Talas of the Alhambra (Cuentos) >





Washington Irving

Tales of the Alhambra



Legend of the Two Discreet Statues



Leyenda de las dos discretas estatuas

THERE lived once in a waste apartment of the Alhambra, a merry little fellow, named Lope Sanchez, who worked in the gardens, and was as brisk and blithe as a grasshopper, singing all day long. He was the life and soul of the fortress; when his work was over, he would sit on one of the stone benches of the esplanade, strum his guitar, and sing long ditties about the Cid, and Bernardo del Carpio, and Fernando del Pulgar, and other Spanish heroes, for the amusement of the old soldiers of the fortress, or would strike up a merrier tune, and set the girls dancing boleros and fandangos.  EN otro tiempo vivía en una amplia habitación de la Alhambra un jovial hombrecillo llamado Lope Sánchez, que trabajaba en los jardines y se pasaba cantando todo el día, alegre y activo como un saltamontes. Era el alma y vida de la ciudadela; cuando concluía su tarea, se sentaba en uno de los bancos de piedra de la explanada, y cantaba, acompañado de su guitarra, largos romances del Cid, Bernardo del Carpio, Hernando del Pulgar y otros héroes españoles, para divertir a los inválidos de la fortaleza, o bien entonaba otros aires más alegres para que las jóvenes bailasen boleros y fandangos.
Like most little men, Lope Sanchez had a strapping buxom dame for a wife, who could almost have put him in her pocket; but he lacked the usual poor man’s lot—instead of ten children he had but one. This was a little black-eyed girl about twelve years of age, named Sanchica, who was as merry as himself, and the delight of his heart. She played about him as he worked in the gardens, danced to his guitar as he sat in the shade, and ran as wild as a young fawn about the groves and alleys and ruined halls of the Alhambra.  Como la mayor parte de los hombres pequeños de estatura, Lope Sánchez tenía por esposa una mujer alta y robusta que casi se lo hubiera podido guardar en el bolsillo; pero no alcanzó nuestro hombre la misma suerte que el común de los pobres, pues en lugar de tener diez chiquillos, no tenía más que una niña, bajita, de ojos negros, que contaba a la sazón doce arlos de edad, tan alegre como él, llamada Sanchica; la cual hacía las delicias de su corazón, jugaba junto al padre mientras éste se afanaba en los jardines, bailaba al compás de su guitarra cuando él se sentaba a la sombra, y corría como un cervatilla por los bosques, alamedas y ruinosos salones de la Alhambra.
It was now the eve of the blessed St. John, and the holiday-loving gossips of the Alhambra, men, women, and children, went up at night to the mountain of the sun, which rises above the Generalife, to keep their midsummer vigil on its level summit. It was a bright moonlight night, and all the mountains were gray and silvery, and the city, with its domes and spires, lay in shadows below, and the Vega was like a fairy land, with haunted streams gleaming among its dusky groves. On the highest part of the mountain they lit up a bonfire, according to an old custom of the country handed down from the Moors. The inhabitants of the surrounding country were keeping a similar vigil, and bonfires, here and there in the Vega, and along the folds of the mountains, blazed up palely in the moonlight.  Era la víspera de San Juan, y la gente de humor de la Alhambra aficionada a celebrar los días festivos, hombres, mujeres y niños, subieron por la noche al cerro del Sol, que se elevaba por encima del Generalife, para pasar la velada en su alta meseta. Hacía una clara noche de luna; todas las montañas E aparecían bañadas con su grisácea y plateada luz; la ciudad, con sus cúpulas y campanarios, se mostraba envuelta en la sombra, y la vega aparecía como una tierra de hadas, llena de arroyuelos encantados que brillaban como cintas de plata entre las oscuras arboledas. En la parte más empinada del cerro prendieron una hoguera, según una antigua costumbre del país conservada desde el tiempo de los moros. Los habitantes de los campos vecinos celebraban de igual manera la velada, con hogueras encendidas en diversos lugares de la vega y en las laderas de las montañas, que refulgían pálidamente a la luz de la luna.
The evening was gayly passed in dancing to the guitar of Lope Sanchez, who was never so joyous as when on a holiday revel of the kind. While the dance was going on, the little Sanchica with some of her playmates sported among the ruins of an old Moorish fort that crowns the mountain, when, in gathering pebbles in the fosse, she found a small hand curiously carved of jet, the fingers closed, and the thumb firmly clasped upon them. Overjoyed with her good fortune, she ran to her mother with her prize. It immediately became a subject of sage speculation, and was eyed by some with superstitious distrust. “Throw it away, ” said one; “it’s Moorish—depend upon it, there’s mischief and witchcraft in it. ” “By no means, ” said another; “you may sell it for something to the jewellers of the Zacatin. ”  Transcurrió alegremente la noche, bailando al son de la guitarra de Lope Sánchez, nunca más contento que en estos días de fiesta y regocijo. Mientras todos danzaban, la pequeña Sanchica, con algunas compañeras de juego, se divertía entre las ruinas del viejo fuerte morisco que corona la montaña* cuando he aquí que, hallándose cogiendo piedrecillas en el foso, encontró una pequeña mano curiosamente tallada en azabache, con los dedos cerrados y el pulgar fuertemente pegado a ellas. Llena de gozo por su buena suerte, corrió a enseñarle el hallazgo a su madre, e inmediatamente se convirtió este en tema de prudentes comentarios, siendo mirado por algunos con supersticiosa desconfianza. —¡Tíralo! —decía uno. —Es moro, y seguramente encierra algún peligro o brujería —decía otro. —¡De ningún modo! —añadía un tercero—. Puedes venderlo, aunque sea por poco, a los joyeros del Zacatín.
In the midst of this discussion an old tawny soldier drew near, who had served in Africa, and was as swarthy as a Moor. He examined the hand with a knowing look. “I have seen things of this kind, ” said he, “among the Moors of Barbary. It is a great virtue to guard against the evil eye, and all kinds of spells and enchantments. I give you joy, friend Lope, this bodes good luck to your child. ”  En medio de esta discusión acercóse un viejo y atezado soldado, que había servido en África, de rostro tan tostado como el de un moro, el cual examinó la mano con ademanes de comprensión. —He visto objetos como éste entre los musulmanes de Berbería. Es un gran amuleto para librarse del mal de ojo y de toda clase de conjuros y hechicerías. Te felicito, amigo Lope; esto presagia buena suerte para tu niña.
Upon hearing this, the wife of Lope Sanchez tied the little hand of jet to a ribbon, and hung it round the neck of her daughter.  Al oírlo, la mujer de Lope Sánchez ató la manecita de azabache a una cinta y la colgó al cuello de su hija.
The sight of this talisman called up all the favorite superstitions about the Moors. The dance was neglected, and they sat in groups on the ground, telling old legendary tales handed down from their ancestors. Some of their stories turned upon the wonders of the very mountain upon which they were seated, which is a famous hobgoblin region. One ancient crone gave a long account of the subterranean palace in the bowels of that mountain where Boabdil and all his Moslem court are said to remain enchanted. “Among yonder ruins, ” said she, pointing to some crumbling walls and mounds of earth on a distant part of the mountain, “there is a deep black pit that goes down, down into the very heart of the mountain. For all the money in Granada I would not look down into it. Once upon a time a poor man of the Alhambra, who tended goats upon this mountain, scrambled down into that pit after a kid that had fallen in. He came out again all wild and staring, and told such things of what he had seen, that every one thought his brain was turned. He raved for a day or two about the hobgoblin Moors that had pursued him in the cavern, and could hardly be persuaded to drive his goats up again to the mountain. He did so at last, but, poor man, he never came down again. The neighbors found his goats browsing about the Moorish ruins, and his hat and mantle lying near the mouth of the pit, but he was never more heard of. ”  La vista de este talismán trajo a la memoria de los allí reunidos todas las predilectas supersticiones y creencias referentes a los árabes. Olvidóse el baile y, sentados en grupos en el suelo, empezaron a relatar antiguas y legendarias tradiciones heredadas de sus antepasados. Algunas de estas historias se relacionaban con los prodigios y maravillas del mismo cerro en el que se hallaban, famoso en verdad como zona fantástica. Una vieja comadre hizo una detallada descripción del palacio subterráneo que se encuentra en las entrañas de aquel cerro, en donde es opinión que yacen embrujados Boabdil y toda su Corte musulmana. —Entre aquellas ruinas —dijo señalando unos muros desmoronados y unos montones de tierra algo distantes de la montaña— hay un pozo profundo y tenebroso que se adentra y llega al mismo corazón del monte. No me asomaría yo a él ni por todo el dinero que hay en Granada. Una vez, hace tiempo de esto, un pobre hombre de la Alhambra que guardaba sus cabras en este cerro bajó al pozo en busca de un cabritillo que se le había caído a él. Salió de allí pálido y como loco, y tales cosas aseguró que había contemplado, que todos creyeron había perdido el juicio. Pasóse uno o dos días delirando con los fantasmas moros que le habían perseguido en la caverna, y costó mucho trabajo persuadirle para que llevase de nuevo sus cabras a la colina. Así lo hizo al fin, pero, ¡pobre infeliz!, no volvió a bajar jamás. Los vecinos hallaron sus cabras pastando entre las ruinas moriscas, y su sombrero y su manta junto a la boca del pozo; pero nunca se supo qué fue de él.
The little Sanchica listened with breathless attention to this story. She was of a curious nature, and felt immediately a great hankering to peep into this dangerous pit. Stealing away from her companions she sought the distant ruins, and after groping for some time among them came to a small hollow, or basin, near the brow of the mountain, where it swept steeply down into the valley of the Darro. In the centre of this basin yawned the mouth of the pit. Sanchica ventured to the verge, and peeped in. All was as black as pitch, and gave an idea of immeasurable depth. Her blood ran cold; she drew back, then peeped in again, then would have run away, then took another peep—the very horror of the thing was delightful to her. At length she rolled a large stone, and pushed it over the brink. For some time it fell in silence; then struck some rocky projection with a violent crash, then rebounded from side to side, rumbling and tumbling, with a noise like thunder, then made a final splash into water, far, far below—and all was again silent.  La pequeña Sanchica escuchó aquella historia con gran atención. Era curiosa por naturaleza, e inmediatamente se apoderó de ella un vivo deseo de asomarse al peligroso pozo. Separóse de sus compañeras y se dirigió a las apartadas ruinas; luego de andar a tientas algún rato entre ellas, llegó a una pequeña cavidad, cerca de la cima de la montaña, desde la que se bajaba en pronunciado declive hasta el valle del Darro. En el centro de este hueco se abría la boca de un pozo al que se asomó muchacha, aventurándose hasta el borde. El fondo estaba oscuro como boca de lobo, lo cual daba una idea de su gran profundidad. La sangre quedó helada en sus venas, y retrocedió empavorecida; volvió a mirar de nuevo, y volvió a retírarse; asomóse por tercera vez, porque el mismo horror le hacía sentir cierto deleite. Por último, cogió una gran piedra y la arrojó al fondo. Por algún tiempo cayó el guijarro sin ruido; luego, se sintió su violento choque con algún rocoso saliente; rebotó entonces de un lado para otro, rodando y produciendo un ruido semejante al del trueno, hasta que por último sonó en el agua, lejos, allá abajo, y todo quedó de nuevo en silencio.
The silence, however, did not long continue. It seemed as if something had been awakened within this dreary abyss. A murmuring sound gradually rose out of the pit like the hum and buzz of a beehive. It grew louder and louder; there was the confusion of voices as of a distant multitude, together with the faint din of arms, clash of cymbals and clangor of trumpets, as if some army were marshalling for battle in the very bowels of the mountain.  Este silencio, sin embargo, no fue de mucha duración. Parecía como si algo hubiera despertado dentro de aquel espantoso abismo. Alzóse poco a poco del fondo del pozo un zumbido semejante al que producen las abejas en una colmena; zumbido que fue creciendo, creciendo, hasta convertirse en un confuso clamoreo de voces como de multitud lejana, junto con un débil choque de armas, estruendo de címbalos y clamor de trompetas, como si algún ejército se aprestase a entrar en combate en las mismas entrañas del cerro.
The child drew off with silent awe, and hastened back to the place where she had left her parents and their companions. All were gone. The bonfire was expiring, and its last wreath of smoke curling up in the moonshine. The distant fires that had blazed along the mountains and in the Vega were all extinguished, and every thing seemed to have sunk to repose. Sanchica called her parents and some of her companions by name, but received no reply. She ran down the side of the mountain, and by the gardens of the Generalife, until she arrived in the alley of trees leading to the Alhambra, when she seated herself on a bench of a woody recess to recover breath. The bell from the watchtower of the Alhambra tolled midnight. There was a deep tranquillity as if all nature slept, excepting the low tinkling sound of an unseen stream that ran under the covert of the bushes. The breathing sweetness of the atmosphere was lulling her to sleep, when her eye was caught by something glittering at a distance, and to her surprise she beheld a long cavalcade of Moorish warriors pouring down the mountain side and along the leafy avenues. Some were armed with lances and shields, others with cimeters and battle-axes, and with polished cuirasses that flashed in the moonbeams. Their horses pranced proudly and champed upon their bits, but their tramp caused no more sound than if they had been shod with felt, and the riders were all as pale as death. Among them rode a beautiful lady, with a crowned head and long golden locks entwined with pearls. The housings of her palfrey were of crimson velvet embroidered with gold, and swept the earth; but she rode all disconsolate, with eyes ever fixed upon the ground.  Retiróse la muchacha con mudo terror y corrió al sitio en que había dejado a sus padres y compañeros; pero todos se habían ido, y la hoguera estaba agonizante, despidiendo su última humareda a los pálidos rayos de la luna. Las lejanas fogatas que habían ardido en las montañas y en la vega se habían extinguido también, y todo parecía haber quedado en reposo. Sanchica llamó a gritos a sus padres y a algunos de sus conocidos, por su nombre, pero no obtuvo respuesta. Bajó corriendo la falda del monte y los jardines del Generalife, hasta que llegó a la alameda que conduce a la Alhambra, donde se sentó para tomar alientos en el banco de un frondoso retiro. La campana de la atalaya de la Alhambra anunció la medianoche. Reinaba una profunda quietud como si durmiese la Naturaleza entera, y sólo se escuchaba el dulce y casi imperceptible murmullo de un oculto arroyuelo que discurría bajo los arbustos. La suave dulzura de la atmósfera ya la iba adormeciendo, cuando de repente quedó fija su mirada en algo que brillaba allá lejos y, con gran sorpresa suya, descubrió una larga cabalgata de guerreros moros que bajaba por la falda de la montaña a lo largo de las frondosas alamedas. Venían unos armados de lanzas y escudos, y otros con cimitarras, hachas de combate y bruñidas corazas que brillaban a los rayos de la luna. Montaban en corceles que piafaban orgullosos, tascando el freno; pero sus cascos no hacían ruido, como si estuviesen calzados con fieltro. Los jinetes iban todos pálidos como la muerte; entre ellos cabalgaba una hermosa dama, ceñida su frente con una corona y llevando sus largas trenzas de oro entretejidas con perlas. Las gualdrapas de su palafrén, de terciopelo carmesí, bordado en oro, llegaban basta la tierra; pero ella marchaba sumida en tristeza, con sus ojos fijos en el suelo.
Then succeeded a train of courtiers magnificently arrayed in robes and turbans of divers colors, and amidst them, on a cream-colored charger, rode King Boabdil el Chico, in a royal mantle covered with jewels, and a crown sparkling with diamonds. The little Sanchica knew him by his yellow beard, and his resemblance to his portrait, which she had often seen in the picture gallery of the Generalife. She gazed in wonder and admiration at this royal pageant, as it passed glistening among the trees; but though she knew these monarchs and courtiers and warriors, so pale and silent, were out of the common course of nature, and things of magic and enchantment, yet she looked on with a bold heart, such courage did she derive from the mystic talisman of the hand, which was suspended about her neck.  Seguía detrás un séquito de cortesanos lujosamente ataviados con trajes y turbantes de variados colores y, en medio de ellos, sobre un caballo alazán, iba el rey Boabdil el Chico, con un regio manto cubierto de joyas y una resplandeciente corona de diamantes. Sanchica lo reconoció por su barba rubia y por e1gran parecido que tenía con su retrato, que ella había visto con frecuencia en la galería de pinturas del Generalife. Contemplaba llena de asombro y admiración aquella regia comitiva, conforme iba pasando deslumbrante por entre los árboles; mas aunque sabía que estos monarcas, cortesanos y guerreros, tan pálidos y silenciosos, estaban fuera del curso normal de la Naturaleza, y no eran sino cosa de magia, los miraba con atrevido corazón; tal era el valor que le había infundido el místico talismán de la manecilla que llevaba pendiente del cuello.
The cavalcade having passed by, she rose and followed. It continued on to the great Gate of Justice, which stood wide open; the old invalid sentinels on duty lay on the stone benches of the barbican, buried in profound and apparently charmed sleep, and the phantom pageant swept noiselessly by them with flaunting banner and triumphant state. Sanchica would have followed; but to her surprise she beheld an opening in the earth, within the barbican, leading down beneath the foundations of the tower. She entered for a little distance, and was encouraged to proceed by finding steps rudely hewn in the rock, and a vaulted passage here and there lit up by a silver lamp, which, while it gave light, diffused likewise a grateful fragrance. Venturing on, she came at last to a great hall, wrought out of the heart of the mountain, magnificently furnished in the Moorish style, and lighted up by silver and crystal lamps. Here, on an ottoman, sat an old man in Moorish dress, with a long white beard, nodding and dozing, with a staff in his hand, which seemed ever to be slipping from his grasp; while at a little distance sat a beautiful lady, in ancient Spanish dress, with a coronet all sparkling with diamonds, and her hair entwined with pearls, who was softly playing on a silver lyre. The little Sanchica now recollected a story she had heard among the old people of the Alhambra, concerning a Gothic princess confined in the centre of the mountain by an old Arabian magician, whom she kept bound up in magic sleep by the power of music.  Cuando hubo pasado la cabalgata, se levantó y la siguió. El fantasmal cortejo avanzó hacia la gran puerta de la justicia, que estaba abierta de par en par; los viejos centinelas inválidos dormían en los bancos de piedra de la barbacana, sumidos en un profundo y, al parecer, mágico sueño, y la fantástica comitiva cruzó por su lado sin ruido con las banderas desplegadas y en actitud de triunfo. Sanchica hubiera deseado ir tras ella; pero observó con gran sorpresa una abertura en la tierra, dentro de la barbacana, que conducía hasta los cimientos de la torre. Se internó un poco, y se atrevió a descender por unos escalones toscamente abiertos en la roca, y a través de un pasadizo abovedado iluminado a trechos por lámparas de plata que, al propio tiempo que iluminaban, despedían un grato perfume. Aventuróse más, y llegó al fin a un gran salón abierto en el corazón de la montaña, magníficamente amueblado al estilo morisco e iluminado también con lámparas de plata y cristal. Allí, recostado en una otomana, aparecía, amodorrado y dando cabezadas, un viejo de larga barba blanca vestido a la usanza mora, con un báculo en la mano que parecía escapársele de los dedos, mientras a corta distancia de él se sentaba una bellísima dama, vestida a la antigua española, con la frente ceñida por una diadema cuajada de brillantes, y su cabellera salpicada de perlas, que pulsaba dulcemente una lira de plata. Sanchica recordó entonces una historia que ella había oído contar a los viejos de la Alhambra acerca de una princesa -cristiana, cautiva en el interior de la montaña por las artes de un viejo astrólogo árabe a quien ella a su vez mantenía aletargado en un mágico sueño gracias al poder de la música.
The lady paused with surprise at seeing a mortal in that enchanted hall. “Is it the eve of the blessed St. John? ” said she.  Aquella dama quedó sorprendida al ver a un ser mortal en el encantado salón. —¿Es la víspera de San Juan? —preguntó
“It is, ” replied Sanchica.  —Sí —respondió Sanchica.
“Then for one night the magic charm is suspended. Come hither, child, and fear not. I am a Christian like thyself, though bound here by enchantment. Touch my fetters with the talisman that hangs about thy neck, and for this night I shall be free. ”  —Entonces, por esta noche queda en suspenso el mágico encanto. Acércate, niña, y nada temas. Soy cristiana como tú, aunque presa aquí por arte de hechicería. Toca mis cadenas con ese talismán que pende de tu cuello, y quedaré libre durante esta noche.
So saying, she opened her robes and displayed a broad golden band round her waist, and a golden chain that fastened her to the ground. The child hesitated not to apply the little hand of jet to the golden band, and immediately the chain fell to the earth. At the sound the old man woke and began to rub his eyes; but the lady ran her fingers over the chords of the lyre, and again he fell into a slumber and began to nod, and his staff to falter in his hand. “Now, ” said the lady, “touch his staff with the talismanic hand of jet. ” The child did so, and it fell from his grasp, and he sank in a deep sleep on the ottoman. The lady gently laid the silver lyre on the ottoman, leaning it against the head of the sleeping magician; then touching the chords until they vibrated in his ear—“O potent spirit of harmony, ” said she, “continue thus to hold his senses in thraldom till the return of day. Now follow me, my child, ” continued she, “and thou shalt behold the Alhambra as it was in the days of its glory, for thou hast a magic talisman that reveals all enchantments. ” Sanchica followed the lady in silence. They passed up through the entrance of the cavern into the barbican of the Gate of Justice, and thence to the Plaza de los Algibes, or esplanade within the fortress.  Esto diciendo, entreabrió sus vestidos y mostró una ancha faja dorada que rodeaba su cintura y una cadena de oro que la tenía aprisionada al suelo. La niña no vaciló en aplicar la manecita de azabache a la faja, e inmediatamente cayó la cadena a tierra. Al ruido, despertó el anciano y comenzó a restregarse los ojos; pero la dama pasó sus dedos por las cuerdas de la lira y nuevamente volvió a su sopor y a dar cabezadas y a vacilar el báculo en su mano. —Ahora —dijo la cautiva— toca su báculo con tu talismánica manecita de azabache. Así lo hizo la muchacha, y se deslizó cayendo de la mano del astrólogo, quedando éste en la otomana, sumido en un profundo sueño. La dama apoyó delicadamente la lira de plata sobre el diván, aproximándola a la cabeza del aletargado anciano, y luego pulsó otra vez sus cuerdas hasta que vibraron en sus oídos. —¡Oh poderoso espíritu de la armonía! —dijo—. Ten encadenados sus sentidos de este modo hasta que el día venga de nuevo. Ahora sígueme, hija mía —continuó—, y verás cómo era la Alhambra en la época de su esplendor, pues eres dueña de un talismán que descubre todas sus maravillas. Sanchica, calladamente, siguió a la dama. Pasaron por la boca de la caverna a la barbacana de la puerta de la Justicia y llegaron a la plaza de los Aljibes o explanada interior de la fortaleza.
This was all filled with Moorish soldiery, horse and foot, marshalled in squadrons, with banners displayed. There were royal guards also at the portal, and rows of African blacks with drawn cimeters. No one spoke a word, and Sanchica passed on fearlessly after her conductor. Her astonishment increased on entering the royal palace, in which she had been reared. The broad moonshine lit up all the halls and courts and gardens almost as brightly as if it were day, but revealed a far different scene from that to which she was accustomed. The walls of the apartments were no longer stained and rent by time. Instead of cobwebs, they were now hung with rich silks of Damascus, and the gildings and arabesque paintings were restored to their original brilliancy and freshness. The halls, no longer naked and unfurnished, were set out with divans and ottomans of the rarest stuffs, embroidered with pearls and studded with precious gems, and all the fountains in the courts and gardens were playing.  Estaba ésta poblada de soldados moros de a pie y a caballo, formados en escuadrones y con las banderas desplegadas. En el pórtico de entrada había también guardias reales y filas de negros africanos con las cimitarras desnudas. Reinaba un silencio sepulcral; la intrépida niña pasó sin miedo alguno detrás de su guía. Su asombro creció de pronto al entrar en el real palacio donde se criara, pues la luna llena iluminaba intensamente todos los salones, patios y jardines, con la misma claridad que si fuese de día, pero ofreciendo un aspecto muy diferente del que ella estaba acostumbrada a presenciar. Las paredes de las estancias no aparecían manchadas ni agrietadas por los estragos del tiempo; en vez de telarañas, las decoraban ahora ricas sedas de Damasco, y los dorados y arabescos ofrecían su frescura y brillantez primitivas. Los salones, en vez de estar vacíos y desamueblados, hallábanse adornados con divanes y otomanas de la más peregrina tapicería, cuajados de perlas y recamados de piedras preciosas; y todas las fuentes de patios y jardines entonaban su bellísimo scherzo de perlas.
The kitchens were again in full operation; cooks were busy preparing shadowy dishes, and roasting and boiling the phantoms of pullets and partridges: servants were hurrying to and fro with silver dishes heaped up with dainties, and arranging a delicious banquet. The Court of Lions was thronged with guards, and courtiers, and alfaquis, as in the old times of the Moors; and at the upper end, in the saloon of judgment, sat Boabdil on his throne, surrounded by his court, and swaying a shadowy sceptre for the night. Notwithstanding all this throng and seeming bustle, not a voice nor a footstep was to be heard; nothing interrupted the midnight silence but the splashing of the fountains. The little Sanchica followed her conductress in mute amazement about the palace, until they came to a portal opening to the vaulted passages beneath the great Tower of Comares. On each side of the portal sat the figure of a nymph, wrought out of alabaster. Their heads were turned aside, and their regards fixed upon the same spot within the vault. The enchanted lady paused, and beckoned the child to her.  Las cocinas vivían en plena actividad; los cocineros se afanaban en preparar extraños manjares, y asaban y cocían espectros de pollos y perdices; mientras los criados iban y venían con fuentes de plata llenas de exquisitas viandas destinadas al espléndido banquete. El patio de los Leones aparecía repleto de guardias, cortesanos y alfaquíes, como en los antiguos días de los moros; y en uno de los extremos de la sala de la Justicia se veía a Boabdil sentado en su trono, rodeado de su Corte y empuñando un imaginario cetro. A pesar de toda aquella muchedumbre y del supuesto ‘bullicio que debiera ocasionar, no resonaba una voz ni el rumor de unos pasos; nada rompía la quietud de la medianoche, salvo la caída del agua en las fuentes. Sanchica, muda de estupor, siguió a la bella dama por todo el palacio, hasta llegar a una puerta que conducía a los pasadizos abovedados existentes bajo la gran torre de Comares. A cada lado de la puerta destacaba la escultura de una ninfa labrada en alabastro; sus cabezas se volvían hacia un mismo sitio, al interior de la bóveda. Se detuvo la encantada dama, e hizo señas a la niña para que se acercase.
“Here, ” said she, “is a great secret, which I will reveal to thee in reward for thy faith and courage. These discreet statues watch over a treasure hidden in old times by a Moorish king. Tell thy father to search the spot on which their eyes are fixed, and he will find what will make him richer than any man in Granada. Thy innocent hands alone, however, gifted as thou art also with the talisman, can remove the treasure. Bid thy father use it discreetly, and devote a part of it to the performance of daily masses for my deliverance from this unholy enchantment. ”  —Aquí —le dijo— hay un gran secreto que voy a revelarte en premio de tu fe y tu valor. Estas discretas estatuas vigilan un tesoro escondido en tiempos pasados .por un rey musulmán. Di a tu padre que busque el lugar en que las ninfas tienen fijos, los ojos y descubrirá algo que lo convertirá en el hombre más rico de Granada; pero hazle saber que sólo tus manos inocentes, dotada como estás de ese talismán, podrán sacar el tesoro. Aconseja, asimismo, a tu padre que use de él con discreción y dedique una parte del mismo a decir misas diariamente para que me vea libre de este impío encantamiento.
When the lady had spoken these words, she led the child onward to the little garden of Lindaraxa, which is hard by the vault of the statues. The moon trembled upon the waters of the solitary fountain in the centre of the garden, and shed a tender light upon the orange and citron trees. The beautiful lady plucked a branch of myrtle and wreathed it round the head of the child. “Let this be a memento ” , said she, “of what I have revealed to thee, and a testimonial of its truth. My hour is come; I must return to the enchanted hall; follow me not, lest evil befall thee—farewell. Remember what I have said, and have masses performed for my deliverance. ” So saying, the lady entered a dark passage leading beneath the Tower of Comares, and was no longer seen.  Cuando la dama pronunció estas palabras, llevó a la niña al pequeño jardín de Lindaraja, contiguo a la bóveda de las estatuas. La luna temblaba en las aguas de la solitaria fuente que hay en el centro del jardín y derramaba una suave luz sobre los naranjos y. limoneros. La hermosa dama cortó una rama de mirto y ciñó con ella la cabeza de Sanchica. —Esto te recordará —le dijo— lo que te he revelado, y será un testigo de su veracidad. Ha llegado mi hora y he de volver al encantado salón; no me sigas, no vaya a ocurrirte alguna desgracia. ¡Adiós! No olvides lo que te he dicho, y haz que digan misas por mi libertad. Y diciendo esto, se internó en el oscuro pasadizo, bajo la torre de Comares, y nunca más fue vista.
The faint crowing of a cock was now heard from the cottages below the Alhambra, in the valley of the Darro, and a pale streak of light began to appear above the eastern mountains. A slight wind arose, there was a sound like the rustling of dry leaves through the courts and corridors, and door after door shut to with a jarring sound.  Oyóse entonces el lejano canto de un gallo, que llegaba de las casillas que hay al pie de la Alhambra, en el valle del Darro, y una pálida claridad empezó a surgir por las montañas de Oriente; se levantó una tenue brisa, se escuchó un ruido por patios y corredores, como de hojas secas arrastradas por el viento, y una tras otra fueron cerrándose las puertas con gran estrépito.
Sanchica returned to the scenes she had so lately beheld thronged with the shadowy multitude, but Boabdil and his phantom court were gone. The moon shone into empty halls and galleries stripped of their transient splendor, stained and dilapidated by time, and hung with cobwebs. The bat flitted about in the uncertain light, and the frog croaked from the fish-pond.  Sanchica regresó a los mismos lugares que poco antes viera poblados de fantástica muchedumbre, pero Boabdil y su fantasmal Corte había desaparecido. Brillaba la luz de la luna en las galerías despojadas de su efímero esplendor, y en los desiertos salones manchados, deteriorados por el tiempo y cubiertos de telarañas. Sólo el murciélago revoloteaba a la incierta luz, y las ranas croaban en el estanque.
Sanchica now made the best of her way to a remote staircase that led up to the humble apartment occupied by her family. The door as usual was open, for Lope Sanchez was too poor to need bolt or bar; she crept quietly to her pallet, and, putting the myrtle wreath beneath her pillow, soon fell asleep.  Se apresuró Sanchica a subir por una apartada escalera que conducía al humilde aposento ocupado por su familia. La puerta estaba abierta como de costumbre, pues Lope Sánchez era demasiado pobre para necesitar barras o cerrojos; buscó a tientas su camastro, y poniendo la guirnalda de mirto bajo al almohada, pronto se quedó dormida.
In the morning she related all that had befallen her to her father. Lope Sanchez, however, treated the whole as a mere dream, and laughed at the child for her credulity. He went forth to his customary labors in the garden, but had not been there long when his little daughter came running to him almost breathless. “Father! father! ” cried she, “behold the myrtle wreath which the Moorish lady bound round my head. ”  Por la mañana refirió a su padre cuanto le había sucedido. Lope Sánchez lo creyó todo un puro sueño, y se rió de la credulidad de la niña, por lo que marchó tranquilamente a sus acostumbradas faenas en el jardín; pero no hacía mucho que se hallaba allí, cuando vio venir a su hija corriendo casi sin alientos. —¡Padre! ¡Padre! —gritaba—. ¡Mira la corona de arrayán que la dama mora me puso en la cabeza!
Lope Sanchez gazed with astonishment, for the stalk of the myrtle was of pure gold, and every leaf was a sparkling emerald! Being not much accustomed to precious stones, he was ignorant of the real value of the wreath, but he saw enough to convince him that it was something more substantial than the stuff of which dreams are generally made, and that at any rate the child had dreamt to some purpose. His first care was to enjoin the most absolute secrecy upon his daughter; in this respect, however, he was secure, for she had discretion far beyond her years or sex. He then repaired to the vault, where stood the statues of the two alabaster nymphs. He remarked that their heads were turned from the portal, and that the regards of each were fixed upon the same point in the interior of the building. Lope Sanchez could not but admire this most discreet contrivance for guarding a secret. He drew a line from the eyes of the statues to the point of regard, made a private mark on the wall, and then retired.  Lope Sánchez quedó atónito, pues ¡el tallo de mirto era de oro puro, y cada hoja una brillante esmeralda! Como no estaba acostumbrado a ver piedras preciosas, ignoraba el verdadero valor de aquellas alhajas; pero sabía lo bastante para comprender que se trataba de una materia más positiva que las que generalmente se forman de sueños, y que, al menos, la niña había soñado con algún provecho. Su primer acuerdo fue ordenar a la pequeña que guardase el secreto más absoluto. En cuanto a esto, podía el buen Lope estar tranquilo, pues la discreción de su hija era superior a la que correspondía a su sexo y edad. Luego se dirigió a la bóveda en la que estaban las estatuas de alabastro de las dos ninfas y observó que tenían vueltas sus cabezas y fijas sus miradas en un mismo sitio en el interior del edificio. Lope Sánchez no pudo por menos de admirar esta díscretísima invención para guardar un secreto. Trazó una línea desde los ojos de las estatuas hasta el punto donde miraban, hizo una determinada señal en la pared y se retiró de allí.
All day, however, the mind of Lope Sanchez was distracted with a thousand cares. He could not help hovering within distant view of the two statues, and became nervous from the dread that the golden secret might be discovered. Every footstep that approached the place made him tremble. He would have given any thing could he but have turned the heads of the statues, forgetting that they had looked precisely in the same direction for some hundreds of years, without any person being the wiser.  Durante todo el día la imaginación del buen Lope anduvo agitada por mil zozobras e inquietudes. No cesaba de dar vueltas en torno a las dos estatuas, nervioso ante el temor de que alguien pudiera descubrir su dorado secreto. Cada paso que oía aproximarse por aquellos lugares le hacía estremecer. Hubiera dado cualquier cosa por volver en otra dirección la cabeza de las esculturas, sin tener en cuenta que precisamente habían estado mirando hacia el mismo punto durante siglos, sin que nadie lo hubiera advertido.
“A plague upon them! ” he would say to himself, “they’ll betray all; did ever mortal hear of such a mode of guarding a secret? ” Then on hearing any one advance, he would steal off, as though his very lurking near the place would awaken suspicion. Then he would return cautiously, and peep from a distance to see if every thing was secure, but the sight of the statues would again call forth his indignation. “Ay, there they stand, ” would he say, “always looking, and looking, and looking, just where they should not. Confound them! they are just like all their sex; if they have not tongues to tattle with, they’ll be sure to do it with their eyes. ”  —¡Mala peste se las lleve! —se decía a sí mismo—. Van a descubrirlo todo. ¿Se vio nunca un modo semejante de guardar un secreto? Y luego, cuando sentía que alguien se acercaba, huía a hurtadillas, como si su presencia por aquellos lugares pudiese despertar sospechas. Volvía después cautelosamente, y miraba de lejos para cerciorarse de que todo continuaba seguro; pero la vista de las estatuas le hacia estallar de indignación. —Sí, ahí están —decía para sus dentros— siempre mirando, mirando; mirando precisamente a donde no debieran. ¡Mal rayo las parta! Son lo mismo que todas las de su sexo; si no tienen lengua para charlar, seguro que hablarán con los ojos.
At length, to his relief, the long anxious day drew to a close. The sound of footsteps was no longer heard in the echoing halls of the Alhambra; the last stranger passed the threshold, the great portal was barred and bolted, and the bat and the frog and the hooting owl gradually resumed their nightly vocations in the deserted palace.  Al fin, para su consuelo, concluyó aquel largo e intranquilo día. Ya no se escuchaba ruido de pasos en los resonantes salones de la Alhambra; el último visitante traspuso el umbral, la puerta principal fue cerrada con barras y cerrojos, y el murciélago, la rana y la ululante lechuza se entregaron poco a poco a sus aficiones nocturnas en el desierto palacio.
Lope Sanchez waited, however, until the night was far advanced before he ventured with his little daughter to the hall of the two nymphs. He found them looking as knowingly and mysteriously as ever at the secret place of deposit. “By your leaves, gentle ladies, ” thought Lope Sanchez, as he passed between them, “I will relieve you from this charge that must have set so heavy in your minds for the last two or three centuries. ” He accordingly went to work at the part of the wall which he had marked, and in a little while laid open a concealed recess, in which stood two great jars of porcelain. He attempted to draw them forth, but they were immovable, until touched by the innocent hand of his little daughter. With her aid he dislodged them from their niche, and found, to his great joy, that they were filled with pieces of Moorish gold, mingled with jewels and precious stones. Before daylight he managed to convey them to his chamber, and left the two guardian statues with their eyes still fixed on the vacant wall.  Lope Sánchez aguardó, no obstante, a que estuviera muy avanzada la noche, antes de aventurarse a penetrar con su hija en el salón de las dos ninfas, a las que encontró mirando tan fija y misteriosamente como siempre el oculto lugar del depósito. —Con vuestro permiso, gentiles damas —murmuró al pasar ante ellas—, os voy a relevar de este cargo que habéis tenido durante los dos o tres últimos siglos y que debe haberos sido muy pesado. Inmediatamente se puso a trabajar en la parte de la pared que había marcado con una señal, y al poco rato quedó abierto un hueco escondido, en el que había dos grandes jarrones de porcelana. Intentó sacarlos fuera, mas permanecieron inmóviles, hasta que fueron tocados por la mano inocente de su hijita. Con su ayuda pudo extraerlos del nicho, y observó con inmensa alegría que se encontraban repletos de monedas de oro moriscas, mezcladas con joyas y piedras preciosas. Antes que fuese de día llevó los jarrones a su habitación, y dejó a las dos estatuas guardianas con sus ojos fijos aún en la hueca pared.
Lope Sanchez had thus on a sudden become a rich man; but riches, as usual, brought a world of cares to which he had hitherto been a stranger. How was he to convey away his wealth with safety? How was he even to enter upon the enjoyment of it without awakening suspicion? Now, too, for the first time in his life the dread of robbers entered into his mind. He looked with terror at the insecurity of his habitation, and went to work to barricade the doors and windows; yet after all his precautions he could not sleep soundly. His usual gayety was at an end, he had no longer a joke or a song for his neighbors, and, in short, became the most miserable animal in the Alhambra. His old comrades remarked this alteration, pitied him heartily, and began to desert him; thinking he must be falling into want, and in danger of looking to them for assistance. Little did they suspect that his only calamity was riches.  Y así fue cómo el buen Lope Sánchez se transformó repentinamente en un hombre rico; pero sus riquezas, como siempre sucede, le acarrearon un sinnúmero de cuidados a los que hasta entonces había vivido ajeno. ¿Cómo iba a sacar su tesoro y tenerlo seguro? ¿Cómo disfrutar de él sin inspirar sospechas? Ahora, incluso por primera vez en su vida, tuvo miedo a los ladrones. Pensaba aterrado en lo inseguro de su habitación, y cuidaba de atrancar puertas y ventanas; mas pese a todas estas preocupaciones, no le era posible dormir tranquilo. Desapareció su habitual alegría, y ya no bromeaba ni cantaba con sus vecinos; en una palabra, se convirtió en la criatura más desgraciada de la Alhambra. Sus viejos amigos notaron este cambio, le compadecían de todo corazón, pero comenzaron a volverle la espalda creyendo que pasaba necesidades y que corrían peligro de que acudiese a ellos para pedirles ayuda. ¡Cuán poco sospechaban que su única desgracia era precisamente la riqueza!
The wife of Lope Sanchez shared his anxiety, but then she had ghostly comfort. We ought before this to have mentioned that Lope, being rather a light inconsiderate little man, his wife was accustomed, in all grave matters, to seek the counsel and ministry of her confessor Fray Simon, a sturdy, broad-shouldered, blue-bearded, bullet-headed friar of the neighboring convent of San Francisco, who was in fact the spiritual comforter of half the good wives of the neighborhood. He was moreover in great esteem among divers sisterhoods of nuns; who requited him for his ghostly services by frequent presents of those little dainties and knick-knacks manufactured in convents, such as delicate confections, sweet biscuits, and bottles of spiced cordials, found to be marvellous restoratives after fasts and vigils.  La mujer de Lope participaba de su inquietud, pero tenía sus consuelos espirituales. Se nos olvidó advertir antes que, por ser su marido un hombrecillo de carácter ligero e irreflexivo, acostumbraba ella a buscar en todos los asuntos graves la ayuda y consejos de su confesor, fray Simón, robusto fraile de anchas espaldas, cerrada barba y gruesa cabeza, del inmediato convento de San Francisco, el cual era director espiritual de la mitad de las buenas mujeres de las cercanías. También se le tenía en gran estima en diversas comunidades de monjas, que recompensaban sus servicios espirituales con frecuentes obsequios y golosinas y frioleras confeccionadas en los mismos conventos, tales como delicadas confituras, ricos bizcochos y botellas de exquisitos licores, tónicos maravillosos para después de los ayunos y vigilias.
Fray Simon thrived in the exercise of his functions. His oily skin glistened in the sunshine as he toiled up the hill of the Alhambra on a sultry day. Yet notwithstanding his sleek condition, the knotted rope round his waist showed the austerity of his self-discipline; the multitude doffed their caps to him as a mirror of piety, and even the dogs scented the odor of sanctity that exhaled from his garments, and howled from their kennels as he passed.  Fray Simón medraba en el ejercicio de sus funciones. En su grasiento cutis relucía el sol cuando subía la colina de la Alhambra en los días calurosos. Mas a pesar de su amable aspecto, la cuerda de nudos que ceñía su cintura demostraba la austeridad de su ascética; las gentes se descubrían ante él considerándolo como espejo de piedad, y los mismos perros olfateaban el olor de santidad que despedían sus vestiduras, y le saludaban, al pasar, ladrando desde sus perreras.
Such was Fray Simon, the spiritual counsellor of the comely wife of Lope Sanchez; and as the father confessor is the domestic confidant of women in humble life in Spain, he was soon acquainted, in great secrecy, with the story of the hidden treasure.  Tal era fray Simón, el director espiritual de la honrada esposa de Lope; y como el padre confesor es el confidente doméstico de las españolas de clase humilde, pronto fue informado, con mucho misterio, de la historia del tesoro escondido.
The friar opened his eyes and mouth and crossed himself a dozen times at the news. After a moment’s pause, “Daughter of my soul! ” said he, “know that thy husband has committed a double sin—a sin against both state and church! The treasure he hath thus seized upon for himself, being found in the royal domains, belongs of course to the crown; but being infidel wealth, rescued as it were from the very fangs of Satan, should be devoted to the church. Still, however, the matter may be accommodated. Bring hither thy myrtle wreath. ”  El fraile abrió ojos y boca y se santiguó una docena de veces al escuchar la noticia. Tras un momento de pausa, exclamó: —¡Hija de mi alma! Has de saber que tu marido ha cometido un doble pecado. ¡Un pecado contra el Estado y otro contra la Iglesia! El tesoro del que se apropió pertenece, desde luego, a la Corona, por haber sido encontrado en dominios reales; mas como es riqueza de infieles arrebatada por así decirlo de las mismas garras de Satanás, debe ser consagrada a la Iglesia. Sin embargo, ya veremos el medio de llegar a un arreglo. Tráeme la guirnalda de mirto.
When the good father beheld it, his eyes twinkled more than ever with admiration of the size and beauty of the emeralds. “This, ” said he, “being the first-fruits of this discovery, should be dedicated to pious purposes. I will hang it up as a votive offering before the image of San Francisco in our chapel, and will earnestly pray to him, this very night, that your husband be permitted to remain in quiet possession of your wealth. ”  Cuando el buen padre la vio chispearon de admiración sus ojos ante el tamaño y hermosura de aquellas esmeraldas. —He aquí —dijo-— el primer fruto del descubrimiento, que debe destinarse a obras piadosas. Lo colgaré en nuestra capilla, como ofrenda, ante la imagen de San Francisco, y le pediré esta misma noche, con gran fervor, que conceda a tu marido disfrutar de la pacífica posesión de sus riquezas.
The good dame was delighted to make her peace with heaven at so cheap a rate, and the friar putting the wreath under his mantle, departed with saintly steps toward his convent.  La buena mujer se alegró mucho de quedar en paz con el Cielo en tan módicas condiciones, y el fraile, escondiendo la guirnalda bajo el manteo (sic), encaminóse con santos pasos a su convento.
When Lope Sanchez came home, his wife told him what had passed. He was excessively provoked, for he lacked his wife’s devotion, and had for some time groaned in secret at the domestic visitations of the friar. “Woman, ” said he, “what hast thou done? thou hast put every thing at hazard by thy tattling. ”  Cuando Lope volvió a su casa, le relató su mujer lo que había acontecido. El buen hombre se irritó de lo lindo, pues no poseía la devoción de su esposa, y hacia tiempo que gruñía disimuladamente ante las visitas domésticas del fraile. —¡Mujer! —le dijo—. ¿Qué has hecho? Todo lo has puesto en peligro con tus habladurías.
“What! ” cried the good woman, “would you forbid my disburdening my conscience to my confessor? ”  —¡Cómo! —exclamó la buena mujer—. ¿Es que vas a prohibirme que descargue mi conciencia con mi confesor?
“No, wife! confess as many of your own sins as you please; but as to this money-digging, it is a sin of my own, and my conscience is very easy under the weight of it. ”  —¡No, mujer! Confiesa tantos pecados tuyos como quieras; pero este tesoro desenterrado es un pecado mío, y mi conciencia se siente muy tranquila con su peso.
There was no use, however, in complaining; the secret was told, and, like water spilled on the sand, was not again to be gathered. Their only chance was, that the friar would be discreet.  Era inútil entregarse a vanas lamentaciones; el secreto estaba descubierto ya, y, como el agua que se derrama en la arena, no podía volver a recogerse. Su única esperanza se cifraba en la reserva del fraile.
The next day, while Lope Sanchez was abroad there was a humble knocking at the door, and Fray Simon entered with meek and demure countenance.  Al día siguiente, mientras Lope estaba fuera, sonó una tímida llamada a la puerta, y entró fray Simón con su aspecto bonachón y humilde.
“Daughter, ” said he, “I have earnestly prayed to San Francisco, and he has heard my prayer. In the dead of the night the saint appeared to me in a dream, but with a frowning aspect. ‘Why,’ said he, ‘dost thou pray to me to dispense with this treasure of the Gentiles, when thou seest the poverty of my chapel? Go to the house of Lope Sanchez, crave in my name a portion of the Moorish gold, to furnish two candlesticks for the main altar, and let him possess the residue in peace.’  —Hija mía —le dijo—. He rezado fervorosamente a San Francisco, y él ha escuchado mis oraciones. En el silencio de la noche se me apareció el santo en sueños, pero con aspecto mojado. «¡Cómo! —me dijo—. ¿Te atreves a suplicarme que renuncie a este tesoro de los gentiles, conociendo la pobreza de mi capilla? Anda a casa de Lope Sánchez, pide en mi nombre una parte de ese oro morisco, para que hagan dos candelabros para el altar mayor, y después que disfrute en paz el resto.»
When the good woman heard of this vision, she crossed herself with awe, and going to the secret place where Lope had hid the treasure, she filled a great leathern purse with pieces of Moorish gold, and gave it to the friar. The pious monk bestowed upon her, in return, benedictions enough, if paid by Heaven. to enrich her race to the latest posterity; then slipping the purse into the sleeve of his habit, he folded his hands upon his breast, and departed with an air of humble thankfulness.  Cuando la buena mujer oyó lo de la visión, se persignó con temor y, yendo al lugar secreto donde su marido escondiera el tesoro, llenó una gran bolsa de cuero con monedas de oro árabes, y se la entregó al fraile. El piadoso franciscano derramó, en cambio, sobre ella abundantes bendiciones, suficientes, de ser pagadas por el Cielo, para enriquecer a toda su raza hasta la última generación; luego, guardando la bolsa en la manga de su hábito, cruzó las manos sobre el pecho y se retiró con aire de modesta gratitud.
When Lope Sanchez heard of this second donation to the church, he had well nigh lost his senses. “Unfortunate man, ” cried he, “what will become of me? I shall be robbed by piece-meal; I shall be ruined and brought to beggary! ”  Cuando Lope se informó de este segundo donativo a la Iglesia, faltó poco para que perdiese el juicio. —¡Qué desafortunado soy! —gritaba—. ¿Qué va a ser de mí? ¡Me roban poco a poco; me arruinarán y me obligarán a pedir limosna
It was with the utmost difficulty that his wife could pacify him, by reminding him of the countless wealth that yet remained, and how considerate it was for San Francisco to rest contented with so small a portion.  ! Muy difícil le resultó a su esposa apaciguarlo, recordándole las inmensas riquezas que todavía le quedaban y cuán moderado había sido San Francisco en contentarse con tan poca cosa.
Unluckily, Fray Simon had a number of poor relations to be provided for, not to mention some half-dozen sturdy bullet-headed orphan children, and destitute foundlings that he had taken under his care. He repeated his visits, therefore, from day to day, with solicitations on behalf of Saint Dominick, Saint Andrew, Saint James, until poor Lope was driven to despair, and found that unless he got out of the reach of this holy friar, he should have to make peace-offerings to every saint in the calendar. He determined, therefore, to pack up his remaining wealth, beat a secret retreat in the night, and make off to another part of the kingdom.  Desgraciadamente, fray Simón tenía un gran número de deudos pobres que mantener, aparte de media docena de rollizos chiquillos, huérfanos y desamparados, que él había tomado bajo su protección. Repitió, por tanto, sus visitas, un día y otro, con peticiones en nombre de Santo Domingo, San Andrés y Santiago, hasta que el pobre Lope llegó a desesperarse y comprendió que, de no ponerse lejos del alcance de este bendito fraile, tendría que hacer donativos a todos los santos del calendario. Determinó, pues, empaquetar la parte del tesoro que le restaba, escapar secretamente por la noche y huir a otro punto del reino.
Full of his project, he bought a stout mule for the purpose, and tethered it in a gloomy vault underneath the Tower of the Seven Floors—the very place whence the Belludo, or goblin horse, is said to issue forth at midnight, and scour the streets of Granada, pursued by a pack of hell-hounds. Lope Sanchez had little faith in the story, but availed himself of the dread occasioned by it, knowing that no one would be likely to pry into the subterranean stable of the phantom steed. He sent off his family in the course of the day with orders to wait for him at a distant village of the Vega. As the night advanced, he conveyed his treasure to the vault under the tower, and having loaded his mule, he led it forth, and cautiously descended the dusky avenue.  Madurado su proyecto, compró con este fin un vigoroso mulo y lo ocultó en una oscura bóveda bajo la torre de Siete Suelos, el mismo lugar donde —según se decía— salía a medianoche el Velludo o caballo fantasma que recorría las calles de Granada perseguido por una jauría de perros del infierno. Lope Sánchez tenía poca fe en aquella historia, pero se aprovechó del espanto que causaba, calculando, con razón, que nadie se atrevería a curiosear por la caballeriza subterránea del corcel espectral. Durante el día hizo salir a su familia ordenándoles que le esperasen en un lejano pueblo de la Vega. Bien entrada la noche, trasladó su tesoro a la bóveda subterránea de la torre, lo cargó sobre el mulo, sacó a éste fuera y bajó cautelosamente por la oscura alameda.
Honest Lope had taken his measures with the utmost secrecy, imparting them to no one but the faithful wife of his bosom. By some miraculous revelation, however, they became known to Fray Simon. The zealous friar beheld these infidel treasures on the point of slipping for ever out of his grasp, and determined to have one more dash at them for the benefit of the church and San Francisco. Accordingly, when the bells had rung for animas, and all the Alhambra was quiet, he stole out of his convent, and descending through the Gate of Justice, concealed himself among the thickets of roses and laurels that border the great avenue. Here he remained, counting the quarters of hours as they were sounded on the bell of the watchtower, and listening to the dreary hootings of owls, and the distant barking of dogs from the gipsy caverns.  El honrado Lope había tomado sus medidas con el mayor sigilo, sin darlas a conocer a nadie más que a la fiel esposa de su alma; pero, debido sin duda a cierta milagrosa revelación, llegaron a conocimiento de fray Simón. El celoso padre vio que estaban a punto de escapársele para siempre de las manos estos tesoros infieles, y resolvió lanzar otro asalto en beneficio de la Iglesia y de San Francisco; y así, cuando las campanas dieron el toque de Animas y toda la Alhambra yacía en silencio, salió de su convento y, bajando hacia la puerta de la Justicia, se escondió entre los macizos de rosales y laureles que bordeaban la gran avenida. Allí se estuvo, contando los cuartos de hora que iban sonando en la campana de la atalaya y oyendo los siniestros chillidos de la lechuza y el lejano ladrido de los perros en las cuevas de los gitanos.
At length he heard the tramp of hoofs, and, through the gloom of the overshadowing trees, imperfectly beheld a steed descending the avenue. The sturdy friar chuckled at the idea of the knowing turn he was about to serve honest Lope.  Al fin, percibió un ruido de herraduras y, a través de la oscuridad que proyectaban los árboles, distinguió confusamente un caballo que bajaba por la alameda. El orondo fraile se regocijaba pensando en la mala partida que iba a jugarle al buen Lope.
Tucking up the skirts of his habit, and wriggling like a cat watching a mouse, he waited until his prey was directly before him, when darting forth from his leafy covert, and putting one hand on the shoulder and the other on the crupper, he made a vault that would not have disgraced the most experienced master of equitation, and alighted well-forked astride the steed. “Ah ha! ” said the sturdy friar, “we shall now see who best understands the game. ” He had scarce uttered the words when the mule began to kick, and rear, and plunge, and then set off full speed down the hill. The friar attempted to check him, but in vain. He bounded from rock to rock, and bush to bush; the friar’s habit was torn to ribbons and fluttered in the wind, his shaven poll received many a hard knock from the branches of the trees, and many a scratch from the brambles. To add to his terror and distress, he found a pack of seven hounds in full cry at his heels, and perceived, too late, that he was actually mounted upon the terrible Belludo!  Recogiéndose las faldas de sus hábitos y agachado como gato que acecha al ratón, esperó hasta que su presa estuvo precisamente enfrente de él; salió entonces de su oscuro escondrijo y, poniendo una mano en el lomo y otra en la grupa, dio un salto que no hubiese desacreditado al más experto maestro de equitación, y cayó bien sujeto a horcajadas sobre el animal. —¡Ajajá! —dijo el robusto franciscano—. Ahora veremos quién entiende mejor el juego. Pero apenas había pronunciado estas palabras, cuando el mulo comenzó a dar coces, a encabritarse y a saltar, y luego partió a todo galope colina abajo. En vano trataba fray Simón de detenerlo, pues saltaba de piedra en piedra y de breña en breña; sus hábitos se hicieron jirones que ondeaban al viento, y su rapada cabeza recibió más de un fuerte golpe contra las ramas de los árboles, y no pocos arañazos en las zarzas. Para aumentar su angustia y terror, vio una jauría de siete perros que corrían ladrando tras él, y ¡entonces advirtió, aunque demasiado tarde, que iba en realidad montado en el terrible Velludo!...
Away then they went, according to the ancient phrase, “pull devil, pull friar, ” down the great avenue, across the Plaza Nueva, along the Zacatin, around the Vivarrambla—never did huntsman and hound make a more furious run, or more infernal uproar. In vain did the friar invoke every saint in the calendar, and the holy Virgin into the bargain; every time he mentioned a name of the kind it was like a fresh application of the spur, and made the Belludo bound as high as a house. Through the remainder of the night was the unlucky Fray Simon carried hither and thither, and whither he would not, until every bone in his body ached, and he suffered a loss of leather too grievous to be mentioned. At length the crowing of a cock gave the signal of returning day. At the sound the goblin steed wheeled about, and galloped back for his tower. Again he scoured the Vivarrambla, the Zacatin, the Plaza Nueva, and the avenue of fountains, the seven dogs yelling, and barking, and leaping up, and snapping at the heels of the terrified friar. The first streak of day had just appeared as they reached the tower; here the goblin steed kicked up his heels, sent the friar a somerset through the air, plunged into the dark vault followed by the infernal pack, and a profound silence succeeded to the late deafening clamor.  Bajaron la gran avenida, cruzaron plaza Nueva, el Zacatín y Bibarrambla; nunca cazador ni galgo hicieron carrera más endiablada ni alboroto más infernal. Inútilmente invocaba el buen fraile a todos los santos del calendario y a la Santísima Virgen; cada nombre sagrado que pronunciaba era como si picase las espuelas, haciendo botar al Velludo hasta la altura de las casas. Durante toda la noche fue llevado el desdichado fray Simón de un lado para otro, contra su voluntad, hasta que quedaron molidos todos los huesos de su cuerpo y sufrió la pérdida de una parte de su piel demasiado sensible para ser mencionada. Al fin, el canto del gallo anunció la venida del día; al oírlo, el fantástico corcel volvió grupas y regresó corriendo hacia su torre. Nuevamente atravesó Bibarrambla, el Zacatín, plaza Nueva y la alameda de las fuentes, seguido de los siete perros que iban aullando, ladrando, saltando y mordiéndole los talones al aterrorizado fraile. Apenas habían aparecido los primeros claros del crepúsculo matutino, cuando llegaron a la torre. Aquí, el caballo fantasma soltó unas cuantas coces que lanzaron al fraile por los aires en un salto mortal, desapareció en la oscura bóveda seguido de la infernal jauría, y un profundo silencio sobrevino después de aquel terrible clamor.
Was ever so diabolical a trick played off upon a holy friar? A peasant going to his labors at early dawn found the unfortunate Fray Simon lying under a fig-tree at the foot of the tower, but so bruised and bedevilled that he could neither speak nor move. He was conveyed with all care and tenderness to his cell, and the story went that he had been waylaid and maltreated by robbers. A day or two elapsed before he recovered the use of his limbs; he consoled himself, in the meantime, with the thoughts that though the mule with the treasure had escaped him, he had previously had some rare pickings at the infidel spoils. His first care on being able to use his limbs, was to search beneath his pallet, where he had secreted the myrtle wreath and the leathern pouches of gold extracted from the piety of Dame Sanchez. What was his dismay at finding the wreath, in effect, but a withered branch of myrtle, and the leathern pouches filled with sand and gravel!  ¿Se ha jugado alguna vez en la vida una partida más diabólica a un reverendo fraile? Un labriego que marchaba a su trabajo muy temprano, encontró al infortunado fray Simón tendido bajo una higuera al pie de la torre, pero tan maltrecho y aporreado que no podía hablar ni moverse. Fue llevado con mucho cuidado y solicitud a su celda, y cundió el rumor de que había sido robado y maltratado por unos ladrones. Pasaron unos o dos días antes que pudiera recobrar el uso de sus piernas; consolábase, entre tanto, pensando que, aunque se le había escapado el mulo con el tesoro, había conseguido anteriormente una buena parte del botín de los infieles. Su primera tarea, luego que pudo moverse, fue- buscar debajo de su humilde jergón, en el sitio donde había escondido la corona de arrayán y las bolsas de cuero que contenían el oro sacado a la piedad de la señora Sánchez. ¡Pero cuál no sería su consternación al ver que la guirnalda se había transformado en una marchita rama de mirto, y que las bolsas de cuero estaban llenas de arena y guijarros!
Fray Simon, with all his chagrin, had the discretion to hold his tongue, for to betray the secret might draw on him the ridicule of the public, and the punishment of his superior: it was not until many years afterwards, on his death-bed, that he revealed to his confessor his nocturnal ride on the Belludo.  A pesar de su disgusto, tuvo fray Simón la discreción de contener su lengua, pues divulgar aquel secreto podría acarrearle la burla de la gente y atraerle el castigo de su superior. Sólo muchos años después reveló a su confesor, en el lecho de muerte, su nocturno paseo sobre el Velludo.
Nothing was heard of Lope Sanchez for a long time after his disappearance from the Alhambra. His memory was always cherished as that of a merry companion, though it was feared, from the care and melancholy observed in his conduct shortly before his mysterious departure, that poverty and distress had driven him to some extremity. Some years afterwards one of his old companions, an invalid soldier, being at Malaga, was knocked down and nearly run over by a coach and six. The carriage stopped; an old gentleman magnificently dressed, with a bag-wig and sword, stepped out to assist the poor invalid. What was the astonishment of the latter to behold in this grand cavalier his old friend Lope Sanchez, who was actually celebrating the marriage of his daughter Sanchica with one of the first grandees in the land.  Nada se supo de Lope Sánchez en mucho tiempo, una vez desaparecido de la Alhambra. Se le recordaba siempre como un alegre camarada, aunque se temía, dadas la tristeza y depresión observadas en su conducta luego de su misteriosa partida, que la angustia y la miseria le hubiesen impulsado a tomar alguna trágica resolución. Varios años después, uno de sus antiguos compañeros, un soldado inválido que se encontraba en Málaga, fue atropellado por un coche de seis caballos que casi le pasó por encima. Detúvose el carruaje y bajó de él, para ayudar al pobre inválido, un anciano caballero, elegantemente vestido, con peluquín y espada. Cuál no sería el asombro del veterano al reconocer en aquel gran personaje a su viejo amigo Lope Sánchez que se dirigía en aquel momento a celebrar la boda de su hija Sanchica con uno de los Grandes del reino.
The carriage contained the bridal party. There was Dame Sanchez, now grown as round as a barrel, and dressed out with feathers and jewels, and necklaces of pearls, and necklaces of diamonds, and rings on every finger, altogether a finery of apparel that had not been seen since the days of Queen Sheba. The little Sanchica had now grown to be a woman, and for grace and beauty might have been mistaken for a duchess, if not a princess outright. The bridegroom sat beside her—rather a withered spindle-shanked little man, but this only proved him to be of the true-blue blood, a legitimate Spanish grandee being rarely above three cubits in stature. The match had been of the mother’s making.  En el carruaje iba la comitiva nupcial. Allí figuraba la señora de Sánchez, tan gruesa como un tonel y adornada con plumas, alhajas, sartas de perlas, collares de diamantes y anillos en todos los dedos; en una palabra, con un lujo tal, que no se vio otro parecido desde los tiempos de la reina de Saba. La pequeña Sanchica estaba ya hecha una mujer, y en cuanto a gracia y hermosura podría pasar por una duquesa y aun también por una princesa. El novio, sentado junto a ella, era un hombrecillo marchito y delgado como un hilo; pero esto sólo probaba que era de la más rancia sangre azul, un auténtico Grande de España con apenas tres codos de estatura. La boda había sido arreglada por la madre.
Riches had not spoiled the heart of honest Lope. He kept his old comrade with him for several days; feasted him like a king, took him to plays and bull-fights, and at length sent him away rejoicing, with a big bag of money for himself, and another to be distributed among his ancient messmates of the Alhambra.  Las riquezas no habían corrompido el corazón del honrado Lope. Se llevó con él durante algunos días a su viejo camarada, lo trató como a un rey, lo invitó a teatros y corridas de toros, y en la despedida le regaló, con muestras de cariño, una gran bolsa de dinero para él y otra para que la distribuyera entre sus amigos compañeros de la Alhambra.
Lope always gave out that a rich brother had died in America and left him heir to a copper mine; but the shrewd gossips of the Alhambra insist that his wealth was all derived from his having discovered the secret guarded by the two marble nymphs of the Alhambra. It is remarked that these very discreet statues continue, even unto the present day, with their eyes fixed most significantly on the same part of the wall; which leads many to suppose there is still some hidden treasure remaining there well worthy the attention of the enterprising traveller. Though others, and particularly all female visitors, regard them with great complacency as lasting monuments of the fact that women can keep a secret.  Lope decía siempre que se le había muerto un hermano muy rico en América, dejándole heredero de una mina de cobre; pero los sagaces murmuradores de la Alhambra insisten en afirmar que toda su riqueza proviene de haber descubierto el secreto guardado por las ninfas de mármol. Es digno de mención que estas discretísimas estatuas continúan, hasta el momento actual, con los ojos fijos muy significativamente en el mismo sitio de la pared, lo que ha hecho suponer a muchos que todavía queda allí algún tesoro escondido, y que bien vale la pena que fije su atención en él el diligente viajero. Otros, en particular todos los visitantes femeninos, contemplan las estatuas con gran complacencia, como indeleble monumento que demuestra que las mujeres saben guardar un secreto.