"Emma"









I. CHAPTER II



CAPÍTULO II

Mr. Weston was a native of Highbury, and born of a respectable family, which for the last two or three generations had been rising into gentility and property. He had received a good education, but, on succeeding early in life to a small independence, had become indisposed for any of the more homely pursuits in which his brothers were engaged, and had satisfied an active, cheerful mind and social temper by entering into the militia of his county, then embodied. EL señor Weston era natural de Highbury, y había nacido en el seno de una familia honorable que en el curso de las dos o tres últimas generaciones había ido acrecentando su nobleza y su fortuna. Había recibido una buena educación, pero al tener ya desde una edad muy temprana una cierta independencia, se encontró incapaz de desempeñar ninguna de las ocupaciones de la casa a las que se dedicaban sus hermanos; y su espíritu activo e inquieto y su temperamento sociable le había llevado a ingresar en la milicia del condado que entonces se formó.
Captain Weston was a general favourite; and when the chances of his military life had introduced him to Miss Churchill, of a great Yorkshire family, and Miss Churchill fell in love with him, nobody was surprized, except her brother and his wife, who had never seen him, and who were full of pride and importance, which the connexion would offend. El capitán Weston era apreciado por todos; y cuando las circunstancias de la vida militar le habían hecho conocer a la señorita Churchill, de una gran familia del Yorkshire, y la señorita Churchill se enamoró de él, nadie se sorprendió, excepto el hermano de ella y su esposa, que nunca le habían visto, que estaban llenos de orgullo y de pretensiones, y que se sentían ofendidos por este enlace.
Miss Churchill, however, being of age, and with the full command of her fortune—though her fortune bore no proportion to the family-estate—was not to be dissuaded from the marriage, and it took place, to the infinite mortification of Mr. and Mrs. Churchill, who threw her off with due decorum. It was an unsuitable connexion, and did not produce much happiness. Mrs. Weston ought to have found more in it, for she had a husband whose warm heart and sweet temper made him think every thing due to her in return for the great goodness of being in love with him; but though she had one sort of spirit, she had not the best. She had resolution enough to pursue her own will in spite of her brother, but not enough to refrain from unreasonable regrets at that brother′s unreasonable anger, nor from missing the luxuries of her former home. They lived beyond their income, but still it was nothing in comparison of Enscombe: she did not cease to love her husband, but she wanted at once to be the wife of Captain Weston, and Miss Churchill of Enscombe. Sin embargo, la señorita Churchill, como ya era mayor de edad y se hallaba en plena posesión de su fortuna -aunque su fortuna no fuese proporcionada a los bienes de la familia- no se dejó disuadir y la boda tuvo lugar con infinita mortificación por parte del señor y la señora Churchill, quienes se la quitaron de encima con el debido decoro. Éste fue un enlace desafortunado y no fue motivo de mucha felicidad. La señora Weston hubiera debido ser más dichosa, pues tenía un esposo cuyo afecto y dulzura de carácter le hacían considerarse deudor suyo en pago de la gran felicidad de estar enamorada de él; pero aunque era una mujer de carácter no tenía el mejor. Tenía temple suficiente como para hacer su propia voluntad contrariando a su hermano, pero no el suficiente como para dejar de hacer reproches excesivos a la cólera también excesiva de su hermano, ni para no echar de menos los lujos de su antigua casa. Vivieron por encima de sus posibilidades, pero incluso eso no era nada en comparación con Enscombe: ella nunca dejó de amar a su esposo pero quiso ser a la vez la esposa del capitán Weston y la señora Churchill de Enscombe.
Captain Weston, who had been considered, especially by the Churchills, as making such an amazing match, was proved to have much the worst of the bargain; for when his wife died, after a three years′ marriage, he was rather a poorer man than at first, and with a child to maintain. From the expense of the child, however, he was soon relieved. The boy had, with the additional softening claim of a lingering illness of his mother′s, been the means of a sort of reconciliation; and Mr. and Mrs. Churchill, having no children of their own, nor any other young creature of equal kindred to care for, offered to take the whole charge of the little Frank soon after her decease. Some scruples and some reluctance the widower-father may be supposed to have felt; but as they were overcome by other considerations, the child was given up to the care and the wealth of the Churchills, and he had only his own comfort to seek, and his own situation to improve as he could. El capitán Weston, de quien se había considerado, sobre todo por los Churchill, que había hecho una boda tan ventajosa, resultó que había llevado con mucho la peor parte; pues cuando murió su esposa después de tres años de matrimonio, tenía menos dinero que al principio, y debía mantener a un hijo. Sin embargo, pronto se le libró de la carga de este hijo. El niño, habiendo además otro argumento de conciliación debido a la enfermedad de su madre, había sido el medio de una suerte de reconciliación y el señor y la señora Churchill, que no tenían hijos propios, ni ningún otro niño de parientes tan próximos de que cuidarse, se ofrecieron a hacerse cargo del pequeño Frank poco después de la muerte de su madre. Ya puede suponerse que el viudo sintió ciertos escrúpulos y no cedió de muy buena gana; pero como estaba abrumado por otras preocupaciones, el niño fue confiado a los cuidados y a la riqueza de los Churchill, y él no tuvo que ocuparse más que de su propio bienestar y de mejorar todo lo que pudo su situación.
A complete change of life became desirable. He quitted the militia and engaged in trade, having brothers already established in a good way in London, which afforded him a favourable opening. It was a concern which brought just employment enough. He had still a small house in Highbury, where most of his leisure days were spent; and between useful occupation and the pleasures of society, the next eighteen or twenty years of his life passed cheerfully away. He had, by that time, realised an easy competence—enough to secure the purchase of a little estate adjoining Highbury, which he had always longed for—enough to marry a woman as portionless even as Miss Taylor, and to live according to the wishes of his own friendly and social disposition. Se imponía un cambio completo de vida. Abandonó la milicia y se dedicó al comercio, pues tenía hermanos que ya estaban bien establecidos en Londres y que le facilitaron los comienzos. Fue un negocio que no le proporcionó más que cierto desahogo. Conservaba todavía una casita en Highbury en donde pasaba la mayor parte de sus días libres; y entre su provechosa ocupación y los placeres de la sociedad, pasaron alegremente dieciocho o veinte años más de su vida. Para entonces había ya conseguido una situación más desahogada que le permitió comprar una pequeña propiedad próxima a Highbury por la que siempre había suspirado, así como casarse con una mujer incluso con tan poca dote como la señorita Taylor, y vivir de acuerdo con los impulsos de su temperamento cordial y sociable.
It was now some time since Miss Taylor had begun to influence his schemes; but as it was not the tyrannic influence of youth on youth, it had not shaken his determination of never settling till he could purchase Randalls, and the sale of Randalls was long looked forward to; but he had gone steadily on, with these objects in view, till they were accomplished. He had made his fortune, bought his house, and obtained his wife; and was beginning a new period of existence, with every probability of greater happiness than in any yet passed through. He had never been an unhappy man; his own temper had secured him from that, even in his first marriage; but his second must shew him how delightful a well-judging and truly amiable woman could be, and must give him the pleasantest proof of its being a great deal better to choose than to be chosen, to excite gratitude than to feel it. Hacía ya algún tiempo que la señorita Taylor había empezado a influir en sus planes, pero como no era la tiránica influencia que la juventud ejerce sobre la juventud, no había hecho vacilar su decisión de no asentarse hasta que pudiera comprar Randalls, y la venta de Randalls era algo en lo que pensaba hacía ya mucho tiempo; pero había seguido el camino que se trazó teniendo a la vista estos objetivos hasta que logró sus propósitos. Había reunido una fortuna, comprado una casa y conseguido una esposa; y estaba empezando un nuevo período de su vida que según todas las probabilidades sería más feliz que ningún otro de los que había vivido. Él nunca había sido un hombre desdichado; su temperamento le había impedido serlo, incluso en su primer matrimonio; pero el segundo debía demostrarle cuán encantadora, juiciosa y realmente afectuosa puede llegar a ser una mujer, y darle la más grata de las pruebas de que es mucho mejor elegir que ser elegido, despertar gratitud que sentirla.
He had only himself to please in his choice: his fortune was his own; for as to Frank, it was more than being tacitly brought up as his uncle′s heir, it had become so avowed an adoption as to have him assume the name of Churchill on coming of age. It was most unlikely, therefore, that he should ever want his father′s assistance. His father had no apprehension of it. The aunt was a capricious woman, and governed her husband entirely; but it was not in Mr. Weston′s nature to imagine that any caprice could be strong enough to affect one so dear, and, as he believed, so deservedly dear. He saw his son every year in London, and was proud of him; and his fond report of him as a very fine young man had made Highbury feel a sort of pride in him too. He was looked on as sufficiently belonging to the place to make his merits and prospects a kind of common concern. Sólo podía felicitarse de su elección; de su fortuna podía disponer libremente; pues por lo que se refiere a Frank, había sido manifiestamente educado como el heredero de su tío, quien lo había adoptado hasta el punto de que tomó el nombre de Churchill al llegar a la mayoría de edad. Por lo tanto era más que improbable que algún día necesitase la ayuda de su padre. Éste no tenía ningún temor de ello. La tía era una mujer caprichosa y gobernaba por completo a su marido; pero el señor Weston no podía llegar a imaginar que ninguno de sus caprichos fuese lo suficientemente fuerte como para afectar a alguien tan querido, y, según él creía, tan merecidamente querido. Cada año veía a su hijo en Londres y estaba orgulloso de él; y sus apasionados comentarios sobre él presentándole como un apuesto joven habían hecho que Highbury sintiese por él como una especie de orgullo. Se le consideraba perteneciente a aquel lugar hasta el punto de hacer que sus méritos y sus posibilidades fuesen algo de interés general.
Mr. Frank Churchill was one of the boasts of Highbury, and a lively curiosity to see him prevailed, though the compliment was so little returned that he had never been there in his life. His coming to visit his father had been often talked of but never achieved. El señor Frank Churchill era uno de los orgullos de Highbury y existía una gran curiosidad por verle, aunque esta admiración era tan poco correspondida que él nunca había estado allí. A menudo se había hablado de hacer una visita a su padre, pero esta visita nunca se había efectuado.
Now, upon his father′s marriage, it was very generally proposed, as a most proper attention, that the visit should take place. There was not a dissentient voice on the subject, either when Mrs. Perry drank tea with Mrs. and Miss Bates, or when Mrs. and Miss Bates returned the visit. Now was the time for Mr. Frank Churchill to come among them; and the hope strengthened when it was understood that he had written to his new mother on the occasion. For a few days, every morning visit in Highbury included some mention of the handsome letter Mrs. Weston had received. "I suppose you have heard of the handsome letter Mr. Frank Churchill has written to Mrs. Weston? I understand it was a very handsome letter, indeed. Mr. Woodhouse told me of it. Mr. Woodhouse saw the letter, and he says he never saw such a handsome letter in his life." Ahora, al casarse su padre, se habló mucho de que era una excelente ocasión para que realizara la visita. Al hablar de este tema no hubo ni una sola voz que disintiera, ni cuando la señora Perry fue a tomar el té con la señora y la señorita Bates, ni cuando la señorita Bates devolvió la visita. Aquella era la oportunidad para que el señor Frank Churchill conociese el lugar; y las esperanzas aumentaron cuando se supo que había escrito a su nueva madre sobre la cuestión. Durante unos cuantos días en todas las visitas matinales que se hacían en Highbury se mencionaba de un modo u otro la hermosa carta que había recibido la señora Weston. #-Supongo que ha oído usted hablar de la preciosa carta que el señor Frank Churchill ha escrito a la señora Weston. Me han dicho que es una carta muy bonita. Me lo ha dicho el señor Woodhouse. El señor Woodhouse ha visto la carta y dice que en toda su vida no ha leído una carta tan hermosa.
It was, indeed, a highly prized letter. Mrs. Weston had, of course, formed a very favourable idea of the young man; and such a pleasing attention was an irresistible proof of his great good sense, and a most welcome addition to every source and every expression of congratulation which her marriage had already secured. She felt herself a most fortunate woman; and she had lived long enough to know how fortunate she might well be thought, where the only regret was for a partial separation from friends whose friendship for her had never cooled, and who could ill bear to part with her. La verdad es que era una carta admirable. Por supuesto, la señora Weston se había formado una idea muy favorable del joven; y una deferencia tan agradable era una irrefutable prueba de su gran sensatez, y algo que venía a sumarse gratamente a todas las felicitaciones que había recibido por su boda. Se sintió una mujer muy afortunada; y había vivido lo suficiente para saber lo afortunada que podía considerarse, cuando lo único que lamentaba era una separación parcial de sus amigos, cuya amistad con ella nunca se había enfriado, y a quienes tanto costó separarse de ella.
She knew that at times she must be missed; and could not think, without pain, of Emma′s losing a single pleasure, or suffering an hour′s ennui, from the want of her companionableness: but dear Emma was of no feeble character; she was more equal to her situation than most girls would have been, and had sense, and energy, and spirits that might be hoped would bear her well and happily through its little difficulties and privations. And then there was such comfort in the very easy distance of Randalls from Hartfield, so convenient for even solitary female walking, and in Mr. Weston′s disposition and circumstances, which would make the approaching season no hindrance to their spending half the evenings in the week together. Sabía que a veces se la echaría de menos; y no podía pensar sin dolor en que Emma perdiese un solo placer o sufriese una sola hora de tedio al faltarle su compañía; pero su querida Emma no era una persona débil de carácter; sabía estar a la altura de su situación mejor que la mayoría de las muchachas, y tenía sensatez y energía y ánimos que era de esperar que le hiciesen sobrellevar felizmente sus pequeñas dificultades y contrariedades. Y además era tan consolador el que fuese tan corta la distancia entre Randalb y Hartfield, tan fácil de recorrer, el camino incluso para una mujer sola y en el caso y en las circunstancias de la señora Weston que en la estación que ya se acercaba no pondría obstáculos en que pasaran la mitad de las tardes de cada semana juntas.
Her situation was altogether the subject of hours of gratitude to Mrs. Weston, and of moments only of regret; and her satisfaction—her more than satisfaction—her cheerful enjoyment, was so just and so apparent, that Emma, well as she knew her father, was sometimes taken by surprize at his being still able to pity ′poor Miss Taylor,′ when they left her at Randalls in the centre of every domestic comfort, or saw her go away in the evening attended by her pleasant husband to a carriage of her own. But never did she go without Mr. Woodhouse′s giving a gentle sigh, and saying, "Ah, poor Miss Taylor! She would be very glad to stay." Su situación era a un tiempo motivo de horas de gratitud para la señora Weston y sólo de momentos de pesar; y su satisfacción -más que satisfacción-, su extraordinaria alegría era tan justa y tan visible que Emma, a pesar de que conocía tan bien a su padre, a veces quedaba sorprendida al ver que aún era capaz de compadecer a «la pobre señorita Taylor», cuando la dejaron en Randalls en medio de las mayores comodidades, o la vieron alejarse al atardecer junto a su atento esposo en un coche propio. Pero nunca se iba sin que el señor Woodhouse dejara escapar un leve suspiro y dijera: -¡Ah, pobre señorita Taylor! ¡Tanto como le gustaría quedarse!
There was no recovering Miss Taylor—nor much likelihood of ceasing to pity her; but a few weeks brought some alleviation to Mr. Woodhouse. The compliments of his neighbours were over; he was no longer teased by being wished joy of so sorrowful an event; and the wedding-cake, which had been a great distress to him, was all eat up. His own stomach could bear nothing rich, and he could never believe other people to be different from himself. What was unwholesome to him he regarded as unfit for any body; and he had, therefore, earnestly tried to dissuade them from having any wedding-cake at all, and when that proved vain, as earnestly tried to prevent any body′s eating it. He had been at the pains of consulting Mr. Perry, the apothecary, on the subject. Mr. Perry was an intelligent, gentlemanlike man, whose frequent visits were one of the comforts of Mr. Woodhouse′s life; and upon being applied to, he could not but acknowledge (though it seemed rather against the bias of inclination) that wedding-cake might certainly disagree with many—perhaps with most people, unless taken moderately. With such an opinion, in confirmation of his own, Mr. Woodhouse hoped to influence every visitor of the newly married pair; but still the cake was eaten; and there was no rest for his benevolent nerves till it was all gone. No había modo de recobrar a la señorita Taylor... Ni tampoco era probable que dejara de compadecerla; pero unas pocas semanas trajeron algún consuelo al señor Woodhouse. Las felicitaciones de sus vecinos habian terminado; ya nadie volvía a hurgar en su herida felicitándole por un acontecimiento tan penoso; y el pastel de boda, que tanta pesadumbre le había causado, ya había sido comido por completo. Su estómago no soportaba nada sustancioso y se resistía a creer que los demás no fuesen como él. Lo que a él le sentaba mal consideraba que debía sentar mal a todo el mundo; y por lo tanto había hecho todo lo posible para disuadirles de que hiciesen pastel de boda, y cuando vio que sus esfuerzos eran en vano hizo todo lo posible para evitar que los demás comieran de él. Se había tomado la molestia de consultar el asunto con el señor Perry, el boticario. El señor Perry era un hombre inteligente y de mucho mundo cuyas frecuentes visitas eran uno de los consuelos de la vida del señor Woodhouse; y al ser consultado no pudo por menos de reconocer (aunque parece ser que más bien a pesar suyo) que lo cierto era que el pastel de boda podía perjudicar a muchos, quizás a la mayoría, a menos que se comiese con moderación. Con esta opinión que confirmaba la suya propia, el señor Woodhouse intentó influir en todos los visitantes de los recién casados; pero a pesar de todo, el pastel se terminó; y sus benevolentes nervios no tuvieron descanso hasta que no quedó ni una migaja.
There was a strange rumour in Highbury of all the little Perrys being seen with a slice of Mrs. Weston′s wedding-cake in their hands: but Mr. Woodhouse would never believe it. Por Highbury corrió un extraño rumor acerca de que los hijos del señor Perry habían sido vistos con un pedazo del pastel de boda de la señora Weston en la mano; pero el señor Woodhouse nunca lo hubiese creído.