Talas of the Alhambra (Cuentos) >





Washington Irving

Tales of the Alhambra



A Fete in the Alhambra



Una fiesta en La Alhambra

THE SAINT’S day of my neighbor and rival potentate, the count, took place during his sojourn in the Alhambra, on which occasion he gave a domestic fate; assembling round him the members of his family and household, while the stewards and old servants from his distant possessions came to pay him reverence and partake of the good cheer, which was sure to be provided. It presented a type, though doubtless a faint one, of the establishment of a Spanish noble in the olden time.  EL día del santo de mi vecino y aristocrático compañero el conde, se celebró durante su estancia en la Alhambra, con cuyo motivo hubo una fiesta* familiar, reuniendo en torno suyo a los miembros de su familia y a toda la servidumbre, así como a los mayordomos y viejos servidores que vinieron de sus lejanas posesiones para felicitarlo y participar del espléndido festín con que seguramente los obsequiaría. Aquello significaba el símbolo, aunque algo desvanecido, de las costumbres de un noble español en otros tiempos.
The Spaniards were always grandiose in their notions of style. Huge palaces; lumbering equipages, laden with footmen and lackeys; pompous retinues, and useless dependents of all kinds; the dignity of a noble seemed commensurate with the legions who loitered about his halls, fed at his expense, and seemed ready to devour him alive. This, doubtless, originated in the necessity of keeping up hosts of armed retainers during the wars with the Moors, wars of inroads and surprises, when a noble was liable to be suddenly assailed in his castle by a foray of the enemy, or summoned to the field by his sovereign.  Siempre fueron grandiosos los españoles en sus ideas acerca de las formas y usos sociales. Grandes palacios, pesados carruajes cargados de lacayos y palafreneros, séquitos pomposos y holgazanes subalternos de toda clase. La dignidad de un noble parece proporcionada al gentío que vaga por sus salones, alimentado a sus expensas, dando la impresión de que van a devorarlo vivo. Esto, sin duda, tuvo su origen en la necesidad de mantener huestes de partidarios armados durante la guerra contra los moros; luchas de incursiones y sorpresas, en los que un noble estaba expuesto a verse inesperadamente atacado en su castillo por una correría del enemigo, o a ser llamado por su soberano al campo de batalla.
The custom remained after the wars were at an end, and what originated in necessity was kept up through ostentation. The wealth which flowed into the country from conquests and discoveries fostered the passion for princely establishments. According to magnificent old Spanish usage, in which pride and generosity bore equal parts, a superannuated servant was never turned off, but became a charge for the rest of his days; nay, his children, and his children’s children, and often their relatives to the right and left, became gradually entailed upon the family. Hence the huge palaces of the Spanish nobility which have such an air of empty ostentation from the greatness of their size compared with the mediocrity and scantiness of their furniture, were absolutely required in the golden days of Spain, by the patriarchal habits of their possessors. They were little better than vast barracks for the hereditary generations of hangers on, that battened at the expense of a Spanish noble.  Esta costumbre se conservó después que terminaron las guerras; y lo que nació por necesidad se continuó por pura ostentación. Las riquezas que afluyeron al país con ocasión de las conquistas y descubrimientos fomentaron esta pasión por las regias instituciones. Según esta magnífica y vieja costumbre española, en la que el orgullo desplegado está en relación con la generosidad, jamás es despedido un criado imposibilitado, sino que se convierte en una carga durante el resto de sus días. Es más: sus hijos, los hijos de sus hijos e incluso sus parientes de a diestro y siniestro, van vinculándose poco a poco a la familia. Y así se explica la existencia de esos enormes palacios de la nobleza española, que tienen un aspecto de vacua ostentación por la magnitud de sus dimensiones comparado con la mediocridad y escasez de su mobiliario, y que fueron absolutamente indispensables en la Edad de Oro de España, dadas las costumbres patriarcales de sus propietarios. Eran poco más que inmensos cuarteles para las hereditarias generaciones de parásitos que medraban a expensas de cada noble español.
These patriarchal habits of the Spanish nobility have declined with their revenues; though the spirit which prompted them remains, and wars sadly with their altered fortunes. The poorest among them have always some hereditary hangers on, who live at their expense, and make them poorer. Some who, like my neighbor the count, retain a modicum of their once princely possessions, keep up a shadow of the ancient system, and their estates are overrun and the produce consumed by generations of idle retainers.  Estos hábitos patriarcales de la nobleza española han declinado de acuerdo con sus ingresos, aunque el espíritu que los inspiraba todavía se conserva en triste lucha con sus menguadas fortunas. El más pobre de los aristócratas tiene siempre algún zángano hereditario que vive a su costa y lo empobrece aun más. Algunos que, como mí vecino el conde, conservan un poco de sus antiguas posesiones regias, mantienen una sombra del viejo régimen, y tienen invadidas sus fincas y consumidos sus productos por generaciones de ociosos parientes.
The count held estates in various parts of the kingdom, some including whole villages, yet the revenues collected from them were comparatively small; some of them, he assured me, barely fed the hordes of dependents nestled upon them, who seemed to consider themselves entitled to live rent free and be maintained into the bargain, because their forefathers had been so since time immemorial.  El conde poseía ricas propiedades en varias partes del reino, algunas de las cuales abarcaban pueblos enteros, aunque las rentas que percibía de ellas eran relativamente exiguas e incluso insuficientes, según me manifestó, para alimentar a las hordas de criados que vivían en ellas, quienes se creían con derecho a vivir sin pagar tributo y a seguir disfrutando de aquella ganga, porque así lo hicieron sus antepasados desde tiempo inmemorial.
The saint’s day of the old count gave me a glimpse into a Spanish interior. For two or three days previous preparations were made for the fete. Viands of all kinds were brought up from town, greeting the olfactory nerves of the old invalid guards, as they were borne past them through the Gate of Justice. Servants hurried officiously about the courts; the ancient kitchen of the palace was again alive with the tread of cooks and scullions, and blazed with unwonted fires.  La onomástica del viejo conde me proporcionó una magnífica oportunidad de conocer el interior de un español. Durante dos o tres días se efectuaron los preparativos previos para la fiesta. Trajéronse de la ciudad viandas de todas clases que regalaban los nervios olfatorios de los viejos e inválidos guardias, al pasar ante ellos por la puerta de la Justicia. Los criados se apresuraban oficiosamente por los patios, y la vieja cocina del palacio andaba otra vez animada por el ajetreo de cocineros y pinches, y en ella se encendía un fuego desacostumbrado.
When the day arrived I beheld the old count in patriarchal state, his family and household around him, with functionaries who mismanaged his estates at a distance and consumed the proceeds; while numerous old worn-out servants and pensioners were loitering about the courts and keeping within smell of the kitchen.  Al llegar el ansiado día vi al anciano conde en actitud patriarcal, rodeado de su familia y servidumbre y los funcionarios que mal administraban sus lejanas propiedades y consumían su hacienda; mientras numerosos y viejos criados caducos y protegidos vagaban perezosos por los patios y se contentaban entre tanto con el olor que procedía de la cocina; fue aquélla una jornada de fiesta en la Alhambra.
It was a joyous day in the Alhambra. The guests dispersed themselves about the palace before the hour of dinner, enjoying the luxuries of its courts and fountains, and embosomed gardens, and music and laughter resounded through its late silent halls.  Los invitados se dispersaron por el palacio antes de la hora de comer, gozando del placer de sus patios y fuentes y de sus cerrados jardines; y la música y las risas resonaron ahora por sus antes silenciosos salones.
The feast, for a set dinner in Spain is literally a feast, was served in the beautiful Morisco Hall of “Las Dos Hermanas. ” The table was loaded with all the luxuries of the season; there was an almost interminable succession of dishes; showing how truly the feast at the rich Camacho’s wedding in Don Quixote was a picture of a Spanish banquet. A joyous conviviality prevailed round the board; for though Spaniards are generally abstemious, they are complete revellers on occasions like the present, and none more so than the Andalusians. For my part, there was something peculiarly exciting in thus sitting at a feast in the royal halls of the Alhambra, given by one who might claim remote affinity with its Moorish kings, and who was a lineal representative of Gonsalvo of Cordova, one of the most distinguished of the Christian conquerors.  La fiesta, ya que un señalado banquete en España es literalmente una fiesta*, fue dada en la hermosa sala morisca de las Dos Hermanas. La mesa aparecía repleta de todos los bocados exquisitos de la estación: una serie interminable de platos, notoria demostración de cómo las bodas de Camacho el rico, en Don Quijote, representaban el cuadro de un banquete a la española. Una franca alegría reinaba en torno a la mesa, pues aunque los españoles son generalmente sobrios se vuelven con frecuencia alegres en exceso, sobre todo los andaluces, en ocasiones como la presente. Por mi parte sentía cierta excitante sensación en aquel festín que se desarrollaba en las regias habitaciones de la Alhambra, ofrecido por quien podía reclamar una remota afinidad con los reyes musulmanes, y que era heredero representativo de Gonzalo de Córdoba, uno de los más famosos conquistadores cristianos.
The banquet ended, the company adjourned to the Hall of Ambassadors. Here every one endeavored to contribute to the general amusement, singing, improvising, telling wonderful tales, or dancing popular dances to that all-pervading talisman of Spanish pleasure, the guitar.  Terminado el banquete, pasaron los invitados al salón de Embajadores. Todos trataron allí de contribuir al entretenimiento general, cantando, improvisando, narrando cuentos maravillosos o bailando danzas populares con el acompañamiento de ese talismán de la alegría española, que todo lo penetra, que es la guitarra.
The count’s gifted little daughter was as usual the life and delight of the assemblage, and I was more than ever struck with her aptness and wonderful versatility. She took a part in two or three scenes of elegant comedy with some of her companions, and performed them with exquisite point and finished grace; she gave imitations of the popular Italian singers, some serious, some comic, with a rare quality of voice, and, I was assured, with singular fidelity; she imitated the dialects, dances, ballads, and movements and manners of the gipsies, and the peasants of the Vega, with equal felicity, but every thing was done with an all-pervading grace and a lady-like tact perfectly fascinating.  La deliciosa hija del conde era, como de costumbre, alma y vida de la reunión y me sorprendió más que nunca su fácil y maravillosa versatilidad. Tomó parte con algunas de sus compañeras en dos o tres escenas de una elegante comedia, representándolas con exquisito primor y acabada gracia; imitó los cantos populares italianos, unos en serio y otros en broma, con una rara calidad de voz y, según me aseguraron, con singular fidelidad; imitó, asimismo, con igual acierto, el habla, bailes, canciones, movimientos y ademanes de los gitanos y campesinos de la Vega; y todo lo hizo con una gracia, donaire y delicado tacto verdaderamente fascinadores.
The great charm of every thing she did was its freedom from pretension or ambitious display, its happy spontaneity. Every thing sprang from the impulse of the moment; or was in prompt compliance with a request. She seemed unconscious of the rarity and extent of her own talent, and was like a child at home revelling in the buoyancy of its own gay and innocent spirits. Indeed I was told she had never exerted her talents in general society, but only, as at present, in the domestic circle.  El mayor encanto de todo lo que hacía residía en su libertad de pretensiones o de ambiciosa exhibición, en su feliz espontaneidad. Todo en ella nacía al impulso de un momento, o a la pronta complacencia a una petición. Parecía no darse cuenta de lo peregrino y variado de su propio talento, y era como una niña que goza en su hogar la alegría de su inocente e ingenuo espíritu. Supe, en efecto, que nunca había dado a conocer sus gracias en la sociedad, sino tan sólo, como en el caso presente, en el círculo doméstico.
Her faculty of observation and her perception of character must have been remarkably quick, for she could have had only casual and transient glances at the scenes, manners and customs, depicted with such truth and spirit. “Indeed it is a continual wonder to us, ” said the countess, “where the child (la Nina) has picked up these things; her life being passed almost entirely at home, in the bosom of the family. ”  Su facultad de observación y su penetración de carácter debían de ser muy agudas, ya que pocas y fugaces ocasiones se le habrían presentado de presenciar las escenas, maneras y costumbres imitadas con tanta gracia y veracidad. —Realmente es un enigma para nosotros —decía la condesa— dónde haya aprendido la niña estas cosas, pues se ha pasado casi toda la vida en casa, en el seno de la familia.
Evening approached; twilight began to throw its shadows about the halls, and the bats to steal forth from their lurking-place and flit about. A notion seized the little damsel and some of her youthful companions, to set out, under the guidance of Dolores, and explore the less frequented parts of the palace in quest of mysteries and enchantments. Thus conducted, they peeped fearfully into the gloomy old mosque, but quick drew back on being told that a Moorish king had been murdered there; they ventured into the mysterious regions of the bath, frightening themselves with the sounds and murmurs of hidden aqueducts, and flying with mock panic at the alarm of phantom Moors. They then undertook the adventure of the Iron Gate, a place of baleful note in the Alhambra. It is a postern gate, opening into a dark ravine; a narrow covered way leads down to it, which used to be the terror of Dolores and her playmates in childhood, as it was said a hand without a body would sometimes be stretched out from the wall and seize hold of the passers by.  La noche se aproximaba; comenzó el crepúsculo a tender su sombra por los salones, y los murciélagos a salir revoloteando de sus escondrijos. A la joven y a algunas de sus compañeras les vino el capricho de ir a explorar, guiadas por Dolores, los lugares menos frecuentados del palacio, en busca de misterios y encantamientos. Así conducidas, se asomaron medrosas a la oscura y vieja mezquita, pero retrocedieron al punto al decirles que allí había sido asesinado un rey moro. Se aventuraron en los misteriosos rincones de los baños, asustándose con los ruidos y murmullos de los ocultos acueductos, y huyeron con fingido pánico ante la supuesta alarma de unos fantasmas moros. Emprendieron entonces la aventura de la puerta de Hierro, lugar de triste recuerdo en la Alhambra. Se trata de una puerta posterior que da a un sombrío barranco; a él conduce un estrecho pasadizo cubierto, utilizado con terror por Dolores y sus compañeras de juego en la infancia, y en el que, según se dice, sale algunas veces del muro una mano sin cuerpo que se apodera de los que pasan.
The little party of enchantment hunters ventured to the entrance of the covered way, but nothing would tempt them to enter, in this hour of gathering gloom; they dreaded the grasp of the phantom arm.  El pequeño grupo de buscadoras de hechizos se aventuró hasta la entrada de este pasadizo cubierto, pero nada las animaba a entrar en él a aquella hora de intensa oscuridad; les infundía pavor la garra del brazo espectral.
At length they came running back into the Hall of Ambassadors in a mock paroxysm of terror; they had positively seen two spectral figures all in white. They had not stopped to examine them; but could not be mistaken, for they glared distinctly through the surrounding gloom. Dolores soon arrived and explained the mystery. The spectres proved to be two statues of nymphs in white marble, placed at the entrance of a vaulted passage. Upon this a grave, but, as I thought, somewhat sly old gentleman present, who, I believe, was the count’s advocate or legal adviser, assured them that these statues were connected with one of the greatest mysteries of the Alhambra; that there was a curious history concerning them, and moreover, that they stood a living monument in marble of female secrecy and discretion. All present entreated him to tell the history of the statues. He took a little time to recollect the details, and then gave them in substance the following legend.  Se decidieron por último a. regresar corriendo al salón de Embajadores, en un cómico arrebato de miedo, pues habían visto en realidad dos misteriosas figuras todas vestidas de blanco. Las muchachas no se detuvieron a examinarlas; pero no podían haberse equivocado, pues brillaban claramente a través de la lóbrega oscuridad que las rodeaba. Pronto llegó Dolores y resolvió el problema. Aquellos espectros resultaron ser las estatuas de dos ninfas de mármol blanco, colocadas a la entrada del pasillo abovedado. Al enterarse de ello, un grave, pero también algo socarrón anciano caballero que estaba presente, abogado o asesor legal del conde, según creo, manifestó que estas estatuas se relacionaban con uno de los mayores misterios de la Alhambra; que existía una curiosa historia relativa a ellas, y que, además, permanecían en aquel lugar como un vivo monumento, tallado en mármol, a la reserva y discreción femeninas. Todos los presentes le rogaron entonces que contara la historia de las estatuas. El caballero hizo una breve pausa para recordar detalles y refirió, en esencia, la leyenda siguiente