"Emma"









III. CHAPTER XIII



CAPÍTULO XLIX

The weather continued much the same all the following morning; and the same loneliness, and the same melancholy, seemed to reign at Hartfield—but in the afternoon it cleared; the wind changed into a softer quarter; the clouds were carried off; the sun appeared; it was summer again. With all the eagerness which such a transition gives, Emma resolved to be out of doors as soon as possible. Never had the exquisite sight, smell, sensation of nature, tranquil, warm, and brilliant after a storm, been more attractive to her. She longed for the serenity they might gradually introduce; and on Mr. Perry′s coming in soon after dinner, with a disengaged hour to give her father, she lost no time in hurrying into the shrubbery.—There, with spirits freshened, and thoughts a little relieved, she had taken a few turns, when she saw Mr. Knightley passing through the garden door, and coming towards her.—It was the first intimation of his being returned from London. She had been thinking of him the moment before, as unquestionably sixteen miles distant.—There was time only for the quickest arrangement of mind. She must be collected and calm. In half a minute they were together. The "How d′ye do′s" were quiet and constrained on each side. She asked after their mutual friends; they were all well.—When had he left them?—Only that morning. He must have had a wet ride.—Yes.—He meant to walk with her, she found. "He had just looked into the dining-room, and as he was not wanted there, preferred being out of doors."—She thought he neither looked nor spoke cheerfully; and the first possible cause for it, suggested by her fears, was, that he had perhaps been communicating his plans to his brother, and was pained by the manner in which they had been received. DURANTE toda la mañana siguiente continuó haciendo más o menos el mismo tiempo; y en Hartfield parecía reinar la misma soledad y la misma melancolía... pero a primera hora de la tarde el cielo se despejó; el viento cedió en fuerza; las nubes se disiparon; lució el sol; había vuelto el verano; con toda la vehemencia que inspira un cambio de tiempo como éste, Emma se propuso salir al aire libre lo antes posible. Nunca el maravilloso espectáculo, los olores, la sensación de la naturaleza tranquila, cálida, brillante, después de una tempestad, le habían resultado más atractivos; ansiaba la serenidad que todo ello iba a introducir gradualmente en su espíritu; y al visitarles el señor Perry poco después de comer, con toda una hora libre para consagrar a su padre, aprovechó en seguida la ocasión para salir al jardín... Allí, con el ánimo más reposado, y las ideas un poco calmadas, dio unas cuantas vueltas; cuando vio al señor Knightley franqueando la puerta del jardín y dirigiéndose hacia ella... Era la primera noticia que tenía de que había vuelto de Londres. Un momento antes Emma había estado pensando en él considerándole sin la menor vacilación a dieciséis millas de distancia. Sólo tenía tiempo para hacer una rápida composición de lugar. Tenía que dominarse y sosegarse. Al cabo de medio minuto estuvieron el uno enfrente del otro. Los «¿Cómo está usted?» fueron tranquilos y mesurados por una y otra parte. Ella le preguntó por sus amigos mutuos; estaban todos bien. -¿Cuándo ha salido de Londres? -Esta misma mañana. -Ha debido mojarse por el camino. -Sí. Emma vio que deseaba que dieran un paseo juntos. -He echado una ojeada al comedor, y como he visto que no me necesitaban prefiero estar al aire libre. Por su aspecto y su manera de hablar parecía contrariado; y la joven, inspirada por sus temores, pensó que posiblemente la causa de ello era que tal vez había comunicado sus proyectos a su hermano, y estaba preocupado por la actitud con que éste los había acogido.
They walked together. He was silent. She thought he was often looking at her, and trying for a fuller view of her face than it suited her to give. And this belief produced another dread. Perhaps he wanted to speak to her, of his attachment to Harriet; he might be watching for encouragement to begin.—She did not, could not, feel equal to lead the way to any such subject. He must do it all himself. Yet she could not bear this silence. With him it was most unnatural. She considered—resolved—and, trying to smile, began— Se pusieron a andar juntos. Él guardaba silencio. Emma tenía la impresión de que de vez en cuando la miraba de reojo, como si quisiera leer en su rostro más de lo que a ella le convenía dejar entrever. Y esta suposición le inspiró otro temor. Quizá quería hablarle de su amor por Harriet; posiblemente sólo esperaba que ella le diera pie para empezar sus confidencias... Pero Emma no lo hacía, no podía hacerlo, no se sentía con fuerzas para hacer que la conversación derivase hacia aquel tema. Él tendría que hacérselo todo. Pero no podía soportar aquel silencio, que, tratándose de él, era algo tan fuera de lo común. Estuvo pensando... se decidió... y por fin, intentando sonreír, empezó:
"You have some news to hear, now you are come back, that will rather surprize you." -Ahora que ha regresado se enterará usted de noticias que más bien le sorprenderán.
"Have I?" said he quietly, and looking at her; "of what nature?" -¿De veras? -dijo él con calma, mirándola-. Y ¿de qué clase?
"Oh! the best nature in the world—a wedding." -¡Oh! Las mejores noticias del mundo... una boda.
After waiting a moment, as if to be sure she intended to say no more, he replied, Tras hacer una breve pausa, como para asegurarse de que ella no iba a decir nada más, replicó:
"If you mean Miss Fairfax and Frank Churchill, I have heard that already." -Si se refiere a la de la señorita Fairfax y Frank Churchill ya me lo han dicho.
"How is it possible?" cried Emma, turning her glowing cheeks towards him; for, while she spoke, it occurred to her that he might have called at Mrs. Goddard′s in his way. -¿Cómo es posible? -exclamó Emma, volviendo hacia él su rostro encendido. Pero mientras hablaba se le ocurrió que yendo hacia allí podía haberse detenido a visitar a la señora Goddard.
"I had a few lines on parish business from Mr. Weston this morning, and at the end of them he gave me a brief account of what had happened." -Esta mañana he recibido una carta del señor Weston sobre asuntos de la parroquia, y al final me hacía un pequeño resumen de todo lo que había ocurrido.
Emma was quite relieved, and could presently say, with a little more composure, Emma se sintió más aliviada, y al momento pudo decir con un poco más de serenidad:
"You probably have been less surprized than any of us, for you have had your suspicions.—I have not forgotten that you once tried to give me a caution.—I wish I had attended to it—but—(with a sinking voice and a heavy sigh) I seem to have been doomed to blindness." -Entonces probablemente le habrá sorprendido menos que a los demás, porque usted ya tenía sus sospechas... No he olvidado que en cierta ocasión usted intentó prevenirme... Ojalá le hubiera hecho caso... pero -bajando la voz y dando un profundo suspiro- está visto que estoy condenada a no saber ver nunca esas cosas...
For a moment or two nothing was said, and she was unsuspicious of having excited any particular interest, till she found her arm drawn within his, and pressed against his heart, and heard him thus saying, in a tone of great sensibility, speaking low, Durante unos momentos hubo un silencio, y Emma no advirtió que sus palabras habían causado una profunda impresión en su interlocutor, hasta que sintió que le cogía la mano y se la llevaba al corazón, y le oyó decir en voz baja en un tono muy emocionado:
"Time, my dearest Emma, time will heal the wound.—Your own excellent sense—your exertions for your father′s sake—I know you will not allow yourself—." Her arm was pressed again, as he added, in a more broken and subdued accent, "The feelings of the warmest friendship—Indignation—Abominable scoundrel!"—And in a louder, steadier tone, he concluded with, "He will soon be gone. They will soon be in Yorkshire. I am sorry for her. She deserves a better fate." -El tiempo, mi querida Emma, el tiempo curará esta herida... Tiene usted un gran sentido común... tiene que hacer un esfuerzo pensando en su padre... ya sé que para usted misma... Volvió a apretar de nuevo la mano de la joven, mientras añadía con voz aún más cálida y más entrecortada: -El más fiel de los amigos... indignación... aquel odioso canalla... -Y en un tono más bajo, más resuelto-: Pronto se irá... Pronto se irán al Yorkshire. Lo siento por ella. Merece mejor suerte.
Emma understood him; and as soon as she could recover from the flutter of pleasure, excited by such tender consideration, replied, Emma le comprendió; y apenas pudo recuperarse de la intensa sensación de gozo que le había producido aquella prueba de afecto por parte de él, replicó
"You are very kind—but you are mistaken—and I must set you right.— I am not in want of that sort of compassion. My blindness to what was going on, led me to act by them in a way that I must always be ashamed of, and I was very foolishly tempted to say and do many things which may well lay me open to unpleasant conjectures, but I have no other reason to regret that I was not in the secret earlier." : -Es usted muy bueno... pero se equivoca... Y tengo que decirle cuál es la verdad... No necesito esta clase de compasión. Mi ceguera ante todo lo que estaba pasando me llevó a actuar de un modo del que siempre me avergonzaré, y me vi neciamente tentada a decir y a hacer muchas cosas que pudieron dar pie a las suposiciones más desagradables, pero ésta es la única razón que tengo para lamentar el no haber estado antes en el secreto.
"Emma!" cried he, looking eagerly at her, "are you, indeed?"—but checking himself—"No, no, I understand you—forgive me—I am pleased that you can say even so much.—He is no object of regret, indeed! and it will not be very long, I hope, before that becomes the acknowledgment of more than your reason.—Fortunate that your affections were not farther entangled!—I could never, I confess, from your manners, assure myself as to the degree of what you felt—I could only be certain that there was a preference—and a preference which I never believed him to deserve.—He is a disgrace to the name of man.—And is he to be rewarded with that sweet young woman?—Jane, Jane, you will be a miserable creature." -¡Emma! -exclamó él mirándola afanosamente-. ¿Es cierto lo que dice? -Pero en seguida, dominando su entusiasmo-: No, no... ya le entiendo. Perdóneme... me alegro de que pueda decir eso... No, ciertamente no vale la pena lamentar su pérdida. Y confío en que no pase mucho tiempo antes de que no sea sólo su razón la que reconozca todo eso... ¡Ha tenido usted suerte de que su corazón no se hubiera comprometido más! Le confieso que, por la actitud de usted, yo nunca podía estar seguro de hasta dónde llegaban sus sentimientos... sólo tenía la seguridad de que había una predilección... una predilección de la que yo nunca le consideré merecedor. Es alguien que deshonra el apelativo de hombre... ¿Y un ser así ha de recibir en recompensa una muchacha tan encantadora? ¡Jane, Jane! ¡Qué desgraciada serás!
"Mr. Knightley," said Emma, trying to be lively, but really confused—"I am in a very extraordinary situation. I cannot let you continue in your error; and yet, perhaps, since my manners gave such an impression, I have as much reason to be ashamed of confessing that I never have been at all attached to the person we are speaking of, as it might be natural for a woman to feel in confessing exactly the reverse.—But I never have." -Señor Knightley -dijo Emma, tratando de mostrarse animosa, pero sintiéndose en realidad en medio de la mayor confusión-, me pone usted en una situación muy delicada. No puedo dejar que siga en este error; y, sin embargo, tal vez, puesto que mi proceder le dio esta impresión, no me faltan motivos para sentirme tan avergonzada de confesar que nunca me he sentido enamorada de la persona de que estamos hablando, como podría sentirse una mujer que confesara exactamente todo lo contrario... ¡Nunca...!
He listened in perfect silence. She wished him to speak, but he would not. She supposed she must say more before she were entitled to his clemency; but it was a hard case to be obliged still to lower herself in his opinion. She went on, however. Él la escuchó en silencio. Emma hubiese querido que le hablara, pero él seguía callado. Supuso que debía añadir algo más antes de hacerse merecedora de su clemencia; pero se resistía a verse obligada a rebajarse a sí misma ante él. Sin embargo, siguió diciendo:
"I have very little to say for my own conduct.—I was tempted by his attentions, and allowed myself to appear pleased.—An old story, probably—a common case—and no more than has happened to hundreds of my sex before; and yet it may not be the more excusable in one who sets up as I do for Understanding. Many circumstances assisted the temptation. He was the son of Mr. Weston—he was continually here—I always found him very pleasant—and, in short, for (with a sigh) let me swell out the causes ever so ingeniously, they all centre in this at last—my vanity was flattered, and I allowed his attentions. Latterly, however—for some time, indeed—I have had no idea of their meaning any thing.—I thought them a habit, a trick, nothing that called for seriousness on my side. He has imposed on me, but he has not injured me. I have never been attached to him. And now I can tolerably comprehend his behaviour. He never wished to attach me. It was merely a blind to conceal his real situation with another.—It was his object to blind all about him; and no one, I am sure, could be more effectually blinded than myself—except that I was not blinded—that it was my good fortune—that, in short, I was somehow or other safe from him." -Mi proceder tiene pocas disculpas... Me tentaron sus atenciones, y me permití a mí misma mostrarme complacida... Una vieja historia... probablemente un caso muy corriente... algo que les habrá ocurrido a centenares de mujeres antes que a mí; y con todo no es la más disculpable la que como yo sienta plaza de «inteligente». Concurrieron muchas circunstancias en esa tentación. Él era el hijo del señor Weston... le tenía constantemente junto a mí... siempre le encontraba muy agradable... y, en resumen -con un suspiro-, no voy a ocultarle con frases ingeniosas cuál ha sido la causa más importante de todo esto... halagaba mi vanidad, y consentí sus atenciones. Sin embargo, en estos últimos tiempos... la verdad es que durante cierto tiempo yo no pensaba que aquello pudiera significar algo... lo consideraba como una costumbre, un juego... nada que me comprometiese seriamente ante mí misma... En cierto modo había triunfado sobre mí, pero sin hacerme daño. Nunca había estado enamorada de él. Y ahora puedo interpretar aproximadamente su conducta. Él nunca quiso enamorarme. Aquello no era más que una pantalla para ocultar su verdadera situación con otra mujer... -Su propósito era engañar a todos los que le rodeaban; y estoy segura de que nadie pudo engañarse de un modo más efectivo que yo... sólo que no me engañé... ésta fue mi mayor suerte... por el motivo que fuera, me libré de él.
She had hoped for an answer here—for a few words to say that her conduct was at least intelligible; but he was silent; and, as far as she could judge, deep in thought. At last, and tolerably in his usual tone, he said, Al llegar a este punto Emma hubiera deseado que él le respondiera... aunque sólo fueran unas pocas palabras para decir que por lo menos su conducta era comprensible; pero seguía en silencio; y, por lo que ella podía conjeturar, sumido en sus pensamientos. Por fin, casi en su tono habitual, dijo:
"I have never had a high opinion of Frank Churchill.—I can suppose, however, that I may have underrated him. My acquaintance with him has been but trifling.—And even if I have not underrated him hitherto, he may yet turn out well.—With such a woman he has a chance.—I have no motive for wishing him ill—and for her sake, whose happiness will be involved in his good character and conduct, I shall certainly wish him well." -Nunca he tenido una buena opinión de Frank Churchill... Sin embargo, siempre puedo suponer que no haya sabido apreciar sus cualidades... Mi relación con él ha sido muy superficial. E incluso admitiendo que hasta ahora le haya juzgado como merece, creo que puede llegar a ser mucho mejor... Con una mujer como Jane tiene una posibilidad... No tengo ningún motivo para desearle mal... y por el bien de ella, cuya felicidad va a depender de su buen carácter y de su conducta, desde luego le deseo todo el bien del mundo.
"I have no doubt of their being happy together," said Emma; "I believe them to be very mutually and very sincerely attached." -No tengo ninguna duda de que serán felices juntos -dijo Emma-; estoy segura de que están sinceramente enamorados el uno del otro.
"He is a most fortunate man!" returned Mr. Knightley, with energy. "So early in life—at three-and-twenty—a period when, if a man chuses a wife, he generally chuses ill. At three-and-twenty to have drawn such a prize! What years of felicity that man, in all human calculation, has before him!—Assured of the love of such a woman—the disinterested love, for Jane Fairfax′s character vouches for her disinterestedness; every thing in his favour,—equality of situation—I mean, as far as regards society, and all the habits and manners that are important; equality in every point but one—and that one, since the purity of her heart is not to be doubted, such as must increase his felicity, for it will be his to bestow the only advantages she wants.—A man would always wish to give a woman a better home than the one he takes her from; and he who can do it, where there is no doubt of her regard, must, I think, be the happiest of mortals.—Frank Churchill is, indeed, the favourite of fortune. Every thing turns out for his good.—He meets with a young woman at a watering-place, gains her affection, cannot even weary her by negligent treatment—and had he and all his family sought round the world for a perfect wife for him, they could not have found her superior.—His aunt is in the way.—His aunt dies.—He has only to speak.—His friends are eager to promote his happiness.—He had used every body ill—and they are all delighted to forgive him.—He is a fortunate man indeed!" -¡Es un hombre afortunado! -exclamó el señor Knightley con énfasis-. Tan joven aún, a los veintitrés años, a una edad en la que cuando un hombre elige esposa generalmente elige mal... ¡A los veintitrés años conseguir algo de tanto valor! Dentro de lo que es humanamente posible prever, ¡cuántos años de felicidad le esperan! Haber conquistado el amor de una mujer como ella... un amor desinteresado, porque el modo de ser de Jane Fairfax es el de una persona del máximo desinterés; todo está en favor de él... igualdad de situación..., me refiero, por lo que respecta a la sociedad, y todas las costumbres y modales que realmente cuentan; hay igualdad en todos los aspectos, excepto en uno... y éste, ya que no es posible dudar de la pureza de intenciones de ella, aún contribuirá a la felicidad de él, ya que le permitirá ofrecerle las únicas ventajas de las que ella carece ahora... Un hombre siempre desea dar a una mujer un hogar mejor que aquel de donde la ha sacado; y quien puede hacerlo, cuando no hay dudas acerca del amor de ella, debe de ser, en mi opinión, el más feliz de los mortales... Sí, Frank Churchill es un favorito de la fortuna. Todo lo que le ocurre es en beneficio suyo... Conoce a una joven en un balneario, conquista su afecto, ni siquiera la alarma con la ligereza de su carácter... y si él y toda su familia hubiesen dado la vuelta al mundo buscándole una esposa perfecta, no la hubiesen encontrado superior a ella... Su tía se opone... su tía muere... Sólo tiene que hablar... Sus amigos están dispuestos a ayudarle a ser feliz... Se ha portado mal con todo el mundo... y todo el mundo está encantado de perdonarle... ¡La verdad es que es hombre de suerte!
"You speak as if you envied him." -Habla usted como si le envidiase.
"And I do envy him, Emma. In one respect he is the object of my envy." -Y le envidio, Emma. En una cosa le aseguro que le envidio.
Emma could say no more. They seemed to be within half a sentence of Harriet, and her immediate feeling was to avert the subject, if possible. She made her plan; she would speak of something totally different—the children in Brunswick Square; and she only waited for breath to begin, when Mr. Knightley startled her, by saying, Emma no se atrevió a decir nada más. Parecían estar ya a medio camino de hablar de Harriet, y en aquel momento todo lo que quería era evitar aquel tema, si era posible. Se trazó un plan; le hablaría de algo totalmente distinto... los niños de Brunswick Square; y cuando ya se disponía a hablar, el señor Knightley la sorprendió diciendo:
"You will not ask me what is the point of envy.—You are determined, I see, to have no curiosity.—You are wise—but I cannot be wise. Emma, I must tell you what you will not ask, though I may wish it unsaid the next moment." -No va usted a preguntarme en qué le envidio... Veo que está decidida a no tener curiosidad... Es usted prudente... pero yo no puedo serlo. Emma, debo decirle lo que no va a preguntarme, a pesar de que quizás un momento después me arrepienta de haberlo dicho. Tómese más tiempo, reflexione, no se precipite.
"Oh! then, don′t speak it, don′t speak it," she eagerly cried. "Take a little time, consider, do not commit yourself." -¡Oh! Entonces no me lo diga, no me lo diga -exclamó ella rápidamente-.
"Thank you," said he, in an accent of deep mortification, and not another syllable followed. -Muchas gracias -dijo él en un tono ofendido. Y no añadió ni una sílaba más.
Emma could not bear to give him pain. He was wishing to confide in her—perhaps to consult her;—cost her what it would, she would listen. She might assist his resolution, or reconcile him to it; she might give just praise to Harriet, or, by representing to him his own independence, relieve him from that state of indecision, which must be more intolerable than any alternative to such a mind as his.—They had reached the house. Emma no podía soportar la idea de haberle hecho daño. Él tal vez deseaba hacerle una confidencia... tal vez consultarle algo...; por mucho que le costara, le escucharía. Podía ayudarle a resolverse o a confirmarle en su opinión. Podía limitarse a elogiar a Harriet o, recordándole el valor de su independencia, sacarle de aquel estado de indecisión que para un espíritu como el suyo debía de ser más doloroso que cualquier alternativa... Habían llegado frente a la puerta de la casa.
"You are going in, I suppose?" said he. -¿Entra usted? -le preguntó él.
"No,"—replied Emma—quite confirmed by the depressed manner in which he still spoke—"I should like to take another turn. Mr. Perry is not gone." And, after proceeding a few steps, she added—"I stopped you ungraciously, just now, Mr. Knightley, and, I am afraid, gave you pain.—But if you have any wish to speak openly to me as a friend, or to ask my opinion of any thing that you may have in contemplation—as a friend, indeed, you may command me.—I will hear whatever you like. I will tell you exactly what I think." -No -replicó Emma, segura ya de su decisión, al ver el abatimiento que demostraba él al hablar-. Me gustaría seguir el paseo. El señor Perry aún no se ha ido. Y después de dar unos pasos añadió: -Hace un momento le he interrumpido muy bruscamente, señor Knightley, y temo haberle ofendido... Pero si desea hablar francamente conmigo como amiga, o pedirme la opinión sobre cualquier cosa que tenga usted en proyecto... como amiga estoy a su disposición. Escucharé todo lo que quiera decirme. Y le diré exactamente lo que piense.
"As a friend!"—repeated Mr. Knightley.—"Emma, that I fear is a word—No, I have no wish—Stay, yes, why should I hesitate?—I have gone too far already for concealment.—Emma, I accept your offer—Extraordinary as it may seem, I accept it, and refer myself to you as a friend.—Tell me, then, have I no chance of ever succeeding?" -¡Como amiga! -repitió el señor Knightley-. Emma, lo que temo es una palabra... No, no, prefiero que no... Sí... quédese... ¿por qué voy a vacilar? Ya he ido demasiado lejos para poder ocultarlo ahora... Emma, acepto su ofrecimiento... Por raro que pueda parecerle, lo acepto y me confío a usted como amiga... Dígame... ¿Puedo tener alguna esperanza?
He stopped in his earnestness to look the question, and the expression of his eyes overpowered her. Se interrumpió como para dar más énfasis a su pregunta, mientras con la mirada dominaba completamente a la joven.
"My dearest Emma," said he, "for dearest you will always be, whatever the event of this hour′s conversation, my dearest, most beloved Emma—tell me at once. Say ′No,′ if it is to be said."—She could really say nothing.—"You are silent," he cried, with great animation; "absolutely silent! at present I ask no more." -Mi querida Emma -siguió diciendo-, porque querida lo será usted siempre para mí, sea cual sea el resultado de esta hora de conversación, mi querida Emma, mi amada Emma... contésteme en seguida. Diga «no» si es eso lo que tiene que decir. Emma era absolutamente incapaz de decir nada, y él exclamó muy excitado: -¡Se calla usted! ¡No dice nada! Por ahora no pregunto más.
Emma was almost ready to sink under the agitation of this moment. The dread of being awakened from the happiest dream, was perhaps the most prominent feeling. Emma estaba casi a punto de desvanecerse por la emoción de aquellos momentos. Entonces el sentimiento más acusado en ella era el temor a despertar del más feliz de los sueños.
"I cannot make speeches, Emma:" he soon resumed; and in a tone of such sincere, decided, intelligible tenderness as was tolerably convincing.—"If I loved you less, I might be able to talk about it more. But you know what I am.—You hear nothing but truth from me.—I have blamed you, and lectured you, and you have borne it as no other woman in England would have borne it.—Bear with the truths I would tell you now, dearest Emma, as well as you have borne with them. The manner, perhaps, may have as little to recommend them. God knows, I have been a very indifferent lover.—But you understand me.—Yes, you see, you understand my feelings—and will return them if you can. At present, I ask only to hear, once to hear your voice." -No soy hombre de muchas palabras, Emma -siguió diciendo en un tono tan sincero, tan decidido, tan afectuoso, que no podía sino convencer-. Si la quisiera menos tal vez podría hablar más. Pero ya sabe cómo soy... De mí sólo ha oído la verdad... Yo le he hecho reproches y la he sermoneado, y usted lo ha soportado como ninguna otra mujer en toda Inglaterra lo hubiese hecho... Soporte ahora las verdades que tengo que decirle, mi querida Emma, como siempre las ha soportado... Mis modales tal vez no las abonan demasiado. Sé bien que no he sido un enamorado ejemplar... Pero usted ya me comprende... Sí, usted ve, usted comprende mis sentimientos... Y, si puede, corresponderá a ellos. Ahora sólo le ruego que me deje oír, aunque sólo sea una vez, que me deje oír su voz.
While he spoke, Emma′s mind was most busy, and, with all the wonderful velocity of thought, had been able—and yet without losing a word—to catch and comprehend the exact truth of the whole; to see that Harriet′s hopes had been entirely groundless, a mistake, a delusion, as complete a delusion as any of her own—that Harriet was nothing; that she was every thing herself; that what she had been saying relative to Harriet had been all taken as the language of her own feelings; and that her agitation, her doubts, her reluctance, her discouragement, had been all received as discouragement from herself.—And not only was there time for these convictions, with all their glow of attendant happiness; there was time also to rejoice that Harriet′s secret had not escaped her, and to resolve that it need not, and should not.—It was all the service she could now render her poor friend; for as to any of that heroism of sentiment which might have prompted her to entreat him to transfer his affection from herself to Harriet, as infinitely the most worthy of the two—or even the more simple sublimity of resolving to refuse him at once and for ever, without vouchsafing any motive, because he could not marry them both, Emma had it not. She felt for Harriet, with pain and with contrition; but no flight of generosity run mad, opposing all that could be probable or reasonable, entered her brain. She had led her friend astray, and it would be a reproach to her for ever; but her judgment was as strong as her feelings, and as strong as it had ever been before, in reprobating any such alliance for him, as most unequal and degrading. Her way was clear, though not quite smooth.—She spoke then, on being so entreated.—What did she say?—Just what she ought, of course. A lady always does.—She said enough to shew there need not be despair—and to invite him to say more himself. He had despaired at one period; he had received such an injunction to caution and silence, as for the time crushed every hope;—she had begun by refusing to hear him.—The change had perhaps been somewhat sudden;—her proposal of taking another turn, her renewing the conversation which she had just put an end to, might be a little extraordinary!—She felt its inconsistency; but Mr. Knightley was so obliging as to put up with it, and seek no farther explanation. Mientras el señor Knightley hablaba, la mente de ella estaba en plena actividad, y con toda la prodigiosa celeridad del pensamiento había podido, sin perder ni una palabra, captar y comprender cuál era la verdad exacta de todo aquello; ver que las esperanzas de Harriet habían sido totalmente infundadas, un error, un engaño, un engaño tan total como cualquiera de los suyos propios... que Harriet no era nada para él; que ella lo era todo; que lo que ella había estado diciendo relativo a Harriet había sido tomado como expresión de sus propios sentimientos; y que su agitación, sus dudas, su contrariedad, su desánimo, él los había tomado como un medio de desanimarle a él que Emma había adoptado... y no sólo tenía que ir haciéndose cargo de todas esas cosas que significaban tanta felicidad para el porvenir; había también que alegrarse de no haber revelado el secreto de Harriet, y de decidir que ya no era necesario, ni se haría... Ahora era todo lo que podía hacer por su pobre amiga; ya que, por lo que se refiere al heroísmo del sentimiento que podía haberla impulsado a intentar que él transfiriese su amor de Emma a Harriet, como la más digna, infinitamente más digna, de las dos... o incluso a la actitud mucho más sencilla y sublime de decidir rechazarle al momento y para siempre, sin confesar los motivos, por el hecho de que no pudiera casarse con ambas... No, Emma no estaba dispuesta a esos sacrificios. Pensaba en Harriet con pena y arrepentimiento; pero en su espíritu el impulso de generosidad no alcanzó extremos de insensatez que se hubieran opuesto a todo lo que podía ser probable o razonable. Había desencaminado a su amiga, y ésta sería siempre para ella un reproche viviente; pero su buen juicio era tan firme como sus sentimientos, tan firme como lo había sido siempre, y no podía aceptar para él una unión como aquélla, tan desigual y tan impropia. El camino que Emma veía ante sí era claro, pero no sin dificultades... Ante sus apremios se vio forzada a hablar... ¿Qué es lo que dijo? Exactamente lo que debía decir, por supuesto... Como hace siempre una dama... Dijo lo suficiente para darle a entender que no tenía por qué desesperarse... invitándole a decir algo más. Por un momento él había perdido las esperanzas, al ver que se le instaba a la prudencia y al silencio, como si aquello representase una negativa... ella había empezado por, negarse a oírle... Luego el cambio de actitud había sido un tanto brusco... Su proposición de seguir paseando, el modo en que Emma había reanudado la conversación que ella misma acababa de interrumpir no había dejado de causarle sorpresa... Ella se daba cuenta de que había obrado de un modo incongruente; pero el señor Knightley fue tan amable que prefirió olvidar el caso, y no le pidió más explicaciones.
Seldom, very seldom, does complete truth belong to any human disclosure; seldom can it happen that something is not a little disguised, or a little mistaken; but where, as in this case, though the conduct is mistaken, the feelings are not, it may not be very material.—Mr. Knightley could not impute to Emma a more relenting heart than she possessed, or a heart more disposed to accept of his. Pocas veces, muy pocas, sucede que los seres humanos pueden obrar mostrando la verdad completa acerca de sus actos; casi siempre queda algo un poco oculto, algo en una cierta penumbra; pero cuando, como en este caso, si hay algo oculto en la manera de obrar, pero no en los sentimientos, no tiene gran importancia... El señor Knightley no podía encontrar un corazón más enamorado que el de Emma, un corazón más dispuesto a aceptar el suyo.
He had, in fact, been wholly unsuspicious of his own influence. He had followed her into the shrubbery with no idea of trying it. He had come, in his anxiety to see how she bore Frank Churchill′s engagement, with no selfish view, no view at all, but of endeavouring, if she allowed him an opening, to soothe or to counsel her.—The rest had been the work of the moment, the immediate effect of what he heard, on his feelings. The delightful assurance of her total indifference towards Frank Churchill, of her having a heart completely disengaged from him, had given birth to the hope, that, in time, he might gain her affection himself;—but it had been no present hope—he had only, in the momentary conquest of eagerness over judgment, aspired to be told that she did not forbid his attempt to attach her.—The superior hopes which gradually opened were so much the more enchanting.—The affection, which he had been asking to be allowed to create, if he could, was already his!—Within half an hour, he had passed from a thoroughly distressed state of mind, to something so like perfect happiness, that it could bear no other name. En realidad él no había tenido ni la menor sospecha de la influencia que ejercía sobre la joven; había salido a su encuentro en el jardín sin la intención de ponerla a prueba. Había acudido a Hartfield preocupado por ver cómo ella había tomado la noticia del compromiso matrimonial de Frank Churchill, sin ninguna mira egoísta, sin ninguna intención de ninguna clase, excepto la de intentar, si ella se lo permitía, consolarla o aconsejarla... El resto había sido obra de las circunstancias, el efecto inmediato de lo que oyó y también de sus sentimientos. La grata certidumbre de que Emma sólo sentía indiferencia por Frank Churchill, de que jamás le había entregado su corazón, hizo nacer en él la esperanza de que con el tiempo podía llegar a conquistarlo para sí; pero no había sido una esperanza de algo concreto, inmediato... tan sólo, en aquellos momentos en los que la vehemencia de su anhelo se impuso a su razón, aspiraba a oír que ella no se oponía a su tentativa de llegar a conquistar su amor... Las esperanzas de algo más que progresivamente se le fueron ofreciendo le dejaron enajenado de alegría... El afecto que él había estado rogando que le permitiera crear dentro de lo posible, era ya suyo... En media hora había pasado de un estado de ánimo totalmente abatido, a algo tan semejante a la felicidad perfecta, que éste era el único nombre que podía darle.
Her change was equal.—This one half-hour had given to each the same precious certainty of being beloved, had cleared from each the same degree of ignorance, jealousy, or distrust.—On his side, there had been a long-standing jealousy, old as the arrival, or even the expectation, of Frank Churchill.—He had been in love with Emma, and jealous of Frank Churchill, from about the same period, one sentiment having probably enlightened him as to the other. It was his jealousy of Frank Churchill that had taken him from the country.—The Box Hill party had decided him on going away. He would save himself from witnessing again such permitted, encouraged attentions.—He had gone to learn to be indifferent.—But he had gone to a wrong place. There was too much domestic happiness in his brother′s house; woman wore too amiable a form in it; Isabella was too much like Emma—differing only in those striking inferiorities, which always brought the other in brilliancy before him, for much to have been done, even had his time been longer.—He had stayed on, however, vigorously, day after day—till this very morning′s post had conveyed the history of Jane Fairfax.—Then, with the gladness which must be felt, nay, which he did not scruple to feel, having never believed Frank Churchill to be at all deserving Emma, was there so much fond solicitude, so much keen anxiety for her, that he could stay no longer. He had ridden home through the rain; and had walked up directly after dinner, to see how this sweetest and best of all creatures, faultless in spite of all her faults, bore the discovery. El cambio experimentado por ella fue parecido... Aquella media hora había dado a ambos la misma inapreciable certeza de ser amados, había disipado en uno y otro las mismas brumas de la incomprensión, de los celos, de la desconfianza... Por parte de él habían sido unos celos muy antiguos, que se remontaban a la época de la llegada de Frank Churchill, e incluso antes, cuando aún se le esperaba... Había estado enamorado de Emma y celoso de Frank Churchill desde aquellos días en los que probablemente un sentimiento le había permitido darse cuenta del otro... Habían sido sus celos de Frank Churchill que le habían hecho dejar Highbury... La excursión a Box Hill le había impulsado a partir. Consideró que por lo menos así evitaría el volver a ser testigo de todas aquellas atenciones que ella permitía y alentaba... Se había ido para aprender a ser indiferente... Pero para ello había elegido un mal lugar. Había demasiada felicidad doméstica en la casa de su hermano; la mujer representaba allí un papel demasiado atractivo; Isabella se parecía demasiado a Emma... diferenciándose sólo de ella en una serie de cosas en las que era claramente inferior, y que no hacían más que evocarle con mucha más fuerza el recuerdo de su amiga; por mucho que hubiese hecho, aunque se hubiese quedado allí mucho más tiempo, hubiese sido inútil. Sin embargo, permaneció allí tercamente, día tras día... hasta que aquella misma mañana el correo le había traído la historia de Jane Fairfax... Entonces, junto a la alegría que forzosamente debía sentir, y que no sentía el menor escrúpulo en sentir, porque nunca había creído que Frank Churchill mereciera a Emma, surgió en su ánimo una solicitud tan afectuosa, una inquietud tan intensa por ella, que no pudo seguir en Londres ni un día más. Había regresado a Highbury bajo la lluvia; e inmediatamente después de comer se había encaminado a Hartfield para ver cómo la mejor y la más encantadora de todos los seres humanos, perfecta a pesar de sus imperfecciones, sobrellevaba la noticia.
He had found her agitated and low.—Frank Churchill was a villain.— He heard her declare that she had never loved him. Frank Churchill′s character was not desperate.—She was his own Emma, by hand and word, when they returned into the house; and if he could have thought of Frank Churchill then, he might have deemed him a very good sort of fellow. La encontró nerviosa y deprimida... Frank Churchill era un villano... Emma le dijo que nunca le había amado... Al fin y al cabo, Frank Churchill no era un caso tan ruin como podría suponerse... Cuando ambos volvieron a la casa, Emma era ya «su» Emma, su mano y sus palabras lo atestiguaban; y si entonces hubiera podido pensar en Frank Churchill, probablemente le hubiera considerado como un excelente muchacho.