G. K. Chesterton
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G. K. Chesterton
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A MAN CALLED THURSDAY
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EL HOMBRE QUE FUE JUEVES
[Traducción de Alfonso Reyes]
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CHAPTER I
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CAPÍTULO PRIMERO
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THE TWO POETS OF SAFFRON PARK
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LOS DOS POETAS DE SAFRON PARK
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THE suburb of Saffron Park lay on the sunset side of London, as red and ragged as a cloud of sunset. It was built of a bright brick throughout; its sky-line was fantastic, and even its ground plan was wild. It had been the outburst of a speculative builder, faintly tinged with art, who called its architecture sometimes Elizabethan and sometimes Queen Anne, apparently under the impression that the two sovereigns were identical. It was described with some justice as an artistic colony, though it never in any definable way produced any art. But although its pretensions to be an intellectual centre were a little vague, its pretensions to be a pleasant place were quite indisputable. The stranger who looked for the first time at the quaint red houses could only think how very oddly shaped the people must be who could fit in to them. Nor when he met the people was he disappointed in this respect. The place was not only pleasant, but perfect, if once he could regard it not as a deception but rather as a dream. Even if the people were not “ artists, ” the whole was nevertheless artistic. That young man with the long, auburn hair and the impudent face — that young man was not really a poet; but surely he was a poem. That old gentleman with the wild, white beard and the wild, white hat — that venerable humbug was not really a philosopher; but at least he was the cause of philosophy in others. That scientific gentleman with the bald, egg-like head and the bare, bird-like neck had no real right to the airs of science that he assumed. He had not discovered anything new in biology; but what biological creature could he have discovered more singular than himself? Thus, and thus only, the whole place had properly to be regarded; it had to be considered not so much as a workshop for artists, but as a frail but finished work of art. A man who stepped into its social atmosphere felt as if he had stepped into a written comedy.
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El barrio de Saffron Park — Parque de Azafrán — se extendía al poniente de Londres, rojo y desgarrado como una nube del crepúsculo. Todo él era de un ladrillo brillante; se destacaba sobre el cielo fantásticamente, y aun su pavimento resultaba de lo más caprichoso: obra de un constructor especulativo y algo artista, que daba a aquella arquitectura unas veces el nombre de " estilo Isabel " y otras el de " estilo reina Ana " , acaso por figurarse que ambas reinas eran una misma. No sin razón se hablaba de este barrio como de una colonia artística, aunque no se sabe qué tendría precisamente de artístico. Pero si sus pretensiones de centro intelectual parecían algo infundadas, sus pretensiones de lugar agradable eran justificadísimas. El extranjero que contemplaba por vez primera aquel curioso montón de casas, no podía menos de preguntarse qué clase de gente vivía allí. Y si tenía la suerte de encontrarse con uno de los vecinos del barrio, su curiosidad no quedaba defraudada. El sitio no sólo era agradable, sino perfecto, siempre que se le considerase como un sueño, y no como una superchería. Y si sus moradores no eran " artistas " , no por eso dejaba de ser artístico el conjunto. Aquel joven — los cabellos largos y castaños, la cara insolente — si no era un poeta, era ya un poema. Aquel anciano, aquel venerable charlatán de la barba blanca y enmarañada, del sombrero blanco y desgarbado, no sería un filósofo ciertamente, pero era todo un asunto de filosofía. Aquel científico sujeto — calva de cascarón de huevo, y el pescuezo muy flaco y largo — claro es que no tenía derecho a los muchos humos que gastaba: no había logrado, por ejemplo, ningún descubrimiento biológico; pero ¿qué hallazgo biológico más singular que el de su interesante persona? Así y sólo así había que considerar aquel barrio: no taller de artistas, sino obra de arte, y obra delicada y perfecta. Entrar en aquel ambiente era como entrar en una comedia.
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More especially this attractive unreality fell upon it about nightfall, when the extravagant roofs were dark against the afterglow and the whole insane village seemed as separate as a drifting cloud. This again was more strongly true of the many nights of local festivity, when the little gardens were often illuminated, and the big Chinese lanterns glowed in the dwarfish trees like some fierce and monstrous fruit. And this was strongest of all on one particular evening, still vaguely remembered in the locality, of which the auburn-haired poet was the hero. It was not by any means the only evening of which he was the hero. On many nights those passing by his little back garden might hear his high, didactic voice laying down the law to men and particularly to women. The attitude of women in such cases was indeed one of the paradoxes of the place. Most of the women were of the kind vaguely called emancipated, and professed some protest against male supremacy. Yet these new women would always pay to a man the extravagant compliment which no ordinary woman ever pays to him, that of listening while he is talking. And Mr. Lucian Gregory, the red-haired poet, was really (in some sense) a man worth listening to, even if one only laughed at the end of it. He put the old cant of the lawlessness of art and the art of lawlessness with a certain impudent freshness which gave at least a momentary pleasure. He was helped in some degree by the arresting oddity of his appearance, which he worked, as the phrase goes, for all it was worth. His dark red hair parted in the middle was literally like a woman′s, and curved into the slow curls of a virgin in a pre-Raphaelite picture. From within this almost saintly oval, however, his face projected suddenly broad and brutal, the chin carried forward with a look of cockney contempt. This combination at once tickled and terrified the nerves of a neurotic population. He seemed like a walking blasphemy, a blend of the angel and the ape.
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Y sobre todo, al anochecer; cuando, acrecentado el encanto ideal, los techos extravagantes resaltaban sobre el crepúsculo, y el barrio quimérico aparecía aislado como un nube flotante. Y todavía más en las frecuentes fiestas nocturnas del lugar — iluminados los jardines, y encendidos los farolillos venecianos, que colgaban, como frutos monstruosos, en las ramas de aquellas miniaturas de árboles. Pero nunca como cierta noche — lo recuerda todavía uno que otro vecino — en que el poeta de los cabellos castaños fue el héroe de la fiesta. Y no porque fuera aquélla la única fiesta en que nuestro poeta hacía de héroe. ¡Cuántas noches, al pasar junto a su jardincillo, se dejaba oír su voz, aguda y didáctica, dictando la ley de la vida a los hombres y singularmente a las mujeres! Por cierto, la actitud que entonces asumían las mujeres era una de las paradojas del barrio. La mayoría formaban en las filas de las " emancipadas " , y hacían profesión de protestar contra el predominio del macho. Con todo, estas mujeres a la moderna pagaban a un hombre el tributo que ninguna mujer común y corriente está dispuesta a pagarle nunca: el de oírle hablar con la mayor atención. La verdad es que valía la pena de oír hablar a Mr. Lucian Gregory — el poeta de los cabellos rojos — aun cuando sólo fuera para reírse de él. Disertaba el hombre sobre la patraña de la anarquía del arte y el arte de la anarquía, con tan impúdica jovialidad que — no siendo para mucho tiempo — tenía su encanto. Ayudábale, en cierto modo, la extravagancia de su aspecto, de que él sacaba el mayor partido para subrayar sus palabras con el ademán y el gesto. Sus cabellos rojo-oscuros — la raya en medio — , eran como de mujer, y se rizaban suavemente cual en una virgen pre-rafaelista. Pero en aquel óvalo casi santo del rostro, su fisonomía era tosca y brutal, y la barba se adelantaba en un gesto desdeñoso de " cockney " , de plebe londinense; combinación atractiva y temerosa a la vez para un auditorio neurasténico; preciosa blasfemia en dos pies, donde parecían fundirse el ángel y el mono.
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This particular evening, if it is remembered for nothing else, will be remembered in that place for its strange sunset. It looked like the end of the world. All the heaven seemed covered with a quite vivid and palpable plumage; you could only say that the sky was full of feathers, and of feathers that almost brushed the face. Across the great part of the dome they were grey, with the strangest tints of violet and mauve and an unnatural pink or pale green; but towards the west the whole grew past description, transparent and passionate, and the last red-hot plumes of it covered up the sun like something too good to be seen. The whole was so close about the earth, as to express nothing but a violent secrecy. The very empyrean seemed to be a secret. It expressed that splendid smallness which is the soul of local patriotism. The very sky seemed small.
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Si por algo hay que recordar aquella velada memorable, es por el extraño crepúsculo que la precedió. ¡El fin del mundo! Todo el cielo se reviste de un plumaje vivo y casi palpable: dijerais que está el cielo lleno de plumas, y que éstas bajan hasta cosquillearos la cara. En lo alto del domo celeste parecen grises, con tintes raros de violeta y de malva, o inverosímiles toques de rosa y verde pálido; pero hacia la parte del Oeste ¿cómo decir el gris transparente y apasionado, y los últimos plumones de llamas donde el sol se esconde como demasiado hermoso para dejarse contemplar? ¡Y el cielo tan cerca de la tierra cual en una confidencia atormentadora! ¡Y el cielo mismo hecho un secreto! Expresión de aquella espléndida pequeñez que hay siempre en el alma de los patriotismos locales, el cielo parecía pequeño.
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I say that there are some inhabitants who may remember the evening if only by that oppressive sky. There are others who may remember it because it marked the first appearance in the place of the second poet of Saffron Park. For a long time the red-haired revolutionary had reigned without a rival; it was upon the night of the sunset that his solitude suddenly ended. The new poet, who introduced himself by the name of Gabriel Syme was a very mild-looking mortal, with a fair, pointed beard and faint, yellow hair. But an impression grew that he was less meek than he looked. He signalised his entrance by differing with the established poet, Gregory, upon the whole nature of poetry. He said that he (Syme) was poet of law, a poet of order; nay, he said he was a poet of respectability. So all the Saffron Parkers looked at him as if he had that moment fallen out of that impossible sky.
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Día memorable, para muchos, aunque sea por aquel crepúsculo turbador. Día de recordación para otros, porque entonces se presentó por vez primera el segundo poeta de Saffron Park. Por mucho tiempo el peli-taheño revolucionario había reinado sin rival; pero su no disputado imperio tuvo fin en la noche que siguió a aquel crepúsculo. El nuevo poeta, que dijo llamarse Gabriel Syme, tenía un aire excelente y manso, una linda y puntiaguda barbita, unos amarillentos cabellos. Pero se notaba al instante que era menos manso de lo que parecía. Dio la señal de su presencia enfrentándose con el poeta establecido, con Gregory, en una disputa sobre la naturaleza de la poesía. Syme declaró ser un poeta de la legalidad, un poeta del orden, y hasta un poeta de la respetabilidad. Y los vecinos de Saffron Park lo consideraban asombrados, pensando que aquel hombre acababa de caer de aquel cielo imposible.
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In fact, Mr. Lucian Gregory, the anarchic poet, connected the two events.
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Y en efecto, Mr. Lucían Gregory, el poeta anárquico, descubrió una relación entre ambos fenómenos.
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“ It may well be, ” he said, in his sudden lyrical manner, “ it may well be on such a night of clouds and cruel colours that there is brought forth upon the earth such a portent as a respectable poet. You say you are a poet of law; I say you are a contradiction in terms. I only wonder there were not comets and earthquakes on the night you appeared in this garden. ”
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— Bien puede ser — exclamó en su tono lírico habitual — , bien puede ser que, en esta noche de nubes fantásticas y de colores terribles, la tierra haya dado de sí semejante monstruo: un poeta de las conveniencias. Usted asegura que es un poeta de la ley, y yo le replico que es usted una contradicción en los términos. Y sólo me choca que en noche como ésta no aparezcan cometas, ni sobrevengan terremotos para anunciarnos la llegada de usted.
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The man with the meek blue eyes and the pale, pointed beard endured these thunders with a certain submissive solemnity. The third party of the group, Gregory′s sister Rosamond, who had her brother′s braids of red hair, but a kindlier face underneath them, laughed with such mixture of admiration and disapproval as she gave commonly to the family oracle.
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El hombre de los dulces ojos azules, de la barbita descolorida, soportó el rayo con cierta solemnidad sumisa. Y el tercero en la discordia — Rosamunda, hermana de Gregory, que tenía los mismos cabellos bermejos de su hermano, aunque una fisonomía más amable — soltó aquella risa, mezcla de admiración y reproche, con que solía considerar al oráculo de la familia.
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Gregory resumed in high oratorical good humour.
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Gregory prosiguió en su tono grandilocuente:
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“ An artist is identical with an anarchist, ” he cried. “ You might transpose the words anywhere. An anarchist is an artist. The man who throws a bomb is an artist, because he prefers a great moment to everything. He sees how much more valuable is one burst of blazing light, one peal of perfect thunder, than the mere common bodies of a few shapeless policemen. An artist disregards all governments, abolishes all conventions. The poet delights in disorder only. If it were not so, the most poetical thing in the world would be the Underground Railway. ”
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— El artista es uno con el anarquista; son términos intercambiables. El anarquista es un artista. Artista es el que lanza una bomba, porque todo lo sacrifica a un supremo instante; para él es más un relámpago deslumbrador, el estruendo de una detonación perfecta, que los vulgares cuerpos de unos cuantos policías sin contorno definido. El artista niega todo gobierno, acaba con toda convención. Sólo el desorden place al poeta. De otra suerte, la cosa más poética del mundo sería nuestro tranvía subterráneo.
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“ So it is, ” said Mr. Syme.
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— Y así es, en efecto — replicó Mr. Syme.
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“ Nonsense! ” said Gregory, who was very rational when anyone else attempted paradox. “ Why do all the clerks and navvies in the railway trains look so sad and tired, so very sad and tired? I will tell you. It is because they know that the train is going right. It is because they know that whatever place they have taken a ticket for that place they will reach. It is because after they have passed Sloane Square they know that the next station must be Victoria, and nothing but Victoria. Oh, their wild rapture! oh, their eyes like stars and their souls again in Eden, if the next station were unaccountably Baker Street! ”
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— ¡Qué absurdo! — exclamó Gregory, que era muy razonable cuando los demás arriesgaban una paradoja en su presencia — . Vamos a ver: ¿Por qué tienen ese aspecto de tristeza y cansancio todos los empleados, todos los obreros que toman el subterráneo? Pues porque saben que el tranvía anda bien; que no puede menos de llevarlos al sitio para el que han comprado billete; que después de Sloane Square tienen que llegar a la estación de Victoria y no a otra. Pero ¡oh rapto indescriptible, ojos fulgurantes como estrellas, almas reintegradas en las alegrías del Edén, si la próxima estación resultara ser Baker Street!
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“ It is you who are unpoetical, ” replied the poet Syme. “ If what you say of clerks is true, they can only be as prosaic as your poetry. The rare, strange thing is to hit the mark; the gross, obvious thing is to miss it. We feel it is epical when man with one wild arrow strikes a distant bird. Is it not also epical when man with one wild engine strikes a distant station? Chaos is dull; because in chaos the train might indeed go anywhere, to Baker Street or to Bagdad. But man is a magician, and his whole magic is in this, that he does say Victoria, and lo! it is Victoria. No, take your books of mere poetry and prose; let me read a time table, with tears of pride. Take your Byron, who commemorates the defeats of man; give me Bradshaw, who commemorates his victories. Give me Bradshaw, I say! ”
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— ¡Usted sí que es poco poético! — dijo a esto el poeta Syme — . Y si es verdad lo que usted nos cuenta de los viajeros del subterráneo, serán tan prosaicos como usted y su poesía. Lo raro y hermoso es tocar la meta; lo fácil y vulgar es fallar. Nos parece cosa de epopeya que el flechero alcance desde lejos a una ave con su dardo salvaje, ¿y no había de parecérnoslo que el hombre le acierte desde lejos a una estación con una máquina salvaje? El caos es imbécil, por lo mismo que allí el tren puede ir igualmente a Baker Street o a Bagdad. Pero el hombre es un verdadero mago, y toda su magia consiste en que dice el hombre: " ¡sea Victoria! " , y hela que aparece. Guárdese usted sus libracos en verso y prosa, y a mí déjeme llorar lágrimas de orgullo ante un horario del ferrocarril. Guárdese usted su Byron, que conmemora las derrotas del hombre, y déme a mí en cambio el Bradshaw ¿entiende usted? El horario Bradshaw, que conmemora las victorias del hombre. ¡Venga el horario!
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“ Must you go? ” inquired Gregory sarcastically.
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— ¿Va usted muy lejos? — preguntó Gregory sarcásticamente.
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“ I tell you, ” went on Syme with passion, “ that every time a train comes in I feel that it has broken past batteries of besiegers, and that man has won a battle against chaos. You say contemptuously that when one has left Sloane Square one must come to Victoria. I say that one might do a thousand things instead, and that whenever I really come there I have the sense of hairbreadth escape. And when I hear the guard shout out the word ‘Victoria,′ it is not an unmeaning word. It is to me the cry of a herald announcing conquest. It is to me indeed ‘Victoria′; it is the victory of Adam. ”
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— Le aseguro a usted — continuó Syme con ardor — que cada vez que un tren llega a la estación, siento como si se hubiera abierto paso por entre baterías de asaltantes; siento que el hombre ha ganado una victoria más contra el caos. Dice usted desdeñosamente que, después de Sloane Square, tiene uno que llegar por fuerza a Victoria. Y yo le contesto que bien pudiera uno ir a parar a cualquier otra parte; y que cada vez que llego a Victoria, vuelvo en mí y lanzo un suspiro de satisfacción. El conductor grita: " ¡Victoria! " , y yo siento que así es verdad, y hasta me parece oír la voz del heraldo que anuncia el triunfo. Porque aquello es una victoria: la victoria de Adán.
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Gregory wagged his heavy, red head with a slow and sad smile.
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Gregory movió la rojiza cabeza con una sonrisa amarga.
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“ And even then, ” he said, “ we poets always ask the question, ‘And what is Victoria now that you have got there ?′ You think Victoria is like the New Jerusalem. We know that the New Jerusalem will only be like Victoria. Yes, the poet will be discontented even in the streets of heaven. The poet is always in revolt. ”
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— Y en cambio — dijo — nosotros, los poetas, no cesamos de preguntarnos: " ¿Y qué Victoria es ésa tan suspirada? " Usted se figura que Victoria es como la nueva Jerusalén; y nosotros creemos que la nueva Jerusalén ha de ser como Victoria. Sí: el poeta tiene que andar descontento aun por las calles del cielo; el poeta es el sublevado sempiterno.
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“ There again, ” said Syme irritably, “ what is there poetical about being in revolt ? You might as well say that it is poetical to be sea-sick. Being sick is a revolt. Both being sick and being rebellious may be the wholesome thing on certain desperate occasions; but I′m hanged if I can see why they are poetical. Revolt in the abstract is — revolting. It′s mere vomiting. ”
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— ¡Otra! — dijo irritado Syme — . ¿Y qué hay de poético en la sublevación? Ya podía usted decir que es muy poético estar mareado. La enfermedad es una sublevación. Enfermar o sublevarse puede ser la única salida en situaciones desesperadas; pero que me cuelguen si es cosa poética. En principio, la sublevación verdaderamente subleva, y no es más que un vómito.
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The girl winced for a flash at the unpleasant word, but Syme was too hot to heed her.
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Ante esta palabra, la muchacha torció los labios, pero Syme estaba muy enardecido para hacer caso.
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“ It is things going right, ” he cried, “ that is poetical I Our digestions, for instance, going sacredly and silently right, that is the foundation of all poetry. Yes, the most poetical thing, more poetical than the flowers, more poetical than the stars — the most poetical thing in the world is not being sick. ”
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— Lo poético — dijo — es que las cosas salgan bien. Nuestra digestión, por ejemplo, que camina con una normalidad muda y sagrada: he ahí el fundamento de toda poesía. No hay duda: lo más poético, más poético que las flores y más que las estrellas, es no enfermar.
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“ Really, ” said Gregory superciliously, “ the examples you choose — ”
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— La verdad — dijo Gregory con altivez — , el ejemplo que usted escoge...
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“ I beg your pardon, ” said Syme grimly, “ I forgot we had abolished all conventions. ”
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— Perdone usted — replicó Syme con acritud — . Se me olvidaba que habíamos abolido las convenciones.
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For the first time a red patch appeared on Gregory′s forehead.
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Por primera vez una nube de rubor apareció en la frente de Gregory.
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“ You don′t expect me, ” he said, “ to revolutionise society on this lawn ? ”
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— No esperará usted de mí — observó — que transforme la sociedad desde este jardín.
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Syme looked straight into his eyes and smiled sweetly.
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Syme le miró directamente a los ojos y sonrió bondadosamente.
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“ No, I don′t, ” he said; “ but I suppose that if you were serious about your anarchism, that is exactly what you would do. ”
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— No por cierto — dijo — . Pero creo que eso es lo que usted haría si fuera una anarquista en serio.
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Gregory′s big bull′s eyes blinked suddenly like those of an angry lion, and one could almost fancy that his red mane rose.
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Brillaron a esto los enormes ojos bovinos de Gregory, como los del león iracundo, y aun dijérase que se le erizaba la roja melena.
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“ Don′t you think, then, ” he said in a dangerous voice, “ that I am serious about my anarchism? ”
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— ¿De modo que usted se figura — dijo con descompuesta voz — que yo no soy un verdadero anarquista?
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“ I beg your pardon ? ” said Syme.
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— ¿Dice usted...?
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“ Am I not serious about my anarchism ? ” cried Gregory, with knotted fists.
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— ¿Que yo no soy un verdadero anarquista? — repitió Gregory apretando los puños.
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“ My dear fellow! ” said Syme, and strolled away.
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— ¡Vamos, hombre! — Y Syme dio algunos pasos para rehuir la disputa.
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With surprise, but with a curious pleasure, he found Rosamond Gregory still in his company.
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Con sorpresa, pero también con cierta complacencia, vio que Rosamunda le seguía.
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“ Mr. Syme, ” she said, “ do the people who talk like you and my brother often mean what they say ? Do you mean what you say now ? ”
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— Mr. Syme — dijo ella — . La gente que habla como hablan usted y mi hermano, ¿se da cuenta realmente de lo que dice? ¿Usted pensaba realmente en lo que estaba diciendo?
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Syme smiled.
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Y Syme, sonriendo:
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“ Do you ? ” he asked.
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— ¿Y usted?
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“ What do you mean ? ” asked the girl, with grave eyes.
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— ¿Qué quiere usted decir? — preguntó la joven poniéndose seria.
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“ My dear Miss Gregory, ” said Syme gently, “ there are many kinds of sincerity and insincerity. When you say ‘thank you′ for the salt, do you mean what you say ? No. When you say ‘the world is round,′ do you mean what you say ? No. It is true, but you don′t mean it. Now, sometimes a man like your brother really finds a thing he does mean. It may be only a half-truth, quarter-truth, tenth-truth; but then he says more than he means — from sheer force of meaning it. ”
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— Mi querida Miss Gregory, hay muchas maneras de sinceridad y de insinceridad. Cuando, por ejemplo, da usted las gracias al que le acerca el salero, ¿piensa usted en lo que dice? No. Cuando dice usted que el mundo es redondo ¿lo piensa usted? Tampoco. No es que deje de ser verdad, pero usted no lo está pensando. A veces, sin embargo, los hombres, como su hermano hace un instante, dicen algo en que realmente están pensando, y entonces lo que dicen puede que sea una media, un tercio, un cuarto y hasta un décimo de verdad; pero el caso es que dicen más de lo que piensan, a fuerza de pensar realmente lo que dicen.
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She was looking at him from under level brows; her face was grave and open, and there had fallen upon it the shadow of that unreasoning responsibility which is at the bottom of the most frivolous woman, the maternal watch which is as old as the world.
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Ella lo miraba fijamente. En su cara seria y franca había aparecido aquel sentimiento de vaga responsabilidad que anida hasta en el corazón de la mujer más frívola, aquel sentimiento maternal tan viejo como el mundo.
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“ Is he really an anarchist, then? ” she asked.
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— Entonces — anheló — ¿es un verdadero anarquista?...
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“ Only in that sense I speak of, ” replied Syme; “ or if you prefer it, in that nonsense. ”
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— Sólo en ese limitado sentido, o si usted prefiere: sólo en ese desatinado sentido que acabo de explicar.
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She drew her broad brows together and said abruptly —
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Ella frunció el ceño, y dijo bruscamente:
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“ He wouldn′t really use — bombs or that sort of thing? ”
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— Bueno; no llegará hasta arrojar bombas, o cosas por el estilo ¿verdad?
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Syme broke into a great laugh, that seemed too large for his slight and somewhat dandified figure.
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A esto soltó Syme una risotada que parecía excesiva para su frágil personita de dandy.
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“ Good Lord, no! ” he said, “ that has to be done anonymously. ”
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— ¡No por Dios! — exclamó — . Eso sólo se hace bajo el disfraz del anónimo.
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And at that the corners of her own mouth broke into a smile, and she thought with a simultaneous pleasure of Gregory′s absurdity and of his safety.
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En la boca de Rosamunda se dibujó una sonrisa de satisfacción, al pensar que Gregory no era más que un loco y que, en todo caso, no había temor de que se comprometiera nunca.
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Syme strolled with her to a seat in the corner of the garden, and continued to pour out his opinions. For he was a sincere man, and in spite of his superficial airs and graces, at root a humble one. And it is always the humble man who talks too much; the proud man watches himself too closely. He defended respectability with violence and exaggeration. He grew passionate in his praise of tidiness and propriety. All the time there was a smell of lilac all round him. Once he heard very faintly in some distant street a barrel-organ begin to play, and it seemed to him that his heroic words were moving to a tiny tune from under or beyond the world.
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Syme la condujo a un banco en el rincón del jardín, y siguió exponiendo sus opiniones con facundia. Era un hombre sincero, y, a pesar de sus gracias y aires superficiales, en el fondo era muy humilde. Y ya se sabe: los humildes siempre hablan mucho; los orgullosos se vigilan siempre de muy cerca. Syme defendía el sentido de la respetabilidad con exageración y violencia, y elogiaba apasionadamente la corrección, la sencillez. En el ambiente, a su alrededor, flotaba el aroma de las lilas. Desde la calle, llegaba hasta él la música de un organillo lejano, y él se figuraba inconsciente que sus heroicas palabras se desarrollaban a compás de un ritmo misterioso y extraterreno.
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He stared and talked at the girl′s red hair and amused face for what seemed to be a few minutes; and then, feeling that the groups in such a place should mix, rose to his feet. To his astonishment, he discovered the whole garden empty. Everyone had gone long ago, and he went himself with a rather hurried apology. He left with a sense of champagne in his head, which he could not afterwards explain. In the wild events which were to follow this girl had no part at all; he never saw her again until all his tale was over. And yet, in some indescribable way, she kept recurring like a motive in music through all his mad adventures afterwards, and the glory of her strange hair ran like a red thread through those dark and ill-drawn tapestries of the night. For what followed was so improbable, that it might well have been a dream.
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Hacía, a su parecer, algunos minutos que hablaba así, complaciéndose en contemplar los cabellos rojos de Rosamunda, cuando se levantó del banco recordando que en sitio como aquél no era conveniente que las parejas se apartasen. Con gran sorpresa suya se encontró con que el jardín estaba solo. Todos se habían ido ya. Se despidió presurosamente pidiendo mil perdones, y se marchó. La cabeza le pesaba como si hubiera bebido champaña, cosa que no pudo explicarse nunca. En los increíbles acontecimientos que habían de suceder a este instante, la joven no tendría la menor participación. Syme no volvió a verla hasta el desenlace final. Y sin embargo, por entre sus locas aventuras, la imagen de ella había de reaparecer de alguna manera indefinible, como un leit-motiv musical, y la gloria de su extraña cabellera leonada había de correr como un hilo rojo a través de los tenebrosos y mal urdidos tapices de su noche. Porque es tan inverosímil lo que desde entonces le sucedió, que muy bien pudo ser un sueño.
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When Syme went out into the starlit street, he found it for the moment empty. Then he realised (in some odd way) that the silence was rather a living silence than a dead one. Directly outside the door stood a street lamp, whose gleam gilded the leaves of the tree that bent out over the fence behind him. About a foot from the lamp-post stood a figure almost as rigid and motionless as the lamp-post itself. The tall hat and long frock coat were black; the face, in an abrupt shadow, was almost as dark. Only a fringe of fiery hair against the light, and also something aggressive in the attitude, proclaimed that it was the poet Gregory. He had something of the look of a masked bravo waiting sword in hand for his foe.
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La calle, iluminada de estrellas, se extendía solitaria. A poco, Syme se dio cuenta, con inexplicable percepción, de que aquel silencio era un silencio vivo, no muerto. Brillaba frente a la puerta un farol, y a su reflejo parecían doradas las hojas de los árboles que desbordaban la reja. Junto al farol había una figura humana tan rígida como el poste mismo del farol. Negro era el sombrero de copa, negra era la larga levita, y la cara resultaba negra en la sombra. Pero unos mechones rojizos que la luz hacía brillar, y algo agresivo en la actitud de aquel hombre, denunciaban al poeta Gregory. Parecía un bravo enmascarado que espera, sable en mano, la llegada de su enemigo.
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He made a sort of doubtful salute, which Syme somewhat more formally returned.
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Esbozó un saludo, y Syme lo contestó en toda forma.
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“ I was waiting for you, ” said Gregory. “ Might I have a moment′s conversation? ”
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— Estaba esperándole a usted — dijo Gregory — . ¿Podemos cambiar dos palabras?
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“ Certainly. About what? ” asked Syme in a sort of weak wonder.
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— Con mil amores. ¿De qué se trata? — preguntó Syme algo inquieto.
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Gregory struck out with his stick at the lamp-post, and then at the tree. “ About this and this, ” he cried; “ about order and anarchy. There is your precious order, that lean, iron lamp, ugly and barren; and there is anarchy, rich, living, reproducing itself — there is anarchy, splendid in green and gold. ”
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Gregory dio con el bastón en el poste del farolillo, y después, señalando el árbol, dijo: — De esto y de esto: del orden y de la anarquía. Aquí tiene usted su dichoso orden, aquí en esta miserable lámpara de hierro, fea y estéril; y mire usted en cambio la anarquía, rica, viviente, productiva, en aquel espléndido árbol de oro.
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“ All the same, ” replied Syme patiently, “ just at present you only see the tree by the light of the lamp. I wonder when you would ever see the lamp by the light of the tree. ” Then after a pause he said, “ But may I ask if you have been standing out here in the dark only to resume our little argument? ”
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— Sin embargo — replicó Syme pacientemente — , note usted que, gracias a la luz del farol, puede usted ver ahora mismo el árbol. No estoy seguro de que pudiera usted ver el farol a la luz del árbol. Y tras una pausa: — Pero, permítame usted que le pregunte: ¿ha estado usted esperándome aquí con el único fin de que reanudemos la discusión?
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“ No, ” cried out Gregory, in a voice that rang down the street, “ I did not stand here to resume our argument, but to end it for ever. ”
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— No — gritó Gregory, y su voz rodó por la calle — . No estoy aquí para reanudar la discusión, sino para acabar de una vez con ella.
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The silence fell again, and Syme, though he understood nothing, listened instinctively for something serious. Gregory began in a smooth voice and with a rather bewildering smile.
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Silencio. Syme, aunque no entendió, sospechó que la cosa iba en serio. Y Gregory comenzó a decir con una voz muy suave y una sonrisa poco tranquilizadora.
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“ Mr. Syme, ” he said, “ this evening you succeeded in doing something rather remarkable. You did something to me that no man born of woman has ever succeeded in doing before. ”
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— Amigo Syme, esta noche ha logrado usted algo verdaderamente notable; ha logrado usted de mí algo que ningún hijo de mujer ha logrado nunca.
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“ Indeed! ”
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— ¿Es posible?
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“ Now I remember, ” resumed Gregory reflectively, “ one other person succeeded in doing it. The captain of a penny steamer (if I remember correctly) at Southend. You have irritated me. ”
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— No; espere usted, ahora recuerdo — reflexionó Gregory — , otro lo había logrado antes: si no me engaño, el capitán de una barca de Southend. En suma: ha logrado usted irritarme.
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“ I am very sorry, ” replied Syme with gravity.
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— Crea usted que lo lamento profundamente — contestó Syme con gravedad.
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“ I am afraid my fury and your insult are too shocking to be wiped out even with an apology, ” said Gregory very calmly. “ No duel could wipe it out. If I struck you dead I could not wipe it out. There is only one way by which that insult can be erased, and that way I choose. I am going, at the possible sacrifice of my life and honour, to prove to you that you were wrong in what you said. ”
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— Pero temo — añadió Gregory con mucha calma — que mi furia y el daño que usted me ha hecho sean demasiado fuertes para deshacerlos con una simple excusa. Por otra parte, tampoco los borraría un duelo: ni matándole yo a usted los podría borrar. Sólo queda un medio para hacer desaparecer la mancha de la injuria, y es el que escojo. A riesgo de sacrificar mi vida y mi honor, voy a probarle a usted que se ha equivocado en sus afirmaciones.
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“ In what I said? ”
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— ¿En mis afirmaciones?
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“ You said I was not serious about being an anarchist. ”
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— Sí; usted ha dicho que yo no era un anarquista en serio.
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“ There are degrees of seriousness, ” replied Syme. “ I have never doubted that you were perfectly sincere in this sense, that you thought what you said well worth saying, that you thought a paradox might wake men up to a neglected truth. ”
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— Mire usted que en esto de la seriedad hay grados — advirtió Syme — . Yo nunca he puesto en duda la perfecta sinceridad de usted, en cuanto a que usted haya dicho lo que a usted le parece que se debe decir; al hablar así, sin duda exageradamente, consideraba usted que una paradoja puede despertar en los hombres la curiosidad por una verdad olvidada.
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Gregory stared at him steadily and painfully.
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Gregory lo observaba fijamente, penosamente.
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“ And in no other sense, ” he asked, “ you think me serious? You think me a flaneur who lets fall occasional truths. You do not think that in a deeper, a more deadly sense, I am serious. ”
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— Y en otro sentido ¿no me cree usted sincero? — preguntó — . ¿Me toma usted por un vagabundo del pensamiento que deja caer una que otra verdad casual? Entonces no me cree usted serio en un sentido más profundo, más fatal...
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Syme struck his stick violently on the stones of the road.
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Syme exclamó, pegando en el suelo con su bastón:
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“ Serious! ” he cried. “ Good Lord! is this street serious? Are these damned Chinese lanterns serious? Is the whole caboodle serious? One comes here and talks a pack of bosh, and perhaps some sense as well, but I should think very little of a man who didn′t keep something in the background of his life that was more serious than all this talking — something more serious, whether it was religion or only drink. ”
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— ¡Serio, Dios mío! ¿Es seria esta calle? ¿Son serios los farolillos venecianos del jardín, y toda esta faramalla? Viene uno aquí, dice uno dos o tres majaderías y tal vez dos o tres aciertos... Pero, francamente, me merecería muy pobre opinión un hombre que no tuviera, en el fondo de su ser, alguna cosa más seria que toda esta charlatanería que dice uno: así sea la preocupación religiosa, o siquiera la afición al vino.
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“ Very well, ” said Gregory, his face darkening, “ you shall see something more serious than either drink or religion. ”
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— ¡Muy bien dicho! — exclamó Gregory, y su rostro se ensombreció — . Ahora va usted a ver algo más serio que el vino y que la religión. .
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Syme stood waiting with his usual air of mildness until Gregory again opened his lips.
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Syme esperaba, con su bondadoso aire habitual. Gregory desplegó los labios de nuevo.
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“ You spoke just now of having a religion. Is it really true that you have one? ”
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— Acaba usted de hablar de religión. ¿Es usted religioso?
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“ Oh, ” said Syme with a beaming smile, “ we are all Catholics now. ”
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— ¡Hombre! — dijo Syme sonriendo — . En estos tiempos todos somos católicos.
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“ Then may I ask you to swear by whatever gods or saints your religion involves that you will not reveal what I am now going to tell you to any son of Adam, and especially not to the police? Will you swear that! If you will take upon yourself this awful abnegations if you will consent to burden your soul with a vow that you should never make and a knowledge you should never dream about, I will promise you in return — ”
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— Bien. ¿Puedo pedirle a usted que jure por todos los dioses y todos los santos de su creencia, que no revelará usted lo que ahora voy a comunicarle a, ningún hijo de Adán, y, sobre todo, a ningún policía? ¿Lo jura usted? Si acepta usted este solemne compromiso, si usted acepta cargar su alma con el peso de un juramento que más le valiera no pronunciar, y con el conocimiento de cosas en que usted no ha soñado siquiera, entonces yo le prometo en cambio...
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“ You will promise me in return? ” inquired Syme, as the other paused.
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— ¿Qué me promete usted? apretó Syme, viendo que el otro vacilaba.
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“ I will promise you a very entertaining evening. ” Syme suddenly took off his hat.
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— Le prometo a usted una noche muy divertida. Syme se descubrió al instante, y dijo:
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“ Your offer, ” he said, “ is far too idiotic to be declined. You say that a poet is always an anarchist. I disagree; but I hope at least that he is always a sportsman. Permit me, here and now, to swear as a Christian, and promise as a good comrade and a fellow-artist, that I will not report anything of this, whatever it is, to the police. And now, in the name of Colney Hatch, what is it? ”
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— Ofrecimiento excelente para que pudiera yo rehusarlo. Usted afirma que un poeta es necesariamente un anarquista, y yo difiero de su opinión; pero confío al menos en que el poeta es siempre un hombre de mundo y gran compañía para una noche. Aquí mismo le juro a usted como cristiano, y ofrezco como buen camarada y compañero, que no contaré nada a la policía, sea lo que fuere. Y ahora, en nombre del manicomio de Colney Hatch, dígame usted de qué se trata.
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“ I think, ” said Gregory, with placid irrelevancy, “ that we will call a cab. ”
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— Creo que lo mejor es tomar un coche — contestó Gregory con plácido disimulo.
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He gave two long whistles, and a hansom came rattling down the road. The two got into it in silence. Gregory gave through the trap the address of an obscure public-house on the Chiswick bank of the river. The cab whisked itself away again, and in it these two fantastics quitted their fantastic town.
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Dio dos grandes silbidos y no tardó en aparecer un coche, sonando sobre el empedrado. Subieron. Gregory dio al cochero la dirección de una oscura taberna que hay junto al río, a la parte de Chiswick. Partió el coche, y en él nuestros dos fantásticos sujetos se alejaban de su fantástico barrio.
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CHAPTER II
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CAPÍTULO II
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THE SECRET OF GABRIEL SYME
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EL SECRETO DE GABRIEL SYME
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THE cab pulled up before a particularly dreary and greasy beershop, into which Gregory rapidly conducted his companion. They seated themselves in a close and dim sort of bar-parlour, at a stained wooden table with one wooden leg. The room was so small and dark, that very little could be seen of the attendant who was summoned, beyond a vague and dark impression of something bulky and bearded.
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Paró el coche frente a un bar de aspecto miserable, y Gregory invitó a entrar a su compañero. Sentáronse en una especie de trastienda estrecha y oscura, ante una pobre mesa que tenía una sola pata en el centro. El cuarto era tan pequeño, tan sombrío, que apenas se podía distinguir al camarero, en la vaga sensación de bulto barbado que producía su presencia.
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“ Will you take a little supper? ” asked Gregory politely. “ The pate de foie gras is not good here, but I can recommend the game. ”
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— ¿Quiere usted que le sirvan algo? — preguntó Gregory cortésmente — . El pâté de foie-gras que dan aquí no es bueno, pero le recomiendo la liebre.
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Syme received the remark with stolidity, imagining it to be a joke. Accepting the vein of humour, he said, with a well-bred indifference —
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Syme creyó que era una broma, y, aceptándola con una naturalidad de buen gusto, contestó:
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“ Oh, bring me some lobster mayonnaise. ”
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— Prefiero que me traigan una langosta a la mayonesa.
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To his indescribable astonishment, the man only said “ Certainly, sir! ” and went away apparently to get it.
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Con gran asombro, oyó que el camarero le contestaba: — Muy bien, señor. Y sintió que se alejaba para cumplir sus órdenes.
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“ What will you drink? ” resumed Gregory, with the same careless yet apologetic air. “ I shall only have a creme de menthe myself; I have dined. But the champagne can really be trusted. Do let me start you with a half-bottle of Pommery at least? ”
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— ¿Qué quiere usted beber? — añadió Gregory con el mismo tono — . Yo voy a pedir crême de menthe: he cenado ya. Me va usted a permitir que le obsequie con una media botella de Pommery: ya verá usted.
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“ Thank you! ” said the motionless Syme. “ You are very good. ”
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— Gracias; es usted muy amable — dijo Syme impasible.
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His further attempts at conversation, somewhat disorganised in themselves, were cut short finally as by a thunderbolt by the actual appearance of the lobster. Syme tasted it, and found it particularly good. Then he suddenly began to eat with great rapidity and appetite.
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Pero sus intentos, algo torpes, para reanudar la conversación, quedaron cortados como por un rayo, ante la llegada de la langosta. Probóla Syme, la encontró muy buena, y se puso a comer de prisa y con apetito.
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“ Excuse me if I enjoy myself rather obviously! ” he said to Gregory, smiling. “ I don′t often have the luck to have a dream like this. It is new to me for a nightmare to lead to a lobster. It is commonly the other way. ”
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— Perdóneme si no disimulo mi placer — le decía sonriendo a Gregory — . No todas las noches tiene uno sueños tan agradables. Esto de que una pesadilla acabe en langosta es, para mí, de una novedad encantadora. Lo que muchas veces me ha sucedido es lo contrario.
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“ You are not asleep, I assure you, ” said Gregory. “ You are, on the contrary, close to the most actual and rousing moment of your existence. Ah, here comes your champagne! I admit that there may be a slight disproportion, let us say, between the inner arrangements of this excellent hotel and its simple and unpretentious exterior. But that is all our modesty. We are the most modest men that ever lived on earth. ”
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— No está usted soñando, se lo aseguro. Antes está usted próximo al momento más real y conmovedor de su vida... Pero aquí está el champaña, verá usted. Confieso que hay alguna desproporción entre las interioridades de este excelente hotel y su aspecto exterior tan sencillo y humilde. Es que somos muy modestos... Sí, nosotros somos los hombres más modestos que ha habido en el mundo.
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“ And who are we? ” asked Syme, emptying his champagne glass.
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— ¿Y quiénes son nosotros? — preguntó Syme apurando la copa de champaña.
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“ It is quite simple, ” replied Gregory. “ We are the serious anarchists, in whom you do not believe. ”
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— ¡Casi nadie! — repuso Gregory — . Nosotros somos los anarquistas serios en que usted no cree.
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“ Oh! ” said Syme shortly. “ You do yourselves well in drinks. ”
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— ¡Ah! — dijo Syme — . Tienen ustedes muy buenos vinos.
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“ Yes, we are serious about everything, ” answered Gregory.
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Then after a pause he added —
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Hubo una pausa. Y después habló Gregory:
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“ If in a few moments this table begins to turn round a little, don′t put it down to your inroads into the champagne. I don′t wish you to do yourself an injustice. ”
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— Si nota usted dentro de un momento que la mesa empieza a girar, no culpe usted a su champaña, que sería una injusticia.
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“ Well, if I am not drunk, I am mad, ” replied Syme with perfect calm; “ but I trust I can behave like a gentleman in either condition. May I smoke? ”
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— La verdad es — dijo Syme con una calma perfecta — que, si no estoy ebrio, estoy loco; pero creo que en todo caso me conduciré como debo. ¿Se puede fumar?
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“ Certainly! ” said Gregory, producing a cigar-case. “ Try one of mine. ”
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— ¡Sí, hombre! — Y, sacando su cigarrera — . Pruebe usted de los míos.
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Syme took the cigar, clipped the end off with a cigar-cutter out of his waistcoat pocket, put it in his mouth, lit it slowly, and let out a long cloud of smoke. It is not a little to his credit that he performed these rites with so much composure, for almost before he had begun them the table at which he sat had begun to revolve, first slowly, and then rapidly, as if at an insane seance.
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Escogió Syme un cigarro, sacó del chaleco un cortacigarros, cortó el cabo, llevó el cigarro a la boca, lo encendió con toda lentitud, y después echó una bocanada de humo. Y no le abonaba poco el ser capaz de ejecutar todos estos ritos con tal compostura, porque, apenas había comenzado, cuando ya la mesa estaba girando frente a ellos, al principio de modo casi imperceptible, y después con rapidez, como en una sesión de espiritismo.
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“ You must not mind it, ” said Gregory; “ it′s a kind of screw. ”
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— No haga usted caso — explicó Gregory — . Es una especie de sacacorchos.
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“ Quite so, ” said Syme placidly, “ a kind of screw. How simple that is! ”
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— Es verdad — dijo Syme plácidamente — , una especie de sacacorchos: ¡Qué sencillo!
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The next moment the smoke of his cigar, which had been wavering across the room in snaky twists, went straight up as if from a factory chimney, and the two, with their chairs and table, shot down through the floor as if the earth had swallowed them. They went rattling down a kind of roaring chimney as rapidly as a lift cut loose, and they came with an abrupt bump to the bottom. But when Gregory threw open a pair of doors and let in a red subterranean light, Syme was still smoking with one leg thrown over the other, and had not turned a yellow hair.
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Y un instante después, el humo del tabaco, que hasta entonces había flotado dibujando serpentines en el aire de la estancia, subió recto como por el tubo de una fábrica; y los dos, con su mesa y su silla, se hundieron como si se los tragara la tierra. Fueron descendiendo entre rechinidos a través de una chimenea rugiente, con la rigidez de una caída. De pronto pararon de golpe. Y cuando Gregory abrió dos puertas, y llegó hasta ellos una roja luz subterránea, vio que Syme continuaba fumando tranquilamente, cruzada la pierna, y ni siquiera un cabello trastornado.
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Gregory led him down a low, vaulted passage, at the end of which was the red light. It was an enormous crimson lantern, nearly as big as a fireplace, fixed over a small but heavy iron door. In the door there was a sort of hatchway or grating, and on this Gregory struck five times. A heavy voice with a foreign accent asked him who he was. To this he gave the more or less unexpected reply, “ Mr. Joseph Chamberlain. ” The heavy hinges began to move; it was obviously some kind of password.
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Gregory lo condujo a través de un túnel bajo y abovedado, en cuyo término se veía la luz roja. Era una enorme linterna escarlata, grande como boca de horno, que colgaba de una puerta de hierro pesada y pequeña. En la puerta había una mirilla enrejada. Gregory dio cinco golpes. Una voz robusta y de marcado acento extranjero le preguntó quién era. La respuesta fue inesperada: — Soy Mr. Joseph Chamberlain. El nombre era tal vez un santo y seña. Rechinaron los goznes y la puerta comenzó a abrirse.
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Inside the doorway the passage gleamed as if it were lined with a network of steel. On a second glance, Syme saw that the glittering pattern was really made up of ranks and ranks of rifles and revolvers, closely packed or interlocked.
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Adentro, el túnel resplandecía como si estuviera blindado. Examinándolo mejor, Syme pudo advertir que el muro resplandeciente estaba formado de pistolas y fusiles ordenados y entrelazados en hileras inacabables.
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“ I must ask you to forgive me all these formalities, ” said Gregory; “ we have to be very strict here. ”
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— Perdone usted tantas formalidades — dijo Gregory — . Ya comprenderá usted que aquí necesitamos andar con mucho cuidado.
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“ Oh, don′t apologise, ” said Syme. “ I know your passion for law and order, ” and he stepped into the passage lined with the steel weapons. With his long, fair hair and rather foppish frock-coat, he looked a singularly frail and fanciful figure as he walked down that shining avenue of death.
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— No se disculpe usted — dijo Syme — . Ya conozco el amor que tienen ustedes al orden y a la ley. Y se adelantó por el túnel recubierto de armas de acero. Con sus largos cabellos rubios y su presuntuosa levita, su silueta frágil y fantástica se deslizaba por la deslumbrante avenida de la muerte.
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They passed through several such passages, and came out at last into a queer steel chamber with curved walls, almost spherical in shape, but presenting, with its tiers of benches, something of the appearance of a scientific lecture-theatre. There were no rifles or pistols in this apartment, but round the walls of it were hung more dubious and dreadful shapes, things that looked like the bulbs of iron plants, or the eggs of iron birds. They were bombs, and the very room itself seemed like the inside of a bomb. Syme knocked his cigar ash off against the wall, and went in.
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Pasaron varios galerías semejantes, y al fin llegaron a una estancia, casi esférica, de muros de acero combado, a la que daban cierto aire dé anfiteatro científico varias filas de bancos. Aquí no había fusiles ni pistolas, pero, a lo largo de los muros, colgaban unos objetos de aspecto todavía más extraño y temeroso: bulbos de plantas metálicas o huevos de pájaros de hierro. ¡Eran bombas! Y el cuarto mismo parecía una bomba vista por dentro. Syme le quitó la ceniza al cigarro, dando en el muro, y entró.
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“ And now, my dear Mr. Syme, ” said Gregory, throwing himself in an expansive manner on the bench under the largest bomb, “ now we are quite cosy, so let us talk properly. Now no human words can give you any notion of why I brought you here. It was one of those quite arbitrary emotions, like jumping off a cliff or falling in love. Suffice it to say that you were an inexpressibly irritating fellow, and, to do you justice, you are still. I would break twenty oaths of secrecy for the pleasure of taking you down a peg. That way you have of lighting a cigar would make a priest break the seal of confession. Well, you said that you were quite certain I was not a serious anarchist. Does this place strike you as being serious? ”
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— Y ahora, querido Mr. Syme — dijo Gregory dejándose caer con expansión en el banco que estaba debajo de la bomba más grande — , ahora que estamos en sitio cómodo, hay que hablar claro. No hay palabras para descubrir el impulso que me ha hecho arrastrarle a usted hasta aquí: fue una de esas emociones arbitrarias, como la que impele a saltar de una roca o a enamorarse. Baste decir que era usted, y hagámosle la justicia de confesar que todavía lo es usted, una persona de lo más irritante. Quebrantaría yo veinte juramentos, con tal de darle a usted en la cabeza. Ese modo que tiene usted de encender el cigarro, por ejemplo, basta para hacer que un sacerdote quebrante el secreto de la confesión. Pero vamos al punto: usted decía que estaba seguro de que yo no era un anarquista en serio. ¿Le parece a usted serio el lugar en que estamos?
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“ It does seem to have a moral under all its gaiety, ” assented Syme; “ but may I ask you two questions? You need not fear to give me information, because, as you remember, you very wisely extorted from me a promise not to tell the police, a promise I shall certainly keep. So it is in mere curiosity that I make my queries. First of all, what is it really all about? What is it you object to? You want to abolish Government? ”
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— Efectivamente — asintió Syme — parece que esconde alguna moralidad seria bajo sus apariencias alegres. Pero quiero preguntarle a usted dos cosas; no vacile usted en contestarme: recuerde usted que me exhortó muy cautamente a prometerle que no diría nada a la policía, y que estoy dispuesto a mantener mi promesa. Mis preguntas sólo obedecen a la curiosidad. En primer lugar ¿qué significa todo esto? ¿qué se proponen ustedes? ¿quieren ustedes abolir los gobiernos?
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“ To abolish God! ” said Gregory, opening the eyes of a fanatic. “ We do not only want to upset a few despotisms and police regulations; that sort of anarchism does exist, but it is a mere branch of the Nonconformists. We dig deeper and we blow you higher. We wish to deny all those arbitrary distinctions of vice and virtue, honour and treachery, upon which mere rebels base themselves. The silly sentimentalists of the French Revolution talked of the Rights of Man! We hate Rights as we hate Wrongs. We have abolished Right and Wrong. ”
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— ¡Queremos abolir a Dios! — declaró Gregory abriendo los ojos con fanatismo — . No nos basta aniquilar algunos déspotas y uno que otro reglamento de policía. Hay una clase de anarquismo que sólo eso pretende; pero no es más que una rama del no-conformismo. Nosotros minamos más hondo, y os haremos volar más alto. Queremos abolir esas distinciones arbitrarias entre el vicio y la virtud, el honor y el deshonor en que se fundan los simples rebeldes. Los estúpidos sentimentales de la Revolución Francesa hablaban de los derechos del Hombre. Pero nosotros odiamos tanto los derechos como los tuertos, y a unos y a otros los abolimos.
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“ And Right and Left, ” said Syme with a simple eagerness, “ I hope you will abolish them too. They are much more troublesome to me. ”
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— ¿Y el lado derecho y el lado izquierdo? — dijo Syme con sincera simplicidad — . Creo que también los abolirán ustedes. Son mucho más molestos, para mí al menos.
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“ You spoke of a second question, ” snapped Gregory.
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— Me anunció usted una segunda pregunta — cortó Gregory secamente.
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“ With pleasure, ” resumed Syme. “ In all your present acts and surroundings there is a scientific attempt at secrecy. I have an aunt who lived over a shop, but this is the first time I have found people living from preference under a public-house. You have a heavy iron door. You cannot pass it without submitting to the humiliation of calling yourself Mr. Chamberlain. You surround yourself with steel instruments which make the place, if I may say so, more impressive than homelike. May I ask why, after taking all this trouble to barricade yourselves in the bowels of the earth, you then parade your whole secret by talking about anarchism to every silly woman in Saffron Park? ”
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— A ella voy con el mayor gusto. En todos sus actos y sus cosas advierto en ustedes un intento metódico de rodearse de misterio. Yo tuve una tía que vivía sobre un almacén, pero ésta es la primera vez que veo gente que prefiere vivir debajo de un establecimiento público. Tienen ustedes unas pesadísimas puertas de hierro, por las cuales no se puede pasar sin someterse a la humillación de llamarse Mr. Chamberlain. Se rodean ustedes de instrumentos de acero, que hacen de esta morada, para decirlo todo, algo más imponente " que hospitalario. Y yo pregunto ahora ¿por qué, tras de tomarse tantos trabajos para esconderse en las entrañas de la tierra, anda usted esparciendo sus secretos y hablando de anarquismo a todos los marimachos de Saffron Park?
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Gregory smiled.
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Gregory sonrió y dijo:
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“ The answer is simple, ” he said. “ I told you I was a serious anarchist, and you did not believe me. Nor do they believe me. Unless I took them into this infernal room they would not believe me. ”
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— Muy sencillo: yo le dije a usted que yo era un verdadero anarquista, y usted no lo creyó. Tampoco lo creen los demás. No lo creerán mientras no los conduzca yo a esta cámara infernal.
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Syme smoked thoughtfully, and looked at him with interest. Gregory went on.
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Syme fumaba, pensativo, y lo contemplaba con interés. Gregory prosiguió:
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“ The history of the thing might amuse you, ” he said. “ When first I became one of the New Anarchists I tried all kinds of respectable disguises. I dressed up as a bishop. I read up all about bishops in our anarchist pamphlets, in Superstition the Vampire and Priests of Prey. I certainly understood from them that bishops are strange and terrible old men keeping a cruel secret from mankind. I was misinformed. When on my first appearing in episcopal gaiters in a drawing-room I cried out in a voice of thunder, ‘Down! down! presumptuous human reason!′ they found out in some way that I was not a bishop at all. I was nabbed at once. Then I made up as a millionaire; but I defended Capital with so much intelligence that a fool could see that I was quite poor. Then I tried being a major. Now I am a humanitarian myself, but I have, I hope, enough intellectual breadth to understand the position of those who, like Nietzsche, admire violence — the proud, mad war of Nature and all that, you know. I threw myself into the major. I drew my sword and waved it constantly. I called out ‘Blood!′ abstractedly, like a man calling for wine. I often said, ‘Let the weak perish; it is the Law.′ Well, well, it seems majors don′t do this. I was nabbed again. At last I went in despair to the President of the Central Anarchist Council, who is the greatest man in Europe. ”
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— Óigame usted. Voy a contarle algo que le divertirá. Cuando me hice neo-anarquista, intenté todos los disfraces respetables: por ejemplo, me vestía yo de obispo. Leí todo lo que dicen nuestras publicaciones anarquistas sobre los obispos, desde El Vampiro de la Superstición hasta Sacerdotes de Presa. De aquí saqué la noción de que los obispos son unos seres extraños y terribles que ocultan a la humanidad unos crueles secretos. Pero yo me engañaba. La primera vez que pisé un salón con mis botas episcopales y exclamé con voz de trueno: " ¡Humíllate, humíllate, oh presuntuosa razón humana! " todos adivinaron no sé cómo, que yo no tenía nada de obispo, y fui atrapado. Entonces me disfracé de millonario, pero me puse a defender el capital con tanto talento, que todos se dieron cuenta de que yo era un pobre diablo. Intenté el disfraz de comandante. Yo soy humanitario, pero tengo bastante capacidad mental para entender la posición de los que, con Nietzsche, admiran la violencia, el orgullo, la guerra feroz de la naturaleza, y todo eso que usted ya sabe. Me convertí, pues, en comandante. Y todo el día desenvainaba la espada y gritaba: " ¡Sangre! " como quien pide vino. Repetía yo frecuentemente: " ¡Perezcan los débiles: es la Ley! " Pero parece que los comandantes no hacen nada de eso. Y, claro, me cogieron otra vez. Entonces, desesperado, acudí al presidente del Consejo Central Anarquista, que es el hombre más notable de Europa.
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“ What is his name? ” asked Syme.
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— ¿Cómo se llama? — dijo Syme.
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“ You would not know it, ” answered Gregory. “ That is his greatness. Caesar and Napoleon put all their genius into being heard of, and they were heard of. He puts all his genius into not being heard of, and he is not heard of. But you cannot be for five minutes in the room with him without feeling that Caesar and Napoleon would have been children in his hands. ”
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— Inútil; no lo conoce usted. En esto consiste su grandeza. César y Napoleón agotaron su genio para que se hablara de ellos, y lo han logrado. Pero éste aplica su genio a que no se hable de él, y también lo ha conseguido. Pero no puede usted estar a su lado cinco minutos sin sentir que César y Napoleón son unos niños comparados con él.
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He was silent and even pale for a moment, and then resumed —
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Calló un instante. Estaba pálido. Continuó:
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“ But whenever he gives advice it is always something as startling as an epigram, and yet as practical as the Bank of England. I said to him, ‘What disguise will hide me from the world? What can I find more respectable than bishops and majors?′ He looked at me with his large but indecipherable face. ‘You want a safe disguise, do you? You want a dress which will guarantee you harmless; a dress in which no one would ever look for a bomb?′ I nodded. He suddenly lifted his lion′s voice. ‘Why, then, dress up as an anarchist, you fool!′ he roared so that the room shook. ‘Nobody will ever expect you to do anything dangerous then.′ And he turned his broad back on me without another word. I took his advice, and have never regretted it. I preached blood and murder to those women day and night, and — by God! — they would let me wheel their perambulators. ”
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— Sus consejos, con toda la sal de un epigrama, son a la vez tan prácticos como el Banco de Inglaterra. Le pregunté: " ¿Qué disfraz debo adoptar? ¿Dónde encontrar personajes más respetables que los obispos y los comandantes? " Él me miró con su cara enorme, indescifrable. " ¿Quieres un disfraz seguro? ¿Un traje que te haga aparecer como inofensivo? ¿Un traje en el que nadie pueda adivinar que llevas escondida una bomba? " Asentí. Entonces, exaltando su voz de león: " ¡Pues disfrázate de anarquista, torpe! " , rugió haciendo retemblar la estancia. " Y no habrá quien tenga miedo de ti " . Y sin decirme nada, me volvió la espalda corpulenta. Seguí su consejo, y nunca tuve que arrepentirme. Y he predicado día y noche sangre y matanzas a esas pobres mujeres, y bien sabe Dios que me confiarían los cochecitos en que sacan a paseo a sus nenes.
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Syme sat watching him with some respect in his large, blue eyes.
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Con sus grandes ojos azules, Syme lo consideraba ahora de un modo respetuoso.
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“ You took me in, ” he said. “ It is really a smart dodge. ”
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— En verdad — dijo — , es una buena trampa. Ya ve usted que yo caí en ella — .
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Then after a pause he added —
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“ What do you call this tremendous President of yours? ”
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Y poco después: ¿Cómo llaman ustedes a su tremebundo presidente?
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“ We generally call him Sunday, ” replied Gregory with simplicity. ‘You see, there are seven members of the Central Anarchist Council, and they are named after days of the week. He is called Sunday, by some of his admirers Bloody Sunday. It is curious you should mention the matter, because the very night you have dropped in (if I may so express it) is the night on which our London branch, which assembles in this room, has to elect its own deputy to fill a vacancy in the Council. The gentleman who has for some time past played, with propriety and general applause, the difficult part of Thursday, has died quite suddenly. Consequently, we have called a meeting this very evening to elect a successor. ”
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— Le llamamos Domingo — contestó Gregory — . Vea usted: el Consejo Central Anarquista consta de siete miembros, y cada uno recibe el nombre de un día de la semana. Al jefe le llamamos Domingo, y algunos de sus admiradores le llaman también Domingo de Sangre, como quien dice " Domingo de Ramos " . Y es curioso que me hable usted de eso, porque se da la coincidencia de que esta misma noche que usted, por decirlo así, nos ha caído del cielo, la sección de Londres, que se reúne en esta sala, debe elegir su diputado para llenar una vacante del Consejo. Ha muerto súbitamente el que desempeñó, por algún tiempo, con aplauso general, las funciones de Jueves, y hemos convocado un mitin para esta noche, con el fin de nombrarle sucesor.
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He got to his feet and strolled across the room with a sort of smiling embarrassment.
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Se levantó y se puso a pasear por la estancia con una sonrisa de inquietud; después prosiguió, como al acaso:
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“ I feel somehow as if you were my mother, Syme, ” he continued casually. “ I feel that I can confide anything to you, as you have promised to tell nobody. In fact, I will confide to you something that I would not say in so many words to the anarchists who will be coming to the room in about ten minutes. We shall, of course, go through a form of election; but I don′t mind telling you that it is practically certain what the result will be. ” He looked down for a moment modestly. “ It is almost a settled thing that I am to be Thursday. ”
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— Syme: siento como si fuera usted mi madre. Siento que puedo confiarme a usted, puesto que usted me ha prometido callar. Quiero decirle a usted una cosa que no lo diría yo a los anarquistas que estarán aquí dentro de diez minutos. Ya sabe usted que vamos a hacer una elección, en cuanto a la forma al menos; pero inútil añadir que el resultado está ya previsto. Y bajando modestamente los ojos: — Es casi seguro que yo voy a ser el Jueves.
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“ My dear fellow. ” said Syme heartily, “ I congratulate you. A great career! ”
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— ¡Mi querido amigo! — exclamó Syme efusivamente — . ¡Mi enhorabuena más cordial! ¡Qué brillante carrera!
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Gregory smiled in deprecation, and walked across the room, talking rapidly.
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Gregory declinó las cortesías con una sonrisa. Atravesando a grandes pasos la estancia, dijo con precipitación:
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“ As a matter of fact, everything is ready for me on this table, ” he said, “ and the ceremony will probably be the shortest possible. ”
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— Mire usted: todo está preparado para mí en esta mesa, y la ceremonia será brevísima.
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Syme also strolled across to the table, and found lying across it a walking-stick, which turned out on examination to be a sword-stick, a large Colt′s revolver, a sandwich case, and a formidable flask of brandy. Over the chair, beside the table, was thrown a heavy-looking cape or cloak.
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Acercóse Syme a la mesa, y vio una bastón de verduguillo, un gran revólver Colt, una lata de sandwich y una formidable botella de Brandy. Sobre la silla próxima había una capa.
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“ I have only to get the form of election finished, ” continued Gregory with animation, “ then I snatch up this cloak and stick, stuff these other things into my pocket, step out of a door in this cavern, which opens on the river, where there is a steam-tug already waiting for me, and then — then — oh, the wild joy of being Thursday! ” And he clasped his hands.
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— No tengo más que esperar el fin del escrutinio — continuó Gregory animándose — , y entonces me cuelgo la capa, empuño la estaca, me guardo todo lo demás en los bolsillos, y salgo de esta catacumba por una puerta que da sobre el río. Allí estará una lanchita de vapor esperándome, y después... después... ¡Oh loca alegría de sentirse Jueves! Y palmeteaba de entusiasmo.
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Syme, who had sat down once more with his usual insolent languor, got to his feet with an unusual air of hesitation.
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Syme, que se había sentado, reasumiendo su insolente languidez habitual, se levantó con cierta inquietud.
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“ Why is it, ” he asked vaguely, “ that I think you are quite a decent fellow? Why do I positively like you, Gregory? ” He paused a moment, and then added with a sort of fresh curiosity, “ Is it because you are such an ass? ”
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— ¿Por qué será — preguntó después con tono divagador — , por qué será, Gregory; que me parece usted un excelente muchacho? ¿Por qué sentiré tanta simpatía por usted? Una pausa, y luego, con ingenua curiosidad: — ¿Será porque es usted un formidable asno?
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There was a thoughtful silence again, and then he cried out —
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Enmudeció, pensativo. Y a poco:
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“ Well, damn it all! this is the funniest situation I have ever been in in my life, and I am going to act accordingly. Gregory, I gave you a promise before I came into this place. That promise I would keep under red-hot pincers. Would you give me, for my own safety, a little promise of the same kind? ”
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— ¡Demonio! — exclamó — . En mi vida me he visto en una situación más absurda, y no hay más remedio que afrontarla con recursos adecuados. Oiga usted, Gregory: yo le he hecho a usted una promesa antes de entrar aquí, y estoy dispuesto a mantenerla aun bajo el tormento de las tenazas al rojo blanco. ¿Quiere usted, para mi propia seguridad, hacerme la misma promesa?
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“ A promise? ” asked Gregory, wondering.
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— ¿Una promesa? — preguntó Gregory asombrado.
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“ Yes, ” said Syme very seriously, “ a promise. I swore before God that I would not tell your secret to the police. Will you swear by Humanity, or whatever beastly thing you believe in, that you will not tell my secret to the anarchists? ”
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— Sí, hombre, una promesa — dijo Syme muy serio — . Yo juré por Dios no revelar sus secretos a la policía. ¿Quiere usted jurarme, en nombre de la Humanidad, o en nombre de cualquier necedad en que usted crea, que usted no revelará mi secreto a los anarquistas?
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“ Your secret? ” asked the staring Gregory. “ Have you got a secret? ”
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— ¿El secreto de usted? — dijo Gregory cada vez más asombrado — . Pero ¿usted tiene un secreto?
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“ Yes, ” said Syme, “ I have a secret. ” Then after a pause, “ Will you swear? ”
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— Sí, tengo un secreto. ¿Quiere usted jurar, sí o no?
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Gregory glared at him gravely for a few moments, and then said abruptly —
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Gregory lo contempló gravemente, y luego exclamó:
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“ You must have bewitched me, but I feel a furious curiosity about you. Yes, I will swear not to tell the anarchists anything you tell me. But look sharp, for they will be here in a couple of minutes. ”
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— Yo creo que usted me ha embrujado. ¡Qué manera irresistible de excitar mi curiosidad! Y bien, sí: juro a usted no decir a los anarquistas una palabra de lo que usted me confíe. Pero ¡andando! Porque ellos estarán aquí antes de dos minutos.
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Syme rose slowly to his feet and thrust his long, white hands into his long, grey trousers′ pockets. Almost as he did so there came five knocks on the outer grating, proclaiming the arrival of the first of the conspirators.
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Syme, que se había vuelto a sentar, se levantó lentamente, hundió sus largas manos blancas en los bolsillos del pantalón. Al mismo tiempo, cinco golpes en la mirilla de la puerta anunciaron la llegada del primer conspirador.
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“ Well, ” said Syme slowly, “ I don′t know how to tell you the truth more shortly than by saying that your expedient of dressing up as an aimless poet is not confined to you or your President. We have known the dodge for some time at Scotland Yard. ”
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— Bien — dijo Syme conservando su parsimonia — . Se lo diré a usted todo en pocas palabras: sepa usted que su recurso de disfrazarse de poeta anarquista no es exclusivo de usted o de su Presidente. También lo conocemos y practicamos desde hace algún tiempo en Scotland Yard, en el Palacio de la Policía.
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Gregory tried to spring up straight, but he swayed thrice.
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Tres veces quiso saltar Gregory, y tres veces desfalleció.
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“ What do you say? ” he asked in an inhuman voice.
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— ¿Qué dice usted? — preguntó con una voz que no era humana.
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“ Yes, ” said Syme simply, “ I am a police detective. But I think I hear your friends coming. ”
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— Lo que usted ha oído — repuso Syme — . Que soy un policía, un detective. Pero chitón que sus compañeros se acercan.
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From the doorway there came a murmur of “ Mr. Joseph Chamberlain. ” It was repeated twice and thrice, and then thirty times, and the crowd of Joseph Chamberlains (a solemn thought) could be heard trampling down the corridor.
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Por la galería llegaba un vago murmullo de " Mr. Joseph Chamberlain, Mr. Joseph Chamberlain " , dos, tres, treinta veces repetido. A lo largo del corredor subterráneo, se dejaban ya oír los pasos, cada vez más próximos — ¡oh solemne imagen! — , de aquella multitud de Joseph Chamberlains.
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CHAPTER III
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CAPÍTULO III
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THE MAN WHO WAS THURSDAY
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EL HOMBRE QUE FUE JUEVES
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BEFORE one of the fresh faces could appear at the doorway, Gregory′s stunned surprise had fallen from him. He was beside the table with a bound, and a noise in his throat like a wild beast. He caught up the Colt′s revolver and took aim at Syme. Syme did not flinch, but he put up a pale and polite hand.
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Antes de que penetrase en la estancia ninguno de los recién llegados, Gregory se había repuesto de su sorpresa. De un salto, y con un rugido de fiera, se acercó a la mesa, cogió el revólver y apuntó a Syme. Syme, sin conmoverse, levantó su mano pálida y elegante.
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“ Don′t be such a silly man, ” he said, with the effeminate dignity of a curate. “ Don′t you see it′s not necessary? Don′t you see that we′re both in the same boat? Yes, and jolly sea-sick. ”
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— No sea usted ridículo, Gregory — dijo con una dignidad afeminada de eclesiástico — . ¿No ve usted que es inútil? ¿No ve usted que nos hemos embarcado juntos y juntos hemos de aguantar el mareo?
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Gregory could not speak, but he could not fire either, and he looked his question.
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Nada pudo responderle Gregory, pero tampoco acertó a disparar; sólo interrogaba con los ojos.
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“ Don′t you see we′ve checkmated each other? ” cried Syme. “ I can′t tell the police you are an anarchist. You can′t tell the anarchists I′m a policeman. I can only watch you, knowing what you are; you can only watch me, knowing what I am. In short, it′s a lonely, intellectual duel, my head against yours. I′m a policeman deprived of the help of the police. You, my poor fellow, are an anarchist deprived of the help of that law and organisation which is so essential to anarchy. The one solitary difference is in your favour. You are not surrounded by inquisitive policemen; I am surrounded by inquisitive anarchists. I cannot betray you, but I might betray myself. Come, come! wait and see me betray myself. I shall do it so nicely. ”
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— ¿No ve usted que los dos estamos en jaque? — continuó Syme — . Yo no puedo decir a la policía que usted es anarquista, y usted no puede decir a los anarquistas que yo soy policía. Lo único que puedo hacer, ya conociéndolo, es vigilarlo. Y usted, conociéndome, tampoco puede hacer conmigo otra cosa. Aquí se trata de un duelo intelectual y singular: mi cabeza contra la de usted. Yo soy un policía desprovisto del auxilio de la policía, y usted, pobre amigo mío, un anarquista desprovisto de toda esa complicada organización tan esencial para la buena marcha de la anarquía. Aquí, si alguno lleva ventaja, es usted: a usted no le rodea la mirada inquisitiva de los guardias, y yo voy a estar rodeado de la desconfiada muchedumbre anarquista. No puedo traicionarlo a usted, pero puedo traicionarme a mí mismo al menor descuido. Paciencia, pues: espere usted a ver cómo me traiciono. Ya verá usted qué bien lo hago.
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Gregory put the pistol slowly down, still staring at Syme as if he were a sea-monster.
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Gregory dejó la pistola, y miraba con asombrados ojos a Syme, como si fuera un monstruo marino.
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“ I don′t believe in immortality, ” he said at last, “ but if, after all this, you were to break your word, God would make a hell only for you, to howl in for ever. ”
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— No creo en la inmortalidad — dijo al fin — . Pero si, después de todo esto, falta usted a su palabra, creo que Dios haría un infierno para usted solo, para hacerle aullar eternamente.
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“ I shall not break my word, ” said Syme sternly, “ nor will you break yours. Here are your friends. ”
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— ¡Oh! — dijo Syme, orgulloso — yo no falto nunca a mi palabra. Haga usted como yo. Aquí están sus amigotes.
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The mass of the anarchists entered the room heavily, with a slouching and somewhat weary gait; but one little man, with a black beard and glasses — a man somewhat of the type of Mr. Tim Healy — detached himself, and bustled forward with some papers in his hand.
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La multitud de anarquistas entró en el cuarto pesadamente, con aire fatigoso. Un hombrecillo de gafas y barbilla negra, que llevaba unos papeles en la mano — un tipo parecido a Mr. Tim Healy — se desprendió del grupo, y acercándose, dijo:
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“ Comrade Gregory, ” he said, “ I suppose this man is a delegate? ”
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— Camarada Gregory, supongo que este señor es un delegado foráneo.
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Gregory, taken by surprise, looked down and muttered the name of Syme; but Syme replied almost pertly —
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Cogido de repente, Gregory bajó los ojos y balbuceó el nombre de Syme, pero Syme, con un tono casi impertinente, respondió:
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“ I am glad to see that your gate is well enough guarded to make it hard for anyone to be here who was not a delegate. ”
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— Me complazco en reconocer que esta puerta está lo bastante bien custodiada, para que sea imposible a un extraño entrar hasta aquí, si no es delegado foráneo.
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The brow of the little man with the black beard was, however, still contracted with something like suspicion.
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Pero el hombrecillo arrugaba el entrecejo con cierta desconfianza.
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“ What branch do you represent? ” he asked sharply.
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— ¿Qué sección representa usted? — preguntó — . ¿Qué rama?
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“ I should hardly call it a branch, ” said Syme, laughing; “ I should call it at the very least a root. ”
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— ¡Hombre! Tanto como rama... — dijo Syme riendo — . Más bien la llamaría yo raíz.
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“ What do you mean? ”
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— ¿Qué quiere usted decir con eso?
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“ The fact is, ” said Syme serenely, “ the truth is I am a Sabbatarian. I have been specially sent here to see that you show a due observance of Sunday. ”
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— Quiero decir — contestó Syme parsimoniosamente — que soy un sabatino, y qué he sido enviado aquí especialmente para ver si se guarda el debido respeto al Domingo.
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The little man dropped one of his papers, and a flicker of fear went over all the faces of the group. Evidently the awful President, whose name was Sunday, did sometimes send down such irregular ambassadors to such branch meetings.
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El hombrecillo soltó uno de los papeles que traía. Un estremecimiento de espanto recorrió la asistencia. Por lo visto, el temible Presidente que respondía al nombre de Domingo tenía la costumbre de enviar a estas justas algunos embajadores irregulares.
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“ Well, comrade, ” said the man with the papers after a pause, “ I suppose we′d better give you a seat in the meeting? ”
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— Muy bien camarada — dijo el de los papeles — . Creo que debemos darle a usted sitio en nuestra sesión.
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“ If you ask my advice as a friend, ” said Syme with severe benevolence, “ I think you′d better. ”
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— Si me lo pregunta usted como amigo — dijo Syme con severidad — , creo que eso es lo mejor.
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When Gregory heard the dangerous dialogue end, with a sudden safety for his rival, he rose abruptly and paced the floor in painful thought. He was, indeed, in an agony of diplomacy. It was clear that Syme′s inspired impudence was likely to bring him out of all merely accidental dilemmas. Little was to be hoped from them. He could not himself betray Syme, partly from honour, but partly also because, if he betrayed him and for some reason failed to destroy him, the Syme who escaped would be a Syme freed from all obligation of secrecy, a Syme who would simply walk to the nearest police station. After all, it was only one night′s discussion, and only one detective who would know of it. He would let out as little as possible of their plans that night, and then let Syme go, and chance it.
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Cuando vio terminado el peligrosísimo diálogo con la inesperada salida de su rival, Gregory se puso a pasear la estancia, pensativo. Presa de todas las agonías diplomáticas, se daba cuenta de que Syme saldría airoso de cualquier trance, gracias a su inteligencia y su audacia. Nada había, pues, que esperar por este lado. Él, personalmente, tampoco podía traicionarlo, ante todo por el punto de honor; pero, además, porque si Syme, traicionado, lograba escapar, quedaría libre de su juramento y se encaminaría al próximo cuartel de gendarmes. Y después de todo ¿qué más daba que un solo policía presenciara una sola de sus reuniones nocturnas? A lo sumo, podría sorprender una parte pequeñísima de sus planes. Después de lo cual se largaría, y asunto concluido.
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He strode across to the group of anarchists, which was already distributing itself along the benches.
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Pasó por entre los grupos que estaban discutiendo acaloradamente en los bancos, y dijo:
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“ I think it is time we began, ” he said; “ the steam-tug is waiting on the river already. I move that Comrade Buttons takes the chair. ”
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— Creo que es tiempo de comenzar. La lancha estará ya dispuesta en el río. Propongo que el camarada Buttons ocupe la presidencia.
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This being approved by a show of hands, the little man with the papers slipped into the presidential seat.
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Todos aprobaron alzando la mano, y el hombrecito de los papeles se hundió en el sillón presidencial. Con voz que parecía un pistoletazo, comenzó a hablar:
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“ Comrades, ” he began, as sharp as a pistol-shot, “ our meeting tonight is important, though it need not be long. This branch has always had the honour of electing Thursdays for the Central European Council. We have elected many and splendid Thursdays. We all lament the sad decease of the heroic worker who occupied the post until last week. As you know, his services to the cause were considerable. He organised the great dynamite coup of Brighton which, under happier circumstances, ought to have killed everybody on the pier. As you also know, his death was as self-denying as his life, for he died through his faith in a hygienic mixture of chalk and water as a substitute for milk, which beverage he regarded as barbaric, and as involving cruelty to the cow. Cruelty, or anything approaching to cruelty, revolted him always. But it is not to acclaim his virtues that we are met, but for a harder task. It is difficult properly to praise his qualities, but it is more difficult to replace them. Upon you, comrades, it devolves this evening to choose out of the company present the man who shall be Thursday. If any comrade suggests a name I will put it to the vote. If no comrade suggests a name, I can only tell myself that that dear dynamiter, who is gone from us, has carried into the unknowable abysses the last secret of his virtue and his innocence. ”
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— ¡Camaradas! Este mitin es de gran importancia, aunque conviene que no sea largo. A nuestra sección le ha correspondido siempre el honor de elegir Jueves para el Consejo Central Europeo. Hemos elegido ya muchos Jueves, famosos en nuestros fastos. Lamentamos todos la triste muerte del heroico obrero que ocupó este sitio hasta hace unos cuantos días. Ya sabéis cuán importantes han sido sus servicios para la causa. Fue él quien organizó el gran golpe dinamitero de Brighton que, a haber ayudado las circunstancias habría hecho perecer a cuantos se encontraban en el muelle. Sabéis asimismo que su muerte fue tan altruista como su vida, pues murió mártir de la fe que tenía en una mezcla higiénica de la cal y del agua, como sustitutivo de la leche, bebida que consideraba como propia de bárbaros, por la crueldad que supone para con las vacas. La crueldad y cuanto de cerca o de lejos se le pareciera, lo ponían fuera de sí... Pero no nos hemos reunido para hacer el elogio de sus virtudes, sino para más difícil tarea. Si difícil es elogiarlo como él se merece, más difícil es reemplazarlo, A vosotros camaradas, toca el elegir esta noche, de entre el concurso de los presentes, el que ha de ser Jueves. Pondré a voto las candidaturas que salgan. Si nadie propone candidatura, entonces no me quedará más remedio que decir que aquel querido dinamitero se llevó consigo a la tumba todos los secretos de la virtud y de la inocencia.
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There was a stir of almost inaudible applause, such as is sometimes heard in church. Then a large old man, with a long and venerable white beard, perhaps the only real working-man present, rose lumberingly and said —
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A esto sucedió un movimiento de aprobación, discreto y unos imperceptibles aplausos, como a veces se oyen en las iglesias. Después, un anciano de larga y venerable barba, que tal vez era el único obrero positivo entre toda aquella gente, se levantó trabajosamente y dijo:
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“ I move that Comrade Gregory be elected Thursday, ” and sat lumberingly down again.
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— Propongo para Jueves al camarada Gregory.
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“ Does anyone second? ” asked the chairman.
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— ¿Hay quien secunde esta candidatura? — interrogó el presidente.
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A little man with a velvet coat and pointed beard seconded.
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Otro, pequeñín, barbado, de cazadora aterciopelada, se adhirió al instante.
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“ Before I put the matter to the vote, ” said the chairman, “ I will call on Comrade Gregory to make a statement. ”
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— Antes de abrir la votación — dijo el presidente — invito al camarada Gregory a que exponga su profesión de fe a la asamblea.
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Gregory rose amid a great rumble of applause. His face was deadly pale, so that by contrast his queer red hair looked almost scarlet. But he was smiling and altogether at ease. He had made up his mind, and he saw his best policy quite plain in front of him like a white road. His best chance was to make a softened and ambiguous speech, such as would leave on the detective′s mind the impression that the anarchist brotherhood was a very mild affair after all. He believed in his own literary power, his capacity for suggesting fine shades and picking perfect words. He thought that with care he could succeed, in spite of all the people around him, in conveying an impression of the institution, subtly and delicately false. Syme had once thought that anarchists, under all their bravado, were only playing the fool. Could he not now, in the hour of peril, make Syme think so again?
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Gregory se levantó entre una ola de aplausos. Mortalmente pálido, sus cabellos, por contraste, parecían de viva escarlata. Pero sonreía y estaba seguro de sí mismo. Ya había tomado su partido, y la línea que había de seguir se extendía ante sus ojos como una carretera blanca. Lo mejor era hacer un discurso suave y ambiguo, a fin de convencer al policía presente de que la fraternidad anarquista era, después de todo, una bobería sin peligro. Confiaba para esto en sus dotes literarias, su capacidad para sugerir finos matices y caer sobre las palabras insustituibles. Dándose maña, y sin perder su fuerza ante el auditorio, podría provocar en la mente de su rival una representación del anarquismo sutil y delicadamente falsa. ¿No había dicho Syme que los anarquistas, bajo su disfraz de matones, se pasaban la vida haciendo el tonto? ¿No sería fácil, a la hora del peligro, hacerle volver otra vez a su primera noción?
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“ Comrades, ” began Gregory, in a low but penetrating voice, “ it is not necessary for me to tell you what is my policy, for it is your policy also. Our belief has been slandered, it has been disfigured, it has been utterly confused and concealed, but it has never been altered. Those who talk about anarchism and its dangers go everywhere and anywhere to get their information, except to us, except to the fountain head. They learn about anarchists from sixpenny novels; they learn about anarchists from tradesmen′s newspapers; they learn about anarchists from Ally Sloper′s Half-Holiday and the Sporting Times. They never learn about anarchists from anarchists. We have no chance of denying the mountainous slanders which are heaped upon our heads from one end of Europe to another. The man who has always heard that we are walking plagues has never heard our reply. I know that he will not hear it tonight, though my passion were to rend the roof. For it is deep, deep under the earth that the persecuted are permitted to assemble, as the Christians assembled in the Catacombs. But if, by some incredible accident, there were here tonight a man who all his life had thus immensely misunderstood us, I would put this question to him: ‘When those Christians met in those Catacombs, what sort of moral reputation had they in the streets above? What tales were told of their atrocities by one educated Roman to another? Suppose′ (I would say to him), ‘suppose that we are only repeating that still mysterious paradox of history. Suppose we seem as shocking as the Christians because we are really as harmless as the Christians. Suppose we seem as mad as the Christians because we are really as meek.′ ”
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— Camaradas — comenzó, pues, con voz moderada y penetrante — . Inútil deciros cuál es mi conducta, porque es asimismo la vuestra. Nuestro credo ha sido calumniado, desfigurado, muy confundido y también muy disimulado, pero nadie ha logrado por eso alterarlo en nada. Los que hablan del anarquismo y sus peligros, sacan sus informaciones de todas partes, menos de aquí, menos de la fuente. En los novelones de a seis peniques aprenden todo lo que saben del anarquismo, o bien en los periódicos de los tenderos: en el Ally Sloper′s Half-Holiday, en el Sporting Times. Nunca acuden a los anarquistas. Y así, no tenemos nunca ocasión de destruir esa montaña de calumnias que pesa sobre nuestras cabezas de uno a otro término de Europa. El que oye decir que somos una plaga viviente, no oye en cambio nuestra respuesta. Y esta misma noche, en que quisiera mi pasión que mi voz atravesara ese techo, tampoco nos darán oídos. Porque sólo en las profundidades y bajo la tierra pueden reunirse los perseguidos, como en las Catacumbas los antiguos cristianos. Pero si, por algún caso extraordinario, estuviera aquí presente uno de esos hombres que nos desconocen a tal extremo, entonces yo le preguntaría: ¿Qué reputación moral tenían los cristianos de las Catacumbas? ¿Qué atrocidades no se contaban sobre sus crueldades entre los romanos de las clases más educadas? ¡Pues figuraos ahora — le diría yo — , figuraos que estamos puntualmente repitiendo esa paradoja de la historia! ¡Se nos persigue como a los cristianos, porque somos tan inofensivos como ellos; y si como a ellos se nos toma por locos furiosos, es que somos, en el fondo, tan mansos como ellos!
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The applause that had greeted the opening sentences had been gradually growing fainter, and at the last word it stopped suddenly. In the abrupt silence, the man with the velvet jacket said, in a high, squeaky voice —
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Los aplausos que habían saludado el preámbulo fueron apagándose gradualmente, y pararon de súbito al llegar a la última frase. En aquel incómodo silencio, el de la cazadora chilló:
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“ I′m not meek! ”
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— ¡Yo no soy manso!
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“ Comrade Witherspoon tells us, ” resumed Gregory, “ that he is not meek. Ah, how little he knows himself! His words are, indeed, extravagant; his appearance is ferocious, and even (to an ordinary taste) unattractive. But only the eye of a friendship as deep and delicate as mine can perceive the deep foundation of solid meekness which lies at the base of him, too deep even for himself to see. I repeat, we are the true early Christians, only that we come too late. We are simple, as they revere simple — look at Comrade Witherspoon. We are modest, as they were modest — look at me. We are merciful — ”
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— Nos asegura el camarada Witherspoon — prosiguió Gregory — que él no es manso. ¡Ah, señores, y cuan difícil es conocerse! Verdad es que habla de un modo extravagante, que tiene un aspecto feroz y, para un gusto ordinario, poco atractivo. Pero el ojo experto de un amigo, como yo lo soy de él, puede adivinar la profunda mansedumbre de su corazón, demasiado profunda hasta para que él la perciba. Repito que somos los primeros cristianos, aunque hemos llegado muy tarde. Como ellos, somos simples: ved, si no, al camarada Witherspoon; como ellos, modestos: vedme a mí. También somos misericordiosos ...
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“ No, no! ” called out Mr. Witherspoon with the velvet jacket.
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— ¡No! ¡No! — aulló Mr. Witherspoon desde su cazadora aterciopelada.
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“ I say we are merciful, ” repeated Gregory furiously, “ as the early Christians were merciful. Yet this did not prevent their being accused of eating human flesh. We do not eat human flesh — ”
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He dicho que somos misericordiosos — repitió Gregory furibundo — como los cristianos lo fueron. Lo cual no impidió que se les acusara de comer carne humana....
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“ Shame! ” cried Witherspoon. “ Why not? ”
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— ¡Oh vergüenza! — interrumpe Witherspoon — . ¿Y por qué no habíamos de comer carne humana?
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“ Comrade Witherspoon, ” said Gregory, with a feverish gaiety, “ is anxious to know why nobody eats him (laughter). In our society, at any rate, which loves him sincerely, which is founded upon love — ”
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— El camarada Witherspoon — dijo Gregory con sonrisa febril — se pregunta ansiosamente que por qué no se lo como á él nadie (risas). Por lo menos aquí, en el seno de nuestra sociedad, que lo estima sinceramente, que está fundada en el mutuo amor...
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“ No, no! ” said Witherspoon, “ down with love. ”
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— ¡No! ¡No! — gritó Witherspoon — . ¡Abajo el amor!
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“ Which is founded upon love, ” repeated Gregory, grinding his teeth, “ there will be no difficulty about the aims which we shall pursue as a body, or which I should pursue were I chosen as the representative of that body. Superbly careless of the slanders that represent us as assassins and enemies of human society, we shall pursue with moral courage and quiet intellectual pressure, the permanent ideals of brotherhood and simplicity. ”
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— ...Que está fundada en el mutuo amor — hilvanó Gregory apretando los dientes — no puede haber disidencia respecto a los fines que se ha de proponer la corporación, o que yo me he de proponer, si es que se me elige para representarla. Con un altivo desdén para los calumniadores que nos quieren hacer pasar por asesinos y enemigos de la sociedad humana, persistiremos, con tranquilo valor moral, y valiéndonos de la persuasión, en los ideales inconmovibles de la fraternidad y de la virtud!
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Gregory resumed his seat and passed his hand across his forehead. The silence was sudden and awkward, but the chairman rose like an automaton, and said in a colourless voice —
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Gregory volvió a su asiento; se pasó las manos por la frente. Había un silencio penosísimo. El presidente se levantó como un autómata, y dijo con voz descolorida:
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“ Does anyone oppose the election of Comrade Gregory? ”
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— ¿No hay quien se oponga a la candidatura del camarada Gregory?
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The assembly seemed vague and sub-consciously disappointed, and Comrade Witherspoon moved restlessly on his seat and muttered in his thick beard. By the sheer rush of routine, however, the motion would have been put and carried. But as the chairman was opening his mouth to put it, Syme sprang to his feet and said in a small and quiet voice —
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La asamblea estaba desconcertada, y el camarada Witherspoon se agitaba en su asiento y balbuceaba desde sus espesas barbicas. Sin embargo, la fuerza de la rutina hubiera hecho aprobar la candidatura. Pero, al tiempo en que el presidente iba a abrir la boca para declararla aprobada, Syme se puso de pie y dijo suavemente:
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“ Yes, Mr. Chairman, I oppose. ”
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— Sí, señor Presidente, yo me opongo.
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The most effective fact in oratory is an unexpected change in the voice. Mr. Gabriel Syme evidently understood oratory. Having said these first formal words in a moderated tone and with a brief simplicity, he made his next word ring and volley in the vault as if one of the guns had gone off.
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Un cambio inesperado de voz es de mucho efecto en la oratoria. Evidentemente Mr. Syme entendía algo de oratoria. Habiendo pronunciado las anteriores palabras con suavidad y sencillez, hinchó ahora la voz de manera que la bóveda resonó como si hubieran descargado un fusil.
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“ Comrades! ” he cried, in a voice that made every man jump out of his boots, “ have we come here for this? Do we live underground like rats in order to listen to talk like this? This is talk we might listen to while eating buns at a Sunday School treat. Do we line these walls with weapons and bar that door with death lest anyone should come and hear Comrade Gregory saying to us, ‘Be good, and you will be happy,′ ‘Honesty is the best policy,′ and ‘Virtue is its own reward′? There was not a word in Comrade Gregory′s address to which a curate could not have listened with pleasure (hear, hear). But I am not a curate (loud cheers), and I did not listen to it with pleasure (renewed cheers). The man who is fitted to make a good curate is not fitted to make a resolute, forcible, and efficient Thursday (hear, hear). ”
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— ¡Camaradas! — gritó, y todos saltaron en los bancos — . ¿Y para oír esto hemos venido aquí? ¿Para eso tenemos que vivir debajo de la tierra como unos ratones? Para oír eso bastaría ir a las comidas de las escuelas dominicales. " ¿Hemos revestido de armas estos muros, hemos puesto la muerte tras esa puerta para impedir que venga cualquiera a oír que el camarada Gregory nos aconseje: Sed buenos y seréis felices, la honradez es la mejor política, la virtud tiene en sí misma su recompensa? En el discurso del camarada Gregory no ha habido una sola palabra que no hubiera regocijado a un cura. (Muy bien, muy bien). Pero como yo no soy cura (risas), no me han hecho ni mucha ni poca gracia (risotadas), y un hombre capaz de ser un buen cura, no es capaz de ser un Jueves enérgico, duro e implacable (¡Muy bien, bravo!).
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“ Comrade Gregory has told us, in only too apologetic a tone, that we are not the enemies of society. But I say that we are the enemies of society, and so much the worse for society. We are the enemies of society, for society is the enemy of humanity, its oldest and its most pitiless enemy (hear, hear). Comrade Gregory has told us (apologetically again) that we are not murderers. There I agree. We are not murderers, we are executioners (cheers). ”
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El camarada Gregory nos ha dicho, como pidiendo indulgencia, que no somos enemigos de la sociedad. Pero yo os digo que somos enemigos de la sociedad, y tanto peor para la sociedad. Somos enemigos de la sociedad, porque la sociedad es la enemiga de la Humanidad: su más antigua y despiadada enemiga (¡Bravo!). El camarada Gregory nos dice, como solicitando perdón, que no somos aquí asesinos. Concedido. No somos asesinos, sino ejecutores. " (Alaridos.)
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Ever since Syme had risen Gregory had sat staring at him, his face idiotic with astonishment. Now in the pause his lips of clay parted, and he said, with an automatic and lifeless distinctness —
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Desde que Syme se levantó, Gregory lo había estado oyendo con un asombro que se reflejaba casi en una expresión de imbecilidad. Al fin, aprovechando una pausa, sus labios inmóviles se abrieron para dejar salir, con una precisión automática, esta condenación:
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“ You damnable hypocrite! ”
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— ¡Hipócrita abominable!
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Syme looked straight into those frightful eyes with his own pale blue ones, and said with dignity —
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Syme clavó su mirada azul en los temibles ojos de su adversario, y dijo con altivez:
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“ Comrade Gregory accuses me of hypocrisy. He knows as well as I do that I am keeping all my engagements and doing nothing but my duty. I do not mince words. I do not pretend to. I say that Comrade Gregory is unfit to be Thursday for all his amiable qualities. He is unfit to be Thursday because of his amiable qualities. We do not want the Supreme Council of Anarchy infected with a maudlin mercy (hear, hear). This is no time for ceremonial politeness, neither is it a time for ceremonial modesty. I set myself against Comrade Gregory as I would set myself against all the Governments of Europe, because the anarchist who has given himself to anarchy has forgotten modesty as much as he has forgotten pride (cheers). I am not a man at all. I am a cause (renewed cheers). I set myself against Comrade Gregory as impersonally and as calmly as I should choose one pistol rather than another out of that rack upon the wall; and I say that rather than have Gregory and his milk-and-water methods on the Supreme Council, I would offer myself for election — ”
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— El camarada Gregory me llama hipócrita. Sabe él tan bien como yo que estoy cumpliendo puntualmente mis juramentos y haciendo lo que debo. Yo no me ando con atenciones ni las quiero. He dicho que el camarada Gregory no sería un buen Jueves, a pesar de sus amables cualidades. Es inepto para ser Jueves, en razón de sus amables cualidades. No queremos que el Supremo Consejo de la Anarquía se contamine de conmiseración lacrimosa. (¡Muy bien!). Aquí no hay tiempo que gastar en cortesías ni en modestias. Presento yo mismo mi candidatura contra la del camarada Gregory, como me propondría yo mismo contra todos los Gobiernos de Europa. Porque el anarquista que ha dado su corazón a la anarquía, ése no se acuerda de la modestia, como tampoco se acuerda del orgullo (Gritos prolongados). Yo aquí no soy un hombre: soy una causa. (¡Bravooo!). Me propongo contra el camarada Gregory con la misma impersonalidad, con la misma naturalidad con que preferiría, en ese muro, una pistola a otra pistola. Y digo, en suma, que antes de tener a Gregory y sus dulzonerías en el Consejo Supremo, ofrezco mi candidatura, y...
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His sentence was drowned in a deafening cataract of applause. The faces, that had grown fiercer and fiercer with approval as his tirade grew more and more uncompromising, were now distorted with grins of anticipation or cloven with delighted cries. At the moment when he announced himself as ready to stand for the post of Thursday, a roar of excitement and assent broke forth, and became uncontrollable, and at the same moment Gregory sprang to his feet, with foam upon his mouth, and shouted against the shouting.
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El final quedó ahogado en una catarata de aplausos. Todos los rostros, que se habían ido enfureciendo de aprobación a medida que las palabras de Syme eran más violentas, ahora se torcían con gestos de esperanza o se abrían con gritos de entusiasmo. Cuando Syme anunció que estaba dispuesto a ser Jueves, un rugido de asentimiento le contestó, que no fue ya posible aplacar. Y aunque Gregory, de pie, mascando espuma, clamaba a plenos pulmones contra el clamor general, nadie le escuchaba.
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“ Stop, you blasted madmen! ” he cried, at the top of a voice that tore his throat. “ Stop, you — ”
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— Deteneos, insensatos — gritaba — . ¡Deteneos!
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But louder than Gregory′s shouting and louder than the roar of the room came the voice of Syme, still speaking in a peal of pitiless thunder —
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Pero por sobre sus gritos y sobre aquella tempestad de alaridos, se dejó todavía oír Syme, con voz de trueno:
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“ I do not go to the Council to rebut that slander that calls us murderers; I go to earn it (loud and prolonged cheering). To the priest who says these men are the enemies of religion, to the judge who says these men are the enemies of law, to the fat parliamentarian who says these men are the enemies of order and public decency, to all these I will reply, ‘You are false kings, but you are true prophets. I am come to destroy you, and to fulfil your prophecies.′ ”
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— Yo no iré al Consejo a refutar las calumnias de los que nos llaman asesinos: iré a merecer yo mismo esas calumnias (largos y prolongados aplausos). Al sacerdote que dice: " estos son los enemigos de la religión " , al juez que dice " he aquí los enemigos de la ley " , al obeso parlamentario que exclama: " ahí tenéis a los enemigos del orden público y de la moral pública " , a todos ésos yo les diré: " Sois falsos reyes, pero sois profetas verídicos. Porque heme aquí venido para destruiros y para cumplir vuestros augurios " .
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The heavy clamour gradually died away, but before it had ceased Witherspoon had jumped to his feet, his hair and beard all on end, and had said —
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El inmenso clamor se fue lentamente apaciguando. Antes de que hubiera cesado del todo, Witherspoon se había puesto de pie, el pelo y la barba erizados, y había dicho:
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“ I move, as an amendment, that Comrade Syme be appointed to the post. ”
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— Propongo, como enmienda, que el camarada Syme sea designado para el puesto.
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“ Stop all this, I tell you! ” cried Gregory, with frantic face and hands. “ Stop it, it is all — ”
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— ¡Alto! ¡Deteneos, repito! — gritaba Gregory frenético — . ¡Todo es una...!
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The voice of the chairman clove his speech with a cold accent.
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La fría voz del presidente vino a cortar sus protestas:
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“ Does anyone second this amendment? ” he said. A tall, tired man, with melancholy eyes and an American chin beard, was observed on the back bench to be slowly rising to his feet. Gregory had been screaming for some time past; now there was a change in his accent, more shocking than any scream. “ I end all this! ” he said, in a voice as heavy as stone.
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— ¿Hay quien secunde la enmienda propuesta? Un sujeto alto, y flaco, de ojos melancólicos y barba a la americana, hizo ademán de levantarse entre los últimos bancos. Gregory, que había estado aullando hasta entonces, habló ahora con una voz más extraña que sus aullidos. — ¡Acabemos! — dijo, y su voz cayó como una piedra — .
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“ This man cannot be elected. He is a — ”
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Este hombre no puede ser electo, porque es un...
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“ Yes, ” said Syme, quite motionless, “ what is he? ” Gregory′s mouth worked twice without sound; then slowly the blood began to crawl back into his dead face. “ He is a man quite inexperienced in our work, ” he said, and sat down abruptly.
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— ¿Sí? — dijo Syme imperturbable — . ¿Qué es? Gregory gesticuló sin articular palabra. Un leve sonrojo sucedió a su lividez anterior. — Porque es un hombre — dijo — que carece casi por completo de la experiencia necesaria. Y se dejó caer en el banco.
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Before he had done so, the long, lean man with the American beard was again upon his feet, and was repeating in a high American monotone —
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Pero ya el hombre alto y flaco de la barba americana estaba de pie, diciendo con un monótono acento americano:
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“ I beg to second the election of Comrade Syme. ”
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— Me adhiero a la candidatura del camarada Syme.
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“ The amendment will, as usual, be put first, ” said Mr. Buttons, the chairman, with mechanical rapidity.
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— Según la costumbre — dijo Mr. Buttons, el presidente, con mecánica rapidez — será presentada al sufragio la enmienda Syme.
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“ The question is that Comrade Syme — ”
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Ahora hay que saber si el camarada Syme...
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Gregory had again sprung to his feet, panting and passionate.
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Gregory estaba otra vez de pie, jadeante:
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“ Comrades, ” he cried out, “ I am not a madman. ”
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— ¡Camaradas! — suplicó — . Yo no soy un loco...
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“ Oh, oh! ” said Mr. Witherspoon.
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— ¡Oh! ¡Oh! — protestó Witherspoon.
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“ I am not a madman, ” reiterated Gregory, with a frightful sincerity which for a moment staggered the room, “ but I give you a counsel which you can call mad if you like. No, I will not call it a counsel, for I can give you no reason for it. I will call it a command. Call it a mad command, but act upon it. Strike, but hear me! Kill me, but obey me! Do not elect this man. ” Truth is so terrible, even in fetters, that for a moment Syme′s slender and insane victory swayed like a reed. But you could not have guessed it from Syme′s bleak blue eyes. He merely began —
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— Yo no soy un loco — insistía Gregory con una sinceridad angustiosa que suspendió la asamblea por un instante — . Os voy a dar un consejo, y llamadme loco si queréis. No: tampoco es un consejo, porque no voy a daros ninguna razón para apoyarlo. Es una orden: si os empeñáis, decid que es una locura, pero obedecedla. " Pega, pero escucha " . Matadme, pero obedecedme. ¡No elijáis a ese hombre! La verdad, aun encadenada, es tan terrible, que por un instante pareció que la efímera victoria de Syme iba a doblarse como un junco bajo la tempestad. Pero quien hubiera visto los tranquilos ojos azules de Syme nada habría temido. Contentóse con decir:
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“ Comrade Gregory commands — ”
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— El camarada Gregory ordena...
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Then the spell was snapped, and one anarchist called out to Gregory —
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Esto bastó para romper el encantamiento. Al punto gritó un anarquista:
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“ Who are you? You are not Sunday ” ; and another anarchist added in a heavier voice, “ And you are not Thursday. ”
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— ¿Y quién es usted para mandar? Usted no es el Domingo. Y otro, con un vozarrón: — Usted no es el Jueves.
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“ Comrades, ” cried Gregory, in a voice like that of a martyr who in an ecstacy of pain has passed beyond pain, “ it is nothing to me whether you detest me as a tyrant or detest me as a slave. If you will not take my command, accept my degradation. I kneel to you. I throw myself at your feet. I implore you. Do not elect this man. ”
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— Camaradas — gritó Gregory con la voz del mártir que, en el éxtasis del dolor, acaba por sobreponerse al dolor — . Poco me importa que me detestéis como un tirano o .como un esclavo. Si no escucháis mis órdenes, recibid al menos mi humillación. Me arrodillo ante vosotros, me echo a vuestros pies, os imploro: no elijáis a ese hombre.
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“ Comrade Gregory, ” said the chairman after a painful pause, “ this is really not quite dignified. ”
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— Camarada Gregory — observó el presidente — , realmente la actitud de usted no me parece muy digna.
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For the first time in the proceedings there was for a few seconds a real silence. Then Gregory fell back in his seat, a pale wreck of a man, and the chairman repeated, like a piece of clock-work suddenly started again —
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Por primera vez desde el principio de la discusión, hubo un corto silencio. Gregory se volvió a sentar. No era un hombre, sino un pálido despojo humano. El presidente soltó la frase ritual como un reloj de repetición:
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“ The question is that Comrade Syme be elected to the post of Thursday on the General Council. ”
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— Se trata de saber si el camarada Syme debe ser electo para desempeñar el cargo de Jueves en el Consejo General.
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The roar rose like the sea, the hands rose like a forest, and three minutes afterwards Mr. Gabriel Syme, of the Secret Police Service, was elected to the post of Thursday on the General Council of the Anarchists of Europe.
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Rumor semejante al del mar. Todas las manos se levantan formando un bosque de ramas. Tres minutos después, Mr. Gabriel Syme, del servicio de la Policía Secreta, era elegido para desempeñar el cargo de Jueves en el Consejo General del Anarquismo Europeo.
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Everyone in the room seemed to feel the tug waiting on the river, the sword-stick and the revolver, waiting on the table. The instant the election was ended and irrevocable, and Syme had received the paper proving his election, they all sprang to their feet, and the fiery groups moved and mixed in the room. Syme found himself, somehow or other, face to face with Gregory, who still regarded him with a stare of stunned hatred. They were silent for many minutes.
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Toda la asamblea parecía estar pensando en la lancha que esperaba en el río, en el bastón de verduguillo y el revólver que estaban sobre la mesa. En cuanto la elección se dio por irrevocablemente concluida y Syme recibió sus credenciales, todos se pusieron de pie y se mezclaron en la estancia. Syme, sin saber cómo, se encontró de manos a boca con Gregory, que lo contemplaba con asombro y con odio. Ambos callaron. Al fin Gregory pudo articular:
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“ You are a devil! ” said Gregory at last.
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— ¡Es usted un demonio!
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“ And you are a gentleman, ” said Syme with gravity.
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— Y usted — contestó el otro — es todo un caballero.
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“ It was you that entrapped me, ” began Gregory, shaking from head to foot, “ entrapped me into — ”
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— Usted — decía Gregory temblando — . Usted me ha metido en esto; usted fue el que...
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“ Talk sense, ” said Syme shortly. “ Into what sort of devils′ parliament have you entrapped me, if it comes to that? You made me swear before I made you. Perhaps we are both doing what we think right. But what we think right is so damned different that there can be nothing between us in the way of concession. There is nothing possible between us but honour and death, ” and he pulled the great cloak about his shoulders and picked up the flask from the table.
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— Sea usted razonable — dijo Syme — . Si a eso vamos, ¿quién me trajo a mí a este parlamento de demonios? Usted me hizo jurar, antes que yo a usted. Yo creo que los dos hemos hecho lo que creíamos que estaba bien. Pero diferimos de tal modo en nuestro concepto del bien, que entre nosotros no puede haber la menor concesión. Entre nosotros no puede haber más que el honor y la muerte. Después se cubrió con la capa y se embolsó la botella.
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“ The boat is quite ready, ” said Mr. Buttons, bustling up. “ Be good enough to step this way. ”
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— El bote espera — dijo Mr. Buttons interponiéndose — . Tenga usted la bondad de seguirme.
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With a gesture that revealed the shop-walker, he led Syme down a short, iron-bound passage, the still agonised Gregory following feverishly at their heels. At the end of the passage was a door, which Buttons opened sharply, showing a sudden blue and silver picture of the moonlit river, that looked like a scene in a theatre. Close to the opening lay a dark, dwarfish steam-launch, like a baby dragon with one red eye.
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Con pasos de guarda nocturno de almacén, Mr. Buttons condujo a Syme por un pasadizo estrecho y blindado. El agonizante Gregory les seguía, pisándoles los talones. Al cabo del pasadizo, Buttons abrió una puerta que dejó ver, bajo la luna, la plata y azul del río, como en un escenario de teatro. Muy cerca de la salida esperaba el bote de vapor, masa oscura y pequeña que parecía un dragoncito con un ojo rojo encendido.
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Almost in the act of stepping on board, Gabriel Syme turned to the gaping Gregory.
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Ya a punto de subir, Gabriel Syme se volvió al ensimismado Gregory.
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“ You have kept your word, ” he said gently, with his face in shadow. “ You are a man of honour, and I thank you. You have kept it even down to a small particular. There was one special thing you promised me at the beginning of the affair, and which you have certainly given me by the end of it. ”
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— Ha cumplido usted su palabra — le dijo cortésmente, la cara escondida en la sombra — . Es usted un hombre de honor. Le quedo a usted muy agradecido. Y ha cumplido usted su palabra hasta en un sentido muy especial. Me prometió usted una cosa al principio de todo esto, que también me ha cumplido usted.
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“ What do you mean? ” cried the chaotic Gregory. “ What did I promise you? ”
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— ¿Qué cosa? — preguntó Gregory, que tenía un caos en el alma — . ¿Qué cosa le prometí a usted?
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“ A very entertaining evening, ” said Syme, and he made a military salute with the sword-stick as the steamboat slid away.
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— Una noche muy divertida — dijo Syme. Y subió en el bote, que al instante se puso a andar. Syme hizo un saludo militar con el bastón.
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CHAPTER IV
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CAPÍTULO IV
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THE TALE OF A DETECTIVE
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LA HISTORIA DE UN DETECTIVE
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GABRIEL SYME was not merely a detective who pretended to be a poet; he was really a poet who had become a detective. Nor was his hatred of anarchy hypocritical. He was one of those who are driven early in life into too conservative an attitude by the bewildering folly of most revolutionists. He had not attained it by any tame tradition. His respectability was spontaneous and sudden, a rebellion against rebellion. He came of a family of cranks, in which all the oldest people had all the newest notions. One of his uncles always walked about without a hat, and another had made an unsuccessful attempt to walk about with a hat and nothing else. His father cultivated art and self-realisation; his mother went in for simplicity and hygiene. Hence the child, during his tenderer years, was wholly unacquainted with any drink between the extremes of absinth and cocoa, of both of which he had a healthy dislike. The more his mother preached a more than Puritan abstinence the more did his father expand into a more than pagan latitude; and by the time the former had come to enforcing vegetarianism, the latter had pretty well reached the point of defending cannibalism.
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Gabriel Syme no era un detective que pretendiera pasar por poeta: era realmente un poeta que se había hecho detective. Su odio a la anarquía no era fingido. Era Syme uno de esos hombres a quienes la aterradora locura de las revoluciones empuja, desde edad temprana, a un " conservatismo " excesivo. Este sentimiento no provenía de ninguna tradición: su amor a la respetabilidad era espontáneo, y se había manifestado de pronto, como una rebelión contra la rebelión. Procedía de una familia de extravagantes, cuyos más antiguos miembros habían participado siempre de las opiniones más nuevas. Uno de sus tíos acostumbraba salir a la calle sin sombrero, y el otro había fracasado en el intento de no llevar más que un sombrero por único vestido. Su padre cultivaba las artes, y la realización de su propio Yo. Su madre estaba por la higiene y la vida simple. De modo que el niño, durante sus tiernos años, no conoció otras bebidas más que los extremos del ajenjo y el cacao, por los cuales experimentaba la más saludable repugnancia. Cuanto se obstinaba su madre en predicar la abstinencia puritana, tanto se empeñaba su padre en entregarse a las licencias paganas; y cuando aquélla dio en el vegetarianismo, éste estaba ya a punto de defender el canibalismo.
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Being surrounded with every conceivable kind of revolt from infancy, Gabriel had to revolt into something, so he revolted into the only thing left — sanity. But there was just enough in him of the blood of these fanatics to make even his protest for common sense a little too fierce to be sensible. His hatred of modern lawlessness had been crowned also by an accident. It happened that he was walking in a side street at the instant of a dynamite outrage. He had been blind and deaf for a moment, and then seen, the smoke clearing, the broken windows and the bleeding faces. After that he went about as usual — quiet, courteous, rather gentle; but there was a spot on his mind that was not sane. He did not regard anarchists, as most of us do, as a handful of morbid men, combining ignorance with intellectualism. He regarded them as a huge and pitiless peril, like a Chinese invasion.
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Rodeado, desde la infancia, por todas las formas de la revolución, Gabriel no podía menos de revolucionar en nombre de algo, y tuvo que hacerlo en nombre de lo único que quedaba: la cordura. Pero no podía negar su sangre de fanático, en el exceso de convicción, bastante ostensible, con que defendía el sentido común. Un accidente vino a exasperar su odio de la anarquía moderna. Sucedióle, pues, pasar por cierta calle en el momento de un atentado dinamitero. Por unos segundos se quedó ciego y sordo, y al recobrarse pudo ver — disipado el humo — , vidrios rotos y caras ensangrentadas. Después continuó, corno de costumbre, tranquilo en apariencia, cortés, amable; pero ya había una lesión oculta... en su mente. No veía en los anarquistas, como ve la mayoría, un puñado de locos que combinan el intelectualismo con la ignorancia, sino que los consideraba como un inmenso peligro, como una especie de invasión china.
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He poured perpetually into newspapers and their waste-paper baskets a torrent of tales, verses and violent articles, warning men of this deluge of barbaric denial. But he seemed to be getting no nearer his enemy, and, what was worse, no nearer a living. As he paced the Thames embankment, bitterly biting a cheap cigar and brooding on the advance of Anarchy, there was no anarchist with a bomb in his pocket so savage or so solitary as he. Indeed, he always felt that Government stood alone and desperate, with its back to the wall. He was too quixotic to have cared for it otherwise.
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Continuamente vertía en los periódicos y en los cestos de las redacciones verdaderos torrentes de cuentos, versos, violentos artículos, poniendo a los hombres en guardia contra este torrente de barbarie y de negación. Pero no por eso lograba herir seriamente al enemigo, ni, lo que es peor, lograba un seguro medio de vida. Paseaba por las orillas del Támesis, mordiendo con amargura su mal tabaco y meditando en los progresos del anarquismo, y no había anarquista dinamitero de aire más salvaje ni más solitario que él. " El Gobierno, se decía, lucha solo, y en situación desesperada " . De otro modo, como él era muy quijote, nunca se hubiera puesto del lado del Gobierno.
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He walked on the Embankment once under a dark red sunset. The red river reflected the red sky, and they both reflected his anger. The sky, indeed, was so swarthy, and the light on the river relatively so lurid, that the water almost seemed of fiercer flame than the sunset it mirrored. It looked like a stream of literal fire winding under the vast caverns of a subterranean country.
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Una tarde — el crepúsculo parecía de sangre — Syme paseaba, como de costumbre, por la orilla del río. Rojo estaba el río donde el cielo rojo se reflejaba, y ambos remedaban su cólera. El cielo estaba tan cargado y el río tan luminoso, que la llamarada del agua parecía más encendida que la del crepúsculo: verdadera fuente de fuego que se precipitara en las cavernas de una ciudad subterránea.
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Syme was shabby in those days. He wore an old-fashioned black chimney-pot hat; he was wrapped in a yet more old-fashioned cloak, black and ragged; and the combination gave him the look of the early villains in Dickens and Bulwer Lytton. Also his yellow beard and hair were more unkempt and leonine than when they appeared long afterwards, cut and pointed, on the lawns of Saffron Park. A long, lean, black cigar, bought in Soho for twopence, stood out from between his tightened teeth, and altogether he looked a very satisfactory specimen of the anarchists upon whom he had vowed a holy war. Perhaps this was why a policeman on the Embankment spoke to him, and said “ Good evening. ”
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Syme andaba por aquellos días hecho un desarrapado. Llevaba una chistera anticuada y un gabán negro todavía más anticuado y raído, todo lo cual le daba el aspecto de los personajes sospechosos de Dickens y de Bulwer Lytton. Su barba y sus cabellos amarillentos estaban más descuidados y leoninos que en los días de aseo y de cosmético del Saffron Park. Entre sus contraídos dientes, llevaba un cigarro negro, largo, delgado, comprado en el Soho por dos peniques. Cualquiera lo hubiera tomado por un ejemplar de aquel anarquismo al que había declarado una guerra santa. Probablemente por eso se le acercó un policía del muelle y le dio, como al descuido, las buenas noches.
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Syme, at a crisis of his morbid fears for humanity, seemed stung by the mere stolidity of the automatic official, a mere bulk of blue in the twilight.
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Syme, en plena crisis de temor por la suerte de la humanidad, se enardeció ante aquel saludo automático del guardia que, en el crepúsculo, se destacaba como un bulto de sombra azul.
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“ A good evening is it? ” he said sharply. “ You fellows would call the end of the world a good evening. Look at that bloody red sun and that bloody river! I tell you that if that were literally human blood, spilt and shining, you would still be standing here as solid as ever, looking out for some poor harmless tramp whom you could move on. You policemen are cruel to the poor, but I could forgive you even your cruelty if it were not for your calm. ”
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— Conque buenas noches, ¿eh? — dijo con un tono insolente — . Hay quien le llame buena a la noche en que ha de sobrevenir el fin del mundo. Mire usted ese sol sangriento, mire usted ese río sangriento. Si todo eso fuera sangre humana derramada y humeante, ahí seguiría usted tan fresco, sólo preocupado de hacer circular a tal o cual vagabundo inofensivo. Ustedes, los policías, son crueles con el pobre, pero hasta eso les perdonaría yo si no fuera por su cachaza.
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“ If we are calm, ” replied the policeman, “ it is the calm of organised resistance. ”
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— Si somos calmosos — contestó el otro — es porque tenemos la calma de la resistencia organizada.
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“ Eh? ” said Syme, staring.
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— ¿Dice usted? — preguntó Syme, interesado.
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“ The soldier must be calm in the thick of the battle, ” pursued the policeman. “ The composure of an army is the anger of a nation. ”
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— El soldado debe permanecer tranquilo entre el tumulto de la batalla. La serenidad de los ejércitos está hecha con la furia de las naciones.
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“ Good God, the Board Schools! ” said Syme. “ Is this undenominational education? ”
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— ¡Por Dios! — exclamó Syme — . ¡Teorías de la escuela! ¿Y eso es lo que llaman educación laica?
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“ No, ” said the policeman sadly, “ I never had any of those advantages. The Board Schools came after my time. What education I had was very rough and old-fashioned, I am afraid. ”
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— No — dijo el policía con tristeza — , yo no he disfrutado nunca de esas ventajas. Las " Board Schools " son posteriores a mi época. La educación que a mí me dieron fue muy tosca, y aun temo que muy anticuada.
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“ Where did you have it? ” asked Syme, wondering.
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— ¿Pues dónde recibió usted su educación? — preguntó Syme intrigado.
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“ Oh, at Harrow, ” said the policeman
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— Yo, en Harrow — dijo el guardia.
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The class sympathies which, false as they are, are the truest things in so many men, broke out of Syme before he could control them.
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Las simpatías de clase que, por falsas que sean, son, para algunos, lo más sincero, estallaron en el corazón de Syme, sin que éste pudiera contenerlas.
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“ But, good Lord, man, ” he said, “ you oughtn′t to be a policeman! ”
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— ¡Pero hombre de Dios! ¡Usted no debería estar en la policía!
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The policeman sighed and shook his head.
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Y el guardia, suspirando y moviendo la cabeza.
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“ I know, ” he said solemnly, “ I know I am not worthy. ”
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— Lo sé — exclamó solemnemente — . Demasiado sé que soy indigno.
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“ But why did you join the police? ” asked Syme with rude curiosity.
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— Pero ¿por qué entró usted en la policía? — preguntó Syme indiscretamente.
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“ For much the same reason that you abused the police, ” replied the other. “ I found that there was a special opening in the service for those whose fears for humanity were concerned rather with the aberrations of the scientific intellect than with the normal and excusable, though excessive, outbreaks of the human will. I trust I make myself clear. ”
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— Más o menos por la misma razón que usted tiene para calumniar a la policía — replicó el otro — . Porque comprendí que, en este servicio, hay ciertas oportunidades para aquellos cuyo interés por la humanidad afecta más bien a las aberraciones del intelecto científico, que no al estado anormal — y, aunque excesivo, excusable — , de la voluntad humana. Creo que hablo claro.
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“ If you mean that you make your opinion clear, ” said Syme, “ I suppose you do. But as for making yourself clear, it is the last thing you do. How comes a man like you to be talking philosophy in a blue helmet on the Thames embankment?
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— Si quiere usted decir que habla para sí mismo — dijo Syme — , es posible. Pero si quiere decir usted que se explica, no hay tal, no señor. ¿Qué filosofías son éstas en un hombre que lleva el casco azul, aquí, en los muelles del Támesis?
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“ You have evidently not heard of the latest development in our police system, ” replied the other. “ I am not surprised at it. We are keeping it rather dark from the educated class, because that class contains most of our enemies. But you seem to be exactly in the right frame of mind. I think you might almost join us. ”
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— Ya se ve que no ha oído usted hablar de los últimos desarrollos de nuestro sistema policíaco — le contestó el otro — . Y no me extraña: como que procuramos ocultarlos a las clases cultas, que es donde tenemos más enemigos. Pero me parece que a usted no le faltan disposiciones. Yo creo que usted podría ser de los nuestros.
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“ Join you in what? ” asked Syme.
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— ¿En qué sentido? — interrogó Syme.
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“ I will tell you, ” said the policeman slowly. “ This is the situation: The head of one of our departments, one of the most celebrated detectives in Europe, has long been of opinion that a purely intellectual conspiracy would soon threaten the very existence of civilisation. He is certain that the scientific and artistic worlds are silently bound in a crusade against the Family and the State. He has, therefore, formed a special corps of policemen, policemen who are also philosophers. It is their business to watch the beginnings of this conspiracy, not merely in a criminal but in a controversial sense. I am a democrat myself, and I am fully aware of the value of the ordinary man in matters of ordinary valour or virtue. But it would obviously be undesirable to employ the common policeman in an investigation which is also a heresy hunt. ”
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— Se lo diré a usted — comenzó el policía con lentitud — . He aquí la cuestión: el jefe de una de nuestras secciones, uno de los más celebrados detectives de Europa, sostiene, de tiempo atrás, la tesis de que nuestra civilización está amenazada por una conspiración de orden puramente intelectual. Está convencido de que el mundo científico y el mundo artístico traman, sordamente, una cruzada contra la Familia y el Estado. En consecuencia, ha organizado un cuerpo especial de policías, que son, al mismo tiempo, filósofos. La misión de éstos es observar el fermento naciente de la conspiración, para combatirla, no sólo en el sentido penal, sino en el terreno de la controversia. Yo, que soy demócrata, sé bien lo que vale el hombre ordinario en materia de valor o virtud ordinarios; pero reconozco que sería inconveniente emplear policías ordinarios para una investigación que es como una caza a la herejía.
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Syme′s eyes were bright with a sympathetic curiosity.
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Los ojos de Syme brillaban de entusiasmo y curiosidad.
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“ What do you do, then? ” he said.
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— Y entonces — dijo — , ¿usted qué es?
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“ The work of the philosophical policeman, ” replied the man in blue, “ is at once bolder and more subtle than that of the ordinary detective. The ordinary detective goes to pot-houses to arrest thieves; we go to artistic tea-parties to detect pessimists. The ordinary detective discovers from a ledger or a diary that a crime has been committed. We discover from a book of sonnets that a crime will be committed. We have to trace the origin of those dreadful thoughts that drive men on at last to intellectual fanaticism and intellectual crime. We were only just in time to prevent the assassination at Hartle pool, and that was entirely due to the fact that our Mr. Wilks (a smart young fellow) thoroughly understood a triolet. ”
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— ¿Qué? Desempeño el oficio de policía filósofo — dijo el del uniforme azul — . El oficio es a la vez más atrevido y más sutil que el de un detective vulgar. Éste tiene que ir a las tabernas sospechosas para arrestar ladrones. Nosotros vamos a los tés artísticos para descubrir pesimistas. El detective vulgar, hojeando un libro mayor o un diario, adivina un crimen pasado. Nosotros, hojeando un libro de sonetos, adivinamos un crimen futuro. A nosotros nos toca remontar hasta el origen de esos temerosos pensamientos que conducen a los hombres al fanatismo intelectual y al crimen intelectual. Si llegamos a tiempo para evitar el asesinato de Hartlepool, se debe a que uno de los nuestros — un tal Wilks, un muchacho muy listo — logró comprender plenamente el sentido de un tresillo musical.
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“ Do you mean, ” asked Syme, “ that there is really as much connection between crime and the modern intellect as all that? ”
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— ¿Cree usted realmente — preguntó Syme — que haya una relación tan estrecha entre el crimen y el intelecto moderno?
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“ You are not sufficiently democratic, ” answered the policeman, “ but you were right when you said just now that our ordinary treatment of the poor criminal was a pretty brutal business. I tell you I am sometimes sick of my trade when I see how perpetually it means merely a war upon the ignorant and the desperate. But this new movement of ours is a very different affair. We deny the snobbish English assumption that the uneducated are the dangerous criminals. We remember the Roman Emperors. We remember the great poisoning princes of the Renaissance. We say that the dangerous criminal is the educated criminal. We say that the most dangerous criminal now is the entirely lawless modern philosopher. Compared to him, burglars and bigamists are essentially moral men; my heart goes out to them. They accept the essential ideal of man; they merely seek it wrongly. Thieves respect property. They merely wish the property to become their property that they may more perfectly respect it. But philosophers dislike property as property; they wish to destroy the very idea of personal possession. Bigamists respect marriage, or they would not go through the highly ceremonial and even ritualistic formality of bigamy. But philosophers despise marriage as marriage. Murderers respect human life; they merely wish to attain a greater fulness of human life in themselves by the sacrifice of what seems to them to be lesser lives. But philosophers hate life itself, their own as much as other people′s. ”
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— Usted no es un demócrata muy convencido — contestó el policía — , pero tenía usted razón hace un rato al decir que solíamos tratar a los criminales pobres con la mayor brutalidad. Le confieso a usted que algunas veces me canso de este oficio, considerando que, las más de las veces, se reduce a hacer la guerra a los ignorantes o a los desesperados. Por fortuna el nuevo rumbo que ha tomado la policía es cosa muy distinta. Nosotros negamos esa afirmación de los snobs ingleses, según la cual los iletrados son los criminales más peligrosos. Recordamos el caso de los emperadores romanos. Recordamos a los grandes príncipes envenenadores del Renacimiento. Afirmamos que el criminal peligroso es el criminal culto; que hoy por hoy, el más peligroso de los criminales es el filósofo moderno que ha roto con todas las leyes. En comparación con él, los ladrones y los, bígamos casi resultan de una perfecta moralidad, y mi corazón está con ellos. Por lo menos, aceptan el ideal humano fundamental, si bien lo procuran por caminos equivocados! Los ladrones creen en la propiedad, y si procuran apropiársela sólo es por el excesivo amor que les inspira. Pero, al filósofo, la idea misma de la propiedad le disgusta, y quisiera destruir hasta la idea de posesión personal. Los bígamos creen en el matrimonio: de otro modo, no se someterían a la formalidad solemne y ritual de la bigamia. Pero el filósofo desprecia el matrimonio. Los asesinos respetan la vida humana, sino que desean alcanzar una plenitud de vida propia, a expensas de las vidas que consideran inferiores a la suya. Pero el filósofo odia la vida, ya en sí mismo o en sus semejantes.
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Syme struck his hands together.
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Syme dio una palmada de entusiasmo.
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“ How true that is, ” he cried. “ I have felt it from my boyhood, but never could state the verbal antithesis. The common criminal is a bad man, but at least he is, as it were, a conditional good man. He says that if only a certain obstacle be removed — say a wealthy uncle — he is then prepared to accept the universe and to praise God. He is a reformer, but not an anarchist. He wishes to cleanse the edifice, but not to destroy it. But the evil philosopher is not trying to alter things, but to annihilate them. Yes, the modern world has retained all those parts of police work which are really oppressive and ignominious, the harrying of the poor, the spying upon the unfortunate. It has given up its more dignified work, the punishment of powerful traitors in the State and powerful heresiarchs in the Church. The moderns say we must not punish heretics. My only doubt is whether we have a right to punish anybody else. ”
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— ¡Cuán cierto es eso! — exclamó — . Desde mi infancia he sentido así, pero nunca había logrado formularlo en una antítesis verbal. El criminal común es un mal hombre, pero, en todo caso, puede asegurarse que es un hombre bueno condicional. Con sólo destruir un obstáculo, por ejemplo un tío rico, está dispuesto a aceptar el universo y a dar gracias a Dios. Es un reformador: no un anarquista. Pretende limpiar el edificio: no derrumbarlo. Pero el filósofo perverso no trata de alterar las cosas, sino de aniquilarlos. Sí, es verdad: la sociedad moderna sólo ha conservado las partes más opresivas e ignominiosas de la función policíaca: saquea al pobre, y vigila cautelosamente al infortunado. En cambio, ha abandonado lo más noble de la función: el castigo de los traidores poderosos, en el Estado; y, en la Iglesia, el de los herejes poderosos. Los modernos dicen que no se debe castigar al hereje. Y yo me pregunto si tendremos derecho para castigar, fuera de los casos de herejía.
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“ But this is absurd! ” cried the policeman, clasping his hands with an excitement uncommon in persons of his figure and costume, “ but it is intolerable! I don′t know what you′re doing, but you′re wasting your life. You must, you shall, join our special army against anarchy. Their armies are on our frontiers. Their bolt is ready to fall. A moment more, and you may lose the glory of working with us, perhaps the glory of dying with the last heroes of the world. ”
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— ¡Pero esto es absurdo! — exclamó el policía, dando a su vez una palmada, con una excitación poco común en personas de su oficio y su corpulencia — . ¡Pero esto es intolerable! Yo no sé a qué se dedicará usted, pero sí sé decirle que está usted desperdiciando su vida. Usted debe unirse, usted va a unirse a nuestro ejército contra la anarquía. Los ejércitos de la anarquía están a las puertas. No tardarán en intentar un golpe. Un instante más, y habrá usted perdido la gloria de trabajar con nosotros, y tal vez la gloria de morir al lado de los últimos héroes.
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“ It is a chance not to be missed, certainly, ” assented Syme, “ but still I do not quite understand. I know as well as anybody that the modern world is full of lawless little men and mad little movements. But, beastly as they are, they generally have the one merit of disagreeing with each other. How can you talk of their leading one army or hurling one bolt. What is this anarchy? ”
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— En efecto — asintió Syme — , no es cosa de desperdiciar semejante ocasión. Pero creo que aun no he entendido bien. Yo me doy cuenta, como cualquiera, de que el mundo moderno está lleno de pequeños engendros de la anarquía y de multitud de pequeñas tendencias extraviadas. Pero, por repugnantes que sean, tienen generalmente el mérito de estar en desacuerdo entre sí. ¿Qué quiere usted decir al hablar de sus ejércitos y del golpe que preparan? ¿Qué anarquía puede ser ésa?
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“ Do not confuse it, ” replied the constable, “ with those chance dynamite outbreaks from Russia or from Ireland, which are really the outbreaks of oppressed, if mistaken, men. This is a vast philosophic movement, consisting of an outer and an inner ring. You might even call the outer ring the laity and the inner ring the priesthood. I prefer to call the outer ring the innocent section, the inner ring the supremely guilty section. The outer ring — the main mass of their supporters — are merely anarchists; that is, men who believe that rules and formulas have destroyed human happiness. They believe that all the evil results of human crime are the results of the system that has called it crime. They do not believe that the crime creates the punishment. They believe that the punishment has created the crime. They believe that if a man seduced seven women he would naturally walk away as blameless as the flowers of spring. They believe that if a man picked a pocket he would naturally feel exquisitely good. These I call the innocent section. ”
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— No la confunda usted — dijo el guardia — con esas casuales explosiones de dinamita que acaecen en Rusia o en Irlanda, y que son siempre actos de gente oprimida, aunque equivocada. Yo me refiero a un vasto movimiento filosófico, en el que hay un círculo externo y un círculo interno. El círculo externo podemos decir que es el elemento laico; y el interno, el elemento sacerdotal. Pero prefiero llamar, al círculo externo, la sección inocente; y al interno, la sección criminal. El círculo externo — el más numeroso — está constituido por simples anarquistas; es decir, hombres que creen que las reglas y las fórmulas han acabado con la humana felicidad. Así, están convencidos de que los siniestros efectos del crimen son el resultado natural del sistema que le ha dado el nombre de crimen. No creen que el crimen engendra el castigo, sino que el castigo engendra el crimen. El hombre que ha seducido a siete mujeres les parece, en sí mismo, tan irreprochable como las flores de la primavera. El cortador de bolsas les resulta, en sí mismo, un hombre de exquisita bondad. A éstos, pues, llamo yo, la sección de los inocentes.
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“ Oh! ” said Syme.
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— ¡Oh! — murmuró Syme.
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“ Naturally, therefore, these people talk about ‘a happy time coming′; ‘the paradise of the future′; ‘mankind freed from the bondage of vice and the bondage of virtue,′ and so on. And so also the men of the inner circle speak — the sacred priesthood. They also speak to applauding crowds of the happiness of the future, and of mankind freed at last. But in their mouths ” — and the policeman lowered his voice — “ in their mouths these happy phrases have a horrible meaning. They are under no illusions; they are too intellectual to think that man upon this earth can ever be quite free of original sin and the struggle. And they mean death. When they say that mankind shall be free at last, they mean that mankind shall commit suicide. When they talk of a paradise without right or wrong, they mean the grave.
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— Esta gente, naturalmente, está siempre anunciando una futura era de bienaventuranza, un paraíso por venir, la liberación de las cadenas de la virtud y el vicio, y otras cosas por el estilo. Y también hablan así los del círculo interno, los del sacerdocio sagrado. También hablan, ante las arrebatadas multitudes, de la felicidad futura y la liberación de los hombres. Sólo que en boca de éstos, esas halagüeñas palabras tienen un sentido espantoso. Porque éstos no se hacen ilusiones; son demasiado intelectuales para creer que el hombre se verá alguna vez libre, en este mundo, del pecado original y de la necesidad de la lucha. Cuando hablan así, se refieren a la muerte. Cuando auguran la liberación final de la humanidad, quieren significar con eso el suicidio futuro de la humanidad. Cuando hablan de un paraíso sin bien ni mal, hablan de la tumba.
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They have but two objects, to destroy first humanity and then themselves. That is why they throw bombs instead of firing pistols. The innocent rank and file are disappointed because the bomb has not killed the king; but the high-priesthood are happy because it has killed somebody. ”
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Sólo dos fines se proponen: primero, destruir a la humanidad, y después, destruirse a sí mismos. Por eso lanzan bombas en vez de disparar pistolas. La sección o fila de los inocentes queda contrariada al ver que la bomba no mata al rey; pero el alto sacerdocio se regocija porque, en todo caso, la bomba ha matado a alguien...
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“ How can I join you? ” asked Syme, with a sort of passion.
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— ¿Qué debo hacer para unirme a ustedes? — preguntó de pronto Syme, como en un arrebato.
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“ I know for a fact that there is a vacancy at the moment, ” said the policeman, “ as I have the honour to be somewhat in the confidence of the chief of whom I have spoken. You should really come and see him. Or rather, I should not say see him, nobody ever sees him; but you can talk to him if you like. ”
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— Sé a punto fijo que hay actualmente una vacante — le contestó el policía — , pues tengo la honra de merecer hasta cierto punto la confianza del jefe de quien le he hablado a usted. Debería usted venir a verlo ahora mismo. Aunque digo mal, porque como verlo, nadie lo ve; pero si usted quiere, puede hablar con él.
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“ Telephone? ” inquired Syme, with interest.
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— ¿Por teléfono? — preguntó Syme con interés.
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“ No, ” said the policeman placidly, “ he has a fancy for always sitting in a pitch-dark room. He says it makes his thoughts brighter. Do come along. ”
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— No — dijo plácidamente el otro — . Sino que le gusta estar siempre en un cuarto oscuro. Dice que esto aclara sus pensamientos. Venga usted, venga usted conmigo.
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Somewhat dazed and considerably excited, Syme allowed himself to be led to a side-door in the long row of buildings of Scotland Yard. Almost before he knew what he was doing, he had been passed through the hands of about four intermediate officials, and was suddenly shown into a room, the abrupt blackness of which startled him like a blaze of light. It was not the ordinary darkness, in which forms can be faintly traced; it was like going suddenly stone-blind.
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Intrigado y deslumbrado a la vez, Syme se dejó conducir hasta una puerta lateral del edificio de Scotland Yard. Antes de darse cuenta, ya había pasado por las manos de cuatro oficiales intermediarios, y fue de pronto introducido en una cuarto cuya absoluta oscuridad le impresionó casi como un relámpago. No era oscuridad ordinaria, que siempre permite adivinar vagamente las formas, sino una oscuridad como la de una ceguera súbita.
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“ Are you the new recruit? ” asked a heavy voice.
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— ¿Es usted el nuevo recluta? — preguntó una voz penetrante.
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And in some strange way, though there was not the shadow of a shape in the gloom, Syme knew two things: first, that it came from a man of massive stature; and second, that the man had his back to him.
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Y, de cierto modo inexplicable, aunque en el cuarto no se distinguía nada, Syme comprendió dos cosas: la primera, que aquella voz salía de un cuerpo voluminoso; la segunda: que aquel hombre estaba de espaldas.
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“ Are you the new recruit? ” said the invisible chief, who seemed to have heard all about it. “ All right. You are engaged. ”
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— ¿Es usted el nuevo recluta? — dijo el invisible jefe, que parecía estar al tanto de la reciente conversación de Syme — . Está bien. Queda usted aceptado.
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Syme, quite swept off his feet, made a feeble fight against this irrevocable phrase.
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Syme sintió que se le doblaban las piernas, y, a duras penas, trató de defenderse de aquel compromiso irrevocable.
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“ I really have no experience, ” he began.
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— Sólo que yo, realmente, no tengo experiencia... — comenzó a decir.
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“ No one has any experience, ” said the other, “ of the Battle of Armageddon. ”
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— Nadie tiene experiencia de la Batalla de Armagedón — dijo el otro.
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“ But I am really unfit — ”
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— Es que no me creo capaz...
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“ You are willing, that is enough, ” said the unknown.
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— Tiene usted voluntad, y eso basta — dijo el desconocido.
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“ Well, really, ” said Syme, “ I don′t know any profession of which mere willingness is the final test. ”
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— Pero — observó Syme — yo no conozco oficio alguno para el cual baste la buena voluntad.
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“ I do, ” said the other — “ martyrs. I am condemning you to death. Good day. ”
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— Yo sí — le contestó la voz — . El de mártir. Yo no hago más que condenarlo a usted a muerte. Adiós.
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Thus it was that when Gabriel Syme came out again into the crimson light of evening, in his shabby black hat and shabby, lawless cloak, he came out a member of the New Detective Corps for the frustration of the great conspiracy. Acting under the advice of his friend the policeman (who was professionally inclined to neatness), he trimmed his hair and beard, bought a good hat, clad himself in an exquisite summer suit of light blue-grey, with a pale yellow flower in the button-hole, and, in short, became that elegant and rather insupportable person whom Gregory had first encountered in the little garden of Saffron Park. Before he finally left the police premises his friend provided him with a small blue card, on which was written, “ The Last Crusade, ” and a number, the sign of his official authority. He put this carefully in his upper waistcoat pocket, lit a cigarette, and went forth to track and fight the enemy in all the drawing-rooms of London. Where his adventure ultimately led him we have already seen. At about half-past one on a February night he found himself steaming in a small tug up the silent Thames, armed with swordstick and revolver, the duly elected Thursday of the Central Council of Anarchists.
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Y así fue como Gabriel Syme salió de nuevo a la luz del día, con su pobre sombrero negro y su pobre capa anticuada, convertido en miembro del nuevo cuerpo de policía que había de combatir la gran conspiración social. Siguiendo los consejos de su amigo el guardia, que era profesionalmente inclinado al aseo, se hizo arreglar pelo y barba, compró un sombrero decente, un elegante traje de verano azul-gris, pálido, se puso una flor amarilla en la solapa y, en suma, se transformó en ese sujeto impecable y casi insoportable que Gregory había encontrado por vez primera en el jardincillo del Saffron Park. Antes de abandonar los cuarteles de policía, su amigo le proporcionó una tarjetita azul con un número, en la cual se leía: " La Última Cruzada " — , signo de su autoridad oficial. Se la guardó cuidadosamente en un bolsillo del chaleco, encendió un cigarrillo, y se lanzó a buscar y a combatir al enemigo en todos los salones de Londres. Adonde le condujeron finalmente sus aventuras, ya lo hemos visto. Hacia la una y media de la mañana de un día de febrero, se encontró deslizándose sobre el silencioso Támesis, en un remolcador, armado con un bastón de verduguillo y un revólver, y electo solemnemente para el puesto de Jueves en el Consejo Central de Anarquistas.
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When Syme stepped out on to the steam-tug he had a singular sensation of stepping out into something entirely new; not merely into the landscape of a new land, but even into the landscape of a new planet. This was mainly due to the insane yet solid decision of that evening, though partly also to an entire change in the weather and the sky since he entered the little tavern some two hours before. Every trace of the passionate plumage of the cloudy sunset had been swept away, and a naked moon stood in a naked sky. The moon was so strong and full that (by a paradox often to be noticed) it seemed like a weaker sun. It gave, not the sense of bright moonshine, but rather of a dead daylight.
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Al embarcar en el remolcador, Syme tuvo la sensación singularísima de encontrarse en un nuevo ambiente: no sólo en una nueva tierra, sino en un nuevo planeta. Esto se debía sin duda, en mucho, a la imprudente aunque irrevocable decisión de aquella noche, pero también se debía un poco a un cambio " del tiempo y del cielo, cambio sobrevenido durante las dos horas transcurridas desde que penetró en la equívoca taberna. Los fantásticos plumones del brumoso crepúsculo habían desaparecido por completo, y ahora la radiante luna flotaba en un cielo desnudo. La luna brillaba tanto y estaba tan llena que, por una paradoja que habréis observado muchas veces, parecía un sol palidecido. No daba la impresión de una fulgurante noche de luna, sino de algo como un día de luz mortecina.
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Over the whole landscape lay a luminous and unnatural discoloration, as of that disastrous twilight which Milton spoke of as shed by the sun in eclipse; so that Syme fell easily into his first thought, that he was actually on some other and emptier planet, which circled round some sadder star. But the more he felt this glittering desolation in the moonlit land, the more his own chivalric folly glowed in the night like a great fire. Even the common things he carried with him — the food and the brandy and the loaded pistol — took on exactly that concrete and material poetry which a child feels when he takes a gun upon a journey or a bun with him to bed. The sword-stick and the brandy-flask, though in themselves only the tools of morbid conspirators, became the expressions of his own more healthy romance. The sword-stick became almost the sword of chivalry, and the brandy the wine of the stirrup-cup. For even the most dehumanised modern fantasies depend on some older and simpler figure; the adventures may be mad, but the adventurer must be sane. The dragon without St. George would not even be grotesque. So this inhuman landscape was only imaginative by the presence of a man really human. To Syme′s exaggerative mind the bright, bleak houses and terraces by the Thames looked as empty as the mountains of the moon. But even the moon is only poetical because there is a man in the moon.
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Sobre el paisaje flotaba una palidez luminosa e irreal, como ese crepúsculo de desastre que, dice Milton, produce el eclipse de sol. Syme se confirmaba en la idea de que había caído en algún planeta más vacío que el nuestro, que gravitara en torno de una estrella más triste. Pero a medida que esta desolación rutilante la embargaba el ánimo, su propia locura caballeresca parecía arder más en la noche como inmensa hoguera. Aun los objetos vulgares que llevaba consigo — las provisiones, el Brandy, la pistola cargada — , adquirían ese carácter poético, concreto y material, que les da el niño cuando lleva un fusil a paseo o se va a la cama con un bollo. El bastón con alma de acero y el frasco de Brandy, aunque por sí mismos no eran más que utensilios de la perversa conspiración, vinieron a ser como la expresión de su generosa aventura. El bastón de verduguillo se convirtió en la espada del caballero, y el Brandy en el trago de estribo. Porque las fantasías modernas, aun las más " deshumanizadas " , se refieren siempre a algún símbolo más antiguo y más simple. La aventura podrá ser loca, pero el aventurero debe ser cuerdo. El dragón, sin San Jorge, no sería ni siquiera grotesco. Así, aquel escenario inhumano sólo era fantástico por la presencia de un ser humano. Para la mente exaltada de Syme, las casas, blanquecinas y frías, y las terrazas de la margen del Támesis, parecían tan deshabitadas como las montañas de la luna; pero la misma luna sólo es poética por el " hombre " que hay en la luna.
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The tug was worked by two men, and with much toil went comparatively slowly. The clear moon that had lit up Chiswick had gone down by the time that they passed Battersea, and when they came under the enormous bulk of Westminster day had already begun to break. It broke like the splitting of great bars of lead, showing bars of silver; and these had brightened like white fire when the tug, changing its onward course, turned inward to a large landing stage rather beyond Charing Cross.
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Dos hombres manejaban la embarcación; a pesar de sus muchos esfuerzos, la embarcación iba con cierta lentitud. El claro de luna que había brillado sobre Chiswick se había extinguido ya al pasar por Battersea, y al llegar a la enorme mole de Westminster el día comenzaba a romper. Y rompió al fin como en un estallido de rayos de plomo que descubren vivos de plata. Y éstos estaban ya al rojo blanco, cuando el barco, torciendo el rumbo, viró hacia una ancha escalinata de desembarque que está más allá de Charing Cross.
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The great stones of the Embankment seemed equally dark and gigantic as Syme looked up at them. They were big and black against the huge white dawn. They made him feel that he was landing on the colossal steps of some Egyptian palace; and, indeed, the thing suited his mood, for he was, in his own mind, mounting to attack the solid thrones of horrible and heathen kings. He leapt out of the boat on to one slimy step, and stood, a dark and slender figure, amid the enormous masonry. The two men in the tug put her off again and turned up stream. They had never spoken a word.
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Las grandes piedras del muelle aparecieron a los ojos de Syme oscuras y gigantescas. Negras y enormes, se destacaban sobre el grandioso albor del cielo. Syme sintió como si desembarcara sobre la gradería colosal de un palacio egipcio. La idea no era inoportuna. ¿No iba Syme a atacar los sólidos tronos de unos herejes y abominables monarcas? Saltó del bote a una grada resbalosa, y permaneció un instante inmóvil, sombra oscura y delgada entre aquel vasto amontonamiento de piedras. Los dos bateleros se alejaron con el bote, y volvieron contra la corriente. No habían pronunciado una sola palabra.
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CHAPTER V
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CAPITULO V
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THE FEAST OF FEAR
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EL FESTÍN DEL MIEDO
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AT first the large stone stair seemed to Syme as deserted as a pyramid; but before he reached the top he had realised that there was a man leaning over the parapet of the Embankment and looking out across the river. As a figure he was quite conventional, clad in a silk hat and frock-coat of the more formal type of fashion; he had a red flower in his buttonhole. As Syme drew nearer to him step by step, he did not even move a hair; and Syme could come close enough to notice even in the dim, pale morning light that his face was long, pale and intellectual, and ended in a small triangular tuft of dark beard at the very point of the chin, all else being clean-shaven. This scrap of hair almost seemed a mere oversight; the rest of the face was of the type that is best shaven — clear-cut, ascetic, and in its way noble. Syme drew closer and closer, noting all this, and still the figure did not stir.
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A primera vista, la vasta gradería de piedra pareció a Syme tan desierta como una pirámide; pero aun no llegaba arriba, cuando se dio cuenta de que había un hombre reclinado sobre el parapeto del muelle que miraba fijamente al río. Era una figura enteramente convencional; llevaba un sombrero de seda y una levita a la última moda; en su solapa se veía una flor roja. Syme siguió trepando grada a grada, y el hombre continuó impávido; y Syme logró acercarse lo bastante para darse cuenta, a la pálida y nebulosa luz de la mañana, de que aquel sujeto tenía una cara larga, descolorida, inteligente, completamente afeitada, salvo en la punta de la barba, donde remataba en una borlilla triangular y oscura. Estos pelillos parecían más bien efecto de un descuido, en el afeite total del resto de la cara; cara angulosa, ascética, y noble a su manera. Syme se acercaba cada vez más, observando al desconocido. Éste no pestañeaba.
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At first an instinct had told Syme that this was the man whom he was meant to meet. Then, seeing that the man made no sign, he had concluded that he was not. And now again he had come back to a certainty that the man had something to do with his mad adventure. For the man remained more still than would have been natural if a stranger had come so close. He was as motionless as a wax-work, and got on the nerves somewhat in the same way. Syme looked again and again at the pale, dignified and delicate face, and the face still looked blankly across the river. Then he took out of his pocket the note from Buttons proving his election, and put it before that sad and beautiful face. Then the man smiled, and his smile was a shock, for it was all on one side, going up in the right cheek and down in the left.
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El instinto le decía a Syme que aquel hombre estaba allí para recibirle. Viendo que permanecía inmóvil, pensó que se había equivocado. Pero un instante después se sintió seguro de que el desconocido tenía algo que ver con su descabellada aventura: el hombre, en efecto, afectaba mayor indiferencia de la que hubiera sido natural ante la aproximación de un extraño. Estaba tan inmóvil como un muñeco de cera y, como tal, atacaba los nervios. Syme miraba una y otra vez aquella cara pálida, noble y delicada, pero aquella cara parecía absorta en la contemplación del río. Entonces sacó del bolsillo el documento de Buttons que acreditaba su elección, y lo puso frente a aquel hermoso y triste rostro. El hombre sonrió. Su sonrisa fue un choque eléctrico: era una sonrisa oblicua, que levantaba la mejilla derecha y hacía caer la izquierda.
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There was nothing, rationally speaking, to scare anyone about this. Many people have this nervous trick of a crooked smile, and in many it is even attractive. But in all Syme′s circumstances, with the dark dawn and the deadly errand and the loneliness on the great dripping stones, there was something unnerving in it.
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Racionalmente hablando, esto no era para espantar a nadie. Mucha gente tiene este hábito nervioso de torcer la sonrisa, y, en muchos, hasta es un atractivo. Pero en las circunstancias de Syme, bajo la influencia de aquel amanecer, bajo el peso de su mortal embajada, bajo la emoción de aquella soledad entre las inmensas piedras chorreantes, aquella sonrisa le produjo un terrible efecto.
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There was the silent river and the silent man, a man of even classic face. And there was the last nightmare touch that his smile suddenly went wrong.
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El río silencioso, el hombre silencioso con aquella fisonomía casi clásica y, como último episodio de aquella extraña pesadilla, una sonrisa tan absurda...!
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The spasm of smile was instantaneous, and the man′s face dropped at once into its harmonious melancholy. He spoke without further explanation or inquiry, like a man speaking to an old colleague.
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El espasmo de aquella sonrisa fue instantáneo, y la cara del hombre recobró al instante su armoniosa melancolía. Y el desconocido se puso a hablar sin entrar en explicaciones previas, como entre antiguos camaradas:
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“ If we walk up towards Leicester Square, ” he said, “ we shall just be in time for breakfast. Sunday always insists on an early breakfast. Have you had any sleep? ”
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— Vamos directamente a Leicester Square, y llegaremos a tiempo para el desayuno. ¿Ha dormido usted?
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“ No, ” said Syme.
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— No — dijo Syme.
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“ Nor have I, ” answered the man in an ordinary tone. “ I shall try to get to bed after breakfast. ”
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— Tampoco yo — siguió el otro con toda naturalidad — . Pienso meterme en cama después de desayunar.
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He spoke with casual civility, but in an utterly dead voice that contradicted the fanaticism of his face. It seemed almost as if all friendly words were to him lifeless conveniences, and that his only life was hate. After a pause the man spoke again.
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Hablaba con mucha cortesía, pero con una voz tan muerta que contrastaba con la expresión fanática de su rostro; se diría que las palabras amistosas eran para él meros convencionalismos vacíos, y que su única vida era el odio. Tras breve pausa, continuó así:
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“ Of course, the Secretary of the branch told you everything that can be told. But the one thing that can never be told is the last notion of the President, for his notions grow like a tropical forest. So in case you don′t know, I′d better tell you that he is carrying out his notion of concealing ourselves by not concealing ourselves to the most extraordinary lengths just now. Originally, of course, we met in a cell underground, just as your branch does. Then Sunday made us take a private room at an ordinary restaurant. He said that if you didn′t seem to be hiding nobody hunted you out. Well, he is the only man on earth, I know; but sometimes I really think that his huge brain is going a little mad in its old age. For now we flaunt ourselves before the public. We have our breakfast on a balcony — on a balcony, if you please — overlooking Leicester Square. ”
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— Supongo que el secretario de la sección lo habrá informado a usted de todo lo que puede saberse. Pero lo que nunca puede saberse es cuál será la última idea del Presidente, porque sus ideas se multiplican como una vegetación tropical. Así, por si usted lo ignora, le diré a usted que ahora ha tenido la idea de que nos ocultemos mediante el procedimiento de no ocultarnos para nada. Al principio, claro está, nos reuníamos en una cámara subterránea como la sección de usted. Después, Domingo nos trasladó al reservado de un restaurante. Porque, dijo, mientras menos nos ocultemos, menos nos perseguirán. Es un hombre como no hay otro; pero a veces me temo que su vigoroso cerebro comience, con los años, a perder el equilibrio. Porque ahora se empeña en que nos expongamos al público; ahora almorzamos en un balcón, figúrese usted: ¡en un balcón que cae sobre Leicester Square!
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“ And what do the people say? ” asked Syme.
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— Y la gente ¿qué dice? — preguntó Syme.
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“ It′s quite simple what they say, ” answered his guide.
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— Muy sencillo:
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“ They say we are a lot of jolly gentlemen who pretend they are anarchists. ”
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dice que somos una alegre tertulia de caballeros que pretenden ser anarquistas.
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“ It seems to me a very clever idea, ” said Syme.
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— Me parece una idea muy ingeniosa — observó Syme.
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“ Clever! God blast your impudence! Clever! ” cried out the other in a sudden, shrill voice which was as startling and discordant as his crooked smile. “ When you′ve seen Sunday for a split second you′ll leave off calling him clever. ”
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— ¿Ingeniosa? ¡Dios nos tenga de su mano! Conque ingeniosa ¿eh? — gritó el otro con una voz súbita y chillona, tan chocante y torcida como su sonrisa — . Cuando haya usted contemplado al Domingo, siquiera un milésimo de segundo, no le llamará usted ingenioso.
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With this they emerged out of a narrow street, and saw the early sunlight filling Leicester Square. It will never be known, I suppose, why this square itself should look so alien and in some ways so continental. It will never be known whether it was the foreign look that attracted the foreigners or the foreigners who gave it the foreign look. But on this particular morning the effect seemed singularly bright and clear. Between the open square and the sunlit leaves and the statue and the Saracenic outlines of the Alhambra, it looked the replica of some French or even Spanish public place. And this effect increased in Syme the sensation, which in many shapes he had had through the whole adventure, the eerie sensation of having strayed into a new world. As a fact, he had bought bad cigars round Leicester Square ever since he was a boy. But as he turned that corner, and saw the trees and the Moorish cupolas, he could have sworn that he was turning into an unknown Place de something or other in some foreign town.
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Con esto llegaron a la extremidad de una angosta calle, de donde se veía ya Leicester Square bañada en el sol matinal. Nunca se sabrá a ciencia cierta por qué esta plaza tiene un aspecto tan extraño y, en cierto modo, tan continental. Nunca se pondrá en claro si es su aspecto extranjero lo que atrae a los forasteros, o la afluencia de éstos lo que le comunica semejante aspecto. Aquella mañana, este aspecto parecía singularmente acentuado y brillante. La plaza abierta, las frondas iluminadas, la estatua, el contorno sarraceno de la Alhambra, todo hacía del lugar una como copia de alguna plaza pública de Francia o de España. Y esto acreció en Syme la extraña impresión, que ya varias circunstancias de la aventura le habían producido también, de haber sido transportado a un nuevo mundo. La verdad es que la plaza le era conocida porque, de niño, solía venir por allí a comprar mal tabaco; pero, al volver una esquina y ver los árboles y las cúpulas moriscas, hubiera jurado que estaba en alguna desconocida " Place de cualquier cosa " , situada en cualquier ciudad extranjera.
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At one corner of the square there projected a kind of angle of a prosperous but quiet hotel, the bulk of which belonged to a street behind. In the wall there was one large French window, probably the window of a large coffee-room; and outside this window, almost literally overhanging the square, was a formidably buttressed balcony, big enough to contain a dining-table. In fact, it did contain a dining-table, or more strictly a breakfast-table; and round the breakfast-table, glowing in the sunlight and evident to the street, were a group of noisy and talkative men, all dressed in the insolence of fashion, with white waistcoats and expensive button-holes. Some of their jokes could almost be heard across the square. Then the grave Secretary gave his unnatural smile, and Syme knew that this boisterous breakfast party was the secret conclave of the European Dynamiters.
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En un ángulo de la plaza, aparecía un hotel rico pero no muy frecuentado, cuya fachada principal caía sobre otra calle. Una entrada espaciosa daba sin duda acceso al café; y arriba, materialmente suspendido sobre la calle en unos estribos formidables, salía un balcón lo bastante amplio para instalar en él una gran mesa. Y en torno a esta mesa, muy visible, a pleno sol, ostentado a la calle, había un grupo de hombres parlachines y ruidosos, todos vestidos con la mayor insolencia de la moda, con chalecos blancos y floridas solapas. De tiempo en tiempo, se les oía reír desde el otro lado de la plaza. El grave secretario dejó ver su absurda sonrisita, y Syme comprendió que aquella escandalosa tertulia era el cónclave secreto de los dinamiteros de Europa.
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Then, as Syme continued to stare at them, he saw something that he had not seen before. He had not seen it literally because it was too large to see. At the nearest end of the balcony, blocking up a great part of the perspective, was the back of a great mountain of a man. When Syme had seen him, his first thought was that the weight of him must break down the balcony of stone. His vastness did not lie only in the fact that he was abnormally tall and quite incredibly fat. This man was planned enormously in his original proportions, like a statue carved deliberately as colossal. His head, crowned with white hair, as seen from behind looked bigger than a head ought to be. The ears that stood out from it looked larger than human ears. He was enlarged terribly to scale; and this sense of size was so staggering, that when Syme saw him all the other figures seemed quite suddenly to dwindle and become dwarfish. They were still sitting there as before with their flowers and frock-coats, but now it looked as if the big man was entertaining five children to tea.
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Syme, que los contemplaba atentamente, reparó de pronto en algo extraño, en algo que hasta entonces no había visto, sin duda porque era demasiado vasto para ser visto. A este lado del balcón, obstruyendo una parte apreciable de la perspectiva, se alzaba la espalda de una inmensa montaña humana. Al advertirla Syme pensó que iba a caerse el balcón. La enormidad de aquel hombre no sólo provenía de su estatura anormal y su increíble .gordura, sino que sus proporciones todas eran gigantescas, como las de una estatua colosal. Su cabeza, ya entre gris, vista de espaldas, parecía mayor del tamaño natural. Las orejas, que sobresalían, eran excesivas. Aquel hombre estaba construido conforme a una escala máxima; y tal era la impresión de sus dimensiones que, a su lado, todos los demás le parecieron a Syme empequeñecerse y transformarse en verdaderos enanos. Aunque aquel hombre continuaba en la misma actitud de antes, con su levita y su flor en el ojal, a Syme, alterado el sentido de la escala, se le figuró ver un gigantón que estaba ofreciendo el té a cinco chiquillos.
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As Syme and the guide approached the side door of the hotel, a waiter came out smiling with every tooth in his head.
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Cuando Syme y su guía se acercaron a la puerta lateral del hotel, un criado les salió al encuentro sonriendo con la mayor placidez.
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“ The gentlemen are up there, sare, ” he said. “ They do talk and they do laugh at what they talk. They do say they will throw bombs at ze king. ”
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— Ya están arriba los señores — dijo — . Hablan y ríen de lo lindo. ¡Figúrese usted que dicen que van a arrojarle bombas al rey!
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And the waiter hurried away with a napkin over his arm, much pleased with the singular frivolity of the gentlemen upstairs.
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Y el camarero se alejó rápidamente, la servilleta bajo el brazo, encantado de la singular frivolidad de aquellos señores.
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The two men mounted the stairs in silence.
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Los dos hombres subieron la escalera en silencio.
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Syme had never thought of asking whether the monstrous man who almost filled and broke the balcony was the great President of whom the others stood in awe. He knew it was so, with an unaccountable but instantaneous certainty. Syme, indeed, was one of those men who are open to all the more nameless psychological influences in a degree a little dangerous to mental health. Utterly devoid of fear in physical dangers, he was a great deal too sensitive to the smell of spiritual evil. Twice already that night little unmeaning things had peeped out at him almost pruriently, and given him a sense of drawing nearer and nearer to the head-quarters of hell. And this sense became overpowering as he drew nearer to the great President.
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A Syme no se le había ocurrido preguntar si aquel hombre tan monstruoso, que casi llenaba el balcón y lo derrumbaba con su peso, era el temido Presidente. Pero, con inexplicable y súbita lucidez, lo adivinó al verlo. Syme efectivamente era uno de esos espíritus abiertos a las influencias psicológicas más extrañas, en un grado que no deja de ser peligroso para la salud mental. Exento en absoluto de miedo ante los peligros físicos., era excesivamente sensible al olor del mal. Ya durante aquella noche, dos veces por lo menos, las cosas más insignificantes le habían preocupado, dándole la sensación de que andaba cerca de los cuarteles generales del infierno. Al aproximarse al gran Presidente, este sentimiento se hizo irresistible, pueril y detestable a la vez.
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The form it took was a childish and yet hateful fancy. As he walked across the inner room towards the balcony, the large face of Sunday grew larger and larger; and Syme was gripped with a fear that when he was quite close the face would be too big to be possible, and that he would scream aloud. He remembered that as a child he would not look at the mask of Memnon in the British Museum, because it was a face, and so large.
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Al atravesar la sala que daba al balcón, la amplia cara de Domingo pareció ensancharse todavía; y se apoderó de Syme el temor de que, al acercarse más, aquella cara crecería demasiado para ser ya una cara posible, y temió no poder reprimir un grito. Recordó, entonces, que cuando era niño, no podía mirar en el Museo Británico la máscara de Memnón, primero por ser una cara y segundo por ser tan ancha.
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By an effort, braver than that of leaping over a cliff, he went to an empty seat at the breakfast-table and sat down. The men greeted him with good-humoured raillery as if they had always known him. He sobered himself a little by looking at their conventional coats and solid, shining coffee-pot; then he looked again at Sunday. His face was very large, but it was still possible to humanity.
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Con un esfuerzo más heroico que el que hace falta para arrojarse al abismo, se acercó a la mesa y ocupó un asiento. Los otros lo recibieron entre burlas y buen humor, como si hubieran sido amigos de toda la vida. Él se tranquilizó un poco al notar que todos estaban vestidos convenientemente, y que la cafetera era sólida y brillante; entonces se atrevió a echar una mirada al Domingo; realmente, tenía una cara muy ancha, pero era, con todo, una cara humanamente posible.
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In the presence of the President the whole company looked sufficiently commonplace; nothing about them caught the eye at first, except that by the President′s caprice they had been dressed up with a festive respectability, which gave the meal the look of a wedding breakfast. One man indeed stood out at even a superficial glance. He at least was the common or garden Dynamiter. He wore, indeed, the high white collar and satin tie that were the uniform of the occasion; but out of this collar there sprang a head quite unmanageable and quite unmistakable, a bewildering bush of brown hair and beard that almost obscured the eyes like those of a Skye terrier. But the eyes did look out of the tangle, and they were the sad eyes of some Russian serf. The effect of this figure was not terrible like that of the President, but it had every diablerie that can come from the utterly grotesque. If out of that stiff tie and collar there had come abruptly the head of a cat or a dog, it could not have been a more idiotic contrast.
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Junto al Presidente, todos los demás resultaban vulgares; nada en ellos llamaba la atención a primera vista, salvo el que, por un antojo del Presidente, todos estaban vestidos de fiesta, lo cual daba a la escena el aire de una boda. Uno, sin embargo, se distinguía entre los demás. Tenía el tipo del dinamitero común. Cierto que llevaba cuello blanco y corbata de seda, cosas que, en ocasión, hacían las veces de uniforme; pero de aquel cuello salía una cabeza indisciplinable e inconfundible: una espantosa maleza de cabellos y barbas negras, donde casi se ahogaban unos ojillos de " terrier " . Sólo que los ojos parecían estar en otro plano: eran los tristes ojos del ciervo ruso. Esta fisonomía no era terrible como la del Presidente, pero tenía ese diabolismo propio de lo extremadamente grotesco. No hubiera sido más absurdo el contraste, si de aquel cuello y aquella apretada corbata se viera salir una cabeza de gato o de perro.
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The man′s name, it seemed, was Gogol; he was a Pole, and in this circle of days he was called Tuesday. His soul and speech were incurably tragic; he could not force himself to play the prosperous and frivolous part demanded of him by President Sunday. And, indeed, when Syme came in the President, with that daring disregard of public suspicion which was his policy, was actually chaffing Gogol upon his inability to assume conventional graces.
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Parece que éste se llamaba Gogol, era polaco y en aquel ciclo de los días, hacía de Martes. Era incurablemente trágico de alma y de palabras; no lograba adaptarse al papel frivolo y alegre que le exigía el Presidente Domingo. Y en efecto, a la llegada de Syme, el Presidente, con ese audaz desdén de las sospechas públicas que era toda su política, estaba burlándose de Gogol por su incapacidad para adoptar las gracias mundanas.
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“ Our friend Tuesday, ” said the President in a deep voice at once of quietude and volume, “ our friend Tuesday doesn′t seem to grasp the idea. He dresses up like a gentleman, but he seems to be too great a soul to behave like one. He insists on the ways of the stage conspirator. Now if a gentleman goes about London in a top hat and a frock-coat, no one need know that he is an anarchist. But if a gentleman puts on a top hat and a frock-coat, and then goes about on his hands and knees — well, he may attract attention. That′s what Brother Gogol does. He goes about on his hands and knees with such inexhaustible diplomacy, that by this time he finds it quite difficult to walk upright. ”
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— Nuestro amigo Martes — decía el Presidente con una voz profunda llena de tranquilidad y de volumen — , nuestro amigo Martes creo que no ha entendido bien mi propósito. Se viste a lo caballero, pero siempre deja ver que tiene un alma demasiado grande para poder conducirse a lo caballero. Insiste en portarse como el conspirador de melodrama. Ahora bien: tras un caballero que pasea por Londres con chistera y levita, no es fácil sospechar que se esconda un anarquista. Pero si, aun con chistera y levita, se le ocurre andar a cuatro patas, entonces claro es que llamará la atención. Y algo semejante hace nuestro hermano Gogol. Se ha puesto a andar a cuatro patas con tan acabada diplomacia, que ahora le cuesta trabajo andar derecho.
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“ I am not good at goncealment, ” said Gogol sulkily, with a thick foreign accent; “ I am not ashamed of the cause. ”
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— Yo no sirvo para disfrazarme — dijo Gogol, con aire huraño y profundo acento extranjero — . No tenco por qué aferconzarme de ello.
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“ Yes you are, my boy, and so is the cause of you, ” said the President good-naturedly. “ You hide as much as anybody; but you can′t do it, you see, you′re such an ass! You try to combine two inconsistent methods. When a householder finds a man under his bed, he will probably pause to note the circumstance. But if he finds a man under his bed in a top hat, you will agree with me, my dear Tuesday, that he is not likely even to forget it. Now when you were found under Admiral Biffin′s bed — ”
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— Sí, si tiene usted por qué — contestó el Presidente con buen humor — . ¡Si usted se disfraza como los demás! Sólo que lo hace usted muy mal, por lo asno que es usted. Pretende combinar dos métodos inconciliables. Cuando alguien se encuentra un hombre debajo de su cama, es muy probable que le llame la atención; pero si este hombre lleva una elegante chistera, entonces, querido Martes, convendrá usted conmigo en que es muy difícil que el caso se le olvide en toda su vida. Cuando le encontraron a usted debajo de la cama del almirante Biffin...
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“ I am not good at deception, ” said Tuesday gloomily, flushing.
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— Yo no sé encañar — dijo Martes tristemente y sonrojándose un poco.
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“ Right, my boy, right, ” said the President with a ponderous heartiness, “ you aren′t good at anything. ”
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— ¡Admirable, amigo mío, admirable! — Le interrumpió el Presidente, zumbón y pesado — . Entonces no sabe usted hacer nada.
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While this stream of conversation continued, Syme was looking more steadily at the men around him. As he did so, he gradually felt all his sense of something spiritually queer return.
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Mientras la conversación seguía su curso, Syme se dedicó a observar mejor a sus compañeros. Y poco a poco sintió que lo embargaba otra vez el sentimiento de horror hacia aquellas excentricidades psíquicas.
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He had thought at first that they were all of common stature and costume, with the evident exception of the hairy Gogol. But as he looked at the others, he began to see in each of them exactly what he had seen in the man by the river, a demoniac detail somewhere. That lop-sided laugh, which would suddenly disfigure the fine face of his original guide, was typical of all these types. Each man had something about him, perceived perhaps at the tenth or twentieth glance, which was not normal, and which seemed hardly human. The only metaphor he could think of was this, that they all looked as men of fashion and presence would look, with the additional twist given in a false and curved mirror.
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Habíale parecido al principio que todos los comensales, con excepción del peludo Gogol, eran personas comunes y corrientes por el aspecto y el traje. Pero al observarlos mejor, comenzó a descubrir en todos y cada uno de ellos lo mismo que había advertido en el que le esperó junto al Támesis: algún rasgo demoníaco. Aquella risa descentrada que desfiguraba de cuando en cuando la hermosa cara del que había sido su guía, era " típica " de todos aquellos " tipos " . Todos tenían algo, perceptible tal vez a la décima o a la vigésima inspección; algo que no era del todo normal y que apenas parecía humano. Idea que trató de formularse, diciéndose que todos tenían aspecto y presencia de personas bien educadas, pero con una ligera torsión, como la que produce la falla de un espejo.
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Only the individual examples will express this half-concealed eccentricity. Syme′s original cicerone bore the title of Monday; he was the Secretary of the Council, and his twisted smile was regarded with more terror than anything, except the President′s horrible, happy laughter. But now that Syme had more space and light to observe him, there were other touches. His fine face was so emaciated, that Syme thought it must be wasted with some disease; yet somehow the very distress of his dark eyes denied this. It was no physical ill that troubled him. His eyes were alive with intellectual torture, as if pure thought was pain.
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Esta excentricidad semioculta, sólo podrá definirse describiendo uno a uno todos los tipos. El cicerone de Syme llevaba el título de Lunes; era el secretario del Consejo, y nada era más terrible que su tuerta sonrisa, a excepción de la espantosa y satisfecha risotada del Presidente. Pero ahora que Syme lo observaba más de cerca, advertía en el secretario otras singularidades. Su noble rostro estaba tan extenuado, que Syme llegó a figurarse que lo trabajaba alguna profunda enfermedad; pero, en cierto modo, el mismo dolor de su mirada negaba esta suposición. No: aquel hombre no era víctima de una dolencia física. Sus ojos brillaban con una tortura intelectual, como si el solo pensar fuese su dolencia.
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He was typical of each of the tribe; each man was subtly and differently wrong. Next to him sat Tuesday, the tousle-headed Gogol, a man more obviously mad. Next was Wednesday, a certain Marquis de St. Eustache, a sufficiently characteristic figure. The first few glances found nothing unusual about him, except that he was the only man at table who wore the fashionable clothes as if they were really his own. He had a black French beard cut square and a black English frock-coat cut even squarer. But Syme, sensitive to such things, felt somehow that the man carried a rich atmosphere with him, a rich atmosphere that suffocated. It reminded one irrationally of drowsy odours and of dying lamps in the darker poems of Byron and Poe. With this went a sense of his being clad, not in lighter colours, but in softer materials; his black seemed richer and warmer than the black shades about him, as if it were compounded of profound colour. His black coat looked as if it were only black by being too dense a purple. His black beard looked as if it were only black by being too deep a blue. And in the gloom and thickness of the beard his dark red mouth showed sensual and scornful. Whatever he was he was not a Frenchman; he might be a Jew; he might be something deeper yet in the dark heart of the East. In the bright coloured Persian tiles and pictures showing tyrants hunting, you may see just those almond eyes, those blue-black beards, those cruel, crimson lips.
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Esto era común a toda la tribu; todos tenían alguna anomalía sutil y distinta. Junto al secretario estaba el Martes, el peludo Gogol, cuya locura era más notoria. Después venía el Miércoles: un tal Marqués de San Eustaquio, figura harto característica. A primera vista, nada extraño se notaba en él, salvo que era el único a quien el traje elegante le sentaba como cosa propia. Llevaba una barbilla negra y cuadrada, a la francesa, y una levita negra y todavía más cuadrada, a la inglesa. Syme, muy sensible a tales encantos, pronto percibió que, en torno a este hombre, flotaba una atmósfera rica, tan rica que era sofocante, y que recordaba, quién sabe cómo, los olores soporíferos y las lámparas moribundas de los más tétricos poemas de Byron y de Poe. Al mismo tiempo, parecía que estuviera vestido con materiales no más ligeros, sino más suaves que los demás; el negro de su traje se dijera más denso y cálido que el de las sombras negras que le rodeaban, como si fuera el resultado de algún color vivo intensificado hasta el negro. Su levita negra semejaba negra a fuerza de ser púrpura intensa. Su barba negra negreaba a fuerza de ser azul. Y entre la espesura nebulosa de aquella barba, su boca rojo-oscura era desdeñosa y sensual. De seguro no era francés: acaso judío; tal vez procediera de mayores profundidades, en el profundo corazón del Oriente. En los abigarrados cuadros y mosaicos de Persia, que representan cacerías de tiranos, se ven esos ojos de almendra, esas azulosas barbas, esos crueles labios escarlata.
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Then came Syme, and next a very old man, Professor de Worms, who still kept the chair of Friday, though every day it was expected that his death would leave it empty. Save for his intellect, he was in the last dissolution of senile decay. His face was as grey as his long grey beard, his forehead was lifted and fixed finally in a furrow of mild despair. In no other case, not even that of Gogol, did the bridegroom brilliancy of the morning dress express a more painful contrast. For the red flower in his button-hole showed up against a face that was literally discoloured like lead; the whole hideous effect was as if some drunken dandies had put their clothes upon a corpse. When he rose or sat down, which was with long labour and peril, something worse was expressed than mere weakness, something indefinably connected with the horror of the whole scene. It did not express decrepitude merely, but corruption. Another hateful fancy crossed Syme′s quivering mind. He could not help thinking that whenever the man moved a leg or arm might fall off.
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Syme ocupaba el otro asiento, y después de él venía un hombre muy viejo, el profesor de Worms, que aunque todavía ocupaba el lugar de Viernes, a diario temían que lo dejara vacante por defunción. Estaba en la más completa decadencia senil, a no ser por la inteligencia. Su rostro era tan gris como su larga barba gris; su frente se arrugaba en un surco de amable desesperación. En ninguno, ni siquiera en Gogol, el brillo del traje nupcial producía más penoso efecto de contraste. La flor roja de al solapa exageraba aún más la absoluta palidez plomiza de aquella cara, y el efecto era tan horrible como el de un cadáver vestido por unos dandies borrachos. Cuando se levantaba o se sentaba, lo cual lograba hacer con mucho trabajo y peligro, había en él algo peor que debilidad, algo inefablemente concertado con el horror de aquella escena: no era sólo decrepitud, era corrupción. Una idea abominable cruzó por la excitada mente de Syme: al menor movimiento, aquel muñeco iba a soltar una pierna o un brazo.
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Right at the end sat the man called Saturday, the simplest and the most baffling of all. He was a short, square man with a dark, square face clean-shaven, a medical practitioner going by the name of Bull. He had that combination of savoir-faire with a sort of well-groomed coarseness which is not uncommon in young doctors. He carried his fine clothes with confidence rather than ease, and he mostly wore a set smile. There was nothing whatever odd about him, except that he wore a pair of dark, almost opaque spectacles. It may have been merely a crescendo of nervous fancy that had gone before, but those black discs were dreadful to Syme; they reminded him of half-remembered ugly tales, of some story about pennies being put on the eyes of the dead. Syme′s eye always caught the black glasses and the blind grin. Had the dying Professor worn them, or even the pale Secretary, they would have been appropriate. But on the younger and grosser man they seemed only an enigma. They took away the key of the face. You could not tell what his smile or his gravity meant. Partly from this, and partly because he had a vulgar virility wanting in most of the others it seemed to Syme that he might be the wickedest of all those wicked men. Syme even had the thought that his eyes might be covered up because they were too frightful to see.
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En el extremo de la mesa estaba el llamado Sábado: la figura más sencilla y desconcertante. Hombre pequeño, robusto, con una cara llena, oscura, afeitada: un médico llamado Bull. Tenía esa mezcla de desenvoltura y familiaridad cortés que no es raro encontrar en los médicos jóvenes. Llevaba el traje elegante con más confianza que seguridad, y una sonrisa congelada en la cara. Nada había en él notable, sino unos lentes negros y opacos. Tal vez la excitación nerviosa había ido en crescendo, pero ello es que a Syme le dieron miedo aquellos discos negros; le recordaron feas historias, semiolvidadas ya, sobre cierto cadáver en cuyos ojos habían incrustado unos peniques. No podía apartar la mirada de los vidrios negros de aquella máscara ciega. Al moribundo profesor, al pálido secretario, les hubieran sentado mejor. Pero en la cara de aquel hombre gordo y torpe eran un enigma, ocultaban de hecho la clave de la fisonomía. Ya no era posible saber lo que significaban aquella sonrisa y aquella gravedad. En parte por esto, y en parte porque su complexión revelaba una espesa virilidad de que carecían los otros, a Syme le pareció que aquél era el más perverso de la pandilla. Hasta se le figuró que se tapaba los ojos para encubrir su irresistible horror.
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CHAPTER VI
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CAPÍTULO VI
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THE EXPOSURE
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EL ESPÍA DESCUBIERTO
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SUCH were the six men who had sworn to destroy the world. Again and again Syme strove to pull together his common sense in their presence. Sometimes he saw for an instant that these notions were subjective, that he was only looking at ordinary men, one of whom was old, another nervous, another short-sighted. The sense of an unnatural symbolism always settled back on him again. Each figure seemed to be, somehow, on the borderland of things, just as their theory was on the borderland of thought. He knew that each one of these men stood at the extreme end, so to speak, of some wild road of reasoning. He could only fancy, as in some old-world fable, that if a man went westward to the end of the world he would find something — say a tree — that was more or less than a tree, a tree possessed by a spirit; and that if he went east to the end of the world he would find something else that was not wholly itself — a tower, perhaps, of which the very shape was wicked. So these figures seemed to stand up, violent and unaccountable, against an ultimate horizon, visions from the verge. The ends of the earth were closing in.
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Tales eran los seis sujetos que habían jurado la desaparición del mundo. Syme tuvo que esforzarse varias veces para no perder en su presencia el sentido común. A veces, se decía que su inquietud era subjetiva, que estaba entre hombres ordinarios: uno viejo, otro nerviosillo, el de más allá algo miope; pero siempre volvía a apoderarse de él ese sentimiento de simbolismo sobrenatural. Todas las figuras le parecían estar en el límite de las cosas, así como sus teorías anarquistas le parecían el último límite del pensamiento. Él sabía, en efecto, que todos aquellos hombres se encontraban, por decirlo así, en el punto extremo de algún razonamiento anómalo. Y pensaba, como en cierta vieja fábula, que un hombre que caminara siempre hacia Occidente hasta el fin del mundo, se encontraría con algún objeto — un árbol por ejemplo — , que fuera algo más o algo menos que un simple árbol: un árbol habitado por un espíritu; y, si caminara siempre hacia el Oriente hasta el fin del mundo, se encontraría algo que no fuera enteramente idéntico a sí mismo: por ejemplo, una torre cuya sola arquitectura fuera un pecado. Igualmente sus compañeros parecían destacarse, violentos e incomprensibles, sobre un horizonte último: visiones marginales de la vida, donde se tocan los términos del mundo.
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Talk had been going on steadily as he took in the scene; and not the least of the contrasts of that bewildering breakfast-table was the contrast between the easy and unobtrusive tone of talk and its terrible purport. They were deep in the discussion of an actual and immediate plot. The waiter downstairs had spoken quite correctly when he said that they were talking about bombs and kings. Only three days afterwards the Czar was to meet the President of the French Republic in Paris, and over their bacon and eggs upon their sunny balcony these beaming gentlemen had decided how both should die. Even the instrument was chosen; the black-bearded Marquis, it appeared, was to carry the bomb.
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La conversación había seguido su curso sin interrumpirse por su llegada; y no era el menor contraste, en aquel desconcertante almuerzo, el de la apariencia fácil y ligera de la conversación, y su terrible contenido real. Estaban metidos nada menos que en la discusión del próximo complot. El camarero había dicho la verdad. Hablaban de bombas y monarcas. Dentro de tres días, decían, el Zar iba a encontrarse en París con el Presidente de la República Francesa. Y estos intachables caballeros, allí, desde su asoleado balcón, entre el jamón y los huevos, habían decidido matar a los dos poderosos. Hasta el instrumento estaba ya escogido: lanzaría la bomba el Marqués de las negras barbas
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Ordinarily speaking, the proximity of this positive and objective crime would have sobered Syme, and cured him of all his merely mystical tremors. He would have thought of nothing but the need of saving at least two human bodies from being ripped in pieces with iron and roaring gas. But the truth was that by this time he had begun to feel a third kind of fear, more piercing and practical than either his moral revulsion or his social responsibility. Very simply, he had no fear to spare for the French President or the Czar; he had begun to fear for himself. Most of the talkers took little heed of him, debating now with their faces closer together, and almost uniformly grave, save when for an instant the smile of the Secretary ran aslant across his face as the jagged lightning runs aslant across the sky. But there was one persistent thing which first troubled Syme and at last terrified him. The President was always looking at him, steadily, and with a great and baffling interest. The enormous man was quite quiet, but his blue eyes stood out of his head. And they were always fixed on Syme.
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En circunstancias normales, la proximidad de este crimen, positivo y objetivo, habría calmado a Syme, curándolo de todos sus místicos temores. No hubiera pensado más que en salvar a dos cuerpos humanos del hierro y de los gases rugientes que amenazaban destrozarlos. Pero la verdad es que Syme había comenzado a sentir algo como una sed de miedo, más penetrante y eficaz que todas sus repulsiones morales y responsabilidades sociales. Sencillamente, no temía por el Presidente o por el Zar: temía por sí mismo. Sus compañeros apenas se cuidaban de él, y discutían acercando las caras con cierta expresión de gravedad. Por la cara del secretario cruzaba, a veces, aquella sonrisa singular, como relámpago por el cielo. Pero Syme advirtió algo que comenzó por turbarlo y acabó por aterrorizarlo: el Presidente no le quitaba la vista, y estaba examinándolo con extraño interés. El enorme hombre estaba inmóvil, pero los ojos se le salían de la cara, y aquellos ojos estaban fijos en Syme.
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Syme felt moved to spring up and leap over the balcony. When the President′s eyes were on him he felt as if he were made of glass. He had hardly the shred of a doubt that in some silent and extraordinary way Sunday had found out that he was a spy. He looked over the edge of the balcony, and saw a policeman, standing abstractedly just beneath, staring at the bright railings and the sunlit trees.
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Syme se sintió tentado de saltar del balcón a la calle. Cada vez que el Presidente le clavaba los ojos, él se sentía más transparente que el vidrio, y no tenía la menor duda de que Domingo, de alguna manera silenciosa y extraordinaria, había descubierto al espía. Echó una mirada por la balaustrada del balcón y vio, precisamente debajo, a un guardia que consideraba, distraído, las rejas brillantes y los árboles llenos de sol de la plaza.
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Then there fell upon him the great temptation that was to torment him for many days. In the presence of these powerful and repulsive men, who were the princes of anarchy, he had almost forgotten the frail and fanciful figure of the poet Gregory, the mere aesthete of anarchism. He even thought of him now with an old kindness, as if they had played together when children. But he remembered that he was still tied to Gregory by a great promise. He had promised never to do the very thing that he now felt himself almost in the act of doing. He had promised not to jump over that balcony and speak to that policeman. He took his cold hand off the cold stone balustrade. His soul swayed in a vertigo of moral indecision. He had only to snap the thread of a rash vow made to a villainous society, and all his life could be as open and sunny as the square beneath him. He had, on the other hand, only to keep his antiquated honour, and be delivered inch by inch into the power of this great enemy of mankind, whose very intellect was a torture-chamber. Whenever he looked down into the square he saw the comfortable policeman, a pillar of common sense and common order. Whenever he looked back at the breakfast-table he saw the President still quietly studying him with big, unbearable eyes.
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Y entonces se apoderó de él una gran tentación que había de atormentarlo por muchos días. En presencia de aquellos hombres poderosos y repulsivos, verdaderos príncipes de la anarquía, casi había olvidado la elegante y fantástica figura del poeta Gregory, que era solamente el estético de la anarquía. Al recordarlo, brotaba en él un impulso de cariño añejo, como si él y Gregory hubieran jugado juntos de niños. Pero recordó además que estaba ligado a Gregory por una sagrada promesa: la promesa de no hacer lo que precisamente estaba a punto de hacer: había prometido no saltar del balcón para llamar a la policía... Y retiró su helada mano de la fría balaustrada de piedra. Rodó su alma en el vértigo de la indecisión moral. No tenía más que romper la palabra temeraria que le comprometía con una sociedad de bandidos, y toda su vida quedaría tan amplia y asoleada como la plaza que estaba en frente. Por otra parte, si se mantenía fiel a las anticuadas leyes del honor, se vería poco a poco entregado a aquel gran enemigo de la humanidad, cuya misma fuerza intelectual lo convertía en una cámara de tortura. Cada vez que veía la plaza, le parecía ver en la policía una columna del sentido común, del orden común. Cada vez que veía la mesa del almuerzo, tropezaba de nuevo con el Presidente, siempre estudiándolo quietamente con sus grandes e irresistibles ojos.
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In all the torrent of his thought there were two thoughts that never crossed his mind. First, it never occurred to him to doubt that the President and his Council could crush him if he continued to stand alone. The place might be public, the project might seem impossible. But Sunday was not the man who would carry himself thus easily without having, somehow or somewhere, set open his iron trap. Either by anonymous poison or sudden street accident, by hypnotism or by fire from hell, Sunday could certainly strike him. If he defied the man he was probably dead, either struck stiff there in his chair or long afterwards as by an innocent ailment. If he called in the police promptly, arrested everyone, told all, and set against them the whole energy of England, he would probably escape; certainly not otherwise. They were a balconyful of gentlemen overlooking a bright and busy square; but he felt no more safe with them than if they had been a boatful of armed pirates overlooking an empty sea.
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Y en el torrente de sus pensamientos, nunca se le ocurrieron dos cosas: primero, nunca puso en duda que el Presidente y su Consejo podrían aplastarlo si se mantenía solo contra ellos. En una plaza pública, parecía imposible que se atrevieran contra él. Pero el Domingo no era hombre para aventurarse así, sin tener preparada, quién sabe dónde, y cómo, su trampa. Por el anónimo veneno, por un accidente callejero, por hipnotismo o mediante el fuego del infierno, el Domingo podía sin duda aniquilarlo. Si desafiaba a aquel enemigo, era hombre muerto, ya por muerte súbita en el mismo sitio en que se encontraba, o ya algún tiempo después como por efecto de alguna inocente dolencia. Si llamaba a la policía, los hacía arrestar, lo decía todo y movía contra ellos toda la fuerza de Inglaterra, es posible que lograra escapar. De otro modo, imposible. De suerte que en aquel balcón donde había unos caballeros mirando una plaza llena de gente, no se sentía más seguro que si se encontrara en un bote de piratas ante un mar desierto.
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There was a second thought that never came to him. It never occurred to him to be spiritually won over to the enemy. Many moderns, inured to a weak worship of intellect and force, might have wavered in their allegiance under this oppression of a great personality. They might have called Sunday the super-man. If any such creature be conceivable, he looked, indeed, somewhat like it, with his earth-shaking abstraction, as of a stone statue walking. He might have been called something above man, with his large plans, which were too obvious to be detected, with his large face, which was too frank to be understood. But this was a kind of modern meanness to which Syme could not sink even in his extreme morbidity. Like any man, he was coward enough to fear great force; but he was not quite coward enough to admire it.
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En segundo lugar, nunca se le ocurrió otra cosa: el ser ganado por el enemigo. Muchos hombres de ahora, habituados a admirar con toda su miseria la inteligencia y la fuerza, habrían vacilado en su lealtad, bajo el imperio de una personalidad tan poderosa. Habrían declarado que Domingo era el superhombre. Si tal criatura es concebible, nadie se le parecía más que el Domingo, en aquella su abstracción de terremoto, en aquel vago aire de estatua que se echa a andar. Merecía, en efecto, un nombre sobrehumano: los planos de su cuerpo eran vastos, demasiado obvios para ser perceptibles, y aquellas amplias facciones, demasiado francas para ser comprendidas. Pero Syme, ni en aquel extremo de abatimiento podía caer en esta debilidad moderna. Como cualquiera, podía tener miedo ante la fuerza, pero no tanto que la admirara.
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The men were eating as they talked, and even in this they were typical. Dr. Bull and the Marquis ate casually and conventionally of the best things on the table — cold pheasant or Strasbourg pie. But the Secretary was a vegetarian, and he spoke earnestly of the projected murder over half a raw tomato and three quarters of a glass of tepid water. The old Professor had such slops as suggested a sickening second childhood. And even in this President Sunday preserved his curious predominance of mere mass. For he ate like twenty men; he ate incredibly, with a frightful freshness of appetite, so that it was like watching a sausage factory. Yet continually, when he had swallowed a dozen crumpets or drunk a quart of coffee, he would be found with his great head on one side staring at Syme.
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Los anarquistas hablaban y comían. Y hasta en esto eran singulares. El Dr. Bull y el Marqués probaban de tiempo en tiempo, y convencionalmente, los mejores bocados: faisán frío, pastel de Estrasburgo. Pero el secretario era vegetariano, y hablaba con mucho calor del proyectado asesinato, entre una tajada de tomate y tres cuartos de vaso de agua tibia. El viejo profesor tomaba las sopas que convenían a su estado de segunda infancia. Y también aquí el Presidente Domingo conservaba su curiosa superioridad cuantitativa, porque comía como veinte, de un modo increíble, con tremenda virginidad de apetito, de un modo que hacía pensar en las fábricas de salchichas. Y tras de haber engullido una docena de bollos o apurado un cuarto de galón de café, se le veía otra vez con la cabezota inclinada, observando a Syme...
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“ I have often wondered, ” said the Marquis, taking a great bite out of a slice of bread and jam, “ whether it wouldn′t be better for me to do it with a knife. Most of the best things have been brought off with a knife. And it would be a new emotion to get a knife into a French President and wriggle it round. ”
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— Me estoy preguntando — dijo el Marqués, despachando una rebanada de pan con mantequilla — si no me vendría mejor usar del cuchillo. Muchos buenos golpes se han dado con cuchillo. Y sería una nueva emoción el meterle un cuchillo a un presidente francés, y revolver después el hierro en la herida.
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“ You are wrong, ” said the Secretary, drawing his black brows together. “ The knife was merely the expression of the old personal quarrel with a personal tyrant. Dynamite is not only our best tool, but our best symbol. It is as perfect a symbol of us as is incense of the prayers of the Christians. It expands; it only destroys because it broadens; even so, thought only destroys because it broadens. A man′s brain is a bomb, ” he cried out, loosening suddenly his strange passion and striking his own skull with violence. “ My brain feels like a bomb, night and day. It must expand! It must expand! A man′s brain must expand, if it breaks up the universe. ”
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— Se equivoca usted — dijo el secretario frunciendo las cejas — . El cuchillo es el arma de la antigua disputa personal con el tirano personal. La dinamita se esparce, y sólo mata porque se ensancha; asimismo el pensamiento que sólo destruye porque se difunde y ensancha. ¡El cerebro de un hombre es una bomba! — exclamó entregándose a su pasión y pegándose con violencia en el cráneo — . ¡Yo siento que mi cerebro es una bomba, a toda hora del día y de la noche! ¡Quiere estallar, quiere estallar! ¡El cerebro del hombre necesita estallar, aun cuando destruya el universo!
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“ I don′t want the universe broken up just yet, ” drawled the Marquis. “ I want to do a lot of beastly things before I die. I thought of one yesterday in bed. ”
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— No quisiera yo que el universo estallara ahora mismo — observó el Marqués subrayando las palabras — . Yo necesito hacer algunas atrocidades antes de morir. Ayer, nada menos, estando en cama, se me ocurrió una...
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“ No, if the only end of the thing is nothing, ” said Dr. Bull with his sphinx-like smile, “ it hardly seems worth doing. ”
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— No: el único fin de las cosas es la nada — dijo el Doctor Bull con su sonrisa de esfinge — . No vale la pena de hacer nada.
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The old Professor was staring at the ceiling with dull eyes.
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El viejo profesor, a todo esto, contemplaba, absorto, el cielo raso.
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“ Every man knows in his heart, ” he said, “ that nothing is worth doing. ”
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— Todos sabemos que, en el fondo, no vale la pena de hacer nada — dijo.
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There was a singular silence, and then the Secretary said —
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Y hubo un silencio singular, que el secretario cortó abruptamente.
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“ We are wandering, however, from the point. The only question is how Wednesday is to strike the blow. I take it we should all agree with the original notion of a bomb. As to the actual arrangements, I should suggest that tomorrow morning he should go first of all to — ”
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— Nos alejamos de la cuestión. Se trata de saber cómo ha de dar el golpe el Miércoles. Supongo que todos estamos de acuerdo en el punto original de la bomba. En cuanto a lo demás, yo propongo que mañana por la mañana Miércoles se dirija a...
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The speech was broken off short under a vast shadow. President Sunday had risen to his feet, seeming to fill the sky above them.
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El discurso fue interrumpido por una sombra que envolvió a todos. Era el Presidente que acababa de levantarse y parecía cubrir el cielo.
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“ Before we discuss that, ” he said in a small, quiet voice, “ let us go into a private room. I have something vent particular to say. ”
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— Antes de discutir eso — dijo con un tono de voz suave y tranquilo — pasemos a un cuarto reservado. Tengo que hacer una comunicación importante.
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Syme stood up before any of the others. The instant of choice had come at last, the pistol was at his head. On the pavement before he could hear the policeman idly stir and stamp, for the morning, though bright, was cold.
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Syme fue el primero en ponerse de pie. En el momento de decidirse: la pistola estaba sobre su sien; en la calle oyó al guardia que daba fuertes pisadas para entrar en calor, porque la mañana, aunque luminosa, era fría.
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A barrel-organ in the street suddenly sprang with a jerk into a jovial tune. Syme stood up taut, as if it had been a bugle before the battle. He found himself filled with a supernatural courage that came from nowhere. That jingling music seemed full of the vivacity, the vulgarity, and the irrational valour of the poor, who in all those unclean streets were all clinging to the decencies and the charities of Christendom. His youthful prank of being a policeman had faded from his mind; he did not think of himself as the representative of the corps of gentlemen turned into fancy constables, or of the old eccentric who lived in the dark room. But he did feel himself as the ambassador of all these common and kindly people in the street, who every day marched into battle to the music of the barrel-organ. And this high pride in being human had lifted him unaccountably to an infinite height above the monstrous men around him. For an instant, at least, he looked down upon all their sprawling eccentricities from the starry pinnacle of the commonplace. He felt towards them all that unconscious and elementary superiority that a brave man feels over powerful beasts or a wise man over powerful errors. He knew that he had neither the intellectual nor the physical strength of President Sunday; but in that moment he minded it no more than the fact that he had not the muscles of a tiger or a horn on his nose like a rhinoceros. All was swallowed up in an ultimate certainty that the President was wrong and that the barrel-organ was right. There clanged in his mind that unanswerable and terrible truism in the song of Roland —
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Un organillo se soltó tocando una tonada jovial. Syme se irguió como si oyera el clarín de la batalla. Se sentía lleno de valor sobrenatural, quién sabe por qué. En aquella alegre música, parecían flotar la vivacidad, la vulgaridad, el valor irracional de los pobres que, en las sucias calles de Londres, viven de la caridad y de las virtudes cristianas. Syme se había olvidado de la juvenil travesura que hizo al meterse en la policía: no pensaba ya en ser el representante de una asociación de " gentlemen " que jugaban a ser guardias, ni se acordaba del viejo excéntrico que vivía encerrado en su cuarto oscuro. Sino que se sentía como embajador de toda esa gente de la calle, que todos los días marcha al combate al son del organillo; y el alto orgullo de ser humano lo levantaba a una inmensa altura, sobre aquellos seres monstruosos que le rodeaban. Por un instante, contempló desdeñosamente su absurdas singularidades, desde el pináculo sideral del lugar común. Sintió que tenía sobre ellos la superioridad inconsciente y elemental que experimenta el hombre valeroso ante el poder de las bestias, o el sabio ante el poder del error. Harto sabía él que no contaba con la energía física e intelectual del Presidente Domingo; pero en este momento su inferioridad le pareció cosa tan natural como el no tener los músculos del tigre o un cuerno en la nariz a la manera del rinoceronte. Todo desaparecía ante la certeza definitiva de que el Presidente estaba equivocado, y el organillo tenía razón. Y sonó en su mente aquella verdad irrefutable y terrible del canto de Rolando:
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“ Pagens ont tort et Chretiens ont droit. ”
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Païens ont tort et Chrétiens ont droit,
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which in the old nasal French has the clang and groan of great iron. This liberation of his spirit from the load of his weakness went with a quite clear decision to embrace death. If the people of the barrel-organ could keep their old-world obligations, so could he. This very pride in keeping his word was that he was keeping it to miscreants. It was his last triumph over these lunatics to go down into their dark room and die for something that they could not even understand. The barrel-organ seemed to give the marching tune with the energy and the mingled noises of a whole orchestra; and he could hear deep and rolling, under all the trumpets of the pride of life, the drums of the pride of death.
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que en el antiguo francés nasal resuena como un ruido de armas. Esta liberación de su espíritu, al arrojar el peso de su debilidad, suscitó en él una franca resolución de afrontar la muerte. Como la gente vulgar del organillo, él también sabía cumplir sus obligaciones. Y el orgullo de mantener su palabra era mayor, por lo mismo que había empeñado su palabra a los descreídos. Su triunfo definitivo sobre aquellos fanáticos estaría en penetrar al cuarto privado, y morir por una causa que ellos ni siquiera entendían. Y el organillo entonaba la marcha con la energía y los ruidos mezclados de una orquesta; y Syme creía escuchar, bajo el tañido del cobre que canta el orgullo de la vida, el redoble profundo de los tambores que dicen la gloria de la muerte.
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The conspirators were already filing through the open window and into the rooms behind. Syme went last, outwardly calm, but with all his brain and body throbbing with romantic rhythm. The President led them down an irregular side stair, such as might be used by servants, and into a dim, cold, empty room, with a table and benches, like an abandoned boardroom. When they were all in, he closed and locked the door.
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Ya los conspiradores se alejaban, pasando por la puertaventana a los cuartos próximos. Syme pasó el último, extraordinariamente sereno, pero su sangre y sus sienes latían con un ritmo romántico. El Presidente los condujo por una escalerilla lateral que parecía destinada al servicio, hasta una sala penumbrosa, fría y solitaria, donde había una mesa y unos bancos, y que tenía traza de comedor abandonado. Una vez todos adentro, el Presidente echó la llave.
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The first to speak was Gogol, the irreconcilable, who seemed bursting with inarticulate grievance.
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Gogol habló el primero, hombre irreconciliable que parecía hervir en furores irreconciliables.
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“ Zso! Zso! ” he cried, with an obscure excitement, his heavy Polish accent becoming almost impenetrable. “ You zay you nod ‘ide. You zay you show himselves. It is all nuzzinks. Ven you vant talk importance you run yourselves in a dark box! ”
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— ¡Anta! ¡Anta! — exclamó con un extraordinario ardor, que hacía casi incomprensible su marcado acento polaco — . ¡Y ticen que no se esconden! Ticen que se tejen fer. No es fertat. Para las cosas importantes, encerratos en un cuarto oscuro.
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The President seemed to take the foreigner′s incoherent satire with entire good humour.
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El Presidente acogió la incoherente sátira del extranjero con muy buen humor.
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“ You can′t get hold of it yet, Gogol, ” he said in a fatherly way. “ When once they have heard us talking nonsense on that balcony they will not care where we go afterwards. If we had come here first, we should have had the whole staff at the keyhole. You don′t seem to know anything about mankind. ”
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— Todavía no puede usted entenderlo, Gogol — dijo con tono paternal — . Una vez que la gente nos ha oído decir tonterías en el balcón, ya no se cuida de saber dónde estamos. Si hubiéramos comenzado por venir aquí, toda la servidumbre hubiera venido a escuchar por el agujero de la llave. Parece que no conociera usted a los hombres.
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“ I die for zem, ” cried the Pole in thick excitement, “ and I slay zare oppressors. I care not for these games of gonzealment. I would zmite ze tyrant in ze open square. ”
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— ¡Me muero por ellos! — gritó el polonés — . ¡Mato a sus opresores! Pero no me custan las escontitillas. Yo quiero matar al tirano en la plaza púplica.
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“ I see, I see, ” said the President, nodding kindly as he seated himself at the top of a long table. “ You die for mankind first, and then you get up and smite their oppressors. So that′s all right. And now may I ask you to control your beautiful sentiments, and sit down with the other gentlemen at this table. For the first time this morning something intelligent is going to be said. ”
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— Ya lo entiendo, ya — dijo el presidente asintiendo bondadosamente, al tiempo de sentarse en la cabecera de la mesa — . Usted comienza por morirse por la humanidad, y después va usted y mata a sus opresores. Perfectamente. Y ahora permítame usted que le pida morigerar sus hermosos sentimientos, y sentarse a la mesa en compañía de estos caballeros. Por primera vez en esta mañana van ustedes a oír algunas palabras sensatas.
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Syme, with the perturbed promptitude he had shown since the original summons, sat down first. Gogol sat down last, grumbling in his brown beard about gombromise. No one except Syme seemed to have any notion of the blow that was about to fall. As for him, he had merely the feeling of a man mounting the scaffold with the intention, at any rate, of making a good speech.
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Syme, con la presteza anormal que venía mostrando desde el principio, se sentó al instante. El último en sentarse fue Gogol, siempre gruñendo entre sus barbas y hablando mal de " antarse con gombromisos " . Nadie, con excepción de Syme, parecía sospechar lo que iba a suceder. En cuanto a éste, se sentía en el ánimo del hombre que sube al cadalso dispuesto a decir un buen discurso.
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“ Comrades, ” said the President, suddenly rising, “ we have spun out this farce long enough. I have called you down here to tell you something so simple and shocking that even the waiters upstairs (long inured to our levities) might hear some new seriousness in my voice. Comrades, we were discussing plans and naming places. I propose, before saying anything else, that those plans and places should not be voted by this meeting, but should be left wholly in the control of some one reliable member. I suggest Comrade Saturday, Dr. Bull. ”
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— Camaradas — dijo el Presidente levantándose — . Mucho ha durado ya la farsa. Os he traído aquí para deciros algo a la vez tan sencillo y tan extraño, que hasta los criados del café, tan acostumbrados como están a nuestras salidas, habrían advertido en mi voz un nuevo matiz de gravedad. Camaradas, hemos estado discutiendo planes y nombrando lugares. Propongo, antes de pasar adelante, que estos planes y lugares no sean votados aquí, sino que queden bajo la decisión de un miembro del consejo que merezca la confianza de todos. Propongo al camarada Sábado: al Dr. Bull.
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They all stared at him; then they all started in their seats, for the next words, though not loud, had a living and sensational emphasis. Sunday struck the table.
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Las miradas se dirigieron a éste. Después, todos saltaron en sus asientos, porque las siguientes palabras del Domingo, aunque no las pronunció en voz alta, tenían un énfasis vivo y sensacional. El Domingo dio un puñetazo en la mesa.
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“ Not one word more about the plans and places must be said at this meeting. Not one tiny detail more about what we mean to do must be mentioned in this company. ”
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— Que en esta reunión no se diga una palabra más sobre planes y lugares. Ni el más insignificante detalle sobre lo que vamos a hacer debe traslucirse ya entre nosotros.
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Sunday had spent his life in astonishing his followers; but it seemed as if he had never really astonished them until now. They all moved feverishly in their seats, except Syme. He sat stiff in his, with his hand in his pocket, and on the handle of his loaded revolver. When the attack on him came he would sell his life dear. He would find out at least if the President was mortal.
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Aunque el Domingo se había pasado la vida asombrando a sus compañeros, se dijera que nunca hasta hoy lo había logrado de veras. Con excepción de Syme, todos se agitaban febrilmente en sus bancos. Éste se mantenía inmóvil, la mano en el bolsillo, y empuñando su revólver cargado. Estaba dispuesto a vender cara su vida, llegado el caso. Al fin sabría si el Presidente era o no mortal.
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Sunday went on smoothly —
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El Domingo continuó con la misma voz:
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“ You will probably understand that there is only one possible motive for forbidding free speech at this festival of freedom. Strangers overhearing us matters nothing. They assume that we are joking. But what would matter, even unto death, is this, that there should be one actually among us who is not of us, who knows our grave purpose, but does not share it, who — ”
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— Ya comprenderéis que sólo hay un motivo para prohibir la libertad de hablar en este festival de la libertad. No importa que los extraños nos oigan. Para ellos somos unos guasones. Pero lo que tiene una importancia enorme es que entre nosotros sé encuentra uno que no es de los nuestros, que conoce nuestros graves propósitos, pero .que no comparte nuestras convicciones; uno que...
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The Secretary screamed out suddenly like a woman.
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El secretario lanzó un grito como de mujer.
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“ It can′t be! ” he cried, leaping. “ There can′t — ”
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— ¡Imposible! — exclamó incorporándose — ¡no puede ser!
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The President flapped his large flat hand on the table like the fin of some huge fish.
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El Presidente dio sobre la mesa con su manaza, semejante a la aleta de un enorme pescado.
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“ Yes, ” he said slowly, “ there is a spy in this room. There is a traitor at this table. I will waste no more words. His name — ”
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— Sí — dijo lentamente — . En este cuarto hay un espía; en esta mesa hay un traidor. No he de gastar palabras. Su nombre...
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Syme half rose from his seat, his finger firm on the trigger.
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Syme medio se levantó del asiento, con el dedo sobre el llamador del revólver.
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“ His name is Gogol, ” said the President. “ He is that hairy humbug over there who pretends to be a Pole. ”
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— Su nombre es Gogol — dijo el Presidente — . Ese peludo charlatán que pretende hacerse pasar por polaco.
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Gogol sprang to his feet, a pistol in each hand. With the same flash three men sprang at his throat. Even the Professor made an effort to rise. But Syme saw little of the scene, for he was blinded with a beneficent darkness; he had sunk down into his seat shuddering, in a palsy of passionate relief.
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Gogol saltó sobre sus pies con una pistola en cada mano. Al mismo tiempo, tres hombres le saltaron al cuello. Hasta el profesor hizo un esfuerzo para incorporarse. Pero Syme apenas vio todo esto, porque una oscuridad benéfica lo había cegado, y se dejó caer en su asiento estremeciéndose, en un paroxismo de alivio.
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CHAPTER VII
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CAPÍTULO VII
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THE UNACCOUNTABLE CONDUCT OF PROFESSOR DE WORMS
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LA INEXPLICABLE CONDUCTA DEL PROFESOR DE WORMS
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“ SIT down! ” said Sunday in a voice that he used once or twice in his life, a voice that made men drop drawn swords.
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— ¡Sentarse! — gritó Domingo con una voz que pocas veces dejaba oír, una voz que hacía caer de las manos las espadas.
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The three who had risen fell away from Gogol, and that equivocal person himself resumed his seat.
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Los tres que se habían levantado soltaron a Gogol, y el equívoco personaje reasumió su asiento.
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“ Well, my man, ” said the President briskly, addressing him as one addresses a total stranger, “ will you oblige me by putting your hand in your upper waistcoat pocket and showing me what you have there? ”
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— Bien, señor mío — dijo con presteza el Presidente, como si se dirigiera a un desconocido — . ¿Quiere usted hacerme el favor de enseñarme lo que lleva en el bolsillo del chaleco?
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The alleged Pole was a little pale under his tangle of dark hair, but he put two fingers into the pocket with apparent coolness and pulled out a blue strip of card. When Syme saw it lying on the table, he woke up again to the world outside him. For although the card lay at the other extreme of the table, and he could read nothing of the inscription on it, it bore a startling resemblance to the blue card in his own pocket, the card which had been given to him when he joined the anti-anarchist constabulary.
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El pretendido polaco estaba algo pálido, bajo la maraña negra de sus cabellos; pero afectando tranquilidad, metió dos dedos en el bolsillo indicado, y sacó una tarjetita azul. Al verla sobre la mesa, Syme recobró el sentido del mundo exterior. Porque, aunque la tarjeta estaba en el otro extremo de la mesa y no podía leer su inscripción, era idéntica a la que él mismo llevaba, a la que le habían dado cuando ingresó en la cuadrilla antianarquista.
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“ Pathetic Slav, ” said the President, “ tragic child of Poland, are you prepared in the presence of that card to deny that you are in this company — shall we say de trop? ”
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— Patético eslavo — dijo el Presidente — , trágico hijo de Polonia ¿se atrevería usted, ante esta tarjeta, a negar que está usted, por decirlo así, de sobra en nuestra tertulia?
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“ Right oh! ” said the late Gogol. It made everyone jump to hear a clear, commercial and somewhat cockney voice coming out of that forest of foreign hair. It was irrational, as if a Chinaman had suddenly spoken with a Scotch accent.
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— No señor — dijo el antes Gogol. Y todos se sorprendieron de oír salir, por entre aquel bosque de extranjero pelamen, una voz clara, comercial y hasta " cockney " , de bajo pueblo londinense. Era tan absurdo como oír a un chino hablar de pronto en inglés con el acento de Escocia.
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“ I gather that you fully understand your position, ” said Sunday.
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— Comprendo que usted se da cuenta de su situación — dijo el Domingo.
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“ You bet, ” answered the Pole. “ I see it′s a fair cop. All I say is, I don′t believe any Pole could have imitated my accent like I did his. ”
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— Usted lo ha dicho — replicó el falso polaco — ; ya veo que es un poco desairada. Y sólo mantengo que ningún polaco es capaz de imitar mi acento como yo he imitado el suyo.
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“ I concede the point, ” said Sunday. “ I believe your own accent to be inimitable, though I shall practise it in my bath. Do you mind leaving your beard with your card? ”
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— Concedido — dijo el Domingo — . Creo en efecto que el acento de usted es inimitable, y aun confieso que en vano he tratado de remedarlo a la hora de mi baño. ¿Tendría usted inconveniente en dejarme sus barbas con su tarjeta?
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“ Not a bit, ” answered Gogol; and with one finger he ripped off the whole of his shaggy head-covering, emerging with thin red hair and a pale, pert face. “ It was hot, ” he added.
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— Ninguno — contestó Gogol; y con un dedo se arrancó toda su envoltura peluda, descubriendo unos ralos cabellos rubios en una cara pálida y descocada — . Esto es sofocante — añadió.
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“ I will do you the justice to say, ” said Sunday, not without a sort of brutal admiration, “ that you seem to have kept pretty cool under it. Now listen to me. I like you. The consequence is that it would annoy me for just about two and a half minutes if I heard that you had died in torments. Well, if you ever tell the police or any human soul about us, I shall have that two and a half minutes of discomfort. On your discomfort I will not dwell. Good day. Mind the step. ”
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— Le hago a usted la justicia de confesar — observó Domingo con cierta brutal admiración — que usted, sin embargo, ha sabido conservar su sangre fría debajo de esa envoltura. Y ahora, óigame usted: me gusta usted. Esto quiere decir que si supiera yo que ha muerto usted en el tormento, me sentiría molesto por espacio de dos minutos y medio. Pues bien: si usted descubre algún día a la policía o a cualquiera persona la menor cosa que nos incumba, tendré esos dos minutos y medio de molestia. Y de la molestia que usted tendrá no hay para qué hablar. Pase usted muy buenos días. Y cuidado con la escalera.
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The red-haired detective who had masqueraded as Gogol rose to his feet without a word, and walked out of the room with an air of perfect nonchalance. Yet the astonished Syme was able to realise that this ease was suddenly assumed; for there was a slight stumble outside the door, which showed that the departing detective had not minded the step.
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El blondo detective que se escondía bajo la máscara de Gogol, se levantó y salió del cuarto con un aire de completa indiferencia. Sin embargo, el asombrado Syme comprendió que esta indiferencia era afectada, porque un tropezón al salvar la puerta dio clara señal de que el detective no pensaba en la escalera.
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“ Time is flying, ” said the President in his gayest manner, after glancing at his watch, which like everything about him seemed bigger than it ought to be. “ I must go off at once; I have to take the chair at a Humanitarian meeting. ”
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— ¡Cómo pasa el tiempo! — dijo alegremente Domingo echando un vistazo a su reloj, que como todas sus cosas parecía de tamaño más que natural — . Tengo que irme; tengo que presidir una reunión humanitaria.
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The Secretary turned to him with working eyebrows.
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El secretario se volvió hacia él con ceño adusto:
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“ Would it not be better, ” he said a little sharply, “ to discuss further the details of our project, now that the spy has left us? ”
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— ¿Y no sería mejor — dijo con cierta sequedad — discutir los detalles de nuestro proyecto, ahora que estamos sin el espía?
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“ No, I think not, ” said the President with a yawn like an unobtrusive earthquake. “ Leave it as it is. Let Saturday settle it. I must be off. Breakfast here next Sunday. ”
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— Creo que no — dijo el Presidente con un bostezo que parecía un terremoto. Dejémoslo en tal estado. Que lo arregle el Sábado. Yo tengo que irme. Almorzaremos aquí el domingo próximo.
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But the late loud scenes had whipped up the almost naked nerves of the Secretary. He was one of those men who are conscientious even in crime.
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Pero la dramática escena había fustigado los nervios casi desnudos del secretario. Era uno de esos hombres concienzudos hasta en el crimen.
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“ I must protest, President, that the thing is irregular, ” he said. “ It is a fundamental rule of our society that all plans shall be debated in full council. Of course, I fully appreciate your forethought when in the actual presence of a traitor — ”
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— Me veo obligado a protestar, Presidente, esto es una irregularidad — dijo — . Es una regla fundamental de la Sociedad el discutir todos los planes en pleno consejo. Cuando estaba aquí el traidor, comprendo que usted dijera...
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“ Secretary, ” said the President seriously, “ if you′d take your head home and boil it for a turnip it might be useful. I can′t say. But it might.
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— Secretario — interrumpió el Presidente con gravedad — . Si usted hubiera hecho hervir su cabeza en casa como un nabo, puede que sirviera para algo. No estoy seguro, pero pudiera ser...
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The Secretary reared back in a kind of equine anger.
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El secretario retrocedió con furor equino.
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“ I really fail to understand — ” he began in high offense.
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— Verdaderamente — empezó a decir muy ofendido — no comprendo...
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“ That′s it, that′s it, ” said the President, nodding a great many times. “ That′s where you fail right enough. You fail to understand. Why, you dancing donkey, ” he roared, rising, “ you didn′t want to be overheard by a spy, didn′t you? How do you know you aren′t overheard now? ”
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— Eso es, eso es — le interrumpió el Presidente moviendo la cabeza — ; usted no comprende, usted no comprende nunca. Diga usted, asno entre los asnos — gritó poniéndose de pie — , usted no quiere que le oigan los espías ¿no es verdad? ¿Y quién le asegura a usted que ahora mismo no le están oyendo?
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And with these words he shouldered his way out of the room, shaking with incomprehensible scorn.
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Y con esta palabras, se encogió de hombros desdeñosamente y salió del cuarto.
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Four of the men left behind gaped after him without any apparent glimmering of his meaning. Syme alone had even a glimmering, and such as it was it froze him to the bone. If the last words of the President meant anything, they meant that he had not after all passed unsuspected. They meant that while Sunday could not denounce him like Gogol, he still could not trust him like the others.
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Los otros cuatro se quedaron viéndolo boquiabiertos, sin entenderle. Sólo Syme sabía a qué atenerse, y un frío le corrió por los huesos. Si algo quería dar a entender el Presidente, es que había sospechado de Syme, que no podía denunciarlo como a Gogol, pero que tampoco se fiaba de él.
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The other four got to their feet grumbling more or less, and betook themselves elsewhere to find lunch, for it was already well past midday. The Professor went last, very slowly and painfully. Syme sat long after the rest had gone, revolving his strange position. He had escaped a thunderbolt, but he was still under a cloud. At last he rose and made his way out of the hotel into Leicester Square. The bright, cold day had grown increasingly colder, and when he came out into the street he was surprised by a few flakes of snow. While he still carried the sword-stick and the rest of Gregory′s portable luggage, he had thrown the cloak down and left it somewhere, perhaps on the steam-tug, perhaps on the balcony. Hoping, therefore, that the snow-shower might be slight, he stepped back out of the street for a moment and stood up under the doorway of a small and greasy hair-dresser′s shop, the front window of which was empty, except for a sickly wax lady in evening dress.
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Los otros se levantaron gruñendo, para tomar el lunch en cualquier parte, porque ya empezaba a hacerse tarde. El Profesor se levantó muy despacio y con mucho trabajo. Syme se quedó un rato solo, meditando en su extraña situación; se había escapado del rayo, pero aún no se disipaba la nube. Al fin se decidió a salir a la plaza de Leicester. El día luminoso se había ido enfriando más cada vez, y cuando Syme salió a la calle le sorprendieron los copos de nieve. Llevaba consigo el bastón de alma de acero, y el resto del equipaje de Gregory; pero quién sabe dónde se había dejado la capa, tal vez en el barco o en el balcón. Esperando que pasara la racha, se refugió un momento en la puerta de una modesta peluquería, en cuyo escaparate no se veía más que una enfermiza muñeca de cera con traje descotado.
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Snow, however, began to thicken and fall fast; and Syme, having found one glance at the wax lady quite sufficient to depress his spirits, stared out instead into the white and empty street. He was considerably astonished to see, standing quite still outside the shop and staring into the window, a man. His top hat was loaded with snow like the hat of Father Christmas, the white drift was rising round his boots and ankles; but it seemed as if nothing could tear him away from the contemplation of the colourless wax doll in dirty evening dress. That any human being should stand in such weather looking into such a shop was a matter of sufficient wonder to Syme; but his idle wonder turned suddenly into a personal shock; for he realised that the man standing there was the paralytic old Professor de Worms. It scarcely seemed the place for a person of his years and infirmities.
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La nieve arreciaba. Syme, a quien el aspecto de la muñeca causaba una impresión deprimente, dirigió la mirada hacia la calle blanca y desierta. Con gran asombro, vio que un hombre contemplaba atentamente el escaparate. Su chistera estaba blanca de nieve como la de San Nicolás, y la nieve se había amontonado sobre sus botas hasta los tobillos; pero él no hacía caso, absorto en la contemplación de la descolorida y triste muñeca. Semejante contemplación, y con un tiempo como aquél, justificaba el asombro de Syme; pero el vago asombro se transformó en sorpresa personal, al descubrir que aquel hombre era nada menos que el anciano y paralítico Profesor de Worms. ¡Parecía imposible, a sus años y con sus achaques!...
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Syme was ready to believe anything about the perversions of this dehumanized brotherhood; but even he could not believe that the Professor had fallen in love with that particular wax lady. He could only suppose that the man′s malady (whatever it was) involved some momentary fits of rigidity or trance. He was not inclined, however, to feel in this case any very compassionate concern. On the contrary, he rather congratulated himself that the Professor′s stroke and his elaborate and limping walk would make it easy to escape from him and leave him miles behind. For Syme thirsted first and last to get clear of the whole poisonous atmosphere, if only for an hour. Then he could collect his thoughts, formulate his policy, and decide finally whether he should or should not keep faith with Gregory.
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A Syme no le extrañaba, en aquella cofradía inhumana, encontrar las peores perversiones; con todo, se resistía a admitir que el Profesor se hubiera enamorado de aquella muñeca de cera. Más bien empezó a figurarse que su enfermedad — fuese la que fuese — le causaba raptos momentáneos de éxtasis o de rigidez, a pesar de lo cual no pudo sentir compasión. Al contrario, se felicitó de que la catalepsia y el andar dificultoso del Profesor le permitieran escapar de él y dejarlo varias millas atrás. Porque Syme tenía una verdadera sed de librarse ya de aquella atmósfera ponzoñosa, aunque sólo fuera una hora. Lo necesitaba para reflexionar, trazarse su política, y decidir finalmente si había de mantener o no la palabra empeñada a Gregory.
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He strolled away through the dancing snow, turned up two or three streets, down through two or three others, and entered a small Soho restaurant for lunch. He partook reflectively of four small and quaint courses, drank half a bottle of red wine, and ended up over black coffee and a black cigar, still thinking. He had taken his seat in the upper room of the restaurant, which was full of the chink of knives and the chatter of foreigners. He remembered that in old days he had imagined that all these harmless and kindly aliens were anarchists. He shuddered, remembering the real thing. But even the shudder had the delightful shame of escape. The wine, the common food, the familiar place, the faces of natural and talkative men, made him almost feel as if the Council of the Seven Days had been a bad dream; and although he knew it was nevertheless an objective reality, it was at least a distant one. Tall houses and populous streets lay between him and his last sight of the shameful seven; he was free in free London, and drinking wine among the free. With a somewhat easier action, he took his hat and stick and strolled down the stair into the shop below.
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Arrojóse, pues, entre los danzarines copos de nieve, dobló la esquina dos o tres veces para allá y otras tantas para acá, y entró en una fondita de Soho con ánimo de tomar el lunch. Siempre reflexionando, comió unos cuatro platos ligeros, apuró media botella de tinto, y acabó con el café y el cigarro, sin dejar su aire meditabundo. Se encontraba en la sala alta de la fonda, llena del tintineo de los cubiertos y el rumor de la charla en lengua extranjera. Recordó que en otro tiempo, se le figuraba que todos esos extranjeros, amables e inofensivos, eran anarquistas. Y se estremeció recordando a los anarquistas verdaderos. Pero en aquel estremecimiento había la placentera emoción de la escapatoria. El vino, el alimento común y corriente, el sitio familiar, los rostros de hombres naturales y " conversables " , todo le hacía pensar en el consejo de los Siete Días como en un sueño fugitivo. Harto sabía que aquello era una realidad; pero, al menos, estaba lejos. Altísimas casas y populosas calles lo dividían del último de aquellos seres abominables: sentíase libre en la libre Londres, bebiendo su vino entre los libres. Con desparpajo requirió el sombrero y bastón, y bajó por la escalerilla a la sala inferior.
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When he entered that lower room he stood stricken and rooted to the spot. At a small table, close up to the blank window and the white street of snow, sat the old anarchist Professor over a glass of milk, with his lifted livid face and pendent eyelids. For an instant Syme stood as rigid as the stick he leant upon. Then with a gesture as of blind hurry, he brushed past the Professor, dashing open the door and slamming it behind him, and stood outside in the snow.
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— ¿Será posible que me ande siguiendo este cadáver? — se dijo mordiéndose con rabia el bigote — . Sin duda me he entretenido aquí tanto tiempo que hasta este cojirrengo logró darme alcance. Por fortuna con sólo apresurarme un poco puedo ponerme tan lejos de él como de aquí a Tombuctú. ¿Estaré viendo visiones? A lo mejor el pobre hombre no viene siguiéndome, El Domingo no había de ser tan torpe que me hiciera seguir por un lisiado.
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“ Can that old corpse be following me? ” he asked himself, biting his yellow moustache. “ I stopped too long up in that room, so that even such leaden feet could catch me up. One comfort is, with a little brisk walking I can put a man like that as far away as Timbuctoo. Or am I too fanciful? Was he really following me? Surely Sunday would not be such a fool as to send a lame man? ”
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Al entrar en esta sala, sintió que los pies se le pegaban al suelo. Allí, en una mesita arrinconada justo a la opaca ventana que daba sobre la calle cubierta de nieve, estaba instalado el viejo Profesor anarquista, frente a un vaso de leche, con su cara lívida y sus párpados entrecerrados. Syme se quedó tan tieso como su bastón. Y después, fingiendo mucha prisa, pasó rozando al Profesor, empujó la puerta y la cerró con estrépito, y se metió en la nieve.
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He set off at a smart pace, twisting and whirling his stick, in the direction of Covent Garden. As he crossed the great market the snow increased, growing blinding and bewildering as the afternoon began to darken. The snow-flakes tormented him like a swarm of silver bees. Getting into his eyes and beard, they added their unremitting futility to his already irritated nerves; and by the time that he had come at a swinging pace to the beginning of Fleet Street, he lost patience, and finding a Sunday teashop, turned into it to take shelter. He ordered another cup of black coffee as an excuse. Scarcely had he done so, when Professor de Worms hobbled heavily into the shop, sat down with difficulty and ordered a glass of milk.
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Morigeró su marcha, jugó el bastón entre los dedos, y tomó rumbo al Covent Garden. Al atravesar el inmenso mercado, nevaba furiosamente, y el día se había oscurecido como si empezara a anochecer. Los copos de nieve lo atormentaban como un enjambre de abejas de plata. Se le metían por la barba, le pinchaban los ojos, añadiendo su incomodidad a la sobreexcitación de sus nervios. Cuando, con paso vacilante, alcanzó la entrada de Fleet Street, ya había perdido la paciencia: encontró abierto un restaurante de té dominical, y se refugió allí. Pidió, para justificar su presencia, una taza de café solo. Pero apenas acababa de pedirlo, cuando el Profesor de Worms entró cojeando penosamente, se sentó con mucho trabajo y pidió un vaso de leche.
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Syme′s walking-stick had fallen from his hand with a great clang, which confessed the concealed steel. But the Professor did not look round. Syme, who was commonly a cool character, was literally gaping as a rustic gapes at a conjuring trick. He had seen no cab following; he had heard no wheels outside the shop; to all mortal appearances the man had come on foot. But the old man could only walk like a snail, and Syme had walked like the wind. He started up and snatched his stick, half crazy with the contradiction in mere arithmetic, and swung out of the swinging doors, leaving his coffee untasted. An omnibus going to the Bank went rattling by with an unusual rapidity. He had a violent run of a hundred yards to reach it; but he managed to spring, swaying upon the splash-board and, pausing for an instant to pant, he climbed on to the top. When he had been seated for about half a minute, he heard behind him a sort of heavy and asthmatic breathing.
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A Syme se le cayó el bastón, produciendo un ruido metálico que acusaba la presencia del verduguillo. Pero el Profesor no levantó la vista. Syme, que de ordinario era hombre tranquilo, se le quedó mirando con el asombro con que el rústico ve una suerte de magia. Estaba seguro de que no le había seguido ningún coche; ningún ruido de ruedas se había oído a la puerta del restaurante; según toda apariencia, aquel hombre había venido a pie. ¡Pero si aquel hombre no andaba más que un caracol, y Syme había volado más que el viento! Se levantó a recoger su bastón enloquecido por aquella contradicción aritmética, y salió empujando las puertas de resorte sin probar el café. En este instante pasaba un ómnibus hacia el Banco a toda rapidez; tuvo que correr para alcanzarlo, pero logró saltar al estribo. Allí se detuvo un instante para tomar resuello, después trepó a la imperial. Haría medio minuto que estaba sentado, cuando le pareció oír detrás una respiración pesada y asmática.
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Turning sharply, he saw rising gradually higher and higher up the omnibus steps a top hat soiled and dripping with snow, and under the shadow of its brim the short-sighted face and shaky shoulders of Professor de Worms. He let himself into a seat with characteristic care, and wrapped himself up to the chin in the mackintosh rug.
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Volvióse rápidamente, y vio aparecer, poco a poco, por la escalerilla del ómnibus, un sombrero lleno de nieve y, a la sombra del ala, la cara miope y los hombros vacilantes del Profesor Worms. Ocupó un asiento con gran cuidado, y se arrebujó en su capa hasta la barba.
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Every movement of the old man′s tottering figure and vague hands, every uncertain gesture and panic-stricken pause, seemed to put it beyond question that he was helpless, that he was in the last imbecility of the body. He moved by inches, he let himself down with little gasps of caution. And yet, unless the philosophical entities called time and space have no vestige even of a practical existence, it appeared quite unquestionable that he had run after the omnibus.
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Todos los movimientos de aquel cuerpo tambaleante y aquellas manos temblorosas, los ademanes inciertos y las pausas pánicas, hacían indudable que aquel hombre estaba perdido, sumido en la mayor imbecilidad física. Se movía por pulgadas, se tumbaba en el asiento con infinitas precauciones. Y sin embargo, a no ser un mito las entidades filosóficas llamadas tiempo y espacio, era indudable que aquel hombre había corrido para alcanzar el ómnibus.
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Syme sprang erect upon the rocking car, and after staring wildly at the wintry sky, that grew gloomier every moment, he ran down the steps. He had repressed an elemental impulse to leap over the side.
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Syme se levantó, y tras de echar una mirada implorante al cielo de invierno, que se oscurecía por momentos, bajó la escalerilla. Trabajo le costó gobernar su cuerpo que quería arrojarse desde lo alto del coche.
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Too bewildered to look back or to reason, he rushed into one of the little courts at the side of Fleet Street as a rabbit rushes into a hole. He had a vague idea, if this incomprehensible old Jack-in-the-box was really pursuing him, that in that labyrinth of little streets he could soon throw him off the scent. He dived in and out of those crooked lanes, which were more like cracks than thoroughfares; and by the time that he had completed about twenty alternate angles and described an unthinkable polygon, he paused to listen for any sound of pursuit. There was none; there could not in any case have been much, for the little streets were thick with the soundless snow. Somewhere behind Red Lion Court, however, he noticed a place where some energetic citizen had cleared away the snow for a space of about twenty yards, leaving the wet, glistening cobble-stones. He thought little of this as he passed it, only plunging into yet another arm of the maze. But when a few hundred yards farther on he stood still again to listen, his heart stood still also, for he heard from that space of rugged stones the clinking crutch and labouring feet of the infernal cripple.
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Sin darse cuenta de lo que hacía, sin volver la vista, lanzóse por una de las callejuelas que desembocan en Fleet Street como liebre en la madriguera. Pensaba vagamente que si este incomprensible y valetudinario Juan de las Viñas se había propuesto perseguirlo, pronto le perdería de vista en aquel laberinto de callecitas, y estuvo entrando y saliendo por aquel enredijo que más que de vías públicas parecía de hendiduras y rendijas; y cuando había completado veinte ángulos alternantes y dibujado un inconcebible polígono, se detuvo a escuchar. Nadie le seguía, no se oía ruido alguno. Verdad es que el espesor de la nieve apagaba el ruido de las pisadas. Al pasar por Red Lion Court, advirtió un sitio donde algún enérgico transeúnte había aplastado la nieve, dejando al descubierto las piedras húmedas y lucientes por un espacio de veinte metros. No le llamó la atención y se metió por otra calleja del laberinto. Pero habiéndose detenido a escuchar de nuevo unos cien pasos más allá, sintió que también su corazón se paraba, porque del sitio donde habían quedado las piedras desnudadas le llegó claramente el ruido de la muleta metálica y los pies del cojo infernal.
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The sky above was loaded with the clouds of snow, leaving London in a darkness and oppression premature for that hour of the evening. On each side of Syme the walls of the alley were blind and featureless; there was no little window or any kind of eve. He felt a new impulse to break out of this hive of houses, and to get once more into the open and lamp-lit street. Yet he rambled and dodged for a long time before he struck the main thoroughfare. When he did so, he struck it much farther up than he had fancied. He came out into what seemed the vast and void of Ludgate Circus, and saw St. Paul′s Cathedral sitting in the sky.
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El cielo obscurecido de nubes sumergía a Londres en una oscuridad y una opresión excesivas para la hora que era. A uno y otro lado de Syme, corrían unos muros lisos, sin fisonomía; no había ventanas ni agujeros; sintió un nuevo impulso de escapar de aquella colmena de casas y salir otra vez a las avenidas iluminadas. Pero, antes de ganar la arteria principal, todavía anduvo un rato de aquí para allá. El resultado es que salió a la calle abierta mucho más lejos de lo que se figuraba, por la desierta anchura de Ludgate Circus, de donde se veía la catedral de San Pablo como asentada en los cielos.
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At first he was startled to find these great roads so empty, as if a pestilence had swept through the city. Then he told himself that some degree of emptiness was natural; first because the snow-storm was even dangerously deep, and secondly because it was Sunday. And at the very word Sunday he bit his lip; the word was henceforth for hire like some indecent pun. Under the white fog of snow high up in the heaven the whole atmosphere of the city was turned to a very queer kind of green twilight, as of men under the sea. The sealed and sullen sunset behind the dark dome of St. Paul′s had in it smoky and sinister colours — colours of sickly green, dead red or decaying bronze, that were just bright enough to emphasise the solid whiteness of the snow. But right up against these dreary colours rose the black bulk of the cathedral; and upon the top of the cathedral was a random splash and great stain of snow, still clinging as to an Alpine peak. It had fallen accidentally, but just so fallen as to half drape the dome from its very topmost point, and to pick out in perfect silver the great orb and the cross. When Syme saw it he suddenly straightened himself, and made with his sword-stick an involuntary salute.
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Admiróse de encontrar el sitio tan desierto, como si la peste hubiera barrido la población. Pronto cayó en la cuenta de que aquella soledad era explicable, primero porque la nevada era todavía intensísima, y además porque era domingo. Cuando la palabra " domingo " cruzó su mente, se mordió los labios. Ya para él aquella palabra era un retruécano infernal. Bajo la nebulosidad de la nieve que se perdía en los cielos, la ciudad parecía sumergida en un reflejo verdoso y como submarino. El crepúsculo escondido y hosco se adivinaba tras la cúpula de San Pablo, entre colores ahumados y siniestros: verde enfermizo, rojo moribundo, bronce desfalleciente, lo bastante vivo sin embargo para acentuar la blancura inmensa de la nieve. Y sobre esos temerosos colores, se destacaba el bulto sombrío de la catedral, en cuyo vértice brillaba una mancha de nieve, colgando como de un pico alpestre. Al escurrir, la nieve había revestido el domo de arriba abajo, argentando completamente el globo y la cruz. Al ver esto, Syme sintió que recobraba el valor, e hizo, involuntariamente, un saludo militar con el bastón.
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He knew that that evil figure, his shadow, was creeping quickly or slowly behind him, and he did not care.
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Sabía que el maldito viejo, convertido en sombra, lo seguía cojeando más o menos de prisa, pero ya no hizo caso.
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It seemed a symbol of human faith and valour that while the skies were darkening that high place of the earth was bright. The devils might have captured heaven, but they had not yet captured the cross. He had a new impulse to tear out the secret of this dancing, jumping and pursuing paralytic; and at the entrance of the court as it opened upon the Circus he turned, stick in hand, to face his pursuer.
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Mientras se oscurecían los cielos, aquel punto eminente de la tierra parecía dar luz — verdadero símbolo de fe. Si los demonios se habían apoderado del cielo, aún no capturaban la cruz. Y Syme sintió impulsos de arrancar su secreto a aquel perseguidor paralítico, danzarín y saltón a un tiempo. A la entrada de la plaza, donde ésta se abre sobre el Circo, se detuvo, bastón en mano, dispuesto a afrontar al enemigo.
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Professor de Worms came slowly round the corner of the irregular alley behind him, his unnatural form outlined against a lonely gas-lamp, irresistibly recalling that very imaginative figure in the nursery rhymes, “ the crooked man who went a crooked mile. ” He really looked as if he had been twisted out of shape by the tortuous streets he had been threading. He came nearer and nearer, the lamplight shining on his lifted spectacles, his lifted, patient face. Syme waited for him as St. George waited for the dragon, as a man waits for a final explanation or for death. And the old Professor came right up to him and passed him like a total stranger, without even a blink of his mournful eyelids.
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El Profesor de Worms dobló lentamente la esquina de la calle irregular que había venido siguiendo, y su estampa grotesca, revelada a la luz de un solitario farolillo de gas, hizo recordar involuntariamente aquellos versos que cantan a los nenes: Y en verdad, parecía que estaba torcido por efecto de las tortuosas calles que recorría. Acercábase con lentitud, y la luz se reflejaba en sus espejuelos e iluminaba su cara paciente. Syme lo esperaba como San Jorge al Dragón, como quien aguarda una explicación final o la muerte. Y el viejo Profesor vino hacia él, y junto a él pasó como si no lo reconociera, sin un pestañeo.
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There was something in this silent and unexpected innocence that left Syme in a final fury. The man′s colourless face and manner seemed to assert that the whole following had been an accident. Syme was galvanised with an energy that was something between bitterness and a burst of boyish derision. He made a wild gesture as if to knock the old man′s hat off, called out something like “ Catch me if you can, ” and went racing away across the white, open Circus. Concealment was impossible now; and looking back over his shoulder, he could see the black figure of the old gentleman coming after him with long, swinging strides like a man winning a mile race. But the head upon that bounding body was still pale, grave and professional, like the head of a lecturer upon the body of a harlequin.
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Esta silenciosa y afectada inocencia exasperó a Syme. La cara descolorida, el aire de aquel hombre, eran para convencer de que aquella persecución había sido una coincidencia desgraciada. Syme se quedó como galvanizado por una fuerza mezcla de rabia y burla pueril. Hizo el ademán de tumbarle el sombrero al viejo, y gritando algo como " alcánzame si puedes " , echó a correr a través del Circo blanco y espacioso. Ya no era posible ocultarse. Volvió la vista, y vio la silueta negra del viejo, que le perseguía con largas zancadas como si tratara de jugar carreras. No obstante esto, la cara se mantenía pálida, grave, profesional, como una cara de conferenciante injerta en un cuerpo de Arlequín.
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This outrageous chase sped across Ludgate Circus, up Ludgate Hill, round St. Paul′s Cathedral, along Cheapside, Syme remembering all the nightmares he had ever known. Then Syme broke away towards the river, and ended almost down by the docks. He saw the yellow panes of a low, lighted public-house, flung himself into it and ordered beer. It was a foul tavern, sprinkled with foreign sailors, a place where opium might be smoked or knives drawn.
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Esta ridícula cacería duró a través del Circo de Ludgate, y continuó por la Colina de Ludgate, en torno a la Catedral de San Pablo, a lo largo de Cheapside; y Syme, entretanto, creía recordar todas las pesadillas que había tenido en su vida. Al fin salió hacia el muelle, y se detuvo junto a los Docks. Cerca veíanse los cristales amarillos de un café iluminado; Syme entró y pidió un vaso de cerveza. El sitio resultó ser una confusa taberna, atestada de marineros extranjeros, donde bien podía haber fumadero de opio y ocasión de desnudar las navajas.
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A moment later Professor de Worms entered the place, sat down carefully, and asked for a glass of milk.
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Un instante después, el Profesor de Worms entraba también, se sentaba cuidadosamente y pedía un vasito de leche.
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CHAPTER VIII
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CAPÍTULO VIII
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THE PROFESSOR EXPLAINS
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EL PROFESOR SE EXPLICA
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WHEN Gabriel Syme found himself finally established in a chair, and opposite to him, fixed and final also, the lifted eyebrows and leaden eyelids of the Professor, his fears fully returned. This incomprehensible man from the fierce council, after all, had certainly pursued him. If the man had one character as a paralytic and another character as a pursuer, the antithesis might make him more interesting, but scarcely more soothing. It would be a very small comfort that he could not find the Professor out, if by some serious accident the Professor should find him out. He emptied a whole pewter pot of ale before the professor had touched his milk.
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Cuando Gabriel Syme se encontró instalado en su silla y vio frente a él al Profesor de las espesas cejas y los párpados caídos, otra vez sintió miedo. Era, pues, seguro que este sujeto incomprensible lo perseguía desde el momento de dejar el Consejo. El contraste entre su estado paralítico y su aptitud para seguir una pista lo hacía más interesante pero no más tranquilizador. Poco consolador sería que Syme no lograra sorprender el misterio de aquel hombre, mientras que aquél le arrancaba el suyo. Syme acabó con su jarro de cerveza antes de que el Profesor probase la leche.
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One possibility, however, kept him hopeful and yet helpless. It was just possible that this escapade signified something other than even a slight suspicion of him. Perhaps it was some regular form or sign. Perhaps the foolish scamper was some sort of friendly signal that he ought to have understood. Perhaps it was a ritual. Perhaps the new Thursday was always chased along Cheapside, as the new Lord Mayor is always escorted along it. He was just selecting a tentative inquiry, when the old Professor opposite suddenly and simply cut him short. Before Syme could ask the first diplomatic question, the old anarchist had asked suddenly, without any sort of preparation —
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Quedaba una probabilidad de esperanza, pero también era desesperada. Todavía pudiera ser que aquella persecución no significara sospecha alguna; que fuese un rito o signo convencional; tal vez aquella loca carrera era una advertencia amistosa que él no sabía entender; algo convencional en suma. Quizá era de reglamento cazar al Jueves a lo largo de Cheapside, como de costumbre escoltar por allí al Lord Mayor recién nombrado. Y se disponía a averiguarlo con maña, cuando el viejo Profesor lo abordó inesperadamente y con sencillez. Antes de que Syme hubiera propuesto su primer pregunta diplomática, ya el viejo anarquista, sin andarse con rodeos, había disparado la siguiente:
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“ Are you a policeman? ”
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— ¿Es usted policía?
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Whatever else Syme had expected, he had never expected anything so brutal and actual as this. Even his great presence of mind could only manage a reply with an air of rather blundering jocularity.
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Todo lo esperaba Syme, menos un ataque tan brutal y directo. A pesar de toda su presencia de ánimo, apenas pudo contestar afectando una locuacidad risueña.
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“ A policeman? ” he said, laughing vaguely. “ Whatever made you think of a policeman in connection with me? ”
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— ¿Policía? — y trató de reír — . ¿Y qué me encuentra a mí de policía?
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“ The process was simple enough, ” answered the Professor patiently. “ I thought you looked like a policeman. I think so now. ”
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— Muy sencillo — dijo el Profesor tranquilamente — me pareció que era usted policía, y me lo sigue pareciendo.
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“ Did I take a policeman′s hat by mistake out of the restaurant? ” asked Syme, smiling wildly. “ Have I by any chance got a number stuck on to me somewhere? Have my boots got that watchful look? Why must I be a policeman? Do, do let me be a postman. ”
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— ¿Me habré puesto un casco de policía por descuido, al salir del café? — preguntó Syme esforzándose por sonreír — . ¿Llevo por casualidad algún número en el traje? ¿Tienen aire policíaco mis botas? ¿Qué tengo de policía? ¿No le parezco a usted más bien un empleado de correos?
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The old Professor shook his head with a gravity that gave no hope, but Syme ran on with a feverish irony.
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El Profesor sacudió la cabeza con aire convencido; pero Syme continuó con ironía febril:
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“ But perhaps I misunderstood the delicacies of your German philosophy. Perhaps policeman is a relative term. In an evolutionary sense, sir, the ape fades so gradually into the policeman, that I myself can never detect the shade. The monkey is only the policeman that may be. Perhaps a maiden lady on Clapham Common is only the policeman that might have been. I don′t mind being the policeman that might have been. I don′t mind being anything in German thought. ”
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— Tal vez yo no alcanzo la sutileza de su filosofía germánica. Tal vez " policía " sea en labios de usted un término relativo. En un sentido evolucionista, puede decirse que el mono se transforma en policía por una gradación tan inefable que bien pudiera escapárseme el matiz. El mono es, así, un policía potencial. Y la vieja solterona de Chaplam Common es un policía que pudo haber sido. Pues bien: en este sentido, es posible que sea un policía fracasado; posible es que sea cualquier cosa para la filosofía alemana.
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“ Are you in the police service? ” said the old man, ignoring all Syme′s improvised and desperate raillery. “ Are you a detective? ”
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— ¿Está usted al servicio de la policía, — dijo el anciano, sin hacer caso de las burlas tan improvisadas como desesperadas de Syme — . ¿Es usted detective?
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Syme′s heart turned to stone, but his face never changed.
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A Syme se le paralizó el corazón, pero su fisonomía siguió inalterable.
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“ Your suggestion is ridiculous, ” he began. “ Why on earth — ”
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— La suposición de usted es ridícula — empezó — . ¿Cómo diablos...
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The old man struck his palsied hand passionately on the rickety table, nearly breaking it.
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El viejo descargó tal puñetazo en la raquítica mesa que estuvo a punto de romperla.
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“ Did you hear me ask a plain question, you pattering spy? ” he shrieked in a high, crazy voice. “ Are you, or are you not, a police detective? ”
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— Creo que me ha oído usted preguntar claro, monigote de espía — aulló con voz alocada — . ¿Es usted, si o no, detective, al servicio de la policía?
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“ No! ” answered Syme, like a man standing on the hangman′s drop.
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— ¡No! — contestó Syme, como el que está a punto de ser colgado.
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“ You swear it, ” said the old man, leaning across to him, his dead face becoming as it were loathsomely alive. “ You swear it! You swear it! If you swear falsely, will you be damned? Will you be sure that the devil dances at your funeral? Will you see that the nightmare sits on your grave? Will there really be no mistake? You are an anarchist, you are a dynamiter! Above all, you are not in any sense a detective? You are not in the British police? ”
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— ¡Júrelo, júrelo! ¿Acepta usted condenarse si jura en vano? Si jura usted en vano, ¿quiere usted que el diablo baile en sus funerales? ¿que la sombra envuelva su sepulcro? ¿Quiere usted decir la verdad? ¡Usted anarquista! ¡Usted dinamitero! ¿No es usted, en ningún sentido de la palabra agente de policía? ¿No está afiliado a la policía británica?
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He leant his angular elbow far across the table, and put up his large loose hand like a flap to his ear.
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Y diciendo esto, se echó hacia adelante sobre la mesa, y apoyándose en el codo, hizo de la mano una bocina y la aplicó al oído.
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“ I am not in the British police, ” said Syme with insane calm.
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— No pertenezco a la policía británica — dijo Syme con fúnebre calma.
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Professor de Worms fell back in his chair with a curious air of kindly collapse.
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El Profesor de Worms se dejó caer en el banco con un curiosísimo gesto de cortés desesperación:
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“ That′s a pity, ” he said, “ because I am. ”
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— ¡Pues es una lástima! — exclamó — . Porque yo sí pertenezco a la policía.
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Syme sprang up straight, sending back the bench behind him with a crash.
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Syme se puso en pie de un salto, derribando cuidadosamente el banco en que estaba sentado.
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“ Because you are what? ” he said thickly. “ You are what? ”
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— ¿Porque usted pertenece a qué? — dijo con espesa voz — . ¿Pertenece a qué?
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“ I am a policeman, ” said the Professor with his first broad smile. and beaming through his spectacles. “ But as you think policeman only a relative term, of course I have nothing to do with you. I am in the British police force; but as you tell me you are not in the British police force, I can only say that I met you in a dynamiters′ club. I suppose I ought to arrest you. ” And with these words he laid on the table before Syme an exact facsimile of the blue card which Syme had in his own waistcoat pocket, the symbol of his power from the police.
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— Que soy de la policía — insistió el Profesor sonriendo por primera vez, mientras que sus ojos centelleaban detrás de los espejuelos — . Pero como usted opina que la palabra " policía " es un término relativo, no quiero nada con usted. Yo pertenezco al servicio de la policía inglesa, pero como usted me dice que no es ése su caso, a mí sólo me toca hacer notar que me lo he encontrado a usted en un club de dinamiteros. Creo que estoy en el deber de arrestarlo. Y, dicho esto, puso sobre la mesa, ante los ojos de Syme, un exacto facsímil de la tarjeta azul que Syme llevaba en el bolsillo del chaleco — , símbolo de su poder policíaco.
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Syme had for a flash the sensation that the cosmos had turned exactly upside down, that all trees were growing downwards and that all stars were under his feet. Then came slowly the opposite conviction. For the last twenty-four hours the cosmos had really been upside down, but now the capsized universe had come right side up again. This devil from whom he had been fleeing all day was only an elder brother of his own house, who on the other side of the table lay back and laughed at him. He did not for the moment ask any questions of detail; he only knew the happy and silly fact that this shadow, which had pursued him with an intolerable oppression of peril, was only the shadow of a friend trying to catch him up. He knew simultaneously that he was a fool and a free man. For with any recovery from morbidity there must go a certain healthy humiliation. There comes a certain point in such conditions when only three things are possible: first a perpetuation of Satanic pride, secondly tears, and third laughter. Syme′s egotism held hard to the first course for a few seconds, and then suddenly adopted the third. Taking his own blue police ticket from his own waist coat pocket, he tossed it on to the table; then he flung his head back until his spike of yellow beard almost pointed at the ceiling, and shouted with a barbaric laughter.
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Syme tuvo por un instante la impresión de que el cosmos se había vuelto del revés, de que los árboles estaban creciendo para abajo, y bajo sus pies lucían las estrellas. Paulatinamente, a esta impresión sucedió otra diametralmente opuesta: en efecto, durante las últimas veinticuatro horas, el universo había estado del revés, y apenas en este momento parecía enderezarse. ¿De suerte que aquel dominio de quien había venido huyendo, y que ahora se burlaba de él, desde el asiento de enfrente, no era más que un hermano mayor de su familia? No preguntó nada; se conformó con la alegría increíble de saber que aquella sombra que le había venido acosando, con la intolerable opresión del peligro, era simplemente la sombra de un amigo empeñado en identificarlo. A un mismo tiempo se sintió libre y se confesó que era un necio, porque siempre hay un sentimiento de admiración en estas emociones de alivio. En estas circunstancias sólo hay lugar a tres cosas: primero, al orgullo satánico; segundo, a las lágrimas, y tercero, a la risa. El egoísmo de Syme se entregó al primer sentimiento unos cuantos segundos, y después dio un salto al tercero. Sacando entonces del bolsillo del chaleco su tarjeta de policía, la arrojó sobre la mesa y, echando hacia atrás la cabeza, de modo que su barba rubia casi apuntaba al techo, disparó una carcajada brutal.
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Even in that close den, perpetually filled with the din of knives, plates, cans, clamorous voices, sudden struggles and stampedes, there was something Homeric in Syme′s mirth which made many half-drunken men look round.
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Aun en aquel oscuro rincón, siempre poblado por el estrépito de los cuchillos, platos, latas de conservas, voces clamorosas, rumores de lucha y de fuga, la alegría de Syme resonó de un modo tan homérico que se le quedaron mirando los parroquianos medio borrachos.
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“ What yer laughing at, guv′nor? ” asked one wondering labourer from the docks.
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— ¿De qué se ríe usted, caballero? — preguntó asombrado un cargador del muelle.
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“ At myself, ” answered Syme, and went off again into the agony of his ecstatic reaction.
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— De mí mismo — contestó Syme, entregándose de nuevo al éxtasis agónico de su reacción.
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“ Pull yourself together, ” said the Professor, “ or you′ll get hysterical. Have some more beer. I′ll join you. ”
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— Domínese usted — advirtió el Profesor — o se va usted a poner histérico. Pida más cerveza, yo le acompañaré.
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“ You haven′t drunk your milk, ” said Syme.
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— Aún no se ha bebido usted su leche — observó Syme.
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“ My milk! ” said the other, in tones of withering and unfathomable contempt, “ my milk! Do you think I′d look at the beastly stuff when I′m out of sight of the bloody anarchists? We′re all Christians in this room, though perhaps, ” he added, glancing around at the reeling crowd, “ not strict ones. Finish my milk? Great blazes! yes, I′ll finish it right enough! ” and he knocked the tumbler off the table, making a crash of glass and a splash of silver fluid.
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— ¡Mi leche! — repuso el otro con impenetrable y desmayado desdén — ¡mi leche! ¿Se figura usted que me dedico yo a estos menjurjes cuando no me ven los sanguinarios anarquistas? En esta sala todos somos cristianos ... — y echando una mirada a los ebrios que les rodeaban — aunque tal vez no muy estrictos. ¿Conque acabarme mi leche? ¡Qué diablo, sí! Ya verá como voy a acabar con ella. Y, rompiendo el vaso sobre la mesa, hizo correr un charco de líquida plata.
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Syme was staring at him with a happy curiosity.
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Syme lo miraba sorprendido y encantado.
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“ I understand now, ” he cried; “ of course, you′re not an old man at all. ”
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— Ahora lo entiendo — exclamó — , usted no es viejo.
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“ I can′t take my face off here, ” replied Professor de Worms. “ It′s rather an elaborate make-up. As to whether I′m an old man, that′s not for me to say. I was thirty-eight last birthday. ”
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— Aquí no puedo cambiar de cara — repuso el Profesor de Worms — . Es algo complicado el disfraz. Si soy viejo, no seré yo quien lo diga: tengo treinta y ocho cumplidos.
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“ Yes, but I mean, ” said Syme impatiently, “ there′s nothing the matter with you. ”
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— Bien está — dijo Syme con impaciencia — , pero quiero decir que no está usted enfermo de nada.
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“ Yes, ” answered the other dispassionately. “ I am subject to colds. ”
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— Sí — dijo el otro con flema — , soy propenso a coger uno que otro catarro.
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Syme′s laughter at all this had about it a wild weakness of relief. He laughed at the idea of the paralytic Professor being really a young actor dressed up as if for the foot-lights. But he felt that he would have laughed as loudly if a pepperpot had fallen over.
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La risa de Syme tenía toda la emoción de un desahogo. Se reía de pensar que el paralítico profesor no era más que un actor joven disfrazado como para salir a escena. Y sentía, a la vez, que su risa era la misma risa que puede provocar un tarro de mostaza volcado sobre la mesa.
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The false Professor drank and wiped his false beard.
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El falso profesor apuró la cerveza y, acariciando sus falsas barbas, interrogó:
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“ Did you know, ” he asked, “ that that man Gogol was one of us? ”
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— ¿Sabía usted que Gogol era de los nuestros?
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“ I? No, I didn′t know it, ” answered Syme in some surprise. “ But didn′t you? ”
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— ¿Yo? No por cierto — dijo Syme sorprendido — . ¿Acaso lo sabía usted?
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“ I knew no more than the dead, ” replied the man who called himself de Worms. “ I thought the President was talking about me, and I rattled in my boots. ”
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— ¡Qué había yo de saber! — replicó el llamado Worms — ¡Si yo creía que el Presidente se refería a mí, y estaba temblando de pies a cabeza!
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“ And I thought he was talking about me, ” said Syme, with his rather reckless laughter. “ I had my hand on my revolver all the time. ”
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— ¡Y yo creía que a mí! — completó Syme, mientras seguía derrochando su risa — . Y no apartaba la mano del revólver.
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“ So had I, ” said the Professor grimly; “ so had Gogol evidently. ”
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— Lo mismo yo — dijo el Profesor agitado — . Y yo creo que Gogol hacía lo mismo.
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Syme struck the table with an exclamation.
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Syme lanzó una exclamación, dio un golpe en la mesa:
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“ Why, there were three of us there! ” he cried. “ Three out of seven is a fighting number. If we had only known that we were three! ”
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— ¡Y pensar que éramos tres! Tres de donde hay siete es buen número de combate. ¡Si hubiéramos sabido que éramos tres!...
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The face of Professor de Worms darkened, and he did not look up.
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El Profesor de Worms, contestó, sombrío, sin alzar la vista:
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“ We were three, ” he said. “ If we had been three hundred we could still have done nothing. ”
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— Tres éramos; y trescientos que hubiéramos sido daba igual.
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“ Not if we were three hundred against four? ” asked Syme, jeering rather boisterously.
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— ¿Igual, de haber sido trescientos contra cuatro? — preguntó Syme con jactancia.
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“ No, ” said the Professor with sobriety, “ not if we were three hundred against Sunday. ”
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— Igual — repuso sombríamente el Profesor — . Ni trescientos valen contra el Domingo.
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And the mere name struck Syme cold and serious; his laughter had died in his heart before it could die on his lips. The face of the unforgettable President sprang into his mind as startling as a coloured photograph, and he remarked this difference between Sunday and all his satellites, that their faces, however fierce or sinister, became gradually blurred by memory like other human faces, whereas Sunday′s seemed almost to grow more actual during absence, as if a man′s painted portrait should slowly come alive.
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Esta sola palabra puso a Syme serio y desanimado. Antes de morir en sus labios, la risa se le murió en el corazón. La inolvidable cara del Presidente se le representó al instante como en una fotografía en colores; y advirtió que, entre el Domingo y sus satélites, había una diferencia esencial: mientras que las caras de éstos, por feroces o siniestras que fuesen, parecían irse desvaneciendo en el recuerdo como las de todos los hombres, la del Domingo parecía fijarse más con la ausencia, a modo de un retrato que fuera transformándose en un ser vivo.
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They were both silent for a measure of moments, and then Syme′s speech came with a rush, like the sudden foaming of champagne.
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Permanecieron silenciosos unos instantes, después de los cuales Syme lanzó estas palabras como un espumarajo de Champaña:
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“ Professor, ” he cried, “ it is intolerable. Are you afraid of this man? ”
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— ¡Profesor, es intolerable! ¿Le tiene usted miedo a ese hombre?
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The Professor lifted his heavy lids, and gazed at Syme with large, wide-open, blue eyes of an almost ethereal honesty.
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El Profesor levantó sus pesados párpados y, dirigiendo a Syme una mirada franca, azul, llena de una honradez casi etérea, contestó con dulzura:
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“ Yes, I am, ” he said mildly. “ So are you. ”
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— Sí, le tengo miedo. Y usted también.
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Syme was dumb for an instant. Then he rose to his feet erect, like an insulted man, and thrust the chair away from him.
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Syme permaneció mudo un instante. Y levantándose después cuan largo era, como hombre injuriado, arrojó el asiento y dijo con voz indescriptible:
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“ Yes, ” he said in a voice indescribable, “ you are right. I am afraid of him. Therefore I swear by God that I will seek out this man whom I fear until I find him, and strike him on the mouth. If heaven were his throne and the earth his footstool, I swear that I would pull him down. ”
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— Sí, tiene usted razón, le tengo miedo. No obstante esto, juro a Dios que he de buscar a ese hombre a quien temo hasta no dar con él y romperle la boca. Si el cielo mismo fuera su trono y la tierra su escabel, juro que he de arrancarlo de allí.
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“ How? ” asked the staring Professor. “ Why? ”
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Y el Profesor, asombrado: — ¿Y cómo? ¿Para qué?
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“ Because I am afraid of him, ” said Syme; “ and no man should leave in the universe anything of which he is afraid. ”
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— Porque le tengo miedo. Y el hombre no debe consentir que en el Universo subsista lo que le causa temor.
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De Worms blinked at him with a sort of blind wonder. He made an effort to speak, but Syme went on in a low voice, but with an undercurrent of inhuman exaltation —
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De Worms contemplaba absorto. Quiso hablar, pero Syme le interrumpió con sorda y exaltada voz:
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“ Who would condescend to strike down the mere things that he does not fear? Who would debase himself to be merely brave, like any common prizefighter? Who would stoop to be fearless — like a tree? Fight the thing that you fear. You remember the old tale of the English clergyman who gave the last rites to the brigand of Sicily, and how on his death-bed the great robber said, ‘I can give you no money, but I can give you advice for a lifetime: your thumb on the blade, and strike upwards.′ So I say to you, strike upwards, if you strike at the stars. ”
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— ¿Quién había de permitirse atacar al ser que no le asusta? ¿Cómo rebajarse al papel del simple bravucón, como cualquier luchador alquilado? ¿Ni quién ha de pretender ignorar el miedo, como un árbol inconsciente? Hay que combatir contra lo que nos infunde temor. Acuérdese usted del cuento de aquel clérigo inglés qué prestaba los últimos auxilios a un bandido siciliano. Éste en su lecho de muerte, le dijo: " Yo no tengo dinero con que pagarle; pero puedo darle un buen consejo para toda la vida: el pulgar en la hoja, y herir para arriba " . Yo también le digo a usted: herir para arriba, y a las estrellas si es preciso.
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The other looked at the ceiling, one of the tricks of his pose.
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El otro, en uno de los movimientos habituales de su disfraz, se había puesto a mirar al techo.
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“ Sunday is a fixed star, ” he said.
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— El Domingo — contestó — es una estrella fija.
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“ You shall see him a falling star, ” said Syme, and put on his hat.
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— Ya lo verá usted caer como una estrella errante — le dijo Syme poniéndose el sombrero.
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The decision of his gesture drew the Professor vaguely to his feet.
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Este movimiento hizo que el Profesor, inconscientemente, se levantara.
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“ Have you any idea, ” he asked, with a sort of benevolent bewilderment, “ exactly where you are going? ”
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Con una incertidumbre benévola, preguntó: — ¿Sabe usted siquiera a dónde se dirige ahora?
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“ Yes, ” replied Syme shortly, “ I am going to prevent this bomb being thrown in Paris. ”
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— Sí — dijo Syme lacónico — . A París, a impedir que arrojen la bomba.
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“ Have you any conception how? ” inquired the other.
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— ¿Ha pensado usted en el medio de impedirlo?
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“ No, ” said Syme with equal decision.
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— No — confesó Syme sin perder su aplomo.
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“ You remember, of course, ” resumed the soi-disant de Worms, pulling his beard and looking out of the window, “ that when we broke up rather hurriedly the whole arrangements for the atrocity were left in the private hands of the Marquis and Dr. Bull. The Marquis is by this time probably crossing the Channel. But where he will go and what he will do it is doubtful whether even the President knows; certainly we don′t know. The only man who does know is Dr. Bull.
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— Sin duda recordará usted — arguyó el otro acariciándose las barbas y mirando por la vidriera — que, al separarnos apresuradamente, se convino en que todo quedaba en manos del Marqués y del Dr. Bull. A estas horas, seguramente, el Marqués está cruzando el Canal; pero lo que va a hacer y cómo, es probable que ni el Presidente lo sepa; nosotros desde luego lo ignoramos: el único que lo sabe es el Dr. Bull.
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“ Confound it! ” cried Syme. “ And we don′t know where he is. ”
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— ¡Dios lo confunda! ¡Y no saber dónde está!
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“ Yes, ” said the other in his curious, absent-minded way, “ I know where he is myself. ”
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— Sí — dijo de Worms con su abstracción habitual — . Yo sé, yo sé dónde está.
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“ Will you tell me? ” asked Syme with eager eyes.
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— ¿Quiere usted decírmelo? — preguntó Syme con mirada ardiente.
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“ I will take you there, ” said the Professor, and took down his own hat from a peg.
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— Lo llevaré a usted — dijo el Profesor descolgando su sombrero de una percha.
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Syme stood looking at him with a sort of rigid excitement.
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Syme se le quedó mirando con nerviosa rigidez e interrogó bruscamente.
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“ What do you mean? ” he asked sharply. “ Will you join me? Will you take the risk? ”
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— ¿Qué quiere usted decir? ¿Me acompaña usted? ¿Se arriesga usted?
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“ Young man, ” said the Professor pleasantly, “ I am amused to observe that you think I am a coward. As to that I will say only one word, and that shall be entirely in the manner of your own philosophical rhetoric. You think that it is possible to pull down the President. I know that it is impossible, and I am going to try it, ” and opening the tavern door, which let in a blast of bitter air, they went out together into the dark streets by the docks.
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— Joven — dijo el Profesor con una sonrisa — . Advierto con curiosidad que usted me toma por cobarde. A esto le diré a usted una cosa, completamente conforme con su filosofía retórica: usted se figura que es posible derrotar al Presidente. Yo, en cambio, estoy seguro de que es imposible, y sin embargo me atrevo a intentarlo. Y abriendo la puerta de la taberna, por donde se coló una ráfaga cruda, se perdieron juntos en la oscuridad de los muelles.
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Most of the snow was melted or trampled to mud, but here and there a clot of it still showed grey rather than white in the gloom. The small streets were sloppy and full of pools, which reflected the flaming lamps irregularly, and by accident, like fragments of some other and fallen world. Syme felt almost dazed as he stepped through this growing confusion of lights and shadows; but his companion walked on with a certain briskness, towards where, at the end of the street, an inch or two of the lamplit river looked like a bar of flame.
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La nieve había comenzado a fundirse en charcos de lodo; aquí y allá, entre las tinieblas, brillaban los últimos manchones más grises que blancos. Los callejones estaban encharcados y resbaladizos; en el suelo se reflejaban irregularmente las luces de los faroles, como fragmentos de otro mundo despedazado. Por entre esta confusión de luces y sombras, Syme se adelantaba como un sonámbulo; pero su compañero caminaba activamente hacia el extremo de la calle, donde un trozo iluminado del río fingía como un muro de llamas.
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“ Where are you going? ” Syme inquired.
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— ¿A dónde va usted? — preguntó Syme.
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“ Just now, ” answered the Professor, “ I am going just round the corner to see whether Dr. Bull has gone to bed. He is hygienic, and retires early. ”
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— A asomarme por la calle, para ver si el Dr. Bull se ha recogido ya. Tiene costumbres higiénicas: se acuesta temprano.
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“ Dr. Bull! ” exclaimed Syme. “ Does he live round the corner? ”
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— ¿Y vive por aquí el Dr. Bull?
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“ No, ” answered his friend. “ As a matter of fact he lives some way off, on the other side of the river, but we can tell from here whether he has gone to bed. ”
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— No; queda todavía algo lejos, al otro lado del río. Pero desde aquí podemos ver si se ha recogido.
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Turning the corner as he spoke, and facing the dim river, flecked with flame, he pointed with his stick to the other bank. On the Surrey side at this point there ran out into the Thames, seeming almost to overhang it, a bulk and cluster of those tall tenements, dotted with lighted windows, and rising like factory chimneys to an almost insane height. Their special poise and position made one block of buildings especially look like a Tower of Babel with a hundred eyes. Syme had never seen any of the sky-scraping buildings in America, so he could only think of the buildings in a dream.
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— Y volviendo la calle, señaló con su bastón a la otra orilla del río, donde los reflejos bailaban entre sombras. Allí, al otro lado del Támesis, en Surrey, se alza amenazante un hacinamiento de altos edificios, bultos negros salpicados de ventanillas iluminadas, que parecen por su desconsiderada altura chimeneas de fábrica; uno de aquellos edificios, por su aspecto y disposición, parecía una torre de Babel con cien ojos. A Syme, que nunca había visto los rascacielos americanos, aquello le pareció cosa de sueño.
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Even as he stared, the highest light in this innumerably lighted turret abruptly went out, as if this black Argus had winked at him with one of his innumerable eyes.
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De pronto, la lucecita más alta de aquella torre de mil luces se extinguió: el negro Argos le hacía señas, guiñándole uno de sus ojos innumerables.
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Professor de Worms swung round on his heel, and struck his stick against his boot.
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El Profesor de Worms giró sobre sus talones, y exclamó dándose con su bastón un golpecito en las botas:
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“ We are too late, ” he said, “ the hygienic Doctor has gone to bed. ”
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— Llegamos tarde. El higiénico Doctor acaba de meterse en la cama.
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“ What do you mean? ” asked Syme. “ Does he live over there, then? ”
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— ¿Cómo? ¿Vive allá arriba?
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“ Yes, ” said de Worms, “ behind that particular window which you can′t see. Come along and get some dinner. We must call on him tomorrow morning. ”
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— Sí — afirmó de Worms — . Detrás de aquella ventana que ya no puede usted ver. Venga usted. Vamos a cenar. Mañana por la mañana volveremos.
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Without further parley, he led the way through several by-ways until they came out into the flare and clamour of the East India Dock Road. The Professor, who seemed to know his way about the neighbourhood, proceeded to a place where the line of lighted shops fell back into a sort of abrupt twilight and quiet, in which an old white inn, all out of repair, stood back some twenty feet from the road.
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Y, sin más, lo condujo por el dédalo de calles hasta desembocar en la iluminada y clamorosa East India Dock Road. El Profesor, por lo visto, conocía bien el barrio. Se dirigió a un sitio donde la iluminación de las casas de comercio se interrumpía en una abrupta masa de silencio y quietud. Allí, a unos veinte pasos de la avenida, había una fonda blanca y destartalada. El Profesor explicó:
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“ You can find good English inns left by accident everywhere, like fossils, ” explained the Professor. “ I once found a decent place in the West End. ”
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— Quedan todavía algunas buenas fondas inglesas, de casualidad, como verdaderos fósiles. Yo me encontré un día una excelente en West End.
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“ I suppose, ” said Syme, smiling, “ that this is the corresponding decent place in the East End? ”
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— Y supongo — sonrió Syme — que ésta será la correspondiente a este otro extremo de la ciudad.
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“ It is, ” said the Professor reverently, and went in.
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— Precisamente — asintió el Profesor con reverencia.
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In that place they dined and slept, both very thoroughly. The beans and bacon, which these unaccountable people cooked well, the astonishing emergence of Burgundy from their cellars, crowned Syme′s sense of a new comradeship and comfort. Through all this ordeal his root horror had been isolation, and there are no words to express the abyss between isolation and having one ally. It may be conceded to the mathematicians that four is twice two. But two is not twice one; two is two thousand times one. That is why, in spite of a hundred disadvantages, the world will always return to monogamy.
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Entraron. Cenaron, y allí mismo pasaron la noche con un sueño reparador. Las judías y el jamón que tan bien sabía guisar aquella curiosísima gente, la inexplicable aparición del Borgoña que sus bodegas ocultaban, produjeron en Syme una efusión de cordialidad y bienestar. Su mayor tormento en todas aquellas aventuras había sido el sentirse solo. Entre aquella soledad y su situación actual en compañía de un aliado, había un abismo. Digan en buena hora las matemáticas que cuatro es igual a dos por dos; pero no pretendan que dos es igual a dos por uno: dos es igual a uno multiplicado por dos mil. Por eso, no obstante sus muchas desventajas, las sociedades van a parar siempre en la monogamia.
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Syme was able to pour out for the first time the whole of his outrageous tale, from the time when Gregory had taken him to the little tavern by the river. He did it idly and amply, in a luxuriant monologue, as a man speaks with very old friends. On his side, also, the man who had impersonated Professor de Worms was not less communicative. His own story was almost as silly as Syme′s.
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Al fin pudo Syme desahogarse contando su absurda historia, desde el momento en que Gregory lo condujo a la taberna de la ribera. Y lo hizo prolijamente, en lujoso estilo monologal, como hombre que hablara entre antiguos camaradas. Por su parte, el hombre que desempeñaba el papel de Worms no se mostró menos comunicativo. Su caso era casi tan increíble como el de Syme.
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“ That′s a good get-up of yours, ” said Syme, draining a glass of Macon; “ a lot better than old Gogol′s. Even at the start I thought he was a bit too hairy. ”
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— El disfraz de usted es excelente — dijo Syme vaciando un vaso de Macon — . Mucho mejor que el del viejo Gogol. Desde el primer momento me pareció Gogol demasiado peludo.
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“ A difference of artistic theory, ” replied the Professor pensively. “ Gogol was an idealist. He made up as the abstract or platonic ideal of an anarchist. But I am a realist. I am a portrait painter. But, indeed, to say that I am a portrait painter is an inadequate expression. I am a portrait. ”
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— La diferencia está en la teoría artística que se adopte — observó el Profesor, pensativo — : Gogol era idealista. Sé aderezó como anarquista abstracto, según el ideal platónico. Pero yo soy realista; y, desde luego, soy retratista. Aunque digo mal: yo mismo soy un retrato.
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“ I don′t understand you, ” said Syme.
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— No lo entiendo — dijo Syme.
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“ I am a portrait, ” repeated the Professor. “ I am a portrait of the celebrated Professor de Worms, who is, I believe, in Naples. ”
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— Soy — replicó el Profesor — un retrato del célebre profesor de Worms que vive, creo, en Nápoles.
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“ You mean you are made up like him, ” said Syme. “ But doesn′t he know that you are taking his nose in vain? ”
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— ¿Quiere usted decir que su disfraz imita la cara de Worms? — inquirió Syme — . Pero dígame ¿no sabe él que está usted abusando de sus narices?
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“ He knows it right enough, ” replied his friend cheerfully.
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— Lo sabe perfectamente — contestó alegremente su amigo.
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“ Then why doesn′t he denounce you? ”
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— ¿Y por qué no lo denuncia a usted?
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“ I have denounced him, ” answered the Professor.
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— Porque soy yo quien lo ha denunciado a él.
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“ Do explain yourself, ” said Syme.
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— Explíquese usted, hombre de Dios.
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“ With pleasure, if you don′t mind hearing my story, ” replied the eminent foreign philosopher. “ I am by profession an actor, and my name is Wilks. When I was on the stage I mixed with all sorts of Bohemian and blackguard company. Sometimes I touched the edge of the turf, sometimes the riff-raff of the arts, and occasionally the political refugee. In some den of exiled dreamers I was introduced to the great German Nihilist philosopher, Professor de Worms. I did not gather much about him beyond his appearance, which was very disgusting, and which I studied carefully. I understood that he had proved that the destructive principle in the universe was God; hence he insisted on the need for a furious and incessant energy, rending all things in pieces. Energy, he said, was the All. He was lame, shortsighted, and partially paralytic. When I met him I was in a frivolous mood, and I disliked him so much that I resolved to imitate him. If I had been a draughtsman I would have drawn a caricature. I was only an actor, I could only act a caricature. I made myself up into what was meant for a wild exaggeration of the old Professor′s dirty old self. When I went into the room full of his supporters I expected to be received with a roar of laughter, or (if they were too far gone) with a roar of indignation at the insult. I cannot describe the surprise I felt when my entrance was received with a respectful silence, followed (when I had first opened my lips) with a murmur of admiration. The curse of the perfect artist had fallen upon me. I had been too subtle, I had been too true. They thought I really was the great Nihilist Professor. I was a healthy-minded young man at the time, and I confess that it was a blow. Before I could fully recover, however, two or three of these admirers ran up to me radiating indignation, and told me that a public insult had been put upon me in the next room. I inquired its nature. It seemed that an impertinent fellow had dressed himself up as a preposterous parody of myself. I had drunk more champagne than was good for me, and in a flash of folly I decided to see the situation through. Consequently it was to meet the glare of the company and my own lifted eyebrows and freezing eyes that the real Professor came into the room.
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— Con mucho gusto, si no le molesta a usted escuchar mi historia — consintió el eminente profesor extranjero. " Soy actor de profesión. Me llamo Wilks. Cuando trabajaba en el teatro, frecuentaba a toda clase de picaros y bohemios. Ya me codeaba con la canalla del hipódromo, ya con la gentuza del arte; y ocasionalmente, un día, en cierta guarida de soñadores desterrados, me presentaron al Profesor de Worms, célebre filósofo nihilista alemán. Nada extraordinario advertí en él. Le estudié cuidadosamente. Me dijeron que aquel hombre había demostrado que Dios es el principio destructor del universo. De aquí infería él la necesidad de una energía furiosa e incesante encaminada a aniquilarlo todo. La energía era para él el todo. El pobre hombre estaba lisiado, miope, semiparalítico. Yo tenía un humor ligero; el tipo me desagradó: me puse a imitarlo por burla. De haber sido dibujante, hubiera sacado su caricatura; como yo era actor, me puse a representar su caricatura. En mi disfraz procuré exagerar los rasgos repulsivos del personaje. Al entrar en la sala donde acostumbraban reunirse sus admiradores, yo esperaba ser recibido o entre carcajadas o, si el ánimo general no estaba para ello, con manifestaciones de indignación e insultos. Pero ¡cuál sería mi sorpresa cuando voy viendo que me acogen con un respetuoso silencio, seguido, en cuanto abrí los labios, por un murmullo de admiración! De puro sutil, me había quebrado; resultaba yo más verdadero de lo que me figuraba. " En suma, que me tomaron por el legítimo y célebre profesor nihilista. Yo era entonces un muchacho de espíritu equilibrado, y aquello fue para mí un golpe terrible. Antes que hubiera podido recobrarme, dos o tres de " mis " admiradores se me acercaron llenos de indignación, y me dijeron que en el cuarto de al lado era yo víctima de un insulto público. Pregunté qué pasaba. Me dijeron que un impertinente se había atrevido a vestirse como yo, e intentaba parodiarme ridículamente. Por desgracia yo había bebido más champaña de lo que me hubiera convenido y, en un rapto de locura, decidí afrontar la situación. El verdadero Profesor, al entrar, fue recibido por la mirada furiosa de la compañía y mi adusto ceño glacial.
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“ I need hardly say there was a collision. The pessimists all round me looked anxiously from one Professor to the other Professor to see which was really the more feeble. But I won. An old man in poor health, like my rival, could not be expected to be so impressively feeble as a young actor in the prime of life. You see, he really had paralysis, and working within this definite limitation, he couldn′t be so jolly paralytic as I was. Then he tried to blast my claims intellectually. I countered that by a very simple dodge. Whenever he said something that nobody but he could understand, I replied with something which I could not even understand myself. ‘I don′t fancy,′ he said, ‘that you could have worked out the principle that evolution is only negation, since there inheres in it the introduction of lacuna, which are an essential of differentiation.′ I replied quite scornfully, ‘You read all that up in Pinckwerts; the notion that involution functioned eugenically was exposed long ago by Glumpe.′ It is unnecessary for me to say that there never were such people as Pinckwerts and Glumpe. But the people all round (rather to my surprise) seemed to remember them quite well, and the Professor, finding that the learned and mysterious method left him rather at the mercy of an enemy slightly deficient in scruples, fell back upon a more popular form of wit. ‘I see,′ he sneered, ‘you prevail like the false pig in Aesop.′ ‘And you fail,′ I answered, smiling, ‘like the hedgehog in Montaigne.′ Need I say that there is no hedgehog in Montaigne? ‘Your claptrap comes off,′ he said; ‘so would your beard.′ I had no intelligent answer to this, which was quite true and rather witty. But I laughed heartily, answered, ‘Like the Pantheist′s boots,′ at random, and turned on my heel with all the honours of victory. The real Professor was thrown out, but not with violence, though one man tried very patiently to pull off his nose. He is now, I believe, received everywhere in Europe as a delightful impostor. His apparent earnestness and anger, you see, make him all the more entertaining. ”
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" Inútil decir que hubo un choque. En vano los atribulados pesimistas se preguntaban cuál de los dos profesores parecía realmente más viejo. Yo gané al fin. Un pobre viejo valetudinario como mi rival no podía dar una impresión de caducidad tan completa como un actor joven en la primavera de la vida. Ya comprende usted: él era realmente paralítico y, llevando esta ventaja, no podía representar la parálisis tan bien como yo. Entonces intentó derrotarme intelectualmente. Pero yo le opuse una táctica muy sencilla: cada vez que él decía algo que sólo él podía entender, yo contestaba algo que ni yo mismo entendía. Él decía, por ejemplo: " — No creo que usted trate de aplicar el principio de que la evolución sólo es negación, puesto que ello implica ciertas lagunas que son esenciales de diferenciación. " A lo cual replicaba yo desdeñosamente: " — Eso lo ha leído usted en Pinckwerts; la noción de la involución como función eugenética la expuso hace ya mucho tiempo Glumpe. " Huelga decir que los tales Pinckwerts y Glumpe no existen. Pero, con gran sorpresa mía, el auditorio parecía recordarlos perfectamente. Y el Profesor, viendo que el método culto y misterioso no le servía de nada ante un enemigo poco escrupuloso, se dedicó a atacarme con ingeniosidades de género más popular. " — Ya veo — dijo con sorna — que usted ha triunfado nomo el falso cerdo de Esopo. " — Y usted — contesté sonriendo — pierde como el erizo de Montaigne. " Ignoro si habrá tal erizo en Montaigne. " — Ya va usted perdiendo recursos — dijo él — y lo mismo perderá las barbas. " A esto que, además de ser verdadero, era ingenioso, no encontré respuesta inteligente. Solté la risa y dije al azar: " — Sí, como las botas del panteísta. " Y di media vuelta afectando un aire de triunfo. El verdadero Profesor fue expulsado, aunque sin violencia, salvo que uno de los presentes insistía en pellizcarle las narices a toda conciencia. A estas horas en toda Europa lo reciben como a un delicioso impostor. Y su ira y sus protestas de sinceridad lo hacen, como usted comprende, más ridículo todavía. "
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“ Well, ” said Syme, “ I can understand your putting on his dirty old beard for a night′s practical joke, but I don′t understand your never taking it off again. ”
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" — Bien — dijo Syme — . Comprendo que usted se haya puesto esas sucias barbas para la bromita de aquella noche, pero no comprendo que se las haya usted dejado para siempre.
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“ That is the rest of the story, ” said the impersonator. “ When I myself left the company, followed by reverent applause, I went limping down the dark street, hoping that I should soon be far enough away to be able to walk like a human being. To my astonishment, as I was turning the corner, I felt a touch on the shoulder, and turning, found myself under the shadow of an enormous policeman. He told me I was wanted. I struck a sort of paralytic attitude, and cried in a high German accent, ‘Yes, I am wanted — by the oppressed of the world. You are arresting me on the charge of being the great anarchist, Professor de Worms.′ The policeman impassively consulted a paper in his hand, ‘No, sir,′ he said civilly, ‘at least, not exactly, sir. I am arresting you on the charge of not being the celebrated anarchist, Professor de Worms.′ This charge, if it was criminal at all, was certainly the lighter of the two, and I went along with the man, doubtful, but not greatly dismayed. I was shown into a number of rooms, and eventually into the presence of a police officer, who explained that a serious campaign had been opened against the centres of anarchy, and that this, my successful masquerade, might be of considerable value to the public safety. He offered me a good salary and this little blue card. Though our conversation was short, he struck me as a man of very massive common sense and humour; but I cannot tell you much about him personally, because — ”
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" — Ése es el siguiente capítulo de mi historia — aclaró el disfrazado — . Cuando salí de la sala entre respetuosos saludos, me fui cojeando por la oscuridad de la calle, deseoso de alejarme lo bastante para recobrar mi paso habitual. ¡Oh asombro! Al doblar la esquina siento un golpecito en un hombro: me vuelvo, y me encuentro bañado en la sombra de un guardia gigantesco. Me dijo que por ahí estaba yo haciendo falta. " — Sí — contesté adoptando una actitud paralítica y un marcado acento germánico — les estoy haciendo falta a los oprimidos. Usted viene a detenerme porque soy el gran anarquista, el Profesor de Worms. " Y el guardia, consultando tranquilamente un papel: " No señor — dijo cortésmente — . Al menos, no es esa la causa. Yo, caballero, lo arresto a usted porque no es el conocido anarquista Profesor de Worms. " Este cargo, si es que era tal cargo, era en todo caso el más leve de los dos. Seguí al guardia, aunque perplejo, no muy asustado. Me hizo atravesar varios cuartos, y al fin me condujo a presencia de un policía. Explicóme éste que había comenzado una seria campaña contra los centros de anarquismo, y que el éxito de mi disfraz resultaba muy útil para la seguridad pública, y me ofreció un buen salario y la consabida tarjetita azul, aunque hablamos poco, aquel hombre me dio la impresión de tener un gran sentido común, una robusta naturaleza; pero poco puedo decirle a usted de su aspecto físico, porque... "
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Syme laid down his knife and fork.
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— Ya — interrumpió Syme soltando el cuchillo y el tenedor
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“ I know, ” he said, “ because you talked to him in a dark room. ”
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— porque habló usted con él en un cuarto oscuro.
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Professor de Worms nodded and drained his glass.
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El profesor de Worms asintió con la cabeza y llevó el vaso a sus labios.
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CHAPTER IX
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CAPÍTULO IX
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THE MAN IN SPECTACLES
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EL HOMBRE DE LAS GAFAS
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“ BURGUNDY is a jolly thing, ” said the Professor sadly, as he set his glass down.
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— Buena cosa es el Borgoña — exclamó el Profesor descansando el vaso.
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“ You don′t look as if it were, ” said Syme; “ you drink it as if it were medicine. ”
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— Pues no parece gustarle a usted mucho. Lo toma usted como una medicina.
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“ You must excuse my manner, ” said the Professor dismally, “ my position is rather a curious one. Inside I am really bursting with boyish merriment; but I acted the paralytic Professor so well, that now I can′t leave off. So that when I am among friends, and have no need at all to disguise myself, I still can′t help speaking slow and wrinkling my forehead — just as if it were my forehead. I can be quite happy, you understand, but only in a paralytic sort of way. The most buoyant exclamations leap up in my heart, but they come out of my mouth quite different. You should hear me say, ‘Buck up, old cock!′ It would bring tears to your eyes. ”
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— Tiene usted que disculparme — dijo el Porfesor con tristeza — , mi caso es singularísimo. Por dentro, estoy lleno de alegría infantil; pero tanto y tan bien he hecho de profesor paralítico, que ya no puedo dejarlo: cuando estoy entre amigos, donde no necesito usar disfraz, no puedo menos de hablar despacio balanceando la cabeza y arrugando la frente, como si en realidad fuera mi frente. Puedo ser enteramente feliz, pero siempre a la manera del paralítico. Saltan de mi cerebro las exclamaciones más ardientes, pero al salir de mi boca se han transformado. Si usted me oyera decir: " ¡Ánimo muchacho! " se le saldrían las lágrimas.
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“ It does, ” said Syme; “ but I cannot help thinking that apart from all that you are really a bit worried. ”
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— Puede ser — dijo Syme — . Pero se me figura, con todo, que está usted algo preocupado.
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The Professor started a little and looked at him steadily.
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El Profesor se le quedó mirando:
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“ You are a very clever fellow, ” he said, “ it is a pleasure to work with you. Yes, I have rather a heavy cloud in my head. There is a great problem to face, ” and he sank his bald brow in his two hands.
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— Es usted muy inteligente — dijo al fin — . Da gusto trabajar con usted. En efecto, tengo como una nube en la cabeza. Vamos a afrontar un problema tan arduo...
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Then he said in a low voice —
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Y se llevó ambas manos a las sienes enrarecidas.
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“ Can you play the piano? ”
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— ¿Toca usted el piano? — preguntó después.
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“ Yes, ” said Syme in simple wonder, “ I′m supposed to have a good touch. ”
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— Sí — dijo Syme con no fingida sorpresa — ; y dicen que no lo hago del todo mal.
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Then, as the other did not speak, he added —
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Y como el otro seguía callado, añadió:
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“ I trust the great cloud is lifted. ”
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— Espero que se disipará esa nube ¿eh?
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After a long silence, the Professor said out of the cavernous shadow of his hands —
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Tras larga pausa el Profesor dejó salir, por el hueco que formaban sus manos, estas palabras:
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“ It would have done just as well if you could work a typewriter. ”
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— Hubiera sido lo mismo que supiese usted escribir a máquina.
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“ Thank you, ” said Syme, “ you flatter me. ”
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— ¡Hombre, muchas gracias por el elogio!
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“ Listen to me, ” said the other, “ and remember whom we have to see tomorrow. You and I are going tomorrow to attempt something which is very much more dangerous than trying to steal the Crown Jewels out of the Tower. We are trying to steal a secret from a very sharp, very strong, and very wicked man. I believe there is no man, except the President, of course, who is so seriously startling and formidable as that little grinning fellow in goggles. He has not perhaps the white-hot enthusiasm unto death, the mad martyrdom for anarchy, which marks the Secretary. But then that very fanaticism in the Secretary has a human pathos, and is almost a redeeming trait. But the little Doctor has a brutal sanity that is more shocking than the Secretary′s disease. Don′t you notice his detestable virility and vitality. He bounces like an india-rubber ball. Depend on it, Sunday was not asleep (I wonder if he ever sleeps?) when he locked up all the plans of this outrage in the round, black head of Dr. Bull. ”
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— Escúcheme usted — continuó el otro — y acuérdese del hombre con quien tendremos que habérnoslas mañana. Mañana usted y yo vamos a intentar algo más difícil que sacar de la torre de Londres los diamantes de la Corona; vamos a extraerle su secreto a un hombre muy burdo, muy fuerte, muy ladino. Creo que, después del Presidente, ninguno hay más asombroso y formidable que ese tipo de las sonrisillas y las gafas. Quizá no tenga ese entusiasmo al rojo vivo, ese entusiasmo hasta la muerte que caracteriza al Secretario, y que en él llegaría al martirio por la anarquía. Pero ese mismo entusiasmo, como pasión humana que es, constituye un motivo de redención. En cambio el doctorcito este goza de una salud, de una cordura brutal, más repulsiva que el desequilibrio del Secretario. Ya habrá usted notado su vigor, su vitalidad detestable. Ese hombre rebota como un balón de goma. Por eso creo que no se dormía el Presidente (y me pregunto si realmente dormirá alguna vez) al encerrar todos los planes del atentado en la negra y redonda cabezota del doctor Bull.
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“ And you think, ” said Syme, “ that this unique monster will be soothed if I play the piano to him? ”
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— ¿Y se le ha ocurrido a usted ablandar a ese monstruo tocando el piano? — interrogó Syme.
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“ Don′t be an ass, ” said his mentor. “ I mentioned the piano because it gives one quick and independent fingers. Syme, if we are to go through this interview and come out sane or alive, we must have some code of signals between us that this brute will not see. I have made a rough alphabetical cypher corresponding to the five fingers — like this, see, ” and he rippled with his fingers on the wooden table — “ B A D, bad, a word we may frequently require. ”
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— No diga usted tonterías — saltó el que ya era su mentor — . Hablé de piano, porque el piano da agilidad e independencia a los dedos. Syme, si hemos de arriesgarnos en esta empresa y salir de ella sanos y salvos, tenemos que concertar antes cierto código de señales que ese bruto no pueda sorprender. Yo tengo ciertas cifras alfabéticas correspondientes a los cinco dedos de la mano. Vea usted cómo. Y redobló con los dedos sobre la mesa. — B. A. D., bad = " malo " ; palabra que hemos de usar con frecuencia.
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Syme poured himself out another glass of wine, and began to study the scheme. He was abnormally quick with his brains at puzzles, and with his hands at conjuring, and it did not take him long to learn how he might convey simple messages by what would seem to be idle taps upon a table or knee. But wine and companionship had always the effect of inspiring him to a farcical ingenuity, and the Professor soon found himself struggling with the too vast energy of the new language, as it passed through the heated brain of Syme.
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Syme apuró otro vaso de vino y se puso a estudiar el método. Tenía una facilidad anormal para los acertijos y los juegos de manos, y no tardó mucho en aprender a formular mensajes elementales con lo que no parecía ser más que un jugueteo ocioso sobre la mesa o la rodilla. Pero el vino y la compañía siempre le dejaban en un estado de ánimo juguetón y travieso, y pronto el Profesor tuvo que hacer esfuerzos para dominar la energía que el cerebro ardiente de Syme comunicaba al nuevo lenguaje.
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“ We must have several word-signs, ” said Syme seriously — “ words that we are likely to want, fine shades of meaning. My favourite word is ‘coeval′. What′s yours? ”
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— Conviene — dijo Syme afectando mucha seriedad — , conviene que establezcamos algunos signos para palabras enteras, palabras que se nos puedan ofrecer con frecuencia finos matices de significación. Por ejemplo, mi palabra favorita es " coetáneo " . ¿Cuál es la de usted?
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“ Do stop playing the goat, ” said the Professor plaintively. “ You don′t know how serious this is. ”
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— Déjese usted de burlas — imploró el Profesor — ; no se da usted cuenta de lo serio que es esto.
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“ ‘Lush′ too, ” said Syme, shaking his head sagaciously, “ we must have ‘lush′ — word applied to grass, don′t you know? ”
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— También hace falta la palabra " lusch " — continuó Syme con aire sagaz — . Sí, necesitamos la palabra " lusch " que quiere decir " jugoso, lozano, fácil de arar " , y que, como usted sabe, se aplica al pasto.
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“ Do you imagine, ” asked the Professor furiously, “ that we are going to talk to Dr. Bull about grass? ”
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— ¿Pero se está usted figurando que vamos a hablar de pastos al Dr. Bull? * — gritó el otro furioso.
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“ There are several ways in which the subject could be approached, ” said Syme reflectively, “ and the word introduced without appearing forced. We might say, ‘Dr. Bull, as a revolutionist, you remember that a tyrant once advised us to eat grass; and indeed many of us, looking on the fresh lush grass of summer — ′ ”
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— Mire usted: hay muchas maneras de abordar la cuestión — dijo Syme, reflexionando — . Y muchas maneras de introducir una palabra sin que parezca forzada. Por ejemplo: " Dr. Bull, usted, como buen revolucionario, recordará que hubo un tirano que nos aconsejó comer pasto. Y en verdad, muchos de nosotros, al contemplar los lozanos pastos primaverales... "
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“ Do you understand, ” said the other, “ that this is a tragedy? ”
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— ¿Pero se da usted cuenta de que esto es tragedia y no saínete? — le interrumpió el otro.
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“ Perfectly, ” replied Syme; “ always be comic in a tragedy. What the deuce else can you do? I wish this language of yours had a wider scope. I suppose we could not extend it from the fingers to the toes? That would involve pulling off our boots and socks during the conversation, which however unobtrusively performed — ”
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— Sí, señor. Y en una tragedia hay que ser cómico. De otro modo ¿qué diablos va uno a hacer? Me gustaría que este lenguaje convencional ganara un poco de amplitud. ¿No podríamos extenderlo de los dedos de las manos a los de los pies? Esto implicaría el tener que quitarse durante la conversación las botas y los calcetines: lo cual, hecho con disimulo...
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“ Syme, ” said his friend with a stern simplicity, “ go to bed! ”
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— ¡Syme! — exclamó su amigo con enérgica sencillez — . ¡A la cama!
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Syme, however, sat up in bed for a considerable time mastering the new code. He was awakened next morning while the east was still sealed with darkness, and found his grey-bearded ally standing like a ghost beside his bed.
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Pero Syme, sentado en la cama, se estuvo ensayando un rato en el nuevo código. Cuando despertó, al siguiente día, todavía el Oriente estaba sumergido en la sombra. Junto a su cama, como un duende, le esperaba ya su aliado, el de las canosas barbas.
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Syme sat up in bed blinking; then slowly collected his thoughts, threw off the bed-clothes, and stood up. It seemed to him in some curious way that all the safety and sociability of the night before fell with the bedclothes off him, and he stood up in an air of cold danger. He still felt an entire trust and loyalty towards his companion; but it was the trust between two men going to the scaffold.
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Syme se incorporó parpadeando, recobró poco a poco la conciencia de su situación, y arrojando al fin los cobertores saltó de la cama. Y le pareció, por singular caso, que con la ropa de la cama había apartado de sí toda la alegre seguridad, toda la sociabilidad de la noche anterior, y que se quedaba como en mitad del aire, frío y desamparado, expuesto al peligro. Con todo, su fe, su lealtad para con el compañero no habían disminuido un punto; pero era como una confianza entre dos hermanos de patíbulo.
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“ Well, ” said Syme with a forced cheerfulness as he pulled on his trousers, “ I dreamt of that alphabet of yours. Did it take you long to make it up? ”
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— ¡Bueno! — dijo con fingido buen humor mientras se ponía los pantalones — . ¿Sabe que soñé con su alfabeto? ¿Le costó a usted mucho tiempo y trabajo?
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The Professor made no answer, but gazed in front of him with eyes the colour of a wintry sea; so Syme repeated his question.
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El Profesor, sin contestar, se le quedó mirando con unos ojos absortos color de mar de invierno. Syme repitió:
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“ I say, did it take you long to invent all this? I′m considered good at these things, and it was a good hour′s grind. Did you learn it all on the spot? ”
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— Le pregunto a usted cuánto tiempo le llevó la invención de su alfabeto. Porque yo, que creo ser bueno para estas cosas, he tenido que rumiarlo una hora larga. ¿Y aprendió usted a usarlo al instante?
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The Professor was silent; his eyes were wide open, and he wore a fixed but very small smile.
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El Profesor seguía mudo, absortos los ojos, absorta y cuajada la sonrisa en el rostro.
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“ How long did it take you? ”
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— ¡¡Que cuánto tiempo le costó a usted!! Y el Profesor, inmóvil.
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The Professor did not move.
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— ¡Demonio de hombre! ¿Quiere usted contestarme? — gritó Syme con una furia que mal encubría un vago terror.
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“ Confound you, can′t you answer? ” called out Syme, in a sudden anger that had something like fear underneath. Whether or no the Professor could answer, he did not.
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El Profesor podría o no contestarle; ello es que no le contestó.
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Syme stood staring back at the stiff face like parchment and the blank, blue eyes. His first thought was that the Professor had gone mad, but his second thought was more frightful. After all, what did he know about this queer creature whom he had heedlessly accepted as a friend? What did he know, except that the man had been at the anarchist breakfast and had told him a ridiculous tale? How improbable it was that there should be another friend there beside Gogol! Was this man′s silence a sensational way of declaring war? Was this adamantine stare after all only the awful sneer of some threefold traitor, who had turned for the last time? He stood and strained his ears in this heartless silence. He almost fancied he could hear dynamiters come to capture him shifting softly in the corridor outside.
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Syme se quedó contemplando, extrañado, aquella cara pálida y apergaminada, aquellos ojos azules y opacos. Lo primero que se le ocurrió fue que el Profesor se había vuelto loco. Pero después pensó algo todavía peor: después de todo ¿qué sabía él de aquella extraña criatura, cuya amistad había aceptado sin reflexionarlo siquiera? ¿Qué sabía de cierto sobre aquel hombre, fuera de que había asistido al almuerzo de los anarquistas y le había contado unas historias absurdas? ¡Era tan improbable encontrarse con otro nuevo Gogol, con otro amigo, en la pandilla anarquista!... ¿Acaso el silencio de aquél hombre era una silenciosa declaración de guerra? La expectación adamantina de aquellos ojos ¿no era como la siniestra sonrisa de un triple traidor, al dar el cambiazo definitivo? Y aguzó sus oídos, extático, en medio de aquel silencio terrible. Hasta se figuró que se deslizaban por el corredor los cautelosos dinamiteros congregados para prenderle.
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Then his eye strayed downwards, and he burst out laughing. Though the Professor himself stood there as voiceless as a statue, his five dumb fingers were dancing alive upon the dead table. Syme watched the twinkling movements of the talking hand, and read clearly the message —
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Después bajó la vista, y de pronto se echó a reír. Aunque el Profesor estaba hecho una estatua, sus cinco dedos danzaban activamente sobre el tablero de la mesa. Syme, reparando en los movimientos, descifró este mensaje:
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“ I will only talk like this. We must get used to it. ”
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— Acostumbrarse a hablar sólo así.
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He rapped out the answer with the impatience of relief —
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Y formuló, con impaciente desahogo, la respuesta:
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“ All right. Let′s get out to breakfast. ”
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— Bien. Almorcemos.
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They took their hats and sticks in silence; but as Syme took his sword-stick, he held it hard.
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Tomaron sombreros y bastones sin decir palabra: pero Syme no pudo menos de crispar la mano al empuñar su bastón-verduguillo.
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They paused for a few minutes only to stuff down coffee and coarse thick sandwiches at a coffee stall, and then made their way across the river, which under the grey and growing light looked as desolate as Acheron. They reached the bottom of the huge block of buildings which they had seen from across the river, and began in silence to mount the naked and numberless stone steps, only pausing now and then to make short remarks on the rail of the banisters. At about every other flight they passed a window; each window showed them a pale and tragic dawn lifting itself laboriously over London. From each the innumerable roofs of slate looked like the leaden surges of a grey, troubled sea after rain. Syme was increasingly conscious that his new adventure had somehow a quality of cold sanity worse than the wild adventures of the past. Last night, for instance, the tall tenements had seemed to him like a tower in a dream. As he now went up the weary and perpetual steps, he was daunted and bewildered by their almost infinite series. But it was not the hot horror of a dream or of anything that might be exaggeration or delusion. Their infinity was more like the empty infinity of arithmetic, something unthinkable, yet necessary to thought. Or it was like the stunning statements of astronomy about the distance of the fixed stars. He was ascending the house of reason, a thing more hideous than unreason itself.
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Se detuvieron unos minutos a tomar un poco de cafe y sandwiches en un puestecillo, y después pasaron el río desolado como el Aqueronte bajo el fulgor todavía indeciso del alba. Llegaron al edificio que habían visto la noche anterior desde la otra orilla, y fueron subiendo los escalones de piedra sin decir palabra y deteniéndose a cambiar una que otra señal sobre el pasamano de la baranda; a cada nuevo tramo, conforme ascendían, pasaban otra ventana, y cada ventana dejaba ver la luz blanca y trágica de la aurora que amanecía laboriosamente sobre Londres. Desde cada ventana, los innumerables techos de pizarra aparecían como las ondas grises de mar después de la lluvia. Syme se daba cuenta de que la aventura iba tomando un carácter sobrio y frío más terrible aún que el romanticismo de la aventura pasada. La noche anterior, aquellos edificios le parecían torres del país de los sueños. Ahora, al subir por aquella inacabable y fatigosa escalera, lo que más le impresionaba era la serie infinita de escalones. Aquello no era el horror cálido del sueño, de la exageración, de la ilusión. Aquello era el infinito vacío de la aritmética, tan inconcebible como necesario. Aquello recordaba las conclusiones vertiginosas de la astronomía sobre la distancia de las estrellas fijas. Le parecía estar subiendo por la casa de la razón, cosa más horrible aún que el absurdo.
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By the time they reached Dr. Bull′s landing, a last window showed them a harsh, white dawn edged with banks of a kind of coarse red, more like red clay than red cloud. And when they entered Dr. Bull′s bare garret it was full of light.
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Cuando llegaron al rellano del último piso, la última ventana les permitió ver una aurora acre, blanca, con orlas ásperas de un rojo que más parecía rojo de arcilla que rojo de nube. Y al entrar en la desnuda bohardilla del Dr. Bull, la encontraron llena de luz.
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Syme had been haunted by a half historic memory in connection with these empty rooms and that austere daybreak. The moment he saw the garret and Dr. Bull sitting writing at a table, he remembered what the memory was — the French Revolution. There should have been the black outline of a guillotine against that heavy red and white of the morning. Dr. Bull was in his white shirt and black breeches only; his cropped, dark head might well have just come out of its wig; he might have been Marat or a more slipshod Robespierre.
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En el espíritu de Syme se revolvía un confuso recuerdo de algo parecido a aquellos pisos desnudos y a aquel austero amanecer. Al ver al Dr. Bull, sentado a su mesa y escribiendo, el recuerdo se formuló: la Revolución francesa. Contra aquel rojo áspero y aquella albura de amanecer, muy bien pudiera destacarse la silueta negra de la guillotina. El Dr. Bull estaba en mangas de camisa y llevaba pantalón negro. Su cabeza negra y rapada evocaba la peluca ausente; aquel hombre podía ser Marat, o un Robespierre algo más doméstico.
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Yet when he was seen properly, the French fancy fell away. The Jacobins were idealists; there was about this man a murderous materialism. His position gave him a somewhat new appearance. The strong, white light of morning coming from one side creating sharp shadows, made him seem both more pale and more angular than he had looked at the breakfast on the balcony. Thus the two black glasses that encased his eyes might really have been black cavities in his skull, making him look like a death′s-head. And, indeed, if ever Death himself sat writing at a wooden table, it might have been he.
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Sin embargo, bien mirado, aquello no tenía aire revolucionario. Los jacobinos eran idealistas, y este hombre tenía un materialismo asesino. Además, su posición le comunicaba una apariencia muy singular. La enérgica luz de la mañana, entrando lateralmente y proyectando sombras intesas, le hacía más pálido y anguloso que en la escena del almuerzo en la terraza. Las gafas negras, como incrustadas en los ojos, parecían las cuencas huecas del cráneo. Aquel hombre podía ser la Muerte, puesta a escribir junto a una mesa.
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He looked up and smiled brightly enough as the men came in, and rose with the resilient rapidity of which the Professor had spoken. He set chairs for both of them, and going to a peg behind the door, proceeded to put on a coat and waistcoat of rough, dark tweed; he buttoned it up neatly, and came back to sit down at his table.
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Al verlos entrar, sonrió alegremente, y se puso en pie con aquella agilidad de que el Profesor había hablado. Acercó un par de sillas y, dirigiéndose a la percha escondida tras de la puerta, procedió a ponerse un chaleco y una americana de burdo paño oscuro. Se abotonó cuidadosamente y se volvió a sentar a la mesa.
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The quiet good humour of his manner left his two opponents helpless. It was with some momentary difficulty that the Professor broke silence and began, “ I′m sorry to disturb you so early, comrade, ” said he, with a careful resumption of the slow de Worms manner. “ You have no doubt made all the arrangements for the Paris affair? ” Then he added with infinite slowness, “ We have information which renders intolerable anything in the nature of a moment′s delay. ”
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Su buen humor y tranquilidad dejó a sus contrincantes confusos. No sin dificultad el Profesor se atrevió a romper el silencio: — Camarada, siento molestarle tan de manera — empezó reasumiendo cuidadosamente las maneras trabajosas del anciano de Worms — . Supongo que ya tendrá usted arreglado el negocio ese de París — . Y luego con infinita lentitud — : Tenemos informes según los cuales la menor tardanza sería funesta.
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Dr. Bull smiled again, but continued to gaze on them without speaking. The Professor resumed, a pause before each weary word —
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El Dr. Bull sonrió otra vez, pero continuó mirándoles sin decir palabra. El Profesor, haciendo una pausa después de cada palabra, continuó:
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“ Please do not think me excessively abrupt; but I advise you to alter those plans, or if it is too late for that, to follow your agent with all the support you can get for him. Comrade Syme and I have had an experience which it would take more time to recount than we can afford, if we are to act on it. I will, however, relate the occurrence in detail, even at the risk of losing time, if you really feel that it is essential to the understanding of the problem we have to discuss. ”
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— Le ruego a usted que no se extrañe de esta intromisión tan intempestiva. Me permito aconsejarle a usted o bien que altere sus planes, o si ya es demasiado tarde, que mande en auxilio de su gente todos los elementos que pueda. El camarda Syme y yo hemos tenido una experiencia que sería muy larga contarle a usted, sobre todo si hemos de obrar de acuerdo con lo que ella aconseja... Sin embargo, voy a contársela en todos sus detalles, aun a riesgo de perder mucho tiempo, si es que usted lo juzga indispensable para el entendimiento de la cuestión que nos proponemos discutir.
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He was spinning out his sentences, making them intolerably long and lingering, in the hope of maddening the practical little Doctor into an explosion of impatience which might show his hand. But the little Doctor continued only to stare and smile, and the monologue was uphill work. Syme began to feel a new sickness and despair. The Doctor′s smile and silence were not at all like the cataleptic stare and horrible silence which he had confronted in the Professor half an hour before. About the Professor′s makeup and all his antics there was always something merely grotesque, like a gollywog. Syme remembered those wild woes of yesterday as one remembers being afraid of Bogy in childhood. But here was daylight; here was a healthy, square-shouldered man in tweeds, not odd save for the accident of his ugly spectacles, not glaring or grinning at all, but smiling steadily and not saying a word. The whole had a sense of unbearable reality. Under the increasing sunlight the colours of the Doctor′s complexion, the pattern of his tweeds, grew and expanded outrageously, as such things grow too important in a realistic novel. But his smile was quite slight, the pose of his head polite; the only uncanny thing was his silence.
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Trataba de alargar sus frases, procurando que tardara de un modo intolerable, a fin de desesperar al práctico doctorcete y obligarlo a estallar de alguna manera para ver si soltaba prenda. Pero el doctorcete continuaba sonriendo, y el monólogo era, para el otro, una verdadera cuesta arriba. Syme comenzó a sentirse enfermo. La sonrisa y el mutismo del Doctor no se parecían al silencio cataléptico que, media hora antes, se había apoderado del falso Profesor. En las ridiculeces y patrañas de éste, había siempre un elemento grotesco y pueril. Syme recordaba los miedos que con él había pasado el día anterior, como se recuerda haber tenido miedo al coco en la infancia. Pero ahora estaban a pleno día, ante un hombre sano y robusto, que nada tenía de extraordinario fuera de aquellas odiosas gafas, y que, en vez de mirarlos con furia o con sorna, los consideraba con una sonrisa inalterable, sin decir palabra. Realidad tan sobria era, a fuerza de serlo, insoportable. A la luz creciente de la mañana los matices de la tez del Doctor, de la tela de su traje, parecían también crecer de un modo increíble, adquiriendo esa desmedida importancia que tienen en las novelas realistas. Pero su sonrisa seguía tenue; la inclinación de su cabeza, cortés. Sólo era inquietante su silencio.
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“ As I say, ” resumed the Professor, like a man toiling through heavy sand, “ the incident that has occurred to us and has led us to ask for information about the Marquis, is one which you may think it better to have narrated; but as it came in the way of Comrade Syme rather than me — ”
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— Como acabo, pues, de decirle — continuó el Profesor con esfuerzo semejante al del que tiene que abrirse camino por entre la arena pesada — el incidente que nos ha ocurrido, determinándonos a inquirir la suerte del Marqués, es de tal naturaleza que sin duda preferiría usted conocerlo; pero como más bien que a mí le aconteció al camarada Syme...
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His words he seemed to be dragging out like words in an anthem; but Syme, who was watching, saw his long fingers rattle quickly on the edge of the crazy table. He read the message, “ You must go on. This devil has sucked me dry! ”
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Sus palabras se arrastraban como las palabras de una antífona; pero Syme, que estaba en acecho, vio que los largos dedos de su amigo redoblaban nerviosamente sobre el borde de aquella mesa desvencijada, y leyó en ellos este mensaje: — " Ayúdeme, que se me acaba " .
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Syme plunged into the breach with that bravado of improvisation which always came to him when he was alarmed.
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Y Syme saltó a la brecha, con aquel arrojo de improvisación que se apoderaba de él en los momentos de alarma.
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“ Yes, the thing really happened to me, ” he said hastily. “ I had the good fortune to fall into conversation with a detective who took me, thanks to my hat, for a respectable person. Wishing to clinch my reputation for respectability, I took him and made him very drunk at the Savoy. Under this influence he became friendly, and told me in so many words that within a day or two they hope to arrest the Marquis in France.
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— En efecto — declaró apresurado — , la cosa me sucedió a mí más bien. Tuve la suerte de entrar en conversación con un detective que, gracias al sombrero, me tomó sin duda por persona respetable. Deseoso de conservar mi reputación, me lo llevé conmigo al Savoy, donde logré ponerlo en completo estado de embriaguez. Se manifestó muy efusivo, y me contó, con abundantes palabras, que esperaban detener en Francia al Marqués dentro de dos o tres días.
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So unless you or I can get on his track — ”
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De modo que, como no le sigamos la pista usted o yo...
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The Doctor was still smiling in the most friendly way, and his protected eyes were still impenetrable. The Professor signalled to Syme that he would resume his explanation, and he began again with the same elaborate calm.
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Pero el Doctor seguía sonriendo amistosamente, y sus ojos tan impenetrables y ocultos. El Profesor le indicó por señas a Syme que él mismo se encargaría de seguir contando la historia, y en efecto continuó así, con la calma de antes.
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“ Syme immediately brought this information to me, and we came here together to see what use you would be inclined to make of it. It seems to me unquestionably urgent that — ”
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— Syme me contó esto hace un instante, y juntos decidimos venir a ver a usted, a fin de que aprovechara nuestras informaciones. A mí me parece incuestionable que...
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All this time Syme had been staring at the Doctor almost as steadily as the Doctor stared at the Professor, but quite without the smile. The nerves of both comrades-in-arms were near snapping under that strain of motionless amiability, when Syme suddenly leant forward and idly tapped the edge of the table. His message to his ally ran, “ I have an intuition. ”
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A todo esto, Syme había estado observando al Doctor con una atención semejante a la que éste ponía en observar al Profesor, aunque sin su peculiar sonrisa. Bajo la energía de aquella afabilidad inmóvil, los nervios de los dos compañeros de armas estaban a punto de estallar. De pronto, Syme se inclina ligeramente y manipula sobre la mesa este mensaje: — " ¡Tengo una idea! "
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The Professor, with scarcely a pause in his monologue, signalled back, “ Then sit on it. ”
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Y casi sin interrumpir su monólogo, su aliado contestó por los mismos signos: — " Pues a ello " .
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Syme telegraphed, “ It is quite extraordinary. ”
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— " Es una idea extraordinaria " — telegrafió Syme. Y el otro.
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The other answered, “ Extraordinary rot! ”
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— " Será un disparate extraordinario " .
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Syme said, “ I am a poet. ”
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— Y Syme: — " No, que soy poeta " .
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The other retorted, “ You are a dead man. ”
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Y le retrucó su amigo: — " Hombre muerto sí que es usted " .
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Syme had gone quite red up to his yellow hair, and his eyes were burning feverishly. As he said he had an intuition, and it had risen to a sort of lightheaded certainty. Resuming his symbolic taps, he signalled to his friend, “ You scarcely realise how poetic my intuition is. It has that sudden quality we sometimes feel in the coming of spring. ”
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Syme se había sonrojado hasta la raíz de sus rubicundos cabellos, y los ojos le brillaban febrilmente. En efecto, había tenido una intuición que pronto se había convertido en viva corteza. Volviendo a la manipulación, le indicó a su amigo: — " Verá usted qué idea más poética. No se la espera usted. Tiene el encanto sorprendente de la primavera " .
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He then studied the answer on his friend′s fingers. The answer was, “ Go to hell! ”
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Y descifró, en los dedos de su amigo, la siguiente respuesta:
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The Professor then resumed his merely verbal monologue addressed to the Doctor.
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— " Vayase al diablo " . — Y el Profesor continuó endilgándole al Doctor su monólogo de meras palabras vacías.
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“ Perhaps I should rather say, ” said Syme on his fingers, “ that it resembles that sudden smell of the sea which may be found in the heart of lush woods. ”
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— " Más bien puedo decirle — manipuló Syme — que se parece a ese súbito olor marino que exhalan a veces los bosques lozanos y empapados " .
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His companion disdained to reply.
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No se dignó el otro contestarle.
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“ Or yet again, ” tapped Syme, “ it is positive, as is the passionate red hair of a beautiful woman. ”
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— " O más bien — continuaron los dedos de Syme — es conmovedora mi idea como los cabellos rojizos de una hermosa mujer " .
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The Professor was continuing his speech, but in the middle of it Syme decided to act. He leant across the table, and said in a voice that could not be neglected —
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El Profesor continuaba su monólogo, cuando Syme se decidió a intervenir. Inclinándose sobre la mesa, dijo con una voz que reclamaba la atención:
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“ Dr. Bull! ”
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— ¡Dr. Bull!
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The Doctor′s sleek and smiling head did not move, but they could have sworn that under his dark glasses his eyes darted towards Syme.
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La risueña y suave cara del Doctor permaneció impasible, pero se hubiera jurado que, bajo sus gafas negras, sus ojos dardeaban hacia Syme.
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“ Dr. Bull, ” said Syme, in a voice peculiarly precise and courteous, “ would you do me a small favour? Would you be so kind as to take off your spectacles? ”
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— Dr. Bull — repitió Syme con un tono singularmente preciso, aunque cortés — . ¿Quiere usted hacerme un favor insignificante? ¿Quiere usted tener la amabilidad de quitarse las gafas?
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The Professor swung round on his seat, and stared at Syme with a sort of frozen fury of astonishment. Syme, like a man who has thrown his life and fortune on the table, leaned forward with a fiery face. The Doctor did not move.
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El profesor se revolvió en la silla, y echó sobre Syme una mirada llena de extrañeza y furor. Syme, como el que ha arrojado sobre la mesa toda su fortuna, esperaba, encendido el rostro, y el busto inclinado. El Doctor no se movió.
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For a few seconds there was a silence in which one could hear a pin drop, split once by the single hoot of a distant steamer on the Thames. Then Dr. Bull rose slowly, still smiling, and took off his spectacles.
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Hubo un silencio de unos segundos, durante el cual pudo.haberse oído la caída de una aguja, silencio cortado a lo lejos por el silbido lejano de un steamer, sobre el Támesis. El Dr. Bull se levantó lentamente, siempre risueño, y se quitó las gafas.
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Syme sprang to his feet, stepping backwards a little, like a chemical lecturer from a successful explosion. His eyes were like stars, and for an instant he could only point without speaking.
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Syme se irguió de un salto y retrocedió un poco, como el profesor de química ante la explosión inesperada. Sus ojos eran dos estrellas, y por un instante no pudo hacer más que señalar con el dedo sin decir palabra.
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The Professor had also started to his feet, forgetful of his supposed paralysis. He leant on the back of the chair and stared doubtfully at Dr. Bull, as if the Doctor had been turned into a toad before his eyes. And indeed it was almost as great a transformation scene.
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También el Profesor había saltado sobre sus pies olvirándose de su fingida parálisis. Apoyado ahora sobre el respaldo de la silla, contemplaba con dudosos ojos al Doctor, cual si éste se le hubiera metamorfoseado en un sapo. Y en verdad la metamorfosis había sido notable.
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The two detectives saw sitting in the chair before them a very boyish-looking young man, with very frank and happy hazel eyes, an open expression, cockney clothes like those of a city clerk, and an unquestionable breath about him of being very good and rather commonplace. The smile was still there, but it might have been the first smile of a baby.
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Los dos detectives se encontraron ante un joven de aspecto infantil, de ojos avellanados, expresión franca y dulce, de fisonomía despejada, vestido vulgarmente como un empleadillo, con aire decidido de excelente persona y naturaleza más bien común. La imborrable sonrisa parecía ahora la primera sonrisa de un bebé.
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“ I knew I was a poet, ” cried Syme in a sort of ecstasy. “ I knew my intuition was as infallible as the Pope. It was the spectacles that did it! It was all the spectacles. Given those beastly black eyes, and all the rest of him his health and his jolly looks, made him a live devil among dead ones. ”
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— ¡Cuando yo decía que era poeta! — gritó Syme transportado — . ¡Cuando yo decía que mi intuición era tan infalible como el Papa! ¡Si todo eso lo hacían las gafas, sólo las gafas! Con esos endiablados ojos negros y su complexión, su salud, su buena cara, ya por lo menos parecía un diablo vivo, extraviado entre diablos muertos.
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“ It certainly does make a queer difference, ” said the Professor shakily. “ But as regards the project of Dr. Bull — ”
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— En efecto — asintió el Profesor vacilante — la diferencia es notable. Pero, para volver al proyecto del Dr. Bull...
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“ Project be damned! ” roared Syme, beside himself. “ Look at him! Look at his face, look at his collar, look at his blessed boots! You don′t suppose, do you, that that thing′s an anarchist? ”
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— ¡Al diablo con el proyecto! — rugió Syme fuera de sí — . Mírelo: fíjese usted en su cara, vea usted ese cuello, vea usted esas honradísimas botas. ¿Cómo va usted a creer que eso es un anarquista?
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“ Syme! ” cried the other in an apprehensive agony.
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— ¡Syme! — gritó el otro agonizante de miedo.
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“ Why, by God, ” said Syme, “ I′ll take the risk of that myself! Dr. Bull, I am a police officer. There′s my card, ” and he flung down the blue card upon the table.
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— ¡Por Dios! — dijo Symbe — . Yo corro con el riesgo. Dr. Bull: yo soy un agente de policía. He aquí mi tarjeta.
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The Professor still feared that all was lost; but he was loyal. He pulled out his own official card and put it beside his friend′s. Then the third man burst out laughing, and for the first time that morning they heard his voice.
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Y arrojó la cartulina azul sobre la mesa. El Profesor, aunque seguro de que todo estaba perdido, fue leal. Sacó su tarjeta y la puso al lado de la otra. ¿Qué hizo entonces el tercer personaje? Soltar una enorme risotada. Y, por primera vez durante aquella matinal entrevista, dejó oir su voz.
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“ I′m awfully glad you chaps have come so early, ” he said, with a sort of schoolboy flippancy, “ for we can all start for France together. Yes, I′m in the force right enough, ” and he flicked a blue card towards them lightly as a matter of form.
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— Chichos, estoy verdaderamente encantado de esta visita matinal — dijo con un desembarazo de escolar — , porque así podremos embarcar juntos para Francia. Sí, yo también estoy en el servicio. Y diciendo esto, como por cumplir con la forma, les mostró su tarjeta.
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Clapping a brisk bowler on his head and resuming his goblin glasses, the Doctor moved so quickly towards the door, that the others instinctively followed him. Syme seemed a little distrait, and as he passed under the doorway he suddenly struck his stick on the stone passage so that it rang.
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Tomó un sombrero hongo, se caló de nuevo las gafas diabólicas, y se adelantó con tal rapidez hacia la puerta que los otros le siguieron instintivamente. Syme parecía algo azorado; al cruzar la puerta dio con el bastón en las piedras del corredor haciéndolo sonar.
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“ But Lord God Almighty, ” he cried out, “ if this is all right, there were more damned detectives than there were damned dynamiters at the damned Council! ”
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— ¡Dios poderoso! — exclamó — . ¡De modo que había más condenados detectives que condenados dinamiteros en aquel condenado consejo!
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“ We might have fought easily, ” said Bull; “ we were four against three. ”
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— Hubiéramos podido librar batalla — dijo Bull — . Éramos cuatro contra tres.
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The Professor was descending the stairs, but his voice came up from below.
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El Profesor bajaba delante de ellos; su voz llegó a ellos desde abajo.
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“ No, ” said the voice, “ we were not four against three — we were not so lucky. We were four against One. ”
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— No — dijo la voz — no éramos cuatro contra tres; no teníamos esa suerte. Éramos cuatro contra Uno.
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The others went down the stairs in silence.
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Siguieron bajando en silencio.
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The young man called Bull, with an innocent courtesy characteristic of him, insisted on going last until they reached the street; but there his own robust rapidity asserted itself unconsciously, and he walked quickly on ahead towards a railway inquiry office, talking to the others over his shoulder.
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El joven Bull, con la sencilla cortesía que le caracterizaba, insistía en ceder el paso a los otros. Pero, ya en la calle, su robusto paso lo arrastró inconscientemente, e iba delante de los demás, rumbo a una oficina del ferrocarril, hablándoles por encima del hombro.
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“ It is jolly to get some pals, ” he said. “ I′ve been half dead with the jumps, being quite alone. I nearly flung my arms round Gogol and embraced him, which would have been imprudent. I hope you won′t despise me for having been in a blue funk. ”
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— Da gusto encontrarse con amigos de la profesión. Estaba yo medio muerto de miedo al sentirme solo. Estuve a punto de darle un abrazo a Gogol, lo cual no hubiera sido muy prudente. Supongo que no se reirán ustedes de mis temores...
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“ All the blue devils in blue hell, ” said Syme, “ contributed to my blue funk! But the worst devil was you and your infernal goggles. ”
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— ¡Como que el miedo que yo tenía parecían atizarlo todos los diablos del infierno! — dijo Syme — . Pero el peor de todos era usted con sus infernales anteojos.
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The young man laughed delightedly.
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El joven, riendo de muy buena gana, le contestó:
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“ Wasn′t it a rag? ” he said. “ Such a simple idea — not my own. I haven′t got the brains. You see, I wanted to go into the detective service, especially the anti-dynamite business. But for that purpose they wanted someone to dress up as a dynamiter; and they all swore by blazes that I could never look like a dynamiter. They said my very walk was respectable, and that seen from behind I looked like the British Constitution. They said I looked too healthy and too optimistic, and too reliable and benevolent; they called me all sorts of names at Scotland Yard. They said that if I had been a criminal, I might have made my fortune by looking so like an honest man; but as I had the misfortune to be an honest man, there was not even the remotest chance of my assisting them by ever looking like a criminal. But as last I was brought before some old josser who was high up in the force, and who seemed to have no end of a head on his shoulders. And there the others all talked hopelessly. One asked whether a bushy beard would hide my nice smile; another said that if they blacked my face I might look like a negro anarchist; but this old chap chipped in with a most extraordinary remark. ‘A pair of smoked spectacles will do it,′ he said positively. ‘Look at him now; he looks like an angelic office boy. Put him on a pair of smoked spectacles, and children will scream at the sight of him.′ And so it was, by George! When once my eyes were covered, all the rest, smile and big shoulders and short hair, made me look a perfect little devil. As I say, it was simple enough when it was done, like miracles; but that wasn′t the really miraculous part of it. There was one really staggering thing about the business, and my head still turns at it. ”
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— ¿Verdad que era un acierto? una cosa tan sencilla... la idea no fue mía; yo no hubiera sido capaz. Vean ustedes: yo quería entrar en el servicio, especialmente como antidinamitero. Pero para eso hacía falta disfrazarse de dinamitero: y todos juraban que yo no lograría nunca. Aseguraban que hasta mi paso era respetable y que, visto de espaldas, me parecía a la constitución inglesa. Que tenía yo un aspecto muy saludable y optimista, muy confiado y benévolo; me ponían, en Scotland Yard, mil apodos. Me decían que, si hubiera yo sido criminal habría hecho mi fortuna, con sólo mi aspecto de persona nonrada; pero que, dada mi desgracia de ser hombre honrado, no había la menor esperanza de que pudiera yo servirles de algo disfrazado de criminal. Al fin me llevaron un día con un jefe que ha de ser persona importante, digo yo; hombre de cabeza superior. Le contaron mi caso desesperado: uno propuso ocultar la jovialidad de mi sonrisa con unas barbas; otro aseguró que pintado de negro parecería un negro anarquista. Pero el señor aquel salió de repente con una ocurrencia extraordinaria: " Unas gafas ahumadas lo harán bueno, dijo; ya veis que ahora parece un chico de oficina, de carácter angelical; ponedle un par de anteojos negros, y será el terror de los niños " . Y así fue, por San Jorge. Una vez ocultos los ojos, todo lo demás, sonrisa, lomos fornidos, cabellos cortos, todo contribuyó a darme un aspecto infernal. Tan sencillo como un milagro, pero eso no fue lo más milagroso. Hay algo más asombroso todavía. Cuando lo pienso me da vueltas la cabeza.
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“ What was that? ” asked Syme.
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— ¿Y qué es? — preguntó.
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“ I′ll tell you, ” answered the man in spectacles. “ This big pot in the police who sized me up so that he knew how the goggles would go with my hair and socks — by God, he never saw me at all! ”
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— Voy a decírselo a usted — contestó el de las gafas — . Este personaje de la policía que a tal punto comprendió los rasgos de mi persona y adivinó cómo sentarían las gafas con mis cabellos rapados y hasta con mis calcetines, ese hombre — ¡Dios poderoso! — ese hombre ni siquiera me vio.
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Syme′s eyes suddenly flashed on him.
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Los ojos de Syme relampaguearon.
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“ How was that? ” he asked. “ I thought you talked to him. ”
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— ¿Y cómo puede ser? ¿No dice usted que habló con él?
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“ So I did, ” said Bull brightly; “ but we talked in a pitch-dark room like a coalcellar. There, you would never have guessed that. ”
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— Así fue, en efecto — dijo Bull con vivacidad — . Pero hablamos en un cuarto más oscuro que un sótano. No se lo figuraba usted ¿verdad?
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“ I could not have conceived it, ” said Syme gravely.
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— Verdaderamente, es inconcebible — dijo Syme con gravedad.
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“ It is indeed a new idea, ” said the Professor.
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— Sí, la idea no deja de ser nueva — observó el Profesor.
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Their new ally was in practical matters a whirlwind. At the inquiry office he asked with businesslike brevity about the trains for Dover. Having got his information, he bundled the company into a cab, and put them and himself inside a railway carriage before they had properly realised the breathless process. They were already on the Calais boat before conversation flowed freely.
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El nuevo aliado era un huracán en materia de cosas prácticas. En la oficina de informaciones preguntó con brevedad de hombre de negocios, las horas de salida de trenes para Dover. Obtenidos los informes, hizo entrar a todos en un coche y, antes de que hubieran podido percatarse, ya los había instalado en el asiento del ferrocarril. Y antes de poder charlar a sus anchas, ya estaban a bordo del bote para Calais.
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“ I had already arranged, ” he explained, “ to go to France for my lunch; but I am delighted to have someone to lunch with me. You see, I had to send that beast, the Marquis, over with his bomb, because the President had his eye on me, though God knows how. I′ll tell you the story some day. It was perfectly choking. Whenever I tried to slip out of it I saw the President somewhere, smiling out of the bow-window of a club, or taking off his hat to me from the top of an omnibus. I tell you, you can say what you like, that fellow sold himself to the devil; he can be in six places at once. ”
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— Ya tenía yo decidido almorzar en Francia; me alegro de almorzar ahora en buena compañía. Comprenderán ustedes que no puedo menos de mandar por ahí al Marqués con su bomba, porque el Presidente no aparta los ojos de mí, aunque Dios sabe cómo. Algún día les contaré algo de esto. Es de lo más extravagante. Cada vez que me duermo un poco, me encuentro de manos a boca con el Presidente, que ya me sonríe desde el mirador de un club, ya me saluda con el sombrero desde la imperial de un ómnibus. Les diré: ustedes pensarán lo que gusten, pero ese hombre está vendido al diablo: puede estar presente en seis partes diferentes a un tiempo.
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“ So you sent the Marquis off, I understand, ” asked the Professor. “ Was it long ago? Shall we be in time to catch him? ”
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— De modo — preguntó el Profesor — que ya envió usted por delante al Marqués, si no he oído mal. ¿Hace mucho tiempo? ¿Podremos todavía darle alcance?
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“ Yes, ” answered the new guide, “ I′ve timed it all. He′ll still be at Calais when we arrive. ”
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— Sí — contestó el guía — . Todo está calculado. Cuando lleguemos, todavía estará en Calais.
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“ But when we do catch him at Calais, ” said the Professor, “ what are we going to do? ”
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— Pero, una vez que le demos caza en Calais — dijo el Profesor — ¿qué hacemos?
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At this question the countenance of Dr. Bull fell for the first time. He reflected a little, and then said —
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A esta pregunta, el Dr. Bull perdió aplomo por primera vez. Reflexionó un poco, y dijo:
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“ Theoretically, I suppose, we ought to call the police. ”
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— En principio, supongo que debemos llamar a la policía.
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“ Not I, ” said Syme. “ Theoretically I ought to drown myself first. I promised a poor fellow, who was a real modern pessimist, on my word of honour not to tell the police. I′m no hand at casuistry, but I can′t break my word to a modern pessimist. It′s like breaking one′s word to a child. ”
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— No opino yo así — opuso Syme — . En principio, prefiero echarme al agua. Yo le he dado mi palabra de honor de no decir nada a la policía a un pobre sujeto que es un tipo de pesimista moderno. Y, aunque no entiendo mucho de casuística, no me decido a quebrantar la palabra dada a un pesimista moderno. Sería como quebrantar la palabra empeñada a un niño.
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“ I′m in the same boat, ” said the Professor. “ I tried to tell the police and I couldn′t, because of some silly oath I took. You see, when I was an actor I was a sort of all-round beast. Perjury or treason is the only crime I haven′t committed. If I did that I shouldn′t know the difference between right and wrong. ”
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— Yo estoy embarcado en el mismo barco — dijo el Profesor — . Ya he pensado en acudir a la policía, pero cierto estúpido compromiso me lo impide. Cuando yo era actor, en todo acostumbraba meterme. El único crimen que no he cometido es la traición, el perjurio. Si en éste hubiera yo incurrido, habría perdido la última noción del bien y del mal.
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“ I′ve been through all that, ” said Dr. Bull, “ and I′ve made up my mind. I gave my promise to the Secretary — you know him, man who smiles upside down. My friends, that man is the most utterly unhappy man that was ever human. It may be his digestion, or his conscience, or his nerves, or his philosophy of the universe, but he′s damned, he′s in hell! Well, I can′t turn on a man like that, and hunt him down. It′s like whipping a leper. I may be mad, but that′s how I feel; and there′s jolly well the end of it. ”
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— También yo he pasado por eso — dijo el Dr. Bull — y he tomado mi decisión. Le he dado mi palabra al Secretario: ya sabe usted, el de la risa torcida. Amigos míos: ese hombre es el más desdichado de los hombres. Será su digestión, o su conciencia, o sus nervios, o su filosofía o lo que fuere: pero ese hombre está condenado; la vida es para él un infierno. A un hombre como éste yo no puedo traicionarlo ni dedicarme a perseguirlo: sería como azotar a una liebre. Puede que sea una locura mía, pero, con toda sinceridad, yo así lo pienso.
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“ I don′t think you′re mad, ” said Syme. “ I knew you would decide like that when first you — ”
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— No me parece locura — dijo Syme — ; ya sabía yo que usted pensaría así desde el momento en que...
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“ Eh? ” said Dr. Bull.
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— ¿Qué?
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“ When first you took off your spectacles. ”
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— Desde el momento en que se quitó usted las gafas.
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Dr. Bull smiled a little, and strolled across the deck to look at the sunlit sea. Then he strolled back again, kicking his heels carelessly, and a companionable silence fell between the three men.
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El Dr. Bull sonrió y se dirigió al puente para contemplar el juego del sol en el agua. Después volvió a sus compañeros, dando grandes taconazos, y entre todos se produjo un amistoso silencio.
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“ Well, ” said Syme, “ it seems that we have all the same kind of morality or immorality, so we had better face the fact that comes of it. ”
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— ¡Bueno! — dijo Syme — . Parece que todos tenemos la misma moralidad o la misma inmoralidad. Veamos, pues, de sacar las consecuencias prácticas de nuestra situación.
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“ Yes, ” assented the Professor, “ you′re quite right; and we must hurry up, for I can see the Grey Nose standing out from France. ”
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— ¡Sí! — afirmó el Profesor — . Tiene usted mucha radón. Y hay que apresurarse, porque ya veo desde aquí asomar las narizotas al cabo de Gris-Nez.
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“ The fact that comes of it, ” said Syme seriously, “ is this, that we three are alone on this planet. Gogol has gone, God knows where; perhaps the President has smashed him like a fly. On the Council we are three men against three, like the Romans who held the bridge. But we are worse off than that, first because they can appeal to their organization and we cannot appeal to ours, and second because — ”
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— La principal consecuencia — continuó Syme — es que estamos solos en este planeta, Gogol se ha ido. Dios sabe dónde; tal vez el Presidente lo haya aplastado como a una mosca. En el Consejo quedamos tres contra tres, como los romanos que defendían el puente. Pero estamos peor que los contrarios, porque, en primer lugar, ellos pueden apelar a su organización y nosotros no. Y en segundo lugar...
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“ Because one of those other three men, ” said the Professor, “ is not a man. ”
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— Porque uno de esos tres contrarios — dijo el Profesor — no es un hombre.
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Syme nodded and was silent for a second or two, then he said —
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Syme asintió y calló por breves instantes. Después dijo:
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“ My idea is this. We must do something to keep the Marquis in Calais till tomorrow midday. I have turned over twenty schemes in my head. We cannot denounce him as a dynamiter; that is agreed. We cannot get him detained on some trivial charge, for we should have to appear; he knows us, and he would smell a rat. We cannot pretend to keep him on anarchist business; he might swallow much in that way, but not the notion of stopping in Calais while the Czar went safely through Paris. We might try to kidnap him, and lock him up ourselves; but he is a well-known man here. He has a whole bodyguard of friends; he is very strong and brave, and the event is doubtful. The only thing I can see to do is actually to take advantage of the very things that are in the Marquis′s favour. I am going to profit by the fact that he is a highly respected nobleman. I am going to profit by the fact that he has many friends and moves in the best society. ”
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— He aquí lo que se me ocurre. Hagamos lo posible para retener el Marqués en Calais hasta mañana a medio día. Ya he examinado para mí más de veinte planes distintos. No podemos denunciarlo como dinamitero, esto queda entendido. Tampoco hacerlo prender por cualquier cargo insignificante, porque tendríamos que aparecer en el pleito. Él nos conoce, y se olería algo. Tampoco podemos inmovilizarlo bajo pretexto de trabajos anarquistas; por muchas tragaderas que tenga, no se tragaría lo de quedarse en Calais mientras que el Zar pasea sano y salvo en París. Podríamos intentar secuestrarlo y encerrarlo nosotros mismos, pero es aquí muy conocido; cuenta con una verdadera guardia de corps entre sus amigos, es hombre fuerte y valeroso y el éxito no sería seguro. No veo más que aprovechar las mismas circunstancias que favorecen al Marqués. Quiero aprovecharme, del hecho de que tiene muchos amigos y frecuenta la mejor sociedad...
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“ What the devil are you talking about? ” asked the Professor.
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— ¿Qué diablos está usted diciendo? — exclamó el Profesor.
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“ The Symes are first mentioned in the fourteenth century, ” said Syme; “ but there is a tradition that one of them rode behind Bruce at Bannockburn. Since 1350 the tree is quite clear. ”
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— La familia de los Symes — continuó Syme — aparece mencionada por primera vez en el siglo XIV; según cierta tradición, uno de ellos fue a Bannockburn en el séquito de Bruce. A partir de 1350, nuestro árbol genealógico está ya bien establecido.
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“ He′s gone off his head, ” said the little Doctor, staring.
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— Se ha vuelto loco — dijo el Doctorcete sorprendido.
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“ Our bearings, ” continued Syme calmly, “ are ‘argent a chevron gules charged with three cross crosslets of the field.′ The motto varies. ”
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— Nuestras armas — continuó Syme imperturbable — son: cheurrón de gules en campo de plata, con tres cruces flordeliseadas. La divisa es variable.
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The Professor seized Syme roughly by the waistcoat.
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El Profesor cogió brutalmente a Syme por la solapa.
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“ We are just inshore, ” he said. “ Are you seasick or joking in the wrong place? ”
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— Ya estamos para desembarcar — le dijo — . ¿Está usted mareado o haciendo chistes inoportunos? Syme contestó sin desconcertarse:
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“ My remarks are almost painfully practical, ” answered Syme, in an unhurried manner. “ The house of St. Eustache also is very ancient. The Marquis cannot deny that he is a gentleman. He cannot deny that I am a gentleman. And in order to put the matter of my social position quite beyond a doubt, I propose at the earliest opportunity to knock his hat off. But here we are in the harbour. ”
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— Mis observaciones tienen un sentido práctico casi doloroso: la casa de San Eustaquio también es muy antigua. El Marqués no puede negar que yo sea un gentleman. Y para poner fuera de discusión este asunto, me propongo, a la primera oportunidad, arrancarle el sombrero de la cabeza. Pero hemos llegado al puerto.
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They went on shore under the strong sun in a sort of daze. Syme, who had now taken the lead as Bull had taken it in London, led them along a kind of marine parade until he came to some cafes, embowered in a bulk of greenery and overlooking the sea. As he went before them his step was slightly swaggering, and he swung his stick like a sword. He was making apparently for the extreme end of the line of cafes, but he stopped abruptly. With a sharp gesture he motioned them to silence, but he pointed with one gloved finger to a cafe table under a bank of flowering foliage at which sat the Marquis de St. Eustache, his teeth shining in his thick, black beard, and his bold, brown face shadowed by a light yellow straw hat and outlined against the violet sea.
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Desembarcaron deslumbrados por el resplandor del sol. Syme hacía ahora de guía, como Bull lo había hecho en Londres. Llevó a sus amigos a lo largo de una avenida que recorre la playa hasta unos cafés que, escondidos entre la verdura, dominan la marina. Syme caminaba adelante con aire fanfarrón y blandiendo el bastón como si fuera una espada. Se proponía llegar hasta el último café, pero se detuvo súbitamente. Impuso silencio con un gesto. Su dedo enguantado señaló a una mesa donde, bajo la espesura del follaje, estaba sentado el Marqués de San Eustaquio. Sus dientes blancos brillaban entre la barba espesa y negra. Su cara morena y audaz, matizada por un ligero sombrero de paja, resaltaba sobre la mar violeta.
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CHAPTER X
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CAPÍTULO X
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THE DUEL
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EL DUELO
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SYME sat down at a cafe table with his companions, his blue eyes sparkling like the bright sea below, and ordered a bottle of Saumur with a pleased impatience. He was for some reason in a condition of curious hilarity. His spirits were already unnaturally high; they rose as the Saumur sank, and in half an hour his talk was a torrent of nonsense. He professed to be making out a plan of the conversation which was going to ensue between himself and the deadly Marquis. He jotted it down wildly with a pencil. It was arranged like a printed catechism, with questions and answers, and was delivered with an extraordinary rapidity of utterance.
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Syme y sus compañeros se sentaron a una mesa. Los ojos azules de Syme parecían brillar como el mar. Pidió, con alegre impaciencia, una botella de Saumur. Se encontraba en un singular estado de hilaridad. Su ánimo, ya excitable de suyo, se excitó más con el Saumur, y a la media hora su charla era un torrente de disparates. Ahora pretendía estar trazando el plan de la conversación que iba a tener con el fatal Marqués. Hizo unos apuntes con lápiz: una especie de catecismo con preguntas y respuestas, que iba recitando con extraordinaria fluidez.
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“ I shall approach. Before taking off his hat, I shall take off my own. I shall say, ‘The Marquis de Saint Eustache, I believe.′ He will say, ‘The celebrated Mr. Syme, I presume.′ He will say in the most exquisite French, ‘How are you?′ I shall reply in the most exquisite Cockney, ‘Oh, just the Syme — ′ ”
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— Me acercaré. Antes de quitarle el sombrero, me quitaré el mío. Diré: " ¿El Marqués de San Eustaquio, si no me equivoco? " . Él dirá: " ¿El célebre Mr. Syme, supongo? " . Y añadirá en excelente francés: " Comment allez-vous? " . A lo cual yo contestaré: " ¡Oh, siempre el mismo Syme! " *.
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“ Oh, shut it, ” said the man in spectacles. “ Pull yourself together, and chuck away that bit of paper. What are you really going to do? ”
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— Basta — dijo el de las gafas — . Modérese usted y tire ese papel. ¿Qué se propone usted hacer realmente? Syme, patéticamente:
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“ But it was a lovely catechism, ” said Syme pathetically. “ Do let me read it you. It has only forty-three questions and answers, and some of the Marquis′s answers are wonderfully witty. I like to be just to my enemy. ”
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— ¿Pero no es encantador mi catecismo? Permítanme ustedes que lo lea. Sólo tiene cuarenta y tres preguntas y respuestas, y algunas respuestas del Marqués son ingeniosísimas: hay que hacer justicia al enemigo.
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“ But what′s the good of it all? ” asked Dr. Bull in exasperation.
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— Pero ¿a qué conduce todo eso? — preguntó el Dr. Bull, impaciente.
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“ It leads up to my challenge, don′t you see, ” said Syme, beaming. “ When the Marquis has given the thirty-ninth reply, which runs — ”
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— A mi desafío. ¿No se da usted cuenta? — dijo Syme, radiante — . Cuando el Marqués ha dado la respuesta número treinta y nueve, que a la letra dice...
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“ Has it by any chance occurred to you, ” asked the Professor, with a ponderous simplicity, “ that the Marquis may not say all the forty-three things you have put down for him? In that case, I understand, your own epigrams may appear somewhat more forced. ”
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— ¿Y no le ha pasado a usted por la cabeza — dijo el Profesor con una sencillez admirable — que bien pudiera el Marqués no repetir todas las cuarenta y tres respuestas que usted ha previsto para él? Porque, en tal caso, los epigramas que usted le dirija tendrán que resultar un tanto forzados.
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Syme struck the table with a radiant face.
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Syme dio un puñetazo en la mesa, deslumbrado.
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“ Why, how true that is, ” he said, “ and I never thought of it. Sir, you have an intellect beyond the common. You will make a name. ”
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— ¡Pues es verdad! Y a mí que no se me había ocurrido! Caballero, tiene usted una inteligencia no común, usted llegará...
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“ Oh, you′re as drunk as an owl! ” said the Doctor.
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— Está usted más ebrio que una lechuza — dijo el Doctor.
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“ It only remains, ” continued Syme quite unperturbed, “ to adopt some other method of breaking the ice (if I may so express it) between myself and the man I wish to kill. And since the course of a dialogue cannot be predicted by one of its parties alone (as you have pointed out with such recondite acumen), the only thing to be done, I suppose, is for the one party, as far as possible, to do all the dialogue by himself. And so I will, by George! ” And he stood up suddenly, his yellow hair blowing in the slight sea breeze.
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— No hay más remedio — continuó Syme, sin hacer hacer caso — que adoptar otro método para romper el hielo, si se me permite expresarme así, entre mi persona y ese hombre a quien quiero matar. Y puesto que las peripecias de un diálogo no pueden ser previstas por una sola de las partes (como usted con tan recóndita sutileza, ha tenido a bien observarlo) a esta parte no le queda más, me parece, que desempeñar por sí misma, hasta donde sea posible, todo el diálogo. ¡Y así ha de ser, voto a San Jorge! Y se levantó. La brisa marina hacía vibrar sus amarillos cabellos.
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A band was playing in a cafe chantant hidden somewhere among the trees, and a woman had just stopped singing. On Syme′s heated head the bray of the brass band seemed like the jar and jingle of that barrel-organ in Leicester Square, to the tune of which he had once stood up to die. He looked across to the little table where the Marquis sat. The man had two companions now, solemn Frenchmen in frock-coats and silk hats, one of them with the red rosette of the Legion of Honour, evidently people of a solid social position. Besides these black, cylindrical costumes, the Marquis, in his loose straw hat and light spring clothes, looked Bohemian and even barbaric; but he looked the Marquis. Indeed, one might say that he looked the king, with his animal elegance, his scornful eyes, and his proud head lifted against the purple sea. But he was no Christian king, at any rate; he was, rather, some swarthy despot, half Greek, half Asiatic, who in the days when slavery seemed natural looked down on the Mediterranean, on his galley and his groaning slaves. Just so, Syme thought, would the brown-gold face of such a tyrant have shown against the dark green olives and the burning blue.
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Escondida entre los árboles, estaba tocando una banda en el próximo café cantante. Una mujer había comenzado una canción. En el cerebro excitado de Syme, el resoplido de los cobres produjo el mismo efecto de aquel organillo de Leicester Square, a cuyos compases se había encaminado el otro día hacia la muerte. Contempló la mesita donde estaba el Marqués. Había ya con él dos compañeros, solemnes franceses de levita y sombrero de copa; uno de ellos llevaba la roseta de la Legión de Honor. Eran, sin duda alguna, gente de sólida posición social. Junto a estas figuras negras y cilíndricas, el Marqués, con su sombrero de paja y traje primaveral, parecía bohemio y hasta bárbaro. Syme examinó al Marqués; verdaderamente, aquel hombre parecía un rey, con su elegancia animal, sus ojos altivos, su cabeza orgullosa destacada sobre el mar purpurino. Pero no un rey cristiano en manera alguna; sino más bien un déspota trigueño, semigriego y medio asiático que, en los días en que la esclavitud era cosa natural, contemplara, sobre el Mediterráneo, sus galeras atestadas de quejumbrosos esclavos.
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“ Are you going to address the meeting? ” asked the Professor peevishly, seeing that Syme still stood up without moving.
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— ¿Va usted a dirigirse a ese mitin? — dijo el Profesor con sorna, viendo que Syme permanecía de pie, inmóvil, como quien reflexiona antes de empezar un discurso.
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Syme drained his last glass of sparkling wine.
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Syme apuró el último vaso de espumoso.
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“ I am, ” he said, pointing across to the Marquis and his companions, “ that meeting. That meeting displeases me. I am going to pull that meeting′s great ugly, mahogany-coloured nose. ”
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— Sí — contestó señalando al Marqués y a sus compañeros — , a ese mitin. Ese mitin me disgusta: voy a pellizcarle a ese mitin las feas y flojas narices de caoba que gasta.
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He stepped across swiftly, if not quite steadily. The Marquis, seeing him, arched his black Assyrian eyebrows in surprise, but smiled politely.
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Y avanzó con paso decidido, aunque no muy en línea recta. El Marqués, al verlo, arqueó las cejas negras y asirias, pero en su sorpresa hubo una sonrisa de cortesía.
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“ You are Mr. Syme, I think, ” he said.
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— Usted es Mr. Syme, si no me equivoco, interrogó.
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Syme bowed.
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Syme se inclinó correctamente.
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“ And you are the Marquis de Saint Eustache, ” he said gracefully. “ Permit me to pull your nose. ”
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— Y usted el Marqués de San Eustaquio — dijo con suave gracia — . Permítame usted que le pellizque las narices.
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He leant over to do so, but the Marquis started backwards, upsetting his chair, and the two men in top hats held Syme back by the shoulders.
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Y, en efecto, se acercó a hacerlo. Pero el Marqués se echó atrás, derribando la silla, y los dos caballeros de sombrero de copa cogieron a Syme por los hombros.
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“ This man has insulted me! ” said Syme, with gestures of explanation.
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— ¡Ese hombre me ha insultado! — dijo Syme como dando explicaciones.
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“ Insulted you? ” cried the gentleman with the red rosette, “ when? ”
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— ¿Insultado? — gritó el caballero del botón rojo — ¿Cuándo?
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“ Oh, just now, ” said Syme recklessly. “ He insulted my mother. ”
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— Ahora mismo — contestó Syme con atolondramiento — . Ha insultado a mi madre.
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“ Insulted your mother! ” exclaimed the gentleman incredulously.
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— ¿Insultado a su madre? — dijo con asombro el caballero condecorado.
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“ Well, anyhow, ” said Syme, conceding a point, “ my aunt. ”
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— Bueno — dijo Syme concediendo el punto — . A mi señora tía, por lo menos.
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“ But how can the Marquis have insulted your aunt just now? ” said the second gentleman with some legitimate wonder. “ He has been sitting here all the time. ”
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— Pero ¿cómo es posible que el Marqués haya insultado ahora mismo a la señora tía de usted? — dijo el otro caballero con legítimo asombro — . ¡Si no se ha movido de aquí!
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“ Ah, it was what he said! ” said Syme darkly.
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— El insulto estuvo en sus palabras — dijo Syme con acento sombrío.
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“ I said nothing at all, ” said the Marquis, “ except something about the band. I only said that I liked Wagner played well. ”
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— ¡Si yo no he dicho nada! — explicó el Marqués — , salvo no sé qué observación sobre la orquesta: que me hubiera gustado que trataran mejor a Wagner, o algo así.
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“ It was an allusion to my family, ” said Syme firmly. “ My aunt played Wagner badly. It was a painful subject. We are always being insulted about it. ”
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— Pues fue una alusión a mi familia — dijo Syme con firmeza — . Porque mi tía tocaba Wagner muy mal. Siempre ha sido eso una causa de disgustos: siempre nos han insultado por eso.
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“ This seems most extraordinary, ” said the gentleman who was decore, looking doubtfully at the Marquis.
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— ¡Pero esto es extraordinario! — dijo el caballero condecorado, mirando con asombro al Marqués.
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“ Oh, I assure you, ” said Syme earnestly, “ the whole of your conversation was simply packed with sinister allusions to my aunt′s weaknesses. ”
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— ¡Oh, se lo aseguro a usted! — dijo Syme con aire sincero — . Toda la conversación de ustedes estaba llena de siniestras alusiones a la debilidad de mi tía.
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“ This is nonsense! ” said the second gentleman. “ I for one have said nothing for half an hour except that I liked the singing of that girl with black hair. ”
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— ¡Disparate! — dijo el otro compañero del Marqués — . Yo, durante media hora, apenas habré despegado los labios para decir que me gusta como canta esa chica de cabellos negros.
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“ Well, there you are again! ” said Syme indignantly. “ My aunt′s was red. ”
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— ¡Pues ya lo ve usted! — dijo Syme indignado — ¡mi tía era rubia!
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“ It seems to me, ” said the other, “ that you are simply seeking a pretext to insult the Marquis. ”
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— Se me figura — observó el otro — que usted busca un pretexto para insultar al Marqués.
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“ By George! ” said Syme, facing round and looking at him, “ what a clever chap you are! ”
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— ¡Voto a San Jorge! — dijo Syme enfrentándose con su interlocutor — . ¡Es usted un hombre de talento!
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The Marquis started up with eyes flaming like a tiger′s.
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El Marqués le echó una mirada de tigre.
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“ Seeking a quarrel with me! ” he cried. “ Seeking a fight with me! By God! there was never a man who had to seek long. These gentlemen will perhaps act for me. There are still four hours of daylight. Let us fight this evening. ”
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— ¿Buscarme a mí camorra? — exclamó — . ¿Batirse conmigo? Juro a Dios que el que me busca me encuentra. Creo que estos caballeros aceptarán mi representación. De aquí a la noche faltan cuatro horas. Podemos batirnos esta misma tarde.
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Syme bowed with a quite beautiful graciousness.
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Syme se inclinó con cortesía exquisita.
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“ Marquis, ” he said, “ your action is worthy of your fame and blood. Permit me to consult for a moment with the gentlemen in whose hands I shall place myself. ”
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— Marqués — dijo — su acción es digna de su fama y su sangre. Permítame usted consultar con los que han de ser mis testigos.
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In three long strides he rejoined his companions, and they, who had seen his champagne-inspired attack and listened to his idiotic explanations, were quite startled at the look of him. For now that he came back to them he was quite sober, a little pale, and he spoke in a low voice of passionate practicality.
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De tres zancadas se reunió a los suyos. ¡Éstos, que habían presenciado su ataque, inspirado por la champaña, y oído sus absurdas explicaciones, lo vieron acercarse llenos de perplejidad. En efecto, Syme estaba ahora en pleno uso de razón, algo pálido, y hablaba con la precisión y mesura del hombre práctico.
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“ I have done it, ” he said hoarsely. “ I have fixed a fight on the beast. But look here, and listen carefully. There is no time for talk. You are my seconds, and everything must come from you. Now you must insist, and insist absolutely, on the duel coming off after seven tomorrow, so as to give me the chance of preventing him from catching the 7.45 for Paris. If he misses that he misses his crime. He can′t refuse to meet you on such a small point of time and place. But this is what he will do. He will choose a field somewhere near a wayside station, where he can pick up the train. He is a very good swordsman, and he will trust to killing me in time to catch it. But I can fence well too, and I think I can keep him in play, at any rate, until the train is lost. Then perhaps he may kill me to console his feelings. You understand? Very well then, let me introduce you to some charming friends of mine, ” and leading them quickly across the parade, he presented them to the Marquis′s seconds by two very aristocratic names of which they had not previously heard.
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— Ya está hecho — dijo con voz ronca — . Ya está provocada la bestia. Ahora, atención, óiganme ustedes bien. No hay que perder tiempo en palabras. Ustedes son mis testigos, y les toca arreglarlo todo. Hay que insistir, de un modo absoluto, en que el duelo sea mañana después de las siete, para impedirle que tome el tren de París a las siete y cuarenta y cinco. Si pierde este tren, pierde la ocasión del crimen. Él no puede rehusarse a aceptar el sitio y hora que se señale, pero seguramente intentará que se elija para el caso algún sitio cercano a la estación, a fin de dar alcance al tren. Maneja muy bien la espada, y puede confiar en que podrá darme muerte a tiempo. Pero yo también entiendo algo de eso, y espero poder entretenerlo a lo menos hasta que pierda el tren. Después, para consolarse, probablemente me matará. ¿Entendido? Perfectamente. Pues permítanme ustedes presentarlos con aquellos distinguidos caballeros. Se acercaron al grupo del Marqués, y Syme los presentó dándoles unos nombres aristocráticos que ellos no habían oído en su vida.
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Syme was subject to spasms of singular common sense, not otherwise a part of his character. They were (as he said of his impulse about the spectacles) poetic intuitions, and they sometimes rose to the exaltation of prophecy.
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Syme tenía de tiempo en tiempo unos raptos singulares de sentido común, cosa que más bien le faltaba de ordinario. Estos raptos, eran como él mismo dijo cuando la ocurrencia de las gafas, intuiciones poéticas, y a veces verdaderas profecías.
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He had correctly calculated in this case the policy of his opponent. When the Marquis was informed by his seconds that Syme could only fight in the morning, he must fully have realised that an obstacle had suddenly arisen between him and his bomb-throwing business in the capital. Naturally he could not explain this objection to his friends, so he chose the course which Syme had predicted. He induced his seconds to settle on a small meadow not far from the railway, and he trusted to the fatality of the first engagement.
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Había previsto bien las pretensiones de su adversario. Cuando el Marqués fue informado por sus testigos de que Syme sólo podía batirse a la mañana siguiente, vio aparecer un obstáculo para su misión dinamitera en París. Pero no pudiendo explicarlo a sus amigos, obró como Syme lo esperaba. Indujo a sus testigos a que señalaran para el duelo un pradito que había cerca del ferrocarril, confiándolo todo a la fatalidad del primer encuentro.
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When he came down very coolly to the field of honour, no one could have guessed that he had any anxiety about a journey; his hands were in his pockets, his straw hat on the back of his head, his handsome face brazen in the sun. But it might have struck a stranger as odd that there appeared in his train, not only his seconds carrying the sword-case, but two of his servants carrying a portmanteau and a luncheon basket.
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Al verlo llegar impasible al campo de honor, nadie hubiera dicho que le inquietaba sobre todo la idea de perder el tren. Las manos en los bolsillos, el sombrero de paja echado hacia atrás, el sol daba sobre su hermosa cara bronceada. Pero — cosa extraña para el que ignorase su situación — , no sólo le acompañaban sus dos testigos con las armas, sino dos criados con una maleta y una cesta de comestibles.
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Early as was the hour, the sun soaked everything in warmth, and Syme was vaguely surprised to see so many spring flowers burning gold and silver in the tall grass in which the whole company stood almost knee-deep.
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Era muy temprano, pero el sol calentaba ya; Syme se admiraba de ver tantas flores de oro y plata entre aquella yerba que casi les llegaba hasta las rodillas.
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With the exception of the Marquis, all the men were in sombre and solemn morning-dress, with hats like black chimney-pots; the little Doctor especially, with the addition of his black spectacles, looked like an undertaker in a farce. Syme could not help feeling a comic contrast between this funereal church parade of apparel and the rich and glistening meadow, growing wild flowers everywhere. But, indeed, this comic contrast between the yellow blossoms and the black hats was but a symbol of the tragic contrast between the yellow blossoms and the black business. On his right was a little wood; far away to his left lay the long curve of the railway line, which he was, so to speak, guarding from the Marquis, whose goal and escape it was. In front of him, behind the black group of his opponents, he could see, like a tinted cloud, a small almond bush in flower against the faint line of the sea.
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Con excepción del Marqués, todos llevaban el traje solemne, y unos sombreros negros como tubos de chimeneas. El Doctorcete, con la adición de sus famosas gafas negras, parecía un empresario de pompas fúnebres. Syme no pudo menos de advertir el contraste cómico de aquella procesión funeraria en aquel prado tan gozoso, brillante y florido. Sin duda el contraste cómico entre los capullos amarillos y los sombreros negros no era más que un símbolo de contraste trágico entre los capullos amarillos y la negrura moral de aquella escena. A la derecha se veía una mancha de bosque, y lejos, a la izquierda, brillaba la curva del ferrocarril, que Syme, por decirlo así, tenía que defender del Marqués, para quien aquella línea era la meta y el punto de escape. Al frente, detrás de los adversarios, Syme podía ver, semejante a una nube, un pequeño almendro florecido, sobre la vaga cinta del mar.
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The member of the Legion of Honour, whose name it seemed was Colonel Ducroix, approached the Professor and Dr. Bull with great politeness, and suggested that the play should terminate with the first considerable hurt.
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El miembro de la Legión de Honor, cuyo nombre era según parece el Coronel Ducroix, se acercó cortésmente al Profesor y al Dr. Bull, y propuso que el duelo fuera a primera sangre.
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Dr. Bull, however, having been carefully coached by Syme upon this point of policy, insisted, with great dignity and in very bad French, that it should continue until one of the combatants was disabled. Syme had made up his mind that he could avoid disabling the Marquis and prevent the Marquis from disabling him for at least twenty minutes. In twenty minutes the Paris train would have gone by.
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Pero el Dr. Bull, bien aleccionado por Syme sobre este punto estratégico, insistió con mucha dignidad y en un francés muy malo, sobre la necesidad de continuar hasta que uno de los contrincantes quedara inútil. Syme contaba con poder abstenerse de inutilizar al Marqués e impedir que éste lo inutilizara a él, por espacio mínimo de veinte minutos: tiempo bastante para que su contrincante perdiera el tren de París.
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“ To a man of the well-known skill and valour of Monsieur de St. Eustache, ” said the Professor solemnly, “ it must be a matter of indifference which method is adopted, and our principal has strong reasons for demanding the longer encounter, reasons the delicacy of which prevent me from being explicit, but for the just and honourable nature of which I can — ”
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— Para un hombre de tanta presteza y valor como el señor de San Eustaquio — dijo el Profesor solemnemente — , sin duda es indiferente el método que se adopte, y nuestro apadrinado tiene buenas razones para pedir que el encuentro sea largo, razones cuya delicadeza me impide el ser más explícito, pero de cuya naturaleza justa y honorable yo puedo...
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“ Peste! ” broke from the Marquis behind, whose face had suddenly darkened, “ let us stop talking and begin, ” and he slashed off the head of a tall flower with his stick.
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— ¡Peste! — interrumpió el Marqués, a su espalda, poniendo una cara sombría — . Dejémonos de hablar, y empecemos. Y decapitó una florecilla con el bastón.
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Syme understood his rude impatience and instinctively looked over his shoulder to see whether the train was coming in sight. But there was no smoke on the horizon.
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Syme, que comprendía, miró de reojo instintivamente, por si el tren estaba a la vista: ni el humo se veía...
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Colonel Ducroix knelt down and unlocked the case, taking out a pair of twin swords, which took the sunlight and turned to two streaks of white fire. He offered one to the Marquis, who snatched it without ceremony, and another to Syme, who took it, bent it, and poised it with as much delay as was consistent with dignity.
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El Coronel Ducroix se arrodilló entonces, abrió la caja de espadas y escogió un par. Al sol, las espadas lanzaron dos vivos resplandores.
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Then the Colonel took out another pair of blades, and taking one himself and giving another to Dr. Bull, proceeded to place the men.
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Ofreció una al Marqués, que se apoderó de ella sin ceremonia, y otra a Syme, que la tomó, la dobló, la pesó, y todo con tanta lentitud como lo consentía la decencia. Después, el Coronel sacó otras dos hojas, tomó una, ofreció al Dr. Bull la otra, y procedió a partir el campo.
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Both combatants had thrown off their coats and waistcoats, and stood sword in hand. The seconds stood on each side of the line of fight with drawn swords also, but still sombre in their dark frock-coats and hats. The principals saluted. The Colonel said quietly, “ Engage! ” and the two blades touched and tingled.
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Ambos combatientes se habían quedado en mangas de camisa y empuñaban ya las espadas. Los padrinos se mantenían a uno y otro lado del campo, con sus espadas también desnudas, pero conservando sus trajes y sombreros negros. Los combatientes se saludaron. El Coronel dijo: — ¡Engagez! Y las dos hojas chocaron.
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When the jar of the joined iron ran up Syme′s arm, all the fantastic fears that have been the subject of this story fell from him like dreams from a man waking up in bed. He remembered them clearly and in order as mere delusions of the nerves — how the fear of the Professor had been the fear of the tyrannic accidents of nightmare, and how the fear of the Doctor had been the fear of the airless vacuum of science. The first was the old fear that any miracle might happen, the second the more hopeless modern fear that no miracle can ever happen. But he saw that these fears were fancies, for he found himself in the presence of the great fact of the fear of death, with its coarse and pitiless common sense. He felt like a man who had dreamed all night of falling over precipices, and had woke up on the morning when he was to be hanged. For as soon as he had seen the sunlight run down the channel of his foe′s foreshortened blade, and as soon as he had felt the two tongues of steel touch, vibrating like two living things, he knew that his enemy was a terrible fighter, and that probably his last hour had come.
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Al contacto del hierro, Syme sintió disiparse todos los fantásticos temores de antes, como se disipan los sueños al abrir los ojos. Los recordaba uno a uno, y le parecían meras alucinaciones nerviosas: el temor que el Profesor le infundiera, había sido como la opresión de una pesadilla; el miedo que le inspirara el Doctor, como el del vacío científico. En el primer caso, era el miedo tradicional ante la perenne posibilidad del milagro; en el segundo, el miedo mucho más moderno ante la absoluta imposibilidad del milagro. Pero en uno y otro caso, se trataba de temores imaginarios, comparados con el actual temor de la muerte, lleno de sentido común, despiadado y cruel. Syme se sentía como el que sueña toda la noche que rueda por un precipicio y, al despertar, recuerda que va a ser ahorcado. En cuanto vio brillar el reflejo del sol en la hoja del adversario, en cuanto sintió que se tocaban las dos lenguas de acero, vibrantes y vivas, comprendió que tenía que habérselas con un enemigo poderoso. Tal vez había llegado su última hora.
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He felt a strange and vivid value in all the earth around him, in the grass under his feet; he felt the love of life in all living things. He could almost fancy that he heard the grass growing; he could almost fancy that even as he stood fresh flowers were springing up and breaking into blossom in the meadow — flowers blood red and burning gold and blue, fulfilling the whole pageant of the spring. And whenever his eyes strayed for a flash from the calm, staring, hypnotic eyes of the Marquis, they saw the little tuft of almond tree against the sky-line. He had the feeling that if by some miracle he escaped he would be ready to sit for ever before that almond tree, desiring nothing else in the world.
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Toda la tierra cobraba, a sus ojos, un extraño valor. La yerba, bajo sus plantas, parecía vivir. El amor de la vida lo invadía todo. Hasta se figuró que oía crecer la yerba. Hasta se figuró que, en aquel momento, estaban brotando nuevas flores: flores rojas, flores amarillas y azules: toda la gama de la primavera. Y cuando sus ojos se encontraban con los ojos fríos, fijos, hipnóticos del Marqués, veía detrás de éste el almendro florido, contrastando sobre el azul del cielo. Se decía que, si por casualidad salía con vida de aquel lance, no desearía ya más en la vida que poder sentarse a contemplar el almendro.
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But while earth and sky and everything had the living beauty of a thing lost, the other half of his head was as clear as glass, and he was parrying his enemy′s point with a kind of clockwork skill of which he had hardly supposed himself capable. Once his enemy′s point ran along his wrist, leaving a slight streak of blood, but it either was not noticed or was tacitly ignored. Every now and then he riposted, and once or twice he could almost fancy that he felt his point go home, but as there was no blood on blade or shirt he supposed he was mistaken. Then came an interruption and a change.
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Pero, mientras que una parte de su alma se entregaba a contemplar la tierra, el cielo y todas las cosas, considerándolas como otras tantas bellezas perdidas, la otra era como claro espejo de la realidad inmediata. Y, así Syme paraba los ataques de su enemigo con una exactitud del reloj, de que no se había creído capaz. Una vez la punta del arma enemiga corrió por su muñeca, trazando una línea de sangre; pero nadie lo advirtió o todos afectaron ignorarlo. De tiempo en tiempo contestaba, y una o dos veces le pareció que había tocado, pero como no había sangre en la camisa del contrario ni en la propia espada, supuso que se había equivocado. Hubo un descanso y cambio de terreno. Después, continuaron.
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At the risk of losing all, the Marquis, interrupting his quiet stare, flashed one glance over his shoulder at the line of railway on his right. Then he turned on Syme a face transfigured to that of a fiend, and began to fight as if with twenty weapons. The attack came so fast and furious, that the one shining sword seemed a shower of shining arrows. Syme had no chance to look at the railway; but also he had no need. He could guess the reason of the Marquis′s sudden madness of battle — the Paris train was in sight.
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A riesgo de perderlo todo, el Marqués, desviando los ojos, echó una mirada hacia la vía férrea. Después volvió hacia Syme una cara de demonio, y comenzó a multiplicar su ataques como si tuviera veinte espadas. Los ataques eran tan furiosos y continuos, que aquella espada parecía un chubasco de dardos. Syme no tuvo tiempo de echar un vistazo a los rieles; pero tampoco le hacía falta. Aquel frenesí que se había apoderado del Marqués indicaba a las claras que el tren de París estaba a la vista.
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But the Marquis′s morbid energy over-reached itself. Twice Syme, parrying, knocked his opponent′s point far out of the fighting circle; and the third time his riposte was so rapid, that there was no doubt about the hit this time. Syme′s sword actually bent under the weight of the Marquis′s body, which it had pierced.
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La energía desesperada del Marqués era superior a sus medios. Dos veces, Syme, al parar, lanzó fuera de la línea la punta del adversario; y la tercera, su respuesta fue tan rápida que no hubo duda: la espada de Syme se había doblado contra el cuerpo del Marqués, penetrándole.
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Syme was as certain that he had stuck his blade into his enemy as a gardener that he has stuck his spade into the ground. Yet the Marquis sprang back from the stroke without a stagger, and Syme stood staring at his own sword-point like an idiot. There was no blood on it at all.
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Syme estaba tan seguro de ello, como puede estar el jardinero de haber clavado en la tierra su azadón. Pero el Marqués había saltado atrás sin desconcertarse, y Syme, perplejo, examinaba la punta de su espada, buscando en vano una mancha de sangre.
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There was an instant of rigid silence, and then Syme in his turn fell furiously on the other, filled with a flaming curiosity. The Marquis was probably, in a general sense, a better fencer than he, as he had surmised at the beginning, but at the moment the Marquis seemed distraught and at a disadvantage. He fought wildly and even weakly, and he constantly looked away at the railway line, almost as if he feared the train more than the pointed steel. Syme, on the other hand, fought fiercely but still carefully, in an intellectual fury, eager to solve the riddle of his own bloodless sword. For this purpose, he aimed less at the Marquis′s body, and more at his throat and head. A minute and a half afterwards he felt his point enter the man′s neck below the jaw. It came out clean. Half mad, he thrust again, and made what should have been a bloody scar on the Marquis′s cheek. But there was no scar.
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Hubo un silencio rígido, y, a su vez, Syme cayó furiosamente sobre su contrario, lleno ahora de curiosidad. Probablemente el Marqués le era superior, como lo advirtió al principio del combate, pero en este momento el Marqués parecía vacilar y perder ventajas. Luchaba de un modo irregular y hasta débil, y estaba mirando continuamente la línea del ferrocarril, como si temiera más al tren que a la espada de su adversario. Por su parte, Syme aunque ferozmente se batía con cálculo y cuidado, intrigadísimo por el enigma de que no apareciera sangre en su hoja. Entonces empezó a apuntar menos al cuerpo que al cuello y a la cabeza. Minuto y medio más tarde, vio claramente que su punta entraba en el cuello del Marqués, debajo de la quijada. Pero la hoja volvió a salir limpia. Medio loco, atacó de nuevo, dando de tal modo sobre las mejillas del Marqués que debió haber hecho una carnicería. Con todo, no hubo ni un rasguño.
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For one moment the heaven of Syme again grew black with supernatural terrors. Surely the man had a charmed life. But this new spiritual dread was a more awful thing than had been the mere spiritual topsy-turvydom symbolised by the paralytic who pursued him. The Professor was only a goblin; this man was a devil — perhaps he was the Devil! Anyhow, this was certain, that three times had a human sword been driven into him and made no mark. When Syme had that thought he drew himself up, and all that was good in him sang high up in the air as a high wind sings in the trees. He thought of all the human things in his story — of the Chinese lanterns in Saffron Park, of the girl′s red hair in the garden, of the honest, beer-swilling sailors down by the dock, of his loyal companions standing by. Perhaps he had been chosen as a champion of all these fresh and kindly things to cross swords with the enemy of all creation. “ After all, ” he said to himself, “ I am more than a devil; I am a man. I can do the one thing which Satan himself cannot do — I can die, ” and as the word went through his head, he heard a faint and far-off hoot, which would soon be the roar of the Paris train.
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Por un instante, el cielo de Syme se nubló con terrores sobrenaturales. Aquel hombre estaba embrujado. Este terror espiritual era más terrible que el simple enigma espiritual simbolizado en el paralítico que lo perseguía. El Profesor le había parecido un duende; pero este hombre era un diablo ¡tal vez era el Diablo! En todo caso, era seguro que tres veces le había penetrado la espada sin dejar huella. A este pensamiento, Syme se enardeció. Todo lo que en él había de bueno cantó en el aire como en los árboles las alas del viento. Recordó todas las circunstancias de su aventura: los farolillos venecianos del Saffron Park, los cabellos rojos de la muchacha del jardín, los honrados marineros que bebían cerveza junto a los muelles, la lealtad de los compañeros que presenciaban su combate. Tal vez él había sido señalado como campeón de todas las cosas buenas y nobles para cruzar los aceros con el enemigo de la creación. " Después de todo — se dijo — yo soy más que un diablo, soy un hombre: yo puedo hacer algo que le es imposible a Satanás: morir " . Y al articular mentalmente esta palabra, oyó como un silbido lejano: era el tren de París.
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He fell to fighting again with a supernatural levity, like a Mohammedan panting for Paradise. As the train came nearer and nearer he fancied he could see people putting up the floral arches in Paris; he joined in the growing noise and the glory of the great Republic whose gate he was guarding against Hell. His thoughts rose higher and higher with the rising roar of the train, which ended, as if proudly, in a long and piercing whistle. The train stopped.
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Y volvió a la carga con agilidad sobrenatural. Como mahometano que quiere ganarse el Paraíso. A medida que se aproximaba el tren, Syme creía ver al pueblo de París ocupado en adornar los arcos triunfales; se sentía unido al rumor y gloria de la gran República, cuyas puertas estaba defendiendo contra los poderes infernales. Y sus pensamientos se expandían al crecer el zumbido del tren, que acabó en un largo y penetrante silbido de orgullo. Paró el tren.
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Suddenly, to the astonishment of everyone the Marquis sprang back quite out of sword reach and threw down his sword. The leap was wonderful, and not the less wonderful because Syme had plunged his sword a moment before into the man′s thigh.
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De pronto, con gran asombro de todos, el Marqués saltó fuera del alcance del enemigo, arrojando al suelo su espada. El salto fue prodigioso, y más todavía si se considera que Syme acababa de meterle la espada en el muslo.
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“ Stop! ” said the Marquis in a voice that compelled a momentary obedience. “ I want to say something. ”
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— ¡Alto! — dijo el Marqués con voz que no admitía réplica — tengo que decir una cosa.
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“ What is the matter? ” asked Colonel Ducroix, staring. “ Has there been foul play? ”
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— ¿Qué pasa? — preguntó el coronel Ducroix — . ¿Ha habido alguna irregularidad?
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“ There has been foul play somewhere, ” said Dr. Bull, who was a little pale. “ Our principal has wounded the Marquis four times at least, and he is none the worse. ”
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— Alguna ha habido — dijo el Dr. Bull algo pálido — nuestro amigo ha herido al Marqués cuatro veces por lo menos, sin que éste parezca sentirlo.
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The Marquis put up his hand with a curious air of ghastly patience.
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El Marqués levantó la mano con aire de espantoso dolor:
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“ Please let me speak, ” he said. “ It is rather important. Mr. Syme, ” he continued, turning to his opponent, “ we are fighting today, if I remember right, because you expressed a wish (which I thought irrational) to pull my nose. Would you oblige me by pulling my nose now as quickly as possible? I have to catch a train. ”
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— Por favor déjenme hablar, que es importante. — Y, enfrentándose con su adversario — . Mr. Syme: estamos batiéndonos, si mal no recuerdo, porque usted manifestó el deseo, muy irracional a mi entender, de pellizcarme las narices. Le ruego a usted que tenga la bondad de pellizcármelas lo más pronto posible. Tengo que alcanzar el tren.
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“ I protest that this is most irregular, ” said Dr. Bull indignantly.
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— Protesto contra semejante irregularidad — dijo el Dr. Bull indignado.
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“ It is certainly somewhat opposed to precedent, ” said Colonel Ducroix, looking wistfully at his principal. “ There is, I think, one case on record (Captain Bellegarde and the Baron Zumpt) in which the weapons were changed in the middle of the encounter at the request of one of the combatants. But one can hardly call one′s nose a weapon. ”
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— En efecto, es algo opuesto a los precedentes — dijo el coronel Ducroix mirando con severidad a su amigo — . Creo que solamente hay un caso (el del capitán Belle-garde y el Barón Zumpt) en que, a petición de uno de los adversarios, las armas fueron cambiadas en mitad del duelo. Pero me parece un poco forzado asimilar una nariz a una espada.
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“ Will you or will you not pull my nose? ” said the Marquis in exasperation. “ Come, come, Mr. Syme! You wanted to do it, do it! You can have no conception of how important it is to me. Don′t be so selfish! Pull my nose at once, when I ask you! ” and he bent slightly forward with a fascinating smile. The Paris train, panting and groaning, had grated into a little station behind the neighbouring hill.
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— ¿Quiere usted hacerme el favor de pellizcarme las narices? — insistió desesperado el Marqués — . ¡Ande usted, Mr. Syme! ¿Pues no quería usted hacerlo, no sabe usted lo que me importa? No sea usted tan egoísta: le suplico a usted que me pellizque las narices. Y al decir esto, inclinaba la cara con una sonrisa de Ioco. El tren de París, jadeando y gruñendo, había llegado a una parada junto a una colina próxima.
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Syme had the feeling he had more than once had in these adventures — the sense that a horrible and sublime wave lifted to heaven was just toppling over. Walking in a world he half understood, he took two paces forward and seized the Roman nose of this remarkable nobleman. He pulled it hard, and it came off in his hand.
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Syme sintió entonces lo que varias veces había ya sentido en el curso de sus aventuras: una ola sublime y enorme pareció subir hasta el cielo y derrumbarse con él. Y entonces, caminando sobre un suelo que ya le parecía fantástico, dio unos pasos adelante y pellizcó la nariz romana de aquel célebre aristócrata. Tiró fuerte: ¡y la nariz se le quedó entre los dedos!
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He stood for some seconds with a foolish solemnity, with the pasteboard proboscis still between his fingers, looking at it, while the sun and the clouds and the wooded hills looked down upon this imbecile scene.
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Permaneció unos segundos hundido en solemne perplejidad, contemplando aquel ridículo apéndice de cartón. El sol, las nubes, las colinas .boscosas parecían contemplar también aquella escena disparatada.
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The Marquis broke the silence in a loud and cheerful voice.
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El Marqués rompió el silencio con voz clara y casi jovial:
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“ If anyone has any use for my left eyebrow, ” he said, “ he can have it. Colonel Ducroix, do accept my left eyebrow! It′s the kind of thing that might come in useful any day, ” and he gravely tore off one of his swarthy Assyrian brows, bringing about half his brown forehead with it, and politely offered it to the Colonel, who stood crimson and speechless with rage.
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— Si mi ceja del lado izquierdo puede serle útil a alguno, se la cedo. Coronel Ducroix, acepte usted mi ceja izquierda. Son cosas que pueden ser útiles algún día. Y se arrancó gravemente una de aquellas admirables cejas asirías, trayéndose con ella casi la mitad de su gran frente morena. Después la ofreció cortésmente al Coronel, que permanecía mudo y encarnado de rabia.
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“ If I had known, ” he spluttered, “ that I was acting for a poltroon who pads himself to fight — ”
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— ¡Si yo hubiera sabido — soltó al fin — que estaba apadrinando a un cobarde que se enmascara y se forra para batirse!...
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“ Oh, I know, I know! ” said the Marquis, recklessly throwing various parts of himself right and left about the field. “ You are making a mistake; but it can′t be explained just now. I tell you the train has come into the station! ”
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— Ya lo sé, ya lo sé — dijo el Marqués, que a la sazón regaba por el campo a derecha e izquierda diversas partes de sí mismo — . Usted se equivoca al juzgarme. Pero ahora no tengo tiempo de dar explicaciones. El tren está en la estación.
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“ Yes, ” said Dr. Bull fiercely, “ and the train shall go out of the station. It shall go out without you. We know well enough for what devil′s work — ”
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— Sí — dijo con ferocidad el Dr. Bull — y el tren se irá de la estación. Y se irá sin usted. De sobra sabemos la obra infernal que...
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The mysterious Marquis lifted his hands with a desperate gesture. He was a strange scarecrow standing there in the sun with half his old face peeled off, and half another face glaring and grinning from underneath.
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El misterioso Marqués levantó los brazos desesperado. Aquel hombre, en mitad del campo, expuesto al sol, gesticulando bajo la máscara, parecía un extraño espantajo.
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“ Will you drive me mad? ” he cried. “ The train — ”
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— ¿Quieren ustedes volverme loco? — gritó — . El tren...
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“ You shall not go by the train, ” said Syme firmly, and grasped his sword.
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— No alcanzará usted el tren — dijo Syme con energía, blandiendo la espada.
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The wild figure turned towards Syme, and seemed to be gathering itself for a sublime effort before speaking.
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El espantajo se volvió hacia Syme, y pareció reconcentrarse en un esfuerzo sublime antes de hablar:
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“ You great fat, blasted, blear-eyed, blundering, thundering, brainless, Godforsaken, doddering, damned fool! ” he said without taking breath. “ You great silly, pink-faced, towheaded turnip! You — ”
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— ¡Cerdo, condenado, ciego, insensato, excomulgado, maldito de Dios, estúpido, loco abominable! — dijo sin tomar resuello — . ¡ Grandísimo imbécil, cabeza de chorlito, cabeza a pájaros!...
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“ You shall not go by this train, ” repeated Syme.
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— No tomará usted el tren — repitió Syme.
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“ And why the infernal blazes, ” roared the other, “ should I want to go by the train? ”
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— ¿Y para qué demonios quiero yo tomar el tren? — rugió el otro.
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“ We know all, ” said the Professor sternly. “ You are going to Paris to throw a bomb! ”
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— Harto lo sabemos — dijo el Profesor con energía — . Para arrojar una bomba en París.
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“ Going to Jericho to throw a Jabberwock! ” cried the other, tearing his hair, which came off easily.
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— ¡Bombas y rayos y centellas sobre París y sobre Jericó! — gritó el otro arrancándose la cabellera — .
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“ Have you all got softening of the brain, that you don′t realise what I am? Did you really think I wanted to catch that train? Twenty Paris trains might go by for me. Damn Paris trains! ”
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¿Están ustedes reblandecidos del cerebro, que no entienden lo que soy? ¿Pero están ustedes creyendo que quiero alcanzar ese tren? Por mí ya pueden marcharse a París veinte trenes. ¡Condenados trenes de París!
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“ Then what did you care about? ” began the Professor.
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— Pues entonces ¿qué es lo que a usted le preocupa? — preguntó el Profesor.
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“ What did I care about? I didn′t care about catching the train; I cared about whether the train caught me, and now, by God! it has caught me. ”
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— ¿Qué me preocupa? No ciertamente alcanzar ese tren, sino evitar que me alcanzara; y ahora ¡santos cielos! ya me ha alcanzado.
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“ I regret to inform you, ” said Syme with restraint, “ that your remarks convey no impression to my mind. Perhaps if you were to remove the remains of your original forehead and some portion of what was once your chin, your meaning would become clearer. Mental lucidity fulfils itself in many ways. What do you mean by saying that the train has caught you? It may be my literary fancy, but somehow I feel that it ought to mean something. ”
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— Siento decirle — observó Syme reprimiéndose — que sus explicaciones me resultan inintelegibles. Tal vez si se quita usted ese fragmento de frente postiza y un poco de lo que antes fue su barba le entenderemos mejor. La lucidez mental camina por muchos caminos. ¿Qué quiere usted decir con eso de que el tren le ha alcanzado? Puede que sea efecto de mi imaginación literaria, pero me parece que con eso quiere usted decir algo.
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“ It means everything, ” said the other, “ and the end of everything. Sunday has us now in the hollow of his hand. ”
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— Quiero decir todo y más que todo — gritó el otro — . Quiero decir que hemos caído en manos del Domingo.
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“ Us! ” repeated the Professor, as if stupefied. “ What do you mean by ‘us′? ”
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— ¿Hemos? — repitió el Profesor estupefacto — . Y ¿quiénes hemos caído?
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“ The police, of course! ” said the Marquis, and tore off his scalp and half his face.
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— Los de la policía, nosotros, naturalmente! — dijo el Marqués, arrancándose el cuero cabelludo y la otra media cara.
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The head which emerged was the blonde, well brushed, smooth-haired head which is common in the English constabulary, but the face was terribly pale.
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Y decubrió una cabeza rubia, bien peinada, lisa — la cabeza típica del alguacil inglés — y una cara sumamente pálida.
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“ I am Inspector Ratcliffe, ” he said, with a sort of haste that verged on harshness. “ My name is pretty well known to the police, and I can see well enough that you belong to them. But if there is any doubt about my position, I have a card ” and he began to pull a blue card from his pocket.
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— Soy el inspector Ratcliffe — dijo con una precipitación que ya era dureza — . Mi nombre es harto conocido en la policía; ya comprendo de sobra que ustedes también pertenecen al servicio. Pero, por si hay dudas... — y sacó la clásica tarjetita azul del chaleco.
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The Professor gave a tired gesture.
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El Profesor hizo un gesto de cansancio:
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“ Oh, don′t show it us, ” he said wearily; “ we′ve got enough of them to equip a paper-chase. ”
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— Por Dios — dijo — , no nos la muestre usted que ya tenemos bastantes para un juego de naipes.
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The little man named Bull, had, like many men who seem to be of a mere vivacious vulgarity, sudden movements of good taste. Here he certainly saved the situation. In the midst of this staggering transformation scene he stepped forward with all the gravity and responsibility of a second, and addressed the two seconds of the Marquis.
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El joven Bull tuvo, como suelen tener muchos hombres que parecen estar llenos de vivacidad vulgar, un rasgo de verdadero buen gusto. Fue él quien salvó la situación. En mitad de esta escena de transformismo, se adelantó algunos pasos con toda la gravedad de un padrino duelista, y se dirigió en estos términos a los dos padrinos del Marqués.
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“ Gentlemen, ” he said, “ we all owe you a serious apology; but I assure you that you have not been made the victims of such a low joke as you imagine, or indeed of anything undignified in a man of honour. You have not wasted your time; you have helped to save the world. We are not buffoons, but very desperate men at war with a vast conspiracy. A secret society of anarchists is hunting us like hares; not such unfortunate madmen as may here or there throw a bomb through starvation or German philosophy, but a rich and powerful and fanatical church, a church of eastern pessimism, which holds it holy to destroy mankind like vermin. How hard they hunt us you can gather from the fact that we are driven to such disguises as those for which I apologise, and to such pranks as this one by which you suffer. ”
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— Caballeros: les debemos a ustedes una satisfacción muy clara. Pero ante todo he de asegurar a ustedes que no han sido víctimas de una bajeza, como podrían suponerlo, ni de nada que pueda afectar el honor de un hombre. No han perdido ustedes su tiempo. Han ayudado a una obra de salvación. No somos bufones, sino pobres hombres que luchamos contra una inmensa conspiración. Una sociedad secreta de anarquistas nos anda dando caza como a unas liebres. No se trata de esos desdichados locos que, atiborrados de filosofía alemana, se atreven de cuando en cuando a lanzar una bomba, no, sino de toda una iglesia rica, poderosa, fanática. Una iglesia del pesimismo oriental, que está empeñada en aniquilar a los hombres como si fueran una plaga. Del encarnizamiento con que nos persiguen , ya pueden ustedes juzgar por el hecho de que nos obligan a usar estos disfraces, de que pido a ustedes perdón, y a cometer estas locuras de que les ha tocado a ustedes ser víctimas.
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The younger second of the Marquis, a short man with a black moustache, bowed politely, and said —
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El segundo padrino del Marqués, un joven de pequeña estatura y bigotes negros, se inclinó cortésmente, y dijo:
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“ Of course, I accept the apology; but you will in your turn forgive me if I decline to follow you further into your difficulties, and permit myself to say good morning! The sight of an acquaintance and distinguished fellow-townsman coming to pieces in the open air is unusual, and, upon the whole, sufficient for one day. Colonel Ducroix, I would in no way influence your actions, but if you feel with me that our present society is a little abnormal, I am now going to walk back to the town. ”
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— Acepto desde luego las excusas que usted tan amablemente nos ofrece; pero, a mi vez, pido a ustedes que me dispensen de seguirles más adelante en sus difíciles trabajos, y me permitan desearles aquí mismo muy buena suerte. El espectáculo de ver por el aire los fragmentos de un conciudadano conocido y particularmente eminente, como éste, es muy desusado para mí y, en suma, es mucho para un solo día. Coronel Ducroix: no quiero influir en sus decisiones, pero si usted opina, como yo, que nos encontramos en un ambiente algo anormal, le advierto que regreso ahora mismo a la ciudad.
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Colonel Ducroix moved mechanically, but then tugged abruptly at his white moustache and broke out —
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El Coronel Ducroix se volvió mecánicamente: pero de pronto atusó sus bigotes canos y exclamó:
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“ No, by George! I won′t. If these gentlemen are really in a mess with a lot of low wreckers like that, I′ll see them through it. I have fought for France, and it is hard if I can′t fight for civilization. ”
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— ¡No, por San Jorge! ¡No quiero! Si realmente estos caballeros están en lucha con esa pandilla de bribones que dicen, quiero acompañarlos hasta el fin. Yo he combatido ya por Francia; no sé qué pueda impedirme combatir por la civilización.
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Dr. Bull took off his hat and waved it, cheering as at a public meeting.
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El Dr. Bull se descubrió y agitó el sombrero, gritando como en un mitin.
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“ Don′t make too much noise, ” said Inspector Ratcliffe, “ Sunday may hear you. ”
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— No haga usted mucho ruido — dijo el inspector Ratcliffe — . El Domingo puede oírle.
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“ Sunday! ” cried Bull, and dropped his hat.
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— ¿Domingo? — exclamó Bull dejando caer el sombrero.
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“ Yes, ” retorted Ratcliffe, “ he may be with them. ”
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— Si — replicó Ratcliffe — . Puede venir con los otros.
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“ With whom? ” asked Syme.
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— ¿Con quiénes? — preguntó Syme.
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“ With the people out of that train, ” said the other.
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— Con los que bajen de ese tren — dijo el otro.
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“ What you say seems utterly wild, ” began Syme. “ Why, as a matter of fact — But, my God, ” he cried out suddenly, like a man who sees an explosion a long way off, “ by God! if this is true the whole bally lot of us on the Anarchist Council were against anarchy! Every born man was a detective except the President and his personal secretary. What can it mean? ”
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— Es desconcertante lo que usted dice — confesó Syme — . Pero vamos a los hechos... — Y de pronto, como el que presencia de lejos una explosión — : Pero ¡Dios mío! ¿De modo que todo el Consejo Anarquista estaba contra la anarquía? Todos éramos detectives menos el Presidente y su Secretario personal. ¿Qué significa esto?
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“ Mean! ” said the new policeman with incredible violence. “ It means that we are struck dead! Don′t you know Sunday? Don′t you know that his jokes are always so big and simple that one has never thought of them? Can you think of anything more like Sunday than this, that he should put all his powerful enemies on the Supreme Council, and then take care that it was not supreme? I tell you he has bought every trust, he has captured every cable, he has control of every railway line — especially of that railway line! ” and he pointed a shaking finger towards the small wayside station. “ The whole movement was controlled by him; half the world was ready to rise for him. But there were just five people, perhaps, who would have resisted him . . . and the old devil put them on the Supreme Council, to waste their time in watching each other. Idiots that we are, he planned the whole of our idiocies! Sunday knew that the Professor would chase Syme through London, and that Syme would fight me in France. And he was combining great masses of capital, and seizing great lines of telegraphy, while we five idiots were running after each other like a lot of confounded babies playing blind man′s buff. ”
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— ¿Qué significa? — dijo el descubierto policía con increíble violencia — . Significa que somos hombres muertos. ¿Acaso no conoce usted al Domingo? ¿No sabe usted que sus golpes son siempre tan sencillos y enormes que nunca se los espera? ¿Hay nada más conforme a la táctica de Domingo que el poner a sus enemigos más poderosos en el Supremo Consejo, y después cuidarse de que este consejo no pueda ser supremo? Les aseguro a ustedes que ha comprado todas las confianzas, ha cortado todos los cables, tiene en su mano todas las líneas del ferrocarril, y ésta especialmente. Y señalaba con tembloroso índice a la pequeña estación. — Todo el movimiento está regido por él. Medio mundo está dispuesto a levantarse en su nombre. Pero quedaban cinco desdichados que podían habérsele resistido... Y el demonio del viejo los metió en su Consejo Supremo para que se pasaran el tiempo acechándose mutuamente. ¡Somos unos imbéciles, y nuestra imbecilidad se conduce de acuerdo con las previsiones de ese hombre! Domingo comprendía que al Profesor se le había de ocurrir perseguir a Syme en Londres, y a Syme batirse conmigo en Francia. Y en tanto que él combinaba grandes masas de capitales y se apoderaba de las líneas telegráficas, nosotros, como buenos idiotas, andábamos uno tras otro como los nenes jugando al escondite.
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“ Well? ” asked Syme with a sort of steadiness.
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— ¿Y bien? — dijo Syme con cierta calma.
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“ Well, ” replied the other with sudden serenity, “ he has found us playing blind man′s buff today in a field of great rustic beauty and extreme solitude. He has probably captured the world; it only remains to him to capture this field and all the fools in it. And since you really want to know what was my objection to the arrival of that train, I will tell you. My objection was that Sunday or his Secretary has just this moment got out of it. ”
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— Y bien, nada — dijo el otro tranquilizándose como por encanto — . Que ahora el Domingo nos encuentra jugando al escondite en un campo lleno de belleza rústica y de extremada soledad. Tal vez es dueño ya del mundo: sólo le falta apoderarse de este campo y de los locos que quedan en él. Y para que ustedes sepan cuál era mi temor respecto a la llegada del tren, helo aquí: a estas horas, Domingo o su Secretario acaban de bajar de ese tren.
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Syme uttered an involuntary cry, and they all turned their eyes towards the far-off station. It was quite true that a considerable bulk of people seemed to be moving in their direction. But they were too distant to be distinguished in any way.
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Syme lanzó un grito involuntario, y todos volvieron la vista a la estación. Parecía que estaba bajando mucha gente, y que comenzaba a moverse en dirección a ellos. Pero no era fácil darse cuenta: estaban todavía muy lejos.
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“ It was a habit of the late Marquis de St. Eustache, ” said the new policeman, producing a leather case, “ always to carry a pair of opera glasses. Either the President or the Secretary is coming after us with that mob. They have caught us in a nice quiet place where we are under no temptations to break our oaths by calling the police. Dr. Bull, I have a suspicion that you will see better through these than through your own highly decorative spectacles. ”
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El difunto Marqués de San Eustaquio — dijo el Inspector sacando un estuche de cuero — tenía la costumbre de llevar siempre consigo unos gemelos de teatro. A la cabeza de esa muchedumbre, es seguro que viene el Presidente o el Secretario. En buen sitio nos cogen: aquí no hay riesgo de que caigamos en tentación de romper nuestras promesas llamando a la policía. Dr. Bull: se me figura que verá usted mejor con estos gemelos que con esas decorativas gafas negras.
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He handed the field-glasses to the Doctor, who immediately took off his spectacles and put the apparatus to his eyes.
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Y le alargó los gemelos. El Doctor, quitándose las gafas, aplicó a sus ojos los gemelos.
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“ It cannot be as bad as you say, ” said the Professor, somewhat shaken. “ There are a good number of them certainly, but they may easily be ordinary tourists. ”
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— No, no hemos de tener tan mala suerte — dijo el Profesor, no muy seguro de lo que hablaba — . Parece que baja mucha gente, pero bien pueden ser turistas.
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“ Do ordinary tourists, ” asked Bull, with the fieldglasses to his eyes, “ wear black masks half-way down the face? ”
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— Pero — preguntó Bull sin dejar de ver con los gemelos — ¿acaso los turistas acostumbran a usar antifaces negros?
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Syme almost tore the glasses out of his hand, and looked through them. Most men in the advancing mob really looked ordinary enough; but it was quite true that two or three of the leaders in front wore black half-masks almost down to their mouths. This disguise is very complete, especially at such a distance, and Syme found it impossible to conclude anything from the clean-shaven jaws and chins of the men talking in the front. But presently as they talked they all smiled and one of them smiled on one side.
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Syme le arrancó los gemelos y se puso a mirar. La mayoría de ellos recién venidos no tenía nada de extraordinario; pero dos o tres de los que parecían conducirlos llevaban unos antifaces negros casi hasta la boca. El disfraz, a esa distancia sobre todo, era completo. Syme no pudo identificar aquellas mandíbulas, aquellas barbas afeitadas. Los disfrazados hablaban entre sí y sonreían. Uno de ellos, sólo sonreía con media cara.
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CHAPTER XI
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CAPÍTULO XI
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THE CRIMINALS CHASE THE POLICE
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LOS MALHECHORES DANDO CAZA A LA POLICÍA
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SYME put the field-glasses from his eyes with an almost ghastly relief.
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Syme apartó de sus ojos los gemelos con una emoción de alivio.
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“ The President is not with them, anyhow, ” he said, and wiped his forehead.
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— No — dijo enjugándose la frente — ; no viene el Presidente con ellos.
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“ But surely they are right away on the horizon, ” said the bewildered Colonel, blinking and but half recovered from Bull′s hasty though polite explanation. “ Could you possibly know your President among all those people? ”
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— Pero están todavía muy lejos — dijo el asombrado Coronel entrecerrando los ojos, y no completamente recobrado aún de la sorpresa que le causaran las explicaciones tan corteses como rápidas de Bull — . ¿Es posible que reconozca usted a su Presidente entre esa multitud?
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“ Could I know a white elephant among all those people! ” answered Syme somewhat irritably. “ As you very truly say, they are on the horizon; but if he were walking with them . . . by God! I believe this ground would shake. ”
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— ¡Cómo no había yo de reconocer a un elefante blanco! — dijo Syme como irritado. — Dice usted muy bien: están muy lejos; pero si él viniera con ellos... Créame usted, se estremecería la tierra.
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After an instant′s pause the new man called Ratcliffe said with gloomy decision —
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Tras una pausa, el llamado Ratcliffe dijo con decisión:
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“ Of course the President isn′t with them. I wish to Gemini he were. Much more likely the President is riding in triumph through Paris, or sitting on the ruins of St. Paul′s Cathedral. ”
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— No: el Presidente no está con ellos. Yo hubiera deseado lo contrario. Quiere decir que a estas horas está entrando en triunfo en París o se sienta sobre las ruinas de la catedral de San Pablo.
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“ This is absurd! ” said Syme. “ Something may have happened in our absence; but he cannot have carried the world with a rush like that. It is quite true, ” he added, frowning dubiously at the distant fields that lay towards the little station, “ it is certainly true that there seems to be a crowd coming this way; but they are not all the army that you make out. ”
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— Eso es absurdo — dijo Syme — . Algo habrá hecho en nuestra ausencia, pero no es posible que haya arrasado al mundo en un instante — . Y después, considerando los llanos vecinos a la estación, continuó — : Es casi seguro, es seguro que una multitud se dirige hacia acá; pero no el ejército que usted dice. Y el detective contestó con desdén:
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“ Oh, they, ” said the new detective contemptuously; “ no they are not a very valuable force. But let me tell you frankly that they are precisely calculated to our value — we are not much, my boy, in Sunday′s universe. He has got hold of all the cables and telegraphs himself. But to kill the Supreme Council he regards as a trivial matter, like a post card; it may be left to his private secretary, ” and he spat on the grass.
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— ¿Esos? No, no son por sí mismos una fuerza formidable; pero advierta usted que está su fuerza calculada exactamente para dominarnos: nosotros no somos muchos, amigo mío, dentro de este universo sometido al Domingo. Él se ha apoderado ya previamente de todos los cables de telégrafos. Matar al Consejo Supremo es para él una cosa insignificante, como echar al correo una tarjeta postal; por eso la confía al Secretario.
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Then he turned to the others and said somewhat austerely —
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Y escupió en la yerba. Después, volviéndose a los otros habló así con austeridad:
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“ There is a great deal to be said for death; but if anyone has any preference for the other alternative, I strongly advise him to walk after me. ”
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— Mucho bien puede decirse de la muerte; pero al que tenga alguna preferencia por el otro extremo, le aconsejo que me siga.
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With these words, he turned his broad back and strode with silent energy towards the wood. The others gave one glance over their shoulders, and saw that the dark cloud of men had detached itself from the station and was moving with a mysterious discipline across the plain. They saw already, even with the naked eye, black blots on the foremost faces, which marked the masks they wore. They turned and followed their leader, who had already struck the wood, and disappeared among the twinkling trees.
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Y dicho esto se echó a andar presurosamente hacia el bosque. Los otros advirtieron que la nube humana se desprendía de la estación y entraba en el campo con misteriosa disciplina. Ya se podían distinguir a simple vista las manchas negras de los antifaces de los jefes. Entonces todos se apresuraron a seguir al Inspector que ya alcanzaba los linderos del bosque y desaparecía entre los follajes agitados.
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The sun on the grass was dry and hot. So in plunging into the wood they had a cool shock of shadow, as of divers who plunge into a dim pool. The inside of the wood was full of shattered sunlight and shaken shadows. They made a sort of shuddering veil, almost recalling the dizziness of a cinematograph. Even the solid figures walking with him Syme could hardly see for the patterns of sun and shade that danced upon them. Now a man′s head was lit as with a light of Rembrandt, leaving all else obliterated; now again he had strong and staring white hands with the face of a negro. The ex-Marquis had pulled the old straw hat over his eyes, and the black shade of the brim cut his face so squarely in two that it seemed to be wearing one of the black half-masks of their pursuers. The fancy tinted Syme′s overwhelming sense of wonder. Was he wearing a mask? Was anyone wearing a mask? Was anyone anything? This wood of witchery, in which men′s faces turned black and white by turns, in which their figures first swelled into sunlight and then faded into formless night, this mere chaos of chiaroscuro (after the clear daylight outside), seemed to Syme a perfect symbol of the world in which he had been moving for three days, this world where men took off their beards and their spectacles and their noses, and turned into other people. That tragic self-confidence which he had felt when he believed that the Marquis was a devil had strangely disappeared now that he knew that the Marquis was a friend. He felt almost inclined to ask after all these bewilderments what was a friend and what an enemy. Was there anything that was apart from what it seemed? The Marquis had taken off his nose and turned out to be a detective. Might he not just as well take off his head and turn out to be a hobgoblin? Was not everything, after all, like this bewildering woodland, this dance of dark and light? Everything only a glimpse, the glimpse always unforeseen, and always forgotten. For Gabriel Syme had found in the heart of that sun-splashed wood what many modern painters had found there. He had found the thing which the modern people call Impressionism, which is another name for that final scepticism which can find no floor to the universe.
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El sol caía, seco y cálido, sobre la yerba. Al entrar en el bosque, sintieron el fresco de la sombra como el bañista que se arroja a la sombría alberca. El interior del bosque vibraba de rayos de sol y haces de sombra, que formaban un tembloroso velo como en la vertiginosa luz del cinematógrafo. Syme apenas podía distinguir las formas sólidas de sus compañeros, en aquellas danzas de luz y sombra. Ya se iluminaba una cabeza, dejando en la oscuridad el resto del cuerpo, con una súbita claridad rembrandtesca. Ya se veían unas manos blancas junto a una cabeza negra. El ex-Marqués se había echado sobre las cejas el sombrero de paja, y la sombra negra de la falda cortaba en dos su rostro de tal modo que parecía llevar un antifaz como sus perseguidores. Syme se puso a divagar ¿Llevaría Ratcliffe antifaz? ¿Lo llevaría realmente alguien? ¿Existiría realmente alguien? Aquel bosque de encantamiento, donde los rostros se ponían alternativamente blancos y negros, ya entrando en la luz, ya desvaneciéndose en la nada, aquel caos de claroscuro (después de la franca luminosidad de los campos) era a la mente de Syme un símbolo perfecto del mundo en que se encontraba metido desde hacía tres días; aquel mundo en que los hombres se quitaban las barbas, las gafas, las narices, y se metamorfoseaban en otros. Aquella trágica confianza en sí mismo, de que se sintió poseído cuando se figuró que el Marqués era el mismo Diablo, había desaparecido del todo, ahora que el Marqués se le había convertido en un aliado. En tal desazón, casi se preguntaba qué es un amigo y qué es un enemigo. Las cosas, aparte de su apariencia, ¿tendrían alguna realidad? El Marqués se arrancaba las narices y se transformaba en detective. ¿No podría igualmente quitarse la cabeza y quedar hecho un espectro? Después de todo, ¿no era todo a la imagen y semejanza de aquel bosque brujo, de aquel incansable bailoteo de luz y sombra? Todo podía ser un resplandor fugaz, un destello siempre imprevisto y pronto olvidado. Porque en el interior de aquel bosque salpicado de sol, Gabriel Syme encontraba lo que muchos pintores modernos han encontrado: lo que hoy llaman " impresionismo " , que sólo es un nuevo nombre del antiguo escepticismo, incapaz de encontrarle fondo al universo.
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As a man in an evil dream strains himself to scream and wake, Syme strove with a sudden effort to fling off this last and worst of his fancies. With two impatient strides he overtook the man in the Marquis′s straw hat, the man whom he had come to address as Ratcliffe. In a voice exaggeratively loud and cheerful, he broke the bottomless silence and made conversation.
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Como el que, entre los horrores de la pesadilla, se esfuerza por despertarse y gritar, Syme hacía lo imposible por librarse de esta última y más abominable de todas sus alucinaciones. En dos trancos alcanzó al hombre que llevaba el sombrero de paja del Marqués, el hombre a quien ahora había de llamar por el nombre de Ratcliffe. Y con exagerados gritos rompió así aquel horrendo e inacabable silencio:
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“ May I ask, ” he said, “ where on earth we are all going to? ”
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— ¿A dónde vamos, si se puede saber?
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So genuine had been the doubts of his soul, that he was quite glad to hear his companion speak in an easy, human voice.
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Y tan sincero había sido su sobresalto, que se sintió lleno de alegría al oír la voz humana, común y sonriente de su compañero:
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“ We must get down through the town of Lancy to the sea, ” he said. “ I think that part of the country is least likely to be with them. ”
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— Hay que ir al mar por Lancy. Espero que Lancy no estará por ellos.
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“ What can you mean by all this? ” cried Syme. “ They can′t be running the real world in that way. Surely not many working men are anarchists, and surely if they were, mere mobs could not beat modern armies and police. ”
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— ¿Qué quiere usted decir? — preguntó Syme — No es posible que dominen la tierra hasta ese punto. Hay muchos obreros que no son anarquistas y, cuando todos lo fueran, las multitudes desorganizadas no pueden hacer frente a los modernos ejércitos de la policía.
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“ Mere mobs! ” repeated his new friend with a snort of scorn. “ So you talk about mobs and the working classes as if they were the question. You′ve got that eternal idiotic idea that if anarchy came it would come from the poor. Why should it? The poor have been rebels, but they have never been anarchists; they have more interest than anyone else in there being some decent government. The poor man really has a stake in the country. The rich man hasn′t; he can go away to New Guinea in a yacht. The poor have sometimes objected to being governed badly; the rich have always objected to being governed at all. Aristocrats were always anarchists, as you can see from the barons′ wars. ”
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— ¡Multitudes desorganizadas! — repitió el nuevo aliado — . Habla usted de multitudes y de la clase obrera como si de eso se tratara. Participa usted por lo visto de esa estúpida teoría que pone en las clases pobres el origen del anarquismo. ¿Por qué ha de ser así? Los pobres han sido rebeldes, pero nunca anarquistas. Están más que nadie interesados en mantener un gobierno honrado. El pobre tiene profundas raíces en su tierra. El rico no: puede un buen día tomar el yate y marcharse hacia la nueva Guinea. El pobre ha protestado a veces contra el mal gobierno; pero el rico ha protestado contra todo gobierno. Los aristócratas fueron siempre anarquistas: vea usted el caso de las guerras feudales.
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“ As a lecture on English history for the little ones, ” said Syme, “ this is all very nice; but I have not yet grasped its application. ”
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— Sí, no está mal como conferencia la historia patria para los niños — dijo Syme — ; pero aún no veo la aplicación.
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“ Its application is, ” said his informant, “ that most of old Sunday′s right-hand men are South African and American millionaires. That is why he has got hold of all the communications; and that is why the last four champions of the anti-anarchist police force are running through a wood like rabbits. ”
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— La aplicación es — dijo el otro — que la mayoría de los auxiliares del Domingo son millonarios sudafricanos y americanos. Por eso se ha apoderado de todas las comunicaciones. Por eso los últimos cuatro campeones de la policía antianarquista andan huyendo como conejos, por el bosque.
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“ Millionaires I can understand, ” said Syme thoughtfully, “ they are nearly all mad. But getting hold of a few wicked old gentlemen with hobbies is one thing; getting hold of great Christian nations is another. I would bet the nose off my face (forgive the allusion) that Sunday would stand perfectly helpless before the task of converting any ordinary healthy person anywhere. ”
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— Entiendo lo de los millonarios, que siempre han sido unos locos — dijo Syme, reflexivo — . Pero una cosa es apoderarse de unos cuantos viejos maniáticos y depravados, y otra es apoderarse de las grandes naciones cristianas. Yo apuesto mis narices (perdone usted la alusión), a que Domingo no tiene poder alguno para convertir a cualquier persona cuerda y normal.
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“ Well, ” said the other, “ it rather depends what sort of person you mean. ”
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— Todo depende de la persona.
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“ Well, for instance, ” said Syme, “ he could never convert that person, ” and he pointed straight in front of him.
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— Ésa, por ejemplo — contestó Syme señalando frente a sí.
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They had come to an open space of sunlight, which seemed to express to Syme the final return of his own good sense; and in the middle of this forest clearing was a figure that might well stand for that common sense in an almost awful actuality. Burnt by the sun and stained with perspiration, and grave with the bottomless gravity of small necessary toils, a heavy French peasant was cutting wood with a hatchet. His cart stood a few yards off, already half full of timber; and the horse that cropped the grass was, like his master, valorous but not desperate; like his master, he was even prosperous, but yet was almost sad. The man was a Norman, taller than the average of the French and very angular; and his swarthy figure stood dark against a square of sunlight, almost like some allegoric figure of labour frescoed on a ground of gold.
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Habían llegado a un espacio claro lleno de sol: aquello era, para Syme, la vuelta al buen sentido. En medio de aquel claro, había un hombre que bien podía considerarse como representante del buen sentido. Tostado por el sol, empapado en sudor, poseído de la gravedad habitual del que se ocupa en neceseres modestos, un pesado campesino francés estaba cortando leña con un hacha. A algunos pasos de allí se encontraba su carro a medio llenar; y el caballo que pacía la yerba era, como su amo, valeroso sin extremos, y próspero aunque triste. Era un normando, de talla más alta que la habitual entre los franceses, y de facciones muy angulosas. Su silueta destacaba sobre un cuadro de luz, como una alegoría del trabajo, como un fresco sobre un fondo de oro.
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“ Mr. Syme is saying, ” called out Ratcliffe to the French Colonel, “ that this man, at least, will never be an anarchist. ”
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— Syme afirma — dijo Ratcliffe dirigiéndose al Coronel — que este hombre no podría ser nunca un anarquista.
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“ Mr. Syme is right enough there, ” answered Colonel Ducroix, laughing, “ if only for the reason that he has plenty of property to defend. But I forgot that in your country you are not used to peasants being wealthy. ”
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— Y Mr. Syme tiene razón : — dijo riendo el Coronel — , como que ese hombre tiene una propiedad que defender. Pero me olvidaba de que en el país de ustedes los campesinos no suelen ser ricos.
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“ He looks poor, ” said Dr. Bull doubtfully.
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— Éste parece ser pobre — observó el Dr. Bull.
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“ Quite so, ” said the Colonel; “ that is why he is rich. ”
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— Exactamente — asintió el Coronel — , y por eso es rico.
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“ I have an idea, ” called out Dr. Bull suddenly; “ how much would he take to give us a lift in his cart? Those dogs are all on foot, and we could soon leave them behind. ”
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— Se me ocurre una idea — dijo de pronto el Doctor Bull — . ¿Cuánto pediría por llevarnos en su carro? Esos perros vienen a pie, pronto los dejaríamos atrás.
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“ Oh, give him anything! ” said Syme eagerly. “ I have piles of money on me. ”
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— Propóngale usted lo que quiera — dijo Syme — . Llevo bastante dinero.
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“ That will never do, ” said the Colonel; “ he will never have any respect for you unless you drive a bargain. ”
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— No — advirtió el Coronel — , si no regateamos no nos tomará en serio.
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“ Oh, if he haggles! ” began Bull impatiently.
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— Es que si regatea... — dijo Bull con impaciencia.
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“ He haggles because he is a free man, ” said the other. “ You do not understand; he would not see the meaning of generosity. He is not being tipped. ”
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— Es que regateará, porque es hombre libre. No entienden ustedes. La generosidad le resultaría inexplicable. No es hombre para recibir propinas.
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And even while they seemed to hear the heavy feet of their strange pursuers behind them, they had to stand and stamp while the French Colonel talked to the French wood-cutter with all the leisurely badinage and bickering of market-day. At the end of the four minutes, however, they saw that the Colonel was right, for the wood-cutter entered into their plans, not with the vague servility of a tout too-well paid, but with the seriousness of a solicitor who had been paid the proper fee. He told them that the best thing they could do was to make their way down to the little inn on the hills above Lancy, where the innkeeper, an old soldier who had become devout in his latter years, would be certain to sympathise with them, and even to take risks in their support. The whole company, therefore, piled themselves on top of the stacks of wood, and went rocking in the rude cart down the other and steeper side of the woodland. Heavy and ramshackle as was the vehicle, it was driven quickly enough, and they soon had the exhilarating impression of distancing altogether those, whoever they were, who were hunting them. For, after all, the riddle as to where the anarchists had got all these followers was still unsolved. One man′s presence had sufficed for them; they had fled at the first sight of the deformed smile of the Secretary. Syme every now and then looked back over his shoulder at the army on their track.
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Y aunque ya casi escuchaban las pisadas de sus perseguidores, tuvieron que detenerse un rato, mientras que el Coronel francés y el leñador francés charlaban con la charlatanería usual en todo mercado. A los pocos minutos vieron que tenía razón el Coronel. El leñador aceptó el trato, no con el servilismo del criado bien pagado, sino con la seriedad de un procurador que ha arreglado los honorarios justos. Según la opinión del Coronel, lo mejor era dirigirse a un albergue que había en la colinas de Lancy, cuyo posadero, un veterano convertido en devoto en sus últimos años, no dejaría de simpatizar con ello, y aun pudiera ser que se prestare a ayudarles. Se arreglaron todos en el carro, acomodándose como pudieron sobre los haces de leña, y empezaron a rodar por el otro lado del bosque, que era lo más pendiente. Aunque el vehículo era pesado e incómodo, corría bastante, y pronto tuvieron la agradable impresión de que iban dejando atrás a sus extraños perseguidores. Porque todavía era un enigma el que los anarquistas hubieran reclutado tantos secuaces para aquella persecución. Por lo demás, la presencia de un solo hombre hubiera bastado: al reconocer la monstruosa sonrisa del Secretario, se habían puesto todos en fuga. Syme miraba de tiempo en tiempo hacia atrás, por si descubría al ejército enemigo.
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As the wood grew first thinner and then smaller with distance, he could see the sunlit slopes beyond it and above it; and across these was still moving the square black mob like one monstrous beetle. In the very strong sunlight and with his own very strong eyes, which were almost telescopic, Syme could see this mass of men quite plainly. He could see them as separate human figures; but he was increasingly surprised by the way in which they moved as one man. They seemed to be dressed in dark clothes and plain hats, like any common crowd out of the streets; but they did not spread and sprawl and trail by various lines to the attack, as would be natural in an ordinary mob. They moved with a sort of dreadful and wicked woodenness, like a staring army of automatons.
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A medida que el bosque se empequeñecía con la distancia, fueron siendo visibles las colinillas doradas de uno y otro lado; y por allí se veía moverse aquel cuadro negro, como un gigantesco escarabajo. A plena luz, . con sus ojos, que eran casi telescópicos, Syme distinguía muy bien aquella masa humana. Hasta percibía las figuras separadas; pero notaba también con extrañeza que todos se movían como un solo hombre. Parecían llevar traje oscuro y sombrero ordinario; pero no se dispersaban ni adelantaban en desorden como lo hubiera hecho una muchedumbre vulgar. Su uniformidad era temerosa y mecánica. Aquello parecía un ejército de autómatas.
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Syme pointed this out to Ratcliffe.
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Syme lo hizo notar a Ratcliffe.
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“ Yes, ” replied the policeman, “ that′s discipline. That′s Sunday. He is perhaps five hundred miles off, but the fear of him is on all of them, like the finger of God. Yes, they are walking regularly; and you bet your boots that they are talking regularly, yes, and thinking regularly. But the one important thing for us is that they are disappearing regularly. ”
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— Sí — dijo el Inspector — , eso es disciplina. Se ve la mano del Domingo. Tal vez está a cien millas de aquí, pero su temor los gobierna a todos, como el dedo de Dios. Vea usted con qué regularidad marchan, y podría usted apostarse sus botas a que hablan y piensan con la misma regularidad. Lo que a nosotros nos importa es que van desapareciendo con la misma regularidad.
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Syme nodded. It was true that the black patch of the pursuing men was growing smaller and smaller as the peasant belaboured his horse.
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Syme aprobó con la cabeza. Era verdad: la mancha negra de los perseguidores iba disminuyendo a cada azote que el campesino descargaba sobre su caballo.
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The level of the sunlit landscape, though flat as a whole, fell away on the farther side of the wood in billows of heavy slope towards the sea, in a way not unlike the lower slopes of the Sussex downs. The only difference was that in Sussex the road would have been broken and angular like a little brook, but here the white French road fell sheer in front of them like a waterfall. Down this direct descent the cart clattered at a considerable angle, and in a few minutes, the road growing yet steeper, they saw below them the little harbour of Lancy and a great blue arc of the sea. The travelling cloud of their enemies had wholly disappeared from the horizon.
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El nivel del terreno, aunque generalmente uniforme, se escalonaba al otro lado del bosque y en dirección al mar en ondas escarpadas que recordaban las dunas de Sussex. Sólo en Sussex el camino solía ser quebrado y anguloso, como un arroyo, mientras que este blanco camino francés caía ante ellos como una catarata. El carro rechinaba por la abrupta pendiente, y a poco andar, donde la pendiente era mayor, pudieron ya divisar el puertecito de Lancy y el inmenso arco azul del mar. La nube viajera de sus enemigos había desaparecido en el horizonte.
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The horse and cart took a sharp turn round a clump of elms, and the horse′s nose nearly struck the face of an old gentleman who was sitting on the benches outside the little cafe of “ Le Soleil d′Or. ” The peasant grunted an apology, and got down from his seat. The others also descended one by one, and spoke to the old gentleman with fragmentary phrases of courtesy, for it was quite evident from his expansive manner that he was the owner of the little tavern.
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El caballo y el carro viraron junto a unos olmos del camino, y el caballo casi dio de hocicos sobre la cara de un anciano que estaba sentado en la banca exterior de un modesto cafetín: Le Soleil d′Or. El campesino murmuró una excusa y saltó del asiento. Los otros descendieron uno por uno, y saludaron al anciano con una cortesía abreviada. Sus maneras hospitalarias les hicieron comprender que era el dueño de la taberna.
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He was a white-haired, apple-faced old boy, with sleepy eyes and a grey moustache; stout, sedentary, and very innocent, of a type that may often be found in France, but is still commoner in Catholic Germany. Everything about him, his pipe, his pot of beer, his flowers, and his beehive, suggested an ancestral peace; only when his visitors looked up as they entered the inn-parlour, they saw the sword upon the wall.
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Era un viejo de cabellos blancos y cara como una manzana, ojos soñadores, bigote gris. Quieto, sedentario, inofensivo, era un tipo muy común en Francia y más todavía en la Alemania Católica. Todo en él, su pipa, su jarro de cerveza, sus flores, su colmena, daba idea de una paz inmemorial; pero cuando sus visitantes entraron en la sala, pudieron ver la espada que colgaba del muro.
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The Colonel, who greeted the innkeeper as an old friend, passed rapidly into the inn-parlour, and sat down ordering some ritual refreshment. The military decision of his action interested Syme, who sat next to him, and he took the opportunity when the old innkeeper had gone out of satisfying his curiosity.
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El Coronel, que había saludado al posadero como a un viejo amigo, entró a la sala y pidió los obligados refrescos. La decisión militar del Coronel le había interesado a Syme. Se sentó junto a él y, en cuanto el anciano posadero los dejó solos, quiso satisfacer su curiosidad.
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“ May I ask you, Colonel, ” he said in a low voice, “ why we have come here? ”
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— Coronel — dijo en voz baja — . ¿Quiere usted decirme por qué hemos venido aquí?
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Colonel Ducroix smiled behind his bristly white moustache.
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Y el coronel Ducroix, sonriendo desde sus hirsutos bigotes, le contestó:
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“ For two reasons, sir, ” he said; “ and I will give first, not the most important, but the most utilitarian. We came here because this is the only place within twenty miles in which we can get horses. ”
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— Por dos razones, caballero. Sea la primera la más utilitaria ya que no la más importante. Hemos venido aquí, porque en veinte millas a la redonda, sólo aquí se encuentran caballos.
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“ Horses! ” repeated Syme, looking up quickly.
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— ¡Caballos! — exclamó Syme clavando en él sus ojos.
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“ Yes, ” replied the other; “ if you people are really to distance your enemies it is horses or nothing for you, unless of course you have bicycles and motor-cars in your pocket. ”
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— Sí. Para dejar atrás a los enemigos, como no lleven ustedes en los bolsillos bicicletas o automóviles, hacen falta caballos.
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“ And where do you advise us to make for? ” asked Syme doubtfully.
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— ¿Y dónde debemos dirigirnos? — preguntó Syme.
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“ Beyond question, ” replied the Colonel, “ you had better make all haste to the police station beyond the town. My friend, whom I seconded under somewhat deceptive circumstances, seems to me to exaggerate very much the possibilities of a general rising; but even he would hardly maintain, I suppose, that you were not safe with the gendarmes. ”
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— Al puesto de policía que está al otro lado de la ciudad, y a toda prisa. Este mi amigo, a quien he apadrinado en tan penosas circunstancias, me parece que exagera mucho las posibilidades de un levantamiento general. Pero supongo que no se atreverá a negar que entre los gendarmes se encontrarán ustedes seguros.
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Syme nodded gravely; then he said abruptly —
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Syme asintió gravemente. Después preguntó:
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“ And your other reason for coming here? ”
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— ¿Y la otra razón para venir aquí?
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“ My other reason for coming here, ” said Ducroix soberly, “ is that it is just as well to see a good man or two when one is possibly near to death. ”
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— La otra razón para venir aquí — dijo lacónicamente Ducroix — es que nunca está por demás encontrarse con uno o dos hombres honrados cuando se está en peligro de muerte.
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Syme looked up at the wall, and saw a crudely-painted and pathetic religious picture. Then he said —
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Syme, al alzar los ojos, vio en la pared un cuadro religioso, patético y crudamente pintado.
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“ You are right, ” and then almost immediately afterwards, “ Has anyone seen about the horses? ”
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— Tiene usted razón — y añadió después — . ¿Han ido ya a buscar los caballos?
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“ Yes, ” answered Ducroix, “ you may be quite certain that I gave orders the moment I came in. Those enemies of yours gave no impression of hurry, but they were really moving wonderfully fast, like a well-trained army. I had no idea that the anarchists had so much discipline. You have not a moment to waste. ”
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— Sí — contestó Ducroix — . Ya comprenderá usted que di órdenes en llegando. Aunque los enemigos no parecían apresurarse, realmente andaban muy de prisa, como un ejército disciplinado. No tenía yo idea de que los anarquistas fueran disciplinados. No deben ustedes perder un instante.
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Almost as he spoke, the old innkeeper with the blue eyes and white hair came ambling into the room, and announced that six horses were saddled outside.
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A esto se presentó el viejo posadero de los ojos azules y los cabellos blancos, anunciando que afuera esperaban seis caballos ensillados.
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By Ducroix′s advice the five others equipped themselves with some portable form of food and wine, and keeping their duelling swords as the only weapons available, they clattered away down the steep, white road. The two servants, who had carried the Marquis′s luggage when he was a marquis, were left behind to drink at the cafe by common consent, and not at all against their own inclination.
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Por consejo de Ducroix, los otros cinco se abastecieron de vino y provisiones de boca, y armándose con las espadas del duelo, únicas armas de que disponían, galoparon por el camino blanco y escarpado. Los dos criados que habían traído el equipaje del antiguo Marqués se quedaron bebiendo en el café, con gran deleite suyo, por consentimiento común de los amos.
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By this time the afternoon sun was slanting westward, and by its rays Syme could see the sturdy figure of the old innkeeper growing smaller and smaller, but still standing and looking after them quite silently, the sunshine in his silver hair. Syme had a fixed, superstitious fancy, left in his mind by the chance phrase of the Colonel, that this was indeed, perhaps, the last honest stranger whom he should ever see upon the earth.
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El sol de la tarde comenzaba a descender a occidente. A su fulgor, Syme vio disminuir poco a poco la esbelta figura del posadero que los contemplaba en silencio. En la plata de sus cabellos brillaba el sol. Syme recordaba las palabras del Coronel; pensaba supersticiosamente que quizás aquel era el último hombre honrado con quien se había encontrado en este mundo.
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He was still looking at this dwindling figure, which stood as a mere grey blot touched with a white flame against the great green wall of the steep down behind him. And as he stared over the top of the down behind the innkeeper, there appeared an army of black-clad and marching men. They seemed to hang above the good man and his house like a black cloud of locusts. The horses had been saddled none too soon.
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Aún contemplaba aquella figura evanescente, que ya parecía una mancha gris coronada por un toque de plata sobre el verde muro de la ladera, cuando, sobre la colina y detrás del posadero, vio aparecer un ejército de hombres vestidos de negro. Parecían suspendidos sobre la cabeza de aquel hombre honrado y sobre su casa como una nube negra de langostas. ¡A tiempo habían ensillado los caballos!
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CHAPTER XII
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CAPÍTULO XII
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THE EARTH IN ANARCHY
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LA TIERRA EN ANARQUÍA
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URGING the horses to a gallop, without respect to the rather rugged descent of the road, the horsemen soon regained their advantage over the men on the march, and at last the bulk of the first buildings of Lancy cut off the sight of their pursuers. Nevertheless, the ride had been a long one, and by the time they reached the real town the west was warming with the colour and quality of sunset. The Colonel suggested that, before making finally for the police station, they should make the effort, in passing, to attach to themselves one more individual who might be useful.
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Poniendo al galope los caballos, sin reparar en la pendiente, pronto los jinetes recobraron la ventaja perdida; pronto las primeras casas de Lancy los ocultaron de sus perseguidores. La cabalgata había sido larga. Al llegar al pueblo, el occidente empezaba a encenderse con los colores del crepúsculo. El Coronel sugirió la idea de que, antes de dirigirse a la estación de policía, procuraran una alianza que podría serles de mucha utilidad.
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“ Four out of the five rich men in this town, ” he said, “ are common swindlers. I suppose the proportion is pretty equal all over the world. The fifth is a friend of mine, and a very fine fellow; and what is even more important from our point of view, he owns a motor-car. ”
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— De los cinco ricos que hay en el pueblo — dijo cuatro son unos tramposos vulgares. La proporción es idéntica en todo el mundo. El quinto, amigo mío, es un excelente sujeto. Y, lo que ahora nos importa más, tiene un automóvil.
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“ I am afraid, ” said the Professor in his mirthful way, looking back along the white road on which the black, crawling patch might appear at any moment, “ I am afraid we have hardly time for afternoon calls. ”
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— Me temo — dijo el Profesor con su habitual jovialidad, contemplando el camino por donde la mancha negra y rampante podía aparecer de un momento a otro — , me temo que no tengamos tiempo para visitas vespertinas.
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“ Doctor Renard′s house is only three minutes off, ” said the Colonel.
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Y el Coronel: — La casa del Dr. Renard está a tres minutos de aquí.
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“ Our danger, ” said Dr. Bull, “ is not two minutes off. ”
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— Nuestro daño — dijo el Dr. Bull — está a menos de dos minutos.
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“ Yes, ” said Syme, “ if we ride on fast we must leave them behind, for they are on foot. ”
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— Sí — dijo Syme — ; pero cabalgando un poco volveremos a dejarlos atrás, porque están a pie.
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“ He has a motor-car, ” said the Colonel.
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— Consideren ustedes que mi amigo tiene un automóvil — replicó el Coronel.
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“ But we may not get it, ” said Bull.
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— No nos lo dará — dijo Bull.
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“ Yes, he is quite on your side. ”
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— Sí, es de los nuestros.
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“ But he might be out. ”
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— Pero puede no estar en casa.
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“ Hold your tongue, ” said Syme suddenly. “ What is that noise? ”
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— Silencio — dijo Syme de pronto — ; ¿qué ruido es ese?
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For a second they all sat as still as equestrian statues, and for a second — for two or three or four seconds — heaven and earth seemed equally still. Then all their ears, in an agony of attention, heard along the road that indescribable thrill and throb that means only one thing — horses!
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Por unos segundos se quedaron inmóviles como estatuas ecuestres. Y por uno, dos, tres, cuatro segundos, cielo y tierra parecieron suspenderse también. Después, con agonizante atención, oyeron llegar desde el camino ese rumor palpitante e indescriptible que anuncia a las caballerías.
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The Colonel′s face had an instantaneous change, as if lightning had struck it, and yet left it scatheless.
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Hubo un cambio instantáneo en la fisonomía del Coronel, como si le hubiera caído un rayo dejándolo ileso.
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“ They have done us, ” he said, with brief military irony. “ Prepare to receive cavalry! ”
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— Nos han cogido — dijo con breve ironía militar — ¡Cuadro contra caballería!
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“ Where can they have got the horses? ” asked Syme, as he mechanically urged his steed to a canter.
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— ¿De dónde sacaron los caballos? — preguntó Syme, poniendo maquinalmente su montura al galope.
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The Colonel was silent for a little, then he said in a strained voice —
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Calló un instante el Coronel. Después dijo con turbado acento:
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“ I was speaking with strict accuracy when I said that the ‘Soleil d′Or′ was the only place where one can get horses within twenty miles. ”
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— He dicho una verdad estricta al asegurar que sólo en el Soleil d′Or hay caballos en veinte millas a la redonda.
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“ No! ” said Syme violently, “ I don′t believe he′d do it. Not with all that white hair. ”
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— ¡No! — gritó Syme — Ese hombre no puede haberlo hecho. ¡Con aquellos cabellos blancos!...
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“ He may have been forced, ” said the Colonel gently. “ They must be at least a hundred strong, for which reason we are all going to see my friend Renard, who has a motor-car. ”
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— Bien pueden haberlo obligado — dijo con suavidad el Coronel — . Pueden ser hasta un ciento. Razón por la cual vamos ahora mismo a casa de mi amigo Renard, que tiene automóvil.
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With these words he swung his horse suddenly round a street corner, and went down the street with such thundering speed, that the others, though already well at the gallop, had difficulty in following the flying tail of his horse.
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Con estas palabras dobló la esquina a toda rienda, tan de prisa que los otros, aunque también al galope, apenas podían seguir la cola voladora de su caballo.
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Dr. Renard inhabited a high and comfortable house at the top of a steep street, so that when the riders alighted at his door they could once more see the solid green ridge of the hill, with the white road across it, standing up above all the roofs of the town. They breathed again to see that the road as yet was clear, and they rang the bell.
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El Dr. Renard habitaba una casa alta y confortable al lado de una calle pendiente. Cuando los jinetes desmontaron a su puerta, pudieron ver desde la calle las ondulantes colinas y el camino blanco sobre los techos de la ciudad. Se detuvieron para comprobar que aun no había bultos por el camino y luego sonaron la campanilla.
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Dr. Renard was a beaming, brown-bearded man, a good example of that silent but very busy professional class which France has preserved even more perfectly than England. When the matter was explained to him he pooh-poohed the panic of the ex-Marquis altogether; he said, with the solid French scepticism, that there was no conceivable probability of a general anarchist rising. “ Anarchy, ” he said, shrugging his shoulders, “ it is childishness! ”
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Era el Dr. Renard un hombre radiante, barbas negras, buen ejemplo de esa clase profesional, silenciosa y saturada, que en Francia se ha preservado mucho mejor que en Inglaterra. Cuando le explicaron el asunto, comenzó por reírse del pánico del ex Marqués. Con sólido escepticismo galo, declaró que un levantamiento anarquista general era inconcebible. — ¡Anarquía! — dijo encogiéndose de hombros — ¡Disparate!
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“ Et ca, ” cried out the Colonel suddenly, pointing over the other′s shoulder, “ and that is childishness, isn′t it? ”
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— Et ça? — exclamó el coronel señalándole un punto que quedaba a su espalda — . Eso también es disparate, ¿verdad?
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They all looked round, and saw a curve of black cavalry come sweeping over the top of the hill with all the energy of Attila. Swiftly as they rode, however, the whole rank still kept well together, and they could see the black vizards of the first line as level as a line of uniforms. But although the main black square was the same, though travelling faster, there was now one sensational difference which they could see clearly upon the slope of the hill, as if upon a slanted map. The bulk of the riders were in one block; but one rider flew far ahead of the column, and with frantic movements of hand and heel urged his horse faster and faster, so that one might have fancied that he was not the pursuer but the pursued. But even at that great distance they could see something so fanatical, so unquestionable in his figure, that they knew it was the Secretary himself. “ I am sorry to cut short a cultured discussion, ” said the Colonel, “ but can you lend me your motor-car now, in two minutes? ”
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Todos miraron hacia allá. Una curva de caballería negra salía, galopando, por la cima de la colina, con el ímpetu de las hordas de Atila. Aunque caminaban de prisa, mantenían las filas unidas, y la primera fila de faldas de sombreros guardaba un nivel uniforme y militar. El cuadro principal era el mismo de antes, pero la pendiente de la colina permitió apreciar una diferencia. Frente a la masa de jinetes, cabalgaba uno, fustigando su caballo con pies y manos. Más parecía perseguido que perseguidor. Aunque distante, había en su porte y actitud algo tan fanático, tan inconfundible, que reconociera en él al Secretario. — Lamento tener que cortar esta interesante discusión — dijo el Coronel — ¿Puede usted prestarnos su motor ahora mismo?
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“ I have a suspicion that you are all mad, ” said Dr. Renard, smiling sociably; “ but God forbid that madness should in any way interrupt friendship. Let us go round to the garage. ”
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— Me está pareciendo que todos ustedes se han vuelto locos — dijo el Dr. Renard, con una amable sonrisa — . Pero Dios no quiera que la locura sea un obstáculo a la amistad: vamos al garage.
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Dr. Renard was a mild man with monstrous wealth; his rooms were like the Musee de Cluny, and he had three motor-cars. These, however, he seemed to use very sparingly, having the simple tastes of the French middle class, and when his impatient friends came to examine them, it took them some time to assure themselves that one of them even could be made to work. This with some difficulty they brought round into the street before the Doctor′s house. When they came out of the dim garage they were startled to find that twilight had already fallen with the abruptness of night in the tropics. Either they had been longer in the place than they imagined, or some unusual canopy of cloud had gathered over the town. They looked down the steep streets, and seemed to see a slight mist coming up from the sea.
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El Dr. Renard era un hombre bondadoso y riquísimo. Su casa era un museo de Cluny. Poseía tres automóviles. Parecía usarlos con mucha mesura: tenía los gustos sencillos de la clase media francesa. Cuando sus impacientes amigos se acercaron a examinarlos, hubo que gastar un rato en convencerse de que uno de los tres automóviles por lo menos estaba a disponibilidad. Con alguna dificultad lo arrastraron a la calle, frente a la puerta del doctor. Al salir del sombrío garage, vieron con sorpresa que el crepúsculo adelantaba con la rapidez de la noche en los trópicos. O habían permanecido en aquel sitio más tiempo del que se figuraron, o había caído sobre el pueblo algún nubarrón inesperado, como un dosel. A lo largo de la calle, les pareció que empezaba al alzarse la niebla marina.
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“ It is now or never, ” said Dr. Bull. “ I hear horses. ”
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— Ahora o nunca — dijo el Dr. Bull — oigo caballos.
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“ No, ” corrected the Professor, “ a horse. ”
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— No, — corrigió el Profesor — se oye un caballo.
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And as they listened, it was evident that the noise, rapidly coming nearer on the rattling stones, was not the noise of the whole cavalcade but that of the one horseman, who had left it far behind — the insane Secretary.
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Escucharon. Evidentemente, aquel ruido no era el de una cabalgata, sino del jinete que se había adelantado a los otros: era el frenético Secretario.
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Syme′s family, like most of those who end in the simple life, had once owned a motor, and he knew all about them. He had leapt at once into the chauffeur′s seat, and with flushed face was wrenching and tugging at the disused machinery. He bent his strength upon one handle, and then said quite quietly —
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La familia de Syme, como la mayor parte de los que acaban en la " vida sencilla " , había tenido automóvil en otro tiempo, y Syme sabía guiar con mucha destreza. Saltó al asiento del chauffeur y empezó, congestionado y forcejeante, a estrujar y remover la abandonada máquina. Concentró toda su energía sobre una palanca, y luego declaró tranquilamente:
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“ I am afraid it′s no go. ”
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— Me parece que no anda.
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As he spoke, there swept round the corner a man rigid on his rushing horse, with the rush and rigidity of an arrow. He had a smile that thrust out his chin as if it were dislocated. He swept alongside of the stationary car, into which its company had crowded, and laid his hand on the front. It was the Secretary, and his mouth went quite straight in the solemnity of triumph.
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Apenas hubo dicho esto, cuando apareció por la esquina un hombre rígido sobre su volador corcel, como es rígida y veloz una flecha. Una sonrisa pareció dislocar su barba. Se acercó al coche estacionario, donde los otros estaban amontonados, y puso su mano sobre la testera. Era el Secretario: la solemnidad del triunfo casi puso recta su boca.
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Syme was leaning hard upon the steering wheel, and there was no sound but the rumble of the other pursuers riding into the town. Then there came quite suddenly a scream of scraping iron, and the car leapt forward. It plucked the Secretary clean out of his saddle, as a knife is whipped out of its sheath, trailed him kicking terribly for twenty yards, and left him flung flat upon the road far in front of his frightened horse. As the car took the corner of the street with a splendid curve, they could just see the other anarchists filling the street and raising their fallen leader.
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Syme continuaba forcejeando sobre el volante. No se oía más ruido que el de los demás perseguidores que ya entraban, cabalgando, por la ciudad. De pronto, con un chirrido de hierros enmohecidos, el auto saltó. El Secretario fue arrancado de la montura como cuchillo que sale de la vaina; y, arrastrado por el movimiento del auto por espacio de veinte pasos, entre terribles sacudidas, quedó al fin tendido en mitad de la carretera, lejos del espantado caballo. Cuando, con espléndida curva, el auto dobló la esquina, se vio salir por el otro extremo la fuerza anarquista, que en un instante llenó la calle y acudió en socorro de su jefe.
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“ I can′t understand why it has grown so dark, ” said the Professor at last in a low voice.
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— No me explico como ha oscurecido tanto — dijo al fin el Profesor en voz baja.
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“ Going to be a storm, I think, ” said Dr. Bull. “ I say, it′s a pity we haven′t got a light on this car, if only to see by. ”
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— Probablemente va a caer un chubasco — contestó el Dr. Bull — . Es lástima que no traigamos linterna en el auto para alumbrar el camino.
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“ We have, ” said the Colonel, and from the floor of the car he fished up a heavy, old-fashioned, carved iron lantern with a light inside it. It was obviously an antique, and it would seem as if its original use had been in some way semi-religious, for there was a rude moulding of a cross upon one of its sides.
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— Sí, traemos una — dijo el Coronel, y sacó de bajo los asientos una linterna pesada, anticuada, de hierro forjado. Era una verdadera antigüedad. Se veía que había servido para algún objeto religioso; en una de sus caras tenía una tosca cruz.
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“ Where on earth did you get that? ” asked the Professor.
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— ¿De dónde ha sacado usted eso? — preguntó el Profesor.
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“ I got it where I got the car, ” answered the Colonel, chuckling, “ from my best friend. While our friend here was fighting with the steering wheel, I ran up the front steps of the house and spoke to Renard, who was standing in his own porch, you will remember. ‘I suppose,′ I said, ‘there′s no time to get a lamp.′ He looked up, blinking amiably at the beautiful arched ceiling of his own front hall. From this was suspended, by chains of exquisite ironwork, this lantern, one of the hundred treasures of his treasure house. By sheer force he tore the lamp out of his own ceiling, shattering the painted panels, and bringing down two blue vases with his violence. Then he handed me the iron lantern, and I put it in the car. Was I not right when I said that Dr. Renard was worth knowing? ”
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— De donde he sacado el auto — contestó el Coronel sonriendo — , de la casa de mi mejor amigo. Mientras que nuestro amigo Syme estaba luchando con el volante, corrí a la puerta de la casa, donde, como usted recordará, Renard nos veía partir. " ¿No habrá tiempo de conseguir una linterna? " , le pregunté. Él, siempre amable, alzó los ojos hacia el hermoso arco del vestíbulo. Allí suspendida de una rica cadena de hierro, estaba esta linterna, que es uno de los muchos tesoros de la casa Renard. Me la dio, y yo la metí en el auto. ¿Tenía yo razón al asegurar a ustedes que valía la pena acercarse al Dr. Renard?
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“ You were, ” said Syme seriously, and hung the heavy lantern over the front. There was a certain allegory of their whole position in the contrast between the modern automobile and its strange ecclesiastical lamp. Hitherto they had passed through the quietest part of the town, meeting at most one or two pedestrians, who could give them no hint of the peace or the hostility of the place. Now, however, the windows in the houses began one by one to be lit up, giving a greater sense of habitation and humanity. Dr. Bull turned to the new detective who had led their flight, and permitted himself one of his natural and friendly smiles.
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— Tenía usted razón — dijo Syme, y colgó la linterna en la testera. El moderno automóvil, guiado por la luz de la linterna eclesiástica, era, a la vez que un contraste, toda una alegoría. A esto pasaban por la parte más quieta de la ciudad. Apenas encontrarían uno o dos transeúntes, que no podrían darles idea cabal del aire favorable u hostil de la población. Pero ya las ventanas empezaban a iluminarse, lo cual daba una impresión de tierra habitada y humanitaria. El Dr. Bull, volviéndose hacia el Inspector, que había sido el guía durante la fuga, se permitió una de sus sonrisas tan amables y naturales.
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“ These lights make one feel more cheerful. ”
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— Estas luces alegran.
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Inspector Ratcliffe drew his brows together.
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El Inspector Ratcliffe frunció el ceño.
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“ There is only one set of lights that make me more cheerful, ” he said, “ and they are those lights of the police station which I can see beyond the town. Please God we may be there in ten minutes. ”
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— Sólo una luz puede alegrarme — dijo — , y es la del puesto de policía que creo distinguir al otro extremo de la ciudad. Dios quiera que lleguemos allá antes de diez minutos.
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Then all Bull′s boiling good sense and optimism broke suddenly out of him.
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El buen sentido, el optimismo de Bull, se sublevaron.
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“ Oh, this is all raving nonsense! ” he cried. “ If you really think that ordinary people in ordinary houses are anarchists, you must be madder than an anarchist yourself. If we turned and fought these fellows, the whole town would fight for us. ”
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— Todo eso es locura — exclamó — ; si usted se figura que todas esas casas están llenas de anarquistas, está usted más loco que un anarquista. Si hiciéramos frente a esos sujetos toda la población combatiría al lado nuestro.
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“ No, ” said the other with an immovable simplicity, “ the whole town would fight for them. We shall see.′
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— No — dijo el otro con desconcertante sencillez — . Toda la ciudad combatiría al lado de ellos. Lo va usted a ver.
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While they were speaking the Professor had leant forward with sudden excitement.
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Mientras esto hablaban, el Profesor, inclinado, escuchaba con gran inquietud.
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“ What is that noise? ” he said.
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— ¿Qué ruido es ése? — preguntó.
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“ Oh, the horses behind us, I suppose, ” said the Colonel. “ I thought we had got clear of them. ”
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— Supongo que es la caballería — dijo el Coronel — . Creí que ya la habíamos dejado muy atrás.
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“ The horses behind us! No, ” said the Professor, “ it is not horses, and it is not behind us. ”
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Almost as he spoke, across the end of the street before them two shining and rattling shapes shot past. They were gone almost in a flash, but everyone could see that they were motor-cars, and the Professor stood up with a pale face and swore that they were the other two motor-cars from Dr. Renard′s garage.
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Apenas había dicho esto, cuando por la bocacalle de enfrente, vieron pasar a todo correr dos objetos brillantes que hacían un ruido pesado. Aunque pasaron muy de prisa, todos se dieron cuenta de que eran dos autos. El Profesor, pálido, juró que eran los otros dos autos del garage del Dr. Renard.
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“ I tell you they were his, ” he repeated, with wild eyes, “ and they were full of men in masks! ”
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— Aseguro a ustedes que son los mismos — insistió con asombrados ojos — . Y están llenos de enmascarados.
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“ Absurd! ” said the Colonel angrily. “ Dr. Renard would never give them his cars. ”
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— Eso es absurdo — dijo el Coronel con disgusto — . El Dr. Renard nunca hubiera consentido...
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“ He may have been forced, ” said Ratcliffe quietly. “ The whole town is on their side. ”
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— Bien pueden haberle obligado — le interrumpió Ratcliffe con intención — . Todo el pueblo está con ellos.
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“ You still believe that, ” asked the Colonel incredulously.
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— Pero ¿es posible que crea usted eso? — preguntó el Coronel.
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“ You will all believe it soon, ” said the other with a hopeless calm.
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— Y usted lo creerá también dentro de poco, — dijo el otro con la tranquilidad de la desesperación.
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There was a puzzled pause for some little time, and then the Colonel began again abruptly —
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Hubo un silencio, y el Coronel dijo al fin:
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“ No, I can′t believe it. The thing is nonsense. The plain people of a peaceable French town — ”
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— No, no puedo creerlo. Es muy absurdo. ¡Todo el pueblo de una pacífica ciudad de Francia!...
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He was cut short by a bang and a blaze of light, which seemed close to his eyes. As the car sped on it left a floating patch of white smoke behind it, and Syme had heard a shot shriek past his ear.
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Pero le interrumpió una detonación y un fulgor que pareció estallar en sus ojos. En su vertiginosa carrera, el auto dejó tras de sí una mota de humo en el aire. Syme había oído silbar una bala.
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“ My God! ” said the Colonel, “ someone has shot at us. ”
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— ¡Dios mío! — dijo el Coronel — . Han disparado sobre nosotros.
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“ It need not interrupt conversation, ” said the gloomy Ratcliffe. “ Pray resume your remarks, Colonel. You were talking, I think, about the plain people of a peaceable French town. ”
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— Pero no por eso se interrumpa usted — dijo Ratcliffe, como con encono — . Continúe usted, Coronel. Hablaba, creo, del honrado pueblo de una pacífica ciudad de Francia.
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The staring Colonel was long past minding satire. He rolled his eyes all round the street.
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El asombrado Coronel no estaba para reparar en burlas. Recorría la calle con la mirada, diciendo:
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“ It is extraordinary, ” he said, “ most extraordinary. ”
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— ¡Es extraordinario, es de lo más extraordinario!
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“ A fastidious person, ” said Syme, “ might even call it unpleasant. However, I suppose those lights out in the field beyond this street are the Gendarmerie. We shall soon get there. ”
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— Y hasta de lo más desagradable, para decirlo con toda exactitud — observó Syme — . Pero me imagino que esas luces que se ven al término de la calle son las luces del puesto de policía. Ya vamos a llegar.
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“ No, ” said Inspector Ratcliffe, “ we shall never get there. ”
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— No — dijo el Inspector Ratcliffe — , nunca llegaremos.
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He had been standing up and looking keenly ahead of him. Now he sat down and smoothed his sleek hair with a weary gesture.
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Se había incorporado y escrutaba el horizonte. Después se sentó, alisándose los tersos cabellos con un ademán de cansancio.
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“ What do you mean? ” asked Bull sharply.
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— ¿Qué quiere usted decir? — le preguntó Bull con aspereza.
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“ I mean that we shall never get there, ” said the pessimist placidly. “ They have two rows of armed men across the road already; I can see them from here. The town is in arms, as I said it was. I can only wallow in the exquisite comfort of my own exactitude. ”
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— Quiero decir que nunca llegaremos al puesto — repitió el pesimista con cierto matiz de placidez — . Ya por todo el camino han formado dos filas armadas. Se les puede ver desde aquí. La ciudad se levanta en armas como yo lo venía diciendo. No me queda más que sumergirme cómodamente en la agradable emoción que me causa el éxito de mis previsiones.
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And Ratcliffe sat down comfortably in the car and lit a cigarette, but the others rose excitedly and stared down the road. Syme had slowed down the car as their plans became doubtful, and he brought it finally to a standstill just at the corner of a side street that ran down very steeply to the sea.
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Y Ratcliffe se arrellanó cómodamente en el asiento y encendió un cigarrillo, mientras que los otros se incorporaban espantados, para explorar a su vez la carretera. Syme había comenzado a morigerar la carrera al ver que los planes eran dudosos. Acabó por parar el auto en la esquina de una calle que bajaba en rápida cuesta hacia el mar.
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The town was mostly in shadow, but the sun had not sunk; wherever its level light could break through, it painted everything a burning gold. Up this side street the last sunset light shone as sharp and narrow as the shaft of artificial light at the theatre. It struck the car of the five friends, and lit it like a burning chariot. But the rest of the street, especially the two ends of it, was in the deepest twilight, and for some seconds they could see nothing. Then Syme, whose eyes were the keenest, broke into a little bitter whistle, and said
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Aunque la ciudad estaba envuelta en sombras, el sol aun no se ocultaba del todo. Donde aun tocaban sus últimos reflejos, se veían como unas llamas doradas. En lo alto de la calle lateral, la última luz brillaba en una franja viva y estrecha como la proyección de luz artificial en los teatros, y daba de lleno sobre el auto que parecía arder. Pero en el resto de la calle, y especialmente en los extremos, había una penumbra tan cargada, que por un momento los cinco fugitivos no pudieron ver cosa alguna. Syme, que era el de mejor vista, lanzó un siseo amargo y dijo:
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“ It is quite true. There is a crowd or an army or some such thing across the end of that street. ”
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— Es verdad. Hay una multitud, o un ejército, o algo parecido, al extremo de la calle.
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“ Well, if there is, ” said Bull impatiently, “ it must be something else — a sham fight or the mayor′s birthday or something. I cannot and will not believe that plain, jolly people in a place like this walk about with dynamite in their pockets. Get on a bit, Syme, and let us look at them. ”
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— En ese caso — dijo Bull con impaciencia — , será por alguna otra causa: algún simulacro, el aniversario del alcalde o cosa semejante. Yo no quiero ni pudo admitir que la honrada gente de Dios, y en un lugar como éste, ande por las calles con los bolsillos atestados de dinamita. Avancemos un poco, Syme, y examinemos eso de cerca.
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The car crawled about a hundred yards farther, and then they were all startled by Dr. Bull breaking into a high crow of laughter.
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El auto se arrastró unos veinte pasos, y entonces el Dr. Bull soltó una carcajada estrepitosa:
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“ Why, you silly mugs! ” he cried, “ what did I tell you. That crowd′s as law-abiding as a cow, and if it weren′t, it′s on our side. ”
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— ¡Oh, hatajo de imbéciles! — exclamó — . ¿Qué decía yo? Esa multitud está más dentro de la ley que un manso cordero. Y aun cuando así no fuera, están de nuestra parte.
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“ How do you know? ” asked the professor, staring.
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— ¿Cómo lo sabe usted? — preguntó el Profesor.
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“ You blind bat, ” cried Bull, “ don′t you see who is leading them? ”
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— Pero ¿está usted más ciego que un murciélago? — contestó Bull — ¿No está usted viendo quién los conduce?
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They peered again, and then the Colonel, with a catch in his voice, cried out —
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Todos aguzaron la vista. Y el Coronel, con voz turbada, exclamó:
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“ Why, it′s Renard! ”
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— ¿Cómo? ¡Es Renard!
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There was, indeed, a rank of dim figures running across the road, and they could not be clearly seen; but far enough in front to catch the accident of the evening light was stalking up and down the unmistakable Dr. Renard, in a white hat, stroking his long brown beard, and holding a revolver in his left hand.
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En efecto: unas sombras corrían al extremo de la calle; apenas se las podía distinguir. Lejos, lo bastante ya para entrar en la zona de luz, se veía al inconfundible Dr. Renard yendo de aquí para allá. Llevaba un sombrero blanco que contrastaba con sus barbas negras, y en la mano izquierda un revólver.
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“ What a fool I′ve been! ” exclaimed the Colonel. “ Of course, the dear old boy has turned out to help us. ”
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— ¡Qué loco he sido! — exclamó el Coronel — . Claro, el excelente amigo ha corrido en nuestro auxilio.
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Dr. Bull was bubbling over with laughter, swinging the sword in his hand as carelessly as a cane. He jumped out of the car and ran across the intervening space, calling out —
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El Dr. Bull se ahogaba de risa, y blandía la espada con descuido, como quien juega con un bastón. Saltó del auto y corrió calle arriba, gritando:
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“ Dr. Renard! Dr. Renard! ”
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— ¡Dr. Renard! ¡Dr. Renard!
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An instant after Syme thought his own eyes had gone mad in his head. For the philanthropic Dr. Renard had deliberately raised his revolver and fired twice at Bull, so that the shots rang down the road.
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Un instante después, Syme pensó que hasta los ojos se le habían vuelto locos. ¿Qué había visto? El filantrópico Dr. Renard, apuntando deliberadamente sobre Bull, había hecho dos disparos. La doble detonación resonó por la calle.
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Almost at the same second as the puff of white cloud went up from this atrocious explosion a long puff of white cloud went up also from the cigarette of the cynical Ratcliffe. Like all the rest he turned a little pale, but he smiled. Dr. Bull, at whom the bullets had been fired, just missing his scalp, stood quite still in the middle of the road without a sign of fear, and then turned very slowly and crawled back to the car, and climbed in with two holes through his hat.
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Casi al mismo tiempo que el humo blanco de aquella increíble explosión, el cínico Ratcliffe sacaba de su cigarrilo otra nube blanca. Estaba, como los demás, algo pálido, pero sonreía. El Dr. Bull, a quien casi las balas le habían rozado la cabeza, se quedó inmóvil en mitad de la calle sin dar señales de miedo. Después se. volvió lentamente y trepó al auto. Volvía con dos agujeros en el sombrero.
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“ Well, ” said the cigarette smoker slowly, “ what do you think now? ”
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— Y bien — dijo lentamente el fumador — . ¿Qué opina usted ahora?
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“ I think, ” said Dr. Bull with precision, “ that I am lying in bed at No. 217 Peabody Buildings, and that I shall soon wake up with a jump; or, if that′s not it, I think that I am sitting in a small cushioned cell in Hanwell, and that the doctor can′t make much of my case. But if you want to know what I don′t think, I′ll tell you. I don′t think what you think. I don′t think, and I never shall think, that the mass of ordinary men are a pack of dirty modern thinkers. No, sir, I′m a democrat, and I still don′t believe that Sunday could convert one average navvy or counter-jumper. No, I may be mad, but humanity isn′t. ”
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— Que me parece — dijo el Dr. Bull con precisión — , que estoy en mi cama, en el Nº 217 de Peabody Buildings, y que de un momento a otro voy a despertar sobresaltado. Y si no, que estoy metido en una celdita acolchada de Hanwell, y que el médico me considera como caso desesperado. Pero si quiere usted saber lo que me parece, voy a decírselo: no me parece posible lo que a usted le parece posible. Yo no puedo admitir, ni admitiré nunca, que la masa humana sea un conglomerado de abominables pensadores modernos. No, señor mío, yo soy demócrata; no puedo admitir que el Domingo sea capaz de convertir a sus doctrinas a un pobre peón o bracero. No: yo podré estar loco, pero la humanidad no está loca.
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Syme turned his bright blue eyes on Bull with an earnestness which he did not commonly make clear.
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Syme volvió hacia Bull sus ojos azules con una vivacidad de emoción que era rara en él:
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“ You are a very fine fellow, ” he said. “ You can believe in a sanity which is not merely your sanity. And you′re right enough about humanity, about peasants and people like that jolly old innkeeper. But you′re not right about Renard. I suspected him from the first. He′s rationalistic, and, what′s worse, he′s rich. When duty and religion are really destroyed, it will be by the rich. ”
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— Es usted, un hombre excelente — le dijo — . Es usted capaz de creer en la cordura de los demás, como cosa distinta de la propia cordura. Juzga usted bien a la Humanidad, cuando se refiere a los campesinos, a la gente humilde como aquel hermoso anciano de la posada. Pero no tiene usted razón en el caso de Renard. Yo desconfié de él desde el primer instante. Es un nacionalista: y lo que es peor es un rico. Sólo los ricos se atreverán a destruir el deber y la religión.
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“ They are really destroyed now, ” said the man with a cigarette, and rose with his hands in his pockets. “ The devils are coming on! ”
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— Y aquí, la verdad, podemos darlos por destruidos — dijo el impertinente fumador, y se puso de pie con las manos en los bolsillos — . He aquí que los demonios se acercan.
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The men in the motor-car looked anxiously in the direction of his dreamy gaze, and they saw that the whole regiment at the end of the road was advancing upon them, Dr. Renard marching furiously in front, his beard flying in the breeze.
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Todos miraron ansiosamente en dirección a la soñadora mirada de Ratcliffe: el regimiento comenzaba a avanzar desde el extremo de la calle. A su cabeza marchaba decidido el Dr. Renard, la barba agitada por el viento.
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The Colonel sprang out of the car with an intolerant exclamation.
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El Coronel saltó del auto con una exclamación:
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“ Gentlemen, ” he cried, “ the thing is incredible. It must be a practical joke. If you knew Renard as I do — it′s like calling Queen Victoria a dynamiter. If you had got the man′s character into your head — ”
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— Caballeros — dijo — , esto es increíble. Parece una broma. ¡Si conocieran a Renard como yo le conozco!... Esto es como ver a la Reina Victoria convertida en dinamitera. ¡Si ustedes tuvieran en la cabeza la menor idea del carácter de ese hombre!...
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“ Dr. Bull, ” said Syme sardonically, “ has at least got it into his hat. ”
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— El Dr. Bull — dijo Syme, sardónico — , la tiene por lo menos en el sombrero.
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“ I tell you it can′t be! ” cried the Colonel, stamping.
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— Les digo a ustedes que es imposible — exclamaba el Coronel pateando de rabia — .
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“ Renard shall explain it. He shall explain it to me, ” and he strode forward.
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Renard tendrá que explicarse, tendrá que explicarme lo que pasa — . Y avanzó rápidamente hacia el enemigo.
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“ Don′t be in such a hurry, ” drawled the smoker. “ He will very soon explain it to all of us. ”
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— No se moleste usted — murmuró el del cigarrillo — . ¡Si ya va a venir él a explicárnoslo!
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But the impatient Colonel was already out of earshot, advancing towards the advancing enemy. The excited Dr. Renard lifted his pistol again, but perceiving his opponent, hesitated, and the Colonel came face to face with him with frantic gestures of remonstrance.
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Pero ya el impaciente Coronel no pudo oírle, y siguió avanzando. Y he aquí que el Dr. Renard, ardoroso, apunta otra vez con la pistola. Pero, advirtiendo que se trata del Coronel, vacila, y en tanto el Coronel se le acerca, haciendo ademanes frenéticos de protesta.
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“ It is no good, ” said Syme. “ He will never get anything out of that old heathen. I vote we drive bang through the thick of them, bang as the bullets went through Bull′s hat. We may all be killed, but we must kill a tidy number of them. ”
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— Es inútil — dijo Syme — nada obtendrá de ese viejo caníbal. Propongo que nos arrojemos sobre ellos con el auto, tan rápidos como las balas que le agujerearon el sombrero a Bull. Nos matarán a todos, pero mataremos buen número.
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“ I won′t ‘ave it, ” said Dr. Bull, growing more vulgar in the sincerity of his virtue. “ The poor chaps may be making a mistake. Give the Colonel a chance. ”
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— No — dijo el Dr. Bull, cuyo acento vulgar parecía acentuarse con la sinceridad de su virtud — , no; esa pobre gente padece un error. Demos tiempo a que el Coronel se explique.
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“ Shall we go back, then? ” asked the Professor.
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— ¿Debemos retroceder entonces? — preguntó el Profesor.
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“ No, ” said Ratcliffe in a cold voice, “ the street behind us is held too. In fact, I seem to see there another friend of yours, Syme. ”
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— No — dijo Ratcliffe fríamente — , el otro extremo de la calle está tomado también. Y si no me engaño, Syme, allá me parece ver a otro amigo de usted.
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Syme spun round smartly, and stared backwards at the track which they had travelled. He saw an irregular body of horsemen gathering and galloping towards them in the gloom. He saw above the foremost saddle the silver gleam of a sword, and then as it grew nearer the silver gleam of an old man′s hair. The next moment, with shattering violence, he had swung the motor round and sent it dashing down the steep side street to the sea, like a man that desired only to die.
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Syme hizo girar el auto con mucha destreza, dando ahora frente al camino recorrido. En la penumbra, se veía avanzar al galope a un cuerpo irregular de caballería. El jinete que venía a la cabeza, traía una espada en la mano, a juzgar por el reflejo de plata. Cuando se hubo acercado más, se vio también el reflejo de plata de sus cabellos. Entonces con terrible violencia, Syme volvió otra vez el auto y lo lanzó cuesta abajo hacia el mar, como hombre que sólo quiere la muerte.
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“ What the devil is up? ” cried the Professor, seizing his arm.
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— Pero ¿qué demonios le pasa a usted? — gritó el Profesor colgado a su brazo.
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“ The morning star has fallen! ” said Syme, as his own car went down the darkness like a falling star.
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— ¡Que se ha caído la estrella de la mañana! — dijo Syme, mientras el auto rodaba hacia abajo, como otra estrella.
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The others did not understand his words, but when they looked back at the street above they saw the hostile cavalry coming round the corner and down the slopes after them; and foremost of all rode the good innkeeper, flushed with the fiery innocence of the evening light.
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Los otros, no lo entendieron. Pero, volviendo la vista, vieron venir por la cuesta la caballería enemiga. A su cabeza, cabalgaba el buen posadero, envuelto en los inocentes resplandores del día moribundo.
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“ The world is insane! ” said the Professor, and buried his face in his hands.
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— ¡El mundo se ha vuelto loco! — gimió el Profesor ocultando el rostro entre las manos.
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“ No, ” said Dr. Bull in adamantine humility, “ it is I. ”
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— No — dijo el Dr. Bull con adamantina humildad — soy yo quien se ha vuelto loco.
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“ What are we going to do? ” asked the Professor.
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— ¿Qué haremos? — preguntó el Profesor.
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“ At this moment, ” said Syme, with a scientific detachment, “ I think we are going to smash into a lamppost. ”
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— En este momento — contestó Syme con científico desinterés — lo que vamos a hacer es estrellarnos contra un poste de luz eléctrica.
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The next instant the automobile had come with a catastrophic jar against an iron object. The instant after that four men had crawled out from under a chaos of metal, and a tall lean lamp-post that had stood up straight on the edge of the marine parade stood out, bent and twisted, like the branch of a broken tree.
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Y en efecto, un instante después, el auto chocaba con catastrófico escándalo contra un objeto de hierro. Otro instante más, y los cuatro hombres salían de entre los escombros de un caos metálico, y el poste que los había detenido al borde de la avenida yacía torcido como el tronco de un árbol roto.
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“ Well, we smashed something, ” said the Professor, with a faint smile. “ That′s some comfort. ”
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— ¡Vaya, algo hemos destrozado — dijo el Profesor con leve sonrisa — . Siempre es un consuelo.
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“ You′re becoming an anarchist, ” said Syme, dusting his clothes with his instinct of daintiness.
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— También usted se está volviendo anarquista — dijo Syme limpiándose la ropa por un impulso habitual de asco.
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“ Everyone is, ” said Ratcliffe.
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— Todo el mundo lo es ya — dijo Ratcliffe.
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As they spoke, the white-haired horseman and his followers came thundering from above, and almost at the same moment a dark string of men ran shouting along the sea-front. Syme snatched a sword, and took it in his teeth; he stuck two others under his arm-pits, took a fourth in his left hand and the lantern in his right, and leapt off the high parade on to the beach below.
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Entre tanto, el posadero de los cabellos blancos y su ejército caían como un trueno por la calle, mientras que, a lo largo del mar, un cordón de siluetas negras acudía gritando. Syme asió una espada con los dientes, cogió otras dos bajo el brazo, otra con la izquierda y la linterna en la derecha, y saltó de la avenida a la playa baja.
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The others leapt after him, with a common acceptance of such decisive action, leaving the debris and the gathering mob above them.
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Los otros saltaron tras él, con tácita aceptación, dejando a sus espaldas los restos del auto y el confuso gentío.
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“ We have one more chance, ” said Syme, taking the steel out of his mouth. “ Whatever all this pandemonium means, I suppose the police station will help us. We can′t get there, for they hold the way. But there′s a pier or breakwater runs out into the sea just here, which we could defend longer than anything else, like Horatius and his bridge. We must defend it till the Gendarmerie turn out. Keep after me. ”
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— Nos queda una probabilidad favorable — dijo Syme quitándose de la boca el acero — . Sea lo que fuere este pandemónium, la policía nos ayudará. Aquí no podemos quedarnos, porque nos han cortado los caminos; pero en aquel rompeolas que entra en el mar podremos defendernos mejor, como Horacio Cocles en el puente. Allí nos mantendremos hasta que la policía nos socorra. Síganme ustedes.
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They followed him as he went crunching down the beach, and in a second or two their boots broke not on the sea gravel, but on broad, flat stones. They marched down a long, low jetty, running out in one arm into the dim, boiling sea, and when they came to the end of it they felt that they had come to the end of their story. They turned and faced the town.
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Le siguieron descendiendo la playa, y pronto sintieron bajo sus plantas, en vez de la arena marina, unas piedras de pavimento. Adelantaron por el malecón bajo, larguísimo, que se metía en la mar hirviente a modo de brazo. Cuando alcanzaron el extremo, comprendieron que habían llegado al fin de sus trabajos. Se volvieron a contemplar la ciudad.
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That town was transfigured with uproar. All along the high parade from which they had just descended was a dark and roaring stream of humanity, with tossing arms and fiery faces, groping and glaring towards them. The long dark line was dotted with torches and lanterns; but even where no flame lit up a furious face, they could see in the farthest figure, in the most shadowy gesture, an organised hate. It was clear that they were the accursed of all men, and they knew not why.
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La ciudad estaba transformada, toda revuelta. A lo largo de la avenida de donde habían saltado a la playa, se veía correr gente rumorosa que gesticulaba, agitaba los brazos y los miraba con ferocidad. En la masa oscura aparecían manchones de luz, antorchas, linternas. Pero aunque la luz no iluminaba los rostros enardecidos, hasta en la silueta más distante, hasta en el menor ademán, se adivinaba un odio organizado. Era evidente que la maldición de todos, había caído sobre los perseguidos, sin que éstos comprendieran por qué.
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Two or three men, looking little and black like monkeys, leapt over the edge as they had done and dropped on to the beach. These came ploughing down the deep sand, shouting horribly, and strove to wade into the sea at random. The example was followed, and the whole black mass of men began to run and drip over the edge like black treacle.
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Dos o tres hombres, pequeños y negros como unos monos, saltaron de la avenida del muelle a la playa, y se metieron por la arena gritando horriblemente e intentando ganar el rompeolas por el lado del mar. El ejemplo fue seguido por otros, y toda la masa negra empezó a derramarse del parapeto abajo como una negra mermelada.
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Foremost among the men on the beach Syme saw the peasant who had driven their cart. He splashed into the surf on a huge cart-horse, and shook his axe at them.
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Entre los primeros Syme pudo distinguir al campesino del carro. Había entrado en la resaca montado en un gran caballo de tiro, y blandía el hacha amenazándolos.
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“ The peasant! ” cried Syme. “ They have not risen since the Middle Ages. ”
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— ¡El campesino! — exclamó Syme — . ¡Los campesinos que no se habían sublevado desde la Edad Media!...
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“ Even if the police do come now, ” said the Professor mournfully, “ they can do nothing with this mob. ”
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— Aun cuando la policía acudiera — dijo el Profesor — , no podría contra esta turba.
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“ Nonsence! ” said Bull desperately; “ there must be some people left in the town who are human. ”
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— ¡Locura! — dijo Bull desesperado — ; necesariamente queda en la ciudad algún ser humano.
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“ No, ” said the hopeless Inspector, “ the human being will soon be extinct. We are the last of mankind. ”
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— No — dije el pesimista Inspector — . Somos los últimos representantes de la humanidad.
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“ It may be, ” said the Professor absently. Then he added in his dreamy voice, “ What is all that at the end of the ‘Dunciad′?
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— Puede ser — dijo el Profesor con aire vago; después, con voz soñadora, añadió — : ¿Cómo dice el fin de la Dunciada?:
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‘Nor public flame; nor private, dares to shine; Nor human light is left, nor glimpse divine! Lo! thy dread Empire, Chaos, is restored; Light dies before thine uncreating word: Thy hand, great Anarch, lets the curtain fall; And universal darkness buries all.′ ”
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Ya ni el fuego público ni el privado se miran brillar. Ya ni humana luz ni resplandores divinos. ¡Mirad! Tu negro imperio, oh Caos, es restaurado. Muere toda luz ante tu verbo aniquilador. Tu mando, grande Anarca, deja caer la cortina. ¡Y todo lo envuelve la noche universal!
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“ Stop! ” cried Bull suddenly, “ the gendarmes are out. ”
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—Silencio! — gritó Bull de pronto — . He allí a la policía.
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The low lights of the police station were indeed blotted and broken with hurrying figures, and they heard through the darkness the clash and jingle of a disciplined cavalry.
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Las ventanas iluminadas del piso bajo, en la estación de policía, se veían obstruidas al paso apresurado de los hombres. En medio de la oscuridad se oyó el repiqueteo y rumor de la caballería disciplinada.
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“ They are charging the mob! ” cried Bull in ecstacy or alarm.
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— ¡Están cargando sobre la multitud — dijo Bull casi en éxtasis.
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“ No, ” said Syme, “ they are formed along the parade. ”
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— No — observó Syme — , están formándose a lo largo del malecón.
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“ They have unslung their carbines, ” cried Bull dancing with excitement.
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— ¡Y se echan la carabina a la cara! — gritó Bull danzando de alegría.
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“ Yes, ” said Ratcliffe, “ and they are going to fire on us. ”
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— Sí — añadió Ratcliffe — , y van a disparar sobre nosotros.
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As he spoke there came a long crackle of musketry, and bullets seemed to hop like hailstones on the stones in front of them.
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Apenas dicho esto, se oyó una prolongada descarga, y las balas cayeron como granizo sobre las piedras del dique.
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“ The gendarmes have joined them! ” cried the Professor, and struck his forehead.
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— ¡Los gendarmes están con ellos! — gritó el Profesor golpeándose la frente.
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“ I am in the padded cell, ” said Bull solidly.
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— Soy yo el que está en la celda acolchada, no me cabe duda, — dijo Bull con convicción.
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There was a long silence, and then Ratcliffe said, looking out over the swollen sea, all a sort of grey purple —
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Hubo un largo silencio. Ratcliffe, considerando el turgente mar gris y púrpura dijo:
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“ What does it matter who is mad or who is sane? We shall all be dead soon. ”
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— ¿Y qué importa averiguar quién es el cuerdo y quién el loco? Pronto estaremos muertos todos.
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Syme turned to him and said —
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“ You are quite hopeless, then? ”
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— ¿De modo que ha perdido usted toda esperanza?
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Mr. Ratcliffe kept a stony silence; then at last he said quietly —
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Mr. Ratcliffe permaneció mudo como una estatua. Al fin dijo tranquilamente:
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“ No; oddly enough I am not quite hopeless. There is one insane little hope that I cannot get out of my mind. The power of this whole planet is against us, yet I cannot help wondering whether this one silly little hope is hopeless yet. ”
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— No, por muy extraño que parezca, no he perdido toda esperanza. Me queda una vaga, imposible esperanza que no puede abandonarme. Parece que todas las fuerzas del planeta se han conjurado contra nosotros. Y me pregunto cómo es posible que aún me quede esa vaga luz de esperanza.
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“ In what or whom is your hope? ” asked Syme with curiosity.
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— ¿Y en qué o en quiénes funda usted su esperanza? — preguntó Syme con curiosidad.
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“ In a man I never saw, ” said the other, looking at the leaden sea.
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— En un hombre a quien nunca he visto — contestó el otro contemplando el plomizo mar.
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“ I know what you mean, ” said Syme in a low voice, “ the man in the dark room. But Sunday must have killed him by now. ”
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— Ya se a quien se refiere usted — dijo Syme con voz grave. Al hombre del cuarto oscuro. Pero a estas horas es posible que haya perecido en manos del Domingo.
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“ Perhaps, ” said the other steadily; “ but if so, he was the only man whom Sunday found it hard to kill. ”
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— Tal vez — dijo el otro — . En todo caso, es al único que le habrá costado trabajo matar.
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“ I heard what you said, ” said the Professor, with his back turned. “ I also am holding hard on to the thing I never saw. ”
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— Ya oigo lo que hablan ustedes — intervino el Profesor vuelto de espaldas — . Yo también tengo confianza en ese hombre a quien nunca he visto.
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All of a sudden Syme, who was standing as if blind with introspective thought, swung round and cried out, like a man waking from sleep —
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De pronto, Syme, que parecía sumido en reflexiones, dijo, volviéndose como el que despierta de un sueño.
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“ Where is the Colonel? I thought he was with us! ”
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— ¿Dónde está el Coronel? Creía yo que estaba con nosotros.
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“ The Colonel! Yes, ” cried Bull, “ where on earth is the Colonel? ”
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— ¡El Coronel! ¡Es verdad! — dijo Bull — . ¿Dónde está el Coronel?
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“ He went to speak to Renard, ” said the Professor.
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— Fue a hablar con Renard — dijo el Profesor.
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“ We cannot leave him among all those beasts, ” cried Syme. “ Let us die like gentlemen if — ”
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— No podemos abandonarlo entre esos brutos — dijo Syme — . Muramos como caballeros, si...
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“ Do not pity the Colonel, ” said Ratcliffe, with a pale sneer. “ He is extremely comfortable. He is — ”
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— No compadezcamos al Coronel — añadió Ratcliffe con mordacidad — . Está muy a gusto a estas horas. Está...
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“ No! no! no! ” cried Syme in a kind of frenzy, “ not the Colonel too! I will never believe it! ”
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— ¡No, no, no! — gritó Syme frenético — . ¡El Coronel, no! ¡De ése no puedo creerlo!
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“ Will you believe your eyes? ” asked the other, and pointed to the beach.
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— Entonces ¿dará usted crédito a sus propios ojos? — dijo el otro señalándole un punto de la plaza.
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Many of their pursuers had waded into the water shaking their fists, but the sea was rough, and they could not reach the pier. Two or three figures, however, stood on the beginning of the stone footway, and seemed to be cautiously advancing down it. The glare of a chance lantern lit up the faces of the two foremost. One face wore a black half-mask, and under it the mouth was twisting about in such a madness of nerves that the black tuft of beard wriggled round and round like a restless, living thing. The other was the red face and white moustache of Colonel Ducroix. They were in earnest consultation.
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Muchos se habían metido al agua y los amenazaban con los puños. Pero la resaca estaba fuerte y no podían llegar al dique. Sin embargo, dos o tres avanzaban con precauciones por los escalones de piedra. La luz de la linterna dio por casualidad sobre la cara de los dos que venían al frente. Uno de ellos llevaba antifaz negro, y torcía la boca en gesto nervioso, de modo que la mota de la barba iba de aquí para allá con inquietud viviente. En el otro, reconocieron la cara encendida y el bigote blanco del Coronel Ducroix. Ambos conferenciaban acaloradamente.
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“ Yes, he is gone too, ” said the Professor, and sat down on a stone. “ Everything′s gone. I′m gone! I can′t trust my own bodily machinery. I feel as if my own hand might fly up and strike me. ”
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— Si, también él se nos fue — dijo el Profesor dejándose caer sentado sobre una piedra — . Todos nos traicionan. Yo también me traiciono. Ya no gobierno la máquina de mi cuerpo. Temo que mi propia mano me de un cachete.
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“ When my hand flies up, ” said Syme, “ it will strike somebody else, ” and he strode along the pier towards the Colonel, the sword in one hand and the lantern in the other.
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— Cuando la mía se mueva — dijo Syme — será para pegarle a otro. Y se adelantó hacia el Coronel con el sable en una mano y la linterna en la otra.
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As if to destroy the last hope or doubt, the Colonel, who saw him coming, pointed his revolver at him and fired. The shot missed Syme, but struck his sword, breaking it short at the hilt. Syme rushed on, and swung the iron lantern above his head.
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Como para destruir la última esperanza o sospecha, el Coronel, al verlo venir, le apuntó con el revólver y disparó. El tiro no hizo blanco en Syme, pero sí en la espada, rompiéndola cerca del puño. Syme se lanzó, blandiendo la linterna sobre su cabeza.
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“ Judas before Herod! ” he said, and struck the Colonel down upon the stones. Then he turned to the Secretary, whose frightful mouth was almost foaming now, and held the lamp high with so rigid and arresting a gesture, that the man was, as it were, frozen for a moment, and forced to hear.
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— — ¡Oh Judas y Herodes! — gritó. Y derribó al Coronel sobre las piedras del dique. Volvióse después al Secretario, cuya horrible boca estaba ahora echando espuma, y levantó la linterna con tal ademán que el otro se quedó inmóvil y escuchó. Y derribó al Coronel sobre las piedras del dique. Volvióse después al Secretario, cuya horrible boca estaba ahora echando espuma, y levantó la linterna con tal ademán que el otro se quedó inmóvil y escuchó.
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“ Do you see this lantern? ” cried Syme in a terrible voice. “ Do you see the cross carved on it, and the flame inside? You did not make it. You did not light it, Better men than you, men who could believe and obey, twisted the entrails of iron and preserved the legend of fire. There is not a street you walk on, there is not a thread you wear, that was not made as this lantern was, by denying your philosophy of dirt and rats. You can make nothing. You can only destroy. You will destroy mankind; you will destroy the world. Let that suffice you. Yet this one old Christian lantern you shall not destroy. It shall go where your empire of apes will never have the wit to find it. ”
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— ¿Ves esta linterna. — gritó Syme con voz terrible — ¿Ves esta cruz grabada, ves la luz interior? No la grabasteis, no la encendisteis vosotros, sino hombres mejores que vosotros. Hombres capaces de creer y de obedecer, son los que torcieron las entrañas de hierro y preservaron la leyenda del fuego. Las calles por donde pasáis, los trajes con que os vestís, todo fue hecho como esta linterna, por un acto de negación contra vuestra filosofía de suciedades y ratones. Destruiréis a la humanidad, destruiréis el mundo. Contentaos con eso. Pero esta antigua linterna cristiana no la destruiréis. Irá a dar a un sitio en que vuestro imperio de monos será incapaz de rescatarla.
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He struck the Secretary once with the lantern so that he staggered; and then, whirling it twice round his head, sent it flying far out to sea, where it flared like a roaring rocket and fell.
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Y descargó la linterna sobre el Secretario de modo que la hizo bambolear: después, dándole dos vueltas sobre su cabeza, la arrojó al mar. La linterna lanzó su último destello, como un cohete, y desapareció.
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“ Swords! ” shouted Syme, turning his flaming face ; to the three behind him. “ Let us charge these dogs, for our time has come to die. ”
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— ¡Espadas! — aulló Syme, volviendo el inflamado rostro a sus compañeros — Carguemos sobre estos perros. Ha llegado la hora de morir.
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His three companions came after him sword in hand. Syme′s sword was broken, but he rent a bludgeon from the fist of a fisherman, flinging him down. In a moment they would have flung themselves upon the face of the mob and perished, when an interruption came. The Secretary, ever since Syme′s speech, had stood with his hand to his stricken head as if dazed; now he suddenly pulled off his black mask.
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Sus tres compañeros acudieron a él, espada en mano. La espada de Syme estaba rota pero, derribando a un pescador, le arrebató una porra. Y en un instante hubieran quedado muertos al arrojarse sobre la enfurecido turba, cuando sobrevino algo inesperado. El Secretario, al oír el discurso de Syme se había quedado como aturdido, con las manos en la cabeza. Súbitamente se arrancó el antifaz.
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The pale face thus peeled in the lamplight revealed not so much rage as astonishment. He put up his hand with an anxious authority.
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Su pálida cara, expuesta a la luz de los reverderos, más que rabia expresaba asombro. Levantó las manos con ansioso gesto autoritario:
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“ There is some mistake, ” he said. “ Mr. Syme, I hardly think you understand your position. I arrest you in the name of the law. ”
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— Aquí hay un error. Mr. Syme — dijo — . Me parece que no se da usted cuenta de su situación: yo le arresto a usted en nombre de la ley.
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“ Of the law? ” said Syme, and dropped his stick.
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— ¿De la ley? — exclamó Syme dejando caer su clava.
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“ Certainly! ” said the Secretary. “ I am a detective from Scotland Yard, ” and he took a small blue card from his pocket.
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— ¡Naturalmente! — dijo el Secretario — Soy detective de Scotland Yard. Y sacó del bolsillo una tarjetita azul.
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“ And what do you suppose we are? ” asked the Professor, and threw up his arms.
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— ¿Pues qué cree usted que somos nosotros? — preguntó el Profesor levantando los brazos al cielo.
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“ You, ” said the Secretary stiffly, “ are, as I know for a fact, members of the Supreme Anarchist Council. Disguised as one of you, I — ”
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— ¿Ustedes? — dijo el Secretario con tono glacial — . Ustedes son, según me consta por los hechos, miembros del supremo Consejo Anarquista. Yo, disfrazado como uno de ustedes...
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Dr. Bull tossed his sword into the sea.
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El Dr. Bull arrojó al mar su espada.
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“ There never was any Supreme Anarchist Council, ” he said. “ We were all a lot of silly policemen looking at each other. And all these nice people who have been peppering us with shot thought we were the dynamiters. I knew I couldn′t be wrong about the mob, ” he said, beaming over the enormous multitude, which stretched away to the distance on both sides. “ Vulgar people are never mad. I′m vulgar myself, and I know. I am now going on shore to stand a drink to everybody here. ”
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— Nunca ha habido Consejo Supremo Anarquista — dijo — . Todos éramos un hatajo de imbéciles policías acechándose mutuamente. Y toda esta honrada gente que nos ha venido acribillando a tiros, nos tenía por dinamiteros. Ya sabía yo que no podía equivocarme al juzgar a las multitudes humanas — añadió lanzando una mirada radiante sobre el gentío que se agolpaba a uno y otro lado de la playa — . La gente vulgar nunca es loca: ¡si lo sabré yo que soy uno de esos! Y, ahora, a tierra: pago de beber a todo el mundo.
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CHAPTER XIII
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CAPÍTULO XIII
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THE PURSUIT OF THE PRESIDENT
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EN PERSECUCIÓN DEL PRESIDENTE
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NEXT morning five bewildered but hilarious people took the boat for Dover. The poor old Colonel might have had some cause to complain, having been first forced to fight for two factions that didn′t exist, and then knocked down with an iron lantern. But he was a magnanimous old gentleman, and being much relieved that neither party had anything to do with dynamite, he saw them off on the pier with great geniality.
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A la mañana siguiente, cinco camaradas tan alegres como fatigados tomaban el barbo rumbo a Dover. Al pobre Coronel le sobraban razones para quejarse, primero por haber tenido que pelear por dos bandos ficticios, y luego por el linternazo que recibió. Pero era un caballero magnánimo y, contentísimo de saber que ninguna de las dos partes tenía relaciones con la dinamita, salió a despedirlos hasta el dique con mucha gentileza.
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The five reconciled detectives had a hundred details to explain to each other. The Secretary had to tell Syme how they had come to wear masks originally in order to approach the supposed enemy as fellow-conspirators;
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Los cinco reconciliados detectives tenían mil explicaciones mutuas que darse; el Secretario le explicaba a Syme cómo se habían enmascarado para que los anarquistas los tomaran por gente de su bando.
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Syme had to explain how they had fled with such swiftness through a civilised country. But above all these matters of detail which could be explained, rose the central mountain of the matter that they could not explain. What did it all mean? If they were all harmless officers, what was Sunday? If he had not seized the world, what on earth had he been up to? Inspector Ratcliffe was still gloomy about this.
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Syme explicaba por qué él y sus amigos, aunque en país civilizado, habían optado por la fuga. Pero sobre toda esta montaña de menudencias explicables, se levantaba la cuestión central, inexplicable. ¿Qué significaba todo aquello? Si todos ellos eran unos inofensivos agentes ¿qué cosa era el Domingo? Si éste no se había apoderado del mundo — aunque parecía capaz — ¿qué era lo que hacía? Sobre este punto, el inspector Ratcliffe persistía en sus temores.
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“ I can′t make head or tail of old Sunday′s little game any more than you can, ” he said. “ But whatever else Sunday is, he isn′t a blameless citizen. Damn it! do you remember his face? ”
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— Como ustedes — decía — , tampoco yo entiendo el juego del Domingo. Pero sea éste lo que fuere, yo aseguro que no es un ciudadano sin tacha. ¡Qué diablo! Basta recordar aquella cara.
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“ I grant you, ” answered Syme, “ that I have never been able to forget it. ”
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— Confieso — contestó Syme — que a mí...
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“ Well, ” said the Secretary, “ I suppose we can find out soon, for tomorrow we have our next general meeting. You will excuse me, ” he said, with a rather ghastly smile, “ for being well acquainted with my secretarial duties. ”
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— Bueno — dijo el Secretario — , pronto lo volveremos a ver y sabremos a qué atenernos, porque mañana es la próxima junta general. Y ustedes me perdonarán — dijo con sus fanática sonrisa — que esté al corriente de mis deberes de Secretario.
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“ I suppose you are right, ” said the Professor reflectively. “ I suppose we might find it out from him; but I confess that I should feel a bit afraid of asking Sunday who he really is. ”
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— Sí — reflexionó el Profesor — , creo que tiene usted razón; creo que sólo de él mismo podremos recibir la revelación de este misterio. Pero confieso que, por mi parte, me espanto ante la sola idea de preguntarle al Domingo qué casta de pájaro es él.
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“ Why, ” asked the Secretary, “ for fear of bombs? ”
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— ¿Por qué? — preguntó el Secretario — . ¿Por miedo a las bombas?
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“ No, ” said the Professor, “ for fear he might tell me. ”
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— No — dijo el Profesor — , Por medio a que nos diga quién es.
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“ Let us have some drinks, ” said Dr. Bull, after a silence.
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— Es hora de beber un poco, señores — dijo el Dr. Bull después de un silencio.
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Throughout their whole journey by boat and train they were highly convivial, but they instinctively kept together. Dr. Bull, who had always been the optimist of the party, endeavoured to persuade the other four that the whole company could take the same hansom cab from Victoria; but this was over-ruled, and they went in a four-wheeler, with Dr. Bull on the box, singing. They finished their journey at an hotel in Piccadilly Circus, so as to be close to the early breakfast next morning in Leicester Square. Yet even then the adventures of the day were not entirely over. Dr. Bull, discontented with the general proposal to go to bed, had strolled out of the hotel at about eleven to see and taste some of the beauties of London. Twenty minutes afterwards, however, he came back and made quite a clamour in the hall. Syme, who tried at first to soothe him, was forced at last to listen to his communication with quite new attention.
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Durante todo su viaje en el barco y el tren, mantuvieron una jovialidad comunicativa; pero, instintivamente, procuraban no separarse. El Dr. Bull, que era siempre el optimista de la partida, trató de persuadir a los otros, al llegar a Victoria, de que irían cómodos en un cochecillo de dos ruedas, pero no prevaleció su opinión. Decidieron tomar un coche de cuatro ruedas. El Dr. Bull iba en el pescante, cantando. Acabaron la jornada en un hotel de Picadilly Circus, con objeto de estar cerca de Leicester Square para el almuerzo del día siguiente. Pero aún no habían terminado las aventuras de aquel día. El Dr. Bull no contento con la proposición de meterse en cama, había salido del Hotel cerca de las once, a fin de admirar y gustar las bellezas londinenses. A los veinte minutos volvió, armando un escándalo en el vestíbulo. Syme, que procuraba calmarlo, se vio obligado a escuchar los grandes cosas que el otro se empeñaba en contarle.
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“ I tell you I′ve seen him! ” said Dr. Bull, with thick emphasis.
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— ¡Lo he visto! ¡Le digo a usted que lo he visto! — decía el Dr. Bull con énfasis.
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“ Whom? ” asked Syme quickly. “ Not the President? ”
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— ¿A quién? — le preguntó Syme — ¿no será al Presidente?
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“ Not so bad as that, ” said Dr. Bull, with unnecessary laughter, “ not so bad as that. I′ve got him here. ”
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— No, no tengo tan mala suerte — dijo el Dr. Bull con inoportuna hilaridad — . Y aquí lo traigo conmigo.
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“ Got whom here? ” asked Syme impatiently.
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— Pero ¿a quién trae usted? — respondió Syme con interés.
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“ Hairy man, ” said the other lucidly, “ man that used to be hairy man — Gogol. Here he is, ” and he pulled forward by a reluctant elbow the identical young man who five days before had marched out of the Council with thin red hair and a pale face, the first of all the sham anarchists who had been exposed.
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— ¡Al hombre peludo! — respondió el otro — . Es decir al que era peludo y ya no lo es, a Gogol. Aquí está. Y Bull hizo entrar, casi a empellones, al joven que cinco días antes había salido del Consejo metamorfoseado en un hombre de cabellos rubios y cara pálida: e! primero de los falsos anarquistas que había sido desenmascarado.
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“ Why do you worry with me? ” he cried. “ You have expelled me as a spy. ”
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— ¿Para qué me molestan? — exclamó — . ¿No me han desterrado ya de su círculo, por espía?
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“ We are all spies! ” whispered Syme.
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— ¡Si todos somos espías! — cuchiceó Syme a su oído.
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“ We′re all spies! ” shouted Dr. Bull. “ Come and have a drink. ”
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— ¡Si todos somos espías! — gritó el Dr. Bull — . Venga usted a echar un trago con nosotros.
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Next morning the battalion of the reunited six marched stolidly towards the hotel in Leicester Square.
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A la mañana siguiente, el batallón de los seis aliados se encamina impasible hacia el hotel de Leicester Square.
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“ This is more cheerful, ” said Dr. Bull; “ we are six men going to ask one man what he means. ”
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— Esto ya va mejor — dijo el Dr. Bull — , Somos seis para pedirle a uno que confiese claramente sus verdaderos propósitos.
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“ I think it is a bit queerer than that, ” said Syme. “ I think it is six men going to ask one man what they mean. ”
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— No lo veo tan fácil — dijo Syme — , somos seis para pedirle a uno que nos explique lo que realmente nos proponemos nosotros.
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They turned in silence into the Square, and though the hotel was in the opposite corner, they saw at once the little balcony and a figure that looked too big for it. He was sitting alone with bent head, poring over a newspaper. But all his councillors, who had come to vote him down, crossed that Square as if they were watched out of heaven by a hundred eyes.
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Entraron en silencio en la plaza de Leicester, y aunque el Hotel quedaba en la esquina opuesta, pudieron distinguir el balcón-terraza, y en él un bulto de hombre excesivo para las dimensiones del hotel. Aquel hombre estaba solo, sentado junto a una mesa, leyendo su periódico, con la cabeza ligeramente inclinada, al descuido. Pero sus consejeros, congregados para derrocarlo, cruzaron la plaza como si los estuviera acechando con un centenar de ojos.
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They had disputed much upon their policy, about whether they should leave the unmasked Gogol without and begin diplomatically, or whether they should bring him in and blow up the gunpowder at once. The influence of Syme and Bull prevailed for the latter course, though the Secretary to the last asked them why they attacked Sunday so rashly.
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Habían estado discutiendo mucho la línea de conducta que habían de seguir: si convendría dejar fuera al desenmascarado Gogol y comenzar diplomáticamente, o si lo traerían consigo, acercando de una vez la pólvora al fuego. Esta última táctica, mantenida por Syme y Bull, fue la que prevaleció al fin, aunque el Secretario estuvo alegando hasta el último instante que no había por qué atacar al Domingo con tanta temeridad.
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“ My reason is quite simple, ” said Syme. “ I attack him rashly because I am afraid of him. ”
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— Mis razones son muy sencillas — había dicho Syme — . Lo ataco con tanta temeridad, por lo mismo que le temo tanto.
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They followed Syme up the dark stair in silence, and they all came out simultaneously into the broad sunlight of the morning and the broad sunlight of Sunday′s smile.
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Todos siguieron silenciosamente a Syme por la oscura escalera, y todos irrumpieron a un tiempo a la luz del sol matinal y a la luz de la sonrisa del Domingo.
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“ Delightful! ” he said. “ So pleased to see you all. What an exquisite day it is. Is the Czar dead? ”
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— ¡Encantado! — exclamó éste — . ¡Encantado de ver a todos reunidos! Qué día más espléndido, ¿verdad? Y qué ¿ha muerto el Zar?
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The Secretary, who happened to be foremost, drew himself together for a dignified outburst.
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El Secretario, que había quedado frente a él, concretó su espíritu para responder con dignidad:
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“ No, sir, ” he said sternly “ there has been no massacre. I bring you news of no such disgusting spectacles. ”
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— No, señor — dijo enérgicamente — . No ha habido efusión de sangre. No le traigo a usted noticias de tan desagradables espectáculos.
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“ Disgusting spectacles? ” repeated the President, with a bright, inquiring smile. “ You mean Dr. Bull′s spectacles? ”
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— ¿Tan desagradables espectáculos? — preguntó el Presidente con brillante e inquisitiva sonrisa — ¿Se refiere usted a las gafas* del Dr. Bull?
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The Secretary choked for a moment, and the President went on with a sort of smooth appeal —
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El Secretario se quedó un instante desconcertado, y en tanto el Presidente dijo con tono conciliador:
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“ Of course, we all have our opinions and even our eyes, but really to call them disgusting before the man himself — ”
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— Sí, todos tenemos nuestras opiniones y nuestra manera de ver las cosas; pero, francamente, llamarles desagradables delante del interesado...
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Dr. Bull tore off his spectacles and broke them on the table.
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El Dr. Bull se quitó las gafas, y rompiéndolas sobre la mesa, exclamó:
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“ My spectacles are blackguardly, ” he said, “ but I′m not. Look at my face. ”
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— Mis gafas serán todo lo abominables que se quiera, pero yo no: míreme usted a la cara.
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“ I dare say it′s the sort of face that grows on one, ” said the President, “ in fact, it grows on you; and who am I to quarrel with the wild fruits upon the Tree of Life? I dare say it will grow on me some day. ”
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— Sí, tiene usted la cara que la naturaleza le da a uno: la que la naturaleza le ha dado a usted. No he de ser yo quien discuta los frutos silvestres del Árbol de la Vida. También a mí se me puede poner así un día la cara...
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“ We have no time for tomfoolery, ” said the Secretary, breaking in savagely. “ We have come to know what all this means. Who are you? What are you? Why did you get us all here? Do you know who and what we are? Are you a half-witted man playing the conspirator, or are you a clever man playing the fool? Answer me, I tell you. ”
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— No podemos perder tiempo en bufonadas — dijo el Secretario impacientándose — . Hemos venido a preguntarle a usted qué significa todo esto. ¿Quién es usted? ¿Qué es usted? ¿Por qué nos ha reunido usted aquí? ¿Sabe usted quiénes somos y qué somos nosotros? ¿Es usted un gracioso que se divierte en hacer de conspirador, o un hombre de talento que se hace el loco? Contésteme usted, se lo exijo.
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“ Candidates, ” murmured Sunday, “ are only required to answer eight out of the seventeen questions on the paper. As far as I can make out, you want me to tell you what I am, and what you are, and what this table is, and what this Council is, and what this world is for all I know. Well, I will go so far as to rend the veil of one mystery. If you want to know what you are, you are a set of highly well-intentioned young jackasses. ”
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— Los candidatos — repuso el Domingo — sólo están obligados a responder ocho de las diecisiete preguntas del cuestionario. Según creo haber entendido, ustedes desean que les diga yo qué soy y qué son ustedes, y qué es esta mesa, y qué este Consejo, y qué es este mundo en general. Pues bien: consiento por lo menos en descubrir el velo de uno de estos misterios. Si ustedes quieren saber lo que son, tengan por sabido que son una colección de asnos jóvenes, animados de las mejores intenciones.
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“ And you, ” said Syme, leaning forward, “ what are you? ”
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— Y usted — interrogó Syme acercándosele — ¿qué cosa es usted?
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“ I? What am I? ” roared the President, and he rose slowly to an incredible height, like some enormous wave about to arch above them and break. “ You want to know what I am, do you? Bull, you are a man of science. Grub in the roots of those trees and find out the truth about them. Syme, you are a poet. Stare at those morning clouds. But I tell you this, that you will have found out the truth of the last tree and the top-most cloud before the truth about me. You will understand the sea, and I shall be still a riddle; you shall know what the stars are, and not know what I am. Since the beginning of the world all men have hunted me like a wolf — kings and sages, and poets and lawgivers, all the churches, and all the philosophies. But I have never been caught yet, and the skies will fall in the time I turn to bay. I have given them a good run for their money, and I will now. ”
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— ¿Yo? ¿Qué soy yo? — rugió el Presidente, levantándose poco a poco a una increíble altura, como una ola que amenazara envolverlos — . Quieren saber qué soy ¿no es verdad? Bull, usted es un hombre de ciencia: escarbe las raíces de esos árboles y pídales su secreto. Syme, usted es un poeta: contemple usted esas nubes de la mañana y dígame o díganos la verdad que encierran. Oigan ustedes lo que les digo: antes descubrirán el secreto del último árbol y de la nube más remota, que mi secreto. Antes entenderán ustedes el mar: yo seguiré siendo un enigma. Averiguarán ustedes lo que son las estrellas: no averiguarán lo que soy yo. Desde el principio del mundo todos los hombres me han perseguido como a un lobo, los reyes y los sabios, los poetas como los legisladores, todas las iglesias y todas las filosofías. Pero nadie ha logrado cazarme. Los cielos se desplomarán antes que yo me vea reducido a los últimos aullidos. A todos los he hecho correr más de la cuenta. Y lo voy a seguir haciendo.
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Before one of them could move, the monstrous man had swung himself like some huge ourang-outang over the balustrade of the balcony. Yet before he dropped he pulled himself up again as on a horizontal bar, and thrusting his great chin over the edge of the balcony, said solemnly —
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Y sin dar tiempo a que los otros lo impidiesen, el monstruo, como un gigantesco orangután, se decolgó por la balaustrada del balcón. Pero, antes de dejarse caer, se izó como en los ejercicios de barra fija, y sacando la mandíbula inferior a la altura de la balaustrada, dijo solemnemente:
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“ There′s one thing I′ll tell you though about who I am. I am the man in the dark room, who made you all policemen. ”
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— Una cosa puedo deciros, sin embargo: yo soy el hombre del cuarto oscuro que os ha hecho a todos policías.
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With that he fell from the balcony, bouncing on the stones below like a great ball of india-rubber, and went bounding off towards the corner of the Alhambra, where he hailed a hansom-cab and sprang inside it. The six detectives had been standing thunderstruck and livid in the light of his last assertion; but when he disappeared into the cab, Syme′s practical senses returned to him, and leaping over the balcony so recklessly as almost to break his legs, he called another cab.
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Y se descolgó definitivamente, rebotando sobre el pavimento como una pelota. A grandes saltos alcanzó la esquina de la Alhambra, hizo señas a un coche, trepó en él y desapareció. Los seis detectives, al oír las últimas palabras, se habían quedado fulminados y lívidos. Cuando el coche desapareció, Syme recobró su sentido práctico, y saltando desde el balcón a riesgo de romperse las piernas, hizo parar otro coche.
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He and Bull sprang into the cab together, the Professor and the Inspector into another, while the Secretary and the late Gogol scrambled into a third just in time to pursue the flying Syme, who was pursuing the flying President. Sunday led them a wild chase towards the north-west, his cabman, evidently under the influence of more than common inducements, urging the horse at breakneck speed. But Syme was in no mood for delicacies, and he stood up in his own cab shouting, “ Stop thief! ” until crowds ran along beside his cab, and policemen began to stop and ask questions. All this had its influence upon the President′s cabman, who began to look dubious, and to slow down to a trot. He opened the trap to talk reasonably to his fare, and in so doing let the long whip droop over the front of the cab. Sunday leant forward, seized it, and jerked it violently out of the man′s hand. Then standing up in front of the cab himself, he lashed the horse and roared aloud, so that they went down the streets like a flying storm. Through street after street and square after square went whirling this preposterous vehicle, in which the fare was urging the horse and the driver trying desperately to stop it. The other three cabs came after it (if the phrase be permissible of a cab) like panting hounds. Shops and streets shot by like rattling arrows.
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Él y Bull subieron juntos al coche, el Profesor y el Inspector se acomodaron en otro, y el Secretario y el antes llamado Gogol en un tercer coche, a tiempo apenas para seguir al volador Syme, que iba, a su vez, en seguimiento del alado Presidente... El Domingo los arrastró en loca carrera hacia el noroeste. Su cochero, sin duda bajo la influencia de alicientes extraordinarios, hacía correr desesperadamente al caballo. Pero Syme, que no estaba para andarse con miramientos, se puso de pie en el coche y empezó a gritar: — ¡Al ladrón! Empezó a acudir gentío, y la policía a intervenir e interrogar. Esto produjo su efecto en el cochero del Presidente, que comenzó a vacilar y a morigerar la carrera. Abrió el postigo para explicarse con su cliente y, al hacerlo así, abandonó un instante el látigo. El Domingo se levanta, se apodera del látigo, y fustiga al caballo y lo arrea con gritos estentóreos. Y el coche rueda por esas calles como un huracán. Y calle tras calle y plaza tras plaza volaba el estrepitoso vehículo, el cliente azuzando el caballo y el cochero tratando de sofrenarlo. Los otros tres coche iban detrás como unos sabuesos jadeantes, disparados por entre calles y tiendas, verdaderas flechas silbadoras.
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At the highest ecstacy of speed, Sunday turned round on the splashboard where he stood, and sticking his great grinning head out of the cab, with white hair whistling in the wind, he made a horrible face at his pursuers, like some colossal urchin. Then raising his right hand swiftly, he flung a ball of paper in Syme′s face and vanished. Syme caught the thing while instinctively warding it off, and discovered that it consisted of two crumpled papers. One was addressed to himself, and the other to Dr. Bull, with a very long, and it is to be feared partly ironical, string of letters after his name. Dr. Bull′s address was, at any rate, considerably longer than his communication, for the communication consisted entirely of the words: —
“ What about Martin Tupper now? ”
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En el punto más vertiginoso de la carrera, el Domingo se volvió y sacando fuera del coche su inmensa cara gesticulante, mientras el viento desordenaba sus canas, hizo a sus perseguidores una mueca horrible como de pilluelo gigantesco. Después, alzando rápidamente la mano, lanzó a la cara de Syme una bola de papel, y desapareció dentro del coche. Syme, para evitar el objeto, lo atrapó instintivamente con las manos: eran dos hojas comprimidas. Una dirigida a él, y la otra al Dr. Bull, con un irónico chorro inacabable de letras a continuación de su nombre. La dirección del mensaje al Dr. Bull era mucho mayor que el mensaje, pues éste sólo constaba de las palabras siguientes:
" ¿Qué hay ahora de Martín Tupper? "
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“ What does the old maniac mean? ” asked Bull, staring at the words. “ What does yours say, Syme? ”
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— ¿Qué quiere decir este viejo maniático? — preguntó Bull muy intrigado — y a usted Syme, ¿qué le dice?
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Syme′s message was, at any rate, longer, and ran as follows: —
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El mensaje de Syme era menos lacónico:
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“ No one would regret anything in the nature of an interference by the Archdeacon more than I. I trust it will not come to that. But, for the last time, where are your goloshes? The thing is too bad, especially after what uncle said. ”
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" Nadie lamenta más que yo todo lo que huela a intervención del Archidiácono. Creo que las cosas no llegarán a ese extremo. Pero, por última vez ¿dónde están sus chanclos? La cosa es muy grave, sobre todo después de lo que ha dicho el tío "
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The President′s cabman seemed to be regaining some control over his horse, and the pursuers gained a little as they swept round into the Edgware Road. And here there occurred what seemed to the allies a providential stoppage. Traffic of every kind was swerving to right or left or stopping, for down the long road was coming the unmistakable roar announcing the fire-engine, which in a few seconds went by like a brazen thunderbolt. But quick as it went by, Sunday had bounded out of his cab, sprung at the fire-engine, caught it, slung himself on to it, and was seen as he disappeared in the noisy distance talking to the astonished fireman with explanatory gestures.
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El cochero del Presidente parecía haber recobrado el gobierno de su caballo, y los perseguidores pudieron ganar algún terreno al llegar a Edgware Road. Y aquí aconteció algo providencial para los aliados. El tráfico estaba interrumpido, y algunos vehículos se echaban a un lado apresuradamente, pues del fondo de la calle llegaba el tañido inconfundible de la bomba de incendios, que pocos segundos después se vio pasar envuelta en un trueno de bronce. Pero he aquí que el Domingo salta del coche, alcanza la bomba a todo correr, y se mete entre los asombrados bomberos. Se le vio perderse en la atronada lejanía, haciendo ademanes de justificación.
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“ After him! ” howled Syme. “ He can′t go astray now. There′s no mistaking a fire-engine. ”
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— ¡Tras él! — gritó Syme — ; ya no puede escapar. No es posible perder de vista una bomba de incendios.
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The three cabmen, who had been stunned for a moment, whipped up their horses and slightly decreased the distance between themselves and their disappearing prey. The President acknowledged this proximity by coming to the back of the car, bowing repeatedly, kissing his hand, and finally flinging a neatly-folded note into the bosom of Inspector Ratcliffe. When that gentleman opened it, not without impatience, he found it contained the words: —
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Los tres cocheros, inmóviles un instante, fustigaron sus caballos, y pronto lograron disminuir la distancia que los separaba de su presa. El Presidente, al verlos cerca, se plantó en la parte posterior del coche, inclinándose repetidas veces y fingiendo que les besaba la mano. Finalmente, lanzó un papelito muy bien doblado sobre el pecho del Inspector Ratcliffe. Lo abrió éste con impaciencia, y he aquí lo que leyó:
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“ Fly at once. The truth about your trouser-stretchers is known. — A FRIEND. ”
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" Huya usted al instante: el secreto de sus tirantes de resorte ha sido descubierto. — Un amigo " .
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The fire-engine had struck still farther to the north, into a region that they did not recognise; and as it ran by a line of high railings shadowed with trees, the six friends were startled, but somewhat relieved, to see the President leap from the fire-engine, though whether through another whim or the increasing protest of his entertainers they could not see. Before the three cabs, however, could reach up to the spot, he had gone up the high railings like a huge grey cat, tossed himself over, and vanished in a darkness of leaves.
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La bomba de incendios caminaba rumbo al norte, entrándose por una región desconocida. Al pasar a lo largo de una alta reja sombreada de árboles, con gran sorpresa y con algún alivio por parte de los seis aliados, se vio al Presidente saltar fuera del vehículo. Pero no pudieron comprender si esto obedecía a un nuevo arrebato caprichoso, o si al fin se daba por vencido. Pero no: antes de que los tres coches llegasen al sitio, ya el Presidente había saltado a la reja como un enorme gato gris. La escaló ágilmente, y desapareció entre los tupidos follajes.
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Syme with a furious gesture stopped his cab, jumped out, and sprang also to the escalade. When he had one leg over the fence and his friends were following, he turned a face on them which shone quite pale in the shadow.
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Syme mandó para su coche con un gesto de furia. Descendió. Trepó a su vez a la reja. Ya había pasado una pierna al otro lado, y los otros se disponían a seguirlo, cuando volvió hacia ellos el rostro pálida y descompuesto:
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“ What place can this be? ” he asked. “ Can it be the old devil′s house? I′ve heard he has a house in North London. ”
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— ¿Qué sitio es este? ¿Será la casa del maldito viejo? He oído decir que tenía una casa en el norte de Londres.
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“ All the better, ” said the Secretary grimly, planting a foot in a foothold, “ we shall find him at home. ”
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— Tanto mejor — dijo el amargo Secretario poniendo el pie en una barra — , lo cogeremos en su casa.
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“ No, but it isn′t that, ” said Syme, knitting his brows. “ I hear the most horrible noises, like devils laughing and sneezing and blowing their devilish noses! ”
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— No, no es eso — dijo Syme frunciendo el entrecejo — . Es que oigo un ruido horrible, como si se rieran todos los diablos y estornudaran y se sonaran las endiabladas narices.
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“ His dogs barking, of course, ” said the Secretary.
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— Serán sus perros que gruñen — dijo el Secretario.
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“ Why not say his black-beetles barking! ” said Syme furiously, “ snails barking! geraniums barking! Did you ever hear a dog bark like that? ”
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— ¿Y por qué no dice usted que son sus escarabajos que gruñen? — dijo Syme furioso — ¿O sus caracoles que gruñen? ¿O sus geranios que gruñen? ¿Ha oído usted alguna vez que los perros gruñan de este modo?
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He held up his hand, and there came out of the thicket a long growling roar that seemed to get under the skin and freeze the flesh — a low thrilling roar that made a throbbing in the air all about them.
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Levantó la mano para imponer silencio, y de la espesura salió un largo rugido que parecía meterse bajo la epidermis y congelar la carne: un rugido siniestro que producía una palpitación en el aire.
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“ The dogs of Sunday would be no ordinary dogs, ” said Gogol, and shuddered.
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— Los perros del Domingo no son perros ordinarios — dijo Gogol estremecido.
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Syme had jumped down on the other side, but he still stood listening impatiently.
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Syme ya había saltado adentro, pero aún escuchaba con inquietud .
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“ Well, listen to that, ” he said, “ is that a dog — anybody′s dog? ”
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— Oigan ustedes. ¿Puede ser esto un perro?
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There broke upon their ear a hoarse screaming as of things protesting and clamouring in sudden pain; and then, far off like an echo, what sounded like a long nasal trumpet.
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Cundió por el aire un grito de protesta, luego un doloroso clamor; y después, lejos como un eco, algo como una trompeta nasal.
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“ Well, his house ought to be hell! ” said the Secretary; “ and if it is hell, I′m going in! ” and he sprang over the tall railings almost with one swing.
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— Bien: esta casa parece ser un infierno — dijo el Secretario — . Aunque sea el mismo infierno yo he de entrar. Y saltó la alta reja casi de un impulso.
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The others followed. They broke through a tangle of plants and shrubs, and came out on an open path. Nothing was in sight, but Dr. Bull suddenly struck his hands together.
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Los otros le siguieron. Cayeron en una maraña de plantas y arbustos, y después salieron a un andador. No se veía nada extraordinario. De pronto el Dr. Bull gritó:
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“ Why, you asses, ” he cried, “ it′s the Zoo! ”
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— ¡Qué estupidos somos! ¡Si estamos en el Jardín Zoológico!
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As they were looking round wildly for any trace of their wild quarry, a keeper in uniform came running along the path with a man in plain clothes.
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En tanto que miraban a todas partes buscando un rastro de su presa, un guardia pasó corriendo por la avenida, acompañado de un paisano.
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“ Has it come this way? ” gasped the keeper.
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— ¿Ha pasado por aquí? — preguntó.
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“ Has what? ” asked Syme.
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— ¿Quién? — le dijo Syme.
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“ The elephant! ” cried the keeper. “ An elephant has gone mad and run away! ”
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— El elefante — contestó el guardia — . Un elefante que se ha puesto rabioso y ha escapado.
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“ He has run away with an old gentleman, ” said the other stranger breathlessly, “ a poor old gentleman with white hair! ”
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— Y ha escapado llevando en el lomo a un anciano — dijo el otro que apenas podía resollar — . ¡Un pobre señor de cabellos blancos!
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“ What sort of old gentleman? ” asked Syme, with great curiosity.
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— ¿Qué clase de anciano? — preguntó Syme intrigado.
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“ A very large and fat old gentleman in light grey clothes, ” said the keeper eagerly.
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— Un anciano muy corpulento y muy gordo, que llevaba un traje gris — explicó el guardia.
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“ Well, ” said Syme, “ if he′s that particular kind of old gentleman, if you′re quite sure that he′s a large and fat old gentleman in grey clothes, you may take my word for it that the elephant has not run away with him. He has run away with the elephant. The elephant is not made by God that could run away with him if he did not consent to the elopement. And, by thunder, there he is! ”
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— ¡Ah! — dijo Syme — . Si es ése, si está usted seguro de que es un anciano gordo y corpulento vestido de gris, puede usted creer que el elefante no ha escapado con él. Es él quien ha escapado con el elefante. Dios no ha hecho todavía un elefante que pueda arrastrar a ese hombre contra su voluntad... ¡Rayos y truenos! Helo allí.
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There was no doubt about it this time. Clean across the space of grass, about two hundred yards away, with a crowd screaming and scampering vainly at his heels, went a huge grey elephant at an awful stride, with his trunk thrown out as rigid as a ship′s bowsprit, and trumpeting like the trumpet of doom. On the back of the bellowing and plunging animal sat President Sunday with all the placidity of a sultan, but goading the animal to a furious speed with some sharp object in his hand.
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No cabía duda. En el prado, a unos doscientos pasos, seguido por una multitud que gritaba y gesticulaba, corría un enorme elefante gris con grandes zancadas, las trompa más rígida que el bauprés de un barco, y trompeteando como la trompeta del Juicio. Sobre los lomos del rugiente y presuroso animal, el Presidente Domingo iba sentado con toda placidez de un sultán, azuzando furiosamente a la bestia con algún objeto agudo que llevaba en la mano.
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“ Stop him! ” screamed the populace. “ He′ll be out of the gate! ”
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— ¡Detenedlo, que se sale del jardín! — gritaba la gente.
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“ Stop a landslide! ” said the keeper. “ He is out of the gate! ”
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— ¿Quién va a detener un derrumbamiento — contestó el guardia — . Es inútil: ¡ya está fuera del jardín!
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And even as he spoke, a final crash and roar of terror announced that the great grey elephant had broken out of the gates of the Zoological Gardens, and was careening down Albany Street like a new and swift sort of omnibus.
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Y, en efecto, un tremendo rechinido y un vasto alarido de terror anunciaron que el elefante gris acababa de romper la puerta del Jardín Zoológico. Y después se echó por la calle Albany como un ómnibus nunca visto.
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“ Great Lord! ” cried Bull, “ I never knew an elephant could go so fast. Well, it must be hansom-cabs again if we are to keep him in sight. ”
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— ¡Dios poderoso! — gritó Bull — . Nunca creí que un elefante corriera tanto, A los coches otra vez, sí queremos no perderlo de vista.
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As they raced along to the gate out of which the elephant had vanished, Syme felt a glaring panorama of the strange animals in the cages which they passed. Afterwards he thought it queer that he should have seen them so clearly. He remembered especially seeing pelicans, with their preposterous, pendant throats. He wondered why the pelican was the symbol of charity, except it was that it wanted a good deal of charity to admire a pelican. He remembered a hornbill, which was simply a huge yellow beak with a small bird tied on behind it. The whole gave him a sensation, the vividness of which he could not explain, that Nature was always making quite mysterious jokes. Sunday had told them that they would understand him when they had understood the stars. He wondered whether even the archangels understood the hornbill.
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Corrieron hacia el punto por donde se había escapado el elefante. Syme descubrió al paso todo un panorama de animales enjaulados. Más tarde se sorprendió de haberlos distinguido tan bien. Y recordaba, sobre todo, los pelícanos con su inmenso buche colgante, preguntándose por qué los pelícanos serían el símbolo de la caridad, a no ser por la caridad que se necesita para admirar a un pelícano. También recordaba un enorme cálao que parecía un gigantesco pico amarillo, pegado a un cuerpo insignificante de pájaro. El conjunto le impresionó vivamente, haciéndole pensar en la asiduidad con que la naturaleza se dedica a hacer caprichosos juegos. El Domingo les había dicho que descubrirían su secreto cuanto hubieran descubierto el secreto de todas las estrellas del cielo. Pero a Syme le parecía que el secreto del cálao, ni los arcángeles podían entenderlo.
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The six unhappy detectives flung themselves into cabs and followed the elephant sharing the terror which he spread through the long stretch of the streets. This time Sunday did not turn round, but offered them the solid stretch of his unconscious back, which maddened them, if possible, more than his previous mockeries. Just before they came to Baker Street, however, he was seen to throw something far up into the air, as a boy does a ball meaning to catch it again. But at their rate of racing it fell far behind, just by the cab containing Gogol; and in faint hope of a clue or for some impulse unexplainable, he stopped his cab so as to pick it up. It was addressed to himself, and was quite a bulky parcel. On examination, however, its bulk was found to consist of thirty-three pieces of paper of no value wrapped one round the other. When the last covering was torn away it reduced itself to a small slip of paper, on which was written: —
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Los seis desdichados policías distribuidos en los coches, se pusieron a seguir al elefante, compartiendo el terror que éste iba sembrando por las calles. Esta vez Domingo no volvió la cara, y ofreció a sus perseguidores la sólida extensión de sus espaldas, cosa más molesta aún que las burlas de antes. Al llegar a la calle Baker, sin embargo, se vio que arrojaba algo con ademán del chico que arroja la pelota al aire para volverla a atrapar. Pero dada la velocidad de la carrera, el objeto arrojado vino a caer junto al coche de Gogol. Y, con esperanza de hallar en él la solución del enigma, o por un impulso instintivo, Gogol hizo parar el coche para recogerlo. Era un paquete voluminoso dirigido a Gogol. Pero, examinado, resultó ser un amasijo de treinta y tres hojas de papel. Dentro de la última, que era ya una cinta diminuta, había esta inscripción:
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“ The word, I fancy, should be ‘pink′. ”
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" Creo que la palabra adecuada es: rosa " .
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The man once known as Gogol said nothing, but the movements of his hands and feet were like those of a man urging a horse to renewed efforts.
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El antes llamado Gogol no dijo nada, pero movió manos y pies como el jinete que arrea el caballo.
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Through street after street, through district after district, went the prodigy of the flying elephant, calling crowds to every window, and driving the traffic left and right. And still through all this insane publicity the three cabs toiled after it, until they came to be regarded as part of a procession, and perhaps the advertisement of a circus. They went at such a rate that distances were shortened beyond belief, and Syme saw the Albert Hall in Kensington when he thought that he was still in Paddington. The animal′s pace was even more fast and free through the empty, aristocratic streets of South Kensington, and he finally headed towards that part of the sky-line where the enormous Wheel of Earl′s Court stood up in the sky. The wheel grew larger and larger, till it filled heaven like the wheel of stars.
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Calle tras calle, barrio tras barrio, iba pasando el prodigioso elefante volador. La gente salía a las ventanas, el tráfico se desbandaba a uno y otro lado. Y como los tres coches iban a la zaga del elefante, al fin los tomaron por una procesión, tal vez por un anuncio de circo. Iban tan de prisa, que toda distancia se abreviaba considerablemente, y Syme vio aparecer el Albert Hall de Kensington cuando esperaba encontrarse todavía en Paddington. Por las calles algo solitarias y aristocráticas del sur de Kensington, el elefante pudo correr con más libertad, y finalmente se encaminó hacia aquella parte del horizonte donde se veía la enorme rueda de Earl′s Court. La rueda fue creciendo al aproximarse, hasta que llenó todo el cielo como si fuera la misma rueda de los astros.
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The beast outstripped the cabs. They lost him round several corners, and when they came to one of the gates of the Earl′s Court Exhibition they found themselves finally blocked. In front of them was an enormous crowd; in the midst of it was an enormous elephant, heaving and shuddering as such shapeless creatures do. But the President had disappeared.
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El elefante había dejado muy atrás a los coches. Ya éstos lo habían perdido de vista en muchas esquinas. Cuando llegaron a la puerta de la Exposición de Earl′s Court, se encontraron como bloqueados. Enorme multitud se agolpaba frente a ellos, en torno al enorme elefante que se estremecía y sacudía como suelen hacerlo. Pero el Presidente había desaparecido.
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“ Where has he gone to? ” asked Syme, slipping to the ground.
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— ¿Dónde se ha metido? — preguntó Syme bajando del coche.
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“ Gentleman rushed into the Exhibition, sir! ” said an official in a dazed manner. Then he added in an injured voice: “ Funny gentleman, sir. Asked me to hold his horse, and gave me this. ”
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— Entró corriendo a la Exposición, caballero — le dijo un guardia asombrado. Y después añadió como hombre muy ofendido — . ¡Qué señor más loco! Me dijo que le guardara el caballo y me dio esto.
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He held out with distaste a piece of folded paper, addressed: “ To the Secretary of the Central Anarchist Council. ”
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Y, con aire disgustado, le mostró un papel dirigido " Al Secretario del Consejo Central Anarquista " .
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The Secretary, raging, rent it open, and found written inside it: —
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El Secretario, furioso, lo abrió y leyó lo siguiente:
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“ When the herring runs a mile, Let the Secretary smile; When the herring tries to fly, Let the Secretary die.
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" Cuando el arenque corre una milla, bien está que el Secretario sonría. Cuando el arenque se lanza y vuela, bien está que el secretario muera.
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Rustic Proverb. ”
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Proverbio rústico " .
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“ Why the eternal crikey, ” began the Secretary, “ did you let the man in? Do people commonly come to you Exhibition riding on mad elephants? Do — ”
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—¿Por qué diablos ha dejado usted entrar a ese hombre — exclamó el Secretario — . ¿Acaso es frecuente venir aquí montado en un elefante rabioso? ¿Acaso?...
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“ Look! ” shouted Syme suddenly. “ Look over there! ”
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— ¡Atención! — gritó Syme — . Vean ustedes aquello.
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“ Look at what? ” asked the Secretary savagely.
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— ¿Qué cosa? — preguntó el Secretario.
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“ Look at the captive balloon! ” said Syme, and pointed in a frenzy.
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— ¡El globo cautivo! — dijo Syme señalándolo con un ademán frenético.
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“ Why the blazes should I look at a captive balloon?′ demanded the Secretary. “ What is there queer about a captive balloon? ”
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— ¿Qué me importa el globo cautivo? — preguntó el Secretario — . ¿Qué le pasa al globo cautivo?
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“ Nothing, ” said Syme, “ except that it isn′t captive!′
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— Nada, sino que no está cautivo.
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They all turned their eyes to where the balloon swung and swelled above the Exhibition on a string, like a child′s balloon. A second afterwards the string came in two just under the car, and the balloon, broken loose, floated away with the freedom of a soap bubble.
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Todos alzaron los ojos. El globo se balanceaba sobre ellos, prendido a su hilo como el globito de los niños. Un segundo después el hilo quedó cortado en dos, debajo de la canastilla, y, suelto ya, el globo ascendió como una pompa de jabón.
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“ Ten thousand devils! ” shrieked the Secretary. “ He′s got into it! ” and he shook his fists at the sky.
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— ¡Con diez mil demonios! — chirrió el Secretario — . ¡Escapó en el globo! — Y levantaba los puños al cielo.
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The balloon, borne by some chance wind, came right above them, and they could see the great white head of the President peering over the side and looking benevolently down on them.
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El globo, empujado por un viento propicio, vino a colocarse exactamente encima de los detectives, y éstos pudieron ver la cabezota blanca del Presidente, que se inclinaba en la canastilla y los contemplaba con un aire benévolo.
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“ God bless my soul! ” said the Professor with the elderly manner that he could never disconnect from his bleached beard and parchment face. “ God bless my soul! I seemed to fancy that something fell on the top of my hat! ”
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— Juraría yo — dijo el Profesor con aquel tono de decrepitud que no podía separar de sus barbas canosas y de su cara apergaminada — , juraría yo que algo me ha caído en el sombrero.
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He put up a trembling hand and took from that shelf a piece of twisted paper, which he opened absently only to find it inscribed with a true lover′s knot and, the words: —
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Y, con temblorosa mano, se decubrió y encontró en el sombrero un papelito muy bien doblado. Lo desdobló: había un lacito de enamorado, y estas palabras:
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“ Your beauty has not left me indifferent. — From LITTLE SNOWDROP. ”
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" Vuestra belleza no me ha dejado indiferente. — De parte de Copito de nieve " .
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There was a short silence, and then Syme said, biting his beard —
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Corto silencio. Syme, mordiéndose la barbilla, dice al fin:
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“ I′m not beaten yet. The blasted thing must come down somewhere. Let′s follow it! ”
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— Aún no estoy vencido. El condenado globo tiene que caer en alguna parte. ¡Sigámosle!
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CHAPTER XIV
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CAPÍTULO XIV
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THE SIX PHILOSOPHERS
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LOS SEIS FILÓSOFOS
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ACROSS green fields, and breaking through blooming hedges, toiled six draggled detectives, about five miles out of London. The optimist of the party had at first proposed that they should follow the balloon across South England in hansom-cabs. But he was ultimately convinced of the persistent refusal of the balloon to follow the roads, and the still more persistent refusal of the cabmen to follow the balloon. Consequently the tireless though exasperated travellers broke through black thickets and ploughed through ploughed fields till each was turned into a figure too outrageous to be mistaken for a tramp. Those green hills of Surrey saw the final collapse and tragedy of the admirable light grey suit in which Syme had set out from Saffron Park. His silk hat was broken over his nose by a swinging bough, his coat-tails were torn to the shoulder by arresting thorns, the clay of England was splashed up to his collar; but he still carried his yellow beard forward with a silent and furious determination, and his eyes were still fixed on that floating ball of gas, which in the full flush of sunset seemed coloured like a sunset cloud.
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Hollando los prados, maltratando los floridos setos, los seis miserables detectives rodaban, a unas cinco millas de Londres. El optimista de la partida proponía perseguir al globo en coche por el sur de Inglaterra. Pero al fin se convenció de que el globo se resistía a seguir los caminos, y que los coches se resistían todavía más a seguir al globo. En consecuencia, los incansables aunque desesperados viajeros se metieron por la espesura, pisaron los campos sembrados, y poco a poco se fueron quedando en tales trazas que se les pudiera tomar por vagabundos. Las verdes colinas de Surrey vieron la tragedia y final catástrofe de aquel admirable traje gris con que Syme había salido del Parque Saffron. Su sombrero de seda quedó desgarrado por el latigazo de una rama flexible. El paño de la levita, destrozado hasta los hombros por las espinas. La arcilla del lodo inglés manchó su cuello. Pero todavía seguía avanzando, erguida la barbilla rubia, con muda y furiosa determinación. Sus ojos seguían fijos en aquella flotante bola de gas que, al sol de la tarde, fulguraba como una nube crepuscular.
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“ After all, ” he said, “ it is very beautiful! ”
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— Después de todo — decía contemplando el globo — , ¡Qué hermoso es!
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“ It is singularly and strangely beautiful! ” said the Professor. “ I wish the beastly gas-bag would burst! ”
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— Sí, bueno está — dijo el Profesor — . ¡Así se incendiara!
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“ No, ” said Dr. Bull, “ I hope it won′t. It might hurt the old boy. ”
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— No lo deseo yo — dijo el Dr. Bull — . Piense usted en lo que le pasaría al pobre viejo.
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“ Hurt him! ” said the vindictive Professor, “ hurt him! Not as much as I′d hurt him if I could get up with him. Little Snowdrop! ”
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— ¡Lo que le pasaría! — dijo el Profesor — . ¡Lo que le pasaría! No seria tan grave lo que le pasaría si yo lo cogiera. Conque " Copito de nieve " ¿eh?
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“ I don′t want him hurt, somehow, ” said Dr. Bull.
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— A pesar de todo, yo no deseo que. se haga daño — dijo el Dr. Bull.
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“ What! ” cried the Secretary bitterly. “ Do you believe all that tale about his being our man in the dark room? Sunday would say he was anybody. ”
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— ¿Cómo? — gritó el iracundo Secretario — . ¿Usted se ha creído esa historia de que él es el hombre del cuarto oscuro? El Domingo es capaz de hacerse pasar por cualquiera cosa.
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“ I don′t know whether I believe it or not, ” said Dr. Bull. “ But it isn′t that that I mean. I can′t wish old Sunday′s balloon to burst because — ”
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— Ni lo creo ni dejo de creerlo — dijo el Dr. Bull — . No me refiero a eso. Yo no quiero que reviente el globo con el viejo porque...
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“ Well, ” said Syme impatiently, “ because? ”
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— ¿Por qué? — repitió Syme impaciente.
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“ Well, because he′s so jolly like a balloon himself, ” said Dr. Bull desperately. “ I don′t understand a word of all that idea of his being the same man who gave us all our blue cards. It seems to make everything nonsense. But I don′t care who knows it, I always had a sympathy for old Sunday himself, wicked as he was. Just as if he was a great bouncing baby. How can I explain what my queer sympathy was? It didn′t prevent my fighting him like hell! Shall I make it clear if I say that I liked him because he was so fat? ”
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— ¡Qué se yo! Tal vez porque él también parece un globo. Yo no entiendo una palabra de toda esa historia que trató de endilgarnos, ni sé si es él realmente quien un día nos proporcionó la dichosa tarjetita azul. Todo eso es absurdo. Pero, no tengo por qué ocultarlo: aunque el viejo Domingo sea un bribón, siempre me ha sido sumamente simpático. Me gusta como me gustaría un bebé gordinflón. ¿Cómo me explicaría yo? Es una simpatía compatible con mi deseo de combatirlo hasta la muerte. No sé si está claro: me gusta por lo gordo que es.
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“ You will not, ” said the Secretary.
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— No está claro — dijo el Secretario.
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“ I′ve got it now, ” cried Bull, “ it was because he was so fat and so light. Just like a balloon. We always think of fat people as heavy, but he could have danced against a sylph. I see now what I mean. Moderate strength is shown in violence, supreme strength is shown in levity. It was like the old speculations — what would happen if an elephant could leap up in the sky like a grasshopper? ”
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— Ya se por qué me gusta — reflexionó Bull — ; porque es gordo y ligero: lo mismo que un globo. Se imagina uno que la gente como él es pesada; pero lo cierto es que este hombre salta más que un silfo. Ahora he formulado bien mi sentimiento. Una energía limitada se traduce en violencia. La energía suprema se demuestra en la levedad. Estas cosas hacen pensar en las especulaciones de otra época. ¿Qué pasaría si un elefante pudiera saltar hasta el cielo como un saltamontes? "
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“ Our elephant, ” said Syme, looking upwards, “ has leapt into the sky like a grasshopper. ”
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— Nuestro elefante — dijo Syme mirando hacia arriba — sí que ha dado un salto de saltamontes.
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“ And somehow, ” concluded Bull, “ that′s why I can′t help liking old Sunday. No, it′s not an admiration of force, or any silly thing like that. There is a kind of gaiety in the thing, as if he were bursting with some good news. Haven′t you sometimes felt it on a spring day? You know Nature plays tricks, but somehow that day proves they are good-natured tricks. I never read the Bible myself, but that part they laugh at is literal truth, ‘Why leap ye, ye high hills?′ The hills do leap — at least, they try to. . . . Why do I like Sunday? . . . how can I tell you? . . . because he′s such a Bounder. ”
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— Pues por eso — concluyó Bull — , por eso en cierto modo me gusta el viejo Domingo. No es que me cause la estúpida admiración de la fuerza. Sino que tiene cierta alegría, como la del que trae siempre buenas noticias. ¿No han sentido ustedes eso un día de primavera? Siente uno que la naturaleza gasta bromas, pero que son bromas de buen género. Yo nunca he leído la Biblia, pero ese pasaje de que tanto se ríen es una verdad literal: " ¿Por qué no saltáis así, altas colinas? " Porque las colinas saltan: al menos, tratan de saltar... ¿Por qué me gusta el Domingo? ¿Cómo decirlo? Pues me gusta por saltarín, ¡ea!
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There was a long silence, and then the Secretary said in a curious, strained voice —
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Hubo un silencio, y después el Secretario dijo con voz atormentada:
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“ You do not know Sunday at all. Perhaps it is because you are better than I, and do not know hell. I was a fierce fellow, and a trifle morbid from the first. The man who sits in darkness, and who chose us all, chose me because I had all the crazy look of a conspirator — because my smile went crooked, and my eyes were gloomy, even when I smiled. But there must have been something in me that answered to the nerves in all these anarchic men. For when I first saw Sunday he expressed to me, not your airy vitality, but something both gross and sad in the Nature of Things. I found him smoking in a twilight room, a room with brown blind down, infinitely more depressing than the genial darkness in which our master lives. He sat there on a bench, a huge heap of a man, dark and out of shape. He listened to all my words without speaking or even stirring. I poured out my most passionate appeals, and asked my most eloquent questions. Then, after a long silence, the Thing began to shake, and I thought it was shaken by some secret malady. It shook like a loathsome and living jelly. It reminded me of everything I had ever read about the base bodies that are the origin of life — the deep sea lumps and protoplasm. It seemed like the final form of matter, the most shapeless and the most shameful. I could only tell myself, from its shudderings, that it was something at least that such a monster could be miserable. And then it broke upon me that the bestial mountain was shaking with a lonely laughter, and the laughter was at me. Do you ask me to forgive him that? It is no small thing to be laughed at by something at once lower and stronger than oneself. ”
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— No conoce usted al Domingo. Tal vez porque es usted mejor que yo y no conoce el infierno. Yo he sido, desde que nací, un hombre de humor sombrío y enfermizo. El hombre del cuarto oscuro que a todos nos escogió para estos trabajos, se fijó en mí porque tengo el aire de un conspirador, porque tengo una sonrisa epiléptica, por mis ojos trágicos, hasta en la alegría. Pero algo ha de haber en mí, además, que responde a la disposición nerviosa del anarquista. La primera vez que vi al Domingo, no me causó esta impresión de aérea vitalidad que usted dice, sino de ese algo grosero y triste que hay en la naturaleza íntima de las cosas. Estaba fumando en un cuarto lleno de penumbra, en un cuarto con las persianas corridas, mucho más deprimente que la genial oscuridad en que nuestro jefe se envolvía. Estaba sentado en un banco, inmenso bulto de hombre inmenso y monstruoso. Me oyó, sin interrumpirme, sin pestañear. Yo le dirigía palabras apasionadas, interrogaciones elocuentes. Tras largo silencio, el bulto comenzó a moverse, como trabajado por una enfermedad. Se movía como una masa gelatinosa, viva, repugnante. Me hacía recordar todas mis lecturas sobre los seres que están en la base de la vida: protoplasmas, babas marinas. Aquello parecía la forma última de la materia, la más deshecha y vergonzosa. No pude menos de pensar a guisa de consuelo, que aquel monstruo era desgraciado. Pero he aquí que aquella montaña bestial se estaba sacudiendo en una risa egoísta, y la causa de la risa era yo. ¿Creen ustedes que yo puedo perdonarle eso? Sentir que se ríe de nosotros algo al mismo tiempo inferior y más fuerte que uno, es espantoso.
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“ Surely you fellows are exaggerating wildly, ” cut in the clear voice of Inspector Ratcliffe. “ President Sunday is a terrible fellow for one′s intellect, but he is not such a Barnum′s freak physically as you make out. He received me in an ordinary office, in a grey check coat, in broad daylight. He talked to me in an ordinary way. But I′ll tell you what is a trifle creepy about Sunday. His room is neat, his clothes are neat, everything seems in order; but he′s absent-minded. Sometimes his great bright eyes go quite blind. For hours he forgets that you are there. Now absent-mindedness is just a bit too awful in a bad man. We think of a wicked man as vigilant. We can′t think of a wicked man who is honestly and sincerely dreamy, because we daren′t think of a wicked man alone with himself. An absentminded man means a good-natured man. It means a man who, if he happens to see you, will apologise. But how will you bear an absentminded man who, if he happens to see you, will kill you? That is what tries the nerves, abstraction combined with cruelty. Men have felt it sometimes when they went through wild forests, and felt that the animals there were at once innocent and pitiless. They might ignore or slay. How would you like to pass ten mortal hours in a parlour with an absent-minded tiger? ”
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— Son ustedes muy exagerados — cortó el Inspector Ratcliffe — . El Presidente Domingo es cosa excesiva para la inteligencia; pero físicamente no es ese monstruo de Barnum, que ustedes dicen. A mí me recibió en un despacho ordinario, con un traje gris ajedrezado, y a plena luz. Me habló de cosas triviales. Y lo único que me llamó la atención, fue esto: su cuarto es claro, su traje es claro, todo está en orden: pero él parecía estar en el otro mundo. A veces aquellos ojazos brillantes parecían ciegos. Pasa horas enteras sin acordarse de la presencia de uno. Tanta distracción, en un malvado, es horrible. Del malvado tenemos la idea contraria; nos lo imaginamos siempre alerta. Pero no pódenos imaginarnos a un malvado que se entrega honradamente a soñar, porque no podemos imaginarnos a un malvado tan a solas consigo mismo. Hombre distraído es hombre bien intencionado; hombre que, al darse cuenta de la presencia de usted, le pide mil perdones. Pero ¿qué decir de un distraído que, al percatarse de la presencia de usted, lo primero que se le ocurre es matarle? La abstracción combinada con la obstrucción crispa los nervios. El hombre que camina en mitad de un bosque solitario ha podido sentir esta emoción, y decirse que los animales son a la vez inocentes y despiadados. O ignoran, o matan. Pero ¿cómo va uno a resistir diez horas mortales en la compañía de un hombre distraído?
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“ And what do you think of Sunday, Gogol? ” asked Syme.
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— Y usted, Gogol — dijo Syme — ¿qué piensa del Domingo?
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“ I don′t think of Sunday on principle, ” said Gogol simply, “ any more than I stare at the sun at noonday. ”
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— Yo, en principio — dijo Gogol con sencillez — , nada pienso del Domingo, como nada pienso del sol de mediodía.
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“ Well, that is a point of view, ” said Syme thoughtfully. “ What do you say, Professor? ”
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— Sí — dijo Syme pensativo — , es un punto de vista. ¿Y usted, Profesor?
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The Professor was walking with bent head and trailing stick, and he did not answer at all.
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El Profesor caminaba con la barba hundida y arrastrando el bastón. No contestó.
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“ Wake up, Professor! ” said Syme genially. “ Tell us what you think of Sunday. ”
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— ¡Despierte usted, Profesor! — dijo Syme — . Díganos lo que piensa del Domingo.
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The Professor spoke at last very slowly.
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Y el Profesor comenzó a decir muy lentamente:
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“ I think something, ” he said, “ that I cannot say clearly. Or, rather, I think something that I cannot even think clearly. But it is something like this. My early life, as you know, was a bit too large and loose.
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— Pienso algo que no acierto a formular claramente. O más bien, tampoco lo pienso claramente. Algo como esto: la primera parte de mi vida, como usted sabe, fue muy incoherente y dispersa.
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Well, when I saw Sunday′s face I thought it was too large — everybody does, but I also thought it was too loose. The face was so big, that one couldn′t focus it or make it a face at all. The eye was so far away from the nose, that it wasn′t an eye. The mouth was so much by itself, that one had to think of it by itself. The whole thing is too hard to explain. ”
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Pues bien: cuando veo la cara del Domingo pienso, como todo el mundo, que es muy vasta y dispersa, y también que es muy incoherente, como mi juventud. Es tan enorme, que no hay manera de enfocarla y verla como una cara. Los ojos quedan tan lejos de las narices, que ya no son ojos. La boca tiene de por sí tanta importancia, que hay que pensar en ella como en una cosa automática. Me es muy difícil explicarme.
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He paused for a little, still trailing his stick, and then went on —
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Y tras una pausa, siempre arrastrando el bastón:
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“ But put it this way. Walking up a road at night, I have seen a lamp and a lighted window and a cloud make together a most complete and unmistakable face. If anyone in heaven has that face I shall know him again. Yet when I walked a little farther I found that there was no face, that the window was ten yards away, the lamp ten hundred yards, the cloud beyond the world. Well, Sunday′s face escaped me; it ran away to right and left, as such chance pictures run away. And so his face has made me, somehow, doubt whether there are any faces. I don′t know whether your face, Bull, is a face or a combination in perspective. Perhaps one black disc of your beastly glasses is quite close and another fifty miles away. Oh, the doubts of a materialist are not worth a dump. Sunday has taught me the last and the worst doubts, the doubts of a spiritualist. I am a Buddhist, I suppose; and Buddhism is not a creed, it is a doubt. My poor dear Bull, I do not believe that you really have a face. I have not faith enough to believe in matter. ”
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— Voy a ver si puedo explicarme. Una noche, por la calle, vi que un farol, una ventana y una nube formaban clarísimamente una cara. Pues bien: cuando veo la cara del Domingo, pienso que hay una cara que se parece a esa cara. Verán ustedes: caminé un poco más, y me encontré con que no había tal cara; que la ventana estaba a diez metros, el farol a ciento, la nube muy lejos de la tierra. Del mismo modo se me deshace la cara del Domingo, se me va para un lado y otro como esas mistificaciones de la vista. Su cara me ha hecho sospechar que no hay caras. Ya no sé, Bull, si lo de usted es una cara o un arreglo de perspectivas. Tal vez uno de los discos de esas abominables gafas que usted ha roto estaba aquí, y el otro estaba a cincuenta millas. ¡Ay, las dudas del materialista son cosas de risa! ¡El Domingo me ha enseñado, ay, las dudas del espiritualista! Yo creo ser budista. Y el budismo no es un credo, sino una duda. ¡Ay, querido Bull! ¡No estoy seguro de que tenga usted cara! ¡No tengo bastante fe para creer en la materia!
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Syme′s eyes were still fixed upon the errant orb, which, reddened in the evening light, looked like some rosier and more innocent world.
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Los ojos de Syme seguían fijos en el globo errante que, envejecido por la luz de la tarde, parecía un mundo más sonrosado e inocente que el nuestro.
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“ Have you noticed an odd thing, ” he said, “ about all your descriptions? Each man of you finds Sunday quite different, yet each man of you can only find one thing to compare him to — the universe itself. Bull finds him like the earth in spring, Gogol like the sun at noonday. The Secretary is reminded of the shapeless protoplasm, and the Inspector of the carelessness of virgin forests. The Professor says he is like a changing landscape. This is queer, but it is queerer still that I also have had my odd notion about the President, and I also find that I think of Sunday as I think of the whole world. ”
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— ¿Han notado ustedes que, en todas las descripciones que han hecho, hay un elemento singular de semejanza? Cada uno de ustedes ve el Domingo de un modo diferente, pero todos coinciden en que sólo pueden compararlo con el mismo universo. Bull lo compara con la tierra en primavera. Gogol con el sol a mediodía. Al Secretario le recuerda el informe protoplasma, y al Inspector el desamparo de las selvas vírgenes. El Profesor dice que es como un cambiante paisaje. Es raro todo esto; pero todavía es más raro que yo también tenga del Presidente una idea extravagante, y a mí también me parezca comparable con el mundo.
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“ Get on a little faster, Syme, ” said Bull; “ never mind the balloon. ”
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— Vamos más de prisa, Syme — dijo Bull — , no siga usted contemplando el globo.
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“ When I first saw Sunday, ” said Syme slowly, “ I only saw his back; and when I saw his back, I knew he was the worst man in the world. His neck and shoulders were brutal, like those of some apish god. His head had a stoop that was hardly human, like the stoop of an ox. In fact, I had at once the revolting fancy that this was not a man at all, but a beast dressed up in men′s clothes. ”
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— Cuando vi por primera vez al Domingo — continuó Syme — sólo le vi la espalda; y cuando le vi la espalda, comprendí que era el hombre más malo del mundo. Su cuello, sus hombros, eran brutales como los de un dios simiesco. Su cabeza tenía cierta inclinación, propia, más que de hombre, de buey. Y al instante se me ocurrió que aquello no era un hombre, sino una bestia vestida de hombre.
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“ Get on, ” said Dr. Bull.
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— De prisa — dijo el Dr. Bull.
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“ And then the queer thing happened. I had seen his back from the street, as he sat in the balcony. Then I entered the hotel, and coming round the other side of him, saw his face in the sunlight. His face frightened me, as it did everyone; but not because it was brutal, not because it was evil. On the contrary, it frightened me because it was so beautiful, because it was so good. ”
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— Y aquí viene lo más curioso — continuó Syme — . Yo había visto su espalda desde la calle, estando él sentado en el balcón. Entré al hotel, y cogiendo al Presidente por el otro lado, le vi la cara a plena luz. Su cara me asustó como asusta a todos. Pero no por brutal, no por perversa. Me asustó, al contrario, por su hermosura, por su bondad.
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“ Syme, ” exclaimed the Secretary, “ are you ill? ”
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— Pero Syme, ¿se ha vuelto usted loco? — exclamó el Secretario.
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“ It was like the face of some ancient archangel, judging justly after heroic wars. There was laughter in the eyes, and in the mouth honour and sorrow. There was the same white hair, the same great, grey-clad shoulders that I had seen from behind. But when I saw him from behind I was certain he was an animal, and when I saw him in front I knew he was a god. ”
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— Era como la cara de un antiguo arcángel que distribuyera la justicia después de un heroico combate. En sus ojos había risa; en su boca, honor y tristeza. Eran los mismos cabellos blancos, el mismo torso robusto que acababa yo de ver desde la calle enfundado en el traje gris. Pero si por detrás me pareció un animal, por delante me pareció un dios.
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“ Pan, ” said the Professor dreamily, “ was a god and an animal. ”
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— Pan — dijo el Profesor reflexivo — era un dios y era un animal.
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“ Then, and again and always, ” went on Syme like a man talking to himself, “ that has been for me the mystery of Sunday, and it is also the mystery of the world. When I see the horrible back, I am sure the noble face is but a mask. When I see the face but for an instant, I know the back is only a jest. Bad is so bad, that we cannot but think good an accident; good is so good, that we feel certain that evil could be explained. But the whole came to a kind of crest yesterday when I raced Sunday for the cab, and was just behind him all the way. ”
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— Desde entonces — continuó Syme como monologando — ése es también el misterio del mundo. Al ver las horribles espaldas me parece que la noble cara es una máscara. Al ver, aunque sea un instante, la cara, la espalda me parece una simple burla. El mal es tan malo, que, junto a él, el bien parece un mero accidente; el bien es tan bueno, que, junto a él, hasta el mal resulta explicable. Esta impresión llegó a una crisis suprema ayer, cuando corrí en pos del Domingo para tomar un coche y, al correr, le miraba siempre la espalda.
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“ Had you time for thinking then? ” asked Ratcliffe.
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— ¿Y tenía usted tiempo para pensar? — preguntó Ratcliffe.
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“ Time, ” replied Syme, “ for one outrageous thought. I was suddenly possessed with the idea that the blind, blank back of his head really was his face — an awful, eyeless face staring at me! And I fancied that the figure running in front of me was really a figure running backwards, and dancing as he ran. ”
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— A lo menos, para formular un horrible pensamiento. De pronto se me figuró que aquella cabeza vista de espaldas, ciega y sin fisonomía, era su verdadera cara: horrible cara que me contemplaba sin ojos. Y que aquella figura que huía de mí, era la de un hombre que corre de espaldas, danzando al correr.
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“ Horrible! ” said Dr. Bull, and shuddered.
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— ¡Horrible! — dijo el Dr. Bull estremecido.
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“ Horrible is not the word, ” said Syme. “ It was exactly the worst instant of my life. And yet ten minutes afterwards, when he put his head out of the cab and made a grimace like a gargoyle, I knew that he was only like a father playing hide-and-seek with his children. ”
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— Horrible, no es la palabra — dijo Syme — . Aquel fue el instante peor de mi vida. Pero diez minutos después, cuando sacó la cabeza del coche, gesticulando como una gárgola, comprendí que aquel hombre era un padre que juega al escondite con sus chicos.
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“ It is a long game, ” said the Secretary, and frowned at his broken boots.
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— Para juego ya dura mucho — observó el Secretario, contemplando con afligida cara sus botas destrozadas.
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“ Listen to me, ” cried Syme with extraordinary emphasis. “ Shall I tell you the secret of the whole world? It is that we have only known the back of the world. We see everything from behind, and it looks brutal. That is not a tree, but the back of a tree. That is not a cloud, but the back of a cloud. Cannot you see that everything is stooping and hiding a face? If we could only get round in front — ”
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— Óiganme ustedes — exclamó Syme con énfasis desusado — . ¿Quieren ustedes que les diga el secreto del mundo? Pues el secreto está en que sólo vemos las espaldas del mundo. Sólo lo vemos por detrás, por eso parece brutal. Eso no es un árbol, sino las espaldas de un árbol; aquello no es una nube, sino las espaldas de una nube. ¿No ven ustedes que todo está como volviéndose a otra parte y escondiendo la cara? ¡Si pudiéramos salirle al mundo por enfrente!...
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“ Look! ” cried out Bull clamorously, “ the balloon is coming down! ”
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— ¡Vean ustedes! — gritó Bull a voz en cuello — . ¡El globo comienza a descender!
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There was no need to cry out to Syme, who had never taken his eyes off it. He saw the great luminous globe suddenly stagger in the sky, right itself, and then sink slowly behind the trees like a setting sun.
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No había por qué decírselo a Syme, que no apartaba los ojos del globo. Lo vio, grande y luminoso, detenerse de pronto en el cielo, después bajar poco a poco detrás de los árboles como un sol poniente.
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The man called Gogol, who had hardly spoken through all their weary travels, suddenly threw up his hands like a lost spirit.
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El llamado Gogol, que apenas había abierto la boca durante la fatigosa caminata, alzó de pronto las manos como un alma en pena, gritando:
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“ He is dead! ” he cried. “ And now I know he was my friend — my friend in the dark! ”
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— ¡Ha muerto! ¡Y ahora comprendo que era mi amigo, mi amigo en las tinieblas!
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“ Dead! ” snorted the Secretary. “ You will not find him dead easily. If he has been tipped out of the car, we shall find him rolling as a colt rolls in a field, kicking his legs for fun. ”
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— ¿Muerto? — bufó el Secretario — . No es fácil que muera. Si ha caído de la canastilla, probable es que lo encontremos revolcándose en el campo como un potro y pataleando para mayor regocijo.
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“ Clashing his hoofs, ” said the Professor. “ The colts do, and so did Pan. ”
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— Y haciendo sonar sus pezuñas — dijo el Profesor — como los potros y como Pan.
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“ Pan again! ” said Dr. Bull irritably. “ You seem to think Pan is everything. ”
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— ¡Otra vez Pan! — dijo el Dr. Bull irritado — . Usted ve a Pan en todas partes.
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“ So he is, ” said the Professor, “ in Greek. He means everything. ”
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— Claro está — dijo el Profesor — . " Pan " , en griego significa " todo " .
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“ Don′t forget, ” said the Secretary, looking down, “ that he also means Panic. ”
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— Y no olvidarse — añadió el Secretario bajando los ojos — que también significa " pánico " .
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Syme had stood without hearing any of the exclamations.
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Syme, que no había prestado atención a estas últimas palabras, dijo simplemente:
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“ It fell over there, ” he said shortly. “ Let us follow it! ”
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— Ha caído allí, sigámosle.
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Then he added with an indescribable gesture —
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Y después añadió con desesperación — .
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“ Oh, if he has cheated us all by getting killed! It would be like one of his larks. ”
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¡Oh, si nos hubiera burlado definitivamente moriéndose! Sería la peor de sus bromas.
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He strode off towards the distant trees with a new energy, his rags and ribbons fluttering in the wind. The others followed him in a more footsore and dubious manner. And almost at the same moment all six men realised that they were not alone in the little field.
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Y echó a correr hacia los árboles lejanos con renovada energía, flotando al viento los girones del traje. Los otros le siguieron, aunque no tan resueltos. Y casi al mismo instante, los seis se dieron cuenta de que no estaban solos.
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Across the square of turf a tall man was advancing towards them, leaning on a strange long staff like a sceptre. He was clad in a fine but old-fashioned suit with knee-breeches; its colour was that shade between blue, violet and grey which can be seen in certain shadows of the woodland. His hair was whitish grey, and at the first glance, taken along with his knee-breeches, looked as if it was powdered. His advance was very quiet; but for the silver frost upon his head, he might have been one to the shadows of the wood.
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Por entre el césped se adelantaba hacia ellos un hombre alto, apoyado en un bastón largo como un cetro. Estaba vestido con elegancia, pero a la vieja moda, con calzón corto El color del traje era un matiz entre el azul, el violeta y el gris, como el de las sombras del bosque. Sus cabellos eran de un gris blanquecino, y a primera vista, y sobre todo al ver su calzón corto, se diría que los traía empolvados. Se adelantaba tranquilamente. A no ser por la nieve argentada de su cabeza, se le hubiera tomado por una sombra del bosque.
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“ Gentlemen, ” he said, “ my master has a carriage waiting for you in the road just by. ”
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— Caballeros — dijo — . Un coche de mi amo espera a ustedes en el camino.
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“ Who is your master? ” asked Syme, standing quite still.
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— ¿Quién es su amo? — preguntó Syme, petrificado.
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“ I was told you knew his name, ” said the man respectfully.
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— Me habían dicho que los señores ya sabían su nombre — contestó el otro respetuosamente.
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There was a silence, and then the Secretary said —
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Tras un momento de silencio, el Secretario dijo:
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“ Where is this carriage? ”
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— ¿Dónde está el coche?
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“ It has been waiting only a few moments, ” said the stranger. “ My master has only just come home. ”
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— Está en el camino desde hace un instante. Mi amo acaba de llegar a casa.
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Syme looked left and right upon the patch of green field in which he found himself. The hedges were ordinary hedges, the trees seemed ordinary trees; yet he felt like a man entrapped in fairyland.
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Syme miró a uno y otro lado la verde extensión en que se encontraba. Aquellos setos, aquellos árboles parecían objetos ordinarios. Con todo, se sentía metido en una tierra maravillosa.
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He looked the mysterious ambassador up and down, but he could discover nothing except that the man′s coat was the exact colour of the purple shadows, and that the man′s face was the exact colour of the red and brown and golden sky.
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Contempló de arriba abajo al misterioso embajador. Nada tenía de extraño, salvo el color de su traje, que era el de las sombras violáceas, y el de su cara, que era el del cielo rojo, oscuro y dorado.
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“ Show us the place, ” Syme said briefly, and without a word the man in the violet coat turned his back and walked towards a gap in the hedge, which let in suddenly the light of a white road.
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— Muéstrenos el camino — dijo con sencillez. Y el hombre del vestido violeta, sin decir una palabra, se dirigió a un lugar donde, por una brecha del follaje, se veía brillar el camino blanco.
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As the six wanderers broke out upon this thoroughfare, they saw the white road blocked by what looked like a long row of carriages, such a row of carriages as might close the approach to some house in Park Lane. Along the side of these carriages stood a rank of splendid servants, all dressed in the grey-blue uniform, and all having a certain quality of stateliness and freedom which would not commonly belong to the servants of a gentleman, but rather to the officials and ambassadors of a great king. There were no less than six carriages waiting, one for each of the tattered and miserable band. All the attendants (as if in court-dress) wore swords, and as each man crawled into his carriage they drew them, and saluted with a sudden blaze of steel.
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Cuando los seis viajeros llegaron, vieron en el camino una larga fila de carruajes, como los que se ven frente a las casas de Park Lane. En fila, también junto a los carruajes, estaban los lacayos espléndidamente vestidos con uniforme azul-gris, y cierto aire solemne y fiero que, más que de lacayos, es propio de oficiales y embajadores de un gran rey. Había seis carruajes. Uno para cada uno de los tristes y desgarrados viajeros. Los criados, como en traje de corte, llevaban espada al cinto. Cuando cada uno entró en su coche, los criados desenvainaron la espada y saludaron, lanzando un relámpago de acero.
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“ What can it all mean? ” asked Bull of Syme as they separated. “ Is this another joke of Sunday′s? ”
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— ¿Qué quiere decir esto? — le había preguntado Bull a Syme al tiempo de separarse — . ¿Otra guasa del Domingo?
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“ I don′t know, ” said Syme as he sank wearily back in the cushions of his carriage; “ but if it is, it′s one of the jokes you talk about. It′s a good-natured one. ”
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— No lo sé — había contestado Syme, dejándose caer fatigado sobre los almohadones del asiento — . Pero si es una guasa, tenía usted razón: es una guasa de hombre bueno.
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The six adventurers had passed through many adventures, but not one had carried them so utterly off their feet as this last adventure of comfort. They had all become inured to things going roughly; but things suddenly going smoothly swamped them. They could not even feebly imagine what the carriages were; it was enough for them to know that they were carriages, and carriages with cushions. They could not conceive who the old man was who had led them; but it was quite enough that he had certainly led them to the carriages.
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Muchas aventuras habían sufrido nuestros seis aventureros, pero ninguna les había asombrado tanto como esta aventura confortable. Se habían habituado a las cosas ásperas, y esta súbita suavidad les desconcertaba. No tenían la menor idea de lo que podían ser aquellos carruajes. Les bastaba saber que eran carruajes y que tenían almohadones. Tampoco imaginaban quién podía ser el que los había conducido hasta los carruajes; les bastaba saber que aquel hombre extraño los había conducido hasta los carruajes.
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Syme drove through a drifting darkness of trees in utter abandonment. It was typical of him that while he had carried his bearded chin forward fiercely so long as anything could be done, when the whole business was taken out of his hands he fell back on the cushions in a frank collapse.
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Syme se sentía arrastrar con el mayor abandono por entre las sombras de los árboles. Le pasaba algo muy característico de su temperamento: mientras él había sido el guía, su barbilla se erguía fieramente: ahora que el asunto pasaba a otras manos, Syme se dejaba caer con desmayo sobre los cojines.
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Very gradually and very vaguely he realised into what rich roads the carriage was carrying him. He saw that they passed the stone gates of what might have been a park, that they began gradually to climb a hill which, while wooded on both sides, was somewhat more orderly than a forest. Then there began to grow upon him, as upon a man slowly waking from a healthy sleep, a pleasure in everything. He felt that the hedges were what hedges should be, living walls; that a hedge is like a human army, disciplined, but all the more alive. He saw high elms behind the hedges, and vaguely thought how happy boys would be climbing there. Then his carriage took a turn of the path, and he saw suddenly and quietly, like a long, low, sunset cloud, a long, low house, mellow in the mild light of sunset. All the six friends compared notes afterwards and quarrelled; but they all agreed that in some unaccountable way the place reminded them of their boyhood. It was either this elm-top or that crooked path, it was either this scrap of orchard or that shape of a window; but each man of them declared that he could remember this place before he could remember his mother.
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Poco a poco se dio cuenta de la hermosura del camino. Vio que pasaban la reja de lo que parecía ser un parque, y que subían una colinilla, que, aunque poblada de árboles a ambos lados, parecía más regular que un bosque. Y poco a poco le fue invadiendo, como al que despierta de un sueño saludable, una sensación de placer general. Sintió que los setos eran los que deben ser: muros vivientes. Que un seto vivo es como un ejército humano, disciplinado, pero todavía más vital. Tras los setos sobresalieron unos álamos, y pensó en la dicha de los niños a quienes fuera dable columpiarse en sus ramas. Después volvieron un recodo del camino, y Syme vio de pronto, a modo de una nube crepuscular, baja y alargada, una casa larga y baja, suave bajo la suave luz del poniente. Los seis amigos, al comparar más tarde sus impresiones, discutieron mucho, pero todos convinieron en que aquella casa les había hecho recordar su infancia. Ya era la copa de aquel olmo, ya aquel sendero en zig-zag, ya aquel rincón del huerto, o el contorno de la ventana; pero ello es que todos recordaban aquel lugar mejor que los rasgos de su madre.
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When the carriages eventually rolled up to a large, low, cavernous gateway, another man in the same uniform, but wearing a silver star on the grey breast of his coat, came out to meet them. This impressive person said to the bewildered Syme —
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Los coches se acercaron a una puerta amplia, baja, abovedada. Otro hombre con uniforme, que llevaba una estrella de plata en el pecho, sobre el traje gris, vino a su encuentro. Este imponente personaje dijo al asombrado Syme:
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“ Refreshments are provided for you in your room. ”
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— En su cuarto le esperan al señor los refrescos.
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Syme, under the influence of the same mesmeric sleep of amazement, went up the large oaken stairs after the respectful attendant. He entered a splendid suite of apartments that seemed to be designed specially for him. He walked up to a long mirror with the ordinary instinct of his class, to pull his tie straight or to smooth his hair; and there he saw the frightful figure that he was — blood running down his face from where the bough had struck him, his hair standing out like yellow rags of rank grass, his clothes torn into long, wavering tatters. At once the whole enigma sprang up, simply as the question of how he had got there, and how he was to get out again. Exactly at the same moment a man in blue, who had been appointed as his valet, said very solemnly —
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Syme, siempre bajo la influencia de aquella modorra o sueño magnético, se dejó guiar por el criado y subió una ancha escalera de encino. Recorrió después una espléndida galería de cuartos que parecían destinados a él. Se acercó a un espejo de cuerpo entero, con el instinto habitual de los hombres de su clase, para componerse el nudo de la corbata o alisar sus cabellos. Y vio aparecer en el espejo una horrible imagen: las ramas le habían rasguñado la cara, que estaba rayada de sangre; sus cabellos estaban hirsutos como manojos de yerba espesa y amarilla; su traje estaba convertido en harapos. Y al verse así, rebrotó en su espíritu una interrogación: ¿Cómo había venido a dar allí? ¿Cómo iba a salir de allí? En aquel momento, un criado vestido de azul — su camarero — , se acercó a decirle:
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“ I have put out your clothes, sir. ”
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— La ropa del señor está preparada.
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“ Clothes! ” said Syme sardonically. “ I have no clothes except these, ” and he lifted two long strips of his frock-coat in fascinating festoons, and made a movement as if to twirl like a ballet girl.
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— ¿Mi ropa? — preguntó Syme irónicamente — . No tengo más ropa que la que traigo encima. Y cogiendo dos tiras de la desgarrada levita que parecían dos cintajos fantásticos, hizo el ademán de la bailarina.
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“ My master asks me to say, ” said the attendant, that there is a fancy dress ball tonight, and that he desires you to put on the costume that I have laid out. Meanwhile, sir, there is a bottle of Burgundy and some cold pheasant, which he hopes you will not refuse, as it is some hours before supper. ”
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— Mi amo me ha encargado que anuncie al señor — dijo el camarero — que esta noche hay un baile de fantasía, y que él desearía que usted aceptara el traje que acabo de sacar. Entre tanto, aquí hay una botella de Borgoña y un poco de faisán frío. Mi amo espera que el señor tenga la bondad de aceptarlos, porque aún faltan algunas horas para la cena.
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“ Cold pheasant is a good thing, ” said Syme reflectively, “ and Burgundy is a spanking good thing. But really I do not want either of them so much as I want to know what the devil all this means, and what sort of costume you have got laid out for me. Where is it? ”
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— Buena cosa es el faisán — dijo Syme reflexivo — y el Borgoña, cosa extraordinariamente buena. Pero la verdad es que no tengo tanto deseo de probarlos como de saber qué diablos significa todo esto, y qué traje es ése que usted prepara. ¿Dónde está?
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The servant lifted off a kind of ottoman a long peacock-blue drapery, rather of the nature of a domino, on the front of which was emblazoned a large golden sun, and which was splashed here and there with flaming stars and crescents.
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El criado le mostró entonces, sobre una especie de otomana, una larga tela azul que parecía un dominó. En la parte delantera se veía brillar un gran sol de oro y, aquí y allá, unas estrellas relucientes.
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“ You′re to be dressed as Thursday, sir, ” said the valet somewhat affably.
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— El señor se vestirá de Jueves — dijo el camarero con afabilidad.
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“ Dressed as Thursday! ” said Syme in meditation. “ It doesn′t sound a warm costume. ”
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— ¡Vestirme de Jueves! — dijo Syme meditabundo — . No creo que sea un traje muy caliente.
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“ Oh, yes, sir, ” said the other eagerly, “ the Thursday costume is quite warm, sir. It fastens up to the chin. ”
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— ¡Oh, sí señor! — dijo el otro con convicción — . El traje de Jueves es muy caliente. Sube hasta la barba.
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“ Well, I don′t understand anything, ” said Syme, sighing. “ I have been used so long to uncomfortable adventures that comfortable adventures knock me out. Still, I may be allowed to ask why I should be particularly like Thursday in a green frock spotted all over with the sun and moon. Those orbs, I think, shine on other days. I once saw the moon on Tuesday, I remember. ”
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— Bueno, yo no entiendo una palabra — dijo Syme suspirando — . Estoy tan acostumbrado a las aventuras incómodas, que las aventuras agradables me confunden. Pero permítame que le pregunte por qué envuelto en una tela azul y verde con soles y lunas voy a estar vestido particularmente de Jueves y no de cualquier otra cosa. Supongo yo que el sol y la luna no sólo salen el jueves. Yo me acuerdo de haber visto la luna en martes.
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“ Beg pardon, sir, ” said the valet, “ Bible also provided for you, ” and with a respectful and rigid finger he pointed out a passage in the first chapter of Genesis. Syme read it wondering. It was that in which the fourth day of the week is associated with the creation of the sun and moon. Here, however, they reckoned from a Christian Sunday.
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— Dispénseme el señor — dijo el camarero — La Biblia satisfará al señor. Y, con dedo rígido y respetuoso, le señaló el primer capítulo del Génesis. Syme le leyó sorprendido. Era el capítulo en que se explica que el sol y la luna fueron creados el cuarto día de la creación. Respiró: en esta misteriosa casa, fuese lo que fuese, al menos, contaban la semana a partir de un " Domingo " cristiano.
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“ This is getting wilder and wilder, ” said Syme, as he sat down in a chair. “ Who are these people who provide cold pheasant and Burgundy, and green clothes and Bibles? Do they provide everything? ”
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— Esto se pone cada vez más divertido — dijo Syme sentándose en una silla — . ¿Qué gente es esta que le obsequia a uno un faisán frío y Borgoña, trajes tornasolados y ejemplares de la Biblia? ¿Le darán a uno aquí todo lo que pida?
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“ Yes, sir, everything, ” said the attendant gravely. “ Shall I help you on with your costume? ”
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— Sí señor, todo — dijo gravemente el camarero — . ¿Le ayudo al señor a vestirse?
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“ Oh, hitch the bally thing on! ” said Syme impatiently.
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— ¡Pse! Sí: écheme eso encima — dijo Syme impaciente.
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But though he affected to despise the mummery, he felt a curious freedom and naturalness in his movements as the blue and gold garment fell about him; and when he found that he had to wear a sword, it stirred a boyish dream. As he passed out of the room he flung the folds across his shoulder with a gesture, his sword stood out at an angle, and he had all the swagger of a troubadour. For these disguises did not disguise, but reveal.
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Pero, aunque fingía el mayor desdén por la mascarada, sentía a medida que se iba metiendo en el traje azul y oro, una libertad, una naturalidad mayores en sus movimientos. Y cuando vio que el traje implicaba también una espada, sintió renacer el eterno sueño infantil: ¡llevar una espada al cinto! Al salir del cuarto, se echó el embozo sobre el hombro. La espada sobresalía formando un ángulo. Syme tenía toda la arrogancia del trovador. Y es que aquel disfraz no lo disfrazaba: lo revelaba.
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CHAPTER XV
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CAPITULO XV
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THE ACCUSER
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EL ACUSADOR
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AS Syme strode along the corridor he saw the Secretary standing at the top of a great flight of stairs. The man had never looked so noble. He was draped in a long robe of starless black, down the centre of which fell a band or broad stripe of pure white, like a single shaft of light. The whole looked like some very severe ecclesiastical vestment. There was no need for Syme to search his memory or the Bible in order to remember that the first day of creation marked the mere creation of light out of darkness. The vestment itself would alone have suggested the symbol; and Syme felt also how perfectly this pattern of pure white and black expressed the soul of the pale and austere Secretary, with his inhuman veracity and his cold frenzy, which made him so easily make war on the anarchists, and yet so easily pass for one of them. Syme was scarcely surprised to notice that, amid all the ease and hospitality of their new surroundings, this man′s eyes were still stern. No smell of ale or orchards could make the Secretary cease to ask a reasonable question.
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Al pasar por el corredor, Syme vio al Secretario en lo alto de una gran escalera. Nunca lo había encontrado tan noble. Estaba vestido de noche negra y sin estrellas, y por el centro caía una banda o ancha zona de un blanco purísimo, como un solo rayo de luz. El conjunto tenía aire de traje eclesiástico muy severo. Syme no tuvo que esforzarse para recordar que, en la Biblia, el primer día de la creación la luz fue extraída de la sombra. El traje bastaba para sugerir el símbolo; y Syme sintió también que aquel contraste de negro y blanco expresaban el alma pálida y austera del Secretario, llena de cruel veracidad y extraño frenesí, cosas ambas que le permitían tan fácilmente combatir a los anarquistas como confundirse con ellos. No le llamó la atención a Syme que, en medio de aquella hospitalidad y confort, los ojos del Secretario conservaran su severidad. Ni el olor de la cerveza ni el perfume de los jardines podían impedir que el Secretario propusiera al mundo sus interrogaciones razonables.
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If Syme had been able to see himself, he would have realised that he, too, seemed to be for the first time himself and no one else. For if the Secretary stood for that philosopher who loves the original and formless light, Syme was a type of the poet who seeks always to make the light in special shapes, to split it up into sun and star. The philosopher may sometimes love the infinite; the poet always loves the finite. For him the great moment is not the creation of light, but the creation of the sun and moon.
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Si Syme hubiera podido verse a sí mismo, hubiera apreciado hasta qué punto él también parecía existir por primera vez plenamente. Si el Secretario era el filósofo de la luz uniforme, de la luz primera, Syme era el poeta que busca la luz modelada en formas, en sol y en estrellas. El filósofo ama, a veces, lo infinito; el poeta ama siempre lo finito. Para éste el gran día del universo no lo es tanto el de la creación de la luz, como el de la creación del sol y la luna.
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As they descended the broad stairs together they overtook Ratcliffe, who was clad in spring green like a huntsman, and the pattern upon whose garment was a green tangle of trees. For he stood for that third day on which the earth and green things were made, and his square, sensible face, with its not unfriendly cynicism, seemed appropriate enough to it.
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Bajaron juntos la escalera. Se encontraron con Ratcliffe, vestido de verde primaveral, como cazador: sus armas consistían en un grupo de árboles enlazados. Era el tercer día: el de la creación de la tierra y las cosas verdes. Su cara franca y sensible, con su expresión de amable cinismo, casaba muy bien con el traje.
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They were led out of another broad and low gateway into a very large old English garden, full of torches and bonfires, by the broken light of which a vast carnival of people were dancing in motley dress. Syme seemed to see every shape in Nature imitated in some crazy costume. There was a man dressed as a windmill with enormous sails, a man dressed as an elephant, a man dressed as a balloon; the two last, together, seemed to keep the thread of their farcical adventures. Syme even saw, with a queer thrill, one dancer dressed like an enormous hornbill, with a beak twice as big as himself — the queer bird which had fixed itself on his fancy like a living question while he was rushing down the long road at the Zoological Gardens. There were a thousand other such objects, however. There was a dancing lamp-post, a dancing apple tree, a dancing ship. One would have thought that the untamable tune of some mad musician had set all the common objects of field and street dancing an eternal jig. And long afterwards, when Syme was middle-aged and at rest, he could never see one of those particular objects — a lamppost, or an apple tree, or a windmill — without thinking that it was a strayed reveller from that revel of masquerade.
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Pasando por una puerta baja y ancha, los condujeron a un vasto y antiguo jardín inglés lleno de antorchas y fogatas. A su trémula luz, vestida con trajes abigarrados, bailaba la turba carnavalesca. Syme descubrió en los trajes de fantasía una imitación de todas las formas de la naturaleza. Había un hombre vestido de elefante, otro vestido de globo. Estos dos últimos, juntos, parecían continuar el hilo de las aventuras anteriores. También vio Syme con horror a un danzante disfrazado de enorme cálao, con un pico dos veces mayor que su cuerpo: el pájaro cuyo recuerdo le acosaba como una interrogación desde el episodio del jardín zoológico. Había mil objetos más: un farol danzante, un árbol danzante, un barco danzante. Se dijera que la música irresistible de algún músico loco obligaba a danzar a todos los objetos del campo y de la calle en una perenne zarabanda. Años más tarde, cuando Syme llegó a la edad madura, no podía ver faroles, árboles o molinos de viento, sin pensar que eran unos trasnochadores que volvían de la mascarada.
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On one side of this lawn, alive with dancers, was a sort of green bank, like the terrace in such old-fashioned gardens.
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Junto al prado donde se desarrollaba la danza, había una extensión verde, una de esas terrazas que se ven en los antiguos jardines.
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Along this, in a kind of crescent, stood seven great chairs, the thrones of the seven days. Gogol and Dr. Bull were already in their seats; the Professor was just mounting to his. Gogol, or Tuesday, had his simplicity well symbolised by a dress designed upon the division of the waters, a dress that separated upon his forehead and fell to his feet, grey and silver, like a sheet of rain. The Professor, whose day was that on which the birds and fishes — the ruder forms of life — were created, had a dress of dim purple, over which sprawled goggle-eyed fishes and outrageous tropical birds, the union in him of unfathomable fancy and of doubt. Dr. Bull, the last day of Creation, wore a coat covered with heraldic animals in red and gold, and on his crest a man rampant. He lay back in his chair with a broad smile, the picture of an optimist in his element.
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Allí, en forma de creciente luna, había siete sillones: los tronos de los siete días. Ya Gogol y el Dr. Bull estaban en su sitio. El Profesor se acercaba. Gogol, el Martes, llevaba un traje simbólico en su sencillez, que representaba la división de las aguas; un traje que se abría en la frente y caía hasta sus pies, argentado y gris como una caída de agua. El Profesor, a quien tocaba el día en que fueron creados pájaros y peces, formas las más elementales de la vida, llevaba un traje púrpura oscuro, sobre el cual se veían los pescados de ojos saltones y los caprichosos pájaros tropicales, mezcla de insondable fantasía y de duda. El Dr. Bull, último día de la creación, estaba cubierto de animales heráldicos en rojo y oro, y en lo alto de su cabeza, como cresta, aparecía un hombre rampante. Se dejó caer en su sillón con una sonrisa sin mancha; imagen del optimismo que era su elemento.
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One by one the wanderers ascended the bank and sat in their strange seats. As each of them sat down a roar of enthusiasm rose from the carnival, such as that with which crowds receive kings. Cups were clashed and torches shaken, and feathered hats flung in the air. The men for whom these thrones were reserved were men crowned with some extraordinary laurels. But the central chair was empty.
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Uno por uno los peregrinos subieron a la verde terraza y ocuparon sus tronos. A cada uno que se sentaba, la carnavalesca multitud lanzaba un clamor como el del pueblo, que saluda a su rey. Chocaban las copas, agitaban las antorchas, lanzaban al aire los sombreros emplumados. Los hombres, a quienes aquellos tronos estaban destinados, llevaban una corona de laurel. Pero el sillón central estaba vacío.
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Syme was on the left hand of it and the Secretary on the right. The Secretary looked across the empty throne at Syme, and said, compressing his lips —
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Syme quedaba a la izquierda del sillón central, el Secretario a la derecha. Éste, dirigiéndose a Syme, dijo con apretados labios:
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“ We do not know yet that he is not dead in a field. ”
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— Aún no averiguamos si habrá quedado muerto en el campo.
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Almost as Syme heard the words, he saw on the sea of human faces in front of him a frightful and beautiful alteration, as if heaven had opened behind his head. But Sunday had only passed silently along the front like a shadow, and had sat in the central seat. He was draped plainly, in a pure and terrible white, and his hair was like a silver flame on his forehead.
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Acababa de oír Syme estas palabras, cuando vio en las caras de los hombres que lo rodeaban una alteración sublime y temerosa a la vez, como si el cielo se abriera sobre su cabeza. El Domingo había pasado silencioso como una sombra y se había sentado en el trono central. Llevaba un traje sencillo, de terrible y absoluta blancura, y sobre su frente, los cabellos eran una llamarada de plata.
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For a long time — it seemed for hours — that huge masquerade of mankind swayed and stamped in front of them to marching and exultant music. Every couple dancing seemed a separate romance; it might be a fairy dancing with a pillar-box, or a peasant girl dancing with the moon; but in each case it was, somehow, as absurd as Alice in Wonderland, yet as grave and kind as a love story. At last, however, the thick crowd began to thin itself. Couples strolled away into the garden-walks, or began to drift towards that end of the building where stood smoking, in huge pots like fish-kettles, some hot and scented mixtures of old ale or wine. Above all these, upon a sort of black framework on the roof of the house, roared in its iron basket a gigantic bonfire, which lit up the land for miles. It flung the homely effect of firelight over the face of vast forests of grey or brown, and it seemed to fill with warmth even the emptiness of upper night. Yet this also, after a time, was allowed to grow fainter; the dim groups gathered more and more round the great cauldrons, or passed, laughing and clattering, into the inner passages of that ancient house. Soon there were only some ten loiterers in the garden; soon only four. Finally the last stray merry-maker ran into the house whooping to his companions. The fire faded, and the slow, strong stars came out. And the seven strange men were left alone, like seven stone statues on their chairs of stone. Not one of them had spoken a word.
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Por mucho tiempo, tal vez durante varias horas, aquella gran mascarada que parecía representar a la humanidad estuvo desfilando y danzando frente a ellos al son de una música arrebatadora y gozosa. Cada pareja parecía una novela aparte; a veces aparecía un hada bailando con un bufón, y a veces una campesina trabada con la luna; pero siempre alguna cosa tan absurda, como la historia de Alicia en el País de las Maravillas, y siempre tan grave y emocionante como una historia de amor. Poco a poco la multitud se fue dispersando. Las parejas se perdieron por las avenidas del jardín o se encaminaron hacia el fondo del edificio, donde se veían humear, en cubas enormes como peceras, unas mezclas hirvientes y perfumadas de cerveza vieja y vino añejo. Arriba, en un armazón negro que había sobre el techo, una gran fogata rugía presa en su taza de hierro, iluminando una distancia de varias millas. Alargaba sus reflejos de hogar doméstico hasta los inmensos bosques grises y oscuros, y parecían llenar de calor las soledades de la alta noche. Pero también este fuego se fue apagando poco a poco. Los grupos rodeaban las inmensas calderas, o se perdían riendo y charlando por los interiores de la mansión. Poco a poco fueron quedando diez, cuatro. Finalmente, el último danzante extraviado corrió hacia la casa, gritando a sus compañeros que lo esperaran. El fuego se apagaba. Las estrellas iban saliendo, lentas y claras. Los siete personajes se quedaron solos como siete estatuas de piedra en sus sitiales de piedra. Ninguno había hablado una palabra.
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They seemed in no haste to do so, but heard in silence the hum of insects and the distant song of one bird. Then Sunday spoke, but so dreamily that he might have been continuing a conversation rather than beginning one.
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Tampoco necesitaban hablar. Se escuchaba el zumbido de los insectos y el trino lejano de un pájaro. Al fin el Domingo empezó a hablar. Pero era su voz tan somnolienta que, más que empezar una conversación, se diría que la continuaba con cansancio.
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“ We will eat and drink later, ” he said. “ Let us remain together a little, we who have loved each other so sadly, and have fought so long. I seem to remember only centuries of heroic war, in which you were always heroes — epic on epic, iliad on iliad, and you always brothers in arms. Whether it was but recently (for time is nothing), or at the beginning of the world, I sent you out to war. I sat in the darkness, where there is not any created thing, and to you I was only a voice commanding valour and an unnatural virtue. You heard the voice in the dark, and you never heard it again. The sun in heaven denied it, the earth and sky denied it, all human wisdom denied it. And when I met you in the daylight I denied it myself. ”
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— Ya comeremos y beberemos más tarde — dijo — . Permanezcamos juntos un rato, ya que nos hemos amado tan dolorosamente y tanto nos hemos combatido. Creo recordar los siglos de la guerra heroica en que fuisteis héroes todos vosotros; epopeya tras epopeya, iliada tras iliada, fuisteis siempre compañeros de armas. Ora sea recientemente, ora sea el principio de los días (porque el tiempo no es nada) recuerdo que os envié a la guerra. Yo me senté en las tinieblas, donde no hay cosa creada, y fui para vosotros como una voz que ordena tener valor y exige sobrenaturales virtudes. Y oísteis la voz de las tinieblas, y nunca la volvisteis a oír. El sol la negaba en el firmamento, la tierra y el cielo la negaban, toda humana sabiduría también la negaba. Y al encontrarme con vosotros a la luz del día, yo mismo la negué.
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Syme stirred sharply in his seat, but otherwise there was silence, and the incomprehensible went on.
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Syme se estremecía en su sitial. Pero todo permaneció callado; y el incomprensible continuó:
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“ But you were men. You did not forget your secret honour, though the whole cosmos turned an engine of torture to tear it out of you. I knew how near you were to hell. I know how you, Thursday, crossed swords with King Satan, and how you, Wednesday, named me in the hour without hope. ”
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— Pero erais hombres. Guardásteis el secreto de vuestro honor, aun cuando el cosmos entero se convirtió en máquina de tortura para arrancároslo. Sé que anduvisteis muy cerca del infierno. Sé que tú, Jueves, cruzaste tu acero con el Rey Satanás y que tú, Miércoles, me nombraste a la hora de la desesperación.
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There was complete silence in the starlit garden, and then the black-browed Secretary, implacable, turned in his chair towards Sunday, and said in a harsh voice —
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Hubo un completo silencio en el jardín iluminado por las estrellas radiantes. Después el cejinegro Secretario, implacable, volvióse hacia el Domingo, y dijo desde su sitial con voz ronca:
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“ Who and what are you? ”
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— ¿Quién eres? ¿Qué eres?
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“ I am the Sabbath, ” said the other without moving. “ I am the peace of God. ”
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— Yo soy el Sabbath: yo soy la paz de Dios.
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The Secretary started up, and stood crushing his costly robe in his hand.
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El Secretario se puso de pie y, estrujando su precioso traje con las manos.
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“ I know what you mean, ” he cried, “ and it is exactly that that I cannot forgive you. I know you are contentment, optimism, what do they call the thing, an ultimate reconciliation. Well, I am not reconciled. If you were the man in the dark room, why were you also Sunday, an offense to the sunlight? If you were from the first our father and our friend, why were you also our greatest enemy? We wept, we fled in terror; the iron entered into our souls — and you are the peace of God! Oh, I can forgive God His anger, though it destroyed nations; but I cannot forgive Him His peace. ”
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— Te entiendo — exclamó — , por eso no puedo perdonarte. Eres el contento, el optimismo, la reconciliación final. Y yo no estoy reconciliado. Si eres el hombre del cuarto oscuro ¿por qué también eres el Domingo, ofensa de la luz del día? Si comenzaste por ser nuestro amigo y nuestro padre ¿por qué, después nuestro mayor enemigo? Tuvimos que llorar, tuvimos que huir aterrorizados. El hierro penetró en nuestras almas: ¡Y tú eres la paz de Dios! ¡Oh, yo puedo perdonarle a Dios Su ira, aunque destruya las naciones: pero no puedo perdonarle Su paz!
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Sunday answered not a word, but very slowly he turned his face of stone upon Syme as if asking a question.
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Nada contestó el Domingo, y sólo volvió con lentitud su cara hacia Syme, como interrogándolo.
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“ No, ” said Syme, “ I do not feel fierce like that. I am grateful to you, not only for wine and hospitality here, but for many a fine scamper and free fight. But I should like to know. My soul and heart are as happy and quiet here as this old garden, but my reason is still crying out. I should like to know. ”
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— No — dijo Syme — ; yo no estoy tan indignado. Yo te agradezco, no sólo el vino y la hospitalidad que me has dado, sino mis hermosas aventuras y radiosos combates. Pero te quisiera conocer. Mi alma y mi corazón se sienten tan dichosos y quietos como este dorado jardín, pero mi razón está llorando: yo quisiera conocer, yo quiero conocer...
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Sunday looked at Ratcliffe, whose clear voice said —
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El Domingo volvió la mirada hacia Ratcliffe, que dijo así con clara voz:
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“ It seems so silly that you should have been on both sides and fought yourself. ”
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— ¡Me parece tan insensato que hayas estado en los dos bandos y te hayas combatido a ti mismo!
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Bull said —
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Y dijo Bull:
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“ I understand nothing, but I am happy. In fact, I am going to sleep. ”
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— Ye no entiendo nada, pero soy feliz y siento que el sueño empieza a dominarme.
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“ I am not happy, ” said the Professor with his head in his hands, “ because I do not understand. You let me stray a little too near to hell. ”
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— Yo no soy feliz — dijo el Profesor hundiendo la frente en las manos — porque no comprendo. Me has obligado a acercarme demasiado al infierno.
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And then Gogol said, with the absolute simplicity of a child —
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Y Gogol con la sencillez de un niño exclamó:
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“ I wish I knew why I was hurt so much. ”
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— Yo quisiera saber por qué me han maltratado tanto.
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Still Sunday said nothing, but only sat with his mighty chin upon his hand, and gazed at the distance. Then at last he said —
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Nada contestó a esto el Domingo. Apoyó la poderosa barba en la mano y se quedó contemplando la lejanía. Al fin habló así:
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“ I have heard your complaints in order. And here, I think, comes another to complain, and we will hear him also. ”
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— He oído vuestras quejas por su orden. He aquí que se acerca otro a quejarse; es justo, que también lo escuchemos.
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The falling fire in the great cresset threw a last long gleam, like a bar of burning gold, across the dim grass. Against this fiery band was outlined in utter black the advancing legs of a black-clad figure. He seemed to have a fine close suit with knee-breeches such as that which was worn by the servants of the house, only that it was not blue, but of this absolute sable. He had, like the servants, a kind of word by his side. It was only when he had come quite close to the crescent of the seven and flung up his face to look at them, that Syme saw, with thunder-struck clearness, that the face was the broad, almost ape-like face of his old friend Gregory, with its rank red hair and its insulting smile.
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El fuego moribundo del gran crisol lanzó en ese instante su último reflejo, fingiendo una vara de oro fundido que atravesara las tinieblas. A esta luz, se dibujó en negro la silueta de un hombre que se acercaba a grandes pasos. Parecía vestido con un hermoso traje y calzón corto como los criados de la casa. Pero su traje no era azul, sino completamente negro. También llevaba al cinto una espada. Cuando se acercó al semicírculo y alzó la cara para ver a los otros. Syme, con nítida claridad de rayo, descubrió que aquella era la cara tosca, casi simiesca, de su antiguo amigo Gregory, con sus hirsutos cabellos rojos y su ofensiva sonrisa.
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“ Gregory! ” gasped Syme, half-rising from his seat. “ Why, this is the real anarchist! ”
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— ¡Gregory! — jadeó Syme incorporándose en el sitial — . He aquí, pues, al verdadero anarquista.
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“ Yes, ” said Gregory, with a great and dangerous restraint, “ I am the real anarchist. ”
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— Sí — dijo Gregory amenazador y concentrado — . Yo soy el verdadero anarquista.
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“ ‘Now there was a day,′ ” murmured Bull, who seemed really to have fallen asleep, “ ‘when the sons of God came to present themselves before the Lord, and Satan came also among them.′ ”
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— Y llegó el día — murmuró Bull que parecía estar ya dormido — en que los hijos de Dios vinieron ante el señor, y también Satán compareció entre ellos.
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“ You are right, ” said Gregory, and gazed all round. “ I am a destroyer. I would destroy the world if I could. ”
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— Es verdad — dijo Gregory mirando en torno — , soy un destructor. Yo, si pudiera, destruiría el mundo.
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A sense of a pathos far under the earth stirred up in Syme, and he spoke brokenly and without sequence.
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Un sentimiento patético pareció estremecer a Syme, comunicándosele desde el fondo de la tierra, y dijo así incoherente y conmovido:
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“ Oh, most unhappy man, ” he cried, “ try to be happy! You have red hair like your sister. ”
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— ¡Oh, tú el más desdichado de los hombres! ¡Intentas ser feliz! Tienes los cabellos rojos como tu hermana.
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“ My red hair, like red flames, shall burn up the world, ” said Gregory. “ I thought I hated everything more than common men can hate anything; but I find that I do not hate everything so much as I hate you! ”
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— Mis cabellos rojos, como rojas llamas, han de incendiar al mundo — contestó Gregory — . Yo creía odiar todas las cosas más de lo que cualquier hombre puede odiar una sola cosa; y ahora descubro que nada me es más odioso que tú.
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“ I never hated you, ” said Syme very sadly.
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— Yo nunca te he odiado — dijo Syme con amargura.
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Then out of this unintelligible creature the last thunders broke.
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Y entonces aquella ininteligible criatura lanzó sus últimos clamores:
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“ You! ” he cried. “ You never hated because you never lived. I know what you are all of you, from first to last — you are the people in power! You are the police — the great fat, smiling men in blue and buttons! You are the Law, and you have never been broken. But is there a free soul alive that does not long to break you, only because you have never been broken? We in revolt talk all kind of nonsense doubtless about this crime or that crime of the Government. It is all folly! The only crime of the Government is that it governs. The unpardonable sin of the supreme power is that it is supreme. I do not curse you for being cruel. I do not curse you (though I might) for being kind. I curse you for being safe! You sit in your chairs of stone, and have never come down from them. You are the seven angels of heaven, and you have had no troubles. Oh, I could forgive you everything, you that rule all mankind, if I could feel for once that you had suffered for one hour a real agony such as I — ”
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— ¡Tú! ¡Tú nunca has odiado porque tú nunca has vivido! Os conozco a todos, desde el primero hasta el último: sois los poderosos, sois la policía; los hombres gordos y risueños vestidos de azul con botones dorados. Sois la Ley, y nunca habéis sido derrotados. Pero ¿hay acaso un alma viviente que no anhele quebrantaros, aunque sólo sea porqué nunca fuisteis quebrantados? Nosotros, los sublevados, disparatamos frecuentemente sobre este y el otro crimen del gobierno. ¡Gran disparate! El único y magno crimen del gobierno está en el hecho de que gobierne. El pecado imperdonable del poder supremo está en que es supremo. No maldigo vuestra crueldad. No maldigo (aunque bien pudiera) vuestra bondad. Maldigo vuestra seguridad. Estáis en vuestro sitial de piedra instalados de una vez para siempre. Sois los siete ángeles del cielo que no sufren nunca. ¡Ay! Yo podría perdonaros todo, oh gobernantes de la especie humana, si supiera que una sola vez, una sola hora habéis padecido la agonía en que yo me consumo...
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Syme sprang to his feet, shaking from head to foot.
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Syme saltó aquí de su sitial, temblando de pies a cabeza.
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“ I see everything, ” he cried, “ everything that there is. Why does each thing on the earth war against each other thing? Why does each small thing in the world have to fight against the world itself? Why does a fly have to fight the whole universe? Why does a dandelion have to fight the whole universe? For the same reason that I had to be alone in the dreadful Council of the Days. So that each thing that obeys law may have the glory and isolation of the anarchist. So that each man fighting for order may be as brave and good a man as the dynamiter. So that the real lie of Satan may be flung back in the face of this blasphemer, so that by tears and torture we may earn the right to say to this man, ‘You lie!′ No agonies can be too great to buy the right to say to this accuser, ‘We also have suffered.′
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— Lo veo todo — gritó — . Ya entiendo todo lo que pasa. ¿Por qué han de pelear entre sí todas las cosas de la tierra? ¿Por qué cada cosa insignificante se ha de sublevar contra el mundo? ¿Por qué quiere combatir la mosca al universo? ¿Por qué la florcita dorada ha de combatir al universo? Por la misma razón que me obligó a estar solo en el temeroso Consejo de los Días. Para que todo lo que obedece a una ley merezca la gloria y el aislamiento del anarquista. Para que todo el que lucha por el orden sea tan bravo, sea tan honrado como el dinamitero. Para que la mentira de Satanás caiga sobre la cara de este blasfemo, y a través de la tortura y las lágrimas, ganemos el derecho de contestarle a este hombre: ¡mientes! Todas las agonías son pocas para adquirir el derecho de decirle al acusado: ¡nosotros también hemos sufrido!
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“ It is not true that we have never been broken. We have been broken upon the wheel. It is not true that we have never descended from these thrones. We have descended into hell. We were complaining of unforgettable miseries even at the very moment when this man entered insolently to accuse us of happiness. I repel the slander; we have not been happy. I can answer for every one of the great guards of Law whom he has accused. At least — ”
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" No es cierto que nunca nos hayan quebrantado, al contrario: hasta nos han descoyuntado en la rueda del tormento. No es cierto que nunca hayamos bajado de estos tronos: hemos descendido a los infiernos. Cuando este insolente compareció para acusarnos por ser felices, estábamos lamentándonos de dolores inolvidables. Rechazo la calumnia: no hemos sido felices. Puedo responder por todos y cada uno de los Grandes Guardianes de la Ley a quienes éste acusa. Al menos...
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He had turned his eyes so as to see suddenly the great face of Sunday, which wore a strange smile.
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Y, al llegar aquí, volvió los ojos al Domingo en cuya ancha cara se dibujaba una extraña sonrisa.
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“ Have you, ” he cried in a dreadful voice, “ have you ever suffered? ”
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— ¿Y tú? — gritó Syme con voz espantosa — ¿Has sufrido tú alguna vez?
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As he gazed, the great face grew to an awful size, grew larger than the colossal mask of Memnon, which had made him scream as a child. It grew larger and larger, filling the whole sky; then everything went black. Only in the blackness before it entirely destroyed his brain he seemed to hear a distant voice saying a commonplace text that he had heard somewhere, “ Can ye drink of the cup that I drink of? ”
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Y, a sus ojos, aquella cara pareció dilatarse de un modo increíble; agigantarse más que la máscara colosal de Memnón que, de niño, había hecho llorar de miedo a Syme. Aquella cara se hinchó por instantes, hasta llenar todo el cielo; después, todo se oscureció. Y en medio de la oscuridad, antes de que la oscuridad aniquilara su espíritu, Syme creyó oír una voz distante que repetía aquel lugar común que alguna otra vez había oído, quién sabe dónde: " ¿Podréis beber en la copa en que yo bebo? "
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When men in books awake from a vision, they commonly find themselves in some place in which they might have fallen asleep; they yawn in a chair, or lift themselves with bruised limbs from a field. Syme′s experience was something much more psychologically strange if there was indeed anything unreal, in the earthly sense, about the things he had gone through. For while he could always remember afterwards that he had swooned before the face of Sunday, he could not remember having ever come to at all. He could only remember that gradually and naturally he knew that he was and had been walking along a country lane with an easy and conversational companion. That companion had been a part of his recent drama; it was the red-haired poet Gregory. They were walking like old friends, and were in the middle of a conversation about some triviality. But Syme could only feel an unnatural buoyancy in his body and a crystal simplicity in his mind that seemed to be superior to everything that he said or did. He felt he was in possession of some impossible good news, which made every other thing a triviality, but an adorable triviality.
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Cuando, en las novelas, los hombres despiertan dé un sueño, vuelven a encontrarse generalmente en el sitio en que se habían quedado dormidos; bostezan en su sillón, o, si es en el campo, se levantan con todo el cuerpo molido. El caso de Syme fue mucho más extraño psicológicamente, concediendo que, en el sentido habitual de la palabra, no hubiera nada de real en las cosas que le habían sucedido. En efecto; más tarde pudo recordar claramente que había perdido el conocimiento ante la metamorfosis de la cara del Domingo, pero nunca pudo recordar cómo ni cuándo volvió en sí. Apenas logró darse cuenta, y esto poco a poco, de que andaba paseando por una calleja de barrio con un compañero de agradable conversación. Este compañero formaba parte de su drama reciente: era Gregory, el poeta de los cabellos rojos. Caminaban como viejos amigos, y estaban hablando de cualquier bagatela. Pero Syme sentía en sus miembros un vigor sobrenatural, y en su mente una nitidez cristalina que parecían superiores a lo que en aquel instante hablaba o hacía. Sentía como si fuera portador de alguna buena noticia casi increíble, junto a la cual todas las demás cosas resultaban meras trivialidades, aunque encantadoras trivialidades.
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Dawn was breaking over everything in colours at once clear and timid; as if Nature made a first attempt at yellow and a first attempt at rose. A breeze blew so clean and sweet, that one could not think that it blew from the sky; it blew rather through some hole in the sky. Syme felt a simple surprise when he saw rising all round him on both sides of the road the red, irregular buildings of Saffron Park. He had no idea that he had walked so near London. He walked by instinct along one white road, on which early birds hopped and sang, and found himself outside a fenced garden. There he saw the sister of Gregory, the girl with the gold-red hair, cutting lilac before breakfast, with the great unconscious gravity of a girl.
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El alba comenzaba a romper en claros y tímidos colores; la naturaleza arriesgaba un primer intento de luz amarilla, y manteniendo a la vez su último intento de luz rosa. Soplaba una brisa limpia y suave, que no parecía venir del cielo, sino de alguna ventana abierta en el cielo. Y Syme se sorprendió un poco cuando, a uno y otro lado de la calle, reconoció los edificios rojos e irregulares de Saffron Park. No se figuraba estar tan cerca de Londres. Instintivamente, se internó por una calle blanca donde los pájaros madrugadores trinaban y saltaban, y se encontró frente a la reja de un jardín. Allí vio a la hermana de Gregory, la muchacha de la cabellera roja y dorada, que se entretenía en cortar lilas, mientras llegaba la hora del almuerzo, con esa inconsciente gravedad que suelen tener las muchachas.
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