Antonio Mira de Amescua
Nardo Antonio, bandolero

Personas que hablan en ella:
  • El CONDE de Miranda
  • NARDO Antonio
  • LEONARDA
  • RICARDO, su padre viejo
  • GERARDO, barón
  • LAURA
  • LEONELO, soldado
  • BATISTELA, soldado
  • ROSELO, soldado
  • TIMBRIO, soldado
  • Otro SOLDADO
  • LISENO, pastor
  • Un CAPITÁN español
  • LEONIDO
  • VALERIO
  • LISARDO, cortesano
  • MORÓN, gracioso
  • MONTILLA, bandolero
  • Tres BANDOLEROS
  • JULIA, criada
  • PEDRO Talla
  • BELTRÁN, villano
  • PASCUAL, villano
  • MARTÍN, villano
  • CELIA
  • FLORO
  • RUFINO, mercader
  • IBÁÑEZ


PRIMER ACTO

Suena música y salen BATISTELA, LEONELO, [ROSELO] y TIMBRIO, soldados
ROSELO:    ¡ Bravo recibimiento !
LEONELO:                     ; ¡ Generoso !
BATISTELA:    De Nápoles su esfuerzo acreditado,
que al conde de Miranda valeroso
muestra, en festín general [celebrado].
Puede llamarse el reino venturoso 5
con tal virrey, que a fuer de buen soldado,
hoy ha honrado con premios la milicia
mezclando la piedad con tal justicia.
LEONELO:    A aquesta sala viene.
BATISTELA:                     ; Aquí veremos
más espacio el valor de su presencia, 10
a quien tan grande amor los más debemos,
claros indicios de su real clemencia;
y al buen amigo Nardo aguardaremos
en este puesto.
ROSELO:                     ; Alcanza su presencia
de valeroso Alcides testimonio. 15
LEONELO:    Es la flor de este reino Nardo Antonio.
Sale el CONDE de Miranda y acompañamiento
CONDE:    Estoy como admirado, agradecido,
familia noble, de admirar festines,
y de haber cuidadosa prevenido
burlas a mayo con mentir jardines. 20
Parece que Amaltea, en el lucido
espacio de claveles y jazmines,
porque dure de Nápoles la fama,
copia fragante con amor derrama.
El mar, la tierra, a toda priesa mueven 25
dulce armonía, aquélla tremolando
banderolas al aire, a quien se atreven
lisonjeros bullicios, caminando;
sobre estotras, de fuego estrellas llueven,
que hasta el cielo al principio van volando 30
y después en los vientos desatadas
bajan del cielo al suelo despeñadas.
Pedazos arrancados de los vientos,
menuda arena, castigados, huellan,
y de airosos veloces movimientos, 35
descubiertas tal vez las piedras mellan.
Al freno humildes, al clarín atentos,
presumiendo poder, la tierra sellan,
y en cada asiento del compás menudo
de sus armas estampan un escudo. 40
Todo mueve a deleite, todo admira,
el mar del humo forma nubes densas,
oscura niebla que al caño respira,
paran las aves al rumor suspensas;
y como cuando el sol al mar retira 45
hermosas luces, de temor defensas,
recelando tinieblas y temores,
así buscan el miedo entre las flores.
Sale LISENO
LISENO:    Ricardo viejo, y el barón Gerardo,
para hablarte, señor, piden licencia. 50
CONDE:    Ya con los brazos a los dos aguardo.
Salen RICARDO y GERARDO
GERARDO:    Los pies nos mande dar vuestra excelencia.
CONDE:    Los brazos recibid, llegad, Ricardo.
RICARDO:    ¡ Príncipe heroico !
GERARDO:                     ; ¡ Señoril presencia !
CONDE:    Sillas para los tres.
RICARDO:                     ; ¡ Honroso intento ! 55
CONDE:    Dejadnos solos.
GERARDO:                     ; ¡ Español aliento !
CONDE:    Decid lo que queréis.
RICARDO:                     ; Invicto conde,
poner en vuestras manos mi nobleza.
Defensa pido de mi honor, que adonde
guarda esta joya mujeril belleza 60
pocas veces honrosa corresponde,
y más habiendo con honor pobreza.
Ésta, señor, me tiene deslucido,
poniendo en tronco noble eterno olvido.
Dióme el cielo una hija que Gerardo 65
honrar pretende en tálamo amoroso,
que aunque es la propia sangre de Ricardo
hízole su riqueza más dichoso.
Por esto con su mano honrar aguardo
lustre que llame aliento poderoso, 70
que acobarda al más noble la pobreza
aunque al sol se aventaje la nobleza.
Pero amor, envidioso de mis dichas,
cegó, atrevido, la deidad más bella,
porque borrando las grandezas dichas, 75
pierda el honor, que me guardaba en ella;
si bien no son tan ciertas mis desdichas,
si el poder de un virrey las atropella,
que no llegó de honor al rompimiento
quien pretende tan alto casamiento. 80
Los dos conformes, enlazar quisieron
nobleza y humildad, pero advertido
dije que si, cuando a mi honor pidieron
aquel estrecho lazo prevenido
temor fue que mis canas previnieron, 85
porque el mozo, señor, es atrevido,
y aunque humilde, valiente, por quien goza
desenvuelta amistad de gente moza.
Pedíle por entonces, con engaños,
que el fin de sus deseos dilatase, 90
fingiendo en mi Leonarda breves años,
y la palabra que le di guardase;
previniendo con esto, que mis daños
brazo robusto a tiempo remediase
sin dar parte a mis deudos que sería 95
hacer mayor esta desgracia mía.
Partióse de mi casa satisfecho
de la palabra que yo le di en tanto
quise apagar las ansias de mi pecho,
templando sus congojas con mi llanto; 100
por el raudal de aquel cristal deshecho,
risa fingí con el hermoso encanto
en quien mi honor su presunción apoya,
horror oscuro de luciente joya.
El mozo en la marcial caballería 105
ejercita sus fuerzas deseando
aquel felice y venturoso día
su honor con mi palabra acrecentando;
pero llegó para ventura mía
vueselencia a este reino a quien besando 110
los pies, suplico que mi honor defienda,
para que Nardo Antonio no le ofenda.
Que de Gerardo, la familia honrada,
y con mis deudos, que al valor exceden,
defenderán con belicosa espada 115
que acciones bajas mi nobleza enreden;
si vos, en ocasión tan apretada,
no procuráis que divid[id]os queden
estos lazos de amor que tan sutiles
manchan noblezas con personas viles. 120
GERARDO:    Vueselencia, señor, acreditando
la parte que Ricardo le suplica,
su honor defienda, su nobleza honrando
con el valor que a todos comunica;
pues los intentos nuestros estorbando 125
imprudente rigor, la paz aplica,
que si no, toda Italia admirara
de la venganza que su honor tomara.
No porque ha habido mancha, en que pretenda
un desigual tan alto casamiento, 130
mas porque castigado, Nardo entienda
su altivo arrogante pensamiento;
que no es razón que un hombre vil defienda
injusto de su amor atrevimiento
diciendo que le culpa la palabra 135
quien en diamantes su nobleza labra.
Si un viejo se la dio, fue de cobarde
al valor de un mancebo tan esquivo,
si un mozo se la diera, fuera alarde
y aliento superior mostrarse altivo; 140
mas cuando llega a su valor tan tarde,
júzguele muerto, no le llame vivo,
y así el rigor con que el casarme impide
a edad pequeña la palabra pide.
Estos daños, señor, estos rigores, 145
como vuestra excelencia se lo mande,
gustos serán y perderán temores,
reconocidos a merced tan grande;
prosiga vueselencia sus favores,
que el brazo noble no es razón que ande 150
gastando en tosco ingenio heroico estilo
ni con espada vil midiendo el filo.
CONDE:    Haré cuanto pudiere por serviros,
si bien promete el caso resistencia,
si la palabra que llegó a pediros, 155
le disteis vos, aunque alegáis violencia;
bien podéis sin cuidado despediros
que yo prometo con mayor prudencia
deshacer este lazo, interponiendo
mi autoridad, y su valor venciendo. 160
¡ Lisardo !
Sale LISARDO
LISARDO:    ¿: Señor ?
CONDE:                     ; A los soldados
preguntaréis por Nardo Antonio. Id luego
y decid que entre a verme.
Vase LISARDO
RICARDO:                     ; Mis cuidados
con tal favor admitirán sosiego.
CONDE:    Los dos en ese cuarto retirados 165
esperaréis.
GERARDO:    A ver mis dichas llego.
RICARDO:    Dame tus pies, señor.
CONDE:                     ; Alzad, Ricardo.
RICARDO:    De ti el remedio de mi honor aguardo.
Vanse. Sale LISARDO
LISARDO:    De Nardo Antonio ha venido
un criado suyo afuera. 170
Que venga a palacio espera,
despejado y atrevido.
CONDE:    Decid que entre, y en llegando
Nardo Antonio, me avisad.
LISARDO:    Su excelencia os llama, entrad. 175
Sale MORÓN
MORÓN:    [(Llego a vuestros pies temblando)]. Aparte
CONDE:    Salíos afuera.
Vase LISARDO
MORÓN:                     ; (A mí Aparte
me manda el conde pringar).
CONDE:    ¿: De dónde sois ?
MORÓN:                     ; De un lugar
que está muy lejos de aquí. 180
CONDE:    ¿: Sois español ?
MORÓN:                     ; ¿: No lo ve
vueselencia en el despejo
y en lo adusto del pellejo ?
CONDE:    Decís bien. No lo miré.
¿: De qué tierra sois ?
MORÓN:                     ; Manchego. 185
CONDE:    ¿: Y cómo os llamáis ?
MORÓN:                     ; Morón.
CONDE:    ¿: Valiente ?
MORÓN:    Soy un Nerón
si de cólera me ciego.
Un aduar de gitanos
allá en mi tierra quemé, 190
y por eso me llamé
Nerón. Tengo buenas manos.
CONDE:    ¿: Y servís ?
MORÓN:                     ; A Nardo Antonio.
CONDE:    ¿: Es valiente ?
MORÓN:                     ; ¡ Pesia [a] tal !
Es un varón inmortal. 195
Yo sólo gran testimonio
de sus pendencias he dado.
CONDE:    ¿: Le ayudáis ?
MORÓN:                     ; No, mi señor,
para contarlas mejor
las miro desde un tejado. 200
CONDE:    ¿: No es mejor hallarse en ellas ?
MORÓN:    Ni tan bueno. Yo, señor,
soy piadoso en el rigor
y si participo de ellas
por no matar al contrario 205
vuelvo la espalda y camino.
CONDE:    ¡ Gran valor !
MORÓN:                     ; Soy peregrino
si bien cuando es necesario,
--¡ Pesia a tal !--soy un demonio.
Mas, dejando mi valor, 210
¿: qué es lo que queréis, señor ?
CONDE:    Saber quién es Nardo Antonio.
MORÓN:    Ninguno sabe su historia,
como el que tenéis presente,
que tengo de ella en la frente 215
un librillo de memoria.
A su padre conocí
mejor que al que me parió.
Fue buen zapatero, y yo
de su aprendiz le serví, 220
aunque anda cierta opinión
que su valor desanima,
que no lo fue de obra prima
sino gentil remendón.
El mozo ha salido honrado. 225
Quísole mucho su madre.
No quiso ayudar al padre
por inclinarse a soldado.
Dará por un español
el alma.
CONDE:    ¿: Tanto los quiere ? 230
MORÓN:    Por esta nación se muere.
En fin son rayos del sol.
Es bien quisto y es valiente.
Gasta muy poca parola,
es muy diestro de la sola 235
aunque se muestra prudente.
Murió la madre y el padre,
y la hacienda que quedó
con amigos la gastó.
Sí, por vida de mi madre. 240
Témenle sus enemigos,
aunque son pocos, señor,
y aumenta más su valor
el tener muchos amigos.
Los nobles, con otro intento, 245
le muestran ceño crüel
por haber notado en él
tan humilde nacimiento.
Al fin dilató su fama
y amor se la aficionó 250
y de Nápoles les dio
a la más hermosa dama.
Así tiene en la memoria
que el padre de la doncella
ha de casarle con ella 255
con que da fin esta historia.
CONDE:    Huélgome de haberla oído.
Sale LISARDO
LISARDO:    Nardo Antonio está aquí fuera.
CONDE:    Decid que entre. Afuera espera.
MORÓN:    No me doy por despedido. 260
Vase. Sale NARDO Antonio, de soldado muy bizarro
NARDO:    Déme los pies, vueselencia.
CONDE:    Tomad, Antonio, los brazos.
NARDO:    En el cielo de estos brazos,
¿: me dais, gran señor, licencia
para atreverme a decir 265
que en cierta ocasión me honréis ?
CONDE:    Si vos, Nardo Antonio, hacéis
lo que yo os quiero pedir.
NARDO:    Yo haré lo que me pidáis,
y aunque aventure mi honor, 270
os doy palabra, señor.
CONDE:    Mirad bien qué me la dais.
NARDO:    Sí, señor.
CONDE:                     ; Pues os la doy
de hacerlo también. Pedí.
NARDO:    Ya, señor, dichoso fui. 275
Ya mudé el ser de quien soy
con esa palabra. Pido
ya que licencia me dais
que mi padrino seáis.
Dejaréisme ennoblecido. 280
Hacedme tan gran favor,
pues con general agrado
soy a España aficionado
de quien aprendo valor.
Ya conocéis a Ricardo, 285
aunque pobre, con honor.
Éste es mi suegro, señor.
Confieso que me acobardo
viendo que humilde nací;
y luego a ser tan dichoso 290
mostróse Amor poderoso
y a tanto cielo subí.
Tengo algunos enemigos
que me quisieran quitar
esta gloria a dar lugar 295
el valor de mis amigos.
Pero como vos me honréis,
podré decir con verdad
que levantáis mi humildad
y que igual al sol me hacéis. 300
CONDE:    Nardo, una cosa decís
con que en dudas me dejáis,
si he de pedir que no hagáis
eso mismo que pedís.
Y os di palabra de hacer 305
todo lo que habéis pedido,
pero el daño conocido
es muy fácil de romper.
Mejor es que me cumpláis
lo que yo de vos recibo, 310
pues con ésta quedáis vivo,
con ésa muerto quedáis.
Hoy se casa con Gerardo
la que por mujer tenéis,
y así pido que olvidéis 315
la palabra de Ricardo.
Ser desiguales los dos
esta mudanza ha causado,
no porque no es muy honrado
el valor que vive en vos. 320
Todo Nápoles está
dispuesto para mataros
y si queréis apartaros
mil favores os dará.
Yo prometo de mi parte 325
premiar vuestra valentía
tanto que envidie algún día
materiales honores Marte.
NARDO:    Confuso me habéis dejado
pero bien es advirtáis 330
que a un hombre honrado quitáis
la opinión de ser honrado.
Si con cautela, señor,
Ricardo pudo dos años
engañarme, estos engaños 335
es afrenta de mi honor.
La palabra prometida
a un hombre honrado, es razón
que se cumpla o su opinión
quedará siempre rompida. 340
Si Ricardo noble ha sido,
no pido yo su nobleza;
de Leonarda la belleza,
señor, solamente pido.
Que no es bien porque celebre 345
las bodas con el barón
que se pierda mi opinión
ni mi palabra se quiebre.
No quiero aquí proponer
el amor de tantos años, 350
aunque son mayores daños
para quien sabe querer.
Que si solamente amor
en aquesta traza hubiera
por vos, señor, le perdiera, 355
pero hay amor y hay honor.
CONDE:    Lo que yo os pido no afrenta,
antes aumenta valor,
y este género de honor
queda Antonio por mi cuenta. 360
Mirad que soy vuestro amigo,
y que en hacerlo acertáis.
Veréis después como dais
envidia a vuestro enemigo.
Yo debo, Nardo, estorbar 365
los daños que puede haber.
Yo lo pido, y ha de ser.
NARDO:    En todo podéis mandar.
(No replicarle es mejor Aparte
porque se puede enojar. 370
Yo sabré bien granjear
lo que pretende mi honor).
CONDE:    Mucho me habéis obligado.
NARDO:    Pídelo, vuesa excelencia,
y no ha de haber resistencia. 375
CONDE:    Sois valiente, y sois honrado.
Por mi cuenta queda ya
el favoreceros, Nardo.
NARDO:    Tan grande favor aguardo,
que como vuestro será. 380
CONDE:    Dadme los brazos y adiós.
Vase
NARDO:    Mil veces tus plantas beso.
Que ha habido engaño confieso
en el trato de los dos.
¿: Cautelas a Nardo ? El cielo 385
mi venganza ha de animar
y a sus ojos he de dar
temores a todo el suelo.
Será venganza mortal.
Será rigor atrevido; 390
que un hombre honrado ofendido
es como furia infernal.
Amigos tengo obligados
que defenderme podrán,
y para esta empresa están 395
de mi amistad conjurados.
Bien Leonarda me previno
este suceso, y en ella
tengo favorable estrella.
Defenderla determino. 400
De una pretensión forzada,
aunque Nápoles me ofenda,
pues para que me defienda
valor tengo y tengo espada.
Vase. Sale LEONARDA, sola
LEONARDA:    Con recelo de perder 405
salgo a divertir amor,
si bien aqueste temor
es bien fácil de vencer.
Que, aunque acredita poder
a la mariposa imita 410
que alentada solicita
cercos burlando a la vela;
mas como a la llama vuelva,
la vida el fuego le quita.
Lo mismo sucede a amor 415
en las pretensiones mías.
Gerardo alienta porfías,
desdeña en Nardo el valor;
mas como el suyo es mayor,
cercos de amor se consiente 420
a este mozo impertinente
que presumido le ciega,
pero guárdele si llega
al honor de Nardo ardiente.
Pues siendo esto así recelo:    425
bien es que esto así dejéis,
si en su defensa tenéis,
al más valiente del suelo.
No pudo al temor desuelo
jamás en él, ni admirar 430
pudo un imposible amar,
antes es tan atrevido
que al sol de rayos vestido
la luz pretende quitar.
No es posible que nació 435
de humildes padres un hombre
que tan levantado nombre
en Nápoles mereció.
¿: Qué hice en amarle yo
aunque tan noble nací ? 440
Pero, Amor, despierta. Di
que su valor puede amar,
pues ha llegado a igualar
la nobleza que hay en mí.
Seré suya aunque la vida 445
por serlo llegue a [p]erder;
que si quiere una mujer
pocas veces en vencida.
Mostréme al valor tendida,
no de la gala luciente, 450
vencerse mi amor consiente
aunque el asco en rigor
no disminuye el valor,
ni hace cobarde al valiente.
Salen MORÓN y JULIA, criada
JULIA:    ¡ Qué te pudiste atrever ! 455
MORÓN:    Aunque el mismo infierno fuera,
entrara de esta manera.
Mal conoces mi poder.
LEONARDA:    ¿: Qué hay, Morón ?
MORÓN:                     ; ¿: Qué puede haber ?
Celos, desdenes, rigores, 460
ansias, ofensas, temores,
y trescientas cosas más
que en ese papel verás
lleno de dos mil favores.
LEONARDA:    Ponte, Julia, a la ventana. 465
Mira si mi padre viene.
Confusa el papel me tiene.
MORÓN:    Aquesa luz soberana
desde hoy Gerardo profana.
LEONARDA:    ¿: Cómo ? 470
MORÓN:    El papel lo dirá.
Abre presto. Ábrele ya.
LEONARDA:    Con temor rompo la nema.
MORÓN:    ¡ Ea, pues, qué linda flema !
Abre. Acaba. ¿: Qué vendrá ? 475
Lee
LEONARDA:    "Leonarda, ya ha llegado el día tan
recelado de tu entendimiento. El virrey me
ha pedido pierda tus luces bellas. Dile
palabra de no pedir la que tu padre me dio
con engaño, temiendo su indignación. No fue 480
temor sino cordura. Ya sabes lo que tenemos
tratado para cuando llegase la forzosa.
Esta noche dicen que te casas con Gerardo.
Engáñanse los que lo dicen. Ignorancias son
de mi valor. Yo quedo prevenido y mis 485
amigos. Haz tú lo que sabes; que has de ser
mía aunque Nápoles lo estorbe. Adiós.
================== Nardo Antonio"
LEONARDA:    Mayor daño recelaba.
MORÓN:    ¿: Cómo puede ser mayor ?
LEONARDA:    Temí yo que de mi amor 490
Nardo Antonio se olvidaba;
pero mi temor se acaba
y en contento se convierte.
Ve a Nardo Antonio y advierte
esta respuesta no más: 495
que soy suya le dirás
y que no temo la muerte;
porque como prevenido
tuve este infeliz suceso.
No me espanto del exceso. 500
.................. -ido]
Mi padre y mi honor olvido.
Hecha está la prevención.
Suyas mis acciones son.
Esto en efecto dirás. 505
MORÓN:    ¿: Queda más ?
LEONARDA:    No queda más.
MORÓN:    Pues, adiós.
JULIA:                     ;Tente, Morón.
MORÓN:    ¿: Qué hay de nuevo ?
JULIA:                     ; ¡ Mi señor !
MORÓN:    ¿: Y quién más ?
JULIA:                     ; Gerardo viene.
Esconderte te conviene. 510
MORÓN:    No estoy en mí, de temor.
Venga un santo escondedor
y déme el remedio.
JULIA:                     ; Ven.
Ten ánimo.
MORÓN:    Está muy bien.
Cuélgame en la chimenea 515
como chorizo.
JULIA:                     ; Azotea
tengo donde estés también.
Pero no, vente a un desván
que aunque está sucio, está estrecho.
MORÓN:    Hoy no quedo de provecho, 520
deshollinarme podrán.
JULIA:    Anda, pues, que te verán.
Vanse los dos
LEONARDA:    Finjo risa con Ricardo,
pues que ya tan presto aguardo
asegurar mi deseo 525
de amor bastante trofeo
aunque le pese a Gerardo.
Salen RICARDO y GERARDO
RICARDO:    Leonarda, hasta aqueste día
tu ciego amor he sufrido,
pero el valor que es olvido 530
con mi vejez encubría.
Caduco aliento desvía
y comunica valor,
viendo perderse mi honor
en cuya esperanza vive 535
y así noble amor recibe
y olvida abatido amor.
Nardo Antonio en mi presencia
palabra al virrey ha dado
que olvidando su cuidado 540
dará fin su resistencia.
Muéstrate con más prudencia
a Gerardo agradecida,
con tu mano le convida.
Vence de amor el poder 545
porque has de ser su mujer
o te he de quitar la vida.
GERARDO:    Leonarda, si en tus rigores
desprecios míos porfías,
serán las desdichas mías 550
para tu daño mayores.
Verás cubrir de temores
el cielo en oscuro velo,
y verás subir del suelo,
si a ajeno poder te subes, 555
más claras de fuego nubes
que atemoricen el cielo.
Publicarán mis sentidos
venganzas a sangre y fuego,
si a ver despreciados llego 560
mis intentos bien nacidos.
Y si los ya divididos
lazos te suspenden tanto,
daré a Nápoles espanto.
No pierdas de honor la joya 565
que será segunda Troya,
confusión de guerra y llanto.
LEONARDA:    Si yo resistí, Gerardo,
los extremos de mi amor
defensa fue de mi honor; 570
por el de tu amor me guardo.
Palabra le dio Ricardo
a Nardo Antonio de ser
la que es tuya su mujer.
Cumplir debe quien la dio, 575
pero pues él la rompió
ya no tengo que temer.
Desde mis pequeños años
confieso que le rendí
el alma. Muy necia fui 580
si considero mis daños;
pero tales desengaños
son premio de un grande amor,
aunque de Nardo al valor
he de ser agradecida, 585
pues la palabra rompida
abrevia gusto mayor.
Y así, Gerardo, podrás
aquesta noche venir
adonde puedes decir 590
que el fin de tu amor verás.
No es bien que dilate más
Nardo Antonio tus trofeos
ni que de amor los empleos
lleguen, Gerardo, tan tarde 595
y así gano por cobarde
glorias para mi[s] deseo[s].
GERARDO:    Deja que bese la tierra
que dichosamente pisas.
Lluevan las estrellas risas 600
pues cesó de amor la guerra.
El alma tal gusto encierra
que la tengo dividida
del cuerpo. Ricardo, olvida
el pesar que te divierte, 605
que los recelos de muerte
acrecentaron la vida.
RICARDO:    De alegre quedo turbado.
Prevén, Gerardo, lo justo
pues a las puertas del gusto 610
habemos los dos llegado.
GERARDO:    Yo me parto confiado
a prevenir bizarrías
con mis deudos, y alegrías.
RICARDO:    Yo con los míos te aguardo. 615
LEONARDA:    Aquesta noche, Gerardo,
comienzan las dichas mías.
Vanse y salen NARDO Antonio, BATISTELA, PEDRO Talla y demás bandoleros
NARDO:    No tengáis ningún recelo
la puerta queda cerrada,
y aquí trataremos cómo 620
han de empezar mis venganzas.
Ya de los demás amigos
tengo firmas y palabras,
solamente de vosotros
firma y palabra me falta. 625
Pero yo estoy confiado,
que conozco vuestras almas,
de que moriréis conmigo
vendiendo las vidas caras.
No tiene Nápoles hoy 630
más valor ni más espadas
que a mi defensa se opongan,
que las que ocupan la sala.
Pues si en nuestra edad florida
no acreditamos hazañas 635
que den al mundo memoria
y atemoricen la patria,
¿: de qué sirven los valores,
de qué las fuerzas bizarras
que en servicio de los reyes 640
sin ningún premio se acaban ?
Más de doscientos amigos
que hoy en Nápoles se hallan,
¿: no podemos dar temor
al mundo ? Que al mundo basta 645
atemorizar doscientos
si a mis afectos se igualan.
Acordaos en este reino
del valor de Mateo Jara
que, llamándose rey, puso 650
dos mil hombres en campaña.
Y si tuviera valor
su poder se dilatara,
pero no hay valor en muchos
si la cabeza desmaya. 655
Pero yo, pues que me hacéis
dueño de empresa tan alta,
pienso ser en breves días
de los mayores monarcas.
No penséis, amigos míos, 660
que aquesta empresa me llama
para gozar sin estorbos
los amores de Leonarda;
que, aunque la adoro, no estimo
tanto las estrellas claras 665
que en breve espacio de cielo
despiden rayos que abrasan,
como de un amigo sólo
el valor que le acompaña.
Por todos miro y por todos 670
hoy mi sangre se derrama.
Abrid las venas del pecho.
Veréis que despiden nácar,
rojo coral, que no admite
mezcla de traidora mancha. 675
Hoy en su casa el virrey
me dijo,--¡ afrentosa hazaña !--
que por ser noble Ricardo
y yo de prendas más bajas,
no tenía obligación 680
de cumplirme la palabra.
Rabio de enojo en pensarlo,
¡ pesia a sus soberbias armas !
¿: Valen tanto como yo
cuantas adornan su casa ? 685
¿: Tuvo por dicha más bríos ?
¿: Alcanzó mayor pujanza
el primero que les dio
ese nombre en esas vanas
presunciones que conservan 690
lucidos cercos de plata ?
¿: Hallan más valor que el mío ?
Responda el que más se alaba
de antecesores valientes.
Publique al mundo su fama 695
y verá si Nardo Antonio
es menos o le aventaja,
porque la nobleza, amigos,
ha de tener a sus plantas
a los que nacimos pobres. 700
¡ Salgamos a la campaña
y ganemos nombre eterno,
conquistemos, si os agrada,
las provincias más remotas !
Veréis si valor me falta. 705
Ya sabéis que ha muchos días
que entre nosotros se traza
aquesta conjuración,
que la tuve dilatada
por pensar mejor suceso 710
de mis amorosas ansias.
Pero mirando perdidas
tan soberbias esperanzas,
la resolución postrera
que la ejecuto me manda. 715
Ésta noche con Gerardo,
varón ilustre, se casa
la que ha seis años que adoro
y dos que mía se llama.
Pero no permita el cielo 720
que llore ausente forzada
Leonarda, mi amor primero,
y que yo la deje el alma
para que un tirano dueño
vuelve de firmezas tantas. 725
Ésta ha de ser la primera
acción, amigos, gallarda,
que ha de despertar mi nombre,
voz que despierta mi fama.
De aquí ha de tener principio 730
la luz que hoy me levanta
para eternizar mi nombre
por lengua infame eclipsada.
No han de decirme otra vez
en Nápoles cara a cara 735
que desmerezco por pobre
lo que otros por ricos ganan.
En estas leyes del mundo
de altivo dueño fundadas,
la pobreza es noche oscura 740
de confusiones cercada,
horror afrentoso, lengua
que su misma sangre infama.
Pero seguidme y veréis
si mi valor despedaza 745
este monstruo que en el suelo
mendiga en puertas doradas,
donde en lugar de favores
altivos desprecios halla.
Si presumís que atrevido, 750
acrecentando arrogancias,
viéndome señor de tantos,
he de acrecentar borrascas
de caudalosas corrientes
en las lisonjeras plantas 755
que al apacible verano
risa y deleite mostraban,
muy engañados vivís.
No he de olvidar las gallardas
acciones de mis amigos 760
si por valerosas trazas,
nacidas de mis efectos,
todo el mundo sujetara.
Poned en este papel
vuestras firmas donde estampan 765
las suyas los que sabéis
que al abrir la puerta el alba
en el lugar señalado
emboscados nos aguardan.
Caudillo suyo me nombran, 770
y pues no ha de haber mudanza
en lo que habéis prometido,
escuchad lo que hoy os manda
el capitán más valiente
que rige familia honrada. 775
En Nápoles, Bastistela
mi compadre quede, y haga
oficio de doble espía,
que nos avise por cartas
los intentos del virrey, 780
pues tiene en palacio entrada,
Que de lo que se robare
tendrá segura la paga;
para asegurar mi vida
quede en escolta y guarda 785
a la puerta de Ricardo
esta noche Pedro Talla,
Leonelo, Roselo y Floro,
los mejores camaradas
que ha visto el sol desde oriente 790
hasta que en el mar descansa.
Otros cuatro en el arquillo
porque por puente de tapia
no entre socorro a Gerardo,
ladrón de mis esperanzas. 795
En la calle de Toledo
con seis pistolas cargadas
quedarán los que nombrare
Bastistela. El resto salga
al campo donde me espere 800
hasta que en mis brazos traiga
aquel sol que limas de oro
sobre Nápoles derrama.
Y en breves años ostenta
rigores que amor desata. 805
¡ Ea, amigos ! Firmad todos.
Sólo os pido la palabra
de que no habéis de ofender
ningún soldado de España;
que como español se nombre 810
ha de tener puerta franca.
Haréisle al que fuere humilde
buen pasaje, el noble caiga
a vuestros pies, dividiendo
de su infame cuerpo el alma. 815
La nobleza me ofendió
que mis acciones ultraja
contra su poder el mío
recibe fuerzas; mas bastan
las que tiene Nardo Antonio 820
para asolar toda Italia.
Favoreced mis intentos
pues que tendréis, si os agrada,
un rey con nombre de esclavo
y un señor que os rinda parias. 825
BATISTELA:    Yo he de firmar el primero,
y en Nápoles quedaré.
TIMBRIO:    Y [ser] el segundo [quiero].
LEONELO:    Yo mi firma aquí pondré.
ROSELO:    Y yo firmaré el postrero. 830
Firman los cuatro
BATISTELA:    Toma, capitán valiente,
estas firmas que aquí están.
Toda es honrada tu gente.
Ganar el mundo podrán.
NARDO:    No está más de que lo intente. 835
BATISTELA:    En lo que quedo encargado,
presto el cuidado verás.
NARDO:    Eres, Bastistela, honrado.
BATISTELA:    Cada semana tendrás
indicio de mi cuidado. 840
NARDO:    ¿: Quién sino tales amigos
tan bien por mi honor volvieran ?
BATISTELA:    Son de tu valor testigos.
NARDO:    Si tan bien le conocieran,
temblaran mis enemigos. 845
Ya la noche oscura viene.
Prevenir vuestras pistolas
y vuestras armas conviene,
pues sabéis que en ellas solas
mi honor esperanza tiene. 850
BATISTELA:    Seguro puedes estar.
Parte Nardo a tu venganza.
TIMBRIO:    Procura Antonio sacar
el bien que en tu amor alcanza,
mayor sujeto de amar. 855
Dentro MORÓN
MORÓN:    ¡ Abrid aquí !
NARDO:                     ; ¿: Si han llamado ?
MORÓN:    ¡ Abrid !
NARDO:    ¿: Quién es ?
MORÓN:                     ; La justicia.
NARDO:    ¿: Si me han vendido, y airado
alguno mi mal codicia ? 860
LEONELO:    Yo estoy muerto.
BATISTELA:                     ;Yo turbado.
NARDO:    Las firmas meto en el pecho.
No temáis. Mostrad valor.
MORÓN:    ¡ Abrid, pues !
BATISTELA:    Aquesto es hecho.
NARDO:    Algún amigo traidor 865
mis venganzas ha deshecho.
¡ Vive Dios, que si os turbáis,
que os he de matar.
MORÓN:                     ; ¡ Abrid !
NARDO:    Si escaparos procuráis,
lo que dijere decid. 870
MORÓN:    ¿: Cómo en abrir os tardáis ?
NARDO:    Perdí tan noble ocasión.
BATISTELA:    Abrid, pues.
NARDO:                     ; No me acobardo,
aunque os muestro turbación.
Abro la puerta. ¿: Qué aguardo ? 875
¡ Entre ! ¿: Quién es ?
Sale MORÓN
MORÓN:                     ; Soy Morón.
¡ Notable susto les di !
NARDO:    ¿: Tal has hecho ? ¿: Estás en ti ?
MORÓN:    ¿: Hay blandura en los calzones ?
¡ De bronce los corazones 880
volvieron de canequí !
NARDO:    Estoy por darte la muerte,
mas concédote la vida,
pues mejoraste mi suerte
que ya la juzgué perdida, 885
temiendo trance más fuerte.
MORÓN:    La ocasión imaginé
en que ocupados estáis,
como justicia llamé.
¿: Por qué albricias no me dais 890
pues en Morón me torné ?
¡ Por Dios que no ha vuelto en sí !
¡ Miren qué colores éstas !
BATISTELA:    Confieso que las perdí.
NARDO:    ¿: Por qué no me manifiestas 895
lo que hay de Leonarda ? Di.
MORÓN:    Dila tu papel.
NARDO:                     ; ¿: Lloró ?
MORÓN:    Más valor que tú mostró,
y me respondió arrogante
que te ha de servir amante 900
y estando en esto, llegó
su padre y el desposado.
Yo quedé muerto y turbado
pero Julia me llevó
y en un desván me metió 905
adonde estuve empañado.
Era el desván más estrecho
que en toda mi vida vi.
No he quedado de provecho;
pues de él con vida salí, 910
grandes mercedes me han hecho.
Por un agujero entré
y era tan corto el desván
que afuera los pies dejé
y si preso no se van 915
yo me pierdo por el pie.
Boca abajo estuve allí
por no poder menearme,
y en aquel zaquizamí
temí que habían de matarme 920
dos mil arañas que vi.
Llegó Julia y por los pies
me sacó de allí arrastrando.
Limpióme muy bien; después
dejé su casa temblando 925
y llego como me ves.
NARDO:    ¡ Ea, amigos ! Esto es hecho,
para agora es el valor,
que hemos de vencer sospecho.
BATISTELA:    Esto, español, tu rigor 930
sabrá guardar en el pecho.
NARDO:    Sí, que nos hemos criado
juntos y sé que es honrado.
BATISTELA:    Pues, alto. Vamos de aquí.
MORÓN:    Ya te sigo.
NARDO:    Ven tras mí, 935
que mi venganza ha llegado.
Vanse. Salen GERARDO, RICARDO, LEONARDA, JULIA, LEONIDO, y MÚSICOS
GERARDO:    Todo el tiempo que se tardan
se acreditan mis deseos.
LEONARDA:    (Y el que tarda Nardo Antonio Aparte
sirve de lazo a mi cuello). 940
RICARDO:    Sin duda alguna que están,
hijo Gerardo, tus deudos
mil festines generosos
a tus bodas previniendo.
No tardan. Rinde al amor 945
parias de este breve tiempo.
Págase el tributo honroso
porque no hay amor sin miedo.
GERARDO:    Dos años ha, mi Leonarda,
que por tus amores muero, 950
pero no he temido tanto
como agora que poseo.
Bien dicen que mezcla amor
el disgusto y el contento,
pues en las dichas me turbo 955
y en la posesión recelo.
Vuelve, Leonido, camina,
diles que aguardando peno.
Venga quien junte dos almas
en lazos de amor estrechos. 960
LEONARDA:    (Por mucho que lo deseas, Aparte
mayor tardanza contemplo.
¡ Ay, si llegase de amor
el bien que penando muero !
¿: Cómo es posible que tarde, 965
sabiendo que adoro y temo ?
Préstales, Amor, tus alas
para que vuelen más presto).
GERARDO:    Leonarda, matarme intentas.
No acrecientes más mi fuego 970
que esos impulsos de amor
son volcanes en mi pecho.
Mucho me quieres, Leonarda,
pues sientes lo que yo siento:   
que tarden culpas o amor 975
los favores que te debo.
RICARDO:    (¿: Quién vio tan grandes mudanzas ? Aparte
O el poder de amor es menos
o Leonarda no le tuvo
a aquél olvidado dueño). 980
LEONIDO:    Señor, ¿: de Celia se olvidan
los abrasados desuelos
con que la mano le diste
prometiendo casamiento ?
¿: Ya con diferente amor 985
la has olvidado ?
GERARDO:                     ; Di, necio.
Celia, hija de un villano,
Celia, que en traje grosero
divirtió en aldea el gusto
de este divino sujeto, 990
¿: hacerla mi esposa quieres ?
Si bien de su amor me acuerdo,
tendré en la ciudad mi honor
y allá en el campo el deseo.
RICARDO:    Sentaos y canten un poco. 995
Divertiréis por lo menos
con las dulces consonancias
de estar aguardando el tiempo.
LEONARDA:    Su tardanza me atormenta.
GERARDO:    Porque lo sientes lo siento. 1000
Cantan
MÚSICOS:    "Dulces pasiones de amor,
centro de mi pensamiento,
no en balde a vuestro tormento
llaman alegre dolor.
Con razón tuve temor 1005
de engolfarme en vuestro mar.
Suspenso estaba al entrar
pero ya que dentro estoy
o veré el puerto a que voy
o me tengo de anegar." 1010
Sale NARDO, con pistolas
NARDO:    Sin que nadie me lo estorbe
he llegado a su aposento.
La puerta tengo segura
con los amigos que tengo.
Aunque no me han convidado, 1015
hallarme en tus bodas quiero.
Goce Gerardo. No goce,
por si lo digo miento.
Alborótanse
No se alborote ninguno.
Esténse en sus sillas quedos 1020
hasta que cuatro palabras
le diga al señor mi suegro.
Él me dio mano y palabra,
obligado de mis ruegos,
de casarme con su hija 1025
y a que me la cumpla vengo.
Si no, llevaré por fuerza
lo que de grado pretendo.
Esto es en suma. Responde
a mi pregunta o mi acero. 1030
RICARDO:    Con mi espada, Nardo Antonio,
la defenderé aunque viejo.
GERARDO:    Villano, yo por Ricardo
que no la cumpla defiendo.
¡ Criados, matadle ! ¡ Muera ! 1035
NARDO:    Eso será si yo quiero.
Ponte, Leonarda, a mi lado
y no temas mal suceso.
Acuchíllanse, y LEONARDA se pasa al lado de NARDO
LEONIDO:    ¡ Ay, que me ha muerto !
OTRO:                     ; ¡ Ay, de mí !
LEONARDA:    Todo lo va destruyendo. 1040
Ya le vuelven las espaldas.
¡ Ay, Dios ! Mi padre es muerto.
¡ Él vuelve ! Que estoy turbada
y arrepentida confieso.
NARDO:    Escapóseme Gerardo. 1045
LEONARDA:    Sin alma estoy.
NARDO:                     ; Pierde el miedo.
No receles imposibles
cuando en mis brazos te llevo.


Salen el CONDE, GERARDO, BATISTELA, y gente de acompañamiento


ACTO SEGUNDO

CONDE:    ¿: Qué eso pasa, Gerardo ?
GERARDO:    De esta forma destruye las aldeas, 1050
y aún se llama señor de algunos pueblos
después de aquel suceso
donde murió Ricardo.
De ti, señor, aguardo
que se ha de castigar tan grande exceso. 1055
La noche desdichada
que perdí de Leonarda las estrellas,
de cuyas luces bellas
tengo el alma abrasada,
ya, señor, has sabido 1060
que el escuadrón de amigos dividido
en defensa salió de Nardo Antonio.
Digo mal, de un demonio
para tantas injurias desatado
cuyo valor osado 1065
dio bien aquella noche testimonio
del ardor más terrible
que él crüel, invencible,
sustenta, de mis daños instrumento,
que confusión y llanto 1070
por las calles, señor, escucharías;
pero auméntanse más las penas mías.
Ya tú has sabido cuanto
aquella noche hizo
el atrevido mozo 1075
si bien amigos suyos
las esquinas guardaban,
que el paso detuvieron
de los amigos míos
que quisieron mostrar ardientes bríos, 1080
pero con armas dobles los vencieron.
Yo a su rigor opuesto
con todos mis criados
estorbar procuré mi fin funesto,
murió Ricardo, Arnesto, 1085
Leonardo, Julio y Floro,
robando aquel tesoro
de Nápoles más bello,
asiendo la Ocasión por el cabello,
suceso prevenido 1090
de aquel amor fingido.
Salgo a la calle su valor temiendo,
y apenas en saliendo
pude mover los pasos
cuando a matarme llegan, 1095
pero escapéme de sus fieras manos.
Al fin, este bandido
que a toda la nobleza
persigue, de sus lenguas afrentado,
quinientos forajidos ha juntado, 1100
éstos sin los doscientos
amigos que de Nápoles sacaron
dobles armas, que hallaron
que como ejercitaban la milicia,
sacarlas previnieron 1105
para el trance crüel que consiguieron.
Yo, señor, retirado
en una casería
cerca de un pueblo corto,
estaba de mis penas consolado, 1110
que allí me divertía
viendo pacer el alba mi ganado,
cuando la tropa llega
de aquestos enemigos
y roban lo mejor del corto pueblo. 1115
Yo mi casa despueblo
con toda mi familia,
temiendo sus rigores.
Dejan mis labradores
desierto el campo, y a contar me vienen 1120
como quedan perdidas
las tierras más floridas
y que nuevos rigores nos previenen.
Los pueblos convecinos
dejan los más vecinos despoblados, 1125
matan, destruyen, roban,
sin poder defenderse.
Unos dejan la hacienda en los collados
donde tienen labranza,
que más quieren perdella que perderse 1130
quien su rigor alcanza.
Si es noble, muere, si es humilde deja
lo que lleva escondido,
pero si es español, premiado parte;
que aqueste nuevo Marte 1135
amigable a españoles ha nacido.
De esta suerte parecen.
Remedie vueselencia aquestos daños
que cada día sin estorbo crecen,
pues tiene desengaños 1140
en Marco Jara, de este reino asombro,
pues sin los muchos, que admirado nombro,
mayores los previene
porque si agora tiene
juntas en pocos días 1145
sin alma tan valientes compañías.
Si el castigo dilatas,
llegará a ser señor de tantos hombres
que al conquistalle, su poder asombres.
CONDE:    ¡ Qué quiso Nardo Antonio, 1150
perdiendo mi amistad, dar testimonio
de infames pensamientos !
Pero, ¿: por qué dilato
castigo que merece infame trato ?
Gerardo, estad seguro 1155
que vengaros procuro.
De Nápoles saldrán quinientos hombres
de tan valientes nombres que defiendan
los daños que pretendan
hacer los forajidos, 1160
infame gente de hombre vil regidos.
Presto sus mal nacidos pensamientos
publicarán, a mi castigo atentos,
de la muerte homicida
el fin que les aguarda. 1165
En Nápoles publiquen este bando:
"Diez mil ducados mando
a aquél que me trujere
la cabeza de Antonio
y perdón del delito que tuviere" 1170
Y para testimonio
de mayor diligencia, partan luego
y en todas las aldeas
de tan noble comarca,
publiquen mi rigor a sangre y fuego. 1175
Quiero que presto veas
cómo corta la Parca
con su valiente filo
aquel de estambre hilo,
que inmortal se imagina. 1180
¡ Batistela !
BATISTELA:    ¿: Señor ?
CONDE:                     ; Luego camina.
Darás clara noticia
a cuantos ejercitan mi justicia,
diles que luego a mi presencia vengan,
ni un punto se detengan; 1185
que he de darles el modo
para prender a Nardo
que presume gallardo,
aniquilarlo y deshacerlo todo.
BATISTELA:    (Antonio va perdido, Aparte 1190
y aunque juré ayudarle,
ocasión de verle he pretendido.
Diez mil ducados pierdo
si de la fe que prometí me acuerdo.)
Señor, vuestra excelencia 1195
mande quedarse solo, que le importa
a cierta diligencia.
CONDE:    Bien puedes tú, Gerardo,
partir a tu descanso sin recelo.
GERARDO:    De ti mi honor aguardo. 1200
Guarde mil años tu persona el cielo.
Vase
CONDE:    ¿: Qué quiere, Batistela ?
BATISTELA:    Darte, señor, a Nardo Antonio preso.
CONDE:    ¿: Cómo ?
BATISTELA:    Cierta cautela
intento, en tu promesa confiado. 1205
¿: Diez mil ducados mandas
a quien lo prenda ?
CONDE:                     ; Sí, darélos luego.
BATISTELA:    Yo sé muy bien la tierra
donde reside Antonio.
Con cincuenta soldados 1210
le prenderé si tu palabra cumples.
CONDE:    Los más ejercitados
en los trances de guerra.
Te daré, Batistela,
si le prendes, diez mil ducados. Parte 1215
mientras que yo publico
en Nápoles el bando.
Y libertad a quien le prenda mando.
BATISTELA:    Señor, esta cautela
importa disponer.
CONDE:                     ; Serás testigo 1220
del premio si me prendes mi enemigo.
BATISTELA:    (Avisaréle a Antonio Aparte
que el virrey le amenaza,
diez mil ducados dando a quien le prenda,
no porque intento que mi amor entienda, 1225
sino porque se guarde
de algún traidor cobarde
que le prenda primero
y me quite el dinero;
que yo por su persona solicito. 1230
No han de llamar servir al rey delito.)
CONDE:    Dispondrás, Batistela,
de esta prisión el modo.
BATISTELA:    Tú verás que te sirvo
con el mayor cuidado. 1235
Yo quedaré premiado
con ventajas mayores.
Los que sirven al rey no son traidores.
Vanse. Dentro ruido de guerra. Salen muchos villanos huyendo de NARDO, acuchillándolos, y ellos se van
BELTRÁN:    ¡ Huye, Pascual, que es demonio !
NARDO:    ¿: La cara volvéis, villanos ? 1240
PASCUAL:    Razón es, pues que tus manos
dan de un diablo testimonio.
NARDO:    Déjalos, pues van huyendo,
el lugar queda asolado.
BELTRÁN:    Echa, Martín, por el prado, 1245
que van del bosque saliendo
mil enemigos soldados.
Guarda, Pascual, tu pollino
que está en el prado.
PASCUAL:                     ; Imagino
que nos dejan desollados. 1250
Vanse los villanos
NARDO:    Vida trabajosa es ésta,
mas si extiendo mi poder,
Nápoles mío ha de ser,
pues que ya mi honor me cuesta.
Yo tengo ochocientos hombres 1255
que se han juntado bandidos,
que gozan por atrevidos
de los más valientes nombres.
Todos dejarán las vida[s],
pues me tienen afrentado, 1260
aunque no menos vengado
quedo de haciendas perdidas.
Solamente por los soles
donde me siento abrasar,
honrados han de pasar 1265
los que fueren españoles.
De esa nación al valor
siempre aficionado he sido,
y si yo hubiera nacido
español, ¿: qué más honor ? 1270
Son declarados leones
al son de la trompa y caja,
y al fin llevan la ventaja
a todas las más naciones.
Yo dilato mi poder 1275
con rigurosas hazañas,
por estas nobles campañas,
después que las llego a ver.
Toda esta tierra disfruto
y llevados con amor, 1280
me pagan como a señor
seis lugarejos tributo.
Sale LEONARDA muy bizarra, de corto vestido, y MORÓN, y sacan presos a MARTÍN, PASCUAL, y BELTRÁN, labradores
MORÓN:    Anden, pues, ¡ cuerpo de Dios !
MARTÍN:    ¡ Su merced tenga clemencia !
MORÓN:    Hoy te traigo a tu presencia 1285
villanos de dos en dos.
NARDO:    Huélgome que los traigáis,
que estoy un poco enfadado.
PASCUAL:    ¿: Enojado ? ¡ Mal pecado !
Hoy la vida nos quitáis. 1290
NARDO:    ¿: Haste cansado, Leonarda ?
LEONARDA:    No, mi bien, nunca me canso.
Contigo siempre descanso.
NARDO:    ¡ Por Dios, que vienes gallarda !
MORÓN:    Esténse quedos aquí, 1295
que están hablando los dos.
Ya acabarán, y ¡ por Dios !,
que se han de acordar de mí.
LEONARDA:    Como tu amor no consiente
que en traje de hombre me vista, 1300
y es fuerza en esta conquista
acompañar a tu gente,
en hábito corto vengo.
MORÓN:    Así pareces mejor.
Mujer te quiere Amor. 1305
LEONARDA:    A tu gusto me prevengo.
NARDO:    Cánsanme a mí las mujeres
que hábito de hombre se visten.
En el de mujer consisten
sus más bizarros placeres. 1310
Lo honesto admite corona
en su mismo traje puesto,
y jamás lo deshonesto
en otro traje aficiona.
No hay sainete para mí 1315
como unos bajos airosos.
Por descubiertos medrosos
siempre este gusto sentí.
Ahora, bien cansada estás.
Cerca está el alojamiento. 1320
Vete a descansar.
LEONARDA:                     ; Si siento,
es el no verte jamás.
No luce el sol a mis ojos
si no te tengo presente.
Causan las flores, ausentes, 1325
más que deleites, enojos.
Y en vez de dulces sabores,
cuando en tu ausencia me veo,
pasa amor en mi deseo
desabrimientos mayores. 1330
No hay risa en arrojo o fuente
que divierta mi sentido.
Antes se juzga corrido
de su apacible corriente.
NARDO:    Parte, mi bien, no remuevas 1335
la llaga de amor que es tal
que a su remedio inmortal
mayores finezas debe.
Vive amor en quien adoro,
que en acciones semejantes 1340
que son siglos los instantes
que ausente padezco y lloro.
Tú aumentas más mi poder,
pues cuando ausente me veo,
con mayor valor peleo, 1345
sólo por volverte a ver.
Al ejército camina,
que yo no te traigo aquí
para pelear por mí
sino por deidad divina; 1350
y aunque te parezca loco,
cuando te miro en la tierra
en cualquier trance de guerra,
como a mi deidad te invoco.
Que tanto te desigualas 1355
a las mujeres del suelo
que te imagino del cielo,
valor de las diosa Palas.
Ya pensamientos sutiles
cuando te miran no más, 1360
licencia de amarte das
con presunciones gentiles.
LEONARDA:    Siento mucho que aventures,
teniendo gente, tu vida.
NARDO:    No la juzgues tan perdida 1365
ni su deshonor procures.
Cien villanos en cuadrillas,
cuando con ellos me enojo,
hasta el cielo los arrojo
hechos menudas astillas. 1370
Vete, pues.
LEONARDA:                     ;Dame los brazos.
NARDO:    Toma el alma. Llega al pecho.
¡ Oh, lazo de amor estrecho,
finge eterno muchos lazos !
LEONARDA:    Como tú, Antonio, me des 1375
la cabeza de Gerardo,
con muchos lazos te aguardo.
NARDO:    Yo te la pondré a tus pies.
LEONARDA:    Con eso parto contenta.
Vase
NARDO:    El alma llevas tras ti. 1380
MORÓN:    No se me aparten de aquí
hasta que les pidan cuenta.
NARDO:    ¡ Ahora bien ! ¿: Quién son aquéstos ?
MORÓN:    Los más ricos del lugar.
MARTÍN:    Su mercé mos quiere honrar. 1385
MORÓN:    Solamente pueden éstos
sustentar toda tu gente.
NARDO:    ¿: Tú, quién eres ?
MARTÍN:                     ; El alcalde.
NARDO:    ¿: El alcalde ? Desatalde.
MARTÍN:    El cielo tu vida [a]umente. 1390
NARDO:    ¿: Y tú ?
PASCUAL:    Yo soy regidor.
NARDO:    ¡ Lucida gente son todos !
¿: Y vos, quién sois ?
BELTRÁN:                     ; De mil modos
soy en el lugar doctor.
NARDO:    ¿: De mil modos ? ¿: De qué suerte ? 1395
BELTRÁN:    Soy boticario, barbero,
albéitar, doctor, y espero
ser comadre.
MORÓN:                     ;¡ Oficio fuerte !
BELTRÁN:    Válenme poco las curas.
Por eso los mato presto. 1400
MARTÍN:    Y si no hay remedio en esto,
hará de aquestas locuras
dos mil; a mi suegra antaño
en dos días la mató.
NARDO:    En esa cura acertó. 1405
MARTÍN:    Hízome notable daño,
porque todos me temían
sacando a mi suegra al lado,
y si decía enojado,
"¡ Aquí de mi suegra !", huían. 1410
NARDO:    ¿: Qué dinero te valió
esta muerte ?
BELTRÁN:    Cuatro reales.
NARDO:    ¿: Cabales ?
BELTRÁN:    No eran cabales,
un cuarto menos me dio.
NARDO:    Que mal te pagaron, digo. 1415
MARTÍN:    ¿: Cómo, señor ? Esto niego.
NARDO:    Más merece. Dalde luego
cuatro fanegas de trigo.
BELTRÁN:    Esa sentencia me alegra.
NARDO:    Vos no debéis de pensar 1420
lo que le importa a un lugar
que le maten una suegra.
¿: Hay mucho trigo ?
PASCUAL:                     ; Señor,
de aquestos años de atrás
poco cogido hallarás. 1425
Este año ha sido mejor.
NARDO:    Decid cuánto tiempo habrá
que matasteis esa suegra ?
MARTÍN:    Más de un año en hora negra.
y bien cumplido será. 1430
NARDO:    ¿: Veislo si lo digo yo ?
Todo el tiempo que vivía,
poco trigo se cogía,
pero así como murió
se han mejorado los años. 1435
PASCUAL:    ¡ Pesia a tal ! Tiene razón.
BELTRÁN:    Era la suegra un Nerón.
Murió y cesaron los daños.
NARDO:    ¿: Tenéis alguna doncella
en vuestro lugar ?
PASCUAL:                     ; Ninguna. 1440
BELTRÁN:    Martín, tiene sola una
que el barón Gerardo mella.
La moza cumpl[ió] San Juan
cuatro meses de preñada.
Si ésta, señor, os agrada, 1445
luego al punto os la traerán.
NARDO:    ¿: Gerardo la tiene ?
MARTÍN:                     ; Sí.
MORÓN:    Sí, señor, de cuando en cuando.
NARDO:    Déjalos.
MORÓN:    ¿: Estás hablando
con algún zamarro ? Di. 1450
NARDO:    ¿: Adónde tiene Gerardo
esa mujer ?
MARTÍN:    Señor mío,
él es un gentil jodío.
De ti mi remedio aguardo.
Aquí cerca de esta aldea, 1455
vive en una casería
donde la deshonra mía
sólo acrecentar desea.
Dos años habrá, señor,
que la dio con más intento 1460
palabra de casamiento
porque le diese mi honor.
Llevóse al fin la rapaza
y nunca se la cumplió,
y porque se la pidió 1465
con su rigor la amenaza.
Tiénela en lugar de amiga
sin que se case con ella,
duélete de esta doncella
con huesos en la barriga. 1470
Hazle, señor, que se case.
Así Dios te dé salud
que no es bien que la virtud
que tiene mi honor abrase.
Dice que porque es villana, 1475
no ha de casarse con ella,
siendo, señor, la doncella
más hermosa que doña Ana,
la que es la mujer del sol
que no quiere su belleza 1480
igualar con mi pobreza.
Él es de infamia crisol.
NARDO:    ¡ Ahora bien ! Haced por mí
una cosa.
MARTÍN:    Sí, haremos.
Nuestras palabras ponemos 1485
de cumplirlo.
NARDO:                     ; ¿: Haréislo ?
TODOS:                     ; Sí.
NARDO:    Pues esto que digo haced,
porque si no, he de quemar
de una vez este lugar.
MARTÍN:    Dígalo, pues, su merced; 1490
que lo harán de buena gana.
NARDO:    Si me queréis por amigo,
veinte fanegas de trigo
cocidas cada semana
por tributo habéis de darme 1495
para que mi gente coma.
BELTRÁN:    Luego la palabra toma.
NARDO:    Y para más obligarme,
treinta cántaras de vino
habéis de darme también. 1500
MORÓN:    ¡ Miren que añejo los den !
MARTÍN:    Que se cumpla determino.
NARDO:    Todo lo demás me dan
los demás lugares míos.
MORÓN:    Muéstrale al lugar tus bríos. 1505
MARTÍN:    Digo que lo cumplirán.
NARDO:    Pues en premio, con Gerardo
esta noche casaré
a vuestra hija.
MARTÍN:                     ; Seré,
si tal hacéis, noble Nardo, 1510
vuestro esclavo.
NARDO:                     ; Cuando el sol
recoja su luz al mar,
me podéis aquí aguardar.
MARTÍN:    Pienso que sois español,
pues tal nobleza mostráis. 1515
NARDO:    Ese nombre envidio solo
más que las obras de Apolo.
MARTÍN:    Pues que licencia nos dais,
a nuestro lugar volvamos.
NARDO:    Mirad que otra vez os pido 1520
que cumpláis lo prometido.
MARTÍN:    Sí señor, sí cumpliremos;
pero mirad que os aguardo
en el puesto que sabéis.
NARDO:    Yo lo haré.
MARTÍN:    Pues si lo hacéis, 1525
será mi yerno Gerardo.
Vase MARTÍN
NARDO:    En efeto, tengo ya
que me amparen seis aldeas.
[MORÓN]:    Que rey del mundo te veas
mi propio gusto será. 1530
NARDO:    Encarecimientos deja.
Tú eres español leal.
Dime si algún desleal
de mi condición se queja.
Ya sabes que te he mandado 1535
que sirvas de doble espía,
que entre esta gente podría
algún altivo soldado
viéndome tan gran señor,
envidiar mi buena suerte 1540
y procurarme la muerte
por acrecentar su honor.
MORÓN:    Siempre en todos conocí
una condición leal,
mas, si no sospecho mal, 1545
cierto mozuelo hay aquí
que se llama Pedro Talla,
que dejó en cierta ocasión
sospechoso el corazón.
En fin estos son canalla. 1550
Empezóme a murmurar
del estado en que te vías,
dando a las sospechas mías
a más recelos lugar.
Procura, Antonio, saber 1555
si ofenderte ha procurado.
NARDO:    ¿: Eso pasa ?
MORÓN:    Esto he pensado,
y aun lo he llegado a creer.
NARDO:    ¿: No es éste que viene ?
MORÓN:                     ; Sí;
ten silencio.
NARDO:                     ; Si tendré, 1560
que con engaño sabré
si quiso matarme a mí.
Sale PEDRO Talla
PEDRO:    Aquesta carta ha llegado
del compadre Batistela.
Mira, si importa, leeréla. 1565
NARDO:    En fin es amigo [honrado].
Lee
PEDRO:    "Diez mil ducados promete el virrey
a quien trajere tu cabeza, y perdón de
cualquier delito. Guárdate de Gerardo,
que es el mayor enemigo que tienes, pues 1570
al virrey y a todos sus soldados incita
para que te prendan o te maten. Recibe
este aviso y avísame de tu salud.
================== Batistela"
[NARDO]:    Gerardo rigor advierte.
Hoy nos veremos los dos, 1575
y si porfía, ¡ por Dios !
que ha de vengarme su muerte.
De mi campo bien sé yo
que ninguno ha de venderme.
PEDRO:    (Si hallo ocasión de atreverme Aparte 1580
el primero seré yo.
Premio de diez mil ducados
asientan más mi cautela.
Si de mí no se recela
daré fin a mis cuidados). 1585
NARDO:    (De este tengo de saber Aparte
si su traición es verdad).
PEDRO:    (Valor y necesidad Aparte
poderosos han de ser).
NARDO:    Descansen los nobles bríos 1590
de mi escuadrón alentado,
pues mala noche ha pasado
en estos bosques sombríos.
Tú, Pedro Talla, podrás
aguardarme aquí; que espero 1595
cierta ocasión donde quiero
que tú me ayudes, no más.
PEDRO:    A servirte me prevengo.
NARDO:    Ya conozco tu valor.
Cierta empresa de mi honor 1600
esta misma noche tengo,
y he de llevarte conmigo
para vengar un desdén;
que a tales casos es bien
llevar tan valiente amigo. 1605
Carga muy bien la pistola
porque ha de haber ocasión
y es buena la prevención.
PEDRO:    Basta a vengarte ella sola.
NARDO:    Aquí puedes descansar, 1610
pues la noche no has dormido...
PEDRO:    Confieso que estoy rendido.
NARDO:    ...que yo te vendré a avisar
al tiempo que el sol se muestre.
PEDRO:    Así podré sosegar, 1615
pues me da el tiempo lugar
de que la pistola apreste.
De ti quedo agradecido,
pues sólo me has señalado
para llevarme a tu lado. 1620
NARDO:    Tu valor he conocido.
Quédate a Dios.
PEDRO:                     ; Él te guarde.
NARDO:    Yo a llamarte volveré.
(Con esta industria sabré Aparte
si tienes valor cobarde). 1625
Vase
PEDRO:    No pudiera desear
más apretada ocasión.
Esta noche mi traición
gozará tiempo y lugar.
Diez mil ducados promete 1630
el virrey por Nardo. Aquí
favorablemente así
la Ocasión por el copete.
Para agora es el valor;
quitarle tengo la vida 1635
mal guardada y bien vendida
que asegura mi rigor
que tiempo y lugar me den.
Cuando un hombre, si le agrada,
emprende una cosa honrada, 1640
todo le sucede bien.
Armada está la pistola,
mas porque mejor lo esté,
dos balas más echaré.
No lleve una bala sola. 1645
Cuando del bosque salgamos
tendrá lugar mi traición,
que es famosa la ocasión
entre estos soberbios ramos.
Éste con soberbia loca 1650
todo lo manda y deshace.
Bien es que su muerte trace
pues a venganzas provoca.
Pretendo descanso, el fin
que llegue ya deseando, 1655
y después en despertando
repasaré el polvorín.
Échase a dormir, la pistola junto a sí, y sale NARDO
NARDO:    (Ya Pedro Talla estará Aparte
entre estas flores dormido
donde apacible sonido 1660
pulsando el céfiro está.
De estos enemigos míos
recelo alguna traición.
Yo quitaré la ocasión,
sirviendo al rey con mis bríos. 1665
Al virrey escribiré
me deje a Flandes pasar
donde al rey podrá importar
la gente que llevaré.
Si capitán de caballos 1670
me hiciere, le iré a servir.
Dejaré de conseguir
dar a mi valor vasallos.
¿: Si estará dormido Pedro ?
Ya lo está, pues no responde. 1675
Pues que mi gente me esconde
este laurel y este cedro,
desarmaré su pistola.
Industria valiente es ésta.
No hallará Talla respuesta 1680
en esta pistola sola.
Una, dos balas tenía,
¡ crüel amigo, por Dios !
Si al valor de aquestos dos
matar a Nardo quería. 1685
¡ Por Dios, que hay segunda carga !
Otra bala ha prevenido.
..................... -ido].
Intento traidor descarga
mi brazo. Ahora bien tornemos 1690
a cargarla con arena
si estaba de plomo llena.
Lleva también. Dejemos.
Si éste me quiere matar,
presto lo podré saber. 1695
Si quiere, no ha de poder
y yo le he de castigar.
Ya queda muy bien cargada,
en su lugar la pondré,
y pues que el sol no se ve, 1700
y la ocasión es llegada
de ir a buscar a Gerardo
que está quitando el honor
a aquel pobre labrador,
a quien dar remedio aguardo, 1705
yo le llamo. ¡ Talla, amigo !
Despierta [PEDRO] Talla
PEDRO:    ¡ Oh, capitán ! ¿: Es ya hora ?
NARDO:    Si, amigo. Vamos; que agora
he de hallar a mi enemigo.
¿: La pistola está cargada ? 1710
PEDRO:    ¡ Pesia a tal ! Famosamente.
El polvorín solamente
prevengo.
NARDO:    ¡ Buen camarada !
Aquese río pequeño
pasaremos por un palo 1715
que sirve de puente.
PEDRO:                     ; Igualo
con la amistad que te enseño
la que recibí de ti.
(Dejaréle yo pasar Aparte
delante, y le he de matar). 1720
NARDO:    (Si aquéste es traidor, aquí
lo he de ver). He de ir delante.
PEDRO:    Pasa, capitán.
NARDO:                     ; (Si tira, Aparte
adonde mi muerte mira,
se la daré en un instante). 1725
Ven tras mí.
PEDRO:                     ; Ya yo te sigo.
Tira y no da fuego sino en el polvorín
NARDO:    (Tiró). Aparte
La ocasión erraste.
Donde mi muerte pensaste,
hallas la tuya, enemigo.
Tira NARDO con otra pistola
PEDRO:    ¡ Ay, que me han muerto !
NARDO:                     ; ¡ Cayó ! 1730
En el río le echaré.
Con buena industria maté
a quien matarme pensó.
Ya de éste traición no aguardo.
Vengué su infamia muy bien. 1735
Para matarle también
voy a buscar a Gerardo.
Vanse. Salen GERARDO y CELIA, villana, FLORO y LISENO
FLORO:    Sea su merced, señor,
a su casa bien venido.
GERARDO:    El cuidado me ha traído 1740
de un bien encendido amor.
No hay gusto que me le dé
como verte, Celia hermosa.
Llamarte puedes dichosa
cuando conoces mi fe. 1745
Muéstrame los ojos bellos
vertiendo de alegre risa
pues mi grande amor te avisa
que tengo mi gusto en ellos.
Ese velo peregrino 1750
de dos cielos adornado,
cubierto me da cuidado.
Desdeñoso le imagino.
Vuelve, vuelve luz al valle
porque si adelante pasas, 1755
con mayor rigor le abrasas,
alienta brío tu talle.
Porque juzgando rigores
en esos de amor desdenes,
el prado abrasar previenes, 1760
marchitar quieres las flores.
Esa luz de ardores rica
abrasa el valle cubierta,
pero si está descubierta
mil favores pronostica. 1765
Nuevo modo señorean,
a ser increíbles pasan,
pues que cubiertas abrasan,
descubiertas lisonjean.
CELIA:    Esos requiebros, Gerardo, 1770
con que tus valores sumas
son del viento leve plumas.
No finjas amor gallardo
quien despreciada me deja,
buscando ajena beldad, 1775
quien dé gusto en la ciudad
dejando en el campo queja.
No acierta brasas en hielos
de otro amor aficionado,
cuando sabe que ha dejado 1780
en Celia ocasión de celos.
El mayor fruto de amor
con engaños me llevaste,
pues si debiendo olvidaste,
¿: para qué finges amor ? 1785
Deleite el tuyo se llame,
que quieres gozar en mí,
para que cobre por ti
eterno nombre de infame.
Mira si castiga el cielo 1790
la palabra que me diste,
que porque no la cumpliste
pierdes tu mayor consuelo.
Vete, vete a la ciudad,
donde tu amor se confirme, 1795
que yo en mis rigores firme
olvido mi voluntad.
GERARDO:    Celia hermosa, yo confieso
que libre amor presumí,
pero ya vuelvo de ti 1800
con mayores lazos preso.
No te parezca fingido
este pensamiento nuevo.
Ya sé que el alma te debo.
No puedo ser tu marido 1805
pero palabra te doy
que sin mudar la fortuna,
no lo he de ser de ninguna
pues que tuyo no lo soy.
Más, mi Celia, estás honrada 1810
cuando te adoro gallardo,
siendo amiga de Gerardo
que de un villano velada.
Iguala al sol mi nobleza,
blasón defiendo lucido 1815
y quedará deslucido
si le igualo a tu belleza.
Desaten tus ojos bellos,
mezclando de amor ensayos,
para que me abrasen rayos 1820
y para vivir en ellos.
CELIA:    Ello es rigor de mi suerte,
como te adoro te creo.
La mitad de mi deseo
cumple amor con sólo verte. 1825
Bien el cielo me castiga.
Soy desdichada y dichosa
y ya que no de tu esposa
doyte la mano de amiga.
GERARDO:    Pastores, bajad al valle. 1830
Haced de las bellas flores
corona a Celia, pastores,
corto premio de su talle.
Prended, cuando perlas llora
el alba las aves bellas 1835
para que le canten ellas
como a más divina Aurora.
Siéntate, Celia, llegad
esas dos sillas aquí,
y pues su rigor vencí, 1840
vengan, zagalas, bailad.
Floro, de esas caserías
llama las serranas bellas,
porque participen ellas
mis mayores alegrías. 1845
CELIA:    Será darme celos.
GERARDO:                     ; Pues,
alguna cosa contad.
¿: No hay ninguna novedad
en este valle después
que a Nápoles me partí ? 1850
FLORO:    La que hay es este demonio
que le llaman Nardo Antonio.
GERARDO:    Pues, ¿: qué ha pasado ? Decí.
LISENO:    ¡ Hola, Floro, habla pasito,
que no sabemos si escucha. 1855
FLORO:    ¿: No veis que hay distancia mucha
del suyo a aqueste distrito ?
LISENO:    ¡ Qué mal, Floro, conocéis
a las paredes de hogaño.
FLORO:    Ya sé, aunque os parezca extraño, 1860
que es justo que os receléis.
LISENO:    Este Nardo es adivino,
y si lo llega a saber,
en cruz no ha de poner.
FLORO:    ¡ Qué no hará !
LISENO:                     ;Sois peregrino. 1865
Dentro
NARDO:    Aguardadme aquí los dos.
GERARDO:    ¡ Hola, Floro ! ¿: Quién ha entrado ?
FLORO:    No está el postigo cerrado.
GERARDO:    Andad, pues. Cerradle vos.
FLORO:    ¡ El dimuño que allá salga ! 1870
GERARDO:    Floro, andad. ¿: Qué os detenéis ?
FLORO:    Yo voy.
Sale NARDO Antonio
NARDO:    ¡ Tente !
LISENO:                     ; ¿: No le veis ?
FLORO:    ¡ Santo Toribio me valga !
GERARDO:    ¿: Quién eres ?
NARDO:                     ; ¿: No me conoces ?
GERARDO:    ¿: Eres Nardo Antonio ?
NARDO:                     ; Sí. 1875
GERARDO:    ¿: Que aun no me dejen aquí
estos tus bríos feroces ?
Siempre en mis mayores gustos
como tú en soberbia creces,
Nardo Antonio, te apareces 1880
para causarme disgustos.
Querrás a Celia quitarme
como quitaste a Leonarda.
NARDO:    Otra ocasión más gallarda
pudo, Gerardo, obligarme. 1885
Vengo a casarte con ella.
Palabra y honor le debes
y hanme dicho que te atreves
a no cumplilla y rompella.
Que con ella te casases 1890
su buen padre me rogó,
y Leonarda me pidió,
Gerardo, que te matase.
Por las leyes de mi amor
quedé a matarte obligado; 1895
y a casarte lo he quedado
por las leyes de mi honor.
Palabra di de matarte,
y de casarte la di.
Esta vez las dos cumplí 1900
solamente con casarte.
Mi verdad puede advertirse
con un lazo solamente,
pues ya dicen comunmente,
que es el casarse morirse. 1905
Y no es fingido rigor
si llega forzado el gusto
porque el casarse a disgusto
es la desdicha mayor.
FLORO:    Señor, de casar se trate. 1910
NARDO:    Callad, villanos vosotros.
LISENO:    ¿: Mas que nos casa a nosotros ?
FLORO:    Mejor será que nos mate.
GERARDO:    Nardo, advierte mi nobleza.
NARDO:    ¡ Qué engañada presunción ! 1915
Ese guardado blasón
no le mancha la pobreza.
GERARDO:    Y no me puedo casar.
NARDO:    ¿: No puedes ?
GERARDO:    No.
NARDO:                     ; ¡ Vive Dios
que he de casar a los dos 1920
o los tengo de matar !
Probar tienen mi rigor
si segunda vez me enojan.
Casarse o morir. Escojan
lo que les está mejor. 1925
CELIA:    Yo, Antonio, casarme quiero
porque me debe mi honor.
GERARDO:    Suspende, Nardo, el rigor.
Mira que soy caballero.
NARDO:    ¿: Diste la palabra ?
GERARDO:                     ; Sí. 1930
NARDO:    ¿: Débesla su honor ?
GERARDO:                     ; También.
NARDO:    ¿: Amas ?
GERARDO:    Y siento el desdén.
NARDO:    Pues, ¿: qué te acobarda ? Di.
GERARDO:    La mancha de mi nobleza.
NARDO:    ¿: Por qué, cuando la engañaste, 1935
esa mancha no miraste ?
GERARDO:    Cegóme allí su belleza.
NARDO:    ¿: Dúrate de amor el fuego ?
GERARDO:    Para deleite me dura.
NARDO:    Para deleite, procura 1940
casarte con ella luego
o mataréte, ¡ por Dios !
GERARDO:    Mi deshonor considera.
NARDO:    En esa sala os espera
quien os despose a los dos. 1945
Mira que resuelto estoy.
Elige, Gerardo, el medio.
GERARDO:    ¿: No hay remedio ?
NARDO:                     ; No hay remedio.
Entra a casarte.
GERARDO:                     ; Ya voy.
NARDO:    Y advierte sin replicarme, 1950
que me escribió cierto amigo
que busca como enemigo
ocasión para matarme.
Si es verdad, rigor tendré.
Detén en mi ofensa el paso 1955
porque si agora te caso,
mañana te mataré.
GERARDO:    Es verdad, pero en efeto,
de hoy más no quiero ofenderte.
NARDO:    Que lo prometes advierte. 1960
GERARDO:    Sí, Antonio, yo lo prometo.

Salen NARDO Antonio y LEONARDA


ACTO TERCERO

NARDO:    Enojada estás, Leonarda.
LEONARDA:    Rabio de enojo. Desvía.
NARDO:    Mira que eres alma mía.
Vuelve los ojos. Aguarda. 1965
LEONARDA:    No te escucho ni he de verte.
No me engañes. No te creo
pues no cumples mi deseo
dando a Gerardo la muerte.
Ya con Celia le casaste. 1970
A una villana cumpliste
la palabra y me rompiste
la que a nuestro honor juraste.
Mas, ¿: por qué, Antonio, te riño
por la muerte de Gerardo 1975
cuando a mi lado gallardo
acero más noble ciño ?
Mi padre por él murió.
Dejo mi honor ofendido.
¿: Por qué la muerte te pido 1980
si puedo matarle yo ?
NARDO:    Cese el rigor, y dichosas,
con que al mundo maravillas
ésas del cielo mejillas
lluevan claveles y rosas. 1985
Alienta de amor despojos.
No temas, que estoy corrido.
Si Gerardo te ha ofendido,
yo le mataré a tus ojos.
LEONARDA:    Si ese presente me das 1990
por quien rigores padezco,
tuya soy. El alma ofrezco.
Pero, espérate; que hay más.
De otra suerte me castiga
tu rigor aunque te obligo, 1995
pues no te casas conmigo
porque me llamen tu amiga.
NARDO:    Si el no casarme te ofende,
es porque valiente brío
para el casamiento mío 2000
mayor aplauso pretende.
Causas de honor determino,
sólo lo dejo de hacer
porque el virrey venga a ser
de nuestras bodas padrino. 2005
Presto de mis dichas todas
se llegará el cumplimiento.
Presto en Nápoles intento
que se celebren mis bodas.
Dame los brazos, ¡ por Dios !, 2010
que recelaba perderte.
LEONARDA:    Si a Gerardo das la muerte,
amigos somos los dos.
Abrázanse
NARDO:    Media legua está de aquí.
............................. 2015
............................
............................
...................... -alle]
........................ -igo]
Tú sola vendrás conmigo. 2020
A tus pies el alma halle.
Primero aguardar conviene
de Batistela el aviso.
Hoy el término preciso
de mi pretensión previene. 2025
Por capitán de caballos
a Flandes quiero pasar.
LEONARDA:    Esos cargos suelen dar
a señores de vasallos.
NARDO:    Esto al virrey he pedido 2030
y pienso que lo ha de hacer.
Si no, verá mi poder
en toda Italia extendido.
Saca LEONELO a un soldado español, muy roto [y] maniatado
LEONELO:    Ande el bergante.
SOLDADO:                     ; Quedito,
señor soldado de bien. 2035
LEONELO:    Haréle matar también.
SOLDADO:    No he cometido delito.
NARDO:    ¿: Quién sois que mostráis valor ?
SOLDADO:    Soldado español.
NARDO:                     ; Quitad.
Las manos le desatad. 2040
SOLDADO:    Estimo tan gran favor.
NARDO:    ¿: No os tengo mand[ad]o yo
que al que es español dejéis,
pues quien le ofende sabéis
que a mi propio me ofendió ? 2045
Ahora bien, ¿: adónde vas ?
SOLDADO:    A España.
NARDO:    Largo camino.
Ayudarte determino.
Muy roto y muy pobre estás;
mas porque des testimonio 2050
de quien soy, vestirte quiero.
Di en España lo que os quiero.
SOLDADO:    Dame tus pies, Nardo Antonio.
Sale MORÓN, con RUFINO, mercader, atado
MORÓN:    Ande el villano. Camine.
NARDO:    ¿: Que es eso, amigo Morón ? 2055
MORÓN:    Italiano socarrón,
que ha de morir imagine.
Este italiano, señor,
que viene agora de España,
le topé en esa montaña, 2060
y le prendí con valor.
NARDO:    ¿: Eres italiano ?
RUFINO:                     ; Sí.
NARDO:    Fue el prenderle grande hazaña.
¿: De adónde vienes ?
RUFINO:                     ; A España
habrá dos años que fui. 2065
Pasé pobre y ya, señor,
como a trabajar me aplico,
a mi patria vuelvo rico.
Puedo decir con honor.
NARDO:    Buen vestido.
RUFINO:                     ; Bien ganado 2070
es por lo menos, señor.
NARDO:    Pienso que será mejor
dársele a un pobre soldado.
Desnúdate tú, español.
....................... -ano] 2075
Truequen vestidos.
SOLDADO:                     ; Yo allano
el mío a la luz del sol.
MORÓN:    Eche abajo los calzones,
que ha de trocarlos también.
RUFINO:    ¿: Señor ?
MORÓN:    Luego, me los den. 2080
RUFINO:    ¿: Quién vio mayores leones ?
MORÓN:    Presto pues, que se resfría
el español.
SOLDADO:    Yo ya doy
mi vestido.
RUFINO:    Muerto soy.
MORÓN:    Tome, camarada mía, 2085
y vístase.
SOLDADO:    Dios le guarde.
MORÓN:    Soy español. ¿: No lo ve ?
SOLDADO:    Luego en ello reparé.
MORÓN:    No sería en lo cobarde.
NARDO:    Agora que están vestidos, 2090
¿: qué dineros traéis ?
RUFINO:                     ; Señor,
son de muy poco valor.
MORÓN:    Mas que los tiene escondidos.
RUFINO:    Una mula me han quitado.
Allí los dineros van. 2095
MORÓN:    Si ellos en la mula están,
no ha de faltar un cornado.
NARDO:    La mitad de lo que hubiere
a aqueste español daréis,
y la mula.
RUFINO:    Pues, ¿: no veis... 2100
MORÓN:    No replique.
RUFINO:    ¿: Qué hay que espere ?
NARDO:    ¿: No te dejo la mitad
del dinero ?
RUFINO:    Pues, señor,
¿: y la mula ?
MORÓN:    ¡ Qué hablador !
NARDO:    Quitádsele luego. Andad. 2105
El español va muy lejos
y tú a tu tierra llegaste.
Pues con la vida quedaste,
no te quejes.
MORÓN:                     ; Dos pellejos
he menester de italianos, 2110
para echar vino, señor.
Éste parece mejor.
¿: Mataréle ?
NARDO:                     ;Ten las manos.
Dame los brazos, soldado
español.
SOLDADO:    Tus plantas beso. 2115
NARDO:    Vete con Dios.
SOLDADO:                     ;¡ Gran exceso !
MORÓN:    Anda, pues.
RUFINO:    Estoy turbado.
[Vase el SOLDADO]. Sale MONTILLA
MONTILLA:    (Aquél es el capitán). Aparte
NARDO:    Un hombre corriendo viene.
MONTILLA:    (Buen suceso me previene. Aparte 2120
La mujer me volverán).
NARDO:    ¿: Quién eres ?
MONTILLA:                     ;Un español
de tu escuadrón agraviado.
Bajando de aquel collado
que adorna la luz del sol, 2125
con una mujer que llevo
a España, seis atrevidos
soldados, bien prevenidos
para un agravio tan nuevo
en nombre español, llegaron 2130
y la mujer me pidieron.
Defendíla; mas vencieron
y en fin me la quitaron.
NARDO:    ¿: Y conoceráslos ?
MONTILLA:                     ; No.
Uno de ellos conocí 2135
que lo llamaban así
Roselo. Éste me agravió.
Éste llevó la mujer.
NARDO:    Llamad a Roselo.
LEONELO:                     ; Voy.
Vase
NARDO:    Por el sol que viendo estoy, 2140
que la vida ha de perder.
¡ Qu&eaccute; ofendan, si estimo tanto,
a un español ! ¡ Vive Dios !
Salen LEONELO, ROSELO y TIMBRIO
ROSELO:    ¿: De mí se quejó ?
LEONELO:                     ; De vos.
ROSELO:    De su rigor no me espanto. 2145
¿: Llamas, capitán ?
NARDO:                     ; ¿: Es éste ?
MONTILLA:    El mismo.
NARDO:    Roselo, amigo,
hoy mi deshonor castigo
porque la vida te cueste.
Quiero que adviertan en ti 2150
que el que quitan con rigor
a un español el honor
quiere quitármelo a mí.
ROSELO:    Ya sabes que amor es ciego.
Vi la mujer y quitéla. 2155
En ti esta misma cautela
haber disculpa llegó.
Yerro que tú cometiste,
¿: no disculpa ?
NARDO:                     ; ¡ Oh, enemigo !
Alcánzate mi castigo. 2160
Pues ofenderme quisiste,
de este roble le colgad
antes que muera a mis manos.
ROSELO:    ¡ Escucha, Nardo !
NARDO:                     ; Villanos,
¿: no le lleváis ? ¡ Acabad ! 2165
Cien escudos te darán,
español.
MONTILLA:    Tus manos beso.
NARDO:    Ser vuestro amigo profeso.
La mujer te volverán.
Preguntarás por Leonelo. 2170
Dale este anillo, y dirás
que despache.
MONTILLA:    Tendrás
eterno nombre en el suelo.
Sale MORÓN con una carta
MORÓN:    La espía de Batistela
aquesta carta me dio. 2175
NARDO:    Bien su cuidado mostró
que mi amistad le desvela.
Lee
"Agora verás, Antonio, lo que vale un
buen amigo. El virrey viene en todo lo
que pides. Para que se asienten las condi- 2180
ciones ha mandado se divida el camino por
las inquietudes de tus soldados. Y también
porque tú escribes que te recelas de alguno
de ellos, yo con el secretario del virrey
te aguardo en la casería de Aurelio que está 2185
media legua de tu gente y una de Nápoles.
Ven solo y seguro de mi amistad.
================== Batistela"
Este aviso deseaba.
LEONARDA:    Juntos iremos los dos.
NARDO:    No, Leonarda. ¡ No, por Dios ! 2190
LEONARDA:    Por mí lo has de hacer. Acaba.
NARDO:    Todo está cerca. A Gerardo
de camino mataré.
Luego a nuestra paz iré.
LEONARDA:    Eres valiente y gallardo. 2195
Vanse y salen GERARDO, CELIA y FLORO
FLORO:    ¿: No se muestra divertido
en esta selva nuestro amo ?
GERARDO:    Su verdor disgusto llamo.
FLORO:    (Cabizbajo, ya marido, Aparte
anda el pobre desde el día 2200
que con Celia se casó.
Al punto la aborreció
y de hablarla se desvía).
CELIA:    ¿: Tanto, Gerardo, te ofendo
después que tu esposa soy ? 2205
GERARDO:    Créeme que en mí no estoy
desde aquella noche entiendo.
CELIA:    Pues, ¿: en qué te desagrado ?
GERARDO:    Con ese traje grosero
me matas. Penando muero. 2210
CELIA:    Eso no te dé cuidado,
cortesano le traeré.
GERARDO:    Fáltate el aire y el brío.
CELIA:    Pues agrádate del mío.
GERARDO:    No es posible. No podré. 2215
CELIA:    No te agrada la llaneza
con que verdad te convida.
Olvidas por la fingida
una natural belleza.
GERARDO:    Fuego soy cuando imagino 2220
que después que de Leonarda
perdí una beldad gallarda,
perdí un cielo cristalino.
Que en las dos letras de un sí,
quiso contra tu despecho 2225
amarme con lazo estrecho
cuando la mano te di.
Por grosera flor del suelo
perdí alentada hermosura,
el clavel de grana pura 2230
o carmesí terciopelo.
Perdí el jazmín que en el suelo
copos de nieve retrata,
cuando el invierno desata
el blanco algodón del cielo. 2235
¡ Pluguiera al cielo llegara,
pues tanto disgusto enseño,
Nardo, de este lazo dueño,
y la vida me quitara !
El día que el lazo fuerte 2240
me forzó Antonio que hiciera,
¡ Pluguiera a Dios que me diera
por no casarme la muerte !
Perdí el alma. Perdí el gusto.
Tengo el corazón forzado. 2245
No me atormentes, cuidado.
Déjame, rigor injusto.
Pero presto de un tirano,
que contigo me casó
pienso vengarme, que yo 2250
aunque di palabra y mano
de no ofendelle, alcancé
que le maten o le prendan.
Muerto Antonio, haré que entiendan
que forzado me casé 2255
si no es que pierdo la vida.
CELIA:    No la pierdas. Vete luego.
GERARDO:    Hielos puso a tanto fuego
una voluntad vendida.
Sale LISENO, pastor, e IBÁÑEZ
LISENO:    Señor, desde aquel cerrillo 2260
a este demonio de Nardo
he visto.
GERARDO:    Mi muerte aguardo.
LISENO:    Corriendo vengo a decillo.
GERARDO:    ¿: Viene solo ?
LISENO:                     ; Una mujer
con él, señor, descubrí. 2265
GERARDO:    Armas de fuego temí,
no de su espada el poder.
Ver que vuestras fuerzas solas
no me pueden ayudar,
me dan más que recelar 2270
el fuego de sus pistolas.
Yo confieso que he temido.
Ya los veo. Estoy turbado.
CELIA:    En aquel olmo copado
de verdes hojas vestido, 2275
puedes, Gerardo esconderte.
GERARDO:    La palabra que le di
de ser su amigo rompí,
y él viene a darme la muerte.
Con dos serranos no más 2280
mal me podré defender.
LISENO:    ¿: Cómo, si los vi traer
treinta pistolas y más ?
GERARDO:    Toma esta capa y espada,
Floro; que puede estorbarme. 2285
Arbol, sabed ocultarme.
FLORO:    Mi muerte ha sido llegada,
Liseno.
LISENO:    Yo estoy turbado.
FLORO:    Aquí a matarnos vendrá.
LISENO:    Bien poca razón tendrá. 2290
FLORO:    Aun bien, que yo soy casado.
CELIA:    Ya llegan. Temblando estoy.
Recelo, esposo, tu muerte.
FLORO:    Hoy me empala, triste suerte.
LISENO:    Yo tiemblo. De hielo soy. 2295
CELIA:    No digáis que le habéis visto
si preguntare por él.
FLORO:    No diremos.
LISENO:    Si él, crüel,
lo pregunta, no resisto.
Yo le digo la verdad. 2300
CELIA:    Ya se apea.
LISENO:    ¡ Grande exceso !
CELIA:    Que estoy turbada confieso.
FLORO:    ¡ Qué extraña temeridad !
Salen NARDO y LEONARDA
NARDO:    ¿: Qué hacéis, villanos, aquí ?
¿: Qué es de Gerardo ?
CELIA:                     ; Señor, 2305
temblando estoy de temor.
NARDO:    Yo con vosotros le vi.
Decidme dónde se fue.
FLORO:    No sabré dalle respuesta.
NARDO:    Apartad. ¿: Qué capa es ésta ? 2310
FLORO:    Yo, señor, se lo diré.
Del lugar soy pregonero;
para vender me la han dado,
y aunque más la he pregonado,
no me dan ningún dinero. 2315
NARDO:    ¿: Y aquesta espada ?
LEONARDA:                     ; Sospecho
que Gerardo se ha escondido.
FLORO:    A venderla la he traído.
Hágale muy buen provecho.
Llévela el señor don Nardo 2320
que yo el dinero daré.
LEONARDA:    Yo a Gerardo buscaré.
NARDO:    Que le hemos de hallar aguardo.
Aquí con estos estaba.
En algún árbol se esconde. 2325
LEONARDA:    ¿: No sabes tú de él ? Responde.
Dímelo, villana. Acaba.
NARDO:    ¿: Qué bulto es aquél.
CELIA:                     ; ¿: Qué espero ?
LEONARDA:    [Dime, ahora], ¿: dónde está ?
NARDO:    ¿: En aquel árbol ?
FLORO:                     ; Será, 2330
señor Nardo, algún jilguero.
NARDO:    Gran pájaro es el que miro.
FLORO:    Algún jumento será
que se habrá subido allá.
LEONARDA:    Tírale, pues.
NARDO:                     ; Ya le tiro. 2335
CELIA:    ¡ Tente, por Dios !
Dispara y hace ruido dentro como que cae
GERARDO:                     ; Muerto soy.
CELIA:    ¡ Ay de mí !
LEONARDA:    Quita, villana.
Hoy beberé sangre humana
que sedienta de ella estoy.
No hay fugitivo cristal 2340
que más me apague la sed.
Llegad, vosotros, bebed
de este deshecho coral.
Hace que bebe
CELIA:    ¡ Qué rigor !
LEONARDA:    ¿: Qué te lamentas ?
Es él que pierde solo. 2345
Tú con Pascual o Bartolo
dejas tus ansias contentas.
Busca, villana, tu igual.
No te congojes así.
NARDO:    Llevad ese hombre de ahí. 2350
FLORO:    ¿: Quién vido rigor igual ?
NARDO:    Llevadle de aquí los dos.
LISENO:    Turbado estoy.
NARDO:                     ; ¿: No llegáis ?
Villanos, ¿: de qué os turbáis ?
LISENO:    Asid de los brazos vos. 2355
LEONARDA:    Ve tú con ellos, villana.
CELIA:    Quiteos el cielo la vida.
LEONARDA:    Ésta adoraba.
Llévanlo
NARDO:                     ; Perdida.
LEONARDA:    Vi su voluntad tirana.
[Por ti, Nardo Antonio, llego] 2360
a vengar mi enojo así.
Como su sangre bebí
ya se ha aplacado mi fuego.
NARDO:    La quinta donde me aguarda
Batistela es la que veo. 2365
LEONARDA:    Cumplió mi amor su deseo.
NARDO:    Sube a caballo, Leonarda.
Vanse. Salen BATISTELA, un CAPITÁN español y gente
BATISTELA:    Como digo, capitán,
pueden quedar emboscados
a la entrada de ese soto, 2370
porque si trajere Nardo,
sospechando mi traición,
algunos de sus soldados
puedan hallar resistencia...
si bien está confiado 2375
de mi amistad. Y lo dudo
porque él es tan temerario
que, aunque estuviera muy cierto
de la traición que le hago,
más que de toda su gente 2380
confiara de sus brazos.
A la puerta de esta quinta
en un aposento bajo
pueden estar escondidos
ocho, los más alentados. 2385
Uno a la puerta le aguarde
cauteloso y desarmado,
porque no le dé sospechas
con que esta ocasión perdamos.
En preguntando por mí, 2390
encamínenle a este cuarto.
Tú, capitán valeroso,
que eres español bizarro,
con cuatro soldados tuyos
como tu pecho esforzados, 2395
en aquese corredor
podéis estar aguardando.
Y cuando oiréis que [yo] digo
"Date a prisión", con los lazos
que tenemos prevenidos 2400
le ataréis los pies y manos.
Porque si lugar le dais
para reñir, abreviando
el término de las vidas
hará tan mortal estrago 2405
que cuando a prender le lleguen
queden los más en el campo
en breve espacio de tierra
heridos y desangrados.
CAPITÁN:    Ya el soto guarda por Celio 2410
con veinte amigos honrados
porque si trajeron gente
puedan impedirle el paso.
Veinte bastan que el camino
por medio de dos peñascos 2415
rompe, y está tan estrecho
que veinte pueden guardarlo.
Aurelio con otros ocho
guarda la puerta. Torcato
con sus tres amigos guarden 2420
el corredor. A mi lado
todos cuatro son valientes.
BATISTELA:    Advertid, pues, que en llamando
salgáis, que si no salís,
es tan astuto y osado 2425
que podrá darme la muerte
y escaparse de mis manos.
Yo conozco bien sus fuerzas,
por eso estoy recelando
que si no asistan presto, 2430
hallaré en su acero el pago
de ser desleal amigo.
CAPITÁN:    Bien puedes perder cuidado.
Al punto que tú dijeres
"Date a prisión", ayudando 2435
tan deseada ocasión,
los has de hallar a los cuatro.
¿: Qué falta agora ?
BATISTELA:                     ; Que avise
Leonido, que está en lo alto
de esta casa, descubriendo 2440
en los dilatados campos
a Nardo Antonio si viene
solo o viene acompañado.
CAPITÁN:    ¡ Buena prevención ! Al punto
que lo prendan, un caballo 2445
reventaré hasta llegar
de Nápoles al palacio
donde las dichosas nuevas
el virrey está aguardando.
Sale LEONELO
LEONELO:    Ya viene.
BATISTELA:    ¿: Sólo ?
LEONELO:                     ; Dos son 2450
los que he descubierto. Entrambos
vienen a caballo.
BATISTELA:                     ; Amigos,
ya la ocasión ha llegado.
CAPITÁN:    ¡ Ea, soldados ! Al puesto.
¿: Entrarán los dos ?
BATISTELA:                     ; Abajo 2455
pueden detener al uno.
Sólo Antonio suba. Cuanto
recelo que divertidos
y de mi voz descuidados
no me habéis de oír.
CAPITÁN:                     ; Sí, haremos. 2460
Vanse
BATISTELA:    Yo quedo con gran cuidado.
Desleal amigo soy
pero soy leal vasallo.
Valiente es Antonio. Temo
que no me han de oír los soldados. 2465
¡ Ce, ce !
Sale el CAPITÁN
CAPITÁN:    ¿: Qué hay ?
BATISTELA:    No se descuiden.
CAPITÁN:    No haremos.
Vase
BATISTELA:    Estoy temblando.
Dentro NARDO
NARDO:    Aguarda, Leonarda, aquí.
Luego subirás.
LEONARDA:                     ;Ya aguardo. 2470
BATISTELA:    ¡ Capitán !
Sale el CAPITÁN
CAPITÁN:    Diga.
BATISTELA:                     ;Ya sube.
No se duerma.
CAPITÁN:    ¡ Extraño aviso !
Todos están sobre aviso.
BATISTELA:    Calle y éntrese.
CAPITÁN:                     ; Ya callo.
Vase
BATISTELA:    El hacer una traición 2475
mucho acobarda. Yo caigo
en deshonor con mi amigo.
Lo que con él pierdo, gano
con el rey, dándome en premio
por Nardo diez mil ducados. 2480
Mucho puede el interés,
por él le pierdo y le mato.
Ya le veo. Disimulo
aunque al verlo me acobardo.
Sale NARDO Antonio
NARDO:    Con algún recelo vengo; 2485
que pienso, si no me engaño,
que al subir esta escalera
He sentido algunos pasos
que no son de un hombre solo.
Quizá serán los criados 2490
del secretario del conde.
Si no lo fueren yo basto
para matarlos a todos.
Estuve determinado
de volver, ¡ vive Dios ! 2495
Pero fuera hacer agravio
a mi valor en mostrar
cobardía. No me espanto.
Aunque cien mil me acometen,
por todos vale este brazo. 2500
No consentí que Leonarda
se apease del caballo
hasta que yo la avisase.
Éste dicen que es el cuarto
a donde está Batistela. 2505
BATISTELA:    Llegaré disimulado
y le prenderé. ¿: Quién es ?
NARDO:    Nardo Antonio.
BATISTELA:    ¿: Amigo ?
NARDO:                     ; Hermano,
dame tus brazos.
BATISTELA:                     ; Recibe
de un buen amigo estos lazos. 2510
¡ Agora, amigos !
NARDO:                     ; ¿: Qué es esto ?
BATISTELA:    ¡ Prendedle !
NARDO:    ¡ Suelta, villano !
¿: Con traición me aguardas ?
Abrázanse y forcejan, y cae abajo BATISTELA, y NARDO le da una puñalada
BATISTELA:    ¡ Amigos !
CAPITÁN:    ¡ Salid, soldados !
Salen todos
NARDO:    La pistola me dejé 2515
en la muerte de Gerardo.
CAPITÁN:    Si no quieres hoy morir,
date a prisión.
NARDO:                     ; Lleva rayos
mi espada. Será imposible.
CAPITÁN:    Acudid, presto. Matadlo. 2520
NARDO:    Huye, Leonarda, que yo
presto de matar acabo
esta canalla. ¡ Ah, traidores !
¡ Tantos os habéis juntado !
Pero, ¿: Qué digo, si yo 2525
valgo solo más que tantos ?
CAPITÁN:    Matadle si no se diera.
Cierra la escalera Octavio.
No se nos baje por ella.
NARDO:    Confieso que estoy cansado. 2530
¡ Oh, perros ! ¿: A Nardo Antonio ?
¡ Válgame agora este salto !
Hace que se arroja
CAPITÁN:    Por la ventana saltó.
Abrid la puerta volando.
Seguidle. No se nos vaya. 2535
Vanse. Sale por una puerta NARDO Antonio, lleno de sangre y como que se ha quebrado una pierna, arrimándose en la espada
NARDO:    Una pierna me he quebrado.
Escaparme es imposible.
Salen todos
CAPITÁN:    Ríndete, Antonio.
NARDO:                     ; Es en vano,
pero no puedo, ¡ por Dios !
Pelea y hace que se cae y se defiende
CAPITÁN:    No lo maltratéis. Dejadlo. 2540
Muestra la espada.
NARDO:                     ; ¿: La espada ?
CAPITÁN:    La espada.
NARDO:    ¿: Hay algún soldado
español entre vosotros ?
CAPITÁN:    Yo lo soy.
NARDO:    A ti la allano.
¿: Español eres ?
CAPITÁN:                     ; Sí, soy. 2545
NARDO:    Toma la espada y mis brazos.
¡ Ah, españoles ! ¡ Lo que os
CAPITÁN:    ¡ Por Dios, que me obliga a llanto !
NARDO:    Castigo del cielo ha sido.
¿: Y Leonarda ?
CAPITÁN:    Mis soldados 2550
fueron tras ella corriendo,
y aun pienso que la alcanzaron.
NARDO:    Mírame, español, por ella,
pagarásme en esto cuanto
por los españoles hice, 2555
nación de pechos hidalgos.
CAPITÁN:    Llevadle que se desangra.
Antonio, pierde cuidado.
Yo la sabré defender.
NARDO:    En ella mi honor te encargo. 2560
Eres español en fin.
No recelo doble trato.
Vanse y sale el [CONDE], virrey, y VALERIO
VALERIO:    Seguro esté vueselencia
que preso le han de traer.
CONDE:    Temo que no han de poder 2565
porque no ha de dar licencia
el valor que he conocido
en Antonio desde el día
que entré en Nápoles.
VALERIO:                     ; Podría
haberle agora perdido. 2570
CONDE:    Si le prende no entrará
en la cárcel. Desde aquí
su castigo prevení
y justa muerte será.
Si es que prenden a Leonarda, 2575
en lazo de amor contento
que su muerte y casamiento
hoy en Nápoles le aguarda.
Dicen que Nardo previno
y aun a mí me lo rogó 2580
que en Nápoles fuese yo
de aquestas bodas padrino,
y aunque con mayor honor
quiso que en ellas le honrase,
razón será que se case 2585
como quiso su valor.
VALERIO:    Mucho tarda el capitán.
CONDE:    Yo le mandé que corriese
un caballo y me trajese
las nuevas.
VALERIO:    Dando estarán 2590
el modo de su prisión.
CONDE:    Soldados valientes lleva.
De buena o de mala nueva
aguardo resolución.
Diez mil ducados le vale 2595
la prisión a Batistela.
VALERIO:    Es ingeniosa cautela.
CONDE:    Si con sus ardides sale
descansado ha de vivir.
VALERIO:    Favor valiente le aguarda. 2600
CONDE:    Todo lo que Antonio tarda
se le dilata al morir.
Sale el CAPITÁN
CAPITÁN:    Con el premio y las albricias
déme los pies vueselencia,
preso viene Nardo Antonio. 2605
Ya, señor, cesó la guerra
de un poderoso enemigo.
Seguir de vidas ajenas
cuyas furiosas ruínas
hoy tus soldados lamentan. 2610
Y a manos de su rigor
murió, señor, Batistela.
De una sala donde estaba
cerramos todas las puertas,
pero saltó valeroso 2615
por una ventana de ella.
De la soberbia caída
quedó rompida una pierna,
y a mí, por ser español,
me rindió la espada fiera. 2620
Encargándome a Leonarda,
que también te traigo presa,
aunque fue menester mucho
para alcanzalla y prendella.
Porque en un veloz caballo 2625
vencidos los vientos deja
huyendo nuestro rigor.
Pero por incultas sendas
tus soldados la atajaron,
ya pienso, señor, que llegan 2630
que la confusión del vulgo
hasta aquestas salas entra,
mezclando los más conformes
con el gusto las ternezas.
CONDE:    Bien merecéis las albricias 2635
y el premio os daré con ellas,
que a Batistela aguardaba
por tan grande diligencia.
CAPITÁN:    Beso tus pies.
CONDE:                     ; Estos brazos
principio del premio sean. 2640
Salen SOLDADOS. Sacan presos a NARDO y a LEONARDA, atadas las manos
CAPITÁN:    Ya llega Antonio.
CONDE:                     ; ¡ Por Dios,
que de su valor me pesa !
NARDO:    Hecho pedazos, señor,
hoy a vuestras plantas llega
un hombre honrado, vendido, 2645
por una amistad incierta.
Yo sé que vengo a morir,
y que la mejor ofensa
merece mayor castigo.
Sólo pido a vueselencia 2650
que con piedad española
de mi Leonarda se duela.
Pues la traen tus soldados
y en cada prisión de aquéllas
me tienen cautiva el alma, 2655
que se las quiten ordena.
Muera yo, Leonarda viva,
ya conoces su nobleza,
forzada vino conmigo,
no ha de pagar su inocencia 2660
lo que merecen mis culpas.
Su perdido honor remedia.
¡ Ea, español valeroso,
muestra piedad y clemencia !
¡ Viva Leonarda y en mí 2665
lluevan castigos y penas !
CONDE:    ¡ Por Dios, que me han enternecido !
Sabe el cielo que quisiera
perdonar a Nardo Antonio.
Sus delitos no me dejan. 2670
Con ella seré piadoso,
porque Antonio me lo ruega.
Ahora bien. ¡ Por Dios ! Que tiemblo
el pronunciar la sentencia.
Pues los dos no están casados, 2675
quiero que sus bodas sean
dentro de palacio, honrado
con mi persona esta fiesta.
Cumplirále Nardo Antonio
a Leonarda su promesa, 2680
luego perderá la vida.
Nardo, pondrán su cabeza
para escarmiento de tantos
forajidos en la puerta
de la calle de Toledo. 2685
Leonarda, quiero que tenga
fin religioso, ayudando
para su dote mi hacienda.
La Concepción Española
será su cárcel perpetua. 2690
NARDO:    Déjame besar tus pies,
sólo un español pudiera
hacerme favor tan grande.
Ya Leonarda viva quedas.
Dame tus brazos y al cielo 2695
a Nardo Antonio encomienda.
LEONARDA:    No puedo sufrir el llanto.
Morir contigo quisiera.
NARDO:    Ni yo puedo responderte,
que tengo atada la lengua. 2700
CONDE:    Llevadlos; que me enternecen
porque dichoso fin tenga
la vida de Nardo Antonio
que hoy agradaros desea.


FIN DE LA COMEDIA