THERE was once a Moorish king of Granada who had but one son, whom he named Ahmed, to which his courtiers added the surname of al Kamel, or the perfect, from the indubitable signs of superexcellence which they perceived in him in his very infancy. The astrologers countenanced them in their foresight, predicting every thing in his favor that could make a perfect prince and a prosperous sovereign. One cloud only rested upon his destiny, and even that was of a roseate hue: he would be of an amorous temperament, and run great perils from the tender passion. If, however, he could be kept from the allurements of love until of mature age, these dangers would be averted, and his life thereafter be one uninterrupted course of felicity.
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HABÍA en otro tiempo un rey moro de Granada que sólo tenía un hij o llamado Ahmed, a quien sus cortesanos dieron el nombre de al Kamel o el Perfecto, por las inequívocas señales de superioridad que observaron en él desde su más tierna infancia. Los astrólogos las confirmaron con sus pronósticos, vaticinando en su favor todos los dones necesarios para ser príncipe perfecto y un dichoso soberano. Tan sólo una nube oscurecía su destino, aunque era de color de rosa: que tendría un temperamento amoroso y que correría grandes peligros por esta tierna pasión; pero que si lograba evadirse de sus halagos y seducciones hasta llegar a la edad madura, todos los peligros serían conjurados y su vida resultaría una serie ininterrumpida de felicidades.
To prevent all danger of the kind, the king wisely determined to rear the prince in a seclusion where he should never see a female face, nor hear even the name of love. For this purpose he built a beautiful palace on the brow of the hill above the Alhambra, in the midst of delightful gardens, but surrounded by lofty walls, being, in fact, the same palace known at the present day by the name of the Generalife. In this palace the youthful prince was shut up, and intrusted to the guardianship and instruction of Eben Bonabben, one of the wisest and dryest of Arabian sages, who had passed the greatest part of his life in Egypt, studying hieroglyphics, and making researches among the tombs and pyramids, and who saw more charms in an Egyptian mummy than in the most tempting of living beauties. The sage was ordered to instruct the prince in all kinds of knowledge but one—he was to be kept utterly ignorant of love.
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Para hacer frente a dichos peligros, determinó sabiamente el rey educar al príncipe en un apartado retiro en donde nunca viese ningún rostro de mujer y en el que jamás oyera la palabra amor. Con este propósito construyó un magnífico palacio en la cumbre de la colina que hay más arriba de la Alhambra, en medio de deliciosos jardines, pero cercado de elevadas murallas —el mismo que hoy lleva el nombre de Generalife—. En este palacio fue encerrado el joven príncipe, confiado a la custodia y enseñanza de Eben Bonabben, uno de los más severos sabios de la Arabia, que había pasado la mayor parte de su vida en Egipto, dedicado al estudio de los jeroglíficos e investigando entre tumbas y pirámides, y que encontraba más encanto en una momia egipcia que en la más seductora de las be- H llezas. Se ordenó a éste que instruyese al príncipe en toda clase de conocimientos, pero sin que nunca supiese lo que era amor.
“Use every precaution for the purpose you may think proper, ” said the king; “but remember, O Eben Bonabben, if my son learns aught of that forbidden knowledge while under your care, your head shall answer for it. ”
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—Emplea, con este fin, todas las precauciones que juzgues oportunas —dijo el rey—; pero recuerda, ¡oh Eben Bonabben!, que si mi hijo llega a saber algo de esa prohibida ciencia, mientras se encuentre bajo tus cuidados, me responderás con tu cabeza.
A withered smile came over the dry visage of the wise Bonabben at the menace. “Let your majesty’s heart be as easy about your son, as mine is about my head: am I a man likely to give lessons in the idle passion? ”
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Una amarga sonrisa se dibujó en el adusto rostro del sabio Bonabben al escuchar esta amenaza. —Esté tranquilo por su hijo el corazón de vuestra majestad, como yo lo estoy por mi cabeza. ¿Seré yo por ventura capaz de dar lecciones acerca de esa yana pasión?
Under the vigilant care of the philosopher, the prince grew up, in the seclusion of the palace and its gardens. He had black slaves to attend upon him—hideous mutes who knew nothing of love, or if they did, had not words to communicate it. His mental endowments were the peculiar care of Eben Bonabben, who sought to initiate him into the abstruse lore of Egypt; but in this the prince made little progress, and it was soon evident that he had no turn for philosophy.
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Bajo el vigilante cuidado del filósofo creció el príncipe, recluido en el palacio y sus jardines. Tenía para su servicio esclavos negros, horrorosos mudos que nada conocían del amor, y si algo sabían, no tenían palabras para expresarlo. Su educación intelectual era el principal cuidado de Eben Bonabben, que trataba de iniciarlo en la misteriosa ciencia de Egipto; pero en esto progresaba poco el príncipe, dando pruebas evidentes de que no sentía inclinación por la filosofía.
He was, however, amazingly ductile for a youthful prince, ready to follow any advice, and always guided by the last counsellor. He suppressed his yawns, and listened patiently to the long and learned discourses of Eben Bonabben, from which he imbibed a smattering of various kinds of knowledge, and thus happily attained his twentieth year, a miracle of princely wisdom—but totally ignorant of love.
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El joven Ahmed era, no obstante, extraordinariamente dócil, dispuesto a seguir los consejos que se le daban, y guiándose siempre por el último que le aconsejara. Disimulaba su aburrimiento y escuchaba con paciencia los largos y doctos discursos de Eben Bonabben, con lo que adquirió un barniz de varias clases de conocimientos, y así llegó felizmente hasta los veinte años, con la magnífica sabiduría que corresponde a un príncipe, pero completamente ignorante de lo que era amor.
About this time, however, a change came over the conduct of the prince. He completely abandoned his studies, and took to strolling about the gardens, and musing by the side of the fountains. He had been taught a little music among his various accomplishments; it now engrossed a great part of his time, and a turn for poetry became apparent. The sage Eben Bonabben took the alarm, and endeavored to work these idle humors out of him by a severe course of algebra; but the prince turned from it with distaste. “I cannot endure algebra, ” said he; “it is an abomination to me. I want something that speaks more to the heart. ”
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Por este tiempo operóse un cambio en la conducta de Ahmed. Abandonó por completo los estudios y se aficionó a pasear por los jardines y a meditar junto a las fuentes. Entre otras cosas, le habían enseñado algo de música, que ahora le ocupaba gran parte del día, al mismo tiempo que se advertía en él cierto gusto por la poesía. El sabio Eben Bonabben se alarmó y trató de distraerlo de estas vanas aficiones mediante un severo curso de álgebra; pero el príncipe rechazó aquello con disgusto. —No puedo soportar el álgebra —decía—. ¡La aborrezco! Necesito algo que me hable al corazón.
The sage Eben Bonabben shook his dry head at the words. “Here is an end to philosophy, ” thought he. “The prince has discovered he has a heart! ” He now kept anxious watch upon his pupil, and saw that the latent tenderness of his nature was in activity, and only wanted an object. He wandered about the gardens of the Generalife in an intoxication of feelings of which he knew not the cause. Sometimes he would sit plunged in a delicious reverie; then he would seize his lute, and draw from it the most touching notes, and then throw it aside, and break forth into sighs and ejaculations.
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Eben Bonabben movió su venerable cabeza al oír aquellas palabras. «He aquí el final de toda la filosofía —pensaba—. ¡El príncipe ha descubierto que tiene corazón! » Vigiló desde entonces con ansiedad a su discípulo y observó que la ternura latente en su naturaleza estaba en actividad y sólo necesitaba un objeto en que manifestarse. Vagaba el príncipe por los jardines del Generalife, con una exaltación de sentimientos cuya causa desconocía. Algunas veces se sentaba y sumíase en deliciosos ensueños, o bien pulsaba su laúd, arrancándole los acentos más conmovedores, para después arrojarlo lejos de sí, mientras prorrumpía en quejas y suspiros.
By degrees this loving disposition began to extend to inanimate objects; he had his favorite flowers, which he cherished with tender assiduity; then he became attached to various trees, and there was one in particular, of a graceful form and drooping foliage, on which he lavished his amorous devotion, carving his name on its bark, hanging garlands on its branches, and singing couplets in its praise, to the accompaniment of his lute.
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Poco a poco esta amorosa predisposición de Ahmed comenzó a extenderse a los objetos inanimados; tenía sus flores favoritas, a las que acariciaba con tierna asiduidad. Más tarde puso su cariñosa predilección en varios árboles, de los que, uno en especial, que tenía forma graciosa y delicado ramaje, atrajo su amorosa ternura, y grabó su nombre en la corteza, colgó guirnaldas de sus ramas y cantó canciones en su alabanza, con el acompañamiento de su laúd.
Eben Bonabben was alarmed at this excited state of his pupil. He saw him on the very brink of forbidden knowledge—the least hint might reveal to him the fatal secret. Trembling for the safety of the prince and the security of his own head, he hastened to draw him from the seductions of the garden, and shut him up in the highest tower of the Generalife. It contained beautiful apartments, and commanded an almost boundless prospect, but was elevated far above that atmosphere of sweets and those witching bowers so dangerous to the feelings of the too susceptible Ahmed.
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Eben Bonabben se alarmó ante este estado de excitación de su discípulo, a quien veía al borde mismo de la prohibida ciencia, pues el más leve indicio podía revelarle el fatal secreto. Temblando por la salvación del príncipe y por la seguridad de su cabeza, se apresuró a apartarlo de los halagos y seducciones del jardín y lo encerró en la torre más alta del Generalife. Contenía ésta bellos aposentos que dominaban un horizonte casi ilimitado, aunque se mostraba, dada su altura, muy por encima de aquella atmósfera de deleites y lejos de aquellas encantadoras glorietas, tan peligrosas para los sentimientos del demasiado impresionable Ahmed.
What was to be done, however, to reconcile him to this restraint and to beguile the tedious hours? He had exhausted almost all kinds of agreeable knowledge; and algebra was not to be mentioned. Fortunately Eben Bonabben had been instructed, when in Egypt, in the language of birds, by a Jewish Rabbin, who had received it in lineal transmission from Solomon the wise, who had been taught it by the queen of Sheba. At the very mention of such a study, the eyes of the prince sparkled with animation, and he applied himself to it with such avidity, that he soon became as great an adept as his master.
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¿Qué hacer, sin embargo, para acostumbrarlo a esta soledad y distraerlo en sus horas de fastidio? Ya había agotado casi por completo toda clase de conocimientos amenos, y en cuanto al álgebra, no había ni que pensar en ella. Por fortuna, Eben Bonabben, cuando estuvo en Egipto, había aprendido el lenguaje de los pájaros con un rabino judío, que lo había recibido directamente del sabio Salomón, a quien se lo enseñó la reina de Saba. A la sola mención de este estudio, brillaron de alegría los ojos del príncipe, y con tal avidez se entregó a él, que muy pronto fue tan docto en esta ciencia como su propio maestro.
The tower of the Generalife was no longer a solitude; he had companions at hand with whom he could converse. The first acquaintance he formed was with a hawk, who built his nest in a crevice of the lofty battlements, whence he soared far and wide in quest of prey. The prince, however, found little to like or esteem in him. He was a mere pirate of the air, swaggering and boastful, whose talk was all about rapine and carnage, and desperate exploits.
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Ya no le parecía la torre del Generalife un lugar solitario, pues tenía a mano compañeros con quienes poder conversar. La primera amistad que hizo fue la de un gavilán que tenía su nido en una grieta de las altas almenas, desde donde se lanzaba a todas partes en busca de su presa. Ahmed, sin embargo, encontraba en él poco de alabanza y estima, porque no era sino un vulgar pirata del aire, soberbio y fanfarrón, que sólo hablaba de rapiñas, carnicerías y feroces hazañas.
His next acquaintance was an owl, a mighty wise looking bird, with a huge head and staring eyes, who sat blinking and goggling all day in a hole in the wall, but roamed forth at night. He had great pretensions to wisdom, talked something of astrology and the moon, and hinted at the dark sciences; he was grievously given to metaphysics, and the prince found his prosings even more ponderous than those of the sage Eben Bonabben.
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Su nueva amistad fue la de un búho, pájaro de aspecto filosófico, cabeza grande y ojos inmóviles, que se pasaba todo el día en un agujero de la muralla haciendo guiños y revolviendo las pupilas, y que únicamente salía a merodear por la noche. Mostraba grandes pretensiones de sabio, hablaba un poco de astrología y de la luna y daba a entender que conocía algo de las ciencias ocultas; era, sobre todo, muy aficionado a la metafísica, por lo que el príncipe encontraba sus discursos más pesados todavía que los de su maestro Eben Bonabben.
Then there was a bat, that hung all day by his heels in the dark corner of a vault, but sallied out in slipshod style at twilight. He, however, had but twilight ideas on all subjects, derided things of which he had taken but an imperfect view, and seemed to take delight in nothing.
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Trabó conocimiento después con un murciélago que se pasaba todo el día colgado de las patas en un oscuro rincón de la bóveda, y sólo salía, furtivamente, al anochecer. Poseía escasos conocimientos de todas las cosas, se burlaba de lo que no conocía sino a medias y no parecía hallar placer en nada.
Besides these there was a swallow, with whom the prince was at first much taken. He was a smart talker, but restless, bustling, and for ever on the wing; seldom remaining long enough for any continued conversation. He turned out in the end to be a mere smatterer, who did but skim over the surface of things, pretending to know every thing, but knowing nothing thoroughly.
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Había, además de éstos, una golondrina de la que el príncipe quedó prendado en un principio. Era muy habladora, pero inquieta, bulliciosa y siempre estaba volando; así que rara vez se detenía lo suficiente para poder mantener una prolongada conversación. Ahmed comprendió por último que era bastante superficial, incapaz de profundizar en las cosas, y pretendía conocerlo todo, sin saber nada en absoluto.
These were the only feathered associates with whom the prince had any opportunity of exercising his newly acquired language; the tower was too high for any other birds to frequent it. He soon grew weary of his new acquaintances, whose conversation spoke so little to the head, and nothing to the heart; and gradually relapsed into his loneliness. A winter passed away, spring opened with all its bloom and verdure and breathing sweetness, and the happy time arrived for birds to pair and build their nests. Suddenly, as it were, a universal burst of song and melody broke forth from the groves and gardens of the Generalife, and reached the prince in the solitude of his tower. From every side he heard the same universal theme—love—love—love chanted forth, and responded to in every variety of note and tone. The prince listened in silence and perplexity. “What can be this love, ” thought he, “of which the world seems so full, and of which I know nothing? ” He applied for information to his friend the hawk. The ruffian bird answered in a tone of scorn: “You must apply, ” said he, “to the vulgar peaceable birds of earth, who are made for the prey of us princes of the air. My trade is war, and fighting my delight. I am a warrior, and know nothing of this thing called love. ”
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Estos eran únicamente los alados compañeros con quienes el príncipe hallaba ocasión de ejercitarse en el idioma recientemente adquirido, ya que la torre era demasiado elevada para que pudiesen frecuentaría otros pájaros. Pronto se cansó de sus nuevas amistades, cuya conversación hablaba tan poco a la cabeza y nada al corazón, y poco a poco fue volviendo a su soledad. Pasó el invierno y volvió la primavera con toda su belleza, verdor y suave dulzura, y con ella, el tiempo feliz en que los pájaros buscan su pareja y hacen sus nidos. De repente brotó de los bosques y jardines del Generalife un general concierto de cantos y melodías, que ascendió hasta el príncipe recluido en la soledad de su torre. Por todas partes el mismo tema universal —amor, amor, amor—, cantado y respondido en toda variedad de notas y tonalidades. El príncipe escuchaba silencioso y perplejo. «¿Qué será ese amor —se decía pensativo— de que tan lleno parece estar el mundo, y del cual nada conozco? » Acudió a informarse de su amigo el gavilán, y el pájaro rufián le contestó en tono desdeñoso: —Debes dirigirte a los vulgares y pacíficos pájaros de la tierra, nacidos para ser presa de nosotros, los príncipes del aire. Mi oficio es la guerra y mi deleite el pelear. Yo soy un guerrero y nada sé de eso que llaman amor.
The prince turned from him with disgust, and sought the owl in his retreat. “This is a bird, ” said he, “of peaceful habits, and may be able to solve my question. ” So he asked the owl to tell him what was this love about which all the birds in the groves below were singing.
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El príncipe se apartó de él con disgusto y buscó al búho en su retiro. «Esta es un ave — se dijo— de tranquilas costumbres y puede darme la solución del enigma.» Preguntó, pues, al búho que le dijese qué era ese amor que cantaban los pájaros del bosque.
Upon this, the owl put on a look of offended dignity. “My nights, ” said he, “are taken up in study and research, and my days in ruminating in my cell upon all that I have learnt. As to these singing birds of whom you talk, I never listen to them—I despise them and their themes. Allah be praised, I cannot sing; I am a philosopher, and know nothing of this thing called love. ”
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Al oírlo, adoptó el búho una actitud de dignidad ofendida. —Yo paso las noches —le respondió— dedicado al estudio y a la investigación, y los días, meditando en mi celda todo lo que he aprendido. En cuanto a esos pájaros cantores de que me hablas, no los oigo nunca; desprecio a ellos y a sus asuntos. Gracias a Alá no sé cantar; soy un filósofo e ignoro qué es eso que llaman amor.
The prince now repaired to the vault, where his friend the bat was hanging by the heels, and propounded the same question. The bat wrinkled up his nose into a most snappish expression. “Why do you disturb me in my morning’s nap with such an idle question? ” said he, peevishly. “I only fly by twilight, when all birds are asleep, and never trouble myself with their concerns. I am neither bird nor beast, and I thank heaven for it. I have found out the villany of the whole of them, and hate them one and all. In a word, I am a misanthrope—and know nothing of this thing called love. ”
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El príncipe se fijó entonces en la bóveda, donde estaba colgado de las patas su amigo el murciélago, y le hizo la misma pregunta. El interpelado frunció el hocico con gesto huraño. —¿Para qué turbas mi sueño de la mañana con pregunta tan necia? —le respondió, gruñón—. Yo sólo vuelo cuando es de noche y todos los pájaros están dormidos, y nunca me han preocupado sus asuntos. No soy ni ave ni bestia, y doy por ello gracias a los cielos. He descubierto los ¿efectos de todo el mundo, y a todos aborrezco, desde el primero hasta el último. En una palabra: yo soy un misántropo y nada sé de eso que llaman amor.
As a last resort, the prince now sought the swallow, and stopped him just as he was circling about the summit of the tower. The swallow, as usual, was in a prodigious hurry, and had scarce time to make a reply. “Upon my word, ” said he, “I have so much public business to attend to, and so many pursuits to follow, that I have had no time to think on the subject. I have every day a thousand visits to pay; a thousand affairs of importance to examine into, that leave me not a moment of leisure for these little sing-song matters. In a word, I am a citizen of the world—I know nothing of this thing called love. ” So saying, the swallow dived into the valley, and was out of sight in a moment.
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Como último recurso buscó entonces el príncipe a la golondrina y la detuvo cuando describía círculos en torno a la torre. La golondrina, como de costumbre, tenía mucha prisa y apenas si tuvo tiempo de responder. —Te aseguro —le dijo— que tengo tantas cosas a que atender y tanto que hacer, que no he tenido tiempo para pensar en eso. Todos los días he de efectuar miles de visitas; debo resolver un millar de asuntos que no me dejan un momento de descanso para pensar en esas tonterías. En una palabra: yo soy una ciudadana del mundo y nada sé de eso que llaman amor. Y dicho esto, la golondrina se lanzó hacia el valle y en un momento se perdió de vista.
The prince remained disappointed and perplexed, but with his curiosity still more piqued by the difficulty of gratifying it. While in this mood, his ancient guardian entered the tower. The prince advanced eagerly to meet him. “O Eben Bonabben, ” cried he, “thou hast revealed to me much of the wisdom of the earth; but there is one thing of which I remain in utter ignorance, and would fain be informed. ”
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Desconcertado y perplejo quedó el príncipe, aunque más estimulada su curiosidad ante las dificultades que encontraba para satisfacerla. En este estado de ánimo se hallaba, cuando entró en la torre su anciano guardián. Ahmed se adelantó ansioso a su encuentro. —¡Oh Eben Bonabben! —exclamó—. Tú me has revelado muchas cosas de la sabiduría de la tierra; pero hay algo que ignoro, y quisiera que me lo explicases.
“My prince has but to make the inquiry, and every thing within the limited range of his servant’s intellect is at his command. ”
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—Mi príncipe no tiene sino preguntar, y todo lo que esté al limitado alcance de la inteligencia de este su siervo, está a su disposición.
“Tell me then, O most profound of sages, what is the nature of this thing called love? ”
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—Entonces, dime, ¡oh tú el más profundo de los sabios!: ¿Qué es eso que llaman amor?
Eben Bonabben was struck as with a thunderbolt. He trembled and turned pale, and felt as if his head sat but loosely on his shoulders.
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Eben Bonabben quedó como herido por un rayo. Tembló y palideció, y hasta le parecía que la cabeza se le escapaba de los hombros.
“What could suggest such a question to my prince—where could he have learnt so idle a word? ”
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—¿Qué cosa es lo que ha podido sugerirte, príncipe mío, semejante pregunta? ¿Dónde has aprendido esa vana palabra?
The prince led him to the window of the tower. “Listen, O Eben Bonabben, ” said he. The sage listened. The nightingale sat in a thicket below the tower, singing to his paramour the rose; from every blossomed spray and tufted grove rose a strain of melody; and love—love—love—was still the unvarying strain.
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El príncipe le condujo a la ventana de la torre. —Escucha, Eben Bonabben —le dijo. El sabio prestó atención. El ruiseñor se hallaba en la maleza, al pie de la torre, cantando a su amante que estaba entre los rosales; de todos los floridos ram ajes y del espeso arbolado se alzaba un himno melodioso que repetía invariablemente el tema de amor, amor, amor.
“Allah Akbar! God is great! ” exclaimed the wise Bonabben. “Who shall pretend to keep this secret from the heart of man, when even the birds of the air conspire to betray it? ”
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—¡Allah Akbar! ¡Dios es grande! —exclamó el filósofo Bonabben—. ¿Quién pretenderá ocultar este secreto al corazón del hombre, cuando hasta los pájaros del aire conspiran para revelarlo?
Then turning to Ahmed—“O my prince, ” cried he, “shut thine ears to these seductive strains. Close thy mind against this dangerous knowledge. Know that this love is the cause of half the ills of wretched mortality. It is this which produces bitterness and strife between brethren and friends; which causes treacherous murder and desolating war. Care and sorrow, weary days and sleepless nights, are its attendants. It withers the bloom and blights the joys of youth, and brings on the ills and griefs of premature old age. Allah preserve thee, my prince, in total ignorance of this thing called love! ”
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Luego, volviéndose hacia Ahmed, le dijo: —¡Oh mi querido príncipe! No des oídos a estos cantos seductores. Cierra tu inteligencia a esta ciencia peligrosa. Sabe que el amor es la causa de todos los males que afligen a la pobre Humanidad, el origen de los odios y amarguras entre hermanos y amigos; el que engendra los crímenes, las traiciones, las crueles guerras; su séquito se compone de pesares e inquietudes, de días de congoja y noches de insomnio; él marchita la belleza, oscurece la alegría de la juventud y trae consigo los achaques y aflicciones de una prematura vejez. ¡Alá te conserve, príncipe querido, en completa ignorancia de eso que llaman amor!
The sage Eben Bonabben hastily retired, leaving the prince plunged in still deeper perplexity. It was in vain he attempted to dismiss the subject from his mind; it still continued uppermost in his thoughts, and teased and exhausted him with vain conjectures. Surely, said he to himself, as he listened to the tuneful strains of the birds, there is no sorrow in those notes; every thing seems tenderness and joy. If love be a cause of such wretchedness and strife, why are not these birds drooping in solitude, or tearing each other in pieces, instead of fluttering cheerfully about the groves, or sporting with each other among flowers?
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Retiróse presuroso el sabio, dejando al príncipe sumido en una confusión aún más grande. En vano trataba de apartar de su imaginación tal idea, pues dominaba todos sus otros pensamientos, despertando en él extrañas inquietudes y vanas conjeturas. «Seguramente —se decía, mientras escuchaba los melodiosos trinos de los pájaros— no hay tristeza en esos cantos, sino que todo parece ternura y alegría. Si el amor es la causa de tales miserias y discordias, ¿por qué no se entristecen estas avecillas en su soledad, o se despedazan unas a otras, en vez de revolotear alegremente entre los árboles o jugar entre las flores? »
He lay one morning on his couch meditating on this inexplicable matter. The window of his chamber was open to admit the soft morning breeze, which came laden with the perfume of orange blossoms from the valley of the Darro. The voice of the nightingale was faintly heard, still chanting the wonted theme. As the prince was listening and sighing, there was a sudden rushing noise in the air; a beautiful dove, pursued by a hawk, darted in at the window, and fell panting on the floor; while the pursuer, balked of his prey, soared off to the mountains.
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Una mañana reposaba en el lecho meditando sobre tan inexplicable materia. La ventana de su habitación estaba abierta para dar paso a la suave y temprana brisa, que llegaba saturada con la fragancia de la flor del naranjo del valle del Darro. Se oían débilmente los trinos del ruiseñor, que repetía incansable su acostumbra cantilena. Mientras el príncipe Ahmed escuchaba embebecido y lanzaba suspiros, se produjo un súbito y precipitado ruido en los aires, y un hermoso palomo, perseguido por un gavilán, penetró por la ventana y cayó jadeante al suelo, mientras su perseguidor, perdida ya su presa, marchó volando hacia las montañas.
The prince took up the gasping bird, smoothed its feathers, and nestled it in his bosom. When he had soothed it by his caresses, he put it in a golden cage, and offered it, with his own hands, the whitest and finest of wheat and the purest of water. The bird, however, refused food, and sat drooping and pining, and uttering piteous moans.
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El príncipe recogió a la pobre avecilla, acarició sus plumas y la anidó en su pecho. Cuando la hubo tranquilizado con sus caricias, la metió en una jaula de oro y le ofreció, con sus propias manos, el más escogido trigo blanco y el agua más pura. El palomo, sin embargo, se negó a tomar alimento y permanecía triste y encogido, exhalando lastimeros quejidos.
“What aileth thee? ” said Ahmed. “Hast thou not every thing thy heart can wish? ”
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—¿Qué te pasa? —le preguntó Ahmed—. ¿No tienes todo lo que puede desear tu corazón?
“Alas, no! ” replied the dove; “am I not separated from the partner of my heart, and that too in the happy spring-time, the very season of love! ”
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—¡Ay, no! —replicó el palomo—. ¿No estoy separado de la compañera de mi alma en esta hermosa época de la primavera, verdadera estación del amor?
“Of love! ” echoed Ahmed; “I pray thee, my pretty bird, canst thou tell me what is love? ”
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—¡Del amor!... —replicó Ahmed—. Por favor, mi linda avecilla: ¿Puedes tú decirme qué es el amor?
“Too well can I, my prince. It is the torment of one, the felicity of two, the strife and enmity of three. It is a charm which draws two beings together, and unites them by delicious sympathies, making it happiness to be with each other, but misery to be apart. Is there no being to whom you are drawn by these ties of tender affection? ”
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—Sí que puedo, príncipe mío. El amor es el tormento de uno, la felicidad de dos y la discordia y enemistad de tres. Es un encanto que atrae mutuamente a dos seres y los une por deliciosas simpatías, haciéndoles felices cuando están juntos y desgraciados cuando se separan. ¿No existe ningún ser con quien tú estés ligado por estos lazos de tierno afecto? —
“I like my old teacher Eben Bonabben better than any other being; but he is often tedious, and I occasionally feel myself happier without his society. ”
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Quiero a mi viejo maestro Eben Bonabben más que a ningún otro ser; pero me resulta con frecuencia fastidioso, y a veces me siento más feliz sin su compañía. —No es ésa la amistad a que yo me refiero.
“That is not the sympathy I mean. I speak of love, the great mystery and principle of life: the intoxicating revel of youth; the sober delight of age. Look forth, my prince, and behold how at this blest season all nature is full of love. Every created being has its mate; the most insignificant bird sings to its paramour; the very beetle woos its lady-beetle in the dust, and yon butterflies which you see fluttering high above the tower, and toying in the air, are happy in each other’s loves. Alas, my prince hast thou spent so many of the precious days of youth without knowing any thing of love? Is there no gentle being of another sex—no beautiful princess nor lovely damsel who has ensnared your heart, and filled your bosom with a soft tumult of pleasing pains and tender wishes? ”
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Hablo del amor, el gran misterio y principio de la vida; el sueño embriagador de la juventud y sereno deleite de la edad madura. Mira, ¡oh príncipe!, y advierte cómo en esta agradable estación la Naturaleza entera está llena de ese amor. Todo ser creado tiene su compañero; el pájaro más insignificante canta a su pareja; hasta el mismo escarabajo corteja a la suya entre el polvo, y aquellas mariposas que ves revolotear por encima de la torre, jugueteando en el aire, son felices con su mutuo amor. ¡Ay, príncipe querido! ¿Cómo has pasado los preciosos días de tu juventud sin saber nada del amor? ¿No hay ninguna gentil criatura del otro sexo, una hermosa princesa, una encantadora dama, que haya cautivado tu corazón y llenado tu pecho de una suave congoja, de agradables tormentos y tiernos deseos?
“I begin to understand, ” said the prince, sighing; “such a tumult I have more than once experienced, without knowing the cause; and where should I seek for an object such as you describe, in this dismal solitude? ”
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—Empiezo a comprender —dijo el príncipe suspirando—; más de una vez he experimentado esa inquietud, sin conocer la causa; pero dime. ¿Dónde encontraré yo, en esta triste soledad, ese ser que me has descrito?...
A little further conversation ensued, and the first amatory lesson of the prince was complete.
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La conversación se prolongó algo más y quedó completa la primera lección del amor del príncipe.
“Alas! ” said he, “if love be indeed such a delight, and its interruption such a misery, Allah forbid that I should mar the joy of any of its votaries. ” He opened the cage, took out the dove, and having fondly kissed it, carried it to the window. “Go, happy bird, ” said he, “rejoice with the partner of thy heart in the days of youth and spring-time. Why should I make thee a fellow-prisoner in this dreary tower, where love can never enter? ”
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—¡Ay! —exclamó——. Si la posesión del amor es en verdad tal delicia, y la carencia de él tal amargura, no permita Alá que yo turbe la alegría de los que aman. Y abriendo la jaula sacó al palomo y, luego de besarlo cariñosamente, se dirigió con él a la ventana. —Vuela, ave feliz —le dijo-, y goza con la compañera de tu corazón estos días de primavera y juventud. ¿Para qué tenerte encerrada en esta triste prisión, donde nunca podrá penetrar el amor?
The dove flapped its wings in rapture, gave one vault into the air, and then swooped downward on whistling wings to the blooming bowers of the Darro.
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El palomo batió sus alas en señal de gozo, describió un círculo en el aire y se precipitó velozmente hacia las floridas alamedas del Darro.
The prince followed him with his eyes, and then gave way to bitter repining. The singing of the birds which once delighted him, now added to his bitterness. Love! love! love! Alas, poor youth! he now understood the strain.
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El príncipe lo siguió con su mirada, y entregóse después a amargas reflexiones. El canto de los pájaros, que antes le deleitara tanto, aumentaba ahora su amargura. ¡Amor! ¡Amor! ¡Amor! ¡Ay, pobre príncipe! Ya sí que entendía lo que significaban aquellos trinos melodiosos .
His eyes flashed fire when next he beheld the sage Bonabben. “Why hast thou kept me in this abject ignorance? ” cried he. “Why has the great mystery and principle of life been withheld from me, in which I find the meanest insect is so learned? Behold all nature is in a revel of delight. Every created being rejoices with its mate. This—this is the love about which I have sought instruction. Why am I alone debarred its enjoyment? Why has so much of my youth been wasted without a knowledge of its raptures? ”
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Sus ojos despedían fuego cuando vio de nuevo al filósofo Bonabben. —¿Por qué me has tenido en esta abyecta ignorancia?—le gritó—. ¿Por qué no me has revelado ese gran misterio y principio de la vida que todos, hasta el más vil de los insectos, conocen? Mira, mira la Naturaleza entera en un sueño de delicias. Todo ser creado se deleita con su compañera. Este, éste es el amor que yo he deseado conocer. ¿Por qué sólo yo estoy privado de sus goces? ¿Por qué se han malgastado todos los días de mi juventud sin conocer sus transportes y delicias?
The sage Bonabben saw that all further reserve was useless; for the prince had acquired the dangerous and forbidden knowledge. He revealed to him, therefore, the predictions of the astrologers, and the precautions that had been taken in his education to avert the threatened evils. “And now, my prince, ” added he, “my life is in your hands. Let the king your father discover that you have learned the passion of love while under my guardianship, and my head must answer for it. ”
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El sabio Bonabben comprendió que era completamente inútil guardar toda reserva, puesto que el príncipe conocía ya la peligrosa y prohibida ciencia. Así que le reveló las predicciones de los astrólogos y los cuidados que se habían adoptado en su educación para conjurar todos los peligros que le amenazaban. —Y ahora, querido príncipe —añadió——, mi vida está en tus manos. Si el rey tu padre descubre que has aprendido lo que es la pasión del amor mientras has estado bajo mi custodia y vigilancia, mi cabeza responderá de ello.
The prince was as reasonable as most young men of his age, and easily listened to the remonstrances of his tutor, since nothing pleaded against them. Besides, he really was attached to Eben Bonabben, and being as yet but theoretically acquainted with the passion of love, he consented to confine the knowledge of it to his own bosom, rather than endanger the head of the philosopher.
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El príncipe, que era tan razonable como la mayoría de los jóvenes de su edad, escuchó atentamente las disculpas de su preceptor, y nada quiso alegar en contra de ellas. Por otra parte, sentía un afecto sincero por Eben Bonabben, y como sólo conocía el amor en teoría, consintió en guardar dentro de su pecho este conocimiento, antes que poner en peligro la cabeza del filósofo.
His discretion was doomed, however, to be put to still further proofs. A few mornings afterwards, as he was ruminating on the battlements of the tower, the dove which had been released by him came hovering in the air, and alighted fearlessly upon his shoulder.
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Mas, a pesar de todo, estaba condenada su discreción a sufrir duras pruebas. Pocos días después, cuando meditaba paseando por las alamedas de la torre, la paloma que él había libertado llegó volando por los aires y se posó confiadamente en su hombro.
The prince fondled it to his heart. “Happy bird, ” said he, “who can fly, as it were, with the wings of the morning to the uttermost parts of the earth. Where hast thou been since we parted? ”
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El príncipe la estrechó contra su corazón, mientras decía: —Feliz avecilla que puedes volar con la rapidez de la aurora hasta las regiones más remotas de la tierra: ¿dónde has estado desde que nos separamos?
“In a far country, my prince, whence I bring you tidings in reward for my liberty. In the wild compass of my flight, which extends over plain and mountain, as I was soaring in the air, I beheld below me a delightful garden with all kinds of fruits and flowers. It was in a green meadow, on the banks of a wandering stream; and in the centre of the garden was a stately palace. I alighted in one of the bowers to repose after my weary flight. On the green bank below me was a youthful princess, in the very sweetness and bloom of her years. She was surrounded by female attendants, young like herself, who decked her with garlands and coronets of flowers; but no flower of field or garden could compare with her for loveliness. Here, however, she bloomed in secret, for the garden was surrounded by high walls, and no mortal man was permitted to enter. When I beheld this beauteous maid, thus young and innocent and unspotted by the world, I thought, here is the being formed by heaven to inspire my prince with love. ”
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—En un lejano país, príncipe querido, del que te traigo nuevas en recompensa de la libertad que me concediste. En mi vuelo raudo e incesante, que se extiende sobre las llanuras y montañas, una vez que me cernía por los aires, divisé debajo de mi un delicioso jardín, lleno de toda clase de flores y frutos. Se encontraba en las márgenes de un fugitivo arroyuelo junto a una verde pradera, y en el centro de la misma se elevaba un suntuoso palacio. Poséme en la rama de un árbol para descansar en mi fatigoso vuelo. En la verde orilla de la corriente vi una joven princesa, en la flor de su juventud y su belleza, rodeada de doncellas, jóvenes también, que la ataviaban con guirnaldas y coronas de flores; pero no hay flor silvestre o jardín que pueda compararse a ella en hermosura. Oculta en este retiro pasaba el tiempo la princesa, pues el jardín estaba cercado de altos muros y no se permitía la entrada a ningún ser humano. Mientras contemplaba a esta bellísima doncella, tan joven e inocente, y no contaminada todavía por el mundo, pensé en mi interior: «He aquí la criatura destinada por el Cielo para inspirar el amor de mi príncipe.»
The description was a spark of fire to the combustible heart of Ahmed; all the latent amorousness of his temperament had at once found an object, and he conceived an immeasurable passion for the princess. He wrote a letter, couched in the most impassioned language, breathing his fervent devotion, but bewailing the unhappy thraldom of his person, which prevented him from seeking her out and throwing himself at her feet. He added couplets of the most moving eloquence, for he was a poet by nature, and inspired by love. He addressed his letter—“To the unknown beauty, from the captive Prince Ahmed ” ; then, perfuming it with musk and roses, he gave it to the dove.
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La descripción que hizo la paloma fue una chispa de fuego para el inflamable corazón de Ahmed; todo su latente temperamento amoroso había encontrado por fin un objeto en quien manifestarse, y así se despertó en él una ardiente pasión por la princesa. Escribió una carta, redactada en el lenguaje más apasionado, en la que le confesaba su ferviente amor, aunque lamentándose de la infausta prisión de su persona, que le impedía ir en su busca para postrarse a sus pies. Añadió unas poesías de lo más tierna y conmovedora elocuencia, pues era poeta por naturaleza y ahora se sentía inspirado por el amor. La carta iba dirigida «A la Bella Desconocida, del cautivo príncipe Ahmed.» La perfumó después con almizcle y rosas, y se la entregó a la paloma.
“Away, trustiest of messengers! ” said he. “Fly over mountain and valley, and river, and plain; rest not in bower, nor set foot on earth, until thou hast given this letter to the mistress of my heart. ”
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—¡Ve, mi más fiel mensajera! Vuela sobre las montañas y valles, ríos y llanuras; no te poses en rama verde ni en prado que tenga flor hasta que hayas entregado esta carta a la señora de mis pensamientos.
The dove soared high in air, and taking his course darted away in one undeviating direction. The prince followed him with his eye until he was a mere speck on a cloud, and gradually disappeared behind a mountain.
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Elevóse la paloma a gran altura y tomando rumbo partió como una flecha en línea recta. El príncipe la siguió con la mirada hasta que sólo fue un punto sobre las nubes, y, poco a poco, desapareció tras las montañas.
Day after day he watched for the return of the messenger of love, but he watched in vain. He began to accuse him of forgetfulness, when towards sunset one evening the faithful bird fluttered into his apartment, and falling at his feet expired. The arrow of some wanton archer had pierced his breast, yet he had struggled with the lingerings of life to execute his mission. As the prince bent with grief over this gentle martyr to fidelity, he beheld a chain of pearls round his neck, attached to which, beneath his wing, was a small enamelled picture. It represented a lovely princess in the very flower of her years. It was doubtless the unknown beauty of the garden; but who and where was she—how had she received his letter, and was this picture sent as a token of her approval of his passion? Unfortunately the death of the faithful dove left every thing in mystery and doubt.
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Uno y otro día esperaba Ahmed la vuelta de su mensajera de amor, mas todo fue en vano. Y ya comenzaba a acusarla de ingratitud, cuando una tarde, a la caída del sol, entró volando la fiel avecilla en su aposento, y cayendo a sus pies, expiró. La flecha de algún cruel cazador le había atravesado el pecho; mas con todo había luchado en los últimos instantes de su vida para cumplir su misión. Al inclinarse el príncipe, lleno de pena, sobre aquel noble mártir de la fidelidad, observó que tenía un collar de perlas en torno a su garganta, y pendiente de él, por debajo de un ala, una miniatura esmaltada con la imagen de una bellísima princesa en la flor de su juventud. Era sin duda la bella desconocida del jardín; pero ¿quién era y dónde se encontraba? ¿Cómo habría acogido su carta? ¿Enviaba este retrato como prueba de que aceptaba su amor? Desgraciadamente la muerte de la fiel paloma lo dejaba todo sumido en la duda y el misterio.
The prince gazed on the picture till his eyes swam with tears. He pressed it to his lips and to his heart; he sat for hours contemplating it almost in an agony of tenderness. “Beautiful image! ” said he, “alas, thou art but an image! Yet thy dewy eyes beam tenderly upon me; those rosy lips look as though they would speak encouragement: vain fancies! Have they not looked the same on some more happy rival? But where in this wide world shall I hope to find the original? Who knows what mountains, what realms may separate us; what adverse chances may intervene? Perhaps now, even now, lovers may be crowding around her, while I sit here a prisoner in a tower, wasting my time in adoration of a painted shadow. ”
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El príncipe miraba el retrato basta que sus ojos se arrasaron de lágrimas; lo besaba y estrechaba contra su corazón y se pasaba las horas contemplándolo con melancólica ternura. « ¡Hermosa imagen! —decía—. No eres, ¡ay!, más que un retrato, y sin embargo, tus dulces ojos me miran tiernamente y tus rosados labios parece que quieren infundirme valor. ¡Vanas ilusiones! ¿No habrás contemplado nunca otro rival más afortunado que yo? ¿Dónde podré encontrar el original en este vasto mundo? ¡Quién sabe las montañas y reinos que nos separan y las desgracias que nos puedan amenazar! Tal vez ahora, en este mismo instante, se encuentra rodeada de enamorados, mientras que yo estoy aquí, prisionero en esta torre, en la que pasaré mis días adorando una pintada ilusión...»
The resolution of Prince Ahmed was taken. “I will fly from this palace, ” said he, “which has become an odious prison; and, a pilgrim of love, will seek this unknown princess throughout the world. ” To escape from the tower in the day, when every one was awake, might be a difficult matter; but at night the palace was slightly guarded; for no one apprehended any attempt of the kind from the prince, who had always been so passive in his captivity. How was he to guide himself, however, in his darkling flight, being ignorant of the country?
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El príncipe Ahmed tomó entonces una decisión. «Huiré de este palacio —se dijo— que se ha convertido en una odiosa prisión y, peregrino de amor, buscaré a la desconocida princesa por toda la tierra.» Escapar de la torre durante el día, cuando todos estaban despiertos, podría resultar bastante difícil; pero por la noche el palacio no estaba muy vigilado, pues nadie sospechaba una tentativa de esta clase en el príncipe, que siempre se había mostrado tan resignado en su cautividad. Ahora bien: ¿cómo guiarse en su fuga nocturna no conociendo el país?
He bethought him of the owl, who was accustomed to roam at night, and must know every by-lane and secret pass. Seeking him in his hermitage, he questioned him touching his knowledge of the land. Upon this the owl put on a mighty self-important look. “You must know, O prince, ” said he, “that we owls are of a very ancient and extensive family, though rather fallen to decay, and possess ruinous castles and palaces in all parts of Spain. There is scarcely a tower of the mountains, or a fortress of the plains, or an old citadel of a city, but has some brother or uncle, or cousin, quartered in it; and in going the rounds to visit this my numerous kindred, I have pryed into every nook and corner, and made myself acquainted with every secret of the land. ”
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Se acordó entonces del búho que, acostumbrado a volar de noche, debía de conocer todas las veredas y pasos secretos. Fue, pues, a buscarle en su retiro y le interrogó acerca de este punto. Al oír esto, adoptó el búho una actitud de suficiencia. —Has de saber, ¡oh príncipe! —contestó—, que nosotros los búhos somos una familia tan antigua como numerosa, aunque venida a menos, dueños todavía de ruinosos castillos y palacios en todas las partes de España. No hay torre en las montañas, fortaleza en el llano o vieja ciudadela en la población donde no habite algún hermano, tío o primo nuestro; al visitar a mis numerosos parientes, he fisgoneado todas las galerías y rincones y me he enterado de todos los escondrijos del país.
The prince was overjoyed to find the owl so deeply versed in topography, and now informed him, in confidence, of his tender passion and his intended elopement, urging him to be his companion and counsellor.
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El príncipe se llenó de gozo al ver que el búho estaba tan profundamente versado en topografía, y le informó entonces en confianza, de su tierna pasión, y su proyectada escapatoria, rogándole al mismo tiempo que fuese su compañero y consejero.
“Go to! ” said the owl, with a look of displeasure; “am I a bird to engage in a love affair? I whose whole time is devoted to meditation and the moon? ”
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—¡Ni pensarlo! — exclamó el búho, y su actitud era de enojo—. ¿Soy yo acaso un ave para ocuparme en cuestiones de amor? ¿Yo, que he consagrado toda mi vida a la meditación y al culto de la luna?
“Be not offended, most solemn owl, ” replied the prince; “abstract thyself for a time from meditation and the moon, and aid me in my flight, and thou shalt have whatever heart can wish. ”
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—No te ofendas, ¡oh tú el más digno de los búhos! — respondió el príncipe—; deja un poco de meditar y de pensar en los astros, ayúdame en mi fuga y tendrás todo lo que pueda desear tu corazón.
“I have that already, ” said the owl: “a few mice are sufficient for my frugal table, and this hole in the wall is spacious enough for my studies; and what more does a philosopher like myself desire? ”
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—Tengo cuanto necesito —respondió el búho-. Unos ratones son suficientes para mi frugal comida, y este agujero en la pared es bastante espacioso para mis estudios. ¿Qué más puede querer un filósofo como yo?
“Bethink thee, most wise owl, that while moping in thy cell and gazing at the moon, all thy talents are lost to the world. I shall one day be a sovereign prince, and may advance thee to some post of honor and dignity. ”
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—Piensa, sapientísimo búho, que mientras pasas tontamente la vida en tu celda y contemplas la luna, todo tu talento está perdido para el mundo. Algún día seré un príncipe soberano y podré colocarte en un puesto de honor y dignidad.
The owl, though a philosopher and above the ordinary wants of life, was not above ambition; so he was finally prevailed on to elope with the prince, and be his guide and mentor in his pilgrimage.
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El búho, aunque era filósofo y se hallaba por encima de las necesidades de la vida, no carecía de ambición, por lo que, al fin, consintió en fugarse con el príncipe y servirle de guía y mentor en su peregrinación.
The plans of a lover are promptly executed. The prince collected all his jewels, and concealed them about his person as travelling funds. That very night he lowered himself by his scarf from a balcony of the tower, clambered over the outer walls of the Generalife, and, guided by the owl, made good his escape before morning to the mountains.
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Como es costumbre de los enamorados llevar a cabo sus planes con presteza, el príncipe recogió todas sus alhajas y las escondió entre su traje para destinarlas a los gastos del camino. Aquella misma noche se descolgó con un ceñidor por el balcón de la torre, escaló las murallas exteriores del Generalife y guiado por el búho completó su fuga, llegando antes del amanecer a las montañas.
He now held a council with his mentor as to his future course.
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Celebró entonces consejo con su guía acerca de la ruta futura.
“Might I advise, ” said the owl, “I would recommend you to repair to Seville. You must know that many years since I was on a visit to an uncle, an owl of great dignity and power, who lived in a ruined wing of the Alcazar of that place. In my hoverings at night over the city I frequently remarked a light burning in a lonely tower. At length I alighted on the battlements, and found it to proceed from the lamp of an Arabian magician: he was surrounded by his magic books, and on his shoulder was perched his familiar, an ancient raven who had come with him from Egypt. I am acquainted with that raven, and owe to him a great part of the knowledge I possess. The magician is since dead, but the raven still inhabits the tower, for these birds are of wonderful long life. I would advise you, O prince, to seek that raven, for he is a soothsayer and a conjurer, and deals in the black art, for which all ravens, and especially those of Egypt, are renowned. ”
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—Si sirve para algo mi opinión —le dijo el búho— te recomendaría que marchásemos a Sevilla. Has de saber que, hace ya muchos años, hice allí una visita a un tío mío de gran dignidad y poder, que vivía en un ángulo ruinoso del Alcázar que existe en aquella población. En mis salidas nocturnas sobre la ciudad, observé con frecuencia una luz que brillaba en una torre solitaria. Poséme entonces sobre sus almenas y vi que dicha luz procedía de la lámpara de un mago árabe que se hallaba rodeado de libros de magia y sostenía en el hombro a su favorito, un viejo cuervo que había traído de Egipto. Tengo amistad con ese cuervo y a él debo gran parte de los conocimientos que poseo. El mago murió hace tiempo; pero el cuervo habita todavía en la torre, pues ya se sabe que estos pájaros gozan de una larga vida. Te aconsejo, ¡oh príncipe!, que busques a ese cuervo, porque es adivino y hechicero y conoce incluso la magia negra, por la que son tan famosos todos estos pájaros, en especial los de Egipto.
The prince was struck with the wisdom of this advice, and accordingly bent his course towards Seville. He travelled only in the night, to accommodate his companion, and lay by during the day in some dark cavern or mouldering watchtower, for the owl knew every hiding hole of the kind, and had a most antiquarian taste for ruins.
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Quedó el príncipe sorprendido de la sensatez que encerraba este consejo y dirigió, por tanto, sus pasos hacia Sevilla. Para adaptarse a su compañero, viajaba sólo de noche y descansaba durante el día en alguna oscura caverna o ruinosa atalaya, pues el búho conocía todos los escondrijos de esta clase y tenía una auténtica pasión de arqueólogo por las ruinas.
At length one morning at daybreak they reached the city of Seville, where the owl, who hated the glare and bustle of crowded streets, halted without the gate, and took up his quarters in a hollow tree.
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Al fin, una mañana, al romper el día, llegaron a Sevilla, donde el búho, que aborrecía la luz y el bullicioso ruido de las calles, se detuvo fuera de las puertas de la ciudad, estableciendo su cuartel en el hueco de un árbol.
The prince entered the gate, and readily found the magic tower, which rose above the houses of the city, as a palm-tree rises above the shrubs of the desert; it was in fact the same tower standing at the present day, and known as the Giralda, the famous Moorish tower of Seville.
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Entró el príncipe en Sevilla y pronto encontró la torre mágica que sobresalía por encima de las casas de la población, del mismo modo que la palmera se alza sobre las hierbas del desierto; era, en efecto, la misma que existe hoy, conocida con el nombre de la Giralda, famosa torre morisca de Sevilla.
The prince ascended by a great winding staircase to the summit of the tower, where he found the cabalistic raven, an old, mysterious, gray-headed bird, ragged in feather, with a film over one eye that gave him the glare of a spectre. He was perched on one leg, with his head turned on one side, poring with his remaining eye on a diagram described on the pavement.
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El príncipe subió por una gran escalera de caracol hasta lo alto de ella, donde encontró al cabalístico cuervo, pájaro viejo y misterioso, de cabeza encanecida y casi sin plumas, con una nube en un ojo, que le daba la apariencia de un espectro. Se sostenía sobre una pata, con la cabeza inclinada a un lado, mirando, con el ojo que le quedaba, un diagrama trazado en el pavimento.
The prince approached him with the awe and reverence naturally inspired by his venerable appearance and supernatural wisdom. “Pardon me, most ancient and darkly wise raven, ” exclaimed he, “if for a moment I interrupt those studies which are the wonder of the world. You behold before you a votary of love, who would fain seek your counsel how to obtain the object of his passion. ”
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El príncipe se llegó a él con el natural temor y reverenda que inspiraban su venerable aspecto y sobrenatural sabiduría. —Perdona, ¡oh el más anciano y sapientísimo cuervo mágico! —exclamó—, si interrumpo por un momento esos estudios que son la admiración del mundo entero. Tienes delante de ti a un devoto del amor, que busca con ansia tu consejo para lograr el objeto de su pasión.
“In other words, ” said the raven, with a significant look, “you seek to try my skill in palmistry. Come, show me your hand, and let me decipher the mysterious lines of fortune. ”
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—En otras palabras —dijo el cuervo con una mirada significativa—, lo que tú deseas es consultar mi ciencia quiromántica. Bien: acércate y muéstrame tu mano para que yo descifre las misteriosas rayas de tu destino.
“Excuse me, ” said the prince, “I come not to pry into the decrees of fate, which are hidden by Allah from the eyes of mortals; I am a pilgrim of love, and seek but to find a clue to the object of my pilgrimage. ”
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—Dispensa —dijo el príncipe—. Yo no vengo a descubrir los secretos del destino que Alá oculta a los ojos de los mortales; soy un peregrino de amor y solamente deseo encontrar el rastro que me conduzca al objeto de mi peregrinación.
“And can you be at any loss for an object in amorous Andalusia? ” said the old raven, leering upon him with his single eye; “above all, can you be at a loss in wanton Seville, where black-eyed damsels dance the zambra under every orange grove? ”
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—¿Y cómo es posible que no encuentres el objeto de tu amor en la seductora Andalucía? —le dijo el viejo cuervo mirándole con su único ojo—; pero ¿cómo es posible que te encuentres perplejo en la alegre Sevilla, donde bailan la zambra las damas de ojos negros, debajo de los naranjos?
The prince blushed, and was somewhat shocked at hearing an old bird with one foot in the grave talk thus loosely. “Believe me, ” said he, gravely, “I am on none such light and vagrant errand as thou dost insinuate. The black-eyed damsels of Andalusia who dance among the orange groves of the Guadalquivir are as naught to me. I seek one unknown but immaculate beauty, the original of this picture; and I beseech thee, most potent raven, if it be within the scope of thy knowledge or the reach of thy art, inform me where she may be found. ”
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Sonrojóse Ahmed y se asombró de oír hablar tan libremente a un viejo pájaro con un pie ya en la sepultura. —Créeme —le dijo con gravedad—. Yo no persigo una empresa tan liviana e inútil como tú insinúas. Nada significan para mí esas bellezas andaluzas que bailan bajo los naranjos del Guadalquivir. Busco a una belleza desconocida y purísima, al original de este retrato; te ruego, pues, ¡oh poderoso cuervo!, que si está al alcance de tu arte o de tu inteligencia, me digas dónde puedo encontrarla.
The gray-headed raven was rebuked by the gravity of the prince.
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El viejo cuervo se sintió un poco avergonzado ante la solemnidad del príncipe
“What know I, ” replied he, dryly, “of youth and beauty? my visits are to the old and withered, not the fresh and fair: the harbinger of fate am I; who croak bodings of death from the chimney top, and flap my wings at the sick man’s window. You must seek elsewhere for tidings of your unknown beauty. ”
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—Y ¿qué sé yo —le dijo secamente— de juventud y de belleza? Yo sólo visito a los viejos y decrépitos, no a los jóvenes y hermosos; soy el mensajero del Destino, que grazno presagios de muerte desde lo alto de las chimeneas y bato mis alas junto a la ventana de los enfermos. Vete, pues, a otra parte a buscar noticias de tu bella desconocida.
“And where can I seek if not among the sons of wisdom, versed in the book of destiny? Know that I am a royal prince, fated by the stars, and sent on a mysterious enterprise on which may hang the destiny of empires. ”
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—¿Y dónde las he de buscar sino entre los hijos de la sabiduría, versados en el libro del Destino? Sabe que yo soy príncipe de sangre real, predestinado por las estrellas y llamado a una misteriosa empresa, de la que quizá dependa la suerte de los imperios.
When the raven heard that it was a matter of vast moment, in which the stars took interest, he changed his tone and manner, and listened with profound attention to the story of the prince. When it was concluded, he replied, “Touching this princess, I can give thee no information of myself, for my flight is not among gardens, or around ladies’ bowers; but hie thee to Cordova, seek the palm-tree of the great Abderahman, which stands in the court of the principal mosque: at the foot of it thou wilt find a great traveller who has visited all countries and courts, and been a favorite with queens and princesses. He will give thee tidings of the object of thy search. ”
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Cuando el cuervo vio que era un asunto de gran importancia, en el que influían las estrellas, cambió de tono y ademanes y escuchó con profunda atención la historia del príncipe; terminada la cual le dijo: —Por lo que se refiere a esa princesa, no puedo darte noticias, pues no suelo volar por los jardines ni por las glorietas que frecuentan las damas; pero apresúrate a ir a Córdoba, busca allí la palmera del gran Abderrahman, que se encuentra en el patio de la mezquita principal, y verás al pie de ella a un gran viajero que ha visitado todas las Cortes y países y ha sido favorito de reinas y princesas. El te dará noticias del objeto de tus pesquisas.
“Many thanks for this precious information, ” said the prince. “Farewell, most venerable conjurer. ”
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—Te agradezco en el alma tan preciosa información —dijo el príncipe—. ¡Pásalo bien, venerable hechicero!
“Farewell, pilgrim of love, ” said the raven, dryly, and again fell to pondering on the diagram.
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—¡Adiós, peregrino de amor! —le dijo el cuervo con sequedad; y se entregó de nuevo al estudio de su diagrama.
The prince sallied forth from Seville, sought his fellow-traveller the owl, who was still dozing in the hollow tree, and set off for Cordova.
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Salió el príncipe de Sevilla, buscó a su compañero de viaje, el búho, que aún dormitaba en el hueco del árbol, y se dirigieron hacia Córdoba.
He approached it along hanging gardens, and orange and citron groves, overlooking the fair valley of the Guadalquivir. When arrived at its gates the owl flew up to a dark hole in the wall, and the prince proceeded in quest of the palm-tree planted in days of yore by the great Abderahman. It stood in the midst of the great court of the mosque, towering from amidst orange and cypress trees. Dervises and Faquirs were seated in groups under the cloisters of the court, and many of the faithful were performing their ablutions at the fountains before entering the mosque.
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En las cercanías de esta ciudad cruzaron a través de jardines colgantes y bosques de naranjos y limoneros que dominaban el hermoso valle del Guadalquivir. Al llegar a sus puertas voló el búho a un oscuro agujero de la muralla y prosiguió el príncipe su camino en busca de la palmera plantada en otro tiempo por el gran Abderrahman, que se alzaba en medio del gran patio de la mezquita, por encima de los naranjos y cipreses. Algunos derviches y faquires estaban sentados en grupos bajo los claustros del patio, y muchos fieles hacía sus abluciones en las fuentes antes de entrar en la mezquita.
At the foot of the palm-tree was a crowd listening to the words of one who appeared to be talking with great volubility. “This, ” said the prince to himself, “must be the great traveller who is to give me tidings of the unknown princess. ” He mingled in the crowd, but was astonished to perceive that they were all listening to a parrot, who with his bright green coat, pragmatical eye, and consequential top-knot, had the air of a bird on excellent terms with himself.
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Al pie de la palmera había un grupo de gentes escuchando las palabras de uno que parecía hablar con gran animación. «Este debe de ser —se dijo el príncipe— el gran viajero que ha de darme noticias de la desconocida princesa.» Mezclóse a la multitud y quedó atónito cuando vio que aquél a quien todos escuchaban era un papagayo, que con su brillante plumaje verde, su insolente mirada y su típico penacho ofrecía el aspecto de un pájaro muy pagado de si mismo.
“How is this, ” said the prince to oneof the bystanders, “that so many grave persons can be delighted with the garrulity of a chattering bird? ”
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