Antonio Mira de Amescua
La hija de Carlos V



Personas que hablan:
  • El EMPERADOR Carlos V
  • El PRINCIPE de Portugal
  • Don FELIPE
  • El duque de ABEIRO, don Juan de Alencastro
  • El CONDESTABLE, don Pedro de Hernández
  • El duque de GANDIA
  • Don DIEGO de los Cobos
  • El duque de ALBA
  • MAXIMILIANO
  • ARNESTO
  • Don JAIME
  • ANDRES de Cuacos
  • Don GARCIA
  • CAZALLA
  • Doña JUANA
  • Doña MARIA
  • Doña ISABEL de Borja
  • Doña ANA
  • MUSICOS
  • SOLDADO
  • Acompañamiento


ACTO PRIMERO

Salen don DIEGO y el CONDESTABLE

DIEGO: ¡ Notable sentimiento !
CONDESTABLE:                          ¡ Es en Castilla
el amor de sus reyes tan notable !
DIEGO: Su lealtad y su celo maravilla.
CONDESTABLE: Y es el César también príncipe amable;
con clemencia engrandece lo que humilla. 5
DIEGO: Es porque tiene en vos gran condestable.
CONDESTABLE: Señor don Diego de los Cobos, eso
gana en tanta prudencia tanto seso.
DIEGO: Tres pedazos del alma se dividen
hoy en Juana, en Felipe y en María, 10
que de los orbes la distancia miden,
pasando a diferente monarquía.
CONDESTABLE: Los negocios de Italia al César piden,
donde hoy se parte a Portugal y a Hungría
Juana y María, con la misma priesa 15
donde una es reina ya y otra princesa.
DIEGO: Felipe se nos queda, que Dios guarde,
en el gobierno sólo.
CONDESTABLE:                    Sí, que ha hecho
de su prudencia y su valor alarde.
DIEGO: Postra el valor a su invencible pecho, 20
que si la sangre en las entrañas arde,
es forzoso el sentir.
CONDESTABLE:                          En él sospecho
que es bronce el corazón.
DIEGO:                          Mucho de él tiene
quien le resiste tanto.
CONDESTABLE:                         El César viene.

Sale [el EMPERADOR], Carlos Quinto

EMPERADOR: Don Diego de los Cobos, Condestable, 25
ya el plazo se llegó, ya llegó el día
en que el gozo mayor el alma entabla;
triunfan Bohemia, Portugal y Hungría.
¿: Qué es aquesto ?

Pónese el CONDESTABLE el pañuelo en los ojos

CONDESTABLE:                    Señor, es tan notable
el común sentimiento. 30
EMPERADOR:                    ¿: Mi alegría
con llanto celebran ? Dios da en los hijos
los pesares así, y los regocijos
suyos son. El los da, y pensar debemos
los padres que los hijos son preciosos
cristales, que estimamos y queremos, 35
siempre de que se quiebren cuidadosos;
en ellos los espíritus bebemos,
transparentes, purísimos y hermosos,
mas con la prevención de efectos tales,
que hay poca eternidad en los cristales. 40
Yo apenas conocí a los padres míos,
pues Felipe, mi padre, de mí ausente,
postró a la muerte sus gallardos bríos
en lo purpúreo de su hermoso oriente.
A la aprehensión de tantos señoríos 45
de trece años subí gloriosamente,
y tantos sus cuidados me obligaron
que de mi madre siempre me apartaron.
Perdí a la Emperatriz, faltóle al nido
del águila imperial la mitad de ella, 50
y así de sus tres pollos dividido,
quiero ganar lo que he perdido en ella;
y aunque debiera hacerlo enternecido,
el pesar en el gusto se atropella,
siendo hoy en resignar a Dios mi gusto, 55
César más soberano y más augusto.
Decidme de la suerte que ha quedado
dispuesta la jornada.
CONDESTABLE:                    Deuda es mía,
a vuestra majestad siempre obligado,
ofrecer el caudal con bizarría; 60
y así el gusto me toca y el cuidado
del rey Maximiliano y de María,
joya preciosa con que el cielo premia
las coronas de Hungría y de Bohemia.
Gran parte de la nobleza me acompaña, 65
a quien honrosamente ilustra y [apuña]
la espada de rubí, que el patrón [daña],
que al moro postra, aunque en diamantes bruña,
hasta que en el cristal que calza y [apaña]
de coturnos de plata la Coruña 70
se engolfan los fuertes galeones,
vanagloria del sol, del mar pavones.
EMPERADOR: Ya, don Pedro Hernández, desde hoy quedo
más deudor al Velasco.
CONDESTABLE:                          Deuda es mía,
donde doy lo que valgo y lo que puedo. 75
EMPERADOR: Miradme por el alma que os confía.
CONDESTABLE: Dudar de mi fe es eso.
EMPERADOR:                    Este es miedo
de padre, y como padre desconfía.
¿: Y a Portugal, quién va ?
DIEGO:                          ¡ Con tal grandeza
gloriosa parte a Portugal su alteza ! 80
El duque de Escalona, acompañado
de don Pedro de Acosta, justamente
de Osma señor, dignísimo prelado,
como lucido en la facción presente.
En Yelves, como está capitulado, 85
o en la pequeña y líquida corriente,
línea de plata que los reyes parte,
tálamos ha de hacer tronos de Marte.
Allí la ha de entregar con soberana
majestad al de Abeiro, que la espera. 90
Siendo la portuguesa y castellana
nobleza de estos campos primavera,
con ellos serenísima mañana
hará su sol traspuesto a nuestra esfera,
donde teja mortal entre los brazos, 95
donde teja mortal entre los lazos.
EMPERADOR: Dios os oiga, don Diego, y logre en nietos
lo que pierdo en dos almas, viendo España
por unos esos bárbaros sujetos,
y por otros la parte que Rin baña. 100
CONDESTABLE: Si de tan alta causa son efetos,
heredando el valor que os acompaña,
serán la majestad de todo el mundo.
EMPERADOR: Esa goza Felipo en el segundo.
¿: Qué damas lleva la princesa ? 105
DIEGO:                                Doce,
que por signos el sol dorar pudiera,
número que aun a Borja reconoce.
EMPERADOR: ¿: Llegó ya [el] de Gandía ?
DIEGO:                          Aún hoy le espera
........................... -oce]
........................... -era] 110
su alteza y va sin ella disgustada.
EMPERADOR: Soledad la ha de hacer en la jornada.
¿: Y está la prevención de mi partida
concluída también ? 115
CONDESTABLE:                    Ya el duque de Alba
madura edad en juventud florida,
nuncio de vuestro sol, de Italia es alba.
Los espera la armada prevenida
monarquía del mar, del viento salva.
DIEGO: Difunta queda España. 120
EMPERADOR:                    Viva queda,
que don Felipe mi justicia hereda.

Sale don GARCIA

GARCIA: Ya vienen a despedirse
sus majestades y alteza.
EMPERADOR: Aquí de su fortaleza
el ánimo ha de vestirse; 125
porque si llega a rendirse
el grave dolor que siento,
culparán el sufrimiento,
y así será en tanto amor
en mí la hazaña mayor 130
resistir al sentimiento.
Salidlos a recibir
en tanto que me prevengo
para la ocasión que tengo
que temer y resistir; 135
lo que resta de morir
--tan poco, ¡ qué suerte dura !--
por más que se la asegura
la vida al bien que está ausente,
para no ser, solamente 140
le falta la sepultura.

Vanse

Agora que solo estoy,
majestad dejadme ser,
padre en sentir y temer
pues siendo rey, piedra soy. 145
Lágrimas, licencia os doy
a que del alma salgáis.
¿: En qué anegándome estáis ?
Que en un César es bajeza;
mas pienso que con certeza 150
de padre me disculpáis.
Salid, porque padre sea
y piedra deje de ser;
salid antes que el poder
y la majestad se vea. 155
Procurad que el amor crea,
alma, que llorar sabéis;
pues si aquí me enternecéis,
veréis en tantos enojos
que monarquía en los ojos 160
de los césares tenéis.

Salen don FELIPE, doña JUANA, doña MARIA, MAXIMILIANO, el CONDESTABLE y acompañamiento

Mis hijos vienen aquí,
y es recibirlos razón.
¡ Ea, llegue la ocasión
en que he de vencerme a mí ! 165
Para trabajos nací,
no hay que rehusar los vaivenes
de la Fortuna. Aquí tienes
dolor, Amor, sin segundo,
que bien sé yo que da el mundo 170
pago de todos sus bienes.
¿: Está en el solio dispuesto
lo que ordené ?
CONDESTABLE:              Sí, señor.
EMPERADOR: Pues alto, embista el Amor;
que ya le aguardo en el puesto. 175
CONDESTABLE: Lo soberano y modesto
mezcla tan grave y ufano,
que en él, sin afecto humano,
tanto sus astros mejora,
que lo modesto enamora 180
y espanta lo soberano.

Híncanse de rodillas los príncipes

FELIPE: Dénos vuestra majestad
su mano y su bendición.
EMPERADOR: ¡ Ay, prendas del corazón !
Reina, alzad. Príncipe, alzad. 185
Llegad al pecho, llegad
al alma. Dios os bendiga,
y en versos David os diga
que veáis, reina y princesa,
ceñir los hijos la mesa, 190
como renuevos de oliva.
Hija, Felipe, sobrino,
Maximiliano, escuchad.
MAXIMILIANO: ¿: Qué manda su majestad ?
CONDESTABLE: ¿: Hay tal caso ? 195
DIEGO:              ¡ Peregrino !
JUANA: El nos enseña el camino
con que le hemos de imitar.
EMPERADOR: Ojos, dejad el llorar.
¡ Ay, queridas prendas mías,
qué largos serán los días ! 200
¡ Qué grande será el pesar !

Siéntanse

Hijos, no os espante en mí
tan notable prevención,
que de todas mis hazañas
ésta es la hazaña mayor. 205
El Amor me saca al campo,
y es tan valiente el Amor
que, siendo rey soberano,
aquí temiéndolo estoy.
César quise ser, vestido 210
de majestad y valor,
mas la terneza en mis ojos
me dice que padre soy.
Vencióme la fortaleza 215
si la majestad me armó.
Mas, ¿: qué mucho si soy cuerpo
que pierdo tres almas hoy ?
Hoy me hace sol de la Italia
la precisa obligación 220
de César, y hoy mis estrellas
me quitan el resplandor.
Pero si a esferas extrañas
os llevan, y yo me voy
donde jamás he de veros, 225
¿: para qué quiere ser sol ?
Felipe queda en España,
yo paso a Italia, y los dos
a postrar en Alemania
tan infame religión. 230
Doña Juana a Portugal
donde su madre nació,
va a ser prenda de don Juan
su príncipe y su señor.
Dios le haga dichosa en él, 235
siendo el alarbe feroz
alcatifa de su trono,
mármol de su panteón.
Oh, hijo, Josué segundo,
tierno y generoso estoy 240
repartiendo entre mis tribus
la tierra de promisión.
Todo os adore y bendiga
con gloriosa aclamación;
que el amor de sus vasallos 245
hace el príncipe mayor.
No deis a herejes oídos,
que en el golfo de su error
son sirenas del infierno
que emponzoñan con la voz. 250
Dejen Juanus y Lutero
la Alemania superior;
que lo que empecéis vosotros,
iré a conclüirlo yo.
La fe estableced en ella, 255
porque conozcan que sois
espíritu de mi celo,
y parte de mi toisón.
Y sobre todo os encargo...
mas, ¿: aquí el poder llegó 260
de Emperador a mandaros
lo que es digna obligación ?
Y así os mando como César
católico, defensor
de la iglesia que hoy ampara 265
un pontífice León,
que el santísimo inefable
sacramento, en quien obró
con la mayor providencia
Dios al portento mayor, 270
celebréis con tal decoro
y con tal veneración,
que tiemblen los dogmatistas,
en nubes de pan el sol.
Sepan confusos y ciegos 275
que el pan que ven pan es Dios,
siendo en El los accidentes
cortinas de su pasión.
Conozcan que está realmente
en la hostia, que asistió 280
en virtud de las palabras,
ley de la consagración.
Vivid con esta verdad,
perded por esta facción
las vidas. Mas si sois Austrias, 285
¿: por qué esta advertencia os doy ?
Herencia es vuestra por sangre,
con la feliz sucesión
de aquel glorioso archiduque,
de esta verdad precursor. 290
Pues dándose su caballo
al sacerdote, dejó
la majestad del imperio
por ser lacayo de Dios,
sin perder hacha ni rienda. 295
No a su pueblo, como Aarón,
libró, sino a Dios, por mares
de una tempestad atroz.
Vosotros, pues, a su ejemplo
y a su sacra imitación, 300
confundid los que a Dios niegan
en el pan por el sabor.
Decid que el gusto se engaña,
como la vista se erró,
siendo así los accidentes 305
ministros de la razón.
Postrad a los relicarios
la majestad. Dad favor
a la fe sin permitir
en su verdad opinión; 310
porque esto es ser fe, y monarcas
tan justos darán temor
a los bárbaros que dejan
la luz por la confusión. 315
Yo soy, al fin, Carlos Quinto,
señor del mundo y señor
de todas las voluntades,
que es el más alto blasón.
La tierra me viene estrecha, 320
aunque en la parte que halló,
con nuevos mundos pretende
darme una ensancha Colón.
Mas en tanta majestad,
esta urna y aquél son 325
os digan lo que he de ser,
si os he dicho lo que soy.
Y pues salís a imitarme,
sea con tal prevención
pues veis que a esto se reduce 330
la monarquía mayor.

Suenan cajas destempladas, aparécese una tumba con una calavera, una corona y un estoque, y desaparécese el EMPERADOR en la misma tramoya

FELIPE: Para ver en lo que para
la majestad que os contemplo,
de vuestra vida el ejemplo
sólo, señor, me bastara. 335
El me advierte y me declara
desengaños que advertir
para regirme y regir
los reinos que he de mandar,
porque se aprende a reinar 340
con aprender a morir.
MAXIMILIANO: Aunque está la majestad
tan incierta de este daño,
admitiendo el desengaño,
amaré en vos la verdad. 345
Reinad a siglo, reinad
edades de tiempo incierto,
que en el reinar os advierto,
a pesar del tiempo esquivo
que en el cielo reináis vivo, 350
si en la tierra os juzgo muerto.
JUANA: Padre y señor, yo os prometo
vivir siempre prevenida
de mi vida en vuestra vida,
que reverencio y respeto. 355
Vos seréis siempre mi objeto,
y mi vida seréis vos,
para que el mundo en los dos
vea, en llegando a mi reino,
y que vos reináis por vos. 360

Salen el CONDESTABLE y don DIEGO de los Cobos

DIEGO: Ya hay literas prevenidas.
FELIPE: ¿: Mi padre ?
CONDESTABLE:           Ya se ha partido.
MAXIMILIANO: ¿: Quién pondrá en tan triste olvido,
consuelo a tan tristes vidas ? 365
JUANA: Nuestras almas divididas
muestren aquí la terneza,
las leyes de la grandeza.
FELIPE: ¡ Oh, fieras, oh, ingratas leyes !
CONDESTABLE: ¡ La carroza de los reyes ! 370
DIEGO: ¡ La litera de su alteza !

Vanse. Salen ARNESTO y JAIME, y saquen en los brazos a doña ISABEL de Borja

JAIME: ¡ Desjarretadle ! ¡ Muera
quien tal crueldad de su valor creyera !
ARNESTO: ¡ Oh, animal portentoso,
de la mujer imagen en lo hermoso ! 375
Maldito sea el primero
que te ajustó a república de acero.

Sale el duque [de GANDIA]

GANDIA: ¿: Muerta mi hermana ? ¡ Ah, fieros !
ARNESTO: Etnas de luz nos dan sus dos luceros.
GANDIA: ¿: Pues qué ha sido ? 380
ARNESTO:                    Locura
del palafrén, soberbio en su hermosura...
GANDIA: ¡ Nunca a Castilla fuera
a ser de la princesa camarera !
¡ Doña Isabel, hermana !
Violeta es el jazmín, oro la grana. 385
¡ Perdió Borja su día !
JAIME: Voces en vano das.
ARNESTO:                    ¡ Señora mía !
GANDIA: Echémosle en la cara
destroncado cristal en agua clara.

Vuelve en sí

ISABEL: ¡ Ay, Dios, sólo pudiera 390
Clara mostrar mi juventud primera !
GANDIA: ¡ Oh, maravilla rara !
¡ Doña Isabel !
ISABEL:              Señor, ¿: dónde está Clara ?
GANDIA: ¿: Qué Clara ?
ISABEL:             Hermano, aquella
siempre abismo de luz y siempre estrella. 395
Cuando el bruto espantoso,
desmintiendo su instinto generoso,
de las riendas opreso,
quiso en mi vida rendirme el peso,
Clara me dio la mano. 400
La misma copia de la santa, hermano,
que las Descalzas tienen
en el altar, a quien deidad previenen.
Esta, cuando caía,
me pareció que afable me decía: 405
"Yo, para levantarte
quiero de ese caballo derribarte.
Caída es amorosa.
Pablo has de ser, porque has de ser esposa
de aquel blando cordero, 410
que tu culpa le puso en un madero;
y la que hoy verte espera
su mayor y más digna camarera,
te verá virgen rosa, 415
siendo por tu ocasión ella gloriosa."
GANDIA: Bien pudo en ansia tanta
esas ideas trasladar la santa
así en tu entendimiento.
ISABEL: Sentí su voz, como la tuya siento. 420
GANDIA: Pues en mi nombre trata
darle al milagro lámpara de plata.
ISABEL: Déme vuestra excelencia
esa mano a besar, y la licencia
de volver a Gandía. 425
GANDIA: En sus huertas te ves.
ISABEL:                    Ya presumía
que en Portugal estaba,
y a la princesa de vestir le daba.
GANDIA: Su alteza por agora
te puede perdonar, si no mejora 430
tu salud.
ISABEL:           Vamos, luego,
que el alma en vivo fuego
se abrasa ya por veros,
que quiere esta piedad agradeceros 435
sin salir de Gandía.
GANDIA: Haz, Arnesto, que vuelvan este día
prevención y criados,
...................... -ados].
Ve en mis brazos fiada. 440
JAIME: ¡ Que deshaga un caballo una jornada !

Vanse. Salen el PRINCIPE de Portugal y el duque de ABEIRO y acompañamiento

PRINCIPE: Como quien sois servís.
ABEIRO:                          Dame tu mano
que es para mí el favor más soberano.
PRINCIPE: A don Juan de Alencastro, como a primo
los brazos doy. 445
ABEIRO:              Ese favor estimo.
PRINCIPE: ¡ Llega la princesa !
ABEIRO:                    ¡ Gloria ilustrada !
PRINCIPE: Decid, duque de Abeiro, la jornada.
ABEIRO: La princesa doña Juana,
serenísima señora,
gloria y honra de Castilla 450
y tu dignísima esposa,
con la mayor majestad,
mayor aparato y pompa
que hasta hoy se ha mirado en libro
ni encarecido en historias, 455
servida de la grandeza
castellana, que era en tropas
pedazos de primaveras
con que los campos se adornan,
al breve ambiguo cristal, 460
muro excelso y raya poca
que a los dos reinos divide,
prodigios de Babilonia,
llegó, modesta y divina,
gallarda, altiva y hermosa, 465
con majestades de sol
y con imperios de aurora.
Un melado palafrén,
bañado de negras moscas,
--o de abejas, que acreditan 470
los néctares de la boca--
cuya gualdrapa, anegada
ya por las piedras y aljófar,
la tela ver no permite
ni que el color se conozca. 475
Breve nube de aquel Alba,
era de aquel sol carroza,
altar de aquella deidad,
y de aquel ángel custodia.
Don Diego López Pacheco, 480
marqués, duque de Escalona,
de la rienda le traía,
a quien don Pedro de Acosta,
por sus virtudes y letras
dignísimo obispo de Osma, 485
acompañaba, que en él
Carlos sus poderes copia.
A éstos los nobles seguían,
en los bordados y joyas,
si no ostentación bizarra, 490
cortesana vana gloria.
El portentoso animal,
dando en el crin y la cola
golfos de oro, que atrevido
el aire desparce en ondas, 495
si águila no parecía,
que otra Ganímedes roba,
Júpiter se hace caballo
en la castellana Europa,
y tan soberbio y tan vano 500
los escarceos informan,
que la majestad se finge
que en sus espaldas se asoma.
Vieras entonces los campos
fingir turquescas alfombras, 505
con las soberbias libreas
y con las galas costosas,
que en los colores y plumas
parecen valles y rocas,
almendros, por ser del marzo, 510
que en un día se malogran.
Unos aquí mieses fingen
pespuntadas de amapolas,
cuando en océanos verdes 515
son de los vientos lisonjas.
No se han visto eternamente
confusiones tan hermosas,
ni jamás tan bien lograda
primavera de dos horas. 520
Llegué, llevando conmigo
la ilustrísima persona
del obispo de Coímbra,
don Fray Juan Suárez, gloria
de la observancia agustina, 525
y piedra de su corona;
y hechas en la real entrega
las dispuestas ceremonias,
nunca con mayor grandeza
ni jamás con tal concordia, 530
el duque me dio la rienda,
donde un Faetón me transforman
los rayos del sol que guío
por precipicios de sombras.
Aquí tumultos oyeras, 535
y aquí vieras, en discordias
de las dos lenguas mezcladas
alegrías y congojas;
porque "¡ Viva la princesa !"
dijo Portugal, y en roncas 540
voces Castilla, de envidia
o de sentimiento, llora.
Soberana me pregunta,
como quedaba en Lisboa
el príncipe mi señor, 545
y aguarda a que le responda
concediéndome la sangre
y púrpura vergonzosa,
porque no le profanaran
cortinas que al rostro corran. 550
Tras mí en el limpio viril
todas las reliquias dora
siendo el obispo el postrero,
que por prelado le toca.
Con real grandeza entró en Yelves, 555
donde su alteza reposa
aquella noche, por ver,
soberbia arrogancia y loca,
ganar aplausos de día
con privilegios de antorcha. 560
Proseguimos las jornadas,
siendo los caminos copias
de abejas, cuando en sus cuadras
unas tropiezan en otras,
los piquillos iluminan 565
con las flores que destrozan.
Llegamos así a la villa
de Estremoz, donde se apoyan
los aparatos y triunfos
de las romanas colonias, 570
donde aguardándola estaba
el rey, mi señor, con toda
la gloria de Portugal,
lisonjera de su gloria.
En sus brazos la recibe, 575
y ella a sus plantas se postra,
quedando en tanta humildad
la majestad más gloriosa.
No me detengo en las fiestas
por referirte que en Cogna 580
se ha embarcado en un jardín,
que sobre el Tajo se forma,
prevención porque no vea,
que crespos cristales corta,
pasadizo de tres leguas, 585
dispuesto en leños que brotan
fugitivas primaveras
en las cristalinas ondas.
Es un corriente pensil,
que es un milagro que a Roma, 590
Efeso y la insigne Egipto
da admiración, que con todas
las maravillas del mundo
puede competir heroica;
pero ser de Portugal 595
para encarecerlo sobra.
De este, ceñida de oliva,
cándida y mansa paloma,
el águila de Austria sale
a ser sacra precursora 600
en tus reinos de la paz
y de la misericordia.
Plega a Dios que entre sus brazos
vivas edades notorias,
sin pedir siglos al fénix 605
ni incendios a sus aromas,
dándole a Portugal Juana,
a tus quinas vencedoras
Alfonsos, a la fe espadas,
a la majestad memorias, 610
a los soberbios castigos,
a los humildes coronas,
nietos a tu heroico abuelo,
al César triunfantes glorias, 615
remedo de sus hazañas
y amagos de sus victorias.
PRINCIPE: Y a vos, don Juan de Alencastro,
plega a Dios que el cielo os oiga.
ABEIRO: Oiráme el cielo, señor. 620
Su alteza a la puerta asoma;
la artillería hace salva
al castillo con gran pompa.
PRINCIPE: Y él le paga en consonantes
que en preñados versos copia. 625
Ya mi armada la recibe.
ABEIRO: Sólo pudiera Lisboa
hacer tal demostración.
PRINCIPE: Mis deseos la provocan.

Salen delante bailando a la princesa [doña JUANA] y a una esquina del tablado el PRINCIPE, y después de haber cantado se llega uno a otro. Cantan

MUSICOS: "Venga [ya] muito en buen hora 630
la princesa doña Juana,
ainda que es castellana,
y las almas enamora."
PRINCIPE: La mano me dé a besar
vuestra alteza. 635
JUANA:              Vuestra alteza
no esté así.
PRINCIPE: ¡ Rara belleza !

Luciendo cortesía y entrambos hincándose de rodillas

JUANA: Señor, éste es mi lugar.
Así estaremos los dos,
señor. 640
PRINCIPE: Así estoy triunfando.
Y así estoy venerando
la omnipotencia de Dios.
JUANA: Dejad, gran señor, los pies.
PRINCIPE: Portugués me considero. 645
JUANA: Aunque portugués os quiero,
no os quiero tan portugués.
PRINCIPE: La mano os vengo a pedir.
JUANA: La vuestra me da a mí honor.
PRINCIPE: Esto es premio. 650
JUANA:              Esto es amor.
PRINCIPE: Esto es amar.
JUANA:              Esto es sentir.

Los MUSICOS [se] van cantando la misma copla y todos éntranse; y salen el CONDESTABLE y don DIEGO

CONDESTABLE: Aumente el cielo los años
eternidades de siglos
hoy en los años del César
que cumple cincuenta y cinco. 655
DIEGO: Bruselas se descompone,
todo es fiesta y regocijo.
Victoria de tantos años
honran con risas y gritos.
De él se han derivado en Carlos 660
las suertes y los prodigios.
Mas ya se sale vistiendo
el máximo Carlos Quinto.

Sale [el EMPERADOR] Carlos

EMPERADOR: Mucho a Bruselas le debo.
CONDESTABLE: Eres su monarca. 665
EMPERADOR:              He sido
siempre su padre piadoso.
Bien en tu favor lo he visto;
el primer César te llaman.
EMPERADOR: Fuera esto ofender al Quinto.
Yo pagaré tanto amor. 670
CONDESTABLE: Mis músicos he traído
y en la antecámara están.
EMPERADOR: Siempre os veo en mi servicio
y en mis gustos diligente.
Canten, que gusto de oírlos. 675
CONDESTABLE: ¡ Hola, cantad ! Que ya os oye
su majestad.
EMPERADOR:              De mí mismo
hoy como el fénix renazco,
que aún no me faltan los bríos.

Salen los MUSICOS

MUSICOS: "De trece años Carlos Quinto 680
bajó a Castilla de Flandes,
y con majestad en ella
venció las Comunidades".
CONDESTABLE: Llegad.
EMPERADOR: Denles cien escudos 685
por cada triunfo que canten,
que aunque es tan modesto el precio,
la cantidad será grande
si aquí los refieren todos
y aún espero acrecentarles, 690
Conde, desde hoy otros muchos.
CONDESTABLE: Mil años el cielo os guarde.
MUSICOS: "Vence Carlos en Pavía
al rey Francisco de Francia,
más facción de su fortuna 695
que del marqués de Pescara".
EMPERADOR: Dicen verdad, que en mí estuvo
el valor y la constancia.
De aquel triunfo canten más
que de buen gusto los cantan. 700
MUSICOS: "Desafió Carlos Quinto
desde Viena a Celín,
cuerpo a cuerpo en la campaña
y no se atrevió a salir".
EMPERADOR: ¡ Y cómo que fue verdad, 705
y cómo que pasó así !
No estuve, Conde, en mi vida
con más gana de reñir
que entonces, y lo matara,
según bizarro me vi. 710
No he sentido, ¡ vive Dios !,
cosa tanto como allí
no pelear cuerpo a cuerpo
con él; pero vióme en fin. 715
MUSICOS: "A los pies de Carlos Quinto
está [Lansgrave] y Sajonia,
medrosos de su justicia
pidiendo misericordia".
EMPERADOR: Siempre fui con los rendidos 720
piadoso, que las historias,
si con el valor se adquieren,
con la clemencia se adornan.
MUSICOS: "Ya Barbarroja soberbio,
sangriento y vencido en Túnez, 725
entre los brazos del César
piedad a voces le pide".

Canta dentro ANDRES de Cuacos

ANDRES: "Pobre nací y pobre me vi,
y pobre me estoy;
y dáseme un cornado 730
del emperador".
DIEGO: ¿: Hay mayor atrevimiento ?
CONDESTABLE: ¿: Hay desvergüenza mayor ?
DIEGO: La posta es.
CONDESTABLE:              ¡ Hola, matadle !
EMPERADOR: ¡ Terrible resolución ! 735
No le ofendáis, que hoy no es día
de fiereza ni rigor.
CONDESTABLE: Ha sido gran desacato.
EMPERADOR: Interrumpir lo peor
a vuestra música ha sido, 740
Conde, con tan mala voz.
¿: Qué no se le da un cornado
de mí dijo, como oyó
cantar mis triunfos ? Merece
mi clemencia y mi perdón. 745
Traedle, que quiero verle.
CONDESTABLE: ¿: Hay tal hombre ? Entre el cantor,
que le quiere ver el César.

Sale ANDRES

ANDRES: No ha sido el cantar error.
CONDESTABLE: Ha sido gran desvergüenza 750
.................. -ó].
EMPERADOR: Dejadle. ¿: Qué hacéis la posta ?
................. - ó].
ANDRES: Yo, señor, sí... porque... cuando...
EMPERADOR: Sosegaos. 755
ANDRES:             Como estoy,
cuando me juzgáis culpado,
en vuestra presencia, y vos
estáis, como dicen todos
estáis en lugar de Dios...
EMPERADOR: No temáis, decidlo, amigo. 760
................... -ó].
ANDRES: Del mundo desengañado,
que es enemigo mayor,
viendo que da los pesares
como los bienes nos dio, 765
hago burla del cantado
y digo aquesta canción.
EMPERADOR: Decidla, que yo os perdono,
y ha de ser en alta voz.
ANDRES: Soy músico muy novicio. 770
EMPERADOR: Para mí sois el mejor.

[Canta]

ANDRES: "Pobre nací, pobre, viví,
y pobre me estoy;
y dáseme un cornado
del Emperador". 775
EMPERADOR: ¿: Cómo, juzgándoos tan pobre,
de mí no se os da un cornado ?
ANDRES: Señor, porque cuando muera
serán menester mis cargos,
y en un cornado no estimo, 780
si allá habéis de ser juzgado
como el más pobre, el más vil,
el más humilde, el más bajo,
vuestros imperios.
EMPERADOR:                    ¡ Bien dice !
¿: Mas el ser pobre es ser santo ? 785
ANDRES: No, señor; antes los pobres
somos impacientes, vanos,
envidiosos, fementidos,
viles, crüeles, ingratos,
y humanamente demonios, 790
no siéndolo voluntarios.
Mas yo, señor, siendo pobre,
sólo de salvarme trato,
que al fin se canta la gloria,
y esto advierte en lo que canto. 795
EMPERADOR: ¿: Cuánto ha que soldado sois ?
ANDRES: Pienso que diez y seis años.
EMPERADOR: ¡ Diez y seis años ! ¡ Qué bien !
........................ -a-o].
ANDRES: Y tanto, que de los quince, 800
vuestras glorias acompaño.
EMPERADOR: ¿: Treinta y un años tenéis ?
ANDRES: Señor, sí, que tantos años
tres mil setenta y dos meses,
y en semanas dilatados 805
son cuatro mil y trescientas
y cuarenta. Estas sumando
en días son dos millones
y ciento y treinta y si paso
a reducirlas a horas, 810
son las que por mí han pasado
cuarenta y nueve millones
de horas. Si a medios o cuartos
las reduzco, vendrá a ser 815
el número imaginado
infinito; si tú tienes
de dar cuenta de tus años,
meses, semanas y días,
horas, medias horas, cuartos, 820
y el menor espacio de estos
contener puede un pecado,
que los delitos y ofensas
salen en tan breve espacio,
¿: por qué no quieres que diga 825
que no se me da un cornado
del Emperador ?
EMPERADOR:              ¿: No oís
lo que dice ? ¡ Castigadlo !
ANDRES: Porque sepas, gran señor,
como mi remedio trato, 830
quiero que veáis un libro
que en mi fardellito traigo.
Lea vuestra majestad.

Saca un libro de un fardel viejo

CONDESTABLE: Ciérralo allá.
EMPERADOR:              No hagáis caso
jamás de la guarnición 835
del libro, conde. Mirarlo
por lo escrito es lo que importa,
que no está en lo encuadernado
lo que viene.
ANDRES:              La letra
es mala. 840

Lee [el EMPERADOR] Carlos

EMPERADOR: "Breve sumario
del tiempo que Dios me dio
para ver como le gasto".
ANDRES: Años, meses, días, horas,
desde que discurso alcanzo, 845
tengo en ese libro escritas,
donde no se me ha pasado
el instante más pequeño
ni el pensamiento más vario.
Vedlo bien. 850
EMPERADOR:             ¡ Extraña cosa !
CONDESTABLE: ¡ Cuenta estrecha !
EMPERADOR:                    ¡ Hombre extraño !

Lee

"Ano de mil quinientos,
lunes catorce de mayo,
día de San Valentín,
llegaste..." Adelante paso. 855
"Jueves a veinte de enero
del años de treinta, estando
el imperial escuadrón
sobre Lasartas, el cuarto
de la modorra me cupo; 860
éste le pasé rezando
el Rosario de la Virgen
y por las ánimas cuatro.
Llovió y nevó sin cesar,
y de impaciente di al diablo 865
al César y al de Alba..."
ANDRES:                    Es cierto.

Lee

EMPERADOR: "Dejé la posta y mojado
llegué al cuartel, donde estuve
a la lumbre murmurando
de mi alférez; recostéme 870
a reposar sobre un banco;
recordé, y dando las ocho
fuimos a tomar un trago
mis camaradas y yo,
en que media hora gastamos 875
en conversación honesta
y en porfía de los campos.
Hasta las nueve estuvimos
en misa, y nos apartamos..."
ANDRES: ¿: Hay tan gran puntualidad 880
y cansancio ?
EMPERADOR:              Es buen cansancio.

Lee

"Año de nueve en Amberes.
Herido de un mosquetazo
en el hospital entré".
ANDRES: Señor, con ese cuidado 885
está todo.
DIEGO:           ¿: Hay mayor flema ?
ANDRES: La cólera es todo agravios;
y desde que razón tengo,
esta cuenta y razón guardo, 890
que en este reloj de arena
cuento las horas por granos.
EMPERADOR: Este hombre no es el que habla.
Matías mueve sus labios,
y en su día y en mi día 895
me advierte estos desengaños.
Y si juzgado he de ser,
no como un hombre ordinario,
sino como un César loco,
¿: qué me detengo ? ¿: Qué aguardo ? 900
¿: De dónde sois ?
ANDRES:              Extremeño.
EMPERADOR: ¿: Habéís sido buen soldado ?
ANDRES: Pienso que sí.
EMPERADOR:              Pues, decid,
¿: cómo oficio en tantos años
no habéis tenido ? 905
ANDRES:                   Señor,
porque no le he procurado.
EMPERADOR: Mucha modestia es la vuestra.
¿: Tenéis papeles ?
ANDRES:              De asaltos
y de facciones honrosas,
de hechos extraordinarios, 910
tengo mis fes, y otras tantas
certificaciones traigo.
EMPERADOR: Pues sed desde hoy capitán.
ANDRES: Vivas, soberano Carlos, 915
mil siglos en que te sirva,
mas sin oficio ni cargos.
Perdóname, que no quiero
trocar a ajenos cuidados
los míos; antes quisiera 920
retirarme a ser donado
a un convento. Esto procuro;
................... -a-o]
temo el no me recibir
y así quiero suplicaros 925
me hagáis merced de una carta,
gran señor, facilitando
este impedimento.
EMPERADOR:                   ¿: Y dónde
imagináis retiraros ?
ANDRES: En Yuste, que es un convento 930
que está muy cerca de Cuacos,
aldea donde nací,
y porque, señor, me llamo
Andrés de Cuacos.
EMPERADOR:                   ¿: Convento
hay allí ? 935
ANDRES:             Puedo llamarlo
cielo, paraíso, donde
bebe en naturales cuadros
la tierra el aura apacible
de diamante y topacios.
Reino es de la primavera, 940
jerarquía de hermitaños
jerónimos.
EMPERADOR:           En este hombre
los cielos me están hablando.
Escribir quiero a Felipe. 945
Vea su sitio y si acaso
es a propósito, quiero
darme en él a Dios en cambio
de tan malogrados días,
de tan perdidos años. 950
¡ Andrés de Cuacos !
ANDRES:                    ¿: Señor ?
EMPERADOR: La vuelta de España trato.
Conmigo iréis, y en ella
veremos juntos los claustros
de Yuste, donde podrán 955
vernos donados a entrambos.
Conde, desde hoy en mis libros
asienten por mi criado
a Andrés de Cuacos.
CONDESTABLE:                    ¿: Y en qué
oficio han de ocuparlo ? 960
EMPERADOR: De músico ha de servir
de mi cámara.
ANDRES:              Yo canto
como veis.
EMPERADOR:           Por lo que he visto,
amigo, músico os hago 965
de mi cámara; que quiero
que siempre me estéis cantando
esa canción, que por ella
veré que vale un cornado
más que una imperial corona. 970
Pero es oro, y ella es barro.
DIEGO: El César se ha enternecido.
CONDESTABLE: Pues, tratemos de alegrarlo,
y a aguardar los parlamentos
y las fiestas. 975
EMPERADOR:              ¿: Dónde vamos,
que hoy es el día que triunfo,
pues que de mí voy triunfando ?
ANDRES: Y yo la alabarda dejo,
si vuestro cantor me llamo.
EMPERADOR: Andrés, con tan mala voz 980
cantar tan bien es milagro.
Desde hoy el mundo ha de ver
la mayor victoria en Carlos.


ACTO SEGUNDO

Sale la princesa doña JUANA, el REY de Portugal su suegro, y ella vestida de luto, y acompañamiento

JUANA: Nadie en acción tan rara, 985
si no es agora me ha de ver la cara,
fidalgos, mientras viva,
que me pide mi esposo tan esquiva.
REY: Hija, tantos enojos
no ocasionen lágrimas a tus ojos, 990
aunque el cetro embellecen.
JUANA: Lágrimas son de esposo, y bien parecen
para llegar con vida;
dame licencia aquí que me despida
de ti, señor, y de ellos, 995
pues en mi vida he de volver a verlos.
Rey, don Juan de Portugal,
cuya majestad eterna
haga el tiempo en tus metales
y la fama de tus banderas, 1000
padre mío y señor mío,
venerable competencia
a los laureles de Roma
y a las tierras de Grecia;
fidalgos, a quien dos mundos 1005
por vuestras espadas tiemblan,
al fin portugueses nobles,
por quien las quinas sangrientas
siendo en el Africa rosas
son en el oriente estrellas, 1010
abono de lo que os amo,
sean mis lágrimas tiernas
testigos de mis palabras
y efectos de mis ternezas.
De los brazos de mi padre 1015
vine a ser vuestra princesa;
jamás me vi tan honrada,
jamás me vi tan contenta.
Del príncipe mi señor
don Juan fui dichosa prenda, 1020
desdichada en que me falte,
miserable en que le pierda.
Trece meses merecí
su dulce tálamo apenas,
cuando en tan felices lazos 1025
juzgaba edades eternas.
Pero la muerte envidiosa
quiso, arrogante y soberbia,
darme e entender que ella sola
no sabe ser lisonjera. 1030
Trasladóse a mayor día
fióse a más alta esfera,
pues en provincias de rayos
es majestad de planetas.
Pero aunque se fue, Dios quiso 1035
que en don Sebastián os diera
su imagen, que en él malogro
al padre no se parezca.
A los diez y ocho días
y resistiendo paciencia, 1040
su muerte en él de ese santo
salió a renovar sus penas.
Hijo de dolor ha sido,
parto ha sido de tristeza,
plega a Dios que él alegría 1045
de vuestros imperios sea.
Prenda es del alma y del alma
me le apartan, cuando fueran
con él mis ansias más sabias
y mis desdichas más cuerdas. 1050
Sin alma parto, fidalgos,
que en el príncipe se queda,
y pues en él os la doy;
tened cuidado con ella.
Veneradla por su padre, 1055
por mí estimadla y queredla;
ved que es alma de dos almas,
que quiere Dios que le pierdan.
Precisas obligaciones
me aparten de ella, y es fuerza 1060
que el cuerpo tenga en Castilla
y el alma en Portugal tenga.
A su gobierno me llama
por estar ausente el César,
mi padre, y porque mi hermano 1065
se casa en Ingalaterra.
Mirad como gobernar
podrá a Castilla quien deja
en un alabastro el alma
y en un ángel sus potencias. 1070
Y aunque esto siento, fidalgos,
como es razón que lo sienta,
disgustos son y pesar,
que al dejaros no llegan.
Favorecedme por sola, 1075
por viuda y extranjera,
por pobre y por peregrina,
y por mujer que se ausenta.
Sin espíritu, sin alma,
sin consuelo, sin paciencia 1080
de padre que era su amparo,
de rey que era su defensa,
de infante que era su gloria,
de grandes que su bien eran,
de fidalgos que eran su alma, 1085
de ricos que eran su hacienda,
de pobres que eran su vida.
Y al fin, portugueses de esta
tierra, que para alabarla,
pintarla y encarecerla 1090
ser Lusitania le basta,
donde los milagros cesan,
y es bien que al dejarla llora
quien por Castilla la deja.
REY: Vivas, madre de don Juan, 1095
vivas edades eternas.
GARCIA: Ya las galeras aguardan;
embárquese vuestra alteza.
JUANA: Padre, fidalgos, adiós.
GARCIA: ¡ Qué hermosura ! 1100
REY:              ¡ Que tristeza
ha de quedar en el reino !
JUANA: Señor, a mi cara prenda
vuelvo a encargar otra vez.
REY: Cuando mi nieto no fuera,
por ser hijo de tal madre 1105
lo estimara y lo quisiera.

Vanse y salen el [duque de] GANDIA y don JAIME

JAIME: ¿: Ha de ser hoy la partida ?
GANDIA: Don Jaime, forzosamente
tanta priesa al de Segorbe
su esposo me da. 1110
JAIME:              Gran trueque
hace vuestra excelencia.
GANDIA:                          Así
queremos que se conserven
parentescos y amistades.
Su hermana el duque me ofrece, 1115
y yo la mía le doy,
puesto que de dote tiene
hoy trescientos mil ducados.
JAIME: Dote es, que pudieran reyes
estimarle, porque iguala 1120
con su hermosura excelente.

Sale doña ANA con un espejo, y debajo una muerte

GANDIA: ¿: Y la duquesa mi hermana ?
ANDRES: En el jardín se entretiene
cortando flores.
GANDIA:                   Doña Ana,
dile que ya salir puede, 1125
que la litera la aguarda
dudosa de palafrenes.
ANDRES: Ella es la que viene aquí.

Sale doña ISABEL

GANDIA: Haz, don Jaime, que se apreste
la jornada, porque gusto 1130
de que los duques no esperen.
Dios a vuestra excelencia guarde,
que en mi vida me parece
que tan hermosa la he visto.
ISABEL: Siempre me [das] mil mercedes 1135
vuestra excelencia.
GANDIA:                    Yo me voy,
la partida será breve.

Vase

ISABEL: No se depondrá por mí.
ANA: Bizarra y hermosa vienes.
ISABEL: Vengo, doña Ana, de boda. 1140
ANA: Sólo en los vestidos eres.
ISABEL: Más hermosa antes de mucho,
doña Ana, he de parecerte.
ANA: No puedes estar más linda
jamás. 1145
ISABEL: Tanto lo encareces,
que verme quisiera.
ANA:                    Aquí
........................ -e-e]
tienes el espejo.
ISABEL:              ¡ Muestra !
Rostro me hace diferente 1150
el cristal.
ANA:           ¡ Qué maravilla
si es el cristal una muerte !
ISABEL: En este espejo, doña Ana,
las bellezas han de verse, 1155
que los cristales engañan
con las lisonjas que ofrecen.
Esto soy y esto he de ser;
a mi cuarto el cristal vuelve
y si viniere mi hermana, 1160
le dirás que un ramillete
cortando estoy en los cuadros,
que halaga ese vidrio en sierpes.

Vase

JAIME: ¡ Notable virtud !
ANA:                   Mirando
la caja de sus afeites, 1165
la hallé llena de cilicios
y de disciplinas.
JAIME:                   Vence
en todo a sus dos hermanos.
ANA: No se han visto en años verdes
tan ancianos desengaños 1170
ni acciones tan diferentes.
JAIME: Con tan claros desengaños,
¿: quién ciego se desvanece ?
ANA: Quien ve en aquese cristal
todos los días la muerte. 1175
JAIME: Alma santa es para mí.
Yo pienso que el duque viene.

Sale el duque [de GANDIA]

GANDIA: ¿: Y doña Isabel, doña Ana ?
ANA: Agora fue a su retrete,
que ha de pasar al jardín 1180
para hacer un ramillete.
GANDIA: Ve, y di que quedo aguardando.

Sale doña ISABEL de monja con un ramillete en las manos

¡ Cielos ! ¿: Qué disfraz es éste ?
¡ Duquesa, hermana, señora,
doña Isabel ! 1185
ISABEL:              Desnudéme
de Adán y de Dios vestíme.
GANDIA: ¿: Adónde vas de esa suerte ?
ISABEL: Al tálamo de mi esposo.
GANDIA: ¿: Quién es tu esposo ?
ISABEL:                    El que puede,
soberano y poderoso, 1190
criar este ramillete.
GANDIA: ¿: Y el duque ?
ISABEL:             Será mi esposo
si criare otro como éste.
GANDIA: ¿: Qué dices, doña Isabel
de Borja ? 1195
ISABEL: ¡ No el nombre trueques !
Soror Francisca me llamo
de Jesús, nombre a quien tiemblen
los cielos y los abismos.
GANDIA: No sé lo que me sucede. 1200
ISABEL: Yo sí, y al duque decidle
que Dios reina quiere hacerme,
y así por un reino aquí
es bien que un ducado deje.
GANDIA: ¡ Hermana, hermana, señora ! 1205
ISABEL: En vano es el detenerme.

Vase

JAIME: Al convento se pasó
por el jardín.
GANDIA:              ¡ Que concierte
esto Gandía sin mí !
Llegad, pedazos hacedle; 1210
pero deteneos, que Dios
sin duda sus pasos mueve.

Vanse todos. Salen CAZALLA y el CONDESTABLE, dándole un memorial CAZALLA

CONDESTABLE: Bien lo merecéis no dudo,
Cazalla, que la princesa 1215
dé a vuestra virtud el premio.
CAZALLA: Yo sé, que si vuestra excelencia
mi pretensión favorece,
que saldrá con lo que intenta
por ser amado de todos. 1220
CONDESTABLE: Cuando que alegar no hubiera
más de lo que habéis sentido,
pues fuisteis a Ingalaterra
con aprobación de tantos
y finalmente del césar, 1225
sois de un obispado digno.
.................... - e-a]
CAZALLA: (¡ Y como si es justo, viven Aparte
los cielos ! Que es a mis letras
pequeño premio vuestra mitra 1230
aunque de Toledo fuera.
¿: Qué dijera el condestable
si con presunción me viera
de gran letrado y altiva
satisfacción ?) Vuestra excelencia 1235
tendrá ocupaciones grandes.
CONDESTABLE: Como llegó la princesa
de Portugal, tan dichosa
Castilla, aunque con la ausencia
del príncipe lastimada, 1240
porque el rey viéndola apenas
salió de Valladolid
aquella noche serena;
si en negro luto vestida
ella, como veis, gobierna 1245
tan cuerdamente estos reinos,
que oscurecer de Cornelia
no era la prudencia mucho
de que se preciaba Grecia.
........................ 1250
CAZALLA: Parece que ya su alteza
sale.
CONDESTABLE: Voyla a recibir.
CAZALLA: Acuérdese vuestra excelencia
de la merced que me hace. 1255
CONDESTABLE: Será la consulta cierta.

Sale la princesa doña JUANA de luto con el manto echado hasta la cintura y una carta

JUANA: Quejas son de los grandes de Castilla.
No queda nadie aquí.
CONDESTABLE:                    Ya tanto luto
y tristeza la corte maravilla,
......................... -uto] 1260
......................... -illa]
precio se quede atrás perdone Bruto.
...............................
...............................

Lee

JUANA: "Hija, quejas me dan vuestros vasallos 1265
de que no os ven el rostro eternamente,
y es necesaria cosa contentallos,
............................ -ente]
el rostro les mostrad para alegrallos.
Salga el sol de ese ocaso al rubio oriente, 1270
esto mando que hagáis. Templad el llanto,
el manto moderad, que es mucho manto.
Nuevas:
murió María. Ingalaterra
apellida a Isabel, y en tal estado 1275
están las cosas, que a dejar la tierra
a vuestro hermano el reino se ha obligado.
Los tumultos de Francia en tanta guerra
en edades de paz se han confirmado,
siendo la oliva soberana y bella 1280
Isabel de la Paz que pudo hacella;
con Felipe la casó, que quería
en Castilla la corte ver de asiento,
y en ella establecer la monarquía
que en vuestro hermano renunciar intento. 1285
Y aunque Valladolid es patria mía,
si la crianza excede al nacimiento,
viéndola en tantos montes retirada,
no me parece cosa acomodada.
Esta apacible villa en que nacisteis 1290
y en quien me hallé tan sano y tan robusto,
consultad si es capaz, pues suya fuisteis,
que el ser que le debéis pagar es justo;
mas aunque de Madrid lo recibisteis,
lo que al reino le importe excede al gusto 1295
que nuestro intento es dar a los vasallos
corte y comodidad de descasallos."
¡ Oh majestad, oh poder !
Gloria de disgusto llena,
los que te juzgan tan buena 1300
te habían de conocer.
Vieran como tu decoro
está de víboras lleno,
y vieran que eres veneno
metido en lisonjas de oro. 1305
¡ Qué presto mi sentimiento
cuando esperé compasión,
ha dado al reino ocasión
de quejas sin fundamento !
¡ Qué presto el manto han hallado 1310
riguroso y descortés !
Pero es manto portugués
y les parece cansado.
Mas es desacierto igual 1315
que le hace el manto a Castilla,
cuando muestra en su mancilla
finezas de Portugal.
A mi padre obedecer
es fuerza, mas pues levanto 1320
por quejas del reino el manto,
yo me daré a conocer.
Yo haré que Castilla advierta
que también me sé enojar,
ya que llego a gobernar 1325
con la cara descubierta.
¡ Hola !

Sale don GARCIA

GARCIA:             ¿: Señora ?
JUANA:                    Enojada
estoy y vencerme no puedo.
Don García de Toledo,
mi padre ver asentada 1330
la corte en Castilla quiere,
excusando en sus mudanzas
los gastos y las tardanzas
que del despecho se infiere
de los que la corte siguen. 1335
Para esto vuestro cuidado
junte el consejo de estado
donde su asiento litiguen,
y yo he de ser la primera.
¿: No escribisteis a Gandía 1340
que ver al duque quería ?
GARCIA: Ya en la antecámara espera.
JUANA: ¿: Y doña Isabel no viene ?
GANDIA: Solo, señora, ha llegado
el duque. 1345
JUANA: Estimo el cuidado
que de mis servicios tiene.

Sale el duque de GANDIA

GANDIA: Déme los pies vuestra alteza.
JUANA: Llegáis a buena ocasión,
que para cierta elección 1350
juntar el consejo empieza.
¿: Cuándo llega vuestra hermana,
duque ?
GANDIA: A besarte los pies
llegará presto. 1355
JUANA:              Tarde es
para quien con tanta gana
de verla esperando vive.
GANDIA: Muy bien merece ese amor
pagarse con el favor
que de tu alteza recibe. 1360
JUANA: Llegue la audiencia.
GANDIA:                         No vi
tal gracia en tal majestad.
JUANA: Aquesa silla arrastrad.

Salen CAZALLA y el CONDESTABLE

CONDESTABLE: Llegad, Cazalla, hasta aquí.
JUANA: Presto estaréis despachado; 1365
¿: vos sois Cazalla ?
CAZALLA:                    El menor
esclavo tuyo.
JUANA:              Doctor,
ya de vos me han informado,
y aunque Córdoba y Plasencia
no es bien que vacos estén, 1370
..................... -én]
que es grande la competencia;
ninguno es de aquestos dos
el que a titularos vengo
como veréis, porque tengo 1375
noticia que para vos
hay otro muy importante.
CAZALLA: No sé que haya vaco alguno
de nuevo.
JUANA: Yo sé que hay uno, 1380
Cazalla, que su vacante
sólo os pertenece a vos;
y a Dios las gracias le he dado,
que pienso que me ha alumbrado
para su servicio Dios. 1385
No tardaré en despacharos.
CAZALLA: Beso mil veces los pies
a vuestra alteza.
JUANA:              Al fin es
mi obligación el premiaros.
GARCIA: La junta de estado aguarda. 1390
JUANA: Pues entre luego la junta,
que satisfaré a sus quejas
con la prevención que gustan.

Salgan los que hubiere

CONDESTABLE: Mayor favor no queremos.
No esperemos más ventura. 1395
JUANA: ¿: Veis bien que soy la princesa
doña Juana ?

Descúbrese

CONDESTABLE:              Todos fundan
en vuestro gusto su intento.
GARCIA: Todos de serviros gustan.
JUANA: Sentaos y oíd, pues mi padre 1400
me manda que me descubra.
Ya pienso que os ha escrito
mi padre en el cuidado que remito.
Desea que Castilla
firme establezca su dichosa silla, 1405
que entre los castellanos
la corte ha sido hasta hoy silla de manos,
sin que jamás se vea
en estable lugar que corte sea.
CONDESTABLE: Si de mi voto fuera, 1410
en Burgos su opulencia engrandeciera,
que toda aspira a reyes
ha sido voz de castellanas leyes;
y no es menor grandeza 1415
hacerla a tantos reinos su cabeza.
Tiene edificios bellos
en tornos ricos y abundancia en ellos.
JUANA: Está muy a trasmano
lejos del catalán y el sevillano. 1420
GARCIA: Avila me parece
que en buenos templos y edificios crece.
JUANA: Acomodada fuera
si en clausuras de montes no estuviera,
que ceñidos de nieve 1425
las cantimploras son donde el sol bebe.
CONDESTABLE: Ese mismo defecto
tendrá Segovia.
JUANA:              Andáis, conde, discreto,
porque cuando reporte
sus velos el alcázar, la hará corte. 1430
GANDIA: Madrid me ha parecido.
JUANA: Yo no he de hablar de tierra en que he nacido.
CONDESTABLE: Corte en ella han tenido
los Enriques y Pedros.
JUANA:                          Y le ha sido
también del Quinto Carlos, 1435
y en cetro y majestad puede igualarlos.
GANDIA: De mi largo cuidado
hoy diré de Madrid lo que alcanzado.
JUANA: Gustaré de saberlo.
GANDIA: Este es Madrid, y excuso encarecerlo. 1440
Madrid, que en su corta afila
escuelas quiere decir
de ciencias que enseñar puede
al curioso Tamarit,
fue dórica acción de Grecia, 1445
antes gloriosa años mil,
que las águilas de Roma
fueran del orbe neblís,
siendo la corte primera
que tuvo España Madrid 1450
aunque a Setúbal le pesa,
señal de Tubalcaín.
La riqueza de sus montes
de España que en producir
tesoros son escritorios 1455
en hermoso camarín.
Dio asuntos a varias naciones
para frecuentarla, a fin
de empobrecerla, que en esto
siempre fue España infeliz. 1460
Esta opinión desde Grecia
entre otros hizo venir
en babilonios de leños,
del mal errante pensil.
A uno hijo de Tiberio, 1465
rey de los latinos y
de la celebrada Monta,
por quien se vino a decir
Mantus, nombre que mudaros
los bárbaros en Madrid. 1470
Este aficionado al sitio
y a la origen con ardid,
a lo puro de los aires
y a su templanza turquí,
hizo ciudad esta villa 1475
que el tiempo acabó infeliz,
porque no hay cosa que dejen
los tiempos de consumir.
Y en tiempo de Constantino
fue metrópoli matriz 1480
con su obispo que fue Sergio
santo y de nación gentil.
Pidió Antioquia una imagen
que así la llamó jazmín,
para su ermita, oratorio 1485
en que él vivía, que así
la soledad los obispos
acostumbraban vivir.
Esta que de Antocha llaman,
corrupción de voz civil, 1490
ha mil quinientos y ochenta
años que goza Madrid.
Le envió a Sergio San Pedro,
piedra, no de Sinaí
sino la piedra en que estriba 1495
la soberana Judit.
De pontífices y santos
cría ha sido en Asiaín,
pues de ella Dámaso el sabio
la iglesia vino a regir. 1500
Con Melquisedec glorioso,
mártir uno, otro sutil
ingenio y tan gran poeta,
que él sólo se excedió a sí.
Madre es de reyes y reinas, 1505
pues se ennoblece por ti
y por tu hermana María,
soberana emperatriz.
Es su horizonte tan claro,
que estándose para hundir 1510
el mundo con gruesas nubes,
sin pensar y sin sentir,
los aires quedan más puros
y los cielos más turquí. 1515
Su lisonja es Guadarrama,
pues cuando el sol por cenit
mayor la fuere, la tiempla
la nieve del Balsaín
tanto que a pesar del tiempo 1520
puede arrogante decir
que en los rigores de julio
tiene templanzas de abril.
Un amago de cristal
le besa el pie por servir 1525
en sus pechos de brinquiño
y en sus plantas de tapiz.
Sierpe de que no hace caso
ceñida de su matiz,
que soberbia entre agua y fuego 1530
quiere ser monstruo Madrid.
No pule penachos bellos
de árboles ni el jaraguí
se corona con el Darro
ni enrosca como el Genil. 1535
Mas en crespos mares de oro
se ilustra dando gentil
en cada grano de hanega,
en cada arista un cahiz.
Ceres y Baco la adornan, 1540
pues juzgando a Esquivias vil
Ocaña es su eterno brindis
y su copa San Martín.
Sus montes son tan tratables
que en sus cuevas sin mentir 1545
puede ser lágrima Londres
y ser átomo París.
Su contorno fertilizan
dos ríos, que deslucir
pueden soberbias del Po 1550
y vanidades del Rin.
Al fin Burgos viuda y sola
llora los tiempos del Cid,
sirviéndole sus montañas
de tocas de canequí. 1555
Toledo es, en un diamante,
poco trono en real telliz,
más monte para admirado
que corte para asistir.
Valladolid entre nieblas 1560
se suele echar a dormir,
aunque el estío la engaña
con su flamenco país.
Segovia es, en nieve eterna,
cisne de Villacastín; 1565
Avila es corto edificio
y montes se han de subir.
Medina del Campo es poca,
Salamanca es en el fin
del mundo, Toro está lejos, 1570
Zamora no es para ti;
y así para corte sola
destinó el cielo a Madrid.
JUANA: Yo con vuestro parecer
al César quiero escribir, 1575
que en ella la corte asiente.
Condestable, ¿: qué decís ?
CONDESTABLE: Lo que el duque.
JUANA:              ¿: Y los demás ?
OTRO: Que sea.
CONDESTABLE: Todos aquí 1580
el primer lugar le damos.
JUANA: Pues alto, corte es Madrid,
porque quiero que me deba
aquesta grandeza a mí.
GARCIA: Ya al sol se quitó la nube. 1585
JUANA: Don García, a prevenir
luego los inquisidores
que importan.
GARCIA:              Harélo así.

Vanse y salen [el EMPERADOR] Carlos Quinto, FELIPE, ANDRES y los que pudieren

FELIPE: El parlamento ha sabido
que llegó de Ingalaterra 1590
vuestra majestad, señor,
y la noble y la plebeya
apellida a don Carlos;
toda la ciudad se altera,
esta noche os quieren ver. 1595
EMPERADOR: Es justo que se obedezca
mas con una condición,
que me ha de tratar su alteza
como a su mejor criado.
ANDRES: ¡ Qué humildad ! 1600
OTRO:              ¡ Y qué grandeza !
EMPERADOR: Venga su alteza a su cuarto.
FELIPE: Su majestad se detenga.
EMPERADOR: Yo no he de pasar de aquí,
que me importa.
FELIPE:              A tal respuesta
obedecer es mejor. 1605
Enternecido me lleva.

Vanse y quedan el EMPERADOR y ANDRES

EMPERADOR: ¿: Cerraste la puerta ?
ANDRES:                          Ya
al marco la puerta eché.
EMPERADOR: Gracias a Dios que llegué
adonde el descanso está. 1610
Andrés, esa luz me da,
pues que la tengo por ti.
Mucho aparato hay aquí.
Haráslo quitar mañana 1615
sin dilación, que ya es vana
toda ostentación en mí.
Ya con don Felipe estoy
descansado.
ANDRES:             ¿: Viste en él ?
EMPERADOR: Más vale, Andrés, tu fardel 1620
que cuantos reinos le doy.
Hoy soy rey y césar soy,
pues de mí mismo he triunfado;
los despojos que he sacado
del mundo son los que ves. 1625
ANDRES: ¡ Gran rey !
EMPERADOR: Aunque tarde, Andrés,
bien habemos negociado.
Estos de la majestad
redimo sabios despojos, 1630
que mudamente a los ojos
significan la verdad.
Todo es sin Dios vanidad,
sin Dios todo es sombra avara.
Todo su poder declara 1635
que el hombre de más poder,
muriendo para en no ser,
y Dios en sí mismo para.

Saca una caja

Esta es una efigie rara
del archiduque mi abuelo, 1640
espejo en quien me consuelo,
cristal que templa mi cara,
luna fue luciente clara
de majestad guarnecida;
y aunque la muerte atrevida 1645
la caja desguarneció,
sano el cristal me dejó
donde componga mi vida.

Saca un cilicio

Este heredé de mi tía,
santa como bella aurora, 1650
.................. -ora]
reina en mayor monarquía.
.................... -ía]
Esta en mis labios veo
en su purpúreo deseo, 1655
que hasta hoy quinientos han sido
los santos que Austria ha tenido
desde el santo Clodobeo.
De tantos desciendo, tantos
hacen mi casa gloriosa, 1660
si en imperio poderosa,
inmortal y eterna en santos,
estos del infierno espantos,
gloria de la iglesia han sido,
que a Austria así ha enriquecido 1665
que valerosos han dado
santos que la han ilustrado,
reyes que la han defendido.
Yo sólo soy el peor
de todos, y aun hoy, Andrés, 1670
si aquel día no me ves,
perseverara en mi error.
Siempre fuera emperador
y en mi encanto estuviera;
mas Dios quiso que naciera 1675
en Cuacos voz semejante
para que Carlos de Gante
por ella cantar pudiera.
ANDRES: A Dios, vuestra majestad,
y a sus virtudes inmensas 1680
debe este triunfo.
EMPERADOR:                   Cuidado,
pues corre ya por mi cuenta
con el fardellito, Andrés,
un átomo no se pierda
de tiempo, que tanto vale 1685
y que tan poco se precia.
ANDRES: Corónica es que me toca;
a que prevenga la cena
voy a vuestra majestad.
EMPERADOR: Excusa las opulencias; 1690
sólo bizcocho servida [tengo],
que en barro servida venga.
y el agua también en barro,
que quiero que al alma advierta
si se engañó en oro y plata, 1695
que la majestad es tierra.
Retira esas prendas.

Dale la caja

ANDRES:                    Voy.
EMPERADOR: Considera que esas prendas
más que mis imperios valen.
Andrés, cuidado con ellas. 1700

Vase ANDRES y dice una voz dentro

VOZ: Carlos Quinto.
EMPERADOR:              ¿: Quién me llama ?
VOZ: ¡ César, César !
EMPERADOR:              Ya no es césar.
Carlos de Austria es ya su nombre.
VOZ: ¿: Y eso no te desconsuela ?
¿: No estás tú señor del 1705
dos horas ya ?
EMPERADOR:              Sí, ya apenas
para el imperio mayor
tengo siete pies de tierra.
VOZ: ¿: Toda no era tuya ? 1710
EMPERADOR:                    Sí.
VOZ: Pues dime, ¿: cómo la dejas ?
Cincuenta y cinco años tienes,
muy bien puedes vivir treinta,
........................ 1715
Míralo bien.
EMPERADOR:              ¡ Oh, qué necia
prevención en prevenirme
desconsuelos y tristezas !
Este es algún enemigo
que de esta suerte se venga 1720
de mí. ¡ Guillermo, Andrés, hola !
¡ Andrés !

Sale ANDRES

ANDRES:           Señor, espera.
Aquí están bizcochos y agua.

Tocan atabales y va saliendo FELIPE, y hachas delante

EMPERADOR: Bien parece esta grandeza, 1725
pero aguarda.
ANDRES:              Con tal pompa
honra al nuevo rey Bruselas.
Hachas vienen.
EMPERADOR:              Pues, retira
esto que traes, y prevengan
con brevedad mi partida 1730
para España, que me espera
mi hija en Valladolid
y verla el alma desea.
FELIPE: Ya las fiestas nos aguardan.
EMPERADOR: ¡ Jesús, señor ! ¿: Vuestra alteza 1735
se ha de humanar de esa suerte ?
Cubra, cubra la cabeza
mire que soy su vasallo.
ANDRES: ¿: No se enternecen las piedras ?
FELIPE: Padre, señor. 1740
EMPERADOR:              Hijo mío,
vamos muy en hora buena.
Dadme esa luz.

Toma una hacha y va delante

FELIPE:              Gran señor,
yo he de alumbrarle con ésta,
y advierta que soy su hijo.

Toma FELIPE otra

EMPERADOR: ¡ Que soy su criado advierta ! 1745
FELIPE: ¿: Qué dirá el mundo de mí ?
EMPERADOR: Que es muy justa la obediencia.
FELIPE: Así obedezco a mi padre.
EMPERADOR: Y así mi rey se respeta.

Deja la hacha y cúbrese FELIPE y el EMPERADOR quitado el sombrero va alumbrando

1750


ACTO TERCERO

Tocan un clarín o trompeta a modo de desembarcar, y salen el duque de ALBA y soldados

ALBA: Hoy el mayor soldado
que la tierra y la mar ha venerado,
monarca sin segundo
desprecio singular de tanto mundo,
verá en nuestros extremos 1755
que en sus escuelas militado habemos.
SOLDADO: Ya las naos se divisan.
ALBA: Garza en los vientos son, los aires pesan,
hagan los fuertes salva,
sean los sacros pájaros del Alba 1760
y el rosicler abone
del sol que va a nacer cuando se pone,
y vea que el amor nos ha quedado
cuando él la monarquía ha renunciado.

Sale [el EMPERADOR] Carlos y ANDRES con su fardel, y la caja debajo del brazo. [El EMPERADOR] Carlos besa la tierra

SOLDADO: El labio en tierra pone. 1765
ALBA: Así sus afectos la virtud dispone.
EMPERADOR: Pueblo de vidrio undoso
por quien fui soberano y poderoso,
adiós, que agradecido
desde hoy de tus ondas me despido. 1770
Dios transmite mil veces
perlas en nácar y zafir en peces.
Beso otra vez la tierra,
que me saca a la paz de tanta guerra.
Ya, Andrés, en salvamento 1775
redimimos al mar furias del viento.
ANDRES: Favorables han sido.
EMPERADOR: Que no soy César ya no habrán sabido,
que si lo imaginaran
hoy de tantas fatigas se vengaran. 1780
ALBA: Vuestra majestad me dé
sus pies.
EMPERADOR:             Prevención igual
digna es de tal general.
Dadme los brazos, que sé
que los habéis merecido, 1785
Duque, por vuestro valor.
ALBA: ¿: Yo los brazos, gran señor ?
EMPERADOR: Por mi consuelo los pido,
que son los brazos primeros
que en España llego a ver. 1790
¿: Cómo estáis ?
ALBA:              Con nuevo ser,
después que he llegado a veros,
aunque viejo en vuestra luz,
en quien mi vista acobardo.
EMPERADOR: Viejo estáis pero gallardo. 1795
Bien honráis el arcabuz.
Vuestro cuidado y valor
en el escuadrón se ve.
Yo, duque, le escribiré
que os honre el rey mi señor. 1800

[Unas voces dentro]

VOZ: ¡ Caso extraño y peregrino !
EMPERADOR: ¿: Qué ha causado ese alboroto ?
SOLDADO: Tu nao, ya el árbol roto
se anega.
ALBA: ¡ Cielo divino ! 1805
Si estuviérades allí...
EMPERADOR: Yo al mar esa cortesía
agradezco, pues podía
vengarse en ella de mí.
Ya sé que no se la debo, 1810
que hartas veces le he domado,
y en su piélago salado
he sido otro Jerjes nuevo.
Mas ésta fue vanagloria 1815
del mar en triunfo pequeño,
queriendo en mi poco leño
eternizar su memoria.
Muchas veces alterado
le atropellé y le vencí, 1820
y hoy quiso de rabia en mí
comer el postrer bocado.
Dios, monstruo, de ti me escapa;
vengarte de mí quisiste,
pero como no pudiste, 1825
hiciste el golpe en la capa.
Agradecido te quedo
poco y mis dudas absuelves,
que el no anegarme en los Gelves
sin duda que fue de miedo. 1830
Miedo fue a mi planta grave,
pues hoy de ti, bestia fiera,
aguardaste que saliera
para vengarte en mi nave.
Da a tus golfos para honrarlos 1835
ese postrero despojo,
y di:
"Aquí vengo un enojo
de muchos que me dio Carlos."
Pero sin duda has sabido 1840
que el triunfo más bizarro
mío, esa nave es el carro
en que glorioso he venido,
y has querido amable y fiel
con prevenciones iguales 1845
venerarle en tus cristales,
porque otro no triunfe de él.
¿: Hundiéronse muchos ?
ALBA:                          Todos
a las aguas se arrojaron,
y en los bajeles hallaron 1850
salvamento por mil modos.
Todo lo demás hundillo
pudo.
EMPERADOR: No me da cuidado,
como Andrés haya escapado 1855
la caja y el fardelillo,
que ya filósofo digo,
después que en la cuenta caigo,
que todos mis bienes traigo
y mis riquezas conmigo. 1860
Andrés, ya en la paz estamos,
no más guerra, no más mar.
ANDRES: A tardar más.
EMPERADOR:              A tardar
materia a los tiempos damos,
que ya la Coruña excuso 1865
las justas ya en mí molestas,
que aunque agora son mis fiestas,
no es tiempo que de ellas uso.
ALBA: ¿: Cómo, si ya se alborota
y el cuidado le pregunto ? 1870
EMPERADOR: Decidles, duque, que vengo
con achaques de la gota.
ALBA: Sólo, señor, has de dar
licencia a las chirimías.
EMPERADOR: Sólo he de estar tres días, 1875
que me importa el caminar.
ALBA: ¡ Notable humildad !
ANDRES:                    ¡ Extraña !
EMPERADOR: Luego, Andrés, a toda prisa
ha de saber la princesa
como estamos en España; 1880
ven, escribiré, y serás
tú mismo el embajador.
ANDRES: Eso es turbar tu valor.
EMPERADOR: Esto es concernirme más;
no es hacerte a ti favor 1885
sino ajustarme a otro estado,
que un donado a otro donado
bien sirve de embajador.

Vanse y salen la princesa doña JUANA y don GARCIA

JUANA: Cansada salgo.
GARCIA:                    Trabajo
para vuestra alteza ha sido. 1890
JUANA: Piden espacio y secreto
las cosas del Santo Oficio.
GARCIA: Salir los inquisidores
a las nueve habemos visto,
y las cuatro de la tarde 1895
son ya.
JUANA: No son de sí mismos
dueños, García, los jueces
que son del cielo ministros,
y más en la Inquisición, 1900
que siempre Atlantes han sido
para sustentar los polos
de los secretos divinos.
¡ Oh, tribunal soberano,
fundado todo en los siglos 1905
de mis bisabuelos santos
con celestiales auxilios !
Mucho nuestra ilustre España
os debe, pues ha blandido
contra cizañas dañosas 1910
esos penetrantes filos.
Mandad, García, hacer luego
con secreto y sin rüido
lo que os dice ese papel 1915
que va de mi mano escrito
por no fiarlo, que aquí
de vuestro secreto fío,
de ningún otro.
GARCIA:              Yo voy.
.................. i-o]. 1920

Sale el CONDESTABLE

CONDESTABLE: Con el duque de Gandía
su hermana, que ya ha venido,
piden licencia de verte.
JUANA: Pues entren que os certifico
que es de los mayores gustos 1925
que darme pudo otro aviso,
fuera de los de mi padre
a quien adoro y estimo.
GARCIA: En la antecámara están;
ya llegan. 1930

Salen el duque de GANDIA y doña ISABEL, de monja

GANDIA:              Los pies suplico
nos dé a besar vuestra alteza.
JUANA: Prima Isabel, ¿: al oficio
de camarera venís
de esa suerte, habiendo sido
tan prolija mi esperanza 1935
que en dos estados he visto
de mi fortuna osadías,
de mi persona prodigios,
vuestra venida esperando ?
¿: Qué traje es éste ? 1940
ISABEL:                    No ha sido
la culpa mía del todo
ni el impulso ha sido mío,
como sabrá vuestra alteza
del suceso peregrino
del caballo. 1945
JUANA:              Ya yo supe,
Isabel, ese peligro.
ISABEL: No doña Isabel de Borja
soy ya, porque en otro siglo
Soror Francisca me llamo
de Jesús. 1950
JUANA: Mucho me admiro;
pues, ¿: no sois mi camarera ?
ISABEL: Señora, el sayal que visto
es ya de monja descalza
que el seráfico Francisco 1955
dio a mi madre Santa Clara.
La obediencia me ha traído
de Gandía a que fundase
en cierto lugar vecino
de la Rioja a quien llaman 1960
casa de la reina, y quiso
mi tía doña Juliana
de Aragón que fuese el sitio
ésta a instancia de sus ruegos.
JUANA: Todo lo tengo entendido. 1965
¿: No es la duquesa de Frías ?
GANDIA: Acción es de su buen juicio.
JUANA: Y ella en el de todos santa.
ISABEL: Para lo cual nos partimos
siete monjas. 1970
JUANA:              Siete estrellas
mejor hubiérades dicho.
ISABEL: Sabiendo que vuestra alteza
gobernaba con divino
modo aquí en Valladolid
la corte, el duque ha querido, 1975
mi hermano, darme licencia,
y viendo era gusto mío
de besar tus reales manos.
JUANA: Por padre y hermano asisto
aquí, aunque determinado 1980
tengo ya en Madrid el sitio
para la corte de España,
que en esto el haber nacido
en aquella villa advierto
que agradecida la estimo; 1985
y aunque ha de quedarme en deuda
de tan heroico principio,
deteneos por consuelo,
Soror Francisca, que fío
que muy presto de emplearos, 1990
no para que en mi servicio
seáis mi camarera, mas
ser mi prelada imagino
que lo he tenido propuesto
después que estas tocas ciño. 1995
ISABEL: Dadme esos pies.
JUANA:              En los vuestros
me enseño yo y me ejercito,
porque, Francisca, en el alma
con cierto respeto os miro.
ISABEL: Yo me detendré gozando 2000
favores tan infinitos.
GANDIA: Y conseguirá el de todos
y la ocasión de serviros.
ISABEL: Hame dicho que os casáis.
JUANA: El archiduque, mi primo, 2005
quiere mi hermano que sea
de mis tristezas alivio;
y obedecerle es forzoso,
aunque quisiera a mi hijo,
don Sebastián, no dar padre 2010
sino ser al obelisco
del príncipe mi señor
segundo asombro artemiso.
GANDIA: Yo del archiduque traigo
un retrato peregrino 2015
que servirá a vuestra alteza.
JUANA: ¿: De Matías es ?
GANDIA:              Del mismo.
JUANA: Mucho, duque, he de estimarlo.
GANDIA: Voy por él si en esto os sirvo.

Vase el duque de GANDIA

ISABEL: Yo sé que el cielo es Matías; 2020
por un hombre un ángel mismo
tanto valor puso en él;
y para que lo que digo
se acredite, yo otra copia
tengo en que ha de verle el vivo 2025
pincel, que así profanó
con lo humano lo divino
del glorioso original.
JAIME: Pincel tan valiente ha sido
tu labio, que ya la copia 2030
de ese original codicio.
ISABEL: Pues voy, señor, por él.

Vase doña ISABEL

JUANA: Veremos donde ha cedido
el pincel reglas del arte,
emulación de lo vivo. 2035

Sale don GARCIA

GARCIA: ¿: A estas horas, gran señora,
vuestra alteza no ha comido ?
JUANA: ¿: Quién os lo ha dicho ?
GARCIA:                    Las mesas
mudamente me lo han dicho.
JUANA: ¿: Pues, vos no sabéis que son 2040
los reyes del beneficio
del pueblo ministros fieles ?
Así los ratos me quito,
que no gobernando un reino
pudiera llamarlos míos. 2045

Sale doña ISABEL con retrato

ISABEL: Esta copia a vuestra alteza
le traigo.
JUANA:           No estéis dudosa
de que me llame su esposa
ni lo juzguéis a extrañeza; 2050
él es mío con certeza,
y suya prometí ser.
ISABEL: Monja descalza ha de ser
sin duda.
JUANA: Córtele el velo, 2055
Isabel. ¡ Válgame el cielo !
¿: Qué es esto que llego a ver ?

El retrato es [uno de] San Francisco

ISABEL: La copia del soberano
esposo, a quien ya se ofrece
vuestra alteza y quien merece 2060
tan solamente su mano.
JUANA: En desengaño tan llano
se confunde mi porfía,
pues en tan notable día
me dais aquí sin saber 2065
la copia que he menester,
mas no la que yo os pedía.
La encarecida esperanza
del archiduque con quien
me casa el rey, y aunque bien 2070
el casamiento me estaba,
larga cuenta me aguardaba
de corto y breve camino;
y así Francisco a ser vino,
en efecto tan soberano, 2075
desprecio del reino humano,
elección del rey divino.
ISABEL: Si a vuestra alteza he traído
esta ilustre copia agora
del serafín que enamora 2080
y yo por padre he tenido,
agradecimiento ha sido
al día en que le previene
fundar un convento.
JUANA:                    Y tiene
tanto a santo ese traslado, 2085
que aunque vos me lo habéis dado,
sé que de otra mano viene.
El viene a pedirme aquí,
viendo que elijo otro esposo,
de palabra, poderoso, 2090
que en mi corazón le di;
fundación en mí sentí
de la observancia primera,
clausura en que a Dios sirviera,
él quiso porque triunfara 2095
que antes Francisco llegara
que el archiduque viniera.

Sale el DUQUE con el retrato

DUQUE: Acredite aquí lo hermoso
del retrato encarecido.
JUANA: Tarde, Duque, habéis venido. 2100
DUQUE: ¿: Tarde ?
JUANA: Tengo ya otro esposo.
DUQUE: . . . . . . . . . . . -oso]
Galán, bizarro y fuerte
honra lo robusto y fuerte 2105
de Matías.
JUANA:           Mas la muerte
trueca las acciones mías.
DUQUE: ¿: Qué dices ?
ISABEL:           Que aunque es Matías, 2110
no le ha caído la suerte.
JUANA: Entre admiración y espanto
cuando un esposo deseo
aquí un archiduque veo, 2115
y aquí estoy mirando un santo;
aquí al poder me levanto,
aquí a la humildad me entrego;
aquí a la virtud me niego,
aquí la obediencia sigo; 2120
aquí me espera el castigo,
aquí me llama el sosiego.
Aquí es la deidad mortal,
aquí lo mortal es sombra;
aquí la púrpura asomara, 2125
aquí enamora el sayal;
aquí hay bien que siempre es mal,
aquí vive el mal distinto
y en tan grande laberinto,
con lo que el alma desea, 2130
mejor que en reinar se emplea
la hija de Carlos Quinto.
DUQUE: ¿: Luego casarse no quiere
vuestra alteza ?
JUANA:              Duque, no;
escribid al rey que yo 2135
le escribiré si pudiere;
Dios al hombre se prefiere;
déjese al hombre por Dios;
dejadme esa copia vos
--¡ Ay, Soror Francisca !-- a mí 2140
que presto en Madrid así
nos gozaremos las dos.

Sale Don GARCIA

GARCIA: Déme vuestra alteza albricias.
JUANA: Yo, don García, os las mando.
GARCIA: De la Coruña ha salido 2145
el César.
JUANA: ¿: Quién nueva ha dado
de eso ?
GARCIA: Este soldado viene.

Sale ANDRES

ANDRES: Su majestad me ha encargado 2150
a mí este pliego, aunque había
para ello príncipes tantos.

Dáselo

JUANA: Para embajador de un César
no venís muy bien tratado.
ANDRES: No es del César este pliego. 2155
JUANA: ¿: Pues de quién ?
ANDRES:              Es de don Carlos
de Austria, un pobre caballero,
tan pobre y necesitado
que cosa suya no tiene,
habiendo ganado tanto. 2160
JUANA: ¿: Tan pobre está ?
ANDRES:                   Sí, señora,
porque no es señor de un cuarto
si no se lo dan o prestan.
JUANA: Al que es pobre voluntario
todo le sobra. 2165
ANDRES:              Es así.
JUANA: Todos son hoy desengaños,
y así empezando a vencer
quiero exceder en este acto
a mi padre haciendo en él
los favores soberanos 2170
de embajador; dadnos sillas.
GARCIA: En esta mujer se hallaron
majestad y entendimiento.
JUANA: Embajador, asentaos.
ANDRES: ¿: Yo, señora ? 2175
JUANA:              Vos.
ANDRES:                    Mirad.
JUANA: Esta cortesía no os hago
sino al dueño que os envía;
sentaos y pensad que os trato
no así por embajador
de un César sino de un santo. 2180

Lee

"Hija, en la Coruña estoy;
mañana a veros me parto;
excusad las vanaglorias
que en otras os he encargado.
Desde el día que propuse 2185
vivir como hombre ordinario,
habitar techos humildes
quise y no opulentos cuartos
como ya he dicho; y así
que elijáis os ruego y mando, 2190
si puedo, una casa humilde
cerca de vuestro palacio
para mi aposento, en quien
haréis un modesto paso,
por donde sin que nos vean 2195
podamos comunicarnos."
Enternéceme de nuevo,
aunque tengo ese cuidado;
cuanto al aposento toca,
esté advertido el palacio 2200
que según esto a mi padre
de en hora en hora le aguardo.
ANDRES: Yo tardé y así le espero.
JUANA: Desprecio fue no alcanzado
de hombre jamás. 2205
DUQUE:              En su aldea
callen Séneca y Horacio.
JUANA: Si este desengaño vemos,
¿: cómo admitimos engaños ?

Mira la Princesa [JUANA] a ANDRES y lee

"Honraréis al portador
quien se llama Andrés de Cuacos, 2210
el mayor amigo mío
y nuestro mayor privado."
¿: Vos sois el cantor ?
ANDRES:                    Señora,
con mi canto desengaño 2215
al cisne cuando se muere,
porque siempre estoy cantando.
JUANA: Referidme la canción,
que me ha encarecido tanto
mi padre. 2220
ANDRES: ¿: Señora ?
JUANA:                    En mí
será también desengaño.
ANDRES: Miren si cantaré bien;
mas quisiera un mosquetazo
que cantar aquí delante; 2225
el demonio lo ha ordenado.
JUANA: ¿: No acabáis ?
ANDRES:              Señora, sí,
que a uno que están ahorcando
le dejan decir el credo;
¿: yo músico y en palacio ? 2230

Canta

"Pobre nací, pobre viví.
y pobre me estoy;
y dáseme un cornado
del Emperador."
JUANA: Es la canción extremada, 2235
y según me han informado
de vuestra puntualidad,
vuestra advertencia y recato,
bien podéis decir seguro
que no hacéis del César caso. 2240
Hola, dadme de comer,
porque luego dispongamos,
Soror Francisca, otras cosas;
y vos, llegad a mis brazos.
ANDRES: ¡ Señora ! 2245
JUANA: Mi padre manda
que os honra y es fuerza honraros.
¿: Qué es esto ?
ANDRES:              Es la monarquía
que sobre mis hombros traigo.

Atiéntase el fardel

JUANA: Daréis buena cuenta de ella; 2250
pónganle una mesa al lado
de la mía, que con él
quiero partir los platos.
ANDRES: En esta venta postrera
comí un poco del tasajo 2255
y unas manos de carnero;
.................... -a-o]
¿: Yo asentarme ? ¿: Yo ?
JUANA:                    Venid,
que en vos enseñarme trato
a ser pobre. 2260
ANDRES:              ¿: Qué mujer !
¿: Tanta honra a Andrés de Cuacos ?

Va saliendo CAZALLA y vanse todos menos el DUQUE

DUQUE: En la más grave y severa
mujer del mundo es espanto
lo que he visto.
CAZALLA:              ¿: Vuestra excelencia
acaso estará informado 2265
si la reina mi señora
ha dado algún obispado
en la consulta de hoy
de dos que han quedado vacos ?
DUQUE: Señor doctor, no lo sé; 2270
si ello estuviera en mi mano,
el de Toledo le diera,
porque estoy bien informado
de sus virtudes y letras.
(Aquéste ha de ser un santo,       Aparte 2275
no hay duda que se le den.)
CAZALLA: ¡ Vivas infinitos años !
(Soy un grande pecador. Aparte
Es ambición, que ya vamos
viento en popa, pues la mitra
dará fuerza a mis engaños. 2280
Vana adoración pretendo,
vida espero en bronce y mármol
en España, si Lutero
logra en Sajonia alabastros.
Ambición me ensorbece; 2285
los vicios me están brindando
cuando por sabio me estiman
y me veneran por santo.)

Sale al Princesa Doña JUANA alborotada

JUANA: No he podido reposar
desde que sé que en palacio 2290
para hablarme entra Cazalla,
visita que espero tanto.
CAZALLA: A mi casa, gran señora,
fue a decirme el secretario,
en vuestro nombre, que estaban 2295
vacos los dos obispados
de Córdoba y Plasencia
y que acudiera a palacio,
y así vengo a vuestros pies.
JUANA: Antes venís a mis manos. 2300
De cólera estoy perdida.
Tres obispados hay vacos.
CAZALLA: ¿: Y cuál es, señora, el otro ?
JUANA: Es, doctor, el que he de daros,
que ahí está en ese bufete. 2305
CAZALLA: ¿: Cuál es, señora ?
JUANA:                    Miradlo.

Túrbase CAZALLA que ve una coroza y una soga

CAZALLA: ¿: Este es mi obispado ?
JUANA:                          Sí,
sacerdote de Baal,
que en vos la palia es dogal
y en vos la mitra es así; 2310
ésta que miráis aquí
monstruo de la iglesia fiero
con blanca piel de cordero,
para vos dispuesta está, 2315
que ésta es la mitra que da
el pontífice Lutero.
CAZALLA: ¿: Esta a mí ?
JUANA:              Esta ganáis,
vil cuerpo, sangriento arpía,
que al que es vida y pan de vida 2320
de noche muerte le dais;
ésta quiere que os pongáis
aquel monstruo horrible, aquel
loco Amán, ese crüel;
y aquí en su nombre os la entrego, 2325
porque obispados de fuego
piden mitras de papel.
Con vuestro nombre quisisteis
vuestra fama acreditar;
dogmas fuisteis a cazar 2330
y vos cazado vinisteis.
Al velo alevoso fuisteis
y vuestro honor avasallan
muchos que culpado os hallan
.........................era 2335
en la fe; la frente fiera
he de quebraros, Cazalla.
Vuestros ministros tiranos
faltan ya; en Logroño preso
está don Carlos de Seso; 2340
sin él en actos tan vanos
vuestra madre y cinco hermanos;
ya preso Errezuelo vino
de Toro y de desatino
el maestro Pérez ya 2345
paga, y ya en Sevilla está
preso el doctor Constantino.
Ya presas por vos están
mil vírgenes profanadas,
religiosas y casadas 2350
y otras que crédito os dan;
id, que aguardándoos están,
si no con valor sucinto
jamás de mi ser distinto,
yo os llevaré y postraré, 2355
que hasta en defender la fe
soy hija de Carlos Quinto.

Hácele hincar de rodilla

CAZALLA: ¡ Señora !
JUANA:             No abráis el labio,
que infincionáis la pureza
de este cuarto. 2360
CAZALLA:              ¡ Vuestra alteza !
JUANA: No hagáis a mi nombre agravio.
¿: Vos sois español ? ¿: Vos sabio ?
Mentís, de la iglesia afrenta.
Muera el que errores inventa.
¡ Hola ! 2365

Salen el CONDESTABLE y el DUQUE de Gandía

CONDESTABLE: ¡ Qué es esto ?
JUANA:                    Un traidor
que ha caído del error
y no ha caído de la cuenta.
Un ministro de Betel
que a nuestra España persigue, 2370
porque ella a decir se obligue,
que ha habido herejes por él.
Un vil Lutero, un Luzbel
que del monte inaccesible
otra vez quiere insufrible 2375
turbar estrellas al sol,
y un heresiarca español
que es el mayor imposible.

Sale ANDRES

ANDRES: En este punto, señora,
tuve aviso de que llega 2380
el César.
JUANA: Bastante prueba
de lo que el alma le adora
es dejar tal presa agora.
A verle vamos, Andrés. 2385
ANDRES: No quiere aplausos después
que olvida tantos extremos.
JUANA: Por el pasadizo iremos,
y esa fiera de mis pies
entregad a los cordeles, 2390
porque al santo oficio luego
le lleven, y pague en fuego
sus intenciones crüeles.
CAZALLA: ¡ Señora !
JUANA: De esto no apeles 2395
sino al herético instinto
de tu torpe laberinto.
Sabrá el hereje que soy,
padre, cuando a verte voy,
la hija de Carlos Quinto. 2400

Vanse y llevan a CAZALLA

DUQUE: No presumo que pudiera
el hombre de más valor
emprender acción mayor
con gloria más verdadera.
ISABEL: Ya en Valladolid está, 2405
hermano, el César, y agora
la princesa, mi señora,
entiendo que nos dará
licencia de proseguir
el viaje que llevamos, 2410
pues al tiempo que tardamos
mi tía lo ha de sentir.
DUQUE: Por dar gusto a la princesa
en él muestro mi afición; 2415
no siento la suspensión
ni haber tardado me pesa,
aunque importaría primero
besar al César la mano.
ISABEL: Eso solamente, hermano, 2420
viene a ser ya lo que espero;
por el pasadizo fue
la princesa solamente.
DUQUE: Quien de su pecho valiente
viera la obediencia y fe. 2425
ISABEL: Quien duda que en sus acciones
viera el mundo celebradas
palabras autorizadas
de dos tiernos corazones.
DUQUE: Vamos, que con nuestro amor 2430
tampoco habrá autoridad,
pues prefiere la humildad
al cetro.
ISABEL: ¡ Extraño valor !

Vanse y sale el [EMPERADOR] y detiene a ANDRES de Cuacos

EMPERADOR: Bien sé, Andrés, que los ojos 2435
son del alma vidrieras,
que en tanto contento al llanto
franquean las dulces puertas.
¡ Válgame Dios, qué alegría
tuve de ver la princesa 2440
mi hija ! Para vivir
le rogué a Andrés que se fuera;
dejóme por consolarme
y aflíjome ya en su ausencia.
ANDRES: A pocos pasos, señor, 2445
está el cuarto de su alteza.
EMPERADOR: Pues así que antes de mucho
rato he de ir sin que me vea.
ANDRES: Con valor prendió a Cazalla
y a sus secuaces con flema 2450
digna del ingenio suyo.
EMPERADOR: Para quemarlo licencia
me pide, y yo la suplico
que dé a su hermano esa empresa.
Felipe hará esa justicia 2455
que sabrá muy bien hacerla;
los dos al justo castigo
es bien que presentes sean.
Ya en Valladolid estamos;
entremos, Andrés, en cuentas 2460
con nuestras humildes vidas.
Aparato grande ostentan
estas sillas; haz, Andrés,
que me las saquen afuera;
quíteme aquel cobertor, 2465
que si le miro de tela
sobre mí tendrá el deseo
de emperador la soberbia.
Un paño buriel de luto
mejor ha de estarme, y piensa, 2470
pues con la muerte me alegro,
que en el lecho la modestia
quiero también que a un sepulcro
le bastan las galas negras.
La sotanilla que dije, 2475
¿: mandaste, Andrés, que se hiciera ?
ANDRES: Fue la principal memoria.
EMPERADOR: Permíteme que la vea,
pues tendré para mi estado
todo mi consuelo en ella. 2480
ANDRES: Véala tu majestad,
que aquí está sobre esta mesa
sotanilla y ferreruelo.

Dásela

EMPERADOR: Muestra, mucho me consuela,
que éste es el arnés que importa 2485
a mis batallas postreras.

Vase desnudando

Vestírmela quiero, Andrés,
para que galán me veas
y asegurado me miras,.
porque del mundo las fuerzas 2490
son como el plomo arrojado,
que sirve al bronce de lengua.

Vase vistiendo

Y menos a dañar viene
donde hay menos resistencia;
en tu libro de memorias 2495
estos blasones asienta,
que hoy es el día que hago
la mayor gala de jerga.
ANDRES: Vuestra majestad, señor,
galán estará y de fiesta 2500
diamante será entre plomo,
sayal cubrirá la tela.
La sotanilla es, señor,
caja de preciosas perlas,
pues cubrirá la humildad 2505
majestad que fue soberbia.
Representación parece
que acabada la comedia
los cetros y monarquías
deja el que los representa. 2510
En el teatro del mundo
dio admiración tu grandeza
dejarla, porque discreto
de que eres hombre te acuerdas. 2515
Excedes al Saladino
que en la muerte se desprecia,
porque esta vida acomodas
para conquistar la eterna.
EMPERADOR: Andrés, pues estoy galán, 2520
quiero ver a la princesa,
que a fe he de darla un rato
de regocijo y de fiesta.
Traerásme también la caja,
porque quiero verme en ella 2525
el contento de las joyas,
que escapé de la tormenta
del mundo.
ANDRES: Con esta vista
no dudo que se entretenga. 2530
EMPERADOR: Las humildades levanta
Dios, humilla la soberbia.

Vanse, y salen la Princesa doña JUANA y doña ISABEL

JUANA: Cosa, Isabel, no podía
causarme contento igual
que vestirme este sayal 2535
en que fundo mi alegría.
ISABEL: Estos dos hábitos son
de la milicia de Clara.
JUANA: En probármelos declara
su intento mi corazón, 2540
y sólo por contemplarme
un día de esta manera
trocara la gloria entera
que el mundo pudiera darme.
ISABEL: Las vestiduras reales 2545
podréis sobre ella poneros,
pues se guardan los aceros
mejor entre los sayales.
JUANA: ¿: Cuándo os partís ?
ISABEL:                    Con süave
modo lo ordena mi hermano, 2550
y como en su gusto gano
lo que vuestra alteza sabe,
no tengo resolución;
pero según agora entiendo,
todo lo está previniendo 2555
sin falta.
JUANA:           A mi corazón
me está como amigo fiel
entre unos impulsos raros,
diciendo que he de imitaros 2560
en un convento, Isabel.

Sale el CONDESTABLE

CONDESTABLE: Lo que vuestra alteza ordena
ya está prevenido todo,
pero...
JUANA: Verme de este modo 2565
no os dé, Condestable, pena.

Sale el DUQUE

DUQUE: Señora, el César aquí
entra por el pasadizo.
JUANA: ¡ Jesús ! Aunque así eternizo
su nombre, no estoy en mí; 2570
dame luego otro vestido;
no puede ser que ya entró.

Sale el EMPERADOR Carlos

EMPERADOR: Hija, ¿: pues de veros yo
tal tu pasión ha nacido ?
¿: No advertís que solamente 2575
vine por manifestaros
esta humildad y enseñaros
el hábito más decente ?
No os inquietéis, que aunque vos
parece que me imitáis, 2580
no vos a vos os lleváis
que ésa es hazaña de Dios.
Fiestas el alma granjea
en tan ajustado empleo,
cuando, doña Juana, os veo 2585
vestida de mi librea.
Tener firmeza es ganancia
segura y no desconsuelo,
que no se conquista el cielo
faltando perseverancia. 2590
JUANA: Señor, en vuestro valor
conozco que la humildad
levanta la majestad
la gloria más superior.
En ese traje confundo 2595
del siglo las vanidades,
porque vos sacáis verdades
de las mentiras del mundo.
Solos con estos ensayos
de fe, que a ser vuestra aspira 2600
como girasol, que mira
de vuestro sol a los rayos.
Vaslos a poner, y yo,
conviene en tantas venturas,
dejándome el sol a escuras, 2605
quedarme luciendo yo.
EMPERADOR: Enternecido me tienes,
en ti mi valor contemplo,
pues yo pensé darte ejemplo
y tú a darme ejemplo vienes. 2610
¿: Qué es la ocasión del vestido
porque me alegro de verlo ?
JUANA: Señor, si quieres saberlo,
es que tengo prometido 2615
una fundación descalza;
como me ensayo advertid.
EMPERADOR: ¿: Y dónde será ?
JUANA:              En Madrid.
EMPERADOR: Así tu nombre se ensalza.
JUANA: Si aquí no hay que te disguste 2620
mi intento proseguiré.
EMPERADOR: En buen hora, y trataré
yo de retirarme a Yuste,
supuesto que el rey tu hermano
con aprobación gobierna 2625
del mundo su fama eterna.
JUANA: Téngale Dios de su mano.
DUQUE: ¿: Hay semejante suceso ?
ISABEL: Yo, hermano, aprendo valor.
EMPERADOR: Andrés de Cuacos. 2630
ANDRES:                   ¿: Señor ?
EMPERADOR: Mira qué extraño suceso;
todo te lo debo a ti
y el estado en que me veo.
ANDRES: Señor, cúmpleme un deseo.
EMPERADOR: ¿: Y es ? 2635
ANDRES: Que no vamos de aquí.
EMPERADOR: Ese soberano instinto,
Andrés, nos ha de salvar.
JUANA: Ya va el convento a fundar
la hija de Carlos Quinto. 2640


FIN DE LA COMEDIA