"Emma"









II. CHAPTER XIII



CAPÍTULO XXXI

Emma continued to entertain no doubt of her being in love. Her ideas only varied as to the how much. At first, she thought it was a good deal; and afterwards, but little. She had great pleasure in hearing Frank Churchill talked of; and, for his sake, greater pleasure than ever in seeing Mr. and Mrs. Weston; she was very often thinking of him, and quite impatient for a letter, that she might know how he was, how were his spirits, how was his aunt, and what was the chance of his coming to Randalls again this spring. But, on the other hand, she could not admit herself to be unhappy, nor, after the first morning, to be less disposed for employment than usual; she was still busy and cheerful; and, pleasing as he was, she could yet imagine him to have faults; and farther, though thinking of him so much, and, as she sat drawing or working, forming a thousand amusing schemes for the progress and close of their attachment, fancying interesting dialogues, and inventing elegant letters; the conclusion of every imaginary declaration on his side was that she refused him. Their affection was always to subside into friendship. Every thing tender and charming was to mark their parting; but still they were to part. When she became sensible of this, it struck her that she could not be very much in love; for in spite of her previous and fixed determination never to quit her father, never to marry, a strong attachment certainly must produce more of a struggle than she could foresee in her own feelings. EMMA seguía totalmente convencida de que estaba enamorada. Sus ideas sólo variaban en lo referente a la intensidad de este amor; al principio le pareció que lo estaba mucho; luego, más bien que poco. Sentía un gran placer en oír hablar de Frank Churchill; y por él, mayor placer que nunca en ver al señor y a la señora Weston; pensaba muy a menudo en el joven, y esperaba carta suya con mucha impaciencia para poder saber cómo estaba, cuál era su estado de ánimo, cómo seguía su tía y qué posibilidades había de que volviera a Randalls aquella primavera. Pero por otra parte se resistía a admitir que no era feliz y, pasada aquella mañana, luchaba contra la tentación de abandonarse a una vida menos activa que la que tenía por costumbre llevar; seguía siendo activa y animosa; y a pesar de ser él tan agradable, no dejaba de imaginarle con defectos; y más adelante, a pesar de pensar mucho en el y de forjar, mientras dibujaba o bordaba, innumerables y divertidos planes sobre el desarrollo y la conclusión de sus relaciones, imaginando ingeniosos diálogos e inventando elegantes cartas; el final de todas las imaginarias declaraciones que él le hacía era siempre una negativa. El afecto que les unía debía encauzarse por las vías de la amistad. Su separación iba a estar adornada de toda la ternura y de todo el encanto imaginables; pero tenían que separarse. Cuando reparó en ello, se dio cuenta de que no debía de estar muy enamorada; porque a pesar de su previa y firme determinación de no abandonar nunca a su padre, de no casarse nunca, un verdadero amor era forzoso que causara muchas más luchas interiores de las que por sus sentimientos Emma podía prever.
"I do not find myself making any use of the word sacrifice," said she.—"In not one of all my clever replies, my delicate negatives, is there any allusion to making a sacrifice. I do suspect that he is not really necessary to my happiness. So much the better. I certainly will not persuade myself to feel more than I do. I am quite enough in love. I should be sorry to be more." «No veo que yo saque a relucir nunca la palabra sacrificio -se dijo-. En ninguna de mis prudentes réplicas ni de mis delicadas negativas hay la menor alusión a hacer un sacrificio. Sospecho que en el fondo no le necesito para ser feliz. Tanto mejor. No voy ahora a convencerme a mí misma de que siento más amor del que existe en realidad. Ya estoy suficientemente enamorada. No quiero estarlo más.»
Upon the whole, she was equally contented with her view of his feelings. En conjunto, también estaba contenta con la impresión que había sacado de los sentimientos de él.
"He is undoubtedly very much in love—every thing denotes it—very much in love indeed!—and when he comes again, if his affection continue, I must be on my guard not to encourage it.—It would be most inexcusable to do otherwise, as my own mind is quite made up. Not that I imagine he can think I have been encouraging him hitherto. No, if he had believed me at all to share his feelings, he would not have been so wretched. Could he have thought himself encouraged, his looks and language at parting would have been different.—Still, however, I must be on my guard. This is in the supposition of his attachment continuing what it now is; but I do not know that I expect it will; I do not look upon him to be quite the sort of man—I do not altogether build upon his steadiness or constancy.—His feelings are warm, but I can imagine them rather changeable.—Every consideration of the subject, in short, makes me thankful that my happiness is not more deeply involved.—I shall do very well again after a little while—and then, it will be a good thing over; for they say every body is in love once in their lives, and I shall have been let off easily." «Sin ninguna duda, él está muy enamorado... todo lo demuestra... ¡lo que se dice muy enamorado! Y cuando vuelva, si sigue teniéndome el mismo afecto tendré que andar con mucho cuidado para no alentarle... obrar de otro modo sería imperdonable, ya que mi decisión ya está tomada. No es que imagine que él pueda pensar que hasta ahora le he estado alentando. No, si él hubiera creído que yo compartía sus sentimientos, no se hubiese sentido tan desgraciado. Si él hubiera podido considerarse alentado, sus maneras y su lenguaje hubiesen sido diferentes al despedimos... Pero, a pesar de todo, tengo que andar con mucho cuidado. Eso suponiendo que su afecto por mí para entonces sea todavía lo que es ahora; pero la verdad es que no creo que ocurra así; no me parece un hombre como para... No me fiaría mucho de su firmeza o de su constancia... Sus sentimientos son apasionados, pero tengo la impresión de que más bien variables. En resumidas cuentas, que cada vez que pienso en esta cuestión estoy más contenta de que mi felicidad no dependa demasiado de él... Dentro de poco volveré a estar perfectamente bien... y entonces podré decir que he salido bien librada; porque dicen que todo el mundo tiene que enamorarse una vez en la vida, y yo habré salido del paso con bastante facilidad.»
When his letter to Mrs. Weston arrived, Emma had the perusal of it; and she read it with a degree of pleasure and admiration which made her at first shake her head over her own sensations, and think she had undervalued their strength. It was a long, well-written letter, giving the particulars of his journey and of his feelings, expressing all the affection, gratitude, and respect which was natural and honourable, and describing every thing exterior and local that could be supposed attractive, with spirit and precision. No suspicious flourishes now of apology or concern; it was the language of real feeling towards Mrs. Weston; and the transition from Highbury to Enscombe, the contrast between the places in some of the first blessings of social life was just enough touched on to shew how keenly it was felt, and how much more might have been said but for the restraints of propriety.—The charm of her own name was not wanting. Miss Woodhouse appeared more than once, and never without a something of pleasing connexion, either a compliment to her taste, or a remembrance of what she had said; and in the very last time of its meeting her eye, unadorned as it was by any such broad wreath of gallantry, she yet could discern the effect of her influence and acknowledge the greatest compliment perhaps of all conveyed. Compressed into the very lowest vacant corner were these words—"I had not a spare moment on Tuesday, as you know, for Miss Woodhouse′s beautiful little friend. Pray make my excuses and adieus to her." This, Emma could not doubt, was all for herself. Harriet was remembered only from being her friend. His information and prospects as to Enscombe were neither worse nor better than had been anticipated; Mrs. Churchill was recovering, and he dared not yet, even in his own imagination, fix a time for coming to Randalls again. Cuando llegó la carta de Frank para la señora Weston, Emma pudo leerla; y la leyó con tanto placer y tanta admiración que al principio le hicieron dudar de sus sentimientos y pensar que no había valorado suficientemente su fuerza. Era una carta larga y muy bien escrita que daba detalles de su viaje y de su estado de ánimo, que expresaba toda la gratitud, el afecto y el respeto que era natural y digno el expresar, y que describía todo lo exterior y local que pudiera considerarse atractivo, con ingenio y concisión. Pero nada que delatase el tono de la excusa o del interés forzado; aquél era el lenguaje de quien sentía verdadero afecto por la señora Weston; y la transición de Highbury a Enscombe, el contraste entre los lugares en algunas de las primeras ventajas de la vida social, apenas se esbozaba, pero lo suficiente para que se advirtiera con qué agudeza lo había sentido el joven, y cuántas cosas más hubiera podido añadir de no impedírselo la cortesía... No faltaba tampoco el encanto del nombre de Emma. La señorita Woodhouse aparecía más de una vez, y nunca sin relacionarlo con algo halagador, ya fuera un cumplido para su buen gusto, ya un recuerdo de algo que ella hubiera dicho; y en la última ocasión en la que sus ojos tropezaron con su nombre, despojado aquí de los adornos de su florida galantería, Emma advirtió el efecto de su influencia, y supo reconocer que aquél era tal vez el mayor de los cumplidos que le dedicaba en toda la carta. Apretadas en el único espacio libre que le había quedado, en uno de los ángulos inferiores del papel, se leían estas palabras: «El martes, como usted ya sabe, no tuve tiempo para despedirme de la bella amiguita de la señorita Woodhouse; le ruego que le presente mis excusas y que me despida de ella.» Emma no podía dudar de que aquello iba dirigido exclusivamente a ella. A Harriet se la citaba solamente por ser su amiga. Por lo que decía de Enscombe se deducía que allí las cosas no iban ni mejor ni peor que antes; la señora Churchill iba mejorando, y Frank aún no se atrevía, ni siquiera en su imaginación, a fijar fecha para un posible regreso a Randalls.
Gratifying, however, and stimulative as was the letter in the material part, its sentiments, she yet found, when it was folded up and returned to Mrs. Weston, that it had not added any lasting warmth, that she could still do without the writer, and that he must learn to do without her. Her intentions were unchanged. Her resolution of refusal only grew more interesting by the addition of a scheme for his subsequent consolation and happiness. His recollection of Harriet, and the words which clothed it, the "beautiful little friend," suggested to her the idea of Harriet′s succeeding her in his affections. Was it impossible?—No.—Harriet undoubtedly was greatly his inferior in understanding; but he had been very much struck with the loveliness of her face and the warm simplicity of her manner; and all the probabilities of circumstance and connexion were in her favour.—For Harriet, it would be advantageous and delightful indeed. Pero aunque la carta en su redacción, en la expresión de sus sentimientos, fuese satisfactoria y estimulante, Emma advirtió, una vez la hubo doblado y devuelto a la señora Weston, que no había alimentado ningún fuego perdurable, que ella podía aún prescindir de su autor, y de que éste debía hacerse a la idea de prescindir de ella. Las intenciones de la joven no habían cambiado. Sólo su decisión de mantenerse en una negativa se hizo más interesante, al añadírsele un proyecto del modo en que Frank podía luego consolarse y encontrar la felicidad. El que se hubiera acordado de Harriet, aludiéndola galantemente como «su bella amiguita», le sugirió la idea de que podía ser Harriet quien le sucediera en el afecto de Frank Churchill. ¿Es que era algo imposible? No... Desde luego Harriet era muy inferior a él en inteligencia; pero el joven había quedado muy impresionado por el atractivo de su rostro y por la cálida sencillez de su trato; y todas las probabilidades de circunstancia y de relación estaban en favor de ella... Para Harriet sería algo muy ventajoso y muy deseable.
"I must not dwell upon it," said she.—"I must not think of it. I know the danger of indulging such speculations. But stranger things have happened; and when we cease to care for each other as we do now, it will be the means of confirming us in that sort of true disinterested friendship which I can already look forward to with pleasure." «Pero no debo hacerme ilusiones -se dijo- no tengo que pensar en esas cosas. Ya sé lo peligroso que es dejarse llevar por estas suposiciones. Pero cosas más extrañas han ocurrido. Y cuando dos personas dejan de sentir una mutua atracción, como ahora nosotros la sentimos, éste puede ser el medio de afirmarnos en esa especie de amistad desinteresada que ahora puedo ya prever con gran ilusión.»
It was well to have a comfort in store on Harriet′s behalf, though it might be wise to let the fancy touch it seldom; for evil in that quarter was at hand. As Frank Churchill′s arrival had succeeded Mr. Elton′s engagement in the conversation of Highbury, as the latest interest had entirely borne down the first, so now upon Frank Churchill′s disappearance, Mr. Elton′s concerns were assuming the most irresistible form.—His wedding-day was named. He would soon be among them again; Mr. Elton and his bride. There was hardly time to talk over the first letter from Enscombe before "Mr. Elton and his bride" was in every body′s mouth, and Frank Churchill was forgotten. Emma grew sick at the sound. She had had three weeks of happy exemption from Mr. Elton; and Harriet′s mind, she had been willing to hope, had been lately gaining strength. With Mr. Weston′s ball in view at least, there had been a great deal of insensibility to other things; but it was now too evident that she had not attained such a state of composure as could stand against the actual approach—new carriage, bell-ringing, and all. Era mejor tener en reserva el consuelo de un posible bien para Harriet, aunque lo más prudente sería no dejar demasiado suelta la fantasía; porque en cuestiones así el peligro acechaba constantemente. Del mismo modo que el tema de la llegada de Frank Churchill había arrinconado el del compromiso matrimonial del señor Elton en las conversaciones de Highbury, eclipsando como novedad más reciente a la otra, tras la partida de Frank Churchill, el interés por el señor Elton volvió a privar de un modo indiscutible... Ya se había fijado el día de su boda. Apenas hubo tiempo de hablar de la primera carta que se recibió de Enscombe, antes de que «el señor Elton y su prometida» atrajeran la atención general, y Frank Churchill quedara olvidado. Emma se ponía de mal humor al volver a oír hablar de aquello. Durante tres semanas se había visto libre de la pesadilla del señor Elton, y había empezado a confiar que durante aquel tiempo Harriet se había recuperado notablemente. Y con el baile del señor Weston, o mejor dicho, con el proyecto del baile, había llegado a olvidarse casi por completo de todo lo demás; pero ahora se veía obligada a reconocer que no había alcanzado un grado de serenidad suficiente como para afrontar lo que se le venía encima... otra visita, el sonar de la campanilla de la puerta, y lo restante.
Poor Harriet was in a flutter of spirits which required all the reasonings and soothings and attentions of every kind that Emma could give. Emma felt that she could not do too much for her, that Harriet had a right to all her ingenuity and all her patience; but it was heavy work to be for ever convincing without producing any effect, for ever agreed to, without being able to make their opinions the same. Harriet listened submissively, and said "it was very true—it was just as Miss Woodhouse described—it was not worth while to think about them—and she would not think about them any longer" but no change of subject could avail, and the next half-hour saw her as anxious and restless about the Eltons as before. At last Emma attacked her on another ground. La pobre Harriet se hallaba en una confusión de espíritu que requería todos los razonamientos, las atenciones y los consuelos de toda clase que Emma pudiera proporcionarle. Emma comprendía que aunque no pudiese hacer gran cosa por ayudarla, tenía la obligación de dedicarle todo su interés y toda su paciencia; pero empezaba a cansarse de estar siempre intentando convencerla sin producir ningún efecto, de que le diesen siempre la razón sin conseguir que sus opiniones coincidieran. Harriet escuchaba sumisamente y decía que sí, que era verdad... que era tal como Emma decía... que no valía la pena seguir pensando en aquello... y que nunca más volvería a atormentarse... pero inevitablemente volvía a hablar de lo mismo, y al cabo de media hora se mostraba de nuevo tan inquieta y tan preocupada por los Elton como antes... Por fin Emma se decidió a atacarla en otro terreno:
"Your allowing yourself to be so occupied and so unhappy about Mr. Elton′s marrying, Harriet, is the strongest reproach you can make me. You could not give me a greater reproof for the mistake I fell into. It was all my doing, I know. I have not forgotten it, I assure you.—Deceived myself, I did very miserably deceive you—and it will be a painful reflection to me for ever. Do not imagine me in danger of forgetting it." -Harriet, el que te preocupes tanto y te sientas desgraciada porque el señor Elton se case, es el mayor reproche que puedes hacerme. Es el modo más directo de acusarme del error que cometí. Ya sé que todo fue culpa mía. Te aseguro que no lo he olvidado... Al engañarme a mí misma hice que tú te engañaras también de la manera más lamentable... y para mí éste será siempre un recuerdo muy penoso. No creas que haya ningún peligro de que lo olvide.
Harriet felt this too much to utter more than a few words of eager exclamation. Emma continued, Aquello impresionó demasiado a Harriet para dejarle proferir más que unas palabras de viva sorpresa. Emma Prosiguió:
"I have not said, exert yourself Harriet for my sake; think less, talk less of Mr. Elton for my sake; because for your own sake rather, I would wish it to be done, for the sake of what is more important than my comfort, a habit of self-command in you, a consideration of what is your duty, an attention to propriety, an endeavour to avoid the suspicions of others, to save your health and credit, and restore your tranquillity. These are the motives which I have been pressing on you. They are very important—and sorry I am that you cannot feel them sufficiently to act upon them. My being saved from pain is a very secondary consideration. I want you to save yourself from greater pain. Perhaps I may sometimes have felt that Harriet would not forget what was due—or rather what would be kind by me." -Harriet, si te digo que intentes dominarte, no es por mí; si te digo que pienses menos en esto, que hables menos del señor Elton no es por mí; sobre todo por tu propio bien quisiera que me hicieses caso, por algo que es más importante que mi comodidad, un hábito de imponerte a ti misma, una consideración de cuál es tu deber, una preocupación por tu dignidad, una necesidad de evitar las sospechas de !_os otros, de cuidar de tu salud y de tu buen nombre, y de recuperar la tranquilidad. Éstos son los motivos que me impulsan a insistir tanto en este asunto. Son cosas muy importantes, y me sabe muy mal el ver que no te das suficientemente cuenta de hasta qué punto lo son como para obrar en consecuencia. El quererme evitar una violencia es algo muy secundario. Lo que yo quiero es salvarte de un desasosiego mucho mayor. A veces he podido tener la impresión de que Harriet no iba a perdonarme nunca... ni siquiera por el afecto que me profesa.
This appeal to her affections did more than all the rest. The idea of wanting gratitude and consideration for Miss Woodhouse, whom she really loved extremely, made her wretched for a while, and when the violence of grief was comforted away, still remained powerful enough to prompt to what was right and support her in it very tolerably. Esta apelación al cariño que las unía pudo más que todo el resto. La idea de que estaba faltando a sus deberes de gratitud y de consideración para con la señorita Woodhouse, a la que la muchacha quería muy de veras, la dejó sumida en la aflicción, y cuando su desconsuelo empezó a ceder en intensidad, se encontraba aún lo suficientemente conmovida como para seguir los buenos consejos de Emma, y perseverar en su decisión.
"You, who have been the best friend I ever had in my life—Want gratitude to you!—Nobody is equal to you!—I care for nobody as I do for you!—Oh! Miss Woodhouse, how ungrateful I have been!" -¡Tú, que has sido la mejor amiga que he tenido en mi vida! ¡Con la gratitud que te debo! ¡No hay nadie como tú! ¡No me importa nadie tanto como tú! ¡Oh, Emma... qué ingrata he sido!
Such expressions, assisted as they were by every thing that look and manner could do, made Emma feel that she had never loved Harriet so well, nor valued her affection so highly before. Estas exclamaciones, acompañadas de las miradas y de los gestos más convincentes, hicieron pensar a Emma que nunca había querido tanto a Harriet, y que nunca había apreciado su afecto tanto como entonces.
"There is no charm equal to tenderness of heart," said she afterwards to herself. "There is nothing to be compared to it. Warmth and tenderness of heart, with an affectionate, open manner, will beat all the clearness of head in the world, for attraction, I am sure it will. It is tenderness of heart which makes my dear father so generally beloved—which gives Isabella all her popularity.—I have it not—but I know how to prize and respect it.—Harriet is my superior in all the charm and all the felicity it gives. Dear Harriet!—I would not change you for the clearest-headed, longest-sighted, best-judging female breathing. Oh! the coldness of a Jane Fairfax!—Harriet is worth a hundred such—And for a wife—a sensible man′s wife—it is invaluable. I mention no names; but happy the man who changes Emma for Harriet!" «No hay ningún encanto comparable al de la ternura de corazón -decía para sí misma más tarde-. No hay nada que pueda comparársele. La efusividad y la ternura de corazón, unidas a un temperamento abierto y cariñoso, valen más y son más atractivas que toda la clarividencia del mundo. Estoy segurísima. Es su bondad, su buen corazón lo que hace que todo el mundo quiera tanto a mi padre... lo que hace que Isabella sea tan popular... Ahora me doy cuenta... pero ya sé cómo apreciarla y respetarla... Harriet es superior a mí por el encanto y la felicidad que irradia... ¡Mi querida Harriet...! No te cambiaría por la mujer más inteligente, de mejor criterio, de más claridad mental... ¡Oh, la frialdad de una Jane Fairfax...! Harriet vale cien veces más que las que son como ella... Y para esposa... para esposa de un hombre de buen juicio... es inapreciable. No quiero citar nombres; pero ¡feliz el hombre que cambie a Emma por Harriet!»