"Emma"









II. CHAPTER VII



CAPÍTULO XXV

Emma′s very good opinion of Frank Churchill was a little shaken the following day, by hearing that he was gone off to London, merely to have his hair cut. A sudden freak seemed to have seized him at breakfast, and he had sent for a chaise and set off, intending to return to dinner, but with no more important view that appeared than having his hair cut. There was certainly no harm in his travelling sixteen miles twice over on such an errand; but there was an air of foppery and nonsense in it which she could not approve. It did not accord with the rationality of plan, the moderation in expense, or even the unselfish warmth of heart, which she had believed herself to discern in him yesterday. Vanity, extravagance, love of change, restlessness of temper, which must be doing something, good or bad; heedlessness as to the pleasure of his father and Mrs. Weston, indifferent as to how his conduct might appear in general; he became liable to all these charges. His father only called him a coxcomb, and thought it a very good story; but that Mrs. Weston did not like it, was clear enough, by her passing it over as quickly as possible, and making no other comment than that "all young people would have their little whims." LA excelente opinión que Emma se había formado de Frank Churchill, al día siguiente recibió un duro golpe al oír que el joven se había ido a Londres sin más objeto que el de hacerse cortar el cabello. A la hora del desayuno de pronto tuvo ese capricho, había mandado a por una silla de postas y había partido con la intención de estar de regreso a la hora de la cena, pero sin alegar motivo de más importancia que el de hacerse cortar el cabello. Desde luego no había nada malo en que recorriera dos veces una distancia de dieciséis millas con este fin; pero era algo de una afectación tan exagerada y caprichosa que ella no podía aprobarlo. No concordaba con la sensatez de ideas, la moderación en los gastos e incluso la cordial efusividad ajena a toda presunción, que había creído observar en él el día anterior. Aquello representaba vanidad, extravagancia, afición a los cambios bruscos, inestabilidad de carácter, esa inquietud de ciertas personas que siempre tienen que estar haciendo algo, bueno o malo; falta de atención para con su padre y la señora Weston, e indiferencia para el modo en que su proceder pudiera ser juzgado por los demás; se hacía acreedor a todas estas acusaciones. Su padre se limitó a llamarle petimetre y a tomar a broma lo sucedido; pero la señora Weston quedó muy contrariada, y ello se vio claramente por el hecho de que procuró cambiar de conversación lo antes posible y no hizo otro comentario que el de «todos los jóvenes tienen sus pequeñas manías».
With the exception of this little blot, Emma found that his visit hitherto had given her friend only good ideas of him. Mrs. Weston was very ready to say how attentive and pleasant a companion he made himself—how much she saw to like in his disposition altogether. He appeared to have a very open temper—certainly a very cheerful and lively one; she could observe nothing wrong in his notions, a great deal decidedly right; he spoke of his uncle with warm regard, was fond of talking of him—said he would be the best man in the world if he were left to himself; and though there was no being attached to the aunt, he acknowledged her kindness with gratitude, and seemed to mean always to speak of her with respect. This was all very promising; and, but for such an unfortunate fancy for having his hair cut, there was nothing to denote him unworthy of the distinguished honour which her imagination had given him; the honour, if not of being really in love with her, of being at least very near it, and saved only by her own indifference—(for still her resolution held of never marrying)—the honour, in short, of being marked out for her by all their joint acquaintance. Exceptuando esta pequeña mancha, Emma consideraba que hasta entonces sólo podía juzgar muy favorablemente el comportamiento del joven. La señora Weston no se cansaba de repetir lo atento y amable que se mostraba siempre para con ella y las muchas cualidades que en conjunto poseía su persona. Era de carácter muy abierto, alegre y vivaz; no veía nada de malo en sus principios, y sí en cambio mucho de inequívocamente bueno; hablaba de su tío en términos de gran afecto, le gustaba citarle en su conversación... decía que sería el hombre más bueno del mundo si le dejaran obrar según su modo de ser; y aunque no profesaba el mismo cariño a su tía, no dejaba de reconocer con gratitud las bondades que había tenido para con él, y daba la impresión de que se había propuesto hablar siempre de ella con respeto. Todo ello obligaba a concederle un margen de confianza; y sólo por la desdichada fantasía de querer cortarse el cabello no podía considerársele indigno de la alta estima con que en su fuero interno Emma le distinguía; estima que si no era exactamente un sentimiento de amor por él, estaba muy cerca de serlo, y cuyo único obstáculo era su terquedad (aún seguía firme en su decisión de no casarse nunca)... estima que, en resumen, se traducía en el hecho de que Emma le consideraba por encima de todas las demás personas que conocía.
Mr. Weston, on his side, added a virtue to the account which must have some weight. He gave her to understand that Frank admired her extremely—thought her very beautiful and very charming; and with so much to be said for him altogether, she found she must not judge him harshly. As Mrs. Weston observed, "all young people would have their little whims." Por su parte, el señor Weston añadía a las excelencias de su hijo una virtud que tampoco dejaba de tener su peso: había dejado entrever a Emma que Frank la admiraba extraordinariamente... que la consideraba muy atractiva y llena de encantos; y por lo tanto, con tantos elementos a su favor Emma creía que no debía juzgarle duramente. Como había comentado la señora Weston, «todos los jóvenes tienen sus pequeñas manías».
There was one person among his new acquaintance in Surry, not so leniently disposed. In general he was judged, throughout the parishes of Donwell and Highbury, with great candour; liberal allowances were made for the little excesses of such a handsome young man—one who smiled so often and bowed so well; but there was one spirit among them not to be softened, from its power of censure, by bows or smiles—Mr. Knightley. The circumstance was told him at Hartfield; for the moment, he was silent; but Emma heard him almost immediately afterwards say to himself, over a newspaper he held in his hand, "Hum! just the trifling, silly fellow I took him for." She had half a mind to resent; but an instant′s observation convinced her that it was really said only to relieve his own feelings, and not meant to provoke; and therefore she let it pass. Pero no todas sus nuevas amistades del condado mostraban disposiciones tan benevolentes. En general en las parroquias de Donwell y Highbury se le juzgaba sin malicia; no se daba mucha importancia a las pequeñas extravagancias de un joven tan apuesto... siempre sonriente y siempre amable con todos; pero había alguien que no se ablandaba fácilmente, a quien reverencias y sonrisas no hacían deponer su actitud crítica: el señor Knightley. El hecho en cuestión le fue referido en Hartfield; por el momento no dijo nada; pero casi inmediatamente después Emma le oyó comentar para sí mismo, mientras se inclinaba sobre el periódico que tenía entre las manos: -Hum, no me equivocaba al suponer que sería un memo y un vanidoso.
Although in one instance the bearers of not good tidings, Mr. and Mrs. Weston′s visit this morning was in another respect particularly opportune. Something occurred while they were at Hartfield, to make Emma want their advice; and, which was still more lucky, she wanted exactly the advice they gave. Emma estuvo a punto de replicarle; pero en seguida se dio cuenta de que aquellas palabras no habían sido más que un desahogo, y que no tenían ningún carácter de provocación; y las dejó sin respuesta. Aunque por una parte eran portadores de malas noticias, la visita que aquella mañana les hicieron el señor y la señora Weston en otro aspecto no pudo ser más oportuna. Mientras ellos se hallaban en Hartfield ocurrió algo que hizo que Emma necesitara su consejo; y se dio la feliz coincidencia de que necesitaba precisamente el mismo consejo que ellos le dieron.
This was the occurrence:—The Coles had been settled some years in Highbury, and were very good sort of people—friendly, liberal, and unpretending; but, on the other hand, they were of low origin, in trade, and only moderately genteel. On their first coming into the country, they had lived in proportion to their income, quietly, keeping little company, and that little unexpensively; but the last year or two had brought them a considerable increase of means—the house in town had yielded greater profits, and fortune in general had smiled on them. With their wealth, their views increased; their want of a larger house, their inclination for more company. They added to their house, to their number of servants, to their expenses of every sort; and by this time were, in fortune and style of living, second only to the family at Hartfield. Their love of society, and their new dining-room, prepared every body for their keeping dinner-company; and a few parties, chiefly among the single men, had already taken place. The regular and best families Emma could hardly suppose they would presume to invite—neither Donwell, nor Hartfield, nor Randalls. Nothing should tempt her to go, if they did; and she regretted that her father′s known habits would be giving her refusal less meaning than she could wish. The Coles were very respectable in their way, but they ought to be taught that it was not for them to arrange the terms on which the superior families would visit them. This lesson, she very much feared, they would receive only from herself; she had little hope of Mr. Knightley, none of Mr. Weston. Las cosas ocurrieron del modo siguiente: Hacía ya una serie de años que los Cole se habían instalado en Highbury, y eran personas excelentes... cordiales, generosos y sencillos; pero, por otra parte eran de origen muy modesto, de familia de comerciantes y no demasiado refinados en su educación. Cuando llegaron por vez prie mera a la comarca, vivían ajustándose a sus posibilidades económicas, llevando una vida apacible, teniendo poco trato social, y dentro de ese poco trato, sin grandes dispendios; pero en los últimos dos años sus medios de fortuna habían aumentado considerablemente... su negocio de Londres les había dado mayores beneficios y en general podía decirse que la fortuna les había sonreído. Y al verse con más dinero, sus ambiciones aumentaron; sintieron la necesidad de poseer una casa más grande y creyeron oportuno tener más trato social. Agrandaron la casa, aumentaron el número de criados y en todos los aspectos sus gastos se multiplicaron; y en aquella época en fortuna y en tren de vida sólo eran superados por la familia de Hartfield; su afán de alternar y su comedor nuevo hicieron suponer a todo el mundo que no tardarían en tener invitados; y efectivamente había habido ya algunas invitaciones, sobre todo a hombres solteros. Pero Emma no les creía tan audaces como para atreverse a invitar a las familias más antiguas y de más posición, como las de Donwell, Hartfield o Randalls. Por nada del mundo se hubiese decidido a aceptar una invitación suya, aunque los demás lo hicieran; y sólo lamentaba que al ser conocidas de todos las costumbres de su padre, ello restara significado a su negativa. Los Cole eran muy respetables a su manera, pero debía enseñárseles que no eran ellos quienes debían establecer las condiciones en las que las familias de más posición les visitaran. Y Emma temía mucho que esta lección sólo podrían recibirla de ella misma; no podía esperar mucho del señor Knightley, y nada del señor Weston.
But she had made up her mind how to meet this presumption so many weeks before it appeared, that when the insult came at last, it found her very differently affected. Donwell and Randalls had received their invitation, and none had come for her father and herself; and Mrs. Weston′s accounting for it with "I suppose they will not take the liberty with you; they know you do not dine out," was not quite sufficient. She felt that she should like to have had the power of refusal; and afterwards, as the idea of the party to be assembled there, consisting precisely of those whose society was dearest to her, occurred again and again, she did not know that she might not have been tempted to accept. Harriet was to be there in the evening, and the Bateses. They had been speaking of it as they walked about Highbury the day before, and Frank Churchill had most earnestly lamented her absence. Might not the evening end in a dance? had been a question of his. The bare possibility of it acted as a farther irritation on her spirits; and her being left in solitary grandeur, even supposing the omission to be intended as a compliment, was but poor comfort. Pero se había preparado para enfrentarse con esta presunción tantas semanas antes de que el caso se planteara, que cuando por fin llegó la ofensa la afectó de un modo muy diferente. En Donwell y en Randalls habían recibido una invitación, pero no había llegado ninguna para su padre y para ella; y la explicación que dio la señora Weston («Supongo que con vosotros no se tomarán esa libertad, ya saben que nunca coméis fuera de casa»), no le bastó en absoluto. Se daba cuenta de que hubiese preferido poder darles una negativa; y luego, como todas las personas que iban a reunirse en casa de los Cole eran precisamente sus amigos más íntimos, empezó a darle vueltas y más vueltas a la cuestión, y terminó sin estar ya muy segura de que no se hubiera visto tentada a aceptar. Entre los invitados figuraría Harriet, y también las Bates. Estuvieron hablando de ello mientras paseaban por Highbury el día anterior, y Frank Churchill había lamentado vivamente su ausencia. ¿No era posible que la velada terminase con un baile?, había preguntado el joven. La mera posibilidad de que fuese así sólo contribuyó a irritar más a Emma; y el hecho de que la dejaran en su orgullosa soledad, aun suponiendo que la omisión debiera interpretarse como un cumplido, era un mezquino consuelo para ella.
It was the arrival of this very invitation while the Westons were at Hartfield, which made their presence so acceptable; for though her first remark, on reading it, was that "of course it must be declined," she so very soon proceeded to ask them what they advised her to do, that their advice for her going was most prompt and successful. Y fue precisamente la llegada de esta invitación, mientras los Weston estaban en Hartfield, lo que hizo que su presencia fuera tan útil; porque aunque su primer comentario al leerla fue «desde luego hay que rechazarla», se dio tanta prisa en preguntarles qué le aconsejaban ellos, que su consejo de que aceptara la invitación fue más decisivo.
She owned that, considering every thing, she was not absolutely without inclination for the party. The Coles expressed themselves so properly—there was so much real attention in the manner of it—so much consideration for her father. "They would have solicited the honour earlier, but had been waiting the arrival of a folding-screen from London, which they hoped might keep Mr. Woodhouse from any draught of air, and therefore induce him the more readily to give them the honour of his company." Upon the whole, she was very persuadable; and it being briefly settled among themselves how it might be done without neglecting his comfort—how certainly Mrs. Goddard, if not Mrs. Bates, might be depended on for bearing him company—Mr. Woodhouse was to be talked into an acquiescence of his daughter′s going out to dinner on a day now near at hand, and spending the whole evening away from him. As for his going, Emma did not wish him to think it possible, the hours would be too late, and the party too numerous. He was soon pretty well resigned. Emma reconoció que, teniendo en cuenta todas las circunstancias, no dejaba de sentir cierta inclinación por aceptar. Los Coles se habían expresado con tanta delicadeza, habían puesto tanta deferencia en el modo de formular la invitación, revelaba tanta consideración para con su padre... «Hubiéramos solicitado antes el honor de su grata compañía, pero esperábamos que nos enviaran un biombo que habíamos encargado en Londres y que confiamos protegerá al señor Woodhouse de las corrientes de aire, suponiendo que ello contribuirá a hacerle otorgar el consentimiento y a proporcionarnos así el placer de su asistencia...» En vista de todo lo cual Emma se mostró muy dispuesta a dejarse convencer; y después de acordar rápidamente entre ellos cómo podría llevarse a cabo el proyecto sin contrariar a su padre -sin duda podía contarse con la señora Goddard, si no con la señora Bates, para que le hicieran compañía-, se planteó al señor Woodhouse la cuestión de que, con la aquiescencia de su hija, pensaban aceptar una invitación para cenar fuera de casa un día que ya estaba próximo, lo cual significaría verse privado de su hija durante una serie de horas. Emma prefería que su padre no considerase posible la idea de que él también podría asistir; la reunión terminaría demasiado tarde y habría demasiada gente. El buen señor se resignó inmediatamente.
"I am not fond of dinner-visiting," said he—"I never was. No more is Emma. Late hours do not agree with us. I am sorry Mr. and Mrs. Cole should have done it. I think it would be much better if they would come in one afternoon next summer, and take their tea with us—take us in their afternoon walk; which they might do, as our hours are so reasonable, and yet get home without being out in the damp of the evening. The dews of a summer evening are what I would not expose any body to. However, as they are so very desirous to have dear Emma dine with them, and as you will both be there, and Mr. Knightley too, to take care of her, I cannot wish to prevent it, provided the weather be what it ought, neither damp, nor cold, nor windy." Then turning to Mrs. Weston, with a look of gentle reproach—"Ah! Miss Taylor, if you had not married, you would have staid at home with me." -No soy nada aficionado a esas invitaciones a cenar -dijoNunca lo he sido. Y Emma tampoco. El trasnochar no se ha hecho para nosotros. Siento que el señor y la señora Cole hayan tenido esta idea. A mí me parece que hubiese sido mucho mejor que hubieran venido cualquier tarde del próximo verano después de comer, y hubieran tomado el té con nosotros... y luego hubiéramos podido dar un paseo juntos; eso no les hubiera costado ningún esfuerzo porque nuestro horario es muy regular, y todos hubiéramos podido estar de regreso en casa sin tener que exponernos al relente de la noche. La humedad de una noche de verano es algo a lo que yo no quisiera exponer a nadie. Pero ya que tienen tantos deseos de que Emma cene con ellos, y como ustedes dos estarán allí también, y el señor Knightley igual, ya cuidaréis de ella... yo no puedo prohibirle que vaya con tal de que el tiempo sea como debe ser, ni húmedo, ni frío, ni ventoso. Luego, volviéndose hacia la señora Weston con una mirada de suave reproche, añadió: -¡Ah, señorita Taylor! Si no se hubiera casado se hubiese podido quedar en casa conmigo.
"Well, sir," cried Mr. Weston, "as I took Miss Taylor away, it is incumbent on me to supply her place, if I can; and I will step to Mrs. Goddard in a moment, if you wish it." -Bueno -exclamó el señor Weston-, ya que fui yo quien me llevé de aquí a la señorita Taylor, a mí me corresponde encontrarle un substituto, si es que puedo; si a usted le parece bien, puedo pasar ahora en un momento a ver a la señora Goddard.
But the idea of any thing to be done in a moment, was increasing, not lessening, Mr. Woodhouse′s agitation. The ladies knew better how to allay it. Mr. Weston must be quiet, and every thing deliberately arranged. Pero la idea de hacer algo «en un momento» no sólo no calmaba sino que aumentaba la inquietud del señor Woodhouse. Ellas en cambio sabían cuál era la mejor solución. El señor Weston no se movería de allí, y todo se haría de un modo más pausado.
With this treatment, Mr. Woodhouse was soon composed enough for talking as usual. "He should be happy to see Mrs. Goddard. He had a great regard for Mrs. Goddard; and Emma should write a line, and invite her. James could take the note. But first of all, there must be an answer written to Mrs. Cole." Cuando desaparecieron las prisas, el señor Woodhouse no tardó en recuperarse lo suficiente como para poder volver a hablar con toda normalidad. -Me gustaría charlar con la señora Goddard; siento un gran afecto por la señora Goddard; Emma podría ponerle unas letras e invitarla. James podría llevar la nota. Pero antes que nada hay que dar una respuesta por escrito a la señora Cole.
"You will make my excuses, my dear, as civilly as possible. You will say that I am quite an invalid, and go no where, and therefore must decline their obliging invitation; beginning with my compliments, of course. But you will do every thing right. I need not tell you what is to be done. We must remember to let James know that the carriage will be wanted on Tuesday. I shall have no fears for you with him. We have never been there above once since the new approach was made; but still I have no doubt that James will take you very safely. And when you get there, you must tell him at what time you would have him come for you again; and you had better name an early hour. You will not like staying late. You will get very tired when tea is over." Tú, querida, ya me disculparás todo lo cortésmente que sea posible. Dile que soy un verdadero inválido, que no voy a ninguna parte y que por lo tanto me veo forzado a declinar su amable invitación; empieza presentándole mis respetos, desde luego. Pero ya sé que tú lo harás todo muy bien; no necesito decirte lo que tienes que hacer. Tenemos que acordarnos de decir a James que necesitaremos el coche para el martes. Yendo con él no tengo ningún miedo de que te pase nada. Creo que desde que se construyó el nuevo camino no hemos ido por allí más que una vez; pero a pesar de todo estoy segurísimo de que conduciendo James no te va a ocurrir nada; y cuando lleguéis allí tienes que decirle a qué hora quieres que vuelva a recogerte; y sería mejor que no fuera muy tarde. Ya sabes que a ti no te gusta trasnochar. Cuando terminéis de tomar el té ya estarás cansadísima.
"But you would not wish me to come away before I am tired, papa?" -Pero, papá, no querrás que me vaya antes de estar cansada, ¿no?
"Oh! no, my love; but you will soon be tired. There will be a great many people talking at once. You will not like the noise." -¡Oh, claro está que no, pequeña mía! Pero te sentirás cansada en seguida. Habrá mucha gente que se pondrá a hablar a la vez. A ti no te gusta el ruido.
"But, my dear sir," cried Mr. Weston, "if Emma comes away early, it will be breaking up the party." -Pero, querido amigo -exclamó el señor Weston-, si Emma se va temprano se deshará toda la reunión.
"And no great harm if it does," said Mr. Woodhouse. "The sooner every party breaks up, the better." -Pues no veo que nadie salga perjudicado porque se deshaga pronto -dijo el señor Woodhouse-. Una velada de ésas cuanto antes se acabe mejor.
"But you do not consider how it may appear to the Coles. Emma′s going away directly after tea might be giving offence. They are good-natured people, and think little of their own claims; but still they must feel that any body′s hurrying away is no great compliment; and Miss Woodhouse′s doing it would be more thought of than any other person′s in the room. You would not wish to disappoint and mortify the Coles, I am sure, sir; friendly, good sort of people as ever lived, and who have been your neighbours these ten years." -Pero piense usted en el mal efecto que eso produciría en los Cole; el que Emma se fuese inmediatamente después del té podría parecer como una ofensa. Son gente de buen natural, y no creo que sean demasiado susceptibles; pero a pesar de todo tienen que pensar que el que alguien se vaya con tanta prisa no es hacerles un gran cumplido; y si fuese la señorita Woodhouse la que lo hiciera, se notaría más que cualquier otra persona de la reunión. Y estoy seguro de que usted no desea hacer un desaire y mortificar a los Cole; siempre han sido buena gente, muy cordiales, y en estos últimos diez años han sido vecinos suyos.
"No, upon no account in the world, Mr. Weston; I am much obliged to you for reminding me. I should be extremely sorry to be giving them any pain. I know what worthy people they are. Perry tells me that Mr. Cole never touches malt liquor. You would not think it to look at him, but he is bilious—Mr. Cole is very bilious. No, I would not be the means of giving them any pain. My dear Emma, we must consider this. I am sure, rather than run the risk of hurting Mr. and Mrs. Cole, you would stay a little longer than you might wish. You will not regard being tired. You will be perfectly safe, you know, among your friends." -No, no, señor Weston, por nada del mundo consentiría una cosa así, le estoy muy agradecido por habérmelo hecho ver. Me sabría muy mal darles un disgusto. Ya sé que son gente muy digna. Perry me ha dicho que el señor Cole nunca prueba ninguna clase de cerveza. Nadie lo diría al verle, pero padece de la bilis... El señor Cole es muy bilioso. No, desde luego no puedo consentir que por mi culpa tenga un disgusto. Querida Emma, tenemos que tener en cuenta esto. Estoy decidido: antes que correr el riesgo de ofender al señor y a la señora Cole es mejor que te quedes hasta un poco más tarde de lo que tú hubieras preferido. Procura que no se te note el cansancio. Ya sabes que estarás entre amigos, no tienes que preocuparte por nada.
"Oh yes, papa. I have no fears at all for myself; and I should have no scruples of staying as late as Mrs. Weston, but on your account. I am only afraid of your sitting up for me. I am not afraid of your not being exceedingly comfortable with Mrs. Goddard. She loves piquet, you know; but when she is gone home, I am afraid you will be sitting up by yourself, instead of going to bed at your usual time—and the idea of that would entirely destroy my comfort. You must promise me not to sit up." -Desde luego que no, papá. Por mí no tengo ningún miedo; y yo no tendría ningún inconveniente en quedarme hasta que se fuera la señora Weston, si no fuera por ti. Lo único que me preocupa es el que me esperes durante demasiado tiempo. Ya sé que estarás muy a gusto con la señora Goddard. A ella le gusta jugar a los cientos,12 ya lo sabes; pero cuando ella vuelva a su casa, tengo miedo de que te quedes levantado esperándome, en vez de acostarte a la hora de siempre... y sólo de pensar en esto yo ya no puedo estar tranquila. Tienes que prometerme que no me esperarás.
He did, on the condition of some promises on her side: such as that, if she came home cold, she would be sure to warm herself thoroughly; if hungry, that she would take something to eat; that her own maid should sit up for her; and that Serle and the butler should see that every thing were safe in the house, as usual. Y así lo hizo, aunque poniendo como condición que ella le hiciera a su vez una serie de promesas tales como: que si al regresar tenía frío no se olvidara de calentarse convenientemente; que si tenía hambre, no dejaría de comer algo; que su doncella se quedase esperándola; y que Serle y el mayordomo se ocuparan de comprobar que en la casa todo estaba en orden, como de costumbre.