"Emma"

CHAPTER 33.

CAPÍTULO XIII

BLISSFUL

FELICIDAD

All this time, I had gone on loving Dora, harder than ever. Her idea was my refuge in disappointment and distress, and made some amends to me, even for the loss of my friend. The more I pitied myself, or pitied others, the more I sought for consolation in the image of Dora. The greater the accumulation of deceit and trouble in the world, the brighter and the purer shone the star of Dora high above the world. I don′t think I had any definite idea where Dora came from, or in what degree she was related to a higher order of beings; but I am quite sure I should have scouted the notion of her being simply human, like any other young lady, with indignation and contempt. Durante todo aquel tiempo había seguido amando a Dora más que nunca. Su recuerdo me servía de refugio en mis contrariedades y mis penas, y hasta me consolaba de la pérdida de mi amigo. Cuanta más compasión tenía de mí mismo más piedad sentía por los demás y más buscaba el consuelo en la imagen de Dora. Cuanto más lleno me parecía el mundo de decepciones y de penas, más se levantaba la estreIla de Dora, pura y brillante, por encima de él. No creo que tuviera una idea muy clara de la patria donde Dora había nacido, ni del sitio encumbrado que ocupaba en la escala de arcángeles y serafines; pero sé que hubiera rechazado con indignación y desprecio el pensamiento de que pudiera ser una criatura humana como todas las demás señoritas.
If I may so express it, I was steeped in Dora. I was not merely over head and ears in love with her, but I was saturated through and through. Enough love might have been wrung out of me, metaphorically speaking, to drown anybody in; and yet there would have remained enough within me, and all over me, to pervade my entire existence. Sí; puedo expresarme así; estaba absorto en Dora, pues no sólo estaba enamorado de ella hasta perder la cabeza, sino que era un amor que penetraba todo mi ser. Se hubiera podido sacar de mí (es una comparación) el amor suficiente para ahogar en él a un hombre, y todavía hubiera quedado bastante para inundar mi existencia entera.
The first thing I did, on my own account, when I came back, was to take a night-walk to Norwood, and, like the subject of a venerable riddle of my childhood, to go ′round and round the house, without ever touching the house′, thinking about Dora. I believe the theme of this incomprehensible conundrum was the moon. No matter what it was, I, the moon-struck slave of Dora, perambulated round and round the house and garden for two hours, looking through crevices in the palings, getting my chin by dint of violent exertion above the rusty nails on the top, blowing kisses at the lights in the windows, and romantically calling on the night, at intervals, to shield my Dora—I don′t exactly know what from, I suppose from fire. Perhaps from mice, to which she had a great objection. Lo primero que hice por mi propia cuenta al volver a Londres fue ir por la noche a pasearme a Norwood, donde, según los términos de un respetable enigma que me propusieron en la infancia, «di la vuelta a la casa sin tocar nunca la casa». Creo que este difícil problema se aplica a la luna. Sea como sea, yo, el esclavo fanático de Dora, di vueltas alrede dor de la casa y del jardín durante dos horas, mirando a través de las rendijas de las empalizadas y llegando con esfuerzos sobrehumanos a pasar la barbilla por encima de los clavos clavos oxidados que guarnecían la parte altar enviando besos a las luces que aparecían en las ventanas, haciendo a la noche súplicas románticas para que tomara en su mano la defensa de mi Dora... no sé bien contra quién: sería contra un incendio; quizá contra los ratones, que le daban mucho miedo.
My love was so much in my mind and it was so natural to me to confide in Peggotty, when I found her again by my side of an evening with the old set of industrial implements, busily making the tour of my wardrobe, that I imparted to her, in a sufficiently roundabout way, my great secret. Peggotty was strongly interested, but I could not get her into my view of the case at all. She was audaciously prejudiced in my favour, and quite unable to understand why I should have any misgivings, or be low-spirited about it. ′The young lady might think herself well off,′ she observed, ′to have such a beau. And as to her Pa,′ she said, ′what did the gentleman expect, for gracious sake!′ Mi amor me preocupaba de tal modo y me parecía tan natural confiarle todo a Peggotty cuando la volví a encontrar a mi lado por la noche con todos sus antiguos enseres de costura, pasando revista a mi guardarropa, que después de muchos circunloquios le comuniqué mi secreto. Peggotty se interesó mucho por ello; pero no conseguí que considerase la cuestión desde el mismo punto de vista que yo. Tenía prejuicios atrevidísimos en mi favor, y no podía comprender mis dudas y mi abatimiento. -La joven podía darse por muy satisfecha con tener semejante adorador -decía-, y en cuanto a su papá, ¿qué mas podía apetecer aquel señor que se lo dijeran′?
I observed, however, that Mr. Spenlow′s proctorial gown and stiff cravat took Peggotty down a little, and inspired her with a greater reverence for the man who was gradually becoming more and more etherealized in my eyes every day, and about whom a reflected radiance seemed to me to beam when he sat erect in Court among his papers, like a little lighthouse in a sea of stationery. And by the by, it used to be uncommonly strange to me to consider, I remember, as I sat in Court too, how those dim old judges and doctors wouldn′t have cared for Dora, if they had known her; how they wouldn′t have gone out of their senses with rapture, if marriage with Dora had been proposed to them; how Dora might have sung, and played upon that glorified guitar, until she led me to the verge of madness, yet not have tempted one of those slow-goers an inch out of his road! Observé, sin embargo, que el traje de procurador y el cuello almidonado de míster Spenlow le imponían un poco, inspirándole algún respeto por el hombre en el que yo veía todos los días y cada vez más una criatura etérea que me parecía despedir rayos de luz mientras estaba sentado en el Tribunal, en medio de sus carpetas, como un faro destinado a iluminar un océano de papeles. Recuerdo también otra cosa que me pasaba mientras estaba sentado entre los señores del Tribunal. Pensaba que todos aquellos viejos jueces y doctores no se preocuparían siquiera de Dora si la conocieran, y que no se volverían locos de alegría si les propusiera casarse con ella; que Dora podría, cantando y tocando aquella guitarra mágica, empujarme a mí a la locura sin conmover siquiera ni hacer salir de su paso ni a uno de aquellos seres.
I despised them, to a man. Frozen-out old gardeners in the flower-beds of the heart, I took a personal offence against them all. The Bench was nothing to me but an insensible blunderer. The Bar had no more tenderness or poetry in it, than the bar of a public-house. Los despreciaba a todos sin excepción, ¡a todos! Me parecían unos viejos helados de corazón y me inspiraban una repulsión personal. El Tribunal me parecía tan desprovisto de poesía y de sentimiento como un gallinero.
Taking the management of Peggotty′s affairs into my own hands, with no little pride, I proved the will, and came to a settlement with the Legacy Duty-office, and took her to the Bank, and soon got everything into an orderly train. We varied the legal character of these proceedings by going to see some perspiring Wax-work, in Fleet Street (melted, I should hope, these twenty years); and by visiting Miss Linwood′s Exhibition, which I remember as a Mausoleum of needlework, favourable to self-examination and repentance; and by inspecting the Tower of London; and going to the top of St. Paul′s. All these wonders afforded Peggotty as much pleasure as she was able to enjoy, under existing circumstances: except, I think, St. Paul′s, which, from her long attachment to her work-box, became a rival of the picture on the lid, and was, in some particulars, vanquished, she considered, by that work of art. Había tomado en mi mano con cierto orgullo el manejo de los asuntos de Peggotty; había probado la identidad del testamento; lo había arreglado todo en la oficina de delegados, y hasta lo había llevado al banco; en fin, la cosa estaba en buen camino. Daba alguna variedad a los asuntos legales yendo a ver con Peggotty las figuras de cera de Fleet Street (supongo que se habrán fundido desde hace veinte años que no las he visto) y visitando la exposición de miss Linvood, que ha quedado en mi recuerdo como un mausoleo de crochet, propicio a los exámenes de conciencia y al arrepentimiento, y, en fin, recorriendo la torre de Londres y subiendo hasta lo alto del cimborrio de Saint Paul. Estas curiosidades procuraron a Peggotty alguna distracción de la que podía gozar en sus actuales circunstancias. Sin embargo, hay que confesar que la catedral de Saint Paul, gracias al cariño que tenía a su caja de labor, le pareció bastante digna de rivalizar con la pintura de su tapa, aunque la comparación, desde algunos puntos de vista, resultara en ventaja de aquella pequeña obra de arte; al menos esa era la opinión de Peggotty.
Peggotty′s business, which was what we used to call ′common-form business′ in the Commons (and very light and lucrative the common-form business was), being settled, I took her down to the office one morning to pay her bill. Mr. Spenlow had stepped out, old Tiffey said, to get a gentleman sworn for a marriage licence; but as I knew he would be back directly, our place lying close to the Surrogate′s, and to the Vicar-General′s office too, I told Peggotty to wait. Los asuntos de Peggotty estaban en lo que acostumbrábamos llamar el Tribunal de Negocios ordinarios, clase de negocios, entre paréntesis, muy fáciles y lucrativos, y cuando terminaron la conduje al estudio para arreglar su cuenta. Míster Spenlow había salido un momento. Según me dijo el viejo Tifey, había ido a acompañar a un caballero que venía a prestar juramento para una dispensa de amonestación; pero como yo sabía que volvería enseguida, pues nuestro despacho estaba al lado del vicario general, le dije a Peggotty que esperase.
We were a little like undertakers, in the Commons, as regarded Probate transactions; generally making it a rule to look more or less cut up, when we had to deal with clients in mourning. In a similar feeling of delicacy, we were always blithe and light-hearted with the licence clients. Therefore I hinted to Peggotty that she would find Mr. Spenlow much recovered from the shock of Mr. Barkis′s decease; and indeed he came in like a bridegroom. En el Tribunal, cuando se trataba de examinar un testamento, hacíamos un poco el papel de empresarios de pompas fúnebres, y teníamos, por regla general, la costumbre de componernos una expresión más o menos sentimental cuando tratábamos con clientes de luto. Por este mismo principio estábamos siempre alegres cuando se trataba de clientes que iban a casarse. Previne a Peggotty que iba a encontrar a míster Spenlow bastante repuesto de la impresión que le había causado la muerte de Barkis y, en efecto, cuando entró parecía que entraba el novio.
But neither Peggotty nor I had eyes for him, when we saw, in company with him, Mr. Murdstone. He was very little changed. His hair looked as thick, and was certainly as black, as ever; and his glance was as little to be trusted as of old. Pero ni a Peggotty ni a mí nos divirtió mirarle cuando vimos que le acompañaba míster Murdstone. Había cambiado muy poco. Sus cabellos eran tan abundantes y tan negros como antes, y su mirada no inspiraba más confianza que en el pasado.
′Ah, Copperfield?′ said Mr. Spenlow. ′You know this gentleman, I believe?′ -¡Ah! Míster Copperfield, ¿creo que ya conoce usted a este caballero?
I made my gentleman a distant bow, and Peggotty barely recognized him. He was, at first, somewhat disconcerted to meet us two together; but quickly decided what to do, and came up to me. Saludé fríamente a míster Murdstone. Peggotty se limitó a dejar ver que le reconocía. En el primer momento pareció un poco desconcertado al encontrarnos juntos; pero pronto supo qué hacer y se acercó a mí.
′I hope,′ he said, ′that you are doing well?′ -¿Supongo que está usted bien?
′It can hardly be interesting to you,′ said I. ′Yes, if you wish to know.′ -No creo que pueda interesarle, caballero; pero si quiere usted saberlo, sí.
We looked at each other, and he addressed himself to Peggotty. Nos miramos un momento; después se dirigió a Peggotty.
′And you,′ said he. ′I am sorry to observe that you have lost your husband.′ -Y de usted -dijo- siento saber que ha perdido a su marido.
′It′s not the first loss I have had in my life, Mr. Murdstone,′ replied Peggotty, trembling from head to foot. ′I am glad to hope that there is nobody to blame for this one,—nobody to answer for it.′ -No es la primera pérdida de mi vida, míster Murdstone -dijo Peggotty temblando de la cabeza a los pies-. Únicamente me consuela que esta vez no puedo acusar a nadie; nadie tiene que reprochárselo.
′Ha!′ said he; ′that′s a comfortable reflection. You have done your duty?′ -¡Ah! -dijo- Es un gran consuelo. ¿Ha cumplido usted con su deber?
′I have not worn anybody′s life away,′ said Peggotty, ′I am thankful to think! No, Mr. Murdstone, I have not worrited and frightened any sweet creetur to an early grave!′ -Gracias a Dios no he amargado la vida a nadie, míster Murdstone, ni he hecho morir de miedo y de pena a una criatura llena de bondad y de dulzura.
He eyed her gloomily—remorsefully I thought—for an instant; and said, turning his head towards me, but looking at my feet instead of my face: Míster Murdstone la miró con expresión sombría y como de remordimiento durante un minuto; después dijo, volviéndose hacia mí, pero mirándome a los pies, en lugar de mirarme al rostro:
′We are not likely to encounter soon again;—a source of satisfaction to us both, no doubt, for such meetings as this can never be agreeable. I do not expect that you, who always rebelled against my just authority, exerted for your benefit and reformation, should owe me any good-will now. There is an antipathy between us—′ -No es nada probable que nos volvamos a encontrar en mucho tiempo, lo cual debe ser motivo de satisfacción para los dos, sin duda, pues encuentros como este no pueden ser agradables nunca, y no espero que usted, que siempre se ha rebelado contra mi autoridad legítima cuando la empleaba para su bien, pueda ahora demostrarme la menor buena voluntad. Hay entre nosotros una antipatía...
′An old one, I believe?′ said I, interrupting him. -Muy antigua --dije interrumpiéndole.
He smiled, and shot as evil a glance at me as could come from his dark eyes. Sonrió y me lanzó la mirada más venenosa que podían lanzar sus ojos negros.
′It rankled in your baby breast,′ he said. ′It embittered the life of your poor mother. You are right. I hope you may do better, yet; I hope you may correct yourself.′ -Sí; todavía estaba usted en la cuna cuando ya alentaba en su pecho --dijo-; y ello envenenó bastante la vida de su pobre madre; tiene usted razón. Espero, sin embargo, que con el tiempo mejore usted y se corrija.
Here he ended the dialogue, which had been carried on in a low voice, in a corner of the outer office, by passing into Mr. Spenlow′s room, and saying aloud, in his smoothest manner: Así terminó nuestro diálogo, en voz baja, en un rincón. Después de esto entró en el despacho de míster Spenlow, diciendo en voz alta, con su tono más dulce:
′Gentlemen of Mr. Spenlow′s profession are accustomed to family differences, and know how complicated and difficult they always are!′ With that, he paid the money for his licence; and, receiving it neatly folded from Mr. Spenlow, together with a shake of the hand, and a polite wish for his happiness and the lady′s, went out of the office. -Los hombres de su profesión, míster Spenlow, están acostumbrados a las disensiones de familia y sabe lo amargas y complicadas que son siempre. Después pagó su dispensa, la recibió de míster Spenlow cuidadosamente doblada, y después de estrecharse la mano y de hacer por parte del procurador votos por su felicidad y la de su futura esposa, abandonó las oficinas.
I might have had more difficulty in constraining myself to be silent under his words, if I had had less difficulty in impressing upon Peggotty (who was only angry on my account, good creature!) that we were not in a place for recrimination, and that I besought her to hold her peace. She was so unusually roused, that I was glad to compound for an affectionate hug, elicited by this revival in her mind of our old injuries, and to make the best I could of it, before Mr. Spenlow and the clerks. Quizá me hubiera costado más trabajo guardar silencio después de sus últimas palabras si no hubiera estado preocupado tratando de convencer a Peggotty (que se había encolerizado a causa mía) de que no estábamos en un lugar propicio a las recriminaciones y rogándole que se contuviera. Estaba en tal estado de exasperación, que me creí bien librado cuando vi que terminaba con uno de sus tiernos achuchones. Lo debía sin duda a aquella escena, que acababa de despertar en ella el recuerdo de las antiguas injurias, y sostuve lo mejor que pude el ataque, en presencia de míster Spenlow y de todos sus empleados.
Mr. Spenlow did not appear to know what the connexion between Mr. Murdstone and myself was; which I was glad of, for I could not bear to acknowledge him, even in my own breast, remembering what I did of the history of my poor mother. Mr. Spenlow seemed to think, if he thought anything about the matter, that my aunt was the leader of the state party in our family, and that there was a rebel party commanded by somebody else—so I gathered at least from what he said, while we were waiting for Mr. Tiffey to make out Peggotty′s bill of costs. Míster Spenlow no parecía saber cuál era el lazo que exis tía entre míster Murdstone y yo, lo que me complacía. pues no podía soportar ni el tener que reconocerlo yo mismo, recordando, como recordaba, la historia de mi pobre madre. Míster Spenlow parecía creer, si es que creía algo, que se trataba de diferentes opiniones políticas; que mi tía estaba a la cabeza del partido del Estado en nuestra familia, y que había algún otro partido de oposición, dirigido por otra persona; al menos esa fue la conclusión que saqué de lo que decía mientras esperábamos la cuenta de Peggotty que redactaba míster Tifey.
′Miss Trotwood,′ he remarked, ′is very firm, no doubt, and not likely to give way to opposition. I have an admiration for her character, and I may congratulate you, Copperfield, on being on the right side. Differences between relations are much to be deplored—but they are extremely general—and the great thing is, to be on the right side′: meaning, I take it, on the side of the moneyed interest. -Miss Trotwood -me dijo- es muy firme y no está dispuesta a ceder a la oposición, yo creo. Admiro mucho su carácter y le felicito, Copperfield, de estar en el lado bueno. Las querellas de familia son muy de sentir, pero son muy corrientes, y el caso es estar del lado bueno. Con aquello quería decir, supongo, del lado del dinero.
′Rather a good marriage this, I believe?′ said Mr. Spenlow. -Según creo, hace un matrimonio bastante conveniente -dijo míster Spenlow.
I explained that I knew nothing about it. Le dije que no sabía nada.
′Indeed!′ he said. ′Speaking from the few words Mr. Murdstone dropped—as a man frequently does on these occasions—and from what Miss Murdstone let fall, I should say it was rather a good marriage.′ -¿De verdad? -dijo- Pues por algunas palabras que míster Murdstone ha dejado escapar, como ocurre siempre en casos semejantes, y por lo que miss Murdstone me ha dado a entender, me parece que se trata de un matrimonio bastante conveniente para él.
′Do you mean that there is money, sir?′ I asked. -¿Quiere usted decir que ella tiene dinero? -pregunté.
′Yes,′ said Mr. Spenlow, ′I understand there′s money. Beauty too, I am told.′ -Sí -dijo míster Spenlow-; parece ser que dinero, y también belleza; al menos eso dicen.
′Indeed! Is his new wife young?′ -¿De verdad? ¿Y es joven su nueva mujer?
′Just of age,′ said Mr. Spenlow. ′So lately, that I should think they had been waiting for that.′ -Acaba de cumplir su mayoría de edad -dijo míster Spenlow-, y hace tan poco tiempo, que yo creo que no esperaban más que a eso.
′Lord deliver her!′ said Peggotty. So very emphatically and unexpectedly, that we were all three discomposed; until Tiffey came in with the bill. -¡Dios tenga compasión de ella! -exclamó Peggotty tan bruscamente y en un tono tan inesperado, que nos que damos un poco desconcertados hasta el momento en que Tifey llegó con la cuenta.
Old Tiffey soon appeared, however, and handed it to Mr. Spenlow, to look over. Mr. Spenlow, settling his chin in his cravat and rubbing it softly, went over the items with a deprecatory air—as if it were all Jorkins′s doing—and handed it back to Tiffey with a bland sigh. Apareció pronto y tendió el papel a míster Spenlow para que lo verificase. Míster Spenlow metió la barbilla en la corbata, y después, frotándosela dulcemente, releyó todos los artículos de un cabo al otro, como hombre que quería rebajar algo; pero, ¡qué quiere usted!, era culpa del diablo de míster Jorkins; después volvió a dar el papel a Tifey con un suspiro.
′Yes,′ he said. ′That′s right. Quite right. I should have been extremely happy, Copperfield, to have limited these charges to the actual expenditure out of pocket, but it is an irksome incident in my professional life, that I am not at liberty to consult my own wishes. I have a partner—Mr. Jorkins.′ -Sí -dijo-, está en regla, perfectamente en regla. Hubiera deseado reducir los gastos estrictamente a nuestros desembolsos; pero ya sabe usted que es una de las contrariedades penosas de mi vida de negocios el no tener la libertad de obrar según mis propios deseos. Tengo un asociado, míster Jorkins.
As he said this with a gentle melancholy, which was the next thing to making no charge at all, I expressed my acknowledgements on Peggotty′s behalf, and paid Tiffey in banknotes. Peggotty then retired to her lodging, and Mr. Spenlow and I went into Court, where we had a divorce-suit coming on, under an ingenious little statute (repealed now, I believe, but in virtue of which I have seen several marriages annulled), of which the merits were these. The husband, whose name was Thomas Benjamin, had taken out his marriage licence as Thomas only; suppressing the Benjamin, in case he should not find himself as comfortable as he expected. NOT finding himself as comfortable as he expected, or being a little fatigued with his wife, poor fellow, he now came forward, by a friend, after being married a year or two, and declared that his name was Thomas Benjamin, and therefore he was not married at all. Which the Court confirmed, to his great satisfaction. Como al hablar así lo hacía con tan dulce melancolía, que casi equivalía a haber hecho nuestros negocios gratis, le di las gracias en nombre de Peggotty y entregué el dinero a Tifey. Peggotty volvió a su casa y míster Spenlow y yo nos dirigimos al Tribunal, donde se presentaba una causa de divorcio en nombre de una pequeña ley muy ingeniosa, que creo se ha abolido después, pero gracias a la cual he visto anular muchos matrimonios. Era esta. El marido, cuyo nombre era Thomas Benjamin, había sacado la autorización para la publicación de las amonestaciones bajo el nombre de Thomas únicamente, suprimiendo el Benjamin por si acaso no encontraba la situación todo lo agradable que esperaba. Ahora bien: no encontrando la situación muy agradable, o quizá un poco cansado de su mujer, el pobre hombre se presentó ante el Tribunal, por mediación de un amigo, después de un año o dos de matrimonio, y declaró que su nombre era Thomas Benjamin y que, por lo tanto, él no se había casado nunca, lo que el Tribunal confirmó, para su gran satisfacción.
I must say that I had my doubts about the strict justice of this, and was not even frightened out of them by the bushel of wheat which reconciles all anomalies. But Mr. Spenlow argued the matter with me. He said, Look at the world, there was good and evil in that; look at the ecclesiastical law, there was good and evil in THAT. It was all part of a system. Very good. There you were! Debo decir que tenía algunas dudas sobre la justicia absoluta de aquel procedimiento, que no justificaba el «árido de trigo» que tapaba todas las anomalías. Pero míster Spenlow discutió la cuestión conmigo. -Vea usted el mundo: en él hay bien y mal; vea la legislación eclesiástica: en ella hay bien y mal; pero todo esto forma parte de un sistema. Muy bien. Eso es.
I had not the hardihood to suggest to Dora′s father that possibly we might even improve the world a little, if we got up early in the morning, and took off our coats to the work; but I confessed that I thought we might improve the Commons. Mr. Spenlow replied that he would particularly advise me to dismiss that idea from my mind, as not being worthy of my gentlemanly character; but that he would be glad to hear from me of what improvement I thought the Commons susceptible? No tuve valor para sugerir al padre de Dora que quizá no nos resultaría imposible el hacer algunos cambios beneficiosos en el mundo si, levantándose temprano, se remangara resuelto a ponerse con valor a ello; pero sí le confesé que me parecía que podrían introducirse algunos cambios beneficiosos en el Tribunal. Míster Spenlow me respondió que me aconsejaba que desechara de mi espíritu semejante pensamiento, que no era digno de mi carácter caballeresco; pero que le gustaría saber de qué mejoras creía yo susceptible al sistema del Tribunal.
Taking that part of the Commons which happened to be nearest to us—for our man was unmarried by this time, and we were out of Court, and strolling past the Prerogative Office—I submitted that I thought the Prerogative Office rather a queerly managed institution. Mr. Spenlow inquired in what respect? I replied, with all due deference to his experience (but with more deference, I am afraid, to his being Dora′s father), that perhaps it was a little nonsensical that the Registry of that Court, containing the original wills of all persons leaving effects within the immense province of Canterbury, for three whole centuries, should be an accidental building, never designed for the purpose, leased by the registrars for their Own private emolument, unsafe, not even ascertained to be fire-proof, choked with the important documents it held, and positively, from the roof to the basement, a mercenary speculation of the registrars, who took great fees from the public, and crammed the public′s wills away anyhow and anywhere, having no other object than to get rid of them cheaply. That, perhaps, it was a little unreasonable that these registrars in the receipt of profits amounting to eight or nine thousand pounds a year (to say nothing of the profits of the deputy registrars, and clerks of seats), should not be obliged to spend a little of that money, in finding a reasonably safe place for the important documents which all classes of people were compelled to hand over to them, whether they would or no. That, perhaps, it was a little unjust, that all the great offices in this great office should be magnificent sinecures, while the unfortunate working-clerks in the cold dark room upstairs were the worst rewarded, and the least considered men, doing important services, in London. That perhaps it was a little indecent that the principal registrar of all, whose duty it was to find the public, constantly resorting to this place, all needful accommodation, should be an enormous sinecurist in virtue of that post (and might be, besides, a clergyman, a pluralist, the holder of a staff in a cathedral, and what not),—while the public was put to the inconvenience of which we had a specimen every afternoon when the office was busy, and which we knew to be quite monstrous. That, perhaps, in short, this Prerogative Office of the diocese of Canterbury was altogether such a pestilent job, and such a pernicious absurdity, that but for its being squeezed away in a corner of St. Paul′s Churchyard, which few people knew, it must have been turned completely inside out, and upside down, long ago. El matrimonio de nuestro hombre estaba anulado; era un asunto concluido; estábamos fuera de la sala y pasábamos por delante del Tribunal de Prerrogativas; entrando, por lo tanto, en la institución que estaba más cerca de nosotros, le pregunté si el Tribunal de Prerrogativas no era una institución muy singularmente administrada. Míster Spenlow me preguntó que bajo qué aspecto. Yo repliqué, con todo el respeto que debía a su experiencia (pero me temo que sobre todo con el respeto que debía al padre de Dora), que quizá era un poco absurdo que los registradores de aquel Tribunal, que contenía todos los testamentos originales de todas las personas que habían dispuesto desde hacía tres siglos de alguna propiedad ase ntada en el inmenso distrito de Canterbury, se encontrasen colocados en un edificio que no había sido construido con ese objeto; que había sido alquilado por los registradores bajo su responsabilidad privada; que no era seguro; que ni siquiera estaba al abrigo de un fuego, y que estaba tan atestado de los documentos importantes que contenía que era todo él, de arriba abajo, una prueba de las sórdidas especulaciones de los registradores, que recibían sumas enormes por el registro de todos aquellos testamentos y se limitaban a meterlos donde podían, sin otro objeto que desembarazarse de ellos con el menor gasto posible. También añadí que quizá no era razonable que los registradores, que percibían al año sueldos que ascendían a ocho o nueve mil libras, sin hablar de los pagos extraordinarios, no estuvieran obligados a gastarse parte de este dinero en procurarse un lugar seguro donde depositar aquellos documentos preciosos que todo el mundo, en todas las clases de la sociedad, estaba obligado, quieras que no, a confiarles. Dije que quizá era algo injusto que todos los grandes empleos de aquella administración fuesen magníficas sinecuras, mientras que los desgraciados empleados que trabajaban sin descanso en la habitación sombría y triste de arriba fuesen los hombres peor pagados y menos considera dos de Londres, en premio a los importantes servicios que prestaban. ¿Y no era también un poco inconveniente que el archivero en jefe, cuyo deber era procurar al público, que llenaba constantemente las oficinas de la administración, locales convenientes, estuviera, en virtud de este empleo, en posesión de una enorme sinecura, lo que no le impedía ocupar al mismo tiempo un puesto en la Iglesia y poseer muchos beneficios, ser canónico en la catedral, etc., mientras el público soportaba molestias infinitas, de las que teníamos una muestra todas las mañanas cuando los asuntos abundaban en las oficinas? En fin, me parecía que aquella administración del Tribunal de Prerrogativas del distrito de Canterbury era una máquina tan podrida y un absurdo tan peligroso, que si no se le hubiera metido en un rincón del cementerio de Saint Paul (que no conoce apenas nadie), toda aquella organización hubiera tenido que cambiarse de arriba abajo desde hacía mucho tiempo.
Mr. Spenlow smiled as I became modestly warm on the subject, and then argued this question with me as he had argued the other. He said, what was it after all? It was a question of feeling. If the public felt that their wills were in safe keeping, and took it for granted that the office was not to be made better, who was the worse for it? Nobody. Who was the better for it? All the Sinecurists. Very well. Then the good predominated. It might not be a perfect system; nothing was perfect; but what he objected to, was, the insertion of the wedge. Under the Prerogative Office, the country had been glorious. Insert the wedge into the Prerogative Office, and the country would cease to be glorious. He considered it the principle of a gentleman to take things as he found them; and he had no doubt the Prerogative Office would last our time. I deferred to his opinión, though I had great doubts of it myself. I find he was right, however; for it has not only lasted to the present moment, but has done so in the teeth of a great parliamentary report made (not too willingly) eighteen years ago, when all these objections of mine were set forth in detail, and when the existing stowage for wills was described as equal to the accumulation of only two years and a half more. What they have done with them since; whether they have lost many, or whether they sell any, now and then, to the butter shops; I don′t know. I am glad mine is not there, and I hope it may not go there, yet awhile. Míster Spenlow sonrió al ver cómo me excitaba, a pesar de mi reserva habitual en aquella cuestión; y después discutió conmigo este punto como los demás. «¿Qué era aquello después de todo? - me dijo-. Pues una simple cuestión de opiniones. Si al público le parecía que los testamentos estaban seguros, y admitía que la administración no podía cumplir mejor con sus deberes, ¿quién sufría con ello? Nadie. ¿A quién beneficiaba? A todos los que poseían las sinecuras. Muy bien. Las ventajas, por lo tanto, eran mayores que los inconvenientes; quizá no era una organización perfecta, no hay nada perfecto en este mundo; pero bajo la administración del Tribunal de Prerrogativas el país se había cubierto de gloria. Si se metiera el hacha en la administración de Prerrogativas, el país dejaría de cubrirse de gloria. Veía como el rasgo distintivo de un espíritu sensato y elevado el tomar las cosas como se encontraban, y no cabía duda que la organización actual de las Prerrogativas duraría tanto tiempo como nosotros.» Yo me rendí a su opinión, aunque tuviera, por mi cuenta, muchas dudas sobre ello. Sin embargo, él tenía razón, pues no solamente el Tribunal de Prerrogativas continúa existiendo, sino que existió una grave denuncia presentada de muy mala gana al Parlamento, hace dieciocho años, donde todas mis objeciones estaban desarrolladas en detalle y en una época en que se anunciaba que sería imposible amontonar los testamentos del distrito de Canterbury en el local actual durante más de dos años y medio, a partir de aquel momento.
I have set all this down, in my present blissful chapter, because here it comes into its natural place. Mr. Spenlow and I falling into this conversation, prolonged it and our saunter to and fro, until we diverged into general topics. And so it came about, in the end, that Mr. Spenlow told me this day week was Dora′s birthday, and he would be glad if I would come down and join a little picnic on the occasion. I went out of my senses immediately; became a mere driveller next day, on receipt of a little lace-edged sheet of note-paper, ′Favoured by papa. To remind′; and passed the intervening period in a state of dotage. Yo no sé lo que se ha hecho después; no sé si se habrán perdido muchos, o si los venden de vez en cuando a las tiendas como papel; pero estoy tranquilo porque el mío no está allí y espero que no lo esté en mucho tiempo. Si he relatado toda nuestra conversación en este dichoso capítulo no podrá decírseme que no era su lugar apropiado. Charlábamos paseándonos de arriba abajo míster Spenlow y yo antes de pasar a asuntos más generales. Por fin me dijo que el cumpleaños de Dora era dentro de una semana, y que me agradecería mucho que me uniera a ellos para una excursión que iban a organizar. Al momento perdí la razón, y al día siguiente mi locura no tenía límites cuando recibí una cartita con estas palabras: «Recomendado al cuidado de papá para recordar a míster Copperfield la excursión». Pasé los días que me separaban de aquel gran suceso en un estado cercano a la idiotez.
I think I committed every possible absurdity in the way of preparation for this blessed event. I turn hot when I remember the cravat I bought. My boots might be placed in any collection of instruments of torture. I provided, and sent down by the Norwood coach the night before, a delicate little hamper, amounting in itself, I thought, almost to a declaration. There were crackers in it with the tenderest mottoes that could be got for money. At six in the morning, I was in Covent Garden Market, buying a bouquet for Dora. At ten I was on horseback (I hired a gallant grey, for the occasion), with the bouquet in my hat, to keep it fresh, trotting down to Norwood. Creo que debí de cometer todos los absurdos posibles como preparación para aquel día afortunado. Me ruborizo al pensar en la corbata que compré; en cuanto a mis botas, eran dignas de figurar en una colección de instrumentos de tortura. Me procuré, y envié la víspera por la noche, por medio del ómnibus de Norwood, una cestita de provisiones que casi equivalía, a mi parecer, a una declaración. Contenía, entre otras cosas, almendras envueltas en las divisas más tiernas que pude encontrar en la confitería. A las seis de la mañana estaba en el mercado de Covent Garden para comprar un ramo de flores a Dora.
I suppose that when I saw Dora in the garden and pretended not to see her, and rode past the house pretending to be anxiously looking for it, I committed two small fooleries which other young gentlemen in my circumstances might have committed—because they came so very natural to me. But oh! when I DID find the house, and DID dismount at the garden-gate, and drag those stony-hearted boots across the lawn to Dora sitting on a garden-seat under a lilac tree, what a spectacle she was, upon that beautiful morning, among the butterflies, in a white chip bonnet and a dress of celestial blue! There was a young lady with her—comparatively stricken in years—almost twenty, I should say. Her name was Miss Mills. And Dora called her Julia. She was the bosom friend of Dora. Happy Miss Mills! A las diez montaba a caballo. Había alquilado un bonito caballo gris para aquella ocasión, y tomé al trote el camino de Norwood con el ramo de flores en el sombrero para que se conservara fresco. Supongo que cuando vi a Dora en el jardín a hice como que no la veía, pasando por delante de la casa y haciendo como que la buscaba con cuidado, fui culpable de dos pequeñas locuras que otros muchos jóvenes habrán cometido igual en mi situación; tan naturales me parecen. Pero cuando hube encontrado la casa; cuando me apeé a la puerta; cuando atravesé el césped con las crueles botas para acercarme a Dora, que estaba sentada en un banco a la sombra de un lilo, ¡qué espectáculo ofrecía en medio de las mariposas con su sombrero blanco y su traje azul cielo! Con ella había otra muchacha, que a su lado parecía muchísimo más vieja: tendría veinte años. Se llamaba miss Mills, y Dora la llamaba Julia. Era la amiga íntima de Dora. ¡Dichosa miss Mills!
Jip was there, and Jip WOULD bark at me again. When I presented my bouquet, he gnashed his teeth with jealousy. Well he might. If he had the least idea how I adored his mistress, well he might! Jip estaba allí y se empeñaba en ladrarme. Cuando la ofrecí mi ramo, Jip rechinó los dientes de envidia. Tenía razón. ¡Oh, sí! Si tenía la menor idea del ardor con que amaba a su dueña tenía razón.
′Oh, thank you, Mr. Copperfield! What dear flowers!′ said Dora. -¡Oh, muchas gracias, míster Copperfield! ¡Qué flores tan bonitas! -dijo Dora.
I had had an intention of saying (and had been studying the best form of words for three miles) that I thought them beautiful before I saw them so near HER. But I couldn′t manage it. She was too bewildering. To see her lay the flowers against her little dimpled chin, was to lose all presence of mind and power of language in a feeble ecstasy. I wonder I didn′t say, ′Kill me, if you have a heart, Miss Mills. Let me die here!′ Había tenido la intención de decirle que yo también las había encontrado encantadoras antes de verlas a su lado, y estudiaba desde tres millas antes de llegar la mejor manera de soltar la frase, pero no lo conseguí: estaba demasiado seductora y perdí toda presencia de espíritu y toda facultad de palabra cuando le vi acercar el ramo a los lindos hoyuelos de su barbilla, y caí en éxtasis. Todavía me sorprende el no ha berle dicho: -Máteme, miss Mills, por piedad; ¡quiero morir aquí!
Then Dora held my flowers to Jip to smell. Then Jip growled, and wouldn′t smell them. Then Dora laughed, and held them a little closer to Jip, to make him. Then Jip laid hold of a bit of geranium with his teeth, and worried imaginary cats in it. Then Dora beat him, and pouted, and said, ′My poor beautiful flowers!′ as compassionately, I thought, as if Jip had laid hold of me. I wished he had! Después Dora alargó mis flores a Jip para que las oliera, y Jip se puso a gruñir y no quiso olerlas. Entonces Dora las acercó a su hocico para obligarle, y Jip cogió una rama de geranio entre sus dientes y la destrozó como si oliera una bandada de gatos imaginarios. Dora le pegaba haciendo mohínes y diciendo: « ¡Mis pobres flores! ¡Mis hermosas flores! » , con un tono tan simpático, me pareció, como si fuera a mí a quien Jip hubiera mordido. ¡Ya lo hubiera que rido!
′You′ll be so glad to hear, Mr. Copperfield,′ said Dora, ′that that cross Miss Murdstone is not here. She has gone to her brother′s marriage, and will be away at least three weeks. Isn′t that delightful?′ -Se alegrará usted mucho de saber, míster Copperfield -dijo Dora-, que la fastidiosa miss Murdstone no está aquí. Ha ido a la boda de su hermano, y se quedará allí por lo menos tres semanas. ¿No es un encanto?
I said I was sure it must be delightful to her, and all that was delightful to her was delightful to me. Miss Mills, with an air of superior wisdom and benevolence, smiled upon us. Le dije que, en efecto, debía de estar encantada, y que todo lo que le encantaba a ella me encantaba a mí. Miss Mills nos escuchaba sonriendo con una superioridad de benevolencia y simpatía.
′She is the most disagreeable thing I ever saw,′ said Dora. ′You can′t believe how ill-tempered and shocking she is, Julia.′ -Es la persona más desagradable que conozco -dijo Dora- : no puedes figurarte qué gruñona es y qué mal genio tiene.
′Yes, I can, my dear!′ said Julia. -¡Oh!, ya lo creo que puedo, querida mía -dijo Julia.
′YOU can, perhaps, love,′ returned Dora, with her hand on julia′s. ′Forgive my not excepting you, my dear, at first.′ -Es verdad. «Tú» puede que sí -respondió Dora cogiendo la mano de Julia entre las suyas-. Perdóname no haberte exceptuado enseguida.
I learnt, from this, that Miss Mills had had her trials in the course of a chequered existence; and that to these, perhaps, I might refer that wise benignity of manner which I had already noticed. I found, in the course of the day, that this was the case: Miss Mills having been unhappy in a misplaced affection, and being understood to have retired from the world on her awful stock of experience, but still to take a calm interest in the unblighted hopes and loves of youth. De aquello deduje que miss Mills había sufrido las vicisitudes de la vida y que era a eso a lo que podía atribuirse sus maneras llenas de gravedad benigna, que ya me habían cho - cado. En el transcurso del día supe que no me había equivocado; mis Mills había tenido la desgracia de enamorarse mal, y se decía que se había retirado del mundo después de aquella terrible experiencia de las cosas humanas; pero que se tomaba siempre cierto interés por las esperanzas y afectos de los jóvenes que no habían tenido todavía desengaños.
But now Mr. Spenlow came out of the house, and Dora went to him, saying, ′Look, papa, what beautiful flowers!′ And Miss Mills smiled thoughtfully, as who should say, ′Ye Mayflies, enjoy your brief existence in the bright morning of life!′ And we all walked from the lawn towards the carriage, which was getting ready. En esto míster Spenlow salió de la casa, y Dora se ade lantó a él diciendo: -¡Mira, papá, qué flores tan hermosas! Y miss Mills sonrió con aire pensativo, como diciendo: -¡Pobres flores de un día, gozad de vuestra existencia pasajera bajo el sol brillante de la mañana de la vida! Y todos abandonamos el césped para subir al coche, que ya estaba enganchado.
I shall never have such a ride again. I have never had such another. There were only those three, their hamper, my hamper, and the guitar-case, in the phaeton; and, of course, the phaeton was open; and I rode behind it, and Dora sat with her back to the horses, looking towards me. She kept the bouquet close to her on the cushion, and wouldn′t allow Jip to sit on that side of her at all, for fear he should crush it. She often carried it in her hand, often refreshed herself with its fragrance. Our eyes at those times often met; and my great astonishment is that I didn′t go over the head of my gallant grey into the carriage. Nunca volveré a hacer una excursión semejante; nunca la he hecho después. Iban los tres en el faetón. Su cesta de provisiones, la mía y la caja de la guitarra también iban. El faetón era descubierto, y yo seguía el coche; Dora iba en la parte de delante, frente a mí. Llevaba mi ramo a su lado, encima del asiento, y no permitía a Jip que se subiera allí por miedo de que aplastara mis flores. De cuando en cuando las cogía para respirar su perfume; entonces nuestros ojos se encontraban, y yo me pregunto cómo no salté por encima de la cabeza de mi bonito caballo gris para caer en el coche.
There was dust, I believe. There was a good deal of dust, I believe. I have a faint impression that Mr. Spenlow remonstrated with me for riding in it; but I knew of none. I was sensible of a mist of love and beauty about Dora, but of nothing else. He stood up sometimes, and asked me what I thought of the prospect. I said it was delightful, and I dare say it was; but it was all Dora to me. The sun shone Dora, and the birds sang Dora. The south wind blew Dora, and the wild flowers in the hedges were all Doras, to a bud. My comfort is, Miss Mills understood me. Miss Mills alone could enter into my feelings thoroughly. Había polvo; creo que hasta mucho polvo. Tengo el vago recuerdo de que míster Spenlow me aconsejó que no caracoleara en el torbellino de polvo que dejaba el faetón; pero yo no me daba cuenta. Yo no veía más que a Dora a través de una nube de amor y de belleza; no podía ver otra cosa. Mister Spenlow se levantaba algunas veces y me preguntaba qué me parecía el paisaje. Yo le respondía que era un sitio encantador, y es probable que lo fuera; pero yo sólo veía a Dora. El sol llevaba a Dora en sus rayos; los pájaros gorjeaban sus alabanzas. El viento del mediodía soplaba el nombre de Dora. Todas las flores salvajes, hasta el último capullo, eran otras tantas Doras. Mi consuelo era que miss Mills me comprendía. Miss Mills era la única que podía entrar del todo en mis sentimientos.
I don′t know how long we were going, and to this hour I know as little where we went. Perhaps it was near Guildford. Perhaps some Arabian-night magician, opened up the place for the day, and shut it up for ever when we came away. It was a green spot, on a hill, carpeted with soft turf. There were shady trees, and heather, and, as far as the eye could see, a rich landscape. No sé cuánto tiempo duró el trayecto, ni sé tampoco dónde fuimos. Quizá fue cerca de Guilford. Quizá algún mago de Las mil y una noches había creado aquel lugar para un solo día y lo destruyó después de nuestra partida. Era una pradera de musgo verde y fino, en una colina. Había grandes árboles, algo de bruma, y tan lejos como podía extenderse la mirada, un bonito paisaje.
It was a trying thing to find people here, waiting for us; and my jealousy, even of the ladies, knew no bounds. But all of my own sex—especially one impostor, three or four years my elder, with a red whisker, on which he established an amount of presumption not to be endured—were my mortal foes. Me contrarió mucho encontrar allí gente que nos esperaba, y mis celos hasta de las mujeres no tenían límites. En cuanto a los seres de mi sexo, un impostor tres o cuatro años mayor que yo y con patillas rojas, que le daban un aplomo intolerable, era sobre todo mi enemigo mortal.
We all unpacked our baskets, and employed ourselves in getting dinner ready. Red Whisker pretended he could make a salad (which I don′t believe), and obtruded himself on public notice. Some of the young ladies washed the lettuces for him, and sliced them under his directions. Dora was among these. I felt that fate had pitted me against this man, and one of us must fall. Todo el mundo abrió las cestas y se dispusieron a preparar la comida. Patillas rojas dijo que él sabía hacer la ensalada; no lo creo, pero así se atrajo la atención del público. Las muchachas se pusieron a lavar las lechugas y a cortarlas bajo su dirección; Dora estaba entre aquellas. Yo sentí que el Destino me había dado aquel hombre por rival y que uno de los dos tenía que sucumbir.
Red Whisker made his salad (I wondered how they could eat it. Nothing should have induced ME to touch it!) and voted himself into the charge of the wine-cellar, which he constructed, being an ingenious beast, in the hollow trunk of a tree. By and by, I saw him, with the majority of a lobster on his plate, eating his dinner at the feet of Dora! Patillas rojas hizo la ensalada, y todavía me pregunto como pudieron comerla. En cuanto a mí, nada en el mundo me hubiera decidido a probarla. Después él mismo se nombró encargado del vino, y construyó una celda, para guardarlo, en el hueco de un árbol. ¡Vaya una cosa ingeniosa! Al poco tiempo le vi, con los tres cuartos de una langosta en su plato, sentado y comiendo a los pies de Dora.
I have but an indistinct idea of what happened for some time after this baleful object presented itself to my view. I was very merry, I know; but it was hollow merriment. I attached myself to a young creature in pink, with little eyes, and flirted with her desperately. She received my attentions with favour; but whether on my account solely, or because she had any designs on Red Whisker, I can′t say. Dora′s health was drunk. When I drank it, I affected to interrupt my conversation for that purpose, and to resume it immediately afterwards. I caught Dora′s eye as I bowed to her, and I thought it looked appealing. But it looked at me over the head of Red Whisker, and I was adamant. Ya no tengo más que una idea imprecisa de lo que ocurrió después de que aquel espectáculo se presentó a mi vista. Estaba muy alegre, no digo que no, pero era una alegría falsa. Me consagré a una muchachita vestida de rosa, con ojos chi quitos, y le hice la corte desesperadamente. Ella recibió mis atenciones con agrado; pero no sé si era completamente por mí o porque tenía vistas ulteriores sobre Patillas rojas. Se bebió a la salud de Dora. Yo afecté interrumpir mi conversación para beber también, y después la reanudé enseguida. Encontré los ojos de Dora al saludarla, y me pareció que me miraban suplicantes; pero aquella mirada me llegaba por encima de la cabeza de Patillas rojas, y fui inflexible.
The young creature in pink had a mother in green; and I rather think the latter separated us from motives of policy. Howbeit, there was a general breaking up of the party, while the remnants of the dinner were being put away; and I strolled off by myself among the trees, in a raging and remorseful state. I was debating whether I should pretend that I was not well, and fly—I don′t know where—upon my gallant grey, when Dora and Miss Mills met me. La jovencita de rosa tenía una madre de verde que nos separó; yo creo que con una mira política. Además hubo revo lución general mientras se quitaban los restos de la comida, y yo lo aproveché para meterme solo entre los árboles, animado por una mezcla de cólera y de remordimientos. Me preguntaba si fingiría alguna indisposición para huir... a cualquier parte... sobre mi bonito caballo gris, cuando me encontré a Dora con miss Mills.
′Mr. Copperfield,′ said Miss Mills, ′you are dull.′ -Míster Copperfield -dijo miss Mills-, ¿está usted triste?
I begged her pardon. Not at all. -Usted dispense; pero no estoy nada triste.
′And Dora,′ said Miss Mills, ′YOU are dull.′ -Y tú, Dora --dijo miss Mills-, también estás triste;
Oh dear no! Not in the least. -¡Oh Dios mío, no!
′Mr. Copperfield and Dora,′ said Miss Mills, with an almost venerable air. ′Enough of this. Do not allow a trivial misunderstanding to wither the blossoms of spring, which, once put forth and blighted, cannot be renewed. I speak,′ said Miss Mills, ′from experience of the past—the remote, irrevocable past. The gushing fountains which sparkle in the sun, must not be stopped in mere caprice; the oasis in the desert of Sahara must not be plucked up idly.′ -Míster Copperfield, y tú, Dora --dijo miss Mills con una expresión casi venerable-, ¡ya es bastante! No consintáis que un equívoco insignificante marchite las flores primaverales, que una vez marchitas no pueden volver a florecer. Me hace hablar así mi experiencia del pasado --continuó miss Mills-, de un pasado irrevocable. Los manantiales que brotan al sol no deben ser tapados por capricho; el oasis del Sahara no debe ser suprimido a la ligera.
I hardly knew what I did, I was burning all over to that extraordinary extent; but I took Dora′s little hand and kissed it—and she let me! I kissed Miss Mills′s hand; and we all seemed, to my thinking, to go straight up to the seventh heaven. We did not come down again. We stayed up there all the evening. At first we strayed to and fro among the trees: I with Dora′s shy arm drawn through mine: and Heaven knows, folly as it all was, it would have been a happy fate to have been struck immortal with those foolish feelings, and have stayed among the trees for ever! Yo no sabía lo que hacía, pues tenía la cabeza ardiendo; pero cogí la manita de Dora y la besé; ella me dejó. Después besé la mano de miss Mills; y me pareció que subíamos los tres juntos al séptimo cielo. Ya no volvimos a bajar. Nos quedamos toda la tarde paseando entre los árboles con el bracito tembloroso de Dora reposando en el mío, y Dios sabe que, aunque fuera una locura, nuestra felicidad hubiera sido el poder volvemos in mortales de pronto con aquella locura en el corazón, para errar eternamente así entre los árboles.
But, much too soon, we heard the others laughing and talking, and calling ′where′s Dora?′ So we went back, and they wanted Dora to sing. Red Whisker would have got the guitar-case out of the carriage, but Dora told him nobody knew where it was, but I. So Red Whisker was done for in a moment; and I got it, and I unlocked it, and I took the guitar out, and I sat by her, and I held her handkerchief and gloves, and I drank in every note of her dear voice, and she sang to ME who loved her, and all the others might applaud as much as they liked, but they had nothing to do with it! Demasiado pronto, ¡ay!, oímos a los demás que reían y charlaban llamando a Dora. Entonces reaparecimos, y rogaron a Dora que cantase. Patillas rojas quiso it por la caja de la guitarra; pero Dora dijo que yo sólo sabía dónde estaba. Así es que Patillas rojas estaba derrotado, y yo fui quien encontró la caja, yo quien la abrió, yo quien sacó la guitarra, yo quien se sentó a su lado, yo quien sostuvo su pañuelo y sus guantes y yo quien se embriagó en el sonido de su dulce voz mientras ella cantaba para el que amaba. Los demás podían aplaudir si querían; pero nada tenían que ver en su romanza.
I was intoxicated with joy. I was afraid it was too happy to be real, and that I should wake in Buckingham Street presently, and hear Mrs. Crupp clinking the teacups in getting breakfast ready. But Dora sang, and others sang, and Miss Mills sang—about the slumbering echoes in the caverns of Memory; as if she were a hundred years old—and the evening came on; and we had tea, with the kettle boiling gipsy-fashion; and I was still as happy as ever. Estaba borracho de alegría y me parecía que era demasiado dichoso para que pudiera ser verdad; temía despertarme en Buckinghan Street y oír a mistress Crupp hacer ruido con las tazas mientras preparaba el desayuno. Pero no, ¡era Dora que cantaba! Después también cantaron otras; miss Mills también, y cantó una queja sobre los ecos dormidos de la caverna de la memoria, como si tuviera cien años, y llegó la tarde. Tomamos el té, haciendo hervir el agua en una hoguera al modo gitano, y yo era más dichoso que nunca.
I was happier than ever when the party broke up, and the other people, defeated Red Whisker and all, went their several ways, and we went ours through the still evening and the dying light, with sweet scents rising up around us. Mr. Spenlow being a little drowsy after the champagne—honour to the soil that grew the grape, to the grape that made the wine, to the sun that ripened it, and to the merchant who adulterated it!—and being fast asleep in a corner of the carriage, I rode by the side and talked to Dora. She admired my horse and patted him—oh, what a dear little hand it looked upon a horse!—and her shawl would not keep right, and now and then I drew it round her with my arm; and I even fancied that Jip began to see how it was, and to understand that he must make up his mind to be friends with me. Todavía me sentí más dichoso cuando nos separamos de Patillas rojas y cada uno tomó su camino, mientras que yo partía con ella en medio de la calma de la tarde, de la luz moribunda y de los dukes perfumes que se elevaban a nuestro alrededor. Míster Spenlow iba un poco dormido gracias al champán. ¡Bendito sea el sol que ha madurado la uva, la uva que ha hecho el vino! ¡Bendito el comerciante que lo ha vendido! Y como dormía profundamente en un rincón del coche, yo iba a un lado hablando con Dora. Dora admiraba mi caballo y lo acariciaba (¡oh qué mano tan bonita resultaba sobre la piel del animal!), y su chal no se sostenía bien, y me veía obligado a arreglárselo a cada momento. Creo que el mismo Jip empezaba a darse cuenta de lo que pasaba y a comprender que había que resignarse y hacer las paces conmigo.
That sagacious Miss Mills, too; that amiable, though quite used up, recluse; that little patriarch of something less than twenty, who had done with the world, and mustn′t on any account have the slumbering echoes in the caverns of Memory awakened; what a kind thing she did! Aquella penetrante miss Mills, aquella encantadora reclusa que había agotado la existencia, aquel pequeño pa triarca de veinte años apenas, que había terminado con el mundo y que no hubiera querido por nada despertar los ecos adormecidos en las cavernas de la memoria, ¡qué buena fue para mí!
′Mr. Copperfield,′ said Miss Mills, ′come to this side of the carriage a moment—if you can spare a moment. I want to speak to you.′ -Míster Copperfield -me dijo-, venga por este lado del coche un momento, si es que puede dedicármelo. Necesito hablarle.
Behold me, on my gallant grey, bending at the side of Miss Mills, with my hand upon the carriage door! Y en mi bonito caballo gris, con la mano en la portezuela, me incliné a escuchar a miss Mills.
′Dora is coming to stay with me. She is coming home with me the day after tomorrow. If you would like to call, I am sure papa would be happy to see you.′ What could I do but invoke a silent blessing on Miss Mills′s head, and store Miss Mills′s address in the securest corner of my memory! What could I do but tell Miss Mills, with grateful looks and fervent words, how much I appreciated her good offices, and what an inestimable value I set upon her friendship! -Dora va a venir a verme. Pasado mañana se viene conmigo y con mi padre a mi casa. Si quisiera usted venir a ver nos, estoy segura de que papá tendría mucho gusto en recibirle. ¿Qué podía hacer sino pedir todas las bendiciones del mundo sobre la cabeza de miss Mills, y sobre todo confiar su dirección al rincón más seguro de mi memoria? ¿Qué podía hacer sino decir a miss Mills, con palabras ardientes y miradas reconocidas, todo lo que le agradecía sus bondades y qué precio infinito daba a su amistad?
Then Miss Mills benignantly dismissed me, saying, ′Go back to Dora!′ and I went; and Dora leaned out of the carriage to talk to me, and we talked all the rest of the way; and I rode my gallant grey so close to the wheel that I grazed his near fore leg against it, and ′took the bark off′, as his owner told me, ′to the tune of three pun′ sivin′—which I paid, and thought extremely cheap for so much joy. What time Miss Mills sat looking at the moon, murmuring verses—and recalling, I suppose, the ancient days when she and earth had anything in common. Después miss Mills me despidió benignamente: «Vuelva con Dora». Y volví; y Dora se inclinó fuera del coche para charlar conmigo; y fuimos hablando todo el resto del camino; y yo hacía andar tan cerca de la rueda a mi caballo gris, que se desolló toda la pierna derecha, tanto que su propietario me dijo al día siguiente que le debía sesenta y cinco chelines por el daño, lo que pagué sin regatear, encontrando que era barato para una alegría tan grande. Durante el camino miss Mills miraba a la luna, recitando en voz baja versos y recordando, supongo, los tiempos lejanos en que la tierra y ella no se habían divorciado por completo.
Norwood was many miles too near, and we reached it many hours too soon; but Mr. Spenlow came to himself a little short of it, and said, ′You must come in, Copperfield, and rest!′ and I consenting, we had sandwiches and wine-and-water. In the light room, Dora blushing looked so lovely, that I could not tear myself away, but sat there staring, in a dream, until the snoring of Mr. Spenlow inspired me with sufficient consciousness to take my leave. So we parted; I riding all the way to London with the farewell touch of Dora′s hand still light on mine, recalling every incident and word ten thousand times; lying down in my own bed at last, as enraptured a young noodle as ever was carried out of his five wits by love. Norwood estaba demasiado cerca, y llegamos muy pronto. Míster Spenlow se despertó un momento antes de llegar a su casa y me dijo: -Entre usted a descansar, Copperfield. Acepté, y nos sirvieron sándwiches, vino y agua. En la habitación, iluminada, Dora me parecía tan encantadora ruborizándose, que no podía arrancarme de su presencia y continuaba allí mirándola fijamente como en un sueño, cuando los ronquidos de míster Spenlow me indicaron que era hora de retirarme. Me fui, y por el camino sentía todavía la mano de Dora sobre la mía; recordaba mil y mil veces cada incidente y cada palabra, y, por fin, me encontré en mi cama tan embriagado de alegría como el más loco de los jóvenes insensatos a quien el amor haya perdido la cabeza.
When I awoke next morning, I was resolute to declare my passion to Dora, and know my fate. Happiness or misery was now the question. There was no other question that I knew of in the world, and only Dora could give the answer to it. I passed three days in a luxury of wretchedness, torturing myself by putting every conceivable variety of discouraging construction on all that ever had taken place between Dora and me. At last, arrayed for the purpose at a vast expense, I went to Miss Mills′s, fraught with a declaration. Al despertarme a la mañana siguiente estaba decidido a declararle mi pasión a Dora para saber mi suerte. Mi felicidad o mi desgracia: esa era ahora la cuestión. Para mí no había otra en el mundo, y a aquello sólo Dora podía contestar. Pasé tres días desesperándome y torturándome, inventando las explicaciones menos animadas que se podían dar a todo lo ocurrido entre Dora y yo. Por fin, muy vestido para las circunstancias, me dirigí a casa de miss Mills con una declaración en los labios.
How many times I went up and down the street, and round the square—painfully aware of being a much better answer to the old riddle than the original one—before I could persuade myself to go up the steps and knock, is no matter now. Even when, at last, I had knocked, and was waiting at the door, I had some flurried thought of asking if that were Mr. Blackboy′s (in imitation of poor Barkis), begging pardon, and retreating. But I kept my ground. Es inútil decir la de veces que subí la calle para volverla a bajar; la de veces que di la vuelta al lugar, dándome cuenta de que yo era mucho más que la luna, la palabra del antiguo enigma, antes de decidirme a subir las escaleras de la casa y a llamar a la puerta. Cuando por fin llamé, mientras esperaba que me abrieran tuve por un momento la idea de preguntar si no vivía allí míster Balckboy (imitando al pobre Barkis) y disculparme y huir. Sin embargo, no lo hice.
Mr. Mills was not at home. I did not expect he would be. Nobody wanted HIM. Miss Mills was at home. Miss Mills would do. Míster Mills no estaba en casa; ya me lo esperaba, ¿para qué le necesitábamos?, y miss Mills sí estaba en casa, y yo no necesitaba más.
I was shown into a room upstairs, where Miss Mills and Dora were. Jip was there. Miss Mills was copying music (I recollect, it was a new song, called ′Affection′s Dirge′), and Dora was painting flowers. What were my feelings, when I recognized my own flowers; the identical Covent Garden Market purchase! I cannot say that they were very like, or that they particularly resembled any flowers that have ever come under my observation; but I knew from the paper round them which was accurately copied, what the composition was. Me hicieron entrar en una habitación del primer piso, donde encontré a miss Mills y a Dora; también estaba Jip. Miss Mills copiaba música (recuerdo que era una romanza nueva, titulada De profundis amoris) y Dora pintaba flores. ¡Juzgad de mis sentimientos cuando reconocí mis flores, el ramo del mercado de Covent Garden! No puedo decir que se pareciera mucho, ni que yo hubiera visto nunca flores como aquellas; pero reconocí la intención en el papel que las envolvía, que, ese sí, estaba copiado con mucha exactitud.
Miss Mills was very glad to see me, and very sorry her papa was not at home: though I thought we all bore that with fortitude. Miss Mills was conversational for a few minutes, and then, laying down her pen upon ′Affection′s Dirge′, got up, and left the room. Miss Mills estaba encantada de verme; sentía infinitamente que su papá hubiera salido, aunque me pareció que soportamos su ausencia con bastante resignación. Miss Mills sostuvo la conversación durante un momento; después, pasando su pluma por el De profundis amoris, se levantó y se fue.
I began to think I would put it off till tomorrow. Yo empezaba a creer que dejaría la cosa para el día siguiente.
′I hope your poor horse was not tired, when he got home at night,′ said Dora, lifting up her beautiful eyes. ′It was a long way for him.′ -Supongo que su pobre caballo no estaría muy cansado la otra noche cuando volvió usted - me dijo Dora levantando sus hermosos ojos-; fue una excursión muy larga para él.
I began to think I would do it today. Empecé a creer que sería aquella misma tarde.
′It was a long way for him,′ said I, ′for he had nothing to uphold him on the journey.′ -Sí; fue una excursión muy larga para él, pues el pobre animal no tenía nada que le sostuviera durante el viaje.
′Wasn′t he fed, poor thing?′ asked Dora. -¿No le habían dado de comer? ¡Pobre animal!
I began to think I would put it off till tomorrow. Empecé a creer que lo dejaría para el día siguiente.
′Ye-yes,′ I said, ′he was well taken care of. I mean he had not the unutterable happiness that I had in being so near you.′ -¡Perdone! Le habían dado de comer; pero quiero decir que no gozaba tanto como yo de la inefable felicidad de estar a su lado.
Dora bent her head over her drawing and said, after a little while—I had sat, in the interval, in a burning fever, and with my legs in a very rigid state— Dora bajó la cabeza sobre su cuaderno y dijo al cabo de un momento (durante aquel tiempo yo estaba en un estado febril y sintiendo mis piernas tiesas como palos):
′You didn′t seem to be sensible of that happiness yourself, at one time of the day.′ -Durante parte del día no parecía sentir usted esa felicidad tan vivamente.
I saw now that I was in for it, and it must be done on the spot. Vi que la suerte estaba echada y que había que terminar allí mismo.
′You didn′t care for that happiness in the least,′ said Dora, slightly raising her eyebrows, and shaking her head, ′when you were sitting by Miss Kitt.′ -Parecía interesarle muy poco esa felicidad --continuó Dora con un ligero movimiento de cejas y moviendo la cabeza- mientras estaba usted sentado al lado de miss Kitt.
Kitt, I should observe, was the name of the creature in pink, with the little eyes. Debo hacer observar que miss Kitt era la muchacha vestida de rosa, de ojos pequeñitos.
′Though certainly I don′t know why you should,′ said Dora, or why you should call it a happiness at all. But of course you don′t mean what you say. And I am sure no one doubts your being at liberty to do whatever you like. Jip, you naughty boy, come here!′ -Además, no sé por qué tenía que haberle importado -dijo Dora-, ni por qué dice usted que era una felicidad. Pero probablemente no piensa usted todo lo que dice. Y es usted muy libre de hacer lo que le parezca. ¡Jip, malo; ven aquí!
I don′t know how I did it. I did it in a moment. I intercepted Jip. I had Dora in my arms. I was full of eloquence. I never stopped for a word. I told her how I loved her. I told her I should die without her. I told her that I idolized and worshipped her. Jip barked madly all the time. No sé lo que hice; pero todo fue dicho en un momento. Corté el paso a Jip, cogí a Dora en mis brazos. Estaba lleno de elocuencia; no necesitaba buscar las palabras; le dije a Dora todo lo que la amaba; le dije que me moriría sin ella; le dije que la idolatraba. Jip ladraba con furia todo el tiempo.
When Dora hung her head and cried, and trembled, my eloquence increased so much the more. If she would like me to die for her, she had but to say the word, and I was ready. Life without Dora′s love was not a thing to have on any terms. I couldn′t bear it, and I wouldn′t. I had loved her every minute, day and night, since I first saw her. I loved her at that minute to distraction. I should always love her, every minute, to distraction. Lovers had loved before, and lovers would love again; but no lover had loved, might, could, would, or should ever love, as I loved Dora. The more I raved, the more Jip barked. Each of us, in his own way, got more mad every moment. Cuando Dora bajó la cabeza y se puso a llorar temblando, mi elocuencia no conoció límites. Le dije que no tenía más que decir una palabra y estaba dispuesto a morir por ella; que a ningún precio quería la vida sin el amor de Dora; que no quería ni podía soportarla. La amaba desde el primer día, y había pensado en ella en todos los minutos del día y de la noche. En el momento mismo en que estaba hablando la amaba con locura, la amaría siempre con locura. Antes que yo había habido amantes y los habría después; pero nunca ninguno podría ni querría amar como yo amaba a Dora. Cuantas más locuras decía, más ladraba Jip. Él y yo parecía que estábamos a ver cuál de los dos se mostraba más insensato.
Well, well! Dora and I were sitting on the sofa by and by, quiet enough, and Jip was lying in her lap, winking peacefully at me. It was off my mind. I was in a state of perfect rapture. Dora and I were engaged. Y poco a poco Dora y yo resultamos sentados en el diván tranquilamente, con Jip sobre las rodillas de su dueña, mirándome tranquilizado. Mi espíritu estaba libre de su peso: era completamente dichoso; Dora y yo estábamos prometidos.
I suppose we had some notion that this was to end in marriage. We must have had some, because Dora stipulated that we were never to be married without her papa′s consent. But, in our youthful ecstasy, I don′t think that we really looked before us or behind us; or had any aspiration beyond the ignorant present. We were to keep our secret from Mr. Spenlow; but I am sure the idea never entered my head, then, that there was anything dishonourable in that. Supongo que teníamos alguna idea de que aquello debía terminar en matrimonio. Lo pienso, porque Dora declaró que no nos casaríamos sin el consentimiento de su padre; pero en nuestra alegría infantil creo que no mirábamos adelante ni atrás; el presente, en su ignorancia inocente, nos bastaba. Debíamos guardar nuestro compromiso secreto, y ni siquiera se me ocurrió la idea de que pudiera haber en aquel procedimiento algo que no fuera correcto.
Miss Mills was more than usually pensive when Dora, going to find her, brought her back;—I apprehend, because there was a tendency in what had passed to awaken the slumbering echoes in the caverns of Memory. But she gave us her blessing, and the assurance of her lasting friendship, and spoke to us, generally, as became a Voice from the Cloister. Miss Mills estaba más pensativa que de costumbre cuando Dora, que había ido a buscarla, la trajo, supongo que sería porque lo que acababa de suceder despertaba los ecos dormidos en las cavernas de la memoria. Sin embargo, nos dio su bendición y nos prometió una amistad eterna, y nos habló en general, como era natural, con una voz que salía del claustro profético.
What an idle time it was! What an insubstantial, happy, foolish time it was! ¡Qué niñadas! ¡Qué tiempo de locuras, de ilusiones y de felicidad!
When I measured Dora′s finger for a ring that was to be made of Forget-me-nots, and when the jeweller, to whom I took the measure, found me out, and laughed over his order-book, and charged me anything he liked for the pretty little toy, with its blue stones—so associated in my remembrance with Dora′s hand, that yesterday, when I saw such another, by chance, on the finger of my own daughter, there was a momentary stirring in my heart, like pain! Cuando tomé la medida del dedo de Dora para hacerle un anillo compuesto de « no me olvides», el joyero a quien lo encargué adivinó de lo que se trataba y se echó a reír mientras tomaba nota de mi encargo, y me preguntó todo lo que le convino para aquella joyita adornada de piedras azules, que se une de tal modo todavía en mi memoria al recuerdo de la mano de Dora, que ayer, al ver un anillo semejante en el dedo de mi hija, he sentido mi corazón estremecerse de dolor por un momento.
When I walked about, exalted with my secret, and full of my own interest, and felt the dignity of loving Dora, and of being beloved, so much, that if I had walked the air, I could not have been more above the people not so situated, who were creeping on the earth! Cuando me paseaba exaltado por mi secreto y mi importancia, pareciéndome que el honor de amar a Dora y de ser amado por ella me elevaba tan por encima de los que no estaban admitidos a aquella felicidad y que se arrastraban por la tierra como si yo hubiera volado.
When we had those meetings in the garden of the square, and sat within the dingy summer-house, so happy, that I love the London sparrows to this hour, for nothing else, and see the plumage of the tropics in their smoky feathers! When we had our first great quarrel (within a week of our betrothal), and when Dora sent me back the ring, enclosed in a despairing cocked-hat note, wherein she used the terrible expression that ′our love had begun in folly, and ended in madness!′ which dreadful words occasioned me to tear my hair, and cry that all was over! Cuando nos citábamos en el jardín de la plaza y charlábamos en el pabellón polvoriento, donde éramos tan dichosos que todavía ahora amo los gorriones de Londres por la sola razón de que veo los colores del arco iris en sus plumas de humo. Cuando tuvimos nuestra primera gran discusión, ocho días después de empezar nuestro noviazgo, y Dora me devolvió el anillo encerrado en una carta triangular con esta terrible frase: «Nuestro amor empezó con la locura y termina con la desesperación», y al leer aquello yo me arrancaba los cabellos y pensaba que todo había terminado.
When, under cover of the night, I flew to Miss Mills, whom I saw by stealth in a back kitchen where there was a mangle, and implored Miss Mills to interpose between us and avert insanity. When Miss Mills undertook the office and returned with Dora, exhorting us, from the pulpit of her own bitter youth, to mutual concession, and the avoidance of the Desert of Sahara! Cuando al oscurecer volé a casa de miss Mills y la vi, a hurtadillas, en una antecocina, donde había una lixiviadora, y le supliqué que intercediera con Dora y que nos salvara de nuestra locura. Cuando miss Mills consintió en encargarse y volvió con Dora exhortándonos desde lo alto de su juventud rota para que hiciéramos concesiones mutual, con objeto de evitar el desierto de Sahara.
When we cried, and made it up, and were so blest again, that the back kitchen, mangle and all, changed to Love′s own temple, where we arranged a plan of correspondence through Miss Mills, always to comprehend at least one letter on each side every day! Cuando nos echamos a llorar y nos reconciliamos para gozar de nuevo de una felicidad tan viva en aquella antecocina con la lixiviadora, que por lo menos nos parecía el templo del Amor, y cuando arreglamos un sistema de correspondencia que debía pasar por manos de miss Mills, y que suponía por lo menos una carta diaria por ambas partes.
What an idle time! What an insubstantial, happy, foolish time! Of all the times of mine that Time has in his grip, there is none that in one retrospect I can smile at half so much, and think of half so tenderly. ¡Cuántas niñerías! ¡Qué tiempos de felicidad, de ilusiones y de locuras! De todas las épocas de mi vida que el tiempo tiene en su mano no hay ninguna cuyo recuerdo traiga a mil labios tantas sonrisas y a mi corazón tanta ternura.