"Emma"









III. CHAPTER XII



CAPÍTULO XLVIII

Till now that she was threatened with its loss, Emma had never known how much of her happiness depended on being first with Mr. Knightley, first in interest and affection.—Satisfied that it was so, and feeling it her due, she had enjoyed it without reflection; and only in the dread of being supplanted, found how inexpressibly important it had been.—Long, very long, she felt she had been first; for, having no female connexions of his own, there had been only Isabella whose claims could be compared with hers, and she had always known exactly how far he loved and esteemed Isabella. She had herself been first with him for many years past. She had not deserved it; she had often been negligent or perverse, slighting his advice, or even wilfully opposing him, insensible of half his merits, and quarrelling with him because he would not acknowledge her false and insolent estimate of her own—but still, from family attachment and habit, and thorough excellence of mind, he had loved her, and watched over her from a girl, with an endeavour to improve her, and an anxiety for her doing right, which no other creature had at all shared. In spite of all her faults, she knew she was dear to him; might she not say, very dear?—When the suggestions of hope, however, which must follow here, presented themselves, she could not presume to indulge them. Harriet Smith might think herself not unworthy of being peculiarly, exclusively, passionately loved by Mr. Knightley. She could not. She could not flatter herself with any idea of blindness in his attachment to her. She had received a very recent proof of its impartiality.—How shocked had he been by her behaviour to Miss Bates! How directly, how strongly had he expressed himself to her on the subject!—Not too strongly for the offence—but far, far too strongly to issue from any feeling softer than upright justice and clear-sighted goodwill.—She had no hope, nothing to deserve the name of hope, that he could have that sort of affection for herself which was now in question; but there was a hope (at times a slight one, at times much stronger,) that Harriet might have deceived herself, and be overrating his regard for her.—Wish it she must, for his sake—be the consequence nothing to herself, but his remaining single all his life. Could she be secure of that, indeed, of his never marrying at all, she believed she should be perfectly satisfied.—Let him but continue the same Mr. Knightley to her and her father, the same Mr. Knightley to all the world; let Donwell and Hartfield lose none of their precious intercourse of friendship and confidence, and her peace would be fully secured.—Marriage, in fact, would not do for her. It would be incompatible with what she owed to her father, and with what she felt for him. Nothing should separate her from her father. She would not marry, even if she were asked by Mr. Knightley. HASTA entonces, en que se veía amenazada de perderlo, Emma nunca se había detenido a pensar en lo mucho que dependía su felicidad del hecho de ser la primera para el señor Knightley, la primera en su interés y en su afecto... Convencida de que era así, y creyendo que era como un derecho suyo, había disfrutado de ello sin pararse a reflexionar; y sólo ante el temor de verse suplantada advirtió lo indeciblemente importante que había sido para ella... Hacía tiempo, mucho tiempo que sabía que era la primera; ya que, al no tener mujeres en su familia, sólo Isabella podía aspirar a compararse con ella, y Emma siempre había sabido exactamente hasta qué punto quería y apreciaba a Isabella. Durante muchos años Emma siempre había sido su amiga favorita. Ella no lo había merecido; a menudo se había mostrado indiferente, e incluso con mala intención, había desdeñado sus consejos y en ocasiones incluso se había opuesto voluntariamente a él, sin reconocer ni la mitad de sus méritos, disputando con él porque se negaba a admitir la falsa e insolente idea que tenía de sí misma... pero, a pesar de todo, por la relación familiar y por la costumbre, y gradas a su espíritu superior, él la había querido, y había velado por ella desde niña con el propósito de que fuera mejor y con un afán de que obrara rectamente que nadie más había compartido con él. A pesar de todos sus defectos, Emma sabía que la quería; acaso podía decir que la quería mucho... Sin embargo, cuando pensaba en las posibilidades del futuro no se veía con ánimos de verlas muy halagÜeñas. Harriet Smith podía considerarse a sí misma digna de ser amada de un modo especial, exclusivamente, apasionadamente por el señor Knightley. Ella no. No podía engañarse a sí misma pensando que él estaba ciego al sentirse interesado por Harriet. Tenía una prueba muy reciente de su imparcialidad... ¡Cómo se había disgustado al ver su proceder con la señorita Bates! ¡De qué modo tan claro y tan enérgico se había expresado sobre aquel caso! No demasiado enérgico si se tenía en cuenta la ofensa... pero sí, con mucho, demasiado enérgico, como para suponer que detrás de aquella actitud había un sentimiento menos rígido que el de una justicia inexorable y una buena voluntad clarividente... No tenía esperanzas, nada que mereciera el nombre de esperanzas de que pudiera sentir por ella aquella clase de afecto en la que ahora pensaba; pero había una esperanza (a veces débil, otras mayor) de que Harriet se hubiese engañado a sí misma y diera al afecto que el señor Knightley sentía por ella más importancia de la que en realidad tenía... debía desear por el bien de su amigo... que ella fuera la única en pagar las consecuencias, pero que siguiera soltero hasta el fin de su vida. Si Emma hubiera estado segura de esto, de que él nunca se iba a casar, estaba convencida de que quedaría totalmente satísfecha... Sólo que siguiera siendo el mismo señor Knightley para ella y para su padre, el mismo señor Knightley para todo el mundo; que Donwell y Hartfield no perdieran nada de su inapreciable trato amistoso y cordial, y la paz de Emma quedaría asegurada para siempre... en realidad el matrimonio no estaba hecho para ella. Sería incompatible con sus deberes para con su padre y con lo que sentía por él. Nada podría separarla de su padre. No se casaría, ni siquiera si se lo pidiese el señor Knightley.
It must be her ardent wish that Harriet might be disappointed; and she hoped, that when able to see them together again, she might at least be able to ascertain what the chances for it were.—She should see them henceforward with the closest observance; and wretchedly as she had hitherto misunderstood even those she was watching, she did not know how to admit that she could be blinded here.—He was expected back every day. The power of observation would be soon given—frightfully soon it appeared when her thoughts were in one course. In the meanwhile, she resolved against seeing Harriet.—It would do neither of them good, it would do the subject no good, to be talking of it farther.—She was resolved not to be convinced, as long as she could doubt, and yet had no authority for opposing Harriet′s confidence. To talk would be only to irritate.—She wrote to her, therefore, kindly, but decisively, to beg that she would not, at present, come to Hartfield; acknowledging it to be her conviction, that all farther confidential discussion of one topic had better be avoided; and hoping, that if a few days were allowed to pass before they met again, except in the company of others—she objected only to a tete-a-tete—they might be able to act as if they had forgotten the conversation of yesterday.—Harriet submitted, and approved, and was grateful. Su más ardiente deseo debía ser que Harriet tuviera una decepción; y confiaba que cuando pudiera volver a verles juntos por lo menos podría conjeturar qué posibilidades habían para ello. A partir de entonces les observaría con la máxima atención; y por desgracia como hasta entonces ni siquiera había sabido comprender a las personas que había estado vigilando, no sabía cómo llegar a admitir que también en aquella ocasión podía equivocarse... Esperaba volver a ver al señor Knightley un día u otro. No tardaría en poder ejercitar sus dotes de observación... incluso le parecía demasiado pronto cuando pensaba en el rumbo que podían tomar las cosas. Entre tanto decidió no volver a ver a Harriet... No beneficiaría a ninguna de las dos ni se sacaría ninguna ventaja de hablar más de aquel asunto... Estaba decidida a no dejarse convencer mientras pudiera dudar, y sin embargo no tenía motivos para oponer a las esperanzas de Harriet. Hablando sólo conseguiría enojarse... Por lo tanto le escribió de un modo amable pero resuelto rogándole que por el momento no fuera por Hartfield; reconociendo de que estaba convencida que era mejor evitar toda nueva discusión confidencial acerca de cierto tema; y diciendo que confiaba que si dejaban pasar unos cuantos días sin verse excepto en compañía de otras personas... sólo se oponía a un tête-à-tête... podrían obrar como si hubiesen olvidado la conversación del día anterior... Harriet se sometió, aprobó la idea y manifestó su gratitud.
This point was just arranged, when a visitor arrived to tear Emma′s thoughts a little from the one subject which had engrossed them, sleeping or waking, the last twenty-four hours—Mrs. Weston, who had been calling on her daughter-in-law elect, and took Hartfield in her way home, almost as much in duty to Emma as in pleasure to herself, to relate all the particulars of so interesting an interview. Apenas acababa de resolver esta cuestión, cuando tuvo una visita que vino a distraerla un poco de aquel único tema en el que había estado pensando tanto dormida como despierta, durante las últimas veinticuatro horas. La señora Weston que había visitado a su futura nuera, al regresar a su casa había decidido pasar por Hartfield considerando como un deber para con Emma y un placer para ella misma el referirle todos los detalles de una entrevista tan interesante.
Mr. Weston had accompanied her to Mrs. Bates′s, and gone through his share of this essential attention most handsomely; but she having then induced Miss Fairfax to join her in an airing, was now returned with much more to say, and much more to say with satisfaction, than a quarter of an hour spent in Mrs. Bates′s parlour, with all the encumbrance of awkward feelings, could have afforded. El señor Weston la había acompañado a casa de la señora Bates, y allí había desempeñado el papel que le correspondía con toda dignidad; pero luego su esposa había convencido a la señorita Fairfax para que salieran juntas a dar un paseo, y ahora volvía con muchas más cosas que contar, y muchas más cosas que contar con satisfacción, de las que un cuarto de hora pasado en el salón de la señora Bates, en la embarazosa situación que allí se hubiera creado, hubiesen podido sugerirle.
A little curiosity Emma had; and she made the most of it while her friend related. Mrs. Weston had set off to pay the visit in a good deal of agitation herself; and in the first place had wished not to go at all at present, to be allowed merely to write to Miss Fairfax instead, and to defer this ceremonious call till a little time had passed, and Mr. Churchill could be reconciled to the engagement′s becoming known; as, considering every thing, she thought such a visit could not be paid without leading to reports:—but Mr. Weston had thought differently; he was extremely anxious to shew his approbation to Miss Fairfax and her family, and did not conceive that any suspicion could be excited by it; or if it were, that it would be of any consequence; for "such things," he observed, "always got about." Emma smiled, and felt that Mr. Weston had very good reason for saying so. They had gone, in short—and very great had been the evident distress and confusion of the lady. She had hardly been able to speak a word, and every look and action had shewn how deeply she was suffering from consciousness. The quiet, heart-felt satisfaction of the old lady, and the rapturous delight of her daughter—who proved even too joyous to talk as usual, had been a gratifying, yet almost an affecting, scene. They were both so truly respectable in their happiness, so disinterested in every sensation; thought so much of Jane; so much of every body, and so little of themselves, that every kindly feeling was at work for them. Miss Fairfax′s recent illness had offered a fair plea for Mrs. Weston to invite her to an airing; she had drawn back and declined at first, but, on being pressed had yielded; and, in the course of their drive, Mrs. Weston had, by gentle encouragement, overcome so much of her embarrassment, as to bring her to converse on the important subject. Apologies for her seemingly ungracious silence in their first reception, and the warmest expressions of the gratitude she was always feeling towards herself and Mr. Weston, must necessarily open the cause; but when these effusions were put by, they had talked a good deal of the present and of the future state of the engagement. Mrs. Weston was convinced that such conversation must be the greatest relief to her companion, pent up within her own mind as every thing had so long been, and was very much pleased with all that she had said on the subject. Emma sentía un poco de curiosidad; y prestó mucha atención a todo lo que le iba contando su amiga. La señora Weston había efectuado aquella visita en un estado de ánimo muy incierto; y al principio había pensado que por el momento era mejor no visitarlas, y conformarse con escribir a la señorita Fairfax aplazando esta ceremoniosa visita hasta que hubiera pasado algún tiempo más, y el señor Churchill accediera a que se hiciese público el compromiso; ya que había que tener en cuenta que en su opinión una visita como aquélla no podía hacerse sin que se diera pábulo a comentarios... Pero el señor Weston pensaba de un modo muy distinto; estaba extraordinariamente ansioso por demostrar a la señorita Fairfax y a su familia que aprobaba la elección de su hijo, y no concebía que aquello pudiese despertar ninguna sospecha; y en caso de ser así, no tendría ninguna importancia; porque «esas cosas», según dijo, «siempre acaban por saberse». Emma sonrió y pensó que el señor Weston tenía muy buenas razones para opinar de este modo. En resumen, que habían ido... encontrándose con que el desconcierto y la turbación de la joven no podía ser mayor. Apenas había podido decir ni una palabra, y todo su aspecto y sus actitudes demostraban que se hallaba profundamente afectada. La serena y cordial satisfacción de la anciana y la entusiástica alegría de su hija, que resultó ser tan intensa que ni siquiera le dejaba hablar tanto como de costumbre, constituyeron en medio de todo un grato espectáculo, casi conmovedor; tan respetable parecía su felicidad, tan desinteresada en sus manifestaciones; pensaban tanto en Jane, tanto en todo el mundo, y tan poco en ellas mismas, que suscitaban los sentimientos más entrañables. La reciente enfermedad de la señorita Fairfax ofreció a la señora Weston una excelente excusa para invitarla a dar un paseo; al principio se había mostrado retraída y había rechazado el ofrecimiento, pero al ver que se insistía, terminó aceptando; y durante aquel paseo en coche la señora Weston, alentándola con palabras llenas de afecto, consiguió vencer su reserva, y hacer que conversaran sobre el tema que a ambas les interesaba más. Jane empezó por excusarse por el silencio poco amable con que había recibido a los dos esposos, y manifestó la enorme gratitud que siempre había sentido por ella y por el señor Weston; pero una vez terminadas estas efusiones, hablaron durante un buen rato del estado presente y futuro de aquel compromiso matrimonial. La señora Weston estaba convencida de que aquella conversación debía constituir un gran alivio para su compañera, que durante tanto tiempo había estado tan encerrada en sí misma, y quedó muy complacida con todo lo que ella le dijo acerca del caso.
"On the misery of what she had suffered, during the concealment of so many months," continued Mrs. Weston, "she was energetic. This was one of her expressions. ′I will not say, that since I entered into the engagement I have not had some happy moments; but I can say, that I have never known the blessing of one tranquil hour:′—and the quivering lip, Emma, which uttered it, was an attestation that I felt at my heart." -Sobre todo lo que había sufrido, ocultándolo durante tantos meses -continuó la señora Weston-, me ha hablado con mucha energía. Una de las cosas que me ha dicho ha sido: «No voy a decir que desde que me prometí con él no haya tenido momentos felices; pero sí que desde entonces no he disfrutado de una sola hora de tranquilidad...» Y al decir esto le temblaban los labios, Emma, y te aseguro que ha sido algo que me ha llegado muy hondo.
"Poor girl!" said Emma. "She thinks herself wrong, then, for having consented to a private engagement?" -¡Pobre muchacha! -dijo Emma-. Entonces, ella cree que hizo mal al aceptar el prometerse en secreto, ¿no?
"Wrong! No one, I believe, can blame her more than she is disposed to blame herself. ′The consequence,′ said she, ′has been a state of perpetual suffering to me; and so it ought. But after all the punishment that misconduct can bring, it is still not less misconduct. Pain is no expiation. I never can be blameless. I have been acting contrary to all my sense of right; and the fortunate turn that every thing has taken, and the kindness I am now receiving, is what my conscience tells me ought not to be.′ ′Do not imagine, madam,′ she continued, ′that I was taught wrong. Do not let any reflection fall on the principles or the care of the friends who brought me up. The error has been all my own; and I do assure you that, with all the excuse that present circumstances may appear to give, I shall yet dread making the story known to Colonel Campbell.′" -¿Que hizo mal? Creo que nadie le haría más reproches de los que está dispuesta a hacerse a sí misma. «Las consecuencias», me decía, «para mí han sido un estado de continua zozobra; y así tenía que ser; pero a pesar de todo el castigo que un mal proceder puede acarrearnos, el proceder no por eso deja de ser menos malo. Sufrir no es expiar. No puedo disculparme. He estado obrando contrariamente a lo que yo creía que era justo; y el final feliz que ahora ha tenido todo y las atenciones que estoy recibiendo es lo que mi conciencia me dice que no merezco». «No se imagine usted», me ha dicho también, «que he recibido malas enseñanzas. No crea que pueden tener la culpa los principios que me dieron ni los amigos que se cuidaron de educarme. El error ha sido sólo mío; y le aseguro que, a pesar de todas las disculpas que las presentes circunstancias aparentemente puedan darme, espero con mucho temor el momento en que tenga que contar esta historia al coronel Campbell».
"Poor girl!" said Emma again. "She loves him then excessively, I suppose. It must have been from attachment only, that she could be led to form the engagement. Her affection must have overpowered her judgment." -¡Pobre muchacha! -repitió Emma-. Estoy segura de que le quiere apasionadamente. Sólo el amor ha podido empujarla a aceptar una situación como ésta. Sus sentimientos pudieron más que su razón.
"Yes, I have no doubt of her being extremely attached to him." -Sí, no tengo la menor duda de que está muy enamorada de él.
"I am afraid," returned Emma, sighing, "that I must often have contributed to make her unhappy." -Me temo -replicó Emma suspirando- que yo muchas veces debo haber contribuido a que se sintiera desgraciada.
"On your side, my love, it was very innocently done. But she probably had something of that in her thoughts, when alluding to the misunderstandings which he had given us hints of before. One natural consequence of the evil she had involved herself in," she said, "was that of making her unreasonable. The consciousness of having done amiss, had exposed her to a thousand inquietudes, and made her captious and irritable to a degree that must have been—that had been—hard for him to bear. ′I did not make the allowances,′ said she, ′which I ought to have done, for his temper and spirits—his delightful spirits, and that gaiety, that playfulness of disposition, which, under any other circumstances, would, I am sure, have been as constantly bewitching to me, as they were at first.′ She then began to speak of you, and of the great kindness you had shewn her during her illness; and with a blush which shewed me how it was all connected, desired me, whenever I had an opportunity, to thank you—I could not thank you too much—for every wish and every endeavour to do her good. She was sensible that you had never received any proper acknowledgment from herself." -¡Oh, querida! Por tu parte tú no podías ser más inocente. Pero probablemente ella estaba pensando en algo de eso cuando ha aludido a las desavenencias de que Frank ya nos había dicho algo. Me decía que una consecuencia natural de esta situación insostenible en la que ella misma se había puesto, era que se había vuelto poco comprensiva. Al ser consciente de que obraba mal, estaba expuesta a mil inquietudes y se había vuelto suspicaz e irritable, hasta un extremo que forzosamente tenía, como así fue, que resultar difícil de soportar para él. «Yo no era comprensiva, como debía haberlo sido», me ha dicho, «con su manera de ser, con su carácter alegre, expansivo, con su propensión a tomarlo todo un poco como un juego, que en cualquier otra circunstancia estoy segura de que me hubieran hechizado constantemente como me hechizaron en un principio». Luego me ha empezado a hablar de ti, de lo amable que habías estado con ella durante su enfermedad; y ruborizándose de un modo que me ha demostrado hasta qué punto estaba relacionada una cosa con la otra, me ha suplicado que cuando tuviera ocasión te diera las gracias... Yo nunca podré agradecerte bastante todos tus deseos y todos tus intentos de ayudarla. Ella se da cuenta de que nunca te ha correspondido como merecían tus buenas intenciones.
"If I did not know her to be happy now," said Emma, seriously, "which, in spite of every little drawback from her scrupulous conscience, she must be, I could not bear these thanks;—for, oh! Mrs. Weston, if there were an account drawn up of the evil and the good I have done Miss Fairfax!—Well (checking herself, and trying to be more lively), this is all to be forgotten. You are very kind to bring me these interesting particulars. They shew her to the greatest advantage. I am sure she is very good—I hope she will be very happy. It is fit that the fortune should be on his side, for I think the merit will be all on hers." -Si yo ahora no supiese que ella es feliz -dijo Emma muy seria-, y tiene que serlo, a pesar de los escrúpulos de conciencia que pueda tener en estos momentos, no podría aceptar que me diese las gracias... Porque si fuéramos a hacer recuento de todo el bien y todo el mal que yo he hecho a Jane Fairfax... Bueno -dominándose, e intentando mostrarse más alegre-, hay que olvidar todo eso. Has sido muy amable al darme todos esos pormenores tan interesantes. Demuestran lo mucho que vale esta muchacha. Estoy segura de que es muy buena... y espero que será muy feliz. Es mejor que ya que la fortuna está toda de parte de él, las cualidades estén todas de parte de ella.
Such a conclusion could not pass unanswered by Mrs. Weston. She thought well of Frank in almost every respect; and, what was more, she loved him very much, and her defence was, therefore, earnest. She talked with a great deal of reason, and at least equal affection—but she had too much to urge for Emma′s attention; it was soon gone to Brunswick Square or to Donwell; she forgot to attempt to listen; and when Mrs. Weston ended with, "We have not yet had the letter we are so anxious for, you know, but I hope it will soon come," she was obliged to pause before she answered, and at last obliged to answer at random, before she could at all recollect what letter it was which they were so anxious for. La señora Weston no podía dejar de dar una réplica a esta conclusión. Ella seguía pensando bien de Frank en casi todos los aspectos; y, más aún, le quería mucho, y su defensa fue por lo tanto muy apasionada; impulsada por su gran afecto, expuso una serie de argumentos muy razonables... pero todo aquello no bastaba para retener la atención de Emma; ésta no tardó en estar pensando en Brunswick Square o en Donwell y se olvidó de escuchar. Y cuando la señora Weston terminó diciendo «Todavía no hemos recibido la carta que estamos esperando con tanto interés, pero no creo que pueda tardar mucho...», se vio obligada a hacer una pausa antes de contestar, y por fin a contestar al buen tuntún, antes de que pudiese recordar qué carta era aquella que tenían tanto interés por recibir.
"Are you well, my Emma?" was Mrs. Weston′s parting question. -¿Te encuentras bien, Emma? -fue la última pregunta de la señora Weston al despedirse.
"Oh! perfectly. I am always well, you know. Be sure to give me intelligence of the letter as soon as possible." -¡Oh! Perfectamente... Yo siempre me encuentro bien, ya lo sabes. No te olvides de decirme algo de la carta tan pronto como la recibáis.
Mrs. Weston′s communications furnished Emma with more food for unpleasant reflection, by increasing her esteem and compassion, and her sense of past injustice towards Miss Fairfax. She bitterly regretted not having sought a closer acquaintance with her, and blushed for the envious feelings which had certainly been, in some measure, the cause. Had she followed Mr. Knightley′s known wishes, in paying that attention to Miss Fairfax, which was every way her due; had she tried to know her better; had she done her part towards intimacy; had she endeavoured to find a friend there instead of in Harriet Smith; she must, in all probability, have been spared from every pain which pressed on her now.—Birth, abilities, and education, had been equally marking one as an associate for her, to be received with gratitude; and the other—what was she?—Supposing even that they had never become intimate friends; that she had never been admitted into Miss Fairfax′s confidence on this important matter—which was most probable—still, in knowing her as she ought, and as she might, she must have been preserved from the abominable suspicions of an improper attachment to Mr. Dixon, which she had not only so foolishly fashioned and harboured herself, but had so unpardonably imparted; an idea which she greatly feared had been made a subject of material distress to the delicacy of Jane′s feelings, by the levity or carelessness of Frank Churchill′s. Of all the sources of evil surrounding the former, since her coming to Highbury, she was persuaded that she must herself have been the worst. She must have been a perpetual enemy. They never could have been all three together, without her having stabbed Jane Fairfax′s peace in a thousand instances; and on Box Hill, perhaps, it had been the agony of a mind that would bear no more. Las confidencias de la señora Weston proporcionaron a Emma más materia para reflexiones desagradables al aumentar su estima y su compasión, por la señorita Fairfax, y al avivar el recuerdo de lo injusta que había sido con ella tiempo atrás. Lamentaba amargamente no haber intentado tener con ella una amistad más íntima, y enrojecía de vergÜenza al tensar que en buena parte la causa de su actitud no había sido otra que la envidia. Si hubiese hecho caso de los deseos del señor Knightley prestando estas atenciones a la señorita Fairfax, como era en todos los aspectos su deber; si hubiese intentado conocerla mejor; si hubiese hecho todo lo posible por su parte porque se estableciera un trato más íntimo; si hubiese tratado de hacer de ella su amiga en vez de elegir a Harriet Smith... De haber obrado así, según todas las probabilidades ahora se hubiese ahorrado aquellas zozobras que entonces estaban acosándola... Por su cuna, por sus aficiones, por su educación, parecía destinada a ser amiga suya, a que ella la acogiese con agrado; y por parte de Jane... ¿Cómo era aquella muchacha? Suponiendo incluso que nunca hubieran llegado a ser amigas íntimas; que la señorita Fairfax no hubiese tenido la suficiente confianza con ella como para revelarle el secreto... lo cual era lo más probable... a pesar de todo, conociéndola como hubiese podido y debido conocerla, se hubiese evitado concebir aquellas odiosas sospechas acerca de un indigno enamoramiento con el señor Dixon, sospechas que no sólo había concebido y alimentado en su mente, sino que también había confiado de un modo imperdonable a otras personas; una idea que ella mucho temía que hubiera sido uno de los mayores motivos de aflicción para los delicados sentimientos de Jane, debido a la ligereza y al atolondramiento de Frank Churchill. De todo lo que podía hacer daño a la joven desde su llegada a Highbury, estaba convencida de que ella había sido la fuente principal de sus inquietudes. Tenía que ver en ella a un enemigo perpetuo. Los tres nunca habían estado juntos sin que Emma no hubiese perturbado la paz de Jane Fairfax en mil detalles; y en Box Hill tal vez había conocido unos sufrimientos espirituales que le habían hecho pensar que ya no podía resistir más.
The evening of this day was very long, and melancholy, at Hartfield. The weather added what it could of gloom. A cold stormy rain set in, and nothing of July appeared but in the trees and shrubs, which the wind was despoiling, and the length of the day, which only made such cruel sights the longer visible. Aquel día en Hartfield el atardecer fue muy largo y muy triste. Y el tiempo pareció contribuir a hacer más sombrías aquellas horas. Se desató una borrasca de lluvia fría, y julio sólo era patente en los árboles y arbustos, que el viento iba desnudando, y en la duración de la luz, que prolongaba aún por más tiempo aquel melancólico espectáculo.
The weather affected Mr. Woodhouse, and he could only be kept tolerably comfortable by almost ceaseless attention on his daughter′s side, and by exertions which had never cost her half so much before. It reminded her of their first forlorn tete-a-tete, on the evening of Mrs. Weston′s wedding-day; but Mr. Knightley had walked in then, soon after tea, and dissipated every melancholy fancy. Alas! such delightful proofs of Hartfield′s attraction, as those sort of visits conveyed, might shortly be over. The picture which she had then drawn of the privations of the approaching winter, had proved erroneous; no friends had deserted them, no pleasures had been lost.—But her present forebodings she feared would experience no similar contradiction. The prospect before her now, was threatening to a degree that could not be entirely dispelled—that might not be even partially brightened. If all took place that might take place among the circle of her friends, Hartfield must be comparatively deserted; and she left to cheer her father with the spirits only of ruined happiness. El mal tiempo afectaba al señor Woodhouse; y el único modo de que se sintiera pasablemente a gusto fue recibir constantes atenciones por parte de su hija, que a Emma le costaron doble esfuerzo del que hasta entonces había necesitado en aquellos casos. Aquella tarde le recordaba la primera vez en que padre e hija quedaron solos, la tarde del día en que se casó la señora Weston; pero poco después del té, el señor Knightley había ido a visitarles disipando así hasta la última sombra de tristeza. Pero, ¡ay!, aquellas gratas demostraciones de la atracción que ejercía Hartfield, como lo probaba aquel tipo de visitas, no tardarían mucho en tener un fin. Las perspectivas de tedio que entonces Emma había previsto para el invierno siguiente habían resultado erróneas; ningún amigo les había abandonado, no habían perdido ninguna distracción... Pero ahora temía que no iba a ser tan afortunada como entonces en el resultado de sus sombrías predicciones... El porvenir que se abría ante ella era tan amenazador que no podía ser totalmente conjurado... que ni siquiera en parte parecía poder llegar a ser más halagÜeño. Si todo lo que podía ocurrir en el círculo de sus amistades ocurría, Hartfield debía quedar relativamente abandonado; y ella tendría que alentar a su padre con los ánimos que le quedaran de su desaparecida felicidad.
The child to be born at Randalls must be a tie there even dearer than herself; and Mrs. Weston′s heart and time would be occupied by it. They should lose her; and, probably, in great measure, her husband also.—Frank Churchill would return among them no more; and Miss Fairfax, it was reasonable to suppose, would soon cease to belong to Highbury. They would be married, and settled either at or near Enscombe. All that were good would be withdrawn; and if to these losses, the loss of Donwell were to be added, what would remain of cheerful or of rational society within their reach? Mr. Knightley to be no longer coming there for his evening comfort!—No longer walking in at all hours, as if ever willing to change his own home for their′s!—How was it to be endured? And if he were to be lost to them for Harriet′s sake; if he were to be thought of hereafter, as finding in Harriet′s society all that he wanted; if Harriet were to be the chosen, the first, the dearest, the friend, the wife to whom he looked for all the best blessings of existence; what could be increasing Emma′s wretchedness but the reflection never far distant from her mind, that it had been all her own work? El niño que iba a nacer en Randalls crearía un vínculo mucho más fuerte que el que representaba ella misma; y el corazón y el tiempo de la señora Weston serían absorbidos por él. La perderían. Y probablemente en gran parte iban a perder también a su marido... Frank Churchill no volvería más; y era lógico suponer que la señorita Fairfax pronto dejara de pertenecer a Highbury. Se casarían y se instalarían en Enscombe o cerca de allí. Iba a perder a las personas que más apreciaba; y si a estas pérdidas había que añadir la de Donwell, ¿qué amigos cordiales e inteligentes iban a quedar cerca de ella? ¡El señor Knightley ya no volvería a hacerles compañía por las tardes! ¡Ya no volvería a visitarles a todas horas, como si estuviera siempre dispuesto a cambiar su propio hogar por el suyo! ¿Cómo iba a poder soportar todo eso? Y si la causa de que le perdieran era Harriet; si a partir de entonces había que resignarse a la idea de que encontraba en la compañía de Harriet todo lo que él necesitaba; si Harriet iba a ser para él la elegida, la primera, la amiga más querida, la esposa en quien debía cifrar toda la felicidad del mundo; ¿qué idea podía resultar más desconsoladora para Emma, sino la que no podría jamás apartarse de su mente, de que todo habría sido obra suya?
When it came to such a pitch as this, she was not able to refrain from a start, or a heavy sigh, or even from walking about the room for a few seconds—and the only source whence any thing like consolation or composure could be drawn, was in the resolution of her own better conduct, and the hope that, however inferior in spirit and gaiety might be the following and every future winter of her life to the past, it would yet find her more rational, more acquainted with herself, and leave her less to regret when it were gone. Cuando sus reflexiones llegaban a este punto extremo, no podía evitar estremecerse, emitir un profundo suspiro e incluso pasear por la habitación durante unos breves segundos... y el único pensamiento del que podía extraer algo parecido a un consuelo, a una resignación, era su decisión de que a partir de entonces iba a corregirse, y la esperanza de que, aunque el próximo invierno y todos los demás inviernos que vinieran no pudieran compararse a los pasados en animación y en alegría, iban a encontrarla más sensata, conociéndose más a sí misma, y terminarían dejándole menos cosas de que arrepentirse.