Tirso de Molina
La mujer que manda en casa

   
Personas que hablan en ella:
  • JEZABEL
  • NABOT
  • RAQUEL
  • ABDIAS
  • JEHU
  • JOSEPHO
  • ACAB
  • ELIAS
  • CRISELIA
  • PAJE
  • Un ANGEL
  • DORBAN, pastor
  • ZABULON, pastor
  • CORIOLIM, pastor
  • LISARINA, pastora
  • Dos SOLDADOS
  • Dos CIUDADANOS


ACTO PRIMERO

Música de todos géneros y por una parte suben al tablado (habiendo venido a caballo al son de un clarín) en hábito de caza, JEZABEL, RAQUEL, CRISELIA y cazadores, con perros, ballestas y venablos. Por la otra parte al mismo tiempo suben también (al son de cajas y trompetas) soldados marchando, y entre ellos NABOTG, ABDIAS y JEHU; detrás de todos, a lo hebreo con corona y bastón, el Rey ACAB. Tocan chirimías y en estando todos arriba llega ACAB a JEZABEL y dice:

ACAB:        Por más que inmortalice,
    eterna en sus murallas
    Babilonia, a Semíramis su Reina
    y su fama felice,
    diosa de las batallas; 5
    lauros la ciña cuando Ofires peina,
    pues sin cuidar prendellos,
    causando al Asia espantos
    y ocasionando simulacros tantos,
    opuesta al sol, enarboló cabellos; 10
    su fama en vos admiro,
    luz de Sidón, Semíramis de Tiro.
    Guerra es también la caza,
    estratagemas tiene,
    inventa ardides y emboscadas pone; 15
    vos de la misma traza
    (cuando en triunfo solene
    mis sienes manda Marte que corone
    del árbol fugitivo,
    al dios planeta esquivo) 20
    porque Moab postrado,
    sujeto a vuestro Acab, parias le ha dado,
    divino cazadora,
    triunfos de fieras blasonéis, Aurora.
    Envidia tengo al ave 25
    que ejecutando vuela
    (rayo veloz de pluma) altanerías;
    si lo que goza sabe
    no ha menester pigÜelas
    que en las alas repriman osadías; 30
    en cárcel generosa
    alcándara es hermosa
    de cristal transparente
    vuestra mano: si en ella favor siente
    que mi fortuna pueda hacer dichosa, 35
    la garza que hay más bella
    renunciará por no apartarse della.
    Provincia es tributaria
    Moab (por mí abatida)
    de Israel, porque en dichas trueque quejas; 40
    su rey pecha a Samaria,
    en cambio de su vida,
    cada año para vos cien mil ovejas:
    vellocinos de plata
    daros en ellas trata, 45
    que se blasonen dignos
    como el de Colcos, ser del cielo signos
    y el múrice convierta en escarlata,
    porque Jezabel pueda
    anteponer la púrpura a la seda. 50
    Cargados mil camellos
    de marfil y oro puro,
    espolios son que os sirvan de tesoro,
    con que alcázares bellos
    os labre (que procuro 55
    palacios de marfil a deidad de oro).
    Hónrenlos vuestros ojos
    y mezclando despojos
    de la caza y la guerra,
    yo valles conquistando, vos la sierra, 60
    vencedores los dos: lloren enojos
    enemigos agravios,
    mientras este cristal sellan mis labios.

Bésale una mano

JEZABEL:        Ni la mano, Rey, me pidas,
    ni vitorioso blasones 65
    conquistas de otras naciones
    a tus banderas rendidas,
    mientras en tu reino olvidas
    tu desacato y mis penas;
    que en balde triunfos ordenas 70
    cuando haces de hazañas copia,
    rebelde tu nación propia
    y obedientes las ajenas.
    Mano que el cetro interesa
    (por tu causa) de Israel, 75
    y menospreciada en él
    tu reino todo no besa,
    no es digna que en tal empresa
    lisonjas tuyas admita:
    sírvate el pueblo moabita, 80
    y rebelde tu nación
    desprecie mi religión,
    si es bien que tal se permita.
    Hija soy del rey sidonio,
    por tu esposa me eligió, 85
    presumí contigo yo
    dar de mi amor testimonio;
    coyundas del matrimonio
    enlazan, tal vez ardientes,
    dos corazones; no intentes 90
    mostrar de tu amor extremos
    porque mal nos uniremos
    los dos en ley diferentes.
    Baal es mi dios, Baal
    satisface mis deseos; 95
    dioses de los amorreos
    tienen poder inmortal;
    soberbio, no admite igual
    el que en desprecio de Apolo
    dice que de polo a polo, 100
    autor de la noche y día,
    gobierna sin compañía
    y dios se intitula solo.
    Ese verdugo de Egipto
    que, cruel, tantos ha muerto; 105
    ése que por un desierto
    llevó número infinito
    de hebreos y sin delito
    cuarenta años desterrados
    por veniales pecados 110
    (criminal siempre con ellos,
    cuchillo para sus cuellos)
    fueron siempre castigados.
    Por adorar a un becerro
    dio muerte a una inmensidad. 115
    ¿ Será de Dios tal crueldad,
    tal castigo por tal yerro ?
    ¿ Para qué tanto destierro,
    si darles luego podía
    la tierra que prometía ? 120
    ¿ Para qué de Egipto huyendo,
    si no fue porque temiendo
    sus dioses, los perseguía ?
    Profeta falso, Moisén,
    ocasionó tantos daños 125
    como brutos cuarenta años
    entre páramos se ven.
    Labróle en Jerusalén
    templo después Salomón,
    mas como su religión 130
    juzgó por cosa de risa,
    los dioses de la etiopisa
    mudaron su adoración.
    Las tres partes de la tierra
    veneran (sino unos pocos 135
    hebreos, ciegos y locos)
    los dioses que el cielo encierra.
    ¿ Diremos que el mundo yerra
    y ellos solos acertaron ?
    Sabios que a Grecia ilustraron, 140
    filósofos que nos dieron
    las ciencias ¿ todos mintieron ?
    ¿ todos, en fin, se engañaron ?
    ¿ Qué ceguedad, Rey, es ésta ?
    No dije bien, que no es rey 145
    quien, defensor de su ley,
    los blasfemos no molesta.
    Ten por cosa manifiesta
    que entretanto que a Baal
    con aplauso general 150
    no reverencie Israel,
    no has de hallar en Jezabel
    agrado a tu amor igual.

Llora

ACAB:        Antes que el sol de tu cara
    (hechizo del alma mía) 155
    eclipse la luz al día
    que mis tinieblas repara,
    llore el mundo en noche avara
    obscuridades eternas;
    enjugue lágrimas tiernas 160
    que el alba envidie al llorarlas,
    que es lástima malograrlas
    cuando mis dichas gobiernas.
    Adore Jerusalén
    su dios en su templo de oro 165
    que yo a Jezabel adoro
    y al sacro Baal también.
    Cuantos en mi reino estén
    reverencien a Baal
    por deidad universal, 170
    pues Jezabel se le humilla;
    quien no le hinque la rodilla
    tenga pena capital.
    De pórfido y jaspe hermoso
    le labre templo sutil, 175
:        de alabastro y marfil,
    del metal más generoso,
    y a su culto religioso
    consagre profetas tantos
    que causen a Judá espantos 180
    y a mi inclinación empleos;
    dioses de los amorreos
    ilustren altares santos,
    bosques a sus sacrificios
    plante en sus montes Samaria; 185
    quien fuere de ley contraria
    prevenga sus precipicios,
    mi amor ha de dar indicios
    de que soy amante fiel.
    La corona de Israel 190
    tiene en mi esposa su esfera;
    quien no obedeciere, muera,
    a mi hermosa Jezabel.

Vase

JEZABEL:        La jurisdición acepta
    mi fe, que el Rey me concede 195
    del Dios de Sión no quede
    con vida ningún profeta;
    quien a Baal se sujeta
    venga a medrar su privanza;
    el que me diere venganza 200
    de cuantos siguen a Elías,
    espere en promesas mías
    y logrará su esperanza.
    Aras a Baal levanten
    cuantos en Samaria están; 205
    seguiré de Jeroboán
    cultos que a la fama espanten;
    en selvas y bosques canten
    himnos a la adoración
    de los dioses de Sidón 210
    y con festivos empleos
    a cuantos los amorreos
    consagran su adoración.
    De mi mesa han de comer
    sus sacerdotes manjares 215
    dignos de quien sirve altares
    que frecuenten mi poder.
    Verá el mundo (aunque mujer)
    mi gobierno en breves días;
    honrad las deidades mías, 220
    dejad leyes imperfetas.
    ¡ Mueran los ciegos profetas
    que siguen al falso Elías !
    Por cada cabeza ofrezco,
    que sirva al Dios de Abrahán, 225
    hacerle mi capitán;
    beber su sangre apetezco.
    Si gobernaros merezco,
    hijos nobles de Israel,
    servid a Baal, que en él 230
    todo nuestro bien estriba.
    Decid ¡ viva Baal !
TODOS:                                          ¡ Viva !
JEZABEL:        ¿ Quién más ?
TODOS:                              ¡ Viva Jezabel !

Vanse con el aparato que entraron.     Quédanse RAQUEL y NABOT

NABOT:        ¿ Podrá darte los brazos
    quien, tras la ausencia que dilata plazos, 235
    el premio de esta guerra
    cifra en la vista que el pesar destierra
    (hermosa Raquel mía),
    que el alma sin tus ojos padecía ?
RAQUEL:        Podrás (esposo caro) 240
    con ellos a mis ansias dar reparo,
    que en su círculo espera
    ser centro el alma de tan dulce esfera.
    ¿ Cómo en Moab te ha ido ?
    ¡ Qué asustada en sus riesgos me has tenido ! 245
    Despierta te lloraba,
    dormida mi recelo te soñaba
    lastimosos despojos
    de la Parca fatal; todo era enojos
    todo es ya regocijo. 250
    ¡ Qué gloria causa el bien tras mal prolijo !
NABOT:        Peligros tu memoria
    atropelló, cantando la vitoria.
    Postró al fiero moabita
    Acab blasfemo, que la gloria quita 255
    al Dios único y santo,
    ingrato a tanta dicha, a triunfo tanto.
RAQUEL:        Tiénele loco y ciego,
    rendido el amoroso y torpe fuego
    de esta mujer lasciva, 260
    que, idólatra, le postra y le cautiva.
NABOT:        Si ella el gobierno goza
    de las tribus hebreas y destroza
    leales, ya la igualo
    a Pasifé.
RAQUEL:                           Será Sardanapalo 265
    rey que no se aconseja,
    y afeminado su gobierno deja
    a mujer enemiga
    de la piadosa ley.
NABOT:                                          Dios nos castiga.
RAQUEL:        ¿ Qué será, Nabot mió, 270
    la causa que con tanto desvarío
    Jezabel arrogante
    persiga a nuestro Dios, aras levante
    al ídolo sidonio
    y a tanto simulacro de demonio ? 275
    Discreta es y no ignora
    que quien al verdadero Dios adora
    peligros asegura,
    gozando en paz riquezas y hermosura.
    Bien sabe los castigos 280
    con que se venga de sus enemigos,
    desde el sepulcro egipcio
    (el mar Bermejo digo), precipicio
    de tantos guerreadores
    (abriéndose a Israel jardín de flores 285
    por las doce carreras
    más frescas que esmaltaron primaveras)
    hasta Roboán, que necio
    por hacer de sus tribus menosprecio,
    perdió en los reinos doce 290
    los diez y medio;     si esto, pues, se conoce
    ¿ cómo se precipita
    y la debida adoración nos quita ?
NABOT:        No es solamente tema
    la que enloquece a Jezabel blasfema, 295
    sino la licenciosa
    ley de Baal, al orbe escandalosa.
    Permite (esposa mía)
    de aquel ídolo vil la idolatría,
    que después que la plebe 300
    toda a su templo sacrificios lleve
    y entre incendios infaustos
    le aplauda en libaciones y holocaustos
    en el bosque (que junto
    del infierno en tinieblas es trasunto), 305
    cuando el planeta hermoso
    ausente a los trabajos da reposo,
    con lasciva licencia
    se mezcle el apetito y la insolencia
    de todos, de tal modo 310
    que privilegie el vicio sexo todo;
    allí con lo primero
    que encuentra, desde el noble al jornalero,
    como si fuera bruto,
    paga al deleite escandaloso fruto; 315
    allí tal vez la dama
    de ilustre sangre y generosa fama
    con el plebeyo pobre
    (mezcla de plata y abatido cobre)
    porque Venus instiga 320
    bate moneda amor, de infame liga.
    Consiéntelo el marido
    más sabio, más soberbio y presumido
    sin que en tales desvelos
    quejas se admitan, ni se pidan celos; 325
    porque en tan torpes modos
    es la mujer allí común de todos.
    Como Jezabel vence
    (sin que el solio y corona la avergÜence)
    en lascivos regalos 330
    a cuantos se han preciado de ser malos,
    debajo de pretexto
    de religión, su trato deshonesto
    de esta suerte pretende
    que admita el reino cuanto en él se enciende, 335
    porque en tan infame hecho
    a cualquiera varón tenga derecho.
RAQUEL:        ¿ A qué Circe, a qué Lamia
    no causó horror tan inaudita infamia ?
    ¡ Ay, Nabot de mi vida ! 340
    Primero juzgaré por bien vertida
    mi sangre que el respeto
    púdico (con que al tálamo sujeto
    mi amorosa limpieza)
    ose aplaudir tan bárbara torpeza. 345

Sale ABDIAS

ABDIAS:        Nabot, la Reina os llama.
NABOT:        La Reina ¿ a mí ?
ABDIAS:                                          Merece vuestra fama
    hacer de vos empleo,
    y para honraros que os aguarda creo.
    Al margen de la risa 350
    de esa fuente os espera: andad aprisa.

Vase

RAQUEL:        ¿ Qué es esto, esposo mío ?
    ¡ La Reina a vos, cuando tan poco fío
    de su apetito ciego;
    cuando me habéis contado el torpe fuego 355
    con que su honor abrasa !
    ¡ Vos al jardín llamado de su casa !
NABOT:        Pues ¿ qué temor, esposa,
    en mi agravio te tiene sospechosa ?
    ¿ Quién tu quietud lastima ? 360
    Soy ciudadano en Jezrael de estima,
    está la Reina en ella,
    querrá que vaya a consultar con ella
    algún negocio grave
    que con el pueblo en su servicio acabe. 365
RAQUEL:        Di que querrá quererte.
NABOT:        No ofendas mi constancia de esa suerte.
RAQUEL:        Querrá que tú el primero,
    a Dios ingrato, a ella lisonjero,
    a Baal sacrifiques; 370
    porque después torpezas comuniques
    (en el bosque que infamas)
    del sacrílego incendio de sus llamas.
NABOT:        Anda, que estás hoy necia,
    pues tu temor, mi bien, me menosprecia; 375
    con que la fe de nuestro Dios me anima,
    no ignoras, en la estima
    y por conservarla
    morir sabré, mas no sabré violarla.
    Vecinos de palacio 380
    somos los dos; en el ameno espacio
    de esa viña (que opimos
    joyeles cuelga al pecho de racimos)
    me aguarda, pues su cerca
    la quinta real junto a la nuestra cerca, 385
    que yo espero que presto,
    segura del recelo en que se han puesto
    tus livianos temores,
    conviertas las sospechas en amores.
RAQUEL:        ¡ Ay ! No quieran los Cielos 390
    que pronostiquen llantos mis recelos.

Vanse.     Salen JEZABEL y CRISELIA

JEZABEL:        En dando en contradecirme
    será fuerza aborrecerte.
CRISELIA:        Aconsejarte es quererte.
JEZABEL:        Replicarme es deservirme. 395
    ¿ De cuándo acá escrupulosa
    vas de amor contra la ley ?
CRISELIA:        Eres esposa del Rey.
JEZABEL:        Tengo amor si soy su esposa.
    Los preceptos he seguido 400
    de Venus y de Baal.
CRISELIA:        Sólo el amor conjugal
    te puede ser permitido.
JEZABEL:        Esposa fue de Vulcano
    Venus, y aunque diosa fue, 405
    de Marte amante se ve
    rendida a su amor tirano.
CRISELIA:        Si esos ejemplos imitas
    ¿ por qué no temes en ellos
    la red que pudo cogellos 410
    a los dos ?     ¿ Por qué acreditas
    deleites de su amor sólo
    que la afrenta ocasionaron
    en que los dioses la hallaron,
    descubriéndolos Apolo ? 415
JEZABEL:        ¿ Qué castigo dio Vulcano
    a Venus por ese error ?
    La afrenta fue de su honor,
    pues hizo público y llano
    lo que Venus, prevenida, 420
    oculto intentó lograr.
CRISELIA:        Venus se pudo infamar
    pero no perder la vida,
    que es diosa.     Mas tú, señora,
    siendo mortal ¿ de qué suerte 425
    podrás excusar tu muerte
    si sabe el Rey, que te adora,
    que con un vasallo suyo
    su tálamo honesto ofendes ?
JEZABEL:        Arguyes lo que no entiendes. 430
CRISELIA:        Tu honor defiendo si arguyo.
JEZABEL:        ¿ Por qué piensas tú que he muerto
    tanto profeta hablador
    que, contrarios de mi amor,
    engaños han descubierto, 435
    sino porque no limiten
    deleites con que se aumenta
    la especie humana, contenta
    en que con gustos la inciten ?
    ¿ Por qué imaginas que quiero 440
    que a Baal mi reino adore
    y con su culto mejore
    regalos que considero,
    sino porque coyunturas
    ofrece en sus ejercicios 445
    y acaban sus sacrificios
    en que por las espesuras
    dedicadas a su culto,
    facilitando ocasiones,
    da a los gustos permisiones, 450
    gozando en silencio oculto
    el amoroso apetito
    cuanto el deleite desea,
    sin que mientras dura sea
    cualquier liviandad delito ? 455
    ¿ Hay gusto igual al que siente
    el amor que alcanza y calla
    prendas que en los bosques halla,
    sin que siendo pretendiente
    pase por las dilaciones 460
    de melindres y de quejas,
    de noche adorando rejas
    y examinando balcones,
    y de día entre desvelos
    solicitando un favor ? 465
    Aquí solamente amor
    gustos feria y no da celos.
    Aquí se compra barato,
    pues las fiestas de Baal
    con ocasión liberal 470
    a todo gusto hacen plato.
    Si es lícito, pues, todo esto
    ¿ por qué no podré yo ser
    de quien gustare mujer,
    cuando ocupare aquel puesto ? 475
    ¿ Por qué no podré yo amar
    a Nabot, gallardo hechizo
    que mis ojos satisfizo,
    sin que se pueda quejar
    el Rey ?
CRISELIA:                              Tu resolución 480
    me asombra. (¿ Hay tal frenesí ?)     Aparte
JEZABEL:        Con mi gusto cumplo ansí
    y aumento mi religión.
CRISELIA:        Ya está en el jardín tu amante.
JEZABEL:        Pues retírate tú dél. 485
    Flores brota este vergel,
    viendo entrar su abril delante.
    Fingiré que estoy dormida,
    porque de mi sueño advierta
    lo que no osaré despierta 490
    decirle.
CRISELI:                     (¡ Ay, mujer perdida !)           Aparte
JEZABEL:        Que aquí se acerque le avisa,
    pero que no me despierte,
    mientras que el cristal que vierte
    esta fuente toda risa 495
    contempla.     Esa silla acerca
    y vete.

Siéntase en una silla

CRISELIA:                           (Sin seso está.)           Aparte
JEZABEL:        Que oírme de ahí podrá,
    pues la fuente está tan cerca.

Finge que duerme y sale NABOT

NABOT:        ¿ Qué puede su Majestad 500
    quererme, Criselia, a mí ?
CRISELIA:        Según lo que presumí,
    cosas son de calidad.
    Llegad...pero, detenéos,
    que esperándoos se durmió. 505
NABOT:        Vuélvome, pues.
CRISELIA:                                       Eso no.
    Aquí, Nabot, hay recreos
    en que, mientras que despierta,
    entreteneros podáis.
    Si oír murmurar gustáis, 510
    los pájaros de esa huerta,
    las hojas de aquesas plantas
    y las aguas de estas fuentes
    murmuran, mas no de ausentes.
    Escuchaldas, pues son tantas 515
    y el tiempo es más oportuno
    para que contento os den,
    que aunque murmurando estén,
    no dicen mal de ninguno.
    Sentaos aquí.
NABOT:                                    Pues ¿ os vais ? 520
CRISELIA:        Tengo que hacer.
NABOT:                                       ¿ Si se enoja
    la Reina ?
CRISELIA:                           No os dé congoja,
    que solo, a su gusto estáis.

Vase

NABOT:        ¡ Válgame Dios !     ¿ A qué fin
    me llamará esta mujer ? 525

Sale a una reja Raquel.

RAQUEL:        (Desde aquí lo puedo ver              Aparte
    a estas rejas del jardín.
    Acechad, sospechas mías,
    y averiguaréis desvelos
    de mi pena, pues los celos 530
    inventaron celosías.)
NABOT:        Recostada la cabeza
    en la mano Jezabel,
    la azucena y el clavel
    compiten con su belleza. 535

(Como que duerme ella.)

    ¡ Qué peregrina beldad !
    ¡ Si menos crueldad tuvieras !
    Mas siempre son compañeras
    la belleza y la crueldad.
    ¡ Qué igual consorte tenía 540
    Acab, si no deslustrara
    la perfección de su cara
    con manchas de idolatría !
    En uno y otro es asombro.
    Quitarme quiero el sombrero, 545

(Quítaselo.)

    que descortés y grosero
    cuando la miro y la nombro
    su persona desacato.
    La cama real, los vestidos,
    reverencian bien nacidos; 550
    el sello real, el retrato,
    en su original su copia
    goza la Reina esculpida,
    pues mientras está dormida
    es imagen de sí propia. 555
    ¡ Quién pudiera reprendella
    con eficacia tan clara
    que sus costumbres mudara,
    y al paso que la hizo bella
    el Cielo, la hiciera santa ! 560
    Durmiendo está: los sentidos
    tal vez, aunque estén dormidos,
    suelen tener virtud tanta
    que escuchan a quien se llega
    a hablarlos.     ¿ Podré atreverme 565
    a decirla, mientras duerme,
    lo que despierta me niega
    el temor de su crueldad ?
    ¿ Por qué no ?     Casi no vive
    quien duerme; si me percibe 570
    podrá ser que mi lealtad
    temple el rigor de sus manos
    y que mude pareceres,
    que idólatras y mujeres
    dan crédito a sueños vanos. 575
    Sospechará que ha soñado
    lo que decirla pretendo.
    A la industria me encomiendo,
    Dios ayude mi cuidado.
    Llego, y las tres reverencias 580
    que como a Reina y señora
    se le deben, la hago agora.

Hace tres reverencias y llégasele al oído de rodillas.

RAQUEL:        (¿ Qué es lo que veis, impaciencias ?     Aparte
    Sentada la Reina está
    y mi esposo descubierto 585
    que le llega a hablar advierto.
    ¡ Ay, Cielos ! ¿ Qué la dirá ?
    ¡ Oh, quién tuviera en los ojos
    los oídos ! Desde aquí
    oírlos no, verlos sí, 590
    pueden mis ansias y enojos.)
NABOT:        Hanme, señora, avisado
    que me llama vuestra Alteza.
RAQUEL:        (¡ Tan cerca de su belleza                       Aparte
    vasallo que no es privado ! 595
    ¡ Los labios junto a su oído !
    ¿ Y aseguraré yo agravios
    de sus oídos y labios ?
    ¡ Loca estoy, pierdo el sentido !)

Todo esto dice [JEZABEL] como entre sueños

JEZABEL:        A Nabot mandé llamar. 600
NABOT:        Serviros humilde aguardo.
JEZABEL:        ¿ Sois vos Nabot, el gallardo ?
NABOT:        Soy quien os llega a besar
    la mano, por el blasón
    que me dais y no merezco. 605
JEZABEL:        Besalda, pues.
NABOT:                                    Encarezco
    tanta merced, mas no son
    dignos mis labios de empresa
    tan alta.
JEZABEL:                              Por uso y ley
    común, a la Reina y Rey 610
    la mano el vasallo besa.
NABOT:        Es ansí, mas no en secreto,
    que es vuestra Alteza mujer
    y está sola.
JEZABEL:                                 Al real poder
    se le guarda este respeto 615
    solo como acompañado.
    Su reino en mí renunció
    Acab.
NABOT:                        No lo niego yo.
JEZABEL:        Palestina me ha besado
    la mano como a señora. 620
NABOT:        ¡ Ojalá todo el Oriente !
JEZABEL:        Vos no, Nabot, solamente.
NABOT:        Temí...
JEZABEL:                        Pues, besalda agora.
NABOT:        Reverenciaros procura
    mi fe, mas considerad 625
    lenguas.
JEZABEL:                           Una Majestad
    por sí mesma está segura;
    tendré a poca reverencia
    la cortedad que mostráis.
    ¿ Qué es esto ?     ¿ Vos me negáis 630
    sólo, Nabot, la obediencia ?
NABOT:        No lo permitan los Cielos
    si en eso mi lealtad toca;
    honre este marfil mi boca.

Besa una mano.

RAQUEL:        (Besóla la mano.     ¡ Celos,                       Aparte 635
    transformaos en desengaños !
    ¿ Cómo de aquí no me arrojo ?
    ¿ Cómo consiente mi enojo
    deslealtades entre engaños ?
    Daré voces. Diré al Rey 640
    lo que le ofenden los dos,
    a la gente, al Cielo, a Dios
    y a su profanada ley.)
JEZABEL:        Ahora sí, que esa lealtad
    desmiente recelos míos. 645
    Alzad del suelo, cubríos,
    pedid mercedes, llegad.
NABOT:        Yo, gran señora, estoy bien.
JEZABEL:        Haced lo que os mando yo.

Levántase y cúbrese

NABOT:        Ya,     señora, me cubrió 650
    vuestro favor.
JEZABEL:                                    Quiéroos bien.
RAQUEL:        (Cubrióse delante della,     Aparte
    del suelo se ha levantado;
    mi agravio ha certificado,
    con su lealtad atropella. 655
    Si no es que finja despierta
    sueños aquesta mujer
    ¿ cómo puede responder
    y hablando no desconcierta ?
    ¿ Qué es eso, Cielos ?)
JEZABEL:                                                Pedid 660
    mercedes que recibáis.
NABOT:        Si vos, señora, aumentáis
    mi cortedad, advertid
    lo primero que os suplico.
JEZABEL:        Decid, no tengáis temor. 665
NABOT:        Tiembla de vuestro rigor
    este imperio noble y rico,
    siente el ver que en tal belleza
    puede caber tal crueldad;
    en los reyes la piedad 670
    acrecienta la grandeza.
    Habéis mandado dar muerte
    a los profetas sagrados
    que nuestros antepasados
    reverenciaban, de suerte 675
    que, oráculos de Israel,
    su dicha estribó en oírlos.
    Si vos dais en perseguirlos
    y el reino por Jezabel
    pierde favores del Cielo 680
    ¿ que mucho que os quieran mal ?
JEZABEL:        Sirva Israel a Baal,
    que es más piadoso este celo;
    servilde vos y tendréis
    acción que al Rey os iguale; 685
    lo que su corona vale,
    y más que ella, gozaréis.
    Frecuentad su culto vos,
    que en su bosque y espesura
    os aguarda una ventura 690
    que no os dará vuestro Dios.
    Deidad que gusta y dispensa
    imposibles de otro modo
    que a todos iguala en todo,
    quien menospreciarla piensa 695
    no es cuerdo.     Yo os amo mucho,
    amadme otro tanto vos,
    que os importo más que el Dios
    que adoráis.
NABOT:                              ¿ Qué es lo que escucho ?
    Antes que la ley olvide, 700
    que en Sinaí nos dio Moisén,
    que a idólatras quiera bien,
    que cumpla lo que me pide
    quien el tálamo sagrado
    de su esposo trata mal, 705
    que me llame desleal
    Raquel, a quien he adorado;
    por un falso testimonio
    me juzgue mi patria aleve,
    me saque al campo la plebe, 710
    me usurpe mi patrimonio
    y apedreado de todos,
    en vez de alabastro pulcro
    montones me den sepulcro
    de piedras de varios modos. 715
    Mi ley, mi Rey natural
    reverencio, esto profeso.
JEZABEL:        Pues, cumpliráse todo eso,
    no siendo a mi amor leal.
NABOT:        ¿ Gran señora ?     Vuestra Alteza 720
    algo sin duda ha soñado
    que la altera.
JEZABEL:                                    Hame alterado
    vuestra mucha rustiqueza.
    Industria para deciros
    lo que os quiero me fingió 725
    dormida; juzgaba yo
    que entre sueños mis suspiros
    hicieran en vos señales
    de estima que agradecer,
    pues no entibian su poder, 730
    por dormir, suspiros reales.
    Mas vos, cuyo corazón
    desprecia tales empeños,
    diréis, porque os amo en sueños,
    que los sueños sueños son. 735
NABOT:        A resolución, señora,
    tan extraña...

Quiérese ir, levántase la Reina [JEZABEL] como que despierta y detiénele

JEZABEL:                                          Deteneos
    y estimad más mis empleos.
RAQUEL:        (La Reina a su Rey traidora,           Aparte
    como a nuestro Dios, pretende 740
    obligar a su regalo
    a mis esposo; menos mal
    es, pues de ella se defiende.)

Entrase Raquel

NABOT:        Vuestra Majestad repare...
JEZABEL:        No hay reparos en amor. 745
NABOT:        ...que soy leal.
JEZABEL:                                       Sois traidor
    a mis llamas.
NABOT:                                    Quien juzgare
    sin pasión lo que al Rey debo,
JEZABEL:        Amor es dios si él es Rey.
NABOT:        ...a mi Dios y ley.
JEZABEL:                                          No hay ley 750
    ni hay dios sino el que os doy nuevo,
    Baal, que me améis permite;
    por eso os mando adorarle.
NABOT:        ¿ Y vuestro esposo ?
JEZABEL:                                          Matarle.
NABOT:        ¡ Gran señora !
JEZABEL:                                    Cuando imite 755
    a Semíramis que a Nino
    (en tres días que la dio
    el reino que le pidió)
    a ser su homicida vino,
    en su ejemplo hallaré excusa; 760
    no soy yo de mi hijo amante
    como ella, causa bastante
    doy a la llama difusa
    que me abrasa.     ¡ Baal vive,
    que ejemplo de desdichados, 765
    si despreciáis mis cuidados,
    habéis de ser !
NABOT:                                       Pues derribe
    mi cabeza la crueldad
    que, torpe, me asombra en vos,
    Reina.     Que vive mi Dios, 770
    que contra la Majestad
    del Rey que obedezco fiel,
    de la esposa a quien adoro,
    ni el interés de un tesoro,
    ni el castigo más cruel, 775
    ha de hacer mella en mi honor
    porque a vuestra culpa iguale.

Vase

JEZABEL:        Sabes, bárbaro...

Sale primero CRISELIA y luego el Rey [ACAB], JEHU, ABDIAS, JOSEPHO y otros

CRISELIA:                                             El Rey sale.
JEZABEL:        Yo me vengaré, traidor.
ACAB:        No como Rey, hermosa prenda mía, 780
    como ministro vuestro solamente,
    de Israel desterré la hipocresía
    que ciega amotinaba nuestra gente.
    Trescientos y más son los que este día
    en Samaria, llamándome inclemente, 785
    porque los pueblos predicando engañan,
    las aras de Baal en sangre bañan.
    Si alguno queda vivo, que lo dudo,
    él mismo, temeroso, se destierra
    y el falso Elías, que ofenderos pudo, 790
    desembaraza, huyendo, nuestra tierra.
    Bosques consagro, en sus altares mudo
    la adoración que sola Judá encierra.
    Célebre templo al dios Baal dedico,
    en fábrica admirable, en rentas rico. 795
    Mandado he convocar el reino nuestro
    para que, junto con él, quien la rodilla
    no postrare a Baal, por gusto vuestro,
    sujete la cerviz a la cuchilla.
    De esta manera lo que os amo muestro; 800
    Baal is dios, vos sois la maravilla
    de la beldad mayor que Apolo alienta;
    piérdase el reino y téngaos yo contenta.
JEZABEL:        ¡ Los brazos, no la lengua, han de premiaros,
    que de ellos, caro esposo, he de quereros ! 805
    ¡ Huya Elías, que vino a amenazaros,
    perezcan sus secuaces agoreros !
    Ya no podrán, mi Acab, pronosticaros
    trágicos fines de peligros fieros.
    Gracias al cielo, que nos deja Elías 810
    limpio a Israel de sus hipocresías.

ELAS muy venerable a lo penitente.

ELIAS:        No blasones impiedades,
    lascivo y bárbaro Rey,
    hijo del esclavo Amrí,
    consorte de Jezabel. 815
    No blasones impiedades
    contra el Cielo, a quien infiel
    provocas contra tu vida,
    yo su profeta, El tu juez.
    Afemina tu diadema, 820
    no en la cabeza, en los pies,
    pues indigno de ser hombre
    te gobierna una mujer.
    Sigue idólatras engaños
    del primero que a Israel 825
    apartó del culto pío
    que Dios intimó en Oreb.
    Simulacros del demonio
    erige, porque después
    que Samaria te obedezca 830
    la transformes en Babel.
    Que pues blasfemas del templo
    que adora Jerusalén,
    receptáculo del Arca
    del Dios de Melquisedec, 835
    nombre y fama adquirirás
    del príncipe más cruel
    que tendrán las tribus doce
    de Saúl a Manasés.
    Ni el torpe Jeroboán, 840
    que ingrato al Cielo y su Rey,
    hizo que el pueblo adorase
    los becerros de Betel,
    en los insultos te iguala,
    ni los cinco que tras él 845
    infamaron la corona
    que ciñe las tribus diez.
    Bebe la sangre inocente
    de tanto profeta Abel,
    que en el seno de Abrahán 850
    clamando los cielos ven.
    Sigue las supersticiones,
    por no irritar su desdén,
    de esa harpía de Sidón,
    de esa Parca de Israel; 855
    que pues por ella te riges,
    yo, imitador de Finés,
    de parte de Dios te anuncio,
    pues ciego blasfemas dél,
    que mientras a ruegos míos 860
    no me abriere su poder,
    los tesoros de esas nubes,
    que el campo vuelven vergel,
    con llave de acero y bronce
    cerrados, no han de llover 865
    sobre tu mísero reino;
    porque perezcáis tú y él,
    rayos de adusto calor
    yesca tienen que volver
    las más fértiles riberas 870
    que en vuestros valles tenéis.
    Ni el ganado ha de hallar pastos,
    ni los hombres que comer,
    porque vuestras rebeldías
    se castiguen de una vez. 875
    Esto os intimo de parte
    del Dios que adoró Israel;
    o a tragedias te apercibe,
    o vuelve a abrazar su ley.
ACAB:        ¡ O rígido anunciador 880
    de agÜeros, por más que estés
    en ese Dios confiado
    que en mi vida adorare,
    no te librarás agora
    de la muerte más soez 885
    que dio escarmiento al delito
    y al engaño que temer...

Saca el Rey [ACAB] la daga, va a herir a ELIAS y vuela

    ¡ Aguarda, profeta falso,
    blasfemo, bárbaro, infiel !
ELIAS:        Ansí sabe Dios guardar 890
    a los que esperan en El.
JEZABEL:        ¡ Seguilde, vasallos míos,
    si vengarme pretendéis !
ACAB:        Flechalde por esos aires
    y al vuelo le mataréis. 895
JEZABEL:        ­O hechicero encantador !
    No sosiegue Jezabel
    mientras no beba tu sangre,
    mientras no bañes mis pies.
    Baal te pondrá en mis manos 900
    ¡ Hebreos, volad tras él !
    Alas lleva la venganza,
    con ellas le alcanzaréis.
ACAB:        Ministros de mi justicia
    he de despachar tras él; 905
    por cuanto circunda el mar
    no se me podrá esconder.
JEZABEL:        Yo desharé tus hechizos.
ACAB:        Quien su cabeza me dé
    será en mi reino el segundo. 910
JEZABEL:        Quien le ampare, guárdese.

Vanse

JOSEPHO:        ¿ Qué sentís de estas crueldades ?
ABDIAS:        Que es fuerza el obedecer.
JEHU:        Yo parto en su busca al punto,
    que temo y respeto al Rey. 915
JOSEPHO:        ¿ Qué importan sus amenazas
    si vuelve el Cielo por él ?
JEHU:        Esto y mucho más peligra
    reino en que manda mujer.

Vanse


ACTO SEGUNDO

Sobre unas peñas muy altas salen DORB&Ay ZABULON, pastores, y abajo CORIOLIN, pastor

ZABULON:        ¡ Ah del monte del Carmelo 920
    serranos ! ¡ Abajo, abajo !
CORIOL&IN:        Tomado lo han a destajo.
LOS DOS:        ¡ Al valle !
CORIOL&IN:                                 ¡ Al valle, mi agÜelo !
    El hambre mos trae de talle
    que andar a pie es trabajo, 925
    y ellos dalle abajo, abajo.
    ¡ Serranos, al valle, al valle !
DORBAN:        ¡ Ah del monte, ah de la sierra !
    ¡ Al valle, al valle a la junta !
                                      Van bajando
CORIOL&IN:        Dado le han.     ¿ A qué se junta, 930
    si sabéis, toda la tierra ?
ZABULON:        A ver si remedio hallamos
    al hambre que padecemos.
DORBAN:        Tres años ha que no vemos
    nube en el cielo.
LISARINA:                                          Acá estamos 935
    todos.
CORIOL&IN:                              Lisarina, ¿ vos,
    a qué venís ?
LISARINA:                                 Las mujeres
    también damos pareceres.
ZABULON:        ¿ Y serán buenos ?
CORIOL&IN:                                          ¡ Par Dios !
    si los vuesos son del talle 940
    que los que Jezabel da,
    el dimuño os trujo acá.
    Ya habemos bajado al valle,
    ¿ qué tenemos ?
DORBAN:                                          Coriolín,
    la falta de bastimentos 945
    a personas y a jumentos
    amenaza triste fin.
    Sentaos y busquemos modo
    como no muera la gente.

Asiéntanse

CORIOL&IN:        Dadme vos con que sustente 950
    el estuémago, que todo
    se me desmaya de cuajo;
    o, pues son impertinentes,
    alquiladme boca y dientes
    con la oficina de abajo, 955
    que en mí no tienen que her.
LISARINA:        Ya estamos todos sentados.
DORBAN:        Pastores, ya no hay ganados
    que esquilar ni que comer;
    a nadie el hambre reserva. 960
    Los cielos están con llave,
    ni por el viento vuela ave,
    ni alegra a los campos hierba;
    no hay arroyo que no trueque
    en polvo el agua que borra, 965
    río que a manchas no corra,
    fuente que ya no se seque.
    Todos la vida nos tasan
    por quitarnos el sosiego,
    que son los pecados fuego 970
    y hasta las fuentes abrasan.
    No se enmiendan nuestros Reyes,
    y así crecen nuestras quejas;
    comímonos las ovejas,
    no perdonamos los bueyes. 975
    Si yo a persuadiros basto,
    lo que vos vengo a decir
    y se nos han de morir
    las bestias por no haber pasto,
    mejor es que las matemos 980
    y a costa suya vivamos,
    pues como las dividamos
    el pueblo socorreremos.
    ¿ Qué os parece ?
ZABULON:                                          Habéis habrado
    como Sanlimón, pardiobre; 985
    no perezca el puebro pobre,
    y más, que no haya ganado.
DORBAN:        Yo tengo una yegua flaca.
ZABULON:        Yo, una mula.
LISARINA:                                 Yo, un jumento.
CORIOL&IN:        Yo, un rucio, pero no intento, 990
    aunque el hambre no se apraca,
    que por ingrato me arguya
    y tan mal pago le den,
    que es un borrico de bien;
    mi ánima con la suya 995
    cuando de este mundo vaya.
LISARINA:        Por votos heis de pasar.
CORIOL&IN:        ¿ Votos ?
LISARINA:                           No hay que repricar
    como la suerte vos caya.
DORBAN:        El más mozo es Coriolín 1000
    del puebro, voto por él.
CORIOL&IN:        Dorbán, siempre sois cruel.
DORBAN:        Yo entregaré mi rocín
    después que hayamos comido
    vuestro burro.
LISARINA:                                    Yo eso quiero. 1005
    Muera su burro primero.
CORIOL&IN:        Y a vos ¿ quién vos ha metido
    en los votos del Concejo ?
LISARINA:        Yo, que también so presona.
ZABULON:        A nadie el hambre perdona; 1010
    hed repartir el pellejo
    para almorzar por la gente,
    y el burro el siguiente día
    vaya a la carnicería,
    donde se pese igualmente 1015
    que éste es nueso voto y gusto.
CORIOL&IN:        De capa os sirvió el pellejo;
    vote, mi burro, el Concejo
    sobre la capa del justo,
    que yo moriré con vos, 1020
    pues que libraros no pudo
    el mi amor.
LISARINA:                                 Venga el menudo,
    aderezaréle.
CORIOL&IN:                                    ¡ Adiós,
    el mi jumento del alma !
    Vivo queda quien vos pierde, 1025
    mas porque de vos me acuerde,
    yo colgaré vuesa enjalma
    del cravo do está el mi espejo;
    vueso ataharre traeré
    al cuello por banda en fe 1030
    que no os olvido, aunque os dejo.
DORBAN:        Esto está bien ordenado.
    Venid, daréisnosle.
CORIOL&IN:                                                ¿ Yo,
    traidor a quien me llevó
    en somo de sí asentado ? 1035
    ¿ Con qué vergÜença pudiera
    decirle a mi buen jumento,
    yo del vueso prendimiento
    corchete soy ? ¿ Qué dijera
    entonces el rucio mío ? 1040
    Vaya el Concejo a llevarle,
    pues se atreve a sentenciarle.
DORBAN:        Dejad ese desvarío,
    ¿ estáis en vos ?
ZABULON:                                          ¡ Ea, venid !
CORIOL&IN:        Pues que ya llegó su plazo, 1045
    Zabulón, dalde un abrazo
    y en mi nombre le decid,
    cuando le deis el segundo...
LISARINA:        Coriolín, cansado estás.
CORIOL&IN:        ...que no mos veremos más, 1050
    (si no es en el otro mundo.)           Aparte

Vanse.     Sale ABDIAS, solo

ABDIAS:        Tres años ha, mi Dios, que las impías
    persecuciones ocasionan llantos,
    y en tus profetas y ministros santos
    la crueldad ejecuta tiranías. 1055
    Tres años ha que de mi pecho fías,
    a pesar de amenazas y de espantos,
    tus fieles siervos, puesto que ha otros tantos
    que el cielo cierra la oración de Elías.
    En dos cuevas amparo y doy sustento 1060
    a cien profetas tuyos, escondidos
    del poder de la envidia y los engaños.
    Ampara Tú, Señor, mi justo intento;
    clemente abre a mis ruegos los oídos;
    baste, mi Dios, castigo de tres años. 1065
    Si hallare yo algún pastor
    de cuya simplicidad
    se confie mi piedad
    sin riesgos de mi temor...
    Mayordomo de la casa 1070
    soy del Rey, y su privado;
    su gobierno me ha fiado,
    todo por mi mano pasa;
    pena ha puesto de la vida,
    con privación de la hacienda 1075
    a quien ampare y defienda
    a algún profeta; perdida
    ha tres años que la tengo,
    pues por conservar mi ley
    voy contra el gusto del Rey 1080
    y cien profetas mantengo.
    No hay hombre de quien fiarme.
    ¡ Deparadme, eterno Dios,
    quien me ayude en esto, Vos !

Sale CORIOLIN

CORIOL&IN:        Murria me viene de ahorcarme 1085
    sin vos, el mi rucio amado,
    el mi lindo compañero;
    ¿ vos, mi burro, al carnicero ?
    ¿ vos, por él descuartizado ?
    ¿ que habéis de morir, en fin ? 1090
    ¿ que ya mi amor no os aguarda ?
    ¿ qué hará sin vos el albarda,
    si no la trae Coriolín ?
    ¿ qué la burra, o vos sin ella,
    de mi comadre Darinta, 1095
    que estaba por vos encinta;
    viuda hoy y ayer doncella ?
ABDIAS:        Oye, detente pastor.
CORIOL&IN:        Si de un lazo no me escurro...
ABDIAS:        ¿ Estás loco ?
CORIOL&IN:                                 Estó sin burro. 1100
ABDIAS:        ¡ Qué simple !
CORIOL&IN:                                    Mire, señor,
    pues que no le ha conocido,
    no se espante si le lloro,
    que era como un pino de oro;
    jumento tan entendido 1105
    no le tuvo el mundo.
ABDIAS:                                                   Acaba.
CORIOL&IN:        ¿ Piensa que miento ?     Decían
    que las burras le entendían
    cuantas veces rebuznaba,
    pues, honesto, en mil sucesos 1110
    que con las hembras se halló,
    nunca en la carne pecó,
    ¡ que estaba el pobre en los huesos !
    Pues la vez que caminaba
    tan cuerdo hue de día en día, 1115
    señor, que en todo caía,
    o al de menos tropezaba.
    Pues sofrido no hubo her,
    por más palos que le diese
    que alguna vez se corriese, 1120
    que él jamás supo correr;
    pues aunque huese de prisa
    si a su jumenta oliscaba,
    al cielo el hocico alzaba,
    que hue una boca de risa; 1125
    y con tener estas gracias
    y otras que callo, señor,
    me le llevan ¡ ay, dolor !
    la cola y orejas lacias,
    a morir al matadero, 1130
    do el carnicero le sise
    y el hambre después le guise.
    ¿ Hiciera más un ventero ?
ABDIAS:                     (Esta sencillez podrá           Aparte
    asegurar mi recelo.)
CORIOL&IN:        Pondréme paños de duelo 1135
    por él.
ABDIAS:                              Pastor, oye acá,
    como me guardes secreto
    yo te daré otro mejor.
CORIOL&IN:        Mas ¡ arre allá !
ABDIAS:                                       Tu favor
    he menester.
CORIOL&IN:                                    ¿ En defeto 1140
    que a quien secretos le guarda
    da burros y de comer ?
ABDIAS:        Sígueme.
CORIOL&IN:                              ¿ Y qué hemos de her
    si no le viene el albarda ?
ABDIAS:                     (Con éste puedo enviar                 Aparte
    a mis santos la comida, 1145
    mientras el hambre atrevida
    y el temor no da lugar
    a que en público los goce
    nuestro mísero Israel.
    No temeré a Jezabel 1150
    pues éste no la conoce,
    ni quién soy tampoco sabe.)
CORIOL&IN:        ¿ Quién tal dicha hallar pudiera ?
    Echeme en la faltriquera
    el secreto, si tien llave. 1155
ABDIAS:        Mi Dios, contra un Rey ingrato
    esta piedad os dedico.
CORIOL&IN:        ¿ Por un secreto un borrico ?
    ¡ Pardiez que compré barato !

Vanse.     Salen ACAB, JEZABEL, JEHU y JOSEPHO

ACAB:        En fin, que contra Elías 1160
    salen frustradas diligencias mías.
JEHU:        Encantos de sus vuelos
    nos le arrebatan penetrando cielos;
    cuantos embajadores
    has despachado, dándoles favores, 1165
    desde Grecia a Etiopia,
    por cuanto esmalta la florida copia
    fecunda de Amaltea,
    el mar de zafir baña, el sol rodea,
    sin perdonar desierto, 1170
    valle, monte o collado, han descubierto
    sus fieles diligencias,
    sin tener nuevas dél.
ACAB:                                          Las inclemencias
    del cielo que ocasiona
    no siempre han de ofender a mi corona. 1175
    Hermosa prenda mía,
    ¿ quién sino vos apaciguar podía
    mis pesares y enojos,
    si estriba mi descanso en vuestros ojos ?
    Elías no parece, 1180
    todo mi reino mísero perece,
    porque hechizos y encantos
    le niegan el sustento meses tantos,
    por ese vil profeta
    a quien el cielo todo se sujeta, 1185
    a quien sus inflÜencias
    la llave han dado.
JEZABEL:                                          Abrásanme impaciencias;
    no muera yo hasta tanto
    que en sangre trueque Palestina el llanto
    que compasivo vierte, 1190
    y a quien le causa, den mis manos muerte.
ACAB:        Entre las flores bellas
    de este jardín, pues vos reináis en ellas,
    divirtamos pesares;
    pongan aquí la mesa y los manjares. 1195
JEHU:        Todo está prevenido
    en este cenador que, guarnecido
    de jazmines y nuezas,
    fino sitial es, tálamo de Altezas.
ACAB:        Sentaos, pues, dulce prenda, 1200
    que aunque el enojo vuestro pecho encienda,
    no tarda la venganza,
    aunque espaciosa, cuando al fin se alcanza.
    Cantad tonos sÜaves,
    alternándoos vosotros con las aves, 1205
    que una y otra armonía
    divertirán la hermosa prenda mía.

Descúbrese una mesa con dos sillas y un aparador debajo de un jardín.     Siéntanse, comen y los músicos cantan

CANTAN:        "Dos soles tiene Israel
    y que se abrase recelo
    el del cielo y Jezabel. 1210
    ¿ Cuál es mayor ?
UNO:                                       El del cielo
OTRO:        Eso no, que el dios de Delo
    se eclipsa y cubre de un velo
    y el nuestro luce más que él."
ACAB:        Buena es la dificultad 1215
    de la letra, mas mi esposa,
    en fe de que es más hermosa,
    a Apolo da claridad.
    Cada día la deidad
    del cuarto planeta nace, 1220
    y aunque al mundo satisface,
    cada noche también muere;
    mas quien a mi esposa viere
    que alumbra, deleita y vive,
    dirá que de ella recibe 1225
    vida el sol y luz el suelo,
    y que la debe más que a él.
CANTAN:        "Dos soles tiene Israel
    y que se abrase recelo
    el del cielo y Jezabel. 1230
UNO:        ¿ Cuál es mayor ?
OTRO:                                    El del cielo.
TODOS:        Eso no, que el dios de Delo
    se eclipsa y cubre de un velo
    y el nuestro luce más que él."
ACAB:        ¿ Quién ha compuesto esa letra ? 1235
JEZABEL:        La adulación.     Mas ¿ qué es esto ?

En cantando bajan dos cuervos por el aire y el uno arrebata un pan y el otro una ave asada y vuelven a volar, y levántanse

ACAB:        ¡ Anuncios de mis desdichas,
    aves torpes del infierno !
JEZABEL:        ¡ Daldas la muerte, flechaldas !
ACAB:        Quitad esa mesa.     ¡ Ah, cielos ! 1240
    tragedias y mortandades
    me intiman fúnebres cuervos;
    plumas de luto me anuncian
    el mísero fin que espero.
    Nuestras mesas contaminan 1245
    las harpías de Fineo,
    presagios lloro infelices;
    el corazón en el pecho
    buscando al alma salida
    ya es tirano de mi aliento. 1250
    ¡ Llorad mi muerte, vasallos !
JEZABEL:        ¡ Rey, señor, esposo !
ACAB:                                             Tiemblo,
    dudo, desmayo, suspiro,
    abrásome vivo, y muero.
    Los cielos son contra mí 1255
    ¿ Quién resistirá a los cielos ?
    Mi mortal sentencia firman
    plumas de verdugos cuervos.
JEZABEL:        ¿ Qué afeminado temor
    desacredita el esfuerzo 1260
    que un hombre, un Rey, un Monarca
    debe tener ?     Si en ti el miedo
    se apodera de ese modo,
    ¿ de tus vasallos qué espero ?
    ¡ Gentil traza de animarlos ! 1265
    ¡ mejor diré de ofenderlos !
    ¿ Qué ejércitos de enemigos
    te hacen guerra a sangre y fuego ?
    ¿ Qué nubes arrojan rayos ?
    ¿ Qué terremotos el centro ? 1270
    Esto es cosa natural;
    el aire niega avariento
    las preñeces a sus nubes
    que fertilicen el suelo;
    perecen tus reinos de hambre, 1275
    los montes están desiertos,
    las plantas se esterilizan,
    los valles sin hierba secos;
    a las aves y a los brutos
    les niega sus alimentos 1280
    la tierra que, siendo madre,
    madrastra esta vez se ha vuelto.
    ¿ Qué mucho, pues, que atrevidos
    busquen de comer los cuervos
    y que la necesidad 1285
    haga pirata su vuelo ?
    ¿ No te avergÜenzas, siendo hombre,
    que te anime el vil sujeto
    de una mujer, que se burla
    de mentirosos agÜeros ? 1290
    Si no ignoras los hechizos,
    los engaños y embelecos
    de ese Elías, burlador
    de mi ley y tus preceptos,
    ¿ qué mucho que en nuestro agravio 1295
    obligue, para ofendernos,
    las aves que nos persigan,
    si le obedece el infierno ?
    Su muerte a tu vida importa,
    a mi injuria, a tus deseos; 1300
    muera Elías, dueño caro,
    y abrirán después dél muerto
    los tesoros a sus lluvias
    las nubes, que obedecieron
    los conjuros execrables 1305
    que nos las vuelven de acero.
    ¡ Buscalde, vasallos míos !
    que al que le hallare prometo
    hacerle, a pesar de envidias,
    el segundo de este reino; 1310
    gozará nuestra privanza,
    estribará en su gobierno
    la guerra y la paz, su nombre
    quedará en bronces eternos.
    Si la lealtad no os anima, 1315
    anímeos siquiera el premio;
    más oculto que él, el oro,
    la plata, el cobre y el hierro
    vive en las minas profundas
    y no se libra por eso 1320
    de la avaricia del hombre,
    aunque le escondan sus cerros.
    La verdad vence al engaño,
    la virtud encantamentos.
    Baal os dará favor; 1325
    id, que su ayuda os ofrezco.
ACAB:        Tus palabras me dan vida,
    la respiración me has vuelto;
    en tu lengua Apolo asiste,
    él te influye esos consejos. 1330
    ¡ Seguildos, executaldos !
    Pero mirad, que os advierto
    que si volvéis sin Elías
    seréis al mundo escarmiento.
    ¡ Por vida de Jezabel, 1335
    que es sola el alma que tengo,
    que en una cruz afrentosa
    ha de hacer plato a los cuervos
    (porque no asalten los míos)
    el que atrevido, indiscreto, 1340
    diere la vuelta a Samaria
    sin Elías, vivo o muerto !
    Esto os notifico a todos;
    si los castigos y premios
    ponen alas, escoged 1345
    o coronas o destierros.

Vanse los Reyes

JOSEPHO:        ¡ Qué crueldad !
JEHU:                                       ¡ Qué tiranía !
JOSEPHO:        ¿ Qué habemos de hacer ?
JEHU:                                                   Perdernos
    o buscarle.     ¡ Adiós Samaria !
JOSEPHO:        Imposibles pretendemos. 1350

Vanse.     Sale EL&Iiacute;AS

ELIAS:        Tres años ha que escondido
    entre aquestas soledades,
    porque defiendo verdades,
    de todos soy perseguido.
    Vos, mi Dios, habéis querido 1355
    que asperezas del Carmelo
    (porque celo
    el culto de vuestra ley)
    me amparen de un torpe Rey
    y de una mujer lasciva, 1360
    porque viva
    cual bruto en esta montaña.
    ¡ Cosa extraña
    que triunfe el vicio que engaña,
    que ande huyendo el que os es fiel, 1365
    que reinen idolatrías,
    que el mundo aborrezca a Elías
    y que adore a Jezabel !
    Deste arroyo, que al Jordán
    tributa y Carit se llama, 1370
    los cristales que derrama
    mi llanto imitando van.
    Secos los demás están,
    que cual mercader quebrado
    se ha alzado 1375
    el cielo, todo rigores,
    sin pagar acreedores
    con inmensos
    tesoros de agua, que en censos
    cobraban, correspondientes, 1380
    los vivientes,
    montes, prados, lagos, fuentes.
    Pero ya en arenas secas
    ni flores ni frutos nacen,
    porque los pecados hacen 1385
    fallidas las hipotecas.
    ¡ Perezcan, mi Dios, protervos !
    ¡ Acábese la impiedad !
    ¡ La sangre, Señor, vengad
    que derraman vuestros siervos ! 1390

Bajan volando los dos cuervos y traen en los picos lo que quitaron de la mesa del Rey

    Pero ¿ qué es esto ?     Los cuervos,
    de quien mi defensa fía
    la fe mía,
    a traerme de comer
    vienen; hora debe ser. 1395
    ¡ Ay, Señor de inmensos nombres !
    Si los hombres,
    porque a Jezabel obliguen,
    me persiguen,
    los brutos voraces siguen 1400
    piedad que en ellos no vemos.
    ¡ Qué bárbaros desvaríos !
    Venid, maestresalas míos,
    que todos tres comeremos.

Vase.     Sale Raquel, sola

RAQUEL:        Busco alivio a mis desvelos, 1405
    casa de placer, en vos,
    y enfermos de un mal los dos,
    entrambos lloramos celos.
    Las fuentes, los arroyuelos,
    las plantas, las verdes flores, 1410
    los alegres ruiseñores,
    naranjos, vides y hiedras,
    si en amar fundan sus medras,
    con celos tienen temor;
    todo es celos, todo amor, 1415
    pájaros, flores y piedras.
    Si en los arroyos y fuentes
    reparo, el temor me avisa
    que hay celos entre su risa,
    pues murmuran entre dientes. 1420
    Celos las flores presentes
    lloran, que las acompañan,
    pues el vidrio en que se bañan
    las avisa (aunque lo ignoran)
    que si de sí se enamoran, 1425
    de sí celosas se engañan.
    Estas vides, todas lazos
    destas hiedras Briareos,
    ¿ por qué trepan los deseos,
    ciñendo el muro a pedazos ? 1430
    ¿ por qué con verdes abrazos
    crecen entre ajenas medras,
    sino porque hasta las hiedras,
    ejemplos del firme amor,
    tienen, celosas, temor 1435
    que se les vayan las piedras ?
    ¿ Por qué con música y vuelos
    los ramilletes del aire
    compiten en el donaire,
    sino porque tienen celos ? 1440
    No afectan sino develos,
    no rondan sino temores,
    no cantan sino favores,
    no piden sino asistencias,
    porque donde hay competencias 1445
    celos avivan amores.
    Más causa tienen mis males,
    mis llantos más pena admiten
    que, en fin, ellos si compiten,
    es entre opuestos iguales; 1450
    mas yo que con celos Reales
    lloro agravios evidentes,
    bien podré, por más ardientes,
    juzgar mis celos mayores
    que los que abrasan las flores, 1455
    las plantas, aves y fuentes.

Sale Nabot

NABOT:        De extraños bienes nos priva
    la tirana Jezabel.
RAQUEL:        No es tirana, no es cruel
    la que, tierna y compasiva 1460
    con vos, de suerte se ablanda
    que a su presencia os admite,
    estar junto a sí os permite,
    cubrir la cabeza os manda.
    Ya sois Grande de su Estado, 1465
    ya con Acab competís,
    ya a su amor os preferís,
    ya os soñaréis colocado,
    ya usurpador de su silla.
    Quitarle el reino queréis 1470
    y Raquel; pretenderéis
    que, hincándola la rodilla,
    la mano os llegue a besar.
    Blasonad lealtad y ley;
    decidnos que a Dios y al Rey 1475
    debemos reverenciar,
    que estas dos cosas cumplís,
    ofendiendo al Rey y a Dios.
NABOT:        Cara prenda ¿ estáis en vos ?
    ¿ Yo a Dios y al Rey ?     ¿ Qué decís ? 1480
RAQUEL:        ¿ No besastes una mano,
    no vasallo, amante sí,
    que yo, fiscal vuestro, vi,
    siendo a vuestro Rey tirano ?
NABOT:        Tenéis celos. No me espanto 1485
    si la sospecha os cegó.
    ¿ Yo a la Reina amor ?
RAQUEL:                                          ¿ Vos ? ¡ No !
    ¡ que sois leal, sois un santo !
    Lograd su amor descompuesto,
    ofended mi casta ley, 1490
    que yo daré cuenta al Rey
    de lo que he visto.

Vase Raquel.     Sale Acab

ACAB:                                             ¿ Qué es esto ?
NABOT:        ¡ Señor !     ¿ Vuestra Majestad
    en ésta su casa y quinta ?
    No en balde se esmalta y pinta 1495
    hoy de nueva amenidad.
ACAB:        Parece que vuestra esposa
    quejas contra vos formaba.
    ¿ Qué tiene ? ¿ Por qué lloraba ?
NABOT:        Quiere bien y está celosa. 1500
    Ha dado en encarecer
    lo que aun ignora la fama.
ACAB:        Deleitan celos de dama
    y enfadan los de mujer.
    Oíd a lo que he venido, 1505
    que procuro ocasionaros
    a servirme para honraros.
NABOT:        Basta haberlo pretendido
    para que yo, gran señor,
    eternamente obligado, 1510
    ya esclavo, si antes criado,
    engrandezca este favor.
ACAB:        Esta viña, que así     llama
    vuestra quinta Jezrael,
    en cuyo ameno vergel 1515
    Abril su copia derrama,
    como de mi casa está
    tan cerca (que esta muralla
    sólo se atreve a apartalla)
    me parece que será 1520
    más bella si estorbos quito
    y, dilatando su espacio
    con el parque de palacio,
    ilustrarla solicito.
    Haré, si las incorporo, 1525
    un huerto fresco, un pensil,
    que eternamente el Abril
    al de las manzanas de oro
    el nuestro fértil prefiera;
    si a servirme os animáis 1530
    con ella, si me la dais,
    gozaréis otra más bella
    que vuestro caudal aumente,
    y aunque más distante esté,
    frutos copiosos os dé 1535
    y al doble que aquesta os rente.
    Pero si os está mejor
    venderla, que no trocarla,
    yo gustaré de comprarla;
    señaladme su valor 1540
    y convertiréosla en plata.
    No como Rey os la pido,
    cual mercader he venido
    que en posesiones contrata,
    puesto que obligado quedo 1545
    siempre a acordarme de vos.
NABOT:        No permita, señor, Dios
    que el patrimonio que heredo
    (y es solar de la limpieza
    que mis padres me dejaron 1550
    cuando en ella vincularon
    memorias a su nobleza)
    se la quite yo a sus nietos.
    Gran señor, no ignoráis vos
    que en su Levítico Dios 1555
    manda, por justos respetos,
    que no se puedan vender
    posesiones que en herencia
    toquen a la descendencia
    del primogénito; ver 1560
    puede vuestra Majestad
    en el vigésimo quinto
    capítulo si es distinto
    mi intento de esta verdad.
    Y aunque en esta ley dispense 1565
    el mismo legislador
    con el pobre y yo, señor,
    venderla y serviros piense,
    dándome el Cielo riqueza
    con que mi sangre acredite, 1570
    si esta venta se permite
    solamente a la pobreza,
    ¿ de qué suerte queréis vos
    que vaya contra mi ley ?
ACAB:        Yo, Nabot, soy vuestro Rey 1575
    y no adoro a vuestro Dios.
NABOT:        Yo, sí, señor, yo le adoro,
    yo me precio de cumplir
    sus preceptos y morir
    por ellos, aunque un tesoro 1580
    me diérades, no apetezco
    ir jamás contra su ley.
    Perdonadme, que a mi Rey
    por mi Dios desobedezco.
    Mandadme lo que sea justo 1585
    y veréis si soy leal.
ACAB:        Podrá ser que os esté mal
    no haberme dado este gusto.

Vase

NABOT:        Cumpla con el Vuestro yo,
    Dios mío, que es lo que importa; 1590
    toda humana vida es corta,
    porque a censo se nos dio.
    Si me mandare pagar
    el severo Rey con ella,
    ¿ qué importa por Vos perdella 1595
    si al fin es censo al quitar ?
    Los celos apacigÜemos
    de mi engañada Raquel;
    locuras de Jezabel
    ocasionan sus extremos. 1600
    Temo a una Reina viciosa,
    un Rey me causa desvelos,
    mi esposa se abrasa en celos,
    y en fin, Rey, mujer y esposa
    mi sosiego traen en calma. 1605
    ¿ Qué haré si vienen a ser
    mi esposa, el Rey, su mujer,
    tres enemigos del alma ?

Vase.     Salen Lisarina y CORIOLIN, pastores

LISARINA:        ¿ Que me niegas, en efeto,
    dónde has estado hasta agora ? 1610
CORIOL&IN:        Serrana pescudadora,
    un burro cuesta un secreto.
    Pues el otro me heis comido,
    no quiero que me comáis
    el que me dioren; ya estáis 1615
    emburrada y ya os olvido.
LISARINA:        Luego ¿ no me quieres bien ?
CORIOL&IN:        ¡ Como a la peste !     ¿ Yo a vos ?
    ¿ Hambre y amor ?     Ved qué dos
    para que se avengan bien. 1620
LISARINA:        Dime tú que por Birena
    estás perdido.
CORIOL&IN:                                       Es verdá.
    ¿ Tendréis celorrios ?
LISARINA:                                             Verá,
    no me dan los celos pena.
    Pero que me dejes siento 1625
    por una...
CORIOL&IN:                                 Quedo...
LISARINA:                                             ...que tien
    la cara...
CORIOL&IN:                                 Tratalda bien.
LISARINA:        ...con cien burujones.
CORIOL&IN:                                                   ¿ Ciento ?
    Pues, ¿ qué hacen los burujones
    para el amor ?
LISARINA:                                 ¿ Eso dices ? 1630
    Mujer de chatas narices,
    hecha la cara a empujones,
    altibajos y repechos,
    los carrillos de pelota.
CORIOL&IN:        Es su cara bergamota, 1635
    mala vista y buenos hechos.
    Quítame el ser chata enojos,
    viéndola, cuando se para,
    de un golpe toda la cara
    sin que trompiquen los ojos. 1640
LISARINA:        Tú tienes gentil despacho.
CORIOL&IN:        Cara chata es de hembra sola,
    pues faltándola la cola,
    no la pueden llamar macho;
    por eso la quiero más, 1645
    pues aunque os cause celera,
    tien de una misma manera
    la de delante y detrás;
    más sana que a vos la hizo
    chata el Cielo.
LISARINA:                                    ¿ Qué me dices ? 1650
CORIOL&IN:        La verdá, pues sin narices
    se ahorra de un romadizo,
    y si mos casare Dios
    hasta her un abolengo
    no importa eso, que yo tengo 1655
    narices para los dos.
    ¿ Estáis contenta ?
LISARINA:                                       ¡ Para ésta !
CORIOL&IN:        ¿ Juráismela ?     Pues bonito
    soy yo;     no se me da un pito
    de vos.

Salen dos soldados

SOLDADO 1:                           Hacia aquella cuesta, 1660
    cuya cumbre besa el cielo,
    dos pastores me afirmaron
    que los cuervos se asentaron;
    de donde, abatiendo el vuelo,
    ignoran hacia qué parte 1665
    guiaban.
SOLDADO 2:                           Será a sus nidos.
    ¿ Cómo fueron conocidos
    si no intentan engañarte ?
SOLDADO 1:        Viéronlos llevar el pavo
    y el pan.
SOLDADO 2:                           Si dan esas señas 1670
    no hay duda que entre estas peñas
    está Elías.
SOLDADO 1:                              ¡ Oh, si al cabo
    de tres años que tras él
    andamos, le hallase yo !
SOLDADO 2:        ¿ Qué ?     ¿ Los cuervos hechizó ? 1675
    Bien le llama Jezabel
    embustero, encantador.
SOLDADO 1:        Estos sabrán dónde asiste.
SOLDADO 2:        Si le hallas dichoso fuiste.
SOLDADO 1:        Préndeme aquese pastor. 1680
CORIOL&IN:        ¿ A mí prenderme ?     ¡ Arre allá !
    ¿ Ya yo mi rucio no he dado ?
LISARINA:        Préndanle, que es un taimado.
SOLDADO 1:        ¿ Adónde el profeta está,
    que en este desierto habita ? 1685
CORIOL&IN:        ¿ Quién, señor ?
SOLDADO 1:                                    Aquel profeta
    del Carmelo.
CORIOL&IN:                                    ¿ Ser poeta
    es pecado ?     Hay enfenita
    caterva de ellos doquiera;
    entre púbricos y ocultos, 1690
    cómicos, críticos, cultos,
    hay chusma villanciquera
    y otras enfenitas setas
    que eslabonan desatinos;
    entre catorce vecinos 1695
    los quince hallará poetas.
SOLDADO 1:        No te preguntamos eso.
CORIOL&IN:        Pues ¿ qué pescudan ?
SOLDADO 2:                                             A Elías
    buscamos los dos.
CORIOL&IN:                                             ¿ A Herbías ?
    ¿ Y le cheren llevar preso ? 1700
    Pobre de él.
SOLDADO 1:                                    Tú le conoces,
    pues que te lastimas de él;
    premiaráte Jezabel,
    daráte hacienda que goces,
    si adonde asiste nos guías. 1705
LISARINA:        Señores, él le escondió.
CORIOL&IN:        Un sastre conocí yo,
    que tuvo por nombre Herbías,
    y al tiempo del espirar
    le llevoren para lastre, 1710
    como al ánima del sastre
    suelen los diabros llevar.
SOLDADO 1:        No disimules, villano,
    si quieres vivir.
CORIOL&IN:                                                   Acabe.
LISARINA:        Sacúdanle, que él lo sabe. 1715
    (Vengaréme por tu mano.)              Aparte a él
CORIOL&IN:        ¨Es por la chata ?
LISARINA:                                             Traidor,
    tú lo sabes, no hay que habrar.
CORIOL&IN:        Acabe de declarar
    qué es lo que busca, señor, 1720
    que tengo mucho que her.
SOLDADO 1:        Al profeta del Carmelo.
CORIOL&IN:        ¿ Poeta de caramelo ?
    ¡ Qué dulce debe de ser !
    ¿ Por qué le cheren tan mal ? 1725
    Si es de miel, no le castigue.
SOLDADO 2:        Porque al dios Baal persigue.
CORIOL&IN:        ¿ Que persigue al dios Varal ?
    Terrible pecado ha hecho.
SOLDADO 2:        Dinos dónde se escondió. 1730
CORIOL&IN:        En mi vida he vido yo
    dios Varal; será derecho.
    Mas si hemos de habrar de veras,
    ni conozco ese Herbías,
    ni por aquí en muchos días 1735
    he vido si no son fieras,
    que a saberlo les prometo
    que me holgara de ser rico.
LISARINA:        Miente señor, que un borrico
    le dieron por un secreto, 1740
    y el secreto debe ser
    que al que ellos buscan esconda.
CORIOL&IN:        ¿ Pescudarlo ellos no bonda ?
    ¿ Dó le había de esconder ?
SOLDADO 1:        Traelde, que por su mal 1745
    el decírnoslo dilata.
LISARINA:        Viuda ha de quedar la chata.
CORIOL&IN:        Casaos vos con el Varal.

Vanse.     Salen Jezabel y JEHU

JEZABEL:        Cuéntame lo que ha pasado.
JEHU:        Después que tres años, seca, 1750
    se quejaba por las bocas
    la tierra a Dios de sus grietas,
    buscando todos a Elías
    (como mandó vuestra Alteza)
    vino Abdías a encontrarle 1755
    y mil misterios le cuenta,
    diciendo que resucita
    al infante de Sarepta,
    y en el hambre de su madre
    seis meses y más le aumenta 1760
    el aceite con la harina;
    y que después en la sierra
    del Carmelo le alentaron
    los cuervos (serán quimeras)
    maestresalas, los manjares 1765
    que, hurtándolos de tu mesa,
    le ministran;     ¿ qué no hará
    una vejez hechicera ?
    Presentóse al Rey, en fin,
    y con osada soberbia 1770
    dice ser aquel castigo
    porque al Dios de Moisén deja;
    pero que si pretende
    que fertilice la tierra
    el agua hasta aquí negada, 1775
    junte todos los profetas
    de Baal, que si impetraren
    de su dios que el cielo llueva,
    él (como falso y perjuro)
    quiere perder la cabeza; 1780
    pero que si no los oye
    ya a Elías su Dios alegra
    con el agua deseada,
    los otros la vida pierdan.
    Trescientos y más se juntan 1785
    que la imagen reverencian
    del dios de Sidón que adoras,
    y una infinidad inmensa
    de todo el reino y provincias;
    y Elías con voz severa 1790
    sobre la cumbre de un monte
    les dice de esta manera:
    "Pueblo de Israel, ingrato
    a Dios y a su ley suprema,
    ¿ de qué sirve que, mudables, 1795
    sigáis doctrinas opuestas ?
    ¿ Para qué andáis claudicando
    en dos partes, ya en las ciegas
    imágenes del demonio,
    ya en nuestra ley verdadera ? 1800
    No malogréis vuestro culto;
    si el Señor que está en mi lengua
    es Dios, seguilde constantes,
    si Baal, dalde obediencia.
    Yo he quedado solamente 1805
    con vida entre los profetas
    que al Dios eterno servían;
    ochocientos y cincuenta
    son los que al falso Baal
    y a los dioses de las selvas 1810
    sirven, y da de comer
    la impiedad de vuestra Reina.
    Yo solo, pues, y ellos tantos,
    hagamos todos la prueba
    de cuál dios (el mío o el suyo) 1815
    es digno de reverencia.
    Dennos a todos dos bueyes
    y escojan los que blasfeman
    de mí, de los dos el uno,
    divídanle luego en piezas; 1820
    pónganle sobre un altar,
    carguen sus aras de leña,
    pero no la apliquen lumbre,
    que yo de la suerte mesma
    pondré el otro, hecho pedazos, 1825
    sobre otro altar, sin que tenga
    fuego para el sacrificio
    hasta que del Cielo venga.
    Invoquen ellos sus dioses,
    yo invocaré al que me alienta 1830
    y aquel que piadoso oyere
    lo que sus siervos le ruegan
    y el holocausto abrasare,
    bajando desde su esfera
    llamas que el altar consuman: 1835
    ése, Dios llamarse pueda."
    "¡ Proposición admirable !"
    gritan todos. "¡ Así sea !
    el reino lo quiere ansí:
    quien no lo cumpliere muera." 1840
    Los de Baal levantaron
    un altar y en él aprestan
    la leña y el sacrificio,
    voces dan al cielo tiernas,
    y para que más le obliguen, 1845
    rompen, señora, sus venas.
    Pero en vano, porque sordo
    Baal su favor les niega,
    vencidos.     Levanta Elías
    (de las aras que por tierra 1850
    echaste, por ser el Dios
    que Jerusalén respeta)
    otro nuevo que edifica
    con no más que doce piedras
    (en fe de los tribus doce), 1855
    y alrededor dejó abierta
    una zanja como cava;
    pone el buey, pone la leña
    y doce cántaros de agua
    hace que sobre él se viertan; 1860
    luego en el suelo postrado,
    la vista en el sol atenta,
    presente el Rey y sus tribus,
    dijo a Dios de esta manera:
    "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, 1865
    Dios de Jacob, haz hoy muestras
    que eres el Dios de Israel
    y yo siervo tuyo; sepan
    que he cumplido tus mandatos.
    ¡ Oyeme, piedad inmensa ! 1870
    ¡ Oyeme, Dios poderoso !
    porque Israel se convierta
    y diga que Tú, Señor,
    eres sólo Dios, y vuelva,
    los ídolos despreciando, 1875
    reducido a tu obediencia."
    Con lágrimas venerables
    esto dijo, cuando apenas
    diluvios de fuego bajan
    que el sacrificio, la leña 1880
    y hasta las piedras consumen,
    quedando la zanja seca
    de la agua que, derramada,
    dio a tal prodigio materia.
    "¡ Vive el Dios de Elías !" pronuncian 1885
    todos. "Los blasfemos mueran
    con Baal, su engañador,
    y quien por dios le confiesa !"
    Degolló por mano suya
    Elías a tus profetas 1890
    sobre el arroyo que llaman
    del Cedrón, y luego llega
    al Rey y que se recoja
    le avisa, porque ya empiezan
    inundaciones de nubes 1895
    a hacer con los campos treguas.
    Llovió tanto que no pudo
    hacer que no le cogiera
    Acab el agua en el campo;
    mojado, señora, llega 1900
    a descansar en tu vista.

De dentro con música

UNOS:        ¡ Viva Elías, que remedia
    la esterilidad pasada !
TODOS:        ¡ Viva, pues él nos sustenta !
JEZABEL:        Vivirá si yo no vivo. 1905
    ¡ Por las deidades excelsas
    que adoro (a pesar del dios
    de ese rústico profeta),
    que he de lavarme las manos
    en las corrientes sangrientas 1910
    del que mis dioses injuria
    y sus ministros desprecia !
    Yo le beberé la sangre.
    Yo pisaré su cabeza.
    ¡ Loca estoy !     No viva un hora 1915
    quien reinando no se venga.


ACTO TERCERO

Sale ELIAS con báculo, cansado

ELIAS:        La vital respiración
    me falta, rendido vengo.
    Porque tengo
    celo a vuestra adoración 1920
    ¿ es razón
    que rigores,
    de blasfemos pecadores
    perseguido,
    me den penas por regalos, 1925
    triunfando siempre los malos
    y siempre el justo afligido ?
    ¿ Cómo, omnipotente Dios,
    permite vuestro poder
    que una mujer 1930
    ose competir con Vos ?
    De los dos,
    Vos suprema
    Majestad, ella blasfema;
    su malicia 1935
    persiguiendo a la inocencia
    y ¿ basta vuestra clemencia
    a templar vuestra justicia ?
    Otra vez en el desierto,
    peregrinando horizontes, 1940
    por sus montes
    muero vivo y peno muerto.
    ¡ Ay, qué incierto
    es el descanso
    del mundo, céfiro manso, 1945
    pues me asombra
    de una mujer el furor !
    Recread Vos mi temor,
    y déme este enebro sombra.

Siéntese al pie de un enebro

    ¿ Vuestra providencia suma 1950
    querrá, acaso, el plato hacerme
    con volverme
    mis maestresalas de pluma ?
    No presuma
    mi hambrienta necesidad 1955
    a la crueldad
    de Jezabel
    dar hoy venganza cruel;
    pues profeta
    soy vuestro, sepan, protervos, 1960
    que aquí me alimentan cuervos
    y allá una viuda en Sarepta.
    Mas permitidme que os pida
    mercedes de más recreo,
    yo deseo 1965
    salir ya de aquesta vida
    perseguida;
    me aflige.     No soy mejor,
    gran Señor,
    que mis pasados; 1970
    si en las canas y cuidados
    los imito,
    desear morir con ellos
    por gozarlos y por vellos,
    no será, mi Dios, delito. 1975
    El cansancio y la tristeza
    padrinos del sueño son;
    mi aflicción
    quiere aliviar mi flaqueza,
    la cabeza 1980
    en este tronco reclino;
    al fin vino,
    si no propia,
    la muerte en retrato y copia.
    ¡ Bien llegada ! 1985
    pues, al fin, en sus empeños
    gozaré la muerte en sueños,
    que es lo mismo que pintada.

Recuéstase y duerme.     Baja un ANGEL y déjale a la cabecera un vaso de agua y una tortilla de pan, y vuela

ANGEL:        Despierta y come.
ELIAS:                                             ¿ Qué es esto ?
    Quimeras mi sueño fragua; 1990
    pero un pan y un vaso de agua
    a mi cabecera han puesto;
    reciente está, entre ceniza
    parece que se coció,

Come

    el Cielo le sazonó 1995
    pues sabroso le suaviza;
    comeré una parte dél
    y guardaré lo demás.

Bebe

    No gusté cosa jamás
    como ésta, amarga es la miel 2000
    con su sabor comparada:
    el agua es néctar divino.
    Dichoso fue mi camino,
    venturosa mi jornada,
    restituyóme el aliento. 2005
    Otra vez me ha provocado
    el sueño; dormid cuidado,
    pues nos da el Cielo sustento.

Duérmese y de dentro dice el ANGEL

ANGEL:        Despierta y come, que tienes
    mucho camino que andar. 2010
ELIAS:        Bien puedo con tal manjar,
    ya mis males juzgo bienes.

Despierta, come y bebe

    Vuelvo a comer, su apetito
    de nuevo me fortalece;
    vuelvo a beber, ya parece, 2015
    desmayos, que resucito.
    Recobraos, pues, fuerzas mías,
    que en virtud de este manjar
    bien podremos caminar
    cuarenta noches y días. 2020
    Al monte Oreb siento yo,
    mi Dios, que me encamináis;
    Moisés, cuando ley le dais,
    cara a cara en él os vio.
    Sinaí y Oreb, todo es uno; 2025
    el ánimo al temor venza.
    Caminemos, que hoy comienza,
    como el de Moisés, mi ayuno.

Vase.     Salen ACAB y JEZABEL

ACAB:        Déjame, esposa, fenecer la vida,
    pues, siendo Rey, cumplir no puedo un gusto. 2030
    Un menosprecio ha sido mi homicida,
    un sentimiento mata al más robusto.
    ¡ Que yo a Nabot visite, que le pida
    una mísera viña, y por ser justo
    no se la quite, y que Nabot se atreva 2035
    negársela a su Rey, injuria es nueva !
    No es Rey, ni este blasón gozar merece,
    quien halla resistencia en su apetito.
    ¿ Quién duda que Israel no me obedece,
    pues cuando de un vasallo necesito, 2040
    rebelde mis deseos desvanece ?
    De lesa majestad fue su delito;
    no la corona ya mis sienes ciña,
    pues aun no tengo imperio en una viña.
    Reine Nabot, pues ya se me rebela, 2045
    quite la vida a Acab, pues me desama;
    que pues ninguno mis agravios cela,
    más estiman su gusto que mi fama.
    No quiero más vivir; nadie se duela
    de ver que (en vez del solio) en una cama, 2050
    sin comer, mis congojas multiplique
    y a sola una pared las comunique.
JEZABEL:        Por cierto que tus penas ocasionas
    por pérdidas notables.     Razón tienes,
    injurias grandes son las que pregonas, 2055
    todo el mundo te priva de tus bienes.
    ¡ Oh, qué bien que triunfaras de coronas
    enemigas, honrándose en tus sienes,
    si aun no como mujer, como una niña,
    lloras por el juguete de una viña ! 2060
    No por eso te mueras; yo me atrevo
    a que cumplas en breve con tu antojo.
    Come y sosiega, que antes que de Febo
    peine la aurora su cabello rojo,
    en ti tendrá la viña señor nuevo, 2065
    Nabot castigo, fin, en fin, tu enojo.
    Entrégame el anillo con que sellas
    y fía de mi industria tus querellas.

Dásele

ACAB:        No su heredad me altera, su desprecio.
    ¡ Que un hombre... !
JEZABEL:                                          ¡ Basta, basta, no prosigas ! 2070
    Vete y déjame hacer.
ACAB:                                                Púsela en precio...
JEZABEL:        Vete ya y otra cosa no me digas.
ACAB:        Más valor que yo tienes.

Vase el Rey

JEZABEL:                                                         Nabot necio:
    si mi amor desdeñoso desobligas
    y hoy no otorgas tu dicha a mis deseos, 2075
    satisfarán venganzas tus empleos.

Sale Nabot

NABOT:        Criselia me ha dado aviso
    que vuestra Alteza me llama.
JEZABEL:        Nabot, si es fuego esa llama,
    deciros mis llamas quiso. 2080
NABOT:        No entiendo eso, gran señora.
JEZABEL:        Siempre fue el encogimiento
    mendigo de entendimiento.
    Quien las palabras ignora,
    mal, Nabot, podrá entender 2085
    el lenguaje de los ojos,
    donde sus gustos o enojos
    a quien los sabe leer
    escribe el alma.
NABOT:                                       Remota
    esa ciencia está de mí. 2090
JEZABEL:        Créolo, que ya yo os vi
    en cosas de amar idiota;
    pero quiéroos yo enseñar
    a que enigmas acertéis
    para que sabio quedéis, 2095
    si bien os ha de costar
    mucho el errar la lición.
NABOT:        Explíquese vuestra Alteza.
JEZABEL:        A no ser la rustiqueza
    vuestra tanta, en ocasión 2100
    os puse yo cuando os vi,
    y vuestra dicha expliqué,
    que os obligara.
NABOT:                                       No sé,
    señora.
JEZABEL:                        Esperadme aquí,
    que si la presencia real 2105
    os tiene o necio o turbado,
    medio la industria me ha dado
    que os ha de estar bien o mal.

Vase

NABOT:        ¿ Qué es esto, fortuna mía ?
    ¿ Qué pretende esta mujer ? 2110
    Pero ¿ qué ha de pretender
    quien es toda tiranía,
    quien a Dios tiene osadía
    de oponerse, quien reprueba
    la ley que a los Cielos lleva 2115
    y vive (esperanza en Vos),
    atreviéndose a su Dios ?
    ¿ Qué mucho que al Rey se atreva ?
    Pues fulmine contra mí
    tempestades Jezabel, 2120
    que a Dios, al Rey, a Raquel
    fidelidad prometí.
    Ser traidor, no; morir, sí,
    pues cuando a furor se incite
    y la cabeza me quite, 2125
    si nombre a matronas da
    castas la fama, en mí habrá
    un hombre que las imite.

Sale Criselia

CRISELIA:        La Reina, Nabot, os manda
    primero que os ausentéis 2130
    de esta sala, que estudiéis
    (pues el favor no os ablanda)
    vuestra dicha o vuestro daño,
    aunque es nueva la doctrina.
    Corred aquesa cortina 2135
    y dad lugar a su engaño.

Vase

NABOT:        ¡ Jeroglíficos confusos,
    ya os descifra mi temor !
    ¡ Enigmas torpes de amor,
    no admito vuestros abusos ! 2140
    Dicha o daño me ofrecéis:
    si la dicha ha de costarme
    tan cara, que despeñarme
    porque la elija queréis
    (puesto que en mi mal reparo), 2145
    si acabada de alcanzar
    me pesa, no he de comprar
    (Cielos) el pesar tan caro.
    Dicha que por mano vienes
    de Jezabel, toda engaños, 2150
    no te admito.     ¡ Honrosos daños,
    vuestros males traen mis bienes !
    Daño que al Cielo encamina
    no es bien que daño se llame;
    dicha que ha de hacerme infame, 2155
    no honor.     Corro la cortina.

Corre una cortina y sobre un bufete estarán tres fuentes de plata y en ellas lo que aquí se va diciendo

    Tres fuentes sobre una mesa
    (en lo que ofrecen contrarias)
    muestran con insignias varias
    lo que cada cual profesa. 2160
    En ésta está una corona
    y envuelto en ella un cordel,
    plato, en fin, de Jezabel
    que dignidades pregona
    porque en patíbulos paren. 2165
    Un rótulo dice ansí:

Lee

    "La corona es para ti
    como miedos se reparen."
    Libre está de estos combates
    mi honor, hasta aquí felice. 2170
    Este sobre el cordel dice:

Lee

    "Para que a tu Raquel mates."
    ¡ Ay, Cielos ! ¡ Ay, prenda mía !
    Si vive un alma en los dos,
    dándoos yo la muerte a vos, 2175
    verdugo de mí sería.
    Sobre la fuente segunda
    una espada y una toca
    a confusión me provoca.
    ¿ En qué este enigma se funda ? 2180
    Dice el mote de esta suerte,
    que está en la espada a esta parte:

Lee

    "Hierro para castigarte
    y toca para quererte."
    Fácil se deja entender, 2185
    pues muestra desenfrenada
    que es Reina y que tiene espada
    y en la toca que es mujer;
    que si me arrojo a querella
    me satisfará amorosa, 2190
    pero fiera y rigurosa
    si mi desdén la atropella.
    ¿ Hay tal desalumbramiento ?
    La torpeza ¿ qué no hará ?
    Lleno el tercer plato está 2195
    de piedras y de sangriento
    licor; la letra me admira
    y me causa confusión

Lee

    "No son piedras, rayos son,
    mi desprecio te las tira." 2200
    ¡ Ay, Cielos ! ¿ A qué banquete
    Jezabel me ha convidado,
    que moriré apedreado
    si no la amo me promete ?
    ¡ Piedras, en vuestra firmeza 2205
    quiere aprender mi constancia !
    ¡ Fulmínelas la arrogancia
    del poder y la torpeza !
    Por mi ley y mi Rey pierda
    la vida Nabot, que es fiel; 2210
    que pues tira Jezabel
    piedras a Dios, no está cuerda.
    Espada de su malicia,
    dad al Juez Supremo cuenta,
    pues, lasciva y torpe, afrenta 2215
    la espada de la justicia.
    Corona, si en su cabello
    servistes de insignia real,
    bajaos y seréis dogal
    con que suspendáis su cuello. 2220
    Cordel, servid de escarmiento
    a los idólatras, vos,
    mientras que a mi Rey y a Dios
    confieso, al darme tormento
    (que a la muerte me apercibo), 2225
    no a su llama deshonesta;
    y para dar la respuesta
    la vil corona derribo,

Derríbala y la pisa

    porque su interés desprecio
    y como infame la piso. 2230
JEZABEL:        Llorarás tu poco aviso;                       De dentro
    apedrear nte por necio.
NABOT:        Por necio no, por fiel sí.
    No temo tus amenazas;
    túmulo eterno me trazas, 2235
    éste sólo apetecí.
    Laureles logro, leales,
    que inmortalicen mis medras.
    ¡ Labra, tirana, las piedras
    y junta los materiales, 2240
    que, desdeñando tus vicios
    mientras la muerte me dan,
    piedras preciosas serán
    de inmortales edificios !

Vase y cúbrese la mesa.     Salen dos CIUDADANOS viejos, leyendo el uno este papel

    Los vasallos que sin averiguar secretos de su Príncipe 2245
    guardan sus órdenes, merecen que en su privanza se prefieran
    a los demás: Nabot, jezraelita, vecino vuestro, y poderoso
    en vuestra República, me tiene criminalmente ofendido;
    buscad, pues, dos testigos que las dádivas cohechen, y
    éstos afirmen que le oyeron blasfemar de su Dios y de su 2250
    Rey y, examinados, publicad general ayuno (como en Israel
    se acostumbra cuando se espera algún castigo riguroso).
    Llamad luego a Nabot a vuestro tribunal y presentados los
    testigos, sin admitirle descargos, le condenad por público
    blasfemo, sacándole al campo, donde muera (como la ley 2255
    dispone) apedreado, aplicando sus bienes todos a nuestro
    fisco; que ejecutada con toda disimulación esta sentencia,
    yo me daré por bien servido y vosotros quedaréis premiados.
    De nuestro palacio real de Jezrael.     Yo el Rey.
CIUDADANO 1:                        Esto el Rey, nuestro señor,
    manda.
CIUDADANO 2:                           ¿ Quién creyera tal ? 2260
CIUDADANO 1:        No vive más el leal
    de lo que quiere el traidor.
                    De vos y de mí confía
    la ejecución de este insulto.
CIUDADANO 2:        Para Dios no le hay oculto.
CIUDADANO 1:        Sacrílega tiranía.
CIUDADANO 2:                        Nabot es en Jezrael, 2265
    aunque el más rico, el más santo.
CIUDADANO 1:        Y aun por saber que lo es tanto
    le persigue Jezabel.
                    Pero ¿ en qué os resolvéis vos ?
CIUDADANO 2:        Temo a dios, mas también temo
    a un Rey tirano y blasfemo. 2270
CIUDADANO 1:        En dando en temer a Dios
                    será el Rey vuestro homicida,
    mandando que muerte os den.
CIUDADANO 2:        ¡ Ay, Cielos !
CIUDADANO 1:                                    Nabot también
    le teme y pierde la vida;
                    dad en vuestros riesgos corte.
CIUDADANO 2:        ¿ Y habrá para estos sucesos 2275
    testigos falsos ?
CIUDADANO 1:                                          Pues ¿ ésos
    pueden faltar en la Corte ?
                    Dos pide el Rey y otros dos
    tengo, que lo son a prueba.
CIUDADANO 2:        Fuerza ha de ser que me atreva,
    primero que al Rey, a Dios:
                    tirano uno, otro clemente. 2280
CIUDADANO 1:        Busquemos otro testigo,
    que habiendo tres yo me obligo
    a hacer el caso evidente.
CIUDADANO 2:                        ¡ Con qué de temores lucho !
    ¡ Oh Rey impío ! ¡ Oh     vil mujer !
CIUDADANO 1:        O morir o obedecer, 2285
    porque un "Yo el Rey" puede mucho.

Vanse.     Sale RAQUEL congojada

RAQUEL:        No sosiego, no reposo,
    no hay descanso para mí.
    ¿ Qué tengo ? ¿ Son     celos ? Sí;
    pero no, más riguroso 2290
    es mi mal.     ¡ Ay, caro esposo !
    ¡ Y qué caro
    me has de costar si reparo
    en un sueño
    que de mis potencias dueño, 2295
    tragedias representaba,
    cuando en sangre te bañaba
    una serpiente
    que venenosa, inclemente,
    en tus carnes se cebaba ! 2300
    Mas quien a sueños da fe
    provoca a enojo a los Cielos.
    Dormíme llena de celos,
    sierpes en ellos soñé.
    Jezabel el áspid fue 2305
    que, lasciva,
    mientras de lealtad te priva,
    Circe nueva,
    en tus entrañas se ceba,
    pues tu posesión la diste; 2310
    pero mal acierto hiciste,
    pensamiento,
    que Nabot la ama contento
    y yo le vi muerto ¡ ay, triste !

Asiéntase

    Sentar me quiero por ver 2315
    si sosiego de este modo.
    ¡ Todo penas ! ¡ Ansias todo !
    ¡ Todo llorar y temer !
    Más es esto que querer,
    más pesar 2320
    es esto que sospechar.
    ¡ Ay, desvelos !
    ¡ Ojalá, Nabot, sean celos !
    que a trueco que no recibas
    penas (que han soñado vivas 2325
    mis quimeras)
    yo sufriré que otra quieras
    en albricias de que vivas.
    Menos quietud asentada
    tengo.

Levántase y paséase

                    ¡ Ay, quinta !     Quiera Dios 2330
    que no me venga por vos
    más mal que no ser amada.
    Ya vuestra vista me enfada;
    más temores
    tengo yo que tenéis flores. 2335
    Penas veo
    seguirme si me paseo,
    penas si me asiento apenas
    entre rosas y azucenas.
    ¿ Qué he de hacer ? 2340
    Infierno debo de ser,
    pues no hay en mí sino penas.

Dicen de dentro

CIUDADANO 1:                        A Nabot han condenado
    y le llevan a apedrear.
RAQUEL:        ¿ Qué escucho ?     ¡ Ay, Cielo ! ¡ Ay, pesar !
    ¡ Ay, desdichas ! ¡ Ay, cuidado ! 2345
CIUDADANO 2:        Pues ¿ por qué le han sentenciado ?
CIUDADANO:        Por blasfemo.
RAQUEL:                                 ¿ Por qué vivo ? ¿ Por qué temo
    el ir a morir con él ?
CIUDADANO 1:        Justo y fiel
    fue a Dios y al Rey.
CIUDADANO 2:                                                Y aun por eso. 2350
RAQUEL:        ¡ Qué bien dijo: ya es exceso
    ser leal !
    Perderé con muerte igual
    la vida, pues perdí el seso.

Vase.     A la ventana de una torre JEZABEL y ACAB

JEZABEL:        Goza ya la posesión, 2355
    Rey, que tanto has deseado.
    Vuelve en ti, si desmayado
    te tuvo su privación.
    Ya murió Nabot; no impida
    tu gusto esa pena ingrata; 2360
    comprado la has bien barata,
    pues sólo cuesta una vida.
ACAB:        ¡ Ay, esposa de mis ojos !
    ¿ Es posible que murió
    quien mi agravio ocasionó ? 2365
JEZABEL:        Ansí vengues mis enojos
    como yo los tuyos vengo.
    Por blasfemo apedreado
    y en su sangre revolcado,
    tu satisfacción prevengo. 2370
    Mira bañadas las piedras
    desde aquí en su sangre vil.
ACAB:        ¡ Qué pecho tan varonil
    te dio el cielo !     Cuantas medras
    me vienen son, cara esposa, 2375
    por tu causa.
JEZABEL:                                    Ve a tomar
    posesión a su pesar
    de su viña deleitosa.
    Recréate en su vergel,
    que cuando imposibles pidas, 2380
    ya sabe, a costa de vidas,
    comprar vidas Jezabel.

Vanse.     Sale RAQUEL, sueltos los cabellos y enlutada, y deteniéndola ABDIAS y JOSEPHO

RAQUEL:        ¡ Dejadme, idólatras torpes !
    ¡ Soltadme, aleves vecinos
    de la más impía ciudad 2385
    que a bárbaros dio edificios !
    ¡ Sacrílegos envidiosos,
    de un Rey tirano ministros,
    de una blasfema vasallos,
    de una falsedad testigos, 2390
    de un Abel Caínes fieros,
    de un cordero lobos impíos,
    de un justo perseguidores,
    de un inocente enemigos !
    ¡ Soltadme, o haréos pedazos ! 2395
    Ojos tengo basiliscos,
    víbora soy ponzoñosa,
    veneno son mis suspiros.
    ¡ Soltadme, o abrasaréos !

Suéltase

ABDIAS:        ¡ Qué lástima !
JOSEPHO:                                 Compasivo, 2400
    lloro suspenso.
ABDIAS:                                       Sosiega,
    señora, que son indignos
    de tu honor esos extremos.
RAQUEL:        ¿ Qué honor ? Si lo fuera el mío
    ¿ no me le hubiera quitado 2405
    ese Rey torpe y lascivo,
    esa Reina hambrienta de honras ?
    Con ellos no hay honor limpio.
    ¿ Qué fama no han asolado ?
    ¿ Qué opinión no han destruído ? 2410
    ¿ Qué castidad no profanan ?
    Honor aquí ya es delito,
    virtud aquí ya es infamia,
    vergÜenza aquí ya es castigo.
ABDIAS:        Si al pie del alcázar real 2415
    das en estos campos gritos,
    provocarás a los Reyes,
    pues es forzoso el oírlos.
RAQUEL:        Pues ¿ qué es lo que yo pretendo ?

A voces

    ¡ Acab sangriento, vil hijo 2420
    de Amrí, que a su Rey traidor
    le forzó a abrasarse vivo !
    ¡ Adúltera Jezabel,
    que al demonio sacrificios
    ofreces, para que en ellos 2425
    licencia des a tus vicios !
    La esposa soy de Nabot,
    el que porque nunca quiso
    consentir en tus torpezas
    es de tu crueldad prodigio. 2430
    Mandad con él darme muerte,
    acompañe un rigor mismo
    dos almas, que en tiernos lazos
    reciprocó un amor limpio.
    ¿ Por qué, decid, le matastes, 2435
    cohechando falsos testigos ?
    Pues, cuando blasfemo fuera
    (como afirman fementidos),
    imitador de sus Reyes,
    mereciera por seguiros 2440
    la sacrílega privanza
    de vuestros favorecidos.
    ¿ Qué más blasfemias, tiranos,
    que las que habéis los dos dicho
    a Dios ? y no os apedrean, 2445
    siendo común el delito.
    Díganlo tantos profetas
    consagrados al martirio
    por vosotros, cuya sangre
    está dando al Cielo gritos. 2450
    Dígalo el gran Celador
    de nuestra ley, perseguido
    de vuestra impiedad tirana
    por sierras, montes y riscos.
    Díganlo tantos altares 2455
    arruinados, destruídos
    por vosotros, que erigieron
    a Dios los padres antiguos.
    ¡ Blasfemos, en fin, reinando
    vosotros y el dueño mío 2460
    muerto ! ¿ En vasallos y Reyes
    serán acaso distintos
    los insultos generales,
    siendo en sustancia los mismos ?
    ¿ Por qué si afectáis rigores 2465
    no os ofende lo que os digo ?
    ¿ Por qué no hacéis apedrearme ?
    Cantos hay en este sitio
    que en la sangre de mi esposo
    se han bañado.     Si os irrito, 2470
    mandad que mezclen con ella
    la que a Nabot sacrifico.
    Báñense unas mismas piedras
    en la esposa y el marido;
    serán tálamo de sangre 2475
    las que su túmulo han sido.
    Pero ¿ para qué doy voces ?
    pues, tan crueles os miro
    que, por más atormentarme,
    negáis la muerte que os pido. 2480
    ¡ Ansias ! mostradme el teatro
    de mis tragedias !
ABDIAS:                                             Dos ríos
    son, de lágrimas, mis ojos.
JOSEPHO:        En sentimientos la imito.

Vanse. Descúbrese tendido en el suelo NABOT, muerto, en camisa y calzones de lienzo; él y el vestido manchado de sangre, entre un montón de piedras también ensangrentadas

RAQUEL:        ¡ Ay, dueño de mi esperanza, 2485
    regalo de mis sentidos,
    consuelo de mis congojas,
    de mis tormentos alivio !
    celosa lloraba yo
    engaños y desatinos. 2490
    ¡ Qué caras satisfacciones
    a costa de entrambos miro !
    ¡ Mi Abel, mi justo, mi santo !
    ¡ Pisad climas más benignos,
    pues colocado entre estrellas, 2495
    mártir os honra el Olimpo !
    Altar de piedra, estas piedras,
    rubíes y granates finos,
    al simulacro del cuerpo
    holocaustos os dedico. 2500
    Más valen que los diamantes,
    crisólitos y jacintos;
    diadema os labran mejores
    que esmeraldas y zafiros.
    Por reliquias las venero, 2505
    por sagradas las estimo;
    las beso por sangre vuestra,

Bésalas

    por mis joyas las recibo.
    ¡ Plegue a Dios, tigres de Hircania,
    Acab, del Cielo maldito, 2510
    idólatra Jezabel,
    oprobrio en Samaria y Tiro,
    que no quede de vosotros
    memoria al futuro siglo,
    vasallo que no os desprecie, 2515
    rigor que no os dé castigo !
    ¡ Quíteos la vida y el reino
    el más confidente amigo,
    destruyendo en vuestra sangre
    desde el decrépito al niño ! 2520
    Si el Rey marchare a la guerra,
    flecha de acero prolijo
    le atreviese las entrañas,
    de tanta blasfemia asido.
    Si Jezabel enviudare, 2525
    despedácenla a sus hijos,
    sin permitirla llorarlos,
    quien blasonaba servirlos.
    Ese alcázar desde donde
    morir mi inocente ha visto 2530
    (cuando más entronizada)
    la sirva de precipicio.
    Desde el más alto homenaje
    mida el aire hasta este sitio,
    y antes que le ocupe, muera, 2535
    oprobrio a grandes y a chicos.
    Lebreles la despedacen,
    arrastrándola los mismos,
    cuarto a cuarto por los campos,
    miembro a miembro por los riscos. 2540
    No dejen reliquias de ella
    de carne, hueso o vestidos,
    sino la cabeza sola,
    para acuerdo de delitos.
    ¡ Cielos píos ! 2545
    ¡ Justicia en tanto mal, justicia pido !
    ¡ Vengad, piadosos Cielos,
    mi esposo, mis agravios y los vuestros !

Sale ABDIAS

ABDIAS:        Enjugad, señora, el llanto,
    que si es la venganza alivio 2550
    con que descansan ofensas,
    por mandado de Dios vino
    el profeta del Carmelo
    y de su parte le dijo
    (cuando iba el Rey a tomar 2555
    la posesión presumido
    de la viña de Nabot)
    que con los mesmos castigos
    morirán él y la Reina,
    que al Cielo le habéis pedido. 2560
    Llevad a enterrar el cuerpo;
    será, muerto, ejemplo vivo
    del mal que a los reinos viene
    por una mujer regidos.

Vanse y encúbrese el cuerpo.     Salen ZABUL&Oy DORB&Ay LISARINA, pastores, y a lo soldado gracioso, CORIOLIN

CORIOL&IN:        ¿ Cuidáis vosotros que es barro 2565
    ser sueldado ?
ZABULON:                                    ¿ Que el lugar
    dejas solo y sin llorar ?
CORIOL&IN:        Tengo el alma de guijarro.
    ¿ La sierra no me quintó ?
    ¿ No vo por ella a la guerra ? 2570
    Pues llore por mí la sierra,
    que no pienso llorar yo;
    aqueste oficio me cuadra.
LISARINA:        ¿ No mos verás más de vero ?
CORIOL&IN:        No, hasta ser Emperadero 2575
    o si no, cabo de escuadra.
LISARINA:        ¿ Cabo de qué ?
DORBAN:                                          De cochillo.
CORIOL&IN:        Eso mesmo pescudó
    una vieja que alojó
    en casa a un medio caudillo. 2580
    Estaba una compañía
    en la su aldea hendo gente
    (y aun hurtos) y ella inocente,
    de manera le servía
    que decentó una tinaja 2585
    de un tinto, que con pies rojos
    diz que saltaba a los ojos.
    Era tahur de ventaja
    en esto de alzar de codo
    el tal cabo, su alojado, 2590
    y del tinto enamorado
    le requebraba de modo
    que en el alma le metía;
    pero, porque no se hallaba
    bebiendo solo, brindaba 2595
    a toda la compañía.
    Llevábalos a su casa
    dos a dos y tres a tres;
    estuvioren allí un mes,
    andaba el brindis sin tasa. 2600
    Sospiraba cada instante
    la vieja el daño presente,
    viendo la sed en creciente
    y la tinaja en menguante.
    Mas ¿ qué mucho que el sentido 2605
    perdiese, si aquel licor
    suplía con su calor
    las faltas de su marido ?
    Huese el huésped importuno,
    tocando a marchar la caja, 2610
    que el espirar la tinaja
    y ellos irse hue todo uno.
    "¡ Vaya con la maldición !"
    la viuda pobre decía.
    "¡ Guai de vos, tinaja mía, 2615
    agotada hasta el hondón !
    Sin vos ¿ qué ha de ser de mí ?
    ¿ Quién habrá que me mantenga ?
    ¡ Que mala pascua le venga
    a quien vos ha puesto así !" 2620
    "Tratad al soldado bien,"
    dijo uno muy presumido,
    "que el huésped que habéis tenido
    es cabo de escuadra."     "¿ Quién ?"
    "Quien sirve al Rey y trabaja 2625
    y es cabo de escuadra."     "Igual,"
    respondió, "dirá ese tal
    que es cabo de mi tinaja."
    Y porque no es para más,
    adiós, que me vo a romper. 2630
LISARINA:        Pues, ven acá.     ¿ Sabrás ser
    suelgado tú ?
CORIOL&IN:                                    Buena estás;
    yo sé tocar las baquetas,
    comerme un horno de bollos,
    hurtar gallinas y pollos, 2635
    vender un par de boletas,
    echar catorce reniegos,
    arrojar treinta '¡ por vidas !',
    acoger hembras perdidas,
    sacar barato en los juegos, 2640
    y en batallas y rebatos
    cuando se toman conmigo,
    sé enseñarle al enemigo
    las suelas de mis zapatos.
ZABULON:        Eso es ser gallina, en suma. 2645
CORIOL&IN:        Decís, Zabulón, lo vero.
    ¿ Por qué pensáis que el sombrero
    llena el suelgado de pruma
    si, porque huyendo después
    que la batalla se empieza, 2650
    volando con la cabeza
    corre mijor con los pies ?
    Esta es de gallo, y trabajo
    por darla aquí en somo estima,
    que como el gallo va encima 2655
    y la gallina debajo,
    soy gallina en esta empresa,
    que sabré cacarear
    porque al comer y al cenar
    haya gallina en mi mesa. 2660
LISARINA:        Dios te vuelva a nuestros ojos.
LOS DOS:        ¡ Coriolín, adiós !
CORIOL&IN:                                          Adiós.
LISARINA:        Acordaos de mí.
CORIOL&IN:                                          ¿ De vos ?
    Dejadme agarrar despojos,
    que yo os llenaré el corral 2665
    de las gallinas que hurtare,
    y si en la guerra finare...

Llora

LISARINA:        ¿ Lloras ?
CORIOL&IN:                              Y cuemo en señal
    de que mi alma se condena;
    antes del amanecer 2670
    prometo de iros a ver
    en fegura de alma en pena.
LISARINA:        No, Coriolín, eso no;
    yo os perdono la vesita.
CORIOL&IN:        Quiéroos yo, que sois bonita; 2675
    de allá os pienso llevar yo
    dos diablitos como un oro,
    que vos barran, que vos rieguen,
    que vos guisen, que vos frieguen.
LISARINA:        ¡ Tirte ahuera !
CORIOL&IN:                                       ¡ Ay, cómo lloro ! 2680
    ¿ Pensáis que la guerra es paja ?
    Embracijadme, y adiós.
LISARINA:        ¿ Qué os me vais el zagal,vos ?
CORIOL&IN:        A ser cabo de tinaja.

Vanse.     Salen dos SOLDADOS tras un profeta que huye. Salen también JEHI con bastón

SOLDADO 1:        ¡ Corred tras él, tenelde, que pues huye, 2685
    algún delito ha hecho !
SOLDADO 2:                                             Al viento excede.
SOLDADO 1:        ¡ Que nunca aquesta seta el Rey destruye !
    ¿ Cuándo podré yo ver que el Reino quede
    libre de estos hipócritas taimados
    que el mal nos profetizan que sucede ? 2690
    Traelde preso.
JEHU:                                          Sosegad, soldados;
    dejalde, que es de Dios justo profeta
    y fiel ejecutor de sus mandados.
SOLDADO 2:        Si tú acreditas esta mala seta,
    príncipe del ejército y segundo 2695
    después del Rey ¿ qué mucho se prometa
    engañar, no a Israel, a todo el mundo ?
JEHU:        No blasfeméis de Dios, que me provoco
    a enojo, cuando en El mis dichas fundo.
    Acab murió como lascivo y loco 2700
    en la batalla cuando pretendía
    presidiar a Ramot (castigo poco
    a su bárbara y ciega idolatría);
    una flecha desmanda el Cielo airado
    que le pasó el pulmón ¡ dichosa día ! 2705
    los perros en su sangre se han cebado:
    venganza es de Nabot.     Reinó su hijo,
    Ocozías, como él desatinado;
    murió como el profeta lo predijo,
    precipitado de unos corredores 2710
    después de la pensión de un mal prolijo.
    En carroza de eternos resplandores
    arrebató una nube al del Carmelo,
    Elías, luz de santos celadores.
    Reina Jorán agora, cuyo celo 2715
    idólatra, a su padre semejante
    y hermano de su vicio, es paralelo;
    Dios intenta asolar este arrogante.
    A Dios por justo y por Señor invoco:
    nadie blasfeme de El de aquí adelante. 2720
SOLDADO 1:        ¿ Qué te quería a solas este loco ?
JEHU:        ¿ Conocístele acaso ? ¨Habéis sabido
    lo que me dijo ?
SOLDADO 1:                                    Importaráte poco.
SOLDADO 2:        Mentiras serán suyas. Mas ¿ qué ha habido ?
    Cuéntanoslo.
JEHU:                                    Llamándome en secreto, 2725
    cerró la puerta.
SOLDADO 1:                                       ¡ Qué desvanecido !
JEHU:        Y llegándose a mí con real respeto,
    una ampolla derrama en mi cabeza
    de óleo sacro (milagroso efeto).
    "Eso dice el Señor de eterna alteza, 2730
    Dios de Israel," prosigue, "'Yo te elijo
    por Rey del pueblo mío y su grandeza;
    severo destruirás (como predijo
    el Tesbites) de Acab la torpe casa,
    aunque fue tu señor y lo es su hijo. 2735
    Yo vengaré por ti, pues que te abrasa
    mi celo y ley, la sangre que vertida
    de mis profetas hasta el Cielo pasa:
    la de mis siervos todos, cuya vida,
    a manos de la impía y deshonesta 2740
    Jezabel, fue de tantos perseguida.
    Por ti he de hacer venganza manifiesta
    de cuantos propagó la sangre suya
    (si primero triunfante, ya funesta);
    no ha de dejar en pie la espada tuya 2745
    persona de su ingrata descendencia:
    toda perezca, toda se destruya,
    desde la senectud a la inocencia,
    desde el más retirado y recogido
    hasta el que en vicios tiene más licencia: 2750
    su nombre quedará en perpetuo olvido,
    como el de Jeroboán y Basa, fieros,
    cuya familia toda ha destruído.
    Jezabel, de profetas verdaderos
    verdugo, por los campos arrastrada 2755
    de Jezrael, castigos más severos
    ha de pasar por tu furiosa espada
    perros su cuerpo comerán, hambrientos,
    en nombre de Nabot despedazada.
    Cuantos la vieren estarán contentos, 2760
    mofando de su idólatra locura
    y en gustos convirtiendo sus lamentos.
    Ninguno osará darla sepultura;
    las entrañas de torpes animales
    el tálamo serán de su locura. 2765
    Goza, Jehú, de las insignias Reales.'"
    Dijo y huyó.     Soldados, pues, valientes,
    ved si a Jorán o a Dios sois hoy leales.
    Cerco en persona puso con sus gentes
    a esta ciudad;     Ramot es su apellido, 2770
    sus muros escalamos eminentes.
    Retiróse a Samaria el Rey herido,
    dejóme en su lugar mientras que sana.
    Dios de Israel me llama Rey ungido:
    juzgad si esta esperanza saldrá vana, 2775
    o si es razón que el cetro real reciba
    contra Jorán y Jezabel tirana.

Salen los que pudieren

SOLDADO 1:        ¡ Viva Jehú, soldados !
SOLDADO 2:                                                ¡ Jehú viva !
SOLDADO 1:        Trono le hagamos todos de la ropa;
    desnúdome también de medio arriba. 2780

Hácenle trono de sus ropas y con música le besan la mano

JEHU:        Pues Dios me elige, el viento llevo en popa.
SOLDADO 2:        Las manos, por su Príncipe, te besa
    el Asia y Palestina.     ¡ Tiemble Europa !
SOLDADO 1:        Deja, Rey, a Ramot, deja su empresa;
    el cuello de Jorán tu planta pise. 2785
    Parte a Samaria, marcha, date priesa.
JEHU:        Ese consejo proponeros quise
    marche a Samaria el campo.
TODOS:                                                      Marche el campo.
JEHU:        Ninguno salga de él, porque no avise
    al mísero Jorán.

Sale CORIOLIN

CORIOL&IN:                                             Con él me zampo, 2790
    ¡ que de esta vez soy cabo de tinajas !
JEHU:        ¡ Yo os vengaré, mi Dios ! Marchen las cajas.

Vanse.     Sale JEZABEL de viuda bizarra y CRISELIA

JEZABEL:        Ya Jorán se ha levantado.
CRISELIA:        Peligrosa fue la herida,
    pero pues queda con vida 2795
    y tu Alteza sin cuidado,
    albricias, señora, han dado
    reinas en tal ocasión.
JEZABEL:        Pídelas, pues.
CRISELIA:                                    De prisión
    a la viuda Raquel saca, 2800
    que una buena nueva aplaca
    la más fiera indignación.
JEZABEL:        ¿ Qué dices, bárbara ?
CRISELIA:                                                Advierte...
JEZABEL:        No prosigas, que estás necia;
    quien a sus reyes desprecia 2805
    poco en su peligro advierte:
    apresurarás su muerte
    si eso vuelves a pedir.
CRISELIA:        ¿ Que más muerte que vivir
    sin dueño que tanto ha amado ? 2810
JEZABEL:        Por eso no se la he dado.
    Pene y viva, que es morir.
    Albricias de poco fruto
    intentas, necia estás hoy.
    Cansada, Criselia, estoy 2815
    de tanta viudez y luto.
    Tres años pagó tributo
    al llanto la pena mía;
    de sí mesma ser podría
    verdugo quien mucho llora. 2820
    Festejemos (pues mejora
    mi hijo) su mejoría.
    Vuelvan a hacer mis cabellos
    con los del sol competencia;
    que yo sé que en mi presencia 2825
    su luz se corrió de vellos.
    Riguridad es tenellos
    en prisión mientras que lloro;
    esta tocas sin decoro
    son cárcel que los maltrata; 2830
    no es bien que linos de plata
    escondan madejas de oro.
    Acerca ese tocador.

Asiéntase a tocar en él

    Ponme sobre él ese espejo;
    con su cristal me aconsejo, 2835
    que es sumiller del amor.
    Ve, y el vestido mejor
    me saca, mientras divido
    los cabellos que he ofendido
    y el Asia toda celebra; 2840

Destócase

    ensartaré en cada hebra
    perlas que al Oriente pido.
    Golfos de luz surcará
    el marfil de aqueste peine,
    porque en campos de oro reine 2845
    mientras sobre ellos está.
CRISELIA:        El de verdemar será
    mejor, que adorna y alienta.
JEZABEL:        Verdemar no me contenta,
    que esperanza puesta en mar 2850
    o se tiene que anegar,
    o ha de padecer tormenta.
    Ya sabes que soy cruel:
    el pajizo y encarnado
    me pondré.
CRISELIA:                              Desesperado 2855
    y sangriento.
JEZABEL:                                 Llore en él
    su amor difunto, Raquel.
CRISELIA:        ¡ Qué locura !
JEZABEL:                                 No hay mudanza
    en su pena y mi venganza.
CRISELIA:        Voy. (¡ Qué bárbara ! ¡ Qué fiera !)     Aparte 2860

Vase CRISELIA

JEZABEL:        Si verdemar me vistiera
    ya fuera darla esperanza.
    Tengamos, espejo, aviso,
    no demos segundo ejemplo,
    mientras en vos me contemplo, 2865
    a locuras de Narciso.
    Murió, porque no me quiso,
    Nabot; justa fue mi queja:
    deje la vida quien deja
    de adorar ventura tanta. 2870
    Alguno allá dentro canta
    que adulador me festeja.

Cante de dentro una mujer

[VOZ]:        "En la prisión de unos hierros
    lloraba la tortolilla
    los mal logrados amores 2875
    de su muerta compañía."

Peinándose JEZABEL

    "Mal hubiera la crueldad
    de la águila cuya envidia
    dividió, si no dos almas,
    los arrullos de dos vidas." 2880
JEZABEL:        Parece que de Nabot
    y Raquel la historia misma,
    quien dellos se compadece,
    me canta y alegoriza.
    Los dos las tórtolas fueron, 2885
    yo el águila vengativa
    que, celosa de su amor,
    su tálamo tiraniza.
    "En la prisión de unos hierros
    lloraba la tortolilla." 2890
    Cuando a Raquel tengo presa
    mi crueldad metaforizan.
    ¡ Basta ! que ya en versos anda
    su tragedia, pero digna
    es que escarmientos la canten 2895
    si traidores la lastiman.
    Tiémbleme el mundo, eso quiero
    venganzas me regocijan,
    riguridades me alegran,
    severidades me animan. 2900

Tocándose

[VOZ]:        "Reciprocando requiebros
    en el nido de una viña,
    fertilidad le promete
    de amor su cosecha opima.
    Nunca nacieran los celos 2905
    que amores esterilizan,
    corazones desenlazan
    y esperanzas descaminan."
JEZABEL:        ¿ Qué hay que hablar ?     Su historia canta,
    amores, celos y viña; 2910
    En su favor me condenan
    y en mi crueldad se averiguan.
    Pero si le amé en secreto
    ¿ cómo mis celos publican
    versos que mi fama ofenden, 2915
    canción que la satiriza ?
    Raquel los habrá contado.
    Raquel llorará este día
    desatinos de su lengua,
    efetos de sus desdichas. 2920
[VOZ]:        "Perdió la tórtola amante,
    a manos de la malicia,
    epitalamios consortes.
    ¡ Ay de quien los desperdicia !
    Como era el águila Reina 2925
    (mejor la llamara harpía),
    cuando ejecute crueldades
    ¿ quién osara resistirla ?"
JEZABEL:        Ya pasa de desacato
    el que escucho; su osadía 2930
    mi agravio y furia provoca,
    llamas añade a mis iras.

Levántase

    ¡ Hola ! ¿ Quién es la que canta
    allá dentro ? ¿ Quién me indigna
    sin recelar mis rigores, 2935
    sin respetar mi justicia ?
    Mas mi autoridad ofendo,
    dándome por ententida.
    ¿ Quién pudo enfrenar las lenguas
    del vulgo, ni reprimirlas ? 2940

Vuélvese a asentar

    Canten, llámenme cruel;
    que podrá ser que algún día
    las viles cabezas corte,
    por más que son de esta hidra.
[VOZ]:        "¿ Qué importan las amenazas 2945
    de águila ejecutiva,
    si ya el león coronado
    venganzas contra ella intima ?
    Humillará su soberbia,
    caerá el águila atrevida, 2950
    siendo presa a los voraces
    lebreles que la dividan."
JEZABEL:        ¿ Qué león, cielos, es este
    que sangriento me derriba ?

Levántase tocada

    Yo ¿ presa de brutos fieros ? 2955
    Yo ¿ en pedazos dividida ?
    ¡ Hola, vasallos, Criselia !
    ¡ Ay, cielos !

Sale Criselia

CRISELIA:                                 ¡ Señora mía !
    ¿ Qué sientes ? ¨Por qué das voces ?
    La color tienes perdida. 2960
JEZABEL:        Y con ella la paciencia.

Mírase al espejo

    ¡ Muerta soy ! Aparta, quita
    ese espejo que me enseña
    a Nabot, lleno de heridas;
    un hombre armado amenaza 2965
    con la desnuda cuchilla
    mi trágico fin.
CRISELIA:                                       ¿ Qué es esto ?
JEZABEL:        Su corte en mi cuello afila.
    ¿ No lo ves ?
CRISELIA:                              No, gran señora.
    Vuelve en ti.

Toquen cajas

JEZABEL:                                 No desatina 2970
    mi temor.     Pero ¿ qué es esto ?

Dentro

[VOCES]:        ¡ Viva Jehú !
TODOS:                              ¡ Reine y viva !

Sale ABDIAS

ABDIAS:        Huye castigos, señora,
    del Cielo que pronostican
    trágico fin a tu casa. 2975
    (Mas del Cielo ¿ quién se libra ?)
    Jehú se te ha rebelado,
    de Samaria está a la vista;
    Jorán le salió al encuentro,
    Jehú una flecha le tira 2980
    que el corazón le traspasa,
    y vitorioso encamina
    el ejército y deseos
    a esta ciudad.
JEZABEL:                                    ¡ Ea, desdichas,
    acabad conmigo todas ! 2985
    Pero la industria me avisa
    remedios con que dilate,
    si no venturas, la vida.
    Fiada de mi belleza,
    haré al engaño que finja 2990
    amor a Jehú tirano.
    Pondréme a un balcón festiva;
    mostraré que estoy gozosa
    que, de Jorán homicida,
    su diadema le corone 2995
    y el solio le dé su silla.
    Prometeréle mi esposo,
    y si la belleza hechiza
    ¿ quién dudará que ha de escaparse ?
    ¿ quién dudará que me admita ? 3000
    Dame, Criselia, esas joyas;
    galas el cuerpo se vista
    y el alma lutos secretos,
    pues son sustancias distintas.

Vase

ABDIAS:        No sé yo que tus crueldades 3005
    se prometan tantas dichas,
    que es vengador de inocentes
    Jehú.
CRISELIA:                     ¡ Ay, mujer perdida !

Vanse.     Salen soldados marchando, entre ellos CORIOL&I y JEHU, con bastón, detrás; y al mismo tiempo del vestuario, con música, los más que pudieren y ABDIAS; detrás de todos RAQUEL, acompañada de CRISELIA, de viuda, y sobre un balcón JEZABEL, muy bizarra.     JEHU y los suyos suben al tablado por un palenque; RAQUEL, que le recibe con los demás, saca una corona de oro sobre una fuente de plata; tócanse chirimías, cajas y clarines

RAQUEL:        En nombre de Jezrael,
    ciudad tuya, patria mía, 3010
    que por consolar mis penas
    generosa me autoriza,
    te ofrece (¡ oh gran vengador
    de la Majestad divina,
    por Acab menospreciada, 3015
    por Jezabel ofendida !)
    diadema que en paz poseas;
    agora tus sienes ciña
    y después por todo el orbe
    los círculos del sol siga. 3020

Corónale

    Púrpura adorna a los reyes,
    púrpura, señor, te vista
    de sangre idólatra aleve,
    que altares sagrados pisa.
    Venga inocentes, Monarca, 3025
    profetas, huérfanos, viudas,
    mozos que estraga el engaño,
    viejos que el temor lastima.
    Teatro este sitio fue
    de la impiedad más lasciva, 3030
    la más bárbara tragedia,
    la crueldad más inaudita
    que el tiempo escribió en anales,
    que puso horror a provincias,
    que verdades afirmaron, 3035
    que fabularon mentiras.
    Aquí mi Nabot fue muerto
    Nabot, cuya fama limpia
    coronaba su inocencia,
    celebraba su justicia. 3040
    Falsos testigos cohechó
    contra él el oro y la envidia,
    el poder y la soberbia,
    la ambición y la malicia.
    Una viña le dio muerte, 3045
    que quien reinos tiraniza
    sangre vende de leales
    por el precio de una viña.
    Testigos de su inocencia
    pueden ser (no lenguas vivas, 3050
    que éstas tal vez se apasionan)
    las piedras sí, fidedignas.
    Haz información con éstas;
    la sangre en que se matizan
    presento en tu tribunal, 3055
    testigos fueron de vista.

De rodillas

    ¡ Venganza, Rey poderoso
    antes que estas piedras mismas,
    si agora testigos claman,
    jueces después te persigan ! 3060
JEHU:        Basta, Raquel. Cese el llanto,
    alzad, consolad desdichas
    sesenta hijos Acab deja,
    todos setenta en un día
    satisfarán vuestro agravio. 3065
    Deudos, amigos, familias
    de Acab y de Jezabel,
    mueran.
RAQUEL:                           Y tú eterno vivas.
JEHU:        En vuestra ciudad entremos,
    pues su lealtad nos obliga. 3070

Al entrar, dice JEZABEL desde el balcón

JEZABEL:        Goce Jehú, mi señor,
    con la corona israelita
    la paz que todos desean,
    juntando al laurel la oliva;
    que si a su Rey dio la muerte, 3075
    al padre de Acab imita,
    que a su Príncipe obligó
    a resolverse en ceniza.
JEHU:        ¿ Quién es esta aduladora ?
ABDIAS:        Esta es Jezabel maldita. 3080
JEHU:        ¡ Derribalda de la torre !
CORIOL&IN:        ¡ Soldados, subir arriba !
    que para esto so valiente.

Suben a la torre CORIOL&Iy SOLDADOS

RAQUEL:        ¡ Ah, bárbara ! Ansí castiga
    el justo Cielo tiranos, 3085
    que si tarda, nunca olvida.

Arriba, defendiéndose, JEZABEL, y al cabo la echan abajo

JEZABEL:        ¿ A vuestra Reina alevosos ?
    ¡ Favor, cielos !
CORIOL&IN:                                          Eso, sí: pida
    favor al Cielo, que está
    muy bien con sus obras pías. 3090
    ¡ Vaya abajo la borracha !
JEZABEL:        ¡ Muerta soy !

Cae hacia dentro

CORIOL&IN:                                    ¡ Ha de allá ! ¡ Asilda !
    ¡ No se os vaya, que tendrá,
    como gato, siete vidas !
SOLDADO 1:        Perros salen a comerla. 3095
CORIOL&IN:        Cada cual la descuartiza
    y, herederos de sus carnes,
    van haciendo la partija.
SOLDADO 1:        Arrastrando se la llevan.
CORIOL&IN:        Al alma tened manzilla, 3100
    que con ella juegan diabros,
    dizque a "salga la parida".
RAQUEL:        Ya se acabaron mis penas,
    dulce esposo, prenda mía.
    Tu Raquel en tu venganza 3105
    esta sangre te dedica.
JEHU:        Alce Israel la cabeza,
    pues de Jezabel se libra,
    y escarmiente desde hoy más
    quien reinare: no permita 3110
    que su mujer le gobierne,
    pues destruye honras y vidas
    la mujer que manda en casa,
    como este ejemplo lo afirma.


[FIN DE LA COMEDIA]