1 "Titulo de Marques de Santillana y Conde del Real", en Amador de los Rios, Obras de don Inigo Lopez de Mendoza, Marques de Santillana, p. CXLIX; puede consultarse tambien el texto en Amador de los Rios, Vida del Marques de Santillana, p.143. A lo largo de este estudio, tendre ocasion de referirme con frecuencia a estas obras, lo que hare con la abreviacion Obras o Vida. Para los datos biograficos sobre Santillana, el lector puede consultar la "Introduccion", en A.R. Pastor y E. Prestage, Letter of the Marques de Santillana to Don Peter.

2 Vida, p. 135; cf. tambien, pp. 46 y 89.

3 Mario Schiff, La bibliotheque du Marquis de Santillane, p.LXIII.

4 Rafael Lapesa, La obra literaria del Marques de Santillana, p.265; el autor nos ofrece una nota aclaratoria: "Aunque no se tome esta negacion como representativa de un desconocimiento absoluto, es preciso aceptar que, por lo menos, Santillana encontraba gran dificultad para entender el sentido de un texto latino." A.G. Reichenberger, partiendo del supuesto que Santillana no sabia latin, niega que pudiera comprender a Horacio y, consecuentemente, parafrasearlo, en un articulo que cala bastante en las influencias clasicas sobre el Marques y aporta muchos datos y detalles que logicamente tienden a probar que lo sabia ("The Marques de Santillana and the Classical Tradition")

5 Opusculos literarios, ed. A. Paz y Melia, p. 213. Maxim Kerhof se inclina a mantener la opinion de Mario Schiff, citando en su apoyo una frase que Juan de Lucena pone en boca del Marques de Santillana, uno de los interlocutores -junto con el Obispo de Cartagena y Juan de Mena- en el Libro de vida beata; dice el Marques que, de estar solos ek Obispo y Juan de Mena, dialogarian en latino sermon, anadiendo: Yolo se, !o me misero! Cuando me veo defectuoso de letras latinas, de los fijos de hombres me cuento, mas no de los hombre ... Fablart′e, pues, como supiere. Do errare, enmienda, y suple de vieres mi mengua (Opusculos literarios, p.113); cf. M. Kerhof, La comedieta de Ponza, p. 363. De nuevo nos encontramos frente a una confesion de modestia exagerada, cuyo alcance no va mas alla del de creerse defectuoso en comparacion con sus interlocutores, reconocidos latinistas ambos.

6 Eneida, Biblioteca Nacional, MS 1874, f. 11.

7 O.c., p. LXVIII. M. Duran afirma -sin documentacion alguna- que tras el viaje del Marques a Aragon, este Comienza a aprender el catalan, el gallego, el italiano, el frances (o.c., p.9). Parten estas opiniones de un comentario de Anton Corita quien, en el prologo a su tradiccion del frances al castellano del Abre des batailles, de Nonore Bonnet, se dirige asi al Marques, a quien le dedica su obra: Era aqueste libro en lengua galica o frances a escripto, la qual non enbargante que a vos muy noble senor sea llana, quasi asi commo materna, commo aquel que los libros escriptos en diversos lenguajes commo son toscanos, venecios e otros muchos leedes, e por gracia de dios muy bien entendedes (Shiff, o.c., p.377). Santillana, pues, mandaba traducir obras, no tanto porque el no las entendiera en su original, sino porque pudieran ser leidas por todos los que solo leian castellano.

8 En aquella epoca eran numerosas las traducciones al latin de originales en frances y aleman; entre las obras castellanas, se tradujeron al latin las Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique (cf. E. R. Curtius, European Literature and the Latin Middle Ages, p.26, n.19).

9 A este repecto no faltan las hipotesis encontradas. M. Schiff, por ejemplo, hace la siguiente observacion: l′influence provencale directe sur le Marquis a ete nulle (o.c., p.LXXIII). V. Garcia de Diego afirmaba por su parte: de hecho Santillana es un poeta provenzal y son de pura cepa provenzal sus principales ideas poeticas (Marques de Santillana. Canciones y decires, pp.XXVII y XXXVIII).
10 Para R. Lapesa (o.c., 158) se trataba de habla francesa, lo cual en mi opinion es poner limites muy concretos, demasiado regional es a una frase sumamente vaga. No hay nada en las obras del Marques, ni en su vida, que sugiere que fuera afrancesado en su habla. La panadera que le creia armado a la franca, no tendria ni idea de donde procedia su lenguaje. Serie el Obispo de Cartagena quien nos aclararia sus origenes: ver vuestra linda eloquencia en nuestra legua vulgar, donde menos acostumbrarse suele que en la latina, en que escrivieron los oradores passados, cosa es por cierto que por su gentileca e singularidat deve a todo ome ser agradable (Obras, p.490).

11 En otro lugar he dado una lista larga de estos vocablos; cf. M. Garci-Gomez, La tradicion clasica en las ideas y el estilo del Marques de Santillana, Tesis doctoral, pp.137 y ss. R. Lapesa ha hecho un estudio parcial de los latinismos (o.c., pp.162 y ss.; cf. num. 42 de Bibliografia).

12 Antologia de poetas liricos castellanos, I, p.346.

13 Se trataba de una amistad como virtud humana, humanistica, si se quiere, virtud de un espiritu cultivado, vinculo que unia -y separaba- a los miembros de la Primera Generacion. Buen amigo y amigo especial consideraba Santillana a Juan de Mena Obras, pp.319 y 320). En el dialogo de Bias contra Fortuna aprovechaba el Marques para poner en boca del sabio griego sus propios sentimientos de orgullo y seguridad en sus numerosisimos amigos: Yo soy amigo de todos/E todos son mis amigos, exclama Bias, desafiando a Fortuna, pues eran tales sus amigos que por nada del mundo los podria perder (estrofas 24-26, Obras, p.163). Iba inspirada la amistad en los clasicos, como senala el traductor de Genealogia de los dioses, de Boccaccio, dedicada a Santillana. En el Prefacio, probablemente de Pedro Diaz de Toledo, se recuerda una cita de Platon: que reafirma ser grande argumento de bondad a la persona abundar en amigos (M. Schiff, o.c., p.337).

14 Eneida, o.c., f.11 y ss.

15 M. Schiff, o.c., p.343.

16 M. Schiff, o.c., p.343

17 Las teorias literarias en España y Portugal durante los siglos XV y XVI, p.32. Quisiera hacer la observacion que el Renacimiento sucedio a la Edad Media como movimiento no de quiebra rotunda y absoluta, sino de reorientacion. En el siglo XV español se manifiesta ese proceso de transformacion, quiza insegura en su realizacion, pero muy clara en sus esperanzas. Naturalmente que queda en Santillana mucho de la Edad Media; en ningun lugar ni en ningun escritor se trato nunca de abolirla por completo, solo de enriquecerla. Santillana expreso bien lo que el y sus amigos de Generacion trataban de hacer: encontrar una nueva manera, que era la vieja manera de los clasicos.

18 A proposito del menciondado comentario de Kohut sobre la filosofia moral, quiza merezca la pena resaltar que Santillana sentia por esta materia predileccion especial, como se expresa en muchos pasajes de sus obras. Hasta tal punto que sus biografos destacan esa aficion explicitamente; Juan de Lucerna pone en boca del Marques precisamente una larga perorata sobre la filosofia moral en el Libro de vida beata (Opusculos literarios, p.156). Hernando del Pulgar, en su semblanza de nuestro autor, senalaba: Tenia gran copla de libros e dabase al estudio, especialmente de la filosofia moral e de cosas peregrinas e antiguas (Claros varones, tit., IV, citado en Vida,p.80).

19 Se trata del trabajo que requeria la adquisicion del saber; en realidad se referian los escritores a la procuracion del ocio y el reposo, conducente al estudio. Su frente eran los clasicos, y concretamente Ciceron: Nostrum otium negotii inopia, non requiescendi studio constitutum est (De officiis 3, 1). Lo senala asi el propio Santillana: asy como Tullio lo testifica en el dicho libro "De Officiis" que nunca era menos ocioso que quando estaba ocioso (PP 5). En la Introduccion del libro Fedron, Pedro Diaz de Toledo, se dirige asi al Marques a quien se lo dedica: Muy docto e muy generoso senor, a quien los negocios non han fuerca nin vigor de enbargar el ocio de vuestro estudio (M. Schiff, o.c., p.14). Y Juan de Mena, en su Pregunta al Marques, le dice: El punto del tiempo por ocio tenido/Aquesse vos face muy mas negociado (Obras, p.318).

20 Ottavio di Camillo es de los que piensan que los que atacaban la poesia por aquellos anos debian proceder de ciertos sectores de clerigos y teologos (El humanismo castellano del siglo XV, p.106). Me inclino a sostener esta opinion. De hecho, un personaje ilustre de la epoca, el dominico Fray Lope de Barrientos, tutor del Principe Enrique (a quien avisaba -recuerdese- el Marques en el Prologo a los Proverbios), seria el encargado de revisar la biblioteca de Villena y llevar a cabo la destruccion de los libros sospechosos. Elena Gascon Vera se planteo la cuestion de que si la quema de dicha biblioteca seria una maniobra de politica de eclesiasticos, atemorizador por el resurgimiento de una cultura de tendencias paganizantes, cuyo gran fautor habia sido don Enrique de Villena (cf. Gascon Vera, La quema de los libros de don Enrique de Villena: una maniobra politica y antisemitica). Los aspectos de antisemitismo son del todo injustificables. Por otra parte, la oposicion a los estudios humanisticos era un fenomeno que rebasaba las fronteras españolas (de las que se ha ocupado N.G. Round en Renaissance Culture and Its Opponents in Fifteenth Century Castille), hasta verse tambien reflejado en Italia (cf. E. Garin, La cultura del Rinascimento; tambien di Camillo, o.c. pp.137 y 93). Sobre la reinvindicacion de don Enrique de Villena por el Marques de Santillana habla Amador de los Rios en Vida, p.53, y pp. 29-30.

21 E.R. Curtius dedica varias paginas al estudio del Libro como simbolo, en Oriente y Occidente, desde la vieja Grecia hasta el Siglo de Oro español; entre sus ejemplos no recoge el de Santillana, pero si da importancia el motivo entre los escritores españoles, destacando un texto de Calderon, para quien el libro era un simbolo de la sabduria, por lo que creia apropiado considerar a Jesucristo como el libro soberano / De la ciencia de las ciencias (o.c., p.344).

22 Coronacion (compuesta por el famoso poeta Juan de Mena al ilustre cavallero don Inigo Lopez de Mendoza), fol. 53.

23 Entre otras simplezas pias del Marques de Santillana esta la de llamar a la Virgen Maria fila, esposa, e madre del Eterno Padre (Obras, p.304), asi como el error historico de confundir la labor de Santo Tomas con la de San Agustin: Vi la replandor d′Aquino,/ Terror de los manicheos (Obras,p.305). Anadase: Magestat estuporosa... / Una sola, dos e trina (Obras, p.306).

24 O.c., p.178; anadia Curtius que ni en Italia ni en Francia podemos encontrar en fenomeno semejante.

25 O.c., p.1.

26 A History of Literary Criticism in the Renaissance, pp. 315-16.

27 Para mayores detalles informativos remito al lector a mis articulos Otras huellas de Horacio en el Marques de Santillana, y Parafrasis de Ciceron en la definicion de poesia de Santillana.

28 Este tipo de cambio gramatical recibe el nombre de enallage adiectivi o hypallage adiectivi, explicado con variedad de ejemplos por H. Lausberg, Manual de retorica literaria, II, p. 145.

29 Institutio oratoria, 1, 6, 28; cf. Lausberg, o.c. II, p. 18.

30 Santillana habia dado un paso adelante considerable con relacion a su contemporaneo Perez de Guzman; este, mas historiador que poeta, no habia sabido comprender la utilidad de la poesia de Virgilio, cuando juzgaba que mas es delectable que fructifico, / El fermoso estilo del grant mantuano (Coplas, 128, en Cancionero Castellano).

31 Una vez mas convendra parangonar la sensibilidad de Santillana con la de Horacio, quien aconsejaba que uno debiera verse a si mismo reflejado en la narracion: mutato nomine de te/Fabula narratur (Serm. 1., 1, 70).

32 Afirmaba Atkins: New... was Politian′s contention (in Nutricia) that poetry had been given to men as a consolation for the miseries of life (English Literary Criticism: The Renascence, p.25).

33 Cf. R. R. Bolgar, The Classical Heritage, p.396. Por lo que respecta a España, ademas de existir el De oratore en la biblioteca del Marques, aparece en referencias de don Alonso de Cartagena, La rethorica de M. Tullio Ciceron, p.30, y en la Respuesta a la pregunta del Marques (Obras, p.493). En todas estas cuestiones habra que tener en cuenta que de la mencion de las obras se pueden deducir logicamente el conocimiento de su existencia; sin embargo, de la ni mencion, no podra deducirse la no existencia. Ni podriamos asegurar que España tuviera que depender absolutamente de las obras que vinieran de Italia; contamos con un documento en que se nos asegura que el Papa Clemente VI solicitaba al Obispo de Valencia algunas obras de Ciceron, con el fin de copiarlas para su biblioteca (cf. di Camillo, o.c., p.23).

34 Genealogiae deorum gentilium libri, II, p.700. De las influencias de Boccaccio han hablado Farinelli, Italia e Spagna, I, pp. 189-90, y R. Lapesa, o.c., p.250. O. di Camillo ha reconocido debidamente que Santillana -al considerar, segun el critico, que la poesia era la forma mas alta de la filosofia- fue mas lejos que el propio Boccaccio, puesto que este ultimo solo puso a la poesia al nivel de la teologia (o.c., p.99). A todos los que admiramos el esfuerzo del Marques nos impacientara leer que O. di Camillo achacaria el adelantamiento de Santillana a su ignorancia de Boccaccio y de otros humanistas italianos: la identificacion de la poesia con la filosofia, y no con la teologia, se debe principalmente a la confusion de Santillana respecto al significado de estos terminos, y a su ignorancia de los argumentos humanisticos sobre tales materias (o.c., p.107). La verdad es que la sensibilidad de Santillana estaba muy cerca de la de Ciceron y Horacio, y que cuando los italianizantes no encuentran las fuentes en Italia, tienden a creer el producto efecto de confusion o ignorancia.

35 K. Vossler da conclusion a su estudio con estas palabras: Um es in drei Schlagworten zu sagen: die Entwickelung fuhrt vom Dichtertheologen uber den Poeta Orator zum Poeta Rhetor and Philologus (Poetische Theorien in der italienischen Fruhrenaissance, p. 88)

36 Menendez Pidal, Caracteres primordiales de la literatura española con referencias a las otras literaturas hispanicas, latina, portuguesa y catalana, p.LIII; E. R. Curtius, o.c., p.541. Si hemos de hablar de frutos, los caracterizariamos mas acertadamente como de injerto, siendo la tarea del critico español analizarlos en su propia sustancia, sin necesidad de estar siempre relacionandolo con Italia y Francia, haciendo uso de un vocabulario critico definido a la italiana o la francesa, lo que nos situa irremediablemente en una actitud defensiva.

37 En este trabajo se reducen el texto y la bibliografia de mis dos articulos, Romance segun los textos españoles del Medievo y Prerrenacimiento, y The Reaction Against Medieval Romances. Its Spanish Forerunners.

38 En Juan Argote de Molina, Nobleza de Andalucia, p.362.

39 En Du Cange, Glossarium Mediae et Infimae Latinitatis,s.v. Romanus.

40 Juan Manuel, Obras, pp.233-34. Tambien en Italia tenemos el caso de la irritacion de Dante ante los sonetos y Canzoni que cantaban y parodiaban los herreros y muleros (en Franco Sacchetti, Novelle, 114 y 115).

41 Libro de Buen Amor, p.79.

42 Eneida, MS cit., en la nota 6, mas arriba. La pagina se dara en el texto, tras la cita. En alguna ocasion se cita por la reciente edicion de R. Santiago Lacuesta, La primera version castellana de la Eneida de Virgilio; esta edicion carece de las glosas que tan importantes son para un mejor conocimiento de la cultura del siglo XV. Hablando de esto, decia Menendez Rayon: el libro que nos ocupa es mas curioso, por las notas que contiene que por su traduccion, puesto que se las puede considerar como verdadera enciclopedia de todos los conocimientos divinos y humanos de su tiempo (La Eneida de Virgilio traducida por Enrique de Villena, p.446).

43 Perez de Guzman, Generaciones y semblanzas; en cada cita se da la pagina tras el texto.

44 Menendez Pidal, Romancero hispanico, I, p.5.

45 Biblioteca Nacional, MS 139 del Catalogue des manuscrits espagnols, por A. Morel-Fatio, cit. por Menedez Pidal en Romancero hispanico, I, p. 5 y nota.

46 Santiago Lacuesta, o.c., p.70.

47 A este proposito conviene recordar lo que decia Burckhardt de los humanistas italianos, aquellos para los que el latin era la unica lengua digna de escribirse. Poggio lamentaria que el Dante escribiera su gran poema en italiano. La verdad es, como es bien sabido, que Dante intento y llego a escribir el comienzo del Inferno, primitivamente, en hexametros... e incluso Petrarca ponia mas fe en su poesia latina que en sus sonetos y canzoni; y a Ariosto le pidieron algunos que escribiera su poema en latin (The Civilization of the Renaissance in Italy, p.128).

48 Ya se habia quejado Horacio que fuera la fabula sin belleza alguna, sin peso ni arte, la que mas divertia al pueblo: fabula nullius veneris, sine pondere et arte / Valdius obletat populum (Ars 320).

49 O.c., pp. 130 y 159.

50 Para las disputas de los italianos, cf. B. Weinberg, A History of Literary Criticism in the Italian Renaissance, II, pp. 954-1073.

51 V. Hall, Renaissance Literary Criticism. A Study of Its Social Content, p. 131.

52 Les essais de Michel de Montaigne[Liv. I, Chap. XXVI], I, pp.225-6.

53 Gregory Smith, Elizabethan Critical Essays; entre otras cosas, dice en la introduccion, censuraban los escritores los romances porque no tenian decency in proportions, no coherence of episodes (I, p.XXVI).

54 Gregory Smith, o.c., II, p.87; mas sobre la actitud de los humanistas ingleses hacia los romances en V. Hall, o.c., pp. 203 y ss.

55 En Opera omnia, IV, 85 y ss.; la lista incluye otros titulos.

56 Les arts poetiques du XIe et XIIIe siecle, pp.59-60.

57 D. Alonso, De los siglos oscuros al de Oro,p.126.

58 Juan de Mena, poeta del prerrenacimiento español, p.256.

59 Horacio en España, II, p. 11. Sobre los conocimientos que el Marques tenia de Horacio afirmaba Amador de los Rios: El Marques conocia en su original, aunque en textos no depurados, las obras de este gran poeta lirico (Obras, p.617). Francis Ferrie, en su articulo sobre las "Aspiraciones del humanismo español del siglo XV: Revaloracion del Prohemio e Carta de Santillana", me atribuye haber dicho que para mi el Ars poetica era la unica perceptiva del Marques (p.203,n.3), con referencia a mi articulo "Otras huellas de Horacio en el Marques de Santillana", p.139. Evidentemente ni es eso lo que yo queria decir ni lo que digo; lo que digo es que el Ars poetica era la unica preceptiva poetica de los clasico, y que el Marques aludia a ella cuando aconsejaba al Condestable que no cejara en la inquisicion de los fermosos poemas, como en la polida orden e regla d′aquellos (PC 21).