Nathaniel Hawthorne
Earth′s Holocaust
[El holocausto del mundo]
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Once upon a time--but whether in the time past or time to come is a matter of little or no moment--this wide world had become so overburdened with an accumulation of worn-out trumpery, that the inhabitants determined to rid themselves of it by a general bonfire. The site fixed upon at the representation of the insurance companies, and as being as central a spot as any other on the globe, was one of the broadest prairies of the West, where no human habitation would be endangered by the flames, and where a vast assemblage of spectators might commodiously admire the show. Having a taste for sights of this kind, and imagining, likewise, that the illumination of the bonfire might reveal some profundity of moral truth heretofore hidden in mist or darkness, I made it convenient to journey thither and be present. At my arrival, although the heap of condemned rubbish was as yet comparatively small, the torch had already been applied. Amid that boundless plain, in the dusk of the evening, like a far off star alone in the firmament, there was merely visible one tremulous gleam, whence none could have anticipated so fierce a blaze as was destined to ensue. With every moment, however, there came foot-travellers, women holding up their aprons, men on horseback, wheelbarrows, lumbering baggage-wagons, and other vehicles, great and small, and from far and near, laden with articles that were judged fit for nothing but to be burned.
| Érase una vez —poca o ninguna importancia tiene que lo fuera en un tiempo pasado o en uno que ha de venir—, este ancho mundo se vio tan sobrecargado por una acumulación de cachivaches gastados que los habitantes decidieron librarse de ellos por medio de una hoguera general. La sede elegida por los representantes de las compañías de seguros fue una de las praderas más amplias del oeste, pues era un lugar tan centrado como cualquier otro punto del globo, ninguna morada humana se vena en peligro por las llamas y una gran asamblea de espectadores podría admirar cómodamente la exhibición. Como me gustaban este tipo de espectáculos, e imaginaba además que la iluminación de la hoguera podría revelar alguna profunda verdad moral oculta hasta entonces en la niebla o la oscuridad, me pareció conveniente viajar hasta allí y estar presente. Cuando llegué habían aplicado ya la antorcha, aunque el montón de trastos condenados era todavía relativamente pequeño. En medio de la llanura ilimitada, bajo la luz crepuscular y como una estrella lejana y sola en el firmamento, resultaba apenas visible un resplandor trémulo, del que nadie hubiera pensado que iba a brotar después una llama tan ardiente. A cada momento, sin embargo, llegaban viajeros a pie, mujeres sujetándose los delantales, hombres a caballo, carretillas, vagonetas de equipajes que avanzaban pesadamente y otros vehículos, lo mismo grandes que pequeños, que venían tanto de lejos como de cerca, pero cargados con objetos a los que no se les consideraba dignos para otra cosa que no fuera quemarlos. |
"What materials have been used to kindle the flame?" inquired I of a bystander; for I was desirous of knowing the whole process of the affair from beginning to end.
| —¿Qué materiales han utilizado para prender la llama? —pregunté a uno de los espectadores, pues deseaba conocer el proceso entero, de principio a fin. |
The person whom I addressed was a grave man, fifty years old or thereabout, who had evidently come thither as a looker-on. He struck me immediately as having weighed for himself the true value of life and its circumstances, and therefore as feeling little personal interest in whatever judgment the world might form of them. Before answering my question, he looked me in the face by the kindling light of the fire.
| La persona a la que me había dirigido era un hombre serio, de aproximadamente cincuenta años, que evidentemente había llegado allí como espectador. Me pareció de inmediato que era alguien que por sí mismo había sopesado el valor auténtico de la vida y sus circunstancias, y que por ello tenía personalmente muy poco interés por el juicio que el mundo pudiera hacerse de aquéllas. Antes de responder mi pregunta me miró a la cara, iluminada por la luz del fuego. |
"O, some very dry combustibles," replied he, "and extremely suitable to the purpose,--no other, in fact, than yesterday′s newspapers, last month′s magazines, and last year′s withered leaves. Here now comes some antiquated trash that will take fire like a handful of shavings."
| —Ah, algunos combustibles muy secos, y extremadamente convenientes para este fin —contestó—; en realidad no otra cosa que periódicos de ayer, revistas del mes pasado y hojas marchitas del año anterior. Aquí traen unos trastos viejos que prenderán como un puñado de virutas. |
As he spoke, some rough-looking men advanced to the verge of the bonfire, and threw in, as it appeared, all the rubbish of the herald′s office,--the blazonry of coat armor, the crests and devices of illustrious families, pedigrees that extended back, like lines of light, into the mist of the dark ages, together with stars, garters, and embroidered collars, each of which, as paltry a bawble as it might appear to the uninstructed eye, had once possessed vast significance, and was still, in truth, reckoned among the most precious of moral or material facts by the worshippers of the gorgeous past. Mingled with this confused heap, which was tossed into the flames by armfuls at once, were innumerable badges of knighthood, comprising those of all the European sovereignties, and Napoleon′s decoration of the Legion of Honor, the ribbons of which were entangled with those of the ancient order of St. Louis. There, too, were the medals of our own Society of Cincinnati, by means of which, as history tells us, an order of hereditary knights came near being constituted out of the king quellers of the Revolution. And besides, there were the patents of nobility of German counts and barons, Spanish grandees, and English peers, from the worm-eaten instruments signed by William the Conqueror down to the bran-new parchment of the latest lord who has received his honors from the fair hand of Victoria.
| Mientras hablaba, unos hombres de aspecto tosco avanzaron hasta el límite de la hoguera y arrojaron en ella todas las basuras del departamento de heráldica: blasones de escudos de armas, penachos y divisas de familias ilustres, linajes que se retrotraían en el tiempo, como líneas de luz, hasta la niebla de la Edad Media, junto con estrellas, ataderas y cuellos bordados, objetos todos ellos que, aunque a un ojo no instruido pudieran parecerle cosas inútiles, habían tenido en otro tiempo un significado enorme, y en verdad seguían reconociéndose entre los hechos más preciosos, tanto en lo moral como en lo material, por quienes veneraban el pasado brillante. Mezclados con este montón confuso, que inmediatamente fue arrojado a las llamas a brazadas, había innumerables insignias de caballería, incluyendo las de todas las soberanías europeas, la condecoración de la Legión de Honor de Napoleón, cuyas cintas se habían enredado con las de la antigua orden de San Luis. Allí estaban también las medallas de nuestra propia sociedad de Cincinnati, mediante la cual, según nos cuenta la historia, estuvo a punto de constituirse una orden de caballeros hereditarios con los represores realistas de la Revolución. Estaban además las patentes de nobleza de condes y barones alemanes, grandes de España, pares ingleses, desde los documentos carcomidos que había firmado Guillermo el Conquistador hasta el pergamino más nuevo del último lord que había recibido su honor de la hermosa mano de Victoria. |
At sight of the dense volumes of smoke, mingled with vivid jets of flame, that gushed and eddied forth from this immense pile of earthly distinctions, the multitude of plebeian spectators set up a joyous shout, and clapped their hands with an emphasis that made the welkin echo. That was their moment of triumph, achieved, after long ages, over creatures of the same clay and the same spiritual infirmities, who had dared to assume the privileges due only to Heaven′s better workmanship. But now there rushed towards the blazing heap a gray-haired man, of stately presence, wearing a coat, from the breast of which a star, or other badge of rank, seemed to have been forcibly wrenched away. He had not the tokens of intellectual power in his face; but still there was the demeanor, the habitual and almost native dignity, of one who had been born to the idea of his own social superiority, and had never felt it questioned till that moment.
| Al contemplar la densa humareda, mezclada con fuertes llamaradas, que formando remolinos brotaba de esa pila inmensa de distinciones terrenales, la multitud de espectadores plebeyos lanzó un grito de alegría y aplaudió con tal entusiasmo que los cielos lo devolvieron en un eco. Ése fue su momento de triunfo, logrado tras muchísimo tiempo sobre seres hechos con la misma arcilla y con las mismas enfermedades espirituales, pero que habían osado asumir los privilegios debidos sólo al mejor arte de los cielos. En ese momento se precipitó hacia el montón ardiente un hombre de cabellos grises y presencia majestuosa que llevaba una capa de cuya pechera parecían haber arrancado por la fuerza una estrella o cualquier otra insignia de rango. No tenía en su rostro las señales de la capacidad intelectual; pero sí había allí el porte, la dignidad habitual, casi de nacimiento, de quien se había hecho a la idea de su superioridad social y nunca, hasta ese momento, la había visto cuestionada. |
"People," cried he, gazing at the ruin of what was dearest to his eyes with grief and wonder, but nevertheless with a degree of stateliness,--"people, what have you done? This fire is consuming all that marked your advance from barbarism, or that could have prevented your relapse thither. We, the men of the privileged orders, were those who kept alive from age to age the old chivalrous spirit; the gentle and generous thought; the higher, the purer, the more refined and delicate life. With the nobles, too, you cast off the poet, the painter, the sculptor,--all the beautiful arts; for we were their patrons, and created the atmosphere in which they flourish. In abolishing the majestic distinctions of rank, society loses not only its grace, but its steadfastness--"
| —Pueblo —gritó con pena y sorpresa, contemplando las ruinas de lo que había sido más querido para sus ojos, aunque con majestuosidad—. Pueblo, ¿qué has hecho? Este fuego está consumiendo todo aquello que señaló lo que habías avanzado desde la barbarie, o lo que podría haber prevenido que recayeras en ella. Nosotros, los hombres de las órdenes privilegiadas, éramos quienes manteníamos vivo, de generación en generación, el antiguo espíritu caballeresco, el pensamiento noble y generoso, la vida más elevada, más pura, más refinada y delicada. Con los nobles desechas también al poeta, el pintor, el escultor... todas las bellas artes; pues nosotros éramos sus mecenas, y creamos la atmósfera en la que ellos florecieron. Al abolir las distinciones majestuosas del rango, la sociedad pierde no sólo su gracia, sino también su firmeza... |
More he would doubtless have spoken; but here there arose an outcry, sportive, contemptuous, and indignant, that altogether drowned the appeal of the fallen nobleman, insomuch that, casting one look of despair at his own half-burned pedigree, he shrunk back into the crowd, glad to shelter himself under his new-found insignificance.
| Sin duda habría dicho más cosas, pero en ese momento se elevó un grito burlón, despreciativo e indignado que sofocó totalmente la apelación del noble caído, por lo que éste, tras mirar con desesperación su árbol genealógico quemado a medias, regresó junto a la multitud, contento de refugiarse en su insignificancia recién encontrada. |
"Let him thank his stars that we have not flung him into the same fire!" shouted a rude figure, spurning the embers with his foot. "And henceforth let no man dare to show a piece of musty parchment as his warrant for lording it over his fellows. If he have strength of arm, well and good; it is one species of superiority. If he have wit, wisdom, courage, force of character, let these attributes do for him what they may; but from this day forward no mortal must hope for place and consideration by reckoning up the mouldy bones of his ancestors. That nonsense is done away."
| —¡Que agradezca a su suerte que no le hayamos arrojado a ese mismo fuego! —gritó una figura tosca apartando las ascuas con los pies—. Y que a partir de ahora ningún hombre se atreva a mostrar un trozo de pergamino mohoso como garantía para dominar a sus semejantes. Si tiene el brazo fuerte, muy bien; eso es una especie de superioridad. Si tiene ingenio, sabiduría, valor, fuerza de carácter, que esos atributos hagan por él lo que merecen; pero a partir de este día ningún mortal podrá esperar posición y consideración haciendo la cuenta de los huesos enmohecidos de sus antepasados. Esa tontería se acabó. |
"And in good time," remarked the grave observer by my side, in a low voice, however, "if no worse nonsense comes in its place; but, at all events, this species of nonsense has fairly lived out its life."
| —Y en buena hora —comentó el serio observador que estaba a mi lado, aunque en voz baja—. Si no es que una tontería peor ocupa su puesto; pero en todo caso, este tipo de tontería ya ha vivido de sobra lo suyo. |
There was little space to muse or moralize over the embers of this time-honored rubbish; for, before it was half burned out, there came another multitude from beyond the sea, bearing the purple robes of royalty, and the crowns, globes, and sceptres of emperors and kings. All these had been condemned as useless bawbles, playthings at best, fit only for the infancy of the world or rods to govern and chastise it in its nonage, but with which universal manhood at its full-grown stature could no longer brook to be insulted. Into such contempt had these regal insignia now fallen that the gilded crown and tinselled robes of the player king from Drury Lane Theatre had been thrown in among the rest, doubtless as a mockery of his brother monarchs on the great stage of the world. It was a strange sight to discern the crown jewels of England glowing and flashing in the midst of the fire. Some of them had been delivered down from the time of the Saxon princes; others were purchased with vast revenues, or perchance ravished from the dead brows of the native potentates of Hindustan; and the whole now blazed with a dazzling lustre, as if a star had fallen in that spot and been shattered into fragments. The splendor of the ruined monarchy had no reflection save in those inestimable precious stones. But enough on this subject. It were but tedious to describe how the Emperor of Austria′s mantle was converted to tinder, and how the posts and pillars of the French throne became a heap of coals, which it was impossible to distinguish from those of any other wood. Let me add, however, that I noticed one of the exiled Poles stirring up the bonfire with the Czar of Russia′s sceptre, which he afterwards flung into the flames.
| Poco tiempo hubo para meditar o moralizar acerca de las ascuas de esos desechos honrados por el tiempo, pues antes de que se hubieran medio quemado llegó otra multitud de más allá del mar trayendo las vestimentas purpúreas de la realeza, junto con las coronas, globos terráqueos y cetros de los emperadores y los reyes. Todos ellos habían sido condenados como inútiles fruslerías, como juguetes en el mejor de los casos, que sólo valían para la infancia del mundo, o como varas con las que gobernarlo y castigarlo en su minoría de edad, pero que ahora, que toda la humanidad había alcanzado su estatura adulta, no podía permitir ya que se la insultara. En tal desprecio habían caído estas insignias regias que las coronas doradas y las túnicas de oropel del actor que hacía de rey en el teatro Drury Lane se arrojaron con las demás, sin duda como una burla de sus monarcas hermanos del gran escenario del mundo. Resultaba extraño ver las joyas de la corona de Inglaterra brillando y destellando en mitad del fuego. Algunas de ellas habían ido transmitiéndose desde la época de los príncipes sajones; otras fueron compradas con vastas sumas, o quizás robadas de las frentes muertas de los potentados nativos del Indostán; y todas ardían ahora con gran brillo, como si allí hubiera caído una estrella esparciéndose en fragmentos. El esplendor de la monarquía arruinada no tenía otro reflejo que el que producía en aquellas inestimables piedras preciosas. Pero basta de hablar de este tema. Resultaría tedioso describir cómo el manto del emperador de Austria se convirtió en yesca, o cómo los puntales y columnas del trono francés se volvieron un montón de carbones que era imposible distinguir de los procedentes de cualquier otra madera. Sin embargo, permítaseme añadir que uno de los polacos exilados removía la hoguera con el cetro del Zar de Rusia, que después arrojó a la llamas. |
"The smell of singed garments is quite intolerable here," observed my new acquaintance, as the breeze enveloped us in the smoke of a royal wardrobe. "Let us get to windward and see what they are doing on the other side of the bonfire."
| —El olor de las prendas chamuscadas resulta aquí intolerable —comentó mi nuevo amigo cuando la brisa nos envolvió en el humo de un guardarropas regio—. Situémonos a barlovento para ver lo que están haciendo al otro lado de la hoguera. |
We accordingly passed around, and were just in time to witness the arrival of a vast procession of Washingtonians,--as the votaries of temperance call themselves nowadays,--accompanied by thousands of the Irish disciples of Father Mathew, with that great apostle at their head. They brought a rich contribution to the bonfire, being nothing less than all the hogsheads and barrels of liquor in the world, which they rolled before them across the prairie.
| Dimos por tanto la vuelta y llegamos a tiempo de presenciar la llegada de una enorme procesión de washingtonianos —tal como se autodenominan hoy los partidarios de la templanza— acompañados de miles de discípulos irlandeses del padre Mathew, con ese gran apóstol a la cabeza. Trajeron a la hoguera una rica contribución: nada menos que todas las cubas y barricas de licor del mundo, que hacían rodar delante de ellos a través de la pradera. |
"Now, my children," cried Father Mathew, when they reached the verge of the fire, "one shove more, and the work is done. And now let us stand off and see Satan deal with his own liquor."
| —Hijos míos, un empujón más y el trabajo estará hecho —gritó el padre Mathew cuando llegaron al borde del fuego—. Y ahora alejémonos y veamos cómo Satán se ocupa de su propio licor. |
Accordingly, having placed their wooden vessels within reach of the flames, the procession stood off at a safe distance, and soon beheld them burst into a blaze that reached the clouds and threatened to set the sky itself on fire. And well it might; for here was the whole world′s stock of spirituous liquors, which, instead of kindling a frenzied light in the eyes of individual topers as of yore, soared upwards with a bewildering gleam that startled all mankind. It was the aggregate of that fierce fire which would otherwise have scorched the hearts of millions. Meantime numberless bottles of precious wine were flung into the blaze, which lapped up the contents as if it loved them, and grew, like other drunkards, the merrier and fiercer for what it quaffed. Never again will the insatiable thirst of the fire-fiend be so pampered. Here were the treasures of famous bon vivants,--liquors that had been tossed on ocean, and mellowed in the sun, and hoarded long in the recesses of the earth,--the pale, the gold, the ruddy juice of whatever vineyards were most delicate,--the entire vintage of Tokay,--all mingling in one stream with the vile fluids of the common pot house, and contributing to heighten the self-same blaze. And while it rose in a gigantic spire that seemed to wave against the arch of the firmament and combine itself with the light of stars, the multitude gave a shout as if the broad earth were exulting in its deliverance from the curse of ages.
| De acuerdo con ello, tras haber colocado sus recipientes de madera al alcance de las llamas, la procesión se apartó hasta una distancia segura y enseguida los vieron explotar en llamas que alcanzaban las nubes y amenazaban con encender el propio cielo. Y bien que pudieron hacerlo, pues allí estaban todas las existencias mundiales de licores espirituosos, que en lugar de encender una llama de frenesí en los ojos de los borrachines, como antaño, se elevaba con un brillo desconcertante que sorprendió a toda la humanidad. Fue la suma de ese fuego furioso que, de otra manera, habría chamuscado el corazón de millones de personas. Entretanto se estaban arrojando apreciados vinos alas llamas, que los absorbían contentas como si les gustara, y que como los borrachos se volvían más alegres y violentas al beberlos. Jamás la sed insaciable del fuego diabólico volvería a verse tan atendida. Allí estaban los tesoros de famosos vividores: licores que se habían mecido sobre el océano, habían madurado al sol, se habían amontonado durante mucho tiempo en las entrañas de la tierra: los jugos pálidos, dorados y rojizos de las viñas más delicadas, la cosecha entera de Tokay, mezclado todo en una sola corriente con los líquidos viles de las tabernas comunes, y contribuyendo todo a elevar las mismas llamas. Y mientras se elevaban en una espiral gigantesca que parecía ondear contra el arco del firmamento y combinarse con la luz de las estrellas, la multitud lanzó un grito, como si la tierra entera se alegrara al liberarse de la maldición de los tiempos. |
But the joy was not universal. Many deemed that human life would be gloomier than ever when that brief illumination should sink down. While the reformers were at work I overheard muttered expostulations from several respectable gentlemen with red noses and wearing gouty shoes; and a ragged worthy, whose face looked like a hearth where the fire is burned out, now expressed his discontent more openly and boldly.
| Pero la alegría no era universal. Muchos pensaron que la vida humana sería más triste que nunca cuando esta breve luminosidad se apagara. Mientras los reformistas actuaban, oí murmurar reconvenciones a varios caballeros respetables de nariz rojiza que calzaban zapatos de gotoso; y un noble enfurecido, cuyo rostro se asemejaba a un hogar en el que se ha apagado el fuego, expresó entonces su descontento de manera más abierta y audaz. |
"What is this world good for," said the last toper, "now that we can never be jolly any more? What is to comfort the poor man in sorrow and perplexity? How is he to keep his heart warm against the cold winds of this cheerless earth? And what do you propose to give him in exchange for the solace that you take away? How are old friends to sit together by the fireside without a cheerful glass between them? A plague upon your reformation! It is a sad world, a cold world, a selfish world, a low world, not worth an honest fellow′s living in, now that good fellowship is gone forever!"
| —¿Y qué tiene de bueno este mundo, ahora que ya nunca podremos estar alegres? —preguntó el último borrachín—. ¿Qué consuelo encontrará el pobre ser humano en la pena y perplejidad? ¿Cómo va a mantener cálido el corazón frente a los vientos fríos de esta tierra sin alegría? ¿Y qué os proponéis darle a cambio del solaz que le quitáis? ¿Cómo van a sentarse juntos frente al fuego los viejos amigos, sin una alegre copa entre ellos? ¡Vuestra reforma es una peste! ¡Ahora que la buena camaradería ha desaparecido para siempre, es éste un mundo triste, un mundo frío, un mundo egoísta, un mundo bajo, que no merece que viva en él un hombre honesto! |
This harangue excited great mirth among the bystanders; but, preposterous as was the sentiment, I could not help commiserating the forlorn condition of the last toper, whose boon companions had dwindled away from his side, leaving the poor fellow without a soul to countenance him in sipping his liquor, nor indeed any liquor to sip. Not that this was quite the true state of the case; for I had observed him at a critical moment filch a bottle of fourth-proof brandy that fell beside the bonfire and hide it in his pocket.
| Esa arenga provocó gran regocijo entre los espectadores; pero, aunque el sentimiento fuera ridículo, no pude dejar de observar conmiseración por la situación de desamparo del último borrachín, cuyos compañeros inseparables habían desaparecido de su lado dejándole al pobre sin un alma que aprobara el que él bebiera su licor, y ciertamente sin licor que beber. Y no es que fuera verdaderamente ése el caso; pues en un momento crítico le vi ratear una botella de brandy de un veinticinco por ciento de graduación que cayó junto a la hoguera y él ocultó en su bolsillo. |
The spirituous and fermented liquors being thus disposed of, the zeal of the reformers next induced them to replenish the fire with all the boxes of tea and bags of coffee in the world. And now came the planters of Virginia, bringing their crops of tobacco. These, being cast upon the heap of inutility, aggregated it to the size of a mountain, and incensed the atmosphere with such potent fragrance that methought we should never draw pure breath again. The present sacrifice seemed to startle the lovers of the weed more than any that they had hitherto witnessed.
| Habiéndose deshecho así de los licores espirituosos y fermentados, el celo del los reformistas les indujo entonces a repostar el fuego con todas las cajas de te y bolsas de café del mundo. Y llegaron entonces los plantadores de Virginia, con sus cultivos y el tabaco. Arrojados éstos al montón de cosas inútiles, llegaron a alcanzar el tamaño de una montaña e insuflaron en la atmósfera una fragancia tan potente que temo que nunca volvamos a respirar aire puro. Ese sacrificio pareció alarmar a los amantes de esa hierba más que todo lo que habían presenciado hasta entonces. |
"Well, they′ve put my pipe out," said an old gentleman, flinging it into the flames in a pet. "What is this world coming to? Everything rich and racy--all the spice of life--is to be condemned as useless. Now that they have kindled the bonfire, if these nonsensical reformers would fling themselves into it, all would be well enough!"
| —Bueno, pues han conseguido que mi pipa ya no sirva —dijo un anciano lanzándola a las llamas de muy mal humor—. ¿Adónde va este mundo? Todo lo que es rico y picante, todas las especias de la vida, se condena como algo inútil. ¡Ahora que ellos han encendido la hoguera, todo iría mucho mejor si esos absurdos reformistas se lanzaran ellos mismos al fuego! |
"Be patient," responded a stanch conservative; "it will come to that in the end. They will first fling us in, and finally themselves."
| —Tenga paciencia —le respondió un conservador firme—. Al final llegaremos a eso. Primero nos lanzarán a nosotros, y después a ellos mismos. |
From the general and systematic measures of reform I now turn to consider the individual contributions to this memorable bonfire. In many instances these were of a very amusing character. One poor fellow threw in his empty purse, and another a bundle of counterfeit or insolvable bank-notes. Fashionable ladies threw in their last season′s bonnets, together with heaps of ribbons, yellow lace, and much other half-worn milliner′s ware, all of which proved even more evanescent in the fire than it had been in the fashion. A multitude of lovers of both sexes--discarded maids or bachelors and couples mutually weary of one another--tossed in bundles of perfumed letters and enamored sonnets. A hack politician, being deprived of bread by the loss of office, threw in his teeth, which happened to be false ones. The Rev. Sydney Smith--having voyaged across the Atlantic for that sole purpose--came up to the bonfire with a bitter grin and threw in certain repudiated bonds, fortified though they were with the broad seal of a sovereign state. A little boy of five years old, in the premature manliness of the present epoch, threw in his playthings; a college graduate, his diploma; an apothecary, ruined by the spread of homeopathy, his whole stock of drugs and medicines; a physician, his library; a parson, his old sermons; and a fine gentleman of the old school, his code of manners, which he had formerly written down for the benefit of the next generation. A widow, resolving on a second marriage, slyly threw in her dead husband′s miniature. A young man, jilted by his mistress, would willingly have flung his own desperate heart into the flames, but could find no means to wrench it out of his bosom. An American author, whose works were neglected by the public, threw his pen and paper into the bonfire and betook himself to some less discouraging occupation. It somewhat startled me to overhear a number of ladies, highly respectable in appearance, proposing to fling their gowns and petticoats into the flames, and assume the garb, together with the manners, duties, offices, and responsibilities, of the opposite sex.
| Desde las medidas generales y sistemáticas de la reforma, pasé a considerar entonces las contribuciones individuales a esa hoguera memorable. En muchos casos eran de un carácter verdaderamente divertido. Un pobre hombre arrojó su bolsa vacía, y otro un fajo de billetes de banco falsos o insolventes. Las damas elegantes arrojaron los sombreros de la temporada anterior, junto con montones de cintas, encajes amarillos y otras muchas mercancías de modista casi gastadas, todo lo cual demostró ser todavía más evanescente en el fuego de lo que lo había sido en la moda. Una multitud de amantes de ambos sexos —dejando aun lado doncellas o solteros y parejas cuyos miembros estaban mutuamente cansados el uno del otro— arrojaron manojos de cartas perfumadas y sonetos de amor. Un político corrupto, al verse privado del pan por perder el despacho, arrojó sus dientes, que resultaron ser falsos. El reverendo Sydney Smith, tras haber cruzado el Atlántico con ese único propósito, llegó junto a la hoguera con una sonrisa amarga y arrojó allí determinados bonos repudiados, aunque estaban confirmados con el sello de un estado soberano. Un niño de cinco años, dada la prematura mayoría de la época presente, arrojó sus juguetes; un graduado universitario, su diploma; un boticario, arruinado por la extensión de la homeopatía, todas sus existencias de drogas y medicinas; un médico, su biblioteca; un párroco, su sermones antiguos; y un fino caballero de la vieja escuela, su código de costumbres, que anteriormente había escrito para beneficio de la siguiente generación. Una viuda que había decidido casarse por segunda vez arrojó furtivamente una miniatura de su esposo fallecido. Un joven al que su amada le había dado calabazas, de buena gana habría tirado su corazón desesperado a las llamas, pero no encontró ningún medio de arrancárselo del pecho. Un autor americano de cuyas obras el público no hacía caso, arrojó a la hoguera pluma y papel, acudiendo a una ocupación menos descorazonadora. Me sorprendió algo escuchar a varias damas, de apariencia muy respetable, que se proponían arrojar a las llamas sus vestidos y enaguas, asumiendo la vestimenta, maneras, deberes, ocupaciones y responsabilidades del otro sexo. |
What favor was accorded to this scheme I am unable to say, my attention being suddenly drawn to a poor, deceived, and half- delirious girl, who, exclaiming that she was the most worthless thing alive or dead, attempted to cast herself into the fire amid all that wrecked and broken trumpery of the world. A good man, however, ran to her rescue.
| No soy capaz de decir con qué favor se acogió ese plan, pues repentinamente llamó mi atención una joven pobre, engañada y casi delirante, que exclamaba que era el ser vivo o muerto más indigno e intentó lanzarse al fuego en medio de todos los trastos rotos y naufragados del mundo. Sin embargo, un buen hombre corrió a rescatarla. |
"Patience, my poor girl!" said he, as he drew her back from the fierce embrace of the destroying angel. "Be patient, and abide Heaven′s will. So long as you possess a living soul, all may be restored to its first freshness. These things of matter and creations of human fantasy are fit for nothing but to be burned when once they have had their day; but your day is eternity!"
| —¡Tenga paciencia, mi pobre muchacha! —gritó mientras la apartaba del cruel abrazo del ángel destructor—. Tenga paciencia y acepte la voluntad del cielo. Mientras posea un alma viva, todo podrá recuperar su primera frescura. Estas cosas materiales y las creaciones de la fantasía humana no valen para otra cosa que para ser quemadas una vez que han tenido su tiempo. ¡Pero el suyo es la eternidad! |
"Yes," said the wretched girl, whose frenzy seemed now to have sunk down into deep despondency, "yes, and the sunshine is blotted out of it!"
| —Sí —contestó la infortunada joven, cuyo frenesí parecía haber menguado convirtiéndose ahora en un abatimiento profundo—. ¡Sí, pero de él ha desaparecido la luz del sol! |
It was now rumored among the spectators that all the weapons and munitions of war were to be thrown into the bonfire with the exception of the world′s stock of gunpowder, which, as the safest mode of disposing of it, had already been drowned in the sea. This intelligence seemed to awaken great diversity of opinion. The hopeful philanthropist esteemed it a token that the millennium was already come; while persons of another stamp, in whose view mankind was a breed of bulldogs, prophesied that all the old stoutness, fervor, nobleness, generosity, and magnanimity of the race would disappear,--these qualities, as they affirmed, requiring blood for their nourishment. They comforted themselves, however, in the belief that the proposed abolition of war was impracticable for any length of time together.
| Se rumoreó entre los espectadores que todas las armas y municiones bélicas iban a ser arrojadas a la hoguera, con excepción de las existencias universales de pólvora, que ya habían sido arrojadas al mar por considerarse que era el modo más seguro de disponer de ellas. Esa noticia despertó una gran diversidad de opiniones. El filántropo optimista lo consideró una señal de que ya había llegado el milenio; mientras que personas de otro temple que opinaban que la humanidad era una raza de bulldogs, profetizaron que desaparecerían la vieja corpulencia, fervor, nobleza, generosidad y magnanimidad de la raza*: afirmaban que esas cualidades necesitaban nutrirse de sangre. Sin embargo se consolaron creyendo que la propuesta abolición de la guerra no podía llevarse a la práctica durante mucho tiempo. |
Be that as it might, numberless great guns, whose thunder had long been the voice of battle,--the artillery of the Armada, the battering trains of Marlborough, and the adverse cannon of Napoleon and Wellington,--were trundled into the midst of the fire. By the continual addition of dry combustibles, it had now waxed so intense that neither brass nor iron could withstand it. It was wonderful to behold how these terrible instruments of slaughter melted away like playthings of wax. Then the armies of the earth wheeled around the mighty furnace, with their military music playing triumphant marches,--and flung in their muskets and swords. The standard- bearers, likewise, cast one look upward at their banners, all tattered with shot-holes and inscribed with the names of victorious fields; and, giving them a last flourish on the breeze, they lowered them into the flame, which snatched them upward in its rush towards the clouds. This ceremony being over, the world was left without a single weapon in its hands, except possibly a few old king′s arms and rusty swords and other trophies of the Revolution in some of our State armories. And now the drums were beaten and the trumpets brayed all together, as a prelude to the proclamation of universal and eternal peace and the announcement that glory was no longer to be won by blood, but that it would henceforth be the contention of the human race to work out the greatest mutual good, and that beneficence, in the future annals of the earth, would claim the praise of valor. The blessed tidings were accordingly promulgated, and caused infinite rejoicings among those who had stood aghast at the horror and absurdity of war.
| En cualquier caso, innumerables grandes cañones cuyo estruendo había sido durante mucho tiempo la voz de la batalla —la artillería de la Armada Invencible, las baterías de Marlborough y los cañones enfrentados de Napoleón y Wellingtonfueron arrastrados en medio del fuego. Por la adición continua de combustibles secos, se había vuelto éste tan intenso que ni el bronce ni el hierro podían resistirlo. Era maravilloso ver cómo esos instrumentos terribles de la carnicería se fundían como si fueran juguetes de cera. Entonces los ejércitos de la tierra dieron vueltas alrededor del poderoso horno, con las bandas militares tocando marchas triunfales, y arrojaron los mosquetes y espadas. También los portaestandartes, mirando hacia arriba sus banderas, todas marcadas con agujeros de balas y con los nombres de campos victoriosos escritos, tras hacerlas ondear por última vez al aire, las bajaron hacia la llama, que se las llevaron hacia las nubes en su corriente de aire ascendente. Terminada esa ceremonia, el mundo quedó sin una sola arma en sus manos, salvo, posiblemente, algunas armas regias, espadas oxidadas y otros trofeos de la Revolución en algunas de nuestras armerías estatales. Entonces batieron los tambores y sonaron las trompetas como preludio a la proclamación de la paz universal y eterna, y como anuncio de que la gloria no se ganaría ya por la sangre, sino que a partir de ahora la raza humana pretendería trabajar para el mayor bien mutuo, y que esa beneficencia, en los anales futuros de la tierra, permitiría reivindicar la alabanza del valor. En consecuencia, se promulgaron esas benditas noticias, que produjeron un regocijo infinito entre aquellos que se habían espantado ante el horror y despropósito de la guerra. |
But I saw a grim smile pass over the seared visage of a stately old commander,--by his war-worn figure and rich military dress, he might have been one of Napoleon′s famous marshals,--who, with the rest of the world′s soldiery, had just flung away the sword that had been familiar to his right hand for half a century.
| Pero vi una sonrisa macabra en el rostro endurecido de un majestuoso viejo comandante —por su figura gastada por la guerra y rica vestimenta militar, podía tratarse de uno de los famosos mariscales de Napoleón—, que con el resto de los soldados del mundo había arrojado la espada que desde hacía medio siglo tan familiar había sido a su mano derecha. |
"Ay! ay!" grumbled he. "Let them proclaim what they please; but, in the end, we shall find that all this foolery has only made more work for the armorers and cannon-founders."
| —¡Ay! ¡Ay! —se quejaba—. Que proclamen lo que quieran, porque al final veremos que toda esta tontería sólo significa más trabajo para los armeros y fundidores de cañones. |
"Why, sir," exclaimed I, in astonishment, "do you imagine that the human race will ever so far return on the steps of its past madness as to weld another sword or cast another cannon?"
| —¡Pero señor! —exclamé yo asombrado—. ¿Acaso imagina que la raza humana volverá sobre los pasos de su antigua locura como para forjar otra espada o fundir otro cañón? |
"There will be no need," observed, with a sneer, one who neither felt benevolence nor had faith in it. "When Cain wished to slay his brother, he was at no loss for a weapon."
| —No habrá necesidad de ello —comentó con burla un espectador que ni sentía benevolencia ni tenía fe en ella—. Cuando Caín deseó matar a su hermano, no se quedó confuso por falta de un arma. |
"We shall see," replied the veteran commander. "If I am mistaken, so much the better; but in my opinion, without pretending to philosophize about the matter, the necessity of war lies far deeper than these honest gentlemen suppose. What! is there a field for all the petty disputes of individuals? and shall there be no great law court for the settlement of national difficulties? The battle-field is the only court where such suits can be tried."
| —Ya veremos —contestó el veterano comandante—. Si soy yo el que me equivoco, tanto mejor; pero en mi opinión, y sin pretender filosofar sobre la materia, la necesidad de la guerra es mucho más profunda de lo que suponen estos honestos caballeros. ¡Pero bueno! ¿Es que hay un campo para todas las pequeñas disputas de los individuos? ¿Y no existirá un gran tribunal para dirimir las dificultades nacionales? El campo de batalla es el único tribunal en el que pueden solucionarse tales pleitos. |
"You forget, general," rejoined I, "that, in this advanced stage of civilization, Reason and Philanthropy combined will constitute just such a tribunal as is requisite."
| —Olvida usted, general —intervine yo—, que en esta fase avanzada de la civilización la razón y la filantropía combinadas constituirán ese tribunal si se requiere. |
"Ah, I had forgotten that, indeed!" said the old warrior, as he limped away.
| —¡Ah, me había olvidado de eso, ciertamente! —contestó el viejo guerrero mientras se alejaba cojeando. |
The fire was now to be replenished with materials that had hitherto been considered of even greater importance to the well-being of society than the warlike munitions which we had already seen consumed. A body of reformers had travelled all over the earth in quest of the machinery by which the different nations were accustomed to inflict the punishment of death. A shudder passed through the multitude as these ghastly emblems were dragged forward. Even the flames seemed at first to shrink away, displaying the shape and murderous contrivance of each in a full blaze of light, which of itself was sufficient to convince mankind of the long and deadly error of human law. Those old implements of cruelty; those horrible monsters of mechanism; those inventions which it seemed to demand something worse than man′s natural heart to contrive, and which had lurked in the dusky nooks of ancient prisons, the subject of terror- stricken legend,--were now brought forth to view. Headsmen′s axes, with the rust of noble and royal blood upon them, and a vast collection of halters that had choked the breath of plebeian victims, were thrown in together. A shout greeted the arrival of the guillotine, which was thrust forward on the same wheels that had borne it from one to another of the bloodstained streets of Paris. But the loudest roar of applause went up, telling the distant sky of the triumph of the earth′s redemption, when the gallows made its appearance. An ill-looking fellow, however, rushed forward, and, putting himself in the path of the reformers, bellowed hoarsely, and fought with brute fury to stay their progress.
| El fuego se estaba alimentando ahora con materiales que hasta entonces se habían considerado de mayor importancia todavía para el bienestar de la sociedad que las municiones bélicas que ya habíamos visto consumir. Un cuerpo de reformistas había recorrido la tierra entera buscando las máquinas con las que las diferentes naciones acostumbraban a ejecutar la pena de muerte. Un estremecimiento recorrió la multitud cuando esos emblemas fantasmales fueron empujados hacia delante. Incluso las llamas parecieron retroceder al principio, mostrando la forma y el dispositivo asesino de cada una con una elevada llamarada, que por sí sola bastaba para convencer a la humanidad del largo y fatal error de la ley humana. Esos viejos instrumentos de la crueldad; esos horribles monstruos mecánicos; esos inventos que parecían exigir algo peor que lo que podía lograr el corazón natural del hombre, y que habían acechado en los escondrijos oscuros de las antiguas prisiones, como tema de leyenda aterrorizadora, se encontraban ahora a la vista de todos. Las hachas de los verdugos, con la mancha rojiza de la sangre noble y real en ellas, y una gran colección de sogas que habían cortado la respiración de víctimas plebeyas, fueron arrojadas juntas a las llamas. Un grito saludó la llegada de la guillotina, que fue empujada sobre las mismas ruedas que la habían conducido de una a otra de las calles manchadas de sangre de París. Pero los aplausos más fuertes, que indicaron al cielo distinto el triunfo de la redención terrenal, se produjeron cuando apareció la horca. Sin embargo, un hombre de mal aspecto se adelantó, y poniéndose en el camino de los reformistas gritó roncamente y luchó con furia salvaje para detener su avance. |
It was little matter of surprise, perhaps, that the executioner should thus do his best to vindicate and uphold the machinery by which he himself had his livelihood and worthier individuals their death; but it deserved special note that men of a far different sphere--even of that consecrated class in whose guardianship the world is apt to trust its benevolence--were found to take the hangman′s view of the question.
| Quizás no cabía sorprenderse mucho de que el ejecutor hiciera todo lo posible para defender y conservar la máquina con la que se había ganado la vida, y personas más dignas la muerte; pero merecía atención especial el que hombres de una esfera muy diferente —incluso de las órdenes consagradas, en cuya protección puede confiar el mundo su benevolencia— adoptaran sobre la cuestión el punto de vista del verdugo. |
"Stay, my brethren!" cried one of them. "You are misled by a false philanthropy; you know not what you do. The gallows is a Heaven- ordained instrument. Bear it back, then, reverently, and set it up in its old place, else the world will fall to speedy ruin and desolation!"
| —¡Deteneos, hermanos míos! —gritó uno de ellos—. Una falsa filantropía os hace equivocaron; no sabéis lo que hacéis. La horca es un instrumento ordenado por el cielo. ¡Hacedla retroceder por tanto con reverencia, y colocadla en su antiguo lugar, para que el mundo no caiga velozmente en la ruina y la desolación! |
"Onward! onward!" shouted a leader in the reform. "Into the flames with the accursed instrument of man′s bloody policy! How can human law inculcate benevolence and love while it persists in setting up the gallows as its chief symbol? One heave more, good friends, and the world will be redeemed from its greatest error."
| —¡Adelante, adelante! —gritó un cabecilla de la Reforma—. ¡A las llames con ese maldito instrumento de la sangrienta política del hombre! ¿Cómo puede la ley humana inculcar benevolencia y amor si persiste en colocar la horca como su símbolo principal? Un empujón más, buenos amigos, y el mundo se verá redimido de su mayor error. |
A thousand hands, that nevertheless loathed the touch, now lent their assistance, and thrust the ominous burden far, far into the centre of the raging furnace. There its fatal and abhorred image was beheld, first black, then a red coal, then ashes.
| Mil manos prestaron ahora su ayuda, aunque les repugnaba tocarla, y lanzaron la siniestra carga lejos, en el centro del enfurecido horno. Su imagen fatal y aborrecida se vio primero ennegrecida, convirtiéndose luego en carbón al rojo, y finalmente en cenizas. |
"That was well done!" exclaimed I.
| —¡Eso ha estado bien! —exclamé yo. |
"Yes, it was well done," replied, but with less enthusiasm than I expected, the thoughtful observer, who was still at my side,--"well done, if the world be good enough for the measure. Death, however, is an idea that cannot easily be dispensed with in any condition between the primal innocence and that other purity and perfection which perchance we are destined to attain after travelling round the full circle; but, at all events, it is well that the experiment should now be tried."
| —Sí, estuvo bien —respondió, aunque con menor entusiasmo del que yo esperaba, el pensativo observador que seguía todavía a mi lado—. Estuvo bien si el mundo es lo suficientemente bueno para esa medida. Sin embargo, la muerte es una idea de la que no es posible eximirse fácilmente en ninguna condición, entre la inocencia del principio y esa otra pureza y perfección que quizás estemos destinados a alcanzar tras recorrer el círculo completo; pero en todo caso es bueno que se pruebe ahora el experimento. |
"Too cold! too cold!" impatiently exclaimed the young and ardent leader in this triumph. "Let the heart have its voice here as well as the intellect. And as for ripeness, and as for progress, let mankind always do the highest, kindest, noblest thing that, at any given period, it has attained the perception of; and surely that thing cannot be wrong nor wrongly timed."
| —¡Demasiado frío! ¡Demasiado frío! —exclamó con impaciencia el joven y ardiente cabecilla en su triunfo—. Que tenga aquí su voz el corazón lo mismo que el intelecto. Y para la madurez y el progreso que la humanidad haga siempre lo más elevado, lo más amable, lo más noble que en cualquier momento pueda entender; y con seguridad eso no podrá ser erróneo, ni inoportuno. |
I know not whether it were the excitement of the scene, or whether the good people around the bonfire were really growing more enlightened every instant; but they now proceeded to measures in the full length of which I was hardly prepared to keep them company. For instance, some threw their marriage certificates into the flames, and declared themselves candidates for a higher, holier, and more comprehensive union than that which had subsisted from the birth of time under the form of the connubial tie. Others hastened to the vaults of banks and to the coffers of the rich--all of which were opened to the first comer on this fated occasion--and brought entire bales of paper-money to enliven the blaze, and tons of coin to be melted down by its intensity. Henceforth, they said, universal benevolence, uncoined and exhaustless, was to be the golden currency of the world. At this intelligence the bankers and speculators in the stocks grew pale, and a pickpocket, who had reaped a rich harvest among the crowd, fell down in a deadly fainting fit. A few men of business burned their day-books and ledgers, the notes and obligations of their creditors, and all other evidences of debts due to themselves; while perhaps a somewhat larger number satisfied their zeal for reform with the sacrifice of any uncomfortable recollection of their own indebtment. There was then a cry that the period was arrived when the title-deeds of landed property should be given to the flames, and the whole soil of the earth revert to the public, from whom it had been wrongfully abstracted and most unequally distributed among individuals. Another party demanded that all written constitutions, set forms of government, legislative acts, statute-books, and everything else on which human invention had endeavored to stamp its arbitrary laws, should at once be destroyed, leaving the consummated world as free as the man first created.
| No sé si fue por la excitación de la escena, o si es que las buenas gentes que rodeaban la hoguera se estaban iluminando más a cada instante, pero el caso es que tomaron medidas extremas a las que yo difícilmente estaba dispuesto a acompañarles. Por ejemplo, algunos arrojaron a las llamas sus certificados de matrimonio, y se afirmaron candidatos para una unión superior, más santa y general que la que había subsistido desde el nacimiento de los tiempos bajo la forma de vínculo conyugal. Otros se precipitaron a las cámaras acorazadas de los bancos y a los cofres de los ricos —todos ellos abiertos para el primero que llegara en esa fatal ocasión—, y animaron las llamas con balas enteras de papel moneda, y hasta toneladas de monedas se fundieron con su intensidad. Dijeron que a partir de entonces la benevolencia universal, que no podía ni acuñarse ni agotarse, sería la moneda dorada del mundo. Ante esa noticia los banqueros y especuladores palidecieron, y un carterista que había recogido una rica cosecha entre la multitud cayó en un mortal desmayo. Algunos hombres de negocios quemaron sus libros de cuentas, los billetes y obligaciones de sus acreedores, y cualquier otra prueba de deudas que ellos debían cobrar; aunque quizás fue un número mayor el de los que satisficieron su celo de reforma sacrificando cualquier recuerdo incómodo de lo que ellos mismos debían. Se gritó entonces que había llegado el momento de entregar a las llamas los títulos de propiedad de la tierra, y que el suelo entero revirtiera a la totalidad de los hombres, a la que erróneamente se le había quitado para distribuirlo desigualmente entre los individuos. Otro grupo exigió que todas las constituciones escritas, formas fijas de gobierno, decretos legislativos, libros de estatutos y todo aquello sobre lo que la invención humana se había esforzado para estampar sus leyes arbitrarias fuera destruido de inmediato, dejando el mundo consumado tan libre como el primer hombre creado. |
Whether any ultimate action was taken with regard to these propositions is beyond my knowledge; for, just then, some matters were in progress that concerned my sympathies more nearly.
| Desconozco si se llevó a cabo alguna acción con respecto a estas proposiciones; pues precisamente entonces se estaban atendiendo unos asuntos que concernían más a mi simpatías. |
"See! see! What heaps of books and pamphlets!" cried a fellow, who did not seem to be a lover of literature. "Now we shall have a glorious blaze!"
| —¡Mirad, mirad! ¡Qué montones de libros y panfletos! —gritó un tipo que no parecía ser amante de la literatura—. ¡Ahora tendremos un fuego glorioso! |
"That′s just the thing!" said a modern philosopher. "Now we shall get rid of the weight of dead men′s thought, which has hitherto pressed so heavily on the living intellect that it has been incompetent to any effectual self-exertion. Well done, my lads! Into the fire with them! Now you are enlightening the world indeed!"
| —¡Eso es, precisamente! —exclamó un filósofo moderno—. Nos liberaremos ahora del peso del pensamiento de los hombres muertos, que hasta ahora ha presionado con tanta fuerza el intelecto vivo que éste se ha vuelto incompetente para cualquier esfuerzo eficaz. ¡Bien hecho, muchachos! ¡Al fuego con ellos! ¡Ahora sí que de verdad estáis iluminando el mundo! |
"But what is to become of the trade?" cried a frantic bookseller.
| —¿Pero qué va a suceder con la profesión? —gritó un librero furioso. |
"O, by all means, let them accompany their merchandise," coolly observed an author. "It will be a noble funeral-pile!"
| —Ah, naturalmente, que acompañen a su mercancía —comentó fríamente un autor—. ¡Será una noble pira funeraria! |
The truth was, that the human race had now reached a stage of progress so far beyond what the wisest and wittiest men of former ages had ever dreamed of, that it would have been a manifest absurdity to allow the earth to be any longer encumbered with their poor achievements in the literary line. Accordingly a thorough and searching investigation had swept the booksellers′ shops, hawkers′ stands, public and private libraries, and even the little book-shelf by the country fireside, and had brought the world′s entire mass of printed paper, bound or in sheets, to swell the already mountain bulk of our illustrious bonfire. Thick, heavy folios, containing the labors of lexicographers, commentators, and encyclopedists, were flung in, and, falling among the embers with a leaden thump, smouldered away to ashes like rotten wood. The small, richly gilt French tomes of the last age, with the hundred volumes of Voltaire among them, went off in a brilliant shower of sparkles and little jets of flame; while the current literature of the same nation burned red and blue, and threw an infernal light over the visages of the spectators, converting them all to the aspect of party-colored fiends. A collection of German stories emitted a scent of brimstone. The English standard authors made excellent fuel, generally exhibiting the properties of sound oak logs. Milton′s works, in particular, sent up a powerful blaze, gradually reddening into a coal, which promised to endure longer than almost any other material of the pile. From Shakespeare there gushed a flame of such marvellous splendor that men shaded their eyes as against the sun′s meridian glory; nor even when the works of his own elucidators were flung upon him did he cease to flash forth a dazzling radiance from beneath the ponderous heap. It is my belief that he is still blazing as fervidly as ever.
| Lo cierto era que la raza humana había alcanzado una fase de progreso que estaba mucho más allá de lo que los hombres más sabios de épocas anteriores habían soñado, por lo que sería un verdadero absurdo permitir que la tierra siguiera por más tiempo gravada con sus escasos logros literarios. De acuerdo con ello, una investigación completa e inquisitiva había barrido las librerías, los puestos callejeros, las bibliotecas públicas y privadas, e incluso las pequeñas repisas junto a las chimeneas de las casas de campo, y habían traído toda la masa universal de papel impreso, encuadernado o en hojas, para que aumentaran el volumen ya montañoso de nuestra ilustre hoguera. Arrojaron gruesos y pesados infolios que contenían los trabajos de lexicógrafos, comentaristas y enciclopedistas, y cayeron entre las ascuas con un golpetazo pesado, deshaciéndose en cenizas como si fueran madera podrida. Los pequeños y ricamente dorados tomos franceses de la última época, con los cien volúmenes de Voltaire entre ellos, produjeron una brillante lluvia de chispas y pequeñas llamas; mientras que la literatura corriente de la misma nación se quemaba en colores rojos y azules, produciendo una iluminación infernal en los rostros de los espectadores, convirtiéndolos a todos por el aspecto en diablos agrupados por colores. Una colección de historias alemanas emitió un olor a azufre. Los autores ingleses habituales resultaron ser un combustible excelente, mostrando en general las propiedades de buenos leños de roble. En particular las obras de Milton producían una llama poderosa, y gradualmente se fueron enrojeciendo hasta convertirse en un carbón que prometía durar más que casi cualquier otro material de la pira. De Shakespeare salió una llama de esplendor tan maravilloso que los hombres se ocultaban los ojos como si estuvieran ante la gloria del sol del mediodía; ni siquiera cuando lanzaron encima las obras de sus comentaristas dejó de emitir una radiación deslumbrante desde abajo del pesado montón. Y creo que sigue ardiendo tan apasionadamente como siempre. |
"Could a poet but light a lamp at that glorious flame," remarked I, "he might then consume the midnight oil to some good purpose."
| —Si un poeta pudiera encender una lámpara en esa llama gloriosa, podría consumir después aceite hasta la medianoche con un buen propósito —comenté yo. |
"That is the very thing which modern poets have been too apt to do, or at least to attempt," answered a critic. "The chief benefit to be expected from this conflagration of past literature undoubtedly is, that writers will henceforth be compelled to light their lamps at the sun or stars."
| —Eso es precisamente lo que los poetas modernos han sido demasiado propensos a hacer, o al menos a intentarlo —respondió un crítico—. El principal beneficio que cabe esperar de este incendio de la literatura del pasado es, indudablemente, que a partir de ahora los autores se verán obligados a encender sus lámparas en el sol o las estrellas. |
"If they can reach so high," said I; "but that task requires a giant, who may afterwards distribute the light among inferior men. It is not every one that can steal the fire from heaven like Prometheus; but, when once he had done the deed, a thousand hearths were kindled by it."
| —Si es que pueden llegar tan alto —añadí yo—. Pero para esa tarea se necesita un gigante que pueda distribuir después la luz entre los hombres inferiores. No todo el mundo puede robar el fuego de los cielos, como Prometen; pero cuando alguien lo haya conseguido, mil hogares se encenderán con él. |
It amazed me much to observe how indefinite was the proportion between the physical mass of any given author and the property of brilliant and long-continued combustion. For instance, there was not a quarto volume of the last century--nor, indeed, of the present--that could compete in that particular with a child′s little gilt-covered book, containing _Mother Goose′s Melodies_. _The Life and Death of Tom Thumb_ outlasted the biography of Marlborough. An epic, indeed a dozen of them, was converted to white ashes before the single sheet of an old ballad was half consumed. In more than one case, too, when volumes of applauded verse proved incapable of anything better than a stifling smoke, an unregarded ditty of some nameless bard--perchance in the corner of a newspaper--soared up among the stars with a flame as brilliant as their own. Speaking of the properties of flame, methought Shelley′s poetry emitted a purer light than almost any other productions of his day, contrasting beautifully with the fitful and lurid gleams and gushes of black vapor that flashed and eddied from the volumes of Lord Byron. As for Tom Moore, some of his songs diffused an odor like a burning pastil.
| Me sorprendió mucho observar lo imprecisa que era la proporción entre la masa física de cualquier autor y la propiedad de una combustión brillante y prolongada. Por ejemplo, no había ningún volumen en cuarto del último siglo, ni ya que vamos a eso del actual, que a ese respecto pudiera competir con un librito infantil de cubierta dorada que contenía las Melodías de Mamá Oca. La Vida y Muerte de Pulgarcito duró más que la biografía de Marlborough. Un poema épico, en realidad una docena de ellos, se convirtió en cenizas blancas antes de que se hubiera consumido a medias la única hoja de una vieja balada. Y también en más de un caso cuando los volúmenes de versos aplaudidos se mostraban incapaces de nada mejor que un humo sofocante, una ignorada cancioncilla de algún bardo anónimo, que quizás se encontraba en la esquina de un periódico, ascendía hasta las estrellas con una llama tan brillante como la de éstas. Hablando de las propiedades de la llama, creo que la poesía de Shelley emitía una luz más pura que cualquier otra producción de su tiempo, contrastando hermosamente con los espasmódicos y cárdenos destellos y borbotones de vapor negro que emitían los volúmenes de Lord Byron. En cuanto a Tom Moore, algunas de sus canciones difundían un olor parecido al de un pastel quemado. |
I felt particular interest in watching the combustion of American authors, and scrupulously noted by my watch the precise number of moments that changed most of them from shabbily printed books to indistinguishable ashes. It would be invidious, however, if not perilous, to betray these awful secrets; so that I shall content myself with observing that it was not invariably the writer most frequent in the public mouth that made the most splendid appearance in the bonfire. I especially remember that a great deal of excellent inflammability was exhibited in a thin volume of poems by Ellery Channing; although, to speak the truth, there were certain portions that hissed and spluttered in a very disagreeable fashion. A curious phenomenon occurred in reference to several writers, native as well as foreign. Their books, though of highly respectable figure, instead of bursting into a blaze or even smouldering out their substance in smoke, suddenly melted away in a manner that proved them to be ice.
| Sentía un interés particular por observar la combustión de los autores americanos, y anoté escrupulosamente mirando el reloj los momentos precisos que tardaban casi todos ellos en transformarse de libros pobremente impresos en cenizas indistinguibles. Pecaría de envidioso, sin embargo, y hasta seria peligroso, dar a conocer esos secretos terribles; por lo que me contentaré con observar que el escritor que con mayor frecuencia está en boca del público no era invariablemente el que producía una exhibición más espléndida en la hoguera. Recuerdo especialmente que un delgado volumen de poemas de Ellery Channing demostró una inflamabilidad excelente; aunque para ser fieles a la verdad hay que decir que algunas de sus partes siseaban y chisporroteaban de una manera muy desagradable. En relación con varios autores, tanto nativos como extranjeros, sucedió un fenómeno curioso. Sus libros, aunque de figura muy respetable, en lugar de romper a arder, o incluso convertir su sustancia en humo, de pronto se fundían de tal manera que demostraban ser de hielo. |
If it be no lack of modesty to mention my own works, it must here be confessed that I looked for them with fatherly interest, but in vain. Too probably they were changed to vapor by the first action of the heat; at best, I can only hope that, in their quiet way, they contributed a glimmering spark or two to the splendor of the evening.
| Si no fuera falta de modestia mencionar mis propias obras, debo confesar aquí que las busqué con interés paternal, aunque en vano. Muy probablemente se transformaron en vapor ante la primera acción del calor; en el mejor de los casos sólo puedo esperar que, a su modo tranquilo, contribuyeran con una o dos chispas relucientes al esplendor de la noche. |
"Alas! and woe is me!" thus bemoaned himself a heavy-looking gentleman in green spectacles. "The world is utterly ruined, and there is nothing to live for any longer. The business of my life is snatched from me. Not a volume to be had for love or money!"
| —¡Ay! ¡Pobre de mí! —se quejaba un caballero de aspecto trágico que llevaba unas gafas verdes—. El mundo está totalmente arruinado y ya no hay nada para seguir viviendo. Me han arrebatado la vocación de mi vida. ¡Por nada del mundo puede conseguirse un volumen! |
"This," remarked the sedate observer beside me, "is a bookworm,--one of those men who are born to gnaw dead thoughts. His clothes, you see, are covered with the dust of libraries. He has no inward fountain of ideas; and, in good earnest, now that the old stock is abolished, I do not see what is to become of the poor fellow. Have you no word of comfort for him?"
| —Éste es un ratón de biblioteca —comentó el tranquilo observador que había a mi lado—. Uno de esos hombres que han nacido para roer pensamientos muertos. Ya ve que su ropa está cubierta con el polvo de las bibliotecas. No tiene una fuente interior de ideas; y sinceramente, ahora que las provisiones antiguas han sido abolidas, no veo lo que va a ser del pobre hombre. ¿No tendrá una palabra de consuelo para él? |
"My dear sir," said I to the desperate bookworm, "is not nature better than a book? Is not the human heart deeper than any system of philosophy? Is not life replete with more instruction than past observers have found it possible to write down in maxims? Be of good cheer. The great book of Time is still spread wide open before us; and, if we read it aright, it will be to us a volume of eternal truth."
| —Mi querido señor —le dije al desesperado ratón de biblioteca—. ¿No es la naturaleza mejor que un libro? ¿No es el corazón humano más profundo que cualquier sistema filosófico? ¿No está la vida repleta de más instrucción que la que a los observadores del pasado les fue posible escribir en máximas? Alégrese. El gran libro del Tiempo está todavía abierto delante de nosotros; y si lo leemos correctamente, se nos convertirá en un volumen de verdad eterna. |
"O, my books, my books, my precious printed books!" reiterated the forlorn bookworm. "My only reality was a bound volume; and now they will not leave me even a shadowy pamphlet!"
| —¡Ay, mis libros, mis libros, mis preciosos libros impresos! —repetía el desamparado ratón de biblioteca—. ¡Mi única realidad era un volumen encuadernado, y ahora no me dejan ni siquiera un oscuro panfleto! |
In fact, the last remnant of the literature of all the ages was now descending upon the blazing heap in the shape of a cloud of pamphlets from the press of the New World. These likewise were consumed in the twinkling of an eye, leaving the earth, for the first time since the days of Cadmus, free from the plague of letters,--an enviable field for the authors of the next generation.
| En realidad los últimos restos de la literatura de todos los tiempos caían ahora sobre el montón ardiente en forma de una nube de panfletos desde las prensas del Nuevo Mundo. Éstos se consumieron a sí mismos en un abrir y cerrar de ojos, dejando la tierra, por primera vez desde los tiempos de Cadmo, libre de la plaga de las letras... un campo envidiable para los autores de la generación siguiente. |
"Well, and does anything remain to be done?" inquired I, somewhat anxiously. "Unless we set fire to the earth itself, and then leap boldly off into infinite space, I know not that we can carry reform to any farther point."
| —Bueno, ¿queda algo por hacer? —pregunté yo con cierta ansiedad—. A menos que prendamos fuego a la propia tierra, y luego saltemos audazmente al espacio infinito, no veo que podamos llevar más lejos la Reforma. |
"You are vastly mistaken, my good friend," said the observer. "Believe me, the fire will not be allowed to settle down without the addition of fuel that will startle many persons who have lent a willing hand thus far."
| —Está usted muy equivocado, mi buen amigo —contestó el observador—. Créame que no permitirán que el fuego se apague sin añadir un combustible que sobresaltará a muchas personas que hasta ahora habían echado una mano voluntariamente. |
Nevertheless there appeared to be a relaxation of effort for a little time, during which, probably, the leaders of the movement were considering what should be done next. In the interval, a philosopher threw his theory into the flames,--a sacrifice which, by those who knew how to estimate it, was pronounced the most remarkable that had yet been made. The combustion, however, was by no means brilliant. Some indefatigable people, scorning to take a moment′s ease, now employed themselves in collecting all the withered leaves and fallen boughs of the forest, and thereby recruited the bonfire to a greater height than ever. But this was mere by-play.
| No obstante, durante un breve tiempo pareció que el esfuerzo se relajaba; probablemente los cabecillas del movimiento lo aprovecharon para pensar qué podía hacerse. En el intervalo, un filósofo arrojó alas llamas su teoría, un sacrificio que aquellos que sabían cómo la estimaba consideraron el más notable que se había hecho. Sin embargo, la combustión no resultó en absoluto brillante. Algunas personas infatigables, desdeñando tomarse un momento de descanso, se dedicaron a recoger todas las hojas y ramas caídas en el bosque, y consiguieron así que las llamas de la hoguera fueran más altas que nunca. Pero aquello fue un mero aparte teatral. |
"Here comes the fresh fuel that I spoke of," said my companion.
| —Aquí viene el nuevo combustible del que le hablaba —dijo mi compañero. |
To my astonishment the persons who now advanced into the vacant space around the mountain fire bore surplices and other priestly garments, mitres, crosiers, and a confusion of Popish and Protestant emblems with which it seemed their purpose to consummate the great act of faith. Crosses from the spires of old cathedrals were cast upon the heap with as little remorse as if the reverence of centuries passing in long array beneath the lofty towers had not looked up to them as the holiest of symbols. The font in which infants were consecrated to God, the sacramental vessels whence piety received the hallowed draught, were given to the same destruction. Perhaps it most nearly touched my heart to see among these devoted relics fragments of the humble communion-tables and undecorated pulpits which I recognized as having been torn from the meeting-houses of New England. Those simple edifices might have been permitted to retain all of sacred embellishment that their Puritan founders had bestowed, even though the mighty structure of St. Peter′s had sent its spoils to the fire of this terrible sacrifice. Yet I felt that these were but the externals of religion, and might most safely be relinquished by spirits that best knew their deep significance.
| Para mi asombro, las personas que avanzaban ahora hacia el espacio vacío que rodeaba el fuego montañoso llevaban sobrepellices y otras prendas sacerdotales, mitras, báculos y una confusión de símbolos papales y protestantes, con los que parecían proponerse consumar el gran acto de fe. Las cruces de las agujas de las viejas catedrales fueron lanzadas al montón con tan escaso remordimiento como si la reverencia de los siglos, pasando en una larga formación bajo las elevadas torres, no las hubiera considerado como el más sagrado de los símbolos. La pila bautismal en la que los niños eran consagrados a Dios, los recipientes sacramentales en los que la piedad recibía la bebida sagrada, fueron entregados a la misma destrucción. Quizás conmovió más mi corazón ver entre aquellas reliquias devotas fragmentos de los humildes altares y de los púlpitos sin decorar que me di cuenta habían sido arrancados de los templos de Nueva Inglaterra. Aunque se hubieran enviado al fuego de este sacrificio terrible los despojos de la poderosa estructura de San Pedro, debería haberse permitido que esos edificios simples conservaran el embellecimiento sagrado con que les habían dotado sus fundadores puritanos. Sentí, sin embargo, que aquello sólo eran los objetos externos de la religión, y que el espíritu, que conocía mejor su significado profundo, podía renunciar a ello. |
"All is well," said I, cheerfully. "The wood-paths shall be the aisles of our cathedral, the firmament itself shall be its ceiling. What needs an earthly roof between the Deity and his worshippers? Our faith can well afford to lose all the drapery that even the holiest men have thrown around it, and be only the more sublime in its simplicity."
| —Todo está bien—dije yo alegremente—. Los senderos de los bosques serán las naves de nuestra catedral, y el firmamento mismo será su techo. ¿Qué necesidad hay de un techo terrenal entre la Deidad y sus adoradores? Nuestra fe puede permitirse perder ese ropaje con el que hasta los hombres más santos la han rodeado, y ser más sublime en su simplicidad. |
"True," said my companion; "but will they pause here?"
| —Cierto —replicó mi compañero—. ¿Pero se detendrán aquí? |
The doubt implied in his question was well founded. In the general destruction of books already described, a holy volume, that stood apart from the catalogue of human literature, and yet, in one sense, was at its head, had been spared. But the Titan of innovation,-- angel or fiend, double in his nature, and capable of deeds befitting both characters,--at first shaking down only the old and rotten shapes of things, had now, as it appeared, laid his terrible hand upon the main pillars which supported the whole edifice of our moral and spiritual state. The inhabitants of the earth had grown too enlightened to define their faith within a form of words, or to limit the spiritual by any analogy to our material existence. Truths which the heavens trembled at were now but a fable of the world′s infancy. Therefore, as the final sacrifice of human error, what else remained to be thrown upon the embers of that awful pile, except the book which, though a celestial revelation to past ages, was but a voice from a lower sphere as regarded the present race of man? It was done! Upon the blazing heap of falsehood and worn-out truth--things that the earth had never needed, or had ceased to need, or had grown childishly weary of--fell the ponderous church Bible, the great old volume that had lain so long on the cushion of the pulpit, and whence the pastor′s solemn voice had given holy utterance on so many a Sabbath day. There, likewise, fell the family Bible, which the long-buried patriarch had read to his children,--in prosperity or sorrow, by the fireside and in the summer shade of trees,--and had bequeathed downward as the heirloom of generations. There fell the bosom Bible, the little volume that had been the soul′s friend of some sorely tried child of dust, who thence took courage, whether his trial were for life or death, steadfastly confronting both in the strong assurance of immortality.
| La duda que transmitía la pregunta estaba bien fundamentada. En la destrucción general de los libros que ya he descrito, se había salvado un volumen santo que se apartaba del catálogo de la literatura humana, aunque en un sentido estuviera a su cabeza. Pero el Titán de la innovación —ángel o diablo, doble en su naturaleza, y capaz de hechos adecuados a ambos caracteres—, que al principio sólo había derribado las formas viejas y podridas de las cosas, parecía que ahora hubiera puesto su mano terrible sobre los pilares principales que soportaban el edificio entero de nuestro estado moral y espiritual. Los habitantes de la tierra habían llegado a tener demasiado conocimiento como para definir su fe dentro de una forma de palabras, o para limitar lo espiritual por medio de cualquier analogía con nuestra existencia material. Verdades ante las que los cielos temblaban no eran ahora más que una fábula de la infancia del mundo. Por tanto, como sacrificio final del error humano, ¿qué más quedaba por arrojar a las ascuas de esa terrible pira salvo el libro que, aunque fuera una revelación celestial a los tiempos pasados, no era sino una voz de una esfera inferior en comparación con la raza actual del hombre? ¡Lo hicieron! Sobre el montón ardiente de la falsedad y de la verdad desgastada —cosas que la tierra nunca había necesitado, o que había dejado de necesitar, o que infantilmente se había cansado de ellas— cayó la grave Biblia de la iglesia, el gran y viejo volumen que durante tanto tiempo había descansado sobre el cojín del púlpito, y mediante el que la voz solemne del pastor había hablado de lo sagrado tantos y tantos sábados. También fue a parar allí la Biblia de familia, que el patriarca que tanto tiempo llevaba enterrado había leído a sus hijos, en la prosperidad o en la pena, junto a la chimenea o bajo la sombra de los árboles durante el verano, y que había sido legada como herencia a través de generaciones. Cayó después la Biblia íntima, el pequeño volumen que había sido el amigo del alma de algún hijo del polvo amargamente puesto a prueba, quien de ella había sacado el valor, tanto si su prueba era para la vida como para la muerte, enfrentándose con firmeza a ambas con la poderosa seguridad de su inmortalidad. |
All these were flung into the fierce and riotous blaze; and then a mighty wind came roaring across the plain with a desolate howl, as if it were the angry lamentation of the earth for the loss of heaven′s sunshine; and it shook the gigantic pyramid of flame and scattered the cinders of half-consumed abominations around upon the spectators.
| Todas ellas fueron ya lanzadas a las llamas violentas; y entonces cruzó la llanura un viento poderoso que aullaba con desolación, como si fuera el lamento colérico de la tierra por la pérdida de la luz solar del cielo; y agitó la pirámide gigantesca de llamas y esparció por encima de los espectadores las cenizas de las abominaciones consumidas a medias. |
"This is terrible!" said I, feeling that my check grew pale, and seeing a like change in the visages about me.
| —¡Esto es terrible! —exclamé sintiendo que mis mejillas palidecían, y viendo un cambio semejante en los rostros que me rodeaban. |
"Be of good courage yet," answered the man with whom I had so often spoken. He continued to gaze steadily at the spectacle with a singular calmness, as if it concerned him merely as an observer. "Be of good courage, nor yet exult too much; for there is far less both of good and evil in the effect of this bonfire than the world might be willing to believe."
| —No pierda todavía el valor —respondió el hombre con el que había hablado tan a menudo. Él seguía contemplando el espectáculo con una calma singular, como si le concerniera simplemente como observador—. Tenga valor y no se alegre demasiado; pues en el efecto de esta hoguera hay mucho menos de bueno y de malo que lo que el mundo querría creer. |
"How can that be?" exclaimed I, impatiently. "Has it not consumed everything? Has it not swallowed up or melted down every human or divine appendage of our mortal state that had substance enough to be acted on by fire? Will there be anything left us to-morrow morning better or worse than a heap of embers and ashes?"
| —¿Cómo puede ser eso? —exclamé yo impaciente—. ¿Es que no se ha consumido todo? ¿No se ha tragado o fundido todo apéndice humano o divino de nuestro estado mortal que tuviera suficiente materia como para que el fuego le afectara? ¿Mañana por la mañana quedará algo mejor o peor que un montón de ascuas y cenizas? |
"Assuredly there will," said my grave friend. "Come hither to-morrow morning, or whenever the combustible portion of the pile shall be quite burned out, and you will find among the ashes everything really valuable that you have seen cast into the flames. Trust me, the world of to-morrow will again enrich itself with the gold and diamonds which have been cast off by the world of today. Not a truth is destroyed nor buried so deep among the ashes but it will be raked up at last."
| —Claro que lo habrá —contestó mi serio amigo—. Venga aquí mañana por la mañana, o cuando la porción combustible de la pira se haya quemado totalmente, y entre las cenizas encontrará todo lo realmente valioso que había visto arrojar a las llamas. Confíe en mí, el mundo del mañana volverá a enriquecerse con el oro y los diamantes que han sido desechados por el mundo de hoy. Ni una sola verdad es destruida o enterrada profundamente entre las cenizas, sin que al final salga a relucir. |
This was a strange assurance. Yet I felt inclined to credit it, the more especially as I beheld among the wallowing flames a copy of the Holy Scriptures, the pages of which, instead of being blackened into tinder, only assumed a more dazzling whiteness as the fingermarks of human imperfection were purified away. Certain marginal notes and commentaries, it is true, yielded to the intensity of the fiery test, but without detriment to the smallest syllable that had flamed from the pen of inspiration.
| Era aquella una extraña seguridad. Y sin embargo me sentí inclinado a creerla, más especialmente cuando vi entre las llamas un ejemplar de las Santas Escrituras, cuyas páginas, en lugar de ennegrecerse como yesca, simplemente asumían una blancura más sorprendente conforme desaparecían, purificándola, las marcas de los dedos de la imperfección humana. Es cierto que determinadas notas marginales y comentarios cedían a la intensidad de la prueba, pero ello no iba en detrimento de la más pequeña sílaba que hubiera surgido de la pluma de la inspiración. |
"Yes; there is the proof of what you say," answered I, turning to the observer; "but if only what is evil can feel the action of the fire, then, surely, the conflagration has been of inestimable utility. Yet, if I understand aright, you intimate a doubt whether the world′s expectation of benefit would be realized by it."
| —Sí, ahí está la prueba de la que usted hablaba —respondí yo dirigiéndome al observador—. Pero si sólo lo que es malo puede sentir la acción del fuego, entonces con seguridad el incendio ha sido de una utilidad inestimable. Sin embargo, si le entendí bien, expresó la duda de si el mundo podría beneficiarse con ello. |
"Listen to the talk of these worthies," said he, pointing to a group in front of the blazing pile; "possibly they may teach you something useful, without intending it."
| —Escuche lo que dicen esos personajes —me dijo señalando un grupo que había delante de la pira ardiente—. Posiblemente, sin saberlo, puedan enseñarle algo útil. |
The persons whom he indicated consisted of that brutal and most earthy figure who had stood forth so furiously in defence of the gallows,--the hangman, in short,--together with the last thief and the last murderer, all three of whom were clustered about the last toper. The latter was liberally passing the brandy bottle, which he had rescued from the general destruction of wines and spirits. This little convivial party seemed at the lowest pitch of despondency, as considering that the purified world must needs be utterly unlike the sphere that they had hitherto known, and therefore but a strange and desolate abode for gentlemen of their kidney.
| Las personas que señaló formaban un grupo compuesto por la figura más brutal y terrenal que tan furiosamente había salido en defensa de la horca, es decir el verdugo, junto con el último ladrón y el último asesino, los cuales rodeaban al último borracho. Este último estaba pasando generosamente la botella de brandy que había rescatado de la destrucción general de vinos y alcoholes. Este pequeño y festivo grupo parecía hallarse en el más bajo nivel del abatimiento, al considerar que el mundo purificado necesariamente seria totalmente distinto al que hasta entonces habían conocido, y no sería sino una morada extraña y desolada para caballeros como ellos. |
"The best counsel for all of us is," remarked the hangman, "that, as soon as we have finished the last drop of liquor, I help you, my three friends, to a comfortable end upon the nearest tree, and then hang myself on the same bough. This is no world for us any longer."
| —El mejor consejo para todos nosotros —comentó el verdugo— es que en cuanto hayamos terminado la última gota de licor me permitan que les ayude, mis tres amigos, a tener un cómodo fin en el árbol más cercano, y luego yo mismo me ahorcaré en la misma rama. Éste no es ya un mundo para nosotros. |
"Poh, poh, my good fellows!" said a dark-complexioned personage, who now joined the group,--his complexion was indeed fearfully dark, and his eyes glowed with a redder light than that of the bonfire; "be not so cast down, my dear friends; you shall see good days yet. There is one thing that these wiseacres have forgotten to throw into the fire, and without which all the rest of the conflagration is just nothing at all; yes, though they had burned the earth itself to a cinder."
| —¡Bah, bah, mis buenos amigos! —dijo un personaje de tez oscura que se unió en ese momento al grupo; su tez era terriblemente oscura, y sus ojos brillaban con una luz más rojiza que la de la hoguera—. No se depriman tanto, mis queridos amigos; todavía verán días buenos. Hay una cosa que estos sabihondos se han olvidado de arrojar al fuego, y sin la cual todo lo que se ha quemado no es nada; sí, aunque hubieran convertido en cenizas la misma tierra. |
"And what may that be?" eagerly demanded the last murderer.
| —¿Y qué puede ser eso? —preguntó ansiosamente el último asesino. |
"What but the human heart itself?" said the dark-visaged stranger, with a portentous grin. "And, unless they hit upon some method of purifying that foul cavern, forth from it will reissue all the shapes of wrong and misery--the same old shapes or worse ones--which they have taken such a vast deal of trouble to consume to ashes. I have stood by this livelong night and laughed in my sleeve at the whole business. O, take my word for it, it will be the old world yet!"
| —¿Qué otra cosa puede ser sino el corazón humano? —contestó el desconocido de rostro oscuro con una sonrisa portentosa—. Y a menos que encuentren un método de purificar esa pestilente caverna, volverán a salir de ella todas las formas del error y la desgracia, las mismas viejas formas u otras peores, que tanto trabajo se han tomado para consumir y convertir en cenizas. He estado aquí toda la noche y me he reído para mí de todo lo que ha pasado. ¡Créanme, el viejo mundo volverá a existir! |
This brief conversation supplied me with a theme for lengthened thought. How sad a truth, if true it were, that man′s age-long endeavor for perfection had served only to render him the mockery of the evil principle, from the fatal circumstance of an error at the very root of the matter! The heart, the heart, there was the little yet boundless sphere wherein existed the original wrong of which the crime and misery of this outward world were merely types. Purify that inward sphere, and the many shapes of evil that haunt the outward, and which now seem almost our only realities, will turn to shadowy phantoms and vanish of their own accord; but if we go no deeper than the intellect, and strive, with merely that feeble instrument, to discern and rectify what is wrong, our whole accomplishment will be a dream, so unsubstantial that it matters little whether the bonfire, which I have so faithfully described, were what we choose to call a real event and a flame that would scorch the finger, or only a phosphoric radiance and a parable of my own brain.
| Esa breve conversación me proporcionó un tema para una prolongada meditación. ¡Qué triste verdad, si una verdad era, que el antiquísimo esfuerzo del hombre por la perfección sólo hubiera servido para convertirle en motivo de burla del principio maligno, por la circunstancia fatal de que existiera un error en la raíz misma de la materia! El corazón, el corazón: ahí estaba esa esfera pequeña pero ilimitada dentro de la cual existía el error original del que el crimen y la desgracia de este mundo exterior eran simplemente tipos. Purificad esa esfera interior, y las múltiples formas del mal que asolan lo exterior, y que ahora parecen casi nuestra única realidad, se convertirán en fantasmas oscuros y desaparecerán por sí solas; pero si no profundizamos más allá del intelecto, y simplemente con ese débil instrumento nos esforzamos por descubrir y rectificar lo que está mal, todos nuestros logros serán tan solo un sueño, tan insustancial que poco importa si la hoguera que con tanta fidelidad hemos descrito fuera lo que nosotros llamamos un hecho real y una llama que podría chamuscarnos los dedos, o sólo una radiación fosfórica y una parábola de mi propio cerebro. |
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