ONE OF the most important occurrences in the domestic life of the Alhambra, was the departure of Manuel, the nephew of Dona Antonia, for Malaga, to stand examination as a physician. I have already informed the reader that, on his success in obtaining a degree depended in a great measure the union and future fortunes of himself and his cousin Dolores; at least so I was privately informed by Mateo Ximenes, and various circumstances concurred to corroborate his information. Their courtship, however, was carried on very quietly and discreetly, and I scarce think I should have discovered it, if I had not been put on the alert by the all-observant Mateo.
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UNO de los más importantes acontecimientos en la vida doméstica de la Alhambra fue la partida para Málaga de Manuel el sobrino de doña Antonia, para examinarse como médico* Ya he informado en otra ocasión al lector** de que su porvenir y boda con su prima Dolores dependían en gran manera de su éxito en la obtención del título; al menos eso fue lo que me comunicó en secreto Mateo Jiménez, y se dieron varias circunstancias que corroboraron su información. El noviaz go de los jóvenes transcurría, sin embargo, apacible y discretamente, tanto que yo mismo no lo hubiese descubierto, a no ser por la confidencia de mi perspicaz cronista y escudero.
In the present instance, Dolores was less on the reserve, and had busied herself for several days in fitting out honest Manuel for his expedition. All his clothes had been arranged and packed in the neatest order, and above all she had worked a smart Andalusian travelling jacket for him with her own hands. On the morning appointed for his departure, a stout mule on which he was to perform the journey was paraded at the portal of the Alhambra, and Tio Polo (Uncle Polo), an old invalid soldier, attended to caparison him. This veteran was one of the curiosities of the place. He had a leathern visage, tanned in the tropics, a long Roman nose, and a black beetle eye. I had frequently observed him reading, apparently with intense interest, an old parchment-bound volume; sometimes he would be surrounded by a group of his brother invalids, some seated on the parapets, some lying on the grass, listening with fixed attention, while he read slowly and deliberately out of his favorite work, sometimes pausing to explain or expound for the benefit of his less enlightened auditors.
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En el caso presente obró Dolores con menos reserva de la acostumbrada y estuvo varios días atareada en preparar el viaje del honrado Manuel. Dispuso y colocó todas sus ropas con el orden más esmerado, y a más de esto, le confeccionó con sus propias manos una primorosa chaquetilla andaluza de viaje. En la mañana fijada para la partida, un vigoroso mulo sobre el que iba a realizar su ruta, estaba parado ante la puerta principal de la Alhambra, y tío Polo, un viejo soldado inválido, ocupábase de enjaezarlo. Este buen veterano era una de las curiosidades del lugar; tenía el rostro enjuto y broncíneo, curtido en los trópicos, larga nariz romana y ojos de cucaracha. Yo lo había visto con frecuencia leyendo, con gran interés al parecer, un viejo volumen encuadernado en pergamino. Algunas veces se hallaba rodeado por un grupo de sus colegas inválidos, sentados unos en los parapetos, tendidos otros en la hierba, y escuchando con gran atención, mientras él leía pausada y deliberadamente su obra favorita, deteniéndose de cuando en cuando para dar explicaciones o hacer comentarios en beneficio de su poco ilustrado auditorio.
I took occasion one day to inform myself of this ancient book, which appeared to be his vade mecum, and found it to be an odd volume of the works of Padre Benito Geronymo Feyjoo, and that one which treats about the Magic of Spain, the mysterious caves of Salamanca and Toledo, the Purgatory of San Patricio (St. Patrick), and other mystic subjects of the kind. From that time I kept my eye upon the veteran.
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Un día tuve oportunidad de enterarme cuál sería aquel libro que parecía ser un vademécum, y vi que era un tomo suelto de las obras del Padre Benito Jerónimo Feijoo, el yo lumen que trata de la magia en España, de las misteriosas cuevas de Salamanca y Toledo, del Purgatorio de San Patricio y otros tenebrosos temas de esta clase. Desde entonces me dediqué a observarlo detenidamente.
On the present occasion, I amused myself with watching him fit out the steed of Manuel with all the forecast of an old campaigner. First, he took a considerable time in adjusting to the back of the mule a cumbrous saddle of antique fashion, high in front and behind, with Moorish stirrups like shovels, the whole looking like a relic of the old armory of the Alhambra; then a fleecy sheepskin was accommodated to the deep seat of the saddle; then a maleta, neatly packed by the hand of Dolores, was buckled behind; then a manta was thrown over it to serve either as cloak or couch; then the all-important alforjas, carefully stocked with provant, were hung in front, together with the bota, or leathern bottle for either wine or water, and lastly the trabuco, which the old soldier slung behind, giving it his benediction. It was like the fitting out in old times of a Moorish cavalier for a foray or a joust in the Vivarrambla. A number of the lazzaroni of the fortress had gathered round, with some of the invalids, all looking on, all offering their aid, and all giving advice, to the great annoyance of Tio Polo.
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En la presente ocasión me distraía viéndole equipar la caballería de Manuel con toda la previsión de un veterano. Primero tardó un siglo en ajustar a lomos del mulo una incómoda montura de vieja hechura levantada por delante y por detrás, con estribos moros como palas, todo con la apariencia de una reliquia salida de la vieja armería de la Alhambra; luego, colocó una zalea de lana en el hondo asiento de la montura y acondicionó en la cabalgadura una maleta, preparada a conciencia por las manos de Dolores; a continuación extendió una manta que sirviese de capa o de lecho, y colocó delante, junto a la bota para el vino y para el agua, las imprescindibles alforjas, concienzudamente repletas de provisiones; por último, el trabuco, que el veterano colocó detrás, dándole su bendición. Era, en suma, como el equipo que pudiera llevar en otro tiempo un caballero moro preparado para una correría o una justa en la plaza de Bibarrambla. Unos cuantos haraganes* de la fortaleza se habían reunido en torno, así como algunos inválidos, curioseándolo todo, ofreciendo su ayuda y dando consejos, con gran fastidio de tío Polo.
When all was ready Manuel took leave of the household; Tio Polo held his stirrup while he mounted, adjusted the girths and saddle, and cheered him off in military style; then turning to Dolores, who stood admiring her cavalier as he trotted off, “Ah Dolorocita, ” exclaimed he, with a nod and a wink, “es muy guapo Manuelito in su Xaqueta ” ( ” Ah Dolores, Manuel is mighty fine in his jacket. ” ) The little damsel blushed and laughed, and ran into the house.
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Cuando todo estuvo preparado, despidióse Manuel de la familia; el tío Polo sostuvo el estribo mientras montaba, apretó la cincha y la silla y saludó al joven al estilo militar; luego, volviéndose hacia Dolores, que contemplaba embobada cómo su caballero se alejaba al trote, exclamó mientras le hacía un significativo guiño: —¡Ah, Dolorcitas! Está muy guapo Manolito con su chaqueta. Sonrojóse la muchacha, soltó la risa y entró corriendo en la casa.
Days elapsed without tidings from Manuel, though he had promised to write. The heart of Dolores began to misgive her. Had any thing happened to him on the road? Had he failed in his examination? A circumstance occurred in her little household to add to her uneasiness and fill her mind with foreboding. It was almost equal to the escapado of her pigeon. Her tortoise-shell cat eloped at night and clambered to the tiled roof of the Alhambra. In the dead of the night there was a fearful caterwauling; some grimalkin was uncivil to her; then there was a scramble, then a clapper-clawing; then both parties rolled off the roof and tumbled from a great height among the trees on the hill side. Nothing more was seen or heard of the fugitive, and poor Dolores considered it but the prelude to greater calamities.
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Varios tilas transcurrieron sin que hubiese noticias de Ma nuel, a pesar de su promesa de escribir; por cuyo motivo, el corazón de Dolores empezaba a mostrarse receloso. ¿Le habría sucedido algo en el trayecto? ¿Habría fracasado en el examen? Ocurrió, incluso, en el circulo de su reducida familia un incidente que vino a aumentar su inquietud y a llenar su imaginación de negros presagios, lo mismo que cuando la escapada de su palomo. Su gata romana se fugó con su amante por la noche y se encaramó en uno de los tejados de la Alhambra. En el silencio de la noche se oyeron unos espantosos maullidos; sin duda algún gatazo se mostraba poco galante con ella. Hubo luego una buena rebatiña, ruido de golpes y arañazos, y ambos contendientes rodaron por el tejado y cayeron desde gran altu ra entre los árboles de la ladera de la colina. Nunca más volvió a saberse ni oírse de la fugitiva, y la pobre Dolores consideró aquello como preludio de grandes calamidades.
At the end of ten days, however, Manuel returned in triumph, duly authorized to kill or cure; and all Dolores’ cares were over. There was a general gathering in the evening, of the humble friends and hangers-on of Dame Antonio to congratulate her, and to pay their respects to el Senor Medico, who, peradventure, at some future day, might have all their lives in his hands. One of the most important of these guests was old Tio Polo; and I gladly seized the occasion to prosecute my acquaintance with him. “Oh senor, ” cried Dolores, “you who are so eager to learn all the old histories of the Alhambra. Tio Polo knows more about them than any one else about the place. More than Mateo Ximenes and his whole family put together. Vaya—vaya—Tio Polo, tell the senor all those stories you told us one evening, about enchanted Moors, and the haunted bridge over the Darro, and the old stone pomegranates, that have been there since the days of King Chico. ”
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Pero..., al cabo de unos días regresó victorioso Manuel, debidamente autorizado para matar o curar, y terminaron todas las inquietudes de la muchacha. Aquella noche hubo asamblea general de los humildes amigos y contertulios de doña Antonia, que acudieron a felicitarla y ofrecer sus respetos al Señor Médico, que quizá tendría algún día todas sus vidas en sus manos. Uno de los más destacados entre estos visitantes era el viejo tío Polo, y aproveché de buena gana la oportunidad que se me brindaba de continuar mi amistad con él. —¡Oh señor! —exclamó Dolores—. Para usted que es tan aficionado a conocer todas las viejas historias de la Alhambra, nadie como tío Polo, que es quien sabe más que cualquier otro acerca de estos lugares; más, incluso, que Mateo Jiménez y toda su familia juntos. ¡Vaya, vaya, tío Polo! Cuéntale aquí al señor todas las leyendas que nos referiste una noche sobre los moros encantados y el puente mágico del Darro y las viejas granadas de piedra que hay allí desde el tiempo del Rey Chico.
It was some time before the old invalid could be brought into a narrative vein. He shook his head—they were all idle tales; not worthy of being told to a caballero like myself. It was only by telling some stories of the kind myself I at last got him to open his budget. It was a whimsical farrago, partly made up of what he had heard in the Alhambra, partly of what he had read in Padre Feyjoo. I will endeavor to give the reader the substance of it, but I will not promise to give it in the very words of Tio Polo.
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Pasó un buen rato antes que el anciano inválido se pusiera en trance de relatar algo. Sacudía su cabeza dudoso, pues los suyos eran todos fútiles cuentos, poco dignos de narrarse a un caballero como yo. Sólo cuando yo le conté a mi vez algunas tradiciones de ese tipo, conseguí por fin que abriese la boca. Fue su relato un fárrago caprichoso, compuesto, en parte, de lo que había escuchado en la Alhambra, y en parte, de lo que había leído en el Padre Feijoo. Trataré de ofrecer al lector la sustancia de todo aquello, aunque, desde luego, no prometo hacerlo con las mismas palabras de tío Polo.
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