Antonio Mira de Amescua
La Fénix de Salamanca

Personas que hablan en ella:

  • Don GARCERAN Cabanillas, caballero valenciano
  • Conde HORACIO Colona
  • Don BELTRAN, capitán
  • Don JUAN
  • SOLANO, lacayo gracioso, criado de don Garcerán
  • LEONARDO, criado de Alejandra
  • OLIVERA, criado de don Juan
  • RUGERO Bautista, criado del conde Horacio
  • Doña MENCIA Guzmán, dama salmantina
  • LEONOR, criada de doña Mencía
  • ALEJANDRA, dama
  • RIBERA, huésped
  • FUNES, sastre
  • VILLENA, platero
  • CAMILO, curial de Roma
  • Don TELLO
  • MORALES, correo
  • Un CRIADO
  • ACTO PRIMERO

    Salen doña MENCIA, con vestido largo y hábito de San Juan, y LEONOR, su criada, como capigorrón

     
     
    LEONOR:

        ¿:Qué ?   ¿:No estás desengañada ?
    MENCIA:

           Es invencible mi amor.
    No me fatigues, Leonor.
    LEONOR: Tu locura es extremada.

        Sin duda, doña Mencía,  
    5
    según estas cosas van,
    que ha de ser don Garcerán
    tu perdición y la mía.

        Seis meses ha que saliste
    de Salamanca tras él,       10
    y sin hallar rastro de él,
    hasta Valencia corriste;

           y agora quieres que esté
    en Madrid.   ¡Qué desatino !
    MENCIA:

            ¡Ay, dulce amiga !   Camino  
    15
    tras los pasos de mi fe.
    LEONOR:

           ¿:Pues, no has mil veces jurado
    no tenerte obligación ?
    MENCIA:

            Es verdad.
    LEONOR:

             ¿:Qué es tu intención ?
    ¿:Qué te da pena y cuidado ?     20

           Si te olvidó, ¿:no es costumbre
    de los hombres olvidar ?
    Si no tienes qué llorar,
    ¿:qué te ha de dar pesadumbre ?
    MENCIA:

             ¡Ay, amiga !   Mi inquietud   
    25
    no tanto la causa amor
    cuanto el áspero rigor
    de su fiera ingratitud.

           La noche que se partió
    aquel crüel, mil amores          30
    me dijo, que fueron flores,
    que su ausencia marchitó.

           Y aquella extraña mudanza
    y no pensada partida
    me trae y lleva perdida          35
    tras una vana esperanza.
    LEONOR:

           Pues advierte que este traje
    tu pretensión no asegura;
    Medio más fácil procura.
    No afrentes a tu linaje.        40
    MENCIA:

            No hay, Leonor, dificultad.
    De ese temor te retira;
    que en la corte no se mira
    con tanta curiosidad.

           Criado del Gran Prior       
    45
    que viene esta primavera
    he dicho que soy.
    LEONOR:

                  Quimera
    de tu ciego y loco amor.
    MENCIA:

            Pues, ¿:quién ha de reparar
    que soy mujer ?
    LEONOR:

              Tu hermosura         
    50
    lo dirá y mi desventura.
    MENCIA:

            (Aquésta me ha de acabar). Aparte

           Pues, ¿:no asegura a las dos
    esta cruz y esa sotana ?
    LEONOR: Sí, señora, que cristiana    55
    soy, por la gracia de Dios;

           mas hay diablos alguaciles
    que no se espantan de cruces,
    que ven más entre dos luces
    que los linces más sutiles;    60

           que, aunque te llames don Carlos,
    nombre hueco y campanudo,
    y yo Jaramillo el mudo,
    no es fácil desengañarlos;

           que no ha de ser tu recato           
    65
    tan grande que alguna vez
    no te miren a la nuez
    y a los puntos del zapato,

           y echen de ver que eres macha,
    y por la hebra el ovillo          70
    saquen, y de Jaramillo
    descubran también su tacha.

           Y, en tal trance, esa cruz blanca
    no es la que te ha de salvar,
    aunque te quieres llamar            75
    la Fénix de Salamanca;

           que a la visita primera,
    sin tener duelo o clemencia,
    un alcalde nos sentencia
    a hilar en una galera.         80

           Tú, si algún tropiezo das,   
    como viuda varonil,
    volveráste a tu monjil,
    entera como te estás;

           pero, ¡ay de mí !, mal pecado 
    85
    si su cólera desfoga
    la sala, y quiebra la soga
    por mí, como más delgado.

           Mira que aquellos señores
    sacan de las faltriqueras            90
    destierro, azotes, galeras,
    y aun dicen que son favores.

           Huyamos de la Ocasión.
    Comámonos de capones
    lo que han de comer soplones.            95
    Vámonos con bendición,

           porque yo quería llegar
    a tálamo que bien cuadre,
    si por ventura mi padre
    me pretendiere casar.           100
    MENCIA:

            ¡Qué terribles desatinos
    estás diciendo !
    LEONOR:

                  Señora,
    todo sucede en un hora
    por posadas y caminos.
    Salen a la ventana ALEJANDRA y LEONARDO

     
    LEONARDO:

           Mi señora, ¿:no es gallardo   
    105
    don Carlos, nuestro vecino ?
    LEONOR: Que nos miran imagino.
    ALEJANDRA: Tienes buen gusto, Leonardo.

           ¡Qué bien que pisa y qué airoso !
    ¡Qué bien hecho es, qué galán !     110
    LEONOR: Señora, mirándote están.
    MENCIA:

            Calla y miren.
    ALEJANDRA:

              ¡Qué gracioso !

           ¿:Sabes quién es ?
    LEONARDO:

                    Caballero,
    y del Piamonte.
    LEONOR:

              Repara
    que te miran.
    ALEJANDRA:

              Gentil cara.         
    115
    LEONOR: Háblale, que estás grosero.
    ALEJANDRA:

           Hombre será principal.
    LEONARDO: El hábito lo confirma,
    y tu buen gusto me afirma
    que no te parece mal.         120
    ALEJANDRA:

           Es así, mas aunque fuera
    un ángel, lo que poseo,
    en tanto estimo, que feo
    y tosco me pareciera;

           porque no hay comparación   
    125
    si está de por medio el conde.
    LEONARDO: ¿:Y él también te corresponde
    con igual estimación ?
    ALEJANDRA:

           ¿:Ha venido el coche ?
    LEONARDO:

                      Sí.
    MENCIA:

            Si respondiera que no,    
    130
    al sol le pidiera yo
    prestado el suyo.
    LEONOR:

                ¡Eso sí !

           Muy bien empiezas, señor;
    habla con argentería.
    ALEJANDRA: El coche del sol sería       135
    para mí grande favor.
    MENCIA:

            ¿:Queréisle ?   Que cuando el sol
    prestado no me lo diera,
    en medio de su carrera
    se le quitara.
    ALEJANDRA:

              Español          
    140

           y bizarro encarecer.
    MENCIA:

            Que también los extranjeros
    tienen aquestos aceros.
    ALEJANDRA: Muy bien se os echa de ver;

           mas fuera temeridad          
    145
    meteros en tanto aprieto.
    MENCIA:

            Vence tan alto sujeto
    la mayor dificultad.
    LEONARDO:

           Mira que es tarde, señora.
    MENCIA:

            ¿:Dónde vais ?
    ALEJANDRA:

                  Al campo salgo.     
    150
    MENCIA:

            En vos veo, a fe de hidalgo,
    lo que del campo enamora,

           y agraviáisos si decís
    que salís al campo.
    ALEJANDRA:

                    ¿:En qué ?
    MENCIA:

           Alejandra, ¿:no se ve       
    155
    que fuera de vos salís ?,

           porque las perlas hermosas
    que el alba vierte en las flores,   
    y matizados colores
    de sus mejillas de rosas,          160

           viento sutil y amoroso,
    fuentes que risa y cristal
    vierten por el arenal
    argentado y espacioso;

           todo lo ve quien repara        
    165
    en tan divina pintura,
    que del campo la hermosura
    es copia de vuestra cara;     

           y así, no tenéis, por Dios,
    a qué salir ni a qué iros,  170
    que no hay para divertiros
    más que miraros a vos.
    LEONARDO:

           A fe, que es gallardo mozo.
    ¡Qué bien que cerró el conceto !
    ALEJANDRA: ¡Qué vecino tan discreto !           175
    LEONARDO: ¿:Qué hará si le crece el bozo ?
    ALEJANDRA:

           Deseo con más espacio,
    señor don Carlos, gozar
    de vuestro pico.
    LEONARDO:

                  Picar
    queréis en el pobre Horacio.    180
    MENCIA:

            Cuando fuéredes servida;
    que cerca está la posada.
    ALEJANDRA: Adiós.
    MENCIA:

                  Ella va picada.
    LEONOR: Tú, ¿:cómo quedas ?
    MENCIA:

                      Perdida.
    Quítase de la ventana ALEJANDRA y salen el

    capitán don BELTRAN y don JUAN

     
    BELTRAN:

            Este don Carlos, don Juan,     
    185
    ¿:es fraile o es caballero ?
    LEONOR: No hagas la calle terrero;
    que viene allí el capitán.
    JUAN:

           Caballero y principal,
    según estoy informado;            190
    que pasa a Malta, y criado
    del Gran Prior.
    Hablan de oído LEONOR y doña

    MENCIA

     
    LEONOR:

              No hagas tal,

           que es el viejo mal sufrido
    y se pica de valiente;
    del pie te mira a la frente.      195
    MENCIA:

            Vamos; que me han conocido.
    Vanse LEONOR y MENCIA

     
    BELTRAN:

            Hablarle quiero.
    JUAN:

                    Sería,
    si no hay otro fundamento,
    notable deslumbramiento;
    sosegaos, por vida mía.          200
    BELTRAN:

            ¿:Qué fundamento mayor
    queréis, don Juan, que encontralle
    cada día en esta calle ?
    JUAN: No hay sin celos firme amor.

           Si el encontrar cada día     
    205
    a don Carlos os enfada,
    ¿:qué ha de hacer, si su posada
    tiene enfrente de la mía ?

           Celos tuvistes ayer
    del conde Horacio, y cuidado        210
    hoy, Capitán, os ha dado
    don Carlos.   Puedo temer

           que también de mí mañana
    tendréis sospecha y temor.
    ¿:Con tantos celos y amor            215
    os adorará mi hermana ?
    BELTRAN:

            Mientras que la posesión
    no tiene el galán que ama,
    señor don Juan, de su dama,
    no halla alivio su pasión;    220

           y así, en tanto que no sea
    Alejandra mi mujer,
    no dejaré de tener
    celos de quien la pasea.
    JUAN:

           Nadie, don Beltrán, festeja    
    225
    su calle, ni su ventana,
    ni a ningún hombre mi hermana
    silla ha dado ni ha hecho reja;

           que su honrado nacimiento,
    recato y honestidad                  230
    refrena la libertad
    y acobarda el pensamiento;

           porque no hubiera señor,
    por grave y rico que fuera,
    que a raya no le tuviera                235
    su honestidad y valor.

           Y es demasiado reñir,
    si sale en coche o si no,
    dónde va, quién se le dio
    y del bien y el mal gruñir;        240

           mas creo que brevemente
    vendrá la dispensación,
    con que vuestro corazón
    se asegure fácilmente,

           y una vez que estéis casado,       
    245
    como dueño de mi hermana,
    tapiad la puerta y ventana,
    no la dejéis ir al Prado;

           no salga, en silla o en coche,
    a ver madre, abuela o tía,          250
    tenedla en prensa de día
    y en una estufa de noche;

           y como tío y cuñado,
    capitán, me perdonad;
    que el amor y la amistad                255
    esta licencia me ha dado.

           Y si os queréis divertir
    y gozar del fresco un rato,
    vamos al Prado.
    BELTRAN:

                      (¡Qué ingrato Aparte
    tanto amor me ha de salir !)               260

           ¿:No venís ?
    Vase [don JUAN]

     
    BELTRAN:

                    Ya voy tras vos.
    Poneos a caballo luego;
    mas este celoso fuego
    tengo de apagar, por Dios;

           que, quitada la ocasión,     
    265
    menos el daño amenaza.
    Ya se me ofrece una traza,
    pondréla en ejecución;

           que, si puedo, aquesta noche
    ha de dejar la posada           270
    don Carlos desocupada,
    aunque yo vele y trasnoche;

           que el huésped es conocido
    y el dinero poderoso,
    y un hombre, si está celoso,    275
    hará lo que un ofendido.
    Vase.   Salen don GARCERAN, de camino, y SOLANO,

    lacayo, también de camino

     
    GARCERAN:

            ¿:Dónde tomaste posada ?
    SOLANO: Junto al Carmen.
    GARCERAN:

                      ¿:Preveniste
    la cena ?
    SOLANO:

            Sí.
    GARCERAN:

                    ¿:Qué trujiste ?
    SOLANO: Un capón y una empanada,         280

           dos perdices...
    GARCERAN:

                      Bien las como.
    SOLANO: Medio cabrito extremado,
    dos gazapos...
    GARCERAN:

                    ¡Regalado
    plato !
    SOLANO:

            Tienen tanto lomo.

           Un gigote de carnero...            
    285
    GARCERAN:

          Si está manido, no es malo.
    SOLANO: Un jamón...
    GARCERAN:

                  ¡Gentil regalo !
    Has hecho buen despensero.
    SOLANO:

           De clarete y moscatel
    tres azumbres; que sin vino           290
    está en la mesa el tocino
    como cautivo en Argel.
    GARCERAN:

            Yo tengo bien qué cenar.
    SOLANO: ¿:Que es buena cena ?
    GARCERAN:

                      Extremada.
    SOLANO: Pues, ven.   La verás pintada    295
    que no hay más que desear,

           en esta calle primera;
    que parece que el pintor
    dio a los gazapos primor
    y sazón a la ternera.          300

           ¿:No me dirás, por tu vida,
    qué bolsón diste a Solano
    para que te tenga, ufano,
    mesa y cama prevenida ?
    GARCERAN:

            Luego, ¿:no tienes dineros ?     
    305
    SOLANO: ¿:De qué los he de tener,
    Garcerán, si desde ayer
    estamos los dos en cueros ?
    GARCERAN:

              ¿:No te di trescientos reales
    en Valencia ?
    SOLANO:

              No lo niego;             
    310
    mas oye la cuenta, y luego
    podrás ver si están cabales.
    Saca un papel de cuentas

     

           "Cuenta de lo que Solano
    ha gastado en el camino".
    GARCERAN:

            Y dala también del vino.      
    315
    SOLANO: ¡A fe que está en buena mano !

           Sesenta reales gasté
    en la maleta y cojín;
    por dos mulas di a Machín
    noventa, y me vine a pie.          320

           Ves, ahí tienes la mitad;
    ítem: veinte que perdiste
    y dos que a una moza diste,
    que tuvo necesidad.

           Ciento en comida y posada       
    325
    desde Valencia hasta aquí,   
    diez y ocho que bebí
    de vino en esta jornada.

           ¿:Cuántos faltan, si has contado
    para los trescientos ?
    GARCERAN:

                          Treinta.           
    330
    SOLANO: ¿:Justos ?
    GARCERAN:

                Justos.
    SOLANO:

                    En la cuenta
    estoy, por Dios, engañado;

           que treinta menos cuartillo
    al huésped di de señal,
    mas por falta de orinal,                335
    me acuerdo, compré un jarrillo,

           y con aquesta partida
    están los treinta cabales.
    Mira tus trescientos reales,
    y la cuenta conclüida.             340
    GARCERAN:

              Toma, vende esta cadena.
    SOLANO: Del dinero, ¿:qué has de hacer ?
    GARCERAN:

            Mientras negocio, comer.
    SOLANO: ¿:Comer dices ?   ¡Bien me suena !

           Mas, gastada, ayunaremos              
    345
    al traspaso cada día.
    Señor, ¿:qué estrella te guía
    que tan mal viaje traemos ?

           ¿:Qué pretendes ?
    GARCERAN:

                        Irme a Flandes
    con un entretenimiento,          350
    y entre tanto hacer asiento
    con uno de aquestos grandes.
    SOLANO:

         ¿:Qué ?   ¿:Quieres servir ?
    GARCERAN:

                              Solano,
    el que no sirve no medra;
    de un olmo quiero ser hiedra      355
    para que me dé la mano.

           Con el de Pastrana o Feria
    pienso tratarlo mañana.
    SOLANO: Con el de Feria o Pastrana
    repararás tu miseria;          360

           que como grandes señores
    no harán las cosas pequeñas.
    Apostaré que te sueñas
    general con sus favores.
    GARCERAN:

              Mal estás con el servir.   
    365
    SOLANO: Pues, ¿:no quieres que esté mal ?
    Servir, señor, a su igual
    es, don Garcerán, vivir

           y no a un señor soberano,
    que has de estar delante de él     370
    como el ángel San Gabriel
    con el sombrero en la mano;

           y si llama, con más olas
    ha de ser que tiene el mar.
    Sin servir puedes pasar;            375
    ándate, señor, a solas,  

           y si no, vuelve los ojos
    a aquella Fénix divina.
    Deja la corte, camina,
    concilia tantos enojos,          380

           da la vuelta a Salamanca,
    que allí está doña Mencía.
    Ya conoces su hidalguía,
    voluntad segura y franca.

           Viudo estás, no hay qué temer;   
    385
    resuélvete, Garcerán;
    que allí esperándote están
    con hacienda y con mujer;

           mas cuando de ella me acuerdo
    y de tu fiera mudanza,             390
    mi imaginada esperanza,
    como los sentidos, pierdo.
    GARCERAN:

              Dices bien; que fue rigor;
    mas no lo pude excusar,
    que dejarla fue estimar,            395
    como era justo, su honor.
    SOLANO:

         Pues decirle a la partida:
    "Quedad con Dios", ¿:qué importaba ?
    GARCERAN:

            Deja esa materia, acaba.
    ¡Ay, ausente de mi vida !     400
    SOLANO:

         ¿:Hay intervalos, señor ?
    ¿:Qué discurres o qué sientes ?
    GARCERAN:

            Memoria, no me atormentes
    con tan extraño rigor.
    SOLANO:

         ¿:Date la viuda cuidado ?        
    405
    GARCERAN:

            Y aun acabarme podría.
    SOLANO: ¡Necedad !   Toma alegría.
    Mira este famoso Prado,

           esta mezcla de colores
    en jardines diferentes,          410
    bullir y saltar las fuentes,
    reír y alegrar las flores.

           Los varios coches que en tropa
    discurren el alameda,
    que, hiriendo el viento en la seda,      415
    caminan con viento en popa;

           las damas que a los estribos,
    con su donaire español,
    salen dando luz al sol,
    como a su gala cautivos;          420

           esta confusión que espanta,
    y esta grandeza que admira,
    de tanta verdad mentira
    que se celebra y se canta,

           de tanto amor sin amor,        
    425
    de tanta gente perdida,
    de tanta bárbara vida,
    de tanto gentil señor,

           de tanto a pie caballero
    que se ve y se disimula,            430
    de tanto bonete y mula,
    de tanto mulo y sombrero,

           de tanto ciego con vista,   
    de tanto malo buen hombre,
    de tanto sabio sin nombre,         435
    de tanto loco alquimista,

           de tanto ingenio abatido,
    de tanto necio encumbrado,
    de tanto ingrato olvidado
    del favor que ha recibido,       440

           de tanta dama pelota,
    de tanto galán pelote
    que se viste y come a escote
    de los que la pobre escota.
    GARCERAN:

              ¿:Has de hablar hasta mañana ? 
    445
    SOLANO: Mucho la ocasión provoca.
    ¡Por Dios !, que me iba de boca
    y hablaba de buena gana.
    GARCERAN:

              Retírate aquí, Solano.
    Veremos pasar la gente.        450
    Apártense a un lado y salen el conde HORACIO,

    RUGERO, su criado, y ALEJANDRA

     
    HORACIO: Fresco está el Prado.
    ALEJANDRA:

                      Excelente.
    HORACIO: Lindo sitio.
    GARCERAN:

                      (Y linda mano,      Aparte

           gentil mujer).
    SOLANO:

                    (Por mi fe, Aparte
    que es buena ropa).
    HORACIO:

                  Rugero,
    avisarás al cochero          455
    que dé la vuelta.
    RUGERO:

                  Sí, haré.
    Vase RUGERO

     
    ALEJANDRA:

         Entrarme en él es mejor;
    que apearme ha sido exceso,
    y temo algún ruin suceso.
    Hacedle llegar, señor.        460

           No quiera mi desventura
    traer por aquí a mi hermano.
    GARCERAN:

            Gallarda mujer, Solano.
    SOLANO: ¿:Hay ya nueva picadura ?

           ¿:Hirióte con ballestilla  
    465
    el dios ciego y herrador ?
    HORACIO: Mi bien, aqueste temor
    con razón me maravilla.

           ¿:Tan poco mi fe te debe,
    que un flaco temor te impide ?        470
    ALEJANDRA: ¿:Flaco te parece ?   Mide
    con mi amor tu gusto breve.

           Verás, conde, si es razón
    que tema, como mujer,
    lo que puede suceder          475
    en semejante ocasión.

           Don Beltrán anda celoso,
    don Juan no sospecha en vano,
    y si es el uno mi hermano,
    el otro se llama esposo.            480

           ¿:No he de temer ?   ¿:No he de estar
    siempre el alma en centinela ?
    Si es mi honor quien te desvela,
    no des al llanto lugar.

           No quieras paguen mis ojos   
    lo que han de sentir perderte.
    ¡Ay, Dios, qué trance tan fuerte !
    ¡Qué ciertos son mis enojos !

           Muerta soy, conde.         
    485
    HORACIO:

                    ¿:Qué viste ?
    ALEJANDRA: A mi hermano y don Beltrán.   
    HORACIO: ¡Bravo temor !   ¿:Dónde están ?
    ALEJANDRA: Hacia acá vienen.   ¡Ay triste !

           Perdida soy.   Negra noche,
    apresura tu carrera.          490
    ¡Ay, Dios !   ¡Si el coche viniera ! 
    Sale RUGERO

     
    RUGERO: Aquí está, Alejandra, el coche.
    HORACIO:

         Repórtate.
    ALEJANDRA:

                No es posible;
    que temo ser conocida.
    HORACIO: Toma el coche.
    ALEJANDRA:

                Estoy perdida.   
    495
    HORACIO: Y de cobarde, terrible. 
    Vanse ALEJANDRA y el conde HORACIO

     
    SOLANO:

         Ya toma el coche.
    GARCERAN:

                          Turbada
    parece; que ya cayó.
    SOLANO: ¿:No estuviera cerca yo ?
    ¡Bien vestida está y calzada !      500
    GARCERAN:

              ¿:Qué viste ?
    SOLANO:

                Lo que encender 
    pudiera un mármol.   Manteo
    que lo guarneció el deseo,
    que no hay más que encarecer;

           algo de la media y pie,       
    505
    que con un zapato justo,   
    parece que brinda al gusto
    para descalzarle, a fe;

           mas parecióme tener
    una falta, y no lo es,          510
    que tener grandes los pies
    es sobra en una mujer.
    Sale HORACIO

     
    HORACIO:

         (¡En qué extraña confusión Aparte
    estoy metido, que veo  
    a riesgo lo que deseo        515
    y en la mano la Ocasión.

           Si voy con ella, destruyo
    su opinión; y si me quedo,
    a ley de quien soy, no puedo
    excusar lo que rehúyo.        520

           Si el coche ven, por las pías
    han de conocer su dueño.
    En grave ocasión me empeño.
    Desdichas son éstas mías.

           ¡Qué solo que me han dejado     
    525
    mis criados !   Ni un amigo 
    de los que comen conmigo
    no descubro en todo el Prado;

           pero allí está de camino
    un hombre, a lo que parece;            530
    que en él el cielo me ofrece 
    todo mi bien, imagino).

           ¿:Caballero ?
    SOLANO:           ¿:A quién, señor,
    llamáis ?
    HORACIO:     A los dos.               Decí:
    SOLANO:               Decí:
    "¡Ah, caballeros !" que así      535
    os responderán mejor. 
    GARCERAN:

              ¿:No os callaréis, majadero ?
    ¿:Qué manda vuesa mercé ?
    HORACIO: En vuestro talle se ve
    que sois noble caballero.          540
    GARCERAN:

              Si importa serlo, señor,   
    para serviros, yo he sido
    desgraciado, aunque he tenido,
    siendo humilde, algún valor;

           y si con él puedo y valgo,     
    545
    me podéis, señor, mandar 
    y de mí os asegurar
    como del mejor hidalgo.
    HORACIO:

         De que lo sois, muestra clara
    me da vuestra gentileza,          550
    porque se ve la nobleza   
    en el lenguaje y la cara;

           pero, porque cierta dama
    de prendas y de valor,
    con la tardanza, su honor        555
    se aventura y se disfama, 

           no quiero el tiempo gastar
    en ofrecimientos vanos;
    que con términos más llanos
    la merced pienso pagar.                560

           Sólo os suplico entre tanto  
    que pongo a salvo aquel coche,
    que ya no quiere la noche
    encubrirle con su manto,

           detengáis dos caballeros       
    565
    que por aquí han de pasar, 
    sin que deis, señor, lugar
    a desnudar los aceros.

           El uno es mozo y galán,
    y el otro, aunque cano y viejo,      570
    es su brío y su despejo 
    de un valiente capitán.

           Plumas trae negras, y espada
    guarnecida de ataujía;
    si erráis las señas sería  575
    perderme en esta jornada. 
    GARCERAN:

              No tenéis más que informarme.
    Seguid el coche, señor;
    que en ocasiones de honor
    sé muy bien aventurarme.          580

           Las señas son conocidas;   
    bien podéis, señor, partir;
    que aquí están para os servir
    dos espadas y dos vidas.
    HORACIO:

         Bésoos las manos mil veces     
    585
    por la merced que me hacéis. 
    Cielos amigos, seréis
    de aquesta amistad jüeces.
    Vase HORACIO

     
    GARCERAN:

             ¿:Dónde vas tú ?
    SOLANO:

                  A detener
    las mulas en que venimos,          590
    aunque al paso que trujimos  
    postas serán menester.
    GARCERAN:

              ¿:Para qué son postas, loco ?
    SOLANO: Mal discurres, Garcerán.
    GARCERAN:

            Presto vaguidos te dan.     
    595
    SOLANO: Siempre me estimas en poco;  

           mas hazme un placer, señor,
    de advertir lo que imagino;
    que el consejo tras el vino
    no suele ser el peor.        600

           Sin saber quién es el hombre 
    que de aquí partió ligero,
    sin informarte primero
    de su calidad y nombre,

           te has empeñado a estorbar       
    605
    a dos hombres este paso,   
    ves aquí que paso a paso
    llegan y quieren pasar.

           ¿:Qué has de hacer si su porfía
    fuese tan grande, en rigor,            610
    que juzgasen por temor  
    hablarles con cortesía ?

           ¿:No es lance, no es ocasión
    para venir a las manos
    si son los dos cortesanos               615
    y tú de buena opinión ?

           Pues si reñimos, hay vidas
    para este acero sangriento;
    y en tal caso es de momento
    tener postas prevenidas.          620
    GARCERAN:

              Has discurrido, Solano,
    con el temor, altamente;
    siempre el cobarde es prudente.
    SOLANO: Como el atrevido insano.
    GARCERAN:

              No tienes qué prevenir 
    625
    ni de qué tener temor;   
    que el cielo lo hará mejor
    que tú lo sepas pedir.

           Y si los dos que recelas
    acertaren a pasar,              630
    hüir podrás sin matar,   
    pues no te faltan espuelas,

           que yo tengo de acudir
    a quien estoy obligado;
    que la palabra que he dado,        635
    fue de esperar, no de hüir.  

           Y cuando hacer bien se ofrece,
    sin saber a quién se hace,
    es lo que más satisface;
    que aquello más se agradece.          640
    SOLANO:

         Bien dices --mas digo mal-- 
    en saber si cena a oscuras
    éste por quien te aventuras,
    o con un cirio pascual;

           si es merced, o tú, ni vos,       
    645
    señoría o excelencia, 
    por quien se pueda en conciencia
    reñir y matar a dos;

           que sería gran desastre
    ser este tal hidalgote          650
    un escudero guillote 
    o por gran ventura un sastre.
    GARCERAN:

              Sin duda que es caballero.
    SOLANO: ¿:Caballero ?   ¿:En qué lo vistes ?
    GARCERAN:

            ¿:Los guantes de ámbar no olistes ? 
    655
    SOLANO: ¿:No podría ser guantero ?
    GARCERAN:

              Espera; que aquéstos son.
    SOLANO: Tentemos la de Bilbao;
    aunque estuviera en el Grao
    mejor que en esta ocasión.      660
    Salen el capitán don BELTRAN y don

    JUAN

     
    JUAN:

         No ha de encubrirles la noche  
    la libertad de los dos.
    BELTRAN:

            Aguijemos; que, por Dios,
    que van juntos en el coche.
    JUAN:

         ¿:No tomaremos razón     
    665
    si han pasado por aquí ? 
    BELTRAN:

            ¿:Qué hay que tomar ?   Yo los vi.
    JUAN: Ciega mucho la pasión;

           informémonos primero.
    BELTRAN:

            ¡Qué flema tenéis extraña !
    670
    ¡Oh, nunca viniera a España ! 
    Informaos, pues.
    JUAN:

                  Caballero,

           ¿:ha rato que estáis aquí ?
    GARCERAN:

            Toda esta tarde.
    JUAN:

                  ¿:Ha pasado
    por aquí un coche encarnado ?          675
    GARCERAN:

            Un coche no, coches sí. 
    BELTRAN:

              De éste tiran cuatro pías
    que gobiernan dos cocheros.
    SOLANO: ¿:Llevan libreas ?
    JUAN:

                  Vaqueros
    azules.
    SOLANO:

              Habrá diez días   
    680

           que ese coche vi en Valencia,  
    y en él al virrey, por Dios.   
    BELTRAN:

            No hablan, lacayo, con vos.
    SOLANO: Lacayo, con reverencia.
    JUAN:

         No seáis hablador, hermano;   
    685
    que no venimos de humor.   
    GARCERAN:

            Que éste es un loco, señor.
    ¿:Que no has de callar, Solano ?

           Aunque he visto con cuidado
    y admiración juntamente      690
    aqueste Prado excelente 
    y los coches que han pasado,

           no he visto por él pasar
    ni atravesar la carrera
    el que decís.   Yo quisiera...        695
    BELTRAN:

            Que no hay qué nos informar; 

           que por aquí fue, y la vuelta
    tomó hacia Atocha.   Don Juan...
    SOLANO: (¿:Don tenemos ?)    Aparte
    JUAN:

                  Don Beltrán...
    SOLANO: (¿:Otro don más ?   Que hay revuelta...) Aparte 700
    JUAN:

         Seguidme.
    GARCERAN:

                      Será cansaros;   
    mas si buscarle os importa,
    por otra senda más corta
    que vais, he de suplicaros;

           que allí delante, un amigo     
    705
    está hablando con su dama, 
    e importa mucho a su fama
    no tener ningún testigo.

           Hacedlo, por vida mía,
    que en la corte a un forastero        710
    hacer suele el caballero   
    amistad y cortesía.
    BELTRAN:

              Ya fuera mucho trabajo
    y notable desatino
    dejar el cierto camino          715
    por buscar incierto atajo;
    que para quien va de prisa
    es demasiado rodeo.
    GARCERAN:

            No hay duda, sino que creo
    que la ocasión es precisa;      720

           mas córreme a mí mayor   
    obligación y cuidado,
    si un amigo me ha dejado
    encomendado su honor.

           Halle esta vez a los dos           
    725
    gentileza y cortesía, 
    porque si pasáis, sería
    descomponerme, por Dios;

           que la mujer es honrada
    y el amigo conocido,            730
    y por ventura habrá sido
    forzosa la retirada.
    BELTRAN:

              Impórtanos conocer
    quién va en aquel coche.
    GARCERAN:

                          A mí   
    que no paséis por aquí.    735
    BELTRAN:

            ¿:Cómo no ?
    GARCERAN:

                    Aquesto ha de ser. 
    Meten mano

     
    SOLANO:

         Antes que acuda al reclamo
    del ¡chas, chas !, alguna gente,
    guardaré como valiente
    las espaldas a mi amo.          740
    Salen doña MENCIA y LEONOR en el

    hábito dicho y ponen mano [para] favorecer a

    GARCERAN

      
     
     
    LEONOR:

         Cuchilladas son.   Acude.  
    MENCIA:

            Parécenme forasteros;
    aguija.   Paz, caballeros,
    paz digo, y nadie se mude.
    BELTRAN:

              Retirémonos, don Juan. 
    745
    Vanse el capitán [BELTRAN] y don

    JUAN

     
    MENCIA:

            Mucha merced me haréis. 
    (Ojos, ¿:qué es esto que veis ? Aparte
    ¿:No es éste don Garcerán ?

           ¿:No es éste el ingrato ?   ¡Cielos !)
    SOLANO: Yo he andado como un león.        750
    MENCIA:

            (Saber quiero la cuestión,       Aparte   
    y, ¡ay de mí !, si fue por celos).

           ¿:Por qué ha sido la pendencia,
    podremos saber, hidalgo ?,
    que aventurar lo que valgo        755
    obliga vuestra presencia. 
    GARCERAN:

              Agradezco ese favor
    como venido del cielo;
    que pocas veces da el suelo
    tanta hermosura y valor.        760

           Pero si gustáis saber
    la causa de esta cuestión,
    fue cumplir mi obligación
    y amparar [a] una mujer.
    MENCIA:

              Bien ha sucedido.   Aquí   
    765
    me esperad; que no es razón   
    si aquésa fue la ocasión
    se quede el negocio así.
    GARCERAN:

              Aquí os espero.
    Aparte las dos

     
    MENCIA:

                        Leonor,
    no te apartes de su lado.          770
    LEONOR: ¿:Importa ?
    MENCIA:

                Ser mi cuidado  
    y mi tormento mayor.
    Vase doña MENCIA y sale el conde

    HORACIO

     
    HORACIO:

         ¿:Llegué tarde ?
    SOLANO:

                  La tormenta,
    gracias a Dios, que ha pasado.
    HORACIO: ¡Oh, nunca ciñera al lado    775
    espada que así me afrenta ! 

           ¿:Qué ha sido aquesto, señor ?
    GARCERAN:

            Lo que no pude excusar.
    HORACIO: ¿:A quién tengo de pagar
    tanta merced y favor ?              780
    SOLANO:

         A mí, y es bien que celebres 
    mi valor; que los hidalgos
    corrieron como dos galgos
    suelen correr tras las liebres.
    GARCERAN:

              Oyete, loco, no afrentes     
    785
    sus espadas sin respeto;   
    que anduvieron, os prometo,
    bizarros como valientes.
    HORACIO:

         En todo sois extremado
    con superior excelencia;          790
    que el valor y la prudencia  
    veo en vos en igual grado.

           Decidme si sois servido,
    vuestro nombre y calidad;
    que una perfecta amistad          795
    en veros me he prometido;           

           que con hacienda y persona
    os he de servir, señor.
    [Sale doña MENCIA]

     
    Halle en vos este favor
    el conde Horacio Colona.        800
    GARCERAN:

              Perdone, vueseñoría,  
    si en algo anduve grosero;
    que erré como forastero.
    HORACIO: Sois la misma cortesía.
    SOLANO:

         Vueseñoría perdone     
    805
    mi mala imaginación,  
    y también, con el perdón,
    alguna gracia me done;

           que, si va a decir verdad,
    creí que era en el olor      810
    portugués perfumador  
    o hombre de esta calidad.
    GARCERAN:

              Conozca vueseñoría
    a Solano mi criado
    por un hombre en quien no ha entrado    815
    pesar ni melancolía.  
    MENCIA:

              Esto está hecho, señor;
    la mano me dad de amigo
    de aquellos hidalgos.
    GARCERAN:

                          Digo
    que les soy su servidor.              820
    SOLANO:

         Luego, ¿:yo matarlos puedo 
    si los encuentro ?
    MENCIA:

                        También
    me dad la vuestra.
    SOLANO:

                  Está bien.
    GARCERAN:

            Valiente estás.
    SOLANO:

                Todo es miedo.
    HORACIO:

         Decidme, y no os divertáis     
    825
    lo que os tengo suplicado.
    MENCIA:

            Si es secreto, aquí apartado
    estaré.
    HORACIO:

              Muy bien estáis.

           Débole vida y honor
    a este noble caballero,            830
    soy agradecido y quiero       
    saber de quién soy deudor.
    MENCIA:

              El conde pide razón,
    y que el propio gusto tengo
    os prometo, y os prevengo          835
    mayor o igual atención. 
    GARCERAN: xxx

               Haré lo que me pedís;
    que obligación es forzosa,
    si vida tan prodigiosa
    con piedad y gusto oís.      840

           Mi nombre es don Garcerán 
    Cabanillas y Torrellas,
    apellidos de mis padres
    don Vicente y doña Greida.
    Segundo fui de mi casa,    845
    y como el amor heredan  
    los segundos de sus padres
    y los mayores la hacienda,
    mientras que vivieron fui
    el alivio de sus penas,    850
    él querido mayorazgo, 
    su alma y su vida mesma.
    En medio de sus regalos
    y mi mocedad inquieta,
    vino a Valencia una dama,  855
    con sus padres, desde Huesca.   
    Gente de mediano estado,
    que entre las demás, plebeya
    y la patricia, tenía
    buen lugar por su llaneza.      860
    Víla, parecióme bien, 
    visité su casa, améla
    tanto que creció el amor  
    hasta casarme con ella.
    Sentidos mis padres de ello,          865
    retiráronse a una aldea,
    donde acabaron sus días
    de vejez y de tristeza.
    Quedé sin ellos, cargado
    de obligaciones y deudas,        870
    con un enemigo hermano, 
    con una mujer a cuestas;
    encontrado con mis deudos,
    con los suyos en contienda,   
    porque les pido y se excusan,        875
    porque les hablo y me niegan,   
    hasta que, de lastimados,
    mis deudos mi vida ordenan,
    mis alimentos componen
    y mis trampillas conciertan.          880
    Quisieron que prosiguiese 
    en la ocupación primera
    que acabase mis estudios,
    cosa para mí bien recia;
    que gradüado, podría          885
    con mi calidad y letras 
    su majestad ocuparme
    en una de sus audiencias.
    Resolverme fue forzoso,
    y dejando en orden puesta        890
    mi casa y a mi mujer 
    recogida en Santa Tecla,
    partí para Salamanca,
    y dándome alguna priesa,
    llegué, día de San Lucas,  895
    a aquella insigne academia;  
    tomé casa y compañía,
    que me la hicieron muy buena
    dos caballeros hermanos,
    naturales de Plasencia.            900
    Empecé a estudiar con gana,   
    y mis trabajos lucieran,
    si el catedrático Amor
    de ostentación no leyera
    la materia de Arte amandi,    905
    tan llena de sutilezas, 
    que hube menester pasante
    para mejor entenderla.
    Ofrecióse la Ocasión,
    y un día que a San Esteban      910
    salí,...
    Aparte las dos

     
    MENCIA:

                ¡Ay de mí, Leonor, 
    que aquí mi historia comienza !
    LEONOR: ¿:Qué historia o qué calabaza ?
    MENCIA:

            Luego, ¿:no has estado atenta
    a lo que dice este ingrato ?            915
    LEONOR: Sí, he estado, y soy una bestia.   
    ¿:Garcerán es éste ?
    MENCIA:

                        Sí,
    calla.
    LEONOR:

            Callará mi lengua.
    Pues, ¿:por un hombre casado
    andamos de venta en venta ?        920
    MENCIA:

            ¿:Qué quieres ?   No lo sabía.
    HORACIO: Pensamientos no os diviertan.
    Pasa adelante.
    MENCIA:

                      Señor,
    no os quedéis en San Esteban.
    GARCERAN:

            Digo que vi un mujer,           
    925
    viuda, hermosa y bella  
    más que el sol y que los cielos;
    mas no quiero encarecerla,
    que todo será afilar
    la espada que me degüella,          930
    y despertar la memoria  
    que me aflige y atormenta.
    Sólo diré que venía
    en un coche con dos dueñas,
    tocada de honestidad                935
    y vestida de vergüenza. 
    Apeóse y oyó misa,
    y aquel rato que en la iglesia
    estuvo, me vi en la gloria,
    gozando de su presencia.          940
    Volvió a ponerse en su coche,
    y yo, que estaba a la puerta,
    al pasar, todo turbado,
    la hice un reverencia.
    Miróme, e hizo lo mismo,        945
    fuése, y dejóme en tinieblas, 
    naciendo de aquestas vistas
    mi cuidado y su querella.
    Hasta llegar a su casa
    la seguí, supe quién era,    950
    con que se aumentó el deseo   
    de mi temeraria empresa;
    que fue casada esta dama
    con un tal don Saavedra,
    que de un choque de un caballo       955
    murió, entrando en una fiestas; 
    y tan principal señora,
    que de Guzmán y Fonseca
    tenía la mejor sangre,
    y más de seis mil de renta.        960
    Con estas partes divinas,  
    otras le dio el cielo, anejas
    a su mucha calidad,   
    tanto, que por excelencia,
    como a otra Safos un tiempo            965
    la llamó "el milagro" Grecia,
    "la Fénix de Salamanca"
    llamaban todos a ésta.
    Procuré hablarla y servir
    mujer de partes tan bellas,            970
    sin que pasase mi amor  
    los límites de quien era.
    Dióme el tiempo la ocasión,
    la Ocasión su corta greña;
    asíla y entré en su casa;        975
    con mi término agradéla. 
    Querer decir sus favores
    será contar las estrellas.
    MENCIA:

            (¡Ay de mí, si este villano      Aparte
    se atreve a mi fama honesta !,            980
    que si de lo que no hizo   
    se alaba, esta daga fiera
    le sacará el corazón,
    y haré que rabiando muera).
    GARCERAN:

            Mas pongo a Dios por testigo     
    985
    que fue con tanta limpieza
    que no la toqué una mano.
    MENCIA:

            (¡Ay, Garcerán !   Bien pudieras...Aparte
    Hoy mi vida te consagro,
    y mil, si tantas tuviera;        990
    y, ¿:qué mujer no da el alma   
    a un hombre de buena lengua ?)
    GARCERAN:

            Creció con el largo trato 
    nuestro amor, de tal manera
    que era mi alma una Troya,        995
    y la suya otra Aquileya. 
    Por mancebo me tenía,
    y persuadirse pudiera;
    que casados estudiantes
    muy pocas veces se encuentran.        1000
    Enternecióme su engaño,
    y lastimóme la afrenta
    que de ofenderla y burlarla
    a su honor venir pudiera;
    y así, resuelto a morir     1005
    a las manos de la ausencia,
    que no a ofender el cabello
    más corto de su cabeza,
    a la Ocasión di de mano,  
    vencí mi propia flaqueza,  1010
    dejé libros, cartapacios,
    amigos, ciudad y escuelas,
    y sin hablarle palabra
    ni escribir sola una letra,
    solo con este criado          1015
    a mi casa di la vuelta.   
    Turbóse mi fiero hermano,
    cayó mi mujer enferma;
    que aparecerse así, acaso
    sangre y corazón altera.    1020
    Sintió en mis ojos la causa 
    y crecieron las sospechas
    de mi amor su enfermedad,
    y acabó con su carrera.
    Lloré su muerte temprana;  1025
    que no hay vida tan entera  
    que no la consuman celos
    y que no la acaben penas.
    Viudo quise partirme
    a Salamanca y lo hiciera        1030
    que la fe me aseguraba
    de aquella adorada prenda,
    si un amigo con quien tuve
    alguna correspondencia
    que trataba de casarse          1035
    por cierto no me escribiera.   
    Di crédito a sus razones;
    que si se muda en presencia
    la mujer sin ocasión,
    ausente, ¿:qué hará ?, y con ella   1040
    al fin mudé parecer;
    y partiendo de Valencia   
    a aquesta corte he venido
    a pretender por la guerra,
    para que en Italia o Flandes          1045
    si se rompieren las treguas,
    acabe con mis desdichas
    una pistola francesa.
    HORACIO:

           Suspenso me habéis tenido,
    Garcerán, y entre las cosas        1050
    que he oído maravillosas,
    ninguna me ha parecido

           tan digna de admiración
    como, amando y siendo amado,
    dejar un hidalgo honrado                1055
    perder tan buena ocasión;

           porque pocos, os prometo,
    tuvieran tanta cordura;
    que siempre el que ama procura
    que llegue su amor a efeto.        1060
    MENCIA:

              Anduvo don Garcerán 
    como honrado caballero.
    HORACIO: No hay negaros lo primero;  
    pero él hizo mal galán.
    MENCIA:

              Peor fuera ofender la fama     
    1065
    de tan principal mujer.   
    HORACIO: La ocasión no ha de perder,
    señor don Carlos, quien ama;

           y quédese comenzada
    la cuestión para otro día;    1070
    que de Garcerán querría
    saber si tiene posada.
    GARCERAN:

              Sí, señor, que mi criado
    la tiene ya prevenida.
    HORACIO: La mía os tengo ofrecida,        1075
    si de ella no estáis prendado;

           que caballos y dinero
    tendréis a vuestro servicio.
    GARCERAN:

            Serviros, señor, codicio,
    que es el premio verdadero;            1080

           mas vino en mi compañía
    un caballero, y los dos
    posamos juntos.
    HORACIO:

                  Sin vos
    voy descontento, a fe mía;

           pero aguardaréos mañana      
    1085
    a comer.
    GARCERAN:

                A recibir 
    merced.
    HORACIO:

            Bien sabréis cumplir.
    Tú también.
    SOLANO:

              De buena gana.
    Vase el conde HORACIO

     
    MENCIA:

              Por ganarme por la mano
    el conde, no os he ofrecido            1090
    lo que él mismo...
    GARCERAN:

                      Agradecido
    os estoy.
    SOLANO:

            Y está Solano.
    GARCERAN:

              Yo os juro, a fe de quien soy,
    que he estimado conoceros
    tanto, que sólo con veros,      1095
    mirando mi bien estoy;

           que sois del original
    más bello que formó el cielo
    perfectísimo modelo
    y retrato natural;              1100

           y no os pese parecer   
    a aquella Fénix divina;
    que beldad más peregrina
    no alcanza humana mujer.
    MENCIA:

              Antes me quiero estimar     
    1105
    en más de los que hasta aquí,   
    pues habéis hallado en mí
    cosa que os pueda agradar;

           y si estriba en mi presencia
    parte de vuestro contento,        1110
    no haré, os juro, ni un momento   
    de vuestros ojos ausencia.
    Sale RIBERA, huésped

     
    RIBERA:

           ¿:Señor don Carlos ?
    MENCIA:

                            Ribera,
    ¿:hay en qué os pueda servir ?
    RIBERA: Véngoos, señor, a pedir      1115
    una cosa harto ligera  

          para vos, que para mí
    es, don Carlos, bien pesada;
    que vos hallaréis posada
    mucho mejor que os la di;          1120

           pero tal huésped, sería
    toparle grande ventura.
    MENCIA:

            Pues, ¿:quién quitarme procura
    mi posada ?
    RIBERA:

              Dicha es mía.

           Por el rey está tomada       
    1125
    para cierto embajador,
    y aquesta noche, señor,
    ha de estar desocupada;

           que ya la ropa han traído.
    MENCIA:

            ¿:Y la mía ?
    RIBERA:

            En mi aposento         
    1130
    la metí.   En el alma siento 
    no haberos mejor servido;

           pero volveréis, que presto
    se irá aqueste embajador;
    que me debéis mucho amor        1135
    y habéis de pagarme en esto.
    MENCIA:

              De diferente manera
    lo siento; que es gran ganancia
    tener huésped de importancia.
    RIBERA: No, por vida de Ribera.                1140
    MENCIA:

              Ve tú, y búscame posada   
    Jaramillo, y acomoda
    la ropa.
    GARCERAN:

                Llévanla toda
    a la que tengo tomada;

           que allí cerca de la mía       
    1145
    os armarán una cama.
    MENCIA:

            Por ventura tendréis dama
    y no querrá compañía.
    GARCERAN:

              No la tengo, por mi vida.
    MENCIA:

            Pues con esa condición       
    1150
    la aceptaré.
    LEONOR:

              ¿:Qué invención  
    es ésta ?   ¡Que vas perdida !
    MENCIA:

              Antes me pienso ganar,
    Leonor, por este camino.
    LEONOR: Yo seré mal adivino              1155
    si no hubiere qué llorar.
    GARCERAN:

              Venid, ¿:sabréis mi posada ?
    SOLANO: ¿:Es Jaramillo voacé ?
    LEONOR: Yo soy.
    SOLANO:

            La mano me dé
    por amigo y camarada;          1160

           que la cama es buena y ancha,
    limpia la ropa y el hombre
    que por la cara y el nombre
    yo haré que metan ensancha;

           que de este nombre un pariente       
    1165
    tengo en Alcalá, y honrado, 
    que goza, a fe de soldado,
    libros y vino excelente.
    LEONOR:

           Toco, y haga buen provecho
    lo que hubiéredes bebido.        1170
    SOLANO: (Es el capón escogido).     Aparte  
    LEONOR: Adiós, Ribera.
    Vanse y queda RIBERA solo

     
    RIBERA:

              Esto es hecho;

           que de esta suerte asegura
    el capitán sus recelos;
    que con dineros y celos                1175
    no hay cosa que esté segura.
    Vase

     
     

    ACTO SEGUNDO

      
     
    Salen SOLANO y LEONOR en el hábito dicho

     
    LEONOR:

           Bien has comido, Solano.
    SOLANO: Y bebido, Jaramillo;
    que el clarete y el tintillo
    andaban de mano en mano;        1180
    pero, por Dios, que no estabas   
    despacio, a mi parecer,
    si después de bien comer,
    los huesos mondos chupabas.
    LEONOR:

           Todos comimos, Solano,       
    1185
    pero en el beber me diste
    quince y falta...
    SOLANO:

                    Bien dijiste;
    mas soy montañés, hermano,

           y como la tierra es fría,
    en naciendo nos dan vino,        1190
    y con esto y con tocino   
    medra el muchacho y se cría;

           y así, aunque beba del santo,
    que es lo que alborota más,
    borracho no me verás,          1195
    alegre sí tanto cuanto.
    LEONOR:

           Luego, ¿:no lo estás, Solano ?
    SOLANO: Algo siento en la cabeza,
    mas remedio esta flaqueza
    con acostarme temprano;            1200

           pero si duermo tan mal
    como anoche, en cuatro días 
    las tristes lágrimas mías
    en piedras harán señal.
    LEONOR:

           El nuevo huésped lo haría;     
    1205
    mala noche te habré dado.
    SOLANO: ¡Qué !   Ya estoy acostumbrado
    a dormir con compañía;

           mas no sé yo qué sentí,
    que estuve muy inquieto;          1210
    mas si te guardo secreto,
    ¿:no me dirás ?
    LEONOR:

              (¡Ay de mí !    Aparte

           Si sabe que soy mujer,
    perdida soy).
    SOLANO:

              No te alteres.
    LEONOR: ¿:Yo ?   ¿:De qué ?   (¡Pobres mujeres !) Aparte 1215
    SOLANO: No hay que negar.
    LEONOR:

                ¿:Qué he de hacer ?
    SOLANO:

           (Verdad es lo que sospecho).    Aparte
    De hoy más podrá Jaramillo
    buscar ama.
    LEONOR:

              (Que un ovillo     Aparte
    me hiciese tan sin provecho).        1220
    SOLANO:

           Que no es delito, señor, 
    que por muchos buenos pasa,
    que el remedio tiene en casa
    y la untarilla mejor;

           que una sarna se repara     
    1225
    con mucha facilidad.
    LEONOR: ¿:Yo, sarna ?
    SOLANO:

              ¿:Y es calidad
    mentir en cosa tan clara ?
    LEONOR:

           En mi vida la he tenido.
    ¿:Hay tan fiero pensamiento ?      1230
    SOLANO: Luego, ¿:yo soy el que miento ? 
    Muestra.
    Mírale las manos

     

            Mal he presumido;

           limpio estás.
    LEONOR:

                    ¿:Y era, Solano,
    aquéste el secreto ?
    SOLANO:

                    Sí.
    ¿:De qué te ríes ?
    LEONOR:

                    De mí;   
    1235
    suelta, déjame la mano.
    SOLANO:

           Déjola; mas, Jaramillo,
    si no es sarna, yo soy muerto,
    que algún contagio encubierto
    debe de ser.   No hay sufrillo.      1240

           Porque cuando te acostaste 
    cierto olorcillo me diste,
    con que el alma me encendiste
    y las entrañas me helaste;

           y tras esto, un comezón,     
    1245
    un fuego vivo, una llama,
    que no cabía en la cama,
    ni en el cuerpo el corazón,

           y si acaso me extendía
    y con los pies te tocaba,        1250
    un no sé qué me picaba,  
    como pulga me mordía;

           y con aquesta inquietud
    tuve noche toledana.
    Jaramillo, una manzana          1255
    es mi vida y mi salud;

           si eres, como soy, tu amigo,
    di la verdad, no la niegues;
    que no es razón que me pegues
    peste por dormir contigo.        1260

           ¿:Qué tienes ?
    LEONOR:

              ¿:Qué he de tener ?
    ¿:Hay tan extraña locura ?
    SOLANO: Pues responderme procura
    a este picar y comer.
    LEONOR:

           Bien presto estás respondido. 
    1265
    Solano, el vino es calor,
    y tanto cuanto es mejor,
    tiene de fuego escondido.

           Tú bebes mucho entre día,
    y lo mejor, ¿:no ha de estar        1270
    cuando te vas a acostar, 
    helada la sangre y fría ?

           Deja tú, pues, de beber
    y dormirás sosegado;
    que de ser tú destemplado        1275
    nace el picar y el comer.
    SOLANO:

           No me dejas satisfecho;
    que otras veces he bebido
    más que ayer y no he sentido
    comezón tan sin provecho;        1280

           mas esta noche sabremos  
    si me quita el sueño el vino.
    LEONOR: (Que éste sospecha, imagino,    Aparte
    que soy mujer).
    SOLANO:

              ¿:Qué tenemos ?

           (A fe que no estáis entero Aparte
    1285
    pues que tanto os recatáis, 
    ni que conmigo durmáis
    si no os registro primero).
    Vase LEONOR.   Salen don GARCERAN y el conde

    HORACIO, RUGERO y doña MENCIA

     
    HORACIO:

           Póngannos de presto el coche,
    Rugero, y ten prevenida                1290
    más temprano y más cumplida  
    la cena, y no a media noche.
    GARCERAN:

              Si de esta suerte tratáis,
    señor, a los convidados,
    si os parecieren pesados,          1295
    de serlo la causa dais;   

           que fue tanta la abundancia
    de los manjares preciosos
    que a los festines famosos
    exceden de Italia y Francia,              1300

           que parece que a porfía   
    vertían cada momento
    en la mesa el mar y el viento,     
    pescado y volatería.
    HORACIO:

           Garcerán, siempre a mi mesa       
    1305
    me sirve un buen ordinario,
    y alabar no es necesario 
    su abundancia, que me pesa;

           que aquésta ha sido comida
    como para cuatro amigos,              1310
    que para los enemigos  
    se adereza más cumplida;

           que un extranjero grangea
    con esto las voluntades
    para sus necesidades,              1315
    ya que otra cosa no sea. 
    SOLANO Mas, ¡qué bien que te acudieron
    los que te comen un lado,
    aquel día que en el Prado
    en estrecho te pusieron !              1320

           Cree, que no hay que esperar  
    de aquestos comelitones,
    que de ellos y tomajones
    hay muy poco que fiar;

           porque saben acudir                   
    1325
    con mucha más afición
    al doblón que a la ocasión,
    a comer que no a reñir.
    HORACIO:

           Digo que estás excelente,
    y con la cuestión del Prado,              1330
    has, Solano, despertado   
    mi descuido impertinente;

           que el papel que me escribió
    el capitán no he leído.
    GARCERAN:

            Extraño descuido ha sido.       
    1335
    Saca un papel el conde [HORACIO]

     
    SOLANO: Pues, ¿:quién comiendo leyó ?,

           que papeles que se envían
    estando el hombre sentado
    a comer, piden prestado,
    si acaso no desafían;              1340

           que, como es hora tan cierta,
    pegan luego, y es mejor,
    mientras comieres, señor,
    mandar que cierren la puerta;

           que tal papel puede ser                 
    1345
    el que te dieren comiendo,  
    que te relaje, leyendo,
    el deleite del comer.
    GARCERAN:

              Elocuente estás.
    Lee el conde el papel para sí

     
    SOLANO:

                    El vino
    habla como un Cicerón.          1350
    MENCIA:

            ¿:Qué os escribe ?
    HORACIO:

                Celos son.  
    GARCERAN:

            Parece que estáis mohíno.
    HORACIO:

           ¿:Qué hora será ?
    GARCERAN:

                      ¿:Qué es aquesto ?
    ¿:Quién os perturba y altera ?
    HORACIO: Saber cuántas son quisiera.            1355
    SOLANO: Las quince darán bien presto.
    GARCERAN:

              ¿:Qué os escribe el capitán ?
    HORACIO: Bravatas son cortesía;
    creo que me desafía.
    Leedle, don Garcerán.          1360
    Lee

     
    GARCERAN:

              "Sentimientos con sombra de agravios piden
    satisfacción como si lo fueran; que a no 
    procurarle, ni yo fuera quien soy, ni Alejandra 
    quien es; pues por tío y marido tengo obligación
    a solicitar.   Con uno de mis amigos aguardo a
    vuestra señoría en el campillo de doña María
    de Aragón, a las dos, donde si razones no     
    satisfacieren mi queja, haber de remitirla a las   
    armas.   De la posada.

                    Don Beltrán"
    HORACIO:

           ¿:Qué os parece ?
    GARCERAN:

                        Que es el viejo   
    bizarro, que teme y ama,
    que quiere ser de su dama
    galán, marido y espejo;

           que aseguréis su temor,     
    1365
    que es soldado y caballero,
    cumpliendo, conde, primero
    con vos y con vuestro honor,

           y con tiempo prevenir 
    el suceso y compañía;        1370
    y pues son dos, de la mía
    os podéis, conde, servir.
    MENCIA:

              (¡Ay de mí !   ¡Con qué temoresAparte
    lucha mi imaginación !)
    Más cuerda resolución        1375
    se puede tomar, señores;  

           que si reñís, es la dama
    la que aquí viene a perder,
    si no tiene la mujer
    más que perder que su fama;        1380

           que dirá, sin resistencia,  
    el fiero vulgo atrevido
    que por Alejandra ha sido
    esta celosa pendencia;

           y el olor si bien se advierte,       
    1385
    de una mocedad sabida  
    se imprime tanto en la vida
    que aun no lo borra la muerte.
    HORACIO:

           Don Carlos, son excelentes
    vuestras discretas razones,            1390
    muchas mis obligaciones, 
    justos los inconvenientes;

           que estimo a Alejandra y quiero
    su honor tanto como el mío;
    mas rehusar el desafío          1395
    es mengua de un caballero.  

           Pues, ¿:qué medio podéis dar
    que asegure este temor ?
    Porque si acudo al amor,
    la honra ha de peligrar.          1400
    MENCIA:

              Cumplir podéis fácilmente,   
    conde, con entrambas cosas;
    que ni son dificultosas
    ni tienen inconveniente.

           A los dos ha de guardar       
    1405
    el capitán; si es pasada  
    la hora determinada,
    llegar tarde no es llegar;

           y si el papel con cuidado
    leísteis, no os desafía,        1410
    antes se queja, y sería
    el responderle acertado;

           mas ha de ser de tal suerte
    que de lo que está sentido
    no os deis vos por entendido.            1415
    GARCERAN:

            Muy bien don Carlos advierte. 
    MENCIA:

              Aquesto, don Garcerán,
    es lo que importa; que pasa
    el día, y se va a su casa
    a cenar el capitán;              1420

           cena, acuéstase temprano,
    y a la mañana despierta
    con resolución más cierta
    y con parecer más sano,

           levántase y oye misa,       
    1425
    ve a Alejandra, y sus enojos   
    olvida, viendo sus ojos;
    sus celos, viendo su risa.

           Y Alejandra de su parte
    ablandará sus rigores;          1430
    que Venus con los favores
    templó la furia de Marte.
    HORACIO:

           Aunque dicen que el consejo
    más seguro ha de tener
    tres cosas, porque ha de ser              1435
    de amigo, de sabio y viejo  

           el vuestro, don Carlos, digo
    porque de las tres, las dos
    están nacidas en vos,
    que sois prudente y amigo;        1440

           y si es mejor responder,
    que no ver al capitán,
    hagámoslo, Garcerán.
    GARCERAN:

            Más que escribir se ha de hacer.
    HORACIO:

           Pues, ¿:hay en qué reparar ?       
    1445
    GARCERAN:

            Algo he pensado.   Escribid.
    HORACIO: A mi aposento venid.
    Vos, señor, a visitar

           podéis ir mientras escribo
    a Alejandra estos enojos;          1450
    mirad si sienten sus ojos
    que es el alma con quien vivo.
    Vanse GARCERAN y el conde [HORACIO]

     
    MENCIA:

              Diréle de vuestro amor
    mil imposibles.
    Sale LEONOR

     
    LEONOR:

              ¿:Es hora
    que te pueda hablar, señora ?    1455
    MENCIA:

            Ni aun agora lo es, Leonor;

           que aquestas cosas de Horacio
    hacen me olvide de ti,
    que para saber de mí
    no me dan siquiera espacio;        1460

           que preguntarte deseo  
    cómo te va con Solano.
    LEONOR: Con buen gigante villano
    con pocas fuerzas peleo.
    MENCIA:

              ¿:Tan presto tanta flaqueza ?     
    1465
    LEONOR: Pues verte con él, señora,
    no una noche sino una hora;
    veremos tu fortaleza.
    MENCIA:

              ¿:Por ventura ha sospechado
    que eres mujer ?
    LEONOR:

                    Desventura             
    1470
    fuera saber por ventura   
    lo que yo tanto he guardado.
    MENCIA:

              Pues, ¿:qué hay, Leonor, que te asombre ?
    LEONOR: Lo que se puede temer;
    conocerme por mujer,                1475
    y echar de ver que soy hombre;

           y porque con tiempo trates
    del remedio por rodeos,
    me ha dicho, no sus deseos,
    sino algunos disparates;          1480

           y por eso es mi temor 
    más grande que el que parece;
    que si la ocasión se ofrece,
    ¿:qué hará la pobre Leonor ?
    MENCIA:

              Alquila una cama luego;         
    1485
    pero mira que es más sano
    asegurar a Solano,
    no se encienda más el fuego.

           Deja pasar unos días,
    y después de asegurado,      1490
    muda cama y deja el lado 
    que hace tus flaquezas mías.
    LEONOR:

           Yo lo haré; mas por tu cuenta
    y por la de Garcerán
    correrá, si algún desmán   1495
    sucede.
    MENCIA:

                Ponlo a mi cuenta;  

           y agora aquí has de esperar
    a que acaben de escribir,
    y a don Garcerán seguir,
    y de él no te has de apartar;      1500

           que es belicoso, y entiendo
    que han de salir a buscar
    al capitán, y atajar
    este disgusto pretendo.

           Y si pasare adelante           
    1505
    Leonor mía, como el viento, 
    me avisarás al momento.
    LEONOR: No habrá rayo semejante.
    Vanse y salen don JUAN, ALEJANDRA, LEONARDO y otros

     
    JUAN:

           Dejadnos solos; la puerta
    lleve Leonardo tras sí.            1505
    ALEJANDRO: No importa.   Déjala así.
    LEONARDO: ¿:Cierro, o dejaréla abierta ?
    JUAN:

           Cierra, acaba.
    Vanse LEONARDO y otros

     
    ALEJANDRA:

                    Y la ventana,
    ¿:quedarémonos a oscuras ?
    JUAN: Para reñir tus locuras          1515
    lo hiciera de buena gana;

           que es tanta tu liviandad,
    que verte sin luz gustara,
    porque, no viendo tu cara,
    te hablara con libertad;        1520

           mas, pues tantas atropellas,  
    Alejandra, sin sentirlas,
    la cara para decirlas  
    tendré, que tú para hacerlas.

           Dime, mujer más ligera       
    1525
    que tu vano y ciego amor,
    ¿:quién sino tú, con su honor
    tan pródiga y loca fuera ?

           No entiendo tus desvaríos;
    di, atrevida, lo que intentas,        1530
    porque la memoria afrentas  
    de tus padres y los míos.

           ¿:Tú, con el conde en un coche,
    y a vista de tanta gente,
    te paseas libremente                1535
    y tan cerca de la noche ?   

           ¿:Qué puedes tú pretender
    sino tu infamia, del conde ?
    Pero por ti me responde
    ser mujer y ruín mujer.      1540

           ¡Y qué estés ya tan perdida 
    que le quieras por galán,
    afrentando al capitán
    y quitándome la vida !

           Vuelve en ti.   Con más cuidado 
    1545
    tu vida traza y ordena;   
    que la mujer cuando es buena
    es un reloj concertado;

           que el móvil y el fundamento
    de esta admirable invención        1550
    es la medida razón     
    y asentado entendimiento.

           Son las ruedas los sentidos,
    que con tardos movimientos
    detienen los pensamientos,        1555
    cuando pasan de atrevidos.  

           Las pesas son el nivel
    con que el bien o mal obrar
    se ha de medir y pesar,
    como en un peso fiel.          1560

           El índice que señala
    la hora los ojos son,
    que dicen del corazón
    si la tuvo buena o mala.

           Es el volante el temor,       
    1565
    y aquel continuo pensar   
    que ha de correr sin parar
    hasta la muerte el honor.

           Despertador, la memoria
    de quién es y a quién ofende  1570
    cuando deslustrar pretende  
    de sus mayores la gloria.

           Es la campana su fama,
    que si no la tiene buena,
    por más que la cubran, suena          1575
    y entre todos se derrama.

           Es relojero el cuidado,
    que a no tenerle, ha de estar
    alborotado el lugar
    y el reloj desconcertado.          1580

           Y si de ti no le tienes, 
    siendo a tu honor importante,   
    del reloj un semejante
    a ser propiamente vienes.

           Y así, instrumentos pesados     
    1585
    por fuerza vendréis a ser;   
    que el reloj y la mujer
    suenan mal desconcertados.
    ALEJANDRA:

           ¡Jesús, y qué gracia !   Hermano,
    tienes para predicar.                    1590
    ¡Qué lenguaje para orar !  
    ¡Qué acción !   ¡Qué sacar de mano !

           Que, según has ponderado
    mis liviandades y errores,
    son mis delitos mayores            1595
    que el más horrendo pecado. 

           ¿:Yo hablé al conde ?   ¿:Yo, don Juan,
    con tanta desenvoltura ?
    Sueños serán, por ventura,
    tuyos o del capitán.            1600

           Cuanto más, que si salí
    ayer al campo, ¿:en qué erré
    contra la empeñada fe
    que a mi tío diste ?   Y di:

           que si tan leve ocasión     
    1605
    pudiera descomponer   
    la honra de una mujer,
    ¡buena andaba la opinión !

           Si han de andar tan concertadas 
    como el reloj, a fe mía,        1610
    que en la corte cada día  
    oyeras mil badajadas.

           Y si así tu lengua infama
    su sangre, ¿:qué hará la ajena ?
    Mujer ninguna habrá buena,      1615
    ni honesta, ni limpia fama.
    JUAN:

           ¿:Es agravio con rigor
    reprender tu liviandad ?
    ALEJANDRA: Fuérzasme la voluntad,
    que es el agravio mayor.          1620

           Cásasme, y al yugo pones 
    dos novillos desiguales;
    mal las partes principales
    del matrimonio compones;

           y tan desigual partido,       
    1625
    ¿:cómo quieres que me cuadre  
    si a quien puede ser mi padre
    ése me das por marido ?

           Mas no me tienes amor;
    que, a tenérmele, del conde        1630
    fuera mujer.
    JUAN:

              No se esconde
    el amor ni el desamor.

           Dime, ¿:no es tu tío un hombre
    rico, principal y honrado,        1635
    que por noble y por soldado
    es respetado su nombre,   

           y que le harán del Consejo
    por sus servicios mañana ?
    Pues, ¿:qué te cansa, liviana ?      1640
    ALEJANDRA: Ser a mi disgusto y viejo.
    JUAN:

           ¿:El ser viejo ?   Pues, despacio, 
    Alejandra, y sin pasión
    el cuidado y ojos pon
    en la persona de Horacio.        1645

           Verás mil imperfecciones
    desde la planta a la frente,   
    que ni es galán ni es valiente
    ni luce en las ocasiones;

           ni tiene más calidad     
    1650
    que tu tío ni es mejor
    ni es de más fuerza o valor 
    en su boca la verdad;

           y un hombre tan a disgusto
    de la corte que la enfada.       
    Si esto es así, ¿:qué te agrada ? 1655
    ALEJANDRA: Ser mozo y ser de mi gusto.
    Saca la daga [JUAN]

     
    JUAN:

           ¡Oh, infame !
    ALEJANDRA:

              ¡Jesús, detente !
    ¡Daga para mí, señor !
    Envaina, que el resplandor
    me matará de repente.              1660
    Salen LEONARDO y OLIVERA

     
    OLIVERA:

           ¿:Señor don Juan ?
    JUAN:

                      Olivera, 
    ¿:viene el capitán, mi tío ?
    OLIVERA: No, señor.
    JUAN:

            Tu desvarío
    castigar, loca, quisiera;

           mas no faltará ocasión.   
    1665
    ¿:Dónde queda ?
    OLIVERA:

              Escucha aparte;   
    que hoy reina sin duda Marte.
    LEONARDO: Quejas del capitán son.
    ALEJANDRA:

           ¡Ay, Leonardo !   En grande aprieto
    me ha puesto don Juan.
    LEONARDO:

                    ¿:Por qué ?   
    1670
    JUAN: ¿:Qué me dices ?
    OLIVERA:

                Lo que sé;  
    y la verdad, en efeto,

           que yo le llevé el papel.
    JUAN: ¿:Con quién salió el capitán ?
    OLIVERA: Con el alférez Guzmán.        1675
    JUAN: Buen amigo tiene en él.

           Por ti, Alejandra, por ti
    anda la corte revuelta.
    ALEJANDRA: ¿:Por mí ?            1680
    JUAN:

            Calla, desenvuelta.
    Ven, Olivera, tras mí.
    Vanse [JUAN y OLIVERA]

     
    ALEJANDRA:

           ¡Ay de mí !   Leonardo amigo,
    deténle, que va enojado.
    LEONARDO: Sí, haré; mas será excusado;
    que está don Juan mal conmigo.
    Vase [LEONARDO]

     
    ALEJANDRA:

           ¡Qué de espinas, Amor, entre las flores       
    1685
    de tus deleites tienes escondidas, 
    y qué de días y horas desabridas
    en el breve placer de tus favores !

           ¡Qué de pesares siembras entre amores,
    de glorias y esperanzas prometidas,              1690
    y qué de sobresaltos en las vidas
    que asegurar pudieran sus temores !

           Si eres tan falso, Amor, que divertidos
    nos llegamos a ti, ¿:qué dulce engaño
    es éste con que, Amor, nos traes perdidos ?         1695

           Mas, ¡ay de mí !, que conociendo el daño
    juzgamos por tan cuerdos los sentidos
    que tenemos por loco el desengaño.
    Sale LEONARDO

     
    LEONARDO:

           No le he podido alcanzar;
    que con los pies parecía        1700
    que volaba y no corría.
    ALEJANDRA: Bien te sabes disculpar.
    Salen VILLENA y FUNES, el uno trae un vestido de mujer

    y manto, y el otro unos chapines con virillas de plata

     
    LEONARDO: Aquí están Villena y Funes.
    ALEJANDRA: Platero y sastre han venido;
    a mal tiempo es el vestido.            1705
    FUNES: ¿:Y el manto ?
    ALEJANDRA:

                El manteo.
    FUNES:

                        El lunes.   
    ALEJANDRA:

           Póngale en ese bufete
    y vuelva por la mañana;
    que agora no tengo gana
    de probármele.
    FUNES:

              El ribete             
    1710

           advierta vuesamercé 
    que se me debe, y la seda;
    la cuenta a Leonardo queda.
    Vase [FUNES]

     
    ALEJANDRA: Acaben ya; déjenme.

           Señor Villena, el cuidado             
    1715
    estimo; que va curioso
    el joyel, como precioso,
    y el San Jacinto extremado.
    VILLENA:

           Aquestas cosas no son
    de las que cuidado dan,            1720
    porque al señor capitán
    tengo mucha obligación.

           Pidióme se le buscasen
    estas joyuelas también,
    y si te parecen bien,              1725
    que en tu poder se quedasen.   
    ALEJANDRA:

           ¿:Y qué son ?
    VILLENA:

              Apretadores
    de diamantes.
    ALEJANDRA:

              Serán caros.
    VILLENA: Tienen fondo y son muy claros
    y de lindos resplandores.               1730
    ALEJANDRA:

           No me contentan ni nada
    como vengan por sus manos.
    VILLENA: Casar viejos cortesanos
    con mozas, triste jornada.

           Al fin, ¿:no contentan ?
    ALEJANDRA:

                        No;           
    1735
    véalos el capitán,   
    quizás le contentarán.
    VILLENA: No haré tal desorden yo,

           si habiéndomelas pedido
    Horacio, no se las diera.          1740
    ALEJANDRA: Del conde las recibiera, 
    como fuera mi marido.
    VILLENA:

           Es gran cosa hombre de estado
    y mozo.
    ALEJANDRA:

            No me dé pena.
    ¿:Y mis chapines, Villena ?        1745
    VILLENA: Aquí los trae mi criado.  
    ALEJANDRA:

           Muestre.   ¡Qué angostas virillas !
    VILLENA: No se usan más de dos dedos.
    ALEJANDRA: Echan a perder los ruedos;
    ya me cansan.
    VILLENA:

              Pues hundillas.           
    1750
    LEONARDO:

           Hoy no estás de buen humor.
    ALEJANDRA: Estoy, Leonardo, perdida;
    cánsame mi propia vida.
    LEONARDO: ¿:Qué tienes ?
    ALEJANDRA:

                Miedo y amor.
    VILLENA:

           No quiero daros disgusto.             
    1755
    ALEJANDRA: Toma, guarda esos chapines.
    Ponen los chapines con el vestido sobre el bufete

     
    VILLENA: No prometen buenos fines
    bodas con tan poco gusto.
    Vase [VILLENA]

     
    ALEJANDRA:

           ¿:Fuése Villena ?
    LEONARDO:

                    Ya es ido.
    ALEJANDRA: ¡Qué oficiales tan pesados !      1760
    Con ellos y mis cuidados 
    se cansará el más sufrido.
    LEONARDO:

           Don Carlos viene, señora.
    Sale doña MENCIA

     
    MENCIA:

            ¿:Bella Alejandra ?
    ALEJANDRA:

                    Mis males
    no son, Leonardo, mortales        1765
    pues mi suerte se mejora.
    MENCIA:

              ¿:En qué puedo yo serviros ?
    ALEJANDRA: Toma esta silla, y sabréis
    mi dolor, pues conocéis
    la causa de mis suspiros.          1770

           Y tú, con atentos ojos,   
    mira desde ese balcón   
    quién entra o sale.
    LEONARDO:

                    Ocasión
    es para nuevos enojos.
    Vase LEONARDO

     
    MENCIA:

           Quisiera con más espacio       
    1775
    y con más gusto escucharos; 
    que sabéis tan bien quejaros
    como atormentar a Horacio.
    ALEJANDRA:

           Si supiésedes, señor,
    lo que por él ha pasado,        1780
    en más hubiera estimado
    el conde mi fe y amor;

           que el cuchillo a la garganta,
    puedo decir que he tenido,
    que de un hermano atrevido          1785
    fue crueldad, fiereza tanta.
    MENCIA:

         Tanto rigor no es posible
    si no es con grande ocasión;
    que sin ella la pasión
    no hace a un hombre tan terrible.        1790
    ALEJANDRA:

           ¿:Qué mayor que la pasada,
    y conocer que a su tío
    trató con tanto desvío,
    y estuvo tan apretada ?
    MENCIA:

              Pues de aquesos desfavores,     
    1795
    asperezas y desvíos   
    nacen otros desvaríos
    y por ventura mayores.

           Sabed que ha desafiado
    hoy el capitán al conde.        1800
    ALEJANDRA: Siempre, señor, corresponde 
    con el temor el cuidado.

           Este suceso temí;
    que mi corazón leal
    pronosticó tanto mal.          1805
    MENCIA:

            No os alborotéis; oí 

           que por hoy está seguro
    que ningún desmán suceda.
    ALEJANDRA: ¿:Quién hay que atajarlo pueda ?
    MENCIA:

            Yo, Alejandra, lo procuro,     
    1810

           y con el mismo cuidado
    un principal caballero.
    ALEJANDRA: ¿:Quién es ?
    MENCIA:

                  Aquel forastero,
    tan valiente como honrado,

           que por el conde y por vos           
    1815
    puso en peligro su vida. 
    ALEJANDRA: De amistad tan conocida
    somos deudores los dos.

           Deséolo conocer
    por lo que de su persona          1820
    me ha dicho Horacio Colona.
    MENCIA:

            Sábelo muy bien hacer;

           él os vendrá a visitar.
    ALEJANDRA: Decidme, señor, ¿:mi tío
    fue quien hizo el desafío ?      1825
    MENCIA:

            Y el que habéis de regalar. 
    ALEJANDRA:

           ¿:De qué suerte, si es el conde
    el dueño de mis sentidos ?
    Sale LEONARDO

     
    LEONARDO: Señora, somos perdidos.
    ALEJANDRA: ¿:Qué dices ?   Habla, responde.        1830
    LEONARDO:

           Que con don Juan, mi señor,
    viene el capitán.
    ALEJANDRA:

                    ¡Ay, triste !
    ¿:Qué pecho humano resiste
    nuevas de tanto dolor ?

           Que si aquí os halla don Juan 
    1835
    temo alguna desventura,   
    y mayor me la asegura
    la furia del capitán.
    MENCIA:

              ¿:Llegan cerca ?
    LEONARDO:

                    En esa esquina
    están parados hablando.      1840
    MENCIA:

            Una traza estoy pensando.
    ALEJANDRA: Yo, mi muerte.
    MENCIA:

                      Es peregrina.

           Dadme de presto un vestido
    de los vuestros; que ya he estado
    otra vez tan apretado          1845
    y esta traza me ha valido;  

           que la cara, talle y brío
    no lo han de echar a perder;
    que yo haré que por mujer
    me tengan tu hermano y tío.      1850
    ALEJANDRA:

           Pues vesle aquí que parece  
    le tenía prevenido
    para este efecto.
    MENCIA:

                     Nacido
    me vendrá.
    LEONARDO:

              A vestirse empiece;

           que yo a la puerta estaré,     
    1855
    y avisaré con cuidado. 
    Vístase de mujer doña MENCIA

     
    ALEJANDRA: ¿:Hay tal ?   El talle es pintado.
    MENCIA:

            ¿:Parezco bien ?
    ALEJANDRA:

                    ¡Bien, a fe !
    MENCIA:

              Yo soy muy lindo y bien hecho.
    ALEJANDRA: ¡Qué buenas piernas y pies !      1860
    MENCIA:

            Esto para ti no es     
    ni de gusto ni provecho.

           Esconde aquestos despojos
    pues con éstos me renuevo.
    ALEJANDRA: (¡Ay, Dios; qué gentil mancebo !   Aparte 1865
    Tras él se me van los ojos).
    MENCIA:

              ¿:Hay chapines ?
    ALEJANDRA:

                    Sí.
    MENCIA:

                          Pues muestra,
    Vístese MENCIA y pónese manto y

    chapines

     
    ALEJANDRA: ¿:Caerás con ellos ?
    MENCIA:

                        No haré;
    que tiento da al que no ve
    la necesidad maestra.              1870

           ¿:Ando bien ?
    ALEJANDRA:

              Tiénesme loca. 
    De tu destreza me espanto;
    ¿:quieres toca ?
    MENCIA:

                      No, que el manto
    me podrá servir de toca.

           ¿:Puede alguno, por ventura,       
    1875
    juzgarme por hombre ?
    ALEJANDRA:

                    No,   
    porque el cielo igual te dio
    el ingenio y la hermosura.

           ¡Qué bien te está el traje !
    LEONARDO:

                          Aviso;
    que suben ya la escalera.          1880
    ALEJANDRA: Oigo.  
    LEONARDO:

          ¡Jesús !
    ALEJANDRA:

                  ¿:Qué te altera ?
    LEONARDO: Ver un ángel de improviso,

           que el hábito y el semblante
    al más tentado provoca.
    ALEJANDRA: Leonardo, sella la boca                1885
    con este rico diamante.   
    Dale una sortija

     
    LEONARDO:

           No hablaré más que una piedra.
    ¿:Hay más graciosa invención ?
    Salen el capitán [BELTRAN] y don JUAN

     
    JUAN: Dar lugar a la pasión,
    y en tal caso, ¿:qué le medra ?        1890
    Dejadlo, si sois servido;   
    que estas son cosas pesadas.
    BELTRAN:

            Con darle dos cuchilladas
    estuviera conclüido.
    ALEJANDRA:

           Hermano, tío y señor,       
    1895
    ¿:hoy sin verme ?   ¿:Qué es aquesto ?
    Tanto descuido tan presto,
    señal es de poco amor;

           que a no haberme divertido
    con esta dama, mi amiga,          1900
    la soledad enemiga,   
    mucho la hubiera sentido.
    BELTRAN:

              Alejandra, si entendiera
    que divertirte podía,
    todas las horas del día      1905
    te regalara y te viera;   

           pero, como estoy tan cierto
    que mi vista te da enojos,
    y que en mí pones los ojos
    como en un cadáver muerto,      1910

           retírome, porque veo
    que te doy disgusto en verte,
    privándome de esta suerte
    de aquello que más deseo.
    MENCIA:

              Ella me ha dicho, os prometo,     
    1915
    de vos dos mil excelencias.
    BELTRAN:

            Que todas son apariencias.
    MENCIA:

            Todo es amor y respeto.
    ALEJANDRA:

           Siempre he sido desgraciada
    con mi tío; estoy corrida          1920
    de ver que no sea creída  
    cuando estoy menos culpada.
    JUAN:

           Leonardo, ¿:no echas de ver
    cuán trocada está mi hermana ?
    LEONARDO: De la noche a la mañana            1925
    no hay firmeza en la mujer.
    MENCIA:

              ¡Terrible desconfianza !
    BELTRAN:

            Efectos son del amor.
    JUAN: Leonardo, ¡ay de mí !
    LEONARDO:

                      ¿:Señor ?         
    JUAN: Mira qué nueva mudanza.      1930

           ¿:Sabes quién es, por tu vida, 
    aquesta hermosa mujer ?
    LEONARDO: Bien, a fe.
    JUAN:

              (¡Tan presto arder !      Aparte
    ¡Tan presto el alma rendida !)

           ¿:No respondes ?
    LEONARDO:

                    Una amiga                 
    1935
    de tu hermana.   (¿:Hay tal suceso ?)     Aparte  
    JUAN: ¡Ay, Leonardo !   Pierdo el seso.
    LEONARDO: ¿:Qué tienes ?
    JUAN:

              Amor lo diga.

           ¿:Y sabes cómo se llama ?
    LEONARDO: No lo sé.  (Gracioso loco).      Aparte 1940
    JUAN: ¿:Ni dónde vive ?
    LEONARDO:

                Tampoco. 
    JUAN: (¡Tanto más crece mi llama !)  Aparte
    BELTRAN:

              Digo que vivo engañado,
    y en albricias del favor
    los quilates de mi amor                1945
    prueba en la fe que te he dado.  
    LEONARDO:

           ¿:Qué ?   ¡Te has ofendido ?
    JUAN:

                          Mira,
    Leonardo, aquella mujer,
    y podrás echar de ver
    lo que suspende y admira.          1950

           Mira en sus ojos dos soles,
    que despiden claros rayos,
    y en sus mejillas dos mayos
    con nativos resplandores.

           Mira en su boca cifrado     
    1955
    un paraíso terreno,   
    y mira un cielo sereno
    en toda junta pintado.
    LEONARDO:

           (¿:Hay tan extraño accidente ?)   Aparte
    Señor, vuelve en ti.   ¿:Qué es eso ?    1960
    Que todo es de carne y hueso, 
    ojos mejillas y frente.

           (Quiérole desengañar;   Aparte
    mas será echarlo a perder).
    BELTRAN:

            Quiero, sobrina, creer       
    1965
    lo que pudiera dudar.  
    Sale OLIVERA

     
    OLIVERA:

           Un criado quiere hablarte
    del conde Horacio.
    BELTRAN:

                  Olivera,
    dile que ya salgo fuera.
    (Don Juan, escucha a esta parte).  Aparte 1970
    ALEJANDRA:

           ¿:De quién ha sido el recado,   
    que se dio con tal secreto ?
    BELTRAN:

            De un amigo, te prometo.
    ALEJANDRA: ¿:De amigo ?   ¿:Y tan recatado ?
    JUAN:

           Bien decís; ya no se excusa.   
    1975
    Toma el recado primero.   
    ALEJANDRA: ¿:Dónde vais ?
    JUAN:

              Un caballero
    nos aguarda.
    Vanse todos menos doña MENCIA y

    ALEJANDRA

     
    ALEJANDRA:

              Estoy confusa.

           Don Carlos, el corazón
    me dice que es el recado    1980
    del conde Horacio.
    MENCIA:

                      Cuidado
    me da tu imaginación;

           pero de él saldré bien presto.
    Ayúdame a desnudar.
    ALEJANDRA: Mira que vuelven a entrar.    1985
    MENCIA:

            ¿:Jaramillo ?
    Sale LEONOR

     
    LEONOR:

              ¿:Qué es aquesto ?  

           Señor, ¿:qué invención, qué traje
    es aquéste, qué vestido ?
    MENCIA:

            Después sabrás lo que ha sido.
    ALEJANDRA: Don Carlos, ¿:es vuestro el paje ?        1990
    MENCIA:

            Mío es, y de él sabremos  
    aquello que recelamos,
    porque tanto cuanto amamos
    viene a ser lo que tememos.

           ¿:Dónde queda Garcerán, 
    1995
    Jaramillo ?
    LEONOR:

              Con Horacio 
    le dejo junto a palacio
    esperando al capitán,

           que para darle un recado
    le salió a buscar Rugero.  2000
    ALEJANDRA: Mi temor fue verdadero.   
    MENCIA:

            (Y con causa mi cuidado).  Aparte
    ALEJANDRA:

           Vestíos luego al momento,
    y procurad atajar
    el daño.   No deis lugar      2005
    a algún suceso sangriento.   

           No llegue su desvarío
    a hacerle tan lastimoso,
    que pierda en el conde esposo
    y en los dos, hermano y tío.          2010
    MENCIA:

            Mucho más que de temor
    es, Alejandra, mi pena;
    pero aquesta traza ordena
    para tu remedio Amor.  

           Toma un manto, y no te asombres     
    2015
    si acaso milagros vieres;
    que Amor hace hombres mujeres,
    como de mujeres hombres;

           que de esta suerte tapadas
    y sin otra compañía,          2020
    con tu firme amor confía  
    que harás más que sus espadas.

           En hacerlo no aventuras
    tu honor, ni el caso es liviano,
    si del conde y de tu hermano              2025
    el sosiego y bien procuras.
    ALEJANDRA:

           ¿:Qué no haré por redimir
    vida que tanto me cuesta ?
    LEONOR: Señor, buena anda la fiesta.
    MENCIA:

            ¿:Cómo acertaré a salir ?     
    2030
    Vanse todos.   Salen HORACIO, don GARCERAN y

    SOLANO

     
    GARCERAN:

              Aquí podemos, señor,
    esperar al capitán.
    HORACIO: Ha sido, don Garcerán,
    la resolución mejor.
    GARCERAN:

              Hablarle es más acertado,   
    2035
    porque escribe el más prudente,   
    sin pensar, pesadamente,
    si acierta a estar enojado.

           Y aquesta opinión es mía;
    que no hay arma tan crüel  2040
    que hiera como un papel   
    escrito con demasía.
    HORACIO:

           Según se tarda Rugero,
    no ha dado con él.
    SOLANO:

                    Por Dios,
    que si salen más que dos,  2045
    que he de reñir el postrero.

           Ya vienen los bravoneles.
    GARCERAN:

            ¿:Son ellos, conde ?
    HORACIO:

                    Ellos son.
    SOLANO: Señores, anden a un son
    espadas y cascabeles.          2050
    Salen don JUAN y el capitán [BELTRAN],

    quitándose los sombreros

     

           ¡Qué brava salva se han hecho 
    con los sombreros !   Si calva
    tuviera alguno, la salva
    no le hiciera buen provecho.
    HORACIO:

           Aquí, señor capitán,  
    2055
    me ha traído un papel vuestro,
    si no puntüal, con gana
    de serviros y de serlo.
    Bien podéis con libertad
    decirme qué es vuestro intento,    2060
    que de lo que aquí pasare
    seguro estará el secreto;
    que con atentas orejas
    escucharé, como reo,
    el cargo, que pongo en duda            2065
    podáis con justicia hacerlo.
    BELTRAN:

            Señor conde, el cargo es justo,
    y si, como justo, recto
    fuera el jüez, condenado
    estábades por derecho.        2070
    Ya sabéis mi calidad,   
    y también el parentesco
    que tengo con Alejandra,
    y mi pretensión tras eso;
    y que es su hermano don Juan              2075
    tan honrado caballero  
    que es digno que se le guarde
    justo y debido respeto.
    Pues siendo así, vos señor,
    con músicas y paseos            2080
    hacéis pública la causa
    y evidentes los efectos;
    que a pie, a caballo y en coche,
    como si fuera terrero
    la calle de los Preciados,        2085
    os preciáis de ser molesto; 
    y que una tarde en el Prado
    a vista de todo el pueblo,
    a su pesar y disgusto
    fuiste su coche siguiendo;        2090
    y tras esto, tan pesado, 
    tan atrevido y tan necio,
    que al paso de sus caballos
    iba caminando el vuestro.
    Todas estas cosas, conde,          2095
    me han dicho, y yo las sospecho,
    y sospechas informadas
    hacen el caso más cierto,
    y porque entendáis que agravios
    no consienten ni consiento,            2100
    sus deudos como su sangre,  
    ni yo como esposo y deudo,
    a este lugar para hablaros
    os llamé, donde pretendo,
    o acabar con mis cuidados,        2105
    a asegurar mis recelos;   
    que si a costa de mi honor
    vuelan vuestros pensamientos,
    las alas les quebraré
    como a locos y soberbios.          2110
    HORACIO: Otras veces, capitán,   
    más reportado y más cuerdo
    pienso que me habéis hablado
    y sobre este caso mesmo;
    pero agora echo de ver              2115
    que está vuestro entendimiento,   
    con la pasión, deslumbrado,
    y el discurso poco menos;
    y que lo estáis, cosa es llana,
    pues no veis que es un ejemplo        2120
    de honestidad Alejandra, 
    como de hermosura un cielo;
    que limpiamente la hablé
    algunas veces, confieso;
    y si es culpa que me carga,            2125
    yo, capitán, me condeno;  
    mas puédoos asegurar
    que de su recato honesto
    nadie podrá murmurar,
    ¡vive Dios !, sino mintiendo;          2130
    y quien la infama y murmura
    sois los dos, pues falsos sueños,
    locas imaginaciones,
    admitís por casos ciertos.
    Mengua es de hombres principales        2135
    tener de una mujer celos,
    si es la más segura guarda
    ni pedirlos ni tenerlos;
    y así, capitán, de hoy más
    de tan flacos fundamentos          2140
    no levantéis edificio   
    que os venga a servir de entierro.
    JUAN: Conde, el capitán, mi tío
    no es de los hombres plebeyos 
    con quien se pueda tratar          2145
    con tan desigual imperio;
    ni yo, siendo su sobrino,
    lo he de consentir.   Tratemos
    lo que importa, que palabras
    no son de ningún efecto;        2150
    que él se queja con razón,
    y con la misma me quejo,
    como más interesado
    en su daño y su provecho.
    GARCERAN:

            ¿:Qué quejas, qué sinrazones, 
    2155
    qué agravios, qué sentimientos,
    son éstos, si son mayores
    los del conde que los vuestros ?
    Si andáis de noche y de día
    por todo el barrio inquiriendo        2160
    si pasó por vuestra calle,   
    a qué hora y a qué tiempo;
    si habló a Alejandra, si acaso
    por avisarla habló recio,
    enfrente de su ventana,                2165
    al lacayo o al cochero;   
    diligencias excusadas,
    impertinentes desvelos,
    que no sirven para más
    que infamarla y ofenderos;        2170
    y de vos, señor, me espanto 
    que, consultando al espejo,
    no echéis de ver que han pasado
    por vos ya sesenta inviernos;
    y es vergüenza que se diga      2175
    que un hombre de canas lleno   
    ande acuchillando esquinas
    cuando ha de darnos consejos. 
    Dejad ya, por vida mía,     
    amorosos devaneos,              2180
    valentías de soldado
    y locuras de mancebo;
    y si habéis de andar, señor,
    cada día en estos pleitos,
    acabarlos de una vez                2185
    es el más fácil remedio;   
    que ya en el Prado perdí
    en otra ocasión el miedo
    al herir de esas espadas
    y al brío de aquesos pechos.          2190
    BELTRAN:

            ¿:Sois vos aquel gentilhombre   
    con quien el pasado encuentro
    tuvimos don Juan y yo ?
    GARCERAN:

            El mismo soy.
    BELTRAN:

                    (Ya reviento,  Aparte
    ya son mis celos mayores,          2195
    y mis temores más ciertos;   
    que éste fue quien hizo espaldas
    a mi afrenta y vituperio).
    Sobrino, el conde sin duda
    nos ha ofendido.
    Salen doña MENCIA y ALEJANDRA, cubiertas

    con mantos y LEONOR detrás en su hábito de hombre

     
    ALEJANDRA:

                Aguijemos,            
    2200
    que dan voces.
    SOLANO:

              ¡Vive Dios !,
    que es el capitán acedo.
    Temor tengo que ha de haber
    algún diluvio sangriento;
    si de ésta escapo, ermitaño      2205
    tengo de ser o ventero.   
    JUAN: Pues, ¿:qué aguarda un ofendido ?
    Meted mano.
    ALEJANDRA:

              Caballeros,
    Descúbrense

     
    mirad quién tenéis delante.
    JUAN: Alejandra, ¿:qué es aquesto ?      2210
    HORACIO: ¿:Don Carlos ?
    GARCERAN:

                      ¿:Doña Mencía ?
    ¿:Señora ?
    MENCIA:

                  Paso, estáis ciego;
    ¿:no me conocéis ?
    GARCERAN:

                        ¡Ay, triste !
    Perdonad, que estoy sin seso;
    que como dentro del alma          2215
    traigo, don Carlos, impreso
    aquel Fénix de hermosura,
    y sois su retrato vello,
    toda el alma se alborota
    cuando de repente os veo;          2220
    y más en aqueste traje,
    que en sólo verle ardo y tiemblo.
    ¿:Qué os parece de esto, conde ?
    HORACIO: Tiéneme el caso suspenso.
    MENCIA:

            Aquesto, conde, ha de ser       
    2225
    vuestro principal remedio;  
    disimulad, que después
    veréis si fue de momento
    aquesta transformación.
    GARCERAN:

            Es admirable su ingenio.       
    2230
    BELTRAN:

            ¿:Qué es esto, Alejandra, ingrata ?
    ¿:Vienes a darme veneno
    con tu vista, y encender
    más mi cólera y mi fuego ?
    ALEJANDRA: No vengo sino a excusar,          2235
    tío y señor, lo que temo, 
    que es mi honor el que padece
    y yo soy la que más pierdo.
    No quiera mi suerte avara
    que pierda con el suceso          2240
    hermano que tanto amo  
    y tío que tanto quiero.
    BELTRAN:

            ¿:Tú me quieres ?
    JUAN:

               ¿:Tú me estimas ?
    MENCIA:

            Señor capitán, dejemos
    las cosas que traen consigo            2245
    desengaños verdaderos, 
    y sed amigo del conde.
    BELTRAN:

            ¿:Yo, amigo ?
    MENCIA:

                    Sí, yo os lo ruego;
    y a vos, señor, os suplico
    que me seáis buen tercero.      2250
    JUAN: ¿:Cómo podré disponer 
    de voluntad que no tengo,
    que, si es vuestra, ya no es mía ?
    MENCIA:

            No respondo a quien no entiendo.
    JUAN: Pues reparad en mis ojos,          2255
    que ellos dirán lo que siento;
    que, como lenguas del alma,
    a voces lo están diciendo.
    MENCIA:

            Bien está, ya os he entendido
    este negocio acabemos,          2260
    sosegad a vuestro tío; 
    que después nos hablaremos.
    Vuelve don JUAN al capitán [BELTRAN]

     
    JUAN: Ya veis, señor, a mi hermana
    y a esta dama de por medio;
    de la una el llanto obliga      2265
    como de la otra el ruego.
    Lo forzoso, voluntario
    se ha de hacer; al conde hablemos
    sin admitir más descargo
    que la confesión que ha hecho.      2270
    BELTRAN:

            Harélo por daros gusto.
    MENCIA:

            Ha de ser con juramento
    que confirme esta amistad.
    JUAN: Eso será lo de menos.
    BELTRAN:

            Como el conde de su parte       
    2275
    no dé ocasión, yo la acepto.
    HORACIO: De mí, señor capitán,
    podéis estar satisfecho.
    BELTRAN:

            Pues con esa condición 
    ser vuestro amigo prometo;        2280
    y en vuestras hermosas manos           
    hago homenaje de serlo.
    Da las manos a MENCIA

     
    MENCIA:

            Vos, Alejandra, lo mismo
    pedid al conde.
    HORACIO:

                ¿:Qué es esto,
    querida Alejandra mía ?          2285
    ALEJANDRA: Fuerza de Amor.
    HORACIO:

                Yo lo creo.
    ALEJANDRA: Dadme la mano.   ¿:Juráis,
    conde, como caballero,
    de ser su amigo ?
    HORACIO:

                    Sí, juro.
    (Como juréis vos primero    Aparte 2290
    de ser mi esposa).
    ALEJANDRA:

                  (Sí, juro).    Aparte 
    MENCIA:

            Pues hágaos muy buen provecho,
    como mal al capitán
    si os pusiere impedimento.
    ALEJANDRA: No lo entienda; habla, señor,        2295
    más bajo, y a lo que os debo
    no añadáis obligaciones.
    MENCIA:

            De serviros yo las tengo
    como servidor del Conde.
    ALEJANDRA: Señores, aquesto es hecho.        2300
    HORACIO: Adiós, señor capitán.
    BELTRAN:

            Guárdeos, señor conde, el cielo.
    MENCIA:

            Dad la mano a vuestro tío;
    que yo a vuestro hermano quiero
    hacer aqueste favor.                  2305
    JUAN: Por él, señora, os la beso.  
    Vanse de las manos

     
    SOLANO: Jaramillo, éste tu amo
    debe de ser hechicero,
    escolar o nigromante;
    porque aquellos embelecos          2310
    y aquestas transformaciones,   
    ¿:quién las hace sino aquellos
    que andan de viga en viga
    y vuelan   de techo en techo ?,
    y si es así, Jaramillo,      2315
    dile que yo se lo ruego, 
    que no me convierta en ganso
    sino en vino de Alaejos.
    Vanse todos

     
     

    ACTO TERCERO

      
     
    Salen doña MENCIA y LEONOR, SOLANO y don

    GARCERAN

     
    GARCERAN:

            Bien salió el disfraz, don Carlos.
    MENCIA:

            Enamorarse don Juan               
    2320
    ha sido, don Garcerán, 
    mucho mejor que engañarlos.

           ¿:Qué ha dicho el conde ?
    GARCERAN:

                            Está loco  
    de placer.
    MENCIA:

                Y con razón;         
    2325
    que tener la posesión
    de quien bien quiere no es poco.

           Y pues sus cosas Amor
    las ha puesto en tal estado,
    las vuestras me dan cuidado,
    y veros sin él mayor.          2330

           Vos queréis bien, vos amáis,
    y tan principal mujer  
    ausente no puede ser,  
    pues presente la olvidáis;

           que quien tiene amor constante,     
    2335
    aunque lo amado esté ausente,  
    en todo tiempo presente
    lo ha de juzgar el amante;

           y así, pienso que perdida
    tenéis la memoria de ella.      2340
    GARCERAN:

          ¡Ay, don Carlos !   Vive en ella;  
    que quien ama, tarde olvida;

           que las cenizas están
    de aquel incendio calientes,
    y aquellos días presentes,      2345
    ¡qué malas noches me dan !
    MENCIA:

              No sé cómo concertar
    tanto arder, penar, sufrir,
    con lo la ver ni escribir,
    ni alguna disculpa dar;                2350

           que si como vos la amara,   
    fueran como mis deseos
    las cartas y los correos
    que escribiera y despachara.
    GARCERAN:

            Pues, ¿:quién tendrá atrevimiento   
    2355
    de escribir a una mujer   
    tan principal, sin temer
    su ira y su sentimiento ?

           Que si cuando me partí
    de Salamanca lo hiciera,          2360
    no dudara ni temiera
    escribirla desde aquí;

           pero quien usó con ella
    tan desigual cortesía,
    escribiéndola, sería          2365
    hacer mayor su querella. 
    MENCIA:

              No tenéis qué reparar
    ni qué dudar ni temer;
    que quien bien supo querer,           
    tarde y mal sabe olvidar.          2370

           Escribidla este ordinario; 
    yo también escribiré
    a persona que le dé
    las cartas, si es necesario;

           que cuando tenga entendida           
    2375
    la ocasión de vuestra ausencia,   
    hallaréis sin resistencia
    dulce y alegre acogida.
    GARCERAN:

            Escribámosla en buen hora,
    y ha de ser entre los dos.        2380
    MENCIA:

            Mejor lo haréis sólo vos. 
    GARCERAN:

          Teme el alma que la adora.
    LEONOR:

           ¿:No ves la conversación
    de nuestros amos, Solano ?
    SOLANO: Si no murmuran, hermano,          2385
    tratan nuestra perdición;

           que estos pelones listados
    descansan con nuestras penas,
    y son postres de sus cenas
    decir mal de sus criados.        2390
    GARCERAN:

            Saca aquí fuera, Solano, 
    el recado de escribir.
    Vase SOLANO por el recado de escribir

     
    MENCIA:

            Tú, Jaramillo, acudir
    puedes al correo temprano,

           y buscarásme quien parta       
    2395
    a Salamanca a las veinte,
    porque traiga brevemente
    respuesta de aquesta carta.

           Pero no vayas, detente;
    que hablar quiero yo a Morales,      2400
    que piden despachos tales
    más solícito expediente.
    Sale SOLANO con el recado de escribir

     
    SOLANO:

           Aquí tienes el recado
    de escribir y de contar,
    de mentir y de engañar,      2405
    de notar y ser notado.

           ¿:Falta otra cosa ?
    GARCERAN:

                        Poner
    ese bufete a este lado.
    Pone SOLANO el bufete

     
    SOLANO: (Todo lo quiere pintado    Aparte
    quien no tiene qué comer).        2410

           ¿:Está bien ?
    GARCERAN:

                    Llega otra silla.
    SOLANO: Y aun dos he llegado.   ¿:Hay más ?
    Que si como mandas das,
    serás señor de Tobilla.
    MENCIA:

              ¿:No os divierta aqueste loco ? 
    2415
    Empezá a escribir.
    GARCERAN:

                        Solano, 
    calla.
    MENCIA:

                Sosegad la mano.
    Sin borrones, poco a poco.
    GARCERAN:

            Diréla mi soledad
    y la larga pena mía,                2420
    pintaré mi cobardía       
    y mi firme voluntad,

           mis suspiros y mi llanto,
    con que me abraso y me anego.
    MENCIA:

            (¿:Qué es esto, Amor ?   ¿:Tanto fuego    Aparte  
    2425
    y en mi pecho hielo tanto ?  

           Pero conviene a mi honor
    hacer de su fe experiencia;
    que es justa la resistencia.     
    aunque firme sea su amor).            2430
    SOLANO:

           Jaramillo, ¿:no penetras  
    lo que escriben ?
    Cierren la carta

     
    LEONOR:

                  Ni es posible.
    SOLANO: Para mí no hay imposible.
    LEONOR: Pues, ¿:qué es lo que escriben ?
    SOLANO;                   Letras.

           Y juntas harán razones         
    2435
    y las razones dirán   
    que pide don Garcerán
    prestado ciertos doblones;

           que yo imagino que al conde
    escribe mi pobre amo,                    2440
    porque siempre a este reclamo 
    hidalgamente responde.
    LEONOR:

           Diferente pensamiento
    es el mío; que escribir
    tan conformes es decir                    2445
    que tenemos casamiento.   
    SOLANO:

           Pues, ¿:quién se quiere casar ?
    LEONOR: Don Garcerán, o me engaño.
    SOLANO: Librea de fino paño
    no se podrá despintar.              2450

           ¿:Quien es la novia ?
    LEONOR:

                      Una dama 
    de Salamanca.
    SOLANO:

              Es famosa,
    si es un viuda hermosa
    que allí celebre la fama.
    LEONOR:

           Ella será; no hay prudencia      
    2455
    donde hay voluntad y amor.  
    MENCIA:

            Bien escrita está, señor.
    Cerradla y tened paciencia;

           que yo la despacharé
    con otra mía esta tarde,          2460
    y el lunes, a lo más tarde, 
    respuesta de ella tendré.
    GARCERAN:

            Ya está cerrada.
    MENCIA:

                        Rogad
    a quien tenéis por patrón
    que llegue a buena ocasión,            2465
    y vuelva con brevedad.
    GARCERAN:

            Tomad la carta, que en ella
    libro todo me tesoro;
    que si a los ojos que adoro
    llega, nací en buena estrella.        2470
    MENCIA:

              ¿:Dónde me esperáis ?
    GARCERAN:

                        En casa   
    del conde Horacio os aguardo.
    MENCIA:

            Adiós.
    GARCERAN:

                Vuela tiempo tardo.
    SOLANO: (¿:Tardo es el tiempo ?   El se casa).   Aparte
    Vanse.   Salen el capitán BELTRAN y don JUAN

     
    BELTRAN:

                Aquesta dispensación     
    2475
    me trae, don Juan, desabrido. 
    JUAN: ¿:De Roma no ha respondido
    el curial ?
    BELTRAN:

                      Sólo un renglón

           dos meses ha, y remití
    por cada letra cien reales;                2480
    que para dar a curiales   
    no hay plata en el Potosí.   

           Dicen procuran favor
    con el cardenal Colona.
    JUAN: Para tan grave persona                    2485
    en la corte está el mejor;   

           el conde Horacio es sobrino
    del cardenal, y en la mano
    le tenemos.
    BELTRAN:

                       No está llano,
    don Juan, aquese camino.              2490
    JUAN:

           Llano estará, si es el conde   
    vuestro amigo declarado.
    BELTRAN:

              Amigo reconciliado
    mal y nunca corresponde;

           no le hablaré, aunque la vida       
    2495
    me importe; que si en el pecho
    costumbre el rencor ha hecho 
    con dificultar se olvida;

           que mis celosos temores
    batallan siempre conmigo,              2500
    porque con capa de amigo 
    suelen, don Juan, ser mayores.
    JUAN:

           Terrible sois.
    BELTRAN:

                        Ya lo creo;
    pero yo me enmendaré.
    Sale OLIVERA

     
    OLIVERA: Gracias a Dios, que te hallé.        2505
    BELTRAN:

              Yo se las doy, que te veo.  

           ¿:Hay algo de nuevo ?
    OLIVERA:

                      Sí,
    de Roma el despacho.
    BELTRAN:

                          Albricias
    tendrás como las codicias
    si traen carta para mí.            2510

           ¿:Tenéis qué hacer ?
    JUAN:

                    Sí, señor.  
    BELTRAN:

              Pues yo me llego al correo.
    Vase el capitán BELTRAN

     
    JUAN: Con extraño hombre peleo,
    todo es celos y temor;

           pésame de haberle dado         
    2515
    a mi hermana por mujer,   
    porque juntos han de ser
    un ejército encontrado;

           que, ¿:cuándo paz han tenido
    la paloma y el milano,                    2520
    mujer moza y viejo cano, 
    en un lecho y en un nido ?
    Salen ALEJANDRA y LEONARDO

     
    ALEJANDRA:

           ¿:Fuése el capitán, mi tío ?
    JUAN: Ya se fue.
    ALEJANDRA:

            ¿:Vendrá tan presto ?
    JUAN: No lo sé.
    ALEJANDRA:

            Don Juan, ¿:qué es esto ?   
    2525
    ¿:Con tu hermana ese desvío ? 

           Alza los ojos, ¿:qué tienes ?
    ¿:Qué te da pena y cuidado ?
    ¿:Hase tu dama enojado ?
    ¿:Date celos y desdenes ?                2530
    JUAN:

           No he sido tan venturoso,   
    hermana, que haya llegado
    siquiera a ser desdichado,
    cuanto más a estar dichoso;   

           pues decirme no has querido           
    2535
    quién es, ni cómo se llama
    aquella hermosa dama
    que me trae desvanecido.

           Hermana de perlas y oro,
    si mi tormento te obliga,              2540
    dime qué mujer, qué amiga,
    es aquel ángel que adoro.

           ¿:En qué zona, en qué lugar
    asiste tan apartado,
    que el deseo ni cuidado                  2545
    no la han podido encontrar ?
    ALEJANDRA:

           Tiénesme muy obligada,
    don Juan, para que te diga
    quién es aquélla mi amiga,
    tan hermosa y retirada.                  2550
    JUAN:

           Representarme no quieras
    las cosas que dan pesar;
    que yo te sabré obligar
    con más gusto y con más veras.
    ALEJANDRA:

           ¿:Has de reñirme ?
    JUAN:

                    No haré.       
    2555
    ALEJANDRA: ¿:Ni darme pena ?
    JUAN:

                    Tampoco.  
    ALEJANDRA: ¿:Ni más daguita ?
    JUAN:

                  Fui un loco.
    ALEJANDRA: ¿:Ni amenazas ?
    JUAN:

              ¿:Por qué ?
    ALEJANDRA:

           Y si en el Prado algún día
    me llegase el conde a hablar,              2560
    ¿:tiénesle de acuchillar ?
    JUAN: Gran disparate sería.
    ALEJANDRA:

           Y si por la calle pasa
    y me asomare al balcón,
    ¿:ha de haber reprehensión ?      2565
    JUAN: Aunque le metas en casa. 

           Y no me apures; que harás
    que me infame mi locura;
    que yo fío en tu cordura
    que todo lo excusarás.              2570

           ¿:Quién es ?   Dime, hermana bella.
    ALEJANDRA: No podré con claridad;
    que en un día de amistad,
    ¿:qué te podré decir de ella ?

           Que aun su nombre, te prometo,           
    2575
    don Juan, que se me ha olvidado;
    pero de ella y de su estado
    te informa como discreto 

           de don Carlos, porque él sabe,
    como Garcerán, quién es,        2580
    y haráslo por mi interés; 
    que es la mujer más süave,

           más cuerda y entretenida,
    más agradable y graciosa,
    más dulce y más amorosa      2585
    que he conocido en mi vida,

           y dejóme tan prendada,
    que visitarla quisiera
    y aquesta tarde lo hiciera
    a saber de su posada.                    2590
    JUAN:

           Pues, voyle, Alejandra, a hablar;  
    que trazar con él querría
    que pueda en tu compañía
    verla, hablarla y visitar.
    Vase [don JUAN]

     
    ALEJANDRA:

           Leonardo, ¿:no es extremada           
    2595
    la locura de mi hermano ? 
    LEONARDO: Desengañarle temprano
    es cosa más acertada;

           que amor y pasión tan fuerte
    pueden quitarle el jüicio;        2600
    que el demasiado ejercicio  
    de la fantasía es muerte.
    ALEJANDRA:

           Estáme bien que don Juan
    trabe amistad con los dos.
    LEONARDO: A él le está mal, por Dios,         2605
    y peor al capitán.     

           Ya entiendo tu pensamiento,
    y el fin a que corresponde;
    que en su amistad la del conde
    apoyas.
    ALEJANDRA:

            Ese es mi intento;       
    2610

           porque el capitán, Leonardo,   
    me cansa con su porfía.
    LEONARDO: Pues para aquel triste día
    que te desposes te aguardo.
    ALEJANDRA:

           ¿:Yo desposar con mi tío ?       
    2615
    ¡Jesús !   Leonardo, primero   
    me mataré.
    LEONARDO:

            Intento fiero.
    En Dios, señora, confío;

           porque en la dispensación
    tenía dificultad,            2620
    y es mucha la autoridad   
    del conde en esta ocasión.
    ALEJANDRA:

           Es verdad, pero el temor
    enflaquece mi esperanza,
    porque es la desconfianza          2625
    hija bastarda de Amor;

           hablar al conde quisiera.
    LEONARDO: Iréle a buscar, si quieres.
    ALEJANDRA: ¡Ay, mi Leonardo !   Tú eres
    mi remedio; parte.... Espera.          2630
    Sale RUGERO

     
    ALEJANDRA:

           Rugero, seas bienvenido.
    ¿:Y el conde ?
    RUGERO:

              Queda en la calle.
    ALEJANDRA: Di que se apee; que hablalle
    deseo.
    LEONARDO:

            Intento atrevido.     
    RUGERO:

           Voyle a avisar.
    Vase [RUGERO]

     
    LEONARDO:

                    Rematada,             
    2635
    señora, estás; vuelve en ti,
    no quieras se acabe aquí
    la tragedia comenzada.

           ¿:No te escarmienta el aprieto
    en que te viste, pasado ?
    Háblale, mas con cuidado;         2640
    tenle amor, mas con secreto.

           Teme a tu hermano mayor
    y a las canas de tu tío,
    tu peligro si no el mío,
    mi vida si no tu honor.                    2645

           No pienses que el conde es Carlos
    que se puede disfrazar,
    fingir ni disimular
    ni has de volver a engañarlos.
    ALEJANDRA:

           Que no hay temor que me impida;           
    2650
    que quien tan de veras ama
    atropella con su fama,
    con honor, hacienda y vida;

           y no estés tan temoroso;
    que cuando venga don Juan                 2655
    y mi tío el capitán
    hallaránme con mi esposo.
    Sale el conde HORACIO

     
    HORACIO:

           Mi bien, ¿:tan grande favor
    con tantos inconvenientes ?
    ALEJANDRA: Señales son evidentes,  2660
    conde, de mi firme amor

           y del peligro presente,  
    que es la causa que mi obliga
    a que despacio te diga
    lo que el alma sufre y siente. 2665
    LEONARDO:

           Si ha de ir la conversación
    tan despacio, considera
    que en esta sala primera
    no estáis bien.
    ALEJANDRA:

                  Tienes razón.
    HORACIO:

           Eres, Leonardo, discreto.           
    2670
    ALEJANDRA: En la pieza de mi estrado
    nos entremos; ten cuidado.
    LEONARDO: ¿:Y yo, qué tendré ?
    ALEJANDRA:

                    Secreto.
    Vanse y salen don GARCERAN y SOLANO

     
    GARCERAN:

                ¿:Qué yo me caso, Solano ?
    SOLANO: ¿:Y fuera gran maravilla              2675
    estar injerto en Castilla
    un naranjo valenciano ?
    GARCERAN:

                ¿:Y que es con doña Mencía ?
    SOLANO: Así me lo dio a entender
    Jaramillo.
    GARCERAN:

                      Puede ser;      
    2680
    mas no es tal la suerte mía.

           ¿:Halo soñado ?
    SOLANO:

                No sueña,
    porque no duerme jamás.
    GARCERAN:

              ¿:Cómo vive ?
    SOLANO:

              Bueno estás;
    vivirá más que una dueña;       2685

           es encantado.   Experiencia
    he hecho de esta verdad
    por tener necesidad
    de asegurar mi conciencia;

           que no sé qué he sospechado 
    2690
    después que duerme conmigo,
    y de un cristiano y amigo     
    sospechar mal es pecado.
    GARCERAN:

                ¿:Qué sospechas ?
    SOLANO:

                    Lo que temo:
    que es hermafrodito.
    GARCERAN:

                          ¡Extraño    
    2695
    jüicio !
    SOLANO:

            Pues, no es extraño;
    que es hermafrodito o memo.
    GARCERAN:

                ¿:Qué dices ?
    SOLANO:

                  Buena es la risa.
    GARCERAN:

              Necias imaginaciones.  
    SOLANO: Si se acuesta con calzones,                 2700
    y se cose la camisa,

           y se viste con estrellas,
    y se entra en la cama a oscuras,
    ¿:son muestras éstas seguras 
    para presumir bien de ellas ?                2705
    GARCERAN:

                Pues, ¿:quieres tú condenar
    lo que es recato y limpieza ?
    ¡Bueno estás de la cabeza !
    SOLANO: Muy malo debo de estar;

           pues juro a Dios que el coserse,          
    2710
    madrugar y recatarse,
    no dormir y retirarse,
    y en la cama recogerse,

           que tiene algún fundamento,
    y mayor que el que barrunto;                2715
    pero ya he dado en el punto
    o no tengo entendimiento.

           Y es, don Garcerán, forzoso
    que una de dos ha de ser:
    que es Jaramillo mujer,                    2720
    y si no mujer, potroso.
    GARCERAN:

                Entrambas cosas, Solano,
    son posibles; mas, ¿:qué has hecho,
    pues que no te has satisfecho,
    estando del pie a la mano ?                   2725
    SOLANO:

           Pregúntale a mi cuidado
    lo que de noche procuro,
    mas mientras más me aseguro,
    le hallo menos descuidado.

           Yo finjo si él disimula,       
    2730
    y déjole asegurar,
    mas si le vuelvo a palpar,
    vuelve el anca como mula.
    GARCERAN:

                Tú traes terrible contienda;
    pero por eso no dejes                   2735
    la empresa, aunque más le aquejes,
    y él se resista y defienda;

           que si es mujer, de su engaño
    otro se infiere mayor,
    porque sus trazas Amor                   2740
    guía por camino extraño.
    Salen el conde HORACIO y RUGERO

     
    HORACIO:

           ¿:En qué me puedo emplear
    que me esté tan bien, Rugero ?
    RUGERO: Mira lo que haces primero.
    HORACIO: Que no tengo qué mirar;         2745

           es Alejandra hermosa,
    rica, honesta, limpia, afable,
    discreta, dulce, agradable,
    cuerda, sabia y virtüosa;

           y quiérola tanto, en suma,        
    2750
    que a don Juan se la pidiera,
    aunque en las malvas naciera
    como Venus en la espuma.
    SOLANO:

           El conde, don Garcerán.
    GARCERAN:

              ¡Oh, señor !   Seáis bien venido.   
    2755
    ¿:Qué buen viento os ha traído ?
    HORACIO: Salí a buscar a don Juan.
    GARCERAN:

                ¿:Qué le queréis ?
    HORACIO:

                    Consultar
    con él cierto parecer.
    Salen doña MENCIA y LEONOR

     
    MENCIA:

              ¿:Es hora ya de comer,        
    2760
    Solano ?
    SOLANO:

            Y aún de cenar.
    MENCIA:

                ¿:Qué hace tu amo ?
    SOLANO:

                      ¿:Estás ciego ?
    ¿:No le ves entretenido
    con el conde ?
    Aparte las dos

     
    MENCIA:

                        ¿:Has me entendido ?
    LEONOR: Sí, señor.
    MENCIA:

                  Pues, parte luego.          
    2765
    Vase LEONOR

     

           ¿:Podré, señores, terciar
    en esta conversación ?
    GARCERAN:

              Llegáis a buena ocasión;
    que ahora se empezó a entablar.
    MENCIA:

                ¿:Y qué es el juego ? 
    HORACIO:

                    De damas.              
    2770
    MENCIA:

              ¿:Y qué se juega ?
    HORACIO:

                    Favores.
    MENCIA:

              Mirón soy, no tengo amores,
    ni son para mí sus llamas;

           jugad los dos en buen hora,
    que yo veré desde afuera.         2775
    GARCERAN:        Por daros gusto lo hiciera,
    mas hállome pobre agora.
    MENCIA:

                Pues tened firme esperanza;
    que presto caudal tendréis,
    con quien perdáis y ganéis,         2780
    con quien tanto bien alcanza.
    HORACIO:

           Más pobre soy en mi estado
    que en el suyo Garcerán,
    si alimentos no me dan
    por verme tan empeñado;         2785

           que Alejandra en este punto
    al juego de bien amar
    me ha acabado de ganar
    cuerpo y alma, todo junto;

           y como la cantidad                    
    2790
    es infinita en rehenes,
    como más seguros bienes,
    le dejo mi libertad.
    GARCERAN:

                Tales pérdidas, señor,
    por ganancia las tened;                    2795
    mas quien os cogió en la red
    era gentil cazador.
    HORACIO:

           ¿:Qué más redes que razones
    dichas con labios süaves ?
    ¿:Ni qué cazador, que graves      2800
    y fuertes obligaciones ?

           Resuelto estoy, Garcerán,
    a casarme, mas quisiera
    ordenarlo de manera
    que lo supiera don Juan.                  2805
    GARCERAN:

                Antes soy de parecer
    que no lo sepa, si es llano
    que ha de procurar su hermano
    la boda descomponer;

           que si está su fe empeñada   
    2810
    y la hermana prometida,
    antes perderá la vida
    que romper la fe jurada,

           y en tal caso es acertado
    meteros en posesión;               2815
    que si la dispensación
    llega, os hallaréis burlado.
    HORACIO Vendrá con dificultad,
    porque de Roma he sabido
    que con ellos no ha querido                 2820
    dispensar su santidad.
    MENCIA:

                Que dispense o no, señor,
    yo me ofrezco a darlos llano,
    como a la hermana, al hermano.
    No os embarace el temor;                  2825

           que don Juan, agradecido,
    se me muestra hoy mi galán.
    HORACIO: Ya me ha dicho Garcerán
    lo que pasa.
    MENCIA:

                       Está perdido.

           Hoy en la calle me habló,      
    2830
    y con el alma en la boca
    me dijo su pasión loca.
    GARCERAN:

              ¿:Tanto el disfraz le picó ?
    MENCIA:

                Y picará cada día,
    si es Alejandra instrumento                 2835
    de que dure su tormento,
    pues a mis manos le envía;

           porque sin duda don Juan
    le ha pedido que le diga
    quién era aquella su amiga          2840
    que sosegó al Capitán,

           y habrále dicho que yo
    la conozco, y el cuitado
    por ella me ha preguntado.
    GARCERAN:

              ¿:Desengañástele ?
    MENCIA:

                          No;            
    2845

           antes dije ser verdad
    que muy bien la conocía.
    Díjele dónde vivía,
    nombre, estado y calidad,

           y cómo había enviudado,      
    2850
    que hizo menos su tormento;
    porque ya en su pensamiento
    se representa casado.
    GARCERAN:

                ¡Graciosa burla !   Decí,
    ¿:quién dijiste que era ?
    MENCIA:

                            Extraño    
    2855
    os parecerá el engaño.
    Todas las partes le di

           de aquella doña Mencía
    que vos olvidáis ausente.
    GARCERAN:

              Mi fe agraviáis; que presente      
    2860
    está en la memoria mía.

           Conde, don Carlos intenta,
    con tan ingeniosos modos,
    si no burlarnos a todos,
    meternos en una afrenta.                  2865
    MENCIA:

                Mejor lo podéis decir
    cuando veáis lo que pasa;
    que ésta, dije, era su casa,
    y hoy a verme ha de venir.
    GARCERAN:

                Según eso, habrá de haber
    2870
    segunda transformación.
    MENCIA:

              Y aún tercera.
    SOLANO:

              (Aquéstos son    Aparte
    deseos de ser mujer).
    MENCIA:

                Monjil y tocas he hecho
    prevenir a Jaramillo.                     2875
    SOLANO: (Que quiere este monacillo          Aparte
    darme un buen día sospecho).
    HORACIO:

           Pesada burla ha de ser.
    MENCIA:

              ¿:Y no se la hacéis mayor
    hoy al capitán, señor,           2880
    si le quitáis la mujer ?
    SOLANO:

           (De estas burlas, por Solano,  Aparte 
    pocas o ninguna.   Arredro
    el casarme, si esto medro).
    Sale LEONOR

     
    LEONOR: No os deis tanta prisa, hermano.             2885
    Sale el CORREO

     
    CORREO:

           Vengo cansado, y deseo
    descansar siquiera un rato.
    LEONOR: ¿:El caminar no es buen trato ?
    CORREO: Ni vida la del correo.
    MENCIA:

                ¿:Qué hombre es ése, Jaramillo ?
    2890
    LEONOR: El peón que despachaste.
    MENCIA:

              Pues, bachiller, ¿:qué pensaste
    primero para decillo ?

           Seáis, hermano, bien venido.
    GARCERAN:

              Solano, dale un doblón       
    2895
    de albricias a este peón,
    para beber.
    CORREO:

              Ya he bebido.
    SOLANO:

           Pues yo no, y a vuestra cuenta
    me beberé la mitad.
    GARCERAN:

              Dale dos.
    HORACIO:

            La brevedad                   
    2900
    lo merece.
    GARCERAN:

                      Dale treinta.
    MENCIA:

                ¿:Traéis cartas ?
    CORREO:

                    Este pliego.
    GARCERAN:        Abridle presto, señor.
    MENCIA:

              Sosegáos.             
    GARCERAN:

                    ¿:Quien, con temor,
    tiene, don Carlos, sosiego ?                 2905
    MENCIA:

                ¿:Sabéis si estaba don Tello
    de camino ?
    CORREO:

              Antes que yo
    de Salamanca partió.
    MENCIA:

              No ha llegado.
    CORREO:

              Detenello

           pudo cierta viuda hermosa,             
    2910
    que a esta corte ha de venir.
    GARCERAN:

              ¿:No sabéis a qué ?
    CORREO:

                    A vivir.
    GARCERAN:

              ¿:Vístela ?
    CORREO:

              Vila; es famosa,....

           y algo en la fisonomía
    le parecéis, señor, vos.          2915
    MENCIA:

              ¡Bien a fe !
    GARCERAN:

                    Conde, por Dios,
    que es ésta doña Mencía.

           ¿:Abristeis el pliego ?
    MENCIA:

                              Sí.
    Idos en buen hora, amigo.
    Tú le despacha.
    CORREO:

                ¿:Qué digo ?       
    2920
    ¿:Qué es del doblón ?
    SOLANO:

                      Veisle aquí.
    Vase el CORREO.   Lee doña MENCIA

     
    MENCIA:

                "A don Garcerán".
    GARCERAN:

                            ¿:A quién ?
    MENCIA:

              A vos, dice.
    GARCERAN:

                        No lo creo;
    que a los tristes el deseo
    les da por brújula el bien.        2925
    Toma la carta

     
    HORACIO:

           Abridla, no seáis pesado.
    Leed sin desconfianza;
    que en brazos de la esperanza
    muchos, sin vos, se han librado.
    GARCERAN:

                Abierta está.
    HORACIO:

                Leed.
    GARCERAN:

                            Ya leo.      
    2930
    MENCIA:

              Nunca vi amor tan cobarde.
    GARCERAN:

              ¡Ay, don Carlos !   Dios os guarde
    de veros como me veo.
    Lee

     

           "Tras tantos meses de olvido,
    crüel fugitivo Eneas,                   2935
    con el gusto que deseas
    recibió tu carta Dido;

           que no pudo la crueldad
    de tu rigurosa ausencia
    descomponer la asistencia                 2940
    de mi firme voluntad.

           Que me has tenido quejosa
    puedo decir con razón,
    mas ya apruebo la ocasión
    y digo que fue piadosa;                    2945

           y así, estimando tu fe,
    admitiré tus disculpas;
    que culpas que excusan culpas,
    mal condenarlas podré.

           Que tu mudanza, en rigor,               
    2950
    hace en mí mayor efecto;
    que en lo que en ti fue respeto
    en mí viene a ser amor.

           Este me lleva tras sí,
    y porque estoy de partida,                   2955
    ten lástima de mi vida
    por la que tengo de ti.     

           Que hasta verte, ¡alegre día !,
    ni hora sin ti ver espero.
    De Salamanca, a primero                    2960
    de mayo.   --Doña Mencía".
    MENCIA:

                ¿:Qué os parece ?   ¿:Estáis contento ?
    GARCERAN:

              Y tan loco de placer
    el alma, que a encarecer
    no lo acierta el sentimiento.              2965

           Carta de consuelos llena
    y privilegio rodado,
    por donde estoy excusado
    de la merecida pena;

           carta que en el mar incierto              
    2970
    de mi continuo penar
    sois carta de marear,
    que me encamináis al puerto;

           carta de pago y remate
    de todas cuentas pasadas,                 2975
    en su memoria olvidadas,
    para que sus dudas trate;

           carta ejecutoria mía
    tan en mi favor ganada,   
    que al alma sirve de honrada                2980
    y generosa hidalguía;

           carta mía, real decreto,
    en donde vienen librados
    los frutos de mis cuidados,
    premio de mi amor perfeto;                   2985

           bendigo, carta, la mano
    hermosa que te escribió,
    la lengua que te dictó,
    el estilo soberano,

           el papel, la tinta y pluma,          
    2990
    apacibles instrumentos
    que, tocados, mis tormentos
    deshicisteis como espuma;

           bendigo...
    MENCIA:

                        Don Garcerán,
    ¿:sobre qué pueblo bendito,        2995
    ciudad, provincia o distrito
    tantas bendiciones van ?
    HORACIO:

           Finezas, don Carlos, son
    de su amor.
    SOLANO:

              Y su locura,
    pues quita el oficio al cura         3000
    e incurre en excomunión.
    GARCERAN:

                Bien me tratáis.
    MENCIA:

                          ¿:Queréis ver
    lo que me escriben a mí ?
    GARCERAN:

              La sustancia referí.
    MENCIA:

              La carta podéis leer;         
    3005

           que lo que me dicen es
    con el cuidado que dieron
    las cartas que recibieron.
    GARCERAN:

              Y este don Tello, ¿:quién es ?
    MENCIA:

                Un honrado caballero           
    3010
    con quien en su mocedad
    tuvo mi padre amistad
    en Saboya, y hoy le espero.
    LEONOR:

           ¿:No sabes que ha de venir
    don Juan ?
    MENCIA:

                  Ya lo sé.
    LEONOR:

                  ¿:Qué esperas ?   
    3015
    HORACIO: Y al fin, ¿:qué ?   ¿:Queréis de veras
    burlarle ?
    MENCIA:

                  Y como a vestir
    me voy, esperadme un rato;
    que de estas burlas que veis
    los dos conocer podréis         3020
    si son veras las que trato.
    Vanse doña MENCIA y LEONOR

     
    HORACIO:

           Es don Carlos extremado.
    GARCERAN:

              Y de un ingenio excelente,
    y de verle tan prudente
    y tan mozo me he admirado.                 3025

           Débole, conde, la vida;
    que él ha sido mi remedio,
    pues por andar de por medio
    no está en penas consumida.

           Por él de doña Mencía    
    3030
    veré aquel cielo sereno,
    y veré mi pecho lleno
    de contento y de alegría.
    HORACIO:

           ¿:No pensáis hacer, si viene,
    alguna demostración ?           3035
    SOLANO: Librea habrá de invención.
    GARCERAN:

              ¿:Qué ha de hacer el que no tiene ?
    SOLANO:

           Si te tienes de casar,
    no se excusa.   Hazla del paño
    que en las caras traen hogaño         3040
    las damas de este lugar;

           con guarnición de un castillo,
    si no la quieres de espada,
    gala al fin no muy usada,
    mas es de acero y martillo.                 3045

           Los herreruelos süizos,
    que nunca parecen mal,
    con cuello de Portugal
    que un moro los hará hechizos.

           Y echarásles pasamanos        
    3050
    de corredor o escalera,
    con botones en hilera
    que asientan los cirujanos.

           Sus bandas de arcabuceros 
    y ligas de venecianos,                      3055
    con que saldrás más lozanos
    que Durandarte y Gaiferos.

           Jubones al parecer,
    del verdugo de la villa,
    que los corta a maravilla                 3060
    tan justos que es un placer.

           Y porque presto se estragan
    los sombreros, acomoda
    sus cabezas a tu moda,
    con gorras que nunca pagan.                 3065

           Y así, de balde vestidos,
    tus pajes y tus lacayos
    saldrán como papagayos
    y como Pascua floridos.
    GARCERAN:

                Tienes buen gusto, Solano.         
    3070
    La invención me ha satisfecho.
    SOLANO: Es librea de provecho
    y de invierno y de verano.
    HORACIO:

           Gracia has tenido.   Dinero
    no os ha de faltar.   Vestid                 3075
    cuatro o seis pajes.   Lucid.
    Tratáos como caballero;

           que con una letra mía
    os dará mi mercader
    lo que fuere menester;                   3080
    que él me presta y él me fía.
    SOLANO:

           ¿:Qué fía ?   ¿:Sobre qué prenda ?
    HORACIO: ¿:Aquesto te da cuidado ?
    SOLANO: No sin causa me le ha dado.
    HORACIO: Fíame sobre mi hacienda.           3085
    SOLANO:

           ¿:Adminístratela ?
    HORACIO:

                    Sí.
    SOLANO: ¡Lastimosa perdición !
    GARCERAN:

             Arbitrios, Solano, son
    de ahorrar.
    SOLANO:

            ¡Y de gastar !   Di:

           y de mayores empeños;          
    3090
    que estos administradores
    son de la hacienda señores,
    y verdugos de sus dueños,

           y peor si es mercader
    que dulcemente degüella                  3095
    y fieramente desuella
    al tiempo del menester,

           y si llegáis a sacar
    paño o seda, sin reparo
    lo peor y lo más caro            3100
    te han de venir siempre a dar,

           y así desmedra tu hacienda
    por donde piensas que gana,
    y el otro rica y ufana
    tiene su bolsa y su tienda.                 3105

           Mas a aceptar no te excusa,
    Garcerán, lo que te ofrece,
    pero no se lo agradece;
    que dicen que no se usa,

           y mete con la librea                   
    3110
    vestidos para ti y todo,
    y vestiráste a lo godo,
    que es gala que más campea.

           Cálcete media botarga,
    jubón con punta de armar,         3115
    herreruelo al carcañar
    y la ropilla ancha y larga,

           sombrero sobre la frente,
    corto y sin pegar el cuello,   
    peinado y largo el cabello,                 3120
    gesto y voz a lo doliente.
    GARCERAN:

                No me descontenta el traje.
    ¿:Quién lo trae ?
    SOLANO:

                Gente de humor,
    con punta y collar de honor,                3125
    entre escuderete y paje, 

           gente, al fin, de media suela,
    en la corte entreverada,
    como tocino de ijada,
    ni bien trucha ni truchuela.                3130
    GARCERAN:

                Pues ya me parece mal,          
    que si ese hábito trajera
    un gran señor, le siguiera
    como premática real,

           pero de gente ordinaria,              
    3135
    ni por imaginación;   
    porque tiene la elección   
    civil, disconforme y varia.
    Salen doña MENCIA, en hábito de

    viuda, y LEONOR en el dicho

     
    MENCIA:

                Dime si salgo bien puesta.
    LEONOR: Tú te los sabes; el alba          3140
    pareces cuando despierta   
    y a las puertas del sol llama.
    HORACIO: Volved, Garcerán, los ojos;
    veréis entre nubes blancas
    prodigiosos resplandores              3145
    y maravillas extrañas. 
    GARCERAN:

              Muerto soy, conde, a traición;
    que quien con la vista mata,
    con un rayo poderoso
    me ha muerto por las espaldas.            3150
    Doña Mencía, señora,  
    de mi libertad esclava,
    reina de mis pensamientos,
    natural que no bastarda,
    ¿:es posible que te veo ?                3155
    ¿:Es posible que me amas ? 
    Mas no puede ser posible
    porque me escuchas y callas.
    SOLANO: ¿:Y es, don Garcerán, posible
    que un hombre con tantas barbas          3160
    no echa de ver que es don Carlos,   
    y no mujer, con quien habla ?
    MENCIA:

              ¡Vive Dios !, don Garcerán,
    si no os reportáis, que haga
    un disparate con vos.                    3165
    GARCERAN:

              ¿:Cómo, señora, tan brava, 
    tan fiera para conmigo ?
    MENCIA:

              ¿:Cómo tan fiera ?   Ya pasa
    aquesta descortesía
    a ser injuria pesada.                    3170
    Jaramillo, dame presto
    mi espada; que a cuchilladas
    le haré saber si soy hombre
    o mujer cobarde o flaca.
    HORACIO: ¡Sosegaos !   Don Garcerán,        3175
    ¿:qué ideas son esas vanas ?   
    ¿:No echáis de ver que es don Carlos,
    y que es el mismo que trata
    vuestro descanso y el mío
    aunque está con tocas largas ?        3180
    GARCERAN:

              Ya lo veo, conde amigo,   
    pero camino no halla
    mi confuso entendimiento 
    para salir de esta calma.
    HORACIO: Vos le hallaréis, no es dé pena.  3185
    SOLANO: Don Juan viene.
    HORACIO:

                Y Alejandra,   
    si no me engaño, y Leonardo.
    SOLANO: ¿:Qué enigmas son éstas varias ?
    Salen don JUAN, ALEJANDRA, y LEONARDO

     
    MENCIA:

              Señora Alejandra.
    ALEJANDRA:

                Amiga,
    ¿:qué lastimosa desgracia,        3190
    qué desdicha ha sido aquésta ?   
    ¿:Hoy viuda, ayer casada ?
    [A su hermana]

     
    JUAN: Si se ofreciere ocasión,
    y aunque no se ofrezca, trata
    con ella de mi remedio.                  3195
    MENCIA:

              ¿:Qué os dice don Juan ?
    ALEJANDRA:

                    No nada.
    [A él]

     
    Habla a Garcerán y el conde;
    que yo le diré tus ansias.
    MENCIA:

              Hablad más quedo.
    GARCERAN:

                        ¿:Solano ?
    SOLANO: ¿:Señor ?
    GARCERAN:

                  Mira bien, repara,           
    3200
    ¿:no es ésta doña Mencia ?   
    SOLANO: ¿:Todavía estás en Babia ?
    Digo que se le parece
    como a un huevo una castaña.
    GARCERAN:

              ¿:No son sino unas facciones ?       
    3205
    SOLANO: No, señor, sino contrarias; 
    y hay la misma diferencia
    que entre la silla y la albarda.
    GARCERAN:

              ¿:Qué dices ?   ¿:Está borracho ?
    SOLANO: Y tú, ¿:qué estás ?   ¡Calabaza ! 3210
    HORACIO: ¿:No es graciosa la prudencia ?         
    Garcerán, ¿:es de importancia
    que sea agora o no sea
    don Carlos ?
    SOLANO:

                ¡Locura extraña !
    ALEJANDRA: Cuando sepa la verdad,                    3215
    don Juan, no importará nada.
    Decidle, Carlos, que el conde
    es mi esposo y que se cansa
    si piensa que de su tío
    he de ser mujer forzada.          3220
    Yo sé romperá por vos
    con promesas y palabras,
    que inconvenientes mayores
    quien tiene amor desbarata.
    MENCIA:

              Llamadle.
    ALEJANDRA:

            Hermano, don Juan,             
    3225
    llégate más cerca.   Acaba.
    JUAN: ¿:Quién mira al sol sin temer
    los rayos que le amenazan ?
    HORACIO: ¿:No os divierte, Garcerán,
    el ver allí lo que pasa ?        3230
    A don Carlos dice amores 
    don Juan.
    GARCERAN:

                  Con ellos me abrasa.
    HORACIO: ¿:Tenéis celos ?
    GARCERAN:

                        Celos tengo.
    ¡Celos, conde, celos !   ¡Rabia !
    Sale el capitán don BELTRAN

     
    BELTRAN:

              Señor don Juan, ¿:qué es aquesto ?   
    3235
    ¿:Vos aquí y con Alejandra ?   
    ¿:Con mis propios enemigos
    tanto gusto, amistad tanta ?
    JUAN: No os alborotéis, señor,
    hasta que sepas la causa;              3240
    que a darle el pésame vino   
    a esta señora mi hermana;
    que ha enviudado, como veis,
    y en semejantes desgracias
    han de acudir las amigas.              3245
    como es justo, a consolarlas. 
    BELTRAN:

              ¿:Y quién es esta señora ?
    JUAN: Aquella bizarra dama
    que os compuso con el conde
    cuando la cuestión pasada.        3250
    Pienso que será mi esposa;   
    que desde aquel día el alma
    le rendí, y ella es, señor,
    el cuerpo donde descansa.
    BELTRAN:

              ¿:Es principal ? 
    JUAN:

              Partes tiene         
    3255
    divinas.   De Salamanca
    es natural.
    Salen don TELLO, caballero viejo, y un CRIADO

     
    CRIADO:

              Aquí vive.
    Esta es, señor, su posada.
    TELLO: Avisa, Medrano...   Espera,
    que ésta es mi sobrina.   Abraza,        3260
    doña Mencía, a don Tello. 
    MENCIA:

              Tío, de muy buena gana.
    GARCERAN:

              ¿:Qué es esto que estoy mirando ?
    ¿:Doña Mencía se llama,
    caballero, esta señora,            3265
    y no don Carlos ?
    TELLO:

                  ¡Qué gracia !  
    HORACIO: ¿:Qué decís, señor ?   ¿:Mujer
    es el que habláis ?
    TELLO:

                    ¿:Esta casa
    es de locos o de cuerdos ?
    Sobrina, ¿:es torre encantada ?        3270
    ¿:Qué es lo que estos caballeros   
    ponen en duda ?
    MENCIA:

                        Más larga
    relación pide, señor,
    su admiración.
    SOLANO:

              (¿:Inventara    Aparte
    Satanás mayor embuste ?              3275
    Pero, ¿:qué ingenio se iguala
    al de mujeres ?   ¿:Qué enredos
    ni quién como ellas los traza ?
    MENCIA:

              Después os diré, señor,
    mi historia en breves palabras.          3280
    Baste, señor, por agora
    que me halláis, si no casada,  
    concertada por lo menos,
    con un hombre en quien se hallan
    gentileza y gallardía,              3285
    lealtad, amor, fe, constancia;
    y sólo vuestra venida   
    aguardé, porque me honrara
    la generosa presencia
    y respeto de tus canas.                  3290
    TELLO: ¿:Y quién es el caballero,
    señora, con quien te casas ?   
    MENCIA:

              El señor don Garcerán.
    GARCERAN:

              ¿:Qué hombre mortal alcanza
    tanto bien ?  Dame tus brazos                3295
    [mi fénix de Salamanca].  
    MENCIA:

              Y el alma, señor, con ellos.
    GARCERAN:

              Y vos, don Tello, esas plantas,
    por la merced que recibo
    de aquesas manos hidalgas.
    TELLO: Con el amor que Mencía          3300
    os doy mis brazos.
    JUAN:

                    Hermana,
    ¿:qué es esto que ven mis ojos ?
    ALEJANDRA: Pues, ¿:de qué, don Juan, te espantas ?
    Efectos son del amor.
    MENCIA:

              Háblame, bella Alejandra.          
    3305
    ALEJANDRA: Y agora con más razón.
    MENCIA:

              Jaramillo, ¿:por qué callas ?
    LEONOR: ¿:He de hablar sin ocasión ?
    TELLO: ¿:Es tu criado ?
    MENCIA:

                        ¡Y criada !
    TELLO: ¿:Esta es Leonor ?
    LEONOR:

                Sí, señor.      
    3310
    Leonor soy y vuestra esclava.
    SOLANO: ¡Cómo !   ¿:También Jaramillo
    era mujer ?   ¡Que en mi cuadra
    la haya tenido dos meses,
    y no he sabido nada !                   3315
    Señor don Carlos, primero,
    y doña Mencía, octava
    maravilla, más famosa
    que no las siete nombradas,
    pues dos meses de aposento                   3320
    tuve con aquesta ingrata
    con nombre de Jaramillo,
    haz se quede en mi posada
    con nombre de mi mujer
    porque así me desagravia.         3325
    MENCIA:

              Quisiera darte a Leonor,   
    Solano, mas no le agrada
    a Leonor tu casamiento.
    SOLANO: ¿:No ?   Pues fraile soy sin falta.
    Sale CAMILO curial de Roma

     
    CAMILO: ¿:Señor capitán ?
    BELTRAN:

                          Don Juan,          
    3330
    la dispensación sin falta
    os trae el señor Camilo.
    CAMILO: No ha querido mi desgracia.
    Antes os vengo a decir
    que su santidad el papa                    3335
    no ha querido dispensar
    porque...
    BELTRAN:

                  No digáis las causas,
    basta decir que no quiso;
    que en tales casos no basta
    ser el curial diligente.                  3340
    No nací para Alejandra.
    MENCIA:

              Pues por el conde suplico
    al señor don Juan su hermana
    le dé por mujer, y a vos
    tengáis por bien que se haga.         3345
    BELTRAN:

              Yo, señora, se lo ruego;
    que mi sobrina levanta
    su nombre con su grandeza
    y yo intereso su gracia.
    HORACIO: Bésoos las manos, señor,          3350
    por tan generosa hazaña.
    JUAN: Pues el capitán, mi tío,
    tan fácilmente se llana,
    Alejandra es vuestra, conde,
    y ella sola es la que gana;                 3355
    que el que pierde aquí soy yo,
    pues burló mis esperanzas
    y mi amor doña Mencía;
    pero escogió como sabia.
    GARCERAN:

               Paciencia, señor don Juan;    
    3360
    que burlas, y más de damas,
    podéis tener por favores
    y pues la noche está en casa,
    y la cena prevenida,                 
    no hay sino a placer gozarla.              3365
    BELTRAN:

              Es el consejo de amigo.
    GARCERAN:

              Perdón, senado, se aguarda,
    y demos con esto fin
    al Fénix de Salamanca.
    Vanse todos

     

    FIN DE LA COMEDIA