IN OLD times there reigned a Moorish king in Granada, whose name was Mohamed, to which his subjects added the appellation of El Hayzari, or “The Left-handed. ” Some say he was so called on account of his being really more expert with his sinister than his dexter hand; others, because he was prone to take every thing by the wrong end; or in other words, to mar wherever he meddled. Certain it is, either through misfortune or mismanagement, he was continually in trouble: thrice was he driven from his throne, and, on one occasion, barely escaped to Africa with his life, in the disguise of a fisherman. Still he was as brave as he was blundering; and though left-handed, wielded his cimeter to such purpose, that he each time re-established himself upon his throne by dint of hard fighting. Instead, however, of learning wisdom from adversity, he hardened his neck, and stiffened his left arm in wilfulness. The evils of a public nature which he thus brought upon himself and his kingdom may be learned by those who will delve into the Arabian annals of Granada; the present legend deals but with his domestic policy.
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EN tiempos antiguos gobernaba en Granada un rey moro llamado Mohamed, a quien sus súbditos dieron el sobrenombre de el Hayzari, es decir, el Zurdo. Unos dicen que le llamaban de este modo porque era realmente más hábil con la mano izquierda que con la derecha; otros, porque solía hacerlo todo al revés, o más claro, porque echaba a perder todo aquello en que intervenía. Lo cierto es que por desgracia o mala administración sufría continuas contrariedades: fue tres veces destronado, y en una ocasión, disfrazado de pescador, pudo escapar difícilmente al África con vida. Sin embargo, era tan valiente como desatinado, y aunque zurdo, manejaba la cimitarra con tal destreza que siempre lograba recuperar el trono por la fuerza de las armas. Pero en lugar de aprender prudencia con los reveses, volvióse más inflexible y obstinado, y endureció su brazo izquierdo en su terquedad. Las calamidades públicas que atrajo sobre si y sobre su reino pueden conocerlas todos los que investiguen en los anales árabes de Granada; la presente leyenda no trata más que de su vida privada.
As this Mohamed was one day riding forth with a train of his courtiers, by the foot of the mountain of Elvira, he met a band of horsemen returning from a foray into the land of the Christians. They were conducting a long string of mules laden with spoil, and many captives of both sexes, among whom the monarch was struck with the appearance of a beautiful damsel, richly attired, who sat weeping on a low palfrey, and heeded not the consoling words of a duenna who rode beside her.
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Cierto día paseaba Mohamed a caballo con su séquito de cortesanos al pie de Sierra Elvira, cuando tropezó con una tropa de jinetes que volvía de hacer una correría por el país de los cristianos. Llevaban una larga recua de mulas cargadas de botín y muchos cautivos de ambos sexos, entre los que despertó el más vivo interés en el monarca la presencia de una bella joven, ricamente ataviada, que iba llorando sobre un E pequeño palafrén, sin preocuparse de las frases de consuelo de una dueña que cabalgaba junto a ella.
The monarch was struck with her beauty, and, on inquiring of the captain of the troop, found that she was the daughter of the alcayde of a frontier fortress, that had been surprised and sacked in the course of the foray. Mohamed claimed her as his royal share of the booty, and had her conveyed to his harem in the Alhambra. There every thing was devised to soothe her melancholy; and the monarch, more and more enamored, sought to make her his queen. The Spanish maid at first repulsed his addresses—he was an infidel—he was the open foe of her country—what was worse, he was stricken in years!
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Quedó prendado el monarca de su hermosura e, interrogado el capitán de la tropa, supo que era la hija del alcaide de una fortaleza fronteriza, a la que habían atacado por sorpresa y saqueado durante la incursión. Mohamed la reclamó como parte del botín real y la condujo a su harén de la Alhambra. Todo estaba allí preparado para distraerla y consolarla de su melancolía; el monarca, cada vez más enamorado, resolvió hacerla su sultana. La joven española rechazó al principio sus proposiciones, puesto que él era infiel, enemigo declarado de su patria y, lo que era peor, ¡que estaba muy entrado en años!
The monarch, finding his assiduities of no avail, determined to enlist in his favor the duenna, who had been captured with the lady. She was an Andalusian by birth, whose Christian name is forgotten, being mentioned in Moorish legends by no other appellation than that of the discreet Kadiga—and discreet in truth she was, as her whole history makes evident. No sooner had the Moorish king held a little private conversation with her, than she saw at once the cogency of his reasoning, and undertook his cause with her young mistress.
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Viendo el rey que no le servía de nada su asiduidad, dé-terminó atraerse a su favor a la dueña capturada con la joven. Era aquélla andaluza de nacimiento, cuyo nombre cristiano se ignora; no aparece mencionada en las leyendas moriscas sino por el sobrenombre de la discreta Kadiga, y en verdad que lo era, según lo demuestra su historia. Apenas celebró el rey moro una conversación secreta con ella, comprendió ésta al momento la fuerza moral que supondrían sus consejos para la joven, y comenzó a defender la causa del rey ante su señora.
“Go to, now! ” cried she; “what is there in all this to weep and wail about? Is it not better to be mistress of this beautiful palace, with all its gardens and fountains, than to be shut up within your father’s old frontier tower? As to this Mohamed being an infidel, what is that to the purpose? You marry him, not his religion: and if he is waxing a little old, the sooner will you be a widow, and mistress of yourself; at any rate, you are in his power, and must either be a queen or a slave. When in the hands of a robber, it is better to sell one’s merchandise for a fair price, than to have it taken by main force. ”
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—¡Válgame Dios! —le decía—. ¿A qué viene todo ese llanto y tristeza? ¿No es mejor ser la dueña de este hermoso palacio, con todas sus fuentes y jardines, que vivir encerrada en la vieja torre fronteriza de vuestro padre? ¿Y qué importa que Mohamed sea un infiel? ¿Qué es, a fin de cuentas, lo que os propone? Os casáis con él, no con su religión; y si es un poco viejo, más pronto quedaréis viuda y dueña y señora de vuestra voluntad; y puesto que de todas formas estáis en su poder, más vale ser reina que esclava. Cuando alguien cae en manos de un ladrón, mejor es venderle las mercancías a buen precio que dejárselas arrebatar por la fuerza.
The arguments of the discreet Kadiga prevailed. The Spanish lady dried her tears, and became the spouse of Mohamed the Left-handed; she even conformed, in appearance, to the faith of her royal husband; and her discreet duenna immediately became a zealous convert to the Moslem doctrines: it was then the latter received the Arabian name of Kadiga, and was permitted to remain in the confidential employ of her mistress.
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Los argumentos de la discreta Kadiga triunfaron al fin. La joven española secó sus lágrimas y se convirtió en la esposa de Mohamed el Zurdo. Estaba conforme, al parecer, con la religión de su real esposo, en tanto que la discreta dueña se hizo inmediatamente fervorosa devota de las doctrinas musulmanas. Fue entonces cuando tomó el nombre árabe de Kadiga, y se le permitió continuar en el servicio de confianza de su señora.
In due process of time the Moorish king was made the proud and happy father of three lovely daughters, all born at a birth: he could have wished they had been sons, but consoled himself with the idea that three daughters at a birth were pretty well for a man somewhat stricken in years, and left-handed!
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Andando el tiempo, el rey moro fue padre feliz de tres hermosas hijas, nacidas en un mismo parto; aunque él hubiese preferido que fuesen varones, se consoló con la idea de que sus tres hijas eran demasiado hermosas para un hombre entrado en años y zurdo por añadidura.
As usual with all Moslem monarchs, he summoned his astrologers on this happy event. They cast the nativities of the three princesses, and shook their heads. “Daughters, O king! ” said they, “are always precarious property; but these will most need your watchfulness when they arrive at a marriageable age; at that time gather them under your wings, and trust them to no other guardianship. ”
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Según costumbre de los monarcas musulmanes, convocó Mohamed a sus astrólogos en tan feliz acontecimiento, los cuales hicieron el horóscopo de las tres princesas y movieron sus cabezas. —Las hijas, ¡oh rey! —le dijeron—, fueron siempre propiedad poco segura; pero éstas necesitarán mucho más de tu vigilancia cuando alcancen la edad núbil. Al llegar este día, guárdalas bajo tus alas y no las confíes a nadie.
Mohamed the Left-handed was acknowledged to be a wise king by his courtiers, and was certainly so considered by himself. The prediction of the astrologers caused him but little disquiet, trusting to his ingenuity to guard his daughters and outwit the Fates.
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Mohamed el Zurdo era tenido entre sus cortesanos por rey sabio, y así se consideraba él mismo. La predicción de los astrólogos no le produjo sino una pequeña inquietud; confiaba en su ingenio para preservar a sus hijas y burlar a los hados.
The three-fold birth was the last matrimonial trophy of the monarch; his queen bore him no more children, and died within a few years, bequeathing her infant daughters to his love, and to the fidelity of the discreet Kadiga.
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El triple natalicio fue el último trofeo conyugal del monarca, pues la reina no le dio más hijos y murió pocos años después, confiando sus hijitas al amor y fidelidad de la discreta Kadiga.
Many years had yet to elapse before the princesses would arrive at that period of danger—the marriageable age: “It is good, however, to be cautious in time, ” said the shrewd monarch; so he determined to have them reared in the royal castle of Salobrena. This was a sumptuous palace, incrusted, as it were, in a powerful Moorish fortress on the summit of a hill overlooking the Mediterranean sea. It was a royal retreat, in which the Moslem monarchs shut up such of their relatives, as might endanger their safety; allowing them all kinds of luxuries and amusements, in the midst of which they passed their lives in voluptuous indolence.
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Muchas lunas tenían que pasar aún para que las princesas llegasen a la edad del peligro, esto es, a la edad de casarse. «No obstante, es bueno, prevenirse a tiempo», se dijo el astuto monarca; y así, determinó que fuesen educadas en el castillo real de Salobreña. Era éste un suntuoso palacio incrustado, por decirlo así, en la inexpugnable fortaleza morisca situada en la cumbre de una colina que domina al mar Mediterráneo; regio retiro en donde los monarcas musulmanes encerraban a los parientes que pudieran poner en peligro su seguridad, permitiéndoles todo género de lujos y diversiones, en medio de los cuales pasaban su vida en voluptuosa indolencia.
Here the princesses remained, immured from the world, but surrounded by enjoyment, and attended by female slaves who anticipated their wishes. They had delightful gardens for their recreation, filled with the rarest fruits and flowers, with aromatic groves and perfumed baths. On three sides the castle looked down upon a rich valley, enamelled with all kinds of culture, and bounded by the lofted Alpuxarra mountains; on the other side it overlooked the broad sunny sea.
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Allí vivían las princesas, separadas del mundo, pero rodeadas de comodidades y servidas por esclavas que se anticipaban a sus deseos. Tenían para su regalo deliciosos jardines llenos de las frutas y flores más raras, con fragantes arboledas y perfumados baños. Por tres lados daba vista el castillo a un fértil valle esmaltado por cultivos de todo género y limitado por las altas montañas de la Alpujarra; por el otro, se contemplaba el ancho y resplandeciente mar.
In this delicious abode, in a propitious climate, and under a cloudless sky, the three princesses grew up into wondrous beauty; but, though all reared alike, they gave early tokens of diversity of character. Their names were Zayda, Zorayda, and Zorahayda; and such was their order of seniority, for there had been precisely three minutes between their births.
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En esta deliciosa morada, con un plácido clima y bajo un cielo sin nubes, crecieron las tres hermosas princesas: y aunque todas recibieron la misma educación, pronto dieron muestras de su diversidad de carácter. Se llamaban Zaida, Zoraida y Zorahaida, y éste era su orden de edad, pues hubo precisamente tres minutos de diferencia al nacer.
Zayda, the eldest, was of an intrepid spirit, and took the lead of her sisters in every thing, as she had done in entering into the world. She was curious and inquisitive, and fond of getting at the bottom of things.
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Zaida, la mayor, poseía un intrépido espíritu y se adelantaba siempre en todo a sus hermanas; lo mismo que hiciera al nacer. Era curiosa y preguntona y amiga de llegar al fondo de las cosas.
Zorayda had a great feeling for beauty, which was the reason, no doubt, of her delighting to regard her own image in a mirror or a fountain, and of her fondness for flowers, and jewels, and other tasteful ornaments.
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Zoraida destacaba por su apasionamiento hacia la belleza; por esta razón, sin duda, le deleitaba contemplar su propia imagen en un espejo o en una fuente, y sentía extremo cariño por las flores, joyas y otros adornos de buen gusto.
As to Zorahayda, the youngest, she was soft and timid, and extremely sensitive, with a vast deal of disposable tenderness, as was evident from her number of pet-flowers, and pet-birds, and pet-animals, all of which she cherished with the fondest care. Her amusements, too, were of a gentle nature, and mixed up with musing and reverie. She would sit for hours in a balcony, gazing on the sparkling stars of a summer’s night, or on the sea when lit up by the moon; and at such times, the song of a fisherman, faintly heard from the beach, or the notes of a Moorish flute from some gliding bark, sufficed to elevate her feelings into ecstasy. The least uproar of the elements, however, filled her with dismay; and a clap of thunder was enough to throw her into a swoon.
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En cuanto a Zorahaida, la menor, era dulce, tímida, y extraordinariamente sensible, con un inmenso caudal de ternura disponible, como lo demostraba el número de flores, pájaros y animales de toda clase que acariciaba con el más entrañable cariño. Sus diversiones también eran sencillas, mezcladas con meditaciones y ensueños. Pasaba horas enteras sentada en un balcón, fijos sus ojos en las brillantes estrellas de una noche de verano o en el mar iluminado por la luna; y en esos momentos, la canción de un pescador, que llegaba débilmente de la playa, o las notas de una flauta morisca desde alguna barca que se deslizaba, eran suficientes para elevar sus sentimientos hasta el éxtasis. Pero la menor conmoción de la Naturaleza la llenaba de espanto, y bastaba el estampido de un trueno para hacerla caer desmayada.
Years rolled on smoothly and serenely; the discreet Kadiga, to whom the princesses were confided, was faithful to her trust, and attended them with unremitting care.
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Así transcurrieron los años, serena y apaciblemente. La discreta Kadiga, a quien fueron confiadas las princesas, seguía fiel a su cargo y servíalas con incesantes cuidados.
The castle of Salobrena, as has been said, was built upon a hill on the seacoast. One of the exterior walls straggled down the profile of the hill, until it reached a jutting rock overhanging the sea, with a narrow sandy beach at its foot, laved by the rippling billows. A small watchtower on this rock had been fitted up as a pavilion, with latticed windows to admit the sea-breeze. Here the princesses used to pass the sultry hours of mid-day.
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El castillo de Salobreña, como ya se ha dicho, estaba edificado sobre una colina a orillas del mar. Una de las murallas exteriores se extendía en torno a la montaña hasta llegar a una roca saliente que cabalgaba sobre las aguas, con una estrecha y arenosa playa al pie, bañada por las rizadas olas. La pequeña atalaya situada sobre esta roca se había convertido en una especie de pabellón, con ventanas de celosías que daban paso a la brisa marina. Allí solían pasar las princesas las calurosas horas del mediodía.
The curious Zayda was one day seated at a window of the pavilion, as her sisters, reclining on ottomans, were taking the siesta or noontide slumber. Her attention was attracted to a galley which came coasting along, with measured strokes of the oar. As it drew near, she observed that it was filled with armed men. The galley anchored at the foot of the tower: a number of Moorish soldiers landed on the narrow beach, conducting several Christian prisoners. The curious Zayda awakened her sisters, and all three peeped cautiously through the close jalousies of the lattice which screened them from sight. Among the prisoners were three Spanish cavaliers, richly dressed. They were in the flower of youth, and of noble presence; and the lofty manner in which they carried themselves, though loaded with chains and surrounded with enemies, bespoke the grandeur of their souls. The princesses gazed with intense and breathless interest. Cooped up as they had been in this castle among female attendants, seeing nothing of the male sex but black slaves, or the rude fishermen of the sea-coast, it is not to be wondered at that the appearance of three gallant cavaliers, in the pride of youth and manly beauty, should produce some commotion in their bosom.
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Hallábase un día la curiosa Zaida sentada en una de las ventanas del pabellón, mientras sus hermanas dormían la siesta reclinadas en otomanas. Atrajo entonces su atención una galera que venía costeando a golpes acompasados de remo. Al acercar-se, la vio llena de hombres armados. Ancló la galera al pie de la torre, y un grupo de soldados moros desembarcó en la estrecha playa, conduciendo varios cautivos cristianos. La curiosa Zaida despertó a sus hermanas y las tres se asomaron cautelosamente a través de las espesas celosías que las ocultaban a cualquier mirada. Entre los prisioneros figuraban tres caballeros españoles, ricamente vestidos; estaban en la flor de la juventud, eran de noble apostura, y la arrogante altivez con que caminaban, a pesar de ir cargados de cadenas y rodeados de enemigos, revelaba la grandeza de sus almas. Miraban las princesas con profundo e intenso interés. Encerradas en aquel castillo, entre siervas, no viendo más hombres que los negros esclavos o los rudos pescadores de la costa, no es de extrañar que la presencia de aquellos tres caballeros, radiantes de juventud y de varonil belleza, produjese cierta emoción en sus corazones.
“Did ever nobler being tread the earth than that cavalier in crimson? ” cried Zayda, the eldest of the sisters. “See how proudly he bears himself, as though all around him were his slaves! ”
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—¿Habrá en la tierra un ser más noble que aquel caballero vestido de carmesí? — exclamó Zaida, la mayor de las hermanas— ¡Mirad qué arrogante marcha, como si todos los que le rodean fuesen sus esclavos.
“But notice that one in green! ” exclaimed Zorayda. “What grace! what elegance! what spirit! ”
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! —¡Fijaos en aquel vestido de verde! —exclamó Zoraida—. ¡Qué gracia! ¡Qué gentileza! ¡Qué espíritu!
The gentle Zorahayda said nothing, but she secretly gave preference to the cavalier in blue.
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La gentil Zorahaida nada dijo, pero dio su preferencia, en secreto, al caballero vestido de azul.
The princesses remained gazing until the prisoners were out of sight; then heaving long-drawn sighs, they turned round, looked at each other for a moment, and sat down, musing and pensive, on their ottomans.
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Las tres princesas continuaron mirando fijamente a los prisioneros hasta que se perdieron de vista; entonces, suspirando tristemente, se volvieron, mirándose un momento unas a otras, y sentáronse pensativas en sus otomanas.
The discreet Kadiga found them in this situation; they related what they had seen, and even the withered heart of the duenna was warmed. “Poor youths! ” exclaimed she, “I’ll warrant their captivity makes many a fair and high-born lady’s heart ache in their native land! Ah my children, you have little idea of the life these cavaliers lead in their own country. Such prankling at tournaments! such devotion to the ladies! such courting and serenading! ”
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En esta actitud las encontró la discreta Kadiga. Contáronle ellas lo que habían visto, y hasta el marchito corazón de la dueña se sintió conmovido. —¡Pobres jóvenes! —exclamó——. ¡Apostaría que su cautiverio ha dejado dolorido el corazón de algunas bellas y linajudas damas de su país! ¡Ah, bijas mías! No tenéis una idea de la vida que esos caballeros llevan en su patria. ¡Qué elegancia en los torneos! ¡Qué devoción por sus damas! ¡Qué serenatas y galanteos!
The curiosity of Zayda was fully aroused; she was insatiable in her inquiries, and drew from the duenna the most animated pictures of the scenes of her youthful days and native land. The beautiful Zorayda bridled up, and slyly regarded herself in a mirror, when the theme turned upon the charms of the Spanish ladies; while Zorahayda suppressed a struggling sigh at the mention of moonlight serenades.
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La curiosidad de Zaida se despertó en extremo; era insaciable en preguntar y oír de labios de su dueña las más animadas descripciones de los episodios de sus días juveniles en su tierra natal. La hermosa Zoraida levantaba la cabeza y se miraba disimuladamente en su espejo, cuando la conversación recaía sobre los encantos de las damas españolas; mientras Zorahaida ahogaba sus suspiros al oír contar lo de las serenatas a la luz de la luna.
Every day the curious Zayda renewed her inquiries, and every day the sage duenna repeated her stories, which were listened to with profound interest, though with frequent sighs, by her gentle auditors. The discreet old woman awoke at length to the mischief she might be doing. She had been accustomed to think of the princesses only as children; but they had imperceptibly ripened beneath her eye, and now bloomed before her three lovely damsels of the marriageable age. It is time, thought the duenna, to give notice to the king.
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Diariamente renovaba sus preguntas la curiosa Zaida, y diariamente repetía sus relatos la discreta dueña, siendo escuchada por sus bellas oyentes con profundo interés y frecuentes suspiros. La prudente anciana cayó por último en la cuenta del daño que estaba causando. Acostumbrada a tratar como niñas a las princesas, no había considerado que insensiblemente habían ido creciendo y que ahora tenía ante sí a tres hermosas jovencitas en edad del matrimonio. «Ya es hora—pensó la dueña— de avisar al rey.»
Mohamed the Left-handed was seated one morning on a divan in a cool hall of the Alhambra, when a slave arrived from the fortress of Salobrena, with a message from the sage Kadiga, congratulating him on the anniversary of his daughters’ birth-day. The slave at the same time presented a delicate little basket decorated with flowers, within which, on a couch of vine and fig-leaves, lay a peach, an apricot, and a nectarine, with their bloom and down and dewy sweetness upon them, and all in the early stage of tempting ripeness. The monarch was versed in the Oriental language of fruits and flowers, and rapidly divined the meaning of this emblematical offering.
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Hallábase sentado cierta mañana Mohamed el Zurdo sobre un diván en uno de los frescos salones de la Alhambra, cuando llegó un esclavo de la fortaleza de Salobreña, con un mensaje de la prudente Kadiga, felicitándole por el cumpleaños de sus hijas. Al mismo tiempo le presentó el esclavo una delicada cestilla adornada de flores, dentro de la cual, sobre un lecho de pámpanos y hojas de higuera, venía un melocotón, un albaricoque y un prisco, cuya frescura, agradable color y madurez eran una verdadera tentación. El monarca, versado en el lenguaje oriental de frutas y flores, adivinó al momento el significado de esta simbólica ofrenda
“So, ” said he, “the critical period pointed out by the astrologers is arrived: my daughters are at a marriageable age. What is to be done? They are shut up from the eyes of men; they are under the eyes of the discreet Kadiga—all very good—but still they are not under my own eye, as was prescribed by the astrologers: I must gather them under my wing, and trust to no other guardianship. ”
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. «De manera —se dijo— que ha llegado el período crítico señalado por los astrólogos: mis hijas están en edad de casarse. ¿Qué haré? Se hallan ocultas a las miradas de los hombres y bajo la custodia de la discreta Kadiga. Todo marcha perfectamente, pero no están bajo mi vigilancia, como previnieron los astrólogos; debo recogerlas al amparo de mis alas y no confiarlas a nadie.»
So saying, he ordered that a tower of the Alhambra should be prepared for their reception, and departed at the head of his guards for the fortress of Salobrena, to conduct them home in person.
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Así, pues, ordenó que prepararan una torre de la Alhambra para recibirlas, y partió a la cabeza de sus guardias hacia la fortaleza de Salobreña para traérselas personalmente.
About three years had elapsed since Mohamed had beheld his daughters, and he could scarcely credit his eyes at the wonderful change which that small space of time had made in their appearance. During the interval, they had passed that wondrous boundary line in female life which separates the crude, unformed, and thoughtless girl from the blooming, blushing, meditative woman. It is like passing from the flat, bleak, uninteresting plains of La Mancha to the voluptuous valleys and swelling hills of Andalusia.
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Tres años habían transcurrido desde que Mohamed viera a sus hijas por última vez; y apenas daba crédito a sus ojos ante el maravilloso cambio que se había operado en su aspecto en aquel breve espacio de tiempo. Durante este intervalo traspasaron las princesas esa asombrosa línea divisoria en la vida de la mujer, que separa a la imperfecta, informe e irreflexiva niña, de la gallarda, ruborosa y pensativa muchacha. Algo semejante al paso desde las áridas, desiertas e insulsas llanuras de la Mancha a los voluptuosos valles y frondosas colinas de Andalucía.
Zayda was tall and finely formed, with a lofty demeanor and a penetrating eye. She entered with a stately and decided step, and made a profound reverence to Mohamed, treating him more as her sovereign than her father. Zorayda was of the middle height, with an alluring look and swimming gait, and a sparkling beauty, heightened by the assistance of the toilette. She approached her father with a smile, kissed his hand, and saluted him with several stanzas from a popular Arabian poet, with which the monarch was delighted. Zorahayda was shy and timid, smaller than her sisters, and with a beauty of that tender beseeching kind which looks for fondness and protection. She was little fitted to command, like her elder sister, or to dazzle like the second, but was rather formed to creep to the bosom of manly affection, to nestle within it, and be content. She drew near to her father, with a timid and almost faltering step, and would have taken his hand to kiss, but on looking up into his face, and seeing it beaming with a paternal smile, the tenderness of her nature broke forth, and she threw herself upon his neck.
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Zaida era alta y bien formada, de arrogante aspecto y penetrante mirada. Entró con andares resueltos y majestuosos e hizo una profunda reverencia a Mohamed, tratándolo más como soberano que como padre. Zoraida, de regular estatura, seductora mirada, agradable continente y extraordinaria belleza, realzada con la ayuda de su tocado, se acercó sonriente a su padre, besóle la mano y le saludó con varias estrofas de un poeta árabe popular, de lo que quedó encantado el monarca. Zorahaida era tímida y reservada, más baja que sus hermanas y con ese tipo de belleza tierna y suplicante que parece buscar cariño y protección. No estaba dotada para el mando, como su hermana mayor, ni deslumbraba, como la segunda, sino que había nacido para alimentar en su pecho el cariño de un hombre, anidarlo dentro y sentirse feliz. Aproximóse a su padre con paso tímido y casi vacilante, y hubiera querido coger su mano para besarla; pero al mirarle a la cara y verla iluminada con una sonrisa paternal, dio rienda suelta a su natural ternura y se arrojó al cuello.
Mohamed the Left-handed surveyed his blooming daughters with mingled pride and perplexity; for while he exulted in their charms, he bethought himself of the prediction of the astrologers. “Three daughters! three daughters! ” muttered he repeatedly to himself, “and all of a marriageable age! Here’s tempting Hesperian fruit, that requires a dragon watch! ”
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Mohamed el Zurdo contempló a sus bellas hijas con cierta mezcla de orgullo y perplejidad, pues mientras se complacía en sus encantos, recordaba la predicción de los astrólogos. —¡Tres hijas! ¡Tres hijas —murmuró repentinamente—, y todas en edad matrimonial! ¡He aquí una tentadora fruta del jardín de las Hespérides, que necesita la guarda de un dragón!
He prepared for his return to Granada, by sending heralds before him, commanding every one to keep out of the road by which he was to pass, and that all doors and windows should be closed at the approach of the princesses. This done, he set forth, escorted by a troop of black horsemen of hideous aspect, and clad in shining armor.
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Preparó su regreso a Granada, enviando heraldos por delante, con la orden de que nadie transitara por el camino por donde habían de pasar, y que todas las puertas y ventanas estuviesen cerradas al acercarse las princesas. Hecho esto, partió escoltado por un escuadrón de negros jinetes de horrible as pecto, vestidos con brillantes armaduras.
The princesses rode beside the king, closely veiled, on beautiful white palfreys, with velvet caparisons, embroidered with gold, and sweeping the ground; the bits and stirrups were of gold, and the silken bridles adorned with pearls and precious stones. The palfreys were covered with little silver bells, which made the most musical tinkling as they ambled gently along. Woe to the unlucky wight, however, who lingered in the way when he heard the tinkling of these bells!—the guards were ordered to cut him down without mercy.
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Cabalgaban las princesas al lado del rey, tapadas con velos, sobre hermosos palafrenes blancos, con arreos de terciopelo y bordado de oro, que arrastraban hasta el suelo; los bocados y estribos eran también de oro, y las bridas de seda, adornadas con perlas y piedras preciosas. Los palafrenes iban cubiertos de campanillas de plata que producían un agradable tintineo al andar. Pero ¡desgraciado del que se parase en el camino cuando se oyera la música de estas campanillas! Los guardianes tenían orden de darle muerte sin piedad.
The cavalcade was drawing near to Granada, when it overtook on the banks of the river Xenil, a small body of Moorish soldiers with a convoy of prisoners. It was too late for the soldiers to get out of the way, so they threw themselves on their faces on the earth, ordering their captives to do the like. Among the prisoners were the three identical cavaliers whom the princesses had seen from the pavilion. They either did not understand, or were too haughty to obey the order, and remained standing and gazing upon the cavalcade as it approached.
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Ya se aproximaba la cabalgata a Granada, cuando tropezó, en una de las márgenes del río Genil, con un pequeño grupo de soldados moros que conducían un convoy de prisioneros. Era demasiado tarde para que aquellos hombres se apartaran del camino, por lo que se arrojaron con sus rostros pegados a la tierra y ordenaron a los cautivos que hicieran lo mismo. Entre éstos se hallaban aquellos tres caballeros que las princesas habían visto desde el pabellón. Ya porque no entendiesen la orden, o porque fueran demasiado altivos para obedecerla, lo cierto es que continuaron en pie contemplando la cabalgata que se aproximaba.
The ire of the monarch was kindled at this flagrant defiance of his orders. Drawing his cimeter, and pressing forward, he was about to deal a left-handed blow that might have been fatal to, at least, one of the gazers, when the princesses crowded round him, and implored mercy for the prisoners; even the timid Zorahayda forgot her shyness, and became eloquent in their behalf. Mohamed paused, with uplifted cimeter, when the captain of the guard threw himself at his feet. “Let not your highness, ” said he, “do a deed that may cause great scandal throughout the kingdom. These are three brave and noble Spanish knights, who have been taken in battle, fighting like lions; they are of high birth, and may bring great ransoms. ”
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Encendióse el monarca de ira ante este flagrante incumplimiento de sus órdenes, desenvainó la cimitarra y avanzó hacia ellos; ya iba a descargar el golpe con su mano zurda, golpe que hubiera sido fatal por lo menos para uno de los caballeros, cuando las princesas le rodearon e imploraron piedad para los prisioneros; hasta la tímida Zorahaida olvidó su mutismo y tornóse elocuente en su favor. Mohamed se detuvo con el arma en alto, cuando el capitán de la guardia se arrojó a sus plantas. —No realice tu majestad —le dijo— una acción que puede escandalizar a todo el reino. Estos son tres bravos y nobles caballeros españoles que han sido apresados en la batalla, luchando como leones; son de alto linaje y pueden valer un rescate.
“Enough! ” said the king. “I will spare their lives, but punish their audacity—let them be taken to the Vermilion Towers, and put to hard labor. ”
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—¡Basta! —dijo el rey—. Les perdonaré la vida, pero castigaré su audacia; conducidlos a Torres Bermejas y obligad-los a los más duros trabajos.
Mohamed was making one of his usual left-handed blunders. In the tumult and agitation of this blustering scene, the veils of the three princesses had been thrown back, and the radiance of their beauty revealed; and in prolonging the parley, the king had given that beauty time to have its full effect. In those days people fell in love much more suddenly than at present, as all ancient stories make manifest: it is not a matter of wonder, therefore, that the hearts of the three cavaliers were completely captured; especially as gratitude was added to their admiration; it is a little singular, however, though no less certain, that each of them was enraptured with a several beauty. As to the princesses, they were more than ever struck with the noble demeanor of the captives, and cherished in their breasts all that they had heard of their valor and noble lineage.
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Mohamed estaba cometiendo uno de sus acostumbrados y zurdos desatinos. En el tumulto y agitación de esta borrascosa escena habían levantado sus velos las tres prisioneras, dejando ver su radiante hermosura; y la prolongación del diálogo dio lugar a que la belleza produjera su efecto. En aquellos tiempos la gente se enamoraba más pronto que ahora, como enseñan todas las historias antiguas; no es extraño, por consiguiente, que los corazones de los tres caballeros quedasen completamente cautivados; sobre todo cuando la gratitud se unía a su admiración. Es un poco singular, sin embargo, aunque no menos cierto, que cada uno de ellos quedó prendado de una belleza diferente. En cuanto a las princesas, se admiraron más que nunca del noble aspecto de los cautivos, acariciando en su interior cuanto habían oído de su valor y noble linaje.
The cavalcade resumed its march; the three princesses rode pensively along on their tinkling palfreys, now and then stealing a glance behind in search of the Christian captives, and the latter were conducted to their allotted prison in the Vermilion Towers.
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La cabalgata prosiguió su marcha; caminaban pensativas las princesas en sus soberbios palafrenes, y de cuando en cuando dirigían una furtiva mirada ‘hacia atrás, en busca de los cautivos cristianos que eran trasladados a la prisión que se les había designado en Torres Bermejas.
The residence provided for the princesses was one of the most dainty that fancy could devise. It was in a tower somewhat apart from the main palace of the Alhambra, though connected with it by the wall which encircled the whole summit of the hill. On one side it looked into the interior of the fortress, and had, at its foot, a small garden filled with the rarest flowers. On the other side it overlooked a deep embowered ravine separating the grounds of the Alhambra from those of the Generalife. The interior of the tower was divided into small fairy apartments, beautifully ornamented in the light Arabian style, surrounding a lofty hall, the vaulted roof of which rose almost to the summit of the tower. The walls and the ceilings of the hall were adorned with arabesque and fretwork, sparkling with gold and with brilliant pencilling. In the centre of the marble pavement was an alabaster fountain, set round with aromatic shrubs and flowers, and throwing up a jet of water that cooled the whole edifice and had a lulling sound. Round the hall were suspended cages of gold and silver wire, containing singing-birds of the finest plumage or sweetest note.
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La residencia preparada para ellas era una de las más delicadas que la fantasía puede concebir; una torre algo apartada del palacio principal de la Alhambra, aunque comunicaba con él por la muralla que rodea toda la cumbre de la colina. Por un lado daba vista al interior de la fortaleza, y al pie tenía un pequeño jardín poblado de las flores más peregrinas. Por el otro, dominaba una profunda y frondosa cañada que separaba los terrenos de la Alhambra de los del Generalife. El interior de esta torre estaba dividido en pequeñas y lindas habitaciones, magníficamente decoradas en elegante estilo árabe, y rodeando un alto salón, cuyo techo abovedado subía casi hasta lo alto de la torre; sus muros y artesonados estaban adornados de arabescos y calados que relucían con sus áureos y brillantes colores. En el centro del pavimento de mármol había una fuente de alabastro, rodeada de flores y hierbas aromáticas, de la que surgía un caudal de agua que refrescaba todo el edificio y producía un murmullo arrullador. Dando vuelta al salón, veíanse colgadas jaulas de alambre de oro y plata, con pajarillas del más fino plumaje y de armoniosos trinos.
The princesses had been represented as always cheerful when in the castle of the Salobrena; the king had expected to see them enraptured with the Alhambra. To his surprise, however, they began to pine, and grow melancholy, and dissatisfied with every thing around them. The flowers yielded them no fragrance, the song of the nightingale disturbed their night’s rest, and they were out of all patience with the alabaster fountain with its eternal drop-drop and splash-splash, from morning till night, and from night till morning.
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Siempre se mostraron alegres las princesas en el castillo de Salobreña, por cuya razón esperaba el rey verlas entusiasmadas en el Alcázar. Pero con gran sorpresa suya, empezaron a languidecer, tristes y melancólicas con cuanto las rodeaba. No recibían deleite en la fragancia de las flores; el canto del ruiseñor turbaba su sueño por la noche y no podían soportar con paciencia el eterno murmullo de la fuente de alabastro, desde la mañana a la noche y desde la noche a la mañana.
The king, who was somewhat of a testy, tyrannical disposition, took this at first in high dudgeon; but he reflected that his daughters had arrived at an age when the female mind expands and its desires augment. “They are no longer children, ” said he to himself, “they are women grown, and require suitable objects to interest them. ” He put in requisition, therefore, all the dressmakers, and the jewellers, and the artificers in gold and silver throughout the Zacatin of Granada, and the princesses were overwhelmed with robes of silk, and tissue, and brocade, and cashmere shawls, and necklaces of pearls and diamonds, and rings, and bracelets, and anklets, and all manner of precious things.
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El rey, que era de carácter algo enojadizo y tiránico, se irritó mucho al principio; pero reflexionó después en que sus hijas habían llegado ya a una edad en la que se ensancha la imaginación femenina y aumentan sus deseos. «Ya no son niñas —se dijo—; son ya mujeres, y necesitan objetos apropiados que atraigan su atención.» Llamó, pues, a todas las modistas, joyeros y artífices en oro y plata del Zacatín de Granada, y las princesas quedaron abrumadas de vestidos de seda, de tisú, y brocados, chales de cachemira, collares de perlas y diamantes, anillos, brazaletes y ajorcas, y toda clase de objetos preciosos.
All, however, was of no avail; the princesses continued pale and languid in the midst of their finery, and looked like three blighted rose-buds, drooping from one stalk. The king was at his wits’ end. He had in general a laudable confidence in his own judgment, and never took advice. “The whims and caprices of three marriageable damsels, however, are sufficient, ” said he, “to puzzle the shrewdest head. ” So for once in his life he called in the aid of counsel.
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Mas todo fue inútil; las princesas continuaron pálidas y tristes en medio de su lujo, y parecían tres capullos marchitos que se consumían en el tallo. El monarca no sabía qué resolver; tenía generalmente una gran confianza en su propio juicio, por lo que nunca pedía consejo. «Los antojos y caprichos de tres jóvenes casaderas —se decía— son en verdad suficientes para confundir al más avisado. » Y por primera vez en su vida buscó la ayuda de un consejo.
The person to whom he applied was the experienced duenna.
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La persona a quien acudió fue a la experimentada dueña.
“Kadiga, ” said the king, “I know you to be one of the most discreet women in the whole world, as well as one of the most trustworthy; for these reasons I have always continued you about the persons of my daughters. Fathers cannot be too wary in whom they repose such confidence; I now wish you to find out the secret malady that is preying upon the princesses, and to devise some means of restoring them to health and cheerfulness. ”
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—Kadiga —le dijo—, sé que eres una de las mujeres más discretas del mundo, así como una de las más dignas de fiar: por estas razones te he mantenido siempre al lado de mis hijas. Nunca deben los padres ser reservados con aquellos en quienes depositan su confianza. Ahora quiero que averigües la secreta enfermedad que aqueja a las princesas y descubras los medios de devolverles pronto la salud y la alegría.
Kadiga promised implicit obedience. In fact she knew more of the malady of the princesses than they did themselves. Shutting herself up with them, however, she endeavored to insinuate herself into their confidence.
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Kadiga, por supuesto, prometió obedecerle. En realidad conocía mejor que ellas mismas la enfermedad que padecían; y encerrándose con las jóvenes, procuró ganarse su confianza.
“My dear children, what is the reason you are so dismal and downcast in so beautiful a place, where you have every thing that heart can wish? ”
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—Mis queridas niñas: ¿por qué razón estáis tan tristes y abatidas en un sitio tan hermoso, donde tenéis cuanto pueda desear vuestro corazón?
The princesses looked vacantly round the apartment, and sighed.
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Las infantas miraron melancólicamente en torno al aposento y lanzaron un suspiro.
“What more, then, would you have? Shall I get you the wonderful parrot that talks all languages, and is the delight of Granada? ”
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—¿Qué más podéis anhelar? ¿Queréis que os traiga el maravilloso papagayo que habla todas las lenguas y hace las delicias de Granada?
“Odious! ” exclaimed the princess Zayda. “A horrid, screaming bird, that chatters words without ideas: one must be without brains to tolerate such a pest. ”
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—¡Qué horror! —exclamó la princesa Zaida—. Un pájaro horrible y chillón, que habla sin saber lo que dice; preciso es haber perdido el juicio para soportar semejante plaga.
“Shall I send for a monkey from the rock of Gibraltar, to divert you with his antics? ”
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—¿Os mando traer un mono del Peñón de Gibraltar para que os divierta con sus gestos?.
“A monkey! faugh! ” cried Zorayda; “the detestable mimic of man. I hate the nauseous animal. ”
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—¡Un mono! ¡Bah! —exclamó Zoraida—. Una detestable imitación del hombre. Aborrezco a ese asqueroso animal.
“What say you to the famous black singer Casem, from the royal harem, in Morocco? They say he has a voice as fine as a woman’s. ”
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—¿Y qué me decís del famoso cantor negro Casem, del harén real de Marruecos? Aseguran que tiene una voz tan delicada como la de una mujer.
“I am terrified at the sight of these black slaves, ” said the delicate Zorahayda; “besides, I have lost all relish for music. ”
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—Me aterra ver a estos esclavos negros —dijo la delicada Zorahaida—; además, he perdido toda afición por la música.
“Ah! my child, you would not say so, ” replied the old woman, slyly, “had you heard the music I heard last evening, from the three Spanish cavaliers, whom we met on our journey. But, bless me, children! what is the matter that you blush so, and are in such a flutter? ”
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—¡Ay, hija mía! No dirías eso —respondió la vieja maliciosamente— si hubieses escuchado la música que yo oí anoche a los tres caballeros españoles con quienes nos encontramos en el viaje. Pero ¡válgame Dios, hijas mías! ¿Qué os sucede para poneros tan ruborosas y en tal confusión?
“Nothing, nothing, good mother; pray proceed. ”
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—¡Nada, nada, buena madre; sigue, por favor
“Well; as I was passing by the Vermilion Towers last evening, I saw the three cavaliers resting after their day’s labor. One was playing on the guitar, so gracefully, and the others sang by turns; and they did it in such style, that the very guards seemed like statues, or men enchanted. Allah forgive me! I could not help being moved at hearing the songs of my native country. And then to see three such noble and handsome youths in chains and slavery! ”
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—Pues bien: cuando pasaba ayer noche por Torres Bermejas, vi a los tres caballeros descansando del trabajo del día. Uno de ellos tocaba la guitarra con mucha gracia, mientras los otros dos cantaban por turno; y con tal estilo lo hacían, que los mismos guardias parecían estatuas u hombres encantados. ¡Alá me perdone!, pero no pude evitar el sentirme conmovida al escuchar las canciones de mi tierra natal. Y luego, ¡ver tres jóvenes tan nobles y gentiles, cargados de cadenas y en esclavitud!
Here the kind-hearted old woman could not restrain her tears.
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Al llegar aquí, la bondadosa anciana no pudo contener sus lágrimas.
“Perhaps, mother, you could manage to procure us a sight of these cavaliers, ” said Zayda.
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—Tal vez, madre, podrías lograr que viésemos a esos caballeros —dijo Zaida.
“I think, ” said Zorayda, “a little music would be quite reviving. ”
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—Yo creo —dijo Zoraida— que un poco de música nos animaría mucho.
The timid Zorahayda said nothing, but threw her arms round the neck of Kadiga.
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La tímida Zorahaida no dijo nada, pero echó sus brazos al cuello de Kadiga.
“Mercy on me! ” exclaimed the discreet old woman; “what are you talking of, my children? Your father would be the death of us all if he heard of such a thing. To be sure, these cavaliers are evidently well-bred, and high-minded youths; but what of that? they are the enemies of our faith, and you must not even think of them but with abhorrence. ”
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—¡Pobre de mí! —exclamó la discreta anciana—. ¿Qué estáis diciendo, hijas mías? Vuestro padre nos mataría a todos si oyese semejante cosa. Sin duda que los caballeros son jóvenes muy nobles y bien educados; pero ¿qué importa? Son enemigos de nuestra fe, y no debéis pensar en ellos sino para aborrecerlos.
There is an admirable intrepidity in the female will, particularly when about the marriageable age, which is not to be deterred by dangers and prohibitions. The princesses hung round their old duenna, and coaxed, and entreated, and declared that a refusal would break their hearts.
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Hay una admirable intrepidez en la voluntad femenina, en especial cuando la mujer está en edad de casarse; por la cual, no se acobarda ante los peligros o las prohibiciones. Las princesas se colgaron a la vieja dueña y le rogaron, suplicaron y advirtieron que su negativa les destrozaría el corazón.
What could she do? She was certainly the most discreet old woman in the whole world, and one of the most faithful servants to the king; but was she to see three beautiful princesses break their hearts for the mere tinkling of a guitar? Besides, though she had been so long among the Moors, and changed her faith in imitation of her mistress, like a trusty follower, yet she was a Spaniard born, and had the lingerings of Christianity in her heart. So she set about to contrive how the wish of the princesses might be gratified.
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¿Qué podía hacer ella? Era, ciertamente, la mujer más discreta del mundo y la más fiel servidora del rey; pero ¿consentiría que se destrozase el corazón de tres bellas infantas por el simple rasgueo de una guitarra? Además, aunque estaba tanto tiempo entre moros y había cambiado de religión imitando a su señora, como fiel servidora suya, al fin, era española de nacimiento y sentía la nostalgia del cristianismo en el fondo de su corazón; así, pues, se propuso buscar el modo de satisfacer el deseo de las jóvenes.
The Christian captives, confined in the Vermilion Towers, were under the charge of a big-whiskered, broad-shouldered renegado, called Hussein Baba, who was reputed to have a most itching palm. She went to him privately, and slipping a broad piece of gold into his hand, “Hussein Baba, ” said she; “My mistresses, the three princesses, who are shut up in the tower, and in sad want of amusement, have heard of the musical talents of the three Spanish cavaliers, and are desirous of hearing a specimen of their skill. I am sure you are too kind-hearted to refuse them so innocent a gratification. ”
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Los cautivos cristianos presos en Torres Bermejas, vivían a cargo de un barbudo renegado de anchas espaldas llamado Hussein Baba, que tenía fama de ser bastante aficionado al soborno. Kadiga le visitó en secreto y, deslizándole en la mano una gran moneda de oro, le dijo: —Hussein Baba: mis señoras, las tres princesas que están encerradas en la torre, muy necesitadas de distracción, han oído hablar del talento musical de los tres caballeros españoles, y están deseosas de escuchar alguna prueba de su habilidad. Segura estoy que eres demasiado bondadoso para negarte a un capricho tan inocente.
“What! and to have my head set grinning over the gate of my own tower! for that would be the reward, if the king should discover it. ”
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—¡Cómo! Y luego que pongan mi cabeza haciendo muecas en la puerta de mi torre. Esa sería la recompensa que me darla el rey, si llegase a descubrirlo.
“No danger of any thing of the kind; the affair may be managed so that the whim of the princesses may be gratified, and their father be never the wiser. You know the deep ravine outside of the walls which passes immediately below the tower. Put the three Christians to work there, and at the intervals of their labor, let them play and sing, as if for their own recreation. In this way the princesses will be able to hear them from the windows of the tower, and you may be sure of their paying well for your compliance. ”
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—No hay peligro ninguno; podemos arreglar el asunto de tal manera que se satisfaga el capricho de las princesas sin que su padre se entere. Tú conoces el profundo barranco que pasa por la parte exterior de las murallas, precisamente por debajo de la torre. Pon allí a trabajar a los tres cris tianos y, en los intermedios de su tarea, déjalos tocar y cantar como si fuera para su propio recreo. De esta manera podrán oírlos mis señoras desde las ventanas de la torre, y puedes confiar en que pagaré bien tu condescendencia.
As the good old woman concluded her harangue, she kindly pressed the rough hand of the renegado, and left within it another piece of gold.
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Cuando la buena anciana concluyó su arenga, oprimió cariñosamente la ruda mano del renegado, dejándole en ella otra moneda de oro.
Her eloquence was irresistible. The very next day the three cavaliers were put to work in the ravine. During the noontide heat, when their fellow-laborers were sleeping in the shade, and the guard nodding drowsily at his post, they seated themselves among the herbage at the foot of the tower, and sang a Spanish roundelay to the accompaniment of the guitar.
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Esta elocuencia fue irresistible. Al día siguiente, los tres caballeros trabajaron en el barranco. Durante las horas calurosas del mediodía, mientras sus compañeros de penas y fatigas dormían a la sombra, y la guardia, amodorrada, daba cabezadas en sus puestos, sentáronse sobre la hierba al pie de la torre y cantaron unas melodías españolas con el acompañamiento de la guitarra.
The glen was deep, the tower was high, but their voices rose distinctly in the stillness of the summer noon. The princesses listened from their balcony, they had been taught the Spanish language by their duenna, and were moved by the tenderness of the song. The discreet Kadiga, on the contrary, was terribly shocked. “Allah preserve us! ” cried she, “they are singing a love-ditty, addressed to yourselves. Did ever mortal hear of such audacity? I will run to the slave-master, and have them soundly bastinadoed. ”
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Profundo era el barranco y alta la torre; pero sus voces se elevaban claramente en el silencio de aquellas horas estivales. Las princesas escuchaban desde su balcón; habían aprendido de su dueña la lengua española, y se conmovieron por la ternura de la canción. La discreta Kadiga, por el contrario, estaba muy inquieta. —¡Alá nos proteja! —exclamó——. Están cantando una cantilena amorosa dirigida a vosotras. ¿Quién vio nunca semejante audacia? Ahora mismo voy a decirle al capataz de los esclavos que les dé una soberana paliza.
“What! bastinado such gallant cavaliers, and for singing so charmingly! ” The three beautiful princesses were filled with horror at the idea. With all her virtuous indignation, the good old woman was of a placable nature, and easily appeased. Besides, the music seemed to have a beneficial effect upon her young mistresses. A rosy bloom had already come to their cheeks, and their eyes began to sparkle. She made no further objection, therefore, to the amorous ditty of the cavaliers.
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—¿Cómo? ¿Apalear a tan galantes caballeros porque cantan con tanta dulzura? Las tres hermosas infantas se horrorizaron ante semejante idea. Y a pesar de toda su virtuosa indignación, la buena anciana, que era de condición apacible, se tranquilizó fácilmente. Por otra parte, parecía que la música había logrado un benéfico efecto en sus jóvenes señoras. Insensiblemente volvieron los colores a sus mejillas y comenzaron a brillar sus ojos; así, que no opuso ninguna objeción al amoroso canto de los caballeros.
When it was finished, the princesses remained silent for a time; at length Zorayda took up a lute, and with a sweet, though faint and trembling voice, warbled a little Arabian air, the burden of which was, “The rose is concealed among her leaves, but she listens with delight to the song of the nightingale. ”
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Cuando acabaron sus coplas los cautivos, quedaron en silencio las doncellas por un momento; al fin, Zoraida tomó un laúd, y con dulce, débil y emocionada voz, entonó una cancioncilla africana, cuyo estribillo era éste: Aunque la rosa se oculte entre sus pétalos escucha con deleite la canción del ruiseñor.
From this time forward the cavaliers worked almost daily in the ravine. The considerate Hussein Baba became more and more indulgent, and daily more prone to sleep at his post. For some time a vague intercourse was kept up by popular songs and romances, which, in some measure, responded to each other, and breathed the feelings of the parties. By degrees the princesses showed themselves at the balcony, when they could do so without being perceived by the guards. They conversed with the cavaliers also, by means of flowers, with the symbolical language of which they were mutually acquainted. The difficulties of their intercourse added to its charms, and strengthened the passion they had so singularly conceived; for love delights to struggle with difficulties, and thrives the most hardily on the scantiest soil.
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Desde entonces, trabajaron los caballeros casi a diario en aquella cañada. El considerado Hussein Baba se hizo cada vez más indulgente y más propenso cada día a quedarse dormido en su puesto. Durante algún tiempo se estableció una misteriosa correspondencia por medio de canciones populares y romances, consistentes, en cierto modo, en una conversación que revelaba los sentimientos de unos y otros. Poco a poco las princesas se fueron asomando al balcón siempre que podían burlar la vigilancia de los guardias. También conversaban con los caballeros por medio de flores cuyo simbólico lenguaje conocían mutuamente. Las mismas dificultades de su correspondencia aumentaba sus encantos y avivaba la pasión que de tan singular manera despertara en sus corazones; pues el amor se complace en luchar con los obstáculos y crece con más fuerza cuando más estrecho y limitado es el terreno.
The change effected in the looks and spirits of the princesses by this secret intercourse, surprised and gratified the left-handed king; but no one was more elated than the discreet Kadiga, who considered it all owing to her able management.
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El cambio operado en el aspecto y carácter de las princesas con esta secreta correspondencia sorprendió y agradó al zurdo rey; pero nadie se mostraba más satisfecho que la discreta Kadiga, la cual lo consideraba todo debido a su hábil prudencia.
At length there was an interruption in this telegraphic correspondence; for several days the cavaliers ceased to make their appearance in the glen. The princesses looked out from the tower in vain. In vain they stretched their swan-like necks from the balcony; in vain they sang like captive nightingales in their cage: nothing was to be seen of their Christian lovers; not a note responded from the groves. The discreet Kadiga sallied forth in quest of intelligence, and soon returned with a face full of trouble. “Ah, my children! ” cried she, “I saw what all this would come to, but you would have your way; you may now hang up your lutes on the willows. The Spanish cavaliers are ransomed by their families; they are down in Granada, and preparing to return to their native country. ”
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Mas he aquí que esta telegráfica comunicación interrumpióse durante unos días, pues los caballeros no volvieron a aparecer por el barranco. En vano miraban las tres jóvenes desde la torre; en vano asomaban sus cuellos de cisne por el balcón; en vano gorjeaban como ruiseñores en sus jaulas: no veían a sus enamorados caballeros cristianos, ni una nota respondía desde la alameda. La discreta Kadiga salió en busca de noticias, y pronto regresó con el rostro lleno de turbación. —¡Ay, hijas mías! —exclamó——. ¡Ya preveía yo en qué iba a parar todo esto, pero tal fue vuestra voluntad! Podéis colgar el laúd en los sauces. Los caballeros españoles han sido rescatados por sus familias, han bajado a Granada y estarán preparando el regreso a su patria.
The three beautiful princesses were in despair at the tidings. Zayda was indignant at the slight put upon them, in thus being deserted without a parting word. Zorayda wrung her hands and cried, and looked in the glass, and wiped away her tears, and cried afresh. The gentle Zorahayda leaned over the balcony and wept in silence, and her tears fell drop by drop among the flowers of the bank where the faithless cavaliers had so often been seated.
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Las tres bellas infantas quedaron desconsoladas con aquella noticia. Zaida se indignó por la descortesía usada con ella, al marcharse de este modo, sin una palabra de despedida. Zoraida se retorcía las manos y lloraba; mirándose en el espejo, se enjugaba sus lágrimas y volvía a llorar de nuevo amargamente. La gentil Zorahaida, apoyada en el alféizar de la ventana, lloraba en silencio, y sus lágrimas regaron gota a gota las flores de la ladera en que tantas veces se habían sentado los tres desleales caballeros.
The discreet Kadiga did all in her power to soothe their sorrow. “Take comfort, my children, ” said she, “this is nothing when you are used to it. This is the way of the world. Ah! when you are as old as I am, you will know how to value these men. I’ll warrant these cavaliers have their loves among the Spanish beauties of Cordova and Seville, and will soon be serenading under their balconies, and thinking no more of the Moorish beauties in the Alhambra. Take comfort, therefore, my children, and drive them from your hearts. ”
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La discreta Kadiga hizo cuanto pudo por mitigarles su pena. —Consolaos, hijas mías —les decía—; esto no será nada cuando os hayáis acostumbrado. Así es el mundo. ¡Ay! Cuando seáis tan viejas como yo, sabréis lo que son los hombres. Segura estoy que esos jóvenes tienen amores con algunas bellas españolas de Córdoba o Sevilla, y pronto les darán serenatas bajo sus balcones, sin acordarse de las bellezas moras de la Alhambra. Consolaos, pues, hijas mías, y arrojadlos de vuestros corazones.
The comforting words of the discreet Kadiga only redoubled the distress of the three princesses, and for two days they continued inconsolable. On the morning of the third, the good old woman entered their apartment, all ruffling with indignation.
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Las alentadoras palabras de la discreta Kadiga sólo sirvieron para acrecentar el dolor de las tres princesas, que permanecieron inconsolables durante dos días. En la mañana del tercero, la buena anciana entró en sus habitaciones, trémula de indignación.
“Who would have believed such insolence in mortal man! ” exclaimed she, as soon as she could find words to express herself; “but I am rightly served for having connived at this deception of your worthy father. Never talk more to me of your Spanish cavaliers. ”
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—¡Quién se hubiera imaginado tamaña insolencia en un ser mortal! —exclamó, tan pronto como pudo hallar palabras para expresarse—. Pero bien merecido me lo tengo por contribuir a engañar a vuestro digno padre. ¡No me habléis más en la vida de vuestros caballeros españoles!
“Why, what has happened, good Kadiga? ” exclaimed the princesses in breathless anxiety.
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—Pero ¿qué ha sucedido, buena Kadiga? —exclamaron las princesas con anhelante inquietud.
“What has happened?—treason has happened! or what is almost as bad, treason has been proposed; and to me, the most faithful of subjects, the trustiest of duennas! Yes, my children, the Spanish cavaliers have dared to tamper with me, that I should persuade you to fly with them to Cordova, and become their wives! ”
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—¿Que qué ha sucedido? ¡Qué han hecho traición o lo que es lo mismo, que me han propuesto hacer una traición! ¡A mí, la más fiel de los súbditos de vuestro padre, la más leal de las dueñas! ¡Sí, hijas mías, los caballeros españoles se han atrevido a proponerme que os persuada para que huyáis con ellos a Córdoba y os hagáis sus esposas!
Here the excellent old woman covered her face with her hands, and gave way to a violent burst of grief and indignation. The three beautiful princesses turned pale and red, pale and red, and trembled, and looked down, and cast shy looks at each other, but said nothing. Meantime, the old woman sat rocking backward and forward in violent agitation, and now and then breaking out into exclamations, “That ever I should live to be so insulted!—I, the most faithful of servants! ”
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Y al llegar aquí la astuta vieja se cubrió el rostro con las manos entregándose a un violento acceso de pesar e indignación. Las tres hermosas infantas tan pronto se ponían rojas como pálidas, estremecíanse, bajaban sus ojos al suelo y se miraban de reojo unas a otras; pero no dijeron nada. Entre tanto se sentó Kadiga, agitándose violentamente, mientras prorrumpía de cuando en cuando en exclamaciones: —¡Que haya yo vivido para ser insultada de este modo! ¡Yo, la más fiel servidora!
At length, the eldest princess, who had most spirit and always took the lead, approached her, and laying her hand upon her shoulder, “Well, mother, ” said she, “supposing we were willing to fly with these Christian cavaliers—is such a thing possible? ”
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