Gullén de Castro y Bellvis
Mocedades del Cid

 

 

 

 

 

 

Personajes que hablan en ella:

 

 

* El REY, don Fernando

 

 

* La REINA, su mujer

 

 

* El PRINCIPE, don Sancho

 

 

* La INFANTA, doña Urraca

 

 

* DIEGO Laínez, Padre del Cid

 

 

* RODRIGO, el Cid

 

 

* El CONDE Lozano

 

 

* JIMENA Gómez, hija del Conde

 

 

* ARIAS Gonzalo

 

 

* Per ANSURES

 

 

* HERNAN Díaz, hermano del Cid

 

 

* BERMUDO Laín, hermano del Cid

 

 

* ELVIRA, criada de Jimena Gómez

 

 

* Un MAESTRO de armas del Príncipe

 

 

* MARTIN González

 

 

* Un REY MORO

 

 

* Cuatro MOROS

 

 

* Un PASTOR

 

 

* Un GAFO

 

 

* Acompañamiento

 

ACTO PRIMERO


Salen el REY, don Fernando y DIEGO Laínez, los dos de barba blanca y el DIEGO Laínez decrépito. Arrodíllase delante el REY, y dice:
DIEGO: Es gran premio a mi lealtad.
REY: A lo que debo, me obligo.
DIEGO: Hónrale tu majestad.
REY: Honro a mi sangre en Rodrigo.
Diego Laínez, alzad. 5
Mis propias armas le he dado
para armalle caballero.
DIEGO: Ya, señor, las ha velado,
y ya viene...
REY: Ya lo espero.
DIEGO: ...excesivamente honrado, 10
pues don Sancho mi señor,
mi príncipe, y mi señora
la reina, le son, señor,
padrinos.
REY: Pagan agora
lo que deben a mi amor. 15

Salen la REINA, y el PRINCIPE don Sancho, la INFANTA doña Urraca, JIMENA Gómez, RODRIGO, el CONDE Lozano, ARIAS Gonzalo, y Per ANSURES
URRACA: ¿:Qué te parece, Jimena,
de Rodrigo?
JIMENA: Que es galán
(Y que sus ojos le dan
[Aparte]
al alma sabrosa pena.)
REINA: ¡Qué bien las armas te están! 20
¡Bien te asientan!
RODRIGO: ¿:No era llano,
pues tú les diste los ojos,
y Arias Gonzalo la mano?
ARIAS: Son del cielo tus despojos,
y es tu valor castellano. 25

[Hablan al REY]
REINA: ¿:Qué os parece mi ahijado?
PRINCIPE: ¿:No es galán, fuerte y lucido?

[Habla a Per ANSURES]
CONDE: Bravamente le han honrado
los reyes.
ANSURES: Extremo ha sido.
RODRIGO: ¡Besaré lo que ha pisado 30
quien tanta merced me ha hecho!
REY: Mayores las merecías.
¡Qué robusto, qué bien hecho!
Bien te vienen armas mías.
RODRIGO: Es tuyo también mi pecho. 35
REY: Llegémonos al altar
del santo patrón de España.
DIEGO: No hay más glorias que esperar.
RODRIGO: Quien te sirve y te acompaña,
al cielo puede llegar. 40

Corren una cortina y parece el altar de Santiago, y en él una fuente de plata, una espada y unas espuelas doradas.
REY: Rodrigo, ¿:queréis ser caballero?
RODRIGO: Sí, quiero.
REY: Pues Dios os haga buen caballero.
Rodrigo, ¿:queréis ser caballero?
RODRIGO: Sí, quiero. 45
REY: Pues Dios os haga buen caballero.
Rodrigo, ¿:queréis ser caballero?
RODRIGO: Sí, quiero.
REY: Pues Dios os haga buen caballero.
Cinco batallas campales 50
venció en mi mano esta espada,
y pienso dejarla honrada
a tu lado.
RODRIGO: Extremos tales
mucho harán, señor, de nada.
Y así, porque su alabanza 55
llegue hasta la esfera quinta,
ceñida en tu confianza
la quitaré de mi cinta,
colgaréla en mi esperanza.
Y, por el ser que me ha dado 60
y tuyo, que el cielo guarde.
de no volvérmela al lado
hasta estar asegurado
de no hacértela cobarde,
que será habiendo vencido 65
cinco campales batallas.
CONDE: (¡Ofrecimiento atrevido!)
[Aparte]
REY: Yo te daré para dallas
la ocasión que me has pedido.
Infanta, y vos le poné 70
la espuela.
RODRIGO: ¡Bien soberano!
INFANTA: Lo que me mandas haré.
RODRIGO: Con un favor de tal mano,
sobre el mundo pondré el pie.

Pónele [la INFANTA] doña Urraca las espuelas
INFANTA: Pienso que te habré obligado. 75
Rodrigo, acuérdate de esto.
RODRIGO: Al cielo me has levantado.
JIMENA: (Con la espuela que le ha puesto
[Aparte]
el corazón me ha picado.)
RODRIGO: Y tanto servirte espero, 80
como obligado me hallo.
REINA: Pues eres ya caballero,
ve a ponerte en un caballo,
Rodrigo, que darte quiero.
Y yo y mis damas saldremos 85
a verte salir en él.
PRINCIPE: A Rodrigo acompañemos.
REY: Príncipe, salid con él.
ANSURES: (Ya estas honras son extremos.)
[Aparte]
RODRIGO: ¿:Qué vasallo mereció 90
ser de su rey tan honrado?
PRINCIPE: Padre, ¿:y cuAndo podré yo
ponerme una espada al lado?
REY: Aún no es tiempo.
PRINCIPE: ¿:Cómo no?
REY: Pareceráte pesada, 95
que tus años tiernos son.
PRINCIPE: Ya desnuda o ya envainada,
las alas del corazón
hacen ligera la espada.
Yo, señor, cuando su acero 100
miro de la punta al pomo
con tantos bríos le altero,
que a ser un monte de plomo
me pareciera ligero.
Y si Dios me da lugar 105
de ceñilla, y satisfecho
de mi pujanza, llevar
en hombros, espalda y pecho,
gola, peto y espaldar,
verá el mundo que me fundo 110
en ganalle; y si le gano,
verán mi valor profundo
sustentando en cada mano
un polo de los del mundo.
REY: Sois muy mozo, Sancho; andad. 115
Con la edad daréis desvío
a ese brío.
PRINCIPE: ¡Imaginad
que pienso tener más brío
cuanto tenga más edad!
RODRIGO: En mí tendrá vuestra alteza 120
para todo un fiel vasallo.
CONDE: (¡Qué brava naturaleza!)
[Aparte]
PRINCIPE: Ven y pondráste a caballo.
ANSURES: (Será la misma braveza!)
[Aparte]
REINA: Vamos a vellos.
DIEGO: Bendigo, 125
hijo, tan dichosa palma.
REY: (¡Qué de pensamientos sigo!)
[Aparte]
JIMENA: (¡Rodrigo me lleva el alma!)
[Aparte]
INFANTA: (¡Bien me parece Rodrigo!)
[Aparte]

Vanse y quedan el REY, el CONDE Lozano, DIEGO Laínez, ARIAS Gonzalo y Per ANSURES
REY: Conde de Orgaz, Per Ansures, 130
Laínez, Arias Gonzalo,
los cuatro que hacéis famoso
nuestro consejo de estado,
esperad, volved, no os vais;
sentaos, que tengo que hablaros. 135

Siéntanse todos cuatro, y el REY en medio de ellos
Murió Gonzalo Bermúdez
que del príncipe don Sancho
fue ayo, y murió en el tiempo
que más le importaba el ayo.
Pues dejando estudio y letras 140
el príncipe tan temprano,
tras su inclinación le llevan
guerras, armas y caballos.
Y siendo de condición
tan indomable, y tan bravo, 145
que tiene asombrado el mundo
con sus prodigio extraños,
un vasallo ha menester
que, tan leal como sabio,
enfrene sus apetitos 150
con prudencia y con recato.
Y así, yo viendo, parientes
más amigos que vasallos,
que es mayordomo mayor
de la reina Arias Gonzalo, 155
y que de Alonso y García
tiene la cura a su cargo
Peransures, y que el conde
por muchas causas Lozano,
para mostrar que lo es, 160
viste acero y corre el campo,
quiero que a Diego Laínez
tenga el príncipe por ayo;
pero es mi gusto que sea
con parecer de los cuatro, 165
columnas de mi corona,
y apoyos de mi cuidado.
ARIAS: ¿:Quién como Diego Laínez
puede tener a su cargo
lo que importa tanto a todos, 170
y al mundo le importa tanto?
ANSURES: ¿:Merece Diego Laínez
tal favor de tales manos?
CONDE: Sí, merece; y más agora,
que a ser contigo ha llegado 175
preferido a mi valor
tan a costa de mi agravio.
Habiendo yo pretendido
el servir en este cargo
al príncipe mi señor, 180
que el cielo guarde mil años,
debieras mirar, buen rey,
lo que siento y lo que callo
por estar en tu presencia,
si es que puedo sufrir tanto. 185
Si el viejo Diego Laínez
con el peso de los años,
caduca ya, ¿:cómo puede
siendo caduco, ser sabio?
Y cuando al príncipe enseñe 190
lo que entre ejercicios varios
debe hacer un caballero
en las plazas y en los campos,
¿:podrá, para dalle ejemplo,
como yo mil veces hago, 195
hacer una lanza astillas,
desalentando un caballo?
Si yo...
REY: ¡Baste!
DIEGO: Nunca, conde,
anduvistes tan lozano.
Que estoy caduco confieso, 200
que el tiempo, en fin, puede tanto.
Mas caducando, durmiendo,
feneciendo, delirando,
¡puedo, puedo enseñar yo
lo que muchos ignoraros! 205
Que si es verdad que se muere
cual se vive, agonizando,
para vivir daré ejemplos,
y valor para imitallos.
Si ya me faltan las fuerzas 210
para con pies y con brazos
hacer de lanzas astillas
y desalentar caballos,
de mis hazañas escritas
daré al príncipe un traslado, 215
y aprenderá en lo que hice,
si no aprende en lo que hago.
Y verá el mundo, y el rey,
que ninguno en lo criado
merece...
REY: ¡Diego Laínez! 220
CONDE: ¡Yo lo merezco...
REY: ¡Vasallos!
CONDE: ...tan bien como tú, y mejor!
REY: ¡Conde!
DIEGO: Recibes engaño.
CONDE: Yo digo...
REY: ¡Soy vuestro rey!
DIEGO: ¿:No dices?...
CONDE: Dirá la mano 225
lo que ha callado la lengua!

Dale una bofetada
ANSURES: ¡Tente!...
DIEGO: ¡Ay, viejo desdichado!
REY: ¡Ah, de mi guarda...!
DIEGO: ¡Dejadme!
REY: ¡Prendedle!
CONDE: ¿:Estás enojado?
Espera, excusa alborotos, 230
rey poderoso, rey magno,
y no los habrá en el mundo
de habellos en tu palacio.
Y perdónale esta vez
a esta espada y a esta mano 235
el perderte aquí el respeto,
pues tantas y en tantos años
fue apoyo de tu corona,
caudillo de tus soldados,
defendiendo tus fronteras, 240
y vengando tus agravios.
Considera que no es bien
que prendan los reyes sabios
a los hombres como yo,
que son de los reyes manos, 245
alas de su pensamiento,
y corazón de su estado.
REY: ¿:Hola?
ANSURES: ¿:Señor?
ARIAS: ¿:Señor?
REY: ¿:Conde?
CONDE: Perdona.
REY: ¡Espera villano!

Vase el CONDE
¡Seguidle!
ARIAS: ¡Parezca agora 250
tu prudencia, gran Fernando!
DIEGO: Llamalde, llamad al conde,
que venga a ejercer el cargo
de ayo de vuestro hijo,
que podrá más bien honrallo; 255
pues que yo sin honra quedo,
y él lleva, altivo y gallardo,
añadido al que tenía
el honor que me ha quitado.
Y yo me iré, si es que puedo, 260
tropezando en cada paso
con la carga de la afrenta
sobre el peso de los años,
donde mis agravios llore
hasta vengar mis agravios. 265
REY: ¡Escucha, Diego Laínez!
DIEGO: Mal parece un afrentado
en presencia de su rey.
REY: ¡Oíd!
DIEGO: ¡Perdonad, Fernando!
(¡Ay, sangre que honró a Castilla!)
[Aparte]
270

Vase DIEGO Laínez
REY: ¡Loco estoy!
ARIAS: Va apasionado.
REY: Tiene razón. ¿:Qué haré, amigos?
¿:Prenderé al conde Lozano?
ARIAS: No, señor; que es poderoso,
arrogante, rico y bravo, 275
y aventuras en tu imperio
tus reinos y tus vasallos.
Demás de que en casos tales
es negocio averiguado
que el prender al delincuente 280
es publicar el agravio.
REY: Bien dices. Ve, Peransures,
siguiendo al conde Lozano.

A ARIAS Gonzalo
Sigue tú a Diego Laínez.
Decid de mi parte a entrambos 285
que, pues la desgracia ha sido
en mi aposento cerrado
y está seguro el secreto,
que ninguno a publicallo
se atreva, haciendo el silencio 290
perpetuo; y que yo lo mando
so pena de mi desgracia.
ANSURES: ¡Notable razón de estado!

A ARIAS Gonzalo
REY: Y dile a Diego Laínez
que su honor tomo a mi cargo, 295
y que vuelva luego a verme.

A Per ANSURES
Y di al conde que le llamo,
y le aseguro. Y veremos
si puede haber medio humano
que componga estas desdichas. 300
ANSURES: Iremos.
REY: ¡Volved volando!
ARIAS: Mi sangre es Diego Laínez.
ANSURES: Del conde soy primo hermano.
REY: Rey soy mal obedecido,
castigaré mis vasallos. 305

Vanse. Sale RODRIGO con sus hermanos HERNAN Díaz y BERMUDO Laín que le salen quitando las armas
RODRIGO: Hermanos, mucho me honráis.
BERMUDO: A nuestro hermano mayor
servimos.
RODRIGO: Todo el amor
que me debéis, me pagáis.
HERNAN: Con todo habemos quedado. 310
Que es bien que lo confesamos,
envidiando los extremos
con que del rey fuiste honrado.
RODRIGO: Tiempo, tiempo vendrá, hermanos,
en que el rey, placiendo a Dios, 315
pueda emplear en los dos
sus dos liberales manos,
y os dé con los mismos modos
el honor que merecí
que el rey que me honra a mí, 320
honra tiene para todos.
Id colgando con respeto
sus armas, que mías son;
a cuyo heroico blasón
otra vez juro y prometo 325
de no ceñirme su espada,
que colgada aquí estará
de mi mano, y está ya
de mi esperanza colgada,
hasta que llegue a vencer 330
cinco batallas campales.
BERMUDO: ¿:Y cuAndo, Rodrigo, sales
al campo?
RODRIGO: A tiempo ha de ser.

Sale DIEGO Laínez con el báculo partido en dos partes
DIEGO: ¿:Agora cuelgas la espada,
Rodrigo?
HERNAN: ¡Padre!
BERMUDO: ¡Señor! 335
RODRIGO: ¿:Qué tienes?
DIEGO: (No tengo honor.)
[Aparte]
¡Hijos!
RODRIGO: ¡Dile!
DIEGO: Nada, nada...
¡Dejadme solo!
RODRIGO: ¿:Qué ha sido?
(De honra son estos enojos
[Aparte]
Vertiendo sangre de los ojos 340
con el báculo partido...)
DIEGO: ¡Salíos fuera!
RODRIGO: Si me das
licencia, tomar quisiera
otra espada.
DIEGO: ¡Esperad fuera!
¡Salte, salte como estás! 345
HERNAN: ¡Padre!
BERMUDO: ¡Padre!
DIEGO: (¡MAs se aumenta
[Aparte]
mi desdicha!)
RODRIGO: ¡Padre amado!
DIEGO: (Con una afrenta os he dado
[Aparte]
a cada uno una afrenta.)
¡Dejadme solo...!
BERMUDO: Cruel 350
es su pena.
HERNAN: Yo la siento.
DIEGO: (¡Que se caerá este aposento
[Aparte]
si hay cuatro afrentas en él!)
¿:No os vais?
RODRIGO: Perdona...
DIEGO: (¡Qué poca
[Aparte]
es mi suerte!)
RODRIGO: (¿:Qué sospecho?
[Aparte]
355
Pues ya el honor en mi pecho
toca a fuego, al arma toca.)
Vanse los tres
DIEGO: ¡Cielos! ¡Peno, muero, rabio!...
No más, báculo rompido,
pues sustentar no ha podido 360
sino al honor, al agravio.
Mas nos os culpo, como sabio.
Mal he dicho, perdonad.
Que es ligera autoridad
la vuestra, y sólo sustenta 365
no la carga de una afrenta,
sino el peso de una edad.
Antes con mucha razón
es vengo a estar obligado,
pues dos palos me habéis dado 370
con que vengue un bofetón.
Mas es liviana opinión
que mi honor fundarse quiera
sobre cosa tan ligera.
Tomando esta espada, quiero 375
llevar báculo de acero
y no espada de madera.

Ha de haber unas armas colgadas en el tablado y algunas espadas
Si no me engaño, valor
tengo que mi agravio siente.
¡En ti, en ti, espada valiente, 380
ha de fundarse mi honor!
De Mudarra el vengador
eres; tu acero afamado
desde el uno al otro polo;
pues vengaron tus heridas 385
la muerte de siete vidas,
¡venga en mí un agravio solo!
¿:Esto es blandir o temblar?
Pulso tengo todavía;
aún hierve mi sangre fría, 390
que tiene fuego el pesar.
Bien me puedo aventurar;
mas, ¡ay cielo!, engaño es,
que cualquier tajo o revés
me lleva tras sí la espada, 395
bien en mi mano apretada
y mal segura en mis pies.
Ya me parece de plomo,
ya mi fuerza desfallece,
ya caigo, ya me parece 400
que tiene a la punta el pomo.
Pues, ¿:qué he de hacer? ¿:Cómo, cómo
con qué, con qué confianza
daré paso a mi esperanza,
cuando funda el pensamiento 405
sobre tan flaco cimiento
tan importante venganza?
¡Oh, caduca edad cansada!
Estoy por pasarme el pecho.
¡Ah, tiempo ingrato! ¿:Qué has hecho? 410
¡Perdonad, valiente espada!
¡Y estad desnuda y colgada
que no he de envainaros, no!
Que pues mi vida acabó
donde mi afrenta comienza, 415
teniéndoos a la vergüenza,
diréis la que tengo yo.
¡Desvanéceme la pena!
Mis hijos quiero llamar;
que aunque es desdicha tomar 420
venganza con mano ajena,
el no tomalla condena
con más veras al honrado.
En su valor he dudado,
teniéndome suspendido, 425
el suyo por no sabido,
el mío por acabado.
¿:Qué haré?... No es mal pensamiento.
¡Hernán Díaz!

Sale HERNAN Díaz
HERNAN: ¿:Qué me mandas?
DIEGO: Los ojos tengo sin luz, 430
la vida tengo sin alma.
HERNAN: ¿:Qué tienes?
DIEGO: ¡Ay hijo! ¡Ay hijo!
Dame la mano. Estas ansias
con este rigor me aprietan.

Tómale la mano a su hijo, y apriétala lo más fuerte que pudiere
HERNAN: ¡Padre, padre! ¡Que me matas! 435
¡Suelta, por Dios, suelta! ¡Ay cielo!
DIEGO: ¿:Qué tienes? ¿:Qué te desmaya?
¿:Qué lloras, medio mujer?
HERNAN: ¡Señor!...
DIEGO: ¡Vete! ¡Vete! ¡Calla!
¿:Yo te di el ser? No es posible... 440
¡Sale fuera!
HERNAN: ¡Cosa extraña!

Vase
DIEGO: ¡Si así son todos mis hijos,
buena queda mi esperanza!
¡Bermudo Laín!

Sale BERMUDO Laín
BERMUDO: ¿:Señor?
DIEGO: Una congoja, una basca 445
tengo, hijo. Llega, llega...
¡Dame la mano!

Apriétale la mano
BERMUDO: Tomalla
puedes. ¡Mi padre! ¿:Que haces?
¡Suelta, deja, quedo, basta!
¿:Con las dos manos me aprietas? 450
DIEGO: ¡Ay, infame! Mis manos flacas
¿:son las garras de un león?
Y aunque lo fueran, ¿:bastaran
a mover tus tiernas quejas?
¿:Tú eres hombre? ¡Vete, infamia 455
de mi sangre!
BERMUDO: Voy corrido.

Vase
DIEGO: ¿:Hay tal pena? ¿:Hay tal desgracia?
¿:En qué columnas escriba
la nobleza de una casa
que dio sangre a tantos reyes? 460
Todo el aliento me falta.
¿:Rodrigo?

Sale RODRIGO
RODRIGO: ¿:Padre? Señor,
¿:Es posible que me agravias?
Si me engendraste el primero,
¿:cómo el postrero me llamas? 465
DIEGO: ¡Ay hijo! Muero...
RODRIGO: ¿:Que tienes?
DIEGO: ¡Pena, pena, rabia, rabia!

Muérdele un dedo de la mano fuertemente
RODRIGO: ¡Padre! ¡Soltad en mal hora!
¡Soltad, padre, en hora mala!
¡Si no fuérades mi padre, 470
diéraos una bofetada!
DIEGO: Ya no fuera la primera.
RODRIGO: ¿:Cómo?
DIEGO: ¡Hijo, hijo del alma!
¡Ese sentimiento adoro,
esa cólera me agrada, 475
esa braveza bendigo!
¡Esa sangre alborotada
que ya en tus venas revienta,
que ya por tus ojos salta,
es la que me dio Castilla, 480
y la que te di heredada
de Laín Calvo y de Nuño,
y la que afrentó en mi cara
el conde... el conde de Orgaz...
ése a quien Lozano llaman! 485
¡Rodrigo, dame los brazos!
¡Hijo, esfuerza mi esperanza,
y esta mancha de mi honor
que al tuyo se extiende, lava
con sangre; que sangre sola 490
quita semejantes manchas!
Si no te llamé el primero
para hacer esta venganza,
fue porque más te quería,
fue por más te adoraba; 495
y tus hermanos quisiera
que mis agravios vengaran
por tener seguro en ti
el mayorazgo en mi casa.
Pero pues los vi, al proballos 500
tan sin bríos, tan sin alma,
que cobraron mis afrentas,
y crecieron mis desgracias.
¡A ti te toca, Rodrigo!
Cobra el respeto a estas canas; 505
poderoso es el contrario
y en palacio y en campaña
su parecer el primero,
y suya la mejor lanza.
Pero pues tienes valor 510
y el discurso no te falta
cuando a la vergüenza miras
aquí ofensa y allí espada.
No tengo más que decirte
pues ya mi aliento se acaba 515
y voy a llorar afrentas
mientas tú tomas venganza.

Vase DIEGO Laínez, dejando solo a RODRIGO
RODRIGO: Suspenso, de afligido,
estoy... Fortuna, ¿:es cierto lo que veo?
¡Tan en mi daño ha sido 520
tu mudanza, que es tuya, y no la creo!
¿:Posible pudo ser que permitiese
tu inclemencia que fuese
mi padre el ofendido? ¡Extraña pena!
¿:Y el ofensor el padre de Jimena? 525
¿:Qué haré, suerte atrevida,
si él es el alma que me dio la vida?
¿:Que haré --¡terrible calma! --
si ella es la vida que me tiene el alma?
Mezclar quisiera, en confianza tuya, 530
mi sangre con la suya,
¿:y he de verter su sangre? ¡Brava pena!
¿:Yo he de matar al padre de Jimena?
Mas ya ofende esta duda
al santo honor que mi opinión sustenta. 535
Razón es que sacuda
de amor el yugo y, la cerviz exenta,
acuda a lo que soy; que habiendo sido
mi padre el ofendido,
poco importa que fuese --¡amarga pena! 540
el ofensor el padre de Jimena.
¿:Que imagino? Pues que tengo
más valor que pocos años,
para vengar a mi padre
matando al conde Lozano, 545
¿:qué importa el bando temido
del poderoso contrario,
aunque tenga en las montañas
mil amigos asturianos?
¿:Y qué importa que en la corte 550
del rey de León, Fernando,
sea su voto el primero,
y en guerra el mejor su brazo?
Todo es poco, todo es nada
en descuento de un agravio, 555
el primero que se ha hecho
a la sangre de Laín Calvo.
Daráme el cielo ventura,
si la tierra me da campo,
aunque es la primera vez 560
que doy el valor al brazo.
Llevaré esta espada vieja
de Mudarra el castellano,
aunque está bota y mohosa,
por la muerte de su amo; 565
y si le pierdo el respeto,
quiero que admita en descargo
del ceñírmela ofendido,
lo que la digo turbado.
Haz cuenta, valiente espada, 570
que otro Mudarra te ciñe,
y que con mi brazo riñe
por su honra maltratada.
Bien sé que te correrás
de venir a mi poder, 575
mas no te podrás correr
de verme echar paso atrás.
Tan fuerte como tu acero
me verás en campo armado;
segundo dueño has cobrado 580
tan bueno como el primero.
Pues cuando alguno me venza,
corrido del torpe hecho
hasta la cruz en mi pecho
te esconderé, de vergüenza. 585

Vase. Salen a la ventana doña URRACA y JIMENA Gómez
URRACA: ¡Qué general alegría
tiene toda la ciudad
con Rodrigo!
JIMENA: Así es verdad,
y hasta el sol alegra al día.
URRACA: Será un bravo caballero, 590
galán, bizarro y valiente.
JIMENA: Luce en él gallardamente
entre lo hermoso lo fiero.
URRACA: ¡Con qué brío, qué pujanza,
gala, esfuerzo y maravilla 595
afirmándose en la silla,
rompió en el aire una lanza!
Y al saludar, ¿:no le viste
que a tiempo picó el caballo?
JIMENA: Si llevó para picallo 600
la espada que tú le diste,
¿:qué mucho?
URRACA: ¡Jimena, tente!
Porque ya el alma recela
que no ha picado la espuela
al caballo solamente. 605

Salen el CONDE Lozano y Per ANSURES, y algunos criados
CONDE: Confieso que fue locura,
mas no la quiero enmendar.
ANSURES: Querrálo el rey remediar
con su prudencia y cordura.
CONDE: ¿:Que ha de hacer?
ANSURES: Escucha agora, 610
ten flema, procede a espacio...
JIMENA: A la puerta de palacio
llega mi padre, y, señora,
algo viene alborotado.
URRACA: Mucha gente le acompaña. 615
ANSURES: Es tu condición extraña.
CONDE: Tengo condición de honrado.
ANSURES: Y con ella, ¿:has de querer
perderte?
CONDE: ¿:Perderme? No,
que los hombres como yo 620
tienen mucho que perder,
y ha de perderse Castilla
antes que yo.
ANSURES: ¿:Y no es razón
el dar tú...?
CONDE: ¿:Satisfacción?
¡Ni dalla ni recibilla! 625
ANSURES: ¿:Por qué no? No digas tal.
¿:Qué duelo en su ley lo escribe?
CONDE: El que la da y la recibe,
es muy cierto quedar mal,
porque el uno pierde honor, 630
y el otro no cobra nada;
el remitir a la espada
los agravios es mejor.
ANSURES: ¿:Y no hay otros medios buenos?
CONDE: No dicen con mi opinión. 635
Al dalle satisfacción
¿:no he de decir, por lo menos,
que sin mí y conmigo estaba
al hacer tal desatino,
o porque sobraba el vino, 640
o porque el seso faltaba?
ANSURES: Es ansí.
CONDE: ¿:Y no es desvarío
el no advertir, que en rigor
pondré un remedio en su honor
quitando un girón del mío? 645
Y en habiendo sucedido,
habremos los dos quedado,
él, con honor remendado,
y yo, con honor perdido.
Y será más en su daño 650
remiendo de otro color,
que el remiendo en el honor
ha de ser del mismo paño.
No ha de quedar satisfecho
de esa suerte, cosa es clara; 655
si sangre llamé a su cara,
saque sangre de mi pecho,
que manos tendré y espada
para defenderme de él.
ANSURES: Esa opinión es cruel. 660
CONDE: Esta opinión es honrada.
Procure siempre acertalla
el honrado y principal;
pero si la acierta mal,
defendella y no enmendalla. 665
ANSURES: Advierte bien lo que haces,
que sus hijos...
CONDE: Calla, amigo;
¿:y han de competir conmigo
un caduco y tres rapaces?

Vanse, como que entran en palacio. Sale RODRIGO
JIMENA: ¡Parece que está enojado 670
mi padre, ay Dios! Ya se van.
URRACA: No te aflijas; tratarán
allá en su razón de estado.
Rodrigo viene.
JIMENA: Y también
trae demudado el semblante. 675
RODRIGO: (Cualquier agravio es gigante
[Aparte]
en el honrado... ¡Ay. mi bien!)
URRACA: ¡Rodrigo, qué caballero
pareces!
RODRIGO: (¡Ay, prenda amada!)
[Aparte]
URRACA: ¡Qué bien te asienta la espada 680
sobre seda y sobre acero!
RODRIGO: Tal merced...
JIMENA: (Alguna pena
[Aparte]
señala... ¿:Qué puede ser?)
URRACA: Rodrigo...
RODRIGO: (Que he de verter
[Aparte]
sangre del alma! ¡Ay, Jimena! 685
URRACA: ...o fueron vanos antojos,
o pienso que te has turbado.
RODRIGO: Sí, que las dos habéis dado
dos causas a mis dos ojos,
pues lo fueron de este efeto 690
el darme con tal ventura,
Jimena, amor y hermosura,
y tú, hermosura y respeto.
JIMENA: Muy bien ha dicho, y mejor
dijera, si no igualara 695
la hermosura.
URRACA: (Yo trocara
[Aparte]
con el respeto el amor.)

A JIMENA
MAs bien hubiera acertado
si mi respeto no fuera,
pues sólo tu amor pusiera 700
tu hermosura en su cuidado,
y no te causara enojos
el ver igualarme a ti
en ella.
JIMENA: Sólo sentí
el agravio de tus ojos; 705
porque yo más estimara
el ver estimar mi amor
que mi hermosura.
RODRIGO: (¡Oh, rigor
[Aparte]
de Fortuna! ¡Oh, suerte avara!
¡Con glorias creces mi pena!) 710
URRACA: Rodrigo...
JIMENA: (¿:Qué puede ser?)
[Aparte]
RODRIGO: ¡Señora! (¡Que he de verter
[Aparte]
sangre del alma! ¡Ay Jimena!
Ya sale el conde Lozano.
¿:Cómo, ¡terribles enojos!, 715
teniendo el alma en los ojos
pondré en la espada la mano?

Salen el CONDE Lozano, Per ANSURES y los criados
ANSURES: De lo hecho te contenta,
y ten por cárcel tu casa.
RODRIGO: (El amor allí me abrasa,
[Aparte]
720
y aquí me hiela el afrenta.)
CONDE: Es mi cárcel mi albedrío,
si es mi casa.

[Hablan aparte JIMENA y URRACA]
JIMENA: (¿:Qué tendrá?
Ya está hecho brasa, y ya está
como temblando de frío. 725
URRACA: Hacia el conde esta mirando
Rodrigo, el color perdido.
¿:Qué puede ser?)
RODRIGO: (Si el que he sido
[Aparte]
soy siempre, ¿:qué estoy dudando?)
JIMENA: (¿:Qué mira? ¿:A qué me condena?) 730
RODRIGO: (Mal me puedo resolver.)
[Aparte]
JIMENA: (¡Ay, triste!)
RODRIGO: (¡Que he de verter
sangre del alma! ¡Ay, Jimena!...
¿:Qué espero? ¡Oh, Amor gigante!...
¿:En qué dudo? Honor, ¿:qué es esto? 735
En dos balanzas he puesto
ser honrado y ser amante.

Salen DIEGO Laínez y ARIAS Gonzalo
Mas mi padre es éste; rabio
ya por hacer su venganza,
¡que cayó la una balanza 740
con el peso del agravio!
¡Cobardes mis bríos son,
pues para que me animara
hube de ver en su cara
señalado el bofetón!) 745
DIEGO: (Notables son mis enojos.
[Aparte]
Debe dudar y temer.
¿:Que mira, si echa de ver
que le animo con los ojos?)
ARIAS: Diego Laínez, ¿:qué es esto? 750
DIEGO: Mal te lo puedo decir.

[Per ANSURES habla al CONDE Lozano]
ANSURES: Por acá podremos ir
que está ocupado aquel puesto.
CONDE: Nunca supe andar torciendo
ni opiniones ni caminos. 755
RODRIGO: (Perdonad, ojos divinos
[Aparte]
si voy a matar muriendo.)
¿:Conde?
CONDE: ¿:Quién es?
RODRIGO: A esta parte
quiero decirte quién soy.
JIMENA: (¿:Qué es aquello? ¡Muerta estoy!)
[Aparte]
760
CONDE: ¿:Qué me quieres?
RODRIGO: Quiero hablarte.
Aquel viejo que está allí,
¿:sabes quién es?
CONDE: Ya lo sé.
¿:Por qué lo dices?
RODRIGO: ¿:Por qué?
Habla bajo, escucha.
CONDE: Di. 765
RODRIGO: ¿:No sabes que fue despojo
de honra y valor?
CONDE: Sí, sería.
RODRIGO: ¿:Y que es sangre suya y mía
la que yo tengo en el ojo?
¿:Sabes?
CONDE: Y el sabello 770
...Acorta
razones... ¿:qué ha de importar?
RODRIGO: Si vamos a otro lugar
sabrás lo mucho que importa.
CONDE: ¡Quita, rapaz! ¿:Puede ser?
Vete, novel caballero, 775
vete, y aprende primero
a pelear y a vencer;
y podrás después honrarte
de verte por mí vencido,
sin que yo quede corrido 780
de vencerte y de matarte.
Deja agora tus agravios,
porque nunca acierta bien
venganzas con sangre quien
tiene la leche en los labios. 785
RODRIGO: En ti quiero comenzar
a pelear y aprender;
y verás si sé vencer,
veré si sabes matar.
Y mi espada mal regida 790
te dirá en mi brazo diestro,
que el corazón es maestro
de esta ciencia no aprendida.
Y quedaré satisfecho,
mezclando entre mis agravios 795
esta leche de mis labios
y esa sangre de tu pecho.
ANSURES: ¡Conde!
ARIAS: ¡Rodrigo!
JIMENA: ¡Ay de mí!
DIEGO: (El corazón se me abrasa.)
[Aparte]
RODRIGO: Cualquier sombra de esta casa 800
es sagrado para ti...
JIMENA: ¿:Contra mi padre, señor?
RODRIGO: ...Y así no te mato agora.
JIMENA: ¡Oye!
RODRIGO: ¡Perdonad, señora!
¡Que soy hijo de mi honor! 805
Sígueme, Conde!
CONDE: Rapaz
con soberbia de gigante,
mataréte si delante
te me pones; vete en paz.
Vete, vete si no quiés 810
que como en cierta ocasión
di a tu padre un bofetón
te dé a ti mil puntapiés.
RODRIGO: ¡Ya es tu insolencia sobrada!
JIMENA: ¡Con cuAnta razón me aflijo! 815
DIEGO: Las muchas palabras, hijo,
quitan la fuerza a la espada.
JIMENA: ¡Detén la mano violenta,
Rodrigo!
URRACA: Trance feroz!
DIEGO: ¡Hijo, hijo! Con mi voz 820
te envío ardiendo mi afrenta.

ENTRANSE acuchillando el CONDE y RODRIGO, y
todos tras ellos, y dice [el CONDE] dentro lo siguiente
CONDE: ¡Muerto soy!
JIMENA: ¡Suerte inhumana!
¡Ay, padre!
ANSURES: ¡Matalde! ¡Muera!
URRACA: ¿:Qué haces, Jimena?
JIMENA: Quisiera
echarme por la ventana. 825
Pero volaré corriendo,
ya que no bajo volando.
¡Padre!

Vase JIMENA
DIEGO: ¡Hijo!
URRACA: ¡Ay, Dios!
Sale RODRIGO acuchillándose con todos
RODRIGO: ¡Matando
he de morir!
URRACA: ¿:Qué estoy viendo?
CRIADO 1: ¡Muera, que al conde mató! 830
CRIADO 2: ¡Prendedlo!
URRACA: Esperad, ¿:qué hacéis?
Ni le prendAis, ni matéis...
¡Mirad, que lo mando yo,
que estimo mucho a Rodrigo, 835
y le ha obligado su honor!
RODRIGO: Bella infanta, tal favor
con toda el alma bendigo.
Mas es la causa extremada,
para tan pequeño efeto,
interponer tu respeto 840
donde sobrara mi espada.
No matallos ni vencellos
pudieras mandarme a mí,
pues por respetarte a ti
los dejo con vida a ellos. 845
Cuando me quieras honrar,
con tu ruego y con tu voz
detén el viento veloz,
pAra el indómito mar,
y para parar el sol 850
te le opón con tu hermosura;
que para éstos, fuerza pura
sobra en mi brazo español;
y no irán tantos viniendo
como pararé matando. 855
URRACA: Todo se va alborotando,
Rodrigo, a Dios te encomiendo,
y el sol, el viento y el mar,
pienso, si te han de valer,
con mis ruegos detener 860
y con mis fuerzas parar.
RODRIGO: Beso mil veces tu mano.

A los criados
¡Seguidme!
CRIADO 1: ¡Vete al abismo!
CRIADO 2: ¡Sígate el demonio mismo!
URRACA: ¡Oh, valiente castellano! 865

ACTO SEGUNDO

REY: ¿:Qué ruido, grita y lloro
que hasta las nubes abrasa,
rompe el silencio en mi casa,
y en mi respeto el decoro?
Arias Gonzalo, ¿:qué es esto? 870

Sale ARIAS Gonzalo
ARIAS: ¡Una gran adversidad!
Perderáse esta ciudad
si no lo remedias presto.

Sale Per ANSURES
REY: ¿:Pues qué ha sido?
ANSURES: Un enemigo...
REY: ¿:Per Ansures?
ANSURES: ...un rapaz 875
ha muerto al conde de Orgaz.
REY: ¡Válame Dios! ¿:Es Rodrigo?
ANSURES: El es, y en tu confianza
pudo alentar su osadía.
REY: Cómo la ofensa sabía 880
luego caí en la venganza.
Un gran castigo he de hacer.
¿:Prendiéronle?
ANSURES: No, señor.
ARIAS: Tiene Rodrigo valor,
y no se dejó prender. 885
Fuése, y la espada en la mano,
llevando a compAs los pies,
pareció un RoldAn francés,
pareció un Héctor troyano.

Salen por una puerta JIMENA Gómez, y por otra DIEGO Laínez, ella con un pañuelo lleno de sangre y él teñido en sangre el carrillo
JIMENA: ¡Justicia, justicia pido! 890
DIEGO: Justa venganza he tomado.
JIMENA: ¡Rey, a tus pies he llegado!
DIEGO: ¡Rey, a tus pies he venido!
REY: (¡Con cuAnta razón me aflijo!
[Aparte]
¡Qué notable desconcierto!) 895
JIMENA: ¡Señor, a mi padre han muerto!
DIEGO: Señor, matóle mi hijo.
Fue obligación sin malicia.
JIMENA: Fue malicia y confianza.
DIEGO: Hay en los hombre venganza. 900
JIMENA: ¡Y habrá en los reyes justicia!
¡Esta sangre limpia y clara
en mis ojos considera!
DIEGO: Si esa sangre no saliera,
¿:cómo mi sangre quedara? 905
JIMENA: ¡Señor, mi padre he perdido!
DIEGO: ¡Señor, mi honor he cobrado!
JIMENA: Fue el vasallo más honrado.
DIEGO: ¡Sabe el cielo quién lo ha sido!
Pero no os quiero afligir. 910
Sois mujer. Decid, señora.
JIMENA: Esta sangre dirá agora
lo que no acierto a decir.
Y de mi justa querella
justicia así pediré, 915
porque yo solo sabré
mezclar lágrimas con ella.
Yo vi con mis propios ojos
teñido el luciente acero;
mira si con causa muerto 920
entre tan justos enojos.
Yo llegué casi sin vida,
y sin alma, ¡triste yo!,
a mi padre, que me habló
por la boca de la herida. 925
Atajóle la razón
la muerte, que fue cruel,
y escribió en este papel
con sangre mi obligación.
A tus ojos poner quiero, 930
letras que en mi alma están,
y en los míos, como imán,
sacan lágrimas de acero.
Y aunque el pecho se desangre
en su misma fortaleza, 935
costar tiene una cabeza
cada gota de esta sangre.
REY: ¡Levantad!
DIEGO: Yo vi, señor,
que en aquel pecho enemigo
la espada de mi Rodrigo 940
entraba a buscar mi honor.
Llegué, y halléle sin vida,
y puse con alma exenta
el corazón en mi afrenta
y los dedos en su herida. 945
Lavé con sangre el lugar
adonde la mancha estaba,
porque el honor que se lava,
con sangre se ha de lavar.
Tú, señor, que la ocasión 950
viste de mi agravio, advierte
en mi cara de la suerte
que se venga un bofetón;
que no quedara contenta
ni lograda mi esperanza, 955
si no vieras la venganza
adonde viste la afrenta.
Agora, si en la malicia
que a tu respeto obligó,
la venganza me tocó 960
y te toca la justicia,
hazla en mí, rey soberano,
pues es propio de tu alteza
castigar en la cabeza
los delitos de la mano. 965
Y sólo fue mano mía
Rodrigo. Yo fui el cruel
que quise buscar en él
las manos que no tenía.
Con mi cabeza cortada 970
quede Jimena contenta,
que mi sangre sin mi afrenta
saldrá limpia y saldrá honrada.
REY: ¡Levanta y sosiegaté!
¡Jimena!
JIMENA: ¡Mi llanto crece! 975

Salen doña URRACA y el PRINCIPE don Sancho, con quien los acompañe
URRACA: Llega, hermano, y favorece
a tu ayo.
PRINCIPE: Así lo haré.
REY: Consolad, Infanta, vos
a Jimena. ¡Y vos, id preso!
PRINCIPE: Si mi padre gusta de eso 980
presos iremos los dos.
Señale la fortaleza...
mas tendrá su majestad
a estas canas más piedad.
DIEGO: Déme los pies vuestra alteza. 985
REY: A castigalle me aplico.
¡Fue gran delito!
PRINCIPE: Señor,
fue la obligación de honor,
¡y soy yo el que lo suplico!
REY: Casi a mis ojos matar 990
al conde, tocó en traición.
URRACA: ¡El conde le dio ocasión!
JIMENA: ¡El la pudiera excusar!
PRINCIPE: Pues por ayo me le has dado,
hazle a todos preferido; 995
pues que para habello sido
le importaba el ser honrado.
Mi ayo, ¡bueno estaría
preso mientras vivo estoy!
ANSURES: De tus hermanos lo soy, 1000
y fue el conde sangre mía.
PRINCIPE: ¿:Qué importa?
REY: ¡Baste!
PRINCIPE: ¡Señor,
en los reyes soberanos
siempre menores hermanos
son criados del mayor! 1005
¿:Con el príncipe heredero
los otros se han de igualar?
ANSURES: Preso le manda llevar.
PRINCIPE: ¡No hará el rey si yo no quiero!
REY: ¡Don Sancho!
JIMENA: ¡El alma desmaya! 1010
ARIAS: (¡Su braveza maravilla!)
[Aparte]
PRINCIPE: ¡Ha de perderse Castilla
primero que preso vaya!
REY: Pues vos le habéis de prender.
DIEGO: ¿:Qué más bien puedo esperar? 1015
PRINCIPE: Si a mi cargo ha de quedar,
yo su alcaide quiero ser.
Siga entre tanto Jimena
su justicia.
JIMENA: ¡Harto mejor!
Perseguiré el matador. 1020
PRINCIPE: Conmigo va.
REY: ¡Enhorabuena!
JIMENA: (¡Ay, Rodrigo! Pues me obligas
[Aparte]
si te persigo verás)
URRACA: (Yo pienso valelle más
[Aparte]
cuanto tú más le persigas.) 1025
ARIAS: (Sucesos han sido extraños.)
[Aparte]
PRINCIPE: Pues yo tu príncipe soy,
ve confiado.
DIEGO: Sí, voy.
GuArdete el cielo mil años.

Sale un PAJE, y habla a la Infanta [URRACA]
PAJE: A su casa de placer 1030
quiere la reina partir;
manda llamarte.
URRACA: Habré de ir;
con causa debe de ser.
REY: Tú, Jimena, ten por cierto
tu consuelo en mi rigor. 1035
JIMENA: ¡Haz justicia!
REY: Ten valor.
JIMENA: (¡Ay, Rodrigo, que me has muerto!)
[Aparte]
Vanse, y salen RODRIGO y ELVIRA, criada de JIMENA
ELVIRA: ¿:Qué has hecho, Rodrigo?
RODRIGO: Elvira,
una infelice jornada.
A nuestra amistad pasada 1040
y a mis desventuras mira.
ELVIRA: ¿:No mataste al conde?
RODRIGO: Es cierto;
importábale a mi honor.
ELVIRA: Pues, señor,
¿:cuAndo fue casa del muerto 1045
sagrado del matador?
RODRIGO: Nunca al que quiso la vida;
pero yo busco la muerte
en su casa.
ELVIRA: ¿:De qué suerte? 1050
RODRIGO: Está Jimena ofendida;
de sus ojos soberanos
siento en el alma disgusto,
y por ser justo
vengo a morir en sus manos 1055
pues estoy muerto en su gusto.
ELVIRA: ¿:Qué dices? Vete y reporta
tal intento; porque está
cerca palacio y vendrá
acompañada.
RODRIGO: ¿:Qué importa?
En público quiero hablalla, 1060
y ofrecella la cabeza.
ELVIRA: ¡Qué extrañeza!
Eso fuera... ¡vete, calla!
...locura y no gentileza.
RODRIGO: ¿:Pues qué haré?
ELVIRA: ¿:Qué siento? ¡Ay, Dios! 1065
¡Ella vendrá...! ¿:Qué recelo?
¡Ya viene! ¡Válgame el cielo!
¡Perdidos somos los dos!
A la puerta del retrete
te cubre de esa cortina. 1070
RODRIGO: Eres divina.

Escóndese RODRIGO
ELVIRA: (Peregrino fin promete
[Aparte]
ocasión tan peregrina.)

Salen JIMENA Gómez, Per ANSURES, y quien los acompañe
JIMENA: Tío, dejadme morir.
ANSURES: Muerto voy. ¡Ay, pobre conde! 1075
JIMENA: Y dejadme sola adonde
ni aun quejas puedan salir.

Vanse Per ANSURES y los demás que salieron acompañando a JIMENA
Elvira, sólo contigo
quiero descansar un poco.
Mi mal toco 1080

Siéntase en una almohada
con toda el alma; Rodrigo
mató a mi padre.
RODRIGO: (¡Estoy loco!)
[Aparte]
JIMENA: ¿:Qué sentiré, si es verdad...?
ELVIRA: Di, descansa.
JIMENA: ¡Ay, afligida!
¡Que la mitad de mi vida 1085
ha muerto la otra mitad!
ELVIRA: ¿:No es posible consolarte?
JIMENA: ¿:Qué consuelo he de tomar,
si al vengar
de mi vida la una parte, 1090
sin las dos he de quedar?
ELVIRA: ¿:Siempre quieres a Rodrigo?
Que mató a tu padre mira.
JIMENA: Sí, y aun preso, ¡ay Elvira!,
es mi adorado enemigo. 1095
ELVIRA: ¿:Piensas perseguille?
JIMENA: Sí,
que es de mi padre el decoro;
y así lloro
el buscar lo que perdí,
persiguiendo lo que adoro. 1100
ELVIRA: Pues, ¿:cómo harás --no lo entiendo --
estimando el matador
y el muerto?
JIMENA: Tengo valor,
y habré de matar muriendo.
Seguiréle hasta vengarme. 1105

Sale RODRIGO y arrodillase delante de JIMENA
RODRIGO: Mejor es que mi amor firme,
con rendirme,
te dé el gusto de matarme
sin la pena del seguirme.
JIMENA: ¿:Qué has emprendido? ¿:Qué has hecho? 1110
¿:Eres sombra? ¿:Eres visión?
RODRIGO: ¡Pasa el mismo corazón
que pienso que está en tu pecho!
JIMENA: ¡Jesús! ¡Rodrigo! ¡Rodrigo
en mi casa!
RODRIGO: Escucha...
JIMENA: ¡Muero! 1115
RODRIGO: Sólo quiero
que en oyendo lo que digo
respondas con este acero.

Dale su daga
Tu padre el conde, Lozano
en el nombre y en el brío, 1120
puso en las canas del mío
la atrevida injusta mano;
y aunque me vi sin honor
se mal logró mi esperanza
en tal mudanza 1125
con tal fuerza, que tu amor
puso en duda mi venganza.
Mas en tan gran desventura
lucharon a mi despecho
contrapuestos en mi pecho 1130
mi afrenta con tu hermosura;
y tú, señora, vencieras
a no haber imaginado
que afrentado
por infame aborrecieras 1135
quien quisiste por honrado.
Con este buen pensamiento,
tan hijo de tus hazañas,
de tu padre en las entrañas
entró mi estoque sangriento. 1140
Cobré mi perdido honor;
mas luego a tu amor, rendido
he venido
porque no llames rigor
lo que obligación ha sido 1145
donde disculpada veas
con mi pena mi mudanza,
y donde tomes venganza
si es que venganza deseas.
Toma, y porque a entrambos cuadre 1150
un valor y un albedrío,
haz con brío
la venganza de tu padre
como hice la del mío.
JIMENA: Rodrigo, Rodrigo, ¡ay triste!, 1155
yo confieso, aunque la sienta,
que en dar venganza a tu afrenta
como caballero hiciste.
No te doy la culpa a ti
de que desdichada soy; 1160
y tal estoy
que habré de emplear en mí
la muerte que no te doy.
Sólo te culpo, agraviada,
el ver que a mis ojos vienes 1165
a tiempo que aún fresca tienes
mi sangre en mano y espada.
Pero no a mi amor,rendido,
sino a ofenderme has llegado,
confiado 1170
de no ser aborrecido
por lo que fuiste adorado.
Mas, ¡vete, vete Rodrigo!
Disculpará mi decoro
con quien piensa que te adoro, 1175
el saber que te persigo.
Justo fuera sin oírte
que la muerte hiciera darte;
mas soy parte
para sólo perseguirte, 1180
¡pero no para matarte!
¡Vete! Y mira a la salida
no te vean, si es razón
no quitarme la opinión
quien me ha quitado la vida. 1185
RODRIGO: Logra mi justa esperanza.
¡MAtame!
JIMENA: ¡Déjame!
RODRIGO: ¡Espera!
¡Considera
que el dejarme es la venganza
que el matarme no lo fuera! 1190
JIMENA: Y aun por eso quiero hacella.
RODRIGO: ¡Loco estoy! Estás terrible...
¿:Me aborreces?
JIMENA: No es posible,
que predominas mi estrella.
RODRIGO: Pues tu rigor, ¿:qué hacer quiere? 1195
JIMENA: Por mi honor, aunque mujer,
he de hacer
contra tú cuando pudiera...
deseando no poder.
RODRIGO: ¡Ay, Jimena! ¿:Quién dijera... 1200
JIMENA: ¡Ay, Rodrigo! ¿:Quien pensara...
RODRIGO: ...que mi dicha se acabara?
JIMENA: ...y que mi bien feneciera?
Mas, ¡ay Dios!, que estoy temblando
de que han de verte saliendo... 1205
RODRIGO: ¿:Qué estoy viendo?
JIMENA: ¡Vete y déjame pensando!
RODRIGO: ¡Quédate, iréme muriendo!

Vanse los tres. Sale DIEGO Laínez,
solo
DIEGO: No la ovejuela su pastor perdido,
ni el león que sus hijos le has quitado, 1210
baló quejosa, ni bramó ofendido,
como yo por Rodrigo... ¡Ay hijo amado!
Voy abrazando sombras descompuesto
entre la oscura noche que ha cerrado...
Dile la seña y señaléle el puesto 1215
donde acudiese en sucediendo el caso.
¿:Si me habrá sido inobediente en esto?
¡Pero no puede ser! ¡Mil penas paso!
Algún inconveniente le habrá hecho,
mudando la opinión, torcer el paso... 1220
¡Qué helada sangre me revienta el pecho!
¿:Si es muerto, herido o preso? ¡Ay cielo santo!
¡Y cuAntas cosas de pesar sospecho!
¿:Qué siento? ¿:Es él? Mas no merezco tanto;
será que corresponden a mis males 1225
los ecos de mi voz y de mi llanto.
Pero, entre aquellos secos pedregales
vuelvo a oír el galope de un caballo.
De él se apea Rodrigo. ¿:Hay dichas tales?

Sale RODRIGO
¿:Hijo?
RODRIGO: ¿:Padre?
DIEGO: ¿:Es posible que me hallo 1230
entre tus brazos? Hijo, aliento tomo
para en tu alabanzas empleallo.
¿:Cómo tardastes tanto? Pies de plomo
te puso mi deseo, y pues viniste,
no he de cansarte preguntando el cómo. 1235
¡Bravamente probaste! ¡Bien lo hiciste!
¡Bien mis pasados bríos imitaste!
¡Bien me pagaste el ser que me debiste!
Toca las blancas canas que me honraste,
llega la tierna boca a la mejilla 1240
donde la mancha de mi honor quitaste.
Soberbia el alma a tu valor se humilla,
como conservador de la nobleza
que han honrado tantos reyes en Castilla.
RODRIGO: Dame la mano, y alza la cabeza, 1245
a quien, como la causa, se atribuya
si hay en mí algún valor y fortaleza.
DIEGO: Con más razón besara yo la tuya,
pues si yo te di el ser naturalmente,
tú me le has vuelto a pura fuerza suya. 1250
Mas será no acabar eternamente
si no doy a esta plática desvíos.
Hijo, ya tengo prevenida gente;
con quinientos hidalgos, deudos míos,
que cada cual tu gusto solicita. 1255
Sal en campaña a ejercitar tus bríos.
Ve, pues la causa y la razón te incita,
donde está esperando en sus caballos,
que el menos bueno a los del sol imita.
Buena ocasión tendrás para empleallos, 1260
pues moros fronterizos arrogantes,
al rey le quitan tierras y vasallos;
que ayer, con melancólicos semblantes,
el Consejo de Guerra, y el de Estado,
lo supo por espías vigilantes. 1265
Las fértiles campañas han talado
de Burgos; y pasando Montes de Oca,
de Nájera, Logroño y Vilforado,
con suerte mucha, y con vergüenza poca,
se llevan tanta gente aprisionada, 1270
que ofende al gusto, y el valor provoca.
Sal les al paso, emprende esta jornada,
y dando brío al corazón valiente,
pruebe la lanza quien probó la espada,
y el rey, sus grandes, la plebeya gente, 1275
no dirán que la mano te ha servido
para vengar agravios solamente.
Sirve en la guerra al rey; que siempre ha sido
digna satisfacción de un caballero
servir al rey a quien dejó ofendido. 1280
RODRIGO: ¡Dadme la bendición!
DIEGO: Hacello quiero.
RODRIGO: Para esperar de mi obediencia palma,
tu mano beso, y a tus pies la espero.
DIEGO: Tómala con la mano y con el alma.

Vanse. Sale la infanta doña URRACA, asomada a un ventana
URRACA: ¡Qué bien el campo y el monte 1285
le parece a quien lo mira
hurtando el gusto al cuidado,
y dando el alma a la vista!
En los llanos y en la cumbres
¡qué a concierto se divisan 1290
aquí los pimpollos verdes,
y allí las pardas encinas!
Si acullá brama el león,
aquí la mansa avecilla
parece que su braveza 1295
con sus cantares mitiga.
Despeñándose el arroyo,
señala que como estiman
sus aguas la tierra blanda,
huyen de las peñas vivas. 1300
Bien merecen estas cosas
tan bellas, y tan distintas,
que se imite a quien las goza,
y se alabe a quien las cría.
¡Bienaventurado aquél 1305
que por sendas escondidas
en los campos se entretiene,
y en los montes se retira!
Con tan buen gusto la reina
mi madre, no es maravilla 1310
si en esta casa de campo
todos sus males alivia.
Salió de la corte huyendo
de entre la confusa grita,
donde unos toman venganza, 1315
cuando otros piden justicia...
¿:Qué se habrá hecho Rodrigo?
Que con mi presta venida
no he podido saber de él
si está en salvo, o si peligra. 1320
No sé qué tengo, que el alma
con cierta melancolía
me desvela en su cuidado...
Mas ¡ay!, estoy divertida.
Una tropa de caballos 1325
dan polvo al viento que imitan,
todos a punto de guerra...
¡Jesús, y qué hermosa vista!
Saber la ocasión deseo,
la curiosidad me incita... 1330
¡Ah, caballeros! ¡Ah, hidalgos!
Ya se paran y ya miran.
¡Ah, captán, el que lleva
banda y plumas amarillas!
Ya de los otros se aparta, 1335
la lanza a un Arbol arrima.
Ya se apea del caballo,
ya de su lealtad confía,
ya el cimiento de esta torre,
que es todo de peña viva, 1340
trepa con ligeros pies,
ya los miradores mira.
Aún no me ha visto. ¿:Qué veo?
Ya le conozco. ¿:Hay tal dicha?

Sale RODRIGO
RODRIGO: La voz de la infanta era... 1345
Ya casi las tres esquinas
de la torre he rodeado.
URRACA: ¿:Ah, Rodrigo?
RODRIGO: Otra vez grita...
Por respetar a la reina,
no respondo, y ella misma 1350
me hizo dejar el caballo.
Mas... ¡Jesús! ¡Señora mía!
URRACA: ¡Dios te guarde! ¿:Dónde vas?
RODRIGO: Donde mis hados me guían,
dichosos, pues me guiaron 1355
a merecer esta dicha.
URRACA: ¿:Esta es dicha? No, Rodrigo;
la que pierdes lo sería.
Bien me lo dice por señas
la sobrevista amarilla. 1360
RODRIGO: Quien con esperanzas vive,
desesperado camina.
URRACA: Luego, no la has perdido.
RODRIGO: A tu servicio me animan.
URRACA: ¿:Saliste de la ocasión 1365
sin peligro, y sin heridas?
RODRIGO: Siendo tú mi defensora
advierte cómo saldría.
URRACA: ¿:Dónde vas?
RODRIGO: A vencer moros,
y así la gracia perdida 1370
cobrar de tu padre el rey.
URRACA: ¡Qué notable gallardía!
¿:Quién te acompaña?
RODRIGO: Esta gente
me ofrece quinientas vidas,
en cuyos hidalgos pechos 1375
hierve también sangre mía.
URRACA: Galán vienes, bravo vas,
mucho vales, mucho obligas;
bien me parece, Rodrigo,
tu gala y tu valentía. 1380
RODRIGO: Estimo con toda el alma
merced que fuera divina,
mas mi humildad en tu alteza
mis esperanzas marchita.
URRACA: No es imposible, Rodrigo, 1385
el igualarse las dichas
en desiguales estados,
si es la nobleza una misma.
¡Dios te vuelva vencedor,
que después...
RODRIGO: ¡Mil años vivas! 1390
URRACA: (¿:Qué he dicho?)
[Aparte]
RODRIGO: Tu bendición
mis victorias facilita.
URRACA: ¿:Mi bendición? ¡Ay Rodrigo,
si las bendiciones mías
te alcanzan, serás dichoso! 1395
RODRIGO: Con no más de recibillas
lo seré, divina infanta.
URRACA: Mi voluntad es divina.
Dios te guíe, Dios te guarde,
como te esfuerza y te anima, 1400
y en número tus victorias
con las estrellas compitan.
Por la redondez del mundo,
después de ser infinitas
con las plumas de la fama 1405
y el mismo sol las escriba.
Y ve agora confiado
que te valdré con la vida.
Fía de mí estas promesas
quien plumas al viento fía. 1410
RODRIGO: La tierra que ves adoro,
pues no puedo la que pisas;
y la eternidad del tiempo
alargue a siglos tus días.
Oiga el mundo tu alabanza 1415
en las bocas de la envidia,
y más que merecimientos
te dé la Fortuna dichas.
Y yo me parto en tu nombre,
por quien venzo mis desdichas, 1420
a vencer tantas batallas
como tú me pronosticas.
URRACA: ¡De este cuidado te acuerda!
RODRIGO: Lo divino no se olvida.
URRACA: ¡Dios te guíe!
RODRIGO: ¡Dios te guarde! 1425
URRACA: Ve animoso.
RODRIGO: Tú me animas.
¡Toda la tierra te alabe!
URRACA: ¡Todo el cielo te bendiga!

Vanse. Gritan de adentro los MOROS, y sale huyendo un PASTOR
MOROS: ¡Li, li, li, li!...
PASTOR: ¡Jesús mío,
qué de miedo me acompaña! 1430
Moros cubren la campaña...
Mas de sus fieros me río,
de su lanza y de su espada,
como suba y me remonte
en la cumbre de aquel monte 1435
todo de peña tajada.

Sale un REY MORO y cuatro MOROS con él, y el PASTOR éntrase huyendo
REY MORO: Atad bien esos cristianos.
Con más concierto que priesa
id marchando.
MORO 1: ¡Brava presa!
REY MORO: Es hazaña de mis manos. 1440
Con asombro y maravilla,
pues en su valor me fundo,
sepa mi poder el mundo,
pierda su opinión Castilla.
¿:Para qué te llaman magno, 1445
rey Fernando, en paz y en guerra,
pues yo destruyo tu tierra
sin oponerte a mi mano?
Al que grande te llamó,
¡vive el cielo, que le coma, 1450
porque, después de Mahoma,
ninguno mayor que yo!

Sale el PASTOR sobre la peña
PASTOR: Si es mayor el que es más alto,
yo lo soy entre estos cerros.
¿:Qué apostaremos --¡ay, perros! -- 1455
que no me alcanzáis de un salto?
MORO 2: ¿:Qué te alcanza una saeta?
PASTOR: Si no me escondo, sí hará.
¡Morillos, volvé, esperá,
que el cristiano os acometa! 1460
MORO 3: Oye, señor ¡por Mahoma!,
que cristianos...
REY MORO: ¿:Qué os espanta?
MORO 4: ¡Allí polvo se levanta!
MORO 1: ¡Y allí un estandarte asoma!
MORO 2: Caballos deben de ser. 1465
REY MORO: Logren, pues, mis esperanzas.
MORO 3: Ya se parecen las lanzas.
REY MORO: ¡Ea, morir o vencer!
Toque dentro una trompeta
MORO 2: Ya la bastarda trompeta
toca al arma.
Dicen dentro a voces
VOZ: ¡Santiago! 1470
REY MORO: ¡Mahoma! Haced lo que hago.
Otra voz dentro
VOZ: ¡Cierra España!
REY MORO: ¡Oh, gran profeta!
Vanse y suena la trompeta y cajas de guerra, y
ruido de golpes dentro
PASTOR: ¡Bueno! Mire lo que va
de Santiago a Mahoma...
¡Qué bravo herir! Puto, toma 1475
para peras. ¡Bueno va!
¡Voto a San! Braveza es
lo que hacen los cristianos;
ellos matan con las manos,
sus caballos con los pies. 1480
¡Qué lanzadas! ¡Pardiez, toros
menos bravos que ellos son!
¡Así calo yo un melón
como despachurran moros!
El que como cresta el gallo 1485
trae un penacho amarillo,
¡oh lo que hace! Por decillo
al cura, quiero mirallo.
¡Pardiós! No tantas hormigas
mato yo en una patada 1490
ni siego en una manada
tantos manojos de espigas,
como él derriba cabezas...
¡Oh, hideputa! Es de modo
que va salpicado todo 1495
de sangre moro... ¡Bravezas
hace! ¡Voto al soto! Ya
huyen los moros. ¡Ah, galgos!
¡Ea, cristianos hidalgos,
seguildos! ¡Matá, matá! 1500
Entre las peñas se meten
donde no sirven caballos...
Ya se apean... alcanzallos
quieren... de nuevo acometen...
Salen RODRIGO y el REY MORO, cada uno con los suyos
acuchillándose
RODRIGO: ¡También pelean a pie 1505
los castellanos, morillos!
¡A matallos, a seguillos!
REY MORO: ¡Tente! ¡Espera!
RODRIGO: ¡Rindeté!
REY MORO: Un rey a tu valentía
se ha rendido, y a tus leyes. 1510

Ríndesele el REY [MORO]
RODRIGO: ¡Toca al arma! Cuatro reyes
he de vencer en un día.
Vanse todos, llevAndose presos a los
MOROS
PASTOR: ¡Pardiós! Que he habido placer
mirándolos desde afuera;
las cosas de esta manera 1515
de tan alto se han de ver.
Entrase el PASTOR, y salen el
PRINCIPE don Sancho y un MAESTRO de armas con sendas
espadas negras, y tirándole el PRINCIPE, y tras
él, reportándole, DIEGO
Laínez
MAESTRO: ¡Príncipe, señor, señor!
DIEGO: Repórtase vuestra alteza
que sin causa la braveza
desacredita el valor. 1520
PRINCIPE: ¿:Sin causa?
Al MAESTRO
DIEGO: Vete, que enfadas
al príncipe.
Entrase el MAESTRO
¿:CuAl ha sido?
PRINCIPE: Al batallar, el ruido
que hicieron las dos espadas,
y a mí el rostro señalado. 1525
DIEGO: ¿:Hate dado?
PRINCIPE: No. El pensar
que a querer me pudo dar,
me ha corrido, y me ha enojado.
Y a no escaparse el maestro,
yo le enseñara a saber... 1530
No quiero más aprender.
DIEGO: Bastantemente eres diestro.
PRINCIPE: Cuando tan diestro no fuera,
tampoco importara nada.
DIEGO: ¿:Cómo?
PRINCIPE: Espada contra espada, 1535
nunca por eso temiera.
Otro miedo el pensamiento
me aflige y me atemoriza;
con una arma arrojadiza
señala en mi nacimiento 1540
que han de matarme, y será
cosa muy propincua mía
la causa.
DIEGO: ¿:Y melancolía
te da eso?
PRINCIPE: Sí, me da.
Y haciendo discursos vanos, 1545
pues mi padre no ha de ser,
vengo a pensar y a temer
que lo serán mis hermanos.
Y así los quiero tan poco,
que me ofenden.
DIEGO: ¡Cielo santo! 1550
A no respetarte tanto,
te dijera...
PRINCIPE: ¿:Que soy loco?
DIEGO: Que lo fue quien a esta edad
te ha puesto en tal confusión.
PRINCIPE: ¿:No tiene demostración 1555
esta ciencia?
DIEGO: Así es verdad.
Mas ninguno la aprendió
con certeza.
PRINCIPE: Luego, di.
¿:Locura es creella?
DIEGO: Sí.
PRINCIPE: ¿:Serálo el temella?
DIEGO: No. 1560
PRINCIPE: ¿:Es mi hermana?
DIEGO: Sí, señor.
Salen doña URRACA y un PAJE que le saca un
venablo tinto en sangre
URRACA: En esta suerte ha de ver
mi hermano, que aunque mujer,
tengo en el brazo valor.
Hoy, hermano...
PRINCIPE: ¿:Cómo así? 1565
URRACA: ...entre unas peñas...
PRINCIPE: ¿:Que fue?
URRACA: ...este venablo tiré,
con que maté un javalí,
viniendo por el camino
cazando mi madre y yo. 1570
PRINCIPE: Sangriento está. ¿:Y le arrojó
tu mano?

[Habla el PRINCIPE aparte a DIEGO
Laínez]
(¡Ay, cielo divino!
Mira si tengo razón.
DIEGO: Ya he caído en tu pesar.)
URRACA: ¿:Qué te ha podido turbar 1575
el gusto?
PRINCIPE: Cierta ocasión
que me da pena.
DIEGO: Señora,
una necia astrología
le causa melancolía
y tú la creciste agora. 1580
URRACA: Quien viene a dalle contento,
¿:Cómo su disgusto aumenta?
DIEGO: Dice que a muerte violenta
le inclina su nacimiento.
PRINCIPE: ¡Y con arma arrojada 1585
herido en el corazón!
DIEGO: Y como en esta ocasión
la vio en tu mano...
URRACA: ¡Ay, cuitada!
PRINCIPE: Alteróme de manera
que me ha salido a la cara. 1590
URRACA: Si disgustarse pensara
con ella no la trujera.
Mas tú, ¿:crédito has de dar
a lo que abominan todos?
PRINCIPE: Con todo, buscaré modos 1595
como poderme guardar.
Mandaré hacer una plancha,
y con ella cubriré
el corazón, sin que esté
más estrecha ni más ancha. 1600
URRACA: Guarda con más prevención
el corazón. Mira bien
que por la espalda también
hay camino al corazón.
PRINCIPE: ¿:Qué me has dicho? ¿:Qué imagino? 1605
¡Que tú de tirar te alabes
un venablo, y de que sabes
del corazón el camino
por las espaldas! ¡Traidora!
¡Temo que causa has de ser 1610
tú de mi muerte! ¡Mujer,
estoy por matarte agora,
y asegurar mis enojos!
DIEGO: ¿:Qué haces, príncipe?
PRINCIPE: ¿:Qué siento?
¡Ese venablo sangriento 1615
revienta sangre en mis ojos!
URRACA: Hermano, el rigor reporta
de quien justamente huyo.
¿:No es mi padre como tuyo
el rey, mi señor?
PRINCIPE: ¿:Qué importa? 1620
Que eres de mi padre hija,
pero no de mi fortuna.
Nací heredando.
URRACA: Importuna
es tu arrogancia, y prolija.
DIEGO: El rey viene.
PRINCIPE: (¡Qué despecho!)
[Aparte]
1625
URRACA: (¡Qué hermano tan enemigo!)
[Aparte]
Salen el REY don Fernando y el REY MORO que
envía RODRIGO, y otros que le acompañan
REY: Diego, tu hijo Rodrigo
un gran servicio me ha hecho;
y en mi palabra fiado,
licencia le he concedido 1630
para verme.
DIEGO: ¿:Y ha venido?
REY: Sospecho que habrá llegado;
y en prueba de su valor...
DIEGO: ¡Grande fue la dicha mía!
REY: ...hoy a mi presencia envía 1635
un rey por su embajador.
Siéntase el REY
Volvió por mí y por mis greyes;
muy obligado me hallo.
REY MORO: Tienes, señor, un vasallo
de quien lo son cuatro reyes. 1640
En escuadrones formados,
tendidas nuestras banderas,
corríamos tus fronteras,
vencíamos tus soldados,
talábamos tus campañas, 1645
cautivAbamos tus gentes,
sujetando hasta las fuentes
de las soberbias montañas;
cuando gallardo y ligero
el gran Rodrigo llegó, 1650
peleó, rompió, mató,
y vencióme a mí el primero.
Viniéronme a socorrer
tres reyes, y su venir
tan sólo pudo servir 1655
de dalle más que vencer,
pues su esfuerzo varonil
los nuestros dejando atrás;
quinientos hombres no más
nos vencieron a seis mil. 1660
Quitónos el español
nuestra opinión en un día,
y una presa que valía
más oro que engendra el sol.
Y en su mano vencedora 1665
nuestra divisa otomana,
sin venir lanza cristiana
sin una cabeza mora,
viene con todo triunfando
entre aplausos excesivos, 1670
atropellando cautivos
y banderas arrastrando,
asegurando esperanzas,
obligando corazones,
recibiendo bendiciones 1675
y despreciando alabanzas.
Ya llega a tu presencia.
URRACA: (¡Venturosa suerte mía!)
[Aparte]
DIEGO: Para llorar de alegría
te pido, señor, licencia, 1680
y para abrazalle, ¡ay Dios!,
antes que llegue a tus pies.
Sale RODRIGO y abrázanse
¡Estoy loco!
RODRIGO: Causa es
que nos disculpa a los dos.
Arrodíllase delante del REY
Pero ya esperando estoy 1685
tu mano, y tus pies, y todo.
REY: ¡Levanta, famoso godo,
levanta!
RODRIGO: ¡Tu hechura soy!

A don Sancho, [el PRINCIPE]
¡Mi príncipe!
PRINCIPE: ¡Mi Rodrigo!
A doña URRACA
RODRIGO: Por tus bendiciones llevo 1690
estas palmas.
URRACA: Ya de nuevo,
pues te alcanzan, te bendigo.
REY MORO: ¡Gran Rodrigo!
RODRIGO: ¡Oh, Almanzor!
REY MORO: ¡Dame la mano, el mío Cide!
RODRIGO: A nadie mano se pide 1695
donde está el rey, mi señor.
A él le presta la obediencia.
REY MORO: Ya me sujeto a sus leyes
en nombre de otros tres reyes
y el mío. (¡Oh, Alá, paciencia!)
[Aparte]
1700
PRINCIPE: El "mío Cid" le ha llamado.
REY MORO: En mi lengua es "mi señor,"
pues ha de serlo el honor
merecido y alcanzado.
REY: Ese nombre le está bien. 1705
REY MORO: Entre moros le ha tenido.
REY: Pues allá le ha merecido,
en mis tierras se le den.
Llamalle "el Cid" es razón,
y añadirá, porque asombre, 1710
a su apellido este nombre,
y a su fama este blasón.
Sale JIMENA Gómez, enlutada, con cuatro
ESCUDEROS, también enlutados, con sus lobas
ESCUDERO 1: Sentado está el señor rey
en su silla de respaldo.
JIMENA: Para arrojarme a sus pies, 1715
¿:Qué importa que esté sentado?
Si es "magno," si es "justiciero,"
premie al bueno y pena al malo;
que castigos y mercedes
hacen seguros vasallos. 1720
DIEGO: Arrastrando luengos lutos,
entraron de cuatro en cuatro
escuderos de Jimena,
hija del conde Lozano.
Todos atentos la miran, 1725
suspenso quedó palacio,
y para decir sus quejas
se arrodilla en los estrados.
JIMENA: Señor, hoy hace tres meses
que murió mi padre a manos 1730
de un rapaz, a quien las tuyas
para matador criaron.
Don Rodrigo de Vivar,
soberbio, orgulloso y bravo,
profanó tus leyes justas, 1735
y tú le amparas ufano.
Son tus ojos sus espías,
tu retrete su sagrado,
tu favor sus alas libres,
y su libertad mis daños. 1740
Si de Dios los reyes justos
la semejanza y el cargo
representan en la tierra
con los humildes humanos,
no debiera de ser rey 1745
bien temido, y bien amado,
quien desmaya la justicia
y esfuerza los desacatos.
A tu justicia, señor,
que es Arbol de nuestro amparo, 1750
no se arrimen malhechores
indignos de ver sus ramos.
Mal lo miras, mal lo sientes,
y perdona si mal hablo;
que en boca de una mujer 1755
tiene licencia un agravio.
¿:Qué dirá, qué dirá el mundo
de tu valor, gran Fernando,
si al ofendido castigas,
y si premias al culpado? 1760
Rey, rey justo, en tu presencia,
advierte bien cómo estamos:
él ofensor, yo ofendida,
yo gimiendo, y él triunfando;
él arrastrando banderas, 1765
y yo lutos arrastrando;
él levantando trofeos,
y yo padeciendo agravios;
él soberbio, yo encogida,
yo agraviada y él honrado, 1770
yo afligida, y él contento,
él riendo, y yo llorando.
RODRIGO: (¡Sangre os dieran mis entrañas
[Aparte]
para llorar, ojos claros!)
JIMENA: (¡Ay, Rodrigo! ¡Ay, honra!
[Aparte]
1775
¿:Adónde os lleva el cuidado?)
REY: No haya más, Jimena. ¡Baste!
Levantaos, no lloréis tanto,
que ablandarán vuestras quejas
entrañas de acero y mármol; 1780
que podrá ser que algún día
troquéis en placer el llanto,
y si he guardado a Rodrigo,
quizá para vos le guardo.
Pero por haceros gusto 1785
vuelva a salir desterrado,
y huyendo de mi rigor
ejercite el de sus brazos,
y no asista en la ciudad
quien tan bien prueba en el campo. 1790
Pero si me dais licencia,
Jimena, sin enojaros,
en premio de estas victorias
ha de llevarse este abrazo.
Abrázale
RODRIGO: Honra, valor, fuerza y vida, 1795
todo es tuyo, gran Fernando,
pus siempre de la cabeza
baja el vigor a la mano.
Y así, te ofrezco a los pies
esas banderas que arrastro, 1800
esos moros que cautivo
y esos haberes que gano.
REY: Dios te me guarde, el mío Cid.
RODRIGO: Beso tus heroicas manos.
(Y a Jimena dejo el alma.)
[Aparte]
1805
JIMENA: (¡Que la opinión pueda tanto
[Aparte]
que persigo los que adoro!)
URRACA: (Tiernamente se han mirado;
[Aparte]
no le ha cubierto hasta el alma
a Jimena el luto largo, 1810
¡ay cielo!, pues no han salido
por sus ojos sus agravios.)
PRINCIPE: Vamos, Diego, con Rodrigo,
que yo quiero acompañarlo,
y verme entre sus trofeos. 1815
DIEGO: Es honrarme, y es honrallo.
¡Ay, hijo del alma mía!
JIMENA: (¡Ay, enemigo adorado!)
[Aparte]
RODRIGO: (¡Oh, amor, en tu sol me hielo!)
[Aparte]
URRACA: (¡Oh, amor, en celos me abraso!)
[Aparte]
1820

ACTO TERCERO




Salen ARIAS Gonzalo y la infanta doña URRACA
ARIAS: Mas de lo justo adelantas,
señora, tu sentimiento.
URRACA: Con mil ocasiones siento
y lloro con otras tantas.
Arias Gonzalo, por padre 1825
te he tenido.
ARIAS: Y soylo yo
con el alma.
URRACA: Ha que murió
y está en el cielo mi madre
más de un año, y es crueldad
lo que esfuerzan mi dolor: 1830
mi hermano con poco amor,
mi padre con mucha edad.
Un mozo que ha de heredar,
y un viejo que ha de morir,
me dan penas que sentir 1835
y desdichas que llorar.
ARIAS: ¿:Y no alivia tu cuidado
el ver que aún viven los dos,
y entre tanto querrá Dios
pasarte a mejor estado, 1840
a otros reinos y a otro rey
de los que te han pretendido?
URRACA: ¿:Yo un extraño por marido?
ARIAS: No lo siendo de tu ley,
¿:qué importa?
URRACA: ¿:Así me destierra 1845
la piedad que me crió?
Mejor le admitiera yo
de mi sangre, y de mi tierra;
que más quisiera mandar
una ciudad, una villa, 1850
una aldea de Castilla,
que en muchos reinos reinar.
ARIAS: Pues pon, señora, los ojos
en uno de tus vasallos.
URRACA: Antes habré de quitallos 1855
a costa de mis enojos.
Mis libertades te digo
como al alma propia mía...
ARIAS: Di, no dudes.
URRACA: Yo querría
al gran Cid, al gran Rodrigo. 1860
Castamente me obligó,
pensé casarme con él...
ARIAS: Pues, ¿:quién lo estorba?
URRACA: ¡Es crüel
mi suerte y honrada yo!
Jimena y él se han querido, 1865
y después del conde muerto
se adoran.
ARIAS: ¿:Es cierto?
URRACA: Cierto
será, que en mi daño ha sido.
Cuanto más si padre llora,
cuanto más justicia sigue, 1870
y cuanto más le persigue,
es cierto que más le adora;
y él la idolatra adorado,
y está en mi pecho advertido,
no del todo aborrecido, 1875
pero del todo olvidado;
que la mujer ofendida,
del todo desengañada,
ni es discreta, ni es honrada,
si no aborrece ni olvida. 1880
Mi padre viene; después
hablaremos... mas, ¡ay, cielo!
ya me ha visto.
ARIAS: A tu consuelo
aspira.
Salen el REY don Fernando y DIEGO Laínez y los que les acompañan
DIEGO: Beso tu pies
por la merced que a Rodrigo 1885
le has hecho; vendrá volando
a servirte.
REY: Ya esperando
lo estoy.
DIEGO: Mi suerte bendigo.
REY: Doña Urraca, ¿:dónde vais?
Esperad, hija, ¿:qué hacéis? 1890
¿:Qué os aflige? ¿:Qué tenéis?
¿:Habéis llorado? ¿:Lloráis?
¿:Triste estáis?
URRACA: No lo estuviera,
si tú, que me diste el ser,
eterno hubieras de ser 1895
o mi hermano amable fuera.
Pero mi madre perdida,
y tú cerca de perderte,
dudosa queda mi suerte,
de su rigor ofendida. 1900
Es el príncipe un león
para mí.
REY: Infanta, callad;
la falta en la eternidad
supliré en la prevención.
Y pues tengo, gloria a Dios, 1905
más reinos y más estados
adquiridos que heredados,
alguno habrá para vos.
Y alegraos, que aún vivo estoy,
y si no...
URRACA: ¡Dame la mano! 1910
REY: ... es don Sancho buen hermano,
yo padre, y buen padre, soy.
Id con Dios.
URRACA: ¡GuArdete el cielo!
REY: Tened de mí confianza.
URRACA: Ya tu bendición me alcanza. 1915
REY: Ya me alcanza tu consuelo.
Vase [doña URRACA]. Sale un CRIADO y entrega al REY una carta. El REY la lee y después dice
REY: Resuelto está él de Aragón,
pero ha de ver algún día
que es Calahorra tan mía
como Castilla y León; 1920
que pues letras y letrados
tan varios en esto están,
mejor lo averiguarán
con las armas los soldados.
Remitir quiero a la espada 1925
esta justicia que sigo,
y al mío Cid, al mi Rodrigo,
encargalle esta jornada.
En mi palabra fiado
lo he llamado.
ARIAS: ¿:Y ha venido? 1930
DIEGO: Si tu carta ha recibido
con tus alas ha volado.
Sale otro CRIADO
CRIADO: Jimena pide licencia
para besarte la mano.
REY: Tiene del conde Lozano 1935
la arrogancia y la impaciencia.
Siempre la tengo a mis pies
descompuesta y querellosa.
DIEGO: Es honrada y es hermosa.
REY: Importuna también es. 1940
A disgusto me provoca
el ver entre sus enojos,
lágrimas siempre en sus ojos,
justicia siempre en su boca.
Nunca imaginara tal; 1945
siempre sus querellas sigo.
ARIAS: Pues yo sé que ella y Rodrigo,
señor, no se quieren mal.
Pero así de la malicia
defenderá la opinión, 1950
o quizá satisfacción
pide, pidiendo justicia;
y el tratar el casamiento
de Rodrigo con Jimena
será alivio de su pena. 1955
REY: Yo estuve en tu pensamiento,
pero no lo osé intentar
por no crecer su disgusto.
DIEGO: Merced fuera, y fuera justo.
REY: ¿:Quiérense bien?
ARIAS: No hay dudar. 1960
REY: ¿:Tú lo sabes?
ARIAS: Lo sospecho.
REY: Para intentallo, ¿:qué haré?
¿:De qué manera podré
averiguallo en su pecho?
ARIAS: DejAndome el cargo a mí, 1965
haré una prueba bastante.
REY: Dile que entre.
ARIAS: Este diamante
he de probar.
Al CRIADO
Oye.
CRIADO: Di.
El primer CRIADO habla al oído con ARIAS Gonzalo, y el otro sale a avisar a JIMENA
REY: En el alma gustaría
de gozar tan buen vasallo 1970
libremente.
DIEGO: Imaginallo
hace inmensa mi alegría.
Sale JIMENA Gómez
JIMENA: Cada día que amanece,
veo quien mató a mi padre,
caballero en un caballo, 1975
y en su mano un gavilán.
A mi casa de placer
donde alivio mi pesar,
curioso, libre y ligero,
mira escucha, viene y va, 1980
y por hacerme despecho
dispara a mi palomar
flechas, que a los vientos tira,
y en el corazón me dan;
mátame mis palomicas 1985
criadas, y por criar;
la sangre que sale de ellas
me ha salpicado el brial.
Enviéselo a decir,
envióme a amenazar 1990
con que ha de dejar sin vida
cuerpo que sin alma está.
Rey que no hace justicia
no debría de reinar,
ni pasear en caballo 1995
ni con la reina folgar.
¡Justicia, buen rey, justicia!
REY: ¡Baste, Jimena, no más!
DIEGO: Perdonad, gentil señora,
y vos, buen rey, perdonad, 2000
que lo que agora dijiste
sospecho que lo soñAis;
pensando vuestras venganzas,
si os desvanece el llorar,
lo habréis soñado esta noche, 2005
y se os figura verdad;
que Rodrigo ha muchos días,
señora, que ausente está,
porque es ido en romería
a Santiago. Ved, mirad 2010
cómo es posible ofenderos
en eso que le culpáis.
JIMENA: Antes que se fuese ha sido.
(¡Si podré disimular!) [Aparte]
Ya en mi ofensa, que estoy loca 2015
sólo falta que digáis.
Dentro un CRIADO y el PORTERO
PORTERO: ¿:Qué queréis?
CRIADO: Hablar al rey,
¡Dejadme, dejadme entrar!
Sale el primer CRIADO
REY: ¿:Quién mi palacio alborota?
ARIAS: ¿:Qué tenéis? ¿:Adónde vais? 2020
CRIADO: Nuevas te traigo, el buen rey,
de desdicha, y de pesar;
el mejor de tus vasallos
perdiste, en el cielo está.
El santo patrón de España 2025
venía de visitar,
y saliéronle al camino
quinientos moros, y aun más.
Y él, con veinte de los suyos,
que acompañándole van, 2030
los acomete, enseñando
a no volver paso atrás.
Catorce heridas le han dado
que la menor fue mortal.
Ya es muerto el Cid, ya Jimena 2035
no tiene que se cansar,
rey, en pedirte justicia.
DIEGO: ¡Ay, mi hijo! ¿:Dónde estáis?
(Que estas nuevas, aun oídas [Aparte]
burlando, me hacen llorar.) 2040
JIMENA: ¿:Muerto es Rodrigo? ¿:Rodrigo
es muerto? ¡No puedo más!
¡Jesús mil veces!
REY: Jimena,
¿:qué tenéis, que os desmayAis?
JIMENA: Tengo...un lazo en la garganta, 2045
y en el alma muchos hay!
REY: Vivo es Rodrigo, señora,
que yo he querido probar
si es que dice vuestra boca
lo que en vuestro pecho está. 2050
Ya os he visto el corazón;
reportalde, sosegad.
JIMENA: (Si estoy turbada y corrida [Aparte]
mal me puedo sosegar...
Volveré por mi opinión... 2055
Ya sé el cómo. ¡Estoy mortal!
¡Ay, honor, cuAnto me cuestas!)
Si por agraviarme más
te burlas de mi esperanza
y pruebas mi libertad; 2060
si miras que soy mujer
verás que lo aciertas mal;
y si no ignoras, señor,
que con gusto, o con piedad,
tanto atribula un placer 2065
como congoja un pesar,
verás que con nuevas tales
me pudo el pecho asaltar
el placer, no la congoja.
Y en prueba de esta verdad, 2070
hagan públicos pregones
desde la mayor ciudad
hasta en la menor aldea,
en los campos y en la mar,
y en mi nombre, dando el tuyo 2075
bastante seguridad,
que quien me dé la cabeza
de Rodrigo de Vivar,
le daré, con cuanta hacienda
tiene la casa de Orgaz, 2080
mi persona, si la suya
me igualare en calidad.
Y si no es su sangre hidalga
de conocido solar,
lleve, con mi gracia entera, 2085
de mi hacienda la mitad.
Y si esto no hace, rey,
propios y extraños dirán
que, tras quitarme el honor,
no hay en ti, para reinar, 2090
ni prudencia, ni razón,
ni justicia, ni piedad.
REY: ¡Fuerte cosa habéis pedido!
No más llanto; bueno está.
DIEGO: Y yo también, yo, señor, 2095
suplico a tu majestad
que por dar gusto a Jimena,
en un pregón general
asegures lo que ofrece
con tu palabra real; 2100
que a mí no me da cuidado;
que en Rodrigo de Vivar
muy alta está la cabeza,
y el que alcanzalla querrá
más que gigante ha de ser, 2105
y en el mundo pocos hay.
REY: Pues las partes se conforman,
¡ea, Jimena, ordenad
a vuestro gusto el pregón!
JIMENA: Los pies te quiero besar. 2110
ARIAS: (¡Grande valor de mujer!) [Aparte]
DIEGO: (No tiene el mundo su igual.) [Aparte]
JIMENA: (La vida te doy; perdona, [Aparte]
honor, si te debo más.)
Vanse. Salen el Cid RODRIGO, y dos SOLDADOS suyos, y el PASTOR en hAbito de lacayo; y [luego sale un] GAFO dic[iendo el primer parlamento] de dentro [y después de salir] sacando las manos y lo demás del cuerpo muy llagado y asqueroso
GAFO: ¿:No hay un cristiano que acuda 2115
a mi gran necesidad?
RODRIGO: Esos caballos atad...
¿:Fueron voces?
SOLDADO 1: Son, sin duda.
RODRIGO: ¿:Qué puede ser? El cuidado
hace la piedad mayor. 2120
¿:Oyes algo?
SOLDADO 2: No, señor.
RODRIGO: Pues nos hemos apeado,
escuchad...
PASTOR: No escucho cosa.
SOLDADO 1: Yo tampoco.
SOLDADO 2: Yo tampoco.
RODRIGO: Tendamos la vista un poco 2125
por esta campaña hermosa,
que aquí esperaremos bien
los demás; propio lugar
para poder descansar.
PASTOR: Y para comer también. 2130
SOLDADO 1: ¿:Traes algo en el arzón?
SOLDADO 2: Una pierna de carnero.
SOLDADO 1: Y yo una bota...
PASTOR: Esa quiero.
SOLDADO 1: ...y casi entero un jamón.
RODRIGO: Apenas salido el sol, 2135
después de haber almorzado,
¿:queréis comer?
PASTOR: Un bocado.
RODRIGO: A nuestro santo español
primero gracias le hagamos,
y después podréis comer. 2140
PASTOR: Las gracias suélense hacer
después de comer. ¡Comamos!
RODRIGO: Da a Dios el primer cuidado,
que aún no tarda la comida.
PASTOR: ¡Hombre no he visto en mi vida 2145
tan devoto y tan soldado!
RODRIGO: ¿:Y es estorbo el ser devoto
al ser soldado?
PASTOR: Sí, es.
¿:A qué soldado no ves
desalmado o boquirroto? 2150
RODRIGO: Muchos hay; y ten en poco
siempre a cualquiera soldado
hablador y desalmado,
porque es gallina o es loco.
Y los que en su devoción 2155
a sus tiempos concertada
le dan filos a la espada,
mejores soldados son.
PASTOR: Con todo, en esta jornada,
da risa tu devoción 2160
con dorada guarnición,
y con espuela dorada,
con plumas en el sombrero,
a caballo, y en la mano
un rosario.
RODRIGO: El ser cristiano 2165
no impide al ser caballero.
Para general consuelo
de todos, la mano diestra
de Dios mil caminos muestra,
y por todos se va al cielo. 2170
Y así, el que fuere guiado
por el mundo peregrino
ha de buscar el camino
que diga con el estado.
Para el bien que se promete 2175
de un alma limpia y sencilla,
lleve el fraile su capilla,
y el clérigo su bonete,
y su capote doblado
lleve el tosco labrador, 2180
que quizá acierta mejor
por el surco de su arado.
Y el soldado y caballero,
si lleva buena intención,
con dorada guarnición, 2185
con plumas en el sombrero,
a caballo, y con dorada
espuela, galán divino,
si no es que yerra el camino
hará bien esta jornada; 2190
porque al cielo caminando
ya llorando, ya riendo,
van los unos padeciendo,
y los otros peleando.
GAFO: ¿:No hay un cristiano, un amigo 2195
de Dios?
RODRIGO: ¿:Qué vuelvo a escuchar?
GAFO: ¡No con sólo pelear
se gana el cielo, Rodrigo!
RODRIGO: Llegad; de aquel tremedal
salió la voz.
GAFO: ¡Un hermano 2200
en Cristo, déme la mano,
saldré de aquí.
PASTOR: ¡No haré tal!
Que está gafa y asquerosa.
SOLDADO 1: No me atrevo.
GAFO: ¡Oíd un poco,
por Cristo!
SOLDADO 2: Ni yo tampoco. 2205
RODRIGO: Yo sí, que es obra piadosa,
SAcale de las manos
y aun te besaré la mano.
GAFO: Todo es menester, Rodrigo;
matar allá al enemigo,
y valer aquí al hermano. 2210
RODRIGO: Es para mí gran consuelo
esta cristiana piedad.
GAFO: Las obras de caridad
son escalones del cielo.
Y en un caballero son 2215
tan propias, y tan lucidas,
que deben ser admitidas
por precisa obligación.
Por ellas un caballero
subirá de grada en grada, 2220
cubierto en lanza y espada
con oro el luciente acero;
y con plumas, si es que acierta
la ligereza del vuelo,
no haya miedo que en el cielo 2225
halle cerrada la puerta.
¡Ah, buen Rodrigo!
RODRIGO: Buen hombre,
¿:qué Angel...llega, tente, toca,
...habla por tu enferma boca?
¿:Cómo me sabes el nombre? 2230
GAFO: Oíte nombrar viniendo
agora por el camino.
RODRIGO: Algún misterio imagino
en lo que te estoy oyendo.
¿:Qué desdicha en tal lugar 2235
te puso?
GAFO: ¡Dicha sería!
Por el camino venía,
desviéme a descansar,
y como casi mortal
torcí el paso, erré el sendero, 2240
por aquel derrumbadero
caí en aquel tremedal,
donde ha dos días cabales
que no como.
RODRIGO: ¡Que extrañeza!
Sabe Dios con qué terneza 2245
contemplo aflicciones tales.
A mí, ¿:qué me debe Dios
más que a ti? Y porque es servido,
lo que es suyo ha repartido
desigualmente en los dos. 2250
Pues no tengo más virtud,
tan de hueso y carne soy,
y gracias al cielo, estoy
con hacienda y con salud,
con igualdad nos podía 2255
tratar; y así, es justo darte
de los que quitó en tu parte
para añadir en la mía.
Esas carnes laceradas
Cúbrele con un gabAn
cubrid con ese gabAn. 2260
¿:Las acémilas vendrán
tan presto?
PASTOR: Vienen pesadas.
RODRIGO: Pues de eso podéis traer
que a los arzones venía.
PASTAR: Gana de comer tenía, 2265
mas ya no podré comer,
porque esa lepra de modo
me ha el estómago revuelto...
SOLDADO 1: Yo también estoy resuelto
de no comer.
SOLDADO 2: Y yo, y todo. 2270
Un plato viene no más
que por desdicha aquí está.
RODRIGO: Ese solo bastará.
SOLDADO 2: Tú, señor, comer podrás
en el suelo.
RODRIGO: No, que a Dios 2275
no le quiero ser ingrato.
Al GAFO
Llegad, comed, que en un plato
hemos de comer los dos.
Siéntanse los dos y comen
SOLDADO 1: ¡Asco tengo!
SOLDADO 2: Vomitar
querría!
PASTOR: ¿:Vello podéis? 2280
RODRIGO: Ya entiendo el mal que tenéis,
allá os podéis apartar.
Solos aquí nos dejad
si es que el asco os alborota.
PASTOR: ¡El dejaros con la bota 2285
me pesa, Dios es verdad!
Vanse el PASTOR y los SOLDADOS
GAFO: ¡Dios os lo pague!
RODRIGO: Comed.
GAFO: ¡Bastantemente he comido,
gloria a Dios!
RODRIGO: Bien poco ha sido.
Bebed, hermano, bebed. 2290
DescansA.
GAFO: El divino Dueño
de todo, siempre pagó.
RODRIGO: Dormid un poco, que yo
quiero guardaros el sueño.
Aquí estaré a vuestro lado. 2295
Pero... yo me duermo...¿:hay tal?
No parece natural
este sueño que me ha dado.
A Dios me encomiendo, y sigo
en todo... su voluntad... 2300
Duérmese
GAFO: ¡Oh, gran valor! ¡Gran bondad!
¡Oh, gran Cid! ¡Oh gran Rodrigo!
¡Oh, gran captán cristiano!
Dicha es tuya, y suerte es mía,
pues todo el cielo te envía 2305
la bendición por mi mano,
y el mismo Espíritu Santo
este aliento por mi boca.
El GAFO aliéntale por las espaldas, y
desaparécese; y el Cid vAyase despertando a
espacio, porque tenga tiempo de vestirse el GAFO de San
Lázaro
RODRIGO: ¿:Quién me enciende? ¿:Quién me toca?
¡Jesús! ¡Cielo, cielo santo! 2310
¿:Qué es del pobre? ¿:Qué se ha hecho?
¿:Qué fuego lento me abrasa,
que como rayo me pasa
de las espaldas al pecho?
¿:Quién sería? El pensamiento 2315
lo adivina, y Dios lo sabe.
¡Qué olor tan dulce y süave
dejó su divino aliento!
Aquí se dejó el gabAn,
seguiréle sus pisadas... 2320
¡Válgame Dios! Señaladas
hasta en las peñas están.
Seguir quiero sin recelo
sus pasos...
Sale arriba con una tunicela blanca el GAFO que es
San Lázaro
GAFO: ¡Vuelve, Rodrigo!
RODRIGO: ...que yo sé que si los sigo 2325
me llevarán hasta el cielo.
Agora siento que pasa
con más fuerza y más vigor
aquel vaho, aquel calor
que me consuela y me abrasa. 2330
GAFO: ¡San Lázaro soy, Rodrigo!
Yo fui el pobre a quien honraste;
y tanto a Dios agradaste
con lo que hiciste conmigo,
que serás un imposible 2335
en nuestros siglos famoso,
un captán milagroso,
un vencedor invencible;
y tanto, que sólo a ti
los humanos te han de ver 2340
después de muerto vencer.
Y en prueba de que es así
en sintiendo aquel vapor,
aquel soberano aliento
que por la espalda violento 2345
te pasa al pecho el calor,
emprende cualquier hazaña,
solicita cualquier gloria,
pues te ofrece la victoria
el santo patrón de España. 2350
Y ve, pues tan cerca estás,
que tu rey te ha menester.
Desparécese
RODRIGO: Alas quisiera tener
y seguirte donde vas.
Mas, pues el cielo, volando, 2355
sus nubes te encierra,
lo que pisaste en la tierra
iré siguiendo y besando.
Vase. Salen el REY don Fernando, DIEGO
Laínez, ARIAS Gonzalo y Per ANSURES
REY: Tanto de vosotros fío,
parientes...
ARIAS: ¡Honrarnos quieres! 2360
REY: ...que a vuestros tres pareceres
quiero remitir el mío.
Y así, dudoso y perplejo,
la respuesta he dilatado,
porque de un largo cuidado 2365
nace un maduro consejo.
Propóneme el de Aragón,
que es un grande inconveniente
el juntarse tanta gente
por tan leve pretensión, 2370
y cosa por inhumana,
que nuestras hazañas borra,
el comprar a Calahorra
con tanta sangre cristiana;
y que así, de esta jornada 2375
la justicia y el derecho
se remita a solo un pecho
una lanza y una espada,
que peleará por él
contra el que fuere por mí, 2380
para que se acabe así
guerra, aunque justa, crüel.
Y sea del vencedor
Calahorra, y todo, en fin,
lo remite a don Martín 2385
González, su embajador.
DIEGO: No hay negar que es cristiandad
bien fundada y bien medida
excusar con una vida
tantas muertes.
ANSURES: Es verdad. 2390
Mas tiene el Aragonés
al que ves, su embajador,
por manos de su valor
y por basa de sus pies.
Es don Martín un gigante 2395
en fuerzas y en proporción,
un Rodamonte, un Milón,
un Alcides, un Atlante.
Y así, apoya sus cuidados
en él solo, habiendo sido 2400
quizá no estar prevenido
de dineros y soldados.
Y así, harás mal si aventuras
remitiendo esta jornada
a una lanza y a una espada, 2405
lo que en tantas te aseguras,
y viendo en brazo tan fiero
el acerada cuchilla...
ARIAS: ¿:Y no hay espada en Castilla
que sea también de acero? 2410
DIEGO: ¿:Faltará acA un castellano,
si hay allá un aragonés,
para basa de tus pies,
para valor de tu mano?
¿:Ha de faltar un Atlante 2415
que apoye tu pretensión,
un Arbol a ese Milón,
y un David a ese gigante?
REY: Días ha que en mi corona
miran mi respuesta en duda, 2420
y no hay un hombre que acuda
a ofrecerme su persona.
ANSURES: Temen el valor profundo
de este hombre, y no es maravilla
que atemorice a Castilla 2425
un hombre que asombra el mundo.
DIEGO: ¡Ah, Castilla! ¿:A qué has llegado?
ARIAS: Con espadas y consejos
no han de faltarte los viejos,
pues los mozos te han faltado. 2430
Yo saldré, y, rey, no te espante
el fiar de mí este hecho;
que cualquier honrado pecho
tiene el corazón gigante.
REY: ¡Arias Gonzalo!...
ARIAS: Señor, 2435
de mí te sirve y confía,
que aún no es mi sangre tan fría,
que no hierva en mí valor.
REY: Yo estimo esa voluntad
al peso de mi corona; 2440
pero ¡alzad! Vuestra persona
no ha de aventurarse. ¡Alzad!
No digo por una villa,
mas por todo el interés
del mundo.
ARIAS: Señor, ¿:no ves 2445
que pierde opinión Castilla?
REY: No pierde; que a cargo mío,
que le di tanta opinión,
queda su heroico blasón
que de mis gentes confío. 2450
Y ganará el interés
no sólo de Calahorra,
mas pienso hacelle que corra
todo el reino aragonés.
Haced que entre don Martín. 2455
Vase un CRIADO y sale otro [CRIADO]
CRIADO: Rodrigo viene.
REY: ¡A buena hora!
¡Entre!
DIEGO: ¡Ay, cielo!
REY: En todo agora
espero dichoso fin.
Salen por una puerta don MARTIN
González y por otra RODRIGO
MARTIN: Rey poderoso en Castilla...
RODRIGO: Rey, en todo el mundo, magno... 2460
MARTIN: ¡GuArdete el cielo!
RODRIGO: Tu mano
honre al que a tus pies se humilla.
REY: Cubríos, don Martín. Mío Cid,
levantaos. Embajador
sentaos.
MARTIN: Así estoy mejor. 2465
REY: Así os escucho. Decid.
MARTIN: Sólo suplicarte quiero...
RODRIGO: (¡Notable arrogancia es ésta!) [Aparte]
MARTIN: ...que me des una respuesta,
que ha dos meses que la espero. 2470
¿:Tienes algún castellano,
a quien tu justicia des,
que espere un aragonés
cuerpo a cuerpo y mano a mano?
Pronuncie una espada el fallo, 2475
dé una victoria la ley;
gane Calahorra el rey
que tenga mejor vasallo.
Deje Aragón y Castilla
de verter sangre española, 2480
pues basta una gota sola
para el precio de una villa.
REY: En Castilla hay tantos buenos,
que puedo en su confianza
mi justicia y me esperanza 2485
fiarle al que vale menos.
Y a cualquier señalaría
de todos, si no pensase
que si a uno señalase,
los demás ofendería. 2490
Y así, para no escoger,
ofendiendo tanta gente,
mi justicia solamente
fiaré de mi poder.
Arbolaré mis banderas 2495
con divisas diferentes;
cubriré el suelo de gentes
naturales y extranjeros;
marcharán mis capitanes
con ellas; verá Aragón 2500
la fuerza de mi razón
escrita en mis tafetanes.
Esto haré y lo que le toca
hará tu rey contra mí.
MARTIN: Esa respuesta le di, 2505
antes de oílla en tu boca;
porque teniendo esta mano
por suya el aragonés,
no era justo que a mis pies
se atreviera un castellano. 2510
RODRIGO: (¡Reviento!) [Aparte]
Con tu licencia
quiero responder, señor;
que ya es falta del valor
sobrar tanto la paciencia.
Don Martín, los castellanos, 2515
con los pies a vencer hechos,
suelen romper muchos pechos,
atropellar muchas manos,
y sujetar muchos cuellos;
y por mí su majestad 2520
te hará ver esta verdad
en favor de todos ellos.
MARTIN: El que está en aquella silla
tiene prudencia y valor;
no querrá...
RODRIGO: ¡Vuelve señor, 2525
por la opinión de Castilla!
Esto el mundo ha de saber,
eso el cielo ha de mirar;
sabes que sé pelear
y sabes que sé vencer. 2530
Pues, ¿:cómo, rey, es razón
que por no perder Castilla
el interés de una villa
pierda un mundo de opinión?
¿:Qué dirán, rey soberano, 2535
el alemán y el francés,
que contra un aragonés
no has tenido un castellano?
Si es que dudas en el fin
de esta empresa, a que me obligo, 2540
¡salga al campo don Rodrigo
aunque venza don Martín!
Pues es tan cierto y sabido
cuAnto peor viene a ser
el no salir a vencer, 2545
que saliendo, el ser vencido.
REY: Levanta, pues me levantas
el Animo. En ti confío,
Rodrigo; el imperio mío
es tuyo.
RODRIGO: Beso tus plantas. 2550
REY: ¡Buen Cid!
RODRIGO: ¡El cielo te guarde!
REY: Sal en mi nombre a esta lid.
MARTIN: ¿:Tú eres a quien llama Cid
algún morillo cobarde?
RODRIGO: Delante mi rey estoy, 2555
mas yo te daré en campaña
la respuesta.
MARTIN: ¿:Quién te engaña?
¿:Tú eres Rodrigo?
RODRIGO: Yo soy.
MARTIN: ¿:Tú a campaña?
RODRIGO: ¿:No soy hombre?
MARTIN: ¿:Conmigo?
RODRIGO: ¡Arrogante estás! 2560
Sí, y allí conocerás
mis obras como mi nombre.
MARTIN: Pues, ¿:tú te atreves, Rodrigo,
no tan sólo a no temblar
de mí, pero a pelear, 2565
y cuando menos, conmigo?
¿:Piensas mostrar tus poderes,
no contra arneses y escudos,
sino entre pechos desnudos,
con hombre medio mujeres, 2570
con los moros, en quien son
los alfanges de oropel,
las adargas de papel,
y los brazos de algodón?
¿:No adviertes que quedarás 2575
sin el alma que te anima,
si dejo caerte encima
una manopla no más?
¡Ve allá, y vence a tus morillos,
y huye aquí de mis rigores! 2580
RODRIGO: ¡Nunca perros ladradores
tienen valientes colmillos!
Y así, sin tanto ladrar,
sólo quiero responder
que, animoso por vencer, 2585
saldré al campo a pelear;
y fundado en la razón
que tiene su majestad,
pondré yo la voluntad,
y el cielo la permisión. 2590
MARTIN: ¡Ea! Pues quieres morir,
con matarte, pues es justo,
a dos cosas de mi gusto
con una quiero acudir.
¿:Al que diere la cabeza 2595
de Rodrigo, la hermosura
de Jimena no asegura
en un pregón vuestra alteza?
REY: Sí, aseguro.
MARTIN: Y yo soy quien
me ofrezco dicha tan buena; 2600
porque, ¡por Dios, que Jimena
me ha parecido muy bien!
Su cabeza por los cielos,
y a mí en sus manos, verás.
RODRIGO: (Agora me ofende más [Aparte] 2605
porque me abrasa con celos.)
MARTIN: Es pues, rey, la conclusión,
en breve, por no cansarte,
que donde el término parte
Castilla con Aragón 2610
será el campo, y señalados
jueces, los dos saldremos,
y por seguro traeremos
cada quinientos soldados.
¿:Así quede?
REY: ¡Quede así! 2615
RODRIGO: Y allí verás en tu mengua
cuAn diferente es la lengua
que la espada.
MARTIN: Ve, que allí
daré yo, aunque te socorra
de tu arnés la mejor pieza, 2620
a Jimena tu cabeza
y a mi rey a Calahorra.
Al REY
RODRIGO: Al momento determino
partir con tu bendición.
MARTIN: Como si fuera un halcón 2625
volaré por el camino.
REY: ¡Ve a vencer!
DIEGO: ¡Dios soberano
te dé la victoria y palma,
como te doy con el alma
la bendición de la mano! 2630
ARIAS: ¡Gran castellano tenemos
en ti!
MARTIN: Yo voy.
RODRIGO: Yo te sigo.
MARTIN: ¡Allá me verás, Rodrigo!
RODRIGO: ¡Martín, allá nos veremos!
Vanse. Salen JIMENA y ELVIRA
JIMENA: Elvira, ya no hay consuelo 2635
para mi pecho afligido.
ELVIRA: Pues tú misma lo has querido
¿:de quién te quejas?
JIMENA: ¡Ay, cielo!
ELVIRA: Para cumplir con tu honor
por el decir de la gente, 2640
¿:no bastaba cuerdamente
perseguir el matador
de tu padre y de tu gusto,
y no obligar con pregones
a tan fuertes ocasiones 2645
de su muerte y tu disgusto?
JIMENA: ¿:Qué pude hacer? ¡Ay, cuitada!
Vime amante y ofendida,
delante del rey corrida,
y de corrida, turbada; 2650
y ofrecióme un pensamiento
para excusa de mi mengua;
dije aquello con la lengua,
y con el alma lo siento,
y más con esta esperanza 2655
que este aragonés previene.
ELVIRA: Don Martín González tiene
ya en sus manos tu venganza.
Y en el alma tu belleza
con tan grande extremo arraiga, 2660
que no dudes que te traiga
de Rodrigo la cabeza;
que es hombre que tiene en poco
todo un mundo, y no te asombres;
que es espanto de los hombres, 2665
y de los niños el coco.
JIMENA: ¡Y es la muerte para mí!
No me le nombres, Elvira;
a mis desventuras mira.
¡En triste punto nací! 2670
¡Consuélame! ¿:No podría
vencer Rodrigo? ¿:Valor
no tiene? Mas es mayor
mi desdicha, porque es mía;
y ésta... ¡ay, cielos soberanos! 2675
ELVIRA; Tan afligida no estés.
JIMENA: ...será grillos de sus pies,
será esposa de sus manos;
ella le atará en la lid
donde le venza el contrario. 2680
ELVIRA: Si por fuerte y temerario
el mundo le llama "el Cid",
quizá vencerá su dicha
a la desdicha mayor.
JIMENA: ¡Gran prueba de su valor 2685
será el vencer mi desdicha!
Sale un PAJE
PAJE: Esta carta te han traído.
Dice que es de don Martín
González.
JIMENA: Mi amargo fin
podré yo decir que ha sido. 2690
¡Vete! ¡Elvira, llega, llega!
Vase el PAJE
ELVIRA: La carta puedes leer.
JIMENA: Bien dices, si puedo ver;
que de turbada estoy ciega.
Lee la carta
"El luto deja, Jimena, 2695
ponte vestidos de bodas,
si es que mi gloria acomodas
donde quitaré tu pena.
De Rodrigo la cabeza
te promete mi valor, 2700
por ser esclavo y señor
de tu gusto y tu belleza.
Agora parto a vencer
vengando al conde Lozano;
espera alegre una mano 2705
que tan dichosa ha de ser.
Don Martín." ¡Ay, Dios! ¿:Qué siento?
ELVIRA: ¿:Dónde vas? ¿:Hablar no puedes?
JIMENA: ¡A lastimar las pareces
de mi cerrado aposento, 2710
a gemir, a suspirar!
ELVIRA: ¡Jesús!
JIMENA: ¡Voy ciega, estoy muerta!
Ven enséñame la puerta
por donde tengo de entrar.
ELVIRA: ¿:Dónde vas?
JIMENA: Sigo, y adoro 2715
las sombras de mi enemigo.
¡Soy desdichada! ¡Ay, Rodrigo,
yo te mato, y yo te lloro!
Vanse. Salen el REY don Fernando, ARIAS Gonzalo,
DIEGO Laínez y Per ANSURES
REY: De don Sancho la braveza,
que, como sabéis, es tanta 2720
que casi casi se atreve
al respeto de mis canas;
viendo que por puntos crecen
el desamor, la arrogancia,
el desprecio, la espereza 2725
con que a sus hermanos trata;
como, en fin, padre, entre todos
me ha obligado a que reparta
mis reinos y mis estados,
dando a pedazos el alma. 2730
De esta piedad, ¿:qué os parece?
Decid, Diego.
DIEGO: Que es extraña,
y a toda razón de estado
hace grande repugnancia.
Si bien lo adviertes, señor, 2735
mal prevalece una casa
cuyas fuerzas, repartidas,
es tan cierto el quedar flacas.
Y el príncipe, mi señor,
si en lo que dices le agravias, 2740
pues le dio el cielo braveza,
tendrá razón de mostralla.
ANSURES: Señor, Alonso y García
pues es una mesma estampa,
pues de una materia misma 2745
los formó quien los ampara,
si su hermano los persigue,
si su hermano los maltrata,
¿:qué será cuando suceda
que a ser escuderos vayan 2750
de otros reyes a otros reinos?
¿:Quedará Castilla honrada?
ARIAS: Señor, también son tus hijas
doña Elvira y doña Urraca,
y no prometen buen fin 2755
mujeres desheredadas.
DIEGO: ¿:Y si el príncipe don Sancho,
cuyas bravezas espantan,
cuyos prodigios admiran,
advirtiese que le agravias? 2760
¿:Qué señala, qué promete,
sino incendios en España?
Así que, si bien lo miras,
la misma, la misma causa
que a lo que dices te incita, 2765
te obliga a que no lo hagas.
ARIAS: ¿:Y es bien que su majestad,
por temer esas desgracias,
pierda sus hijos, que son
pedazos de sus entrañas? 2770
DIEGO: Siempre el provecho común
de la religión cristiana
importó más que los hijos;
demás que será sin falta,
si mezclando disensiones 2775
unos a otros se matan,
que los perderá también.
ANSURES: Entre dilaciones largas
eso es dudoso, esto cierto.
REY: Podrá ser, si el brío amaina 2780
don Sancho con la igualdad,
que se humane.
DIEGO: No se humana
su indomable corazón
ni aun a las estrellas altas.
Pero llámale, señor, 2785
y tu intención le declara,
y así serás si en la suya
tiene paso tu esperanza.
REY: Bien dices.
DIEGO: Ya viene allí.
Sale el PRINCIPE [don Sancho]
REY: Pienso que mi sangre os llama. 2790
Llegad, hijo; sentaos, hijo.
PRINCIPE: Dame la mano.
REY: Tomalda.
Como el peso de los años,
sobre la ligera carga
del cetro y de la corona, 2795
más presto a los reyes cansa,
para que se eche de ver
lo que va en la edad cansada
de los trabajos del cuerpo
a los cuidados del alma, 2800
siendo la veloz carrera
de la frágil vida humana
un hoy en los poseído
y en los esperado un mañana,
yo, hijo, que de mi vida 2805
en la segunda jornada,
triste el día y puesto el sol,
con la noche me amenaza,
quiero, hijo, por salir
de un cuidado, cuyas ansias 2810
a mi muerte precipitan
cuando mi vida se acaba,
que oyAis de mi testamento
bien repartidas las mandas,
por saber si vuestro gusto 2815
asegura mi esperanza.
PRINCIPE: ¿:Testamento hacen los reyes?
REY: (¡Qué con tiempo se declara!) [Aparte]
No, hijo, de lo que heredan,
mas pueden de lo que ganan. 2820
Vos heredAis, con Castilla,
la Extremadura y Navarra,
cuanto hay de Pisuerga a Ebro.
SANCHO: Eso me sobra.
REY: (¡En la cara [Aparte]
se le ha visto el sentimiento!) 2825
PRINCIPE: (¡Fuego tengo en las entrañas!) [Aparte]
REY: De don Alonso es León
y Asturias, con cuanto abraza
Tierra de Campos; y dejo
a Galicia y a Vizcaya 2830
a don García. A mis hijas
doña Elvira y doña Urraca
doy a Toro y a Zamora,
y que igualmente se partan
el Infantado. Y con esto, 2835
si la del cielo os alcanza
con la bendición que os doy,
no podrá fuerzas humanas
en vuestras fuerzas unidas,
atropellar vuestras armas; 2840
que son muchas fuerzas juntas
como un manojo de varas,
que a rompellas no se atreve
mano que no las abarca,
más de por sí cada una 2845
cualquiera las despedaza.
PRINCIPE: Si es ese ejemplo te fundas,
señor, ¿:es cosa acertada
el dejallas divididas
tú, que pudieras juntallas? 2850
¿:Por qué no juntas en mí
todas las fuerzas de España?
En quitarme lo que es mío,
¿:no ves, padre, que me agravias?
REY: Don Sancho, príncipe, hijo, 2855
mira mejor que te engañas.
Yo sólo heredé a Castilla;
de tu madre doña Sancha
fue León, y lo demás
de mi mano y de mi espada. 2860
Lo que yo gané, ¿:no puedo
repartir con manos francas
entre mis hijos, en quien
tengo repartida el alma?
PRINCIPE: Y a no ser rey de Castilla, 2865
¿:con qué gentes conquistaras
lo que repartes agora?
¿:Con qué haberes, con qué armas?
Luego, si Castilla es mía
por derecho, cosa es clara 2870
que al caudal, y no a la mano,
se atribuye la ganancia.
Tú, señor, mil años vivas;
pero si mueres... ¡mi espada
juntará lo que me quitas, 2875
y hará una fuerza de tantas!
REY: ¡Inobediente, rapaz,
tu soberbia y tu arrogancia
castigaré en un castillo!
ANSURES: (¡Notable altivez!) [Aparte]
ARIAS: (¡Extraña!) [Aparte] 2880
PRINCIPE: Mientras vives, todo es tuyo.
REY: ¡Mis maldiciones te caigan
si mis mandas no obedeces!
PRINCIPE: No siendo justas, no alcanzan.
REY: Estoy...
DIEGO: Mira vuestra alteza 2885
lo que dice; que más calla
quien más siente.
PRINCIPE: Callo agora.
/Al REY
DIEGO: En esta experiencia clara
verás mi razón, señor.
REY: ¡El corazón se me abrasa! 2890
Sale JIMENA vestida de gala
DIEGO: ¿:Qué novedades son éstas?
¿:Jimena con oro y galas?
REY: ¿:Cómo sin luto Jimena?
¿:Qué ha sucedido? ¿:Qué pasa?
JIMENA: (¡Muerto traigo el corazón! [Aparte] 2895
¡Cielo! ¿:Si podré fingir?)
Acabé de recibir
esta carta de Aragón;
y como me da esperanza
de que tendré buena suerte, 2900
el luto que di a la muerte
me le quito a la venganza.
DIEGO: Luego... ¿:Rodrigo es vencido?
JIMENA: Y muerto lo espero ya.
DIEGO: ¡Ay, hijo!...
REY: Presto vendrá 2905
certeza de lo que ha sido.
JIMENA: (Esa he querido saber, [Aparte]
y aqueste achaque he tomado.)
A DIEGO Laínez
REY: Sosegaos.
DIEGO: ¡Soy desdichado!
A JIMENA
Crüel eres.
JIMENA: Soy mujer. 2910
DIEGO: Agora estarás contenta,
si que murió mi Rodrigo.
JIMENA: (Si yo la venganza sigo, [Aparte]
corre el alma la tormenta.)
Sale un CRIADO
REY: ¿:Qué nuevas hay?
CRIADO: Que ha llegado 2915
de Aragón un caballero.
DIEGO: ¿:Venció don Martín? ¡Yo muero!
CRIADO: Debió de ser...
DIEGO: ¡Ay, cuitado!
CRIADO: Que éste trae la cabeza
de Rodrigo, y quiere dalla 2920
a Jimena.
JIMENA: (¡De tomalla [Aparte]
me acabará la tristeza!)
PRINCIPE: ¡No quedará en Aragón
una almena, vive el cielo!
JIMENA: (¡Ay, Rodrigo! ¡Este consuelo [Aparte] 2925
me queda en esta aflicción!)
¡Rey Fernando! ¡Caballeros!
Oíd mi desdicha inmensa,
pues no me queda en el alma
más sufrimiento y más fuerza. 2930
¡A voces quiero decillo,
que quiero que el mundo entienda
cuAnto me cuesta el ser noble,
y cuAnto el honor me cuesta!
De Rodrigo de Vivar 2935
adoré siempre las prendas
y por cumplir con las leyes
--¡que nunca el mundo tuviera! --
procuré la muerte suya,
tan a costa de mis penas, 2940
que agora la misma espada
que ha cortado su cabeza
cortó el hilo de mi vida.
Sale doña URRACA
URRACA: Como he sabido tu pena
he venido. (¡Y como mía [Aparte] 2945
hartas lágrimas me cuesta!)
JIMENA: Mas, pues soy tan desdichada,
tu majestad no consienta
que ese don Martín González
esa mano injusta y fiera 2950
quiera dármela de esposo;
conténtese con mi hacienda.
Que mi persona, señor,
si no es que el cielo la lleva,
llevaréla a un monasterio. 2955
REY: Consolaos, alzad, Jimena.
Sale RODRIGO
DIEGO: ¡Hijo! ¡Rodrigo!
JIMENA: ¡Ay, de mí!
¿:Si son soñadas quimeras?
PRINCIPE: ¡Rodrigo!
RODRIGO: Tu majestad
me dé los pies, y tu alteza. 2960
URRACA: (Vivo le quiero, aunque ingrato.) [Aparte]
REY: De tan mentirosas nuevas,
¿:dónde está quien fue el autor?
RODRIGO: Antes fueron verdaderas.
Que si bien lo adviertes, yo 2965
no mandé decir en ellas
sino sólo que venía
a presentalle a Jimena
la cabeza de Rodrigo
en tu estrado, en tu presencia, 2970
de Aragón un caballero;
y esto es, señor, cosa cierta,
pues yo vengo de Aragón,
y no vengo sin cabeza,
y la de Martín González 2975
está en mi lanza allí fuera;
y ésta le presento agora
en sus manos a Jimena.
Y pues ella en sus pregones
no dijo viva ni muerta, 2980
ni cortada, pues le doy
de Rodrigo la cabeza,
ya me debe el ser mi esposa;
mas si su rigor me niega
este premio, con mi espada 2985
puede cortalla ella mesma.
REY: Rodrigo tiene razón;
yo pronuncio la sentencia
en su favor.
JIMENA: (¡Ay, de mí! [Aparte]
Impídeme la vergüenza.) 2990
PRINCIPE: ¡Jimena, hacedlo por mí!
ARIAS: ¡Esas dudas no os detengan!
ANSURES: Muy bien os está, sobrina.
JIMENA: Haré lo que el cielo ordena.
RODRIGO: ¡Dicha grande! ¡Soy tu esposo! 2995
JIMENA: ¡Y yo tuya!
DIEGO: ¡Suerte inmensa!
URRACA: (¡Ya del corazón te arrojo, [Aparte]
ingrato!)
REY: Esta noche mesma
vamos, y os desposará
el obispo de Placencia. 3000
PRINCIPE: Y yo he de ser el padrino.
RODRIGO: Y acaben de esta manera
las mocedades del Cid,
y las bodas de Jimena.

FIN DE LA COMEDIA