Miguel de Cervantes Saaveddra

El licenciado Vidriera

The Licentiate Vidriera;
or, Doctor Glass-Case

Paseándose dos caballeros estudiantes por las riberas de Tormes, hallaron en ellas, debajo de un árbol durmiendo, a un muchacho de hasta edad de once años, vestido como labrador. Mandaron a un criado que le despertase; despertó y preguntáronle de adónde era y qué hacía durmiendo en aquella soledad. A lo cual el muchacho respondió que el nombre de su tierra se le había olvidado, y que iba a la ciudad de Salamanca a buscar un amo a quien servir, por sólo que le diese estudio. Preguntáronle si sabía leer; respondió que sí, y escribir también. Two students were one day passing along the banks of the Tormes, when they found a boy, about eleven years old, dressed as a labourer, and sleeping under a tree. They sent a servant to wake him, and when he had well opened his eyes, they asked him whence he came, and what he was doing, to be lying asleep and defenceless in that lonely place. The boy replied, that he had forgotten the name of his birthplace, but was going to Salamanca, there to seek a master whom he might serve, on condition of being permitted and aided to pursue his studies. The gentlemen then asked if he could read, and he replied that he could, and write also.
Desa manera dijo uno de los caballeros, no es por falta de memoria habérsete olvidado el nombre de tu patria. "It is not from want of memory, then, that you have forgotten the name of your country," remarked the students.
Sea por lo que fuere respondió el muchacho; que ni el della ni del de mis padres sabrá ninguno hasta que yo pueda honrarlos a ellos y a ella. "Let the cause be what it may," replied the boy, "neither that nor the name of my parents shall be known to any one until I can do honour to them both."
Pues, ¿de qué suerte los piensas honrar? preguntó el otro caballero. "But in what manner do you propose to do them honour?" inquired the gentlemen.
Con mis estudios respondió el muchacho, siendo famoso por ellos; porque yo he oído decir que de los hombres se hacen los obispos. "By the results of my studies," said the boy, "and when I have rendered myself famous by the learning I mean to acquire; for I have heard that some men have made themselves bishops by their studies."
Esta respuesta movió a los dos caballeros a que le recibiesen y llevasen consigo, como lo hicieron, dándole estudio de la manera que se usa dar en aquella universidad a los criados que sirven. Dijo el muchacho que se llamaba Tomás Rodaja, de donde infirieron sus amos, por el nombre y por el vestido, que debía de ser hijo de algún labrador pobre. A pocos días le vistieron de negro, y a pocas semanas dio Tomás muestras de tener raro ingenio, sirviendo a sus amos con tanta fidelidad, puntualidad y diligencia que, con no faltar un punto a sus estudios, parecía que sólo se ocupaba en servirlos. Y, como el buen servir del siervo mueve la voluntad del señor a tratarle bien, ya Tomás Rodaja no era criado de sus amos, sino su compañero. This reply moved the two gentlemen to receive the lad into their service, and take him with them to Salamanca, giving him such facilities for studying as it is not unusual for masters to afford in that university to those who serve them. The youth subsequently informed his masters, that they might call him Thomas Rodaja; whence the students judged him to be the son of some poor labourer. A day or two after their meeting, they caused him to be clothed in a suit of black; and, in the course of a few weeks, he gave proof of extraordinary talent. He was, besides, very grateful, and laboured so earnestly in the service of his masters, that although in fact exceedingly attentive to his studies, it might well have been thought that he did nothing but wait upon those he served. Now the good service of the valet led the masters to treat him well; Thomas soon became their companion rather than servant,
Finalmente, en ocho años que estuvo con ellos, se hizo tan famoso en la universidad, por su buen ingenio y notable habilidad, que de todo género de gentes era estimado y querido. Su principal estudio fue de leyes; pero en lo que más se mostraba era en letras humanas; y tenía tan felice memoria que era cosa de espanto, e ilustrábala tanto con su buen entendimiento, que no era menos famoso por él que por ella. and, during eight years, all of which he passed with them, he acquired for himself so high a reputation in the university, by his great ability and excellent conduct, that he was beloved and esteemed by those of every rank. The principal object of Rodaja′s study was the law, but he was almost equally distinguished in polite learning, and his memory was matter of marvel to all; and the correctness of his views on all subjects was not less remarkable.
Sucedió que se llegó el tiempo que sus amos acabaron sus estudios y se fueron a su lugar, que era una de las mejores ciudades de la Andalucía. Lleváronse consigo a Tomás, y estuvo con ellos algunos días; pero, como le fatigasen los deseos de volver a sus estudios y a Salamanca (que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado), pidió a sus amos licencia para volverse. Ellos, corteses y liberales, se la dieron, acomodándole de suerte que con lo que le dieron se pudiera sustentar tres años. The time had now arrived when the studies of his masters were completed, and they returned to their birthplace, which was one of the most important cities of Andalusia. They took Rodaja with them, and he remained in their company for some time; but, assailed by a perpetual longing to return to his studies at Salamanca,—a city that enchains the will of all who have tasted the amenities of life in that fair seat of learning—he entreated permission of his masters to depart for that purpose. With their usual kindness, they accorded him the favour he desired, and took such measures in his behalf that by their bounty he was supplied with a sufficiency to support him in the university for three years.
Despidióse dellos, mostrando en sus palabras su agradecimiento, y salió de Málaga (que ésta era la patria de sus señores); y, al bajar de la cuesta de la Zambra, camino de Antequera, se topó con un gentilhombre a caballo, vestido bizarramente de camino, con dos criados también a caballo. Juntóse con él y supo cómo llevaba su mismo viaje. Hicieron camarada, departieron de diversas cosas, y a pocos lances dio Tomás muestras de su raro ingenio, y el caballero las dio de su bizarría y cortesano trato, y dijo que era capitán de infantería por Su Majestad, y que su alférez estaba haciendo la compañía en tierra de Salamanca. Rodaja took his leave with manifest proofs of gratitude, and departed from Malaga, for that was the native city of his masters, without further delay. Descending the declivity of the Zambra on the road to Antequera, he chanced to encounter a gentleman on horseback, gaily accoutred in a rich travelling dress, and attended by two servants, also on horseback, whose company he joined; their journey thenceforward lay in the same direction, and the gentleman accepted Thomas as his comrade. They discoursed of various matters, and, in a short time, Rodaja gave such proof of his quality as much delighted his fellow-traveller; while the latter, on his part, soon proved himself to be a kind and courteous man. He told Rodaja that he was a captain of infantry in the service of the king, and that his ensign was then completing their company at Salamanca. He praised the life of a soldier in the highest terms, describing, with much encomium, the many cities and other places visited by those who lead that life.
Alabó la vida de la soldadesca; pintóle muy al vivo la belleza de la ciudad de Nápoles, las holguras de Palermo, la abundancia de Milán, los festines de Lombardía, las espléndidas comidas de las hosterías; dibujóle dulce y puntualmente el aconcha, patrón; pasa acá, manigoldo; venga la macarela, li polastri e li macarroniPuso las alabanzas en el cielo de la vida libre del soldado y de la libertad de Italia; pero no le dijo nada del frío de las centinelas, del peligro de los asaltos, del espanto de las batallas, de la hambre de los cercos, de la ruina de la minas, con otras cosas deste jaez, que algunos las toman y tienen por añadiduras del peso de la soldadesca, y son la carga principal della. En resolución, tantas cosas le dijo, y tan bien dichas, que la discreción de nuestro Tomás Rodaja comenzó a titubear y la voluntad a aficionarse a aquella vida, que tan cerca tiene la muerte. Among other themes of which he spoke were the beauty of Naples, the feasting and pleasures of Palermo, the rich abundance of Milan, and the frequent festivals held in other parts of Lombardy—not omitting the good cheer of the numerous hostelries—in the description of which he broke forth rapturously in the Tuscan language, discoursing of Macarela, Macarroni, and Polastri, with the most cordial goodwill. He expatiated largely on the free enjoyment of life in Italy, and on the pleasures of the soldier′s life in general, which he exalted to the skies; but he did not say a word of the chilling night-watch, the perils of the assault, the terrors of battle, the hunger and privation endured in blockades and sieges, or the ruin caused by mines, with other matters of similar kind whereof he might have spoken, but which he passed over in silence—although there are those who would consider such things as having something to do with the life of the soldier, not to call them its principal features. In a word, he said so much on the subject, that the resolution of our Thomas Rodaja began to waver, and his inclination went near to fix itself on that life, which is so near a neighbour to death.
El capitán, que don Diego de Valdivia se llamaba, contentísimo de la buena presencia, ingenio y desenvoltura de Tomás, le rogó que se fuese con él a Italia, si quería, por curiosidad de verla; que él le ofrecía su mesa y aun, si fuese necesario, su bandera, porque su alférez la había de dejar presto. The captain, whose name was Don Diego de Valdivia, charmed, on his part, with the handsome looks, cheerful manners, and admirable abilities of Rodaja, entreated him to accompany the march into Italy, were it only for the purpose of seeing the country. He offered him his table, and even, if he would adopt the military life, he proposed to procure him a pair of colours; nay, he assured him that those of his own regiment would soon be vacant, and should be at his service.
Poco fue menester para que Tomás tuviese el envite, haciendo consigo en un instante un breve discurso de que sería bueno ver a Italia y Flandes y otras diversas tierras y países, pues las luengas peregrinaciones hacen a los hombres discretos; y que en esto, a lo más largo, podía gastar tres o cuatro años, que, añadidos a los pocos que él tenía, no serían tantos que impidiesen volver a sus estudios. Y, como si todo hubiera de suceder a la medida de su gusto, dijo al capitán que era contento de irse con él a Italia; pero había de ser condición que no se había de sentar debajo de bandera, ni poner en lista de soldado, por no obligarse a seguir su bandera; y, aunque el capitán le dijo que no importaba ponerse en lista, que ansí gozaría de los socorros y pagas que a la compañía se diesen, porque él le daría licencia todas las veces que se la pidiese. But little persuasion was required to induce Rodaja′s acceptance of a part of this offer. Weighing it in his mind, he considered that it would be well to see Italy and Flanders, to say nothing of other countries, since travel contributes to increase knowledge and discretion. He thought, too, that although he should spend three, or even four years in that occupation, yet these, added to the few he then counted, would not make him so old but that he might afterwards return to his studies. These and other considerations had their weight, and the opportunity being so much to his taste, Rodaja finally told the captain that he would go with him into Italy; but it must be on condition of being left at perfect liberty. He would not consent to enlist under his banner, nor to have his name enrolled in the books of the regiment, that he might not be subjected to the restraints of service. The captain represented that his being inscribed on the lists was a matter which involved no duty, and that he would thereby obtain all the appointments, with the regular pay accorded to his rank; while he, Don Diego, would take care that he should have leave of absence whenever he might demand it. Yet Rodaja was not to be moved from his determination.
Eso sería dijo Tomás ir contra mi conciencia y contra la del señor capitán; y así, más quiero ir suelto que obligado. "For this," said he, "would be to act against the dictates of my conscience and of yours, señor captain; I would, besides, much rather go free than be attached to military service in any manner."
Conciencia tan escrupulosa dijo don Diego, más es de religioso que de soldado; pero, comoquiera que sea, ya somos camaradas. "A conscience so scrupulous is more suitable to the cowl of a monk than the helmet of a soldier," said Don Diego, laughing; "but let it be as you will, so we but remain comrades."
Llegaron aquella noche a Antequera, y en pocos días y grandes jornadas se pusieron donde estaba la compañía, ya acabada de hacer, y que comenzaba a marchar la vuelta de Cartagena, alojándose ella y otras cuatro por los lugares que le venían a mano. Allí notó Tomás la autoridad de los comisarios, la incomodidad de algunos capitanes, la solicitud de los aposentadores, la industria y cuenta de los pagadores, las quejas de los pueblos, el rescatar de las boletas, las insolencias de los bisoños, las pendencias de los huéspedes, el pedir bagajes más de los necesarios, y, finalmente, la necesidad casi precisa de hacer todo aquello que notaba y mal le parecía. The first night of their journey they had passed at Antequera, and making long stages each day, they speedily arrived at the place where the captain was to join his company. All arrangements being completed, the company began its march with four others to Carthagena, quartering at such places as fell in their way. And now Rodaja could not fail to remark the authority assumed by the commissaries; the intractable character of many among the captains; the rapacity of the quartermasters, and the unreasonable nature of their demands; the fashion in which the paymasters managed their accounts; the complaints of the people; the traffic in and exchange of billets; the insolence of the undisciplined troops; their quarrels with the other guests at the inns; the requisition of more rations and other stores than were rightful or necessary; and, finally, the almost inevitable consequences of all this. Much besides came under his observation, which he could not but see to be in every way wrong and injurious.
Habíase vestido Tomás de papagayo, renunciando los hábitos de estudiante, y púsose a lo de Dios es Cristo, como se suele decir. Los muchos libros que tenía los redujo a unas Horas de Nuestra Señora y un Garcilaso sin comento, que en las dos faldriqueras llevaba. Llegaron más presto de lo que quisieran a Cartagena, porque la vida de los alojamientos es ancha y varia, y cada día se topan cosas nuevas y gustosas. For Rodaja himself, he had now abandoned the garb of a student, and dressed himself parrot-fashion (as we say), conforming to such things as the life around him presented. The many books he had possessed were now reduced to the "Orisons of Our Lady," and a "Garcilaso without Comments," which he carried in two of his pockets.
Allí se embarcaron en cuatro galeras de Nápoles, y allí notó también Tomás Rodaja la estraña vida de aquellas marítimas casas, adonde lo más del tiempo maltratan las chinches, roban los forzados, enfadan los marineros, destruyen los ratones y fatigan las maretas. Pusiéronle temor las grandes borrascas y tormentas, especialmente en el golfo de León, que tuvieron dos; que la una los echó en Córcega y la otra los volvió a Tolón, en Francia. En fin, trasnochados, mojados y con ojeras, llegaron a la hermosa y bellísima ciudad de Génova; y, desembarcándose en su recogido mandrache, después de haber visitado una iglesia, dio el capitán con todas sus camaradas en una hostería, donde pusieron en olvido todas las borrascas pasadas con el presente gaudeamus. The party with which he travelled arrived at Carthagena much earlier than he desired, for the varied life he led was very pleasant, and each day brought something new and agreeable. At Carthagena the troops embarked in four galleys for Naples; and in his cabin, also, Kodaja made many observations on the strange life passed in those maritime houses, where, for the most part, a man is devoured by vermin and destroyed by rats, vexed by the sailors, robbed by the galley-slaves, and tormented by the swell of the waters. He endured terrible fear from violent storms and tempests, more especially in the Gulf of Lyons, where they had two, by one of which they were cast on the Island of Corsica, while the other drove them back upon Toulon, in France. At last, weary and half-drowned, they reached land in the darkness of the night, and with great difficulty arrived at the most peaceful and beautiful city of Genoa. Having disembarked, and hastily visited a church to return thanks for their safety, the captain with all his comrades adjourned to a tavern, where they quickly forgot past storms and tempests in present rejoicing and feasting.
Allí conocieron la suavidad del Treviano, el valor del Montefrascón, la fuerza del Asperino, la generosidad de los dos griegos Candia y Soma, la grandeza del de las Cinco Viñas, la dulzura y apacibilidad de la señora Guarnacha, la rusticidad de la Chéntola, sin que entre todos estos señores osase parecer la bajeza del Romanesco. Y, habiendo hecho el huésped la reseña de tantos y tan diferentes vinos, se ofreció de hacer parecer allí, sin usar de tropelía, ni como pintados en mapa, sino real y verdaderamente, a Madrigal, Coca, Alaejos, y a la imperial más que Real Ciudad, recámara del dios de la risa; ofreció a Esquivias, a Alanís, a Cazalla, Guadalcanal y la Membrilla, sin que se le olvidase de Ribadavia y de Descargamaría. Finalmente, más vinos nombró el huésped, y más les dio, que pudo tener en sus bodegas el mismo Baco. Here they learned to appreciate the respective merits of the different wines presented to them by their active and voluble host; the delicacy of Trebbiano, the fine body of Montefiascone, the purity of Asperino, the generous spirit of the wines from Candia and Soma, and the strength of those from the Cincovinas, or Five Vineyards. Neither did they disregard the sweetness and amenity of the Señora Guarnacha, or the rustic bloom of the Centola, not forgetting even in this bright array the humble Romanesco, which likewise came in for its meed of praise. The host having passed in review all these and other wines, of many various qualities, offered besides to place before his guests, without having any recourse to magic, and not as one marks down places on a map, but in all their vivid reality, Madriga, Coca, Alacjos, and the imperial, rather than royal city—that favourite abode of the god of smiles—Ciudad Real. He furthermore offered Esquibias, Alanis, Cazalla, Guadalcanal, and Membrilla, without forgetting the wines of Ribadavia or of Descargamaria. At a word, the host offered and even gave them more wines than Bacchus himself could have stored in all his cellars.
Admiráronle también al buen Tomás los rubios cabellos de las ginovesas, y la gentileza y gallarda disposición de los hombres; la admirable belleza de la ciudad, que en aquellas peñas parece que tiene las casas engastadas como diamantes en oro. Otro día se desembarcaron todas las compañías que habían de ir al Piamonte; pero no quiso Tomás hacer este viaje, sino irse desde allí por tierra a Roma y a Nápoles, como lo hizo, quedando de volver por la gran Venecia y por Loreto a Milán y al Piamonte, donde dijo don Diego de Valdivia que le hallaría si ya no los hubiesen llevado a Flandes, según se decía. Nor was the good Thomas unmindful of the admiration due to the radiant locks of the Genoese maidens, renowned for those fair tresses, while he likewise appreciated the obliging and cheerful disposition of the male inhabitants, and was never weary of expatiating on the beauty of the city itself, which, as you look at it from the sea, appears to hold the houses enchased amidst the rocks, as diamonds are set in gold. The day after their arrival, such of the companies as were destined for Piedmont were disembarked; Rodaja, however, had no wish to proceed thither, but determined to go from Genoa by land to Rome and Naples, and return by the way of Our Lady of Loretto to the great and magnificent Venice, and thence to Milan and Piedmont, where it was agreed that he should rejoin Don Diego, if the latter had not previously been compelled to set off for Flanders, as was expected.
Despidióse Tomás del capitán de allí a dos días, y en cinco llegó a Florencia, habiendo visto primero a Luca, ciudad pequeña, pero muy bien hecha, y en la que, mejor que en otras partes de Italia, son bien vistos y agasajados los españoles. Contentóle Florencia en estremo, así por su agradable asiento como por su limpieza, sumptuosos edificios, fresco río y apacibles calles. Estuvo en ella cuatro días, y luego se partió a Roma, reina de las ciudades y señora del mundo. Visitó sus templos, adoró sus reliquias y admiró su grandeza; y, así como por las uñas del león se viene en conocimiento de su grandeza y ferocidad, así él sacó la de Roma por sus despedazados mármoles, medias y enteras estatuas, por sus rotos arcos y derribadas termas, por sus magníficos pórticos y anfiteatros grandes; por su famoso y santo río, que siempre llena sus márgenes de agua y las beatifica con las infinitas reliquias de cuerpos de mártires que en ellas tuvieron sepultura; por sus puentes, que parece que se están mirando unas a otras, que con sólo el nombre cobran autoridad sobre todas las de las otras ciudades del mundo: la vía Apia, la Flaminia, la Julia, con otras deste jaez. Two days after these arrangements were made, Rodaja took leave of the captain, and in five days from that time he reached Florence, having first seen Lucca, a city which is small but very well built, and one where Spaniards are more kindly received and better treated than in any other part of Italy. With Florence Rodaja was infinitely delighted, as well for the pleasantness of its position as for its sumptuous buildings, its fine river, agreeable streets, and cleanliness of aspect. He remained there but four days, and then departed for Rome, the queen of cities and mistress of the world, whose temples he visited, whose relics he adored, and whose grandeur he admired: and as from the claws of the lion you may judge of its mass and force, so did Rodaja infer the greatness of Rome from the fragments of her marbles—her statues, broken or entire—her arches, fallen or fractured—her baths, crumbled to ruin—her magnificent porticos and vast amphitheatres—her renowned and holy river, which ever fills the banks with water to the brim, while it blesses them with innumerable remains of the martyrs whose bodies have found a burial beneath its waves. Nor did our traveller fail to estimate the beauty of the bridges, which one might fancy to be admiring each other, or the streets, which, by their very names alone, claim authority and pre-eminence over those of all other cities in the world: the Via Flaminia, for example, the Via Julia, the Appia, and others of the same character.
Pues no le admiraba menos la división de sus montes dentro de sí misma: el Celio, el Quirinal y el Vaticano, con los otros cuatro, cuyos nombres manifiestan la grandeza y majestad romana. Notó también la autoridad del Colegio de los Cardenales, la majestad del Sumo Pontífice, el concurso y variedad de gentes y naciones. Todo lo miró, y notó y puso en su punto. Y, habiendo andado la estación de las siete iglesias, y confesádose con un penitenciario, y besado el pie a Su Santidad, lleno de agnusdeis y cuentas, determinó irse a Nápoles; y, por ser tiempo de mutación, malo y dañoso para todos los que en él entran o salen de Roma, como hayan caminado por tierra, se fue por mar a Nápoles, donde a la admiración que traía de haber visto a Roma añadió la que le causó ver a Nápoles, ciudad, a su parecer y al de todos cuantos la han visto, la mejor de Europa y aun de todo el mundo. No less was Rodaja satisfied with the division of those hills which exist within the city itself, the Cælian, the Quirinal, the Vatican, and the other four, whose very names bear evidence to the Roman greatness and majesty. He took careful note, moreover, of that authority which attaches to the College of Cardinals, and of the dignity represented in the person of the Supreme Pontiff; nor did he suffer to pass unnoticed that great concourse and variety of men from all nations ever congregated within the walls of the city. All these things Rodaja admired, reflected on, and arranged in the order of their importance; and having made the station of the Seven Churches, confessed to a Penitentiary, and kissed the feet of his Holiness, he departed, well loaded with Agnus Deis and legends, determining thence to proceed to Naples. But the time was one of important changes and much disorder; this rendered the roads dangerous for all desiring to enter or travel out of Rome; and as he had come to the city by land, so he now resolved to depart by sea, wherefore, proceeding to the port of Ostia, he there embarked, and having reached Naples, added to the satisfaction which he had previously felt at seeing Rome, that of finding himself in a city, in his estimation, and in the opinion of all who have seen it, the finest in Europe, or even in the whole world.
Desde allí se fue a Sicilia, y vio a Palermo, y después a Micina; de Palermo le pareció bien el asiento y belleza, y de Micina, el puerto, y de toda la isla, la abundancia, por quien propiamente y con verdad es llamada granero de Italia. Volvióse a Nápoles y a Roma, y de allí fue a Nuestra Señora de Loreto, en cuyo santo templo no vio paredes ni murallas, porque todas estaban cubiertas de muletas, de mortajas, de cadenas, de grillos, de esposas, de cabelleras, de medios bultos de cera y de pinturas y retablos, que daban manifiesto indicio de las inumerables mercedes que muchos habían recebido de la mano de Dios, por intercesión de su divina Madre, que aquella sacrosanta imagen suya quiso engrandecer y autorizar con muchedumbre de milagros, en recompensa de la devoción que le tienen aquellos que con semejantes doseles tienen adornados los muros de su casa. Vio el mismo aposento y estancia donde se relató la más alta embajada y de más importancia que vieron y no entendieron todos los cielos, y todos los ángeles y todos los moradores de las moradas sempiternas. From Naples, Rodaja proceeded to Sicily, where he visited Palermo and Messina; the first of these cities he admired for the advantages of its position and its beauty, and the second for the convenience of its port; while to the whole island he could not but offer the tribute of his praise for that abundance which causes it to be justly denominated the granary of all Italy. Returning from Sicily to Naples and Rome, Rodaja thence proceeded to Our Lady of Loretto, in whose Holy Temple he could see neither walls nor partitions, since every part was covered with crutches, biers, shrouds, chains, padlocks, fetters, and locks of hair; with arms, hands, legs, or busts in wax, to say nothing of pictures and prints, all giving manifest indication of the mercies and favours innumerable which hundreds of men have received in that place from the hand of God, by the intercession of his Divine Mother, whose sacred Image (there preserved) He has been pleased to exalt and sanction by a vast number of miracles, which have been performed in recompense of the devotion of her votaries; for by them it is that the walls of her house have been adorned in the manner described. Here Rodaja beheld that very chamber of the Virgin, wherein was delivered the most stupendous embassy ever heard or witnessed by all the heavens, all the angels, and all the archangels, or other inhabitants of the everlasting abodes.
Desde allí, embarcándose en Ancona, fue a Venecia, ciudad que, a no haber nacido Colón en el mundo, no tuviera en él semejante: merced al cielo y al gran Hernando Cortés, que conquistó la gran Méjico, para que la gran Venecia tuviese en alguna manera quien se le opusiese. Estas dos famosas ciudades se parecen en las calles, que son todas de agua: la de Europa, admiración del mundo antiguo; la de América, espanto del mundo nuevo. Parecióle que su riqueza era infinita, su gobierno prudente, su sitio inexpugnable, su abundancia mucha, sus contornos alegres, y, finalmente, toda ella en sí y en sus partes digna de la fama que de su valor por todas las partes del orbe se estiende, dando causa de acreditar más esta verdad la máquina de su famoso Arsenal, que es el lugar donde se fabrican las galeras, con otros bajeles que no tienen número. From this place our traveller proceeded to Ancona, where he embarked and repaired to Venice, a city which, had Columbus never appeared in the world, would certainly be still supposed to have no equal; but, by the favour of heaven, and thanks to the great Fernando Cortez who conquered Mexico, the magnificent Venice has now found a city that may be compared to herself. The streets of these two renowned capitals, which are almost wholly of water, make them the admiration and terror of all mankind—that of Europe dominating the old world, and that of America the new. For of the former it would appear that her riches are infinite, her position impregnable, her government most wise, the abundance of her products inexhaustible; in a word, she is herself, as a whole, and in all her parts, entirely worthy of that fame for greatness and majesty which has penetrated to all the regions of the world: the justice of the praise bestowed on Venice is, besides, accredited by her renowned arsenal, wherein are constructed her potent galleys, with other vessels of which the number is not to be told.
Por poco fueran los de Calipso los regalos y pasatiempos que halló nuestro curioso en Venecia, pues casi le hacían olvidar de su primer intento. Pero, habiendo estado un mes en ella, por Ferrara, Parma y Plasencia volvió a Milán, oficina de Vulcano, ojeriza del reino de Francia; ciudad, en fin, de quien se dice que puede decir y hacer, haciéndola magnífica la grandeza suya y de su templo y su maravillosa abundancia de todas las cosas a la vida humana necesarias. Desde allí se fue a Aste, y llegó a tiempo que otro día marchaba el tercio a Flandes. To our curious traveller the delights and pastimes found in Venice had almost proved fatal as those of Calypso, since they had nearly caused him to forget his first intentions. Yet when he had passed a month in that enchanting place, he found resolution to continue his journey, passing by Ferrara, Parma, and Placentia, to Milan, that workshop of Vulcan—that grudge and despair of France—that superb city of which more wonders are reported than words can tell, her own grandeur being increased by that of her famous Temple, and by the marvellous abundance of all things necessary to human life that are to be found therein. From Milan, Rodaja journeyed to Asti, where he arrived in very good time, since the regiment of Don Diego was to depart for Flanders on the following day.
Fue muy bien recebido de su amigo el capitán, y en su compañía y camarada pasó a Flandes, y llegó a Amberes, ciudad no menos para maravillar que las que había visto en Italia. Vio a Gante, y a Bruselas, y vio que todo el país se disponía a tomar las armas, para salir en campaña el verano siguiente. He was received very kindly by his friend the captain, with whom he passed into Flanders, and arrived at Antwerp, a city no less worthy of admiration than those which he had seen in Italy. He visited Ghent and Brussels likewise, finding the whole country preparing to take arms, and well disposed to enter on the campaign of the following year.
Y, habiendo cumplido con el deseo que le movió a ver lo que había visto, determinó volverse a España y a Salamanca a acabar sus estudios; y como lo pensó lo puso luego por obra, con pesar grandísimo de su camarada, que le rogó, al tiempo del despedirse, le avisase de su salud, llegada y suceso. Prometióselo ansí como lo pedía, y, por Francia, volvió a España, sin haber visto a París, por estar puesta en armas. En fin, llegó a Salamanca, donde fue bien recebido de sus amigos, y, con la comodidad que ellos le hicieron, prosiguió sus estudios hasta graduarse de licenciado en leyes. Rodaja having now seen all that he had desired to behold, resolved to return to his native Spain, and to the city of Salamanca, there to complete his studies. He had no sooner determined than he instantly put his purpose into execution, to the great regret of his friend, who, finding him resolved to depart, entreated him at least to write him word of his safe arrival, and likewise of his future success. This Rodaja promised to do, and then returned to Spain through France, but he did not see Paris, which was at that time in arms. At length he arrived at Salamanca, where he was well received by his friends, and with the facilities which they procured him, he continued his studies until he finally attained to the degree of doctor of laws.
Sucedió que en este tiempo llegó a aquella ciudad una dama de todo rumbo y manejo. Acudieron luego a la añagaza y reclamo todos los pájaros del lugar, sin quedar vademécum que no la visitase. Dijéronle a Tomás que aquella dama decía que había estado en Italia y en Flandes, y, por ver si la conocía, fue a visitarla, de cuya visita y vista quedó ella enamorada de Tomás. Y él, sin echar de ver en ello, si no era por fuerza y llevado de otros, no quería entrar en su casa. Finalmente, ella le descubrió su voluntad y le ofreció su hacienda. Pero, como él atendía más a sus libros que a otros pasatiempos, en ninguna manera respondía al gusto de la señora; la cual, viéndose desdeñada y, a su parecer, aborrecida y que por medios ordinarios y comunes no podía conquistar la roca de la voluntad de Tomás, acordó de buscar otros modos, a su parecer más eficaces y bastantes para salir con el cumplimiento de sus deseos. Y así, aconsejada de una morisca, en un membrillo toledano dio a Tomás unos destos que llaman hechizos, creyendo que le daba cosa que le forzase la voluntad a quererla: como si hubiese en el mundo yerbas, encantos ni palabras suficientes a forzar el libre albedrío; y así, las que dan estas bebidas o comidas amatorias se llaman veneficios; porque no es otra cosa lo que hacen sino dar veneno a quien las toma, como lo tiene mostrado la experiencia en muchas y diversas ocasiones. Now it chanced that, about this time, there arrived in Salamanca one of those ladies who belong to all the points of the compass; she was besides well furnished with devices of every colour. To the whistle and bird-call of this fowler there instantly came flocking all the birds of the place; nor was there a vade mecum who refrained from paying a visit to that gay decoy. Among the rest our Thomas was informed that the Señora said she had been in Italy and Flanders when he, to ascertain if he were acquainted with the dame, likewise paid her a visit. She, on her part, immediately fell in love with Rodaja, but he rejected her advances, and never approached her house but when led thither by others, and almost by force. Attending much more zealously to his studies than his amusements, he did not in any manner return her affection, even when she had made it known to him by the offer of her hand and all her possessions. Seeing herself thus scorned, and perceiving that she could not bend the will of Rodaja by ordinary means, the woman determined to seek others, which in her opinion would be more efficacious, and must, as she thought, ensure the desired effect. So, by the advice of a Morisca woman, she took a Toledan quince, and in that fruit she gave him one of those contrivances called charms, thinking that she was thereby forcing him to love her; as if there were, in this world, herbs, enchantments, or words of power, sufficient to enchain the free-will of any creature. These things are called charms, but they are in fact poisons: and those who administer them are actual poisoners, as has been proved by sundry experiences.
Comió en tan mal punto Tomás el membrillo, que al momento comenzó a herir de pie y de mano como si tuviera alferecía, y sin volver en sí estuvo muchas horas, al cabo de las cuales volvió como atontado, y dijo con lengua turbada y tartamuda que un membrillo que había comido le había muerto, y declaró quién se le había dado. La justicia, que tuvo noticia del caso, fue a buscar la malhechora; pero ya ella, viendo el mal suceso, se había puesto en cobro y no pareció jamás. In an unhappy moment Rodaja ate the quince, but had scarcely done so when he began to tremble from head to foot as if struck by apoplexy, remaining many hours before he could be brought to himself. At the end of that time he partially recovered, but appeared to have become almost an idiot. He complained, with a stammering tongue and feeble voice, that a quince which he had eaten had poisoned him, and also found means to intimate by whom it had been given, when justice at once began to move in quest of the criminal; but she, perceiving the failure of her attempt, took care to hide herself, and never appeared again.
Seis meses estuvo en la cama Tomás, en los cuales se secó y se puso, como suele decirse, en los huesos, y mostraba tener turbados todos los sentidos. Y, aunque le hicieron los remedios posibles, sólo le sanaron la enfermedad del cuerpo, pero no de lo del entendimiento, porque quedó sano, y loco de la más estraña locura que entre las locuras hasta entonces se había visto. Imaginóse el desdichado que era todo hecho de vidrio, y con esta imaginación, cuando alguno se llegaba a él, daba terribles voces pidiendo y suplicando con palabras y razones concertadas que no se le acercasen, porque le quebrarían; que real y verdaderamente él no era como los otros hombres: que todo era de vidrio de pies a cabeza. Six months did Thomas remain confined to his bed; and during that time he not only became reduced to a skeleton, but seemed also to have lost the use of his faculties. Every remedy that could be thought of was tried in his behalf; but although the physicians succeeded in curing the physical malady, they could not remove that of the mind; so that when he was at last pronounced cured, he was still afflicted with the strangest madness that was ever heard of among the many kinds by which humanity has been assailed. The unhappy man imagined that he was entirely made of glass; and, possessed with this idea, when any one approached him he would utter the most terrible outcries, begging and beseeching them not to come near him, or they would assuredly break him to pieces, as he was not like other men but entirely of glass from head to foot.
Para sacarle desta estraña imaginación, muchos, sin atender a sus voces y rogativas, arremetieron a él y le abrazaron, diciéndole que advirtiese y mirase cómo no se quebraba. Pero lo que se granjeaba en esto era que el pobre se echaba en el suelo dando mil gritos, y luego le tomaba un desmayo del cual no volvía en sí en cuatro horas; y cuando volvía, era renovando las plegarias y rogativas de que otra vez no le llegasen. Decía que le hablasen desde lejos y le preguntasen lo que quisiesen, porque a todo les respondería con más entendimiento, por ser hombre de vidrio y no de carne: que el vidrio, por ser de materia sutil y delicada, obraba por ella el alma con más promptitud y eficacia que no por la del cuerpo, pesada y terrestre. In the hope of rousing him from this strange hallucination, many persons, without regard to his prayers and cries, threw themselves upon him and embraced him, bidding him observe that he was not broken for all that. But all they gained by this was to see the poor creature sink to the earth, uttering lamentable moans, and instantly fall into a fainting fit, from which he could not be recovered for several hours; nay, when he did recover, it was but to renew his complaints, from which he never desisted but to implore that such a misfortune might not be suffered to happen again. He exhorted every one to speak to him from a great distance; declaring that on this condition they might ask him what they pleased, and that he could reply with all the more effect, now he was a man of glass and not of flesh and bones, since glass, being a substance of more delicate subtlety, permits the soul to act with more promptitude and efficacy than it can be expected to do in the heavier body formed of mere earth.
Quisieron algunos experimentar si era verdad lo que decía; y así, le preguntaron muchas y difíciles cosas, a las cuales respondió espontáneamente con grandísima agudeza de ingenio: cosa que causó admiración a los más letrados de la Universidad y a los profesores de la medicina y filosofía, viendo que en un sujeto donde se contenía tan extraordinaria locura como era el pensar que fuese de vidrio, se encerrase tan grande entendimiento que respondiese a toda pregunta con propiedad y agudeza. Certain persons then desiring to ascertain if what he had said were true, asked him many questions of great difficulty respecting various circumstances; to all these he replied with the utmost acuteness, insomuch that his answers awakened astonishment in the most learned professors of medicine and philosophy whom that university could boast. And well they might be amazed at seeing a man who was subject to so strange an hallucination as that of believing himself to be made of glass, still retain such extraordinary judgment on other points as to be capable of answering difficult questions with the marvellous propriety and truth which distinguished the replies of Rodaja.
Pidió Tomás le diesen alguna funda donde pusiese aquel vaso quebradizo de su cuerpo, porque al vestirse algún vestido estrecho no se quebrase; y así, le dieron una ropa parda y una camisa muy ancha, que él se vistió con mucho tiento y se ciñó con una cuerda de algodón. No quiso calzarse zapatos en ninguna manera, y el orden que tuvo para que le diesen de comer, sin que a él llegasen, fue poner en la punta de una vara una vasera de orinal, en la cual le ponían alguna cosa de fruta de las que la sazón del tiempo ofrecía. Carne ni pescado, no lo quería; no bebía sino en fuente o en río, y esto con las manos; cuando andaba por las calles iba por la mitad dellas, mirando a los tejados, temeroso no le cayese alguna teja encima y le quebrase. Los veranos dormía en el campo al cielo abierto, y los inviernos se metía en algún mesón, y en el pajar se enterraba hasta la garganta, diciendo que aquélla era la más propia y más segura cama que podían tener los hombres de vidrio. Cuando tronaba, temblaba como un azogado, y se salía al campo y no entraba en poblado hasta haber pasado la tempestad. The poor man had often entreated that some case might be given to him wherein he might enclose the brittle vase of his body, so that he might not break it in putting on the ordinary clothing. He was consequently furnished with a surplice of ample width, and a cloth wrapper, which he folded around him with much care, confining it to his waist with a girdle of soft cotton, but he would not wear any kind of shoes. The method he adopted to prevent any one from approaching him when they brought him food, was to fix an earthen pot into the cleft of a stick prepared for that purpose, and in this vessel he would receive such fruits as the season presented. He would not eat flesh or fish; nor would he drink anything but the water of the river, which he lapped from his hands. In passing through the streets, Rodaja was in the habit of walking carefully in the middle of them, lest a tile should fall from the houses upon his head and break it. In the summer he slept in the open air, and in the winter he lodged at one of the inns, where he buried himself in straw to his throat, remarking that this was the most proper and secure bed for men of glass. When it thundered, Rodaja trembled like an aspen leaf, and would rush out into the fields, not returning to the city until the storm had passed.
Tuviéronle encerrado sus amigos mucho tiempo; pero, viendo que su desgracia pasaba adelante, determinaron de condecender con lo que él les pedía, que era le dejasen andar libre; y así, le dejaron, y él salió por la ciudad, causando admiración y lástima a todos los que le conocían. His friends kept him shut up for some time, but perceiving that his malady increased, they at last complied with his earnest request that they would let him go about freely; and he might be seen walking through the streets of the city, dressed as we have described, to the astonishment and regret of all who knew him.
Cercáronle luego los muchachos; pero él con la vara los detenía, y les rogaba le hablasen apartados, porque no se quebrase; que, por ser hombre de vidrio, era muy tierno y quebradizo. Los muchachos, que son la más traviesa generación del mundo, a despecho de sus ruegos y voces, le comenzaron a tirar trapos, y aun piedras, por ver si era de vidrio, como él decía. Pero él daba tantas voces y hacía tales estremos, que movía a los hombres a que riñesen y castigasen a los muchachos porque no le tirasen. The boys soon got about him, but he kept them off with his staff, requesting them to speak to him from a distance, lest they should break him, seeing that he, being a man of glass, was exceedingly tender and brittle. But far from listening to his request, the boys, who are the most perverse generation in the world, soon began to throw various missiles and even stones at him, notwithstanding all his prayers and exclamations. They declared that they wished to see if he were in truth of glass, as he affirmed; but the lamentations and outcries of the poor maniac induced the grown persons who were near to reprove and even beat the boys, whom they drove away for the moment, but who did not fail to return at the next opportunity.
Mas un día que le fatigaron mucho se volvió a ellos, diciendo: One day, that a horde of these tormentors had pursued him with more than their usual pertinacity, and had worn out his patience, he turned to them, saying—
¿Qué me queréis, muchachos, porfiados como moscas, sucios como chinches, atrevidos como pulgas? ¿Soy yo, por ventura, el monte Testacho de Roma, para que me tiréis tantos tiestos y tejas? "What do you want with me you varlets? more obstinate than flies, more disgusting than Chinches, and bolder than the boldest fleas. Am I, perchance, the Monte Testacio of Rome, that you cast upon me so many potsherds and tiles?"
Por oírle reñir y responder a todos, le seguían siempre muchos, y los muchachos tomaron y tuvieron por mejor partido antes oílle que tiralle. But Rodaja was followed by many who kept about him for the purpose of hearing him reply to the questions asked, or reprove the questioner, as the case might be. And after a time, even the boys found it more amusing to listen to his words than to throw tiles at him; when they gave him, for the most part, somewhat less annoyance.
Pasando, pues, una vez por la ropería de Salamanca, le dijo una ropera: En mi ánima, señor Licenciado, que me pesa de su desgracia; pero, ¿qué haré, que no puedo llorar? The maniac Rodaja was one day passing through the Ropery at Salamanca, when a woman who was working there accosted him, and said, "By my soul, Señor Doctor, I am sorry for your misfortune, but what shall I do for you, since, try as I may, I cannot weep?"
Él se volvió a ella, y muy mesurado le dijo: To which Rodaja, fixedly regarding her, gravely replied,
Filiae Hierusalem, plorate super vos et super filios vestros "Filiæ Jerusalem, plorate super vos et super filios vestros."
Entendió el marido de la ropera la malicia del dicho y díjole: The husband of the ropeworker was standing by, and comprehending the reply, he said to Rodaja,
Hermano licenciado Vidriera (que así decía él que se llamaba), más tenéis de bellaco que de loco. "Brother Glasscase, for so they tell me you are to be called, you have more of the rogue than the fool in you!"
No se me da un ardite respondió él, como no tenga nada de necio. "You are not called on to give me an obolus," rejoined Rodaja, "for I have not a grain of the fool about me!"
Pasando un día por la casa llana y venta común, vio que estaban a la puerta della muchas de sus moradoras, y dijo que eran bagajes del ejército de Satanás que estaban alojados en el mesón del infierno. One day that he was passing near a house well known as the resort of thieves and other disorderly persons, he saw several of the inhabitants assembled round the door, and called out, "See, here you have baggage belonging to the army of Satan, and it is lodged in the house of hell accordingly."
Preguntóle uno que qué consejo o consuelo daría a un amigo suyo que estaba muy triste porque su mujer se le había ido con otro. A man once asked him what advice he should give to a friend whose wife had left him for another, and who was in great sorrow for her loss.
A lo cual respondió: Dile que dé gracias a Dios por haber permitido le llevasen de casa a su enemigo. "You shall bid him thank God," replied Rodaja, "for the favour he has obtained, in that his enemy is removed from his house."
Luego, ¿no irá a buscarla? dijo el otro. "Then you would not have him go seek her?" inquired the other.
¡Ni por pienso! replicó Vidriera; porque sería el hallarla hallar un perpetuo y verdadero testigo de su deshonra. "Let him not even think of doing so," returned Rodaja, "for if he find her, what will he have gained but the perpetual evidence of his dishonour?"
Ya que eso sea así dijo el mismo, ¿qué haré yo para tener paz con mi mujer? "And what shall I do to keep peace with my own wife?" inquired the same person.
Respondióle: Dale lo que hubiere menester; déjala que mande a todos los de su casa, pero no sufras que ella te mande a ti. "Give her all that she can need or rightfully claim," said the maniac, "and let her be mistress of every person and thing thy house contains, but take care that she be not mistress of thyself."
Díjole un muchacho: Señor licenciado Vidriera, yo me quiero desgarrar de mi padre porque me azota muchas veces. A boy one day said to him, "Señor Glasscase, I have a mind to run away from my father, and leave my home for ever, because he beats me."
Y respondióle: Advierte, niño, que los azotes que los padres dan a los hijos honran, y los del verdugo afrentan. "I would have thee beware, boy," replied Rodaja; "the stripes given by a father are no dishonour to the son, and may save him from those of the hangman, which are indeed a disgrace."
Estando a la puerta de una iglesia, vio que entraba en ella un labrador de los que siempre blasonan de cristianos viejos, y detrás dél venía uno que no estaba en tan buena opinión como el primero; y el Licenciado dio grandes voces al labrador, diciendo:
Esperad, Domingo, a que pase el Sábado.
De los maestros de escuela decía que eran dichosos, pues trataban siempre con ángeles; y que fueran dichosísimos si los angelitos no fueran mocosos.
Otro le preguntó que qué le parecía de las alcahuetas. Respondió que no lo eran las apartadas, sino las vecinas.
Las nuevas de su locura y de sus respuestas y dichos se estendió por toda Castilla; y, llegando a noticia de un príncipe, o señor, que estaba en la Corte, quiso enviar por él, y encargóselo a un caballero amigo suyo, que estaba en Salamanca, que se lo enviase; y, topándole el caballero un día, le dijo: Intelligence of his peculiar state, with a description of the replies he gave, and the remarks he uttered, was much spread abroad, more especially among those who had known him in different parts, and great sorrow was expressed for the loss of a man who had given so fair a promise of distinction. A person of high rank then at Court wrote to a friend of his at Salamanca, begging that Rodaja might be sent to him at Valladolid, and charging his friend to make all needful arrangements for that purpose. The gentleman consequently accosted Vidriera the next time he met him, and said,
Sepa el señor licenciado Vidriera que un gran personaje de la Corte le quiere ver y envía por él. 2 "Señor Glasscase, you are to know that a great noble of the Court is anxious to have you go to Valladolid;"
A lo cual respondió: Vuesa merced me escuse con ese señor, que yo no soy bueno para palacio, porque tengo vergÜenza y no sé lisonjear. whereupon Rodaja replied, "Your worship will excuse me to that nobleman, and say that I am not fit to dwell at Court, nor in the Palace, because I have some sense of shame left, and do not know how to flatter."
Con todo esto, el caballero le envió a la Corte, y para traerle usaron con él desta invención: pusiéronle en unas árg[u]enas de paja, como aquéllas donde llevan el vidrio, igualando los tercios con piedras, y entre paja puestos algunos vidrios, porque se diese a entender que como vaso de vidrio le llevaban. Llegó a Valladolid; entró de noche y desembanastáronle en la casa del señor que había enviado por él, de quien fue muy bien recebido, diciéndole: He was nevertheless persuaded to go, and the mode in which he travelled was as follows: a large pannier of that kind in which glass is transported was prepared, and in this Rodaja was placed, well defended by straw, which was brought up to his neck, the opposite pannier being carefully balanced by means of stones, among which appeared the necks of bottles, since Rodaja desired it to be understood that he was sent as a vessel of glass. In this fashion he journeyed to Valladolid, which city he entered by night, and was not unpacked until he had first been carefully deposited in the house of the noble who had requested his presence.
Sea muy bien venido el señor licenciado Vidriera. ¿Cómo ha ido en el camino? ¿Cómo va de salud? By this gentleman he was received with much kindness, and the latter said to him, "You are extremely welcome, Doctor Glasscase; I hope you have had a pleasant journey."
A lo cual respondió: Ningún camino hay malo, como se acabe, si no es el que va a la horca. De salud estoy neutral, porque están encontrados mis pulsos con mi celebro. Rodaja replied, that no journey could be called a bad one if it took you safe to your end, unless indeed it were that which led to the gallows.
Otro día, habiendo visto en muchas alcándaras muchos neblíes y azores y otros pájaros de volatería, dijo que la caza de altanería era digna de príncipes y de grandes señores; pero que advirtiesen que con ella echaba el gusto censo sobre el provecho a más de dos mil por uno. La caza de liebres dijo que era muy gustosa, y más cuando se cazaba con galgos prestados. Being one day shown the Falconry, wherein were numerous falcons and other birds of similar kind, he remarked that the sport pursued by means of those birds was entirely suitable to great nobles, since the cost was as two thousand to one of the profit.
El caballero gustó de su locura y dejóle salir por la ciudad, debajo del amparo y guarda de un hombre que tuviese cuenta que los muchachos no le hiciesen mal; de los cuales y de toda la Corte fue conocido en seis días, y a cada paso, en cada calle y en cualquiera esquina, respondía a todas las preguntas que le hacían; entre las cuales le preguntó un estudiante si era poeta, porque le parecía que tenía ingenio para todo. When it pleased Rodaja to go forth into the city, the nobleman caused him to be attended by a servant, whose office it was to protect him from intrusion, and see that he was not molested by the boys of the place, by whom he was at once remarked; indeed but few days had elapsed before he became known to the whole city, since he never failed to find a reply for all who questioned or consulted him. Among those of the former class, there once came a student, who inquired if he were a poet,
A lo cual respondió: Hasta ahora no he sido tan necio ni tan venturoso. to which Rodaja replied, that up to the moment they had then arrived at, he had neither been so stupid nor so bold as to become a poet.
No entiendo eso de necio y venturoso dijo el estudiante. "I do not understand what you mean by so stupid or so bold, Señor Glasscase," rejoined the student;
Y respondió Vidriera: No he sido tan necio que diese en poeta malo, ni tan venturoso que haya merecido serlo bueno. to which Rodaja made answer, "I am not so stupid as to be a bad poet, nor so bold as to think myself capable of being a good one."
Preguntóle otro estudiante que en qué estimación tenía a los poetas. Respondió que a la ciencia, en mucha; pero que a los poetas, en ninguna. Replicáronle que por qué decía aquello. Respondió que del infinito número de poetas que había, eran tan pocos los buenos, que casi no hacían número; y así, como si no hubiese poetas, no los estimaba; pero que admiraba y reverenciaba la ciencia de la poesía porque encerraba en sí todas las demás ciencias: porque de todas se sirve, de todas se adorna, y pule y saca a luz sus maravillosas obras, con que llena el mundo de provecho, de deleite y de maravilla. The student then inquired in what estimation he held poets, to which he answered that he held the poets themselves in but little esteem; but as to their art, that he esteemed greatly. His hearer inquiring further what he meant by that, Rodaja said that among the innumerable poets, by courtesy so called, the number of good ones was so small as scarcely to count at all, and that as the bad were not true poets, he could not admire them: but that he admired and even reverenced greatly the art of poetry, which does in fact comprise every other in itself, since it avails itself of all things, and purifies and beautifies all things, bringing its own marvellous productions to light for the advantage, the delectation, and the wonder of the world, which it fills with its benefits.
Añadió más: Yo bien sé en lo que se debe estimar un buen poeta, porque se me acuerda de aquellos versos de Ovidio que dicen: He added further, "I know thoroughly to what extent, and for what qualities, we ought to estimate the good poet, since I perfectly well remember those verses of Ovid, wherein he says:—
Cum ducum fuerant olim Regnumque poeta:
premiaque antiqui magna tulere chori.
Sanctaque maiestas, et erat venerabile nomen
vatibus; et large sape dabantur opes.
"′Cura ducum fuerunt olim regumque poetæ,
Præmiaque antiqui magna tulere chori.
Sanctaque majestas, et erat venerabile nomen
Vatibus; et largæ sæpe dabantur opes.′
»Y menos se me olvida la alta calidad de los poetas, pues los llama Platón intérpretes de los dioses, y dellos dice Ovidio: And still less do I forget the high quality of the poets whom Plato calls the interpreters of the Gods, while Ovid says of them—
Est Deus in nobis, agitante calescimus illo.
"′Est deus in nobis; agitante calescimus illo.′
»Y también dice: And again—
At sacri vates, et Divum cura vocamus.
"′At sacri vates et divum cura vocamur.′
»Esto se dice de los buenos poetas; que de los malos, de los churrulleros, ¿qué se ha de decir, sino que son la idiotez y la arrogancia del mundo? "These things are said of good poets; but, as respects the bad ones—the gabbling pretenders—what can we say, save only that they are the idiocy and the arrogance of the world.
Y añadió más: ¡Qué es ver a un poeta destos de la primera impresión cuando quiere decir un soneto a otros que le rodean, las salvas que les hace diciendo: ′′Vuesas mercedes escuchen un sonetillo que anoche a cierta ocasión hice, que, a mi parecer, aunque no vale nada, tiene un no sé qué de bonito!′′ Y en esto tuerce los labios, pone en arco las cejas y se rasca la faldriquera, y de entre otros mil papeles mugrientos y medio rotos, donde queda otro millar de sonetos, saca el que quiere relatar, y al fin le dice con tono melifluo y alfenicado. "Who is there that has not seen one of this sort when he is longing to bring forth some sonnet to the ears of his neighbours? How he goes round and round them with—′Will your worships excuse me if I read you a little sonnet, which I made one night on a certain occasion; for it appears to me, although indeed it be worth nothing, to have yet a certain something—a je ne scai quoi of pretty, and pleasing.′ Then shall he twist his lips, and arch his eyebrows, and make a thousand antics, diving into his pockets meanwhile and bringing out half a hundred scraps of paper, greasy and torn, as if he had made a good million of sonnets; he then recites that which he proffered to the company, reading it in a chanting and affected voice.
Y si acaso los que le escuchan, de socarrones o de ignorantes, no se le alaban, dice: ′′O vuesas mercedes no han entendido el soneto, o yo no le he sabido decir; y así, será bien recitarle otra vez y que vuesas mercedes le presten más atención, porque en verdad en verdad que el soneto lo merece′′. Y vuelve como primero a recitarle con nuevos ademanes y nuevas pausas. "If, perchance, those who hear him, whether because of their knowledge or their ignorance, should fail to commend him, he says, ′Either your worships have not listened to the verses, or I have not been able to read them properly, for indeed and in truth they deserve to be heard;′ and he begins, as before, to recite his poem, with new gestures and varied pauses.
Pues, ¿qué es verlos censurar los unos a los otros? ¿Qué diré del ladrar que hacen los cachorros y modernos a los mastinazos antiguos y graves? ¿Y qué de los que murmuran de algunos ilustres y excelentes sujetos, donde resplandece la verdadera luz de la poesía; que, tomándola por alivio y entretenimiento de sus muchas y graves ocupaciones, muestran la divinidad de sus ingenios y la alteza de sus conceptos, a despecho y pesar del circunspecto ignorante que juzga de lo que no sabe y aborrece lo que no entiende, y del que quiere que se estime y tenga en precio la necedad que se sienta debajo de doseles y la ignorancia que se arrima a los sitiales? "Then to hear these poetasters censure and tear one another to pieces! And what shall I say of the thefts committed by these cubs and whelps of modern pretence on the grave and ancient masters of the art, or of their malevolent carpings at those excellent persons of their own day in whom shines the true light of poetry; who, making a solace and recreation of their arduous labours, prove the divinity of their genius and the elevation of their thoughts to the despite and vexation of these ignorant pretenders, who presume to judge that of which they know nothing, and abhor the beauties which they are not able to comprehend? What will you have me esteem in the nullity which seeks to find place for itself under the canopy spread for others—in the ignorance which is ever leaning for support on another man′s chair?"
Otra vez le preguntaron qué era la causa de que los poetas, por la mayor parte, eran pobres. Respondió que porque ellos querían, pues estaba en su mano ser ricos, si se sabían aprovechar de la ocasión que por momentos traían entre las manos, que eran las de sus damas, que todas eran riquísimas en estremo, pues tenían los cabellos de oro, la frente de plata bruñida, los ojos de verdes esmeraldas, los dientes de marfil, los labios de coral y la garganta de cristal transparente, y que lo que lloraban eran líquidas perlas; y más, que lo que sus plantas pisaban, por dura y estéril tierra que fuese, al momento producía jazmines y rosas; y que su aliento era de puro ámbar, almizcle y algalia; y que todas estas cosas eran señales y muestras de su mucha riqueza. Estas y otras cosas decía de los malos poetas, que de los buenos siempre dijo bien y los levantó sobre el cuerno de la luna. Rodaja was once asked how it happened that poets are always poor; to which he replied, "That if they were poor, it was because they chose to be so, since it was always in their power to be rich if they would only take advantage of the opportunities in their hands. For see how rich are their ladies," he added; "have they not all a very profusion of wealth in their possession? Is not their hair of gold, their brows of burnished silver, their eyes of the most precious jewels, their lips of coral, their throats of ivory and transparent crystal? Are not their tears liquid pearls, and where they plant the soles of their feet do not jasmine and roses spring up at the moment, however rebellious and sterile the earth may previously have been? Then what is their breath but pure amber, musk, and frankincense? Yet to whom do all these things belong, if not to the poets? They are, therefore, manifest signs and proofs of their great riches." In this manner he always spoke of bad poets; as to the good ones, he was loud in their praise, and exalted them above the horns of the moon.
Vio un día en la acera de San Francisco unas figuras pintadas de mala mano, y dijo que los buenos pintores imitaban a naturaleza, pero que los malos la vomitaban. Being at San Francisco, he one day saw some very indifferent pictures, by an incapable hand; whereupon he remarked that the good painters imitate nature, while the bad ones have the impertinence to daub her face.
Arrimóse un día con grandísimo tiento, porque no se quebrase, a la tienda de un librero, y díjole: Este oficio me contentara mucho si no fuera por una falta que tiene. Having planted himself one day in front of a bookseller′s shop with great care, to avoid being broken, he began to talk to the owner, and said, "This trade would please me greatly, were it not for one fault that it has."
Preguntóle el librero se la dijese. Respondióle: The bookseller inquiring what that might be, Rodaja replied,
Los melindres que hacen cuando compran un privilegio de un libro, y de la burla que hacen a su autor si acaso le imprime a su costa; pues, en lugar de mil y quinientos, imprimen tres mil libros, y, cuando el autor piensa que se venden los suyos, se despachan los ajenos. "It is the tricks you play on the writers when you purchase the copyright of a book, and the sport you make of the author if, perchance, he desire to print at his own cost. For what is your method of proceeding? Instead of the one thousand five hundred copies which you agree to print for him, you print three thousand; and when the author supposes that you are selling his books, you are but disposing of your own." One of those men who carry sedan-chairs, once standing by while Rodaja was enumerating the faults committed by various trades and occupations, remarked to the latter, "Of us, Señor Doctor, you can find nothing amiss to say."
Acaeció este mismo día que pasaron por la plaza seis azotados; y, diciendo el pregón: "Al primero, por ladrón", dio grandes voces a los que estaban delante dél, diciéndoles:
¡Apartaos, hermanos, no comience aquella cuenta por alguno de vosotros!
Y cuando el pregonero llegó a decir: "Al trasero...", dijo:
Aquel debe de ser el fiador de los muchachos.
Un muchacho le dijo:
Hermano Vidriera, mañana sacan a azotar a una alcagÜeta.
Respondióle:
Si dijeras que sacaban a azotar a un alcagÜete, entendiera que sacaban a azotar un coche.
Hallóse allí uno destos que llevan sillas de manos, y díjole:
De nosotros, Licenciado, ¿no tenéis qué decir?
No respondió Vidriera, sino que sabe cada uno de vosotros más pecados que un confesor; más es con esta diferencia: que el confesor los sabe para tenerlos secretos, y vosotros para publicarlos por las tabernas. "Nothing," replied Rodaja, "except that you are made acquainted with more sins than are known to the confessor; but with this difference, that the confessor learns them to keep all secret, but you to make them the public talk of the taverns."
Oyó esto un mozo de mulas, porque de todo género de gente le estaba escuchando contino, y díjole: De nosotros, señor Redoma, poco o nada hay que decir, porque somos gente de bien y necesaria en la república. A muleteer who heard this, for all kinds of people were continually listening to him, said aloud, "There is little or nothing that you can say of us, Señor Phial, for we are people of great worth, and very useful servants to the commonwealth."
A lo cual respondió Vidriera: La honra del amo descubre la del criado. Según esto, mira a quién sirves y verás cuán honrado eres: mozos sois vosotros de la más ruin canalla que sustenta la tierra. To which the man of glass replied, "The honour of the master exalts the honour of the servant. You, therefore, who call those who hire your mules your masters, see whom you serve, and what honour you may borrow from them; for your employers are some of the dirtiest rubbish that this earth endures.
Una vez, cuando no era de vidrio, caminé una jornada en una mula de alquiler tal, que le conté ciento y veinte y una tachas, todas capitales y enemigas del género humano. Todos los mozos de mulas tienen su punta de rufianes, su punta de cacos, y su es no es de truhanes. Si sus amos (que así llaman ellos a los que llevan en sus mulas) son boquimuelles, hacen más suertes en ellos que las que echaron en esta ciudad los años pasados: si son estranjeros, los roban; si estudiantes, los maldicen; y si religiosos, los reniegan; y si soldados, los tiemblan. Estos, y los marineros y carreteros y arrieros, tienen un modo de vivir extraordinario y sólo para ellos: "Once, when I was not a man of glass, I was travelling on a mule which I had hired, and I counted in her master one hundred and twenty-one defects, all capital ones, and all enemies to the human kind. All muleteers have a touch of the ruffian, a spice of the thief, and a dash of the mountebank. If their masters, as they call those they take on their mules, be of the butter-mouthed kind, they play more pranks with them than all the rogues of this city could perform in a year. If they be strangers, the muleteers rob them; if students, they malign them; if monks, they blaspheme them; but if soldiers, they tremble before them. These men, with the sailors, the carters, and the arrieros or pack carriers, lead a sort of life which is truly singular, and belongs to themselves alone.
el carretero pasa lo más de la vida en espacio de vara y media de lugar, que poco más debe de haber del yugo de las mulas a la boca del carro; canta la mitad del tiempo y la otra mitad reniega; y en decir: "Háganse a zaga" se les pasa otra parte; y si acaso les queda por sacar alguna rueda de algún atolladero, más se ayudan de dos pésetes que de tres mulas. Los marineros son gente gentil, inurbana, que no sabe otro lenguaje que el que se usa en los navíos; en la bonanza son diligentes y en la borrasca perezosos; en la tormenta mandan muchos y obedecen pocos; su Dios es su arca y su rancho, y su pasatiempo ver mareados a los pasajeros. Los arrieros son gente que ha hecho divorcio con las sábanas y se ha casado con las enjalmas; son tan diligentes y presurosos que, a trueco de no perder la jornada, perderán el alma; su música es la del mortero; su salsa, la hambre; sus maitines, levantarse a dar sus piensos; y sus misas, no oír ninguna. "The carter passes the greater part of his days in a space not more than a yard and a half long, for there cannot be much more between the yoke of his mules and the mouth of his cart. He is singing for one half of his time, and blaspheming the other; and if he have to drag one of his wheels out of a hole in the mire, he is more aided, as it might seem, by two great oaths than by three strong mules. "The mariners are a pleasant people, but little like those of the towns, and they can speak no other language than that used in ships. When the weather is fine they are very diligent, but very idle, when it is stormy. During the tempest they order much and obey little. Their ship, which is their mess-room, is also their god, and their pastime is the torment endured by sea-sick passengers. "As to the mule-carriers, they are a race which has taken out a divorce from all sheets, and has married the pack-saddle. So diligent and careful are these excellent men, that to save themselves from losing a day, they will lose their souls. Their music is the tramp of a hoof; their sauce is hunger; their matins are an exchange of abuse and bad words; their mass is—to hear none at all."
Cuando esto decía, estaba a la puerta de un boticario, y, volviéndose al dueño, le dijo: Vuesa merced tiene un saludable oficio, si no fuese tan enemigo de sus candiles. While speaking thus, Rodaja stood at an apothecary′s door, and turning to the master of the shop, he said, "Your worship′s occupation would be a most salutary one if it were not so great an enemy to your lamps."
¿En qué modo soy enemigo de mis candiles? preguntó el boticario. "Wherein is my trade an enemy to my lamps?" asked the apothecary.
Y respondió Vidriera: Esto digo porque, en faltando cualquiera aceite, la suple la del candil que está más a mano; y aún tiene otra cosa este oficio bastante a quitar el crédito al más acertado médico del mundo. "In this way," replied Rodaja; "whenever other oils fail you, immediately you take that of the lamp, as being the one which most readily comes to hand. But there is, indeed, another fault in your trade, and one that would suffice to ruin the most accredited physician in the world."
Preguntándole por qué, respondió que había boticario que, por no decir que faltaba en su botica lo que recetaba el médico, por las cosas que le faltaban ponía otras que a su parecer tenían la misma virtud y calidad, no siendo así; y con esto, la medicina mal compuesta obraba al revés de lo que había de obrar la bien ordenada. Being asked what that was, he replied that an apothecary never ventured to confess, or would admit, that any drug was absent from his stock; and so, if he have not the medicine prescribed, he makes use of some other which, in his opinion, has the same virtues and qualities; but as that is very seldom the case, the medicine, being badly compounded, produces an effect contrary to that expected by the physician.
Preguntóle entonces uno que qué sentía de los médicos, y respondió esto: Rodaja was then asked what he though, of the physicians themselves, and he replied as follows:
Honora medicum propter necessitatem, etenim creavit eum Altissimus. A Deo enim est omnis medela, et a rege accipiet donationem. Disciplina medici exaltavit caput illius, et in conspectu magnatum collaudabitur. Altissimus de terra creavit medicinam, et vir prudens non ab[h]orrebit illam "Honora medicum propter necessitatem, etenim creavit cum altissimus: à Deo enim est omnis medela, et a rege accipiet donationem: disciplina medici exaltavit caput illius, et in conspectu magnatum collaudabitur. Altissimus de terra creavit medicinam, et vir prudens non abhorrebit illam.
Esto dice dijo el Eclesiástico de la medicina y de los buenos médicos, y de los malos se podría decir todo al revés, porque no hay gente más dañosa a la república que ellos. El juez nos puede torcer o dilatar la justicia; el letrado, sustentar por su interés nuestra injusta demanda; el mercader, chuparnos la hacienda; finalmente, todas las personas con quien de necesidad tratamos nos pueden hacer algún daño; pero quitarnos la vida, sin quedar sujetos al temor del castigo, ninguno. Sólo los médicos nos pueden matar y nos matan sin temor y a pie quedo, sin desenvainar otra espada que la de un récipeY no hay descubrirse sus delictos, porque al momento los meten debajo de la tierra. Acuérdaseme que cuando yo era hombre de carne, y no de vidrio como agora soy, que a un médico destos de segunda clase le despidió un enfermo por curarse con otro, y el primero, de allí a cuatro días, acertó a pasar por la botica donde receptaba el segundo, y preguntó al boticario que cómo le iba al enfermo que él había dejado, y que si le había receptado alguna purga el otro médico. El boticario le respondió que allí tenía una recepta de purga que el día siguiente había de tomar el enfermo. Dijo que se la mostrase, y vio que al fin della estaba escrito: Sumat dilúculo; y dijo: ′′Todo lo que lleva esta purga me contenta, si no es este dilúculo, porque es húmido demasiadamente′′. Thus," he added, "speaketh the Book of Ecclesiasticus, of Medicine, and good Physicians; but of the bad ones we may safely affirm the very contrary, since there are no people more injurious to the commonwealth than they are. The judge may distort or delay the justice which he should render us; the lawyer may support an unjust demand; the merchant may help us to squander our estate, and, in a word, all those with whom we have to deal in common life may do us more or less injury; but to kill us without fear and standing quietly at his ease; unsheathing no other sword than that wrapped in the folds of a recipe, and without being subject to any danger of punishment, that can be done only by the physician; he alone can escape all fear of the discovery of his crimes, because at the moment of committing them he puts them under the earth. When I was a man of flesh, and not of glass, as I now am, I saw many things that might be adduced in support of what I have now said, but the relation of these I refer to some other time."
Por estas y otras cosas que decía de todos los oficios, se andaban tras él, sin hacerle mal y sin dejarle sosegar; pero, con todo esto, no se pudiera defender de los muchachos si su guardián no le defendiera.
Preguntóle uno qué haría para no tener envidia a nadie. Respondióle: Duerme; que todo el tiempo que durmieres serás igual al que envidias. A certain person asked him what he should do to avoid envying another, and Rodaja bade him go to sleep, for, said he, "While you sleep you will be the equal of him whom you envy."
Otro le preguntó qué remedio tendría para salir con una comisión que había dos años que la pretendía. Y díjole:
Parte a caballo y a la mira de quien la lleva, y acompáñale hasta salir de la ciudad, y así saldrás con ella.
Pasó acaso una vez por delante donde él estaba un juez de comisión que iba de camino a una causa criminal, y llevaba mucha gente consigo y dos alguaciles; preguntó quién era, y, como se lo dijeron, dijo: It happened on a certain occasion that the Criminal Judge passed before the place where Rodaja stood. There was a great crowd of people, and two alguazils attended the magistrate, who was proceeding to his court, when Rodaja inquired his name. Being told, he replied,
Yo apostaré que lleva aquel juez víboras en el seno, pistoletes en la cinta y rayos en las manos, para destruir todo lo que alcanzare su comisión. Yo me acuerdo haber tenido un amigo que, en una comisión criminal que tuvo, dio una sentencia tan exorbitante, que excedía en muchos quilates a la culpa de los delincuentes. Preguntéle que por qué había dado aquella tan cruel sentencia y hecho tan manifiesta injusticia. Respondióme que pensaba otorgar la apelación, y que con esto dejaba campo abierto a los señores del Consejo para mostrar su misericordia, moderando y poniendo aquella su rigurosa sentencia en su punto y debida proporción. Yo le respondí que mejor fuera haberla dado de manera que les quitara de aquel trabajo, pues con esto le tuvieran a él por juez recto y acertado. Now, I would lay a wager that this judge has vipers in his bosom, pistols in his inkhorn, and flashes of lightning in his hands, to destroy all that shall come within his commission. I once had a friend who inflicted so exorbitant a sentence in respect to a criminal commission which he held, that it exceeded by many carats the amount of guilt incurred by the crime of the delinquents. I inquired of him wherefore he had uttered so cruel a sentence, and committed so manifest an injustice? To which he replied that he intended to grant permission of appeal, and that in this way he left the field open for the Lords of the Council to show their mercy by moderating and reducing that too rigorous punishment to its due proportions. But I told him it would have been still better for him to have given such a sentence as would have rendered their labour unnecessary, by which means he would also have merited and obtained the reputation of being a wise and exact judge."
En la rueda de la mucha gente que, como se ha dicho, siempre le estaba oyendo, estaba un conocido suyo en hábito de letrado, al cual otro le llamó Señor Licenciado; y, sabiendo Vidriera que el tal a quien llamaron licenciado no tenía ni aun título de bachiller, le dijo: Among the number of those by whom Rodaja, as I have said, was constantly surrounded, was an acquaintance of his own, who permitted himself to be saluted as the Señor Doctor, although Thomas knew well that he had not taken even the degree of bachelor. To him, therefore, he one day said,
Guardaos, compadre, no encuentren con vuestro título los frailes de la redempción de cautivos, que os le llevarán por mostrenco. "Take care, gossip mine, that you and your title do not meet with the Fathers of the Redemption, for they will certainly take possession of your doctorship as being a creature unrighteously detained captive."
A lo cual dijo el amigo: Tratémonos bien, señor Vidriera, pues ya sabéis vos que soy hombre de altas y de profundas letras. "Let us behave well to each other, Señor Glasscase," said the other, "since you know that I am a man of high and profound learning."
Respondióle Vidriera: Ya yo sé que sois un Tántalo en ellas, porque se os van por altas y no las alcanzáis de profundas. "I know you rather to be a Tantalus in the same," replied Rodaja; "for if learning reach high to you, you are never able to plunge into its depths."
Estando una vez arrimado a la tienda de un sastre, viole que estaba mano sobre mano, y díjole: He was one day leaning against the stall of a tailor, who was seated with his hands before him, and to whom he said—
Sin duda, señor maeso, que estáis en camino de salvación. "Without doubt, Señor Maeso, you are in the way to salvation."
¿En qué lo veis? preguntó el sastre. "From what symptom do you judge me to be so, Señor Doctor?" inquired the tailor.
¿En qué lo veo? respondió Vidriera. Véolo en que, pues no tenéis qué hacer, no tendréis ocasión de mentir. "From the fact that, as you have nothing to do, so you have nothing to lie about, and may cease lying, which is a great step."
Y añadió: ..
Desdichado del sastre que no miente y cose las fiestas; cosa maravillosa es que casi en todos los deste oficio apenas se hallará uno que haga un vestido justo, habiendo tantos que los hagan pecadores.
De los zapateros decía que jamás hacían, conforme a su parecer, zapato malo; porque si al que se le calzaban venía estrecho y apretado, le decían que así había de ser, por ser de galanes calzar justo, y que en trayéndolos dos horas vendrían más anchos que alpargates; y si le venían anchos, decían que así habían de venir, por amor de la gota. Of the shoemakers he said, that not one of that trade ever performed his office badly; seeing that if the shoe be too narrow, and pinches the foot, the shoemaker says, "In two hours it will be as wide as an alpargate;" or he declares it right that it should be narrow, since the shoe of a gentleman must needs fit closely; and if it be too wide, he maintains that it still ought to be so, for the ease of the foot, and lest a man should have the gout.
Un muchacho agudo que escribía en un oficio de Provincia le apretaba mucho con preguntas y demandas, y le traía nuevas de lo que en la ciudad pasaba, porque sobre todo discantaba y a todo respondía. Éste le dijo una vez:
Vidriera, esta noche se murió en la cárcel un banco que estaba condenado ahorcar.
A lo cual respondió:
Él hizo bien a darse priesa a morir antes que el verdugo se sentara sobre él.
En la acera de San Francisco estaba un corro de ginoveses; y, pasando por allí, uno dellos le llamó, diciéndole:
Lléguese acá el señor Vidriera y cuéntenos un cuento.
Él respondió:
No quiero, porque no me le paséis a Génova.
Topó una vez a una tendera que llevaba delante de sí una hija suya muy fea, pero muy llena de dijes, de galas y de perlas; y díjole a la madre:
Muy bien habéis hecho en empedralla, porque se pueda pasear.
De los pasteleros dijo que había muchos años que jugaban a la dobladilla, sin que les llevasen [a] la pena, porque habían hecho el pastel de a dos de a cuatro, el de a cuatro de a ocho, y el de a ocho de a medio real, por sólo su albedrío y beneplácito.
De los titereros decía mil males: decía que era gente vagamunda y que trataba con indecencia de las cosas divinas, porque con las figuras que mostraban en sus retratos volvían la devoción en risa, y que les acontecía envasar en un costal todas o las más figuras del Testamento Viejo y Nuevo y sentarse sobre él a comer y beber en los bodegones y tabernas. En resolución, decía que se maravillaba de cómo quien podía no les ponía perpetuo silencio en sus retablos, o los desterraba del reino.
Acertó a pasar una vez por donde él estaba un comediante vestido como un príncipe, y, en viéndole, dijo:
Yo me acuerdo haber visto a éste salir al teatro enharinado el rostro y vestido un zamarro del revés; y, con todo esto, a cada paso fuera del tablado, jura a fe de hijodalgo.
Débelo de ser respondió uno, porque hay muchos comediantes que son muy bien nacidos y hijosdalgo.
Así será verdad replicó Vidriera, pero lo que menos ha menester la farsa es personas bien nacidas; galanes sí, gentileshombres y de espeditas lenguas. También sé decir dellos que en el sudor de su cara ganan su pan con inllevable trabajo, tomando contino de memoria, hechos perpetuos gitanos, de lugar en lugar y de mesón en venta, desvelándose en contentar a otros, porque en el gusto ajeno consiste su bien propio. Tienen más, que con su oficio no engañan a nadie, pues por momentos sacan su mercaduría a pública plaza, al juicio y a la vista de todos. El trabajo de los autores es increíble, y su cuidado, extraordinario, y han de ganar mucho para que al cabo del año no salgan tan empeñados, que les sea forzoso hacer pleito de acreedores. Y, con todo esto, son necesarios en la república, como lo son las florestas, las alamedas y las vistas de recreación, y como lo son las cosas que honestamente recrean.
Decía que había sido opinión de un amigo suyo que el que servía a una comedianta, en sola una servía a muchas damas juntas, como era a una reina, a una ninfa, a una diosa, a una fregona, a una pastora, y muchas veces caía la suerte en que serviese en ella a un paje y a un lacayo: que todas estas y más figuras suele hacer una farsanta. … Seeing the waiting-maid of an actress attending her mistress, he said she was much to be pitied who had to serve so many women, to say nothing of the men whom she also had to wait on; and the bystanders requiring to know how the damsel, who had but to serve one, could be said to wait on so many, he replied, "Is she not the waiting-maid of a queen, a nymph, a goddess, a scullery-maid, and a shepherdess? besides that she is also the servant of a page and a lackey? for all these, and many more, are in the person of an actress."
Preguntóle uno que cuál había sido el más dichoso del mundo. Respondió que Nemo; porque Nemo novit Patrem, Nemo sine crimine vivit, Nemo sua sorte contentus, Nemo ascendit in coelum Some one asked Rodaja, who had been the happiest man in the world? To which he answered—[]i>"Nemo, seeing that Nemo novit patrem—Nemo sine crimine vivit—Nemo sua sorte contentus—Nemo ascendit in coelum," &c. &c.
De los diestros dijo una vez que eran maestros de una ciencia o arte que cuando la habían menester no la sabían, y que tocaban algo en presumptuosos, pues querían reducir a demostraciones matemáticas, que son infalibles, los movimientos y pensamientos coléricos de sus contrarios. Of the fencing masters he said, that they were professors of an art which was never to be known when it was most wanted, since they pretended to reduce to mathematical demonstrations, which are infallible, the angry thoughts and movements of a man′s adversaries.
Con los que se teñían las barbas tenía particular enemistad; y, riñendo una vez delante dél dos hombres, que el uno era portugués, éste dijo al castellano, asiéndose de las barbas, que tenía muy teñidas: To such men as dyed their beards, Rodaja always exhibited a particular enmity; and one day observing a Portuguese, whose beard he knew to be dyed, in dispute with a Spaniard, to whom he said,
¡Por istas barbas que teño no rostro...! "I swear by the beard that I wear on my face,"
A lo cual acudió Vidriera: Rodaja called out to him,
¡Ollay, home, naon digáis teño, sino tiño! "Halt there, friend; you should not say that you wear on your face, but that you dye on your face."
Otro traía las barbas jaspeadas y de muchas colores, culpa de la mala tinta; a quien dijo Vidriera que tenía las barbas de muladar overo. A otro, que traía las barbas por mitad blancas y negras, por haberse descuidado, y los cañones crecidos, le dijo que procurase de no porfiar ni reñir con nadie, porque estaba aparejado a que le dijesen que mentía por la mitad de la barba. To another, whose beard had been streaked by an imperfect dye, Doctor Glasscase said, "Your beard is of the true dust-coloured pieball." He related, on another occasion, that a certain damsel, discreetly conforming to the will of her parents, had agreed to marry an old man with a white beard, who, on the evening before his marriage was to take place, thought fit to have his beard dyed, and whereas he had taken it from the sight of his betrothed as white as snow, he presented it at the altar with a colour blacker than that of pitch.
Una vez contó que una doncella discreta y bien entendida, por acudir a la voluntad de sus padres, dio el sí de casarse con un viejo todo cano, el cual la noche antes del día del desposorio se fue, no al río Jordán, como dicen las viejas, sino a la redomilla del agua fuerte y plata, con que renovó de manera su barba, que la acostó de nieve y la levantó de pez. Llegóse la hora de darse las manos, y la doncella conoció por la pinta y por la tinta la figura, y dijo a sus padres que le diesen el mismo esposo que ellos le habían mostrado, que no quería otro. Ellos le dijeron que aquel que tenía delante era el mismo que le habían mostrado y dado por esposo. Ella replicó que no era, y trujo testigos cómo el que sus padres le dieron era un hombre grave y lleno de canas; y que, pues el presente no las tenía, no era él, y se llamaba a engaño. Atúvose a esto, corrióse el teñido y deshízose el casamiento. Seeing this, the damsel turned to her parents and requested them to give her the spouse they had promised, saying that she would have him, and no other. They assured her, that he whom she there saw was the person they had before shewn her, and given her for her spouse: but she refused to believe it, maintaining, that he whom her parents had given her was a grave person, with a white beard: nor was she, by any means, to be persuaded that the dyed man before her was her betrothed, and the marriage was broken off.
Con las dueñas tenía la misma ojeriza que con los escabecha-dos: decía maravillas de su permafoy, de las mortajas de sus tocas, de sus muchos melindres, de sus escrúpulos y de su extraordinaria miseria. Amohinábanle sus flaquezas de estómago, su vaguidos de cabeza, su modo de hablar, con más repulgos que sus tocas; y, finalmente, su inutilidad y sus vainillas. Towards Duennas he entertained as great a dislike as towards those who dyed their beards—uttering wonderful things respecting their falsehood and affectation, their tricks and pretences, their simulated scruples and their real wickedness,—reproaching them with their fancied maladies of stomach, and the frequent giddiness with which they were afflicted in the head; nay, even their mode of speaking, was made the subject of his censure; and he declared that there were more turns in their speech than folds in their great togas and wide gowns; finally, he declared them altogether useless, if not much worse.
Uno le dijo:
¿Qué es esto, señor licenciado, que os he oído decir mal de muchos oficios y jamás lo habéis dicho de los escribanos, habiendo tanto que decir?
A lo cual respondió:
Aunque de vidrio, no soy tan frágil que me deje ir con la corriente del vulgo, las más veces engañado. Paréceme a mí que la gramática de los murmuradores y el la, la, la de los que cantan son los escribanos; porque, así como no se puede pasar a otras ciencias, si no es por la puerta de la gramática, y como el músico primero murmura que canta, así, los maldicientes, por donde comienzan a mostrar la malignidad de sus lenguas es por decir mal de los escribanos y alguaciles y de los otros ministros de la justicia, siendo un oficio el del escribano sin el cual andaría la verdad por el mundo a sombra de tejados, corrida y maltratada; y así, dice el Eclesiástico: In manu Dei potestas hominis est, et super faciem scribe imponet honorem Es el escribano persona pública, y el oficio del juez no se puede ejercitar cómodamente sin el suyo. Los escribanos han de ser libres, y no esclavos, ni hijos de esclavos: legítimos, no bastardos ni de ninguna mala raza nacidos. Juran de secreto fidelidad y que no harán escritura usuraria; que ni amistad ni enemistad, provecho o daño les moverá a no hacer su oficio con buena y cristiana conciencia. Pues si este oficio tantas buenas partes requiere, ¿por qué se ha de pensar que de más de veinte mil escribanos que hay en España se lleve el diablo la cosecha, como si fuesen cepas de su majuelo? No lo quiero creer, ni es bien que ninguno lo crea; porque, finalmente, digo que es la gente más necesaria que había en las repúblicas bien ordenadas, y que si llevaban demasiados derechos, también hacían demasiados tuertos, y que destos dos estremos podía resultar un medio que les hiciese mirar por el virote.
De los alguaciles dijo que no era mucho que tuviesen algunos enemigos, siendo su oficio, o prenderte, o sacarte la hacienda de casa, o tenerte en la suya en guarda y comer a tu costa. Tachaba la negligencia e ignorancia de los procuradores y solicitadores, comparándolos a los médicos, los cuales, que sane o no sane el enfermo, ellos llevan su propina, y los procuradores y solicitadores, lo mismo, salgan o no salgan con el pleito que ayudan.
Preguntóle uno cuál era la mejor tierra. Respondió que la temprana y agradecida. Replicó el otro:
No pregunto eso, sino que cuál es mejor lugar: ¿Valladolid o Madrid?
Y respondió:
De Madrid, los estremos; de Valladolid, los medios.
No lo entiendo repitió el que se lo preguntaba.
Y dijo:
De Madrid, cielo y suelo; de Valladolid, los entresuelos.
Oyó Vidriera que dijo un hombre a otro que, así como había entrado en Valladolid, había caído su mujer muy enferma, porque la había probado la tierra.
A lo cual dijo Vidriera:
Mejor fuera que se la hubiera comido, si acaso es celosa.
De los músicos y de los correos de a pie decía que tenían las esperanzas y las suertes limitadas, porque los unos la acababan con llegar a serlo de a caballo, y los otros con alcanzar a ser músicos del rey. De las damas que llaman cortesanas decía que todas, o las más, tenían más de corteses que de sanas.
Estando un día en una iglesia vio que traían a enterrar a un viejo, a bautizar a un niño y a velar una mujer, todo a un mismo tiempo, y dijo que los templos eran campos de batalla, donde los viejos acaban, los niños vencen y las mujeres triunfan.
Picábale una vez una avispa en el cuello, y no se la osaba sacudir por no quebrarse; pero, con todo eso, se quejaba. Preguntóle uno que cómo sentía aquella avispa, si era su cuerpo de vidrio. Y respondió que aquella avispa debía de ser murmuradora, y que las lenguas y picos de los murmuradores eran bastantes a desmoronar cuerpos de bronce, no que de vidrio. Being one day much tormented by a hornet which settled on his neck, he nevertheless refused to take it off, lest in seeking to catch the insect he should break himself; but he still complained woefully of the sting. Some one then remarked to him, that it was scarcely to be supposed he would feel it much, since his whole person was of glass. But Rodaja replied, that the hornet in question must needs be a slanderer, seeing that slanderers were of a race whose tongues were capable of penetrating bodies of bronze, to say nothing of glass.
Pasando acaso un religioso muy gordo por donde él estaba, dijo uno de sus oyentes: De hético no se puede mover el padre. A monk, who was enormously fat, one day passed near where Rodaja was sitting, when one who stood by ironically remarked, that the father was so reduced and consumptive, as scarcely to be capable of walking.
Enojóse Vidriera, y dijo: Nadie se olvide de lo que dice el Espíritu Santo: Nolite tangere christos meos. Offended by this, Rodaja exclaimed, "Let none forget the words of Holy Scripture, ′Nolite tangere Christos meos;′
Y, subiéndose más en cólera, dijo que mirasen en ello, y verían que de muchos santos que de pocos años a esta parte había canonizado la Iglesia y puesto en el número de los bienaventurados, ninguno se llamaba el capitán don Fulano, ni el secretario don Tal de don Tales, ni el Conde, Marqués o Duque de tal parte, sino fray Diego, fray Jacinto, fray Raimundo, todos frailes y religiosos; porque las religiones son los Aranjueces del cielo, cuyos frutos, de ordinario, se ponen en la mesa de Dios. and, becoming still more heated, he bade those around him reflect a little, when they would see, that of the many saints canonised, and placed among the number of the blessed by the Church within a few years in those parts, none had been called the Captain Don Such a one, or the Lawyer Don So and So, or the Count Marquis, or Duke of Such a Place; but all were brother Diego, brother Jacinto, or brother Raimundo: all monks and friars, proceeding, that is to say, from the monastic orders." "These," he added, "are the orange-trees of heaven, whose fruits are placed on the table of God." Of evil-speakers Rodaja said, that they were like the feathers of the eagle which gnaw, wear away, and reduce to nothing, whatever feathers of other birds are mingled with them in beds or cushions, how good soever those feathers may be.
Decía que las lenguas de los murmuradores eran como las plumas del águila: que roen y menoscaban todas las de las otras aves que a ellas se juntan. De los gariteros y tahúres decía milagros: decía que los gariteros eran públicos prevaricadores, porque, en sacando el barato del que iba haciendo suertes, deseaban que perdiese y pasase el naipe adelante, porque el contrario las hiciese y él cobrase sus derechos. Alababa mucho la paciencia de un tahúr, que estaba toda una noche jugando y perdiendo, y con ser de condición colérico y endemoniado, a trueco de que su contrario no se alzase, no descosía la boca, y sufría lo que un mártir de Barrabás. Alababa también las conciencias de algunos honrados gariteros que ni por imaginación consentían que en su casa se jugase otros juegos que polla y cientos; y con esto, a fuego lento, sin temor y nota de malsines, sacaban al cabo del mes más barato que los que consentían los juegos de estocada, del reparolo, siete y llevar, y pinta en la del pu[n]to. Concerning the keepers of gaming-houses he uttered wonders, and many more than can here be repeated—commending highly the patience of a certain gamester, who would remain all night playing and losing; yea, though of choleric disposition by nature, he would never open his mouth to complain, although he was suffering the martyrdom of Barabbas, provided only his adversary did not cut the cards. At a word, Rodaja uttered so many sage remarks, that, had it not been for the cries he sent forth when any one approached near enough to touch him, for his peculiar dress, slight food, strange manner of eating, and sleeping in the air, or buried in straw, as we have related, no one could have supposed but that he was one of the most acute persons in the world.
En resolución, él decía tales cosas que, si no fuera por los grandes gritos que daba cuando le tocaban o a él se arrimaban, por el hábito que traía, por la estrecheza de su comida, por el modo con que bebía, por el no querer dormir sino al cielo abierto en el verano y el invierno en los pajares, como queda dicho, con que daba tan claras señales de su locura, ninguno pudiera creer sino que era uno de los más cuerdos del mundo.
Dos años o poco más duró en esta enfermedad, porque un religioso de la Orden de San Jerónimo, que tenía gracia y ciencia particular en hacer que los mudos entendiesen y en cierta manera hablasen, y en curar locos, tomó a su cargo de curar a Vidriera, movido de caridad; y le curó y sanó, y volvió a su primer juicio, entendimiento y discurso. Y, así como le vio sano, le vistió como letrado y le hizo volver a la Corte, adonde, con dar tantas muestras de cuerdo como las había dado de loco, podía usar su oficio y hacerse famoso por él. He remained more than two years in this condition; but, at the end of that time, a monk of the order of St. Jerome, who had extraordinary powers in the cure of lunacy, nay, who even made deaf and dumb people hear and speak in a certain manner; this monk, I say, undertook the care and cure of Rodaja, being moved thereto by the charity of his disposition. Nor was it long before the lunatic was restored to his original state of judgment and understanding. When the cure was effected, the monk presented his patient with his previous dress of a doctor of laws, exhorting him to return to his earlier mode of life, and assuring him that he might now render himself as remarkable for the force of his intellect, as he had before done for his singular folly.
Hízolo así; y, llamándose el licenciado Rueda, y no Rodaja, volvió a la Corte, donde, apenas hubo entrado, cuando fue conocido de los muchachos; mas, como le vieron en tan diferente hábito del que solía, no le osaron dar grita ni hacer preguntas; pero seguíanle y decían unos a otros: Thomas returned accordingly to his past pursuits; but, instead of calling himself Rodaja, as before, he assumed the name of Rueda. He had scarcely appeared in the street, before he was recognised by the boys; but seeing him in a dress so different from that he had before worn and been known by, they dared not cry after him or ask him questions, but contented themselves with saying, one to another,
¿Éste no es el loco Vidriera? ¡A fe que es él! Ya viene cuerdo. Pero tan bien puede ser loco bien vestido como mal vestido; preguntémosle algo, y salgamos desta confusión. "Is not this the madman, Doctor Glasscase? It is certainly he; and though he now looks so discreet, he may be just as mad in this handsome dress as he was in that other. Let us ask him some questions, and get rid of our doubts."
Todo esto oía el licenciado y callaba, y iba más confuso y más corrido que cuando estaba sin juicio. All this was heard by Thomas, who maintained silence, but felt much confused, and hurried along more hastily than he had been wont to do before he regained his senses.
Pasó el conocimiento de los muchachos a los hombres; y, antes que el licenciado llegase al patio de los Consejos, llevaba tras de sí más de docientas personas de todas suertes. Con este acompañamiento, que era más que de un catedrático, llegó al patio, donde le acabaron de circundar cuantos en él estaban. Él, viéndose con tanta turba a la redonda, alzó la voz y dijo: The men at length made the same remarks as the boys and before he had arrived at the courts he had a train of more than two hundred persons of all classes following him, being more amply attended than the most popular professor of the university. Having gained the first court, which is that of the entrance, these people ended by surrounding him completely; when, perceiving that he was so crowded on as no longer to have the power of proceeding, he finally raised his voice, and said—
Señores, yo soy el licenciado Vidriera, pero no el que solía: soy ahora el licenciado Rueda; sucesos y desgracias que acontecen en el mundo, por permisión del cielo, me quitaron el juicio, y las misericordias de Dios me le han vuelto. Por las cosas que dicen que dije cuando loco, podéis considerar las que diré y haré cuando cuerdo. Yo soy graduado en leyes por Salamanca, adonde estudié con pobreza y adonde llevé segundo en licencias: de do se puede inferir que más la virtud que el favor me dio el grado que tengo. Aquí he venido a este gran mar de la Corte para abogar y ganar la vida; pero si no me dejáis, habré venido a bogar y granjear la muerte. Por amor de Dios que no hagáis que el seguirme sea perseguirme, y que lo que alcancé por loco, que es el sustento, lo pierda por cuerdo. Lo que solíades preguntarme en las plazas, preguntádmelo ahora en mi casa, y veréis que el que os respon-día bien, según dicen, de improviso, os responderá mejor de pensado. "Señores, it is true that I am Doctor Glass-case, but not he whom you formerly knew. I am now Doctor Rueda. Misfortunes such as not unfrequently happen in this world, by the permission of heaven, had deprived me of my senses, but the mercy of God has restored them; and by those things which you have heard me say when I was mad, you may judge of what I shall say now that I am become sane. I am a doctor in laws of the university of Salamanca, where I studied in much poverty, but raised myself through all the degrees to that I now hold; but my poverty may serve to assure you that I owe my rank to industry and not to favour. I have come to this great sea of the Court, hoping to swim and get forward and gain the bread of my life; but if you do not leave me I shall be more likely to sink and find my death. For the love of God, I entreat that you follow me no further, since, in doing so, you persecute and injure me. What you formerly enquired of me in the streets, I beg you now to come and ask me at my house, when you shall see that the questions to which I before replied, impromptu, shall be more perfectly answered now that I shall take time to consider."
Escucháronle todos y dejáronle algunos. Volvióse a su posada con poco menos acompañamiento que había llevado. All listened to him, many left him as he desired, and he returned to his abode with a much smaller train.
Salió otro día y fue lo mismo; hizo otro sermón y no sirvió de nada. Perdía mucho y no ganaba cosa; y, viéndose morir de hambre, determinó de dejar la Corte y volverse a Flandes, donde pensaba valerse de las fuerzas de su brazo, pues no se podía valer de las de su ingenio. But it was every day the same: his exhortations availed nothing; and Thomas finally resolved to repair to Flanders, there to support himself by the strength of his arm, since he could no longer profit by that of his intellect.
Y, poniéndolo en efeto, dijo al salir de la Corte: This resolution he executed accordingly, exclaiming as he departed—
¡Oh Corte, que alargas las esperanzas de los atrevidos pretendientes, y acortas las de los virtuosos encogidos, sustentas abundantemente a los truhanes desvergonzados y matas de hambre a los discretos vergonzosos! "Oh, city and court! you by whom the expectations of the bold pretender are fulfilled, while the hopes of the modest labourer are destroyed; you who abundantly sustain the shameless Buffoon, while the worthy sage is left to die of hunger; I bid you farewell."
Esto dijo y se fue a Flandes, donde la vida que había comenzado a eternizar por las letras la acabó de eternizar por las armas, en compañía de su buen amigo el capitán Valdivia, dejando fama en su muerte de prudente y valentísimo soldado. That said, he proceeded to Flanders, where he finished in arms the life which he might have rendered immortal by letters, and died in the company of his friend the Captain Don Diego, leaving behind him the reputation of a most valiant soldier and upright man.