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Tirso de Molina
La dama del olivar




Personas que hablan en ella:
  • Don GASTON, caballero
  • Don GUILLEN, Comendador de Santiago
  • NISO, pastor viejo
  • CORBATO, pastor
  • Nuestra Señora la VIRGEN María
  • ROBERTO, bandolero
  • Doña PETRONILA
  • GALLARDO
  • MAROTO, pastor
  • ARDENIO, pastor
  • MONTANO, pastor
  • LAURENCIA, pastora
  • MARBELIO, bandolero
  • LIRANO, bandolero


ACTO PRIMERO


Salen NISO, pastor viejo, MAROTO, CORBATO, ARDENIO, MONTANO, y LABRADORES

NISO:      ¡ Brava fiesta !
CORBATO:                          Y la señora
   por quien se hizo, hermosa y mansa.
MONTANO:      Quien en servirla se cansa
   lo mucho que pierde ignora.
ARDENIO:      ¡ Buen mayordomo !
NISO:                              Y devoto. 5
MONTANO:      Pastor que el ganado deja
   por tan blanca y pura oveja,
   dichoso él.
NISO:                    En fin, Maroto,
   vos habéis dejado el cargo
   con honra y fama.
MAROTO:                            Y vendrá 10
   otro que me sacará
   de la puja rico y largo.
NISO:      ¡ Qué buena estaba la igreja !
MAROTO:      Como pude la compuse;
   claveles en ella puse 15
   desde el altar a la reja.
   Verbena, espadaña y juncia
   por el suelo derramé;
   agua de trébol eché
   en las pilas.
ARDENIO:                      Bien anuncia 20
   vuesa mucha devoción
   la que en el alma encubrís.
NISO:      Galán, Maroto, venís.
MAROTO:      Yo saco en la procesión
   todas las galas que tengo. 25
   El más pobre de Estercuel
   soy.
CORBATO:      Y el más devoto de él.
MONTANO:      Alegre en extremo vengo
   de haber visto cuán compuestas 30
   las calles de nuestra aldea
   estaban.
MAROTO:                    Toda desea
   her a nuestra Virgen fiestas.
MONTANO:      ¡ Qué de pinos que plantaron
   por ellas ! Y las mujeres 35
   con qué gustos y praceres
   que las ramas adornaron
   con sus basquiñas de grana.
CORBATO:      No dejaron paramento,
   cual si huera el monumento, 40
   cortina o red aldeana
   que en las puertas y paredes
   no colgasen.
NISO:                      Pescarán
   si en el mar del mundo están,
   el cielo con tales redes. 45
ARDENIO:      Pues a falta de pastillas
   no faltó incienso y espliego
   y aun estoraque, que el huego
   no quemase en escodillas,
   que por las calles a trechos 50
   daban gusto y devoción.
MAROTO:      ¡ Oh, qué incienso es la oración,
   y qué grandes sus provechos !
NISO:      La fiesta, en fin, de septiembre
   en que nació nuesa estrella, 55
   ha estado extremada y bella.
MAROTO:      El labrador are y siembre
   los granos que el hielo cubre
   y restituye en agosto.
   Llene las cubas de mosto; 60
   coja la fruta en Octubre.
   Compre y venda el mercader
   en las herias y mercados,
   traten de armas los soldados,
   vista galas la mujer. 65
   Los sabios estudien leyes,
   tienten pulsos los dolores,
   dense placer los señores
   y ganen tierra los reyes.
   Mientras yo apaciento el hato 70
   donde el manso me conoce,
   el corderillo retoce
   y se encarame el chivato.
   Que más precio los halagos
   con que el mastín me hace fiestas, 75
   la leche en tarro, las fiestas
   que dan el deleite a tragos;
   a la noche en casa la olla,
   y al amanecer las migas,
   que de los ajos amigas, 80
   son deudos de la cebolla;
   y tras ellas una misa
   al alba en que el sacristén
   dice cantando el amén
   sobre el sayo la camisa, 85
   que cuanta riqueza guarda
   el avaro.
MONTANO:                  A eso me acoto.
CORBATO:      Venturoso vos, Maroto,
   que el temor no os acobarda
   del señor, como al privado. 90
MAROTO:      Bueno me le ha dado Dios.
ARDENIO:      Medra su hacienda por vos.
NISO:      A buen amo, buen criado.
MAROTO:      Don Gastón de Bardají,
   noble señor de Estercuel, 95
   ni es soberbio ni crÜel.
   Desde que su pan comí
   mil mercedes Dios me hace.
NISO:      Mucho priva con el reye.
MAROTO:      Conoce su esfuerzo y leye, 100
   por eso le satisface.
   A conquistar a Valencia
   el rey don Jaime partió
   y consigo le llevó.
NISO:      Tiene en la guerra experiencia. 105
   Que os hallase me holgaría,
   cuando volviese, Maroto,
   casado.
MAROTO:      ¿ A mí ?
MONTANO:                        ¡ Juro al soto
   que había de her aquel día 110
   mil locuras de placer !
MAROTO:      No sabré yo her buen casado.
NISO:      Ya que en esto hemos tocado,
   hombre que está sin mujer,
   Maroto, no es hombre entero, 115
   pues le falta la mitad.
MAROTO:      La mitad, ¿ cómo ?
NISO:                          Escuchad.
   ¿ De nueso padre primero
   no dice el cura que a Eva
   durmiendo un día sacó ? 120
MAROTO:      De sus huesos la formó.
NISO:      ¿ Luego la mitad le lleva ?
MAROTO:      No me casaré, aunque pueda,
   con mujer que en eso da,
   que al hombre le quitará 125
   la otra mitad que le queda.
   Y a fe que es cosa inhumana
   que, formándose de un hueso
   tan firme, tan duro y tieso,
   la mujer sea tan liviana. 130
   Dadla a la buena ventura;
   que es, al fin, la más hermosa,
   si de carne, peligrosa;
   y si de hueso, muy dura.
ARDENIO:      No decís mal.
MAROTO:                          Y aun por eso 135
   las mujeres, Niso, son
   de tan mala digestión:
   que no se digiere el hueso.
NISO:      Pues mi Laurencia no es tal,
   ni en liviana o dura peca, 140
   que en lo amoroso es manteca
   y en lo honrado pedernal.
   No hay en Aragón mujer
   que mijor os pueda estar,
   y si os la vengo a pintar 145
   yo sé que la heis de querer.
   Sus años verdes y en flor,
   y su hermosura en la aldea,
   no hay borrico que la vea
   que no rebuzne de amor. 150
   Es de una imagen su cara.
   ¿ Con qué la lava ? Dirás
   con lleve el diablo lo más
   que un caldero de agua clara.
   Los cabellos, no dirán, 155
   son que al sol causan vergÜenza,
   y cuando en cola los trenza
   en las rodillas la dan.
   La frente bruñida y lisa,
   las cejas son de amor arcos, 160
   los ojos, si no son zarcos,
   provocan a amor y a risa.
   Pues los carrillos, no hay mozo
   que no cante al descobrillos,
   "Más valen vuesos carrillos 165
   que el carrillo de mi pozo."
   De las narices no pocos
   han dicho, "Alegre estuviera,
   Laurencia, si amor me hiciera
   de vuesas narices mocos. 170
   ¿ Pues qué la boca ? Aunque pasa
   de raya, limpia y risueña;
   que no es bien que sea pequeña
   la portada de la casa.
   Los dientes altos y bajos, 175
   en hilera y procesión,
   piñones mondados son,
   a lo menos dientes de ajos.
   ¿ Qué diré de los hocicos ?
   Son que amapolas parecen 180
   cuando entre los trigos crecen.
   Pues los dos hoyuelos chicos
   que hace en riéndose, el cielo,
   a tener allá su cara,
   en ellos cro que jugara 185
   con el Amor al hoyuelo.
   Pues la barba, ¿ qué otra cría
   más abajo de cristal ?
   Con ella el mejor zagal
   barba a barba la abriría. 190
   Las tetas son naterones
   y los corpiños encellas,
   que mamara Amor en ellas
   a no, encubrir los pezones.
   Las manos, que nunca adoba, 195
   más brancas fueran que el pecho,
   a no haberlas callos hecho
   ya el cedazo, ya la escoba.
   La cintura puede entrar

Señala los dedos

   aquí, y si amor navegara 200
   mejor su estrecho pasara
   --¡ pardiez !--que el de Gibraltar.
   Pues aquella redondez,
   monte de nieve y cristal,
   rodará encima el brial 205
   por ella Amor cada vez.
   Pues las piernas, si en el río
   lava, porque el cristal borre,
   corrido de verlas corre
   más aprisa y con más brío. 210
   Los pies calzan once puntos,
   cuando la aprieta el botín;
   mas sea ella honrada, en fin,
   que no miraréis en puntos.
   Pintada os la tengo toda, 215
   puesto que mal y en bosquejo,
   lo demás allá os lo dejo
   para el día de la boda.
MAROTO:      No del todo me despido
   de daros, Niso, placer, 220
   que, en fin, la buena mujer
   suele hacer bueno al marido;
   pero venga mi señor,
   que lo que ha de ser dirá.
NISO:      Rico dote se os dará, 225
   que aunque es mi hija la menor,
   por verla con vos casada,
   vos prometo dar, Maroto,
   un pedazo de este soto
   y media fanega arada 230
   de tierra, catorce ovejas
   y seis cabras con el perro,
   la barrosa y el becerro,
   una casa con sus tejas
   que no de techo pajizo, 235
   una cama con su ajuar,
   un San Miguel, que pintar
   en una sábana hizo
   mi abuela, que Dios perdone,
   y dos calderas también 240
   con su cuchar y sartén
   que rojas las migas pone.

Sale un CRIADO

MAROTO:      Todo es bueno, y lo mejor,
   ser Laurencia vuestra hija.
CRIADO:      El puebro se regocija 245
   porque viene mi señor
   de Valencia y ha dejado
   al buen reye en Zaragoza.
MAROTO:      No en balde el monte le goza
   y se está riendo el prado, 250
   que no hay señor que le iguale.
NISO:      Bien podéis eso decir.
CRIADO:      ¡ Ao ! Vámosle a recebir;
   pero al encuentro mos sale.

Sale don GASTON, bizarro de camino

GASTON:      ¡ Oh, mis zagales, alcalde, 255
   Corbato, Ardenio, Maroto !
NISO:      Llegad, las manos besalde.
MAROTO:      No en balde se alegra el soto
   ni está verde el prado en balde
   viéndoos, señor, con salud 260
   en vuesa tierra y vasallos.
GASTON:      Huélgome con su quietud,
   que no puedo deseallos
   mejores.
NISO:                    Por su virtud.
MAROTO:      ¿ Cómo venís de la guerra, 265
   buen señor ?
GASTON:                        Gracias á Dios
   vitorioso.
MAROTO:                    Nuesa tierra
   estaba triste sin vos
GASTON:      Es, en fin, mi estado y tierra.
MAROTO:      El ganado que apaciento, 270
   y por ser vuestro es dichoso,
   sin vos dejara el sustento.
   El cordero temeroso,
   que da los brincos a ciento,
   balaba por don Gastón; 275
   las ovejas os llamaban;
   y con ronco y triste son,
   por suspirar, rebuznaban
   los borricos, con perdón.
   Secábase el prado ameno, 280
   donde el hato flores pace,
   de luto y tristeza lleno,
   porque todo este mal hace
   la ausencia de un señor bueno.
GASTON:      Debéisme esa voluntad. 285
NISO:      ¿ Qué ha habido de guerra ?
GASTON:                                      Queda
   conquistada la ciudad
   de Valencia, donde pueda
   renacer la cristiandad
   que el mahomético profeta 290
   desterró por tantos años.
   Borró de ella el rey su seta
   llena de vicios y engaños.
   Ya queda segura y quieta,
   su mezquita consagrada, 295
   sus cautivos redimidos,
   su soberbia derribada
   y con blasones debidos
   eternizando su espada,
   el rey don Jaime glorioso, 300
   tan agradecido al cielo,
   que, devoto y generoso,
   premió con divino celo
   al estado religioso
   fundando cuatro conventos 305
   en ella.
MAROTO:                    ¡ Gran cristiandad !
GASTON:      Honró Dios los pensamientos
   de su liberalidad
   con milagrosos portentos;
   porque cerca de Valencia, 310
   al tiempo de conquistalla,
   para mayor evidencia
   de su amor, nuestro rey halla,
   animando su presencia,
   un retrato de aquel sol 315
   que, abrasando a Dios de amores,
   le vistió de su arrebol,
   un ramillete de flores,
   gloria del suelo español;
   un tanto monta del día; 320
   una suma del jardín
   que a Dios se aposenta y cría;
   un cielo en el suelo; en fin,
   una imagen de María,
   que en medio de aquella sierra 325
   el godo escondió del moro
   y en sus entrañas encierra
   aquel divino tesoro,
   feliz paz de nuestra guerra,
   desde que el campo asentó 330
   en su sitio el santo rey;
   Salomón que a Aragón dio,
   por defensa de su ley,
   el que por ella murió.
   Cada noche aparecía 335
   un resplandor soberano
   sobre el monte que escondía
   a la que a Dios hizo humano,
   que al sol competencia hacía.
   Música alegre sonaba, 340
   dando tal gusto el oílla,
   que la devoción juzgaba
   ser de ángeles la capilla
   y su autor quien la entonaba.
   Determinóse de ver 345
   el rey el misterio oculto
   que allí se podía esconder,
   y con religioso culto
   el primero quiso ser
   que, con la azada villana, 350
   para que todos trabajen,
   cavase.
MAROTO:                ¡ Fe soberana !
GASTON:      Y hallando una hermosa imagen
   debajo de una campana,
   alegre con tal tesoro 355
   dio su vitoria por cierta.
MAROTO:      De placer devoto lloro.
GASTON:      Con los obispos concierta
   para que esté con decoro,
   que un monasterio real 360
   allí mismo se edifique
   a su devoción igual,
   y que a la Merced se aplique
   y se dé a su general
   fray Pedro Nolasco, piedra 365
   sobre quien Dios edifica
   la orden que por él medra,
   con el cuarto voto rica
   de la caridad, que es hiedra
   que a Dios alcanzan sus ramas. 370
   Orden de tantos favores,
   que, eternizando las famas
   de sus hijos redentores,
   los Fénix son de sus llamas.
   Fue el santo rey fundador 375
   de la orden militar
   dándola ser y favor,
   con que se quiso llamar,
   como Dios, rey redentor.
   Y, en fin, como era su hechura 380
   y de su celo heredera,
   darle la imagen procura
   de la que es de Dios esfera
   y cifra de su hermosura.
   Labró, en fin, en su montaña 385
   el templo, y hasta él con fiesta
   la coloca y la acompaña.
   La imagen del Puche es ésta
   que ha de ennoblecer a España;
   de que vengo tan devoto 390
   y envidioso, que quisiera,
   a merecerlo, Maroto,
   que de mi estado heredera
   viniera a ser.
MAROTO:                      ¡ Qué buen voto !
   Dome a Dios, mi buen señor, 395
   que es como suya esa fe,
   y que me muero de amor
   por ella, después que sé
   tan milagroso favor.
   Pero no se desconsuele; 400
   sirva y pretenda tal dama.
   Róndela, aunque se desvele,
   que a la casa de quien la ama
   venirse de asiento suele.
   Soltero es, no hay tal esposa 405
   como la virgen María,
   que es discreta y es hermosa,
   no pasa por ella día
   ni es en las galas costosa,
   que el sol de vestirla trata 410
   con cintas de resplandores,
   de estrellas sus trenzas ata,
   chapines trae de valores
   con sus virillas de prata,
   pues los adorna la luna; 415
   dote suyo son los cielos,
   do no hay temer la fortuna,
   y, en fin, no le dará celos,
   que es lo que más importuna.
GASTON:      ¡ Oh, qué buen casamentero, 420
   Maroto, sabéis hacer !
NISO:      Pues sabed, señor, que quiero
   helle novio con mujer
   que vos aprobéis primero.
ARDENIO:      Al menos de nuesos votos 425
   lo que esto le importa sabe.
MAROTO:      De lo ajeno manirrotos
   sois.
NISO:      No es bien que en vos se acabe
   la casta de los Marotos. 430
GASTON:      Y vos ¿ qué decís a esto ?
MAROTO:      Que el casarse no es delito,
   y aunque es el estado honesto
   mijor, a vos me remito,
   en quien tengo el gusto puesto. 435
GASTON:      Pues si está en mi parecer,
   vamos agora a palacio,
   que hay mucho en esto que hacer,
   y ha de mirarse despacio
   esto de tomar mujer. 440

Vanse.    Salen don GUILLEN con hábito de Santiago, y LAURENCIA, como que ha cernido

LAURENCIA:      Déjeme cerner mi harina.
GUILLEN:      Laurencia hermosa, cerned
   pensamientos de mi amor,
   porque la harina apuréis
   de esperanzas candeales 445
   que con el agua amaséis
   de mis ojos, y cozáis
   en el horno de mi fe.
   Celos serán levadura,
   tan agria cuanto crÜel, 450
   que os dará pan blanco y tierno.
LAURENCIA:      No le como si trechel.
   Mire que he de amasar hoy,
   vaya con Dios su mercé
   y a las bobas diga amores, 455
   porque yo ya sé quién es,
GUILLEN:      ¿ Quién soy ?
LAURENCIA:                      Amante común
   que enamora cuántas ve,
   mesón que todo lo acoge,
   fuente que da de beber 460
   a gente de toda broza,
   prado concejil en quien
   pacen de comunidad
   hierba que mata después.
   Yo no tengo más de un alma, 465
   sólo un dueño ha de tener,
   que con una voluntad
   a una sola quiera bien.
GUILLEN:      Sola vos sois, sol hermoso,
   en quien me siento encender, 470
   fénix sola en hermosura.
LAURENCIA:      Vaya, señor don Guillén,
   y venda esos morrimullos
   a Constanza y a Isabel,
   burladas de sus promesas 475
   como Polonia e Inés,
   y perdone que me vo
   porque hay mucho que cerner.
GUILLEN:      Aguardad un poco.
LAURENCIA:                            Mire...
GUILLEN:      ¿ Qué ?
LAURENCIA:                Que le enharinaré. 480
GUILLEN:      Yo sé cuándo menos dura
   me escuchábades.
LAURENCIA:                          Cerré
   las orejas con candados.
GUILLEN:      Pues ¿ por qué es tanto desdén ?
LAURENCIA:      Porque tiene el corazón 485
   muy ancho y caben en él
   a gruesas, como botones,
   las pastoras que mantién.
   Caballero es de Aragón,
   sobre su pecho se ve 490
   la cruz que de Montalbán
   le encomendó nuesa fe.
   Pero ¿ qué importa que traiga,
   mostrando que es hombre fiel,
   a los pechos la cruz roja 495
   si en ell alma el diablo tien ?
   Los que son comendadores
   y caballeros como él
   damas sirven de palacio
   con estrado y con dosel. 500
   Deje villanas groseras
   de sayal y de buriel,
   que no es bien coma truchuela
   quien truchas puede comer.
GUILLEN:      En fin, ¿ ya me despedís ? 505
   En fin, ¿ ya no me queréis ?
LAURENCIA:      No, que da mal fin a todas
   y un mal fin es de temer.
GUILLEN:      Escuchadme una palabra.
LAURENCIA:      Ya le he oído más de diez 510
   y no quiero escuchar once.
GUILLEN:      Acabad. LAIREN.                    Apártese.
GUILLEN:      No puedo.
LAURENCIA:                    Pues ¡ por mi vida !...
GUILLEN:      ¿ Qué ?
LAURENCIA:      Que le enharinaré. 515
GUILLEN:      Pues en esquiva habéis dado,
   y vos sola en Estercuel
   no estimáis mi voluntad,
   adiós.
LAURENCIA:      ¿ Luego vase ?
GUILLEN:                                Pues. 520
LAURENCIA:      Vaya con la maldición.
GUILLEN:      ¿ Qué más maldición queréis
   que partirme y no obligaros ?
LAURENCIA:      En fin, ¿ se va ?
GUILLEN:                          ¿ Qué he de hacer ?
LAURENCIA:      Volved acá, caballero. 525
   No seáis tan descortés;
   que los noes al principio
   son síes en la mujer.
   No estáis ducho en conocernos,
   y pues no lo estáis, sabed 530
   que las palabras que habramos
   han de entenderse al revés.
GUILLEN:      Pues ¿ qué quieres ?
LAURENCIA:                            Que no os vais.
GUILLEN:      Pues ¿ tiénesme amor ?
LAURENCIA:                              Sí, a fe.
GUILLEN:      ¿ Mucho ?
LAURENCIA:                Mucho, que es con celos. 535
GUILLEN:      ¿ Quién te los causa ?
LAURENCIA:                              Isabel.
GUILLEN:      Aborrézcola.
LAURENCIA:                      Mentides.
GUILLEN:      Mucho sabes.
LAURENCIA:                        Mi mal sé.
GUILLEN:      ¿ Dónde la vi ?
LAURENCIA:                        En el molino.
GUILLEN:      Yo, ¿ cuándo ?
LACREN:                      Vos, y antiyer. 540
GUILLEN:      ¿ Enamorado ?
LAURENCIA:                      Y perdido.
GUILLEN:      Pues ¿ qué la dije ?
LAURENCIA:                              "Mi bien."
   ...................
GUILLEN:      ¿ Hubo más de aqueso ?
LAURENCIA:                              ¿ Pues ?
GUILLEN:      ¿ Qué hubo ?
LAURENCIA:                        La embracijasteis. 545
GUILLEN:      ¿ Eso qué importa ?
LAURENCIA:                            ¡ Oh, crÜel !
GUILLEN:      ¿ Pues un abrazo ?
LAURENCIA:                            Es luchar,
GUILLEN:      ¿ Para qué ?
LAURENCIA:                      Para caer.
GUILLEN:      Si tú me quieres...
LAURENCIA:                            ¿ Qué hará ?
GUILLEN:      Aborrecerla.
LAURENCIA:                      ¿ Y después ? 550
GUILLEN:      Ser amante tuyo.
LAURENCIA:                        ¿ Y luego ?
GUILLEN:      Adorarte a ti.
LAURENCIA:                        ¡ Qué bien !
GUILLEN:      Yo lo juro.
LAURENCIA:                      ¿ De qué modo ?
GUILLEN:      Por tus ojos.
LAURENCIA:                        Burlas ven.
GUILLEN:      Por el cielo.
LAURENCIA:                        Está muy lejos. 555
GUILLEN:      Por mi fe.
LAURENCIA:                      No guarda fe.
GUILLEN:      Por mi vida.
LAURENCIA:                      Moriráse.
GUILLEN:      Por esta cruz.

Pone la mano en la del pecho

LAURENCIA:                        No la cree.
GUILLEN:      Por Dios.
LAURENCIA:                    Es un mal cristiano.
GUILLEN:      Pues ¿ por quién quieres ?
LAURENCIA:                                  No sé. 560
GUILLEN:      Fía en mí.
LAURENCIA:                    ¿ Sobre qué prendas ?
GUILLEN:      Sobre el alma.
LAURENCIA:                        Iráseme.
GUILLEN:      ¿ No es prenda segura ?
LAURENCIA:                                  No.
GUILLEN:      ¿ Por qué ?
LAURENCIA:                    Por que no se ve.
GUILLEN:      ¿ Quieres otra ?
LAURENCIA:                        Como fuere. 565
GUILLEN:      Mis brazos.
LAURENCIA:                      Arrédiese.
GUILLEN:      ¿ Qué recelas ?
LADREN:                      Que he cernido...
GUILLEN:      ¿ Pues ?
LAURENCIA:                    Y le enharinaré.
GUILLEN:      Echemos cosas a un lado,
   Laurencia, de Amor laurel, 570
   de quien es mi amor Apolo,
   aunque más dichoso que él.
   Un mes ha que estoy perdido
   por ti, juzgando este mes
   por siglos de dilaciones, 575
   propiedad del bien querer.
   Yo he sabido que tu padre,
   de mi amor padrastro infiel,
   casándote darme intenta
   con celos muerte crÜel. 580
   ¿ Será, pues, razón, serrana,
   que esperanzas que sembré
   goce un tosco labrador
   de quien esposa has de ser ?
   ¿ Que un rústico sea hortelano, 585
   que coja de tu verjel
   la flor primera debida
   a la imagen de mi fe ?
   Primero que tal consienta
   he de abrasar a Estercuel, 590
   y en venganza de mis celos
   Nerón seré aragonés.
LAURENCIA:      Pues ¿ qué queréis que yo haga ?
GUILLEN:      Que esta noche entrada des
   a atrevimientos de amor 595
   que facilita el querer.
   Por las tapias de tu casa
   confiado subiré
   de que desvelada esperas,
   en tu huerta, y si una vez 600
   las primicias de tus gustos
   gozo, en bronce escribiré
   obligaciones que al tiempo
   jamás pueda deshacer.
   ¿ Qué respondes ?
LAURENCIA:                        Que no vengas. 605
GUILLEN:      ¿ No, dices ? Si te he de creer,
   y el "no" en la mujer es "sí,"
   porque habláis siempre al revés,
   tu "no" misterioso adoro.
   Llega y dame...
LAURENCIA:                        Apártese 610
   que está muy limpio.
GUILLEN:                                ¿ Qué importa ?
LAURENCIA:      ¿ Qué ? Que le enharinaré.

Vanse.    Salen MAROTO, NISO, CORBATO, MONTANO, don GASTON y CRIADOS

GASTON:      Maroto, lo que Niso me ha pedido
   está puesto en razón, y es justa cosa.
   En mis manos habéis comprometido 615
   la elección de casaros provechosa.
   Hoy de Laurencia habéis de ser marido,
   que es rica, cuerda, honesta y es hermosa,
   y Dios le dice a Adán cuando le cría
   que el hombre no está bien sin compañía. 620
   Cuando a medias se llevan los trabajos
   no pesan tanto, y es el yugo leve
   de Amor, que hallando alguno estos atajos
   a caminar con más valor se atreve;
   los altos reyes, los pastores bajos, 625
   para pasar la vida triste y breve,
   buscan mujer, en cuyo estado amable
   muestran que el hombre es animal sociable.
   La tortolilla con suspiros quiebra,
   viuda, los vientos por el bien que pierde, 630
   y mientras las exequias le celebra
   huye del agua clara y roble verde.
   Enlaza a su consorte la culebra.
   Si la hiedra amorosa al olmo pierde,
   da, pálida y marchita, testimonio 635
   de los bienes que causa el matrimonio.
   Un hombre solo triste vida pasa;
   los más breves pesares son prolijos;
   casado en paz, la más estrecha casa
   es alcázar y corte los cortijos. 640
   Cuando del monte deis la vuelta a casa,
   ¿ hay gloria como, ver los caros hijos
   al lado tierno de la madre honesta
   que os sale a recibir y os hace fiesta ?
   Esto ha de ser, Maroto; este es mi gusto; 645
   yo, que también casarme determino,
   quiero que en este estado santo y justo
   abráis a mis intentos el camino.
   En buena edad estáis, mozo robusto
   sois, y que llevaréis bien imagino 650
   la cruz del matrimonio.
MAROTO:                              El que es prudente
   recela de tal cruz ser penitente.
   Pero, en fin, pues vos dais, señor, en eso,
   digo que de ella desde aquí me encargo,
   aunque tan grande cruz y más de hueso, 655
   en el camino de la vida largo
   derribará un gigante con su peso.
CORBATO:      Cirineos del mundo hay que ese cargo
   alivian.
MAROTO:                  Nunca hará en su honra empleos
   el marido con tales cirineos. 660
GASTON:      Pues vengo a vuestra casa, Niso hermano,
   a tratar esta boda, haced que agora
   la desposada salga.
NISO:                              Noble y llano,
   honráis nuestra humildad.
CORBATO:                                    Bien os adora
   todo Aragón, señor.
NISO:                              Llamad, Montano, 665
   a Laurencia que, a fuer de labradora,
   o rastrilla o jabona, o cierne o cuece
   o a su hermanillo mientras hila mece.

Sale LAURENCIA

LAURENCIA:      ¿ Qué es, padre, lo que mandáis ?
NISO:      Que agradezcáis el favor 670
   que nueso dueño y señor
   os hace, hija, y que pongáis
   la boca humilde en su pata.
LAURENCIA:      ¡ Oh, mi señor don Gastón,
   bien venido !
GASTON:                        Con razón 675
   de hermosa Estercuel os trata.
   Bizarra vasalla tengo
   en vos.
NISO:                  ¡ Oh ! pues si viniera
   lavada, mijor pudiera
   llamarla hermosa.
GASTON:                              Yo vengo, 680
   Laurencia, aquí, cuando menos
   a daros marido.
LAURENCIA:                        ¿ A mí ?
GASTON:      Labradora bella, sí;
   y en vuestros ojos serenos
   miro la dicha y ventura 685
   de quien os ha de gozar.
LAURENCIA:      Pues ¿ cómo me he de casar,
   señor, si aún no estoy madura ?
   ¡ Buenos están los engaños !
GASTON:      ¿ Qué edad tenéis ?
LAURENCIA:                            Cumpliré, 690
   si al cura hemos de dar fe,
   para estas hierbas veinte años.
GASTON:      Luego, según vuestra cuenta,
   a buen tiempo vengo yo.
LAURENCIA:      Mi madre no se casó, 695
   señor, hasta los cuarenta,
   y tuvo a mucha ventura,
   según mi abuela contaba,
   que cuando menos cuidaba
   la casasen tan criatura. 700
GASTON:      Ya ese tiempo se ha perdido.
CORBATO:      Y como las que ahora nacen
   diz que lo primero que hacen
   es decir "taita, marido."
GASTON:      Vuestro padre determina 705
   que con Maroto tengáis
   el dueño que deseáis.
   Mi hermana ha de ser madrina
   y yo os he de apadrinar.
   ¿ Qué decís ?
LAURENCIA:                      Tengo vergÜenza. 710
GASTON:      Púrpura a salir comienza
   vuestro rostro a hermosear.
   Acercaos, Maroto, aquí,
   y habladla.
MAROTO:                    ¿ Hablarla qué importa,
   siendo una boda tan corta 715
   que no tiene más de un sí ?
GASTON:      ¿ Daisle vos de buena gana ?
NISO:      Pues ¿ no ha de darle si vos
   lo mandáis ?
CORBATO:                      ¡ Verán los dos
   qué mudos están !
GASTON:                              Mañana 720
   los desposorios serán.
   Vestíos, Maroto, de fiesta,
   que desposada como ésta
   merece el novio galán.
   Y quedaos, Laurencia, adiós, 725
   que la nueva os ha turbado.
   ................... -ado]
   ¡ Envidia llevo a los dos !
CORBATO:      Cualquiera se la tendrá
   si su cara llega a ver. 730
ARDENIO: Maroto, buena mujer
   os han dado.
MAROTO:                      Ella dirá.

Vanse, quédase sola LAURENCIA

LAURENCIA:      ¿ Qué es esto, desdicha mía ?
   ¿ Cabrán, sí ya tengo dueño,
   en corazón tan pequeño 735
   dos huéspedes en un día ?
   Don Guillén es el primero,
   y siendo abeja de Amor,
   le ofrecí la primer flor,
   derechos del jardinero. 740
   Es noble y quiérole bien,
   pues ¿ por qué en tal alboroto
   tiene de usurpar Maroto
   derechos de don Guillén ?
   Perdonará, pues espera 745
   a don Guillén mi fortuna
   y va a avisalle la luna,
   de amantes casamentera.
   Primero el cántaro llena
   aquél que llega primero, 750
   si Maroto vien postrero
   Dios se la depare buena.

Vase.    Sale MAROTO

MAROTO:      A la fe, mi Dios, que han dado
   en que he de tener mujer,
   yo soldemente sé her 755
   empleita y guardar ganado.
   ¡ Pues meterme a mí en rencilla
   con una mujer ! El cura
   diz que nunca está madura,
   porque, al fin, es de costilla. 760
   Es hacer que me descarne
   para ella y que pierda el seso.
   Aun si huera todo hueso
   y no cubierto de carne,
   no anduvieran diligentes 765
   tantos, hendo en la honra mella
   porque temieran mordella
   por no quebrarse los dientes...
   Yo no tengo si el rosario
   con quien en tales afrentas 770
   me aconseje y haga cuentas,
   que es el mejor secretario.
   Ahora bien, rezarle quiero
   que si ayuda a todos da,
   lo mijor me endilgará, 775
   que es divino consejero.
   ¿ Yo cautivarme en un día ?
   ¿ Hay cosa más importuna
   que un muchacho en una cuna
   cuando llora ? ¡ Ave Maria ! 780

Reja paseándose

   "Virgen, la esposa más buena
   érades para mí vos;
   dígalo el ángel de Dios,
   pues vos llamó gratia plena.
   Mas cautivar mis praceres, 785
   pues nadie en toda la vida
   halló mujer que no pida
   entre todas las mujeres.
   ¿ No es disparate, Jesú ?
   Esto a enloquecerme basta; 790
   aunque si eres mujer casta,
   Laurencia, bendita tú.
   Que si libre de delito
   da de su honor testimonio
   al hombre en el matrimonio 795
   regocijado y bendito.
   Mas ¿ qué esposo habrá que encuentre
   mujer a quien si quillotro
   la diga mío y no de otro
   es el fruto de tu vientre ? 800
   ¿ Casamientos ahora ?, ¡ Sús !
   Dejadme, que pierdo el seso.
   ¿ Yo en casa con sobrehueso
   estando sano ? ¡ Jesús !
   ¿ Yo riñendo cada día 805
   a quien sin tomar consejos
   como sea a la más lejos
   va a misa a Santa María ?
   Pues que me encomiendo a vos,
   si no soy para casado, 810
   de tan peligroso estado
   libradame, madre de Dios.
   Santos, pues estáis vosotros
   en el eterno placer,
   libres de toda mujer 815
   y en paz, rogad por nosotros.
   Maridos, si de estos modos
   son las mujeres, tened
   mucha paciencia y sabed
   que rezo por mí y por todos. 820
   Pues si por quitar temores
   las mujeres no nacieran,
   muchos más los santos fueran
   y menos los pecadores.
   El alma su prisión llora. 825
   ¿ Hay más riguroso paso,
   pues si que agora me caso
   me han de cautivar agora ?
   Porque el trance que hay más fuerte
   y que más puede temblarse 830
   es al tiempo de casarse
   y en la hora de nuestra muerte.
   Haga a los solteros bien,
   Dios, guardando sus sentidos,
   dé paciencia a los maridos 835
   y digan todos Amén."

Salen don GUILLEN y GALLARDO

GUILLEN:      Gallardo, si mi Laurencia
   aguarda cual prometió,
   Amor posesión me dio
   de la más bella presencia 840
   que celebra su deidad.
GALLARDO:      ¿ Qué diablos hiperbolizas
   y hermosura solenizas ?
GUILLEN:      Pues ¿ aquesto no es verdad ?
GALLARDO:      No, por cierto, con perdón. 845
   ¿ Es más de una labradora
   que estará cerniendo agora
   y quizá cantando al son
   que hace con el cedazo
   "A las tres ánades, madre," 850
   mientras que duerme su padre,
   que es el mayor villanazo
   que tiene todo Estercuel ?
GUILLEN:      Laurencia es un sol, un cielo.
GALLARDO:      Que has de enloquecer recelo. 855
   ¡ Miren qué Dafne en laurel,
   qué Leucote vuelta incienso,
   o que Clicie en girasol !
   ¡ Par Dios, si Laurencia es sol,
   que es muy puerco el sol !
GUILLEN:                                    No pienso 860
   que estás en ti, si eso dices.
   ¡ Oh, quién verla ya pudiera !
   ¡ Oh, quién la hablara ! ¡ Quién fuera... !
GALLARDO:      Di, moco de sus narices.
GUILLEN:      ¡ Quién sus manos o cristales... 865
GALLLARDO:      ¿ Besallas ?
GUILLEN:                      Sí.
GALLARDO:                        Buen galán
   besa, que quizá estarán
   lavando agora pañales.
   ¿ Es posible, di, señor,
   que un caballero estimado, 870
   a quien mil damas han dado
   más fama que a Galaor,
   con esa flemaza agora
   el sayal grosero ensalza,
   tú, que los puntos que calza 875
   la más guardada señora
   sabes, botines deseas ?
GUILLEN:      Gallardo, ya estoy cansado
   de tanta seda y brocado.
   Las más graves son más feas. 880
   Hermosura que en la tienda
   se vende, ¿ quién la ha de amar ?
GALLARDO:      Si el afeite es rejalgar
   Bercebú que las pretenda.
   Tu opinión sigo en cuanto eso, 885
   que caras de solimán
   la muerte a un hombre darán,
   como píldora en un beso
   por no venderla, de balde.
   Hermosuras de retazos 890
   de sastre, hechas a pedazos
   de color y de albayalde,
   con que jalbegan las casas,
   como pared de mesón,
   caras como colación, 895
   cargadas de miel y pasas.
GUILLEN:      Y miel virgen.
GALLARDO:                          Es verdad,
   con que engañarnos pretenden,
   porque todas ellas venden
   postiza la puridad. 900
   No hay tienda si vas a ella,
   porque este discurso sigas,
   que en cintas, bandas o ligas
   no halles carne de doncella.
   Y pues en cintas las pinta 905
   el interés, no me engaño
   cuando sospeche que hogaño
   se usan doncellas en cinta.
GUILLEN:      ¿ Luego yo discreto soy
   en buscar sin compostura 910
   la natural hermosura
   de Laurencia ?
GALLARDO:                        Amigo soy
   de amor que huele a tomillo,
   y más tomillo salsero,
   que es carne con sal y quiero 915
   bien este trato sencillo;
   pero no has de encarecerlo
   con tanta exageración,
   que es plato de salpicón,
   aunque sabroso al comerlo, 920
   que después huele a cebolla;
   mas dirás que es polla bella
   y que por eso con ella
   quieres jugar a la polla.
MAROTO:      (Maroto, ¿ no escucháis esto ?                Aparte 925
   Andaos a caza de bodas.)
GUILLEN:      Estas labradoras todas,
   por lo simple y por lo honesto,
   me enamoran.    ¡ Si saliese
   y la seña hiciese ya ! 930
MAROTO:      (¿ Señas le ha de hacer ? ¡ Verá !        Aparte
   ¡ Oh, qué mal agÜero es ése !)
GUILLEN:      La gente de casa, Amor,
   ¿ por qué no la habéis dormido ?
GALLARDO:      Sobre la tapia ha salido 935
   tu labradora, señor.

Sale arriba LAURRNCIA

GUILLEN:      Sí, que la luna salió
   a enseñarme su presencia.
MAROTO:      (Trepadora sois, Laurencia;          Aparte
   no os llevo a mi casa yo.) 940
LAURENCIA:      ¡ Ce ! ¿ es Don Guillén ?
MAROTO:                              (¿ Por la ce      Aparte
   comenzáis, sin ser casada ?
   Labradora sois letrada;
   ya llegáis al A B C.
   Pues bien sé yo, aunque villano, 945
   que si llegáis a la D,
   por más riqueza que os dé,
   que no heis de darme la mano.)
GUILLEN:      Yo soy quien en vos viviendo,
   y sin vos muriendo en mí, 950
   por la vida vengo aquí
   que me usurpáis.
LAURENCIA:                          Yo no entiendo
   aquesas algarabías;
   pero lo que os sé decir
   que aún no se ha echado a dormir 955
   mi padre.
GUILLEN:                      Desdichas mías
   le despiertan.
LAURENCIA:                            Hablad paso
   y volved mañana acá;
   mas no, que en vano será,
   porque mañana me caso. 960
MAROTO:      (No conmigo, si yo puedo.)        Aparte
GUILLEN:      ¿ Que os casáis ? ¿ Cómo o con quién ?
LAURENCIA:      Con Maroto, don Guillén.
GUILLEN:      ¡ Ay, cielos !
LAURENCIA:                        Sospirad quedo.
GUILLEN:      Daré yo muerte a Maroto. 965
MAROTO:      (¿ Qué más muerte que casarme ?)    Aparte
GUILLEN:      ¿ Luego podréis olvidarme
   el nudo de mi amor roto ?
LAURENCIA:      Mandólo nueso señor
   don Gastón de Bardají. 970
GUILLEN:      ¿ Y habéis vos ya dado el sí ?
LAURENCIA:      Más por fuerza que de amor.
MAROTO:      (Yo os le suelto desde agora.)    Aparte
GUILLEN:      Pues, Laurencia, aunque se abrase
   el lugar, antes que os case 975
   logrará quien os adora
   la posesión deseada
   que merece mi afición.
MAROTO:      (¿ Y después como melón                        Aparte
   dármela a mí decentada ? 980
   ¡ Malos años para vos !)
LAURENCIA:      Ahora bien, desde aquí a una hora
   volved, que es temprano agora,
   y quedad, señor, con Dios.
GUILLEN:      Dadme una mano primero. 985
MAROTO:      (De azotes la merecía.                  Aparte
   ¿ Hay tan gran bellaquería ?)
LAURENCIA:      No tien la tapia agujero
   por donde darla, y está
   tan alta, que no podréis 990
   alcanzarla, si volvéis
   presto, Amor lo ordenará.
GUILLEN:      El Amor todo lo alcanza,
   que sabe hacer invenciones.
   Gallardo, si aquí te pones, 995
   podrá subir mi esperanza
   y alcanzar esta ventura.
   ¿ Oyes ?
GALLARDO:                Durmiéndome estaba.
GUILLEN:      Ponte aquí debajo, acaba.
GALLARDO:      Pues ¿ soy yo cabalgadura ? 1000
GUILLEN:      No seas necio ni pesado.
GALLARDO:      Si subes no lo seas tú.

Pónese en cuclillas y sobre las espaldas don GUILLEN, de pies

MAROTO:      (¿ Que aquesto se use ? ¡ Jesú !                  Aparte
   ¿ El amo sobre el criado ?
   Miren cuál anda ya el mundo, 1005
   unos sobre otros los vicios.)
GALLARDO:      Si son cortos los oficios
   en darte gusto me fundo;
   pero si van a la larga,
   desde agora te prevengo 1010
   que, en pesando, me derriengo,
   y que me echo con la carga.
MAROTO:      (¡ Lo que sufre un alcahuete !)      Aparte
GALLARDO:      ¡ A lo que obliga un señor !
GUILLEN:      ¡ Mi cordera !
LAURENCIA:                      ¡ Mi pastor ! 1015
GUILLEN:      ¡ Mi mayo !
LAURENCIA:                    ¡ Mi ramillete !
GUILLEN:      ¿ Que os casáis ?
LAURENCIA:                              Contra mi gusto.
GUILLEN:      ¿ Con un bárbaro ?
LAURENCIA:                          Un grosero.
GUILLEN:      ¿ Quién soy yo ?
LAURENCIA:                        Mi jardinero.
GUILLEN:      Pagadme, pues.
LAURENCIA:                        Esto es justo. 1020
GUILLEN:      ¿ Y con qué ?
LAURENCIA:                        Con las primicias.
GUILLEN:      ¿ De vuestro amor ?
LAURENCIA:                          Claro está.
GUILLEN:      ¿ Cuándo ?
LAURENCIA:                    Esta noche será.
GALLARDO:      ¿ No ahorraremos de caricias
   don Guillén ? ¡ Que me deslomo ! 1025
MAROTO:      (¿ Qué esto sabe una mujer ?)        Aparte
GALLARDO:      Mas ¿ que he de hacerte caer ?
GUILLEN:      Soy un pájaro.
GALLARDO:                        De plomo.
GUILLEN:      ¡ Qué hermosa mano !
LAURENCIA:                                Grosera
   que friega, barre y amasa. 1030
GUILLEN:      Es de nieve.
MAROTO:                      (¡ Y os abrasa !)          Aparte
GALLARDO:      Que me matas considera.
GUILLEN:      ¿ Podré entrar luego ?
LAURENCIA:                                  No sé.
GUILLEN:      Ya el viejo se habrá dormido.
LAURENCIA:      Si vos estáis escondido 1035
   mientras que voy y lo sé,
   entrad.
MAROTO:                      (Bellaco va esto.        Aparte
   Excusemos un pecado.

Da gritos

   ¡ Ah de casa; que han entrado
   ladrones, acudid presto ! 1040
   Niso, Corbato, Montano,
   mozos, zagales, garzones,
   que andan ladrones, ¡ ladrones !
LAURENCIA:      ¡ Ay, cielo, vete !
GUILLEN:                              ¡ Oh, villano !
   ¡ Vive Dios, que has de pagarme 1045
   el dar a la gente aviso !
MAROTO:      ¡ Ladrones, ladrones ! Niso,
   ¡ Salid, que quieren matarme !
   ¡ Ladrones !
GALLARDO:                        Huye, señor,
   no te conozca esta gente. 1050

Salen los PASTORES con chuzos

GUILLEN:      ¡ Que así un bárbaro insolente
   haya estorbado mi amor !
GALLARDO:      Cada cual su hacienda guarda.
GUILLEN:      ¿ Que aquesto pase por mí ?
GALLARDO:      Yo de burro te serví 1055
   pero tú fuiste mi albarda.

NISO y ARDENIO

NISO:      ¿ En casa de la josticia
   ladrones ? ¿ Adónde están ?
ARDENIO:      Ténganse al rey los ladrones.
NISO:      ¡ Por Dios, que los he de ahorcar ! 1060
GALLARDO:      Huye, señor, que villanos
   ya sabes que en su lugar
   son reyes, y que los gallos
   cantan en su muladar.
GUILLEN:      ¡ Que este rústico grosero 1065
   de mi suerte fuese azar
   que esta ocasión me impidiese !
   Mas él me lo pagará.

Vanse don GUILLEN y GALLARDO.    Sale don GASTON

GASTON:      ¿ Qué alboroto es éste, Niso ?
MAROTO:      ¡ Oh, señor ! Vino a robar 1070
   un ladrón aquí una joya
   de Laurencia.
GASTON:                        ¿ Cómo ?
MAROTO:                              Y tal,
   que si una vez se la quitan,
   aunque la percuren más,
   ojos que la vieron ir 1075
   a vella no volverán.
NISO:      ¿ Mas si fuese la patena
   con la sarta de coral ?
MAROTO:      Patena y corales son
   dignos, Niso, de estimar. 1080
   Y si arrancan la patena,
   la sarta se quebrará,
   derramando los corales
   que asidos con ella van.
   Este negro casamiento, 1085
   si va a decir la verdad,
   me trae sin seso ni gusto
   desde esta mañana acá.
   Como el hombre que se vela,
   su mujer ha de velar, 1090
   en fe que es vela el honor
   que el fuego suele quemar,
   a velar vine a estas puertas
   más celoso que galán,
   que un marido es como un muerto, 1095
   pues le velan como a tal.
   De temores y sospechas
   cansado, que poco va
   de estar cansado a casado
   y más siendo a mi pesar. 1100
   ¡ A la fe que me dormí !
   Yo confieso que hice mal,
   que honra y sueño pocas
   veces se guardaron amistad.
   Echéme a aquestos umbrales; 1105
   que un marido ha de imitar
   al mastín, que cuidadoso
   a las puertas tién de estar.
   Apenas que me dormí,
   cuando comencé a soñar 1110
   que Niso me había vendido
   un hermoso colmenar.
   Yo, que no estaba contento
   con la compra, vi llegar
   a robarme la miel virgen 1115
   dos osos de Montalbán.
   Como toda miel se pega,
   y sin cera no hay panal,
   y la cera junto al huego
   por fuerza se ha de quemar, 1120
   viendo que se derretía
   pretendílo remediar,
   pues colmenas sin miel virgen
   aun no valen la mitad.
   Los celos, que son abejas, 1125
   y ya zánganos serán,
   a los osos colmeneros
   iban locos a picar.
   Mas viendo su resistencia
   comenzaron a gritar, 1130
   que sus voces son susurros,
   "¡ Ladrones en el lugar !"
   Despertéme yo a mí mismo,
   y a fe que a no despertar,
   que de aquesta pesadilla, 1135
   muerte me diera el afán.
   Salistes alborotados,
   y pues presentes estáis,
   sed testigos desde ahora
   que no me quiero casar. 1140
   Colmenas tan peligrosas
   en campos de libertad,
   sin más guardas que a sí mismas,
   comprarlas es necedad.
   Si a una viña ponen cercas, 1145
   y la guarda por demás
   el lanzón de un viñadero,
   pues las hurtan en agraz,
   ¿ qué hará una colmena sola
   en el campo, a voluntad 1150
   de cualquiera caminante
   sino comer y picar ?
   A lo dulce no hay defensa,
   Niso, que aunque en el corral
   lo guardéis, hay quien las tapias 1155
   de él se atreverá a saltar.
   Líbreme Dios de colmenas
   con pies, que se subirán
   en somo de las paredes
   si una vez en ello dan. 1160
   Tienen alas las abejas,
   y como en corchos están,
   pesan poco y vuelan mucho,
   pican honras y se van.
   No curéis de persuadirme, 1165
   que si me ha dado pesar
   aun durmiendo una mujer,
   despierto, decid, ¿ qué hará ?
   Primero que yo me case,
   aunque me lo rueguen más, 1170
   torciéndomela cabeza
   llevaré la cara atrás.
   Esposo entonces seré
   cuando de aquel olivar
   nazca, en lugar de aceituna, 1175
   mi esposa.    No hay más que hablar.

Vase

NISO:      Oye, Maroto... ¡ Maroto !
GASTON:      Misterio tiene el hablar
   mi pastor de esta manera.
   Algo ha visto.
NISO:                        Pues se va 1180
   y mi hija menosprecia,
   vaya con Dios el gañán,
   que no es Laurencia mocosa
   ni peina canas.
CORBATO:                        ¡ Verdad !
GASTON:      El casarse, mis amigos, 1185
   ha de ser con voluntad;
   no le forcemos la suya.
NISO:      ¿ Qué llama, señor, forzar ?
   ¿ Peina canas mi Laurencia ?
CORBATO:      Que es un simpre.
NISO:                          Vaya en paz 1190
   y no se case, hasta tanto
   que lleve la cara atrás.
CORBATO:      ¿ Hay tal bruto ? Siembre esposas
   aquí, quizás nacerá
   alguna que le enamore, 1195
   cual dice, en este olivar.


ACTO SEGUNDO


  

Salen don GASTON, doña PETRONILA, LAURENCIA y LABRADORES

PETRONILA:      Bueno y apacible está
   el prado, sentaos aquí.
GASTON:      Si vuestro sol luz le da
   en tapetes de tabí 1200
   estrados os prevendrá.
   En vuestras hebras derrama
   su tibia tez la retama,
   vuestras mejillas hermosas
   dan nuevo ser a las rosas 1205
   que Venus adora y ama.
   Las maravillas se ven
   en vuestros ardientes ojos,
   la frente es jazmín también,
   en la nariz los despojos 1210
   de la azucena están bien.
   Si los dientes son azahar
   que en grana pudo enlazar
   Amor, que nació en verjeles,
   muros hizo de claveles 1215
   en que se puedan guardar.
   Y así el prado con su flor
   imita vuestra belleza,
   siendo planteles de olor
   él de la Naturaleza, 1220
   vos, señora, del Amor.
PETRONILA:      Favores de vuestra mano,
   ¿ a quién no enriquecerán ?
   Si por venir con vos gano
   las ternezas de galán 1225
   y los regalos de hermano.
   Basta, señor don Gastón,
   que por no dar ocasión
   a que el alma se divierta,
   tenéis tomada la puerta 1230
   a toda imaginación. Como
   hermano me guardáis,
   como galán me servís,
   como esposo regaláis,
   y a serlo todo venís, 1235
   pues que con todo os alzáis.
GASTON:      No tanto, mi Petronila,
   que no sepa que en el alma
   sus flechas Amor afila,
   y que el pensamiento en calma 1240
   esperanzas recopila.
   Yo sé que tenéis capaz
   la voluntad para extremos
   del atrevido rapaz,
   tanto, que en ella cabemos 1245
   otro y yo viviendo en paz.
   Porque en casa semejante,
   si él es aposentador,
   posada dará bastante
   para un hermano el Amor 1250
   y también para un amante.
PETRONILA:      Si ése en el alma ha de entrar,
   de vos vendrá acompañado,
   pues cuando os quiera hospedar
   costumbre es que un convidado 1255
   a otro pueda convidar.
GASTON:      Como forastero pasa
   un rayo, y de paso abrasa,
   y es tal don Guillén, por Dios,
   que, por quedarse con vos, 1260
   temo que me eche de casa.
   Aunque si os caso con él,
   diré, Petronila mía,
   puesto que es trance crÜel,
   que por vuestra mejoría 1265
   dejaré mi casa en él.
PETRONILA:      Eso no, que será poca
   voluntad la que mostráis
   si a dejarme se provoca,
   y para que no salgáis 1270
   cerrará el alma la boca.
GASTON:      Don Guillén de Montalbán
   es mozo, noble, galán,
   comendador generoso,
   en las paces amoroso 1275
   y en las guerras capitán.
   Escogíle para vos,
   y pienso que agradecéis
   la elección que hice en los dos;
   mas para que en él penséis 1280
   quedaos, bella hermana, adiós.
   Que apacible compañía
   os dejo, y yo, como suelo,
   por ser inclinación mía,
   de aves que mate al vuelo 1285
   volver cargado querría.

Vase don GASTON

PETRONILA:      Pues Laurencia ¿ en qué se entiende ?
LAURENCIA:      Nunca falta, mi señora,
   a la gente labradora
   en qué, y más la que pretende 1290
   casarse y se le despinta.
PETRONILA:      ¿ Echastes hogaño gansos ?
LAURENCIA:      Veinte hay que gordos y mansos
   la nieve en ellos se pinta.
CORBATO:      Dos de esos serán del cura. 1295
LAURENCIA:      ¿ Diezma en todo ?
CORBATO:                            Como lleva
   en toda cosecha nueva
   el diezmo de la verdura,
   de los pollos, los lechones,
   la fruta, el pan y cebada. 1300
   ¿ No fuera cosa extremada
   que diezmara en las quistiones,
   los males y calenturas ?
   ¡ Mala landre que le tome,
   como las maduras come 1305
   comiera también las duras !
PETRONILA:      ¡ Mal estáis con él !
CORBATO:                                Quisiera
   que de diez días que he estado
   en la cama desahuciado,
   uno al cura le cupiera; 1310
   diez melecinas me echaron
   una le vien de derecho.
NISO:      Ley fuera ésa de provecho
   para el otro que azotaron,
   pues de quinientos tocinos 1315
   cincuenta el cura llevara.
ARDENIO:      Yo sé que a alguien le pesara,
   a usarse esos desatinos;
   que nadie quisiera ser
   casado en tales porfías, 1320
   porque de diez en diez días
   le había de dar su mujer.
CORBATO:      ¡ Plugiera a Dios que él tuviera
   tres veces en cada mes
   esa carga !    Que después, 1325
   yo sé que el diezmo perdiera
   de lo demás que le damos,
   por no sofrir tanta pena.
ARDENIO:      ¿ Hay plomo, hay costal de arena
   como aqueste que llevamos 1330
   a cuestas con las mujeres ?
LAURENCIA:      ¿ Y nosotras que sufrimos ?
   ¡ Que hechas esclavas vivimos
   aguándonos los placeres
   vosotros; de hijos cargadas; 1335
   ya callando, ya meciendo,
   mil dolores padeciendo,
   nueve meses de preñadas,
   siempre con temor y susto
   de que el parto nos asombre, 1340
   dejándonos cualquier hombre
   la pena, y llevando el gusto !
NISO:      No golosmeara Eva
   de la manzana el sabor
   y pariera sin dolor; 1345
   mas si tal trabajo lleva,
   Laurencia, la que se casa,
   ¿ por qué os morís vos por ello ?
LAURENCIA:      ¿ Yo ?
NISO:      Vos, pues que por sabello 1350
   no hay diabro que os tenga en casa.
MONTANO:      En fin, ¿ no quiso Maroto
   desposarse ?
NISO:                      No es la boda
   para él. Sólo se acomoda
   al ganado, monte y soto. 1355
   Mas ¿ qué es esto ?
ARDENIO:                              Don Guillén
   viene acá, que como sabe
   que estáis aquí, y es tan grave,
   al que como él quiere bien
   la ausencia, el estar sin vos 1360
   tendrá por tormento extraño.
LAURENCIA:      Todo es mentira y engaño
   el hombre.    Líbreme Dios
   de creer más sus desvelos;
   amarme fingió el traidor, 1365
   y mudándose su amor
   sembró gusto y cogí celos.

Salen don GUILLEN, GALLARDO y CRIADOS

GUILLEN:      ¡ Oh, serranos ! A gozar
   de vuestra conversación
   me ha traído la ocasión. 1370
NISO:      Viniéndonos vos a honrar
   será apacible esta tarde,
   por más que el sol la molesta.
GUILLEN:      ¡ Qué mucho abrase la fiesta
   el prado, si haciendo alarde 1375
   el sol que flores perfila
   con el oro que en él pasa,
   otro sol de amor abrasa,
   bella doña Petronila,
   en vuestra hermosa presencia ! 1380
PETRONILA:      Si como lo decís bien
   amáis, señor don Guillén,
   dichosa es por excelencia
   la que serviros merece.
   Sentaos, si gustáis, aquí. 1385
GUILLEN:      Jamás la ocasión perdí
   cuando el Amor me la ofrece.
   Con vuestro hermano, señora,
   he concertado de ser
   vuestro esposo, y por tener 1390
   mientras se llega esa hora,
   en quien el amor que os debo
   se ejercite, que no es justo
   que ocioso se embote el gusto,
   esta serrana me llevo, 1395
   ensayaré en su hermosura
   la que en vos pienso gozar.

Cogen don GUILLEN y GALLARDO a LAURENCIA y llévansela

PETRONILA:      ¿ Qué es eso ?
TODOS:                      ¡ Aquí del lugar !
GUILLEN:      El que morir no procura
   sosiéguese, o--¡ vive Dios-- 1400
   que le cuelgue de ese roble !
NISO:      ¿ Pues es ésa hazaña noble ?
GUILLEN:      Llevadla vosotros dos
   a Montalbán.
LAURENCIA:                        ¡ Ay de mí !
GUILLEN:      Gallardo, aprisa con ella. 1405
GALLARDO:      No os quejéis, Laurencia bella,
   que os lleve Gallardo ansí,
   que también tiro yo gajes
   de don Guillén y su amor,
   pues lo que sobra al señor 1410
   viene a parar en los pajes.
   Seréis de su gusto presa
   y hartaréisle en breve rato,
   gozándoos yo como plato
   que levante de la mesa. 1415

Vanse con ella

PETRONILA:      Don Guillén de Montalbán,
   respetad, si sois prudente,
   el ver que estoy yo presente.
GUILLEN:      El que no fue buen galán
   no puede ser buen marido. 1420
   Quien cañas ha de jugar
   primero se ha de ensayar.
   Sólo a ensayarme he venido
   en Laurencia.    Si os molesta
   la osadía que en mí veis, 1425
   consolaos con que seréis
   de aqueste ensayo la fiesta.

Vase don GUILLEN

NISO:      ¿ Hay tan gran bellaquería ?
   ¿ Que esto suframos, serranos ?
   ¿ Para qué mos dieron manos 1430
   los cielos ?
CORBATO:                        No sufriría
   tal afrenta aunque muriese.
   Juntemos todo el lugar.
PETRONILA:      A mi hermano id a avisar.
   ¡ Que a mis ojos se atreviese 1435
   a tal insulto ! ¡ Ay Amor,
   qué mal me habéis empleado !
MAROTO:      ¡ Todo Estercuel salga armado
   y muera aqueste traidor !
   Niso será el capitán, 1440
   pues es alcalde.
NISO:                          Eso intento.
   Vos alférez, vos sargento;
   abrasaré a Montalbán
   si aquesto adelante pasa.
TODOS:      Vamos. 1445
PETRONILA:      Y mis desconsuelos
   me abrasarán en sus celos
   mientras Montalbán se abrasa.

Vanse los villanos.    Sale don GASTON

GASTON:      ¿ Qué alboroto, hermana mía,
   es éste ? ¿ Quién os da enojos 1450
   y las perlas de esos ojos
   agravia, luz de mi día ?
   ¿ Dónde mis vasallos van
   confusos y alborotados ?
PETRONILA:      Van a vengarse afrentados 1455
   del señor de Montalbán.
   Confieso que le he querido;
   porque como una afición
   se funda en la inclinación
   y no en consejos, han sido 1460
   en vano los que me han dado;
   porque aun las travesuras,
   por no llamarlas locuras,
   que en don Guillén han causado
   común aborrecimiento, 1465
   pudieran curar.    Mi amor
   es loco, y al fin furor
   que ciega el entendimiento;
   pero ya el no aborrecerle
   fuera, más que amor, locura. 1470
GASTON:      Pues ¿ qué hizo ?
PETRONILA:                        ¡ Gran ventura
   fuera, hermano, no quererle !
   Sin respetar mi presencia
   ni el amor que le he tenido,
   descortés como atrevido 1475
   llevó robada a Laurencia
   con ayuda de criados,
   que en la escuela de sus vicios
   aprenden estos oficios.
   Los pastores agraviados 1480
   han convocado el lugar
   para intentar su venganza,
   y yo ya sin esperanza
   todo lo libro en llorar.
GASTON:      ¿ Es posible que este loco 1485
   a mis vasallos se atreva ?
   Si a Laurencia, hermana, lleva,
   yo haré que la goce poco.
   ¡ Vive Dios !    Que ha de saber
   quién es a quien ha ofendido. 1490
   ¿ El en mi tierra atrevido ?
PETRONILA:      ¿ Qué es lo que intentas hacer ?
GASTON:      Pegar fuego a Montalbán,
   hacerle entender así
   que es don Gastón Bardají 1495
   a quien ofende.    Hoy verán
   los que sustenta Aragón,
   ya que mi paciencia instiga,
   de la suerte que castiga
   a don Guillén don Gastón. 1500
PETRONILA:      Hermano, su poco seso
   perdona.
GASTON:                      ¿ No te ha ofendido ?
PETRONILA:      Aunque es loco y atrevido,
   que le adoro te confieso.
   Busca otros medios más sabios. 1505
GASTON:      Pagará lo que merece.
PETRONILA:      El amor con celos crece
   y se aumenta con agravios.

Vanse.    Salen don GUILLEN, GALLARDO y LAURENCIA

GUILLEN:      Echala de aquí Gallardo.
   ¡ Jesús, y qué mala cosa ! 1510
   Juzgábala antes hermosa;
   ya morir, viéndola, aguardo.
LAURENCIA:      ¡ Traidor ! ¿ Después de alcanzada
   de ti soy aborrecida ?
   Huésped vil que la comida 1515
   no pagas ni la posada.
   ¿ Será de noble esa empresa ?
GUILLEN:      Echarla de aquí procura.

Vase

GALLARDO:      Siempre echan en la basura
   los relieves de la mesa. 1520
   Si sacuden los manteles
   mándanme que los sacuda.
   Adiós, que el amor se muda
   en odio.
LAURENCIA:                    ¡ Rabias crÜeles
   me incitan a la venganza ! 1525
GALLARDO:      De todo manjar barato
   un señor, si es tosco el plato,
   un bocado sólo alcanza.
   Yo tengo acción desde agora,
   Laurencia, a tu hermoso talle, 1530
   y así no hay que rehusalle.
   Gallardo, mi bien, te adora.
   Deja la pena y recelo,
   que el caballo que corrió
   en silla, lo llevo yo 1535
   al pilón y voy en pelo.
LAURENCIA:      ¡ Grosero desenfrenado !
   No incites más mi furor,
   que puesto que a su señor
   es semejante el criado, 1540
   no conoces bien mis bríos.
GALLARDO:      Estaos, Laurencia, quedita.
   Los zapatos que se quita
   mi señor son siempre míos;
   y así por mía os acoto; 1545
   pues después que os ha calzado
   venís a ser del criado,
   porque sois zapato roto.
   Sosegaos, Laurencia hermana,
   que soy discreto y galán, 1550
   y vos, si antes cordobán,
   ya zapato de badana.
   Dadme esa mano nevada.
LAURENCIA:      ¡ Oh infame !

Dale

GALLARDO:                      ¡ Ay, que me mató !
   Mano es la que os pido yo, 1555
   Laurencia; no manotada.
LAURENCIA:      Presto verá lo que puede
   la afrenta en una mujer.
   Rayo del mundo he de ser;
   no piense el traidor que quede 1560
   sin castigo su desprecio.
   ¡ Vive Dios !    Si mi lugar
   no me procura vengar,
   don Guillén, infame y necio,
   que, pues estoy deshonrada, 1565
   mudando el traje y el nombre,
   que ha de verme Aragón hombre,
   vuelta la rueca en espada,
   hacer de mi injuria alarde.
   Aunque la rueca mejor 1570
   fuera para ti, traidor,
   que es insignia de cobarde.
   Mas, pues la suerte nos trueca,
   será, traidor, desde aquí
   la espada el adorno en mí, 1575
   y en ti, villano, la rueca.

Vase LAURENCIA

GALLARDO:      ¡ Malos años y cuál va !
   No quiero más tu afición,
   que da coz y mojicón
   que el diablo la esperará. 1580
   Amansarán sus querellas
   si las sabe remediar,
   y más que yo sé lugar
   donde se curan doncellas.

Vase. Salen todos los VILLANOS, menos NISO

MONTANO:      No ha querido don Gastón 1585
   dejarnos salir contra él,
   como es señor de Estercuel
   obedecerle es razón.
   Dice que este agravio se hizo
   a él solo, y que así le toca 1590
   castigar la furia loca
   de quien tan mal satisfizo
   al honor que con su hermana
   pensaba en Aragón darle,
   y así va a desafiarle; 1595
   que si no a son de campana
   habíamos convocado
   todo el lugar.
CORBATO:                      ¿ Qué, no hay quien
   se libre de don Guillén ?
ARDENIO:      No imagino que ha quedado 1600
   doncella en esta comarca
   que no le pague primicias.
CORBATO:      ¿ Es cura ?
ARDENIO:                    De las malicias.
   Todas las mochachas marca.
MONTANO:      Aunque fuera el moro entre ellas 1605
   y Córdoba Montalbán,
   pues el pecho que le dan
   es cual el de cien doncellas.
CORBATO:      Este es turco aragonés.
   ¡ Qué bien hizo en no casarse 1610
   Maroto !
ARDENIO:                    Fuera cargarse
   la cabeza ya hecha pies.
MONTANO:      El es sabio, aunque parece
   ignorante.
ARDENIO:                    Es buen cristiano.
CORBATO:      Dios le tuvo de su mano, 1615
   y el cuerdo se está en sus trece.
MONTANO:      Y Niso, ¿ qué hace ?
CORBATO:                                Llora
   de su Laurencia la afrenta.
ARDENIO:      Si ella quisiera, a mi cuenta
   que estoviera honrada agora. 1620
CORBATO:      Como allá dicen que andaba
   con don Guillén de escondidas
   en cuentos.
MONTANO:                      Están perdidas
   por él las mozas.
ARDENIO:                            Habraba
   con él los disantos todos, 1625
   ya en el soto, ya en el río.
MONTANO:      Y aun por esa se hacen, tío,
   de esos polvos estos lodos.
   Tómese lo que se tiene,
   y tenga agora paciencia; 1630
   mas ¿ no es ésta Laurencia ?
ARDENIO:      La misma.
CORBATO:                  ¡ Verá y cuál viene !

Sale LAURENCIA

LAURENCIA:      ¿ Qué hacéis aquí, afeminados,
   hombres sólo en la apariencia,
   en conversación infame, 1635
   que no sentís vuestra afrenta ?
   Gallinas, y aun no gallinas,
   pues ya saben volver éstas
   los picos contra el milano
   que sus polluelos le lleva. 1640
   ¿ Qué pastor hay tan cobarde
   que, con gritos, hondas, piedras,
   no libre del lobo vil
   la ya acometida oveja ?
   Una hormiga, si la quitan 1645
   el grano que avara encierra,
   muerde atrevida al contrario.
   Un mosquito se sustenta
   de la sangre de un león,
   y hasta la más torpe abeja 1650
   acomete vengativa
   a quien roba sus colmenas.
   Pues, gallinas, el milano
   se atreve a las pollas tiernas
   de vuestro lugar y casas, 1655
   ¿ y no vengáis vuestra ofensa ?
   El lobo bárbaro os roba,
   villanos, una cordera
   delante de vuestros ojos,
   ¿ y le dejáis ir con ella ? 1660
   Volved, hormigas cobardes,
   por la agostada cosecha
   del honor que os han quitado
   de un traidor las insolencias.
   Aún menos sois que mosquitos, 1665
   pues ninguno hay que se atreva
   á sacar sangre afrentosa
   a quien derrama la vuestra.
   Mas, pues, vuestra cobardía
   llevar los panales deja, 1670
   del colmenar de la fama
   zánganos sois, que no abejas.
   No os llaméis hombres, cobardes;
   ceñid al lado las ruecas,
   pues no sabéis ceñir armas 1675
   más que para la apariencia.
   Si como sabéis guardar
   las espadas que las vean
   desnudas contra tiranos
   guardarais las hijas vuestras, 1680
   no las violara la injuria;
   mas si las espadas vuestras
   son vírgenes, mal podréis
   defender tantas doncellas.
   ¡ Que a vuestros ojos un hombre 1685
   haga torpe y loca presa
   en una frágil mujer,
   en una vecina vuestra !
   ¡ Que os lleve con ella la honra,
   y que no tengáis vergÜenza 1690
   de vivir y no vengaros !
   ¡ Que estéis de aquesa manera
   conversando unos con otros
   como si en paces o fiestas,
   contárades las hazañas 1695
   que emprendistes en la guerra !
   Diez leguas de Zaragoza
   vivís, y la gente de ella
   son espejo de las armas,
   blasones de la nobleza. 1700
   ¿ Cómo se os pega tan poco,
   decid, gente aragonesa ?
   ¿ Por qué afrentáis vuestra pata
   afeminados en ella ?
   Si no sois para vengaros, 1705
   llamad las mujeres vuestras;
   pedidlas que os desagravien,
   quejaos llorosos ante ellas,
   y mientras se arman valientes
   y la aguja en lanza truecan, 1710
   el acero por las galas,
   las espadas por las ruecas,
   quedaos en casa vosotros,
   hilad, barred, viles hembras;
   jabonad y haced colada, 1715
   que aunque la hagáis, yo estoy cierta
   que no sacaréis las manchas
   que en vuestra honra el agravio echa,
   si no es con sangre enemiga
   que es la más eficaz greda. 1720
   ¿ Calláis ? ¿ Teméis ? ¿ No venís ?
   Mas ¿ para qué ? No os den pena
   injurias de vuestras hijas,
   comprad trompas y muñecas;
   jugad, niños, que es razón 1725
   que mientras vive Laurencia
   ella tomará venganza.
   ¡ Vive Dios ! Que en vuestra afrenta
   ha de mudar, gente vil,
   el traje y naturaleza, 1730
   por que os enseñe a ser hombres,
   siéndolo vuestra Laurencia.
   Bandos hay en Aragón;
   volviéndome bandolera,
   no he de dejar hombre a vida. 1735
   ¡ Guárdese de mí mi tierra !
   Que en vosotros los primeros
   he de vengar mis ofensas,
   y vestidos de mujeres
   sacaros a la vergÜenza. 1740
   El que hombre fuere, mis agravios sienta.
   ¡ Al arma !    ¡ Don Guillén, serranos, muera !

Vase

CORBATO:      Salpimentado nos ha.
ARDENIO:      ¡ Malos años para ella,
   y qué sabida que es ! 1745
MONTANO:      No tién pelillo en la lengua;
   mas sóbrala la razón,
CORBATO:      Si aquí su padre estuviera
   también llevara su parte.
   Pero ¡ qué infamia es la vuestra ! 1750
   Vamos, aunque mos lo estorbe
   don Gastón, y el fuego encienda
   a Montalbán y a su dueño,
   que si no es de esta manera
   corre peligro Estercuel. 1755
TODOS:      ¡ Al arma ! ¡ Don Guillén muera !
ARDENIO:      Muera; porque antes de un año
   no ha de haber en esta tierra
   una virgen por un ojo.
MONTANO:      Si el fuego de Amor le quema 1760
   un clavo saca otro clavo,
   con un fuego otro se venga.
CORBATO:      La campana de concejo
   tocad, por que todos vengan
   a vengar nuestras injurias. 1765
ARDENIO:      ¡ Al arma, serranos !
TODOS:                              ¡ Guerra !

Vanse.    Salen don GUILLEN y don GASTON

GASTON:      La cruz que traéis al pecho,
   señal de vuestra nobleza,
   para adornar la cabeza
   de los césares se ha hecho. 1770
   Las veces que sin provecho
   la veo en hombres que no son
   de crédito y opinión,
   aunque lástima me da,
   sospecho que es cruz que está 1775
   pintada en algún rincón.
   En el más alto lugar
   y sublime chapitel
   se pone la cruz, y en él
   la suele el cuerdo estimar. 1780
   La nobleza suele dar
   alto sitio cuando intenta
   darle el pecho, mas si afrenta
   la posesión, no se estime,
   porque en la cruz más sublime 1785
   un pájaro vil se asienta.
   Digo esto, y no sin razón,
   porque aunque con ella os veo
   adornar el pecho, creo
   que es cruz que está en el rincón; 1790
   que puesto que ese blasón,
   que ilustre y noble os ha hecho,
   en vos es cruz sin provecho,
   pues, según dais los indicios,
   mil aves de torpes vicios 1795
   se asientan en vuestro pecho.
   Yo, a lo menos, como suelo
   adorar la cruz que ensalzo,
   con reverencia la alzo
   la vez que la hallo en el suelo. 1800
   Como es insignia que el cielo
   reverencia, del lugar
   donde no es decencia estar
   la quito, y así al presente,
   por no ser lugar decente, 1805
   la cruz os vengo a quitar.
   Que, pues tan torpe afrentáis
   mis vasallos, más castigo
   os darán, siendo testigo
   la cruz que al pecho lleváis. 1810
   Cuando las honras quitáis
   a las doncellas, que en vano
   os dan nombre de tirano,
   sacáis vuestra infamia a luz,
   pues delante de una cruz 1815
   el que peca es mal cristiano.
   En vos está mal empleada,
   y así vengo satisfecho,
   que la cruz de vuestro pecho
   quitará la de mi espada. 1820
   Mi tierra llora afrentada
   por vos, y no será yerro
   que la cólera que encierro,
   la cruz os deje, si da
   hoy la muerte, y servirá 1825
   de cruz para vuestro entierro.
GUILLEN:      Cuando vi que con cruz tanta
   veníades, don Gastón,
   os juzgaba procesión
   que sale en semana santa. 1830
   Mas no me admira ni espanta
   lo que os oigo, que el valor
   que a mi sangre da favor
   me enseña en nuestras querellas
   que santiguándoos con ellas 1835
   mostráis tenerme temor.
   Quistión será peregrina
   la que empezáis, dándoos luz
   por la señal de la cruz
   como niño de doctrina. 1840
   Dad en eso, que es divina
   traza, y en vos señalada.
   Predicad, no se os dé nada,
   tendrá por nuevo favor
   en vos un predicador, 1845
   Aragón, de la cruzada.
   Que yo, más travieso y roto,
   de mi valor haré alarde,
   porque el hombre que es cobarde
   siempre da por lo devoto. 1850
   Si vuestra tierra alboroto
   mi gusto es, y está bien hecho,
   y si no estáis satisfecho,
   entrad con furia doblada
   por la cruz de aquesta espada 1855
   a quitarme la del pecho.

Echan mano.    Sale GALLARDO

GALLARDO:      Don Guillén, a Montalbán.
   ha puesto fuego Estercuel;
   acude al remedio de él,
   mira los gritos que dan. 1860
GUILLEN:      Hazañas vuestras serán
   éstas, y vendréisnos luego
   a predicar con sosiego
   cruz, valor, fe y opinión,
   cuando pegáis a traición 1865
   a vuestros vecinos fuego.
   Pero agradeced ahora
   que ayuda mi gente pida,
   dándoos término de vida,
   a mi pesar, por un hora. 1870
GASTON:      La injuria, que es labradora,
   se ha vengado de esta suerte.
   Id, que en ceniza convierte
   la hacienda que os atropella,
   que cuando volváis sin ella 1875
   entonces yo os daré muerte.

Entranse por puertas diferentes.    Sale LAURENCIA, de hombre, ROBERTO, y los BANDOLEROS

LAURENCIA:      En otro tiempo sintiera
   haber dado en vuestras manos;
   pero ya agravios villanos
   me mudaron de manera, 1880
   que estoy contenta en extremo,
   Roberto, de andar con vos,
   por que venguemos los dos
   agravios que ya no temo.
   Bandolero sois, Roberto, 1885
   que de esta suerte se alcanza
   en Aragón la venganza.
   Don Guillén mi honor ha muerto;
   vengadme del y cobrad,
   si es deuda una obligación, 1890
   de mí la satisfación
   en oro de voluntad.
   Vuestra soy desde este día,
   sin honra ni fama estoy
   mientras venganza no doy, 1895
   Roberto, a la afrenta mía.
   Nadie me llame Laurencia,
   que soy hombre en restaurar
   mi honra, si fui en amar
   mujer de poca experiencia. 1900
   En este traje pretendo
   serviros, acompañaros,
   suspenderos, asombraros,
   y si en mi amor os enciendo
   yo os pagaré de manera 1905
   que, no quedándoos deudora,
   si me amasteis labradora
   me queráis más bandolera.
ROBERTO:      Cuando no haya yo ganado
   con los bandos que profeso 1910
   sino el escucharos eso
   y el traeros a mi lado,
   dando deleite a mis ojos,
   entretenimiento a amor,
   al pecho esfuerzo y valor 1915
   y a la voluntad despojos,
   tengo por ser bandolero
   más dicha que por ser rey.
   Compañeros, haced ley
   de mi gusto.    Desde hoy quiero 1920
   que mi Laurencia nos mande.
   Ella es nuestro capitán.
BANDOLERO 1:      Si por caudillo nos dan
   un sol, en dicha tan grande,
   ¿ quién habrá que nos resista ?
   Y qué presas no esperamos 1925
   si a cuantos vengan les damos
   con este sol una vista ?
BANDOLERO 2:      Yo la estimo y reverencio.
ROBERTO:      ¡ Laurencia viva ! Decid.
TODOS:      ¡ Viva Laurencia !
LAURENCIA:                            Advertid
   que he de llamarme Laurencio, 1930
   y que de Roberto soy
   amorosa compañera
   pero con los demás fiera
   leona y tigre desde hoy.
   No ha de quedar hombre a vida 1935
   de cuantos a nuestras manos
   vinieren, ya sean villanos,
   ya de sangre conocida;
   que quiero, por estos modos,
   ya que mi amor banderizo, 1940
   que el mal que un hombre me hizo
   lo vengan a pagar todos.
ROBERTO:      Tu gusto es, mi bien, el nuestro.
LAURENCIA:      No imagine don Guillén
   que su villano desdén, 1945
   si en torpezas está diestro,
   se ha de quedar sin castigo.
   ¡ Vive Dios !    Que ha de saber
   que una ofendida mujer
   es el mayor enemigo. 1950
BANDOLERO 1:      Gente parece que viene.
LAURENCIA:      ¡ Ojalá fuera el primero
   mi ofensor !

Salen don GUlLLEN y GALLARDO

GUILLEN:                        El fuego fiero
   mi tierra asolada tiene.
   ¡ Vive Dios que aquesta afrenta
   la tengo de castigar, 1955
   si España vuelve a llorar
   de su pérdida sangrienta
   segunda vez el destrozo !
   De enojo y cólera ardo;
   yo haré en Aragón, Gallardo, 1960
   que se le convierta el gozo
   de don Gastón en tristeza.
   Yo le allanaré a Estercuel
   por el suelo.
GALLARDO:                        Hazaña crÜel,
   indigna de su nobleza, 1965
   ha sido; mas--¡ vive Dios !--
   que, según los dos andamos,
   no es mucho que nos perdamos
   en esta ocasión los dos.
   Los llantos de las doncellas, 1970
   que yo te he solicitado
   y tú sin razón logrado
   han llegado a las estrellas.
   Dios por ellas nos castiga.
ROBERTO:      Ténganse y las armas den. 1975
LAURENCIA:      (¡ Cielos, éste es don Guillén !    Aparte
   Pues mi deshonra os obliga,
   hoy verá Aragón en mí
   que un agravio basta a hacer
   tigre hircana a una mujer.) 1980
GUILLEN:      ¿ Que es esto ?
GALLARDO:                        Purgar aquí
   lo que pecamos los dos;
   los que ves son bandoleros.
GUILLEN:      ¿ Hay más males, cielos fieros ?
   Mas tengo ofendido a Dios, 1985
   no me espanto.
LAURENCIA:                            Don Guillén,
   ¿ conocéisme ?
GUILLEN:                          Si creyera
   los ojos, que eres dijera
   Laurencia.
LAURENCIA:                    Y dijeras bien.
GUILLEN:      Pues ¿ cómo ? ¿ Tú en este traje ? 1990
LAURENCIA:      De tu amor vil le aprendí,
   y por parecerme a ti
   en el oficio y lenguaje,
   cual ves me vuelvo en razón;
   que, como ser ladrón quieres 1995
   del honor de las mujeres,
   de ti aprendo a ser ladrón.
   Cual bandolero asaltaste
   mi honor, que era peregrino,
   y saliéndole al camino 2000
   una joya le quitaste
   que todo mi ser valía;
   y cual suele el bandolero,
   en sacándole el dinero,
   la bolsa arrojar vacía, 2005
   ingrato me despreciaste;
   que la mujer sin honor
   es un vaso sin licor,
   y como tal me arrojaste.
   Yo, pues, que por ti ofendida 2010
   a ser salteadora aprendo,
   quitarte agora pretendo
   la vil y bárbara vida.
   Y sirviendo de cadalso
   un roble, cual tú crÜel, 2015
   te mandaré colgar de él
   como hacen al peso falso.
GUILLEN:      Laurencia, humilde confieso
   mi crueldad e ingratitud;
   mas tu prudencia y virtud 2020
   perdonen mi poco seso,
   que no querrás dar la muerte
   a quien tanto un tiempo amaste.
LAURENCIA:      ¡ Qué mal mi amor aplicaste !
   Con él pienso convencerte. 2025
   La miel de un panal sabroso,
   si se corrompe, en acíbar
   convierte su dulce almíbar.
   Del vino más generoso
   sale el vinagre mejor, 2030
   y a este modo, don Guillén,
   se engendra el mayor desdén
   del más firme y puro amor.
   El corazón--¡ vive Dios !--
   te he de sacar y comer. 2035
GALLARDO:      ¿ Y de mí qué vendrá a ser ?
   ¡ Cielos !
LAURENCIA:                    Venid acá vos,
   que sois corredor de oreja,
   de vicios casamentero,
   de juegos torpes tercero, 2040
   el que la ropa que deja
   vuestro señor os vestís,
   alzáis del deleite platos,
   calzáis sus rotos zapatos
   y de su sombra os cubrís. 2045
   Venid acá.
GALLARDO:                        De rodillas
   puestas las manos, Laurencia,
   Gallardo os pide clemencia.
   No armaré desde hoy pandillas.
LAURENCIA:      Sois un gran bellaco.
GALLARDO:                                  En esto 2050
   no hay señora que negar,
   es virtud el confesar,
   yo pecador lo confieso.
LAURENCIA:      Tenéis muy bellacos hechos.
GALLARDO:      ¿ Qué mucho si en mí repara 2055
   teniendo tan mala cara ?
LAURENCIA:      ¡ Y qué mala !
GALLARDO:                        Los deshechos
   del mundo, porque se asombre
   de lo que alego en mi abono,
   mi padre iba a hacer un mono 2060
   y por yerro hizo en mí un hombre.
   Mire este rostro de cerca
   si con gana de reír viene,
   que cuando está mejor tiene
   color de gamuza puerca. 2065
   La nariz, segunda Roma
   que porque no me la hurtasen
   los que a envidiarla llegasen,
   me la remachó Mahoma.
   Los ojos de cuya lumbre 2070
   son las dos niñas morenas,
   de sangre y lagañas llenas
   por venirles su costumbre.
   Y porque vea mi trabajo,
   en tres ojos con que vengo, 2075
   sepa que almorranas tengo,
   así arriba como abajo.
   ¿ Quién de un hombre tal pensara,
   aunque más le persiguieran,
   que almorranas le nacieran 2080
   en los ojos de la cara ?
   Pues la boca, y dentadura
   en ella, una moza echó
   el servicio, que creyó
   ser carretón de basura. 2085
   Los hociquitos dirán,
   según son gordos y bellos,
   yo muy rubio, y belfos ellos,
   que soy inglés o alemán.
   Las manos cándidas, pues 2090
   que lisas, blandas y bellas,
   por anillos traigo en ellas
   los juanetes de los pies.
   Pues el talle de bacique,
   segundo Brunelo en todo, 2095
   que no hay dicho, mote, apodo
   que al propio no se me aplique.
   Pues si por el cuerpo saca
   el alma que en él está,
   ¿ qué tal el huésped será 2100
   de posada tan bellaca ?
   Por eso en el alma aguardo
   lo que mi cuerpo promete;
   traidora ella, él alcahuete,
   y un bellacón, Gallardo, 2105
   Pues yo me culpo y me riño,
   perdóneme, que si erré
   como mozo y niño fué.
ROBERTO:      ¡ Válgate el diablo por niño !
BANDOLERO 1:      ¿ Tú niño ? De Satanás.
LAURENCIA:      Roberto, hoy tienes de ver 2110
   nuevas crueldades hacer,
   sin que asombre al mundo más
   Falaris, Sila o Nerón,
   porque aventajarlos quiero.
ROBERTO:      Si amorosa eres cordero, 2115
   injuriada eres león.
   Pues tengo dicha en quererte,
   yo haré como no enojarte;
   pues viviré en agradarte
   y moriré en ofenderte. 2120
LAURENCIA:      Tráeme atados estos dos,
   imaginaré tormentos
   tan nuevos como sangrientos.
GUILLEN:      ¡ Paciencia, cielos !
GALLARDO:                              ¡ Par Dios,
   que es muy linda tu paciencia ! 2125
GUILLEN:      Pagaré locuras mías.
GALLARDO:      Yo engaños, bellaquerías,
   mala vida y peor conciencia.

Vanse.    Sale MAROTO

MAROTO:      Soledades discretas,
   si es discreción comunicar con pocos 2130
   pasiones que secretas
   dicen a voces, bárbaros y locos,
   con vosotras me entiendo
   que habláis callando y regaláis riendo.
   Cautivarme quería 2135
   quien envidioso está de mi ventura,
   con triste compañía,
   pues suele ser prisión una hermosura
   que con dulces cadenas,
   tal vez da por un gusto dos mil penas. 2140
   Más precio yo, mi prado,
   ser rey de vuestras flores y belleza,
   tejiendo coronado
   guirnaldas que regalen mi cabeza,
   entre el arado y bueyes 2145
   que la diadema avara de los reyes.
   Más precio los vasallos
   de mansas ovejuelas y corderos,
   que en coches y caballos
   la adulación de hechizos lisonjeros 2150
   donde el engaño mira
   que a la verdad oprime la mentira.
   Más precio el pan moreno
   con la cebolla y rústico tasajo,
   que el banquete más lleno; 2155
   pues con la dulce salsa del trabajo
   sustento mi alegría
   sin miedo de la torpe apoplegía.
   Más precio, cuando ordeño
   las cabras en el tarro que en él eche, 2160
   para brindar al sueño,
   el pecho que sus pechos paga en leche,
   licor blando y sabroso,
   que el vino más caliente y generoso.
   Oh, soledad hermosa 2165
   con vosotras estoy solo casado,
   no quiero tener esposa,
   que la quietud de vuestro alegre prado
   alivia mis desvelos
   y conserva el honor sin tener celos. 2170

Salen LAURENCIA y los BANDOLEROS

LAURENCIA:      Atados en estos robles
   servirán de puntería
   hoy a la venganza mía
   y a vuestras pistolas dobles.
   Tirarán los pedreñales, 2175
   en señal de mi dureza,
   al blanco de su torpeza,
   pues fueron los dos iguales.
   Al pedernal duro y ciego
   que descalabró mi honor, 2180
   pues como su torpe amor
   a puros golpes da fuego.
ROBERTO:      Mi Laurencia, haz sacrificio
   de quien le hizo de tu fama,
   su sangre torpe derrama; 2185
   que ya su muerte codicio,
   en fe que de don Guillén
   estoy celoso y cobarde,
   porque al fin se olvida tarde
   lo que se ha querido bien. 2190
LAURENCIA:      Bien dices, cuando la injuria
   no llega a quitar la honra;
   pero el amor que deshonra
   sus llamas convierte en furia.
   Mas ¿ quién es éste ? Aguardad. 2195
ROBERTO:      Un pastor grosero y roto.
LAURENCIA:      ¿ Este, cielos, no es Maroto ?
   Pues ya soy toda crueldad;
   que él por mujer no me quiso
   cuando guardarme pudiera 2200
   y mi honor en pie viviera;
   pagará su poco aviso.
   Prendelde.
MAROTO:                        ¿ Qué es esto ? ¡ Ay cielo !
LAURENCIA:      Laurencia, villano, soy.
MAROTO:      Sea en buena hora, y yo le doy 2205
   el parabién sin recelo,
   de ver que se ha vuelto hombre;
   que a fe que Dios la ha sacado
   de mujer que es de pecado,
   y pues en el traje y nombre 2210
   se ha convertido en varón,
   déle barba Dios también,
   que no será hombre de bien
   si se convierte en capón.
LAURENCIA:      A lo menos no lo fuera 2215
   si yo os dejara con vida.
MAROTO:      Pues ¿ qué le he hecho yo ?
LAURENCIA:                                  Ofendida
   me tenéis.
                 .......... -era]
   ...................... -ar]
MAROTO:      ......... No hay mandamiento 2220
   de casaráste.
LAURENCIA:                        Tormento,
   atado, aquí os han de dar.
MAROTO:      ¿ Porque casar no me quise ?
LAURENCIA:      Colgádmelo de ese olivo.
MAROTO:      ¡ Mas arre allá, que estoy vivo ! 2225
LAURENCIA:      En su mismo daño avise.
   Ea, colgadle.
MAROTO:                          ¡ Mas no nada !
   ¿ No ve que falta escalera ?
   Mas, pues me ahorca soltera,
   ¿ qué hiciera estando casada ? 2230
LAURENCIA:      Vivir honrada con vos,
   sin llorar mi honor enojos.
MAROTO:      Si me sacara los ojos
   tuviéramos paz los dos;
   que los maridos al uso, 2235
   y más si son cortesanos,
   no tienen ojos ni manos,
   que el oro vendas les puso.
   Y de mi cura he sabido
   que Dios sanó, porque pudo, 2240
   uno ciego, sordo y mudo,
   que pienso que era marido.
LAURENCIA:      Acabad, colgadle.
MAROTO:                              Atajo
   es del cielo, no me espanta.
   Más vale de la garganta 2245
   ser de un olivo colgajo,
   que serlo en esta ocasión
   de la cabeza.
ROBERTO:                        ¡ Simpleza
   notable !
MAROTO:                    De la cabeza
   quedó colgado Absalón, 2250
   y si maridos pasaran
   como él, quizá los más de ellos,
   que traen ganchos por cabellos,
   colgados también quedaran.

Sale un BANDOLERO

BANDOLERO 1:      Mira, Roberto, por ti;
   que todos estos lugares, 2255
   para vengar sus pesares,
   se van convocando aquí.
   Procura hacer resistencia
   o embocarte en la espesura.
ROBERTO:      ¿ Qué haremos ?
LAURENCIA:                        Probar ventura; 2260
   hoy veréis quién es Laurencia.
   En matando a don Guillén,
   acometerlos podremos
   para que ricos quedemos,
   que huír no parece bien. 2265
ROBERTO:      Moriré determinado
   de defender tu beldad.
LAURENCIA:      A ellos, pues, y dejad
   aquí este villano atado.
   Pero no, venga conmigo, 2270
   que si vitoria alcanzamos
   de los que a acometer vamos,
   después le daré castigo.

Vanse


ACTO TERCERO


Salen LIRANO, MARBELIO y MAROTO

LIRANO:      No fue nada; huyeron todos;
   y aunque han ido por más gente, 2275
   cuando asaltarnos intente
   no nos han de faltar modos,
   si nos llevasen ventaja,
   para emboscarnos, que aquí
   todo es monte.
MARBELIO:                        Es así; 2280
   pero entre tanto que baja
   la aragonesa cuadrilla,
   de aqueste olivo colgad
   ese hombre.
MAROTO:                      ¿ Y que es verdad
   que a vista de nuesa villa 2285
   me quieren ahorcar ?
LIRANO:                                De noche
   es, no hay que tener temor
   que os salgan a dar favor.
MAROTO:      Porque una mujer reproche
   y con ella no me caso, 2290
   ¿ es justo matarme así ?
LIRANO:      Mándalo Laurencia.
MAROTO:                              Aquí
   de un salto hasta el cielo paso.
   Pero, pues hemos llegado
   a hablar verdades, más quiero 2295
   morir ahorcado, soltero,
   que estar vivo y ser casado.
   Olivo, de mi fortuna
   os doled, mirad mi daño,
   que no dais buen fruto hogaño 2300
   ni Maroto es aceituna
   para que de vos colgado
   imitéis en tales dudas
   al saúco de do Judas
   dicen que estuvo ahorcado. 2305
MARBELIO:      Atalde mientras que apresto
   el cordel.
MAROTO:                    ¡ Aquí del reye !
   Porque no me caso ¿ es leye ?
   ¿ Es justicia ?
MARBELIO:                        Acabad presto;
   pero, escuchad, que parece 2310
   que hay rÜido de batalla.

Dentro

VOCES:      ¡ A ellos, mueran, que es canalla !
OTRAS:      ¡ Mueran !
LIRANO:                    El peligro crece.
MARBELIO:      Dejadle atado, y después
   volveremos a acabar 2315
   lo empezado.
LIRANO:                      Si el lugar
   no le libra.
MARBELIO:                      Vamos, pues.

Vanse y dejan atado a MAROTO

MAROTO:      ¡ Madre de Dios, siempre he sido
   amigo y vueso devoto;
   porque no quiere Maroto 2320
   ser de una loca marido,
   me matan, Madre de Dios !
   Toda boda es peligrosa,
   yo no quiero más esposa
   ni más amores que a vos; 2325
   las demás que esposas son
   las manos y libertad
   atan, que al fin es verdad
   que toda esposa es prisión.
   Pero vos, que a los humanos 2330
   desatáis libertadora,
   pues que sois mi esposa agora
   desatad mis pies y manos.
   Que porque no me maltrate
   quien mi muerte sentenció, 2335
   si así una mujer me ató
   otra es bien que me desate.

Abrese un olivo, y entre sus ramas está una imagen de la VIRGEN, Nuestra Señora de la Merced

VIRGEN:      ¡ Maroto !
MAROTO:                      ¡ Ay, Dios ! ¿ Quién me nombra ?
VIRGEN:      Alza alegre la cabeza.
MAROTO:      ¿ Quién sois, divina Señora ? 2340
VIRGEN:      Quien tu fe y devoción prueba.
   La Dama del Olivar
   ha de llamarme esta tierra,
   consagrándola mi nombre
   y honrándola mi presencia. 2345
   El olivo significa
   misericordia, y la iglesia
   se alumbra con su licor.
   Misericordia es clemencia,
   la clemencia a nadie mata, 2350
   siendo esta verdad tan cierta,
   necio es quien en este olivo
   darte muerte ciego intenta.
   Yo, que al fin soy la paloma
   que en el diluvio y tormenta, 2355
   que en el mar de los pecados
   todos los hombres anega,
   desde el arca de Noé,
   de la ley de gracia nueva,
   el ramo de oliva traje 2360
   que anuncia la pascua eterna.
   Aquel pimpollo admirable,
   ramo de la oliva inmensa,
   que siempre verde y florido
   el tronco del padre engendra. 2365
   Aquel ramo que plantó
   el labrador que sustenta
   los cielos en mis entrañas,
   sin que humana obra se atreva
   a poner en su labor 2370
   la mano, porque en vez de ella
   es el Espíritu Santo
   quien la planta y quien la riega.
   Aquel engerto divino,
   que de dos naturalezas 2375
   en un supuesto da el fruto
   que sana el que comió Eva.
   En fin, yo la oliva soy
   que a Dios hombre cría y lleva,
   que es aceite derramado 2380
   en el lugar de la iglesia.
   Yo, pues, que en ella quedé
   por legítima heredera,
   por ser hija, madre, esposa,
   de los tres que en uno reinan, 2385
   he plantado un olivar,
   que puesto que agora empieza
   a crecer, se extenderá
   por el orbe de la tierra.
   Cuatro frutos dará al año, 2390
   aunque de especies diversas,
   porque su fertilidad
   cause asombro a quien la vea.
   Será el primero sabroso
   por el voto de pobreza, 2395
   que aunque la forzosa amarga,
   la voluntaria deleita.
   Pues no sin causa la oliva
   es amarga a quien la prueba
   verde, y después por sabrosa 2400
   honra la más noble mesa.
   Tras este fruto se sigue
   el segundo de obediencia,
   mortificando sus gustos
   a la voluntad ajena; 2405
   que por eso la aceituna,
   que es su símbolo, se quiebra,
   muele, parte y martiriza
   en el lagar y la prensa,
   de donde el aceite puro 2410
   se saca, que a Dios recrea;
   que después de los trabajos
   ofrece luz la paciencia.
   El tercero es castidad,
   fruto que la palma lleva 2415
   a todas cuantas virtudes
   a los santos hermosean.
   Que no sin causa el aceite,
   si con el agua le mezclan,
   a otro licor le juntan, 2420
   por más que con él le envuelvan
   siempre está encima de todos;
   que siendo el cielo su esfera,
   como rey de las virtudes
   sobre todas triunfa y reina, 2425
   El cuarto la caridad,
   emperatriz que gobierna
   los cielos y rige el mundo;
   fuego que abrasa y no quema;
   luz que alumbra a todo hombre; 2430
   que, en fe de esto, en nuestra
   iglesia da luz de noche y de día
   y el fuego de amor sustenta.
   Redimirá aqueste fruto
   los cautivos que atormenta 2435
   el blasfemo y torpe amor,
   para que con fama eterna,
   llamándose redentores,
   den sus vidas y su hacienda
   por sus hermanos, que oprimen 2440
   las crueldades sarracenas.
   Darán para ellos sus vidas,
   quedándose en sus cadenas,
   porque ellos salgan seguros,
   virtud excelente y nueva. 2445
   Pero, en fin, como la oliva,
   que toda a todos se entrega
   dejándose hacer pedazos,
   dando sus entrañas mesmas,
   llamaráse este olivar 2450
   de la Merced, porque en ella
   la han de hallar sus oprimidos,
   blasón que ha de ennoblecerla...
   Y para que estimes más
   esta heredad, que comienza 2455
   de esta tierra a florear
   con divinas influencias,
   un rey es su labrador
   para que más se ennoblezca.
   Mira cómo con sus armas 2460
   la autoriza su nobleza.
   Don Jaime el conquistador,
   que entra triunfando en Valencia,
   le planta y le da principio,
   ¿ qué maravilla que crezca ? 2465
   Del pecho piadoso nace
   de Pedro Nolasco, piedra
   fundamental, que promete
   en el valor y firmeza.

Con los santos y corona que refiere ha de estar adornado el árbol

   Por primicias de ese fruto 2470
   es la primer fruta nueva
   otro Pedro de Armengol,
   que de él, como oliva cuelga.
   Un Ramón es verde rama
   que mi olivar fertil echa, 2475
   no nacido y milagroso
   que con un candado cierran,
   porque tal aceite y fruto
   en fe de lo que se precia,
   con candado ha de guardarse 2480
   para dar luz a mi iglesia.
   Un Serapión es esotro,
   oliva sabrosa y tierna,
   que en el lugar del martirio
   descoyuntan y atormentan. 2485
   La corona que remata
   este olivo, a todos muestra
   que es real, militar y noble,
   para que a todos exceda.
   Siendo, pues, de tal valor 2490
   esta heredad, porque tenga
   lo necesario, he querido
   que aquí se labre una iglesia
   donde mi aceite se guarde,
   y con mi misma presencia 2495
   se autorice en Aragón
   que a esta orden sirve y precia.
   Ve, pues, pastor, a Estercuel,
   su gente convoca, y llega
   a su señor, mi devoto, 2500
   llama y diles que aquí vengan,
   y este sitio me dediquen
   con un templo, donde vean
   mi imagen, que en este olivo
   como en su trono se asienta, 2505
   y dándole a la merced
   estimen la Merced nueva
   que les vengo a hacer propicia,
   y tú, por que goces de ella,
   pues por esposa me elijes, 2510
   el ganado y campos deja,
   y sírveme en esta casa,
   pues el que me sirve reina.

Encúbrese

MAROTO:      ¡ Oh visión digna de espanto !
   Pues que me libras y sueltas 2515
   y tengo en ti tal esposa,
   dete alabanzas mi lengua.
   A hacer voy lo que me mandas.
   Religión piadosa y tierna,
   yo os serviré desde hoy más. 2520
   Olivar de fama eterna,
   desde hoy quedará memoria
   que celebre tu grandeza,
   la Dama del Olivar,
   de amor y de dichas prenda. 2525

Vase.    Sacan a don GUILLEN los LABRADORES, y salen don GASTON y doña PETRONILA

NISO:      Huyeron los bandoleros,
   y a dos encinas atados,
   para pagar sus pecados,
   aquestos dos lobos fieros
   de nuestras tiernas ovejas 2530
   se dejaron.
CORBATO:                      Permisión
   del cielo, pues ellos son
   la causa de nuestras quejas.
GASTON:      A mi poder, don Guillén,
   la Fortuna os ha traído, 2535
   y aunque de vos ofendido
   querellas justas me den
   mis vasallos, y pudiera
   satisfacerla con vos,
   el valor que me dio Dios 2540
   mi agravio no considera.
   Sin mi gusto a Montalbán
   os quemaron mis vasallos,
   que no pude refrenallos,
   porque ofendidos están. 2545
   Que cuando la injuria es tal,
   las riendas del tiento pierde,
   y un perro con rabia muerde
   con ser tan fiel animal.
   Mostrara ser caballero 2550
   agora, y libre os dejara,
   si en daño no resultara,
   como sabéis, de tercero.
   Pero haciéndolo, provoco
   todo el lugar de Estercuel, 2555
   y ya sabéis cuán crÜel
   es un pueblo y vulgo loco.
   Mientras Laurencia parece
   y se aplaca tanto exceso,
   será razón que estéis preso, 2560
   y el alcaide que os ofrece
   mi nobleza, es a mi hermana,
   que en regalo y cortesía
   dará muestras que lo es mía.
GUILLEN:      Libertad mi suerte gana 2565
   con ser yo su prisionero;
   y aunque estimo este favor,
   sois caballero mayor
   y en Aragón el primero.
   Bien pudiérades mostrar 2570
   vuestro poder por mil modos,
   que vuestros vasallos todos,
   son de bien y mal pasar
   y a vuestro gusto obedientes.
   Cuando libertad me deis 2575
   han de aprobar lo que hacéis
   sin mirar inconvenientes;
   pero hacer podéis de mí
   vuestro gusto, pues estoy
   sujeto.
GASTON:                      Su señor soy, 2580
   mas el valor que adquirí
   quiere, por más que me amen
   si de bien y mal pasar
   son, que los de este lugar
   no de mal pasar se llamen. 2585
   Mas solo de pasar bien,
   que cuando a regirlos vengo,
   los viejos por padres tengo
   y por hermanos también
   los mozos, porque es mejor, 2590
   para poder gobernallos,
   hacer hijos de vasallos
   y convertir en amor
   el poder, que no han de dar
   como encina el fruto a palos, 2595
   pues por fuerza saldrán malos
   vasallos de mal pasar.
GUILLEN:      Enseñáisme, don Gastón,
   a vivir por vuestro preso,
   y obligado me confieso, 2600
   puesto que si mi prisión
   goza de tal carcelera
   más parece libertad.
PETRONILA:      (¡ Que tenga yo voluntad              Aparte
   A quien no la considera ! 2605
   ¡ Oh, fuerza de un dios tirano !
   Libraréle, que es rigor
   prender a quien tengo amor.)

Llévanle y vase doña PETRONILA

GASTON:      Este queda en vuestra mano.
   Como no le deis la muerte 2610
   ni saquéis sangre, vengad
   en él vuestra voluntad
   para que a enmendarse acierte.
NISO:      Hacéisnos señor merced.
   ¡ Yo os juro a San... ! alcahuete, 2615
   que heis de pagarlo.
GALLARDO:                              Hoy promete,
   Gallardo, enmienda. Tened,
   lástima de este lacayo.
CORBATO:      Allá lo veréis, venid.
ARDENIO:      No le saquéis, advertid, 2620
   sangre...
NISO:      Yo os voto a mi sayo
   que la afrenta de Laurencia
   nos la habéis hoy de pagar.
ARDENIO:      No le podréis azotar 2625
   mientras no mos den licencia
   de sacarle sangre.
NISO:                                Bueno;
   desnúdele yo una vez,
   que siendo como la pez
   dentro, y de fuera moreno, 2630
   en él quebraré mi cinta
   sin miedo que se desangre,
   porque éste no tiene sangre,
   sino en lugar de ella, tinta.

Llévanle.    Sale MAROTO

MAROTO:      Señor: dad gracias al cielo 2635
   y vuestra dicha estimad,
   en vuestra misma heredad
   para premiar vuestro celo,
   un tesoro hay encerrado
   que con él rico quedéis. 2640
   .................... -éis].
NISO:      ¿ Tesoro ?
MAROTO:                    Un tesoro he hallado
   en el olivar.
GASTON:                            Maroto,
   ¿ qué decís ? ¿ estáis en vos ?
MAROTO:      No hay cosa, después de Dios, 2645
   que valga tanto.
CORBATO:                            Remoto
   venís de vueso jÜicio.
ARDENIO:      ¿ Qué tesoro puede haber
   que tanto llegue a valer ?
MAROTO:      Ni el sol, a quien sacrificio 2650
   hicieron tantas naciones,
   ni del cielo el mejor santo,
   ni un serafín vale tanto.
   Si no creéis mis razones,
   venid, y sobre un olivo 2655
   veréis la Fénix que es una,
   la Estrella del mar, la Luna,
   la que es Hija de Dios vivo,
   de Dios vivo Madre hermosa,
   de Dios vivo Esposa bella, 2660
   porque se encierran en ella
   ser Hija, Madre y Esposa.
   Atado en él me dejaron
   los bandoleros crÜeles,
   y rompiendo los cordeles 2665
   mis tinieblas alumbraron
   sus rayos de luz divina.
   Mandóme que aquí viniese
   y que a todos os dijese,
   si servirla determina 2670
   nueso dueño y Estercuel,
   que una casa la edifiquen
   y a la imagen la dediquen
   que es la flor y fruto de él,
   y a los Padres Redentores 2675
   de la Merced se la den,
   porque su merced también
   nos ha de hacer mil favores.
   ¿ Hay tesoro que sea igual ?
   Venid conmigo y veréis 2680
   la verdad que no creéis.
CORBATO:      No habéis vos bebido mal.
   ¡ Ao, por santo se nos vende !
   Diz que la Virgen María
   del cielo ahablarle venía. 2685
ARDENIO:      Sí, por cierto.
NISO:                        Bien lo entiende.
GALLARDO:      El, es verdad, que es buen hombre
   y devoto, mas no tanto
   que quiera hacérsenos santo
   y con milagros asombre. 2690
   La imagen que España goza
   a su apóstol por lo menos
   mostró sus ojos serenos
   dando vida a Zaragoza
   y renombre a su Pilar; 2695
   pero ¡ a un pastor simple y tosco !
MAROTO:      Que soy pecador conozco;
   pero no habéis de mirar
   mi indigno ser y bajeza,
   que Dios desprecia tal vez 2700
   de los hombres la altivez
   y antepone la pobreza.
GASTON:      Cosas de milagro son,
   Maroto, dificultosas,
   y al crédito peligrosas. 2705
   Mirad que será ilusión
   del demonio, que ya sabe
   transformarle en una cruz
   y fingirse ángel de luz
   porque de perderse acabe 2710
   el simple que es indiscreto.
   Vuelva vuestro seso en sí,
   que éste será frenesí
   o ilusión vana.
MAROTO:                          En efeto
   que la dicha que os ofrezco 2715
   ¿ no creéis ?
NISO:                      Andad con Dios.
GASTON:      Ni hasta aquí sois santo vos,
   ni yo tanto bien merezco.

Vanse

MAROTO:      En fin, no quieren dar fe,
   dulce esposa, a mis palabras, 2720
   a mis ovejas y cabras
   corrido me volveré.
   Vos los podréis alumbrar
   con otro mejor testigo
   mientras yo adoro y bendigo 2725
   la Dama del Olivar.

Vase.    Salen los LABRADORES con GALLARDO, y sacan un vaso con una purga

NISO:      Ea, ténganle los dos,
   que yo le he de dar tormento.
GALLARDO:      Señores míos, con tiento.
CORBATO:      Calle.
GALLARDO:                    Por amor de Dios; 2730
   ya saben que esto ha de ser
   sin sacar sangre.
NISO:                            El humor
   queremos sacar, traidor,
   que bellaco os vino a hacer,
   y a todos nos alborota. 2735
   Callad, y sufrí el castigo.
GALLARDO:      Sin sacar sangre les digo.
ARDENIO:      No os sacarán ni una gota.
GALLARDO:      Pues ¿ qué ha de ser ?
NISO:                                  Esta purga
   habéis de beber aquí. 2740
GALLARDO:      ¿ Purgarme en salud á mí ?
CORBATO:      La bellaquería os hurga
   allá dentro, y es razón
   que quedéis limpio del todo.
GALLARDO:      No cumpliréis de ese modo 2745
   lo que manda don Gastón.
MONTANO:      ¿ Por qué ?
GALLARDO:                        ¿ No dice que sea
   sin que sangre me saquéis ?
NISO:      Sólo quiero que os purguéis,
   nadie sangraros desea. 2750
GALLARDO:      Esas razones son vanas,
   pues mal me podréis purgar
   sin que sangre venga a echar,
   que estoy malo de almorranas.
MONTANO:      No se entienda el mandamiento 2755
   de sangre que sin castigo
   sale por roín postigo.
NISO:      Tomad.
GALLARDO:                ¿ Hay igual tormento ?
   Que he de morirme es notorio.
CORBATO:      Purgad vuestro mal gobierno 2760
   y pasaréis al infierno
   desde aqueste purgatorio.
GALLARDO:      Eso es fuera de razón;
   al que al purgatorio pasa
   el infierno no le abrasa. 2765
NISO:      ¿ Pues eso no es de pasión,
   que pasaporte os darán ?
ARDENIO:      ¡ Vaya de purga !
GALLARDO:                          ¿ No sabes
   que purgarse sin jarabes
   es mal hecho ?
NISO:                        En Montalbán 2770
   os jaropeastes primero.
GALLARDO:      ¿ Con qué ?
NISO:                    Con bellaquerías,
   jarabes todos los días
   tomabais alcabalero.
GALLARDO:      ¿ Cuál es ?
NISO:                        Guindas serenadas 2775
   con azúcar.
GALLARDO:                      Yo, ¿ qué es de ellas ?
NISO:      ¿ No son guindas las doncellas
   agridulces coloradas ?
   ¿ No las sacábades vos
   de noche por el sereno ? 2780
   ¿ Decid, cacique moreno,
   y a la mañana los dos
   las echábades traviesos ?
GALLARDO:      Si son guindas las que escucho,
   quien come guindas, no es mucho 2785
   que arroje después los huesos.
NISO:      Jaropado estáis, purgar
   os falta agora.
GALLARDO:                        ¿ No sabes
   que la purga y los jarales
   siempre se han de confremar ? 2790
   Si doncellas serenadas
   me jaropan, ¡ fuego en ellas !
   Los jarabes de doncellas
   piden purga de casadas.
CORBATO:      Bien rehusáis para vos. 2795
NISO:      ¿ Aún ahí vos las tenéis ?
   Bebedla, si no queréis
   que el cincho me quite.
GALLARDO:                                ¡ Ay, Dios !
   ¿ No hay vinagre o aceituna
   con que la tome ?
CORBATO:                            Esa cara 2800
   toda es vinagre.
GALLARDO:                            Repara...
CORBATO:      No hay reparación ninguna.
   Abra la boca le digo.
GALLARDO:      ¡ Puf !
NISO:      ¿ Pues qué ? ¿ No huele bien ? 2805
GALLARDO:      Huele a ruibarbo y a sen.
NISO:      ¡ Ea !
GALLARDO:                ¡ Dios vaya conmigo !
CORBATO:      Agora que esto está hecho
   venga y verá lo que falta.
GALLARDO:      El alma en las tripas salta. 2810
NISO:      Calle, que es de gran provecho.
GALLARDO:      Señores, hagan su oficio,
   que si dónde no me dan,
   de mi cámara serán
   y estarán a mi servicio. 2815
NISO:      Allá lo veréis, vení.
GALLARDO:      Ya la prisa me provoca,
   la purga tengo en la boca.
ARDENIO:      No ha de colar por ahí.
GALLARDO:      Déjenme, pues.
MONTANO:                            ¡ Bien, a fe ! 2820
   Aún no sabéis el soceso.
GALLARDO:      No importa llevarme preso,
   porque yo me soltaré.

Vanse.    Sale MAROTO

MAROTO:      Madre mía, esposa mía,
   yo llevé vueso recado, 2825
   nadie crédito me ha dado,
   que juzgan a hipocresía
   mi buen celo. ¿ Qué he de hacer ?
   Pena notable recibo.

Aparécese Nuestra Señora, la VIRGEN

VIRGEN:      Maroto.
MAROTO:                ¿ Sobre el olivo 2830
   os merezco otra vez ver ?
VIRGEN:      Vuelve y dile a don Gastón
   que, estimando su ventura,
   venga, y si gozar procura
   tan celestial ocasión, 2835
   que aquí me labre una casa
   y a la Merced se la dé.
MAROTO:      ¿ Cómo si no me dan fe
   y es mi suerte tan escasa
   que burlan de mi simpleza ? 2840
VIRGEN:      Llégate, Maroto, acá;
   agora te creerá.

Vuelve la cabeza atrás y encúbrese

MAROTO:      ¡ Ay, Dios ! ¿ Qué es de mi cabeza ?
   ¿ Qué es de mi cara ? No tiento
   si cogote y colodrillo, 2845
   señora, si he de decillo,
   ¿ con qué boca, con qué aliento ?
   Pero a las espaldas tengo
   la cara que me torció
   el rostro, y acá le echó. 2850
   Un hombre hecho revés vengo.
   Si Estercuel en mí repara,
   de verme tendrá temor,
   o creerá que soy traidor,
   pues llevo detrás la cara. 2855
   No la puedo revolver,
   los carcañales me miro,
   no sin ocasión me admiro,
   ¿ cómo tengo de comer ?
   Adelante la barriga 2860
   y a las espaldas la boca.
   ¿ Qué es esto ? Simpleza loca.
   ¿ Quién de esta suerte os castiga ?
   Mas, pues me manda que acuda
   la Virgen, así hecho un mostro, 2865
   y echándome atrás el rostro
   en hombre al revés me muda,
   y es mi cuello de tornillo
   que alrededor se me anda,
   vo a decir lo que me manda 2870
   y a hablar por el colodrillo,
   que con señal semejante
   me creerán, y de hoy más
   los pies irán hacia atrás
   para andar hacia delante. 2875

Vase.    Salen don GUILLEN y doña PETRONILA

PETRONILA:      Ya, don Guillén, que vuestra carcelera
   me hizo don Gastón, porque ha sabido
   serlo mío el amor y llama fiera
   que en fuego me abrasó, no agradecido
   porque os privéis de tanta gente fiera 2880
   y pueblo que de vos se ve ofendido,
   y os quiere aquí abrasar de enojo ciego,
   siendo verdugo un fuego de otro fuego,
   si palabra me dais de ser mi esposo,
   puesto que en vos palabras viento sean, 2885
   de aqueste trance, fiero y peligroso,
   sacaros quiero, porque todos vean
   que en mí el amor es noble y generoso,
   si el vuestro ingrato, y en piedad se emplean
   mis pensamientos, dando en lo que hoy hago 2890
   a vuestra ingratitud diverso pago.
GUILLEN:      Hermosa Petronila, arrepentido
   de tantas travesuras como he hecho,
   jamás han de borrar tiempo ni olvido
   favores nobles de ese hidalgo pecho; 2895
   a vuestra voluntad estoy rendido
   y de amor tan notable satisfecho.
   Ya preso quede, ya me deis la vida,
   a vuestro amor desde hoy queda rendida.
   Si en mí tiene valor el juramento, 2900
   por la cruz que ennoblece aqueste lado,
   a quien servir desde hoy humilde intento,
   si hasta aquí indignamente la he llevado,
   por el cielo y su hermoso firmamento,
   por esos ojos, en quien han hallado 2905
   mis travesuras fin, mi amor reposo,
   de ser, agradecido, vuestro esposo.
PETRONILA:      Pues por este portillo, que secreto
   sale al campo y ninguno le ha sabido,
   podéis libre salir, y tenga efeto 2910
   lo que me habéis jurado y prometido.
GUILLEN:      Si en Montalbán me veo, yo os prometo
   de dar orden al punto, agradecido,
   al desposorio que a mi amor conviene.
PETRONILA:      Salid, pues; mas ¿ qué es esto ? Gente viene. 2915

Sale GALLARDO

GALLARDO:      Desátame aquestas manos,
   señor, por amor de Dios.
   Desatacadme los dos.
   ¡ Lleve el diablo a los villanos !
GUILLEN:      ¿ Es tiempo éste de locuras ? 2920
   ¿ Qué dices ?
GALLARDO:                      ¡ Ay !
GUILLEN:                            ¿ Qué es esto ?
GALLARDO:      Desatadme presto, presto.
GUILLEN:      ¿ Qué hay, pues ?
GALLARDO:                        ¡ Bravas apreturas
   Hay, que el ruibarbo me hurga
   las tripas. ¿ Quién vio purgado, 2925
   señor, jamás atacado ?
GUILLEN:      ¿ Qué tienes ?
GALLARDO:                        Estoy de purga.
   Córtame estas agujetas,
   o sin ser juez--¡ vive Dios !--
   que me provea en los dos. 2930
GUILLEN:      ¿ Qué te han hecho ?
GALLARDO:                            ¡ Si me aprietas
   será fuerza que me afloje !
PETRONILA:      Ya sueltas las manos tienes.
GUILLEN:      ¿ Cómo de esa suerte vienes ?
GALLARDO:      Cuando menos me congoje 2935
   este mal, te lo diré.
   Más tienen de dos mil nudos
   aquestos lazos cornudos,
   mas, par Dios, que los corté.
   Aguarda, que luego vuelvo 2940
   a contarte lo que pasa.

Vase

GUILLEN:      Agora que el sol abrasa
   en no salir me resuelvo.
PETRONILA:      De noche será mejor,
   no te sientan los villanos. 2945
GUILLEN:      Yo agradeceré a tus manos
   mi vida, ser y favor.

Sale GALLARDO

GALLARDO:      Ya que aliviado me siento,
   cumpliendo en este discurso,
   señor, con el primer curso 2950
   sin estudiar, va de cuento.
   Mandó a aquestos villanotes
   don Gastón que se vengasen
   en mí, sin que me sacasen
   sangre; libréme de azotes 2955
   y toda mutilación;
   mas hallaron un tormento
   Mucho aprieta este argumento,
   voy a darle solución.

Vase

GUILLEN:      Si ha de sentir vuestro hermano 2960
   que me libréis
PETRONILA:                        Don Guillén:
   mi hermano me quiere bien,
   y es tan noble y cortesano,
   que si los dos nos casamos
   será extraño su contento. 2965

Sale GALLARDO

GALLARDO:      Pero hallaron un tormento,
   aquí pienso que quedamos,
   para mi daño y su risa,
   .................. -arme]
   y fue purgarme, atacarme... 2970
   ¡ Válgate el diablo por prisa !

Vase.    Sale don GASTON

GASTON:      A ver hermana del modo
   que vuestro preso guardáis
   he venido, y pues estáis
   con tal cuidado el día todo 2975
   sin que le perdáis de vista,
   no por descuido se irá.
PETRONILA:      Preso, hermano mío, está,
   sin que se queje o resista.
   En la obligación que os tiene 2980
   deseoso de pagar
   en cosa que os ha de dar
   gusto, y a mí me conviene.
GUILLEN:      Vuestra hermana y mi señora,
   puesto que es mi carcelera, 2985
   interceder por mí espera
   y ser mi procuradora.
   Y yo, si de este lenguaje
   usar con ella es razón,
   con el alma y corazón 2990
   le pagaré el carcelaje.
GASTON:      Si yo os veo, don Guillén,
   con el sosiego que es justo,
   tendré en eso mucho gusto.

Sale MAROTO con la cabeza torcida

MAROTO:      Cuantos me escuchan y ven 2995
   se admiran de la postura
   de mi cabeza trocada.
GASTON:      ¿ Qué es esto ?
MAROTO:                        Una cabezada
   que hoy me ha dado mi ventura.
   Como todos ponéis duda 3000
   en mi grosera simpleza
   y habéis dado de cabeza,
   mi cabeza, cual veis, muda,
   la Dama del Olivar,
   para que tanto portento 3005
   hoy os sirva de escarmiento
   y la vengáis a buscar.
   Asióme con ambas manos,
   y como es de barro el hombre,
   porque este caso os asombre 3010
   y me deis fe más humanos,
   de una vuelta que me dio,
   cual si fuera de tornillo,
   acá me echó el colodrillo
   y acá la cara me echó. 3015
   Dice que esto sea señal
   de que en el olivo hermoso
   os espera, y que un famoso
   convento, en fábrica real,
   la labréis allí en que viva, 3020
   que su sagrario ha de ser
   el olivo, donde a ver
   vaya Aragón esta oliva;
   que a los padres Redentores
   se entregue la dicha casa, 3025
   por ser gente que a Argel pasa
   y con divinos fervores
   como olivos frutifican
   en la casa de su Dios.
   Patrón habéis de ser vos 3030
   si este templo la fabrican
   dejando el blasón aquí
   eternamente fundado
   del renombre que ha ganado
   la sangre de Bardají. 3035
GASTON:      ¡ Caso nuevo !
PETRONILA:                          ¡ Gran milagro !
GASTON:      ¡ Virgen santa !    Don Gastón
   os pide humilde perdón.
   Yo desde agora os consagro
   esa casa, que ha de ser 3040
   honra de mi descendencia.
   No perdamos tal presencia.
   Venid don Guillén a ver
   esta nueva maravilla.
   Suelto estáis, que no es razón 3045
   que nadie quede en prisión.
   si está la reina en mi villa.
GUILLEN:      Debidas gracias os doy.
GASTON:      A la Virgen se las dad.
GUILLEN:      Pagaré la libertad, 3050
   Petronila hermosa, hoy
   con quedar de nuevo preso
   en el lazo y yugo santo
   vuestro, si merezco tanto.
PETRONILA:      Mi ventura estriba en eso. 3055

Sale GALLARDO

GALLARDO:      En fin, las manos atadas
   y la purga en la barriga...
GASTON:      ¿ Qué es esto ?
GALLARDO:                          Es cierta fatiga
   de tripas alborotadas.
GASTON:      ¡ Gallardo ! Descolorido 3060
   estáis. ¿ Habraos maltratado
   esta gente ?
GALLARDO:                      Hanme sacado
   el alma a traición.
GASTON:                                ¿ Qué ha sido ?
GALLARDO:      Escarmentar desde hoy
   más de alcahuetar a ninguno. 3065
GASTON:      Pues ¿ qué es ?
GALLARDO:                      Un mal importuno,
   mal de madre por detrás.
   Poeta, señor, me he vuelto,
   que en lugar de redondillas
   a pares las seguidillas 3070
   echo, y mucho verso suelto.
   Que me declare, dirás,
   y así a lo pulido digo
   que vengo por más castigo
   con vómitos por detrás. 3075
GASTON:      ¡ Buen humor !
GALLARDO:                        El bueno y malo
   he purgado, ¡ vive Dios !
GUILLEN:      Sueltos estamos los dos.
GALLARDO:      Para ti será regalo
   que, en fin, por tu vida has vuelto; 3080
   mas yo que con tal pasión,
   sin cadenas ni prisión,
   cada momento me suelto.
   ¿ Qué he de hacer ? Pero ¿ qué es esto ?
   ¿ Quién la cara os puso ansí ? 3085
MAROTO:      Vamos, señores, de aquí;
   así el cielo me la ha puesto.
GALLARDO:      En eso nos parecemos
   los dos, sin ser Galalón,
   que las caras a traición 3090
   y la enfermadad tenemos.
GASTON:      Virgen, yo os haré una casa
   en que os sirva la Merced.
   ¡ Vos a todos nos la haced !
GUILLEN:      Desde hoy vuestro amor me abrasa, 3095
   doña Petronila hermosa,
   y dejando travesuras
   he de fundar mis venturas
   en teneros por esposa.
GALLARDO:      Yo me holgara si tuviera 3100
   la cara atrás como vos,
   que de esta suerte, par Dios,
   que lo que purgara viera.

Vanse.    Salen los VILLANOS

NISO:      ¿ Mi Laurencia bandolera
   después de estar deshonrada ? 3105
   ¿ Y no ha de ser castigada
   la torpeza infame y fiera
   de quien ha sido ocasión
   de tanto mal ? ¿ Esto es bien ?
   Si no mata a don Guillén 3110
   y me venga don Gastón
   tendré causa contra él justa.
ARDENIO:      Don Gastón de Bardají
   es noble y cuerdo, y así,
   pues de traiciones no gusta, 3115
   cumplirá con vuestra queja
   como, en fin, nuestro señor.
NISO:      No hay satisfación de honor
   si vivo a don Guillén deja;
   pero, esperad, ¿ qué tropel 3120
   de gente es ésta que aquí
   sale ? ¿ No es don Gastón ?
CORBATO:                                    Sí,
   y casi todo Estercuel
   le acompaña.
NISO:                        ¿ A qué vendrán ?
MONTANO:      Quizá viene a dar castigo 3125
   al crÜel.
CORBATO:                    También lo digo.
ARDENIO:      Si el señor de Montalbán
   muere, yo quedo contento.
NISO:      Y yo haré que mi Laurencia,
   alegre a nuesa presencia, 3130
   trueque en gozo mi tormento.

Salen todos los que pudieren

MAROTO:      Este es el olivo santo
   donde vi la vez primera
   y la segunda a la Virgen
   que me torció la cabeza. 3135
   Aquí la habemos de hallar.
GASTON:      Hinquemos todos en tierra
   las venturosas rodillas,
   y con oraciones tiernas
   la Salve todos digamos, 3140
   porque obligada con ella
   nuestra ventura asegure
   mostrándonos su presencia.
PETRONILA:      Yo, pues, comienzo la Salve.
   Aurora del Sol divino 3145
   que a alumbrar el mundo vino
   con sus rayos, Dios te salve.
GASTON:      Hija del eterno padre,
   reina de inmenso poder,
   en ti mereció tener 3150
   nuestra dicha, reina y madre.
GUILLEN:      A Dios pusiste en concordia
   con el hombre rebelado,
   porque en ti la espera ha hallado,
   Virgen de misericordia. 3155
MAROTO:      Tú quitaste el amargura
   de la fruta triste de Eva,
   porque en tu amor goza y prueba
   el alma, vida y dulzura.
PETRONILA:      Aunque nuestra culpa muestra 3160
   el castigo que temblamos,
   seguros contigo estamos,
   que eres esperanza nuestra.
GASTON:      Por patrona te nombramos;
   sin tu favor no podemos 3165
   vivir; por luz te tenemos,
   madre nuestra, a ti clamamos.
GUILLEN:      Pues de los cielos airados
   eres la llave maestra,
   haz como en la patria nuestra 3170
   te gocen los desterrados.
MAROTO:      Y, pues eres madre nueva,
   de nuestra gracia y perdón
   hijos tuyos sólo son
   los que fueron hijos de Eva. 3175
   Sin ti huérfanos estamos,
   y como el niño suspira
   cuando a su madre no mira,
   Señora, a ti suspiramos.
GASTON:      Si lágrimas derramando 3180
   gana el cielo el que es más fuerte,
   tus hijos que están advierte,
   Madre, gimiendo y llorando.
GUILLEN:      Sin ti, que de nuestro espanto
   eres remedio, ¿ qué haremos 3185
   los que afligidos nos vemos
   en este valle de llanto ?
MAROTO:      Si nuestro consuelo muestra
   tu presencia, Virgen bella,
   muéstranos tu luz en ella, 3190
   ea, pues, abogada nuestra.
PETRONILA:      Alivia nuestros enojos;
   si en tus ojos la paz vive,
   que nuestra vida recibe,
   muéstranos esos tus ojos. 3195
GASTON:      Que si fueron rigurosos
   los de la ira de Dios,
   esos tus luceros dos
   serán misericordiosos.
   Alegrando nuestro luto 3200
   tú que eres árbol de vida,
   nos darás con paz cumplida
   a Jesús, bendito fruto.
MAROTO:      Porque cuando nos encuentre
   el enemigo crÜel, 3205
   tendremos remedio en él
   por ser fruto de tu vientre.
PETRONILA:      ¡ Oh palma, oh ciprés, oh rosa !
   Alegra nuestra esperanza,
   Luna llena sin mudanza, 3210
   ¡ oh clemente ! ¡ oh piadosa !
GASTON:      ¡ Oh aurora de nuestro dia !
   ¡ Oh arca del testamento !
   ¡ Oh estrella del firmamento !
   ¡ Oh dulce Virgen María ! 3215
GUILLEN:      Con tus favores benignos
   y gracia, ruega por nos,
   sagrada Madre de Dios,
   para que seamos dignos.
MAROTO:      En el mar que el mundo ha visto, 3220
   donde la culpa se embarca,
   pues de Noé eres arca
   de las promesas de Cristo.

Aparécese la VIRGEN, Nuestra Señora

VIRGEN:      Hijos, el amor que siempre
   he tenido a vuestra tierra, 3225
   pues en vida a Zaragoza
   ilustré con mi presencia,
   me obliga a que mi retrato
   os deje, en quien todos tengan
   refugio en sus afliciones 3230
   y socorro en sus miserias.
   Labradme en este olivar
   un monasterio e iglesia
   que mis hijos Redentores
   dichosamente posean, 3235
   y haciendo el altar mayor
   en esta parte, por prueba
   de que soy paloma pura
   que el ramo de oliva lleva,
   en este olivo tendré 3240
   mi sagrario, sin que vean
   que sus hojas saludables
   eternamente estén secas.
   Sanarán enfermos tristes
   de enfermedades diversas 3245
   con las hojas de este olivo
   poniendo mi gracia en ellas.
   Y el pastor que descubrió
   esta maravilla inmensa

Vuélvesele la cara adelante

   y ya por mi favor tiene 3250
   en su lugar la cabeza,
   sirviéndome en esta casa,
   trocará campos y ovejas
   por la oveja que dio al hombre
   el Agnus que Juan enseña. 3255
   Hónrate de aquí adelante
   a los patrones que heredan
   esta villa y devoción
   con hazañas y nobleza.
   Hijos, mi imagen os dejo. 3260
   Reverenciándome en ella,
   La Dama del Olivar
   ilustra la patria vuestra.

Encúbrese

GASTON:      ¡ Oh, hermosura del Carmelo !
PETRONILA:      ¡ Oh, luz de nuestras tinieblas ! 3265
GUILLEN:      ¡ Oh, salud de nuestros males !
MAROTO:      ¡ Oh, en fin, paz de nuestra guerra !
GASTON:      Yo emplearé en vuestro servicio
   aquí mi vida y hacienda,
   que buen mayorazgo en vos 3270
   a mi sucesión le queda.
MAROTO:      ¡ No sé cómo ya no tengo,
   señor, la cabeza tuerta !
   Desde hoy pastor de la Virgen
   he de ser, y mi esposa ella. 3275

Sale LAURENCIA

LAURENCIA:      ¿ Qué luz es la que ha alumbrado
   mi alma, que loca y ciega
   en desatinos vivió ?
GASTON:      ¿ Qué es aquesto ?
NISO:                          Mi Laurencia.
LAURENCIA:      Una voz de este olivar, 3280
   entre estas ocultas sierras
   donde el agravio, me hizo,
   de don Guillén, bandolera,
   me llamó, y viniendo
   aquí con la virginal presencia 3285
   de esta señora divina,
   mis vicios dan hoy la vuelta.
   Yo os consagro, insigne imagen
   mi vida, y desde hoy ordena,
   si en pecados la imité 3290
   en virtud ser Magdalena.
GALLARDO:      Yo vengo tan bien purgado,
   que ningún mal humor queda
   en mi cuerpo ni en mi alma.
   Gallardo, Virgen inmensa, 3295
   será vuestro motilón;
   y si me dan la despensa,
   seré un santo despensero,
   si es posible que esto sea.
GASTON:      Partamos a Zaragoza, 3300
   y al general que gobierna
   la Orden de la Merced,
   Pedro Nolasco, que es piedra
   divina de este edificio,
   convidaremos que venga 3305
   a tomar la posesión
   de esta Virgen pura y bella;
   y labrándose al momento
   fábrica que permanezca
   en honra de nuestra sangre 3310
   la piedad aragonesa
   tendrá un santuario más.
GUILLEN:      Y yo, Petronila bella,
   siendo esposo vuestro,
   doy al cielo firmes promesas 3315
   de enmendar mis travesuras.
GASTON:      La imagen divina es ésta
   y Dama del Olivar.
   Perdonad las faltas nuestras.


FIN DE LA COMEDIA