Miguel de Cervantes Saavedra
Comedia llamada Trato de Argel
Hecha por Miguel de Cervantes, qu′estuvo cautivo en él siete años

Jornada primera

AURELIO.
  • FÁTIMA, criada de Zahara.
  • ZAHARA, ama de Aurelio.
  • YZUF, amo de Aurelio.
  •  
     
    AURELIO    ¡ Triste y miserable estado!
    ¡ Triste esclavitud amarga,
    donde es la pena tan larga
    cuan corto el bien y abreviado!
       ¡ Oh purgatorio en la vida, 5
    infierno puesto en el mundo,
    mal que no tiene segundo,
    estrecho do no hay salida!
       ¡ Cifra de cuanto dolor
    se reparte en los dolores, 10
    daño que entre los mayores
    se ha de tener por mayor!
       ¡ Necesidad increíble,
    muerte creíble y palpable,
    trato mísero intratable, 15
    mal visible e invisible!
       ¡ Toque que nuestra paciencia
    descubre si es valerosa;
    pobre vida trabajosa,
    retrato de penitencia! 20
       Cállese aquí este tormento,
    que, según me es enemigo,
    no llegará cuanto digo
    a un punto de lo que siento.
       Pondérase mi dolor 25
    con decir, bañado en lloros,
    que mi cuerpo está entre moros
    y el alma en poder de Amor.
       Del cuerpo y alma es mi pena:
    el cuerpo ya veis cual va, 30
    mi alma rendida está
    a la amorosa cadena.
       Pensé yo que no tenía
    Amor poder entre esclavos,
    pero en mí sus recios clavos 35
    muestran más su gallardía.
       ¿: Qué buscas en la miseria,
    Amor, de gente cautiva 
    Déjala que muera o viva
    con su pobreza y laceria. 40
       ¿: No ves que el hilo se corta
    desa tu amorosa estambre,
    aquí con sed o con hambre,
    a la larga o a la corta 
       Mas creo que no has querido 45
    olvidarme en este estrecho,
    que has visto sano mi pecho,
    aunque tan roto el vestido.
       Desde agora claro entiendo
    que el poder que en ti se encierra 50
    abraza el cielo y la tierra,
    y más que no comprehendo.
       Una cosa te pidiera,
    si en esa tu condición
    una sombra de razón 55
    por entre mil sombras viera;
       y es que, pues fuiste la causa
    de acabarme y destruirme,
    que en el contino herirme
    hagas un momento pausa. 60
       Yo no te pido que salgas
    de mi pecho, pues no puedes;
    antes, te pido que quedes,
    y en este trance me valgas.
       Mira que se me apareja 65
    una muy fiera batalla,
    y que no he de atropellalla
    si tu consejo me deja.
       Del lugar do me pusiste,
    me procuran derribar; 70
    pero, ¿: quién podrá bajar
    lo que tú una vez subiste 
       Ya viene Zahara y su arenga;
    ¡ ay, enfadosa porfía;
    cómo que me falta el día 75
    antes que la noche venga!
       ¡ Valedme, Silvia, bien mío,
    que, si vos me dais ayuda,
    de guerra más ardua y cruda
    llevar la palma confío! 80
     
    (Entra agora ZAHARA, ama de AURELIO, y FATIMA, criada de ZAHARA.)
     
    ZAHARA    ¡ Aurelio!
    AURELIO            Señora mía...
    ZAHARA Si tú por tal me tuvieras,
    a fe que luego hicieras
    lo que ruega mi porfía.
    AURELIO    Lo que tú quieres yo quiero, 85
    porque al fin te soy esclavo.
    ZAHARA Esas palabras alabo,
    mas tus obras vitupero.
    AURELIO    ¿: Cuál ha sido por mí hecha
    que en ella no te complaces  90
    ZAHARA Aquellas que no me haces
    me tienen mal satisfecha.
    AURELIO    Señora, no puedo más;
    por agua me parto luego.
    ZAHARA Otra agua pide mi fuego, 95
    que no la que tú trairás.
       No te vayas; está quedo.
    AURELIO De leña hay falta en la casa.
    ZAHARA Basta la que a mí me abrasa.
    AURELIO Mi amo...
    ZAHARA                 No tengas miedo. 100
    AURELIO    Déjame, señora, ir,
    no venga Yzuf, mi señor.
    ZAHARA Quien queda con tanto amor,
    mal te dejará partir.
    AURELIO    No hay para qué más porfíes, 105
    señora: déjame ya.
    ZAHARA Aurelio, llégate acá.
    AURELIO Mejor es que te desvíes.
    ZAHARA    ¿: Ansí, Aurelio, me despides 
    AURELIO Antes te hago favor, 110
    si con el compás de honor
    lo compasas y lo mides.
       ¿: No miras que soy cristiano
    con suerte y desdicha mala 
    ZAHARA El amor todo lo iguala: 115
    dame por señor la mano.
    FATIMA    Zahara, señora mía,
    dígote que me ha admirado
    mirar en lo que ha parado
    tu altivez y fantasía. 120
       Ver, por cierto, es gentil cosa,
    y digna de ser notada,
    de un cristiano enamorada
    una mora tan hermosa.
       Y lo que más llega al cabo 125
    tu afición tan sin medida,
    es mirarte estar rendida
    a un cristiano que es tu esclavo.
       ¡ Y monta que corresponde
    el perro a lo que le quieres! 130
    Perdóname; frágil eres.
    ZAHARA ¿: Dónde vas 
    FATIMA                     Bien sé yo adonde.
    ZAHARA    Dulce amiga verdadera,
    lo que dices no lo niego;
    mas ¿: qué haré , que amor es fuego 135
    y mi voluntad es cera.
       Y, puesto que el daño veo
    y el fin do habré de parar,
    imposible es contrastar
    las fuerzas de mi deseo. 140
       Vuelve tu lengua e intento
    a combatir esta roca,
    que no será gloria poca
    gozar de su vencimiento.
    FATIMA    Quiero en esto complacerte, 145
    pues al fin puedes mandarme.
    Cristiano, vuelve a mirarme,
    que no es mi rostro de muerte.
    AURELIO    Más que muerte me causáis
    con vuestros inducimientos. 150
    Dejadme con mis tormentos,
    porque en vano trabajáis.
    FATIMA    ¿: No ves cómo se retira
    el perro en su pundonor 
    Ansí entiende él del amor 155
    como el asno de la lira.
    AURELIO    ¿: Cómo queréis que yo entienda
    de amor en esta cadena 
    ZAHARA Eso no te cause pena,
    que luego se hará la enmienda: 160
       las dos te la quitaremos.
    AURELIO Muy mejor será dejalla;
    que no quiero con quitalla,
    pasar de un estremo a estremos.
    ZAHARA    ¿: A qué estremos pasarás  165
    AURELIO Quitando al cuerpo este hierro,
    cairé en otro mayor hierro,
    que al alma fatigue más.
    FATIMA    ¿: Almas tenéis los cristianos 
    AURELIO Sí, y tan ricas y estremadas 170
    cuanto por Dios rescatadas.
    FATIMA ¡ Que son pensamientos vanos!
       Pero si almas tenéis,
    de diamante es su valor,
    pues en la fragua de amor 175
    muy más os endurecéis.
       Aurelio, ¡ resulución!
    Ten cuenta en lo que te digo:
    no quieras ser tan amigo
    de tu obstinada opinión. 180
       Ya te ves sin libertad,
    entre hierros apretado,
    pobre, desnudo, cansado,
    lleno de necesidad,
       subjeto a mil desventuras, 185
    a palos, a bofetones,
    a mazmorras, a prisiones,
    donde estás contino a escuras.
       Libertad se te promete;
    los hierros se quitarán, 190
    y después te vestirán.
    No hay temor de escuro brete.
       Cuzcuz, pan blanco a comer,
    gallinas en abundancia,
    y aun habrá vino de Francia 195
    si vino quieres beber.
       No te pido lo imposible,
    ni trabajos demasiados,
    sino blandos, regalados,
    dulces lo más que es posible. 200
       Goza de la coyuntura
    que se te ríe delante;
    no hagas del ignorante,
    pues muestras tener cordura.
       Mira tu señora Zahara 205
    y lo mucho que merece:
    mira que al sol escurece
    la luz de su rostro clara.
       Contempla su juventud,
    su riqueza, nombre y fama; 210
    mira bien que agora llama
    a tu puerta la salud.
       Considera el interés
    que en hacer esto te toca,
    que hay mil que pondrían la boca 215
    donde tú pondrás los pies.
    AURELIO    ¿: Has dicho, Fátima 
    FATIMA                                     Sí.
    AURELIO ¿: Quieres que responda yo 
    FATIMA Responde.
    AURELIO                  Digo que no.
    ZAHARA ¡ Ay, Alá! ¿: Qué es lo que oí  220
    AURELIO    Yo digo que no conviene
    pedirme lo que pedís,
    porque muy poco advertís
    el peligro que contiene.
    FATIMA    ¿: Qué peligro puede haber, 225
    quiriéndolo tu señora 
    AURELIO La ofensa que, siendo mora,
    a Mahoma viene a hacer.
    ZAHARA    ¡ Déjame a mí con Mahoma,
    que agora no es mi señor, 230
    porque soy sierva de Amor,
    que el alma subjeta y doma!
       ¡ Echa ya el pecho por tierra
    y levantarte he a mi cielo!
    AURELIO Señora, tengo un recelo 235
    que me consume y atierra.
    FATIMA    ¿: De qué te recelas  Di.
    AURELIO Señora, de que no veo
    ningún camino o rodeo
    como complacerte a ti. 240
       En mi ley no se recibe
    hacer yo lo que me ordenas;
    antes, con muy graves penas
    y amenazas lo prohíbe;
       y aun si batismo tuvieras, 245
    siendo, como eres, casada,
    fuera cosa harto escusada
    si tal cosa me pidieras.
       Por eso yo determino
    antes morir que hacer 250
    lo que pide tu querer,
    y en esto estaré contino.
    ZAHARA    Aurelio, ¿: estás en tu seso 
    AURELIO Y aun por estar tan en él
    soy para vos tan cruel. 255
    ZAHARA ¡ Ay, desdichado suceso!
       ¿: Que es posible que tan poco
    valgan mis ruegos contigo 
    FATIMA Sin duda que este enemigo
    es muy cuerdo, o es muy loco. 260
       ¡ Perro! ¿: Tanta fantasía 
    ¿: Pensáis que hablamos de veras 
    ¡ Antes de mal rayo mueras
    primero que pase el día!
       ¡ Ruin sin razón ni compás, 265
    nacido de vil canalla!
    ¿: Pensábades ya triunfalla,
    perrazo, sin más ni más 
       Comigo las has de haber,
    y de modo que te aviso 270
    que dirá el que nunca quiso:
    "¡ Más le valiera querer!"
       No estés, Zahara, descontenta,
    deja el remedio en mi mano,
    que a este perro cristiano 275
    yo le haré que se arrepienta.
    ZAHARA    No es bien que por mal se lleve.
    FATIMA Ni aun bien llevado por bien.
    ZAHARA Cese, Aurelio, tu desdén.
    FATIMA Con eso el perro se atreve. 280
       Ven, señora, al aposento;
    que, en esta pena crecida,
    o yo perderé la vida,
    o tú ternás tu contento.
     

    (Sálense las dos y queda AURELIO solo.)
     
    AURELIO    ¡ Padre del cielo, en cuya fuerte diestra 285
    está el gobierno de la tierra y cielo,
    cuyo poder acá y allá se muestra
    con amoroso, justo y sancto celo,
    Si tu luz, si tu mano no me adiestra
    a salir deste caos, temo y recelo 290
    que, como el cuerpo está en prisión esquiva,
    también el alma ha de quedar cautiva!
       En Vos, Virgen Santísima María,
    [entr]e Dios y los hombres medianera,
    de mi mar incïerto cierta guía, 295
    virgen entre las vírgenes primera;
    en Vos, Virgen y Madre, en Vos confía
    mi alma, que sin Vos en nadie espera,
    que la habéis de guiar con vuestra lumbre
    deste hondo valle a la más alta cumbre. 300
       Bien sé que no merezco que se acuerde
    vuestra eterna memoria de mi daño,
    porque tengo en el alma fresco y verde
    el dulce fructo del amor estraño;
    mas vuestra alta clemencia, que no pierde 305
    ocasión de hacer bien, mi mal tamaño
    remedie, que ya estoy casi perdido,
    de Scila y de Caribdis combatido.
       Si el cuerpo esclavo está, está libre el alma,
    puesto que Silvia tiene parte en ella, 310
    y la amorosa trunfadora palma
    ha de llevar sola mi Silvia della.
    Ponga Zahara su amor, póngale en calma,
    que mi firmeza no hay pensar rompella,
    y aquello que a mi Dios y a Silvia debo, 315
    me hace que aun mirarla no me atrevo.
       ¿: Dó estás, Silvia hermosa  ¿: Qué destino,
    qué fuerza insana de implacable hado
    el curso de aquel próspero camino
    tan sin causa y razón nos ha cortado  320
    ¡ Oh estrella, oh suerte, oh fortuna, oh signo!,
    si alguno de vosotros ha causado
    tamaña perdición, desde aquí digo
    que mil cuentos de veces le maldigo.
       Yo moriré por lo que al alma toca, 325
    antes que hacer lo que mi ama quiere;
    firme he de estar cual bien fundada roca
    que en torno el viento, el mar combate y hiere.
    Que sea mi vida mucha, o que sea poca,
    importa poco; sólo el que bien muere 330
    puede decir que tiene larga vida,
    y el que mal, una muerte sin medida.
     
    (Entrase AURELIO, y sale SAYAVEDRA, soldado cativo; LEONARDO, cativo, y SEBASTIAN, muchacho cativo, a su tiempo.)
     
    SAYAVEDRA    En la veloz carrera, apresuradas
    las horas del ligero tiempo veo,
    contra mí con el cielo conjuradas. 335
       Queda atrás la esperanza, y no el deseo,
    y así la vida dél, la muerte della,
    el daño, el mal aunmentan que poseo.
       ¡ Ay dura, inicua, inexorable estrella,
    cómo de los cabellos me has traído 340
    al terrible dolor que me atropella!
    LEONARDO    El llanto en tales tiempos es perdido,
    pues si llorando el cielo se ablandara,
    ya le hubieran mis lágrimas movido.
       A la triste fortuna alegre cara 345
    debe mostrar el pecho generoso:
    que a cualquier mal, buen ánimo repara.
    SAYAVEDRA    El cuello enflaquecido al trabajoso
    yugo de esclavitud amarga puesto,
    bien ves que a cuerpo y alma es peligroso; 350
       y más aquel que tiene prosupuesto
    de dejarse morir antes que pase
    un punto el modo del vivir honesto.
    LEONARDO    Si acaso yo tus obras imitase,
    forzoso me sería que al momento 355
    en brazos de la hambre me entregase.
       Bien sé que en el cativo no hay contento;
    mas no quiero cre[c]er yo mi fatiga,
    tiniendo en ella siempre el pensamiento.
       A mi patrona tengo por amiga; 360
    trátame cual me ves: huelgo y paseo;
    "cautivo soy", el que quisiere diga.
    SAYAVEDRA    Triunfa, Leonardo, y goza ese trofeo;
    que, si por ser cautivo le hermoseas,
    yo sé que es torpe, desgraciado y feo. 365
    LEONARDO    Amigo Sayavedra, si te arreas
    de ser predicador, ésta no es tierra
    do alcanzarás el fructo que deseas.
       Déjate deso y escucha de la guerra
    que el gran Filipo hace nueva cierta, 370
    y un poco la pasión de ti destierra.
       Dicen que una fragata de Biserta
    llegó esta noche allí con un cativo
    que ha dado vida a mi esperanza muerta.
       Quitóle libertad el hado esquivo, 375
    de Málaga pasando a Barcelona;
    cativóle Mamí, cosario esquivo.
       En su manera muestra ser persona
    de calidad, y que es ejercitado
    en el duro ejercicio de Belona. 380
       Dice el número cierto que ha pasado
    de soldados a España forasteros,
    sin los tres tercios nuestros que han bajado;
       los príncipes, señores, caballeros,
    que a servir a Filipo van de gana; 385
    los naturales y los estranjeros,
       y la muestra hermosísima lozana
    que en Badajoz hacer el rey pretende
    de la pujanza de la Unión Cristiana.
       Dice con esto que ninguno entiende 390
    el disinio del rey, y el hablar desto,
    al grande y al pequeño se defiende.
    SAYAVEDRA    Rompeos ya, cielos, y llovednos presto
    el librador de nuestra amarga guerra
    si ya en el suelo no le tenéis puesto. 395
       Cuando llegué cativo y vi esta tierra
    tan nombrada en el mundo, que en su seno
    tantos piratas cubre, acoge y cierra,
       no pude al llanto detener el freno,
    que, a pesar mío, sin saber lo que era, 400
    me vi el marchito rostro de agua lleno.
       Ofrecióse a mis ojos la ribera
    y el monte donde el grande Carlo tuvo
    levantada en el aire su bandera,
       y el mar que tanto esfuerzo no sostuvo, 405
    pues, movido de envidia de su gloria,
    airado entonces más que nunca estuvo.
       Estas cosas volviendo en mi memoria,
    las lágrimas trujeran a los ojos,
    forzados de desgracia tan notoria. 410
       Pero si el alto Cielo en darme enojos
    no está con mi ventura conjurado,
    y aquí no lleva muerte mis despojos,
       cuando me vea en más seguro estado,
    o si la suerte o si el favor me ayuda 415
    a verme ante Filipo arrodillado,
       mi lengua balbuciente y casi muda
    pienso mover en la real presencia,
    de adulación y de mentir desnuda,
       diciendo: "Alto señor, cuya potencia 420
    sujetas trae las bárbaras naciones
    al desabrido yugo de obediencia:
       a quien los negros indios con sus dones
    reconocen honesto vasallaje,
    trayendo el oro acá de sus rincones; 425
       despierte en tu real pecho coraje
    la desvergüenza con que una bicoca
    aspira de contino a hacerte ultraje.
       Su gente es mucha, mas su fuerza es poca,
    desnuda, mal armada, que no tiene 430
    en su defensa fuerte muro o roca.
       Cada uno mira si tu Armada viene,
    para dar a los pies el cargo y cura
    de conservar la vida que sostiene.
       De la esquiva prisión, amarga y dura, 435
    adonde mueren quince mil cristianos,
    tienes la llave de su cerradura.
       Todos, cual yo, de allá, puestas las manos,
    las rodillas por tierra, sollozando,
    cerrados de tormentos inhumanos, 440
       poderoso señor, t′están rogando
    vuelvas los ojos de misericordia
    a los suyos, que están siempre llorando;
       y, pues te deja agora la discordia
    que tanto te ha oprimido y fatigado, 445
    y Amor en darte sigue la concordia,
       haz, ¡ oh buen rey!, que sea por ti acabado
    lo que con tanta audacia y valor tanto
    fue por tu amado padre comenzado.
       El sólo ver que vas pondrá un espan[to] 450
    en la bárbara gente, que adivino
    ya desde aquí su pérdida y quebranto".
       ¿: Quién duda que el real pecho begnino
    no se muestre, oyendo la tristeza
    donde están estos míseros contino  455
       Mas, ¡ ay, cómo se muestra la bajeza
    de mi tan rudo ingenio, pues pretende
    hablar tan bajo ante tan alta alteza!
       Mas la ocasión es tal, que me defiende.
    Pero a todo silencio poner quiero, 460
    que creo que mi plática te ofende,
    y al trabajo he de ir adonde muero.
     

    (Aquí entra SEBASTIAN, muchacho, en hábito de esclavo.)
     
    SEBASTIAN    ¿: Hase visto tal maldad 
    ¿: Hay tierra tan sin concordia,
    do falta misericordia 465
    y sobra la crueldad 
       ¿: Dónde se halla[rá] disculpa
    de maldad tan insolente:
    que pague el que es inocente
    por el que tiene la culpa  470
       ¡ Oh cielos! ¿: Qué es lo que he visto 
    ¡ Este sí que es pueblo injusto,
    donde se tiene por gusto
    matar los siervos de Cristo!
       ¡ Oh España, patria querida!, 475
    mira cuál es nuestra suerte,
    que si allá das justa muerte,
    quitas acá justa vida.
    LEONARDO    Sebastián, dinos qué tienes,
    que hablas razones tales. 480
    SEBASTIAN Una infinidad de males
    y una penuria de bienes.
    LEONARDO    En ser, como eres, esclavo
    se encierra todo dolor.
    SEBASTIAN Otra pena muy mayor 485
    me tiene a mí tan al cabo.
    SAYAVEDRA    ¿: De dónde puede causarse
    la pena que dices brava 
    SEBASTIAN De una vida que hoy se acaba
    para jamás acabarse. 490
         Ya sabés que aquí en Argel
    se supo cómo en Valencia
    murió por justa sentencia
    un morisco de Sargel;
       digo que en Sargel vivía, 495
    puesto que era de Aragón,
    y, al olor de su nación,
    pasó el perro en Berbería;
       y aquí cosario se hizo,
    con tan prestas crueles manos, 500
    que con sangre de cristianos
    la suya bien satisfizo.
       Andando en corso fue preso,
    y, como fue conocido,
    fue en la Inquisición metido, 505
    do le formaron proceso;
       y allí se le averiguó
    cómo, siendo batizado,
    de Cristo había renegado
    y en Africa se pasó, 510
       y que, por su industria y manos,
    traidores tratos esquivos,
    habían sido cautivos
    más de seiscientos cristianos;
       y, como se le probaron 515
    tantas maldades y errores,
    los justos inquisidores
    al fuego le condenaron.
       Súpose del moro acá,
    y la muerte que le dieron, 520
    porque luego la escribieron
    los moriscos que hay allá.
       La triste nueva sabida
    de los parientes del muerto,
    juran y hacen concierto 525
    de dar al fuego otra vida.
       Buscaron luego un cristiano
    para pagar este escote,
    y halláronle sacerdote,
    y de nación valenciano. 530
       Prendieron éste a gran priesa
    para ejecutar su hecho,
    porque vieron que en el pecho
    traía la cruz de Montesa,
       y esta señal de victoria 535
    que le cupo en buena suerte,
    si le dio en el suelo muerte,
    en el cielo le dio gloria;
       porque estos ciegos sin luz,
    que en él tal señal han visto, 540
    pensando matar a Cristo,
    matan al que trae su cruz.
       De su amo lo compraron,
    y, aunque eran pobres, a un punto
    el dinero todo junto 545
    de limosna lo allegaron.
       En nuestro pueblo cristiano,
    por Dios se pide a la gente,
    para sanar al doliente,
    no para matar al sano; 550
       mas entre esta descreída
    gente y maldito lugar,
    no piden para sanar,
    mas para quitar la vida.
       Hoy en poder de sayones 555
    he visto al siervo de Dios,
    no sólo puesto entre dos,
    sino entre dos mil sayones.
       Iba el sacerdote justo
    entre injusta gente puesto, 560
    marchito y humilde el gesto,
    a morir por Dios con gusto.
       En darle penas dobladas
    todo el pueblo se desvela:
    cual sus blancas canas pela, 565
    cual le da mil bofetadas.
       Las manos que a Dios tuvieron
    mil veces, hoy son tenidas
    de dos sogas retorcidas
    con que atrás se las asieron; 570
       al yugo de otro cordel,
    puesto el cuello humilde lleva,
    haciendo seis moros prueba
    cuánto pueden tirar dél.
       A ningún lado miraba 575
    que descubra un solo amigo:
    que todo el pueblo enemigo
    en torno le rodeaba.
       Con voluntad tan dañada
    procuran su pena y lloro, 580
    que se tuvo por mal moro
    quien no le dio bofetada.
       A la marina llegaron
    con la víctima inocente,
    do con barbaria insolente 585
    a un áncora le ligaron.
       Dos áncoras a una mano
    vi yo allí en contrario celo:
    una, de hierro, en el suelo;
    otra, de fe, en el cristiano. 590
       Y, la una a la otra asida,
    la de hierro se convierte
    a dar cruda y presta muerte;
    la de fe, a dar larga vida.
       Ved si es bien contrario el celo 595
    de las dos en esta guerra:
    la una en el süelo afierra;
    la otra se ase del cielo;
       y, aunque corra tal fortuna
    que espante al cuerpo y al alma, 600
    como si estuviera en calma,
    no hay desasirse la una.
       Sin hierro al hierro ligado,
    el siervo de Dios se hallaba,
    y en su cuerpo atado estaba 605
    espíritu desatado.
       El cuerpo no se rodea,
    que le ata más de un cordel;
    mas el espíritu dél
    todos los cielos pasea. 610
       La canalla, que se enseña
    a hacer nueva crueldad,
    trujo luego cantidad
    de seca y humosa leña,
       y una espaciosa corona 615
    hicieron luego con ella,
    dejando encerrada en ella
    la sancta humilde persona;
       y, aunque no tienen sosiego
    hasta verle ya espirar, 620
    para más le atormentar,
    encienden lejos el fuego.
       Quieren, como el cocinero
    que a su oficio más mirase,
    que se ase y no se abrase 625
    la carne de aquel cordero.
       Sube el humo al aire vano,
    y a veces le da en los ojos;
    quema el fuego los despojos
    que le vienen más a mano; 630
       vase arrugando el vestido
    con el calor violento,
    y el fuego, poco contento,
    busca lo más escondido.
       Esperad, simple cordero, 635
    que esta ardiente llama insana,
    si os ha quemado la lana,
    os quiere abrasar el cuero.
       Combátenle fuegos dos:
    el uno, humano y visible; 640
    el otro, sancto invisible,
    que es fuego de amor de Dios.
       Yo no sé a cuál más debía,
    puesto que a los dos pagaba:
    al que el cuerpo le abrasaba 645
    o al que el alma le encendía.
       Los que estaban a miralle,
    la ira ansí les pervierte,
    que mueren por darle muerte
    y entretiénense en matalle. 650
       Y, en medio deste tormento,
    no movió el sancto varón
    la lengua a formar razón
    que fuese de sentimiento;
       antes dicen, y yo he visto, 655
    que, si alguna vez hablaba,
    en el aire resonaba
    el eco o nombre de Cristo;
       y cuando en el agonía
    última el triste se vio, 660
    cinco o seis veces llamó
    la Virgen Sancta María.
       Al fuego el aire le atiza,
    y con tal ardor revuelve,
    que poco a poco resuelve 665
    el sancto cuerpo en ceniza.
       Mas, ya que morir le vieron,
    tantas piedras le tiraron,
    que las piedras acabaron
    lo que las llamas no hicieron. 670
       ¡ Oh Santisteban segundo,
    que me asegura tu celo
    que miraste abierto el cielo
    en tu muerte desde el mundo!
       Queda el cuerpo en la marina, 675
    quemado y apedreado;
    el alma el vuelo ha tomado
    hacia la región divina.
       Queda el moro muy gozoso
    del injusto y crudo hecho; 680
    el turco está satisfecho;
    el cristiano, temeroso. 
       Yo he venido a referiros
    lo que no pudistes ver,
    si os lo ha dejado entender 685
    mis lágrimas y suspiros.
    SAYAVEDRA    Deja el llanto, amigo, ya;
    que no es bien que se haga duelo
    por los que se van al cielo,
    sino por quien queda acá: 690
       que, aunque parece ofendida
    a humanos ojos su suerte,
    el acabar con tal muerte
    es comenzar mejor vida.
       Mide por otro nivel 695
    tu llanto, que no hay paciencia
    que las muertes de Valencia
    se venguen acá en Argel.
       Muéstrase allá la justicia
    en castigar la maldad; 700
    muestra acá la crueldad
    cuánto puede la injusticia.
    SEBASTIAN    En tan amarga querella,
    ¿: quién detendrá los gemidos 
    Ellos con culpa punidos; 705
    nosotros, muertos sin ella.
    LEONARDO    Bastábanos ser cautivos,
    sin temer más desconciertos,
    pues si allá queman los muertos,
    abrasan acá los vivos. 710
       Usa Valencia otros modos
    en castigar renegados,
    no en público sentenciados:
    ¡ mueran a tósico todos!
       Mas un moro viene acá: 715
    no estemos juntos aquí;
    Sayavedra, por allí,
    tú, Sebastián, por allá.
     

     

     

    Segunda jornada

    YZUF y AURELIO.
     
    YZUF    Trecientos escudos di,
    Aurelio, por la doncella. 720
    Esto di al turco, que a ella
    alma y vida le rendí;
    y es poco, según es bella.
       Vendiómela de aburrido,
    que dice que no ha podido, 725
    mientras la tuvo en poder,
    en ningún modo atraer
    al amoroso partido.
       Púsela en casa de un moro,
    sin osarla traer acá, 730
    y allí está donde ella está
    todo mi bien y tesoro,
    y la gloria que amor da.
       Allí se ve la bondad
    junto con la crueldad 735
    mayor que se vio en la tierra;
    y juntas, sin hacer guerra,
    belleza y honestidad.
       No pueden prometimientos
    ablandar su duro pecho. 740
    Veme en lágrimas deshecho,
    y ofrece siempre a los vientos
    cuantos servicios la he hecho.
       No echa de ver su ventura,
    ni cómo el dolor me apura 745
    poco a poco sospirando;
    antes, cuando yo más blando,
    entonces ella más dura.
       A casa quiero traella
    y reclinar en tu mano 750
    mi gozo más soberano:
    quizá tú podrás movella,
    siendo, como ella, cristiano;
       y desde aquí te prometo
    que, si conduces a efecto 755
    mi amorosa voluntad,
    de darte la libertad
    y serte amigo perfecto.
    AURELIO    En todo lo que quisieres,
    he, señor, de complacerte, 760
    por ser tu esclavo y por verte
    que melindres de mujeres
    te tengan de aquesa suerte.
       ¿: De qué nación es la dama
    que te enciende en esa llama 765
    sin mirar a su interés 
    YZUF Española dicen que es.
    AURELIO ¿: Y el nombre 
    YZUF                        Silvia se llama.
    AURELIO    ¿: Silvia  Una Silvia venía
    adonde yo cautivé, 770
    y, según que la miré,
    no en tanto allá se tenía.
    YZUF Esa es: yo la compré.
    AURELIO    Si ella es, yo sé decir
    que es hermosa sin mentir, 775
    y que no es tan cruda altiva,
    que su condición esquiva
    a ninguno hace morir.
       Traéla a casa, señor, luego,
    y ten las riendas al miedo; 780
    y tú verás, si yo puedo,
    cómo a mis manos y ruego
    amaina el casto denuedo.
    YZUF    Yo voy; y, mientras se ordena
    su venida, por estrena 785
    del contento que me has dado,
    yo diré a mi renegado
    que te quite esa cadena.
     

    (Vase YZUF y queda AURELIO solo.)
     
    AURELIO    ¿: Qué es esto, cielos  ¿: Qué he oído 
    ¿: Es mi Silvia  Silvia es, cierto. 790
    ¿: Es posible, oh hado incierto,
    que he de ver quien me ha tenido
    vivo en muerte, en vida muerto 
       Esta es mi Silvia, a quien llamo,
    a quien quiero y a quien amo 795
    más que a todo lo del suelo.
    ¡ Gracias hago y doy al cielo,
    que a los dos ha dado un amo!
       Tregua tendrán mis enojos
    entre tanta desventura, 800
    pues, por estraña ventura,
    vendrán a mirar mis ojos
    tu sin igual hermosura.
       Y si della está rendido
    mi amo, está conocido 805
    que quien la supo mirar
    es imposible escapar
    de preso o de malherido.
       Y, pues que con tales bríos
    él descubre sus amores, 810
    si nos vemos, sus dolores
    se callarán y los míos
    te diré, que son mayores.
       Y, mientras pudiere ver
    tu hermosura y gentil ser, 815
    templaré mi desconsuelo,
    hasta que disponga el cielo
    de entrambos lo que ha de ser.
     
    (Vase AURELIO, y entran MERCADERES moros, PRIMERO y SEGUNDO; y PADRE y MADRE y dos HIJOS cautivos. Un PREGONERO; MAMI, soldado cosario.)
     
    MERCADER-1    En fin, Aydar, ¿: que en Cerdeña
    habéis hecho la galima  820
    MAMI Sí; y aun no de poca estima,
    según se vio en la reseña.
    [MERCADER-2    Dícennos que os dieron caza
    de Nápoles las galeras.
    MAMI Sí dieron, mas no de veras, 825
    que el peso las embaraza.
       El ladrón que va a hurtar,
    para no dar en el lazo,
    ha de ir muy sin embarazo
    para huir, para alcanzar. 830
       Las galeras de cristianos,
    sabed, si no lo sabéis,
    que tienen falta de pies
    y que no les sobran manos;
       y esto lo causa que van 835
    tan llenas de mercancías,
    que, si bogasen dos días,
    un pontón no tomarán.
       Nosotros, a la ligera,
    listos, vivos como el fuego, 840
    y, en dándonos caza, luego
    pico al viento y ropa fuera,
       las obras muertas abajo,
    árbol y entena en crujía,
    y así hacemos nuestra vía 845
    contra el viento sin trabajo;
       y el soldado más lucido,
    el más flaco y más membrudo,
    luego se muestra desnudo
    y del bogavante asido. 850
       Pero allá tiene la honra
    el cristiano en tal estremo,
    que asir en un trance el remo
    le parece que es deshonra;
       y, mientras ellos allá 855
    en sus trece están honrados,
    nosotros, dellos cargados,
    venimos sin honra acá.
    MERCADER-1    Esa honra y ese engaño
    nunca salga de su pecho, 860
    pues nuestro mayor provech[o]
    nace de su propio daño.
       Un mozo de poca edad
    destos sardos comprar quiero.
    MAMI Ya los trae el pregonero 865
    vendiendo por la ciudad.
    [MERCADER-2    ¿: Hay españoles entre ellos 
    MAMI Sí hay; que también tomamos
    una nave, y allí hallamos
    hasta viente y cuatro dellos. 870
     
    (Entra el PREGONERO, con el PADRE y la MADRE y los dos muchachos y un n[i]ño de teta a los pechos.)
     
    PREGONERO    ¿: Hay quien compre los perritos,
    y el viejo, que es el perrazo,
    y la vieja y su embarazo 
    Pues, ¡ a fe que son bonitos!
       Déste me dan ciento y dos; 875
    déste docientos me dan;
    pero no los llevarán.
    ¡ Pasá acá, perrazo, vos!
    HIJO    ¿: Qué es esto, madre  ¿: Por dicha
    véndennos aquestos moros  880
    MADRE Sí, hijo; que sus tesoros
    los crece nuestra desdicha.
    PREGONERO    ¿: Hay quien a comprar acierte
    el niño y la madre junto 
    MADRE ¡ Oh amargo y terrible punto, 885
    más terrible que la muerte!
    PADRE    ¡ Sosegad, señora, el pecho;
    que si mi Dios ha ordenado
    ponernos en este estado,
    El sabe por qué lo ha hecho! 890
    MADRE    Destos hijos tengo pena,
    que no sé por dónde han de ir.
    PADRE    Dejad, señora, cumplir
    lo que el alto cielo ordena.
    MERCADER-1    ¿: Qué han de dar déste, decí  895
    PREGONERO Ciento y dos escudos dan.
    MERCADER 2 ¿: Por ciento y diez darlo han 
    PREGONERO No, si no pasáis de ahí.
    MERCADER 2    ¿: Está sano 
    PREGONERO                     Sano está.
    MERCADER 2 ([Abrele la boca].) Abre; no tengas temor. 900
    HIJO ¡ No me la saque, señor;
    que ella mi[sma se cairá]!
    MERCADER 2    ¿: Piensa que sacalle quiero
    el rapaz alguna muela 
    HIJO ¡ Paso, señor, no me duela; 905
    tenga, quedo, que me muero!
    MERCADER 2     Destotro, ¿: cuánto dan dél 
    PREGONERO Docientos escudos dan.
    MERCADER-2 ¿: Y por cuánto le darán 
    PREGONERO Trecientos piden por él. 910
    MERCADER-1    Si te compro, ¿: serás bueno 
    HIJO Aunque vos no me compréis,
    seré bueno.
    MERCADER-2                   &iquesiquest: Serlo heis 
    HIJO Ya lo soy, sin ser ajeno.
    MERCADER-1    Por éste doy ciento y treinta. 915
    PREGONERO Vuestro es: venga el dinero.
    MERCADER-1 En casa dároslo quiero.
    MADRE El corazón me revienta.
    MERCADER-1    Comprad, compañero, esotro.
    Ven, niño, vente a holgar. 920
    HIJO No, señor; no he de dejar
    mi madre por ir con otro.
    MADRE    Ve, hijo, que ya no eres
    sino del que te ha comprado.
    HIJO ¡ Ay, madre! ¿: Habéisme dejado  925
    MADRE ¡ Ay, cielo, cuán crudo eres!
    MORO    Anda, rapaz, ven conmigo.
    HIJO Vámonos juntos, hermano.
    HERMANO No puedo, ni está en mi mano.
    PADRE El cielo vaya contigo. 930
    MADRE    ¡ Oh, mi bien y mi alegría,
    no se olvide de ti Dios!
    HIJO ¿: Dónde me llevan sin vos,
    padre mío y madre mía 
    MADRE    ¿: Quïeres que hable, señor, 935
    a mi hijo aun no un momento 
    Dame este breve contento,
    pues es eterno el dolor.
    MORO    Cuanto quisieres le di,
    pues será la vez postrera. 940
    MADRE Sí, pues ésta es la primera
    que en este trance me vi.
    [HI]JO    Tenedme con vos aquí,
    madre, que voy no sé dónde.
    [MADRE] La ventura se te asconde, 945
    [hi]jo, pues yo te pa[rí].
       Hase escurecido el cielo,
    turbado los elementos,
    conjurado mar y vientos
    todos en tu desconsuelo 950
       No conoces tu desdicha,
    aunque estás bien dentro della,
    puesto que el no conocella
    lo puedes tener a dicha.
       Lo que te ruego, alma mía, 955
    pues el verte se me impide,
    es que nunca se te olvide
    rezar el Avemaría;
       que esta reina de bondad,
    de virtud y gracia llena, 960
    ha de limar tu cadena
    y volver tu libertad.
    MORO    ¡ Mirad la perra cristiana
    qué consejo da al muchacho!
    ¡ Sí que no estaba él borracho 965
    como tú, sin seso, vana!
    HIJO    Madre, al fin, ¿: que no me quedo 
    ¿: [Qu]e me llevan estos moros 
    MADRE Contigo van mis tesoros.
    HIJO A fe que me ponen miedo. 970
    MADRE    Más miedo me queda a mí
    de verte ir donde vas,
    que nunca te acordarás
    de Dios, de ti, ni de mí;
       porque esos tus tiernos años, 975
    ¿: qué prometen sino [aqu]esto,
    entre inicua gente puesto,
    fabricadora de engaños 
    PREGONERO    ¡ Calla, vieja y mala pieza,
    si no quieres, por más mengua, 980
    que lo que dice tu lengua
    que lo pague la cabeza!
       ¿: Destotro hay quien me dé mas 
    Que es mas bello y más lozano
    que no es el otro su hermano. 985
    MERCADER 2  ¡ Sus!, ¿: en cuánto le darás 
    PREGONERO    ¿: No os he dicho que trecientos
    escudos de oro por cuenta 
    MERCADER-2 ¿: Quies docientos y cincuenta 
    PREGONERO [Es] dar voces a los vientos. 990
    MERCADER-2    Enamorado me ha
    el donaire del garzón;
    yo los doy en conclusión.
    PREGONERO Dinero o señal me da.
    MERCADER-2    Cómo te llamas me di. 995
    HIJO Señor, Francisco me llamo.
    MERCADER-2 Pues que has mudado de amo,
    muda el Francisco en Mamí.
    HIJO    ¿: Para qué es mudar el nombre,
    si no ha de mudar la fe  1000
    MERCADER-2 Eso agora no lo sé.
    HIJO No hay castigo que me asombre.
    MERCADER-2    Alto, venidos tras mí.
    HIJO ¡ Amados padres, adiós!
    PADRE ¡ El mesmo vaya con vos! 1005
    MADRE ¡ Francisco!
    MERCADER-2                   No, no: Mamí.
    HIJO    Eso no, señor patrón:
    Francisco me has de llamar.
    MERCADER-2 El palo os hará trocar
    el nombre y aun la intención. 1010
    HIJO    Pues me aparta el hado insano
    de vos, señor, ¿: qué mandáis 
    PADRE Sólo, hijo, que viváis
    como bueno y fiel cristiano.
    MADRE    Hijo, no las amenazas, 1015
    no los gustos y regalos,
    no los azotes y palos,
    no los conciertos y trazas,
       no todo cuanto tesoro
    cubre el suelo, el cielo visto, 1020
    te mueva a dejar a Cristo
    por seguir al pueblo moro.
    HIJO    En mí se verá, si puedo,
    y mi buen Jesús me ayuda,
    cómo en mi alma no muda 1025
    la fe, la promesa o miedo.
    PREGONERO    ¡ Oh, qué cristiano se muestra
    el rapaz! Pues ¡ yo os prometo
    que alcéis con sancto aprïeto
    la flecha y la mano diestra! 1030
       Estos rapaces cristianos,
    al principio muchos lloros,
    y luego se hacen moros
    mejor que los más ancianos.
     

    (Sálense, y entran YZUF y SILVIA.)
     
    YZUF    Dejad, Silvia, el llanto agora; 1035
    poned tregua al ansia brava,
    que no os compré para esclava,
    sino para ser señora.
       Mirad que imagino y creo
    que vuestra gran desventura, 1040
    para daros más ventura
    ha traído este rodeo.
       Con vos Fortuna en su ley
    no usa de nuevas leyes:
    que esclavos se han visto reyes, 1045
    aunque vos sois más que rey.
       Limpiad los húmedos ojos,
    que sujectan cuanto miran,
    y, al tiempo que se retiran,
    llevan de almas los despojos; 1050
       y no cubra el blanco velo
    esa divina hermosura,
    que es como la nieve pura,
    que impide la luz del cielo.
    SILVIA    Esme ya tan natural, 1055
    señor, el llanto y tormento,
    que, si me deja un momento,
    lo tengo por mayor mal;
       y, aunque así estoy, estaré
    alegre al obedeceros, 1060
    pues distes tantos dineros
    por mí sin saber por qué;
       que, si acaso lo habéis hecho
    pensando sacar de mí
    gran rescate, desde aquí 1065
    se apoca vuestro provecho;
       porque os prometo, señor,
    que de miseria y pobreza
    tengo cuanto de riqueza,
    si la riqueza es dolor; 1070
       y de dolor soy tan rica,
    cuanto, por darme pasión,
    este caudal la ocasión
    por puntos le multiplica.
    YZUF    Silvia, vives engañada: 1075
    que yo no quiero de ti
    sino que quieras de mí
    ser servida y respectada;
       que el provecho que yo espero,
    Silvia, de haberte comprado, 1080
    es ver tu rostro estremado
    y no doblar el dinero;
       que el Amor, que se mejora
    en mostrar su fuerza brava,
    me ha hecho esclavo de mi esclava, 1085
    esclava que es mi señora;
       y quedo tan satisfecho
    de perder la libertad,
    que alabo la crueldad
    deste crudo y nuevo hecho. 1090
       Y, porque lo que aquí digo
    lo entiendas, Silvia, mejor,
    nunca me llames señor,
    sino siervo o caro amigo.
    SILVIA    Aunque tamaña mudanza 1095
    hace fortuna en mi estado,
    no creo se me ha olvidado
    el término de crianza.
       Bien sé cómo he de llamarte,
    y sé que es de obligación 1100
    que en lo que fuera razón
    procure de contentarte.
    YZUF    Tu habla tan comedida,
    tu donaire, gracia y ser,
    claro me dan a entender 1105
    que eres, Silvia, bien nacida;
       y, aunque pudiera esperar
    de ti un rescate crecido,
    a tal término he venido,
    que tú me has de rescatar. 1110
       Mas, en tanto que a la clara
    veas cuanto hago por ti,
    ven, Silvia, vente tras mí:
    verás a tu ama Zahara.
    SILVIA    Vamos, señor, en buen hora. 1115
    YZUF Silvia, no tanto   señor ,
    pues mi ventura y amor
    os ha hecho a vos mi señora.
     

    (Sale ZAHARA.)
     
    ZAHARA    Seáis, Yzuf, bien llegado.
    ¿: Cúya es la esclava rumía  1120
    SILVIA Vuestra soy, señora mía.
    YZUF Verdad es: yo la he comprado.
    ZAHARA    Por cierto, la compra es bella
    si cual hermosa es honesta.
    Decid, señor, ¿: cuánto os cuesta  1125
    YZUF Dado he mil doblas por ella.
    ZAHARA    ¿: Espera ser rescatada 
    YZUF De muy rica tiene fama.
    ZAHARA ¿: Su nombre 
    YZUF                      Silvia se llama.
    ZAHARA ¿: Es doncella o es casada  1130
    SILVIA    Casada soy y doncella.
    ZAHARA ¿: Cómo es eso, Silvia  Di.
    SILVIA Señora, ello es ansí,
    que ansí lo quiso mi estrella.
       El cielo me dio marido, 1135
    no para que le gozase,
    sino para que quedase
    yo perdida y él perdido.
     

    (Aquí entra un moro diciendo:)
     
    MORO    Yzuf, a llamarte envía
    apriesa el rey nuestro, Azán. 1140
    YZUF ¿: Dónde está agora 
    MORO                                En Duán,
    metido en grande agonía.
       Amet, jenízar agá,
    y los bolucos bajíes,
    y también los debajíes 1145
    y oldajes están allá.
       Hanse juntado a consejo
    sobre que es averiguado
    que el rey de España ha juntado
    de guerra grande aparejo. 1150
       Dicen que va a Portugal,
    mas témese no sea maña;
    y es bien que tema su saña
    Argel, que le hace más mal.
       En la guerra hay mil ensayos 1155
    de fraude y de astucia llenos:
    acullá suenan los truenos
    y acá disparan los rayos.
    YZUF    Vamos: quel cielo, que toma
    por suya nuestra defensa, 1160
    a España hará, con su ofensa,
    sujecta y sierva a Mahoma.
       Y vos, señora, ordenad
    a Silvia lo que ha de hacer;
    y vos, Silvia, a su querer 1165
    sujetad la voluntad.
     

    (Vanse los dos, y quedan SILVIA y ZAHARA solas.)
     
    ZAHARA    Cristiana, di: ¿: de adónde eres 
    ¿: Eres pobre, o eres rica 
    ¿: De suerte ensalzada, o chica 
    No me lo niegues, si quieres, 1170
       porque soy, cual tú, mujer,
    y no de entrañas tan duras
    que tus tristes desventuras
    no me hayan de enternecer.
    SILVIA    Señora, soy de Granada, 1175
    y de suerte ansí abatida,
    cual lo muestra el ser vendida
    a cada paso y comprada.
       Dicen que fui rica un tiempo,
    pero toda mi riqueza 1180
    se ha vuelto en mayor pobreza
    y ha pasado con el tiempo.
    ZAHARA    ¿: Has algún tiempo tenido
    enamorado deseo 
    SILVIA Al estado en que me veo, 1185
    el crudo Amor me ha traído.
    ZAHARA    ¿: Fuiste acaso bien querida 
    SILVIA Fuilo; y quise con ventaja
    tal, que ap[e]na[s la m]ortaja
    borrará fe t[an su]bida. 1190
    ZAHARA    ¿: Fuiste querida primero,
    o empezó el amor de ti 
    SILVIA Primero querida fui
    del que quise, querré y quiero.
    ZAHARA    ¿: Es mozo 
    SILVIA                     Y aun gentilhombre. 1195
    ZAHARA ¿: Es cristiano 
    SILVIA                      Pues ¡ qué!, ¿: moro 
    ¡ No sale de su decoro
    quien ha de cristiano el nombre!
    ZAHARA    ¿: Y es pecado querer bien
    a un moro 
    SILVIA                  Yo no sé nada; 1200
    sé que es cosa reprobada,
    y a cristianas no está bien.
    ZAHARA    ¿: Y querer mora a cristiano 
    SILVIA Eso tú mejor lo entiendes.
    ZAHARA ¡ Ay, Silvia, cómo me ofendes 1205
    y me lastimas temprano!
    SILVIA    ¿: Yo, mi señora  ¿: En qué suerte 
    ZAHARA Escucha y te lo diré;
    que, en oyéndome, bien sé
    que vendrás de mí a dolerte. 1210
         Has de saber, ¡ oh Silvia!, que estos días
    partieron deste puerto con buen tiempo
    doce bajeles, de cosarios todos,
    y con próspero viento caminaron
    la vuelta de las islas de Cerdeña; 1215
    y allí, en las calas, vueltas y revueltas,
    y puntas que la mar hace y la tierra,
    se fueron a esconder, estando alerta
    si algún bajel de Génova o de España,
    o de otra nación, con que no fuese 1220
    francesa, por el mar se descubr&iacuiacute;a.
    En esto, un bravo viento se levanta,
    que maestral se llama, cuya furia
    dicen los marineros que es tan fuert[e],
    que las tupidas velas y las jarcias 1225
    del más recio navío y más armado
    no pueden resistirla, y es forzoso
    acudir al abrigo más cercano,
    si su rigor acaso lo concede.
    Las levanta[da]s ondas, el rüido 1230
    del atrevido viento detenía
    los cosarios bajeles en las calas,
    sin dejarles salir al mar abierto;
    y en otra parte, con furor insano,
    mostrando su braveza fatigaba 1235
    una galera de cristiana gente
    y de riquezas llena, que, corriendo
    por el hinchado mar sin remo alguno,
    venía a su albedrío, temerosa
    de ser sorbida de las bravas ondas; 1240
    pero después, a cabo de tres días,
    del recio mar y viento contrast[a]d[a],
    descubrió tierra, y fue el descubrimiento
    de su mayor dolor y desventura,
    porque a la misma isla de San Pedro 1245
    vino a parar, adonde recogido[s]
    estaban los bajeles enemigos,
    los cuales, de la presa cudiciosos,
    salen, y de furor bélico armados,
    la galera acometen destrozada 1250
    y de solos deseos defendida.
    Una pelota pasa en el momento
    al capitán el pecho, y a su lado
    del lusitano fuerte, muerto cae
    un caballero ilustre valenciano. 1255
    El robo, las riquezas, los cativos
    que los turcos hallaron en el seno
    de la triste galera me ha contado
    un cristiano que allí perdió la dulce
    y amada libertad, para quitarla 1260
    a quien quiere rendirse a su rendido. 
    Este cristiano, Silvia, este cristiano;
    este cristiano es, Silvia, quien me tiene
    fuera del ser que a moras es debido,
    fuera de mi contento y alegría, 1265
    fuera de todo gusto, y estoy fuera,
    que es lo peor, de todo mi sentido.
    Compróle mi marido, y está en casa;
    y, puesto que con lágrimas y ruegos,
    con sospiros, ternezas y con dádivas, 1270
    procuro de ablandar su duro pecho,
    al mío, que contino es blanda cera,
    el suyo se me muestra de diamante;
    ansí que, Silvia, hermana, como has dicho
    que al cristiano no es lícito dé gusto 1275
    en cosas del amor a mora alguna,
    tus razones me tienen ofendida,
    y con aquesas mesmas se defiende
    Aurelio, a quien ha hecho tan cristiano
    el cielo para darme a mí la muerte. 1280
    SILVIA ¿: Aurelio dices que por nombre tiene,
    señora, ese cristiano 
    ZAHARA                                    Ansí se llama.
    [SILVIA] La galera que dices, según creo,
    se llamaba San Pablo, y era nueva
    y de la sacra religión de Malta. 1285
    Yo en ella me perdí, y aun [ima]gino
    que conozco a ese Aurelio, y es un mozo
    de rostro hermoso y de nación hispan[a].
    ZAHARA Sin duda has acertado, ¡ ay, Silvia mía!
    ¿: Quién es este enemigo de mi gloria  1290
    ¿: Es caballero, o rústico villano 
    Que todo lo parece en su apostura
    y dura condición: el talle ilustre,
    de la ciudad; la condición, del monte.
    SILVIA A mí, pobre escudero me parece, 1295
    según en la galera se trataba;
    que de su hacienda no sé más, señora.
    ZAHARA Ni yo sé qué te diga, ¡ oh Silvia, Silvia!,
    sino que a tal estremo soy venida,
    que le tengo de amar, sea quien se fuere. 1300
    Sólo te ruego que procures, Silvia,
    de ablandar esta tigre y fiera hircana,
    y atraerla con dulces sentimientos
    a que sienta la pena que padece
    esta mísera esclava de su esclavo; 1305
    y si esto, Silvia, haces, yo te juro
    por todo el Alcorán de buscar modo
    cómo con brevedad alegre vuelvas
    al patrio dulce suelo deseado.
    SILVIA Deja, señora, al cargo a Silvia dello, 1310
    que tu verás lo que mi industria hac[e]
    por gusto tuyo y por provecho mío.
     

    (AURELIO, solo.)
     
    [AURELIO]    ¡ Oh sancta edad, por nuestro mal pasada,
    a quien nuestros antiguos le pusieron
    el dulce nombre de la Edad dorada! 1315
       ¡ Cuán seguros y libres discurrieron
    la redondez del suelo los quen ella
    la caduca mortal vida vivieron!
       No sonaba en los aires la querella
    del mísero cautivo, cuando alzaba 1320
    la voz a mal[decir su] dura estrella.
       Entonces libert[ad d]ulce reinaba
    y el nombre odioso de la servidumb[r]e
    en ningunos oídos resonaba.
       Pero, después que sin razón, sin lumbre, 1325
    ciegos de la avaricia, los mortales,
    cargados de terrena pesadumbre,
       descubrieron los rubi[o]s minerales
    del oro que en la tierra se escondía,
    ocasión principal de nuestros males, 1330
       este que menos oro poseía,
    envidioso de aquel que, con más maña,
    más riquezas en uno recogía,
       sembró la [c]ruda y la mortal cizaña
    del robo, de la fraude y del engaño, 1335
    del cambio injusto y trato con maraña.
       Mas con ninguno hizo mayor daño
    que con la hambrienta, despiadada guerra,
    que al natural destruye y al estraño.
       Esta consume, abrasa, y echa por tierra, 1340
    los reinos, los imperios populosos,
    y la paz hermosísima destierra,
       y sus fieros ministros, codiciosos
    más del rubio metal que de otra cosa,
    turban nuestros contentos y reposos. 1345
       Y, en la sangrienta guerra peligrosa,
    pudiendo con el filo de la espada
    acabar nuestra vida temerosa,
       la guardan de prisiones rod[e]ada,
    por ver si prometemos por libralla 1350
    nuestra pobre riqueza mal lograda.
       Y así, puede el que es pobre y que se halla
    puesto entre esta canalla al daño cierto
    su libertad a Dios encomendalla,
       o contarse, viviendo, ya por muerto, 1355
    como el que en rota nave y mar airado
    se halla solo, sin saber dó hay puerto.
       Y no tengo por menos desdichado
    al que tiene [co]n qué y el modo ignora
    [có]mo llegar al punto deseado, 1360
       porque esta gente, do bondad no mora,
    no dio jamás palabra que cumpliese,
    como falsa, sin ley, sin fe y traidora.
       Guardará por su dios al interese,
    y do éste no i[nt]erviene, no se espere 1365
    que por sol[a vir]tud bondad hiciese.
       Aquí en diverso traje veo que muere
    el ministro de Dios, y por su oficio
    más abatido es, peor se quiere,
       y el mancebo cristiano al torpe vicio 1370
    es dedicado desta gente perra,
    do consiste su gloria y ejercicio.
       ¡ Oh cielo santo! ¡ Oh dulce, amada tierra!
    ¡ Oh Silvia! ¡ Oh gloria de mi pensamiento!
    ¿: Quién de tu alegre vista me destierra  1375
       Pero, si no me engaño, pasos siento.
    Yzuf, mi amo, es éste que aquí viene.
    ¡ Cuán ajeno de sí le trae el tormento!
    YZUF    Quien con amor amargo se entretiene,
    y al duro yugo de su servidumbre 1380
    el flaco cuello ya inclinado tiene,
       si del cielo no viene nueva lumbre
    que aquella ceguedad de los sentidos
    con claros rayos de razón alumbre,
       todos estos remedios son perdidos; 1385
    que al fin irán por tierra derribados
    los amigos consejos más sabidos.
       Más viejos y más pláticos soldados
    tiene el rey a su mando y su servicio;
    déjeme a mí, que tengo otros cuidados; 1390
       mejor será que el trabajoso oficio
    de reparar los fosos y muralla
    entregue al que de Amor aún es novic[io];
       que yo más cruda y más fiera batalla
    espero a cada paso, ¡ ay suerte dura!, 1395
    que teme el alma y ha de atropellalla.
       ¡ Oh Silvia, reina de la hermosura!,
    por vos a los oficios doy de mano
    que pudieran honrarme y dar ven[tura].
       Pero, ¿: qué es lo que he dicho  ¡ Oh ciego in[sano!] 1400
    ¿: No vale más gozar de aquellos ojos,
    que ser señor del áureo suelo hispano 
    Tu beldad, Silvia, adoro aquí de hinojo[s].
     

    (AURELIO vuelve y, hallándole de rodillas, le dice:)
     
    [AURELIO]    ¿: Son éstos los despojos, señor mío,
    que el gran cuidado mío te procura  1405
    Por cierto que es locura averiguada
    mostrar tan derribada la esperanza.
    Ten, señor, confianza; espera un poco,
    que das muestras de loco en lo que ha[ces].
    YZUF Poco me satisfaces y contentas, 1410
    si consolarme tientas con razones.
    ¿: Has visto las faciones de mi diosa 
    AURELIO Señor, no he visto cosa. ¿: Es ya venida 
    Si lo es, retraída está allá dentro.
    YZUF Sí está, y aun en el centro de mi pe[cho]. 1415
    AURELIO Ten cierto tu provecho desde hoy más.
    YZUF Vamos, y verla has, y ten cuidado
    de lo que te he rogado, Aur[elio amigo].
    AURELIO El cielo será dello [buen testigo].
     

    (Vanse, y sale FATIMA sola.)
     
    [FATIMA]    El esperado punto es ya llegado 1420
    que pide la no vista hechicería
    para poder domar el no domado
    pecho, que domará la ciencia mía.
    Por la región del cielo, el estrellado
    carro lleva la noche obscura y fría, 1425
    y la ocasión me llama do haré cosas
    horrendas, estupendas, espantosas.
       El cabello dorado al aire suelto
    tiene de estar, y el cuerpo desceñido,
    descalzo el pie derecho, el rostro vuelto 1430
    al mar adonde el sol se ha zabullido;
    al brazo este sartal será revuelto
    de las piedras preñadas que en el nido
    del águila se hallan, y esta cuerda
    con mi intención la virtud suya acuerda. 1435
       Aquestas cinco cañas, que cortadas
    fueron en luna llena por mi mano,
    en esta mesma forma acomodadas,
    lo que quiero harán fácil y llano;
    también estas cabezas, arrancadas 1440
    del jáculo, serpiente, en el verano
    ardiente allá en la Libia, me aprovechan,
    y aun estos granos si en el suelo se echan.
       Esta carne, quitada de la frente
    del ternecillo potro cuando nace, 1445
    cuya virtud rarísima, excelente,
    en todo a mi deseo satisface,
    envuelta en esta yerba, a quien el diente
    tocó del corderillo cuando pace,
    hará que Aurelio venga cual cordero 1450
    mansísimo y humilde a lo que quiero.
       Esta figura, que de cera es hecha,
    en el nombre de Aurelio fabricada,
    será con blanda mano y dura flecha,
    por medio el corazón atravesada. 1455
    Quedará luego Zahara satisfecha
    de aquella voluntad desordenada,
    y el helado cristiano vendrá luego
    ardiendo en amoroso y dulce fuego.
       [A vosotros, ¡ oh] justos Radamanto 1460
    [y Minos!, que con leyes inmutables]
    en los escuros reinos del espanto
    regís las almas tristes miserables;
    si acaso tiene fuerza el ronco canto
    o mormurio de versos detestables, 1465
    por ellos os conjuro, ruego y pido
    ablandéis este pecho endurecido.
       ¡ Rápida, Ronca, Run, Raspe, Riforme,
    Gandulandín, Clifet, Pantasilonte,
    ladrante tragador, falso triforme, 1470
    herbárico pastífero del monte,
    Herebo, engendrador del rostro inorme
    de todo fiero dios, a punto ponte
    y ven sin detenerte a mi presencia,
    si no desprecias la zoroastra ciencia! 1475
     

    (Sale un DEMONIO y dice:)
     
    [DEMONIO]    La fuerza incontrastable de tus versos
    y mormurios perversos me han traído
    del reino del olvido a obedecerte;
    mas, ¡ oh mora!, quel verte en esta empresa
    infinito me pesa, porque entiendo 1480
    que es ir tiempo perdiendo.
    FATIMA                                            ¿: Por qué causa 
    DEMONIO Pon al conjuro pausa, y al momento
    satisfaré tu intento en lo que pides,
    si acaso tú te mides y acomodas
    a mis palabras todas y consejos. 1485
    Todos tus aparejos son en vano,
    porque un pecho cristiano, que se ar[r]ima
    a Cristo, en poco [esti]ma hechicerías.
    Por muy diversas vías te con[v]iene
    atraerle a que pene por tu amiga. 1490
    FATIMA ¿: Ansí questa fatiga no aprovecha 
    DEMONIO En balde ha sido hecha. Mas escucha,
    que con presteza mucha y sin rodeo
    cumplirás tu de[se]o [e]n este modo:
    en el infierno [todo n]o hay quien haga 1495
    más cruda y fiera [pl]aga entre cristianos,
    aunque muestren más sanos corazones
    y limpias intenciones, que es la dura
    necesidad que apura la paciencia;
    no tiene resistencia esta pasión; 1500
    la otra es la ocasión. Si estas dos vien[en]
    y con Aurelio tienen estrecheza,
    verás a su braveza derribada
    y en blandura tornada, y con sosiego,
    [reg]alarse en el fuego d[e Cup]ido. 1505
    FATIMA [Pues esas dos te pido que me invíes],
    y que no te desvíes desta empresa.
    [DEMONIO] Tu mandado se hará con toda priesa.
     

    (Vanse.)
     

    Tercera jornada

     
    (Salen dos ESCLAVOS y dos MUCHACHILLOS MOROS, que les salen diciendo estas palabras, que se usan decir en Argel: "Joan, o Juan, non rescatar, non fugir. Don Juan no venir; acá morir, perro, acá morir; don Juan no venir; acá, morir". )
     
    ESCLAVO-1    ¡ Bien decís, perros; bien decís, traidores!
    Que si don Juan el valeroso de Austria 1510
    gozara del vital amado aliento,
    a sólo él, a sola su ventura,
    la destruición de vuestra infame tierra
    guardara el justo y pïadoso cielo.
    Mas no le mereció gozar el mundo; 1515
    antes, en pena de tan graves culpas
    como en él se comenten, quiso el hado
    cortar el hilo de su dulce vida
    y arrebatar el alma el alto cielo.
    MUCHACHOS ¡ Don Juan no venir; acá morir! 1520
    ESCLAVO-2 ¡ Si él acaso viniera, yo sé cierto
    que huyérades vosotros, gente infame!
    MUCHACHOS ¡ Don Juan no venir; acá morir!
    ESCLAVO-1 ¡ Tú morirás, y no podrás huirte
    del duro cativerio del infierno! 1525
    MUCHACHOS ¡ Don Juan no venir; acá morir!
    ESCLAVO-2 Vendrá su hermano, el ínclito Filipo,
    el cual, sin duda, ya venido hubiera
    si la cerviz indómita y erguida
    del luterano Flandes no ofendiese 1530
    tan sin vergüenza a su real corona.
    MUCHACHOS ¡ Acá morir!
    ESCLAVO-1 Primero espero ver puestas por tierra
    estas flacas murallas, y este nido
    y cueva de ladrones abrasado,
    pena que justamente le es debida 1535
    a sus continos y nefandos vicios.
    ESCLAVO-2 Será nunca acabar si respondemos;
    déjalos ya, Pedro Alvarez, amigo,
    que ellos se cansarán, y dime agora
    si todavía piensas de huirte. 1540
    [ESCLAVO] 1  ¡ Y cómo!
    [ESCLAVO] 2                 ¿: En qué manera 
    [ESCLAVO] 1                                            ¿: En qué manera 
    Por tierra, pues no puedo de otra suerte.
    [ESCLAVO] 2  ¡ Dificultosa empresa, cierto, emprendes!
    [ESCLAVO] 1  Pues, ¿: qué quieres que haga  Dime, hermano;
    que mis ancianos padres, que son muertos, 1545
    y un hermano que tengo se ha entregado
    en la hacienda y bienes que dejaron,
    el cual es tan avaro, que, aunque sabe
    la esclavitud amarga que padezco,
    no quiere dar, para librarme della, 1550
    un real de mi mismo patrimonio.
    Como esto considero, y veo que tengo
    un amo tan cruel como tú sabes,
    y que piensa que yo soy caballero,
    y que no hay modo que limosna alguna 1555
    llegue a dar el dinero que él me pide,
    y la insufrible vida que padezco,
    de hambre, desnudez, cansancio y frío,
    determino morir antes huyendo,
    que vivir una vida tan mezquina. 1560
    [ESCLAVO] 2  ¿: Has hecho la mochila 
    [ESCLAVO] 1                                      Sí, ya tengo
    casi diez libras de bizcocho bueno.
    [ESCLAVO] 2  ¿: Pues hay desde aquí a Orán sesenta l[e]g[uas]
    y no piensas llevar más de diez libras 
    [ESCLAVO] 1  No, porque tengo hecha ya una pasta 1565
    de harina y huevos, y con miel mezclada,
    y cocida muy bien, la cual me dicen
    que da muy poco della gran sustento;
    y si esto me faltare, algunas yerbas
    pienso comer con sal, que también llevo. 1570
    [ESCLAVO] 2  ¿: Zapatos llevas 
    [ESCLAVO] 1                            Sí, tres pares buenos.
    [ESCLAVO] 2  ¿: Sabes bien el camino 
    [ESCLAVO] 1                                      ¡ Ni por pienso!
    [ESCLAVO] 2  Pues, ¿: cómo piensas ir 
    [ESCLAVO] 1                                        Por la marina;
    que agora, como es tiempo de verano,
    los alárabes todos a la sierra 1575
    se retiran, buscando el fresco viento.
    [ESCLAVO] 2  ¿: Llevas algunas señas por do entiendas
    cuál es de Orán la deseada tierra 
    [ESCLAVO] 1  Sí llevo, y sé que he de pasar primero
    dos ríos: uno del Bates nombrado, 1580
    río del azafrán, que está aquí junto;
    otro, el de Hiqueznaque, que es más lejos.
    Cerca de Mostagán, y a man derecha,
    está una levantada y grande cuesta,
    que dicen que se llama el Cerro Gordo, 1585
    y puesto encima della se descubre
    frente por frente un monte, que es la Silla,
    que sobre Orán levanta la cabeza.
    [ESCLAVO] 2  ¿: Caminarás de noche 
    [ESCLAVO] 1                                     ¿: Quién lo duda 
    [ESCLAVO] 2  ¿: Por montañas, por riscos, por honduras 1590
    te atreves a pasar, en las tinieblas
    de la cerrada noche, sin camino
    ni senda que te guíe adonde quieres 
    ¡ Oh libertad, y cuánto eres amada!
    Amigo dulce, el cielo sancto haga 1595
    salir con buen suceso tu trabajo.
    Dios te acompañe.
    [ESCLAVO] 1                              Y El vaya contigo.
     

    (AURELIO y SILVIA.)
     
    [AURELIO]    Dádome ha la Fortuna por descuento
    de todo mi trabajo, Silvia mía,
    la gloria de mirarte y el contento. 1600
       Mi pena será vuelta en alegría
    de hoy más, pues que te veo, Silvia amada,
    y mi cerrada noche en claro día.
    SILVIA    Yo soy, mi bien, la bien afortunada,
    pues que torno a gozar de tu presencia, 1605
    de lo que estaba ya desconfiada.
    AURELIO    ¿: Cómo os ha ido, esposa, en esta ausencia,
    en poder desta gente que no alcanza
    razón, virtud, valor, almas, conciencia 
    SILVIA    Como he tenido y tengo la esperanza 1610
    puesta en el Hacedor de tierra y cielo
    con cristiana y segura confianza,
       por su bondad, aun tengo el casto velo
    guardado, y con su ayuda sancta espero
    no tener de mancharle algún recelo. 1615
    AURELIO    Sabrás, esposa dulce, que el artero
    y vengativo Amor ha salteado
    con áspero rigor, airado y fiero,
       el pecho de mi ama, y le ha llagado
    de una llaga incurable, pues le tiene 1620
    deste pecho, que es tuyo, enamorado,
       y a doquiera que voy comigo viene;
    y, según que la mora me declara,
    con el solo mirarme se entretiene.
    SILVIA    Todo ese cuento ya me ha dicho Zahara, 1625
    y me ha pedido que yo a ti te pida
    no quieras desdeñarla así a la clar[a].
       También no pasa menos triste vida
    Yzuf, nuestro amo, que también me adora,
    con fe que, a lo que creo, no es fingida. 1630
    AURELIO    ¡ Oh pobre moro!
    SILVIA                               ¡ Oh desdichada mora!
    AURELIO ¡ Cómo enviáis en vano al vano viento
    vuestros vanos suspiros de hora en hora!
       También me ha dicho Yzuf todo su inte[nto]
    y me ha rogado que yo a vos os ruegue 1635
    algún alivio deis a su tormento.
       Mas antes con airada furia llegue
    una saeta que me pase el pecho,
    y esta alma de las carnes se despegu[e],
       que tan a costa mía su provecho 1640
    y tan en daño vuestro procurase,
    aunque él quede de mí mal satisfe[cho].
    SILVIA    Si en este caso, Aurelio, nos bastase
    mostrar a éstos voluntad trocada,
    sin que el daño adelante más pasase, 1645
       tendríalo por cosa yo acertada,
    porque deste fingir se granjearía
    el no estorbarnos nuestra vista amada.
       Dirás a Zahara que por causa mía
    no te muestras tan áspero, y yo al moro 1650
    diré que mucho puede tu porfía;
       y, guardando los dos este decoro
    con discreción podremos fácilmente
    aplacar con el vernos nuestro lloro.
    AURELIO    El parecer que has dado es excelente, 1655
    y haráse cual lo ordenas, y entre tan[to],
    quizá se aplacará el hado inclemente.
       Yo escribiré a mi padre en el quebranto
    en que estamos los dos; tú, Silvia, puedes
    escribir a los tuyos otro tanto. 1660
       Y, porque a veces tienen las paredes,
    según se dice, oídos, Silvia mía,
    agradeciendo al cielo estas mercedes,
    pasemos esta plática a otro día.
     
    (OCASION, NECESIDAD, AURELIO, ZAHARA y FATIMA. Sale primero la OCASION y la NECESIDAD.)
     
    OCASION    Necesidad, fiel ejecutora 1665
    de cualquiera delicto que te ofrece
    la pública ocasión o la secreta,
    ya ves cuán apremiadas y forzadas
    del Herebo infernal habemos sido,
    para venir a combatir la roca 1670
    del pecho encastillado de un cristiano,
    que está rebelde y muestra que no teme
    del niño y ciego dios la grande fuerza.
    Es menester que tú le solicites
    y te le muestres, siempre a todas horas, 1675
    en el comer, y en el vestir y en todas
    las cosas que pensare o pretendiere.
    Yo, por mi parte, de contino pienso
    ponérme[le] delante y la melena
    de mis pocos cabellos ofrecerle, 1680
    y detenerme un rato, porque pueda
    asirme della, cosa poco usada
    de mi ligera condición y presta.
    NECESIDAD Bien puedes, Ocasión, estar segura
    que yo haré por mi parte maravillas 1685
    si tu favor y ayuda no me falta.
    Pero ves, aquí viene el indomable;
    aprecíbete, hermana, y derribemos
    la vana presunción deste cristiano.
     

    (Sale AURELIO.)
     
    [AURELIO] ¿: Que no ha de ser posible, pobre Aurelio, 1690
    el defenderte desta mora infame,
    que por tantos caminos te persigue 
    Sí será, sí, si no me niega el cielo
    el favor que hasta aquí no me ha negado.
    De mil astucias usa y de mil mañas 1695
    para traerme a su lascivo intento:
    ya me regala, ya me vitupera,
    ya me da de comer en abundancia,
    ya me mata de hambre y de miseria.
    [NECESIDAD] Grande es, por cierto, Aurelio, la que tienes. 1700
    [AURELIO] Grande necesidad, cierto, padezco.
    NECESIDAD Rotos traes los zapatos y vestido.
    AURELIO Zapatos y vestidos tengo rotos.
    NECESIDAD En un pellejo duermes, y en el suelo.
    AURELIO En el suelo me acuesto en un pellejo. 1705
    NECESIDAD Corta traes la camisa, sucia y rota.
    AURELIO Sucia, corta camisa y rota traigo.
    OCASION Pues yo sé, si quisieses, que hallarías
    ocasión de salir dese trabajo.
    AURELIO Pues yo sé, si quisiese, que podría 1710
    salir desta miseria a poca costa.
    OCASION Con no más de querer a tu ama Zahara,
    o con dar muestras sólo de quererla.
    AURELIO Con no más de querer bien a mi ama,
    o fingir que la quiero, me bastaba. 1715
    Mas, ¿: quién podrá fingir lo que no quiere 
    NECESIDAD Necesidad te fuerza a que lo hagas.
    AURELIO Necesidad me fuerza a que lo haga.
    OCASION ¡ Oh, cuán rica que es Zahara y cuán hermosa!
    AURELIO ¡ Cuán hermosa y cuán rica que es mi ama! 1720
    NECESIDAD Y liberal, que hace mucho al caso,
    que te dará a montón lo que quisieres.
    AURELIO Y, siendo liberal y enamorada,
    daráme todo cuanto le pidiere.
    OCASION Estraña es la ocasión que se te ofrece. 1725
    AURELIO Estraña es la ocasión que se me ofrece,
    mas no podrá torcer mi hidalga sangre
    de lo que es justo y a sí misma debe.
    OCASION ¿: Quién tiene de saber lo que tú haces 
    Y un pecado secreto, aunque sea grave, 1730
    cerca tiene el remedio y la disculpa.
    AURELIO ¿: Quién tiene de saber lo que yo hago 
    Y una secreta culpa no merece
    la pena que a la pública le es dada.
    OCASION Y más, que la ocasión mil ocasiones 1735
    te ofrecerá secretas y escondidas.
    AURELIO Y más, que a cada paso se me ofrecen
    secretas ocasiones infinitas.
    ¡ Cerrar quiero con una! ¡ Aurelio, paso,
    que no es de caballero lo que piensas, 1740
    sino de mal cristiano, descuidado
    de lo que a Cristo y a su sangre debe!
    NECESIDAD Misericordia tuvo y tiene Cristo
    con que perdona siempre las ofensas
    que por necesidad pura le hacen. 1745
    AURELIO Pero bien sabe Dios que aquí me fuerza
    pura necesidad, y esto reciba
    el cielo por disculpa de mi culpa.
    OCASION Agora es tiempo, Aurelio; agora puedes
    asir a la ocasión por los cabellos. 1750
    ¡ Mira cuán linda, dulce y amorosa
    la mora hermosa viene a tu mandado!
     

    (Sale ZAHARA.)
     
    ZAHARA Aurelio, ¿: solo estás 
    AURELIO                                  ¡ Y acompañado!
    ZAHARA ¿: De quién 
    AURELIO                   De un amoroso pensamiento.
    ZAHARA ¿: Quién es la causa  Di.
    AURELIO                                       Si te la digo, 1755
    podría ser que ya no me llamases
    riguroso, cruel, desamorado.
    NECESIDAD ¡ Obrando va tu fuerza, compañera!
    OCASION ¿: Pues no ha de obrar  Escucha en lo que para.
    ZAHARA Si eso ansí fuese, Aurelio, dichosísima 1760
    sería mi ventura, y tú serías
    no menos venturoso, dulce Aurelio.
    Y, porque más de espacio y más a solas
    me puedas descubrir tu pensamiento,
    sígueme, Aurelio, agora que se ofrece 1765
    la ocasión de no estar Yzuf en casa.
    AURELIO Sí siguiré, señora; que ya es tiempo
    de obedecerte, pues que soy tu esclavo.
    NECESIDAD Por tierra va, Ocasión, el fundamento
    del bizarro cristiano. ¡ Ya se rinde! 1770
    OCASION ¡ Tales combates juntas le hemos dado!
    Entrémonos con Zahara en su aposento,
    y allí de nuevo, cuando Aurelio entrare,
    tornaremos a darle tientos nuevos.
     

    (Entra[n]se, y queda AURELIO solo.)
     
    AURELIO    Aurelio, ¿: dónde vas  ¿: Para dó mueves 1775
    el vagaroso paso  ¿: Quién te guía 
    ¿: Con tan poco temor de Dios te atreves
    a contentar tu loca fantasía 
    Las ocasiones fáciles y leves
    que el lascivo regalo al alma envía 1780
    tienen de persuadirte y derribarte
    y al vano y torpe amor blando entregarte.
       ¿: Es éste el levantado pensamiento
    y el propósito firme que tenías
    de no ofender a Dios, aunque en tormento 1785
    acabases tus cortos, tristes días 
    ¿: Tan presto has ofrecido y dado al viento
    las justas, amorosas fantasías,
    y ocupas la memoria de otras vanas,
    inhonestas, infames y livianas  1790
       ¡ Vaya lejos de mí el intento vano!
    ¡ Afuera, pensamiento malnacido!
    ¡ Que el lazo enredador de amor insano,
    de otro más limpio amor será rompido!
    ¡ Cristiano soy, y [he] de vivir cristiano; 1795
    y, aunque a términos tristes conducido,
    dádivas o promesa, astucia o arte,
    no harán que un punto de mi Dios me apar[te]!
     
    (Sale FRANCISCO, el muchacho hermano del niño que vendieron en la segunda jornada, y dice:)
     
    [FRANCISCO]    ¿: Has visto, Aurelio, a mi hermano 
    AURELIO ¿: Dices a Juanico 
    FRANCISCO                              Sí. 1800
    AURELIO Poquito habrá que le vi.
    FRANCISCO ¡ Oh sancto Dios soberano!
    AURELIO    ¿: Padeces algún tormento,
    Francisco 
    FRANCISCO                  Sí; una fatiga
    que no sé como la diga, 1805
    aunque sé cómo la siento;
       y no quieras saber más,
    para entender mi cuidado,
    sino que mi hermano ha dado
    el ánima a Satanás. 1810
    AURELIO    ¿: Ha renegado, por dicha 
    FRANCISCO ¿: Dicha llamas renegar 
    Si él lo viene a efectuar,
    ello será por desdicha.
       Ha dado ya la palabra 1815
    de ser moro, y este intento
    en su tierno pensamiento
    con regalos siempre labra.
    AURELIO    Vesle, Francisco, a do asoma.
    ¡ Bizarro viene, por cierto! 1820
    FRANCISCO Estos vestidos le han muerto:
    que él ¿: qué sabe qué es Mahoma 
    AURELIO Vengáis norabuena, Juan.
    JUAN ¿: No saben ya que me llamo...
    AURELIO ¿: Cómo 
    JUAN             ...ansí como mi amo  1825
    FRANCISCO ¿: En qué modo 
    JUAN                          Solimán.
    FRANCISCO    ¡ Tósigo fuera mejor,
    que envenenara aquel hombre
    que ansí te ha mudado el nombre!
    ¿: Qué es lo que dices, traidor  1830
    JUAN    Perro, poquito de aqueso,
    que se lo diré a mi amo.
    ¿: Porque Solimán me llamo,
    me amenaza  ¡ Bueno es eso!
    FRANCISCO    ¡ Abrázame, dulce hermano! 1835
    JUAN ¿: Hermano  ¿: De cuándo acá 
    ¡ Apártase el perro allá;
    no me toque con la mano!
    FRANCISCO    ¿: Por qué conviertes en lloro
    mi contento, hermano mío  1840
    JUAN Ese es grande desvarío.
    ¿: Hay más gusto que ser moro 
       Mira este galán vestido,
    que mi amo me le ha dado,
    y otro tengo de brocado, 1845
    más bizarro y más polido.
       Alcuzcuz como sabroso,
    sorbeta de azúcar bebo,
    y el corde, que es dulce, pruebo,
    y pilao, que es provechoso. 1850
       Y en vano trabajarás
    de aplacarme con tu lloro;
    mas, si tú quieres ser moro,
    a fe que lo acertarás.
       Toma mis consejos sanos, 1855
    y veráste mejorado.
    Adiós, porque es gran pecado
    hablar tanto con cristianos. (Vase.)
    FRANCISCO    ¿: Hay desventura igual en todo el suelo 
    ¿: Qué red tiene el demonio aquí tendida 1860
    con que estorba el camino de ir al cielo 
       ¡ Oh tierna edad, cuán presto eres vencida,
    siendo en esta Sodoma recuestada
    y con falsos regalos combatida!
    AURELIO    ¡ Oh, cuán bien la limosna es empleada 1865
    en rescatar muchachos, que en sus pechos
    no está la santa fe bien arraigada!
       ¡ Oh, si de hoy más, en caridad deshechos
    se viesen los cristianos corazones,
    y fuesen en el dar no tan estrechos, 1870
       para sacar de grillos y prisiones
    al cristiano cativo, especialmente
    a los niños de flacas intenciones!
       En esta sancta obra ansí excelente,
    que en ella sola están todas las obras 1875
    que a cuerpo y alma tocan juntamente.
       Al que rescatas, de perdido cobras,
    reduces a su patria el peregrino,
    quítasle de cien mil y más zozobras:
       de hambre, que le aflige de contino; 1880
    de la sed insufrible, y de consejos
    que procuran cerrarle el buen camino;
       de muchos y continos aparejos
    que aquí el demonio tiende, con que toma
    a muchachos cristianos y aun a viejos. 1885
       ¡ Oh secta fementida de Mahoma;
    ancha casaca poco escrupulosa,
    con qué facilidad los simples doma!
    FRANCISCO    ¡ Mándasme, buen Aurelio, alguna cosa 
    AURELIO Dios te guíe, Francisco, y ten paciencia; 1890
    que la mano bendita poderosa
    cura[rá] de tu hermano la dolencia.
     

    (Vase FRANCISCO, y, yéndose a salir AURELIO, sale SILVIA y dice:)
     
    [SILVIA]    ¿: Dó vas, Aurelio, dulce amado esposo 
    AURELIO A verte, Silvia, pues tu vista sola
    es el perfecto alivio a mis trabajos. 1895
    SILVIA También el verte yo, mi caro Aurelio,
    es el remedio de mis graves daños.
     
    (Abrázanse, y estánlo mirando sus amos; y ZAHARA va a dar a SILVIA, YZUF a AURELIO.)
     
    ZAHARA ¡ Perra! ¿: Y esto se sufre ante mis ojos 
    YZUF Perro, traidor esclavo! ¿: Con la esclava 
    ZAHARA No, no señor; no tiene culpa Aurelio, 1900
    que al fin es hombre, sino esta perra esclava.
    YZUF ¿: La esclava  No señora. ¡ Este maldito,
    forjador e inventor de mil embustes,
    tiene la culpa destas desvergüenzas!
    ZAHARA Si esta lamida, si esta descarada 1905
    no le diera ocasión, no se atreviera
    Aurelio ansí abrazarla estrechamente.
    AURELIO No, por cierto, señores; no ha nacido
    nuestra desenvoltura de ocasiones
    lascivas, según da las muestras dello, 1910
    sino que a Silvia le rogaba agora
    me hiciese una merced que ha muchos días
    que se la pido, y no por mi interese;
    y ella también a mí me ha persuadido
    un servicio le hiciese que conviene 1915
    para mejor servir la casa vuestra.
    Y, por habernos concedido entrambos
    aquello que pedía el uno al otro,
    en señal de contento nos hallastes
    de aquel modo que vistes abrazados, 1920
    sin manchar los honestos pensamientos.
    YZUF ¿: Es verdad esto, Silvia 
    SILVIA                                        Verdad dice.
    YZUF ¿: Qué pediste tú a él 
    SILVIA                                   Poco te importa
    saber lo que yo a Aurelio le pedía.
    ZAHARA ¿: Concediótelo, en fin 
    SILVIA                                     Como yo quise. 1925
    YZUF Entraos adentro, que por fuerza os creo;
    porque, si no os creyese, convendría
    castigar vuestro exceso con mil penas.
     

    (Entranse AURELIO y SILVIA.)
     
    Sabréis, señora, que en este mismo punto,
    viniendo por el Zoco, me fue dicho 1930
    cómo el rey me mandaba que llevase
    a Silvia con Aurelio a su presencia;
    y tengo para mí que algún tresleño
    y mal cristiano, que a los dos conoce,
    al rey debe de haber significado 1935
    cómo son de rescate estos cativos;
    y, como el rey está tan mal conmigo,
    porque acetar no quise el cargo y honra
    de reparar los fosos y murallas,
    quiéremelos quitar, sin duda alguna. 1940
    ZAHARA El remedio que en esto se me ofrece
    es advertir a Aurelio que no diga
    al rey que es caballero, sino un pobre
    soldado que iba a Italia, y que esta Silvia
    es su mujer; y si esto el rey creyese, 1945
    no querrá por el tanto que costaron
    quitártelos, que el precio es muy subido.
    YZUF Muy bien dices, señora; ven, entremos
    y demos este aviso a los dos juntos.
     

    (Vanse.)
     

     

    Cuarta jornada

    Entra el CAUTIVO que se huyó, descalzo, roto el vestido, y las piernas señaladas como que trae muchos rasgones de las espinas y zarzas por do ha pasado.
     
    [CAUTIVO]    Este largo camino, 1950
    tanto pasar de breñas y montañas,
    y el bramido contino
    de fieras alimañas
    me tiene de tal suerte,
    que pienso de acabarle con mi muerte. 1955
       El pan se me ha acabado,
    y roto entre jarales el vestido;
    los zapatos, rasgado;
    el brío, consumido;
    de modo que no puedo 1960
    un pie del otro pie pasar un dedo.
       Ya la hambre me aqueja,
    y la sed insufrible me atormenta;
    ya la fuerza me deja;
    ya espero desta afrenta 1965
    salir con entregarme
    a quien de nuevo quiera cautivarm[e].
       He ya perdido el tino;
    no sé cuál es de Orán la cierta vía,
    ni senda ni camino 1970
    la triste suerte mía
    me ofrece; mas, ¡ ay laso!,
    que, aunque la hallase, no hay mover el pa[so],
       ¡ Virgen bendita y bella,
    remediadora del linaje humano, 1975
    sed Vos aquí la estrella
    que en este mar insano
    mi pobre barca guíe
    y de tantos peligros me desvíe!
       ¡ Virgen de Monserrate, 1980
    que esas ásperas sierras hacéis cielo,
    enviadme rescate,
    sacadme deste duelo,
    pues es hazaña vuestra
    al mísero caído dar la diestra! 1985
       Entre estas matas quiero
    asconderme, porque es entrado el día;
    aquí morir espero.
    Santísima María,
    en este trance amargo, 1990
    el cuerpo y alma dejo a vuestro cargo.
     
    (Echase a dormir entre unas matas, y sale un león y échase junto a él muy manso, y luego sale otro CRISTIANO, que también se ha huido de Argel, y dice:)
     
    [CRISTIANO]    Estas pisadas no son,
    por cierto, de moro, no;
    cristiano las estampó,
    que con la misma intención 1995
    debe de ir que llevo yo.
       De alárabes las pisadas
    son anchas y mal formadas,
    porque es ancho su calzado;
    el nuestro más escotado, 2000
    y ansí son diferenciadas.
       Yo seguro que no está
    muy lejos de aquí escondido,
    porque el rastro he ya perdido;
    mas el sol alto está ya, 2005
    y yo mal apercebido.
       Aquí me quiero esconder
    hasta que al anochecer
    [to]rne a seguir mi viaje;
    que en este mismo paraje 2010
    Mostagán viene a caer.
       Pues el sol sale de allí,
    el norte hacia aquí se inclina:
    no está lejos la marina.
    ¡ Oh, qué mal que estoy aquí! 2015
    ¡ Buen Jesús, tú me encamina,
       que mucho alárabe pasa
    por esta campaña rasa!
    Si hoy me he acertado a esconder,
    no me despido de ver, 2020
    mis hijos, mujer y casa.
     
    (Escóndese, y luego sale un MORILLO, como que va buscando yerbas, y ve escondido a este segundo CRISTIANO, y comienza a dar voces: ′′¡ Nizara, nizara!", a las cuales acuden otros moros y cogen al cristiano, y dándole de mojicones se entran.)
     
    (En entrando, despierta el primer cristiano, que está junto al león, y viéndole, se espanta y dice:)
     
    [CRISTIANO]    ¡ Sancto Dios! ¿: Qué es lo que veo 
    ¡ Qué manso y fiero león!
    Saltos me da el corazón;
    cumplido se ha mi deseo; 2025
    libre soy ya de pasión,
       pues lo quiere mi ventura.
    Este, con su fuerza dura,
    mis días acabará,
    y su vientre servirá 2030
    al cuerpo de sepultura.
       Pero tanta mansedumbre
    no se ve ansí fácilmente
    en animal tan valiente,
    aunque su fiera costumbre, 2035
    muestra a las veces clemente.
       Mas, ¿: quién sabe si movido
    el cielo de mi gemido,
    este león me ha enviado
    para ser por él tornado 2040
    al camino que he perdido 
       Sin duda es divina cosa,
    y asegúrame este intento
    que en mis espíritus siento,
    con fuerza maravillosa, 2045
    un nuevo crecido aliento;
       y ya es caso averiguado
    que otro león ha llevado
    a la Goleta a un cativo
    que le halló en un monte esquivo, 2050
    huido y descaminado.
       ¡ Obra es ésta, Virgen pía,
    de vuestra divina mano,
    porque ya está claro y llano
    que el hombre que en vos confía 2055
    no espera y confía en vano!
       Espérame, compañero,
    que yo determino y quiero
    seguirte doquier que fueres;
    que ya me parece que eres, 2060
    no león, sino cordero.
     

    (Entrase y vuelve a salir en la cuarta jornada con el león que le guía. Dice:)
     
       Nunca con menos afán
    he caminado camino;
    y, aquello que yo imagino,
    no está muy lejos Orán. 2065
    ¡ Gracias te doy, Rey divino!
       ¡ Virgen pura, a Vos alabo!
    Yo ruego llevéis al cabo
    tan estraña caridad;
    que, si me dais libertad, 2070
    prometo seros esclavo.
     

    (Vase, y en la cuarta jornada salen dos cautivos: PEDRO y SAYAVEDRA.)
     
    [PEDRO]    Siete escudos de oro he granjeado
    [co]n mi solicitud, industria y maña,
    [y au]n son pocos, según he trabajado.
       Nunca tuve otros tantos en España, 2075
    cuando anduve en la guerra de Granada,
    armado nueve meses en campaña.
    SAYAVEDRA    ¿: Cómo cayeron, Pedro en la celada
    los siete escudos hoy, por vida mía,
    cualque nueva campaña fabricada  2080
    PEDRO    Muy mal se negará a tu cortesía
    cualquier secreto mío. Escucha agora,
    y verás lo que he hecho en este día.
       En esta casa grande do Yzuf mora,
    renegado español que está casado 2085
    con Zahara, la ilustre hermosa mora,
       está un cativo nuevo, que es llamado
    Aurelio, y una Silvia, hermosa dama,
    de quién está el Aurelio enamorado.
       Los dos de principales tienen fama, 2090
    y helo dicho yo al rey, y mandó darme
    los tres escudos déstos.
    SAYAVEDRA                                      ¡ Gentil trama!
    PEDRO    Gentil o no gentil, si remediarme
    no puedo de otra suerte, y cada día
    he de dar mi jornal y sustentarme, 2095
       ¿: quieres que cate y guarde cortesía
    a quien puede pagar bien su rescate 
    ¡ No reza esa oración mi ledanía!
    SAYAVEDRA    ¿: Los otros cuatro 
    PEDRO                                   Son de un jaque y mate
    que he dado en una bolsa de un cristiano 2100
    con un muy concertado disparate.
       Hele hecho tocar casi con mano
    que tengo ya una barca medio hecha,
    debajo de la tierra, allá en un llano.
       Queda desta verdad bien satisfecha, 2105
    su voluntad, y, cierto, el bobo piensa
    alcanzar libertad ya desta hecha;
       y para ayuda, el gasto y la despensa
    de tablas, vela, pez, clavos y estopa,
    los cuatro dio con que compró su ofensa. 2110
    SAYAVEDRA    ¡ Desdichado de aquel que acaso topa
    contigo, Pedro, y tú más desdichado,
    que así cudicias la cristiana ropa!
       ¡ En peligroso golfo has engolfado
    tu barca, de mentiras fabricada, 2115
    y en ella tú serás sólo anegado!
    PEDRO    La de Noé, que está bien ancorada
    en las sierras de Armeña, sería buena,
    si no vale la mía acaso nada.
       Quizá nos llevará a Sierra Morena, 2120
    pero, por cuatro escudos, buena es ésta,
    si acuden otros cuatro a caer carena.
       Ajenos pies han de subir la cuesta
    agria de mi trabajo, y yo, holgando,
    haré agasajo, regocijo y fiesta. 2125
       ¿: Qué piensas, Sayavedra 
    SAYAVEDRA                                             Estoy pensando
    cómo se echa a perder aquí un cristiano,
    y más, mientras más va, va peorando.
       Cautivo he visto yo que da de mano
    a todo aquello que su ley le obliga, 2130
    y vive a veces vida de pagano.
       A otro le avasalla su fatiga,
    y en Dios y en ella ocupa el pensamiento;
    la abraza y la quiere como amiga.
       Y de ti sé que tienes el intento 2135
    holgazán, embaidor y cudicioso,
    fundado sobre embustes sin cimiento.
       T[arde ha]brá libertad...
    PEDRO                                          ¡ Estás donoso!
    [An]tes la tengo ya cierta y segura,
    sino que estoy un poco vergonzoso. 2140
       Pienso mudar de nombre y vestidura,
    y llamarme Mamí.
    SAYAVEDRA                               ¿: Renegar quieres 
    PEDRO Sí quiero, mas entiende de qué hechura.
    SAYAVEDRA    Reniega tú del modo que quisieres,
    que ello es muy gran maldad y horrible culpa, 2145
    y correspondes mal a ser quien eres.
    PEDRO    Bien sé que la conciencia ya me culpa,
    pero tanto el salir de aquí deseo,
    que esta razón daré por mi disculpa.
       Ni niego a Cristo ni en Mahoma creo: 2150
    con la voz y el vestido seré moro,
    por alcanzar el bien que no poseo.
       Si voy en corso, séme yo de coro
    que, en tocando en la tierra de cristianos,
    me huiré, y aun no vacío de tesoro. 2155
    SAYAVEDRA    Lazos son ésos cudicioso[s], vanos,
    con que el demonio tienta fácilmente
    con el alma ligarte pies y manos.
       Un falso bien se muestra aquí aparente,
    que es tener libertad, y, en renegando, 2160
    se te irá el procurarla de la mente,
       que siempre esperarás el cómo y cuándo:
    "Este año, no; el otro será cierto";
    y ansí lo irás por años dilatando.
       Tiéneme en estos casos bien esperto 2165
    muchos que he visto con tu mismo intento,
    y a ninguno llegar nunca a buen puerto.
       Y, puesto que llegases, ¿: es buen cuento
    poner un tan inorme y falso medio
    para alcanzar el fin de tu contento  2170
    Daño puedes llamarle [a] tal remedio.
    PEDRO    Si no puede esperarse, ni es posible
    de mi necesidad otra salida
    para alcanzar la libertad gozosa,
    ¿: es mucho aventurarse algunos días 2175
    a ser moro no más de en la aparencia,
    si con esta cautela se granjea
    la amada libertad que [se] va huyendo 
    SAYAVEDRA Si tú supieses, Pedro, a dó se estiende
    la perfectión de nuestra ley cristiana, 2180
    verías cómo en ella se nos manda
    que un pecado mortal no se cometa,
    aunque se interesase en cometerle
    la universal salud de todo el mundo.
    Pues, ¿: cómo quieres tú, por verte libre 2185
    de libertad del cuerpo, echar mil hierro[s]
    al alma miserable, desdichada,
    cometiendo un pecado tan inorme
    como es negar a Cristo y a su Iglesia 
    PEDRO ¿: Dónde se niega Cristo ni su Iglesia  2190
    ¿: Hay más de retajarse y decir ciertas
    palabras de Mahoma, y no otra cosa,
    sin que se miente a Cristo ni a sus santos,
    ni yo le negaré por todo el mundo,
    que acá en mi corazón estará siempre 2195
    y El sólo el corazón quiere del hombre 
    SAYAVEDRA ¿: Quieres ver si lo niegas  Está atento.
    Fíngete ya vestido a la turquesca,
    y que vas por la calle y que yo llego
    delante de otros turcos y te digo: 2200
    "Sea loado Cristo, amigo Pedro.
    ¿: No sabéis cómo el martes es vigilia
    y que manda la Iglesia que ayunemos "
    A esto, dime: ¿: qué responderías 
    Sin duda que me dieses mil puñadas, 2205
    y dijeses que a Cristo no conoces,
    ni tienes con su Iglesia cuenta alguna,
    porque eres muy buen moro, y que te llamas,
    no Pedro, sino Aydar o Mahometo.
    PEDRO Eso haríalo yo, mas no con saña, 2210
    sino porque los turcos que lo oyesen
    pensasen que, pues dello me pesaba,
    que era perfecto moro y no cristiano;
    pero acá, en mi intención, cristiano siempre.
    SAYAVEDRA ¿: No sabes tú que el mismo Cristo dice: 2215
    "Aquel que me negare ante los hombres,
    de Mí será negado ante mi Padre;
    y el que ante ellos a Mí me confesare,
    será de Mí ayudado ante el Eterno
    Padre mío " ¿: Es prueba ésta bastante 2220
    que te convenza y desengañe, amigo,
    del engaño en que estás en ser cristiano
    con sólo el corazón, como tú dices 
    ¿: Y no sabes también que aquel arrimo
    con que el cristiano se levanta al cielo 2225
    es la cruz y pasión de Jesucristo,
    en cuya muerte nuestra vida vive,
    y que el remedio, para que aproveche
    a nuestras almas el tesoro inmenso
    de su vertida sangre por bien nuestro, 2230
    depositado está en la penitencia,
    la cual tiene tres partes esenciales,
    que la hacen perfecta y acabada:
    contrición de corazón la una,
    confesión de la boca la segunda, 2235
    satisfación de obras la tercera 
    Y aquel que contrición dice que tiene,
    como algunos cristianos renegados,
    y con la boca y con las obras niegan
    a Cristo y a sus sanctos, no la llames 2240
    aquella contrición, sino un deseo
    de salir del pecado; y es tan flojo,
    que respectos humanos le detienen
    de ejecutar lo que razón le dice;
    y así, con esta sombra y aparencia 2245
    deste vano deseo, se les pasa
    un año y otro, y llega al fin la muerte
    a ponerle en perpetua servidumbre
    por aquel mismo modo que él pensaba
    alcanzar libertad en esta vida. 2250
    ¡ Oh cuántas cosas puras, excelentes,
    verdaderas, sin réplica, sencillas,
    te pudiera decir que hacen al caso,
    para poder borrar de tu sentido
    esta falsa opinión que en él se imprim[e]! 2255
    Mas el tiempo y lugar no lo permite.
    PEDRO Bastan las que me has dicho, amigo; bastan,
    y bastarán de modo que te juro,
    por todo lo que es lícito jurarse,
    de seguir tu consejo y no apartarm[e] 2260
    del santísimo gremio de la Iglesia,
    aunque en la dura esclavitud amarga
    acabe mis amargos tristes días.
    SAYAVEDRA Si a ese parecer llegas las obras,
    el día llegará, sabroso y dulce, 2265
    do tengas libertad; que el cielo sabe
    darnos gusto y placer por cien mil vías
    ocultas al humano entendimiento;
    y así, no es bien ponerse en contingencia
    que por sola una senda y un camino 2270
    tan áspero, tan malo y trabajoso
    nos venga el bien de muchos procurado,
    y hasta aquí conseguido de muy pocos.
    PEDRO ¡ Mis obras te darán señales ciertas
    de mi ar[r]epentimiento y mi mudanza! 2275
    SAYAVEDRA ¡ El cielo te dé fuerzas y te quite
    las ocasiones malas que te incitan
    a tener tan malvado y ruin propósito!
    PEDRO El mesmo a ti te ayude, cual merece
    la sana voluntad con que me enseñas. 2280
    Adïós, que es tarde.
    SAYAVEDRA                                 ¡ Adiós, amigo!
     

    (Sale el REY con cuatro TURCOS.)
     
    REY    De ira y de dolor hablar no puedo;
    y es la ocasión de mi pesar insano
    el ver que don Antonio de Toledo
    ansí se me ha escapado de la mano. 2285
    Los arraces, sus amos, con el miedo
    que yo no les tomase su cristiano,
    a Tetuán con priesa le enviaron,
    y en cinco mil ducados le tallaron.
       ¿: Un tan ilustre y rico caballero 2290
    por tan vil precio distes, vil canalla 
    ¿: Tanto os acudiciastes al dinero,
    tan grande os pareció que era la talla
    que le añedistes otro compañero,
    el cual solo pudiera bien pagalla  2295
    ¿: Francisco de Valencia no podía
    pagar solo por sí mayor cuantía 
       En fin, favorecióles la ventura,
    que pudo más que no mi diligencia;
    que ésta es la que concierta y asegura 2300
    lo que no puede hacer humana ciencia.
    Conocieron el tiempo y coyuntura,
    y huyeron de no verse en mi presencia:
    que si yo a don Antonio aquí hallara,
    cincuenta mil ducados me pagara. 2305
       Es hermano de un conde y es sobrino
    de una principalísima duquesa,
    y en perderse, perdió en este camino
    ser coronel en una ilustre empresa.
    Airado el cielo se mostró y begnino 2310
    en hacerle cautivo y darse priesa
    a darle libertad por tal rodeo,
    que no pudo pedir más el deseo.
       Pero, pues ya no puede remediarse,
    el tratar más en ello es escusado. 2315
    Mirad si viene alguno a querellarse.
    MORO Señor, aquí está Yzuf, el renegado.
    REY Entre con intención de aparejarse
    a obedecer en todo mi mandado;
    si no, a fe que le trate en mi presencia 2320
    cual merece su necia inobidencia.
     

    (Entra YZUF.)
     
       ¿: Dónde están tus cristianos 
    YZUF                                                 Allí fuera.
    REY ¿: Cuánto diste por ellos 
    YZUF                                       Mil ducados.
    REY Yo los daré por ellos.
    YZUF                                     No se espera,
    de tu bondad agravios tan sobrados. 2325
    REY ¿: En esto me replicas 
    YZUF                                    Da siquiera
    algún alivio en parte a mis cuidados.
    Al esclavo te doy, rey, sin dinero,
    y déjame la esclava, por quien muero.
    REY    ¿: Tal osaste decir, oh moro infame  2330
    Llevalde abajo, y dalde tanto palo,
    hasta que con su sangre se derrame
    el deseo que tiene torpe y malo.
    YZUF Dame, señor, mi esclava, y luego dame
    la muerte en fuego, a hierro, a gancho, en p[alo]. 2335
    REY ¡ Quitádmelo delante! ¡ Acabad presto!
    YZUF ¿: Por pedirte mi hacienda soy molesto 
     
    (Sacan fuera a YZUF a empujones, y entran luego dos alárabes con el CRISTIANO que se huyó, que asieron en el campo, y estos dos moros dicen al RE[Y]: "Alicun  alema  ultam adareimi gu[a]naran  al  ul".)
     
    REY    ¿: Adónde ibas, cristiano 
    CRISTIANO                                           Procuraba
    llegarme a Orán, si el cielo lo quisiera.
    REY ¿: Adónde cautivaste 
    CRISTIANO                                   En la almadraba. 2340
    REY ¿: Tu amo 
    CRISTIANO                Ya murió; que no debiera,
    pues me dejó en poder de una tan brava
    mujer, que no la iguala alguna fiera.
    REY ¿: Español eres 
    CRISTIANO                         En Málaga nacido.
    REY Bien lo mu[e]stras en ser ansí atrevido. 2345
       ¡ Oh yuraja caur! Dalde seiscientos
    palos en las espaldas muy bien dados,
    y luego le daréis otros quinientos
    en la barriga y en los pies cansados.
    CRISTIANO ¿: Tan sin razón ni ley tantos tormentos 2350
    tienes para el que huye aparejados 
    REY ¡ Cito cifuti breguedi! ¡ Atalde,
    abrilde, desollalde y aun matalde!
     
    (Atanle con cuatro cordeles de pies y de manos, y tiran cada uno de su parte, y dos le están dando; y, de cuando en cuando, el CRISTIANO se encomienda a Nuestra Señora, y el REY se enoja y dice en turquesco, con cólera: "L[a]guedi denicara, bacinaf; ¡ a la testa, a la tes[ta]!", y está diciendo, mientras le están dando:)
     
       ¡ No sé qué raza es ésta destos perros
    cautivos españoles! ¿: Quién se huye  2355
    Español. ¿: Quién no cura de los hierro[s] 
    Español. ¿: Quién hurtando nos destr[uye] 
    Español. ¿: Quién comete otros mil hierros 
    Español, que en su pecho el cielo influye
    un ánimo indomable, acelerado, 2360
    al bien y al mal contino aparejado.
       Una virtud en ellos he notado:
    que guardan su palabra sin reveses,
    y en esta mi opinión me han confirmado
    dos caballeros Sosas portugueses. 2365
    Don Francisco también la ha sigurado,
    que tiene el sobrenombre de Meneses,
    los cuales sobre su palabra han sido
    enviados a España, y la han cumplido.
       Don Fernando de Ormaza también fuese 2370
    sobre su fe y palabra, y ansí ha hecho,
    un mes antes que el término cumpliese,
    la paga, con que bien me ha satisfecho.
    De darles libertad, un interese
    se sigue tal, que dobla mi provecho: 2375
    que, como van sobre su fe prendados,
    les pido los rescates tresdoblados.
       Y éste dalde a su amo, y llamad luego
    un cristiano de Yzuf, que está allí fuera,
    que quiero que granjee su sosiego 2380
    por ver si mi opinión es verdadera.
    De pérdida y ganancia es este juego.
    MORO Señor, del bien hacer siempre se espera
    galardón, y si falta d[e]ste suelo,
    la paga se dilata para el cielo. 2385
     

    (Entra AURELIO y dícele el REY:)
     
    REY    Ya sé quién eres, cristiano;
    tu virtud, valor y suerte,
    y sé que presto has de verte
    en el patrio suelo hispano.
       Esta Silvia, ¿: es tu mujer  2390
    AURELIO Sí, señor.
    REY               Y ¿: adónde ibas
    cuando en las ondas esquivas
    perdiste todo el placer 
    [AURELIO]    Yo se lo diré, [s]eñor,
    en verdad[era]s razones. 2395
    De otro rey y otras prisiones
    fui yo esclavo, que es Amor.
       Desta Silvia enamorado
    [and]uve un tiempo en mi tierra,
    y la fuerza desta guerra 2400
    me ha traído en este estado.
       A su padre la pedí
    muchas veces por mujer,
    pero nunca a mi querer
    sólo un punto le rendí; 2405
       y, viendo que no podía
    por aquel modo alcanzalla,
    determiné de roballa,
    que era la más fácil vía.
       Cumplí en esto mi deseo, 2410
    y, pensando ir a Milán,
    trújome el hado al afán
    y esclavitud do me veo.
    REY    No pierdas la confianza
    en esta vida importuna, 2415
    pues sabes que de Fortuna
    la condición es mudanza.
       Yo te daré libertad
    a ti y a Silvia al momento,
    si tienes conocimiento 2420
    de pagar tal voluntad.
       Mil ducados he de dar
    por los dos, y sólo quiero
    que me deis dos mil; empero,
    habéismelo de jurar, 2425
       y así, sobre vuestra fe,
    os partiréis luego a España.
    AURELIO Señor, a merced tamaña,
    ¿: qué gracias te rendiré 
       Yo prometo de enviallos 2430
    dentro de un mes, sin mentir,
    aunque los sepa pedir
    por Dios, y si no, hurtallos.
    REY    Pues, luego os aparejad,
    y en la primera saetía 2435
    tomad de España la vía,
    que a los dos doy libertad.
    AURELIO    El suelo y cielo te trate
    cual merece tu bondad,
    y tomá mi voluntad 2440
    por prenda deste rescate;
       que yo perderé la vida
    o cumpliré mi palabra:
    que este bien ya escarba y labra
    en mi sangre bien nacida. 2445
    MORO    Señor, un navío viene.
    REY ¿: De qué parte 
    MORO                         De Ocidente.
    REY Mejor es que no de Oriente.
    ¿: Es de gavia 
    MORO                       Gavia tiene.
    REY    Debe ser de mercancía. 2450
    MORO Podría ser, aunque se suena
    que la mercancía es buena
    si es limosna.
    REY                       Sí sería.
       Vamos. Tú, Aurelio, procura
    tu partida, y ten cuidado 2455
    de aquello que me has jurado.
    AURELIO Crezca el cielo tu ventura.
     

    (Entrase el rey y queda AURELIO.)
     
       ¡ Gracias te doy, eterno Rey del cielo,
    que tan sin merecerlo has permitido
    que, por la mano de quien más temía, 2460
    tanto bien, tanta gloria me viniese!
     

    (Entra FRANCISCO y dice:)
     
    [FRANCISCO] ¡ Albricias, caro Aurelio!, que es llegado
    un navío de España, y todos dicen
    que es de limosna cierto, y que en él viene
    un fraile trinitario cristianísimo, 2465
    amigo de hacer bien, y conocido,
    porque ha estado otra vez en esta tierra
    rescatando cristianos, y da ejemplo
    de mucha cristiandad y gran prudencia.
    Su nombre es fray Juan Gil. 2470
    AURELIO                                            Mira no sea,
    fray Jorge de Olivar, que es de la Orden
    de la Merced, que aquí también ha estado,
    de no menos bondad y humano pecho;
    tanto, que ya después que hubo espendido
    bien veinte mil ducados que traía, 2475
    en otros siete mil quedó empeñado.
    ¡ Oh caridad estraña! ¡ Oh sancto pecho!
     

    (Entran tres esclavos, asidos en sus cadenas.)
     
    ESCLAVO-1    ¡ Qué buen día, compañeros!
    La limosna está en el puerto.
    Mi remedio tengo cierto, 2480
    porque aquí me traen dineros.
    ESCLAVO-2    No tengo bien, ni le espero,
    ni siento en mi tierra quien
    me pueda hacer algún bien.
    [ESCLAVO 3 ] Pues yo no me desespero 2485
    [FRANCISCO]    Dios nos ha de remediar,
    hermanos: mostrad buen pecho,
    que el Señor que nos ha hecho,
    no nos tiene de olvidar.
       Roguémosle, como a Padre, 2490
    nos vuelva a nuestra mejora,
    pues es nuestra intercesora
    su Madre, que es nuestra Madre;
       porque, con tan sancto medio,
    nuestro bien está seguro: 2495
    que ella es nuestra fuerza y muro,
    nuestra luz, nuestro remedio.
     

    (Echan todos las cadenas al suelo y híncanse de rodillas, y dice el UNO:)
     
    [UNO]    ¡ Vuelve, Virgen Santísima María,
    tus ojos que dan luz y gloria al cielo,
    a los tristes que lloran noche y día 2500
    y riegan con sus lágrimas el suelo!
    Socórrenos, bendita Virgen pía,
    antes que este mortal corpóreo velo
    quede sin alma en esta tierra dura
    y carezca de usada sepultura. 2505
    OTRO    Reina de las alturas celestiales,
    Madre y Madre de Dios, Virgen y Madre,
    espanto de las furias infernales,
    Madre y Esposa de tu mismo Padre,
    remedio universal de nuestros males: 2510
    si con tu condición es bien que cuadre
    usar misericordia, úsala agora,
    y sácame de entre esta gente mora.
    OTRO    En Vos, Virgen dulcísima María,
    entre Dios y los hombres medianera, 2515
    de nuestro mar incierto cierta guía,
    Virgen entre las vírgenes primera;
    en vos, Virgen y Madre; en Vos confía
    mi alma, que sin Vos en nadie espera,
    que me habréis de sacar con vuestras manos 2520
    de dura servidumbre de paganos.
    AURELIO    Si yo, Virgen bendita, he conseguido
    de tu misericordia un bien tan alto,
    ¿: cuándo podré mostrarme agradecido,
    tanto que, al fin, no quede corto y falto  2525
    Recibe mi deseo, que, subido
    sobre un cristiano obrar, dará tal salto,
    que toque ya, olvidado deste suelo,
    el alto trono del impereo cielo.
       Y, en tanto que se llega el tiempo y punto
    de poner en efecto mi deseo, 2530
    al ilustre auditorio que está junto,
    en quien tanta bondad discierno y veo,
    si ha estado mal sacado este trasunto
    de la vida de Argel y trato feo,
    pues es bueno el deseo que ha tenido, 2535
    en nombre del autor, perdón l[es pido].

    FIN DE LA COMEDIA LLAMADA TRATO DE ARGEL