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CHAPTER 26.
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CAPÍTULO VI
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I FALL INTO CAPTIVITY
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CAIGO CAUTIVO
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I saw no more of Uriah Heep, until the day when Agnes left town. I was at the coach office to take leave of her and see her go; and there was he, returning to Canterbury by the same conveyance. It was some small satisfaction to me to observe his spare, short-waisted, high-shouldered, mulberry-coloured great-coat perched up, in company with an umbrella like a small tent, on the edge of the back seat on the roof, while Agnes was, of course, inside; but what I underwent in my efforts to be friendly with him, while Agnes looked on, perhaps deserved that little recompense. At the coach window, as at the dinner-party, he hovered about us without a moment′s intermission, like a great vulture: gorging himself on every syllable that I said to Agnes, or Agnes said to me.
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No volví a ver a Uriah Heep hasta el día de la partida de Agnes. Había ido a las oficinas de la diligencia para decirle adiós, y me encontré con que también él se volvía a Canterbury en la misma diligencia que ella. Sentía como una pequeña satisfacción al ver su chaqueta raída, demasiado corta de talle, estrecha y mal hecha, en unión de su paraguas, que parecía una tienda de campaña, plantados en el borde del asiento, en la parte trasera de la imperial, mientras que Agnes, como es natural, tenía su asiento en el interior; pero bien me merecía aquella pequeña revancha, aunque sólo fuera por el trabajo que me costaba estar amable con él mientras Agnes podía vemos. En la portezuela de la diligencia, lo mismo que en la comida de mistress Waterbrook, rondaba a nuestro alrededor sin cansarse, como un gran vampiro, devorando cada palabra que yo decía a Agnes o que ella me decía a mí.
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In the state of trouble into which his disclosure by my fire had thrown me, I had thought very much of the words Agnes had used in reference to the partnership. ′I did what I hope was right. Feeling sure that it was necessary for papa′s peace that the sacrifice should be made, I entreated him to make it.′ A miserable foreboding that she would yield to, and sustain herself by, the same feeling in reference to any sacrifice for his sake, had oppressed me ever since. I knew how she loved him. I knew what the devotion of her nature was. I knew from her own lips that she regarded herself as the innocent cause of his errors, and as owing him a great debt she ardently desired to pay. I had no consolation in seeing how different she was from this detestable Rufus with the mulberry-coloured great-coat, for I felt that in the very difference between them, in the self-denial of her pure soul and the sordid baseness of his, the greatest danger lay. All this, doubtless, he knew thoroughly, and had, in his cunning, considered well.
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En el estado de confusión en que me había dejado su confidencia de aquella noche había reflexionado mucho sobre las palabras que Agnes había empleado al hablar de la asociación: «Espero haber hecho lo que debía. Sabía que era necesario para la tranquilidad de papá que se llevara a cabo el sacrificio, y le he animado a consumarlo». Desde entonces me perseguía el presentimiento de que cedería a todo lo que quisieran y sacaría fuerzas para ejecutar cualquier sacrificio por cariño a su padre. Conocía su afecto por él, conocía su abnegación espontánea. Le había oído decir a ella misma que se creía la causa inocente de los errores de míster Wickfield, y que tenía contraído por ello una deuda que deseaba ardientemente pagar. Y no me consolaba el darme cuenta de la diferencia existente entre ella y el miserable personaje, con su chaqueta marrón, pues sentía que el mayor peligro estribaba precisamente en aquella diferencia, en la pureza y la abnegación del alma de Agnes y la bajeza sórdida de la de Uriah. Él también lo sabía, y sin duda lo tenía en cuenta en sus cálculos hipócritas.
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Yet I was so certain that the prospect of such a sacrifice afar off, must destroy the happiness of Agnes; and I was so sure, from her manner, of its being unseen by her then, and having cast no shadow on her yet; that I could as soon have injured her, as given her any warning of what impended. Thus it was that we parted without explanation: she waving her hand and smiling farewell from the coach window; her evil genius writhing on the roof, as if he had her in his clutches and triumphed.
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Sin embargo, estaba tan convencido de que ni aun la perspectiva lejana de semejante sacrificio sería lo bastante para destruir la felicidad de Agnes, y estaba tan seguro, al verla, de que no sospechaba todavía que aquella sombra no había caído sobre ella aún, que lo mismo pensaba en enfadarme con ella como en advertirle del peligro que la amenazaba. Nos separamos, por lo tanto, sin la menor explicación; ella me hacía gestos y me sonreía desde la ventanilla de la diligencia para decirme adiós, mientras yo veía sobre la imperial a su genio del mal que se retorcía de gusto, como si ya la tuviera entre sus garras triunfantes.
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I could not get over this farewell glimpse of them for a long time. When Agnes wrote to tell me of her safe arrival, I was as miserable as when I saw her going away. Whenever I fell into a thoughtful state, this subject was sure to present itself, and all my uneasiness was sure to be redoubled. Hardly a night passed without my dreaming of it. It became a part of my life, and as inseparable from my life as my own head.
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Durante mucho tiempo aquella última mirada con que los despedí no cesó de perseguirme. Cuando Agnes me escribió anunciándome su feliz llegada, su carta me encontró tan desesperado con aquel recuerdo como en el momento de su partida. Todas las veces que pensaba en ello estaba seguro de que aquella visión reaparecería redoblando mis tormentos. No dejaba de soñar una sola noche. Aquel pensamiento era como una parte de mi vida, tan inseparable de mi ser como mi cabeza de mi cuerpo.
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I had ample leisure to refine upon my uneasiness: for Steerforth was at Oxford, as he wrote to me, and when I was not at the Commons, I was very much alone. I believe I had at this time some lurking distrust of Steerforth. I wrote to him most affectionately in reply to his, but I think I was glad, upon the whole, that he could not come to London just then. I suspect the truth to be, that the influence of Agnes was upon me, undisturbed by the sight of him; and that it was the more powerful with me, because she had so large a share in my thoughts and interest.
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Y tenía tiempo para torturarme a mi gusto, pues Steerforth estaba en Oxford, según me escribió, y yo, cuando no estaba en el Tribunal de Doctores, estaba casi siempre solo. Creo que empezaba ya a sentir cierta desconfianza de Steerforth. Contestaba a sus cartas de la manera más afectuosa; pero me parecía que al fin y al cabo no estaba descontento de que no pudiera venir a Londres por el momento. A decir verdad, supongo que, al no ser combatida la influencia de Agnes con la presencia de Steerforth, aquella influencia obraba sobre mí con tanta más potencia porque Agnes era la causa de mis preocupaciones.
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In the meantime, days and weeks slipped away. I was articled to Spenlow and Jorkins. I had ninety pounds a year (exclusive of my house-rent and sundry collateral matters) from my aunt. My rooms were engaged for twelve months certain: and though I still found them dreary of an evening, and the evenings long, I could settle down into a state of equable low spirits, and resign myself to coffee; which I seem, on looking back, to have taken by the gallon at about this period of my existence. At about this time, too, I made three discoveries: first, that Mrs. Crupp was a martyr to a curious disorder called ′the spazzums′, which was generally accompanied with inflammation of the nose, and required to be constantly treated with peppermint; secondly, that something peculiar in the temperature of my pantry, made the brandy-bottles burst; thirdly, that I was alone in the world, and much given to record that circumstance in fragments of English versification.
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Sin embargo, los días y las semanas transcurrieron. Ya había entrado de hecho en casa de míster Spenlow y Jorkins. Mi tía me daba noventa libras esterlinas al año, pagaba mi alojamiento y otros muchos gastos. Había alquilado mis habitaciones por un año, y aunque todavía las encontraba tristes por la tarde y se me hacían largas las veladas, había terminado por acostumbrarme a una especie de melancolía continua y por resignarme al café de mistress Crupp, y hasta a tragarlo no a tazas, sino a cubos, según recuerdo en aquel período de mi existencia. En aquella época fue cuando hice poco más o menos tres descubrimientos: primero, que mistress Crupp era muy propensa a una indisposición extraordinaria, que ella llamaba «espasmos», generalmente acompañados de inflamación en las fosas nasales, y que exigía como tratamiento un consumo perpetuo de menta; segundo, que debía de haber algo extraño en la temperatura de mi despensa, pues se rompían todas las botellas de aguardiente; y, por último, descubrí que estaba muy solo en el mundo, y me sentía profundamente inclinado a recordarlo en fragmentos de versificación inglesa.
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On the day when I was articled, no festivity took place, beyond my having sandwiches and sherry into the office for the clerks, and going alone to the theatre at night. I went to see The Stranger, as a Doctors′ Commons sort of play, and was so dreadfully cut up, that I hardly knew myself in my own glass when I got home. Mr. Spenlow remarked, on this occasion, when we concluded our business, that he should have been happy to have seen me at his house at Norwood to celebrate our becoming connected, but for his domestic arrangements being in some disorder, on account of the expected return of his daughter from finishing her education at Paris. But, he intimated that when she came home he should hope to have the pleasure of entertaining me. I knew that he was a widower with one daughter, and expressed my acknowledgements.
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El día de mi incorporación definitiva con míster Spenlow y Jorkins lo celebré invitando a los empleados de las oficinas a sándwiches y jerez y yendo por la noche yo solo al teatro. Fui a ver El extranjero, pensando que no desmerecía mi dignidad de pertenecer al Tribunal de Doctores el verla, y volví en tal estado, que no me reconocí en el espejo. Míster Spenlow me dijo que habría tenido mucho gusto en invitarme a pasar la velada en su casa de Norwood, en celebración de las relaciones que se establecían entre nosotros; pero que su casa estaba algo en desorden porque esperaba de un momento a otro la llegada de su hija, que había terminado su educación en París. Añadió, sin embargo, que cuando Ilegara su hija esperaba tener el gusto de recibirme. Yo sabía, en efecto, que era viudo, con una hija única, y le, expresé mi agradecimiento.
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Mr. Spenlow was as good as his word. In a week or two, he referred to this engagement, and said, that if I would do him the favour to come down next Saturday, and stay till Monday, he would be extremely happy. Of course I said I would do him the favour; and he was to drive me down in his phaeton, and to bring me back.
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Míster Spenlow cumplió fielmente su palabra, y quince días después me recordó su promesa, diciéndome que si que ría hacerle el honor de ir a Norwood el sábado siguiente y quedarme hasta el lunes me lo agradecería mucho. Yo respondí, naturalmente, que estaba dispuesto a complacerle, y quedó convenido que me llevaría y me traería en su coche.
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When the day arrived, my very carpet-bag was an object of veneration to the stipendiary clerks, to whom the house at Norwood was a sacred mystery. One of them informed me that he had heard that Mr. Spenlow ate entirely off plate and china; and another hinted at champagne being constantly on draught, after the usual custom of table-beer. The old clerk with the wig, whose name was Mr. Tiffey, had been down on business several times in the course of his career, and had on each occasion penetrated to the breakfast-parlour. He described it as an apartment of the most sumptuous nature, and said that he had drunk brown East India sherry there, of a quality so precious as to make a man wink. We had an adjourned cause in the Consistory that day—about excommunicating a baker who had been objecting in a vestry to a paving-rate—and as the evidence was just twice the length of Robinson Crusoe, according to a calculation I made, it was rather late in the day before we finished. However, we got him excommunicated for six weeks, and sentenced in no end of costs; and then the baker′s proctor, and the judge, and the advocates on both sides (who were all nearly related), went out of town together, and Mr. Spenlow and I drove away in the phaeton.
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Cuando llegó aquel día, hasta mi equipaje era un objeto de veneración para los empleados subalternos, los cuales pensaban en la casa de Norwood como en un misterio sagrado. Uno de ellos me dijo que había oído contar que el servicio de mesa de míster Spenlow era exclusivamente de plata y porcelana de China y, además, que se bebía champán durante toda la comida como se bebe cerveza en otras par tes. El viejo abogado de la peluca, que se llamaba míster Tiffey, había estado muchas veces en Norwood en el transcurso de su carrera y había podido entrar hasta el comedor, que describía como una habitación de lo más suntuosa, tanto más porque había bebido en ella jerez de la Compañía de las Indias, de una calidad tan especial que causaba sorpresa. El Tribunal de Doctores se ocupaba aquel día de un asunto atrasado: condenar a un panadero que se había negado a pagar el impuesto de adoquinado, y como la causa era dos veces más larga que Robinson Crusoe (según un cálculo que hice), aquello terminó algo tarde. Condenamos al panadero a mes y medio de prisión y a pagar daños y perjuicios; después de esto, el procurador del panadero, el juez y los abogados de ambas partes, que eran todos parientes, se fueron juntos hacia la ciudad, y míster Spenlow y yo nos fuimos en su faetón.
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The phaeton was a very handsome affair; the horses arched their necks and lifted up their legs as if they knew they belonged to Doctors′ Commons. There was a good deal of competition in the Commons on all points of display, and it turned out some very choice equipages then; though I always have considered, and always shall consider, that in my time the great article of competition there was starch: which I think was worn among the proctors to as great an extent as it is in the nature of man to bear.
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Era un coche muy elegante; los caballos levantaban la cabeza y movían las patas como si supieran que pertenecían al Tribunal de Doctores. Había mucha competencia entre los doctores sobre cualquier cosa, y teníamos algunos coches muy cuidados, aunque yo siempre había considerado y consideraré que en mi época el gran artículo de competencia era el almidón de los cuellos, pues los procuradores hacían tal consumo de él que no creo que la naturaleza humana pudiera soportar más.
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We were very pleasant, going down, and Mr. Spenlow gave me some hints in reference to my profession. He said it was the genteelest profession in the world, and must on no account be confounded with the profession of a solicitor: being quite another sort of thing, infinitely more exclusive, less mechanical, and more profitable. We took things much more easily in the Commons than they could be taken anywhere else, he observed, and that set us, as a privileged class, apart. He said it was impossible to conceal the disagreeable fact, that we were chiefly employed by solicitors; but he gave me to understand that they were an inferior race of men, universally looked down upon by all proctors of any pretensions.
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Por el camino íbamos muy contentos y míster Spenlow me dio algunos consejos relativos a mi profesión. Decía que era la profesión más distinguida del mundo y que no debía confundirse con el oficio de abogado, pues eran cosas completamente distintas, infinitamente más exclusiva, menos mecánica y de más provecho la de procurador. Tratábamos las cosas mucho más cómodamente allí que en ninguna parte, y esto hacía de nosotros una clase aparte, privilegiada. Me dijo que no podía por meno s de reconocer el hecho desagradable de que casi siempre nos utilizaban los abogados; pero me dio a entender que eran una raza inferior de hombres, universalmente mirados de arriba abajo por todos los procuradores que se respetaban.
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I asked Mr. Spenlow what he considered the best sort of professional business? He replied, that a good case of a disputed will, where there was a neat little estate of thirty or forty thousand pounds, was, perhaps, the best of all. In such a case, he said, not only were there very pretty pickings, in the way of arguments at every stage of the proceedings, and mountains upon mountains of evidence on interrogatory and counter-interrogatory (to say nothing of an appeal lying, first to the Delegates, and then to the Lords), but, the costs being pretty sure to come out of the estate at last, both sides went at it in a lively and spirited manner, and expense was no consideration. Then, he launched into a general eulogium on the Commons. What was to be particularly admired (he said) in the Commons, was its compactness. It was the most conveniently organized place in the world. It was the complete idea of snugness. It lay in a nutshell. For example: You brought a divorce case, or a restitution case, into the Consistory. Very good. You tried it in the Consistory. You made a quiet little round game of it, among a family group, and you played it out at leisure. Suppose you were not satisfied with the Consistory, what did you do then? Why, you went into the Arches. What was the Arches? The same court, in the same room, with the same bar, and the same practitioners, but another judge, for there the Consistory judge could plead any court-day as an advocate. Well, you played your round game out again. Still you were not satisfied. Very good. What did you do then? Why, you went to the Delegates. Who were the Delegates? Why, the Ecclesiastical Delegates were the advocates without any business, who had looked on at the round game when it was playing in both courts, and had seen the cards shuffled, and cut, and played, and had talked to all the players about it, and now came fresh, as judges, to settle the matter to the satisfaction of everybody! Discontented people might talk of corruption in the Commons, closeness in the Commons, and the necessity of reforming the Commons, said Mr. Spenlow solemnly, in conclusion; but when the price of wheat per bushel had been highest, the Commons had been busiest; and a man might lay his hand upon his heart, and say this to the whole world,—′Touch the Commons, and down comes the country!′
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Pregunté a míster Spenlow qué negocios profesionales le parecían los mejores, y me dijo que una buena causa de testamento, donde se trate de un pequeño estado de treinta o cuarenta mil libras, era quizá lo mejor de todo. En un caso así, decía, no solamente hay a cada momento una buena cosecha de ganancias, por vía de argumentación, sino que además los papeles se van amontonando con los testimonios, los interrogatorios, los contrainterrogatorios (y no hay que decir nada si apelan primero a los delegados y después a los lores, pues como tienen asegurado el pago con el valor de la propiedad, ambas partes siguen con valor hacia adelante sin preocuparse del gasto). Después se lanzó a elogiar al Tribunal. Decía que lo más digno de admirar en él era su concentración. Era el mejor organizado del mundo; se tenía todo a mano. Por ejemplo: llevaban una causa de divorcio, o una causa de restitución al Consistorio. Muy bien. Se intentaba en el Consistorio, y se hacía como un juego en familia y con toda tranquilidad. Supongamos que no quedasen satisfechos con el Consistorio. ¿Qué se hace? Pues se lleva a los Arcos. ¿Y qué es el Tribunal de los Arcos? Pues el mismo Tribunal, en la misma habitación, con el mismo foro y los mismos consejeros, pero con otro juez; pero el del Consistorio puede it allí cuando le conviene como abogado. Bien; allí vuelve a empezar el juego. ¿Todavía no se está satisfecho? Muy bien. ¿Qué se hace entonces? Pues lo pueden llevar a los delegados. ¿Y quiénes son los delegados? Pues verá usted. Los delegados eclesiásticos son los abogados sin causas, que han visto el juego de los dos Tribunales, que han visto dar las cartas, echarlas y cortarlas; que han hablado con todos los jugadores, y que después de esto se presentan como jueces completamente extraños al asunto para arreglarlo todo a la mayor satisfacción general. Los descontentos podrán hablar de la corrupción del Tribunal, de la insuficiencia del Tribunal, de la necesidad de reformas en el Tribunal; pero así y todo -terminó solemnemente míster Spenlow-, cuando el precio del trigo por áridos está alto, el Tribunal tiene más trabajo, y si un hombre sincero se pone la mano en el corazón, no podrá por menos de decir al mundo entero: «Si llega a tocarse al Tribunal de Doctores, se acabó el país».
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I listened to all this with attention; and though, I must say, I had my doubts whether the country was quite as much obliged to the Commons as Mr. Spenlow made out, I respectfully deferred to his opinión. That about the price of wheat per bushel, I modestly felt was too much for my strength, and quite settled the question. I have never, to this hour, got the better of that bushel of wheat. It has reappeared to annihilate me, all through my life, in connexion with all kinds of subjects. I don′t know now, exactly, what it has to do with me, or what right it has to crush me, on an infinite variety of occasions; but whenever I see my old friend the bushel brought in by the head and shoulders (as he always is, I observe), I give up a subject for lost.
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Yo le escuchaba con atención, aunque debo confesar que tenía mis dudas respecto a que la nación tuviera tanto que agradecerles como míster Spenlow decía. Sin embargo, acepté respetuosamente sus opiniones. En cuanto a la gestión del precio del trigo, sentía modestamente que aquello estaba por encima de mi inteligencia. Todavía ahora no he podido comprenderlo, y muchas veces después, a través de mi vida, ha surgido para aniquilarme. Todavía no sé lo que aquello tendría que ver conmigo ni con qué derecho se mezclaba en mis cosas; pero en cuanto mi antiguo conocido el « árido» aparecía en escena, podía dar el asunto por perdido.
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This is a digression. I was not the man to touch the Commons, and bring down the country. I submissively expressed, by my silence, my acquiescence in all I had heard from my superior in years and knowledge; and we talked about The Stranger and the Drama, and the pairs of horses, until we came to Mr. Spenlow′s gate.
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Pero esto es una digresión; yo no era hombre para tocar el Tribunal de Doctores ni para revolucionar el país; humildemente expresé, con mi silencio, que asentía a todo cuanto había dicho mi superior en edad y conocimientos y nos pusimos a hablar de El extranjero, del drama en general y del tronco de caballos que nos arrastraba, hasta que llegamos ante la puerta de míster Spenlow.
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There was a lovely garden to Mr. Spenlow′s house; and though that was not the best time of the year for seeing a garden, it was so beautifully kept, that I was quite enchanted. There was a charming lawn, there were clusters of trees, and there were perspective walks that I could just distinguish in the dark, arched over with trellis-work, on which shrubs and flowers grew in the growing season. ′Here Miss Spenlow walks by herself,′ I thought. ′Dear me!′
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La casa de míster Spenlow tenía un bonito jardín, y aunque no era buena época para verlo, estaba tan cuidado, que me entusiasmó totalmente. Era un sitio delicioso, con el césped, los árboles y aquella perspectiva de senderos que se perdían en la oscuridad de los arcos, cubiertos sin duda de flores y plantas trepadoras en la primavera. «Por aquí paseará miss Spenlow», pensé.
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We went into the house, which was cheerfully lighted up, and into a hall where there were all sorts of hats, caps, great-coats, plaids, gloves, whips, and walking-sticks. ′Where is Miss Dora?′ said Mr. Spenlow to the servant. ′Dora!′ I thought. ′What a beautiful name!′
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Entramos en la casa, que estaba alegremente iluminada, y me encontré en un vestíbulo lleno de sombreros, gabanes, guantes, fustas y bastones. -¿Dónde está miss Dora? -dijo míster Spenlow al criado. « Dora, pensé, ¡qué nombre tan bonito! »
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We turned into a room near at hand (I think it was the identical breakfast-room, made memorable by the brown East Indian sherry), and I heard a voice say, ′Mr. Copperfield, my daughter Dora, and my daughter Dora′s confidential friend!′ It was, no doubt, Mr. Spenlow′s voice, but I didn′t know it, and I didn′t care whose it was. All was over in a moment. I had fulfilled my destiny. I was a captive and a slave. I loved Dora Spenlow to distraction!
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Entramos en una habitación (contigua al comedor en que el antiguo empleado había bebido jerez de la Compañía de las Indias) y oí que decían: -Míster Copperfield: mi hija Dora y la amiga de confianza de mi hija. No tenía duda; era la voz de míster Spenlow; pero yo no me daba cuenta, y además me tenía sin cuidado. Todo había terminado; mi destino estaba cumplido. Estaba cautivo y esclavo. Amaba a Dora Spenlow con locura.
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She was more than human to me. She was a Fairy, a Sylph, I don′t know what she was—anything that no one ever saw, and everything that everybody ever wanted. I was swallowed up in an abyss of love in an instant. There was no pausing on the brink; no looking down, or looking back; I was gone, headlong, before I had sense to say a word to her.
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Me pareció una criatura sobrehumana, un hada, una sílfide, no sé qué, algo que nunca había visto y que todos deseamos siempre. Desaparecí en un abismo de amor, sin detenerme en el borde, sin mirar adelante ni atrás; me lancé de cabeza antes de haber podido decirle una palabra.
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′I,′ observed a well-remembered voice, when I had bowed and murmured something, ′have seen Mr. Copperfield before.′
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-Ya conocía a míster Copperfield - me dijo otra voz muy conocida, cuando me inclinaba murmurando algo.
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The speaker was not Dora. No; the confidential friend, Miss Murdstone!
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La que hablaba no era Dora, no; era su amiga de confianza, miss Murdstone.
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I don′t think I was much astonished. To the best of my judgement, no capacity of astonishment was left in me. There was nothing worth mentioning in the material world, but Dora Spenlow, to be astonished about. I said, ′How do you do, Miss Murdstone? I hope you are well.′ She answered, ′Very well.′ I said, ′How is Mr. Murdstone?′ She replied, ′My brother is robust, I am obliged to you.′
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No me sorprendí demasiado; había perdido la facultad de sorprenderme. ¡No había nada en la tierra ni en el mundo material que mereciese sorprenderme fuera de Dora Spenlow! Dije: «¿Cómo está usted, mis Murdstone? Espero que siga usted bien». Ella me contestó: «Muy bien». Y yo dije: «¿Cómo está míster Murdstone?». Y me contestó: «Mi hermano está en perfecta salud, muchas gracias».
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Mr. Spenlow, who, I suppose, had been surprised to see us recognize each other, then put in his word.
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Míster Spenlow, que se había sorprendido al ver que nos conocíamos mutuamente, dijo:
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′I am glad to find,′ he said, ′Copperfield, that you and Miss Murdstone are already acquainted.′
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-Me alegro mucho, Copperfield, de ver que usted y miss Murdstone se conocen de antes.
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′Mr. Copperfield and myself,′ said Miss Murdstone, with severe composure, ′are connexions. We were once slightly acquainted. It was in his childish days. Circumstances have separated us since. I should not have known him.′
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-Míster Copperfield y yo -dijo miss Murdstone con severa compostura- nos conocemos desde los días de su infancia. Las circunstancias nos han separado después, y yo no lo habría reconocido.
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I replied that I should have known her, anywhere. Which was true enough.
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Yo contesté que la habría reconocido en cualquier parte, y era verdad.
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′Miss Murdstone has had the goodness,′ said Mr. Spenlow to me, ′to accept the office—if I may so describe it—of my daughter Dora′s confidential friend. My daughter Dora having, unhappily, no mother, Miss Murdstone is obliging enough to become her companion and protector.′
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-Mis Murdstone ha tenido la bondad -me dijo míster Spenlow- de aceptar el oficio, si puedo llamarlo así, de amiga de confianza de mi hija Dora. Mi hija tiene la desgracia de haber perdido a su madre, y miss Murdstone se dedica a acompañarla y protegerla.
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A passing thought occurred to me that Miss Murdstone, like the pocket instrument called a life-preserver, was not so much designed for purposes of protection as of assault. But as I had none but passing thoughts for any subject save Dora, I glanced at her, directly afterwards, and was thinking that I saw, in her prettily pettish manner, that she was not very much inclined to be particularly confidential to her companion and protector, when a bell rang, which Mr. Spenlow said was the first dinner-bell, and so carried me off to dress.
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Pensé que miss Murdstone, como esas pistolas de bolsillo que llaman « protectoras», estaba más hecha para atacar que para defender; pero aquella idea no hizo más que atravesar rápidamente por mi espíritu, como todas las que no se relacionaban con Dora, a quien no dejaba de mirar; y me pareció ver en sus gestos monísimos, un poco tercos y caprichosos, que no estaba muy dispuesta a poner su confianza en aquella compañera y protectora. Pero sonó una campana, y míster Spenlow dijo que era la primera llamada para la comida, y me condujo a mi habitación por si quería arreglarme.
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The idea of dressing one′s self, or doing anything in the way of action, in that state of love, was a little too ridiculous. I could only sit down before my fire, biting the key of my carpet-bag, and think of the captivating, girlish, bright-eyed lovely Dora. What a form she had, what a face she had, what a graceful, variable, enchanting manner!
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La idea de vestirme, de hacer algo, de moverme siquiera, en aquel estado de amor, habría sido ridícula. No pude más que sentarme ante el fuego, con la llave del maletín en la mano, y pensar en lo encantadora, en lo chiquilla, en los ojos brillantes que tenía la deliciosa Dora. ¡Qué figura, qué rostro, qué gracia la de sus movimientos!
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The bell rang again so soon that I made a mere scramble of my dressing, instead of the careful operation I could have wished under the circumstances, and went downstairs. There was some company. Dora was talking to an old gentleman with a grey head. Grey as he was—and a great-grandfather into the bargain, for he said so—I was madly jealous of him.
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La campana sonó tan pronto, que apenas tuve tiempo de ponerme de cualquier modo el traje. ¡Yo, que hubiera querido poner especial cuidado en semejantes circunstancias! En el comedor había algunas personas, y Dora hablaba con un caballero de cabellos blancos. A pesar de la blancura de sus cabellos y de sus biznietos, él mismo confesaba que era bisabuelo, estaba horriblemente celoso de él.
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What a state of mind I was in! I was jealous of everybody. I couldn′t bear the idea of anybody knowing Mr. Spenlow better than I did. It was torturing to me to hear them talk of occurrences in which I had had no share. When a most amiable person, with a highly polished bald head, asked me across the dinner table, if that were the first occasion of my seeing the grounds, I could have done anything to him that was savage and revengeful.
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¡Qué estado de espíritu aquel en que estaba sumergido! ¡Sentía celos de todo el mundo! No podía soportar la idea de que nadie conociese a míster Spenlow mejor que yo. Era una tortura para mí el oír hablar de sucesos en los que yo no había tomado parte. A un señor completamente calvo, de cabeza reluciente y muy amable, se le ocurrió preguntarme, a través de la mesa, si era la primera vez que veía el jardín. En mi cólera feroz y salvaje, no sé lo que habría hecho.
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I don′t remember who was there, except Dora. I have not the least idea what we had for dinner, besides Dora. My impression is, that I dined off Dora, entirely, and sent away half-a-dozen plates untouched. I sat next to her. I talked to her. She had the most delightful little voice, the gayest little laugh, the pleasantest and most fascinating little ways, that ever led a lost youth into hopeless slavery. She was rather diminutive altogether. So much the more precious, I thought.
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A los demás invitados no los recuerdo; sólo recuerdo a Dora. No tengo idea de lo que comimos; sólo vi a Dora. Creo verdaderamente que me alimenté de Dora, pues rechacé media docena de platos sin tocarlos. Estaba sentado a su lado, y le hablaba; ella tenía la voz más dulce, la risa mas alegre, los movimientos más encantadores y más seductores que hayan esclavizado nunca a un pobre muchacho loco. En ella todo era diminuto, y eso me parecía que la hacía todavía más preciosa.
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When she went out of the room with Miss Murdstone (no other ladies were of the party), I fell into a reverie, only disturbed by the cruel apprehension that Miss Murdstone would disparage me to her. The amiable creature with the polished head told me a long story, which I think was about gardening. I think I heard him say, ′my gardener′, several times. I seemed to pay the deepest attention to him, but I was wandering in a garden of Eden all the while, with Dora.
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Cuando dejó el comedor con miss Murdstone (no había allí más señoras), caí en un dulce ensueño, turbado sólo por la viva inquietud de que miss Murdstone le hablase mal de mí. El señor amable y calvo me contó una larga historia de horticultura, según creo. Me pareció que le oía repetir muchas veces «mi jardinero», y hacía como que le prestaba la mayor atención; pero en realidad erraba durante aquel tiempo por el jardín del Edén con Dora.
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My apprehensions of being disparaged to the object of my engrossing affection were revived when we went into the drawing-room, by the grim and distant aspect of Miss Murdstone. But I was relieved of them in an unexpected manner.
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Mis temores de ser perjudicado ante ella se reanudaron, cuando volvimos al salón, al ver el rostro sombrío de miss Murdstone. Pero me tranquilicé de una manera inesperada.
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′David Copperfield,′ said Miss Murdstone, beckoning me aside into a window. ′A word.′
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-David Copperfield -dijo miss Murdstone haciéndome una seña para que me acercara con ella a una ventana-, ¡una palabra!
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I confronted Miss Murdstone alone.
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Me encontré frente a miss Murdstone.
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′David Copperfield,′ said Miss Murdstone, ′I need not enlarge upon family circumstances. They are not a tempting subject.′ ′Far from it, ma′am,′ I returned.
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-David Copperfield -me dijo miss Murdstone-, no tengo necesidad de extenderme sobre nuestras circunstancias familiares; el asunto no es tentador.
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′Far from it,′ assented Miss Murdstone. ′I do not wish to revive the memory of past differences, or of past outrages. I have received outrages from a person—a female I am sorry to say, for the credit of my sex—who is not to be mentioned without scorn and disgust; and therefore I would rather not mention her.′
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-Muy lejos de ello, señorita -repliqué. -Muy lejos de ello -repitió miss Murdstone -. No tengo ningún deseo de recordar querellas pasadas ni injurias olvidadas. He sido insultada por una persona, una mujer, siento decirlo por el honor del sexo, y como no podría hablar de ella sin desprecio y sin asco, prefiero no mencionarla.
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I felt very fiery on my aunt′s account; but I said it would certainly be better, if Miss Murdstone pleased, not to mention her. I could not hear her disrespectfully mentioned, I added, without expressing my opinión in a decided tone.
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Estuve a punto de acalorarme defendiendo a mi tía. Pero me contuve y le dije que, en efecto, sería más delicado el no, aludir a ello, y añadí que no consentiría oír hablar de mi tía más que con respeto, y de no ser así, tomaría su defensa.
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Miss Murdstone shut her eyes, and disdainfully inclined her head; then, slowly opening her eyes, resumed:
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Miss Murdstone cerró los ojos, inclinó la cabeza con desdén y, después, volviendo a abrirlos lentamente, repuso:
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′David Copperfield, I shall not attempt to disguise the fact, that I formed an unfavourable opinión of you in your childhood. It may have been a mistaken one, or you may have ceased to justify it. That is not in question between us now. I belong to a family remarkable, I believe, for some firmness; and I am not the creature of circumstance or change. I may have my opinión of you. You may have your opinión of me.′
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-David Copperfield, no trataré de ocultarle que la opinión que tengo de usted es muy desfavorable desde su infancia. Quizá me he equivocado, o usted ha dejado de justificar esa opinión; por el momento, no se trata de eso. Formo parte de una familia notable, así lo creo, por su firmeza, y no soy persona a quien cambie las circunstancias. Puedo tener mi opinión sobre usted, como usted puede tenerla sobre mí.
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I inclined my head, in my turn.
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Incliné la cabeza a mi vez.
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′But it is not necessary,′ said Miss Murdstone, ′that these opinions should come into collision here. Under existing circumstances, it is as well on all accounts that they should not. As the chances of life have brought us together again, and may bring us together on other occasions, I would say, let us meet here as distant acquaintances. Family circumstances are a sufficient reason for our only meeting on that footing, and it is quite unnecessary that either of us should make the other the subject of remark. Do you approve of this?′
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-Pero no es necesario --dijo miss Murdstone- que hagamos aquí gala de esas opiniones. En las circunstancias actuales vale más para todos que no sea así. Puesto que las casualidades de la vida nos han acercado de nuevo y que otras ocasiones semejantes pueden presentarse, soy de la opinión de que nos tratemos uno a otro como simples conocidos. Nuestro parentesco lejano es razón suficiente para explicar esa clase de relaciones, y es inútil ponernos en evidencia. ¿Es usted de la misma opinión?
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′Miss Murdstone,′ I returned, ′I think you and Mr. Murdstone used me very cruelly, and treated my mother with great unkindness. I shall always think so, as long as I live. But I quite agree in what you propose.′
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-Miss Murdstone -repliqué-, opino que mister Murdstone y usted se han portado conmigo cruelmente y que han tratado a mi madre con mucha dureza; conservaré esta opinión mientras viva. Pero comparto plenamente lo que me propone.
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Miss Murdstone shut her eyes again, and bent her head. Then, just touching the back of my hand with the tips of her cold, stiff fingers, she walked away, arranging the little fetters on her wrists and round her neck; which seemed to be the same set, in exactly the same state, as when I had seen her last. These reminded me, in reference to Miss Murdstone′s nature, of the fetters over a jail door; suggesting on the outside, to all beholders, what was to be expected within.
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Miss Murdstone cerró de nuevo los ojos a inclinó otra vez la cabeza; después, tocando el reverso de mi mano con sus dedos rígidos y helados, se alejó arreglando las cadenitas que llevaba en los brazos y en el cuello; las mismas, y en el mismo estado exactamente, que la última vez que la había visto. Entonces, pensando en el carácter de miss Murdstone, recordé las cadenas que ponen en las puertas de las prisiones para anunciar a todo transeúnte lo que debe esperarse encontrar dentro.
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All I know of the rest of the evening is, that I heard the empress of my heart sing enchanted ballads in the French language, generally to the effect that, whatever was the matter, we ought always to dance, Ta ra la, Ta ra la! accompanying herself on a glorified instrument, resembling a guitar. That I was lost in blissful delirium. That I refused refreshment. That my soul recoiled from punch particularly. That when Miss Murdstone took her into custody and led her away, she smiled and gave me her delicious hand. That I caught a view of myself in a mirror, looking perfectly imbecile and idiotic. That I retired to bed in a most maudlin state of mind, and got up in a crisis of feeble infatuation.
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Todo lo que sé del resto de la velada es que oí a la soberana de mi corazón cantar maravillosas baladas francesas cuyos significados eran, por lo general, que en todo momento había que bailar ¡tralalá, tralalá! Se acompañaba de un instrumento mágico, que parecía una guitarra. Yo estaba sumergido en un delirio de bienaventuranzas. Rechacé todo refresco. El ponche en particular me repugnaba. Cuando miss Murdstone se acercó para llevársela, me sonrió y me tendió su encantadora mano. Yo lancé por casualidad una mirada a un espejo, y vi que tenía todo el aspecto de un imbécil, de un idiota. Volví a mi habitación en completo estado de imbecilidad, y me levanté al día siguiente sumergido todavía en el mismo éxtasis.
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It was a fine morning, and early, and I thought I would go and take a stroll down one of those wire-arched walks, and indulge my passion by dwelling on her image. On my way through the hall, I encountered her little dog, who was called Jip—short for Gipsy. I approached him tenderly, for I loved even him; but he showed his whole set of teeth, got under a chair expressly to snarl, and wouldn′t hear of the least familiarity.
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Hacía un día hermoso, y como me había levantado muy temprano, pensé que podría pasearme por una de aquellas avenidas alimentando mi pasión con su recuerdo. Al atrave - sar el vestíbulo me encontré a su perrito; se llamaba Jip, diminutivo de Gipsy. Me acerqué a él con ternura, pues mi amor se extendía hasta él; pero me enseñó los dientes y se refugió debajo de una silla, gruñendo, sin permitirme la menor familiaridad.
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The garden was cool and solitary. I walked about, wondering what my feelings of happiness would be, if I could ever become engaged to this dear wonder. As to marriage, and fortune, and all that, I believe I was almost as innocently undesigning then, as when I loved little Em′ly. To be allowed to call her ′Dora′, to write to her, to dote upon and worship her, to have reason to think that when she was with other people she was yet mindful of me, seemed to me the summit of human ambition—I am sure it was the summit of mine. There is no doubt whatever that I was a lackadaisical young spooney; but there was a purity of heart in all this, that prevents my having quite a contemptuous recollection of it, let me laugh as I may.
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El jardín estaba fresco y solitario; yo me paseaba pensando en la felicidad que sentiría si llegara alguna vez a ser novio de aquella maravillosa criatura. En cuanto al matrimonio, o a la fortuna, creo que estaba tan alejado de todo pensamiento de aquel género como en los tiempos en que amaba a la pequeña Emily. Llegar a poder llamarla Dora, a escribirle, a amarla, a adorarla, a creer que ella no me olvidaba, aunque estuviera rodeada de otros amigos, era para mí el máximo de la ambición humana. No hay duda de que yo era entonces un pobre muchacho ridículo y sentimental; pero aquellos sentimientos demostraban tal pureza de corazón que me impiden despreciar absolutamente su recuerdo, por risible que me parezca hoy.
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I had not been walking long, when I turned a corner, and met her. I tingle again from head to foot as my recollection turns that corner, and my pen shakes in my hand.
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Me paseaba hacía poco rato, cuando a la vuelta de un sendero me encontré con Dora. Todavía enrojezco de pies a cabeza al recordarlo y la pluma me tiembla entre los dedos.
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′You—are—out early, Miss Spenlow,′ said I.
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-Sale... usted muy temprano, miss Spenlow - le dije.
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′It′s so stupid at home,′ she replied, ′and Miss Murdstone is so absurd! She talks such nonsense about its being necessary for the day to be aired, before I come out. Aired!′ (She laughed, here, in the most melodious manner.) ′On a Sunday morning, when I don′t practise, I must do something. So I told papa last night I must come out. Besides, it′s the brightest time of the whole day. Don′t you think so?′
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-¡Oh! Me aburro en casa; miss Murdstone es tan absurda. Tiene las ideas más extrañas sobre la necesidad de que la atmósfera esté bien purificada antes de que yo salga. ¡Purificada! (Aquí se echó a reír con la risa más melodiosa.) Los domingos por la mañana no estudio, y algo tengo que hacer. Anoche le dije a papá que estaba decidida a salir. Además, es el momento más hermoso del día, ¿no cree usted?
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I hazarded a bold flight, and said (not without stammering) that it was very bright to me then, though it had been very dark to me a minute before.
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Emprendí el vuelo aturdidamente y le dije, o mejor dicho balbucí, que el tiempo me parecía magnífico en aquel momento; pero que hacía un instante me parecía muy triste.
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′Do you mean a compliment?′ said Dora, ′or that the weather has really changed?′
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-¿Es un cumplido --dijo Dora-, o es que el tiempo ha cambiado en realidad?
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I stammered worse than before, in replying that I meant no compliment, but the plain truth; though I was not aware of any change having taken place in the weather. It was in the state of my own feelings, I added bashfully: to clench the explanation.
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Contesté, balbuciendo más que nunca, que no era un cumplido, sino la verdad, aunque no había observado el menor cambio en el tiempo; me refería únicamente al que se había producido en mis sentimientos, añadí tímidamente, para terminar la explicación.
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I never saw such curls—how could I, for there never were such curls!—as those she shook out to hide her blushes. As to the straw hat and blue ribbons which was on the top of the curls, if I could only have hung it up in my room in Buckingham Street, what a priceless possession it would have been!
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Nunca he visto bucles semejantes a los que entonces sacudió Dora para ocultar su rubor; pero no es extraño que no los hubiera visto, pues no había bucles semejantes en el mundo. En cuanto al sombrero de paja con cintas azules que coronaba aquellos bucles, ¡qué tesoro tan inestimable para colgar en mi habitación de Buckinghan-Street, si lo hubiera tenido en mi poder!
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′You have just come home from Paris,′ said I.
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-¿Llega usted de París? - le dije.
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′Yes,′ said she. ′Have you ever been there?′
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-Sí -respondió-. ¿Ha estado usted allí alguna vez?
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′No.′
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-No.
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′Oh! I hope you′ll go soon! You would like it so much!′
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-¿Irá usted pronto? ¡Le gustará tanto!
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Traces of deep-seated anguish appeared in my countenance. That she should hope I would go, that she should think it possible I could go, was insupportable. I depreciated Paris; I depreciated France. I said I wouldn′t leave England, under existing circumstances, for any earthly consideration. Nothing should induce me. In short, she was shaking the curls again, when the little dog came running along the walk to our relief.
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Mi fisonomía expresó un profundo sufrimiento. No podía resignarme a pensar que esperaba verme marchar a París, que suponía que podría tener siquiera la idea de ir. ¡Mucho me importaba a mí París y Francia entera! Me sería imposible, en las circunstancias actuales, abandonar Inglaterra ni por todos los tesoros del mundo. Nada podría decidirme. En resumen, dije tanto, que ella empezaba de nuevo a esconder la cara tras los bucles, cuando a lo largo del sendero llegó corriendo el perrito, para descanso nuestro.
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He was mortally jealous of me, and persisted in barking at me. She took him up in her arms—oh my goodness!—and caressed him, but he persisted upon barking still. He wouldn′t let me touch him, when I tried; and then she beat him. It increased my sufferings greatly to see the pats she gave him for punishment on the bridge of his blunt nose, while he winked his eyes, and licked her hand, and still growled within himself like a little double-bass. At length he was quiet—well he might be with her dimpled chin upon his head!—and we walked away to look at a greenhouse.
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Estaba horriblemente celoso de mí, y se obstinaba en ladrarme entre las piernas. Ella lo cogió en brazos ¡oh Dios mío! y le acarició, sin que dejara de ladrar. No quería que yo le tocara, y entonces ella le pegó; mis sufrimientos aumentaban al ver los golpecitos que le daba en el hocico para castigarle, mientras él guiñaba los ojos y le lamía las manos, al mismo tiempo que continuaba gruñendo entre dientes en voz baja. Por fin se tranquilizó (¡ya lo creo, con aq uella barbillita con hoyuelos apoyada en su hocico!) y tomamos el camino de la terraza.
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′You are not very intimate with Miss Murdstone, are you?′ said Dora. —′My pet.′
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-No time usted demasiada amistad con miss Murdstone, ¿verdad? -dijo Dora- ¡Querido mío! (Estas dos últimas palabras se dirigían al perro. ¡Oh si hubiese sido a mí!) -No -repliqué yo-; ninguna.
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(The two last words were to the dog. Oh, if they had only been to me!)
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(Estas dos últimas palabras se dirigían al perro. ¡Oh si hubiese sido a mí!)
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′No,′ I replied. ′Not at all so.′
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-No -repliqué yo-; ninguna.
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′She is a tiresome creature,′ said Dora, pouting. ′I can′t think what papa can have been about, when he chose such a vexatious thing to be my companion. Who wants a protector? I am sure I don′t want a protector. Jip can protect me a great deal better than Miss Murdstone,—can′t you, Jip, dear?′
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-Es muy fastidiosa -añadió haciendo un gestito-. Yo no sé en qué ha estado pensando papá para traerme de compañera a una persona tan insoportable. ¡No parece sino que necesita una que la protejan! ¡No seré yo! ,lip es mucho mejor protector que miss Murdstone. ¿No es verdad, Jip, amor mío?
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He only winked lazily, when she kissed his ball of a head.
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Él se contentó con cerrar los ojos descuidadamente, mientras ella besaba su cabecita.
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′Papa calls her my confidential friend, but I am sure she is no such thing—is she, Jip? We are not going to confide in any such cross people, Jip and I. We mean to bestow our confidence where we like, and to find out our own friends, instead of having them found out for us—don′t we, Jip?′
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-Papá le llama mi amiga de confianza; pero eso no es cierto, ¿verdad, Jip? No tenemos la intención de dar nuestra confianza a personas tan gruñonas, ¿,no es verdad, Jip? Tenemos la intención de ponerla en quien nos dé la gana, y de buscarnos solos nuestros amigos, sin que nos los vayan a descubrir, ¿no es verdad, Jip? Jip, en respuesta, hizo un ruido que se parecía bastante al de un puchero que hirviese.
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Jip made a comfortable noise, in answer, a little like a tea-kettle when it sings. As for me, every word was a new heap of fetters, riveted above the last.
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En cuanto a mí, cada palabra era un anillo que añadían a mi cadena.
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′It is very hard, because we have not a kind Mama, that we are to have, instead, a sulky, gloomy old thing like Miss Murdstone, always following us about—isn′t it, Jip? Never mind, Jip. We won′t be confidential, and we′ll make ourselves as happy as we can in spite of her, and we′ll tease her, and not please her—won′t we, Jip?′
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-Es muy duro que porque no tengamos madre nos veamos obligados a arrastrar a una mujer vieja, fastidiosa, antipática, como miss Murdstone, tras de nosotros, ¿no es verdad, Jip? Pero no te preocupes, Jip, no le daremos nuestra confianza, y disfrutaremos todo lo que podamos a pesar suyo, y le haremos rabiar; es todo lo que podemos hacer por ella, ¿no es verdad, Jip?
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If it had lasted any longer, I think I must have gone down on my knees on the gravel, with the probability before me of grazing them, and of being presently ejected from the premises besides. But, by good fortune the greenhouse was not far off, and these words brought us to it.
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Si aquel diálogo hubiera durado dos minutos más, creo que habría terminado por caer de rodillas en la arena, a riesgo de arañármelas y de que, además, me despidieran. Pero, afortunadamente, la terraza estaba cerca y llegamos al mismo tiempo que terminaba de hablar.
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It contained quite a show of beautiful geraniums. We loitered along in front of them, and Dora often stopped to admire this one or that one, and I stopped to admire the same one, and Dora, laughing, held the dog up childishly, to smell the flowers; and if we were not all three in Fairyland, certainly I was. The scent of a geranium leaf, at this day, strikes me with a half comical half serious wonder as to what change has come over me in a moment; and then I see a straw hat and blue ribbons, and a quantity of curls, and a little black dog being held up, in two slender arms, against a bank of blossoms and bright leaves.
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Estaba llena de geranios, y quedamos en contemplación ante las flores. Dora saltaba sin cesar para admirar una planta, y después otra; y yo me detenía para admirar las que ella admiraba. Dora, al mismo tiempo que se reía, levantaba al perro en sus brazos, con un gesto infantil, para que oliese las flores; si no estábamos los tres en el paraíso yo por mi parte lo estaba. El perfume de una hoja de geranio me da todavía ahora una emoción mitad cómica mitad seria, que cambia al instante la luz de mis ideas. Veo enseguida el sombrero de paja con las cintas azules sobre un bosque de bucles, y un perrito negro levantado por dos preciosos y finos brazos, para hacerle respirar el perfume de las flores y de las hojas.
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Miss Murdstone had been looking for us. She found us here; and presented her uncongenial cheek, the little wrinkles in it filled with hair powder, to Dora to be kissed. Then she took Dora′s arm in hers, and marched us into breakfast as if it were a soldier′s funeral.
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Miss Murdstone nos buscaba. Nos encontró y presentó su mejilla absurda a Dora para que besara sus arrugas, llenas de polvo de arroz; después cogió el brazo de su amiga de confianza y nos dirigimos a desayunar, como si fuéramos al entierro de un soldado.
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How many cups of tea I drank, because Dora made it, I don′t know. But, I perfectly remember that I sat swilling tea until my whole nervous system, if I had had any in those days, must have gone by the board. By and by we went to church. Miss Murdstone was between Dora and me in the pew; but I heard her sing, and the congregation vanished. A sermon was delivered—about Dora, of course—and I am afraid that is all I know of the service.
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Yo no sé el número de tazas de té que acepté porque era Dora quien lo había hecho; pero recuerdo perfectamente que consumí tantas que debían haberme destruido para siempre el sistema nervioso, si hubiera tenido nervios en aquella época. Un poco más tarde fuimos a la iglesia. Miss Murdstone se puso entre los dos; pero yo oía cantar a Dora, y no veía a nadie más. Hubo sermón (naturalmente sobre Dora ...) y me temo que eso fue todo lo que saqué en limpio del servicio divino.
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We had a quiet day. No company, a walk, a family dinner of four, and an evening of looking over books and pictures; Miss Murdstone with a homily before her, and her eye upon us, keeping guard vigilantly. Ah! little did Mr. Spenlow imagine, when he sat opposite to me after dinner that day, with his pocket-handkerchief over his head, how fervently I was embracing him, in my fancy, as his son-in-law! Little did he think, when I took leave of him at night, that he had just given his full consent to my being engaged to Dora, and that I was invoking blessings on his head!
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El día pasó tranquilamente. No vino nadie; después paseamos, comimos en familia y pasamos la velada mirando libros y grabados. Pero miss Murdstone, con una homilía en la mano y los ojos fijos en nosotros, montaba la guardia de vigilancia. ¡Ah! Míster Spenlow no sospechaba, cuando estaba sentado frente a mí después de comer, el ardor con que yo le estrechaba, en mi imaginación, entre mis brazos, como el más tierno de los yernos. No sospechaba, cuando me despedí de él por la noche, que acababa de dar su consentimiento a mi noviazgo con Dora, y que yo reclamaba, en agradecimiento, todas las bendiciones del cielo para él.
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We departed early in the morning, for we had a Salvage case coming on in the Admiralty Court, requiring a rather accurate knowledge of the whole science of navigation, in which (as we couldn′t be expected to know much about those matters in the Commons) the judge had entreated two old Trinity Masters, for charity′s sake, to come and help him out. Dora was at the breakfast-table to make the tea again, however; and I had the melancholy pleasure of taking off my hat to her in the phaeton, as she stood on the door-step with Jip in her arms.
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Al día siguiente partimos temprano, pues había una causa de salvamento en la Cámara del Almirantazgo que exigía un conocimiento bastante exacto de toda la ciencia de la navegación. Ahora bien, como en esa materia no estábamos muy duchos en el Tribunal, el juez había rogado a dos viejos, Trinit y Martersn, que tuvieran la caridad de ir en su ayuda. Dora estaba ya en la mesa haciéndonos el té, y tuve el triste placer de saludarla desde lo alto del faetón, mientras ella estaba en el dintel de la puerta con Jip en sus brazos.
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What the Admiralty was to me that day; what nonsense I made of our case in my mind, as I listened to it; how I saw ′DORA′ engraved upon the blade of the silver oar which they lay upon the table, as the emblem of that high jurisdiction; and how I felt when Mr. Spenlow went home without me (I had had an insane hope that he might take me back again), as if I were a mariner myself, and the ship to which I belonged had sailed away and left me on a desert island; I shall make no fruitless effort to describe. If that sleepy old court could rouse itself, and present in any visible form the daydreams I have had in it about Dora, it would reveal my truth.
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No intentaré inútiles esfuerzos para describir lo que la Cámara del Almirantazgo me pareció aquel día, ni la confusión de mi espíritu sobre el asunto que se trataba en ella; no diré cómo leía el nombre de Dora escrito sobre la rama de plata puesta encima de la mesa como emblema de nuestra alta jurisdicción, ni lo que sentí cuando míster Spenlow se volvió a su casa sin mí. (Había abrigado la esperanza insensata de que quizá me llevaría.) Me parecía que era un marinero abandonado por su buque en una isla desierta. Si aquel viejo Tribunal pudiera despertarse de su amodorramiento y presentar en una forma visible todos los hermosos sueños que hice allí sobre Dora, acudiría a ella para dar testimonio de la verdad de mis palabras.
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I don′t mean the dreams that I dreamed on that day alone, but day after day, from week to week, and term to term. I went there, not to attend to what was going on, but to think about Dora. If ever I bestowed a thought upon the cases, as they dragged their slow length before me, it was only to wonder, in the matrimonial cases (remembering Dora), how it was that married people could ever be otherwise than happy; and, in the Prerogative cases, to consider, if the money in question had been left to me, what were the foremost steps I should immediately have taken in regard to Dora. Within the first week of my passion, I bought four sumptuous waistcoats—not for myself; I had no pride in them; for Dora—and took to wearing straw-coloured kid gloves in the streets, and laid the foundations of all the corns I have ever had. If the boots I wore at that period could only be produced and compared with the natural size of my feet, they would show what the state of my heart was, in a most affecting manner.
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No hablo de los sueños de aquel día únicamente, sino de todos los que me persiguieron día tras día, semana tras semana, mes tras mes. Cuando iba al Tribunal, no iba más que para pensar en Dora. Si alguna vez pensaba en las causas que se veían ante mí, era para preguntarme, cuando se trataba de asuntos matrimoniales, cómo podría ser que las gentes casadas no fueran dichosas, pues pensaba en Dora. Si se trataba de herencias, pensaba en todo lo que habría hecho, si aquel dinero lo heredara yo, para conseguir a Dora. Durante la primera semana de mi pasión compre cuatro chalecos magníficos, no para mi propia satisfacción, no era vanidoso, sino por Dora. Me acostumbré a llevar botas muy ajustadas por la calle, y de entonces provienen todos los callos que después he tenido. Si las botas que llevaba entonces pudieran comparecer para compararlas con el tamaño natural de mis pies, probarían de la manera más conmovedora el estado de mi corazón.
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And yet, wretched cripple as I made myself by this act of homage to Dora, I walked miles upon miles daily in the hope of seeing her. Not only was I soon as well known on the Norwood Road as the postmen on that beat, but I pervaded London likewise. I walked about the streets where the best shops for ladies were, I haunted the Bazaar like an unquiet spirit, I fagged through the Park again and again, long after I was quite knocked up. Sometimes, at long intervals and on rare occasions, I saw her. Perhaps I saw her glove waved in a carriage window; perhaps I met her, walked with her and Miss Murdstone a little way, and spoke to her. In the latter case I was always very miserable afterwards, to think that I had said nothing to the purpose; or that she had no idea of the extent of my devotion, or that she cared nothing about me. I was always looking out, as may be supposed, for another invitation to Mr. Spenlow′s house. I was always being disappointed, for I got none.
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Y, sin embargo, inválido voluntario en honor de Dora, hacía todos l os días muchas leguas a pie con la esperanza de verla. No solamente pronto fui tan conocido como el cartero en la carretera de Norwood, sino que tampoco des cuidaba las calles de Londres. Erraba por los alrededores de las tiendas de modas y de los bazares como un aparecido; me paseaba arriba y abajo por el parque; me rendía. A veces, después de mucho tiempo y en raras ocasiones, la percibía. A veces la veía agitar su guante a la portezuela de un coche, o me la encontraba a pie y daba algunos pasos con ella y con miss Murdstone, y le hablaba. En este último caso después me sentía siempre muy desgraciado por no haberle dicho nada de lo que más me preocupaba, de no haberle dado a entender toda la grandeza de mi afecto, en el temor de que ella ni siquiera pensara en mí. Pueden figurarse cómo suspiraba por una nueva invitación de míster Spenlow. Pero no; era constantemente defraudado: no recibí ninguna.
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Mrs. Crupp must have been a woman of penetration; for when this attachment was but a few weeks old, and I had not had the courage to write more explicitly even to Agnes, than that I had been to Mr. Spenlow′s house, ′whose family,′ I added, ′consists of one daughter′;—I say Mrs. Crupp must have been a woman of penetration, for, even in that early stage, she found it out. She came up to me one evening, when I was very low, to ask (she being then afflicted with the disorder I have mentioned) if I could oblige her with a little tincture of cardamums mixed with rhubarb, and flavoured with seven drops of the essence of cloves, which was the best remedy for her complaint;—or, if I had not such a thing by me, with a little brandy, which was the next best. It was not, she remarked, so palatable to her, but it was the next best. As I had never even heard of the first remedy, and always had the second in the closet, I gave Mrs. Crupp a glass of the second, which (that I might have no suspicion of its being devoted to any improper use) she began to take in my presence.
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Era necesario que mistress Crupp fuera una mujer dotada de gran intuición, pues mi enamoramiento sólo databa de algunas semanas, y ni siquiera había tenido todavía valor, al escribir a Agnes, de explicarle más claramente pues sólo le había dicho que estuve en casa de míster Spenlow, cuya familia se reducía a una sola hija; era necesario, repito, que mistress Crupp fuera una mujer de gran intuición, pues desde el primer momento descubrió mi secreto. Una noche, que yo estaba sumergido en un profundo abatimiento, subió para preguntarme si no podría darle, para aliviarle de sus « espasmos» , una cucharada de tintura de cardamomo mezclada con ruibarbo y con cinco gotas de esencia de clavo, que era el mejor remedio para su enfermedad. Si no tenía aquel licor a mano podía reemplazarlo con un poco de aguardiente, que, aunque no le resultaba muy agradable, según decía, de no ser la tintura de cardamomo era lo mejor. Como yo no había oído nunca hablar de lo primero y tenía siempre una botella de lo segundo en mi armario, di un vaso a mistress Crupp, que empezó a beberlo en mi presencia, para probarme que no era mujer que hiciese mal uso de ello.
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′Cheer up, sir,′ said Mrs. Crupp. ′I can′t abear to see you so, sir: I′m a mother myself.′
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-Vamos, valor, señorito -me dijo mistress Crupp-; no puedo soportar el verle así; yo también soy madre.
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I did not quite perceive the application of this fact to myself, but I smiled on Mrs. Crupp, as benignly as was in my power.
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No comprendía bien cómo podría yo aplicarme aquel «yo también», lo que no me impidió sonreír a mistress Crupp con toda la benevolencia de que soy capaz.
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′Come, sir,′ said Mrs. Crupp. ′Excuse me. I know what it is, sir. There′s a lady in the case.′
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-Vamos, señorito - insistió mistress Crupp-, le pido que me perdone; pero sé de lo que se trata, señorito. Se trata de una señorita.
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′Mrs. Crupp?′ I returned, reddening.
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-Mistress Crupp -respondí yo, enrojecido.
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′Oh, bless you! Keep a good heart, sir!′ said Mrs. Crupp, nodding encouragement. ′Never say die, sir! If She don′t smile upon you, there′s a many as will. You are a young gentleman to be smiled on, Mr. Copperfull, and you must learn your walue, sir.′
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-¡Que Dios le bendiga! No se deje abatir, señorito -dijo mistress Crupp con un gesto animador, ¡Tenga valor, señorito! Si esta no le sonríe, no faltarán otras. Es usted un joven con el que se está deseando sonreír, señorito Copperfull; debe usted aprender lo que vale.
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Mrs. Crupp always called me Mr. Copperfull: firstly, no doubt, because it was not my name; and secondly, I am inclined to think, in some indistinct association with a washing-day.
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Mistress Crupp siempre me llamaba Copperfull; en primer lugar, sin duda, porque no era mi nombre, y en segundo, en recuerdo de algún día de bautizo.
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′What makes you suppose there is any young lady in the case, Mrs. Crupp?′ said I.
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-¿Qué es lo que le hace suponer que se trata de una señorita, mistress Crupp?
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′Mr. Copperfull,′ said Mrs. Crupp, with a great deal of feeling, ′I′m a mother myself.′
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-Míster Copperfull --dijo mistress Crupp en tono conmovido-, ¡yo también soy madre!
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For some time Mrs. Crupp could only lay her hand upon her nankeen bosom, and fortify herself against returning pain with sips of her medicine. At length she spoke again.
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Durante un momento mistress Crupp no pudo hacer otra cosa que tener apoyada la mano sobre su seno de nanquín y tomar fuerzas preventivas contra la vuelta de su enfermedad, sorbiendo su medicina. Por fin me dijo:
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′When the present set were took for you by your dear aunt, Mr. Copperfull,′ said Mrs. Crupp, ′my remark were, I had now found summun I could care for. "Thank Ev′in!" were the expression, "I have now found summun I can care for!"—You don′t eat enough, sir, nor yet drink.′
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-Cuando su querida tía alquiló para usted estas habitaciones, míster Copperfull, yo me dije: « Por fin he encontrado a alguien a quien querer; ¡bendito sea Dios!; por fin he encontrado alguien a quien querer». Esas fueron mis palabras... Usted no come apenas, ni bebe...
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′Is that what you found your supposition on, Mrs. Crupp?′ said I.
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-¿Y es en eso en lo que funda sus suposiciones, mistress Crupp? -pregunté.
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′Sir,′ said Mrs. Crupp, in a tone approaching to severity, ′I′ve laundressed other young gentlemen besides yourself. A young gentleman may be over-careful of himself, or he may be under-careful of himself. He may brush his hair too regular, or too un-regular. He may wear his boots much too large for him, or much too small. That is according as the young gentleman has his original character formed. But let him go to which extreme he may, sir, there′s a young lady in both of ′em.′
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-Señorito -dijo mistress Crupp en un tono casi se vero-, he cuidado la casa de muchos jóvenes. Un joven podrá arreglarse mucho, o no arreglarse bastante. Puede peinarse con cuidado, o no hacerse siquiera la raya. Puede llevar botas demasiado grandes o demasiado pequeñas; eso depende del carácter; pero sea cual sea en el extremo que se lance, en uno a otro caso siempre hay una señorita por medio.
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Mrs. Crupp shook her head in such a determined manner, that I had not an inch of vantage-ground left.
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Mistress Crupp sacudió la cabeza con aire tan decidido, que yo no sabía qué cara poner.
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′It was but the gentleman which died here before yourself,′ said Mrs. Crupp, ′that fell in love—with a barmaid—and had his waistcoats took in directly, though much swelled by drinking.′
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-El caballero que ha muerto aquí antes que usted viniese --dijo mistress Crupp-, pues bien, se había enamorado... de una criada, y al momento hizo estrechar todos sus chalecos, para que no se notara lo hinchado que estaba por la bebida.
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′Mrs. Crupp,′ said I, ′I must beg you not to connect the young lady in my case with a barmaid, or anything of that sort, if you please.′
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-Mistress Crupp -le dije-, le ruego que no compare a la jovencita de que se trata con una criada ni con ninguna otra criatura de esa especie; hágame el favor.
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′Mr. Copperfull,′ returned Mrs. Crupp, ′I′m a mother myself, and not likely. I ask your pardon, sir, if I intrude. I should never wish to intrude where I were not welcome. But you are a young gentleman, Mr. Copperfull, and my adwice to you is, to cheer up, sir, to keep a good heart, and to know your own walue. If you was to take to something, sir,′ said Mrs. Crupp, ′if you was to take to skittles, now, which is healthy, you might find it divert your mind, and do you good.′
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-Míster Copperfull -contestó mistress Crupp-, yo también soy madre, y no lo haré. Le pido perdón por mi indiscreción. No me gusta mezclarme en lo que no me incumbe. Pero usted es joven, míster Copperfull, y mi opinión es que tenga usted valor, que no se deje abatir y que se estime en lo que vale. Si usted pudiera dedicarse a algo --dijo mistress Crupp-, por ejemplo, a jugar a los bolos, es una diversión, le distraería y le sentaría bien.
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With these words, Mrs. Crupp, affecting to be very careful of the brandy—which was all gone—thanked me with a majestic curtsey, and retired. As her figure disappeared into the gloom of the entry, this counsel certainly presented itself to my mind in the light of a slight liberty on Mrs. Crupp′s part; but, at the same time, I was content to receive it, in another point of view, as a word to the wise, and a warning in future to keep my secret better.
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A estas palabras mistress Crupp me hizo una reverencia majestuosa, a manera de gracias por mi medicina, y se retiró fingiendo cuidar mucho de no verter el aguardiente, que ya había desaparecido por completo. Viéndola alejarse en la oscuridad, se me ocurrió que mistress Crupp se había tomado una singular libertad dándome consejos; pero, por otro lado, no me disgustaba. Era una lección para saber guardar mejor mis secretos en el futuro.
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