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Washington Irving

Tales of the Alhambra



The Legend of the Enchanted Soldier



La Leyenda del Soldado Encantado

EVERYBODY has heard of the Cave of St. Cyprian at Salamanca, where in old times judicial astronomy, necromancy, chiromancy, and other dark and damnable arts were secretly taught by an ancient sacristan; or, as some will have it, by the devil himself, in that disguise. The cave has long been shut up and the very site of it forgotten, though, according to tradition, the entrance was somewhere about where the stone cross stands in the small square of the seminary of Carvajal; and this tradition appears in some degree corroborated by the circumstances of the following story.  TODO el mundo ha oído hablar de la cueva de San Cipriano en Salamanca, donde antaño, un viejo sacristán, o como creían muchos, el mismísimo diablo en persona disfrazado de esta guisa, enseñaba ocultamente la astrología judiciaria, la nigromancia, la quiromancia y otras negras y abominables artes. Hace mucho que esta cerrada la cueva y hasta olvidado el verdadero sitio en que se encuentra, aunque, según la tradición, la entrada de la misma andaba cerca de donde se alzaba la cruz de piedra que hay en la plazoleta del seminario de Carvajal. Esta creencia parece confirmada en cierto modo por las circunstancias de la siguiente historia.
There was at one time a student of Salamanca, Don Vicente by name, of that merry but mendicant class, who set out on the road to learning without a penny in pouch for the journey, and who, during college vacations, beg from town to town and village to village to raise funds to enable them to pursue their studies through the ensuing term. He was now about to set forth on his wanderings; and being somewhat musical, slung on his back a guitar with which to amuse the villagers, and pay for a meal or a night’s lodgings.  Hubo en otro tiempo un estudiante de Salamanca, llamado don Vicente, de ese género alegre y mendicante que emprende el camino de la ciencia con los bolsillos vacíos para el viaje, y que en el período de vacaciones de su colegio, se dedica a pedir por pueblos y ciudades para allegar fondos que le permitan continuar sus estudios en el próximo curso. Disponíase ahora a iniciar su errante vagabundeo; y como era algo aficionado a la música, llevaba una guitarra terciada a la espalda con la que distraer a los aldeanos y obtener los medios de pagar una comida o una noche de posada.
As he passed by the stone cross in the seminary square, he pulled off his hat and made a short invocation to St. Cyprian, for good luck; when casting his eyes upon the earth, he perceived something glitter at the foot of the cross. On picking it up, it proved to be a seal ring of mixed metal, in which gold and silver appeared to be blended. The seal bore as a device two triangles crossing each other, so as to form a star. This device is said to be a cabalistic sign, invented by King Solomon the wise, and of mighty power in all cases of enchantment; but the honest student, being neither sage nor conjurer, knew nothing of the matter. He took the ring as a present from St. Cyprian in reward of his prayer, slipped it on his finger, made a bow to the cross, and strumming his guitar, set off merrily on his wandering.  Al pasar junto a la cruz de piedra de la plaza del seminario, se quitó el sombrero e hizo una breve invocación a San Cipriano para que le concediese buena suerte; y cuando bajaba los ojos al suelo, observó algo que relucía al pie de la cruz. Al recogerlo vio que era una sortija de sello, de metales macizos, en la que parecían haberse combinado el oro y la plata. El sello era un dibujo de dos triángulos cruzados en forma de estrella. Se dice que este dibujo es un signo cabalístico de un poder extraordinario en todos los casos de encantamiento, inventado por el sabio rey Salomón; pero como el honrado estudiante no era ni sabio ni brujo, ignoraba esta circunstancia. Tomó el anillo considerándolo como un presente de San Cipriano en premio a su oración, se lo colocó en el dedo, hizo una reverencia a la cruz y, rasgueando su guitarra, emprendió alegremente el camino.
The life of a mendicant student in Spain is not the most miserable in the world; especially if he has any talent at making himself agreeable. He rambles at large from village to village, and city to city, wherever curiosity or caprice may conduct him. The country curates, who, for the most part, have been mendicant students in their time, give him shelter for the night, and a comfortable meal, and often enrich him with several quartos, or half-pence in the morning. As he presents himself from door to door in the streets of the cities, he meets with no harsh rebuff, no chilling contempt, for there is no disgrace attending his mendicity, many of the most learned men in Spain having commenced their career in this manner; but if, like the student in question, he is a good-looking varlet and a merry companion, and, above all, if he can play the guitar, he is sure of a hearty welcome among the peasants, and smiles and favors from their wives and daughters.  La vida en España, del estudiante sin recursos, no es precisamente de las más míseras del mundo, sobre todo si no carece de talento para granjearse simpatías. Vaga libremente de aldea en aldea, de ciudad en ciudad, por todas las partes adonde le llevan su curiosidad o su capricho. Los párrocos rurales, que en su mayoría han sido en su tiempo estudiantes pobres, le proporcionan una suculenta comida y abrigo durante la noche, y hasta lo enriquecen con frecuencia dándole algunos cuartos al despedirse por la mañana. Al llamar a las puertas, en las calles de las ciudades, nunca recibe una áspera repulsa ni un frío desprecio, pues nadie considera una deshonra sostener su mendicidad, ya que muchos de los hombres más cultos de España comenzaron de esta forma sus estudios; y si es, como nuestro estudiante, mozo de buena presencia y alegre compañero y, sobre todo, si sabe tocar la guitarra, siempre está seguro de hallar una cordial acogida entre los campesinos y sonrisas y favores de sus esposas e hijas.
In this way, then, did our ragged and musical son of learning make his way over half the kingdom, with the fixed determination to visit the famous city of Granada before his return. Sometimes he was gathered for the night into the fold of some village pastor; sometimes he was sheltered under the humble but hospitable roof of the peasant. Seated at the cottage door with his guitar, he delighted the simple folk with his ditties, or striking up a fandango or bolero, set the brown country lads and lasses dancing in the mellow twilight. In the morning he departed with kind words from host and hostess, and kind looks and, peradventure, a squeeze of the hand from the daughter.  De esta guisa, pues, recorrió medio reino nuestro raído y musical hijo de la ciencia, con el firme propósito de visitar la famosa ciudad de Granada antes de su regreso. Unas veces acogíase a pasar la noche en la casa de algún párroco de aldea, y otras se albergaba bajo el humilde, pero hospitalario techo de un labrador. Sentado con su guitarra a la puerta de la cabaña, deleitaba con sus canciones a las gentes sencillas o tocaba un fandango o bolero para que bailasen los mozos y mozas de moreno rostro, en el apacible crepúsculo de la tarde. A la mañana siguiente le despedían las amables palabras de sus huéspedes y las dulces miradas, acompañadas algunas veces de un apretón de manos de la hija.
At length he arrived at the great object of his musical vagabondizing, the far-famed city of Granada, and hailed with wonder and delight its Moorish towers, its lovely Vega and its snowy mountains glistering through a summer atmosphere. It is needless to say with what eager curiosity he entered its gates and wandered through its streets, and gazed upon its oriental monuments. Every female face peering through a window or beaming from a balcony was to him a Zorayda or a Zelinda, nor could he meet a stately dame on the Alameda but he was ready to fancy her a Moorish princess, and to spread his student’s robe beneath her feet.  Llegó, finalmente, a la meta principal de su musical vagabundeo, a la famosa ciudad de Granada, y saludó con sorpresa y deleite sus torres moriscas, su deliciosa vega y sus nevadas montañas, que resplandecían a través de la cálida atmósfera estival. Inútil es decir con qué ávida curiosidad traspasó sus puertas, recorrió sus calles y contempló sus monumentos orientales. Cualquier rostro femenino asomado a una ventana o que fulguraba desde un balcón, parecíale una Zoraida o una Zelinda; y no tropezaba con alguna elegante dama paseando por la Alameda, sin sentirse inclinado a creerla una princesa mora y extender su capa estudiantil bajo sus pies.
His musical talent, his happy humor, his youth and his good looks, won him a universal welcome in spite of his ragged robes, and for several days he led a gay life in the old Moorish capital and its environs. One of his occasional haunts was the fountain of Avellanos, in the valley of the Darro. It is one of the popular resorts of Granada, and has been so since the days of the Moors; and here the student had an opportunity of pursuing his studies of female beauty, a branch of study to which he was a little prone.  Su talento musical, su feliz humor, su juvenil y agradable presencia le ganaron el general aprecio, a pesar de su deteriorado ropaje, y durante varios días llevó una alegre vida en la vieja capital árabe y en sus alrededores. Algunas veces frecuentaba la fuente del Avellano, en el valle del Darro, uno de los puntos de reunión populares en Granada desde el tiempo de los moros; allí tenía nuestro estudiante una magnífica oportunidad de proseguir sus estudios acerca de la belleza femenina, rama del saber a la que se sentía algo inclinado.
Here he would take his seat with his guitar, improvise love-ditties to admiring groups of majos and majas, or prompt with his music the ever ready dance. He was thus engaged one evening, when he beheld a padre of the church advancing at whose approach every one touched the hat. He was evidently a man of consequence; he certainly was a mirror of good if not of holy living—robust and rosy-faced, and breathing at every pore, with the warmth of the weather and the exercise of the walk. As he passed along he would every now and then draw a maravedi out of his pocket and bestow it on a beggar, with an air of signal beneficence. “Ah, the blessed father! ” would be the cry; “long life to him, and may he soon be a bishop! ”  En este delicioso paraje se sentaba con su guitarra e improvisaba canciones de amor a los admirados grupos de majos y majas, o invitaba con su música a un baile siempre bien recibido. En tal menester se hallaba ocupado una tarde cuando vio llegar a un padre de la Iglesia, ante cuya presencia se descubrieron todos los circunstantes, pues evidentemente se trataba de hombre de importancia. Era ciertamente espejo de buena, si no de santa vida, robusto y colorado, y llegó respirando por todos los poros de su cuerpo, dado el calor reinante y el ejercicio de su paseo. Cuando pasaba por allí, solía, de cuando en cuando, sacar un maravedí de su bolsillo y se lo entregaba a un mendigo, con aires de ardiente caridad. —¡Ah, padre bendito! —exclamaban—. ¡Dios le conceda larga vida y ojalá sea usted obispo muy pronto!...
To aid his steps in ascending the hill he leaned gently now and then on the arm of a handmaid, evidently the pet-lamb of this kindest of pastors. Ah, such a damsel! Andalus from head to foot: from the rose in her hair to the fairy shoe and lacework stocking—Andalus in every movement; in every undulation of the body—ripe, melting Andalus! But then so modest!—so shy!—ever, with downcast eyes, listening to the words of the padre; or, if by chance she let flash a side glance, it was suddenly checked and her eyes once more cast to the ground.  Alguna que otra vez, subía la cuesta apoyándose, como ayuda de sus pasos, en el brazo de una criada; andaluza desde la cabeza a los pies, desde la rosa prendida en su cabello hasta los zapatitos de hada y las medias de encaje; andaluza en todos sus ademanes, en el gentil movimiento de su cuerpo; lozana y ardiente andaluza. Pero además, ¡tan recatada!, ¡tan tímida! Siempre con sus ojos bajos, escuchando las palabras del padre; y si alguna vez dejaba escapar una mirada de soslayo, pronto la reprimía y bajaba de nuevo la vista.
The good padre looked benignantly on the company about the fountain, and took his seat with some emphasis on a stone bench, while the handmaid hastened to bring him a glass of sparkling water. He sipped it deliberately and with a relish, tempering it with one of those spongy pieces of frosted eggs and sugar so dear to Spanish epicures, and on returning the glass to the hand of the damsel pinched her cheek with infinite loving-kindness.  El buen sacerdote contempló cariñosamente la concurrencia reunida junto a la fuente y tomó asiento con cierto énfasis sobre un banco de piedra, en tanto que la criada se apresuraba a traerle un vaso de clara y fresca agua. La bebió a sorbos, pausadamente y con suma complacencia, mezclándola con una de esas esponjosas yemas escarchadas y azúcar, tan gratas a los epicúreos españoles...
“Ah, the good pastor! ” whispered the student to himself; “what a happiness would it be to be gathered into his fold with such a pet-lamb for a companion! ”  « ¡Ah buen pastor! —díjose el estudiante—. ¡Qué felicidad ser recogido en su redil con semejante corderilla por compañera!»
But no such good fare was likely to befall him. In vain he essayed those powers of pleasing which he had found so irresistible with country curates and country lasses. Never had he touched his guitar with such skill; never had he poured forth more soul-moving ditties, but he had no longer a country curate or country lass to deal with. The worthy priest evidently did not relish music, and the modest damsel never raised her eyes from the ground. They remained but a short time at the fountain; the good padre hastened their return to Granada. The damsel gave the student one shy glance in retiring, but it plucked the heart out of his bosom!  Pero no era probable que tuviese esa dicha. En vano ensayó aquellas sus aptitudes de agrado que tan irresistibles habían resultado con los curas de aldea y las mozas rústicas. Nunca tocó su guitarra con tanta destreza; nunca cantó baladas más conmovedoras; pero ahora no se trataba precisamente de una moza .pueblerina. Evidentemente el buen sacerdote no era muy musicófilo, y la pudorosa doncella no levantó ni una vez los ojos del suelo. Estuvieron un poco tiempo en la fuente, y el buen padre se apresuró a volver a Granada. La damisela lanzó tan sólo al estudiante una mirada al retirarse, pero, ¡ay!, le arrancó el corazón de su pecho.
He inquired about them after they had gone. Padre Tomas was one of the saints of Granada, a model of regularity, punctual in his hour of rising, his hour of taking a paseo for an appetite, his hours of eating, his hour of taking his siesta; his hour of playing his game of tresillo, of an evening, with some of the dames of the Cathedral circle; his hour of supping, and his hour of retiring to rest, to gather fresh strength for another day’s round of similar duties. He had an easy sleek mule for his riding, a matronly housekeeper skilled in preparing tit-bits for his table, and the pet lamb, to smooth his pillow at night and bring him his chocolate in the morning.  Cuando se marcharon los dos, nuestro escolar inquirió noticias de ellos. El padre Tomás era un piadoso sacerdote, modelo de regularidad; puntual a la hora de levantarse, a la de dar su paseo para abrir el apetito, a la de comer, dormir la siesta, jugar su partidita de tresillo por la tarde; a la de cenar y, en fin, a la de retirarse a descansar y tomar nuevas fuerzas para cumplir al día siguiente otra serie de análogas ocupaciones. Poseía un pacífico y cómodo mulo para sus paseos; con él vivían un ama de llaves, muy ducha en prepararle exquisitos bocados para su mesa, y la joven que le servía de criada.
Adieu now to the gay, thoughtless life of the student; the side glance of a bright eye had been the undoing of him. Day and night he could not get the image of this most modest damsel out of his mind. He sought the mansion of the padre. Alas! it was above the class of houses accessible to a strolling student like himself. The worthy padre had no sympathy with him; he had never been Estudiante sopista, obliged to sing for his supper. He blockaded the house by day, catching a glance of the damsel now and then as she appeared at a casement; but these glances only fed his flame without encouraging his hope. He serenaded her balcony at night, and at one time was flattered by the appearance of something white at a window. Alas, it was only the nightcap of the padre.  ¡Adiós la alegre e irreflexiva vida estudiantil! Aquella furtiva mirada de unos brillantes ojos fue la ruina de nuestro escolar. Pasábase noche y día sin poder borrar de su imaginación la figura de la pudorosa doncellita. Averiguó dónde vivía el padre; pero, ¡ay!, era la suya una casa inaccesible a un estudiante trotamundos como él. No le resultaba simpático al buen padre, que no había sido estudiante sopista*, obligado a cantar para comer. Puso cerco don Vicente a la casa durante el día, mendigando alguna que otra mirada de la joven cuando se asomaba ésta a la ventana; pero aquellas miradas solamente conseguían avivar más la llama de su pasión, sin dar alientos a su esperanza. Dedicóse también a dar por las noches serenatas bajo su balcón, y una vez se sintió ilusionado al observar que aparecía algo blanco en la ventana; pero, ¡ay!, era el gorro de dormir del padre.
Never was lover more devoted, never damsel more shy: the poor student was reduced to despair. At length arrived the eve of St. John, when the lower classes of Granada swarm into the country, dance away the afternoon, and pass midsummer’s night on the banks of the Darro and the Xenil. Happy are they who on this eventful night can wash their faces in those waters just as the Cathedral bell tells midnight; for at that precise moment they have a beautifying power. The student, having nothing to do, suffered himself to be carried away by the holiday-seeking throng until he found himself in the narrow valley of the Darro, below the lofty hill and ruddy towers of the Alhambra. The dry bed of the river, the rocks which border it, the terraced gardens which overhang it were alive with variegated groups, dancing under the vines and fig-trees to the sound of the guitar and castanets.  Nunca hubo más devoto enamorado ni más tímida mozuela; con lo que el pobre estudiante se desesperaba. Llegó, al fin, la víspera de San Juan, cuando las gentes humildes de Granada inundan el campo y bailan tarde y noche en las márgenes del Darro y del Genil. Dichosos los que en esa noche memorable laven su rostro en las aguas del río, en el preciso instante de sonar las doce de la noche en la campana de la catedral, porque en ese momento tienen las aguas la rara virtud de embellecer. Nuestro ocioso escolar se dejó arrastrar por los que acudían a divertirse al estrecho valle del Darro, bajo la altiva colina y las rojizas torres de la Alhambra. El lecho seco del río y las rocas que lo bordean; los jardines y glorietas que se asoman a él, estaban animados de numerosos grupos que bailaban bajo los parrales y las higueras, entre rasgueo de guitarras y repiqueteo de castañuelas.
The student remained for some time in doleful dumps, leaning against one of the huge misshapen stone pomegranates which adorn the ends of the little bridge over the Darro. He cast a wistful glance upon the merry scene, where every cavalier had his dame, or, to speak more appropriately, every Jack his Jill; sighed at his own solitary state, a victim to the black eye of the most unapproachable of damsels, and repined at his ragged garb, which seemed to shut the gate of hope against him.  El estudiante permaneció algún tiempo sumido en una triste y melancólica actitud, apoyado contra una de las grandes y deformes granadas de piedra que adornan los extremos de un pequeño puente sobre el Darro. Lanzó una anhelante mirada sobre la alegre concurrencia, en la que todo caballero tenía su dama, o dicho con más propiedad, cada oveja su pareja*; suspiró al verse en tan solitaria situación, pobre víctima de los negros ojos de la más inaccesible doncella, y lamentándose amargamente de su raído traje, que parecía cerrarle por completo la puerta de las ilusiones.
By degrees his attention was attracted to a neighbor equally solitary with himself This was a tall soldier, of a stern aspect and grizzled beard, who seemed posted as a sentry at the opposite pomegranate. His face was bronzed by time; he was arrayed in ancient Spanish armor, with buckler and lance, and stood immovable as a statue. What surprised the student was, that though thus strangely equipped, he was totally unnoticed by the passing throng, albeit that many almost brushed against him.  Poco a poco atrajo su atención un vecino tan solitario como él. Era un soldado alto, de duro aspecto y barba canosa, que parecía hallarse apostado como centinela en la granada de enfrente. Su rostro estaba bronceado por el tiempo, iba ataviado con una antigua armadura española, con lanza y escudo, y permanecía inmóvil como una estatua. Pero lo que mas sorprendió a nuestro héroe fue el hecho de que a pesar de ir tan extrañamente ataviado, pasaba enteramente inadvertido para la multitud que cruzaba a su lado y que incluso casi se rozaba con él.
“This is a city of old-time peculiarities, ” thought the student, “and doubtless this is one of them with which the inhabitants are too familiar to be surprised. ” His own curiosity, however, was awakened, and being of a social disposition, he accosted the soldier.  «Esta vieja ciudad está llena de cosas extrañas de otros tiempos —pensó el joven—, y sin duda ésta es una de ellas y los granadinos demasiado familiarizados para sorprenderse. » Despertado, sin embargo, su interés, y puesto que era de sociable condición, se acercó al soldado y le dijo:
“A rare old suit of armor that which you wear, comrade. May I ask what corps you belong to? ”  —Rara y antigua, en verdad, es esa armadura que llevas, amigo. ¿Se te puede preguntar a qué cuerpo perteneces?
The soldier gasped out a reply from a pair of jaws which seemed to have rusted on their hinges.  El soldado gruñó una respuesta entrecortada, por entre un par de mandíbulas que parecían enmohecidas en sus goznes.
“The royal guard of Ferdinand and Isabella. ”  —A la Guardia Real de Fernando e Isabel.
“Santa Maria! Why, it is three centuries since that corps was in service. ”  —¡Santa Maria! ¿Cómo es posible, si hace tres siglos que existió ese Cuerpo?
“And for three centuries have I been mounting guard. Now I trust my tour of duty draws to a close. Dost thou desire fortune? ”  —Y tres siglos hace que monto guardia. Ahora confío en que mi turno toque a su fin.
The student held up his tattered cloak in reply.  ¿Deseas fortuna? El estudiante levantó expresivamente su andrajosa capa como respuesta.
“I understand thee. If thou hast faith and courage, follow me, and thy fortune is made. ”  —Ya te entiendo —dijo el otro—. Si tienes fe y valor, sígueme, y tu fortuna estará hecha.
“Softly, comrade, to follow thee would require small courage in one who has nothing to lose but life and an old guitar, neither of much value; but my faith is of a different matter, and not to be put in temptation. If it be any criminal act by which I am to mend my fortune, think not my ragged cloak will make me undertake it. ”  —Poco a poco, camarada; escaso valor necesita para seguirte quien nada tiene que perder, a no ser la vida y una vieja guitarra, ambas cosas de poca monta. Pero en cuanto a mi fe, eso es diferente, y no deseo ponerla en tentación. Si mi suerte ha de mejorarse por medio de alguna acción criminal, no pienses que mi raída capa sería pretexto para que yo la cometiese.
The soldier turned on him a look of high displeasure. “My sword, ” said he, “has never been drawn but in the cause of the faith and the throne. I am a Cristiano viejo, trust in me and fear no evil. ”  El soldado se volvió hacia él con muestras de desagrado. —Mi espada —le dijo— jamás fue desenvainada sino por la causa de la fe o del trono. Soy cristiano viejo: confía en mí y no temas nada malo.
The student followed him wondering. He observed that no one heeded their conversation, and that the soldier made his way through the various groups of idlers unnoticed, as if invisible.  Nuestro estudiante, entonces, le siguió admirado. Observó que nadie se preocupaba de su conversación y que el soldado se abría paso entre los varios grupos de ociosos, inadvertido, como si fuese invisible.
Crossing the bridge, the soldier led the way by a narrow and steep path past a Moorish mill and aqueduct, and up the ravine which separates the domains of the Generalife from those of the Alhambra. The last ray of the sun shone upon the red battlements of the latter, which beetled far above; and the convent bells were proclaiming the festival of the ensuing day. The ravine was overshadowed by fig-trees, vines, and myrtles, and the outer towers and walls of the fortress. It was dark and lonely, and the twilight-loving bats began to flit about. At length the soldier halted at a remote and ruined tower, apparently intended to guard a Moorish aqueduct. He struck the foundation with the but-end of his spear. A rumbling sound was heard, and the solid stones yawned apart, leaving an opening as wide as a door.  Luego de atravesar el puente, le condujo su guía por un estrecho y pronunciado sendero junto a un molino y acueducto moros, subiendo después por el barranco que separa los terrenos del Generalife de los de la Alhambra. El último rayo de sol brilló sobre las rojas almenas del alcázar, que se divisaba allá en lo alto, en tanto que las campanas de los conventos proclamaban la festividad del día siguiente. El barranco, cubierto de higueras, vides y mirto y circundado por las torres exteriores y los muros de la fortaleza, ofrecíase oscuro y solitario, y los murciélagos comenzaban a revolotear en torno. Por último, se detuvo el soldado ante una apartada y ruinosa torre, destinada al parecer a guardar un acueducto morisco, y golpeó los cimientos con el extremo de su lanza. Oyóse un ruido sordo y las sólidas piedras se separaron, dejando al descubierto una abertura del ancho de una puerta.
“Enter in the name of the Holy Trinity, ” said the soldier, “and fear nothing. ” The student’s heart quaked, but he made the sign of the cross, muttered his Ave Maria, and followed his mysterious guide into a deep vault cut out of the solid rock under the tower, and covered with Arabic inscriptions. The soldier pointed to a stone seat hewn along one side of the vault. “Behold, ” said he, “my couch for three hundred years. ” The bewildered student tried to force a joke. “By the blessed St. Anthony, ” said he, “but you must have slept soundly, considering the hardness of your couch. ”  —Entra, en el nombre de la Santísima Trinidad —.dijo——, y nada temas. Estremecióse el corazón del joven; pero hizo la señal de la cruz, murmuró un Avemaría y siguió a su misterioso guía hasta una profunda bóveda abierta en la roca viva, bajo la torre, y cubierta de inscripciones árabes. El soldado le señaló un banco de piedra, labrado a un lado de la bóveda. —Mira —le dijo—: he ahí mi lecho desde hace trescientos años. El atónito estudiante intentó tomarlo a broma. —¡Por San Antonio bendito! —exclamó——. Pesado en ver-dada ha debido ser tu sueño, según la dureza de tu cama.
“On the contrary, sleep has been a stranger to these eyes; incessant watchfulness has been my doom. Listen to my lot. I was one of the royal guards of Ferdinand and Isabella; but was taken prisoner by the Moors in one of their sorties, and confined a captive in this tower. When preparations were made to surrender the fortress to the Christian sovereigns, I was prevailed upon by Alfaqui, a Moorish priest, to aid him in secreting some of the treasures of Boabdil in this vault. I was justly punished for my fault. The Alfaqui was an African necromancer, and by his infernal arts cast a spell upon me—to guard his treasures. Something must have happened to him, for he never returned, and here have I remained ever since, buried alive. Years and years have rolled away; earthquakes have shaken this hill; I have heard stone by stone of the tower above tumbling to the ground, in the natural operation of time; but the spell-bound walls of this vault set both time and earthquakes at defiance.  —Antes al contrario, el sueño ha sido algo extraño para estos ojos, pues la incesante vigilia fue mi destino. Escucha mis infortunios. Yo era uno de los reales guardianes de Fernando e Isabel; mas fui hecho prisionero por los moros en una de sus incursiones, y encerrado como cautivo en esta torre. Cuando se realizaban los preparativos para entregar la fortaleza a los Reyes Católicos, fui persuadido por un alfaquí, un sacerdote musulmán, para que le ayudase a ocultar sigilosamente en esta bóveda algunos de los tesoros de Boabdil. Fui, con justicia, castigado por mi falta. El alfaquí era un nigromante africano, y con sus artes infernales lanzó un conjuro sobre mí, a saber: que guardase sus tesoros. Algo debió de sucederle, pues no volvió jamás, y aquí he permanecido desde entonces, enterrado en vida. Años y años han transcurrido; los terremotos han conmovido esta colina y he visto cómo se derrumbaban piedra a piedra los muros de esta torre, debido a la acción natural del tiempo; pero las encantadas paredes de la bóveda han desafiado al tiempo y a los terremotos.
“Once every hundred years, on the festival of St. John, the enchantment ceases to have thorough sway; I am permitted to go forth and post myself upon the bridge of the Darro, where you met me, waiting until some one shall arrive who may have power to break this magic spell. I have hitherto mounted guard there in vain. I walk as in a cloud, concealed from mortal sight. You are the first to accost me for now three hundred years. I behold the reason. I see on your finger the seal-ring of Solomon the wise, which is proof against all enchantment. With you it remains to deliver me from this awful dungeon, or to leave me to keep guard here for another hundred years. ”  Una vez cada cien años, en la fiesta de San Juan, pierde todo su poder el hechizo y tengo licencia para salir y apostarme sobre el puente del Darro en donde me encontraste, hasta que llegue alguien con la virtud suficiente para romper este mágico encantamiento. He montado desde entonces la guardia allí, mas todo ha sido inútil. Ando como envuelto por una nube, oculto a las miradas de los mortales. Tú eres el primero que me ha dirigido la palabra desde hace tres siglos, y ahora comprendo la razón. Veo en tu dedo el anillo sellado del sabio Salomón, talismán poderoso contra toda clase de hechicerías. De ti depende el que pueda librarme de este espantoso calabozo, o quede abandonado, haciendo guardia otros cien años.
The student listened to this tale in mute wonderment. He had heard many tales of treasure shut up under strong enchantment in the vaults of the Alhambra, but had treated them as fables. He now felt the value of the seal-ring, which had, in a manner, been given to him by St. Cyprian. Still, though armed by so potent a talisman, it was an awful thing to find himself tete-a-tete in such a place with an enchanted soldier, who, according to the laws of nature, ought to have been quietly in his grave for nearly three centuries.  El estudiante escuchó este relato con mucha admiración. Había oído muchas consejas de tesoros escondidos, merced a mágicos sortilegios, en las bóvedas de la Alhambra; mas siempre las consideró fabulosas. Ahora se daba cuenta del valor de su sortija, otorgada en cierto modo por San Cipriano. Pese a ello, y aun armado de su poderoso talismán, resultaba algo terrible encontrarse téte à téte en semejante lugar con un soldado encantado, el cual, según las leyes de la Naturaleza, debería estar tranquilamente en su tumba desde hacia cerca de trescientos años.
A personage of this kind, however, was quite out of the ordinary run, and not to be trifled with, and he assured him he might rely upon his friendship and good will to do every thing in his power for his deliverance.  Un personaje de esta especie, con todo, se encuentra por completo fuera del curso normal de las cosas, y no podía ser tomado a broma; por lo que le aseguró que confiase en su amistad y buena voluntad para hacer todo cuanto estuviera en su mano, con objeto de conseguir su liberación.
“I trust to a motive more powerful than friendship, ” said the soldier.  —Confío en un argumento más convincente que la amistad —dijo el soldado.
He pointed to a ponderous iron coffer, secured by locks inscribed with Arabic characters. “That coffer, ” said he, “contains countless treasure in gold and jewels, and precious stones. Break the magic spell by which I am enthralled, and one half of this treasure shall be thine. ”  Y le señaló un pesado cofre de hierro, asegurado por cerraduras y con inscripciones en caracteres arábigos. —Este cofre —dijo-— contiene un incalculable tesoro en oro, joyas y piedras preciosas. Rompe el mágico hechizo que me tiene esclavizado, y tuya será la mitad de estas riquezas.
“But how am I to do it? ”  —Bueno, pero ¿qué debo hacer?
“The aid of a Christian priest, and a Christian maid is necessary. The priest to exorcise the powers of darkness; the damsel to touch this chest with the seal of Solomon. This must be done at night. But have a care. This is solemn work, and not to be effected by the carnal-minded. The priest must be a Cristiano viejo, a model of sanctity, and must mortify the flesh before he comes here, by a rigorous fast of four-and-twenty hours; and as to the maiden, she must be above reproach, and proof against temptation. Linger not in finding aid. In three days my furlough is at an end; if not delivered before midnight of the third, I shall have to mount guard for another century. ”  —Nos es necesaria la colaboración de un sacerdote y una joven cristiana. El sacerdote, para exorcizar los poderes ocultos, y la joven para que toque el cofre con el sello de Salomón. Esto ha de hacerse por la noche. Pero ten cuidado; es la nuestra una empresa solemne y no debe llevarla a cabo ningún espíritu carnal. El sacerdote debe ser un cristiano viejo, modelo de santidad; tendrá que mortificar su carne con ayuno riguroso durante veinticuatro horas, antes de venir aquí. Y en cuanto a la joven, ha de ser irreprochable y refractaria a cualquier tentación. Apresúrate a encontrarlos; dentro de tres días termina mi licencia, y si no me he visto libre antes de la medianoche del tercero, deberé montar la guardia durante otro siglo.
“Fear not, ” said the student, “I have in my eye the very priest and damsel you describe; but how am I to regain admission to this tower? ”  —No temas —dijo el estudiante—. Tengo precisamente a la vista al sacerdote y doncella que has descrito. Ahora bien: ¿cómo volveré a poder entrar en esta torre?
“The seal of Solomon will open the way for thee. ”  —El sello de Salomón te la abrirá.
The student issued forth from the tower much more gayly than he had entered. The wall closed behind him, and remained solid as before.  Nuestro héroe salió de la torre mucho más alegre de lo que había penetrado, y cerróse el muro tras él, quedando tan macizo como antes.
The next morning he repaired boldly to the mansion of the priest, no longer a poor strolling student, thrumming his way with a guitar; but an ambassador from the shadowy world, with enchanted treasures to bestow. No particulars are told of his negotiation, excepting that the zeal of the worthy priest was easily kindled at the idea of rescuing an old soldier of the faith and a strong-box of King Chico from the very clutches of Satan; and then what alms might be dispensed, what churches built, and how many poor relatives enriched with the Moorish treasure!  A la mañana siguiente se encaminó audazmente a la casa del sacerdote, no como un pobre estudiante vagabundo que anda errante con su guitarra, sino como embajador de un mundo espectral que otorga tesoros encantados. Se ignora cuáles fueran sus negociaciones, salvo que el celo del digno sacerdote se inflamó ante la idea de librar a un viejo soldado de la fe y a un cofre del Rey Chico de las mismas garras de Satanás. ¡Cuántas limosnas podrían distribuirse, cuántas iglesias edificarse y cuántos parientes pobres enriquecerse con el tesoro musulmán!
As to the immaculate handmaid, she was ready to lend her hand, which was all that was required, to the pious work; and if a shy glance now and then might be believed, the ambassador began to find favor in her modest eyes.  En cuanto a la casta doncella, mostróse dispuesta a prestar su mano, que era todo lo que se necesitaba para llevar a término aquella piadosa obra; y si hubiera que dar crédito a alguna que otra tímida mirada, el embajador empezaba a encontrar favores y mercedes en sus púdicos ojos.
The greatest difficulty, however, was the fast to which the good Padre had to subject himself. Twice he attempted it, and twice the flesh was too strong for the spirit. It was only on the third day that he was enabled to withstand the temptations of the cupboard; but it was still a question whether he would hold out until the spell was broken.  No obstante, la mayor dificultad consistía en el ayuno a que había de someterse el buen padre. Dos veces lo intentó, y dos veces fue la carne demasiada carga para el espíritu. Sólo al tercer día se encontró capacitado para resistir las tentaciones de la despensa; pero aún quedaba por comprobar si podía prolongarlo hasta que se rompiese el hechizo.
At a late hour of the night the party groped their way up the ravine by the light of a lantern, and bearing a basket with provisions for exorcising the demon of hunger so soon as the other demons should be laid in the Red Sea.  A una hora bastante avanzada de la noche, emprendieron los tres la subida por el barranco, a la luz de una linterna y portadores de un cesto con provisiones para exorcizar al demonio del hambre, tan pronto corno los otros demonios yaciesen en el mar Rojo.
The seal of Solomon opened their way into the tower. They found the soldier seated on the enchanted strong-box, awaiting their arrival. The exorcism was performed in due style. The damsel advanced and touched the locks of the coffer with the seal of Solomon. The lid flew open, and such treasures of gold and jewels and precious stones as flashed upon the eye!  El sello de Salomón les dio entrada en la torre. Hallaron al soldado sentado en el encantado cofre, aguardando su llegada. Se efectuó en debida forma el exorcismo; avanzó la joven y tocó las cerraduras del cofre con el anillo de Salomón. Saltó la tapa y ¡qué tesoros de oro, joyas y piedras preciosas deslumbraron sus miradas!
“Here’s cut and come again! ” cried the student, exultingly, as he proceeded to cram his pockets.  —¡Rápido! ¡Vamos! —gritó el estudiante, frenético de gozo, mientras procedía a llenarse los bolsillos.
“Fairly and softly, ” exclaimed the soldier. “Let us get the coffer out entire, and then divide. ”  —Despacio —exclamó el soldado—. Saquemos el cofre entero y luego lo repartiremos.
They accordingly went to work with might and main, but it was a difficult task; the chest was enormously heavy, and had been imbedded there for centuries. While they were thus employed the good dominie drew on one side and made a vigorous onslaught on the basket, by way of exorcising the demon of hunger which was raging in his entrails. In a little while a fat capon was devoured, and washed down by a deep potation of Val de Penas; and, by way of grace after meat, he gave a kind-hearted kiss to the pet lamb who waited on him. It was quietly done in a corner, but the tell-tale walls babbled it forth as if in triumph. Never was chaste salute more awful in its effects. At the sound the soldier gave a great cry of despair; the coffer, which was half raised, fell back in its place and was locked once more. Priest, student, and damsel, found themselves outside of the tower, the wall of which closed with a thundering jar. Alas! the good Padre had broken his fast too soon!  Así, que pusieron con todo ahínco manos a la obra; pero resultaba difícil la tarea, pues el cofre era enormemente pesado y empotrado allí desde hacía siglos. Mientras estaban así afanados, el buen dómine se apartó a un lado y lanzó una vigorosa arremetida contra la cesta, con objeto de exorcizar al demonio del hambre que le roía las entrañas, y en un momento devoró un grueso capón, regándolo con un buen trago de Valdepeñas... Nunca produjo la violación de un ayuno efectos tan desastrosos. Lanzó el soldado un terrible grito de desesperación; el cofre, que estaba medio abierto, volvió a su sitio y se cerró de nuevo. Sacerdote, estudiante y doncella se encontraron fuera de la torre, cuyos muros se cerraron con estrépito. ¡Ay, el buen padre había roto el ayuno demasiado pronto!
When recovered from his surprise, the student would have re-entered the tower, but learnt to his dismay that the damsel, in her fright, had let fall the seal of Solomon; it remained within the vault.  Cuando se rehizo de su sorpresa, quiso el estudiante volver a entrar en la torre; pero comprobó consternado que la muchacha, asustada, había dejado caer el sello de Salomón y se había quedado dentro de la bóveda.
In a word, the cathedral bell tolled midnight; the spell was renewed; the soldier was doomed to mount guard for another hundred years, and there he and the treasure remain to this day—and all because the kind-hearted Padre kissed his handmaid. “Ah father! father! ” said the student, shaking his head ruefully, as they returned down the ravine, “I fear there was less of the saint than the sinner in that kiss! ”  En suma: la campana de la catedral dio las doce; restablecióse de nuevo el encanto, y el soldado quedó condenado a montar la guardia otros cien años, encerrado allí con su tesoro, mientras los tres descendían tristemente por la cañada...
Thus ends the legend as far as it has been authenticated. There is a tradition, however, that the student had brought off treasure enough in his pocket to set him up in the world; that he prospered in his affairs, that the worthy Padre gave him the pet lamb in marriage, by way of amends for the blunder in the vault; that the immaculate damsel proved a pattern for wives as she had been for handmaids, and bore her husband a numerous progeny; that the first was a wonder; it was born seven months after her marriage, and though a seven months boy, was the sturdiest of the flock. The rest were all born in the ordinary course of time.  Y así termina la leyenda, hasta donde ha sido posible comprobar. Existe, sin embargo, una tradición, según la cual, el estudiante había sacado tesoros suficientes en el bolsillo, que le permitieron elevar en el mundo su estado y condición; que prosperó en sus negocios, que el digno padre accedió gustoso a su matrimonio con la muchacha; y que la casta joven resultó ser modelo de esposas, como lo fuera de doncellas, y dio a su marido una numerosa familia...
The story of the enchanted soldier remains one of the popular traditions of Granada, though told in a variety of ways; the common people affirm that he still mounts guard on midsummer eve beside the gigantic stone pomegranate on the Bridge of the Darro, but remains invisible excepting to such lucky mortal as may possess the seal of Solomon.  La historia del soldado encantado sigue siendo una de las tradiciones populares de Granada, si bien se cuenta de diferentes maneras. El vulgo afirma que todavía continúa montando guardia en la noche de San Juan, junto a la gigantesca granada de piedra del puente del Darro; pero que resulta invisible, excepto para aquellos afortunados mortales que poseen el sello de Salomón.