Nathaniel Hawthorne
the Celestial Railroad
[El ferrocarril celestial]
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Not a great while ago, passing through the gate of dreams, I visited that region of the earth in which lies the famous City of Destruction. It interested me much to learn that by the public spirit of some of the inhabitants a railroad has recently been established between this populous and flourishing town and the Celestial City. Having a little time upon my hands, I resolved to gratify a liberal curiosity by making a trip thither. Accordingly, one fine morning after paying my bill at the hotel, and directing the porter to stow my luggage behind a coach, I took my seat in the vehicle and set out for the station-house. It was my good fortune to enjoy the company of a gentleman--one Mr. Smooth-it-away--who, though he had never actually visited the Celestial City, yet seemed as well acquainted with its laws, customs, policy, and statistics, as with those of the City of Destruction, of which he was a native townsman. Being, moreover, a director of the railroad corporation and one of its largest stockholders, he had it in his power to give me all desirable information respecting that praiseworthy enterprise.
| No hace mucho tiempo, al traspasar la puerta de los sueños visité esa región de la tierra en la que está la famosa Ciudad de la Destrucción. Me interesó mucho enterarme de que, gracias al espíritu cívico de algunos de sus habitantes, recientemente se había trazado una línea de ferrocarril entre esta populosa y floreciente urbe y la Ciudad Celestial. Como tenía un poco de tiempo, decidí satisfacer mi curiosidad realizando un viaje hasta allí. Por ello una hermosa mañana, tras pagar la cuenta del hotel y ordenar al conserje que pusiera mi equipaje en la parte trasera de un coche, tomé asiento en el vehículo y partí para la estación de ferrocarril. Mi buena fortuna me hizo disfrutar de la compañía de un caballero, un tal señor Smooth-it-away, que, aunque no había llegado a visitar la Ciudad Celestial, parecía conocer muy bien, sin embargo, sus leyes, costumbres, política y estadísticas, lo mismo que las de la Ciudad de la Destrucción, en la que había nacido. Como además era director de la empresa del ferrocarril, y uno de sus más importantes accionistas, podía darme toda la información que yo deseara con respecto a esa loable empresa. |
Our coach rattled out of the city, and at a short distance from its outskirts passed over a bridge of elegant construction, but somewhat too slight, as I imagined, to sustain any considerable weight. On both sides lay an extensive quagmire, which could not have been more disagreeable either to sight or smell, had all the kennels of the earth emptied their pollution there.
| Traqueteamos en el coche hasta salir de la ciudad, y a escasa distancia de ésta cruzamos un puente de construcción elegante, aunque me pareció demasiado ligero para sostener un peso considerable. A ambos lados había un extenso cenagal que no habría resultado más desagradable a la vista o el olfato de haberse vaciado allí la suciedad de todas las perreras de la tierra. |
"This," remarked Mr. Smooth-it-away, "is the famous Slough of Despond--a disgrace to all the neighborhood; and the greater that it might so easily be converted into firm ground."
| —Es el famoso Cenagal del Abatimiento —comentó el señor Smooth—it—away—. Una desgracia para toda la vecindad; y tanto mayor por cuanto que podría convertirse fácilmente en tierra firme. |
"I have understood," said I, "that efforts have been made for that purpose from time immemorial. Bunyan mentions that above twenty thousand cartloads of wholesome instructions had been thrown in here without effect."
| —Había oído que se han hecho esfuerzos en ese sentido desde tiempo inmemorial —contesté yo—. El predicador Bunyan menciona que se han arrojado aquí en vano más de veinte mil carretas cargadas de sanas enseñanzas. |
"Very probably! And what effect could be anticipated from such unsubstantial stuff?" cried Mr. Smooth-it-away. "You observe this convenient bridge. We obtained a sufficient foundation for it by throwing into the slough some editions of books of morality, volumes of French philosophy and German rationalism; tracts, sermons, and essays of modern clergymen; extracts from Plato, Confucius, and various Hindoo sages together with a few ingenious commentaries upon texts of Scripture,--all of which by some scientific process, have been converted into a mass like granite. The whole bog might be filled up with similar matter."
| —¡Es muy probable! ¿Y qué podía esperarse de ese material tan insustancial? —preguntó el señor Smooth-it-away—. Fíjese en este adecuado puente. Conseguimos unos cimientos suficientes para él arrojando al cenagal algunas ediciones de libros de moralidad; volúmenes de filosofía francesa y racionalismo alemán; tratados, sermones y ensayos de clérigos modernos; extractos de Platón y Confucio y varias sagas hindúes, junto con algunos ingeniosos comentarios sobre los textos de las Escrituras; todo ello, mediante un proceso científico, se convirtió en una masa semejante al granito. El fangal entero podría llenarse con materias similares. |
It really seemed to me, however, that the bridge vibrated and heaved up and down in a very formidable manner; and, in spite of Mr. Smooth-it-away′s testimony to the solidity of its foundation, I should be loath to cross it in a crowded omnibus, especially if each passenger were encumbered with as heavy luggage as that gentleman and myself. Nevertheless we got over without accident, and soon found ourselves at the stationhouse. This very neat and spacious edifice is erected on the site of the little wicket gate, which formerly, as all old pilgrims will recollect, stood directly across the highway, and, by its inconvenient narrowness, was a great obstruction to the traveller of liberal mind and expansive stomach The reader of John Bunyan will be glad to know that Christian′s old friend Evangelist, who was accustomed to supply each pilgrim with a mystic roll, now presides at the ticket office. Some malicious persons it is true deny the identity of this reputable character with the Evangelist of old times, and even pretend to bring competent evidence of an imposture. Without involving myself in a dispute I shall merely observe that, so far as my experience goes, the square pieces of pasteboard now delivered to passengers are much more convenient and useful along the road than the antique roll of parchment. Whether they will be as readily received at the gate of the Celestial City I decline giving an opinion.
| Sin embargo a mí me pareció que el puente vibraba y subía y bajaba de una manera formidable; y a pesar del testimonio del señor Smooth-it-away acerca de la solidez de sus cimientos, no me gustaría cruzarlo en un ómnibus atestado, sobre todo si cada uno de los pasajeros llevaba tanto equipaje como el caballero y yo mismo. Lo pasamos, no obstante, sin accidente, llegando muy pronto a la estación. Ese edificio, muy pulcro y espacioso, se levantaba sobre la sede del pequeño portillo que antiguamente, como recordarán todos los viejos peregrinos, estaba directamente encima del camino, y por su inadecuada estrechez representaba una gran obstrucción para el viajero de mente liberal y estómago expansivo. El lector de John Bunyan se alegrará de saber que el amigable evangelista del cristiano, que acostumbraba a dar a cada peregrino un pergamino místico, preside ahora el despacho de billetes. Es cierto que algunas personas maliciosas niegan que este famoso personaje sea idéntico al Evangelista de la antigÜedad, e incluso pretenden poder aportar pruebas coherentes de la impostura. Sin comprometerme en una disputa, observaré simplemente que, por lo que me dicta mi experiencia, las piezas cuadradas de cartón que se entregan ahora a los pasajeros resultan mucho más convenientes y útiles para el camino que el antiguo rollo de pergamino. Pero declino opinar acerca de si se aceptan con igual facilidad en la puerta de la Ciudad Celestial. |
A large number of passengers were already at the station-house awaiting the departure of the cars. By the aspect and demeanor of these persons it was easy to judge that the feelings of the community had undergone a very favorable change in reference to the celestial pilgrimage. It would have done Bunyan′s heart good to see it. Instead of a lonely and ragged man with a huge burden on his back, plodding along sorrowfully on foot while the whole city hooted after him, here were parties of the first gentry and most respectable people in the neighborhood setting forth towards the Celestial City as cheerfully as if the pilgrimage were merely a summer tour. Among the gentlemen were characters of deserved eminence--magistrates, politicians, and men of wealth, by whose example religion could not but be greatly recommended to their meaner brethren. In the ladies′ apartment, too, I rejoiced to distinguish some of those flowers of fashionable society who are so well fitted to adorn the most elevated circles of the Celestial City. There was much pleasant conversation about the news of the day, topics of business and politics, or the lighter matters of amusement; while religion, though indubitably the main thing at heart, was thrown tastefully into the background. Even an infidel would have heard little or nothing to shock his sensibility.
| En la estación se hallaban ya un gran número de pasajeros esperando la partida del tren. Por el aspecto y el porte de estas personas era fácil juzgar que los sentimientos de la comunidad habían sufrido un cambio muy favorable en relación al peregrinaje celestial. Al corazón de Bunyan le habría agradado verlo. En lugar de un hombre solitario y andrajoso, con una enorme carga a la espalda, caminando despacio y penosamente mientras la ciudad entera le abucheaba, había aquí grupos formados por los principales nobles y las personas más respetables de la vecindad, que partían hacia la Ciudad Celestial tan alegremente como si el peregrinaje fuera simplemente un viaje de verano. Entre los caballeros había personajes de merecida eminencia: magistrados, políticos y hombres ricos cuyo ejemplo religioso sería muy recomendable para sus hermanos menores. Me alegró descubrir también en la parte de las damas a algunas de esas flores de la sociedad de moda que pueden resultar un adorno bien adecuado para los círculos más elevados de la Ciudad Celestial. Había muchas conversaciones agradables acerca de las noticias del día, temas de negocios y política, o asuntos divertidos más ligeros; mientras que la religión aunque indudablemente era el objetivo principal en el corazón, quedaba por elegancia en un segundo plano. Incluso un ateo habría escuchado muy poco, o nada, que atacara a su sensibilidad. |
One great convenience of the new method of going on pilgrimage I must not forget to mention. Our enormous burdens, instead of being carried on our shoulders as had been the custom of old, were all snugly deposited in the baggage car, and, as I was assured, would be delivered to their respective owners at the journey′s end. Another thing, likewise, the benevolent reader will be delighted to understand. It may be remembered that there was an ancient feud between Prince Beelzebub and the keeper of the wicket gate, and that the adherents of the former distinguished personage were accustomed to shoot deadly arrows at honest pilgrims while knocking at the door. This dispute, much to the credit as well of the illustrious potentate above mentioned as of the worthy and enlightened directors of the railroad, has been pacifically arranged on the principle of mutual compromise. The prince′s subjects are now pretty numerously employed about the station-house, some in taking care of the baggage, others in collecting fuel, feeding the engines, and such congenial occupations; and I can conscientiously affirm that persons more attentive to their business, more willing to accommodate, or more generally agreeable to the passengers, are not to be found on any railroad. Every good heart must surely exult at so satisfactory an arrangement of an immemorial difficulty.
| No debo olvidar mencionar una gran conveniencia del nuevo método de peregrinaje. Nuestras enormes cargas, en lugar de llevarlas sobre nuestros hombros tal como se acostumbraba en la antigÜedad, iban todas cómodamente depositadas en el coche de equipajes, y se me aseguró que serían entregadas a sus propietarios respectivos al final del viaje. Al benevolente lector le complacerá asimismo saber otra cosa. Debe recordarse que existía una antigua enemistad entre el Príncipe Belcebú y el guardador del portillo, y que los seguidores del primer y distinguido personaje acostumbraban a lanzar flechas mortales a los peregrinos honestos que llamaban a la puerta. Para honor tanto del ilustre potentado antes mencionado como de los dignos y sabios directores del ferrocarril, esa disputa se había arreglado pacíficamente por el principio del compromiso mutuo. Los súbditos del príncipe son empleados ahora en gran número en la estación, ocupándose algunos del equipaje, otros de recoger el combustible, alimentar los motores u otras tareas afines; y puedo afirmar con conocimiento que en ningún otro ferrocarril se encontrarán personas más atentas a su tarea, más deseosas de acomodar o más agradables en general a los pasajeros. Todo buen corazón seguramente se sentirá jubiloso de que se haya encontrado un arreglo tan satisfactorio a una dificultad inmemorial. |
"Where is Mr. Greatheart?" inquired I. "Beyond a doubt the directors have engaged that famous old champion to be chief conductor on the railroad?"
| —¿Dónde está el señor Greatheart? —pregunté—. Sin duda los directores habrán contratado a ese famoso y antiguo campeón para que sea el revisor principal del ferrocarril. |
"Why, no," said Mr. Smooth-it-away, with a dry cough. "He was offered the situation of brakeman; but, to tell you the truth, our friend Greatheart has grown preposterously stiff and narrow in his old age. He has so often guided pilgrims over the road on foot that he considers it a sin to travel in any other fashion. Besides, the old fellow had entered so heartily into the ancient feud with Prince Beelzebub that he would have been perpetually at blows or ill language with some of the prince′s subjects, and thus have embroiled us anew. So, on the whole, we were not sorry when honest Greatheart went off to the Celestial City in a huff and left us at liberty to choose a more suitable and accommodating man. Yonder comes the engineer of the train. You will probably recognize him at once."
| —Bueno, no —contestó el señor Smooth-it-away con una tos seca—. Se le ofreció el empleo de encargado de los frenos; pero si quiere que le diga la verdad, nuestro amigo Greatheart se ha vuelto absolutamente rígido y estrecho en su vejez. Tantas veces ha guiado a los peregrinos a pie por los caminos que considera un pecado viajar de cualquier otro modo. Además, el pobre viejo guarda una enemistad tan enérgica hacia el Príncipe Belcebú que siempre se está peleando o cruzando insultos con alguno de los súbditos del príncipe, haciendo que nos indispongamos de nuevo con ellos. Por eso en general no nos apenó que, en una rabieta, el honesto Greatheart se fuera a la Ciudad Celestial dejándonos en libertad de elegir un hombre más adecuado y acomodaticio. Allí viene el maquinista del tren. Probablemente le reconocerá enseguida. |
The engine at this moment took its station in advance of the cars, looking, I must confess, much more like a sort of mechanical demon that would hurry us to the infernal regions than a laudable contrivance for smoothing our way to the Celestial City. On its top sat a personage almost enveloped in smoke and flame, which, not to startle the reader, appeared to gush from his own mouth and stomach as well as from the engine′s brazen abdomen.
| En ese momento la máquina se colocaba delante de los coches, y debo confesar que se asemejaba mucho más a un demonio mecánico que nos conduciría a las regiones infernales que a un artilugio laudable para llevarnos a la Ciudad Celestial. En la parte superior se sentó un personaje casi envuelto en humo y llamas que, no se asuste el lector, parecían brotar de su boca y su estómago, tanto como del abdomen soldado de la máquina. |
"Do my eyes deceive me?" cried I. "What on earth is this! A living creature? If so, he is own brother to the engine he rides upon!"
| —¿Me engañan mis ojos? —pregunté—. ¿Qué demonios es eso? ¿Un ser vivo? ¡Si es así, es el hermano de la máquina sobre la que cabalga! |
"Poh, poh, you are obtuse!" said Mr. Smooth-it-away, with a hearty laugh. "Don′t you know Apollyon, Christian′s old enemy, with whom he fought so fierce a battle in the Valley of Humiliation? He was the very fellow to manage the engine; and so we have reconciled him to the custom of going on pilgrimage, and engaged him as chief engineer."
| —¡Bah, bah, qué obtuso es usted! —contestó el señor Smooth-it-away con una risa cordial—. ¿Es que no conoce a Apollon, el viejo enemigo de los cristianos, con los que libró tan fiera batalla en el Valle de la Humillación? Fue él quien hizo la máquina; y le hemos reconciliado con la costumbre de ir de peregrinaje, contratándole como maquinista jefe. |
"Bravo, bravo!" exclaimed I, with irrepressible enthusiasm; "this shows the liberality of the age; this proves, if anything can, that all musty prejudices are in a fair way to be obliterated. And how will Christian rejoice to hear of this happy transformation of his old antagonist! I promise myself great pleasure in informing him of it when we reach the Celestial City."
| —¡Bravo, bravo! —exclamé con irreprimible entusiasmo—. Esto muestra la liberalidad de la época; esto prueba, más que cualquier otra cosa, que todos los prejuicios rancios están en el camino justo para ser eliminados. ¡Y cómo se regocija el cristiano al enterarse de esa feliz transformación de su antiguo antagonista! Me será muy placentero informar sobre él cuando lleguemos a la Ciudad Celestial. |
The passengers being all comfortably seated, we now rattled away merrily, accomplishing a greater distance in ten minutes than Christian probably trudged over in a day. It was laughable, while we glanced along, as it were, at the tail of a thunderbolt, to observe two dusty foot travellers in the old pilgrim guise, with cockle shell and staff, their mystic rolls of parchment in their hands and their intolerable burdens on their backs. The preposterous obstinacy of these honest people in persisting to groan and stumble along the difficult pathway rather than take advantage of modern improvements, excited great mirth among our wiser brotherhood. We greeted the two pilgrims with many pleasant gibes and a roar of laughter; whereupon they gazed at us with such woful and absurdly compassionate visages that our merriment grew tenfold more obstreperous. Apollyon also entered heartily into the fun, and contrived to flirt the smoke and flame of the engine, or of his own breath, into their faces, and envelop them in an atmosphere of scalding steam. These little practical jokes amused us mightily, and doubtless afforded the pilgrims the gratification of considering themselves martyrs.
| Sentados cómodamente todos los pasajeros, empezamos a traquetear alegremente consiguiendo en diez minutos una distancia probablemente mayor de la que un cristiano recorría a pie penosamente en un día entero. Era de risa cuando miramos, por así decirlo, a la cola de un rayo, observar a dos polvorientos caminantes con el antiguo traje de peregrino, con la concha y el cayado, los rollos místicos de pergamino en las manos y la carga intolerable sobre la espalda. La obstinación con la que esos honestos hermanos persistían en gemir y dar traspiés por un camino difícil en lugar de aprovecharse de las mejoras modernas, provocó gran alegría entre nuestros hermanos más sabios. Saludamos a los dos peregrinos con muchas agradables pullas y un estruendo de risas; y ellos nos miraron con semblantes tan tristes y absurdamente compasivos que nuestra alegría se hizo diez veces más estrepitosa. Apollon participó también cordialmente en la broma, y se esforzó por lanzar el humo y las llamas de la máquina, o de su propia respiración, hacia sus rostros, envolviéndoles en una atmósfera de vapor ardiente. Estas pequeñas bromas nos divertían enormemente, y sin duda dieron a los peregrinos la gratificación de que pudieran considerarse mártires. |
At some distance from the railroad Mr. Smooth-it-away pointed to a large, antique edifice, which, he observed, was a tavern of long standing, and had formerly been a noted stopping-place for pilgrims. In Bunyan′s road-book it is mentioned as the Interpreter′s House.
| A cierta distancia del ferrocarril el señor Smooth-it-away señaló hacia un edificio grande y antiguo que dijo era una taberna que antiguamente había sido un famoso lugar de reposo para peregrinos. En el libro del camino de Bunyan se menciona como la Casa del Intérprete. |
"I have long had a curiosity to visit that old mansion," remarked I.
| —Hacía tiempo que tenía curiosidad por visitar esa casa —comenté yo. |
"It is not one of our stations, as you perceive," said my companion "The keeper was violently opposed to the railroad; and well he might be, as the track left his house of entertainment on one side, and thus was pretty certain to deprive him of all his reputable customers. But the footpath still passes his door, and the old gentleman now and then receives a call from some simple traveller, and entertains him with fare as old-fashioned as himself."
| —No es una de nuestras paradas, tal como advertirá —contestó mi compañero—. El tabernero se opuso violentamente al ferrocarril; y es normal que lo hiciera, pues la vía dejó a un lado su negocio privándole con seguridad de todos sus clientes famosos. Pero el sendero sigue pasando junto a su puerta, y el anciano caballero recibe de vez en cuando la llamada de algún viajero simple al que entretiene con comidas tan anticuadas como él mismo. |
Before our talk on this subject came to a conclusion we were rushing by the place where Christian′s burden fell from his shoulders at the sight of the Cross. This served as a theme for Mr. Smooth-it-away, Mr. Livefor-the-world, Mr. Hide-sin-in-the-heart, Mr. Scaly-conscience, and a knot of gentlemen from the town of Shun-repentance, to descant upon the inestimable advantages resulting from the safety of our baggage. Myself, and all the passengers indeed, joined with great unanimity in this view of the matter; for our burdens were rich in many things esteemed precious throughout the world; and, especially, we each of us possessed a great variety of favorite Habits, which we trusted would not be out of fashion even in the polite circles of the Celestial City. It would have been a sad spectacle to see such an assortment of valuable articles tumbling into the sepulchre. Thus pleasantly conversing on the favorable circumstances of our position as compared with those of past pilgrims and of narrow-minded ones at the present day, we soon found ourselves at the foot of the Hill Difficulty. Through the very heart of this rocky mountain a tunnel has been constructed of most admirable architecture, with a lofty arch and a spacious double track; so that, unless the earth and rocks should chance to crumble down, it will remain an eternal monument of the builder′s skill and enterprise. It is a great though incidental advantage that the materials from the heart of the Hill Difficulty have been employed in filling up the Valley of Humiliation, thus obviating the necessity of descending into that disagreeable and unwholesome hollow.
| Antes de que nuestra conversación sobre ese tema llegara a una conclusión, pasamos junto al lugar en el que la carga del cristiano cayó de sus hombros ante la vista de la Cruz. Ello sirvió como tema para que el señor Smooth-it-away, el señor Live-for-the-world, el señor Hide-sin-in-the-heart, el señor Scaly-conscience y un grupo de caballeros procedentes de la ciudad de Shun-repentance, disertaran largamente sobre las inestimables ventajas resultantes de la seguridad de nuestro equipaje. Yo mismo, y en realidad todos los pasajeros, nos mostramos totalmente unánimes con esa opinión acerca del asunto; pues nuestras cargas eran ricas en muchas cosas que se consideraban preciosas en todo el mundo; y especialmente cada uno de nosotros poseía una gran variedad de Hábitos favoritos, que confiábamos no estarían de moda ni siquiera en los círculos más elevados de la Ciudad Celestial. Habría sido un triste espectáculo ver toda esa serie de valiosos artículos cayendo en el sepulcro. Y así, conversando acerca de las circunstancias favorables de nuestra posición, en comparación con las de los peregrinos del pasado y los de mente estrecha del día de hoy, nos encontramos pronto al pie de la Colina de la Dificultad. A través del corazón mismo de esta montaña rocosa se había abierto un túnel de admirable arquitectura, con un elevado arco y una espaciosa doble vía; por tanto, a menos que la tierra y las rocas se desmoronaran, sería un monumento eterno a la habilidad y capacidad emprendedora del constructor. Es una gran ventaja, aunque no resulte esencial, el que los materiales del corazón de la Colina de la Dificultad se hayan empleado para rellenar el Valle de la Humillación, evitando así la necesidad de descender a ese desagradable e insano agujero. |
"This is a wonderful improvement, indeed," said I. "Yet I should have been glad of an opportunity to visit the Palace Beautiful and be introduced to the charming young ladies--Miss Prudence, Miss Piety, Miss Charity, and the rest--who have the kindness to entertain pilgrims there."
| —Es una mejora ciertamente maravillosa —comenté yo—. Pero me habría alegrado tener la oportunidad de visitar el Palacio Hermoso, y ser presentado a las encantadores y jóvenes damas —la señorita Prudencia, la señorita Piedad y la señorita Caridad, y todas las demás—, que tienen la amabilidad de entretener allí a los peregrinos. |
"Young ladies!" cried Mr. Smooth-it-away, as soon as he could speak for laughing. "And charming young ladies! Why, my dear fellow, they are old maids, every soul of them--prim, starched, dry, and angular; and not one of them, I will venture to say, has altered so much as the fashion of her gown since the days of Christian′s pilgrimage."
| —¡Jóvenes damas! —exclamó el señor Smooth-it-away en cuanto la risa le dejó hablar—. ¡Y encantadoras! Vaya, mi querido amigo, son doncellas viejas todas y cada una de ellas: estiradas, almidonadas, secas y angulosas; y me atrevería a decir que ninguna de ellas ha cambiado tanto como la moda de sus vestidos desde la época del peregrinaje cristiano. |
"Ah, well," said I, much comforted, "then I can very readily dispense with their acquaintance."
| —Ah, bien, entonces podemos pasar muy bien de conocerlas —contesté muy reconfortado. |
The respectable Apollyon was now putting on the steam at a prodigious rate, anxious, perhaps, to get rid of the unpleasant reminiscences connected with the spot where he had so disastrously encountered Christian. Consulting Mr. Bunyan′s road-book, I perceived that we must now be within a few miles of the Valley of the Shadow of Death, into which doleful region, at our present speed, we should plunge much sooner than seemed at all desirable. In truth, I expected nothing better than to find myself in the ditch on one side or the Quag on the other; but on communicating my apprehensions to Mr. Smooth-it-away, he assured me that the difficulties of this passage, even in its worst condition, had been vastly exaggerated, and that, in its present state of improvement, I might consider myself as safe as on any railroad in Christendom.
| El respetable Apollon estaba soltando ahora vapor a una velocidad prodigiosa, deseoso quizás de liberarse de los recuerdos desagradables relacionados con la zona en la que había tenido el desastroso encuentro con el cristiano. Consultando el libro de viajes del señor Bunyan, comprendí que debíamos estar ahora a pocos kilómetros del Valle de la Sombra de la Muerte, a cuya triste región llegaríamos, a la velocidad que llevábamos, mucho antes de lo que parecía deseable. En realidad no esperaba nada mejor que encontrarme con el arroyo por un lado y el cenagal por el otro; pero al comunicar mis aprensiones al señor Smooth-it-away, me aseguró éste que las dificultades de ese paso, incluso en sus peores condiciones, se habían exagerado mucho, y que dado el actual estado de mejoras podía considerarme tan seguro como en cualquier otro ferrocarril de la cristiandad. |
Even while we were speaking the train shot into the entrance of this dreaded Valley. Though I plead guilty to some foolish palpitations of the heart during our headlong rush over the causeway here constructed, yet it were unjust to withhold the highest encomiums on the boldness of its original conception and the ingenuity of those who executed it. It was gratifying, likewise, to observe how much care had been taken to dispel the everlasting gloom and supply the defect of cheerful sunshine, not a ray of which has ever penetrated among these awful shadows. For this purpose, the inflammable gas which exudes plentifully from the soil is collected by means of pipes, and thence communicated to a quadruple row of lamps along the whole extent of the passage. Thus a radiance has been created even out of the fiery and sulphurous curse that rests forever upon the valley--a radiance hurtful, however, to the eyes, and somewhat bewildering, as I discovered by the changes which it wrought in the visages of my companions. In this respect, as compared with natural daylight, there is the same difference as between truth and falsehood, but if the reader have ever travelled through the dark Valley, he will have learned to be thankful for any light that he could get--if not from the sky above, then from the blasted soil beneath.
Such was the red brilliancy of these lamps that they appeared to build walls of fire on both sides of the track, between which we held our course at lightning speed, while a reverberating thunder filled the Valley with its echoes. Had the engine run off the track,--a catastrophe, it is whispered, by no means unprecedented,--the bottomless pit, if there be any such place, would undoubtedly have received us. Just as some dismal fooleries of this nature had made my heart quake there came a tremendous shriek, careering along the valley as if a thousand devils had burst their lungs to utter it, but which proved to be merely the whistle of the engine on arriving at a stopping-place.
| Mientras así hablábamos, el tren penetró en ese temible valle. Aunque me confieso culpable de algunas absurdas palpitaciones del corazón mientras recorríamos presurosamente la calzada allí construida, sería sin embargo injusto no mencionar encomiásticamente la audacia de su concepción original y el ingenio de quienes la ejecutaron. Asimismo era gratificante observar cuánto cuidado se había puesto en deshacer la oscuridad permanente compensando la falta de la alegre luz del sol, pues ni un solo rayo de ésta penetraba nunca entre aquellas terribles sombras. Para ello, el gas inflamable que sale en abundancia del suelo se recogía por medio de tuberías que comunicaban con una cuádruple fila de lámparas a lo largo del todo el conducto. Por tanto, se había obtenido resplandor incluso de la maldición sulfurosa que hay permanentemente en el valle: aunque era un brillo dañino para los ojos, y que producía cierta confusión, tal como descubrí por los cambios que producía en el rostro de mis compañeros. A este respecto, y en comparación con la luz diurna natural, se da la misma diferencia que entre la verdad y la falsedad; pero si el lector ha recorrido alguna vez ese Valle Oscuro, habrá aprendido a agradecer cualquier luz que pudiera conseguir; y si no la lograba del cielo que hay arriba, era mejor obtenerla del condenado suelo que tenía debajo.
Tan rojo era el brillo de esas lámparas que parecían construir paredes de fuego a ambos lados del camino, entre las cuales avanzábamos a la velocidad del rayo al tiempo que un trueno reverberante llenaba con sus ecos el valle. De haberse salido la máquina de la vía —una catástrofe, se susurraba, que no carecía de precedentes—, sin duda nos habría recibido el pozo sin fondo, si es que existía tal lugar. Precisamente cuando algunas tonterías tenebrosas de esta naturaleza habían hecho estremecer mi corazón, escuché un grito tremendo que recorrió a toda velocidad el valle como si mil diablos hubieran reventado sus pulmones para lanzarlo, pero que simplemente resultó ser el silbido de la máquina al llegar a una parada. |
The spot where we had now paused is the same that our friend Bunyan--a truthful man, but infected with many fantastic notions--has designated, in terms plainer than I like to repeat, as the mouth of the infernal region. This, however, must be a mistake, inasmuch as Mr. Smooth-it-away, while we remained in the smoky and lurid cavern, took occasion to prove that Tophet has not even a metaphorical existence. The place, he assured us, is no other than the crater of a half-extinct volcano, in which the directors had caused forges to be set up for the manufacture of railroad iron. Hence, also, is obtained a plentiful supply of fuel for the use of the engines. Whoever had gazed into the dismal obscurity of the broad cavern mouth, whence ever and anon darted huge tongues of dusky flame, and had seen the strange, half-shaped monsters, and visions of faces horribly grotesque, into which the smoke seemed to wreathe itself, and had heard the awful murmurs, and shrieks, and deep, shuddering whispers of the blast, sometimes forming themselves into words almost articulate, would have seized upon Mr. Smooth-it-away′s comfortable explanation as greedily as we did. The inhabitants of the cavern, moreover, were unlovely personages, dark, smoke-begrimed, generally deformed, with misshapen feet, and a glow of dusky redness in their eyes as if their hearts had caught fire and were blazing out of the upper windows. It struck me as a peculiarity that the laborers at the forge and those who brought fuel to the engine, when they began to draw short breath, positively emitted smoke from their mouth and nostrils.
| El lugar en el que acabábamos de detenemos es el mismo que nuestro amiga Bunyan —un hombre sincero, pero infectado de muchas ideas fantásticas— había designado, en términos más claros de lo que a mí me gustaría repetir, como la boca de la región infernal. Debía tratarse sin embargo de un error, por cuanto que el señor Smooth-it-away, mientras permanecíamos en la caverna misteriosa y cubierta de humo, aprovechó la ocasión para demostrar que Tophet no tenía ni siquiera una existencia metafórica. Nos aseguró que ese lugar no es otro que el cráter de un volcán casi extinguido en el que los directores habían establecido forjas para la fabricación del hierro de las vías. Por tanto se obtiene allí abundante suministro de combustible para el uso de las máquinas. Quienquiera que hubiera contemplado la tenebrosa oscuridad de la ancha boca de la caverna, por la que de vez en cuando i brotaban enormes lenguas de llamas oscuras, y hubiera visto los monstruos , extraños y formados a medias, y hubiera tenido visiones de los rostros horrible mente grotescos que parecía formar el humo, y hubiera escuchado los murmullos′ terribles, y los gritos, y los susurros profundos y estremecedores de las explosiones, que a veces tomaban la forma de palabras casi articuladas, habría aceptado tan de buena gana como nosotros la consoladora explicación del señor Smooth—it— away. Además, los habitantes de la caverna eran personajes desagradables, oscuros, tiznados por el humo, generalmente deformes, con pies desfigurados, y un brillo rojizo oscuro en los ojos, como si sus corazones hubieran apresado el fuego y lo estuvieran lanzando por las ventanas superiores. Me sorprendió, considerándolo una peculiaridad, el que los trabajadores de la forja y los que llevaban el combustible a la máquina cuando empezaron a respirar soltaran claramente humo por la boca y la nariz. |
Among the idlers about the train, most of whom were puffing cigars which they had lighted at the flame of the crater, I was perplexed to notice several who, to my certain knowledge, had heretofore set forth by railroad for the Celestial City. They looked dark, wild, and smoky, with a singular resemblance, indeed, to the native inhabitants, like whom, also, they had a disagreeable propensity to ill-natured gibes and sneers, the habit of which had wrought a settled contortion of their visages. Having been on speaking terms with one of these persons,--an indolent, good-for-nothing fellow, who went by the name of Take-it-easy,--I called him, and inquired what was his business there.
| Entre los ociosos que deambulaban por el tren, casi todos dando bocanadas a cigarros que habían encendido en la llama del cráter, me sorprendió encontrar a varios que estaba yo seguro de que ya antes habían ido por ferrocarril a la Ciudad Celestial. Parecían oscuros, salvajes y cubiertos de humo, y se asemejaban singularmente a los habitantes nativos que, también ellos, tenían una desagradable inclinación a las pullas y muecas maliciosas, por cuya costumbre se les había quedado una contorsión del rostro. Como había hablado ya con una de esas personas —un tipo indolente que no servía para nada y respondía al nombre de Take-it-easy—, le llamé y le pregunté que a qué se dedicaba allí. |
"Did you not start," said I, "for the Celestial City?"
| —¿No partió usted hacia la Ciudad Celestial? —pregunté. |
"That′s a fact," said Mr. Take-it-easy, carelessly puffing some smoke into my eyes. "But I heard such bad accounts that I never took pains to climb the hill on which the city stands. No business doing, no fun going on, nothing to drink, and no smoking allowed, and a thrumming of church music from morning till night. I would not stay in such a place if they offered me house room and living free."
| —Eso es un hecho —contestó el señor Take-it-easy lanzando descuidadamente una bocanada de humo a mis ojos—. Pero escuché unos relatos tan malos acerca del lugar que jamás me esforcé por subir la colina sobre la que se levanta la ciudad. Allí no hay negocios, no hay diversión, no hay nada que beber y no dejan fumar, y suena música de iglesia desde la mañana hasta la noche. No me quedaría en un lugar así ni aunque me ofrecieran gratis casa y comida. |
"But, my good Mr. Take-it-easy," cried I, "why take up your residence here, of all places in the world?"
| —Pero mi buen señor Take-it-easy —dije yo—. ¿Por qué ha fijado aquí su residencia, de entre todos los lugares del mundo? |
"Oh," said the loafer, with a grin, "it is very warm hereabouts, and I meet with plenty of old acquaintances, and altogether the place suits me. I hope to see you back again some day soon. A pleasant journey to you."
| —Ah —respondió el gandul sonriendo—. Es un lugar muy caluroso, me he encontrado con muchísimos viejos amigos, y en general el lugar me conviene. Espero verle regresar pronto. Y le deseo un viaje agradable. |
While he was speaking the bell of the engine rang, and we dashed away after dropping a few passengers, but receiving no new ones. Rattling onward through the Valley, we were dazzled with the fiercely gleaming gas lamps, as before. But sometimes, in the dark of intense brightness, grim faces, that bore the aspect and expression of individual sins, or evil passions, seemed to thrust themselves through the veil of light, glaring upon us, and stretching forth a great, dusky hand, as if to impede our progress. I almost thought that they were my own sins that appalled me there. These were freaks of imagination--nothing more, certainly-mere delusions, which I ought to be heartily ashamed of; but all through the Dark Valley I was tormented, and pestered, and dolefully bewildered with the same kind of waking dreams. The mephitic gases of that region intoxicate the brain. As the light of natural day, however, began to struggle with the glow of the lanterns, these vain imaginations lost their vividness, and finally vanished from the first ray of sunshine that greeted our escape from the Valley of the Shadow of Death. Ere we had gone a mile beyond it I could well-nigh have taken my oath that this whole gloomy passage was a dream.
| Mientras así me hablaba, sonó la campana de la máquina y partimos velozmente dejando algunos pasajeros y sin coger a ninguno nuevo. Traqueteando valle adelante, nos deslumbró como antes el fuerte resplandor de las lámparas de gas. Pero a veces, en la oscuridad del brillo intenso, unos rostros ceñudos que tenían el aspecto y la expresión de los pecados individuales, o las pasiones malignas, parecían traspasar el velo de luz, nos contemplaban y extendían una mano grande y oscura, como si pretendieran retrasar nuestro avance. Casi llegué a pensar que se trataba de mis propios pecados que me atraían hacia allí. En realidad se trataba sólo de caprichos de la imaginación, simples engaños de los que sinceramente debía avergonzarme; pero a lo largo de todo el Valle Oscuro fui atormentado, acosado y tristemente confundido por el mismo tipo de ensoñaciones. Los gases mefíticos de esa región intoxicaban el cerebro. Sin embargo, cuando la luz del día natural empezó a luchar con el brillo de los faroles, esas imágenes vanas perdieron su viveza y acabaron por desaparecer con el primer rayo de sol que nos iluminó en cuanto salimos del Valle de la Sombra de la Muerte. Y cuando habían recorrido ya dos kilómetros casi habría podido jurar que todo aquel recorrido tenebroso no era más que un sueño. |
At the end of the valley, as John Bunyan mentions, is a cavern, where, in his days, dwelt two cruel giants, Pope and Pagan, who had strown the ground about their residence with the bones of slaughtered pilgrims. These vile old troglodytes are no longer there; but into their deserted cave another terrible giant has thrust himself, and makes it his business to seize upon honest travellers and fatten them for his table with plentiful meals of smoke, mist, moonshine, raw potatoes, and sawdust. He is a German by birth, and is called Giant Transcendentalist; but as to his form, his features, his substance, and his nature generally, it is the chief peculiarity of this huge miscreant that neither he for himself, nor anybody for him, has ever been able to describe them. As we rushed by the cavern′s mouth we caught a hasty glimpse of him, looking somewhat like an ill-proportioned figure, but considerably more like a heap of fog and duskiness. He shouted after us, but in so strange a phraseology that we knew not what he meant, nor whether to be encouraged or affrighted.
| Tal como dice John Bunyan, al final del valle hay una caverna en la que habitaban en su tiempo dos gigantes crueles, Pope y Pagan, quienes habían cubierto el suelo de su residencia con los huesos de los peregrinos masacrados. Ya no están allí esos viles y viejos trogloditas; pero en su cueva abandonada hay otro gigante terrible que se dedica a lanzarse sobre los viajeros honestos y engordarlos, para servirlos luego en su mesa, con abundantes comidas de humo, niebla, luz de luna, patatas crudas y serrín. Es alemán de nacimiento, y recibe el nombre de Gigante Trascendentalista; pero en cuanto a su forma, rasgos, sustancia y naturaleza general, la principal peculiaridad de este bellaco enorme es que ni él mismo ha sabido describirse ni nadie ha conseguido hacerlo por él. Mientras cruzamos la boca de la caverna, pudimos vislumbrarlo velozmente y tenía un aspecto semejante a una figura mal proporcionada, aunque todavía se parecía mucho más a un montón de niebla y oscuridad. Nos gritó, pero con una fraseología tan extraña que no sabíamos lo que quería decir, ni siquiera si se sentía animado o asustado. |
It was late in the day when the train thundered into the ancient city of Vanity, where Vanity Fair is still at the height of prosperity, and exhibits an epitome of whatever is brilliant, gay, and fascinating beneath the sun. As I purposed to make a considerable stay here, it gratified me to learn that there is no longer the want of harmony between the town′s-people and pilgrims, which impelled the former to such lamentably mistaken measures as the persecution of Christian and the fiery martyrdom of Faithful. On the contrary, as the new railroad brings with it great trade and a constant influx of strangers, the lord of Vanity Fair is its chief patron, and the capitalists of the city are among the largest stockholders. Many passengers stop to take their pleasure or make their profit in the Fair, instead of going onward to the Celestial City. Indeed, such are the charms of the place that people often affirm it to be the true and only heaven; stoutly contending that there is no other, that those who seek further are mere dreamers, and that, if the fabled brightness of the Celestial City lay but a bare mile beyond the gates of Vanity, they would not be fools enough to go thither. Without subscribing to these perhaps exaggerated encomiums, I can truly say that my abode in the city was mainly agreeable, and my intercourse with the inhabitants productive of much amusement and instruction.
| Al final del día el tren penetró estruendosamente en la antigua ciudad de Vanidad, donde la Feria de las Vanidades sigue siendo muy próspera y muestra un resumen de todo lo que hay de brillante, alegre y fascinante bajo el sol. Como me proponía quedarme allí un tiempo considerable, me gratificó saber que no existe ya la falta de armonía entre los habitantes de la ciudad y los peregrinos, que impulsaba a los primeros a medidas tan lamentablemente erróneas como la persecución de los cristianos y el martirio de los fieles. Por el contrario, como el nuevo ferrocarril ha traído con él un importante comercio y una entrada constante de extranjeros, el señor de la Feria de las Vanidades es su primer patrón, y los capitalistas de la ciudad se encuentran entre los accionistas más importantes. Muchos pasajeros se detienen por motivos de placer o negocios en la feria, en lugar de seguir avanzando hacia la Ciudad Celestial. Y lo cierto es que son tales los encantos del lugar que la gente suele afirmar que es el verdadero y único cielo; resueltamente afirman que no hay otro, que los que buscan más allá no son más que soñadores, y que aunque el fabuloso brillo de la Ciudad Celestial estuviera un kilómetro más allá de las puertas de Vanidad, ni siquiera entonces serían tan estúpidos como para ir allí. Sin suscribir esos encomios quizás exagerados, puedo — afirmar sinceramente que mi estancia en la ciudad fue muy agradable, y mi relación con sus habitantes me produjo gran diversión e instrucción. |
Being naturally of a serious turn, my attention was directed to the solid advantages derivable from a residence here, rather than to the effervescent pleasures which are the grand object with too many visitants. The Christian reader, if he have had no accounts of the city later than Bunyan′s time, will be surprised to hear that almost every street has its church, and that the reverend clergy are nowhere held in higher respect than at Vanity Fair. And well do they deserve such honorable estimation; for the maxims of wisdom and virtue which fall from their lips come from as deep a spiritual source, and tend to as lofty a religious aim, as those of the sagest philosophers of old. In justification of this high praise I need only mention the names of the Rev. Mr. Shallow-deep, the Rev. Mr. Stumble-at-truth, that fine old clerical character the Rev. Mr. This-today, who expects shortly to resign his pulpit to the Rev. Mr. That-tomorrow; together with the Rev. Mr. Bewilderment, the Rev. Mr. Clog-the-spirit, and, last and greatest, the Rev. Dr. Wind-of-doctrine. The labors of these eminent divines are aided by those of innumerable lecturers, who diffuse such a various profundity, in all subjects of human or celestial science, that any man may acquire an omnigenous erudition without the trouble of even learning to read. Thus literature is etherealized by assuming for its medium the human voice; and knowledge, depositing all its heavier particles, except, doubtless, its gold becomes exhaled into a sound, which forthwith steals into the ever-open ear of the community. These ingenious methods constitute a sort of machinery, by which thought and study are done to every person′s hand without his putting himself to the slightest inconvenience in the matter. There is another species of machine for the wholesale manufacture of individual morality. This excellent result is effected by societies for all manner of virtuous purposes, with which a man has merely to connect himself, throwing, as it were, his quota of virtue into the common stock, and the president and directors will take care that the aggregate amount be well applied. All these, and other wonderful improvements in ethics, religion, and literature, being made plain to my comprehension by the ingenious Mr. Smooth-it-away, inspired me with a vast admiration of Vanity Fair.
| Siendo por naturaleza de disposición seria, dirigí mi atención hacia las ventajas sólidas que se derivarían de residir allí, en lugar de a los placeres efervescentes que son el objetivo principal de muchos visitantes. El lector cristiano que no tenga ningún relato de la ciudad posterior a la época de Bunyan se sorprenderá de oír que casi todas las calles tienen su iglesia, y que en ningún lugar se respeta más a los reverendos clérigos que en la Feria de las Vanidades. Y bien que merecen tan honorable estima, pues las máximas de sabiduría y virtud que salen de sus labios proceden de una profunda fuente espiritual y tienden a un objetivo religioso tan elevado como el de los más sabios filósofos de la antigÜedad. Como justificación de esta gran alabanza sólo necesito mencionar los nombres del reverendo señor Shallow-deep, el reverendo señor Stumble-at-truth, ese hermoso personaje clerical que es el reverendo señor This—to—day, que espera traspasar pronto su público al reverendo señor That-tomorrow; junto con el reverendo señor Bewilderment, y reverendo señor Clog-the-spirit, y por último el más grande, el reverendo doctor Wind-of-doctrine. Los trabajos de estos teólogos eminentes son impulsados por los de innumerables conferenciantes que difunden una profundidad tan diversa en todos los temas de la ciencia humana o celestial que cualquier hombre puede conseguir una erudición total sin ni siquiera tomarse el trabajo de aprender a leer. De esta manera la literatura se vuelve etérea asumiendo como medio la voz humana; y el conocimiento, al depositar todas sus partículas más pesadas, salvo sin duda el oro, se exhala en un sonido que penetra después en los oídos siempre abiertos de la comunidad. Estos métodos ingeniosos forman una especie de maquinaria mediante al cual el pensamiento y el estudio pasan a cada persona sin que ésta oponga el más ligero inconveniente. Existe otra especie de máquina para la manufactura sana de la moralidad individual. La sociedad obtiene estos resultados excelentes en todo tipo de propósitos virtuosos, para lo que un hombre simplemente tiene que conectarse con los demás arrojando por así decirlo su cuota de virtud a la cantidad común, y el presidente y los directores se ocuparán de que se aplique bien la suma total. Éstas y otras muchas mejoras maravillosas en la ética, la religión y la literatura las entendí claramente gracias al ingenio del señor Smooth-it-away, lo que me inspiró una gran admiración por la Feria de las Vanidades. |
It would fill a volume, in an age of pamphlets, were I to record all my observations in this great capital of human business and pleasure. There was an unlimited range of society--the powerful, the wise, the witty, and the famous in every walk of life; princes, presidents, poets, generals, artists, actors, and philanthropists,--all making their own market at the fair, and deeming no price too exorbitant for such commodities as hit their fancy. It was well worth one′s while, even if he had no idea of buying or selling, to loiter through the bazaars and observe the various sorts of traffic that were going forward.
| En una época de panfletos llenaría un volumen si me dedicara a registrar todas las observaciones que hice en esa gran capital del placer y los negocios humanos. Había una gama ilimitada de la sociedad —el poderoso, el sabio, el ingenioso y el famoso en todas las posiciones de la vida; príncipes, presidentes, poetas, generales, artistas, actores y filántropos—, todos los cuales ponían su propio mercado en la feria, y no consideraban que esos bienes que atraían su fantasía tuvieran un precio exorbitante. Aunque uno no pensara en comprar o vender, era una buena idea pasear despacio por los bazares y observar los diversos movimientos que se producían. |
Some of the purchasers, I thought, made very foolish bargains. For instance, a young man having inherited a splendid fortune, laid out a considerable portion of it in the purchase of diseases, and finally spent all the rest for a heavy lot of repentance and a suit of rags. A very pretty girl bartered a heart as clear as crystal, and which seemed her most valuable possession, for another jewel of the same kind, but so worn and defaced as to be utterly worthless. In one shop there were a great many crowns of laurel and myrtle, which soldiers, authors, statesmen, and various other people pressed eagerly to buy; some purchased these paltry wreaths with their lives, others by a toilsome servitude of years, and many sacrificed whatever was most valuable, yet finally slunk away without the crown. There was a sort of stock or scrip, called Conscience, which seemed to be in great demand, and would purchase almost anything. Indeed, few rich commodities were to be obtained without paying a heavy sum in this particular stock, and a man′s business was seldom very lucrative unless he knew precisely when and how to throw his hoard of conscience into the market. Yet as this stock was the only thing of permanent value, whoever parted with it was sure to find himself a loser in the long run. Several of the speculations were of a questionable character. Occasionally a member of Congress recruited his pocket by the sale of his constituents; and I was assured that public officers have often sold their country at very moderate prices. Thousands sold their happiness for a whim. Gilded chains were in great demand, and purchased with almost any sacrifice. In truth, those who desired, according to the old adage, to sell anything valuable for a song, might find customers all over the Fair; and there were innumerable messes of pottage, piping hot, for such as chose to buy them with their birthrights. A few articles, however, could not be found genuine at Vanity Fair. If a customer wished to renew his stock of youth the dealers offered him a set of false teeth and an auburn wig; if he demanded peace of mind, they recommended opium or a brandy bottle.
| Pensé que algunos de los compradores hacían tratos realmente estúpidos. Por ejemplo, un joven que había heredado una fortuna espléndida gastó una parte considerable de ésta en la compra de enfermedades, y empleó finalmente el resto de su dinero en un gran lote de arrepentimiento y un traje de andrajos. Una joven muy hermosa cambió un corazón tan claro como el cristal, que le parecía su posesión más valiosa, por otra joya del mismo tipo, pero tan gastada y con tan poco brillo que no parecía en absoluto valiosa. En una tienda había muchas grandes coronas de laurel y mirto que deseaban comprar con urgencia soldados, autores, estadistas y otras personas diversas; algunos pagaban esas guirnaldas insignificantes con su vida, otros con una laboriosa servidumbre de muchos años, y muchos sacrificaban lo que les era más valioso y sin embargo al final se quedaban sin la corona. Había una especie de acción o vale, llamado Conciencia, del que existía una gran demanda y servía para comprar casi cualquier cosa. Ciertamente muy pocos bienes de alto precio podían obtenerse sin pagar una fuerte suma con esa moneda particular, y los negocios de un hombre raras veces resultaban muy lucrativos a menos que supiera con exactitud cuándo y cómo meter en el mercado su provisión de conciencia. Sin embargo, como esta acción era lo único que tenía un valor permanente, quien se separara de ella podía estar seguro de perder a la larga. Algunas de las especulaciones tenían un carácter cuestionable. Ocasionalmente, un miembro del Congreso restablecía su bolsa con la venta de sus electores; y se aseguraba que funcionarios públicos habían vendido con frecuencia el país a precios muy moderados. Eran miles los que vendían su felicidad por un capricho. Las cadenas de oro tenían gran demanda, y se compraban a costa casi de cualquier sacrificio. Y en verdad los que de acuerdo con el viejo refrán deseaban vender cualquier cosa valiosa por una canción encontraban compradores en toda la Feria; y había innumerables platos de lentejas bien calientes para los que querían vender su derecho de primogenitura. Sin embargo había algunos artículos que no podían encontrarse en estado auténtico en la Feria de las Vanidades. Si un cliente deseaba renovar su porción de juventud, los tratantes le ofrecían unos dientes postizos y una peluca de color castaño rojizo; y si quería paz mental, le recomendaban opio o una botella de brandy. |
Tracts of land and golden mansions, situate in the Celestial City, were often exchanged, at very disadvantageous rates, for a few years′ lease of small, dismal, inconvenient tenements in Vanity Fair. Prince Beelzebub himself took great interest in this sort of traffic, and sometimes condescended to meddle with smaller matters. I once had the pleasure to see him bargaining with a miser for his soul, which, after much ingenious skirmishing on both sides, his highness succeeded in obtaining at about the value of sixpence. The prince remarked with a smile, that he was a loser by the transaction.
| Terrenos y mansiones doradas situados en la Ciudad Celestial se cambiaban a menudo, muy desventajosamente, por unos años de alquiler de pequeños e inadecuados apartamentos en la Feria de las Vanidades. El propio Príncipe Belcebú estaba muy interesado por este tipo de tráfico, y a veces condescendía a entrometerse en asuntos menores. En una ocasión tuve el placer de verle negociar el alma a un avaro, y tras muchas e ingeniosas escaramuzas por ambos lados su alteza consiguió obtenerla por el valor de seis peniques. Con una sonrisa, el príncipe comentó que había perdido en la transacción. |
Day after day, as I walked the streets of Vanity, my manners and deportment became more and more like those of the inhabitants. The place began to seem like home; the idea of pursuing my travels to the Celestial City was almost obliterated from my mind. I was reminded of it, however, by the sight of the same pair of simple pilgrims at whom we had laughed so heartily when Apollyon puffed smoke and steam into their faces at the commencement of our journey. There they stood amidst the densest bustle of Vanity; the dealers offering them their purple and fine linen and jewels, the men of wit and humor gibing at them, a pair of buxom ladies ogling them askance, while the benevolent Mr. Smooth-it-away whispered some of his wisdom at their elbows, and pointed to a newly-erected temple; but there were these worthy simpletons, making the scene look wild and monstrous, merely by their sturdy repudiation of all part in its business or pleasures.
| Día tras día, mientras caminaba por las calles de Vanidad, mis maneras y porte se fueron asemejando más y más a los de los habitantes. El lugar empezó a parecerme mi hogar; casi llegó a borrarse de mi mente la idea de proseguir mi viaje hacia la Ciudad Celestial. Sin embargo, me lo recordó el ver a la misma pareja de peregrinos simples de quienes tanto nos habíamos reído cuando Apollon lanzó humo y vapor a sus rostros al comienzo de nuestro viaje. Allí estaban ellos, en medio del denso bullicio de Vanidad; los tratantes les ofrecían su púrpura y sus más finas telas y joyas, los hombres de ingenio y humor se burlaban de ellos, un par de rollizas damas se los comían con los ojos, y el benevolente señor Smooth-it-away les susurraba parte de su sabiduría, señalándoles un templo recién levantado; pero allí estaban esos hombres dignos y simples que hacían que todo pareciera salvaje y monstruoso simplemente porque con tenacidad se negaban a tomar parte en sus negocios o placeres. |
One of them--his name was Stick-to-the-right--perceived in my face, I suppose, a species of sympathy and almost admiration, which, to my own great surprise, I could not help feeling for this pragmatic couple. It prompted him to address me.
| Uno de ellos —su nombre era Stick-to-the-right— supongo que percibió en mi rostro una especie de simpatía, casi de admiración, que con gran sorpresa por j mi parte no podía dejar de sentir por esta pragmática pareja. Ello le impulsó a dirigirse a mí. |
"Sir," inquired he, with a sad, yet mild and kindly voice. "do you call yourself a pilgrim?"
| —Señor, ¿se considera usted un peregrino? —preguntó con una voz triste, pero al mismo tiempo suave y amable. |
"Yes," I replied, "my right to that appellation is indubitable. I am merely a sojourner here in Vanity Fair, being bound to the Celestial City by the new railroad."
| —Así es, mi derecho a esa apelación es indudable —contesté—. Simplemente paso una temporada aquí, en la Feria de las Vanidades, pero me dirijo a la Ciudad Celestial en el nuevo ferrocarril. |
"Alas, friend," rejoined Mr. Stick-to-the-truth, "I do assure you, and beseech you to receive the truth of my words, that that whole concern is a bubble. You may travel on it all your lifetime, were you to live thousands of years, and yet never get beyond the limits of Vanity Fair. Yea, though you should deem yourself entering the gates of the blessed city, it will be nothing but a miserable delusion."
| —Ay, amigo, le aseguro, y le suplico que reciba la verdad que hay en mis palabras, que todo el asunto no es más que una burbuja. Podría viajar en él toda la vida, y vivir mil años, y nunca llegaría más allá de los límites de la Feria de las Vanidades. Sí, aunque creyera estar entrando por las puertas de la ciudad bendita, no sería otra cosa que un engaño miserable. |
"The Lord of the Celestial City," began the other pilgrim, whose name was Mr. Foot-it-to-heaven, "has refused, and will ever refuse, to grant an act of incorporation for this railroad; and unless that be obtained, no passenger can ever hope to enter his dominions. Wherefore every man who buys a ticket must lay his account with losing the purchase money, which is the value of his own soul."
| —El Señor de la Ciudad Celestial se ha negado y se negará siempre a conceder un acta de incorporación a este ferrocarril —empezó a decir el otro peregrino, cuyo nombre era señor Foot-it-to-heaven—. Y a menos que se obtenga ese acta, ningún pasajero tendrá nunca la esperanza de entrar en sus dominios. Y por ello todo hombre que compre un billete debe poner en sus cuentas que ha perdido el dinero, que es el valor de su propia alma. |
"Poh, nonsense!" said Mr. Smooth-it-away, taking my arm and leading me off, "these fellows ought to be indicted for a libel. If the law stood as it once did in Vanity Fair we should see them grinning through the iron bars of the prison window."
| —¡Bah, tonterías! —exclamó el señor Smooth-it-away cogiéndome del brazo y alejándome de ellos—. Esos hombres deberían ser acusados de calumnias. Si la ley siguiera siendo lo que fue en la Feria de las Vanidades, los veríamos gesticular a través de los barrotes de hierro de las ventanas de la prisión. |
This incident made a considerable impression on my mind, and contributed with other circumstances to indispose me to a permanent residence in the city of Vanity; although, of course, I was not simple enough to give up my original plan of gliding along easily and commodiously by railroad. Still, I grew anxious to be gone. There was one strange thing that troubled me. Amid the occupations or amusements of the Fair, nothing was more common than for a person--whether at feast, theatre, or church, or trafficking for wealth and honors, or whatever he might be doing, to vanish like a soap bubble, and be never more seen of his fellows; and so accustomed were the latter to such little accidents that they went on with their business as quietly as if nothing had happened. But it was otherwise with me.
| Ese incidente produjo una considerable impresión en mi mente, y con otras circunstancias contribuyó a indisponerme hacia una residencia permanente en la ciudad de Vanidad; aunque desde luego no era lo bastante simple como para abandonar mi plan original de deslizarme cómoda y fácilmente por el ferrocarril. Aun así, cada vez estaba más ansioso por irme. Había algo extraño que me turbaba. Entre las ocupaciones o diversiones de la Feria, nada había más común que el que una persona —que podía estar en una fiesta, teatro o iglesia, o traficando en busca de riqueza y honores, o haciendo cualquier otra cosa, y por muy inoportuna que fuera la interrupción— desapareciera repentinamente como una burbuja de jabón y nunca lo volvieran a ver sus amigos; y tan acostumbrados estaban éstos a esos pequeños accidentes que seguían con sus asuntos tan tranquilamente como si no hubiera pasado nada. Pero a mí me parecía de otro modo. |
Finally, after a pretty long residence at the Fair, I resumed my journey towards the Celestial City, still with Mr. Smooth-it-away at my side. At a short distance beyond the suburbs of Vanity we passed the ancient silver mine, of which Demas was the first discoverer, and which is now wrought to great advantage, supplying nearly all the coined currency of the world. A little further onward was the spot where Lot′s wife had stood forever under the semblance of a pillar of salt. Curious travellers have long since carried it away piecemeal. Had all regrets been punished as rigorously as this poor dame′s were, my yearning for the relinquished delights of Vanity Fair might have produced a similar change in my own corporeal substance, and left me a warning to future pilgrims.
| Finalmente, tras residir bastante tiempo en la Feria, reanudé mi viaje hacia la Ciudad Celestial, llevando todavía a mi lado al señor Smooth-it-away. A escasa distancia de los barrios residenciales de Vanidad, pasamos junto a la antigua mina de plata, que Demas fue el primero en descubrir y que ahora se trabaja con grandes beneficios, pues proporciona casi todas las monedas acuñadas en el mundo. Un poco más lejos estaba el lugar en el que la esposa de Lot se quedó para siempre con el semblante de una columna de sal. Desde entonces los viajeros curiosos se han ido llevando pequeños trozos. Si todos los pesares fueran castigados tan rigurosamente como lo fueron los de esta pobre dama, mi deseo de los placeres abandonados en la Feria de las Vanidades podría haber producido un cambio similar en mi sustancia corporal, dejándome como advertencia para peregrinos futuros. |
The next remarkable object was a large edifice, constructed of moss-grown stone, but in a modern and airy style of architecture. The engine came to a pause in its vicinity, with the usual tremendous shriek.
| El siguiente objeto notable era un edificio grande construido con piedra cubierta de musgo, pero con un estilo arquitectónico moderno y aéreo. La máquina se detuvo cerca de él emitiendo el habitual y tremendo grito. |
"This was formerly the castle of the redoubted giant Despair," observed Mr. Smooth-it-away; "but since his death Mr. Flimsy-faith has repaired it, and keeps an excellent house of entertainment here. It is one of our stopping-places."
| —Éste era antiguamente el castillo del temido gigante Desesperación —comentó el señor Smooth-it-away—. Pero desde su muerte el señor Flimsy-faith lo ha reparado, y dirige allí una excelente casa de entretenimientos. Es una de nuestras paradas. |
"It seems but slightly put together," remarked I, looking at the frail yet ponderous walls. "I do not envy Mr. Flimsy-faith his habitation. Some day it will thunder down upon the heads of the occupants."
| —Parece unido de manera muy ligera —comenté yo observando los muros gruesos pero frágiles—. No envidio su morada al señor Flimsy-faith. Algún día se caerá sobre las cabezas de sus ocupantes. |
"We shall escape at all events," said Mr. Smooth-it-away, "for Apollyon is putting on the steam again."
| —En todo caso nosotros escaparemos —comento el señor Smooth-it-away—, pues Apollon está lanzando vapor otra vez. |
The road now plunged into a gorge of the Delectable Mountains, and traversed the field where in former ages the blind men wandered and stumbled among the tombs. One of these ancient tombstones had been thrust across the track by some malicious person, and gave the train of cars a terrible jolt. Far up the rugged side of a mountain I perceived a rusty iron door, half overgrown with bushes and creeping plants, but with smoke issuing from its crevices.
| El camino se sumergía ahora en una garganta de los Montes Delectables, y atravesaba el campo en el que en épocas anteriores vagaban los cielos tropezando con las tumbas. Una de esas lápidas antiguas había sido lanzada en mitad del camino por una persona maliciosa, haciendo que el tren diera un salto terrible. Arriba, en el lado escabroso de una montaña, vi una puerta de hierro oxidado, cubierta a medias por arbustos y plantas trepadoras, por cuyas grietas salía humo. |
"Is that," inquired I, "the very door in the hill-side which the shepherds assured Christian was a by-way to hell?"
| —¿Es ésa la puerta de la ladera que aseguran los pastores cristianos era un atajo al infierno? —pregunté. |
"That was a joke on the part of the shepherds," said Mr. Smooth-itaway, with a smile. "It is neither more nor less than the door of a cavern which they use as a smoke-house for the preparation of mutton hams."
| —Ésa era una broma de los pastores —contestó sonriendo el señor Smooth-it-away—. No es ni más ni menos que la puerta de una caverna que utilizan para preparar jamones ahumados. |
My recollections of the journey are now, for a little space, dim and confused, inasmuch as a singular drowsiness here overcame me, owing to the fact that we were passing over the enchanted ground, the air of which encourages a disposition to sleep. I awoke, however, as soon as we crossed the borders of the pleasant land of Beulah. All the passengers were rubbing their eyes, comparing watches, and congratulating one another on the prospect of arriving so seasonably at the journey′s end. The sweet breezes of this happy clime came refreshingly to our nostrils; we beheld the glimmering gush of silver fountains, overhung by trees of beautiful foliage and delicious fruit, which were propagated by grafts from the celestial gardens. Once, as we dashed onward like a hurricane, there was a flutter of wings and the bright appearance of an angel in the air, speeding forth on some heavenly mission. The engine now announced the close vicinity of the final station-house by one last and horrible scream, in which there seemed to be distinguishable every kind of wailing and woe, and bitter fierceness of wrath, all mixed up with the wild laughter of a devil or a madman. Throughout our journey, at every stopping-place, Apollyon had exercised his ingenuity in screwing the most abominable sounds out of the whistle of the steam-engine; but in this closing effort he outdid himself and created an infernal uproar, which, besides disturbing the peaceful inhabitants of Beulah, must have sent its discord even through the celestial gates.
| Mi recuerdo del viaje se vuelve durante un trecho oscuro y confuso porque me sobrecogió una somnolencia singular debida al hecho de que estábamos pasando por un terreno encantado cuyo aire estimula la disposición al sueño. Desperté sin embargo en cuanto cruzamos las fronteras de la agradable tierra Beulah. Todos los pasajeros se frotaban los ojos, comparaban la horade sus relojes y se felicitaban unos a otros por la perspectiva de llegar tan a tiempo al final del viaje. Las dulces brisas de este clima feliz eran refrescantes en nuestra nariz; contemplábamos los chorros brillantes de las fuentes plateadas, teniendo por encima árboles de hermoso follaje y frutos deliciosos, que se habían propagado mediante injertos de los jardines celestiales. En una ocasión, mientras avanzábamos < como un huracán hubo un aleteo y vimos la brillante aparición de un ángel en el aire que velozmente acudía a realizar alguna misión celestial. La máquina anunció ahora la proximidad de la estación término con un último y horrible grito, en el cual parecía poder distinguirse todo tipo de lamentación y dolor, y la acerba fiereza de la cólera, mezclado todo con la risa salvaje de un diablo o un loco. A lo largo de todo el viaje, en cada parada, Apollon había ejercitado su ingenio lanzando los sonidos más abominables por el silbato de la máquina de vapor; pero en este esfuerzo final se superó a sí mismo y creó un estruendo infernal que, además de turbar a los pacíficos habitantes de Beulah, debió enviar sus discordancias incluso más allá de las puertas celestiales. |
While the horrid clamor was still ringing in our ears we heard an exulting strain, as if a thousand instruments of music, with height and depth and sweetness in their tones, at once tender and triumphant, were struck in unison, to greet the approach of some illustrious hero, who had fought the good fight and won a glorious victory, and was come to lay aside his battered arms forever. Looking to ascertain what might be the occasion of this glad harmony, I perceived, on alighting from the cars, that a multitude of shining ones had assembled on the other side of the river, to welcome two poor pilgrims, who were just emerging from its depths. They were the same whom Apollyon and ourselves had persecuted with taunts, and gibes, and scalding steam, at the commencement of our journey--the same whose unworldly aspect and impressive words had stirred my conscience amid the wild revellers of Vanity Fair.
| Mientras el horrible clamor seguía resonando en nuestros oídos, escuchamos una melodía jubilosa, como si mil instrumentos de música, con altura, profundidad y dulzura en sus tonos, al mismo tiempo tierna y triunfal, sonara al unísono para saludar a algún héroe ilustre que llegaba, que había combatido por el bien y obtenido una victoria gloriosa, e iba a dejar a un lado para siempre sus armas magulladas. Mirando para saber cuál sería el motivo de esa alegre armonía, al bajar del coche vi que una multitud de seres brillantes se había reunido al otro lado del río para dar la bienvenida a los dos peregrinos pobres, que emergían ahora de las profundidades. Eran los mismos a quienes Apollon y nosotros habíamos perseguido con mofas, pullas y vapor ardiente al comienzo del viaje; los mismos cuyo aspecto nada terrenal y palabras impresionantes habían agitado mi conciencia en medio de las ensoñaciones desbocadas de la Feria de las Vanidades. |
"How amazingly well those men have got on," cried I to Mr. Smoothit--away. "I wish we were secure of as good a reception."
| —Es sorprendente lo bien que han llegado esos hombres —grité al señor Smooth-it-away—. Me gustaría que estuviéramos seguros de ser recibidos igualmente. |
"Never fear, never fear!" answered my friend. "Come, make haste; the ferry boat will be off directly, and in three minutes you will be on the other side of the river. No doubt you will find coaches to carry you up to the city gates."
| —¡No tema, no tema! —respondió mi amigo—. Vamos, apresurémonos; la barca nos llevará directamente y en tres minutos estará al otro lado del río. Sin duda encontrará algún coche que le suba hasta las puertas de la ciudad. |
A steam ferry boat, the last improvement on this important route, lay at the river side, puffing, snorting, and emitting all those other disagreeable utterances which betoken the departure to be immediate. I hurried on board with the rest of the passengers, most of whom were in great perturbation: some bawling out for their baggage; some tearing their hair and exclaiming that the boat would explode or sink; some already pale with the heaving of the stream; some gazing affrighted at the ugly aspect of the steersman; and some still dizzy with the slumberous influences of the Enchanted Ground. Looking back to the shore, I was amazed to discern Mr. Smooth-it-away waving his hand in token of farewell.
| Un barco de vapor, la última mejora en esta importante ruta, estaba a la orilla del río lanzando humo, piafando y emitiendo todo tipo de sonidos desagradables que indicaban que iba a partir de inmediato. Subí rápidamente a bordo con el resto de los pasajeros, la mayoría de los cuales estaban muy perturbados: algunos se desgañitaban preguntando por su equipaje; algunos se arrancaban los cabellos exclamando que el barco explotaría o se hundiría; otros estaban ya pálidos por el movimiento de la corriente; algunos contemplaban asustados el mal aspecto del timonel; y otros seguían adormilados por la influencia de la Tierra Encantada. Al mirar hacia la orilla, me sorprendió ver al señor Smooth-it-away agitando la mano en señal de despedida. |
"Don′t you go over to the Celestial City?" exclaimed I.
| —¿No va a la Ciudad Celestial? —le pregunté. |
"Oh, no!" answered he with a queer smile, and that same disagreeable contortion of visage which I had remarked in the inhabitants of the Dark Valley. "Oh, no! I have come thus far only for the sake of your pleasant company. Good-by! We shall meet again."
| —¡Oh, no! —respondió con una sonrisa extraña y esa misma desagradable contorsión del rostro que había observado en los habitantes del Valle Oscuro—. ¡Oh, no! He llegado hasta aquí sólo por lo agradable de su compañía. ¡Adiós! Volveremos a encontramos. |
And then did my excellent friend Mr. Smooth-it-away laugh outright, in the midst of which cachinnation a smoke-wreath issued from his mouth and nostrils, while a twinkle of lurid flame darted out of either eye, proving indubitably that his heart was all of a red blaze. The impudent fiend! To deny the existence of Tophet, when he felt its fiery tortures raging within his breast. I rushed to the side of the boat, intending to fling myself on shore; but the wheels, as they began their revolutions, threw a dash of spray over me so cold--so deadly cold, with the chill that will never leave those waters until Death be drowned in his own river--that with a shiver and a heartquake I awoke. Thank Heaven it was a Dream!
| Y entonces mi excelente amigo el señor Smooth-it-away lanzó una carcajada en medio de la cual salió de su boca y nariz una corona de humo, mientras un centelleo de llamas horripilantes salía de cada uno de sus ojos demostrando, de manera indudable, que su corazón era una llama rojiza. ¡Qué demonio tan insolente! Negar la existencia de Tophet cuando sentía sus crueles torturas rabiando dentro de su pecho. Corrí al lado del barco intentando arrojarme a la orilla; pero las ruedas, al empezar a girar, arrojaron sobre mí una espuma tan fría —tan mortalmente fría, con ese frío que no abandonará nunca esas aguas hasta que la Muerte se ahogue en su propio río—, que con un estremecimiento y un temblor del corazón desperté. ¡Gracias al cielo sólo había sido un sueño! |