Miguel de Cervantes Saaveddra

El celoso estremeño

The Jealous Estramaduran

No ha muchos años que de un lugar de Estremadura salió un hidalgo, nacido de padres nobles, el cual, como un otro Pródigo, por diversas partes de España, Italia y Flandes anduvo gastando así los años como la hacienda; y, al fin de muchas peregrinaciones, muertos ya sus padres y gastado su patrimonio, vino a parar a la gran ciudad de Sevilla, donde halló ocasión muy bastante para acabar de consumir lo poco que le quedaba. Viéndose, pues, tan falto de dineros, y aun no con muchos amigos, se acogió al remedio a que otros muchos perdidos en aquella ciudad se acogen, que es el pasarse a las Indias, refugio y amparo de los desesperados de España, iglesia de los alzados, salvoconduto de los homicidas, pala y cubierta de los jugadores (a quien llaman ciertos los peritos en el arte), añagaza general de mujeres libres, engaño común de muchos y remedio particular de pocos. Not many years ago there issued from a town in Estramadura a hidalgo nobly born, who, like another prodigal son, went about various parts of Spain, Italy, and Flanders, squandering his years and his wealth. At last, after long peregrinations, his parents being dead and his fortune spent, he made his appearance in the great city of Seville, where he found abundant opportunity to get rid of the little he had left. Finding himself then so bare of money, and not better provided with friends, he adopted the remedy to which many a spendthrift in that city has recourse; that is, to betake themselves to the Indies, the refuge of the despairing sons of Spain, the church of the homeless, the asylum of homicides, the haven of gamblers and cheats, the general receptacle for loose women, the common centre of attraction for many, but effectual resource of very few.
En fin, llegado el tiempo en que una flota se partía para Tierrafirme, acomodándose con el almirante della, aderezó su matalotaje y su mortaja de esparto; y, embarcándose en Cádiz, echando la bendición a España, zarpó la flota, y con general alegría dieron las velas al viento, que blando y próspero soplaba, el cual en pocas horas les encubrió la tierra y les descubrió las anchas y espaciosas llanuras del gran padre de las aguas, el mar Océano. A fleet being about to sail for Tierrafirma, he agreed with the admiral for a passage, got ready his sea-stores and his shroud of Spanish grass cloth, and embarking at Cadiz, gave his benediction to Spain, intending never to see it again. The fleet slipped from its moorings, and, amidst the general glee of its living freight, the sails were spread to the soft and prosperous gale, which soon wafted them out of sight of land into the wide domains of the great father of waters, the ocean.
Iba nuestro pasajero pensativo, revolviendo en su memoria los muchos y diversos peligros que en los años de su peregrinación había pasado, y el mal gobierno que en todo el discurso de su vida había tenido; y sacaba de la cuenta que a sí mismo se iba tomando una firme resolución de mudar manera de vida, y de tener otro estilo en guardar la hacienda que Dios fuese servido de darle, y de proceder con más recato que hasta allí con las mujeres. Our passenger now became very thoughtful, revolving in his memory the many and various dangers he had passed in the years of his peregrinations, and the thriftless conduct he had pursued all his life long. The result of the account to which he thus called himself was a firm resolution to change his way of life, to keep a much better hold of whatever wealth God might yet be pleased to bestow upon him, and to behave with more reserve towards women than he had hitherto done.
La flota estaba como en calma cuando pasaba consigo esta tormenta Felipo de Carrizales, que éste es el nombre del que ha dado materia a nuestra novela. Tornó a soplar el viento, impeliendo con tanta fuerza los navíos, que no dejó a nadie en sus asientos; y así, le fue forzoso a Carrizales dejar sus imaginaciones, y dejarse llevar de solos los cuidados que el viaje le ofrecía; el cual viaje fue tan próspero que, sin recebir algún revés ni contraste, llegaron al puerto de Cartagena. Y, por concluir con todo lo que no hace a nuestro propósito, digo que la edad que tenía Filipo cuando pasó a las Indias sería de cuarenta y ocho años; y en veinte que en ellas estuvo, ayudado de su industria y diligencia, alcanzó a tener más de ciento y cincuenta mil pesos ensayados. The fleet was nearly becalmed whilst the mind of Felipe de Carrizales was actuated by these reflections. The wind soon after rose and became so boisterous that Carrizales had enough to do to keep on his legs, and was obliged to leave off his meditations, and concern himself only with the affairs of his voyage. It was so prosperous that they arrived without check or accident at the port of Cartagena. To shorten the introduction of my narrative and avoid all irrelevant matter, I content myself with saying that Felipe was about eight-and-forty years of age when he went to the Indies, and that in the twenty years he remained there he succeeded, by dint of industry and thrift, in amassing more than a hundred and fifty thousand crowns.
Viéndose, pues, rico y próspero, tocado del natural deseo que todos tienen de volver a su patria, pospuestos grandes intereses que se le ofrecían, dejando el Pirú, donde había granjeado tanta hacienda, trayéndola toda en barras de oro y plata, y registrada, por quitar inconvenientes, se volvió a España. Desembarcó en Sanlúcar; llegó a Sevilla, tan lleno de años como de riquezas; sacó sus partidas sin zozobras; buscó sus amigos: hallólos todos muertos; quiso partirse a su tierra, aunque ya había tenido nuevas que ningún pariente le había dejado la muerte. Y si cuando iba a Indias, pobre y menesteroso, le iban combatiendo muchos pensamientos, sin dejarle sosegar un punto en mitad de las ondas del mar, no menos ahora en el sosiego de la tierra le combatían, aunque por diferente causa: que si entonces no dormía por pobre, ahora no podía sosegar de rico; que tan pesada carga es la riqueza al que no está usado a tenerla ni sabe usar della, como lo es la pobreza al que continuo la tiene. Cuidados acarrea el oro y cuidados la falta dél; pero los unos se remedian con alcanzar alguna mediana cantidad, y los otros se aumentan mientras más parte se alcanzan. Seeing himself once more rich and prosperous, he was moved by the natural desire, which all men experience, to return to his native country. Rejecting therefore great opportunities for profit which presented themselves to him, he quitted Peru, where he had amassed his wealth, turned all his money into ingots, and putting it on board a registered ship, to avoid accidents, returned to Spain, landed at San Lucar, and arrived at Seville, loaded alike with years and riches. Having placed his property in safety, he went in search of his friends, and found they were all dead. He then thought of retiring to his native place, and ending his days there, although he had ascertained that death had not left him one survivor of his kindred; and if, when he went to the Indies poor and needy, he had no rest from the thoughts that distracted him in the midst of the wide ocean, he was now no less assailed by care, but from a different cause. Formerly his poverty would not let him sleep, and now his wealth disturbed his rest; for riches are as heavy a burden to one who is not used to them, or knows not how to employ them, as indigence to one who is continually under its pressure. Money and the want of it alike bring care; but in the one case the acquisition of a moderate quantity affords a remedy; the other case grows worse by further acquisition.
Contemplaba Carrizales en sus barras, no por miserable, porque en algunos años que fue soldado aprendió a ser liberal, sino en lo que había de hacer dellas, a causa que tenerlas en ser era cosa infrutuosa, y tenerlas en casa, cebo para los codiciosos y despertador para los ladrones. Carrizales contemplated his ingots with anxiety, not as a miser, for, during the few years he had been a soldier, he had learned to be liberal; but from not knowing what to do with them; for to hoard them was unprofitable, and keeping them in his house was offering a temptation to thieves.
Habíase muerto en él la gana de volver al inquieto trato de las mercancías, y parecíale que, conforme a los años que tenía, le sobraban dineros para pasar la vida, y quisiera pasarla en su tierra y dar en ella su hacienda a tributo, pasando en ella los años de su vejez en quietud y sosiego, dando a Dios lo que podía, pues había dado al mundo más de lo que debía. Por otra parte, consideraba que la estrecheza de su patria era mucha y la gente muy pobre, y que el irse a vivir a ella era ponerse por blanco de todas las importunidades que los pobres suelen dar al rico que tienen por vecino, y más cuando no hay otro en el lugar a quien acudir con sus miserias. Quisiera tener a quien dejar sus bienes después de sus días, y con este deseo tomaba el pulso a su fortaleza, y parecíale que aún podía llevar la carga del matrimonio; y, en viniéndole este pensamiento, le sobresaltaba un tan gran miedo, que así se le desbarataba y deshacía como hace a la niebla el viento; porque de su natural condición era el más celoso hombre del mundo, aun sin estar casado, pues con sólo la imaginación de serlo le comenzaban a ofender los celos, a fatigar las sospechas y a sobresaltar las imaginaciones; y esto con tanta eficacia y vehemencia, que de todo en todo propuso de no casarse. On the other hand, all inclination for resuming the anxious life of traffic had died out in him, and at his time of life his actual wealth was more than enough for the rest of his days. He would fain have spent them in his native place, put out his money there to interest, and passed his old age in peace and quiet, giving what he could to God, since he had given more than he ought to the world. He considered, however, that the penury of his native place was great, the inhabitants very needy, and that to go and live there would be to offer himself as a mark for all the importunities with which the poor usually harass a rich neighbour, especially when there is only one in the place to whom they can have recourse in their distress. He wanted some one to whom he might leave his property after his death, and with that view, taking measure of the vigour of his constitution, he concluded that he was not yet too old to bear the burthen of matrimony. But immediately on conceiving this notion, he was seized with such a terrible fear as scattered it like a mist before the wind. He was naturally the most jealous man in the world, even without being married, and the mere thought of taking a wife called up such horrible spectres before his imagination that he resolved by all means to remain a bachelor.
Y, estando resuelto en esto, y no lo estando en lo que había de hacer de su vida, quiso su suerte que, pasando un día por una calle, alzase los ojos y viese a una ventana puesta una doncella, al parecer de edad de trece a catorce años, de tan agradable rostro y tan hermosa que, sin ser poderoso para defenderse, el buen viejo Carrizales rindió la flaqueza de sus muchos años a los pocos de Leonora, que así era el nombre de la hermosa doncella. Y luego, sin más detenerse, comenzó a hacer un gran montón de discursos; y, hablando consigo mismo, decía: That point was settled; but it was not yet settled what he should do with the rest of his life, when it chanced that, passing one day through a street, he looked up and saw at a window a young girl apparently about thirteen or fourteen, with a face so very handsome and so very pleasing in its expression, that poor old Carrizales was vanquished at once, and surrendered without an effort to the charms of the beautiful Leonora, for that was the girl′s name. Without more ado, he began to string together a long train of arguments to the following effect:—
Esta muchacha es hermosa, y a lo que muestra la presencia desta casa, no debe de ser rica; ella es niña, sus pocos años pueden asegurar mis sospechas; casarme he con ella; encerraréla y haréla a mis mañas, y con esto no tendrá otra condición que aquella que yo le enseñare. Y no soy tan viejo que pueda perder la esperanza de tener hijos que me hereden. De que tenga dote o no, no hay para qué hacer caso, pues el cielo me dio para todos; y los ricos no han de buscar en sus matrimonios hacienda, sino gusto: que el gusto alarga la vida, y los disgustos entre los casados la acortan. Alto, pues: echada está la suerte, y ésta es la que el cielo quiere que yo tenga. "This girl is very handsome, and to judge from the appearance of the house, her parents cannot be rich. She is almost a child too; assuredly a wife of her age could not give a husband any uneasiness. Let me see: say that I marry her; I will keep her close at home, I will train her up to my own hand, and so fashion her to my wishes that she will never have a thought beyond them! I am not so old but that I may yet hope to have children to inherit my wealth. Whether she brings me any dower or not is a matter of no consideration, since Heaven has given me enough for both, and rich people should not look for money with a wife, but for enjoyment, for that prolongs life, whereas jarring discontent between married people makes it wear out faster than it would do otherwise. So be it then; the die is cast, and this is the wife whom heaven destines me to have."
Y así hecho este soliloquio, no una vez, sino ciento, al cabo de algunos días habló con los padres de Leonora, y supo como, aunque pobres, eran nobles; y, dándoles cuenta de su intención y de la calidad de su persona y hacienda, les rogó le diesen por mujer a su hija. Ellos le pidieron tiempo para informarse de lo que decía, y que él también le tendría para enterarse ser verdad lo que de su nobleza le habían dicho. Despidiéronse, informáronse las partes, y hallaron ser ansí lo que entrambos dijeron; y, finalmente, Leonora quedó por esposa de Carrizales, habiéndola dotado primero en veinte mil ducados: tal estaba de abrasado el pecho del celoso viejo. El cual, apenas dio el sí de esposo, cuando de golpe le embistió un tropel de rabiosos celos, y comenzó sin causa alguna a temblar y a tener mayores cuidados que jamás había tenido. Y la primera muestra que dio de su condición celosa fue no querer que sastre alguno tomase la medida a su esposa de los muchos vestidos que pensaba hacerle; y así, anduvo mirando cuál otra mujer tendría, poco más a menos, el talle y cuerpo de Leonora, y halló una pobre, a cuya medida hizo hacer una ropa, y, probándosela su esposa, halló que le venía bien; y por aquella medida hizo los demás vestidos, que fueron tantos y tan ricos, que los padres de la desposada se tuvieron por más que dichosos en haber acertado con tan buen yerno, para remedio suyo y de su hija. La niña estaba asombrada de ver tantas galas, a causa que las que ella en su vida se había puesto no pasaban de una saya de raja y una ropilla de tafetán. Having thus soliloquised, not once but a hundred times on that day, and the two or three following, Carrizales had an interview with Leonora′s parents, and found that, although poor, they were persons of good birth. He made known his intention to them, acquainted them with his condition and fortune, and begged them very earnestly to bestow their daughter upon him in marriage. They required time to consider his proposal, and to give him also an opportunity to satisfy himself that their birth and quality was such as they had stated. The parties took leave of each other, made the necessary inquiries, found them satisfactory on both sides, and finally Leonora was betrothed to Carrizales, who settled upon her twenty thousand ducats, so hotly enamoured was the jealous old bridegroom. But no sooner had he pronounced the conjugal "yes," than he was all at once assailed by a host of rabid fancies; he began to tremble without cause and to find his cares and anxieties come thicker and faster upon him than ever. The first proof he gave of his jealous temper was, in resolving that no tailor should take measure of his betrothed for any of the many wedding garments he intended to present her. Accordingly, he went about looking for some other woman, who might be nearly of the same height and figure as Leonora. He found a poor woman, who seemed suitable for his purpose, and having had a gown made to her measure, he tried it on his betrothed, found that it fitted well, and gave orders that it should serve as a pattern for all the other dresses, which were so many and so rich that the bride′s parents thought themselves fortunate beyond measure, in having obtained for themselves and their daughter a son-in-law and a husband so nobly munificent. As for Leonora, she was at her wit′s end with amazement at the sight of such gorgeous finery, for the best she had ever worn in her life had been but a serge petticoat and a silk jacket.
La segunda señal que dio Filipo fue no querer juntarse con su esposa hasta tenerla puesta casa aparte, la cual aderezó en esta forma: compró una en doce mil ducados, en un barrio principal de la ciudad, que tenía agua de pie y jardín con muchos naranjos; cerró todas las ventanas que miraban a la calle y dioles vista al cielo, y lo mismo hizo de todas las otras de casa. En el portal de la calle, que en Sevilla llaman casapuerta, hizo una caballeriza para una mula, y encima della un pajar y apartamiento donde estuviese el que había de curar della, que fue un negro viejo y eunuco; levantó las paredes de las azuteas de tal manera, que el que entraba en la casa había de mirar al cielo por línea recta, sin que pudiesen ver otra cosa; hizo torno que de la casapuerta respondía al patio. The second proof of jealousy given by Felipe was, that he would not consummate his marriage until he had provided a house after his own fancy, which he arranged in this singular manner. He bought one for twelve thousand ducats, in one of the best wards of the city, with a fountain and pond, and a garden well stocked with orange trees. He put screens before all the windows that looked towards the street, leaving them no other prospect than the sky, and did much the same with all the others in the house. In the gateway next the street, he erected a stable for a mule, and over it a straw loft, and a room for an old black eunuch, who was to take care of the mule. He raised the parapets round the flat roof of the house so high, that nothing could be seen above them but the sky, and that only by turning one′s face upwards. In the inner door, opening from the gateway upon the quadrangle, he fixed a turning box like that of a convent, by means of which articles were to be received from without.
Compró un rico menaje para adornar la casa, de modo que por tapicerías, estrados y doseles ricos mostraba ser de un gran señor. Compró, asimismo, cuatro esclavas blancas, y herrólas en el rostro, y otras dos negras bozales. Concertóse con un despensero que le trujese y comprase de comer, con condición que no durmiese en casa ni entrase en ella sino hasta el torno, por el cual había de dar lo que trujese. Hecho esto, dio parte de su hacienda a censo, situada en diversas y buenas partes, otra puso en el banco, y quedóse con alguna, para lo que se le ofreciese. Hizo, asimismo, llave maestra para toda la casa, y encerró en ella todo [l]o que suele comprarse en junto y en sus sazones, para la provisión de todo el año; y, teniéndolo todo así aderezado y compuesto, se fue a casa de sus suegros y pidió a su mujer, que se la entregaron no con pocas lágrimas, porque les pareció que la llevaban a la sepultura. He furnished the house in a sumptuous style, such as would have become the mansion of a great lord; and he bought four white slave girls, whom he branded in the face, and two negresses. For the daily supplies of his establishment he engaged a purveyor, who was to make all the necessary purchases, but was not to sleep in the house or ever enter it further than to the second door, where he was to deposit what he had brought in the turning box. Having made these arrangements, Carrizales invested part of his money in sundry good securities; part he placed in the bank, and the rest he kept by him to meet any emergencies that might arise. He also had a master key made for his whole house; and he laid up a whole year′s store of all such things as it is usual to purchase in bulk at their respective seasons; and everything being now ready to his mind, he went to his father-in-law′s house and claimed his bride, whom her parents delivered up to him with no few tears, for it seemed to them as if they were giving her up for burial.
La tierna Leonora aún no sabía lo que la había acontecido; y así, llorando con sus padres, les pidió su bendición, y, despidiéndose dellos, rodeada de sus esclavas y criadas, asida de la mano de su marido, se vino a su casa; y, en entrando en ella, les hizo Carrizales un sermón a todas, encargándoles la guarda de Leonora y que por ninguna vía ni en ningún modo dejasen entrar a nadie de la segunda puerta adentro, aunque fuese al negro eunuco. Y a quien más encargó la guarda y regalo de Leonora fue a una dueña de mucha prudencia y gravedad, que recibió como para aya de Leonora, y para que fuese superintendente de todo lo que en la casa se hiciese, y para que mandase a las esclavas y a otras dos doncellas de la misma edad de Leonora, que para que se entretuviese con las de sus mismos años asimismo había recebido. Prometióles que las trataría y regalaría a todas de manera que no sintiesen su encerramiento, y que los días de fiesta, todos, sin faltar ninguno, irían a oír misa; pero tan de mañana, que apenas tuviese la luz lugar de verlas. Prometiéronle las criadas y esclavas de hacer todo aquello que les mandaba, sin pesadumbre, con prompta voluntad y buen ánimo. Y la nueva esposa, encogiendo los hombros, bajó la cabeza y dijo que ella no tenía otra voluntad que la de su esposo y señor, a quien estaba siempre obediente. Leonora knew not, poor young creature, what was before her, but she shed tears because she saw her parents weep, and taking leave of them with their blessing, she went to her new home, her husband leading her by the hand, and her slaves and servants attending her. On their arrival Carrizales harangued all his domestics, enjoining them to keep careful watch over Leonora, and by no means, on any pretence whatsoever, to allow anybody to enter within the second gate, not even the black eunuch. But the person whom above all others he charged with the safe keeping and due entertainment of his wife was a dueña of much prudence and gravity, whom he had taken to be Leonora′s monitress, and superintendent of the whole house, and to command the slaves and two other maidens of Leonora′s age whom he had also added to his family, that his wife might not be without companions of her own years. He promised them all that he would treat them so well, and take such care for their comfort and gratification, that they should not feel their confinement, and that on holidays they should every one of them without exception be allowed to go to mass; but so early in the morning that daylight itself should scarcely have a chance of seeing them. The servant maids and the slaves promised to obey all his orders cheerfully and with prompt alacrity and the bride, with a timid shrinking of her shoulders, bowed her head, and said that she had no other will than that of her lord and spouse, to whom she always owed obedience.
Hecha esta prevención y recogido el buen estremeño en su casa, comenzó a gozar como pudo los frutos del matrimonio, los cuales a Leonora, como no tenía experiencia de otros, ni eran gustosos ni desabridos; y así, pasaba el tiempo con su dueña, doncellas y esclavas, y ellas, por pasarle mejor, dieron en ser golosas, y pocos días se pasaban sin hacer mil cosas a quien la miel y el azúcar hacen sabrosas. Sobrábales para esto en grande abundancia lo que habían menester, y no menos sobraba en su amo la voluntad de dárselo, pareciéndole que con ello las tenía entretenidas y ocupadas, sin tener lugar donde ponerse a pensar en su encerramiento. Having thus laid down the law for the government of his household, the worthy Estramaduran began to enjoy, as well as he could, the fruits of matrimony, which, to Leonora′s inexperienced taste, were neither sweet-flavoured nor insipid. Her days were spent with her dueña, her damsels, and her slaves, who, to make the time pass more agreeably, took to pampering their palates, and few days passed in which they did not make lots of things in which they consumed a great deal of honey and sugar. Their master gladly supplied them with all they could wish for in that way without stint, for by that means he expected to keep them occupied and amused, so that they should have no time to think of their confinement and seclusion.
Leonora andaba a lo igual con sus criadas, y se entretenía en lo mismo que ellas, y aun dio con su simplicidad en hacer muñecas y en otras niñerías, que mostraban la llaneza de su condición y la terneza de sus años; todo lo cual era de grandísima satisfación para el celoso marido, pareciéndole que había acertado a escoger la vida mejor que se la supo imaginar, y que por ninguna vía la industria ni la malicia humana podía perturbar su sosiego. Y así, sólo se desvelaba en traer regalos a su esposa y en acordarle le pidiese todos cuantos le viniesen al pensamiento, que de todos sería servida. Los días que iba a misa, que, como está dicho, era entre dos luces, venían sus padres y en la iglesia hablaban a su hija, delante de su marido, el cual les daba tantas dádivas que, aunque tenían lástima a su hija por la estrecheza en que vivía, la templaban con las muchas dádivas que Carrizales, su liberal yerno, les daba. Leonora lived on a footing of equality with her domestics, amused herself as they did, and even in her simplicity took pleasure in dressing dolls and other childish pastime. All this afforded infinite satisfaction to the jealous husband; it seemed to him that he had chosen the best way of life imaginable, and that it was not within the compass of human art or malice to trouble his repose: accordingly his whole care was devoted to anticipating his wife′s wishes by all sorts of presents, and encouraging her to ask for whatever came into her head, for in everything it should be his pleasure to gratify her. On the days she went to mass, which as we have said was before daylight, her parents attended at church and talked with their daughter in presence of her husband, who made them such liberal gifts as mitigated the keenness of their compassion for the secluded life led by their daughter.
Levantábase de mañana y aguardaba a que el despensero viniese, a quien de la noche antes, por una cédula que ponían en el torno, le avisaban lo que había de traer otro día; y, en viniendo el despensero, salía de casa Carrizales, las más veces a pie, dejando cerradas las dos puertas, la de la calle y la de en medio, y entre las dos quedaba el negro. Íbase a sus negocios, que eran pocos, y con brevedad daba la vuelta; y, encerrándose, se entretenía en regalar a su esposa y acariciar a sus criadas, que todas le querían bien, por ser de condición llana y agradable, y, sobre todo, por mostrarse tan liberal con todas. Carrizales used to get up in the morning and watch for the arrival of the purveyor, who was always made aware of what was wanted for the day by means of a note placed over-night in the turning box. After the purveyor had come and gone, Carrizales used to go abroad, generally on foot, locking both entrance doors behind him—that next the street, and that which opened on the quadrangle,—and leaving the negro shut up between them. Having despatched his business, which was not much, he speedily returned, shut himself up in his house, and occupied himself in making much of his wife and her handmaids, who all liked him for his placid and agreeable humour, and above all for his great liberality towards them.
Desta manera pasaron un año de noviciado y hicieron profesión en aquella vida, determinándose de llevarla hasta el fin de las suyas: y así fuera si el sagaz perturbador del género humano no lo estorbara, como ahora oiréis. In this way they passed a year of novitiate, and made profession of that manner of life, resolved every one of them to continue in it to the end of their days; and so it would have been, if the crafty perturber of the human race had not brought their chaste purposes to nought, as you shall presently hear.
Dígame ahora el que se tuviere por más discreto y recatado qué más prevenciones para su seguridad podía haber hecho el anciano Felipo, pues aun no consintió que dentro de su casa hubiese algún animal que fuese varón. A los ratones della jamás los persiguió gato, ni en ella se oyó ladrido de perro: todos eran del género femenino. De día pensaba, de noche no dormía; él era la ronda y centinela de su casa y el Argos de lo que bien quería. Jamás entró hombre de la puerta adentro del patio. Con sus amigos negociaba en la calle. Las figuras de los paños que sus salas y cuadras adornaban, todas eran hembras, flores y boscajes. Toda su casa olía a honestidad, recogimiento y recato: aun hasta en las consejas que en las largas noches del invierno en la chimenea sus criadas contaban, por estar él presente, en ninguna ningún género de lascivia se descubría. La plata de las canas del viejo, a los ojos de Leonora, parecían cabellos de oro puro, porque el amor primero que las doncellas tienen se les imprime en el alma como el sello en la cera. Su demasiada guarda le parecía advertido recato: pensaba y creía que lo que ella pasaba pasaban todas las recién casadas. No se desmandaban sus pensamientos a salir de las paredes de su casa, ni su voluntad deseaba otra cosa más de aquella que la de su marido quería; sólo los días que iba a misa veía las calles, y esto era tan de mañana que, si no era al volver de la iglesia, no había luz para mirallas. Now, I ask the most long-headed and wary of my readers, what more could old Felipe have done in the way of taking precautions for his security, since he would not even allow that there should be any male animal within his dwelling? No tom-cat ever persecuted its rats, nor was the barking of a dog ever heard within its walls; all creatures belonging to it were of the feminine gender. He took thought by day, and by night he did not sleep; he was himself the patrol and sentinel of his house, and the Argus of what he held dear. Never did a man set foot within the quadrangle; he transacted his business with his friends in the street; the pictures that adorned his rooms were all female figures, flowers, or landscapes; his whole dwelling breathed an odour of propriety, seclusion, and circumspection; the very tales which the maid servants told by the fireside in the long winter nights, being told in his presence, were perfectly free from the least tinge of wantonness. Her aged spouse′s silver hairs seemed in Leonora′s eyes locks of pure gold; for the first love known by maidens imprints itself on their hearts like a seal on melted wax. His inordinate watchfulness seemed to her no more than the due caution of an experienced and judicious man. She was fully persuaded that the life she led was the same as that led by all married women. Her thoughts never wandered beyond the walls of her dwelling, nor had she a wish that was not the same as her husband′s. It was only on the days she went to mass that she set eyes on the streets, and that was so early in the morning, that except on the way home she had not light to look about her.
No se vio monasterio tan cerrado, ni monjas más recogidas, ni manzanas de oro tan guardadas; y con todo esto, no pudo en ninguna manera prevenir ni escusar de caer en lo que recelaba; a lo menos, en pensar que había caído. Never was there seen a convent more closely barred and bolted; never were nuns kept more recluse, or golden apples better guarded; and yet for all his precautions poor Felipe could not help falling into the pit he dreaded,—or at least believing that he had so fallen.
Hay en Sevilla un género de gente ociosa y holgazana, a quien comúnmente suelen llamar gente de barrio. Éstos son los hijos de vecino de cada colación, y de los más ricos della; gente baldía, atildada y meliflua, de la cual y de su traje y manera de vivir, de su condición y de las leyes que guardan entre sí, había mucho que decir; pero por buenos respectos se deja. There is in Seville an idle pleasure-seeking class of people who are commonly called men on town,[1] a sauntering, sprucely dressed, mellifluous race, always finding means to make, themselves welcome at rich men′s feasts. Of these people, their manners and customs, and the laws they observe among themselves, I should have much to say, but abstain from it for good reasons.
Uno destos galanes, pues, que entre ellos es llamado virote (mozo soltero, que a los recién casados llaman mantones), asestó a mirar la casa del recatado Carrizales; y, viéndola siempre cerrada, le tomó gana de saber quién vivía dentro; y con tanto ahínco y curiosidad hizo la diligencia, que de todo en todo vino a saber lo que deseaba. Supo la condición del viejo, la hermosura de su esposa y el modo que tenía en guardarla; todo lo cual le encendió el deseo de ver si sería posible expunar, por fuerza o por industria, fortaleza tan guardada. Y, comunicándolo con dos virotes y un mantón, sus amigos, acordaron que se pusiese por obra; que nunca para tales obras faltan consejeros y ayudadores. One of these gallants, a bachelor,—or a virote, as such persons are called in their jargon, the newly married being styled matones,—took notice of the house of Carrizales, and seeing it always shut close, he was curious to know who lived there. He set about this inquiry with such ardour and ingenuity, that he failed not to obtain all the information he desired. He learned the character and habits of the old man, the beauty of Leonora, and the singular method adopted by her husband in order to keep her safe. All this inflamed him with desire to see if it would not be possible, by force or stratagem, to effect the reduction of so well-guarded a fortress. He imparted his thoughts to three of his friends, and they all agreed that he should go to work, for in such an enterprise no one lacks counsellors to aid and abet him.
Dificultaban el modo que se tendría para intentar tan dificultosa hazaña; y, habiendo entrado en bureo muchas veces, convinieron en esto: que, fingiendo Loaysa, que así se llamaba el virote, que iba fuera de la ciudad por algunos días, se quitase de los ojos de sus amigos, como lo hizo; y, hecho esto, se puso unos calzones de lienzo limpio y camisa limpia; pero encima se puso unos vestidos tan rotos y remendados, que ningún pobre en toda la ciudad los traía tan astrosos. Quitóse un poco de barba que tenía, cubrióse un ojo con un parche, vendóse una pierna estrechamente, y, arrimándose a dos muletas, se convirtió en un pobre tullido: tal, que el más verdadero estropeado no se le igualaba. At first they were at a loss how to set about so difficult an exploit; but after many consultations they agreed upon the following plan:—Loaysa (so the virote was named) disappeared from among his friends, giving out that he was leaving Seville for some time. Then drawing on a pair of linen drawers and a clean shirt, he put over them a suit of clothes so torn and patched, that the poorest beggar in the city would have disdained to wear such rags. He shaved off the little beard he had, covered one of his eyes with a plaster, tied up one of his legs, and hobbling along on two crutches, appeared so completely metamorphosed into a lame beggar, that no real cripple could have looked less of a counterfeit than he.
Con este talle se ponía cada noche a la oración a la puerta de la casa de Carrizales, que ya estaba cerrada, quedando el negro, que Luis se llamaba, cerrado entre las dos puertas. Puesto allí Loaysa, sacaba una guitarrilla algo grasienta y falta de algunas cuerdas, y, como él era algo músico, comenzaba a tañer algunos sones alegres y regocijados, mudando la voz por no ser conocido. Con esto, se daba priesa a cantar romances de moros y moras, a la loquesca, con tanta gracia, que cuantos pasaban por la calle se ponían a escucharle; y siempre, en tanto que cantaba, estaba rodeado de muchachos; y Luis, el negro, poniendo los oídos por entre las puertas, estaba colgado de la música del virote, y diera un brazo por poder abrir la puerta y escucharle más a su placer: tal es la inclinación que los negros tienen a ser músicos. Y, cuando Loaysa quería que los que le escuchaban le dejasen, dejaba de cantar y recogía su guitarra, y, acogiéndose a sus muletas, se iba. In this guise he posted himself closely at the hour of evening prayer before the door of Carrizales′ house, which was fast shut, and Luis the negro locked up between the two doors. Having taken up his position there, Loaysa produced a greasy guitar, wanting some of its strings, and as he was something of a musician, he began to play a few lovely airs, and to sing Moorish ballads in a feigned voice, with so much expression that all who were passing through the street stopped to listen. The boys all made a ring round him when he sang, and Luis the negro, enchanted by the virote′s music, would have given one of his hands to be able to open the door, and listen to him more at his ease, such is the fondness for music inherent in the negro race. When Loaysa wanted to get rid of his audience, he had only to cease singing, put up his guitar, and hobble away on his crutches.
Cuatro o cinco veces había dado música al negro (que por solo él la daba), pareciéndole que, por donde se había de comenzar a desmoronar aquel edificio, había y debía ser por el negro; y no le salió vano su pensamiento, porque, llegándose una noche, como solía, a la puerta, comenzó a templar su guitarra, y sintió que el negro estaba ya atento; y, llegándose al quicio de la puerta, con voz baja, dijo: Loaysa four or five times repeated this serenade to the negro, for whose sake alone he played and sang, thinking that the way to succeed in his sap and siege was to begin by making sure of old Luis; nor was his expectation disappointed. One night when he had taken his place as usual before the door, and had begun to time his guitar, perceiving that the negro was already on the alert, he put his lips to the key-hole and whispered,
¿Será posible, Luis, darme un poco de agua, que perezco de sed y no puedo cantar? "Can you give me a drop of water, Luis? I am dying with thirst, and can′t sing."
No dijo el negro, porque no tengo la llave desta puerta, ni hay agujero por donde pueda dárosla. "No," said the negro, "for I have not the key of this door, and there is no hole through which I can give you drink."
Pues, ¿quién tiene la llave? preguntó Loaysa. "Who keeps the key, then?"
Mi amo respondió el negro, que es el más celoso hombre del mundo. Y si él supiese que yo estoy ahora aquí hablando con nadie, no sería más mi vida. Pero, ¿quién sois vos que me pedís el agua? "My master, who is the most jealous man in the world; and if he knew that I was now talking here with any one, it were pity of my life. But who are you who ask me for water?"
Yo respondió Loaysa soy un pobre estropeado de una pierna, que gano mi vida pidiendo por Dios a la buena gente; y, juntamente con esto, enseño a tañer a algunos morenos y a otra gente pobre; y ya tengo tres negros, esclavos de tres veinticuatros, a quien he enseñado de modo que pueden cantar y tañer en cualquier baile y en cualquier taberna, y me lo han pagado muy rebién. "I am a poor cripple, who get my bread by asking alms of all good people in God′s name; besides which I teach the guitar to some moriscoes, and other poor people. Among my pupils I have three negroes, slaves to three aldermen, whom I have taught so well that they are fit to sing and play at dance or in any tavern, and they have paid me for it very well indeed."
Harto mejor os lo pagara yo dijo Luis a tener lugar de tomar lición; pero no es posible, a causa que mi amo, en saliendo por la mañana, cierra la puerta de la calle, y cuando vuelve hace lo mismo, dejándome emparedado entre dos puertas. "A deal better would I pay you to have the opportunity of taking lessons; but it is not possible, for when my master goes out in the morning he locks the door behind him, and he does the same when he comes in, leaving me shut up between two doors."
¡Por Dios!, Luis replicó Loaysa, que ya sabía el nombre del negro, que si vos diésedes traza a que yo entrase algunas noches a daros lición, en menos de quince días os sacaría tan diestro en la guitarra, que pudiésedes tañer sin vergÜenza alguna en cualquiera esquina; porque os hago saber que tengo grandísima gracia en el enseñar, y más, que he oído decir que vos tenéis muy buena habilidad; y, a lo que siento y puedo juzgar por el órgano de la voz, que es atiplada, debéis de cantar muy bien. "I vow to God, Luis, if you would only contrive to let me in a few nights to give you lessons, in less than a fortnight I would make you such a dabster at the guitar, that you need not be ashamed to play at any street corner; for I would have you to know that I have an extraordinary knack in teaching; moreover, I have heard tell that you have a very promising capacity, and from what I can judge from the tone of your voice, you must sing very well."
No canto mal respondió el negro; pero, ¿qué aprovecha?, pues no sé tonada alguna, si no es la de LaEstrella de Venusy la de Por un verde prado, y aquélla que ahora se usa que dice: "I don′t sing; badly; but what good is that since I don′t know any tunes, except the ′Star of Venus,′ or, ′In the green meadow,′ or the tune that is now so much in vogue,
A los hierros de una reja [BR> la turbada mano asida...
′Clinging to her grated window, [BR>with a trembling hand?′"
Todas ésas son aire dijo Loaysa para las que yo os podría enseñar, porque sé todas las del moro Abindarráez, con las de su dama Jarifa, y todas las que se cantan de la historia del gran sofí Tomunibeyo, con las de la zarabanda a lo divino, que son tales, que hacen pasmar a los mismos portugueses; y esto enseño con tales modos y con tanta facilidad que, aunque no os deis priesa a aprender, apenas habréis comido tres o cuatro moyos de sal, cuando ya os veáis músico corriente y moliente en todo género de guitarra. "All these are moonshine to what I could teach you, for I know all the ballads of the Moor Abendaraez, with those of his lady Xarifa, and all those comprising the history of the grand sofi Tomunibeyo, and the divine sarabands which enchant the souls of the Portuguese themselves, among whom they are most in vogue; and all these I teach by such methods and with such facility, that almost before you have swallowed three or four bushels of salt, you will find yourself an out-and-out performer in every kind of guitar music."
A esto suspiró el negro y dijo: ¿Qué aprovecha todo eso, si no sé cómo meteros en casa? "What′s the good of all that," (here the negro sighed heavily,) "since I can′t get you into the house?"
Buen remedio dijo Loaysa: procurad vos tomar las llaves a vuestro amo, y yo os daré un pedazo de cera, donde las imprimiréis de manera que queden señaladas las guardas en la cera; que, por la afición que os he tomado, yo haré que un cerrajero amigo mío haga las llaves, y así podré entrar dentro de noche y enseñaros mejor que al Preste Juan de las Indias, porque veo ser gran lástima que se pierda una tal voz como la vuestra, faltándole el arrimo de la guitarra; que quiero que sepáis, hermano Luis, que la mejor voz del mundo pierde de sus quilates cuando no se acompaña con el instrumento, ora sea de guitarra o clavicímbano, de órganos o de arpa; pero el que más a vuestra voz le conviene es el instrumento de la guitarra, por ser el más mañero y menos costoso de los instrumentos. "There′s a remedy for all things: contrive to take the keys from your master, and I will give you a piece of wax, with which you may take an impression of the wards, for I have taken such a liking to you, I will get a locksmith, a friend of mine, to make new keys, and then I can come in at night and teach you to play better than Prester John in the Indies. It is a thousand pities that a voice like yours should be lost for want of the accompaniment of the guitar; for I would have you to know, brother Luis, that the finest voice in the world loses its perfection when it is not accompanied by some instrument, be it guitar or harpsichord, organ or harp; but the instrument that will suit your voice best is the guitar, because it is the handiest and the least costly of all."
Bien me parece eso replicó el negro; pero no puede ser, pues jamás entran las llaves en mi poder, ni mi amo las suelta de la mano de día, y de noche duermen debajo de su almohada. "All that is very good; but the thing can′t be done, for I never get hold of the keys, nor does my master ever let them out of his keeping; day and night they sleep under his pillow."
Pues haced otra cosa, Luis, dijo Loaysa, si es que tenéis gana de ser músico consumado; que si no la tenéis, no hay para qué cansarme en aconsejaros. "Well, then, there′s another thing you may do, if so be you have made up a mind to be a first-rate musician; if you haven′t, I need not bother myself with advising you."
¡Y cómo si tengo gana! replicó Luis. Y tanta, que ninguna cosa dejaré de hacer, como sea posible salir con ella, a trueco de salir con ser músico. "Have a mind, do you say? Ay, and to that degree that there is nothing I wouldn′t do, if it were possible anyhow, for sake of being able to play music."
Pues ansí es dijo el virote, yo os daré por entre estas puertas, haciendo vos lugar quitando alguna tierra del quicio; digo que os daré unas tenazas y un martillo, con que podáis de noche quitar los clavos de la cerradura de loba con mucha facilidad, y con la misma volveremos a poner la chapa, de modo que no se eche de ver que ha sido desclavada; y, estando yo dentro, encerrado con vos en vuestro pajar, o adonde dormís, me daré tal priesa a lo que tengo de hacer, que vos veáis aun más de lo que os he dicho, con aprovechamiento de mi persona y aumento de vuestra suficiencia. Y de lo que hubiéremos de comer no tengáis cuidado, que yo llevaré matalotaje para entrambos y para más de ocho días; que discípulos tengo yo y amigos que no me dejarán mal pasar. "Well, if that′s the case, you have only to scrape away a little mortar from the gate-post near the hinge, and I will give you, through that opening, a pair of pincers and a hammer, with which you may by night draw out the nails of the staple, and we can easily put that to rights again, so that no one will ever suspect that the lock was opened. Once shut up with you in your loft, or wherever you sleep, I will go to work in such style that you will turn out even better than I said, to my own personal advantage, and to the increase of your accomplishments. You need not give yourself any concern about what we shall have to eat. I will bring enough to last us both for more than a week, for I have pupils who will not let me be pinched."
De la comida replicó el negro no habrá de qué temer, que, con la ración que me da mi amo y con los relieves que me dan las esclavas, sobrará comida para otros dos. Venga ese martillo y tenazas que decís, que yo haré por junto a este quicio lugar por donde quepa, y le volveré a cubrir y tapar con barro; que, puesto que dé algunos golpes en quitar la chapa, mi amo duerme tan lejos desta puerta, que será milagro, o gran desgracia nuestra, si los oye. "As for that matter we are all right; for with what my master allows me, and the leavings brought me by the slave-girls, we should have enough for two more besides ourselves. Only bring the hammer and pincers, and I will make an opening close to the hinge, through which you may pass them in, and I will stop it up again with mud. I will take the fastenings out of the lock, and even should it be necessary to give some loud knocks, my master sleeps so far off from this gate, that it must be either a miracle or our extraordinary ill luck if he hears them."
Pues, a la mano de Dios dijo Loaysa: que de aquí a dos días tendréis, Luis, todo lo necesario para poner en ejecución nuestro virtuoso propósito; y advertid en no comer cosas flemosas, porque no hacen ningún provecho, sino mucho daño a la voz. "Well, then, with the blessing of God, friend Luis, in two days from this time you shall have everything necessary for the execution of your laudable purpose. Meanwhile, take care not to eat such things as are apt to make phlegm, for they do the voice no good, but a deal of harm."
Ninguna cosa me enronquece tanto respondió el negro como el vino, pero no me lo quitaré yo por todas cuantas voces tiene el suelo. "Nothing makes me so hoarse so much as wine, but I would not give it up for all the voices above ground."
No digo tal dijo Loaysa, ni Dios tal permita. Bebed, hijo Luis, bebed, y buen provecho os haga, que el vino que se bebe con medida jamás fue causa de daño alguno. "Don′t think I would have you do so; God forbid! Drink, Luis my boy, drink; and much good may it do you, for wine drunk in measure never did any one harm."
Con medida lo bebo replicó el negro: aquí tengo un jarro que cabe una azumbre justa y cabal; éste me llenan las esclavas, sin que mi amo lo sepa, y el despensero, a solapo, me trae una botilla, que también cabe justas dos azumbres, con que se suplen las faltas del jarro. "I always drink in measure. I have a jug here that holds exactly three pints and a half. The girls fill this for me unknown to my master, and the purveyor brings me on the sly a bottle holding a good gallon, which makes up for the deficiency of the jug."
Digo dijo Loaysa que tal sea mi vida como eso me parece, porque la seca garganta ni gruñe ni canta. "That′s the way to live, my boy, for a dry throat can neither grunt nor sing."
Andad con Dios dijo el negro; pero mirad que no dejéis de venir a cantar aquí las noches que tardáredes en traer lo que habéis de hacer para entrar acá dentro, que ya me comen los dedos por verlos puestos en la guitarra. "Well, go your ways now, and God be with you; but don′t forget to come and sing here every night until such time as you bring the tools for getting you within doors. My fingers itch to be at the guitar."
Y ¡cómo si vendré! replicó Loaysa. Y aun con tonadicas nuevas. "I′ll come, never fear, and I′ll bring some new tunes too."
Eso pido dijo Luis; y ahora no me dejéis de cantar algo, porque me vaya a acostar con gusto; y, en lo de la paga, entienda el señor pobre que le he de pagar mejor que un rico. "Ay, do; but before you go away now, sing me something that I may go to sleep pleasantly; and for the matter of payment, be it known to the señor pobre that I will be more liberal than many a rich man."
No reparo en eso dijo Loaysa; que, según yo os enseñaré, así me pagaréis, y por ahora escuchad esta tonadilla, que cuando esté dentro veréis milagros. "Oh, I ain′t uneasy on that score. If you think I teach you well, I will leave it to yourself to pay me accordingly. And now I′ll just sing you one song, but when I am inside you will see wonders."
Sea en buen hora respondió el negro.
Y, acabado este largo coloquio, cantó Loaysa un romancito agudo, con que dejó al negro tan contento y satisfecho, que ya no veía la hora de abrir la puerta. Here ended this long dialogue, and Loaysa sang a sprightly ditty with such good effect, that the negro was in ecstacies, and felt as if the time for opening the door would never arrive.
Apenas se quitó Loaysa de la puerta, cuando, con más ligereza que el traer de sus muletas prometía, se fue a dar cuenta a sus consejeros de su buen comienzo, adivino del buen fin que por él esperaba. Hallólos y contó lo que con el negro dejaba concertado, y otro día hallaron los instrumentos, tales que rompían cualquier clavo como si fuera de palo. Having finished his song, Loaysa took his departure, and set off at a rounder pace than might have been expected of a man on crutches, to report to his friends what a good beginning he had made. He told them what he had concerted with the negro, and the following day they procured tools of the right sort, fit to break any fastening as if it was made of straw.
No se descuidó el virote de volver a dar música al negro, ni menos tuvo descuido el negro en hacer el agujero por donde cupiese lo que su maestro le diese, cubriéndolo de manera que, a no ser mirado con malicia y sospechosamente, no se podía caer en el agujero. The virote failed not to serenade the negro, nor the latter to scrape at the gate-post till he had made a sufficiently wide hole, which he plastered up so well, that no one could perceive it unless he searched for it on purpose.
La segunda noche le dio los instrumentos Loaysa, y Luis probó sus fuerzas; y, casi sin poner alguna, se halló rompidos los clavos y con la chapa de la cerradura en las manos: abrió la puerta y recogió dentro a su Orfeo y maestro; y, cuando le vio con sus dos muletas, y tan andrajoso y tan fajada su pierna, quedó admirado. No llevaba Loaysa el parche en el ojo, por no ser necesario, y, así como entró, abrazó a su buen discípulo y le besó en el rostro, y luego le puso una gran bota de vino en las manos, y una caja de conserva y otras cosas dulces, de que llevaba unas alforjas bien proveídas. Y, dejando las muletas, como si no tuviera mal alguno, comenzó a hacer cabriolas, de lo cual se admiró más el negro, a quien Loaysa dijo: On the second night Loaysa passed in the tools, Luis went to work with them, whipped off the staple in a trice, opened the door, and let in his Orpheus. Great was his surprise to see him on his two crutches, with such a distorted leg, and in such a tattered plight. Loaysa did not wear the patch over his eye, for it was not necessary, and as soon as he entered he embraced his pupil, kissed him on the cheek, and immediately put into his hand a big jar of wine, a box of preserves, and other sweet things, with which his wallet was well stored. Then throwing aside his crutches, he began to cut capers, as if nothing ailed him, to the still greater amazement of the negro.
Sabed, hermano Luis, que mi cojera y estropeamiento no nace de enfermedad, sino de industria, con la cual gano de comer pidiendo por amor de Dios, y ayudándome della y de mi música paso la mejor vida del mundo, en el cual todos aquellos que no fueren industriosos y tracistas morirán de hambre; y esto lo veréis en el discurso de nuestra amistad. "You must know, brother Luis," said Loaysa, "that my lameness does not come of natural infirmity, but from my own ingenious contrivance, whereby I get my bread, asking alms for the love of God. In this way, and with the help of my music, I lead the merriest life in the world, where others, with less cleverness and good management, would be starved to death. Of this you will be convinced in the course of our friendship."
Ello dirá respondió el negro; pero demos orden de volver esta chapa a su lugar, de modo que no se eche de ver su mudanza. "We shall see," said the negro; "but now let us put this staple back in its place, so that it may not appear that it has been moved."
En buen hora dijo Loaysa. "Very good," said Loaysa,
Y, sacando clavos de sus alforjas, asentaron la cerradura de suerte que estaba tan bien como de antes, de lo cual quedó contentísimo el negro; y, subiéndose Loaysa al aposento que en el pajar tenía el negro, se acomodó lo mejor que pudo. and taking out some nails from his wallet, he soon made the lock seem as secure as ever, to the great satisfaction of the negro, who, taking him at once to his loft, made him as comfortable there as he could.
Encendió luego Luis un torzal de cera y, sin más aguardar, sacó su guitarra Loaysa; y, tocándola baja y suavemente, suspendió al pobre negro de manera que estaba fuera de sí escuchándole. Habiendo tocado un poco, sacó de nuevo colación y diola a su discípulo; y, aunque con dulce, bebió con tan buen talante de la bota, que le dejó más fuera de sentido que la música. Pasado esto, ordenó que luego tomase lición Luis, y, como el pobre negro tenía cuatro dedos de vino sobre los sesos, no acertaba traste; y, con todo eso, le hizo creer Loaysa que ya sabía por lo menos dos tonadas; y era lo bueno que el negro se lo creía, y en toda la noche no hizo otra cosa que tañer con la guitarra destemplada y sin las cuerdas necesarias. Luis lighted a lamp; Loaysa took up his guitar, and began to strike the chords softly and sweetly, so that the poor negro was transported with delight. After he had played awhile, he drew forth a fresh supply of good things for a collation, which they partook of together, and the pupil applied himself so earnestly to the bottle that it took away his senses still more than the music had done. Supper over, Loaysa proposed that Luis should take his first lesson at once; and though the poor negro was too much fuddled to distinguish one string from another, Loaysa made him believe that he had already learnt at least two notes. So persuaded was the poor fellow of this, that he did nothing all night but jangle and strum away.
Durmieron lo poco que de la noche les quedaba, y, a obra de las seis de la mañana, bajó Carrizales y abrió la puerta de en medio, y también la de la calle, y estuvo esperando al despensero, el cual vino de allí a un poco, y, dando por el torno la comida se volvió a ir, y llamó al negro, que bajase a tomar cebada para la mula y su ración; y, en tomándola, se fue el viejo Carrizales, dejando cerradas ambas puertas, sin echar de ver lo que en la de la calle se había hecho, de que no poco se alegraron maestro y discípulo. They had but a short sleep that night. In the morning, just on the strike of six, Carrizales came down, opened both entrance doors, and stood waiting for the purveyor, who came soon afterwards; and after depositing the day′s supplies in the turning-box, called the negro down to receive his ration and oats for the mule. After the purveyor was gone, old Carrizales went out, locking both doors after him, without having seen what had been done to the lock of one of them, whereat both master and pupil rejoiced not a little.
Apenas salió el amo de casa, cuando el negro arrebató la guitarra y comenzó a tocar de tal manera que todas las criadas le oyeron, y por el torno le preguntaron: No sooner was the master of the house gone, than the negro laid hold on the guitar, and began to scrape it in such a manner, that all the servant maids came to the second door, and asked him, through the turning-box,
¿Qué es esto, Luis? ¿De cuándo acá tienes tú guitarra, o quién te la ha dado? "What is this, Luis? How long have you had a guitar? Who gave it you?"
¿Quién me la ha dado? respondió Luis. El mejor músico que hay en el mundo, y el que me ha de enseñar en menos de seis días más de seis mil sones. "Who gave it me? The best musician in the world, and one who is to teach me in six days more than six thousand tunes!"
Y ¿dónde está ese músico? preguntó la dueña. "Where is he, this musician?" said the dueña.
No está muy lejos de aquí respondió el negro; y si no fuera por vergÜenza y por el temor que tengo a mi señor, quizá os le enseñara luego, y a fe que os holgásedes de verle. "He is not far off," replied the negro; "and if it were not for fear of my master, perhaps I would tell you where at once, and I warrant you would be glad to see him."
Y ¿adónde puede él estar que nosotras le podamos ver replicó la dueña, si en esta casa jamás entró otro hombre que nuestro dueño? "But where can he be for us to see him," returned the dueña, "since no one but our master ever enters this house?"
Ahora bien dijo el negro, no os quiero decir nada hasta que veáis lo que yo sé y él me ha enseñado en el breve tiempo que he dicho. "I will not tell you any more about the matter till you have heard what I can do, and how much he has taught me in this short time."
Por cierto dijo la dueña que, si no es algún demonio el que te ha de enseñar, que yo no sé quién te pueda sacar músico con tanta brevedad. "By my troth, unless he is a demon who has taught you, I don′t know how you can have become a musician all at once."
Andad dijo el negro, que lo oiréis y lo veréis algún día. "Stop a bit and you shall hear him, and mayhap you will see him too some day."
No puede ser eso dijo otra doncella, porque no tenemos ventanas a la calle para poder ver ni oír a nadie. "That can′t be," said another of the women, "for there are no windows on the street through which we could hear or see anybody."
Bien está dijo el negro; que para todo hay remedio si no es para escusar la muerte; y más si vosotras sabéis o queréis callar. "Never mind" said the negro; "there′s a remedy for everything but death. If you only could or would keep silence—"
¡Y cómo que callaremos, hermano Luis! dijo una de las esclavas. Callaremos más que si fuésemos mudas; porque te prometo, amigo, que me muero por oír una buena voz, que después que aquí nos emparedaron, ni aun el canto de los pájaros habemos oído. "Keep silence! Ay that we will, brother Luis, as if we were born dumb. I give you my word, friend, I am dying to hear a good voice, for ever since we have been shut up here we have not even heard the birds sing."
Todas estas pláticas estaba escuchando Loaysa con grandísimo contento, pareciéndole que todas se encaminaban a la consecución de su gusto, y que la buena suerte había tomado la mano en guiarlas a la medida de su voluntad. Loaysa listened with great inward glee to this conversation, which showed how readily the women were taking the very bent he would have given them.
Despidiéronse las criadas con prometerles el negro que, cuando menos se pensasen, las llamaría a oír una muy buena voz; y, con temor que su amo volviese y le hallase hablando con ellas, las dejó y se recogió a su estancia y clausura. Quisiera tomar lición, pero no se atrevió a tocar de día, porque su amo no le oyese, el cual vino de allí a poco espacio, y, cerrando las puertas según su costumbre, se encerró en casa. Y, al dar aquel día de comer por el torno al negro, dijo Luis a una negra que se lo daba, que aquella noche, después de dormido su amo, bajasen todas al torno a oír la voz que les había prometido, sin falta alguna. Verdad es que antes que dijese esto había pedido con muchos ruegos a su maestro fuese contento de cantar y tañer aquella noche al torno, porque él pudiese cumplir la palabra que había dado de hacer oír a las criadas una voz estremada, asegurándole que sería en estremo regalado de todas ellas. Algo se hizo de rogar el maestro de hacer lo que él más deseaba; pero al fin dijo que haría lo que su buen discípulo pedía, sólo por darle gusto, sin otro interés alguno. Abrazóle el negro y diole un beso en el carrillo, en señal del contento que le había causado la merced prometida; y aquel día dio de comer a Loaysa tan bien como si comiera en su casa, y aun quizá mejor, pues pudiera ser que en su casa le faltara. The negro was afraid lest his master should return and catch him talking with them; but they would not go away until he had promised that, when they least expected it, he would call them to hear a capital voice. He then retreated to his loft, where he would gladly have resumed his lessons, but durst not do so by day for fear of detection. His master returned soon after and went into the house, locking both doors behind him as usual. When Luis went that day to the turning-box for his victuals, he told the negress, who brought them, to let her fellow-servants know that when their master was asleep that night, they should all of them come down to the turning-box, when he would be sure to give them the treat he had promised. He was enabled to say so much, having previously entreated his music-master to condescend to sing and play that night before the inner door for the amusement of the women. The maestro suffered himself to be pressed very hard to do the thing he most desired, but after much seeming reluctance he at last yielded to the solicitations of his esteemed pupil, and said he would be happy to oblige him. The negro embraced him cordially, in testimony of his grateful sense of the promised favour, and treated him that day to as good cheer as he could possibly have had at home, or perhaps better.
Llegóse la noche, y en la mitad della, o poco menos, comenzaron a cecear en el torno, y luego entendió Luis que era la cáfila, que había llegado; y, llamando a su maestro, bajaron del pajar, con la guitarra bien encordada y mejor templada. Preguntó Luis quién y cuántas eran las que escuchaban. Respondiéronle que todas, sino su señora, que quedaba durmiendo con su marido, de que le pesó a Loaysa; pero, con todo eso, quiso dar principio a su disignio y contentar a su discípulo; y, tocando mansamente la guitarra, tales sones hizo que dejó admirado al negro y suspenso el rebaño de las mujeres que le escuchaba. Towards midnight Luis knew, by the signals cautiously given at the turning-box, that the women were all there; whereupon he and Loaysa went down from the loft with the guitar, complete in all its strings and well tuned. The maestro asked how many were there to hear him, and was told that all the women in the house were there, except their lady, who was in bed with her husband. This was not what Loaysa wished for, nevertheless, by way of making a beginning and obliging his pupil, he touched the guitar softly, and drew from it such tones as ravished the ears of his audience.
Pues, ¿qué diré de lo que ellas sintieron cuando le oyeron tocar el Pésame dello y acabar con el endemoniado son de la zarabanda, nuevo entonces en España? No quedó vieja por bailar, ni moza que no se hiciese pedazos, todo a la sorda y con silencio estraño, poniendo centinelas y espías que avisasen si el viejo despertaba. Cantó asimismo Loaysa coplillas de la seguida, con que acabó de echar el sello al gusto de las escuchantes, que ahincadamente pidieron al negro les dijese quién era tan milagroso músico. El negro les dijo que era un pobre mendigante: el más galán y gentil hombre que había en toda la pobrería de Sevilla. Rogáronle que hiciese de suerte que ellas le viesen, y que no le dejase ir en quince días de casa, que ellas le regalarían muy bien y darían cuanto hubiese menester. Preguntáronle qué modo había tenido para meterle en casa. A esto no les respondió palabra; a lo demás dijo que, para poderle ver, hiciesen un agujero pequeño en el torno, que después lo taparían con cera; y que, a lo de tenerle en casa, que él lo procuraría. But who could describe the delight of the women when he sang Pesame de ello, and followed it up with the magic strains of the saraband, then new in Spain? There was not one of them that did not keep time to the music as if she were dancing like mad, but all noiselessly and with extreme caution, keeping scouts on the watch to warn them if the old man awoke. Loaysa finally played them several seguidillas, and so put the climax to his success, that they all eagerly begged the negro to tell them who was this marvellous musician. Luis replied that he was a poor beggar, but the most gallant and genteel man in all the back slums of Seville. They conjured the negro to contrive some means that they might see him, and not to let him quit the house for a fortnight, for they would take care to supply him with the best of good cheer, and plenty of it. They were curious to know how Luis had managed to get him into the house; but to this the negro made no reply. For the rest he told them that if they wanted to see the maestro, they might bore a small hole in the turning-box and afterwards stop it up with wax; and that as for keeping him in the house, he would do his best.
Hablólas también Loaysa, ofreciéndoseles a su servicio, con tan buenas razones, que ellas echaron de ver que no salían de ingenio de pobre mendigante. Rogáronle que otra noche viniese al mismo puesto; que ellas harían con su señora que bajase a escucharle, a pesar del ligero sueño de su señor, cuya ligereza no nacía de sus muchos años, sino de sus muchos celos. A lo cual dijo Loaysa que si ellas gustaban de oírle sin sobresalto del viejo, que él les daría unos polvos que le echasen en el vino, que le harían dormir con pesado sueño más tiempo del ordinario. Loaysa then addressed them, and offered them his services in such obliging and polite terms, that they were sure such fine language never came out of the head of a poor beggar. They entreated he would come the next night, and they would prevail on their lady to come down and hear him, in spite of the light sleep of her lord and master—the result not so much of his age as of his extreme jealousy. Loaysa replied that if they wished to hear him without fear of being surprised by the old man, he would give them a powder to put in his wine, which would make him sleep more soundly.
¡Jesús, valme dijo una de las doncellas, y si eso fuese verdad, qué buena ventura se nos habría entrado por las puertas, sin sentillo y sin merecello! No serían ellos polvos de sueño para él, sino polvos de vida para todas nosotras y para la pobre de mi señora Leonora, su mujer, que no la deja a sol ni a sombra, ni la pierde de vista un solo momento. ¡Ay, señor mío de mi alma, traiga esos polvos: así Dios le dé todo el bien que desea! Vaya y no tarde; tráigalos, señor mío, que yo me ofrezco a mezclarlos en el vino y a ser la escanciadora; y pluguiese a Dios que durmiese el viejo tres días con sus noches, que otros tantos tendríamos nosotras de gloria. "Good heaven!" cried one of the damsels, "if that were true, what a blessing would have come home to us without our knowing or deserving it! It would not be a sleeping powder for him so much as it would be a powder of life for all of us, and for my poor dear lady, Leonora his wife, to whom he sticks as close as her shadow, never losing sight of her for a moment. Ah, señor of my soul! bring that powder, and may God reward you with all the good you can desire. Go! don′t lose a moment—bring it, señor mio; I will take it upon me to put it in his wine and to be his cupbearer. Oh, that it might please God that the old man should sleep three days and nights! Three glorious days and nights they would be for us."
Pues yo los trairé dijo Loaysa; y son tales, que no hacen otro mal ni daño a quien los toma si no es provocarle a sueño pesadísimo. "Well, I′ll bring it then," said Loaysa. "It is of such a nature that it does no harm to the person who takes it; the only effect of it being to cause a most profound sleep."
Todas le rogaron que los trujese con brevedad, y, quedando de hacer otra noche con una barrena el agujero en el torno, y de traer a su señora para que le viese y oyese, se despidieron; y el negro, aunque era casi el alba, quiso tomar lición, la cual le dio Loaysa, y le hizo entender que no había mejor oído que el suyo en cuantos discípulos tenía: y no sabía el pobre negro, ni lo supo jamás, hacer un cruzado. They all entreated him to bring it without delay, and then they took their leave of him, after agreeing that on the following night they would make a hole in the turning-box with a gimlet, and that they would try and persuade their mistress to come down. By this time it was nearly daylight, yet the negro wished to take a lesson. Loaysa complied with his desire, and assured him that among all the pupils he had ever taught, he had not known one with a finer ear; and yet the poor negro could never, to the end of his days, have learned the gamut.
Tenían los amigos de Loaysa cuidado de venir de noche a escuchar por entre las puertas de la calle, y ver si su amigo les decía algo, o si había menester alguna cosa; y, haciendo una señal que dejaron concertada, conoció Loaysa que estaban a la puerta, y por el agujero del quicio les dio breve cuenta del buen término en que estaba su negocio, pidiéndoles encarecidamente buscasen alguna cosa que provocase a sueño, para dárselo a Carrizales; que él había oído decir que había unos polvos para este efeto. Dijéronle que tenían un médico amigo que les daría el mejor remedio que supiese, si es que le había; y, animándole a proseguir la empresa y prometiéndole de volver la noche siguiente con todo recaudo, apriesa se despidieron. Loaysa′s friends took care to come at night to Carrizales′ door to see if their friend had any instructions to give them, or wanted anything. On the second night, when they had made him aware of their presence by a preconcerted signal, he gave them, through the key-hole, a brief account of the prosperous beginning he had made, and begged they would try and get him something to be given to Carrizales to make him sleep. He had heard, he said, that there were powders which produced that effect. They told him they had a friend, a physician, who would give them the best drug for that purpose if he happened to have it; and after encouraging him to persist in the enterprise, and promising to return on the following night, they left him.
Vino la noche, y la banda de las palomas acudió al reclamo de la guitarra. Con ellas vino la simple Leonora, temerosa y temblando de que no despertase su marido; que, aunque ella, vencida deste temor, no había querido venir, tantas cosas le dijeron sus criadas, especialmente la dueña, de la suavidad de la música y de la gallarda disposición del músico pobre (que, sin haberle visto, le alababa y le subía sobre Absalón y sobre Orfeo), que la pobre señora, convencida y persuadida dellas, hubo de hacer lo que no tenía ni tuviera jamás en voluntad. Lo primero que hicieron fue barrenar el torno para ver al músico, el cual no estaba ya en hábitos de pobre, sino con unos calzones grandes de tafetán leonado, anchos a la marineresca; un jubón de lo mismo con trencillas de oro, y una montera de raso de la misma color, con cuello almidonado con grandes puntas y encaje; que de todo vino proveído en las alforjas, imaginando que se había de ver en ocasión que le conviniese mudar de traje. Presently the whole flock of doves came to the lure of the guitar, and among them was the simple Leonora, trembling for fear her husband should awake. So great was her dread of his discovering her absence, that her women had great difficulty in persuading her to make the hazardous venture. But they all, especially the dueña, told her such wonderful things of the sweetness of the music, and the engaging manners of the poor musician, whom, without having seen him, they extolled above Absalom and Orpheus, that they persuaded her to do what she would never have done of her own accord. Their first act was to bore a hole in the turning-box through which they might peep at the musician, who was no longer clad in rags, but in wide breeches of buff silk, cut sailor fashion, a jacket of the same material, a satin cap to match, and a starched double-pointed ruff, all which he had brought in his wallet, expecting that he would have to show himself on an occasion which would require him to change his costume.
Era mozo y de gentil disposición y buen parecer; y, como había tanto tiempo que todas tenían hecha la vista a mirar al viejo de su amo, parecióles que miraban a un ángel. Poníase una al agujero para verle, y luego otra; y porque le pudiesen ver mejor, andaba el negro paseándole el cuerpo de arriba abajo con el torzal de cera encendido. Y, después que todas le hubieron visto, hasta las negras bozales, tomó Loaysa la guitarra, y cantó aquella noche tan estremadamente, que las acabó de dejar suspensas y atónitas a todas, así a la vieja como a las mozas; y todas rogaron a Luis diese orden y traza cómo el señor su maestro entrase allá dentro, para oírle y verle de más cerca, y no tan por brújula como por el agujero, y sin el sobresalto de estar tan apartadas de su señor, que podía cogerlas de sobresalto y con el hurto en las manos; lo cual no sucedería ansí si le tuviesen escondido dentro. Loaysa was young, good-looking, and of pleasing deportment; and as the eyes of all the women had been so long accustomed only to the sight of old Carrizales, they fancied as they looked at Loaysa that they beheld an angel. Each of them took her turn at the peephole, and that they might see him the better, the negro stood by him with a lighted flambeau, which he moved up and down before the maestro′s body. After all the women, from the lady of the house down to the two negresses, had thus gratified their eyes, Loaysa took his guitar, and played and sang more bewitchingly than ever. Leonora′s women were bewildered with delight, and all besought Luis to contrive so that the señor maestro should come in through the inner door, so that they might hear and see him better, instead of squinting at him through a gimlet-hole, and without the risk they ran of being caught in the fact by their master, which would not be so great if they had the musician concealed inside.
A esto contradijo su señora con muchas veras, diciendo que no se hiciese la tal cosa ni la tal entrada, porque le pesaría en el alma, pues desde allí le podían ver y oír a su salvo y sin peligro de su honra. Their lady strenuously opposed this proposition, declaring she would not permit any such thing. She was shocked to hear them mention it, for they could hear and see him well enough as it was, without danger to their honour.
¿Qué honra? dijo la dueña. ¡El Rey tiene harta! Estése vuesa merced encerrada con su Matusalén y déjenos a nosotras holgar como pudiéremos. Cuanto más, que este señor parece tan honrado que no querrá otra cosa de nosotras más de lo que nosotras quisiéremos. "Honour," exclaimed the dueña; "the king has plenty. Your ladyship may shut yourself up with your Methusalem, if you have a mind, but leave us to amuse ourselves as well as we can; the more so since this señor appears to be too much the gentleman to ask anything of us but what would be pleasing to ourselves."
Yo, señoras mías dijo a esto Loaysa, no vine aquí sino con intención de servir a todas vuesas mercedes con el alma y con la vida, condolido de su no vista clausura y de los ratos que en este estrecho género de vida se pierden. Hombre soy yo, por vida de mi padre, tan sencillo, tan manso y de tan buena condición, y tan obediente, que no haré más de aquello que se me mandare; y si cualquiera de vuesas mercedes dijere: ′′Maestro, siéntese aquí; maestro, pásese allí; echaos acá, pasaos acullá′′, así lo haré, como el más doméstico y enseñado perro que salta por el Rey de Francia. "Never!" interposed Loaysa. "I came hither, ladies, with no other intention than to offer you my humble services, with all my heart and soul, moved by commiseration for the unparalleled rigour of your confinement, and for the precious moments that are lost to you through this recluse way of life. By the life of my father, I am a man so artless, so meek, so tractable and obedient, that I will never do more than I am bidden. If any one of you should please to say, ′Maestro, sit down here; Maestro, step this way, step that way, go yonder,′ I will do just as you bid me, like the tamest and best trained dog that jumps for the king of France."
Si eso ha de ser así dijo la ignorante Leonora, ¿qué medio se dará para que entre acá dentro el señor maeso? "Well, if that be so," said the inexperienced Leonora, "what is to be done, so that the señor maestro may come in?"
Bueno dijo Loaysa: vuesas mercedes pugnen por sacar en cera la llave desta puerta de en medio, que yo haré que mañana en la noche venga hecha otra, tal que nos pueda servir. "Nothing can be easier," said Loaysa. "So please you, ladies, just take the trouble to make an impression on wax with the key of this door; and I will take care that by to-morrow night another shall be made exactly like it, which will answer our purpose."
En sacar esa llave dijo una doncella, se sacan las de toda la casa, porque es llave maestra. "With that key," one of the women remarked, "we shall have those of the whole house, for it is a master-key."
No por eso será peor replicó Loaysa. "So much the better," said Loaysa.
Así es verdad dijo Leonora; pero ha de jurar este señor, primero, que no ha de hacer otra cosa cuando esté acá dentro sino cantar y tañer cuando se lo mandaren, y que ha de estar encerrado y quedito donde le pusiéremos. "That is true," said Leonora; "but this señor must first of all swear, that when he is inside here he will not attempt to do anything but sing and play when he is asked, and that he will keep close and quiet wherever we may put him."
Sí juro dijo Loaysa. "I swear to this," said Loaysa.
No vale nada ese juramento respondió Leonora; que ha de jurar por vida de su padre, y ha de jurar la cruz y besalla que lo veamos todas. "That oath is good for nothing," replied Leonora: "the señor must swear by the life of his father, and by the cross, which he must kiss in sight of us all."
Por vida de mi padre juro, dijo Loaysa, y por esta señal de cruz, que la beso con mi boca sucia. "I swear by the life of my father," said Loaysa, "and by this sign of the cross, which I kiss with my unworthy mouth;"
Y, haciendo la cruz con dos dedos, la besó tres veces. and crossing two of his fingers, he kissed them three times.
Esto hecho, dijo otra de las doncellas: Mire, señor, que no se le olvide aquello de los polvos, que es el tuáutem de todo. "That will do," said one of the women; "and now, señor, be sure you don′t forget the powder, for that is the main thing of all."
Con esto cesó la plática de aquella noche, quedando todos muy contentos del concierto. Y la suerte, que de bien en mejor encaminaba los negocios de Loaysa, trujo a aquellas horas, que eran dos después de la medianoche, por la calle a sus amigos; los cuales, haciendo la señal acostumbrada, que era tocar una trompa de París, Loaysa los habló y les dio cuenta del término en que estaba su pretensión, y les pidió si traían los polvos o otra cosa, como se la había pedido, para que Carrizales durmiese. Díjoles, asimismo, lo de la llave maestra. Ellos le dijeron que los polvos, o un ungÜento, vendría la siguiente noche, de tal virtud que, untados los pulsos y las sienes con él, causaba un sueño profundo, sin que dél se pudiese despertar en dos días, si no era lavándose con vinagre todas las partes que se habían untado; y que se les diese la llave en cera, que asimismo la harían hacer con facilidad. Con esto se despidieron, y Loaysa y su discípulo durmieron lo poco que de la noche les quedaba, esperando Loaysa con gran deseo la venidera, por ver si se le cumplía la palabra prometida de la llave. Y, puesto que el tiempo parece tardío y perezoso a los que en él esperan, en fin, corre a las parejas con el mismo pensamiento, y llega el término que quiere, porque nunca para ni sosiega. Here the conversation ended for that night, and all parties retired highly satisfied with the interview. Good luck had evidently declared in favour of Loaysa; and just then, about two o′clock in the morning, it brought his friends to the door. On their giving the usual signal by blowing a French horn, he went to the door, told them what progress he had made, and asked had they brought the powder or other drug to put Carrizales to sleep. At the same time, he spoke to them respecting the master-key. They told him that on the following night they would bring the powder, or else an ointment of such virtue that one had only to rub the patient′s wrists and temples with it to throw him into such a profound sleep, that he would not wake for two days, unless the anointed parts were well washed with vinegar. As to the key, he had only to give them the impression in wax, and they would have a false one made forthwith. Having said this, the friends retired, and Loaysa and his pupil went to rest for the short remainder of the night. The next day hung heavily on hand, as always happens to those who are filled with eager expectation; but the longest day must have an end, and Loaysa′s impatient desire was at last gratified.
Vino, pues, la noche y la hora acostumbrada de acudir al torno, donde vinieron todas las criadas de casa, grandes y chicas, negras y blancas, porque todas estaban deseosas de ver dentro de su serrallo al señor músico; pero no vino Leonora, y, preguntando Loaysa por ella, le respondieron que estaba acostada con su velado, el cual tenía cerrada la puerta del aposento donde dormía con llave, y después de haber cerrado se la ponía debajo de la almohada; y que su señora les había dicho que, en durmiéndose el viejo, haría por tomarle la llave maestra y sacarla en cera, que ya llevaba preparada y blanda, y que de allí a un poco habían de ir a requerirla por una gatera. The appointed hour having arrived, all the domestics, great and small, black and white, repaired to the turning-box, longing to see the señor musico fairly within their seraglio; but no Leonora was there. When Loaysa inquired for her, they said she was in bed with her good man, who had locked the bed-room door, and put the key under his pillow; and that their lady had told them, that when the old man had fallen asleep she would take the key, and they were to go to her by and by for the wax impression she would take from it, and pass to them through a trap-hole in the door.
Maravillado quedó Loaysa del recato del viejo, pero no por esto se le desmayó el deseo. Y, estando en esto, oyó la trompa de París; acudió al puesto; halló a sus amigos, que le dieron un botecico de ungÜento de la propiedad que le habían significado; tomólo Loaysa y díjoles que esperasen un poco, que les daría la muestra de la llave; volvióse al torno y dijo a la dueña, que era la que con más ahínco mostraba desear su entrada, que se lo llevase a la señora Leonora, diciéndole la propiedad que tenía, y que procurase untar a su marido con tal tiento, que no lo sintiese, y que vería maravillas. Hízolo así la dueña, y, llegándose a la gatera, halló que estaba Leonora esperando tendida en el suelo de largo a largo, puesto el rostro en la gatera. Llegó la dueña, y, tendiéndose de la misma manera, puso la boca en el oído de su señora, y con voz baja le dijo que traía el ungÜento y de la manera que había de probar su virtud. Ella tomó el ungÜento, y respondió a la dueña como en ninguna manera podía tomar la llave a su marido, porque no la tenía debajo de la almohada, como solía, sino entre los dos colchones y casi debajo de la mitad de su cuerpo; pero que dijese al maeso que si el ungÜento obraba como él decía, con facilidad sacarían la llave todas las veces que quisiesen, y ansí no sería necesario sacarla en cera. Dijo que fuese a decirlo luego y volviese a ver lo que el ungÜento obraba, porque luego luego le pensaba untar a su velado. Loaysa was astonished at the old man′s extreme wariness, in spite of which he by no means despaired of baffling his precautions. Just then the French horn was heard: Loaysa hastened to the door, and received from his friends a pot containing the promised ointment. Bidding them wait awhile, and he would bring them the mould of the key, he went back to the turning-box, and told the dueña, who seemed the most eager of all the women for his admission, to give the ointment to her lady, bid her anoint her husband with it so cautiously that he should not be aware of what she was doing, and she would soon see wonders. The dueña took the pot, stole up to her mistress′s door, and found her waiting on the inside, stretched full length on the floor, with her face to the trap-hole. The dueña laid herself down in the same manner, and putting her mouth to her mistress′s ear, whispered that she had brought the ointment, telling her at the same time how to apply it. Leonora took the ointment, but told the dueña that she could by no means get the key, for her husband had not put it under the pillow as usual, but between the mattresses, just under where he lay. However, she was to tell the maestro, that if the ointment operated as he said, she could easily get the key as often as she pleased, and so there would be no need of copying it in wax. Having delivered this message at once, the dueña was to come back, and see how the ointment worked, for she intended to apply it forthwith.
Bajó la dueña a decirlo al maeso Loaysa, y él despidió a sus amigos, que esperando la llave estaban. Temblando y pasito, y casi sin osar despedir el aliento de la boca, llegó Leonora a untar los pulsos del celoso marido, y asimismo le untó las ventanas de las narices; y cuando a ellas le llegó, le parecía que se estremecía, y ella quedó mortal, pareciéndole que la había cogido en el hurto. En efeto, como mejor pudo, le acabó de untar todos los lugares que le dijeron ser necesarios, que fue lo mismo que haberle embalsamado para la sepultura. The dueña having reported all this to Loaysa, he sent away his friends who were waiting without for the mould of the key. Trembling in every limb, and scarcely daring to breathe, Leonora began to rub the wrists of her jealous husband. Next she smeared his nostrils; but as she did so, the old man jerked his head, and Leonora was petrified with terror, believing that he was awake, and had caught her in the fact. It was a false alarm, however, and she went on with her task the best way she could, till she had completed it according to her instructions.
Poco espacio tardó el alopiado ungÜento en dar manifiestas señales de su virtud, porque luego comenzó a dar el viejo tan grandes ronquidos, que se pudieran oír en la calle: música, a los oídos de su esposa, más acordada que la del maeso de su negro. Y, aún mal segura de lo que veía, se llegó a él y le estremeció un poco, y luego más, y luego otro poquito más, por ver si despertaba; y a tanto se atrevió, que le volvió de una parte a otra sin que despertase. Como vio esto, se fue a la gatera de la puerta y, con voz no tan baja como la primera, llamó a la dueña, que allí la estaba esperando, y le dijo: It was not long before its effects manifested themselves; for presently the old man began to snore loud enough to be heard in the street. This was music more delightful to Leonora′s ears than the maestro′s voice or guitar; but still hardly trusting what she saw, she ventured to shake him, a very little at first, to see if he would wake; and then a wee bit more and more, till finding that he still snored on, she made bold to turn him over from one side to the other, without his showing any signs of waking. Seeing this, she stepped joyfully to the door; and in a voice not so low as before, called out to the dueña, who was waiting with her ear to the trap-hole.
Dame albricias, hermana, que Carrizales duerme más que un muerto. "Good news, sister; Carrizales is sleeping more soundly than the dead."
Pues, ¿a qué aguardas a tomar la llave, señora? dijo la dueña. Mira que está el músico aguardándola más ha de una hora. "What stops you then from taking the key, señora?" said the dueña. "The musico has been waiting for it this hour and more."
Espera, hermana, que ya voy por ella respondió Leonora. "Stay a moment, sister; I am going for it," said Leonora;
Y, volviendo a la cama, metió la mano por entre los colchones y sacó la llave de en medio dellos sin que el viejo lo sintiese; y, tomándola en sus manos, comenzó a dar brincos de contento, y sin más esperar abrió la puerta y la presentó a la dueña, que la recibió con la mayor alegría del mundo. Mandó Leonora que fuese a abrir al músico, y que le trujese a los corredores, porque ella no osaba quitarse de allí, por lo que podía suceder; pero que, ante todas cosas, hiciese que de nuevo ratificase el juramento que había hecho de no hacer más de lo que ellas le ordenasen, y que, si no le quisiese confirmar y hacer de nuevo, en ninguna manera le abriesen. and stepping back to the bed, she put her hand between the mattresses, and drew out the key without the old man′s perceiving it. No sooner was the key in her hands, than dancing with delight she unlocked the door, and gave it to the exulting dueña, bidding her let in the maestro, and bring him into the gallery; but as for herself, she durst not stir from that spot, for fear of what might happen. But before all things she insisted that the maestro should ratify anew the oath he had taken not to do more than they should order him; and if he would not give this renewed pledge, he was not to be let in on any consideration.
Así será dijo la dueña; y a fe que no ha de entrar si primero no jura y rejura y besa la cruz seis veces. "Never fear," said the dueña; "not a bit shall he come in until he has sworn, and sworn again, and kissed the cross at least six times."
No le pongas tasa dijo Leonora: bésela él y sean las veces que quisiere; pero mira que jure la vida de sus padres y por todo aquello que bien quiere, porque con esto estaremos seguras y nos hartaremos de oírle cantar y tañer, que en mi ánima que lo hace delica[da]mente; y anda, no te detengas más, porque no se nos pase la noche en pláticas. "Don′t bind him to any fixed number," said Leonora; "but let him kiss the cross as many times as he pleases; but be sure that he swears by the life of his father, and by all he holds dear; for then we shall be safe and sure, and we may take our fill of hearing him sing and play; and exquisitely he does so, upon my word. There now, get you gone without more delay, and let us not waste the night in words."
Alzóse las faldas la buena dueña, y con no vista ligereza se puso en el torno, donde estaba toda la gente de casa esperándola; y, habiéndoles mostrado la llave que traía, fue tanto el contento de todas, que la alzaron en peso, como a catredático, diciendo: ′′¡Viva, viva!′′; y más, cuando les dijo que no había necesidad de contrahacer la llave, porque, según el untado viejo dormía, bien se podían aprovechar de la de casa todas las veces que la quisiesen. The good dueña caught up her petticoats, and ran with all her speed to the turning-box, where the whole party was impatiently awaiting her; and no sooner had she shown them the key in her hand, than they hoisted her upon their shoulders, and paraded up and down with her, crying "Viva! viva!" But still greater was their joy when she told them there was no need to have a false key made; for so soundly did the old man sleep after being anointed, that they might have the house-key as often as they required it.
¡Ea, pues, amiga dijo una de las doncellas, ábrase esa puerta y entre este señor, que ha mucho que aguarda, y démonos un verde de música que no haya más que ver! "Quick then, good friend," said one of the troop, "open the door, and let in this gentleman who has been waiting so long, and let us have a jolly bout of music, for that is all we have now to do."
Más ha de haber que ver replicó la dueña; que le hemos de tomar juramento, como la otra noche. "Nay, but there is more to be done," replied the dueña; "for we must exact another oath of him; the same as last night."
Él es tan bueno dijo una de las esclavas, que no reparará en juramentos. "He is so good," said one of the slave girls, "that he won′t grudge taking as many oaths as we like."
Abrió en esto la dueña la puerta, y, teniéndola entreabierta, llamó a Loaysa, que todo lo había estado escuchando por el agujero del torno; el cual, llegándose a la puerta, quiso entrarse de golpe; mas, poniéndole la dueña la mano en el pecho, le dijo: The dueña now unlocked the door, and holding it ajar called to Loaysa, who had been listening at the aperture to all that had passed. He was for springing in at a bound; but the dueña stopped him, laying her hand on his breast, and said,
Sabrá vuesa merced, señor mío, que, en Dios y en mi conciencia, todas las que estamos dentro de las puertas desta casa somos doncellas como las madres que nos parieron, excepto mi señora; y, aunque yo debo de parecer de cuarenta años, no teniendo treinta cumplidos, porque les faltan dos meses y medio, también lo soy, mal pecado; y si acaso parezco vieja, corrimientos, trabajos y desabrimientos echan un cero a los años, y a veces dos, según se les antoja. Y, siendo esto ansí, como lo es, no sería razón que, a trueco de oír dos, o tres, o cuatro cantares, nos pusiésemos a perder tanta virginidad como aquí se encierra; porque hasta esta negra, que se llama Guiomar, es doncella. Así que, señor de mi corazón, vuesa merced nos ha de hacer, primero que entre en nuestro reino, un muy solene juramento de que no ha de hacer más de lo que nosotras le ordenáremos; y si le parece que es mucho lo que se le pide, considere que es mucho más lo que se aventura. Y si es que vuesa merced viene con buena intención, poco le ha de doler el jurar, que al buen pagador no le duelen prendas. "Fair and softly, señor; I would have you to know, as God is my judge, we are all of us virgins here as truly as the mothers that bore us, except my lady; and I am one too, the Lord forgive me, though you would take me for forty years old; but I am not thirty all out, wanting two months and a fortnight of my thirtieth birthday; and if I look older, it is that cares, and troubles, and vexations tell upon one more than years. Now this being so, it does not stand to reason, that for the sake of hearing two or three songs we should risk the loss of so much virginity as is here collected together. And so you see, my sweet sir, before you enter our domain, you must first take a very solemn oath, that you will do nothing beyond our orders. If you think it is much we ask of you, do but consider how much more it is we risk; and if your intentions are good and proper, you will not be loth to swear; for a good paymaster does not mind giving security."
Bien y rebién ha dicho la señora Marialonso dijo una de las doncellas; en fin, como persona discreta y que está en las cosas como se debe; y si es que el señor no quiere jurar, no entre acá dentro. "Well said, Marialonso," cried one of the damsels; "spoken like a person of sense, and who knows what′s what. If the señor won′t swear, then let him not come in here."
A esto dijo Guiomar, la negra, que no era muy ladina: Por mí, mas que nunca jura, entre con todo diablo; que, aunque más jura, si acá estás, todo olvida. "Tell you what," said Guiomar, the negress, in her broken jargon, "s′ppose him no swear, let him in all the same, in devil′s name; for s′ppose him swear, once him in, him forget eberyting."
Oyó con gran sosiego Loaysa la arenga de la señora Marialonso, y con grave reposo y autoridad respondió: Loaysa listened very demurely to the Señora Marialonso′s harangue, and replied with great gravity,
Por cierto, señoras hermanas y compañeras mías, que nunca mi intento fue, es, ni será otro que daros gusto y contento en cuanto mis fuerzas alcanzaren; y así, no se me hará cuesta arriba este juramento que me piden; pero quisiera yo que se fiara algo de mi palabra, porque dada de tal persona como yo soy, era lo mismo que hacer una obligación guarentigia; y quiero hacer saber a vuesa merced que debajo del sayal hay ál, y que debajo de mala capa suele estar un buen bebedor. Mas, para que todas estén seguras de mi buen deseo, determino de jurar como católico y buen varón; y así, juro por la intemerata eficacia, donde más santa y largamente se contiene, y por las entradas y salidas del santo Líbano monte, y por todo aquello que en su prohemio encierra la verdadera historia de Carlomagno, con la muerte del gigante Fierabrás, de no salir ni pasar del juramento hecho y del mandamiento de la más mínima y desechada destas señoras, so pena que si otra cosa hiciere o quisierse hacer, desde ahora para entonces y desde entonces para ahora, lo doy por nulo y no hecho ni valedero. "Be assured, ladies, my charming sisters and companions, my intention never was, is, or shall be other than to gratify and content you to the utmost of my powers; and therefore I make no difficulty with regard to this oath which is required of me, though I could have wished that some confidence had been reposed in my simple word, which, given by such a person as I am, would have been as good as a bond signed and sealed; for I would have you to know, ladies, that under a bad cloak there is often a good drinker. But to the end that you may all be assured of my upright intentions, I will take the oath as a catholic and a man of parts. I swear then by the immaculate efficacy, wherever it abides in greatest sanctity and fulness, by all the entrances and exits of the holy mount Libanus, and by all that is contained in the preface to the true history of Charlemagne, with the death of the giant Fierabras, not to swerve or depart from the oath I have taken, or from the commands which may be laid upon me by the least of these ladies, under penalty, should I do otherwise, or attempt to do otherwise, that from this time forth till then, and from thenceforth till now, the same shall be null and void and of no effect whatsoever."
Aquí llegaba con su juramento el buen Loaysa, cuando una de las dos doncellas, que con atención le había estado escuchando, dio una gran voz diciendo: When honest Loaysa had got so far in his oath, one of the young maidens, who had listened to him with wrapt attention, cried out,
¡Este sí que es juramento para enternecer las piedras! ¡Mal haya yo si más quiero que jures, pues con sólo lo jurado podías entrar en la misma sima de Cabra! "Well, if that is not what you may call an oath! it is enough to melt the heart of a stone. Plague take me if you shall swear any more for me; for after such an oath as that you might enter the very cave of Cabra."
Y, asiéndole de los gregÜescos, le metió dentro, y luego todas las demás se le pusieron a la redonda. Luego fue una a dar las nuevas a su señora, la cual estaba haciendo centinela al sueño de su esposo; y, cuando la mensajera le dijo que ya subía el músico, se alegró y se turbó en un punto, y preguntó si había jurado. Respondióle que sí, y con la más nueva forma de juramento que en su vida había visto. So saying, she caught hold of him by the breeches, and drew him within the door, where the rest immediately gathered close round him. One of them ran off with the news to her mistress, who stood watching her husband; and who, when she heard that the musico was actually within doors, was moved almost at the same moment by joy and fear, and hurriedly asked if he had sworn. The girl told her he had done so, and with the most singular form of oath she had ever heard in her life.
Pues si ha jurado dijo Leonora, asido le tenemos. ¡Oh, qué avisada que anduve en hacelle que jurase! "Well, since he has sworn, we have him fast," said Leonora. "Oh, what a good thought it was of mine to make him swear!"
En esto, llegó toda la caterva junta, y el músico en medio, alumbrándolos el negro y Guiomar la negra. Y, viendo Loaysa a Leonora, hizo muestras de arrojársele a los pies para besarle las manos. Ella, callando y por señas, le hizo levantar, y todas estaban como mudas, sin osar hablar, temerosas que su señor las oyese; lo cual considerado por Loaysa, les dijo que bien podían hablar alto, porque el ungÜento con que estaba untado su señor tenía tal virtud que, fuera de quitar la vida, ponía a un hombre como muerto. They were now met by the whole party advancing in procession, with the musico in the midst of them, and the negro and Guiomar lighting the way. As soon as Loaysa saw Leonora, he threw himself at her feet to kiss her hands; but without saying a word, she made signs to him to rise, and he obeyed. Observing then that they all remained as mute as if they had lost their tongues, Loaysa told them they might talk, and talk aloud too; for there was no fear that their lord-master would wake and hear them, such being the virtue of the ointment, that without endangering life it made a man lie like one dead.
Así lo creo yo dijo Leonora; que si así no fuera, ya él hubiera despertado veinte veces, según le hacen de sueño ligero sus muchas indisposiciones; pero, después que le unté, ronca como un animal. "That I fully believe," said Leonora; "for were it not so, he would have been awake twenty times before this, such a light sleeper he is, in consequence of his frequent indispositions; but ever since I anointed him, he has been snoring like a pig."
Pues eso es así dijo la dueña, vámonos a aquella sala frontera, donde podremos oír cantar aquí al señor y regocijarnos un poco. "That being the case," said the dueña, "let us go into the saloon, where we may hear the gentleman sing, and amuse ourselves a little."
Vamos dijo Leonora; pero quédese aquí Guiomar por guarda, que nos avise si Carrizales despierta. "Let us go," said Leonora; "but let Guiomar remain here on the watch, to warn vis if Carrizales wakes."
A lo cual respondió Guiomar: ¡Yo, negra, quedo; blancas, van. Dios perdone a todas! "Ay," said Guiomar, "black woman stay, white woman go: God pardon all."
Quedóse la negra; fuéronse a la sala, donde había un rico estrado, y, cogiendo al señor en medio, se sentaron todas. Y, tomando la buena Marialonso una vela, comenzó a mirar de arriba abajo al bueno del músico, y una decía: ′′¡Ay, qué copete que tiene tan lindo y tan rizado!′′ Otra: ′′¡Ay, qué blancura de dientes! ¡Mal año para piñones mondados, que más blancos ni más lindos sean!′′ Otra: ′′¡Ay, qué ojos tan grandes y tan rasgados! Y, por el siglo de mi madre, que son verdes; que no parecen sino que son de esmeraldas!′′ Ésta alababa la boca, aquélla los pies, y todas juntas hicieron dél una menuda anotomía y pepitoria. Sola Leonora callaba y le miraba, y le iba pareciendo de mejor talle que su velado. Leaving the negress behind, the rest all went to the saloon, where they seated themselves on a rich carpet, with Loaysa in the centre of the group. Marialonso took a candle, and began to examine the figure of the musician from bead to foot. Every one had something to say in his commendation: "Oh, what a nice curly head of hair he has!" said one. "What nice teeth!" cried another; "blanched almonds are nothing to them." "What eyes!" exclaimed a third; "so large and full, and so green! By the life of my mother, they look for all the world like emeralds." Leonora alone said not a word; but as she looked at the maestro, she could not help thinking that he was better looking than her good man.
En esto, la dueña tomó la guitarra, que tenía el negro, y se la puso en las manos de Loaysa, rogándole que la tocase y que cantase unas coplillas que entonces andaban muy validas en Sevilla, que decían: madre, la mi madre, guardas me ponéis. Cumplióle Loaysa su deseo. Levantáronse todas y se comenzaron a hacer pedazos bailando. Sabía la dueña las coplas, y cantólas con más gusto que buena voz; y fueron éstas: Presently the dueña took the guitar out of the negro′s hands, and putting it into Loaysa′s, begged he would sing to it a villanetta then in high fashion at Seville. He complied; the women all jumped up, and began to dance; whilst the dueña sang the words of the song with more good will than good voice.
Madre, la mi madre,
Guardas me ponéis,
Que si yo no me guardo,
No me guardaréis.
Close you watch me, mother mine,
Watch me, and immure me:
Don′t you know without my help
You can not secure me?
Dicen que está escrito,
Y con gran razón,
Ser la privación
Causa de apetito;
Crece en infinito
Encerrado amor,
Por eso es mejor,
Que no me encerréis,
Que si yo, etc.
Appetite, ′tis said with truth,
By privation groweth;
Thwarted love, like flame confined,
All the fiercer gloweth.
Better therefore ′twere, methinks,
You should not immure me:
Don′t you know without my help
You can not secure me?
Close you watch me, &c.
Si la voluntad
Por sí no se guarda,
No la harán guarda
Miedo o calidad;
Romperá, en verdad,
Por la misma muerte,
Hasta hallar la suerte
Que vos no entendéis,
Que si yo, etc.
Moths will to the taper fly,
Bees on flowers will cluster;
Keep a loving maid who can
From love′s golden lustre!
Fear you lest that beacon light
From your arms should lure me?
Well I know without my help
You can not secure me.
Close you watch me, &c.
Quien tiene costumbre
De ser amorosa,
Como mariposa
Se irá tras su lumbre,
Aunque muchedumbre
De guardas le ponga,
Y aunque más propongan
De hacer lo que hacéis,
Que si yo, etc.
There′s a way where there′s a will:
Keep the will from straying.
Wayward hearts will have their fling,
Spite of all gainsaying.
If you′d have me very good,
Don′t be hard on poor me;
Sure I am without, my help
You can not secure me.
Close you watch me, &c.
Es de tal manera
La fuerza amorosa,
Que a la más hermosa
La vuelve en quimera;
El pecho de cera,
De fuego la gana
Las manos de lana,
De fieltro los pies,
Que si yo no me guardo
Mal me guardaréis.
Al fin llegaban de su canto y baile el corro de las mozas, guiado por la buena dueña, cuando llegó Guiomar, la centinela, toda turbada, hiriendo de pie y de mano como si tuviera alferecía; y, con voz entre ronca y baja, dijo: The song and the dance were just ended, when in rushed Guiomar in wild affright, gesticulating as if she was in a fit, and in a voice between a croak and a whisper, she stammered out,
¡Despierto señor, señora; y, señora, despierto señor, y levantas y viene! "Master wake, señora; señora, master wake: him getting up, and coming."
Quien ha visto banda de palomas estar comiendo en el campo, sin miedo, lo que ajenas manos sembraron, que al furioso estrépito de disparada escopeta se azora y levanta, y, olvidada del pasto, confusa y atónita, cruza por los aires, tal se imagine que quedó la banda y corro de las bailadoras, pasmadas y temerosas, oyendo la no esperada nueva que Guiomar había traído; y, procurando cada una su disculpa y todas juntas su remedio, cuál por una y cuál por otra parte, se fueron a esconder por los desvanes y rincones de la casa, dejando solo al músico; el cual, dejando la guitarra y el canto, lleno de turbación, no sabía qué hacerse. Whoever has seen a flock of pigeons feeding tranquilly in the field, and has marked the fear and confusion with which they take flight at the terrible sound of the gun, may picture to himself the fluttering dismay of the dancers at the unexpected news blurted out by Guiomar. Off they ran in all directions, leaving the musico in the lurch, and in a pitiable state of perplexity.
Torcía Leonora sus hermosas manos; abofeteábase el rostro, aunque blandamente, la señora Marialonso. En fin, todo era confusión, sobresalto y miedo. Pero la dueña, como más astuta y reportada, dio orden que Loaysa se entrase en un aposento suyo, y que ella y su señora se quedarían en la sala, que no faltaría escusa que dar a su señor si allí las hallase. Leonora wrung her beautiful hands; and the Señora Marialonso beat her face, and tore her hair, but not with great violence. In short, all was panic and confusion; but the dueña, who had more cunning and presence of mind than the rest, directed that Loaysa should go into her own room, whilst she and her mistress remained where they were, never doubting but they should find some excuse or another to put off upon Carrizales.
Escondióse luego Loaysa, y la dueña se puso atenta a escuchar si su amo venía; y, no sintiendo rumor alguno, cobró ánimo, y poco a poco, paso ante paso, se fue llegando al aposento donde su señor dormía y oyó que roncaba como primero; y, asegurada de que dormía, alzó las faldas y volvió corriendo a pedir albricias a su señora del sueño de su amo, la cual se las mandó de muy entera voluntad. Loaysa hid himself, and the dueña bent her ear to listen for her master′s footsteps; but hearing nothing, she took courage by degrees, and stealing on tip-toe to his bed-room, she found him snoring there as soundly as ever.
No quiso la buena dueña perder la coyuntura que la suerte le ofrecía de gozar, primero que todas, las gracias que ésta se imaginaba que debía tener el músico; y así, diciéndole a Leonora que esperase en la sala, en tanto que iba a llamarlo, la dejó y se entró donde él estaba, no menos confuso que pensativo, esperando las nuevas de lo que hacía el viejo untado. Maldecía la falsedad del ungÜento, y quejábase de la credulidad de sus amigos y del poco advertimiento que había tenido en no hacer primero la experiencia en otro antes de hacerla en Carrizales. Back she ran, at her best speed, to gladden her mistress′s heart with the joyful intelligence; and then discreetly resolving not to lose so lucky an opportunity of being the first to enjoy the good graces of the musico, she told Leonora to wait there whilst she went and called him. Hastily entering the room where he was concealed, she found him sorely discomfited by the untoward issue of his adventure, cursing the inefficiency of the ointment, the credulity of his friends, and his own want of forethought in not making an experiment with the ointment on some other person before he tried its effect on Carrizales.
En esto, llegó la dueña y le aseguró que el viejo dormía a más y mejor; sosegó el pecho y estuvo atento a muchas palabras amorosas que Marialonso le dijo, de las cuales coligió la mala intención suya, y propuso en sí de ponerla por anzuelo para pescar a su señora. Y, estando los dos en sus pláticas, las demás criadas, que estaban escondidas por diversas partes de la casa, una de aquí y otra de allí, volvieron a ver si era verdad que su amo había despertado; y, viendo que todo estaba sepultado en silencio, llegaron a la sala donde habían dejado a su señora, de la cual supieron el sueño de su amo; y, preguntándole por el músico y por la dueña, les dijo dónde estaban, y todas, con el mismo silencio que habían traído, se llegaron a escuchar por entre las puertas lo que entrambos trataban. But when the dueña assured him that the old man was sleeping as soundly as ever, there was an end to all his uneasiness, and he lent a complacent ear to the very liquorish language in which Marialonso addressed him. "Oho," said he to himself, "that′s what you would be at, is it? Well, you will do capitally as a bait to fish with for your lady." Whilst this tête-à-tête was pending, the rest of the women had one by one crept out of their several hiding-places, to see if it was true that their master was awake; and finding all still in the house, they returned to the saloon where they had left their mistress. Having learnt from her that the alarm had been a false one, they asked what had become of the musico and the dueña. Leonora told them that Marialonso had gone to fetch the maestro, whereupon they all stole out of the room as noiselessly as they had entered it, and set themselves to listen at the door to what was passing between the pair.
No faltó de la junta Guiomar, la negra; el negro sí, porque, así como oyó que su amo había despertado, se abrazó con su guitarra y se fue a esconder en su pajar, y, cubierto con la manta de su pobre cama, sudaba y trasudaba de miedo; y, con todo eso, no dejaba de tentar las cuerdas de la guitarra: tanta era (encomendado él sea a Satanás) la afición que tenía a la música. Guiomar was one of the party, but the negro was not among them; for upon the first alarm he had run off, hugging his guitar, and hid himself in his loft, where he lay huddled up under the bed-clothes, sweating with terror; in spite of which he could not forbear from tinkling the guitar from time to time, so inordinate—may Satanas confound him!—was his love of music.
Entreoyeron las mozas los requiebros de la vieja, y cada una le dijo el nombre de las Pascuas: ninguna la llamó vieja que no fuese con su epítecto y adjetivo de hechicera y de barbuda, de antojadiza y de otros que por buen respecto se callan; pero lo que más risa causara a quien entonces las oyera eran las razones de Guiomar, la negra, que por ser portuguesa y no muy ladina, era extraña la gracia con que la vituperaba. En efeto, la conclusión de la plática de los dos fue que él condecendería con la voluntad della, cuando ella primero le entregase a toda su voluntad a su señora. The soft speeches of the amorous dueña were distinctly heard by the group outside the door; and there was not one of them but bestowed a blessing upon her from the wrong side of the mouth, with the addition of sundry epithets which I had rather not repeat. The result of the confabulation between the pair was that Loaysa would comply with the dueña′s desires, provided that first of all she brought her mistress to consent to his.
Cuesta arriba se le hizo a la dueña ofrecer lo que el músico pedía; pero, a trueco de cumplir el deseo que ya se le había apoderado del alma y de los huesos y médulas del cuerpo, le prometiera los imposibles que pudieran imaginarse. Dejóle y salió a hablar a su señora; y, como vio su puerta rodeada de todas las criadas, les dijo que se recogiesen a sus aposentos, que otra noche habría lugar para gozar con menos o con ningún sobresalto del músico, que ya aquella noche el alboroto les había aguado el gusto. It cost the dueña something to subscribe to these conditions; but, after all, there was nothing she would not have done to compass the gratification of the desires that had laid hold on her soul and body, and were undermining her very bones and marrow. The bargain was struck; and quitting the room to go and speak to her mistress, she found all the rest of the women assembled round the door. Putting a bold face on the matter, she bade them all go to bed, and next night they should be able to enjoy themselves without any such false alarm as had spoiled their sport for that time.
Bien entendieron todas que la vieja se quería quedar sola, pero no pudieron dejar de obedecerla, porque las mandaba a todas. Fuéronse las criadas y ella acudió a la sala a persuadir a Leonora acudiese a la voluntad de Loaysa, con una larga y tan concertada arenga, que pareció que de muchos días la tenía estudiada. Encarecióle su gentileza, su valor, su donaire y sus muchas gracias. Pintóle de cuánto más gusto le serían los abrazos del amante mozo que los del marido viejo, asegurándole el secreto y la duración del deleite, con otras cosas semejantes a éstas, que el demonio le puso en la lengua, llenas de colores retóricos, tan demonstrativos y eficaces, que movieran no sólo el corazón tierno y poco advertido de la simple e incauta Leonora, sino el de un endurecido mármol. ¡Oh dueñas, nacidas y usadas en el mundo para perdición de mil recatadas y buenas intenciones! ¡Oh, luengas y repulgadas tocas, escogidas para autorizar las salas y los estrados de señoras principales, y cuán al revés de lo que debíades usáis de vuestro casi ya forzoso oficio! En fin, tanto dijo la dueña, tanto persuadió la dueña, que Leonora se rindió, Leonora se engañó y Leonora se perdió, dando en tierra con todas las prevenciones del discreto Carrizales, que dormía el sueño de la muerte de su honra. The women all knew well that the old dueña only wanted to be left alone; but they could not help obeying her, for she had command over them all. Having got rid of the servants, the dueña went back to the saloon, and began to exercise her powers of persuasion upon Leonora. She made her a long and plausible harangue, so well put together that one might have supposed she had composed it beforehand. She extolled the good looks of the gentle musico, the elegance of his manners, his wondrous suavity, and his countless other good qualities; represented how infinitely more agreeable must be the caresses of such a charming young gallant than those of the old husband; assured her the affair would never be discovered, and plied her with a thousand other arguments which the devil put into her mouth, all so specious and so artfully coloured, that they might have beguiled the firmest mind, much more that of a being so artless and unwary as poor Leonora. O dueñas, born and used for the perdition of thousands of modest, virtuous beings! O ye long plaited coifs, chosen to impart an air of grave decorum to the salas of noble ladies, how do you reverse the functions of your perhaps needful office! In fine, the dueña talked with such effect, that Leonora consented to her own undoing, and to that of all the precautions of the wary Carrizales, whose sleep was the death of his honour.
Tomó Marialonso por la mano a su señora, y, casi por fuerza, preñados de lágrimas los ojos, la llevó donde Loaysa estaba; y, echándoles la bendición con una risa falsa de demonio, cerrando tras sí la puerta, los dejó encerrados, y ella se puso a dormir en el estrado, o, por mejor decir, a esperar su contento de recudida. Pero, como el desvelo de las pasadas noches la venciese, se quedó dormida en el estrado. Marialonso took her mistress by the hand, led the weeping lady almost by force to Loaysa, and wishing them much joy with a diabolical leer, she left them both shut in together, and laid herself down in the saloon to sleep, or rather to await the reward she had earned. Overcome, however, by the loss of rest on two successive nights, she could not keep her eyes open, but fell fast asleep on the carpet.
Bueno fuera en esta sazón preguntar a Carrizales, a no saber que dormía, que adónde estaban sus advertidos recatos, sus recelos, sus advertimientos, sus persuasiones, los altos muros de su casa, el no haber entrado en ella, ni aun en sombra, alguien que tuviese nombre de varón, el torno estrecho, las gruesas paredes, las ventanas sin luz, el encerramiento notable, la gran dote en que a Leonora había dotado, los regalos continuos que la hacía, el buen tratamiento de sus criadas y esclavas; el no faltar un punto a todo aquello que él imaginaba que habían menester, que podían desear,... Pero ya queda dicho que no había que preguntárselo, porque dormía más de aquello que fuera menester; y si él lo oyera y acaso respondiera, no podía dar mejor respuesta que encoger los hombros y enarcar las cejas y decir: ′′¡Todo aqueso derribó por los fundamentos la astucia, a lo que yo creo, de un mozo holgazán y vicioso, y la malicia de una falsa dueña, con la inadvertencia de una muchacha rogada y persuadida!′′ Libre Dios a cada uno de tales enemigos, contra los cuales no hay escudo de prudencia que defienda ni espada de recato que corte. And now, if we did not know that Carrizales was asleep, it would not be amiss to ask him, where now were all his jealous cares and precautions? What now availed the lofty walls of his house, and the exclusion from it of every male creature? What had he gained by his turning-box, his thick walls, his stopped up windows, the enormously strict seclusion to which he had doomed his family, the large jointure he had settled on Leonora, the presents he was continually making her, his liberal treatment of her attendants, and his unfailing alacrity in supplying them with everything he imagined they could want or wish for? But as we have said, he was asleep. Had he been awake, and disposed to reply, he could not have given a better answer than by saying, as he shrugged his shoulders and arched his eyebrows, that all this had been brought to nought by the craft of an idle and vicious young man, and the wickedness of a faithless dueña, working upon the weakness of an artless and inexperienced girl. Heaven save us all from such enemies as these, against whom the shield of prudence and the sword of vigilance are alike impotent to defend us!
Pero, con todo esto, el valor de Leonora fue tal, que, en el tiempo que más le convenía, le mostró contra las fuerzas villanas de su astuto engañador, pues no fueron bastantes a vencerla, y él se cansó en balde, y ella quedó vencedora y entrambos dormidos. Y, en esto, ordenó el cielo que, a pesar del ungÜento, Carrizales despertase, y, como tenía de costumbre, tentó la cama por todas partes; y, no hallando en ella a su querida esposa, saltó de la cama despavorido y atónito, con más ligereza y denuedo que sus muchos años prometían. Y cuando en el aposento no halló a su esposa, y le vio abierto y que le faltaba la llave de entre los colchones, pensó perder el juicio. Pero, reportándose un poco, salió al corredor, y de allí, andando pie ante pie por no ser sentido, llegó a la sala donde la dueña dormía; y, viéndola sola, sin Leonora, fue al aposento de la dueña, y, abriendo la puerta muy quedo, vio lo que nunca quisiera haber visto, vio lo que diera por bien empleado no tener ojos para verlo: vio a Leonora en brazos de Loaysa, durmiendo tan a sueño suelto como si en ellos obrara la virtud del ungÜento y no en el celoso anciano. Such, nevertheless, was Leonora′s rectitude, and so opportunely did she manifest it, that all the villanous arts of the crafty seducer were of no avail; till both of them, wearied by the contest, the baffled tempter and the victorious defender of her own chastity, fell asleep almost at the moment when it pleased Heaven that Carrizales should awake in spite of the ointment. As usual he felt all about the bed, and not finding his dear wife in it, he jumped up in the utmost consternation, and with strange agility for a man of his years. He looked all over the room for her, and when he found the door open, and the key gone from between the mattresses, he was nearly distracted. Recovering himself a little, he went out into the gallery, stole softly thence to the saloon, where the dueña was asleep, and seeing no Leonora there, he went to the dueña′s own room, opened the door gently, and beheld Leonora in Loaysa′s arms, and both of them looking as if the soporific ointment was exerting its influence over themselves instead of upon the jealous husband.
Sin pulsos quedó Carrizales con la amarga vista de lo que miraba; la voz se le pegó a la garganta, los brazos se le cayeron de desmayo, y quedó hecho una estatua de mármol frío; y, aunque la cólera hizo su natural oficio, avivándole los casi muertos espíritus, pudo tanto el dolor, que no le dejó tomar aliento. Y, con todo eso, tomara la venganza que aquella grande maldad requería si se hallara con armas para poder tomarla; y así, determinó volverse a su aposento a tomar una daga y volver a sacar las manchas de su honra con sangre de sus dos enemigos, y aun con toda aquella de toda la gente de su casa. Con esta determinación honrosa y necesaria volvió, con el mismo silencio y recato que había venido, a su estancia, donde le apretó el corazón tanto el dolor y la angustia que, sin ser poderoso a otra cosa, se dejó caer desmayado sobre el lecho. Carrizales was petrified with horror; his voice stuck in his throat; his arms fell powerless by his sides, and his feet seemed rooted to the ground; and though the fierce revulsion of his wrath presently aroused his torpid senses, he yet could scarcely breathe, so intense was his anguish. Thirsting for vengeance as terrible as his monstrous wrong, but having no weapon at hand, he returned to his chamber as stealthily as he had quitted it, in search of a dagger, with which he would wash out the stain cast upon his honour in the blood of the guilty pair, and then massacre his whole household; but he had no sooner reached his room than his grief again overpowered him, and he fell senseless on the bed.
Llegóse en esto el día, y cogió a los nuevos adúlteros enlazados en la red de sus brazos. Despertó Marialonso y quiso acudir por lo que, a su parecer, le tocaba; pero, viendo que era tarde, quiso dejarlo para la venidera noche. Alborotóse Leonora, viendo tan entrado el día, y maldijo su descuido y el de la maldita dueña; y las dos, con sobresaltados pasos, fueron donde estaba su esposo, rogando entre dientes al cielo que le hallasen todavía roncando; y, cuando le vieron encima de la cama callando, creyeron que todavía obraba la untura, pues dormía, y con gran regocijo se abrazaron la una a la otra. Llegóse Leonora a su marido, y asiéndole de un brazo le volvió de un lado a otro, por ver si despertaba sin ponerles en necesidad de lavarle con vinagre, como decían era menester para que en sí volviese. Pero con el movimiento volvió Carrizales de su desmayo, y, dando un profundo suspiro, con una voz lamentable y desmayada dijo: Day broke now, and found Leonora still in the arms of Loaysa. Marialonso awoke, and thinking it time to receive what she counted was due to her, she awoke Leonora, who was shocked to find it so late, and bitterly accused her own imprudence and the dueña′s negligence. With trembling steps the two women crept up to Felipe′s bedroom, praying inwardly to Heaven that they might find him still snoring; and when they saw him lying on the bed, apparently asleep, they made no doubt that he was still under the effect of the opiate, and embraced each other in a transport of joy. Leonora went up to her husband, and taking him by the arm, turned him over on his side to see if he would wake without their being obliged to wash him with vinegar according to the directions given with the ointment; but the movement roused Carrizales from his swoon, and heaving a deep sigh, he ejaculated in a faint and piteous tone,
¡Desdichado de mí, y a qué tristes términos me ha traído mi fortuna! "Miserable man that I am! to what a woeful pass I am come!"
No entendió bien Leonora lo que dijo su esposo; mas, como le vio despierto y que hablaba, admirada de ver que la virtud del ungÜento no duraba tanto como habían significado, se llegó a él, y, poniendo su rostro con el suyo, teniéndole estrechamente abrazado, le dijo: Leonora did not distinctly hear what her husband said; but seeing with surprise that the effect of the opiate was not so lasting as she had been led to expect, she bent over him, put her cheek to his, and pressing him closely in her arms, said,
¿Qué tenéis, señor mío, que me parece que os estáis quejando? "What ails you, dear señor? You seem to be complaining?"
Oyó la voz de la dulce enemiga suya el desdichado viejo, y, abriendo los ojos desencasadamente, como atónito y embelesado, los puso en ella, y con grande ahínco, sin mover pestaña, la estuvo mirando una gran pieza, al cabo de la cual le dijo: Carrizales opened his eyes to their utmost width, and turning them full upon her, stared at her a long while with a look of profound amazement. At last he said,
Hacedme placer, señora, que luego luego enviéis a llamar a vuestros padres de mi parte, porque siento no sé qué en el corazón que me da grandísima fatiga, y temo que brevemente me ha de quitar la vida, y querríalos ver antes que me muriese. "Do me the pleasure, señora, to send instantly for your parents in my name, and ask them to come hither, for I feel something at my heart which distresses me exceedingly. I fear I have but a short time to live, and I should like to see them before I die."
Sin duda creyó Leonora ser verdad lo que su marido le decía, pensando antes que la fortaleza del ungÜento, y no lo que había visto, le tenía en aquel trance; y, respondiéndole que haría lo que la mandaba, mandó al negro que luego al punto fuese a llamar a sus padres, y, abrazándose con su esposo, le hacía las mayores caricias que jamás le había hecho, preguntándole qué era lo que sentía, con tan tiernas y amorosas palabras, como si fuera la cosa del mundo que más amaba. Él la miraba con el embelesamiento que se ha dicho, siéndole cada palabra o caricia que le hacía una lanzada que le atravesaba el alma. Leonora immediately despatched the negro with this message to her parents. She fully believed what her husband had told her, and attributing his danger to the violence of the opiate instead of to its real cause, she put her arms round his neck, caressed him more fondly than ever she had done before, and inquired how he felt, with such tender solicitude, as if she loved him above everything in the world; while he, on the other hand, continued to gaze upon her with the same unvarying look of astonishment, every endearing word or caress of hers being like a dagger to his heart.
Ya la dueña había dicho a la gente de casa y a Loaysa la enfermedad de su amo, encareciéndoles que debía de ser de momento, pues se le había olvidado de mandar cerrar las puertas de la calle cuando el negro salió a llamar a los padres de su señora; de la cual embajada asimismo se admiraron, por no haber entrado ninguno dellos en aquella casa después que casaron a su hija. The dueña had, by this time, acquainted Loaysa and the domestics with her master′s illness, which, she remarked, was evidently very serious, since he had forgotten to give orders that the street door should be locked after the negro′s departure to summon her lady′s parents. The message was itself a portentous occurrence, for neither father nor mother had ever set foot within that house since their daughter′s marriage.
En fin, todos andaban callados y suspensos, no dando en la verdad de la causa de la indisposición de su amo; el cual, de rato en rato, tan profunda y dolorosamente suspiraba, que con cada suspiro parecía arrancársele el alma. In short, the whole household was in anxiety, though no one divined the true cause of the old man′s illness. He lay sighing at intervals, so heavily that every sigh seemed like the parting of soul and body.
Lloraba Leonora por verle de aquella suerte, y reíase él con una risa de persona que estaba fuera de sí, considerando la falsedad de sus lágrimas. Leonora wept to see him in such a state, whilst he beheld her feigned tears, as he deemed them, with a bitter smile, that looked like the grin of insanity.
En esto, llegaron los padres de Leonora, y, como hallaron la puerta de la calle y la del patio abiertas y la casa sepultada en silencio y sola, quedaron admirados y con no pequeño sobresalto. Fueron al aposento de su yerno y halláronle, como se ha dicho, siempre clavados los ojos en su esposa, a la cual tenía asida de las manos, derramando los dos muchas lágrimas: ella, con no más ocasión de verlas derramar a su esposo; él, por ver cuán fingidamente ella las derramaba. Leonora′s parents now arrived, and were struck with no little misgivings when they found both entrance doors open and the house all lonely and silent. They went up to their son-in-law′s room, and found him in the posture he had all along maintained, with his eyes immovably fixed on his wife, whom he held by the hands, whilst both were in tears; she, because she saw his flow, and he at seeing how deceitfully she wept.
Así como sus padres entraron, habló Carrizales, y dijo: Siéntense aquí vuesas mercedes, y todos los demás dejen desocupado este aposento, y sólo quede la señora Marialonso. Hiciéronlo así; y, quedando solos los cinco, sin esperar que otro hablase, con sosegada voz, limpiándose los ojos, desta manera dijo Carrizales: As soon as they entered the room, Carrizales begged them to be seated, ordered all the domestics to withdraw except Marialonso, then wiped his eyes, and with a calm voice and an air of perfect composure addressed them thus:—
Bien seguro estoy, padres y señores míos, que no será menester traeros testigos para que me creáis una verdad que quiero deciros. Bien se os debe acordar (que no es posible se os haya caído de la memoria) con cuánto amor, con cuán buenas entrañas, hace hoy un año, un mes, cinco días y nueve horas que me entregastes a vuestra querida hija por legítima mujer mía. También sabéis con cuánta liberalidad la doté, pues fue tal la dote, que más de tres de su misma calidad se pudieran casar con opinión de ricas. Asimismo, se os debe acordar la diligencia que puse en vestirla y adornarla de todo aquello que ella se acertó a desear y yo alcancé a saber que le convenía. Ni más ni menos habéis visto, señores, cómo, llevado de mi natural condición y temeroso del mal de que, sin duda, he de morir, y experimentado por mi mucha edad en los estraños y varios acaescimientos del mundo, quise guardar esta joya, que yo escogí y vosotros me distes, con el mayor recato que me fue posible. Alcé las murallas desta casa, quité la vista a las ventanas de la calle, doblé las cerraduras de las puertas, púsele torno como a monasterio; desterré perpetuamente della todo aquello que sombra o nombre de varón tuviese. Dile criadas y esclavas que la sirviesen, ni les negué a ellas ni a ella cuanto quisieron pedirme; hícela mi igual, comuniquéle mis más secretos pensamientos, entreguéla toda mi hacienda. Todas éstas eran obras para que, si bien lo considerara, yo viviera seguro de gozar sin sobresalto lo que tanto me había costado y ella procurara no darme ocasión a que ningún género de temor celoso entrara en mi pensamiento. Mas, como no se puede prevenir con diligencia humana el castigo que la voluntad divina quiere dar a los que en ella no ponen del todo en todo sus deseos y esperanzas, no es mucho que yo quede defraudado en las mías, y que yo mismo haya sido el fabricador del veneno que me va quitando la vida. Pero, porque veo la suspensión en que todos estáis, colgados de las palabras de mi boca, quiero concluir los largos preámbulos desta plática con deciros en una palabra lo que no es posible decirse en millares dellas. Digo, pues, señores, que todo lo que he dicho y hecho ha parado en que esta madrugada hallé a ésta, nacida en el mundo para perdición de mi sosiego y fin de mi vida (y esto, señalando a su esposa), en los brazos de un gallardo mancebo, que en la estancia desta pestífera dueña ahora está encerrado. ** "I am sure, my respected father and mother-in-law, I need no other witnesses than yourselves to the truth of what I have now to say to you in the first place. You must well remember with how much love and what tender affection I received your daughter when you bestowed her upon me one year, one month, five days, and nine hours ago, as my lawful wife. You know, also, with what liberality I behaved to her, for the settlement I made upon her would have been more than enough to furnish three young ladies of her quality with handsome marriage portions. You must remember the pains I took to dress and adorn her with everything she could desire or I could think of as suitable to her. It is known to you likewise how, prompted by my natural disposition, fearful of the evil to which I shall surely owe my death, and taught by the experience of a long life to be on my guard against the many strange chances that occur in life, I sought to guard this jewel which I had chosen and you had bestowed upon me, with all possible care and caution. I raised the walls of this house higher, blocked up all the windows that looked on the street, doubled the locks of the doors, set up a turning-box as in a nunnery, and perpetually banished from my dwelling every vestige of the male sex. I gave my wife female servants and slaves to wait upon her: I denied neither her nor them anything they chose to ask of me. I made her my equal, communicated my most secret thoughts to her, and put my whole property at her disposal. Having done all this, I thought I might fairly expect to enjoy securely what had cost me so much, and that it would be her care not to afford me cause for conceiving any kind of jealous fear whatever. But it is not within the power of human efforts to prevent the chastisement which Heaven is pleased to inflict on those who do not rest their whole hopes and desires upon it alone. No wonder then if mine have been deceived, and I have myself prepared the poison of which I am now dying. But I see how anxiously you hang upon the words of my mouth. I will therefore keep you no longer in suspense, but conclude this long preamble by telling you, in one word, what no words were adequate to describe, were I to speak for ever. This morning I found this woman," (here he pointed to his wife,) "who was born for the ruin of my peace and the destruction of my life, in the arms of a young gallant, who is now shut up in the bed-chamber of this pestilent dueña."
Apenas acabó estas últimas palabras Carrizales, cuando a Leonora se le cubrió el corazón, y en las mismas rodillas de su marido se cayó desmayada. Perdió la color Marialonso, y a las gargantas de los padres de Leonora se les atravesó un nudo que no les dejaba hablar palabra. Pero, prosiguiendo adelante Carrizales, dijo: Carrizales had no sooner uttered these words than Leonora swooned, and fell with her head upon his lap. Marialonso turned as white as ashes, and Leonora′s parents were so astounded that they could not utter a word. After a short pause, Carrizales continued thus:—
La venganza que pienso tomar desta afrenta no es, ni ha de ser, de las que ordinariamente suelen tomarse, pues quiero que, así como yo fui estremado en lo que hice, así sea la venganza que tomaré, tomándola de mí mismo como del más culpado en este delito; que debiera considerar que mal podían estar ni compadecerse en uno los quince años desta muchacha con los casi ochenta míos. Yo fui el que, como el gusano de seda, me fabriqué la casa donde muriese, y a ti no te culpo, ¡oh niña mal aconsejada! (y, diciendo esto, se inclinó y besó el rostro de la desmayada Leonora). No te culpo, digo, porque persuasiones de viejas taimadas y requiebros de mozos enamorados fácilmente vencen y triunfan del poco ingenio que los pocos años encierran. Mas, porque todo el mundo vea el valor de los quilates de la voluntad y fe con que te quise, en este último trance de mi vida quiero mostrarlo de modo que quede en el mundo por ejemplo, si no de bondad, al menos de simplicidad jamás oída ni vista; y así, quiero que se traiga luego aquí un escribano, para hacer de nuevo mi testamento, en el cual mandaré doblar la dote a Leonora y le rogaré que, después de mis días, que serán bien breves, disponga su voluntad, pues lo podrá hacer sin fuerza, a casarse con aquel mozo, a quien nunca ofendieron las canas deste lastimado viejo; y así verá que, si viviendo jamás salí un punto de lo que pude pensar ser su gusto, en la muerte hago lo mismo, y quiero que le tenga con el que ella debe de querer tanto. La demás hacienda mandaré a otras obras pías; y a vosotros, señores míos, dejaré con que podáis vivir honradamente lo que de la vida os queda. La venida del escribano sea luego, porque la pasión que tengo me aprieta de manera que, a más andar, me va acortando los pasos de la vida. "The vengeance I intend to take for this outrage shall be no common one. As I have been singular in all my other actions, so will I be in this. My vengeance shall fall upon myself, as the person most culpable of all, for I ought to have considered how ill this girl′s fifteen years could assort with my threescore and ten. I have been like the silkworm, which builds itself a house in which it must die. I do not reproach you, misguided girl"—here he bent down and kissed his still insensible wife—"for the persuasions of a wicked old woman, and the wheedling tongue of an amorous youth, easily prevail over the little wit of a green girl; but that all the world may see how strong and how true was the love I bore you, I shall give such a proof of it here on my death-bed, as the world has never seen or heard of;—one that shall remain an unparalleled example, if not of goodness, at least of singleness of heart. I desire that a notary be immediately sent for to make my will, wherein I will double Leonora′s jointure, and recommend her, after my death, which will not be long delayed, to marry that young man whom these gray hairs have never offended. Thus she will see that, as in life I never departed in the slightest particular from what I thought could please her, so I wish her to be happy when I am no more, and to be united to him whom she must love so much. The rest of my fortune I will bequeath to pious uses, after leaving to you both wherewith to live honourably for the rest of your days. Let the notary come instantly, for the anguish I am now suffering is such that, if it continues, my time here will be very short."
Esto dicho, le sobrevino un terrible desmayo, y se dejó caer tan junto de Leonora, que se juntaron los rostros: ¡estraño y triste espectáculo para los padres, que a su querida hija y a su amado yerno miraban! No quiso la mala dueña esperar a las reprehensiones que pensó le darían los padres de su señora; y así, se salió del aposento y fue a decir a Loaysa todo lo que pasaba, aconsejándole que luego al punto se fuese de aquella casa, que ella tendría cuidado de avisarle con el negro lo que sucediese, pues ya no había puertas ni llaves que lo impidiesen. Admiróse Loaysa con tales nuevas, y, tomando el consejo, volvió a vestirse como pobre, y fuese a dar cuenta a sus amigos del estraño y nunca visto suceso de sus amores. Here Carrizales was seized with a terrible swoon, and sank down so close to Leonora that their faces touched. During this scene the dueña stole out of the room, and went to apprize Loaysa of all that had happened. She advised him to quit the house immediately, and she would take care to keep him informed of all that was going on, for there were no locked doors now to hinder her from sending the negro to him whenever it was necessary. Astounded at this news, Loaysa took her advice, put on his beggar′s rags again, and went away to make known to his friends the strange issue of his amour.
En tanto, pues, que los dos estaban transportados, el padre de Leonora envió a llamar a un escribano amigo suyo, el cual vino a tiempo que ya habían vuelto hija y yerno en su acuerdo. Hizo Carrizales su testamento en la manera que había dicho, sin declarar el yerro de Leonora, más de que por buenos respectos le pedía y rogaba se casase, si acaso él muriese, con aquel mancebo que él la había dicho en secreto. Cuando esto oyó Leonora, se arrojó a los pies de su marido y, saltándole el corazón en el pecho, le dijo: Leonora′s father, meanwhile, sent for a notary, who arrived soon after both husband and wife had recovered their senses. Carrizales made his will in the manner he had stated, without saying anything of his wife′s transgressions; he only declared that, for good reasons, he advised, and begged her to marry, should he die, that young man of whom he had spoken to her in private. When Leonora heard this, she threw herself at her husband′s feet, and cried, while her heart throbbed as if it would burst,
Vivid vos muchos años, mi señor y mi bien todo, que, puesto caso que no estáis obligado a creerme ninguna cosa de las que os dijere, sabed que no os he ofendido sino con el pensamiento. "Long may you live, my lord and my only joy; for though you may not believe a word I say, indeed, indeed I have not offended you, except in thought."
Y, comenzando a disculparse y a contar por extenso la verdad del caso, no pudo mover la lengua y volvió a desmayarse. Abrazóla así desmayada el lastimado viejo; abrazáronla sus padres; lloraron todos tan amargamente, que obligaron y aun forzaron a que en ellas les acompañase el escribano que hacía el testamento, en el cual dejó de comer a todas las criadas de casa, horras las esclavas y el negro, y a la falsa de Marialonso no le mandó otra cosa que la paga de su salario; mas, sea lo que fuere, el dolor le apretó de manera que al seteno día le llevaron a la sepultura. More she would have said, but when she attempted to exculpate herself by a full statement of what had really occurred, her tongue failed her, and she fainted away a second time. The poor old man embraced her as she lay; so, too, did her parents—all three weeping bitterly; and even the notary could not refrain from tears. Carrizales gave the negro and the other slaves their liberty, and left all the servants enough to maintain them; the perfidious Marialonso alone was to have nothing beyond the arrears of her wages. Seven days afterwards Carrizales was laid in his grave.
Quedó Leonora viuda, llorosa y rica; y cuando Loaysa esperaba que cumpliese lo que ya él sabía que su marido en su testamento dejaba mandado, vio que dentro de una semana se entró monja en uno de los más recogidos monasterios de la ciudad. Él, despechado y casi corri-do, se pasó a las Indias. Quedaron los padres de Leonora tristísimos, aunque se consolaron con lo que su yerno les había dejado y mandado por su testamento. Las criadas se consolaron con lo mismo, y las esclavas y esclavo con la libertad; y la malvada de la dueña, pobre y defraudada de todos sus malos pensamientos. Leonora remained a mourning though wealthy widow; and whilst Loaysa expected that she would fulfil the desire which he knew her husband had expressed in his will, he learned that within a week she had become a nun in one of the most austere and rigid convents in all Seville. Mortified by this disappointment, he left the country and went to the Indies. Leonora′s father and mother were deeply grieved, but found consolation in the wealth which their son-in-law had bequeathed them. The two damsels likewise consoled themselves, as did the negro and the female slaves, the former being well provided for, and the latter having obtained their freedom; the wicked dueña alone was left to digest, in poverty, the frustration of her base schemes.
Y yo quedé con el deseo de llegar al fin deste suceso: ejemplo y espejo de lo poco que hay que fiar de llaves, tornos y paredes cuando queda la voluntad libre; y de lo menos que hay que confiar de verdes y pocos años, si les andan al oído exhortaciones destas dueñas de monjil negro y tendido, y tocas blancas y luengas. Sólo no sé qué fue la causa que Leonora no puso más ahínco en desculparse, y dar a entender a su celoso marido cuán limpia y sin ofensa había quedado en aquel suceso; pero la turbación le ató la lengua, y la priesa que se dio a morir su marido no dio lugar a su disculpa. For my part I was long possessed with the desire to complete this story, which so signally exemplifies the little reliance that can be put in locks, turning-boxes, and walls, whilst the will remains free; and the still less reason there is to trust the innocence and simplicity of youth, if its ear be exposed to the suggestions of your demure dueñas, whose virtue consists in their long black gowns and their formal white hoods. Only I know not why it was that Leonora did not persist in exculpating herself, and explaining to her jealous husband how guiltless she had been in the whole of that unhappy business. But her extreme agitation paralysed her tongue at the moment, and the haste which her husband made to die, left her without another opportunity to complete her justification.