Tirso de Molina
Santo y sastre



Personas que hablan en ella
  • HOMO Bono, Santo
  • DOROTEA, dama
  • PENDON, gracioso
  • ROBERTO, viejo
  • GRIMALDO
  • LELIO, caballero
  • Dos CRIADOS
  • VALERIO
  • SABINA, dama
  • ESPERANZA, criada
  • Un POBRE
  • UN ANGEL
  • Un MUSICO


ACTO PRIMERO

Salen DOROTEA y PENDON

DOROTEA:      ¿ Tantos me pretenden ?
PENDON:                                  Tantos;
   que para tantos de juego
   aun sobran. Mira este pliego
   lleno de quejas y llantos.

Va sacando papeles cerrados del seno y faltriqueras

   Mira luego este papel 5
   de un galán almibarado
   que según viene enmelado
   debe de ser moscatel.
   Repara en este billete
   que un licenciado me dio, 10
   tan culto, que me llamó
   mercurio, por alcahuete.
   Este me dio un capitán
   con más plumas que un virote,
   que acicalando un bigote 15
   hisopo de un sacristán,
   muerto porque hoy no te ha visto,
   me dijo, "Dile a mi ingrata
   que dando vida, me mata
   con su ausencia, ¡ voto á Cristo !" 20
   Este es todo de lisonjas.
DOROTEA:      ¿ Tantos traes ?
PENDON:                          Te espantarás,
   ahora empiezo, no trae más
   una andadera de monjas.
   Digo que éste es lisonjero 25
   porque su dueño poetiza,
   --por no decir gongoriza--
   y es de estos que al mes de enero
   llaman padre del candor;
   al sol, monarca diurno; 30
   cerúleo al cielo, y coturno
   al alba del esplendor.
DOROTEA:      ¡ Jesús ! Perdone este hidalgo
   si del modo que escribe, ama.
PENDON:      Fiscal cuadrúpedo llama 35
   de las liebres éste al galgo;
   nieto al amor, de la espuma;
   alcatifas de tabí
   a los prados, y a un neblí
   llamó estafeta de pluma. 40
DOROTEA:      ¡ Qué necio modo de hablar !
PENDON:      Estos se llaman poetas
   con cáscara, no los metas
   en la boca, sin quebrar
   sus versos con un martillo; 45
   que si a gustarlos te pones,
   por ser poetas piñones
   te han de quebrar un colmillo.
   Ya gasté los que traía
   en las manos.
DOROTEA:                      ¿ Pues hay más ? 50
PENDON:      Aguárdate y lo verás...
   Cada faltriquera mía
   viene a ser una estafeta.
   Este me dió un boticario
   que su amor en eletuario 55
   te explica como en receta;
   todos estos son diversos
   en estilos y en autores;
   unos te escriben doctores
   en aforismos y en versos; 60
   otros escribanos--suma
   sus rasgos, y "sepan cuántos"--
   y admirada que haya tantos
   llámalos gatos con pluma.
   Si en intereses reparas 65
   billetes hay mercantiles
   de estos, que como alguaciles
   venden engaños a varas.
   En estotra faltriquera
   te traigo otra letanía, 70
   gente es de menos cuantía,
   darélos juntos; espera.
DOROTEA:      Acaba ya.
PENDON:                        Acaben ellos.
   Este conozco: es de un paje
   que sirve a un gran personaje; 75
   trae guedejados cabellos,
   habla tiple, damo pisa,
   viste alzacuello y valona,
   tañe y canta la capona,
   pero no tiene camisa. 80
   Un barbero, gran lanceta
   pide, que alivies sus llamas,
   sabe jugar a las damas
   y come seis de una treta;
   esotros son a esta traza, 85
   que muertos por tu hermosura
   hacen tutti li figura;
   de ellos te desembaraza,
   y pues te intentas casar,
   escoge uno; que cansado 90
   según vengo, empapelado
   me pueden poner a asar.
DOROTEA:      No es nuevo en ti ser burlón;
   siempre vienes con quimeras
   bufonas.    Habla de veras 95
   si quiera esta vez, Pendón.
   Hija soy de un mercader
   sin padres, y con hacienda;
   que para que la defienda
   de engaños, he menester 100
   marido que la acreciente
   y ponga en orden mi casa;
   la prudencia es quien me casa,
   no el amor, que es accidente
   que raras veces acierta; 105
   pretenden dos este estado
   y desvela mi cuidado
   el verlos rondar mi puerta.
   Lelio muestra voluntad
   cuando no a mí, a mi dinero. 110
   Es pobre y es caballero,
   puede darme calidad,
   y no de mi esfera salgo
   cuando sea su mujer,
   pues, en fin, el mercader 115
   está en vísperas de hidalgo.
   Fuélo mi padre, en efeto.
   Por otra parte me inclino
   a Grimaldo, y le imagino,
   como estudiante, discreto, 120
   y que una vez gradÜado
   en las leyes que profesa
   su facultad interesa
   honra y provecho. Hame dado
   antojo, si se despacha, 125
   bien su pretensión agora,
   de que me llamen oidora
   y me adorne una garnacha.
PENDON:      De eso no me maravillo;
   ni hay gente como letrados 130
   que en digestos opilados
   hallan textos de tornillo.
   Mas si te casas con él
   y viniere a ser oidor,
   será consuelo mayor 135
   morirte primero que él;
   porque si viuda te advierto,
   y antes de serlo adorada,
   no hay cosa más desdichada
   que la mujer de oidor muerto. 140
DOROTEA:      Acaba con disparates,
   y advierte que de estos dos
   al uno, estando de Dios,
   tengo de elegir.
PENDON:                              Quilates
   tiene cada cual que obligan, 145
   y si va a decir verdad.
   Lelio es todo voluntad
   pero deudas le fatigan.
   Grimaldo es un licenciado
   tan cercano de la toga 150
   que imagina ser, si aboga,
   de las bolsas abogado.
   Tienes tantos pretensores
   que cada cual me empapela
   como a muchacho de escuela 155
   que va a vender cobertores;
   pero entre todos no estaba
   descuidado de su queja,
   que allá en Castilla la Vieja
   un rincón se me olvidaba. 160

Saca otro papel de la toquilla del sombrero

   Este es de Lelio, que espera
   tu amor por lo generoso,
   el cual de puro curioso
   le escribió con bigotera.
   Estotro el jurisperito 165
   le sacó de un borrador,

Saca otro de entre la calza

   que si piensa ser oidor,
   y en párrafos te le ha escrito,
   le trasladó para darte
   el alma, que en él se enciende, 170
   y como ser juez pretende
   dirá, "traslado a la parte."
DOROTEA:      De esos dos hemos de ver
   cual, en fe de su eficacia,
   viene hallar en mí más gracia. 175
PENDON:      Y de estotros, ¿ qué he de hacer ?
DOROTEA:      Quemarlos.
PENDON:                          CrÜel estás;
   rásgalos, que si te ofenden
   cara a cara te pretenden,
   y el castigo es cara atrás. 180
DOROTEA:      Esta noche las doncellas,
   que es víspera de San Juan,
   si deseosas están
   de casarse,...
PENDON:                        Las más de ellas
   cojean de aquese pie. 185
DOROTEA:      ...con el altar que acostumbran
   enraman, pulen y alumbran,
   tienen en el santo fe;
   y cuando hacen la oración,
   que en tales casos dispuso 190
   la superstición o el uso,
   con silencio y devoción,
   procuran conjeturar
   de lo que escuchan primero
   en la calle al pasajero 195
   si se tienen de casar
   o no; si será el marido
   hombre apacible o molesto;
   si se verán viudas presto,
   si es noble o si mal nacido, 200
   y otras cosas de este talle,
   que yo juzgo por locura,
   pues coligen su ventura
   de lo que va por la calle.
   Yo no tengo de tentar 205
   al cielo de esta manera.
PENDON:      Tienes poco de hechicera.
DOROTEA:      Con aquél me he de casar
   que con mayor agudeza
   me escribiere su papel 210
   de los dos.
PENDON:                        Ponle el laurel,
   mas no sobre la cabeza;
   que aunque victoria señala
   y fue blasón excelente,
   cosa de rama en la frente, 215
   aun en profecía es mala.
DOROTEA:      ¡ Qué necio estás !
PENDON:                                Ya lo veo;
   mas dígolo por si acaso,
   mientras estotros abraso.
   Este es de Lelio.
DOROTEA:                              Este leo. 220

Lee

   "Mi amor, bella Dorotea,
   que niño empieza a escribir
   y sin verte ha de morir,
   aunque escribe, deletrea;
   y en tu nombre afirmaré 225
   que, aunque a Dorotea va,
   le quito la postrera a,
   porque diga A doroté."
PENDON:      Jugó sutil del vocablo;
   porque, a falta de dinero, 230
   juega todo caballero
   equívocos. ¡ Dále al diablo !
DOROTEA:      ¿ Pues no es el conceto agudo ?
PENDON:      Como una alesna o punzón.
   Buena estuvo la invención 235
   del adórote desnudo !
   Mas si enviára un bolsillo
   de doblones brilladores,
   que con dos caras traidores
   traen el semblante amarillo, 240
   tú le amaras, yo lo sé;
   y pudiera en tu decoro
   escribirte con ese oro,
   Dorotea, doroté.
DOROTEA:      Yo no pretendo a mi amante 245
   rico, mas sabio y con seso.
PENDON:      Bien comeremos con eso.
DOROTEA:      Escucha y calla.
PENDON:                              Adelante.

Lee

DOROTEA:      "Si me permiten los cielos
   que te tenga por señora 250
   daréte, en fe que te adora
   el alma..."

Dice UNO de dentro como gue pasa por la calle

UNO:                    Palos y celos.
DOROTEA:      ¡ Jesús, qué agÜero tan malo !
PENDON:      El bellacón que pasó,
   por Dios, que te recetó 255
   sin tener bubas el palo.
   ¿ Palitos ? ¡ Puto Miguel,
   válgate de ese manjar !
   Bien le puedes descartar.
   ¿ Celos y palos ? Papel 260
   sois vos pronosticador
   de pesadas aventuras.
DOROTEA:      Anda, que no hay conjeturas
   que puedan darme temor
   de lo que se dice acaso. 265

Lee

   "Si te desposas conmigo
   a que te envidien me obligo
   en Cremona a cada paso
   las damas de más estima.
   Visitaránte señoras, 270
   patricias, gobernadoras,
   a quien la nobleza anima;
   lograrás tu juventud
   con galas que arrastrarás,
   y en desposándote irás 275
   en el mejor...

Dentro

UNO:                      Ataud.
DOROTEA:      ¡ Jesús mil veces !
PENDON:                                Marido
   de requiem--por Dios--es éste.
   Dale, señora, a la peste.
DOROTEA:      Algún burlón atrevido 280
   que está oyendo lo que leo,
   celoso procura ansí
   turbarme. Jamás creí
   supersticiones, ni creo
   que adivinen mi desastre. 285
   Leo.
PENDON:                Vaya.

Lee

DOROTEA:                    "En mi poder
   dueña de casa has de ser
   y tu esposo humilde..."

Dentro

UNO:                              Un sastre.
DOROTEA:      ¿ Sastre dijo ? no leo más.
PENDON:      ¿ Sastre el dueño y yo pendón ? 290

Rásgale

   Vendrá la circuncisión
   de la ropa y medrarás;
   mas el pronóstico llevo.
   De seis sastres me contaban
   que solamente cenaban 295
   entre todos seis un huevo
   y que cada cual metía
   su aguja en vez de cuchar.
   ¡ Gentil talle de engordar,
   blando el huevo y la agua fría ! 300
DOROTEA:      No debe de estar de Dios
   que Lelio mi esposo sea:
   venga esotro.
PENDON:                          Dorotea,
   tripúlalos a los dos;
   no te cases por ogaño, 305
   pues agÜeros socarrones,
   entre agujas y punzones
   te anuncian hurtos de paño.
   Mira que te han de agarrar
   cuando la muerte te arrastre, 310
   como el ánima del sastre
   suelen los diablos llevar.
DOROTEA:      La pobreza del que escribe
   el roto papel, es tal,
   que si gasta su caudal 315
   y lo que en dote recibe,
   podrá ser que después venga
   a ser sastre, por tener
   en qué ganar de comer.
PENDON:      Pues dile, "Dios le mantenga." 320
   Pero, siendo caballero
   ¿ ha de admitir tal desastre ?
   Mas del Caballero sastre
   vi yo una farsa.
DOROTEA:                          No quiero
   sino a Grimaldo que, en fin, 325
   nunca fue pobre el letrado.
PENDON:      De un pelón a un licenciado
   vas de rocín a rÜín;
   pero los temores deja
   y olvida al sastre prolijo 330
   que por ellos no se dijo
   mete aguja y saca reja.

Saca un papel y lee

   "En vano estudiar intento
   leyes que me den el grado,
   si en las de Amor ocupado 335
   me usurpas el pensamiento.
   Tirana de mis desvelos,
   ¿ qué leyes podré estudiar
   si no las saben guardar
   tus mudanzas y mis celos ? 340
   Dicen que será tu esposo..."

Dentro

UNO:      ¡ El sastre, el sastre !
PENDON:                                  ¿ Otra vez ?
DOROTEA:      La rueda de mi altivez
   postra este nombre enfadoso.
   Pendón, ¿ qué es esto ? ¡ Jesú ! 345
   Ya de conjeturas pasa
   esto a verdad, ¿ en mi casa
   dueño un sastre ?
PENDON:                            ¡ Bercebú
   lleve el papel !
DOROTEA:                              Mil pedazos
   le hice.

Rásgale

PENDON:                      Bien, que pues mujer 350
   de un sastre tienes de ser
   ya el papel dio los retazos.
   No te cases, que es encanto
   todo lo que hemos oído.
DOROTEA:      ¿ Yo, cielos, con un marido 355
   sastre ?    ¿ cómo ?

Dentro

UNO:                          Sastre y Santo.
PENDON:      Cá, no hagas caso ya
   del proverbio, el temor deja.
   ¿ No oiste lo que a la reja
   dijeron ?
DOROTEA:                  Sí.
PENDON:                      ¿ Pues podrá 360
   cumplirse ? ¡ Buen desvarío !
   Vuelve en ti, pierde el espanto.
DOROTEA:      ¿ Pues por qué no ?
PENDON:                            ¿ Sastre y Santo ?
   ¿ Blanco y negro ? ¿ Fuego y frío ?
   Los sastres sirven de lastre 365
   hacia las bombas oscuras;
   cargado de sisaduras
   mal podrá volar un sastre.
   Incasable has de pasar;
   porque decir que has de ser 370
   de un sastre santo, mujer,
   es lo mismo que afirmar
   que el conseguir tú marido,
   vendrá a ser difícil tanto
   como hallar un sastre santo, 375
   que desde Adán no le ha habido.

Sale HOMO Bono, mozo en mediano traje

HOMO:      Dios en esta casa sea
   y A vuesas mercedes guarde;
   hanme dicho que esta tarde
   la señora Dorotea, 380
   --si es vuesasted no lo sé--
   me envió a casa llamar;
   no dió un negocio lugar
   entonces.
DOROTEA:                  ¿ Yo, para qué ?
HOMO:      Para cortar un vestido. 385
DOROTEA:      Quien tal dijo le engañó.
HOMO:      Debí de engañarme yo;
   no importa, poco hay perdido;
   vuesa merced me perdone.
PENDON:      El pronóstico se va 390
   cumpliendo.
DOROTEA:                      Oiga, vuelva acá;
   su buena cara le abone;
   ¿ pues él es sastre ?
HOMO:                                A servicio
   de Dios y vuesa merced.
DOROTEA:      (Pensamientos detened                Aparte 395
   las riendas a mi jÜicio.
   ¡ Válgame Dios ! Por la calle
   un sastre me pronostica
   por marido, quien publica.
   que por esposo he de amalle, 400
   y apenas malicias temo
   cuando, sin llamarle yo,
   por mis puertas se me entró
   un sastre, ¡ qué extraño extremo !
   Pero su buena presencia 405
   causa a mi temor quietud.
   ¡ Qué gallarda juventud !
HOMO:      Iréme con su licencia,
   pues que no soy menester.
DOROTEA:      Ya que vino, escuche un poco. 410
   O fue necio, o era loco
   quien le aconsejó escoger
   oficio tan desvalido
   a un hombre de tan buen talle,
   que un rey pudiera ocupalle 415
   siendo su favorecido
   en otro de más valor.
   Sastre un mozo tan gallardo ?
HOMO:      Siéndolo, señora, guardo
   el ser que heredé mejor. 420
   Tuvo este oficio mi padre
   y en él mismo le heredé.
DOROTEA:      ¡ Qué mal hizo !
HOMO:                        Pues ¿ no ve
   que naturaleza madre
   que distribuye prudente 425
   sus dones a cada cual
   con repartimiento igual,
   al ser bajo, o eminente
   que cría en cualquier sujeto
   me obliga a esta profesión ? 430
   Nunca aspira a ser león
   el cordero.
DOROTEA:                    ¡ Qué discreto !
HOMO:      El bruto que con su piel
   una vez. se disfrazó,
   causa de su afrenta dio 435
   a los que burlaron de él;
   la ocasión de estar perdido
   el mundo, es porque cualquiera
   no contento con su esfera
   se eleva desvanecido. 440
   Viste seda el oficial,
   porque anhela a ciudadano,
   y éste con la hacienda sano
   ser quiere al hidalgo igual;
   el hidalgo, caballero, 445
   y el caballero, marqués,
   éste príncipe, y después
   el príncipe, rey severo;
   el rey hasta emperador
   no pára, siempre anhelando, 450
   y ansí se van despeñando
   desde el esclavo al señor.
   Si el hijo del jornalero
   en la azada se ocupara,
   el oficial trabajara, 455
   y contento el caballero
   con lo que el cielo le ha dado,
   no saliera de compás,
   pretendiendo valer más,
   todo anduviera ordenado; 460
   yo, en fin, que en mi esfera
   estoy ansí mi oficio entretuve;
   padre que fue sastre tuve,
   sastre nací, y sastre soy.
PENDON:      (Y tal sastre que pudiera        Aparte 465
   ser sastre predicador.)
DOROTEA:      (¿ Qué es esto civil amor ?          Aparte
   Ya no soy la que antes era;
   garnachas apetecía
   y ya adoro a quien las rose; 470
   entróse en casa y entróse
   también en el alma mía.
   ¡ Bien haya quien fue profeta
   de lo que también me está !
   ¿ Mas si éste el sastre será 475
   que el proverbio me interpreta ?
   Séalo, y yo le perdono
   todo el susto que me ha dado.
   ¿ Hay tal cara, hay tal agrado ?)
   ¿ Cómo se llama ?
HOMO:                          Homo Bono. 480
PENDON:      (¡ Buen hombre ! Lindo apellido; Aparte
   porque el buen hombre es de modo
   que suele pasar por todo,
   circunstancia de marido.)

DOROTEA habla aparte a PENDON

DOROTEA:      Pendón,    ¿ no le llamó ansí 485
   el que pasó por la calle ?
PENDON:      Homo Bono, oí nombralle.
DOROTEA:      El cielo le trujo aquí
   para que mi dueño sea,
   y si el cielo lo ordenó 490
   no he resistirle yo.
PENDON:      (Será sastra, Dorotea.)                Aparte
HOMO:      Yo aquí no soy menester
   y ya se va haciendo tarde;
   quédense con Dios.
DOROTEA:                            Aguarde; 495
   que ya que vino he de hacer
   una ropa; la medida
   puede empezarme a tomar.
HOMO:      ¿ Y qué color ?
DOROTEA:                        Verdemar.
HOMO:      Imagen de nuestra vida 500
   es, señora, este color,
   verde, que en breve se seca,
   mar que sus bonanzas trueca
   en naufragios; mar y flor
   es la caduca hermosura 505
   que en un instante se altera.
PENDON:      (¿ Sermoncitos ? Mejor era              Aparte
   este sastre para cura.
   Voyme de aquí que he sentido
   no sé en mí qué devoción 510
   y seré el primer Pendón
   de los sastres convertido.

Vase

DOROTEA:      ¿ Mozo moralizáis tanto ?
   Dejad a las canas eso.
HOMO:      Yo hablo en lo que profeso. 515
DOROTEA:      (¿ Mas si hubiese un sastre santo      Aparte
   y fuese éste ?)    Comenzad
   a ajustarme la medida,
   y advertid que guarnecida
   la ropa con variedad 520
   curiosa, a vuestra elección
   han de ser los pasamanos.
HOMO:      ¡ Ah, señora, y qué de vanos
   trajes usa la ambición !
   Si yo los he de escoger, 525
   pasamanos la prometo
   que causen gusto al discreto,
   y hermosura a la mujer.
   Por lo vistoso y lo vario
   en la invención y colores, 530
   los pasamanos mejores
   son en ellas el rosario;
   que si las manos le pasan
   de pasamanos podrán
   servir al alma, pues dan 535
   pasaporte al cielo, y pasan
   con discreción y medida
   nuestras acciones violentas,
   tomando cuenta sus cuentas
   a los gastos de esta vida. 540
DOROTEA:      No es cara predicadora
   la vuestra, porque es muy buena;
   ni en la facultad ajena
   ocupéis la vuestra agora;
   a andar curiosa me inclino 545
   y en breve casarme espero,
   sastre hipócrita.    Yo os quiero
   sastre humano y no divino.
   Tomad la medida ya
   y sacareos el tabí 550
   que cortéis.
HOMO:                      ¡ Qué frenesí
   vestiros de eso será !
   Vuestro honor ponéis en duda;
   que galas son incentivos
   del pecado; advertid vivos 555
   ejemplos: Eva desnuda
   andaba cuando era santa,
   vistiose pecadora.
   a culpa fue la inventora
   de gala y soberbia tanta; 560
   cortó ropas el delito,
   ¿ y de él queréis componeros ?
   A nuestros padres primeros
   se las dio por sambenito
   Dios, que sus culpas señala 565
   en el hombre y la mujer;
   ¿ pues no es vanidad hacer,
   vos del sambenito gala ?
DOROTEA:      Esto se usa, acabad ya
   que quien casarse pretende 570
   obliga, pero no ofende
   curiosa.
HOMO:                    ¿ Y parecerá
   mal, a quien os manifiesta
   deseos del conyugal
   amor, si con traje igual 575
   os ve curiosa y honesta ?
   Si lícitamente os ama,
   más os querrá virtÜosa.
   Quien os busca para esposa
   no os pretende para dama, 580
   porque en éstas solicita
   el vicio su torpe arreo,
   que como el pecado es feo,
   de las galas necesita;
   pero en el tálamo justo 585
   la virtud sola ha de ser
   galas con que la mujer
   dé seguridad al gusto.
   Vos sois hermosa que basta;
   dejad tabíes a las feas, 590
   que las mejores preseas
   son virtudes en la casta.
DOROTEA:      Persuasión la gracia os dió
   con que eficaz convertís.
   Sastre santo, vos vestis 595
   almas, que los cuerpos no.
   Escoged pues de que sea
   la ropa que he de traer,
   que desde hoy tiene de ser
   discípula Dorotea 600
   de vuestra sabia doctrina,
   si ya, por ser más feliz,
   no fuera vuestra aprendiz.
   (A cuanto quiere me inclina.        Aparte
   Si gallardo me enamora, 605
   virtÜoso me reprime.
   ¡ Ay cielos, haced que estime
   el corazón que le adora !)
HOMO:      Dejad eso por mi cuenta,
   veréis cuan curiosa y grave 610
   os saco a vistas.
DOROTEA:                          (No sabe            Aparte
   el alma en verle contenta
   apartarse de los ojos.)
   ¿ Qué es eso ?
HOMO:                      Es la medida,

Saca una medida de pergamino

   que si fuera conocida, 615
   con más humildes despojos
   se vistiera el que es discreto.
   Ya veis que es de pergamino,
   y fue misterio divino,
   que el pergamino, en efeto, 620
   es piel de un cordero muerto,
   porque de pieles vistió
   Dios nuestros padres, y dio
   con tal ropa aviso cierto
   a los hombres que los males 625
   del goloso y triste hechizo
   por su soberbia los hizo
   generalmente mortales.
   Mida pues el pergamino
   las ropas, y si es cordero, 630
   Cristo lo fue verdadero
   ya humano, si antes divino;
   que si me ajusto y me visto
   de él, cumpliré en tal demanda
   lo que San Pablo me manda, 635
   que es que me vista Cristo.
   Comencemos por aquí.

Saca la tijera, ábrela y besa el nudo

DOROTEA:      ¿ Por qué,besáis la tijera ?
HOMO:      Porque la cruz considera
   el alma en ella.
DOROTEA:                          Es ansí; 640
   mirad que soy de cintura
   estrecha, medidla bien.
HOMO:      Estrechez pide también
   Dios, señora a la criatura,
   ceñir nos manda y tener 645
   en la mano ardiente luz.
   Cristo se estrechó en la cruz,
   lo mismo habemos de hacer
   para escapar de los lazos
   donde el alma pierde pie. 650

Al tiempo que la ciñe la cintura con la medida, tropieza ella y abrázase con él

DOROTEA:      ¡ Válgame Dios, tropecé
   por teneros en mis brazos !
HOMO:      ¡ Suelte ! ¡ Jesús ! ¿ Está en sí ?
DOROTEA:      En mí no, que en vos estoy;
   el alma os di, agora os doy 655
   los brazos, doléos de mí.
   No penséis que os solicito
   para el amor reprobado;
   para el tálamo sagrado
   os llamo, en él os admito. 660
   Rica soy, de un mercader
   caudaloso fui heredera;
   un caballero me espera
   y un letrado por mujer.
   Vos sois sastre, ¿ mas qué importa ? 665
   poco oficio nos divide,
   paños el mercader mide
   y el sastre los mide y corta.
   Honesto me habéis rendido,
   gentil me habéis hechizado, 670
   mozo me habéis abrasado
   y santo me habéis vencido.
   Cortad para nuestra boda
   galas, sed esposo y sastre.
HOMO:      Tal vez lleva a pique el lastre 675
   la nave y la gente toda.
   Tormenta se ha levantado
   que los apetitos ciega,
   y cuando el alma se anega
   remedio es echarse a nado. 680
   Dichoso aquél que se escapa
   del golfo y del mar se aleja.
   Adiós, que en la mano os deja
   tentación, Josef, la capa.

Vase y déjala la capa

DOROTEA:      ¿ Qué es ésto ? ¿ Tal menósprecio 685
   sufre una mujer honrada ?
   ¡ Ola, criados, vecinos,
   agravios de amor me abrasan !

Sale PENDON

PENDON:      ¿ Quién da voces ? ¿ Qué tenemos ?
DOROTEA:      Aquél hombre, aquél que engaña 690
   con hipócritas mentiras,
   santo sólo en las palabras,
   aquél que virtudes vende,
   aquél que se entró en mi casa
   sin llamarle, aquél...
PENDON:                            ¡ Qué aquelas ! 695
   ¿ Di quién es, que estás extraña ?
DOROTEA:      El que llaman Homo Bono
   y es hombre malo, intentaba
   luego que de aquí te fuiste...
PENDON:      ¿ Qué ? ¿ Hacerte de una vez sastra ? 700
DOROTEA:      Deshonrarme.
PENDON:                        ¡ Por lo menos !
   Y por lo más, ¿ qué buscaba ?
   Miren, si te dije yo,
   ¿ sastre y santo ? ¡ Cosá rara !
   Cuervo blanco, nieve negra, 705
   luz oscura, firme paja,
   sol de noche, poeta rico,
   caballero sin mohatras,
   viuda de noche y sin duende,
   doncella no pellizcada, 710
   tahur sin echar por vidas,
   contrabajo y beber agua,
   es decir que hay sastre y santo.
DOROTEA:      Dejóme, cuál ves, la capa
   cuando vio que daba voces. 715
PENDON:      Mira; un sastre es cosa usada
   sisar para su pendón
   cuanta ropa rica o basta
   encomienda a la tijera,
   por eso son desbocadas. 720
   Vióte virgen e intentó,
   imaginándote intacta,
   hacerte virgen Pendóna
   y por esto te sisaba.

Sale ROBERTO, viejo

ROBERTO:      Alborotado y en cuerpo, 725
   vi, que salió de esta casa
   mi hijo, y sin que pudiese
   detenerle.    Más me espanta
   cuanto más sé su modestia;
   ¿ qué accidente será causa 730
   de tan nueva turbación ?
   Mil dudas me ofrece el alma.
   Señora, saber quisiera
   qué suceso o qué desgracia
   a un hijo que me dio el cielo, 735
   huyendo y turbado saca
   de aquí, donde entró a serviros.
DOROTEA:      ¿ Es hijo vuestro el que llaman
   en Cremona el Homo Bono ?
ROBERTO:      Sí, señora.
DOROTEA:                      Mal se hermanan 740
   nombre y obras.
ROBERTO:                        ¿ Pues por qué ?
DOROTEA:      Porque en acciones contrarias,
   cuando virtudes predica,
   vicios contrarios le infaman.
   A que cortase un vestido 745
   le llamé.
PENDON:                      Mejor cortara
   ribetes el sastricida,
   que remedian boticarias.
DOROTEA:      Y quedando con él sola
   quiso...
PENDON:                  Quiso golosmearla. 750
ROBERTO:      ¿ Vísteslo vos ?
PENDON:                            Acechélo.
ROBERTO:      ¡ Mirad lo que decís !
DOROTEA:                              ¡ Basta !
ROBERTO:      Reparad, señora mía,
   que mi hijo es en Italia
   el sol de la compostura. 755
PENDON:      Soles hay que anuncian agua.
ROBERTO:      Mirad que en él no hasta ahora
   vió la torpeza en su cara
   señal por donde pudiese
   la mallcia murmurarla. 760
PENDON:      Hay caras ya taberneras
   que venden a los que engañan
   vino que es vinagre y zupia.
DOROTEA:      ¿ Conoceréis esta capa ?
ROBERTO:      Esa es suya.
DOROTEA:                      Y es testigo 765
   de su torpeza villana;
   que, porque me oyó dar voces,
   dejó en ella vinculada
   mi deshonra y su delito
PENDON:      Y también se echa a las vacas 770
   la capa como a los toros.
ROBERTO:      Si eso es verdad, la venganza
   os dará quien le dió el ser;
   pero afirmarlo vos basta,
   que os respetan bien nacida 775
   y os autorizan honrada.
   Humilde oficio profeso,
   pero en mi esfera se guarda
   la opinión como la vida,
   que hasta aquí no admitió mancha. 780
   ¡ Vive Dios ! ¡ Que he de verter
   su sangre para lavarla,
   si como es un hijo solo
   fuera del orbe monarca !
DOROTEA:      ¿ Luego, vais a darle muerte ? 785
ROBERTO:      ¿ Pues no es justo ?
DOROTEA:                            ¡ Ay, desdichada !
   No le matéis que le adoro.
PENDON:      (Derrengóse con la carga.)          Aparte
DOROTEA:      Haced vos que sea mi dueño,
   gobierne mi hacienda y casa, 790
   médreme yo esposa suya,
   quedaré alegre y vengada.
ROBERTO:      ¿ Pues no decís que intentó
   forzaros ?
DOROTEA:                    Mal me forzara
   quien por derecho del cielo 795
   es dueño único de mi alma.
   Forzóme a adorarle Amor,
   porque es fuerza voluntaria
   la belleza, que un discreto
   llamó apacible tirana. 800
   Mano le pedí de esposo,
   ya sabéis vos si hacendada
   le igualo en la profesión,
   no digo le hago ventaja.
   Desprecióme, huyó y quedé 805
   sin el dueño y con la capa
   como al tahur que ha perdido
   le consuela la baraja;
   padre--que os doy este nombre--
   sedlo en remediar mis ansias. 810
   Virtud quiero, que no hacienda;
   muchos su dueño me llaman
   que mi mano solicitan.
   Homo Bono es quien me abrasa,
   no en torpe fuego, eso no, 815
   pero sí en honestas llamas.
   Sed tercero vos en ellas
   o prevenid a desgracias
   que en mí han de ser infalibles
   tragedias que os den infamias. 820
ROBERTO:      Señora, siendo eso cierto,
   mucho más mi hijo me agravia
   en no estimar prendas vuestras
   que primero en violentarlas.
   Buscábale compañía 825
   que con belleza mediana
   virtudes trujese en dote,
   caudal que nunca se acaba;
   agora, pues, que hallo en vos
   hermosura, hacienda, gracia, 830
   virtud, amor y cordura,
   ¿ qué pretendo ? ¿ Qué le falta ?
   Siempre me ha sido obediente.
   Como en vos no haya mudanza,
   yo sé que habrá en él deseos 835
   que los vuestros satisfagan.
   Mañana vendrá a rendiros
   el alma y pecho.
DOROTEA:                          ¿ Mañana ?
PENDON:      (No, sino hoy. Prisas doncellas      Aparte
   luego opilan si se tardan.) 840
DOROTEA:      Cumplid como prometéis.
ROBERTO:      Desempeñaré palabras
   con obras que yo apetezco.

Vase

PENDON:      (Mire que las que se casan,          Aparte
   los instantes de sus bodas 845
   juzgan leguas de la Mancha.)

Salen GRIMALDO de estudiante y LELIO de caballero

GRIMALDO:      Dorotea, litigantes
   sobre tu amor, Lelio y yo,
   la esperanza nos citó
   a tus estrados amantes. 850
   Amigos éramos antes;
   mas pleitos de tu bondad
   mudan nuestra voluntad
   en competencia enemiga,
   que si es cuerdo, no hay quien diga 855
   que en pleitos hay amistad.
   El alega de su parte
   favores que tú le has hecho,
   y yo informo en mi derecho
   muchos más para obligarte; 860
   sentencia con declararte
   a quién escoger ordenas,
   porque remates las penas
   de la esperanza que agostas,
   y condenarásle en costas 865
   si a tu olvido le condenas.
LELIO:      Yo sé que con buenos ojos
   mi amor miras y agradeces
   mi voluntad, cuantas veces
   das alivio a mis enojos. 870
   Píntase Amor con antojos
   en fe, que es corto de vista;
   podrá ser que en tu conquista
   se engañe porque ve mal;
   por eso en tu tribunal 875
   viene a explicar la revista.
   Noble soy, expectativa,
   tengo de ser sucesor
   de un tío cuyo valor
   como en sangre en oro estriba; 880
   quieran los cielos no viva
   un hijo que tiene en poco,
   que si yo su hacienda toco,
   y conquisto tu belleza,
   mi calidad y riqueza 885
   darán envidia a este loco.
GRIMALDO:      De tu esperanza homicida
   colegir tu engaño puedes,
   pues para que rico quedes
   han de perder dos la vida. 890
   La mía no es tan falida,
   pues a menos costa espero,
   si el grado que pido adquiero,
   enriquecer sin matar,
   que es bajeza el desear 895
   tanta muerte por dinero.
DOROTEA:      Lelio, Grimaldo, yo estoy
   por entrambos obligada,
   y también determinada
   a declarar cuya soy. 900
   Dadme de término hoy,
   y prevenid la paciencia
   para mañana, en mi audiencia;
   que si el pretender es justo,
   en tribunales del gusto 905
   dará mi amor la sentencia.

Vase

LELIO:      Respondiónos en enigma.
GRIMALDO:      Sí; mas de ambiguas razones
   en sus ojos mis pasiones
   han visto lo que me estima. 910
LELIO:      Vana esperanza te anima,
   cuando penetra mi amor
   el que me tiene interior.
GRIMALDO:      Cuando tu soberbia abajes
   y Amor se obligue a mis gajes, 915
   tu engaño conocerás.
LELIO:      Yo sé que me envidiarás.
PENDON:      "Lo veredes," dijo Agrajes.


ACTO SEGUNDO

Salen el santo HOMO Bono, muy galán en cuerpo; PENDON ayudándole a vestir, ROBERTO y VALERIO

HOMO:      Forzando mi inclinación,
   aunque debo obedecerte, 920
   padre, tu jurisdicción
   agravias.
ROBERTO:                    Quiero ponerte
   en estado y en razón.
   No tengo hijos más que a ti
   y, aunque el oficio no sea 925
   generoso, que adquirí,
   se iguala con Dorotea
   la calidad que te di.
   Sastre soy, mas bien nacido.
   Con su dote realzarás 930
   tu casa.    Helo prometido,
   después que rebelde estás
   la virtud has desmentido
   que en ti celebra Cremona.
VALERIO:      Primo, resistir el gusto 935
   de vuestro padre no abona
   vuestra humildad.
HOMO:                          Ni eso es justo.
ROBERTO:      Lelio, que con ser persona
   de las nobles del lugar,
   por dichoso se tuviera 940
   de ser su esposo.    Ha de usar
   de violencia y no quisiera
   sus parientes provocar.
   Ella te adora y yo intento
   el bien a que te encamina. 945
PENDON:      ¿ Es por dicha el casamiento
   ir a conquistar la China
   o hacer batalla con ciento ?
   ¡ Vive Dios que he conocido
   hombre yo, que se casaba 950
   cada domingo, y marido
   de a semana, se mudaba
   como camisas !
HOMO:                        Yo he sido
   desdichado en no tener
   padre que no violentara 955
   mi inclinación.    (¿ Qué he de hacer ?    Aparte
   Mi Dios, serviros gustara
   sin estorbos de mujer.)
VALERIO:      Dorotea es cuerda y bella.
HOMO:      Sea más que el sol hermosa 960
   y forme de mí querella;
   que yo no apetezco cosa
   que dan dineros con ella.
   La más vil mercadería
   tiene algún precio y valor; 965
   las piedras, la arena fría,
   el heno frágil, la flor,
   la yerba que el prado cría;
   sólo a quien casarse atreve
   dote con la mujer dan, 970
   porque así se le haga leve.
PENDON:      Es pagar al ganapán
   para que la carga lleve.
ROBERTO:      Acábate de vestir
   que es tarde; no seas pesado. 975
HOMO:      Si a velarme tengo de ir,
   y al muerto velan, velado
   agora, voy a morir.
ROBERTO:      En una quinta te espera
   y hoy las vistas han de ser. 980
   Imita a la primavera
   en galas; porque es mujer
   de buen gusto, y no qulsiera
   que hallase en ti imperfección
   que su amor desazonase. 985
   Háblala con discreción
   y finge, aunque no te abrase,
   que eres de la sol Faetón.
   No apartes los ojos de ella,
   suspira de cuando en cuando; 990
   tómala una mano bella.
   Si estás con otros hablando
   hazla entender que por vella
   ni en lo que dices estás
   ni a propósito respondes, 995
   y de esta suerte verás
   cuan presto en tu pecho escondes
   el amor que huyendo vas,
   y empezarás a adorar
   lo que por no conocer 1000
   hasta aquí te dió pesar.
PENDON:      Amar, rascar y comer
   no está en más que en comenzar.
ROBERTO:      Mientras que Pendón te vista
   la voy a avisar; ven luego. 1005

Vanse ROBERTO y VALERIO

HOMO:      (Mejor me fuera el ir ciego,    Aparte
   que a tales vistas con vista.
   Mi Dios, para que resista
   tal violencia, dadme fuerza
   antes que mi padre tuerza 1010
   mi libertad y la doble;
   que no es la voluntad roble
   para dar fruto por fuerza.
   Yo estoy contento, mi Dios,
   con mi quieta soledad; 1015
   aquí de Dios libertad,
   ¿ por qué no volvéis por vos ?
   Pero diréis que entre dos
   conserva el Amor su estado,
   que la soledad da enfado; 1020
   pero sólo alumbra Apolo;
   que más vale vivir sólo
   que no mal acompañado.)
PENDON:      Ea, novio Capuchino;
   a vistas Amor te llama, 1025
   sombrero te da la fama
   con plumas para el camino.
   Su casa te espera toda
   con la novia en una quinta,
   donde el Amor mayos pinta. 1030
   Goza del pan de la boda,
   que te amasa la belleza
   de una mujer, que agora es
   miga toda, aunque después
   se te ha de volver corteza. 1035
   Busca dientes de diamante
   porque las mujeres son
   por lo dulce, de turrón,
   por lo duro, de Alicante.
   Vístete si has de ir allá. 1040
HOMO:      Bien sabes tú, cuan pesado
   tiene de serme este estado.
PENDON:      Si un yugo por premio da,
   ya colijo las molestias
   de una mujer que es verdugo, 1045
   que no suele ser el yugo
   sino para domar bestias.
   Diérante a ti andar de día
   de jubileo en sermón;
   no dejar congregación, 1050
   no perdonar obra pía,
   disminuyendo procesos,
   consultando confesores,
   reprehendiendo jugadores,
   dando libertad a presos, 1055
   y a la noche en hospitales,
   entre humildes ejercicios,
   desopilando servicios
   y bazucando orinales.
   En oyendo el esquilón, 1060
   a pesar de lodo y vientos,
   acompañar sacramentos
   de Dios y su extrema unción;
   volver a casa a lo mudo,
   o royendo Ave Marías, 1065
   cenar dos lechugas frías
   y un huevo entre asado y crudo;
   dormir sobre una tarima
   poco y mal, y aunque a maitines
   fuiste acallando mastines, 1070
   volver a la iglesia a prima,
   que en este entretenimiento,
   que otros llamarán castigo,
   no estimarás en un higo
   el más rico casamiento. 1075
HOMO:      Sólo eso, amigo, apetezco,
   y sin ello me va mal;
   siendo éste mi natural,
   poco o nada en él merezco;
   pero, en fin, me dan mujer. 1080
PENDON:      Casarte y tener paciencia;
   que no es mala penitencia,
   pues tantas sueles hacer;
   que en fe de lo que aprovecha
   puedes hacer, si te casas, 1085
   cuenta, que esta vez te pasas
   a religión más estrecha.
HOMO:      Más con eso me molestas.
PENDON:      Vístete si habemos de ir.
HOMO:      ¿ Cómo tengo de sufrir, 1090
   cielos, tanta carga a cuestas ?
PENDON:      Como quien lleva la cruz
   del matrimonio excelente;
   tú serás el penitente
   y yo el cófrade de luz; 1095
   mas mira, pues que te casas,
   si vivir seguro quieres,
   advierte que las mujeres
   son castañas en las brasas,
   regalarlas y quererlas, 1100
   mas si en fe de tus amores
   se te suben a mayores,
   porque no salten morderlas;
   ni tanta mano las des
   que vengan a ser cabeza, 1105
   ni muestres tanta extrañeza
   que las imagines pies.

Pónele la capa

   Si en estos peligros dos
   quieres hallar el remedio,
   la virtud consiste en medio; 1110
   que no sin misterio Dios.
   Cuando a la mujer ser da,
   en fe dee esta maravilla,
   la formó de una costillá
   que en medio del cuerpo está, 1115
   y con esto emplumaté
   pues ya te he puesto las galas.

Pónele el sombrero

HOMO:      ¡ Ay plumas, servidme de alas
   y de una mujer huiré !
PENDON:      No me espanto que te pese, 1120
   que es carga de ganapán,
   y si Dios se la dio a Adán
   aguardó a que se durmiese.

Vanse.    Salen DOROTEA, muy bizarra, SABINA y EZPERANZA, criada

DOROTEA:      ¡ Bella quinta !
SABINA:                            Deleitosa.
DOROTEA:      En ella la primavera, 1125
   que de estas vistas espera
   verme de su mayo esposa,
   también hace ostentación
   de sus galas el abril.
SABINA:      Mira en tazas de marfil 1130
   brindar la murmuración
   de estas fuentes a la risa,
   que cuando la sed provocas
   se hace por ti toda bocas.
ESPERANZA:      Mientras murmura te avisa, 1135
   sino es que te reprehende,
   del pago injusto que has dado
   a Grimaldo y Lelio.
DOROTEA:                              Estado
   mejor es el que me enciende.
   Yo quiero escusar enojos 1140
   de por vida, y la quietud
   de una cuerda juventud
   gozar, que esta vez con ojos,
   Amor, si en las demás ciego,
   hizo elección en mi abono 1145
   de un hombre que es Homo Bono
   y me promete sosiego.
SABINA:      Si no fuera sastre, bien.
DOROTEA:      De la virtud hago estima.
   Hacienda me sobra, prima, 1150
   con que envidiándole estén
   caballeros de Cremona.
   Corresponda él a mi amor,
   vivirá como señor;
   que si el oro es el que abona, 1155
   no usando más ese oficio,
   el que yo le pienso dar
   le puede calificar.
   Yo no me caso por vicio
   sino por virtud, que es tanta 1160
   la que en él he conocido,
   que por ella le he elegido.
SABINA:      Enamorada eres santa;
   no te arrepientas casada,
   prima, que me pesaría 1165
   de que fuese hipocresía
   la que perfección te agrada.
   Informa antes la noticia
   si no es que ciega te abrasas;
   porque ya como las casas 1170
   hay santos a la malicia.
   Unos fingen aspereza,
   y aforran, porque es más blanda,
   la jerga y sayal de holanda,
   que es virtud en la corteza. 1175
   Otros muestran que a lo oscuro
   no comen más que ensalada
   con pan, y a puerta cerrada
   son secuaces de Epicuro.
   Guárdate no haga otro tanto 1180
   el esposo que te espera,
   porque hay santos de hacia afuera
   no de hacia dentro.
DOROTEA:                            Mi santo
   no es de ésos, denme los cielos
   que viva en su compañía; 1185
   que no temo, prima mía,
   que se desvele con celos;
   que jugándome mi dote,
   mis joyas empeñe o venda,
   que desperdicie mi hacienda, 1190
   que mis deudas alborote,
   porque, en fin, no es de este mundo.
   Y aunque esa simplicidad
   den nombre de necedad
   cortesanos--en quien fundo 1195
   todo el caudal en engaños--
   para cosas de importancia
   es cuerdo, aunque la ignorancia
   haga burla de sus años.
   El, en efecto, es bastante, 1200
   para ser apetecido,
   y mejor para marido
   que para galán o amante.
ESPERANZA:      Será a lo que yo imagino,
   junipero por lo llano, 1205
   mentecato por lo humano,
   gangoso por lo divino;
   que andará desaliñado
   y dirá que es por llaneza,
   cabizbajo de cabeza, 1210
   el cuello o sucio o ajado,
   y dirá que es vanidad
   lo que el mundo ornato llama,
   y si en muestras de que te ama
   saca a luz la voluntad 1215
   --que no será en todos días
   sino en las Pascuas de Flores--
   en vez de decirte amores
   te rezará Ave Marías.
DOROTEA:      Yo he de casarme con él, 1220
   y no tú; contenta estoy
   ¿ qué quieres ?

Salen muy galán HOMO Bono, ROBERTO y PENDON

ROBERTO:                        Un hijo os doy
   señora, y cifrada en él
   la voluntad que se debe
   a vuestro sobrado amor. 1225
DOROTEA:      Prima, dejando el valor
   con que el soberbio se atreve
   y a que mi esposo le falte,
   mira cuán cuerda le adoro.
   ¿ No es todo él un pino de oro 1230
   pues la virtud es su esmalte ?
SABINA:      Buen talle tiene.
ROBERTO:                              Levanta
   la vista y si no te ciega
   su belleza, a hablarla llega.
HOMO:      Dios, señora, os haga santa. 1235
SABINA:      (¿ Por santidades comienza ?)      Aparte
ESPERANZA:      (Devota salutación                      Aparte
   para entrada de sermón.)
ROBERTO:      El novio tiene vergÜenza;
   su turbación perdonad, 1240
   que el más discreto, cuando ama,
   la primer vez que a su dama
   ve, dice una necedad.
PENDON:      (¿ Una ? El dirá más de ciento.)        Aparte
HOMO:      ¿ Por necedad juzgáis vos 1245
   el decir que la haga Dios
   santa ? ¡ Jesús !
ROBERTO:                        El intento
   es bueno, pero no viene
   a propósito.
HOMO:                        Confuso
   estoy.
ROBERTO:                El amor y el uso 1250
   su idioma y términos tiene.
HOMO:      ¿ Pues, qué había de decilla ?
ROBERTO:      A fue de los cortesanos,
   "bésoos, señora, las manos"
   arrastrar luego la silla 1255
   y preguntar "¿ como estáis ?"
   que es el común A. B. C.
HOMO:      "Bésoos las manos" ¿ por qué ?
   ¿ Necedad en mí llamáis
   el decir que la haga santa 1260
   Dios, y en el mundo no veis
   las necedades que hacéis
   ni su mal uso os espanta ?
   Estornuda un caballero
   y a los que les corresponden, 1265
   "bésoos las manos" responden
   en pie y quitado el sombrero,
   y a los que "Dios os ayude"
   dizen, notan de villanos;
   en fin, que besar las manos 1270
   al otro porque estornude
   mirar qué merced les hace.
   Traen luces cuando anochece,
   y descortés les parece
   al cuerdo que satisface 1275
   con decir que Dios les dé
   buenas noches, solamente
   al besamanos consiente
   el uso necio. ¿ Por qué
   si tú la luz no me has dado 1280
   besarte es bien que permitas
   las manos y a Dios le quitas
   las gracias que te ha alumbrado ?
   Ved si entre necedad tanta
   son términos más cristianos, 1285
   que no besarla las manos
   el decir, "Dios la haga santa."
ROBERTO:      No desdice el ser cortés
   de la virtud que es curiosa;
   siéntate junto a tu esposa. 1290
   Dile amoroso después
   la buena suerte y ventura,
   que medras en merecella,
   que estás perdido por ella,
   que al sol vence en hermosura, 1295
   que su discreción te admira.
HOMO:      ¿ Eso he de decirla ?
ROBERTO:                              ¿ Pues ?
HOMO:      ¿ No debes de advertir que es
   pecado el decir mentira ?
ROBERTO:      Este es encarecimiento 1300
   que usa el amor ordinario.
HOMO:      Afirmando lo contrario
   de lo que imagino miento.
   Si yo por mujer la tengo,
   ¿ por qué sol la he llamar ? 1305
   ¿ Ni cómo podré afirmar
   que perdido a verla vengo,
   si no es porque el tiempo pierdo
   de que he de dar a Dios cuenta ?
   Mentir un hombre es afrenta. 1310
   Téngame por necio o cuerdo.
   Cáusela gusto o enfado.
   Mal o bien conmigo esté,
   porque yo no mentiré
   por cuanto Dios ha criado. 1315
ROBERTO:      Anda ignorante, que están
   por ti en pie, siéntate allí
   y lo que te mando di.
   Sé airoso, afable y galán;
   que--¡ vive Dios !--si en desprecio 1320
   de lo que mando que digas
   con amores no la obligas
   y te confirma por necio,
   --que sí hará porque es discreta--
   que en Cremona no has de estar 1325
   un hora.
HOMO:                    Marido, en mar
   empieza que siempre inquieta.
   Si a su golfo, padre, incierto
   me arrojas, donde no hay pie,
   huyendo de aquí saldré 1330
   como el que naufraga al puerto.
   Bien me puedes desterrar,
   que, escogiendo ese partido,
   de marido, admito el "ido"
   por no perderme en el "mar." 1335
ROBERTO:      Obedece lo que mando
   que--¡ vive Dios !...
HOMO:                            Yo lo haré;
   no jurés.
ROBERTO:                    Acércaté.
HOMO:      Al fuego me voy llegando.
ROBERTO:      Muestra en el rostro alegría. 1340
DOROTEA:      ¿ No tomáis silla, señor ?
ESPERANZA:      (Albarda fuera mejor.)              Aparte
DOROTEA:      Asentáos, por vida mía.
HOMO:      No haré cierto.    Yo estoy bien;
   sentáos, mi señora, vos... 1345
   (Sacadme de esto, mi Dios)          Aparte
   ...padre, siéntese aquí.
PENDON:                                    Bien
ROBERTO:      No soy yo el que a vistas vengo;
   tu lugar es, hijo, ahí,
   y éste el mío, porque aquí 1350
   que hablar a Sabina tengo.
DOROTEA:      Por mi vida que os sentéis.

Siéntase el viejo ROBERTO con SABINA aparte, y el Santo HOMO con DOROTEA, a otro lado

HOMO:      Dos veces habéis jurado.
   ¡ Jesús ! Ya yo estoy sentado,
   a trueco que no juréis; 1355
   y si se hace el casamiento
   quiéroos, señora, avisar,
   que nunca habéis de jurar,
   porque es contra el mandamiento
   segundo.
DOROTEA:                    Si el alma os di 1360
   y en amaros persevero,
   en prueba de lo que os quiero,
   yo juro cumplirlo ansí.
HOMO:      Pues no juréis otra vez.
SABINA:      Demasiado escrupuloso 1365
   es, Roberto, nuestro esposo.
ROBERTO:      ¡ Está turbado, pardiez !

A ESPERANZA

PENDON:      ¡ Ola ! ¿ Tú cómo te llamas ?
   ¿ Inés, Dominga, Teresa,
   Casilda, Olaya, Ginesa ? 1370
   Que mientras nuestras dos damas
   desbastan aquel zoquete,
   tú y yo hemos de en par en par.
ESPERANZA:      ¿ Qué es eso de "tú ?"
PENDON:                                Es hablar
   sincopado. ¡ Buen jarrete 1375
   tienes: moza eres rolliza !
ESPERANZA:      ¡ Arre allá !

Dale

PENDON:                        ¡ Válgate un jo
   que con arre emparentó !
ESPERANZA:      Eso a la caballeriza
   y no conmigo.
PENDON:                            ¡ Oh, fregata ! 1380
ESPERANZA:      ¡ Oh, sisón !
PENDON:                      ¡ Oh, estropajera !
ESPERANZA:      ¡ Oh, alca...
PENDON:                      ¡ Paso, cernedera !
ESPERANZA:      ...huete !
PENDON:                      ¡ Paso, carichata !
ESPERANZA:      No hay paso.
PENDON:                          Pues, haya envido.
ESPERANZA:      Ni hay envido.
PENDON:                        ¡ Oh, vaciatriz ! 1385
ESPERANZA:      ¡ Oh, sastre, y más aprendiz !
PENDON:      Malo, doime por vencido.
ROBERTO:      Cásese él, que esos extremos
   el tiempo los curará.
SABINA:      Hablando con ella está, 1390
   lo que la dice escuchemos.
DOROTEA:      En fin, ¿ no me decís nada ?
HOMO:      Nada os digo, pues que callo.
   Yo os prometo que no hallo
   cosa, señora casada, 1395
   que deciros de momento.
DOROTEA:      Créolo, que amor desnudo
   a los principios es mudo;
   el propio efeto en mí siento,
   que estoy muy enamorada, 1400
   señor y dueño de vos.
HOMO:      Más vale estarlo de Dios,
   que yo no os sirvo de nada.
DOROTEA:      Amaros para marido
   no es con intento liviano. 1405
HOMO:      ¡ Plegue a Dios !
DOROTEA:                        Dadme la mano.
HOMO:      ¡ Jesús ! ¿ yo mano ?

Retírala

DOROTEA:                            Encogido
   sois, dadla acá.
HOMO:                              No hay que hablar;
   o estas son vistas o no.
DOROTEA:      Sólo a veros vine yo. 1410
HOMO:      Ver, pues, pero no tocar.
DOROTEA:      Mal debo de pareceros.
HOMO:      No me parecéis muy bien,
   mientras belleza no os den
   los adornos verdaderos 1415
   que la virtud califican.
   Yo, en fin, he de obedecer
   a mi padre; si mi mujer
   habéis de ser, cual publica
   deseos que os agradezco, 1420
   asentemos condiciones.
DOROTEA:      (Cuanto más secas razones          Aparte
   me dice, más le apetezco.
   Dios debe de ser servido
   que este hombre mi dueño sea.) 1425
HOMO:      Vos, señora Dorotea,
   habéis de mudar vestido
   que con más honestidad
   se proporcione a mi estado.
   Soy un sastre; no me han dado 1430
   mis padres más calidad.
   ¿ Qué queréis que el vulgo diga
   cuando os viera entronizada,
   sastre yo, vos adornada,
   de andar en coches amiga, 1435
   sino murmurar delitos
   contra mi buena opinión ?
   Las galas supérfluas son
   en el pobre sambenitos.
DOROTEA:      Yo tengo sobrada hacienda 1440
   para que oficio mudéis,
   y el que ejercitáis dejéis.
HOMO:      Eso no, ni lo pretenda
   quien bien me quiera. Cabeza
   todo marido ha de ser 1445
   a quien siga su mujer.
   Dióme la naturaleza
   esta humilde profesión,
   y vos habéis de imitarme,
   no yo á vos, que es afrentarme. 1450
DOROTEA:      Aceto esa condición.
   ¿ Queréis más ?
HOMO:                          Querreos mucho,
   si los domingos y fiestas
   os confesáis, porque en éstas
   andar las damas escucho 1455
   vagando por la ciudad,
   y no habéis de querer vos
   que días que son de Dios
   se den a la vanidad.
DOROTEA:      Prometo cumplirlo ansí. 1460
HOMO:      Habéis de ser limosnera
   de modo que, aunque no hubiera
   más de un pan que darme a mí,
   o para comer los dos,
   si llega un necesitado, 1465
   con respeto y con agrado
   se le déis en él a Dios.
   Veréis cómo se acrecienta
   después.
DOROTEA:                  Todo eso es muy justo,
   y más daros a vos gusto. 1470
HOMO:      Pues asentada esta cuenta,
   ya me parecéis hermosa;
   ya mi aspereza cesó;
   ya os tengo en el alma yo;
   ya os intitulo mi esposa; 1475
   ya os beso esta blanca mano.
DOROTEA:      Oigaos yo regalos tales,
   y en los afectos iguales
   os halle yo tan humano,
   que no envidiaré coronas. 1480
HOMO:      La mitad del alma mía
   os llamad desde este día.
DOROTEA:      ¡ Oh, Amor, que almas eslabonas,
   dos en una unidas tienes !
   Prima, Roberto, ¿ qué hacéis 1485
   que mi bien no encarecéis
   y me dais mil parabienes ?
SABINA:      Los que gozas duren tanto,
   que jamás los desbarate
   el pesar.
ROBERTO:                    Siglos dilate, 1490
   hija, Amor, yugo tan santo.
PENDON:      Lleguen a ver vuesastedes
   choznos de choznos, que nietos
   vengan a ser de biznietos
   de rebiznietos.
ESPERANZA:                        Ya excedes 1495
   en conformidades presas
   las almas años prolijos;
   vean Papas a sus hijos
   y a sus hijas abadesas.
PENDON:      Amén.
ROBERTO:                    Volvamos a casa, 1500
   donde con tálamo igual
   amor os junte.
DOROTEA:                        No hay mal
   que ponga a mis dichas tasa.
   ¡ Venturosa yo, que gozo
   belleza y virtud !
HOMO:                            Mi Dios, 1505
   sed nuestro himeneo vos.
PENDON:      ¿ Oyes,, moza ?
ESPERANZA:                        No oigo, mozo.
PENDON:      ¿ Quieres que matrimoñemos ?
ESPERANZA:      ¿ Pues no ?
PENDON:                      Pues toca.
ESPERANZA:                              Pues tome.

Dale

PENDON:      ¡ Ay ! 1510
ESPERANZA:      Sí hay.
PENDON:                        ¡ Desnarigome !
   ¿ Pero querrásme ?
ESPERANZA:                              Veremos.

Vanse, sino es PENDON

PENDON:      ¿ Veremos ? ¿ Por el plural ?
   Ansí hablan las Paulinas.

Salen LELIO y GRIMALDO

LELIO:      Verás cuánto desatinas; 1515
   pues los dos al tribunal
   citados de Dorotea,
   ha de quedar concluído
   nuestro pleito.
GRIMALDO:                        Yo he venido
   seguro de que en mí emplea 1520
   su gusto y que te aborrece.
LELIO:      La soberbia es presumida,
   pero en ti desvanecida.
PENDON:      Vuestro amor se está en sus trece
   y aunque en sus catorce esté, 1525
   la dama escogió otro gallo,
   el que a esta quinta a caballo
   vino, volveráse a pie;
   porque ya el niño con alas
   que se pintaba desnudo, 1530
   si holgazán hasta aquí pudo
   pasar en carnes sin galas,
   como ya es boca de invierno,
   hasta que vuelve el abril,
   aprende oficio sastril, 1535
   y entre sus ribetes tierno
   ropas busca que autorice
   su desnudez, y ha querido
   mientras hilvana el marido
   que la mujer ojalice. 1540
LELIO:      ¿ Qué dices, loco ?
PENDON:                                Perdono
   el título que me dan,
   que presto le adquirirán.
   ¿ Conocen a un Homo Bono
   vecino aquí y morador ? 1545
GRIMALDO:      Creo que le oí nombrar.
LELIO:      Un sastre es que ha de morar
   cerca de aquí.
PENDON:                          Vencedor
   de los dos, acaba agora
   de llevarse el gallinero. 1550
   El entró aquí aventurero,
   y ella, que es mantenedora,
   pues que le ha de sustentar,
   la sortija o el anillo
   de esposa le dio.    El decillo 1555
   yo os daré que sospechar;
   pero no hablando peinado,
   digo, a fe de buen Pendón,
   que es la dama, en conclusión,
   del sastre su desposado, 1560
   porque entrándole a tomar
   la medida de un vestido
   se le vistió de marido,
   y fuera os mandan echar
   de esta pretensión, por señas, 1565
   que esposos de este jardín
   se van rÜin con rÜin
   que así se casan en Dueñas.
GRIMALDO:      Si no supiera que el vino
   te hace hablar desatinado... 1570
PENDON:      Yo soy un pendón honrado,
   y el vino esta vez no vino.
LELIO:      ¿ Con un sastre ?
PENDON:                              ¡ Vive Dios,
   que estaba por él perdida !
   Que él le tomó la medida 1575
   y Amor agora a los dos;
   y que no se le da un higo
   por vuesastedes.
GRIMALDO:                            Sí hará,
   que es mujer y escogerá
   lo peor.
PENDON:                    También lo digo. 1580
LELIO:      ¿ Y desprecia mi nobleza
   con sastre ?
GRIMALDO:                    ¡ Mujer !
PENDON:                              En fin,
   Sancho para su rocín.
   ¡ Tal simple, para tal necia !
GRIMALDO:      ¿ Con un oficial tan bajo ? 1585
PENDON:      Eso no lo sufriré,
   que ser sastre profesé
   desde hoy cosiendo a destajo;
   y aunque de moneda falto,
   contra necios que le infaman, 1590
   y oficio bajo le llaman
   se suele coser en alto;
   y tanto lustre le dan
   los libros--citarlos quiero--
   que Dios fue el sastre primero 1595
   que vistió a Eva y a Adán.
   Dios se llama Alfa y Omega,
   y el sastre es, por más quilate,
   en Portugal, Alfayate,
   con que el Alfa se le pega. 1600
   Y siendo Dios uno y trino,
   que este oficio comenzó,
   el nombre de tres le dio
   cuando al sastre a nombrar vino;
   aunque corrupto después, 1605
   pues por ser tan singular,
   los sastres quiso llamar
   no sastres, sino san trés;
   porque el santo tres y uno
   cortó a nuestros padres fieles 1610
   vestidos de aquellas pieles
   cuando quebrantó el ayuno.
   La soberbia y interés
   que nos inclinó a pecar;
   y ansí chitón y estimar 1615
   los sastres, que son San Tres.

Vase

LELIO:      Si esto es verdad, ¡ vive Dios
   que he de executar castigos !
GRIMALDO:      Sido habemos enemigos.
   Conformémonos los dos 1620
   para trazar la venganza.
LELIO:      ¿ Con un sastre ? ¿ hay tal afrenta ?
GRIMALDO:      Yo, no es mucho que la sienta
   viniendo con esperanza
   de verla gobernadora 1625
   de Milán y de Pavía.
LELIO:      Yo en heredando entendía
   hacerla presto señora
   de un mas que mediano estado.
GRIMALDO:      Burlóse de nuestro amor; 1630
   que, en fin, el lobo peor
   se come el mejor bocado.
LELIO:      ¿ Dónde vive ese Homo Bono ?
GRIMALDO:      Aquí cerca, mas la casa
   de la ingrata con quien casa, 1635
   por ser de mayor abono
   y más rica, servirá
   del civil tálamo agora.
LELIO:      Pues si ese tálamo adora,
   túmulo suyo será; 1640
   seguidme, amigo Grimaldo.
GRIMALDO:      ¿ Pues qué pretendes hacer ?
LELIO:      Vengarme de una mujer
   tan poco cuerda.
GRIMALDO:                          Pensaldo
   primero.
LELIO:                      Pensado está. 1645
GRIMALDO:      ¿ Quién tal elección creyera ?
LELIO:      Quien en ellas considera
   que naturaleza está
   corrupta.
GRIMALDO:                      Eso no lo ignoro,
   que escogió--en historias hallo-- 1650
   Semiramis a un caballo,
   Paisfae lasciva a un toro.
LELIO:      Seguidme, que de ese aviso
   casi estoy por decir yo,
   que peor que esas escogió 1655
   la mujer que a un sastre quiso.

Vanse.    Salen el santo HOMO Bono y un POBRE muy roto

POBRE:      Vime, señor, en estado
   feliz y rico, otro tiempo,
   las desdichas ¿ qué no mudan ?
   El mundo es mar lisonjero, 1660
   convida con las bonanzas,
   embárcase el pasajero,
   truécase en tormentas todo;
   porque donde reinan vientos
   ¿ quién hay que firmeza aguarde ? 1665
   Amores, fiestas y juegos,
   triunvirato de los vicios,
   mi sustancia consumieron
   cuando rico tuve amigos;
   cántanle al sol en naciendo 1670
   porque le ven caudaloso
   de rayos de oro; mas luego
   que le ven pobre de luz
   huyen aves; que en invierno
   no perecen las hormigas 1675
   que al trigo el agosto fueron.
   Solo, señor, me dejaron;
   ya ni me conocen deudos,
   ni estiman acompañarme,
   sino llantos y escarmientos. 1680
   Doléos de mi desnudez.
HOMO:      La compasión que yo os tengo
   es tal, que no necesita,
   mi pobre, de esos ejemplos.
   ¿ Vos desnudo y yo vestido ? 1685
   No lo permitan los cielos.
   Novio soy, no vio mi padre
   mis peligros que está ciego.
   En el mar que os llevó a pique
   echa al fondo el mucho peso 1690
   a quien de hacienda se carga;
   si agora la cruz me han puesto
   del matrimonio que es plomo,
   anegaráme en su centro
   no aligerando su carga. 1695
   Entre los dos la llevemos,
   yo la cruz, y vos la ropa.

Desnúdase

   Tomad, vestíos, que allá dentro,
   en mis fiestas ocupados,
   no me verán socorreros. 1700
   Desnudo en la Cruz estuvo
   mi Dios, humanado verbo,
   cuando en tálamos de sangre
   se desposó amante tierno
   con la Iglesia.    Esposo soy, 1705
   cruz me ponen, y así quiero
   en mi Cruz estar desnudo,
   por imitarle hasta en esto.
   Tomad, tomad y partíos;
   no salga quien pueda vernos 1710
   y piratas os despolen.

Truecan vestidos

POBRE:      ¡ Oh, asombro del siglo nuestro !
   ¡ Oh, sastre que viste a Dios
   en sus pobres ! Los pies beso
   que estrellas han de pisar. 1715
HOMO:      Pobre, ¿ qué hacéis ? Idos luego,
   que siento gente.

Suena la MUSICA, y sale el POBRE arriba vestido de la ropa del santo, con resplandores, y aparece un CRISTO

CRISTO:                          Homo Bono,
   por escarnio me pusieron
   púrpura cual rey de burlas,
   los ingratos de mi pueblo; 1720
   tú de veras me has vestido.
   Deudor soy, pagarte quiero
   la ropa que me has cortado
   al talle de mis deseos;
   bien sabes tomar medidas, 1725
   pues justamente me veo
   vestido y galán por ti,
   y así desde hoy más te tengo
   por mi sastre, las hechuras
   te pagaré, repartiendo 1730
   contigo de mis trabajos
   moneda que estima el cielo.
   Apercíbete a sufrirlos,
   que por el camino mesmo
   que yo, cobrarás en gozos 1735
   las usuras de este censo.

Desaparece.    HOMO Bono se pone de rodillas

HOMO:      Mi Dios, mi Señor, mi Bien
   mi Rey, mi Pastor, Cordero,
   mi rico pobre, mi luz,
   volved, ¿ por qué os vais tan presto ? 1740
   ¡ Qué bien pagáis los vestidos
   que os hace el humilde celo
   de quien tira vuestros gajes !
   Si os vistió del sayal nuestro
   vuestra madre, dadivoso 1745
   pagáis el vestido nuevo
   con hacerla Emperatriz
   de los querubes supremos;
   si en accidentes de paz
   os disfrazáis encubierto, 1750
   pagáis la amorosa hechura
   dándoos, mi Dios, a vos mesmo;
   si yo un pobre vuestro visto
   me prometéis, cuando menos,
   coronas del oro puro 1755
   que se labra en vuestro reino.
   Pues sois tan buen pagador,
   yo, gran señor, os prometo
   que he de vestir al fiado
   cuantos pobres sin remedio 1760
   libraren, en mí limosnas;
   y si son trabajos premios,
   que ya vos calificasteis,
   vengan millares, que en ellos
   fundaré yo mis partidas; 1765
   pues si hipotecáis los cielos
   que a ciento por uno pagan,
   rico soy, que allá no hay pleitos.

Quédase de rodillas elevado.    Sale PENDON. Luego voces

PENDON:      ¿ Dónde estará nuestro novio,
   que sin saber que se ha hecho 1770
   le esperan los convidados
   la mesa y la cena en medio ?
   Oigan aquí la postura,
   novio e hincado en el suelo,
   sin ser clavo, los hinojos. 1775
   Desposado es recoleto.
   Surge et ambula, que están
   nuestros convivos diciendo
   a las tripas, "dilatate"
   y al gigote respondiendo, 1780
   "que me enfrío, que tirito"
   y dos patos reverendos
   cantan al son de los frascos
   este estribillo, "comednos."
   Pero ¿ cómo estás desnudo ? 1785
HOMO:      Porque el matrimonio es fuego;
   y en tales caniculares
   se desnuda quien es cuerdo.
PENDON:      ¿ No asamos y ya pringamos ?
   Eso es sudar por invierno. 1790
   Aún no has tocado a la novia;
   ¿ dónde la ropilla has puesto ?
   ¿ Qué es del sombrero y la capa ?
HOMO:      Amigo, descuida de eso.
PENDON:      ¿ Pues tienes de entrar ansí ? 1795
HOMO:      No, sácame de allá dentro
   un vestido más liviano.
PENDON:      Voy, pues, por él.
HOMO:                            Con secreto,
   sin qúe te sienta ninguno.
PENDON:      Harélo ansí.    ¿ Mas qué es esto ? 1800

Voces y alboroto de dentro como que se queman

UNO:      ¡ Agua, que se está abrasando
   nuestra casa !
TODOS:                        ¡ Fuego, fuego !
UNO:      Tomado nos han el paso
   las llamas.
OTRO:                      ¡ Socorro, cielos !
PENDON:      ¿ Socorro ? Que nos socorran 1805
   socarrones elementos.
   ¿ Qué habemos de hacer, señor ?
   ¿ Hay pozo, hay noria en el huerto ?
HOMO:      Ya, mi Dios, vuestros trabajos
   comienzan, y yo comienzo 1810
   con paciencia a recibirlos,
   y con gusto a padecerlos.
TODOS:      ¡ Agua !
PENDON:                  Mejor fuera vino.
UNO:      ¡ Agua !
PENDON:                  Aquél es tabernero.
   ¡ Maldiga Dios quien tal pide ! 1815

Vase.    Sale descabellada DOROTEA. Luego PENDON y ESPERANZA

DOROTEA:      Esposo, el nombre de Bueno
   que tienes, si se conforma
   con tus obras verdadero
   me defienda, que me abraso,
   me socorra que me quemo. 1820
HOMO:      Piadoso Dios, no permita
   vuestro amor clemente y tierno,
   que mi esposa sea manjar
   lastimoso    de este incendio.
   Imite yo a Job agora, 1825
   padezca mi hacienda y cuerpo,
   no el alma, la vida no,
   sacarla en los brazos quiero
   en vuestro favor fiado.

Llévala en brazos. Sale PENDON con un cántaro

PENDON:      ¡ San Antón, San Telmo, 1830
   San Cristóbal en los rayos,
   Santa Bárbara en los truenos,
   te rogamos audi nos !

Sale ESPERANZA con otro cántaro; en- cuéntrase con PENDON, quiébranlos y caen

ESPERANZA:      ¡ Ay !
PENDON:                Esperanza ¿ qué.has hecho ?
ESPERANZA:      Cascos y no de membrillos. 1835
PENDON:      En los míos, a lo menos,
   tocaste casco. ¿ A do vas ?
ESPERANZA:      ¿ Qué sé yo ?
PENDON:                        Seguirte quiero.
ESPERANZA:      No es éste tiempo de burlas,
   que me abraso.
PENDON:                          Pie de puerco 1840
   seré pues que me chamuscan.
ESPERANZA:      En la tinaja me meto
   del agua.
PENDON:                      Pues no te sigo
   que me volveré cangrejo.

Vanse.    Salen LELIO y GRIMALDO y luego HOMO Bono, y asidos DOROTEA, SABINA, ESPERANZA, ROBERTO, VALERIO y PENDON

LELIO:      Abrásense, pues me abrasan 1845
   en la Troya de mis celos.
HOMO:      No teman, mis pasos sigan.
GRIMALDO:      Dividiéndose va el fuego
   por donde Homo Bono pasa,
   que es santo, y tiene respeto. 1850
HOMO:      Desmayada va mi esposa,
   aliviad sus desconsuelos
   en tal trabajo, Dios mío.
SABINA:      Mientras le toco no temo
   las llamas, que huyen de mí. 1855
ROBERTO:      Contigo seguro vengo,
   caro Eneas de este Anquises.
PENDON:      Eslabónome siguiendo
   estos cofrades de luz.
ESPERANZA:      Yo tras ti, Pendón, no temo. 1860
PENDONL:      ¿ Tú tras mí ?
ESPERANZA:                      ¿ Pues no lo ves ?
PENDON:      ¡ Qué mala contera llevo !
HOMO:      Ea, mi Dios, abrasada
   la hacienda, mejor podremos
   serviros, que siempre han sido 1865
   los bienes impedimentos
   de la virtud. Padre mío,
   en vuestra casa el remedio
   de esta desgracia tengamos.
ROBERTO:      Vamos hijo, pues tan presto 1870
   cuando rico te juzgaba
   empobreciste; que necio
   es quien de candelas fía
   y no en virtud.
PENDON:                          Parecemos
   sin cáscaras y en camisa, 1875
   ¿ esperancilla, dirélo ?
ESPERANZA:      Dilo.
PENDON:                  Piñones mondados
   en casa del pastelero.


ACTO TERCERO

Salen DOROTEA, en hábito honesto y HOMO Bono también

DOROTEA:      ¿ Qué perdiciones son éstas,
   Homo Bono, o hombre malo, 1880
   que tanto pesar me cuestas ?
   ¿ Es éste el gusto y regalo
   que en nuestras bodas funestas
   me prometiste ? ¿ Estas son
   las ofertas que me hacías ? 1885
   ¿ Las muestras de tu afición ?
   ¿ El fingir que me tenías
   impresa en el corazón ?
HOMO:      ¿ Pues en qué he desdicho de eso ?
DOROTEA:      En que después de abrasada 1890
   mi hacienda, mi casa, el grueso
   caudal que me hizo envidiada,
   quizá por mi poco seso,
   cautiva, si antes señora,
   en la casa de tu padre 1895
   donde la miseria mora,
   donde la pobreza es madre,
   que siempre la hartura ignora,
   después que solo quedaste,
   y tu padre se murió 1900
   su corta hacienda heredaste,
   y mi dicha se trocó
   en penas, desperdiciaste
   pródigo, la humilde herencia
   con que pudieras pasar. 1905
   ¿ Bastaráme la paciencia
   a verte a mendigos dar
   cuanto tienes ? ¿ No es conciencia
   que a tu mujer empobrezcas
   porque a torpes pordioseros 1910
   cada instante favorezcas ?
   Socorran los caballeros,
   que no es bien que tú perezcas
   porque otros coman.

Llora

HOMO:                              Hermana,
   no llores, mi bien, señora. 1915
   Quien ciento por uno gana,
   quien en su patria atesora
   ¿ no es cuerdo ? ¿ No es cosa llana
   que el pobre que se destierra
   a las Indias, desde allá 1920
   despacha el oro a su tierra,
   donde después no hallará
   trabajos que le hagan guerra ?
   Si aquí somos pasajeros
   y en unas Indias estamos 1925
   donde, en fin, como extranjeros
   buenas obras empleamos,
   que valen más que dineros,
   e hipotecando fianzas,
   Dios que esta finca asegura, 1930
   en sus partidas le alcanzas,
   ¿ no es bueno el prestarle a usura ?
   Los pobres son las libranzas;
   Dios mismo las rubricó.
   ¿ No cobran los que los aman ? 1935
   ¿ Dios por ellos no salió ?
   Letras de cambio se llaman,
   rotas sí, falidas no.
   ¿ Pues qué penas te hacen guerra ?
   y dime, ¿ qué peregrino 1940
   no admite, sino es que yerra,
   el hambre y sed del camino
   por vivir rico en su tierra ?
DOROTEA:      En balde gastando estás
   ejemplos, que es barbarismo. 1945
   Nuestra ley dice, "amarás
   de la suerte que a ti mismo
   a tu prójimo."    No más.
   Si como a ti mismo amaras
   pobres, tú los socorrieras 1950
   con límite; y no gastaras,
   loco, con estas quimeras
   tanto, que hambriento quedaras.
   ¿ No eres tú primero que ellos ?
   Pues ¿ por qué por ti no miras ? 1955
HOMO:      Razones por los cabellos
   traes que disparan mentiras
   y engaños, ciega con ellos.
   Yo tengo, mi Dorotea,
   oficio, gracias a Dios, 1960
   que nuestro socorro sea,
   y para vivir los dos,
   tu labor y mi tarea
   nos sobra. Una posesión
   de mi herencia he reservado, 1965
   cuyos frutos en sazón
   te sacarán de cuidado
   y a mí de tu indignación.
   En ella el cielo dilata
   por la tierra su tesoro, 1970
   siempre a la limosna grata,
   con trigos de granos de oro
   y ovejas que peinan plata.
   Allí--si en hacienda apoyas
   tu interés--de verdes parras 1975
   forma Baco claraboyas,
   cuyas vástigas bizarras
   cuelgan racimos por joyas;
   allí, pasado el septiembre,
   heredero del Agosto, 1980
   cuando a usura el grano siembre,
   paga el campo en trigo y mosto
   censos que goza el diciembre.
   Allí, en fin, esposa mía,
   pechera Ceres cada año 1985
   para ti regalos. cría,
   sin que esterilice el daño
   frutos que el cielo nos fía;
   que, como soy su rentero,
   no quiere que se destruya 1990
   el diezmo que darle espero,
   porque como hacienda suya
   la guarda su jornalero.
DOROTEA:      No niego yo que pudieras
   con tu oficio y la presente 1995
   heredad pasar, si dieras,
   menos recio y más prudente,
   limosna con tasa, y vieras
   que hay mañana, y que no cría
   cada instante frutos Ceres. 2000
   ¿ No es justa la pena mía,
   si lo que en un año adquieres
   das a pobres en un día ?
   Ven acá, desperdiciado.
   Siendo tú un pobre oficial 2005
   que en la aguja ha vinculado
   el limitado caudal
   que me redujo a este estado,
   ¿ por qué las más de las horas
   has de gastar en visitas 2010
   de enfermos que no mejoras ?
   ¿ Por qué al sueño el tiempo quitas
   y siempre rezando lloras ?
   El cielo es todo alegría;
   su tiempo tiene el llorar, 2015
   como la noche y el día,
   y la devoción lugar
   en ella, si en Dios la fía.
   ¿ Tengo yo de estar al lado
   de un hombre que eternamente 2020
   suspirando y congojado
   me consuma ?
HOMO:                      ¡ Qué imprudente,
   Dorotea, has imitado
   a la mujer de aquel santo,
   prodigio de la paciencia ! 2025
   ¡ Tú, reprendiendo mi llanto,
   y ella la justa obediencia
   que le medró nombre tanto !
   "Bendice a Dios, le decía,
   y muérete," y tú también 2030
   reprendes la pena mía,
   porque tus hijos no ven
   cuán mal dice el alegría
   con las culpas, que son jueces
   que siempre el cuerdo tembló. 2035
   ¿ Risa, pecando, me ofreces ?
   nadie a Dios riyendo vio,
   mas sí llorar muchas veces.
DOROTEA:      Ea, llora hasta que estés
   ciego; veremos del modo 2040
   que puedes ganar después
   de comer.    Gástalo todo
   en pobres. Vive al revés.
   No repares en los fines;
   que al fin la gloria se canta, 2045
   puesto que no la imagines.
   Prima con los monjes canta;
   con ellos vete a maitines.
   Llama a sus puertas helado,
   y deja sola a tu esposa, 2050
   pues su amor te causa enfado;
   porque a media noche es cosa
   santa que ronde un casado.
   Ven acá, llorón fingido.
   ¿ Quién te mete a ti en mudar 2055
   el orden con que ha vivido
   el mundo ? ¿ Manda cantar
   maitines Dios al marido ?
   Si entre tanto que tú ausente
   dejas sin hombre tu casa, 2060
   algún ocioso que siente
   tu negligencia y se abrasa
   porque su amor no consiente
   violentase mi opinión,
   tus ventanas escalase 2065
   y, gozando la ocasión
   con la mujer, te quitase
   la honra y la devoción.
   ¿ Podrán después restauralla
   los maitines y la prima ? 2070
HOMO:      ¿ Pues no ?
DOROTEA:                    Calla, necio, calla;
   tu casa y mujer estima
   ya que no sabes amalla;
   que a no ser yo la que soy,
   aprovechase ocasiones 2075
   que, cuerda, de mano doy;
   y advierte que persuasiones
   me han perseguido hasta hoy
   de quien tú puedes saber;
   gastos y pasos acorta, 2080
   porque ganes de comer
   y mira bien lo que importa:
   tu honor y el de tu mujer.

Vase.    Sale PENDON, y se oye una voz dentro

HOMO:      Celos, mi Dios, serán vanos
   si vos mi casa guardáis, 2085
   en ella por mí quedáis
   contra peligros humanos.
   Mas ¡ ay pensamientos vanos !
   ¿ Quién no recela su honor
   si la virtud y el valor 2090
   tal vez desvelarse supo
   y en Josef con tiempo cupo
   seguridad y temor ?
   ¿ El santo, y se desvelaba
   desmintiendo lo que vía, 2095
   dejar su esposa quería,
   puesto que no le culpaba.
   Yo vicioso, y que se alaba
   mi mujer de vanidades
   que pretenden mocedades. 2100
   Dadme vuestro favor, cielos,
   que ya pasan de recelos
   amenazas de verdades.
   Si de noche al templo voy,
   mi Dios, es porque sosiego. 2105
   Cuanto más a vos me llego,
   tanto más cerca os estoy;
   pero si así lugar doy
   a que mi honor se destruya,
   ¿ qué he de hacer ? ¿ No es bien que huya 2110
   el riego que honras abrasa ?
VOZ:      No temas, ve tú a mi casa,
   que yo guardaré la tuya.
HOMO:      Pues si vos veláis por mí
   ¿ qué peligro me acobarda ? 2115
   "Si Dios la ciudad no guarda,
   defenderla es frenesí."
   Díjolo David ansí,
   y lo mismo decís vos,
   afirmándolo los dos. 2120
   Sin peligros que temer,
   segura está la mujer
   cuya casa guarda Dios.
PENDON:      Hermano, Dios le provea,
   o le ayude, si estornuda. 2125
HOMO:      ¿ Qué es eso ?
PENDON:                          Es cierta ayuda
   que me enseñó Dorotea;
   un pobre nos pide pan
   y señora me ha mandado
   que dé a todo remendado 2130
   un "Dios le provea galán."
HOMO:      ¿ Qué dices hombre perdido ?
   ¿ A Dios de casa despides ?
   Pan cotidiano le pides
   y cuando él mismo ha venido 2135
   por los réditos del censo
   que cada instante nos fía,
   ¿ le echa tu descortesía
   de casa ? ¡ Señor inmenso !
   ¿ Hoy que venís vos aa honralla ? 2140
   ¿ Hoy que sois mi huésped vos ?
PENDON:      Que no es el que vino Dios
   sino un tragasopas.
HOMO:                              ¡ Calla,
   bárbaro !
PENDON:                          Barbero no,
   sastre sí, que hurtar desea. 2145
   Al pobre, Dios le provea,
   su mujer me lo enseñó.
   Falta el pan para nosotros;
   no está el tiempo para gracias.
   Los pobres y las desgracias 2150
   se llaman unos a otros.
   Aun no lo sufren los perros
   y "un Dios le provea" es trato
   al uso bueno y barato
   como ensalada de berros. 2155
HOMO:      Anda, necio; llámale.
PENDON:      ¿ Que le llame ? Si él se fuera
   aun vaya, a la puerta espera
   que pan y caldo le dé.
   No le echarán dos virotes, 2160
   si por él no te descarnas;
   que hay pobres, tiñas y sarnas
   de toda puerta, pegotes.
HOMO:      Pues dale pan.
PENDON:                            Si le hurtamos.
   ¿ Eres hombre tú que dejas 2165
   ni aun para guisar lentejas
   un migajón ? ¿ No tomamos
   cuenta al arca y sus rincones
   acabados de comer;
   pues por no hallar que roer 2170
   aun no hay en casa ratones ?
HOMO:      Pendón, búscalo.
PENDON:                              ¿ Qué dices,
   si los pobres que vinieron
   cuanto quedó se comieron
   con más hambre que aprendices ? 2175
HOMO:      Anda y ten en Dios más fe:
   abre el arca y la hallarás
   proveída.
PENDON:                      ¿ En eso das ?
   No ha un hora que la dejé
   más despejada y barrida 2180
   que la barba de un capón.
HOMO:      Anda y míralo, Pendón,
   que Dios nos dará comida.
PENDON:      Si acá fuéramos judíos
   pudiera llover maná; 2185
   más murióse Moisén ya.
HOMO:      Ve y no digas desvaríos.
PENDON:      Voy, mas no quedó migaja.

Vase

HOMO:      Señor, que piadoso creces
   cinco panes y dos peces, 2190
   y haciendo a Asuero ventaja
   a cinco mil das convite,
   que fuerzas y aliento cobran,
   y doce espuertas que sobran
   hacen que más se acredite 2195
   la fe; que introducir quieres
   de tu poder soberano,
   no está abreviada tu mano.
   Dios fuiste entonces, Dios eres.
   No permitas que mi casa 2200
   hambriento al pobre despida.
   A ti te diste en comida;
   que tu amor no tiene tasa.
   Dame, mi Dios, que te dé
   a ti mismo.

Sale PENDON dando voces. Luego DOROTEA

PENDON:                      ¡ Encantamento, 2205
   milagro, asombro, portento !
DOROTEA:      ¿ De qué das voces ?
PENDON:                              ¿ De qué ?
   Acude al arca del pan
   y hallarásla llena toda
   de roscas, pan de tu boda, 2210
   de tortas de mazapán,
   de rosquillas y de bollos,
   de molletes de manteca.
   Dejámosla boquiseca
   sin migajas para pollos; 2215
   mas tu marido que aboga,
   por pobres que desembarca,
   de nuestra arca fue patriarca,
   y ella es arquisinagoga,
   arcadas de nuestra fe 2220
   que el hambre libra de arcadas,
   duquesa de arcas.
DOROTEA:                            ¡ Ya enfadas !
PENDON:      Y es un arca de Noé;
   ¿ de "Noé ?"    No dije bien
   de "si" he, pues hay en ella 2225
   tanta de la rosca bella.
   Si piensas que miento ven.
   Señor, venciste, acertaste.
HOMO:      La fe nunca supo errar.
   Dorotea, sin sembrar 2230
   jamás, la cosecha hallaste.
   Dar al pobre es dar al rico,
   porque paga Dios por él.
   Quien con ellos es crÜel
   lo es consigo, aquí te aplico 2235
   ejemplós de tu favor
   y premios de nuestra usura.
   Esta vez se transfigura
   nuestro bien en el favor;
   porque así quede notoria 2240
   su fe y venza a nuestro engaño;
   que fue dar muestras del paño
   con que nos viste en la gloria.
   Lo mismo hace hoy su caudal,
   pues porque segura estés 2245
   de lo que a sus pobres des,
   esto no es más que señal
   que allá nos guarda en el cielo
   lo que Pablo, aunque lo vio,
   a decir no se atrevió. 2250
   Aumenta de hoy más el celo
   que debes a sus privados,
   pues sus tesoros inmensos
   obliga a infinitos censos
   de caudales limitados. 2255
DOROTEA:      No tengo que responderte,
   esposo, sino es pedirte
   perdón, dichosa en servirte
   y cuerda en obedecerte.
   ¡ Mil veces feliz mujer 2260
   que tal dueño goza y ama !
HOMO:      Ea, mi bien, los pobres llama,
   pues Dios los da de comer.
   Repárteles sus despojos.
DOROTEA:      ¡ Ay, pensamientos tiranos ! 2265
   Toda para dar soy manos
   si en guardar toda he sido ojos.

Vase

PENDON:      Agora que hay que comer
   no nos dará la tarea
   malas noches.    Dorotea, 2270
   que trasnochaba a coser,
   se podrá acostar temprano,
   y yo que por su ocasión
   soy tu aprendiz, y al Pendón
   añado tiras en vano, 2275
   me podré quejar de ti,
   que de hambriento cada día
   alforjas al viento hacía.
HOMO:      Palabra esta tarde di
   de acabar para mañana 2280
   la ropa de una doncella,
   que ha de casarse con ella;
   y por ser honesta y llana
   --que yo no coso locuras
   de telas y guarniciones, 2285
   yesca de las tentaciones
   y lazos de la hermosura--
   me huelgo que se concluya.
   Mientras que la acabo, pues,
   los jornaleros que ves 2290
   que en mi granja, también suya,
   pues mis herederos son
   los pobres, esperarán
   su merienda, lleva pan
   vino y cecina, Pendón, 2295
   y diles que vas por mí;
   que aunque ayer fui a visitarlos
   ...................... -arlos].
   Hoy tengo que hacer aquí.
PENDON:      Y el vino y cecina ¿ adónde 2300
   lo habemos de hallar ? Si en casa
   como por portazgo pasa
   cuanta comida se esconde
   en tu despensa y cocina.
HOMO:      En el arca la hallarás. 2305
PENDON:      En el arca hay pan no más;
   que el eielo no hace cecina.
HOMO:      Si eso y más de mi Dios fías,
   no dudes, ve.
PENDON:                          Yo no lo dudo;
   pero ni soy cabezudo 2310
   ni pido a Dios gollerias,
   como tú.
HOMO:                      No seas cansado.
PENDON:      Voy, mas con harto recelo,
   que si hoy da cecina el cielo
   mañana dará adobado. 2315

Vase.    Queda HOMO Bono solo.    Luego una VOZ

HOMO:      Aguja y hilo hay aquí;
   cosamos y contemplemos;
   que aunque contrarios extremos,
   pues Vos habitáis en mí
   dueño de mi corazón, 2320
   no desdeñaréis mi estilo,
   que entre la aguja y el hilo
   cabe también la oración.

Asiéntase en un banquillo y cose una ropa, y dentro canta una voz

VOZ:      "Entre los trajes profanos
   que en el mundo inventó el vicio, 2325
   cantaba llorando un pobre
   delante de un crucifíjo,
   'Desnudo estáis por mis culpas,
   amoroso dueño mío.
   Vos que los montes y valles 2330
   vestís de hierbas y lirios,
   pedid que os vista otra vez
   vuestra madre, pues los hilos
   de su llanto os tejerán
   la tela de sus suspiros.' 2335
   ¡ Ay, Dios de amor, desnudo !
   ¡ Ay, pobre rico,
   vestidme vos agora de vos mismo !"
HOMO:      ¡ Oh, qué voz tan regalada;
   y qué a propósito vino 2340
   la música a mis deseos,
   la letra a mis ejercicios !

Cosiendo dice esto

   Cantando trabaja el pobre,
   siente el jornalero alivio
   y desmiente con el canto 2345
   las tareas de su oficio;
   y vos, amoroso dueño,
   regaláis, tierno y melífluo,
   con música mis sudores
   pagados y agradecidos. 2350
   ¡ Vos en Cruz y yo asentado !
   ¿ Vos muerto por mí y yo vivo ?
   ¿ Yo sano y vos doloroso ?
   ¿ Vos desnudo y yo vestido ?
   ¡ Ay, pobre rico, 2355
   vestidme vos agora de vos mismo !

Canta

VOZ:      "En vos enclava los ojos
   traspasada del cuchillo,
   que predijo Simeón
   tu corazón afligido. 2360
   Decidla, que pues os rompen
   las ropas que el paraninfo
   vino a pedir que os vistiese
   cuando con el "Ave" vino,
   que os vista agora del sol 2365
   que la sirve de vestido,
   aunque en tinieblas de llanto
   mal su sol podrá vestiros.
   ¡ Ay, pobre rico,
   vestidme vos agora de vos mismo !" 2370
HOMO:      A esotro lado tenéis
   mi Dios, vuestro Juan querido,
   que os llora agora despierto
   y antes os gozó dormido.
   Desnudo os ve, y pues le rompe 2375
   el dolor de su martirio
   las telas del corazón,
   de tela podrá vestiros.
   Al pie de esa Cruz está
   la que por pies se ha valido, 2380
   y por darla vos los pies
   ha dado de pie a sus vicios.
   Haced que os vista, mi Dios,
   pues hechos los ojos Nilos
   pretende su amor, que a nado 2385
   os libréis de ese peligro.
   ¡ Ay, pobre rico,
   vestidme vos agora de vos mismo !

Canta

VOZ:      "El oro de sus cabellos
   esmalta el rosicler fino 2390
   de vuestra preciosa sangre
   para que valga infinito;
   decid, pues son de brocado,
   que os teja ornamentos finos,
   celebraréis misa nueva, 2395
   sumo pontífice Pío;
   mas pues no halláis en el suelo
   socorro, dulce amor mío,
   alzad al cielo los ojos
   y cubriraos de jacintos; 2400
   mas, ¡ ay !, que los ha cerrado
   el riguroso castigo
   con que hacéis ejecución
   de mis deudas en vos mismo.
   ¡ Ay, Dios de amor desnudo ! 2405
   ¡ Ay, pobre rico,
   vestidme vos agora de vos mismo !"

Baja muy despacio un CRISTO crucificado, grande, desde lo más alto del vestuario, y va subiendo HOMO Bono al mismo compás, sin reparar que sube, haciendo labor hasta que a la mitad de la pared se junta con él, y entonces se levanta y le abraza

HOMO:      ¡ Qué de contado pagáis
   lo que negligente os sirvo !
   Pelícano de mi amor, 2410
   sol eclipsado divino,
   comiendo el hombre soberbio
   la fruta del Paraíso
   y vos prendado en la ropa
   inocente y con castigo. 2415
   Vístase, amoroso amante,
   el hombre torpe y lascivo,
   sedas, que el gusano teja;
   que yo dichoso me visto
   de esta humilde desnudez, 2420
   de estos cardenales ricos,
   de esta grana misteriosa,
   de esta púrpura de Tiro.
   Al sagrado de estas llagas
   de mis esperanzas nido, 2425
   de mis congojas consuelo,
   de mis temores asilo,
   huyo de vuestro rigor,
   a vuestra clemencia asido,
   a estos clavos sacrosantos. 2430
   Mi Dios pequé, Iglesia pido.
   ¡ Ay, Dios de amor desnudo !
   ¡ Ay, póbre rico !
   ¡ Qué más ventura si de vos me visto !

Encúbrense los dos.    Salen LELIO y GRIMALDO, como de noche

LELIO:      Esta es buena ocasión, que Dorotea 2435
   estará sola en casa, si del modo
   que otras veces, su hipócrita se emplea
   en trasnochar, rezando.
GRIMALDO:                                El tiempo todo
   gasta devoto en Dios; y quien desea
   a su mujer--que yo no me acomodo 2440
   a pretensión tan bárbara--recelo
   que intenta loco combatir el cielo.
  É:l en maitines, salmos a Dios canta,
   y Dios a socorrer su honor se obliga.
   Dios vive en esta casa porque es santa 2445
   y Dios, si tal vez sufre, tal castiga.
   Cuando él para alabarle se levanta,
   ¿ osáis vos, Lelio, mientras le bendiga
   ejecutar el vicio que os abrasa
   y competir con Dios en esta casa ? 2450
LELIO:      Por Dios, Grimaldo, que venís devoto.
   A Dios me remitís.    ¿ No veis que es tarde ?
   Alivio busco, porque llamas broto;
   no se teme anegar el que se arde.
   Miedo debe engendrar vuestro alboroto; 2455
   como Letrado sois, seréis cobarde.
   Nunca es valiente la jurispericia;
   plumas, no espadas, juega la justicia.
   Volveos, Grimaldo, a ver vuestros digestos,
   que yo he de proseguir con mi osadía. 2460
GRIMALDO:      No términos en vos tan descompuestos
   destemplarán mi noble cortesía;
   yo sé leyes de honor como de textos,
   reñir de noche y estudiar de día;
   y si amistad con vos no profesara, 2465
   no la pluma, el acero os castigara.
   Ciego estáis, no me doy por ofendido;
   competid con valientes, no con santos.
   Homo Bono por tal es conocido,
   que vence no con armas, mas con llantos. 2470
   Dios el alcaide de su casa ha sido;
   sus ángeles la guardan. ¿ Contra tantos
   osaréis ser valiente ?
LELIO:                                No sabía
   que era elocuente ya la cobardía.
   ¿ Qué santo o qué nonada ? El vulgo necio 2475
   le juzgará por tal, el ignorante;
   no yo, que la bajeza menosprecio
   que en traje de humildad es arrogante.
   A un bárbaro simplón, ¿ no es caso recio,
   que al torpe vulgo estatuas le levante ? 2480
   ¿ Qué milagros le apoyan y acreditan ?
   ¿ Qué muertos por su causa resucitan ?
   Andad, Grimaldo. En viendo cabizbajo
   a un hombre, hablar por tiple, reprendiendo,
   luego es apóstol.    Luego halló el atajo 2485
   del cielo, su limpieza encareciendo.
   Es el ocio, cuando huye del trabajo,
   engañabobos.    No todo remiendo
   tiene la santidad por ejercicio;
   disfraces sabe hacer también el vicio. 2490
   Un sastre miserable, un pobre idiota
   que a título de humilde, su tijera
   hurta más que las otras, sin dar nota,
   porque juzgan los necios lo de fuera,
   soberbio el corazón, cara devota, 2495
   ya es otro San Alejo en la escalera
   y puede ser que agora en bodegones
   trueque por embriagueces, oraciones.
GRIMALDO:      ¡ Dios me libre de vos ! ¡ Jesús mil veces !
   Lelio, no os digo nada, la malicia 2500
   eclipsa las más puras sencilleces.
LELIO:      Y también es gitana la avaricia.
   ¡ Vive Dios, que de engaños y dobleces
   no he de creer la hipócrita noticia
   que le apoya en Cremona, que es un...
GRIMALDO:                                            ¡ Paso ! 2505
LELIO:      ¡ Miren de quien las gentes hacen caso !
   ¿ Vos no advertís que con virtud fingida
   nos llevó a nuestra dama, y qué burlados,
   él jactancioso y ella arrepentida
   nos dejó sutilmente lastimados ? 2510
   Pues en venganza de esto, si la vida
   les costase esta noche a mis cuidados,
   su esposa he de robarle y con violenta
   mano templar mi amor, vengar mi afrenta.
   Cerrada está su puerta, pero a coces 2515
   la echaré por el suelo; ya ha caído.

Da una coz a la puerta.    Abrese. Está en ella un ANGEL con una espada de fuego.    Cae LELIO desmayado, huye GRIMALDO y sale HOMO Bono

ANGEL:      ¡ Blasfemo ! ¿ que es Alcaide, no conoces,
   Dios de esta casa ?
GRIMALDO:                            ¡ Cielos, favor pido !

Desaparece el ANGEL.    Sale PENDON. Luego se oye una VOZ

HOMO:      ¿ Al umbral de mi puerta quién da voces ?
PENDON:      Por Dios que los peones lo han bebido 2520
   como unos paladines.
HOMO:                                En el suelo
   está sin vida un hombre. ¡ Santo cielo !
PENDON:      ¿ Señor, eres tú ?
HOMO:                              ¡ Ay, Pendón !
   A mis puertas desmayado
   está un pobre, yo habré dado 2525
   a su desgracia ocasión.
PENDON:      ¿ Tú, por qué ?
HOMO:                          Porque vendría
   con hambre y necesidad.
   Faltóle mi caridad.
   La culpa, Pendón, es mía; 2530
   levantémosle los dos.

Levántanle

PENDON:      ¡ Malos años, cómo pesa !
   ¿ No huele él a algalía ?
HOMO:                                  Cesa
   de locuras. ¡ Ay, mi Dios !
   ¿ No es éste Lelio ?
PENDON:                                En la trampa 2535
   cayó esta vez la raposa;
   golosmear vuestra esposa
   quería; miren si escampa.
HOMO:      No malicies.
PENDON:                          No malicio;
   mas calla, que él lo dirá. 2540
HOMO:      Vivo parece que está.
PENDON:      ¿ Si viene a aprender oficio ?
HOMO:      ¿ Señor Lelio, a tales horas
   vos por aquí ? ¿ Qué queréis ?
   Habladme. ¿ No respondéis ? 2545

Hace señas que está mudo

   ¡ Hay tal desgracia !
PENDON:                              ¿ Pues lloras ?
HOMO:      ¿ Qué ha de hacer mi compasión ?
   Decidme a lo que venís
LELIO:      Aba, aba, ba.
PENDON:                          ¿ Habas pedís ?
   ¿ Mejor no fuera un jamón ? 2550
HOMO:      Sin duda que ha enmudecido.
PENDON:      ¡ Oh, si lo fueran también
   cuantas mujeres non ven !
HOMO:      ¿ Qué es lo que os ha sucedido ?
LELIO:      Aba, aba.
PENDON:                          Que vió un Abad. 2555
   ¿ Pues qué importa que le vea ?
LELIO:      Aba, aba.
PENDON:                      Bien deletrea;
   señor, ya sabe el "B. A. Ba."
   Escribirá cuando viejo.
HOMO:      ¿ Lelio, no nos respondéis ? 2560
   ¿ Qué ha sido ésto, qué tenéis ?
LELIO:      Aba, aba.
PENDON:                      Pide abadejo.
HOMO:      Piadoso amante que abriste
   a las lenguas los candados
   de aquellos niños sagrados 2565
   cuando el dulce hosanna oístes,
   vuestro amor rompa este nudo,
   y vuelva la voz sÜave,
   porque con ella os alabe.
   Cantará después de mudo 2570
   del modo que Zacarías
   aquel Benedictus tierno
   himno de la iglesia eterno
   que entonan las jerarquías.

Híncase LELIO de rodillas y hace señas de arrepentirse

   Ea, Señor, que pacece 2575
   que humilde os pide perdón

Dentro

VOZ:      Hable por tu interceslón,
   puesto que no lo merece.
LELIO:      Pon, santo, en aquestos labios
   los pies, pues los has abierto. 2580
   Cerrólos mi desacierto.
   Ellos te hicieron agravios
   y ellos, desde hoy más, serán
   de tu virtud pregoneros;
   murmuráronte groseros; 2585
   ya desde hoy te alabarán.
   Ofender torpe y lascivo
   tu honestidad pretendí.
   Volvió el mismo Dios por ti,
   piadoso aunque vengativo. 2590
   Paraíso fue tu casa.
   Quise entrar en ella ciego;
   vibró un serafín de fuego
   la espada que vista abrasa.
   Yo propongo de imitar 2595
   tus virtudes desde agora.
HOMO:      Mi Dios, quien firme os adora
   no tiene que recelar.
   Lelio, si el frágil sujeto
   del hombre deja postrarse, 2600
   favor para levantarse
   ofrece el cielo al discreto;
   que yerre nuestra ignorancia
   no es mucho, en el más robusto.
   Siete veces cae el justo; 2605
   pero la perseverancia
   en el vicio, ésa condeno.
   Volved desde aquí por vos,
   por la honra vuestra y de Dios.
   Ponga la prudencia freno 2610
   de la travesura loca
   y hacedme a mí una merced.
LELIO:      Mandad, decid, disponed.
HOMO:      Lo que os pido es que en la boca
   que abrió del cielo la ayuda 2615
   viva seguro el secreto
   de este milagroso efecto.
   Esté en mi alabanza muda,
   si en la de Dios pregonera;
   que vuestro médico fue. 2620
   ¿ Prometéislo ?
LELIO:                        Callaré,
   si bien la lengua quisiera
   en que bajó la paloma
   divina, para alabaros.
HOMO:      No, Lelio, que es afrentaros; 2625
   mirad que palabra os toma
   mi temor que mientras viva
   no contaréis lo que pasa
   a nadie.    Volvéos a casa.
LELIO:      Quien de alabaros me priva 2630
   que os sea ingrato me manda;
   pero, en fin, sois santo vos.
   Obedeceréos.
HOMO:                        Adiós.

Vase LELIO

PENDON:      Vuelva y llevará otra tanda;
   mas, señor, no medraremos, 2635
   si en curar mudos te metes,
   mejor que en echar ribetes.
   A nuestras puertas pondremos
   un cartel de letras grandes
   donde diga, "Aquí ha venido 2640
   un cirujano que ha sido
   protobarbero de Flandes,
   que quita con eficacia
   a las lenguas los bragueros,
   a los moros por dineros 2645
   y a los cristianos de gracia.
HOMO:      Dios te la dé porque seas
   discreto, Pendón.
PENDON:                              Sí hará.
   Pero más se ganará
   en esto que en tus tareas. 2650
HOMO:      Ya es de día y no he cumplido
   con la obligación que tiene
   mi oficio. ¿ Qué haré si viene
   la novia por su vestido
   y sólo está comenzado ? 2655
PENDON:      Que dilate el desposorio
   en día de purgatorio
   para ella y para el velado.
   Mas tus puertas se han abierto.
   Oye. 2660
HOMO:      ¿ Qué es esto, mi Dios ?

Están asentados en dos banquillos. Cuando se abre las puertas, se ven dos ANGELES, cosiendo una ropa. Hincado HOMO Bono de rodillas, suena MUSICA

PENDON:      ¡ No ves los Angeles dos
   cosiendo ?    ¿ No estoy despierto ?
   ¡ Oh ! Aprendices celestiales
   tu profesión autorizan, 2665
   y mienzras rezas, sastrizan.
   ¡ Qué lindo par de oficiales !
   Sastres desde hoy os abono.
HOMO:      No oso levantar del suelo
   los ojos.
ANGEL:                      Así honra el cielo 2670
   las virtudes de Homo Bono.
PENDON:      ¡ Volaverunt !
HOMO:                            Vuestras plumas
   me prestad porque os alcance.
   No pierda yo tan buen lance,
   ministros de gracias sumas. 2675
   Esperadme y pagareos
   vuestro trabajo y jornal,
   pues ya que falta caudal,
   moneda acuñan deseos.
   ¿ Alas no tiene la fe ? 2680
   Pues aunque el temor las corta,
   fe tengo; volad, no importa,
   que en la iglesia os hallaré.

Vase

PENDON:      Si todos los sastres fueran
   como estos dos, qué poquito 2685
   se añadiera el Pendóncito,
   y qué menos que mintieran.
   Blasonen los zapateros
   de que nos ganan de mano
   San Crispín y Crispiniano, 2690
   hermanos y compañeros.
   ¡ Que presto que son felices,
   más lo es el oficio nuestro,
   donde Homo Bono es maestro
   y ángeles los aprendices !, 2695

Salen LELIO, GRIMALDO, DOROTEA, SABINA y ESPERANZA

DOROTEA:      Los pésames que hasta aquí
   me dábades y trocáis
   en plácemes que envidiáis
   por la dicha que adquirí
   en el esposo que tengo, 2700
   confieso al paso que estimo;
   dióme el cielo por arrimo
   al santo, que a gozar vengo.
   ¡ Dichosa casa abrasada;
   dichosa hacienda perdida; 2705
   dichosa, aunque pobre, vida
   en Homo Bono empleada !
   ¡ Ay Leio, ay Sabina, que es
   mi dueño un siervo de Dios !
SABINA:      Lástima os tuve a los dos 2710
   y envidia santa después.
   Cosas cuentan prodigiosas
   de su ardiente caridad.
GRIMALDO:      Pues todas serán verdad
   si en los otros fabulosas. 2715
SABINA:      Contadnos algunas de ellas,
   porque todas no podréis.
DOROTEA:      Fuera de las que sabéis,
   digno de amarle por ellas,
   una os diré solamente. 2720
   Tenemos una heredad
   no lejos de esta ciudad
   pequeña, mas suficiente.
   Llevaba mi esposo amado,
   tal vez a los viñaderos, 2725
   de comer, y aunque groseros,
   de todos reverenciado,
   con gusto le recibían
   y cada cual confesaba
   que en lo poco que les daba 2730
   cuerpo y alma mantenían.
   Gustaba de ir en persona
   siempre que hallaba lugar,
   mi esposo, con el manjar.
   Salió una vez de Cremona, 2735
   con las alforjas a pie,
   y en la mitad del camino
   vio cansado a un peregrino.
   Con él platicando fue,
   supo su necesidad, 2740
   hízole que se asentase,
   rogóle que merendase.
   Es larga su caridad;
   dióle de lo que llevaba,
   con el vino satisfizo 2745
   su sed.    Era advenedizo,
   el cansancio le brindaba
   y el calor todo lo agota;
   tanto fue lo que bebió
   que con el vino acabó. 2750
   Fuése, y llenando la bota
   mi dueño, en la primer fuente,
   llegó a sus trabaladores,
   agradeció sus sudores,
   y haciendo asentar la gente 2755
   los repartió la merienda,
   si bien receloso estaba
   que el vino les desfraudaba;
   mas porque nadie lo entienda,
   bendiciendo la bebida 2760
   alegre se la entregó,
   uno, a pechos se la echó
   diciendo, "No vi en mi vida
   vino de tan buen sabor."
   Afirmó luego el segundo, 2765
   "No puede haber en el mundo
   tan generoso licor."
   Lo mismo dijo el tercero;
   mas mi esposo que pensaba
   que cada cual se burlaba 2770
   dijo, "Un pobre pasajero
   pidiéndome de beber
   la agotó.    La sed abrasa.
   Iremos, hijos, a casa
   y podréis satisfacer 2775
   este engaño."    De estos tales,
   dijeron, nos hagan ciento.
   Mi esposo que en su contento
   vio, de lo que era, señales,
   lo probó, y agradecido 2780
   al cielo, los obligó
   a callar, mas no bastó,
   porque muchos lo han sabido,
   y aunque encubrirlo desea;
   el cielo a su fe acomoda 2785
   el milagro de la hoda
   de Caná de Galilea.
ESPERANZA:      De otra suerte lo distilan
   los hermanos taberneros,
   si no, díganlo los cueros 2790
   que a poder de aguas opilan.
GRIMALDO:      Yo le vi, aunque no ha estudiado,
   que una vez que disputaba
   un hereje y afirmaba
   un error desatinado, 2795
   le confundió con razones
   de tan sutil teología
   que parece que tenía
   ciencia infusa.
SABINA:                        En ocasiones
   semejantes ya yo sé 2800
   que Dios en su lengua está.
LELIO:      Como a media noche va
   a la Iglesia, yo le hallé
   una, a sus puertas llamando,
   pero como no le oyeron, 2805
   ellas mismas se le abrieron...
   mas ¿ para qué estoy contando
   milagros, si el que hizo en mí
   es tan portentoso y nuevo ?
GRIMALDO:      Contádnosle.
LELIO:                      No me atrevo, 2810
   porque callar prometí.

Sale VALERIO

VALERIO:      Amigos, venid a ver
   maravillas que Dios hace
   en la humildad que sublima
   cuando en la soberbia abate. 2815
   Ya el asombro de Cremona,
   el Homo Bono, aquel sastre
   de la Cámara de Dios,
   libre de la mortal cárcel
   del cuerpo, a los cielos 2820
   vuela para que en ellos le pague
   con su gloria las hechuras
   que ajustan cuentas y alcances.
   Por los pobres que ha vestido
   quiere Dios que le acompañen 2825
   ángeles, que tal vez fueron
   dentro su casa oficiales.
   Oyendo aquel sacrificio
   misterioso e inefable
   en que obliga el sacerdote 2830
   que al pan Dios del cielo baje,
   al entonar aquel himno
   que ofrece glorias y paces
   a los cielos y a los hombres,
   cuando humano el verbo nace, 2835
   herido el pecho de amor,
   como estrecho en él no cabe,
   tanta inmensidad de fuego
   en sus llamas naufragante,
   cedió la vida a la muerte. 2840
   Llegó al fin de su viaje;
   voló el alma y tomó puerto
   en aquel feliz paraje
   donde arenas son estrellas,
   donde no llegan combates, 2845
   del mar, que anega virtudes,
   siendo vicios huracanes.
   Quedó hincadas las rodillas,
   resplandeciendo delante
   del altar mayor quien puede 2850
   ya calificar altares;
   pero escuchad, si sois dignos,
   las fiestas que al cielo le hace,
   las norabuenas que goza,
   los santos que a verle salen. 2855

Corren una cortina y van subiendo con MUSICA el santo vestido de una ropa larga de tela, con unas tijeras de sastre en la mano izquierda y en la otra una cruz

PENDON:      ¡ Ah, señor amo, ah maeso !
   ¿ Dónde bueno ? ¿ Así se parte ?
   ¿ A buenas noches nos deja ?
   ¿ Sin su aprendiz se va el sastre ?
   Pero allá no hay que coser, 2860
   que es la ropa perdurable
   de la gloria que Dios viste
   sin peligro que se rasgue.
DOROTEA:      ¡ Ay, esposo de mi vida !
   ¿ Cómo si tanto me amaste, 2865
   entre las penas me dejas
   y a los deleites te partes ?
   ¿ No somos los dos consortes ?
   Llévame contigo; alcance
   la acción debida, que tengo 2870
   a los bienes gananciales.
PENDON:      Esperanza, a un monasterio,
   tú motilona, y yo fraile.
   No hay que hablar en matrimomos,
   San Pendón han de llamarme. 2875
LELIO:      Esta historia nos enseña
   que para Dios todo es fácil,
   y que en el mundo es posible
   ser un hombre santo y sastre.


FIN DE LA COMEDIA