Miguel de Cervantes Saaveddra

La fuerza de la sangre

The Force of Blood

Una noche de las calurosas del verano, volvían de recrearse del río en Toledo un anciano hidalgo con su mujer, un niño pequeño, una hija de edad de diez y seis años y una criada. La noche era clara; la hora, las once; el camino, solo, y el paso, tardo, por no pagar con cansancio la pensión que traen consigo las holguras que en el río o en la vega se toman en Toledo. One night, after a sultry summer′s day, an old hidalgo of Toledo walked out to take the air by the river′s side, along with his wife, his little boy, his daughter aged sixteen, and a female servant. Eleven o′clock had struck: it was a fine clear night: they were the only persons on the road; and they sauntered leisurely along, to avoid paying the price of fatigue for the recreation provided for the Toledans in their valley or on the banks of their river.
Con la seguridad que promete la mucha justicia y bien inclinada gente de aquella ciudad, venía el buen hidalgo con su honrada familia, lejos de pensar en desastre que sucederles pudiese. Pero, como las más de las desdichas que vienen no se piensan, contra todo su pensamiento, les sucedió una que les turbó la holgura y les dio que llorar muchos años. Secure as he thought in the careful administration of justice in that city, and the character of its well-disposed inhabitants, the good hidalgo was far from thinking that any disaster could befal his family. But as misfortunes commonly happen when they are least looked for, so it chanced with this family, who were that night visited, in the midst of their innocent enjoyment, by a calamity which gave them cause to weep for many a year.
Hasta veinte y dos tendría un caballero de aquella ciudad a quien la riqueza, la sangre ilustre, la inclinación torcida, la libertad demasiada y las compañías libres, le hacían hacer cosas y tener atrevimientos que desdecían de su calidad y le daban renombre de atrevido. Este caballero, pues (que por ahora, por buenos respectos, encubriendo su nombre, le llamaremos con el de Rodolfo), con otros cuatro amigos suyos, todos mozos, todos alegres y todos insolentes, bajaba por la misma cuesta que el hidalgo subía. There was in that city a young cavalier, about two-and-twenty years of age, whom wealth, high birth, a wayward disposition, inordinate indulgence, and profligate companions impelled to do things which disgraced his rank. This young cavalier—whose real name we shall, for good reasons, conceal under that of Rodolfo—was abroad that night with four of his companions, insolent young roisterers like himself, and happened to be coming down a hill as the old hidalgo and his family were ascending it.
Encontráronse los dos escuadrones: el de las ovejas con el de los lobos; y, con deshonesta desenvoltura, Rodolfo y sus camaradas, cubiertos los rostros, miraron los de la madre, y de la hija y de la criada. Alborotóse el viejo y reprochóles y afeóles su atrevimiento. Ellos le respondieron con muecas y burla, y, sin desmandarse a más, pasaron adelante. Pero la mucha hermosura del rostro que había visto Rodolfo, que era el de Leocadia, que así quieren que se llamase la hija del hidalgo, comenzó de tal manera a imprimírsele en la memoria, que le llevó tras sí la voluntad y despertó en él un deseo de gozarla a pesar de todos los inconvenientes que sucederle pudiesen. Y en un instante comunicó su pensamiento con sus camaradas, y en otro instante se resolvieron de volver y robarla, por dar gusto a Rodolfo; que siempre los ricos que dan en liberales hallan quien canonice sus desafueros y califique por buenos sus malos gustos. Y así, el nacer el mal propósito, el comunicarle y el aprobarle y el determinarse de robar a Leocadia y el robarla, casi todo fue en un punto. The two parties, the sheep and the wolves, met each other. Rodolfo and his companions, with their faces muffled in their cloaks, stared rudely and insolently at the mother, the daughter, and the servant-maid. The old hidalgo indignantly remonstrated; they answered him with mocks and jeers, and passed on. But Rodolfo had been struck by the great beauty of Leocadia, the hidalgo′s daughter, and presently he began to entertain the idea of enjoying it at all hazards. In a moment he communicated his thoughts to his companions, and in the next moment they resolved to turn back and carry her off to please Rodolfo; for the rich who are open-handed always find parasites ready to encourage their bad propensities; and thus to conceive this wicked design, to communicate it, approve it, resolve on ravishing Leocadia, and to carry that design into effect was the work of a moment.
Pusiéronse los pañizuelos en los rostros, y, desenvainadas las espadas, volvieron, y a pocos pasos alcanzaron a los que no habían acabado de dar gracias a Dios, que de las manos de aquellos atrevidos les había librado. They drew their swords, hid their faces in the flaps of their cloaks, turned back, and soon came in front of the little party, who had not yet done giving thanks to God for their escape from those audacious men.
Arremetió Rodolfo con Leocadia, y, cogiéndola en brazos, dio a huir con ella, la cual no tuvo fuerzas para defenderse, y el sobresalto le quitó la voz para quejarse, y aun la luz de los ojos, pues, desmayada y sin sentido, ni vio quién la llevaba, ni adónde la llevaban. Dio voces su padre, gritó su madre, lloró su hermanico, arañóse la criada; pero ni las voces fueron oídas, ni los gritos escuchados, ni movió a compasión el llanto, ni los araños fueron de provecho alguno, porque todo lo cubría la soledad del lugar y el callado silencio de la noche, y las crueles entrañas de los malhechores. Finalmente, alegres se fueron los unos y tristes se quedaron los otros.Rodolfo laid hold on Leocadia, caught her up in his arms, and ran off with her, whilst she was so overcome with surprise and terror, that far from being able to defend herself or cry out, she had not even sense or sight left to see her ravisher, or know whither he was carrying her. Her father shouted, her mother shrieked, her little brother cried, the servant-maid tore her own face and hair; but the shouts and shrieks were disregarded, the wailings moved no pity, the clawing and scratching was of no avail; for all was lost upon the loneliness of the spot, the silence of the night, and the cruel hearts of the ravishers. Finally, the one party went off exulting, and the other was left in desolation and woe.
Rodolfo llegó a su casa sin impedimento alguno, y los padres de Leocadia llegaron a la suya lastimados, afligidos y desesperados: ciegos, sin los ojos de su hija, que eran la lumbre de los suyos; solos, porque Leocadia era su dulce y agradable compañía; confusos, sin saber si sería bien dar noticia de su desgracia a la justicia, temerosos no fuesen ellos el principal instrumento de publicar su deshonra. Veíanse necesitados de favor, como hidalgos pobres. No sabían de quién quejarse, sino de su corta ventura. Rodolfo, en tanto, sagaz y astuto, tenía ya en su casa y en su aposento a Leocadia; a la cual, puesto que sintió que iba desmayada cuando la llevaba, la había cubierto los ojos con un pañuelo, porque no viese las calles por donde la llevaba, ni la casa ni el aposento donde estaba; en el cual, sin ser visto de nadie, a causa que él tenía un cuarto aparte en la casa de su padre, que aún vivía, y tenía de su estancia la llave y las de todo el cuarto (inadvertencia de padres que quieren tener sus hijos recogidos), antes que de su desmayo volviese Leocadia, había cumplido su deseo Rodolfo; que los ímpetus no castos de la mocedad pocas veces o ninguna reparan en comodidades y requisitos que más los inciten y levanten. Ciego de la luz del entendimiento, a escuras robó la mejor prenda de Leocadia; y, como los pecados de la sensualidad por la mayor parte no tiran más allá la barra del término del cumplimiento dellos, quisiera luego Rodolfo que de allí se desapareciera Leocadia, y le vino a la imaginación de ponella en la calle, así desmayada como estaba. Y, yéndolo a poner en obra, sintió que volvía en sí, diciendo: Rodolfo arrived at his own house without any impediment, and Leocadia′s parents reached theirs heart-broken and despairing. They were afraid to appeal for justice to the laws, lest thereby they should only publish their daughter′s disgrace; besides, though well born they were poor, and had not the means of commanding influence and favour; and above all, they knew not the name of their injurer, or of whom or what to complain but their luckless stars. Meanwhile Rodolfo had Leocadia safe in his custody, and in his own apartment. It was in a wing of his father′s house, of which he had the keys, a great imprudence on the part of any parent. When Leocadia fainted in his arms, he had bandaged her eyes, in order that she might not notice the streets through which she passed, or the house into which he took her; and before she recovered her senses, he effected his guilty purpose. Apathy and disgust commonly follow satiated lust. Rodolfo was now impatient to get rid of Leocadia, and made up his mind to lay her in the street, insensible as she was. He had set to work with that intention, when she came to herself, saying,
¿Adónde estoy, desdichada? ¿Qué escuridad es ésta, qué tinieblas me rodean? ¿Estoy en el limbo de mi inocencia o en el infierno de mis culpas? ¡Jesús!, ¿quién me toca? ¿Yo en cama, yo lastimada? ¿Escú-chasme, madre y señora mía? ¿Óyesme, querido padre? ¡Ay sin ventura de mí!, que bien advierto que mis padres no me escuchan y que mis enemigos me tocan; venturosa sería yo si esta escuridad durase para siempre, sin que mis ojos volviesen a ver la luz del mundo, y que este lugar donde ahora estoy, cualquiera que él se fuese, sirviese de sepultura a mi honra, pues es mejor la deshonra que se ignora que la honra que está puesta en opinión de las gentes. Ya me acuerdo (¡que nunca yo me acordara!) que ha poco que venía en la compañía de mis padres; ya me acuerdo que me saltearon, ya me imagino y veo que no es bien que me vean las gentes. ¡Oh tú, cualquiera que seas, que aquí estás comigo (y en esto tenía asido de las manos a Rodolfo), si es que tu alma admite género de ruego alguno, te ruego que, ya que has triunfado de mi fama, triunfes también de mi vida! ¡Quítamela al momento, que no es bien que la tenga la que no tiene honra! ¡Mira que el rigor de la crueldad que has usado conmigo en ofenderme se templará con la piedad que usarás en matarme; y así, en un mismo punto, vendrás a ser cruel y piadoso! "Where am I? Woe is me! What darkness is this? Am I in the limbo of my innocence, or the hell of my sins? Who touches me? Am I in bed? Mother! dear father! do you hear me? Alas, too well I perceive that you cannot hear me, and that I am in the hands of enemies. Well would it be for me if this darkness were to last for ever, and my eyes were never more to see the light! Whoever thou art," She exclaimed, suddenly seizing Rodolfo′s hand, "if thy soul is capable of pity, grant me one prayer: having deprived me of honour, now deprive me of life. Let me not survive my disgrace! In mercy kill me this moment! It is the only amends I ask of you for the wrong you have done me."
Confuso dejaron las razones de Leocadia a Rodolfo; y, como mozo poco experimentado, ni sabía qué decir ni qué hacer, cuyo silencio admiraba más a Leocadia, la cual con las manos procuraba desengañarse si era fantasma o sombra la que con ella estaba. Pero, como tocaba cuerpo y se le acordaba de la fuerza que se le había hecho, viniendo con sus padres, caía en la verdad del cuento de su desgracia. Y con este pensamiento tornó a añudar las razones que los muchos sollozos y suspiros habían interrumpido, diciendo: Confused by the vehemence of her reproaches, Rodolfo knew not what to say or do, and answered not a word. This silence so astonished Leocadia, that she began to fancy she was dreaming, or haunted by a phantom; but the hands she grasped were of flesh and blood. She remembered the violence with which she had been torn from her parents, and she became but too well aware of the real nature of her calamity. After a passionate burst of tears and groans,
Atrevido mancebo, que de poca edad hacen tus hechos que te juzgue, yo te perdono la ofensa que me has hecho con sólo que me prometas y jures que, como la has cubierto con esta escuridad, la cubrirás con perpetuo silencio sin decirla a nadie. Poca recompensa te pido de tan grande agravio, pero para mí será la mayor que yo sabré pedirte ni tú querrás darme. Advierte en que yo nunca he visto tu rostro, ni quiero vértele; porque, ya que se me acuerde de mi ofensa, no quiero acordarme de mi ofensor ni guardar en la memoria la imagen del autor de mi daño. Entre mí y el cielo pasarán mis quejas, sin querer que las oiga el mundo, el cual no juzga por los sucesos las cosas, sino conforme a él se le asienta en la estimación. No sé cómo te digo estas verdades, que se suelen fundar en la experiencia de muchos casos y en el discurso de muchos años, no llegando los míos a diez y siete; por do me doy a entender que el dolor de una misma manera ata y desata la lengua del afligido: unas veces exagerando su mal, para que se le crean, otras veces no diciéndole, porque no se le remedien. De cualquiera manera, que yo calle o hable, creo que he de moverte a que me creas o que me remedies, pues el no creerme será ignorancia, y el [no] remediarme, imposible de tener algún alivio. No quiero desesperarme, porque te costará poco el dármele; y es éste: mira, no aguardes ni confíes que el discurso del tiempo temple la justa saña que contra ti tengo, ni quieras amontonar los agravios: mientras menos me gozares, y habiéndome ya gozado, menos se encenderán tus malos deseos. Haz cuenta que me ofendiste por accidente, sin dar lugar a ningún buen discurso; yo la haré de que no nací en el mundo, o que si nací, fue para ser desdichada. Ponme luego en la calle, o a lo menos junto a la iglesia mayor, porque desde allí bien sabré volverme a mi casa; pero también has de jurar de no seguirme, ni saberla, ni preguntarme el nombre de mis padres, ni el mío, ni de mis parientes, que, a ser tan ricos como nobles, no fueran en mí tan desdichados. Respóndeme a esto; y si temes que te pueda conocer en la habla, hágote saber que, fuera de mi padre y de mi confesor, no he hablado con hombre alguno en mi vida, y a pocos he oído hablar con tanta comunicación que pueda distinguirles por el sonido de la habla. "Inhuman youth!" she continued, "for your deeds assure me that your years are few, I will forgive the outrage you have done me, on the sole condition that you promise and vow to conceal your crime in perpetual silence, as profound as this darkness in which you have perpetrated it. This is but a small recompense for so grievous a wrong; but it is the greatest which I can ask, or you can grant me. I have never seen your face, nor ever desire to see it. It is enough for me to remember the injury I have sustained, without having before my mind′s eye the image of my ravisher. My complaints shall be addressed only to Heaven: I would not have them heard by the world, which judges not according to the circumstances of each case, but according to its own preconceived notions. You may wonder to hear me speak thus, being so young. I am surprised at it myself; and I perceive that if great sorrows are sometimes dumb, they are sometimes eloquent. Be this as it may, grant me the favour I implore: it will cost you little. Put me at once into the street, or at least near the great church; for I shall know my way thence to the house of my parents. But you must also swear not to follow me, or make any attempts to ascertain my name or that of my family, who if they were as wealthy as they are noble, would not have to bear patiently such insult in my person. Answer me, and if you are afraid of being known by your voice, know, that except my father and my confessor, I have never spoken with any man in my life, and that I should never be able to tell who you were, though you were to speak ever so long."
La respuesta que dio Rodolfo a las discretas razones de la lastimada Leocadia no fue otra que abrazarla, dando muestras que quería volver a confirmar en él su gusto y en ella su deshonra. Lo cual visto por Leocadia, con más fuerzas de las que su tierna edad prometían, se defendió con los pies, con las manos, con los dientes y con la lengua, diciéndole: The only reply Rodolfo made to the unhappy Leocadia was to embrace her, and attempt a repetition of his offence; but she defended herself with hands, feet, and teeth, and with a strength he could not have supposed her capable of exerting.
Haz cuenta, traidor y desalmado hombre, quienquiera que seas, que los despojos que de mí has llevado son los que podiste tomar de un tronco o de una coluna sin sentido, cuyo vencimiento y triunfo ha de redundar en tu infamia y menosprecio. Pero el que ahora pretendes no le has de alcanzar sino con mi muerte. Desmayada me pisaste y aniquilaste; mas, ahora que tengo bríos, antes podrás matarme que vencerme: que si ahora, despierta, sin resistencia concediese con tu abominable gusto, podrías imaginar que mi desmayo fue fingido cuando te atreviste a destruirme. "Base villain," she cried, "you took an infamous advantage of me when I had no more power to resist than a stock or a stone; but now that I have recovered my senses, you shall kill me before you shall succeed. You shall not have reason to imagine, from my weak resistance, that I pretended only to faint when you effected my ruin."
Finalmente, tan gallarda y porfiadamente se resistió Leocadia, que las fuerzas y los deseos de Rodolfo se enflaquecieron; y, como la insolencia que con Leocadia había usado no tuvo otro principio que de un ímpetu lascivo, del cual nunca nace el verdadero amor, que permanece, en lugar del ímpetu, que se pasa, queda, si no el arrepentimiento, a lo menos una tibia voluntad de segundalle. Frío, pues, y cansado Rodolfo, sin hablar palabra alguna, dejó a Leocadia en su cama y en su casa; y, cerrando el aposento, se fue a buscar a sus camaradas para aconsejarse con ellos de lo que hacer debía. In fine, she defended herself with such spirit and vigour as completely damped Rodolfo′s ardour. Without saying a word he left the room, locked the door behind him, and went in quest of his companions, to consult them as to what he should do.
Sintió Leocadia que quedaba sola y encerrada; y, levantándose del lecho, anduvo todo el aposento, tentando las paredes con las manos, por ver si hallaba puerta por do irse o ventana por do arrojarse. Halló la puerta, pero bien cerrada, y topó una ventana que pudo abrir, por donde entró el resplandor de la luna, tan claro, que pudo distinguir Leocadia las colores de unos damascos que el aposento adornaban. Vio que era dorada la cama, y tan ricamente compuesta que más parecía lecho de príncipe que de algún particular caballero. Contó las sillas y los escritorios; notó la parte donde la puerta estaba, y, aunque vio pendientes de las paredes algunas tablas, no pudo alcanzar a ver las pinturas que contenían. La ventana era grande, guarnecida y guardada de una gruesa reja; la vista caía a un jardín que también se cerraba con paredes altas; dificultades que se opusieron a la intención que de arrojarse a la calle tenía. Todo lo que vio y notó de la capacidad y ricos adornos de aquella estancia le dio a entender que el dueño della debía de ser hombre principal y rico, y no comoquiera, sino aventajadamente. En un escritorio, que estaba junto a la ventana, vio un crucifijo pequeño, todo de plata, el cual tomó y se le puso en la manga de la ropa, no por devoción ni por hurto, sino llevada de un discreto designio suyo. Hecho esto, cerró la ventana como antes estaba y volvióse al lecho, esperando qué fin tendría el mal principio de su suceso. Finding herself left alone, Leocadia got out of bed, and groped about the room, and along the walls, feeling for a door or window through which she might make her escape. She found the door, but it was locked outside. She succeeded in opening the window; and the moonlight shone in so brightly, that she could distinguish the colour of some damask hangings in the room. She saw that the bed was gilded, and so rich, that it seemed that of a prince rather than of a private gentleman. She counted the chairs and the cabinets, observed the position of the door, and also perceived some pictures hanging on the walls, but was not able to distinguish the subjects. The window was large, and protected by a stout iron grating: it looked out on a garden, surrounded by high walls, so that escape in that direction was as impossible as by the door. Everything she observed in this sumptuous apartment showed her that its master was a person of quality, and of extraordinary wealth. Among other things on which she cast her eyes was a small crucifix of solid silver, standing on a cabinet near the window. She took it, and hid it in the sleeve of her gown, not out of devotion, nor yet with a felonious intention, but with a very proper and judicious design. Having done this, she shut the window as before, and returned to the bed, to see what would be the end of an affair which had begun so badly.
No habría pasado, a su parecer, media hora, cuando sintió abrir la puerta del aposento y que a ella se llegó una persona; y, sin hablarle palabra, con un pañuelo le vendó los ojos, y tomándola del brazo la sacó fuera de la estancia, y sintió que volvía a cerrar la puerta. Esta persona era Rodolfo, el cual, aunque había ido a buscar a sus camaradas, no quiso hallarlas, pareciéndole que no le estaba bien hacer testigos de lo que con aquella doncella había pasado; antes, se resolvió en decirles que, arrepentido del mal hecho y movido de sus lágrimas, la había dejado en la mitad del camino. Con este acuerdo volvió tan presto a poner a Leocadia junto a la iglesia mayor, como ella se lo había pedido, antes que amaneciese y el día le estorbase de echalla, y le forzase a tenerla en su aposento hasta la noche venidera, en el cual espacio de tiempo ni él quería volver a usar de sus fuerzas ni dar ocasión a ser conocido. Llevóla, pues, hasta la plaza que llaman de Ayuntamiento; y allí, en voz trocada y en lengua medio portuguesa y castellana, le dijo que seguramente podía irse a su casa, porque de nadie sería seguida; y, antes que ella tuviese lugar de quitarse el pañuelo, ya él se había puesto en parte donde no pudiese ser visto. In about half an hour, as it seemed to her, the door was opened; some one came in, blindfolded her, and taking her by the arm, without a word spoken, led her out of the room, which she heard him lock behind him. This person was Rodolfo, who though he had gone to look for his friends, had changed his mind in that respect, not thinking it advisable to acquaint them with what had passed between him and the girl. On the contrary, he resolved to tell them, that repenting of his violence, and moved by her tears, he had only carried her half-way towards his house, and then let her go. Having come to this resolution, he hastened back to remove Leocadia before daylight appeared, which would compel him to keep her in his room all the following day. He led her then to the Plaza del Ayuntamiento, and there, in a feigned voice, speaking half Portuguese and half Spanish, he told her she might go home without fear, for she should not be followed; and he was already out of sight before she had taken the bandage from her eyes.
Quedó sola Leocadia, quitóse la venda, reconoció el lugar donde la dejaron. Miró a todas partes, no vio a persona; pero, sospechosa que desde lejos la siguiesen, a cada paso se detenía, dándolos hacia su casa, que no muy lejos de allí estaba. Y, por desmentir las espías, si acaso la seguían, se entró en una casa que halló abierta, y de allí a poco se fue a la suya, donde halló a sus padres atónitos y sin desnudarse, y aun sin tener pensamiento de tomar descanso alguno. Leocadia looked all round her: she was quite alone: no one was in sight; but suspecting that she might be followed at a distance, she stopped every now and then on her way home, which was not far, and looked behind her. To baffle any spies that might perchance be watching her, she entered a house which she found open; and by and by she went from it to her own, where she found her parents stupefied with grief. They had not undressed, or thought of taking any rest.
Cuando la vieron, corrieron a ella con brazos abiertos, y con lágrimas en los ojos la recibieron. Leocadia, llena de sobresalto y alboroto, hizo a sus padres que se tirasen con ella aparte, como lo hicieron; y allí, en breves palabras, les dio cuenta de todo su desastrado suceso, con todas la circunstancias dél y de la ninguna noticia que traía del salteador y robador de su honra. Díjoles lo que había visto en el teatro donde se representó la tragedia de su desventura: la ventana, el jardín, la reja, los escritorios, la cama, los damascos; y a lo último les mostró el crucifijo que había traído, ante cuya imagen se renovaron las lágrimas, se hicieron deprecaciones, se pidieron venganzas y desearon milagrosos castigos. Dijo ansimismo que, aunque ella no deseaba venir en conocimiento de su ofensor, que si a sus padres les parecía ser bien conocelle, que por medio de aquella imagen podrían, haciendo que los sacristanes dijesen en los púlpitos de todas las parroquias de la ciudad, que el que hubiese perdido tal imagen la hallaría en poder del religioso que ellos señalasen; y que ansí, sabiendo el dueño de la imagen, se sabría la casa y aun la persona de su enemigo. When they saw her, they ran to her with open arms, and welcomed her with tears. Choking with emotion, Leocadi made a sign to her parents that she wished to be alone with them. They retired with her, and she gave them a succinct account of all that had befallen her. She described the room in which she had been robbed of her honour, the window, the grating, the garden, the cabinets, the bed, the damask hangings, and, last of all, she showed them the crucifix which she had carried off, and before which the three innocent victims renewed their tears, imprecated Heaven′s vengeance on the insolent ravisher, and prayed that he might be miraculously punished. She told her parents, that although she had no wish to know the name of him at whose hands she had received such cruel wrong, yet if they thought fit to make such a discovery, they might do so by means of the crucifix, by directing the sacristans of the several parishes in the city to announce from the pulpits that whoever had lost such an image would find it in the hands of a certain monk whom he should name. By this means, they would discover their enemy in the person of the owner of the crucifix.
A esto replicó el padre: Bien habías dicho, hija, si la malicia ordinaria no se opusiera a tu discreto discurso, pues está claro que esta imagen hoy, en este día, se ha de echar menos en el aposento que dices, y el dueño della ha de tener por cierto que la persona que con él estuvo se la llevó; y, de llegar a su noticia que la tiene algún religioso, antes ha de servir de conocer quién se la dio al tal que la tiene, que no de declarar el dueño que la perdió, porque puede hacer que venga por ella otro a quien el dueño haya dado las señas. Y, siendo esto ansí, antes quedaremos confusos que informados; puesto que podamos usar del mismo artificio que sospechamos, dándola al religioso por tercera persona. Lo que has de hacer, hija, es guardarla y encomendarte a ella; que, pues ella fue testigo de tu desgracia, permitirá que haya juez que vuelva por tu justicia. Y advierte, hija, que más lastima una onza de deshonra pública que una arroba de infamia secreta. Y, pues puedes vivir honrada con Dios en público, no te pene de estar deshonrada contigo en secreto: la verdadera deshonra está en el pecado, y la verdadera honra en la virtud; con el dicho, con el deseo y con la obra se ofende a Dios; y, pues tú, ni en dicho, ni en pensamiento, ni en hecho le has ofendido, tente por honrada, que yo por tal te tendré, sin que jamás te mire sino como verdadero padre tuyo. "That would be very well, my child," replied her father, "if your plan were not liable to be frustrated by ordinary cunning; but no doubt this image has been already missed by its owner, and he will have set it down for certain that it was taken out of the room by the person he locked up there. To give him notice that the crucifix was in the hands of a certain monk would only serve to make known the person who deposited it in such keeping, but not to make the owner declare himself; for the latter might send another person for it, and furnish him with all the particulars by which he should identify it. Thus you see we should only damage ourselves without obtaining the information we sought; though to be sure we might employ the same artifice on our side, and deposit the image with the monk through a third hand. What you had best do, my child, is to keep it, and pray to it, that since it was a witness to your undoing, it will deign to vindicate your cause by its righteous judgment. Bear in mind, my child, that an ounce of public dishonour outweighs a quintal of secret infamy; and since, by the blessing of God, you can live in honour before the public eye, let it not distress you so much to be dishonoured in your ownself in secret. Real dishonour consists in sin, and real honour in virtue. There are three ways of offending God; by thought, word, and deed; but since neither in thought, nor in word, nor in deed have you offended, look upon yourself as a person of unsullied honour, as I shall always do, who will never cease to regard you with the affection of a father."
Con estas prudentes razones consoló su padre a Leocadia, y, abrazándola de nuevo su madre, procuró también consolarla. Ella gimió y lloró de nuevo, y se redujo a cubrir la cabeza, como dicen, y a vivir recogidamente debajo del amparo de sus padres, con vestido tan honesto como pobre. Thus did this humane and right-minded father comfort his unhappy daughter; and her mother embracing her again did all she could to soothe her feelings. In spite of all their tenderness her anguish was too poignant to be soon allayed; and from that fatal night, she continued to live the life of a recluse under the protection of her parents.
Rodolfo, en tanto, vuelto a su casa, echando menos la imagen del crucifijo, imaginó quién podía haberla llevado; pero no se le dio nada, y, como rico, no hizo cuenta dello, ni sus padres se la pidieron cuando de allí a tres días, que él se partió a Italia, entregó por cuenta a una camarera de su madre todo lo que en el aposento dejaba. Rodolfo meanwhile having returned home, and having missed the crucifix, guessed who had taken it, but gave himself no concern about it. To a person of his wealth such a loss was of no importance; nor did his parents make any inquiry about it, when three days afterwards, on his departure for Italy, one of his mother′s women took an inventory of all the effects he left in his apartment.
Muchos días había que tenía Rodolfo determinado de pasar a Italia; y su padre, que había estado en ella, se lo persuadía, diciéndole que no eran caballeros los que solamente lo eran en su patria, que era menester serlo también en las ajenas. Por estas y otras razones, se dispuso la voluntad de Rodolfo de cumplir la de su padre, el cual le dio crédito de muchos dineros para Barcelona, Génova, Roma y Nápoles; y él, con dos de sus camaradas, se partió luego, goloso de lo que había oído decir a algunos soldados de la abundancia de las hosterías de Italia y Francia, [y] de la libertad que en los alojamientos tenían los españoles. Sonábale bien aquel .Eco li buoni polastri, picioni, presuto e salcicie,. con otros nombres deste jaez, de quien los soldados se acuerdan cuando de aquellas partes vienen a éstas y pasan por la estrecheza e incomodidades de las ventas y mesones de España. Finalmente, él se fue con tan poca memoria de lo que con Leocadia le había sucedido, como si nunca hubiera pasado. Rodolfo had long contemplated a visit to Italy; and his father, who himself had been there, encouraged him in that design, telling him that no one could be a finished gentleman without seeing foreign countries. For this and other reasons, Rodolfo readily complied with the wishes of his father, who gave him ample letters of credit on Barcelona, Genoa, Rome, and Naples. Taking with him two of his companions, he set out on his travels, with expectations raised to a high pitch, by what he had been told by some soldiers of his acquaintance, concerning the good cheer in the hostelries of Italy and France, and the free and easy life enjoyed by the Spaniards in their quarters. His ears were tickled with the sound of such phrases as these: ecco li buoni polastri, picioni, presuto, salcicie, and all the other fine things of the sort, which soldiers are fond of calling to mind when they return from those parts to Spain. In fine, he went away with as little thought or concern about what had passed between him and the beautiful Leocadia as though it had never happened.
Ella, en este entretanto, pasaba la vida en casa de sus padres con el recogimiento posible, sin dejar verse de persona alguna, temerosa que su desgracia se la habían de leer en la frente. Pero a pocos meses vio serle forzoso hacer por fuerza lo que hasta allí de grado hacía. Vio que le convenía vivir retirada y escondida, porque se sintió preñada: suceso por el cual las en algún tanto olvidadas lágrimas volvieron a sus ojos, y los suspiros y lamentos comenzaron de nuevo a herir los vientos, sin ser parte la discreción de su buena madre a consolalla. Voló el tiempo, y llegóse el punto del parto, y con tanto secreto, que aun no se osó fiar de la partera; usurpando este oficio la madre, dio a la luz del mundo un niño de los hermosos que pudieran imaginarse. Con el mismo recato y secreto que había nacido, le llevaron a una aldea, donde se crió cuatro años, al cabo de los cuales, con nombre de sobrino, le trujo su abuela a su casa, donde se criaba, si no muy rica, a lo menos muy virtuosamente. She meanwhile passed her life with her parents in the strictest retirement, never letting herself be seen, but shunning every eye lest it should read her misfortune in her face. What she had thus done voluntarily at first, she found herself, in a few months, constrained to do by necessity; for she discovered that she was pregnant, to the grievous renewal of her affliction. Time rolled on: the hour of her delivery arrived: it took place in the utmost secrecy, her mother taking upon her the office of midwife: and she gave birth to a son, one of the most beautiful ever seen. The babe was conveyed, with the same secrecy, to a village, where he remained till he was four years old, when his grandfather brought him, under the name of nephew, to his own house, where he was reared, if not in affluence, at least most virtuously.
Era el niño (a quien pusieron nombre Luis, por llamarse así su abuelo), de rostro hermoso, de condición mansa, de ingenio agudo, y, en todas las acciones que en aquella edad tierna podía hacer, daba señales de ser de algún noble padre engendrado; y de tal manera su gracia, belleza y discreción enamoraron a sus abuelos, que vinieron a tener por dicha la desdicha de su hija por haberles dado tal nieto. Cuando iba por la calle, llovían sobre él millares de bendiciones: unos bendecían su hermosura, otros la madre que lo había parido, éstos el padre que le engendró, aquéllos a quien tan bien criado le criaba. Con este aplauso de los que le conocían y no conocían, llegó el niño a la edad de siete años, en la cual ya sabía leer latín y romance y escribir formada y muy buena letra; porque la intención de sus abuelos era hacerle virtuoso y sabio, ya que no le podían hacer rico; como si la sabiduría y la virtud no fuesen las riquezas sobre quien no tienen jurisdición los ladrones, ni la que llaman Fortuna. The boy, who was named Luis after his grandfather, was remarkably handsome, of a sweet docile disposition; and his manners and deportment, even at that tender age, were such as showed him to be the son of some noble father. His grandfather and grandmother were so delighted with his grace, beauty, and good behaviour, that they came at last to regard their daughter′s mischance as a happy event, since it had given them such a grandson. When the boy walked through the streets, blessings were showered upon him by all who saw him—blessings upon his beauty, upon the mother that bore him, upon the father that begot him, upon those who brought him up so well. Thus admired by strangers, as well as by all who knew him, he grew up to the age of seven, by which time he could already read Latin and his mother tongue, and write a good round hand; for it was the intention of his grandparents to make him learned and virtuous, since they could not make him rich, learning and virtue being such wealth as thieves cannot steal, or fortune destroy.
Sucedió, pues, que un día que el niño fue con un recaudo de su abuela a una parienta suya, acertó a pasar por una calle donde había carrera de caballeros. Púsose a mirar, y, por mejorarse de puesto, pasó de una parte a otra, a tiempo que no pudo huir de ser atropellado de un caballo, a cuyo dueño no fue posible detenerle en la furia de su carrera. Pasó por encima dél, y dejóle como muerto, tendido en el suelo, derramando mucha sangre de la cabeza. Apenas esto hubo sucedido, cuando un caballero anciano que estaba mirando la carrera, con no vista ligereza se arrojó de su caballo y fue donde estaba el niño; y, quitándole de los brazos de uno que ya le tenía, le puso en los suyos, y, sin tener cuenta con sus canas ni con su autoridad, que era mucha, a paso largo se fue a su casa, ordenando a sus criados que le dejasen y fuesen a buscar un cirujano que al niño curase. Muchos caballeros le siguieron, lastimados de la desgracia de tan hermoso niño, porque luego salió la voz que el atropellado era Luisico, el sobrino del tal caballero, nombrando a su abuelo. Esta voz corrió de boca en boca hasta que llegó a los oídos de sus abuelos y de su encubierta madre; los cuales, certificados bien del caso, como desatinados y locos, salieron a buscar a su querido; y por ser tan conocido y tan principal el caballero que le había llevado, muchos de los que encontraron les dijeron su casa, a la cual llegaron a tiempo que ya estaba el niño en poder del cirujano. One day, when the boy was sent by his grandfather with a message to a relation, he passed along a street in which there was a great concourse of horsemen. He stopped to look at them; and to see them the better, he moved from his position, and crossed the street. In doing so, he was not rapid enough to avoid a fiery horse, which its rider could not pull up in time, and which knocked Luis down, and trampled upon him. The poor child lay senseless on the ground, bleeding profusely from his head. A moment after the accident had happened, an elderly gentleman threw himself from his horse with surprising agility, took the boy out of the arms of a person who had raised him from the ground, and carried him to his own house, bidding his servants go fetch a surgeon Many gentlemen followed him, greatly distressed at the sad accident which had befallen the general favourite; for it was soon on everybody′s lips that the sufferer was little Luis. The news speedily reached the ears of his grandparents and his supposed cousin, who all hurried in wild dismay to look for their darling. The gentleman who had humanely taken charge of him being of eminent rank, and well known, they easily found their way to his house, and arrived there just as Luis was under the surgeon′s hands.
El caballero y su mujer, dueños de la casa, pidieron a los que pensaron ser sus padres que no llorasen ni alzasen la voz a quejarse, porque no le sería al niño de ningún provecho. El cirujano, que era famoso, habiéndole curado con grandísimo tiento y maestría, dijo que no era tan mortal la herida como él al principio había temido. En la mitad de la cura volvió Luis a su acuerdo, que hasta allí había estado sin él, y alegróse en ver a sus tíos, los cuales le preguntaron llorando que cómo se sentía. Respondió que bueno, sino que le dolía mucho el cuerpo y la cabeza. Mandó el médico que no hablasen con él, sino que le dejasen reposar. Hízose ansí, y su abuelo comenzó a agradecer al señor de la casa la gran caridad que con su sobrino había usado. A lo cual respondió el caballero que no tenía qué agradecelle, porque le hacía saber que, cuando vio al niño caído y atropellado, le pareció que había visto el rostro de un hijo suyo, a quien él quería tiernamente, y que esto le movió a tomarle en sus brazos y traerle a su casa, donde estaría todo el tiempo que la cura durase, con el regalo que fuese posible y necesario. Su mujer, que era una noble señora, dijo lo mismo y hizo aun más encarecidas promesas. The master and mistress begged them not to cry, or raise their voices in lamentation; for it would do the little patient no good. The surgeon, who was an able man, having dressed the wound with great care and skill, saw that it was not so deadly as he had at first supposed. In the midst of the dressing, Luis came to his senses, and was glad to see his relations, who asked him how he felt. "Pretty well," he said, only his head and his body pained him a good deal. The surgeon desired them not to talk to him, but leave him to repose. They did so, and the grandfather then addressed himself to the master of the house, thanking him for the kindness he had shown to his nephew. The gentleman replied that there was nothing to thank him for; the fact being, that when he saw the boy knocked down, his first thought was that he saw under the horses′ heels the face of a son of his own, whom he tenderly loved. It was this that impelled him to take the boy up, and carry him to his own house, where he should remain all the time he was in the surgeon′s hands, and be treated with all possible care. The lady of the house spoke to the same effect, and with no less kindness and cordiality.
Admirados quedaron de tanta cristiandad los abuelos, pero la madre quedó más admirada; porque, habiendo con las nuevas del cirujano sosegádose algún tanto su alborotado espíritu, miró atentamente el aposento donde su hijo estaba, y claramente, por muchas señales, conoció que aquella era la estancia donde se había dado fin a su honra y principio a su desventura; y, aunque no estaba adornada de los damascos que entonces tenía, conoció la disposición della, vio la ventana de la reja que caía al jardín; y, por estar cerrada a causa del herido, preguntó si aquella ventana respondía a algún jardín, y fuele respondido que sí; pero lo que más conoció fue que aquélla era la misma cama que tenía por tumba de su sepultura; y más, que el propio escritorio, sobre el cual estaba la imagen que había traído, se estaba en el mismo lugar. The grandfather and grandmother were surprised at meeting with so much sympathy on the part of strangers; but far greater was the surprise of their daughter, who, on looking round her, after the surgeon′s report had somewhat allayed her agitation, plainly perceived that she was in the very room to which she had been carried by her ravisher. The damask hangings were no longer there; but she recognised it by other tokens. She saw the grated window that opened on the garden: it was then closed on account of the little patient; but she asked if there was a garden on the outside, and was answered in the affirmative. The bed she too well remembered was there; and, above all, the cabinet, on which had stood the image she had taken away, was still on the same spot.
Finalmente, sacaron a luz la verdad de todas sus sospechas los escalones, que ella había contado cuando la sacaron del aposento tapados los ojos (digo los escalones que había desde allí a la calle, que con advertencia discreta contó). Y, cuando volvió a su casa, dejando a su hijo, los volvió a contar y halló cabal el número. Y, confiriendo unas señales con otras, de todo punto certificó por verdadera su imaginación, de la cual dio por estenso cuenta a su madre, que, como discreta, se informó si el caballero donde su nieto estaba había tenido o tenía algún hijo. Y halló que el que llamamos Rodolfo lo era, y que estaba en Italia; y, tanteando el tiempo que le dijeron que había faltado de España, vio que eran los mismos siete años que el nieto tenía. Finally, to corroborate all the other indications, and confirm the truth of her discovery beyond all question, she counted the steps of the staircase leading from the room to the street, and found the number exactly what she had expected; for she had had the presence of mind to count them on the former occasion, when she descended them blindfold. On her return home, she imparted her discovery to her mother, who immediately made inquiries as to whether the gentleman in whose house her grandson lay ever had a son. She found he had one son, Rodolfo—as we call him—who was then in Italy; and on comparing the time he was said to have been abroad with that which had elapsed since her daughter′s ravishment, she found them to agree very closely.
Dio aviso de todo esto a su marido, y entre los dos y su hija acordaron de esperar lo que Dios hacía del herido, el cual dentro de quince días estuvo fuera de peligro y a los treinta se levantó; en todo el cual tiempo fue visitado de la madre y de la abuela, y regalado de los dueños de la casa como si fuera su mismo hijo. Y algunas veces, hablando con Leocadia doña Estefanía, que así se llamaba la mujer del caballero, le decía que aquel niño parecía tanto a un hijo suyo que estaba en Italia, que ninguna vez le miraba que no le pareciese ver a su hijo delante. Destas razones tomó ocasión de decirle una vez, que se halló sola con ella, las que con acuerdo de sus padres había determinado de decille, que fueron éstas o otras semejantes: She made all this known to her husband; and it was finally settled between the three that they should not move in the matter for the present, but wait till the will of Heaven had declared itself respecting the little patient. Luis was out of danger in a fortnight; in a month he rose from his bed; and during all that time he was visited daily by his mother and grandmother, and treated by the master and mistress of the house as if he was their own child. Doña Estafania, the kind gentleman′s wife, often observed, in conversation with Leocadia, that the boy so strongly resembled a son of hers who was in Italy, she never could look at him without thinking her son was actually before her. One day, when Doña Estafania repeated this remark, no one being present but herself and Leocadia, the latter thought it a good opportunity to open her mind to the lady, in the manner previously concerted between herself and her parents.
El día, señora, que mis padres oyeron decir que su sobrino estaba tan malparado, creyeron y pensaron que se les había cerrado el cielo y caído todo el mundo a cuestas. Imaginaron que ya les faltaba la lumbre de sus ojos y el báculo de su vejez, faltándoles este sobrino, a quien ellos quieren con amor de tal manera, que con muchas ventajas excede al que suelen tener otros padres a sus hijos. Mas, como decirse suele, que cuando Dios da la llaga da la medicina, la halló el niño en esta casa, y yo en ella el acuerdo de unas memorias que no las podré olvidar mientras la vida me durare. Yo, señora, soy noble porque mis padres lo son y lo han sido todos mis antepasados, que, con una medianía de los bienes de fortuna, han sustentado su honra felizmente dondequiera que han vivido. "Señora," she said, "when my parents heard of the terrible accident that had befallen their nephew, they felt as if the sky had fallen upon their heads. For them it was losing the light of their eyes, and the staff of their age, to lose their nephew, their love for whom far surpasses that which parents commonly bear towards their sons. But, as the proverb says, with the disease God sends the remedy. The boy found his recovery in this house; and I found in it reminiscences of events I shall never forget as long as I live. I, señora, am noble, for so are my parents, and so were all my ancestors, who, though but moderately endowed with the gifts of fortune, always happily maintained their honour where-ever they lived."
Admirada y suspensa estaba doña Estefanía, escuchando las razones de Leocadia, y no podía creer, aunque lo veía, que tanta discreción pudiese encerrarse en tan pocos años, puesto que, a su parecer, la juzgaba por de veinte, poco más a menos. Y, sin decirle ni replicarle palabra, esperó todas las que quiso decirle, que fueron aquellas que bastaron para contarle la travesura de su hijo, la deshonra suya, el robo, el cubrirle los ojos, el traerla a aquel aposento, las señales en que había conocido ser aquel mismo que sospechaba. Para cuya confirmación sacó del pecho la imagen del crucifijo que había llevado, a quien dijo: Doña Estafania listened attentively to Leocadia, and was astonished to hear her speak with an intelligence beyond her years, for she did not think her more than twenty; and without interrupting her by a single word, she heard her relate her whole story, how she had been forcibly carried into that chamber, what had been done to her there, and by what tokens she had been able to recognise it again. In confirmation of all this, she drew forth from her bosom the crucifix she had taken away with her, and thus addressed it:
Tú, Señor, que fuiste testigo de la fuerza que se me hizo, sé juez de la enmienda que se me debe hacer. De encima de aquel escritorio te llevé con propósito de acordarte siempre mi agravio, no para pedirte venganza dél, que no la pretendo, sino para rogarte me dieses algún consuelo con que llevar en paciencia mi desgracia. "Lord, who wast witness of the violence done to me, be thou the judge of the amends which are my due. I took thee from off this cabinet, that I might continually remind thee of my wrong, not in order to pray to thee for vengeance, which I do not invoke, but to beseech thee to inspire me with some counsel which may enable me to bear it with patience." Then turning to Doña Estafania,
»Este niño, señora, con quien habéis mostrado el estremo de vuestra caridad, es vuestro verdadero nieto. Permisión fue del cielo el haberle atropellado, para que, trayéndole a vuestra casa, hallase yo en ella, como espero que he de hallar, si no el remedio que mejor convenga, y cuando no con mi desventura, a lo menos el medio con que pueda sobrellevalla. "This boy, señora," she said, "towards whom you have manifested the extreme of your great kindness and compassion, is your own grandson. It was by the merciful providence of Heaven that he was run over, in order that being taken to your house, I should find him in it, as I hope to find there, if not the remedy most appropriate to my misfortune, at least the means of alleviating it."
Diciendo esto, abrazada con el crucifijo, cayó desmayada en los brazos de Estefanía, la cual, en fin, como mujer y noble, en quien la compasión y misericordia suele ser tan natural como la crueldad en el hombre, apenas vio el desmayo de Leocadia, cuando juntó su rostro con el suyo, derramando sobre él tantas lágrimas que no fue menester esparcirle otra agua encima para que Leocadia en sí volviese. Thus saying, and pressing the crucifix to her breast, she fell fainting into the arms of Doña Estafania, who as a gentlewoman, to whose sex pity is as natural as cruelty is to man, instantly pressed her lips to those of the fainting girl, shedding over her so many tears that there needed no other sprinkling of water to recover Leocadia from her swoon.
Estando las dos desta manera, acertó a entrar el caballero marido de Estefanía, que traía a Luisico de la mano; y, viendo el llanto de Estefanía y el desmayo de Leocadia, preguntó a gran priesa le dijesen la causa de do procedía. El niño abrazaba a su madre por su prima y a su abue-la por su bienhechora, y asimismo preguntaba por qué lloraban. Whilst the two were in this situation, Doña Estafania′s husband entered the room, leading little Luis by the hand. On seeing his wife all in tears, and Leocadia fainting, he eagerly inquired the cause of so startling a spectacle. The boy having embraced his mother, calling her his cousin, and his grandmother, calling her his benefactress, repeated his grandfather′s question.
Grandes cosas, señor, hay que deciros respondió Estefanía a su marido, cuyo remate se acabará con deciros que hagáis cuenta que es-ta desmayada es hija vuestra y este niño vuestro nieto. Esta verdad que os digo me ha dicho esta niña, y la ha confirmado y confirma el rostro deste niño, en el cual entrambos habemos visto el de nuestro hijo. "I have great things to tell you, señor," said Doña Estafania to her husband, "the cream and substance of which is this: the fainting girl before you is your daughter, and that boy is your grandson. This truth which I have learned from her lips is confirmed by his face, in which we have both beheld that of our son."
Si más no os declaráis, señora, yo no os entiendo replicó el caballero. "Unless you speak more fully, señora, I cannot understand you," replied her husband.
En esto volvió en sí Leocadia, y, abrazada del crucifijo, parecía estar convertida en un mar de llanto. Todo lo cual tenía puesto en gran confusión al caballero, de la cual salió contándole su mujer todo aquello que Leocadia le había contado; y él lo creyó, por divina permisión del cielo, como si con muchos y verdaderos testigos se lo hubieran probado. Consoló y abrazó a Leocadia, besó a su nieto, y aquel mismo día despacharon un correo a Nápoles, avisando a su hijo se viniese luego, porque le tenían concertado casamiento con una mujer hermosa sobremanera y tal cual para él convenía. No consintieron que Leocadia ni su hijo volviesen más a la casa de sus padres, los cuales, contentísimos del buen suceso de su hija, daban sin cesar infinitas gracias a Dios por ello. Just then Leocadia came to herself, and embracing the cross seemed changed into a sea of tears, and the gentleman remained in utter bewilderment, until his wife had repeated to him, from beginning to end, Leocadia′s whole story; and he believed it, through the blessed dispensation of Heaven, which had confirmed it by so many convincing testimonies. He embraced and comforted Leocadia, kissed his grandson, and that same day he despatched a courier to Naples, with a letter to his son, requiring him to come home instantly, for his mother and he had concluded a suitable match for him with a very beautiful lady. They would not allow Leocadia and her son to return any more to the house of her parents, who, overjoyed at her good fortune, gave thanks for it to Heaven with all their hearts.
Llegó el correo a Nápoles, y Rodolfo, con la golosina de gozar tan hermosa mujer como su padre le significaba, de allí a dos días que recibió la carta, ofreciéndosele ocasión de cuatro galeras que estaban a punto de venir a España, se embarcó en ellas con sus dos camaradas, que aún no le habían dejado, y con próspero suceso en doce días llegó a Barcelona, y de allí, por la posta, en otros siete se puso en Toledo y entró en casa de su padre, tan galán y tan bizarro, que los etremos de la gala y de la bizarría estaban en él todos juntos. The courier arrived at Naples; and Rodolfo, eager to become possessed of so beautiful a wife as his father had described, took advantage of the opportunity offered by four galleys which were ready to sail for Spain; and two days after the receipt of the letter he embarked with his two comrades, who were still with him. After a prosperous run of twelve days, he reached Barcelona, whence he posted in seven to Toledo, and entered his father′s house, dressed in the very extreme of fashionable bravery.
Alegráronse sus padres con la salud y bienvenida de su hijo. Suspendióse Leocadia, que de parte escondida le miraba, por no salir de la traza y orden que doña Estefanía le había dado. Las camaradas de Rodolfo quisieran irse a sus casas luego, pero no lo consintió Estefanía por haberlos menester para su designio. Estaba cerca la noche cuando Rodolfo llegó, y, en tanto que se aderezaba la cena, Estefanía llamó aparte las camaradas de su hijo, creyendo, sin duda alguna, que ellos debían de ser los dos de los tres que Leocadia había dicho que iban con Rodolfo la noche que la robaron, y con grandes ruegos les pidió le dijesen si se acordaban que su hijo había robado a una mujer tal noche, tanto años había; porque el saber la verdad desto importaba la honra y el sosiego de todos sus parientes. Y con tales y tantos encarecimientos se lo supo rogar, y de tal manera les asegurar que de descubrir este robo no les podía suceder daño alguno, que ellos tuvieron por bien de confesar ser verdad que una noche de verano, yendo ellos dos y otro amigo con Rodolfo, robaron en la misma que ella señalaba a una muchacha, y que Rodolfo se había venido con ella, mientras ellos detenían a la gente de su familia, que con voces la querían defender, y que otro día les había dicho Rodolfo que la había llevado a su casa; y sólo esto era lo que podían responder a lo que les preguntaban. His parents were beyond measure rejoiced at his safe arrival, after so long an absence; and Leocadia was filled with indescribable emotions, as she beheld him, herself unseen, from a secret place in which she had been stationed by Doña Estafania′s contrivance. Rodolfo′s two comrades proposed to take leave of him at once, and retire to their own homes; but Estafania would not suffer them to depart, for their presence was needful for the execution of a scheme she had in her head. It was nearly night when Rodolfo arrived; and whilst preparations were making for supper, Estafania took her son′s companions aside, believing that they were two of the three whom Leocadia mentioned as having been with Rodolfo on the night of her abduction. She earnestly entreated them to tell her, if they remembered that her son had carried off a young woman, on such a night, so many years ago; for the honour and the peace of mind of all his relations depended on their knowing the truth of that matter. So persuasive were her entreaties, and so strong her assurances that no harm whatever could result to them from the information she sought, they were induced to confess that one summer′s night, the same she had mentioned, themselves and another friend being out on a stroll with Rodolfo, they had been concerned in the abduction of a girl whom Rodolfo carried off, whilst the rest of them detained her family, who made a great outcry, and would have defended her if they could. They added that Rodolfo told them, on the following day, that he had carried the girl to his own apartment; and this was all they knew of the matter.
La confesión destos dos fue echar la llave a todas las dudas que en tal caso le podían ofrecer; y así, determinó de llevar al cabo su buen pensamiento, que fue éste: poco antes que se sentasen a cenar, se entró en un aposento a solas su madre con Rodolfo, y, poniéndole un retrato en las manos, le dijo: All doubts which could possibly have remained on the case having been removed by this confession, Estafania determined to pursue her scheme. Shortly before supper she took her son in private into a room, where she put the portrait of a lady into his hands, saying,
Yo quiero, Rodolfo hijo, darte una gustosa cena con mostrarte a tu esposa: éste es su verdadero retrato, pero quiérote advertir que lo que le falta de belleza le sobra de virtud; es noble y discreta y medianamente rica, y, pues tu padre y yo te la hemos escogido, asegúrate que es la que te conviene. "Here is something to give you an appetite for your supper, Rodolfo; this is the portrait of your bride; but I must tell you that what she wants in beauty is more than made up for in virtue. She is of good family, and tolerably wealthy; and since your father and I have made choice of her, you may be assured she will suit you very well."
Atentamente miró Rodolfo el retrato, y dijo: Si los pintores, que ordinariamente suelen ser pródigos de la hermosura con los rostros que retratan, lo han sido también con éste, sin duda creo que el original debe de ser la misma fealdad. A la fe, señora y madre mía, justo es y bueno que los hijos obedezcan a sus padres en cuanto les mandaren; pero también es conveniente, y mejor, que los padres den a sus hijos el estado de que más gustaren. Y, pues el del matrimonio es nudo que no le desata sino la muerte, bien será que sus lazos sean iguales y de unos mismos hilos fabricados. La virtud, la nobleza, la discreción y los bienes de la fortuna bien pueden alegrar el entendimiento de aquel a quien le cupieron en suerte con su esposa; pero que la fealdad della alegre los ojos del esposo, paréceme imposible. Mozo soy, pero bien se me entiende que se compadece con el sacramento del matrimonio el justo y debido deleite que los casados gozan, y que si él falta, cojea el matrimonio y desdice de su segunda intención. Pues pensar que un rostro feo, que se ha de tener a todas horas delante de los ojos, en la sala, en la mesa y en la cama, pueda deleitar, otra vez digo que lo tengo por casi imposible. Por vida de vuesa merced, madre mía, que me dé compañera que me entretenga y no enfade; porque, sin torcer a una o a otra parte, igualmente y por camino derecho llevemos ambos a dos el yugo donde el cielo nos pusiere. Si esta señora es noble, discreta y rica, como vuesa merced dice, no le faltará esposo que sea de diferente humor que el mío: unos hay que buscan nobleza, otros discreción, otros dineros y otros hermosura; y yo soy destos últimos. Porque la nobleza, gracias al cielo y a mis pasados y a mis padres, que me la dejaron por herencia; discreción, como una mujer no sea necia, tonta o boba, bástale que ni por aguda despunte ni por boba no aproveche; de las riquezas, también las de mis padres me hacen no estar temeroso de venir a ser pobre. La hermosura busco, la belleza quiero, no con otra dote que con la de la honestidad y buenas costumbres; que si esto trae mi esposa, yo serviré a Dios con gusto y daré buena vejez a mis padres. "Well," said Rodolfo, staring at the portrait, "if the painter of this portrait has flattered the original as much as painters usually do, then beyond all doubt the lady must be the very incarnation of ugliness. Truly, my lady mother, if it is just and right that sons should obey their parents in all things, it is no less proper that parents should have regard to the inclinations of their sons; and since matrimony is a bond not to be loosed till death, they ought to take care that it shall press as smoothly and equably as possible. Virtue, good birth, prudence, and the gifts of fortune, are all very good things, and may well gladden the heart of whoever may have the lot to obtain this lady for a wife; but that her ugliness can ever gladden the eyes of her spouse, appears to me an impossibility. I am a bachelor to be sure, but I perfectly comprehend the coincidence there should be between the sacrament of marriage and the just and due delight mutually enjoyed by the married pair, and that if that be wanting, the object of marriage is frustrated; for to imagine that an ugly face which one must have before his eyes at all hours, in the hall, at table, and in bed, I say once more that is impossible. For God′s sake, my lady mother, give me a wife who would be an agreeable companion, not one who will disgust me, so that we may both bear evenly, and with mutual good-will, the yoke imposed on us by Heaven, instead of pulling this way and that way, and fretting each other to death. If this lady is well-born, discreet, and rich as you say, she will easily find a husband of a different humour from mine. Some look for noble blood in a wife, some for understanding, others for money, and others again for beauty, and of the latter class I am one. As for high birth, thank Heaven and my ancestors I am well enough off in that respect; as for understanding, provided a woman is neither a dolt nor a simpleton, there is no need of her having a very subtle wit; in point of wealth, I am amply provided by my parents; but beauty is what I covet, with no other addition than virtue and good breeding. If my wife brings me this, I will thank Heaven for the gift, and make my parents happy in their old age."
Contentísima quedó su madre de las razones de Rodolfo, por haber conocido por ellas que iba saliendo bien con su designio. Respondióle que ella procuraría casarle conforme su deseo, que no tuviese pena alguna, que era fácil deshacerse los conciertos que de casarle con aquella señora estaban hechos. Agradecióselo Rodolfo, y, por ser llegada la hora de cenar, se fueron a la mesa. Y, habiéndose ya sentado a ella el padre y la madre, Rodolfo y sus dos camaradas, dijo doña Estefanía al descuido: Estafania was delighted to hear Rodolfo speak thus, for the sentiments he expressed were just such as best accorded with the success of the scheme she had in hand. She told him that she would endeavour to marry him in conformity with his inclination, and that he need not make himself uneasy, for there would be no difficulty in breaking off the match which seemed so distasteful to him. Rodolfo thanked her, and supper being ready they went to join the rest of the party at table. The father and mother, Rodolfo and his two companions had already seated themselves, when Doña Estafania said, in an off-hand way, "
¡Pecadora de mí, y qué bien que trato a mi huéspeda! Andad vos dijo a un criado, decid a la señora doña Leocadia que, sin entrar en cuentas con su mucha honestidad, nos venga a honrar esta mesa, que los que a ella están todos son mis hijos y sus servidores. Todo esto era traza suya, y de todo lo que había de hacer estaba avisada y advertida Leocadia. Poco tardó en salir Leocadia y dar de sí la improvisa y más hermosa muestra que pudo dar jamás compuesta y natural hermosura. Sinner that I am, how well I behave to my guest! Go," she said to a servant, "and ask the señora. Doña Leocadia to honour our table with her presence, and tell her she need not stand on any punctilio, for all here are my sons and her servants." All this was part of her scheme, with the whole of which Leocadia had been previously made acquainted.
Venía vestida, por ser invierno, de una saya entera de terciopelo negro, llovida de botones de oro y perlas, cintura y collar de diamantes. Sus mismos cabellos, que eran luengos y no demasiadamente rubios, le servían de adorno y tocas, cuya invención de lazos y rizos y vislumbres de diamantes que con ellas se entretejían, turbaban la luz de los ojos que los miraban. Era Leocadia de gentil disposición y brío; traía de la mano a su hijo, y delante della venían dos doncellas, alumbrándola con dos velas de cera en dos candeleros de plata. The lady soon appeared, presenting a most charming spectacle of perfect beauty, set off by the most appropriate adornments. The season being winter, she was dressed in a robe and train of black velvet, with gold and pearl buttons; her girdle and necklace were of diamonds; her head was uncovered, and the shining braids and ringlets of her thick chestnut hair, spangled with diamonds, dazzled the eyes of the beholders. Her bearing was graceful and animated; she led her son by the hand, and before her walked two maids with wax-lights and silver candlesticks.
Levantáronse todos a hacerla reverencia, como si fuera a alguna cosa del cielo que allí milagrosamente se había aparecido. Ninguno de los que allí estaban embebecidos mirándola parece que, de atónitos, no acertaron a decirle palabra. Leocadia, con airosa gracia y discreta crianza, se humilló a todos; y, tomándola de la mano Estefanía la sentó junto a sí, frontero de Rodolfo. Al niño sentaron junto a su abuelo. All rose to do her reverence, as if something from heaven had miraculously appeared before them; but gazing on her, entranced with admiration, not one of them was able to address a single word to her. Leocadia bowed to them all with courteous dignity, and Estafania taking her by the hand led her to a seat next herself and opposite to Rodolfo, whilst the boy was seated beside his grandfather.
Rodolfo, que desde más cerca miraba la incomparable belleza de Leocadia, decía entre sí: ′′Si la mitad desta hermosura tuviera la que mi madre me tiene escogida por esposa, tuviérame yo por el más dichoso hombre del mundo. ¡Válame Dios! ¿Qué es esto que veo? ¿Es por ventura algún ángel humano el que estoy mirando?′′ Y en esto, se le iba entrando por los ojos a tomar posesión de su alma la hermosa imagen de Leocadia, la cual, en tanto que la cena venía, viendo también tan cerca de sí al que ya quería más que a la luz de los ojos, con que alguna vez a hurto le miraba, comenzó a revolver en su imaginación lo que con Rodolfo había pasado. Comenzaron a enflaquecerse en su alma las esperanzas que de ser su esposo su madre le había dado, temiendo que a la cortedad de su ventura habían de corresponder las promesas de su madre. Consideraba cuán cerca estaba de ser dichosa o sin dicha para siempre. Y fue la consideración tan intensa y los pensamientos tan revueltos, que le apretaron el corazón de manera que comenzó a sudar y a perderse de color en un punto, sobreviniéndole un desmayo que le forzó a reclinar la cabeza en los brazos de doña Estefanía, que, como ansí la vio, con turbación la recibió en ellos. "Ah," said Rodolfo to himself, as he gazed on the lovely being before him, "could I find but half that beauty in the wife my mother has chosen for me, I should think myself the happiest man in the world. Good God! what is it I behold? Is it some angel in human shape that sits before me?" Whilst his eyes were thus making his soul captive to the lovely image of Leocadia, she, on the other hand, finding herself so near to him who was dearer to her than the light of those eyes with which she furtively glanced at him from time to time, began to revolve in her mind what had passed between her and Rodolfo. The hopes her mother had given her of being his wife began to droop, and the fear came strong upon her that such bliss was not for one so luckless as herself. She reflected how near she stood to the crisis which was to determine whether she was to be blessed or unhappy for ever, and racked by the intensity of her emotions, she suddenly changed colour, her head dropped, and she fell forward in a swoon into the arms of the dismayed Estafania.
Sobresaltáronse todos, y, dejando la mesa, acudieron a remediarla. Pero el que dio más muestras de sentirlo fue Rodolfo, pues por llegar presto a ella tropezó y cayó dos veces. Ni por desabrocharla ni echarla agua en el rostro volvía en sí; antes, el levantado pecho y el pulso, que no se le hallaban, iban dando precisas señales de su muerte; y las criadas y criados de casa, como menos considerados, dieron voces y la publicaron por muerta. Estas amargas nuevas llegaron a los oídos de los padres de Leocadia, que para más gustosa ocasión los tenía doña Estefanía escondidos. Los cuales, con el cura de la parroquia, que ansimismo con ellos estaba, rompiendo el orden de Estefanía, salieron a la sala. The whole party sprang up in alarm and hastened to her assistance, but no one showed more earnest sympathy than Rodolfo, who fell twice in his haste to reach her. They unlaced her, and sprinkled her face with cold water; but far from coming to her senses, the fulness of her congested bosom, her total insensibility, and the absence of all pulse gave such mortal indications, that the servants began imprudently to cry out that she was dead. This shocking news reached the ears of her parents, whom Doña Estafania had concealed in another room that they might make their appearance at the right moment.
Llegó el cura presto, por ver si por algunas señales daba indicios de arrepentirse de sus pecados, para absolverla dellos; y donde pensó hallar un desmayado halló dos, porque ya estaba Rodolfo, puesto el rostro sobre el pecho de Leocadia. Diole su madre lugar que a ella llegase, como a cosa que había de ser suya; pero, cuando vio que también estaba sin sentido, estuvo a pique de perder el suyo, y le perdiera si no viera que Rodolfo tornaba en sí, como volvió, corrido de que le hubiesen visto hacer tan estremados estremos. They now rushed into the supper room, and the parish priest, who was also with them, went up to the prostrate lady to see if she could by any signs make known that she repented of her sins in order that he might give her absolution; but instead of one fainting person he found two, for Rodolfo lay with his face on Leocadia′s bosom. His mother had left her to him as being her destined protector; but when she saw that he too was insensible, she was near making a third, and would have done so had he not come to himself. He was greatly confused at finding that he had betrayed such emotion;
Pero su madre, casi como adivina de lo que su hijo sentía, le dijo: but his mother, who guessed his thoughts, said to him,
No te corras, hijo, de los estremos que has hecho, sino córrete de los que no hicieres cuando sepas lo que no quiero tenerte más encubierto, puesto que pensaba dejarlo hasta más alegre coyuntura. Has de saber, hijo de mi alma, que esta desmayada que en los brazos tengo es tu verdadera esposa: llamo verdadera porque yo y tu padre te la teníamos escogida, que la del retrato es falsa. "Do not be ashamed, my son, at having been so overcome by your feelings; you would have been so still more had you known what I will no longer conceal from you, though I had intended to reserve it for a more joyful occasion. Know then, son of my heart, that this fainting lady is your real bride: I say real, because she is the one whom your father and I have chosen for you, and the portrait was a pretence."
Cuando esto oyó Rodolfo, llevado de su amoroso y encendido deseo, y quitándole el nombre de esposo todos los estorbos que la honestidad y decencia del lugar le podían poner, se abalanzó al rostro de Leocadia, y, juntando su boca con la della, estaba como esperando que se le saliese el alma para darle acogida en la suya. Pero, cuando más las lágrimas de todos por lástima crecían, y por dolor las voces se aumentaban, y los cabellos y barbas de la madre y padre de Leocadia arrancados venían a menos, y los gritos de su hijo penetraban los cielos, volvió en sí Leocadia, y con su vuelta volvió la alegría y el contento que de los pechos de los circunstantes se había ausentado. When Rodolfo heard this, carried away by the vehemence of his passion, and on the strength of his title as a bridegroom disdaining all conventional proprieties, he clasped Leocadia in his arms, and with his lips pressed to hers, seemed as if he was waiting for her soul to issue forth that he might absorb and mingle it with his own. Just at the moment when the tears of the pitying beholders flowed fastest, and their ejaculations were most expressive of despair, Leocadia gave signs of recovery, and brought back gladness to the hearts of all.
Hallóse Leocadia entre los brazos de Rodolfo, y quisiera con honesta fuerza desasirse dellos; pero él le dijo: When she came to her senses, and, blushing to find herself in Rodolfo′s arms, would have disengaged herself,
No, señora, no ha de ser ansí. No es bien que punéis por apartaros de los brazos de aquel que os tiene en el alma. "No, señora," he said, "that must not be; strive not to withdraw from the arms of him who holds you in his soul."
A esta razón acabó de todo en todo de cobrar Leocadia sus sentidos, y acabó doña Estefanía de no llevar más adelante su determinación primera, diciendo al cura que luego luego desposase a su hijo con Leocadia. Él lo hizo ansí, que por haber sucedido este caso en tiempo cuando con sola la voluntad de los contrayentes, sin las diligencias y prevenciones justas y santas que ahora se usan, quedaba hecho el matrimonio, no hubo dificultad que impidiese el desposorio. El cual hecho, déjese a otra pluma y a otro ingenio más delicado que el mío el contar la alegría universal de todos los que en él se hallaron: los abrazos que los padres de Leocadia dieron a Rodolfo, las gracias que dieron al cielo y a sus padres, los ofrecimientos de las partes, la admiración de las camaradas de Rodolfo, que tan impensadamente vieron la misma noche de su llegada tan hermoso desposorio, y más cuando supieron, por contarlo delante de todos doña Estefanía, que Leocadia era la doncella que en su compañía su hijo había robado, de que no menos suspenso quedó Rodolfo. Y, por certificarse más de aquella verdad, preguntó a Leocadia le dijese alguna señal por donde viniese en conocimiento entero de lo que no dudaba, por parecerles que sus padres lo tendrían bien averiguado. Ella respondió: There needed no more than these words to complete her revival; and Doña Estafania having no further need of stratagem, requested the priest to marry her son to Leocadia on the spot. This was done; for the event took place at a time when the consent of the parties was sufficient for the celebration of a marriage, without any of the preliminary formalities which are now so properly required. I leave it to a more ingenious pen than mine to describe the gladness of all present; the embraces bestowed on Rodolfo by Leocadia′s parents; the thanks they offered to Heaven, and to his father and mother; the congratulations on both sides; the astonishment of Rodolfo′s companions who saw him so unexpectedly married to so charming a bride on the very night of his arrival; and above all, when they learned from the statement openly made by Doña Estafania, that Leocadia was the very person whose abduction her son had effected with their aid. Nor was Rodolfo less surprised than they; and the better to assure himself of so wonderful a fact, he begged Leocadia to give him some token which should make perfectly clear to him that which indeed he did not doubt, since it was authenticated by his parents.
Cuando yo recordé y volví en mí de otro desmayo, me hallé, señor, en vuestros brazos sin honra; pero yo lo doy por bien empleado, pues, al volver del que ahora he tenido, ansimismo me hallé en los brazos de entonces, pero honrada. Y si esta señal no basta, baste la de una imagen de un crucifijo que nadie os la pudo hurtar sino yo, si es que por la mañana le echastes menos y si es el mismo que tiene mi señora. "Once when I recovered from a swoon," replied Leocadia, "I found myself, señor, in your arms without honour; but for that I have had full compensation, since on my recovery from my this day′s swoon I found myself in the same arms, but honoured. If this is not enough for you, let it suffice to mention a crucifix which no one could have purloined from you but myself, if it be true that you missed it in the morning, and that it is the same that is now in the hands of your mother, my lady."
Vos lo sois de mi alma, y lo seréis los años que Dios ordenare, bien mío. Y, abrazándola de nuevo, de nuevo volvieron las bendiciones y parabienes que les dieron. "You are mine, the lady of my soul, and shall be so as long as God grants me life," cried Rodolfo; embracing her again, amidst a fresh shower of benedictions and congratulations from the rest of the party.
Vino la cena, y vinieron músicos que para esto estaban prevenidos. Viose Rodolfo a sí mismo en el espejo del rostro de su hijo; lloraron sus cuatro abuelos de gusto; no quedó rincón en toda la casa que no fuese visitado del júbilo, del contento y de la alegría. Y, aunque la noche volaba con sus ligeras y negras alas, le parecía a Rodolfo que iba y caminaba no con alas, sino con muletas: tan grande era el deseo de verse a solas con su querida esposa. At last they sat down to a merry supper to the sound of music, for the performers, who had been previously engaged, were now arrived. Rodolfo saw his own likeness in his son′s face as in a mirror. The four grandparents wept for joy: there was not a corner of the house but was full of gladness; and though night was hurrying on with her swift black wings, it seemed to Rodolfo that she did not fly, but hobble on crutches, so great was his impatience to be alone with his beloved bride.
Llegóse, en fin, la hora deseada, porque no hay fin que no le tenga. Fuéronse a acostar todos, quedó toda la casa sepultada en silencio, en el cual no quedará la verdad deste cuento, pues no lo consentirán los muchos hijos y la ilustre descendencia que en Toledo dejaron, y agora viven, estos dos venturosos desposados, que muchos y felices años gozaron de sí mismos, de sus hijos y de sus nietos, permitido todo por el cielo y por .la fuerza de la sangre,. que vio derramada en el suelo el valeroso, ilustre y cristiano abuelo de Luisico. The longed-for hour came at last: every one retired to rest: the whole house was buried in silence; but not so shall be the truth of this story, which will be kept alive in the memory of men by the many children and descendants of that illustrious house in Toledo, where that happy pair still live, and have, for many prosperous years, enjoyed the society of each other, their children, and their grandchildren, by the blessing of Heaven, and through the force of that blood which was seen shed on the ground by the valorous, illustrious, and Christian grandfather of the little Luis.