JUST within the fortress of the Alhambra, in front of the royal palace, is a broad open esplanade, called the Place or Square of the Cisterns (la Plaza de los Algibes), so called from being undermined by reservoirs of water, hidden from sight, and which have existed from the time of the Moors. At one corner of this esplanade is a Moorish well, cut through the living rock to a great depth, the water of which is cold as ice and clear as crystal. The wells made by the Moors are always in repute, for it is well known what pains they took to penetrate to the purest and sweetest springs and fountains. The one of which we now speak is famous throughout Granada, insomuch that water-carriers, some bearing great water-jars on their shoulders, others driving asses before them laden with earthen vessels, are ascending and descending the steep woody avenues of the Alhambra, from early dawn until a late hour of the night.
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HAY en el interior de la fortaleza de la Alhambra, frente al palacio real, una amplia y extensa explanada, la Plaza de los Aljibes, llamada así por los depósitos subterráneos de agua que existen en ella desde el tiempo de los moros. En un rincón de esta plaza hay un pozo árabe, hecho en la roca viva, de una gran profundidad, cuya agua es tan fresca como el hielo y tan clara como el cristal. Los pozos abiertos por los moros tienen fama, pues bien conocidos son los esfuerzos que realizaron para penetrar hasta los más puros y deliciosos manantiales y fuentes. Este de que hablamos es popular en Granada, hasta el punto de que los aguadores —unos con grandes garrafas al hombro y otros con borricos cargados de cántaros— están continuamente subiendo y bajando por las pendientes y frondosas avenidas de la Alhambra, desde por la mañana temprano hasta las últimas horas de la noche.
Fountains and wells, ever since the scriptural days, have been noted gossiping places in hot climates; and at the well in question there is a kind of perpetual club kept up during the livelong day, by the invalids, old women, and other curious do-nothing folk of the fortress, who sit here on the stone benches, under an awning spread over the well to shelter the toll-gatherer from the sun, and dawdle over the gossip of the fortress, and question every water-carrier that arrives about the news of the city, and make long comments on every thing they hear and see. Not an hour of the day but loitering housewives and idle maid-servants may be seen, lingering with pitcher on head, or in hand, to hear the last of the endless tattle of these worthies.
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Fuentes y pozos han sido —desde los tiempos bíblicos— notables puntos de concurrencia y de charla en los climas cálidos. En el pozo en cuestión existe una especie de tertulia perpetua, que se prolonga todo el santo día, formada por los inválidos, las viejas y otros curiosos desocupados de la fortaleza, que se sientan en los bancos de piedra bajo un toldo extendido sobre el pozo para resguardar del sol al encargado. Allí se pierde el tiempo charlando de los sucesos de la fortaleza, se pregunta a todo aguador que llega las noticias de la ciudad y se hacen largos comentarios sobre cuanto se ve y oye. No hay hora del día en que no se anden por allí comadres y criadas H holgazanas en interminable cuchicheo, con el cántaro en la cabeza o en la mano, deseosas de oír el último chisme de aquella buena gente.
Among the water-carriers who once resorted to this well, there was a sturdy, strong-backed, bandy-legged little fellow, named Pedro Gil, but called Peregil for shortness. Being a water-carrier, he was a Gallego, or native of Galicia, of course. Nature seems to have formed races of men, as she has of animals, for different kinds of drudgery. In France the shoeblacks are all Savoyards, the porters of hotels all Swiss, and in the days of hoops and hair-powder in England, no man could give the regular swing to a sedan-chair but a bog-trotting Irishman. So in Spain, the carriers of water and bearers of burdens are all sturdy little natives of Galicia. No man says, “Get me a porter, ” but, “Call a Gallego. ”
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Entre los aguadores que concurrían alguna vez a este pozo se contaba un hombrecillo robusto, ancho de espaldas y zanquituerto, llamado Pedro Gil, pero más conocido por Perejil, a modo de abreviatura. Siendo aguador, por supuesto, tenía que ser gallego, pues la Naturaleza parece haber formado razas de hombres como lo ha hecho con los animales, para cada una de las diferentes clases de trabajo. En Francia, todos los limpiabotas son saboyanos; los porteros de los hoteles, suizos; y en los tiempos del miriñaque y el pelo empolvado, en Inglaterra, nadie como un irlandés, acostumbrado a andar por el barro, para dar un regular balanceo a una silla de mano. Lo mismo ocurre en España: los aguadores y mozos de cuerda son todos robustos hijos de Galicia. Nadie dice: «Búscame un mozo», sino: «Llama a un gallego.»
To return from this digression, Peregil the Gallego had begun business with merely a great earthen jar which he carried upon his shoulder; by degrees he rose in the world, and was enabled to purchase an assistant of a correspondent class of animals, being a stout shaggy-haired donkey. On each side of this his long-eared aide-de-camp, in a kind of pannier, were slung his water-jars, covered with fig-leaves to protect them from the sun. There was not a more industrious water-carrier in all Granada, nor one more merry withal. The streets rang with his cheerful voice as he trudged after his donkey, singing forth the usual summer note that resounds through the Spanish towns: “Quien quiere agua—agua mas fria que la nieve? ” —“Who wants water—water colder than snow? Who wants water from the well of the Alhambra, cold as ice and clear as crystal? ” When he served a customer with a sparkling glass, it was always with a pleasant word that caused a smile; and if, perchance, it was a comely dame or dimpling damsel, it was always with a sly leer and a compliment to her beauty that was irresistible. Thus Peregil the Gallego was noted throughout all Granada for being one of the civilest, pleasantest, and happiest of mortals.
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Volviendo a nuestro relato, Perejil el gallego había comenzado su oficio con sólo un gran cántaro de barro que se cargaba a la espalda; poco a poco prosperó y pudo comprar una ayuda: un pollino fuerte y peludo, animal el más apropiado para un aguador. A cada lado de su orejudo auxiliar, en una especie de serones, iban colgados sus cántaros, cubiertos con hojas de higuera para protegerlos del sol. No había en toda Granada aguador más diligente y alegre que él. En las calles resonaba su alegre voz mientras iba detrás de su borrico, pregonando con el acostumbrado grito de verano que se escucha en todas las ciudades españolas: ¿Quién quiere agua? ¡Agua más fría que la nieve! ¿Quién quiere agua del pozo de la Alhambra, fría como el hielo y clara como cristal? Cuando servía a un parroquiano un reluciente vaso, dirigíale siempre una palabra agradable que le hacía sonreír; y si se trataba de alguna gentil dama o graciosa señorita, le dirigía una picaresca mirada o un requiebro a su hermosura, que resultaba irresistible. De esta manera, Perejil el gallego era tenido en toda Granada por el más cortés, agradable y feliz de los mortales.
Yet it is not he who sings loudest and jokes most that has the lightest heart. Under all this air of merriment, honest Peregil had his cares and troubles. He had a large family of ragged children to support, who were hungry and clamorous as a nest of young swallows, and beset him with their outcries for food whenever he came home of an evening. He had a helpmate, too, who was any thing but a help to him. She had been a village beauty before marriage, noted for her skill at dancing the bolero and rattling the castanets; and she still retained her early propensities, spending the hard earnings of honest Peregil in frippery, and laying the very donkey under requisition for junketing parties into the country on Sundays, and saints’ days, and those innumerable holidays which are rather more numerous in Spain than the days of the week. With all this she was a little of a slattern, something more of a lie-abed, and, above all, a gossip of the first water; neglecting house, household, and every thing else, to loiter slipshod in the houses of her gossip neighbors.
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Pero no es precisamente quien canta más alto y quien más bromea el que tiene más alegre el corazón. Bajo todo su jovial aspecto, el honrado Perejil escondía penas y preocupaciones. Tenía que sostener una numerosa familia, una prole de harapientos chiquillos, hambrientos y bulliciosos como un nido de golondrinas, que siempre, al yo1-ver a casa por la noche, le pedían a gritos de comer. Tenía también esposa, que le servía de todo menos de ayuda. Había sido, antes de casarse, una bella aldeana, famosa por su habilidad en bailar el bolero y tocar las castañuelas. Todavía conservaba estas antiguas aficiones, con lo cual gastaba en fruslerías las míseras ganancias del honrado Perejil o se apoderaba hasta del jumento para irse de jolgorio al campo los domingos y días de los santos y esos innumerables días festivos que son en España casi más numerosos que los de trabajo. Para colmo, era una mujer un poco desaliñada, algo más que holgazana y, sobre todo, una charlatana de primer orden, que abandonaba casa, familia y todos sus quehaceres para irse a comadrear a casa de sus habladoras vecinas.
He, however, who tempers the wind to the shorn lamb, accommodates the yoke of matrimony to the submissive neck. Peregil bore all the heavy dispensations of wife and children with as meek a spirit as his donkey bore the water-jars; and, however he might shake his ears in private, never ventured to question the household virtues of his slattern spouse.
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Pero Aquel que regula el viento para la esquilada oveja, acomoda el yugo del matrimonio a la sumisa cerviz. Perejil sobrellevaba con paciencia todos los despilfarros de su mujer y de sus hijos, con la misma mansedumbre con que su borrico llevaba los cántaros de agua; y aunque algunas veces se sacudiera las orejas en privado, nunca se atrevió a poner en duda las virtudes domésticas de su descuidada esposa.
He loved his children too even as an owl loves its owlets, seeing in them his own image multiplied and perpetuated; for they were a sturdy, long-backed, bandy-legged little brood. The great pleasure of honest Peregil was, whenever he could afford himself a scanty holiday, and had a handful of marevedis to spare, to take the whole litter forth with him, some in his arms, some tugging at his skirts, and some trudging at his heels, and to treat them to a gambol among the orchards of the Vega, while his wife was dancing with her holiday friends in the Angosturas of the Darro.
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Amaba a sus hijos lo mismo que el búho ama a sus crías, viendo en ellos multiplicada y perpetuada su propia imagen, pues eran como él, pequeños de estatura y fuertes, de anchas espaldas y estevados de piernas. El mayor placer del honrado Perejil consistía, siempre que podía celebrar un cha de fiesta y disponía de unos cuantos maravedíes, en coger a todos sus hijos, y unos en brazos y otros agarrados a su chaqueta o pisándole los talones, llevarlos a disfrutar dando saltos por las huertas de la vega, en tanto que su mujer se quedaba bailando con sus amigas en las Angosturas del Darro.
It was a late hour one summer night, and most of the water-carriers had desisted from their toils. The day had been uncommonly sultry; the night was one of those delicious moonlights, which tempt the inhabitants of southern climes to indemnify themselves for the heat and inaction of the day, by lingering in the open air, and enjoying its tempered sweetness until after midnight. Customers for water were therefore still abroad. Peregil, like a considerate, painstaking father, thought of his hungry children. “One more journey to the well, ” said he to himself, “to earn a Sunday’s puchero for the little ones. ” So saying, he trudged manfully up the steep avenue of the Alhambra, singing as he went, and now and then bestowing a hearty thwack with a cudgel on the flanks of his donkey, either by way of cadence to the song, or refreshment to the animal; for dry blows serve in lieu of provender in Spain for all beasts of burden.
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Era una hora bastante avanzada de una noche de verano y ya la mayor parte de los aguadores hablan abandonado su trabajo. El día había sido extraordinariamente bochornoso, pero se presentaba una de esas deliciosas noches de luna que tientan a los habitantes de los climas meridionales a desquitarse del calor y la inacción del día, quedándose al aire libre para gozar de la templada frescura del ambiente hasta cerca de la medianoche. Aún había por las calles consumidores de agua; por lo cual, Perejil, como padre considerado y previsor, pensó en sus hambrientos chiquillos. «Daré un viaje más al pozo —se dijo— para ganar el puchero del domingo para mis pequeños.» Y así diciendo, subió con paso firme la empinada cuesta de la Alhambra, cantando por el camino y descargando de vez en cuando un fuerte varazo en los lomos de su borrico, a modo de compás de su canción o de refresco del animal, pues en España para todas las bestias de carga sirve el palo de forraje.
When arrived at the well, he found it deserted by every one except a solitary stranger in Moorish garb, seated on a stone bench in the moonlight. Peregil paused at first and regarded him with surprise, not unmixed with awe, but the Moor feebly beckoned him to approach. “I am faint and ill, ” said he, “aid me to return to the city, and I will pay thee double what thou couldst gain by thy jars of water. ”
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Cuando llegó al pozo lo encontró desierto, con excepción de un solitario desconocido vestido de moro, sentado en un banco de piedra a la luz de la luna. Perejil se detuvo de pronto y lo miró con sorpresa no desprovista de temor; pero el moro le hizo señas para que se acercase. —Estoy débil y enfermo —le dijo—; ayúdame a volver a la ciudad y te daré el doble de lo que puedas ganar con tus cántaros de agua.
The honest heart of the little water-carrier was touched with compassion at the appeal of the stranger. “God forbid, ” said he, “that I should ask fee or reward for doing a common act of humanity. ” He accordingly helped the Moor on his donkey, and set off slowly for Granada, the poor Moslem being so weak that it was necessary to hold him on the animal to keep him from falling to the earth.
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El buen corazón del honrado aguador se sintió movido de misericordia ante la súplica del extranjero. —Dios me libre —le respondió— de recibir ningún pago o recompensa por un sencillo acto de humanidad. Ayudó, por tanto, al moro a subir en su borrico y partió con él lentamente hacia Granada; pero el pobre musulmán se hallaba tan débil que fue necesario irlo sosteniendo sobre el animal para evitar que cayese al suelo.
When they entered the city, the water-carrier demanded whither he should conduct him. “Alas! ” said the Moor, faintly, “I have neither home nor habitation, I am a stranger in the land. Suffer me to lay my head this night beneath thy roof, and thou shalt be amply repaid. ”
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Cuando entraron en la población le preguntó el aguador adónde había de llevarlo. —¡Ay! —exclamó el moro con voz desfallecida—. No tengo ni casa ni habitación, pues soy un extraño en este país. Permíteme que pase la noche en tu casa y serás generosamente gratificado.
Honest Peregil thus saw himself unexpectedly saddled with an infidel guest, but he was too humane to refuse a night’s shelter to a fellow being in so forlorn a plight, so he conducted the Moor to his dwelling. The children, who had sallied forth open-mouthed as usual on hearing the tramp of the donkey, ran back with affright, when they beheld the turbaned stranger, and hid themselves behind their mother. The latter stepped forth intrepidly, like a ruffling hen before her brood when a vagrant dog approaches.
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De esta manera encontróse el honrado Perejil con el inesperado compromiso de un huésped infiel; pero era demasiado humano para negar hospitalidad por una noche a una pobre criatura en situación tan lamentable, por lo que condujo al moro a su hogar. Los chiquillos que habían salido a su encuentro con la boca abierta, gritándole como de costumbre al oír los pasos del borrico, huyeron espantados cuando vieron al desconocido del turbante, y fueron a ocultarse detrás de su madre. Esta se adelantó valientemente, como una gallina enfurecida al frente de sus polluelos cuando se aproxima un perro vagabundo.
“What infidel companion, ” cried she, “is this you have brought home at this late hour, to draw upon us the eyes of the Inquisition? ”
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—¿Qué infiel compañero —gritó—— es este que traes a casa a estas horas para atraernos las miradas de la Inquisición?
“Be quiet, wife, ” replied the Gallego, “here is a poor sick stranger, without friend or home; wouldst thou turn him forth to perish in the streets? ”
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—Cállate, mujer —respondióle el gallego—. Es un pobre extranjero enfermo, sin amigos ni hogar; ¿serías capaz de arrojarlo para que perezca en medio de la calle
The wife would still have remonstrated, for although she lived in a hovel she was a furious stickler for the credit of her house; the little water-carrier, however, for once was stiff-necked, and refused to bend beneath the yoke. He assisted the poor Moslem to alight, and spread a mat and a sheep-skin for him, on the ground, in the coolest part of the house; being the only kind of bed that his poverty afforded.
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? Todavía hubiera seguido protestando la mujer, pues aunque vivía en una choza era celosa guardadora del crédito de su casa. El pobre aguador, sin embargo, se mantuvo firme por primera vez y se negó a doblegarse al yugo de su esposa. Ayudó al pobre musulmán a bajar del pollino y le extendi6 una estera y una zalea en el suelo, en el sitio más fresco de la casa, única cama que le permitía su pobreza.
In a little while the Moor was seized with violent convulsions, which defied all the ministering skill of the simple water-carrier. The eye of the poor patient acknowledged his kindness. During an interval of his fits he called him to his side, and addressing him in a low voice, “My end, ” said he, “I fear is at hand. If I die, I bequeath you this box as a reward for your charity ” : so saying, he opened his albornoz, or cloak, and showed a small box of sandalwood, strapped round his body. “God grant, my friend, ” replied the worthy little Gallego, “that you may live many years to enjoy your treasure, whatever it may be. ” The Moor shook his head; he laid his hand upon the box, and would have said something more concerning it, but his convulsions returned with increasing violence, and in a little while he expired.
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Al poco rato viose el moro acometido de violentas convulsiones para las que eran vanas toda ayuda y asistencia del humilde aguador. Los ojos del pobre paciente expresaban gratitud. Durante un intervalo de sus ataques, llamó a Perejil a su lado y, hablándole en voz baja, le dijo: —Temo que mi fin está muy cercano. Si muero, te dejo esta caja en premio de tu caridad —y al decir esto, abrió su albornoz y mostró una cajita de madera de sándalo que llevaba atada a su cuerpo. —Quiera Dios, amigo mío —respondió el honrado gallego—, que vivas muchos años para disfrutar de tu tesoro o lo que quiera que sea. Movió el moro la cabeza, puso su mano sobre la caja y quiso hablar algo acerca de ella; pero volvieron sus convulsiones con mayor violencia y al poco rato expiró.
The water-carrier’s wife was now as one distracted. “This comes, ” said she, “of your foolish good nature, always running into scrapes to oblige others. What will become of us when this corpse is found in our house? We shall be sent to prison as murderers; and if we escape with our lives, shall be ruined by notaries and alguazils. ”
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La mujer del aguador se puso como loca. —Esto nos sucede —decía— por tu estúpida bondad; por meterte siempre en apuros para servir a los demás. ¿Qué va a ser de nosotros cuando encuentren este cadáver en nuestra casa? Nos mandarán a la cárcel por asesinos; y si escapamos con vida, nos arruinarán escribanos y alguaciles.
Poor Peregil was in equal tribulation, and almost repented himself of having done a good deed. At length a thought struck him. “It is not yet day, ” said he; “I can convey the dead body out of the city, and bury it in the sands on the banks of the Xenil. No one saw the Moor enter our dwelling, and no one will know any thing of his death. ”
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El pobre Perejil se sentía también atribulado y casi le pesaba haber hecho una buena obra. Al fin, le vino una idea. —Aún no es de día —dijo——. Puedo sacar el cadáver de la ciudad y enterrarlo bajo la arena en las márgenes del Genil. Nadie vio entrar al moro en nuestra casa y nadie sabrá nada de su muerte.
So said, so done. The wife aided him; they rolled the body of the unfortunate Moslem in the mat on which he had expired, laid it across the ass, and Peregil set out with it for the banks of the river.
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Dicho y hecho. Con ayuda de su mujer, envolvió el cuerpo del infortunado musulmán en la esterilla donde había expirado; lo colocaron atravesado en el asno, y Perejil salió con él hacia las orillas del río.
As ill luck would have it, there lived opposite to the water-carrier a barber named Pedrillo Pedrugo, one of the most prying, tattling, and mischief-making of his gossip tribe. He was a weasel-faced, spider-legged varlet, supple and insinuating; the famous barber of Seville could not surpass him for his universal knowledge of the affairs of others, and he had no more power of retention than a sieve. It was said that he slept but with one eye at a time, and kept one ear uncovered, so that, even in his sleep, he might see and hear all that was going on. Certain it is, he was a sort of scandalous chronicle for the quid-nuncs of Granada, and had more customers than all the rest of his fraternity.
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Quiso la mala suerte que viviera frente al aguador un barbero llamado Pedrillo Pedrugo, uno de los más fisgones, chismosos y perversos hombres del mundo. Era un tipo con cara de comadreja y patas de araña, astuto y malicioso; ni el mismo Barbero de Sevilla le aventajaba en el conocimiento general de los negocios ajenos, de los que guardaba el secreto como en una criba. Decíase que dormía con un ojo abierto y el oído alerta para poder ver y escuchar, incluso en sueños, todo lo que pasaba a su alrededor. Era, en verdad, una especie de crónica escandalosa para los granadinos curiosos, y tenía más parroquianos que todos los de su gremio.
This meddlesome barber heard Peregil arrive at an unusual hour at night, and the exclamations of his wife and children. His head was instantly popped out of a little window which served him as a look-out, and he saw his neighbor assist a man in Moorish garb into his dwelling. This was so strange an occurrence, that Pedrillo Pedrugo slept not a wink that night. Every five minutes he was at his loophole, watching the lights that gleamed through the chinks of his neighbor’s door, and before daylight he beheld Peregil sally forth with his donkey unusually laden.
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Este entrometido barbero oyó llegar a Perejil a una hora desusada de la noche, así como las exclamaciones de la mujer y de los hijos. Asomóse al instante por el ventanillo que le servía de observatorio, y vio cómo su vecino ayudaba a entrar en su casa a un hombre vestido de moro. Era esto tan raro y extraño, que Pedrillo Pedrugo no pegó un ojo en toda la noche. Cada cinco minutos se asomaba al ventanillo, observando las luces que brillaban por las rendijas de la puerta de su vecino; hasta que antes del amanecer vio salir a Perejil con su borrico muy cargado.
The inquisitive barber was in a fidget; he slipped on his clothes, and, stealing forth silently, followed the water-carrier at a distance, until he saw him dig a hole in the sandy bank of the Xenil, and bury something that had the appearance of a dead body.
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El curioso barbero, intrigadísimo, se vistió apresuradamente y deslizándose con cautela siguió al aguador a cierta distancia, hasta que le vio cavar un hoyo en la arenosa ribera del Genil y enterrar después algo que parecía un cadáver.
The barber hied him home, and fidgeted about his shop, setting every thing upside down, until sunrise. He then took a basin under his arm, and sallied forth to the house of his daily customer the alcalde.
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Diose prisa el hombre en volver a casa, y empezó a dar vueltas por su barbería, revolviéndolo todo, hasta que salió el sol. Cogió entonces una bacía debajo del brazo y se encaminó a casa del alcalde, que era un cliente cotidiano.
The alcalde was just risen. Pedrillo Pedrugo seated him in a chair, threw a napkin round his neck, put a basin of hot water under his chin, and began to mollify his beard with his fingers.
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El alcalde acababa de levantarse. Pedrillo le hizo sentar en una silla, púsole una toalla al cuello, preparó la bacía de agua caliente y comenzó a ablandarle la barba con los dedos.
“Strange doings! ” said Pedrugo, who played barber and newsmonger at the same time—“Strange doings! Robbery, and murder, and burial all in one night! ”
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—¡Qué cosas más extrañas pasan! —exclamó, a la vez que hacía de barbero y gacetillero—. ¡Qué cosas más extrañas! ¡Robo, asesinato y entierro; todo en una noche!
“Hey!—how!—what is that you say? ” cried the alcalde.
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—¡Eh! ¿Cómo? ¿Qué estás diciendo? —gritó el alcalde.
“I say, ” replied the barber, rubbing a piece of soap over the nose and mouth of the dignitary, for a Spanish barber disdains to employ a brush—“I say that Peregil the Gallego has robbed and murdered a Moorish Mussulman, and buried him, this blessed night. Maldita sea la noche—accursed be the night for the same! ”
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—Digo —respondió el barbero, frotando la nariz y la barba de la autoridad con un trozo de jabón (pues el barbero español desdeña el uso de la brocha)—, digo que Perejil el gallego ha robado, asesinado y enterrado a un moro en esta condenada noche. ¡Maldita sea la noche!
“But how do you know all this? ” demanded the alcalde.
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—Pero ¿cómo sabes tú todo eso? —preguntó el alcalde.
“Be patient, senor, and you shall hear all about it, ” replied Pedrillo, taking him by the nose and sliding a razor over his cheek. He then recounted all that he had seen, going through both operations at the same time, shaving his beard, washing his chin, and wiping him dry with a dirty napkin, while he was robbing, murdering, and burying the Moslem.
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—Tenga usted paciencia, señor, y oirá todo lo que a ello se refiere —contestó Pedrillo, agarrándole por la nariz y deslizando la navaja por sus mejillas. Entonces le contó cuanto había visto, mientras hacia dos operaciones al mismo tiempo: afeitar, lavar la barba y enjugar el rostro del alcalde con una sucia toalla, al par que le refería el robo, asesinato y entierro del musulmán.
Now it so happened that this alcalde was one of the most overbearing, and at the same time most griping and corrupt curmudgeons in all Granada. It could not be denied, however, that he set a high value upon justice, for he sold it at its weight in gold. He presumed the case in point to be one of murder and robbery; doubtless there must be a rich spoil; how was it to be secured into the legitimate hands of the law? for as to merely entrapping the delinquent—that would be feeding the gallows; but entrapping the booty—that would be enriching the judge, and such, according to his creed, was the great end of justice. So thinking, he summoned to his presence his trustiest alguazil—a gaunt, hungry-looking varlet, clad, according to the custom of his order, in the ancient Spanish garb: a broad black beaver turned up at its sides, a quaint ruff, a small black cloak dangling from his shoulders, rusty black under-clothes that set off his spare wiry frame, while in his hand he bore a slender white wand, the dreaded insignia of his office. Such was the legal bloodhound of the ancient Spanish breed, that he put upon the traces of the unlucky water-carrier, and such was his speed and certainty, that he was upon the haunches of poor Peregil before he had returned to his dwelling, and brought both him and his donkey before the dispenser of justice.
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Es el caso que este alcalde era el hombre más déspota y más avariento y codicioso que se conocía en toda Granada. Sin embargo, no puede negarse que tenía gran aprecio a la Justicia, ya que la vendía a peso de oro. Supuso, pues, que se trataba de un caso de robo y asesinato y que, sin duda, lo robado debía de ser de bastante consideración. ¿Cómo se las arreglaría para ponerlo todo en las legítimas manos de la ley? Atrapar simplemente al delincuente sería dar carne a la horca; pero coger el botín significaba enriquecer al juez, y éste era, según su opinión, el objeto principal de la Justicia. Pensando así, mandó venir a su presencia al más fiel alguacil, un individuo delgado y de aspecto famélico, vestido a la antigua usanza española, según su cargo, con un amplio sombrero negro de copa con las alas vueltas hacia arriba por ambos lados, una singular gorrilla, capilla negra colgando de los hombros, un raído traje, también negro, que ponía de relieve su raquítica y seca figura y una vara en la mano, temida insignia de su oficio. Tal era el sabueso servidor de la ley, de antigua casta española, a quien puso sobre la pista del infortunado aguador; y fue tal su diligencia y seguridad, que cogió al pobre Perejil antes que éste hubiera vuelto a su casa, conduciéndole con su borrico ante el administrador de la Justicia.
The alcalde bent upon him one of the most terrific frowns. “Hark ye, culprit! ” roared he, in a voice that made the knees of the little Gallego smite together—“hark ye, culprit! there is no need of denying thy guilt, every thing is known to me. A gallows is the proper reward for the crime thou hast committed, but I am merciful, and readily listen to reason. The man that has been murdered in thy house was a Moor, an infidel, the enemy of our faith. It was doubtless in a fit of religious zeal that thou hast slain him. I will be indulgent, therefore; render up the property of which thou hast robbed him, and we will hush the matter up. ”
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El alcalde le dirigió una de sus más terribles miradas. —¡Escúchame, miserable! —rugió con una voz que hizo juntarse las rodillas del pobre gallego—. ¡Oyeme! ¡Es inútil que niegues tu delito, pues todo lo sé! La horca es el castigo que merece el crimen que has cometido; pero yo soy compasivo y estoy dispuesto a venir a razones. El hombre que ha sido asesinado en tu casa era un moro, un infiel, un enemigo de nuestra fe. Sin duda, tú le mataste en un arrebato de celo religioso. Por tanto, seré indulgente contigo; devuelve todo lo que le has robado, y echaremos tierra al asunto.
The poor water-carrier called upon all the saints to witness his innocence; alas! not one of them appeared; and if they had, the alcalde would have disbelieved the whole calendar. The water-carrier related the whole story of the dying Moor with the straightforward simplicity of truth, but it was all in vain. “Wilt thou persist in saying, ” demanded the judge, “that this Moslem had neither gold nor jewels, which were the object of thy cupidity? ”
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El pobre aguador invocó a todos los santos como testigos de su inocencia; mas, ¡ay!, ni uno solo apareció; y aunque así lo hubieran hecho, el alcalde no hubiera dado crédito al santoral entero. El aguador contó toda la historia del árabe moribundo con la clara sencillez de la verdad, pero todo fue en vano. —¿Persistes en seguir afirmando —preguntó el juez— que ese musulmán no tenía dinero ni alhajas que fueran el objeto de tu codicia?
“As I hope to be saved, your worship, ” replied the water-carrier, “he had nothing but a small box of sandalwood which he bequeathed to me in reward for my services. ”
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—Es tan cierto como que confío en salvarme, usía —respondió el pobre hombre—. No tenía más que una cajita de sándalo que me legó en premio a mis servicios.
“A box of sandalwood! a box of sandalwood! ” exclaimed the alcalde, his eyes sparkling at the idea of precious jewels. “And where is this box? where have you concealed it? ”
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—¡Una caja de sándalo! ¡Una caja de sándalo! —exclamó el alcalde; y sus ojos brillaron ante la esperanza de joyas preciosas—. Y ¿dónde está esa caja? ¿Dónde la has escondido
“An’ it please your grace, ” replied the water-carrier, “it is in one of the panniers of my mule, and heartily at the service of your worship. ”
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—Con perdón de usía —replicó el aguador—, está en una de las aguaderas de mi burro, y enteramente al servicio de su señoría.
He had hardly spoken the words, when the keen alguazil darted off, and reappeared in an instant with the mysterious box of sandalwood. The alcalde opened it with an eager and trembling hand; all pressed forward to gaze upon the treasure it was expected to contain, when, to their disappointment, nothing appeared within, but a parchment scroll, covered with Arabic characters, and an end of a waxen taper.
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Apenas había pronunciado estas palabras, cuando el astuto alguacil salió como una flecha y volvió al instante con la misteriosa caja de sándalo. La abrió el alcalde con mano ávida y temblorosa, se agolparon todos los presentes para ver los tesoros que esperaban que contuviese, pero, con gran desencanto, no apareció en su interior sino un rollo de pergamino escrito en caracteres arábigos y un cabo de vela de cera.
When there is nothing to be gained by the conviction of a prisoner, justice, even in Spain, is apt to be impartial. The alcalde, having recovered from his disappointment, and found that there was really no booty in the case, now listened dispassionately to the explanation of the water-carrier, which was corroborated by the testimony of his wife. Being convinced, therefore, of his innocence, he discharged him from arrest; nay more, he permitted him to carry off the Moor’s legacy, the box of sandalwood and its contents, as the well-merited reward of his humanity; but he retained his donkey in payment of costs and charges.
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Cuando no se va a ganar nada con que un preso aparezca convicto, la Justicia, aun en España, se inclina a ser imparcial. Así, pues, el alcalde, rehecho de su desilusión y viendo que no existía en realidad botín alguno en aquel asunto, escuchó desapasionadamente las explicaciones del aguador, que fueron corroboradas por el testimonio de su mujer. Convencido, por tanto, de su inocencia, lo absolvió de la pena de arresto y hasta le permitió llevarse el legado del moro, es decir, la caja de sándalo, como justa recompensa de su acto humanitario; pero se quedó con el burro para pago de costas.
Behold the unfortunate little Gallego reduced once more to the necessity of being his own water-carrier, and trudging up to the well of the Alhambra with a great earthen jar upon his shoulder.
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Y he aquí una vez más al infortunado gallego reducido a la necesidad de llevar ¿1 mismo el agua, subiendo fatigosamente hasta el pozo de la Alhambra, con la enorme garrafa a la es palda.
As he toiled up the hill in the heat of a summer noon, his usual good humor forsook him. “Dog of an alcalde! ” would he cry, “to rob a poor man of the means of his subsistence, of the best friend he had in the world! ” And then at the remembrance of the beloved companion of his labors, all the kindness of his nature would break forth. “Ah, donkey of my heart! ” would he exclaim, resting his burden on a stone, and wiping the sweat from his brow—“Ah, donkey of my heart! I warrant me thou thinkest of thy old master! I warrant me thou missest the water-jars—poor beast. ”
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Cuando subía las cuestas en el rigor del mediodía estival le abandonaba su acostumbrado buen humor. —¡Perro alcalde! —iba gritando—. ¡Robarle a un pobre sus medios de subsistencia y el mejor amigo que tenía en el mundo! —y al recordar al amado compañero de sus trabajos, brotaba toda la bondad de su carácter—. ¡Ay, borriquillo de mi alma! —exclamaba, dejando la garrafa sobre una piedra y enjugándose el sudor de la frente—. ¡Ay, borriquillo de mi corazón! ¡Seguro estoy de que no has olvidado a tu antiguo amo! ¡Seguro estoy de que echarás de menos los cántaros! ¡ Ay, pobre amigo mío!
To add to his afflictions, his wife received him, on his return home, with whimperings and repinings; she had clearly the vantage-ground of him, having warned him not to commit the egregious act of hospitality which had brought on him all these misfortunes; and, like a knowing woman, she took every occasion to throw her superior sagacity in his teeth. If her children lacked food, or needed a new garment, she could answer with a sneer—“Go to your father—he is heir to King Chico of the Alhambra: ask him to help you out of the Moor’s strongbox. ”
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Para alivio de sus males, siempre que volvía a su casa lo recibía su mujer con quejas y reconvenciones. Se aprovechaba de su ventaja, al haberle advertido que no realizase aquel noble acto de hospitalidad que les había acarreado tantos sinsabores, y como mujer de mala intención, utilizaba todas las ocasiones para echarle en cara que era superior a él en sagacidad. Si sus hijos no tenían qué comer o si necesitaban alguna prenda nueva, les decía con soma: —Id a vuestro padre, heredero del Rey Chico de la Alhambra; decidle que os dé el tesoro escondido en la caja del moro.
Was ever poor mortal so soundly punished for having done a good action? The unlucky Peregil was grieved in flesh and spirit, but still he bore meekly with the railings of his spouse. At length, one evening, when, after a hot day’s toil, she taunted him in the usual manner, he lost all patience. He did not venture to retort upon her, but his eye rested upon the box of sandalwood, which lay on a shelf with lid half open, as if laughing in mockery at his vexation. Seizing it up, he dashed it with indignation to the floor: “Unlucky was the day that I ever set eyes on thee, ” he cried, “or sheltered thy master beneath my roof! ”
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¿Hubo nunca en el mundo un pobre mortal más castigado por haber hecho una buena acción? El infortunado Perejil padecía en cuerpo y alma, pero a pesar de ello, soportaba con paciencia los crueles escarnios de su mujer. Por último, cierta noche, después de un caluroso día de trabajo, al verse injuriado como de costumbre, perdió el hombre la paciencia. No se atrevió a contestar, pero al fijarse sus ojos sobre la caja de sándalo, que estaba en un vasar con la tapa a medio abrir, como si se burlara de su humillación, cogióla y la arrojó indignado contra el suelo. —¡Maldito sea el día en que puse mis ojos en ti —exclamó— y di asilo en mi casa a tu dueño!
As the box struck the floor, the lid flew wide open, and the parchment scroll rolled forth.
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Al chocar la caja contra el suelo, abrióse la tapa por completo y salió rodando el pergamino.
Peregil sat regarding the scroll for some time in moody silence. At length rallying his ideas: “Who knows, ” thought he, “but this writing may be of some importance, as the Moor seems to have guarded it with such care? ” Picking it up therefore, he put it in his bosom, and the next morning, as he was crying water through the streets, he stopped at the shop of a Moor, a native of Tangiers, who sold trinkets and perfumery in the Zacatin, and asked him to explain the contents.
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Perejil quedóse pensativo contemplando un rato el rollo, en silencio. « ¡Quién sabe — dijo para sí, coordinando sus ideas— si este escrito tendrá alguna importancia, puesto que el moro parecía guardarlo con mucho cuidado! » Lo recogió, pues, y lo guardó en su pecho. A la mañana siguiente, cuando iba pregonando su agua por las calles, se detuvo en la tienda de un moro de Tánger que vendía joyas y perfumes en el Za catín, y le rogó que le explicase el texto.
The Moor read the scroll attentively, then stroked his beard and smiled. “This manuscript, ” said he, “is a form of incantation for the recovery of hidden treasure, that is under the power of enchantment. It is said to have such virtue, that the strongest bolts and bars, nay the adamantine rock itself, will yield before it! ”
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Leyó el moro con atención el pergamino y, acariciándose la barba dijo sonriente: —Este manuscrito es una forma de encantamiento para recobrar el escondido tesoro que se encuentra bajo el influjo de un hechizo. Dice que tiene tal virtud, que los más fuertes cerrojos y barras, y hasta la misma roca viva, cederán ante él.
“Bah! ” cried the little Gallego, “what is all that to me? I am no enchanter, and know nothing of buried treasure. ” So saying, he shouldered his water-jar, left the scroll in the hands of the Moor, and trudged forward on his daily rounds.
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—¡Bah! —exclamó el aguador—. ¿Qué me importa todo eso? Yo no soy encantador, ni sé una palabra de tesoros encerrados. Con tal respuesta,
se echó la garrafa a la espalda, dejó el rollo en manos del moro y se fue a recorrer sus calles de costumbre.
That evening, however, as he rested himself about twilight at the well of the Alhambra, he found a number of gossips assembled at the place, and their conversation, as is not unusual at that shadowy hour, turned upon old tales and traditions of a supernatural nature. Being all poor as rats, they dwelt with peculiar fondness upon the popular theme of enchanted riches left by the Moors in various parts of the Alhambra. Above all, they concurred in the belief that there were great treasures buried deep in the earth under the Tower of the Seven Floors.
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Pero aquella noche, cuando descansaba al oscurecer junto al pozo de la Alhambra, encontró allí reunido un grupo de charlatanes. Su conversación, como de costumbre a aquellas horas, recayó sobre viejas leyendas y tradiciones de carácte1~ maravilloso. Como todos eran más pobres que las ratas, hablaban con preferencia del popular tema de las riquezas encantadas y enterradas por los moros en varios sitios de la Alhambra. Todos coincidían en la creencia de que había grandes tesoros ocultos bajo la torre de Siete Suelos.
These stories made an unusual impression on the mind of the honest Peregil, and they sank deeper and deeper into his thoughts as he returned alone down the darkling avenues. “If, after all, there should be treasure hid beneath that tower: and if the scroll I left with the Moor should enable me to get at it! ” In the sudden ecstasy of the thought he had well nigh let fall his water-jar.
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Estas historias produjeron honda impresión en la mente del honrado Perejil, y arraigaron cada vez más en su pensamiento cuando volvió a pasar por las oscuras alamedas. «¡Qué tal que hubiera un tesoro escondido debajo de esa Torre, y que pudiera yo sacarlo con la ayuda del pergamino que le dejó al moro!» Y, embobado con esta adorada ilusión, faltó poco para que se le cayese la garrafa.
That night he tumbled and tossed, and could scarcely get a wink of sleep for the thoughts that were bewildering his brain. Bright and early, he repaired to the shop of the Moor, and told him all that was passing in his mind. “You can read Arabic, ” said he; “suppose we go together to the tower, and try the effect of the charm; if it fails we are no worse off than before; but if it succeeds, we will share equally all the treasure we may discover. ”
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Pasó aquella noche inquieto y agitado, sin poder pegar un ojo a causa de los pensamientos que turbaban su cerebro. Por la mañana, muy temprano, se dirigió a la tienda del moro y le contó cuanto pasaba en su imaginación. — Usted sabe leer el árabe —.le dijo—. Suponga que vamos juntos a la torre y probamos el efecto del encanto; si sale mal, no hemos perdido nada; pero si sale bien, partiremos por igual el tesoro que descubramos.
“Hold, ” replied the Moslem; “this writing is not sufficient of itself; it must be read at midnight, by the light of a taper singularly compounded and prepared, the ingredients of which are not within my reach. Without such a taper the scroll is of no avail. ”
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—¡Poco a poco! —replicó el musulmán—. Este escrito no es suficiente por si solo; ha de ser leído a medianoche, a la luz de una vela compuesta y preparada de un modo especial, cuyos ingredientes no están a mi alcance. Sin una vela así, el pergamino no sirve para nada.
“Say no more! ” cried the little Gallego; “I have such a taper at hand, and will bring it here in a moment. ” So saying he hastened home, and soon returned with the end of yellow wax taper that he had found in the box of sandalwood.
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—¡No diga usted más! —gritó el gallego—. Tengo esa vela y voy a traerla al momento. Dicho esto, corrió a su casa y regresó al punto con el cabo de vela de amarilla cera que había encontrado en la caja de sándalo.
The Moor felt it and smelt of it. “Here are rare and costly perfumes, ” said he, “Combined with this yellow wax. This is the kind of taper specified in the scroll. While this burns, the strongest walls and most secret caverns will remain open. Woe to him, however, who lingers within until it be extinguished. He will remain enchanted with the treasure. ”
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El moro la tomó en sus manos y la olió. —Aquí hay raros y costosos perfumes —dijo— combinados con esta cera amarilla. Esta es la clase de vela que se especifica en el pergamino. Mientras esté encendida, se abrirán los muros más fuertes y las cavernas más secretas; pero desgraciado del que se quede dentro cuando se apague, pues quedará encantado en compañía del tesoro.
It was now agreed between them to try the charm that very night. At a late hour, therefore, when nothing was stirring but bats and owls, they ascended the woody hill of the Alhambra, and approached that awful tower, shrouded by trees and rendered formidable by so many traditionary tales. By the light of a lantern, they groped their way through bushes, and over fallen stones, to the door of a vault beneath the tower. With fear and trembling they descended a flight of steps cut into the rock. It led to an empty chamber damp and drear, from which another flight of steps led to a deeper vault. In this way they descended four several flights, leading into as many vaults one below the other, but the floor of the fourth was solid; and though, according to tradition, there remained three vaults still below, it was said to be impossible to penetrate further, the residue being shut up by strong enchantment. The air of this vault was damp and chilly, and had an earthy smell, and the light scarce cast forth any rays. They paused here for a time in breathless suspense until they faintly heard the clock of the watchtower strike midnight; upon this they lit the waxen taper, which diffused an odor of myrrh and frankincense and storax.
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Convinieron entonces entre ellos que probarían el sortilegio aquella misma noche. Y así, a una hora muy avanzada, cuando nadie estaba despierto sino las lechuzas y los murciélagos, subieron la frondosa colina de la Alhambra y se aproximaron a aquella espantable y misteriosa torre, rodeada de árboles y convertida en algo formidable por tantas leyendas y tradiciones sobre ella. A la luz de una linterna abriéronse paso entre las zarzas y los bloques de piedras esparcidos por el suelo, hasta llegar a la entrada de una bóveda situada debajo de la torre. Llenos de temor y temblando de miedo, bajaron por unos escalones abiertos en la roca, que conducían a una cámara vacía, húmeda y lóbrega, en la que había otra escalera que llevaba a otra bóveda más profunda. De esta forma bajaron otros cuantos tramos, que correspondían a otras tantas bóvedas, unas debajo de otras. El suelo de la cuarta era sólido; y aunque según la tradición todavía quedaban otros tres más abajo, se decía que era imposible penetrar más, por hallarse los restantes cerrados por un poderoso encantamiento. El aire de esta cuarta bóveda era húmedo y frío, con cierto olor a tierra, y la luz apenas si despedía algunos rayos. Se detuvieron un poco indecisos y faltos de aliento, hasta que oyeron débilmente dar las doce en el reloj de una torre; encendieron entonces el cabo de vela, que esparció un olor a mirra, incienso y estoraque.
The Moor began to read in a hurried voice. He had scarce finished when there was a noise as of subterraneous thunder. The earth shook, and the floor, yawning open, disclosed a flight of steps. Trembling with awe they descended, and by the light of the lantern found themselves in another vault, covered with Arabic inscriptions. In the centre stood a great chest, secured with seven bands of steel, at each end of which sat an enchanted Moor in armor, but motionless as a statue, being controlled by the power of the incantation. Before the chest were several jars filled with gold and silver and precious stones. In the largest of these they thrust their arms up to the elbow, and at every dip hauled forth handfuls of broad yellow pieces of Moorish gold, or bracelets and ornaments of the same precious metal, while occasionally a necklace of oriental pearl would stick to their fingers. Still they trembled and breathed short while cramming their pockets with the spoils; and cast many a fearful glance at the two enchanted Moors, who sat grim and motionless, glaring upon them with unwinking eyes. At length, struck with a sudden panic at some fancied noise, they both rushed up the staircase, tumbled over one another into the upper apartment, overturned and extinguished the waxen taper, and the pavement again closed with a thundering sound.
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El moro comenzó a leer de prisa el pergamino. Apenas había acabado, cuando se oyó un ruido como de un trueno subterráneo. La tierra se estremeció y abrióse el suelo, dejando al descubierto otro tramo de escalones. Muertos de miedo, bajaron por él y divisaron a la luz de la linterna otra bóveda cubierta de inscripciones árabes. En el centro de la misma había un gran cofre asegurado por siete barras de acero, y a uno y otro lado vieron un moro encantado con su armadura, pero inmóviles los dos como estatuas, sujetos allí por arte mágica. Delante del cofre había varios jarrones llenos de oro, plata y piedras preciosas. Metieron los brazos hasta el codo en el más grande de ellos, sacando puñados de grandes y hermosas monedas de oro morisco, brazaletes y adornos del mismo precioso metal y algún que otro collar de perlas orientales que se enredaban entre los dedos. Trémulos y jadeantes llenaban sus bolsillos de oro y joyas, mientras dirigían más de una mirada de espanto a los encantados moros que se hallaban allí sentados, inmóviles y horribles, contemplándolos sin pestañear. Al fin, se apoderó de ellos un repentino pánico por algún imaginario ruido, y corrieron escaleras arriba, tropezando el uno con el otro en el departamento superior, volcando y apagando el cabo de vela; y el pavimento se cerró de nuevo con ruido horrible.
Filled with dismay, they did not pause until they had groped their way out of the tower, and beheld the stars shining through the trees. Then seating themselves upon the grass, they divided the spoil, determining to content themselves for the present with this mere skimming of the jars, but to return on some future night and drain them to the bottom. To make sure of each other’s good faith, also, they divided the talismans between them, one retaining the scroll and the other the taper; this done, they set off with light hearts and well-lined pockets for Granada.
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Llenos de terror, no pararon hasta encontrarse fuera de la torre y ver las estrellas brillar a través de los árboles. Se sentaron entonces sobre la hierba y se repartieron el botín, contentos por el momento con aquel breve espigueo del jarrón, aunque dispuestos a volver otra noche y vaciarlos todos hasta el fondo. Para asegurarse de su mutua buena fe, se repartieron los talismanes, quedándose uno con el pergamino y otro con la vela; hecho lo cual, se alejaron de allí, en dirección a Granada, con el corazón ligero y los bolsillos pesados.
As they wended their way down the hill, the shrewd Moor whispered a word of counsel in the ear of the simple little water-carrier.
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Cuando bajaban de la colina, el precavido moro se acercó al oído del sencillo aguador para darle un consejo.
“Friend Peregil, ” said he, “all this affair must be kept a profound secret until we have secured the treasure, and conveyed it out of harm’s way. If a whisper of it gets to the ear of the alcalde, we are undone! ”
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—Amigo Perejil —le dijo—; todo este asunto debe quedar en el mayor secreto hasta que consigamos el tesoro y lo hayamos puesto a salvo. ¡Si algo de esto llega a los oídos del alcalde, estamos perdidos
“Certainly, ” replied the Gallego, “nothing can be more true. ”
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! —Es cierto —respondió el gallego—. Esa es la verdad
“Friend Peregil, ” said the Moor, “you are a discreet man, and I make no doubt can keep a secret: but you have a wife. ”
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. —Amigo Perejil —dijo el moro—; tú eres un hombre prudente y no dudo de que sabrás guardar un secreto; pero tienes mujer.
“She shall not know a word of it, ” replied the little water-carrier, sturdily.
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—Ella no sabrá una palabra de esto —replicó el aguador con firmeza
“Enough, ” said the Moor, “I depend upon thy discretion and thy promise. ”
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.—Está bien —dijo el moro—. Cuento con tu discreción, y con tu promesa.
Never was promise more positive and sincere; but, alas! what man can keep a secret from his wife? Certainly not such a one as Peregil the water-carrier, who was one of the most loving and tractable of husbands. On his return home, he found his wife moping in a corner. “Mighty well, ” cried she as he entered, “you’ve come at last; after rambling about until this hour of the night. I wonder you have not brought home another Moor as a housemate. ” Then bursting into tears, she began to wring her hands and smite her breast: “Unhappy woman that I am! ” exclaimed she, “what will become of me? My house stripped and plundered by lawyers and alguazils; my husband a do-no-good, that no longer brings home bread to his family, but goes rambling about day and night, with infidel Moors! O my children! my children! what will become of us? we shall all have to beg in the streets! ”
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Nunca se hizo un ofrecimiento más positivo y sincero; pero, ¡ay!, ¿quién es el hombre que puede ocultar un secreto a su mujer? Ninguno, desde luego; pero mucho menos Perejil el aguador, uno de los maridos más dóciles y cariñosos. Cuando regresó a su casa, encontró a su mujer llorando en un rincón. —Muy bonito —gritó al verle entrar—. ¡Por fin has venido, después de pasarte toda la santa noche por esas calles! Me extraña que no te hayas traído otro moro de huésped. Y rompió a llorar, destrozándose las manos y golpeándose el pecho. —¡Qué desgraciada soy! —exclamaba. ¿Qué va a ser de mí? ¡Mi casa robada y saqueada por escribanos y alguaciles; y mi marido hecho un gandul, que ni siquiera trae a casa el pan para su familia, y se va por ahí día y noche, con esos infieles moros! ¡Ay, hijos míos! ¡Ay, hijos míos! ¿Qué será de nosotros? ¡Tendremos que salir todos a pedir limosna por esas calles!
Honest Peregil was so moved by the distress of his spouse, that he could not help whimpering also. His heart was as full as his pocket, and not to be restrained. Thrusting his hand into the latter he hauled forth three or four broad gold pieces, and slipped them into her bosom. The poor woman stared with astonishment, and could not understand the meaning of this golden shower. Before she could recover her surprise, the little Gallego drew forth a chain of gold and dangled it before her, capering with exultation, his mouth distended from ear to ear.
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Tanto se conmovió el honrado Perejil con las lamentaciones de su mujer, que no pudo impedir llorar él también. Reventaba su corazón tanto como su bolsillo, y no pudo contenerse. Metió la mano en él y sacó tres o cuatro hermosas monedas de oro, y se las echó sobre la falda. La pobre mujer lo miró con profundo asombro, no pudiendo comprender el significado de aquella lluvia dorada. Antes que pudiera volver de su sorpresa, sacó el gallego una cadena de oro y la agitó ante ella, saltando de alegría y abriendo la boca de oreja a oreja.
“Holy Virgin protect us! ” exclaimed the wife. “What hast thou been doing, Peregil? surely thou hast not been committing murder and robbery! ”
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—¡La Santísima Virgen nos ampare! —exclamó la mujer—. ¿Qué has hecho, Perejil? ¡No hay duda: tú has matado a alguien y lo has robado!
The idea scarce entered the brain of the poor woman, than it became a certainty with her. She saw a prison and a gallows in the distance, and a little bandy-legged Gallego hanging pendant from it; and, overcome by the horrors conjured up by her imagination, fell into violent hysterics.
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Apenas surgió esta idea en su cerebro, cuando la creyó convertida en realidad. Ya veía cercana la cárcel y la horca, y un pequeño gallego estevado colgando de ella. Agobiada por los horrores que había forjado su imaginación, se vio acometida de un violento ataque de histerismo.
What could the poor man do? He had no other means of pacifying his wife, and dispelling the phantoms of her fancy, than by relating the whole story of his good fortune. This, however, he did not do until he had exacted from her the most solemn promise to keep it a profound secret from every living being.
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¿Qué podría hacer el pobre hombre? No tenía otro medio de tranquilizar a su esposa y desvanecer los fantasmas de su fantasía, sino referirle toda la historia de su buena fortuna. Esto, por supuesto, no lo hizo sin antes obtener de ella promesa solemne de que lo guardaría en el más profundo secreto ante todo ser vivo.
To describe her joy would be impossible. She flung her arms round the neck of her husband, and almost strangled him with her caresses. “Now, wife, ” exclaimed the little man with honest exultation, “what say you now to the Moor’s legacy? Henceforth never abuse me for helping a fellow-creature in distress. ”
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Es imposible describir su alegría. Echó los brazos al cuello de su marido y poco faltó para que lo ahogara con sus caricias. —Vamos, mujer —le dijo Perejil con honrada exaltación—, ¿qué me dices ahora del legado del moro? En adelante, no me ofendas cuando ayude a algún semejante en desgracia.
The honest Gallego retired to his sheepskin mat, and slept as soundly as if on a bed of down. Not so his wife; she emptied the whole contents of his pockets upon the mat, and sat counting gold pieces of Arabic coin, trying on necklaces and earrings, and fancying the figure she should one day make when permitted to enjoy her riches.
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El digno gallego se retiró a su zalea y durmió tan profundamente como si lo hiciera en un lecho de plumas. No así su esposa, que yació todo el contenido de sus bolsillos sobre la estera y se sentó a contar las monedas de oro moruno, probándose los collares y pendientes e imaginándose la elegancia de su persona el día que pudiera disfrutar libremente de sus riquezas.
On the following morning the honest Gallego took a broad golden coin, and repaired with it to a jeweller’s shop in the Zacatin to offer it for sale, pretending to have found it among the ruins of the Alhambra. The jeweller saw that it had an Arabic inscription, and was of the purest gold; he offered, however, but a third of its value, with which the water-carrier was perfectly content. Peregil now bought new clothes for his little flock, and all kinds of toys, together with ample provisions for a hearty meal, and returning to his dwelling, sat all his children dancing around him, while he capered in the midst, the happiest of fathers.
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A la mañana siguiente cogió el honrado aguador una de aquellas grandes monedas de oro y se dirigió a venderla a la tienda de un joyero del Zacatín, fingiendo que la había encontrado en las ruinas de la Alhambra. Vio el joyero que tenía una inscripción árabe y que era de oro purísimo, y le ofreció la tercera parte de su valor, con lo que Perejil quedó muy contento. Compró entonces vestidos nuevos para sus hijos y toda clase de juguetes, amén de amplias provisiones para una espléndida comida; regresó después a su casa, donde puso a todos los chiquillos a bailar a su alrededor, mientras él hacía cabriolas en el centro, considerándose el más feliz de los padres.
The wife of the water-carrier kept her promise of secrecy with surprising strictness. For a whole day and a half she went about with a look of mystery and a heart swelling almost to bursting, yet she held her peace, though surrounded by her gossips. It is true, she could not help giving herself a few airs, apologized for her ragged dress, and talked of ordering a new basquina all trimmed with gold lace and bugles, and a new lace mantilla. She threw out hints of her husband’s intention of leaving off his trade of water-carrying, as it did not altogether agree with his health. In fact she thought they should all retire to the country for the summer, that the children might have the benefit of the mountain air, for there was no living in the city in this sultry season.
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La mujer del aguador cumplió, con sorprendente exactitud, su promesa de guardar el secreto. Durante día y medio fue de un lado a otro con aire de misterio y rebosante su corazón casi hasta estallar; pero, en fin, contuvo su lengua, a pesar de verse rodeada de sus locuaces vecinas. También es verdad que no pudo prescindir de darse cierta importancia, y se excusó de sus harapientos vestidos diciendo que se había encargado una basquiña nueva, adornada con encajes de oro y abalorios, junto con una nueva mantilla de blonda. Dio asimismo a entender la intención que tenía su marido de abandonar su oficio de aguador, porque no convenía a su salud. Ella creía también que se irían todos a pasar el verano en el campo, para que los niños disfrutasen el aire de la montaña, pues no se podía vivir en la ciudad en tan calurosa estación.
The neighbors stared at each other, and thought the poor woman had lost her wits; and her airs and graces and elegant pretensions were the theme of universal scoffing and merriment among her friends, the moment her back was turned.
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Las vecinas se miraban unas a otras, creyendo que la pobre mujer había perdido el juicio; y sus ademanes, gestos y pretensiones fueron motivo de burla general y la diversión de sus amigas, tan pronto como volvía la espalda.
If she restrained herself abroad, however, she indemnified herself at home, and putting a string of rich oriental pearls round her neck, Moorish bracelets on her arms, and an aigrette of diamonds on her head, sailed backwards and forwards in her slattern rags about the room, now and then stopping to admire herself in a broken mirror. Nay, in the impulse of her simple vanity, she could not resist, on one occasion, showing herself at the window to enjoy the effect of her finery on the passers by.
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Pero si se contenía fuera de casa, dentro de ella se desquitaba, poniéndose al cuello una sarta de ricas perlas orientales, brazaletes moriscos en sus brazos y una diadema de diamantes en la cabeza, paseándose con sus míseros harapos por la habitación y parándose de cuando en cuando para admirarse en un espejo roto. Aún más; en un impulso de ingenua vanidad, no pudo resistir, en cierta ocasión, asomarse a la ventana para saborear el efecto que producían sus adornos en los transeúntes.
As the fates would have it, Pedrillo Pedrugo, the meddlesome barber, was at this moment sitting idly in his shop on the opposite side of the street, when his ever-watchful eye caught the sparkle of a diamond. In an instant he was at his loophole reconnoitering the slattern spouse of the water-carrier, decorated with the splendor of an eastern bride. No sooner had he taken an accurate inventory of her ornaments, than he posted off with all speed to the alcalde. In a little while the hungry alguazil was again on the scent, and before the day was over the unfortunate Peregil was once more dragged into the presence of the judge.
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Quiso la mala suerte que el entrometido barbero Pedrillo Pedrugo estuviera en aquel momento ociosamente sentado en su establecimiento, en el lado opuesto de la calle, y que su vigilante mirada captase el brillo de los diamantes. Fuese al instante a su observatorio y reconoció a la mujer del aguador, adornada con todo el esplendor de una novia oriental. No bien hubo hecho un minucioso inventario de sus adornos, se dirigió con toda rapidez a casa del alcalde. Al momento se hallaba otra vez el famélico alguacil sobre la pista, y antes de terminar el día cayó sobre el infortunado Perejil, que fue conducido de nuevo ante la presencia del juez.
“How is this, villain! ” cried the alcalde, in a furious voice. “You told me that the infidel who died in your house left nothing behind but an empty coffer, and now I hear of your wife flaunting in her rags decked out with pearls and diamonds. Wretch that thou art! prepare to render up the spoils of thy miserable victim, and to swing on the gallows that is already tired of waiting for thee. ”
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—¿Cómo es eso, villano? —le gritó furioso el alcalde—. Me dijiste que el infiel que murió en tu casa no había dejado más que una caja vacía, y ahora me entero de que tu mujer se luce con sus harapos cubiertos de perlas y diamantes. ¡Ah, miserable! ¡Prepárate a devolver los despojos de tu desgraciada víctima y a patear en la horca, que está ya cansada de esperarte!
The terrified water-carrier fell on his knees, and made a full relation of the marvellous manner in which he had gained his wealth. The alcalde, the alguazil, and the inquisitive barber, listened with greedy ears to this Arabian tale of enchanted treasure. The alguazil was dispatched to bring the Moor who had assisted in the incantation. The Moslem entered half frightened out of his wits at finding himself in the hands of the harpies of the law. When he beheld the water-carrier standing with sheepish looks and downcast countenance, he comprehended the whole matter. “Miserable animal, ” said he, as he passed near him, “did I not warn thee against babbling to thy wife? ”
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Cayó de hinojos el aterrorizado aguador, e hizo un minucioso relato de la maravillosa manera como había ganado sus riquezas. El alcalde, el alguacil y el curioso barbero escuchaban con viva codicia la leyenda árabe del tesoro encantado. Fue enviado el alguacil para que trajese al moro que le había ayudado en el mágico hechizo. Entró el musulmán medio muerto de miedo al verse en las manos de las arpías de la ley. Cuando vio al aguador, que le miraba con tímidos ojos y abatido continente, lo comprendió todo. —¡Miserable animal! —le dijo al pasar junto a él—. ¿No te advertí que no le contaras nada a tu mujer?
The story of the Moor coincided exactly with that of his colleague; but the alcalde affected to be slow of belief, and threw out menaces of imprisonment and rigorous investigation.
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El relato del moro coincidió exactamente con el de su colega; pero el alcalde fingió no creer nada, y empezó a amenazarles con la cárcel y una rigurosa investigación.
“Softly, good Senor Alcalde, ” said the Mussulman, who by this time had recovered his usual shrewdness and self-possession. “Let us not mar fortune’s favors in the scramble for them. Nobody knows any thing of this matter but ourselves; let us keep the secret. There is wealth enough in the cave to enrich us all. Promise a fair division, and all shall be produced; refuse, and the cave shall remain for ever closed. ”
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—¡Poco a poco, señor alcalde! —dijo el musulmán, que ya había recobrado su acostumbrada sagacidad y sangre fría—. No desperdiciemos los favores de la fortuna por quererlo todo. Nadie sabe una palabra de este asunto sino nosotros; guardemos, pues, el secreto. Aún queda en la cueva tesoro suficiente para enriquecernos a todos. Prometa usted un reparto equitativo, y todo se descubrirá. Si se niega, la cueva quedará cerrada para siempre.
The alcalde consulted apart with the alguazil. The latter was an old fox in his profession. “Promise any thing, ” said he, “until you get possession of the treasure. You may then seize upon the whole, and if he and his accomplice dare to murmur, threaten them with the fagot and the stake as infidels and sorcerers. ”
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El alcalde consultó aparte con el alguacil. Este era perro viejo en su cargo, y le aconsejó de este modo: —Prometa usted todo lo que sea, hasta que esté en posesión del tesoro. Así puede apoderarse de todo; y si Perejil y su cómplice se atreven a protestar, amenáceles con la estaca y la hoguera por infieles y hechiceros.
The alcalde relished the advice. Smoothing his brow and turning to the Moor, “This is a strange story, ” said he, “and may be true, but I must have ocular proof of it. This very night you must repeat the incantation in my presence, If there be really such treasure, we will share it amicably between us, and say nothing further of the matter; if ye have deceived me, expect no mercy at my hands. In the mean time you must remain in custody. ”
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El alcalde aprobó el consejo. Desarrugó su ceño, volvióse al moro y le dijo: —Esa es una extraña historia que puede ser verdadera; pero yo quiero ser testigo ocular de ella. Esta noche vais a repetir el conjuro en mi presencia. Si en realidad existe tal tesoro, lo repartiremos amigablemente entre nosotros y no se sabrá más del asunto; si me habéis engañado, no esperéis dinero de mis manos. Entre tanto, quedaréis detenidos.
The Moor and the water-carrier cheerfully agreed to these conditions, satisfied that the event would prove the truth of their words.
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El moro y el aguador accedieron gustosos a estas condiciones, convencidos de que el resultado probaría la verdad de sus palabras.
Towards midnight the alcalde sallied forth secretly, attended by the alguazil and the meddlesome barber, all strongly armed. They conducted the Moor and the water-carrier as prisoners, and were provided with the stout donkey of the latter to bear off the expected treasure. They arrived at the tower without being observed, and tying the donkey to a fig-tree, descended into the fourth vault of the tower.
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A eso de la medianoche salió secretamente el alcalde, acompañado del alguacil y del entrometido rapabarbas, todos perfectamente armados. Llevaban como prisioneros al moro y al aguador, e iban provistos del vigoroso borrico de este último para cargar el codiciado tesoro. Llegaron a la torre sin haber sido vistos por nadie, ataron el burro a una higuera y bajaron hasta la cuarta bóveda.
The scroll was produced, the yellow taper lighted, and the Moor read the form of incantation. The earth trembled as before, and the pavement opened with a thundering sound, disclosing the narrow flight of steps. The alcalde, the alguazil, and the barber were struck aghast, and could not summon courage to descend. The Moor and the water-carrier entered the lower vault, and found the two Moors seated as before, silent and motionless. They removed two of the great jars, filled with golden coin and precious stones. The water-carrier bore them up one by one upon his shoulders, but though a strong-backed little man, and accustomed to carry burdens, he staggered beneath their weight, and found, when slung on each side of his donkey, they were as much as the animal could bear.
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Sacaron el pergamino, encendieron el cabo de vela amarilla y el moro leyó la fórmula del conjuro. Tembló la tierra como la primera vez, y se abrió el pavimento con un ruido atronador, dejando al descubierto el estrecho tramo de escalones. El alcalde, el alguacil y el barbero quedaron aterrados y no tuvieron valor para descender. El moro y el aguador entraron en la bóveda inferior y encontraron a los dos moros sentados como antes, inmóviles y silenciosos. Cogieron dos de los grandes jarrones llenos de monedas de oro y piedras preciosas. El aguador los subió uno a uno sobre sus espaldas. A pesar de ser un hombrecillo fuerte y acostumbrado a grandes cargas, vacilaba bajo el peso. Cuando colocó los jarrones a uno y otro lado del asno, aseguró que aquello era todo lo que el animal podía aguantar.
“Let us be content for the present, ” said the Moor; “here is as much treasure as we can carry off without being perceived, and enough to make us all wealthy to our heart’s desire. ”
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—Bastante hay por ahora —dijo el moro—; aquí están los tesoros que podemos llevarnos sin que nos descubran; suficientes para hacernos a todos tan ricos como pudiéramos desear.
“Is there more treasure remaining behind? ” demanded the alcalde.
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