Juan Manuel
Libro de la caza de las aves

CRISTUS ADSIT NOBIS GRATIA.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espiritu Santo. Amen.

Dice y amonestanos el Apostol que todas las cosas que hemos de hacer hagamoslas en el nombre del Señor,porque todo don bueno y acabado de El viene, y sin El no puede ser hecha cosa alguna.

Y por consiguiente, llamando su ayuda y gracia, comenzare una pequeña obra para ejercicio de los hombres, por apartarlos del ocio y malos pensamientos y para que puedan tener, entre sus enojos y cuidados, algun placer y recreo sin pecado; la cual obra sera un pequeño escrito, que tratara de la CAZA DE LAS AVES Y DE SUS PLUMAJES,DOLENCIAS Y CURACION.

Al muy honrado Padre y Señor Don Gonzalo de Mena, por la gracia de Dios Obispo de la muy noble ciudad de Burgos. Pero Lopez de Ayala, vuestro humilde pariente y servidor se encomienda a la vuestra merced.

Señor, dice el filosofo Aristoteles en el octavo libro de las Eticas, en la Filosofia Moral, que a los verdaderos amigos, de buena y honesta amistad, no los separa la distancia de lugares; que quiere decir que por estar los amigos verdaderos alejados uno de otro y separados por luenga tierra, la verdadera y honesta amistad no se destruye entre ellos, antes esta dura y firme en su valor.

Y Señor, hace gran tiempo que fui y estoy alejado de vuestra presencia y vista por largo espacio de tierra, empero siempre la vuestra buena y verdadera y honesta amistad tuvo siempre en mi todo su valor.

Y señor, como en las quejas y cuidados sea gran consuelo al paciente tener memoria de sus amigos, en consecuencia, Señor, en la mi gran afliccion o queja que tome desde algun tiempo aca en la prision do estoy, tuvo por consuelo acordarme de vuestra verdadera amistad. Porque, segun dice San Isidoro, cuando el hombre esta en buen estado y seguro, la verdadera amistad hace las cosas mas dulces que son. Y si el amigo esta en tribulacion, la buena y verdadera amistad pone en las cosas adversas y tristes, consuelo y gran alivio. Porque con el consuelo del amigo sostienese el corazon del atribulado, y no puede caer.

Y como por muchas veces recibi alegria y consuelo de vos en la caza de las aves, en la que os tuve siempre por maestro y Señor; y por cuanto, Señor, en esta arte y ciencia de la caza de las aves oi y vi muchas dudas, asi en el razonar sobre los plumajes y condiciones y naturalezas de las aves; como en domesticarlas y ordenarlas para tomar las presas que deben y tambien, para curarlas cuando adolecen y son heridas. De esto vi algunos escritos que razonaban sobre ello, pero no concordaban unos con otros; tambien vi a muchos cazadores conversar sobre esto, y cada uno tenia su opinion, y por esto acorde trabajar, por no estar ocioso, en poner en este pequeño libro todo aquello que halle mas cierto, asi por los libros como por las opiniones de los cazadores, segun la experiencia que, de este hecho de caza, probe y vi.

Hecho este pequeño libro, acorde enviaroslo, porque sois mi Señor y maestro, para que vos lo veais y enmendeis y añadais y mengueis lo que a vuestra merced pluguiere. Porque aquella opinion que vos querais y determineis, aquella acepto.

Y en este libro tomare este orden: primeramente mostrare cual fue la razon que movio a los hombres a la caza de las aves; y despues pondre capitulos ciertos de todo lo que aprendi y vi y oi en esta arte, asi de los plumajes, como naturalezas y condiciones de las aves; y despues la practica del halcon nebli, porque es el mas noble y mas gentil de todos; igualmente, despues, pondre las enfermedades y sus señales; y curas y remedios para ellas.

Nuestro Señor Dios, cuando crio el mundo e hizo el hombre, todos los animales, por El criados, hizo y puso para estar al servicio del hombre, y por tanto dijo el Profeta David en los Psalmos, alabando a Dios por las gracias y mercedes señaladas que hizo al hombre: «todas las obras, Señor, por ti hechas sojuzgaste al servicio del hombre, aves del cielo», etc.

Y porque los servicios que el hombre ha de tomar de las cosas, deben ser honestos y con razon, acordaron, siempre, todos los sabios, que los hombres deben excusarse mucho de estar ociosos, porque es causa y achaque de pecar; porque no ocupandose el hombre en algunas cosas buenas y honestas, nacenle, en consecuencia, pensamientos en el corazon, de los cuales nace tristeza y mortificacion; de tal tristeza viene escandalo y desesperanza que es raiz de toda perdicion. Y tambien asi como el ocio, segun dicho habemos, traia estos daños y males al alma, asi trae gran daño al cuerpo; que cuando el hombre esta ocioso, sin hacer ejercicio y sin trabajar con el cuerpo y mudar de aires, fatiganse los humores y al cuerpo, consiguientemente, le recrecen dolencias y enfermedades.

Y por excusar estos daños, que vienen al alma y al cuerpo estando los hombres ociosos, procuraron aquellos que hubieron de criar hijos de los reyes y de los principes y grandes señores, tenerlos, con todo su poder, guardados de estar ociosos, y que trabajasen e hiciesen ejercicio por sus personas y cuerpos en algunas cosas buenas y honestas, con que tomasen placer sin pecado, sirviendose y aprovechandose de las cosas que Dios crio e hizo para servicio del hombre, segun dicho es. Y entre los muchos modos que buscaron y hallaron para esto, vieron, tambien, que estaba bien que los señores y principes anduviesen, algunas horas del dia, en la mañana y en las tardes, por los campos, y mudasen de aire e hiciesen con sus cuerpos ejercicio.

Y, pues que asi andaban por los campos, era necesario que hubiese conocedores en tal arte, que supiesen capturar aves bravas, y las domesticasen y amansasen, y las hiciesen ami gas y familiares del hombre; y despues, con las tales aves tomasen las otras aves que andaban bravas y esquivas en el aire. Y que los tales maestros, para hacer esto, fuesen muy sutiles y muy conocedores de su arte, ya que es bastante sutileza y maravilla que por arte y sabiduria del hombre, un ave tome a otras a las que por su naturaleza nunca cazara, ni en la manera que se la hacen prender.

Asi vemos que por arte y sabiduria del hombre, un halcon tagarote, toma una grulla que es ave muy grande y fea; tambien derriba el cisne y la avutarda y la cigueña y el ansar brava, y las embaraza en tal manera que un galgo traba de ellas y las contiene hasta que el cazador llega y las recoge.

Hay, tambien, otros bienes en la caza de las aves; una virtud que llama el filosofo en el cuarto libro de las Eticas, magnificencia que quiere decir grandeza o hechos de grandes señores; porque noble cosa es, y grandeza a un señor, tener halcones y azores y aves de caza en su casa; porque teniendolas como se debe, parecen muy bien en las casas de los grandes señores y lo mismo en el campo delante de ellos, cuando cabalgan y van a ver tal caza. Por ello procuraron tener la tal caza de aves.

Y, pues que de ella es la materia del presente libro, pondre aqui el indice de los capitulos por los cuales podran saber quienes de este arte tomaren placer, algunas cosas provechosas para su ayuda.

Capitulo I.-De las aves que son llamadas de rapiña, asi como azores, halcones y gavilanes, esmerejones y alcotanes.

Capitulo II.- De los plumajes de los halcones, y primeramente del halcon nebli.

Capitulo III.- Del halcon bahari y tagarote.

Capitulo IV.- Del halcon gerifalte.

Capitulo V.- Del halcon sacre.

Capitulo VI.- Del halcon borni.

Capitulo VII.- Del halcon alfaneque.

Capitulo VIII.- Como se debe regir y gobernar el halcon nebli y ciertas reglas de practicas para ello.

Capitulo IX.- Como se debe limpiar el halcon del piojo.

Capitulo X.- Como se debe purgar el halcon del agua comun que no es vidriada.

Capitulo XI.- Como se debe purgar el halcon del agua vidriada.

Capitulo XII.- De la purga comun para purgar del cuerpo al halcon.

Capitulo XIII.- Del halcon tuberculoso.

Capitulo XIV.- Del halcon que esta atemorizado.

Capitulo XV.- Del halcon que tiene guermeces.

Capitulo XVI.- Del halcon al que le remanece el papo.

Capitulo XVII.- Del halcon que tiene el papo y tripas llenas de viento.

Capitulo XVIII.- Del halcon que tiene plumadas viejas.

Capitulo XIX.- Del halcon que tiene inflamacion en el buche.

Capitulo XX.- Del halcon que tiene lombrices.

Capitulo XXI.- Del halcon que tiene filandras o filomeras.

Capitulo XXII.- Del halcon que tiene piedra.

Capitulo XXIII.- De la ulcera que se hace en la llaga del halcon.

Capitulo XXIV.-De la comezon que tiene el halcon en las plumas, por lo cual se las come y se las arranca.

Capitulo XXV.- Del halcon al que se le cae la uña.

Capitulo XXVI.- Del halcon que tiene reuma en los pies.

Capitulo XXVII.- Del halcon que tiene hinchados los pies o le arden.

Capitulo XXVIII.- Del halcon que se le quiebra la pierna.

Capitulo XXIX.- Del halcon que se le quiebra el ala.

Capitulo XXX.- Del halcon que se le quiebra el ojo.

Capitulo XXXI.- Del halcon que tiene hinchazon entre el cuero y la carne.

Capitulo XXXII.- Del halcon que devuelve y tiene papo y tripas frias.

Capitulo XXXIII.- De los halcones que son heridos de aves.

Capitulo XXXIV.- De la herida del halcon, asi abierta como cerrada.

Capitulo XXXV.- De la caida o abatidura del halcon en que el se hiere.

Capitulo XXXVI.- Del halcon que tiene las tripas fuera.

Capitulo XXXVII.- Del halcon que tiene las quijadas torcidas.

Capitulo XXXVIII.- Como debes hacer la muda a tu halcon.

Capitulo XXXIX.- De algunos halcones que no quieren mudar y como haras para que tu halcon mude muy deprisa.

Capitulo XL.- Como haras despues que tu halcon hubiere mudado.

Capitulo XLI.- De los azores.

Capitulo XLII.- De los gavilanes.

CapituloXLIII.- De los esmerejones.

Capitulo XLIV.- De los alcotanes.

Capitulo XLV.- Del paso de las aves.

Capitulo XLVI.- De como se deben injerir las plumas quebradas.

Capitulo XLVII.- De cuales cosas y medicinas debe andar apercibido el cazador y traer consigo para sus aves.

Capitulo I

De las aves que son llamadas de rapiña, asi como azores, halcones y gavilanes, esmerejones y alcotanes

De cada dia vieron los hombres como, naturalmente, unas aves toman a otras y se ceban y alimentan de ellas, y las tales aves son llamadas de rapiña: asi como son aguilas, azores, halcones, gavilanes, esmerejones, alcotanes y otras.

Y estas dichas aves, salvo el aguila, nunca comen otra carne si no fuere de aves que ellas por si toman y cazan; pero el aguila cuando no puede tomar o cazar algun ave de las que acostumbra tomar o cazar, torna a tomar liebre, o conejo, o cordero pequeño, y aun viene al perro muerto, por la gran glotoneria que en ella hay.

Y hay, tambien, otras aves que algunas veces se ceban de las aves que toman, pero comunmente sus viandas son carnizas de bestias muertas, asi como son los cuervos carniceros, que muchas veces toman aves vivas, pero su caza natural es carniza de bestias muertas y de aquello tienen su mantenimiento.

Tambien hay otras aves que se cuentan entre las rapaces y toman y cazan aves vivas, e igualmente toman y se ceban de ratones y de tales cosas que se crian en la tierra; y entre ellas estan las atahormas y budalones y aguiluchos.

En todas las aves de rapiña son mayores las hembras que los machos.

Y hay otras aves que su mantenimiento solo es de carnizas, y no toman aves vivas, asi como buitres, abantos, quebrantahuesos.

Hay otras aves que su mantenimiento es de carnizas, gusanos de la tierra y frutas, asi como son cornejas, picazas, y otras.

Tambien hay otras aves que su mantenimiento es de simientes, asi como avutardas, grullas, perdices, palomas, tortolas, pajaros.

Y tambien hay otras aves que su mantenimiento es de pescados, asi como aguila pescadora y alcatraces y otras aves de mar. Y hay otras aves que andan ribera de las aguas y su mantenimiento es peces menudos y gusanos de los que se crian en el agua y fuera, en las hierbas; son anades, cisnes, ansares bravas y otras.

Asi pues, las hay de muchas maneras y diversidades y de diferentes alimentaciones, pero de todas las aves las mas limpias son aquellas que solamente se alimentan y mantienen de aves vivas, y cada vez que se quieren cebar toman ave viva, y desde que se han cebado de ella no cuidan de lo que queda y aunque al otro dia lo hallen, no se preocupan sino de buscar y cazar otra ave viva para su comer. Y estos son azores y halcones, gavilanes, esmerejones, alcotanes.

Tales aves como estas decidieron a aquellos que esta arte hallaron, a tomarlas, amansarlas y hacerlas conocidas al hombre, y tomar con ellas las otras aves bravas, y no solamente tomar con ellas a aquellas aves y presas en aquella manera que la naturaleza les otorga; mas con el trabajo y sutileza del cazador, tomanse otras aves y presas, y por mas extrañas formas que solian tomarlas. Asi como el balcon toma la garza alta en las nubes, perdida de vista o toma la grulla yendo alta por el aire, y asi otras aves, en muy extraña manera; lo que nunca tomaran si no fuese por la maestria y sutileza del cazador.

Por esta razon los señores y los que tomaron placer en tal caza buscaron hombres maestros y sabios y de buen tiento, y de gran paciencia para ordenar, y guardar, y cazar con las tales aves. Pues aunque los señores y aquellos a quienes esta tal caza pluguiese, tuvieren gran placer en poseer tales aves, y cobrarlas, y poderlas tener, faltabales saberlas regir. Y supuesto que las tuviesen, como dicho habemos, y las supiesen regir y alimentar, faltabales saberlas curar y medicinar cuando adolecen y estan heridas. Por esto decia Don Juan, hijo del Infante Don Manuel y Señor de Villena, que fue muy gran señor, y era muy cazador y muy ingenioso en esta ciencia de las aves, que gran diferencia habia de querer cazar y ser maestro de caza, al saber regir y hacer las aves; y tambien que habia gran diferencia de saber educar un ave, a saber curarla y ser buen cetrero, que quiere decir buen medico para ellas, y buen cirujano.

Consideremos estas tres cosas: primeramente querer cazar y tener gran voluntad de ello; lo segundo, saber hacer y ordenar que tomen tan extrañas aves y por tan desusada manera como hemos dicho; lo tercero, cuando su ave adoleciese o fuese herida, saberla curar. Y porque todas estas tres cosas son menester al buen cazador, hablaron de ello, de diferentes maneras, los que se complacian en esta caza, e hicieron algunos libros, cada uno segun entendio y alcanzo su experiencia.

Y como dije en el comienzo, porque habia diversas opiniones entre los cazadores, determine reunir en este libro todo aquello que vi a grandes señores y muy cazadores que mas cierto habian hallado, y puselo, sometiendo a la enmienda de los que mas entendieron lo que yo oi a grandes señores y cazadores en muchas partes. Y tambien lo que dijeron algunos de ellos que no vi yo.

Primeramente en

Francia: al Duque de Borgoña y al Conde de Flandes y de Artois y al Conde de Tancarville, y en

Aragon: al Vizconde de Illa, y a don Pedro Jordan de Urries, mayordomo mayor del Rey de Aragon; y a Don Pedro Fernandez de Hijar, rico-hombre. Y en

Castilla: lo que dijo Don Juan, hijo del Infante Don Manuel, Señor de Villena; y Don Gonzalo de Mena, obispo de Burgos; y Don Enrique Enriquez, y Don Juan Alfonso de Guzman, y Remir Lorenzo, comendador de Calatrava; y Garci Alfonso de la Vega, Caballero de Toledo; y Juan Martinez de Villazan, alguacil mayor del Rey, y don Ferran Gomez de Albornoz, comendador de Montalban, y lo que dijeron dos halconeros, el uno del Rey Don Fernando de Portugal, que se llama Pero Menino, y el otro Juan Fernandez Burriello, halconero del Rey Don Pedro; porque todos estos supieron y saben mucho en este arte, e hicieron muchas curas de aves que son muy ciertas y muy probadas.

Luego, primeramente dire de los plumajes de los halcones y cuantas clases de plumajes hay en ellos; tambien donde crian y nacen, y que aspecto y plumas deben tener; y despues dire como se deben curar cuando adolecen o son heridos de grullas, o de garzas o en cualquiera otra manera.

Me extendere mas en la practica del halcon nebli y en su gobierno, porque, verdaderamente, esta es la mas noble y mejor de todas las aves de caza, y quien buen cuidado tuviese con el nebli, en todas las otras aves podra tener buen cuidado.

Capitulo II

De los plumajes de los halcones y primeramente del halcon nebli

Halcones, entre cazadores, comunmente, son llamados seis plumajes, o seis linajes de ellos, que es a saber: neblis, baharis, gerifaltes, sacres, bornis, alfaneques. De los tagarotes no hacen mencion aparte porque se les considera como baharis, aunque en el plumaje haya diferencia entre el bahari sardo, o mallorquin, o de Romaña, con el bahari tagarote; sin embargo, en todas las condiciones son de una naturaleza, segun mas cumplidamente dire adelante en el capitulo que habla del halcon bahari.

Y debeis saber que en todas las tierras de cristianos, salvo en España, son llamados estos seis plumajes por sus nombres, porque al gerifalte llaman asi por su nombre, gerifalte, pero no halcon, y al sacre dicen sacre; y al borni y al alfaneque llamanlos laneros. Y a todos estos no los llaman halcones, antes dicen que son villanos, asi como quien dice halcones bastardos o fornecinos.

Solamente al nebli y al bahari llaman halcones gentiles, porque tienen las manos grandes y los dedos delgados, y en sus talles son mas gentiles, ya que tienen las cabezas mas firmes y mas pequeñas, y las alas en las puntas mejor sacadas, y las colas mas cortas, y mas esbeltos en las espaldas y mas apercibidos y mas bravos, y de mayor esfuerzo; y en sus alimentos son mas delicados que los otros que dicho habemos. Y quieren ser alimentados de mejores viandas, y ser traidos siempre muy bien en la mano, por el gran orgullo que tienen, y no sosiegan mucho en la alcandara y son de muy gran corazon.

Los gerifaltes, y sacres, y bornis, y alfaneques son de otros talles y complexion en los cuerpos, y las colas mas largas, y las cabezas grandes, y las manos mas gruesas, y los dedos mas cortos y mas gruesos, y sufren mejor aunque les den mas toscas viandas.

Cualquiera que sea el plumaje del ave, si le dieren buenas viandas y fuere bien traido siempre, lo hallaras en el su volar y cazar, y en estar mas sano; pero unos halcones hay que soportan en su alimentacion mas toscas viandas que otros, porque si tu dieres la vianda con que el borni y el sacre se sustentan, al nebli, poco tiempo te servirias de el, ya que por su naturaleza es tan delicado, que luego se cargaria de dolencias y se perderia.

Y los halcones neblis en todas las tierras son llamados gentiles, que quiere decir hijosdalgo, y en Castilla y en Portugal son llamados neblis, pero al comienzo fueron llamados nebis y con el tiempo corrompiose este vocablo y llamanlos neblis.

Y en Aragon y en Cataluña llamanlos peregrinos, por comparacion de los peregrinos y romeros que andan por todas las tierras y por todo el mundo, que asi son los halcones gentiles, o neblis o peregrinos, que todo el mundo andan y atraviesan con su volar, partiendo de la tierra donde nacieron.

Pero en Francia, y en Alemania, e Italia llaman halcones peregrinos a unos halcones neblis que algunas veces se hallan y capturan; tienen ya las tijeras tan largas como los cuchillos mayores, y sobrepasandolos, lo que comunmente no tienen los halcones; y cuando tales halcones peregrinos son capturados, precianlos mucho porque salen muy buenos.

Debeis saber que los halcones neblis se crian y nacen en Alemania del Norte, en una comarca que es llamada Suecia; tambien en Noruega y en Prusia. Alli los compran los mercaderes y los traen a las comarcas de Alemania, cuando vienen a Flandes, y traenlos a Brujas, y de aqui los llevan a todas las tierras: a Paris, a Bretaña, y a Hainaut e Inglaterra; y traen algunos a España, para los reyes y señores que se lo encomiendan a los mercaderes cuando van alla a Brujas.

Y estos halcones asi traidos por los mercaderes son muy peligrosos de adquirir, porque vienen cargados de agua, y de malos humores, a causa del alimento de malas viandas que les dieron. Por no hacer gran dispendio y gastos con ellos, suelen darles carne de vaca y de oveja; pero generalmente, los mas les dan perros, y aun dicen que la carne mas liviana que hallan para ellos es la de perro; mas estos halcones asi alimentados estan en gran peligro, porque cuando los toman los señores y cazadores que los compran, y los tornan a las buenas viandas, mueren muchos; unos, de lombrices o gusanos y agua vidriada, y otros, tuberculosos.

Esto sucede porque con la buena vianda que despues comen, muevenseles los humores malos que habian adquirido con las malas viandas y vienen a resolverseles en dolencias mortales.

Los tales halcones, de que dicho habemos, son duros de educar, por cuanto son capturados muy cerca de donde se criaron y nacieron, y aun algunos de ellos en los nidos, y no saben mucho de cazar, porque muy poco tiempo se cebaron por si; pero los que se salvan y se domestican, salen muy buenos y muy seguros.

Tambien hay halcones neblis que se crian en el Condado de Saboya, en las montañas que limitan el dicho Condado de Saboya con la tierra del Señor de Milan; suelen tomarlos en los nidos, por esto no salen tan buenos, y cuando los mercaderes los tienen en venta, entre los otros halcones, luego se conoceran porque, tan pronto como se ilumine el lugar para que el comprador vea los halcones en sus alcandaras, luego, los halcones tomados de los nidos, gritan y chillan, espeluzanse y alzan las alas y exhiben y muestran su pequeño esfuerzo.

Tomanse muchos halcones neblis bravos en muchas partes del mundo, y en muchos reinos, y vienen de la tierra y comarca donde se crian y nacen, con el paso de las aves: sisones, palomas y otras aves de paso. Estos halcones, asi venidos, unos suelen capturarse muy jovenes, en los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre; los que se capturan en adelante hasta comienzo de febrero, son mas adultos para domesticarlos, y llaman en Francia a estos halcones tardios, halcones de rapela, y salen muy buenos, porque saben ya cazar muy bien, y traen todo el plumaje deslanado por las aguas, ya que han dormido mucho tiempo fuera del nido. Traen la cola toda rozada en la punta de las plumas, del estribar que hacen sobre ella cuando toman las presas y se ceban en el campo; estimanlos mucho los cazadores, porque en tales halcones como estos no hay otro trabajo sino tranquilizarlos y hacerlos señoleros, que cuanto al cazar, ellos lo saben ya.

A los halcones primeros que dijimos, tomados tan jovenes, llamanlos en Francia halcones presos sobre el pais, y en Castilla, a todos los halcones tomados asi -de cualquier plumaje que sean- llamanlos halcones zahareños o arabigos.

En cuanto a Castilla, los mejores neblis que se capturan son los de las rocinas, y en tierra de Sevilla; y tambien son muy buenos en Portugal los que se toman en el campo de Santarem. Todos estos halcones salen muy buenos, porque se apresan muy lejos de la tierra donde nacen, ya que, segun todos piensan, vienen de Noruega y Prusia y Suecia y del confin de Alemania del Norte, donde se criaron y nacieron, y vinieron con el paso de las aves, porque en España no existe nadie que haya hallado nido de halcon nebli. Son muy buenos, tambien, estos halcones capturados en las rocinas y cerca de las marismas, por cuanto se ceban, a diario, de aves de ribera como abocastas y anades y garzotas y otras ralcas que son buenas, pero que -ademas- el halcon nebli, por su naturaleza, tiene que cazarlas.

En Castilla se aprehenden otros halcones neblis, en los pinares de Olmedo y lugares comarcanos, pero estos no salen tan ciertos ni tan seguros como los que decimos que se toman en las rocinas, porque estos halcones tomados en los pinares son mas bulliciosos, ya que siempre se ceban en palomas y cornejas y sisones, que son raleas peligrosas: lo uno, porque hay muchas, y lo otro, porque el halcon se va muy lejos, perdiendose con la presa, y si la alcanza, cebase, y lo pierde muy pronto el cazador.

En muchos reinos y comarcas se apresan halcones neblis bravos y los de una comarca salen mejores que los de las otras. Pero tan noble es el halcon nebli, y de tan buen esfuerzo, que si con el trabajares, siempre lo hara bien, teniendo en cuenta que el plumaje bueno, el ser capturado en buena comarca y en buen tiempo, el tener buen cazador, de gran paciencia, y buenas viandas, mucho favorece al nebli, y lo contrario no hay duda que lo daña.

Debeis saber que el halcon pocas veces acaece al hombre que pueda escogerlo, porque no hay en esta tierra tantos, y cuando uno lo encuentra toma lo que halla; pero si sucediere que lo hayais de escoger, cuando vayais a los lugares en que los mercaderes los tienen para vender, o si los rederos que los apresan tuviesen dos o tres de ellos, es preciso conocer sus plumajes por que escojais lo mejor.

Hay halcones neblis que tienen lo blanco albisimo y abundante, y lo demas como gris; son llamados en Francia halcones dedames, que quiere decir, halcones de dueñas; y son muy hermosos, muy mansos de educar y de muy buen talante. Tienen el plumaje muy bueno y no tan brozno como los otros plumajes y aun tienen las colas mas largas y salen buenos garceros. A estos halcones, en Castilla, llaman los halconeros y cazadores, doncellas; y en Francia blanchantes.

Hay otros halcones neblis, cuyo plumaje es rubio y el pico grueso; son de grandes cuerpos y salen muy buenos altaneros y garceros.

Otros halcones tienen su plumaje pardo y la cabeza pintada y el pico orlado de amarillo y son halcones corpulentos, de buena complexion y muy emplumados; llamanlos en Castilla coronados, y si lo hallares, trabaja con el, no te duela el tiempo que con el afanares.

Otros halcones neblis hay, que en su plumaje tienen una pinta menuda, delgada, ancha y amarillenta. A estos llaman en Castilla zorzaleños, que quieren decir halcones pintados como zorzales, y generalmente son halcones menudos, muy bulliciosos y van mucho a las presas y a las palomas; son de poco sosiego. A los tales, cargalos de cascabeles hasta que vayan sosegandose, pues de estos suelen salir buenos altaneros.

Otros halcones hay con el plumaje negruzco; son llamados roqueces y son duros de educar, pero acaban por someterse y salen muy buenos altaneros y garceros y grueros: guardate de irritarlos, porque facilmente se enojan.

Despues que por el plumaje, segun he dicho, hubieres observado tu halcon, le miraras las proporciones de esta manera: que tenga las espaldas descargadas y buen pecho, y de mucha carne en el cuerpo y en las cujas; el zanco grueso y corto, las manos grandes y los dedos delgados y largos, las ventanas bien abiertas, que tenga unas pocas plumas que le salgan por encima de los hombrillos de cada parte, porque pocos halcones las tienen; que sea bien emplumado en la cola; que tenga gran estropajo de pluma y la pluma dura y cuanto mas bravo y mas esquivo fuese al comienzo, tanta mas confianza ten en el.

Tambien el torzuelo nebli, si lo hallares de buen plumaje, trabaja con el, pues salen muy buenos altaneros.

Son muy buena compañia el torzuelo nebli y el torzuelo borni, porque el nebli torzuelo es muy ligero, y sube muy alto, y el borni siguelo y sube con el, y se sosiega el nebli con el borni, porque el borni no sabe ir a la ralea. Sed ciertos que hacen muy hermosa voleria los dos, y yo vi un nebli torzuelo muy buen garcero al Señor de la Ribera, camarero mayor del Rey de Francia.

Capitulo III

Del halcon bahari y tagarote

Algunos creeran que no es razonable hablar antes del halcon bahari que del halcon gerifalte, por cuanto los gerifaltes son muy grandes halcones, de muy gran parecer y estimanlos mucho los señores: los que salen buenos son muy maravillosos garceros y grueros; pero no es de maravillar, porque segun dije en el comienzo de este libro, hablando de los plumajes de los halcones, el halcon bahari es llamado gentil en todas las tierras, salvo en España,

segun sus condiciones y complexion y manos y dedos y valentia, en todo lo cual se parece al halcon nebli; cosa que no tienen los halcones gerifaltes, porque quien bien mire y considere el halcon gerifalte, hallara que se parece a un gran borni.

Ademas, segun arriba dijimos, es villano por tener las manos gruesas y los dedos cortos; no hay duda de que los gerifaltes, despues de educados, son muy buenos halcones, pero al comienzo son dificiles de amaestrar, porque de su naturaleza son cobardes, lo que no ocurre a los baharis, que son valientes y dispuestos por naturaleza; por ello hablare aqui del halcon bahari.

Habeis de saber que los halcones baharis se crian, los mas de ellos, en la Isla de Cerdeña, y son llamados sardos; otros baharis se crian en la Isla de Mallorca, y son mejores; y otros se crian en Romaña, y son halcones granados y muy buenos. Todos estos son muy buenos halcones para grueros, por cuanto son muy rabiosos y caninos y trabadores.

Los halcones tagarotes, que son contados por baharis, se crian allende la mar, en Africa.

De todos los halcones baharis, pocos son altaneros, porque por la gran hambre que muestran no se mantienen en lo alto, sino que en cuanto ven las anades aguadas, luego se posan, y quieren pescar y toda su ligereza es a ras de tierra; sin embargo, algunos salen muy buenos altaneros.

Yo vi al Rey Don Pedro un halcon bahari mallorquin, al que llamaba Doncella, y traialo un su halconero que decian Alfonso Mendez; era muy buen garcero y en la ribera subia mas alto que cualquier nebli de cuantos el rey tenia que eran, cuando yo vi esto, bien cuarenta neblis altaneros, sin contar los garceros, grueros (pues tenia seis lances de neblis y baharis para grullas), y sin contar gerifaltes y sacres.

Los baharis son muy buenos grueros de aventaja.

Vi tambien un bahari sardo al Rey Don Pedro -traialo su halconero Ruy Gonzalez de Illescas, comendador de Santiago- que sin ayuda de otro halcon derribaba grulla, cigueña negra, ansar brava y cisne y los retenia hasta que llegaba el galgo.

Los halcones baharis y tagarotes son buenos grueros y ayudantes; yo vi al Rey Don Pedro un tagarote que traia un su halconero que decian Juan Criado, y llamaban al halcon Botafuego y sin ayuda de otro mataba la grulla y no era muy grande.

Ademas, todos los baharis, asi sardos como mallorquines, y de Romaña y tagarotes, son muy buenos perdigueros porque su ligereza se muestra mas a poca altura aproximando el pecho al suelo, con estilo muy hermoso, y vuelan, por tanto, bien el alcaravan.

Son los baharis halcones muy seguros, y no van a las raleas como los neblis, y sus plumajes son de esta manera: los baharis sardos son oscuros comunmente y los mallorquines y de Romaña son mas rubios y mas granados, de mayores espaldas y mas valientes; los tagarotes son muy diferentes en el color y en el talle porque son halcones pequeñisimos, tanto, que no hay otro plumaje que lo tenga semejante, y son amarillentos como dije en el capitulo del nebli.

A todos estos baharis, llamanlos en Francia halcones gentiles: y dicen halcon gentil de Cerdeña, o halcon gentil de Romaña y, por el tagarote, halcon gentil tagarote; y en Aragon llaman a todos halcones baharis, monteris.

Observaras que su factura sea como la del halcon nebli: que tenga derribadas las espaldas, mucha carne, gran cuja, buen zanco y gran mano y los dedos largos y delgados y grandes ventanas nasales.

Capitulo IV

Del halcon gerifalte

Los gerifaltes son halcones que tienen el cuerpo mas grande que ningun otro halcon, y se crian en Noruega y en aquellas partes donde dijimos se crian los halcones neblis y no se hallan en ninguna otra tierra.

Los traen a Flandes cuando traen los neblis. Los gerifaltes son muy duros de educar; ademas, pocos de ellos escapan de ser gotosos, o ciegos, o de poca vista, o cobardes y de flaco corazon. Se debe tener cuidado con los gerifaltes al comienzo de ponerles el capirote porque son, de todos los halcones, los que peor lo toman y si no se tiene buen tiento en ello al principio, toman tan gran enojo con el capirote, que no lo quieren consentir, y con la porfia del que se lo quiere poner, vienen a asustarse.

Los plumajes de los gerifaltes son estos:

Unos hay que son llamados blancos, en manera que tienen muy poco de lo gris, y estos son finos de Noruega; son muy preciados de los grandes señores por su hermosura, y salen muy buenos garceros.

Yo vi un gerifalte que fue regalado al Rey Don Carlos, padre de este Rey Don Carlos que ahora reina en Francia; capturado en la isla de Layron, que esta cerca de la Rochela, fue cogido salvaje, que es maravilla, porque yo nunca oi decir que se capture gerifalte zahareño en estas tierras; era este gerifalte tan blanco como una paloma blanca, salvo que tenia unas plumas oscuras al traves, en las cujas. Por su grandeza, y cabeza, y manos, y talle se reconocio por gerifalte; y no se preocuparon de que fuese garcero, ni volase presa, salvo tenerlo asi, por maravilla, porque el rey lo preciaba mucho.

Tambien hay gerifaltes que son llamados letrados, porque tienen lo blanco muy blanco y el resto muy oscuro, y bien comparado todo; parece como libro escrito de letras gruesas, y por esta comparacion los llaman letrados, y salen de ellos muy buenos.

Tambien hay gerifaltes llamados grises, porque lo que tienen negro es como una pequeña grisa; tienen hermoso plumaje, y salen buenos y muy ligeros.

Ademas hay halcones gerifaltes que son oscuros y son llamados roqueces; son de gran esfuerzo, pero son feos.

De estos asi, prietos, vi uno a mosen Bureau, Señor de la Ribera, camarero mayor del rey de Francia; habiaselo enviado como presente el gran maestro de Pruza, que era tan roques y prieto, que apenas se divisaba lo blanco y era el mejor garcero del mundo.

Debeis saber que el gerifalte que se da bien, mata mucho mas ligero y mejor la garza, o grulla, o la presa a que fuere lanzado, que ningun otro halcon: mata la garza muy alta; al subir no hace tantos giros como el nebli, y va mas derecho en sus vuelos y, aunque por su corpulencia, arranque pesado, desde que comienza a cabalgar en el aire siempre cobra mejor ligereza.

Debeis hacer que el gerifalte, en el comienzo, mate liebre, porque, por un lado, pierde las cosquillas que tiene en las manos, ya que de su naturaleza son cosquillosos, y, por otro, cobra ligereza y sabe contener el resuello en el trabajar que hace con la liebre, y en el alzar y venir a ella.

Es, tambien, muy bueno al gerifalte hacerle volar la perdiz, por cuanto esta vuela largo trecho y saca mucho espacio al halcon y a cualquier ave que la siga.

Tambien es bueno al gerifalte volar la lechuza, porque sube mucho y porfia, y le sirve como traina de garza para en adelante.

Y una vez que a estas cosas hubiere volado el gerifalte algun tiempo y adquirido ligereza, podras hacerlo garcero dandole sus trainas, o echandolo con otro maestro, cuando la garza se le rinda; algunos hay que son de buen esfuerzo y de buen talante y la matan por su voluntad.

Es bien traer a los gerifaltes siempre en la mano, porque como son pesados, si se caen de la alcandara podrian peligrar; y cada vez que le quitas el capirote quiere ser halagado con el roedero y que se le haga placer.

Cuando quisieres escoger el gerifalte, lo primero que haras sera mirarlo por los pies; y si tiene clavos en ellos o los tiene hinchados, que es comienzo de ello; y tambien observalo por la vista, aunque es dificil de mirar, porque tendran los ojos claros y son escasos de vista; pero miralo mostrandole el roedero, u otra cosa, por ver si es apercibido de vista; y por las proporciones, cata que sea bien derribado de espaldas, y no sea corcovado, y que sea de buena carne y de buena cuja, y buen zanco, y buenas ventanas, y buenas manos, y los dedos cortos y gruesos, al contrario del nebli, y que no sea cabezuelo. El torzuelo gerifalte es muy bueno, sale buen gracero, y es muy ligero, mas es sañudo, y muy delicado y melancolico, y necesita hombre pacienzudo.

Capitulo V

Del halcon sacre

Los sacres son halcones grandes de cuerpo; tienen las colas largas, y se crian en Noruega y en aquellos lugares donde dijimos que se crian los neblis y gerifaltes, y con ellos los traen los mercaderes. Hay tambien halcones sacres que se crian en Romana y son muy buenos.

De los sacres hay los mismos plumajes que en los otros halcones, porque unos son rubios, otros mas oscuros y mas aun blancos, y de todos salen buenos. Tienen los sacres en su plumaje lo que no tienen otros halcones; que por muchas veces que el halcon sacre mude, se queda tal como era antes y no muda el color de las plumas, como hacen todos los otros halcones; salvo que no queda el plumaje tan brozno como cuando era pollo y hacenseles unas orladuras en derredor de las plumas que bastante poco se divisan.

Pero yo vi un halcon sacre, que era de los de Romaña; fue mio y se lo di a Don Alvar Perez de Guzman, y a las cuatro mudas hizo los cuchillos mayores de cada ala, tan blancos todos como una paloma blanca, y todas las plumas en derredor del cuello grandes y pequeñas, y una peñola de la cola; perdiose y creo que, si no se perdiera, y hubiera podido mudar otra vez, habria tenido mas plumas blancas, hasta que por el tiempo fuera todo blanco, porque muchas plumas, grandes y pequeñas, tenia ya pintadas de blanco.

Con los sacres ocurre lo que con los neblis; que los que toman bravos por las tierras, que son llamados zahareños, son los mejores, aunque hay en ellos alguna dificultad en educarlos, y salen de ellos muy buenos garceros y grueros y para toda cosa buenos; son, tambien, buenos perdigueros, y buenos lebreros, pero no entran en la liebre, salvo los que son tomados zahareños, como dicho habemos, y matan bien lechuza y alcaravan; vuelan mejor con viento y preparanse mejor a el que otros halcones ningunos.

Los torzuelos sacres son tambien muy buenos y yo vi al Rey Don Pedro uno que fue del Rey Don Alfonso, su padre; traialo Ruy Gonzalez de Illescas, comendador, y era muy orgulloso garcero.

Han menester los halcones sacres buen tiento y quieren siempre andar bien alimentados, porque muy de ligero se conturban; y a los halcones sacres no les ponen en la ribera, porque son halcones pesados para remontar; en Brabante y en Francia vuelan con ellos en la ribera, mas no son de altaneria, aunque los torzuelos son mejores para ello.

Cuando lo examinares, fijate en que sea descargado de las espaldas, y de buena carne, y buena cuja, y buen zanco, y los dedos cortos y gruesos, y la cola la mas corta que pudiere ser, y las puntas de las alas, largas, y buenas ventanas nasales bien abiertas, y no lo olvides en la alcandara, porque se hacen truhanes y algunos embravecen; la buena mano del cazador es la mejor alcandara que cualquier halcon puede tener.

Capitulo VI

Del halcon borni

Halcones bornis se crian en muchos lugares: crianse en la alta Alemania y en Noruega, y en aquellos lugares donde se crian los neblis, gerifaltes y sacres; y en todas las tierras, salvo en España, son llamados laneros. Los que traen de Alemania son buenos y seguros y grandes de cuerpos. Otros bornis se crian en tierra de Saboya y de Lyon delRodano, que esta entre el Imperio y Francia, y son muy buenos; otros se crian en Castilla, en Alava, en Guipuzcoa y en Vizcaya; en Losa de Asturias de Santillana y Asturias de Oviedo; en Galicia y en Santiago de Montizon; y de estos, son muy buenos los de Galicia, que son roqueces.

En Asturias de Santillana hay una muda que llaman tagre, y tienen plumas entre los dedos; de estos tagres vi al Rey Don Pedro un torzuelo que fuera de Garcilaso de la Vega, que llamaban Pristalejo, y era buen altanero, de manera que, sin compañia, mataba dos pares de anades mayores tan bien como un nebli. Vi tambien en las Asturias de Oviedo, un halcon borni torzuelo al Obispo de Leon, Don Diego Ramirez de Guzman, y diolo al Rey Don Pedro y era buen garcero.

Pero de todos los bornis, los que llaman provinciales en Castilla y en Francia son llamados laneros de Crau, son los mejores; tomanlos de paso, despues de San Juan hasta San Miguel, en el Crau de Arles que esta en Provenza; tomanlos tambien en la playa de Lunel, y en Florencia y en derredor de aquella comarca que esta en Languedoc, que es señorio del Rey de Francia, y todos son llamados de Crau; son muy buenos y ligeros y cada año prueban mejor. Son buenos para perdiz, liebre, lechuza, alcaravan, doral, garza.

Los torzuelos que son llamados laneros, precianlos mucho en toda Francia para la ribera, y no se cuidan de otros, salvo que sean de Crau; salen muy buenos altaneros, y hacen muy buena compañia a los neblis, y estos sosiegan mucho con ellos, porque todo el dia andan sobre el agua y no se parten de alli ni van a raleas. Echados primero que los neblis, porque si hay algunas raleas, huyen y ellos no las siguen. Tambien sosiegan a los anades y cuando el nebli es echado, hallara la ribera limpia y vuela mas seguro, porque no hay raleas a las que vaya. Al comienzo son graves y duros de hacer altaneros, porque no es su naturaleza y pronto se posan, pero acostumbrandose cada dia con los neblis, educanse y quieren andar en buena carne.

Lo primero, debeis obligarlos a que vuelen picazas, porque de alli se acostumbran a andar alto y a sostenerse y atender a su maestro y a la presa; despues que algunos dias volaren asi por las picazas, los echaras con el nebli en la ribera, y aunque se pose, no te enojes, porque usando de cada dia a volar con el nebli, el tornara a guardarlo. Cuando fuere hecho altanero, dale siempre a roer anade, porque se debe alimentar de otra manera que el nebli, ya que el borni es altanero contra su naturaleza y no sabe remontar sin darle a roer como hace el nebli. Has de levantarle a su mejoria y que este cerca cuando le levantares, porque no puede de lejos alcanzar asi como el nebli; quieren traerse en la mano, y cuando son dos hacen buena compañia. En Francia, cualquier señor, aunque tenga muchos, siempre tendra una copla de estos bornis, que son dos, y toman siempre los mas granados. Yo vi en Paris una copla de ellos, que son dos torzuelos volantes, valer cien francos de oro, y volaban por todas las marismas que hallaban y son muy placenteros.

Los bornis, los hay blancos, rubios y roqueces, y de todos salen buenos; procuraras que sus proporciones sean asi:

Bien descargados en las espaldas -y no sean corcovados, ni estrechos de hombros-,y sean de buena carne, y no piernilargos, y tengan buen zanco, buena cuja, gran mano, y los dedos cortos y gruesos; la cabeza llana y el ojo enconado; buen pico, la cola corta, buenas fosas nasales, y buen estropajo de cola. Y aunque dicen que el borni con cualquier vianda pasa, si tu le dieres buena gallina, o buena vianda, se lo veras en el volar. Si son zahareños, valen mas y quieren ser traidos en la mano.

Capitulo VII

Del halcon alfaneque

Los halcones alfaneques comunmente son blancos y las cabezas rubias; hay algunos mas roqueces, otros mas comonegros. Se crian allende la mar, en Africa, en el reino de Tremecen y en la isla de Alhabiba y nadie sabe que por aca se crien alfaneques ni tagarotes.

Otros halcones se crian en el reino de Tunez, que son mas roqueces, y tienen las colas largas, son llamados tunizos, y son como entre alfaneques y bornis.

Hay otros halcones que son llamados entrecelis, y dicen que son mezcla de tagarote y alfaneque, y aunque son muy buenos, pocas veces aparecen.

Estando yo en Alicante, que es en Aragon, ribera de la mar, llego alli una nao que venia de la Berberia; traia muchos alfaneques y compre algunos; y el señor maestre de la nao diome uno que decia el que era entreceli, y, en verdad, el talle, manos, y rostro, eran de tagarote, mas las plumas y su color era de alfaneque y tuvelo mucho tiempo; no me preocupe de hacer de el otra cosa sino perdiguero y esto se lo hice hacer muy bien, pues era muy ligero.

Los halcones alfaneques son muy placenteros y matan bien y hermosamente la liebre -señaladamente cuando son dos-, y no entran en ella; y la perdiz vuelanla bien, mas pocos la asientan y matan bien; y doral, garzota y cuerva, si son puestos en la ribera, hacenlo bien.

Yo vi en casa del Rey Don Pedro un alfaneque, torzuelo muy pequeño, que llamaban Pica-higo y fuera de Don Enrique Enriquez, que mataba un par de anades sin compañia, tan bien como un nebli; y mataba cuerva negra, las encapuchadas, un doral viniendo por el cielo y garzota. Todas estas cosas consigue el bueno, porfiado y paciente cazador.

Los alfaneques deben andar delgados y bien señoleros, porque luego que les da un poco de sol se pierden, y dicen que se tornan a Tremecen, de donde vinieron, y creo que pasan alla, ya que nunca oi decir que fuese aqui tomado zahareño, salvo si tomasen a pocos dias alguno de los que se perdian asi; y son mejores los alfaneques en la tierra fria que en la tierra caliente. Enseguida crian clavos en las manos; catalos, por su complexion y rostro, lo mismo que al borni.

Capitulo VIII

Como se debe regir y alimentar el halcon nebli y ciertas reglas practicas para ello

A los cazadores parecera que estas reglas que yo aqui pondre para gobernar un halcon nebli estan de mas; porque diran que no es cazador el que esto no sabe; yo no las pongo para los que asi son maestros, pero los hombres, cuando comienzan a cazar, no lo saben todo y tiene necesidad de ver y oir a algunos de los que mas vieron y mas probaron en este arte de cazar.

Cuando yo comence a trabajar con el nebli, mucho me pluguiera haber hallado un pequeño escrito tal como este, por donde me pudiera regir y gobernar, y guardar de hacer algunos yerros que hice en la caza, con lo que dañe muchos halcones, aunque yo era sin culpa, que no sabia mas; y cuando me acompañaba con halconeros que sabian el arte, paraba mientes, y por ventura, en un mes aprendia un capitulo, de lo que veia.

Si quisieres todos los capitulos que principalmente cumplen para el regimiento de un nebli, en pequeño espacio, lo veras aqui y cada dia te podras apercibir. En consecuencia, los nuevos cazadores se aprovecharan de ello, y por tanto pondre reglas ciertas para el gobierno del nebli, porque, en verdad, este es el señor y principe de las aves de la caza, y quien bien supiere gobernar y regir el nebli, todo el regimiento de las otras aves puede mas ligeramente saber.

Debeis saber que los halcones neblis, segun arriba hemos dicho, los traen de Suecia, Noruega y la alta Alemania, donde se crian; traenlos en las cocas que vienen a Flandes y a Brujas: llegan muy entecados y dolientes de cuerpo, aunque no lo muestran. Esto es asi, lo uno, por las malas viandas de que los mercaderes, o los que los traen, los han alimentado; tambien, porque vienen en el navio mal traidos y quebrantados de la mar y han estado gran tiempo presos sin volar, y sin tener sus plumadas, y sus cuidados; y si aun cuando el dueño los tiene, los piensa y cuida de ellos y vuelan, tiene bastante que hacer para tenerlos sanos, cuanto mas con todas estas ocasiones. Por lo cual, si de tales halcones hubieres de comprar a mercaderes que asi los tengan, es menester apercibirte, mirar e asegurarte bien de lo que tomas, en lo que de fuera puede parecer, y haras asi:

Cuando mirares el halcon, mirale primero las proporciones y el plumaje, segun dicho es mas arriba, y si todo no lo hallares junto en un halcon, toma lo mejor que pudieres, y si otra cosa no pudieres, a lo menos, lo primero y principal escogelo de buen plumaje, porque tal halcon nunca se puede cambiar si no es a bien; ademas, mira que el halcon nebli con que hubieres de trabajar, tenga buen cuerpo, porque si es feble y de poca complexion, no es duradero, aunque al comienzo muestre hacer todo bien.

Cuando le hubieres escogido por el plumaje y por el cuerpo, mira la boca si la tiene sana, o si tiene guermeces o comienzo de ellos, y mirale los ojos si los tiene sanos de nube.

Mirale tambien si tiene todas sus plumas en las alas y en la cola; que no le falten del todo, pues aunque esten quebradas, puedense injerir, aunque mas valdria que estuviesen sanas.

Mira ademas si tiene alguna pluma como tijera o cuchillo mayor, quebrada por el cañon bajo, de manera que no se pueda injerir, pues mas valdria que le faltase del todo, porque naceria, y la peñola quebrada por el cañon bajo, que no se puede injerir, esta en peligro; que yo vi algunas veces que el halcon no la mudaba por no poder ayudarse del pico en trabar de ella, pero acaece pocas veces. Asimismo, mirale si tiene clavos en los pies, o comienzo de ellos, y si tiene todas sus uñas.

Despues que hubieres escogido y tomado tu halcon, lo primero que haras luego este dia es bañarlo con oropimente; que sea una onza, bien molido y muy cernido, y darselo seco en polvo, echandoselo por todo el flojel, poniendole en todas sus plumas y guardale los ojos y las orejas cuanto pudieres. Procura derribarlo dulcemente, cuando este baño hicieres, y sujetalo dulcemente, y ten quien te ayude a ello.

Este tal baño es bueno para el halcon pollo, porque el no tiene tan hermoso plumaje que hayas de tener cuidado de no mancharle las plumas, y el oropimente de cada dia hace su obra por el calor y por el olor que en el hay; limpia mucho al halcon del piojo, y es menester este baño largo, porque jamas podra hacer bien el halcon en cuanto tenga piojo, porque con el piojo que tuviese tendria bastante que contender.

Es bueno que este baño le sea hecho enseguida, antes que se comience a hacer ninguna cosa con el, porque si lo comenzasen a amansar, y hacer conocer la mano, y el señuelo y el rostro del hombre, todo lo perderia y de esto naceria, cuando lo cogieres para bañarlo y lo hicieres, algun sinsabor. Y por tanto, que pase lo primero aquella melancolia y trabajo, y en adelante tratarlo bien y no enojarle. Pero dijimos aqui del baño del oropimente para los halcones pollos; mas despues que son mudados, y tienen sus plumas hermosas, si tuviesen piojo es mejor el baño de agua y pimienta, segun que adelante diremos.

Despues que tu halcon fuese bañado del piojo, guarnecelo de buenas pihuelas, cascabeles y capirote. Las pihuelas que sean de buen cuero delgado y bien adobado, y que no aprieten el zanco; los cascabeles que sean regularmente grandes, segun el cuerpo del halcon; y el capirote sea de buen cuero delgado, tieso y bien hecho en guisa que no le toque los ojos; y que sea tal que no lo derribe de la cabeza cuando se sacudiere.

La primera vez que le hubieres de quitar el capirote con que vino de Flandes, y le hubieres de descoser los ojos, si es capturado de Zahara, o los trae cosidos, haz que sea de noche, a la candela, y entonces se tranquilizara mas; y ponle el capirote que ha de traer en adelante, y hazlo velar la noche toda. Durante el dia siguiente que no caiga de la mano, ni en otros veinte dias ni noches, o mas, segun vieres que se calma, y no lo hagas menos, aunque el velar no tienes por que hacerlo tan ahincadamente como los primeros diez dias. Pero todo esto va cual fuere la voluntad del halcon, y cuidate bien que no lo escarmientes en el poner del capirote y que se lo pongas dulcemente.

Cuando se vaya calmando, trae siempre contigo roedero que le muestres, y sea de buena vianda; y tenga carne de que el halcon tome algunas picaduras y vaya perdiendo esquivez con el comer. Y cuando lo tuvieres de noche a la candela, quitale el capirote y muestrale el roedero, porque vaya tomando placer, y siempre torna a ponerle el capirote con la mano liviana, y no le hieras ni le des en el rostro, que lo enojaras. Si al comienzo no quisiere comer, no te quejes por ello, porque no lo hace sino por bravura.

El que lo velase toda la noche, tenga la candela en la mano o delante... y no se olvide el vino para el halconero y los que le ayudaren.

Tan pronto vieres que tu halcon comienza a tener hambre y abre la garganta como tragon, dale algunos dias vaca, lavada en agua tibia, hecha pedazos pequeños y limpia de grosura y nervios; y despues torna a darle una polla o gallina, que no sea muy grande, tambien hecha pedazos y lavada en el agua tibia; y a la noche dale las plumadas y junturas de huesos del pescuezo de la gallina, o de los nudos de la cuja, y un poco de carne con ellos, y mirale bien por las mañanas, que veas si ha hecho su plumada.

Cuando vieres que tu halcon mira hacia la mano cuando le quitares el capirote, por ver si tienes algo que darle de comer, procura entonces traer contigo, en una pequeña liniavera de lienzo limpio, una pierna de gallina o un ala, y dale de ella algunas picaduras, y dale a desplumar, y cuando el estuviere en mejor sabor de comer, tornale su capirote dulcemente.

Una vez que vieres que tiene ya hambre verdadera, apartate de el y prueba si querra subir en la mano, a la lua, con toda la lonja suelta; y cuando subiere en la mano, dale buena vianda y hazle todo placer. Despues que tu halcon, sin duda alguna, salta a la mano, y cada vez que le muestras el roedero no mira por otra cosa sino por comer, entonces encarna bien tu señuelo con un corpanzo de gallina con su cuello, cabeza y cola, en manera que de cada parte este bien encarnado; toma un cordel bien recio y delgado y ata tu halcon fuera, en el campo, en lugar que sea llano, sin matas y sin piedras, para que no se enrede el cordel, y dale alli de comer en el señuelo, hasta que lo conozca, de la mejor vianda que tuvieres, esto es, el corazon de la gallina, los sainetes y la pierna; dale, entonces grandes voces, andando en derredor de el, dando con la lua en tierra, para que vaya perdiendo el miedo y aprenda a lo que ha de tornar. Todo esto lo haras con tiento, para que no lo atemorices; y siempre, en la noche, dale un poco de vianda en agua tibia y sus plumas y juntas.

Despues que tu halcon conociere bien el señuelo y lo sigue y no lo puedes apartar de el, hazle venir volando al señuelo, aun con el cordel, y procure el que tiene el halcon, tenerlo bien derecho en la mano, de manera que vea bien el señuelo cuando se lo mostrares, y no lo echen de la mano hasta que el de su voluntad salga. No lo señoleen de ojo al sol, porque no vera bien el roedero del señuelo, y podria perderse. Vaya el pico hacia el viento y echalo en lugar limpio, sin matas; el señuelo, que lo vea y se pose luego en el y no lo eches de rostro, sino al traves, o a espaldas del que señolea; y cuando el halcon se posare en el señuelo, ve a el muy quedo, hablandole mansamente, y dale alli toda la mejor vianda que tuvieres; luego que hubiere comido, sacalo con un roedero y dejale limpiar su pico, y que se sacuda, y, entonces, ponle su capirote y traelo muy sosegado en la mano.

En cuanto veas que ya viene muy bien al señuelo, llamalo a la tira sin cordel, alejado de villa y de monte, y dale algunas gallinas a degollar en el señuelo, encubierta la gallina, que no la vea y beba la sangre de ella; todo este afan es para concertar y amansar un nebli en treinta dias, para que en adelante vuele en la ribera. Pero todo esto es segun la pericia del cazador y plumaje y corazon del halcon.

Cuando hiciere buen dia claro y con sol, pruebale el agua en lugar apartado, al sol y en buena gamella, o buena vasija, y estate cerca de el siempre, apercibido con el roedero en la mano, para que, si vieres que no quiere sosegar, lo tomes, y advierte no lo hagas por fuerza entrar en el agua, que se escarmentaria; antes bien, ten algunos sainetes y muestraselos en el agua, para que con codicia de ellos salte al agua, y daselos alli que los coma. Y cuando asi le hubieres de hacer probar el agua, haz que tu halcon haya comido primero media pierna de gallina, porque si mucho comiese tendria dos trabajos: de enjugarse y de gastar lo comido, y siempre, en adelante, pruebale el agua a mas tardar a los cuatro dias, y despues que fuese bañado ponlo a la sombra un poco, porque con el sol, si fuese recio, se torceria las plumas, y luego, a poco espacio de tiempo, tornalo al sol, porque se enjugue y piense de si, y dejalo bien pensar de si a toda su voluntad antes que le hagas volar. Si fuese tarde y no tuvo tiempo de enjugarse, ponle delante dos candelas por la noche en una camara, y pensara de si; y dale buena alcandara segura, porque toda esa noche pensara de si y se sacudira muy recio.

Para vianda de tu halcon es bastante a la mañana un miembro de gallina, pero si fuese gerifalte, o tagarote, a estos daras a cada uno segun el cuerpo que tiene. En la noche dale sus plumadas, juntas y algunas picaduras de buena vianda, y con ello siempre las plumas bañadas en el agua tibia; y guardate siempre de darle nervios ni carne dura, porque no lo puede moler, y dura siempre mucho en el buche. Tampoco le des grosura, porque le empalaga y le engruesa la tripa que va al buche, y hacele no tener hambre.

Aunque en España no lo usan, en todas las tierras donde cazan con el nebli, o con cualquier otros halcones, señaladamente en Brabante, que esta en Alemania, y lo mismo en Francia, Inglaterra e Italia, tienen esta regla: cuando dan de comer a su halcon, si le dan de ave viva, siempre pasan la vianda que le dan por el agua fria, y si la carne que le dan es fria, pasenla por el agua tibia, y es provechoso para tener el halcon sano y sin orgullo, porque la vianda muy caliente enciende el halcon, y la muy fria enfrialo, y, por tanto, es bueno templarlo asi todo.

Asi lo hacen los brabanzones, que son gentes de Brabante, hoy los mejores halconeros del mundo, y que mas saben en esta arte, y tiene razon, porque lo usan mas que ningunas otras gentes, pues la tierra de Brabante es una tierra muy llana, y de muchas lagunas, que llaman ellos fluches por lagunas, y hay muchas aves. Cuando vienen las cocas a Flandes, que traen los halcones de Alemania y de Noruega, luego van alli los halconeros de Brabante, porque esta muy cerca de alli y compran muchos halcones para educarlos en su tierra, y cuando llega la cuaresma, que los halcones son ya volantes y concertados, van con ellos a Paris, otros a Inglaterra, otros a Colonia, y al Imperio, a venderlos a los señores; quien quisiere altaneros, quien quisiere garceros, de todo hallara.

Vale un nebli pollo altanero cuarenta francos de oro, y si fuese garcero, sesenta, y si han mudado valen mas; porque todo el peligro mayor de los halcones que vienen de aquellas tierras de donde los traen, esta en la muda, señaladamente al derribar las tijeras, porque mueren de filandras. Y por esta razon son los brabanzones buenos halconeros, porque lo tienen por oficio, y a mi me acaecio comprarles los halcones en Paris, y los halconeros de Brabante que me los vendieron venirse conmigo a Castilla, por sus soldadas.

Si tu halcon tuviese pequeñas ventanas nasales, que es gran tacha, señaladamente para el halcon altanero, que necesita venir abajo, y alzarse, y traer el huelgo suelto; si el tal tuviere las ventanas nasales pequeñas, se las labraras con un cañivete, quitandole un poco de cera, y en cuanto salga sangre ponle alli un poco de algodon y ceraza, y queda el halcon con buena ventana abierta. Guardate de labrarlo a fuego, aunque algunos lo usan, porque es muy mal modo de labrar, ya que el fuego cada dia obra mas y muchos halcones pierden los picos por ello.

Procura siempre de dar a tu halcon buena alcandara, gruesa y firme, y que no hayan estado en ella gallinas, y aun, si pudieres excusarlo, no pondras tu nebli en la alcandara en que sacre ni borni hayan estado, porque el sacre y el borni tienen mucho piojo. La casa este sin humo, sin sereno y sin polvo, y que no haya en ella cal, porque ciega; debajo de la alcandara este el suelo limpio, para que veas la plumada cuando la hiciere, o las tulliduras. Procura siempre que nunca des de comer a tu halcon hasta que haga su plumada, y si no la hiciere, haras como se manda en el capitulo de las plumadas viejas, y ponle siempre la lua debajo de los pies, y un paño de color atado a la vara, porque le es muy sano a los pies.

Cuando tu halcon fuere ya buen señolero, hazle volar picaza en lugar que no haya arboles, porque es muy buena voleria: lo uno, enseñale a alzar y bajar y retener el huelgo y atender a su maestro, y cobra gran ligereza; cuando hubiere asi un gran rato volado, dale señuelo y de comer, y despues que en algunos dias hubiere asi volado, necesitas buscar otro halcon maestro, y echale con el sobre el agua y ande con el sus giros, y antes que el se quiera bajar, dale señuelo y de comer.

Y despues que tu halcon sepa andar ya sus giros, y estuvieres en ribera, deja volar primero el halcon maestro, para que ague los anades, y entonces echa tu halcon, y dejalo andar con el maestro. Y asi, tan pronto levantares los anades y siguiere tu halcon al maestro y aguare con el y cobrareis el anade, dale señuelo y el anade en el señuelo, y cebalo alli, para que la conozca; y dale la lengua del anade mascada entre los dientes, el corazon y una pierna, y en esta guisa alimentalo hasta que derramadamente mate por si.

Gobernaras en adelante tu halcon en esta guisa: una vez que algunos dias haya andado con el maestro, cuando supieres que tienes aves sobre las que tu halcon vuele, y sea en lugar donde lo puedas socorrer y puedas entrar por seco, no sean marismas, ni muy altos juncales entre tremedales, ni haya muchos arboles, asi como salcedas, que se lisiaria el halcon; ni haya arroyo muy hondo que no se pueda pasar y socorrer al halcon, mas sean arroyos llanos y lagunas convenientes; y cuando asi hallares, ve viento abajo y alejate de la ribera y haz volar tu halcon y dejalo andar y tomar su altura, porque si de otra guisa lo hicieres y no tomases el viento, los anades no esperarian tan bien y el halcon tiraria por ellas y podria perderse. Y haciendo esto que te digo, el halcon toma su altura y pasa por encima de los anades y ellos estan tranquilos; los ve el halcon y entonces conoce sobre que vuela y todavia se pone mas alto. No seas codicioso ni deseoso de levantar las anades hasta que tu halcon tenga su altura, porque si de otra manera lo hicieres, tu halcon tomaria mala costumbre, no se alzaria mucho y tendrias luego que hacerlo levantar. Ademas, si levantares andando el halcon bajo y los anades se elevasen, el halcon no tendria altura para alcanzar y golpar; tiraria por el anade a la tira y seria gran enojo y peligro de perder el halcon. Ademas, seria un feo volar, pues toda la naturaleza, nobleza y bien del halcon altanero es que sea lo mas alto que pudiere.

Cuando vieres que tu halcon esta en su altura, levanta, siempre viento arriba y al traves, en manera que eches los anades por seco, pues entonces vendra mejor tu halcon, porque entiende que puede cobrar. Y si aguare y saliere fuera de la ribera, deja tomar altura a tu halcon y torna a levantarle los anades; si matare, acude luego, y si cobro, llega quedo a el y quitasela de las manos muy dulcemente y cabalga y corre la ribera hasta que tu halcon se levante; si otros anades hubiere alli, haz como primero hiciste, y si no los hay, o no quieres mas volar, da señuelo a tu halcon y de comer; dale siempre lengua y corazon del anade y una pierna de gallina, y esta quedo con el hasta que se limpie y se sacuda.

Si tu halcon, andando en la ribera sale y sigue alguna ralea, y si el halcon es pollo y esta en el comienzo de su volar y esta quedo, tu dale voces porque torne, y si no quisiere tornar, muestrale el señuelo, y si tornare dale señuelo y de comer; no procures hacerle volar mas entonces, y sabete que ha hecho bastante, pues torno a tu mandado. Pero si el halcon es ya volante y sabe lo que ha de hacer, y sale como he dicho y torna, dejalo andar, y si anades ahi se levantaren, haz como debes.

Procura no hacer volar tu halcon sobre aves menudas y sobre poca agua, porque si cuando el halcon viene a golpar no halla una cerceta suficiente grande, da en tierra y lisiase. Pero si el agua fuere mucha, asi como gran laguna, y hubiere alli trullos, cercetas, alzaderas y de tales aves menudas, haz volar tu halcon y levantaselas, porque siempre tornan al agua, y en esto se afeitan mucho los halcones nuevos, en venir abajo y alzar y engolosinanse mucho; cuando un largo tiempo hubieren asi volado y acuchillado en ellas, dale señuelo cerca del agua y dale de comer, y no pases cuidado aunque no recobre ninguna de ellas.

Si los anades estuvieren en seco, no hagas volar tu halcon hasta que entren los anades en el agua, porque de otra manera se levantarian y el halcon tiraria y perderla su vuelo. Pero si vieres que estan orilla del agua, esperalas que entren en el agua; si vieres que no quieren y no hallas otra cosa y tienes borni torzuelo altanero, hazlo volar, y por ventura entraran entonces en el agua los anades, y si se fueren, el borni no las seguira, y asi excusaras de no aventurar el nebli; comunalmente esto hacen los anades en el tiempo de las grandes heladas, porque no pueden romper el agua.

Estan los anades fuera de los arroyos y lagunas cuando ha llovido mucho y hay muchas aguas sobradas, de modo que en los prados estan todas las hierbas cubiertas de agua, y los anades posan y piensan de si; no tienen sino los pies cubiertos de agua, y no entran en los arroyos, por cuanto el agua corre recio por la mucha que traen, y hay peligro; vela entonces al halcon, porque estan los anades tanto como en deseo, y te guardaras de hacer volar a tu halcon en tal lugar.

Pon todo tu saber y toda tu diligencia en que tu halcon revuele y remonte, y en esto afanate cuanto pudieres, porque este es el caudal del nebli. Procura tambien, mate o no, llevar señuelo si no esta tu halcon volando un poco alto, aunque cuanto mas alto estuviere, cuando le dieres el señuelo, sera mejor. Y si estuviere posado en tierra, o en arbol, o en casa, esperale hasta que se levante, y cabalga la ribera y dale voces, y cuando se levantare y anduviere un poco sobre el agua, si no hay anades que le levantes, entonces dale señuelo, de comer y de roer, si quieres ir a cazar otros anades.

Acaece que los anades, desde que son golpadas o aguadas, se encierran asi en el agua y con el gran miedo del halcon no quieren salir, y hay halcones tan rabiosos y caninos que, cuando las ven asi vencidas y rendidas en el agua, se posan en la ribera cerca de ellas, y cuando las ven lanzanse en el agua procurando tomarlas; llaman los cazadores a esto pescar; evitalo con el remedio que se pudiere poner, y no hay otra forma de cobro sino lo mas rapido que pudieres, con vara, o con arrejaque o ballesta, cobres el anade, pues anda muerta. Cabalga y corre la ribera, para que tu halcon se alce, y cuando lo vieres elevado, da señuelo; si se hubiere mojado y estuviere en tierra porque no se pueda levantar a volar, tomalo y no le des entonces de comer, mate o no, y en adelante, si vieres que el halcon a menudo hace esto, antes sufre que se pierda el anade y da señuelo a tu halcon, antes que venga aquello, que es una cosa que los halcones hacen a menudo desde que a ello se acostumbran, y observa ademas si lo hace con gran hambre, porque anda flaco; y si esto fuere, subelo en la carne.

Vengate siempre a las mientes que el dia en que nacio el nebli para ser tomado por el hombre, y cazar con el, en ese dia nacio la gallina, y siempre traela contigo, viva; y aunque tu halcon mate otras presas y les de algunas picaduras de ellas, o el corazon, sin embargo, la gorja hazsela siempre de gallina, porque lo conserva siempre templado y sin orgullo, ya que la carne de anades y aves de ribera, y de otras cualquier presas es mochina y salvaje, enorgullece al halcon y lo hincha de horrura y no obedece al señuelo ni cuida de las raleas.

La gallina que hubieres de dar a tu halcon, no sea muy vieja, y procura que sea sana, pues si fuese doliente, o pepitosa, seria gran daño para tu halcon.

El dia que tu halcon no volare en ribera, o a buscar otra presa, no olvides señolearle a la tira, si hiciere buen tiempo, que no llueva o haga gran viento, o niebla, o estuvieres en monte; porque entonces seria peligroso y lo podrias perder; dale entonces señuelo junto a ti, y de comer.

Pero si le señoleares a la tira y tuvieres gallina encubiertamente, dasela a degollar por la boca, y beba la sangre, que es muy sana, y asi se lo oi al Vizconde de Illa, de Aragon, que es muy cazador y sabedor del nebli; dice que es muy sana la sangre de gallina en prevision de las lombrices y gusanos, y porque toma el halcon gran creencia en el señuelo.

De todas las aves yo no hallo tan diversas y tantas naturalezas como en las anades, ya que se cuentan entre ellos: abocastas, anades reales, anades gentas, capirotadas, ginetas, trullos, golondrinos, alzaderas, raillos, negretas, cercetas, y otras muchas. A todas estas y de tal naturaleza haras volar tu halcon de la misma manera, haciendo volar primero tu halcon, y que tome su altura, y despues levantar; pero a todas las otras presas, salvo sisones, asi como grulla, garza, averramia, martinete, cuervo, talvo, alcaravan, lechuza, bitor, lo echaras a brazo tornado.

Antes que los halcones pollos entren en la muda, cuando aun son pollos, es bueno, en mayo, hacerles volar sobre los sisones, porque los hacen ligeros y altos, y a estos haras volar primero tu halcon y despues le levantaras los sisones, y si recaudare, quitaselo cortesmente de las manos, cabalga y hazselo revolar. Si aun quisieres mas, que vuele otros, si los hay, si no, daras señuelo. Es muy bueno, en este tiempo, tambien volar martinetes.

Cuando quisieres que tu halcon vuele garza averramia, procura que no haga gran viento.

A tu nebli pollo hazlo volar, algunas veces, sobre las perdices, porque los hace la tal voleria muy altos y muy redondos, y toman los halcones en ello muy gran golosina y gran sabor, y vuele como te dije que debe volar sobre los sisones; si recaudare, quitasela de las manos, y no le des de roer, y cabalga y revuele, y cuando vieres que asaz ha volado, y esta alto, antes que desemballeste para bajar, dale señuelo y de comer. Procura, cuando quisieres que tu halcon vuele asi la perdiz, no traer mas de un podenco o dos, y bien mandados. Por otra parte, no le hagas volar en lugar que haya muchos arboles, pues se podria lisiar el halcon cuando viene a golpar.

Acaece muchas veces que se toman los halcones zahareños tan tarde que queda poco tiempo hasta la epoca de la muda, y es breve tambien el tiempo para educarlo y cazar con el. Para esto conviene que hagas asi: durante todo el verano no cuides de ponerlo, ni sosegarlo en la muda, mas por las mañanas y tardes frescas, hazlo volar sisones, alcaravanes y anade, y no te preocupes de otra cosa salvo de pasar asi el tiempo, volando y dando señuelo; tambien es buen volar el martinete. Cuando vieres que ya derriba mucho, asi de las alas como de la cola, traelo en la mano, y aguanta cuanto pudieres sin ponerlo en la muda; pero cuando vieres que las plumas vienes en sangre, que seria gran peligro, sosiegalo y metelo en la muda.

El dia que tu halcon no hubiere de volar, aquel dia, en la mañana, ponlo en el prado, en lugar apartado, sobre una piedra, bien atado a su lonja, y alli holgara y pensara de si; y procura que el lugar donde lo hubieres de poner, sea entre paredes, no sea en el campo abierto, porque veria las aves que atraviesan por el cielo y no sosegaria. Y tu no te apartes de el con el roedero, para que si vieres que no quiere sosegar, lo tomes.

Este poner asi en el prado no lo usan los cazadores de Castilla, mas el halconero de Brabante no lo excusaria por cosa del mundo, porque dice que su halcon ha menester de pensar de si, y tomar placer, y que le es mejor alli que no en la alcandara.

Tambien, como dije primero, guarnece siempre tu halcon de buenos cascabeles, de buenas pihuelas y de buen capirote; porque si el capirote daña o toca los ojos, podria perder la vista o tener nube, y ademas le escarmienta de tal manera que aborrece el capirote. La mala pihuela, de mal cuero o muy apretada, le hincha los pies, por lo que le recrecen la gota o los clavos. Los cascabeles sean buenos y doblados de milaña, y si tu halcon es bullicioso, y sale a menudo de la ribera, y se va con la ralea, cargalo y echale cuatro, o si menester fuere seis, segun vieres el cuerpo del halcon y su orgullo. Algunos cazadores hay que, cuando cargan su halcon por ser orgulloso y salirse de la ribera, le ponen cascabeles en la cola, y le resulta muy mal y feo; hay otros que le ponen cascabeles llenos de plomo, y esto me parece muy peligroso, pues el halcon podria mancarse muy pronto; por tanto, es mejor cargarle de muchos cascabeles, que mas empachan al halcon y lo enojan, y lo haran sosegar por ser muchos, antes que por la pesadura que soporte, en cuanto son cuatro o seis, segun cumple; y yo asi lo use y lo querria usar; aunque no sean muy buenos, no importa, en tanto que suenen. Pero cuando tuviere que traer los cascabeles que le cumplen cuando anduviere bien ordenado el halcon, los cascabeles sean agudos y graves, uno prima y otro bordon, pero tan grande el uno como el otro, que hagan buena melodia. Son buenos los cascabeles, lo uno porque el halcon parece bien cuando vuela, y lo otro porque las anades y aves sobre que volare mas se asustaran; pero, ademas, si perdieres el halcon, hallaras mas pronto su rastro porque lo oyen muchos de los que andan por la tierra, y podras tomar y saber noticia de el.

No se te olvide de traer siempre contigo capirote sobrado, para que si perdieres el capirote que el halcon trae, como acaece a menudo, tengas de que socorrerte, porque de otra manera te verias en gran enojo, peligro y quebrantamiento del halcon.

Si perdieres tu halcon, seras bien diligente en buscarle, y no te enojes de ello, y lleva contigo gallina viva y tu señuelo bien encarnado. Y si se fue con ralea, busca noticia de la tierra que llevo, y si la alcanzo, y mira bien, porque muchas veces se esconden en cuanto alcanzan la ralea, acallan los cascabeles, no suena ni come hasta que el hombre pasa. Y si otra señal no tienes, mira viento arriba y en las riberas, que alli acudira, y si lo recuperares y tuviere ralea, quitasela de las manos de manera que entienda que te peso. Y si alguna noche durmio fuera de tu poder, cargalo de cascabeles hasta que veas que esta seguro, y si, cuando lo buscares, acudiere a ti al señuelo hazle cuanto placer pudieres y dale gallina a degollar en el señuelo.

Procura que tu halcon no traiga gran pico, porque parece mal y le es dañoso; no come como debe, resuella y cargase de agua; y cuando le crece asi mucho, levantansele esquirlas, de que viene a desportillarse y perder el pico. Tambien cuando le hicieres el pico, hazlo con buen tiento, y no saques sangre, ni le llegues al maslo. Las uñas, si es altanero, tajaselas y traigalas cortas, y si es garcero no se las cortes.

Haz volar a tu halcon por la gran mañana, madrugando mucho con el; esto es buena costumbre y ademas las raleas y las aguilas no aparecen; y aun tambien lo haras volar a las tardes, porque el nebli dos veces al dia debe volar.

Cuando tuvieres nebli que sea aventajado para altaneria y redondo en la ribera, por mi consejo en aquello lo mantendras, y no lo haras garcero porque despues que son garceros, dejan mucho la altaneria, y el caudal y sutileza del arte del nebli todo es la altaneria, y tarde se halla tal halcon para ello como debe ser mientras que garcero pronto se hace el halcon, y los cazadores siempre contaron la garza por ralea.

El halcon duerma en tu camara, o en la del que tuviere cargo de cuidar de el, y tenga candela toda la noche. En España usan los halconeros dejar sus halcones sueltos, porque si de noche se sueltan de la alcandara, lo que acaece soñando que andan a caza, seria peligroso y algunos hay que se perdieron asi. En Francia, y en aquellas tierras, atanlos, porque dicen que el halconero no debe tener su halcon tan alejado de si que no lo oiga, y si estuviere suelto, podria dar en la pared, o en alguna otra cosa y lisiarse; cada uno pone buena razon por si. Pero yo siempre lo deje suelto y cerca de mi cama, si es halcon de que me pague.

Cuando tu halcon tomare alguna presa, asi como garza, u otra de la que le has de dar a comer, no le dejes comer enseguida, hasta que pele, porque el halcon esta encendido, y la carne de la presa arde, juntase todo, y hace gran daño al halcon. Y cuando un rato asi pelare, dale de comer y guardale de la sangre, porque no le es buena, ya que, como dije, son presas salvajes, y se enorgullece el halcon con su sangre, y aun con la carne si mucha le das; debes guardarlo de esto, porque el nebli de su naturaleza es bravo por el arrojo y esfuerzo que en el hay, y, por tanto, es menester de gobernarlo templadamente, pero decia Juan Fernandez Burriello que al halcon que no descendia derramadamente en la ribera era bueno darle algunas veces a comer el pecho del anade porque tomaba gran creencia y sabor. Yo no dudo que esto es verdad; pero, a la tira, es mas presto el nebli en seguir el anade, si anteriormente hicieres esto, y podras perderlo antes. Mas si el halcon es tan duro de educar que no desciende como debe, bien es alguna vez darle asi de comer en el anade, pero sea muy pocas veces.

Cuando tu halcon tomare ralea, asi como corneja, sison, paloma u otra contra tu voluntad, sacasela de las manos en manera que el entienda que te peso de ello, y no le hagas halago ninguno, sino luego ponle el capirote y no le dejes volar hasta que pase asi bastante tiempo.

Es bueno, algunas veces, dar a tu halcon liebre caliente, porque es vianda muy liviana, que remonda y limpia el buche del halcon.

Pero esto sea una vez en el mes, y dale una gorja, mas guardale de la sangre, porque es muy seca y hace huelfago; cuando el halcon trabaja mucho, es buena vianda, y vi que Ramir Lorenzo, comendador de Calatrava, que arriba hice mencion de el entre los cazadores y grandes halconeros, fue buen cazador, y especialmente fue muy buen cetrero, y cuando tenia azor de Noruega y hallaba garza en el Tajo, que es rio caudal, y moraba cerca de alli, el hacia guardar la garza, y con los halcones alfaneques que tenia iba a buscar la liebre, y despues que la tomaba, cogia entonces su azor, e iba a echar la garza, y su azor la tomaba en guisa que cayese en el agua grande y se mojase. Aquel dia dabale el corazon de la garza, y todo el papo de la liebre, porque era vianda buena y liviana. El azor llevaselo luego al buche; y decia que asaz tenia el azor de trabajar en enjugarse y, por tanto, habia menester no ser alimentado de vianda sino liviana, como es de liebre.

Cuando quisieres hacer a tu halcon garcero, haras asi: si tu vieres que tiene ojo para la garza y llega a ella, mas no pega con ella, bajale un poco la carne, y dale hambre. Si vieres que ni con esto quiere trabar de ella, entonces busca halcon maestro que sea buen garcero. Y cuando vieres que el halcon maestro vuela, y la garza se rinde, entonces quita el capirote a tu halcon, y dejalo volar, que luego se juntara, con el maestro, a lo que ve rendido, y si la garza muere, hazle alli todo el placer que pudieres, y dale en la garza a pelar, que la conozca, y dale el corazon de ella, y tuetanos y una pierna de gallina, y coma algunas picaduras en la tabla de la garza. Mas nunca jamas hartes a tu halcon con carne de garza, porque es muy viscosa, mochina, empalaga mucho, y aborrecenla los halcones muchas veces por ello.

Despues que tu halcon haya comido en cinco o seis garzas, y las mata denodadamente sin maestro, en adelante echale garza esquivada; que otro halcon la esquive y la haga remontar, y cuando fuere razonablemente alzada y alta, entonces echaras tu halcon, porque no le debes enseñar a matar garza baja, que es lo que querria el.

Cuando echares tu halcon a garza o a otras raleas, echaras viento arriba, al contrario que haces con las anades, porque la garza luego toma el viento abajo y halla el halcon en encuentro. No lo eches en rio grande o en lugar que no lo puedas socorrer. Cuando hubieres de hacer que tu halcon vuele por garza, procura que no haya estado al sol, y que tenga buena hambre, y si trajese cascabeles grandes, descargalo, y vuele con cascabeles livianos.

Si alguna vez tuvieres halcon garcero y hallares garza y anades, todo en uno en la ribera, cerca lo uno de lo otro, entonces haras levantar primero las anades y echarlas de alli, y cualquier otra ralea si la hay; porque de otra manera si echares el halcon a la garza, y andando con ella se levantasen las anades el halcon vendria a ellas y dejaria la garza; y si no viste las anades hasta que tu halcon volaba, procura en cuanto pudieres no levantar las anades, que ya entonces no hay otro remedio.

Capitulo IX

Como se debe limpiar el halcon del piojo

Anteriormente hemos dicho que los halcones, asi los que traen de Noruega, que vienen de Flandes, como los que toman zahareños, lo primero que les debes hacer es bañarlos del piojo. Pues no hay duda que los que traen de Flandes tiene piojo por la compañia de muchos halcones que vienen juntos, y los que se toman bravos tienen piojo de las aves que cazan para cebarse cada dia, y hasta que los bañes y limpies no pueden estar en su sabor, ni harias de ellos lo que quisieres, ya que luego que le da el sol al halcon y el piojo bulle, tanto tiene que preocuparse que no cuida de otra cosa, porque la pluma se le calienta, y el piojo muevese, y le hace picotearse y a las veces perderse. Y como dije, cuando son pollos, el oropimente es buen baño para ellos. Pero en cuanto han mudado, y estan bien vestidos de hermosas plumas, no los quieren los cazadores teñir del oropimente, segun se ha dicho en el octavo capitulo, luego en el comienzo.

Para limpiarlo, cuando tu halcon mudado sintieres que tiene piojo (se lo veras en que toda la noche suena los cascabeles y no sosiega, rascandose con los pies, y sacudiendose a menudo, y algunas veces son tantos, que los veras salir al sol por encima de las plumas), tomaras para un halcon una onza de pimienta bien molida y cernida, y un cuarto de onza de favarraz molido, atalo en un trapo y ponlo en un bacin, o en una gamella pequeña con agua tibia y algun vino blanco, cuantia de la cuarta parte, y haz salir toda la fuerza de los polvos de la pimienta y el favarraz que tienes en el trapo, en el agua, y despues pon un paño de lino en el bacin, y coge tu halcon dulcemente, que no lo aprietes, para que no se hiera en los hombrillos y en las espaldas, porque tiene alli los huesos y poca carne; ten alguno que te ayude; derriba tu halcon, mojale bien todas las plumas con el agua, as! revuelta con el polvo de la pimienta y favarraz, como se dijo, y, cuando lo hubieres asi bañado, envuelvelo con un paño de lino limpio, y este asi encamisado un tiempo encima de un faceruelo, y despues, desenvuelvelo y tomalo en la mano, tenlo al sol hasta que se vaya enjugando y veas salir el piojo, y quitaselos luego con una caña asi como fuesen saliendo, y a los cuatro o cinco dias pruebale el agua dulce para que se bafle si quisiere.

Capitulo X

Como se debe purgar al halcon del agua comun que no es vidriada

Causas:

Acaece muchas veces, segun hemos dicho, que los mercaderes compran y juntan halcones para vender y no cuidan de otra cosa, sino de alimentarlos a la menor costa que pueden. Por tanto, no les dan sino malas viandas, y por esto, y por estar encerrados, que no ven el sol ni les prueban el agua, no estan sanos y carganse de agua. Tambien, cuando los cazadores los traen y no les dan a tirar, o les dan casa con humo o humedad, carganse de agua, y es ligera de curar

antes de que se vidrie, y lo conoceras en esto:

Sintomas:

Que le veras cuando le das de comer y tira, que le cae agua por las narices y estornuda, en guisa que al cazador que le da de comer rocia el rostro con el agua que sacude. Y si el agua que tu vieres es tan cargada que tiene las señales que dice el capitulo onceno, que es el siguiente de este, que habla del agua vidriada, habras de curarlo como alli dice.

Recetas:

Pero si no es tanta como he dicho en este capitulo, dale favarraz bien mondado y limpio, apretado en un paño en el agua caliente, en guisa que salga tan claro que apenas tenga leche; y ponle en cada ventana cuatro gotas, o, en cada, tres, segun vieres la complexion del halcon, y muestrale un poco el sol y ponlo luego a la sombra, y este quedo en una alcandara hasta que haga sus babadas, y ponlo mas tarde en una camara fria, y bien tarde dale de comer de una pierna de polla, y para bien mientes, cuando asi hubieres de purgar tu halcon, que este bien recio, porque de otra manera seria gran peligro.

Otros dejan de darle el favarraz, y untan al halcon el paladar con miel, y despues se lo refriegan con oruga molida, y hacenle purgar del agua, y es mas sin peligro. Para excusar esto en adelante, da siempre a tu halcon a tirar y desplumar dos veces al dia, y guardalo que no le de sereno de noche, o humo, o mala vianda, y asi nunca se cargaran de agua para que lo hayas de medicinar.

Capitulo XI

Como se debe purgar el halcon del agua vidriada

Porque la cabeza es principal miembro de todo el cuerpo, y cuando este miembro esta enfermo todo el cuerpo padece, en consecuencia, el agua vidriada de que este capitulo habla, es principal dolencia de las dolencias que se engendran en los cuerpos de los halcones, y cuando esta dolencia es en la cabeza del halcon, luego se apoderan de el otras dolencias y dolores.

Sintomas:

Conoceras esta dolencia de esta manera: para mientes en el rostro del halcon, veras su semblante triste, los lagrimales de los ojos hinchados y el cuello grueso; cuando se debate, o deja de volar, tienta con el pico y da en el. Ademas, cuando come, no lo hallaras tan valiente como solia, ni en el desplumar ni en el mesar, como antes que tuviese esta dolencia, que se cura asi:

Remedio:

Tomale en la noche, en cuanto no tuviere papo y echale agua tibia con un poco de vinagre en las ventanas, y procura que el vinagre no sea mas que para hacer el agua un poco aceda, y ponlo en la alcandara, y dejale sacudir y en cuanto vieres que deja de sacudir, tomalo en la mano y dale a tirar en un roedero, y desplumar. Al otro dia toma miel en terron, un poco dura, y metesela en la boca, y despues que se la dieres, tapale la boca, teniendole el pico con la mano hasta que lance la miel por las ventanas, y despues ponlo en la alcandara y se sacudira de toda aquella agua. Cuando le metieres esta miel, no se la haras ir al vientre, que le seria gran trabajo, y dale un poco de comer esa mañana y tarde y ese mismo dia a la tarde. Cuando le dieres de comer, pruebale el agua, y beba de ella si quisiere, y toma espic y clavos de girofle; y la canela y flor de canela; atalo todo en un paño limpio y ponlo en una jarrilla pequeña: hinchela de agua y hazla hervir hasta que tome sabor de las especias, y cuando estuviese cocida, dejala entibiar de manera que sea tibia, y da al halcon la pierna de la gallina, mojandola alli en aquella agua, y una ala de gallina cada dia, y el agua sea siempre tibia cada vez que asi le hubieres de dar de comer.

Complicaciones:

Debes saber que de esta agua vidriada se hace otra agua peor que es mas vidriada que la susodicha, porque a esta primera que hasta aqui he hablado, no le debes hacer ninguna otra cura salvo la que he dicho.

Sintomas:

Pero esta otra agua vidriada la conoceras por las señales que te he dicho y, ademas, veras otra por la cual la puedes mejor conocer. Sabete que alli donde dije antes que le veras los lagrimales de los ojos hinchados, en ese lugar le veras hacer como los fuelles que se hinchan y deshinchan, y cuanto el halcon mas se debate, tanto aquellos lagrimales mas hacen aquello; ademas, para mientes y veras en las ventanas del halcon como muermo cuajado que no sale fuera sobre el pico; a esta dolencia de esta agua vidriada haras asi:

Receta:

Toma un hierro hecho por esta figura que esta aqui figurada, y que sea tan largo, que cuando lo calentaren de una parte, lo puedas tener de la otra con la mano, sin quemarte, y sera tan largo como un jeme. Y este hierro tiene de una parte un boton, y sea tan grande el boton como la cabeza del alfiler; es tal como el hierro con que labran las bestias; calientalo bien al fuego, derriba el halcon muy mansamente, ponle aquel boton bien caliente en un hoyo que le hallaras entre el ojo y la ventana, y ponselo tantas veces, que el boton vaya dentro a las entrañas de las narices, y asi, de la otra parte. Tambien le debes poner otro boton sobre la cabeza entre los ojos, y esto hecho, debes tener un poco de miel y ponsela en la boca, segun he dicho antes, y que la lance por las ventanas, que no vaya al vientre. Al otro dia debes hacer un saquete de lienzo tan grande como tu palma; hinchelo de rosas secas, y cuecelo en una olla pequeña, nueva, llena de agua, haciendolo hervir. Y cuando estuviere cocido, dejalo entibiar; haz otros dos saquetes tan grandes como aquel de las rosas, hinchelos de mijo, y que sean bien cosidos alrededor; pon una teja en el fuego, calientala bien, y cuando estuviere bien caliente, separala del fuego y derriba tu halcon sobre un cabezal, calienta aquellos saquetes de mijo en aquella teja, de manera que no se quemen, y cuando fueren bien calientes, ponle un saquete de mijo por encima de la cabeza, de los ojos, de las orejas, sobre el pico, sobre lo llano de la cabeza, y cuando el uno fuere frio ponle el otro caliente, tantas veces que la cabeza del halcon quede bien calentada. Una vez que la cabeza del halcon fuere bien caliente, toma el saquete de las rosas, que no sea mas caliente de cuanto lo puedas sufrir, y caldeale la cabeza y los lugares sobre dichos poniendoselo alli.

Dale, ese dia, de comer una pierna de gallina mojada en el agua del espic, que sea tibia, de la manera que antes he dicho, y este sudadero haras de tres en tres dias, tres veces al dia. Al dia siguiente, despues del lavatorio, le daras tres pildoras de acibar cecotri, hechas de esta guisa:

Pildoras:

Tomaras el acibar cecotri y muelelo bien; toma el zumo del hinojo y echa gota a gota en el acibar, de manera que no sea muy blando, antes un poco duro, y haz entre tus manos las pildoras tan grandes como garbanzos; da luego al halcon tres de ellas, y si no fuere tiempo de haber hinojo, tomaras el agua del hinojo que tienen los boticarios, y estas pildoras comenzaras a dar en el sobredicho dia, y en adelante de tres en tres dias. Asi que se han de dar en nueve dias nueve pildoras, tres pildoras cada vez, y se las daras de esta guisa:

Medicacion:

Toma la tripa de la gallina, lavala, mete en un pedazo de la tripa una pildora, y asi las otras, y meteselas por fuerza en sus terminos, segun he dicho.

Otra complicacion:

Por causa de esta dolencia misma, que antes dije, acaece que esta agua vidriada tapa los caños, asi de las ventanas como de los ojos y las narices, y esta agua no tiene por donde salir y tornase a la cabeza donde se engendro, y por fuerza del taponamiento de los caños ponese sobre el meollo, y hace perder la vista al halcon, vienenle vahidos, cae en tierra y no se puede levantar, tuerce la cabeza, se estremece y parece que esta endemoniado.

Curacion:

Esta dolencia curaras con las medicinas que arriba hemos dicho para la primera y segunda dolencia, y ademas lo labraras en las ventanas para hacerlas mayores. Toma un hierro luengo y delgado, sutil como lezna, bien caliente, hecho de esta manera:

Y con este hierro le pasaras las narices y sea bien caliente; y pase hasta el mango, y el mango sea tambien de hierro, bien pulido, y bien limado y tan largo todo el hierro como un palmo, porque lo podras mejor calentar y manear para labrar con el; y pase las ventanas de un cabo al otro; y despues toma los otros hierros sobre dichos y figurados en este capitulo para la primera y segunda dolencias, calientalos bien, y quema en las fuentes sobredichas tambien en la cabeza, entre ambos ojos, y despues ponle un boton caliente en el testuz, donde se junta el pescuezo con la cabeza, y hazle las otras curas segun he dicho.

Debes saber que estas dolencias se engendraron por muchas maneras y razones: la primera razon por las malas viandas de carne desolladiza y no fresca que dan a sus halcones algunos cazadores, tambien, por no darles a tirar y desplumar; tambien cuando las aves vienen enojadas en el tiempo de invierno, y son puestas en alcandaras malas, delgadas y no firmes, y los halcones no osan pensar de si ni sacudirse; por estar en casas de humo; o no ser puestos al sol ni purgados cuando les cumple, ni puestos en el agua; y cuando hace tiempo para ello no los hacen volar ni les dan señuelo a la tira. Y de estas cosas, de los malos gobernamientos, crecen estas dolencias, y a las veces los malos gobernamientos son engendrados de estas dolencias. Por cuya razon cumple a los cazadores que siempre se remiren en sus halcones como mujer en el espejo, por ver si parece bien o no, y tal debe ser el cazador con su halcon para ver si muda el semblante, porque si tiene algun enojo, luego el halcon muda el semblante. Y de esta dolencia del agua vidriada, de que tanto padece, que es menester hacer estas obras, pocos halcones curan. Pero yo vi a Juan Fernandez Burriello hacer esta cura a un nebli del Rey Don Pedro, que llamaban Calahorra, y traialo un su halconero llamado Ferrand Garcia el Romo, y lo vi curar, y despues matar muchas garzas, y digo esto, porque no desesperen de medicinar su halcon los que este libro tuvieren, porque no puede suceder peor que tenerlo ya por perdido.

Capitulo XII

De la purga comun para purgar al halcon del cuerpo

Causas:

Acaece, por muchas maneras, que los halcones han menester ser purgados en los cuerpos, especialmente recien comprados de los mercaderes por las malas viandas que han comido; tambien, por el gran tiempo que los han tenido encerrados y estan cargados de malos humores; tambien, cuando se purga a los halcones de la cabeza, tragan babada y agua de aquella que les echan cuando les dan a sacudir, y es menester limpiarlos de ello porque cuando los halcones no estan purgados no tiene verdadera hambre, ni se los puede ordenar como cumple, ni andan obedientes al señuelo, ni cuidan de hacer bien ninguno. Tambien les recrecen otras dolencias mayores, por donde pueden peligrar, y por esto conviene purgarlos, si los halcones estan fuertes.

Sintomas:

Veras las señales del que lo ha menester en esto:

Lo primero, que estando en su buena carne, cual debe, no tiene verdadera hambre, ni vuela como debe, y desecha las presas que solia tomar, y si no lo hace por orgullo de estar muy grueso, ten por cierto que lo hace por no tener el cuerpo purgado. Lo segundo, sus excrementos son feos y de mal color, y con mucho negro, como estiercol y mal ordenados.

Receta:

Cuando vieres esto, haras asi:

Toma un tartago y daselo, segun todos los cazadores se lo suelen dar, mirando el cuerpo y la complexion del halcon, porque uno ha menester mas granos que otro, y cuando se lo hubieres dado, pruebale el agua en ayunas; bebera si quisiere, y despues que tenga un buen rato el tartago, dale una pierna de polla, y por cuanto el halcon queda fatigado del cuerpo, a los dos dias dale azucar cande, poniendoselo en la boca en tres o cuatro pedazos; y pruebale el agua en ayunas, y si vieres que no expele el azucar, dale un corazon de carnero bien lavado, quitandole la piel que tiene, los nervios, durezas y grasas, y con el dale zaragatona, y en adelante torna a darle buenas viandas como primero solia comer.

Recomendaciones:

Si los halcones fueren villanos como sacres, bornis, o alfaneques, dales lardones. Pero al nebli no se los debes dar, y haz mucho por dar a tu halcon siempre buena vianda, y de pelar, plumar, y tirar a menudo, que cada vez que le quitares el capirote, luego vea el roedero y tire en el. Haciendole esto, siempre estara guardado de no venir a la necesidad de estas purgas, pues estoy seguro que las purgas desgastan y destruyen el cuerpo del halcon. Pero a la entrada de la muda, y a la salida, bueno es purgar el cazador su halcon., y cuando viere que le viene dolencia, porque no se puede excusar, ya que muchas veces los halcones alcanzan raleas, y se ceban en ellas, y comen plumadas, y el hombre que no es muy diligente en mirar por su halcon, no cuida de esto, y se le almacenan plumas viejas en el buche, que despues se pudren, y hacen que sea menester purgarlo, porque estara en peligro de morir.

Capitulo XIII

Del halcon que deseca

Causas y sintomas:

Muchas veces acaece que por malas viandas y mal pensamiento, y no comer los halcones cuando deben, o comer poco o viandas frias y no frescas, o no ser purgados al tiempo que deben, adolecen y crecenles las dolencias y gastanse cada dia, de manera que muchas veces vienen a desecar; y otros halcones desecan cuando las filandras o filomeras se engendran en el cuerpo. Desecan asimismo por hidropesia que tienen, y tambien deseca el halcon cuando es herido en el cuerpo, y no se le cura como debe, y cada dia se le gasta el cuerpo; despues que el halcon comienza a desecarse, aunque coma no le aprovecha, ni tiene fuerza en si, y lo veras triste y apretado y sacudese flojo, no tira ni despluma y gastasele la carne; debes socorrerlo al comienzo de esta dolencia, porque despues, aunque quieras, no le valdra; y el remedio es este:

Recetas varias:

Si vieres que tu halcon tiene aquellas señales que dice en el capitulo XXVII, haras y le curaras asi como manda alli, y si tiene las señales de hidropesia, segun dice el capitulo XXXI, que habla de esta dolencia hidropica, lo curaras como alli manda, y si lo tiene de herida que recibio en el cuerpo, y no fue bien curado, y la herida no estuvo bien cicatrizada, curalo de la llaga, si no esta cerrada, segun se manda curar en el capitulo XXXIV.

Recetas de reposo:

Si el mal no viene de estas dolencias sobredichas, entonces tenlo en buen regimen, dandole poco a poco buena vianda, cercetas, negretas, aviones, si es tiempo de ellos, y palominos, y paloma a degollar; beba la sangre, mas no coma la carne de la paloma. Dale la vianda que le hubieres de dar mojandola en leche de cabras; pero no le des gran papo, y dale la suelda que esta ordenada en el capitulo XXVIII, que habla de la pierna quebrada, y no le des pluma ni hueso con que haya de trabajar, y tenlo en buena casa, dale sol en que piense de si, ponlo en el agua si quisiere beber, no te ocupes en mostrarle el señuelo, antes haz todo cuanto pudieres por enorgullecerlo y ponerlo en carnes hasta que sea recio, ya que si en tales dolencias no mejora pronto, tarde se recobra.

Capitulo XIV

Del halcon que esta atemorizado

Muchos hombres quieren tener halcones y cazar con ellos, pero no lo saben hacer y yerran en muchas cosas, señaladamente al comienzo, cuando el halcon es bravo y lo comienzan a sosegar y hacer capirotero. Hay algunos que toman gran queja de ello y, creyendo hacer bien, quitanle el capirote muchas veces delante de las gentes, y el halcon, como aun esta bravo, espantase de la gente, debatese y no le saben socorrer con el capirote antes que asi se derrame, poniendoselo dulcemente, o se lo ponen dandole con la mano en el rostro, y espantanlo mas, de lo cual el halcon toma mas saña y miedo.

A las veces, quejanse dando voces, y asi, tan pronto el halcon ve el rostro del hombre, siempre se espanta mas y cuelgase de la mano, de lo cual todos los halcones son muy faciles de dañarse, señaladamente los gerifaltes, sobre todo los torzuelos, y tambien los neblis, asi primas como torzuelos.

Cuando el cazador que a tal estado lo llevo, ve asi su halcon dañado, enojase con el, dalo a los mozos para que lo lleven, y todavia se daña mas, hasta que desesperan de el y dejanlo perder. Esto viene por el mal sufrimiento y poco tiento del cazador; conviene que se enmiende con buen tiento, de todos los yerros cometidos, y que el cazador vuelva a tener cuidado, mejor de lo que tuvo, y mas paciencia. Para ello hara asi: procure al halcon un capirote bien hecho, bien cerrado, que no vea con el ni le llegue a los ojos; no se lo quite, salvo cuando hubiere de darle de comer y entonces apartese a una camara oscura, sin compañia, pero tenga candela, y alli le de de comer, cuando tenga mucha hambre, porque con ella olvide la esquivez y bravura que ha tomado, y no cuide sino de comer; dejelo limpiar el pico y sacudirse. Luego pongale su capirote muy mansamente; no se caiga de la mano, ni lo de a mozo ni a nadie que cometa mas yerros con el; a la noche, ante candela, dele a tirar, dele tambien sainetes y vianda con que tome sabor y placer; pongalo durante la noche en su alcandara cerca de su cama, con la candela delante y tomelo en la mano antes que el dia venga.

Cuando viere que se va tranquilizando, procurele otro capirote que vea con el un poco y divise las gentes, para que vaya perdiendo el miedo, y asi lo iras gobernando con buen tiento tantos dias hasta que el halcon se sienta seguro. Y en adelante, cuando lo vieres bien amigo del hombre, haras como debes; y si fuere nebli es menester que seas muy paciente, aunque lo mismo quieren todas las aves; el gerifalte y el nebli no quieren que les quiten los capirotes, salvo para volar, o comer, o poner en la alcandara, o poner en alguna agua, para llevarlo al prado, segun dijimos, lo que no

hacen los otros halcones, que lo soportan y van mucho tiempo en la mano, sin capirote.

Capitulo XV

Del halcon que tiene guermeces

Primera clase:

Causas:

Los guermeces se engendran en la cabeza del halcon por muchas maneras: los primeros guermeces se engendran en la cabeza cuando el halcon esta lleno de agua que corre por las narices a la boca, calientala y con aquella putrefaccion hace los guermeces, y no son de peligro, pero debes curarlo de esta guisa:

Recetas:

Toma un paño de lino limpio y mojado en vino blanco, lavale la boca con el, rociale con el vino la cabeza y el rostro, y usa esto hasta que sea sano.

Segunda clase:

Otros guermeces hay que se engendran en la cabeza del halcon; estos son de heridas de huesos cuando comen, y esto ocurre a los halcones que son garganteros, traban de huesos y llaganse en las bocas, y estos guermeces no son de peligro.

Curacion:

Debes curarlos con una paleta muy sutil, cuando estuvieren bien maduros, que no hagan sangre, y despues ponle miel en aquellas llagas y curara pronto.

Tercera clase:

Guermeces hay que se engendran en la boca del halcon; de estos hablaremos y declararemos porque son mas peligrosos que todos los otros. Todos los cazadores conocen estos guermeces que digo peligrosos; son blancos, en figura de granos tan grandes como mijo, y mayores, y estan por toda la boca y las hendiduras de la lengua, y entran hasta en la garganta, y es dudoso si podran sanar o no. Pero debes curarlos de esta guisa:

Curacion:

Toma una paleta sutil de plata o de hierro, que no sea de caña, que le cortaria y haria sangre, y quitalos grano a grano, de manera que no sangren; toma piedra alumbre y muelela; echasela en aquellos lugares de donde quitares los guermeces, y tenlo derribado un rato hasta que aquel polvo de la piedra alumbre que echaste haga su obra, que no lo sacuda el halcon, y haz esto de tres en tres dias, o antes si vieres que tiene necesidad.

Cuarta clase:

Otros guermeces hay en las orejas, y estos no se deben curar, mas que quitandolos con una paleta y llenando las orejas de algodon dos veces al dia.

Sintomas:

Los mas de los halcones que los tienen traen abierta la boca y no la pueden cerrar, y cuando vieres asi la boca abierta ' luego ten guarda de estos guermeces sobredichos; parale mientes en la boca, y en aquel lugar debajo de la lengua donde las bestias tienen el galillo, y mira si tienen aquel lugar hinchado.

Curacion:

Si vieres que lo tiene hinchado, toma una lanceta muy aguda, y rompele a lo largo sin duelo, y si el halcon tiene dentro guermeces, quitaselos y metele dentro algodon envuelto con miel.

Sabete que el halcon que tiene esta dolencia no quiere comer y debes meterle buena vianda en la boca por fuerza, para que coma, porque no poniendosela asi moriria el halcon por desamparo, y con esto puede curar; porque esta dolencia es mortal, y es menester curarla sutilmente.

Capitulo XVI

Del halcon al que le remanece el papo

Algunos cazadores hay que, creyendo hacer bien y piedad a sus halcones, les dan muy grandes papos, especialmente cuando toman o matan alguna presa, pensando que se lo agradecen mucho. No miran que vianda les dan, o que hora del dia es, si es tarde, de manera que el halcon no tiene espacio ni tiempo para gastar y torcer la vianda y llevarla al buche; o que cuerpo tiene el halcon, o como gasta; porque un halcon tuerce o gasta lo que come mas deprisa que otro, y dandole asi de comer sin medida, al dia siguiente, cuando amanece, quedale gran parte del alimento en el papo, como una dureza amasada, y es gran peligro porque los halcones llegan a apostemarse y adolecer. Por ello, primeramente, antes que tu halcon caiga en este yerro, procura regirlo bien, y darle de comer con buen tiento, de manera que entiendas bien que antes de media noche lo habra gastado y llevado al buche, porque en adelante debera expulsarlo del buche vaciando su vientre, asi que cuando lo tomares, en la mañana, el halcon haya quedado purgado, si tuvieres que ir a cazar.

Pero si acaeciere tal yerro, que asi no sucede, y le remanece el papo por esta demasia de comer, segun es dicho, ponlo ese dia en una casa muy oscura que parezca que es de noche, y dejalo ahi todo el dia en su alcandara, y ese dia aunque lo digiera no coma cosa ninguna, salvo en la noche juntas de plumas; al dia siguiente dale azucar cande poniendoselo en la boca, y ponlo al sol hasta que expulse el azucar que le diste; pruebale el agua en ayunas, y despues dale un corazon de carnero, quitandole la tela, grosura, nervios y durezas, y lavandolo con agua, y dale zaragatona dentro del corazon. Si vieres que el halcon quedo muy enojado, dale pildoras de acibar patico, segun dijimos en el capitulo XI, hechas como las de acibar cecotri, y en adelante guardate de tal yerro.

Acaece algunas veces que el halcon, por no estar sano, no gusta los alimentos y remanece con el papo; entonces coge tu halcon y muy sutilmente, con los dedos sacaselo del papo, o hazlo vomitar y dale una gargantada de vino blanco, si lo tuvieres, sino, sea bermejo, y dejalo asi ese dia hasta la noche que le daras media pierna de polla, con los polvos que hallaras ordenados en el capitulo XXXIII, que habla del halcon que vomita, cuantia de dos garbanzos.

Capitulo XVII

Del halcon que tiene el papo lleno de viento

A las veces acaece que dan los cazadores a sus aves mas favarraz de lo que cumple, y es gran peligro, porque unos halcones son mas recios que otros.

De las purgas que dan a los halcones, esta es muy peligrosa, si no se tiene tiento, y los halcones que son muy recios, cuando les dan el favarraz no quieren sacudir, y danlo al papo e hinchesele de viento y por esta razon hay halcones que traen las tripas llenas de viento, y este recude para arriba en forma de regueldo, y cuando llega al papo detienese alli, y aunque el halcon coma y digiera, aquel papo no deja de henchir alli viento. Y sucede, a las veces, que cuanto mas come el halcon tanto mas se hinche de viento, y los que no saben por que se hace esto, maravillanse, y en consecuencia este sera el remedio: cuando vieres que tu halcon tiene esta dolencia y tiene aquel viento, haras asi:

Toma palomo o paloma vivo, daselo que coma, tire y trague todas las plumas que pudiere llevar, hinchele bien el papo de esto, y hazlo tres o cuatro dias; inmediatamente saldra el viento y el halcon quedara sano.

Capitulo XVIII

Del halcon que tiene plumadas viejas

Todos los halcones que los cazadores tiene deben ser guardados de que nunca les den de comer hasta que miren si hicieron la plumada que les dieron, y para esto debenlo poner en una alcandara y mandar barrer debajo en tal manera, que este limpio el suelo para que, cuando el halcon hiciese la plumada, al otro dia la hallen y no pueda esconder en ningun lugar.

Guarda, pues, esto: si el halcon no hiciese la plumada, no le den de comer, ni sea lanzado a presa o señuelo, mas denle por la boca, metiendoselas, una piedra guija o dos, tan grandes como garbanzos, y si con ella hiciere la plumada, dale de comer, y si no la quisiere hacer, dejale asi para el otro dia, sin comer ninguna cosa; mira si la hace la segunda noche, y si no la hiciere, dale el tartago sin otro detenimiento.

Muchos cazadores son por esta razon en gran culpa, puesto que no se preocupan de mirar las plumadas, si las hacen o no, y aun peor, que no dejan de darles de comer sobre las plumadas, y cuando hay dos o tres plumadas sobrepuestas en el buche del halcon, luego este se aqueja de dolencia mortal. Tiene el halcon, en el buche, mal condesijo, aunque se sostiene y no muda el semblante, y esto sucede porque las plumadas no estan aun podridas, o no han llegado aun a la tripa por donde va la materia del buche a las tripas.

Cuando las plumadas se pudren y llegan a la tripa sobredicha, enseguida el halcon no puede comer toda su vianda como solia, tiene mal semblante, hiedele la boca, y entonces, cuando vieres esto, mirale en el cuerpo el lugar donde anda el buche y hallaras aquel lugar duro y asi puedes conocer aquella dolencia.

El remedio es este:

Toma la manteca de vacas, cruda, y metesela en la boca, y si la manteca no fuese fresca, y fuese rancia, que huela como aceda, lavala tantas veces, que se le quite el mal olor, y dale tanta como una nuez, poniendosela en la boca en dos o tres bocados, y aquel dia no coma otra vianda. Al otro dia le daras el tartago con mas granos de los que los cazadores le suelen dar; dale de comer una pierna de pollo bien tierna; y al dia siguiente toma miel bien dura, en terron, y metele alguna por la boca, en manera que vaya al buche, y sea tanta la cuantia de la miel como la nuez, y cuando la expulsare y vieres que no hay materia de miel, sino que expulsa su materia propia como debe, toma un corazon de carnero, quitale la piel delgada que tiene, las venas, la grosura y durezas; hiendelo, quitale los nervios y durezas que tiene dentro; lavalo bien con muchas aguas, y cuando estuviere bien lavado, secalo de aquella agua; toma zaragatona y moja aquella carne en ella y da de comer de ello al halcon, y despues, al atardecer, dale de comer una pierna de pollo y veras defecar al halcon unos excrementos negros, como pez.

Manten estas viandas, miel, zaragatona y piernas de pollo hasta que veas que va mejor, y esto sea tres dias o cuatro, y pruebale el agua a menudo y asi curara; en todo aquel año, hasta que mude, evita darle plumadas, porque los halcones que estan asi entecos, hacen muy mal sus plumadas en todo aquel año hasta que mudan. Pero si vieres que le son muy necesarias, dale plumada hecha de algodon o de estopa, asi no podra disolverla. Mas cuando el halcon esta sano y le dan sus plumadas, no existe tan buena plumada como la de plumas y juntas, o de pie de anade, o de liebre, quitadas las uñas, bien quebrantado, con los pelos y bañada en agua tibia.

Capitulo XIX

Del halcon que tiene hinchado el buche

Causas:

Muchos cazadores piensan y creen que las aves no estan bien alimentadas si no se hartan de vianda hasta que no quieren mas, y algunos hasta les dan de comer dos veces al dia; asi que de este comer mucho a diario, hinchaseles el buche y las tripas de materia, y empachanse dentro de tal manera que el halcon no tiene sabor de comer.

Sintomas:

A este respecto digo que le veras expulsar tulliduras gruesas, y alli donde ha de venir la materia negra entre la blanca, vienen unos cagadillos que parecen de ratones, y el halcon libra su vientre de tarde en tarde, y de este hinchamiento debes purgarlo de esta manera.

Recetas:

Toma el azucar cande, meteselo en la boca quebrantado y menudo, para que mejor vaya al buche, y cuando vieres que expele el azucar, tenlo siempre al sol hasta que vuelva a hacer deposiciones de su materia propia como solia; pruebale el agua ese dia en ayunas, y beba cuanta quisiere; despues dale de comer, ese mismo dia, un corazon de carnero con zaragatona, segun dijimos en el capitulo XVIII (de las plumadas viejas) y en adelante haras nueve pildoras de acibar cecotri; el patico es bueno para el cuerpo, y el otro para la cabeza, por tanto de este acibar patico, que he dicho, le haras las sobredichas nueve pildoras, hechas y dadas por el orden que se dijo y declaro en el capitulo XI, que habla del agua vidriada, y en cuanto le dieres estas pildoras y purgas al halcon, no le des de comer, salvo un miembro de polla al dia, excepto si fuese halcon gerifalte o azor, que debe comer un tercio mas, y otro tanto menos a las otras aves que son menores que estas sobredichas, y en adelante procura darle de comer a tu ave por regla, y antes es preferible que coma poco que mucho, porque del comer mucho les viene este y otros muchos males, y de comer con templanza nunca les puede venir daño y andan sanos.

Capitulo XX

Del halcon que tiene lombrices

Causas:

Por falta de las purgas que no son hechas a los halcones cuando les cumplen, se engendran lombrices en el buche, y que esto es verdad lo demuestra el que a muchos cazadores acaecio, que cuando dan el tartago a sus halcones lanzan

con ello las lombrices, aunque aun no estaban vivas, pero si engendradas, ya que si fueran vivas, en aquel momento, no las mataria el tartago, sino que las mortificaria solo por algunos dias. Y aun digo mas: cuando los cazadores dan el tartago, echan los halcones por debajo la simiente de las lombrices, y digo simiente, porque son como granos bermejos pequeños, de los cuales se engendran aquellas.

Sintomas:

Cuando nacen y estan vivas, el halcon que las tiene mesase en el cuero, en las pospiernas y en el papo.

Pero muchas veces no hacen, ni muestran los halcones estas señales, aunque tienen lombrices; por ello tu mira a menudo los excrementos de tu halcon, y si las tiene vivas, luego veras algunas bermejas, como gusanillos, y si no estan vivas no las echan, excepto con el apremiante del tartago, como dicho es.

Estas lombrices se pagan de viandas gruesa y dulce, por lo que se deben curar de esta manera:

Recetas:

Toma azafran, metelo en un corazon de gallina y daselo a comer; cuando entiendas que ya lo habra triturado, toma simiente de hierba lombriguera y dasela en otro corazon, o en otra carne de gallina, tan grande que la hierba se pueda esconder en ella. Si no tuvieres esto, toma leche de cabras y mezcla con ella zumo de la raiz del condeso (al fin de este libro hallaras que es el condeso), metelo en una tripa de gallina y daselo por fuerza; le daras, tambien, pildoras de acibar patico de la manera que dije en el capitulo XIX (del hinchamiento del buche), y que deben ser hechas como las de acibar cecotri, que mando en el capitulo XI (del agua vidriada).

Razonamiento de la mezcla de dulce y amargo.

Te preguntaras: ¿:por que, si dice el que hizo este libro que las lombrices se pagan de cosa dulce, se la manda dar, pues la leche es dulce, y el azafran es dulce y huele bien? A ello respondo que es verdad, mas la razon del porque, es esta:

Cuando las aves comen estas cosas dulces, quieren comer mas, y asi, cuando viene otra cosa que amarga, comenla deseando aquella dulcedumbre anterior; y las cosas que amargan, cualesquiera que sean, cuanto mas amargan mas rapidamente matan las lombrices, porque con el sabor que estas toman, comiendo aquellas cosas dulces, remuevense, y la hierba lombriguera y las pildoras hallanlas movidas y asi salen mas ligeras. Por tanto, en adelante, nunca te retrases en purgar tu ave en los tiempos que le cumple.

Otra receta:

Tambien es bueno tomar leche de cabra en una cosa limpia y ponerla sobre fuego sin humo. Cuando estuviere caliente, toma yemas de huevo, batelas y echalas en la leche; muevelo continuamente con una cuchara hasta que se haya cuajado y se haya hecho como unguento, un poco duro; retiralo, daselo a comer (que no este muy caliente), y al otro dia dale la hierba lombriguera, y despues dale las pildoras de acibar patico, como dijimos.

Capitulo XXI

Del halcon que tiene filandras o filomeras

Estas filandras o filomeras de que ahora habla este capitulo, es una dolencia de la cual pocos halcones curan,

porque es muy grave de entender, y muchos halcones se pierden por ello, porque en el punto que ellas crecen, y son

tan grandes como tienen que ser, luego comienzan a comer el cuerpo del halcon, conviene a saber los livianos, despues

el corazon, y el halcon pronto esta muerto, pues casi nunca cura.

Pero si el cazador quisiere hacer lo que he dicho en los renglones postrimeros del capitulo del agua vidriada, alli donde dice que debia el cazador remirarse en su halcon, como la mujer en el espejo, podria ser que viera estas señales que se siguen.

Señales:

Digo que cuando estas filandras se engendran en el cuerpo del halcon, debes saber que va muy a menudo con el pico a los costados, alrededor de las ancas y sacudese muy frecuentemente. Cuando se sacude, aprieta con las manos y estremecese, y debes saber que entonces las esta engendrando y puedes socorrerle asi:

Receta:

Toma pildoras de acibar patico, hechas como las de acibar cecotri, segun dice el capitulo XI, del agua vidriada; que sean nueve pildoras dadas en tres dias de la manera que hemos dicho en los otros capitulos, y cuando se las metieres por la boca y vieres que las quiere arrojar, trabale el pico lo mas que pudieres para que no las arroje, de manera que quede el olor de ellas en el buche del halcon, y para estas lombrices o filandras, o filomeras, no hay otro remedio.

Los halcones pollos estan en mayor peligro de estas filomeras hasta que han mudado, y especialmente en la muda, al caerseles las tijeras, y desde aqui, hasta que desainan, y por tanto aprecian mas los cazadores de Francia y Alemania, los halcones mudados, porque estan mas libres de esta dolencia.

Preventivo:

Sin embargo, oi decir al Vizconde de Illa, que es un gran señor en el reino de Aragon, y es muy cazador y sabedor de los cuidados y dolencias de las aves, que nada en el mundo guarda mas al halcon de criar filandras, que hacerle beber, frecuentemente, sangre de gallina. Cuando tu halcon estuviere sano, acostumbra a darle a degollar algunas veces, aunque solo sea tres dias a la semana, una gallina en el señuelo, como dijimos en las reglas del nebli en el capitulo VIII. Tambien le daras las pildoras de acibar patico, como hemos dicho, cada cierto tiempo, señaladamente al pollo.

Capitulo XXII

Del halcon que tiene piedra

Causas:

Los halcones que a menudo suelen comer viandas gruesas y malas, engendran piedra, y se engendra en la tripa por donde el halcon defeca y se junta con el sieso. Esta es piedra hecha como la que traen los alfayates para señalar, que parece de yeso blanco, y cuando se ha engendrado lo sabras de esta manera:

Sintomas:

Cuando vieres que el halcon defeca una vez y luego otra enseguida, y despues de esto va con el pico al overo y se le ensucia, y ademas bate a menudo con la boca en la lua, y unta las plumas del overo con suciedades, sabete que entonces tiene piedra.

Debes curarlo de esta guisa:

Recetas:

Toma la simiente del perejil, dasela a comer en carne o corazon de gallina, y esta aparejada la materia; al otro dia metele miel dura, en turron, por la boca, hasta que vaya al vientre, cuantia de una nuez, en tres o cuatro pedazos, y tan pronto veas que la miel hace su obra, como ya dije en el capitulo XVIII (de las plumadas viejas), y que la ha expulsado toda, y el halcon vuelve a soltar la materia que suele, entonces dale un corazon de carnero con zaragatona, limpio como dije en dicho capitulo de las plumadas viejas, y despues, en otros dias siguientes, toma la mil sanda (al fin del libro hallaras que hierba es), muelela y dale el polvo en la carne; tambien, la hierba llamada mirasolis, que son cañamones montesinos y tienenlos los boticarios.

Si no pudieres hallar la mili sanda, toma la yerba que dicen capil veneris, llamada tambien culantro de pozo, seco y hecho polvo, y daselo de esta guisa:

Si vieres que la piedra es tan grande que no la puede lanzar, para mientes en el halcon y veras que quiere defecar y no puede; entonces sabe que la tiene en lo bajo y no la puede lanzar. Derriba, pues, el halcon, lavale bien el sieso con agua tibia, apalpale en aquel lugar y, si la hallares, oprimesela mansamente como cuando se oprime la huronera al huron, y asi se la haras salir; luego, despues, ese mismo dia, le daras miel y corazon de carnero con zaragatona, segun se ha dicho, y aunque otros cazadores dicen que hay otra piedra, no lo creas, porque el halcon no tiene otro lugar en que engendrarla, ya que todas las criaturas que engendran piedra lo hacen en la vejiga, pero el halcon no tiene otra vejiga en que la engendre, sino la tripa susodicha.

Capitulo XXIII

De la ulcera que se hace en la llaga del halcon

Muchos daños acaecen a las aves, por muchas y variadas maneras, ya por heridas de garzas, como de grullas, como de arboles por donde los halcones entran cuando vuelan y llegan a golpar, ya por otras maneras, y cuando se hieren y no son curados con diligencia como deben, las llagas vienen a ulcerarse y digo que esta dolencia siempre se llaga en las coyunturas de los huesos y nervios, y si vieres que la llaga tiene la ulcera sobrepuesta y no se quiere curar por medicinas que le hagan, entonces a esta dolencia debes socorrer de esta forma:

Medicacion:

Toma los hierros que se han dibujado en el agua vidriada, en su capitulo, calientalos bien, señaladamente en la parte de los botones, y pon los dichos hierros bien calientes en aquellos lugares donde esta la ulcera engendrada, sutilmente; y si vieres que aquel tiene necesidad de verga de hierro porque la carne es excesiva y no se puede traspasar con los botones, toma otros hierros hechos por esta guisa que estan aqui figurados para cortar la carne excesiva que dijimos; usalos por la parte de lo agudo.

Despues que fuere labrado aquel lugar, untalo con aceite tres dias, toma, ademas, una hierba que dicen incienso y hazla polvo finisimo, o un poco de cardenillo, y sabe que en aquel lugar se hara una postilla muy gruesa, y en cuanto veas que la postilla esta bien madura, quitasela y echale aquel polvo dos veces cada dia, segun vieres que la postilla se quiere mover y asi sanara.

Capitulo XXIV

De la comezon que tiene el halcon en las plumas, por lo cual se las come y se las arranca

A las veces acaece que el halcon tiene comezon en los lugares en que nacen las plumas; esta comezon no es engendrada por otra cosa que por el pujamiento de la sangre, y esto parece ser buena razon, porque cuando los halcones estan en el tiempo en que derriban las plumas y vienen las nuevas, todo su cuerpo esta dolorido y metido en sangre nueva; y por fuerza conviene que todas las cosas engendradas, que de nuevo surgen, no tan solamente en las aves, mas en las otras criaturas, todas producen esta comezon, por lo que a cada una de estas criaturas sucede que se refriega y rasca en alguna cosa.

En consecuencia, digo que esta comezon que viene asi a los halcones es por dicha razon, y digo mas, sucede que estas aves sobredichas van con el pico a aquel lugar y cuando aquella comezon es avivada, aprieta con el pico hasta que hacen salir sangre, y en adelante enciendese mas cada dia esta comezon, de manera que las plumas del halcon perecen y van a mal. Y cada vez que la sangre se seca en aquel lugar y sobre las otras plumas, por la comezon que alli hay y el enojo que la sangre le hace, secandose este cuajo en las otras plumas, sucede que padecen las plumas en que no hay comezon; y como el ave no es criatura que tenga razon para poder guardarse por si, ni poder hacerse sangrias, y como su cuerpo no esta dispuesto de la manera que las otras criaturas que tienen aquella comezon, conviene buscar remedio para ello, y digo mas: que si vieren que los halcones se quitasen las plumas viejas en el tiempo de invierno, cuando las aves no mudan, diria que las razones sobredichas no eran convenientes, ni razonables, ni verdaderas; mas no hacen esto, sino al tiempo de la muda, cuando la sangre puja y se desnuda el halcon de las plumas viejas y trae las nuevas.

A esta comezon debemos acudir de esta forma:

Toma el acibar cecotri, muelelo, amasalo con miel y ponlo en aquellas plumas donde se come el halcon; untale bien, sin duelo, y traelo a menudo en la mano; asi lo podras curar de esta dolencia; porque el acibar, por su amargura, le hara aborrecer el ir con el pico a la pluma, y la miel se pone para que el acibar se pegue con ella en las plumas, y el traerlo en la mano es por no darle vagar para que lo haga a menudo, y tambien, para hacer que este siempre untado de aquella medicina en las plumas; y haz esto cada vez que vieres que aquella medicina se derrite en cualquier lugar, de forma que siempre tenga alli medicina.

Capitulo XXV

Del halcon que se le cae la uña

Gran bondad y provecho vienen al cazador por ser sufrido con su ave por varias razones: la primera, porque el halcon no le tome miedo del rostro; la segunda, porque no le quebrante las plumas y por otros muchos daños que, a las veces, acaecen por ser el cazador sañudo.

Sucede que hay halcones caninos al comer, y cuando el cazador quiere desempulgar su ave, con el enojo que esta toma, arrancasele la uña y eso mismo acaece cuando toma alguna presa y el cazador lo separa de ella sin cuidado, y por muchas otras razones acontece a veces este suceso. Si vieres que la uña quiere salir del dedo del halcon y estan aun trabada en aquel lugar del cual no esta del todo arrancada, derribalo luego y cortale dicha uña con unas turquesas hasta que llegues a lo vivo. Toma suelda y sangre de drago y bolarmenico y acibar cecotri, muelelo todo bien, echale de este polvo y atale la uña encima del dedo, y sea envuelta con un paño de lino muy delgado; huelgue por espacio de tres o cuatro dias, y no sea lanzado hasta pasados nueve dias.

Si la uña estuviere arrancada del todo, toma los dichos polvos y cubrele bien el maslo; toma el mas delgado cuero de baldes que hallares y cubrele el maslo con el, y coseselo alli hasta por encima de la cabeza del dedo, de guisa que no se le desate y en los seis dias siguientes no dejes de ir a cazar con el.

Ten cuidado al desempulgar, no le hagas daño de forma que se desuelde lo soldado. Tambien hay quien lo cubre, en lugar de baldes, con la pielecilla de una piel de ave, y se pega mejor.

Capitulo XXVI

Del halcon que tiene clavos en los pies

A pesar de que todos los halcones tienen, a las veces, clavos en los pies, los gerifaltes son, de todos los halcones, los que mas padecen esta dolencia y son mas propicios a ella, porque son de su complexion muy calientes, muy pesados y cargados, y, por tanto, tienen esta dolencia de los clavos y se les hinchan los pies mas que a todos los halcones de cualquier otro plumaje; los alfaneques son tambien muy propicios a esta dolencia, ya que son de su naturaleza calientes.

Cuando el halcon padece esta enfermedad tiene dolor en los pies y no suele hacer lo que debe por el gran dolor que tiene. Conviene, pues, poner el mejor remedio que pudiere haber, porque la cura de esta dolencia ha de ser muy sutil, por el lugar donde radica, que es en los pies, lugar nervioso, pobre de gobierno y peligroso porque todo el cuerpo se sostiene sobre los pies.

Estos clavos se forman por descendimiento de calor y hacense en las suelas de los pies postillas tan grandes como cabezas de clavos pequeños; por esto se llaman clavos.

Tan pronto aparecen estas postillas, se hinchan los pies y cuando asi los vieres, toma las turquesas, del menester de los halconeros, y cortale todas las uñas, de guisa que arrojen sangre. Toma trementina, jabon frances y ceniza de sarmientos; la trementina sera lo de mas, y el jabon tanto como la mitad de la trementina, y la ceniza, bien cernida,tanto como la mitad del jabon. Echalo todo en una olla pequeña y nueva, hazlo hervir bien sobre brasas, muevelo constantemente con un palo de guisa que todo sea bien mezclado, y cuando vieres que esta bien cocido, retiralo, de manera que no se queme, y dejalo enfriar totalmente hasta que se haga un unguento recio como betun. Toma una paleta recia de hierro o de laton, coge de aquella medicina y ponia sobre un cuero de baldes delgado hecho de esta guisa:

Y entre estos cuatro ramales que tiene, sea puesto en un espacio un dedo del halcon, y asi los otros dedos, entre

dos ramales cada uno, y la medicina susodicha sea puesta delgada en el espacio en medio del cuero entre los cuatro ramales. Los ramales sean largos y sean ligados entre si desta guisa: toma los ramales delanteros y ligalos tras el zanco, y los ramales zagueros delante contra la planta del pie, en cruz, y dejalo estar asi tres dias: al fin de ellos quitale el cuero sobredicho.

Para mientes si vieres que crece en derredor una postilla como sostra de bestia, tienta los clavos por si quisieren salir de raiz, y si vieres que se detienen y no se pueden arrancar, ponle la dicha medicina otros tres dias, al cabo de los cuales saldran los clavos, y cuando fueren salidos si vieres que queda dentro de aquella cueva de donde salio el clavo alguna carne podrida, ponle cardenillo molido y la sobredicha medicina otros tres dias sobre el dicho cardenillo, ligada como se dijo anteriormente.

Quitese y limpiese a diario aquel unguento, y sea puesto en el pie del halcon despues que estuvieren los clavos fuera para limpiar la materia que hiciere la llaga que alli se hizo.

En cuanto vieres que aquella cueva es llena de carne nueva, ponle diaquilon que tienen los cirujanos, de la misma manera en otro cuero tal como el que arriba dijimos.

Una vez este bien curado, toma aciche, casca de encina y escoria de zumaque, tanto de lo uno como de lo otro, y muelelo bien cada uno sobre si, y cuando estuviere bien molido, ciernelo bien, y echalo todo en una olla pequeña nueva, e hinchela de vinagre, el mas fuerte que pudieres hallar; hazlo hervir todo bien, meciendolo siempre, y despues que fuere cocido, retiralo. Cuando ya estuviere tibio, toma un paño de lino tan grande que quepan los pies del halcon y mojalo en aquel caldo; pon el paño doblado en cuatro dobleces encima de una piedra redonda como alcandara, en que se pueda bien tener, o en la vara donde suele estar, porque si la piedra estuviere baja, no sosiega tan bien el halcon; y luego pon el halcon encima, de guisa que tenga los pies sobre aquel paño, y esto sea por espacio de medio dia. Esto lo haras cada dia hasta que veas que el cuero esta bien firme en los pies del halcon.

En adelante traelo en buena lua, muelle y blanda, de cuero y no de paño, que es caliente; y sea de cuero blando, un poco gruesa, para que el calor de la mano no pase a los pies del halcon. Procura, cuando hiciere sol, si sintieres que se le calientan los pies, ponerlo sobre una piedra fria, y la lua bajo los pies, aunque este en la alcandara, y en esta cura mantenlo hasta que este sano.

Capitulo XXVII

Del halcon a quien se le hinchan los pies o le arden

Acaece a los halcones que se les hinchan los pies y les arden por diversas razones: la una, por las malas pihuelas, apretadas y de mal cuero; y el halcon esta quejoso, lo que sucede por culpa del señor del halcon o de su halconero, si el señor se lo deja en su guarda, asi como los del rey o de los grandes señores que tienen encargo cuidar y requerir sus aves. Si el halcon, por esta razon de las pihuelas, tiene los pies hinchados, quitaselas y ponle unas de lienzo; tajale las tiñas hasta que sangre, toma grasa de garza y albayalde blanco del que usan las mujeres, amasado todo en uno, y untale los pies dos o tres veces al dia; asi curara.

Otra hinchazon viene a los pies del halcon en manera de gota. Cuando vieres que a tu halcon se le hinchan los pies, y no por causa de las malas pihuelas, hazle cortar las tiñas todas, a raiz del maslo, de guisa que salga sangre de todas ellas y luego toma un unguento que llaman dialtea, y tienen los cirujanos, untale con el los pies dos o tres veces al dia y hazle buenas pihuelas de lienzo, segun se ha dicho.

Si vieres que por encima de la hinchazon se levantan unos torondos tan grandes como garbanzos, no cures de ellos, porque se tornaran piedras y saldran fuera a su termino, ya que los podras sacar con una lanceta, y estos no molestan al halcon hasta que estan maduros, haciendole estas unturas de dialtea.

Si vieres que esta hinchazon no baja con estas cosas susodichas, y cada vez se hinchan mas los pies del halcon, y se ponen brillantes, toma los hierros dibujados en el capitulo XI, que habla del agua vidriada, y metelos en el fuego por la parte de los botones, y cuando estuvieren bien calientes, dale entre los dedos sendos botones, y sea el boton tan grueso como un grano de pimienta; untaselos durante nueve dias con aceite tibio, y en adelante con un unguento que llaman cetrino o amarillo, que tienen los cirujanos, y luego sera sano.

Si vieres que no se le hinchan los pies, mas le arden, cortale las uñas de los pies, como se ha dicho, hasta que salga bastante sangre; untale los pies con el meollo de la carrillada del tocino añejo cada dia, o con enjundia de garza y albayalde, amasado todo junto, y luego curara.

Capitulo XXVIII

Del halcon que se le quiebra la pierna

Por muchas guisas vienen a los halcones grandes ocasiones, y ningun hombre las podria creer no siendo cazador que lo hubiese hecho y visto, si oyese decir que un halcon mato de un golpe una garza, una liebre, o lavanco; pero esto acaece cada dia, de manera que luego queda muerta, sin otro can, y eso mismo a la garza: muchos cazadores se la ven matar de un golpe, quebrantandole el pescuezo.

Muchas veces, por eso mismo, el halcon volando en la ribera, cuando vuela bajo, se topa y lisiase, quebrantandose ala o pierna; lo mismo puede ocurrirle por venir a golpar en seco a pequeñas aves, asi como cercetas, y por tales valentias y ocasiones como estas y golpes que los halcones dan en aquellas presas, sucedeles que ellos mismos se quiebran las piernas por las cujas o por los zancos.

Cuando esto acaece, los debes socorrer de esta guisa:

Toma incienso, almastiga, sangre de drago, y piedra sanguina, tanto de uno como de otro; muele bien cada uno por si, ciernelo y mezclalo con un poco de harina de trigo bien cernida, que no sea mas que la cuarta parte de los polvos. Toma clara de huevo, batela mucho hasta que la hagas toda espuma; luego toma los polvos sobredichos mezclados con la harina y amasalos con la clara del huevo. Derriba el halcon, y si la pierna estuviere quebrada por la cuja, trasquilale las plumas con unas tijeras muy agudas y toma cañas de carrizo y haz de ellas sus cañuelas bien hechas, que puedan sujetar bien la pierna; procura que en la llaga no quede pluma alguna escondida y untale bien la pierna con aquel unguento. Ponselo en manera de emplasto, cubreselo encima de estopas de seda bien blandas y sin nudos; pon despues otra tela de emplasto sobre las estopas, y luego las cañuelas sobre el emplasto, y ponselas en compas una de otra en derredor de la pierna.

Toma un paño largo de lino, tan ancho como fueren las cañas, envuelvelo muchas veces por encima de ellas, aprietalo de guisa que vieres que basta, y cuando fuere asi ligado, cose el paño con buen hilo, de manera que no se desate; hecho esto, dale de comer la suelda en un corazon de gallina, tanto de suelda como un grano de garbanzo. Si no lo quisiere comer, meteselo en la boca.

La suelda, que es muy noble y preciosa para todas las quebrantaduras, se hace asi: toma momia, que tienen los boticarios, pez, zaragatona, simiente de la hierba menudilla, que llaman suelda menor, simiente de mastuerzo y suelda raca.

Toma de momia la mayor parte, de suelda menudilla la cuarta parte, y de simiente de mastuerzo la octava parte; de zaragatona toma la cuarta parte, y de suelda raca, la octava parte, todo a respecto de la momia. Todas estas cosas sean molidas y cernidas cada una por si, y despues sean mezcladas y hechas uno. Haz un saquete pequeño de baldes y mete dentro aquellos polvos. Si hiciere sol seco, pon el saquete al sol y calientalo bien con las manos; si no hiciere sol, metelo en tu seno cerca de la carne.

Se entiende que se hace todo esto con el fin de mezclar y ayuntar los polvos unos con otros.

Debeis todos aquellos que amais los halcones traer la suelda con vosotros, porque es muy noble.

Cuando el halcon hubiere comido de esta suelda, ponlo en una tabla ancha y llana como mesa, con paja encima en que se pueda echar si quisiere; debe estar alli veintiun dias, en los cuales le daras la suelda -cuantia de un garbanzo-, de tres en tres dias, en un corazon de gallina.

En todos estos dias no coma sino buena vianda, asi como pollas y gallinas, o palominos, o tortolas y esta carne picada en una tabla, de manera que no haga fuerza para apoyar con la pierna.

Al cabo de veintiun dias, descosele la atadura y dale de comer en la mano, hasta que veas que tiene bastante fuerza. De dia ponlo en la alcandara y de noche tornalo a la tabla donde primero estaba, y manten este gobierno hasta que lo veas restablecido, y asi curara.

Si la pierna esta quebrada por el zanco, lo curaras de la misma forma, salvo que le debes quitar la pihuela y el cascabel.

Capitulo XXIX

Del halcon que se quiebra el ala

Segun he dicho en el capitulo anterior en razon de por que causa suceden los daños a las aves, digo que lo mismo acontece, a las veces, cuando algunos halcones toman diversas raleas, como garzotas, martinetes o garzas que son raleas que van a la tira y aun otras que los halcones hallan cuando estan alejados de los halconeros, como cornejas, dorales y otras, y las toman entre puercos, bueyes y otras bestias.

Sucede que las bestias, cuando ven el halcon proximo y sin hombre, vienen a el y lo hieren; lo lisian estando envuelto con la presa que ha tomado y a las veces le quebrantan la pierna o el ala.

Cuando tal ocasion acaece al halcon, debes cuidar de el de esta forma:

Si se le quiebra el ala, trasquilale aquel lugar por dentro y por fuera con unas tijeras muy agudas, y no se las arranques. Despues igualale bien las plumas del ala quebrada y ponle el emplasto que arriba dije, en el capitulo que habla de la pierna quebrada, de la misma manera y con las cañuelas. Pero la atadura la haras asi: toma un paño de lino delgado que haya sido lavado, para que sea mas blanco; tan ancho como las cañas puestas al ala y que sea largo; atalo bien, cose despues la atadura muy bien con hilo, y en cuanto este cosido, toma otra vez la aguja y un hilo y cose el ala: cierrasela como cuando el halcon esta sano, llegasela bien al cuerpo. Casele todos los cuchillos, pasandoselos con una aguja cuadrada por los cañones con un hilo que no se le pueda romper. Toma un paño de lino, envuelvele en el toda el ala asi cerrada, cosida y cogida, como he dicho, y cose aquel paño de lino como viene cosido el halcon cuando lo traen de Flandes, que trae la mitad inferior del ala contra las puntas de las peñolas, envuelta en un paño de lino. Haz en el dicho paño de lino dos ramales: un ramal vaya por detras del ala sana contra la cola, y el otro hacia la cabeza; juntense ambos bajo el ala sana, y cosanse bien alli y vayan por el pecho y cosanse, de nuevo, en el paño en que fuere envuelto el codillo del ave. Estos ramales deberan coserse ambos sobre las costillas hasta el hombro del ala sana y por el pecho hasta el ala llagada, de manera que no se pueda desatar el vendaje porque, os digo que esta otra atadura debe ser hecha muy firme; llama halconeros cuidadosos que te ayuden a hacer esta obra, y a un cirujano porque sabe disponer las vendas y poner el emplasto.

Daras al halcon de tres en tres dias, la suelda que dije en el capitulo de la pierna quebrada.

El halcon que fuere asi atado y cosido debe yacer un dia todo encamisado para que se seque el emplasto. Cuando vieres que el emplasto esta apretado y seco, desencamisa el halcon; ponlo en una tabla o mesa llana, en que se eche y este como el quisiere; atalo por la lonja, para que no se vaya de alli, y no lo descosas hasta pasados veintiun dias.

En el comer y demas cuidados, gobiernalo segun dijimos en el capitulo de la pierna quebrada; conviene y es forzado que huelgue hasta que venga la muda y recobre plumas, porque no tiene con que volar, y aunque las tuviese, debe holgar hasta pasada la muda. Y no dudes que si hubiere buena diligencia en curarlo, sanara.

Yo vi un halcon bahari sardo, del rey Don Pedro, que traia Ruy Gonzalez de Illescas, comendador de Santiago, su halconero, que se le quebro el ala cayendo sobre una grulla, y despues fue sano de ella, y vile despues matar muchas grullas con tan gran maestria como antes las mataba.

Capitulo XXX

Del halcon que se le quiebra el ojo

Segun he dicho en otros capitulos antes de este, muchas ocasiones suceden a los halcones, asi como cuando son echados a garza y otras presas que los halcones usan matar; señaladamente, cuando los halcones garceros andan con la garza, o la traen a tierra, hiereles la garza con el pico en el ojo y quiebraselo; si el halcon es perdiguero o lebrero, andando con la liebre o con la perdiz, topa en algun palo o espina de guisa que se le quiebra el ojo.

En esta ocasion debes socorrerle de este modo:

Toma una hierba que llaman pimpinela, otros la llaman bursa pastoris y otros hierba golondrina; nace cabe las paredes y tiene una como bolsilla en lo alto asi como esta:

Majala y toma el zumo de ella bien colado; toma la tercia parte de miel y coral blanco molido y cernido. Tomaras este polvo, mezclado con el zumo de la hierba y con la miel, y derribaras el halcon. Toma una pluma hueca, hinchela de aquella medicina, y despues soplando con la boca echasela y lanzasela en el ojo llagado, que le caiga dentro.

Echasela con una pluma de gallina, de manera que le caiga en el ojo, y ten el halcon derribado hasta que veas que todo el zumo es consumido; ponle luego el capirote de guisa que no lo pueda sacudir de la cabeza, y este de tal manera guardado el halcon que no se rasque ni pueda llegar con la mano al capirote ni al ojo; y sea puesto en una camara oscura.

Debes saber que, si la yema del ojo no estuviere herida, el halcon cobrara toda su vista, a pesar de que cuando ves la herida parece que todo el ojo esta vacio, y torna el ojo despues a ser tan hermoso como si nunca hubiese sido herido. Si la lumbre del ojo fuere herida nunca cobrara la vista, mas cobrara la hermosura, de tal manera que pocos hombres conozcan si el halcon es ciego del ojo o no.

Esta cura debes hacer dos veces al dia hasta que veas que el ojo ha vuelto a su hermosura, y si le quedare nube o paño, echale polvos de coral blanco bien cernido y asi curara.

Capitulo XXXI

Del halcon que tiene hidropesia o hinchazon en el vientre

Tienen una dolencia los halcones que es llamada hidropesia y se engendra en el vientre. Padecen mucho de esta dolencia señaladamente los gerifaltes que son aves muy pesadas, muy ahogadizas, antojadizas y quejosas por naturaleza.

Sucede especialmente cuando dejan a cualquier halcon en la alcandara y debate mucho, o en la muda, si no esta bien tratada y el halcon se espanta y debate. Con la gran queja sucede, a las veces, que se corrompen en el cuerpo de tal manera que se les hace en el vientre una vejiga y se les hinche de agua que se les mete en el buche, los higados y las tripas, y calientase de tal manera que el buche, las tripas y el higado cuecen tanto que el halcon viene a morir.

Tu debes conocer esta dolencia de la siguiente manera:

Sabe que cuando el halcon tiene esta dolencia, enflaquece y no por eso deja de comer; hinchasele el vientre que parece que trae un gran huevo; tiene las cujas de las piernas como gastadas y secas, no puede volar y cuando defeca hace malas tulliduras, desvariadas y feas.

Esta dolencia es mortal, pero debes cuidarte de ella y no desamparar tu halcon; el remedio para esta dolencia es este:

Derriba el halcon que tuviere esta dolencia, atale bien los pies con la lonja, echalo de espaldas y trasquilale todo el vientre sin llegar al pecho, con unas tijeras muy agudas. En cuanto lo hubieres trasquilado toma una lanceta muy aguda y abrele el vientre a lo largo; cuida que tajes el cuero, pero no llegues a las tripas; comienzalo en el pico del pecho donde acaba el overo, y la abertura sea tan grande que sea preciso darle tres puntos, y entre punto y punto haya espacio de medio dedo, y en cuanto fuere hendido vuelve al halcon el vientre hacia abajo y las espaldas arriba y saldra aquella agua.

Cuando veas que el agua esta fuera, vuelve el vientre del halcon arriba, coselo y dale aquellos tres puntos; llama cirujano que lo haga, porque tiene conocimiento y uso de ello, y mata una gallina y echa su sangre por encima de la

costura.

La razon porque se hace esto de la sangre es la siguiente: porque conviene que el lugar donde ha de haber soldadura de fuera, haya sangre; para que la suelda pegue mejor y porque aquel lugar no es tal que haga sangre de suyo; por tanto, es menester ponerle aquella sangre de gallina.

Una vez puesta la sangre de gallina sobre aquellos puntos, echale la suelda por encima de la sangre, y esta suelda sea hecha como dije en el capitulo XXV, que habla de cuando el halcon pierde la uña, y despues toma la otra suelda preciosa que dije que era buena para el cuerpo en el capitulo XXVIII (del halcon que se le quiebra la pierna), y dale de ella un grano tan grande como un garbanzo, en un corazon de gallina, de la manera que arriba he dicho, y si no lo quiere comer, meteselo en la boca.

Todo ese dia permanezca el halcon envuelto en un paño de lino, encamisado sobre un cabezal, vientre abajo, y a la noche antes que lo descamises dale de comer media pierna de gallina picada, que sea quitado de ella el escudete y lo duro, y si no lo quisiere comer meteselo por fuerza.

En los nueve dias siguientes dale de comer la suelda en un corazon de gallina, cuantia de un garbanzo cada tres dias, de manera que coma una suelda tres o cuatro veces.

Hecho todo esto, desenvuelvelo de aquel paño y ponlo en una buena alcandara con un paño de lana de color envuelto en derredor de la alcandara, y si no quisiere estar tranquilo en la alcandara, ponle en una tabla llana, y pon un paño de lana blanco encima de la tabla pegado con clavos, para que este caliente, y la casa sea bien caliente, sin viento y sin humo. Al otro dia toma la alosna, que es incienso amargo, cuecelo en vino blanco, en una olla pequeña y lavale bien cada dia en aquella agua y dale a comer la suelda que dice en el capitulo XXVIII de tres en tres dias, y no lo saques fuera de casa hasta los nueve dias ni le des la carne que hubiere de comer, salvo picada, caliente y buena; ya en adelante, comala entera por su pico y no le des plumadas.

Recuerda que si este socorro se hiciere a esta dolencia, antes que el higado y el bofe sean escalfados, el halcon sanara, mas si el halcon tuviere ya el higado y el bofe escalfados, esta en duda si curara o no, y por tanto es menester que el cazador sea avisado en ver si su halcon adolece segun las señales de las dolencias; socorre enseguida a tu halcon, antes que la dolencia sea vieja y no aprovechen las medicinas.

Esta hinchazon que ocurre entre el cuero y la carne, de que habla este capitulo, acaece asi: cuando algunos halcones son lanzados a aquellas presas que a menudo suelen, como a liebre, o a grulla, o a perdiz, algun can traba del halcon y rompele el cuero; o puede ser que en la caida con la garza o con la grulla, rompese el cuero, o bien puede ser que la garza o la grulla lo hiera. Asi que por aquel lugar que es asi roto el cuero, hinchase todo el halcon o parte de el de viento, y parece muy feo, y a quien esto no vio parecele cosa extraña y espantase de ello cuando es una cosa muy ligera de curar; curase asi:

Si vieres que no tiene otra llaga, salvo aquel cuero que tiene asi hinchado y levantado, toma una lanceta muy aguda y rompele los lugares donde el viento asi esta, y luego saldra todo el viento.

Toma la alosna, que es incienso amargo, con vino blanco, cuecelo junto, caldeale bien aquellos lugares que vieres que tienen la hinchazon y tenlo en lugar caliente y sin viento; caldeaselos asi algunos dias hasta que veas que desaparece un color malo de que el cuero esta asi señalado y luego sera sano.

Capitulo XXXII

Del halcon que devuelve y tiene el papo y tripas frias

Por muchas cosas entra la frialdad en el papo del halcon, en el buche y en las tripas; lo uno por el tiempo frio y de gran invierno, o por no comer y dormir ayuno, lo cual debe guardar todo cazador, que su halcon duerma siempre con alguna cosa en el papo, viandas o plumada; tambien se resfria el halcon por comer mala vianda y fria, señaladamente en el invierno; y aun por cazar con el en tiempo lluvioso y venir el halcon mojado y no secarse al sol o al fuego sin humo y de lejos. Por tanto, si el halcon viene muy mojado y no hay sol para enjugarse, haz traer a la camara brasas sin humo, y dandole a tirar y roer cerca del aire del fuego se ira enjugando. Despues ponlo en buena casa caliente y que tenga toda la noche candela ardiendo, para que piense de si, y al dia siguiente no le hagas volar en busca de presa hasta que se enjugue al sol.

Por cada una de estas cosas que hemos dicho viene al halcon gran enfermedad, de la cual el halcon perece muy pronto si no es socorrido.

Ademas es muy malo de curar, porque se resfria totalmente y desordenasele todo el cuerpo; conoceras esta dolencia de esta forma:

Cuando el halcon vomita a menudo y no retiene las cosas que toma, aunque tiene hambre y buen semblante hasta que decae su carne y entonces entristece, procura que antes que asi entristezca le socorras, porque si no lo haces tan pronto como comienza a vomitar, cuando le quisieres socorrer no le aprovechara. La razon es esta:

El buche y el papo estan ya encogidos y no quieren recibir cosa en si, ni vianda alguna; en consecuencia te digo que le socorras antes pronto que tarde, y debes hacerlo de esta guisa:

Toma palominos nuevos, yeguados (si palominos no pudieres haber, toma palomas cualquiera, que palominos tendras de palomas, o de los que crian en casa domesticados); ahogalos de manera que se cuaje la sangre dentro de ellos, o destilala de guisa que caiga limpia en una escudilla, y luego que la sangre cuajare, dasela a comer al halcon y si vieres que lo retiene daselo asi tres veces al dia, fresco y cuajado; que no coma otra vianda. Al dia siguiente mata un palomino, dale la sangre cuajada como se ha dicho y una tetilla de palomino, sin pluma y sin hueso; en adelante dale buenas viandas poco a poco, y a menudo gallina, o palomino, o tortola, o cerceta, o negreta, lo mejor que pudieres. Pero si vieres que estas cosas no las retiene y vomita, haz estos polvos que aqui dice, que son muy buenos y todo cazador los debe siempre traer consigo.

Toma nuez de la India, nuez moscada, mirra, clavos de girofle, canela, flor de canela, macis, almastiga, incienso y azucar blanca; pisa y muele cada cosa de estas por si, y cuando estuvieren bien molidas y mezcladas en uno (el azucar blanco sea lo postrimero y de cada cosa tanto de lo uno como de lo otro por peso), toma estos polvos y daselos a comer en un corazon de gallina. Seale dada al halcon tanta cuantia como dos granos de garbanzos, y cada dia rociale el rostro y la cabeza con buen vino blanco. Hartale de sol, y cuando asi estuviere doliente, no le des a probar el agua, salvo si vieres que esta ya bien esforzado.

Guardate que en todo este tiempo no le hagas ninguna prueba, sino gobiernalo de la manera susodicha. Al cabo de diez y ocho dias, dale una alina de cabra caliente, o de carne de la pospierna de una liebre, que sea caliente. Esto se hara por remondar las tripas y el buche de la horrura de los palominos. Y asi curara.

Capitulo XXXIII

De los halcones que son heridos por aves

Hermosa maravilla, y ademas gran bondad, es que un ave tan pequeña como es un halcon, trabe de una grulla, que es ave tan grande y tan brava que cuando un hombre la toma en un lazo no osa llegar a ella, temiendo el golpe que de ella recela haber; y pues el halcon es loado por tomar tales aves, mucho mayor loor debe tener el cazador que por arte sutil pone al halcon en condiciones de atreverse a ello y de llegar a tener tan esforzado corazon. Porque el halcon, desde que nacio, nunca tomo sino pequeñas presas, como palomas, cornejas, anades, cercetas y otras aves semejantes; y el cazador hacele dejar aquellas presas y codiciar otras aves muy grandes, como grullas, garzas, ansares bravas, cisnes, avutardas y otras que estan fuera de su naturaleza, pues nunca vio nadie al halcon bravo matar tales piezas.

Por matar tan grandes piezas, sucedenles grandes ocasiones de recibir heridas, asi como cuando la garza hiere con el pico, y la grulla con la uña del pie, lanzandole coz, y asi de muchas maneras son heridos los halcones.

Cuando vieres herido tu halcon, le socorreras de esta guisa:

Toma unas tijeras muy agudas y trasquilale aquel lugar donde tiene la herida, y si es larga que puedan ser dados puntos, toma una aguja de pellejero muy sutil y un hilo de sirgo retorcido y casesela. Cose la carne y el cuero todo en uno, y los puntos que fueren dados, cada punto sea cosido sobre si, y ligado tambien sobre si. Toma la suelda que dije en el capitulo XXV (cuando se le cae la uña al halcon), y echasela encima de la herida sobre los puntos. Al otro dia toma alosna, que es incienso amargo, y cuecelo en una olla pequeña, nueva, con vino blanco y lavale la herida hasta que veas el cuero, que estaba verde, ha tornado al color de cuando estaba sano.

Con una pluma de gallina, cuidadosamente, sondea la herida, y si la herida profundizare dentro del cuerpo, rompele el cuero a lo largo, de forma que no le rompas la carne, debes hacerlo porque cuando la herida del halcon es honda no se puede limpiar del lijo y, ademas, metensele las plumas dentro, y el mal que ha de salir, entrasele y tornasele adentro. Esta rompedura que hay que hacer no se cosa, mas lavese con vino y con alosna, de la manera que he dicho. Si no fuere honda, no te preocupes de ella, pero ponle la suelda que esta ordenada en el capitulo XXV, y lavala con vino y alosna hasta que sane la herida.

Si la herida es pequeña, que no ha menester ser cosida, lavasela con vino y alosna cocida y echale la suelda, que luego sanara. Miralo una vez cada dos dias, y cada vez que lo lavares no le pongas los polvos de la suelda, sino lavalo con aquel vino hasta que tenga buen color la llaga.

Capitulo XXXIV

De la herida del halcon

Gran bien es y gran bondad para el cazador hacer buena alcandara a su halcon, bien fuerte, bien liada, gruesa y limpia, que gallinas ni otras aves hayan estado en ella. Porque ejemplo y consejo es para el cazador, desde antiguo, que tan firme, tan bien hecha y tan buena debe hacer la alcandara para su halcon para una noche como para un año; esto es por los muchos daños que pueden acontecer a los halcones en alcandaras que no son firmes y esto es cierto, pues ya sucedio a muchos halconeros cuidar poco de ello, por lo que ocurre que sus halcones se les mueren, se les quebrantan las piernas o las alas y se lisiaron por caer la alcandara con ellos.

Tambien se lisian algunos halcones por topadura, chocando en la ribera un halcon con otro, lo que acaecio muchas veces; o venir el halcon en pos de alguna ralea y, venciendo, la topa el halcon en tierra o en un arbol, de lo cual hay grandes ocasiones, volando por las riberas y lugares donde hay arboles.

Cuando sintieres que el halcon esta dañado de tales heridas, como estas, haras asi:

Toma la suelda que dije en el capitulo XXVIII (de la pierna quebrada), que se hace con la momia, y dale a comer de ella nueve dias, segun esta alli ordenado, de tres en tres dias hasta que sea sano. Sean, pues, nueve dias dandole aquellos polvos con pierna de gallina tierna, cada vez la cuantia de dos garbanzos, en un corazon de gallina.

Si vieres que aquella caida o topadura hace hinchazon en algun lugar y tuviere sangre acumulada bajo el cuero, rompele este y se aventara aquella sangre. A esta rompedura no le eches ninguna suelda, pues no se hace sino para que aquella sangre quebrantada salga de alli, lavale con vino blanco y alosna, que es incienso amargo.

Si de la dicha caida o topadura no se acumulase sangre, salvo que se pone aquel lugar negro, lavaselo con vino y alosna, como dicho es, y debes ponerlo en la vara en cuanto estuviere maltrecho, y no le traigas en la mano.

Capitulo XXXV

De la abatidura del halcon

De las caidas y abatiduras de la alcandara y de la mano del mal cazador, recibe el halcon gran quebranto, y de esto debe darse cuenta el cazador que lo trae en la mano, y lo puede ver y oir; cuando asi lo observare, dele a comer, luego, la suelda que esta ordenada para el cuerpo del halcon en el capitulo XXVIII (de la pierna quebrada).

Puedo afirmar que la abatidura o caida desde la alcandara es mucho peor que desde la mano, porque el halcon no es tan ligero en su debatir como el azor, y cuando se debate no puede tornarse a la vara, y se resiente de las piernas y cura muy tarde de ello.

En las batiduras que el halcon hace en la alcandara, observale siempre la espuela del pecho, y mira si se le hace alli alguna postilla o llaga, y si vieres que hace postilla, ponle el unguento cetrino (buscalo en casa de los cirujanos); otros le llaman unguento amarillo, y luego sanara.

Para todas las otras abatiduras dale siempre, cada vez que entendieres que tu halcon se ha resentido o quebrantado, la suelda ordenada en el capitulo XXVIII, porque es muy preciosa medicina, y guardate siempre de poner tu ave en lugar donde reciba estos daños.

Capitulo XXXVI

Del halcon que tiene las tripas fuera

Algunas veces se le salen las tripas al halcon por golpes de garzas o por otras ocasiones.

Cuando vieres a tu halcon las tripas fuera, derribalo sobre la parte sana, en manera que la llaga este para arriba, y tornale las tripas a su lugar, cose aquel lugar por donde salieron las tripas y echa alli la suelda que esta ordenada en el capitulo XXV (de la uña del halcon), y si vieres que el cuero esta junto con la carne, caselo todo en uno y echale la suelda; y si el cuero esta sobre si y la carne tambien, cose cada uno por si. Si lo hicieres delante de cirujano sera mejor, porque tendra buen tiento en el coser, y cuando estuviere cosido, ponle la suelda sobredicha.

Tambien te digo que acaece algunas veces traer el halcon las tripas fuera, entre cuero y carne, asi como veras algunos bueyes a los que otro buey da con el cuerno y le horada la ijada, y no le horada el cuero, y trae las tripas entre cuero y carne. Cuando tal dolencia vieres al halcon, socorrele de esta guisa:

Derribalo, tornale las tripas dentro del cuerpo por aquel agujero de donde salieron y veras entonces quedar el cuero en que estaban las tripas, flojo; apañalo todo y atalo con un hilo, torcido bien a raiz de la carne, una vez que fuere bien apañado con la mano por encima; y el cuero que sobrase encima, cortalo por mas arriba de la atadura con una navaja. Toma los hierros hechos por esta guisa: y sean tan luengos como un jeme, para que cuando se calienten, los pueda uno tener; calientalos por el lugar donde son cuadrados, y han de ser estos hierros bien limados y cuadrados encima de los dados, bien escuadrados, y en las astas bien limados y bien redondos; calientalos bien en el lugar en que son cuadrados, ponlos dos o tres veces encima de aquel lugar do tajares el cuero, y sea tan grande un cuadrado como otro, y despues lo que esta debajo, donde estan las letras a, a) por señal, ponlo encima del cuero cortado, de manera que se vaya encogiendo con el fuego; dale a comer la suelda que esta ordenada en el capitulo XXVIII, por la guisa que esta en el dicho capitulo ordenada, y procura que no se debata hasta que no este sano.

Capitulo XXXVII

Del halcon que tiene las quijadas torcidas

Hay cazadores que cuando quieren ir a algunos lugares a librar sus negocios, tienen por embargo llevar las aves en sus manos, y por ir mas desembargados dejanlas en sus alcandaras.

Hay halcones que son quejosos, y como no quieren sosegar en la alcandara, les ponen el capirote, y para que no se les caiga, ponenle una contrapesa a la correa del capirote; cuando el halcon se rasca para derribar el capirote y no puede, va con el pico a los costados donde siente que anda la correa del capirote y quiere tirar de ella con el pico. Cuando asi traba el halcon con el pico la correa, el contrapeso no se lo deja salir fuera de ella, y metesele la correa por la boca al traves de las quijadas, y cuando el halcon quiere sacar el pico fuera, no puede, porque no le deja la correa, y con la fuerza de tirar, tuercensele las quijadas y salensele de su lugar, de guisa que el halcon no puede cerrar la boca y tienela desvariada y desviada.

Cuando tal desgracia como esta vieres a tu halcon, derribalo y metele dos dedos en la boca, aquellos que vieres que mejor le caben o pueden caber, y un dedo sea de una mano y el otro de otra; entonces, con un dedo, tira por el cabo de un carrillar de la boca, y con el otro dedo, por el otro carrillar; sacale despues los dedos y cierra la boca, luego dejasela abrir, y si vieres que abre la boca desvariada, entiende que las quijadas no estan en su lugar, y de aquel cabo, que vieres que tiene tuerta la boca, metele uno de los dedos que vieres que mejor pueden entrar, tirale de la quijada hacia el cornijal de la boca donde la quijada esta fuera, y asi, hasta que veas que las palas de abajo estan igualadas con el pico.

No le des de comer, salvo picada la vianda, y dale a comer la suelda que esta ordenada en el capitulo XXVIII (de la pierna quebrada), y dasela en un corazon de gallina, de tres en tres dias, durante nueve. Gobiernalo asi hasta que lo veas bien fortalecido, y que comienza a picotear por si mismo, y entonces dale a comer su vianda como antes solia.

Capitulo XXXVIII

Como debes hacer la muda a tu halcon

Los halcones baharis, sardos, mallorquines, de Romaña, tagarotes, son los halcones, entre todos los plumajes, que mas pronto comienzan a mudar, y asi salen mas tempranos.

Yo vi un halcon del rey Don Pedro, que llamaban Doncella, bahari de Romaña, garcero y altanero, en la primera semana del mes de agosto estar ya fuera de muda y desainado, y matar una garza.

Pero, comunalmente, los demas plumajes todos comienzan a mudar la primera semana del mes de junio, unos mas temprano y otros mas tarde, segun acaece.

Conviene que hagas su muda en casa buena, donde no llegue humo ni mucho ruido, y digo esto por el halcon nebli, o gerifalte, o bahari, o sacre, pues el borni y el alfaneque mudan mejor donde ven los hombres. Haz que en la casa donde la muda hicieres no entre humo ni lumbre, pero si una ventana que le abras cuando quieras, para que sosiegue el halcon.

Hazle la muda alta de la tierra, por la humedad, sobre maderos recios y tablas y embarrada. Ponle alli una piedra; ten siempre limpia la muda; tenga su arena y de noche un candil de aceite que arda toda la noche; y algunas veces ponle algunos cespedes verdes como en manera de prado, que tome placer con la verdura.

Dale de comer en la mano en cuanto el quisiere; señaladamente por las tardes, con la fria, tomalo en la mano y dale alli de comer, y siempre observa si esta alegre, o que semblante tiene, para que si hubiere menester de curarlo, que lo socorras.

Capitulo XXXIX

De algunos halcones que no quieren mudar, y como haras para que tu halcon mude muy aprisa

Despues que vieres que tu halcon comienza a perder las plumas, como corvas y cabo de cuchillos, traelo en la mano y no lo pongas en muda hasta que pierda plumas de la cola; ponle carne y coma cuanto quisiere; dale buenas viandas, y cuando vieres que suelta las plumas de la cola, como seria peligroso si se debatiese y quebrase alguna pluma en sangre, ponlo en su muda.

Dale tortolas bien cebadas y bien gordas, y palominos enjutos, señaladamente cuando ha de gobernar las plumas mayores, y cuando le dieres estas aves, pelalas vivas, y limpialas con un trapo aspero, para que no les quede piojo.

Hay algunas razones por las cuales los halcones tienen dificultad en la muda, y no quieren mudar: la primera razon es tener alguna enfermedad; la otra, por no entrar bien purgado en la muda; y la tercera, por saña que el halcon toma en la muda y no quiere sosegar.

Cuando es el embargo primero que dije, de no mudar por alguna enfermedad que tiene, a esta razon digo que lo saques de la muda, y fijate en el, mira bien su semblante, y segun las señales de la dolencia que en el vieres, cuidale segun esta ordenado en cada capitulo de este libro que habla de su dolencia, segun la dolencia manda.

Si el halcon deja de mudar por la segunda razon que dijimos, que no entre bien purgado en la muda, de este embargo el cazador es el culpable, pues es cosa que debe tener en cuidado: purgar su halcon a la entrada de la muda, y a la salida; a esto digo que lo saques y lo hagas de la manera que he dicho y purgalo.

Si el halcon deja de mudar por la tercera razon que dijimos, por saña y orgullo que toma y no quiere sosegar, le puedes socorrer ligeramente. Saca el halcon de la muda tres o cuatro dias, de guisa que tenga buen hambre, tornalo a la muda, tapale bien la casa, que sea bien oscura, dale poca vianda hasta que veas que se ha sosegado: entiendase que no coma mucho, mas coma templadamente y con hambre.

Lo que deben hacer despues, es darle buenas viandas, y algunas veces darle, en ocho dias, una vez, ansaron o carnero bien caliente, de la pierna, para quitarle el hastio de las otras viandas que come cada dia, y luego, al comienzo, dale tortolas, que son muy buenas para poner el halcon en carne. Mas despues que el halcon comienza a derribar las plumas mayores, son buenos los palominos, que son calientes, y ayudanle a venir las plumas grandes, señaladamente los cuchillos mayores, que estan en lugar de pequeño gobierno, que son las alas, y han menester ayuda, y los palominos enjutos y eguados es la mejor vianda que entonces le puedes dar. Es bueno mudarle las viandas para que no se hastien. Tambien es bueno darle las landres de los cabrones y cabras que les hallares en el pescuezo, en la garganta, y tras las orejas; daselas tres veces en la semana, y hazle de ellas papo comunalmente, pero si el halcon se enoja de ellas, dale otra vianda, y en cuanto en aquella comenzare a comer, tornale a dar las landres, y haz esto hasta que veas que derriba las plumas comunalmente. Toma tambien la nuez del garguero de la cabra o del cabran, picala bien menuda y dasela con las dichas landres.

Haz todo esto a los halcones que derriban perezosamente sus plumas, y siguele dando palominos enjutos y eguados, que les hacen vestir bien de hermosas plumas.

Capitulo XL

Como haras despues que tu halcon hubiere mudado

Despues que vieres que tu halcon ha derribado todo lo grande y esta ya en el cuchillo y tijera postrimeros, dale menos vianda, de manera que la coma con hambre, y vaya gastando lentamente el sain que tiene; y esto aprovecha, porque saldra de la muda mas seguro, tendras menos trabajo con el, y menos peligro el halcon, porque cuando salen muy cerrados de carne es gran peligro si se debate y se le quebrase el sain, ya que nunca, en aquel afio, andaria como debe, ni lo podrias ordenar bien.

Cuando los cuchillos y tijeras hubiere derribado y apuntan las tijeras como dos dedos, sacalo de la muda durante la noche, y ande en la mano; madruga bien con el, dandole pollos pequeños ahogados en agua fria, para refrescar el halcon, y de estas viandas delgadas y frias hazle buen papo. Si hubiere fiesta, ponlo en una alcandara, en casa fria y oscura, que no entre alli quien le espante, y en cuanto fuere tarde, tomalo en la mano, y asi haz de manera que vaya gastando el sain, y le quede buena carne.

Luego que fuere desainado, hazlo volar al señuelo, a la tira, y algun poco el recuesto arriba, porque no hay cosa en el mundo que mas desaine al halcon que volar a la tira y jamas se te olviden las plumas y juntas, cada tarde, mojadas en agua tibia, en cuanto comenzare a tener hambre, porque en cuanto estuviere cerrado no las querra tomar.

Capitulo XLI

De los azores

Los azores crian en muchas partes, por todo el mundo; pero de los que conocemos, son los mejores los azores de Noruega, de Suecia y de aquellas comarcas donde dijimos que crian los neblis, gerifaltes y otros halcones. Los azores que alli se crian son muy grandes, hermosos y de gran esfuerzo; pero hay unos mucho mayores y mejores que otros, y porque luego lo digamos, sus proporciones deben ser tales como aqui diremos:

Debe tener gran pinta granada, la tetilla y el pecho grande, buena cuja, buen zanco, los dedos gruesos, el cuello delgado, la cabeza pequeña, el rostro muy grande y largo y las ventanas buenas.

Comunmente, los azores de Noruega tienen estas figuras, o los mas de ellos; y estos azores de Noruega traenlos a Flandes, por las cuencas de Alemania, y entonces traen los gerifaltes, neblis y otras naves; de alli, de Flandes, llevanlos por todas las tierras, asi como Francia, Italia, España y otras comarcas.

En todas aquellas tierras, salvo España, no cuidan de tomar perdices con el azor, sino presas gruesas, como grulla, garza, avutarda; pero toman con ellos faisanes, que vuelan como perdiz; y cuando toman presas gruesas, siempre llevan galgo y lo llevan para que ayude y el azor no trabaje mucho. Traen los azores capirotes, y, en verdad, no los tienen tan cuidados como en España hacen, ya que toman, algunas veces, con ellos, liebre y conejo, aunque en ello se dañan. Creo que los aventuran asi porque hay muchos, y en España, como tienen pocas veces azores escogidos, aprecianlos mucho, guardanlos, y no toman con ellos salvo perdices y garzas comunmente; creen que es bueno tomar perdiz el azor, y esta bien, porque le saca el vuelo, como la perdiz vuela largo trecho, y suponen que cuando el azor vuela una vez a lo largo, toma todas las otras presas mas ligeramente, ya que el azor y cualquier ave de caza, por mayor trabajo tiene el volar que el trabar.

Los azores torzuelos de Noruega salen muy buenos perdigueros, y son mas ligeros que las primas; pero los torzuelos son mas melancolicos, y ambos, primas y torzuelos de Noruega, por su naturaleza, son muy espantadizos.

Otros azores se crian en Irlanda, que esta en la Isla de Inglaterra; son mas pequeños, muy blancos y salen muy buenos.

Otros se crian en Esclavonia, que esta en Grecia, y son llamados esclavos y son buenos, pero no como los de Noruega.

Crianse, tambien, en Cerdeña, que es isla, y son llamados sardos; son pescozudos y cabezudos, toman bien anade, cuerva y algunas perdices, pero no muy bien, porque luego se hacen regateros.

Asimismo, se crian azores en el ducado de Borgoña; son pequeños pero salen buenos.

En Castilla se crian azores en muchas comarcas, asi como en Guipuzcoa, Alava, Vizcaya, Segura (que es de la orden de Santiago) y Algeciras. De ellos, los mejores que yo vi son los de Algeciras, pequeños y roqueces; los demas, comunmente los torzuelos, son muy buenos perdigueros; y las primas son comunales. Cuando son pollos tiene un plumaje bermejo y el pico oscuro. No son bien empluinados, y son estrechos, pero algunos salen buenos, aunque son de malas costumbres.

Tomanse azores bravos en el tiempo que se toman las torcazas, y vienen con el paso de ellas; los mejores se toman en Castilla, en una villa frontera de Navarra que llaman Santa Cruz de Campezo, y son de otra pinta que los que ahora dijimos, bastante grandes y se parecen en el plumaje a los azores de Noruega, porque tienen el plumaje entre blanco y amarillo, la pinta gruesa, y salen muy buenos si son mudados de una muda en el aire. Valen mas si tienen cazador paciente que los eduque poco a poco y sin violencia.

Los señores aprecian mucho los azores buenos, pues son muy hermosos y de buen donaire y toman ante ellos las presas; son buenos para tomar raleas trainas para educar halcones, como garzas, grullas y otras.

Los azores requieren ser muy bien traidos en la mano, ser alimentados de buenas viandas y tener una buena alcandara. Hartalo de sol y de agua; no quieren estar en la alcandara entre mucha gente, sino en lugar apartado, que piensa mejor de si.

Ademas en cuanto pudieres excusa de cazar, con tu azor, cuervo carnicero, que es mala presa, ni budalon porque se ensañan mucho y los escarmientan. Tampoco caces milano con el, del mediodia en adelante, porque ya estan los milanos cebados y cuando los captura el azor vomitan lo que han comido, enojan al azor y en consecuencia este aborrece tomar otras presas. No tomes con el avutarda ni ansar brava, porque los rompen y se vuelan con ellos.

Cuando hubieres de lanzar tu azor a garza, procura que halle la garza levantada, ya que si esta posada y llega a ella la hiere muy mal. Nunca lo lances a liebre ni conejo; dale siempre a tirar y pelar. En la muda este en buena casa de gran espacio y suelto; tenga dos alcandaras y un bacin de agua y coma en la mano.

Capitulo XLII

De los gavilanes

Los gavilanes son aves de caza muy lindas, gentiles y de gran esfuerzo; en todas sus costumbres y proporciones parecen ser azores pequeños de Noruega, porque asi como ellos tienen el plumaje y la pinta.

Los gavilanes se crian en muchas partes. Crian en los arboles y se dice que los crian en espino son mas rubios que otros, pero esto no les viene del espino. Ocurre que todos los gavilanes rubios prefieren las grandes presas, por ello crian en arboles bajos, para llevar a los hijos mas ligeramente la presa que toman; el espino es arbol bajo y espeso, por eso crian alli. Los gavilanes que crian en los valles de las montañas son mejores que los que crian en lo alto; todo esto es asi por la razon que dijimos.

En España los mejores gavilanes, que yo sepa, y mayores y de mejor esfuerzo son los que crian en el Pedroche, que es en termino de Cordoba. Son tambien buenos los gavilanes que se crian en Ibor, que esta en terminos de Guadalupe y Trujillo. De esto gavilanes, y de todos los otros son los mejores los que se toman rameros, que son criados mas libremente por el padre y la madre. Oi decir que Ruy Paez de Biezma, un gran caballero de Galicia, viniendo de la guerra de los moros, y yendo para su tierra, paso en el tiempo de los gavilanes nuevos, por el Pedroche, e hizo llevar de alli veinte gavilanes nuevos, primas y torzuelos, en sus alcahaces, y cuando llego a su tierra hizolos echar en un monte suyo, y dicen que desde entonces aca hay alli, en aquella tierra y comarca, muy buenos gavilanes, mejores que primero habia.

Los gavilanes quieren ser bien traidos y bien gobernados de buenas viandas, y requeridos solamente de agua; debe desplumar a menudo, y tener buena alcandara y buena casa sin humo, porque si humo o sereno les da, luego son perdidos. Toman presas muy buenas con que toma el hombre placer, como los perdigones en verano; despues, en los meses de agosto y septiembre, las codornices, y en el invierno las cercetas con tambor, la picaza y la cigoñuela, y otras presas por todo el año.

Son aves que no pueden sufrir purgas, porque son muy delicadas, y, por tanto, su alimento para traerlos sanos es buena vianda y no darle grande papos, sino pocos y a menudo.

Son aves que, con el gran valor que tienen, toman algunas veces grandes presas, como cazar anade y cuerva, trabar del milano y tomar el alcaravan; por ello los llaman en latin nisus, que quiere decir esforzado, y en Francia y en otras partes lo llaman esparvel. Son los gavilanes mas privilegiados que ninguna otra ave de caza, pues cualquier mercader que lleve halcones a vender pagara portazgo, mas si llevare un gavilan con ellos es franco; yo lo vi en Cañete, un lugar ribera del mar, que es del Vizconde de Illa, en el reino de Aragon. Vi llegar una barca que venia de Provenza, y venian diecisiete mercaderes que traian sacres de Romaña y Alemania, halcones borais provenzales -ochenta piezas- y traian un gavilan con ellos y cuando llegaron al puerto murioseles el gavilan, y no llevaron de alli los halcones hasta que uno fue a Perpiñan, dio un halcon provenzal a un caballero, tomo de el un gavilan y torno para alli, llevandose entonces sus halcones porque iban ya seguros de no pagar portadas.

Si en invierno lo quisieres pasar, dale buena casa caliente, piernas de gallina, pajarillos, hartalo de sol, guardalo de viento, de sereno y de humo; dale buena alcandara; ponle un paño de color bajo los pies, o un pellejo de liebre. No le des mas carne que la que tiene pluma.

En todas sus proporciones procura que sea el gavilan enano y de buena carne, de buen rostro y buenas ventanas, gran mano y dedos largos. Los gavilanes rubios son mas ardidos. No te pagues de gavilan que sea estrecho de hombros ni zancudo -de luengas piernas-. Dale buena pihuela, blanca y delicada, cascabeles pequeños de buen sonar, y si fuere zahareño, hay algunos que le ponen capirote, y anda mas guardado, por lo cual tiene mas recio el cuerpo y las piernas, ya que le impide abatir.

Capitulo XLIII

De los esmerejones

Esmerejones son aves que parecen halcones en todo su aspecto, asi como los gavilanes parecen azores. Hay en los esmerejones plumajes varios, como los hay en los halcones, porque de ellos hay gerifaltes, neblis, baharis, sacres y bornis, y se crian, segun dicen, en Noruega y en aquellas partes donde se crian los nebli y las otras aves, y vienen con el paso de las aves, como vienen los neblis. Son aves muy ligeras y placenteras, vuelan y cazan bien la cogujada, la aloya y aun toman la perdiz.

Yo vi un esmerejon a Don Felipe, hijo del rey de Francia, duque de Borgoña y conde de Flandes, que le confiara la duquesa de Bretaña: deciame que en aquel invierno que el lo habia tenido, habia tomado doscientas perdices, o mas, y era sacre por su plumaje.

Quieren los esmerejones ser traidos en la mano, como el nebli, y no olvidarlos en la alcandara; quieren ser alimentados de buenas viandas y pequeños papos, pero son aves que rapidamente se pierden, porque son muy bulliciosos y de poco sosiego.

Capitulo XLIV

De los alcotanes

Los alcotanes son mayores que los esmerejones; parecen algo halcones, se crian en Aragon y creo que en todas partes.

Los pollos sacados del nido no valen nada; tomados del aire es un muy hermoso vuelo, y cuantas menos mudas tiene es mejor.

Son mal acondicionados algunos de ellos, y es menester tener mucha paciencia.

Lo que vuelan es el zaboque puesto en el cielo; verdad es que no aciertan todas las veces. Tambien vuelan la abubilla, y hanla de volar con la lonja, porque como tiene malas vueltas, encuentranse con ella y embarazanla: muy pocas veces la matan. Suelen ser perdigueros; tienen poco sosiego, como los esmerejones.

Capitulo XLV

Del paso de las aves

Muchas veces hemos dicho en este libro como los halcones neblies y otros vienen con el paso de las aves a esta tierra: ahora queremos decir que paso es este de las aves de que hicimos mencion.

Debeis saber que a todas las cosa que Nuestro Señor Dios crio dio su gobernamiento, y por ordenamiento de la naturaleza tienen su industria para vivir; en consecuencia dice el Profeta David en el salmo, alabando a Dios y a susobras: el Señor da a las bestias mantenimiento a ellas perteneciente y tambien a los pollos de los cuervos que a El claman.

Dicen los filosofos naturalistas que el cuervo, cuando ve los hijos salidos de sus huevos, cubiertos de pelo blanco, no los reconoce por sus hijos, porque los ve blancos, y no de su color; aborrecelos y no los quiere cebar ni dar de comer. Y en aquel tiempo que ellos estan asi desamparados de los padres, abren las bocas con hambre, dando voces, y alli peganseles mosquitos y hormigas, de que se mantienen. Tambien se mantienen del rocio del cielo, abriendo la boca, hasta que van cobrando su pelo negro que tienen por naturaleza y los van conociendo el padre y la madre por hijos suyos y tornan a gobernarlos. Asi provee Dios al hombre, animales, aves y a todas las otras cosas, segun que en muchos lugares se podria poner en ejemplo.

Asi las aves, por industria de la naturaleza, buscan su vida y su mantenimiento. Señaladamente las aves buscan su vida en la morada del invierno y del verano; porque las aves que crian en Noruega, asi como neblis, sacres y bornis y otras aves, en el invierno, porque es muy frio, salen de alli -de Noruega- de aquella tierra muy fria, y vienen con otras aves a buscar tierra caliente, y vienen cazando aquellas aves que vienen en su compañia, y as! se derraman por muchas tierras, donde los capturan.

Otras aves hay que aunque son de tierra caliente buscan otras que lo sean aun mucho mas, como las cigueñas y sisones y otras muchas aves que crian en esta tierra de Europa que contiene a España y Francia y otras tierras. Cuandoviene el invierno pasan allende el mar, al Africa, porque es mas caliente y, luego, tornanse. Yo vi por el estrecho deMarruecos, que esta entre Tarifa y Ceuta, pasar las cigueñas a fines de verano, que se tornaban para Africa; eran tantas que no podia el hombre contarlas, y duraban mucho tiempo en el cielo, tan grande era la manada que iba. Eso mismo ocurre con las garzas y otras aves y dicen que asi lo hacen las codornices, porque muchas veces, con un viento, se hallan muchas, y luego que otro viento viene parten de alli y vanse, lo cual vieron muchos.

Yendo el rey Don Pedro por el mar, teniendo guerra con el rey de Aragon, atravesando desde el cabo Martin a Ibiza, que es un travesia de doce leguas, vi que en la galera de un caballero que llamaban Orejon, bien a seis leguas de tierra, cayo una codorniz, no se si iban otras, pero dicen que pasan el mar.

Vi tambien en el camino de la travesia de mar que se hace entre Bermeo, villa de Vizcaya, y la Rochela, que pueden ser ochenta leguas, poco mas, yendo yo en una galera a media via del mar, que podia ser a cuarenta leguas de tierra de cada parte, halle garzas que llevaban aquella misma via, y asi andan buscando su camino y su paso las aves por naturaleza.

Los neblis siguen a estas aves y atraviesan todo el mundo. Yo tuve un halcon nebli, que era muy buen altanero, llamabase Poca ropa, y fue tomado en Plasencia. Dijome el redero que lo tomara, que le cayera en la red con unas palomas torcaces, tras las cuales venia, y decia que las palomas traian el papo lleno de la frutilla del haya que llaman ho, y aquella mañana la habian comido, y no hallamos que hubiere hayas hasta Villafranca de Montes de Oca, que estaba bien setenta leguas de alli; y por tanto, podeis entender la travesia que las aves hacen.

No hay duda que muchos halcones son tomados en las rocinas y en el campo de Santarem con el pelo blanco, con que nacieron, en la cabeza, y veras si han volado y atravesado desde tierra de Noruega aqui. Tambien vi en tierras de Toledo, un año en que fueron tomadas muchas tortolas en el mes de setiembre, que venian a posarse en los olivos, y matabanlas los ballesteros, que muchas de ellas traian incienso en el papo pegado, y decian que podia ser que vinieran de la tierra donde nace el incienso y que se posaban en los arboles donde ello era.

En tierra del Sultan de Babilonia hay una comarca a la cual suelen venir las grullas en tiempo cierto de paso; y dicen que pasan el mar, y cuando alli llegan vienen muy cansadas, en manera que no pueden volar sino muy flojo y bajo. El Sultan tiene sus atalayas en aquel tiempo por todas aquellas comarcas donde suelen venir, y va alla y lleva muchos gerifaltes; dicen que dura aquel paso quince dias, hasta que las grullas estan descansadas para partir alli para otra tierra; con aquellos gerifaltes toman muchas, y yo vi en Paris un mercader genoves, que decia que moraba y tenia su casa y mercaderias en Damasco, que es del dicho Sultan de Babilonia, y tenia en Paris entonces hombres de Alemania que llevaban gerifaltes para el Sultan: eran los que yo vi en cuatro que ellos llaman cajas, y que nosotros decimos aca varas, ochenta gerifaltes, que eran todos roqueces, y deciame que le habia mandado ya otros tantos, y cuando alla llegaban, que tanto le daban y pagaban por el que moria en camino como por el que llegaba vivo. Y haria esto para que los mercaderes no dejasen de llevarle halcones porque desde Noruega y la alta Alemania, de donde los traian, a Damasco hay muy largo camino por tierra y por mar.

Tambien vi, viniendo de la Rochela a España, bien a veinte leguas de tierra, venir a mi galera un cernicalo y muy muchos pajarillos pequeños; se posaban en el arbol de la vela y luego que alzaban o bajaban el mastil volaban un poco fuera de la galera sobre el mar y tornabanse a la galera, donde los cogian con las manos. Estos no se si pasaban a otra tierra; decian algunos que muchas aves volaban por el mar, creyendo que es mas estrecha, y cuando se cansan caen y pierdense en el mar, y si hallan algun navio vanse para el y posan alli. Lo cual se confirma por el cuervo que Noe envio, que por cuanto no hallo donde posar, tornose a posar en el arca.

Asi como hemos dicho, de muchas maneras pasan las aves y atraviesan el mundo, y con ellas viene los halcones cebandose, y son, los mas de ellos, pollos.

Capitulo XLVI

De como se deben injerir las plumas quebradas

Aunque el injerir las peñolas del halcon y del azor todos los halconeros y cazadores comunmente lo saben hacer, empero, puesto que en este libro hemos hablado de todas las cosas y curas que pertenecen a las aves de caza, pondremos aqui la manera y practica como las plumas quebradas de las aves se deben injerir, para que las aves cobren todos sus vuelos enteros. Pues parece muy feo cuando el ave trae el ala mellada y menguada de sus plumas, y es gran daño para el ave: lo uno, no vuela tan bien, porque no recibe tan bien el viento en el ala aportillada como cuando la tiene cerrada y guarnecida de sus plumas; ademas, cuando una pluma se quiebra, las otras, que estan a par de ella, perecen y van a mal, porque unas a otras se ayudan y se sostienen.

No hay honra del halconero ni del cazador en que su ave ande asi y aparece mucho en ello su negligencia, o que guardo el ave mal, o que esta se maltrato por su culpa, o que el cazador no pone en ello remedio cual cumple. Y en consecuencia debeis saber que por muchas causas se quiebran las peñolas a las aves. Unas veces al traerlas: cuando los mercaderes traen muchas aves, en varas, juntas y largo camino y no pueden asi cuidar de tantas aves reunidas; ademas, no vienen en la mano, sino en aquellas gavias que les hacen y, por tanto, las aves, como vienen ciegas con los capirotes y tan juntas, marrotanse mucho. Otras veces se marrotan las aves y quiebranseles muchas veces las plumas a causa de atacar gran presa, y volarse con ella por no poderla tener a su voluntad, asi como cuando el azor toma avutarda, o ansar brava; o el halcon nebli cuando toma por ralea o alguna otra presa. En fin, pierde y quiebranseles algunas veces las plumas al ave por mengua, negligencia y poco saber del cazador, dejandolo en la alcandara olvidado: debatese y no le toman ni cuidan de ello; tuercensele las plumas y no procuran socorrerle y enderezarselas, y por ello vienen a quebrar, por lo que en adelante aquellas plumas quebradas vienen todavia a marrotar mas hasta que se hienden y vienen a ser rotas y cortadas hasta lo vivo.

Si acaeciere que la pluma sea asi quebrada y rota hasta lo vivo, no hay remedio para poderse injerir, y queda la tal peñola en la aventura de mudarla el ave, pues cuando llega a la muda no se puede ayudar del pico para trabar de ella y removerla, como hace con las otras; y si es al comienzo de cazar, no vuela el ave tanto como debe, y las otras plumas andan en peligro por ella.

El remedio que aqui se puede poner es este:

Toma unas turquesas pequeñas que llaman tenazas, como aquellas, necesarias a los halcones, con que les cortan las uñas y el pico; mas procura que no sean agudas ni corten; derriba tu halcon, cogelo y trabale de aquella pluma con las turquesas y sacasela. Y enseguida ponle en aquel agujero, por donde salio, un grano de cebada pelado, para que no se cierre; dale buenas viandas y excusalo de trabajar hasta que venga la pluma nueva. Esto en las plumas mayores, que estan en lugar que es pobre de gobierno si no le ayudas con buenas viandas que le des.

Pero si la pluma es quebrada de manera que se rompio todo lo macizo y un poco del cañon, entonces tomaras otra pluma igual, de otra ave, como la has menester para alli: si cuchillo, cuchillo; si tijera, tijera. Procura mucho que sea del plumaje de tu ave, pues no debes injerir al gerifalte pluma de nebli, ni al nebli de gerifalte, porque no se haria bien, mas a cada ave buscar pluma semejante; si es pollo cuida que la pluma que has de injerir sea polla, y si mudado, sea mudada. Entonces toma el cuchillo que hace falta e igualalo con la pluma quebrada donde se ha de injerir, y conciertalo bien con ella, y sea del mismo ala: si es izquierda, sea del ala izquierda; si derecha, sea del ala derecha; y de aquel mismo numero; si es cuchillo primero o segundo y asi en adelante. Toma la pluma, cortala por el cañon, de manera que cuando entrare por el otro cañon llegue hasta cerca de lo vivo, mas no llegue a ello, porque no le duela; hiende la peñola que traes de fuera por el cañon a lo largo, sacale aquel meollo que trae dentro, ponle un poco de trementina y, entonces, metela por el cañon del ave segun he dicho.

Por cuanto, como he dicho, el cañon quedo corto, y la pluma que injieres no toma tan gran asentamiento que pueda estar firme si el ave revolase con una presa, o se debatiese, y luego la perderia, para que este firme, horada con una lezna muy delgada, como si fuera para huso, aquellos dos cañones que estan juntos en dos lugares en esta guisa: y por aquellos dos agujeros mete sendas plumas de perdiz, de las que traen en las alas, y corta la cola, porque son correosas y no se rompen; metelas primero por la parte del flojel que tienen y cuando las metieres hasta que atiesten, cortaselas de cada extremo a raiz del cañon con un cañivete muy agudo.

Si la pluma fuere quebrada entre el cañon y lo macizo, de manera que todo el cañon queda entero, entonces tomaras la pluma que traes para poner, haz de ella como hemos dicho y untala con la trementina, metiendola por el otro cañon del ave, de manera que se incorpore bien una en otra, y tal como esta no ha menester tarugos porque ella entra tanto por el cañon del ave, que estara bastante firme. Procura cuando metieres estas plumas por otras, que el cañon de las plumas que traes entre retorcido y encogido para que no hagas reventar la del ave, ya que, despues que dentro estuviere alla, se soltara y henchira todo el cañon, y, por tanto, hiendela; lo primero para que tome mejor la trementina y lo segundo porque la aprieta uno.

Finalmente, si la peñola o pluma esta quebrada por lo macizo, por cualquier lugar que sea, o por el mas delgado o por el mas grueso, taja lo que estuviere marrotado, toma la pluma que traes y conciertalas de guisa que vengan ni mas ni menos de lo que han menester; taja las dos, tanto la del ave como la que traes, sosquinadas por esta guisa, para que se unan mejor: y de manera que no les cortes las plumas menudillas de ninguna de ambas plumas, cerca del lugar donde han de ser juntadas, pues parecerian feas y no se encubriria bien la injeridura. Haz aquella cortadura de las plumas con cañivete bien agudo y moja las dos en lugar donde se han de injerir con agua tibia, para que enternezcan, y despues toma la aguja de injerir que sea hecha asi: y estas agujas han de ser bien delgadas y unas mas gruesas que otras, y algunas pequeñas, segun cada una de las plumas que se han de injerir requiere, y son todas de tres esquinas de cabo a cabo de las puntas hasta el medio, y tengan sus esquinillas levantadas al reves las unas de las otras, para que entre la pluma y despues no pueda salir.

Los picos de las agujas no sean muy gruesos, y asi te digo que pocas veces las halla uno como le cumple, por tanto, donde las encuentres tomalas y guardalas bien, y esten bien hechas; las esquinas no sean muy largas, y tan grandes y tan gruesas como pertenezca al lugar donde han de estar, de manera que no reviente la pluma.

Con la aguja mojada en agua y sal, para que orinezca, junta las plumas una con otra, y haz que entre la aguja tanto en una pluma como en la otra, y se vengan a juntar en medio de la aguja.

En todas estas cosas para mientes de hacerlos bien, con buen tiento, que no injieras torcido ni fuera de medida; si lo hicieres bien, pocos divisaran que la pluma esta injerida. Para esto anda siempre apercibido de buenas agujas, mayores y menores, delgadas y gruesas, y de plumas, cuchillos y tijeras, que las traigas contigo cuando anduvieres, en el invierno, de caza, para que si menester fuere, pongas luego remedio.

Ademas de estas ocasiones que vienen de quebrarse las peñolas, siempre debes mirar y regir tu halcon cuando alguna se tuerce; si vieres que no tiene rotura en ella sino torcedura, toma agua caliente, poco mas que tibia, moja la pluma, y cuando vieres que enternece ve enderezandosela cuidadosamente con los dedos, y despues el ave misma la ha de enderezar con el pico. Si por ventura hubiere en ella livor, que quiere decir quebrantadura, pero que no esta partida, toma entonces un tronco de berza de col, o la hoja penca, y si es gruesa ponla en el rescoldo, y tan pronto estuviere caliente, sacala y abrela; coloca entre ella aquella quebradura de la pluma, y tenla alli un tiempo hasta que suelde, que alli luego soldara.

Capitulo XLVII

De cuales cosas y medicinas debe andar apercibido el cazador y traer consigo para sus aves

Todo cazador debe ser muy cuidadoso de sus aves, pues, ya que lo toma para tener placer, y hace gran costa en buscar y comprar nobles halcones, debe, igualmente, traerlos bien guarnecidos y cuidados. Para esto debe andar bien apercibido de traer buenos capirotes, bien hechos, y de todas guisas, grandes y menores, asi para gerifaltes como para neblis, azores y otros halcones, porque cada ave tiene la cabeza segun su talla, y necesita capirote de su proporcion; debe el cazador traer cuero bueno para hacerlos, y el mejor cuero que en el mundo hay para ello son buenos cueros de becerros que traen de Francia, y llaman cueros de abadia; llamanlos asi, porque dicen que los monjes de las abadias los adoban para sus zapatos y sus botas.

Debe traer, tambien, el cazador, muchas pihuelas y señuelos livianos, luas, lonjas, tambor, cascabeles de Milan doblados, grandes, menores y pequeños; tornillos para azores y gavilanes, herramental necesario a los halcones, en que hay turquesas, buen cañivete, punzon para coser, señuelo, cuchillo para tajar los capirotes y pihuelas, hierros para labrar, segun arriba estan figurados, lima para adobar las hormas de los capirotes, cada una de su guisa, cordeles para señolear; cada halconero debe traer sus cañivetes muy grandes para aparejar la vianda de su halcon y hacer juntas y plumadas.

Tambien debe traer sus pequeñas liniaveras de lienzo, bien hechas para traer al costado, donde pueda meter, esconder y cobrar el anade o la ralea que el halcon tomare, para que no la vea, y donde traiga la comida para su halcon, sus roederos, el capirote de sobra y los cascabeles, por si quiere cargar o descargar su halcon. Debe traer una liniavera grande, donde traiga sus gallinas muertas, plumas y roederos, y sus viandas para cuando ha de dar de comer a sus halcones.

Tambien debe traer unas que llaman cajetas, que se hacen de barba de ballena, con esta forma: o las que hacen de madera y son para traer gallina viva, que no se ahogue, para con ella socorrer a su halcon, si viere que no lo puede coger y que no trae la presa que le echen, y lo ve ir a perderse por miedo del aguila. Tambien debe andar apercibido el cazador de traer consigo medicinas para sus aves, las cuales son estas: Buena momia, que es la mas preciosa medicina para los quebrantamientos del halcon; que puede ser y es hecha de carne de hombre confeccionada; y lo mejor es que sea de la cabeza. Zaragatona que tienen los boticarios. Simiente de mastuerzo. Pez luciente y virgen. Simiente de perejil. Aciche. Casca de encina. Zumaque. Suelda de raca. Sangre de drago. Acibar cecotri.

Acibar patigo. Bolarmenico.

Miel dura en terron. Incienso. Nuez de India. Nuez moscada. Macis. Azucar blanco. Azucar cande. Azafran. Hierba golondrina. Zumo de condeso. Delante dijimos que es pimpinela, bursa pastoris, hierba golondrina: todo es uno. Coral blanco. Cardenillo, otros lo llaman verdet. Alumbre, otros lo llaman alume. Almastiga. Piedra sanguina. Clavos de girofle. Canela. Flor de canela. Espic. Aceite. Albayalde. Enjundia de garza. Dialtea. Unguento cetrino. Alcatenes. Leche de cabras. Mirra. Estopas de seda.

Favarraz.

Tartago.

Buenas tijeras para trasquilar plumas.

Un peso pequeño para pesar las especias.

Lancetas.

Agujas de injerir.

Agujas para coser heridas.

Pildoras de acibar cecotri, son buenas para purgamiento del cuerpo; hallaras como se hacen en el capitulo XI.

Simiente de hierba menudilla.

Zumo de hinojo.

Alosna, que es ajenjo amargo.

Jabon frances.

Trementina.

Ceniza de vides.

Sebo de carnero.

Suelda en polvo para heridas del halcon; hallaras como se debe hacer en el capitulo XXV.

Suelda que dan a los halcones en la comida para los quebrantamientos del cuerpo; hallaras como se debe hacer en el capitulo XXVIII.

Agua de espic, que es buena para el halcon que tiene comienzo de agua vidriada; la hallaras en el capitulo XI.

Polvos para cuando el halcon vomita; hallaras en el capitulo XXXIII.

Condeso es una mata que tiene la hoja menudilla, como trebol, y el madero es como blanco, y dicen que con el madero torcido atan cubas, en algunas tierras; y el zumo que mandan poner para las lombrices, ha de ser de la raiz. Nace, comunmente, en las riberas del agua, y si no lo hallares, aprovechate de la hierba lombriguera, porque esto se usaba para las lombrices.

Polvos para la uña del halcon, en el capitulo XXVI los hallaras; son buenos para las heridas.

Aqui se acaba el LIBRO DE LA CAZA DE LAS AVES, que hizo Pero Lopez de Ayala en el Castillo de Olidos, en Portugal, en el mes de junio, año del Señor de mil y trescientos y ochenta y seis años, era de Cesar de MCCCCXXIV años.

LAUS DEO