Pío Baroja La busca [The Quest]
Translation By Isaac Goldberg
Edición bilingÜe, español- inglés, de Miguel Garci-Gomez. Dept. Romance Stydies. Duke. U.
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PRIMERA PARTE
CAPÍTULO PRIMERO

Preámbulo.—Conceptos un tanto inmorales de una pupilera.—Charlas.—Se oye cerrar un balcón.—Canta un grillo.

PART ONE
CHAPTER I

Preamble—Somewhat Immoral Notions of a Boarding-House Keeper—A Balcony Is Heard Closing—A Cricket Chirps.

ACABABAN de dar las doce, de una manera pausada, acompasada y respetable, en el reloj del pasillo. Era costumbre de aquel viejo reloj, alto y de caja estrecha, adelantar y retrasar a su gusto y antojo la uniforme y monótona serie de las horas que va rodeando nuestra vida, hasta envolverla y dejarla, como a un niño en la cuna, en el obscuro seno del tiempo. The clock in the corridor had just struck twelve, in a leisurely, rhythmic, decorous manner. It was the habit of that tall old narrow-cased clock to accelerate or retard, after its own sweet taste and whim, the uniform and monotonous series of hours that encircle our life until it wraps it and leaves it, like an infant in its crib, in the obscure bosom of time.
Poco después de esta indicación amigable del viejo reloj, hecha con la voz grave y reposada, propia de un anciano, sonaron las once, de un modo agudo y grotesco, con una impertinencia juvenil, en un relojillo petulante de la vecindad, y unos minutos más tarde, para mayor confusión y desbarajuste cronométrico, el reloj de una iglesia próxima dió una larga y sonora campanada, que vibró durante algunos segundos en el aire silencioso. Soon after this friendly indication of the old clock, uttered in a solemn, peaceful voice becoming an aged person, the hour of eleven rang out in a shrill, grotesque fashion, with juvenile impertinence, from a petulant little clock of the vicinity, and a few minutes later, to add to the confusion and the chronometric disorder, the bell of a neighbouring church gave a single long, sonorous stroke that quivered for several seconds in the silent atmosphere.
¿Cuál de los tres relojes estaba en lo fijo? ¿Cuál de aquellas tres máquinas para medir el tiempo tenía más exactitud en sus indicaciones? El autor no puede decirlo, y lo siente. Lo siente, porque el tiempo es, según algunos graves filósofos, el cañamazo en donde bordamos las tonterías de nuestra vida; y es verdaderamente poco científico el no poder precisar con seguridad en qué momento empieza el cañamazo de este libro. Pero el autor lo desconoce: sólo sabe que en aquel minuto, en aquel segundo, hacía ya largo rato que los caballos de la noche galopaban por el cielo. Era, pues, la hora del misterio; la hora de la gente maleante; la hora en que el poeta piensa en la inmortalidad, rimando hijos con prolijos y amor con dolor; la hora en que la buscona sale de su cubil y el jugador entra en él; la hora de las aventuras que se buscan y nunca se encuentran; la hora, en fin, de los sueños de la casta doncella y de los reumatismos del venerable anciano. Y mientras se deslizaba esta hora romántica, cesaban en la calle los gritos, las canciones, las riñas; en los balcones se apagaban las luces, y los tenderos y las porteras retiraban sus sillas del arroyo para entregarse en brazos del sueño. Which of the three clocks was correct? Which of those three devices for the mensuration of time was the most exact in its indications? The author cannot say, and he regrets it. He, regrets it, because Time, according to certain solemn philosophers, is the canvas background against which we embroider the follies of our existence, and truly it is little scientific not to be able to indicate at precisely which moment the canvas of this book begins. But the author does not know; all he can say is, that at that moment the steeds of night had for an appreciable time been coursing across the heavens. It was, then, the hour of mystery; the hour when wicked folk stalk abroad; the hour in which the poet dreams of immortality, rhyming hijos with prolijos and amor with dolor; the hour in which the night-walker slinks forth from her lair and the gambler enters his; the hour of adventures that are sought and never found; the hour, finally, of the chaste virgin′s dreams and of the venerable old man′s rheumatism. And as this romantic hour glided on, the shouts and songs and quarrels of the street subsided; the lights in the balconies were extinguished; the shopkeepers and janitors drew in their chairs from the gutter to surrender themselves to the arms of sleep.
En la morada casta y pura de doña Casiana, la pupilera, reinaba hacía algún tiempo apacible silencio; solo entraba por el balcón, abierto de par en par, el rumor lejano de los coches y el canto de un grillo de la vecindad, que rascaba en la chirriante cuerda de su instrumento con una persistencia desagradable. In the chaste, pure dwelling of Doña Casiana the boarding-house keeper, idyllic silence had reigned for some time. Only through the balcony windows, which were wide open, came the distant rumbling of carriages and the song of a neighbouring cricket who scratched with disagreeable persistency upon the strident string of his instrument.
En aquella hora, fuera la que fuese, marcada por los doce lentos y gangosos ronquidos del reloj del pasillo, no se encontraban en la casa mas que un señor viejo, madrugador impenitente; la dueña, doña Casiana, patrona también impenitente, para desgracia de sus huéspedes, y la criada Petra. At the hour, whatever it was, that was marked by the twelve slow, raucous snores of the corridor clock, there were in the house only an old gentleman,—an impenitent early-riser; the proprietress, Doña Casiana,—a landlady equally impenitent, to the misfortune of her boarders, and the servant Petra.
La patrona dormía en aquel instante sentada en la mecedora, en el balcón abierto; la Petra, en la cocina, hacía lo mismo, con la cabeza apoyada en el marco de la ventana, y el señor viejo madrugador se entretenía tosiendo en la cama. At this moment the landlady was asleep, seated upon the rocking-chair before the open balcony; Petra, in the kitchen, was likewise asleep, with her head resting against the window-frame, while the old early-rising gentleman amused himself by coughing in bed.
Había concluído la Petra de fregar, y el sueño, el calor y el cansancio la rindieron, sin duda. A la luz de la lamparilla colgada en el fogón se la veía vagamente. Era una mujer flaca, macilenta, con el pecho hundido, los brazos delgados, las manos grandes, rojas, y el pelo gris. Dormía con la boca abierta, sentada en una silla, con una respiración anhelante y fatigosa. Petra had finished scouring and her drowsiness, the heat and fatigue had doubtless overcome her. She could be made out dimly in the light of the small lamp that hung by the hearth. She was a thin, scrawny woman, flat-chested, with lean arms, big red hands and skin of greyish hue. She slept seated upon a chair with her mouth open; her breathing was short and laboured.
Al sonar las campanadas en el reloj del pasillo, se despertó de repente: cerró la ventana, de donde entraba un nauseabundo olor a establo de la vaquería de la planta baja; dobló los paños, salió con un rimero de platos y los dejó sobre la mesa del comedor; luego guardó los cubiertos, el mantel y el pan sobrante en un armario; descolgó la candileja y entró en el cuarto, en cuyo balcón dormía la patrona. At the strokes of the corridor clock she suddenly awoke; she shut the window, through which came a nauseating, stable-like odour from the milk-dairy on the ground-floor; she folded the clothes and left with a pile of dishes, depositing them upon the dining-room table; then she laid away in a closet the table-ware, the tablecloth and the left-over bread; she took down the lamp and entered the room in the balcony of which the landlady sat sleeping.
—¡Señora! ¡Señora!—llamó varias veces. "Señora, señora!" she called, several times.
—¿Eh? ¿Qué pasa?—murmuró doña Casiana, de un modo soñoliento. "Eh? What is it?" murmured Doña Casiana drowsily.
—Si quiere usted algo. "Perhaps you wish something?"
—No, nada. ¡Ah, sí! Mañana dígale usted al panadero que el lunes que viene le pagaré. "No, nothing. Oh, yes! Tell the baker tomorrow that I′ll pay him the coming Monday."
—Está bien. Buenas noches. "Very well. Good-night."
Salía la criada del cuarto, cuando se iluminaron los balcones de la casa de enfrente; después se abrieron de par en par, y se oyó un preludio suave de guitarra. The servant was leaving the room, when the balconies of the house across the way lighted up. They opened wide and soon there came the strains of a tender prelude from a guitar.
—¡Petra! ¡Petra!—gritó doña Casiana—. Venga usted. ¿Eh? En casa de la Isabelona... se conoce que ha venido gente. "Petra! Petra!" cried Doña Casiana. "Come here. Eh? Over in that Isabel′s house … You can tell they have visitors."
La criada se asomó al balcón y miró con indiferencia la casa frontera. The domestic went to the balcony and gazed indifferently at the house opposite.
—Eso, eso produce—siguió diciendo la patrona—; no estas porquerías de casas de huéspedes. "Now that′s what pays," the landlady went on. "Not this nasty boarding-house business."
En aquel momento apareció en uno de los balcones de la casa vecina una mujer envuelta en amplia bata, con una flor roja en el pelo, cogida estrechamente de la cintura por un señorito vestido de etiqueta, con frac y chaleco blanco. At this juncture there appeared in one of the balconies of the other house a woman wrapped in a flowing gown, with a red flower in her hair. A young man in evening dress, with swallow-tail coat and white vest, clasped her tightly about the waist.
—Eso, eso produce—repitió la patrona varias veces. "That′s what pays," repeated the landlady several times.
Luego, esta idea debió alterar su bilis, porque añadió con voz irritada: This notion must have stirred her ill-humour, for she added in an irritated voice:
—Mañana voy a echar el toro al curita y a esas golfas de las hijas de doña Violante, y a todo el que no me pague. ¡Que tenga una que luchar con esta granujería! No; pues de mí no se ríen más... "Tomorrow I′ll have some plain words with that priest and those gadabout daughters of Doña Violante, and all the rest who are behind in their payments. To think a woman should have to deal with such a tribe! No! They′ll laugh no more at me! …"
La Petra, sin replicar nada, dió nuevamente las buenas noches y salió del cuarto. Doña Casiana siguió mascullando sus iras; después repantigó su cuerpo rechoncho en la mecedora y soñó con un establecimiento de la misma especie que el de la vecindad; pero un establecimiento modelo, con salas lujosamente amuebladas, adonde iban en procesión todos los jóvenes escrofulosos de los círculos y congregaciones, místicos y mundanos, hasta tal punto, que se veía ella en la necesidad de poner un despacho de billetes a la puerta. Petra, without offering a reply, said good-night again and left the room. Doña Casiana continued to grumble, then ensconced her rotund person in the rocker and dozed off into a dream about an establishment of the same type as that across the way; but a model establishment, with luxuriously appointed salons, whither trooped in a long procession all the scrofulous youths of the clubs and fraternities, mystic and mundane, in such numbers that she was compelled to install a ticket-office at the entrance.
Mientras la patrona mecía su imaginación en este dulce sueño de burdel monstruo, la Petra entró en un cuartucho obscuro, lleno de trastos viejos; dejó la luz en una silla, puso una caja de fósforos, grasienta, en el recazo de la candileja; leyó un instante en un libro de oraciones, sucio y mugriento, con letras gordas; repitió algunos rezos mirando al techo, y comenzó a desnudarse. La noche estaba sofocante; en aquel agujero el calor era horrible. La Petra se metió en la cama, se persignó, apagó la candileja, que humeó largo rato, se tendió y apoyó la cabeza en la almohada. Un gusano de la carcoma en alguno de aquellos trastos viejos hacía crujir la madera de un modo isócrono... While the landlady lulled her fancy in this sweet vision of a brothel de luxe, Petra entered a dingy little room that was cluttered with old furniture. She set the light upon a chair, and placed a greasy box of matches on the top of the container; she read for a moment out of a filthy, begrimed devotionary printed in large type; she repeated several prayers with her eyes raised to the ceiling, then began to undress. The night was stifling; in that hole the heat was horrible. Petra got into bed, crossed herself, put out the lamp, which smoked for a long time, stretched herself out and laid her head upon the pillow. A worm in one of the pieces of furniture made the wood crack at regular intervals.
La Petra durmió con un sueño profundo un par de horas, y se despertó ahogada de calor. Habían abierto la puerta, se oían pasos en el pasillo. Petra slept soundly for a couple of hours, then awoke stifling from the heat. Somebody had just opened the door and footsteps were heard in the entry.
—Ya está ahí doña Violante con sus hijas—murmuró la Petra—. Será muy tarde. "That′s Doña Violante and her daughters," mumbled Petra. "It must be pretty late."
Volverían las tres damas de los jardines, adonde iban después de cenar en busca de las pesetas necesarias para vivir. La suerte no debió favorecerlas, porque traían mal humor, y las dos jóvenes disputaban, achacándose una a otra la culpa de haber perdido el tiempo. The three women were probably returning from los Jardines, after having supped in search of the pesetas necessary to existence. Luck must have withheld its favour, for they were in bad humour and the two young women were quarrelling, each blaming the other for having wasted the night.
Cesó la conversación, después de unas cuantas frases agrias e irónicas, y volvió a reinar el silencio. La Petra, desvelada, se abismó en sus preocupaciones; de nuevo se oyeron pasos, pero leves y rápidos, en el corredor; después, el ruido de la falleba de un balcón abierto con cautela. There were a number of venomous, ironic phrases, then the dispute ceased and silence was restored. Petra, thus kept awake, sank into her own thoughts; again footfalls were heard in the corridor, this time light and rapid. Then came the rasping of the shutter-bolt of a balcony that was being opened cautiously.
—Alguna de esas se ha levantado—pensó la Petra—. ¿Qué trapisonda traerá? "One of them has got up," thought Petra. "What can the fuss be now?"
Al cabo de unos minutos se oyó la voz de la patrona, que gritaba imperiosamente desde su cuarto: In a few minutes the voice of the landlady was heard shouting imperiously from her room:
—¡Irene!... ¡Irene! "Irene! … Irene!"
—¿Qué? "Well?"
—Salga usted del balcón. "Come in from the balcony."
—Y ¿por qué tengo de salir?—replicó una voz áspera, con palabra estropajosa. "And why do I got to come in?" replied a harsh voice in rough, ill-pronounced accents.
—Porque sí... porque sí. "Because you must … That′s why."
—¿Pues qué hago yo en el balcón? "Why, what am I doing in the balcony?"
—Usted lo sabrá mejor que yo. "That′s something you know better than I."
—Pues no sé. "Well, I don′t know."
—Pues yo sí sé. "Well, I do."
—Estaba tomando el fresco. "I was taking the fresh air."
—Usted sí que es fresca. "I guess you′re fresh enough."
—La fresca será usted, señora. "You mean you are, señora."
—Cierre usted el balcón. Usted se figura que mi casa es lo que no es. "Close the balcony. You imagine that this house is something else."
—Yo ¿qué he hecho? "I? What have I done?"
—No tengo necesidad de decírselo. Para eso, enfrente, enfrente. "I don′t have to tell you. For that sort of thing there′s the house across the way, across the way."
—Quiere decir que en casa de la Isabelona—pensó la Petra. "She means Isabel′s," thought Petra.
Se oyó cerrar el balcón de golpe; sonaron pasos en el corredor, seguidos de un portazo. La patrona continuó rezongando durante largo tiempo; luego hubo un murmullo de conversación tenida en voz baja. Después no se oyó mas que el chirriar persistente del grillo de la vecindad, que siguió rascando en su desagradable instrumento con la constancia de un aprendiz de violinista. The balcony was heard to shut suddenly; steps echoed in the entry, followed by the slamming of a door. For a long time the landlady continued her grumbling; soon came the murmuring of a conversation carried on in low tones. Then nothing more was heard save the persistent shrilling of the neighbouring cricket, who continued to scrape away at his disagreeable instrument with the determination of a beginner on the violin.




CAPÍTULO II

La casa de doña Casiana.—Una ceremonia matinal.—Complot.—En donde se discurre acerca del valor alimenticio de los huesos.—La Petra y su familia.—Manuel: su llegada a Madrid.

CHAPTER II

Doña Casiana′s House—A Morning Ceremony—Conspiracy—Wherein Is Discussed the Nutritive Value of Bones—Petra and her Family—Manuel; his arrival in Madrid.

... Y el grillo, como virtuoso obstinado, persistió en sus ejercicios musicales, a la verdad algo monótonos, hasta que apareció en el cielo la plácida sonrisa del alba. A los primeros rayos del sol calló el músico, satisfecho, sin duda, de la perfección de su artístico trabajo, y una codorniz le sustituyó en el solo, dando los tres golpes consabidos. El sereno llamó con su chuzo en las tiendas, pasaron uno o dos panaderos con la cesta a la cabeza, se abrió una tienda, luego otra, después un portal, echó una criada la basura a la acera, se oyó el vocear de un periódico. Poco después la calle entraba en movimiento. … And the cricket, now like an obstinate virtuoso, persisted in his musical exercises, which were truly somewhat monotonous, until the sky was brightened by the placid smile of dawn. At the very first rays of the sun the performer relented, doubtless content with the perfection of his artistic efforts, and a quail took up his solo, giving the three regulation strokes. The watchman knocked with his pike at the stores, one or two bakers passed with their bread, a shop was opened, then another, then a vestibule; a servant threw some refuse out on the sidewalk, a newsboy′s calling was heard.
Sería el autor demasiado audaz si tratase de demostrar la necesidad matemática en que se encontraba la casa de doña Casiana de hallarse colocada en la calle de Mesonero Romanos, antes del Olivo, porque, indudablemente, con la misma razón podía haber estado emplazada en la del Desengaño, en la de Tudescos, o en otra cualquiera; pero los deberes del autor, sus deberes de cronista imparcial y verídico, le obligan a decir la verdad, y la verdad es que la casa estaba en la calle de Mesonero Romanos, antes del Olivo. The author would be too bold if he tried to demonstrate the mathematical necessity imposed upon Doña Casiana′s house of being situated on Mesonero Romanos Street rather than upon Olivo, for, undoubtedly, with the same reason it might have been placed upon Desengaño, Tudescos or any other thoroughfare. But the duties of the author, his obligation as an impartial and veracious chronicler compel him to speak the truth, and the truth is that the house was on Mesonero Romanos Street rather than on Olivo.
En aquellas horas tempranas no se oía en ella el menor ruido; el portero había abierto el portal y contemplaba la calle con cierta melancolía. At this early hour not a sound could be heard inside; the janitor had opened the vestibule-entrance and was regarding the street with a certain melancholy.
El portal, largo, obscuro, mal oliente, era más bien un corredor angosto, a uno de cuyos lados estaba la portería. The vestibule,—long, dingy, and ill-smelling,—was really a narrow corridor, at one side of which was the janitor′s lodge.
Al pasar junto a esta última, si se echaba una mirada a su interior, ahogado y repleto de muebles, se veía constantemente una mujer gorda, inmóvil, muy morena, en cuyos brazos descansaba un niño enteco, pálido y larguirucho, como una lombriz blanca. Encima de la ventana, se figuraba uno que, en vez de «Portería», debía poner: «La mujer cañón con su hijo», o un letrero semejante de barraca de feria. On passing this lodge, if you glanced inside, where it was encumbered with furniture till no room was left, you could always make out a fat woman, motionless, very swarthy, in whose arms reposed a pale weakling of a child, long and thin, like a white earthworm. It seemed that above the window, instead of "Janitor" the legend should have read: "The Woman-Cannon and her Child," or some similar sign from the circus tents.
Si a esta mujer voluminosa se la preguntaba algo, contestaba con una voz muy chillona, acompañada de un gesto desdeñoso bastante desagradable. Se seguía adelante, dejando a un lado el antro de la mujer-cañón, y a la izquierda del portal, daba comienzo la escalera, siempre a obscuras, sin más ventilación que la de unas ventanas altas, con rejas, que daban a un patio estrecho, de paredes sucias, llenas de ventiladores redondos. Para una nariz amplia y espaciosa, dotada de una pituitaria perspicaz, hubiese sido un curioso sport el de descubrir e investigar la procedencia y la especie de todos los malos olores, constitutivos de aquel tufo pesado, propio y característico de la casa. If any question were addressed to this voluminous female she would answer in a shrill voice accompanied by a rather disagreeable gesture of disdain. Leaving the den of this woman-cannon to one side, you would proceed; at the left of the entrance began the staircase, always in darkness, with no air except what filtered in through a few high, grated windows that opened upon a diminutive courtyard with filthy walls punctured by round ventilators. For a broad, roomy nose endowed with a keen pituitary membrane, it would have been a curious sport to discover and investigate the provenience and the species of all the vile odours comprising that fetid stench, which was an inalienable characteristic of the establishment.
El autor no llegó a conocer los inquilinos que habitaban los pisos altos; tiene una idea vaga de que había dos o tres patronas, alguna familia que alquilaba cuartos a caballeros estables, pero nada más. Por esta causa el autor no se remota a las alturas y se detiene en el piso principal. The author never succeeded in making the acquaintance of the persons living upon the upper floors. He has a vague notion that there were two or three landladies, a family who let out rooms to permanent gentlemen boarders, but nothing else. Wherefore the author does not climb those heights but pauses upon the first landing.
En éste, de día apenas si se divisaba, por la obscuridad reinante, una puerta pequeña; de noche, en cambio, a la luz de un farol de petróleo, podía verse una chapa de hoja de lata, pintada de rojo, en la cual se leía escrito con letras negras: «Casiana Fernández». Here, at least by day, could be made out in the reigning darkness, a tiny door; at night, on the other hand, by the light of a kerosene lantern one could glimpse a tin door-plate painted red, upon which was inscribed in black letters: "Casiana Fernández."
A un lado de la puerta colgaba un trozo de cadena negruzco, que sólo poniéndose de puntillas y alargando el brazo se alcanzaba; pero como la puerta estaba siempre entornada, los huéspedes podían entrar y salir sin necesidad de llamar. At one side of the door hung a length of blackish rusted chain that could be reached only by standing on tiptoe and stretching out one′s arm; but as the door was always ajar, the lodgers could come and go without the need of knocking.
Se pasaba dentro de la casa. Si era de día, encontrábase uno sumergido en las profundas tinieblas; lo único que denotaba el cambio de lugar era el olor, no precisamente por ser más agradable que el de la escalera, pero sí distinto; en cambio, de noche, a la vaga claridad difundida por una mariposa de corcho, que nadaba sobre el agua y el aceite de un vaso, sujeto por una anilla de latón a la pared, se advertían, con cierta vaga nebulosidad, los muebles, cuadros y demás trastos que ocupaban el recibimiento de la casa. This led to the house. By day, one was plunged into utter obscurity; the sole thing that indicated a change of place was the smell, not so much because it was more agreeable than that of the staircase, as because it was distinct; on the contrary, at night, in the vague light shed by a cork night-taper afloat in the water and oil of a bowl that was attached to the wall by a brass ring, there could be seen through a certain dim nebulosity, the furniture, the pictures and the other paraphernalia that occupied the reception hall.
Frente a la entrada había una mesa ancha y sólida, y sobre ella una caja de música de las antiguas, con unos cilindros de acero erizados de pinchos, y junto a ella una estatua de yeso: una figura ennegrecida y sin nariz, que no se conocía fácilmente si era de algún dios, de algún semidiós o de algún mortal. Facing the entrance stood a broad, solid table on which reposed an old-fashioned music-box consisting of several cylinders that bristled with pins; close beside it, a plaster statue: a begrimed figure lacking a nose, and difficult to distinguish as some god, half-god or mortal.
En la pared del recibimiento y en la del pasillo se destacaban cuadros pintados al óleo, grandes y negruzcos. Un inteligente quizá los hubiese encontrado detestables; pero la patrona, que se figuraba que cuadro muy obscuro debía de ser muy bueno, se recreaba, a veces, pensando que quizá aquellos cuadros, vendidos a un inglés, le sacarían algún día de apuros. On the wall of the reception room and of the corridor hung some large, indistinct oil paintings. A person of intelligence would perhaps have considered them detestable, but the landlady, who imagined that a very obscure painting must be very good, refreshed herself betimes with the thought that mayhap these pictures, sold to an Englishman, would, one day make her independent.
Eran unos lienzos en donde el pintor había desarrollado escenas bíblicas tremebundas: matanzas, asolamientos, fieros males; pero de tal manera, que a pesar de la prodigalidad del artista en sangre, llagas y cabezas cortadas, aquellos lienzos, en vez de horrorizar, producían una impresión alegre. Uno de ellos representaba la hija de Herodes contemplando la cabeza de San Juan Bautista. Las figuras todas eran de amable jovialidad; el rey, con una indumentaria de rey de baraja y en la postura de un jugador de naipes, sonreía; su hija, una señora coloradota, sonreía; los familiares, metidos en sus grandes cascos, sonreían, y hasta la misma cabeza de San Juan Bautista sonreía, colocada en un plato repujado. Indudablemente el autor de aquellos cuadros, si no el mérito del dibujo ni el del colorido, tenía el de la jovialidad. There were several canvases in which the artist had depicted horrifying biblical scenes: massacres, devastation, revolting plagues; but all this in such a manner, that, despite the painter′s lavish distribution of blood, wounds and severed heads, these canvases instead of horrifying, produced an impression of merriment. One of them represented the daughter of Herodias contemplating the head of St. John the Baptist. Every figure expressed amiable joviality: the monarch, with the indumentary of a card-pack king and in the posture of a card-player, was smiling; his daughter, a florid-face dame, was smiling; the familiars, encased in their huge helmets, were smiling, and the very head of St. John the Baptist was smiling from its place upon a repoussé platter. Doubtless the artist of these paintings, if he lacked the gift of design and colour, was endowed with that of joviality.
A derecha e izquierda de la puerta de la casa corría el pasillo, de cuyas paredes colgaban otra porción de lienzos negros, la mayoría sin marco, en los cuales no se veía absolutamente nada, y sólo en uno se adivinaba, después de fijarse mucho, un gallo rojizo picoteando en las hojas de una verde col. To the right and left of the house door ran the corridor, from whose walls hung another exhibit of black canvases, most of them unframed, in which could be made out absolutely nothing; only in one of them, after very patient scrutiny, one might guess at a red cock pecking at the leaves of a green cabbage.
A este pasillo daban las alcobas, en las que hasta muy entrada la tarde solían verse por el suelo calcetines sucios, zapatillas rotas, y, sobre las camas sin hacer, cuellos y puños postizos. Upon this corridor opened the bedrooms, in which, until very late in the afternoon, dirty socks and torn slippers were usually seen strewn upon the floor, while on the unmade beds lay collars and cuffs.
Casi todos los huéspedes se levantaban en aquella casa tarde, excepto dos comisionistas, un tenedor de libros y un cura, los cuales madrugaban por mor del oficio, y un señor viejo, que lo hacía por costumbre o por higiene. Almost all the boarders in that house got up late, except two travelling salesmen, a book-keeper and a priest, who arose early through love of their occupations, and an old gentleman who did so through habit or for reasons of hygiene.
El tenedor de libros se largaba a las ocho de la mañana sin desayunarse; el cura salía in albis para decir misa; pero los comisionistas tenían la audaz pretensión de tomar algo en casa, y la patrona empleaba un procedimiento muy sencillo para no darles ni agua: los dos comisionistas comenzaban su trabajo de nueve y media a diez; se acostaban muy tarde, y encargaban a la patrona que les despertase a las ocho y media; ella cuidaba de no llamarles hasta las diez. Al despertarse los viajantes y ver la hora, se levantaban, se vestían de prisa y escapaban disparados, renegando de la patrona. Luego, cuando el elemento femenino de la casa daba señales de vida, se oían por todas partes gritos, voces destempladas, conversaciones de una alcoba a otra, y se veía salir de los cuartos, la mano armada con el servicio de noche, a la patrona, a alguna de las hijas de doña Violante, a una vizcaína alta y gorda, y a otra señora, a la que llamaban la Baronesa. The book-keeper would be off, without breakfast, at eight in the morning; the priest left in albis to say mass; but the salesmen had the audacious presumption to eat a bite in the house, and the landlady resorted to a very simple procedure to send them off without so much as a sip of water; these two agents began work between half-past nine and ten; they retired very late, bidding their landlady wake them at eight-thirty. She would see to it that they were not aroused until ten. When they awoke and saw the time, they would jump out of bed, hurriedly dress and dash off like a shot, cursing the landlady. Then, when the feminine element of the house gave signs of life, every nook would echo with cries, discordant voices, conversations shouted from one bedchamber to another, and out of the rooms, their hands armed with the night-service, would come the landlady, one of Doña Violante′s daughters, a tall, obese Biscayan Lady, and another woman whom they called the Baroness.
La patrona llevaba invariablemente un cubrecorsé de bayeta amarilla; la Baronesa, un peinador lleno de manchas de cosmético, y la vizcaína, un corpiño rojo, por cuya abertura solía presentar a la admiración de los que transitaban por el corredor una ubre monstruosa y blanca con gruesas venas azules... The landlady invariably wore a corset-cover of yellow flannel, the Baroness a wrapper mottled with stains from cosmetics and the Biscayan lady a red waist through whose opening was regularly presented, for the admiration of those who happened along the corridor, a huge white udder streaked with coarse blue veins.
Después de aquella ceremonia matinal, y muchas veces durante la misma, se iniciaban murmuraciones, disputas, chismes y líos, que servían de comidilla para las horas restantes. After this matutinal ceremony, and not infrequently during the same, complaints, disputes, gossip and strife would arise, providing tid-bits for the remaining hours.
Al día siguiente de la riña entre la patrona y la Irene, cuando ésta volvió a su cuarto, luego de realizada su misión, hubo conciliábulo secreto entre las que quedaron. On the day following the scrape between the landlady and Irene, when the latter returned to her room after having fulfilled her mission, a secret conclave was held by those who remained.
—¿No saben ustedes? ¿No han oído nada esta noche?—dijo la vizcaína. "Don′t you know? Didn′t you hear anything last night?" asked the Biscayan.
—No—contestaron la patrona y la Baronesa—. ¿Qué ocurre? "No," replied the landlady and the Baroness. "What happened?"
—La Irene ha metido esta noche un hombre en casa. "Irene smuggled a man into the house last night."
—¿Sí? "She did?"
—Yo misma he oído cómo hablaba con él. "I heard her talking to him myself."
—¡Y habrá abierto la puerta de la calle! ¡Qué perro!—murmuró la patrona. "And he must have opened the street door! The dog!" muttered the landlady.
—No; el hombre era de la vecindad. "No; the man came from this tenement."
—Alguno de los estudiantes de arriba—dijo la Baronesa. "One of the students from upstairs," offered the Baroness.
—Ya le diré yo cuatro cosas a ese pingo—replicó doña Casiana. "I′ll tell a thing or two to the rascally fellow," replied Doña Casiana.
—No; espere usted—contestó la vizcaína—. Vamos a darle un susto a ella y al galán. Cuando estén hablando, si él viene esta noche, le avisamos al sereno para que llame a la puerta de casa, y al mismo tiempo salimos de nuestros cuartos con luz, como si fuéramos al comedor, y los cogemos. "No. Take your time," answered the Biscayan. "We′re going to give her and her gallant a fright. If he comes tonight, while they′re talking, we′ll tell the watchman to knock at the house door, and at the same time we′ll all come out of our rooms with lights, as if we were going to the dining-room, and catch them."
Mientras se tramaba el complot en el pasillo, la Petra preparaba el almuerzo en las obscuridades de la cocina. No tenía gran cosa que preparar, pues el almuerzo se componía invariablemente de un huevo frito, que nunca, por casualidad, fué grande, y un beefsteak, que desde los más remotos tiempos no se recordaba que una vez, por excepción, hubiese sido blando. While this plot was being hatched in the corridor, Petra was preparing breakfast in the obscurity of the kitchen. There was very little to prepare, for the meal invariably consisted of a fried egg, which never by any accident was large, and a beefsteak, which, in memories reverting to the remotest epoch, had not a single time by any exception been soft.
Al mediodía, la vizcaína, con mucho misterio, contó a la Petra el complot; pero la criada no estaba aquel día para bromas: acababa de recibir una carta que la llenó de preocupaciones. Su cuñado le escribía que a Manuel, el mayor de los hijos de la Petra, lo enviaban a Madrid; no le daba explicaciones claras del porqué de aquella determinación; decía únicamente la carta que allí, en el pueblo, el chico perdía el tiempo, y que lo mejor era que fuese a Madrid a aprender un oficio. At noon, the Biscayan, in tones of deep mystery, told Petra about the conspiracy, but the maid-of-all-work was in no mood for jests that day. She had just received a letter that filled her with worriment. Her brother-in-law wrote her that Manuel, the eldest of Petra′s children, was being sent to Madrid. No lucid explanation of the reason for this decision was given. The letter stated simply that back there in the village the boy was only wasting his time, and that it would be better for him to go to Madrid and learn a trade.
A la Petra, aquella carta la hizo cavilar mucho. Después de fregar los platos se puso a lavar en la artesa; no le abandonaba la idea fija de que, cuando su cuñado le enviaba a Manuel, habría hecho alguna barbaridad el muchacho. Pronto lo podía saber, porque a la noche llegaba. This letter had set Petra thinking. After wiping the dishes, she washed herself in the kneeding-trough; she could not shake the fixed idea that if her brother-in-law was sending Manuel to her it was because the boy had been up to some mischief. She would soon find out, for he was due to arrive that night.
La Petra tenía cuatro hijos, dos varones y dos hembras; las dos muchachas estaban bien colocadas: la mayor, de doncella, con unas señoras muy ricas y religiosas; la pequeña, en casa de un empleado. Petra had four children, two boys and two girls; the girls were well placed; the elder as a maid, with some very wealthy religious ladies, the younger in a government official′s home.
Los chicos le preocupaban más; el menor no tanto, porque, según le decían, seguía siendo de buena índole; pero el mayor era revoltoso y díscolo. The boys gave her more bother; the younger not so much, since, as they said, he continued to reveal a steady nature. The elder, however, was rebellious and intractable.
—No se parece a mí—pensaba la Petra—. En cambio, tiene bastante semejanza con mi marido. "He doesn′t take after me," thought Petra. "In fact, he′s quite like my husband."
Y esto le producía inquietudes; su marido, Manuel Alcázar, había sido un hombre enérgico y fuerte, y en la última época de su vida, malhumorado y brutal. And this disquieted her. Her husband, Manuel Alcázar, had been an energetic, powerful man, and, towards his last days, harsh-tempered and brutal.
Era maquinista de tren y ganaba un buen sueldo. La Petra y él no se entendían, y el matrimonio andaba siempre a trastazos. He was a locomotive machinist and earned good pay. Petra and he could not get along together and the couple were always at blows.
La gente, los conocidos, culpaban de todo a Alcázar, el maquinista, como si la oposición sistemática de la Petra, que parecía gozar impacientando al hombre, no fuera bastante para exasperar a cualquiera. Siempre la Petra había sido así, voluntariosa, con apariencia de humilde, de una testarudez de mula; en haciendo su capricho, lo demás le importaba poco. Folks and friends alike blamed Alcázar the machinist for everything, as if the systematic contrariness of Petra, who seemed to enjoy nagging the man, were not enough to exasperate any one. Petra had always been that way,—wilful, behind the mask of humility, and as obstinate as a mule. As long as she could do as she pleased the rest mattered little.
En vida del maquinista, la situación económica de la familia era relativamente buena. Alcázar y la Petra pagaban diez y seis duros de casa en la calle del Reloj, y tenían huéspedes: un ambulante de Correos y otros empleados del tren. While the machinist was alive, the family′s economic situation had been relatively comfortable. Alcázar and Petra paid sixteen duros per month for their rooms on Relojo street, and took in boarders: a mail clerk and other railroad employés.
La existencia de la familia hubiera podido ser sosegada y agradable sin las diarias peleas entre marido y mujer. Habían llegado los dos a experimentar una necesidad tal de reñir, que por la cosa más insignificante armaban un escándalo; bastaba que él dijera blanco para que ella afirmase negro; aquella oposición enfurecía al maquinista, que tiraba los platos por el aire, abofeteaba a su mujer y andaba a puñetazos con todos los muebles de la casa. Entonces la Petra, satisfecha de tener un motivo suficiente de aflicción, se encerraba a llorar y a rezar en su cuarto. Their domestic existence might have been peaceful and pleasureful were it not for the daily altercations between husband and wife. They had both come to feel such a need for quarrelling that the most insignificant cause would lead to scandalous scenes. It was enough that he said white for her to cry black; this opposition infuriated the machinist, who would throw the dishes about, belabour his wife, and smash all the household furniture. Then Petra, satisfied that she had sufficient cause for affliction, shut herself in her room to weep and pray.
Entre el alcohol, las rabietas y el trabajo duro, el maquinista estaba torpe; un día de agosto, de calor horrible, se cayó del tren a la vía, y, sin herida ninguna, lo encontraron muerto. What with his alcohol, his fits of temper, and his hard work, the machinist went about half dazed; on one terribly hot day in August he fell from the train on to the roadbed and was found dead without a wound.
La Petra, desoyendo las advertencias de sus huéspedes, se empeñó en mudarse de casa porque no le gustaba aquel barrio; lo hizo, tomó nuevos pupilos, gente informal y sin dinero, que dejaban a deber mucho, o que no pagaban nada, y, al poco tiempo, se vió en la necesidad de vender sus muebles y abandonar su nueva casa. Petra, disregarding the advice of her boarders, insisted upon changing residence, as she disliked that section of the city. This she did, taking in new lodgers—unreliable, indigent folk who ran up large bills or never paid at all—and in a short time she found herself compelled to sell her furniture and abandon her new house.
Entonces puso a sus hijas a servir, envió a los dos chicos a un pueblecillo de la provincia de Soria, en donde su cuñado estaba de jefe de un apeadero, y entró de sirviente en la casa de huéspedes de doña Casiana. De ama pasó a criada, sin quejarse. Le bastaba habérsele ocurrido a ella la idea para considerarla la mejor. Then she hired out her daughters as servants, sent her two boys off to a little town in the province of Soria, where her brother-in-law was the superintendent of a small railway station, and herself entered as a domestic in Doña Casiana′s lodging-house. Thus she descended from mistress to servant, without complaint. It was enough that the idea had occurred to her; therefore it was best.
Dos años llevaba en la casa guardando la soldada; su ideal era que sus hijos pudiesen estudiar en un Seminario y que llegasen a ser curas. Aquella vuelta de Manuel, el hijo mayor, desbarataba sus planes. ¿Qué habría pasado? She had been there for two years, saving her pay. Her ambition was to have her sons study in a seminary and graduate as priests. And now came the return of Manuel, the elder son, to upset her plans. What could have happened?
Y hacía una porción de conjeturas. En tanto, removía con sus manos deformadas la ropa sucia de los huéspedes. She made various conjectures. In the meantime with her deformed hands she removed the lodgers′ dirty laundry.
Llegaba de la ventana del patio una baraúnda de cánticos y voces de gente que riñe, alternando con el chirriar de las garruchas de las cuerdas para tender la ropa. In through the courtyard window wafted a confusion of songs and disputing voices, alternating with the screech of the clothes-line pulleys.
A media tarde, la Petra comenzó a preparar la comida. La patrona mandaba traer todas las mañanas una cantidad enorme de huesos para el sustento de los huéspedes. Es muy posible que en aquel montón de huesos hubiera, de cuando en cuando, alguno de cristiano; lo seguro es que, fuesen de carnívoro o de rumiante, en aquellas tibias, húmeros y fémures, no había casi nunca una mala piltrafa de carne. Hervía el osario en el puchero grande con garbanzos, a los cuales se ablandaba con bicarbonato, y con el caldo se hacía la sopa, la cual, gracias a su cantidad de sebo, parecía una cosa turbia para limpiar cristales o sacar brillo a los dorados. In the middle of the afternoon Petra began preparation for dinner. The mistress ordered every morning a huge quantity of bones for the sustenance of her boarders. It is very possible that there was, in all that heap of bones, a Christian one from time to time; certainly, whether they came from carnivorous animals or from ruminants, there was rarely on those tibiae, humeri, and femora a tiny scrap of meat. The ossuary boiled away in the huge pot with beans that had been tempered with bicarbonate, and with the broth was made the soup, which, thanks to its quantity of fat, seemed like some turbid concoction for cleaning glassware or polishing gilt.
Después de observar en qué estado se encontraba el osario en el puchero, la Petra hizo la sopa, y luego se dedicó a extraer todas las piltrafas de los huesos y a envolverlas hipócritamente con una salsa de tomate. Esto constituía el principio en casa de doña Casiana. After inspecting the state of the ossuary in the stew-pot, Petra made the soup, and then set about extracting all the scrap meat from the bones and covering them hypocritically with a tomato sauce. This was the pièce de résistance in Doña Casiana′s establishment.
Gracias a este régimen higiénico, ninguno de los huéspedes caía enfermo de obesidad, de gota ni de cualquiera de esas otras enfermedades por exceso de alimentación, tan frecuentes en los ricos. Thanks to this hygienic regimen, none of the boarders fell ill with obesity, gout or any of those other ailments due to excess of food and so frequent in the rich.
Luego de preparar y de servir a los huéspedes la comida, la Petra dejó el fregado para más tarde y salió de casa a recibir a su hijo. After preparing the meal and serving it, Petra postponed the dish-washing, and left the house to meet her son.
Aun no había obscurecido del todo; el cielo estaba vagamente rojizo, el aire sofocante, lleno de un vaho denso de polvo y de vapor. La Petra subió la calle de Carretas, siguió por la de Atocha, entró en la estación del Mediodía y se sentó en un banco a esperar a Manuel... Night had not yet fallen. The sky was vaguely red, the air stifling, heavy with a dense mist of dust and steam. Petra went up Carretas Street, continued through Atocha, entered the Estación del Mediodía and sat down on a bench to wait for Manuel….
Mientras tanto, el muchacho venía medio dormido, medio asfixiado en un vagón de tercera. Meanwhile, the boy was approaching the city half asleep, half asphyxiated, in a third-class compartment.
Había tomado el tren por la noche en el apeadero en donde su tío estaba de jefe. Al llegar a Almazán tuvo que esperar más de una hora a que saliera un mixto, dando paseos para hacer tiempo por las calles desiertas. He had taken the train the night before at the railway station where his uncle was superintendent. On reaching Almazán, he had to wait more than an hour for a mixed train, so he sauntered through the deserted streets to kill time.
A Manuel le pareció Almazán enorme, tristísimo; tenía el pueblo, vislumbrado en la obscuridad de una noche vagamente estrellada, la apariencia de grande y fantástica ciudad muerta. En las calles estrechas, de casas bajas, brillaba la luz eléctrica, pálida y mortecina; la espaciosa plaza con arcos estaba desierta; la torre de una iglesia se erguía en el cielo. To Manuel, Almazán seemed vast, infinitely sad; the town, glimpsed through the gloom of a dimly starlit night, loomed like a great, fanastic, dead city. The pale electric lights shone upon its narrow streets and low houses; the spacious plaza with its arc lights was deserted; the belfry of a church rose into the heavens.
Manuel bajó hacia el río. Desde el puente presentábase el pueblo aun más fantástico y misterioso; adivinábanse sobre una muralla las galerías de un palacio; algunas torres altas y negras se alzaban en medio del caserío confuso del pueblo; un trozo de luna resplandecía junto a la línea del horizonte, y el río, dividido en brazos por algunas isletas, brillaba como si fuera de azogue. Manuel strolled down towards the river. From the bridge the town seemed more fantastic and mysterious than ever; upon a wall might be made out the galleries of a palace, and several lofty, sombre towers shot up from amidst the jumbled dwellings of the town; a strip of moon gleamed close to the horizon, and the river, divided by a few islets into arms, glittered as if it were mercury.
Salió Manuel de Almazán y tuvo que esperar unas horas en Alcuneza para transbordar. Estaba cansado, y como en la estación no había bancos, se tendió en el suelo entre fardos y pellejos de aceite. Manuel left Almazán had to wait a few hours in Alcuneza for the next train. He was weary, and as there were no benches in the station, he stretched himself out upon the floor amidst bundles and skins of oil.
Al amanecer tomó el otro tren, y, a pesar de la dureza del asiento, logró dormirse. At dawn he boarded the other train, and despite the hardness of the seat, managed to fall asleep.
Manuel llevaba dos años con sus parientes; dejaba la casa con más satisfacción que pena. Manuel had been two years with his relatives; he departed from their home with more satisfaction than regret.
No tuvo para él la vida nada de agradable en aquellos dos años. Life had held no pleasure for him during those two years.
La pequeña estación en donde su tío estaba de jefe hallábase próxima a una aldehuela pobre, rodeada de áridas pedrizas, sin árboles ni matas. Solía hacer en aquellos parajes una temperatura siberiana; pero las inclemencias de la Naturaleza no eran cosa para preocupar a un chico, y a Manuel le tenían sin cuidado. The tiny station presided over by his uncle was near a poor hamlet surrounded by arid, stony tracts upon which grew neither tree nor bush. A Siberian temperature reigned in those parts, but the inclemencies of Nature were nothing to bother a little boy, and gave Manuel not the slightest concern.
Lo peor era que ni su tío ni la mujer de su tío le mostraron afecto, sino indiferencia, y esta indiferencia preparó al muchacho para recibir los pocos beneficios recibidos con una completa frialdad. The worst of it all was that neither his uncle nor his uncle′s wife showed any affection for him, rather indifference, and this indifference prepared the boy to receive their few benefactions with utter coldness.
No pasaba lo mismo con el hermano de Manuel, con quien los tíos llegaron a encariñarse. It was different with Manuel′s brother, to whom the couple gradually took a liking.
Los dos muchachos manifestaron condiciones casi en absoluto opuestas: el mayor, Manuel, gozaba de un carácter ligero, perezoso e indolente; no quería estudiar ni ir a la escuela; le encantaban las correrías por el campo, todo lo atrevido y peligroso; el rasgo característico de Juan, el hermano menor, era un sentimentalismo enfermizo que se desbordaba en lágrimas por la menor causa. The two youngsters displayed traits almost absolutely opposite; the elder, Manuel, was of a frivolous, slothful, indolent disposition, and would neither study nor go to school. He was fond of romping about the fields and engaging in bold, dangerous escapades. The characteristic trait of Juan, the younger brother, was a morbid sentimentalism that would overflow in tears upon the slightest provocation.
Manuel recordaba que el maestro de escuela y organista del pueblo, un vejete medio dómine que enseñaba latín a los dos hermanos, aseguraba que Juan llegaría a ser algo: a Manuel le consideraba como un holgazán aventurero y vagabundo que no podía acabar bien. Manuel recalled that the school master and town organist, an old fellow who was half dominie and taught the two brothers Latin, had always prophesied that Juan would make his mark; Manuel he considered as an adventure-seeking rover who would come to a bad end.
Mientras Manuel dormitaba en el coche de tercera se amontonaban en su imaginación mil recuerdos: los hechos sucedidos la víspera en casa de sus tíos se mezclaban en su cerebro con fugaces impresiones de Madrid, ya medio olvidadas, y las sensaciones de distintas épocas se intercalaban unas en otras en su memoria, sin razón ni lógica, y, entre ellas, en la turbamulta de imágenes lejanas y próximas que pasaban ante sus ojos, se destacaban fuertemente aquellas torres negras entrevistas de noche en Almazán a la luz de la luna... As Manuel dozed in the third-class compartment, a thousand recollections thronged his imagination: the events of the night before at his uncle′s mingled in his mind with fleeting impressions of Madrid already half forgotten. One by one the sensations of distinct epochs intertwined themselves in his memory, without rhyme or reason and among them, in the phantasmagoria of near and distant images that rolled past his inner vision, there stood out clearly those sombre towers glimpsed by night in Almazán by the light of the moon….
Cuando uno de los compañeros de viaje anunció que ya estaban en Madrid, Manuel sintió verdadera angustia; un crepúsculo rojo esclarecía el cielo, inyectado de sangre como la pupila de un monstruo; el tren iba aminorando su marcha; pasaba por delante de barriadas pobres y de casas sórdidas; en aquel momento brillaban las luces eléctricas pálidamente sobre los altos faros de señales... When one of his travelling companions announced that they had already reached Madrid, Manuel was filled with genuine anxiety. A red dusk flushed the sky, which was streaked with blood like some monster′s eye; the train gradually slackened speed; it glided through squalid suburbs and past wretched houses; by this time, the electric lights were gleaming pallidly above the high signal lanterns….
Se deslizó el tren entre filas de vagones, retemblaron las placas giratorias con estrépito férreo y apareció la estación del Mediodía iluminada por arcos voltaicos. The train rolled on between long lines of coaches, the round-tables trembled with an iron rumble, and the Estación del Mediodía, illuminated by arc lamps, came into view.
Descendieron los viajeros; bajó Manuel con su fardelillo de ropa en la mano, miró a todas partes por si encontraba a su madre, y no la vió en toda la anchura del andén. Quedó perplejo; siguió luego a la gente que marchaba de prisa con líos y jaulas hacia una puerta; le pidieron el billete, se detuvo a registrarse los bolsillos, lo encontró y salió por entre dos filas de mozos que anunciaban nombres de hoteles. The travellers got out; Manuel descended with his little bundle of clothes in his hand, looked in every direction for a glimpse of his mother and could not make her out anywhere on the wide platform. For a moment he was confused, then decided to follow the throng that was hurrying with bundles and bird-cages toward a gate; he was asked for his ticket, he stopped to go through his pockets, found it and issued into the street between two rows of porters who were yelling the names of hotels.
—¡Manuel! ¿Adónde vas? "Manuel! Where are you going?"
Allí estaba su madre. La Petra tenía intención de mostrarse severa; pero al ver a su hijo se olvidó de su severidad y le abrazó con efusión. There was his mother. Petra had meant to be severe; but at the sight of her son she forgot her severity and embraced him effusively.
—Pero ¿qué ha pasado?—preguntó en seguida la Petra. "But—what happened?" Petra asked at once.
—Nada. "Nothing."
—Y entonces, ¿por qué vienes? "Then—why have you come?"
—Me han preguntado si quería estar allá o venir a Madrid, y yo he dicho que prefería venir a Madrid. "They asked me whether I wanted to stay there or go to Madrid, and I said I′d rather go to Madrid."
—¿Y nada más? "Nothing more?"
—Nada más—contestó Manuel con sencillez. "Nothing more," replied Manuel simply.
—Y Juan, ¿estudiaba? "And Juan? Was he studying?"
—Sí; mucho más que yo. ¿Está lejos la casa, madre? "Yes. Much more than I was. Is the house far off, Mother?"
—Sí. Qué, ¿tienes apetito? "Yes, Why? Are you hungry?"
—Ya lo creo: no he comido en todo el camino. "I should say. I haven′t had a bite all the way."
Salieron de la estación al Prado; después subieron por la calle de Alcalá. Una gasa de polvo llenaba el aire; los faroles brillaban opacos en la atmósfera enturbiada.... Al llegar a la casa, la Petra dió de cenar a Manuel y le hizo la cama en el suelo, al lado de la suya. El muchacho se acostó, y era tan violento el contraste del silencio de la aldea con aquella algarabía de ruido de pasos, conversaciones y voces de la casa, que, a pesar del cansancio, Manuel no pudo dormir. They left the Station at the Prado; then they walked up Alcalá street. A dusty mist quivered in the air; the street-lamp shone opaquely in the turbid atmosphere…. As soon as they reached the house Petra made supper for Manuel and prepared a bed for him upon the floor, beside her own. The youth lay down, but so violent was the contrast between the hamlet′s silence and the racket of footsteps, conversations and cries that resounded through the house, that, despite his weariness, Manuel could not sleep.
Oyó cómo entraban todos los huéspedes; ya era más de media noche cuando el cotarro quedó tranquilo; pero de repente se armó una trapatiesta de voces y de risas alborotadoras, que terminó con una imprecación de triple blasfemia y una bofetada que resonó estrepitosamente. He heard every lodger come in; it was past midnight when the disturbance quieted down; suddenly a squabble burst out followed by a crash of laughter which ended in a triply blasphemous imprecation and a slap that woke the echoes.
—¿Qué será eso, madre?—preguntó Manuel desde su cama. "What can that be, Mother?" asked Manuel from his bed.
—A la hija de doña Violante que la han cogido con el novio—contestó la Petra, medio dormida; luego le pareció una imprudencia decir esto al muchacho, y añadió, malhumorada: "That′s Doña Violante′s daughter whom they′ve caught with her sweetheart," Petra answered, half from her sleep. Then it occurred to her that it was imprudent to tell this to her boy, and she added, gruffly:
—Calla y duerme ya. "Shut up and go to sleep."
La caja de música del recibimiento, movida por la mano de alguno de los huéspedes, comenzó a tocar aquel aire sentimental de La Mascota, el dúo de Pippo y Bettina: The music-box in the reception-room, set going by the hand of one of the boarders, commenced to tinkle that sentimental air from La Mascotte,—the duet between Pippo and Bettina:
¿Me olvidarás, gentil pastor? Will you forget me, gentle swain?
Luego quedó todo en silencio. Then all was silent.




CAPÍTULO III

Primeras impresiones de Madrid.—Los huéspedes.—Escena apacible.—Dulces y deleitosas enseñanzas.

CHAPTER III

First Impressions of Madrid—The Boarders—Idyll—Sweet and Delightful Lessons.

LA madre de Manuel tenía un pariente, primo de su marido, que era zapatero. Había pensado la Petra, en los días anteriores, enviar a Manuel de aprendiz a la zapatería; pero le quedaba la esperanza de que el muchacho se convenciera de que le convenía más estudiar cualquier cosa que aprender un oficio; y esta esperanza la hizo no decidirse a llevar al chico a casa de su cuñado. Manuel′s mother had a relation, her husband′s cousin, who was a cobbler. Petra had decided, some days previously, to give Manuel into apprenticeship at the shoe-shop; but she still hoped the boy would be convinced that it was better for him to study something than to learn a trade, and this hope had deterred her from the resolution to send the boy to her relative′s house.
Algún trabajo costó a Petra convencer a la patrona que permitiera estar en casa a Manuel; pero al fin lo consiguió. Se convino en que el chico haría recados y serviría la comida. Luego, cuando pasara la época de vacaciones, seguiría estudiando. Persuading the landlady to permit Manuel to remain in the house cost Petra no little labour, but at last she succeeded. It was agreed that the boy would run errands and help to serve meals. Then when the vacation season had passed, he would resume his studies.
Al día siguiente de su llegada, el muchacho ayudó a servir la mesa a su madre. On the day following his arrival the youngster assisted his mother at the table.
En el comedor se sentaban todos los huéspedes, menos la Baronesa y su niña, presididos por la patrona, con su cara llena de arrugas, de color de orejón, y sus treinta y tantos lunares. All the borders, except the Baroness and her girl, were seated in the dining-room, presided over by the landlady with her wrinkle-fretted, parchment-hued face and its thirty-odd moles.
El comedor, un cuarto estrecho y largo, con una ventana al patio, comunicaba con dos angostos corredores, torcido en ángulo recto; frente a la ventana se levantaba un aparador de nogal negruzco con estantes, sobre los cuales lucían baratijas de porcelana y de vidrio, y copas y vasos en hilera. La mesa del centro era tan larga para cuarto tan pequeño, que apenas dejaba sitio para pasar por los extremos cuando se sentaban los huéspedes. The dining-room, a long, narrow habitation with a window opening on the courtyard, communicated with two narrow corridors that switched off at right angles; facing the window stood a dark walnut sideboard whose shelves were laden with porcelain, glassware and cups and glasses in a row. The centre table was so large for such a small room that when the boarders were seated it scarcely left space for passage at the ends.
El papel amarillo del cuarto, rasgado en muchos sitios, ostentaba a trechos círculos negruzcos, de la grasa del pelo de los huéspedes, que, echados con la silla hacia atrás, apoyaban el respaldar del asiento y la cabeza en la pared. The yellow wall-paper, torn in many spots, displayed, at intervals, grimy circles from the oil of the lodgers′ hair; reclining in their seats they would rest the back of the chairs and their heads against the wall.
Los muebles, las sillas de paja, los cuadros, la estera, llena de agujeros, todo estaba en aquel cuarto mugriento, como si el polvo de muchos años se hubiese depositado sobre los objetos unido al sudor de unas cuantas generaciones de huéspedes. The furniture, the straw chairs, the paintings, the mat full of holes,—everything in that room was filthy, as if the dust of many years had settled upon the articles and clung to the sweat of several generations of lodgers.
De día, el comedor era obscuro; de noche, lo iluminaba un quinqué de petróleo de sube y baja que manchaba el techo de humo. By day the dining-room was dark; by night it was lighted by a flickering kerosene lamp that smudged the ceiling with smoke.
La primera vez que sirvió la mesa Manuel, obedeciendo las indicaciones de su madre, presidía la mesa la patrona, según costumbre; a su derecha se sentaba un señor viejo, de aspecto cadavérico, un señor muy pulcro, que limpiaba los vasos y los platos con la servilleta concienzudamente. Este señor tenía a su lado un frasco con un cuentagotas, y antes de comer comenzó a echar la medicina en el vino. A la izquierda de la patrona se erguía la vizcaína, mujer alta, gruesa, de aspecto bestial, nariz larga, labios abultados y color encendido; y al lado de esta dama, aplastada coma un sapo, estaba doña Violante, a quien los huéspedes llamaban en broma unas veces doña Violente y otras doña Violada. The first time that Manuel, following his mother′s instructions, served at table, the landlady, as usual, presided. At her right sat an old gentleman of cadaverous aspect,—a very fastidious personage who conscientiously wiped the glasses and plates with his napkin. By his side this gentleman had a vial and a dropper, and before eating he would drop his medicine into the wine. To the left of the landlady rose the Biscayan, a tall, stout woman of bestial appearance, with a huge nose, thick lips and flaming cheeks; next to this lady, as flat as a toad, was Doña Violante, whom the boarders jestingly called now Doña Violent and now Doña Violated.
Cerca de doña Violante se acomodaban sus hijas; luego, un cura que charlaba por los codos, un periodista a quien decían el Superhombre, un joven muy rubio, muy delgado y muy serio, los comisionistas y el tenedor de libros. Near Doña Violante were grouped her daughters; then a priest who prattled incessantly, a journalist whom they called the Superman,—a very fair youth, exceedingly thin and exceedingly serious,—the salesmen and the book-keeper.
Sirvió Manuel la sopa, la tomaron todos los huéspedes, sorbiéndola con un desagradable resoplido, y, por mandato de su madre, el muchacho quedó allí, de pie. Vinieron después los garbanzos, que, si no por lo grandes, por lo duros hubiesen podido figurar en un parque de artillería, y uno de los huéspedes se permitió alguna broma acerca de lo comestible de legumbre tan pétrea; broma que resbaló por el rostro impasible de doña Casiana sin hacer la menor huella. Manuel served the soup and all the boarders took it, sipping it with a disagreeable inhalation. Then, according to his mother′s orders, the youngster remained standing there. Now followed the beans which, if not for their size then for their hardness might have figured in an artillery park, and one of the boarders permitted himself some pleasantry about the edibleness of so petreous a vegetable; a pleasantry that glided over the impassive countenance of Doña Casiana without leaving the slightest trace.
Manuel se dedicó a observar a los huéspedes. Era el día siguiente al complot, y doña Violante y sus niñas estaban hurañas y malhumoradas. La cara abotagada de doña Violante se fruncía a cada momento, y en sus ojos saltones y turbios se adivinaba una honda preocupación. Celia, la mayor de las hijas, molestada por las bromas del cura, comenzó a contestarle violentamente, maldiciendo de todo lo divino y humano con una rabia y un odio desesperado y pintoresco, lo que provocó grandes risas de todos. Irene, la culpable del escándalo de la noche anterior, una muchacha de quince a diez y seis años, de cabeza gorda, manos y pies grandes, cuerpo sin desarrollo completo y ademanes pesados y torpes, no hablaba apenas, ni separaba la vista del plato. Manuel sat about observing the boarders. It was the day after the conspiracy; Doña Violante and her daughters were incommunicative and in ugly humour. Doña Violante′s inflated face at every moment creased into a frown, and her restless, turbid eyes betrayed deep preoccupation. Celia, the elder of the daughters, annoyed by the priest′s jests, began to answer violently, cursing everything human and divine with a desperate, picturesque, raging hatred, which caused loud, universal laughter. Irene, the culprit of the previous night′s scandal, a girl of some fifteen or sixteen years with a broad head, large hands and feet, an as yet incompletely developed body and heavy, ungainly movements, spoke scarcely a word and kept her gaze fixed upon her plate.
Concluyó la comida, y los huéspedes se largaron cada uno a su trabajo. Por la noche, Manuel sirvió la cena sin tirar nada ni equivocarse una vez; pero a los cinco o seis días ya no daba pie con bola. The meal at an end, the lodgers went off to their various tasks. At night Manuel served supper without dropping a thing or making a single mistake, but in five or six days he was forever doing things wrong.
No se sabe hasta qué punto impresionaron al muchacho los usos y costumbres de la casa de huéspedes y la clase de pájaros que en ella vivían; pero no debieron impresionarle mucho. Manuel tuvo que aguantar mientras sirvió la mesa en los días posteriores una serie interminable de advertencias, bromas y cuchufletas. It is impossible to judge how much of an impression was made upon the boy by the usage and customs of the boarding roost and the species of birds that inhabited it; but they could not have impressed him much. Manuel, while he served at table in the days that followed, had to put up with and endless succession of remarks, jests and practical jokes.
Mil incidentes, chuscos para el que no tuviera que sufrirlos, se producían a cada paso: unas veces se encontraba tabaco en la sopa, otras carbón, ceniza, pedazos de papel de color en la botella del agua. A thousand incidents, comical enough to one who did not have to suffer them, turned up at every step; now they would discover tobacco in the soup, now coal, ashes, and shreds of coloured paper in the water-bottle.
Uno de los comisionistas, que padecía del estómago y se pasaba la vida mirándose la lengua en el espejo, solía levantarse, furioso, cuando pasaba alguna de estas cosas, a pedir a la dueña que despachase a un zascandil que hacía tantos disparates. One of the salesmen, who was troubled with his stomach and spent his days gazing at the reflection of his tongue in the mirror, would jump up in fury when one of these jokes was perpetrated, and ask the proprietress to discharge an incompetent booby who committed such atrocities.
Manuel se acostumbró a estas manifestaciones contra su humilde persona, y contestaba cuando le reñían con el mayor descaro e indiferencia. Manuel grew accustomed to these manifestations against his humble person, and when they scolded him he retorted with the most bare-faced impudence and indifference.
Pronto se enteró de la vida y milagros de todos los huéspedes, y se hallaba dispuesto a soltarles cualquier barbaridad si le fastidiaban demasiado. Soon he learned the life and miracles of every boarder and was ready to talk back in outrageous fashion if they tried his patience.
Doña Violante y sus niñas manifestaron por Manuel gran simpatía, la vieja sobre todo. Llevaban ya varios meses las tres damas viviendo en la casa; pagaban poco, y cuando no podían, no pagaban, pero eran fáciles de contentar. Dormían las tres en un cuarto interior, que daba al patio, del cual venía un olor a leche fermentada, repugnante, que escapaba del establo del piso bajo. Doña Violante and her daughters,—especially the old lady, showed a great liking for the boy. The three women had now been living in the house for several months; they paid little and when they couldn′t pay at all, they didn′t. But they were easily satisfied. All three occupied an inner room that opened onto the courtyard, whence came a nauseating odour of fermented milk that escaped from the stable of the ground floor.
No tenían en el cubil donde se albergaban sitio ni aun para moverse; el cuarto que les había asignado la patrona, en relación a la pequeñez del pupilaje y a la inseguridad del pago, era un chiscón obscuro, ocupado por dos estrechas camas de hierro, entre las cuales, en el poco sitio que dejaban ambas, se hallaba embutido un catre de tijera. The hole in which they lived was not large enough to move about in; the room assigned to them by the landlady—in proportion to the size of their rent and the insecurity of the payment—was a dark den occupied by two narrow iron beds, between which, in the little space left, was crammed a cot.
Allá dormían aquellas galantes damas; de día correteaban todo Madrid, y se pasaban la existencia haciendo combinaciones con prestamistas, empeñando y desempeñando cosas. Here slept these gallant dames; by day they scoured all Madrid, and spent their existence making arrangements with money-lenders, pawning articles and taking them out of pawn.
Las dos jóvenes, Celia e Irene, aunque madre e hija, pasaban como hermanas. Doña Violante tuvo en sus buenos tiempos una vida de pequeña cortesana; logró hacer sus ahorros, sus provisiones, allá para el invierno de la vejez, cuando un protector anciano le convenció de que tenía una combinación admirable para ganar mucho dinero en el Frontón. Doña Violante cayó en el lazo, y el protector la dejó sin un céntimo. Entonces, doña Violante volvió a las andadas, se quedó medio ciega, y llegó a aquel estado lamentable, al cual hubiera llegado, seguramente mucho más pronto, si en el comienzo de su vida le diera el naipe por ser honrada. The two young ladies, Celia and Irene, although they were mother and daughter, passed for sisters. Doña Violante, in her better days, had led the life of a petty courtesan and had succeeded in hoarding up a tidy bit as provision against the winter of old age, when a former patron convinced her that he had a remarkable combination for winning a fortune at the Fronton. Doña Violante fell into the trap and her patron left her without a céntimo. Then Doña Violante went back to the old life, became half blind and reached that lamentable state at which surely she would have arrived much sooner if, early in her career, she had developed a talent for living respectably.
De día, la vieja se pasaba casi siempre metida en su cuarto obscuro, que olía a establo, a polvos de arroz y a cosmético; de noche, tenía que acompañar a su hija y a su nieta, en paseos, cafés y teatros, a la busca y captura del cabrito, como decía el viajante enfermo del estómago, hombre entre humorista y malhumorado. The old lady passed most of the day in the confinement of her dark room, which reeked of stable odors, rice powder and cosmetics; at night she had to accompany her daughter and her granddaughter on walks, and to cafés and theatres, on the hunt and capture of the kid, as it was put by the travelling salesman who suffered from his stomach,—a fellow half humorist and half grouch.
Celia e Irene, la hija y la nieta de doña Violante, cuando estaban en casa disputaban a todas horas; quizá esta irritación continua del carácter dependía de lo amontonadas que vivían; quizá de tanto pasar ante los ojos de los demás como hermanas llegaron a convencerse de que lo eran, y, efectivamente, se insultaban y reñían como tales. When they were in the house Celia and Irene, the daughter and the granddaughter of Doña Violante, kept bickering at all hours; perhaps this continuous state of irritation derived from the close quarters in which they lived; perhaps so much passing as sisters in the eyes of others had convinced them that they really were, so that they quarrelled and insulted one another as such.
Lo único en que concordaban era en asegurar que doña Violante las estorbaba; la impedimenta de la ciega asustaba a todo viejo libidinoso que se pusiese a tiro de la Irene y de la Celia. The one point on which they agreed was that Doña Violante was in their way; the burden of the blind woman frightened away every libidinous old fellow that came within the range of Irene and Celia.
La patrona doña Casiana, que veía a la menor ocasión el abandono de la ciega, aconsejaba maternalmente a las dos que se armasen de paciencia; doña Violante, al fin y al cabo, no era como Calipso, inmortal; pero ellas contestaban que eso de que tuviesen que trabajar a toda máquina para comprar potingues y jarabes no les resultaba. The landlady, Doña Casiana, who at the slightest occasion suspected the abandonment of the blind old woman, admonished the two maternally to gird themselves with patience; Doña Violante, after all, was not, like Calypso, immortal. But they replied that this toiling away at full speed just to keep the old lady in medicine and syrups wasn′t at all to their taste.
Doña Casiana agitaba la cabeza con melancolía, porque por su edad y sus circunstancias se colocaba en el lugar de doña Violante, y argumentaba con el ejemplo, y decía que se pusieran en el caso de la abuela; pero ninguna de ellas se daba por convencida. Doña Casiana shook her head sadly, for her age and circumstances enabled her to put herself in Doña Violante′s place, and she argued with this example, asking them to put themselves in the grandmother′s position; but neither was convinced.
Entonces la patrona les aconsejaba que se mirasen en su espejo. Ella, según aseguraban, bajó desde las alturas de la comandancia (su marido había sido comandante de carabineros) hasta las miserias del patronato de huéspedes, resignada, con la sonrisa del estoicismo en los labios. Then the landlady advised them to peer into her mirror. She—as she assured them—had descended from the heights of the Comandancia (her husband had been a commander of the carbineers) to the wretchedness of running a boarding-house, yet she was resigned, and her lips curled in a stoic smile.
Doña Casiana sabía lo que es la resignación, y no tenía en esta vida más consuelos que unos cuantos tomos de novelas por entregas, dos o tres folletines y un líquido turbio fabricado misteriosamente por ella misma con agua azucarada y alcohol. Doña Casiana knew the meaning of resignation and her only solace in this life was a few volumes of novels in serial form, two or three feuilletons, and a murky liquid mysteriously concocted by her own hands out of sugared water and alcohol.
Este líquido lo echaba en un frasco cuadrado de boca ancha, en cuyo interior ponía un tronco grueso de anís, y lo guardaba en el armario de su alcoba. This beverage she poured into a square, wide-mouthed flask, into which she placed a thick stem of anis. She kept it in the closet of her bedroom.
Alguno que hizo el descubrimiento del frasco, con su rama negra de anís, lo comparó con esos en donde suelen conservarse fetos y otras porquerías por el estilo, y desde entonces, cuando la patrona aparecía con las mejillas sonrosadas, mil comentarios nada favorables a la templanza de la dueña corrían entre los huéspedes. Some one who discovered the flask with its black twig of anis compared it to those bottles in which fetuses and similar nasty objects are preserved, and since that time, whenever the landlady appeared with rosy cheeks, a thousand comments—not at all favourable to the madame′s abstinence—ran from lodger to lodger.
—Doña Casiana está ajumada con el aguardiente de feto. "Doña Casiana′s tipsy from her fetus-brandy."
—La buena señora abusa del feto. "The good lady drinks too much of that fetus."
—El feto se le ha subido a la cabeza... "The fetus has gone to her head…."
Manuel participaba amigablemente de estos espirituales esparcimientos de los huéspedes. Las facultades de acomodación de muchacho eran, sin disputa, muy grandes, porque a la semana de verse en casa de la patrona se figuraba haber vivido siempre allí. Manuel took a friendly part in this witty merriment of the boarders. The boy′s faculties of adaptation were indisputably enormous, for after a week in the landlady′s house it was as if he had always lived there.
Se desenvolvían sus aptitudes por encanto: cuando se le necesitaba, no se le veía, y al menor descuido ya estaba en la calle jugando con los chicos de la vecindad. His skill at magic was sharpened: whenever he was needed he was not to be seen and no sooner was anybody′s back turned than he was in the street playing with the boys of the neighbourhood.
A consecuencia de sus juegos y de sus riñas tenía el traje tan sucio y tan roto, que la patrona solía llamarle el paje don Rompe Galas, recordando un tipo desastrado de un sainete que doña Casiana vió, según decía, representar en sus verdes años. As a result of his games and his scrapes he got his clothes so dirty and torn that the landlady nicknamed him the page Don Rompe-Galas, recalling a tattered character from a saínete that Doña Casiana, according to her affirmations, had seen played in her halycon days.
Generalmente, los que utilizaban con más frecuencia los servicios de Manuel eran el periodista, a quien llamaban el Superhombre, para enviar cuartillas a la imprenta, y la Celia y la Irene para el servicio de cartas y de peticiones de dinero que tenían con sus amigos. Doña Violante, cuando robaba a su hija algunos céntimos, solía mandar a Manuel al estanco por una cajetilla, y por el recado le daba un cigarro. Generally, those who most made use of Manuel′s services were the journalist whom they called the Superman—he sent the boy off with copy to the printers—and Celia and Irene, who employed him for bearing notes and requests for money to their friends. Doña Violante, whenever she pilfered a few céntimos from her daughter would dispatch Manuel to the store for a package of cigarettes, and give him a cigar for the errand.
—Fúmalo aquí—le decía—, no te verá nadie. "Smoke it here," she would say. "Nobody′ll see you."
Manuel se sentaba sobre un baúl, y la vieja, con el pitillo en la boca y echando humo por las narices, contaba aventuras de sus tiempos de esplendor. Manuel would sit down upon a trunk and the old lady, a cigarette in her mouth and blowing smoke through her nostrils, would recount adventures from the days of her glory.
El cuarto aquel de doña Violante y de sus niñas era infecto; colgaban en las escarpias clavadas en la pared trapajos sucios, y, entre la falta de aire y la mezcolanza de olores que allí había, se formaba un tufo capaz de marear a un buey. That room of Doña Violante and her daughters was a haunt of infection; from the hooks nailed to the wall hung dirty rags, and between the lack of air and the medley of odours a stench arose strong enough to fell an ox.
Manuel escuchaba las historias de doña Violante con verdadera fruición. Sobre todo, en los comentarios era donde la vieja estaba más graciosa. Manuel listened to Doña Violante′s stories with genuine delight. The old lady was at her best in her commentaries.
—Porque, hijo, créelo—le decía—, una mujer que tenga buenos pechos y que sea así cachondona—y la vieja daba una chupada al cigarro y explicaba con un gesto expresivo lo que entendía por aquella palabra, no menos expresiva—, siempre se llevará de calle a los hombres. "I tell you, my boy," she would say, "you can take my word for it. A woman with a good pair of breasts and who happens to be a pretty warm article"—and here the old lady pulled at her cigarette and with an expressive gesture indicated what she meant by her no less expressive word—"will always have a trail of men after her."
Doña Violante solía cantar canciones de zarzuelas españolas y de operetas francesas, que a Manuel le producían una tristeza horrible. Sin saber por qué, le daban la impresión de un mundo de placeres inasequible para él. Cuando oía a doña Violante cantar aquello de #i>El Juramento Doña Violante used to sing songs from Spanish zarzuelas and from French operettas, which produced in Manuel a terrible sadness. He could not say why, but they gave him the impression of a world of pleasures that was hopelessly beyond his reach. When he heard Doña Violante sing the song from El Juramento
Es el desdén espada de doble filo: uno mata de amores, otro, de olvido..., se figuraba salones, damas, amores fáciles; pero más que esto, aun le daba una impresión de tristeza los valses de #i>La Diva y de La gran Duquesa. Disdain is a sword with a double edge, One slays with love, the other with forgetfulness…. he had a vision of salons, ladies, amorous intrigues; but even more than by this he was overwhelmed with sadness by the waltzes from La Dina and La Grande Duchesse.
Las reflexiones de doña Violante abrían los ojos a Manuel; pero tanto como ellas colaboraban en este resultado las escenas que diariamente ocurrían en la casa. Doña Violante′s reflexions opened Manuel′s eyes; the scenes that occurred daily in the house, however, worked quite as much as these toward such a result.
Era también buena profesora una sobrina de doña Casiana, de la edad poco más o menos de Manuel, una chiquilla flaca, esmirriada, de tan mala intención, que siempre estaba tramando complots en contra de alguien. Another good instructor was found in the person of Doña Casiana′s niece, a trifle older than Manuel,—a thin, weakly chit of such a malicious nature that she was always hatching plots against somebody.
Si le pegaban no derramaba una lágrima; solía bajar a la portería cuando el chico de la portera estaba solo, lo cogía por su cuenta y le pellizcaba y le daba puntapiés, y de esta manera se vengaba de los porrazos que ella había recibido. If any one struck her she didn′t shed a tear; she would go down to the concierge′s lodge when the concierge′s little boy was left alone, would grab him and pinch him and kick him, in this manner wreaking vengeance for the blows she had received.
Después de comer, casi todos los huéspedes iban a sus ocupaciones; la Celia y la Irene, en unión de la vizcaína, tenían el gran holgorio espiando a las mujeres de casa de la Isabelona, las cuales solían asomarse al balcón y hablaban y se hacían señas con los vecinos. Algunas veces aquellas pobres odaliscas de burdel no se contentaban con hablar, y bailaban y enseñaban las pantorrillas. After eating, almost all of the boarders went off to their affairs; Celia and Irene, together with the Biscayan, indulged in a grand frolic by spying upon the women in Isabel′s house, who would come out on the balcony and chat, or signal to the neighbours. At times these miserable brothel odalisques were not content with speaking; they would dance and exhibit their calves.
La madre de Manuel, como siempre, estaba pensando en el cielo y en el infierno; no se preocupaba gran cosa de las pequeñeces de la tierra y no sabía apartar al chico de espectáculos tan edificantes. El procedimiento educativo de la Petra no consistía mas que en darle algún golpe a Manuel y en hacerle leer libros de oraciones. Manuel′s mother, as always, would be meditating upon heaven and hell, giving little heed to the pettiness of this earth, and she could not shield her son from such edifying spectacles. Petra′s educational system consisted only of giving Manuel an occasional blow and of making him read prayer-books.
La Petra creía ver resurgir en el muchacho alguno de los rasgos de carácter del maquinista, y esto le preocupaba. Quería que Manuel fuese como ella, humilde con los superiores, respetuoso con los sacerdotes...; pero, ¡buen sitio era aquél para aprender a respetar nada! Petra imagined that she could see the traits of the machinist showing up in the boy, and this troubled her. She wished Manuel to be like her,—humble toward his superiors, respectful toward the priests…; but a fine place this was for learning to respect anything!
Una mañana, luego de celebrada la solemne ceremonia, en la cual todas las mujeres de la casa salían al pasillo blandiendo el servicio de noche, se oyó en el cuarto de doña Violante un estrépito de gritos, lloros, patatas y vociferaciones. One morning, after the solemn ceremony had been celebrated in which all the women of the house issued into the corridor swinging their night service, there burst from Doña Violante′s room a clamour of shouts, weeping, stamping and vociferation.
La patrona, la vizcaína y algunos huéspedes salieron al pasillo a fisgar. De dentro debieron comprender el espionaje, porque abrieron la puerta y siguió la riña en voz baja. The landlady, the Biscayan and several of the boarders tiptoed into the corridor to pry. Inside the quarrellers must have realized that they were being spied upon, for they opened the door and the fray continued in low tones.
Manuel y la sobrina de la patrona se quedaron en el pasillo. Se oían gimoteos de la Irene y las increpaciones de la Celia y de doña Violante. Manuel and the landlady′s niece remained in the entry. They could hear Irene′s sobbing and the scolding voices of Celia and Doña Violante.
Al principio no se entendía bien lo que decían; pero se conoce que las tres mujeres se olvidaron pronto de la determinación de hablar bajo y las voces se levantaron iracundas. At first they could not make out what was being said; but soon the three women forgot their determination to speak low and their voices rose in anger.
—¡Anda! ¡Anda a la casa de socorro a que te quiten la hinchazón! "Go! Go to the House of Mercy and have them rid you of that swelling!
¡Bribona!—decía la Celia.Wretch!" cried Celia.
—¿Y qué? ¿Y qué?—contestaba la Irene—¿Qué estoy preñada? Ya lo sé. ¿Y qué? "Well, what of it?" retorted Irene. "I′m caught, am I? I know it. What of it?"
Doña Violante abrió la puerta del pasillo con furia; Manuel y la chica de la patrona huyeron, y la vieja salió con una camisa de bayeta remendada y sucia y un pañuelo de hierbas anudado a la cabeza y se puso a pasear, arrastrando las chanclas, de un lado a otro del corredor. Doña Violante opened the door to the entry furiously; Manuel and the landlady′s niece scampered off, and the old lady came out in a patched flannel shift and a weed kerchief tied about her ears, and began to pace to and fro, dragging her worn-out shoes from end to end of the corridor.
—¡Cochina! ¡Más que cochina!—murmuraba—. ¡Habráse visto la guarra! "The sow! Worse than a sow!" she muttered. "Did any one ever see such a filthy creature!"
Manuel fué al gabinete, en donde la patrona y la vizcaína charloteaban en voz baja. La sobrina de la patrona, muerta de curiosidad, preguntaba a las dos mujeres con irritación creciente: Manuel went off to the parlour, where the landlady and the Biscayan were chatting in low tones. The landlady′s niece, dying with curiosity, questioned the two women with growing irritation:
—Pero, ¿por qué la riñen a la Irene? "But why are they scolding Irene?"
La patrona y la vizcaína cambiaron una ojeada amistosa, y se echaron a reír. The landlady and the Biscayan exchanged amicable glances and burst into laughter.
—Di—gritó la niña porfiada, agarrando de la toquilla a su tía—. ¿Qué importa que tenga ese bulto? ¿Quién le ha hecho ese bulto? "Tell me," cried the child insistently, clutching at her aunt′s kerchief. "What of it if she has that bundle? Who gave her that package?"
Entonces ya la patrona y la vizcaína no pudieron contener la carcajada, mientras la chiquilla las miraba con avidez, tratando de penetrar el sentido de lo que oía. The landlady and the Biscayan could no longer restrain their guffaws, while the little girl stared avidly up at them, trying to make out the meaning of what she heard.
—¿Quién le ha hecho ese bulto?—decía entre risotadas la vizcaína—. Pero, hija, si nosotras no sabemos quién le ha hecho el bulto. "Who gave her that package?" repeated the Biscayan between outbursts. "My dear little girl, we really don′t know who gave her that package."
—Todos los huéspedes repitieron con fruición y entusiasmo la pregunta de la sobrina de la patrona, y en cualquier discusión de sobremesa algún chusco salía diciendo de improviso: All the boarders repeated the niece′s question with enthusiastic delight, and at every table discussion some wag would be sure to interrupt suddenly with:
—Ya veo que usted sabe quién le ha hecho el bulto—y la frase se acogía con grandes risotadas. "Now I see that you know who gave her that package." The remark would be greeted with uproarious merriment.
Luego, pasados unos días, se habló de una consulta misteriosa, celebrada por las niñas de doña Violante con la mujer de un barbero de la calle de Jardines, especie de proveedora de angelitos para el limbo; se dijo que la Irene, al volver de la conferencia tenebrosa, vino en un coche, muy pálida, que la tuvieron que meter en la cama. Lo cierto fué que la muchacha pasó sin salir del cuarto más de una semana; que, al aparecer, su aspecto era de convaleciente, y que el ceño de la madre y de la abuela se desarrugó por completo. Then, after a few days had passed, there was rumour of a mysterious consultation held by Doña Violante′s daughters with the wife of a barber on Jardines street,—a sort of provider of little angels for limbo; it was said that Irene returned from the conference in a coach, very pale, and that she had to be put at once to bed. Certainly the girl did not leave her room for more than a week and, when she appeared, she looked like a convalescent and the frowns had disappeared completely from the face of her mother and her grandmother.
—Tiene cara de infanticida—dijo el cura al verla de nuevo—, pero está más guapa. "She looks like an infanticide," said the priest when he saw her again, "but she′s prettier than ever."
Si algo nefando hubo, nadie podría asegurarlo; pronto se olvidó lo ocurrido; a la niña se le presentó un protector rico, al parecer, y, en conmemoración de tan fausto acontecimiento, los huéspedes participaron del alboroque. Después de cenar, se bebió cognac y aguardiente; el cura tocó la guitarra; la Irene bailó sevillanas, con menos gracia que un albañil, según dijo la patrona; el Superhombre cantó unos fados aprendidos en Portugal, y la vizcaína, por no ser menos, se arrancó con unas malagueñas, que lo mismo podían ser cante flamenco que salmos de David. Whether any transgression had been committed, none could say with surety; soon everything was forgotten; a patron appeared for the girl, and he was, from all appearances, wealthy. In commemoration of so happy an event the boarders participated in the treat. After the supper they drank cognac and brandy, the priest played the guitar, Irene danced sevillanas with less grace than a bricklayer, as the landlady said; the Superman sang some fados that he had learned in Portugal, and the Biscayan, not to be outdone, burst forth into some malagueñas that might just as well have been a cante flamenco or the Psalms of David.
Sólo el estudiante rubio, con sus ojos de acero, no participaba de la juerga, embebido en sus pensamientos. Only the blond student with the eyes of steel abstained from the celebration; he was absorbed in his thoughts.
—Y usted, Roberto—le dijo la Celia varias veces—, ¿no canta ni hace usted nada? "And you, Roberto," Celia said to him several times,—"don′t you sing or do anything?"
—Yo, no—replicó él, fríamente. "Not I," he replied coldly.
—No tiene usted sangre en las venas. "You haven′t any blood in your veins."
El jovencito la contempló un momento, se encogió de hombros con indiferencia, y en sus labios pálidos se marcó una sonrisa de desdén y de burla. The youth looked at her for a moment, shrugged his shoulders indifferently and his pale lips traced a smile of disdainful mockery.
Luego, como acontecía casi siempre en las francachelas de la casa de huéspedes, un chusco se puso a darle a la caja de música del pasillo, y el «Gentil pastor» de La Mascota y el vals de La Diva brotaron confusos; el Superhombre y Celia dieron unas vueltas de vals y concluyeron cantando todos una habanera, hasta que se cansaron y se marchó cada mochuelo a su olivo. Then, as almost always happened in these boarding-house sprees, some wag turned on the music-box in the corridor and the duet from La Mascotte together with the waltz from La Diva rose in confusion upon the air; the Superman and Celia danced a couple of waltzes and the party wound up with everybody singing a habanera, until they wearied and each owl flew off to his nest.




CAPÍTULO IV

¡Oh, el amor, el amor!—¿Qué hace don Telmo? ¿Quién es don Telmo?—En el cual el estudiante Y Don Telmo toman ciertas proporciones novelescas.

CHAPTER IV

Oh, love, love!—What′s Don Telmo Doing?—Who is Don Telmo?—Wherein the Student and Don Telmo Assume Certain Novelesque Proportions.

A la Baronesa apenas se la veía en casa, excepto en las primeras horas de la mañana y de la noche. Comía y cenaba fuera. A creer a la patrona, era una trapisondista, y tenía grandes alternativas en su posición, pues tan pronto se mudaba a una casa buena y llevaba coche como desaparecía varios meses en el cuartucho infecto de una casa de pupilos barata. The Baroness was hardly ever seen in the house, except during the early hours of the morning and the night. She dined and supped outside. If the landlady was to be credited, she was an adventuress whose position varied considerably, for one day she would be moving to a costly apartment and sporting a carriage, while the next she would disappear for several months in the germ-ridden hole of some cheap boarding-house.
La hija de la Baronesa, una niña de unos doce a catorce años, no se presentaba nunca en el comedor ni en el pasillo; su madre la prohibía toda comunicación con los huéspedes. Se llamaba Kate. Era una muchacha rubia, muy blanca y muy bonita. Sólo el estudiante Roberto hablaba con ella algunas veces en inglés. The Baroness′s daughter, a child of some twelve or fourteen years, never appeared in the dining-room or in the corridor; her mother forbade all communication with the lodgers. Her name was Kate. She was a fair girl, very light-complexioned and exceedingly winsome. Only the student Roberto spoke to her now and then in English.
El muchacho miraba a la chiquilla con entusiasmo. The youth was enthusiastic over her.
Aquel verano debió de terminar la mala racha de la Baronesa, porque comenzó a hacerse ropa y se preparó a mudarse de casa. That summer the Baroness′s streak of bad luck must have come to an end, for she began to make herself some fine clothes and prepared to move.
Durante unas semanas iban todos los días una costurera y una aprendiza con trajes y sombreros para la Baronesa y Kate. For several weeks a modiste and her assistant came daily, with gowns and hats for the Baroness and Kate.
Manuel, una noche, vió pasar a la aprendiza de la costurera con una caja grande en la mano, y se sintió enamorado. Manuel, one night, saw the modiste′s assistant go by with a huge box in her hand and was smitten.
La siguió de lejos con gran miedo de que lo viera. Mientras iba tras ella, pensaba en lo que se le tendría que decir a una muchacha así, al acompañarla. Había de ser una cosa galante, exquisita; llegaba a suponer que estaba a su lado y torturaba su imaginación ideando frases y giros, y no se le ocurrían mas que vulgaridades. En esto, la aprendiza y su caja se perdieron entre la gente y no volvió a verlas. He followed her at a distance in great fear lest she see him. As he stole on behind, he wondered what he could say to such a maiden if he were to accompany her. It must be something gallant, exquisite; he even imagined that she was at his side and he racked his brain for beautiful phrases and delicate compliments, yet nothing but commonplaces rewarded his search. In the meantime the assistant and her box were lost in the crowd and he could not catch sight of them again.
Fué para Manuel el recuerdo de aquella chiquilla como una música encantadora, una fantasía, base de otras fantasías. Muchas veces ideaba historias, en que él hacía siempre de héroe y la aprendiza de heroína. En tanto que Manuel lamentaba los rigores del destino, Roberto, el estudiante rubio, se dedicaba también a la melancolía, pensando en la hija de la Baronesa. Algunas bromas tenía que sufrir el estudiante, sobre todo de la Celia, que, según malas lenguas, trataba de arrancarle de su habitual frialdad; pero Roberto no se ocupaba de ella. The memory of that maiden was for Manuel as an enchanting music, a fancy upon which were reared still wilder fancies. Often he made up tales in which always he figured as the hero and the assistant as the heroine. While Manuel bemoaned the harshness of fate, Roberto, the blond student, gave himself up likewise to melancholy, brooding upon the Baroness′s daughter. The student was forced to endure jests especially from Celia, who, according to certain evil tongues, was trying to rouse him from his habitual frigidity. But Roberto gave her no heed.
Días después, un motivo de curiosidad agitó la casa. Some days later the house was agog with curiosity.
Al volver de la calle los huéspedes, se saludaban en broma unos a otros, diciéndose, a manera de santo y seña: ¿Quién es don Telmo? ¿Qué hace don Telmo? As the boarders came in from the street, they greeted each other jokingly, repeating in the manner of a pass-word: "Who is Don Telmo? What′s Don Telmo doing?"
Un día estuvo el delegado de policía del distrito hablando en la casa con don Telmo, y alguien oyó o inventó que se ocuparon los dos del célebre crimen de la calle de Malasaña. La expectación entre los huéspedes al conocerse la noticia fué grande, y todos, entre burlas y veras, se pusieron de acuerdo para espiar al misterioso señor. One day the district police-commissioner came and spoke to Don Telmo, and some one heard or invented the report that the two men were discussing the notorious crime on Malasana Street. Upon hearing this news the expectant inquisitiveness of the boarders waxed great, and all, half in jest and half in earnest, arranged to keep a watch upon the mysterious gentleman.
Don Telmo se llamaba el viejo cadavérico que limpiaba con la servilleta las copas y las cucharas, y su reserva predisponía a observarle. Callado, indiferente, sin terciar en las conversaciones, hombre de muy pocas palabras, que no se quejaba nunca, llamaba la atención por lo mismo que parecía empeñado en no llamarla. Don Telmo was the name of the cadaverous old fellow who wiped his cups and spoons with his napkin, and his reserved manner seemed to invite observation. Taciturn, indifferent, never joining the conversation, a man of few words who never made any complaints, he attracted attention by the very fact that he seemed intent upon not attracting it.
Su única ocupación visible era dar cuerda a los siete u ocho relojes de la casa y arreglarlos cuando se descomponían, cosa que ocurría a cada paso. His only visible occupation was to wind the seven or eight clocks of the house and to regulate them when they got out of order,—an event of common occurrence.
Don Telmo tenía las trazas de un hombre profundamente entristecido, de un ser desgraciado; en su cara lívida se leía un abatimiento profundo. La barba y el pelo blancos los llevaba muy recortados; sus cejas caían como pinceles sobre los ojos grises. Don Telmo had the features of a very sad man,—one in profound sorrow. His livid countenance betrayed fathomless dejection. He wore his white beard and his hair short; his brows fell like brushes over his grey eyes.
En casa andaba envuelto en un gabán verdoso, con un gorro griego y zapatillas de paño. A la calle salía con una levita larga y un sombrero de copa muy alto, y sólo algunos días de verano sacaba un jipijapa habanero. In the house he went around wrapped in a faded coat, with a Greek bonnet and cloth slippers. When he went out he donned a long frock coat and a very tall silk hat; only on certain summer days would he wear a Havana hat of woven straw.
Durante más de un mes don Telmo fué el motivo de las conversaciones de la casa de huéspedes. For more than a month Don Telmo was the topic of conversation in the boarding-house.
En el famoso proceso de la calle de Malasaña, una criada declaró que una tarde vió al hijo de doña Celsa en un aguaducho de la plaza de Oriente hablando con un viejo cojo. Para los huéspedes el tal hombre no podía ser otro que don Telmo. Con esta sospecha se dedicaron a espiar al viejo; pero él tenía buena nariz y lo notó al momento; viendo los huéspedes lo infructuoso de sus tentativas, trataron de registrarle el cuarto; ensayaron una porción de llaves hasta abrir la puerta, y se encontraron dentro con que no había mas que un armario con un cerrojo de seguridad formidable. In the famous trial of the Malasana Street crime a servant declared that one afternoon she saw Doña Celsa′s son in an aqueduct of the Plaza de Oriente, talking with a lame old man. For the guests this man could be none other than Don Telmo. With this suspicion they set about spying upon the old man; he, however, had a sharp scent and sniffed the state of affairs at once; the boarders, seeing how bootless their attempts were proving, tried to ransack his room; they used a number of keys until they got the door open and when they had forced an entrance, discovered nothing more that a closet fastened by a formidable safety-lock.
La vizcaína y Roberto, el estudiante rubio, rechazaron aquella campaña de espionaje. El Superhombre, el cura, los comisionistas y las mujeres de la casa inventaron que la vizcaína y el estudiante eran aliados de don Telmo, y, probablemente, cómplices en el crimen de la calle de Malasaña. The Biscayan and Roberto, the blond student, opposed this campaign of espionage. The Superman, the priest, the salesmen and the women of the establishment made up that the Biscayan and the student were allies of Don Telmo, and, in all probability, accomplices in the Malasana Street crime.
—Indudablemente—dijo el Superhombre—, don Telmo mató a doña Celsa Nebot; la vizcaína fué la que regó el cadáver con petróleo y le pegó fuego, y Roberto el que guardó las alhajas en la casa de la calle de Amaniel. "Without a doubt," averred the Superman, "Don Telmo killed Doña Celsa Nebot; the Biscayan poured oil over the body and set it afire, and Nebot; the Biscayan poured oil over the body and set it afire, and Roberto hid the jewels in the house on Amaniel Street."
—¡Ese pájaro frito!—replicaba la Celia—. ¿Qué va hacer ése? "That cold bird!" replied Celia. "What could he do?"
—Nada, nada; hay que seguirles la pista—dijo el cura. "Nothing, nothing. We must keep on their track," said the curate.
—Y pedirle dinero al viejo Shylock—añadió el Superhombre. "And get some money out of that old Shylock," added the Superman.
Aquel espionaje, llevado entre bromas y veras, terminó en discusiones y disputas, y, a consecuencia de ellas, se formaron dos grupos en la casa: el de los sensatos, constituído por los tres criminales y la patrona, y el de los insensatos, en donde se alistaban todos los demás. This espionage, carried on half in joke and half in all seriousness, wound up in debates and disputes, and as a result two groups were formed in the house; that of the Sensible folk, comprised by the three criminals and the landlady, and that of the Foolish, in which were enrolled all the rest.
Esta limitación de campos hizo que Roberto y don Telmo intimaran, y que el estudiante cambiara de sitio en la mesa y se sentara junto al viejo. This limitation of sides forced Roberto and Don Telmo into intimacy, so that the student changed his place at the table and sat next to the old man.
Una noche, después de comer, mientras Manuel recogía de la mesa los cubiertos, los platos y copas, hablaban don Telmo y Roberto. One night, after eating, while Manuel was removing the service, the plates and the cups, Don Telmo and Roberto were engaged in conversation.
El estudiante era un razonador dogmático, seco, rectilíneo, que no se desviaba de su punto de vista nunca; hablaba poco, pero cuando lo hacía, era de un modo sentencioso. The student was a dogmatic reasoner, dry, rectilinear, never swerving from his point of view; he spoke but little, but when he did speak, it was in a sententious manner.
Un día, discutiendo si los jóvenes debían o no ser ambiciosos y preocuparse del porvenir, Roberto aseguró que era lo primero que debía hacer uno. One day, discussing whether or not young men should be ambitious and look to the future, Roberto asserted that the first was the proper course.
—Pues usted no lo hace—dijo el Superhombre. "Well, that isn′t what you′re doing," commented the Superman.
—Tengo el convencimiento absoluto—contestó Roberto—de que he de llegar a ser millonario. Estoy construyendo la máquina que me llenará de dinero. "I am absolutely convinced," replied Roberto, "that some day I′m going to be a millionaire. I am engaged in constructing the machinery that will bring me a fortune."
El Superhombre, que se las echaba de mundano y de corrido, se permitió, al oír esto, una broma desdeñosa acerca de las facultades de Roberto, y éste le replicó de una manera tan violenta y tan agresiva, que el periodista se descompuso y balbuceó una porción de excusas. The Superman posed as a man of the world who had seen many things; upon hearing this he permitted himself a scoffing remark concerning Roberto′s ability, and the youth retorted in so violent and aggressive a manner that the journalist lost his composure and blurted out a string of apologies.
Luego, cuando quedaron solos don Telmo y Roberto en la mesa, siguieron hablando, y del tema general de si los jóvenes debían o no ser ambiciosos, pasaron a tratar de las esperanzas que el estudiante tenía de llegar a ser millonario. Afterwards, when Don Telmo and Roberto were left alone at the table, they continued talking, and from the general theme as to whether young folk should or should not be ambitious, they passed on to the student′s hopes of some day being a millionaire.
—Yo estoy convencido de que lo seré—dijo el muchacho—. En mi familia han abundado las personas de gran suerte. "I′m convinced that I shall be one," said the boy. "In my family there have been a number of individuals with great luck."
—Eso está muy bien, Roberto—murmuró el viejo—; pero hay que saber cómo se hace uno rico. "That′s all very well, Roberto," muttered the old man. "But one must know how to become wealthy."
—No crea usted que mi esperanza es ilusoria; yo tengo que heredar, y no poca cosa; tengo que heredar muchísimo... millones...; los cimientos de mi obra y el andamiaje están hechos; ahora el caso es que necesito dinero. "Don′t imagine that my hope is illusory; I′m going to inherit, and not a small amount, either; I′m heir to a vast sum … millions…. The foundations of my work and the framework are already completed; all I need now is money."
En el rostro de don Telmo se pintó una expresión de sorpresa desagradable. Don Telmo′s countenance was crossed by an expression of disagreeable surprise.
—No tenga usted cuidado—replicó Roberto—, no se lo voy a pedir. "Don′t worry," replied Roberto, "I′m not going to ask you for it."
—Hijo mío, si yo tuviera se lo daría con mucho gusto y sin interés. A mí se me cree millonario. "My dear boy, if I had it, I′d give it to you with pleasure, and free of interest. They think I′m a millionaire."
—No; ya le digo a usted que no trato de sacarle ni un céntimo; lo único que le pediría a usted sería un consejo. "No. I tell you I′m not trying to get a céntimo from you. All I ask is a bit of advice."
—Hable usted, hable usted; le escucho con verdadera atención—repuso el viejo, apoyando un codo en la mesa. "Speak, then, speak. I′m all attention," answered the old man, resting an elbow upon the table.
Manuel, que recogía el mantel, aguzó los oídos. Manuel, who was taking off the tablecloth, cocked his ears.
En aquel instante entró en el comedor uno de los comisionistas, y Roberto, que se preparaba a contar algo, se calló y contempló al intruso con impertinencia. Era un tipo aristocrático el del estudiante, de pelo rubio, espeso y peinado para arriba, bigote blanco, como si fuera de plata; la piel, algo curtida por el sol. At that juncture one of the salesmen entered the dining-room, and Roberto, who was about to say something, grew silent and looked impertinently at the intruder. The student was an aristocratic type with blond hair, thick and combed back, and moustache of glittering white, like silver; his skin was somewhat tanned by the sun.
—¿No sigue usted?—le dijo don Telmo. "Won′t you continue?" asked Don Telmo.
—No—replicó el estudiante, mirando al comisionista—, porque no quiero que nadie se entere de lo que yo hablo. "No," answered the student, staring at the salesman. "For I don′t want anybody to hear what I have to say."
—Venga usted a mi cuarto—repuso don Telmo—; allí hablaremos tranquilamente. Tomaremos café en mi habitación. ¡Manuel!—dijo después—, vete por dos cafés. "Come to my room, then," replied Don Telmo. "There we can talk undisturbed. We′ll have coffee up in my room. Manuel!" he ordered. "Bring us two coffees."
Manuel, que tenía un gran interés en oír lo que contaba el estudiante, salió a la calle disparado. Tardó en volver con las cafeteras más de un cuarto de hora, con lo que supuso que Roberto habría terminado su narración. Manuel, who was deeply interested in discovering what the student had to say, dashed out into the street on his errand. He was more than a quarter of an hour in returning with the coffee, and supposed that Roberto by this time had finished his story.
Llamó en el cuarto de don Telmo y se preparó a tardar el mayor tiempo posible allí, para oír todo lo que pudiese de la conversación. Limpió el velador del cuarto de don Telmo con un paño. He knocked at Don Telmo′s door and was resolved to linger there as long as possible, that he might catch all he could of the conversation. He began to dust Don Telmo′s lamp-table with a cloth.
—¿Y cómo averiguó usted eso—preguntaba don Telmo—si no lo sabía su familia? "And how did you ascertain that," Don Telmo was asking, "if your family didn′t know it?"
—Pues de una manera casual—replicó el estudiante—. Hará dos años por esta época quise yo hacer un regalillo a una hermana, que es ahijada mía, y a quien le gusta mucho tocar el piano, y se me ocurrió, tres días antes de su santo, comprar dos óperas, encuadernarlas y enviárselas. Yo quería que encuadernasen el libro en seguida, pero en las tiendas donde entré me dijeron que no había tiempo; iba con mis óperas bajo el brazo por cerca de la plaza de las Descalzas, cuando veo en la pared trasera de un convento una tiendecilla muy pequeña de encuadernador, como una covachuela, con escaleras para bajar. Pregunto al hombre, un viejo encorvado, si quiere encuadernarme el libro en dos días, y me dice que sí. Bueno—le digo—, pues yo vendré dentro de dos días.—Se lo enviaré a usted; deme usted sus señas—. Le doy mis señas y me pregunta el nombre. Roberto Hasting y Núñez de Letona.—¿Es usted Núñez de Letona?—me pregunta, mirándome con curiosidad.—Sí, señor.—¿Es usted oriundo de la Rioja?—Sí, ¿y qué?—le digo yo, fastidiado con tanta pregunta—. Y el encuadernador, cuya mujer es Núñez de Letona y oriunda de la Rioja, me cuenta la historia ésta que le he dicho a usted. Yo, al principio, lo tomé a broma; luego, al cabo de algún tiempo, escribí a mi madre, y me contestó que sí, que recordaba algo de todo esto. "Quite by accident," answered the student. "A couple of years ago, about this time of the year, I wished to give a present to a sister, who is a protegée of mine, and who is very fond of playing the piano. It occurred to me, three days before her birthday, to purchase two operas, have them bound and send them to her. I wanted to have the book bound immediately, but at the shops they told me there was no time; I was walking along with my operas under my arm in the vicinity of the Plaza de las Descalzas when in the back wall of a convent I caught sight of a tiny bookbinder′s shop,—like a cave with steps leading down. I asked the man,—a gnarled old fellow,—whether he would bind the book for me in a couple of days, and he said ′Yes.′ ′Very well,′ I told him, ′then I′ll call within two days.′—′I′ll send it to you; let me have your address.′ I gave him my address and he asked my name. ′Roberto Hasting y Núñez de Letona.′—′Are you a Núñez de Latona?′ he inquired, gazing at me curiously. ′Yes, sir.′—′Do you come from la Rioja?′—′Yes, and suppose I do?′ I retorted, provoked by all this questioning. And the binder, whose mother was a Núñez de Latona and came from la Rioja, told me the story I′ve just told you. At first I took it all as a joke; then, after some time, I wrote to my mother, and she wrote back that everything was quite so, and that she recalled something of the whole matter."
Don Telmo paró la vista en Manuel. Don Telmo′s gaze strayed over toward Manuel.
—¿Qué haces tú aquí?—le preguntó—. Anda fuera; no quiero que vayas contando después... "What are you doing here?" he snarled. "Get out; I don′t want you going around telling tales…."
—Yo no cuento nada. "I′m no tattle-tale."
—Bueno, pues márchate. "Very well, then, get a move on."
Salió Manuel, y don Telmo y Roberto siguieron hablando. Los huéspedes interrogaron a Manuel, pero éste no quiso decir nada. Se había decidido por el bando de los sensatos. Manuel went out, and Don Telmo and Roberto continued their conversation. The boarders showered Manuel with questions, but he refused to open his mouth. He had decided to join the group of the Sensible ones.
Con esta amistad del viejo y el estudiante el servicio de espías siguió funcionando. Uno de los comisionistas averiguó que don Telmo celebraba contratos de retroventa y se dedicaba a prestar dinero sobre casas y muebles y a otros negocios usurarios. This friendship between the old man and the student served as an incitement for the continuation of the espionage. One of the salesmen learned that Don Telmo drew up contracts of sales on reversion and made a living by lending money on houses and furniture, and at other such usurious business.
Alguien le vió en una ropavejería del Rastro, que probablemente sería suya, y se inventó que en su cuarto guardaba monedas de oro y que de noche jugaba con ellas encima de la cama. Some one saw him in the Rastro in an old clothes shop that probably belonged to him, and invented the tale that he had gold coins concealed in his room and that he played with them at night upon the bed.
Se supo también que don Telmo iba a visitar con alguna frecuencia a una muchacha muy elegante y guapa, según unos querida suya, y, según otros, su sobrina. It was also discovered that Don Telmo frequently paid visits to a very elegant, good looking young lady, who was, according to some, his sweetheart, and to others, his niece.
Al siguiente domingo, Manuel sorprendió una conversación entre el viejo y el estudiante. En un cuarto obscuro había un montante que daba a la habitación de don Telmo, y desde allí se puso a oír. On the following Sunday Manuel overheard a conversation between the old man and the student. In a dark room there was a transom that opened into Don Telmo′s room, and from this position he played the eavesdropper.
—¿De manera que se niega a dar más datos?—preguntaba don Telmo. "So he refuses to furnish any more data?" Don Telmo was asking.
—Se niega en absoluto—decía el estudiante—; y él me aseguró que el que no apareciera el nombre de Fermín Núñez de Letona en el libro parroquial era consecuencia de una falsificación; que esto lo mandó hacer un tal Shapfer, agente de Bandon, y que luego los curas se aprovecharon para apoderarse de unas capellanías. Yo tengo la certidumbre de que el pueblo en donde nació Fermín Núñez fué Arnedo o Autol. "Absolutely," said the student. "And he assures me that the reason for the name of Fermín de Núñez de Latona not appearing in the parish register was—forgery; that this was effected by a certain Shaphter, one of Bandon′s agents, and that afterwards the curates took advantage of it to acquire possession of some chaplaincies. I am certain that the town where Fermín Núñez was born was either Arnedo or Autol."
Don Telmo contemplaba atentamente un pliego de papel grande: el árbol genealógico de la familia de Roberto. Don Telmo carefully inspected a large folio document: the genealogy of Roberto′s family.
—¿Qué camino cree usted que debía seguir?—preguntó el estudiante. "What course do you think I ought to pursue?" asked the student.
—Necesita usted dinero; pero ¡es tan difícil encontrarlo!—murmuró el viejo—. ¿Por qué no se casa usted? "You need money; but it′s so hard to find that!" muttered the old man.
—¿Y qué adelantaría? "And what good would that do?"
—Con una mujer rica es lo que digo... "I mean some wealthy woman…."
Aquí don Telmo se puso a hablar en voz baja, y tras breves palabras se despidieron los dos. Here Don Telmo lowered his voice to an inaudible pitch and after a few words they separated.
El espionaje de los huéspedes se hizo tan fastidioso para los espiados, que la vizcaína y don Telmo advirtieron a la patrona que se marchaban. La desolación de doña Casiana al saber su decisión fué grandísima; tuvo que recurrir varias veces al armario y dedicarse a los consuelos del líquido fabricado por ella. The espionage of the boarders became so obstructive to the men spied upon that the Biscayan and Don Telmo served notice on the landlady of their removal. Doña Casiana′s desolation, when she learned of their decision, was exceedingly great; several times she had to resort to the closet and surrender herself to the consolations of the beverage of her own concoction.
Los huéspedes, con la fuga de la vizcaína y don Telmo, se encontraron tan chasqueados, que ni los líos de la Irene y la Celia, ni los cuentos del cura don Jacinto, que exageró la nota soez, bastaron para sacar de su mutismo a la gente. The boarders were so disappointed at the flight of the Biscayan and of Don Telmo that neither the altercations between Irene and Celia nor the stories told by the priest Don Jacinto, who stressed the smutty note, were potent enough to draw them from their silence.
El tenedor de libros, un hombre ictérico, de cara chupada y barba de judío de monumento, muy silencioso y tímido, que había roto a hablar intrigado por las cábalas ideadas y fantaseadas sobre la vida de don Telmo, se fué poniendo cada vez más amarillo de hipocondría. The book-keeper, a jaundiced fellow with an emaciated face and a beard like that of a monumental Jew, exceedingly taciturn and timid, had burst into speech in his excitement over the intrigues invented and fancied in the life of Don Telmo; now he became from moment to moment sallower than ever with his hypochondria.
La marcha de don Telmo la pagaron el estudiante y Manuel. Con el estudiante no se atrevían mas que a darle bromas acerca de su complicidad con el viejo y la vizcaína; a Manuel le chillaba todo el mundo, cuando no le daban algún puntapié. Don Telmo′s departure was paid for by the student and Don Manuel. As far as the student was concerned they dared no more than twit him on his complicity with the old man and the Biscayan; at Manuel, however, they all kept screeching and scolding when they weren′t kicking him.
Uno de los comisionistas, el enfermo del estómago, exasperado por el aburrimiento, el calor y las malas digestiones, no encontró otra distracción mas que insultar y reñir a Manuel mientras éste servía la mesa, viniera o no a cuento. One of the salesmen,—the fellow who was troubled with his stomach, exasperated by the boredom, the heat and his uncertain digestion, found no other distraction than insulting and berating Manuel while he served at table, whether or not there were cause.
—¡Anda, ganguero!—le decía—. ¡Lástima de la comida que te dan! ¡Calamidad! "Go on, you cheap fool!" he would say. "You′re not worth the food you eat! Clown!"
Esta cantinela, unida a otras del mismo género, comenzaba a fastidiar a Manuel. Un día el comisionista cargó la mano de insultos y de improperios sobre Manuel. Le habían enviado al chico por dos cafés, y tardaba mucho en venir con el servicio; precisamente aquel día no era suya la culpa de la tardanza, pues le hicieron esperar mucho. This refrain, added to others of the same tenor, began to weary Manuel. One day the salesman heaped the insults and the vilification upon him more plentifully than ever. They had sent the boy out for two coffees, and he was slow in returning; on that particular day the delay was not due to any fault of his, for he had been kept waiting a long time.
—Te debían poner una albarda, ¡imbécil!—gritó el comisionista al verle entrar. "They ought to put a pack-saddle on you, you ass!" shouted the agent as Manuel entered.
—No será usted el que me la ponga—le contestó de mala manera Manuel, colocando las tazas en la mesa. "You won′t be the one to do it!" retorted the boy impudently, as he placed the cups upon the table.
—¿Que no? ¿Quieres verlo? "I won′t? Do you want to see me?"
—Sí. "Yes, I do."
El comisionista se levantó y le pegó un puntapié a Manuel en una canilla, que le hizo ver las estrellas. Dió el muchacho un grito de dolor, y, furioso, agarrando un plato, se lo tiró a la cabeza del comisionista; éste se agachó; cruzó el proyectil el comedor, rompió un cristal de la ventana y cayó al patio, rompiéndose allí con estrépito. El comisionista cogió una de las cafeteras llenas de café con leche y se la tiró a Manuel, con tanto acierto, que le dió en la cara; bramó el chico, cegado por la ira y el café con leche, se lanzó sobre su enemigo, lo arrinconó, y se vengó de sus insultos y de sus golpes con una serie inacabable de puñetazos y patadas. The salesman got up and kicked Manuel in the shins; the poor boy saw stars. He gave a cry of pain and then, furious, seized a plate and sent it flying at the agent′s head; the latter ducked and the projectile crossed the dining-room, crashed through a window pane and fell into the courtyard, where it smashed with a racket. The salesman grabbed one of the coffee-pots that was filled with coffee and milk and hurled it at Manuel with such good aim that it struck the boy in the face; the youth, blinded with rage and by the coffee and milk, rushed upon his enemy, cornered him, and took revenge for the insults and blows with an endless succession of kicks and punches.
—¡Que me mata! ¡Que me mata!—chillaba el comisionista con unos gritos de mujer. "He′s killing me! He′s killing me!" shrieked the agent in feminine wails.
—¡Ladrón! ¡Morral!—vociferaba Manuel empleando el repertorio de insultos más escogido de la calle. "Thief! Clown!" shouted Manuel, employing the street′s choicest repertory of insults.
El Superhombre y el cura sujetaron por los brazos a Manuel, dejándole a merced del comisionista; éste trató de vengarse viendo al chico acorralado; pero cuando se disponía a pegarle, Manuel le dió una patada en el estómago que le hizo vomitar toda la comida. The Superman and the priest seized Manuel by the arms, leaving him at the mercy of the salesman, who, beholding the boy thus corralled, tried to wreak vengeance; but when he was ready to strike, Manuel gave him such a forceful kick in the stomach that the fellow vomited up his whole meal.
Todos se pusieron en contra de Manuel; pero Roberto le defendió. El comisionista se marchó a su cuarto, llamó a la patrona y le dijo que no permanecería un momento en la casa mientras estuviera allí el hijo de la Petra. Everybody took sides against Manuel, except Roberto, who defended him. The agent retired to his room, summoned the landlady, and told her that he refused to remain another moment as long as Petra′s son was in the house.
La patrona, cuyo interés mayor era conservar el huésped, comunicó la decisión a su criada. The landlady, whose chief interest was to retain her boarder, communicated her decision to her servant.
—Ya ves lo que has conseguido: ya no puedes estar aquí—dijo la Petra a su hijo. "Now see what you′ve done. You can′t stay here any longer," said Petra to her son.
—Bueno. Ese morral me las pagará—replicó el muchacho apretándose los chichones de la frente—. Le digo a usted que si le encuentro le voy a machacar los sesos. "All right. That clown will pay for these," replied the boy, nursing the welts on his forehead. "I tell you, if I ever meet him I′m going to smash in his head."
—Te guardarás muy bien de decirle nada. "You take good care not to say a word to him."
En este momento entró el estudiante en la cocina. At this moment the student happened to enter the dining-room.
—Has hecho bien, Manuel—exclamó dirigiéndose a la Petra—. ¿A qué le insultaba ese mamarracho? Aquí todo dios tiene derecho a meterse con uno si no hace lo que los demás quieren. ¡Gentuza cobarde! "You did well, Manuel," he exclaimed, turning to Petra. "What right had that blockhead to insult him? In this place every boss has a right to attack his neighbour if he doesn′t do as all the others wish. What a cowardly gang!" Petra:
Al decir esto, Roberto se puso pálido de ira; luego se calmó y preguntó a la Petra: As he spoke, Roberto blanched with rage; then he grew calm and asked
—¿Adónde va usted a llevar ahora a Manuel? "Where are you going to take Manuel now?"
—A una zapatería de un primo mío de la calle del Aguila. "To a cobbler′s shop that belongs to a relative of mine on Aguila street."
—¿Está por barrios bajos? "Is it in the poorer quarters?"
—Sí. "Yes."
—Algún día iré a verle. "I′ll come to see you some day."
Antes de acostarse Manuel, volvió a aparecer Roberto en la cocina. Before Manuel had gone to bed, Roberto appeared again in the dining-room.
—Oye—le dijo a Manuel—, si conoces algún sitio raro por barrios bajos donde haya mala gente, avísame: iré contigo. "Listen," he said to Manuel. "If you know any strange place in the slums where criminals get together, let me hear. I′ll go with you."
—Le avisaré a usted, no tenga usted cuidado. Bueno. Hasta la vista. ¡Adiós! "I′ll let you know, never you mind." "Fine. See you again. Good-bye!"
Roberto le dió la mano a Manuel, y éste la estrechó muy agradecido. Roberto extended his hand to Manuel, who pressed it with deep gratitude.




SEGUNDA PARTE
CAPÍTULO PRIMERO

La regeneración del calzado y El león de la zapatería.—El primer domingo.—Una escapatoria. El «Bizco» y su cuadrilla.

PART TWO
CHAPTER I

The Regeneration of Footwear and The Lion of The Shoemaker′s Art—The First Sunday—An Escapade—El Bizco and his Gang.

EL madrileño que alguna vez, por casualidad, se encuentra en los barrios pobres próximos al Manzanares, hállase sorprendido ante el espectáculo de miseria y sordidez, de tristeza e incultura que ofrecen las afueras de Madrid con sus rondas miserables, llenas de polvo en verano y de lodo en invierno. La corte es ciudad de contrastes; presenta luz fuerte al lado de sombra obscura; vida refinada, casi europea, en el centro vida africana, de aduar, en los suburbios. Hace unos años, no muchos, cerca de la ronda de Segovia y del Campillo de Gil Imón, existía una casa de sospechoso aspecto y de no muy buena fama, a juzgar por el rumor público. El observador... The inhabitant of Madrid who at times finds himself by accident in the poor quarters near the Manzanares river, is surprised at the spectacle of poverty and sordidness, of sadness and neglect presented by the environs of Madrid with their wretched Rondas, laden with dust in the summer and in winter wallowing in mire. The capital is a city of contrasts; it presents brilliant light in close proximity to deep gloom; refined life, almost European, in the centre; in the suburbs, African existence, like that of an Arab village. Some years ago, not many, in the vicinity of the Ronda de Sevilla and of el Campillo de Gil Imón, there stood a house of suspicious aspect and of not very favourable repute, to judge by popular rumour. The observer …
En este y otros párrafos de la misma calaña tenía yo alguna esperanza, porque daban a mi novela cierto aspecto fantasmagórico y misterioso; pero mis amigos me han convencido de que suprima los tales párrafos, porque dicen que en una novela parisiense estarán bien, pero en una madrileña, no; y añaden, además, que aquí nadie extravía, ni aun queriendo; ni hay observadores, ni casas de sospechoso aspecto, ni nada. Yo, resignado, he suprimido esos párrafos, por los cuales esperaba llegar algún día a la Academia Española, y sigo con mi cuento en un lenguaje más chabacano. In this and other paragraphs of the same style I had placed some hope, for they imparted to my novel a certain phantasmagoric and mysterious atmosphere; but my friends have convinced me I ought to suppress these passages, arguing that they would be quite in place in a Parisian novel, but not in one dealing with Madrid,—not at all. They add, moreover, that here nobody goes astray, not even if one wishes to. Neither are there here any observers, nor houses of suspicious aspect, nor anything else. In resignation, then, I have excised these paragraphs, through which I hoped some day to be elected to the Spanish Academy; and so I continue my tale in more pedestrian language.
Sucedió, pues, que al día siguiente de la bronca en el comedor de la casa de huéspedes, la Petra, muy de mañana, despertó a Manuel y le mandó vestirse. It came about, then, that on the day following the row in the dining-room of the lodging-house, Petra, very early in the morning, woke Manuel and told him to dress.
Recordó el muchacho la escena del día anterior; la comprobó, llevándose la mano a la frente, pues aun le dolían los chichones, y por el tono de su madre comprendió que persistía en su resolución de llevarle a la zapatería. The boy recalled the scene of the previous day; he verified it by raising his hand to his forehead, for the bruises still pained him, and from his mother′s tone he understood that she persisted in her resolve to take him to the cobbler′s.
Luego que se hubo vestido Manuel salieron madre e hijo de casa y entraron en la buñolería a tomar una taza de café con leche. Bajaron después a la calle del Arenal, cruzaron la plaza de Oriente, y por el Viaducto, y luego por la calle del Rosario, siguiendo a lo largo de la pared de un cuartel, llegaron a unas alturas a cuyo pie pasaba la ronda de Segovia. Veíase desde allá arriba el campo amarillento que se extendía hasta Getafe y Villaverde, y los cementerios de San Isidro con sus tapias grises y sus cipreses negros. After Manuel had dressed, mother and son left the house and went into the bun-shop for a cup of coffee and milk. Then they walked down to Arenal Street, crossed the Plaza del Oriente, and the Viaduct, thence through Rosario Street. Continuing along the walls of a barracks they reached the heights at whose base runs the Ronda de Segovia. From this eminence there was a view of the yellowish countryside that reached as far as Jetafe and Villaverde, and the San Isidro cemeteries with their grey mudwalls and their black cypresses.
De la ronda de Segovia, que recorrieron en corto trecho, subieron por la escalinata de la calle del Aguila, y en una casa que hacía esquina al Campillo de Gil Imón se detuvieron. From the Ronda de Segovia, which they covered in a short time, they climbed up Aguila Street, and paused before a house at the corner of the Campillo de Gil Imón.
Había dos zapaterías, ambas cerradas, una enfrente de la otra; y la madre de Manuel, que no recordaba cuál de las dos era la de su pariente, preguntó en una taberna. There were two shoe shops opposite one another and both closed. Manuel′s mother, who could not recall which was her relative′s place, inquired at the tavern.
—La del señor Ignacio es la de la casa grande—contestó el tabernero—. Creo que el zapatero vino ya, pero aun no ha abierto el almacén. "Señor Ignacio′s over at the big house," answered the tavern-keeper. "I think the cobbler′s come already, but he hasn′t opened the shop yet."
Madre e hijo tuvieron que esperar a que abrieran. No era la casa aquélla pequeña ni de mal aspecto; pero parecía que tenía unas ganas atroces de caerse, porque ostentaba, aquí sí y allí también, desconchaduras, agujeros y toda clase de cicatrices. Tenía piso bajo y principal, balcones grandes y anchos con los barandados de hierro carcomidos por el orín, y los cristales, pequeños y verdes, sujetos con, listas de plomo. Mother and son had to wait until the shop was opened. The building was not the tiny, evil-boding one, but it looked as if it had an atrocious desire to cave in, for here and there it, too, showed cracks, holes and all manner of disfigurements. It had a lower and upper floor, large and wide balconies the balustrades of which were gnawed by rust and the diminutive panes of glass held in place by leaden strips.
En el piso bajo de la casa, en la parte que daba a la calle del Aguila, había una cochera, una carpintería, una taberna y la zapatería del pariente de la Petra. Este establecimiento tenía sobre la puerta de entrada un rótulo que decía: On the ground floor of the house, in the part that faced Aguila Street, there was a livery-stable, a carpenter′s shop, a tavern and the cobbler′s shop owned by Petra′s relation. This establishment displayed over the entrance a sign that read:
a la regeneración del calzado For The Regeneration of Footwear.
El historiógrafo del porvenir seguramente encontrará en este letrero una prueba de lo extendida que estuvo en algunas épocas cierta idea de regeneración nacional, y no le asombrará que esa idea, que comenzó por querer reformar y regenerar la Constitución y la raza española, concluyera en la muestra de una tienda de un rincón de los barrios bajos, en donde lo único que se hacía era reformar y regenerar el calzado. The historian of the future will surely find in this sign proof of how widespread, during several epochs, was a certain notion of national regeneration, and it will not surprise him that this idea, which was launched in the aim to reform and regenerate the Constitution and the Spanish people, came to an end upon the signboard of a shop on a foresaken corner of the slums, where the only thing done was the reformation and regeneration of footwear.
Nosotros no negaremos la influencia de esa teoría regeneradora en el dueño del establecimiento A la regeneración del calzado; pero tenemos que señalar que este rótulo presuntuoso fué puesto en señal de desafío a la zapatería de enfrente, y también tenemos que dar fe de que había sido contestado por otro aun más presuntuoso. We will not deny the influence of this regenerating theory upon the proprietor of the establishment For The Regeneration of Footwear; but we must point out that this presumptuous legend was put up in token of his defiance of the cobbler across the way, and we must register likewise that it had been answered by another, and even more presumptuous, one.
Una mañana los de A la regeneración del calzado se encontraron anonadados al ver el rótulo de la zapatería rival. Se trataba de una hermosa muestra de dos metros de larga, con este letrero: One fine morning the workmen in the establishment for The Regeneration of Footwear were dumfounded to find staring them in the face the sign of the rival shop. It was a beautiful signboard about two metres long, bearing this inscription:
«El león de la zapatería» The Lion of the Shoemaker′s Art
Esto aun era tolerable; pero lo terrible, lo aniquilador, era la pintura que en medio ostentaba la muestra. Un hermoso león amarillo con cara de hombre y melena encrespada, puesto de pie, tenía entre las garras delanteras una bota, al parecer, de charol. Debajo de la pintura se leía lo siguiente: La romperás, pero no la descoserás. This in itself was quite tolerable; the terrible, annihilating thing about it was the painting that sprawled over the middle of the board. A handsome yellow lion with the face of a man and with wavy mane, standing erect; in his front paws he held a boot, apparently of patent-leather. Beneath this representation was printed the following: You may break, but never unstitch it.
Era un lema abrumador: ¡Un león (fiera) tratando de descoser la bota hecha por el León (zapatería), y sin poderlo conseguir! ¡Qué humillación para la fiera! ¡Qué triunfo para la zapatería! La fiera, en este caso, era A la regeneración de calzado, que había quedado, como suele decirse, a la altura del betún. This was a crushing motto: A lion (wild beast) trying to unseam the boot made by the Lion (shoemaker), and powerless before the task! What a humiliation for the lion! What a triumph for the shoemaker! The lion, in this case, was For The Regeneration of Footwear, which, as the saying goes, had been compelled to bite the dust.
Además del rótulo de la tienda del señor Ignacio, en uno de los balcones de la casa grande había un busto de mujer, de cartón probablemente, y un letrero debajo: Perfecta Ruiz; se peinan señoras; a los lados del portal, en la pared, colgaban varios anuncios, indignos de llamar la atención del historiógrafo antes mencionado, y en los cuales se ofrecían cuartos baratos con cama y sin cama, memorialistas y costureras. Sólo un cartel, en donde estaban pegados horizontal, vertical y oblicuamente una porción de figurines recortados, merecía pasar a la historia por su laconismo; decía: In addition to Señor Ignacio′s sign there was, in one of the balconies of the large house, the bust of a woman, made probably of pasteboard, with lettering beneath: Perfecta Ruiz: Ladies′ Hair Dressing; on the side walls of the main entrance there hung several announcements unworthy of occupying the attention of the aforementioned historian, in which were offered low-priced rooms with or without bed, amanuenses and seamstresses. A single card, upon which were pasted horizontally, vertically and obliquely a number of cut-out figures, deserved to go down in history for its laconicism. It read:
«Moda parisién. Escorihuela, Sastre» Parisian Styles. Escorihuela, Tailor.
Manuel, que no se había tomado el trabajo de leer todos estos rótulos, entró en la casa por una puertecilla que había al lado del portalón de la cochera, y siguió por un corredor hasta un patio muy sucio. Manuel, who had not taken the trouble to read all these signs, went into the building by a little door at the side of the livery-stable entrance, and walked through the corridor to a very filthy courtyard.
Cuando salió a la calle habían abierto la zapatería. La Petra y el chico entraron. When he returned to the street the cobbler′s shop had already been opened. Petra and her boy entered.
—¿No está el señor Ignacio?—preguntó ella. "Isn′t Señor Ignacio in?" she asked.
—Ahora viene—contestó un muchacho que amontonaba zapatos viejos en el centro de la tienda. "He′ll be here in a second," answered a youngster who was piling up old shoes in the middle of the shop.
—Dígale usted que está aquí su prima, la Petra. "Tell him that his cousin is here,—Petra."
Salió el señor Ignacio. Era un hombre de unos cuarenta a cincuenta años, seco y enjuto. Comenzaron a hablar la Petra y él, mientras el muchacho y un chiquillo seguían amontonando los zapatos viejos. Manuel les miraba, cuando el mozo le dijo: Señor Ignacio appeared. He was a man of between forty and fifty, thin and wizened. Petra and he got into conversation, while the boy and a little urchin continued to heap up the old shoes. Manuel was looking on, when the boy said to him:
—¡Anda, tú, ayuda! "Come on, you. Lend a hand!"
Manuel hizo lo que ellos, y cuando terminaron los tres, esperaron a que cesaran de hablar la Petra y el señor Ignacio. La Petra contaba a su primo la última hazaña de Manuel, y el zapatero escuchaba sonriendo. El hombre no tenía trazas de mala persona; era rubio e imberbe; en su labio superior sólo nacían unos cuantos pelos azafranados. La tez amarilla, rugosa, los surcos profundos de su cara, el aire cansado, le daban aspecto de hombre débil. Hablaba con cierta vaguedad irónica. Manuel pitched in, and when the three had ended their labours, they waited for Petra and Señor Ignacio to finish chatting. Petra was recounting Manuel′s latest exploits to her cousin and the cobbler listened smilingly. The man bore no signs of gruffness; he was blond and beardless; upon his upper lip sprouted a few saffron-hued hairs. His complexion was leathery, wrinkled; the deep furrows of his face, and his wearied mien, gave him the appearance of a weakling. He spoke with a certain ironic vagueness.
—Te vas a quedar aquí—le dijo la Petra a Manuel. "You′re going to stay here," said Petra to Manuel.
—Bueno. "All right."
Este es un barbián—exclamó el señor Ignacio, riendo—; se conforma pronto. "He′s an amiable rogue," exclaimed Señor Ignacio, laughing. "He agrees right away."
—Sí; éste todo lo toma con calma. Pero, mira—añadió, dirigiéndose a su hijo—, si yo sé que haces alguna cosa como la de ayer, ya verás. "Yes; he takes everything calmly. But, look—" she added, turning to her son, "if ever I find out that you carry on as you did yesterday, you′ll hear from me!"
Se despidió Manuel de su madre. Manuel said good-bye to his mother.
—¿Has estado mucho tiempo en ese pueblo de Soria con mi primo?—le preguntó el señor Ignacio. "Were you very long in that town of Soria with my cousin?" Señor Ignacio asked.
—Dos años. "Two years."
—Y qué, ¿allí trabajabas mucho? "And did you work very hard there?"
—Allí no trabajaba nada. "I didn′t work at all."
—Pues hijo, aquí no tendrás más remedio. Anda, siéntate a trabajar. Ahí tienes a tus primos—añadió el señor Ignacio, mostrando al mozo y al chiquillo—. Estos también son unos guerreros. "Well, sonny, you can′t get out of it here. Come. Sit down and get busy. These are your cousins," added Señor Ignacio, indicating the youth and the little boy. "They are a pair of warriors, too."
El mozo se llamaba Leandro, y era robusto; no se parecía nada a su padre: tenía la nariz y los labios gruesos, la expresión testaruda y varonil; el otro era un chico de la edad de Manuel, delgaducho, esbelto, con cara de pillo, y se llamaba Vidal. The youth′s name was Leandro, and he was well-built; in no respect did he resemble his father. He had thick lips and a thick nose, an obstinate, manly expression; the other was a boy of about Manuel′s age, frail, thin, with a rascally look, and called Vidal.
Se sentaron el señor Ignacio y los tres muchachos alrededor de un tajo de madera, formado por un tronco de árbol con una gran muesca. El trabajo consistía en desarmar y deshacer botas y zapatos viejos, que en grandes fardos, atados de mala manera, y en sacos, con un letrero de papel cosido a la tela, se veían por el almacén por todas partes. En el tajo se colocaba la bota destinada al descuartizamiento; allí se le daba un golpe o varios con una cuchilla, hasta cortarle el tacón; después, con las tenazas, se arrancaban las distintas capas de suela; con unas tijeras se quitaban los botones y tirantes, y cada cosa se echaba en su espuerta correspondiente: en una, los tacones; en otras, las gomas, las correas, las hebillas. Señor Ignacio and the three boys sat down around a wooden block formed of a tree-trunk with a deep groove running through it. The labour consisted in undoing and taking apart old boots and shoes, which arrived at the shop from every direction in huge, badly tied bales and in sacks with paper designations sewed to the burlap. The boot destined to be drawn and quartered was laid upon the block; there it received a stroke or more from a knife until the heel was severed; then, with the nippers the various layers of sole were ripped off; with the scissors they cut off buttons and laces, and everything was sorted into its corresponding basket: in one, the heels; in others, the rubbers, the latchets, the buckles.
A esto había descendido La regeneración del calzado: a justificar el título de una manera bastante distinta de la pensada por el que lo puso. So low had The Regeneration of Footwear descended: it justified its title in a manner quite distinct from that intended by the one who had bestowed it.
El señor Ignacio, maestro de obra prima, había tenido necesidad, por falta de trabajo, de abandonar la lezna y el tirapié para dedicarse a las tenazas y a la cuchilla; de crear, a destruir; de hacer botas nuevas, a destripar botas viejas. El contraste era duro; pero el señor Ignacio podía consolarse viendo a su vecino, el de El león de la zapatería, que sólo de Pascuas a Ramos tenía alguna mala chapuza que hacer. Señor Ignacio, a master workman, had been compelled through lack of business to abandon the awl and the shoemaker′s stirrup for the nippers and the knife; creating for destroying; the fashioning of new boots for the disembowelling of old. The contrast was bitter; but Señor Ignacio could find consolation in looking across at his neighbour, he of the Lion of The Shoemaker′s Art, who only at rare intervals would receive an order for some cheap pair of boots.
La primera mañana de trabajo fué pesadísimo para Manuel; el estar tanto tiempo quieto le resultó insoportable. Al mediodía entró en el almacén una vieja gorda, con la comida en una cesta; era la madre del señor Ignacio. The first morning of work was infinitely boresome to Manuel; this protracted inactivity became unbearable. At noon a bulky old woman entered the shop with their lunch in a basket. This was Señor Ignacio′s mother.
—¿Y mi mujer?—le preguntó el zapatero. "And my wife?" the cobbler asked her.
—Ha ido a lavar. "She′s gone washing."
—¿Y la Salomé? ¿No viene? "And Salomé Isn′t she coming?"
—Tampoco; le ha salido trabajo en una casa para toda la semana. "No. She got some work in a house for the whole week."
Sacó la vieja un puchero, platos, cubiertos y un pan grande de la cesta; extendió un paño en el suelo, sentáronse todos alrededor de él, vertió el caldo del puchero en los platos, en donde cada uno desmigó un pedazo de pan, y fueron comiendo. Después dió la vieja a cada uno su ración de cocido, y, mientras comían, el zapatero discurseó un poco acerca del porvenir de España y de los motivos de nuestro atraso, conversación agradable para la mayoría de los españoles que nos sentimos regenadores. The old lady extracted from the basket a pot, dishes, napkins, cutlery, and a huge loaf of bread; she laid a cloth upon the floor and everybody squatted down around it. She poured the soup from the pot into the plates, into which each one crumbled a bit of bread, and they began to eat. Then the old woman doled out to each his portion of boiled meat and vegetables, and, as they ate, the cobbler discoursed briefly upon the future of Spain and the reasons for national backwardness,—a topic that appeals to most Spaniards, who consider themselves regenerators.
Era el señor Ignacio de un liberalismo templado, hombre a quien entusiasmaban esas palabras de la soberanía nacional y que hablaba a boca llena de la Gloriosa. En cuestiones de religión se mostraba partidario de la libertad de cultos; para él, el ideal hubiese sido que en España existiese el mismo número de curas católicos, protestantes, judíos, de todas las religiones, porque así, decía, cada uno elegiría el dogma que le pareciera mejor. Eso sí, si él fuera del Gobierno, expulsaría a todos los frailes y monjas, porque son como la sarna, que viven mejor cuanto más débil se encuentra el que la padece. A esto arguyó Leandro, el hijo mayor, diciendo que a los frailes, monjas y demás morralla lo mejor era degollarlos, como se hace con los cerdos, y que respecto a los curas, fuesen católicos, protestantes o chinos, aunque no hubiera ninguno, no se perdería nada. Señor Ignacio was a mild liberal, a man who swelled with enthusiasm over these words about the national sovereignty, and who spoke openly of the Glorious Revolution. In matters of religion he advocated freedom of worship; his ideal would be for Spain to have an equal number of priests of the Catholic, Protestant, Jewish and every other denomination, for thus, he asserted, each would choose the dogma that seemed to him best. But one thing he′d certainly do if he had a say in the government. He would expel all the monks and nuns, for they′re like the mange: the weaker the sufferer, the more it thrives. To this argument Leandro, the elder son, added that as far as the monks, nuns and other small fry were concerned, the best course with them was to lop off their heads like hogs, and with regard to the priests, whether Catholic, Protestant or Chinese, nothing would be lost if there were nary a one.
Terció también la vieja en la conversación, y como para ella, vendedora de verduras, la política era principalmente cuestión entre verduleras y guardias municipales, habló de un motín en que las amables damas del mercado de la Cebada dispararon sus hortalizas a la cabeza de unos cuantos guindillas, defensores de un contratista del mercado. Las verduleras querían asociarse, y después poner la ley y fijar los precios; y eso a ella no le parecía bien. The old lady, too, joined the conversation, and since to her, as a huckstress of vegetables, politics was chiefly a question between marketwomen and the municipal guards, she spoke of a row in which the amiable ladies of the Cebada market had discharged their garden produce at the heads of several redcoats who were defending a trouble-maker of the market. The huckstresses wanted to organize a union, and then lay down the law and fix prices. Now this didn′t at all appeal to her.
—Porque ¡qué moler!—dijo—. ¿Por qué le han de quitar a una el género, si quiere venderlo más barato? Como si a mí se me pone en el moño darlo todo de balde. "What the deuce!" she exclaimed. "What right have they to take away a person′s stock if he wants to sell it cheaper? Suppose I take it into my head to give it all away free."
—Pues, no, señora—le replicó Leandro—. Eso no está bien. "Why no, señora," differed Leandro. "That′s not right."
—¿Por qué no? "And why not?"
—Porque no; porque los industriales tienen que ayudarse, y si usted hace eso, pongo por caso, impide usted que otra venda, y para eso se ha inventado el socialismo, para favorecer la industria del hombre. "Because it isn′t. Because tradesfolk ought to help one another, and if you, let′s suppose, do as you say, you prevent somebody else from selling, and that′s why Socialism was invented,—to favour man′s industry."
—Bueno; pues que le den dos duros a la industria del hombre y que la maten. "All right, then. Let them give two duros to man′s industry and kill it."
Hablaba la mujer muy cachazuda y sentenciosamente. Estaba su calma muy en perfecta consonancia con su corpachón, de un grosor y de una rigidez de tronco; tenía la cara carnosa y de torpes facciones; las arrugas profundas, bolsas de piel lacia debajo de los ojos; en la cabeza llevaba un pañuelo negro, muy ceñido y apretado a las sienes. The woman spoke very phlegmatically and sententiously. Her calm manner harmonized perfectly with her huge person, which was as thick and rigid as a tree-trunk; her face was fleshy and of stolid features, her wrinkles deep; pouches of loose flesh sagged beneath her eyes; on her head she wore a black kerchief, tightly knotted around her temples.
Era la señora Jacoba, así se llamaba, una mujer que no debía sentir ni el frío ni el calor: verano e invierno se pasaba las horas muertas sentada en su puesto de verduras de Puerta de Moros; si vendía una lechuga, desde que el sol nace hasta que se pone, vendía mucho. Señora Jacoba—that was her name—was a woman who probably felt neither heat nor cold; summer and winter she spent the dead hours seated by her vegetable stand at the Puerta de Moros; if she sold a head of lettuce between sunrise and sunset, it was a great deal.
Después de comer la familia del zapatero, fueron unos a dormir la siesta al patio de la casa, y otros se quedaron allí en el almacén. After eating, some of the shoemaker′s family went off to the courtyard for their siesta, while others remained in the shop.
Vidal, el hijo menor del zapatero, se tendió en el patio al lado de Manuel, y después de interrogarle acerca de la causa de aquellos chichones que apuntaban en la frente de su primo, le preguntó: Vidal, the man′s younger son, sprawled out in the patio beside Manuel, and having inquired into the cause of the bumps that stood out on his cousin′s forehead, asked:
—¿Tú habías estado alguna vez en esta calle? "Have you ever been on this street before?"
—Yo, no. "I? No."
—Por estos barrios se divierte uno la mar. "We have great times around here."
—Sí, ¿eh? "You do, eh?"
—Ya lo creo. ¿Tú no tienes novia? "I should say so. Haven′t you a girl?"
—Yo, no. "I? No."
—Pues hay muchas chicas que están deseando tener avío. "Well, there are lots of girls ′round here that would like to have a fellow."
—¿De veras? "Really?"
—Sí, hombre. En la casa donde vivimos hay una chica muy bonita, amiga de mi novia. Te puedes quedar con ella. "Yes, sir! Over where we live there′s a very pretty little thing, a friend of my girl. You can hitch up with her."
—Pero vosotros, ¿no vivís en esta casa? "But don′t you live in this house?"
—No; nosotros vivimos en el arroyo de Embajadores; mi tía Salomé y mi abuela son las que viven aquí. Pero allá en mi casa se divierte uno; ¡gachó! las cosas que me han pasado a mí allí. "No. We live in Embajadores lane. It′s my aunt Salomé and my grandmother who live here. Over where we are—oh, boy!—the times I′ve had!"
—En el pueblo en donde he estado yo—dijo Manuel, para no dejarse achicar por su primo—había montes más altos que veinte casas de éstas. "In the town where I come from," said Manuel, not to be dwarfed by his cousin, "there were mountains higher than twenty of your houses here."
—En Madrid también hay la Montaña del Príncipe Pío. "In Madrid we′ve got the Monte de Príncipe Pio."
—Pero no será tan grande como la del pueblo. "But it can′t be as high as the one in that town."
—¿Que no? Si en Madrid está todo lo mejor. "It can′t? Why, in Madrid everything′s the best."
Molestaba bastante a Manuel la superioridad que su primo quería asignarse, hablándole de mujeres con el tono de un hombre experimentado que las conoce a fondo. Después de echar la siesta y de terminar una partida al mus, en que se enzarzaron el zapatero y unos vecinos, volvieron el señor Ignacio y los muchachos a su faena de cortar tacones y destripar botas. Se cerró de noche el almacén; el zapatero y sus hijos se fueron a su casa. Manuel cenó en el cuarto de la señora Jacoba la verdulera, y durmió en una hermosa cama, que le pareció bastante mejor que la de la casa de huéspedes. Manuel was not a little put out by the superiority which his cousin tried to assume by speaking to him about women in the tone of an experienced man about town who knew them through and through. After the noonday nap and a game of mus, over which the shoemaker and a few neighbours managed to get into a wrangle, Señor Ignacio and his children went off to their house. Manuel supped at Señora Jacoba′s, the vegetable huckstress′s, and slept in a beautiful bed that looked to him far better than the one at the boarding-house.
Ya acostado, pesó el pro y el contra de su nueva posición social, y, calculando si el fiel de la balanza se inclinaría a uno u otro lado, se quedó dormido. Once in, he weighed the pros and contras of his new social position, and in the midst of his calculations as to whether the needle of the balance inclined to this side or that, he fell asleep.
Al principio, la monotonía en el trabajo y la sujeción atormentaban a Manuel; pero pronto se acostumbró a una cosa y otra, y los días le parecieron más cortos y la labor menos penosa. At first, the monotony of the labour and the steady application bothered Manuel; but soon he grew accustomed to one thing and another, so that the days seemed shorter and the work less irksome.
El primer domingo dormía Manuel a pierna suelta en casa de la señora Jacoba, cuando entró Vidal a despertarle. Eran más de las once; la verdulera, según su costumbre, había salido al amanecer para su puesto, dejando al muchacho solo. The first Sunday Manuel was fast asleep in Señora Jacoba′s house when Vidal came in and waked him. It was after eleven; the marketwoman, as usual, had departed at dawn for her stall, leaving the boy alone.
—¿Qué haces?—le preguntó Vidal—. ¿Por qué no te levantas? "What are you doing there?" asked Vidal. "Why don′t you get up?"
—Pues ¿qué hora es? "Why? What time is it?"
—La mar de tarde. "Awful late."
Se vistió Manuel de prisa y corriendo, y salieron los dos de casa; cerca, enfrente de la calle del Aguila, en una plazoleta, se reunieron a un grupo de granujas que jugaban al chito, y observaron muy atentos las peripecias del juego. Manuel dressed hurriedly and they both left the house. Nearby, opposite Aguila street, on a little square, they joined a group of boys who were playing chito, and they followed the fortunes of the game with deep interest.
Al mediodía Vidal le dijo a su primo: At noon Vidal said to his cousin:
—Hoy vamos a comer allá. "Today we′re going to eat yonder."
—¿En vuestra casa? "At your house?"
—Sí; anda, vamos. "Yes. Come on."
Vidal, cuya especialidad eran los hallazgos, encontró cerca de la fuente de la Ronda, que está próxima a la calle del Aguila, un sombrero de copa, viejo, de grandes alas, escondido el cuitado en un rincón, quizá por modestia, y empezó a darle de puntapiés y a echarlo por el alto; se asoció Manuel a la empresa, y entre los dos llevaron aquella reliquia, venerable por su antigÜedad, desde la ronda de Segovia a la de Toledo, y de ésta a la de Embajadores, hasta dejarla, sin copa y sin alas, en medio del arroyo. Cometida esta perversidad, Manuel y Vidal desembocaron en el paseo de las Acacias y entraron en una casa cuya entrada mostraba un arco sin puerta. Vidal, whose specialty was finding things, discovered close by the fountain of the Ronda, which is near Aguila Street, an old, wide-brimmed high hat; the poor thing was hidden in a corner, perhaps through modesty. He began to kick it along and send it flying through the air and Manuel joined in the enterprise, so that between the two they transported the relic, venerable with antiquity, from the Ronda de Segovia to that of Toledo, thence to the Ronda de Embajadores, until they abandoned it in the middle of the street, minus top and brim. Having committed this perversity, Manuel and Vidal debouched into the Paseo da las Acacias and went into a house whose entrance consisted of a doorless archway.
Pasaron los dos muchachos por una callejuela, empedrada con cantos redondos, hasta un patio, y después, por una de sus muchas escalerillas subieron al balcón del piso primero, en el cual se abría una fila de puertas y de ventanas pintadas de azul. The two boys walked through a narrow passage paved with cobblestones until they reached a courtyard, and then, by one of the numerous staircases they climbed to the balcony of the first floor, on which opened a row of doors and windows all painted blue.
—Aquí vivimos nosotros—dijo Vidal, señalando una de aquellas puertas. "Here′s where we live," said Vidal, pointing to one of the doors.
Pasaron adentro; era la casa del señor Ignacio pequeña: la componían dos alcobas, una sala, la cocina y un cuarto obscuro. El primer cuarto era la sala, amueblada con una cómoda de pino, un sofá, varias sillas de paja y un espejo verde, lleno de cromos y de fotografías, envuelto en una gasa roja. Solía la familia del zapatero hacer de comedor este cuarto los domingos, por ser el más espacioso y el de más luz. They entered. Señor Ignacio′s home was small; it comprised two bedrooms, a parlour, the kitchen and a dark room. The first habitation was the parlour, furnished with a pine bureau, a sofa, several straw chairs and a green mirror stuck with chromos and photographs and covered with red netting. The cobbler′s family used the parlour as the dining-room on Sundays, because it was the lightest and the most spacious of their rooms.
Cuando llegaron Manuel y Vidal, hacía tiempo que los esperaban. Sentáronse todos a la mesa, y la Salomé, la cuñada del zapatero, se encargó de servir la comida. Manuel no conocía a la Salomé. Era parecidísima a su hermana, la madre de Vidal. Las dos, de mediana estatura, tenían la nariz corta y descarada, los ojos negros y hermosos; a pesar de su semejanza física, las diferenciaba por completo su aspecto: la madre de Vidal, llamada Leandra, sucia, despeinada, astrosa, con trazas de malhumor, parecía mucho más vieja que la Salomé, aunque no la llevaba mas que tres o cuatro años. La Salomé mostraba en su semblante un aire alegre y decidido. When Manuel and Vidal arrived the family had been waiting for them a long time. They all sat down to table, and Salomé, the cobbler′s sister-in-law, took charge of serving the meal. She resembled very closely her sister, the mother of Vidal. Both, of medium height, had short, saucy noses and black, pretty eyes; despite this physical similarity, however, their appearance differentiated them sharply. Vidal′s mother,—called Leandra,—untidy, unkempt, loathsome, and betraying traces of ill humour, seemed much older than Salomé, although but three or four years separated them. Salomé had a merry, resolute air.
¡Y lo que es la suerte! La Leandra, a pesar de su abandono, de su humor agrio y de su afición al aguardiente, estaba casada con un hombre trabajador y bueno, y, en cambio, la Salomé, dotada de excelentes condiciones de laboriosidad y buen genio, había concluído amontonándose con un gachó entre estafador, descuidero y matón, del cual tenía dos hijos. Por un espíritu de humildad o de esclavitud, unido a un natural independiente y bravío, la Salomé adoraba a su hombre, y se engañaba a sí misma, para considerarlo como tremendo y bragado, aunque era un cobarde y un gandul. El bellaco se había dado cuenta clara de la cosa, y cuando le parecía bien, con un ceño terrible aparecía en la casa y exigía los cuartos que la Salomé ganaba cosiendo a máquina, a cinco céntimos las dos varas. Ella le daba sin pena el producto de su penoso trabajo, y muchas veces el truhán no se contentaba con sacarle el dinero, sino que la zurraba además. Yet, consider the irony of fate! Leandra, despite her slovenly ways, her sour disposition and her addiction to drink, was married to a good hardworking man, while Salomé, endowed with excellent gifts of industriousness and sweet temper, had wound up by going to live with an outcast who made his way by swindling, pilfering and browbeating and who had given her two children. Her humble or servile spirit, confronted with this wild, independent nature, made Salomé adore her man, and she deceived herself into considering him a tremendous, energetic fellow, though he was in all truth a coward and a tramp. The bully had seen just how matters stood, and whenever it pleased him he would stamp into the house and demand the pay that Salomé earned by sewing at the machine, at five céntimos per two yards. Unresistingly she handed him the product of her sweating toil, and many a time the ruffian, not content with depriving her of the money, gave her a beating into the bargain.
Los dos niños de la Salomé no estaban este día en casa del señor Ignacio; los domingos, después de ponerlos muy guapos y bien vestidos, su madre los enviaba a casa de una parienta suya, maestra de un taller, en donde pasaban la tarde. Salomé′s two children were not today in Señor Ignacio′s home; on Sundays, after dressing them very neatly, their mother would send them to a relative of hers,—the proprietress of a workshop,—where they spent the afternoon.
En la comida, Manuel escuchó, sin terciar en la conversación. Se habló de una de las muchachas de la vecindad que se había ido con un chalán muy rico, hombre casado y con familia. At the meal Manuel listened to the conversation without taking part. They were discussing one of the girls of the neighbourhood who had run off with a wealthy horse-dealer, a married man with a family.
—Ha hecho bien—dijo la Leandra, vaciando un vaso de vino. "She did wisely," declared Leandra, draining a glass of wine.
—Si no sabía que era casado... "If she didn′t know he was married…."
—¿Qué más da?—contestó la Leandra, con aire indiferente. "What′s the difference?" retorted Leandra with an air of unconcern.
—Mucho. ¿A ti te gustaría que una mujer se llevara tu marido?—preguntó la Salomé a su hermana. "Plenty. How would you like a woman to carry off your husband?" Salomé asked her sister.
—¡Psch! "Psch!"
—Sí; ahora ya se sabe—interrumpió la madre del señor Ignacio—. ¡Si de dos mujeres no hay una honrá! "Yes, nowadays, we know," interrupted Señor Ignacio′s mother. "Of two women there isn′t one that′s respectable."
—Bastante se adelanta con ser honrá—repuso la Leandra—: miseria y hambre... Si no se casara una, podría una alternar y hasta tener dinero. "A great ways any one′ll go by being respectable," snarled Leandra. "Poverty and hunger…. If a woman weren′t to get married, then she might make a change and even acquire money."
—Pues no sé cómo—replicó la Salomé. "I don′t see how," asserted Salomé.
—¿Cómo? Aunque fuese haciendo la carrera. "How? Even if she had to go into the business."
El señor Ignacio desvió con disgusto la vista de su mujer, y el hijo mayor, Leandro, miró a su madre de un modo torvo y severo. Señor Ignacio, disgusted, turned his head away from his wife, and his elder son, Leandro, eyed his mother grimly, severely.
—¡Bah!, eso se dice—arguyó la Salomé, que quería discutir la cuestión impersonalmente—; pero a ti no te hubiera gustado que te insultaran por todas partes. "Bah, that′s all talk," argued Salomé, who wished to thresh the matter out impersonally. "You′d hardly like it just the same if folks were to insult you wherever you went."
—¿A mí? ¡Bastante me importa a mí lo que digan!—contestó la zapatera—. ¡Ay, qué leñe! Si me dicen golfa, y no soy golfa..., ya ves: corona de flores; y si lo soy..., pata. "Me? Much I care what folks say to me!" replied the cobbler′s wife. "Stuff and nonsense! If they call me a loose woman, and if I′m not, why, you see: a floral wreath. And if I am,—it′s all the same in the end."
El señor Ignacio se sentía ofendido, y desvió la conversación, hablando del crimen de las Peñuelas: se trataba de un organillero celoso que había matado a su querida por una mala palabra; la cuestión apasionaba; cada uno dió su parecer. Concluyó la comida, y el señor Ignacio, Leandro, Vidal y Manuel salieron a la galería a echar la siesta mientras las mujeres quedaban dentro hablando. Señor Ignacio, offended, shifted the conversation to the crime on Pañuelas Street; a jealous organ-grinder had slain his sweetheart for a harsh word and the hearers were excited over the case, each offering his opinion. The meal over, Señor Ignacio, Leandro, Vidal and Manuel went out to the gallery to have a nap while the women remained inside gossiping.
En el patio, todos los vecinos sacaban el petate fuera, y, en camiseta, medio desnudos, sentados unos, tendidos los otros, dormían en las galerías. All the neighbours had brought their sleeping-mats out, and in their undershirts, half naked, some seated, others stretched out, they were dozing on the galleries.
—Anda, tú, vamos—dijo Vidal a Manuel. "Hey, you," said Vidal to Manuel. "Let′s be off."
—¿Adónde? "Where?"
—Con los Piratas. Hoy tenemos cita; nos estarán esperando. "To the Pirates. We meet today. They must be waiting for us already."
—Pero ¿qué piratas? "What do you mean,—pirates?"
—El Bizco y esos. "Bizco and the others."
—¿Y por qué los llaman así? "And why do they call ′em that?"
—Porque son como los piratas. "Because they′re like the old time pirates."
Bajaron Manuel y Vidal al patio; salieron de casa y descendieron por el arroyo de Embajadores. Manuel and Vidal stepped into the patio and leaving the house, walked off down Embajadores lane.
—Pues nos llaman los Piratas—dijo Vidal—, de una pedrea que tuvimos. Unos chicos del paseo de las Acacias se habían formado con palos, y llevaban una bandera española, y, entonces, yo, el Bizco y otros tres o cuatro, empezamos con ellos a pedradas y les hicimos escapar; y el Corretor, uno que vive en nuestra casa y que nos vió ir detrás de ellos, nos dijo: «—Pero vosotros, ¿sois piratas o qué? Porque si sois piratas debéis llevar la bandera negra». Y al día siguiente yo cogí un delantal obscuro de mi padre y lo até en un palo y fuimos detrás de los que llevaban la bandera española, y por poco no se la quitamos; por eso nos llaman los piratas. "They call us the Pirates," explained Vidal, "from a certain battle of stones we had. Some of the kids from the Paseo de las Acacias had got some sticks and formed a company with a Spanish flag at the head; then I, Bizco, and three or four others, began to throw stones at them and made them retreat. The Corretor, a fellow who lives in our house, and who saw us chasing after them, said to us: ′Say, are you pirates or what? For, if you′re pirates you ought to fly the black flag. Well, next day I swiped a dark apron from my father and I tied it to a stick and we got after the kids with the Spanish flag and came near making them surrender it. That′s why they call us the Pirates."
Llegaron los dos primos a una barriada miserable y pequeña. The two cousins came to a tiny, squalid district.
—Esta es la Casa del Cabrero—dijo Vidal—; aquí están los socios. "This is the Casa del Cabrero," said Vidal. "And here are our chums."
Efectivamente; se hallaba acampada toda la piratería. Allí conoció Manuel al Bizco, una especie de chimpancé, cuadrado, membrudo, con los brazos largos, las piernas torcidas y las manos enormes y rojas. So it proved; the entire pirate gang was here encamped. Manuel now made the acquaintance of El Bizco, a cross-eyed species of chimpanzee, square-shaped, husky, long-armed, with misshapen legs and huge red hands.
—Este es mi primo—añadió Vidal, presentando Manuel a la cuadrilla; y después, para hacerle más interesante, contó cómo había llegado a casa con dos chichones inmensos producidos en lucha homérica sostenida contra un hombre. "This is my cousin," added Vidal, introducing Manuel to the gang; and then, to make him seem interesting, he told how Manuel had come to the house with two immense lumps that he had received in a Homeric struggle with a man.
El Bizco miró atentamente a Manuel, y viendo que Manuel le observaba a su vez con tranquilidad, desvió la vista. La cara del Bizco producía el interés de un bicharraco extraño o de un tic patológico. La frente estrecha, la nariz roma, los labios abultados, la piel pecosa y el pelo rojo y duro, le daban el aspecto de un mandril grande y rubio. Bizco stared closely at Manuel, and seeing that Manuel, on his side, was observing him calmly, averted his gaze. Bizco′s face possessed the interest of a queer animal or of a pathological specimen. His narrow forehead, his flat nose, his thick lips, his freckled skin and his red, wiry hair lent him the appearance of a huge, red baboon.
Desde el momento que llegó Vidal, la cuadrilla se movilizó y anduvieron todos los chicos merodeando por la Casa del Cabrero. As soon as Vidal had arrived, the gang mobilized and all the ragamuffins went foraging through la Casa del Cabrero.
Llamaban así a un grupo de casuchas bajas con un patio estrecho y largo en medio. En aquella hora de calor, a la sombra, dormían como aletargados, tendidos en el suelo, hombres y mujeres medio desnudos. Algunas mujeres en camisa, acurrucadas y en corro de cuatro o cinco, fumaban el mismo cigarro, pasándoselo una a otra y dándole cada una su chupada. This was the name given to a group of low tenement hovels that bounded a long, narrow patio. At this hot hour the men and women, stretched out half naked on the ground, were sleeping in the shade as in a trance. Some women, in shifts, huddled into a circle of four or five, were smoking the same cigar, each taking a puff and passing it along from hand to hand.
Pululaba una nube de chiquillos desnudos, de color de tierra, la mayoría negros, algunos rubios, de ojos, azules. Como si sintieran ya la degradación de su miseria, aquellos chicos no alborotaban ni gritaban. A swarm of naked brats infested the place; they were the colour of the soil, most of them black, some fair, with blue eyes. As if already they felt the degradation of their poverty, these urchins neither shouted nor frolicked about the yard.
Unas cuantas chiquillas de diez a catorce años charlaban en grupo. El Bizco y Vidal y los demás las persiguieron por el patio. Corrían las chicas medio desnudas, insultándoles y chillando. A few lasses of ten to fourteen were chatting in a group. Bizco, Vidal and the rest of the gang gave chase to them around the patio. The girls, half naked, dashed off, shrieking and shouting insults.
El Bizco contó que había forzado algunas de aquellas muchachitas. Bizco boasted that he had violated some of the girls.
—Son todas puchereras, como las de la calle de Ceres—dijo uno de los piratas. "They′re all puchereras like the ones on Ceres Street," said one of the Pirates.
—¿Hacen pucheros?—preguntó Manuel. "So they make pots, do they?" inquired Manuel.
—Sí; buenos pucheros. "Yes. Fine pots, all right!"
—Pues ¿por qué son puchereras? "Then why do you call them puchereras?"
—Pu... lo demás—añadió el chico haciendo un corte de mangas. "Becau—" added the urchin, and he made a coarse gesture.
—Que son zorras, tartamudeó el Bizco—. Pareces tonto. "Because they′re a sly bunch," stammered Bizco. "You′re awful simple."
Manuel contempló al Bizco con desprecio, y preguntó a su primo: Manuel contemplated Bizco scornfully, and asked his cousin:
—¿Pero esas chicas? "Do you mean to say that those little girls…?"
—Ellas y sus madres—repuso Vidal con filosofía—. Casi todas las que viven aquí. "They and their mothers," answered Vidal philosophically. "Almost all of ′em that live here."
Salieron los Piratas de la Casa del Cabrero, bajaron a una hondonada, después de pasar al lado de una valla alta y negra, y por en medio de Casa Blanca desembocaron en el paseo de Yeserías. The Pirates left the Casa del Cabrero, descended an embarkment after passing a high, black fence, and at the middle of Casa Blanca turned into the Paseo de Yeserías.
Se acercaron al Depósito de cadáveres, un pabellón blanco próximo al río, colocado al comienzo de la Dehesa del Canal. Le dieron vuelta por si veían por las ventanas algún muerto, pero las ventanas estaban cerradas. They approached the morgue, a white structure near the river, situated at the foot of the Dehesa del Canal. They circled around it, trying to catch a glimpse of some corpse, but the windows were closed.
Siguieron andando por la orilla del Manzanares, entre los pinos torcidos de la Dehesa. El río venía exhausto, formado por unos cuantos hilillos de agua negra y de charcos encima del barro. They continued along the banks of the Manzanares, amidst the twisted pines of la Dehesa. The river ran very thin, consisting of a few threads of murky water and pools above the mud.
Al final de la Dehesa de la Arganzuela, frente a un solar espacioso y grande, limitado por una valla hecha con latas de petróleo, extendidas y clavadas en postes, se detuvo la cuadrilla a contemplar el solar, cuya área extensa la ocupaban carros de riego, barrederas mecánicas, bombas de extraer pozos negros, montones de escobas y otra porción de menesteres y utensilios de la limpieza urbana. At the end of the Dehesa de la Arganzuela, opposite a large, spacious lot surrounded by a fence made of flattened oil cans nailed to posts, the gang paused to inspect the place, whose wide area was taken up with watering-carts, mechanical sweepers, ditch pumps, heaps of brooms and other tools and appurtenances of municipal cleanliness.
A uno de los lados del solar se levantaba un edificio blanco, en otra época iglesia o convento, a juzgar por sus dos torres y el hueco de las campanas abierto en ellas. In one corner of the lot arose a white edifice that, judging from its two towers and the vacant belfries, had formerly been a church or a convent.
Anduvo la cuadrilla husmeando por allí; pasaron los chicos por debajo de un arco, con un letrero, en donde se leía: «Depósito de Caballos Padres»; y por detrás del edificio con trazas de convento llegaron cerca de unas barracas de esteras sucias y mugrientas: chozas de aduar africano, construídas sobre armazón de palitroques y cañas. The gang went nosing about the place and passed under an arch bearing the inscription: "Stallion Stables." Behind the structure that looked like a convent they came upon some shanties furnished with filthy, grimy mats: African huts built upon a framework of rough sticks and cane.
El Bizco entró en una de aquellas chozas y salió con un pedazo de bacalao en la mano. Bizco went into one of these hovels and returned with a piece of cod in his hand.
Manuel sintió un miedo horrible. Manuel was overcome by a horrible fear.
—Me voy—dijo a Vidal. "I′m going," he said to Vidal.
—¡Anda éste!...—exclamó uno con ironía—. Pues no tienes tú poco sorullo. "What do you mean!…" exclaimed one of the gang ironically. "Much nerve you′ve got!"
De pronto otro de los chicos gritó: All at once another of the urchins cried:
—A najarse, que viene gente. "Skip. Somebody′s coming!"
Echaron todos los de la cuadrilla a correr por el paseo del Canal. The pirates started on a run down the Paseo del Canal.
Se veía Madrid envuelto en una nube de polvo, con sus casas amarillentas. Las altas vidrieras relucían a la luz del sol poniente. Del paseo del Canal, atravesando un campo de rastrojo, entraron todos por una callejuela en la plaza de las Peñuelas; luego, por otra calle en cuesta, subieron al paseo de las Acacias. Madrid, with its yellowish dwellings veiled in a cloud of dust, came into view. The high window-panes were aglow with the reflection of the setting sun. From the Paseo del Canal, crossing a stubble patch, they reached the Plaza de las Peñuelas, then, after going up another street they climbed the Paseo de las Acacias.
Entraron en el Corralón, Manuel y Vidal, después de citarse con la cuadrilla para el domingo siguiente, subieron la escalera hasta la galería de la casa del señor Ignacio, y cuando se acercaron a la puerta del zapatero oyeron gritos. They entered the Corralón. Manuel and Vidal, after having arranged to meet the gang on the following Sunday, climbed the stairway to Señor Ignacio′s house and as they drew near to the cobbler′s door they heard cries.
—Padre está zurrando a la vieja—murmuró Vidal—. Lo que haya hoy que jamar aquí, pa el gato. Me marcho a acostar. "Father′s giving the old lady a beating," murmured Vidal. "There won′t be much to eat today. I′m going off to sleep."
—Y yo, ¿cómo voy a la otra casa?—preguntó Manuel. "And how do I get to the other house?" asked Manuel.
—No tienes mas que seguir la Ronda hasta llegar a la escalera de la calle del Aguila. No hay pérdida. "All you have to do is walk along the Ronda until you reach the Aguila street stairway. You can′t miss it."
Manuel siguió el camino indicado. Hacía un calor horrible; el aire estaba lleno de polvo: jugaban algunos hombres a los naipes a las puertas de las tabernas, y en otras, al son de un organillo, bailaban abrazados. Manuel followed the directions. It was fearfully hot; the air was thick with dust. A few men were playing cards in tavern doorways, and in others they were dancing in embrace to the strains of a barrel-organ.
Cuando llegó Manuel frente a la escalera de la calle del Aguila, anochecía. Se sentó a descansar un rato en el Campillo de Gil Imón. Veíase desde allá arriba el campo amarillento, cada vez más sombrío con la proximidad de la noche, y las chimeneas y las casas, perfiladas con dureza en el horizonte. El cielo azul y verde arriba se inyectaba de rojo a ras de la tierra, se obscurecía y tomaba colores siniestros, rojos cobrizos, rojos de púrpura. When Manuel reached the Aguila Street stairway it was getting dark. He sat down to rest a while in the Campillo de Gil Imón. From this elevated point could be seen the yellowish country, growing darker and darker with approaching night, and the chimneys and housetops sharply outlined against the horizon. The sky, blue and green above, was flushed with red nearer the earth; it darkened and assumed sinister hues,—coppery reds, purplish reds.
Asomaban por encima de las tapias las torrecitas y cipreses del cementerio de San Isidro; una cúpula redonda se destacaba recortada en el aire; en su remate se erguía un angelote, con las alas desplegadas, como presto para levantar el vuelo sobre el fondo incendiado y sangriento de la tarde. Above the mudwalls jutted the turrets and the cypresses of San Isidro cemetery; a round cupola stood out clearly in the atmosphere; at its top rose an angel with wings outspread, as if about to take flight against the flaming, blood-red background of evening.
Por encima de las nubes estratificadas del crepúsculo brillaba una pálida estrella en una gran franja verde, y en el vago horizonte, animado por la última palpitación del día, se divisaban, inciertos, montes lejanos. Above the embanked clouds of the twilight shone a pale star in a green border, and on the horizon, animated by the last breath of day, could be discerned the hazy silhouettes of distant mountains.




CAPÍTULO II

El corralón o la casa del tío Rilo. Los odios de vecindad.

CHAPTER II

[H4The "Big Yard," or Uncle Rilo′s House—Local Enmities.
CUANDO la Salomé terminó su labor de costura y fué a dormir a la calle del Aguila, Manuel pasó definitivamente a sentar sus reales a la casa del tío Rilo, del arroyo de Embajadores. Llamaban unos a esta casa la Corrala, otros el Corralón, otros la Piltra, y con tantos nombres la designaban, que no parecía sino que los inquilinos se pasaban horas y horas pensando motes para ella. When Salomé finished her sewing and went off to Aguila Street to sleep, Manuel definitively settled in the home of Uncle Rilo, of Embajadores lane. Some called this La Corrala, others, El Corralón, still others, La Piltra, and it boasted so many other names that it seemed as if the neighbours spent hours and hours thinking up new designations for it.
Daba el Corralón—este era el nombre más familiar de la piltra del tío Rilo—al paseo de las Acacias, pero no se hallaba en la línea de este paseo, sino algo metida hacia atrás. La fachada de esta casa, baja, estrecha, enjalbegada de cal, no indicaba su profundidad y tamaño; se abrían en esta fachada unos cuantos ventanucos y agujeros asimétricamente combinados, y un arco sin puerta daba acceso a un callejón empedrado con cantos, el cual, ensanchado después, formaba un patio, circunscrito por altas paredes negruzcas. The Corralón (Big yard)—this was the best known name of Uncle Rilo′s lair,—fronted the Paseo de las Acacias, but it was not in the direct line of this thoroughfare, as it set somewhat back. The façade of this tenement, low, narrow, kalso-mined, indicated neither the depth nor the size of the building; the front revealed a few ill-shaped windows and holes unevenly arranged, while a doorless archway gave access to a narrow passage paved with cobblestones; this, soon widening, formed a patio surrounded by high, gloomy walls.
De los lados del callejón de entrada subían escaleras de ladrillo a galerías abiertas, que corrían a lo largo de la casa en los tres pisos, dando la vuelta al patio. Abríanse de trecho en trecho, en el fondo de estas galerías, filas de puertas pintadas de azul, con un número negro en el dintel de cada una. From the sides of the narrow entrance passage rose brick stairways leading to open galleries that ran along the three stories of the house and returned to the patio. At intervals, in the back of these galleries, opened rows of doors painted blue with a black number on the lintel of each.
Entre la cal y los ladrillos de las paredes asomaban, como huesos puestos al descubierto, largueros y travesaños, rodeados de tomizas resecas. Las columnas de las galerías, así como las zapatas y pies derechos en que se apoyaban, debían haber estado en otro tiempo pintados de verde; pero, a consecuencia de la acción constante del sol y de la lluvia, ya no les quedaban mas que alguna que otra zona con su primitivo color. Between the lime and the bricks of the walls stuck out, like exposed bones, jamb-posts and crossbeams, surrounded by lean bass ropes. The gallery columns, as well as the lintels and the beams that supported them, must formerly have been painted green, but as the result of the constant action of sun and rain only a stray patch of the original colour remained.
Hallábase el patio siempre sucio; en un ángulo se levantaba un montón de trastos inservibles, cubierto de chapas de cinc; se veían telas puercas y tablas carcomidas, escombros, ladrillos, tejas y cestos: un revoltijo de mil diablos. Todas las tardes algunas vecinas lavaban el patio, y cuando terminaban su faena vaciaban los lebrillos en el suelo, y los grandes charcos, al secarse, dejaban manchas blancas y regueros azules del agua de añil. Solían echar también los vecinos por cualquier parte la basura, y cuando llovía, como se obturaba casi siempre la boca del sumidero, se producía una pestilencia insoportable de la corrupción del agua negra que inundaba el patio, y sobre la cual nadaban hojas de col y papeles pringosos. The courtyard was always filthy; in one corner lay a heap of useless scraps covered by a sheet of zinc; one could make out grimy cloths, decayed planks, debris, bricks, tiles, baskets: an infernal jumble. Every afternoon some of the women would do their washing in the patio, and when they finished their work they would empty their tubs on to the ground, and the big pools, on drying, would leave white stains and indigo rills of bluing. The neighbours also had the habit of throwing their rubbish anywhere at all, and when it rained—since the mouth of the drain would always become clogged—an unbearable, pestilential odour would rise from the black, stagnant stream that inundated the patio, and on its surface floated cabbage leaves and greasy papers.
A cada vecino le quedaba para sus menesteres el trozo de galería que ocupaba su casa; por el aspecto de este espacio podía colegirse el grado de miseria o de relativo bienestar de cada familia, sus aficiones y sus gustos, Aquí se advertía cierta limpieza y curiosidad: la pared blanqueada, una jaula, algunas flores en pucheretes de barro; allá se traslucía cierto instinto utilitario en las ristras de ajos puestas a secar, en las uvas colgadas; en otra parte, un banco de carpintero, la caja de herramientas, denunciaban al hombre laborioso, que trabajaba en las horas libres. Each neighbour could leave his tools and things in the section of the gallery that bounded his dwelling; from the looks of this area one might deduce the grade of poverty or relative comfort of each family,—its predilections and its tastes. This space usually revealed an attempt at cleanliness and a curious aspect; here the wall was whitewashed, there hung a cage,—a few flowers in earthenware pots; elsewhere a certain utilitarian instinct found vent in the strings of garlic put out to dry or clusters of grape suspended; beyond, a carpenter′s bench and a tool-chest gave evidence of the industrious fellow who worked during his free hours.
Pero, en general, no se veían mas que ropas sucias, colgadas en las barandillas; cortinas hechas con esteras, colchas llenas de remiendos de abigarrados colores, harapos negruzcos puestos sobre mangos de escobas o tendidos en cuerdas atadas de un pilar a otro, para interceptar más aún la luz y el aire. In general, however, one could see only dirty wash hung out on the balustrades, curtains made of mats, quilts mended with patches of ill-assorted colors, begrimed rags stretched over broomsticks or suspended from ropes tied from one post to the other, that they might get a trifle more light and air.
Cada trozo de galería era manifestación de una vida distinta dentro del comunismo del hambre; había en aquella casa todos los grados y matices de la miseria: desde la heroica, vestida con el harapo limpio y decente, hasta la más nauseabunda y repulsiva. Every section of the gallery was a manifestation of a life apart within this communism of hunger; this edifice contained every grade and shade of poverty: from the heroic, garbed in clean, decent tatters, to the most nauseating and repulsive.
En la mayor parte de los cuartos y chiribitiles de la Corrala, saltaba a los ojos la miseria resignada y perezosa, unida al empobrecimiento orgánico y al empobrecimiento moral. In the majority of the rooms and holes of La Corrala one was struck immediately by the resigned, indolent indigence combined with organic and moral impoverishment.
En el espacio que disfrutaba la familia del zapatero; en la punta de una pértiga muy larga, atada a uno de los pilares, colgaban unos pantalones llenos de remiendos, que se balanceaban cómicamente. In the space belonging to the cobbler′s family, at the tip of a very long pole attached to one of the pillars, waved a pair of patch-covered trousers comically balancing itself.
Del patio grande del Corralón partía un pasillo, lleno de inmundicias, que daba a otro patio más pequeño, en el invierno convertido en un fétido pantano. Off from the large courtyard of El Corralón branched a causeway heaped with ordure, leading to a smaller courtyard that in winter was converted into a fetid swamp.
Un farol, metido dentro de una alambrera, para evitar que lo rompiesen los chicos a pedradas, colgaba de una de sus paredes negras. A lantern, surrounded with a wire netting to prevent the children from breaking it with stones, hung from one of the black walls.
En el patio interior los cuartos costaban mucho menos que en el grande; la mayoría eran de veinte y treinta reales; pero los había de dos y tres pesetas al mes: chiscones obscuros, sin ventilación alguna, construídos en los huecos de las escaleras y debajo del tejado. In the inner courtyard the rooms were much cheaper than those of the large patio; most of them brought twenty-three reales, but there were some for two or three pesetas per month: dismal dens with no ventilation at all, built in the spaces under stairways and under the roof.
En otro clima más húmedo, la Corrala hubiera sido un foco de infección; el viento y el sol de Madrid, ese sol que saca ronchas en la piel, se encargaba de desinfectar aquella madriguera. In some moister climate La Corrala would have been a nest of contagion: the wind and sun of Madrid, however,—that sun which brings blisters to the skin,—saw to the disinfection of that pesthole.
Para que en aquella casa hubiese siempre algo terrible y trágico, al entrar solía verse en el portal o en el pasillo una mujer borracha y delirante, que pedía limosna e insultaba a todo el mundo, a quien llamaban La Muerte. Debía ser muy vieja, o lo parecía al menos; su mirada era extraviada, su aspecto huraño, la cara llena de costras; uno de sus párpados inferiores, retraído por alguna enfermedad, dejaba ver el interior del globo del ojo, sangriento y turbio. Solía andar La Muerte cubierta de harapos, en chanelas, con una lata y un cesto viejo, donde recogía lo que encontraba. Por cierta consideración supersticiosa no la echaban a la calle. As if to make sure that terror and tragedy should haunt the edifice, one saw, on entering,—either at the main door or in the corridor,—a drunken, delirious hag who begged alms and spat insults at everybody. They called her Death. She must have been very old, or at least appeared so. Her gaze was wandering, her look diffident, her face purulent with scabs; one of her lower eyelids, drawn in as the result of some ailment, exposed the bloody, turbid inside of her eyeball. Death would stalk about in her tatters, in house slippers, with a tin-box and an old basket into which she gathered her findings. Through certain superstitious considerations none dared to throw her into the street.
La primera noche de Manuel en la Corrala vió, no sin cierto asombro, la verdad de lo que decía Vidal. Este y casi todos los de su edad tenían sus novias entre las chiquillas de la casa, y no era raro, al pasar junto a un rincón, ver una pareja que se levantaba y echaba a correr. On his very first night in La Corrala Manuel verified, not without a certain astonishment, the truth of what Vidal had told him. That youngster, and almost all the gamins of his age, had sweethearts among the little girls of the tenement, and it was not a rare occurrence, as he passed by some nook, to come upon a couple that jumped up and ran away.
Los chicos pequeños se divertían jugando al toro, y entre las suertes más aplaudidas se contaba la de Don Tancredo. Se ponía un chico a cuatro patas, y otro, que no pesase mucho, encima, con los brazos cruzados, el cuerpo echado para atrás, y en la cabeza, alta y erguida, un sombrero de papel de tres picos. The little children amused themselves playing bull-fight, and among the most-applauded feats was that of Don Tancredo. One tot would get down on all fours, and another, not very heavy, would mount him and fold his arms, thrust back his chest and place a three-cornered hat of paper upon his erect, haughty head.
Se acercaba el que hacía de toro, mugía sonoramente, olfateaba a Don Tancredo y pasaba junto a él sin derribarle; volvía a pasar un par de veces, hasta que se largaba. Entonces Don Tancredo bajaba de su vivo pedestal a recibir el aplauso del público. Había toros marrajos, y guasones que se les ocurría tirar estatua y pedestal al suelo, lo cual era recibido entre el clamoreo y la algazara del público. He who was playing the bull would approach, roar loudly, sniff Don Tancredo and pass by without throwing him over; a couple of times he would repeat this, and then dash off. Whereupon Don Tancredo would dismount from his living pedestal to receive the plaudits of the public. There were wily, waggish bulls who took it into their heads to pull both statue and pedestal to the ground, and this would be received amidst shouts and huzzahs of the spectators.
Mientras tanto, las chicas jugaban al corro, las mujeres gritaban de galería a galería y los hombres charlaban en mangas de camisa; alguno, sentado en el suelo, rasgueaba monótonamente en las cuerdas de una guitarra. In the meantime the girls would be playing in a ring, the women would shout from gallery to gallery and the men would chat in their shirtsleeves; some fellow, squatting on the floor, would scrape away monotonously at the strings of a guitar.
La Muerte, la vieja mendiga, solía también amenizar las veladas con sus largos parlamentos. La Muerte, the old beggar, would also cheer the evening gatherings with her long discourse.
Era la Corrala un mundo en pequeño, agitado y febril, que bullía como una gusanera. Allí se trabajaba, se holgaba, se bebía, se ayunaba, se moría de hambre; allí se construían muebles, se falsificaban antigÜedades, se zurcían bordados antiguos, se fabricaban buñuelos, se componían porcelanas rotas, se concertaban robos, se prostituían mujeres. La Corrala was a seething, feverish world in little, as busy as an anthill. There people toiled, idled, guzzled, ate and died of hunger; there furniture was made, antiques were counterfeited, old embroideries were fashioned, buns cooked, broken porcelain mended, robberies planned and women′s favours traded.
Era la Corrala un microcosmo; se decía que, puestos en hilera los vecinos, llegarían desde el arroyo de Embajadores a la plaza del Progreso; allí había hombres que lo eran todo, y no eran nada: medio sabios, medio herreros, medio carpinteros, medio albañiles, medio comerciantes, medio ladrones. La Corrala was a microcosm; it was said that if all the denizens were placed in line they would reach from Embajadores lane to the Plaza del Progreso; it harboured men who were everything and yet nothing: half scholars, half smiths, half carpenters, half masons, half business men, half thieves.
Era, en general, toda la gente que allí habitaba gente descentrada, que vivía en el continuo aplanamiento producido por la eterna e irremediable miseria; muchos cambiaban de oficio, como un reptil, de piel; otros no lo tenían; algunos peones de carpintero, de albañil, a consecuencia de su falta de iniciativa, de comprensión y de habilidad, no podían pasar de peones. Había también gitanos, esquiladores de mulas y de perros, y no faltaban cargadores, barberos ambulantes y saltimbanquis. Casi todos ellos, si se terciaba, robaban lo que podían; todos presentaban el mismo aspecto de miseria y de consunción. Todos sentían una rabia constante, que se manifestaba en imprecaciones furiosas y en blasfemias. In general, everybody who lived here was disoriented, dwelling in that unending abjection produced by everlasting, irremediable poverty; many sloughed their occupations as a reptile its skin; others had none; some carpenters′ or masons′ helpers, because of their lack of initiative, understanding and skill, could never graduate from their apprenticeship. There were also gypsies, mule and dog clippers, nor was there a dearth of porters, itinerant barbers and mountebanks. Almost all of them, if opportunity offered, stole what they could; they all presented the same pauperized, emaciated look. And all harboured a constant rage that vented itself in furious imprecations and blasphemies.
Vivían como hundidos en las sombras de un sueño profundo, sin formarse idea clara de su vida, sin aspiraciones, ni planes, ni proyectos, ni nada. They lived as if sunk in the shades of a deep slumber, unable to form any clear notion of their lives, without aspirations, aims, projects or anything.
Había algunos a los cuales un par de vasos de vino les dejaba borrachos media semana; otros parecían estarlo, sin beber, y reflejaban constantemente en su rostro el abatimiento más absoluto, del cual no salían mas que en un momento de ira o de indignación. There were some whom a couple of glasses of wine made drunk for half a week; others seemed already besotted, without having had a sip, and their countenances constantly mirrored the most absolute debasement, whence they escaped only in a fleeting moment of anger or indignation.
El dinero era para ellos la mayoría de las veces una desgracia. Comprendiendo instintivamente la debilidad de sus fuerzas y de sus inclinaciones, se preparaban a hacer ánimos yendo a la taberna; allí se exaltaban, gritaban, discutían, olvidaban las penas del momento, se sentían generosos, y cuando, después de soltar baladronadas, se creían dispuestos para algo, se encontraban sin un céntimo y con las energías ficticias del alcohol que se iba disipando. Money was to them, more often than not, a misfortune. Possessing an instinctive understanding of their weakness and their frail wills, they would resort to the tavern in quest of courage; there they would cast off all restraint, shout, argue, forget the sorrows of the moment, feel generous, and when, after having bragged to the top of their bent they believed themselves ready for anything, they discovered that they hadn′t a céntimo and that the illusory strength imbibed with the alcohol was evaporating.
Las mujeres de la casa, por lo general, trabajaban más que los hombres, y reñían casi constantemente. De treinta años para arriba tenían todas el mismo carácter y casi el mismo tipo: negras, desmelenadas, iracundas; gritaban y se desesperaban por cualquier cosa. The women of the house, as a rule, worked harder than the men, and were almost always disputing. For thirty years past they had all shared the same character and represented almost the same type: foul, unkempt, termagacious, they—shrieked and grew desperate upon the slightest provocation.
De cuando en cuando, como un suave rayo de sol en la umbría, penetraba en el alma de aquellos hombres entontecidos y bestiales, de aquellas mujeres agriadas por la vida áspera y sin consuelo ni ilusión, un sentimiento romántico, de desinterés, de ternura, que les hacía vivir humanamente; y cuando pasaba la racha de sentimentalismo, volvían otra vez a su inercia moral, resignada y pasiva. From time to time, like a gentle sunbeam amidst the gloom, the souls of these stultified, bestial men,—of these women embittered by harsh lives that held neither solace nor illusion,—would be penetrated by a romantic, disinterested feeling of tenderness that made them live like human beings for a while; but when the gust of sentimentalism had blown over, they would return to their moral inertia, as resigned and passive as ever.
Los vecinos constantes del Corralón se contaban entre los del primer patio. En el otro, la mayoría ambulantes, pasaban en la casa a lo más un par de semanas, y luego, como se decía allí, ahuecaban el ala. The permanent neighbours of La Corrala were situated in the floors surrounding the large courtyard. In the other courtyard the majority were transients, and spent, at most, a couple of weeks in the house. Then, as the saying was among them, they spread wing.
Un día se presentaba un lañador con su gran zurrón, su berbiquí y sus alicates, que gritaba por las calles, con voz bronca: «¡A componer tinajas y artesones..., barreños, platos y fuentes!», y después de pasar una corta temporada se largaba; a la semana siguiente aparecía un vendedor de telas de saldo, que pregonaba a gritos pañuelos de seda a diez y quince céntimos; otro día se hospedaba un buhonero con sus cajas llenas de alfileres, horquillas y pasadores, o algún comprador ce galones de oro y plata. Ciertas épocas del año daban un contingente de tipos especiales; la primavera se revelaba por la aparición de vendedores de burros, caldereros, gitanos y bohemios; en otoño se presentaban cuadrillas de paletos con quesos de la Mancha y pucheros de miel, y en el invierno abundaban los nueceros y castañeros. One day a mender would appear with his huge bag, his brace and his pliers, shouting through the streets in a husky voice: "Jars and tubs to mend … pans, dishes and plates!" After a short stay he would be off; the following week arrived a dealer in cloth bargains, crying at the top of his lungs his silk handkerchiefs at ten and fifteen céntimos; another day came an itinerant hawker, his cases laden with pins, combs and brooches, or some purchaser of gold and silver braid. Certain seasons of the year brought a contingent of special types; spring announced itself through the appearance of mule dealers, tinkers, gypsies and bohemians; in autumn swarmed bands of rustics with cheese from La Mancha and pots of honey, while winter brought the walnut and chestnut vendors.
De los vecinos constantes del primer patio, los que se trataban con el señor Ignacio el zapatero eran: un corrector de pruebas, a quien llamaban el Corretor; un tal Rebolledo, barbero e inventor, y cuatro ciegos, que se conocían por los remoquetes de el Calabazas, el Sopistas, el Brígido y el Cuco, los cuales vivían decentemente con sus mujeres respectivas y tocaban por las calles los últimos tangos, tientos y coplas de zarzuela. Of the permanent tenants in the first courtyard, those who were intimate with Señor Ignacio included: a proof-corrector, nick-named El Corretor; a certain Rebolledo, both barber and inventor, and four blind men, who were known by the sobriquets El Calabazas, El Sapistas, El Erigido and El Cuco and dwelt in harmony with their respective wives playing the latest tangos, tientos and zarzuela ditties on the streets.
El corrector tenía una familia numerosa: su mujer, la suegra, una hija de veinte años y una lechigada de chiquillos; no le bastaba el jornal que ganaba corrigiendo pruebas en un periódico, y solía pasar grandes apuros. El corrector solía llevar un macfarlán destrozado, lleno de flecos, un pañuelo grande y sucio anudado a la garganta y un hongo amarillo, blanco y mugriento. The proof-reader had a numerous family: his wife, his mother-in-law, a daughter of twenty and a litter of tots; the pay he earned correcting proof at a newspaper office was not enough for his needs and he used to suffer dire straits. He was in the habit of wearing a threadbare macfarland,—frayed at the edges,—a large, dirty handkerchief tied around his throat, and a soft, yellow, grimy slouch hat.
Su hija, Milagros de nombre, una muchacha esbelta, fina como un pajarito, estaba en relaciones con Leandro, el primo de Manuel. His daughter, Milagros by name, a slender lass as sleek as a bird, had relations with Leandro, Manual′s cousin.
Los novios solían tener alternativas en sus amores, unas veces por coqueterías de ella, otras, por la mala vida de él. The sweethearts had plenty of love quarrels, now because of her flirtations, now because of the evil life he led.
No se entendían, porque la Milagros era un poco entonada y ambiciosa, se consideraba como venida a menos, y Leandro tenía, en cambio, un genio brusco e irascible. They could not get along, for Milagros was a bit haughty and a climber, considering herself a social superior fallen upon evil days, while Leandro, on the other hand, was abrupt and irascible.
El otro vecino del zapatero, el señor Zurro, tipo pintoresco y curioso, no se trataba con el señor Ignacio y odiaba cordialmente al corrector. El Zurro andaba siempre agazapado tras de unas antiparras azules, llevaba gorra de piel y balandranes largos. The cobbler′s other neighbour, Señor Zurro, a quaint, picturesque type, had nothing to do with Señor Ignacio and felt for the proof-reader a most cordial hatred. El Zurro went about forever concealed behind a pair of blue spectacles, wearing a fur cap and ample cassock.
—Se llama Zurro de apellido—decía el corrector—; pero es un zorro en sus actos; de estos zorros camperos, maestros en malicias y habilidades. "His name is Zurro (fox)," the proof-reader would say, "but he′s a fox in his actions as well; one of those country foxes that are masters of malice and trickery."
Según se hablaba, el Zurro entendía su negocio; tenía un puesto en la parte baja del Rastro, una choza obscura e infecta rellena de trapos, casacas antiguas, retales de telas viejas, tapicerías, trozos de casullas, y, además de esto, botellas vacías, botellas llenas de aguardiente y cognac, sifones de agua de Seltz, cerraduras roñosas, escopetas tomadas por la herrumbre, llaves, pistolas, botones, medallas y otras baratijas sin valor. According to popular rumour, El Zurro knew what he was about; he had a place at the lower end of the Rastro, a dark, pestilent hovel cluttered with odds and ends, second-hand coats, remnants of old cloth, tapestries, parts of chasubles, and in addition, empty bottles, flasks full of brandy and cognac, seltzer water siphons, shattered clocks, rusty muskets, keys, pistols, buttons, medals and other frippery.
Y a pesar de que en la tienda del señor Zurro no entraban, seguramente, al cabo del día, más de dos personas, que harían un gasto de un par de reales, el ropavejero marchaba bien. Despite the fact that surely no more than a couple of persons entered Señor Zurro′s shop throughout the livelong day and spent no more than a couple of reales, the second-hand dealer thrived.
Vivía con su hija, la Encarna, una flamencona de unos veinticinco años, muy chulapa, muy descarada, que los domingos salía a pasear con su padre cargada de joyas. La Encarna sentía arder en su pecho el fuego de la pasión por Leandro; pero éste, enamorado de la Milagros, no correspondía al fuego del alma de la ropavejera. He lived with his daughter Encarna, a coarse specimen of some twenty-five years, exceedingly vulgar and the personification of insolence, who went walking with her father on Sundays, bedecked with jewelry. Encarna′s bosom was consumed with the fires of passion for Leandro; but that ingrate, enamoured of Milagros, was unscathed by the soul-flames of the second-hand dealer′s daughter.
Por tal motivo, la Encarna odiaba cordialmente a la Milagros y a los individuos de su familia, y los ponía a todas horas de cursis y de muertos de hambre, los injuriaba con motes desdeñosos, como el de Sopista mendrugo, adjudicado por ella al corrector, y el de La Loca del Vaticano a su hija. Wherefore Encarna mortally hated Milagros and the members of her family; every hour of the day she branded them as vulgarians, starvelings, and insulted them with such scoffing sobriquets as Mendrugo, "Beggar′s Crumb," which was applied by her to the proof-reader, and "The Madwoman of the Vatican," which meant his daughter.
Odios de personas de vida casi común, no era raro que fuesen de un encono y de un rencor violento; así, los de una y otra familia, no se miraban sin maldecirse y sin desearse mutuamente las mayores desgracias. It was not at all rare for such hatreds, between persons forced almost into living in common, to grow to violent rancour and malevolence; thus, the members of one and the other family never looked at each other without exchanging curses and wishes for the most disastrous misfortunes.




CAPÍTULO III

Roberto Hasting en la zapatería.—Procesión de mendigos.—Corte de los Milagros.

CHAPTER III

Roberto Hastings at the Shoemaker′s—Procession of Beggars—Court of Miracles.

UNA mañana de fines de septiembre presentóse Roberto en la puerta de La regeneración del calzado, y asomando la cabeza al interior del almacén, dijo: One morning toward the end of September Roberto appeared in the doorway of The Regeneration of Footwear, and thrusting his head into the shop exclaimed:
—¡Hola, Manuel! "Hello, Manuel!"
—¡Hola, don Roberto! "Hello, Don Roberto!"
—Se trabaja, ¿eh? "Working, eh?"
Manuel se encogió de hombres dando a entender que no era precisamente por su gusto. Manuel shrugged his shoulders, indicating that the job was not exactly to his taste.
Roberto vaciló un momento para entrar en la zapatería, y, al último, se decidió y entró. Roberto hesitated for a moment, but at last made up his mind and entered the shop.
—Siéntese usted—le dijo el señor Ignacio, ofreciéndole una silla. "Have a seat," invited Señor Ignacio, offering him a chair.
—¿Usted es el tío de Manuel? "Are you Manuel′s uncle?"
—Para servirle. "At your service."
Se sentó Roberto, ofreció un cigarro al señor Ignacio, otro a Leandro, y se pusieron a fumar los tres. Roberto sat down, offered a cigar to Señor Ignacio and another to Leandro, and the three began to smoke.
—Yo conozco a su sobrino—dijo Roberto al zapatero—, porque vivo en casa de la Petra. "I know your nephew," said Roberto to the proprietor, "for I live in the house where Petra works."
—¡Ah! ¿Sí? "You do?"
—Y hoy quisiera que le dejara usted libre un par de horas. "And I wish you′d let him off today for a couple of hours."
—Sí, señor; toda la tarde, si usted quiere. "All right, señor. All afternoon, if you wish."
—Bueno; entonces, yo vendré por él después de comer. "Fine. Then I′ll call for him after lunch."
—Está bien. "Very well."
Roberto contempló cómo trabajaban, y de repente se levantó y se fué. Roberto watched them work for a while, then suddenly jumped up and left.
Manuel no comprendía qué le quería Roberto, y por la tarde le esperó con verdadera impaciencia. Llegó, y los dos salieron de la calle del Aguila y bajaron a la ronda de Segovia. Manuel could not understand what Roberto wanted, and in the afternoon waited for him with genuine impatience. Roberto carne, and the pair turned out of Aguila Street down toward the Ronda de Segovia.
—¿Tú sabes dónde está la Doctrina?—preguntó Roberto a Manuel. "Do you know where La Doctrina is?" Roberto asked Manuel.
—¿Qué Doctrina? "What Doctrina?"
—Un sitio donde se reúnen los viernes muchos mendigos. "A place where herds of beggars meet every Friday."
—No sé. "I don′t know."
—¿Sabes dónde está el camino alto de San Isidro? "Do you know where the San Isidro highway is?"
-Sí. "Yes."
—Bueno; pues allí vamos a ir; ahí es dónde está la Doctrina. "Good. For that′s where we′re going. That′s where La Doctrina is."
Manuel y Roberto bajaron por el paseo de los Pontones y siguieron en dirección del puente de Toledo. El estudiante no dijo nada, y Manuel nada quiso preguntarle. Manuel and Roberto walked down the Paseo de los Pontones and continued in the direction of Toledo Bridge. The student was silent and Manuel did not care to ask any questions.
El día estaba seco, polvoriento. El viento sur, sofocante, echaba bocanadas de calor y de arena; algunos relámpagos iluminaban las nubes; se oía el sonar lejano de los truenos; el campo amarilleaba cubierto de polvo. It was a dry, dusty day. The stifling south wind whirled puffs of heat and sand; a stray bolt of lightning illuminated the clouds; from the distance came the rumble of thunder; the landscape lay yellow under a blanket of dust.
Por el puente de Toledo pasaba una procesión de mendigos y mendigas, al cual más desastrados y sucios. Salía gente, para formar aquella procesión del harapo, de las Cambroneras y de las Injurias; llegaban del paseo Imperial y de los Ocho Hilos; y ya, en filas apretadas, entraban por el puente de Toledo y seguían por el camino alto de San Isidro a detenerse ante una casa roja. Over the Toledo Bridge trudged a procession of beggars, both men and women, each dirtier and more tattered than the next. Out of las Cambroneras and las Injurias streamed recruits for this ragged army; they came, too, from the Paseo Imperial and from Ocho Hilos, and by this time forming solid ranks, they trooped on to the Toledo Bridge and tramped up the San Isidro highway until they reached a red edifice, before which they came to a halt.
—Esto debe ser la Doctrina—dijo Roberto a Manuel señalándole un edificio, que tenía un patio con una figura de Cristo en medio. "This must be La Doctrina," said Roberto to Manuel, pointing to a building that had a patio with a statue of Christ in the centre.
Se acercaron los dos a la verja. Era aquello un conclave de mendigos, un conciliábulo de Corte de los Milagros. Las mujeres ocupaban casi todo el patio; en un extremo, cerca de una capilla, se amontonaban los hombres; no se veían mas que caras hinchadas, de estúpida apariencia, narices inflamadas y bocas torcidas; viejas gordas y pesadas como ballenas, melancólicas; viejezuelas esqueléticas de boca hundida y nariz de ave rapaz; mendigas vergonzantes con la barba verrugosa, llena de pelos, y la mirada entre irónica y huraña; mujeres jóvenes, flacas y extenuadas, desmelenadas y negras; y todas, viejas y jóvenes, envueltas en trajes raídos, remendados, zurcidos, vueltos a remendar hasta no dejar una pulgada sin su remiendo. Los mantones, verdes, de color de aceituna, y el traje tiste ciudadano, alternaban con los refajos de bayeta, amarillos y rojos, de las campesinas. The two friends drew near to the gate. This was a beggars′ conclave, a Court of Miracles assembly. The women took up almost the entire courtyard; at one end, near a chapel, the men were huddled together; one could see nothing but swollen, stupid faces, inflamed nostrils, and twisted mouths; old women as fat and clumsy as melancholy whales; little wizened, cadaverous hags with sunken mouths and noses like the beak of a bird of prey; shamefaced female mendicants, their wrinkled chins bristling with hair, their gaze half ironical and half shy; young women, thin and emaciated, slatternly and filthy; and all, young and old alike, clad in threadbare garments that had been mended, patched and turned inside out until there wasn′t a square inch that had been left untouched. The green, olive-coloured cloaks and the drab city garb jostled against the red and yellow short skirts of the countrywomen.
Roberto paseó mirando con atención el interior del patio. Manuel le seguía indiferente. Roberto sauntered about, peering eagerly info the courtyard. Manuel trailed after him indifferently.
Entre los mendigos, un gran número lo formaban los ciegos; había lisiados, cojos, mancos; unos hieráticos, silenciosos y graves; otros movedizos. Se mezclaban las anguarinas pardas con las americanas raídas y las blusas sucias. Algunos andrajosos llevaban a la espalda sacos y morrales negros; otros, enormes cachiporras en la mano; un negrazo, con la cara tatuada a rayas profundas, esclavo, sin duda, en otra época, envuelto en harapos, se apoyaba en la pared con una indiferencia digna; por entre hombres y mujeres correteaban los chiquillos descalzos y los perros escuálidos; y todo aquel montón de mendigos, revuelto, agitado, palpitante, bullía como una gusanera. A large number of the beggars was blind; there were cripples, minus hand or foot, some hieratic, taciturn, solemn, others restless. Brown long-sleeved loose coats mingled with frayed sack-coats and begrimed smocks. Some of the men in tatters carried, slung over their shoulders, black sacks and game-bags; others huge cudgels in their hands; one burly negro, his face tattooed with deep stripes,—doubtless a slave in former days,—leaned against the wall in dignified indifference, clothed in rags; barefoot urchins and mangy dogs scampered about amongst the men and women; the swarming, agitated, palpitating throng of beggars seethed like an anthill.
—Vamos—dijo Roberto—, no está aquí ninguna de las que busco. ¿Te has fijado?—añadió—. ¡Qué pocas caras humanas hay entre los hombres! En estos miserables no se lee mas que la suspicacia, la ruindad, la mala intención, como en los ricos no se advierte mas que la solemnidad, la gravedad, la pedantería. Es curioso, ¿verdad? Todos los gatos tienen cara de gatos, todos los bueyes tienen cara de bueyes; en cambio, la mayoría de los hombres no tienen cara de hombres. "Let′s go," said Roberto. "Neither of the women I′m looking for is here…. Did you notice," he added, "how few human faces there are among men! All you can read in the features of these wretches is mistrust, abjection, malice, just as among the rich you find only solemnity, gravity, pedantry. It′s curious, isn′t it? All cats have the face of cats; all oxen look like oxen; while the majority of human beings haven′t a human semblance."
Salieron del patio Roberto y Manuel. Frente a la Doctrina, al otro lado de la carretera, en unos desmontes arenosos, se sentaron. Roberto and Manuel left the patio. They sat down opposite La Doctrina, on the other side of the road, amid some sandy clearings.
—A ti te chocarán—dijo Roberto—estas maniobras mías; pero no te extrañarán cuando te diga que busco aquí dos mujeres; una, pobre, que puede hacerme rico; otra, rica, que quizá me hiciera pobre. "These doings of mine," began Roberto, "may strike you as queer. But they won′t seem so strange when I tell you that I′m looking for two women here; one of them a poor beggar who can make me rich; the other, a rich lady, who perhaps would make me poor."
Manuel contempló a Roberto con asombro. Tenía siempre cierta sospecha de que la cabeza del estudiante no andaba bien. Manuel stared at Roberto in amazement. He had always harboured a certain suspicion that there was something wrong with the student′s head.
—No, no creas que es una tontería; voy corriendo detrás de una fortuna, pero de una fortuna enorme; si tú me ayudas, me acordaré de ti. "No. Don′t imagine this is silly talk. I′m on the trail of a fortune,—a huge fortune. If you help me, I′ll remember you."
—Bueno; y ¿qué quiere usted que yo haga? "Sure. What do you want me to do?"
—Te lo diré cuando llegue el momento. "I′ll tell you when the right moment comes."
Manuel no pudo ocultar una sonrisa de ironía. Manuel could not conceal an ironic smile.
—Tú no lo crees—murmuró Roberto—; no importa; cuando veas, creerás. "You don′t believe it," muttered Roberto. "That doesn′t matter. When you′ll see, you′ll believe."
—Claro. "Naturally."
—Por si acaso, si te necesito, ayúdame. "If I should happen to need you, promise you′ll help me."
—Le ayudaré a usted en todo lo que pueda—contestó Manuel con fingida seriedad. "I′ll help you as far as I am able," replied Manuel, with feigned earnestness.
Unos golfos se tendieron en los desmontes, cerca de Manuel y de Roberto, y éste no quiso seguir hablando. Several ragamuffins sprawled themselves out on the clearing near Manuel and Roberto, and the student did not care to go on with his tale.
—Ya empiezan a dividirse en secciones—dijo uno de los golfos, que llevaba una gorra de cochero, señalando con una vara a las mujeres que estaban en la Doctrina. "They′ve already begun to split up into divisions," said one of the loafers who wore a coachman′s hat, pointing with a stick to the women inside the courtyard of La Doctrina.
Efectivamente; formáronse grupos alrededor de los árboles del patio, en cada uno de los cuales colgaba un cartelón con una imagen y un número en medio. And so it was; groups were clustering about the trees of the patio, on each of which was hung a poster with a picture and a number in the middle.
—Ahí están las marquesas—añadió el de la gorra indicando a unas cuantas señoras vestidas de negro que se presentaron en el patio. "There go the marchionesses," added he of the coachman′s hat, indicating several women garbed in black who had just appeared in the courtyard.
Se destacaban las caras blancas entre las telas de luto. The white faces stood out amidst the mourning clothes.
—Todas son marquesas—advirtió uno. "They′re all marchionesses," said one.
—Pues todas no son guapas—replicó Manuel terciando en la conversación—. ¿Y a qué vienen aquí? "Well, they′re not all beauties," retorted Manuel, joining the conversation. "What have they come here for?"
—Son éstas las que enseñan la doctrina—contestó el de la gorra—; de vez en cuando regalan sábanas y camisas a las mujeres y a los hombres. Ahora van a pasar lista. "They′re the ones who teach religion," answered the fellow with the hat. "From time to time they hand out sheets and underwear to the women and the men. Now they′re going to call the roll."
Comenzó a sonar una campana; cerraron la verja del edificio; se formaron corros, y en medio de cada uno de ellos entró una señora. A bell began to clang; the gate closed; groups were formed, and a lady entered the midst of each.
—¿Ves aquella que está allá?—preguntó Roberto—. Es la sobrina de don Telmo. "Do you see that one there?" asked Roberto. "She′s Don Telmo′s niece."
—¿Aquella rubia? "That blonde?"
—Sí. Espérame aquí. "Yes. Wait for me here."
Bajó Roberto el camino y se acercó a la verja. Roberto walked down the road toward the gate.
Comenzó la lección de doctrina; salía del patio un rumor de rezo, lento y monótono. The reading of the religious lesson began; from the patio came the slow, monotonous drone of prayer.
Manuel se tendió de espaldas en el suelo. Desde allá surgía Madrid, muy llano, bajo el horizonte gris, por entre la gasa del aire polvoriento. El cauce ancho del Manzanares, de color de ocre, aparecía surcado por alguno que otro hilillo de agua negra. El Guadarrama destacaba de un modo confuso la línea de sus crestas en el aire empañado. Manuel lay back on the ground. Yonder, flat beneath the grey horizon, loomed Madrid out of the mist of the dust-laden atmosphere. The wide bed of the Manzanares river, ochre-hued, seemed furrowed here and there by a thread of dark water. The ridges of the Guadarrama range rose hazily into the murky air.
Roberto paseaba por delante del patio. Seguía el rumor de los mendigos recitando la doctrina. Una vieja, con un pañuelo rojo en la cabeza y un mantón negro que verdeaba, se sentó en el desmonte. Roberto passed by the patio. The humming of the praying mendicants continued. An old lady, her head swathed in a red kerchief and her shoulders covered with a black cloak that was fading to green, sat down in the clearing.
—¿Qué es eso agÜela? ¿No le han querido abrir la puerta?—gritó el de la gorra. "What′s the matter, old lady? Wouldn′t they open the gate for you?" shouted the fellow with the coachman′s hat.
—No... ¡Las tías brujas esas! "No…. The foul old witches!"
—No tenga usted cuidado, que hoy no dan nada. El viernes que viene es el reparto. Ya le darán a usted lo menos una sábana—añadió el de la gorra con aviesa intención. "Don′t you care. They′re not giving away anything today. The distribution takes place this coming Friday. They′ll give you at least a sheet," added he of the hat mischievously.
—Si no me dan más que una sábana—chilló la vieja torciendo la jeta—, les digo que se la guarden en el moño. ¡Las tías zorras!... "If they don′t give me anything more than a sheet," shrilled the hag, twisting her blobber-lip, "I′ll tell them to keep it for themselves. The foxy creatures! …"
—Ya la han tañado a usted, agÜela—exclamó uno de los golfos tendidos en el suelo—. Usted lo que es, es una ansiosa. "Oh, they′ve found you out, granny!" exclaimed one of the loafers lying on the ground. "You′re a greedy one, you are."
Celebraron los circunstantes la frase, que procedía de una zarzuela, y el de la gorra siguió explicando a Manuel particularidades de la Doctrina. The bystanders applauded these words, which came from a zarzuela, and the chap in the coachman′s hat continued explaining to Manuel the workings of La Doctrina.
—Hay algunas y algunos que se inscriben en dos y en tres secciones para coger más veces limosnas—dijo—. Nosotros, mi padre y yo, nos inscribimos una vez en cuatro secciones con nombres distintos... ¡Vaya un lío que se armó! Y ¡menudo choteo que tuvimos con las marquesas! "There are some men and women who enrol in two and even three divisions so as to get all the charity they can," he went on. "Why, we—my father and I—once enrolled in four divisions under four different names…. And what a rumpus was raised! What a row we had with the marchionesses!"
—Y ¿para qué querías tanta sábana?—le preguntó Manuel. "And what did you want with all those sheets," Manuel asked him.
—¡Toma!, para pulirlas. Se venden aquí en la misma puerta a dos chulés. "Why! Sell ′em, of course. They re sold here at the very gate at two chulés apiece."
—Yo voy a comprar una—dijo un cochero de punto que se acercó al corro—; la unto con aceite de linaza, luego la doy barniz, y hago un impermeable cogolludo. "I′m going to buy one," said a coachman from a nearby hackstand, approaching the group. "I′ll give it a coating of linseed oil, then varnish it and make me a cowled waterproof."
—Pero las marquesas, ¿no notan que la gente vende en seguida lo que ellas dan? "But the marchionesses,—don′t they see that these people sell their gifts right away?"
—¡Qué han de notar! "Much they see!"
Para los golfos todo aquello no era mas que un piadoso entretenimiento de las señoras devotas; hablaban de ellas con amable ironía. To these idlers the whole business was nothing more than a pious recreation of the religious ladies, of whom they spoke with patronizing irony.
No llegó a durar una hora la lección de doctrina. The reading of the religious lesson did not last quite an hour.
Sonó una campana; se abrió la puerta de la verja; se disolvieron y confundieron los grupos; todo el mundo se puso de pie, y comenzaron a marcharse las mujeres con sus sillas, colocadas en equilibrio sobre la cabeza, gritando, empujándose violentamente unas a otras; dos o tres vendedoras pregonaron su mercancía mientras salía aquella muchedumbre de andrajosos apretándose, chillando, como si escaparan de algún peligro. Unas viejas corrían pesadamente por la carretera; otras se ponían a orinar acurrucadas, y todas vociferaban y sentían la necesidad de insultar a las señoras de la Doctrina, como si instintivamente adivinasen lo inútil de un simulacro de caridad que no remediaba nada. No se oían mas que protestas y manifestaciones de odio y desprecio. A bell rang; the gate was swung open; the various groups dissolved and merged; everybody arose and the women began to walk off, balancing their chairs upon their heads, shouting, shoving one another violently; two or three huckstresses peddled their wares as the tattered crowd issued through the gate in a jam, shrieking as if in escape from some imminent danger. A few old women ran clumsily down the road; others huddled into a corner to urinate, and all of them were howling at the top of their lungs, overcome by the necessity of insulting the women of La Doctrina, as if instinctively they divined the uselessness of a sham charity that remedied nothing. One heard only protests and manifestation of scorn.
—¡Moler! Con las mujeres de Dios... "Damn it all! These women of God…."
—Ahora quien que se confiese una. "And they want a body to have faith in ′em."
—Esas tías borrachas. "The old drunkards."
—¡Anda que confiesen ellas y la maire que las ha parío! "Let them have faith, and the mother that bore ′em."
—Que las den morcilla a todas. "Let ′em give blood-pudding to everybody."
Después de las mujeres salían los hombres, los ciegos, los tullidos y los mancos, sin apresurarse, hablando con gravedad. After the women came the men,—blind, maimed, crippled,—in leisurely fashion, and conversing solemnly.
—¡Pues no quien que me case!—murmuraba un ciego, sarcásticamente, dirigiéndose a un cojo. "Huh! They don′t want me to marry!" grumbled a blind fellow, sarcastically, turning to a cripple.
—Y tú ¿qué dices?—le preguntaba éste. "And what do you say," asked the latter.
—¿Yo? ¡Que naranjas de la China! Que se casen ellas si tien con quién. Vienen aquí amolando con rezos y oraciones. Aquí no hacen falta oraciones, sino jierro, mucho jierro. "I? What the deuce! Let them get married if they have any one to marry ′em. They came here and bore us stiff with their prayers and sermons. What we need isn′t sermons, but hard cash and plenty of it."
—Claro, hombre..., parné, eso es lo que hace falta. "That′s what, man … the dough,—that′s what we want."
—Y todo lo demás... leñe y jarabe de pico...; porque pa dar consejos toos semos buenos; pero en tocante al manró, ni las gracias. "And all the rest is nothing but … chatter and chin music…. Anybody can give advice. When it comes to bread, though, not a sign of it."
—Me parece. "So say I!"
Salieron las señoras con sus libros de rezos en la mano; las viejas mendigas las perseguían y las atosigaban con sus peticiones. The ladies came out, prayer-books in hand; the old beggar-women set off in pursuit and harassed them with entreaties.
Manuel miraba a todas partes por si encontraba al estudiante; al fin lo vió cerca de la sobrina de don Telmo. La rubia se volvió a mirarle, y subió en un coche. Roberto la saludó y el coche echó a andar. Manuel looked everywhere for the student; at last he caught sight of him with Don Telmo′s niece. The blonde turned around to look at him, and then stepped into a coach. Roberto saluted her and the coach rolled off.
Volvieron Roberto y Manuel por el camino de San Isidro. Manuel and Roberto returned by the San Isidro highway.
Seguía el cielo nublado, el aire seco; la procesión de mendigos avanzaba en dirección a Madrid. Antes de llegar al puente de Toledo, en la esquina del camino alto de San Isidro y de la carretera de Extremadura, en una taberna muy grande entraron Roberto y Manuel. Roberto pidió una botella de cerveza. The sky was still overcast; the air dry; the procession of beggars was advancing in the direction of Madrid. Before they reached the Toledo Bridge, at the intersection of the San Isidro highway and the Extremadura cartroad, Roberto and Manuel entered a very large tavern. Roberto ordered a bottle of beer.
—¿Vives ahí en la misma casa en donde está la zapatería?—preguntó Roberto. "Do you live in the same house where the shoe shop is?" asked Roberto.
—No; vivo en el paseo de las Acacias, en una casa que se llama el Corralón. "No. I live over in the Paseo de las Acacias, in a house called El Corralón."
—Bueno, te iré a ver allá; y ya sabes, siempre que vayas a algún sitio donde se reúna gente pobre o de mala vida avísame. "Good. I′ll come to visit you there, and you already understand that whenever you happen to go to any place where poor folk or criminals gather, you′re to let me know."
—Le avisaré a usted. Ya he visto cómo le miraba a usted la rubia. Es bonita. "I′ll let you know. I was watching that blonde eye you. She′s pretty."
—Sí. "Yes."
—Y tiene un coche pistonudo. "And she has a swell coach."
—Ya lo creo. "I should say so."
—Y ¿qué? ¿Es que se va usted a casar con ella? "Well? Are you going to marry her?"
—¿Qué sé yo? Ya veremos. Vamos, aquí no se puede estar—dijo Roberto—y se acercó al mostrador a pagar. "What do I know? We′ll see. Come, we can′t stay here," said Roberto, stepping up to the counter to pay.
En la taberna, un gran número de mendigos, sentados en las mesas, engullían pedazos de bacalao y piltrafas de carne; un olor picante de gallinejas y de aceite salía de la cocina. In the tavern a large number of beggars, seated at the tables, were gulping down slices of cod and scraps of meat; a piquant odour of fried bird-tripe and oil came from the kitchen.
Salieron. El viento seguía soplando, lleno de arena: volaban locamente por el aire hojas secas y trozos de periódicos; las casas altas próximas al puente de Segovia, con sus ventanas estrechas y sus galerías llenas de harapos, parecían más sórdidas, más grises, entrevistas en la atmósfera enturbiada por el polvo. De repente, Roberto se paró, y, poniendo la mano en el hombro de Manuel, le dijo: They left. The wind still blew in eddies of sand; dry leaves and stray bits of newspaper danced madly through the air; the high houses near the Segovia Bridge, their narrow windows and galleries hung with tatters, seemed greyer and more sordid than ever when glimpsed through an atmosphere murky with dust. Suddenly Roberto halted, and placing his hand upon Manuel′s shoulder said:
—Hazme caso, porque es la verdad. Si quieres hacer algo en la vida, no creas en la palabra imposible. Nada hay imposible para una voluntad enérgica. Si tratas de disparar una flecha, apunta muy alto, lo más alto que puedas; cuanto más alto apuntes más lejos irá. "Listen to what I say, for it is the truth. If you ever want to accomplish anything in life, place no belief in the word ′impossible.′ There′s nothing impossible to an energetic will. If you try to shoot an arrow, aim very high,—as high as you can; the higher you aim, the farther you′ll go."
Manuel miró a Roberto con extrañeza, y se encogió de hombros. Manuel stared at Roberto with a puzzled look, and shrugged his shoulders.




CAPÍTULO IV

La vida en la zapatería.—Los amigos de Manuel.

CHAPTER IV

Life In the Cobbler′s Shop—Manuel′s Friends.

HIZO calor en aquellos meses de septiembre y octubre; en el almacén de zapatos no se podía respirar. The months of September and October were very hot; it was impossible to breathe in the shoe shop.
Todas las mañanas, Manuel y Vidal, mientras iban a la zapatería, hablaban de mil cosas, se comunicaban sus impresiones; el dinero, las mujeres, los planes para el porvenir, eran los motivos constantes de sus charlas. A los dos les parecía un gran sacrificio, algo como una eventualidad desgraciada de su mala suerte, pasar días y días metidos en un rincón arrancando suelas usadas. Every morning Manuel and Vidal, on their way to the shoemaker′s, would talk of a thousand different things and exchange impressions; money, women, plans for the future formed everlasting themes of their chats. To both it seemed a great sacrifice, something in the nature of a crowning misfortune in their bad luck, to have to spend day after day cooped up in a corner ripping off outworn soles.
Las tardes lánguidas convidaban al sueño. Sobre todo, después de comer, Manuel sentía un sopor y un abatimiento profundo. Desde la puerta del almacén se veían los campos de San Isidro inundados de luz; en el Campillo de Gil Imón las ropas puestas a secar centelleaban al sol. The languorous afternoons invited to slumber. After lunch especially, Manuel would be overcome by stupor and deep depression. Through the doorway of the shop could be seen the fields of San Isidro bathed in light; in the Campillo de Gil Imón the wash hung out to dry gleamed in the sun.
Oíase cacareos de gallos, gritos lejanos de vendedores, silbidos, apagados por la distancia, de locomotoras. El aire vibraba seco, abrasado. Algunas vecinas salían a peinarse a la calle, y los colchoneros vareaban la lana, a la sombra, en el Campillo, mientras las gallinas correteaban y escarbaban en el suelo. There came a medley of crowing cocks, far-off shouts of vendors, the shrieking of locomotive whistles muffled by the distance. The dry, burning, atmosphere vibrated. A few women of the neighbourhood came out to comb their hair in the open, and the mattress-makers beat their wool in the shade of the Campillo, while the hens scampered about and scratched the soil.
Después, al caer de la tarde, el aire y la tierra quedaban grises, polvorientos; a lo lejos, cortando el horizontes, ondulaba la línea del campo árido, una línea ingenua, formada por la enarcadura suave de las lomas; una línea como la de los paisajes dibujados por los chicos, con sus casas aisladas y sus chimeneas humeantes. Sólo algunas arboledas verdes manchaban a trechos la llanura amarilla, tostada por el sol y bajo el cielo pálido, blanquecino, turbio por los vapores del calor; ni un grito, ni un leve ruido hendía el aire. Later, as evening fell, the air and the earth changed to a dusty grey. In the distance, cutting the horizon, waved the outline of the arid field,—a simple line, formed by the gentle undulation of the hillocks,—a line like that of the landscapes drawn by children, with isolated houses and smoking chimneys. Here and there a lone patch of green grove splotched against the yellow field, which lay parched by the sun beneath a pallid sky, whitish and murky in the hot vapours rising from the earth. Not a cry, not the slightest sound rent the air.
Transparentábase, al anochecer, la niebla, y el horizonte se alargaba hasta verse muy a lo lejos vagas siluetas de montañas no entrevistas de día, sobre el fondo rojo del crepúsculo. At dusk the mist grew transparent and the horizon receded until, far in the distance, loomed the vague silhouettes of mountains not to be glimpsed by day, against the red background of the twilight.
Cuando en la zapatería dejaban el trabajo, solía ser ya de noche. Bajaban el señor Ignacio, Leandro, Manuel y Vidal a la ronda y volvían a casa. When they left off working in the shop it was usually night. Señor Ignacio, Leandro, Manuel and Vidal would turn down the road toward home.
Las luces de gas brillaban a largos trechos en el aire polvoriento; filas de carros pasaban con lentitud, y a lo largo de las rondas marchaban en cuadrillas los obreros de los talleres próximos. The gas lights shone at intervals in the dusty air; lines of carts rumbled slowly by, and across the road, in little groups, tramped the workmen from the neighbouring factories.
Y constantemente, al ir y al venir, la conversación de Manuel y Vidal versaba sobre lo mismo: las mujeres, el dinero. And always, coming and going, the conversation between Manuel and Vidal would turn upon the same topics: women and money.
No tenía ninguno de los dos una idea romántica, ni mucho menos, de las mujeres. Para Manuel, una mujer era un animal magnífico, con la carne dura y el pecho turgente; Vidal no sentía este entusiasmo sexual; experimentaba por todas las mujeres un sentimiento confuso de desprecio, de curiosidad y preocupación. Neither had a romantic notion, or anything like it, of women. To Manuel, a woman was a magnificent animal with firm flesh and swelling breast. Vidal did not share this sexual enthusiasm; he experienced, with all women, a confused feeling of scorn, curiosity and preoccupation.
En cuestión de dinero, los dos estaban conformes en que era lo más selecto y admirable; hablaba, sobre todo Vidal, del dinero con un entusiasmo feroz; pensar que pudiese haber algo, bueno o malo, que no se consiguiera con jierro, era para él el colmo de los absurdos. Manuel deseaba el dinero para correr el mundo y ver pueblos, y más pueblos, y andar en barco. Vidal soñaba con llevar la buena vida en Madrid. As far as concerned money, they were both agreed that it was the choicest, most admirable of all things; they spoke of money—especially Vidal—with a fierce enthusiasm. To him, the thought that there might be anything—good or evil—that could not be obtained with hard cash, was the climax of absurdity. Manuel would like to have money to travel all over the world and see cities and more cities and sail in vessels. Vidal′s dream was to live a life of ease in Madrid.
A los dos o tres meses de estancia en el Corralón, Manuel se hallaba tan acostumbrado a su trabajo y a su vida, que no comprendía que pudiese hacer otra cosa. No le daban aquellas barriadas miserables la impresión de tristeza sombría y adusta que producen al que no está acostumbrado a vivir en ellas; al revés, se le antojaban llenas de atractivos. Conocía a casi toda la gente del barrio. Vidal y él se escapaban de casa con cualquier pretexto, y los domingos se reunían con el Bizco en casa del Cabrero, y marchaban por los alrededores: a las Injurias, a las Cambroneras, a las ventas de Alcorcón, al Campamento y a los ventorros del camino de Andalucía, en donde se juntaban con merodeadores y randas, y jugaban con ellos al cané o a la rayuela. After two or three months in the Corralón, Manuel had become so accustomed to the work and the life there that he wondered how he could do anything else. Those wretched quarters no longer produced upon him the impression of dark, sinister sadness that they cause in one unaccustomed to live in them; on the contrary, they seemed to him filled with attractions. He knew almost everybody in the district. Vidal and he would escape from the house on any pretext at all, and on Sundays they would meet Bizco at the Casa del Cabrero and go off into the environs: to Las Injurias, Las Cambroneras, the restaurants of Alarcón, the Campamento, and the inns on the Andalucía road, where they would consort with thieves and rogues and play with them at cané and rayuela.
A Manuel no le gustaba la compañía del Bizco; éste no quería reunirse mas que con ladrones. A Manuel y a Vidal constantemente los llevaba a sitios donde pululaban bandidos y tipos de mala traza, pero Manuel no se decidía a oponerse a lo que pensaba Vidal. Manuel did not care for Bizco′s company; Bizco sought only to hobnob with thieves. He was forever taking Manuel and Vidal to haunts frequented by bandits and low types, but since Vidal seemed to think it all right, Manuel never objected.
El lazo de unión entre Manuel y el Bizco era Vidal. El Bizco odiaba a Manuel y éste sentía odio y repugnancia por el Bizco y no le ocultaba su repulsión. Era un bruto, una alimaña digna de exterminio. Lujurioso como un mono, había forzado algunas chiquillas de la casa del Cabrero a puñetazos; solía robar a su padre, un miserable tejedor de caña, dinero para ir a algún bajo prostíbulo de las Peñuelas o de la calle de la Chopa, en donde encontraba mujeronas pintarrajeadas, con la colilla en los labios, que a él le parecían princesas. Su cráneo estrecho, su mandíbula fuerte, su morro, la mirada torva, le daban un aspecto de brutalidad y animalidad repelentes. Hombre primitivo, afilaba su puñal, comprado en el Rastro, y lo guardaba como una cosa sagrada. Si cogía a algún gato o perro por su cuenta, lo mataba a pinchazos, gozando en martirizar al animal. Hablaba torpemente, rellenando sus frases con barbaridades y blasfemias. Vidal was the link between Manuel and Bizco, Bizco hated Manuel, who in turn, not only felt enmity and repugnance for Bizco, but showed this repulsion plainly. Bizco was a brute,—an animal deserving of extermination. As lascivious as a monkey, he had violated several of the little girls of the Casa del Cabrero, beating them into submission; he used to rob his father, a poverty-stricken cane-weaver, so that he might have money enough to visit some low brothel of Las Penuelas or on Chopa Street, where he found rouged dowagers with cigarette-stubs in their lips, who looked like princesses to him. His narrow skull, his powerful jaw, his blubber-lip, his stupid glance, lent him a look of repellant brutality and animality. A primitive man, he kept his dagger—bought in El Rastro—sharp, guarding it as a sacred object. If he ever happened across a cat or dog, he would enjoy torturing it to death with oft-repeated stabs. His speech was obscene, abounding in barbarities and blasphemies.
No se sabe quién indujo al Bizco a tatuarse los brazos, o si la idea se le ocurrió a él; probablemente el tatuaje, visto en alguno de los bandidos con quien se juntaba, le induciría a él a hacer lo mismo. Vidal le imitó, y los dos se dedicaron en una época a tatuarse con entusiasmo. Se pinchaban con un alfiler hasta hacerse un poco de sangre y después mojaban las heridas con tinta. Whether anybody induced Bizco to tattoo his arms, or the idea was original with him, cannot be said; probably the tattooing he had seen on one of the bandits that he ran after had suggested a similar adornment for himself. Vidal imitated him, and for a time the pair gave themselves up enthusiastically to self-tattooing. They pricked their skins with a pin until a little blood came, then moistened the wounds with ink.
El Bizco se pintó cruces, estrellas y nombres en el pecho; Vidal, a quien no le gustaba pincharse, puso su nombre en un brazo y el de su novia en el otro; Manuel no quiso marcarse, primeramente, porque le daba miedo la sangre, y además porque la idea se le había ocurrido al Bizco. Bizco painted crosses, stars and names upon his chest; Vidal, who didn′t like to prick himself, stippled his own name on one arm and his sweetheart′s on the other; Manuel didn′t care to inscribe anything upon his person, first because he was afraid of blood, and then because the idea had been Bizco′s.
Sentían los dos, uno para el otro, una hostilidad sorda. Each harboured a mute hostility against the other.
Manuel, siempre en acecho, se encontraba dispuesto a hacerle frente; el Bizco, sin duda, notaba el desprecio y el odio en los ojos de Manuel, y esto le confundía. Manuel, always with a chip on his shoulder, was disposed to show his enemy challenge; Bizco, doubtless, noticed this scornful hatred in Manuel′s eyes, and this confused him.
Para Manuel, la superioridad de un hombre estaba en el talento y, sobre todo, en la maña; para el Bizco, el valor y la fuerza constituían las únicas cualidades envidiables: el mérito mayor para él era ser muy bruto, como decía con entusiasmo. To Manuel, a man′s superiority consisted in his talent, and, above all, in his cunning; to Bizco, courage and strength constituted the sole enviable qualities; the greatest merit of all was to be a real brute, as he would declare with enthusiasm.
Por esta condición de habilidad y de maña, que Manuel en tanta estima tenía, admiraba a los Rebolledos, padre e hijo, los cuales habitaban también en el Corralón. Rebolledo padre, contrahecho de cuerpo, enano y jorobado, barbero de oficio, solía afeitar al sol en la Ronda, cerca del Rastro. Tenía el tal enano una cara muy inteligente, ojos profundos; gastaba bigote y patillas, y melena azulada y grasienta. Vestía de luto; en verano y en invierno llevaba gabán, y no se sabe por qué misterios de la química, el gabán negro verdeaba ostensiblemente, mientras que el pantalón, también negro, tiraba a rojo. Because of the great esteem in which he held craft and cunning, Manuel felt deep admiration for the Rebolledos, father and son, who also lived in the Corralón. The father, a dwarfed hunchback, a barber by trade, used to shave his customers in the sunlight of the open, near the Rastro. This dwarf had a very intelligent face, with deep eyes; he wore moustache and side-whiskers, and long, bluish, unwashed hair. He dressed always in mourning; in winter and summer alike he went around in an overcoat, and, by some unsolved mystery of chemistry his overcoat kept turning green while his trousers, which were also black, kept quite as plainly turning red.
Por las mañanas, Rebolledo salía del Corralón cargado con un banco y una palomilla de madera, de la que colgaba una bacía de azófar y un rótulo. Al llegar a un punto de la tapia de las Américas, sujetaba la palomilla y a su lado el rótulo, un anuncio humorístico, cuya gracia, probablemente, sólo él comprendía, y que cantaba así: Every morning Rebolledo would leave the Corralón carrying a little bench and a wooden wall-bracket, from which hung a brass basin and a poster. Reaching a certain spot along the Americas fence he would attach the bracket and put up, beside it, a humorous sign the point of which, probably, he was the only one to see. It ran thus:
BARBERÍA MODERNISTA
Barbería Antisética.
Pasar cabayeros, Rebolledo afeita y da dinero.
MODERNIST TONSORIAL PARLOUR
Antiseptic Barber.
Walk in Gents. Shaving by Rebolledo. Money Lent
Los Rebolledos, padre e hijo, eran muy habilidosos; hacían juguetes de alambre y de cartón, que vendían luego a los vendedores de las calles; tenían su casa, un cuartucho del primer patio, convertido en taller, y allí un tornillo de presión, un banco de carpintero y una serie de baratijas rotas, sin aplicación, al parecer, posible. The Rebolledos were very skilful; they made toys of wire and of pasteboard, which they afterward sold to the street-vendors; their home, a dingy little room of the front patio, had been converted into a workshop, and they had there a vise, a carpenter′s bench and an array of broken gew-gaws that were apparently of no further use.
Con esta frase indicaban en el Corralón el agudo ingenio de Rebolledo: The neighbours of the Corralón had a saying that indicated their conception of Rebolledo′s acute genius.
—Ese enano—decían—tiene en la cabeza un arca de Noé. "That dwarf," they said, "has a regular Noah′s ark in his head."
Rebolledo padre había construído para su uso particular una dentadura postiza. Cogió un servilletero de hueso, lo cortó en dos partes desiguales, y con la mayor de éstas, limando por un lado y por otro, logró adaptársela a la boca. Luego, con una sierrecilla hizo los dientes, y para imitar la encía recubrió una parte del antiguo servilletero de lacre. Rebolledo se quitaba y se ponía la dentadura con una maravillosa facilidad y comía con ella perfectamente, siempre que tuviera qué, como decía él. The father had made for his own use a set of false teeth. He had taken a bone napkin-ring, cut it into two unequal parts, and, by filing it on either side, had fitted the larger to his mouth. Then with a tiny saw he made the teeth, and to simulate the gums he covered a part of the former napkin-ring with sealing-wax. Rebolledo could remove and insert the false set with remarkable ease, and he could eat with them perfectly, provided, as he said, there was anything to eat.
El hijo del enano, Perico de nombre, prometía ser más avispado aun que el padre. Entre las hambres que pasaba y las tercianas pertinaces, estaba flaco y de color de limón. No era contrahecho, como el padre, sino esbelto, delgado, con los ojos brillantes y los movimientos vivos y desordenados. Parecía, como suele decirse, un ratón debajo de una escudilla. Perico, the son of the dwarf, promised even to outstrip his father in cleverness. Between the hunger that he often suffered, and the persistent tertian fevers, he was very thin and his complexion was citreous. He was not, like his father, deformed, but slender, delicate, with sparkling eyes and rapid, jerky motions. He looked, as the saying is, like a rat under a bowl.
Una de las pruebas de su ingenio era un apagavelas mecánico que había construído con una caja de betún para limpiar las botas. One of the proofs of his inventive genius was a mechanical snuffler that he had made of a shoe-polish tin.
Sentía Perico un gran entusiasmo por las paredes blancas, y allí donde encontraba alguna dibujaba con carbón procesiones de hombres, mujeres, caballos y perros, casas echando humo, soldados, barcos en el mar, la lucha de los hombres flacos con los hombres gordos, y otros pasos igualmente divertidos. Perico cherished a particular enthusiasm for white walls, and wherever he discovered one he would sketch, with a piece of coal, processions of men, women and horses, houses puffing smoke, soldiers, vessels at sea, weaklings engaging in struggle with burly giants, and other equally diverting scenes.
La obra maestra de Perico en dibujo era el tríptico de Don Tancredo, pintado al carbón en la callejuela de entrada de la Corrala. La obra produjo la admiración y el asombro de todos los habitantes de la casa. La primera parte del tríptico representaba al valiente sugestionador de toros marchando a la plaza a caballo, en medio de un gran golpe de jinetes; la leyenda decía: «Don Tancredo ba a los toros». En la segunda parte del tríptico, el rey del valor estaba con su sombrero de tres picos, cruzado de brazos frente a la fiera; la leyenda cantaba: «Don Tancredo en su pedestal». Debajo del tercer dibujo se leía: «El toro uye»; y la representación de esta última escena era admirable; se veía escapar al toro como alma que lleva el diablo, por entre los toreros, a los cuales se les veía la nariz de perfil y al mismo tiempo la boca y los dos ojos de frente. Perico′s masterpiece was the Don Tancredo triptych, done in coal on the walls of the narrow entrance lane to La Corrala. This work overwhelmed the neighbours with admiration and astonishment. The first part of the triptych showed the valiant hypnotizer of bulls on his way to the bull-ring, in the midst of a great troop of horsemen; the legend read: "Don Tancredo on his weigh to the bulls." The second part represented the "king of bravery" in his three-cornered hat, with his arms folded defiantly before the wild beast; underneath, the rubric "Don Tancredo upon his pedestal." Under the third part one read: "The bull takes to flight." The depiction of this final scene was noteworthy; the bull was seen fleeing as one possessed of the devil amidst the toreros, whose noses were visible in profile while their mouths and both eyes were drawn in front view.
A pesar de sus triunfos, Perico Rebolledo no se envanecía ni se consideraba superior a los hombres de su época; su mayor placer era sentarse a lado de su padre en el patio de la Corrala, entre máquinas de reloj viejas, manojos de llaves y otra porción de cosas negras y descabaladas, y pensar y cavilar las aplicaciones de un cristal de unas gafas, por ejemplo, o de un braguero, o del cuerpo de bomba de una lavativa, o de cualquier otro trasto roto o descompuesto. Despite his triumphs, Perico Rebolledo did not grow vain, nor did he consider himself superior to the men of his generation; his greatest pleasure was to sit down at his father′s side in the patio of La Corrala, amidst the works of old clocks, bunches of keys and other grimy, damaged articles, and ponder over the possible utilization of an eye-glass crystal, for example, or a truss, or the rubber bulb of a syringe, or some similar broken, out-of-order contrivance.
Padre e hijo pasaban la vida soñando maquinarias; para ellos no había nada inservible: la llave que no abre puerta alguna; la cafetera de viejo sistema, estrafalaria como un instrumento de física; el quinqué de aceite con máquina, todo se guardaba, se descomponía y se utilizaba. Rebolledo, padre e hijo, gastaban más ingenio para vivir miserablemente que el que emplean un par de docenas de autores cómicos, de periodistas y de ministros para vivir con esplendidez. Father and son spent their lives dreaming of mechanical contraptions; they considered nothing useless; the key that could open no door, the old-style coffee-pot, as queer as some laboratory instrument, the oil lamp with machine attachment,—all these articles were treasured up, taken apart and put to some use. Rebolledo, father and son, wasted more ingenuity in living wretchedly than is employed by a couple of dozen comic authors, journalists and state ministers dwelling in luxury.
Amigos de Perico Rebolledo eran los Aristas, que luego intimaron con Manuel. Among the friends of Perico Rebolledo were the Aristas, who became intimate with Manuel.
Los Aristas, dos hermanos, hijos de una planchadora, estaban de aprendices en una fundición de metales de la Ronda. El más pequeño de los dos se pasaba la vida en una continua cabriola, dando saltos mortales, encaramándose por los árboles, andando con los pies para arriba y haciendo flexiones en todos los montantes de las puertas. The Aristas, two brothers, sons of an ironing-woman, were apprentices in a foundry of the near-by Ronda. The younger passed his days in a continuous capering, indulging in death-defying leaps, climbing trees, walking on his hands and performing acrobatic stunts from all the door transoms.
El hermano mayor, un muchacho zanquilargo y tartamudo, a quien llamaban en broma el Aristón, era el chico más fúnebre del planeta; tenía una necromanía aguda; todo lo relacionado con ataúdes, muertos, capillas ardientes y cirios le entusiasmaba. Hubiera querido ser enterrador, cura de una sacramental, guarda de un cementerio; pero su sueño, lo que más le encantaba, era una funeraria; pensaba, como en un bello ideal, en las conversaciones que debía de tener el amo de una tienda de pompas fúnebres con el padre o con la viuda inconsolable, al ofrecerle coronas de siemprevivas, al ir a tomar las medidas a un muerto, al pasearse entre los ataúdes. Hacer cajas mortuorias de hombres, mujeres y chicos, y acompañarles luego al cementerio. Para el Aristón, las cosas relacionadas con la muerte eran las más importantes de la vida. The elder brother, a long-legged stutterer whom they called Aristón in jest, was the most funereal fellow on the planet; he suffered from acute necromania; anything connected with coffins, corpses, wakes and candles roused his enthusiasm. He would like to have been a gravedigger, the priest of a religious confraternity, a cemetery warden; but his great dream,—what most enchanted him,—was a funeral; he would imagine, as a wonderful ideal, the conversations that the proprietor of a funeral establishment must have with the father or the inconsolable widow as he offered wreaths of immortelles, or as he went to take the measure of a corpse or strolled amidst the coffins. What a splendid existence, this manufacturing of last resting-places for men, women and children, and afterward accompanying them to the burial-ground. For Aristón, details relating to death were the most important matter in life.
Por estos contrastes del destino, que casi siempre pone las etiquetas cambiadas a las cosas y a los hombres, el Aristón estaba de comparsa en un teatro del género chico, por consideración a su padre, que fué tramoyista, y el tal oficio le disgustaba, porque en el teatro adonde iba no se moría nadie en la escena, ni salía gente de luto, ni se lloraba. Y mientras el Aristón no pensaba mas que en cosas fúnebres, el otro hermano soñaba con circos y trapecios y volatineros, y esperaba que alguna vez la suerte le proporcionaría el medio de cultivar sus facultades de gimnasta. Through that irony of fate which almost always exchanges the proper labels of things and persons, Aristón was a supernumerary in one of the vaudeville theatres, through the influence of his father, who was a scene-shifter, and the job disgusted him, for in such a playhouse nobody ever died upon the stage, nobody ever came out in mourning and there was no weeping. And while Aristón kept thinking of nothing but funereal scenes, his brother dreamed of circuses, trapezes and acrobats, hoping that some day fate would send him the means to cultivate his gymnastic talents.




CAPÍTULO V

La taberna de la «Blasa»

CHAPTER V

La Blasa′s Tavern.

LAS disputas frecuentes entre Leandro y su novia, la hija del Corretor, servían muy a menudo de comidilla a los inquilinos de la Corrala. Leandro era malhumorado y camorrista; se le despertaban los instintos brutales rápidamente; a pesar de que casi todos los sábados, por la noche, iba a las tabernas y cafetines dispuesto a armar broncas con matones y gente cruda, no le había sucedido hasta entonces ningún accidente desagradable. A su novia, en parte, le gustaba este valor; pero a la madre de la Milagros le producía verdadera indignación, y recomendaba a todas horas a su hija que diera a Leandro una despedida terminante. The frequent quarrels between Leandro and his sweetheart, the Corrector′s daughter, very often gave the neighbours of the Corrala food for gossip. Leandro was an ill-tempered, quarrelsome sort; his brutal instincts were quickly awakened; despite his habit of going every Saturday night to the taverns and restaurants, ready for a rumpus with the bullies and the ruffians, he had thus far managed to steer clear of any disagreeable accident. His sweetheart was somewhat pleased with this display of valour; her mother, however, regarded it with genuine indignation, and was forever advising her daughter to dismiss her Leandro for good.
La muchacha despedía a su novio; pero luego, al verle volver humilde y dispuesto a aceptar toda condición, se mostraba menos rigurosa. The girl would dismiss her lover; but afterwards, when he returned in humility, ready to accede to any conditions, she relented.
Esta confianza en su fuerza hacía a la muchacha ser despótica, caprichosa y voluble; se divertía dando celos a Leandro; había llegado a un estado especial, mezcla de cariño y de odio, en el cual el cariño quedaba dentro y el odio fuera, manifestándose en una crueldad sañuda, en la satisfacción de mortificar constantemente a su novio. This confidence in her power turned the girl despotic, whimsical, voluble; she would amuse herself by rousing Leandro′s jealousy; she had arrived at a particular state, a blend of affection and hatred, in which the affection remained within and the hatred outside, revealing itself in a ferocious cruelty, in the satisfaction of mortifying her lover constantly.
—Un día lo que tú debías hacer—dijo el señor Ignacio a Leandro, indignado con las coqueterías de la muchacha—es cogerla en un rincón y allá hartarte..., y después darla una paliza y dejarla el cuerpo hecho una breva...; al día siguiente te seguía como un perro. "What you ought to do some fine day," Señor Ignacio would say to Leandro, incensed by the cruel coquetry of the maiden, "is to get her into a corner and take all you want…. And then give her a beating and leave her soft as mush. The next day she′d be following you around like a dog."
Leandro, tan valiente con los matones, al lado de su novia resultaba un doctrino; algunas veces pensó en el consejo de su padre; pero nunca hubiese tenido ánimos para llevarlo a cabo. Leandro, as brave as any bully, was as meek as a charity-pupil in the presence of his sweetheart. At times he recalled his father′s counsel, but he would never have summoned the courage to carry it through.
Un sábado por la tarde, después de una agria disputa con la Milagros, Leandro invitó a Manuel a dar una vuelta de noche en su compañía. One Saturday afternoon, after a bitter dispute with Milagros, Leandro invited Manuel to make the rounds that night together with him.
—¿Adónde iremos?—le preguntó Manuel. "Where′ll we go?" asked Manuel.
—Al café de Naranjeros, o al cafetín de la Esgrima. "To the Naranjeros café, or to the Engrima restaurant."
—Donde te parezca. "Wherever you please."
—Daremos una vuelta por esos chabisques e iremos luego a la taberna de la Blasa. "We′ll make the rounds of those dives and then we′ll wind up at La Blasa′s tavern."
—¿Va por ahí gente del bronce? "Do the hard guys go there?"
—Claro que va, de lo más granado. "I should say. As tough as you make ′em."
—Entonces avisaré a don Roberto, a aquel señorito que me vino a buscar para ir a la Doctrina. "Then I′ll let Roberto know,—that fellow who came for me to take him to la Doctrina."
—Bueno. "All right."
—Después del trabajo fué Manuel a la casa de huéspedes y habló con Roberto. After work Manuel went off to the boardingrhouse and took counsel with Roberto.
—Pasar por el café de San Millán a eso de las nueve de la noche—dijo Roberto—; allí estaré yo con una prima mía. "Be at the San Millán café about nine in the evening," said Roberto,
—¿La va usted a llevar allá?—preguntó asombrado Manuel."I′ll be there with a cousin of mine."
—Sí; es una mujer original, una pintora. "Are you going to take her there?" Manuel asked in astonishment.
Manuel cenó en la Corrala y contó a Leandro lo que le había dicho Roberto. "Yes. She′s a queer one, a painter."
—¿Y esa pintora es guapa?—pregunto Leandro. "And is this painter good-looking?" asked Leandro.
—No sé; no la conozco. "I can′t say. I don′t know her."
—¡Maldita sea la...! Daría cualquier cosa porque viniera, hombre. "Damn my sweet—— … ! I′d give anything to have this woman come along, man."
—Y yo. "Me, too."
Fueron ambos al café de San Millán, se sentaron y esperaron con impaciencia. A la hora indicada apareció Roberto con su prima, a la que llamó Fanny. Era ésta una mujer de treinta a cuarenta años, muy delgada, de mal color y de tipo varonil y distinguido; tenía algo de la belleza desgarbada de un caballo de carrera; la nariz corva, la mandíbula larga, las mejillas hundidas y los ojos grises y fríos. Vestía una chaqueta de tafetán verde obscuro, falda negra y un sombrero pequeño. They both went to the San Millán café, sat down and waited impatiently. At the hour indicated Roberto appeared in company of his cousin whom he called Fanny. She was a woman between thirty and forty, very slender, with a sallow complexion,—a distinguished, masculine type; there was about her something of the graceless beauty of a racehorse; her nose was curved, her jaw big, her cheeks sunken and her eyes grey and cold. She wore a jacket of dark green taffeta, a black skirt and a small hat.
Leandro y Manuel la saludaron con gran timidez y torpeza; dieron la mano a Roberto, y hablaron. Leandro and Manuel greeted her with exceeding timidity and awkwardness; they shook hands with Roberto and conversed.
—Mi prima—dijo Roberto—tiene gana de ver algo de la vida de estos pobres barrios. "My cousin," said Roberto, "would like to see something of slum life hereabouts."
—Pues cuando ustedes quieran—contestó Leandro—. Eso sí, les advierto a ustedes que hay mala gente por allá. "Whenever you wish," answered Leandro. "But I warn you beforehand that there are some pretty tough specimens in this vicinity."
—¡Oh, yo voy prevenida!—dijo la dama con ligero acento extranjero, mostrando un revólver de pequeño calibre. "Oh, I′m prepared," said the lady, with a slight foreign accent, showing a revolver of small calibre.
Pagó Roberto, a pesar de las protestas de Leandro, y salieron todos del café. Desembocaron en la plaza del Rastro, bajaron por la Ribera de Curtidores hasta la ronda de Toledo. Roberto paid, despite Leandro′s protests, and they left the café. Coming out on the Plaza del Rastro, they walked down the Ribera de Curtidores as far as the Ronda de Toledo.
—Si quiere ver la señora la casa donde vivimos nosotros, es ésta—dijo Leandro. "If the lady wishes to see the house we live in, this is the one," said Leandro.
Pasaron al interior del Corralón; un grupo de chiquillos y de viejas se les acercó, asombrados de ver a aquellas horas a una mujer con tan extrañas trazas, y acosaron a preguntas a Manuel y a Leandro. Este quería que supiese la Milagros como había estado allí con una dama, y fué acompañando a Fanny y enseñándola los cuchitriles del corralón. They went into the Corralón; a crowd of gamins and old women, amazed to see such a strange woman there at such an hour, surrounded them, showering Manuel and Leandro with questions. Leandro was eager for Milagros to learn that he had been there with a woman, so he accompanied Fanny through the place, pointing out all the holes of the wretched dwelling.
—Aquí miseria es lo único que se ve—decía Leandro. "Poverty′s the only thing you can see here," said Leandro.
—¡Oh, sí, sí!—contestaba la dama. "Yes, yes indeed," answered the woman.
—Ahora, si ustedes quieren, vamos a la taberna de la Blasa. "Now if you wish, we′ll go to La Blasa′s tavern."
Salieron del Corralón hasta tomar el arroyo de Embajadores, y siguieron a lo largo de la empalizada negra de un lavadero. Hacía una noche obscura; empezaba a lloviznar. Tropezaron con la vía de circunvalación. They left the Corralón for Embajadores lane and walked along the black fence of a laundry. It was a dark night and a drizzle had begun to fall. They stumbled along the surrounding path.
—Tengan ustedes cuidado—dijo Leandro—, que hay un alambre. "Look-out," said Leandro. "There′s a wire here."
Le puso el pie encima. Cruzaron todos la vía y pasaron por delante de unas casas blancas hasta entrar en el barrio de las Injurias. He stepped upon the wire to hold it down. They all crossed the path and passed a group of white houses, coming to Las Injurias.
Se acercaron a una casita baja con un zócalo obscuro; una puerta de cristales rotos, empañados, compuestos con tiras de papel, iluminados por una luz pálida, daba acceso a esta casa. En la opaca claridad de la vidriera se destacaba a veces la sombra de alguna persona. They approached a low cottage with a dark socle; a door with clouded broken panes stuffed with bundles of paper, through which shone a pallid light, gave entrance to the dwelling. In the opaque transparency of the glass appeared from time to time the shadow of a person.
Abrió la puerta Leandro, y entraron todos. Un vaho caliente y cargado de humo les dió en la cara. Un quinqué de petróleo, colgado del techo, con una pantalla blanca, iluminaba la taberna, pequeña y de techo bajo. Leandro opened the door and they all went in. A stuffy, smoky wave of atmosphere struck them in the face. A kerosene lamp, hanging from the ceiling and covered with a white shade, provided light for the tiny, low-roofed tavern.
Al entrar los cuatro, todos los concurrentes se les quedaron mirando con expresión de extrañera; hablaron entre ellos y después siguieron unos jugando, otros viendo jugar. As the four entered, the customers greeted them with an expression of stupefaction; for a while the habituées whispered among themselves, then some, resumed their playing as others looked on.
Fanny, Roberto, Leandro y Manuel se sentaron a la derecha de la puerta. Fanny, Roberto, Leandro and Manuel took seats to the right of the door.
—¿Qué van a tomar?—dijo la mujer del mostrador. "What′ll you have?" asked the woman at the counter.
—Cuatro quinces—contestó Leandro. "Four fifteen-céntimo glasses of wine."
Llevó la mujer vasos en una bandeja sucia y los colocó en la mesa, Leandro sacó sesenta céntimos. The woman brought the glasses in a filthy tray, and set them upon the table. Leandro pulled out sixty céntimos.
—Son a diez—dijo la mujer en tono malhumorado. "They′re ten apiece," corrected the woman in ill-humoured tones.
—¿Por qué? "How′s that?"
—Porque esto es el extrarradio. "Because this is outside the limits."
—Bueno; cobre usted lo que sea. "All right; take whatever it comes to."
La mujer dejó veinte céntimos en la mesa y volvió al mostrador. Era ancha, tetuda, de obesidad enorme, con la cabeza metida entre los hombros, con cinco o seis papadas en el cuello; despachaba de cuando en cuando una copa, que cobraba de antemano, y hablaba poco, con displicencia, con un gesto invariable del malhumor. The woman left twenty céntimos on the table and returned to the counter. She was broad, large-breasted, with a head that set deep in between her shoulders and a neck composed of some five or six layers of fat; from time to time she would serve a drink, always getting the price in advance; she spoke very little, with evident displeasure and with an invariable gesture of ill-humour.
Tenía aquel hipopótamo malhumorado al lado derecho un depósito de hoja de lata con su grifo para el aguardiente, y al izquierdo un frasco de peleón y un jarro desportillado con un embudo negro encima, adonde echaba el sobrante de las copas de vino. This human hippopotamus had at her right a tin tank with a spigot, for brandy, and at her left a flask of strong wine and a chipped jar covered with a black funnel, into which she poured whatever was left in the glasses by her customers.
La prima de Roberto sacó un frasco de esencias, lo ocultó en la mano cerrada, y de vez en cuando aspiraba las sales. Roberto′s cousin fished out a phial of smelling salts, hid it in her clamped hand and took a sniff from time to time.
Al otro lado de donde estaban Roberto, Fanny, Leandro y Manuel, un corro de unos veinte hombres se amontonaban alrededor de una mesa jugando al cané. Opposite the place where Roberto, Fanny, Leandro and Manuel were seated, a crowd of some twenty men were packed around a table playing cane.
Cerca de ellos, acurrucadas en el suelo, junto a la estufa, recostadas en la pared, se veían unas cuantas mujeres feas, desgreñadas, vestidas con corpiños y faldas haraposas, sujetas a la cintura por cuerdas. Near them, huddled on the floor next the stove, reclining against the wall, could be seen a number of ugly, scraggly-haired hags, dressed in corsages and ragged skirts that were tied around their waists by ropes.
—¿Qué son estas mujeres?—preguntó la pintora. "Who are those women?" asked the painter.
—Son golfas viejas—contestó Leandro—de esas que van al Botánico y a los desmontes. "They′re old tramps," explained Leandro. "The kind that go to the Botanical Garden and the clearings outside the city."
Dos o tres de aquellas infelices llevaban en sus brazos niños de otras mujeres que iban a pasar allí la noche; algunas dormitaban con la colilla pegada en el extremo de la boca. Entre la fila de viejas había algunas chiquillas de trece a catorce años, monstruosas, deformes, con los ojos legañosos; una de ellas tenía la nariz carcomida completamente, y en su lugar un agujero como una llaga; otra era hidrocéfala, con el cuello muy delgado, y parecía que al menor movimiento se le iba a caer la cabeza de los hombros. Two or three of the unfortunates held in their arms children belonging to other women who had come there to spend the night; some were dozing with their cigarettes sticking from the corner of their mouths. Amid the old women were a few little girls of thirteen or fourteen, monstrously deformed, with bleary eyes; one of them had her nose completely eaten away, with nothing but a hole like a wound left in its place; another was hydro-cephalous, with so thin a neck that it seemed the slightest movement would snap it and send her head rolling from her shoulders.
—¿Tú has visto las tinajas que hay aquí?—preguntó Leandro a Manuel—, Ven a verlas. "Have you seen the large jars they have here?" Leandro asked Manuel. "Come on and take a look."
Se levantaron los dos y se acercaron al grupo de los jugadores. Uno de éstos interrumpía el paso. The two rose and approached the group of gamblers. One of these interrupted his game.
—¿Hace usted el favor?—le dijo Leandro con marcada impertinencia. "Please make way?" Leandro said to him, with marked impertinence.
El hombre separó la silla malhumorado. Las tinajas no ofrecían nada de particular; eran grandes, empotradas en la pared, pintadas de minio; cada una de ellas llevaba un letrero de la clase de vino que contenía y un grifo. The man drew in his chair sourly. There was nothing remarkable about the jars; they were large, embedded in the wall, painted with red-lead; each of them bore a sign denoting the class of wine inside, and had a spigot.
—Y ¿qué tiene esto de raro?—preguntó Manuel. "What′s so wonderful about this, I′d like to know?" asked Manuel.
Leandro sonrió; volvieron a pasar por el mismo sitio, a molestar al jugador y a sentarse en la mesa. Leandro smiled; they returned as they had come, disturbing the player once more and resuming their seats at the table.
Roberto y Fanny hablaban en inglés. Roberto and Fanny conversed in English.
—Ese a quien hemos hecho levantar—dijo Leandro—es el baratero de esta taberna. "That fellow we made get up," said Leandro, "is the bully of this place."
—¿Cómo se llama?—preguntó Fanny. "What′s his name?" asked Fanny.
—El Valencia. "El Valencia."
El aludido, que oyó su apodo, se volvió y contempló a Leandro; la mirada de los dos se cruzó un momento desafiadora; el Valencia desvió los ojos y siguió jugando. Era hombre fuerte, corpulento, de unos cuarenta años, de cara juanetuda, pelo rojizo y expresión de sarcasmo desagradable. De vez en cuando echaba una mirada severa al grupo formado por Fanny, Roberto y los otros dos. The man they were speaking about, hearing his sobriquet mentioned, turned around and eyed Leandro; for a moment their glances crossed defiantly; Valencia turned his eyes away and continued playing. He was a strong man, about forty, with high cheek bones, reddish skin and a disagreeably sarcastic expression. Every once in a while he would cast a severe look at the group formed by Fanny, Roberto and the other two.
—Y ese Valencia, ¿quién es?—preguntó la dama en voz baja. "And that Valencia,—who is he?" asked the lady in a low voice.
—Es esterero de oficio—contestó Leandro alzando la voz—, un gandul que saca las perras a los chavalejos de mal vivir; antes fué de los del pote, de esos que van a las casas los domingos, llaman, y si ven que no hay nadie, meten la palanqueta en la cerradura y crac... Pero ni para eso tenía alma, porque es más blanco que el papel. "He′s a mat maker by trade," answered Leandro, raising his voice. "A tramp that wheedles money out of low-lives; before he used to belong to the pote,—the kind that visit houses on Sundays, knock, and when they see nobody′s home, stick their jimmy into the lock and zip!… But he hasn′t the courage even for this, ′cause his liver is whiter than paper."
—Sería curioso averiguar—dijo Roberto—hasta qué punto la miseria ha servido de centro de gravedad para la degradación de estos hombres. "It would be curious to investigate," said Roberto, "just how far poverty has served as centre of gravity for the degradation of these men."
—¿Y ese viejo de barba blanca que está a su lado?—preguntó Fanny. "And how about that white-bearded old fellow at his side?" asked Fanny.
—Ese es un apóstol de los que curan con agua; dicen que sabe mucho... Tiene una cruz en la lengua; pero creo que se la ha pintado él mismo. "He′s one of those apostles that cure with water. They say he′s a wise old fellow…. He has a cross on his tongue. But I believe he painted it there himself."
—¿Y esa otra? "And that other woman there?"
—Esa es la Paloma, la gamberra del Valencia. "That′s La Paloma, Valencia′s mistress."
—¿Prostituta?—preguntó la dama. "Prostitute?" asked the lady.
—Desde hace lo menos cuarenta años—contestó Leandro riendo. "For at least forty years," answered Leandro with a laugh.
Todos contemplaron a la Paloma con atención; tenía una cara enorme, blanda, con bolsas de piel violácea, una mirada tímida, de animal; representaba cuarenta años lo menos de prostitución, con sus enfermedades consiguientes; cuarenta años de noches pasadas en claro, rondando los cuarteles, durmiendo en cobertizos de las afueras, en las más nauseabundas casas de dormir. They all looked closely at Paloma; she had a huge, soft face, with pouches of violet skin, and a timid look as of a humble beast; she represented at least forty years of prostitution and all its concomitant ills; forty years of nights spent in the open, lurking about barracks, sleeping in suburban shanties and the most repulsive lodgings.
Entre las mujeres había también una gitana, que de cuando en cuando se levantaba y cruzaba la taberna con un jacarandoso contoneo. Among the women there was also a gypsy who, from time to time, would get up and walk across the tavern with a saucy strut.
Pidió Leandro unas copas de aguardiente; pero era tan malo, que nadie lo pudo beber. Leandro ordered some glasses of whiskey; but it was so bad that nobody could drink it.
—Tú—dijo Leandro a la gitana, ofreciéndole la copa—. ¿Quieres? "Hey, you," called Leandro to the gipsy, offering her the glass. "Want a drink?"
—No. "No."
La gitana puso sus manos sobre la mesa, unas manos cortas, rugosas, incrustadas en negro. The gypsy placed her hands upon the table,—a pair of stubby, wrinkled hands incrusted with dirt.
—¿Quiénes son estos payos?—preguntó a Leandro. "Who are these gumps?" she asked Leandro.
—Son amigos. ¿Quieres o no?—Y le volvió a ofrecer la copa. "Friends of mine. Will you drink or not?" and he offered her the glass again.
—No. "No."
Luego, con una voz aguda, gritó: Then in a shrill voice, he shouted:
—Apóstol, ¿quieres una copa? "Apostle, will you have a drink?"
Se levantó del grupo de los jugadores el Apóstol. Estaba borracho y no podía andar; tenía los ojos viscosos, de animal descompuesto; se acercó a Leandro y tomó la copa, que tembló entre sus dedos; la acercó a los labios y la vació. The Apostle rose from his place amongst the gamblers. He was dead drunk and could hardly move; his eyes were viscous, like those of an angered animal; he staggered over to Leandro and took the glass, which trembled in his grasp; he brought it to his lips and gulped it down.
—¿Quieres más?—le dijo la gitana. "Want more?" asked the gypsy.
—Sí, sí—murmuró. "Sure, sure," he drooled.
Luego se puso a hablar, enseñando los raigones de los dientes amarillos, sin que se le entendiera nada; bebió las otras copas, apoyó la mano en la frente, y despacio fué a un rincón, se arrodilló y se tendió en el suelo. Then he began to babble, showing the stumps of his yellow teeth, but nobody could understand a word; he drained the other glasses, rested his forehead against his hand and slowly made his way to a corner, into which he squatted, and then stretched himself out on the floor.
—¿Quieres que te la diga, princesa?—preguntó la gitana a Fanny, agarrándole la mano. "Do you want me to tell your fortune, princess?" asked the gipsy of Fanny, seizing her hand.
—No—replicó secamente la dama. "No," replied the lady drily.
—¿No me darás unas perrillas para los churumbeles? "Won′t you give me a few coins for the churumbeles?"
—No. "No."
Escarriá, ¿por qué no me das unas perrillas para los churumbeles? "Wicked woman! Why won′t you give me a few coins for the churumbeles?"
—¿Qué son churumbeles?—preguntó la dama. "What does churumbeles mean?" asked the lady.
—Los hijos—contestó, riendo, Leandro. "Her children," answered Leandro, laughing.
—¿Tienes hijos?—le dijo Fanny a la gitana. "Have you children?" Fanny asked the gipsy.
—Sí. "Yes."
—¿Cuántos? "How many?"
—Dos. Míralos aquí. "Two. Here they are."
Y la gitana vino con un chiquitín, rubio, y una niña de cinco a seis años. And the gipsy fetched a blond little fellow and a girl of about five or six.
La dama acarició al chiquitín; luego sacó un duro de un portamonedas, y le dió a la gitana. The lady petted the little boy; then she took a duro from her purse and gave it to the gipsy.
Esta comenzó a hacer aspavientos y zalamerías y a mostrar el duro a todos los de la taberna. The gipsy, parting her lips in amazement and bursting forth into profuse flattery, exhibited the duro to everybody in the place.
—Vamos—dijo Leandro—, sacar aquí un machacante de esos es peligroso. "We′d better be going," advised Leandro. "To pull one of those big coins out in a dive like this is dangerous."
Salieron los cuatro de la taberna. The four left the tavern.
—¿Quieren ustedes que demos una vuelta por el barrio?—preguntó Leandro. "Would you like to make the rounds of this quarter?" asked Leandro.
—Sí; vamos—dijo la dama. "Yes. Let′s," said the lady.
Recorrieron juntos las callejuelas de las Injurias. Together they wound in and out of the narrow lanes of Las Injurias.
—Tengan ustedes cuidado, que en medio va la alcantarilla—advirtió Manuel. "Watch out, the drain runs in the middle of the street," cautioned Manuel.
Seguía lloviendo; se internaron los cuatro en patios angostos, en donde se hundían los pies en el lodo infecto. Sólo algún farol de petróleo, sujeto en la pared de alguna tapia medio caída, brillaba en toda la extensión de la hondonada, negra de cieno. The rain kept falling; the quartet of slummers entered narrow patios where their feet sank into the pestiferous slime. Along the entire extension of the ravine black with mud, shone but a single oil lamp, attached to the side of some half crumbled wall.
—¿Volvemos ya?—preguntó Roberto. "Shall we go back?" asked Roberto.
—Sí—respondió la dama. "Yes," answered the lady.
Tomaron por el arroyo de Embajadores, y subieron por el paseo de las Acacias. Arreciaba la lluvia; alguna que otra luz mortecina brillaba a lo lejos; en el cielo, obscurísimo, se destacaba, de una manera vaga, la silueta alta de una chimenea... They set out for Embajadores lane and walked up the Paseo de las Acacias. The rain came down harder; here and there a faint light shone in the distance; against the intense darkness of the sky loomed the vague silhouette of a high chimney….
Acompañaron Leandro y Manuel hasta la plaza del Rastro a Fanny y a Roberto, y allí se despidieron, cambiando un apretón de manos. Leandro and Manuel accompanied Fanny and Roberto as far as the Plaza del Rastro, and there they parted, exchanging handshakes.
—¡Qué mujer!—exclamó Leandro. "What a woman!" exclaimed Leandro.
—Es simpática, ¿eh?—preguntó Manuel. "Nice, eh?" asked Manuel.
—Sí es. Daría cualquier cosa por tener algo que ver con ella. "You bet. I′d give anything to have a try at her."




CAPÍTULO VI

Roberto en busca de una mujer.—el «Tabuenca» y sus artificios.—Don Alonso o el «Hombre Boa».

CHAPTER VI

Roberto In Quest of a Woman—El Tabuenca and his Inventions—Don Alonso or the Snake-Man.

UNOS meses después se presentó Roberto en la Corrala, a la hora en que Manuel y los de la zapatería tornaban de su trabajo. A few months later Roberto appeared in the Corrala at the hour when Manuel and the shoe-shop employés were returning from their day′s work.
—¿Tú conoces al señor Zurro?—preguntó Roberto a Manuel. "Do you know Señor Zurro?" Roberto asked Manuel.
—Sí; aquí al lado vive. "Yes. He lives here on this side."
—Ya lo sé; quisiera hablarle. "I know that. I′d like to have a talk with him.
—Pues llame usted, porque debe estar. "Then knock at his door. He must be in."
—Acompáñame tú. "Come along with me."
Llamó Manuel, les abrió la Encarna y pasaron adentro. El señor Zurro leía un periódico a la luz de un velón en su cuarto, un verdadero almacén repleto de bargueños viejos, arcas apolilladas, relojes de chimenea y otra porción de cosas. Se ahogaba allí cualquiera; no se podía respirar ni dar un paso sin tropezar con algo. Manuel knocked and Encarna opened; they went inside. Señor Zurro was in his room, reading a newspaper by the light of a large candle; the place was a regular storehouse, cluttered with old secretaries, dilapidated chests, mantlepieces, clocks and sundry other items. It was close enough to stifle a person; it was impossible to breathe or to take a step without stumbling against something.
—¿Es usted el señor Zurro?—preguntó Roberto. "Are you Señor Zurro?" asked Roberto.
—Sí. "Yes."
—Yo venía de parte de don Telmo. "I have come at the suggestion of Don Telmo."
—¡De don Telmo!—repitió el viejo, levantándose y ofreciendo una silla al estudiante—. Siéntese usted. ¿Cómo está ese buen señor? "Don Telmo!" repeated the old man, rising and offering the student a chair. "Have a seat. How is the good gentleman?"
—Muy bien. "Very well."
—Es muy amigo mío—siguió diciendo el Zurro. ¡Vaya! Ya lo creo. Pero usted me dirá lo que desea, señorito. Para mí basta que venga usted de parte de don Telmo, para que yo haga lo que pueda por servirle. "He′s an excellent friend of mine," continued Zurro. "I should say so. Well, young man, let me know what you wish. It′s enough for me that you come from Don Telmo; that assures you my best services."
—Lo que yo deseo es informarme del paradero de una muchacha volatinera que vivió hace cinco o seis años en una posada de estos barrios, en el mesón del Cuco. "I should like to learn the whereabouts of a certain girl acrobat who lived about five or six years ago in a lodging-house of this vicinity, or in Cuco′s hostelry."
—¿Y usted sabe cómo se llamaba la muchacha? "And do you know this girl′s name?"
—Sí. "Yes."
—¿Y dice usted que vivió en el mesón del Cuco? "And you say that she used to live in Cuco′s hostelry?"
—Sí, señor. "Yes, sir."
—Yo conozco alguno que vive ahí—murmuró el ropavejero. "I know somebody who lives there," murmured the second-hand dealer.
—Sí; es verdad—repuso la Encarna. "Yes, that′s so," said Encarna.
—Aquel hombre de los monos, ¿no vivía allá?—preguntó el señor Zurro. "That man with the monkeys. Didn′t he live there?" asked Señor Zurro.
—No; era la Quinta de Goya—contestó su hija. "No; he lived in la Quinta de Goya," answered his daughter.
—¡Pues, señor!... Espere usted un poco, joven...; espere usted. "Well, then…. Just wait a moment, young man. Wait a moment."
—¿No será el Tabuenca el que vive allá, padre?—interrumpió la Encarna. "Isn′t it Tabuenca that lives there, father?" interrupted Encarna.
—Ese es; ese mismo. El Tabuenca. Vaya usted a verle. Dígale usted—añadió el señor Zurro, dirigiéndose a Roberto—que va de mi parte. Es un tío de mal genio, muy cascarrabias. "That′s the fellow. That′s it. El Tabuenca. You go and see him. And tell him," added Señor Zurro, turning to Roberto, "that I sent you. He′s a grouchy old fellow, as testy as they make ′em."
Se despidió Roberto del ropavejero y de su hija, y salió con Manuel a la galería de la casa. Roberto took leave of the second-hand man and his daughter, and in company of Manuel walked out to the gallery of the house.
—¿Y dónde está el mesón del Cuco?—preguntó. "And where′s this Cuco′s hostelry?" he asked.
"Over there near Las Yeserías," answered Manuel.
—Por ahí, por las Yeserías—le dijo Manuel. "Come along with me, then; we′ll have supper together," suggested
—Acompáñame; luego cenaremos juntos—dijo Roberto.Roberto.
—Bueno. "All right."
Fueron los dos al mesón, colocado en un paseo a aquellas horas desierto. Era una casa grande, con un zaguán a estilo de pueblo y un patio lleno de carros. Preguntaron a un muchacho. El Tabuenca acababa de llegar—les dijo—. Entraron en el zaguán, iluminado por un farol. Allí había un hombre. They both went on to the hostelry, which was situated upon a thoroughfare that was deserted at this hour. It was a large building, with an entrance-vestibule in country style and a patio crowded with carts. They questioned a boy. El Tabuenca had just come, he told them. They walked into the vestibule, which was illuminated by a lantern. There was a man inside.
—¿Vive aquí uno a quien llaman el Tabuenca?—preguntó Roberto. "Does anybody live here by the name of Tabuenca?" asked Roberto.
—Sí. ¿Qué hay?—dijo el hombre. "Yes. What is it?" asked the man.
—Pues que quisiera hablarle. "I′d like to have a talk with him."
—Puede usté hablar, porque el Tabuenca soy yo. "Well, talk away, then, for I′m Tabuenca."
Al volverse éste, la luz del farol de petróleo, colgado en la pared, le dió en la cara, y Roberto y Manuel le miraron con extrañeza. Era un tipo apergaminado, amarillento; tenía una nariz absurda, una nariz arrancada de cuajo y substituída por una bolita de carne. Parecía que miraba al mismo tiempo con los ojos y con los dos agujeros de la nariz. Estaba afeitado, vestido decentemente y con una boina de visera verde. As the speaker turned, the light of the oil lantern hanging upon the wall struck him full in the face; Roberto and Manuel stared at him in amazement. He was a yellow, shrivelled specimen; he had an absurd nose, as if it had been wrenched from its roots and replaced by a round little ball of meat. It seemed that he looked at the same time with his eyes and with the two little nasal orifices. He was clean-shaven, dressed pretty decently, and wore a round woollen cap with a green visor.
El hombre oyó con displicencia lo que le indicó Roberto; después encendió un cigarro y tiró lejos el fósforo. A causa, sin duda, de la exigÜidad de su órgano nasal, se veía en la necesidad de tapar con los dedos las ventanas de la nariz para poder fumar. He listened grumpily to what Roberto had to say; then he lighted a cigar and flung the match far away. Doubtless because of the exiguity of his organ, he found it necessary to stop the windows of his nose with his fingers in order to smoke.
Roberto creyó que el hombre no había entendido su pregunta, y la repitió dos veces. El Tabuenca no hizo caso; pero, de repente, presa de la mayor indignación, tiró el cigarro con furia y empezó a blasfemar con una voz gangosa, una voz de gaviota, y a decir que no comprendía por qué le molestaban con cosas que a él no le importaban nada. Roberto thought at first that the man had not understood his question, and he repeated it twice. Tabuenca gave no heed; but all at once, seized with the utmost indignation, he snatched the cigar furiously from his mouth and began to blaspheme in a whining, gull-like voice, shrieking that he couldn′t make out why folks pestered him with matters that didn′t concern him a particle.
—No chille usted tanto—le dijo Roberto, molestado con aquella algarabía—; van a creer que hemos venido a asesinarle a usted, lo menos. "Don′t shout so," said Roberto, provoked by this rumpus. "They′ll imagine that we′ve come here to assassinate you, at the very least."
—Chillo, porque me da la gana. "I shout because I please to."
—Bueno, hombre, bueno; chille usted lo que quiera. "All right, man; shout away to your heart′s content."
—A mí no me dices tú eso, porque te ando en la cara—gritó el Tabuenca. "Don′t you talk to me like that or I′ll push in your face," yelled Tabuenca.
—¿Usted a mí?—replicó riéndose Roberto—; y añadió dirigiéndose a Manuel—: Me hacen la santísima los hombres sin nariz, y a este tío chato le voy a dar un disgusto. "You′ll push in my face?" retorted Roberto, laughing; then, turning to Manuel, he added, "These noseless fellows get on my nerves and I′m going to let this flat-nose have it."
Se retiró el Tabuenca, decidido, y salió al poco rato con un bastón de estoque, que desenvainó; Roberto buscó por todas partes algo para defenderse, y encontró una vara de un carretero; el Tabuenca tiró una estocada a Roberto, y éste la paró con la vara; volvió a tirarle otra estocada, y Roberto, al pararla, rompió el farol del portal y quedaron a obscuras. Roberto comenzó a hacer molinetes con su vara, y debió de dar una vez a el Tabuenca en algún sitio delicado, porque el hombre empezó a gritar horriblemente: Tabuenca, his mind made up, withdrew and returned in a short while with a rapier-cane, which he unsheathed; Roberto looked in every direction for something with which he might defend himself, and found a carter′s stick; Tabuenca aimed a thrust at Roberto, who parried it with the stick; then another thrust, and Roberto, as again he parried it, smashed the lantern at the entrance, leaving the scene in darkness. Roberto began to strike out right and left and he must have landed once upon some delicate part of Tabuenca′s anatomy, for the man began to shout in horrible tones:
—¡Asesinos! ¡Asesinos! "Assassins! Murder!"
En esto se presentaron unas cuantas personas en el zaguán, y entre ellas un arriero gordo, con un candil en la mano. At this, several persons came running into the zaguán, among them a stout mule-driver with an oil-lamp in his hand.
—¿Qué pasa?—preguntó. "What′s the trouble?" he asked.
—Estos asesinos, que me quieren matar—gritó el Tabuenca. "These murderers are after my life," bellowed Tabuenca.
—No hay nada de eso—repuso Roberto con voz tranquila—, sino que hemos venido a preguntarle una cosa a este tío, y, sin saber por qué, ha empezado a gritar y a insultarme. "Not a bit of it," replied Roberto in a calm voice. "The fact is, we came here to ask this fellow a civil question, and without any reason at all he began to yell and insult me."
—Y te andaré en la cara—interrumpió el Tabuenca. "I′ll smash your face for you!" interjected Tabuenca.
—Pues venga usted de una vez; no se quede con las ganas—replicó Roberto. "Well suppose you try it, and don′t stand there talking all day about it!" Roberto taunted,
—¡Granuja! ¡Cobarde! "Rascal! Coward!"
—Usted sí que es cobarde. Tiene usted tan pocos riñones como poca nariz. "It′s you who are the coward. You′ve got as little guts as you have nose."
El Tabuenca engarzó una porción de insultos y blasfemias, y, volviendo la espalda, se fué. Tabuenca spat out a series of insults and blasphemies, and turning around, left the place.
—¿Y a mí quién me paga el farol?—preguntó el arriero. "And who′s going to pay me for this broken lantern?" asked the mule-driver.
—¿Cuánto vale?—dijo Roberto. "How much is it worth?" asked Roberto.
—Tres pesetas. "Three pesetas."
—Ahí van. "Here they are."
Ese Tabuenca es un boceras—dijo el arriero del candil, al recibir el dinero—. ¿Y qué es lo que querían ustedes? "That Tabuenca is a loud-mouthed imbecile," said the mule-driver as he took the money. "And what was it you gentlemen wished?"
—Preguntarle por una mujer que vivió aquí hace años y que era volatinera. "I wanted to ask about a woman that lived here some years ago; she was an acrobat."
—Eso, don Alonso, el Titiri, quizá lo sepa. Si quieren, díganme ustedes adónde van, y yo le encargaré al Titiri que les busque. "Perhaps Don Alonso, Titiri, would know. If you′ll be so kind, tell me where you′re going, and I′ll have Titiri look you up."
—Bueno; pues dígale usted que le esperamos en el café de San Millán, a las nueve—dijo Roberto. "All right. You tell him that we′ll be waiting for him at the San Millán café at nine o′clock," said Roberto.
—¿Y cómo le vamos a conocer a ese hombre?—preguntó Manuel. "And how are we going to recognize this fellow?" asked Manuel.
—Es verdad—dijo Roberto—; ¿cómo le vamos a conocer? "That′s so," said Roberto. "How are we going to know him?"
—Muy fácilmente. Él suele andar, de noche, por los cafés con un aparato de esos para oír canciones. "Easy. He goes around nights through the cafés with one of those apparatuses that sings songs."
—¿Un fonógrafo? "You mean a phonograph?"
—Eso es. "That′s it."
En esto apareció en el portal una vieja, que vino gritando: At this juncture an old woman appeared in the entrance, shouting:
—¿Quién ha sido el hijo de la grandísima perra que ha roto el farol? "Who was the dirty son of a bitch that broke the lantern?"
—Calla, calla—le contestó el arriero—, que está todo arreglado. "Shut up, shut up," answered the mule-driver. "It′s all paid for."
—¡Hala, vamos!—dijo Manuel a Roberto. "Come along!" said Manuel to Roberto.
Los dos salieron de la posada y echaron a andar de prisa. Entraron en el café de San Millán. Roberto pidió de cenar. Manuel conocía al Tabuenca de verle por las rondas, y explicó a Roberto la clase de tipo que era mientras cenaban. They left the inn and strode off at a fast clip. They entered the San Millán café. Roberto ordered supper. Manuel knew Tabuenca from having seen him in the street, and as they ate he explained to Roberto just what sort of fellow he was.
El Tabuenca vivía de una porción de artificios construídos por él. Cuando notaba que el público se cansaba de una cosa, sacaba otra al mercado, y así iba tirando. Uno de estos artificios era una rueda de barquillero, que daba vueltas por un círculo de clavos, entre los cuales había escritos números y pintados colores. Esta rueda la llevaba su dueño en una caja de cartón, que tenía dos tapas, divididas en cuadritos con números y colores, donde se apuntaba, y que correspondían a los números puestos alrededor de los clavos. Solía llevar el Tabuenca en una mano la caja cerrada y en la otra una mesita de tijera. Colocaba sus trastos en el rincón de una calle, hacía girar la rueda y, con una voz gangosa, murmuraba: Tabuenca made his living through a number of inventions that he himself constructed. When he saw that the public was tiring of one thing, he would put another on the market, and so he managed to get along. One of these contraptions was a wafer-mold wheel that revolved around a circle of nails among which numbers were inscribed and colours painted. This wheel the owner carried about in a pasteboard box with two covers, which were divided into tiny squares with numbers and colours corresponding to those placed around the nails, and here the bets were laid. Tabuenca would carry the closed box in one hand and a field table in the other. He would set up his outfit at some street corner, give the wheel a turn and begin to mutter in his whining voice;
—¡Ande la reolina! Hagan juego, señores... Hagan juego. Número o color... número o color... hagan juego. "′Round goes the wheel. Place your bets, gentlemen…. Place your bets. Number or colour … number or colour…. Place your bets."
Cuando había ya bastantes puestas, lo que era frecuente, daba el Tabuenca a la rueda del barquillero, diciendo al mismo tiempo su frase: «¡Ande la reolina!» Saltaba la ballena en los clavos, y antes que se detuviera, ya sabía el hombre el número y el color que ganaban, y decía: «El siete encarnado», o «el cinco azul», y siempre acertaba... When enough bets were placed,—and this happened fairly often,—Tabuenca would set the wheel spinning, at the same time repeating his slogan: "′Round goes the wheel!" The marble would bounce amidst the nails and even before it came to a stop the operator knew the winning number and colour, crying: "Red seven…." or "the blue five," and always he guessed right.
Mientras Manuel hablaba, Roberto parecía pensativo. As Manuel spoke on, Roberto became pensive.
—¿Ves?—dijo de pronto—estas dilaciones son las que aburren; se tiene un caudal de voluntad en billetes, en onzas, en grandes unidades, y se necesita la energía en céntimos, en perros chicos. Lo mismo sucede con la inteligencia; por eso fracasan muchos ambiciosos, inteligentes y enérgicos. Les falta las fracciones, les falta también, en general, el talento para disimular sus fuerzas. Poder ser estúpido en algunas ocasiones, sería más útil probablemente que poder ser discreto en otras tantas. "Do you see?" he said, all at once, "these delays are what provoke a fellow. You have a capital of will in bank-notes, gold-pieces, in large denominations, and you need energy in céntimos, in small change. It′s the same with the intelligence; that′s why so many intelligent and energetic men of ambition do not succeed. They lack fractions, and in general they also lack the talent to conceal their efforts. To be able to be stupid on some occasions would probably be more useful than the ability to be discreet on just as many other occasions."
Manuel, que no comprendía el motivo de aquel chaparrón de frases, se quedó mirando atónito a Roberto, quien volvió a sumirse en sus cavilaciones. Manuel, who did not understand the reason for this shower of words, stared open-mouthed at Roberto, who sank again into his meditations.
Permanecieron los dos silenciosos largo tiempo, cuando entró en el café un hombre alto, flaco, de pelo entrecano y bigote gris. For a long time both remained silent, when there came into the café a tall, thin man with greyish hair and grey moustache.
—¿Será este el Titiri, ese don Alonso?—preguntó Roberto. "Can that be Titiri, Don Alonso?" asked Roberto.
—Quizá. "Maybe."
El hombre flaco pasó por delante de todas las mesas, mostrando una cajita, y diciendo: «Novedé, novedé». The gaunt fellow went from table to table, exhibiting a box and announcing: "Here′s a novelty. Here′s somethin′ new."
Iba a salir cuando le llamó Roberto. He was about to leave when Roberto called him.
—¿Usted vive en el mesón del Cuco?—le preguntó. "Do you live at Cuco′s hostelry?" he asked.
—Sí, señor. "Yes, sir."
—¿Es usted don Alonso? "Are you Don Alonso?"
—Para servirle. "At your service."
—Pues le estábamos esperando. Siéntese usted; tomará usted café con nosotros. "Well, we′ve been waiting for you. Take a seat; you′ll have coffee with us."
El hombre se sentó. Tenía un aspecto cómico, mezcla de humildad, de fanfarronería y de jactancia triste. Miró el plato que acababa de dejar Roberto, en donde quedaba todavía un trozo de carne asada. The man took a seat. His appearance was decidedly comical,—a blend of humility, bragodoccio and sad arrogance. He gazed at the place that Roberto had just abandoned, in which remained a scrap of roast meat.
—Perdón—le dijo a Roberto—. ¿Usted no piensa concluir este trozo? ¿No? Entonces... con su permiso—y cogió el plato, el tenedor y el cuchillo. "Pardon me," he said to Roberto. "You′re not intending to finish that scrap? No? Then…. with your permission—" and he took the plate, the knife and the fork.
—Le traerán a usted otro bisteck—dijo Roberto. "I′ll order another beefsteak for you," said Roberto.
—No, no. Si es un capricho; me ha parecido que esta carne debía estar buena. ¿Me quieres dar un pedazo de pan?—añadió, dirigiéndose a Manuel—.Gracias, joven, muchas gracias. "No, no. It′s one of my whims. I imagine that this meat must be good. Would you kindly let me have a slice of bread?" he added, turning to Manuel. "Thanks, young man. Many thanks."
Tragó el hombre la carne y el pan en un momento. The man bolted the meat and bread in a trice.
—¿Qué? ¿Queda un poco de vino?—preguntó, sonriendo. "What? Is there a little wine left?" he asked, smiling.
—Sí—contestó Manuel, vaciando la botella en la copa. "Yes," replied Manuel, emptying the bottle into the man′s glass.
Ol rait—dijo el hombre al bebería—. ¡Señores! A su disposición. Creo que querían preguntarme algo. "All right," answered the man in ill-pronounced English as he gulped it down. "Gentlemen! At your service. I believe you wished to ask me something."
—Sí. "Yes."
—Pues a su disposición. Me llamo Alonso de Guzmán Calderón y Téllez. Aquí donde me ven ustedes, he sido director de un circo en América, he viajado por todas las tierras y todos los mares del mundo; ahora estoy sufriendo un temporal deshecho; por las noches ando de café en café con este fonógrafo, y por la mañana llevo un juego de esos de martingala, que consiste en una torre Infiel con un espiral. Por debajo de la torre hay un cañón con resorte que lanza una bola de hueso por la espiral arriba, y cae luego en un tablero lleno de agujeros y de colores. Esa es mi vida. ¡Yo! ¡El director de un circo ecuestre! He venido a parar en esto, en ayudante del Tabuenca. ¡Qué cosas se ven en el mundo! "At your service, then. My name is Alonso de Guzmán Calderón y Téllez. This same fellow that′s talking to you now has been director of a circus in America; I′ve travelled through all the countries and sailed over every sea in the world; at present I′m adrift in a violent tempest; at night I go from café to café with this phonograph, and the next morning I carry around one of these betting apparatuses that consists of an Infiel[1] Tower with a spiral. Underneath the tower there′s a space with a spring that shoots a little bone ball up the spiral, and then the bone falls upon a board perforated with holes and painted in different colours. That is my livelihood. I! Director of an equestrian circus! This is what I′ve descended to; an assistant to Tabuenca. What things come to pass in this world!"
—Quería yo preguntarle—interrumpió Roberto—si por haber vivido en el mesón del Cuco conocía usted a una tal Rosita Buenavida, volatinera. "I should like to ask you," interrupted Roberto, "if during your residence in Cuco′s hostelry you ever made the acquaintance of a certain Rosita Buenavida, a circus acrobat."
—¡Rosita Buenavida! ¿Dice usted que esa mujer se llamaba Rosita Buenavida?... No, no recuerdo... Tuve en mi compañía una Rosita, pero no se llamaba Buenavida; mejor se hubiera llamado Mala vida y costumbres. "Rosita Buenavida! You say that her name was Rosita Buenavida?… No, I don′t recall…. I did have a Rosita in my company; but her name wasn′t Buenavida (i. e., Goodlife); she′d have been better named Evil-life and evil habits, too."
—Quizá varió de apellido—dijo Roberto impacientado—. ¿Qué edad tenía la Rosita que conoció usted? "Perhaps she changed her name," said Roberto impatiently. "What age was the Rosita that you knew?"
—Pues le diré a usted; yo fuí a París el sesenta y ocho, contratado al circo de la Emperatriz. Yo era entonces contorsionista, y en los carteles me llamaban el Hombre-Boa; luego me hice malabarista, y adopté el nombre de don Alonso. Alonso es mi nombre. A los cuatro meses, Pérez y yo, Pérez ha sido el gimnasta más grande del mundo, fuimos a América, y dos o tres años después conocía a Rosita, que entonces tendría veinticinco o treinta. "Well, I′ll tell you; I was in Paris in ′68; had a contract with the Empress Circus. At that time I was a contortionist and they called me the Snake-Man; then I became an equilibrist and adopted the name of Don Alonso. Alonso is my name. After four months of that Pérez and I—Pérez was the greatest gymnast in the world—went to America, and two or three years later we met Rosita, who must have been about twenty-five or thirty at that time."
—De manera que la Rosita que usted dice tendría ahora sesenta y tantos—dijo Roberto—; la que yo busco tendrá a lo más treinta. "So that the Rosita you′re talking about should be sixty-odd years old today," computed Roberto. "The one I′m looking for can′t be more than thirty at most."
—Entonces no es ella. ¡Caramba, cuánto lo siento!—murmuró don Alonso, agarrando el vaso de café con leche y llevándoselo a los labios, como si tuviera miedo de que se lo fuesen a quitar—. ¡Y qué bonita era aquella chiquilla! Tenía unos ojos verdes como los de un gato. Una monada, una verdadera monada. "Then she′s not the one. Caramba, how sorry I am!" murmured Don Alonso, seizing the glass of coffee and milk and raising it to his lips as if he feared it were going to be wrested from him. "And what a sweet little girl she was! She had eyes as green as a cat′s. Oh, she was a pretty chit, a peach."
Roberto había quedado pensativo; don Alonso prosiguió hablando, dirigiéndose a Manuel: Roberto had sunk into meditation; Don Alonso continued his chatter, turning to Manuel:
—No hay vida como la del artista de circo—exclamó—. No sé la profesión de ustedes, y no quiero rebajarla; pero donde esté el arte... ¡Aquel París, aquel circo de la Emperatriz, no los olvidaré nunca! Verdad es que Pérez y yo tuvimos suerte: hicimos furor allá, y no digo nada lo que eso supone. ¡Oh! Era una cosa... Una noche, después de trabajar, se encontraba uno con un recado: «Se le espera en el café tal». Iba uno allá y se encontraba uno con una mujer de la jai laif, una mujer caprichosa, que convidaba a cenar... y a todo lo demás. Pero vinieron otros gimnastas al circo de la Emperatriz; nosotros dejamos de ser novedad, y el empresario, un yanqui que tenía una porción de compañías, nos dijo a Pérez y a mí si queríamos ir a Cuba. Alante—dije yo—, Ol rait. "There′s no life like a circus artist′s," he exclaimed. "I don′t know what your profession is, and I don′t want to disparage it; but if you′re looking for art…. Ah, Paris, the Empress Circus,—I′ll never forget them! Of course, Pérez and I had luck; we created a furore there, and I needn′t mention what that means. Oh, that was the life…. Nights, after our performance, we′d get a note: ′Will be waiting for you at such and such a café.′ We′d go there and find one of your high-life women, a whimsical creature who′d invite a fellow to supper… and to all the rest. But other gymnasts came to the Empress Circus; the novelty of our act wore off, and the impresario, a Yankee who owned several companies, asked Pérez and me if we wanted to go to Cuba. ′Right ahead,′ said I. ′All right.′"
—¿Ha estado usted en Cuba?—preguntó Roberto, saliendo de su abstracción. "Have you been in Cuba?" asked Roberto, roused from his abstraction.
—¡He estado en tantos sitios!—contestó, con aire de superioridad, el antiguo Hombre-Boa—. Nos embarcamos en el Abre—siguió diciendo don Alonso—en un barco que se llamaba la Navarr, y estuvimos en La Habana durante unos ocho meses; trabajando allí, nos salió un negocio de una lotería, y Pérez y yo ganamos veinte mil pesos oro. "I′ve been in so many places!" replied the Snake-Man. "We embarked at Havre," continued Don Alonso, "on a vessel called the Navarre, and we were in Havana for about eight months; while we were performing there we struck it big, Pérez and I, and won twenty thousand gold pesos in the lottery."
—¡Veinte mil duros!—dijo Manuel. "Twenty thousand duros!" exclaimed Manuel.
—¡Cabalito! A la semana siguiente ya los habíamos perdido, y nos encontrábamos Pérez y yo sin un centavo. Pasábamos unos días alimentándonos de guayaba y de ñame, hasta que encontramos en el muelle de La Habana unos gimnastas que estaban más arruinados que el verbo y nos reunimos a ellos. Era gente que no trabajaba mal; había acróbatas, clauns, pantomimistas, barristas y una equiyer francesa; formamos una compañía e hicimos una turné por los pueblos de la isla; pero una turné morrocotuda. ¡Cómo nos obsequiaban en aquella tierra! «Pase, mi amigo, y tomará una copa». «Muchísimas gracias». «No me desaire el señó; vamo a tomá una copa en eta cantina, ¿no?...» Y la bebida andaba que era un gusto. Como yo era el único de la cuadrilla que sabía hacer cuentas, he tenido educación—añadió don Alonso—, mi padre fué militar, me nombré director. En uno de los pueblos reforcé la compañía con una bailarina y un Hércules. La bailarina se llamaba Rosita Montañés; de ésta me he acordado cuando me hablaban ustedes de esa Rosita que buscan. La Montañés era española y estaba casada con el Hércules, un italiano, Napoleó Pitti, de nombre. El matrimonio llevaba como secretario a un galleguito muy inteligente, pero detestable como artista, y la Rosita y él se la pegaban al Hércules. No era esto difícil, porque Napoleó era uno de los hombres más brutos que he conocido; como fuerte no había otro: tenía una espalda como una pared maestra; las orejas aplastadas por los puñetazos del boxeo; era un barbarote, y es lo que se dice: «al hombre por la palabra y al buey por el asta»; y el galleguito le llevaba al Hércules por el asta. El condenado marusiño me engañó a mí también, aunque no como al Hércules, pues siempre he sido soltero, gracias a Dios, parte por aprensión y parte por cálculo; y mujeres no me han faltado—dijo don Alonso, con jactancia. "Right-o! The next week we had lost it all, and Pérez and I were left without a centavo. A few days we lived on guava-fruit and yam, until we fell in with some gymnasts on the Havana wharf who were down on their uppers. We joined them. They weren′t at all bad performers; among them were acrobats, clowns, pantominists, bar artists, and a French ecuyére; we formed a company and made a tour through the island towns; and some magnificent tour that was. How they did welcome us and treat us in that country! ′Come right in, friend, and have a glass.′ ′Many thanks.′ ′The gentleman mustn′t displease me; let′s have a drink in that cantine, eh? …′ And the drink flowed to your heart′s content. As I was the only one in the troupe that knew how to figure—for I′ve had an education," interposed Don Alonso, "and my father was a soldier—they named me director. In one of the towns I reinforced the company with a ballerina and a strong man. The dancer′s name was Rosita Montañés; she′s the one I thought of when you mentioned the Rosita you were looking for. This Montañés was Spanish and had married the strong man, an Italian whose real name was Napoleon Pitti. The couple had with them as secretary a Galician,—very intelligent chap, but as an artist, detestable. And between Rosita and him they deceived Hercules. This wasn′t very hard, for Napoleon was one of the ugliest men I′ve ever laid eyes on. As for strength, there was never his match; he had a back as solid as a front wall; his ears were flattened from blows got in prize-fighting; he was a barbarian for fair, and you know what they say: ′Tell a man by his talk and a bullock by his horn.′ And believe me, this little Galician chap led Hercules by the horn, all right. The cursed smarty fooled me, too, though not as he did Hercules, for I′ve always been a bachelor, thank the Lord, partly through fear and partly through design. Nor have I ever lacked women," added Don Alonso, boastfully.
¿En qué iba? ¡Ah, sí! Yo no sabía el inglés; la condenada lengua esa, aunque no es muy difícil, no me entraba; tenía necesidad de un intérprete, y nombré al gallego secretario de la compañía y taquillero. Así, juntos, estuvimos cerca de un año, y al cabo de este tiempo llegamos a una isla inglesa que está cerca de la Jamaica. El gobernador de la isla, un inglés más barbián que el mundo, con unas patillas que parecían de fuego, me llamó al desembarcar; y como no había sitio para que trabajáramos nosotros, habilitó la escuela municipal, que era un palacio, y mandó tirar todos los tabiques y hacer la pista y las gradas. En el pueblo sólo los negros iban a aquella escuela; y estas criaturas, ¿para qué quieren saber leer y escribir? "What was I saying, now? Oh, yes. I didn′t know any English; the damned lingo isn′t very hard, but I simply couldn′t get it into my head. So I needed an interpreter, and I appointed the Galician as secretary of the company and ticket-seller. We had been together for almost a year when we reached an English island near Jamaica. The governor of the island, the queerest Englishman there ever was, with a pair of side-whiskers that looked like flames leaping from his cheeks, summoned me as soon as we landed. As there was no site for our performances, he made alterations in the municipal school, which was a regular palace; he ordered all the partitions removed and the ring and tiers of seats installed. Only the negroes of the town went to that school, and what need had those creatures of learning to read and write?
Llevábamos allá un mes, y, a pesar de que no pagábamos el local, de que solía estar lleno todas las tardes, y de que no teníamos apenas gastos, no ganábamos. ¿En qué consistirá?—me decía yo continuamente—. Un misterio. "We stayed there a month, and despite the fact that we had rent free and that we played to full houses every afternoon, and that we had practically no expenses, we didn′t make any profit. ′How can it be?′ I kept asking myself.—A mystery."
—¿Y en qué consistía?—preguntó Manuel. "And what was the reason?" asked Manuel.
—Ahora voy. Antes hay que explicar que el gobernador de las patillas rojas se enamoró de la Rosita, y, sin andarse por las ramas, se la llevó a su palacio. El pobre Hércules mugía, rompía los platos con los dedos y desahogaba su dolor y su rabia haciendo barbaridades. "I′m coming to that. First I must explain that the governor with the flaming side-whiskers had fallen in love with Rosita, and without beating around the bush he had taken her off to his palace. Poor Hercules roared and crushed the dishes with his fingers, drowning his grief and his rage by committing all sorts of barbarities.
El gobernador, muy campechano, nos invitaba al galleguito y a mí a su palacio, y allí, en un jardín que tenía con cedros y palmeras, solíamos preparar el programa de las funciones y nos entreteníamos en tirar al blanco, mientras fumábamos unos tabacos admirables y bebíamos copas de ron. Hacíamos la corte a Rosita, y ella se reía como una loca, y bailaba el tango, la cachucha y el vito, y le faltaba al inglés una barbaridad de veces; un día me dijo el gobernador, que me trataba como a un amigo: «Ese secretario de usted le roba.» «Creo que sí», le contesté. «Esta noche tendrá usted la prueba». "The governor, a generous sort, invited the Galician and me to his residence, and there, in a garden of cedars and palms, we would draw up the program of the performances, and amuse ourselves at target-practice while we smoked the finest tobacco and drank glass after glass of rum. We paid court to Rosita and she′d laugh like a madwoman, and dance the tango, the cachucha and the vito, and she′d fail the Englishman an awful number of times. One day the governor, who treated me as a friend, said to me: ′That secretary of yours is robbing you.′ ′I think he is,′ I answered. ′Tonight you′ll have the proof.′
Concluímos la función; me fuí a casa, cené e iba a acostarme, cuando viene un negrito y me dice que le siga; bueno: lo hago; salimos los dos: nos acercamos al circo, y en una cantina próxima veo al gobernador y al jefe de policía del pueblo. Hacía una noche de luna muy hermosa; en la cantina no había luz; esperamos, y esperamos, y de pronto aparece un bulto, y se cuela por una ventana del circo. «For uer»—murmuró el gobernador—. Esto quiere decir: ¡Alante!—añadió don Alonso. "We finished the performance; I went off home, had supper and was about to go to bed when a little negro servant comes in and tells me to follow him; all right; I follow; we both leave; we draw near the circus house, and in a nearby saloon I see the governor and the town chief of police. It was a very beautiful moonlit night, and there was no light in the saloon; we wait and wait, and soon a figure appears, and steals in through a window of the schoolhouse. ′Forwer′ whispered the governor. That means Forward," interpreted Don Alonso.
Nos acercamos los tres, y por la misma ventana pasamos sin hacer ruido; llegamos, de puntillas, al portal de la antigua escuela, que hacía de vestíbulo del circo, y que era donde estaba la taquilla, y vemos al secretario con una linterna en la mano, registrando la caja. «—¡Alto a la autoridad!»—gritó el gobernador—, y, con el revólver que llevaba en la mano, disparó un tiro al aire. El secretario quedó paralizado mirándonos; el gobernador entonces le apuntó con el arma al pecho y volvió a disparar a boca de jarro; el hombre vaciló, dió una vuelta en el aire y cayó muerto. "The three of us followed and entered noiselessly through the same window; on tiptoe we reached the entrance to the former school, which served as the circus vestibule and contained the ticket-office. We see the secretary with a lantern in his hand going through the money-box. ′Surrender in the name of the authorities!′ shouted the governor, and with the revolver that he held in his hand he fired a shot into the air. The secretary was paralyzed at the sight of us; then the governor aimed the gun at the fellow′s chest and fired again point blank; and the man wavered, turned convulsively in the air and fell dead.
El gobernador estaba celoso, y la verdad es que la Rosita le quería al secretario. Yo no he visto en mi vida un dolor tan grande como el de aquella mujer cuando encontró a su amante muerto. Lloraba y se arrastraba dando unos lamentos que partían el alma. Napoleó lloró también. "The governor was jealous and the truth is that Rosita was in love with the secretary. I never in my life saw grief as great as that woman′s when she found her lover dead. She wept and dragged along after him, uttering wails that simply tore your soul in two. Napoleon, too, wept.
Enterramos al secretario, y a los cuatro o cinco días del entierro nos comunicó el jefe de policía de la isla que la escuela no podía estar más tiempo haciendo de circo, y que nos fuéramos. Obedecimos la orden, porque no había más remedio, y durante un par de años estuvimos andando por pueblos del centro de América del Yucatán y de Méjico, hasta que en Tampico se deshizo la compañía. Como allá no había medio de trabajar, Pérez y yo nos embarcamos para Nueva Orleáns. "We buried the secretary and four or five days later the chief of police of the island informed us that the school could no longer serve as a circus and that we′d have to clear out. We obeyed the order, for there was no way out of it, and for another couple of years we wandered from town to town through Central America, Yucatan, Mexico, until we struck Tampico, where the company disbanded. As there was no outlook for us there, Pérez and I took a vessel for New Orleans."
—Hermoso pueblo, ¿eh?—dijo Roberto. "Beautiful town, eh?" said Roberto.
—Hermoso ¿Ha estado usted allí? "Beautiful. Have you been there?"
—Sí. "Yes."
—Hombre, ¡cuánto me alegro! "Man, how happy I am to hear it!"
—Qué río, ¿eh? "What a river, eh?"
—¡Un mar! Pues voy a mi historia. La primera vez que trabajamos en la ciudad, señores, ¡qué éxito! El circo era más alto que una iglesia; yo le dije al carpintero: «—Pon el trapecio nuestro lo más alto posible»; y después de hacer esta recomendación me fuí a comer. "An ocean! Well, to continue my story. The first time we performed in that city, gentlemen, what a success! The circus was higher than a church; I said to the carpenter; ′Place our trapeze as high as possible,′ and after giving him these orders I went off for a bite.
En nuestra ausencia llegó al circo el empresario y preguntó: «—¿Es que los gimnastas españoles quieren trabajar a esa altura?» «—Eso han dicho»—le contestó el carpintero. «—Que les avisen que no quiero ser responsable de una barbaridad semejante». "During our absence the impresario happened along and asked: ′Are those Spanish gymnasts going to perform at such a height?′ ′That′s what they said,′ answered the carpenter. ′Let them know, then, that I don′t want to be responsible for such barbarity.′
Estábamos Pérez y yo en el hotel, y nos dan el recado de que fuéramos en seguida al circo. «—¿Qué pasará?»—me preguntó mi compañero. «—Ya verás—le dije yo—cómo nos van a exigir que bajemos el trapecio». "Pérez and I were in the hotel, when we received a message calling us to the circus at once." "′What can it be?′ my companion asked me. ′You′ll see,′ I told him. ′They′re going to demand that we lower the trapeze.
Efectivamente; vamos Pérez y yo al circo, y le vemos al empresario. Era eso lo que quería. «—Nada—le dije—aunque venga el mismísimo presidente de la República de los Estados Unidos con su señora madre, no bajo el trapecio ni una pulgada». «—Pues se le obligará a usted». «—Lo veremos.» Llamó el empresario a uno de policía; le enseñé yo a éste el contrato, y me dió la razón: me dijo que mi compañero y yo teníamos el perfecto derecho de rompernos la cabeza... "And so it was. Pérez and I go to the circus and we see the impresario. That was what he requested. "Nothing doing,′ I told him. ′Not even if the President of the Republic of the United States himself comes here, together with his esteemed mother. I won′t lower the trapeze an inch.′ ′Then you′ll be compelled to.′ ′We′ll see.′ The impresario summoned a policeman; I showed the fellow my contract, and he sided with me; he told me that my companion and I had a perfect right to break our necks…."
—¡Qué país!—murmuró irónicamente Roberto. "What a country!" murmured Roberto, ironically.
—Tiene usted razón—dijo en serio don Alonso—. ¡Qué país! ¡Eso es adelanto! "You′re right," agreed Don Alonso in all seriousness. "What a country. That′s what you call progress!-
Por la noche, en el circo, antes de debutar, estábamos Pérez y yo oyendo los comentarios del público. «—Pero esos españoles, ¿van a trabajar a esa altura?»—se preguntaba la gente. «—Se van a matar». Nosotros tan tranquilos, sonriendo. "That night, in the circus, before we went on, Pérez and I listened to the comments of the public. ′What? Are these Spaniards going to perform at such an altitude?′ the people were asking each other. ′They′ll kill themselves.′ And we listened calmly, all the time smiling.
Ibamos a salir a la pista, cuando se nos acerca un señor de sotabarba marinera, sombrero de copa de alas planas y carrick, y gangueando mucho, nos dice que nos podía suceder una desgracia trabajando tan alto, y que, si queríamos, podíamos asegurar la vida, para lo cual no había mas que firmar unos papeles que llevaba en la mano. ¡Cristo! Me quedé muerto; sentí ganas de estrangular al tío aquel. "We were about to enter the ring, when along comes a fellow with sailor′s chinwhiskers wearing a flat-brimmed high hat and a carrick, and in a twanging voice he tells us that we′re in danger of having a terrible accident performing ′way up there, and that, if we wish, we can take out life insurance. All we′d have to do is to sign a few papers that he had in his hand. Lord! I nearly died. I felt like choking the fellow.
Temblando y haciendo de tripas corazón salimos Pérez y yo a la pista. Tuvimos que darnos colorete. Llevábamos un traje azul cuajado de estrellas plateadas; una alusión a la bandera del Unichs Steis; saludamos, y arriba por la cuerda. "Trembling and screwing up our courage, Pérez and I entered the ring. We had to put on a little rouge. We wore a blue costume decorated with silver stars,—a reference to the United States flag; we saluted and then, up the rope.
Al principio, yo creí que me caía; se me iba la cabeza, me zumbaban los oídos; pero con los primeros aplausos se me olvidó todo, y Pérez y yo hicimos los ejercicios más difíciles con una precisión admirable. El publicó aplaudía a rabiar. ¡Qué tiempos! "At first I thought that I was going to slip; my head was going ′round, my ears were humming; but with the first applause I forgot everything, and Pérez and I performed the most difficult feats with most admirable precision. The public applauded wildly. What days those were!"
Y el viejo gimnasta sonrió; luego hizo una mueca de amargura; se le humedecieron los ojos; parpadeó para absorber una lágrima, que escapó al fin y corrió por la mejilla terrosa. And the old gymnast smiled; then he made a bitter grimace; his eyes grew moist; he blinked so as to dry a tear that at last escaped and coursed down his earth-coloured cheek.
—Soy un tonto; no lo puedo remediar—murmuró don Alonso para explicar su debilidad. "I′m an old fool; but I can′t help it," Don Alonso murmured in explanation of his weakness.
—¿Y siguieron ustedes en Nueva Orleáns?—preguntó Roberto. "And did you stay in New Orleans?" asked Roberto.
—Allí—contestó don Alonso—nos contrató a Pérez y a mí una gran empresa de circos de Niu Yoc, que tenía veinte o treinta compañías andando por toda América. Ibamos en un tren especial todos los gimnastas, bailarinas, equiyeres, acróbatas, pantomimistas, clauns, contorsionistas, Hércules... La mayoría eran italianos y franceses. "Pérez and I signed a contract there," replied Don Alonso, "with a big circus syndicate of New York that had about twenty or thirty companies touring all America. All of us gymnasts, ballet-dancers, ecuyéres, acrobats, pantominists, clowns, contortionists, and strong men travelled in a special train…. The majority were Italians and Frenchmen."
—Habría mujeres guapas, ¿eh?—dijo Manuel. "Were there good-looking women, eh?" asked Manuel.
—¡Uf..., así...—contestó don Alonso uniendo sus dedos—. ¡Mujeres con unos músculos!... Era una vida como no hay otra—añadió volviendo a su tema melancólico—. Se tenía dinero, mujeres, trajes... y, sobre todo, la gloria, el aplauso... "Uf! … Like this …" replied Don Alonso, bringing his fingers all together. "Women with such muscles! … There was no other life anything like it," he added, reverting to his melancholy theme. "You had all the money and women and clothes you wanted…. And above all, glory, applause…."
Y el gimnasta quedó entusiasmado, mirando fijamente a un punto. And the gymnast went into a trance of enthusiasm, staring rigidly at a fixed point.
Roberto y Manuel le contemplaban con curiosidad. Roberto and Manuel gazed at him in curiosity.
—Y a la Rosita, ¿no la volvió usted a ver más?—preguntó Roberto. "And Rosita,—didn′t you ever see her again?" asked Roberto.
—No; me dijeron que se había divorciado de Napoleó para casarse de nuevo en Beustón con un millonario del Oeste. Las mujeres... ¿Quién se fía de ellas?... Pero, señores, son las once. Perdonen ustedes; me tengo que marchar. ¡Muchas gracias! ¡Muchísimas gracias!—murmuró don Alonso apretando con efusión la mano de Roberto y la de Manuel—. Ya nos veremos otra vez ¿verdad? "No. They told me that she had got a divorce from Napoleon so that she could marry again, in Boston, some millionaire from the West. Ah, women…. Who can trust them? … But gentlemen, it′s already eleven. Pardon me; I′ll have to be going. Thanks ever so much!" murmured Don Alonso, seizing Roberto and Manuel by the hands and pressing them effusively. "We′ll meet again, won′t we?"
—Sí; nos veremos—contestó Roberto. "Oh, yes, we′ll see each other," replied Roberto.
Don Alonso cogió su fonógrafo en la mano y pasó por entre las mesas repitiendo su frase: ¡Novedé! ¡Novedé! Luego, después de saludar nuevamente a Roberto y a Manuel, desapareció. Don Alonso picked up his phonograph and wound in and out among the tables, repeating his phrase: "Novelty! Something new!" Then, after having saluted Roberto and Manuel once more, he disappeared.
—Nada, no se averigua nada—murmuró Roberto—. Vaya, adiós; hasta otro día. "Nothing. I can′t discover a thing," grumbled Roberto. "Good-bye. See you again."
Manuel quedó solo, y pensando en las historias de don Alonso y en los misterios de Roberto, se fué al Corralón a acostarse. Manuel was left alone, and musing upon Don Alonso′s tales and upon the mystery surrounding Roberto, he returned to the Corralón and went to bed.




CAPÍTULO VII

La «Kermesse» de la calle de la pasión.—el «Lechuguino».—Un café cantante.

CHAPTER VII

The Kermesse on Pasión Street—"The Dude"—A Café Chantant.

LA kermesse de la calle de la Pasión fué esperada por Leandro con ansiedad. Otros años había acompañado a la Milagros a la verbena de San Antonio y a las del Prado; bailó con ella, la convidó a buñuelos, la regaló un tiesto de albahaca; aquel verano la familia del Corretor parecía tener empeño decidido de apartar a la Milagros de Leandro. Este se enteró de que su novia y su madre pensaban ir a la kermesse, y se agenció dos billetes, y anunció a Manuel que los dos se presentarían allá. Leandro eagerly awaited the kermesse that was to take place on Pasión street. In former years he had accompanied Milagros to the nocturnal fair of San Antonio and to those of the Prado; he had danced with her, treated her to buns, presented her with a pot of sweet basil; but this summer the proof-reader′s family seemed very much determined upon keeping Milagros away from Leandro. He had learned that his sweetheart and her mother were thinking of going to the kermesse, so he procured a pair of tickets and told Manuel that they two would attend.
Efectivamente: fueron una noche de agosto, que hacía un calor horrible; un vaho denso y turbio llenaba las calles de las cercanías del Rastro, adornadas e iluminadas con farolillos a la veneciana. So it happened. They went, on a terribly hot August night; a dense, turbid vapour filled all the streets in the vicinity of the Rastro, which were decorated and illuminated with Venetian lanterns.
Se celebraba la fiesta en un solar grande de la calle de la Pasión. Entraron Leandro y Manuel: la música del Hospicio tocaba una habanera. El solar, alumbrado con arcos voltaicos, estaba adornado con cintas, gasas y flores artificiales, que partían como radios de un poste del centro e iban hasta los extremos. Frente a la puerta de entrada había una caseta de tablas, recubierta con percalina roja y amarilla, y una porción de banderas españolas: era la tómbola. The festival was celebrated upon a large vacant lot on Pasión street. Leandro and Manuel entered as the band from the Orphan Asylum was playing a habanera. The lot, aglare with arc-lights, was bedecked with ribbons, gauze and artificial flowers that radiated from a pole in the centre to the boundaries of the enclosure. Before the entrance door there was a tiny wooden booth adorned with red and yellow percale and a number of Spanish flags; this was the raffle stand.
Leandro y Manuel se sentaron en un rincón y esperaron. El corrector y su familia llegaron pasadas las diez; la Milagros estaba muy bonita: vestía traje claro con dibujos azules, pañuelo de crespón negro y zapato blanco. Iba un poco escotada hasta el nacimiento del cuello, terso y redondo. Leandro and Manuel took a seat in a corner and waited. The proof-reader and his family did not arrive until after ten; Milagros looked very pretty that night; she had on a light costume with blue figuring, a kerchief of black crape and white slippers. She wore her gown somewhat decolleté, as far as the smooth, round beginnings of her throat.
En aquel momento la banda del Hospicio tocaba a trompetazos el scottish de Los Cocineros, y Leandro, emocionado, invitó a bailar a la Milagros. La muchacha hizo un gestillo de enfado. At this moment the band from the Orphan Asylum blared forth the schottisch called Los Cocineros (The Cooks). Leandro, stirred by the strains, invited Milagros out for a dance, but the maiden made a slight gesture of annoyance.
—A ver si me manchas el traje nuevo—murmuró, y se puso el pañuelo en la cintura. "You might soil my new costume," she murmured, and put her kerchief around her waist.
—Si bailas con otro también te manchará—contestó Leandro humildemente. "If you dance with another fellow he′ll soil it, too," replied Leandro in all humility.
La Milagros no hizo caso: bailaba cogiéndose la falda con una mano, contestando de una manera displicente y por monosílabos. Milagros did not heed his words; she danced with her skirt gathered in one hand, answering him in peevish monosyllables.
Concluyó el scottish, y Leandro invitó a la familia a ir al ambigú. A la derecha de la puerta había dos escalinatas adornadas, que conducían a otro solar a un nivel de seis o siete metros más alto del sitio donde se celebraba el baile. En una de las escaleras, llenas de banderas españolas, había un letrero, sostenido por un poste, donde ponía: «Subida al ambigú»; en la otra: «Bajada del ambigú». The schottisch over, Leandro invited the family to refreshments. To the right of the entrance there were two decorated staircases, which led to another lot about six or seven metres above the grounds where the dance was being held. On one of the stairways, which were both aglow with Spanish flags, was a signpost reading "Refreshments: Entrance" upon the other, "Refreshments: Exit."
Subieron todos la escalera. El ambigú era un sitio espacioso, con árboles, alumbrado por globos eléctricos, que colgaban de gruesos cables. Sentados a las mesas, una multitud abigarrada hablaba a gritos, palmoteaba y reía. They all went upstairs. The refreshment-parlour was a spacious place, with trees and illumination of electric globes that hung from thick cables. Seated at the tables was a motley crowd, speaking at the top of their voices, clapping their hands and laughing.
Tuvieron que esperar muchísimo tiempo para que un mozo trajese cerveza; la Milagros pidió un helado, y, como no había, no quiso tomar nada. Estuvo así, sin hablar, considerándose profundamente ofendida, hasta que se encontró con dos muchachas de su taller, se reunió con ellas y se le marchó el enfado al momento. Leandro, a la primera ocasión, abandonó al corrector, se reunió con Manuel y fué a buscar a su novia. En el solar próximo de la entrada, en el sitio del baile, paseaban, dando vueltas, las parejas en los momentos de descanso; las dos amigas de la Milagros y ésta, las tres agarradas del brazo, paseaban muy alegres, seguidas muy de cerca por tres hombres. Uno de ellos era un señorito achulapado, alto, de bigote rubio; el otro, un hombre bajito, de facha ordinaria, con el bigote pintado, la pechera y los dedos llenos de brillantes, y el tercero, un chulapón, con patillas de hacha, mezcla de gitano y tratante en ganados, con las trazas del más abyecto truhán. They had to wait a long while before a waiter brought them their beer; Milagros ordered an ice, and as there were none, she would have nothing. She sat there thus, without opening her mouth, considering herself grievously offended, until she met two girls from her shop and joined them, whereupon her displeasure vanished in a trice. Leandro, at the first opportunity, left the proof-reader and, rejoining Manuel, set off in quest of his sweetheart. In the lot next to the entrance, where the dancing was going on, couples resting between numbers strolled around in leisurely fashion. Milagros and her two friends, arms linked, came by in jovial mood, followed closely by three men. One of them was a rough-looking youth, tall, with fair moustache; the other a stupid fellow, of ordinary appearance, with dyed moustache, shirt-front and fingers sparkling with diamonds; the third was a knave with, cheek-whiskers, half gipsy and half cattle-dealer, with every ear mark of the most dangerous mountebank.
Leandro, al notar la maniobra de los tres compadres, se interpuso entre las muchachas y sus galanteadores, y, volviéndose hacia ellos con impertinencia, dijo: Leandro, noticing the manoeuvres of the masculine trio, thrust himself in between the maidens and their gallants, and turning to the men impertinently asked:
—¿Qué hay? "What′s up?"
Los tres se hicieron los distraídos y se rezagaron. The trio pretended not to understand and lagged behind.
—¿Quiénes son?—preguntó Manuel. "Who are they?" asked Manuel.
—Uno es el Lechuguino—dijo Leandro en voz alta para que le oyera su novia—, un tío que tiene lo menos cincuenta años y anda por ahí echándoselas de pollo; el bajito, del bigote pintado, es Pepe el Federal, y el otro, Eusebio el Carnicero, un hombre que es dueño de unas cuantas casas de compromiso. "One of them′s Lechuguino (the dude)," answered Leandro in a loud voice, so that his sweetheart should hear. "He′s at least fifty, and he comes around here trying to play the dashing young blade; that runt with the dyed moustache is Pepe el Federal (the Federalist), and the other is Eusebio el Carnicero (the Butcher), a fellow who owns quite a number of questionable horses."
El arranque fanfarrón de Leandro gustó a una de las muchachas, que se volvió a mirar al mozo y sonrió; pero a la Milagros no le hizo gracia ninguna, y, mirando hacia atrás, buscó repetidas veces con la mirada al grupo de los tres hombres. Leandro′s blustering outburst appealed to one of the maidens, who turned to look at the youth and smiled at him; but Milagros was not in the least affected, and looking back, she repeatedly sought the group of three men with her glance.
En esto apareció el que Leandro había designado con el mote de Lechuguino, acompañando al corrector y a su mujer. Las tres muchachas se acercaron a ellos, y el Lechuguino invitó a bailar a la Milagros. Leandro miró a su novia angustiosamente; ella, sin hacerle caso, se puso a bailar. Tocaban el paso doble de El tambor de granaderos. El Lechuguino era un bailarín consumado; llevaba a su pareja como una pluma y le hablaba tan de cerca, que parecía que le estaba besando. At this juncture there appeared the fellow whom Leandro had designated with the sobriquet of Lechuguino, in company of the proof-reader and his wife. The three girls approached them, and Lechuguino invited Milagros to dance. Leandro glanced in anguish at his sweetheart; she, however, whirled off heedlessly. The band was playing the _pas double _from the Drummer of the Grenadiers. Lechuguino was an expert dancer; he swept his partner along as if she were a feather and as he spoke, brought his lips so close to hers that it seemed as if he were kissing her.
Leandro no sabía qué cara poner, sufría horriblemente; no se decidía a marcharse. Concluyó aquel baile, y el Lechuguino acompañó a Milagros adonde estaba su madre. Leandro was at an utter loss and suffered agonies; he could not make up his mind to leave. The dance came to an end and Lechuguino accompanied Milagros to the place where her mother was sitting.
—¡Vámonos! ¡Vámonos!—dijo Leandro a Manuel—. Si no, voy a hacer un disparate. "Come. Let′s be going!" said Leandro to Manuel. "If we don′t, I′m sure to do something rash."
Salieron de allí escapados y entraron en un café cantante de la calle de la Encomienda. Estaba desierto. Dos chiquillas bailaron en un tablado: una vestida de maja, y otra de manolo. They escaped from the fair and entered a café chantant on Encomienda Street. It was deserted. Two girls were dancing on a platform; one dressed like a maja, the other, like a manólo.
Leandro, pensativo, no hablaba una palabra; Manuel sentía sueño. Leandro, absorbed in his thoughts, said nothing; Manuel was very sleepy.
—Vamos de aquí—murmuró Leandro, después de breve rato—. Esto está muy triste. "Let′s get out of here," muttered Leandro after a short while. "This is too gloomy."
Salieron a la plaza del Progreso; Leandro, siempre cabizbajo y pensativo; Manuel, muerto de sueño. They walked to the Plaza del Progreso, Leandro with head bowed, as pensive as ever, and Manuel so sleepy that he could hardly stand.
—En el café de la Marina—dijo Leandro—habrá holgorio. "Over at the Marina café," suggested Leandro, "there must be a high old time."
Más nos vale ir a casa—contestó Manuel. "It would be better to go home," answered Manuel.
Leandro, sin atenderle, bajó a la Puerta del Sol; entraron los dos muy silenciosos por la calle de la Montera y volvieron la esquina de la de Jardines. Era más de la una. Al paso las busconas, apostadas en los portales, con sus trajes claros, les detenían, y al ver el aspecto torvo de Leandro y la facha pobre de Manuel, les dejaban pasar, dándoles alguna broma por su seriedad. Leandro, without listening to his companion, walked to the Puerta del Sol, and the two very silently turned into Montera Street and around the corner of Jardines. It was past one. As the pair walked on, prostitutes in their gay attire accosted them from the doorways in which they lurked, but looking into Leandro′s grim countenance and Manuel′s poverty-stricken features the girls let them walk on, following them with a gibe at their seriousness.
A la mitad de la calle, estrecha y obscura, brillaba un farol rojo, que iluminaba la portada sórdida del café de la Marina. Midway up the narrow, gloomy street shone a red lamp, which illuminated the squalid front of the Marina café.
Empujó la puerta Leandro y pasaron adentro. Enfrente, el tablado con cuatro o cinco espejos, relucía lleno de luz; en el local, angosto, la fila de mesas arrinconadas a una y otra pared no dejaban en medio mas que un pasillo. Leandro shoved the door open and they went inside. At one end the platform, with four or five mirrors, glittered dazzlingly; the floor was so tightly jammed with rows of tables thrust against either wall that only a narrow passage was left in the middle.
Se sentaron Leandro y Manuel. Este apoyó la frente en la mano y quedó dormido; Leandro hizo una seña a dos cantaoras, vestidas con trajes vistosos, que hablaban con unas mujeres gordas, y las dos fueron a sentarse a la mesa. Leandro and Manuel found a seat. Manuel rested his forehead against his palm and was soon asleep; Leandro beckoned to one of the two singers, who were gaily dressed and were conversing with some fat women, and the two singers sat down at his table.
—¿Qué vais a tomar?—las preguntó Leandro. "What′ll you have?" asked Leandro.
—Yo alpiste—contestó una de ellas, que era delgadita, nerviosa, con los ojos pequeños y pintados. "Canary-seed for me," answered one of them,—a slender, nervous type with small eyes that were ringed with cosmetics.
—¿Tú cómo te llamas? "And what′s your name?"
—Yo, María la Chivato. "Mine? María la Chivato,"
—¿Y ésta? "And that girl′s?"
La Tarugo. "La Tarugo."
La Tarugo, que era una malagueña gorda y agitanada, se sentó al lado de Leandro, y se pusieron los dos a hablar bajo. Tarugo, who was a buxom, gipsy-like Malagueña, sat down beside Leandro, and they started a conversation in hushed tones.
Se acercó el mozo a la mesa. The waiter approached.
—Tráenos cuatro medias de aguardiente—dijo la Chivato—, porque éste beberá—añadió dirigiéndose a Manuel y agarrándole del brazo—. ¡Tú, chaval! "Let′s have four whiskies," ordered Chivato. "For this chap is going to drink, too," she added, turning to Manuel and seizing his arm. "Hey, you there, lad!"
—¡Eh!—exclamó el muchacho, despertándose, sin tener idea de dónde estaba—. ¿Qué quiere usted? "Eh!" exclaimed the boy, waking up without a notion of his whereabouts. "What do you want?"
La Chivato se echó a reír. Chivato burst into laughter.
—¡Despiértate, hombre, que se te va el tren! ¿Has venido en el mixto de esta tarde? "Wake up, man, you′ll lose your express! Did you come in this afternoon on the mixed train?"
—He venido en la...—y Manuel soltó un rosario de barbaridades. "I came on the …" and Manuel let loose a stream of obscenity.
Luego, de muy malhumor, se puso a mirar a todos lados, haciendo esfuerzos para no dormirse. Then, in very ugly humour, he began to stare in every direction, making all manner of efforts not to fall asleep.
En una mesa de al lado, un hombre con trazas de chalán discutía acerca del cante y del baile flamenco con un bizco de cara de asesino. At a table set aside a man who looked like a horse-dealer was discussing the flamenco song and dance with a cross-eyed fellow bearing every appearance of an assassin.
—Ya no hay artistas—decía el chalán—; antes venía uno aquí a ver al Pinto, al Canito, a los Feos, a las Macarronas... Ahora, ¿qué? Ahora, na; pollos en vinagre. "There′s no more artists," the horse-dealer was saying. "Once upon a time folks came here to see Pinto, Canito, the Feos, the Macarronas…. Now what? Now, nothing. Pullets in vinegar."
—Me parece—decía muy serio el bizco. "That′s what," agreed the cross-eyed assassin, very seriously.
—Ese es el tocaor—dijo, señalando a este último la Chivato. "That′s the musician," said Chivato, pointing to the latter.
No pararon mucho tiempo las dos cantaoras en la mesa de Leandro y Manuel. El bizco estaba ya en el tablado; empezó a puntear la guitarra, se sentaron seis mujeres en fila y comenzaron a palmotear rítmicamente; la Tarugo se levantó de su asiento y se arrancó a bailar de costado, luego zarandeó las caderas de una manera convulsiva; el cantaor comenzó a gargarizar suavemente; a intervalos callaba y no se oía entonces más que el castañeteo de los dedos de la Tarugo y los golpes de sus tacones, que llevaban el contrapunto. The two singers did not remain very long at the table with Leandro and Manuel. The cross-eyed fellow was already on the platform; he began to tune the guitar, and six women sat down around him in a row, beginning to clap hands in time to the music; Tarugo rose from her seat and started a side dance, and was soon wiggling her hips convulsively; the singer commenced to gargarize softly; at intervals he would be silent and then nothing would be heard save the snapping of Tarugo′s fingers and the clatter of her heels, which played the counterpoint.
Cuando concluyó la cantaora malagueña, se levantó un gitano de piel achocolatada, y bailó un tango, un danzón de negro; se retorcía, echaba el abdomen para adelante y los brazos atrás. Terminó con movimientos de caderas afeminados y un trenzado complicadísimo de brazos y de piernas. After the Malaga singer had finished, a gipsy youth with a chocolate complexion got up and executed a tango and a negro dance; he twisted himself in and out, thrust his abdomen forward and his arms back. He wound up with effeminate undulations of his hips and a most complicated intertwining of arms and legs.
—Eso es trabajar—dijo el chalán. "That′s what you call art!" commended! the horse-dealer.
—Mira, yo me voy—murmuró Manuel. "See here, I′m going," grumbled Manuel.
—Espera; vamos a tomar otra copa. "Wait a minute; we′ll have another drink."
—No; me marcho. "No. I′m going."
-Bueno; vámonos. ¡Es lástima! "All right; let′s come. Too bad!"
En aquel momento un cantaor gordo, con una cerviz poderosa, y el guitarrista bizco de cara de asesino, se adelantaron al público, y mientras el uno rasgueaba la guitarra, poniendo de repente la mano sobre las cuerdas para detener el sonido, el otro, con la cara inyectada, las venas del cuello tensas y los ojos fuera de las órbitas, lanzaba una queja gutural, sin duda muy dificultosa, porque le hacía enrojecer hasta la frente. At that moment a corpulent singer with a powerful neck, and the cross-eyed guitarist with the assassin′s face, came forward to the public, and while the one strummed the guitar, suddenly muting the strings by placing his hands over them, the other, his face flushed, the veins of his neck standing out tensely, and his eyes bulging from their sockets, poured forth a guttural wail that was doubtless of most difficult execution, for it reddened him to the very forehead.




CAPÍTULO VIII

Las vacilaciones de Leandro.—En la taberna de la «Blasa».—El de las tres cartas.—Lucha con el «Valencia».

CHAPTER VIII

Leandro′s Irresolution—In Blasa′s Tavern—The Man With The Three Cards—The Duel With Valencia.

ALGUNAS noches Manuel oía a Leandro en su cuarto que se revolvía en la cama y suspiraba con unos suspiros tan profundos como los mugidos de un toro. Some nights Manuel would hear Leandro tossing about in his bed and heaving sighs as deep as a bull′s roar.
—Las cosas le van mal—pensaba Manuel. "Things are going rotten with him," thought Manuel.
La ruptura entre la Milagros y Leandro era definitiva. El Lechuguino, en cambio, ganaba terreno: había conquistado a la madre de la muchacha, convidaba al corrector y esperaba y acompañaba a la Milagros. The break between Milagros and Leandro was definitive. Lechuguino, on the other hand, was gaining ground: he had won over the girl′s mother, would treat the proof-reader and wait for Milagros where she worked, accompanying her home.
Un día, al anochecer, los vió Manuel a los dos, calle de Embajadores abajo: él iba contoneándose, con la capa terciada; ella, arrebujada en el mantón; el la hablaba y ella se reía. One day, toward dusk, Manuel saw the pair near the foot of Embajadores Street; Lechuguino minced along with his cloak thrown back across his shoulder; she was huddled in her mantle; he was talking to her and she was laughing.
—¿Qué va a hacer Leandro cuando lo sepa?—preguntó Manuel—. No, pues yo no se lo digo; ya se encargará alguna bruja de la vecindad de darle la noticia. "What′s Leandro going to do when he finds out?" Manuel asked himself. "No, I′m not going to tell him. Some witch of the neighbourhood will see to it that he learns soon enough."
Efectivamente, así pasó; y antes de un mes nadie ignoraba en la casa que la Milagros era la novia del Lechuguino; que éste había abandonado la vida de juerga y de garito, y pensaba seguir con el negocio de su padre: la venta de materiales para construcciones, y establecerse y hacer la vida de una persona formal. And thus it came about; before a month had passed, everybody in the house knew that Milagros and Lechuguino were keeping company, that he had given up the gay life in the dives of the city and was considering the continuation of his father′s business,—the sale of construction material; he was going to settle down and lead the life of a respectable member of the community.
Mientras que Leandro trabajaba en la zapatería, el Lechuguino solía visitar a la familia del corrector, y hablaba con la Milagros ya con el consentimiento de los padres. While Leandro would be away working in the shoeshop, Lechuguino would visit the proof-reader′s family; he now saw Milagros with the full consent of her parents.
Leandro era o aparentaba ser el único no enterado de las nuevas relaciones de la Milagros. Algunas mañanas, al pasar el mozo por delante de la casa del señor Zurro, para bajar al patio, solía encontrar a la Encarna, y ésta, al verle, le preguntaba con sorna por la Milagros, cuando no solía cantarle un tango, que empezaba diciendo: Leandro was, or pretended to be, the only person unaware of Milagros′ new beau. Some mornings as the boy passed Señor Zurro′s apartment on the way down to the patio, he would encounter Encarna, who, catching sight of him, would ask maliciously after Milagros, or else sing him a tango which began:
De las grandes locuras que el hombre hace,
no comete ninguna como casarse.
Of all the crazy deeds a man commits in his life,
The craziest is taking to himself a wife.
y especificando la locura y entrando en detalles, añadía a voz en grito: Whereupon she would specify the madness and entering into details, would add at the top of her voice:
Y por la mañana él va a la oficina,
y ella queda en casa con algún vecino
que es persona fina.
He′s off to his office bright and early,
While some neighbourhood swell stays
at home with his girlie.
Leandro sentía el amargor que se deslizaba hasta el fondo de su alma, y por más que se revolvía para dominar sus instintos, no lograba tranquilizarse. Un sábado por la noche, mientras volvían por la Ronda hacia casa, Leandro se acercó a Manuel. Leandro′s bitterness corroded the very depths of his soul, and however much he tried to dominate his instincts, he could not succeed in calming himself. One Saturday night, as they were walking homewards along the Ronda, Leandro drew near to Manuel.
—¿Tú sabes si la Milagros habla con el Lechuguino?—le preguntó. "Do you know whether Milagros talks to Lechuguino?"
-¿Yo? "I?"
—¿No has oído decir que se van a casar?"Haven′t you heard that they were going to get married?"
—Sí; eso se ha dicho. "Yes; so folks say."
—¿Tú que harías en mi caso? "What would you do in my case?"
—Yo... me enteraría. "I … I′d find out."
—¿Y si resultaba verdad? "And suppose it proved to be true?"
Manuel se calló. Fueron andando juntos sin hablarse. De pronto Leandro se paró bruscamente, y puso la mano en el hombro de Manuel. Manuel was silent. They walked along without a word. Soon Leandro carne to an abrupt stop and placed his hand upon Manuel′s shoulder.
—¿Tú crees—dijo—que si una mujer le engaña a un hombre no tiene uno el derecho de matarla? "Do you believe," he asked, "that if a woman deceives a man, he has the right to kill her?"
—Yo creo que no—contestó Manuel, mirando a Leandro a los ojos. "I don′t believe he has," answered Manuel, staring into Leandro′s eyes.
—Pues cuando un hombre tiene riñones lo hace con derecho o sin él. "Well, if a man has the guts he does it whether he has a right to or not.
—Pero ¡moler! ¿A ti te ha engañado la Milagros? ¿Estabas casado con ella? Habéis reñido, y nada más. "But, the deuce! Has Milagros deceived you? Were you married to her? You′ve had a quarrel; that′s all."
—Yo voy a concluir haciendo una barbaridad. Créelo—murmuró Leandro. "I′ll wind up by doing something desperate. Take my word for it," muttered Leandro.
Se callaron los dos. Cruzaron el portal de la Corrala; subieron las escaleras y entraron en casa. Sacaron la cena; pero Leandro no comió, bebió tres vasos de agua seguidos y salió a la galería. Neither spoke. They entered La Corrala, climbed up the stairways and walked into Leandro′s house. They brought out supper, but Leandro didn′t eat; he drank three glasses of water in succession and went out to the gallery.
Iba a salir Manuel después de cenar, cuando oyó que Leandro le llamaba repetidas veces. Manuel was about to leave after supper, when he heard Leandro call him several times.
—¿Qué quieres? "What do you want?"
—Anda, vamos. "Come on, let′s be going."
Manuel salió al balcón corrido; la Milagros y su madre, desde la puerta de su casa, insultaban a Leandro violentamente. Manuel ran out to the balcony; Milagros and her mother, from their door, were heaping insults upon Leandro.
—¡Golfo! ¡Granuja!—decía la mujer del corrector—. Si estuviera aquí su padre no hablarías de ese modo. "Outcast! Blackguard!" the proof-reader′s wife was shouting. "If her father were here you wouldn′t talk like that."
—Y si estuviera su abuelo lo mismo—exclamó Leandro, riéndose de un modo salvaje—. Anda, vámonos, tú—añadió dirigiéndose a Manuel—. Ya está uno harto de estas zorras. "I would, too, even if her grandfather were here," exclaimed Leandro, with a savage laugh. "Come on, let′s be off," he added, turning to Manuel. "I′m sick and tired of these whores."
Salieron los dos de la galería, y después del Corralón. They left the gallery and were soon out of El Corralón.
—Pero, ¿qué ha pasado?—preguntó Manuel, "What was the matter?′" asked Manuel.
—Nada, que esto se ha concluído—contestó Leandro—. La he dicho de buena manera: Oye, Milagros, ¿es verdad que te vas a casar con el Lechuguino? «Sí, es verdad, ¿te importa algo?» «Sí, la he contestado, porque ya sabes que yo te quiero. ¿Es porque es más rico que yo?» «Aunque fuera más pobre que una rata me casaba con él». «¡Bah!» «¿Es que no lo crees?» «Bueno». Al último me ha indignado, y la he dicho que me daba lo mismo que se casara con un perro, y que era una tía zorra indecente... Luego la madre ha salido a insultarme... Esto ya se ha concluído. Mejor. Los cosas claras. ¿Adónde vamos? ¿Vamos otra vez a las Injurias? "Nothing. It′s all over now," answered Leandro. "I went in and said to her, nice enough, ′Listen Milagros, is it true that you′re going to marry Lechuguino?′ ′Yes, it is true. Is it any business of yours?′ she says. ′Yes, it is,′ I said to her. ′You know that I like you. Is it because he′s richer than me?′ ′Even if he were poorer than a church-mouse I′d marry him.′ ′Bah!′ ′You don′t believe me?′ ′All right.′ Finally I got sore and I told her for all I cared she might marry a dog, and that she was a cheap street-walker…. It′s all over now. Well, so much the better. Now we know just where we stand. Where shall we go? To Las Injurias again?"
—¿Para qué? "What for?"
—A ver si ese Valencia se sigue poniendo moños conmigo. "To see if that Valencia continues to put on airs when I′m around."
Cruzaron la vía de circunvalación. Leandro, dando zancadas, se plantó en un momento en las Injurias. Manuel apenas podía seguirle. They crossed the wired-off surrounding path. Leandro, taking long strides, was very soon in Las Injurias. Manuel could hardly keep up with him.
Entraron en la taberna de la Blasa; los mismos hombres de la noche anterior jugaban al cané cerca de la estufa. De las mujeres, sólo estaban la Paloma y la Muerte. Esta, completamente borracha, dormía sobre la mesa. La luz daba en su cara erisipelatosa y llena de costras; de la boca entreabierta, de labios hinchados, le fluía la saliva; la melena estoposa, gris, sucia y enmarañada le salía en mechones por debajo del pañuelo negro, verdoso y lleno de caspa; a pesar de los gritos y riñas de los jugadores, no pestañeaba; sólo de cuando en cuando lanzaba un ronquido prolongado, que, al comenzar, era sibilante, y que terminaba con un estertor ronco. A su lado la Paloma, acurrucada en el sucio al lado del Valencia, tenía un niño de tres o cuatro años en los brazos, un chiquillo delgaducho y pálido, que parpadeaba sin cesar, a quien daba a beber una copa de aguardiente. They entered Blasa′s tavern; the same men as on the previous night were playing cané near the stove. Of the women, only La Paloma and La Muerte were in. The latter, dead drunk, was asleep on the table. The light fell full upon her face which was swollen with erisypelas and covered with scabs; saliva drooled through the thick lips of her half-opened mouth; her tow-like hair,—grey, filthy, matted,—stuck out in tufts beneath the faded, greenish kerchief that was soiled with scurf; despite the shouts and the disputes of the gamblers she did not so much as blink; only from time to time she would give a prolonged snore, which, at the start was sibilant, but ended in a rasping snort. At her side Paloma, huddled on the floor near Valencia, held a tot of three or four in her arms,—a pale, delicate creature who blinked incessantly,—to whom she was giving whisky from a glass.
Por delante del mostrador un hombre alto y flaco, con una gorrilla con un número dorado en la cabeza y una blusa azul, se paseaba melancólico; los brazos, a lo largo del cuerpo, como si no fueran suyos; las piernas, dobladas. Echaba un sorbo de una copa cuando se le ocurría; se limpiaba los labios con el dorso de la mano, y volvía a pasearse con indolencia. Era hermano de la mujer de la taberna. A gaunt, weak fellow wearing a small cap with a gilded number and a blue smock, passed moodily up and down before the counter; his arms hung beside his body as if they did not belong to him, and his legs were bent. Whenever it occurred to him, he took a sip from his glass; he wiped his lips with the back of his hand and would resume his languid pacing to and fro. He was the brother of the woman who owned the tavern.
Se sentaron Leandro y Manuel en la misma mesa donde estaban los jugadores. Leandro pidió vino, vació un vaso grande de un trago y suspiró varias veces. Leandro and Manuel took a seat at the same table where the gamblers were playing. Leandro ordered wine, emptied a deep glass at a single gulp and heaved a few sighs.
—¡Cristo!—murmuró sordamente Leandro—. Que no se te ocurra entusiasmarte con una mujer. La más buena es tan venenosa como un sapo. "Christ!" muttered Leandro half under his breath. "Never let yourself go wild over a woman. The best of them is as poisonous as a toad."
Después pareció calmarse; contempló los dibujos del tablero de la mesa: corazones heridos por una flecha, nombres de mujeres; sacó una navaja del bolsillo y se puso a grabar letras en la tabla. Then he seemed to calm down. He gazed at the drawings scratched on the top of the table: there were hearts pierced by arrows, the names of women; he drew a knife from his pocket and began to cut letters into the wood.
Cuando se cansó convidó a uno de los jugadores a beber con él. When he wearied of this he invited one of the gamblers to drink with him.
—Hombre, muchas gracias—replicó el otro—, estoy jugando. "Thanks, friend," replied the gambler. "I′m playing."
—Bueno; pues deja usted el juego, y si no quiere usted no se le obliga. ¿Nadie quiere tomar una copa? Yo le convido. "All right, leave the game. If you don′t want to, nobody′ll force you. Doesn′t anybody want to drink with me? My treat."
—Se acepta—dijo un hombre alto, encorvado, de aire enfermizo, a quien llamaban el Pastiri—, levantándose y acercándose a Leandro. "I′ll have one," said a tall, bent fellow with a sickly air, who was called El Pastiri. He arose and came over to Leandro.
Este pidió más vino, y se entretuvo en reír alto cuando alguno perdía y en apostar contra el Valencia. Leandro ordered more wine and amused himself by laughing loudly when any one lost and in betting against Valencia.
El Pastiri se aprovechaba, vaciando un vaso tras otro. Era el tal un borrachín, compadre del Tabuenca, que se dedicaba también a engañar a los incautos con juegos de ballestilla. Manuel le conocía de verle en la Ribera de Curtidores, Solía ejercer su arte en las afueras, jugando a las tres cartas. Colocaba tres naipes sobre una tablita; uno de éstos lo mostraba; luego cambiaba de lugar los otros dos muy despacio, dejando quieta la carta que había enseñado, y ponía encima de los tres naipes un palito, y apostaba a que no se indicaba cuál era la que había enseñado. Y no se daba con la carta nunca; tan bien preparado estaba el juego. Pastiri took advantage of the opportunity to empty one glass after the other. He was a sot, a croney of Tabuenca′s and likewise dedicated himself to the deception of the unwary with ball-and-number tricks. Manuel knew him from having seen him often on la Ribera de Curtidores. He used to ply his trade in the suburbs, playing at three cards. He would place three cards upon a little table; one of these he would show, then slowly he would change the position of the other two, without touching the card he had shown; he would then place a little stick across the three cards and wager that nobody could pick out the one he had let them see. And so well was the game prepared that the card was never picked.
Una operación parecida a ésta solía realizar el Pastiri con tres fichas de juego de damas, debajo de una de las cuales ponía una bolita de papel o miga de pan; apostaba a que no se decía debajo de cuál de las tres estaba la bolita, y si por casualidad alguno acertaba, la escamoteaba con la uña. Pastiri had another trick on the same order, worked with three men from a game of checkers; underneath one of the men he would place a tiny ball of paper or a crumb of bread and then bet that nobody could tell under which of the three ball or crumb was to be found. If, by accident, any one chanced upon the right man, Pastiri would conceal the crumb in his finger-nail as he turned the man up.
El Pastiri aquella noche estaba repleto de alcohol y completamente afónico. That night Pastiri was saturated with alcohol and had lost all power of speech.
Manuel, que había bebido algo de más, sintió el principio del mareo, pensó en el modo de huir disimuladamente; pero, cuando se decidió, el hermano de la tabernera cerraba la puerta de la taberna. Manuel, who had drunk a little too much, was beginning to feel sick and considered how he might manage to make his escape; but by the time he had made up his mind the tavern-keeper′s brother was already locking the door.
Antes de que concluyese de hacerlo entró, por la media puerta que aun quedaba abierta, un hombre bajito, afeitado, vestido de negro, con una boina de visera, el pelo rizado y un aspecto de andrógino repugnante. Saludó afectuosamente a Leandro. Era un cordonero de la casa del tío Rilo, de fama sospechosa, a quien llamaban el Besuguito, por su cara de pez, y por mal mote, la Tragabatallones. Before he had quite done so there came in, through the space that was still left open, an under-grown fellow, shaved, dressed in black, with a visored woollen cap, curly hair and the repellant appearance of a hermaphrodite. He greeted Leandro affectionately. He was a lacemaker from Uncle Rilo′s house, of dubious repute and called Besugito (sea-bream) because his face suggested a fish; by way of more cruel sobriquet they had christened him the "Barrack hack."
Bebió el cordonero un sorbo de una copa, de pie, y se puso a hablar con una voz gruesa, pero de mujer, una voz untuosa, desagradable, recalcando sus palabras con una porción de aspavientos y dengues. The lacemaker took a sip from a glass, standing, and began to talk in a thick voice; yet it was a feminine voice, unctuous, disagreeable, and he emphasized his words with mimicked wonder, fright, and other mannerisms.
No atajaba nadie su verbosidad. El mejor día—dijo—iban a quedar enterrados todos los que vivían en las Injurias, entre los escombros de la Fábrica del Gas. Nobody was bothered by his loquacity. Some fine day when they least expected, he informed them, the entire district of Las Injurias was going to be buried beneath the ruins of the Gas House.
Pa mí—añadió—que se debía terraplenar toda esta hondonada; en parte yo lo sentiría, porque tengo buenas amistades en este barrio. "As far as I′m concerned," he went on, "this entire hollow ought to be filled in with earth. Of course, I′d feel sorry, for I have some good friends in this section."
—¡Ay!... Zape—dijo uno de los jugadores "Ay! Pass!" said one of the gamblers.
—Sí, lo sentiría—siguió diciendo el Besuguito, sin hacer caso de la interrupción—; pero la verdad es que poco se iba a perder, porque, como dice Angelillo, el sereno del barrio, aquí no viven mas que los de la busca, randas y prostitutas. "Yes, I′d be sorry," continued Besuguito, heedless of the interruption. "But the truth is that it would be a small loss, for, as Angelillo, the district watchman says, nobody lives here except outcasts, pickpockets and prostitutes."
—¡Cállate tú, sarasa! ¡Tragabatallones!—gritó la tabernera—; este barrio es tan bueno como el tuyo. "Shut up, you ′fairy!′ You barrack hack!" shouted the proprietress. "This district is as good as yours."
—Y en eso no dejas de tener razón—replicó el Besuguito—; porque mira que el Portillo de Embajadores y las Peñuelas hay que verlos. Na, allí el sereno no ha conseguido que se cierren las puertas de noche. El las cierra, y las abren los vecinos. Porque como todos son de la busca... A mí me dan cada susto... "You′re right, there," replied Besuguito, "for you ought to see the Portillo de Embajadores and las Peñuelas. I tell you. Why, the watchman can′t get them to shut their doors at night. He closes them and the neighbours open them again. Because they′re almost all denizens of the underworld. And they do give me such frights…."
Se celebró entre algazara el susto del Besuguito, que siguió impertérrito con su charla insubstancial y redicha, adornada de consideraciones y recovecos. Manuel apoyó un brazo encima de la mesa, y con una mejilla sobre él quedó dormido. An uproar greeted the frights of Besuguito, who continued unabashed his meaningless, repetitious chatter, which was adorned with all manner of notions and involutions. Manuel rested an arm upon the table, and with his cheek upon it, he fell asleep.
—Pero tú, ¿por qué no bebes, Pastiri?—preguntó Leandro—. ¿Es que me desairas? ¿A mí? "Hey you! Why aren′t you drinking, Pastiri?" asked Leandro. "Do you mean to offend me? Me?"
—No, hombre; es que ya no puede pasar—contestó el de las tres cartas, con su voz desgarrada, llevando la mano abierta a la garganta. Luego, con una voz que parecía venir de un órgano roto, gritó: "No, friend, I simply can′t get any more down," answered the card-sharper in his insolent voice, raising his open hand to his throat. Then, in a voice that seemed to come from a broken organ, he shouted:
¡Paloma! "Paloma!"
—¿Quién llama a esta mujer?—contestó inmediatamente el Valencia, levantando la mirada por entre el grupo de jugadores. "Who′s calling that woman?" demanded Valencia immediately, glaring at the group of gamblers.
—Yo—contestó el Pastiri—. Que venga la Paloma. "I," answered El Pastiri. "I want Paloma over here."
—¡Ah!... ¿Eres tú? Pues no pue ser—replicó el Valencia. "Ah!… You? Well, there′s nothing doing," declared Valencia.
—He dicho que venga la Paloma—repuso el Pastiri, sin mirar al matón. "I said I want Paloma over here," repeated Pastiri, without looking at the bully.
Este pareció no oír la frase. El de las tres cartas se levantó molestado por la descortesía, y dando en la manga al Valencia con el revés de la mano, repitió su frase, recalcando palabra por palabra: The latter pretended not to have heard. The card-sharper, provoked by this discourtesy, got up and, slapping Valencia′s sleeve with the back of his hand, he repeated his words, dwelling upon every syllable:
—He dicho que venga la Paloma, que esos amigos quien hablar con esa señora. "I said that I wanted Paloma, and that these friends of mine want to talk with the lady."
—Pues yo te digo que no pue ser—contestó el otro. "And I tell you that there′s nothing doing," answered the other.
—Es que esos cabayeros quien hablar con eya. "Those gentlemen want to talk with her."
—Bueno... pues que me pidan a mí permiso. "All right…. Then let them ask my permission."
El Pastiri acercó su cara a la del matón, y mirándole a los ojos, gritó: Pastiri thrust his face into the bully′s, and looking him straight in the eye, croaked:
—¿Sabes, Valencia, que te estás poniendo más patoso que Dios? "Do you realize, Valencia, that you′re getting altogether too damned high and mighty?"
—¡Mentira!—replicó el aludido, continuando tranquilamente su juego. "You don′t say!" sneered Valencia, calmly continuing his game.
—¿Sabes que te voy a dar dos trompás? "Do you know that I′m going to let you have a couple with my fist?"
—¡Mentira! "You don′t say!"
El Pastiri se retiró un poco, con la torpeza de un borracho, y comenzó a buscar la navaja en el bolsillo interior de su chaqueta, entre las risas burlonas de todos. Entonces, de pronto, con una decisión repentina, Leandro se levantó con la cara inyectada de sangre, agarró al Valencia por las solapas de la chaqueta, y lo zarandeó y le golpeó contra la pared rudamente. Pastiri drew back with drunken awkwardness and began to hunt in the inside pocket of his coat for his knife, amidst the derisive laughter of the bystanders. Then all at once, with a sudden resolve, Leandro jumped to his feet, his face as red as flame; he seized Valencia by the lapel of his coat, gave him a rude tug and sent him smashing against the wall.
Todos los jugadores se interpusieron: cayó la mesa y se armó un estrépito infernal de gritos y vociferaciones. Manuel se despertó despavorido. Se encontró en medio de una trapatiesta horrorosa; la mayoría de los jugadores, con el hermano de la tabernera a la cabeza, quería echar fuera a Leandro; pero éste apoyado en el mostrador, recibía a patadas a todo el que se le acercaba. The gamblers rushed into the fray; the table was overturned and there was a pandemonium of cries and curses. Manuel awoke with a frightened start. He found himself in the midst of an awful row; most of the gamblers, with the tavern-owner′s brother at their head, wanted to throw Leandro out, but the raging youth, backed against the counter, was kicking off anybody that approached him.
—Dejadnos solos—gritaba el Valencia con los labios llenos de saliva y tratando de desasirse de los que lo sujetaban. "Leave us alone!" shouted Valencia, his lips slavering as he tried to work himself free of the men who were holding him.
—Sí; dejadlos solos—dijo uno de los jugadores. "Yes, leave them alone," said one of the gamblers.
—Al que me agarre lo mato—exclamó el Valencia, y apareció armado con un cuchillo largo de cachas negras. "I′ll kill the first guy that touches me," warned El Valencia, displaying a long knife with black blades.
—Eso es—dijo Leandro con sorna—, que se vean los hombres. "That′s the stuff," commented Leandro mockingly. "Let′s see who are the red-blooded men."
—¡Ole!—gritó el Pastiri, entusiasmado con su voz ronca. "Olé!" shouted Pastiri enthusiastically, in his husky voice.
Leandro sacó del bolsillo interior de la americana una navaja larga y estrecha; todo el mundo se acercó a las paredes para dejar sitio a los contendientes. La Paloma se desgañitaba gritando: Leandro drew from the inside pocket of his sack-coat a long, narrow knife; the onlookers retreated to the walls so as to leave plenty of room for the duellists. Paloma began to bawl:
—¡Que te pierdes! ¡Que te pierdes! "You′ll get killed! You′ll get killed, I′m telling you!"
—Llevad a esa mujer—gritó el Valencia con voz trágica—. ¡Ea!—añadió, haciendo un molinete con su navaja—. Ahora veremos los hombres de riñones. "Take that woman away," yelled Valencia in a tragic voice: "Ea!" he added, cleaving the air with his knife. "Now let′s see who are the men with guts!"
Avanzaron los dos rivales hasta el centro de la taberna, lanzándose furiosas miradas. El interés y el espanto sobrecogió a los espectadores. The two rivals advanced to the centre of the tavern, glaring furiously at each other. The spectators were enthralled by mingled interest and horror.
El primero que atacó fué el Valencia, se inclinó hacia adelante, como si quisiera saber dónde le hería al contrario, se agachó, apuntó a la ingle y se lanzó sobre Leandro; pero viendo que éste le esperaba sin retroceder, tranquilo, dió un rápido salto hacia atrás. Luego volvió a los mismos ataques en falso, intentando sorprender al adversario con sus fintas, amagando al vientre y tratando de herirle en la cara; pero ante el brazo inmóvil de Leandro, que parecía querer ahorrar movimiento hasta tener el golpe seguro, el matón se desconcertó y retrocedió. Entonces avanzó Leandro. Se adelantaba el mozo con una sangre fría que daba miedo; se veía en su cara la resolución de clavar al Valencia. En la taberna reinaba un silencio angustioso, y sólo se oía el hipo de la Paloma en el cuarto de al lado. Valencia was the first to attack; he bent forward as if to seek out where to strike his opponent; he crouched, aimed at the groin and lunged forward upon Leandro; but seeing that Leandro awaited him calmly without retreating, he rapidly recoiled. Then he resumed his false attacks, trying to surprise his adversary with these feints, threatening his stomach yet all the while aiming to stab him in the face; but before the rigid arm of Leandro, who seemed to be sparing every motion until he should strike a sure blow, the bully grew disconcerted and once again drew back. Then Leandro advanced. The youth came on with such sangfroid that he struck terror into his opponent′s heart; his face bespoke his determination to transfix Valencia. An oppressive silence weighed upon the tavern; only the sounds of Paloma′s convulsive sobs were heard from the adjoining room.
El Valencia palideció de tal modo al comprender la decisión de Leandro, que su cara quedó azulada, los ojos se le dilataron y le castañetearon los dientes. Al primer envite retrocedió, pero quedó en guardia; luego el miedo pudo más que él y huyó, sin pensar ya en atacar, derribando los bancos, y Leandro, ciego, con una sonrisa de crueldad en los labios, le persiguió implacablemente. Valencia, divining Leandro′s resolve, grew so pale that his face turned a sickly blue, his eyes distended and his teeth began to chatter. At Leandro′s first lunge he retreated, but remained on guard; then his fear overcame him and abandoning all thought of attack he took to flight, knocking over the chairs. Leandro, blind, smiling cruelly, gave implacable pursuit.
El espectáculo era triste y penoso; todos los partidarios del matón comenzaban a mirarle con sorna. It was a sad, painful sight; all the partizans of the bully began to eye him with scorn.
Menúo canguelo ties, gachó—gritó el Pastiri—. Pareces un saltamontes. ¡Anda ahí, barbián! ¡Que te la diñan! Si no te retiras pronto te meten un palmo jierro en el cuerpo. "Now, you yellow-liver, you show the white feather!" shouted Pastiri. "You′re flitting about like a grasshopper. Off with you, my boy! You′re in for it! If you don′t get out right away you′ll be feeling a palm′s length of steel in your ribs!"
Una de los golpes de Leandro rasgó la chaqueta del matón. One of Leandro′s thrusts ripped the bully′s jacket.
Entonces éste, poseído del mayor pánico, se refugió detrás del mostrador; los ojos desencajados reflejaban un terror espantoso. The thug, now possessed of the wildest panic, dashed behind the counter; his popping eyes reflected mad terror.
Leandro, despreciativo e insolente, quedó parado en medio de la taberna, y tirando del muelle de su navaja la cerró. Un murmullo de admiración salió de los espectadores. Leandro, insolently scornful, stood rigidly in the middle of the tavern; pulling the springs of his knife, he closed it. A murmur of admiration arose from the spectators.
El Valencia lanzó un grito de dolor, como si le hubieran herido; su honra, su fama de valiente, quedaba por los suelos; desesperado se acercó a la puerta de la trastienda y miró a la tabernera anhelante. Esta debió de entenderle, porque le dió una llave y el Valencia se escabulló. Pero de pronto volvió a abrirse con rapidez la puerta de la trastienda, y apareció en ella el matón de nuevo, y blandiendo su largo cuchillo por la punta, lo lanzó furioso a la cara de Leandro. Pasó el arma zumbando por el aire como una terrible flecha y quedó temblando clavado en la pared. Valencia uttered a cry of pain, as if he had been wounded; his honour, his repute as a bold man, had suffered a downfall. Desperately he made his way to the door of the back room, and looked at the panting proprietress. She must have understood him, for she passed him a key and Valencia sneaked out. But soon the door of the back room opened and the bully stood there anew; brandishing his long knife by the point he threw it furiously at Leandro′s face. The weapon whizzed through the air like a terrible arrow and pierced the wall, where it stuck, quivering.
Leandro se levantó al momento, pero el Valencia había desaparecido. Entonces, repuesto el mozo de la impresión, desclavó la navaja con calma, la cerró y se la entregó a la tabernera. At once Leandro sprang up, but Valencia had disappeared. Then, having recovered from the surprise, the youth calmly dislodged the knife, closed it and handed it to the tavern-keeper.
—Cuando no se sabe hacer uso de estas cosas—la dijo con petulancia—, no se deben emplear. Adviértaselo usted así a ese señor cuando le vea. "When a fellow don′t know how to use these things," he said, petulantly, "he ought to keep away from them. Tell that gentleman so when you next see him."
La tabernera contestó con un gruñido, y Leandro se sentó a recibir felicitaciones por su valor y sangre fría; todos querían obsequiarle. The proprietress answered with a grunt, and Leandro sat down to receive general congratulations upon his courage and his coolness; everybody wanted to treat him.
—El Valencia empezaba a molestar demasiado—dijo uno—. Daba el pego todas las noches; y se lo pasaban por ser quien era; pero ya estaba molestando. "This Valencia was beginning to make too much trouble, anyway," said one of them. "Did as he pleased every night and he got away with it because it was Valencia; but he was getting too darned fresh."
—Claro—repuso otro de los jugadores, un viejo sombrío escapado de Ceuta, que tenía un aire de zorro—. Porque un hombre, cuando tie lado izquierdo, echa los negros a la manta—e hizo ademán de coger con los dedos las monedas de encima de la mesa—y se naja. "That′s what," replied another of the players, a grim old jailbird who had escaped from the Ceuta penitentiary and who looked just like a fox. "When a guy has the nerve, he rakes in all the dough," and he made a gesture of scooping up all the coins on the table in his fingers—"and he skips."
Pero si ese Valencia es un blanco—dijo el Pastiri con su voz estropajosa—. Un boceras, que no tie media bofetá. "But this Valencia is a coward," said Pastiri in his thick voice. "A big mouth with a bark worse than his bite and not worth a slap."
—Pues él se había empalmao en seguida. ¡Por si acaso!—repuso el Besuguito con su voz extraña, imitando la actitud del que va a atacar con una navaja. "He was on his guard right away. In case of accident!" replied Besuguito in his queer voice, imitating the posture of one who is about to attack with a knife.
—¿Y qué? ¿Y qué?—repuso el Pastiri—. Yo te digo que es un pipi y que no pue con la jinda que tiene. "I tell you," exclaimed El Pastiri, "he′s a booby, and he′s scared so stiff he can′t stand."
—Bueno; pero él se rascaba y echaba cada derrote...—añadió el cordonero. "Yes, but he answered every thrust, just the same," added the lace-maker.
—¡Que se rascaba! Pero, ¡qué cacho de primo! ¿Tú lo has visto? "Yah! Did you see him?"
—Y bien. "Certainly."
—Pero, ¡qué vas a ver tú, si estás cheo! "Bah, you must be soused to the gills!"
—Ya quisieras estar tan fresco como yo, ¡bah! "You only wish you were as sober as I. Bah!"
—¡Pero si no puedes con la tajada que llevas! "What? You′re so full you can′t talk!"
—Calla, calla, tú sí que no puedes con la curda; yo te digo que si se descuida aquí—y el Besuguito señaló a Leandro—, con los viajes que le ha tirado malamente, le moja. "Go on; shut up. You′re so drunk you can′t stand; I tell you, if you run afoul of this guy"—and Besuguito pointed to Leandro—"you′re in for a bad time."
—¡Magras! "Hell, no!"
—Es una opinión, hombre. "That′s my opinion, anyhow."
—Tú no opinas aquí ni na—exclamó Leandro—. Tú te vas a tomar el fresco y te callas. El Valencia es más blanco que el papel; lo que dice el Pastiri, eso. Muy valiente para explotar a los sarasas como tú y a los chavalejos de mal vivir...; pero cuando se encuentra con un tío que los tiene bien puestos, ¿qué? Na, que es un ganguero más blanco que el papel. "You don′t have any opinion here, or anything like it," exclaimed Leandro. "You′re going to clear out and shut up. Valencia′s liver is whiter than paper; it′s as Pastiri says. Brave enough when it comes to exploiting boobs like you and the other tramps and low lives,… but when he bucks up against a chap that′s all there, hey? Bah! He′s a white-livered wretch, that′s what."
—Es verdad—asintieron todos. "True," assented all.
Y menúo abucheo que le vamos a dar a ese gachó—dijo el presidiario cumplido—, si viene aquí a cobrar el barato. "And maybe we won′t let him hear a few things," said the escaped convict, "if he has the nerve to return here for his share of the winnings."
—¡La pértiga!—exclamó el Pastiri. "I should say!" exclaimed Pastiri.
—Bueno, señores; ahora yo convido—dijo Leandro—, porque tengo dinero, y porque sí—y sacó unas monedas del bolsillo y dió con ellas en la mesa—. Tabernera, unas tintas. "Very well, gentlemen, it′s my treat now," said Leandro, "for I′ve got the money and I happen to feel like it." He fished out a couple of coins from his pocket and slapped them down on the table. "Lady, let′s have something to drink."
—Ya van. "Right away."
—¡Manuel! ¡Manuel!—gritó después Leandro varias veces—. Pero, ¿dónde está ese chaval?... "Manuel! Manuel!" shouted Leandro several times. "Where in thunder has that kid disappeared?"
Manuel, siguiendo el camino del matón, se había escapado por la puerta de la trastienda. Manuel, following the example of the bully, had made his escape by the back door.




CAPÍTULO IX

Una historia inverosímil.—Las hermanas de Manuel.—Lo incomprensible de la vida.

CHAPTER IX

An Unlikely Tale—Manuel′s Sisters—Life′s Baffling Problems.

ERA ya a principios de otoño; Leandro, por consejo del señor Ignacio, vivía con su abuela en la calle del Aguila; la Milagros seguía en relaciones con el Lechuguino. Manuel abandonaba a Vidal y al Bizco en sus escaramuzas y se juntaba con Rebolledo y los dos Aristas. It was already the beginning of autumn; Leandro, on the advice of Señor Ignacio, was living with his aunt on Aguila street; Milagros continued keeping company with Lechuguino. Manuel gave up going withVidal and Bizco on their skirmishes and joined the company of Rebolledo and the two Aristas.
El mayor, el Aristón, le entretenía y le aterrorizaba contándole cosas lúgubres de cementerios y aparecidos; el Aristas pequeño seguía en sus ejercicios gimnásticos; había hecho un trampolín con una tabla puesta sobre un montón de arena, y allí aprendía a dar saltos mortales. The elder, Aristón, entertained him and frightened him out of his wits with lugubrious tales of cemeteries and ghosts; the little Aristas continued his gymnastic exercises; he had constructed a springboard by placing a plank upon a heap of sand and there he practised his death-defying leaps.
Un día apareció en el Corralón don Alonso, el ayudante del Tabuenca, acompañado de una mujer y de una niña. One day Alonso, Tabuenca′s aid, appeared in the Corralón accompanied by a woman and a little girl.
La mujer parecía vieja y cansada; la niña era larguirucha pálida. Don Alonso las acomodó en un chiscón del patio pequeño. The woman seemed old and weary; the tot was long and thin and pale. Don Alonso found them a place in a dingy corner of the small patio.
Traían un fardelillo de ropa, un perro de lanas sucio con una mirada muy inteligente y un mono atado a una cadena; al poco tiempo tuvieron que vender el mono a unos gitanos que vivían en la Quinta de Goya. They brought with them a small bundle of clothes, a dirty poodle with a very intelligent look, and a monkey tied to a chain; in a short while they had to sell the monkey to some gipsies that lived in the Quinta de Goya.
Don Alonso llamó a Manuel y le dijo: Don Alonso called Manuel and said to him:
—Vete a buscar a don Roberto y dile que hay aquí una mujer que se llama Rosa, y que es o ha sido volatinera; debe ser la que el busca. "Run off and hunt up Don Roberto, and tell him that there′s a woman here named Rosa, and that she is or has been a circus acrobat; she must be the one he′s looking for."
Manuel fué inmediatamente a la casa; Roberto se había marchado de allí y no sabía su paradero. At once Manuel went off to the house; Roberto had left the place and Manuel did not know his whereabouts.
Don Alonso iba por el Corralón con mucha frecuencia y hablaba con la mujer y la niña. En el marco de la ventana de su casa tenían madre e hija una cajita con una mata de hierbabuena, que, aunque la regaban todas las mañanas, como no le daba el sol, apenas crecía. Un día las mujeres desaparecieron con su hermoso perro de aguas; no dejaron en la casa mas que una pandereta usada y rota... Don Alonso carne frequently to the Corralón and conversed with the mother and the girl. On the window-sill of their tiny home the mother and the daughter had a little box with a sprig of mint planted in it; although they watered it every morning, it scarcely grew, for there was no sun. One day the woman and child disappeared together with their pretty poodle; they left nothing in their quarters except a worn-out, broken tambourine.
Don Alonso tomó la costumbre de aparecer por el Corralón; solía echar un párrafo con Rebolledo, el de la barbería modernista, que hablaba por los codos, y presenciaba las habilidades gimnásticas del Aristas. Una tarde la madre de éste le preguntó al antiguo Hombre-Boa si el chico tenía verdaderas disposiciones. Don Alonso got into the habit of visiting the Corralón; he would exchange a few words with Rebolledo, he of the modernist barber-shop who chattered away, and would witness the gymnastic prowess of Aristas. One afternoon the boy′s mother asked the former Snake-Man whether the child showed any real aptitude.
Don Alonso se puso serio y examinó detenidamente los trabajos del muchacho para darse cuenta de sus facultades, y le dió algunos útiles consejos. Don Alonso grew serious and subjected the boy′s performance to a searching examination, so that he could form an estimate of the youngster′s abilities and give him a little useful advice.
Era verdaderamente curioso ver al viejo titiritero dando órdenes; lo hacía con una seriedad augusta. It was really curious to see the former circus-player give his orders; he went through them with august seriousness.
—Una, dos, tres... O pla... De nuevo. En posición. Las rodillas cerca de la cabeza..., uñas para abajo..., una, dos..., una, dos... O pla. "One, two, three…. Hop-la!… Once more, now. At position. The knees near the head … nails down … One, two … one, two…. Hop-la!"
Don Alonso no quedó descontento del Aristas, pero afirmó la necesidad ineludible del trabajo constante. Don Alonso was not at all displeased with little Aristas′ showing, but he emphasized the unavoidable necessity of continual hard practise.
—Quien algo quiere, algo le cuesta, chiquillo—dijo—, y el ser gimnasta no está a la altura de cualquiera. "Whoever wants something has to pay the price, my little fellow," he said. "And the profession of gymnast isn′t within everybody′s reach."
A la madre, confidencialmente, le aseguró que su hijo podría ser un buen artista de circo. To the mother he confided that her son might some day be a fine circus artist.
Después don Alonso, viéndose ante un público numeroso, comenzó a hablar con volubilidad de los Estados Unidos, de Méjico y de las Repúblicas sudamericanas. Then Don Alonso, finding himself before a numerous public, would begin to talk volubly of the United States, of Mexico, and the South American republics.
—¿Por qué no nos cuenta usted cosas de esos países que ha visto?—le preguntó Perico Rebolledo. "Why don′t you tell us stories of the countries you′ve been to?" asked Perico Rebolledo.
—No, ahora no; tengo que salir con la torre Infiel. "No, not now; I have to go out with the Infiel Tower."
—¡Ah!... Cuente usted—dijeron todos. "Ah! Go on, tell us," they would all implore.
—Don Alonso aparentó que le molestaba la petición; pero, cuando tomó el hilo, contó, una tras otra, historias y anécdotas en tal cantidad, que casi le tuvieron que pedir que se callara. Don Alonso pretended to be importuned by the request; but when he got going, he spun one yarn after the other in such numbers that they almost had to beg him to stop.
—¿Y en esas tierras no ha visto usted hombres muertos por los leones?—preguntó Aristón. "And didn′t you ever see in those countries men who had been killed by lions?" asked Aristón.
—No. "No."
—¿Es que no hay leones? "Then there aren′t any lions?"
—Leones en jaulas... muchos. "Lions in cages … yes, a lot."
—Pero yo digo en el campo. "But I mean at liberty, in the fields."
—En el campo, no. "In the fields? No."
Don Alonso pareció bastante contrariado al hacer estas confesiones. Don Alonso seemed rather provoked to make these confessions.
—¿Ni otras fieras tampoco? "No other wild beasts, either?"
—Ya no hay fieras en los países civilizados—dijo el barbero. "There are no longer any wild beasts in the civilized countries," said the barber.
—Pues mire usted, si, allá hay fieras—y don Alonso hizo una mueca burlona y una señal de inteligencia a Rebolledo—. Una vez me sucedió una cosa terrible; pasábamos cerca de una isla y oímos cañonazos. Era la guarnición que tiraba salvas. "Why, see here, there certainly are wild beasts over there," and Don Alonso, wrinkling his features into a jesting grimace, winked slily at Rebolledo. "Once a terrible thing happened to me; we were sailing by an island when we heard cannon shots. It was the garrison firing off a salvo."
—Pero, ¿por qué se ríe usted?—preguntó el Aristón. "But what are you laughing at?" asked Aristón.
—Es nervioso... Pues sí, me acerqué al capitán del barco y le pedí permiso para que me dejase desembarcar en la isla. Bueno—me dijo—; llévese usted la Golondrina, si quiere—la Golondrina era el nombre de la piragua—; pero dentro de un par de horas esté usted de vuelta. "Nervousness…. Well, as I was saying, I went up to the captain of the ship and asked his permission to let me land on the island. ′Very well,′ he said to me, ′take the Golondrina, if you wish,′—Golondrina was the name of the canoe; ′but you must be back within a couple of hours.′
Me embarco en mi bote, y ¡hala!, ¡hala!..., llego a la isla, que estaba poblada de plátanos y cocoteros, y desembarco en una playa, en donde se hundió la proa de la Golondrina. "I set off in my boat and hala! hala! … I reached the island, which was thickly planted with plane-trees and cocoanut-trees, and I disembarked on the beach into which the Golondrina had thrust its prow."
Aquí, don Alonso hizo una mueca del hombre que no puede contener la risa, y lanzó después al barbero una mirada, acompañada de un guiño confidencial. Here Don Alonso′s features were convulsed with the impossibility of restraining his laughter; he shot a glance at the barber, accompanied by a confidential wink.
—Salto a tierra—siguió diciendo don Alonso—; echo a andar, y de pronto, paf... en la cara, un mosquito enorme, y luego, paf... otro mosquito, hasta que me rodeó una nube de aquellos animales tan grandes como murciélagos. Con la cara martirizada echo a correr a la playa, a embarcarme, cuando veo a un cangrejo que estaba junto a la Golondrina; pero ¡qué cangrejo! Sería como un oso de grande; era negro, reluciente y hacía fa... fa... fa..., como un automóvil. Verme el bicho y echarse a correr sobre mí, gritando, todo fué uno; yo corría hacia un cocotero, y tras... tras... tras..., subí por él hasta arriba. El cangrejo se acerca al árbol, se detiene pensativo y se decide y empieza a subir también. "I land," he continued, "then I start running, and soon, paf! … in the face; a huge mosquito, and then, paf! … another mosquito, until I was surrounded by a swarm of the animals, each one as large as a bat. With a scarred face I begin to run for the beach so as to escape in my canoe, when I catch sight of a lobster right next to the Golondrina; but what a lobster I He must have been as big as a bear; he was black, and shiny, and went chug, chug, chug, like an automobile. No sooner did the creature set eyes on me than he began to rush upon me with loud outcries; I ran for a cocoanut tree, and one, two, three, I shinnied right up the trunk to the top. The lobster approaches the tree, stops meditatively, and decides to shinny up after me,—which he did."
—Terrible situación—dijo el barbero. "An awful situation," commented the barber.
—Figúrese usted—replicó don Alonso guiñando los ojos—, yo no tenía en la mano mas que un palito, y me defendí del cangrejo dándole golpes en los nudillos; pero él, bramando de rabia y con los ojos brillantes, seguía subiendo. Yo no podía ir más lejos, y pensé en bajar; pero al hacer un movimiento, ¡tras!... me agarra el granuja del bicho con una de sus muchas patas de la levita y se queda colgando de mí. El condenado pesaba de una manera atroz; ya estaba levantando otra de las zarpas para agarrarme, cuando me acorde que llevaba en el bolsillo del chaleco un limpiadientes que había comprado en Chicago y que tenía una navajita; abrí esta, y en un momento corté los faldones de mi levita, y ¡cataplún! desde una altura, lo menos de cuarenta metros, el cangrejo se cayó al suelo. Yo no sé cómo no se mató. Allá empezó a llorar, y a berrear, y a dar vueltas al cocotero, en donde yo estaba, mirándome con ojos terribles. Yo entonces, para algo le tenía que servir a uno el ser gimnasta, fuí saltando de una rama a otra, de cocotero en cocotero y de plátano en plátano, y el cangrejo siguiéndome, berreando, con los faldones de la levita en la boca. "Just imagine," replied Don Alonso, blinking. "I only had a little stick in my hands, and I defended myself against the lobster by hitting him in the knuckles; but he, roaring with rage, and eyes shining, continued climbing. I couldn′t get any farther, and I was thinking of coming down; but as I made a movement, biff!… The son of a sea-cook grabs me with one of his many legs by the coat and remains there hanging from me. The cussed critter was as heavy as lead; he was already reaching up after me with another claw when I remembered that I had in my vest pocket a toothpick that I had bought in Chicago, and that it had a knife attachment; I opened this, and in a moment slashed off the tail of my coat, and cataplun! … down from a height of at least forty metres the lobster fell to the ground. I can′t understand how he wasn′t killed. There he began to cry and howl, and go round and round the cocoanut tree in which I was, glaring at me with his terrible eyes. Whereupon I—for being a gymnast had to come in handy to a fellow,—began to leap from one cocoanut tree to the next and from one plane-tree to the other, while the lobster kept following me, howling away with the tail of my coat in his teeth.
Al llegar cerca de la playa me encuentro con que había bajado la marea y que la Golondrina andaba a más de cincuenta metros por encima de las olas. Esperaré—me dije—; pero en esto veo asomar en la copa del árbol donde estaba la cabeza de una serpiente; me agarro a una rama, me balanceo para caer lo más lejos posible del cangrejo y se me rompe la rama y me falta el sostén. "Reaching near the beach I find that the tide has gone out and that the Golondrina is more than fifty metres above the waves. ′I′ll wait,′ I said to myself. But at this moment I see, thrusting its head out from the tree-top that I was then on, a serpent; I seize a branch, swing up and back for a while so that I can land as far as possible from the lobster, when the damned branch breaks on me and I lose my support."
—¿Y qué hizo usted entonces?—preguntó el barbero. "And what did you do then?" asked the barber.
—Di dos saltos mortales en el aire, por si acaso. "I took two somersaults in the air at a hazard."
—Fué una precaución útil. "That was a useful precaution."
—Ciertamente, creí que estaba perdido. Todo lo contrario: estaba salvado. "Certainly I thought I was lost. On the contrary, I was saved."
—Pero, ¿cómo?—preguntó el Aristón. "But how?" asked El Aristón.
—Nada, que al caer, con la rama que llevaba en la mano di sobre el cangrejo, y como llevaba tanta fuerza, lo atravesé de parte a parte y le dejé clavado en la playa. El animal bramaba como un toro; yo me metí en la Golondrina y me escapé; pero el barco mío se había marchado. Me puse a remar, no había una vela a la vista. Estoy perdido—dije—; pero gracias al cangrejo me salvé... "Very simple. For as I fell, with the branch in my hand, I landed plump on the lobster, and as I came down with such a high velocity, I pierced him right through with the branch and left him nailed to the beach. The animal roared like a bull; I jumped into the Golondrina and made my escape. But my vessel had sailed away. I began to row, but there wasn′t a sail in sight. ′I′m lost,′ says I to myself. But thanks to the lobster, I was rescued…."
—¿Al cangrejo?—preguntaron todos extrañados. "The lobster?" asked everybody in amazement.
—Sí; un vapor que pasó a muchas millas, al oír los lamentos del cangrejo pensó si sería la señal de alarma de algún barco náufrago, se acercó a la isla, me recogió, y a los pocos días ya estaba con mi compañía. "Yes sirree; a steamboat that was on its course many miles off, on hearing the lobster′s wails thought that this might be the signal of some shipwrecked crew; it drew near the island, picked me up, and in a few days I was back with my company."
Don Alonso, al concluir su narración, hizo una mueca más expresiva, y con su torre Infiel se marchó a la calle. El Aristas, Rebolledo y Manuel celebraron las historias del titiritero, y el aprendiz de gimnasta se afianzó más en su idea de seguir trabajando en el trapecio y en el trampolín, para ver aquellas lejanas tierras de las cuales hablaba don Alonso. As he finished his tale Don Alonso made a most expressive grimace, and left with his Infiel Tower for the street. Aristas, Rebolledo and Manuel applauded the old circus man′s stories, and the apprentice gymnast felt more determined than ever to continue practicing upon the trapeze and the springboard, so that some day he might behold those distant lands of which Don Alonso spoke.
Un par de semanas después ocurrió una de las cosas que más impresionaron a Manuel en toda su vida. Era domingo; el muchacho fué a casa de su madre, la ayudó, como solía hacer siempre, a secar platos. Vinieron después las hijas de la Petra, y, por cuestión de unas faldas o de unas enaguas que la menor había comprado con el dinero de la mayor, se pasaron las dos toda la tarde riñendo. A few weeks later there occurred one of the events that left upon Manuel the deepest impression of his entire career. It was Sunday; the boy went to his mother′s place, and helped her, as usual, to wash the dishes. Then came Petra′s daughters, and they spent the whole afternoon quarrelling over a skirt or a petticoat that the younger had bought with the elder sister′s money.
Manuel, aburrido de la charla, se fué, pretextando una ocupación. Manuel, bored by the chatter, invented some excuse and left the house.
Estaba lloviendo a cántaros; Manuel llegó a la Puerta del Sol, entró en el café de Levante y se sentó cerca de la ventana. Huía la gente endomingada corriendo a refugiarse en los portales de la ancha plaza; los coches pasaban de prisa en medio de aquel diluvio; los paraguas iban y venían y se entrecruzaban con sus convexidades negras, brillantes por el agua, como un rebaño de tortugas. A la hora escampó, y Manuel salió del café; era todavía temprano para ir a casa; Manuel pasó por la plaza de Oriente y quedó en el Viaducto mirando desde allá ala gente que pasaba por la calle de Segovia. The rain was coming down in bucketfuls; Manuel reached the Puerta del Sol, entered the café de Levante and sat down near the window. The people outside, dressed in their Sunday clothes, scampered by to places of refuge in the wide doorways of the big square; the coaches rumbled hurriedly on amidst the downpour; umbrellas came and went and their black tops, glistening with rain, collided and intertwined like a shoal of tortoises. Presently it cleared up and Manuel left the café; it was still too early to return to the house; he crossed the Plaza de Oriente and stopped on the Viaduct, watching from that point the people strolling along Segovia street.
En el cielo, ya despejado, nadaban nubes obscuras, blancas en los bordes, como montañas coronadas de nieve; a impulsos del viento corrían y desplegaban sus alas; el sol claro alumbraba con rayos de oro el campo, resplandeciente en las nubes, las enrojecía como brasas; algunos celajes corrían por el espacio, blancos jirones de espuma. Aun no manchaba la hierba verde las lomas y las hondonadas de los alrededores madrileños; los árboles del Campo del Moro aparecían rojizos, esqueléticos, entre el follaje de los de hoja perenne; humaredas negruzcas salían rasando la tierra para ser pronto barridas por el viento. Al paso de las nubes la llanura cambiaba de color; era sucesivamente morada, plomiza, amarilla, de cobre; la carretera de Extremadura trazaba una línea quebrada, con sus dos filas de casas grises y sucias. Aquel severo, aquel triste paisaje de los alrededores madrileños con su hosquedad torva y fría le llegaba a Manuel al alma. In the sky, which was becoming serene, floated a few dark clouds with silver linings, resembling mountains capped with snow; blown by the wind, they scurried along with outspread wings; the bright sun illumined the fields with its golden rays; resplendent in the clouds, it reddened them like live coals; a few cloudlets scudded through space, white flakes of foam. The hillocks and dales of the Madrilenian suburbs were not yet mottled with green grass; the trees of the Campo del Moro stood out reddish, skeleton-like, amidst the foliage of the evergreens; dark rolls of vapour rose along the ground, soon to be swept away by the wind. As the clouds passed by overhead, the plain changed hue; successively it graded from purple into leaden-grey, yellow, copper; the Extremadura cart-road, with the rows of grey, dirty houses on each side, traced a broken line. This severe, melancholy landscape of the Madrilenian suburbs, with their bleak, cold gloominess, penetrated into Manuel′s soul.
Abandonó el balcón del Viaducto, cruzó por unas cuantas callejuelas, hasta llegar a la calle de Toledo; bajó a la Ronda y se dirigió a su casa Llegaba cerca del paseo de las Acacias cuando oyó a dos viejas que hablaban de un crimen cometido hacía un instante en la esquina de la calle del Amparo. He left the Viaduct balcony, sauntered through several narrow lanes, until he reached Toledo Street, walked down the Ronda and turned in toward his house. He was getting near the Paseo de las Acacias when he overheard two old women talking about a crime that had just been committed at the corner of Amparo Street.
—Cuando le iban a coger, él mismo se ha matado—dijo una. "And just as they were about to catch him, he killed himself," one of them was saying.
Manuel apresuró el paso por curiosidad y se acercó a un grupo de personas que había a la puerta del Corralón. Out of curiosity Manuel hastened his step, and approached a group that was discussing the event at the entrance to the Corralón.
—¿De dónde era ese que se ha matado?—preguntó Manuel a Aristas. "Where did this fellow come from that killed himself?" asked Manuel of Aristas.
—¡Pero si es Leandro! "Why! It was Leandro!"
—¡Leandro! "Leandro!"
—Sí; Leandro, que ha matado a la Milagros, y luego se ha matado él. "Yes, Leandro, who killed Milagros and then killed himself."
—Pero... ¿es verdad? "But … is this really so?"
—Sí, hombre. Hace un momento. "Yes, man. Just a moment ago,"
—¿Aquí, en casa? "Here? In the house?"
—Aquí mismo. "On this very spot."
Manuel, despavorido, subió la escalera hasta la galería. Aun quedaba el charco de sangre en el suelo. El señor Zurro, el único espectador del drama, contaba lo ocurrido a un grupo de vecinos. Manuel, quaking with fear, ran up the stairs to the gallery. The floor was still stained with the pool of blood. Señor Zurro, the only witness to the drama, was telling the story to a group of neighbours.
—Estaba yo aquí, leyendo el periódico—dijo el ropavejero—, y la Milagros, con su madre, hablaba con el Lechuguino. Estaban los novios de broma, cuando subió Leandro a la galería; fué a abrir la puerta de su casa y, antes de entrar, volviéndose de repente, le dice a la Milagros: «¿Es ese tu novio?» Me pareció que él estaba pálido como un muerto. «Si», contestó ella. «Bueno; pues yo vengo aquí a concluir de una vez», gritó. «¿A cuál de los dos quieres, a él o a mí?» «A él», chilló la Milagros. «Entonces se acabó todo», gritó Leandro con una voz ronca. «Voy a matarte.» Luego, ya no me pude dar cuenta de nada; fué todo rápido como un rayo; cuando me acerqué, la muchacha echaba un caño de sangre por la boca, la mujer del Corretor gritaba y Leandro seguía al Lechuguino con la navaja abierta. "I was here, reading the paper," said the old-clothes man, "and Milagros and her mother were talking to Lechuguino. The engaged couple were enjoying themselves, when up comes Leandro to the gallery; he was about to open the door to his rooms when, before he went in, he suddenly turned to Milagros. ′Is that your sweetheart?′ he said to her. It seemed to me that he was as pale as a corpse. ′Yes,′ she answered. ′All right. Then I′ve come here to end things once and for all,′ he shouted. ′Which of the two do you prefer, him or me?′ ′Him,′ shrieks Milagros. ′Then it′s all up,′ cried Leandro in a hoarse voice. ′I′m going to kill you.′ After that I can′t recall anything clearly; it was all as swift as a thunderbolt; when I ran over to them, the girl was gushing blood from her mouth; the proof-reader′s wife was screaming and Leandro was chasing Lechuguino with his knife opened."
—Yo le vi salir de casa—añadió una vieja—; llevaba en la mano la navaja manchada de sangre; mi marido quiso detenerle, pero él paró como un toro, le echó un derrote y por poco le mata. "I saw him leave the house," added an old woman. "He was waving his blood-stained knife in the air; my husband tried to stop him; but he backed like a bull, lunged for him and came near killing him."
—Y mis tíos, ¿dónde están?—preguntó Manuel. "And where are my uncle and aunt?" asked Manuel.
—En la Casa de Socorro. Han ido detrás de la camilla. "Over at the Emergency Hospital. They followed the stretcher."
Bajó Manuel al patio. Manuel went down into the patio.
—¿Adónde vas?—le preguntó el Aristón. "Where are you going?" asked Aristón.
—Voy a la Casa de Socorro. "To the Emergency Hospital."
—Yo iré contigo. "I′ll go along with you."
Se reunió a los dos muchachos un aprendiz de un taller de máquinas que vivía en la Corrala. The two boys were joined by a machine shop apprentice who lived in the Corrala.
—Yo le vi cuando se mató—dijo el aprendiz—; íbamos corriendo todos detrás de él, gritando: «¡A ése! ¡A ése!», cuando aparecieron por la calle del Amparo dos guardias, sacaron el sable y se pusieron delante de él; entonces Leandro dió un bote hacia atrás, abrió paso entre la gente y volvió otra vez para aquí; iba a bajar por el paseo de las Acacias, cuando tropezó con la Muerte, que le empezó a insultar. Leandro se paró, miró a todos lados; nadie se atrevía a acercarse; le echaban fuego los ojos. De pronto se metió la navaja por el costado izquierdo, yo no sé cuántas veces. Cuando uno de los guardias le agarró del brazo, se cayó como un saco. "I saw him kill himself," said the apprentice. "We were all running after him, hollering, ′Catch him! Stop him!′ when two guards appeared on Amparo Street, drew their swords and blocked his way. Then Leandro bounded back, made his way through the people and landed here again; he was going to escape through the Paseo de las Acacias when he stumbled against La Muerte, who began to call him names. Leandro stopped, looked in every direction; nobody dared to get near him; his eyes were blazing. Suddenly he jabbed the knife into his left side I don′t know how many times. When one of the guards seized him by the arm he collapsed like an empty sack."
Los comentarios del Aristón y del aprendiz eran inacabables; llegaron los muchachos a la Casa de Socorro, y allí les dijeron que los dos cadáveres, el de la Milagros y el de Leandro, los habían llevado al Depósito. Bajaron los tres chicos al Canal, a la casita próxima al río, que tantas veces Manuel y los de su cuadrilla miraban con curiosidad desde las ventanas. En la puerta se agrupaban varias personas. The commentary of Aristón and the apprentice proved endless; the boys arrived at the Emergency Hospital and were told that the corpses, those of Milagros and Leandro, had been taken to the Morgue. The three gamins walked down to the Canal, to the little house near the river′s edge, which Manuel and the urchins of his gang had so often visited, trying to peep into the windows. A knot of people had gathered about the door.
—Vamos a mirar—dijo el Aristón. "Let′s have a look," said Aristón.
Había una ventana abierta de par en par y se asomaron a ella. Tendido sobre una mesa de mármol estaba Leandro; tenía un color de cera, y en su rostro se leía una expresión de soberbia y de desafío. A su lado, la señora Leandra gritaba y vociferaba; el señor Ignacio, con la mano de su hijo entre las suyas, lloraba en silencio. En otra mesa rodeaban el cadáver de la Milagros un grupo de personas. El empleado del Depósito hizo salir a todos. Al encontrarse el Corretor y el señor Ignacio en la puerta, se vieron y desviaron la vista: las dos madres, en cambio, se lanzaron una mirada de odio terrible. There was a window, wide open, and they peered in. Stretched upon a marble slab lay Leandro; his face was the color of wax, and his features bore an expression of proud defiance. At his side Señora Leandro stood wailing and vociferating; Señor Ignacio, with his son′s hand clasped in his own, was weeping silently. At another table a group surrounded Milagros′ corpse. The man in charge of the morgue ordered them all out. As the proofreader and Señor Ignacio met at the entrance they exchanged looks and then averted their glance; the two mothers, on the other hand, glared at each other in terrible hatred.
El señor Ignacio dispuso que no fueran a dormir al Corralón, sino a la calle del Aguila. Allí, en casa de la señora Jacoba, hubo una algarabía horrorosa de lloros y de imprecaciones. Las tres mujeres echaban la culpa de todo a la Milagros, que era una golfa, una mala hembra descastada, egoísta y miserable. Señor Ignacio arranged that they should not sleep at the Corralón but in Aguila Street. In that place, at the home of Señora Jacoba, there was a horrible confusion of weeping and cursing. The three women blamed Milagros for everything; she was a common strumpet, an evil woman, a selfish, wretched ingrate.
Un vecino de la Corrala señaló un detalle raro; al reconocer el médico forense a la Milagros y al quitarle el corsé para apreciar la herida, entre unos escapularios encontró un medallón chiquito con un retrato de Leandro. One of the neighbours of the Corrala indicated a strange detail: when the public doctor came to examine Milagros and remove her corset so that he might determine the wound, he found a tiny medallion containing a portrait of Leandro.
—¿De quién es este retrato?—dicen que preguntó. "Whose picture is this?" he is reported to have asked.
—Del que la ha matado—le contestaron. "The fellow who killed her," they answered.
Era una cosa rara que intrigaba a Manuel; muchas veces había pensado que la Milagros quería a Leandro; aquello casi lo confirmaba. This was exceedingly strange, and it fascinated Manuel; many a time he had thought that Milagros really loved Leandro; this fairly confirmed his conjectures.
Durante toda la noche, el señor Ignacio, sentado en una silla, lloró sin cesar; Vidal estaba asustado y Manuel también. La presencia de la muerte, vista tan de cerca, les aterrorizó a los dos. During all that night Señor Ignacio, seated on a chair, wept without cease; Vidal was scared through and through, as was Manuel. The presence of death, seen so near, had terrorized the two boys.
Y mientras lloraban dentro, en la calle las niñas cantaban a coro; y aquel contraste de angustia y de calma, de dolor y de serenidad, daba a Manuel una sensación confusa de la vida; algo pensaba él que debía ser muy triste; algo muy incomprensible y extraño. And while inside the house everybody was crying, in the streets the little girls were dancing around in a ring. And this contrast of anguish and serenity, of grief and calm, imparted to Manuel a confused sense of life. It must, he thought, be something exceedingly sad, and something weirdly inscrutable.




TERCERA PARTE
CAPÍTULO PRIMERO

El drama del Tío Patas.—La tahona.—Karl el hornero.—La sociedad de los Tres.

PART THREE
CHAPTER I

Uncle Patas′ Domestic Drama—The Bakery—Karl the Baker—The Society of the Three.

LA impresión por la muerte de su hijo en el señor Ignacio fué tan profunda, que cayó enfermo. Se dejó de trabajar en el almacén, y al cabo de dos o tres semanas, como el señor Ignacio no se ponía bueno, la Leandra le dijo a Manuel: The death of his son made such a deep impression upon Señor Ignacio that he fell ill. He gave up working in the shop and as he showed no improvement after two or three weeks, Leandra said to Manuel:
—Mira: vete a casa de tu madre, porque aquí yo no te puedo tener. "See here: better be off to your mother′s place, for I can′t keep you here."
Volvió Manuel a la casa de huéspedes, y la Petra, por mediación de la patrona, llevó al muchacho de mozo a un puesto de pan y verduras situado en la plaza del Carmen. Manuel returned to the lodging-house and Petra, through the intercession of the landlady, procured her son a job as errand-boy at a bread and vegetable stand situated upon the Plaza del Carmen.
Allá Manuel tuvo que sujetarse más que en la casa del señor Ignacio. El tío Patas, el dueño del puesto, un gallegazo pesadote como un buey, puso al corriente a Manuel de sus obligaciones. Manuel was here more oppressed than at Señor Ignacio′s. Uncle Patas, the proprietor, a heavy, burly Galician, instructed the youth in his duties.
Tenía que levantarse el muchacho al amanecer, abrir el puesto, soltar los fardos de verdura que subía un mozo de la plaza de la Cebada, e ir tomando el pan que traían los repartidores. Después, barrer la tienda y esperar a que se levantara el tío Patas, su mujer o su cuñada. Al llegar alguno de ellos, Manuel abandonaba el mostrador, y con una cesta pequeña a la cabeza iba con el pan a las casas de los parroquianos de la vecindad. En ir y venir se pasaba toda la mañana. Por la tarde era más pesado el trabajo: Manuel tenía que estarse quieto detrás del mostrador, aburriéndose, vigilado por el ama y su cuñada. He was to get up at daybreak, open the store, untie the bundles of greens that were brought by a boy from the Plaza de la Cebada and receive the bread that was left by the delivery-men. Then he was to sweep the place and wait for Uncle Patas, his wife or sister-in-law to awake. As soon as one of these came in Manuel would leave his place behind the counter and, balancing a little basket upon his head, would start off on his route delivering bread to the customers of the vicinity. This going and returning would take all the morning. In the afternoon the work was harder: Manuel would have to stand quietly behind the counter in utter boredom, under the surveillance of the proprietor′s wife and his sister-in-law.
Acostumbrado a los paseos diarios por las rondas, le desesperaba tal inmovilidad. Accustomed to his daily strolls through the Rondas, Manuel was rendered desperate by this immobility.
La tienda del tío Patas, pequeña y mal oliente, tenía un papel amarillo, que se despegaba de puro viejo, con unas cenefas verdes. Un mostrador de madera, unos cuantos vasares sucios, un quinqué de petróleo en el techo y dos bancos constituían todo el mobiliario. Uncle Patas′ store, a tiny, ill-smelling hole, was papered in yellow with green borders; the paper was coming off from sheer old age. A wooden counter, a few dirty shelves, an oil lamp hanging from the ceiling and two benches comprised the fixtures.
La trastienda, a la cual se llegaba por una puerta del fondo, era un cuarto sin más luz que la que entraba por un montante que daba al portal. En este cuarto se comía; de él se pasaba a la cocina y de ésta a un patio estrecho, muy sucio, con una fuente. Al otro lado del patio estaban las alcobas del tío Patas, de su mujer y de la cuñada. The back room, which was reached by a door at the rear, was a compartment with no more light than could filter in through a transom that opened upon the vestibule. This was the dining-room and led to the kitchen, which in turn gave access to a narrow, very filthy patio with a fountain. At the other side of the patio were the bedrooms of Uncle Patas, his wife and his sister-in-law.
A Manuel le ponían un jergón y unas mantas detrás del mostrador. Allí dentro, de noche sobre todo, olía a berza podrida; pero más que esto aun molestaba a Manuel el levantarse de madrugada, cuando el sereno daba dos o tres golpes con el chuzo a la puerta de la tienda. Manuel′s sleeping quarters were a straw-bed and a couple of old cloaks behind the counter. Here, especially at night, it reeked of rotten cabbage: but what bothered Manuel even more was the getting up at dawn, when the watchman struck two or three blows with his pike upon the door of the store.
En el puesto se vendía algo, lo bastante para vivir, nada más. En aquel tabuco había reunido el tío Patas una fortuna, ahorrando céntimo a céntimo. They sold something in the shop,—enough to live on and no more. In this hovel Uncle Patas had saved up a fortune céntimo by céntimo.
La historia del tío Patas era verdaderamente interesante. Manuel la averiguó por las habladurías de los repartidores de pan y de los chicos de los otros puestos. Uncle Patas′ history was really interesting. Manuel had learned it from the gossip of the men who delivered the bread and from the boys in the other stores.
El tío Patas había llegado a Madrid, desde un pueblo de Lugo, a buscarse la vida, a los quince años. Al cabo de veinte de economías inverosímiles, trabajando en una tahona, ahorró tres o cuatro mil pesetas, y con ellas estableció un puesto de pan y de verdura. Su mujer despachaba en el puesto, y él seguía trabajando en la tahona y guardando dinero. Cuando su hijo creció, le tomó en traspaso una taberna, y luego una casa de préstamos. En esta época de prosperidad murió la mujer del tío Patas, y el hombre, ya viudo, quiso saborear la vida, que tan estéril fué para él, y se casó, a pesar de sus cincuenta y tantos, con una muchacha, paisana suya, de veinte, que no pensaba, al ir al matrimonio, mas que en convertirse de criada en ama. Todos los amigos del tío Patas trataron de convencerle de que era una barbaridad el casarse a sus años, y con una moza tan joven; pero él siguió en sus trece, y se casó. Uncle Patas had come to Madrid from a hamlet of Lugo, at the age of fifteen, in search of a living. Within twenty years, by dint of unbelievable economies, he had hoarded up from his wages in a bakery some three or four thousand pesetas, and with this capital he established a little grocery. His wife stood behind the counter while he continued to work in the bakery and hoard his earnings. When his son grew up he assigned to the boy the running of a tavern and then of a pawnbroker-shop. It was during this prosperous epoch that Uncle Patas′ wife died, and the man, now a widower, wishing to taste the sweets of life, which had thus far proved so fruitless, married again despite his fifty-odd years; the bride, a lass that came from his own province, was only twenty and her sole object in marrying was to change from servant to mistress. All of Uncle Patas′ friends tried to convince him that it was a monstrosity for a man of his years to wed, and such a young girl at that; but he persisted in his notions and married.
A los dos meses de matrimonio, el hijo del tío Patas se entendía con su madrastra, y poco tiempo después el viejo se enteraba. Espió un día, y vió salir a su hijo y a su mujer de una casa de compromiso de la calle de Santa Margarita. Quizá el hombre pensó tomar una determinación enérgica, decir a los dos algo muy fuerte; pero como era calmoso y tranquilo, y no quería perturbar sus negocios, dejó pasar tiempo, y poco a poco se acostumbró a su situación. Después, la mujer del tío Patas trajo del pueblo a una hermana suya, y cuando llegó, entre la mujer y el hijo del tío Patas se la empujaron al viejo, y éste concluyó amontonándose con su cuñada. Desde entonces los cuatro vivieron con una tranquilidad completa. Se entendían admirablemente. Within two months after the marriage the son had come to an understanding with his step-mother, and shortly after this the elderly husband made the discovery. One day he played the spy and saw his son and his wife leave an assignation house in Santa Margarita Street. Perhaps the man intended to take harsh steps, to speak a few unvarnished words to the couple; but as he was soft and peaceful by nature, and did not wish to disturb his business, he let the time go by and grew little by little accustomed to his position. Somewhat later, Uncle Patas′ wife brought from her town a sister of hers, and when she arrived, between the wife and the son she was forced upon the old man, who concluded by taking up with his sister-in-law. Since that time the four had lived in unbroken harmony. They understood one another most admirably.
A Manuel, que estaba curado de espanto, porque en la Corrala había más de una combinación matrimonial parecida, no le asombró la cosa; lo que le indignaba era la tacañería del tío Patas y de su gente. Manuel was not in the least astonished by this state of affairs; he was cured of fear, for at La Corrala there was more than one matrimonial combination of the sort. What did make him indignant was the stinginess of Uncle Patas and his people.
Toda la escrupulosidad que no tenía la mujer del tío Patas en otras cuestiones, la guardaba, sin duda, para las cuentas. Acostumbraba a sisar, conocía al dedillo las socaliñas de las criadas, y no se le escapaba un céntimo: siempre creía que la robaban. Era tal su espíritu de economía, que todos en casa comían pan seco, confirmando el dicho popular de que «en casa del herrero, cuchillo de palo». All the scrupulousness which Uncle Patas′ wife did not feel in other matters she reserved, no doubt, for the accounts. Herself accustomed to pilfer, she knew to the least detail every trick of the servants, and not a céntimo escaped her; she always thought she was being robbed. Such was her spirit of economy that at home they ate stale bread, thus confirming the popular saying, "in the house of the smith, a wooden knife."
La cuñada, una mujer cerril, de nariz corta, mejillas rojas, de pecho y caderas abundantes, podía dar lecciones de sordidez a su hermana, y en cuestión de falta de pudor y de dignidad la aventajaba con mucho. Solía andar por la tienda despechugada, y no había repartidor que no la diese un tiento en la pechera. The sister-in-law, an uncouth peasant with a stubby nose, carroty cheeks, abundant breasts and hips, could give lessons in avarice to her sister, while in the matter of immodesty and undignified comportment she outdistanced her. She would go about the store with her bosom exposed and there wasn′t a delivery-man who missed a chance to pinch her.
—¡Qué gorda estás, oh!—la decían los paisanos. "What a fatty you are! Oh!" they would all exclaim.
Y no parecía sino que toda aquella grasa tan manoseada no la pertenecía, porque no protestaba; pero si alguien trataba de escamotearla en la cuenta algún panecillo, entonces se ponía hecha una fiera. And it was as if all this frequently fingered fat didn′t belong to her, for she raised no protest. Should any one, however, try to get the best of her on the price of a roll, she would turn into a wild beast.
Los domingos por la tarde el tío Patas, su mujer, su cuñada y su hijo solían jugar en la calle, al mus, en una mesita, en medio del arroyo; nunca se atrevían a dejar la tienda sola. On Sunday afternoons Uncle Patas, his wife and his sister-in-law were in the habit of playing mus on a little table in the middle of the road; they never dared to leave the store alone.
A los tres meses de entrar Manuel allá, la Petra fué a ver al tío Patas, y le dijo que diera al chico algún jornal. El tío Patas se echó a reír: le parecía la pretensión el colmo de lo absurdo, y dijo que no, que era imposible: que el muchacho no ganaba el pan que comía. After Manuel had been here for three months, Petra carne to see Uncle Patas and asked him to give her boy a regular wage. Uncle Patas burst into laughter; the request struck him as the very height of absurdity and he answered No, that it was impossible, that the boy didn′t even earn the bread he ate.
Entonces la Petra buscó otra casa para Manuel, y lo llevó a una tahona de la calle del Horno de la Mata, a que aprendiera el oficio de panadero. Then Petra sought out another place for Manuel and brought him to a bakery on Horno de la Mata Street where he was to learn the trade.
En la tahona, para comenzar el aprendizaje, le pusieron en el horno, a ayudar al oficial de pala. El trabajo era superior a sus fuerzas. Se tenía que levantar a las once de la noche, y comenzaba por limpiar con una raedera unas latas de hierro, en donde se cocían bollos, pasándolas, después de frotadas, con una brocha untada en manteca derretida; hecho esto, ayudaba al oficial de pala a sacar la brasa del horno con un hierro; luego, mientras el hornero cocía, iba cogiendo tablas pesadísimas, cargadas de panecillos, y las llevaba del amasadero a la boca del horno; y cuando el oficial metía los panecillos dentro, volvía Manuel con las tablas al amasadero. A medida que el pan salía del horno, lo mojaba con un cepillo empapado en agua, para dar brillo a la corteza. A las once de la mañana se concluía el trabajo, y en los intervalos de descanso, Manuel y los trabajadores dormían. As the beginning of his apprenticeship he was assigned to the furnace as assistant to the man who removed the loaves from the oven. The work was beyond his strength. He had to get up at eleven in the night and commence by scraping the iron pans in which the smaller loaves were baked; after they were cleaned he would go over them with a brush dipped in melted butter; this accomplished he would help his superior remove the live coals from the oven with an iron instrument; then, while the baker baked the bread he would lift very heavy boards laden with rolls and carry them to the kneading-trough at the mouth of the furnace; when the baker placed the rolls inside Manuel would take the board back to the kneading-trough. As the bread came out of the oven he would moisten it with a brush dipped in water so as to make the crust shiny. At eleven in the morning the work was over, and during the intervals of idleness Manuel and the workmen would sleep.
La vida allí era horriblemente penosa. This life was horribly hard.
La tahona ocupaba un sótano obscuro, triste y sucio. Estaba el piso del sótano por debajo del nivel de la calle, a la cual tenía unas ventanas con cristales tan obscurecidos por el polvo y las telarañas, que no dejaban pasar mas que una luz turbia y amarillenta. A todas horas se trabajaba con gas. The bakery occupied a dark cellar, as gloomy as it was dirty. It was below the level of the street and had two windows the panes of which were so covered with dust and spiders′ webs that only a murky, yellowish light filtered through. They worked at all hours by gas.
Se entraba a la tahona por una puerta que daba a un patio grande, en el cual se levantaba un cobertizo de cinc agujereado, que protegía de la lluvia, o trataba de proteger al menos, las cargas de ramaje de retama y las pilas de leña allí amontonadas. The bakery was entered by a door that opened upon an ample patio, in which was a shed of pierced zinc; this protected from the rain, or tried to protect, at least, the loads of furze branch and the piles of wood that were heaped up there.
De este patio, por una puerta baja, se pasaba a un largo corredor, estrecho y húmedo, negro por todas partes, y en el cual no se veía mas que allá en el fondo un cuadrado de luz de una ventana alta con unos cuantos cristales rajados y sucios, por donde entraba una claridad triste. From this patio a low door gave access to a long, but narrow and damp, corridor that was everywhere black; only at the extreme end there was a square of light that entered through a high window with a few cracked, filthy panes,—a gloomy illumination.
Cuando los ojos se acostumbraban a la penumbra reinante, se veían en las paredes del corredor cestos de repartir, palas del horno, blusas, gorras y zapatos colgados en clavos, y en el techo, gruesas telas de araña plateadas y llenas de polvo. When the eyes grew accustomed to the surrounding gloom they could make out on the wall some delivery-baskets, bakers′ peels, smocks, caps and shoes hanging from nails, and on the ceiling thick, silvery cobwebs covered with dust.
A ambos lados del pasillo y a la mitad de su longitud se abrían dos puertas frente por frente: una daba al horno, la otra, al amasadero. Half way along the corridor were a couple of doors opposite each other; one led to the furnace, the other to the kneading room.
El sitio del horno era anchuroso, con las paredes recubiertas de hollín, negro como una cámara obscura; un mechero de gas brillaba en aquella caverna, sin iluminar apenas nada. Delante de la boca del horno, en un tinglado de hierro, estaban colocadas las palas; arriba, en el techo, se entreveían tubos grandes de chimenea cruzados. The furnace room was spacious, and the walls filmed with soot, so that the place was as black as a camera obscura; a gas-jet burned in that cavern, illuminating almost nothing. Before the mouth of the furnace, against an iron shed, were placed the shovels; above, on the ceiling, could be made out some large pipes that crossed each other.
El amasadero, menos negro, resultaba más sombrío que la cocina del horno; a su interior llegaba una luz pálida por dos ventanas que daban al patio, con los cristales empañados por el polvo de la harina. Veíase siempre allí a diez o doce hombres en camiseta, agitando los brazos desesperadamente sobre las artesas, y en el fondo del local una mula movía lentamente la máquina de amasar. The kneading room, less dark than the furnace room, was even more somber. A pallid light shone in through the two windows that looked into the patio, their panes encrusted with flour dust. There were always some ten or twelve men in shirt-sleeves, brandishing their arms desperately over the troughs, and in the back of the room a she-mule slowly turned the kneading machine.
La vida en la tahona era antipática y molesta; el trabajo, abrumador, y el jornal, pequeño: siete reales al día. Manuel, no acostumbrado a sufrir el calor del horno, se mareaba; además, al mojar los panes recién cocidos se le quemaban los dedos y sentía repugnancia al verse con las manos infiltradas de grasa y de hollín. Life in the bakery was disagreeable and hard; the work was enervating and the pay small: seven reales per day. Manuel, unaccustomed to the heat of the furnace, turned dizzy; besides, when he moistened the loaves fresh from the oven he would burn his fingers and it disgusted him to see his hands begrimed with grease and soot.
Tuvo también la mala suerte de que su cama estuviese en el cuarto de los panaderos, al lado de la de un viejo, mozo de la tahona, enfermo de catarro crónico, por la infiltración de harina en el pulmón, que gargajeaba a todas horas. He was also unlucky enough to have his bed placed in the kneaders′ room, beside that of an old workman of the shop who suffered from chronic catarrh, as a result of having breathed so much flour into his lungs; this fellow kept hawking away at all hours.
Manuel, de asco, no podía dormir en el cuarto de los panaderos, y se marchaba a la cocina del horno y se echaba en el suelo. Se sentía siempre cansado; pero, a pesar de esto, trabajaba automáticamente. From sheer disgust Manuel found it impossible to sleep here, so he went to the furnace kitchen and threw himself down upon the floor. He was forever weary; but despite this, he worked automatically.
Luego nadie le hacía caso; los demás panaderos, una colección de gallegos bastante brutos, le trataban como a una mula; ni siquiera se ocupó alguno de ellos en saber el nombre de Manuel, y unos le llamaban: «¡Eh, tú, Choto!»; otros le gritaban: «¡Hala, Barriga!»; cuando hablaban de él, decían «O golfo de Madrid», o solamente «o golfo». El contestaba a los nombres y motes que le daban. Then nobody paid any attention to him; the other bakers, a gang of pretty rough Galicians, treated him as if he were a mule; none of them even took the trouble to learn his name, and some addressed him, "Hey, you, Choto!" while others cried "Hello, Barriga!" When they spoke of him they referred to him as "the ragamuffin from Madrid" or simply, "ragamuffin." He answered to whatever names and sobriquets they gave him.
Al principio, de todos, el más odioso para Manuel, fué el hornero: le mandaba de una manera despótica; se incomodaba si no lo encontraba todo hecho en seguida. Era este hornero un alemán llamado Karl Schneider; había venido a España huyendo de las quintas de su país, vagabundeando. Tenía unos veinticuatro o veinticinco años, los ojos muy claros, el pelo y el bigote casi blancos, de puro rubios. At first the most hateful of all these men, to Manuel, was the head baker, who ordered him about in a despotic manner and grew angry if things weren′t done in a trice. This baker was a German named Karl Schneider who had come to Spain as a vagrant, in evasion of military service. He was about twenty-four or twenty-five, with limpid eyes, and hair and moustache that were so fair as almost to be white.
Hombre tímido y flemático, todo le asombraba y le parecía difícil. Sus impresiones fuertes no se manifestaban ni en gestos ni en palabras, sino en un enrojecimiento súbito, que coloreaba sus mejillas y su frente, y que desaparecía para ser reemplazado por una palidez intensa. A timid, phlegmatic fellow, he was frightened by everything and found all things difficult. His strong impressions were manifested neither in his motions nor his words, but in a sudden flush, which coloured his cheeks and his forehead, and which would soon disappear and leave an intense pallor.
Se expresaba Karl muy bien en castellano, pero de una manera rara; sabía una retahíla de refranes y de frases, que barajaba sin medida; esto daba a su conversación un carácter extraño. Karl expressed himself very well in Spanish, but in a rare manner; he knew a string of proverbs and phrases which he entangled inextricably; this lent a quaint character to his conversation.
Pronto pudo ver Manuel que el alemán, a pesar de su brusquedad, era un excelente muchacho, muy inocente, muy sentimental y de una candidez paradisíaca. Manuel soon discovered that the German, despite his abruptness, was a fine fellow, very innocent, very sentimental and of paradisiacal simplicity.
Al mes de trabajar en la tahona, Manuel consideraba a Karl como su único amigo: se trataban los dos como camaradas; se llamaban de tú, y si el hornero ayudaba muchas veces a su pinche para cualquier trabajo de fuerza, en cambio, en ocasiones, le pedía su parecer y le consultaba acerca de puntos y complicaciones sentimentales, que al alemán intrigaban, y que Manuel resolvía con su perspicacia y su instinto de chiquillo vagabundo, convencido de que todos los móviles de la vida son egoístas y bajos. La igualdad entre maestro y ayudante desaparecía desde que Karl se ponía a la boca del horno. Entonces Manuel debía obedecer al alemán sin vacilaciones ni tardanzas. After a month′s work in the bakery Manuel had come to consider Karl as his only friend; they treated each other as boon companions and addressed each other in familiar terms; and if the baker often helped his assistant in any task that required strength, he would in his turn, on occasion, ask the boy′s opinion and consult him regarding sentimental complications and punctilios, which fascinated the German and which Manuel settled with his natural perspicacity and the instincts of a wandering child who has been convinced that all life′s motives are egotistical and base. This equality between master and apprentice disappeared the moment Karl took up his position at the mouth of the furnace. At such times Manuel had to obey the German without cavil or delay.
El único vicio de Karl era la borrachera: continuamente tenía sed; cuando bebía vino y cerveza, marchaba bien; llevaba método en su vida, y las horas libres las pasaba en la plaza de Oriente o en la Moncloa, leyendo los dos tomos que constituían su biblioteca: uno, Las ilusiones perdidas, de Balzac, y el otro, una colección de poesías alemanas. Karl′s one vice was drunkenness; he was forever thirsty; whenever he slaked this thirst with wine and beer everything went well; he led a methodical life and would spend his free hours on the Pinza, de Oriente or in the Moncloa, reading the two volumes that comprised his library: one, Lost Illusions, by Balzac and the other, a collection of German poems.
Estos dos libros, constantemente leídos, comentados y anotados por él, le llenaban la cabeza de preocupaciones y de sueños. Entre los razonamientos amargos y desesperados de Balzac, pero en el fondo llenos de romanticismo, y las idealidades de Goethe y de Heine, el pobre hornero vivía en el más irreal de los mundos. Muchas veces Karl le explicaba a Manuel los conflictos de los personajes de su novela favorita, y le preguntaba cómo se conduciría él en casos semejantes. Manuel encontraba casi siempre una solución tan lógica, tan natural y tan poco romántica, que el alemán quedaba perplejo e intrigado con la claridad de juicio del muchacho; pero luego, pensando otra vez sobre el mismo tema, veía que la tal solución no podía tener valor para sus personajes quintaesenciados, porque el conflicto mismo de la novela no hubiera llegado a existir entre gente de pensamientos vulgares. These two books, constantly read, commented upon and annotated by him, filled his head with fancies and dreams. Between the bitter, despairing, yet fundamentally romantic ratiocinations of Balzac, and the idealities of Goethe and Heine, the poor baker dwelt in the most unreal of worlds. Often Karl would explain to Manuel the conflicts between the persons of his favourite novel, and would ask how he would act under similar circumstances. Manuel would usually hit upon so logical, so natural, so little romantic a solution that the German would stand perplexed and fascinated before the boy′s clearness of judgment; but soon, considering the selfsame theme anew, he would see that such a solution would prove valueless to his sublimated personages, for the very conflict of the novel would never have come about amidst folk of common thoughts.
En algunas épocas de diez y doce días el alemán necesitaba excitantes más fuertes que el vino y la lectura, y solía emborracharse con aguardiente, y bebía media botella como si fuera agua. There came stretches of ten or twelve days when the German needed more powerful stimulants than wine and literature, and he would get drunk on whisky, drinking down half a flask as if it were so much water.
Según le contaba a Manuel, sentía una avalancha de tristeza y todo lo veía negro y desagradable; se encontraba febril, y el único remedio para su tristeza era el alcohol. According to what he told Manuel, he was overwhelmed by an avalanche of sadness; everything looked black and repulsive to his eyes, he felt feverish and the one remedy for this melancholy was alcohol.
Cuando entraba en la taberna llevaba el corazón oprimido y la cabeza pesada y llena de ideas feas, y a medida que iba bebiendo sentía que el corazón se le ensanchaba y respiraba mejor, y los pensamientos alegres se le metían en la cabeza. Luego, al salir de la taberna, por más esfuerzos que hacía, le era imposible conservar la seriedad, y la risa le retozaba en los labios. Entonces llegaban a su memoria canciones de su tierra, y las cantaba, llevando el compás al andar. Mientras iba por las calles céntricas caminaba derecho; pero cuando llegaba a las callejuelas apartadas, a las avenidas desiertas, se abandonaba al placer de trompicar y de ir haciendo eses, dando un encontronazo aquí y un tropezón allá. En aquellas horas todo le parecía al alemán grande, hermoso, soberbio; el sentimentalismo de su raza se desbordaba en él y comenzaba a recitar versos y a llorar, y a cualquier conocido que encontraba en la calle le pedía perdón por su falta imaginaria y le preguntaba si le seguía estimándole y concediéndole su amistad. When he entered the tavern his heart was heavy and his head dull with a surfeit of ugly notions, but as he drank he felt his heart grow lighter and his breath come easier, while his head began to dance with merry thoughts. When he left the tavern, however hard he tried, it was impossible for him to preserve his dignity; laughter would flicker upon his lips. Then songs of his native land would throng to his memory and he would sing them aloud, beating time to them as he walked on. As long as he went through the central thoroughfares he would walk straight; no sooner did he reach the back streets, the deserted avenues, than he would abandon himself to the pleasure of stumbling along and staggering, with a bump here and a thump there. During these moods everything seemed great and beautiful and superb to the German; the sentimentalism of his race would overflow and he would begin to recite verses and weep, and of whatever acquaintances he met on the street he would beg forgiveness for his imaginary offence, asking anxiously whether he still continued to enjoy their estimation and offering his friendship.
Por muy borracho que se encontrara, nunca se le olvidaba la obligación, y a la hora de cocer se marchaba vacilando a la tahona; e inmediatamente que se ponía a la boca del horno se le pasaba la borrachera y trabajaba como si tal cosa, riéndose él solo de sus extravagancias. However drunk he might be, he never forgot his duty and when the hour for starting the night′s baking arrived he would stagger off to the bakery; the moment he took up his position before the mouth of the furnace his intoxication evaporated and he set to work as soberly as ever, himself laughing at his extravagances.
Tenía el alemán una fuerza orgánica maravillosa, una resistencia inaudita; Manuel necesitaba dormir todo el tiempo que estaba libre, y aun así no conseguía levantarse de la cama descansado. Durante dos meses que pasó Manuel en la tahona, vivió como un autómata. El trabajo en el horno le había cambiado de tal modo las horas de sueño, que los días le parecían noches, y al revés. The German possessed remarkable organic powers and unheard-of resistance; Manuel had to sleep during all his free time, and even at that never rose from his bed completely rested. For the two months that he spent in the bakery Manuel lived like an automaton. Work at the furnace had so shifted about his hours of sleep that the days seemed to him nights and the nights, days.
Un día, Manuel cayó enfermo, y toda la fuerza que le sostenía le abandonó de repente; dejó el trabajo, cobró la quincena y, sin saber cómo, casi arrastrándose, fué hasta la casa de huéspedes. One day Manuel fell ill and all the strength that had been sustaining him abandoned him suddenly; he gave up his job, took his two-week′s pay and without knowing how, fairly dragging himself thither, made his way to the lodging-house.
La Petra, al verle en aquel estado, le hizo acostarse, y Manuel pasó cerca de dos semanas con una calentura muy alta, delirando. Al levantarse había crecido, estaba demacrado y sentía una gran laxitud y desmadejamiento en todo el cuerpo y una sensibilidad tal, que una palabra más fuerte que otra le daba ganas de llorar. Petra, finding him in this condition, made him go to bed, and Manuel lay for nearly two weeks in the delirium of a very high fever. On getting out it seemed that he had grown; he was much emaciated, and felt in his whole body a great lassitude and languor and such a keen sensitivity that any word the least mite too harsh would affect him to the point of tears.
Cuando salió a la calle, por consejo de la Petra, compró un broche de dublé y se lo regaló a doña Casiana, y ésta lo agradeció tanto que le dijo a su criada que el muchacho podía quedarse en la casa hasta su completo restablecimiento. When he was able to go out into the street again, he bought, at Petra′s suggestion, a gold-plated brooch which he presented to Doña`Casiana; she was so pleased with the gift that she told her servant the boy might remain in the house until he was completely recovered.
Aquellos días fueron de los más agradables de la vida de Manuel; lo único que le molestaba era el hambre. Those days were among the most pleasant that Manuel ever spent in his whole life; the one thing that bothered him was hunger.
Hacía un tiempo soberbio, y Manuel marchaba por las mañanas a pasear al Retiro. El periodista, a quien llamaban el Superhombre, utilizaba a Manuel para que le copiara cuartillas, y, como compensación, sin duda, le prestaba novelas de Paúl de Kock y de Pigaul-Lebrún, algunas de un verde muy subido, como Monjas y corsarios y Gustavo el calavera. The weather was superb and in the mornings Manuel would go strolling along the Retiro. The journalist whom they called Superman employed Manuel in copying his notes and articles, and as compensation, no doubt, let him take novels by Paul de Kock and Pigault-Lebrun, some of them highly spiced, as for example Nuns and Corsairs and That Rascal Gustave.
Las teorías amorosas de los dos escritores convencieron a Manuel de tal manera, que quiso ponerlas en práctica con la sobrina de la patrona. En dos años la muchacha se había desarrollado tanto, que estaba hecha una mujer. The love theories of these two writers convinced Manuel so well that he tried to put them into practise with the landlady′s niece. During the previous two years she had developed so fully that she was already a woman.
Una noche, a primera hora, poco después de cenar, por influencia de la estación primaveral o por seguir las teorías del autor de Monjas y corsarios, el caso fué que Manuel convenció a la chica de la patrona de la utilidad de una explicación a solas, y una vecina los vió a los dos que marchaban juntos, escaleras arriba, y entraban en el desván. One night, during the early hour after supper, either through the influence of the spring season or in obedience to the theories of the author of Nuns and Corsairs, Manuel persuaded the landlady′s girl of the advantages of a very private consultation, and a neighbour saw the two of them depart together upstairs and enter the garret.
Cuando iban a encerrarse, la vecina les sorprendió y los llevó contritos a presencia de doña Casiana. La paliza que la patrona propinó a su sobrina le quitó a la muchacha las ganas de nuevas aventuras, y a la tía fuerzas para administrar otra a Manuel. As they were about to shut themselves in, the neighbour surprised them and brought them, deeply contrite, into the presence of Doña Casiana. The thrashing that the landlady administered to her niece deprived the girl of all desire for new adventures and the aunt of any strength to administer another to Manuel.
—Tú te vas a la calle—le dijo, agarrándole del brazo e hincándole las uñas—, y que no te vuelva a ver más aquí, porque te desuello. "Out into the street with you!" she bawled at him, seizing him by the arm and sinking her nails into his flesh. "And make sure that I never see you here again, for I′ll brain you!"
Manuel, avergonzado y confuso, no deseaba en aquel momento mas que escapar, y se marchó a la calle en cuanto pudo, como un perro azotado. Estaba la noche fresca, agradable. Como no tenía un céntimo, se aburrió pronto de pasear; llamó en la tahona, preguntó por Karl el hornero, le abrieron y se tendió en una de las camas. Al amanecer se despertó a la voz de uno de los panaderos, que gritaba: Manuel, stricken with shame and confusion, wished nothing better at that moment than a chance to escape, and he dashed into the street as fast as he could get there, like a beaten cur. The night was cool and inviting. As he didn′t have a céntimo, he soon wearied of sauntering about; he called at the bakery, asked for Karl the baker, they opened the place to him and he stretched himself out on one of the beds. At dawn he was awakened by the voice of one of the bakers, who was shouting:
—¡Eh, tú, golfo, ahueca! "Hey, you! Loafer! Clear out!"
Se levantó Manuel, y salió a la calle. Paseando, se acercó al Viaducto, a su sitio favorito, a mirar el paisaje y la calle de Segovia. Manuel got up and went out into the street. He strolled along toward the Viaduct, to his favourite spot, to survey the landscape and Segovia street.
Era una mañana espléndida, de un día de primavera. En el sotillo próximo al Campo del Moro algunos soldados se ejercitaban tocando cornetas y tambores; de una chimenea de ladrillo de la ronda de Segovia salía a borbotones un humazo obscuro que manchaba el cielo, limpio y transparente; en los lavaderos del Manzanares brillaban al sol las ropas puestas a secar, con vívida blancura. It was a glorious spring morning. In the grove near the Campo del Moro some soldiers were drilling to the sound of bugle and drums; from a stone chimney on the Ronda de Segovia puffs of dark smoke issued forth to stain the clear, diaphanous sky; in the laundries on the banks of the Manzanares the clothes hung out to dry shone with a white refulgence.
Manuel cruzó despacio el Viaducto, llegó a las Vistillas, miró cómo unos traperos hacían sus apartijos, después de extender el contenido de los sacos en el suelo, y se sentó un rato al sol. Veía, con los ojos entornados, los arcos de la iglesia de la Almudena, por encima de una tapia; más arriba, el Palacio Real, blanco y brillante; los desmontes arenosos de la Montaña del Príncipe Pío, y su cuartel rojo y largo, y la hilera de casas del paseo de Rosales, con sus cristales incendiados por la luz del sol. Manuel slowly crossed the Viaduct, reached Las Vistillas and watched some rag-dealers sorting out their materials after emptying the contents of their sacks upon the ground. He sat down for a while in the sun. With his eyes narrowed to a slit he could make out the arches of the Almudena church just above a wall; beyond rose the Royal Palace, a glittering white, the sandy clearings of the Principe Pío with its long red barracks, and the row of houses on the Paseo de Rosales, their panes aglow with the sunlight.
Hacia la Casa de Campo algunos cerrillos pardos se destacaban, escuetos, con dos o tres pinos, como recortados y pegados sobre el aire azul. Toward the Casa de Campo several brown, bare knolls stood out, topped by two or three pines that looked as if they had been cut out and pasted upon the blue atmosphere.
De las Vistillas bajó Manuel a la ronda de Segovia. Al pasar por la calle del Aguila vió que el almacén del señor Ignacio seguía cerrado. Entró Manuel en la casa, y preguntó en el patio por la Salomé. From Las Vistillas Manuel walked down to the Ronda de Segovia. As he sauntered along Aguila Street he noticed that Señor Ignacio′s place was still closed. Manuel went into the house and asked in the patio for Salomé.
—Estará trabajando en su casa—le dijeron. "She must be at work in the house," they told him.
Subió por la escalera y llamó en el cuarto; se oía desde fuera el ruido de la máquina de coser. He climbed up the stairway and knocked at the door; from within came the hum of a sewing-machine.
Abrió la Salomé y pasó Manuel. Estaba la costurera tan guapa como siempre, y, como siempre, trabajando. Sus dos chicos todavía no habían ido al colegio. La Salomé contó a Manuel que el señor Ignacio había estado en el hospital y que andaba buscando dinero para pagar algunas deudas y seguir con el negocio; la Leandra, en aquel momento, en el río; la señora Jacoba, en el puesto, y Vidal, golfeando y sin querer trabajar. Se empeñaba en reunirse con un condenado bizco, más malo que un dolor, y estaba hecho un randa. Andaban siempre los dos con mujeres perdidas, en los cajones y merenderos de la carretera de Andalucía. Salomé opened the door and Manuel entered. The seamstress was as pretty as ever, and, as ever, working. Her two boys had not yet entered colegio. Salomé told Manuel that Señor Ignacio had been in hospital and that he was now looking around for some money with which to pay off his debts and continue his business. Leandra at that moment was down by the river, Señor Jacoba at her post, and Vidal loafing around with no desire to work. He simply couldn′t be kept away from the company of a certain cross-eyed wretch who was worse than disease itself, and had become a tramp. The two of them were always seen with bad women in the stands and lunch-rooms of the Andalucía road.
Manuel contó cómo había estado de panadero y cómo se puso malo; lo que no dijo fué la despedida de casa de su madre. Manuel told her of his experiences as a baker and how he had fallen ill; what he did not relate however, was the tale of his dismissal from the house where his mother was employed.
—Eso no te conviene a ti; debías aprender algún oficio menos fuerte—le aconsejó la Salomé. "That′s no kind of job for you. You ought to learn some trade that requires less strength," was Salomé′s advice.
Manuel estuvo charlando con la costurera toda la mañana; ella le convidó a almorzar, y él aceptó con gusto. Manuel spent the whole morning chatting with the seamstress; she invited him to a bite and he accepted with pleasure.
Por la tarde, Manuel se fué de casa de la Salomé, pensando que si él tuviera más años y un buen oficio que le diera dinero, se casaría con la Salomé, aunque se viese en la precisión de darle una puñalada al chulapo que la entretenía. In the afternoon Manuel left Salomé′s house with the thought that if he were a few years older and had a decent, paying position, he would marry her, even if he found himself compelled to get the tough who went with her out of the way with a knife.
Al encontrarse en la ronda, lo primero que se le ocurrió a Manuel fué que no debía ir al puente de Toledo, ni mucho menos a la carretera de Andalucía, porque allí era fácil que se encontrase con Vidal o con el Bizco. Pensó así, efectivamente, y, a pesar de esto, bajó hacia el puente, echó una ojeada por los cajones, y viendo que allí no estaban sus amigos, siguió por el Canal, atravesó el Manzanares por el puente de un lavadero y salió a la carretera de Andalucía. En un merendero, con varias mesas debajo del cobertizo, estaban Vidal y el Bizco entre unos cuantos golfos que jugaban al cané. Once again upon the Ronda, the first thought that came to Manuel was that he ought not to go to the Toledo Bridge, nor be in any greater hurry to reach the Andalucía road, for it was very easy to happen upon Vidal or Bizco there. He pondered the thought deeply, and yet, despite this, he took the direction of the bridge, glanced into the sands, and failing to find his friends there continued along the Canal, crossed the Manzanares by one of the laundry bridges and came out on Andalucía road. In a lunch-room that sheltered a few tables beneath its roof were Vidal and Bizco in company of a group of idlers playing cané.
—¡Eh!, tú, Vidal—gritó Manuel. "Hey, you, Vidal!" shouted Manuel.
—¡Rediez! ¿Eres tú?—dijo su primo. "The deuce! Is it you?" exclaimed his cousin.
—Ya ves... "As you see…."
—¿Qué te haces? "And what are you doing?"
—Nada, ¿y vosotros? "Nothing. And you?"
—A lo que cae. "Whatever comes our way."
Contempló Manuel cómo jugaban al cané. Cuando terminaron una de las partidas, Vidal dijo: Manuel watched them play cané. After they had finished a hand, Vidal said:
—¿Qué? ¿vamos a dar un paseo? "What do you say to a walk?"
—Vamos. "Come on."
—¿Vienes tú, Bizco? "Are you coming, Bizco?"
—Sí. "Yes."
Echaron los tres a andar carretera de Andalucía adelante. The three set out along the Andalucía road.
Vivían Vidal y el Bizco de randas: aquí cogiendo una manta de un caballo, allá llevándose las lamparillas eléctricas de una escalera o robando alambres del teléfono; lo que se terciaba. No iban al centro de Madrid porque no se consideraban todavía bastante diestros. Vidal and Bizco led a thieves′ existence, stealing here a horse blanket, there the electric bulbs of a staircase or telephone wires; whatever turned up. They did not venture to operate in the heart of Madrid as they were not yet, in their opinion, sufficiently expert.
Hacía unos días, contó Vidal, birlaron entre los dos a un chico una cabra, a orillas del Manzanares, cerca del puente de Toledo; Vidal entretuvo al chico jugando a las chapas, mientras que el Bizco agarraba la cabra y la subía por la rampa de los pinos al paseo de las Yeserías y la llevaba después a las Injurias. Entonces Vidal, señalándole al chico la parte opuesta de la rampa, le dijo: «Corre, que por allá va tu cabra», y mientras el muchacho echaba a trotar en la dirección indicada, Vidal se escabullía en las Injurias y se juntaba con el Bizco y su querida. Todavía estaban comiendo la carne de la cabra. Only a few days before, told Vidal, they had, between them, robbed a fellow of a she-goat, on the banks of the Manzanares near the Toledo bridge. Vidal had entertained the chap at the game of tossing coins while Bizco had seized the goat and pulled her up the slope of the pines to Las Yeserías, afterward taking her to Las Injurias. Then Vidal, indicating the opposite direction to their dupe, had shouted: "Run, run, there goes your goat." And as the youth trotted off in the direction indicated, Vidal escaped to Las Injurias, joining Bizco and his sweetheart. They were still dining on the goat′s meat.
—Es lo que tú debes hacer—dijo Vidal—. Venirte con nosotros. ¡Si esta es una vida de chipendi! Ya ves, hace unos días Juan el Burra y el Arenero, que viven en Casa Blanca, se encontraron en el camino de las Yeserías con un cerdo muerto. Iba un mozo con una piara al matadero, cuando se conoce que murió el animal; el mozo lo dejó allá, y Juan el Burra y el Arenero lo arrastraron hasta su casa, lo descuartizaron y hemos comido cerdo sus amigos durante más de una semana. ¡Si te digo que es una vida de chipendi! "That′s what you ought to do," suggested Vidal. "Come with us. This is the life of a lord! Why, listen here. The other day Juan el Burra and El Arenero came upon a dead hog on the road to Las Yeserías. A swineherd was on his way with a herd of them to the slaughter-house, when they found out that the animal had died; the fellow left it there, and Juan el Burra and El Arenero dragged it to their house, quartered it, and we friends of his have been eating hog for more than a week. I tell you, it′s a lord′s life!"
Se conocían, por lo que decía Vidal, todos los randas, hasta los de los barrios más lejanos. Era una vida extrasocial la suya, admirable; hoy se veían en los Cuatro Caminos; a los tres o cuatro días, en el puente de Vallecas o en la Guindalera, se ayudaban unos a otros. According to what Vidal said, all the thieves knew each other, even to the most distant sections of the city. Their life was outside the pale of society and an admirable one, indeed; today they were to meet at the Four Roads, in three or four days at the Vallecas Bridge or at La Guindelara; they helped each other.
Su radio de acción era una zona comprendida desde el extremo de la Casa de Campo, en donde se encuentran el ventorro de Agapito y las ventas de Alcorcón, hasta los Carabancheles; desde aquí, las orillas del arroyo Abroñigal, La Elipa; el Este, las Ventas y la Concepción hasta la Prosperidad; luego, Tetuán hasta la Puerta de Hierro. Dormían, en verano, en corrales y cobertizos de las afueras. Their radius of activities was a zone bounded by the extreme of the Casa del Campo, where the inn of Agapito and the Alcorcón restaurants were, as far as Los Carabancheles; from here, the banks of the Abronigal, La Elipa, El Este, Las Ventas and La Conceptión as far as La Prosperidad; then Tetuán as far as the Puerta de Hierro. In summer they slept in yards and sheds of the suburbs.
Los del centro, mejor vestidos, más aristócratas, tenían ya su golfa, a la que fiscalizaban las ganancias y que se cuidaban de ellos; pero la golfería del centro era ya distinta, de otra clase, con otros matices. The thieves of the city′s centre were a better-dressed, more aristocratic lot; each of these had his woman, whose earnings he managed and who took good care of him. The outcasts of the heart of the city were a distinct class with other gradations.
A veces el Bizco y Vidal habían pasado malas épocas, comiendo gatos y ratas, guareciéndose en las cuevas del cerrillo de San Blas, de Madrid Moderno y del cementerio del Este; pero ya tenían los dos su apaño. There were times when Bizco and Vidal had gone through intense want, existing upon cats and rats and seeking shelter in the caves upon San Blas hill, of Madrid Moderno, and in the Eastern Cemetery. But by this time the pair knew their business.
—¿Y de trabajar? ¿Nada?—preguntó Manuel. "And work? Nothing?" asked Manuel.
—¡Trabajar!... pa el gato—contestó Vidal. "Work! … Let the cat work," scoffed Vidal.
Ellos no trabajaban, tartamudeó el Bizco; con su chaira en la mano, ¿quien le tosía a el? They didn′t work, stuttered Bizco; who was going to get fresh with him while he had his trusty steel in his hand?
En el cerebro de aquella bestia fiera no habían entrado, ni aun vagamente, ideas de derechos y de deberes. Ni deberes, ni leyes, ni nada; para él la fuerza era la razón; el mundo un bosque de caza. Sólo los miserables podían obedecer la ley del trabajo; así decía él: El trabajo pa los primos; el miedo pa los blancos. Into the brain of this wild beast there had not penetrated, even vaguely, any idea of rights or duties. No duties, no rights or anything at all. To him, might was right; the world was a hunting wood. Only humble wretches could obey the law of labour. That′s what he said: Let fools work, if they hadn′t the nerve to live like men.
Mientras hablaban los tres, pasaron por la carretera un hombre y una mujer con un niño en brazos. Tenían un aspecto entristecido, de gente perseguida y famélica, la mirada tímida y huraña. As the three thus conversed a man and a woman with a child in her arms passed by. They looked dejected, like famished, persecuted folk, their glance timid and awed.
—Esos son los que trabajan—exclamó Vidal—. Así están ellos. "There′s the workers for you," exclaimed Vidal. "That′s how they are."
—Que se hagan la santísima—murmuró el Bizco. "The devil take them," muttered Bizco.
—¿Adónde irán?—preguntó Manuel, contemplándolos con pena. "Where are they bound for?" asked Manuel, eyeing them sympathetically.
—A los tejares—contestó Vidal—. A vender azafrán, como dicen por ahí. "To the tile-works," answered Vidal. "To sell saffron, as we say around here."
—¿Y por qué dicen eso? "And why do they say that?"
—Como el azafrán es tan caro... "Because saffron is so dear…."
Se detuvieron los tres y se tendieron en el suelo. Estuvieron más de una hora hablando de mujeres y de medios de sacar dinero. The three came to a halt and lay down upon the sod. For more than an hour they remained there, discussing women and ways and means of procuring money.
—¿No tenéis perras?—preguntó Vidal a Manuel y al Bizco. "Got any money about you?" asked Vidal of Manuel and Bizco.
—Dos reales—contestó éste. "Two reales," replied the latter.
—¡Anda, convida! Vamos a tomar una botella. "Well, then, invite us to something," suggested Vidal. "Let′s have a bottle."
Accedió el Bizco refunfuñando, se levantaron y se fueron acercando a Madrid. Una fila de burros blanquecinos pasó por delante de ellos; un gitano joven y moreno, con una larga vara debajo del brazo, montado en las ancas del último borrico de la fila, gritaba a cada paso: ¡Coroné!, ¡coroné! Bizco assented, grumblingly, so they arose and took their way toward Madrid. A procession of whitish mules filed past them; a young, swarthy gipsy, with a long stick under his arm, mounted upon the last mule of the procession, kept shouting at every step: "Coroné, coroné!"
—¡Adiós, cañí!—le dijo Vidal. "So long, swell!" shouted Vidal to him.
—Vaya con Dios la gente buena—contestó el gitano, con voz ronca. Al llegar a una taberna del camino, al lado de la casucha de un trapero, se detuvieron, y Vidal pidió la botella de vino. "God be with all good folk," answered the gipsy in a hoarse voice. They reached a road tavern beside a ragpicker′s hut, stopped, and Vidal ordered the bottle of wine.
—¡Qué es esa fábrica?—preguntó Manuel, señalando una que estaba a la izquierda de la carretera de Andalucía, según se había vuelto a Madrid. "What′s this factory?" asked Manuel, pointing to a structure at the left of the Andalucía road on the way back to Madrid.
—Ahí hacen dinero con sangre—contestó Vidal solemnemente. "They make money out of blood," answered Vidal solemnly.
Manuel le miró asustado. Manuel stared at him in fright.
—Es que hacen cola con la sangre que sobra en el Matadero—añadió su primo, riéndose. "Yes. They make glue out of the blood that′s left over in the slaughter-house," added his cousin, laughing.
Escanció Vidal en las copas y bebieron los tres. Vidal poured the wine into the glasses and the three gulped it down.
Se veía Madrid en alto, con su caserío alargado y plano, sobre la arboleda del Canal. A la luz roja del sol poniente brillaban las ventanas con resplandor de brasa; destacábanse muy cerca, debajo de San Francisco el Grande, los rojos depósitos de la fábrica del gas, con sus altos soportes, entre escombreras negruzcas; del centro de la ciudad brotaban torrecillas de poca altura y chimeneas que vomitaban, en borbotones negros, columnas de humo inmovilizadas en el aire tranquilo. A un lado se erguía el Observatorio, sobre un cerrillo, centelleando el sol en sus ventanas; al otro, el Guadarrama, azul, con sus crestas blancas, se recortaba en el cielo limpio y transparente, surcado por nubes rojas. Yonder, above the avenue of trees on the Canal, could be made out Madrid, with its long, level cluster of houses. The windows, lit up by the flush of the setting sun, glowed like live coals; in the foreground, just below San Francisco el Grande, bulked the red tanks of the gas factory with their high steel beams, amidst the obscure rubbish-heaps; from the centre of the city rose tiny towers and low chimneys which belched forth black puffs of smoke that seemed to rest motionless in the tranquil atmosphere. At one side, upon a hill, towered the Observatory, whose windows sparkled with the sun; at the other, the Guadarama range, blue with crests of white, was outlined against the clear, transparent heavens furrowed by red clouds.
Na—añadió Vidal, después de un momento de silencio, dirigiéndose a Manuel—, tú has de venir con nosotros; formaremos una cuadrilla. "Bah," added Vidal, after a moment′s silence, turning to Manuel.
—Eso es—tartamudeó el Bizco."You′ve got to come with us; we′ll make a gang."
—Bueno; ya veré—dijo Manuel de mala gana. "That′s the talk," stammered Bizco.
—¿Qué ya veré ni qué hostia? Ya está formada la cuadrilla. Se llamará la cuadrilla de los Tres. "All right. I′ll see," responded Manuel unwillingly.
"What do you mean, you′ll see? The gang′s already formed. We′ll call it the gang of The Three."
—Muy bien—gritó el Bizco. "Fine!" shouted Bizco.
—¿Y nos ayudaremos unos a otros?—preguntó Manuel. "And we′ll help each other?" inquired Manuel.
—Claro que sí—contestó su primo—. Y si hay alguno que hace traición... "Of course we will," assured his cousin. "And if any one of us should prove a traitor…."
—Si hay alguno que haga traición—interrumpió el Bizco—, se le cortan los riñones—. Y para dar fuerza a su afirmación, sacó el puñal y lo clavó con energía en la mesa. "If any one proves a traitor," interrupted Bizco, "his guts′ll be ripped out." And to lend force to his declaration he drew out his dirk and plunged it viciously into the table.
Al anochecer volvieron los tres por la carretera hasta el puente de Toledo, y se separaron allí, citándose para el día siguiente. At nightfall the three returned by the road to the Toledo bridge and separated at that point, after arranging to meet on the morrow.
Manuel pensaba en lo que le podía comprometer la promesa hecha de entrar a formar parte de la Sociedad de los Tres. La vida del Bizco y de Vidal le daba miedo. Tenía que resolverse a dar a su existencia un nuevo giro; pero ¿cuál? Eso es lo que no sabía. Manuel wondered just what he was committed to by the promise made to be a member of The Three. The life led by Bizco and Vidal frightened him. He must resolve to turn over a new leaf; but what was he to do? That was what puzzled him.
Durante algún tiempo, Manuel no se atrevió a aparecer en casa de la patrona; veía a su madre en la calle, y dormía en la cuadra de la casa en donde servía una de sus hermanas. Luego se dió el caso de que a la sobrina de la patrona la encontraron en la alcoba de un estudiante de la vecindad, y esto le rehabilitó un tanto a Manuel en la casa de huéspedes. For some time Manuel did not dare to put in an appearance at the lodging-house; he would meet his mother in the street and he slept in the entry of the house where one of his sisters was employed. Later it came to pass that the landlady′s niece was found in the bedroom of a neighbouring student, and this served to rehabilitate Manuel somewhat in the boarding-house.




CAPÍTULO II

Una de las muchas maneras desagradables de morirse que hay en Madrid.—El «Expósito».—El «Cojo» y su cueva.—La noche en el Observatorio.

CHAPTER II

One of the Many Disagreeable Ways of Dying in Madrid—The Orphan—El Cojo and His Cave—Night in the Observatory.

UN día Manuel se vió bastante sorprendido al saber que su madre no se levantaba y que estaba enferma. Hacía tiempo que echaba sangre por la boca; pero no le daba importancia a esto. One day Manuel was not a little surprised to learn that his mother had not been able to get up and that she was ill. For some time she had been coughing up blood, but had considered this of no importance.
Manuel se presentó en la casa humildemente, y la patrona, en vez de recriminarle, le hizo pasar a ver a su madre. No se quejaba ésta mas que de un magullamiento grande en todo el cuerpo y de dolor en la espalda. Manuel presented himself humbly at the house and the landlady, instead of greeting him with recriminations, asked him in to see his mother. The only thing Petra complained of was a terrible bruised feeling all over the body and a pain in her back.
Pasó así días y días, unas veces mejor, otras peor, hasta que empezó a tener mucha fiebre y hubo que llamar al médico. La patrona dijo que habría que llevar a la enferma al hospital; pero como tenía buen corazón, no se determinó a hacerlo. For days and days she had gone on thus, now better, now worse, until she began to run a high fever and was compelled to call in the doctor. The landlady said that they′d have to take the sick woman to the hospital; but as she was a kind-hearted soul she did not insist.
Ya había confesado a la Petra el cura de la casa una porción de veces. Las hermanas de Manuel iban de vez en cuando por allí, pero ninguna de las dos traía el dinero necesario para comprar las medicinas y los alimentos que recomendaba el médico. Petra had already confessed several times to the priest of the house. Manuel′s sisters came from time to time, but neither brought the money necessary to the purchase of the medicines and the food that were prescribed by the doctor.
El Domingo de Piñata, por la noche, la Petra se puso peor; por la tarde había estado hablando animadamente con su hijo: pero esta animación fué desapareciendo, hasta que quedó presa de un aniquilamiento mortal. One Sunday, toward night, Petra took a turn for the worse; during the afternoon she had been conversing spiritedly with her daughters; but this animation had subsided until she was overwhelmed by a mortal collapse.
Aquella noche del Domingo de Piñata tenían los huéspedes de doña Casiana una cena más suculenta que de ordinario, y después de la cena unas rosquillas de postre, regadas con el más puro amílico de las destilerías prusianas. That Sunday night Doña Casiana′s lodgers had an unusually succulent supper, and after the supper several ronquillas for dessert, watered by the purest concoction of the Prussian distilleries.
A las doce de la noche seguía la juerga. La Petra le dijo a Manuel: The spree was still in progress at ten o′clock. Petra said to Manuel:
—Llámale a don Jacinto y dile que estoy peor. "Call Don Jacinto and tell him that I′m worse."
Manuel entró en el comedor. En la atmósfera, espesa por el humo del tabaco, apenas se veían las caras congestionadas. Al entrar Manuel, uno dijo: Manuel went to the dining-room. He could barely make out the congested faces through the thick tobacco smoke that filled the atmosphere. As Manuel entered, one of the merrymakers said:
—Callad un poco, que hay un enfermo. "A little less noise; there′s somebody sick."
Manuel dió el recado al cura. Manuel delivered the message to the priest.
—Tu madre no tiene mas que aprensión. Luego iré—repuso don Jacinto. "Your mother′s scared, that′s all. I′ll come a little later," replied Don Jacinto.
Manuel volvió al cuarto. Manuel returned to the room.
—¿No viene?—preguntó la enferma. "Isn′t he coming?" asked the sick woman.
—Ahora vendrá; dice que no tiene usted mas que aprensión. "He′ll be here right away. He says you′re only scared."
—¡Sí; buena aprensión!—murmuró ella tristemente—. Estate aquí. "Yes. A fine scare," she murmured sadly. "Stay here."
Manuel se sentó sobre un baúl; tenía un sueño que no veía. Manuel sat down upon a trunk; he was so sleepy, he could hardly see.
Iba a dormirse cuando le llamó su madre. He was just dozing off when his mother called to him.
—Mira—le dijo—, trae el cuadro de la Virgen de los Dolores que hay en la sala. "Listen," she said. "Go into the room and fetch the picture of the Virgin of Sorrows."
Manuel descolgó el cuadro, un cromo barato, y lo llevó a la alcoba. Manuel took down the picture,—a cheap cromograph,—and brought it to the bedroom.
—Ponlo a los pies de la cama, que lo pueda ver yo. "Place it at the foot of the bed so that I can see it."
Hizo el muchacho lo que le mandaban, y volvió a sentarse. Seguía el jaleo de canciones, palmadas y castañuelas en el comedor. The boy did as he was requested and returned to his seat. From the dining-room came a din of songs, hand-clapping and castanets.
De pronto, Manuel, que estaba medio dormido, oyó un estertor fuerte, que salía del pecho de su madre, y al mismo tiempo vió que su cara, más pálida, tenía extrañas contracciones. Suddenly Manuel, who was half asleep, heard a loud, rasping sound issue from his mother′s chest, and at the same time he noticed that her face had become paler than ever and was twitching strangely.
—¿Que le pasa a usted? "What′s the matter?"
La enferma no contestó. Entonces Manuel volvió a avisar al cura. Este abandonó el comedor refunfuñando, miró a la enferma y le dijo al muchacho: The sufferer made no reply. Then Manuel ran to notify the priest again. Grumblingly he left the dining-room, looked at the sick woman and said to the boy:
—Tu madre se muere. Estate aquí, que yo vengo en seguida con la Unción. "Your mother′s dying. Stay here, and I′ll be back at once with the extreme unction."
Mandó el cura callar a los que alborotaban en el comedor, y enmudeció la casa entera. The priest ordered the merrymakers in the dining-room to cease their racket and the whole house became silent.
No se oyó entonces mas que un ruido de pasos, abrir y cerrar de puertas y luego el estertor de la moribunda y el tic-tac de un reloj del pasillo. Nothing could be heard now save cautious footfalls, the opening and closing of doors, followed by the stertorous breathing of the dying woman and the tick-tock of the corridor clock.
Llegó el cura con otro que traía una estola e hizo todas las ceremonias de la Unción. Cuando el vicario y sacristán salían, Manuel miró a su madre y la vió lívida, con la mandíbula desencajada. Estaba muerta. The priest arrived with another who wore a stole and administered all the rites of the extreme unction. After the vicar and the sacristan had gone, Manuel looked at his mother and saw her livid features, her drooping jaw. She was dead.
El muchacho se quedó solo en el cuarto, iluminado por la luz de aceite, sentado en un baúl, temblando de frío y de miedo. The youngster was left alone in the room, which was dimly lighted by the oil lamp; there he sat on the trunk, trembling with cold and fear.
Toda la noche la pasó así; de vez en cuando entraba la patrona en paños menores y preguntaba algo a Manuel, o le hacía alguna recomendación, que este, en general, no comprendía. He spent the whole night thus; from time to time the landlady would enter in her underclothes and ask Manuel something or offer some bit of advice which, for the most part, he did not understand.
Manuel aquella noche pensó y sufrió lo que, quizá nunca pensara ni sufriera: reflexionó acerca de la utilidad de la vida y acerca de la muerte con una lucidez que nunca había tenido. Por más esfuerzos que hacía, no podía detener aquel flujo de pensamientos que se enlazaban unos con otros. That night Manuel thought and suffered as perhaps he never thought and suffered at any other time; he meditated upon the usefulness of life and upon death with a perspicacity that he had never possessed. However hard he might try, he could not stem the flood of thoughts that merged one with the other.
A las cuatro de la mañana estaba toda la casa en silencio, cuando se oyó el ruido del picaporte en la puerta de la escalera; después, pasos en el corredor, y luego, el sonido quejumbroso de la caja de música colocada en la mesa del vestíbulo, que tocaba la Mandolinata. At four in the morning the whole house was in silence, when there was heard the rattle of a latchkey in the stairway door, followed by footsteps in the corridor and then the querulous tinkling of the music-box upon the vestibule-table, playing the Mandolinata.
Manuel se despertó sobresaltado, como de un sueño; no se pudo dar cuenta de lo que era aquella música; hasta pensó si se le había trastornado la cabeza. El organillo, después de unas cuantas paradas y asmáticos hipos, abandonó la Mandolinata y comenzó a tocar atropelladamente el dúo de Bettina y de Pippo, de La Mascota: Manuel awoke with a start, as from a dream; he could not make out where the music was coming from; he even imagined that he had lost his head. The little organ, after several hitches and asthmatic sobs, abandoned the Mandolinata and began to roll off in double time the duet between Bettina and Pippo from La Mascotte:
Me olvidarás, gentil pastor,
con ese traje tan señor.
Will you forget me, gentle swain,
Dressed in this lordly finery?
Manuel salió de la alcoba y preguntó en la obscuridad: Manuel left the bedroom and asked, through the darkness:
—¿Quién es? "Who is it?"
Al mismo tiempo se oyeron voces que salían de todos los cuartos. El organillo interrumpió el aire de La Mascota para emprender con brío el himno de Garibaldi. De repente cesaron las notas de la caja de música y una voz ronca gritó: At the same moment voices were heard from every room. The music-box cut short the duet from La Mascotte and launched spiritedly into the strains of Garibaldi′s hymn. Suddenly the music stopped and a hoarse voice shouted:
—¡Paco! ¡Paco! "Paco! Paco!"
La patrona se levantó y preguntó quiénes alborotaban así; uno de los que habían entrado en la casa, con voz aguardentosa, dijo que eran estudiantes de la casa de huéspedes del piso tercero, que venían del baile en busca de Paco, uno de los comisionistas. La patrona les dijo que había un muerto en la casa, y uno de los borrachos, que era estudiante de Medicina, dijo que deseaba verle. Se le pudo disuadir de su idea y todos se marcharon. Al otro día se avisó a las hermanas de Manuel y se enterró a la Petra... The landlady got up and asked who was making all that racket; one of the men who had just entered the house explained in a whisky-soaked voice that they were students who boarded on the third floor, and had just come from the ball in search of Paco, one of the salesmen. The landlady told them that some one had died in the house and one of the drunkards, who was a student of medicine, said he would like to view the corpse. He was persuaded to change his mind and everybody went back to his place. The next day Manuel′s sisters were notified and Petra was buried….
Al día siguiente del entierro, Manuel salió de la casa de huéspedes y se despidió de doña Casiana. On the day after the interment Manuel left the boarding-house and said farewell to Doña Casiana.
—¿Qué vas a hacer?—le dijo ésta. "What are you going to do?" she asked.
—No sé; ya veremos. "I don′t know. I′ll see."
—Yo no te puedo tener, pero no quiero que pases hambre. Alguna que otra vez ven por aquí. "I can′t keep you here, but I don′t want you to starve. Come here from time to time."
Después de callejear toda la mañana, Manuel se encontró al mediodía en la ronda de Toledo, recostado en la tapia de las Américas y sin saber qué hacer. A un lado, sentado también en el suelo, había un chiquillo astroso, horriblemente feo y chato, con un ojo nublado, los pies desnudos y un chaquetón roto, por cuyos agujeros se veía la piel negra, curtida por el sol y la intemperie. Colgando del cuello llevaba un bote para coger colillas. After walking about town all the morning, Manuel found himself at noon on the Ronda de Toledo, leaning against the wall of Las Americas, at a loss to know what to do with himself. To one side, likewise seated upon the turf, was a loathsome, terribly ugly, flat-nosed gamin, with a clouded eye, bare feet, and a tattered jacket through whose rents could be glimpsed his dark skin, which had been tanned by the sun and wind. Hanging from his neck was a canister into which he threw the cigarette ends that he gathered.
¿Dónde vives tú?—le preguntó Manuel. "Where do you live?" Manuel asked him.
—Yo no tengo padre ni madre—contestó indirectamente el muchacho. "I haven′t any father or mother," answered the urchin, evasively.
—¿Cómo te llamas? "What′s your name?"
—El Expósito. "The Orphan."
—¿Y por qué te llaman Expósito? "And why do they call you that?"
—¡Toma! Porque soy inclusero. "Why! Because I′m a foundling."
—Y tú ¿no has tenido nunca casa? "And didn′t you ever have a home?"
—Yo no. "No."
—¿Y dónde sueles dormir? "And where do you sleep?"
—Pues en el verano, en las cuevas y en los corrales, y en el invierno, en las calderas del asfalto. "Well, in the summer I sleep in the caves, or in yards, and in winter, in the asphalt caldrons."
—¿Y cuando no hay asfalto? "And when they′re not doing any asphalting?"
—En algún asilo. "In some shelter or other."
—Pero bueno, ¿qué comes? "All right, then. But what do you eat?"
—Lo que me dan. "Whatever I′m given."
—¿Y se vive bien así? "And do you manage to do well?"
El inclusero no debió de entender la pregunta o le pareció muy necia, porque se encogió de hombros. Manuel siguió interrogándole con curiosidad. Either the foundling did not understand the question or it appeared quite silly to him, for he merely shrugged his shoulders. Manuel continued his curious interrogatory.
—¿No tienes frío en los pies? "Aren′t your feet cold?"
—No. "No."
—¿Y no haces nada? "And don′t you do anything?"
—¡Psch...!, lo que se tercia: cojo colillas, vendo arena, y cuando no gano nada voy al cuartel de María Cristina. "Psch! … whatever turns up. I pick up stubs, I sell sand, and when I can′t earn anything I go to the María Cristina barracks."
—¿A qué? "What for?"
—Toma, por rancho. "What for? For a meal, of course."
—¿Y dónde está ese cuartel? "And where′s this barracks?"
—Cerca de la estación de Atocha. ¿Qué? ¿También quieres ir tú allí? "Near the Atocha station. Why? Would you like to go there, too?"
—Sí; también. "Yes, I would."
—Pues vamos, no se vaya a pasar la hora del cocido. "Well, let′s come along then, or we′ll miss mess time."
Se levantaron los dos y echaron a andar por las rondas. El Expósito entró en las tiendas del camino a pedir, y le dieron dos pedazos de pan y una perra chica. The two got up and started on their journey. The Orphan begged at the stores on the road and was given two slices of bread and a small coin.
—¿Quieres, ninchi?—dijo ofreciendo uno de los pedazos a Manuel. "Will you have some, ninchi?" he asked, offering Manuel one of the slices.
—Venga. "Hand it over."
Llegaron los dos por la ronda de Atocha frente a la estación del Mediodía. By the Ronda de Atocha they reached the Estación de Mediodía.
—¿Tú conoces la hora?—preguntó el Expósito. "Do you know the time?" asked the Orphan.
—Sí, son las once. "Yes. It′s eleven."
—Entonces aun es temprano para ir al cuartel. "Well then, it′s too early to go to the barracks."
Frente a la estación, una señora, subida en un coche rojo, peroraba y ofrecía un ungÜento para las heridas y un específico para quitar el dolor de muelas. Opposite the station a lady, from the seat of a coach, was making a speech proclaiming the wonders of a salve for wounds and a specific for curing the toothache.
El Expósito, mordiendo el pedazo de pan, interrumpió el discurso de la señora del coche, gritando irónicamente: The Orphan, biting away at his slice of bread, interrupted the speech of the lady in the coach, shouting ironically:
—¡Deme usted una tajada para que se me quite el dolor de muelas! "Give me a slice to take away my toothache!"
—Y a mí otra—dijo Manuel. "And another one to me!" added Manuel.
—El marido de la señora del coche, un viejo con un ranglán muy largo, que, en el grupo de los oyentes, escuchaba con el mayor respeto lo que decía su costilla, se indignó y, hablando medio en castellano, dijo: The husband of the speechmaker, an old fellow wearing a very long raglan and standing amidst the crowd of spectators listening with the greatest respect to what his better half was saying, grew indignant and speaking but half Spanish, cried:
—Ahora sí que os van a dolert de veres. "If I catch you your teeth′ll ache for fair."
—Este señor ha venido del Archipipi—interrumpió el Expósito. "This gentleman came from Archipipi," interrupted the Orphan.
El señor trató de coger a uno de los chicos. Manuel y el Expósito se alejaban corriendo, le daban un quiebro al del ranglán y se plantaban frente a él. The old codger tried to catch one of the urchins. Manuel and the Orphan ran off, dodging the man in the raglan and planting themselves opposite him.
SinvergÜenses—gritaba el señor—os voy a dart una guantade, que entonses si que os van a dolert de verdat. "Impudent rascals," shouted the gentleman. "I′ll give you a hiding and maybe your teeth won′t really ache by the time I′m through with you."
—Si ya nos duelen—le replicaban ellos. "But they hurt already," chorused the ragamuffins.
El hombre, en el último grado de exasperación, comenzó a perseguir frenético a los chicos; un grupo de golfos y de vendedores de periódicos le achucharon irónicamente, y el viejo, sudando, secándose la cara con el pañuelo, fué en busca de un guardia municipal. The old fellow, exasperated beyond endurance, gave frantic chase to the urchins; a group of idlers and news-vendors jostled against him as if by accident, and the pursuer, perspiring freely and wiping his face with his handkerchief, went off in search of an officer.
—¡Golfolaire! ¡Frachute! ¡Méndigo!—le gritó el Expósito. "Fakir, froggie, beggar!" shouted the Orphan derisively at him.
Luego, riéndose de la guasa, se acercaron al cuartel y se pusieron a la cola de una fila de pobres y de vagos que esperaban la comida. Una vieja, que ya había comido, les prestó una lata para recoger el rancho. Then, laughing at their prank, they returned to the barracks and took place at the end of a line composed of poverty-stricken folk and tramps who were waiting for a meal. An old woman who had already eaten lent them a tin in which to place their food.
Comieron, y después, en unión de otros chiquillos andrajosos, subieron por los altos arenosos del cerrillo de San Blas, a ver desde allá el ejercicio de los soldados en el paseo de Atocha. They ate and then, in company of other tattered youngsters climbed the sandy slopes of San Blas hill to get a view from that spot of the soldiers on Atocha avenue.
Manuel se tendió perezosamente al sol; sentía el bienestar de hallarse libre por completo de preocupaciones, de ver el cielo azul extendiéndose hasta el infinito. Aquel bienestar le llevó a un sueño profundo. Manuel stretched out lazily in the sun, filled with the joy of finding himself absolutely free of worriment, of gazing upon the azure sky which extended into the infinite. Such blissful comfort induced in him a deep sleep.
Cuando se despertó era ya media tarde; el viento arrastraba nubes obscuras por el cielo. Manuel se sentó; había un grupo de golfos junto él, pero entre ellos no estaba el Expósito. When he awoke it was already mid-afternoon and the wind was chasing dark clouds across the heavens. Manuel sat up; there was a knot of gamins close by, but the Orphan was nowhere to be seen.
Un nubarrón negro vino avanzando hasta ocultar el sol; poco después empezó a llover. A dense black cloud came up and blotted out the sun; shortly afterward it began to rain.
—¿Vamos a la cueva del Cojo?—dijo uno de los muchachos. "Shall we go to Cojo′s cave?" asked one of the boys.
—Vamos. "Come on."
Echó toda la golfería a correr, y Manuel con ella, en la dirección del Retiro. Caían las gruesas gotas de lluvia en líneas oblicuas de color de acero; en el cielo, algunos rayos de sol pasaban brillantes por entre las violáceas nubes obscuras y alargadas, como grandes peces inmóviles. The entire band of ragamuffins broke into a run in the direction of the Retiro, with Manuel hard after them. The thick raindrops fell in slanting, steel-hued lines; a stray sunbeam glittered from the sky through the dark violet clouds which were so long that they looked like huge, motionless fishes.
Delante de los golfos, a bastante distancia, corrían dos mujeres y dos hombres. Ahead of the ragamuffins, at an appreciable distance, ran two women and two men.
Son la Rubia y la Chata, que van con dos paletos—dijo uno. "They′re Rubia and Chata with a couple of hayseeds," said one of the gamins.
—Van a la cueva—añadió otro. "They′re running to the cave," added another.
Llegaron los muchachos a la parte alta del cerrillo; en la entrada de la cueva, un agujero hecho en la arena; sentado en el suelo, un hombre, a quien le faltaba una pierna, fumaba en una pipa. The boys reached the top of the hill; before the entrance to the cave, which was nothing but a hole dug out of the sand, sat a one-legged man smoking a pipe.
—Vamos a entrar—advirtió uno de los golfos al Cojo. "We′re going in," announced one of the urchins to Cojo.
—No se puede—replicó él. "You can′t," he replied.
—¿Por qué? "And why not?"
—Porque no. "Because you can′t."
—¡Hombre! Déjenos usted entrar hasta que pase la lluvia. "Man! Let′s get in until the rain stops."
—No puede ser. "Impossible."
—¿Es que están la Rubia y la Chata ahí? "Why? Are Rubia and Chata inside?"
—A vosotros ¿qué os importa? "What do you care if they are?"
—¿Vamos a darles un susto a esos paletos?—propuso uno de los golfos, que llevaba largos tufos negros por encima de las orejas. "Shall we give those hayseeds a scare?" asked one of the ragamuffins, whose ears were covered by long black locks.
—Ven y verás—masculló el Cojo, agarrando una piedra. "Just try it and see," growled Cojo, seizing a rock.
—Vamos al Observatorio—dijo otro—. Allá no nos mojaremos. "Come on to the Observatory," said another. "We won′t get wet there."
Los de la cuadrilla volvieron hacia atrás, saltaron una tapia que les salió al paso, y se guarecieron en el pórtico del Observatorio, del lado de Atocha. Venía el viento del Guadarrama, y allá quedaban al socaire. The gang turned back, hurdled a wall that stood in their path and took refuge in the portico of the Observatory on the Atocha side. The wind was blowing from the Guadarrama range so that they were in the lee.
La tarde y parte de la noche estuvo lloviendo, y la pasaron hablando de mujeres, de robos y de crímenes. Dos o tres de aquellos chicos tenían casa, pero no querían ir. Uno, que se llamaba el Mariané, contó una porción de timos y de estafas notables; algunos, que demostraban un ingenio y habilidad portentosos, entusiasmaron a la concurrencia. Agotado este tema, unos cuantos se pusieron a jugar al cané, y el de los tufos negros, a quien llamaban el Canco, cantó por lo bajo canciones flamencas con voz de mujer. For the afternoon and part of the evening the rain came pouring down; they passed the time chatting about women, thefts and crimes. Two or three of these youngsters had a home to go to, but they didn′t care to go. One, who was called El Mariané, related a number of notable tricks and swindles; others, who displayed prodigious skill and ingenuity, roused the gathering to enthusiasm. After this theme had been exhausted, a few suggested a game of cané, and the idler with the long black locks, whom they called El Canco, sang in a low feminine voice several flamenco songs.
De noche, como hacía frío, se tendieron muy juntos en el suelo y siguieron hablando. A Manuel le chocaba la mala intención de todos; uno explicó cómo a un viejo de ochenta años, que dormía furtivamente en un cuchitril formado por cuatro esteras en el lavadero del Manzanares el Arco Iris, le abrieron una noche que corría un viento helado dos de las esteras, y al día siguiente lo encontraron muerto de frío; el Mariané contó que había estado con un primo suyo, que era sargento de caballería, en una casa pública, y el sargento se montó sobre la espalda de una mujer desnuda y con las espuelas le desgarró los muslos. At night, as it grew cold, they lay down quite close to each other upon the ground and continued their conversations. Manuel was repelled by the malevolent spirit of the gang; one of them told a story about an aged fellow of eighty, "old Rainbow," who used to sleep furtively in the Manzanares laundry in a hole formed by four mats; one night when an icy cold wind was blowing they opened two of his mats and the next day he was found frozen to death; El Mariané recounted how he had been with a cousin of his, a cavalry sergeant, in a public house and how the sergeant mounted upon a naked woman′s back and gashed her thighs with his spurs.
—Es que para tener contentas a las mujeres no hay como hacerlas sufrir—terminó diciendo el Mariané. "The fact is," concluded El Mariané, "there′s nothing like making women suffer if you want to keep ′em satisfied."
Manuel oyó esta sentencia asombrado; pensó en aquella costurerita que iba a casa de la patrona, y después en la Salomé, y en que no le hubiese gustado hacerse querer de ellas martirizándolas; y barajando estas ideas quedó dormido. Manuel listened in astonishment to this counsel; his mind reverted to that seamstress who came to the landlady′s house, and then to Salomé, and it occurred to him that he would not care to have made them love him by inflicting pain. He fell asleep with these notions whirling in his head.
Cuando despertó sintió el frío, que le penetraba hasta los huesos. Alboreaba la mañana, ya no llovía; el cielo, aun obscuro, se llenaba de nubes negruzcas. Por encima de un seto de evónimos brillaba una estrella, en medio de la pálida franja del horizonte, y sobre aquella claridad de ópalo se destacaban entrecruzadas las ramas de los árboles, todavía sin hojas. When he awoke he felt the cold penetrating to his very marrow. Day was breaking and the rain had ceased; the sky, still dim, was strewn with greyish clouds. Above a hedge of shrubs shone a star in the middle of the horizon′s pale band, and against this opaline glow stood out the intertwined branches of the trees, which were still without leaves.
Se oían silbidos de las locomotoras en la estación próxima; hacia Carabanchel palidecían las luces de los faroles en el campo obscuro entrevisto a la vaga luminosidad del día naciente. The whistles of the locomotives could be heard from the nearby station; toward Carabanchel the lantern lights were paling in the dark fields, which could be glimpsed by the vague luminosity of nascent day.
Madrid, plano, blanquecino, bañado por la humedad, brotaba de la noche con sus tejados, que cortaban en una línea recta el cielo; sus torrecillas, sus altas chimeneas de fábrica y, en el silencio del amanecer, el pueblo y el paisaje lejano tenían algo de lo irreal y de lo inmóvil de una pintura. Madrid, level, whitish, bathed in mist, rose out of the night with its many roofs, which cut the sky in a straight line; its turrets, its lofty factory chimneys; and amidst the silence of the dawn, the city and the landscape suggested the unreality and the motionlessness of a painting.
Clareaba más el cielo, azuleando poco a poco. Se destacaban ya de un modo preciso las casas nuevas, blancas; las medianerías altas de ladrillo, agujereadas por ventanucos simétricos; los tejados, los esquinazos, las balaustradas, las torres rojas, recién construídas, los ejércitos de chimeneas, todo envuelto en la atmósfera húmeda, fría y triste de la mañana, bajo un cielo bajo de color de cinc. The sky became clearer, growing gradually blue. Now the new white houses stood out more sharply; the high partition-walls, pierced symmetrically by tiny windows; the roofs, the corners, the balustrades, the red towers of recent construction, the army of chimneys, all enveloped in the cold, sad, damp, atmosphere of morning, beneath a low zinc-hued sky.
Fuera del pueblo, a lo lejos, se extendía la llanura madrileña en suaves ondulaciones, por donde nadaban las neblinas del amanecer; serpenteaba el Manzanares, estrecho como un hilo de plata; se acercaba al cerrillo de los Ángeles, cruzando campos yermos y barriadas humildes, para curvarse después y perderse en el horizonte gris. Por encima de Madrid, el Guadarrama aparecía como una alta muralla azul, con las crestas blanqueadas por la nieve. Beyond the city proper, afar, rolled the Madrilenian plain in gentle undulations, toward the mists of dawn; the Manzanares meandered along, as narrow as a band of silver; it sought the Los Angeles hill, crossing barren fields and humble districts, finally to curve and lose itself in the grey horizon. Towering above Madrid the Guadarrama loomed like a lofty blue rampart, its summits capped with snow.
En pleno silencio el esquilón de una iglesia comenzó a sonar alegre, olvidado en la ciudad dormida. In the midst of this silence a church bell began its merry pealing, but the chimes were lost in the somnolent city.
Manuel sentía mucho frío y comenzó a pasearse de un lado a otro, golpeándose con las manos en los hombros y en las piernas. Entretenido en esta operación, no vió a un hombre de boina, con una linterna en la mano, que se acercó y le dijo: Manuel felt very cold and commenced pacing back and forth, rubbing his shoulders and his legs. Absorbed in this operation, he did not see a man in a boina, with a lantern in his hand, who approached him and asked:
—¿Qué haces ahí? "What are you doing here?"
Manuel, sin contestar, echó a correr para abajo; poco después comenzaron a bajar los demás, despertados a puntapiés por el hombre de la boina. Without replying, Manuel broke into a run down the hill; shortly afterward the rest of the gang came scurrying down, awaked by the kicks of the man in the boina.
Al llegar junto al Museo Velasco, el Mariané dijo: As they reached the Velasco Museum, El Mariané said:
—Vamos a ver si hacemos la Pascua a ese morral del Cojo. "Let′s see if we can′t play a dirty trick on that damned Cojo."
—Sí; vamos. "Yes. Come on."
Volvieron a subir por una vereda al sitio en donde habían estado la tarde anterior. De las cuevas del cerrillo de San Blas salían gateando algunos golfos miserables que, asustados al oír ruido de voces, y pensando sin duda en alguna batida de la policía, echaban a correr desnudos, con los harapos debajo del brazo. By a side path they climbed back to the spot where they had been on the previous afternoon. From the caves of San Blas hill came a few ragamuffins crawling out on all fours; frightened by the sound of voices and thinking, doubtless, that the police had come to make a raid, they set off on a mad run, naked, with their ragged clothing under their arms.
Se acercaron a la cueva del Cojo; el Mariané propuso que en castigo a no haberles dejado entrar el día anterior, debían hacer un montón de hierbas en la entrada de la cueva y pegarle fuego. They made their way to Cojo′s cave; El Mariané proposed that as a punishment for his not having let them go in the day before, they should pile a heap of grass before the entrance to the cave and set fire to the place.
—No, hombre, eso es una barbaridad—dijo el Canco—. El hombre alquila su cueva a la Rubia y a la Chata, que andan por ahí y tienen su parroquia en el cuartel, y no puede menos de respetar sus contratos. "No, man, that′s monstrous," objected El Canco. "The fellow hires out his cave to Rubia and Chata, who hang around here and have customers in the barracks. He has to respect his agreements with them."
—Pues hay que amolarle—repuso el Mariané—. Ya veréis. El muchacho entró a gatas en la cueva y salió poco después con la pierna de palo del Cojo en una mano y en la otra un puchero. "Well, we′ll have to give him a lesson," retorted El Mariané. "You′ll see." Whereupon he crawled into the cave and reappeared soon with El Cojo′s wooden leg in one hand and a stewpot in the other.
¡Cojo! ¡Cojo!—gritó. "Cojo! Cojo!" he shouted.
A los gritos se presentó el lisiado en la boca de la cueva, apoyándose en las manos, andando a rastras, vociferando y blasfemando con furia. At these cries the cripple stuck his head out of the entrance to the cave, dragging himself along on his hands, bellowing blasphemies in fury.
¡Cojo! ¡Cojo!—le volvió a gritar el Mariané como quien azuza a un perro—. ¡Que se te va la pierna! ¡Que se te escapa el piri!—y cogiendo la pata de palo y el puchero los tiró por el desmonte abajo. "Cojo! Cojo!" yelled El Mariané again, as if inciting a dog. "There goes your leg! And your dinner′s following after!" As he spoke, he seized the wooden leg and the pot and sent them rolling down the slope.
Echaron todos a correr hacia la ronda de Vallecas. Por encima de los altos y hondonadas del barrio del Pacífico, el disco rojo enorme del sol brotaba de la tierra y ascendía lento y majestuoso por detrás de unas casuchas negras. Then they all broke into a run for the Ronda de Vallecas. Above the heights and valleys of the Pacífico district the huge red disk of the sun rose from the earth and ascended slowly and majestically behind a cluster of grimy huts.




CAPÍTULO III

Encuentro con Roberto.—Roberto cuenta el origen de una fortuna fantástica.

CHAPTER III

Meeting with Roberto—Roberto Narrates the Origin of a Fantastic Fortune.

TUVO Manuel que volver a la tahona a pedir trabajo, y allí, gracias a que Karl le habló al amo, pasó el muchacho algún tiempo substituyendo a un repartidor. Manuel was compelled to return to the bakery in quest of work, and there, thanks to Karl′s intercession with the proprietor, the boy spent a while as a substitute for a delivery-man.
Manuel comprendía que aquello no era definitivo, ni llevaba a ninguna parte; pero no sabía qué hacer, ni qué camino seguir. Manuel understood that this was hardly a suitable thing for him as a regular position, and that it would get him nowhere; but he was at a loss what to do, what road to take.
Cuando se quedó sin jornal, mientras no le faltó para comer, en un figón fué viviendo; llegó un día en que se quedó sin un céntimo y recurrió al cuartel de María Cristina. When he was left without a job, he managed to exist as long as he had enough to pay for a chop-house meal. There came a day when he was stranded without a céntimo and he resorted to the María Cristina barracks.
Dos o tres días aguardaba entre la fila de mendigos a que sacasen el rancho, cuando vió a Roberto que entraba en el cuartel. Por no perder la vez no se acercó, pero, después de comer, le esperó hasta que le vió salir. For two or three days he had been taking up his position among the beggars of the breadline, when once he caught sight of Roberto entering the barracks. He did not go over to him, as he feared to lose his place, but after eating he waited until Roberto came out.
—¡Don Roberto!—gritó Manuel. "Don Roberto!" hailed Manuel.
El estudiante se puso muy pálido; luego se tranquilizó al ver a Manuel. The student turned deathly pale; at sight of Manuel he regained his composure.
—¿Qué haces aquí?—dijo. "What are you doing here?" he asked.
—Pues, ya ve usted, aquí vengo a comer; no encuentro trabajo. "You can see for yourself. I come here to eat. I can′t find work."
—¡Ah! ¿Vienes a comer aquí? "Ah! You come here to eat?"
—Sí, señor. "Yes, sir."
—Pues yo vengo a lo mismo—murmuró Roberto, riéndose. "Well, I come for the same reason," murmured Roberto, laughing.
—¿Usted? "You?"
—Sí; el destino que tenía me lo quitaron. "Yes. I have been cheated out of my rightful fortune."
—¿Y qué hace usted ahora? "And what are you doing now?"
—Estoy en un periódico trabajando y esperando a que haya una plaza vacante. En el cuartel me he hecho amigo de un escultor que viene a comer también aquí y vivimos los dos en una guardilla. Yo me río de estas cosas, porque tengo el convencimiento de que he de ser rico, y, cuando lo sea, recordaré con gusto mis apuros. "I′m working on a newspaper, waiting until there′s a vacancy. At the barracks I made friends with a sculptor who comes here for his meals, too, and we both live in a garret. I laugh at such things, for I am convinced that some day I′m going to be wealthy, and when I am, I′ll recall these hard times with pleasure."
—Ya empieza a desbarrar—pensó Manuel. "He′s beginning to rave already," thought Manuel.
—¿Es que tú no estás convencido de que yo voy a ser rico? "Then you don′t believe that I′m going to be a rich man some day?"
—Sí; ¡ya lo creo! "Certainly. Of course I do!"
—¿Adónde vas?—preguntó Roberto. "Where are you going?" asked Roberto.
—A ninguna parte. "Nowhere in particular."
—Pasearemos. "Let′s take a stroll."
—Vamos. "Come on."
Bajaron a la calle de Alfonso XII y entraron en el Retiro; llegaron hasta el final del paseo de coches, y allí se sentaron en un banco. They walked down to Alfonso XII Street and went into the Retiro; when they had gone as far as the end of the carriage drive they sat down on a bench.
—Por aquí andaremos nosotros en carruaje cuando yo sea millonario—dijo Roberto. "We′ll drive along here in a carriage when I become a millionaire," said Roberto.
—Usted...; lo que es yo—replicó Manuel. "You mean you…. As for me…." replied Manuel.
—Tú también. ¿Te crees tú que te voy a dejar comer en el cuartel cuando tenga millones? "You, too. Do you imagine that I′m going to let you stand in the barrack′s bread line when I have my millions?"
—La verdad es que estará chiflado, pero tiene buen corazón—pensó Manuel—; luego añadió:—¿Han adelantado mucho sus cosas? "He′s truly a bit off his base," thought Manuel, "but he has a kind heart." Then he added. "Have your affairs been making much progress?"
—No, mucho, no; todavía la cuestión está embrollada; pero ya se aclarará. "No, not much. The question is still pretty well tangled. But it will be straightened out, mark my word."
—¿Sabe usted que el titiritero aquel del fonógrafo—dijo Manuel—vino con una mujer que se llamaba Rosa? Yo fuí a buscarle a usted para ver si era la que usted decía. "Do you know that that circus chap with the phonograph showed up one day with a woman named Rosa?" said Manuel. "I went hunting for you to see whether she was the one you were talking about."
—No. Esta que yo buscaba ha muerto "No. The one I was looking for is dead."
—¿Entonces el asunto de usted se habrá aclarado? "Then your case is all cleared up?"
—Sí; pero me falta dinero. Don Telmo me prestaba diez mil duros, a condición de cederle, en el caso de ganar, la mitad de la fortuna al entrar en posesión de ella, y no he aceptado. "Yes. But I need money. Don Telmo was ready to lend me ten thousand duros on condition that I′d give him half of the fortune as soon as I entered into possession of it, if I won. But I refused."
—Qué disparate. "How foolish."
—Quería, además, que me casase con su sobrina. "What′s more, he wants me to marry his niece."
—¿Y usted no ha querido? "And you didn′t want to?"
—No. "No."
—Pues es guapa. "But she′s pretty."
—Sí; pero no me gusta. "Yes. But she′s not to my taste."
—¿Qué? ¿Se acuerda usted todavía de la chica de la Baronesa? "What? Are you still thinking of the Baroness′s daughter?"
—¡No me he de acordar! La he visto. Está preciosa. "How could I forget her! I′ve seen her. She is exquisite."
—Sí; es bonita. "Yes. She′s certainly good-looking."
—¡Bonita sólo! No blasfemes. Desde que la vi, me he decidido. O va uno al fondo o arriba. "Only good-looking! Don′t blaspheme. The moment I saw her, my mind was made up. It′s sink or swim for me."
—Se expone usted a quedarse sin nada. "You run the risk of being left with nothing."
—Ya lo sé; no me importa. O todo o nada. "I know that. I don′t care. All or nothing.
Los Hasting han tenido siempre voluntad y decisión para las cosas. El ejemplo de un pariente mío me alienta. Es un caso de terquedad, tonificador. Verás. The Hastings have always been men of will and resolution. And I′m inspired by the example of one of my relatives. It′s an invigorating case of pertinacity. You′ll see."
Mi tío, el hermano de mi abuelo, estuvo en Londres en una casa de comercio; supo por un marino que en una isla del Pacífico habían sacado una vez una caja llena de plata, que suponían sería de un barco que había salido del Perú para Filipinas. Mi tío logró saber el punto fijo en donde había naufragado el barco, e, inmediatamente, dejó su empleo y se fué a Filipinas. Fletó un barquito, llegó al punto señalado, un peñón del archipiélago de Magallanes, sondaron en distintas partes y no llegaron a sacar, después de grandes trabajos, mas que unas cuantas cajas rotas, en donde no quedaban huellas de nada. Cuando los víveres se acabaron tuvieron que volver, y mi tío llegó sin un cuarto a Manila, y se metió de empleado en una casa de comercio. Al año de esto, un yanqui le propuso buscar el tesoro juntos, y mi tío aceptó, con la condición de que partirían entre los dos las ganancias. En este segundo viaje sacaron dos cajas pesadísimas y grandes, una llena de lingotes de plata, la otra con onzas mejicanas. El yanqui y mi tío se repartieron el dinero, y a cada uno le tocó más de cien mil duros; pero mi tío, que era terco, volvió al lugar del naufragio, y entonces ya debió de encontrar el tesoro, porque llegó a Inglaterra con una fortuna colosal. Hoy los Hasting, que viven en Inglaterra, siguen siendo millonarios. ¿No te acuerdas de Fanny, la que vino a la taberna de las Injurias con nosotros? "My uncle, the brother of my grandfather, was employed in a London business house and learned, through a sailor, that a chest filled with silver had been dug up on one of the islands in the Pacific; it was supposed that it came from a vessel that had left Peru for the Philippines. My uncle succeeded in finding out the exact spot where the ship had been wrecked, and at once he gave up his position and went off to the Philippines. He chartered a brig, reached the spot indicated,—a reef of the Magellan archipelago,—they sounded at several points and after hard work dredged up only a few shattered chests that contained not a trace of anything. When their food supply gave out they were forced to return, and my uncle reached Manila without a farthing. He got a position in a business house. After a year of this a fellow from the United States proposed that they should go out together in quest of the treasure, and my uncle accepted, on the condition that they′d share the profits equally. On this second voyage they brought up two huge, very heavy chests, one filled with silver ingots, the other with Mexican gold pieces. The Yankee and my uncle divided the money and each one′s share amounted to more than one hundred thousand duros. But my uncle, who was an obstinate fellow, returned to the site of the shipwreck and this time he must have located the treasure, for he came back to England with a colossal fortune. Today the Hastings, who still live in England, are millionaires. Do you remember that Fanny who came to the tavern in Las Injurias with us?"
—Sí. "Yes."
—Pues es de los Hasting ricos de Inglaterra. "Well, she′s one of the wealthy Hastings of England."
—¿Y usted por qué no les pide algún dinero?—preguntó Manuel. "Then why didn′t you ask them for some money?" queried Manuel.
—No, nunca, aunque me muriera de hambre, y eso que ellos se han prestado muchas veces a favorecerme. Antes de venir a Madrid estuve viajando por casi todas partes del mundo en un yate del hermano de Fanny. "No, never. Not even if I were dying of hunger, and this despite the fact that they′ve often offered to help me. Before coming to Madrid I sailed almost around the world in a yacht belonging to Fanny′s brother."
—¿Y esa fortuna que usted piensa encontrar está también en alguna isla?—dijo Manuel. "And this fortune that you expect to own, is it also on some island?" asked Manuel.
—Me parece que eres de los que no tienen fe—contestó Roberto—. Antes de que cantara el gallo me negarías tres veces. "It seems to me that you′re of the kind that have no faith," answered Roberto. "Before the crowing of the cock you would deny me three times."
—No; yo no conozco sus asuntos; pero si usted me necesitara a mí, yo le serviría con mucho gusto. "No. I know nothing of your affairs; but if you should ever need me, I′ll be ready to serve you, and gladly."
—Pero dudas de mi estrella, y haces mal; te figuras que estoy chiflado. "But you doubt my destiny, and are wrong to do so. You imagine that I′m a bit daft."
—No, no, señor. "No, no, sir."
—¡Bah! Tú te crees que esa fortuna que yo tengo que heredar es una filfa. "Bah! You think that this fortune that I′m to inherit is all a hoax."
—Yo no sé. "I don′t know."
—Pues, no; la fortuna existe. ¿Tú te acuerdas una vez que hablaba con don Telmo delante de ti de cómo había estado en casa de un encuadernador, y la conversación que tuve con él? "Well, it isn′t. The fortune exists. Do you remember I was once talking with Don Telmo, in your presence, about a conversation I had with a certain book-binder in his house?"
—Sí, señor; me acuerdo. "Yes, sir. I remember."
Pues bien; aquella conversación fué para mí la base de las indagaciones que he hecho después; no te contaré yo cómo he ido recogiendo datos y más datos, poco a poco, porque esto te resultaría pesado; te mostraré escuetamente la cuestión. "Well, that conversation furnished me with the clew to all the investigations I afterward conducted; I won′t tell you how I went about collecting data and more data, little by little, for that would bore you. I′ll put the thing for you in a nutshell."
Al concluir esto, Roberto se levantó del banco en donde estaban sentados, y dijo a Manuel: As he finished his sentence Roberto arose from the bench upon which they were seated and said to Manuel:
—Vamos de aquí. Aquel señor anda rondándonos; trata de oír nuestra conversación. "Let′s be going; that fellow yonder is hanging around trying to hear what we′re talking about."
Manuel se levantó convencido de la chifladura de Roberto; pasaron por delante del Ángel Caído, llegaron cerca del Observatorio Meteorológico, y de allí salieron a unos cerrillos que están frente al Pacífico y al barrio de Doña Carlota. Manuel got up, surer than ever that Roberto was crazy on that point; they walked by El Angel Caído, reached the Meteorological Observatory and from there left for the hills that lie opposite the Pacífico and the Doña Carlota districts.
—Aquí se puede hablar—murmuró Roberto—. Si viene alguno, avísame. "We can talk here," murmured Roberto. "If any one comes along, let me know."
—No tenga usted cuidado—respondió Manuel. "Don′t worry on that score," assured Manuel.
—Pues como te decía, esa conversación fué la base de una fortuna que pronto me pertenecerá; pero mira si será uno torpe y lo mal que se ven las cosas cuando están al lado de uno. Hasta pasado lo menos un año de la conversación no empecé yo a hacer gestiones. Las primeras las hice hace dos años. Un día de Carnaval se me ocurrió la idea. Yo daba lecciones de inglés y estudiaba en la Universidad; con el poco dinero que ganaba tenía que enviar parte a mi madre, y parte me servía para vivir y para las matrículas. Este día de Carnaval, un martes, lo recuerdo, no tenía mas que tres pesetas en el bolsillo; llevaba tanto tiempo trabajando sin distraerme un momento, que dije:—Nada, hoy voy a hacer una calaverada; me voy a disfrazar. Efectivamente, en la calle de San Marcos alquilé un dominó y un antifaz por tres pesetas, y me eché a la calle, sin un céntimo en el bolsillo. Comencé a bajar hacia la Castellana, y al llegar a la Cibeles me pregunté a mí mismo, extrañado: ¿Para qué habré hecho yo la necedad de gastar el poco dinero que tenía en disfrazarme cuando no conozco a nadie? "Well, as I was telling you, that conversation provided the foundation of a fortune that will soon be mine; but see how clumsy a fellow can be and how ill things look when they′re too near. Until a full year after I had had that conversation I made no attempt to start my case. The first efforts I made about two years ago. The idea came to me on one Carnival day. I was giving lessons in English and studying at the University; of the little money I earned I had to send some to my mother and the rest went toward my upkeep and my tuition fees. This Carnival day,—a Tuesday, I remember,—I had no more than three pesetas to my name; I had been working so hard and so steadily, without a moment′s let-up, that I said to myself: ′Yes, sir. Today I′m going to do something foolish. I′m going to disguise myself. And surely enough, on San Marcos Street I hired a domino and a mask for three pesetas, and I went out on to the street with not a céntimo in my pocket. I began to walk down toward La Castellana and as I reached the Cibeles fountain I stopped and asked myself in astonishment: ′Why did I have to spend the little money I had on me for a disguise, when I know nobody anyway?′
Quise volver hacia arriba a abandonar mi disfraz; pero había tanta gente, que tuve que seguir con la marea. No sé si te habrás fijado en lo solo que se encuentra uno esos días de Carnaval entre las oleadas de la multitud. Esa soledad entre la muchedumbre es mucho mayor que la soledad en el bosque. Esto me hizo pensar en las mil torpezas que uno comete: en la esterilidad de mi vida.—Me voy a consumir—me dije—en una actividad de ratoncillo; voy a terminar en ser un profesor, una especie de institutriz inglesa. No; eso nunca. Hay que buscar una ocasión y un fin para emanciparse de esta existencia mezquina, y si no lanzarse a la vida trágica. Pensé también en que era muy posible que la ocasión hubiese pasado ante mí sin que yo supiese aprovecharme de ella, y de pronto recordé la conversación con el encuadernador. Me decidí a enterarme, hasta ver la cosa claramente, sin esperanza ninguna, sólo como una gimnasia de la voluntad.—Se necesita más voluntad—me dije—para vencer los detalles que aparecen a cada instante que no para hacer un gran sacrificio o para tener un momento de abnegación. Los momentos sublimes, los actos heroicos, son más bien actos de exaltación de la inteligencia que de voluntad; yo me he sentido siempre capaz de hacer una gran cosa, de tomar una trinchera, de defender una barricada, de ir al Polo Norte; pero ¿sería capaz de llevar a cabo una obra diaria, de pequeñas molestias y de fastidios cotidianos? Sí, me dije a mí mismo, y decidido me metí entre las máscaras, y volví a Madrid mientras los demás alborotaban. "I was about to return and get rid of my disguise, but there were so many people in the crowd that I had to float with the tide. I don′t know whether you′ve ever noticed how lonesome one feels on these Carnival days amidst the throngs of people. This solitude in the crowd is far more intense than solitude in a forest. It brought to my mind the thousand absurdities one commits; the sterility of my own life. ′I′m going to waste my life in some grubbing profession,′ I said to myself. ′I′ll wind up by becoming a teacher, a sort of English instructress. No; never that. I must seek an opportunity and the means to emancipate myself from this petty existence, or else plunge into tragic life.′ It also occurred to me that it was very possible that the opportunity had come to me without my knowing how to take advantage of it, and at once I recalled my conversation with that book-binder. I decided to go into the matter until I saw it more clearly. Without any hope, you′ll understand, but simply as an exercise of the will. ′I need more will-power,′ I said to myself, ′with which to conquer the details that come up every moment rather than to perform some great sacrifice or be capable of an instant of abnegation. Sublime moments, heroic acts, are rather the deeds of an exalted intelligence than of the will; I have always felt it in me to perform some great deed such as taking a trench or defending a barricade or going to the North Pole; but, would I be capable of finishing a daily stint, composed of petty provocations and dull routine? Yes,′ said I to myself, and with this resolution I mingled with the masked merrymakers and returned to Madrid while the rest were at the height of their fun."
—¿Y desde entonces trabajó usted? "And have you been working ever since?"
—Desde entonces, con una constancia rabiosa. El encuadernador no quería darme ningún dato; me instalé en la Casa de Canónigos, pedí el libro de Turnos, y allí un día y otro estuve revisando listas y listas, hasta que encontré la fecha del proceso; de aquí me fuí a las Salesas, di con el archivo, y un mes entero pasé allá en una guardilla abriendo legajos, hasta que pude ver los autos. Luego tuve que sacar fes de bautismo, buscar recomendaciones para un obispo, andar, correr, intrigar, ir de un lado a otro, hasta que la cuestión comenzó a aclararse, y con mis documentos en regla hice mi reclamación en Londres. He plantado durante estos dos años los cimientos para levantar la torre a la que he de subir. "Ever since, and with rapid persistency. The book-binder didn′t care to give me any details, so I installed myself in the Casa de Canónigos, asked for the Libro de Turnos and there from day to day I′d look over list after list until I found the date of the lawsuit; from there I went to Las Salesas, located the archive and I spent an entire month in a garret opening dockets until I found the documents. Then I had to get baptismal certificates, seek recommendations from a bishop, run hither and thither, intrigue, scurry to this place and that, until the question began to clear up, and with all my documents properly arranged I presented my claim at London. During these two years I laid the foundations for the tower to the top of which I′ll climb yet."
—¿Y está usted seguro que los cimientos son sólidos? "And are you sure that the foundations are solid?"
—¡Oh, son los hechos! Aquí están—y Roberto sacó un papel doblado del bolsillo—. Es el árbol genealógico de mi familia. Este círculo rojo es don Fermín Núñez de Letona, cura de Labraz, que va a Venezuela, a fines del siglo XVIII. Hace, no se sabe cómo, una inmensa fortuna, y vuelve a España en la época de Trafalgar. En la travesía, un barco inglés aborda al español en donde viene el cura, y a éste y a los demás pasajeros los apresan y los llevan a Inglaterra. Don Fermín reclama su fortuna al Gobierno inglés, se la devuelven, y la coloca en el Banco de Londres, y viene a España en la época de la guerra de la Independencia. Como en aquellos tiempos el dinero no estaba muy seguro en España, don Fermín deja su fortuna en el Banco de Londres, y una de las veces que trata de retirar una cantidad grande para comprar propiedades, va a Inglaterra con la sobrina de un primo suyo y único pariente, llamado Juan Antonio. Esta sobrina—y Roberto señaló un círculo en el papel—se casa con un señorito irlandés, Bandon, y muere a los tres años de casada. El cura don Fermín decide volver a España, y manda girar su fortuna al Banco de San Fernando, y antes de que se haga el giro don Fermín muere. Bandon, el irlandés, presenta un testamento en que el cura deja como heredera universal a su sobrina, y además prueba que tuvo un hijo de su mujer, que murió después de bautizado. El primo de don Fermín, Juan Antonio, el de Labraz, le pone pleito a Bandon, y el pleito dura cerca de veinte años, y muere Juan Antonio, y el irlandés puede recoger una parte de la herencia. "Certainly. They′re all facts. Here they are," and Roberto drew from his pocket a folded paper. "This is the genealogical tree of my family. This red circle is Don Fermín Núñez de Latona, priest of Labraz, who goes to Venezuela at the end of the seventeenth century, and returns to Spain during the Trafalgar epoch. On his journey home an English vessel captures the Spanish ship on which the priest is sailing and takes him and the other passengers prisoner, transporting them to England. Don Fermín reclaims his fortune of the English government, it is returned to him and he deposits it in the Bank of England, and sails back to Spain during the War of Independence. As money was none too safe in Spain at that time, Don Fermín leaves his fortune in the Bank of England, and on one occasion, desiring to withdraw a large sum for the purchase of certain estates, he goes to England with a cousin′s niece;—the cousin was his only relation and was named Juan Antonio. This niece—" and Roberto pointed to a circle upon the sheet, "marries an Irish gentleman, Bandon, and dies after three years. The priest Don Fermín decides to return to Spain and orders his fortune to be remitted to the San Fernando Bank, but before the money is transferred Don Fermín dies. Bandon, the Irishman, presents a will in which the priest names his niece as sole heir, and proves, moreover, that he had a son by his wife, who died directly after baptism. Don Fermín′s cousin, Juan Antonio, of Labraz, brings suit against Bandon, and the suit lasts for nearly twenty years. Juan Antonio dies and the Irishman is thus enabled to collect part of the inheritance.
La otra hija de Juan Antonio se casa con un primo suyo, comerciante de Haro, y tiene tres hijos, dos varones y una hembra. Esta se mete monja, uno de los varones muere en la guerra carlista y el otro entra en un comercio y se va a América. "Juan Antonio′s other daughter marries a cousin of hers, a merchant of Haro, and has three children, two boys and a girl. The girl enters a nunnery, one of the boys dies in the Carlist war and the other goes into business and leaves for America.
Este, Juan Manuel Núñez, hace una fortuna regular, se casa con una criolla y tiene dos hijas: Augusta y Margarita. Augusta, la menor, se casa con mi padre, Ricardo Hasting, que era un calavera que se escapó de su casa, y Margarita, con un militar, el coronel Buenavida. Vienen todos a España en muy buena posición, mi padre se mete en negocios ruinosos, y ya arruinado, no sé por dónde averigua que la fortuna del cura Núñez de Letona está a disposición de los herederos; va a Inglaterra, hace su reclamación, le exigen documentos, saca las fes de bautismo de los antepasados de su mujer y se encuentra con que la partida de nacimiento del cura don Fermín no se encuentra por ningún lado. De pronto, mi padre deja de escribir y pasan años y años, y al cabo de más de diez recibimos una carta participándonos que ha muerto en Australia. "This fellow, Juan Manuel Núnez makes a regular fortune and marries a native and has two daughters: Augusta and Margarita. Augusta, the younger, marries my father, Ricardo Hasting, who was a madcap and ran away from his home; Margarita weds a soldier, colonel Buenavida. They all come to Spain with plenty of money; my father plunges into disastrous business schemes, and after he has been utterly ruined he learns, I don′t know how, that the fortune of the priest Núñez de Latona is at the disposition of the heirs. He goes to England, enters his claim; they demand his documents, he brings forth the baptismal records of his wife′s ancestors and it is found that the priest Don Fermin′s birth registration is missing. Soon my father gives up writing and years and years go by; at the end of more than ten we receive a letter telling us that he has died in Australia.
Margarita, la hermana de mi madre, queda viuda con una hija, se vuelve a casar, y el segundo marido resulta un bribón de marca mayor, que la deja sin un céntimo. La hija del primer matrimonio, Rosa, sin poder sufrir al padrastro, se escapa de casa con un cómico, y no sabe más de ella. "Margarita, my mother′s sister, is left a widow with a daughter, marries a second time, and her husband turns out a rascal of the worst brand who leaves her without a céntimo. Rosa, the daughter of the first marriage, unable to put up with her step-father, elopes with an actor and nothing more is heard of her.
Si has seguido—añadió Roberto—mis explicaciones, habrás visto que no quedan más parientes de don Fermín Núñez de Letona que mis hermanas y yo, porque la hija de Margarita, Rosa Núñez, ha muerto. "If," added Roberto, "you have followed my explanations, you will have seen that the only remaining relatives of Don Fermín Núñez de Latona are my sisters and I, because Margarita′s daughter Rosa Núñez has died.
Ahora, la cuestión está en probar este parentesco, y ese parentesco está probado; tengo las partidas de bautismo que acreditan que descendemos en línea directa de Juan Antonio, el hermano de Fermín. Pero ¿por qué no aparece el nombre de Fermín Núñez de Letona en el libro parroquial de Labraz? Eso es lo que a mí me preocupó y eso es lo que he resuelto. Bandon el irlandés, cuando murió su contrincante Juan Antonio, envió a España un agente llamado Shaphter, y éste hizo desaparecer la fe de bautismo de don Fermín. ¿Cómo? Aun no lo sé. Mientras tanto, yo sigo en Londres la reclamación, sólo para mantener la causa en estado de litigio, y los Hasting son los que llevan el proceso. "Now, the point is to prove this relationship, and this relationship is proved, for I have the baptismal documents that show our descent in a direct line from Juan Antonio, Fermín′s brother. But why doesn′t Fermín Núñez de Latona′s name appear in the parish register of Labraz? That′s what′s been bothering me, and I′ve settled it. That Irishman Bandon, when his rival Juan Antonio died, sent to Spain an agent named Shaphter, who caused the disappearance of Don Fermín′s baptismal certificate. How? I don′t know as yet. In the meantime, I′m continuing the claim in London, just to keep the case in the courts, and the Hastings are the ones who are pushing the suit."
—¿Y a cuánto asciende esa fortuna?—preguntó Manuel. "And how much does this fortune amount to?" asked Manuel.
—Entre el capital y los intereses, a un millón de libras esterlinas. "Reckoning principal and interest, to a million pounds sterling."
—¿Y es mucho eso? "And is that much?"
—Sin el cambio, unos cien millones de reales; con el cambio, ciento treinta. "Without allowing for exchange, about one hundred million reales; allowing for exchange, a hundred and thirty."
Manuel se echó a reír. Manuel burst out laughing.
—¿Para usted solo? "And all for you alone?"
—Para mí y para mis hermanas. Figúrate tú, cuando yo coja esa cantidad, lo que van a ser para mí estos cochecitos y estas cosas. Nada. "For me and my sisters. You can just imagine, when I collect that sum, what these cheap carriages and such things will mean to me. Nothing at all."
—Y ahora, mientras tanto, no tiene usted una perra. "And now, in the meantime, you haven′t a peseta."
—Así es la vida, hay que esperar, no hay más remedio. Ahora que nadie me cree, gozo yo más con el reconocimiento de mi fuerza que gozaré después con el éxito. He construído una montaña entera; una niebla profunda impide verla; mañana se desgarrará la niebla y el monte aparecerá erguido, con las cumbres cubiertas de nieve. "Such is life. You′ve got to wait. It can′t be helped. Now, when nobody believes me, I enjoy the recognition of my own strength more than I′ll enjoy my subsequent triumph. I have reared a whole mountain; a dense mist prevents people from seeing it; tomorrow the clouds will scatter and the mountain will stand forth with snow-crowned crests."
Manuel encontraba necio estar hablando de tanta grandeza cuando ni uno ni otro tenían para comer, y, pretextando una ocupación, se despidió de Roberto. Manuel thought it silly to be talking of all this opulence when neither of them had enough to buy a meal. Pretending important matters, he took leave of Roberto.




CAPÍTULO IV

Dolores la «escandalosa».—Las engañifas del «Pastiri».—dulce salvajismo.—Un modesto robo en despoblado.

CHAPTER IV

Dolores the Scandalous—Pastiri′s Tricks—Tender Savagery—A Modest Out-of-the-way Robbery.

DESPUÉS de una semana pasada al sereno, un día Manuel se decidió a reunirse con Vidal y el Bizco y a lanzarse a la vida maleante. After a week spent in sleeping in the open Manuel decided one day to rejoin Vidal and Bizco and to take up their evil ways.
Preguntó por sus amigos en los ventorros de la carretera de Andalucía, en la Llorosa, en las Injurias, y un compinche del Bizco, que se llamaba el Chungui, le dijo que el Bizco paraba en las Cambroneras, en casa de una mujer ladrona de fama, conocida por Dolores la Escandalosa. He inquired after his friends in the taverns on the Andalucía cart-road, at La Llorosa, Las Injurias, and a chum of El Bizco, who was named El Chingui, told him that El Bizco was staying at Las Cambroneras, at the home of a well-known thieving strumpet called Dolores the Scandalous.
Fué Manuel a las Cambroneras, preguntó por la Dolores y le indicaron una puerta en un patio habitado por gitanos. Manuel went off to Las Cambroneras, asked for Dolores and was shown a door in a patio inhabited by gipsies.
Llamó Manuel, pero la Dolores no quiso abrir la puerta; luego, con las explicaciones que le dió el muchacho, le dejó entrar. Manuel knocked, but Dolores refused to open the door; finally, after hearing the boy′s explanations, she allowed him to come in.
La casa de la Escandalosa consistía en un cuarto de unos tres metros en cuadro; en el fondo se veía una cama, donde dormía vestido el Bizco; a un lado, una especie de hornacina con su chimenea y un fogón pequeño. Además, ocupaban el cuarto una mesa, un baúl, un vasar blanco con platos y pucheros de barro y una palomilla de pino con un quinqué de petróleo encima. Dolores′ home consisted of a room about three metres square; in the rear could be made out a bed where El Bizco was sleeping in his clothes, beside a sort of vaulted niche with a chimney and a tiny fireplace. The furnishings of the room consisted of a table, a trunk, a white shelf containing plates and earthenware pots, and a pine wall-bracket that supported an oil-lamp.
La Dolores era una mujer de cincuenta años próximamente; vestía traje negro, un pañuelo rojo atado como una venda a la frente, y otro, de color obscuro, por encima. Dolores was a woman of about fifty; she wore black clothes, a red kerchief knotted around her forehead like a bandage and another of some indistinct colour over her head.
Llamó Manuel al Bizco, y, cuando éste se despertó, le preguntó por Vidal. Manuel called to El Bizco and, when the cross-eyed fellow awoke, asked after Vidal.
—Ahora vendrá—dijo el Bizco; luego, dirigiéndose a la vieja, gritó—: Tráeme las botas, tú. "He′ll be here right away," said El Bizco, and then, turning upon the old lady, he growled: "Hey, you, fetch my boots."
La Dolores no hizo pronto el mandado, y el Bizco, por alarde, para demostrar el dominio que tenía sobre ella, le dió una bofetada. Dolores was slow in executing his orders, whereupon El Bizco, wishing to show off his domination over the woman, struck her.
La mujer no chistó; Manuel miró al Bizco fríamente, con disgusto; el otro desvió la vista de un modo huraño. The woman did not even mumble; Manuel looked coldly at El Bizco, in disgust; the other averted his gaze.
—¿Quieres almorzar?—le preguntó el Bizco a Manuel cuando se hubo levantado. "Want a bite?" asked El Bizco of Manuel when he had got out of bed.
—Si das algo bueno... "If you have anything good…."
La Dolores sacó la sartén del fuego llena de pedazos de carne y de patatas. Dolores drew from the fire a pan filled with meat and potatoes.
—No os tratáis poco bien—murmuró Manuel, a quien el hambre hacía profundamente cínico. "You take good care of yourselves," murmured Manuel, whom hunger had made profoundly cynical.
—Nos dan fiado en la casquería—dijo la Dolores, para explicar la abundancia de carne. "They trust us at the butcher′s," said Dolores, to explain the abundance of meat.
—¡Si tú y yo no afanáramos por ahí—saltó el Bizco, dirigiéndose a la vieja—, lo que comiéramos nosotros! "If you and I didn′t work hard hereabouts," interjected El Bizco, "much we′d be eating."
La mujer sonrió modestamente. Acabaron con el almuerzo, y la Dolores sacó una botella de vino. The woman smiled modestly. They finished their lunch and Dolores produced a bottle of wine.
—Esta mujer—dijo el Bizco—, ahí donde la ves, no hay otra como ella. Enséñale lo que tenemos en el rincón. "This woman," declared El Bizco, "just as you behold her there, beats them all. Show him what we have in the corner."
—Ahora, no, hombre. "Not now, man."
—¿Por qué no? "And why not?"
—¿Si viene alguno? "Suppose some one should come?"
—Echo el cerrojo. "I′ll bolt the door."
—Bueno. "All right."
Cerró la puerta el Bizco, la Dolores empujó la cama al centro del cuarto, se acercó a la pared, despegó un trozo de tela rebozado de cal, de una vara en cuadro, y apareció un boquete lleno de cintas, cordones, puntillas y otros objetos de pasamanería. El Bizco bolted the door. Dolores pushed the table to the middle of the room, went over to the wall, pulled away a scrap of kalsomined canvas about a yard square, and revealed a gap crammed with ribbons, cords, lace edging and other objects of passementerie.
—¿Eh?—dijo el Bizco—; pues todo esto lo ha afanado ella. "How′s that?" said El Bizco. "And it′s all of her own collecting."
—Aquí debéis tener mucho dinero. "You must have quite a bit of money there."
—Sí; algo hay—contestó la Dolores—. Luego, dejó caer el trozo de tela que tapaba la excavación de la pared, lo sujetó y colocó delante la cama. El Bizco descorrió el cerrojo. Al poco rato llamaban en la puerta. "Yes. It′s worth quite a bit," agreed Dolores. Then she let the strip of canvas fall into place against the excavation in the wall, fastened it and drew up the bed before it. El Bizco unbolted the door. In a few moments there was a knock.
—Debe ser Vidal—dijo el Bizco, y añadió en voz baja, dirigiéndose a Manuel—: Oye, tú, a éste no le digas nada. "That must be Vidal," said El Bizco, adding in a low voice, as he turned to Manuel, "See here, not a word to him."
Entró Vidal con su aire desenvuelto, celebró la llegada de Manuel, y los tres camaradas salieron a la calle. Vidal strutted in with his carefree air, expressed his pleasure at Manuel′s coming, and the three left for the street.
—¿Vais a barbear por ahí?—preguntó la vieja. "Are you going to be around here?" asked the old woman.
—Sí. "Yes."
—A ver si no vienes tarde, ¿eh?—añadió la Dolores, dirigiéndose al Bizco. "Don′t come late, then, eh?" added Dolores, addressing Bizco.
Este no se dignó contestar a la recomendación. The cross-eyed bully did not deign to make any reply.
Salieron los tres a la glorieta del puente de Toledo; allí cerca tomaron una copa, en el cajón del Garatusa, un licenciado de presidio, protector de descuideros, no sin interés y su cuenta, y luego, por el paseo de los Ocho Hilos, salieron a la ronda de Toledo. The three chums went to the square that faces Toledo bridge; near by, at a stand owned by Garatusa, a penitentiary graduate who ran a "fence" for thieves and didn′t lose any money at it, they had a drink and then, walking along Ocho Hilos Avenue they came to the Ronda de Toledo.
Como domingo, los alrededores del Rastro rebosaban gente. The vicinity of El Rastro was thronged with Sunday crowds.
A lo largo de la tapia de las grandiosas Américas, en el espacio comprendido entre el Matadero y la Escuela de Veterinaria, una larga fila de vendedores ambulantes establecía sus reales. Along the wall of Las Grandiosas Américas, in the space between the Slaughter-house and the Veterninary School, a long row of itinerant hawkers had set up their stands.
Había algunos de éstos con trazas de mendigos, inmóviles, somnolientos, apoyados en la pared, contemplando con indiferencia sus géneros: cuadros viejos, cromos nuevos, libros, cosas inútiles, desportilladas, sucias, convencidos de que nadie mercaría lo que ellos mostraban al público. Otros gesticulaban, discutían con los compradores; algunas viejas horribles y atezadas, con sombreros de paja grandes en la cabeza, las manos negras, los brazos en jarra, la desvergÜenza pronta a surgir del labio, chillaban como cotorras. Some, garbed like beggars, stood dozing motionless against the wall, indifferently contemplating their wares: old pictures, new chromographs, books; useless, damaged, filthy articles which they felt sure none of the public would purchase. Others were gesticulating and arguing with their customers; several repulsive, grimy old women with huge straw hats on their heads, dirty hands, arms akimbo and indecencies quivering upon their lips, were chattering away like magpies.
Las gitanas de trajes abigarrados peinaban al sol a las gitanillas morenuchas y a los churumbeles de pelo negro y ojos grandes; una porción de vagos discurría gravemente; pordioseros envueltos en harapos, lisiados, lacrosos, clamaban, cantaban, se lamentaban, y el público dominguero, buscador de gangas, iba y venía, deteniéndose en este puesto, preguntando, husmeando, y la gente pasaba, con el rostro inyectado por el calor del sol, un sol de primavera que cegaba al reflejar la blancura de creta de la tierra polvorienta, y brillaba y centelleaba con reflejos mil en los espejos rotos y en los cachivaches de metal, tirados y amontonados en el suelo. Y para aumentar aquella baraúnda turbadora de voces y de gritos, dos organillos llenaban el aire con el campanilleo alegre de sus notas, mezcladas y entrecruzadas. The gipsy women in their motley garments were combing their little brunettes and their black-skinned, large-eyed churumbeles in the sun; a knot of vagrants was carrying on a serious discussion; mendicants wrapped in rags, maimed, crippled, were shouting, singing, wailing, and the Sunday throng, in search of bargains, scurried back and forth, stopping now and then to question, to pry, while folks passed by with faces congested by the heat of the sun,—a spring sun that blinded one with the chalky reflection of the dusty soil, glittering and sparkling with a thousand glints in the broken mirrors and the metal utensils displayed in heaps upon the ground. To add to this deafening roar of cries and shouts, two organs pierced the air with the merry wheeze of their blending, interweaving tones.
Manuel, el Bizco y Vidal subieron a la cabecera del Rastro y volvieron a bajar. En la puerta de las Américas se encontraron con el Pastiri, que andaba husmeando por allí. Manuel, El Bizco and Vidal strolled to the head of El Rastro and turned down again. At the door of Las Américas they met Pastiri sniffing around the place.
Al ver a Manuel y a los otros dos, el de las tres cartas se les acercó y les dijo: Catching sight of Manuel and the other two, the fellow of the three cards approached and said:
—¿Vamos a tomar unas tintas? "Shall we have some wine?"
—Vamos. "Sure."
Entraron en una tasca de la Ronda. El Pastiri aquel día estaba solo, porque su compañero se había marchado a El Escorial, y como no tenía quien le hiciera el paripé en el juego, no sacaba una perra. Si ellos tomaban el papel de ganchos, para decidir a los curiosos a jugar, les daría una parte en las ganancias. They entered one of the taverns of the Ronda. Pastiri was alone that day, as his companion had gone off to the Escorial; since he had no one to act as his confederate in the game he hadn′t made a céntimo. Now, if they would consent to act as bait to induce the inquisitive onlookers to play, he′d give them a share of the profits.
—Pregúntale cuánto—dijo el Bizco a Vidal. "Ask him how much?" said El Bizco to Vidal.
—No seas tonto. "Don′t be an idiot."
El Pastiri explicó la cosa para que la entendiera el Bizco; la cuestión era apostar y decir en voz alta que ganaban, que él se encargaría de meter en ganas de jugar a los espectadores. Pastiri explained the matter for El Bizco′s benefit; the confederates were to place bets and then proclaim in a loud voice that they had won. Then he′d see to making the spectators eager to play.
—Ya, ya sabemos lo que hay que hacer—dijo Vidal. "All right. We know what to do," said Vidal.
—¿Y aceptáis la combi? "You agree to the scheme?"
—Sí, hombre. "Yes, man."
Repartió el Pastiri tres pesetas por barba, y salieron los cuatro de la taberna, atravesaron la Ronda y se metieron en el Rastro. Pastiri gave them three pesetas apiece and the four left the tavern, crossed the Ronda and made their way in the crowds of El Rastro.
A veces se paraba el Pastiri, creyendo tener algún tonto a la vista; el Bizco o Manuel apuntaban; pero el que parecía tonto sonreía al notar la celada, o pasaba indiferente, acostumbrado a presenciar aquella clase de timos. Every once in a while Pastiri would stop, thinking he had caught sight of a prospective dupe; El Bizco or Manuel would place a bet; but the fellow who looked like an easy victim would smile as he saw them lay the snare or else pass on indifferently, quite accustomed to this type of trickery.
De pronto vió venir el Pastiri un grupo de paletos con sombrero ancho y calzón corto. Soon Pastiri noticed a group of rustics with their broad hats and short trousers.
Aluspiar, que ahí vienen unos pardillos, y puede caer algo—dijo, y se plantó delante de los paletos con su tablita y sus cartas, y comenzó el juego. "Aluspiar, here come a few birds and we may work them for something," he said, and he planted himself and his card table directly in the path of the country-folk and began his game.
El Bizco apuntó dos pesetas y ganó; Manuel hizo lo mismo, y ganó también. El Bizco bet two pesetas and won; Manuel followed suit with the same results.
—Este hombre es un primo—dijo Vidal, en voz alta, y dirigiéndose al grupo de los campesinos—. Pero ¿han visto ustedes el dinero que está perdiendo?—añadió—. Aquel militar le ha ganado seis duros. "This fellow is a cinch," said Vidal in a loud voice, turning to the group of hayseeds. "Have you seen all the money he′s losing? That soldier there just won six duros."
Uno de los paletos se acercó al oír esto, y viendo que Manuel y el Bizco ganaban, apostó una peseta y ganó. Los compañeros del paleto le aconsejaron que se retirara con su ganancia; pero la codicia pudo más en él, y, volviendo, apostó dos pesetas y las perdió. Hearing this, one of the rustics drew near, and seeing that Manuel and El Bizco were winning, he wagered a peseta and won. The fellow′s companions advised him to retire with his winnings; but his greed got the best of him and he returned to bet two pesetas, losing them.
Vidal puso entonces un duro. Then Vidal bet a duro.
—Un machacante—dijo, dando con la moneda en el suelo—. Acertó la carta y ganó. "Here′s a five-peseta piece," he declared, ringing the coin upon the ground, He picked out the right card and won.
El Pastiri hizo un gesto de fastidio. Pastiri made a gesture of anoyance.
Apostó el paleto otro duro y lo perdió; miró angustiado a sus paisanos, sacó otro duro y lo volvió a perder. The rustic wagered another duro and lost; he glanced anxiously at his fellow countrymen, extracted another duro and lost that, too.
En aquel momento se acercó un guardia y se disolvió el grupo; al ver el movimiento de fuga del Pastiri, el paleto quiso sujetarle, agarrándole de la americana; pero el hombre dió un tirón y se escabulló por entre la gente. At this moment a guard happened along and the group broke up; noting Pastiri′s movement of flight, the hayseed tried to seize him, grabbing at his coat, but the trickster gave a rude tug and escaped in the crowd.
Manuel, Vidal y el Bizco salieron por la plaza del Rastro a la calle de Embajadores. Manuel, Vidal and El Bizco made their way across the Plaza del Rastro to Embajadores Street.
El Bizco tenía cuatro pesetas, Manuel seis y Vidal catorce. El Bizco had four pesetas, Manuel six and Vidal fourteen.
—¿Y qué le vamos a devolver a ése?—preguntó el Bizco. "And what are we going to return to that guy?" asked El Bizco.
—¿Devolver? Nada—contestó Vidal. "Return? Nothing," answered Vidal.
—Le vamos a apandar la ganancia del año—dijo Manuel. "Why, that would be robbing him of his whole year′s profits," objected Manuel.
—Bueno; que lo maten—replicó Vidal—. Pa chasco que nos fuéramos nosotros de rositas. "What of it? Deuce take him," retorted Vidal. "We came darn near getting caught ourselves, with nothing for our trouble."
Era hora de almorzar, discutieron adónde irían, y Vidal dispuso que ya que se encontraban en la calle de Embajadores, la Sociedad de los Tres en pleno siguiera hacia abajo hasta el merendero de la Manigua. It was lunch hour and they wondered where to go; Vidal settled it, saying that as long as they were on Embajadores Street, the Society of the Three, in plenary session, might as well continue on the way down till they got to La Manigua restaurant.
Se tuvo en cuenta la indicación, y los socios pasaron toda la tarde del domingo hechos unos príncipes; Vidal estuvo espléndido, gastando el dinero del Pastiri, convidando a unas chicas y bailando a lo chulo. The suggestion was accepted and the associates spent that Sunday afternoon in royal fashion; Vidal was splendid, spending Pastiri′s money right and left, inviting several girls to their table and dancing all the chulo steps.
A Manuel no le pareció tan mal el comienzo de la vida de golfería. De noche, los tres socios, un poco cargados de vino, subieron por la calle de Embajadores, tomando después por la vía de circunvalación. To Manuel this beginning of his free life seemed not at all bad. At night the three comrades, somewhat the worse for wine, ambled up Embajadores Street, turning into the surrounding road.
—¿Adónde iré yo a dormir?—preguntó Manuel. "Where am I going to sleep?" asked Manuel.
—Ven a mi casa—le contestó Vidal. "Come over to my house," answered Vidal.
Al acercarse a Casa Blanca, se separó el Bizco. When they came in sight of Casa Blanca, El Bizco left them.
—Gracias a Dios que se va ese tío—murmuró Vidal. "Thank the Lord that tramp has gone," muttered Vidal.
—¿Estás reñido con él? "Have you had a scrap with him?"
—Es un tío bestia. Vive con la Escandalosa, que es una vieja zorra; es verdad que tiene lo menos sesenta años y gasta lo que roba con sus queridos; pero bueno, le alimenta y él debía considerarla; pues nada, anda siempre con ella a puntapiés y a puñetazos y la pincha con el puñal, y hasta una vez ha calentado un hierro y la ha querido quemar. Bueno que la quite el dinero; pero eso de quemarla, ¿para qué? "He′s a beastly fellow. He lives with La Escandalosa, who′s an old fox in truth, sixty years at the very least, and spends everything she robs with her lovers. But she feeds him and he ought to have some consideration for her. Nothing doing, though; he′s always kicking her and punching her and pricking her with his dirk, and one time he even heated an iron and wanted to burn her. If he takes her money, well and good; but what′s the sense of his burning her?"
Llegaron a Casa Blanca, que era como una aldea pobre, de una calle sola; Vidal abrió con su llave una puerta, encendió un fósforo y subieron los dos a un cuarto estrecho con un colchón puesto sobre los ladrillos. They reached Casa Blanca, a squalid section consisting of a single street; Vidal opened a door with his key; he lighted a match and the pair climbed up to a tiny room with a mattress placed on the bricks.
—Te tendrás que echar en el suelo—dijo Vidal—. Esta cama es la de mi chica. "You′ll have to sleep on the floor," said Vidal. "This bed belongs to my girl."
—Bueno. "All right."
—Toma esto para la cabeza—y le arrojó una falda de mujer arrebuñada. "Take this for your head," and he threw him a woman′s rolled-up skirt.
Manuel apoyó allí la cabeza y quedó dormido. Se despertó a la madrugada. Se incorporó y se sentó en el suelo sin darse cuenta de dónde podía encontrarse. Entraba pálida claridad de un ventanuco. Vidal, tendido en el colchón, roncaba: a su lado dormía una muchacha, respirando con la boca abierta; grandes chafarrinones de pintura le surcaban las mejillas. Manuel pillowed his head against the skirt and fell asleep. He awoke at dawn. He opened his eyes and sat down upon the floor without a thought as to where he might be. Through a tiny window came a pale glow. Vidal, stretched out on the mattress, was snoring; beside him slept a girl, breathing with her mouth wide open; long streaks of rouge stained her cheeks.
Manuel sentía el malestar de haber bebido demasiado el día anterior y un profundo abatimiento. Pensó seriamente en su vida: Manuel felt nauseated by the excess of the previous day′s drink; he was deeply dejected. He gave serious thought to his life-problems.
—Yo no sirvo para esto—se dijo—; ni soy un salvaje como el Bizco, ni un desahogado como Vidal. ¿Y qué hacer? "I′m not made for this," he told himself. "I′m neither a savage like Bizco nor a brazen, carefree lout like Vidal. What am I going to do, then?"
Ideó mil cosas, la mayoría irrealizables; imaginó proyectos complicados. En el interior luchaban obscuramente la tendencia de su madre, de respeto a todo lo establecido, con su instinto antisocial de vagabundo, aumentado por su clase de vida. A thousand things occurred to him, for the most part impossible of attainment; he imagined all manner of involved projects. Within him, vaguely, his maternal inheritance, with its respect for all established custom, struggled against his anti-social, vagrant instincts that were fed by his mode of living.
—Vidal y el Bizco—se dijo—son más afortunados que yo; no tienen vacilaciones ni reparos; se han lanzado... "Vidal and Bizco," he said to himself, "are luckier chaps than myself. They don′t hesitate; they have no scruples. They′ve got a start on their careers…."
Pensó que al final podían encontrar el palo o el presidio; pero mientras tanto no sufrían; el uno por bestialidad, el otro por pereza, se abandonaban con tranquilidad a la corriente... In the end, he considered, they would come to the gallows or to the penitentiary; but in the meantime the one experienced no suffering because he was too beastly to know what it meant, and the other because he was too lazy, and both of them let themselves float tranquilly with the stream.
A pesar de sus escrúpulos y remordimientos, el verano lo pasó Manuel protegido por el Bizco y Vidal, viviendo en Casa Blanca con su primo y la querida de éste, una muchachuela vendedora de periódicos y buscona al mismo tiempo. Despite his scruples and his remorse, Manuel spent the summer under the protection of El Bizco and Vidal, living in Casa Blanca with his cousin and his cousin′s mistress, a girl who sold newspapers and practised thievery at the same time.
La Sociedad de los Tres funcionó por las afueras y las Ventas, la Prosperidad y el barrio de Doña Carlota, el puente de Vallecas y los Cuatro Caminos; y si la existencia de esa Sociedad no llegó a sospecharse ni a pasar a los anales del crimen, fué porque sus fechorías se redujeron a modestos robos de los llamados por los profesionales al descuido. The Society of the Three carried on its operations in the suburbs and Las Ventas, La Prosperidad and the Doña Carlota section, the Vallecas bridge and the Four Roads; and if the existence of this society never came to be suspected and never figured in the annals of crime, it is because its misdemeanours were limited to modest burglaries of the sort facilitated by the carelessness of property owners.
No se contentaban los tres socios con espigar en las afueras de Madrid: extendían su radio de acción a los pueblos próximos y a todos los sitios en general en donde se reuniera alguna gente. The three associates were not content to operate in the suburbs of Madrid; they extended the radius of their activities to the nearby towns and to all places in general where crowds came together.
Los mercados y las plazuelas eran lugares de prueba, porque el descuido podía ser de mayor cantidad, pero, en cambio, la policía andaba ojo avizor. The market and the small squares were test localities, for the booty might be of a larger quantity but on the other hand the police were especially vigilant.
En general, los puntos más explotados por ellos eran los lavaderos. In general, they exploited the laundries more than any other place.
Vidal, con su genuina listeza, convenció al Bizco de que él era quien poseía más condiciones para el afano; el otro, por vanidad, se lanzaba siempre a lo más peligroso, el coger la prenda, mientras Vidal y Manuel estaban a la husma. Vidal, like the clever fellow he was, managed to Convince El Bizco that he was the most gifted of the three for the work. The cross-eyed thug, out of sheer vanity, always undertook the most difficult part of the task, seizing the booty, while Vidal and Manuel kept a sharp lookout.
Solía decir Vidal a Manuel, en el momento mismo del robo, cuando el Bizco se guardaba debajo de la chaqueta la sábana o la camisa: Vidal would say to Manuel, at the very moment of the robbery, when El Bizco already had the stolen sheet or chemise under his coat:
—Si viene alguno no hagas una seña ni nada. Que lo cojan; nosotros callados, hechos unos púas, sin movernos; nos preguntan algo, nosotros no sabemos nada, ¿eh? "If anyone happens along, don′t say a word; nothing. Let them arrest him; we′ll shut up tight as clams, absolutely motionless; if they ask anything, we know nothing. Right-o?"
—Convenido. "Agreed."
Sábanas, camisas, mantas y otra porción de ropas robadas por ellos las pulían en la ropavejería de la Ribera de Curtidores, adonde solía ir de visita don Telmo. El amo, encargado o lo que fuese, de la tienda, compraba todo lo que le llevaban los randas, a bajo precio. Sheets, chemises, cloaks and all the other articles they robbed they would sell at the second-hand shop on La Ribera de Curtidores, which Don Telmo used to visit. The owner, employé or whatever he was of the shop, would purchase everything the thieves brought, at a very low price.
Vigilaba esta ropavejería de peristas, de las asechanzas de algún polizonte torpe (los listos no se ocupaban de estas cosas), un hombre a quien llamaban el Tío Pérquique. Este hombre se pasaba la vida paseándose por delante del establecimiento. Para disimular la guardia vendía cordones para las botas y géneros de saldo que le entregaban en la ropavejería. This "fence," which profited by the oversight of some base officer (for the police lists did not bother with these things), was presided over by a fellow called Uncle Pérquique. He spent his whole life passing to and fro in front of his establishment. To deceive the municipal guard he sold shoe-laces and bargains that came from the old-clothes shop he conducted.
En la primavera este hombre se ponía un gorro blanco de cocinero y pregonaba unos pastelillos con una palabra que apenas pronunciaba y que se entretenía en cambiar constantemente. Unas veces la palabra parecía ser ¡Pérquique! ¡Pérquique!; pero inmediatamente cambiaba el sonido, se transformaba en ¡Pérqueque! o en ¡Párquique!, y estas evoluciones fonéticas se alargaban hasta el infinito. In the spring this fellow would don a cook′s white cap and cry out his tarts with a word that he scarcely pronounced and which he liked to alter constantly. Sometimes the word seemed to be Pérquique! Pérquique! but at once it would change sound and be transformed into Pérqueque or Párquique, and these phonetic modifications were extended to infinity.
El origen de esta palabra Pérquique, que no se encuentra en el diccionario, era el siguiente: Los pastelillos rellenos de crema que vendía el del gorro blanco los daba al precio de cinco céntimos y los voceaba: ¡A perra chica! ¡A perra chica! De vocearlos perezosamente suprimió la A primera y convirtió en e las otras dos, transformando su grito en ¡Perre chique! ¡Perre chique! Después Perre chique se convirtió en Pérquique. The origin of this word Pérquique, which cannot be found in the dictionary, was as follows: The cream tarts sold by the man in the white cap brought five céntimos apiece and he would cry "A perra chica! A perra Chica! Only five pesetas apiece! A five-peseta piece!" As a result of his lazy enunciation he suppressed the first A and converted the other two into E, thus transforming his cry into "Perre chique! Perre chique!" Later, Perre chique turned into Pérquique.
El guardián de la ropavejería, hombre de carácter jovial, tenía la especialidad en los pregones, los matizaba artísticamente; iba de las notas agudas a las más graves, o al contrario. Comenzaba, por ejemplo, en un tono muy alto, gritando: The "fence" guard, a jolly soul, was a specialist in crying wares; he shaded his cries most artistically; he would go from the highest notes to the lowest or vice versa. He would begin, for example, on a very high note, shouting:
—¡Miren, a real! ¡Miren, a real! ¡Calcetines y medias a real! ¡Miren, a real!—Luego bajaba el diapasón, y decía gravemente—: ¡Chalequito de Bayona muy bonito!—Y, por último, en voz de bajo profundo, añadía—: ¡A cuatro perra orda! "Look here! A real! Only one real! Ladies′ and gents′ hosiery at a real a pair! Look-a-here now! A real a pair!" Then, lowering his register, he would continue, gravely: "A nice Bayonne waistcoat. A splendid bargain!" And as a finale, he would add in a basso profundo: "Only twenty pesetas!"
El Tío Pérquique conocía la Sociedad de los Tres, y daba al Bizco y a Vidal algunos consejos. Uncle Pérquique knew the Society of the Three, and he would favour El Bizco and Vidal with his advice.
Más seguro y mucho más productivo que el trato con los peristas de la ropavejería era el procedimiento de Dolores la Escandalosa, la cual vendía las cintas y encajes robados por ella a buhoneros que pagaban bien; pero los socios de la Sociedad de los Tres querían cobrar sus dividendos pronto. Safer and more profitable than dealing with the stolen-goods purchasers of the second-hand shop was the plan followed by Dolores la Escandalosa, who sold the ribbons and the lace that she pilfered to itinerant hawkers who paid very well. But the members of the Society of the Three were eager to get their dividends quickly.
Hecha la venta se iban los tres a una taberna del final del paseo de Embajadores, esquina al de las Delicias, que llamaban del Pico del Pañuelo. The sale completed, the three would repair to a tavern at the end of Embajadores avenue, corner of Las Delicias, which they called the Handkerchief Corner.
Tenían los socios especial cuidado de no robar en el mismo sitio y de no presentarse juntos por aquellos parajes de donde había temor de una vigilancia molesta. The associates were especially careful not to rob twice in the same place and never to appear together in those vicinities where unfavourable surveillance was suspected.
Algunos días, muy pocos, que la rapiña no dió resultado, se vieron los tres socios obligados a trabajar en el Campillo del Mundo Nuevo, esparciendo montones de lana y recogiéndola, después de aireada y seca, con unos rastrillos. Some days, which did not come often, when theft brought no plunder, the three companions were compelled to work in the Campillo del Mundo Nuevo, scattering heaps of wood and gathering it together with rakes after it had been properly aired and dried.
Otro de los medios de subsistencia de la Sociedad era la caza del gato. El Bizco, que no atesoraba ningún talento, su cabeza, según frase de Vidal, era un melón salado, poseía, en cambio, uno grandísimo para coger gatos. Con un saco y una vara se las arreglaba admirablemente. Bicho que veía, a los pocos instantes había caído. Another of the Society′s means of subsistence was cat-hunting. El Bizco, who was endowed with no talent (his head, as Vidal said, was a salted melon) had a really great gift for catching cats. All he needed was a sack and a stick and he did famously. Every living cat in sight was soon in his game-bag.
Los socios no distinguían de gato flaco o tísico, ni de gata embarazada; todos los que caían se devoraban con idéntico apetito. Se vendían las pieles en el Rastro; el tabernero del Pico del Pañuelo fiaba el vino y el pan, cuando no había fondos con qué pagarlos, y la Sociedad se entregaba al sardanapalesco festín... The members made no distinction between slender or consumptive cats, or pregnant tabbies. Every puss that came along was devoured with the same ravenous appetite. They would sell the skins in El Rastro; when there were no ready funds, the innkeeper of the Handkerchief Corner would let them have wine and bread on tick, and the Society would indulge in a Sardanapalesque banquet….
Una tarde de agosto, Vidal, que había estado merendando en las Ventas con su prójima el día anterior, expuso ante sus socios y compañeros el proyecto de asaltar una casa abandonada del camino del Este. One afternoon in August Vidal, who had dined in Las Ventas the previous day with his girl, proposed to his comrades a scheme to rob an abandoned house on the East Road.
Se discutió el proyecto con seriedad, y al día siguiente, por la tarde, fueron los tres a estudiar el terreno. The project was discussed in all seriousness, and on the afternoon of the following day the three went out to look the territory over.
Era domingo; había novillos en la plaza; pasaban por la calle de Alcalá ómnibus y tranvías llenos de bote en bote, manuelas ocupadas por mujeronas con mantones de Manila y hombres de aspecto rufianesco. It was Sunday, there was a bull-fight; omnibuses and street cars, packed with people, rolled along Alcalá Street beside open hacks occupied by harlots in Manila mantles and men of knavish mien.
En los alrededores de la plaza el gentío se amontonaba; de los tranvías bajaban grupos de gente que corrían hacia la puerta; los revendedores se abalanzaban sobre ellos voceando; brillaban entre la masa negra de la multitud los cascos de los guardias a caballo. Del interior de la plaza salía un vago rumor, como el de la marea. Outside the bull-ring the throng was denser than ever; from the street cars came pouring streams of people who ran for the entrance; the ticket-speculators rushed upon them with a shout; amidst the black multitude shone the white helmets of the mounted guards. From the inside of the ring came a muffled roar like the tide.
Vidal el Bizco y Manuel, lamentándose de no poder entrar allí, siguieron adelante, pasaron las Ventas y tomaron el camino de Vicálvaro. El viento sur, cálido, ardoroso, blanqueaba de polvo el campo; por la carretera pasaban y se cruzaban coches de muerto blancos y negros, de hombres y de niños, seguidos de tartanas llenas de gente. Vidal, El Bizco and Manuel, chagrined that they could not go in, continued on their way, passed Las Ventas and took the road to Vicálvaro. The south wind, warm and sultry, laid a white sheet of dust over the fields; along the road from different directions drove black and white hearses, for adults and children respectively, followed by gigs containing mourners.
Vidal mostró la casa: hallábase a un lado del camino; parecía abandonada; por delante la rodeaba un jardín con su verja; por la parte de atrás se extendía un huerto plantado de arbolillos sin hojas, con un molino para sacar agua. La tapia del huerto, baja, podía escalarse con relativa facilidad; ningún peligro amenazaba; ni vecinos curiosos ni perros; la casa más próxima, un taller de marmolista, distaba más de trescientos metros. Vidal indicated the house: it stood back from the road and seemed abandoned. It was fronted by a garden with its gate; behind extended an orchard planted with leafless saplings, with a water-mill. The orchard-wall was low and could be scaled with relative facility; no danger threatened; there were neither prying neighbours nor dogs; the nearest house, a marbler′s workshop, was more than three hundred metres distant.
Desde las cercanías de la casa se divisaba el cementerio del Este, rodeado de campos áridos amarillos y lomas yermas; en dirección contraria se presentaba la Plaza de Toros, con su bandera flameante, y las primeras casas de Madrid; el camino del camposanto se tendía, polvoriento, por entre hondonadas y taludes verdes, por entre tejares abandonados y lomas con las entrañas de ocre rojo al descubierto. From the neighbourhood of the house could be made out the East cemetery, girded by arid yellow fields and barren hillocks; in the opposite direction rose the Bull Ring with its bright banner and the outlying houses of Madrid. The dusty road to the burial-ground ran between ravines and green slopes, among abandoned tile-kilns and excavations that showed the reddish ochre bowels of the earth.
Cuando examinaron bien las condiciones de la casa, volvieron los tres a las Ventas. De noche, se hallaban dispuestos a regresar a Madrid; pero Vidal aconsejó el quedarse allá para dar el golpe al amanecer del día siguiente. Decidieron esto, y se tendieron en un tejar, en el callejón constituído por dos murallas de ladrillos apilados. After a minute examination of the house and its surroundings, the three returned to Las Ventas. At night they felt like going back to Madrid, but Vidal suggested that they had better remain where they were, so that they could commit the robbery at dawn of the next day. This was decided upon and they lay down in a tile-kiln, in the passageway formed by two walls of heaped-up bricks.
El viento, frío, sopló durante toda la noche con violencia. El primero que se despertó fué Manuel, y llamó a los otros dos. Salieron del callejón formado por los dos muros de ladrillo. Aun era de noche; un trozo de luna asomaba de vez en cuando en el cielo por entre las nubes obscuras; a veces se ocultaba, a veces parecía descansar en el seno de uno de aquellos nubarrones, a los cuales plateaba débilmente. A cold wind blew violently throughout the night. Manuel was the first to awake and he roused the other two. They left the passageway formed by the walls of bricks. It was still night; from time to time a segment of the moon peered through the dark clouds; now it hid, now it seemed to rest upon the bosom of one of those dense clouds which it silvered so delicately.
A lo lejos, sobre Madrid, se cernía una gran claridad, irradiada de las luces del pueblo; en el camposanto blanqueaban algunas lápidas pálidamente. In the distance, above Madrid a bright glow began to appear, irradiated by the lights of the city; a few tombstones in the cemetery cast a pallid shimmer.
El alba teñía con su claridad melancólica el cielo, cuando los tres socios se acercaron a la casa. Dawn was already tinting the heavens with its melancholy flush when the three robbers approached the house.
A Manuel le palpitaba el corazón con fuerza. Manuel′s heart was pounding with agitation.
—¡Ah! Una advertencia—dijo Vidal—: Si por casualidad nos pescaran, no hay que echar a correr, sino quedarse dentro de la casa. "Ah, by the way," said Vidal. "If by any accident we should be surprised, we mustn′t run; we′ve got to stick right in the house."
El Bizco se echó a reír; Manuel, que comprendía que su primo no hablaba por hablar, preguntó: El Bizco burst into laughter; Manuel, who knew that his cousin wasn′t talking just for the sake of hearing his voice, asked:
—¿Y por qué? "Why?"
—Porque si nos pescan en la casa es un robo frustrado, y tiene poco castigo; en cambio, si nos cogieran huyendo, sería un robo consumado, lo que tiene mucha pena. Esto me lo dijeron ayer. "Because if they catch us in the house it′s only a balked attempt at robbery, and the punishment isn′t severe; on the other hand, if they catch us in flight, that would be a successful robbery and the penalty would be great. So I was told yesterday."
—Pues yo escapo si puedo—dijo el Bizco. "Well, I′ll escape if I can."
—Haz lo que quieras. "Do as you please."
Saltaron la cerca de la casa; Vidal quedó a caballo encima, agachado, espiando, por si venía alguno. Manuel y el Bizco, a horcajadas, se acercaron a la casa y, afianzando el pie en el tejadillo de un cobertizo, bajaron a una terraza con un emparrado un tanto más alto que la huerta. They scaled the wall; Vidal remained astride of it, leaning forward and watching for signs of any one. Manuel and El Bizco, making their way astraddle along the wall, approached the house and, entrusting their feet to the roof of a shed, jumped down to a terrace with a bower slightly higher than the orchard.
A esta galería daban la puerta trasera y los balcones del piso bajo de la casa; pero estaban una y otros tan bien cerrados, que era imposible abrirlos. The rear door and the balconies of the ground floor led to this gallery; but both the door and the balconies were so well fastened that it was impossible to open them.
—¿No se puede?—preguntó Vidal desde arriba. "Can′t you make it?" whispered Vidal from his perch.
—No. "No."
—Ahí va mi navaja—y Vidal la tiró a la galería. "Here, take my knife." And Vidal threw it dawn to the gallery.
Manuel intentó con la navaja abrir los balcones; pero no había medio; el Bizco se puso a empujar con el hombro la puerta, cedió algo, dejando un resquicio, y entonces Manuel introdujo por allí la hoja del cuchillo, e hizo correr la lengÜeta de la cerradura hasta conseguir abrir la puerta. Al momento entraron el Bizco y Manuel. Manuel tried to pry the balconies open with the knife but met with no success; El Bizco attempted to force the door with his shoulder and it yielded enough to leave a chink, whereupon Manuel introduced the blade of the knife and worked the catch of the lock back until he could open the door. El Bizco and Manuel then went in.
El piso bajo de la casa constaba de un vestíbulo, desde donde comenzaba la escalera de un corredor, y de dos gabinetes con balcón al huerto. The lower floor of the house consisted of a vestibule, which formed the bottom of a staircase leading to a corridor, and two rooms whose balconies overlooked the orchard.
La primera idea de Manuel fué salir al vestíbulo y echar el cerrojo a la puerta que daba a la carretera. The first thing that came to Manuel′s head was to open the lock of the door that led to the road.
—Ahora—le dijo al Bizco, que quedó admirado de aquel rasgo de prudencia—vamos a ver qué hay aquí. "Now," said El Bizco to him, after admiring this prudent precaution, "let′s see what there is in the place."
Se pusieron a registrar la casa con tranquilidad, sin apurarse; no había nada que valiera tres ochavos. Estaban forzando el armario del comedor, cuando, de pronto, oyeron muy cerca los ladridos de un perro, y salieron asustados a la galería. They set about calmly and deliberately to take an inventory of the house; there wasn′t three ochavos′ worth of material in the entire establishment. They were forcing the dining-room closet when of a sudden they heard the bark of a dog close by and they ran in fright to the gallery.
—¿Qué hay?—preguntaron a Vidal. "What′s the matter?" they asked Vidal.
—Un condenado perro que se ha puesto a ladrar y va a llamar la atención de alguno. "A damned dog′s begun to bark and he′ll certainly attract somebody′s attention."
—Tírale una piedra. "Throw a stone at him."
—¿De dónde? "Where′ll I get it?"
—Asústale. "Scare him."
—Ladra más. "He′ll bark all the more."
—Baja aquí, si no te van a ver. "Jump down here, or they′ll surely see you."
—Vidal saltó al huerto. El perro, que debía ser un perro moral, defensor de la propiedad, siguió ladrando fuerte. Vidal jumped down into the orchard. The dog, who must have been a moral animal and a defender of private property, continued his loud barking.
—Pero ¡leñe!—dijo Vidal a sus amigos—, ¿no habéis concluído? "But the deuce!" growled Vidal at his friends. "Haven′t you finished yet?"
—¡Si no hay nada! "There′s nothing!"
Entraron los tres llenos de miedo, atortolados, cogieron una servilleta y metieron dentro lo que encontraron a mano, un reloj de cobre, un candelero de metal blanco, un timbre eléctrico roto, un barómetro de mercurio, un imán y un cañón de juguete. The three returned to the rooms trembling; they seized a napkin and stuffed into it whatever they laid hands upon: a copper clock, a white metal candlestick, a broken electric bell, a mercury barometer, a magnet and a toy cannon.
Vidal se subió a la tapia con el lío. Vidal climbed up the wall with the bundle.
—Ahí está—dijo asustado. "Here he is," he whispered in fright.
—¿Quién? "Who?"
—El perro. "The dog."
—Yo bajaré primero—murmuró Manuel—y se puso la navaja en los dientes y se dejó caer. El perro, en vez de acercarse, se alejó un poco; pero siguió ladrando. "I′ll go down first," mumbled Manuel, and placing the knife between his teeth he let himself drop. The dog, instead of setting upon him, withdrew a short distance, but he continued his barking.
Vidal no se atrevía a saltar la tapia con el lío en la mano y lo echó con cuidado sobre unas matas; en la caída no se rompió mas que el barómetro, lo demás estaba roto. Saltaron la tapia el Bizco y Vidal, y los tres socios echaron a correr a campo traviesa, perseguidos por el perro defensor de la propiedad, que ladraba tras de ellos. Vidal did not dare to jump down with the bundle in his hands; so he threw it carefully upon some bushes; as it fell, only the barometer broke; the rest was already broken. El Bizco and Vidal then jumped down and the three associates set out on a cross-country run, pursued by the canine defender of private property, who barked at their heels.
—¡Qué brutos somos!—exclamó Vidal deteniéndose—. Si nos ve un guardia correr así nos coge. "What damned fools we are!" exclaimed Vidal, stopping. "If a guard should see us running like this he′d certainly arrest us."
—Y si pasamos por el fielato reconocerán lo que llevamos en el lío y nos detendrán—añadió Manuel. "And if we pass the city gate they′ll recognize what we′re carrying in this bundle and we′ll be stopped," added Manuel.
La Sociedad se detuvo a deliberar y a tomar acuerdos. Se dejó el botín al pie de una tapia. Se tendieron en el suelo. The Society halted to deliberate and choose a course of action. The booty was left at the foot of a wall. They lay down on the ground.
—Por aquí—dijo Vidal—pasan muchos traperos y basureros a La Elipa. Al primero que veamos le ofrecemos esto. "A great many rag-dealers and dustmen pass this way," said Vidal, "on the road to La Elipa. Let′s offer this to the first one that comes along."
—Si nos diese tres duros—murmuró el Bizco. "For three duros," corrected El Bizco.
—Sí, hombre. "Why, of course."
Esperaron un rato y no tardó en pasar un trapero con un saco vacío en dirección a Madrid. Le llamó Vidal y le propuso la venta. They waited a while and soon a ragpicker hove into view, bearing an empty sack and headed for Madrid. Vidal called him over and offered to sell their bundle.
—¿Cuánto nos da usted por estas cosas? "What′ll you give us for these things?"
El trapero miró y remiró lo que había en el lío, y después en tono de chunga y manera de hablar achulapada preguntó: The ragdealer looked over the contents of the bundle, made a second inventory, and then in a jesting tone, with a rough voice, asked:
—¿Dónde habéis robao eso? "Where did you steal this?"
Protestaron los tres socios, pero el trapero no hizo caso de sus protestas. The three associates chorused their protestation, but the ragpicker paid no heed.
—No os puedo dar por to más que tres pesetas. "I can′t give you more than three pesetas for the whole business."
—No—contestó Vidal—; para eso nos llevamos el lío. "No," answered Vidal. "Rather than accept that we′ll take the bundle with us."
—Bueno. Al primer guardia que encuentre le daré vuestras señas y le diré que sus lleváis unas cosas robás. "All right. The first guard I meet I′ll inform against you and tell him that you′re carrying stolen goods on your person."
—Vengan las tres pesetas—dijo Vidal—; tome usté el lío. "Come across with the three pesetas," said Vidal. "Take the bundle."
Tomó Vidal el dinero, y el trapero, riéndose, el envoltorio. Vidal took the money and the ragdealer, laughing, took the package.
—Cuando veamos al primer guardia le diremos que lleva usted unas cosas robás—le gritó Vidal al trapero—. Alteróse éste y empezó a correr detrás de los tres. "The first guard we see we′ll tell that you′ve got stolen goods in your sack," shouted Vidal to the ragdealer. The man with the sack got angry and gave chase to the trio.
¡Esperaisos! ¡Esperaisos!—gritaba. "Hey there! Come back! Come back!" he bellowed.
—¿Qué quiere usté? "What do you want?"
—Dame mis tres pesetas y toma el lío. "Give me my three pesetas and take your bundle."
—No; denos usté un duro y no decimos nada. "Nix. Give us a duro and we won′t say a word."
—Un tiro. "Like hell."
—Denos usté aunque no sea mas que dos pesetas. "Give us only two pesetas more."
—Ahí tienes una, bribón. "Here′s one, you rascal."
Cogió Vidal la moneda que tiró el trapero, y como no las tenían todas consigo, fueron andando de prisa. Cuando llegaron a la casa de la Dolores, en las Cambroneras, estaban rendidos, nadando en sudor. Vidal seized the coin that the ragdealer threw at him, and, as none was sure of himself, they made off hurriedly. When they reached Dolores′ house in Las Cambroneras, they were bathed in perspiration, exhausted.
Mandaron traer un frasco de vino de la taberna. They ordered a flask of wine from the tavern,
—Menuda chapuza hemos hecho, ¡moler!—dijo Vidal. "A rotten bungle we made of it, hang it all," grumbled Vidal.
Después de pagado el frasco les quedaban diez reales; repartidos entre los tres les tocaron a ochenta céntimos cada uno. Vidal resumió la jornada diciendo que robar en despoblado tenía todos los inconvenientes y ninguna de las ventajas, pues, además de exponerse a ir a presidio para casi toda la vida y a recibir una paliza y a ser mordido por un perro moral, corría uno el riesgo de ser miserablemente engañado. After the wine was paid for there remained ten reales; this they divided among the three, receiving eighty céntimos apiece. Vidal summed up the day′s work with the remark that this committing robberies in out-of-the-way spots was all disadvantages and no advantages, for besides exposing oneself to the danger of being sent to the penitentiary almost for life and getting a beating and being chewed up by a moral dog, a fellow ran the risk of being wretchedly fooled.




CAPÍTULO V

Vestales del arroyo.—Los Trogloditas.

CHAPTER V

Gutter Vestals—The Troglodytes.

NADA. Tenemos que separarnos de ese bruto de Bizco. Cada vez le tengo más odio y más asco. "No use. We′ve got to get rid of that beastly Bizco. Every time I see him hate him more and he disgusts me more."
—¿Por qué? "Why?"
—Porque es un bestia. Que se vaya con esa vieja zorra de la Dolores. Nosotros, tú y yo, vamos a ir al teatro todas las noches. "Because he′s a brute. Let him go off to his old fox, Dolores. You and I can go to the theatre every night."
—¿Cómo? "How?"
—Con la clac. No tenemos que pagar; lo único que hay que hacer es aplaudir cuando nos den la señal. "With the claque. We don′t have to pay. All we have to do is applaud when we get the signal."
La condición le pareció a Manuel tan fácil de cumplir, que le preguntó a su primo: This condition seemed to Manuel so easy to fulfil that he asked his cousin:
—Pero oye, ¿cómo no va todo el mundo así? "But listen. How is it, then, that everybody doesn′t go to the theatre like that?"
—Todos no conocen como yo al jefe de la clac. "Because they don′t all know the head of the claque as I do."
Fueron, efectivamente, al teatro de Apolo. Manuel los primeros días no hizo mas que pensar en las funciones y en las actrices. Vidal, con la superioridad que tenía para todo, aprendió las canciones en seguida; Manuel, en secreto, le envidiaba. And as a matter of fact they went to the Apollo. For the first few days all Manuel could do was think of the plays and the actresses. Vidal, with his superior manner in all things, learned the songs right away; Manuel secretly envied him.
En los entreactos iban los de la clac a una taberna de la calle del Barquillo, y algunas veces a otra de la plaza del Rey. En esta última abundaban los alabarderos del circo de Price. Between the acts the members of the claque would adjourn to a tavern on Barquillo Street, varying this occasionally with a visit to another place on the Plaza, del Rey. This latter resort was the rendezvous of the claquers that worked in Price′s Circus.
Casi todos los que formaban la legión de aplaudidores contaban pocos años; algunos, en corto número, trabajaban en algún taller; la mayoría, golfos y organilleros, terminaban después en comparsas, coristas o revendedores. Almost all the legion of applauders were youngsters; a few of them worked in shops here and there; for the most part they were loafers and organgrinders who wound up by becoming supernumeraries, chorus men or ticket-speculators.
Había entre ellos tipos afeminados, afeitados, con cara de mujer y voz aguda. There were among them effeminate, clean-shaven types with a woman′s face and a shrill voice.
A la puerta del teatro conocieron Vidal y Manuel una cuadrilla de muchachas, de trece a diez y ocho años, que merodeaban por la calle de Alcalá, acercándose a los buenos burgueses, fingiéndose vendedoras de periódicos y llevando constantemente un Heraldo en la mano. At the entrance to the theatre Vidal and Manuel made the acquaintance of a group of girls, from thirteen to eighteen years of age, who wandered about Alcalá Street approaching well-to-do pillars of the middle class; they pretended to be news-vendors and always had a copy of the Heraldo with them.
Vidal cultivó la amistad de las muchachas; casi todas eran feas, pero esto no estorbaba para sus planes, que consistían en ensanchar el radio de acción de sus conocimientos. Vidal cultivated the intimacy of the girls; they were almost all homely, but this did not interfere with his plans, which consisted of extending the radius of his activities and his knowledge.
—Hay que dejar las afueras y meterse en el centro—decía Vidal. "We must leave the suburbs and work our way toward the centre," said Vidal.
Vidal quería que Manuel le secundase, pero éste no tenía aptitudes. Vidal llegó a ser el indispensable para cuatro muchachas que vivían juntas en Cuatro Caminos, que se llamaban la Mellá, la Goya, la Rabanitos y la Engracia, y que habían formado con Vidal, el Bizco y Manuel una Sociedad, aunque anónima. Vidal wished Manuel to help him, but Manuel had no gift for it. Vidal came to be the cadet for four girls who lived together in Cuatro Caminos and were named, respectively, La Mella, La Goya, La Rabanitos and Engracia; they had come to form, together with Vidal, El Bizco and Manuel another Society, though this one was anonymous.
Las pobres muchachas necesitaban alguna protección; las perseguían los polizontes más que a las demás mujeres de la vida porque no pagaban a los inspectores. Solían andar huyendo de los guardias y agentes, los cuales, cuando había recogida, las llevaban al Gobierno civil, y de aquí al convento de las Trinitarias. The poor girls needed protection; they were pursued more than the other loose women by the police because they paid no graft to the inspectors. They would be forever fleeing from the guards and agents, who, whenever there was a round-up, would take them to the station and thence to the Convento de las Trinitarias.
La idea de quedar encerradas en el convento producía en ellas un verdadero terror. The thought of being immured in the convent struck genuine terror into their hearts.
—¡Eso de no ver la caye!—decían, como si fuera un tremendo castigo. "To think of never seeing the street," they moaned, as if this were a most horrible punishment.
Y el abandono de noche, en las calles desamparadas, para otros un motivo de horror: el frío, el agua, la nieve, era para ellas la libertad y la vida. And the abandonment at night in the unprotected thoroughfares, which inspired horror in others; the cold, the rain, the snow,—were to them liberty and life.
Hablaban todas de una manera tosca; decían veniría, saliría, quedría; en ellas el lenguaje saltaba hacia atrás en una curiosa regresión atávica. They all spoke in a rough manner; their grammar and word-forms were incorrect; language in them leaped backwards into a curious atavic regression.
Adornaban sus dichos con una larga serie de frases y muletillas del teatro. They spiced their talk with a long string of theatrical lines and "gags."
Llevaban las cuatro una vida terrible; pasaban la mañana y tarde durmiendo y se acostaban al amanecer. The four led a terrible life; they spent the morning and the afternoon in bed sleeping and didn′t go to sleep again till dawn.
—Nosotras somos como los gatos—decía la Mellá—, cazamos de noche y dormimos de día. "We′re like cats," La Mellá would say. "We hunt at night and sleep by day."
La Mellá, la Goya, la Rabanitos y la Engracia, solían venir de noche al centro de Madrid, acompañadas por un mendigo de barba blanca, cara sonriente y boina a rayas. La Mellá, La Goya, La Rabanitos and Engracia would go at night to the centre of Madrid, accompanied by a white-bearded beggar with a smiling face and a striped cap.
El viejo venía a pedir limosna, era vecino de las muchachas y éstas le llamaban el Tío Tarrillo y le daban broma por las borracheras que pescaba. Completamente chocho, le gustaba hablar de lo corrompido de las costumbres. The old man came to beg alms; he was a neighbour of the girls and they called him Uncle Tarrillo, bantering him upon his frequent sprees. He was utterly daft and loved to talk upon the corruption of popular manners.
La Mellá contaba que el Tío Tarrillo la quiso forzar al volver a casa los dos solos una noche en los jardinillos del Depósito de Agua, y la dió a la muchacha tanta risa que no pudo ser. La Mellá said that Uncle Tarrillo had tried, one night after they had returned alone from the Jardinillos del Deposito de Agua, to violate her and that he had made her laugh so much that it was impossible.
El mendigo se indignaba al oír esto y perseguía a la indiscreta como un viejo fauno. The mendicant would wax indignant at the tale and would pursue the indiscreet maid with all the ardour of an old faun.
De las cuatro muchachas la más fea era la Mellá; con su cabeza gorda y disforme, los ojos negros, la boca grande con los dientes rotos, el cuerpo rechoncho, parecía la bufona de una antigua princesa. Había estado a punto de entrar de corista en un teatro; pero no pudo, porque, a pesar de su buena voz y oído, no pronunciaba con claridad por la falta de dientes. Of the four girls the ugliest was La Mellá; with her big, deformed head, her black eyes, her wide mouth and broken teeth, her dumpy figure, she looked like the lady-jester of some ancient princess. She had been on the point of becoming a chorus-girl; she was balked, however, for despite her good voice and excellent ear for music, she could not pronounce the words clearly because of her missing teeth.
Estaba la Mellá siempre alegre, a todas horas cantando y riendo; llevaba una polvera pequeña en el bolsillo del delantal, que en el fondo de la tapa tenía un espejo, y mirándose en él a la luz de un farol, se enharinaba la cara a cada paso. La Mellá was always in high spirits, singing and laughing at all hours of the day and night. She carried in her apron-pocket a tiny powder-puff with a mirror on the inside of the cover; she would stop at every other step to gaze at herself by the light of a street-lantern and powder her face.
La Mellá era cariñosa y de muy buen corazón; a Manuel se le atragantaba por demasiado fea; la muchacha quería captarse sus simpatías, pero Vidal aconsejó a su primo que no se quedara con ella; le convenía más la Goya, que sacaba más dinero. She was affectionate and kind-hearted. Her excessive ugliness made Manuel gag. The lass was eager to win him but Vidal advised his cousin not to take up with her; La Goya suited him better, for she made more money.
A Manuel no le gustaba la Mellá, a pesar de sus arrumacos; pero la Goya estaba comprometida con el Soldadito, un hombre con oficio, según decía ella, porque cuando se ponía a trabajar era pianista de manubrio. La Mellá was not at all to Manuel′s taste, despite her affectionate caresses; but La Goya was compromised with El Soldadito, a man with a position, as she said, for when he went to work he turned the crank of an handorgan.
Este organillero sacaba los cuartos a la Goya, que, como más bonita, tenía también más parroquia; el Soldadito la vigilaba, y cuando se iba con alguno, la seguía y la esperaba a la salida de la casa de citas para sacarle el dinero. This organ-grinder took all the receipts of La Goya, who, as the prettiest of the quartet, enjoyed the most numerous patronage; El Soldadito watched her and when she went off with anybody, followed, waiting for her to come out of the house of assignation so that he could collect her earnings.
Vidal, de las cuatro, se dignaba proteger a la Rabanitos y a la Engracia; las dos se lo disputaban. La Rabanitos parecía una mujer en miniatura: una carita blanca con manchas azules alrededor de la nariz y de la boca; un cuerpecillo raquítico y delgaducho; labios finos y ojos grandes de esclerótica azul; en el vestir una vieja, con su mantoncito obscuro y su falda negra: ésta era la Rabanitos. Echaba sangre por la boca con frecuencia; hablaba con unos remilgos de comadre, haciendo gestos y jeribeques, y todo su dinero lo gastaba en mojama, en caramelos y en golosinas. Vidal, of the four, condescended to choose La Rabanitos and Engracia as the objects of his protection; the two girls were forever disputing over him. La Rabanitos looked like a pocket-edition of a woman; a white little face with blue streaks about her nose and her mouth; a rachetic, wizened body; thin lips and large eyes of schlerotic blue; she dressed like an old woman, with her sombre little cloak and her black dress; such was La Rabanitos. She was bothered with frequent hemorrhages; she spoke with all the mannerisms of a granny, making queer twists and turns, and she spent all her spare change on dry salt tunny fish, caramels and other dainties.
La Engracia, la otra favorita de Vidal, era el tipo de la mujer de burdel: llevaba la cara blanca por los polvos de arroz; sus ojos, negros y brillantes, tenían una expresión de melancolía puramente animal; al hablar enseñaba los dientes azulados, que contrastaban con la blancura de su cara empolvada. Pasaba de la alegría al enfado sin transición. No sabía sonreír. En su cara aleteaba tan pronto la estupidez como una alegría canallesca, insultante y cínica. Engracia, Vidal′s other favourite, was the typical brothel inmate: her face was white with rice powder; her dark, flashing eyes had an expression of purely animal melancholy; as she spoke she showed her blue teeth, which contrasted with the whiteness of her powdered countenance. She leaped from joy to dejection without transition. She could not smile. Her face was as soon darkened by stupidity as it was illuminated by a ribald merriment, insulting and cynical.
La Engracia hablaba poco, y cuando hablaba era para decir algo muy bestial y muy sucio, algo de un cinismo y de una pornografía complicada. Tenía la imaginación monstruosa y fecunda. Engracia had little to say and when she spoke it was to utter something particularly bestial and filthy, of involved cynicism and pornography. Her imagination was of monstrous fertility.
Un imaginero macabro hubiese encontrado algo genial tallando en piedra los pensamientos de aquella muchacha en el infierno de una Danza de la Muerte. A macabrous sculptor might have hit upon a work of genius by cutting the thoughts of this girl into the stone representing some infernal Dance of Death.
La Engracia no sabía leer. Vestía blusas vistosas, azules y sonrosadas; pañuelo blanco en la cabeza y delantal de color; andaba siempre corriendo de un lado a otro, haciendo sonar las monedas del bolsillo. Llevaba ocho años de buscona y tenía diez y siete. Se lamentaba de haber crecido, porque decía que de niña ganaba más. Engracia could not read. She wore loud waists, blue and pink; a white kerchief on her head and a coloured apron; she trotted along with a swaying movement, so that the coins in her purse kept jingling. She had been eight years in this brothel life, and was only sixteen in all. She was sorry to have grown up, for she said that she had earned far more as a little girl.
Las amistades de Manuel y Vidal con las muchachas duraron un par de meses; Manuel no se decidía por la Mellá, le resultaba demasiado fea; Vidal extendía su radio de acción, copeaba con unos cuantos chulos y se dedicaba a la conquista de una florera que vendía claveles. The friendship of Manuel and Vidal with these girls lasted a couple of months; Manuel could not make up his mind to take up with La Mella; she was too repulsive; Vidal widened the horizons of his activity, tippled with a gang of chulos and devoted himself to the conquest of a flower-girl who sold carnations.
La Engracia y la Rabanitos tenían un odio feroz a la muchacha. Engracia and La Rabanitos conceived a violent hatred for the lass.
—Esa—decía la Rabanitos—, esa está ya tan deshonrá como nosotras... "That strumpet?" La Rabanitos would say. "Why, she′s already as disreputable as us…."
Una noche, Vidal no se presentó en Casa Blanca, y a los dos o tres días apareció en la Puerta del Sol con una mujerona alta, vestida de gris. One night Vidal did not put in his usual appearance at Casa Blanca, and two or three days later he showed up at the Puerta del Sol with a tall, buxom woman garbed in grey.
—¿Quién es?—le preguntó Manuel a su primo. "Who′s that?" asked Manuel of his cousin.
—Se llama Violeta; me he quedado con ella. "Her name′s Violeta; I′ve taken up with her."
—¿Y la otra, la de Casa Blanca? "And the other one, at Casa Blanca?"
Vidal se encogió de hombros. Vidal shrugged his shoulders.
—Quédate tú con ella si quieres—dijo. "You can have her if you wish," he said.
La antigua querida de Vidal dejó de aparecer también por Casa Blanca, y a las dos semanas de no pagar, el administrador puso a Manuel en la calle y vendió el mobiliario: unas cuantas botellas vacías, un puchero y una cama. Vidal′s former sweetheart likewise disappeared from Casa Blanca and, after he had been unable to collect the two weeks′ rent, the administrator put Manuel out into the street and sold the furnishings: a few empty bottles, a stew-pot and a bed.
Manuel durmió durante algunos días en los bancos de la plaza de Oriente y en las sillas de la Castellana y Recoletos. Era al final del verano y todavía se podía dormir al raso. Algunos céntimos que ganó subiendo maletas de las estaciones le permitieron ir viviendo, aunque malamente, hasta octubre. For several days Manuel slept upon the benches of the Plaza de Oriente and on the chairs of La Castellana and Recoletos. It was getting toward the end of summer and he could still sleep in the open. A few céntimos that he earned by carrying valises from the stations helped him to exist, though badly, until October.
Hubo días en que no comió mas que tronchos de berza cogidos en el suelo de los mercados; otros, en cambio, se regaló con banquetes de setenta y ochenta céntimos en los figones. There were days when the only thing he ate was the cabbage stalks that he picked up in the marketplaces; other days, on the contrary, he treated himself to seventy-eight céntimo banquets in the chop-houses.
Llegó octubre, y Manuel empezó a helarse por las noches; su hermana mayor le proporcionó un gabán raído y una bufanda; pero, a pesar de esto, cuando no encontraba sitio donde dormir bajo techado, se moría de frío en la calle. October came around and Manuel began to feel cold at night; his eldest sister gave him a frayed overcoat and a muffler; but despite these, whenever he could find no roof to shelter him he almost froze to death in the street.
Una noche, a principios de noviembre, Manuel se encontró a la puerta de un cafetín de la Cabecera del Rastro con el Bizco, que iba encorvado, casi desnudo, con los brazos cruzados por delante del pecho, y descalzo; tenía un aspecto imponente de miseria y de frío. One night in the early part of November Manuel stumbled against El Bizco at the entrance to a café on La Cabecera del Rastro; the cross-eyed ragamuffin was bent over, almost naked, his arms crossed against his chest, barefoot; he presented a painful picture of poverty and cold.
Dolores la Escandalosa le había dejado por otro. Dolores La Escandalosa had left him for another.
—¿Dónde podríamos ir a dormir?—le preguntó Manuel. "Where can we go to sleep?" Manuel asked him.
—Vamos a las cuevas de la Montaña—contestó el Bizco. "Let′s try the caves of La Montaña," answered El Bizco.
—Pero ¿allá se podrá entrar? "But can we get in there?"
—Sí; si no hay mucha gente. "Yes, if there aren′t too many."
—Entonces, andando. "Come on, then."
Salieron los dos, por Puerta de Moros y la calle de los Mancebos, al Viaducto; cruzaron la plaza de Oriente, siguieron la calle de Bailen y la de Ferraz, y, al llegar a la Montaña del Príncipe Pío, subieron por una vereda estrecha, entre pinos recién plantados. The two crossed through the Puerta de Moros and Mancebos Street to the Viaduct; they traversed the Plaza de Oriente, following along Bailen and Ferraz Streets, and, as they reached the Montaña del Príncipe Pío, ascended a narrow path bordered by recently planted pines.
A obscuras anduvieron el Bizco y Manuel de un lado a otro, explorando los huecos de la Montaña, hasta que una línea de luz que brotaba de una rendija de la tierra les indicó una de las cuevas. El Bizco and Manuel went along in the dark from one side to the other, exploring the hollows of the mountain, until a ray of light issuing from a crevice in the earth betrayed one of the caves.
Se acercaron al agujero; salía del interior un murmullo interrumpido de voces roncas. They approached the hole; from within came the interrupted hum of hoarse voices.
A la claridad vacilante de una bujía, sujeta en el suelo entre dos piedras, más de una docena de golfos, sentados unos, otros de rodillas, formaban un corro jugando a las cartas. En los rincones se esbozaban vagas siluetas de hombres tendidos en la arena. By the flickering light of a candle which was held in position on the ground by two rocks, more than a dozen outcasts, some seated and some on their knees, formed a knot of card-players. In the corners might be discerned the hazy outlines of men stretched out on the sand.
Un vaho pestilente se exhalaba del interior del agujero. A fetid vapour was exhaled by the cave.
Temblaba la llama, iluminando a ratos, ya un trozo de la cueva, ya la cara pálida de uno de los jugadores, y, al parpadear de la luz, las sombras de los hombres se alargaban y se achicaban en las paredes arenosas. De cuando en cuando se oía una maldición o una blasfemia. The flame flickered, illuminating now a corner of the den, now the pale face of one of the players, and as the light blinked, the shadows of the men grew long or short on the sandy walls. From time to time was heard a curse or a blasphemy.
Manuel pensó haber visto algo parecido en la pesadilla de una fiebre. Manuel thought that he had beheld something like this before in one of his feverish nightmares.
—Yo no entro—le dijo al Bizco. "I′m not going in," he said to El Bizco.
—¿Por qué?—preguntó éste. "Why?" asked his companion.
—Prefiero helarme. "I′d rather freeze."
—Haz lo que quieras. Yo conozco a uno de esos. Es el Intérprete. "As you please, then. I know one of these fellows. He′s El Interprete."
—¿Y quién es el Intérprete? "And who is this Interprete?"
—El capitán de los golfos de la Montaña. "The captain of all the mountain vagabonds."
A pesar de estas seguridades, Manuel no se decidió. Despite these assurances Manuel hesitated.
—¿Quién está ahí?—se oyó que preguntaban de dentro. "Who′s there?" came a voice from inside.
—Yo—contestó el Bizco. "I," answered El Bizco.
Manuel se alejó de allá a todo correr. Cerca de la cueva había dos o tres casuchas reunidas, con un corral en medio, cercada por una tapia de pedruscos. Manuel dashed off at full speed. Near the cave stood a group of two or three huts, with a yard in the middle, surrounded by a rough stone wall.
Era aquello, según el nombre irónico puesto por la golfería, el Palacio de Cristal, nido de palomas torcaces de bajo vuelo que garfaban en el cuartel de la montaña, y a las cuales, por la noche, acompañaban gavilanes y gerifaltes amigos. This, according to the ironic name given to it by the ragamuffins, was the Crystal Palace, the nest of some low-flying turtledoves who frequented the Montaña barracks and who, at night, were joined by friendly hawks and gerfalcons.
El paso del corral estaba cerrado por una puerta de dos hojas. The entrance to the yard was closed by a double-panelled door.
Manuel la examinó por ver si cedía, pero era fuerte, y blindada con latas extendidas y claveteadas sobre esteras. Manuel examined it to see if it yielded, but it was strong, and was armoured with tins that were stretched out and nailed down upon mats.
Pensó que allí no habría nadie, e intentó saltar la tapia; subió sobre el muro bajo de cascote y, al ir a pasar, se enredó en un alambre, cayó una piedra de la cerca al suelo, comenzó a ladrar un perro con furia y se oyó de dentro una maldición. He thought that nobody could be there and tried to climb the wall; he scaled the low rubble inclosure and as he advanced, got caught in a wire; a stone fell noisily from the wall, a dog began to bark furiously, and a curse echoed from inside.
Manuel pudo convencerse de que el nido no estaba vacío, y huyó de allá. En un hueco, algo resguardado de la lluvia, se metió y se acurrucó a dormir. Manuel, convinced that the nest was not empty, took to flight. He sought shelter in a doorway that was somewhat protected from the rain and huddled down to sleep.
Era de noche aún cuando se despertó tiritando de frío, temblando de la cabeza a los pies. Echó a correr para entrar en reacción; llegó al paseo de Rosales y dió varias vueltas arriba y abajo. It was still night when he awoke shivering with the cold, trembling from head to foot. He started to run so as to warm himself; he reached the Paseo de Rosales and strode up and down several times.
La noche se le hizo eterna. It seemed that the night would never end.
Dejó de llover; a la mañana salió el sol; en un agujero abierto en la pendiente del terraplén, Manuel se guareció. El sol comenzaba a calentar de una manera deliciosa. Manuel soñó con una mujer muy blanca y muy hermosa, con unos cabellos de oro. Se acercó a la dama, muerto de frío, y ella le envolvió con sus hebras doradas y él se fué quedando en su regazo agazapado dulcemente, muy dulcemente... The rain ceased; the sun came out in the morning; Manuel took refuge in a hollow on the slope of the embankment. The sun began to warm him most deliciously. Manuel dreamed of a very white, exceedingly beautiful woman with golden tresses. Frozen almost to death, he drew near the lady, and she wrapped him in her golden strands and he nestled tenderly, ever so tenderly in her lap….




CAPÍTULO VI

El señor Custodio y su hacienda.—A la busca

CHAPTER VI

Señor Custodio and His Establishment—The Free Life.

... Y dormía con el más dulce de los sueños, cuando una voz áspera le trajo a las amargas e impuras realidades de la existencia. … And he was in the midst of the most ravishing dreams when a harsh voice recalled him to the bitter, impure realities of existence.
—¿Qué haces ahí, golfo?—le dijeron. "What are you doing there, loafer?" some one was asking him.
—¡Yo!—murmuró Manuel, abriendo los ojos y contemplando a quien le hablaba—. Yo no hago nada. "I!" mumbled Manuel, opening his eyes and staring at his questioner. "I′m not doing anything."
—Sí; ya lo veo; ya lo veo. "Yes, I can see that. I can see that."
Manuel se incorporó; tenía ante sí un viejo de barba entrecana y mirada adusta, con un saco al hombro y un gancho en la mano. Llevaba el viejo una gorra de piel, una especie de gabán amarillento y una bufanda rojiza arrollada al cuello. Manuel got up; before him he beheld an old man with greyish hair and gloomy mien, with a sack across his shoulder and a hook in his hand. The fellow wore a fur cap, a sort of yellowish overcoat and a reddish muffler rolled around his neck.
—¿Es que no tienes casa?—preguntó el hombre. "Have you a home?" asked the man.
—No, señor. "No, sir."
—¿Y duermes al aire libre? "And you sleep in the open?"
—Como no tengo casa... "Well, as I haven′t any home…."
El trapero se puso a escarbar en el suelo, sacó algunos trapos y papeles, los guardó en el saco y, volviendo a mirar a Manuel, añadió: The ragpicker began to rake over the ground, fished up some objects and various papers, shoved them into the sack and turning his gaze again upon Manuel, added:
—Más te valdría trabajar. "You′d be better off if you went to work."
—Si tuviera trabajo, trabajaría; pero como no tengo... a ver...—y Manuel, harto de palabras inútiles, se acurrucó para seguir durmiendo. "If I had work, I′d work; but I haven′t, so …"—and Manuel, wearied of these useless words, huddled into his corner to continue his slumbers.
—Mira...—dijo el trapero—ven conmigo. Yo necesito un chico... te dará de comer. "See here," said the ragdealer, "you come along with me. I need a boy… I′ll feed you."
Manuel miró al viejo, sin contestar nada. Manuel looked at the man without replying.
—Conque ¿quieres o no? Anda, decídete. "Well, do you want to or not? Hurry up and decide."
Manuel se levantó perezosamente. El trapero subió la cuesta del terraplén con el saco al hombro, hasta llegar a la calle de Rosales, en donde tenía un carrito, tirado por dos burros. Arreó el hombre a los animales, bajaron al paseo de la Florida, y después, por el de los Melancólicos, pasaron por delante de la Virgen del Puerto y siguieron la ronda de Segovia. El carro era viejo, compuesto con tiras de pleita, con su chapa y su número y estaba cargado con dos o tres sacos, cubos y espuertas. Manuel lazily arose. The rag man, sack slung across his shoulder, climbed the slope of the embankment until he reached Rosales Street, where he had a cart drawn by two donkeys. The man told them to move on and they ambled down toward the Paseo de la Florida, thence through Virgen del Puerto Avenue to the Ronda de Segovia. The cart, with its license plate and number, was a tumbledown affair, held together by strips of brass, and was laden with two or three sacks, buckets and baskets.
El trapero, el señor Custodio, así dijo él que se llamaba, tenía facha de buena persona. The ragman, Señor Custodio,—that was what he gave as his name,—looked like a good-natured soul.
De cuando en cuando recogía algo en la calle y lo echaba en el carro. From time to time he would bend over, pick up something from the street and throw it into the cart.
Debajo del carro, sujeto por una cadena y andando despacio, iba un perro con unas lanas amarillas, largas y lustrosas, un perro simpático que, en su clase, le pareció a Manuel que debía ser tan buena persona como su amo. Underneath the cart, attached to it by a chain, jogged along in leisurely fashion a dog with yellowish locks, long and lustrous,—an amiable creature who appeared to Manuel as good a canine as his master was a human being. *****
Entre el puente de Segovia y el de Toledo, no muy lejos del comienzo del paseo Imperial, se abre una hondonada negra con dos o tres chozas sórdidas y miserables. Es un hoyo cuadrangular, ennegrecido por el humo y el polvo del carbón, limitado por murallas de cascote y montones de escombros. Between the Segovia and Toledo bridges, not far from the head of Imperial Avenue, there opens a dark depression with a cluster of two or three squalid, wretched huts. It is a quadrangular ditch, blackened by smoke and coal dust, hemmed in by crumbling walls and heaps of rubbish.
Al llegar a los bordes de esta hondonada, el trapero se detuvo e indicó a Manuel una casucha próxima a un Tío Vivo roto y a unos columpios, y le dijo: As he reached the edge of this depression, the rag-dealer stopped and pointed out to Manuel a hovel standing next to a broken-down merry-go-round and some swings, saying:
—Esa es mi casa; lleva el carro ahí y vete descargando. ¿Podrás? "That′s my house; take the cart down there and unload it. Can you do that?"
—Sí; creo que sí. "Yes, I think so."
—¿Tienes hambre? "Are you hungry?"
—Sí, señor. "Yes, sir."
—Bueno; pues dile a mi mujer que te dé de almorzar. "Very well. Then tell my wife to give you a bite."
Bajó Manuel con el carro hasta la hondonada por una pendiente de escombros. La casa del trapero era la mayor de todas y tenía corral y un cobertizo adosado a ella. Manuel accompanied the cart into the hollow over an embankment of rubbish. The ragdealer′s house was the largest in the vicinity and had a yard as well as an adjoining shed.
Se detuvo Manuel en la puerta de la casucha; una vieja le salió al encuentro: Manuel stopped before the door of the hut; an old woman came out to meet him.
—¿Qué quieres tú, chaval?—le dijo—. ¿Quién te manda venir aquí? "What do you want, kid?" she asked. "Who sent you here?"
—El señor Custodio. Me ha encargado que me diga usted dónde tengo que dejar lo que va en el carro. "Señor Custodio. He told me to ask you where to put the stuff that′s in the cart."
La vieja le indicó el cobertizo. The woman pointed out the shed.
—Me ha dicho también—agregó el muchacho—que me dé usted de almorzar. "He told me also," added the boy, "to say that you should give me something to eat."
—¡Te conozco, lebrel!—murmuró la vieja. "I know you, you foxy creature," mumbled the old woman.
Y después de refunfuñar durante largo rato y de esperar a que Manuel descargara el carro, le dió un trozo de pan y de queso. And after grumbling for a long time and waiting for Manuel to dump out the contents of the cart, she gave him a slice of bread and a piece of cheese.
La vieja desenganchó los dos borricos del carrito y soltó al perro, que se puso a ladrar y a jugar de contento; ladró a los burros, uno negro y otro rucio, que volvieron la cabeza para mirarle y le enseñaron los dientes; persiguió desesperadamente a un gato blanco de cola erizada como un plumero, luego se acercó a Manuel, que, sentado al sol, comía su trozo de queso y de pan en espera de algo. Almorzaron los dos. The woman unharnessed the two mules and released the dog, who began to bark and play with contentment; he snapped playfully at the mules, one black and the other a silvery grey, who turned their eyes upon him and showed their teeth; desperately he gave chase to a white cat with a tail that bristled like a feather-duster, then approached Manuel, who, seated in the sun, was nibbling at his bit of cheese and his slice of bread, waiting for something. They both had lunch.
Manuel dió vuelta a la casa para verla. Uno de sus lados estrechos lo componían dos casetas de baño. Manuel walked around the dwelling and looked it over. One of its narrow sides was composed of two bathing-houses.
Estas dos casetas no se hallaban unidas, dejaban entre ambas un espacio tapado por una puerta de hierro, de las usadas para cerrar las tiendas, llenas de orín. These two bathing-houses were not joined, but left between them a space filled in by a rusty iron door such as is used to fasten shops.
Formaban las dos paredes más largas de la casa del trapero estacas embreadas, y la pared contraria a la de las dos casetas de baño estaba construída con piedras gruesas e irregulares, y se curvaba hacia el exterior con un abombamiento como el del ábside de una iglesia. Por dentro, esta curvatura correspondía a un hueco a modo de ancha hornacina, ocupado por el fogón de la chimenea. The two longer walls of the ragdealer′s hovel were formed of stakes paid with pitch, and the wall opposite to that built of the bathing-houses was constructed of thick, irregular rocks and curved outward with a swelling like that of a church presbytery. Within, this curve corresponded to a hollow in the manner of a wide vaulted niche occupied by the hearth.
La casa, a pesar de ser pequeña, no tenía un sistema igual de cubierta; en unas partes, las latas, con grandes pedruscos encima y con los intersticios llenos de paja, substituían a las tejas; en otras, las pizarras sujetas y afianzadas con barro; en otras, las chapas de cinc. The house, despite its tiny size, had no uniform system of roofing; in some spots tiles were substituted by strips of tin with heavy rocks holding them in place and the interstices chinked with straw; in others, the slate was mortared together with mud; in still others, sheets of zinc provided protection.
Se notaba en la construcción de la casa las fases de su crecimiento. Como el caparazón de una tortuga aumenta a medida del desarrollo del animal, así la casucha del trapero debió ir agrandándose poco a poco. Al principio aquello debió ser una choza para un hombre solo, como la de un pastor; luego se ensanchó, se alargó, se dividió en habitaciones; después agregó sus dependencias, su cubierto y su corraliza. The construction of the house betrayed each phase of its growth. As the shell of the tortoise augments with the development of the reptile, so did the rag-dealer′s hovel little by little increase. At first it must have been a place for only one person, something like a shepherd′s hut; then it widened, grew longer, divided into rooms, afterwards adding its annexes, its shed and its yard.
Frente a la puerta de la vivienda, en un raso de tierra apisonado, se levantaba un Tío Vivo, rodeado de una valla bajita, octogonal, en cuyos palitroques, podridos por la acción de la humedad y del calor, se conservaban algunos restos de pintura azul. Before the door to the dwelling, on a flat stretch of tamped earth, stood a carrousel surrounded by a low, octagonal impalement; the stakes, decayed by the action of moisture and heat, still showed a vestige of their original blue paint.
Aquellos pobres caballos del Tío Vivo, pintados de rojo, ofrecían a las miradas del espectador indiferente el más cómico y al mismo tiempo el más lamentable de los aspectos; uno de los corceles, desteñido, presentaba un color indefinible; otro debió de olvidar una de sus patas en su veloz carrera; algunos de ellos, en una postura elegantemente incómoda, simbolizaba la tristeza humilde y la modestia honrada y de buen gusto. Those poor merry-go-round steeds, painted red, offered to the gaze of the indifferent spectator the most comical, and at the same time the most pathetic sight. One of the coursers was of indeterminate hue; the other must have forgotten his paws in his mad race; one of them, in a most elegantly uncomfortable pose, symbolized humble sadness and honest, refined modesty.
Al lado del Tio Vivo se levantaba un caballete formado por dos trípodes, sobre los cuales se apoyaba una viga, cuyos ganchos servían para colgar los columpios. At the side of the merry-go-round rose a frame formed of two tripods upon which rested a beam, whose hooks served as the support of swings.
La hondonada negra contaba con tres casuchas más, las tres construídas con latas, escombros, tablas, cascotes y otros elementos similares de construcción; una de las chozas se cuarteaba por vejez o mala construcción, y para impedir su caída, su dueño, sin duda, la puso, a lo largo de una de las paredes, una fila de estacas, en las cuales se apoyaba como un cojo en su muleta; otra de las casas tenía, a modo de asta bandera, un palo largo en el tejado, con un puchero en la punta... The black ditch harboured three other hovels, all three constructed of tins, rubbish, planks, ruins and other similar building materials. One of the shacks, owing either to old age or deficient architecture, threatened to collapse, and the owner, no doubt, had sought to prevent its fall by sinking a row of stakes along one of the walls, against which it leaned like a lame man upon his crutch; another house flaunted like a flagstaff a long stick on its roof with a pot stuck on the top….
Después de almorzar, Manuel indicó a la vieja cómo el señor Custodio le había dicho que se quedara allí. After eating Manuel informed the old woman that Señor Custodio had told him he might remain there.
—Dígame usted si tengo que hacer algo—concluyó diciendo. "Tell me whether there′s anything else for me to do," he concluded.
—Bueno; quédate aquí. Ten cuidado con la lumbre; si el puchero hierve, déjalo; si no, echa al fuego un poco de carbón. ¡Reverte! ¡Reverte!—gritó la vieja llamando al perro—. Que se quede aquí. "All right. Stay here. Take care of the fire. If the pot boils, let it; if it doesn′t, throw a bit of coal into the flames. Reverte! Reverte!" shouted the woman to the dog. "Let him remain here."
Se fué la mujer y quedó Manuel solo con el perro. La olla hervía. Manuel, seguido de Reverte, recorrió la casa por dentro. Estaba dividida en tres cuartos: una cocina pequeña y un cuarto grande, al cual entraba la luz por dos altos ventanillos. She went off and Manuel was left alone with the dog. The stew boiled merrily. Manuel, followed by Reverte, made an inspection tour of the house. It was divided into three compartments: a tiny kitchen and a large room into which the light entered through two high, small windows.
En este cuarto o almacén, por todas partes, de las paredes y del techo, colgaban trapos viejos de diversos colores, ropas blancas, barretinas y boinas rojas, trozos de mantones de crespón. En los vasares y en el suelo, separados por clases y tamaños, había frascos, botellas, tarros, botes, un verdadero ejército de cacharros de cristal y de porcelana; rompían fila esos botellones verdosos hidrópicos de las droguerías y unas cuantas ventrudas damajuanas; luego venían botellas de azumbre, altas, negruzcas; bombonas recubiertas de paja; después seguía la sección de aguas medicamentosas, la más variada y numerosa, pues en ella se incluían los sifones de agua de Seltz y de agua oxigenada, los botellines de gaseosa, las botellas de Vichy, de Mondariz, de Carabaña; y pasada esta sección, se amontonaba la morralla, los frascos de perfumería, los tarros y botes de pomada, de crema y de velutina. In this room or store-room, on all sides, from the walls and from the ceiling, hung old wares of various hue, white clothes, red boinas and Catalonian caps, strips of crape cloaks. On the shelves and on the floor, separated according to class and size, were flasks, bottles, jars, canisters, a veritable army of glass and porcelain pots; the ranks were broken by those huge, green, dropsical pharmacy bottles, and several heavy-paunched demi-johns; then came half-gallon bottles, tall and dark; straw-covered vases; this was followed by the section devoted to medicinal waters, the most varied and numerous of all, for it included Seltzer-water siphons, oxygenized-water siphons, bottles of gaseous water, Vichy, Mondariz, Carabana; after this came the small fry, the perfume phials, the pots, the cold-cream jars, the cosmetic receptacles.
Además de este departamento de botillería, había otros: de lata de conservas y de galletas, colocadas en vasares; de botones y llaves metidos en cajas; de retales, de cintas y de puntillas arrollados en carretes y cartones. In addition to this department of bottles there were others: canned-goods tins and pans ranged on shelves; buttons and keys kept in chests; remnants, ribbons and laces rolled around spools or cardboard.
A Manuel le pareció agradable aquello. Hallábase todo arreglado, limpio relativamente, se notaba la mano de una persona ordenada y pulcra. All this struck Manuel as quite pleasant. Everything was in its proper place, relatively spick and span; the hand of a methodical, neat person was in evidence.
En la cocina, enjalbegada de cal, brillaban los pocos trastos de la espetera. En el fogón, sobre la ceniza blanca, un puchero de barro hervía con un glu glu suave. In the kitchen, which was kalsomined, shone the few scullery utensils. On the hearth, above the white ashes, an earthenware stew-pot was boiling away with a gentle purring.
De fuera, apenas llegaba vagamente, y eso como un pálido rumor, el ruido lejano de la ciudad; reinaba un silencio de aldea; a intervalos, algún perro ladraba, algún carro resonaba al dar barquinazos por el camino y volvía el silencio, y en la cocina sólo se escuchaba el glu glu del puchero, como un suave y confidencial murmullo... From outside there scarcely came the distant noises of the city, which filtered in like a pale sound; it was as quiet as in a remote hamlet; now and then a dog would bark, some cart would creak as it bumped along the road, then silence would be restored and in the kitchen nothing would be heard save the glu glu of the pot, like a soft, confidential murmur….
Manuel echaba una mirada de satisfacción, por la rendija de la puerta, a la hondonada negra. En el corral, las gallinas picoteaban la tierra; un cerdo hozaba y corría asustado de un lado a otro, gruñendo y agitándose con estremecimientos nerviosos; Reverte bostezaba y guiñaba los ojos con gravedad, y uno de los burros se revolcaba alegremente entre pucheros rotos, cestas carcomidas y montones de basura, mientras el otro contemplaba con la mayor sorpresa, como escandalizado por un comportamiento tan poco distinguido. Manuel cast a look of satisfaction through the chink of the door to the dark ditch outside. In the corral the hens were scratching the earth; a hog was rooting about, running in fright from one side to the other, grunting and quivering with nervous tremours; Reverte was yawning, blinking gravely, and one of the donkeys was wallowing delightedly amidst broken pots, decayed baskets and heaps of refuse, while the other, as if scandalized by such unrefined comportment, contemplated him with the utmost surprise.
Toda aquella tierra negra daba a Manuel una impresión de fealdad, pero al mismo tiempo de algo tranquilizador, abrigado; le parecía un medio propio para él. Aquella tierra, formada por el aluvión diario de los vertederos; aquella tierra, cuyos únicos productos eran latas viejas de sardinas, conchas de ostras, peines rotos y cacharros desportillados; aquella tierra, árida y negra, constituída por detritus de la civilización, por trozos de cal y de mortero y escorias de fábricas, por todo lo arrojado del pueblo como inservible, le parecía a Manuel un lugar a propósito para él, residuo también desechado de la vida urbana. All this black earth filled Manuel with an impression of ugliness, yet at the same time with a sense of tranquillity and shelter; it seemed a proper setting for him. This soil formed the daily deposits of the dumping-place; this earth, whose sole products were old sardine-cans, oyster shells, broken combs and shattered pots; this earth, black and barren, composed of the detritus of civilization, of bits of lime and mortar and factory refuse, of all that the city had cast off as useless, seemed to Manuel a place made especially for him, for he himself was a bit of the flotsam and jetsam likewise cast adrift by the life of the city.
Manuel no había visto más campos que los tristes y pedregosos del pueblo de Soria y los más tristes aún de los alrededores de Madrid. No sospechaba que en sitios no cultivados por el hombre hubiese praderas verdes, bosques frondosos, macizos de flores; creía que los árboles y las flores sólo nacían en los jardines de los ricos... Manuel had seen no other fields than the sad, rocky meadows of Soria and the still sadder ones of the Madrilenian suburbs. He did not suspect that in spots uncultivated by man there were green meadows, leafy woods, beds of flowers; he thought that trees and flowers were born only in the gardens of the rich….
Los primeros días en casa del señor Custodio parecieron a Manuel de demasiada sujeción; pero como en la vida del trapero hay mucho de vagabundaje, pronto se acostumbró a ella. Manuel′s first days in Señor Custodio′s house seemed too burdened; but as there is plenty of free roaming in the ragdealer′s life, he soon grew accustomed to it.
Se levantaba el señor Custodio todavía de noche, despertaba a Manuel, enganchaban entre los dos los borricos al carro y comenzaban a subir a Madrid, a la caza cotidiana de la bota vieja y del pedazo de trapo. Unas veces iban por el paseo de los Melancólicos; otras, por las rondas o por la calle de Segovia. Señor Custodio arose when it was still night, woke Manuel, and they both harnessed the two donkeys to the cart and took the direction to Madrid, on their daily hunt for the old boot and the discarded tatter. Sometimes they went by way of Melancólicos Avenue; others, by the Rondas or through Segovia Street.
El invierno comenzaba; a las horas que salían Madrid estaba completamente a obscuras. El trapero tenía sus itinerarios fijos y sus puntos de parada determinados. Cuando iba por las rondas y subía por la calle de Toledo, que era lo más frecuente, se detenía en la plaza de la Cebada y en Puerta de Moros, llenaba los serones de verdura y seguía hacia el centro. Winter was coming on; at the hour when they sallied forth Madrid was in complete darkness. The ragdealer had his fixed itinerary and his schedule of call stations. When he went by way of the Rondas and drove up Toledo Street, which was his most frequent route, he would halt at the Plaza de la Cebada and the Puerta de Moros, fill his hamper with vegetables and continue toward the heart of the city.
Otros días se encaminaba por el paseo de los Melancólicos a la Virgen del Puerto, de aquí a la Florida, luego a la calle de Rosales, en donde escogía lo que echaban algunos volquetes de la basura, y seguía a la plaza de San Marcial y llegaba a la plaza de los Mostenses. On other days he travelled through Melancólicos Avenue to the Virgen del Puerto, from here to La Florida, then to Rosales Street, where he rummaged in the rubbish deposited by the tip-carts, continuing to the Plaza de San Marcial and arriving at the Plaza de los Mostenses.
En el camino, el señor Custodio no veía nada sin examinar al pasar lo que fuera, y recogerlo si valía la pena; las hojas de verdura iban a los serones; el trapo, el papel y los huesos, a los sacos; el cok medio quemado y el carbón, a un cubo, y el estiércol, al fondo del carro. On the way Señor Custodio let nothing escape his eye; he would examine it and keep it if it were worth the trouble. The leaves of vegetables went into the hampers; rags, paper and bones went into the sacks; the half-burned coke and coal found a place in a bucket and dung was thrown into the back of the cart.
Regresaban Manuel y el trapero por la mañana temprano; descargaban en el raso que había delante de la puerta, y marido y mujer y el chico hacían las separaciones y clasificaciones. El trapero y su mujer tenían una habilidad y una rapidez para esto pasmosa. Manuel and the ragdealer returned early in the morning; they unloaded the cart on the flat earth before the door, and husband, wife and the boy would separate and classify the day′s collection. The rag-dealer and his wife were amazingly skilful and quick at this work.
Los días de lluvia hacían la selección dentro del cobertizo. En estos días la hondonada era un pantano negro, repugnante, y para cruzarlo había que meterse en el lodo, en algunos sitios hasta media pierna. Todo en estos días chorreaba agua; en el corral, el cerdo se revolcaba en el cieno; las gallinas aparecían con las plumas negras, y los perros andaban llenos de barro hasta las orejas. On rainy days the assorting was done in the shed. During such weather the depression became a dismal, repellant swamp, and in order to cross it one had to sink into the mud, in places half way up to the knee. Everything would drip water; the hog in the yard would wallow in mire; the hens would appear with their wings all black and the dog scampered about coated with mud to the ears.
Después de la clasificación de todo lo recogido, el señor Custodio y Manuel, con una espuerta cada uno, esperaban a que vinieran los carros de escombros, y cuando descargaban los carreros, iban apartando en el mismo vertedero: los cartones, los pedazos de trapo, de cristal y de hueso. After the sorting of the collection, Señor Custodio and Manuel, each with a basket, would wait for the dump-carts to arrive, and as the refuse was tipped out, they would set about sorting it on the very dumping-grounds: pasteboard, rags, glass and bones.
Por las tardes, el señor Custodio iba a algunas cuadras del barrio de ArgÜelles a sacar el estiércol y lo llevaba a las huertas del Manzanares. In the afternoon Señor Custodio would go to certain stables in the ArgÜelles district to clean out the manure and take it to the orchards on the Manzanares.
Entre unas cosas y otras, el señor Custodio sacaba para vivir con cierta holgura; tenía su negocio perfectamente estudiado, y como el vender su género no le apremiaba, solía esperar las ocasiones más convenientes para hacerlo con alguna ventaja. Between one thing and another Señor Custodio made enough to live in a certain comfort; he had a firm grasp upon his business and as he was under no compulsion to sell his wares promptly, he would wait for the most opportune occasion so that he could sell with advantage.
El papel que almacenaba se lo compraban en las fábricas de cartón; le daban de treinta a cuarenta céntimos por arroba. Exigían los fabricantes que estuviera perfectamente seco, y el señor Custodio lo secaba al sol. Como a veces querían escatimarle en el peso, solía meter en cada saco tres o cuatro arrobas justas, pesadas con una romana; en la jerga del talego pintaba un número con tinta, indicador de las arrobas que contenía; estos sacos los guardaba en una especie de bodega o sentina de barco que había hecho el trapero ahondando en el suelo del cobertizo. The paper that he thus stored up was purchased by the pasteboard factories; they gave him from thirty or forty céntimos per arroba. The manufacturers required the paper to be perfectly dry, and Señor Custodio dried it in the sun. As they tried at times to get the best of him in weight, he used to place in each sack two or three full arrobas, weighed with a steelyard; on the cloth of the sack he would inscribe a number in ink, indicating the amount of arrobas it contained, and these sacks he held in a sort of cellar or ship′s hold that he had dug into the ground of the shed.
Cuando había una partida grande de papel se vendía en una fábrica de cartón que había en el paseo de las Acacias. No solía perder el viaje el señor Custodio, porque además de vender el género en buenas condiciones, a la vuelta llevaba su carro a unas escombreras de una fábrica de alquitrán que había por allá, y recogía del suelo una carbonilla muy menuda, que se quemaba bien y ardía como cisco. When there was a great quantity of paper he sold it to a pasteboard factory on Acacias Avenue. Señor Custodio′s journey was not in vain, for in addition to selling the goods at a fancy price, he would, on the way back, drive his cart in the direction of a pitch factory of the vicinity, and there he picked up from the ground a very fine coal that burned excellently and gave as much heat as slag.
Las botellas las vendía el trapero en los almacenes de vino, en las fábricas de licores y de cervezas; los frascos de específicos en las droguerías; los huesos iban a parar a las refinerías y el trapo a las fábricas de papel. He sold the bottles to wine houses, to liquor and beer distilleries; the medicine flasks he disposed of to pharmacists; the bones went to the refineries and the rags to the paper factories.
Los desperdicios de pan, hojas de verdura, restos de frutas, se reservaban para la comida de los cerdos y gallinas, y lo que no servía para nada se echaba al pudridero y, convertido en fiemo, se vendía en las huertas próximas al río. The bread leavings, vegetable leaves and fruit cores were reserved for the feed of the pigs and hens, and what was of no use at all was cast into the rotting-place, converted into manure and sold to the orchards near the river.
El primer domingo que estuvo allí Manuel, el señor Custodio y su mujer aprovecharon la tarde. Hacía mucho tiempo que no salían juntos por no dejar la casa sola; se vistieron los dos muy elegantes y fueron a visitar a su hija, que estaba de modista en el taller de una parienta. On the first Sunday that Manuel spent there, Señor Custodio and his wife took the afternoon off. For many a day they had never gone out together because they were afraid to leave the house alone; this day they dressed up in their best and went on a visit to their daughter, who worked as a modiste in a relative′s shop.
Manuel se quedó solo muy a gusto con Reverte, contemplando la casa, el corral, la hondonada; hizo dar vueltas al Tío Vivo, que rechinó como malhumorado; se subió al caballete del columpio, contempló a las gallinas, molestó un poco al cerdo y corrió de un lado para otro, perseguido por el perro, que ladraba alegremente con furia fingida. Manuel was glad to be left by himself with Reverte, contemplating the house, the yard, the ditch; he turned the carrousel round and it creaked ill-humouredly; he climbed up the swing frame, looked down at the hens, teased the pig a little and then ran up and down with the dog chasing after him barking merrily in feigned fury.
Atraía a Manuel, sin saber por qué, aquella negra hondonada con sus escombreras, sus casuchas tristes, su cómico y destartalado Tío Vivo, su caballete de columpio y su suelo lleno de sorpresas, pues lo mismo brotaba de sus entrañas negruzcas el pucherete tosco y ordinario, que el elegante frasco de esencias de la dama; lo mismo el émbolo de una prosaica jeringa, que el papel satinado y perfumado de una carta de amor. This dark depression attracted Manuel somehow or other, with its rubbish heaps, its gloomy hovels, its comical, dismantled merry-go-round, its swings, and its ground that held so many surprises, for a rough, ordinary pot burgeoned from its depths as easily as a lady′s elegant perfume phial; the rubber bulb of a prosaic syringe grew side by side with the satin, scented sheet of a love letter.
Aquella vida tosca y humilde, sustentada con los detritus del vivir refinado y vicioso; aquella existencia casi salvaje en el suburbio de una capital, entusiasmaba a Manuel. Le parecía que todo lo arrojado allí de la urbe, con desprecio, escombros y barreños rotos, tiestos viejos y peines sin púas, botones y latas de sardinas, todo lo desechado y menospreciado por la ciudad, se dignificaba y se purificaba al contacto de la tierra. This rough, humble life, sustained by the detritus of a refined, vicious existence; this almost savage career in the suburbs of a metropolis, filled Manuel with enthusiasm. It seemed to him that all the stuff cast aside in scorn by the capital,—the ordure and broken tubs, the old flower-pots and toothless combs, buttons and sardine tins,—all the rubbish thrown aside and spurned by the city, was dignified and purified by contact with the soil.
Manuel pensó que si con el tiempo llegaba a tener una casucha igual a la del señor Custodio y su carro, y sus borricos y sus gallinas, y su perro, y además una mujer que le quisiera, sería uno de los hombres casi felices de este mundo. Manuel thought that if in time he should become the owner of a little house like Señor Custodio′s, and of a cart and donkeys, and hens and a dog, and find in addition a woman to love him, he would be one of the almost happy men in this world.




CAPÍTULO VII

El señor Custodio y sus ideas.—La Justa, el «Carnicerín» y el «Conejo».

CHAPTER VII

Señor Custodio′s Ideas—La Justa, El Carnicerín, and El Conejo.

EL señor Custodio era un hombre inteligente, de luces naturales, muy observador y aprovechado. No sabía leer ni escribir, y, sin embargo, hacía notas y cuentas; con cruces y garabatos de su invención, llegaba a substituir la escritura, al menos para los usos de su industria. Señor Custodio was an intelligent fellow of natural gifts, very observant and quick to take advantage of a situation. He could neither read nor write, yet made notes and kept accounts; with crosses and scratches of his own invention he devised a substitute for writing, at least for the purposes of his own business.
Sentía el señor Custodio un gran deseo de instruirse, y a no ser porque le parecía ridículo, se hubiese puesto a aprender a leer y escribir. Por las tardes, concluído el trabajo, solía decir a Manuel que leyese los periódicos y revistas ilustradas que recogía por la calle, y el trapero y su mujer prestaban gran atención a la lectura. Señor Custodio was exceedingly eager for knowledge, and if it weren′t that the notion struck him as ridiculous, he would have set about learning how to read and write. In the afternoon, work done, he would ask Manuel to read the newspapers and the illustrated reviews that he picked up on the streets, and the ragdealer and his wife listened with the utmost attention.
Guardaba también el señor Custodio unos cuantos tomos de novelas por entregas que había dejado su hija, y Manuel comenzó a leerlos en voz alta. Señor Custodio had, too, several volumes of novels in serial form that had been left behind by his daughter, and Manuel began to read them aloud.
Las observaciones del trapero, el cual tomaba por historia la ficción novelesca, eran siempre atinadas y justas, reveladoras de un instinto de sensatez y de buen sentido. El criterio sensato del trapero a Manuel no siempre le agradaba, y a veces se atrevía a defender una tesis romántica e inmoral; pero el señor Custodio le atajaba en seguida, sin permitirle que siguiera adelante. The comment of the ragdealer, who took this fiction for historic truth, was always perspicacious and just, revelatory of an instinct for reasoning and common sense. The man′s realistic criticism was not always to Manuel′s taste, and at times the boy would make bold to defend a romantic, immoral thesis. Señor Custodio, however, would at once cut him short, refusing to let him continue.
Por razón de su oficio, el trapero tenía una preocupación por el abono que se desperdiciaba en Madrid. For professional reasons the ragdealer was much preoccupied with thought of the manure that went to waste in Madrid. He would say to Manuel:
Solía decir a Manuel: "Can you imagine how much money all the refuse that comes from
—¿Tú te figuras el dinero que vale toda la basura que sale de Madrid?Madrid is worth?"
—Yo no. "No."
—Pues haz la cuenta. A sesenta céntimos la arroba, los millones de arrobas que saldrán al año... Extiende eso por los alrededores y haz que el agua del Manzanares y la del Lozoya rieguen estos terrenos, y verías tú huertas y más huertas. "Then figure it out. At seventy céntimos per arroba, the millions of arrobas that it must amount to in a year…. Spread this over the suburbs and have the waters of the Manzanares and the Lozoya irrigating all these lands, and you′d see a world of gardens and orchards everywhere."
Otra de las ideas fijas del trapero era la de regenerar los materiales usados. Creía que se debía de poder sacar la cal y la arena de los cascotes de mortero, el yeso vivo del ya viejo y apagado, y suponía que esta regeneración daría una gran cantidad de dinero. Another of the fellow′s fixed ideas was that of reclaiming used material. It seemed to him that lime and sand could be extracted from mortar refuse, live plaster from old, dead plaster, and he imagined that this reclamation would yield a huge sum of money.
El señor Custodio, que había nacido cerca de aquella hondonada en donde estaba su casa, sentía por sus barrios, y, en general, por Madrid, un gran entusiasmo; el Manzanares era para él un río tan serio como el Amazonas. Señor Custodio, who had been born near the very depression in which his house was situated, felt for his particular district, and for Madrid in general, a deep enthusiasm; the Manzanares, to him, was as considerable a river as the Amazon.
El señor Custodio tenía dos hijos, de los cuales no conocía Manuel mas que a Juan, un chulapo alto y moreno, que estaba casado con la hija de la dueña de un lavadero de la Bombilla. La hija, Justa de nombre, estaba de modista en un taller. Señor Custodio had two children, of whom Manuel knew only Juan, a tall, swarthy sport who was married to the daughter of a laundry proprietress in La Bombilla. The ragdealer′s daughter, Justa by name, was a modiste in a shop.
En las primeras semanas, ninguno de los hijos apareció por casa de los padres. Juan vivía en el lavadero, y la Justa, con una pariente suya, dueña de un taller. During the first few weeks neither of the children came to their parents′ home. Juan lived in the laundry and Justa with a relative of hers who owned a workshop.
Manuel, que solía hablar mucho con el señor Custodio, pudo notar pronto que el trapero era, aunque comprendiendo lo ínfimo de su condición, de un orgullo extraordinario, y que tenía acerca del honor y de la virtud las ideas de un señor noble de la Edad Media. Manuel, who spent many hours in conversation with Señor Custodio, noted very soon that the rag-dealer, though fully aware of his very humble condition, was a man of extraordinary pride and that as regarded honour and virtue he had the ideas of a mediaeval nobleman.
Al mes de vivir allí estaba Manuel un domingo a la puerta de la casa, después de comer, cuando vió que por la pendiente del vertedero bajaba a la hondonada corriendo, con las faldas recogidas, una muchacha, Al verla de cerca, Manuel quedó rojo, luego pálido. Era la chiquilla que había ido dos o tres veces a casa de la patrona, a probar los trajes a la Baronesa, pero hecha ya una mujer. One Sunday, after he had been living there a month Manuel had finished his meal and was standing at the door when he saw a girl with her skirts gathered come running down the slope of the dumping-ground. As she approached and he got a close look at her, Manuel went red and then blanched. It was the lass that had come two or three times to the lodging-house to fit the Baroness′s dresses; but she had since then grown to womanhood.
Se acercó la muchacha, levantando las faldas y las enaguas almidonadas, cuidando de no ensuciarse los zapatitos de charol. She drew near, raising her skirt and her starched petticoats, careful not to soil her patent-leather slippers.
—¿Qué vendrá a hacer aquí?—se dijo Manuel. "What can she be coming here for?" Manuel asked himself.
—¿Está padre?—preguntó ella. "Is father in?" she inquired.
Salió el señor Custodio y abrazó a la muchacha. Era la hija del trapero, la Justa, de quien Manuel oía hablar continuamente, y que, sin saber por qué, se había figurado que debía de ser muy flaca, muy esmirriada y desagradable. Señor Custodio came out and embraced her. She was the ragdealer′s daughter of whom Manuel was forever hearing and whom, without knowing just why, he had imagined as a very thin, emaciated, disagreeable creature.
La Justa entró en la cocina, y después de mirar las sillas, por si tenían algo que ensuciara su vestido, se sentó en una. Luego habló por los codos, diciendo tonterías a porrillo y riendo ella misma chistes. Justa walked into the kitchen and after looking over the chairs, to see whether there was anything on them that might soil her clothes, she sat down upon one of them. She began to pour forth a flood of unceasing chatter and roared at her own jokes.
Manuel la escuchaba silencioso; la verdad es que no era tan guapa como se había figurado, pero no por eso le gustaba menos. Tendría unos diez y ocho años, era morena, bajita, de ojos muy negros y muy vivos, la nariz respingona y descarada, la boca sensual, de labios gruesos. Era algo fondoncilla y abundante de pecho y de caderas; iba limpia, fresca, con el moño muy empingorotado y unos zapatos nuevos y relucientes. Manuel listened without a word; to tell the truth she wasn′t quite so good-looking as he had imagined, but she didn′t please him any the less for that. She might be about eighteen, was brunette, rather short, with very dark, flashing eyes, a tilted, pert nose, a sensual mouth and thick lips. She was, too, a bit full behind and in the breasts and the hips; she was neat, fresh, with a very high top-knot and a pair of brand-new, polished slippers.
Mientras hablaba la Justa y la oían extasiados sus padres, se presentó en la cocina un jorobado de una de las casuchas de la hondonada, a quien llamaban el Conejo, y que tenía, efectivamente, en su rostro una gran semejanza con el simpático roedor cuyo nombre llevaba. As Justa gabbled on, to the ecstasy of her parents, there came into the kitchen a hump-backed fellow from one of the neighbouring hovels; he was called El Conejo (the rabbit) and his face really showed a great resemblance to the amiable rodent whose name he bore.
Era el Conejo del gremio del señor Custodio, y conocía a Justa desde niño; Manuel solía verle todos los días, pero no paraba su atención en él. El Conejo was a member of Señor Custodio′s fraternity and knew Justa since she had been a child; Manuel used to see him every day, but never paid any attention to him.
Entró el Conejo en casa del señor Custodio y se puso a decir simplezas y a reírse a carcajadas; pero de un modo tan mecánico que molestaba, porque parecía que detrás de aquel reír continuo debía haber una amargura muy grande. La Justa le tocó la joroba, pues sabido es que esto da la buena suerte, y el Conejo se echó a reír. The Rabbit walked into Señor Custodio′s and began to talk nonsense, laughing in violent outbursts, but in so mechanical a manner that it provoked his hearers, for it seemed that behind this continuous laughter lay a very deep bitterness. Justa touched his hump, for, as is known, this brings good luck, whereupon El Conejo exploded with merriment.
—¿Te han llevado alguna otra vez a la Delegación?—le preguntó ella. "Have you been lugged up again before the chief?" she asked.
—Sí; muchas veces... ji... ji... "Oh, yes. Often … hee-hee …"
—¿Y por qué? "What for?"
—Porque el otro día me puse a gritar en la calle: ¡Aire, quién compra el paraguas de Sagasta, el sombrero de KrÜger, el orinal del Papa, una lavativa que se le ha perdido a una monja cuando estaba hablando con el sacristán!... "Because the other day I started to shout in the street: ′Bargains! Who′ll buy Sagasta′s umbrella, Kruger′s hat, the Pope′s urinal, a syringe lost by a nun while she was talking with the sacristan! …"
El Conejo daba gritos formidables y la Justa se reía a carcajadas. El Conejo trumpeted this at the top of his lungs and Justa held her sides with laughter.
—¿Y ya no cantas la misa como antes? "And don′t you sing mass any more the way you used to?"
—Sí, también. "Oh, sure."
—Pues cántala. "Let′s hear it, then."
El jorobado había tomado, como motivo de escándalo, el Prefacio de la Misa, y substituía las palabras sagradas por otras con que anunciaba su comercio, y empezó a gritar: The humpback had taken for his scandalous parody, the Preface of the Mass, and for the sacred words he substituted others with which he announced his business. He began to bellow:
—Quién me vende... las zapatillas... los pantalones... las alpargatas... las botas viejas... y las usadas... las lavativas... los orinales y hasta la camisa. "Who will sell me any … slippers … pants … hempen sandals … old shoes … secondhand clothes … syringes … urinals and even chemises."
A la Justa le producían los gritos del jorobado una risa nerviosa. El Conejo, después de cantar dos o tres veces el Prefacio, tomó el aire de las rogativas y cantó unas cosas con voz de tiple y otras con voz de bajo: The hunchback′s cries made Justa laugh nervously. El Conejo, after repeating the Preface several times took up the melody of the rogations and sang some strains in a high soprano, others in a basso profundo:
El sombrero de copa... y en vez de decir Liberanos dominé, decía: ahora mismo compraré... el chaleco viejo... una perra gorda daré... "The high silk-hat" … and instead of saying Libéranos domine, he went on: "I′ll buy for spot cash…. Your old vest … will fetch a five-peseta piece…."
El jorobado tuvo que callarse para que dejara de reír la Justa. Then he had to stop to let Justa laugh.
De pronto ésta advirtió el entusiasmo de Manuel, y, a pesar de que no le parecía una gran conquista, se puso seria, le animó y le dedicó miradas furtivas, que hicieron latir apresuradamente el corazón del muchacho. She was not slow in perceiving that she had attracted Manuel, and despite the fact that he seemed no great conquest to her, she became serious, egged him on and glanced at him furtively with looks that sent the boy′s blood pounding faster.
Cuando se fué la hija del señor Custodio, Manuel se quedó como si le hubieran dejado a obscuras. Pensó que con el recuerdo de las miradas incendiarias tendría que vivir dos o tres semanas. After the ragdealer′s daughter had left, Manuel felt as if he had been abandoned to darkness. He thought that he could live for two or three weeks on her incendiary glances alone.
Al día siguiente, cuando Manuel se encontró con el Conejo, escuchó las tonterías que le dijo el jorobado, que siempre estaba hablando del obispo de Madrid-Alcalá, y luego trató de llevar la conversación al tema del señor Custodio y su familia. The next day, when Manuel met El Conejo he listened to the nonsense that the hunchback spoke, with his eternal harping on the Bishop of Madrid-Alcalá, and then tried to shift the conversation toward the topic of Señor Custodio and his family.
—Es guapa la Justa, ¿verdad? "Justa′s a pretty girl, isn′t she?"
—Psch... sí—y el Conejo le miró a Manuel con un aspecto reservado de hombre que oculta un misterio. "Psch … yes," and El Conejo looked at Manuel with the reserved mien of a person concealing a mystery.
—Usted la ha conocido de chica, ¿eh? "You′ve known her since she was a kid, haven′t you?"
—Sí; pero he conocido otras muchas. "Yes. But I′ve known plenty of other girls, too."
—¿Tiene novio? "Has she a sweetheart?"
—Sí lo tendrá. Todas las mujeres tienen novio, a no ser que sean muy feas. "She must have. Every woman has a sweetheart unless she′s mighty ugly."
—¿Y quién es el novio de la Justa? "And who is Justa′s fellow?"
—Cualquiera; yo creo que es el obispo de Madrid-Alcalá. "Anyone; I shouldn′t be surprised if it were the Bishop of Madrid-Alcalá."
El Conejo era un hombre de aspecto muy inteligente; tenía la cara larga, la nariz corva, la frente ancha, los ojos pequeños y brillantes y una perilla rojiza y en punta como la de un chivo. El Conejo was a very intelligent looking person; he had a long face, a curved nose, a broad forehead, tiny, sparkling eyes and a reddish beard that tapered to a point, like a goat′s.
Un tic especial, un movimiento convulsivo de la nariz agitaba su rostro de vez en cuando, y era lo que le daba más semejanza con un conejo. Reía tan pronto con una carcajada nerviosa, metálica, sonora, como con una risa sorda de polichinela. Miraba a la gente de arriba abajo y de abajo arriba, de una manera insolente a fuerza de ser burlona, y para más sorna detenía su mirada en los botones del traje de su interlocutor, e iba danzando con la vista de la corbata al pantalón y de las botas al sombrero. Tenía especial empeño en vestir de un modo ridículo y le gustaba adornarse la gorra con vistosas plumas de gallo, andar con botas de montar y hacer otra porción de extravagancias. A peculiar tic, a convulsive twitch of the nose, would agitate his face from time to time, and it was this that completed his resemblance to a rabbit. His merriment was just as likely to find issue in a nervous, metallic, sonorous outburst as in a muffled, clownish guffaw. He would stare at people from top to bottom and from bottom to top in a manner all the more insolent for its jesting character, and to add to the mockery he would detain his gaze upon his interlocutor′s buttons, and his eyes would dance from the cravat to the trousers and from the boots to the hat. He took special care to dress in the most ridiculous fashion and he liked to adorn his cap with bright cock feathers, strut about in riding boots and commit similar follies.
Le gustaba también embromar a la gente con sus mentiras, y afirmaba las cosas que inventaba con tal tesón, que no se comprendía si se estaba riendo o hablando en serio: He was fond, too, of confusing folks with his lies, and so firmly did he state the tales of his own invention that it was hard to tell whether he was fooling or speaking in all seriousness.
—¿No sabe usted lo que le ha pasado esta tarde al obispo de Madrid-Alcalá en las Cambroneras?—decía a algún conocido. "Haven′t you heard what happened this afternoon to the Bishop of Madrid-Alcalá over at Las Cambroneras?" he would say to some acquaintance.
—No. "Why, no."
—Pues que ha ido a hacer una visita para darle una limosna a Garibaldi, y Garibaldi le ha sacado una jícara de chocolate al señor obispo. Se ha sentado el señor obispo, ha tomado una sopa y clac... no se sabe qué le ha pasado: se ha quedado muerto. "Sure. He was on a visit bringing alms to Garibaldi and Garibaldi gave the Bishop a cup of chocolate. The Bishop sat down, took a sip, when zip! … Nobody knows just what happened; he dropped dead."
—¡Pero, hombre!... "Why, man! …"
—Es cosa de los republicanos—decía el Conejo, muy serio, y se marchaba a otra parte a propalar la noticia o a contar otro embuste. Se metía en un grupo: "It′s the Republicans that are behind it all," affirmed El Conejo in his most serious manner, and he would be off to another place to spread the news or perpetrate another hoax. He would join a group.
—¿Ya saben ustedes eso de Weyler? "Have you heard what happened to Weyler?"
—No, ¿qué ha pasado? "No. What was it?"
—Nada; que al volver del Campamento unas moscas se le han puesto en la cara y le han comido toda la oreja. Ha pasado por el puente de Segovia echando sangre. "Oh, nothing. On his return from camp some flies attacked his face and ate up a whole ear. He went across Segovia bridge bleeding terribly."
Así se divertía aquel bufón. This was how the buffoon managed to enjoy himself.
Por las mañanas echaba el saco a la espalda e iba al centro de Madrid y anunciaba su oficio por las calles, mezclando en sus pregones a personajes políticos y hombres ilustres, lo que algunas veces le había valido los honores de la Delegación. Mornings he would sling his sack over his shoulder and proceed to the centre of Madrid where he shouted his business through the thoroughfares, mingling his cries with the names of political leaders and famous men,—a habit that had won him more than once the honour of appearing before the police-chief′s desk.
Era el Conejo perverso y malintencionado como un demonio; la muchacha de los alrededores que tuviera su lío podía temblar, porque se las apañaba para sorprenderla. Lo sabía todo, lo husmeaba todo; pero, al parecer, no se valía de sus descubrimientos. Con asustar, estaba satisfecho. El Conejo was as perverse and malevolent as a demon; any maiden in the vicinity that was going around with a secret bundle might well tremble lest he surprise her. He knew everything, he scented it out; apparently, however, he took no mean advantage of his discoveries. He was content to scare folks out of their wits.
—El Conejo lo sabrá—le solían decir algunas veces cuando se sospechaba algo. "El Conejo must know," was the regular response when anything was suspected.
—Yo no sé nada; yo no he visto nada—contestaba él riéndose—; yo no sé nada. "I don′t know a thing; I′ve seen nothing," he would answer, laughing. "I don′t know anything."
Y de aquí no había medio de sacarle. And that was all anybody could get out of him.
Cuando Manuel fué conociendo al Conejo, sintió por él, si no estimación, un cierto respeto por su inteligencia. As Manuel got to know El Conejo better he felt for him, if not esteem, at least a certain respect because of his intelligence.
Era tan listo aquel jorobado bufón, que se las arreglaba en el Rastro muchas veces para engañar a sus colegas, que de tontos no tenían un pelo. This ragman jester was so cunning that often he deceived his colleagues of El Rastro, who were far from being a set of fools.
Casi todas las mañanas se reunían los traperos en la cabecera del Rastro para cambiar impresiones y prendas usadas. El Conejo se enteraba de lo que necesitaban los vendedores de los puestos, y aquello que querían, él lo compraba a los traperos y se lo revendía a los de los puestos, y entre cambalaches y ventas siempre salía ganando... Almost every morning the ragdealers would forgather at the head of El Rastro, to exchange impressions and used articles. El Conejo would learn beforehand just what was needed by the stand merchants, and he would buy the articles of the rag men, selling them in turn to the merchants; between this bartering and selling he always came out the gainer….
En los domingos sucesivos la Justa tomó como entretenimiento el entusiasmar a Manuel. La muchacha tenía una libertad absoluta de palabra y un conocimiento completo y acabado de todas las frases y timos madrileños. During the Sundays that followed, Justa amused herself by working upon Manuel′s feelings. The girl was absolutely free in her talk and had a thorough, finished knowledge of all the Madrilenian phrases and wiles.
Manuel, al principio, se mostraba respetuoso; pero viendo que ella no se incomodaba, se iba atreviendo cada vez más y la abrazaba a traición. La Justa se desasía con facilidad y se reía al ver al mozo con su cara seria y la mirada brillante de deseos. At first Manuel acted very respectfully; but seeing that she took no offence he grew gradually more daring and ventured so far as to steal embraces. Justa easily freed herself and would laugh at sight of the fellow′s serious countenance and his glance ablaze with desire.
Con la libertad de palabras que le caracterizaba, la Justa tenía conversaciones escabrosas; contaba a Manuel lo que la decían en la calle, las proposiciones que los hombres deslizaban en su oído y hablaba con gran delectación de compañeras de taller que habían perdido su flor de azahar en la Bombilla o en las Ventas con cualquier Tenorio de mostrador que se pasaba la vida atusándose el bigote delante del espejo de alguna perfumería o tienda de sedas. With the licentious manner that characterized her, Justa would carry on scabrous conversations, telling Manuel what men said to her on the street and the proposals that they whispered into her ears; she spoke with especial delight of shopmates who had lost their virginal bloom in La Bombilla or Las Ventas with some Don Juan of the counter who spent his days twirling his mustache before the mirror of a perfumery or silk shop.
Las frases de la Justa tenían siempre un doble sentido y eran, a veces, alusiones candentes. Su malicia y su coquetería chulesca y desgarrada creaba en derredor suyo una atmósfera de deseo. Justa′s words were always freighted with a double meaning and were, at times, burning allusions. Her mischievous manner, her flaunting, unbridled coquetry, scattered about her an atmosphere of lust.
Manuel sentía por ella un anhelo doloroso de posesión, mezclado con una gran tristeza y hasta con odio, al ver que la Justa se reía de él. Manuel felt a painful eagerness to possess her, mingled with a great sadness and even hatred, when he saw that Justa was making sport of him.
Muchas veces, al verla llegar, Manuel se juraba a sí mismo no hablarla, ni mirarla, ni decirla nada y entonces ella le buscaba y le sonreía y le provocaba haciéndole señas y dándole con el pie. Many a time when he saw her come Manuel vowed to himself not to speak a word to her, not to look at her or say anything; then she would hunt him out and tease him by beckoning to him and touching his foot.
Era la Justa de una desigualdad de carácter perturbadora. Unas veces, al verla asida por Manuel de la cintura y sentada en sus rodillas, se dejaba abrazar y besar; otras, en cambio, sólo porque se le acercaba y le tomaba la mano, le soltaba una bofetada que le dejaba aturdido. Justa′s temper was disconcertingly uneven. Sometimes when Manuel clasped her about the waist and sat her down on his knees, she would let him squeeze her and kiss her all he pleased; at others, however, simply because he had drawn near and taken her by the hand, she would give him such a hard slap that his senses whirled.
—Y vuelve por otra—añadía, al parecer incomodada. "And come back for more," she would add, seemingly indignant.
Manuel sentía ganas de llorar de ira y de rabia, y se tenía que contener para no preguntarle con una lógica infantil: «¿Por qué la otra tarde dejaste que te besara?» Pero luego pensaba en la ridiculez de una pregunta así hecha. Manuel would feel like crying with anger and rage, and would have to contain himself lest he blurt out, with childish logic: "Why did you let me kiss you the other afternoon?" But at once he saw how ridiculous such a question would seem.
La Justa iba sintiendo cierto cariño por Manuel, pero un cariño de hermana o de amiga; como novio, como pretendiente, no le parecía bastante para tomarle en serio. Justa got to feel a certain liking for Manuel, but it was a sisterly, a friendly affection; he never appealed to her seriously as a sweetheart or a suitor.
Aquel flirteo, que fué para la Justa como un simulacro de amor, constituyó para Manuel un doloroso despertar de la pubertad. Sentía vértigos de lujuria, que terminaban en una atonía y en un aplanamiento mortales. Y entonces echaba a andar de prisa con el paso irregular de un atáxico; muchas veces, al atravesar el pinar del Canal, le entraban deseos de dejarse ahogar en el río; pero el agua sucia y negra no invitaba a sumergirse en ella. This flirtation, which to Justa was a mere sham of love, constituted for Manuel a painful awakening from puberty. He had dizzy attacks of passionate desire which left him mortally weak and crushed. Then he would stride along hurriedly with the irregular gait of one suffering from locomotor ataxia; many a time, crossing the pine grove of the Canal, he was seized with an impulse to jump into the river and drown himself. The filthy black water, however, hardly invited to immersion.
En estas rachas de lujuria era cuando le acometían con más fuerza los pensamientos negros y tristes, la idea de la inutilidad de su vida, de la seguridad de un destino adverso, y al pensar en la existencia de abandonado que se le preparaba, sentía su alma llena de amargura y los sollozos le subían a la garganta... It was during these libidinous spells that dark, sinister thoughts assailed him,—the notion of how useless his life was, the certainty of an adverse fate,—and as he considered the vagabond, abandoned existence that awaited him, his soul walked with bitterness and sobs rose in his throat….
Un domingo de invierno, la Justa, que había tomado la costumbre de ir todos los días de fiesta a casa de sus padres, dejó de aparecer por allá; Manuel supuso si la causa de esto sería el mal tiempo, y pasó toda la semana intranquilo y nervioso, contando los días que faltaban para ver a la Justa. One winter Sunday Justa, who had got into the habit of visiting her parents on every holiday, did not appear. Manuel wondered whether the inclement weather might be the cause and he spent the whole week restless and nervous, counting the days that would intervene before their next meeting.
Al domingo siguiente, Manuel se apostó en la esquina del paseo de los Pontones a esperar que pasara la muchacha, y al verla de lejos le dió un vuelco el corazón. Venía acompañada por un joven elegante, medio torero, medio señorito, con sombrero cordobés y capa azul llena de bordados. Al final del paseo se despidió la Justa del que la acompañaba. On the following Sunday Manuel went to the corner of the Paseo de los Pontones to wait for the girl to come along; as he espied her at a distance his heart gave a jump. She was accompanied by a young dandy, half bull-fighter and half gentleman, wearing a Cordovan hat and a blue cloak covered with embroidery. At the end of the avenue Justa took leave of her escort.
Al otro domingo, la Justa se presentó en casa de su padre con una amiga y el joven de la capa bordada, y presentó a éste al señor Custodio. Dijo después que era hijo de un carnicero de la Corredera Alta y muy rico, hermano de una muchacha del taller, y a su madre la Justa le confesó, alborozada, que el muchacho le había pedido relaciones. Aquella frase de pedir relaciones, que lo dicen relamiéndose, desde la princesa altiva hasta la portera humilde, encantó a la mujer del trapero, mayormente tratándose de un muchacho rico. The next Sunday Justa carne to her parents′ home with a girl friend and the young man of the embroidered cloak; she introduced the young man to Señor Custodio. Afterward she said that he was the son of a butcher from La Corredera Alta, and to her mother Justa confessed bashfully that the gentleman had asked permission to pay her attentions. This phrase pay attentions, which is spoken by the haughtiest princess and the humblest janitress with equally lingering pleasure, enchanted the ragdealer′s wife, particularly as the gentleman in question came of a wealthy family.
El hijo del carnicero fué considerado en casa del señor Custodio como prototipo de todas las perfecciones y bellezas; Manuel únicamente protestaba y fulminaba sobre el Carnicerín, como le denominó desde el primer momento con desprecio, miradas asesinas. In Señor Custodio′s home the butcher′s son was considered as the paragon of all perfections and beauties; Manuel alone protested and El Carnicerin (the little butcher),—as he had named him derisively from the very first moment,—was the object of his murderous glances.
Los sufrimientos de Manuel al comprender que la Justa admitía con entusiasmo como novio al hijo del carnicero fueron crueles; ya no la melancolía, la ira y la desesperación más rabiosa agitaban su alma. When Manuel understood that Justa considered the butcher′s son as an ideal suitor, his sufferings were cruel. It was no longer melancholy that moved his soul, which was now agitated by the most raging despair.
Eran también demasiadas ventajas las de aquel mozo: alto, gallardo, esbelto, de naciente y rubio bigote, bien vestido, con los dedos llenos de sortijas, bailarín consumado y guitarrista hábil; tenía casi el derecho de estar tan satisfecho de su persona como lo estaba. The fellow had too many advantages over him: he was tall, graceful, slender, flaunted a fair, budding moustache, was well-dressed, his fingers covered with rings, an expert dancer and skilful player on the guitar; he almost had a right to be as, content with himself as he was.
—¿Cómo no notará esa mujer—pensaba Manuel—que ese tipo no se quiere mas que a sí mismo? En cambio yo... "How can that woman fail to see," thought Manuel, "that the fellow loves only himself? While I…."
Solía haber los domingos baile en una explanada próxima a la ronda de Segovia, y el señor Custodio, con su mujer, la Justa y su novio, iban allí. A Manuel le dejaban guardando la casa, pero algunas veces se escapó para ver el baile. On Sundays there used to be dancing on a lawn near the Ronda de Segovia, and Señor Custodio, with his wife, Justa and her sweetheart, would go there. They would leave Manuel behind to watch the house, but at times he would run off to see the dance.
Cuando vió a la Justa bailando con el Carnicerín le dieron ganas de ahogarles a los dos. When he caught sight of Justa dancing with El Carnicerin he was overwhelmed with a desire to drown them both.
Luego el novio era de una petulancia extraordinaria; cuando bailaba se contoneaba y parecía que iba jaleándose y piropeándose a sí mismo y que guardaba en el ritmo del baile algo tan precioso, que un movimiento de abandono podría echarlo todo a perder. Ni aun para decir misa, lo hubiera hecho con tanta ceremonia. The suitor, moreover, was a terrible show-off; he would affect a feminine grace as he danced, and it seemed as if he were applauding and complimenting himself. He kept so finically true to the rhythm of the dance that a spontaneous motion might ruin everything. He wouldn′t have officiated at mass with greater ceremony.
Como es natural, un conocimiento tan completo de la ciencia del baile, unido a la conciencia de su superioridad, le daban al Carnicerín un admirable aplomo. Era él quien se dejaba conquistar indolentemente por la Justa, que estaba frenética. Al bailar se le echaba encima, sus ojos brillaban y le temblaban las alas de la nariz; parecía que le quería sujetar, tragar, devorar. No separaba la vista de él, y si le veía con otra mujer se alteraba su rostro rápidamente. As was natural, such a complete knowledge of the science of dancing, united to his consciousness of superiority, endowed El Carnicerín with admirable self-possession. It was he who was permitting himself indolently to be won by Justa, who was frantically fond of him. As they danced she threw herself upon him, her eyes sparkled and her nostrils dilated; it seemed as if she wished to dominate him, swallow him, devour him. She did not take her eyes off him, and if she saw him with another woman her face at once turned colour.
Una de las tardes, el Carnicerín hablaba con un amigo suyo. Manuel se acercó a oír la conversación. One afternoon El Carnicerín was speaking to a friend. Manuel drew near so as to overhear the conversation.
—¿Es aquélla?—le preguntaba el amigo. "Is that the girl?" his friend inquired.
—Sí. "She′s the one."
—Gachó, como está de colá contigo. "Boy, maybe she isn′t daffy over you."
Y el Carnicerín, con una sonrisa petulante, añadió: And El Carnicerín, with a conceited smile, added:
—La tengo chalá. "I′ve turned her head, all right."
Manuel en aquel momento le hubiera arrancado el corazón. Manuel could have torn out the fop′s heart at that moment.
La decepción amorosa hizo que Manuel pensara en abandonar la casa del señor Custodio. His disappointment in love made him think of leaving Señor Custodio′s house.
Un día se encontró cerca del puente de Segovia con el Bizco y otro golfo que le acompañaba. One day he met, near the Segovia bridge, El Bizco and another ragamuffin that was with him.
Iban los dos desharrapados; el Bizco tenía un aspecto más ceñudo y brutal que nunca; llevaba una chaqueta vieja, por entre cuyos agujeros se veía la piel negruzca; los dos marchaban, según le dijeron, al cruce del camino de Aravaca con la carretera de Extremadura, a un rincón que llamaban el Confesonario. Allí pensaban reunirse con el Cura y el Hospiciano para asaltar una casa. They were both in tatters; El Bizco looked grimmer and more brutish than ever. He wore an old jacket through the rents of which peered his dark skin; according to what they said, they were both on their way to the intersection of Aravaca road and the Extremadura cart-road, to a spot they called the Confessionary. They expected to meet El Cura and El Hospiciano there and rob a house.
—Anda, ¿vienes?—le dijo irónicamente el Bizco. "What do you say? Will you join us?" asked El Bizco sarcastically.
—Yo, no. "No, I won′t."
—¿Dónde estás ahora? "Where are you now?"
—En una casa... trabajando. "In a house … working."
—¡Valiente panoli! Anda, vente con nosotros. "There′s a brave fool for you! Come on, join us."
—No, no puede ser... Oye, ¿y Vidal? ¿No le has vuelto a ver? "No. I can′t…. Listen, how about Vidal? Didn′t you ever see him again?"
El rostro del Bizco quedó más ceñudo. El Bizco′s face turned grimmer than ever.
—Ya me las pagará ese charrán. No se escapa sin que yo le pinte un chirlo en la cara... Pero, ¿vienes o no? "I′ll get even with that scoundrel. He won′t escape before I carve a nice scar on his face…. But are you coming along with us or not?"
—No. "No."
Las ideas del señor Custodio habían influído en Manuel fuertemente; pero, como a pesar de esto sus instintos aventureros le persistían, pensaba marcharse a América, en hacerse marinero, en alguna cosa por el estilo. Señor Custodio′s ideas had worked a strong influence upon Manuel; but since, despite this, his adventurous instincts persisted, he thought of going off to America, or becoming a sailor, or something of that sort.




CAPÍTULO VIII

La plaza.—Una boda en la Bombilla.—Las calderas del asfalto.

CHAPTER VIII

The Square—A Wedding in La Bombilla—The Asphalt Caldrons.

EL noviazgo del Carnicerín y de la Justa se formalizaba; el señor Custodio y su mujer se bañaban en agua de rosas, y únicamente Manuel creía que el matrimonio, al fin, no se realizaría. The betrothal of El Carnicerín and Justa was formally arranged, Señor Custodio and his wife bathed in rose water, and only Manuel believed that in the end the wedding would never take place.
El Carnicerín era demasiado estirado y señorito para casarse con la hija de un trapero; Manuel pensaba que iba a ver si se aprovechaba de la ocasión; pero nada autorizaba por el momento estas malévolas suposiciones. El Carnicerín was all together too haughty and too much of a fine fellow to marry the daughter of a ragdealer; Manuel imagined that now the butcher′s son would try to take advantage of his opportunity. But for the present nothing authorized such malevolent suppositions.
El Carnicerín se mostraba generoso y tenía delicados obsequios para los padres de su novia. El Carnicerín was generosity itself and showed delicate attentions to his sweetheart′s parents.
Un día de verano convidó a toda la familia y a Manuel a una corrida de toros. La Justa se puso muy elegante y bonita para ir con su novio. El señor Custodio llevaba las prendas de toda gala: el sombrero hongo nuevo, nuevo aunque tenía más de treinta años; su chaqueta de pana forrada, excelente para las regiones boreales, y un bastón con puño de cuerno comprado en el Rastro; la mujer del trapero llevaba un traje antiguo y un pañuelo alfombrado, y Manuel estaba ridículo con un sombrero sacado del almacén, que le salía un palmo por delante de los ojos, un traje de invierno que le sofocaba y unas botas estrechas. One summer day he invited the whole family and Manuel to a bull fight. Justa dressed up very fetchingly in her best to make a worthy companion to her lover. Señor Custodio took out his finest apparel: the new fedora, new although it was more than thirty years old; his coat of doubled cloth, excellent for the boreal regions, and a cane with a horn handle, bought in El Rastro; the ragdealer′s wife wore a flowered kerchief, while Manuel made a most ridiculous appearance in a hat that was taken from the shop and protruded about a palm′s length before his eyes, a winter suit that suffocated him and a pair of tight shoes.
Detrás de la Justa y del Carnicerín, el señor Custodio, su mujer y Manuel llamaban la atención de la gente, que se reía al verlos. Behind Justa and El Carnicerín, Señor Custodio, his wife and Manuel attracted everybody′s attention and left a wake of laughter.
La Justa se volvía a mirarlos y sonreía. Manuel iba furioso, sofocado; el sombrero le apretaba en la frente y le dolían los pies. Justa turned back to look at them and could not help smiling. Manuel walked along in a rage, stifling, his hat pressing tightly against his forehead and his feet aching.
Salieron a la calle de Toledo y llegaron en el tranvía a la Puerta del Sol; allí subieron a un ómnibus, que los llevó a la plaza de toros. They got into a street car at Toledo Street and rode to the Puerta del Sol; there they boarded art omnibus, which took them to the bull ring.
Entraron, y, dirigidos por el Carnicerín, se colocaron cada uno en su sitio. Había empezado la corrida; la plaza estaba llena. Se veían todas las gradas y tendidos ocupados por una masa negra de gente. They entered and, guided by El Carnicerín, sat themselves down in their respective places. The spectacle had begun and the amphitheatre was packed. Tier upon tier was crammed with a black mass of humanity.
Manuel miró al redondel; iban a matar al toro cerca de la barrera, a muy poca distancia de donde ellos estaban. El pobre animal, ya medio muerto, andaba despacio, seguido de tres o cuatro toreros y del matador, que, encorvado hacia adelante, con la muleta en una mano y la espada en la otra, marchaba tras de él. Tenía el matador un miedo horrible; se ponía enfrente del toro, tanteaba dónde le había de pinchar, y al menor movimiento de la bestia, se preparaba para correr. Luego, si el toro se quedaba quieto, le daba un pinchazo; después, otro pinchazo, y el animal bajaba la cabeza y, con la lengua fuera, chorreando sangre, miraba con ojos tristes de moribundo. Tras de mucho bregar el matador, le clavó la espada más, y lo mató. Manuel glared into the arena; they were about to kill the bull near the stone wall that bounded the ring, at a short distance from where they were. The poor beast, half dead already, was dragging himself slowly along, followed by three or four toreros and the matador, who, curved forward, with his red flag in one hand and his sword in the other, came behind. The matador was scared out of his wits; he stood before the bull, considered carefully just where he was to strike him, and at the beast′s slightest movement he prepared to escape. Then, if the bull remained quiet a while, he struck him once, again, and the animal lowered his head; with his tongue hanging out, dripping blood, he gazed out of the sad eyes of a dying creature. After much effort the matador gave him the final stroke and killed him.
Aplaudió la gente y comenzó a tocar la música. El lance le pareció bastante desagradable a Manuel; pero esperó con ansiedad. Salieron las mulillas y arrastraron al toro muerto. The crowd applauded and the band blared forth. The whole business struck Manuel as pretty disagreeable, but he waited eagerly. The mules came out and dragged off the dead bull.
Al poco rato cesó la música y salió otro toro. Los picadores se quedaron cerca de las vallas, los toreros se aventuraban un poco, daban un capotazo y echaban a correr en seguida. Soon the music ceased and another bull appeared. The picadores remained close to the walls while the toreros ventured a bit nearer to the beast and waved their red flags, at once rushing back.
No era aquello, ni mucho menos, lo que Manuel se figuraba, lo visto por él en los cromos de La Lidia. El creía que los toreros, a fuerza de arte, andarían jugando con el toro, y no había nada de aquello; encomendaban su salvación a las piernas, como todo el mundo. This was hardly anything like the picture Manuel had conjured up for himself, or like what he had seen in the coloured illustrations of La Lidia. He had always imagined that the toreros, in the sheer skill of their art, would play around with the bull, and there wasn′t any of this; they entrusted their salvation to their legs, just like the rest of the world.
Después de los capotazos de los toreros, dos monosabios empezaron a golpear con unas varas al caballo de un picador, hasta hacerle avanzar al medio. Manuel vió al caballo de cerca, era blanco, grande, huesudo, con un aspecto tristísimo. Los monosabios acercaron al caballo al toro. Este, de pronto, se acercó; el picador le aplicó la punta de su lanza, el toro embistió y levantó el caballo en el aire. Cayó el jinete al suelo, y lo cogieron en seguida; el caballo trató de levantarse, con todos los intestinos sangrientos fuera, pisó sus entrañas con los cascos y, agitando las piernas, cayó convulsivamente al suelo. After the inciting tactics of the toreros, two monosabios began to beat a picador′s horse with several sticks, until they got him to advance as far as the middle of the arena. Manuel had a close view of the horse; he was a large, white, bony creature with the saddest look on his face. The monosabios goaded him on toward the bull. Soon the beast drew near, the picador pricked him with the point of his lance, the bull lowered his head for the attack and threw the horse into the air. The rider fell to the ground and was picked up in a trice; the horse tried to raise himself, with his intestines sprawling on the sand in a pool of blood; he trampled on them with his hoofs, his legs wavered and he fell convulsively to the ground.
Manuel se levantó pálido. Manuel arose deathly pale.
Un monosabio se acercó al caballo, que seguía estremeciéndose; el animal levantó la cabeza como para pedir auxilio; entonces, el hombre le dió un cachetazo y lo dejó muerto. A monosabio approached the horse, who was still quivering; the animal raised his head as if to ask help, whereupon the man stabbed him to death with a poniard.
—Yo me voy. Esto es una porquería—dijo Manuel al señor Custodio—; pero no era fácil salir de allí en aquel momento. "I′m going. This is too nasty for anything," said Manuel to Señor Custodio. But it was no easy matter to leave the ring at that moment.
—Al muchacho—dijo el trapero a su mujer—no le gusta. "The boy," said the ragdealer to his wife, "doesn′t like it."
La Justa, que se enteró, se echó a reír. Justa, who had learned what was the matter, burst into laughter.
Manuel esperó la muerte del toro mirando al suelo; volvieron a salir las mulillas, y al arrastrar el caballo quedaron todos los intestinos en el suelo, y un monosabio los llevó con un rastrillo. Manuel waited for the bull to be put to death; he kept his eyes fixed downward; the mules came out again, and as they dragged off the horse′s body the intestines were left on the ground until a monosabio came along and dragged them off with a rake.
—Mira, mira el mondongo—dijo, riendo, la Justa. "Look at that tripe!" cried Justa, laughing.
Manuel, sin decir nada ni hacer caso de observaciones, salió del tendido. Bajó a unas galerías grandes, llenas de urinarios que olían mal, y anduvo buscando la puerta, sin encontrarla. Manuel, without a word, and unmindful of the eyes that were turned his way, left the tier. He went down to a series of long galleries, ranged with vile-smelling urinals, and tried unsuccessfully to locate the exit.
Sentía rabia contra todo el mundo, contra los demás y contra él. Le pareció el espectáculo una asquerosidad repugnante y cobarde. He was filled with rage against the whole world, against the others and against himself. The spectacle seemed to him a most repugnant, cowardly atrocity.
Él suponía que los toros era una cosa completamente distinta a lo que acababa de ver; pensaba que se advertiría siempre el dominio del hombre sobre la fiera, que las estocadas serían como rayos y que en todos los momentos de la lidia habría algo interesante y sugestivo; y en vez de un espectáculo como él soñaba, en vez de una apoteosis sangrienta del valor y de la fuerza, veía una cosa mezquina y sucia, de cobardía y de intestinos; una fiesta en donde no se notaba mas que el miedo del torero y la crueldad cobarde del público recreándose en sentir la pulsación de aquel miedo. He had imagined bull-fighting to be something utterly distinct from what he had just witnessed; he had thought that always it would display the mastery of man over beast, and that the sword-thrusts would flash like lightning; that every moment of the struggle would bring forth something interesting and suggestive; and instead of a spectacle such as he had visioned, instead of a gory apotheosis of valour and strength, he beheld a petty, filthy thing, a medley of cowardice and intestines, a celebration in which one saw nothing but the torero′s fear and the cowardly cruelty of the public taking pleasure in the throb of that fear.
Aquello no podía gustar—pensó Manuel—mas que a gente como el Carnicerín, a chulapos afeminados y a mujerzuelas indecentes. "′This," thought Manuel, "could please only folks like El Carnicerin, effeminate loafers and indecent women."
Al llegar a casa, Manuel arrojó de sí con rabia el sombrero y las botas y el traje con el cual había ido a la plaza tan ridículo... Reaching home Manuel ragingly threw down his hat, pulled off his shoes and got out of the suit in which he had so ridiculously gone to the bull fight….
Se comentó mucho por el señor Custodio y su mujer la indignación de Manuel, y a él mismo le produjo cierto asombro; comprendía que no le hubiera gustado; lo que le chocaba es que le produjese tanta ira y tanta rabia. Manuel′s indignation elicited plenty of comment from Señor Custodio and his wife, and he himself was somewhat intimidated by it; he understood that the spectacle hadn′t been to his taste; what struck him as strange was that it should rouse so much anger, such rage in him.
Pasó el verano; la Justa comenzó a hacer los preparativos para la boda, Manuel mientras tanto proyectaba marcharse de casa del señor Custodio y salir de Madrid, ¿Adónde? No lo sabía; cuanto más lejos, mejor, pensaba. Summer went by; Justa began to make preparations for her wedding, and in the meantime Manuel thought of leaving Señor Custodio′s house and getting out of Madrid altogether. Whither? He didn′t know; the farther away, the better, he thought.
En el mes de noviembre se celebró la boda de una compañera del taller de la Justa, en la Bombilla. No podían ir el señor Custodio y su mujer, y Manuel acompañó a la Justa. In November one of Justa′s shopmates got married, in La Bombilla, Señor Custodio and his wife found it impossible to attend, so that Manuel accompanied Justa.
Vivía la novia en la ronda de Toledo, y su casa era el punto de partida de los invitados. The bride lived in the Ronda de Toledo, and her house was the meeting-place for all the guests.
A la puerta esperaba un ómnibus grande, en donde cabían una infinidad de personas. At the door a large omnibus was waiting; it could hold any number of persons.
Subieron todos los invitados; la Justa y Manuel se acomodaron en la imperial del coche y esperaron un rato. Se presentaron los novios rodeados de una nube de chiquillos que gritaban; él tenía facha de hortera; ella, esmirriada y fea, parecía una mona; los padrinos iban detrás, y en el grupo de éstos, una vieja gorda, chata, bizca, de pelo blanco, con una rosa roja en la cabeza y una guitarra en la mano, avanzaba con aire flamenco. All the guests piled in; Justa and Manuel found a place on the top and waited a while. The bride and bridegroom appeared amidst a throng of gamins who were shouting at the top of their lungs; the groom looked like a dry goods clerk; she, emaciated and ugly, looked like a monkey; the best man and the bridesmaids followed after, and in this group a fat old lady, flat-nosed, cross-eyed, white-haired, with a red rose in her hair and a guitar in her hand, advanced with a flamenco air.
—¡Viva la novia! ¡Vivan los padrinos!—gritó la bizca; contestaron todos sin gran entusiasmo y echó andar el coche en medio de la algarabía y las voces de unos y de otros. En el camino fueron todos chillando y cantando. "Hurrah for the bride and groom! Hurrah for the best man and the maid-of-honour!" shouted the cross-eyed fright; there was a chorus of unenthusiastic responses and the coach departed amidst a hubbub and a shouting. On the way everybody shrieked and sang.
Manuel, al no ver al Carnicerín allí, no se atrevía a alegrarse, pensando que estaría ya en los Viveros. Manuel did not dare to rejoice at his failure to see El Carnicerín in the crowd; he felt positive that the fellow would show up at Los Viveros.
La mañana era hermosa, húmeda; los árboles, de color de cobre, iban desprendiéndose de sus hojas secas, a impulso de las ráfagas suaves de viento; surcaba el cielo pálido nubes blancas, la carretera brillaba por la humedad, a lo lejos en el campo ardían montones de hojas, y las humaredas espesas corrían rasando la tierra. It was a beautiful, humid morning; the trees, copper-hued, were losing their yellow leaves in the gentle gusts; white clouds furrowed the pale sky, the road glittered with the moisture; afar in the fields burned heaps of dead leaves and thick curls of smoke rolled along close to the soil.
Se detuvo el coche en una de las fondas de los Viveros; bajaron todos del ómnibus, y se reprodujeron los gritos y el clamoreo. El Carnicerín no estaba allí, pero se presentó poco después, y en la mesa se colocó al lado de la Justa. The coach halted before one of the inns of Los Viveros; everybody rolled out of the omnibus and the shouts and clamouring were heard anew. El Carnicerín was not there, but he soon appeared and sat down at table right beside Justa.
A Manuel le pareció el día odioso; hubo momentos en que sintió ganas de llorar. Pasó toda la tarde desesperado en un rincón, viendo cómo bailaba la Justa con su novio al compás de las notas de un organillo. The day seemed hateful to Manuel; there were moments in which he felt like crying. He spent the whole afternoon despairing in a corner, watching Justa dance with her sweetheart in time to the tunes of a barrel-organ.
Al anochecer, Manuel se acercó a la Justa y, con gravedad cómica, la dijo bruscamente: At night Manuel went over to Justa and with comic gravity, said to her abruptly:
—Vamos, tú—y viendo que no le hacía caso, añadió—. Oye, Justa, vamos a casa. "Come along, you—" and seeing that she paid no attention to him, he added, "Listen, Justa, let′s be going home."
—Anda ¡Déjame a mí en paz!—replicó ella con malos modos. "Get away. Leave me in peace!" she retorted rudely.
—Es que tu padre ha dicho que para la noche estés en casa. Anda, vamos. "Your father told you to be back home by night. Come along, now."
—Oye, niño—dijo el Carnicerín con pausa—. ¿A ti quién te da vela en este entierro? "See here, my child," interposed El Carnicerín with calm deliberation. "Who gave you a taper to bear at this funeral?"
—A mí me han encargado... "I was entrusted to…."
—Bueno; pues tú te callas. ¿Sabes? "All right. Shut up. Understand?"
—No me da la gana. "I don′t feel like it."
—Te haré callar yo calentándote las orejas. "Well, I′ll make you with a good ear-warming."
—¿Usted a mí?... Si usted lo que es es un morral, un ladrón—y Manuel se echó sobre el Carnicerín; pero uno de los amigos de éste le soltó un garrotazo en la cabeza que lo dejó atontado. Trató el muchacho de volver a acometer al hijo del carnicero; dos o tres invitados le empujaron y lo zarandearon hasta ponerle en la carretera a la puerta de la fonda. "You make me? … Why, you′re nothing but a low-down lout, a thief—" and Manuel was advancing against El Carnicerín, when one of the fellow′s friends gave him a punch in the head that stunned him. The boy made another attempt to rush upon the butcher′s son; two or three guests pushed him out of the way and shoved him out on to the road at the door of the inn.
—¡Hambrón!... Golfo—gritaba Manuel. "Starveling! … Loafer!" shouted Manuel.
—Expresiones en casa—le dijo una de las amigas de la Justa con sorna—y canalla novedá. "You′re one yourself," cried one of Justa′s friends tauntingly after him. "Rabble! Guttersnipe!"
Manuel, avergonzado y sediento de venganza, medio aturdido aún con el golpe, se tapó la cara con la boina y fué andando por el camino llorando de rabia. Al poco tiempo sintió alguien que se le acercaba corriendo tras él. Manuel, filled with shame and thirsting for vengeance, still half dazed by the blow, thrust his cap down over his face and stamped along the road weeping with rage. Soon after he left he heard somebody running toward him from behind.
—Manuel, Manolillo—le dijo la Justa con voz cariñosa y burlona—, ¿qué tienes? "Manuel, Manolillo," said Justa to him in an affectionate, jesting voice. "What′s the matter?"
Manuel respiró fuerte y se le escapó un largo sollozo de dolor. Manuel breathed heavily and a long sigh of grief escaped him.
—¿Qué tienes? Anda; vuelve. Iremos juntos. "What′s the matter? Come, let′s return. We′ll go together."
—No, no; déjame. "No, no; go away from me."
Luego no supo qué resolución tomar, y sin hablar más echó a correr camino de Madrid. He was at a loss; without another word he set off on a run toward Madrid.
La carrera secó sus lágrimas y reanimó sus iras. Estaba dispuesto a no volver a casa del señor Custodio, aunque se muriera de hambre. The wild flight dried his tears and rekindled his fury. He meant not to return to Señor Custodio′s even if he died of hunger.
La ira le subía en oleadas a la garganta, sentía un furor negro, vagas ideas de acometer, de destruir todo, de echar todas las cosas al suelo y despanzurrar a todos los hombres. His rage rose in waves up his throat; he felt a blind madness, hazy notions of attacking, of destroying everything, of razing the world to the ground and disemboweling every living creature.
El le prometía al Carnicerín que, si alguna vez le encontraba a solas, le echaría las zarpas al cuello hasta estrangularle, le abriría en canal como a los cerdos y le colgaría con la cabeza para abajo y un palo entre las costillas y otro en las tripas, y le pondría, además, en la boca una taza de hoja de lata, para que gotease allí su maldita sangre de cochino. Mentally he promised El Carnicerín that if ever he met him alone, he would sink his claws into his neck and strangle him; he would split the fellow′s head in two as they do to hogs, and would hang him up head downwards with a stick between his ribs and another in his intestines, and moreover, he′d place a tin box at his mouth into which his cursed pig′s blood could drip.
Y luego generalizaba su odio y pensaba que la sociedad entera se ponía en contra de él y no trataba mas que de martirizarle y de negarle todo. Then he generalized his hatred and considered that society itself was against him, intent only upon plaguing him and denying him everything.
Pues bien; él se pondría en contra de la sociedad, se reuniría con el Bizco y asesinaría a diestro y siniestro, y cuando, cansado de hacer crímenes, le llevaran al patíbulo, miraría desde allí al pueblo con desprecio y moriría con un supremo gesto de odio y de desdén. Very well, then; he would go against society, he would join El Bizco and assassinate right and left, and when, wearied of committing so many crimes, he would be led to the scaffold, he would look scornfully down from the platform upon the people below and die with a supreme gesture of hatred and disdain.
Mientras barajaba en la cabeza todas estas ideas de exterminio, iba obscureciendo. Manuel subió a la plaza de Oriente, y de aquí siguió por la calle del Arenal. While all these thoughts of wholesale extermination thronged in his brain, night was falling. Manuel walked up to the Plaza de Oriente and followed thence along Arenal Street.
Estaban asfaltando un trozo de la Puerta del Sol; diez o doce hornillos puestos en hilera vomitaban por sus chimeneas un humo espeso y acre. Todavía las luces blancas de los arcos voltaicos no habían iluminado la plaza; las siluetas de unos cuantos hombres que removían la masa de asfalto en las calderas con largos palos, se agitaban diabólicamente ante las bocas inflamadas de los hornillos. A strip of the Puerta del Sol was being asphalted; ten or twelve furnaces ranged in a row were belching thick acrid smoke through their chimneys. The white illumination of the arc-lights had not yet been turned on; the silhouettes of a number of men who were stirring with long shovels the mass of asphalt in the caldrons danced diabolically up and down before the flaming mouths of the furnaces.
Manuel se acercó a una de las calderas y oyó que le llamaban. Era el Bizco; se hallaba sentado sobre unos adoquines. Manuel approached one of the caldrons when suddenly he heard his name called. It was El Bizco; he was seated upon some paving blocks.
—¿Qué hacéis aquí?—le preguntó Manuel. "What are you doing here?" Manuel asked him.
—Nos han derribado las cuevas de la Montaña—dijo el Bizco—, y hace frío. Y tú, ¿qué? ¿Has dejado la casa? "We′ve been thrown out of the caves," answered El Bizco, "and it′s cold. What about you? Have you left the house?"
—Sí. "Yes."
—Anda, siéntate. "Have a seat."
Manuel se sentó y se recostó en una barrica de asfalto. Manuel sat down and rested his back against a keg of asphalt.
En los escaparates y en los balcones de las casas iban brillando luces; llegaban los tranvías suavemente, como si fueran barcos, con sus faroles amarillos, verdes y rojos; sonaban sus timbres, y corrían por la Puerta del Sol, trazando elegantes círculos. Cruzaban coches, caballos, carros, gritaban los vendedores ambulantes en las aceras, había una baraúnda ensordecedora... Al final de una calle, sobre el resplandor cobrizo del crepúsculo, se recortaba la silueta aguda de un campanario. Lights began to sparkle in the balconies of the residences and in the shop windows; the street cars arrived gently, as if they were vessels floating in, with their yellow, green and red lanterns; their bells rang and they traced graceful circles around the Puerta del Sol. Carriages, horses, carts came rattling by; the itinerant hawkers cried their wares from their sidewalk stands; there was a deafening din…. At the end of one street, against the coppery splendour of the dusk stood out the tapering outlines of a belfry.
—Y a Vidal, ¿no lo ves?—preguntó Manuel. "And don′t you ever see Vidal?" asked Manuel.
—No. Oye: ¿tú tienes dinero?—dijo el Bizco. "No. See here, Have you got any money?" blurted El Bizco.
—Veinte o treinta céntimos nada más. "Twenty or thirty céntimos at most."
—¿Vamos por una libreta?
—Bueno. "Fine."
Compró Manuel un panecillo, que dió al Bizco, y los dos tomaron una copa de aguardiente en una taberna. Anduvieron después correteando por las calles, y a las once, próximamente, volvieron a la Puerta del Sol. Manuel bought a loaf of bread, which he gave to El Bizco, and the two drank a glass of brandy in a tavern. Then they went wandering about the streets and, at about eleven, returned to the Puerta del Sol.
Alrededor de las calderas del asfalto se habían amontonado grupos de hombres y de chiquillos astrosos; dormían algunos con la cabeza apoyada en el hornillo, como si fueran a embestir contra él. Los chicos hablaban y gritaban, y se reían de los espectadores que se acercaban con curiosidad a mirarles. Around the asphalt caldrons had gathered knots of men and tattered gamins; some were sleeping with their heads bent against the furnace as if they were about to attack it in bull fashion. The ragamuffins were talking and shouting, and they laughed at the passers-by who came over out of curiosity for a closer look.
—Dormimos como en campaña—decía uno de los golfos. "We sleep just as if we were in the open country," said one of the idlers.
—Ahora no vendría mal—agregaba otro—pasarse a dar una vuelta por la Plaza Mayor, a ver si nos daban una libra de jamón. "It wouldn′t be at all bad," added another, "to take a walk now over to the Plaza Mayor and see whether they wouldn′t give us a pound of ham."
—Tiene trichina. "It has trichinae in it, anyway."
—Cuidado con el colchón de muelles—vociferaba uno chato, que andaba con una varita dando en las piernas de los que dormían—. ¡Eh, tú, que estás estropeando las sábanas! "Take care of that spring-matress," bellowed a flat-nosed gamin who was going about striking the sleepers with a stick in the shins. "Hey, there, you′re rumpling the sheets!"
Al lado de Manuel, un chiquillo raquítico, de labios belfos y ojos ribeteados, con uno de los pies envuelto en trapos sucios, lloraba y gimoteaba; Manuel, absorto en sus ideas, no se había fijado en él. At Manuel′s side, a rachetic urchin with thick lips and streaked eyes and one of his feet bandaged in dirty rags, was crying and groaning; Manuel, engrossed in his own thoughts, had not noticed him before.
—Pues no berreas tú poco—le dijo al enfermo un muchacho que estaba tendido en el suelo, con las piernas encogidas y la cabeza apoyada en una piedra. "Some howling you′re doing," came to the sufferer from a boy who was stretched out on the ground with his legs cramped close to his chest and his head pillowed against a rock.
—Es que me duele mucho. "It hurts like anything."
—Pues, amolarse. Ahórcate. "Then shut up, grin and bear it. Hang yourself."
Manuel creyó oír la voz del Carnicerín, y miró al que hablaba. Con la gorra puesta sobre los ojos, no se le veía la cara. Manuel thought that he heard El Carnicerín′s voice and glanced toward the speaker. The fellow′s hat was pulled down over his eyes and his face was not visible.
—¿Quién es ése?—preguntó Manuel al Bizco. "Who′s that?" asked Manuel of El Bizco.
—Es el capitán de los de la Montaña: el Intérprete. "He′s the captain of the cave gang: El Interprete."
—¿Y por qué le habla así a ese chico? "And what′s he talking to the kid like that for?"
—El Bizco se encogió de hombros con un ademán de indiferencia. El Bizco shrugged his shoulders with a gesture of indifference.
—¿Qué te pasa?—le preguntó Manuel al chiquillo. "What′s′ the trouble?" Manuel inquired of the boy.
—Tengo una llaga en un pie—contestó el otro, volviendo a llorar. "I have a wound in my foot," replied the child, bursting again into tears.
—Te callarás—interrumpió el Intérprete soltando una patada al enfermo, el cual pudo esquivar el golpe—. Vete a contar eso a la perra de tu madre... ¡Moler! No se puede dormir aquí. "Shut up, I tell you," interrupted El Interprete, aiming a kick at the sufferer, who managed to escape the blow. "Go tell your troubles to your bitch of a mother…. Damn it all! It′s impossible to sleep here."
—Amolarse—gritó Manuel. "Then to hell with you!" shouted Manuel.
—Eso ¿a quién se lo dices?—preguntó el Intérprete, echando la gorra hacia atrás y mostrando su cara brutal de nariz chata y pómulos salientes. "Who are you talking to?" demanded El Interprete, shoving his cap back on his head and revealing a brutish face with a flat nose and high cheekbones.
—A ti te lo digo ¡ladrón! ¡cobarde! "To you, you thief, you coward!"
El Intérprete se levantó y marchó contra Manuel; éste, en un arrebato de ira, le agarró del cuello con las dos manos, le dió con el talón derecho un golpe en la pierna, le hizo perder el equilibrio y le tumbó en la tierra. Allí le golpeó violentamente. El Intérprete, más forzudo que Manuel, logró levantarse; pero había perdido la fuerza moral, y Manuel estaba enardecido y volvió a tumbarle, e iba a darle con un pedrusco en la cara, cuando una pareja de municipales los separó a puntapiés. El Intérprete se marchó de allí avergonzado. El Interprete sprang to his feet and strode over to Manuel, who, in an excess of fury seized him with both hands by the neck, kicked him in the leg with his right heel, made him lose his balance and threw him to the ground. There he thumped him violently. El Interprete, more muscular than Manuel, was able to get to his feet again; but he had lost his nerve and Manuel, gathering strength from his anger, threw him down a second time and was about to crash a rock into his face when a pair of municipal guards happened along and kicked them apart. El Interprete went off disgraced.
Se tranquilizó el corro, y fueron, unos tras otros, tendiéndose nuevamente alrededor de la caldera. The members of the crowd calmed down and went off, one after the other, to resume their positions around the caldron.
Manuel se sentó sobre unos adoquines; la lucha le había hecho olvidar el golpe recibido a la tarde; se sentía valiente y burlón, y encarándose con los curiosos que contemplaban el corro, unos con risas y otros con lástima, se puso a hablar con ellos. Manuel sat down upon some paving blocks; the struggle had wiped out the memory of the blow he had received that afternoon; he felt brave and in a jesting mood, so, facing the curiosity-hunters that were watching the group, some laughing and others eyeing the urchins with pity, he addressed them.
—Se va a terminar la sesión—les dijo—. Ahora van a dar comienzo los grandes ejercicios de canto. Vamos a empezar a roncar, señores. ¡No se inquieten los señores del público! Tendremos cuidado con las sábanas. Mañana las enviaremos a lavar al río. Ahora es el momento. El que quiera—señalando una piedra—puede aprovecharse de estas almohadas. Son almohadas finas, como las gastan los marqueses del Archipipi. El que no quiera que se vaya y no moleste. ¡Ea!, señores: si no pagan, llamo a la criada y digo que cierre... "The session is about to close," he said. "Now we shall begin the community singing lessons. We′re about to commence snoring, ladies and gentlemen. Let the public have no fear. We′ll take good care of the bedsheets. Tomorrow we′ll send them to the river to be washed. Now is the time. Whoever so desires," and he pointed to a rock, "may take advantage of these pillows. They′re excellent pillows, such as are used by the Marquises of Archipipi. Whoever doesn′t wish to sleep on them, let him be gone and not bother us. Ea! Gentlemen! If you don′t pay I′ll summon the servant and tell her to close…."
—Pero si a todos éstos les pasa lo mismo—dijo uno de los golfos—; cuando duermen van al mesón de la Cuerda. Si todos tienen cara de hambre. "It′s the same with all of them," said one of the ragamuffins. "They talk nonsense when they get sleepy. They all look as if they were starved."
Manuel sentía una verbosidad de charlatán. Cuando se cansó se apoyó en un montón de piedras y, con los brazos cruzados, se dispuso a dormir. Manuel felt as garrulous as a mountebank. When he had wearied, he leaned against a heap of stones and with arms crossed prepared to sleep.
Poco después el grupo de curiosos se había dispersado; no quedaban mas que un municipal y un señor viejo, que hablaban de los golfos en tono de lástima. Shortly after this the group of curiosity-hunters had dispersed; only a guard and an old gentleman were left, and they discussed the ragamuffins in tones of pity.
El señor se lamentaba del abandono en que se les dejaba a los chicos, y decía que en otros países se creaban escuelas y asilos y mil cosas. El municipal movía la cabeza en señal de duda. Al último resumió la conversación, diciendo con un tono tranquilo de gallego: The gentleman deplored the way these children were abandoned and said that in other countries they built schools and asylums and a thousand other things. The guard shook his head dubiously. At last he summed up the conversation, saying in the tranquil manner of a Galician:
—Créame usted a mí: éstos ya no son buenos. "Take my word for it: there′s no good left in any of them."
—Manuel, al oír aquello, se estremeció; se levantó del suelo en donde estaba, salió de la Puerta del Sol y se puso a andar sin dirección ni rumbo. Manuel, hearing this, began to tremble; he arose from his place on the ground, left the Puerta del Sol and began to wander aimlessly about.
«¡Estos ya no son buenos!» La frase le había producido una impresión profunda. ¿Por qué no era bueno él? ¿Por qué? Examinó su vida. El no era malo, no había hecho daño a nadie. Odiaba al Carnicerín porque le arrebataba su dicha, le imposibilitaba vivir en el rincón donde únicamente encontró algún cariño y alguna protección. Después, contradiciéndose, pensó que quizá era malo y, en ese caso, no tenía más remedio que corregirse y hacerse mejor. "There′s no good left in any of them!" The remark had made a deep impression upon him. Why wasn′t he good? Why? He examined his life. He wasn′t bad, he had harmed nobody. He hated El Carnicerín because that fellow had robbed him of happiness, had made it impossible for him to go on living in the one corner where he had found some affection and shelter. Then contradicting himself, he imagined that perhaps he was bad after all, and in this case the most he could do was to reform and become better.
Embebido en estos pensamientos oyó, al pasar por la calle de Alcalá, que le llamaban repetidas veces. Era la Mellá y la Rabanitos, acurrucadas en un portal. Absorbed in these reflections, he was passing along Alcalá Street when he heard his name called several times. It was La Mellá and La Rabanitos, skulking in a doorway.
—¿Qué queréis?—las dijo. "What do you want?" he asked.
Na, hombre, hablarte. ¿Has heredado? "Nothing, man. Just a word with you. Have you come into your money yet?"
—No; ¿qué hacéis? "No. What are you doing?"
—Aquí filando—contestó la Mellá. "Hiding here," answered La Mellá.
—¿Pues qué pasa? "Why, what′s the trouble?"
—Que hay recogida, y ese morral de ispetor, a pesar de que le pagamos, nos quie llevar a la delega. ¡Acompáñanos! "There′s a round-up, and that skunk of an inspector wants to take us to the station, even if we do pay him. Keep us company!"
Manuel las acompañó un rato; pero una y otra se fueron con unos señores y él quedó sólo. Volvió a la Puerta del Sol. Manuel accompanied them for a while; but they both picked up a couple of men on the way and he was left alone. He returned to the Puerta del Sol.
La noche le pareció interminable: dió vueltas y más vueltas; apagaron la luz eléctrica, los tranvías cesaron de pasar, la plaza quedó a obscuras. The night seemed to him endless; he walked around and walked yet again; the electric lights were extinguished, the street-cars stopped running, the square was left in darkness.
Entre la calle de la Montera y la de Alcalá iban y venían delante de un café, con las ventanas iluminadas, mujeres de trajes claros y pañuelos de crespón, cantando, parando a los noctámbulos; unos cuantos chulos, agazapados tras de los faroles, las vigilaban y charlaban con ellas, dándoles órdenes... Between Montera and Alcalá Streets there was a café before whose illuminated windows women passed up and down dressed in bright clothes and wearing crape kerchiefs, singing, accosting benighted passers-by; several loafers, lurking behind the lanterns, watched them and chatted with them, giving them orders….
Luego fueron desfilando busconas, chulos y celestinas. Todo el Madrid parásito, holgazán, alegre, abandonaba en aquellas horas las tabernas, los garitos, las casas de juego, las madrigueras y los refugios del vicio, y por en medio de la miseria que palpitaba en las calles, pasaban los trasnochadores con el cigarro encendido, hablando, riendo, bromeando con las busconas, indiferentes a las agonías de tanto miserable desharrapado, sin pan y sin techo, que se refugiaba temblando de frío en los quicios de las puertas. Then came a procession of street-women, touts and procurers. All of parasitical, indolent, gay Madrid issued forth at these hours from the taverns, the dens, the gambling-houses, the dives and vice resorts, and amidst the poverty and misery that throbbed in the thoroughfares these night-owls strutted by with their lighted cigars, conversing, laughing, joking with the prostitutes, indifferent to the agony of all these ragged, hungry, shelterless wretches who, shivering with the cold, sought refuge in the doorways.
Quedaban algunas viejas busconas en las esquinas, envueltas en el mantón, fumando... A few old strumpets remained at the street-corners, wrapped in their cloaks, smoking….
Tardó mucho en aclarar el cielo; aun de noche se armaron puestos de café; los cocheros y los golfos se acercaron a tomar su vaso o su copa. Se apagaron los faroles de gas. It was long before the heavens grew bright; it was still night when the coffee stands were opened, and the coachmen and ragamuffins went up for their cup or glass. The gas lamps were extinguished.
Danzaban las claridades de las linternas de los serenos en el suelo gris, alumbrado vagamente por el pálido claror del alba, y las siluetas negras de los traperos se detenían en los montones de basura, encorvándose para escarbar en ellos. Todavía algún trasnochador pálido, con el cuello del gabán levantado, se deslizaba siniestro como un búho ante la luz, y mientras tanto comenzaban a pasar obreros... El Madrid trabajador y honrado se preparaba para su ruda faena diaria. The light from the watchmen′s lanterns danced across the grey pavement, which already was dimly lighted by the pale glow of dawn, and the black silhouettes of the ragdealers stood out against the heaps of ordure as they bent over to take the rubbish. Now and then some pale benighted fellow with his coat collar raised, would glide by as sinister as an owl before the growing light and soon some workmen passed…. Industrious, honest; Madrid was preparing for its hard daily task.
Aquella transición del bullicio febril de la noche a la actividad serena y tranquila de la mañana le hizo pensar a Manuel largamente. This transition from the feverish turmoil of night to the calm, serene activity of morning plunged Manuel into profound thought.
Comprendía que eran las de los noctámbulos y las de los trabajadores vidas paralelas que no llegaban ni un momento a encontrarse. Para los unos, el placer, el vicio, la noche; para los otros, el trabajo, la fatiga, el sol. Y pensaba también que él debía ser de éstos, de los que trabajan al sol, no de los que buscan el placer en la sombra. He understood that the existence of the night-owls and that of the working folk were parallel lives that never for an instant met. For the ones, pleasure, vice, the night; for the others, labour, fatigue, the sun. And it seemed to him, too, that he should belong to the second class, to the folk who toil in the sun, not to those who dally in the shadows.

F I N

END OF "TO BUSCA"