria popular. Los proponedores
de cada nueva manera, lo harian de acuerdo con su idiosincrasia artistica. Asi, el Mester
de Clerecia, como expone el autor del Libro de Alexandre, no pudo disimular su desden
por el de Juglaria, al tiempo que se deleitaba en su nuevo arte impecable:
Mester trago fermoso, non es de ioglaria,
Mester es sen peccado, ca es de clerecia,
Fablar curso rimado por la quanderna via,
A silabas cuntadas, ca es grant maestria (2).
Desde ese momento en adelante, la Clerecia no cejaria por aduenarse del roman
paladino, con el fin de librarlo del rudo y licencioso vecino y convertirlo asi en objeto
de arte, de complacencia estetica.
A comienzos del siglo XIV encontramos una proscripcion de los Romances de amor,
en que San Pedro Pascual, obispo de Jaen, condenaba por estar entretejidos de mentiras y
enganos:
"... amigos cierto creed, que mejor despende-
redes vuestros dias y vuestro tiempo, en leer e
oyr este libro, que en dezir e oyr fablillas y
Romances de amor, y de otras vanidades, que
escrivieron de vestiglos e de aves, que dizen
que fablaron en otro tiempo, e cierto es, que
nunca fablaron, mas escribieron lo por seme-
jancas. E si algun buen exemplo ay, ay muchas
malas arterias y enganos para los cuerpos y
para las animas"38.
Los romances eran tambien condenados en otras partes de Europa por los PP.
Dominicos, como se nos informa en una carta del rey Juan de Bohemia: In magnum...dedecus
et conteptum facti sunt Romancii, chronicae et moteti39. ¿No
son estos los romances, cronicas y cantares de que se nos habla en los textos
castellanos?
Hacia mediados del siglo XIV, cuando la literatura adquiere su plentiud en España, dos
autores de diferente sensibilidad estetica se sumarian, cada uno a su estilo, al ataque
contra las praticas de los descuidados escritores de su epoca. Don Juan Manuel, que
escribio el Conde Lucanor para los legos et de non muy grand saber, exponia en el
prologo su enorme interes por la prosa cuidada: este libro, compuesto de las mas
apuestas palabras que yo pude, unido a un celo especial porque el texto del copista fuera
fiel al original. Asi pues, en una ocasion Don Juan Manuel aprobaria la conducta de un
caballero de Perignan quien, al oir a un zapatero cantar una de sus composiciones mal
ordenamente, enfurecido entro en la tienda y con unas tijeras hizo pedazos cuantos
zapatos hallo a su alcance. El zapatero apelo al rey. El caballero justifico su conducta
sobre la base de que habia tratado de vengarse por el maltrato que el demandante habia hecho
de su cantar.40
El celebre Arcipreste de Hita, el admirador del hombre ordinario, no dejo de reconocer
el estado calamitoso de las composiciones que el populacho recitaba. Uno de los grandes
objetivos de su Libro de Buen Amor era de dar [a] algunos lecion e muestra de
metrificar e rimar, e de trobar41. Merece la pena recordar
que al autor le gustaba llamar a su libro romance. Conocedor de que los romances
eran censurados por muchos, justificaba el suyo, por su forma: fablarvos he por trobas
e por cuento rimado: es un dezir fermoso e saber sin pecado (15); y por su contenido:
non vos dire mentira quanto en el yaz (14).
A comienzos del siglo XV, como veremos, el terminos romance se extendia hasta
comprender una cronica del Cid en prosa. Como en otras partes de Europa, pues, el
significado de romance era lo suficientemente amplio como para designar composiciones
extensas tant en verso como en prosa; o sea, que los tres terminos romances, cronicas y
cantares, abarcaban una larga gama de generos literarios en lengua vernacula.
En la primera mitad del siglo XV los tres distinguidos escritores mencionados, Enrique
de Villena, Ferran Perez de Guzman e Inigo Lopez de Mendoza levantaron sus voces de protesta
contra las realizaciones castellanas de cronicas, romances y cantares, basandose en
solidas bases literarias.
Enrique de Villena, en sus curiosas y valiosisimas notas a la version de la Eneida
de Virgilio-la primera que se hacia a una lengua romance-42,
fustiga a los escritores de cronicas en Castilla, a los que, con manifiesto menosprecio,
caracterizaba como escritores de camara romancista... Homes legos, ayunos de sciencia,
ygnorantes la lengua latina. Sus obras eran condenadas por varias razones, largamente
expuestas:
"... que no bieron otras ystorias sinon las que
ellos hordenauan ...scriuanos todos ygnoran-
tes latin, y por eso los llama romancistas; y
ponelo por tal continuacion: como si ordena-
sen procesos non curando del Horden artificial
que guarnesce mucho las obras, donde se
siguen todos los ynconbenientes que en el
testo o del ante dize y muchos que el pres-
sente cumple dirigir" (f. 11).
Su condena de los romancistas se basaba en su descuido del arte y del orden
-Horden artificial-, asi como de la diccion:
|
"non encomendar, siquiere fiar, el fazer de
las coronicas ha scriuanos de Camara roman-
cistas, segun en estas se faze partes, que lo po-
nen en gruesas y rrudas palabra, diciendo
tan manifiestas adulaciones y parcialidades,
non sauiendose cubrir con el rrectorial velo;
que son menospreciadas las Coronicas ordena-
das por ellos, las quales ansi contentibles
ventura non alcanzan de escriuirse sinon en le-
tra tirada y las mas de las veces por mano
de abecantilos (?) que nunca en la casa entra-
ron de ortographia, en delgados papeles de pr-
bres bestidos cubiertos, cuya fama non se es-
tiende fuera del territorio; bien parece que los
facedores dellas non fueron criados con leche
Rectorial ne mantenidos de la vianda poethi-
ca, nutritiua de los generosos entendimientos..." (f.11).
Don Enrique estaba preocupado, como lo estaban los humanistas, con la fama. El
proposito de las cronicas habia de ser el de asenalados estremos fechos quanto a la
perpetuacion de la fama... en escripto contar. He aqui lo que a este repecto tenia el
que decir sobre las cronicas castellanas (continuacion de la cita anterior):
|
"... non digo por uituperar o defauorir ha los
que las tales escriuen coronicas, mas dolien-
dome que tan gloriosos fechos como de los
Reyes cercanos deste tiempo passados perez-
can abreuiada la duracion de su nombradia
singular..." (f. 11).
En otra nota nos explica Enrique de Villena como la fama era un bien temporal
deseable, y solo podian conseguirla los que escribieran con ciencia. La insistencia en la
diccion y el estilo poetico dejaba en claro que bajo la denominacion de coronicas no
comprendia el autor exclusivamente las narraciones en prosa de sucesos historicos:
|
"... poco vale a los grandes principes y Reyes
tancta ementada como la de Virgilio; onde
paresce que las coronicas que non son en alto
estillo y guarnescidas de las aposturas poethi-
cas son poco ementadas, porque los entendi-
dos las tienen en poco, por cuyo alabamiento
abia de durar..." (f. 11).
Para el, el modelo de las coronicas no era otro que la Eneida de
Virgilio, que superaba a la que hizo San Isidoro:
|
"... la Eneyda que sancto Isidoro fizo non es
tancta ementada como la de Virgilio; onde
paresce que las coronicas que non son en alto
estillo y guarnescidas de las aposturas poethi-
cas son poco ementadas, porque los entendi-
dos las tienen en poco, por cuyo alabamiento
abia de durar..." (f. 11).
Invita, pues, a todos los que intentan escribir cronicas a leer su traduccion de
la Eneida, para escribir las propias con orden:
|
"... los facedores de las coronicas, siquiera
sean scientes, siquiera romancistas, tomaran
gran doctrina desta traslacion eneydal y por lo
en ella visto podrian mejorar y corregir sus
mal ordenadas ystorias" (f. 17).
Con estas extensas citas de Enrique de Villena he tratado de dat a conocer una
obra que yace en manuscrito, y presentar un telon de perspectiva sobre el que proyectar y
poder apreciar mejor el capitulo introductorio de Perez de Guzman a sus Generaciones y
semblanzas. Comienza asi este tratado:
|
Muchas vezes acaesce que las coronicas e es-
torias que fablan de los poderosos reyes e no-
tables principes e grandes cibdades, son aui-
das por sospechosas e inciertas e les es dada
poca fe a abtoridat.43
A los autores de semejantes coronicas e estorias los caracterizaba el
escritor como ombres de poca verguena. Incluso menciona a uno de ellos, a quien
fustiga duramente:
|
"... un liuiano e presuntuoso onbre, llamado
Pedro de Coral, en una que se llamo Coronica
Serrazina (otros la llamauan del rey Rodrigo),
que mas propiamente se puede llamar trufa o
mentira paladina" (pp. 3-4).
La Coronica Sarracina es lo que puede llamarse en el pleno sentido de la
palabra romance medieval. Perez de Guzman dicto tres normas para la composicion de las
buenas cronicas -para las estorias se fazer bien a derechamente-, es la primera la
que propiamente viene a nuestro proposito:
|
"... la primera, que el historiador sea discreto
e sabio, e aya buena retorica para poner la
estoria en fermoso e alto estilo; porque la
buena forma onra e guarnesce la materia" (p.5).br>
Todo buen escritor, insistia mas adelante, debe estar dotado de dos cualidades
indispensables: saber para ordenar e conciencia para guardar la verdad. Tambien Perez
de Guzman estaba interesado en la fama:
|
E asi, porque estas reglas non se guardan, son
las coronicas sospechosas e carescen de la
verdad, lo cual no es pequeno dano: ca, pues
la buena fama, cuanto al mundo, es el verda-
dero premio e gualadron de los que bien e
vertuosamente por ella trabajan, si esta fama
se escriue corrupta o mintirosa, en vano e por
demas trabajan los manificos reyes o principes
en fazer guerras e conquistas, e en ser justi-
cieros e liberales e clementes, que por ventura
los faze mas notables e dignos de fama e gloria
que las victorias de las batallas e conquistas
(pp. 6-7)
En los citados textos de Villena y Perez de Guzman domina la preocupacion por el
orden en la composicion. Ahora bien, si tal orden era demandado de los escritos en
prosa, no hemos de maravillarnos que el Marques de Santillana, que trataba principalmente de
la poesia, nos hablara con insistencia del orden, regla, cuento, peso, medida, modo,
arte, metro, compas, etc., que el poeta debiera guardar.
CONCEPTO DE ROMANCE EN EL SIGLO XV
Cuando don Ramon Menendez Pidal trato de encontrarle al Romancero hispanico hondas
raices en la tradicion, afirmo del termino romances: en el transcurso del siglo XV vamos
viendo la palabra especializada en el sentido en que hoy lo esta. Luego, concretando
mas, anadia que esa particularidad de significado debemos reconocer en la tan recordada
frase del Marque de Santillana relativa a los romances e cantares
44. Este aserto estaba lejos de la verdad; queriendo con el don Ramon dar antiguedad al
concepto de romance, cayo en grueso anacronismo. En el siglo XV, ya lo he dicho, se
confundian los conceptos de romance y cronica. En 1492, en una copia de una cronica del
Cid, se decia en el encabezamiento y conclusion, respectativamente:
Aqui comienza el romanz del Cid Campeador...
Acabado es este romanz del noble Cid Campeador45.
Es don Enrique de Villena el que mejor nos aclara el concepto que la Primera
Generacion de humanistas españoles tenia de romance, con particular referencia al que
tanto este escritor como Juan de Mena denominaban romance de Atalante. Dice asi un
pasaje de la version de la Eneida, al concluir el convite con que la reina Dido habia
obsequiado a Eneas y los suyos (Eneida I.740ss):
|
*
Luego comeco a tanner, fenescica la bendi-
cion, la viuela dorada de fermosos lauores el
de luengos y annjllados cauellos ayopas; e
dixo aquel Romance que fico el gran atalante,
Rey que fue de libia, en do cantaua el curso
erratico de la luna y aquel moujmjento del
solar curso annal, e donde ujno el linagge de
los ombres e de las bestias, e donde el frio e
calura, siquier las luuias e los fuegos e los
secretos del polo e de las estrellas pliadas e
yadas e dandos triones; e por que se fazian los
dias breues e grandes, e la diuersidat de
las noches. E cacabado el canto gritaron dos
veses por alegria los tyrianos, e siguyeron les
los troyanos fazjendo aquello mesmo46.
En la glosa al pasaje explica Villena a sus contemporaneos algunos de los
terminos, para que pudieran comprenderlos debidamente de acuerdo con los conocimientos y
experiencias propias:
"... despues de la bendicion memorada en el
capitulo precedente, comenco a taner el juglar
Ayopas la bihuela d′arco, que era ynstrumento
con que entonces estaua y usauan cantar, y
se conuenia mejor con los modos del canto
dese tiempo (y por eso dice el texto fenescida
la benedicion); la qual era bien labrada de laures
sotiles, y por eso dice dorada, casi tan
delgadas cosas de oro placibles a la uista, y por
eso dice fermosas; e dende descriue la disposi
cion deste juglar, diciendo que tenia luengos
cauellos y anillados, es a sauer, encrespados y
boluidos en cercos como ouillos, segund oy
traen los alemanes y polacos. E declara el
cantar que dijo que hera aquell romance que
Atalante fizo, porque los romances venian bien
en aquellas bihuelas, y dician en ellos aquellas
gestas de los antiguos, por dar refeccion al
entendimiento despues del comer corporal...
y por la senoria que touo [Atlas] en quellas
partes quedo la memoria de sus decires e es-
pecialmente aquel romance que ordeno aso
nado para cantar, contando en el los fechos
astrologicos, porque fuese aquel sauer mas di
vulgado y perpetuado, y la niebla de la olui-
danca tan ayna non le cubriesse, e por eso
dice en el texto, adelante declarando de que
fabla aquel romance, que contaua el curso
erratico de la luna; dice erratico porque no es
vniforme, que algunas veces anda mas veloce
que otra por ser diferente por las diuersidades
de su epiciculo, que la face veloce e tarda en
su movimiento; e donde recuerda del solar
curso, y del principio de los ombres y anima
les, y de las impresiones de los elementos;
onde parece que en aquel cantar auie conclu
siones philosophicas naturales, por la mayor
parte era d′astrologia..."
Tras decir que el romance de muchas fuese coplas compuesto, anade:
|
"... cumplido aquel romance y cesado el taner
de Ayopas, el juglar susodicho, los troyanos y
tyrianos los gritaron dos veces disiendo
i./ o./ o., segun fasen oy en la fin de las galas e
dancas alegres, e doblaronlo monstrando
abundancia de alegria, aprobando el festival
convite e abundando tanto el plaser interior,
que de fuera por grito clamoso, diferente de
las costumbradas voces, e con alegre e agudo
sonido sentido fuesse ... el canto del juglar
Ayopas duro por una hora" (ff. 48v-50).
El documento encierra un gran interes desde el punto de vista cultural y
folklorico. Podremos concluir, pues, que alla por los anos 1427-28, fecha de la tradducion
de Villena, un romance era una composicion extensa en verso, que interpretaba un juglar
acompanandose con su instrumento musical en presencia de una gran audiencia con el fin de
entretener. Un elemento de interes es que el romance de Atalante no iba destinado a la
gente de servil condicion, sino al pueblo presidido por la reina Dido y Eneas, del linaje de
los dioses; se trataba de un romance que ordeno asonado para cantar.
Para Juan de Mena el romance de Atalante era digno del gran magnate de su tiempo,
poeta y escupuloso estilista, el propio Marques de Santillana. En la vision alegorica de la
Coronacion, dedicada a este ultimo, las Virtudes Cardinales reemplazan al jugar
Ayopas en el canto de triunfo:
|
Las quales cantando en ante
El romance de Athanlante,
Circundaron su persona,
E le dieron la corona. (c.40).
LA CONDENA DE LOS ESCRITORES INFIMOS
Tras habernos definido que cosa era la poesía,
se procuso el Marqués la tarea de clasificar los grados de estilo, que hace siguiendo la
acostumbrada division tripartita:
"... tres grados, es a saber: sublime, mediocre
e infirmo. Sublime se podria dezir por aquellos
que las sus obras escrivieron en lengua griega
e latina, digo metrificando. Mediocre usaron
aquellos que en vulgar escriuieron, asy
commo Guido Januncello, bolones, e Arnaldo
Daniel, proencal. ... Infirmos son aquellos que
syn ningund orden, regla nin cuento fazen es-
tos romances e cantares de que las gentes de
baxa e servil condicion se alegran" (CP 9).
Las clasificacion tripartita de los generos o grados del estilo contaba con hondas
raices y un desarollo muy curioso en sus aplicaciones medievales. La aplicacion que hace el
Marques de Santillana es, si se quiere, un tanto simplista para nuestra sensibilidad
moderna, aunque no lo es tanto, si se tiene en cuenta que constituyo el primer intento de
critica, comparacion y diferenciacion, con valoracion, bajo el criterio de gusto literario.
Desde el punto de vista escolastico, es una clasificacion muy practica, y obedecia a la
costumbre de ejercitar a los alumnos en el analisis y clasificacion por generos, especies,
familias, individuos... En materias tan vagas y complejas como los generos literarios, la
division tripartita era una formula de compromiso entre la unidad aglomerada y la
multiplicidad sin limites. La division tripartita solia estructurarse sobre las bases de
los dos elementos mas dispares, en nuestro caso, el sublime (genus grande) y el
infimo (genus humilde). Lo que no encajaba en ninguno de estos dos extremos, se
clasificaba como medio (genus medium=mediocre).
Tengase en cuenta que Inigo Lopez de Mendoza trataba de calificar la poesia de los
contemporaneos, creyendo sublime la que estos escribian en griego o latin. Quien
tanto tenia que porfiar con la lengua latina de los poetas, segun le confesaba a su
hijo, no podia menos de admirar a los que sabian escribir en metros latinos. En el mismo
Prohemio e carta mencionaria a algunos de ellos, como Petrarca, que en el Castil
Nouo de Napol... se dize auer fecho muchas de sus obras asy latinas commo vulgares (PC 7)
, y el Rey Sabio, de quien se dize que metrificaua altamente en lengua latina (PC 7)
47. En el grado mediocre habian de incluirse desde los
inventores del soneto en Provenza y Bolona, hasta su mas reciente imitador en España, el
propio Marques.
Al referirse al grado infirmo, el escritor se volvia duro y personal, pues mas
que al genero ataca a los escritores mismos. Ahora bien, pensar que el Marques, en cuya
coronacion habian entonado las Virtudes Cardinales el romance de Atalante, fustigara
indiscriminadamente a todos aquellos que escribian romances, seria interpretar el texto y la
mentalidad del critico erroneamente. El se refiere solamente a aquellos que syn ningund
orden, regla nin cuento fazen estos romances e cantares de que las gentes de baxa e servil
condicion se alegran. Esta claro que los demonstrativos aquellos y estos,
seguidos por los relativos que y de que, delimitan y reducen la extension del
sujeto. Si se quiere interpretar el texto como condena de un genero literario, digase que
en el se proscriben aquellos romances y cantares que, hechos sin ningun orden, regla ni
cuento, servian tan solo para el regocijo del populacho bajo y servil
48. Nos consta que habia romances y cantares que el escritor tenia en cierta estima,
como el Roman de la Rose, cuyos escritores eran tenidos por doctos e senalados
(PC 11); no tuvo reproches para el Libro del Arcipreste de Hita, que era un
romance propiamente dicho, ni para los cantares de su abuelo, Pero Gonzalez de Mendoza (PC
14 y 16).
En honor a Inigo Lopez de Mendoza tratemos de valorar estas condenas de romances e
cantares sobre las bases de su definicion de poesia, y veremos cuan consecuente se nos
muestra el critico:
|
POESIA
cosas utiles... compuestas distinguidas escandidas por cuento por peso por
medida
ROMANCES/CANTARES
cosas jocosas... sin cuento sin orden sin reglas
En las lineas finales del Prohemio e carta el autor resumia sus ensenanzas
y legado poetico al joven Condestable, y le exhortaba a que no cesara en el ejercicio de
la inquisicion de los fermosos poemas commo en la polida horden e regla de aquellos.
Estaba obsesionada la Primera Generacion de humanistas castellanos con la idea y pratica del
orden la regla, el arte de la composicion literaria.
NUESTROS HUMANISTAS COMO PRECURSORES
La Primera Generacion literaria española gozaba de una clara conciencia de su
mision de purificacion y perfeccionamiento de las letras patrias. Un estudio comparado con
las> actitudes de aspiracion y fobias con otros humanistas europeos contemporaneos nos revela
una sorprendente comunion de sentimientos: la aspiracion comun de imitacion de los clasicos,
y la fobia comun hacia la macilenta literatura que servia de entretenimiento al populacho
inculto. Hicieron los humanistas lema de la feliz frase horaciana: Odi profanum volgas
et arceo, que en Bias contra Fortuna parece haber recogido el Marques de
Santillana: Fuy los ayuntamientos / De las gentes que non saben (B 140). A su
concepto aristocratico de la poesia, propia de animos gentiles, claros ingenios e
levados spiritus, repugnaba la destinada a las gentes de baxa e servil condicion.
Espigando aqui y alla entre los tratadistas del Renacimiento europeo, se
encuentran unos juicios muy curiosos, que de haber conocido dichos tratadistas los escritos
de nuestros autores del siglo XV, los hubieran citado como precursores.
En Italia, segun nos informa J. Burckhardt en su gran trabajo sobre el
Renacimiento italiano, El orgullo maximo de los humanistas era su devocion a la
antiguedad. Los comentarios del mismo investigador del Renacimiento sobre la estima del
soneto pueden servirnos para apreciar la valoracion del Marques sobre los romances y los
cantares: con el paso del tiempo... los madrigales, la sextina e, incluso, las
Canzoni fueron relegados a un lugar de subordinacion al soneto
49.
Tambien en Italia, y mas de cien anos despues del Marques de Santillana, Antonio
Minturno, en su Arte poetica (1563), hablo con desden contra Ariosto, quien, en lugar
de haber escrito un poema digno, lo escribio de una manera desordenada, una gran massa
di persone e di cose, a imitacion de los babaros franceses y españoles. Reconocia
Minturno la gran popularidad de los romanzi-Ariosto escribio el suyo per piacere
a molti (p.29)-, lo que atizaba el fuego de su desprecio, pues su popularidad se
circunscribia a la gente vulgar e ignorante:
|
E il vero: ma da cui? e con qual giudicio?
Certo de gli huomini volgari, che non sanno
che cosa e la Poesia: ne conoscono in che
consiste l′eccellentia del Poeta (p.26).
Notese lo que, en contraste, dice Minturno del soneto, acto seguido:
|
Io per me piu stimo un sonetto del Petrarca,
che tutti i Romanzi, onde convien che′l volgo
agogni.
En la Edad Media no habia habido en Italia una produccion de romances digna de
consideracion, comparada con la de Francia o España. Las controversias de Minturno y otros
humanistas se centraban sobre las obras de Ariosto y Tasso, en cuanto que eran tenidas como
imitaciones italianas de los romances medievales. Los acusadores hubieran preferido que los
dos escritores se hubieran dedicado a la imitacion de los clasicos. Minturno menospreciaba
el Orlando furioso de Ariosto por su falta de orden y unidad; Camillo Pellegrino, en
Il Carrafa, o verso della epica poesia (1584), negaba a Bernardo Tasso el titulo de
poeta epico sobre bases parecidas: historia del tutto vana, e ... tante digressioni
lontane in tutto dalla attione, ... attioni diverse, e di piu persone (p.128)
50.
En Francia, riquisima productora y exportadora de romances medievales, los
humanistas reaccionarian contra los generos tradicionales con no menor animosidad que en
otros paises. Rabelais, de acuerdo con V. Hall, repudia los viejos romances como
productos de una edad ignorante y barbara (p. 131)51.
Montaigne parecia confesar con orgullo que conocia no mas que algunos titulos de los mas
famosos romances; el, que habia leido a Ovidio a la edad de ocho anos
52.
El mas elocuente de los despreciadores de los romances medievales fue J. Du Bellay en su
La Defense et illustration de la langue francoyse (1549); amonestaba alli a los
jovenes poetas que aspiraran a una noble gloria, que se alejaran de las masas de los
ignorantes:
|
Seulmente veux-je admonester celuy qui as-
pire a une gloire non vulgaire, s′elogner de ces
ineptes admirateurs, fuir ce people ignorant,
people ennemy de tout rare scavoir (Lib. II,
cap. XI; p. 109).
Les aconsejaba, en cambio, imitar a los clasicos griegos y romanos, asi como a
los buenos escritores italianos y españoles. Con insistencia les decia que se apartaran de
los generos franceses tradicionales:
|
Ly doncques, et rely premierement, o poete
futur, feuillette de main nocturne et journelle
les exemplaires grecs et latins, puis me laisse
toutes vieilles poesies francoises aux jeux Flo-
raux de Toulouse et au Puy de Rouen: comme
rondeaux, ballades, virelais, chants royaux,
corrompent le goust de nostre langue et ne
servent sinon a porter testimoigne de notre
ignorance (II, iv; p.85).
Por otro lado no escatimaba el preceptista frances sus alabanzas para el soneto,
que comparaba a la oda en su aptitud para temas liricos:
|
Sonne-moy ce beauz sonnets, non moins
docte que plaisante invention italienne, con-
forme de nom a la ode (II, iv; p.86).
El mismo preceptista destacaria como objetos de su desprecio las chansons
populaires, farces y moralites con no menos vehemencia que el preceptista
castellano habia repudiado los cantares de las gentes serviles.
En Inglaterra, frente de inspiracion de tantas leyendas de romances, los ataques
de los humanistas contra estos no cedian en ardor a los de otras partes de Europa. Thomas
Nash, afirma Gregory Smith, nunca se mostraba mas airado que cuando hablaba de los romances
medievales, los que consideraba that forgotten legendary licence of lying
53.
Y George Puttenham (m. 1590) condenaba los romances por servir estos de recreacion a la
clase comun y baja:
|
"... old Romances or historicall rimes, made
purposely for recreation of the common peo-
ple at Chrismass diners et brideales, and in
tauernes and alehouses, and such other places
of base resort"54.
Vovliendo a España, un siglo mas tarde, en el XVI, encontrariamos una condena
extremadamente dura contra los romances medievales a cargo del humanista y moralista Luis
Vives. En De institutione feminae chistianae amonesta a la mujer cristiana que evite
la lectura de vulgares libros de bellis et amoribus; su criterio era exclusivamente
de caracter moral -criterio que se incluia en la condena del Marques-, cuando pedia a las
autoridades que prohibieran las lascivas cantiunculas y pestiferos libros,cuyo
autores consideraba homines otiosi, male feriati, imperiti, vitiis ac spurcitiae dediti.
Y luego nos da una lista detallada de titulos:
|
"In Hispania Amadisus, Splandianus, Florisan-
dus, Tirantus, Tristanus... Coelestina laena...
in Gallia Lancilotus a lacu, Paris e Vienna,
Ponthus et Sydonia... in has Belgica Florius,
et Albus flos, Leonella, et Cana morus..."55.
Era esa falta de orden, regla y cuento, predicada de los romances medievales,
un capricho, una acusacion sin fundamento de un grupo de escritores reaccionarios? En
nuestro siglo XX, un estudioso del arte de los siglos medievales, ha formulado la siguiente
evaluacion:
|
Al verite la composition n′a pas ete le sourci
dominant des ecrivains de moyen age. Beau-
coup de romans, et des plus reputes, man-
quent totalmente d′unite et de proportions. On
se l′explique si l′on considere qu′ils n′ont pas
ete faits, en general, por soutenir l′examen
d′un public qui lisait et pouvait commode-
ment juger de l′ensemble, mais pour etre en-
tendus par des auditeurs auxquels on les lisait
episode par episode56.
Y mas cerca de casa, sin pensar en su predecesor Santillana, el tambien poeta y
critico Damamaso Alsono decia de las obras de los Arcipreste de Hita y de Talavera
(recuerdese que El libro de Buen Amor era un romance):
|
Son las obras de nuestros dos Arciprestes li-
bros bien curiosos: por una parte, sumamente
toscos, desordenados, de una inmadurez ver-
daderamente medieval, con una falta evidente
de sentido de la medida...57.
No es que diga yo que el Marques de Santillana repudiara por completo el libro del
Arcipreste de Hita, que expresamente menciona (CP 14) sin juicio peyorativo. Pero hacia ese
tipo de literatura iban sus tiros, particularmente contra tantas composiciones vulgares que
no habran llegado hasta nosotros. Sobre todo, creo yo, mas que la preocupacion de senalar
las obras o generos concretos que Santillana fustigaba, hemos de juzgar su clasificacion de
los estilos como un manifiesto de sensibilidad, de doctrina y principios: exelencia del
latin; preferencia por las formas del soneto; disgusto por la literatura castellana en la
que no se valorara el orden, la proporcion, la adecuada estructuracion de partes; aquella en
la que el autor se propusiera simplemente divertir al populacho ignorante; aquella que el
mismo, en su madurez, trato de superar, huyendo de las metaphoras vanas con dulce
loquela (Comedieta 3). Su disgusto por tales romances e cantares implicaba un
un llamamiento al orden, a la proporcion, a la nueva manera, de temas utiles y
elevados. El detestaba al vulgo, a la gente que no sabia; mas a la que no queria aprender.
No es posible que el Marques de Santillana, esmerado pulidor de sus Serranillas y
colector de Refrances populares, despreciara esas bellas composiciones que a partir
del siglo XVI se vienen conociendo como romances; estos romances que hoy tanto
admiramos y queremos, ni carecen de orden, ni de regla, ni de cuento, ni sirven para alegar
a la gente de baja condicion.
CRITERIO DE ESTA EDICION
EL IDEARIO
El fin principal de esta edicion es el de contribuir de una manera positiva a
comprender el ideario poetico del Marques de Santillana. Acabo de resumir los aspectos
negativos, reaccionarios del escritor, que se queria alejar de unas modas existentes, en la
busqueda de otros modelos mas altos: los clasicos y los que, en italiano, los habian
imitado.
Entre los aspectos positivos de su ideario poetico, ha de destacarse la proclamacion de
la utilidad de la poesia, de su valor educativo y civilizador, de su campo universal, de su
poder consolatorio en las adversidades de la vida; ha de destacarse, consecuentemente, el
elogio del poeta como ser de eleccion divina, de docto ingenio y gentil espritu.
Por paradogico que suene, la admiracion de la lengua latina iba inseparablemente unida
en el ideario del Marques de Santillana a su ilimitado entusiasmo por su vulgar castellano,
que enriquecio y elevo a niveles de estilo y elocuencia no alcanzados con anterioridad, que
establecio, de esta manera, como lengua literaria en la que ya podian adecuadamente
expresarse, si no las formas, si los conceptos de los grandes sabios de la antiguedad.
Inigo Lopez de Mendoza se aparto de la frivolidad y lo cotidiano de la tradicion inmediata
anterio, tradicion que el mismo habia cultivado con enorme exito en los anos de su juventud.
Nuestro escritor logro dar en los anos de madurez un paso gigantesco: a su talla de
poeta, anadio las glorias de ser nuestro primer historiador y teoricista literario. A
mediados del siglo XV hizo una advertencia y una llamada a la conciencia estetica de sus
compatriotas: para qualquier pratica mucho es necesaria la theorica, e para la theorica
la practica (PP 3).
A la historia ha pasado el Marques como el mejor poeta de serranillas, de un genero
tradicional cultivado y perfeccionado durante siglos. En es tradicion se situo en la cumbre
Inigo Lopez de Mendoza. En la nueva manera, por el contrario, fue nuestro escritor
el primero; seria muy injusto exigir de el que fuera a una misma vez raiz y fruto maduro del
humanismo español.
Valiendonos del simil que el Marques de Santillana desarrolla en la Defunission de
don Enrique, contemplemosle como poeta errante en la selva literaria del cuatrocientos
castellano; como sonambulo que sin conciencia plena se echo a andar hacia una cima luminosa,
cuyo resplandor creia el vislumbrar desde el valle, cuya consecucion no estaria muy lejana.
La senda literaria por donde el caminaba era escabrosa y solitaria; la espesura de sus
obstaculos la volvia mas trabajosa y mas meritoria. Un numen misterioso le guiaba, y el
trepo intrepido por el mundo vaporoso de teorias, recomido, como ningun otro de sus
contemporaneos, por un zelo celeste, una affection divina, un insaciable cibo del animo
(PC 2).
El Marques de Santillana se nos muestra, de verdad, como un dios Jano de faz
comprometida; en su personalidad literaria se dieron cita los grandes conflictos, no solo
politicos, sino tambien esteticos de su centuria de encrucijada; en el hicieron crisis.
Otros han estudiado el perfil medievalista de este dios Jano español, su semblante otonal,
de frutos bien maduros; otros han estudiado las influencias de los contemporaneos -o cuasi
contemporaneos -italianos y franceses-. Aqui ha sido mi criterio presentar el perfil
prerrenacentista de nuestro escritor, dando relieve a sus deseos de imitacion de los
clasicos y de ruptura con la tradicion literaria virgente ne Castilla. Solo dentro de esa
tradicion merece la pena y tiene sentido el fenomeno del ideario poetico del Marques.
Cuando Maria Rosa Lida nos hablaba sobre el alcance de los gustos de Juan de Mena, como
poeta del prerrenacimiento español, concedia que la falta de atraccion por Horacio
confirma negativamente su posicion medieval58. Retorciendo el
argumento, concluiriamos que la atraccion que el Marques de Santillana sentia hacia el
preceptista latino nos confirma positivamente su posicion prerrenacentista. En fin, a este
respecto el insigue critico español Menendez y Pelayo habia acentuado que el renacimiento
conocido como petrarquista no podia llamarse renacimiento horaciano en la Peninsula, y que
fue el Marques de Santillana el que inicia entre nosotros aquel movimiento
59.
Inigo Lopez de Mendoza fue el que escribio el primer capitulo de historia y de teoria
literaria, de aspiraciones humanisticas, en lengua castellana. Al hacerlo, abono el suelo
español para que en un futuro muy cercano pudiera florecer y dar fruto nuestro Siglo de Oro.
LOS TEXTOS P>
Junto al titulo de cada texto se deja consignada la fecha, mas o menos cierta, en
que fue escrito. Tambien se indica la obra donde el texto, aqui seleccionado, fue
establecido. Se han suprimido las notas a pie de pagina. En su lugar se hacen llamadas al
lector con un asterisco (*) sobre los vocablos o conceptos que se explican en el
Glosario que sigue a los textos. El asterisco se suprime en caso de los nombres
propios, que en su gran mayoria reciben una breve explicacion en el mismo Glosario.
Es mi intencion y esperanza que el lector encuentre en el Glosario un indice de terminos y
nombres propios con el lugar de su empleo en los Prohemios y cartas del Marques de
Santillana. En el mismo Glosario encontrara el lector llamadas a los titulos de la
Bibliografia, donde un asunto determindado recibe un estudio mas amplio.
AL ILLUSTRE SEÑOR DON PEDRO
muy magnifico Condestable de Portugal, el
Marques de Santillana, Conde del Real, etc.
salud, paz e devida recomendaçion.
[I] En estos dias passados Alvar Gonçales de Alcantara, familiar e servidor de la casa del
Señor Infante don Pedro, muy inclito Duque de Ciombra, vuestro padre, de parte vuestra,
Señor, me rogo que los decires e cançiones mias enviasse a la vuestra magnifiçencia. En
verdad, Señor, en otros fechos de mayor importançia, aunque a mi mas trabajosos, quisiera yo
complaçer a la vuestra nobleça; porque estas obras, o a lo menos las mas dellas, non son de
tales materias, nin asy bien formadas e artiçadas* que de memorable registro dignos
parescan. Porque, señor, asy como el Apostol* dice: cum essem parvulus, cogitabam ut
parvulus, loquebar ut parvulus. Ca estas tales cosas alegres e jocosas andan e
concurren con el tiempo de la nueva edad de juventud; es a saber, con el vestir, con el
justar, con el dancar, e con otros tales cortesanos exerçiçios. E asy, Señor, muchas cosas
plaçen agora a Vos que ya non placen e non deven placer a mi. Pero, muy virtuoso Señor,
protestando que la voluntad mia sea e fuesse non otra de la que digo, porque la Vuestra sin
impedimento aya lugar, e vuestro mandando se faga, de unas e otras partes e por los libros e
cançioneros agenos, fiçe buscar e escrevir por orden, segunt que las yo fiçe, las que en
este pequeño volumen vos envio.
[II] Mas como quiera que de tanta insufiçiençia estas obertas mias que Vos, Señor,
demandades, sean, o por ventura mas de quanto las yo estimo e reputo, vos quiero çertificar
me plaçe mucho que todas cosas que entren o anden so esta regla de poetal canto vos plegan;
de lo qual me façen çierto, asy vuestras graçiosas demandas, como algunas gentiles cosas de
tales que yo he visto compuestas de la vuestra prudençia; como es çierto este sea un zelo
çeleste, una affection* divina, un insaciable çibo* del animo; el qual, asy como la materia
busca la forma e lo imperfecto la perfecçion, nunca esta sçiençia de poesia e gaya*
sçiençia* buscaron nin se fallaron, sinon en los animos gentiles, claros ingenios e elevados
sprititus.
[III] ¿E que cosa es la poesia* (que en nuestro vulgar gaya sçiençia llamamos), syno
un fingimiento* de cosas utiles, cubiertas o veladas con muy fermosa cobertura*, compuestas,
distinguidas e scandidas* por çierto cuento, peso e medida? E çiertamente, muy virtuoso
Señor, yerran aquellos que pensar quieren o deçir que solamente las tales cosas consistan e
tiendan a cosas vanas e lasçivas; que bien como los fructiferos huertos abundan e dan
convientes fructos para todos los tiempos del año, asy los hombres bien nasçidos e doctos, a
quien estas sciencias de arriba son infusas, usan d′aquellas e de tal exerçiçio, segund las
edades. E sy por ventura las sçiençias son desseables, asy como Tullio quiere, ?qual de
todas es mas prestante, mas noble, e mas dina del hombre, o qual mas extensa a todas
espeçies de humanidad? Ca las escuridades e
çerramientos dellas ? quien las abre, quien las esclaresçe, quien las demuestra e façe
patentes syno la eloquencia dulçe e fermosa fabla, sea metro, sea prosa?
[IV] Quanta mas sea la exçellençia e prerrogativa de los rimos e metros que de la soluta*
prosa, syno solamente a aquellos que de las profias injustas se cuydan adquirir soberbios
honores, manifiesta cosa es. E asy façiendo la via de los stoycos*, los quales con grand
diligençia inquirieron el origine* e causas de las cosas, mas esfuerço a dezir el metro ser
antes en tiempo e de mayor perfecçion e de mas autoridat que la soluta prosa. Isidoro
Cartagines, sancto arçobispo Ispalensi, asy lo aprueba e testifica; e quiere que el primero
que fico rimos o canto en metro aya seydo Moysen, ca en metro canto e prophetizo la venida
del Mexias, e despues del, Josue, en loor del vençimiento de Gabaon. David canto en metro
la vitoria de los Philisteos e la restituyçion del archa del Testamento, e todos los çinco
libros del Psalterio. E aun por tanto los hebraycos osan afirmar que nosotros non asy bien
como ellos podemos sentir el gusto de la su dulçesa. E Salomon metrificados fizo los sus
Proverbios, e ciertas cosas de Job son escriptas en rimo, en especiales las palabras
de conorte* que sus amigos le respondian a sus vexaçiones.
[V] De los griegos quieren sean los primeros Achatesio Millesio, e apres del, Pherecides
Siro e Homero, non obstante que Dante soberano poeta lo llama. De los latinos, Enio fue el
primero, ya sea que Virgilio quieran que de la lengua latina en metro aya tenido e tenga la
monarchia; e aun asy plaze a Dante alli donde dize, en nombre de Sordello Mantuano,
|
O gloria del latin solo per chui
Mostro cho que potea la lingua nostra!
O preçio eterno del locho ove io fui!
|
E asy concluyo ca esta sçiençia poetal es açepta principalmente a Dios, e despues a todo
linage e espeçie de gentes. Afirmalo Cassiodoro en el libro de Varias causas,
diziendo: Todo resplandor de eloquençia e todo modo o manera de poesia o poetal locuçion
e fabla, toda variedat de honesto fablar hovo e hovieron començamiento de las divinas
Escripturas. Esta en los deificos templos se canta, e en las cortes e palacios imperiales e
reales graçiosamente es resçebida. Las plaças, las lonjas, las fiestas, los convites
opulentos sin ella asy como sordos en silençio se fallan.
[VI] ¿E que son o quales aquellas cosas a donde, oso deçir, esta atre asy como nesçesaria
non intervenga e no sirva? En metro las epithalamias* que son cantares, que en loor de los
novios en las bodas se cantan son compuestos; e de unos en otros grados aun a los pastores
en çierta manera sirven, e son aquellos dictados, a que los poetas bucolicos* llamaron. En
otros tiempos, a las çenizas e defunçiones de los muertos, metros elegiacos* se cantavan, e
e aun agora en algunas partes dura, los quales son llamados endechas. En esta forma
Jeremias canto la destruyçion de Hierusalem; Gayo çesar, Octaviano Augusto, Tiberio e Tito,
Emperadores, maravillosamente metrificaron, e les plugo toda manera de metro.
[VII] Mas dexemos ya las estorias antiguas, por allegarnos mas açerca de los nuestros
tiempos. El rey Roberto de Napol, claro e virtusos prinçipe, tanto esta sçiençia* le plugo,
que como en esta mesma sazon miçer Francisco Petrarca, poeta laureado*, floresciesse, es
cierto grand tiempo lo tuvo consigo en el Castil Novo de Napol, con quien el muy a menudo
conferia e platicava destas artes; en tal manera que mucho fue avido por açepto a el e grand
privado suyo; e alli se dize aver el fecho muchas de sus obras, asy latinas como vulgares*,
e entre las otras el libro de Rerum memorandarum, e las sus eglogas, e muchos
sonetos*, en especial aquel que fizo a la muerte deste mesmo rey, que comiença:
|
Rota e l′atla columpna e el verde lauro, etc.
|
[VIII] Johan Bocaçio, poeta exçellente e orador insigne, afirma el rey Johan de Chipre
averse dado mas a los estudios desta graçiosa sçiençia que a ningunas otras; e asy paresçe
que lo muestra en la entrada prohemial del su libro de la Genealogia o linage de los
Dioses Gentiles, fablando con el Senor de Parma, mensajero o embaxador suyo.
[IX] Como, pues, o por qual manera, Senor muy virtuoso, estas sçiençias ayan primeramente
venido en manos de los romançista* o vulgares*, creo seria dificil inquisiçion e una
trabajosa pesquisa. Pero dexadas agora las regiones, tierras e comarcas mas longincas* e
separadas de nos, non es de dubdar, que universalmente en todas de siempre estas sçiençias
se ayan acostumbrado e acostumbran, e aun en muchas dellas en estos tres grados, es a saber:
sublime, mediocre, infimo. Sublime me se podria dezir por aquellos que las sus obras
escrivieron en lengua griega o latina, digo metrificando. Mediocre usaron aquellos que en
vulgar escrivieron, asy como Guido Januncello, bolones, e Arnaldo Daniel, proençal*. E como
quier que destos yo non he visto obra alguna; pero quieren algunos aver ellos sido los
primeros que escribieron terçio rimo* e aun sonetos en romançe*. E asy como dize el
philosopho, de los primeros, primera es la especulaçion. Infimos son aquellos que sin
ningun orden, regla, nin cuento fazen estos romançes*, e cantares de que las gentes de baxa
e servil condiçion se alegran. Despues de Guido e Arnaldo Daniel, Dante escrivio en terçio
rimo elegantemente las sus tres comedias: Infierno, Purgatorio, Parayso; Miçer
Françisco Petrarca sus Triunphos; Checo Dascoli el libro De proprietatibus rerum;
Johan Bocacio el libro que Ninfal se intitula, aunque ayunto a el prosas de
grande eloquençia; a la manera del Boeçio consolatorio. Estos e muchos otros
escrivieron en otra forma de metros en lengua italica que sonetos e cançiones* morales se
llaman.
[X] Estendieronse, creo, d′aquellas tierras e comarcas de los lemosines* estas artes a los
gallicos e a esta postrimera e occidental parte, que es la nuestra España, donde assaz
prudente e fermosamente se han usado. Los gallicos e françeses escrivieron en diversas
maneras rimos e verso, que en el cuento de los pies e bordones discrepan; pero el peso e
cuento de las cançiones morales, eguales son de las baladas*, aunque en algunas, asy de las
unas como de las otras, hay algunos pies truncados que nosotros llamamos medios pies, e los
lemosis, françeses e aun catalanes, bioques*.
[XI] De entre estos ovo hombres muy doctos e señalados en estas artes; ca Maestre Johan
Lorris fizo el Roman de la Rosa, donde, como ellos dizen, el arte de amor es tota
enclosa*, e acabolo Maestre Johan Copinete, natural de la villa de Mun. Michaute escrivio
asy mismo un grand libro de baladas, cançiones, rondeles*, lays*, virolays*, e asono muchos
dellos. Miçer Otho de Grandson, cavallero estrenuo e muy virtuoso, se ovo alta e dulçemente
en esta arte. Maestre Alen Charrotier, muy claro poeta moderno, e secretario deste rey don
Luis de Françia, en grand elegançia compuso e canto en metro, e escrivio el Debate de las
quatro damas; la Bella dama Sanmersi; el Revelle matin; la Grand
pastora; el Breviario de nobles, e el Hospital de amotora; por çierto
cosas assaz fermosas e plaçientes de oyr.
[XII] Los italicos prefiero yo, so emienda de quien mas sobra, a los françeses solamente ca
las suas obras se muestran de mas altos ingenios, e adornanlas e componenlas de fermosas e
peregrinas estorias; e a los françeses de los italicos en el guardar del arte; de a lo qual
los italicos, syno solamente en el peso e consonar*, non se fazen mençion alguna. Ponen
sones asy mesmo a las sus obras, e cantanlas por dulçes e diversas maneras; e tanto han
familiar, açepta e por manos la musica, que paresçe que entre ellos ayan nasçido aquellos
grandes philosophos, Orpheo, Pitagoras e Empedocles, los quales, asy como algunos descriven,
non solamente las yras de los hombres, mas aun a las furias infernales con las sonoras
melodias e dulçes modulaçiones de los sus cantos aplacavan. ?E quien dubda que asy como las
verdes fojas en el tiempo de la primavera guarnesçen e acompañan los desnudos arboles, las
dulçes voçes e fermosos sones no apuesten* e acompañen todo rimo, todo metro, todo
verso, sea de qualquier arte, peso e medida?
[XIII] Los catalanes, valençianos, e aun algunos del reyno de Aragon fueron e son grandes
offiçiales desta arte. Escrivieron primeramente en novas rimadas, que son pies o bordones
largos de silabas, e algunos consonavan e otros non. Despues desto usaron el dezir en
coplas de diez sillabas a la manera de los lemosis. Ovo entre ellos de señalados hombres,
asy en las invençiones como en el metrificar. Guillen de Bergueda, generoso e noble
cavallero, e Pao de Benbibre adquirieron entre estos grand fama. Mosen Pero March el viejo,
valiente e honorable cavallero, fizo assaz gentiles cosas, e entre las otras escrivio
proverbios de grand moralidad. En estos nuestros tiempos floresçio Mosen Jorde de Sanct
Jorde, cavallero prudente, el qual çiertamente compuso assaz fermosas cosas, las quales el
mesmo asonava*, ca fue musico exçellente, e fizo, entre otras, una cançion*, de oppositos
que comiença:
|
Tos ions aprench e desaprench ensems.
|
Fizo la Passion de amor, en la qual copilo muchas buenas cançiones antiguas, asy
destos que ya dixe, como de otros. Mosen Febrer fizo obras notables, e algunos afirman aya
traydo el Dante de lengua florentina* en catalan, non menguando punto en la orden del
metrificar e consonar. Mosen Ausias March, el qual aun vive, es grand trobador, e hombre de
assaz elevado spiritu.
[XIV] Entre nosotros usose primeramente el metro en assaz formas; asy como el Libro de
Alexandre, Los votos del Pavon, e aun el Libro del Arcipreste de Hita. Aun desta
guisa escrivio Pero Lopez de Ayala, el viejo, un libro que fizo de las maneras del Palacio,
e llamaronlo Rimos; e despues fallaron esta arte que mayor se llama e el arte comun,
creo, en los reynos de Galiçia e Portugal, donde non es de dubdar que el exerçiçio destas
sçiençias mas que en ningunas otras regiones e provinçias de España se acostumbro, en tanto
grado, que non ha mucho tiempo qualesquier dezidores e trovadores destas partes, agora
fuessen castellanos, andaluçes o da la Estremadura, todas sus obras componian en lengua
gallega o portugesa. E aun destos es çierto resçebimos los nombres del arte, asy como
maestria* mayor e menor, encadenados, lexapren* e mansobre*.
[XV] Acuerdome, Señor muy magnifico, seyendo yo en edad non provecta, mas assaz pequeño
moço en poder de mi abuela doña Mençia de
Çisneros, entre otros libros aver visto un grand
volumen de cantigas*, serranas*, e dezires portugueses e gallegos, de los quales la mayor
parte eran del Rey don Dionis de Portugal (creo, Señor, fue vuestro bisabuelo), cuyas obras
aquellos que los leian, loavan de invenciones sotiles, e de graciosas e dulçes palabras.
Avia otras de Johan Soarez de Paiva, el qual se dize, aver muerto en Galiçia por amores de
una Infanta de Portugal, e de otro Fernand Gonçales de Senabria. Despues destos vinieron
Vasco Peres de Camoes e Fernand Casquiçio, e aquel grand enamorado Macias, del qual no se
fallan sinon quatro cançiones, pero çiertamente amoras e de muy fermosas sentençias,
conviene a saber:
|
I. Cativo de miña tristura;
II. Amor cruel e brioso;
III. Senora, en quien fiança;
IV. Provey de buscar mesura.
|
[XVI] En este reyno de Castilla dixo bien el Rey don Alfonso el Sabio, e yo vi quien vio
dezires suyos, e aun se dize que metrificava altamente en lengua latina. Vinieron despues
destos don Johan de la
Çerda e Pero Gonçalez de Mendoça, mi abuelo: fizo buenas cançiones e
entre otras:
|
Pero te sirvo sin arte...
|
e otra a las monjas de la
Çaydia, quando el Rey don Pedro tenia el sitio contra Valençia;
comiença:
|
A las riberas de un rio...
|
Uso una manera de deçir cantares, asi como scenicos* plautinos e terençianos, tambien en
estrambotes como en serranas. Concurrio en estos tiempos un judio que se llama Rabi Santo:
escrivio muy buenas cosas, e entre las otras, Proverbios morales, en verdat de assaz
commendables sentençias. Puselo en cuento de tan nobles gentes por grand trovador, que asy
como el dize en uno de sus Proverbios:
|
Non vale el açor menos
Por nasçer en vil nio,
Nin los examplos buenos
Por los dezir judio.
|
Alfonso Gonçalez de Castro, natural desta villa de Guadalaiara, dixo assaz bien e fizo estas
cançiones:
|
I. Con tan alto poderio,
II. Vedes que descortesia.
|
[XVII] Despues destos, en tiempo del rey don Johan, fue el Arçediano de Toro: este fizo:
e otra cançion que dize:
e otra que dize:
|
A Deus, amor, a Deus, el rey.
|
E Garçi Fernandez de Gerena. Desde el tiempo del rey don Enrique, de gloriosa memoria,
padre del rey, nuestro señor, e fasta estos nuestros tiempos, se comenco a elevar mas esta
sçiençia e con mayor elegançia, e ha avido hombres muy doctos en esta arte, e prinçipalmente
Alfonso Alvarez de Ilyescas, grand dezidor, del qual se podria dezir aquello que en loor de
Ovidio un grand estoriador describe, conviene a saber que todos sus motes e palabras eran
metro. Fizo tantas cançiones e deçires, que seria bien largo e difuso nuestro proçesso, si
por extenso, aun solamente los prinçipios dellas a recontar se oviessen. E asy por esto,
como por ser tanto conosçidas e esparzidas a todas partes las sus obras, passaremos a Miçer
Françisco Imperial, al qual yo non llamaria dezidor o trobador, mas poeta*, como sea çierto
si alguno en estas partes del Occaso mereçio premio de aquella triunphal e laurea
guirlanda*, loando a todos los otros, este fue. Fizo al nasçimiento del rey, nuestro señor,
aquel dezir famoso:
e muy muchas otras cosas graçiosas e loables.
[XVIII] Fernand Sanches Talavera, comendador de la orden de Calatrava, compuso assaz buenos
dezires. Don Pero Velez de Guervara, mi tio, graçioso e noble cavallero, asy mesmo escrivio
gentiles deçires e cançiones.
Fernand Perez de Guzman, mi tio, cavallero docto en toda buena doctrina, ha compuesto muchas
cosas metrificadas, y entre las otras aquel epitafio* de la sepoltura de mi señor el
Almirante, don Diego Furtado, que comiença:
|
Hombre que vienes aqui de presente.
|
Fizo muchos otros deçires e cantigas de amores, e agora bien poco tiempo ha escrivio
proverbios de grandes sentençias, e otra obra assaz util e bien compuesta de la Quatro
Virtudes Cardinales.
[XIX] Al muy magnifico duque don Fadrique, mi señor e mi hermano, plugo mucho esta
sçiençia, e fizo assaz gentiles cançiones e dezires, e tenia en su casa grandes trobadores,
espeçialmente a Fernand Rodriguez Portocarrero, e Johan de Gayoso e Alfonso de Moraña.
Ferrand Manuel de Lando, honorable cavallero, escrivio muchas buenas cosas de poesia; imitio
mas que ninguno a Miçer Françisco Imperial: fizo de buenas cançiones en loor de Nuestra
Señora; fizo asy mismo algunas invectivas contra Alfonso Alvarez, de diversas materias
contra Alfonso Alvarez, de diversas materias e bien ordenadas.
[XX] Los que despues dellos en estos nuestros tiempos han escripto, o escriven, cesso de
los nombrar, porque de todos me tengo por dicho que vos, muy noble señor, ayades notiçias e
conosçimiento; e non vos maravilledes, Señor, si en este prohemio aya tan extensa e
largamente enarrado estos tantos antiguos e despues nuestros auctores, e algunos dezires e
cançiones dellos, como paresca aver proçedido de una manera de oçiosidat, lo qual de todo
punto deniegan non menos ya la edad mia, que la turbaçion de los tiempos. Pero es asy que
como en la nueva edad me pluguiessen, fallelos agora, quando me paresçio ser nesçessarios.
Ca asy como Oraçio*, poeta, dize:
|
Quem nova concepit olla servabit odorem.
|
[XXI] Pero de todos estos, muy magnifico Señor, asy italicos como proençales, lemosis,
catalanes, castellanos, portugueses e gallegos, e aun de qualesquier otras nasçiones se
adelantaron e antepusieron los gallicos* çesalpinos* e de la provinçia de Equitania en
solepnizar e dar honor a estas artes. La forma e manera como, dexo agora de recontar, por
quanto ya en el prologo de los mis Proverbios se ha mençionado. Por las quales
cosas, e aun por otras muchas, que por mi, e mas por quien mas sopiesse, se podrian ampliar
e dezir, podra sentir e conosçer la vuestra magnifiçençia en quanta reputaçion, estima e
comendacion estas sçiençias averse deven, e quanto vos, Señor muy virtuoso, devedes estimar
que aquellas duenas que en torno de la frente de Elicon inçessantemente dançan, en tal nueva
edad non inmeritamente a la su compañia vos ayan resçebido. Por tanto, Señor, quanto yo
puedo, exhorto e amonesto a la vuestra magnifiçençia que, asy en la inquisiçion de los
fermosos poemas*, como en la polida orden e regla d′aquellos, en tanto que Cloto filare la
estambre, vuestro muy elevado sentido e pluma non çessan, por tal que quando Atropos cortare
la tela, non menos delphicos* que marçiales* honores e glorias obtengades.
PROVERBIOS DE GLORIOSA DOTRINA
E FRUCTUOSA ENSENAÑ
ÇA
COMIEN
ÇA EL PROLOGO
I. Serenissimo e bien aventurado Principe: Diçe el maestro d′aquellos que saben, en el su
libro primero e capitulo de las Ethicas: todas arte, dotrina e deliberacion es a fin de
alguna cosa. El qual texto pensse traher a la vuestra noble memoria, por monstrar e
notificar a la Vuestra Alteça las pressentes moralidades e versos de dotrina, dirigidos o
diferidos* a aquella; e que non sin cabsa hayan seydo, como algunas veçes por el muy
ilustre, poderoso, manifico e muy virtuoso senor rey, don Johan segundo, padre vuestro, me
fuese mandado los acabasse e de parte suya a la Vuestra Exçellencia los presentasse. E aun
esto non es negado por ellos, como todavia su dotrina o castigos sea asy como fablando padre
con fijo. E de averlo asy fecho Salomon, manifiesto paresçe en el su libro de los
Proverbios; la entençion del qual me plogo seguir e quise que asy fuesse, por quanto
si los consejos o amonestamientos se deven comunicar a los proximos, mas e mas a los fijos;
e asy mesmo por quel fijo antes deves resçebir el consejo del padre que de ningund otro.
II. E por quanto esta pequeñuela obra me cuydo contenga en si algunos provechosos metros
acompañados de buenos enxemplos, de los quales yo non dubdo que la Vuestra Exçellençia e
alto engenio non caresca; pero dubdando que por ventura algunos dellos vos fuessen ynnotos*,
como sean escriptos en muchos diversos libros, e la terneça de la vuetra edat non aya dado
tanto lugar al estudio d′aquellos, pensse de façer algunas breves glosas o comentos,
señalandovos los dichos libros e aun capitulos. Porque asy como dixo Leonardo de Areçio en
una Epistola suya al muy manifico ya dicho señor rey, en la qual le recuenta los muy
altos e grandes fechos de los emperadores de Roma, naturales de la vuestra España,
diçiendole gelos traia a memoria porque si a la Su Alteça eran conoscidos, lo queria
complaçer, e si ynnotos, d′aquellos e por enxemplo dellos, a alteça de virtud e a deseo de
muy grandes cosas, lo amonestassen.
III. Por ventura, illustre e bienaventurado Prinçipe, algunos podrian ser ante la Vuestra
Exçellençia destos dichos versos, que pudiessen deçir o dixieren que solamente basta al
prinçipe o al cavallero entender en governar o regir bien sus tierras, e quando al caso
verna defenderlas; o por gloria suya conquerir o ganar otras; e ser las tales cosas
superfluas e vanas. A los quales Salomon ha respondido en el libro antedicho de los
Proverbios, donde diçe: la sçiençia e la dotrina los locos la menospreciaron.
Pero a mas abondamiento* digo que ¿como puede regir a otro aquel que a si mesmo non rige?...
¿Nin como se rigira, nin se governara aquel que non sabe nin ha visto las governaciones e
regimientos de los bien regidos e governados?... Ca para qualquier pratica, mucho es
neçesaria la theorica, e para la theorica la pratica. E por çierto, de los tiempos aun non
cuydo yo que sea el peor despendido aquel en que se buscan e inquieren las vidas e muertes
de los virtuosos varones; asy como, de los gentiles, los Catones e los
Çipiones, e de los
christianos, los godos e los doçe pares; de los hebreos,
los Machabeos. E aun sy a Vuestra Exçellençia plaçe que tanto non nos
alonguemos de las vuestras regiones e tierras, ayamos memoria del
Çid Ruy Diaz e del conde
Ferrand Gonçalez; e de la vuestra clara progenie, el rey Alfonso el Magno e el rey don
Ferrando, el qual gano toda la mayor parte de la vuestra Andaluçia. Nin cale que olvidemos
al rey de gloriosa memoria don Enrique, vuestro terçero abuelo, como las imagines d′aquellos
o de los tales, asy como diçe Seneca en una Epistola suya a Lucilio, siempre deven
ser ante vuestros ojos. Ca çiertamente, bienaventurado Prinçipe, asy como yo escrevia este
otro dia a un amigo mio: la sçiençia non embota el fierro de la lança, nin façe floxa el
espada en la mano del cavallero. Nin sy queremos passar por la segunda decada de Tito
Livio, fallaremos que Anibal dexasse la passada de los Alpes que son entre las Gallias e
Savoya, nin la del Ruedano que es el Ros, nin despues las çercas de Cappoa e de Taranto e de
Nola, nin el sitio de los Palulares* de Roma (a donde se falla aver perdido el un ojo), por
fuyr e apartarse de los trabajos corporales, tampoco de las lluvias, nieves e vientos: como
Caton de follar las trabajosas sirtes de Libia, que se llama Ethiopia o mar arenoso, por los
grandes calores, encendidos e desmoderados fuegos, nin por el temor de los ponçoñosos
aspides, nombrados sierpes pariaseas*, cerastas, nin todos los otros linages de ponçoñosas
serpientes; lo qual todo contrastava e resistia la su espada invicta. Nin las roncas e
soberbiosas ondas del mar ayrado, nin las prenosticaçiones* vistas, asy de la garça volar en
alto, como de la corneja passearse presurosamente por el arena, nin despues de las senales
que eran vistas en la luna, las quales todas eran amonestaçiones del pobreçillo barquero,
impidieron la passada del
Çesar e Antonio: nin al mesmo
Çesar empacharon el passo las
fuertes avenidas del rio Rubicon, nin fiço impedimento a Hipomedon la fondura del rio Esopo
contra Thebas. Mas antes creeria, bienaventurado Prinçipe, que las tales cosas provoquen a
todo ome a toda virtut, esfuerço e fortaleça e a judgar quel dolor non sea el soberano mal,
nin el deleyte el mayor bien, asy como Tullio lo diçe en el prologo de su postrimero libro
del tractado De Offiçios. Mas todas estas cosas creeria e determino ser asy como un
estimulo o espuelas atrayentes e provocantes a los omes a toda virtut.
IV. Bienaventurado Prinçipe, podria ser que algunos, los quales por aventura se fallan mas
prestos a las reprehensiones e a redarguir e emendar que a façer nin ordenar, dixiessen yo
aver tomado todo, o la mayor parte destos Proverbios de las dotrinas e
amonestamientos de otros, asy como de Platon, de Aristotiles, de Socrates, de Virgilio, de
Ovidio, de Terençio e de otros philosophos e poetas. Lo qual yo no contradiria, antes me
plaçe que asy se crea e sea entendido. Pero estos que dicho he, de otros lo tomaron, e los
otros de otros, e los otros d′aquellos que por luenga vida e sotil inquisiçion alcançaron
las experiençias e cabsas de las cosas. E asy mesmo podrian deçir aver en esta obra algunos
consonantes e pies repetidos, asy como si pasassen por falta de poco conosçimiento o
inadvertençia: los quales creeria non aver leydo las regulas* del trovar, esciptas e
ordenadas por Remon Vidal de Besaduc, ome assaz entendido en las artes liberales e grand
trovador, nin la continuaçion del trovar fecha por Jufre de Joxa, monge negro, nin creo que
ayan visto las leyes del Conssistorio de la gaya doctrina que por luengos tiempos se tovo en
el collegio de Tolosa, por abtoridad e permission del rey de Françia. Lo qual todo non
constrine nin apremia a ningund dictador o componedor que en rimico estillo depues de veynte
coplas, dexe repetiçion de consonantes alli o en los lugares donde bien le veniere, e el
caso o la racon lo necessitare, como ya lo tal pueda ser mas bien dicho libro o tractado que
deçir nin cançion, balada, rondel nin virolay, guardando el cuento de las sillabas e las
ultimas e penultimas e en algunos logares las antepenultimas, los yerros de los dipthongos e
las vocales en aquellos logares donde se pertenesçen.
V. Pues, bienaventurado Prinçipe, tornando al nuestro propossito,
Çipion Africano, e qual
ovo este nombre por quanto conquisto toda o la mayor parte de Africa, solia deçir, asy como
Tullio lo testifica en el dicho libro De Offiçios, que nunca era menos oçioso que
cuando estava oçioso, nin menos solo que quando estava solo: la qual racon demuestra que en
el oçio penssava en los negoçios, e en la soledat se informava de las cosas passadas; asy de
las malas, para las aborrescer e fuyr dellas, como de las buenas, para se aplicara ellas e
las façer a si familiares. Del
Çesar se falla que todas las cosas que en el dia passava que
de notar fuessen, las escrevia en la noche metrificadas e en tan alto e elevado estillo que,
despues de su vida, apenas los muy entendidos las entendian. Pues David e Salomon, reyes de
Israel, quanta fue la su excellençia e sabiduria, bien es notorio e non poco manifiesto. E
asy, deviniendo a los reyes pressentes, ?cual seria tan alta sentençia de Claudiano, de
Quintiliano, de Tullio, de Seneca, que sea esconderse podiesse a los serenisimos principes e
de inmortal e muy gloriosa fama el señor rey, padre vuestro, la señora reyna, vuestra madre,
el señor rey de Aragon, vuestro tio?... En los quales mirando e acatando asy como en claro
espejo e diafano veride*, en los convenientes tiempos la Vuestra Exçellençia deve entender e
darse a oyr e leer las buenas dotrinas, los provechosos enxemplos e utiles narraçiones. E
en conclusion, bienaventurado Prinçipe, con quanta devoçion yo puedo, suplico a Vuestra
Exçellençia que las corrupçiones o defetos de la pressente infirma e pequeñuela obra, la
qual asy como mandado d′aquel que mandarme puede, es a saber, el señor rey progenitor
vuestro, e como subdito, siervo e fiel vasallo suyo, de parte daquel vos pressento, quiera
tollerar; e si algo yo fallesco, de lo qual non dubdo, lo quiera soplir o comportar. Cuya
manifica persona e real Estado en uno con los bienaventurados prinçipes e señores, el señor
Rey, padre vuestro, e la señora Reyna, vuestra madre, la Sancta Trenidad por luengos
tiempos, prosperos e bienaventurados dexe vivir e prinçipar, e despues de la luenga e
gloriosa vida suya, reynar e imperar, asy como el amor paternal d′aquellos lo dessea e la
Vuestra Manifiçençia lo meresçe. Amen.
A LA MUY NOBLE SEÑORA DOÑA VIOLANTE
de Prades, Condesa de Modica e de Cabrera, Ynigo Lopez de Mendoca, senior de la Vega.
[I] Avida ynformacion, noticia e conoscimiento de la vuestra mucha vyrtud, non poco presto a
vuestro mandamiento. Ca, commo dize Agustino, muchas vezes amamos lo que non veemos; mas lo
que non conoscemos, non lo podemos amar asy bien. E tanto commo yo puedo me rrecomiendo a
la vuestra nobleza. Muy noble Senora, Palomar, seruidor de la casa del Conde e Vuestra, me
ha dicho que algunas obras mias vos han plazido; e tanto me certifico que vos plazen que
ayna me fares creer que son buenas, ca la vuestra muy grande discrecion non es de creer que
se pague de cosa non buena.
[II] Muy noble Senora, quando aquella batalla naval acaescio cerca de Gayeta la qual fue
asy grande que despues qu′el rrey Xerces fizo la puente de naues en el mar Oceano, por
ventura tantas e tan grandes fustas non se juntaron sobre el agua, yo comence vna obra a la
qual llame Comedieta de Ponca. E titulela d′este nonbre por quanto los poetas
fallaron tres maneras de nonbres a aquellas cosas de que fablaron, es a saber: tragedia*,
satira* e comedia*. Tragedia es aquella que contiene en sy caydas de grandes rreys e
principes asy commo de Erocles, Priamo e Agamenon e otros tales, cuyos nascimientos e vidas
alegremente se commencaron e grande tienpo se continuaron e despues tristemente cayeron. E
de fablar d′estos vso Seneca el mancebo, sobrino del otro Seneca en las sus tragedias, e
Iohan Bocacio en el libro De casibus virorum yllustrium.
Satira es aquella manera de fablar que touo vn poeta que se llamo Satiro, el qual
rreprehendio muy mucho los vicios e loo las vyrtudes; e d′esta despues d′el vso Oracio, e
aun por esto dixo Dante:
... el alto e Oracio satiro qui vene etc.
Comedia es dicha aquella cuyos comiencos son trabajosos e tristes, e despues el medio e fin
de sus dias alegres, gozoso e bien aventurado; e d′esta vso Terencio Peno, e Dante en el su
libro donde primeramente dize aver visto las dolores e penas ynfernales, e despues el
purgatorio, e alegre e bien aventuradamente despues el parayso.
[III] La qual Comedieta, muy noble Senora, yo continue fasta que la traxe en fin. E
certificovos, a fe de cauallero, que fasta oy jamas ha salido de mis manos, non enbargante
que por los mayores senores, e despues por otros muchos, grandes omes, mis amigos d′este
reyno, me sea estada demandada.
Enbiovosla, Senora, con Palomar, e asy mesmo los cientos Proueruios mios e algunos
otros Sonetos que agora nueuamente he comencado a [fazer] al italico modo. E esta
arte fallo primero en Ytalia Guido Cavalgante, e despues vsaron d′ella [Checo d′Ascholi] e
Dante, e mucho mas que todos Francisco Petrarca, poeta laureado*. E sy algunas otras cosas,
muy noble Senora, vos plazen que yo por honor vuestro e de la casa vuestra faga, con
ynfallible fiuza* vos pido por merced asy commo a menor hermano, me escriuades.
Cuya muy magnifica persona e grande estado nuestro Senor aya todos dias en su santa
proteccion e guarda.
DE GUADALAJARA, a quarto de mayo, ano de quarenta e tres.
PROHEMIO DEL MARQUES
AL CONDE DE ALVA
I. Quando yo demando a los Ferreras, tus criados e mios, e aun a muchos otros, Señor e mas
que hermano mio, de tu salut de qual agora es la tu vida, e ques lo que façes e diçes; e me
responden e çertifican con quanto esfuerço, con quanta paçiençia, con quanto despreçio e
buena cara tu padesçes, consientes e sufres tu detençion, e todas las otras congoxas,
molestias e vexaçiones que el mundo ha traydo; e con quanta liberalidat e franqueça partes e
destribuyes aquellas cosas, que a tus sueltas manos vienen; reffiriendo a Dios muchas
graçias, me recuerda d′aquello que Homero escribe en la Ulixea; conviene a saber, que
como por naufragio o fortuna* de mar, Ulixes, rey de los çefalenos*, desbaratado viniesse en
las riberas del mar, e desnudo e maltractado, fuesse traydo ante la reyna d′aquella tierra,
e de los grandes del reyno, que con ella estavan en un festival e grand convite; e como
aquella le viesse e acatasse, despues todos los otros con grande reverençia tanto le
estimaron, que dexada la cena todos estavan contemplando en el. Asy que, apenas era alli
alguno que mas deseasse cosa que pudiesse alcançar de los dioses que ser Ulixes en aquel
estado. Adonde a grandes voces, e muchas veçes, este soberano poeta clama, diçiendo: ¡O
omes! avet en grand cura la virtut, la qual con el naufragio nada, e al que esta desnudo e
desechado en los marinos litos* ha mostrado con tanta auctoridad e asy venerable a las
gentes. La virtut, asy como el Philosopho diçe, siempre cayo de pies, como el abrojo. E
çiertamente, Señor e mas que hermano mio, a los amigos tuyos e a mi, asy como a uno
d′aquellos, es o deve ser de los tus trabajos el dolor, la mengua e la falta, asy como Livio
deçia de Cipion: ca la virtut siempre sera, agora libre o detenido, rico o pobre, armado o
sin armas, vivo o muertos, con una loable e maravillosa eternidat de fama.
II. Con estos Ferraras me escreviste que algunos de mis tractados te enviasse por
consolaçion tuya; e desde alli con aquella atençion que furtar se puede de los mayores
negoçios, e despues de los familiares, pensse investigar alguna nueva manera, asy como
remedios, o meditaçion contra Fortuna, tal que si ser podiesse, en esta vexaçion a la tu
nobleça gratificasse, como non sin assaz juntas e aparentes cabsas a lo tal e a mayores
cosas yo sea tenido. Ca prinçipalmente ovimos unos mesmos abuelos, e las nuestras casas
siempre, sin interrupçion alguna, se miraron con leales ojos, sinçero e amoroso acatamiento;
e lo mas del tiempo de nuestra criança quassi una e en uno fue. Asy que, juntamente con las
nuestras personas cresçio e se augmento nuestra verdadera amistat; siempre me plonguieron e
fueron gratas las cosas que a ti de lo qual me tove e tengo por contento, por quanto
aquellos a quien las obras de los virtuosos plaçen, asy como librea o alguna senal trahen
de virtut. Una continuamente fue nuestra mesa: un mesmo uso en todas las cosas de paz e de
guerra. Ninguna de las nuestras camaras e despensas se pudo deçir menguadam, si la otra
abastada fuesse. Nunca yo te demande cosa que tu non cumpliesses, nin me la denegasses. Lo
qual me façe creer que las mis demandas fuessen retas e honestas e conformes a la raçon,
como sea que a los buenos e dottos varones jamas les plega ni devan otorgar sinon buenas e
liçitas cosas. E sea agora por informaçiones d′aquellos que mas han visto, e paresçe que
verdaderamente ayan querido fablar de las costumbres e calidades de todos los señores e
mayores omes deste nuestro reyno, o d′aquellos que de treynta años, o poco mas, que yo
commençe la navegaçion en este vexado e trabajoso golpho, he avido notiçia e conosçimiento,
e de algunos compañia e familiaridad, loando a todos, tu eres el que a mi mucho ploguiste e
plaçes. Ca la tu virtud non espero a la mediana mancebia, nin a los postrimeros dias de la
vejez; ca en edat nueva e aun puedo deçir moço, començo el resplandor de la tu viritidat e
nobleça. Nin es quien pueda negar que fechas las treguas con los reynos de Aragon e de
Navarra, e levantadas las huestes del Garay e del Majano, çessadas las guerras, en las
quales viril e muy virtuosamente te oviste, e por ti obtenidas las inexpugnables fuerças de
Xalante, e Toreça, Sahara, e Xarafuel en el reyno de Valencia, aver tu seydo de los primeros
que contra Granada la frontera emprendiesse, çiertamente estando ella en otro punto e mayor
prosperidat que la tu dexaste, al tiempo que triunphal e gloriosamente por mandado de
nuestro Rey de las fronteras de Cordova e de Jahen te partiste; aviendo vençido la batalla
de Guadix e la pelea de Xerez e ganado tantas e mas villas e castilloes, asy guerreandolas
como combatiendolas e entrandolas forçosamente, que ninguno otro. E como quiera que el
prinçipal remedio e libertat a la tu detençion e ynfortunios depende d′aquel que
universalmente a los vexados reposa, a los aflittos remedia, e a los tristes alegras, espero
yo que en algunos tiempos traera a memoria a los muy exçellentes e claros nuestros Rey e
Principe (como en la mano suya los coraçones de los reyes sean) todas las cosas que ya de
los tus fechos yo he dicho, e muchos otros serviçios a la real casa de Castilla por los
tuyos e por ti fechos, que por me allegar a la river e puerto de mi obra, dexo.
III. Recuerdome aver leydo en aquel libro, donde la vida del rey Assuero s′escrive, que "De
Esther" se llama (como en aquel tiempo la costumbre de los reyes fuesse, en los
retraymientos e reposos suyos, mandar leer las gestas a actos que los naturales de sus
reynos e forasteros oviessen fecho en serviçio de los reyes, de la patria, o del bien
publico), que Mardocheo prosperamente e con glorioso triunpho de la muerte fue librado. Pues
lee nuestro Rey e mira los serviçios, regraçialos e satisfacelos; e si se aluenga, non se
tira. Nin tanto logar avra el nuçible* apetito, nin la çiega saña, que tales e tan grandes
aldabadas e voçes de serviçios las sus orejas non despierten: ca non son los nuestros
señores Diomedes de Traçia, que de humana carne façia manjar a los sus cavallos; non
Busseris de Egipto, matador de los huespedes; non Perillo Siracusano, que nuevos modos de
penas buscava a los tristes culpados omes; non Dionisio desta misma Siracusa; non Attila,
flavgellum Dei, nin muchos otros tales; mas benivolos*, clementes e humanos, lo qual
todo face a mi fyrmemente esperar la tu libertat. La qual con salut tuya, e de tu noble
muger, e de tus fijos dinos de ti, Nuestro Señor aderesçe, asy como yo desseo. E dende aqui
daremos la pluma a lo proferido; e porque ante de todas las cosas sepas quien fue Bias,
porque este es la prinçipalidat de mi thema, segunt adelante mas claro paresçera, delibere
d′escrevir quien aya seydo e de donde, e algunos de sus nobles e loables actos e
commendables sentençias, porque me paresçe façe mucho a nuestro fecho e caso.
IV. Fue Bias, segunt que plaçe a Valerio e a Laerçio, que mas lata e extensamente escrivio
de las vidas e costumbres de los philosophos, assiano de la cibdat de Ypremen; de noble
prosapia e linaje, bien informado e instruydo en todas las liberales artes*, e en la natural
e moral philosophia: de vulto* fermoso e de persona honorable; grave e de grand abtoridad en
sus fechos: de claro e sotil engenio. Asy por mar como por tierra, anduvo toda a mayor
parte de mundo: quanto tiempo turasse* en este loable exerçiçio, non s′escrive; pero baste
que tornando en la provinçia e çibdat de Ypremen, fallo a los veçinos d′aquella en grandes
guerras, asy navales como terrestres, con los mengarenses*, gentes poderosas, expertos en
armas; a quien con grand atençion fue rogado, vista la
dispusicion e habilidat suya, la cura de la guerra, asy como capitan, emprendiesse. E como
despues de muchos ruegos e grandes afincamientos la aceptasse, en muy pocos tiempos, asy de
los amigos como de los enemigos, fue conosçida la su virtut e viril extremidat. Leemos del,
entre otras muchas cosas de la su humanidat, que como cavalleros del exerçito prendiessen en
una çibdat o villa grand copia de virgines juntamente con otras mugeres, tanto que a Bias
llegaron las nuevas, mando con grand diligençia fuessen ayuntadas e depossitades en poder de
honestas matronas de su cibdat. E façiendoles graçias e dones de muy valerosas joyas, a los
padres, maridos e parientes suyos, las restituyo, enviandolas con muy fieles guardas,
blasfemando e denostando todo linaje de crueldat; diçiendo que aun los enemigos barbaros non
devian con tal impiedat ser dapnificados. E como lo tal a las orejas de los megarenses
llegasse, e el fermoso acto extensamente recontado les fuesse, sin dilaçion alguna, loando a
aquel, enviaronle sus legados, reffiriendole graçias con muy ricos dones, demandandoles paz
con muy humilldes e mansos coraçones.
V. Despues, passados algunos tiempos, como de raro la Fortuna en ningunas cosas
luengamente repose, e Aliato, principe, sitiasse a los ypremenses*, esforçandose de aver la
çibdat por fambre, como fuesse çierto de los vevires, e principalmente de pan caresçiesse,
Bias con tal cabtela o arte de guerra assayo encubrir su defettuosa nesçessidat; ca fiço en
algunos dias, durante el campo, engrossar çiertos cavallos e que se mostrassen, contra
voluntat de las guardas, salir fuera de la çibdat: e como luego fuessen tomados, puso en
gran dubda a Aliato e a los que con el eran, de la fambre de los ypremenses. Asy que, luego
se tomo consejo que a Bias e a ellos fuesse movida fabla, por el qual fue açeptada, diçiendo
que el non se fiava de fablar fuera de los muros de la us çibdat; mas que Aliato o
qualesquiera otros suyos podian entrar seguros a fablar o tractar de qualesquier pactiones*
e tractos, e de otras cosas, quales les ploguiesse. Açeptado lo qual, segunt este mesmo
Laerçio escrive, muy mayor e mas sotil cabtela les fiço, ca mando poner muy grandes montones
de arena en las maestras calles e plaças, por donde los mensajeros avian a passar,
esparçiendo e cobriendo aquellas de todas maneras de pan. Asy que, verdaderamente creyeron
ser la opinion suya errada e los ypremenses en grand copia de mantenimientos abondados. E
asy non solamente treguas a tiempo, mas paz perpetua fue entre ellos, con grandes
certenidades* fecha, jurada e fyrmada. Testifica asy mesmo Valerio que dimitidas e dexadas
las armas por este Bias, tanto se dio a esta sçiencia que todas otras cosas aborresçio, e
las ovo asy como en odio: por tal que, non sin cabsa, uno de los siete sabios fue llamado e
uno asy mesmo d′aquellos que, renunciada la tabla o mesa de oro, la offresçieron con grand
liberalidat al oraculo d′Apolo. Deste Bias asy mesmo se cuenta, que como aquella mesma
çibdat agora por los megarensas, agora por otros enemigos se tomasse e posiesse a robo,
todos aquellos que podieron escapar de las hostiles manos, cargando las cosas suyas de mayor
presçio, fuyeron con ellas: e como el solo con grand reposo passeasse por los exidos* de la
çibdat, fingese que la Fortuna le vino al encuentro e como le preguntasse como el non seguia
la opinion de los otros vecinos de Ypremen, este fue el que respondio: Omnia mea bona
mecum porto; que quiere decir: todos los bienes mios conmigos los llevo. Dicen otros,
de los quales Seneca es uno, que este fue Estilbon; pero digan lo que les plaçera, e sea
qualquiera, tanto que sea; ca de los nombres vana e sin provecho es la disputa; e en
conclusion este sera el nuestro thema.
VI. Escrivio Bias estas cosas, que se siguen: "--Estudiat con placer a los honestos e a
los viejos.--La osada manera muchas veces para empesçible* lesion.--Ser fuerte e fermoso,
obra es de natura.--Abundar en riqueças, obra es de la fortuna.--Saber e poder fablar cosas
convenibles e congruas, esto es propio del anima e de la sabiduria.--Enfermedat es del animo
cobdiçiar las cosas impossibles. --Non es de repetir el ageno mal. --Mas triste cosa es
judgar entre dos amigos, que entre dos enemigos; ca judgando entre dos amigos, el uno sera
fecho enemigo, e judgando entre dos enemigos, el uno sera fecho amigo. --Decia que asy
avia de ser meditada la vida de los omes, como si mucho tiempo oviessen de vivir.
--Conviene a los omes averse asy en el uso del amistat, como si se membrassen que podia ser
convertida en grave enemistat. --Qualquier cosa que pusieres, persevera en la guardar. --Non
fables arrebatado, ca demuestra vanidat. --Ama la prudencia, e fabla de los dioses como son.
--Non alabes al ome indino, por sus riqueças. --Lo que tomares, resçibelo demandandolo, e
non forçandolo. --Qualquier cosa buena que fiçieres, Dios entiende que la façe. --La
sabiduria mas cierta cosa es e mas segura que todas las otras posessiones. --Escoge los
amigos e delibera grand tiempo en los elegir, e tenlos en una affection*, mas non en un
merito. --Tales amigos sigue, que non te faga verguença averlos escogidos. --Faz que los
amigos a grand gloria reputen la tu vida. --Dos cosas son contrarias en los consejos, yra e
arrebatamiento: la yra face peresçer el dia, el arrebatamiento traspassarlo.--La presteca
mas graçioso face ser el benefiçio.--Preguntado Bias que cosa fuesse en esta vida buena,
dixo tener la conciençia abraçada con lo que fuesse derecho e igualeça. --Preguntado
quien fuesse entre los omes mal afortunado, respondio: el que non puede padesçer o sofrir
mala fortuna. --Navegando Bias, en compañia de unos malos omes, corriendo fortuna e
andando la nave para se perder, aquellos a grandes voçes llamavan a los dioses, porque los
librassen: a los quales el dixo: Callat, porque los dioses non vos sientan.
--Preguntado que cosa fuesse difficil al ome, respondio: Sofrir graciosamente la
mudança en las penas.
VII. Resplandesçio Bias en los tiempos de Ezechias, rey de Juda; e escrivio estas e otras
cosas muchas en dos mil versos. A quien despues de muerto los ypremenses edifficaron templo
e fiçieron estatua.
DON IÑIGO LOPEZ DE MENDOCA,
MARQUES
DE Santillana, Conde del Real, a don Pero
Gonzalez de Mendoça, protonotario, su fijo, escribe salut
I. Algunos libros e oraçiones he rescebido, por un pariente e amigo mio, este otro dia, que
nuevamente es venido de Italia, los quales asy por Leonardo de Areçio, como por Pedro
Caudino, milanes, d′aquel prinçipe de los poetas Homero, e de la Historia Troyana, que el
compuso, a la qual Iliade intitulo, traducidos del griego a la lengua latina, creo
ser primero, segundo, terçero o quarto, e parte del deçimo libro. E como quiera que por
Guydo de Columna e informados de las relaçiones de Ditis, griego, e Dares, phrigio, e de
otros muchos auctores assaz plenaria e extensamente ayamos notiçia d′aquellas, agradable
cosa sera a mi ver obra de un tan alto varon e quassi soberano prinçipe de los poetas,
mayormente de un litigio militar o guerra, el mayor, e mas antiguo que se cree aver seydo en
el mundo. E asy, ya sea que non vos fallescan trabajos de vuestros estudios, por
consolaçion e utilidat mia e de otros, vos ruego mucho vos dispongades; e pues que ya el
mayor puerto, e creo de mayores fragosidades, lo passaron aquellos dos prestantes varones,
lo passedes vos el segundo, que es de lengua latina, al nuestro castellano idioma.
II. Bien se yo agora que, segunt ya otras veces con vos e con otros me ha acaescido,
diredes que la mayor parte o quassi toda de la dulcura o graçiosidat quedan e retienen en si
las palabras e vocablos latinos: lo qual, como quiera que lo yo non sepa, porque yo non lo
aprehendi, verdaderamente creo que los libros asy de Sacra Scriptura, Testamento Viejo e
Nuevo, primeramente fueron escriptos en hebrayco que en latin, e en latin que en otros
lenguajes, en que oy se leen por todo el mundo, e doctrina, e enseñança a todas gentes; e
despues muchas otras historias, gestas fabluosas e poemas. Ca difiçil cosa seria agora, que
despues de assaz anos e non menos trabajos, yo quisiesse o me despusiesse a porfiar con la
lengua latin, como quiera que Tullio afirma Canton, creo Utiçense*, en edat de ochenta anos
aprehendiesse las letras griegas; pero solo e singular fue Canton del linage humano en esto
e en otras muchas cosas.
III. E pues non podemos aver aquello que queremos, queramos aquello que podemos. E si
caresçemos de las formas, seamos contentos de las materias. A ruego e instançia mia,
primero que de otro alguno, se han vulgariçado* en este reyno algunos poemas, asy como la
Eneyda de Virgilio, el libro mayor de las Transormaciones de Ovidio, las
Tragedias de Luçio Anio Seneca, e muchas otras cosas, en que yo me he deleytado
fasta este tiempo e me deleyto, e son asy como un singular reposo a las vexaciones e
trabajos que el mundo continuamente trahe, mayormente en estos nuestros reynos. Asy que,
aceptado por vos el tal cargo, principamente por la exçellençia de la traduçidor, non
dubdedes esta obra que todas las otras sera a mi muy mas grata. Todos dias sea bien de vos.
De la mi villa de BUYTRAGO, ...
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