Antonio Mira de Amescua
La confusión de Hungría


Personas que hablan en ella:
  • TREBACIO, rey de Tracia
  • REY de Hungría
  • BERTILO, conde
  • RICARDO, su criado
  • FLORISEO, duque, hermano de Leonora
  • LISARTE, marqués
  • AUSONIO, príncipe
  • LICIO, criado de Ausonio
  • FENISA, infanta, hermana del Rey de Hungría
  • LEONORA, dama, prima del, hermana del duque Floriseo
  • Un MERCADER
  • Un PAJE
  • Un VIEJO
  • Tres MOZOS de Caballos


ACTO PRIMERO


Salen el Conde BERTILO, RICARDO su criado, y AUSONIO, Príncipe, con un retrato en las manos

BERTILO:      No es bien que del gozo huyas   

   por un retrato que apenas   

   puede remediar las tuyas   

   ni las facciones ajenas   

   has de sacar por las suyas; 5   

   que retratada una dama   

   ni la aborrece ni la ama   

   el sabio, libre de amor;   

   mas lo atribuye al pintor   

   que quiso extender su fama, 10   

   porque siempre la pintura   

   le da más vivas colores   

   que tiene en sí la figura,   

   porque quieren los pintores   

   mostrar allí la hermosura, 15   

   y es de damas común trato;   

   porque si beldad y ornato   

   al suyo no sobre puja   

   [el] pintor que las dibuja,   

   nunca advierte en el retrato, 20   

   desmintiendo imperfecciones   

   por no descubrir las suyas,   

   a lo cual dan mil razones   

   semejantes a las tuyas   

   cuando alabas tus pasiones. 25   

   Y así puedes entender   

   que esa diosa, esa mujer   

   que a tu parecer es diosa,   

   es mujer no tan hermosa   

   como es a tu parecer. 30   
AUSONIO:      No con tus razones muevo   

   mi pecho, noble y bizarro,   

   pues a decirte me atrevo   

   que aunque su dorado carro   

   baje a los infiernos Febo 35   

   haciendo que a todo el orbe   

   su luz necesaria estorbe,   

   convirtiéndola en tinieblas,   

   y aunque el aire con las nieblas   

   que el cuarto elemento sobre, 40   

   la luz sola, de esta dama   

   que arde en mi pecho de cera   

   levantará tan gran llama   

   que olvide la luz primera   

   su resplandor y su fama. 45   

   Y si no, permite Apolo   

   poner de esta estrella sólo   

   su retrato allá en el cielo,   

   que ella dirá luz al suelo   

   y él la dará al alto [polo]. 50   

   Mas, porque no se te antoje   

   que cual Icaro voy alto   

   a hacer que el cielo se enoje,   

   no quiero dar tan gran salto   

   porque no caiga y me arroje. 55   

   Pero, dime, ¿: no es muy llano   

   que no puede el ser humano   

   trasladar mayor belleza   

   que da la Naturaleza   

   con su rica y franca mano ? 60   

   Si es efecto la hermosura   

   que Naturaleza causa,   

   sin ser escasa ni dura,   

   ¿: cómo, di, si en esta causa   

   tendrá efecto la pintura ? 65   

   Luego, el retrato es igual   

   a su mismo original,   

   y esa beldad que en sí tiene   

   del propio dueño, le viene   

   como cosa accidental. 70   

   Mas, cuando en esta divisa   

   su hermosura no volara   

   por el mundo todo aprisa,   

   solamente lo adornara   

   por ser su nombre Fenisa. 75   

   Que con el Fénix de Arabia   

   [.................    -abia]   

   por ser en Arabia solo   

   y lo consagran a Apolo   

   la deidad más justa y sabia. 80   

   Y así la Fenisa mía   

   no reconoce segundo   

   en todo el reino de Hungría.   
BERTILO:      Poco has dicho.    En todo el mundo   

   no se vio su gallardía. 85   

   ¡ Por mi fe, qué firme estás !   
AUSONIO:      Tan en su punto lo estoy   

   que si quiero estarlo más,   

   dos pasos pasados doy   

   como quien vuelve hacia atrás. 90   
BERTILO:      Supuesto que tú la quieras   

   y que es justo que así mueras,   

   ¿: qué remedio has de tener ?   
AUSONIO:      Pedirla al rey por mujer.   
BERTILO:      ¡ Por Dios !    ¿: Que quieres de veras ? 95   
AUSONIO:      Y tan de veras que luego   

   quiero que a Hungría te partas   

   a dar a mi mal sosiego,   

   y al rey, su hermano, mis cartas   

   en que lo dicho le ruego.

   Sólo pretendo que en esto   

   estés, Bertilo, dispuesto   

   que será grande servicio.   
BERTILO:      A tu alteza estoy propicio.   
AUSONIO:      Pues, a escribir voy.
BERTILO:                                  Ve presto. 105   

Vase AUSONIO y quédanse BERTILO y RICARDO


   El resto de su tormento   

   ha echado Amor de un envite,   

   pues siendo yo el instrumento   

   quiere que Ausonio me quite   

   el bien de mi pensamiento. 110   

   La propia Fenisa adoro.   

   ¡ Mira cuán en balde lloro !   

   Pues vengo a ser de ella dueño   

   como quien es en un sueño 115   

   señor de ajeno tesoro.   

   Entendí partirme a Hungría   

   para remediar mi pena,   

   y he de partir este día   

   para remediar la ajena 120   

   y acrecentar más la mía.   

   No sé cómo agora vivo,   

   pues por un amor altivo   

   la escondí en pecho fiel   

   y habrá de quedarse en él 125   

   como aquél que entierran vivo.   
RICARDO:      Pues, si tu pecho la amaba,   

   ¿: cómo aquí la despreciaba ?   
BERTILO:      Y aun nació de ese desprecio   

   tenerla Ausonio en más precio 130   

   que hasta aquí su pecho estaba.   

   Trae Amor su gracia bella   

   es cual moneda oportuna   

   a ver quién da más por ella   

   diciendo, ¿: hay persona alguna 135   

   que quiera casar con ella ?   

   Que se llegó al lance rico,   

   todo el mundo certifico   

   pues por él anda el retrato;   

   mas yo por comprar barato 140   

   le pase precio aunque chico.   

   Mas viendo que es celestial   

   y al traslado sobrepuja   

   el divino original,   

   crecido ha tanto la puja 145   

   que quedó atrás mi caudal.   
RICARDO:      Que estás perdido aseguro   

   porque si no estás seguro   

   que el caudal al precio alcanza,   

   será tu verde esperanza 150   

   vestido de verde oscuro.   
BERTILO:      Antes será verde y clara,   

   aunque mi caudal no alcance.   
RICARDO:      ¿: Será que por ser tan cara   

   querrás buscar otro lance ? 155   
BERTILO:      Ojalá otro tal hallara;   

   pero, pues que yo no hallo   

   en mi estado otro vasallo   

   sabio como tú y discreto,   

   decirte quiero un secreto 160   

   con que me jures guardallo.   
RICARDO:      Ya, Bertilo, de mí sabes   

   que la fe que tú mereces   

   guardaré en casos más graves;   

   pues por el aire los peces 165   

   y por el agua las aves   

   primero andarán que yo   

   pueda decirte de no   

   en cosas de más momento   

   que es callar un pensamiento 170   

   que Amor a tu pecho dio.   
BERTILO:      Como mi mal causa Amor,   

   y su mal es sin remedio,   

   es perpetuo su dolor   

   si no recibo por medio 175   

   ser al príncipe traidor.   

   Si mi mal he de curar   

   el suyo se ha de aumentar;   

   si se cura el suyo, el mío   

   será tal que desconfío 180   

   de poderle remediar.   

   ¡ Por mi fe, que es caso extraño !   

   ¿: Qué medio será más justo ?   

   Venir a hacer un engaño   

   quitando a Ausonio su gusto, 185   

   ya remediaré mi daño.   

   O, serle siervo leal   

   en padecer yo mi mal   

   porque no padezca el suyo.   
RICARDO:      Remedia, señor, el tuyo 190   

   que es causa más principal;   

   porque en proseguir tu amor,   

   no eres traidor pues no quitas   

   haciendas, vidas ni honor.   

   Y si a traidores imitas, 195   

   no te llamarán traidor;   

   que cada cual su fatiga   

   la remedia y la mitiga.   

   Y, pues el cielo lo quiere   

   a aquél que Dios se la diere,

   San Pedro se la bendiga.   

   Mas mira que a lo que intentas   

   has de advertir a los fines,   

   porque no es bien que consientas   

   que agora lo determines 205   

   y que después te arrepientas.   
BERTILO:      No más, Ricardo, no más.   

   ¡ Qué buen consejo me das !   

   En mi remedio has estado;   

   pero atrás bien he mirado 210   

   y pienso no verme atrás.   

   Que en este amoroso intento   

   seguro está el pensamiento   

   porque va por buen camino, 215   

   pues ni mal me determino   

   ni de mi mal me arrepiento.   

   No tiene más que pedirme.   

   La voluntad es victoria   

   y Amor quedará más firme, 220   

   pues si alcanzo tanta gloria   

   ¿: cómo puedo arrepentirme ?   

   Ya sabes, quiere me parta   

   cuando él una carta escriba,   

   y en esto su mal no aparta 225   

   que todo mi engaño estriba   

   en la firma de su carta.   

   Con ella [yo] pienso hacer   

   que venga a ser mi mujer   

   la que él por suya señala, 230   

   pues muchas veces se iguala   

   la industria con el poder.   

   Cuando partamos de aquí   

   a donde Ausonio me envía,   

   te daré la carta a ti 235   

   y con ella irás a Hungría   

   para darla al rey por mí.   

   Yo de Tracia me saldré   

   y entretanto me estaré   

   con mi padre Decio, el conde, 240   

   hasta ver si él responde   

   conforme mi intento y fe.   

   Y en dándote la repuesta   

   agradable y no molesta   

   porque conoce la firma, 245   

   que será, Ricardo, aquésta   

   en que mi bien se confirma,   

   te partirás a buscarme   

   por la posta para darme   

   cuenta de ello y testimonio 250   

   porque yo, en llegando Ausonio,   

   vaya allá para casarme;   

   que ni él le [conocerá]   

   ni a mí tampoco me ha visto.   
RICARDO:      No más, señor.    Bueno está; 255   

   que en tu pretensión asisto   

   y el príncipe sale acá.   

Salen AUSONIO con una carta y LICIO su criado

AUSONIO:      Por señal y por ejemplo   

   del milagro que contemplo,   

   en esta carta encerrado 260   

   mi corazón bien guardado   

   colgaré, Amor, en tu templo.   

   Porque el poder soberano   

   que muestras hoy sin igual   

   diga a voces que tu mano 265   

   al más enfermo de [tal]   

   ha vuelto más presto sano.   

   Toma estas cartas y parte   

   para que pongas aparte   

   el mal que de Amor sostengo. 270   

   ¡ Por mi fe que envidia tengo   

   y quisiera acompañarte !   
BERTILO:      No me ha admirado que [veas]   

   tú envidia en esta victoria   

   pues primero es justo creas 275   

   que he de gozar yo la gloria   

   que tanto, señor, deseas.   

   Quiero decir que he de ver   

   la que ha de ser tu mujer   

   y tener mi alma por suya; 280   

   que como esta gloria es tuya   

   por mía la he de tener.   
AUSONIO:      Satisfecho quedo así;   

   que tienes de negociar   

   como si fuera por ti. 285   
BERTILO:      Bien puedes imaginar   

   que voy a casarme a mí.   

   Queda, Ausonio, descuidado,   

   porque yo voy encargado   

   de remediar esta pena, 290   

   no como si fuera ajena   

   mas de mi propio cuidado.   

   Mas mira tú cuánto peno   

   porque alcances esta palma;   

   que a ser el cuidado ajeno, 295   

   nunca gozará mi alma   

   de un casamiento que ordeno.   
AUSONIO:      De muy remiso me arguyo   

   si el ofrecer no concluyo,   

   con que en ti sólo confío 300   

   y si negocias el mío,   

   negociar prometo el tuyo.   
BERTILO:      No quiero, señor, dejar   

   la ocasión que se me ofrece   

   sin la coger y gozar, 305   

   pues cuando el mío comience   

   el tuyo se ha de acabar.   

   No hayas miedo que condene   

   el amor que tu alma tiene   

   mi poco cuidado.    Adiós. 310   
AUSONIO:      ¿: Tenéis de partir los dos ?   
RICARDO:      Sí, señor, si así conviene.   

Vanse BERTILO y RICARDO


   ¡ Oh, cuánto debe un señor   

   a un siervo noble y fiel ! 315   

   En Bertilo hay gran valor   

   pues que sales hoy, por él,   

   de un gran cuidado de amor.   

   Por él, no hay bien que no sientas   

   ni mal que venir consientas; 320   

   pues del mar de esos tus ojos,   

   sin dar el agua despojos,   

   te libró de su tormento.   
AUSONIO:      Un no sé qué alegre siento;   

   que a mi pensamiento gasta 325   

   temor de mal pensamiento   

   y en otras partes contrasta   

   un temor a este contento;   

   más pienso debe de ser   

   este dudar y temer 330   

   que la que juzgo mi esposa.   

   Aunque en su beldad es diosa,   

   no deja de ser mujer.   

   Mas el cielo enriquecido,   

   ponga sillas diferentes; 335   

   que a todas haré partido   

   [....................-ido]   

   mas todas son inclementes   

   porque en este tiempo injusto,   

   de dolor y de disgusto, 340   

   la más alta, la más baja,   

   en siendo mujer, trabaja   

   por sólo seguir su gusto.   

   A él se llegan de tal suerte,   

   que es sola su pretensión 345   

   la del gusto.    ¡ Oh, caso fuerte !   

   Que huyen de la razón   

   como si fuera la muerte.   

[Al retrato]


   Pero tú, que en mi alma estás,   

   y vida a mi cuerpo das 350   

   en ese angélico rostro,   

   claro está que el cielo en todo   

   te prefirió a las demás,   

   porque no fuera razón   

   que obra tan peregrina 355   

   como fue tu creación   

   dióte la beldad divina,   

   humana la condición.   

   Sufre, señor, tu dolor   

   que entretanto que haya amor, 360   

   hacer no puede mudanza,   

   y mientras hay esperanza   

   por fuerza he de haber amor.   

Vanse y salen el REY de Hungría y FENISA, Infanta, y siéntanse

FENISA:      Si en sólo tu pecho cabe,   

   no será el amor perfeto. 365   

   Ya de mí lo entiende y sabe   

   y por ser grave el sujeto   

   es mi tormento más grave.   
FENISA:      ¡ Tanto, Leonora se precia   

   que a un rey como tú desprecia ! 370   

   No se precia de interés   

   ni de servicios, porque es   

   otra segunda Lucrecia.   

   Segunda por ser postrera,   

   que en ser crüel para el hombre, 375   

   ¡ por mi fe !, que es la primera.   
FENISA:      Quien de fiera tiene el nombre   

   las obras tendrá de fiera.   

   Y tanto en serlo descansa   

   que la mayor fiera es mansa 380   

   conforme su gran vigor,   

   pues por miedo o por amor   

   cualquiera fiera se amansa;   

   mas esta fiera, esta dama,   

   cuyo pecho, cuya fama, 385   

   libertó Amor de su ley,   

   ni me teme por ser rey   

   ni por ser primo me ama.   

   Y así, Fenisa, quisiera,   

   pues que tanto a ti te estima, 390   

   le supliques que me quiera.   
FENISA:      Para tan subida prima   

   haré muy mala tercera.   

   Mas antes tengo entendido   

   me dará el favor crecido 395   

   si le dices mi afición;   

   que a mi primera ocasión   

   por ganar tal tercio, pido.   

   Y supuesto aquesto así,   

   hoy, Fenisa, le has de hablar 400   

   para que ella me hable a mí.   
FENISA:      (Más vale no porfiar.            Aparte   

   Burlando...)    Digo que sí.   

   A buen tiempo el sí me das.   

   Ya viene.    Háblala [y atrás] 405   

   a aquesta parte me allego,   

   porque su sol y mi fuego   

   me abrasarán juntos más.   

Apártase a un lado el REY y salen FLORISEO y LEONORA desde dentro hablando

FLORISEO:      Dile que en este cuidado   

   tengo el blanco pecho tinto 410   

   de lágrimas que he llorado.   
LEONORA:      Para tan gran laberinto   

   muy corto hilo has cortado.   

Quédase FLORISEO a otro lado sin ver al REY


   ¡ Oh, mi Fenisa !
FENISA:                            ¡ Oh, Leonora ! 415   

   ¿: De dónde vienes agora ?   
LEONORA:      De mi acostumbrado fin,   

   contemplando en tu jardín   

   he gastado casi una hora.   
FENISA:      (Por aquí he de cumplir      Aparte 420   

   el sí que al rey tengo dado.   

   Ahora tengo de fingir   

   que le digo su cuidado   

   mas no lo pienso decir).   

   (Esta vez, a lo que entiendo,      Aparte 425   

   le dirá que estoy muriendo   

   por su gracia, hermosa y bella).   
FLORISEO:      (Que estoy muriendo por ella,      Aparte   

   sin duda le está diciendo).   
FENISA:      ¿: Que tanto el jardín te agrada 430   

   que a contemplarlo te vas ?   
LEONORA:      Todo lo demás me enfada,   

   y, por mi fe, que él no más   

   me tiene la vida dada.   

   En él mi contento está 435   

   porque siempre me lo da,   

   cualquiera vez que le veo.   

   (Por mí lo dice el deseo.      Aparte   

   ¡ Glorioso fin tiene ya !)   

Vase

LEONORA:      ¿: No le tienes tú afición ? 440   

   ¿: Cómo en él no te entretienes   

   para olvidar tu pasión ?   
FENISA:      No será bien me condenes   

   de afligida condición.   

   De él estoy enamorada. 445   

   Sí, que este nombre merece   

   aquél que tanto me agrada,   

   y con su vista fenece   

   lo que me aflige y enfada.   
FLORISEO:      (¡ Oh, divina y alta voz !      Aparte 450   

   ¡ Por mí lo dice, por Dios !   

   Quiérome llegar allá;   

   pero no, mejor será   

   que queden solas las dos.   

Vase

LEONORA:      Mi hermano se va burlado 455   

   por sólo hacerme tercera   

   de su tormento y cuidado.   
FENISA:      Esta vez, aunque no quiera,   

   él mismo se ha engañado.   

Sale un MERCADER de piedras y trae un retrato

MERCADER:      ¿: Mándame llamar su alteza ? 460   
FENISA:      Quiero tu riqueza ver.   
MERCADER:      Mejor dijera pobreza.   
LEONORA:      Ser de piedras mercader   

   no adquiere sino riqueza.   
FENISA:      Bueno es el rubí, ¡ por Dios ! 465   
MERCADER:      Y aun por extremo las dos.   
LEONORA:      Esta esmeralda es muy fina.   
FENISA:      Hermosa es la cornerina.   
MERCADER:      Más, señora, lo sois vos.   
FENISA:      Bueno está el requiebro, a fe. 470   
LEONORA:      La verdad al menos habla.   
FENISA:      Esta verdad negaré.   

   ¿: Qué viene en aquesta tabla ?   
MERCADER:      Yo, señora, lo diré.   

   Aquí traigo retratado, 475   

   que también en esto he dado,   

   el gran príncipe de Tracia,   

   cuyo valor, rostro y gracia   

   igual jamás han hallado.   

   Es en todo tan perfeto, 480   

   que mirado, envida causa.   
FENISA:      (Un dolor tengo secreto,      Aparte   

   pero siendo tal la causa,   

   no ha sido mucho el efeto).   

   Quiero comprarte un diamante. 485   

   ¿: No compras tú piedra alguna ?   
LEONORA:      Un jacinto.
FENISA:                        A ser constante   

   se inclina más tu fortuna.   
LEONORA:      Y la tuya, a ser amante.   

   Nunca por esa afición 490   

   se ve la del corazón.   

   Antes, quien padece amores   

   entre piedras y colores   

   busca la de su prisión.   
FENISA:      En esto engañada estás. 495   
MERCADER:      ¡ Ea !    Pues su alteza elija   

   la que le agradare más   

   para poner en sortija.   
FENISA:      Esta, ¿: en cuánto la darás ?   
MERCADER:      El precio no me da pena, 500   

   ya ve tu alteza que es buena.   

   Lo que quisiere me dé.   
FENISA:      En pago de tanta fe,   

   recibe aquesta cadena.   
MERCADER:      Para tan grandes mercedes, 505   

   pequeña piedra to ofrezco;   

   mas las demás tomar puedes.   
FENISA:      Esas y más te agradezco,   

   si esta tabla me concedes;   

   que de hombre a todos tan grato 510   

   quiero tener un retrato.   
MERCADER:      Que gano en dártelo entiendo,   

   pues que tan caro lo vendo   

   comprándolo tan barato. 515   
LEONORA:      Vente luego tras de mí;   

   te daré lo que éste vale.   
MERCADER:      En hora buena sea así.   

Vase el MERCADER con LEONORA

FENISA:      ¡ Ah, quién de la vida sale   

   como la dejáis así ! 520   

   ¡ Oh, mercader nada avaro !   

   ¡ Cómo agora se ve claro   

   el engaño que me hiciste !   

   Pues, tan barato vendiste   

   lo que me cuesta tan caro. 525   

   ¡ Que comprada ha sido aquésta !   

   ¡ Que así en mi pérdida ha sido !   

   Como si me dieran ésta,   

   en ella tanto he perdido   

   que el alma y vida me cuesta. 530   

   ¡ Oh, retrato angelical !   

   ¡ Bello rostro celestial !   

   Si me dais tanto cuidado   

   siendo un pequeño traslado,   

   ¿: qué hará el original ? 535   

   Cauteloso, Amor, has sido   

   y en sujetarme y prenderme,   

   materia y forma has unido   

   pues la luz para encenderse   

   en una tabla has traído. 540   

   Mas en tu rueda amorosa   

   me consuelo de una cosa,   

   que soy su igual y que puede,   

   si el juicio me lo concede,   

   recibirme por su esposa. 545   

   ¿: Pero cómo puede ser   

   sin que el mundo me condene   

   por flaca y fácil mujer ?   

   Amor, Amor, que el rey viene;   

   de ti me pienso valer. 550   

Sale el REY


   ¿: Cómo, Fenisa, podré   

   remunerar tanta fe   

   como he cobrado por ti;   

   que el ser antiguo perdí   

   y otro nuevo ser cobré. 555   

   Los cielos gracias te den,   

   pues sin desdén ni rigor   

   hiciste me quiera bien.   

   ¡ Oh, cuánto vale un favor   

   que viene tras un desdén ! 560   

   Cualquiera desdén que siento   

   me da dolor y tormento.   

   El valor viene doblado,   

   pues quita el dolor pasado   

   y del otro tanto contento. 565   

   El tesoro de memoria   

   escondido siempre ha sido,   

   y así en aquella victoria   

   me escondí y hallé escondido   

   el principio de mi gloria. 570   

   Y, pues, el medio remedio   

   está claro, que en el medio   

   consiste el bien de mi fin...   
FENISA:      Verdad dices si el jardín   

   no estuviera de por medio. 575   

   El medio fue semejante   

   al principio que tuviste,   

   y al fin que será tu amante,   

   mira que bien mereciste   

   por sólo serle constante. 580   

   Pero, sí, que es obligar[se]   

   para poder alcanzar[se].   

   Tu voluntad se confirma   

   con sólo darle una firma   

   que quiera después casarse; 585   

   porque teme que no olvide   

   habida tu pretensión.   

   [..................... -ide   

   .....................    -ón   

   .....................    -ide. 590   

   ...................    -ido   

   ....................... -és]   

   Pondrás el darle marido,   

   aunque yo por tu interés   

   gran premio le he prometido; 595   

   mas ella lo echa en donaire   

   respondiéndome al desgaire,   

   "Promesas que así se ofrecen   

   muerto el fuego, desaparece[n]   

   como escritas en el aire." 600   

   Si el aire son los suspiros   

   que salen del corazón,   

   mal podéis, promesas, ir[os]   

   pues si cumplo mi afición   

   por fuerza habré de cumpliros. 605   

   Bien, Fenisa, me aconsejas.   

   No quiero que tenga quejas   

   después de mi poca fe.   

   Pide papel.    Firmaré.   

   (Tormento esta vez me deja).      Aparte 610   
FENISA:      Ya, señor, iré por él.   

   No des a los pajes cuenta.   

Vase por el papel FENISA


   De mi amor [le diré] en él,   

   pues el bien que me sustenta 615   

   le fundo agora en papel.   

   Por mi fe, buen fundamento   

   podrá llevar mi contento   

   si en sólo papel se funda,   

   pues de ello no más redunda 620   

   poder llevárselo el viento.   

   En esto se puede ver   

   si son las mujeres vanas   

   o si lo procuran ser,   

   pues en cosas tan livianas 625   

   funda el gusto una mujer.   

Sale FENISA con papel, y dice

FENISA:      Ves aquí todo recado.   

   Cumplir mi palabra es ley,   

   y pues que ya así la he dado   

   firmado en blanco "Yo el Rey," 630   

   le tengo su amor pagado.   

   Al blanco de su afición   

   apuntó mi corazón,   

   y la tinta de este blanco   

   muestra que mi pecho franco 635   

   dio tributo a la pasión.   

   Esta firma le darás,   

   y si pareciere mengua,   

   tan chico don, le dirás   

   que no le dará más lengua 640   

   por ser el alma lo más.   

Dale el papel y sale un PAJE


   Licencia pide, señor,   

   de Tracia un embajador   

   para hablarte.

                       Dile que entre,   

   porque en entrando se encuentre 645   

   con el premio de mi amor.   
FENISA:      A tiempo bueno ha venido,   

   que en nombre del rey con ésta   

   pienso pedir por marido   

   al que más caro me cuesta 650   

   que el duro troyano a Dido.   

   En el alma triste siento   

   un nuevo bien y contento.   

   Pensamiento, ¿: dó me llevas ?   

   ¿: Si será aquestas nuevas 655   

   para mí viejo tormento ?   

Salen RICARDO y un CRIADO

RICARDO:      [Ausonio], el príncipe y señor de Tracia,   

   con pecho cuidadoso descubierto,   

   tus manos besa y esta carta envía.   

Lee el REY la carta


   "La mucha obligación que a tus pasados, 660   

   supremo rey, los míos han tenido,   

   me pone atrevimiento que pretenda   

   ayuntar mis estados con los tuyos   

   pidiendo que me des en casamiento   

   a Fenisa tu hermana y mi señora, 665   

   aunque sin avisárselo a mi padre   

   que agora está en la guerra de Polonia.   

   Esto te suplico.    Estoy seguro   

   que no le pesará cuando lo sepa   

   porque también lo estoy que [eso] tu pecho 670   

   al mío podrá dar lo que desea.   

   Concluyo con que Dios tu estado aumenta   

   guardando tu persona muchos años   

   como es justo.

                   El Príncipe de [Tracia]"   
FENISA:      (¡ Oh, esta imaginación      Aparte 675   

   que pasó por mi deseo,   

   o es sueño de mi pasión   

   o es sombra alguna que veo   

   del fin de mi pretensión.   

   No sé, tabla celestial, 680   

   si a teneros en más venga,   

   por ser de Ausonio señal   

   o si ya en menos os tenga   

   pues tengo el original).   

Cáesele [inadvertida] a FENISA el papel de la mano


   Pues, tanto en ello se gana 685   

   por mi parte, es cosa llana   

   que no podré decir no,   

   pues que gano tanto yo   

   como ha ganado mi hermana.   

   Otros pierden por gozar 690   

   lo que a sus gustos impide,   

   y pierde el que suele dar;   

   mas hoy el príncipe pide   

   para darnos a ganar.   

   Y tú, si cansado estás, 695   

   aquí descasar podrás   

   de tu camino pasado.   
RICARDO:      (¡ Oh, rey, qué mal te he pagado      Aparte   

   el bien que agora me das !)   

   Ser[á] al príncipe molesta 700   

   la respuesta si se tarda,   

   y en serle ya manifiesta   

   porque por horas aguarda   

   que le llegue la respuesta.   

   Tu majestad no le escriba 705   

   porque así me detendré.   

   Alto, pues, que se aperciba   

   toda mi gente haré   

   porque al príncipe reciba.   

   Partirte puedes de aquí. 710   
RICARDO:      Harélo, señor, así.   

   Vamos a cumplir mi intento.   
FENISA:      Será hacer recibimiento   

   para el recibirme a mí. 715   

Vanse el REY y FENISA

RICARDO:      Bien la ocasión me afortuna   

   que el tiempo sin vuelta alguna   

   me da lugar y ocasión.   

   Hoy sacaré por blasón   

   Ocasión, Tiempo y Fortuna. 720   

   Bien principio di al engaño,   

   si por algún caso extraño   

   el fin no viene en ofensa,   

   que donde el hombre no piensa   

   allí suele estar el daño. 725   

   Sólo nos falta ordenar   

   que esperanza o que respuesta   

   al príncipe se ha de dar.   

   Pero, ¿: qué carta es aquésta ?   

   Del suelo la quiero alzar. 730   

   En blanco tiene la firma.   

   "Yo el Rey" dice.    ¡ Oh, cielo franco !   

   Mi voluntad se confirma.   

   Esta vez doy en el blanco   

   pues el rey en blanco firma. 735   

   Sobre ella pienso escribir   

   un caso digno de oír,   

   y es que Fenisa murió   

   de un breve mal que le dio,   

   y así podré despedir 740   

   de que pretenda la infanta   

   el triste príncipe Ausonio.   

   Mi buena industria me espanta.   

   Tanto puede un testimonio   

   que un hombre honrado levanta. 745   

Vase y sale FLORISEO

FLORISEO:      Aquí vuelvo a contemplar   

   este sagrado lugar   

   donde solamente fue   

   el milagro de mi fe   

   que no lo puedo olvidar. 750   

   Aquí en señal de victoria   

   me dio Fenisa la palma,   

   y así para aquesta gloria   

   en Fenisa tengo el alma   

   y aquí tengo la memoria. 755   

Sale FENISA

FENISA:      Aquí fue dó le perdí.   
FLORISEO:      (Esto lo dice por mí;      Aparte   

   que como a verla no he ido   

   sospecha que me [ha] perdi[d]o).   
FENISA:      Si podré hallarle aquí, 760   

   pues, ¿: qué le puede perder ?   
FLORISEO:      (En su pensamiento asisto.      Aparte   

   Su pasión me da a entender,   

   encubriendo que me ha visto.   

   ¡ Oh, qué discreta mujer !) 765   
FENISA:      Si le halló alguna dama   

   de palacio...
FLORISEO:                      (Ella me ama,      Aparte   

   pues de damas se recela.   

   ¡ Puede poner una escuela   

   de discreción, ciencia y fama !) 770   
FENISA:      ¡ Por mi fe, no le hallo !   
FLORISEO:      (Aquí, mi bien, me hallarás).      Aparte   
FENISA:      Casi estoy por no buscallo.   
FLORISEO:      (No me esconderé yo más,      Aparte   

   que me perderé si callo). 775   

   Señora, no está perdido   

   lo que buscas.
FENISA:                          Yo agradezco   

   el cuidado que has tenido.   

   ¿: Dó pareció ?
FLORISEO:                        Aquí pare[zco].   

   Pues, ¿: tan bien te ha parecido ? 780   
FENISA:      Di, ¿: dónde está ?    ¡ Por mis bienes !   
FLORISEO:      Dentro en tu alma lo tienes   

   después que tuyo se nombra;   

   que yo no soy sino sombra   

   de aquél que en tu pecho tienes. 785   
FENISA:      Acaba.    Dame el papel,   

   que lo pedirá mi hermano.   
FLORISEO:      ¿: El papel ?    ¿: Quieres por él   

   motejarme de liviano ?   
FENISA:      Mira, que [ya] está en él 790   

   la firma del rey.
FLORISEO:                                Y firme   

   estoy sin arrepentirme   

   del alma que te he entregado.   
FENISA:      ¿: Estás loco o porfiado   

   en burlarme y perseguirme ? 795   

   ¡ Basta el juego, Floriseo !   
FLORISEO:      Esa tu sospecha baste   

   si fue probar mi deseo   

   ese término que usaste,   

   [.................. -eo]. 800   

   Ya ves mi poca mudanza;   

   no marchites mi esperanza   

   en dilatar mi favor   

   porque siempre es la mejor   

   la que más presto se alcanza. 805   

   Bien sé cierto que me quieres   

   pero pienso será tarde   

   cuando tú me lo dijeres   

   porque el uso de cobardes   

   tienen siempre las mujeres. 810   

   Muestran con el vencedor   

   humildad, miedo y amor;   

   y con quien vencidos siente   

   quiere mostrarse valiente 815   

   tratándoles con rigor.   
FENISA:      Alguien te tiene engañado.   

   O el jüicio te ha falta   

   o te ciega la afición,   

   o ésta es alguna traición 820   

   que en mi daño has ordenado.   

   ¿: Tan liviana y fácil soy ?   

   ¿: Tanto a mis ventanas voy ?   

   ¿: Con tan blandos ojos miro ?   

   ¿: Tan a menudo suspiro ? 825   

   ¿: Tan melancólica estoy ?   

   ¿: Tanto sabes [que] te he [amado] ?   

   ¿: Tantos billetes [te] he escrito ?   

   ¿: Tantas veces te he hablado ?   

   ¿: Tantos requiebros permito ? 830   

   ¿: Tantos pajes te he enviado ?   

   ¿: Qué entiendes que te he querido ?   

   ¿: Y si un papel he perdido   

   sospechas que eres tú él ?   

   Bien dices que eres papel 835   

   pues que tan liviano has sido.   

Vase

FLORISEO:      ¿: Soy yo Floriseo ?    Sí.   

   ¿: Fué Fenisa ?    Sí... ¡ mas no !   

   La envida fue la que vi   

   que mi bien impedí yo. 840   

   Soy imagen del que vi;   

   mas, ¡ ay !, que si envidia fuera,   

   Fenisa no pareciera   

   si yo fuera imagen hoy,   

   siendo lo poco que soy 845   

   de lo mucho que antes era.   

   ¡ Oh, falsa, que me has burlado !   

   Mas por fuerza había de ser   

   esta vuelta que hoy has dado.   

   Mas eres al fin mujer 850   

   y por ser yo desdichado,   

   ingrata , no te pedía   

   constancia como la mía   

   mi voluntad infalible.   

   ¡ Qué bien vi que era imposible ! 855   

   Pero durará algún día.   

Sale LEONORA

LEONORA:      ¿: Quién es ésa tan esquiva,   

   a quien tus suspiros van,   

   que trocó en marchita oliva   

   lo verde del arrayán, 860   

   señal de esperanza viva ?   
FLORISEO:      Esa esquiva, esa ingrata,   

   ésa que tan mal me trata,   

   ésa que tiene deshecho   

   en cautiverio mi pecho 865   

   y nunca de él me rescata,   

   y ésa que en verme mató   

   cual basilisco furioso   

   y con su vista me dio   

   el veneno, que a su esposo 870   

   [Deyanira] un tiempo dio,   

   disfrazado en la camisa   

   ésa que trae por divisa   

   de sus victorias y palmas   

   sacando de muertas almas 875   

   un campo pardo, es Fenisa.   

Vase

LEONORA:      Perdido va, caso extraño.   

   El daño ha sido su dama   

   y yo la causa del daño.   

   ¡ Oh, cómo en el alma que ama 880   

   es peligroso un engaño !   

Sale el REY


   Después que estampó el Amor   

   en mi pecho tu valor   

   quedando de él envidioso,   

   arrojó el pincel furioso 885   

   y me dejó mi dolor.   

   Borró el tormento que viste,   

   dióme el ser que me entregaste   

   después que bien me quisiste   

   y el corazón me llevaste 890   

   y aquéste tuyo me diste.   

   Amor y Naturaleza   

   nos premiaron con largueza;   

   que él no puede, y con razón,   

   darme mayor galardón 895   

   ni ella a ti mayor belleza.   
LEONORA:      Rey, quisiera responderte,   

   como es justo responder,   

   de otro modo y de otra suerte;   

   mas pienso que en ser mujer 900   

   no he de poder ofenderte.   

   Y si no te ofendo, entiende   

   que ese fuego que te enciende   

   en ofenderte se anima;   

   que quien ofende a su prima 905   

   a su misma sangre ofende.   

   Eres hombre, pero siento   

   que por tener de rey nombre,   

   tuviste ese atrevimiento;   

   que no bastara ser hombre 910   

   para tan gran pensamiento.   

   ¿: Yo te he querido jamás ?   

   ¿: A quién tu vida y fe das ?   

   ¿: Vienes loco ?    ¿: Vienes ciego ? 915   

   A ocasión de tanto fuego   

   deslumbrado y ciego estás.   

   ¡ Que niegues que me has querido !   

   ¡ Que mudable quieres ser !   

   Pero justo caso ha sido. 920   

   Quien así quiso a mujer,   

   mujer le paga en olvido.   

   Sola mi fe me engañó   

   porque nunca pensé yo   

   que cupiera en lo que vi 925   

   tras un dulce alegre "sí"   

   un amargo y triste "no."   

   Ingrata de mi servicio,   

   no puede mi mal culparte   

   de aqueste mal beneficio; 930   

   que en ser mujer y mudarte   

   has usado de tu oficio.   

   De mi mano recibiste   

   la firma que me pediste,   

   y me pediste papel 935   

   para firmar más en él   

   la firmeza que tú viste.   

   Cual el fundamento fue,   

   tal ha sido tu firmeza.   

   Del cielo me quejaré 940   

   pues quiere que tal belleza   

   en tan mal sujeto esté.   

   Ya tus favores se han ido   

   pero no lo he perdido;   

   pues quiere Amor que me acuerde 945   

   que cuando algún hombre pierde   

   es señal que ha poseído.   

   Da a tu ingratitud lugar   

   y le daré yo a mi llanto;   

   que si tan dura has de estar, 950   

   quizá vendré a llorar tanto   

   que al fin te venga a ablandar.   

Vase

LEONORA:      La confusión me fatiga.   

   No me espanto que el rey diga   

   el amor y que me quiera; 955   

   mas que a la vista primera   

   tales razones me diga.   

Sale FENISA

  
FENISA:      (La mujer con tal se nombre      Aparte   

   engañó al hombre en comer, 960   

   por subir más y más ser,   

   y así por ser más el hombre   

   quiere engañar la mujer.   

   Temo que el duque no enrede   

   algún engaño que quede 965   

   mi bien convertido en daño;   

   que a veces hace un engaño   

   lo que la razón no puede.   

   Y como de mi locura   

   nació el engaño presente, 970   

   de engaño no estoy segura   

   como suele un delincuente   

   que de nada se asegura).   
LEONORA:      Fenisa, quejarte veo.   

   ¿: Quién te agravió ?
FENISA:                                Floriseo; 975   

   que loco de su [pasión]   

   entendió que su razón   

   igualara a su deseo.   
LEONORA:      Si su disculpa conviene   

   para que no le condene 980   

   tu justicia a aborrecerlo,   

   bien puedes de hoy más quererlo   

   que justa disculpa tiene.   

   Engañado le he traído,   

   fingiendo que tú le quieres, 985   

   y su engaño sólo ha sido   

   pensar que nobles mujeres   

   tan fácilmente han querido.   

   A mí me puedes culpar;   

   que le he querido burlar 990   

   en engaño semejante   

   y ya sabes que un amante   

   es muy fácil de engañar.   
FENISA:      Si libre merece ser,   

   yo perdono su inocencia 995   

   conque olvide su querer.   
LEONORA:      Aún no se acaba la audiencia   

   que hay otro pleito que ver.   
FENISA:      Ya he entendido a lo que vas:   

   residencia le darás 1000   

   pues quedará de esta vez   

   culpado el primero juez.   
LEONORA:      Quién es culpado verás.   

   ¿: Qué liviandad ha hallado   

   el rey en mi autoridad 1005   

   que sospecha que le he amado   

   o quiere sacar verdad   

   por un mentís disfrazado ?   

   Y no saber que afición   

   le quita a un amante justo 1010   

   la vista de la razón   

   y aún es cuerdo donde el gusto   

   camina por su pasión.   

   Si la señal de su mal   

   en el triste amante es tal 1015   

   que por ciego es conocido,   

   ¿: en qué ve lo que he querido   

   si me faltó esta señal ?   
FENISA:      Si en las damas principales   

   la guerra de amor se encierra, 1020   

   ella se encubre en sus males   

   porque no siempre que hay guerra   

   los cielos muestran señales.   

   Y, pues tu gloria lo ordena,   

   ella misma lo condena 1025   

   a que no esté en tu memoria.   

   Basta faltarle tu gloria   

   para que esté siempre en pena.   

   Fue engañarle mi intención   

   para cierta pretensión 1030   

   que tú después la sabrás.   

   Pero agora fingirás   

   que le tienes afición.   
LEONORA:      ¿: En tus trazas y quimeras   

   peligro no consideras ? 1035   

   ¿: No ves que Amor, por matar,   

   de burlas se suele entrar   

   y viene a salir de veras ?   

   Y aunque tu invención me agrada,   

   si quieres eso hacer 1040   

   con mi hermano, ¡ que me enfada !   
FENISA:      Agora no puede ser.   
LEONORA:      ¿: Cómo no ?
FENISA:                      Estoy desposada.   
LEONORA:      [¿: Desposada ?    Pues], ¿: con quién ?   
FENISA:      Con quien reciba tal bien 1045   

   que no espero ver desgracia...   

   con el príncipe de Tracia.   
LEONORA:      ¡ Por muchos años, amén !   

   Cuéntame cómo.
FENISA:                              Después;   

   que es el caso un poco largo. 1050   
LEONORA:      Después que con él estés   

   bien puedes tomar el cargo   

   de engañarlo.
FENISA:                          Verdad es.   

   Yo lo fingiré.
LEONORA:                              El rey viene.   

Salen el REY y LISARTE


   Haz que el alarde se ordene 1055   

   y salga la infantería   

   a cuatro millas de Hungría.   

   Mira qué concierto tiene.   

   No quede ningún vasallo,   

   como de palacio sea, 1060   

   que no se le dé caballo   

   y se le vista librea.   
LISARTE:      Luego voy a concertallo.   

   A la brevedad te [brega]   

   porque ya el príncipe llega 1065   

   al ducado de Haisora.   

[Vase LISARTE]


   (Entendí hablar a Leonora      Aparte   

   y la ocasión me niega).   

   Oh, bella diosa del cielo,   

   como en ti se compadece, 1070   

   que mejor del sol del cielo;   

   tu bella luz resplandece   

   y no    desprecie tu velo.   

   Como acabaste mi vida,   

   agora por la herida 1075   

   una fresca sangre vierto   

   como suele un cuerpo muerto   

   delante del homicida.   

   El tiempo te ha concedido   

   de lo lindo tanta parte 1080   

   que el olvido todo ha sido,   

   y así no quiero olvidarte   

   por no querer al olvido.   

   Agradaste en ver que muero   

   y así agradarte no quiero, 1085   

   por no quererte agradar.   
LEONORA:      Si te hubieras de matar,   

   dame mi alma primero.   

   Luego, ¿: yo la tengo ?
LEONORA:                                    Sí.   

   Salió con tal falsedad 1090   

   el crédito que te di   

   que aunque me digas verdad,   

   pienso que burlas de mí.   
LEONORA:      ¡ Oh, qué novicio amador !   

   Cese, rey, tanto rigor. 1095   

   Basta ya.    Queredme bien;   

   que es un crisol, un desdén   

   donde se congendra amor.   

   Aquel desdén hice yo   

   para probar vuestra fe, 1100   

   pero nunca se gastó;   

   que como tan poca fue   

   en la prueba se acabó.   

   Publique el cielo esta historia.   

   ¡ Amor, victoria, victoria ! 1105   

   Que mi pena y mal notorio   

   fue pena de purgatorio   

   para gozar de esta gloria.   

   Hame consentido el cielo   

   por lo que en mi pecho encierra, 1110   

   que fue procurar tu cielo,   

   pues, nunca paró en la tierra   

   aquél que cayó del cielo.   
FENISA:      El duque afuera ha salido. 1115   

   Voyme, pues no me ha sentido.   

Vase

FENISA:      Tu amor estoy contemplando;   

   que no sé si está burlando   

   o se de veras ha sido.   
LEONORA:      Eso agora lo verás. 1120   

   Haz con el duque otro tanto.   

Sale FLORISEO

FLORISEO:      ¡ Oh, dura roca, aquí estás !   

   Roca dije, pues mi llanto   

   basta a endurecerte más.   
FENISA:      ¿: Quién duda que de enojado 1125   

   un mar copioso ha llorado ?   

   Su corazón [descubierto],   

   hermano, ¿: Si estaba muerto,   

   cómo no lo han enterrado ?   

   Ya, duque, de vos me espanto. 1130   

   Dejad por un rato el llanto,   

   no deis suspiros tan recios   

   porque es de amantes muy necios   

   suspirar y llorar tanto.   
LEONORA:      Hagamos, duque, amistad. 1135   

   Mira que fue por probarte   

   encubrir [mi] voluntad.   
FLORISEO:      De nuevo vuelvo a adorarte   

   si me dices la verdad.   

   Y si aquesto verdad es 1140   

   dame, Fenisa, los pies.   
FENISA:      Poco tu pecho desea.   
LEONORA:      El rey viene.
FENISA:                          No nos vea.   
FLORISEO:      ¿: Cuándo te veré ?
FENISA:                            Después.   

Vanse FENISA y LEONORA

FLORISEO:      Fue recién muerto mi fuego 1145   

   pero al humo que de él vive,   

   le tocó tu lumbre el fuego,   

   y así tan presto recibe   

   otra vez vida y sosiego.   

Tocan cajas y sale el REY


   ¡ De esa suerte, duque, estás ! 1150   

   ¿: Cómo a recibir no vas   

   al esposo de Fenisa   

   que ya nuestra corte pisa ?   
FLORISEO:      ¿: Luego, desposado la has ?   

   ¿: Agora lo dudas ?
FLORISEO:                                Sí; 1155   

   que nunca tal he sabido   

   de Fenisa ni de ti.   

   Pues, sal luego.
FLORISEO:                              Obedecido   

   serás en todo.    (¡ Ay, de mí !)      Aparte   

   ¿: Por qué suspiras ?
FLORISEO:                                  Suspiro 1160   

   porque mil casados miro   

   y sólo yo no me caso.   

   ¡ Por Dios, que es terrible caso   

   para tan grande suspiro !   

Vase el REY

FLORISEO:      ¿: Qué es esto, tiempo crüel ? 1165   

   ¿: Qué curso es éste que has dado   

   para consumirme en él ?   

   Acabe el siglo dorado   

   en la muerte de otro Abel.   

   ¿: Estoy en mí ?    ¿: Duermo o velo ? 1170   

   ¿: Cómo me consiente el suelo,   

   pues el cielo me destierra ?   

   Estoy seguro en la tierra   

   que no lo estaba en el cielo.   

   En este dolor que siento, 1175   

   ¿: quién sufrirá más dolor,   

   el alma o el pensamiento ?   

   Ella padece el rigor   

   y él me causa su tormento.   

   Mas, ¡ ay, Amor !, que tus males 1180   

   los dos padecen iguales;   

   aunque padezca inmortal gloria   

   [.................... -oria],   

   dos sujetos inmortales.   

   ¿: Para qué es esto que siento ? 1185   

   ¿: Querido de ella no estoy ?   

   ¿: Qué es el primer fundamento ?   

   Pues yo no seré quien soy   

   si no impido el casamiento.   

   Quiero ver con quién se casa 1190   

   y lo que en palacio pasa;   

   que no conviene sosiego   

   pues se va perdiendo el fuego   

   que me consume y abrasa.   

Vase y salen al balcón FENISA y LEONORA

FENISA:      Leonora, en este balcón, 1195   

   si atenta un rato me estás,   

   de todo punto sabrás   

   mi verdadera intención.   

   Que aunque mi firmeza es mucha,   

   cuando vi aquel mercader, 1200   

   hice oficio de mujer.   
LEONORA:      ¿: Luego lo quieres ?
FENISA:                                Escucha:   

   no es tan humilde mi trato,   

   que ese amor haya tenido.   
LEONORA:      Pues, ¿: en qué mujer has sido ? 1205   
FENISA:      En dar el alma a un retrato   

   y en darle como le di   

   el pecho por sacrificio,   

   aquéste ha sido mi oficio   

   desde el día que le vi. 1210   
LEONORA:      Si hoy tu esposo te recibe,   

   ¿: qué te da cuidado ?
FENISA:                                Temo   

   que cuando llegue al extremo   

   Fortuna no me derribe. 1215   
LEONORA:      Pues, en ese temor tuyo,   

   el mercader, ¿: qué causó ?   
FENISA:      Causará si me engañó   

   y ese retrato no es suyo.   
LEONORA:      Y cuando suyo no sea, 1220   

   a ti, ¿: qué te importa ?
FENISA:                                  ¿: Qué ?   

   Que jamás me casaré   

   hasta que a su dueño vea;   

   que si su rostro no es éste,   

   su valor, su cuerpo y gracia, 1225   

   aunque príncipe de Tracia   

   y aunque la vida me [cueste],   

   no me he de casar con él;   

   que ese amor le tengo yo   

   el retrato me lo dio, 1230   

   que yo no lo he visto a él.   
LEONORA:      Di, pues, ¿: qué provecho sientes   

   en que aquí las dos estemos ?   
FENISA:      Que los rostros cotejemos   

   a ver si son diferentes. 1235   
LEONORA:      Bien has dicho.    Rumor suena.   

   Sin duda que llegan ya.   
FENISA:      Solamente en esto está   

   el remedio de mi pena.   
LEONORA:      No tengas temor, Fenisa. 1240   

Tocan cajas dentro

LISARTE:      ¡ Extiende aprisa esa juncia !   
LEONORA:      El tiempo tu gloria anuncia   

   que la esperanza se pisa.   

Salen uno echando juncia y luego toda la gente de dos en dos y el REY de Hungría y el conde BERTILO a su lado, como Príncipe, y éntranse

FENISA:      ¡ Mi esperanza va perdida !   
LEONORA:      ¡ Terrible desgracia !
FENISA:                                Advierte 1245   

   que en este punto la muerte   

   luchando está con la vida.   
LEONORA:      El rey viene y a su lado   

   quien [de] esposo tiene nombre.   

   (¡ Por mi fe, que es gentil hombre !      Aparte 1250   

   Oscuro queda el retrato).   
FENISA:      ¡ Ay, Dios, que no se parecen !   

   ¡ Qué diferentes facciones !   
LEONORA:      (¡ Ay, Dios, que nuevas pasiones      Aparte   

   mi cuerpo y alma padecen !) 1255   
FENISA:      ¡ Qué rostros tan diferentes !   
LEONORA:      (¡ Qué rostro, valor y ornato !)      Aparte   
FENISA:      No es suyo aqueste retrato,   

   Leonora, ¿: de eso qué sientes ?   
LEONORA:      Dolor, pasión y tormento. 1260   

   Siento que son desiguales.   

   (Mejor sintiera mis males      Aparte   

   [.................... -ento).]   
FENISA:      ¡ Oh, mercader cauteloso,   

   eres al fin mercader ! 1265   

   Cielos, ¿: de quién puede ser   

   este retrato glorioso ?   

   Desposarme no imagino.   

   Mirad, tabla, en cuánto os precio,   

   pues a un príncipe desprecio 1270   

   por vuestro rostro divino.   

   Mirad si sois principal,   

   pues que vence mi cuidado   

   un verdadero traslado   

   a un fingido original. 1275   

   Mas, ¿: qué llorar me aprovecha   

   si a ciegas me quejo y lloro ?   

Vase

LEONORA:      Basta que en efecto adoro   

   lo que Fenisa desecha;   

   mas yo curaré mi daño 1280   

   con hacer que no la quiera.   

   ¡ Oh, mujeres, quién os viera   

   en la red de aqueste engaño !   

Vase


  


ACTO SEGUNDO

              

Sale AUSONIO, rasgando una carta y tras él sale RICARDO

AUSONIO:      Pedazos hago el papel   

   adonde mi muerte fundo, 1285   

   por venir escrito en él   

   que quiere acabarle el mundo,   

   pues Fenisa salió de él.   

   Fenisa muerta y yo vivo,   

   ¿: Por qué muerte no recibo ? 1290   

   ¿: Qué milagro es éste, y palma,   

   que salga de un cuerpo el alma   

   y el cuerpo se quede vivo ?   

   Dichosa infanta, bien sé   

   que el alto cielo te encierra 1295   

   como en el arca Noé;   

   que se ha de anegar la tierra   

   co[sa] que yo lloraré.   

   Mas con esto me consuelo,   

   que hecho montes el suelo 1300   

   y pasado este diluvio,   

   nos mostrará su arco rubio   

   en señal de paz el cielo.   

   Tu bella luz mostrará,   

   haciendo el cielo arrebol, 1305   

   porque el sol viéndote allá   

   ha de dejar de ser sol   

   y su lugar te [dará].   

   Tan rica dejas la tierra   

   que temo no nos des guerra, 1310   

   porque todos la pisamos   

   y porque no la adoramos,   

   después que tu cuerpo encierra.   
RICARDO:      Si el tiempo con su rigor 1315   

   la infanta acabó en su tiempo,   

   acabe ya tu dolor.   
AUSONIO:      Todo lo consume el tiempo   

   pero no un perfeto amor.   
RICARDO:      Mas, antes es imperfeto, 1320   

   pues ha faltado el sujeto   

   que tu amor perfeto causa.   
AUSONIO:      Aunque ha faltado la causa,   

   ¿: falta después el efeto ?   

   El Fénix tiene costumbre 1325   

   cuando se quiere morir   

   de echarse vivo en la lumbre,   

   mas otro vuelve a salir   

   de su ceniza a la cumbre.   

   Y de esta suerte en mi pecho, 1330   

   que Fenisa ya ha deshecho   

   de mi fuego y su ceniza,   

   otro Fénix, --¡ Oh, Fenisa !--   

   admirablemente ha hecho.   
RICARDO:      Pues, ¿: qué pretendes hacer ? 1335   
AUSONIO:      Que partamos luego a Hungría   

   para allí gozar y ver   

   la que muerta, helada y fría   

   temblar me hace y arder.   

   Su espíritu está en la gloria; 1340   

   su cuerpo en la tierra dura;   

   su fama en eterna historia;   

   en mi pecho su hermosura;   

   todo junto en mi memoria.   

   Y, pues, todo en ella está, 1345   

   él la vida le dará   

   por lo que recibe de ella,   

   y si yo vengo a perdella,   

   un mármol nos cubrirá.   

   Alto, partamos de aquí; 1350   

   que la muerte me convida   

   a darme otra muerte allí   

   porque no quiero aquí vida   

   que esté sin ella y sin mí.   
RICARDO:      (Perdido soy si se parte).      Aparte 1355   

   Justo será reportar[te].   

   Busca, señor, otro modo.   
AUSONIO:      Estando sin vida el todo,   

   ¿: cómo ha de vivir la parte ?   
RICARDO:      Mira que dejas desierto 1360   

   tu reino de ley y rey,   

   y andará con desconcierto.   
AUSONIO:      Más vale que esté sin rey   

   que no tener un rey muerto.   
RICARDO:      Determinado estás de ir ? 1365   

   ¿: Tu padre, qué ha de decir ?   

   Pues para acabar la guerra   

   te encomendó el reino y tierra.   

   ¿: Hoy lo dejas destrüir ?   
AUSONIO:      Cuando mi padre partió, 1370   

   mi Fenisa viva estaba   

   y así estaba vivo yo.   

   A un vivo su reino daba,   

   ¿: qué culpa si ya murió ?   

   Yo pondré gobernadores 1375   

   que recojan mis tributos.   

   Suenen roncos atambores,   

   arrástranse negros lutos.   

   No parezcan más colores.   

   Haya tristeza infinita, 1380   

   tristes canciones le canten   

   con un ronco llanto y grita,   

   altos túmulos levanten,   

   negra cera se derrita.   

   Toquen las campanas dobles, 1385   

   traigan luto las más nobles,   

   dése a pobres mi riqueza   

   y el suelo, por más bajeza,   

   cubran cipreses y robles.   

   Y si el cielo permitiera 1390   

   que en él dominio tuviera,   

   sus estrellas descumbrara   

   y al mismo sol eclipsara   

   porque su muerte sintiera.   

Vase

RICARDO:      Si llega el príncipe a Hungría, 1395   

   el conde ha de peligrar;   

   mas, pues él de mí se fía,   

   yo lo tengo de librar   

   a peligro y costa mía.   

   Vasallo noble he de ser 1400   

   y una posta he de correr   

   que si llegar antes puedo   

   [.....................    -edo]   

   otro mayor he de hacer.   

Vase.    Salen FENISA y el REY de Hungría


   Está, Fenisa, segura 1405   

   que no gozarás de hombre   

   indigno de tu hermosura   

   porque no he de honrar a un hombre   

   que deshonrarme procura.   

   ¿: A tal se pudo atrever 1410   

   el que tu esposo ha de ser   

   que diga que a mi Leonora   

   la quiere tanto y adora   

   olvidando a su mujer ? 1415   

   ¡ Que haya cabido en la alteza   

   de aqueste príncipe Ausonio   

   tal mudanza y tal bajeza !   

   Mas, hecho este matrimonio,   

   no burlará tu belleza. 1420   

   Al fin, ¿: que anoche los viste   

   por el balcón que dijiste   

   hablar[se] ?
FENISA:                        Sí, mi señor.   

   ¿: Por qué me ensalzaste, Amor,   

   si gloria breve me diste ? 1425   

   Fue mi gloria perdición,   

   pues me ha faltado tan presto;   

   mas no habrá sin su traición.   

   Ni el sol que a mi fe me ha puesto   

   le saldrá por el balcón. 1430   

   Si la noche encubre tal,   

   ya de hoy más el pedernal   

   de mi amor y pesadumbre   

   dará centella la lumbre   

   para descubrir mi mal. 1435   

   A tu balcón está atenta   

   esta noche sin tardanza.   

   En viéndolos, me da cuenta   

   que para tomar venganza,   

   por fuerza, he de ver mi afrenta. 1440   

   Que según el caso [exhumo]   

   y grave Ausonio, presumo,   

   tenga con Amor un ciego   

   porque nunca donde hay fuego   

   se puede encubrir el humo. 1445   

   Tus palabras se merecen;   

   mas dos contrarios se ofrecen   

   en lo que presente veo,   

   que tal delito y tal reo   

   apenas se compadecen. 1450   

   Mucha fe en el caso das;   

   mas la fe de mi Leonora   

   dice que engañada estás,   

   y así quiero ser agora   

   otro segundo Tomás. 1455   
FENISA:      (Quise, con esto, estorbar      Aparte   

   de no verme desposada,   

   mas no lo podré alcanzar;   

   que nunca mujer honrada   

   a nadie supo engañar). 1460   

Sale por una puerta BERTILO y por otra se va FENISA


   No sospechas, rey, que basta   

   ser rey para usar la ley   

   que al orden de un rey contrasta;   

   que si eres rey, lo has con rey,   

   y rey de tu propia casta. 1465   

   Es afrenta de mi honor   

   que tengas en más valor   

   la que ojalá me quisiera,   

   y si de mi honor no fuera,   

   bastaba ser de mi amor. 1470   

   Tu mujer has olvidado,   

   y rey no merece ser   

   quien su palabra ha quebrado.   

   La honra de tu mujer   

   y el gusto de tu cuñado, 1475   

   la nobleza de tu nombre,   

   me obliga[n] que aquesto hable.   

   No te alteres ni te asombre   

   que el hombre, rey, y mudable   

   no es noble, ni es rey, ni es hombre. 1480   

   La humana naturaleza   

   así sus virtudes labra:   

   en los nobles la firmeza,   

   la firmeza en la palabra,   

   en los reyes la nobleza. 1485   

   Es noble quien firme ha sido,   

   es firme quien ha cumplido.   

   ¡ Rey noble, firme en su ley !   

   Luego, no será buen rey   

   quien aquesto no ha tenido. 1490   
BERTILO:      Yo beso a tu majestad   

   los pies por tan buen consejo.   

   ¿: Para qué es tanta humildad ?   
BERTILO:      Porque es la humildad espejo   

   donde se ve la verdad. 1495   

   Está, rey, de mí seguro,   

   pues por los cielos te juro   

   que lo que dices ignoro   

   y a Fenisa sólo adoro   

   y sus palabras procuro. 1500   

   Humilde es tu prudencia.   

   O es de Sinón tu paciencia,   

   o es mi confusión Babel,   

   o de Isaac, Josef o Abel   

   heredaste la inocencia. 1505   

   Estoy confuso de ver   

   que tan diferente nombre   

   esta verdad ha de ser:   

   o a la nobleza de un hombre   

   o al gusto de una mujer. 1510   

Salen LEONORA y FLORISEO

FLORISEO:      Impórtame la vida el impedirlo   

   o al menos, si no puedo, dilatarlo.   

Salen por otra puerta FENISA y el marqués LISARTE

FENISA:      ¡ Por vida del marqués que lo dilates   

   poniendo por delante algunas leyes 1515   

   de las que sabes que este reino tiene !   
LISARTE:      Sólo, supremo rey, saber deseo   

   de los señores príncipes mañana...   

   ¿: Por qué los dices ?
LISARTE:                                Porque todo el vulgo,   

   siguiendo la opinión de los más nobles 1520   

   están dudando cómo no se guarda   

   la ley antigua de este antiguo reino.   

   ¿: No se manda que aquél que pretendiere   

   el desposarse con princesa suya   

   asista algunos días en palacio 1525   

   primero que con ella se despose ?   
FLORISEO:      Dice bien el marqués; que así se dice.   
BERTILO:      (Sólo me falta que estas leyes cumpla    Aparte   

   para dar más lugar para perderme).   

   Confieso que es verdad; mas sólo basta 1530   

   un mes de tiempo, el medio está pasado.   

   Aguarde vuestra alteza el otro medio.   
BERTILO:      No es justo que por mí las leyes quiebren.   

   (Perdí de todo punto mi esperanza).    Aparte   

   (El marqués con mi gusto corresponde    Aparte 1535   

   que en este medio mes sabré su intento.)   

Sale RICARDO, muy alborotado

RICARDO:      Después de haber besado pies y manos,   

   dirá la audiencia de mi humilde boca.   

   Oye, señor, el cuento más extraño   

   que jamás refirieron él ni otros. 1540   

   Llegó un retrato junto con su fama   

   de Fenisa la infanta, mi señora,   

   al reino dedicado a su persona.   

   Bertilo, el conde, tu vasallo caro,   

   por su bien, por su gloria y sus pecados, 1545   

   oyó la fama y el retrato vivo   

   rindióle el alma por despojos pobres,   

   y tuvo tanta fuerza su belleza   

   que le privó de todos sus sentidos   

   sabiendo que con ella te casabas. 1550   

   Y que será sudor sin esperanza,   

   desatinos, locuras, disparates,   

   lástimas, llantos, quejas y dolores   

   pronuncia el pobre, que provoca a risa,   

   mezclado con dolor de bello loco. 1555   

   Al fin, entre otras cosas en que ha dado   

   es decir que la infanta es ya difunta   

   y que él es heredero de la Tracia.   

   Que eres tú conde [que se ha puesto] su nombre.   

   Ausonio dice que es, y tú Bertilo. 1560   

   Traidor te llama y dice mil injurias   

   por toda Tracia, pues con su locura   

   viene a esta corte y por avisarte   

   un breve espacio quise adelantarme.   
BERTILO:      ¡ Oh, caso extraño !    ¡ Oh, desdichado conde ! 1565   

   ¿: En ese fin lo ha puesto su locura ?   

   (¡ Industria milagrosa ha sido aquésta !)    Aparte   

   Antes de conocer el triste loco,   

   su mal me aflige.    Su locura siento.   
FENISA:      (En más obligación de darme esposo    Aparte 1570   

   [eso] me ha puesto a mí, pues soy la causa.   

   Muerta me llama [ya] la verdad pública   

   que más suele asistir entre los locos).   

Dice dentro AUSONIO

AUSONIO:      Dile al rey, tu señor, que está en su casa   

   el príncipe Ausonio.
RICARDO:                                El loco es éste. 1575   
FLORISEO:      Dejad entrar adentro al triste loco.   
LEONORA:      No es poco su dolor.
LISARTE:                                Ni el gusto es poco.   

Sale AUSONIO vestido de luto

AUSONIO:      Tu persona, rey, y estado   

   guarden los cielos y gloria   

   que ella sustenta a Fenisa, 1580   

   y ellos la sirven de alfombra.   

   Yo, que he sido en otro tiempo,   

   si de mí tengo memoria,   

   sombra viva, con su muerte   

   me convierto en negra sombra; 1585   

   yo, que hice un mar bermejo   

   con la turca sangre roja   

   cuando cortando sus brazos   

   fueron espuma sus olas;   

   yo, que de los cuerpos muertos 1590   

   hice muelles a mis flotas   

   y de las aguas estrados   

   cubriéndolos con marlotas;   

   yo, que alcancé de los persas   

   la más insigne victoria 1595   

   que Alejandro ni Pompeyo   

   a quien la fama corona;   

   yo, que en Tracia me quedé   

   sin ir al cerco a Polonia   

   por no asolarla de presto 1600   

   y darle una muerte sola;   

   yo, que merezco renombre   

   que los mismos cielos toca,   

   nunca pude resistir   

   una pasión amorosa. 1605   

   Pero, ¿: para qué refiero   

   tiempo, vida, muerte, sombras,   

   sangre, hombre, turcos, persas,   

   guerra, paz, amor, victorias,   

   si para encerrar un monstruo 1610   

   Creta un laberinto forma ?   

   Porque en decirte quién soy   

   hago el de Creta y de Troya.   

   Ausonio soy, si por dicha 1615   

   no me traen pasiones propias   

   en espíritu de penas,   

   para que no me conozcan.   

   Amé y adoré a Fenisa   

   si amar se pueden las diosas. 1620   

   Húbola el sol menester,   

   bajó su carro y tomóla;   

   lloró su muerte mi reino.   

   Tocáronse cajas roncas.   

   Arrastráronse mis galas, 1625   

   símbolo de mis congojas.   

   Así con señales tristes   

   los cielos su fin no lloran,   

   yo los hice que lo sientan   

   por no estar en Babilonia. 1630   

   Si con tristezas las aguas   

   no alzaron sangrientas olas,   

   [vienen a] mojar el cielo   

   donde vive mi señora.   

   Las piedras no se quebraron 1635   

   aunque centellas arrojan,   

   que porque la cubren piedras   

   le perdonaran las otras.   

   Su sepulcro, rey, me muestra,   

   cuyo cuerpo sacro adoran 1640   

   Ausonio, sol, hombre, tierra,   

   cielos, aguas, piedras, diosas.   

   Por víctima y sacrificio   

   le daré el ave que gozan   

   los que los cielos barrenan 1645   

   los filos que el aire cortan.   

   Cuando ella en su muerte quema   

   y el licor de que se adornan,   

   cuando otra vez resucite   

   arderá en sus tristes honras. 1650   

   Las riquezas de la Saba   

   tan ricas cuanto olorosas,   

   traeré por sus oblaciones   

   si es que oblaciones importan,   

   y a pesar [de la Anfitrite], 1655   

   de sus lágrimas más hondas,   

   sacaré conchas y en ellas   

   traeré el licor de Etiopia.   

   Dime, rey, si esto permites,   

   verás que allí se amontonan 1660   

   Fénix, incienso y canela,   

   bálsamo, mirra, olor, conchas.   

   Pero tú lo puedes todo.   

   Las manos me da y perdona   

   advirtiendo que es Hungría, 1665   

   que es Jerusalén o Roma.   

   A visitar el sepulcro   

   vendrán extrañas personas   

   y con muerte de Fenisa   

   ganas vida, fama y honra. 1670   

   Dolor me ha dado, Fenisa.   

   Sus locos dichos enseñan   

   que gran prudencia tenía.   

   Los cuerdos de noche sueñan;   

   los locos la noche y día. 1675   
FLORISEO:      En locura extraña ha dado.   

   Puesto tiene su cuidado   

   en la muerte de la infanta.   
LISARTE:      Nunca pensé que era tanta,   

   locura de enamorado. 1680   
BERTILO:      Antes, un loco de amor   

   es mayor, aunque sea poco,   

   siendo mucho su dolor;   

   pues que siendo cuerdo es loco,   

   si es loco será mayor. 1685   
AUSONIO:      Por ver el poco aparato   

   que traigo de gente y trato   

   me has conocido, rey, mal.   
FENISA:      (¿: No es éste el original      Aparte   

   de mi querido retrato ? 1690   

   Son los dos tan parecidos   

   que ése es el mismo traslado.   

   Ambos están sin sentido.   

   aquéste por ser pintado   

   y él por tenerlo perdido). 1695   

   Fenisa, su mal advierte.   

   ¿: Qué decís ?
FENISA:                        ¡ Oh, caso fuerte !   

   (¡ Que mi muerte pronostican      Aparte   

   locuras que así publican   

   que he gozado la muerte !) 1700   
AUSONIO:      (¡ Viva está mi gloria altiva !      Aparte   

   Haré que en viéndome callen;   

   mas a bien es que reciba   

   que loco y muerto me hallan,   

   pues la hallo cuerda y viva). 1705   
BERTILO:      Bertilo, ¿: no me conoces ?   
AUSONIO:      Bien es que Bertilo llames   

   a quien infaman tus voces   

   para que tu nombre infames   

   y de nombre ajeno goces. 1710   

   Y mal puedo conocerte   

   si estás trocado de suerte   

   que sin ver tu corazón   

   he sospechado traición 1715   

   de sólo desconocerte.   
BERTILO:      ¡ Gracioso loco !
FLORISEO:                              ¡ Gracioso !   
AUSONIO:      ¿: Qué es aquesto, cielo santo ?   

   Dime, ¿: estás de mí envidioso   

   o quieres que cueste tanto 1720   

   lo que tanto fue glorioso ?   
FENISA:      (De corrida y triste callo.      Aparte   

   La muerte me da el mirallo   

   porque mi esperanza poca   

   fue de verde malvaloca 1725   

   y por fruto un loco hallo.   

   ¡ Que si el cielo santo permita   

   que el rostro de aquesta tabla   

   --porque a un dueño loco imita   

   y tan viva que no habla-- 1730   

   este bien de que me quita !)   
AUSONIO:      Es tan grande este tormento   

   que rompe mi sufrimiento   

   y ya de suerte no excusa.   

   El alma tengo confusa; 1735   

   sin sosiego el pensamiento.   

   Advierto, rey, que te engañas   

   y ése que a tu lado veo,   

   de quien así te acompañas   

   como el grifo a Prometeo, 1740   

   te ha de sacar las entrañas.   

   Disminuyes tu valor,   

   pierdes tu reino y tu nombre,   

   fundas el cielo de amor   

   sobre los hombros de un hombre 1745   

   que derriba a su señor.   

   Haz que tu muerte se impida;   

   que ese [es] traidor homicida   

   de reyes, antiguo oficio;   

   y quien me quita el jüicio, 1750   

   podrá quitarte la vida.   

   Si acaso tu corte le honra,   

   mira que traidor ha sido   

   que a su príncipe deshonra,   

   y quien honra no ha tenido 1755   

   mal puede guardar tu honra.   
LISARTE:      ¡ A qué pecho no provoca   

   a dolor, viendo tan loca   

   persona por serlo amor ?   
FLORISEO:      ¡ Qué palabra de color 1760   

   echa el pobre por la boca !   

[FENISA habla aparte a LEONORA]

FENISA:      Mi locura y ésta lloro   

   y aun mi locura es mayor.   
LEONORA:      Como puede ser ignoro.   
FENISA:      Porque tengo tanto amor 1765   

   que casi a este loco adoro.   

   ¿: No tendrá, príncipe, cura   

   este loco ?
BERTILO:                        No sé cierto.   

   Eso mi pecho procura.   
AUSONIO:      Si ése viera, infame, abierto 1770   

   acabara mi locura.   

   Fundas para mis desmayos   

   diversas torres y ensayos;   

   pero si sus puntos subes,   

   los cielos, el sol, las nubes 1775   

   llorarán sobre él los rayos.   

   Es de Nembrot tu intención.   

   La voluntad misma corre   

   por tu falsa pretensión   

   pero fundas tú la torre 1780   

   y en mí está la confusión.   

   Haces loca mi fortuna,   

   haces mi verdad ninguna;   

   mas ella será un Astolfo   

   que me saque de este golfo 1785   

   sin el Monte de la Luna.   

   Diste mis cartas o sellos   

   y con ellas la Ocasión   

   cogiste por los cabellos;   

   mas serán los de Absalón 1790   

   quedando colgado de ellos.   

   La tierra no te consienta   

   como a rémora que coge   

   la nave que me sustenta.   

   El agua de sí te arroje 1795   

   como muerto en la tormenta.   

   Al pie de un monte trabaja,   

   subir como otro Sisifo   

   la peña que él sube y baja.   

   Rompa tus carnes el grifo 1800   

   que en Olimpo otras desgaja.   

   Como Tántalo te niegue   

   agua si quieres beber;   

   al cuello no más te allegue   

   en un árbol y al comer 1805   

   la fruta como a él te niegue..   

   Con su llama Mongibelo   

   te abrase en su boca muda,   

   un aire levante el cuello   

   que esas tus alas sacuda 1810   

   con que subes a mi cielo.   

   Déte finalmente guerra   

   cuanto en medio el cielo encierra,   

   y aun no sé si bastarán 1815   

   según males en ti están   

   el aire, fuego, agua y tierra.   
LEONORA:      Grandes son tus maldiciones.   

   Tu prisión, sin duda, es causa;   

   que los tristes corazones 1820   

   cuando la locura apausa   

   disminuyen sus pasiones.   
BERTILO:      Toda tu antigua amistad   

   en odio la has convertido.   
AUSONIO:      En esto dices verdad; 1825   

   mas por agora has perdido   

   para mí lo que es lealtad.   

   No me quejo ni me espanto   

   de que me tengas en poco,   

   de que acrecientes mi llanto, 1830   

   de que me tengas por loco,   

   de que me persigas tanto.   

   Todo lo pospongo agora.   

   Al saber cierto, señora,   

   que es vuestra muerte mentira, 1835   

   aquesto sólo me admira   

   cuanto mi pecho os adora.   

   Pero si discreto fuera,   

   no creyera que a su ley   

   os sujetó muerte fiera; 1840   

   mas vi la firma del rey   

   y obligóme a que creyera.   
FENISA:      (¿: Si es la firma que perdí      Aparte   

   la que dice ?    ¡ Ella es sin duda !   

   Porque él estaba allí. 1845   

   ¡ Oh, Verdad, si andas desnuda,   

   no te vistas para mí !)   
AUSONIO:      Pero la firma real   

   no era bastantes señas   

   aunque mis ojos la vieran; 1850   

   que los cielos la hicieran   

   más copioso y general.   

   Todos burlan de mi intento   

   y así mi pecho imagina   

   que en esta pasión que siento 1855   

   sola vos, por ser divina,   

   entenderéis mi tormento.   

   Es mi pena tan altiva,   

   mi confusión tan esquiva   

   que perdiera la esperanza 1860   

   si en la contraria mudanza   

   no estuviera el veros viva.   

   A mis sospechas imito   

   porque a pesares de tantos   

   en veros mi muerte he visto. 1865   

   Otros resucitan santos   

   y yo loco resucito.   
BERTILO:      Tu majestad no consienta   

   dejarle ver a la infanta   

   porque más dolor no sienta. 1870   
AUSONIO:      Con esa piedad levanta   

   tu corazón más mi afrenta.   

   ¡ Vive Dios, que ya no puedo,   

   confuso de tal enredo,   

   sufrir, traidor, la cautela 1875   

   de tu vida !    Quitaréla   

   pues vivo sin ella quedo.   

   Desharéte entre estos brazos   

   porque en mejor ocasión   

   un tiempo te daba abrazos. 1880   

   Eres otro Galalón;   

   morirás hecho pedazos.   
RICARDO:      A veces le suele dar   

   este furioso accidente.   

   Mándalo, señor, atar. 1885   
AUSONIO:      El mundo no tiene gente   

   que me pueda aprisionar.   
FLORISEO:      Más sano será, señor,   

   amansarle por amor;   

   pues sus locuras se ven. 1890   

   Porque, los locos por bien;   

   los villanos por rigor.   

   Fenisa, amansar procura   

   su furiosa condición   

   pues nació de tu hermosura, 1895   

   solamente la ocasión   

   es tu fama y su locura.   
FENISA:      (Y aunque de sólo agora nace      Aparte   

   una pasión que deshace   

   mi locura desgraciada). 1900   

   Dame, señor, esa espada.   
AUSONIO:      A vos, mi bien, sí me place.   

Híncase de rodillas a darle la espada AUSONIO


   Y aún holgara que con ella   

   me diera muerte esa mano;   

   que gustara padecella 1905   

   porque quedará más sano   

   recibiendo muerte de ella.   

   Si esas manos me la dan,   

   me será gran beneficio   

   y aquí juntos estarán 1910   

   en mi humilde sacrificio   

   ángel, Isaac y Abrahán.   

   Sólo pido que no borre   

   el tiempo que aprisa corre 1915   

   la memoria de mi fin.   

Llegan a prenderlo


   Porque contemple el jardín,   

   metedlo en aquesta torre;   

   que es su mal melancolía   

   o al menos de ella procede. 1920   
AUSONIO:      Plegue a Dios que llegue el día   

   donde mi cuerpo se quede   

   sepultado aquí en Hungría.   
BERTILO:      Pasado aqueste accidente   

   con el castigo presente, 1925   

   será contento.    Tratallo...   
AUSONIO:      Ningún rey de su vasallo   

   hacer un amigo intente.   

Llévanlo preso todos los que allí estaban sino es los que aquí hablan


   No le mostréis aspereza   

   que aunque el pecho muestre doble, 1930   

   obra al fin Naturaleza   

   y por estar loco un noble   

   no pierde de su nobleza.   

Vase

LISARTE:      Extremado fue el amor   

   que le puso en [tanto] rigor. 1935   
FLORISEO:      El propio suceso temo   

   porque ha llegado al extremo   

   la causa de mi dolor.   

Vanse FLORISEO y LISARTE

FENISA:      De un sueño grave recuerdo.   

   Soñé que no le aborrezco 1940   

   ni mi esperanza no pierdo   

   que loco no me parezca,   

   que lo tenga al fin por cuerdo.   

   Despierta.    El Amor me empeña   

   que mi tormento aniquila, 1945   

   [..................... -eña]   

   pero yo he de ser Sibila   

   que adivina cuando enseña.   

   Leonora, dame consejo   

   que me remedie con tiempo. 1950   
LEONORA:      Al breve tiempo lo dejo   

   porque no hay mejor espejo   

   que algún discurso de tiempo.   

   Y, pues es medio mejor   

   para que la mano des 1955   

   al que pretende tu amor,   

   de espacio verás mejor   

   lo que de prisa no ves.   
FENISA:      Dices bien; que así veré   

   cómo podré remediarme. 1960   
LEONORA:      Vida alegre Amor te dé.   
FENISA:      Antes él ha de matarme   

   o tornar loca mi fe.   

   Por eso que me verás   

   tan constante, firme y fuerte; 1965   

   que el tiempo, aunque pueda más,   

   su locura ni mi muerte   

   me podrán volver atrás.   

Vase

LEONORA:      Ni a mí me podrán volver.   

   Amor no debe de ser 1970   

   éste que me trae inquieta.   

   Y pues que ésta, aunque discreta,   

   aún no lo ha echado de ver,   

   aunque en fuego me consumo,   

   que es muy pequeño presumo 1975   

   el que me quema y abrasa,   

   pues que dentro de mi casa   

   aún no han divisado el humo.   

Vase


  


ACTO TERCERO

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           

Sale AUSONIO a un balcón

  
AUSONIO:      Tú, que pudiste merecer el lauro   

   con que la antigua Creta 1980   

   tu fama celebró y ornó tu frente;   

   tú, que encerraste con facción discreta   

   al grande Minotauro,   

   estupendo martirio de la gente;   

   tú, que después a aquel griego valiente 1985   

   con sabio modo, con galán instinto,   

   por una sutil hebra   

   que Ovidio entre sus versos la celebra   

   enseñaste a salir del laberinto.   

   Tú, que a las aves con razón igualas 1990   

   rompiendo el aire con ligeras alas,   

   de esta prisión me quita   

   con alas que mi sol no las derrita.   

   Verás que entre mis penas y martirios   

   mi cuerpo se convierte 1995   

   en una estatua, símbolo que lloro,   

   pues ha de ser la estatua quien su muerte   

   [dio] al rey de los Asirios.   

   Mi amor es la cabeza y ésa es de oro   

   pues tal valor alcanza la que adoro. 2000   

   En todo le parezco al loco pobre   

   que viéndola así, ingrata,   

   mi fe ha sido menor cuerpo de plata,   

   mis esperanzas son piernas de cobre.   

   Escucha a aqueste sol, detén tu carro, 2005   

   que han sido mis intentos pies de barro   

   y aqueste ser alcanza   

   mi amor, mi fe, mi intento y mi esperanza.   

Sale LICIO, criado de AUSONIO


   Que no le hallaré sospecho,   

   ninguno me ha dicho de él. 2010   

   ¡ Oh, venida sin provecho,   

   pues su esperanza, yo y él   

   pedazos nos hemos hecho !   

   ¿: Por quién podré preguntar,   

   que Ausonio no he de llamar 2015   

   a quien se estimó tan poco ?   

   ¿: Preguntaré por un loco   

   o por un firme en amar ?   
AUSONIO:      ¡ Licio !

                   ¿: Señor ?
AUSONIO:                              ¿: Dónde vas ?   

   ¿: Adónde ?    A sólo buscarte. 2020   
AUSONIO:      Nunca, Licio, me hallarás.   

   A Tracia puedes tornarte.   

   No me busques, Licio, más.   

   Buena tienes la cabeza   

   después que con aspereza 2025   

   volviste en amor el seso.   

   Di, ¿: qué haces ?
AUSONIO:                            Estoy preso.   

   ¿: Por qué ?
AUSONIO:                      Por tener firmeza.   

   ¡ Por Dios, que es grave delito !   

   Será la prisión del alma. 2030   
AUSONIO:      De esa prisión resucito   

   con desengaño, por palma   

   de la muerte que me quito.   

   Ya, Licio, aquesa prisión   

   no da la misma pasión. 2035   

   Hay en mí nueva mudanza.   

   Fue prisión sin esperanza   

   y agora sin galardón.   

   Sin la esperanza perd[ía].   

   Fue la causa, si me acuerdo, 2040   

   que la infanta muerto había;   

   mas yo la esperanza pierdo   

   por ver que la muerte es mía.   

   Viva está.    Mira si hay bien   

   igual que los cielos den. 2045   

   Muerto estoy.    Mira si hay mal   

   que den los cielos igual   

   a quien los sufre tan bien.   

   Puestas están en un peso   

   mi vida y mi muerte, Licio. 2050   

   Si ya me declaras eso,   

   pensaré que estás sin juicio   

   y que por loco estás preso.   

   Dímelo por otro estilo.   
AUSONIO:      Pues, escucha.

                       Acaba, dilo. 2055   
AUSONIO:      Fue la muerte testimonio.   

   Bertilo, el conde, es Ausonio;   

   yo soy el conde Bertilo.   

   ¡ Vive el cielo, que está loco !   

   ¡ Oh, pobre señor de Tracia, 2060   

   cómo lo has gozado poco !   

   (Quiero encubrir su desgracia      Aparte   

   por saberla poco a poco).   

   ¡ Oh, desdichado señor,   

   un muevo mal y dolor ! 2065   
AUSONIO:      Al fin, Licio, como digo   

   de mi vasallo y amigo,   

   es príncipe y es traidor.   

   Vine a Hungría como viste   

   que mi Fenisa me puso; 2070   

   vi que en ella vida asiste;   

   quedé, viéndola, confuso.   

   Ya estoy loco, preso y triste.   

   Aunque muerta la hermosura   

   hace que el galán reciba 2075   

   --¡ ah, engaño que en él dura !--   

   que ha dado en decir que es viva.   

   ¿: Hay más extraña locura ?   

   Aunque esta pasión es tanta,   

   lo que más mi mal levanta 2080   

   porque en él se junta todo,   

   es ver que no tenga modo   

   como escribir a la infanta.   

   ¿: Podrás llevarle un papel ?   

   (Loco está.    No oso decillo      Aparte 2085   

   [......................... -el]   

   o mi tire algún ladrillo.   

   [......................... -el   

   .........................-iba   

   ........................... -iba 2090   

   ..........................        

   ...........................]   

   Quiero decirle que escriba;   

   que, pues el rey le ha encerrado,   

   furioso debe de estar   

   o loco desesperado 2095   

   si [en] esto viene a parar   

   el perfeto enamorado).   

   Pues, viva dices que está,   

   [así] ese papel me da.   

   Remediaré tu deseo. 2100   

   (¿: Hay en la ciudad correo      Aparte   

   que quiera llegarse allá ?)   
AUSONIO:      ¿: Cómo se lo piensas dar   

   sin que ninguno lo impida ?   

   Procuraréla hablar. 2105   

   (Carta para la otra vida,      Aparte   

   ¿: quién jamás vido llevar ?)   
AUSONIO:      Aguarda, te la daré.   

   ¿: Está escrita ?
AUSONIO:                            En la prisión   

   desde el punto que aquí entré, 2110   

   dio sangre mi corazón   

   con que las letras firmé;   

   mas fue billete borrado   

   y yo con él me he quedado 2115   

   porque en él mi fe se pinta   

   y así con la negra tinta   

   saqué de él este traslado.   

   Pero si mi dicha es tal   

   que aquél celestial valor 2120   

   se me muestre celestial,   

   ella verá al borrador   

   como propio original.   

   Recibe aqueste papel   

   que en él fundo mi esperanza 2125   

   por ser tan frágil como él,   

   de ella nació esta mudanza,   

   mi primer engaño de él.   

   Por darle al conde Bertilo,   

   otro papel como a ti 2130   

   colgué mi vida de un hilo,   

   origen que merecí   

   del mal con que me aniquilo.   

   Por ser el conde traidor,   

   perdí mi intento y honor, 2135   

   mi esperanza y mi jüicio,   

   todo mi bien, y al fin Licio,   

   sólo me quedó el amor.   

   Este amor pongo en tu mano   

   por medio de este papel. 2140   

   Mira que el medio es liviano   

   y que ya han asido de él   

   con principio no muy sano.   

   Y, pues sólo amor me queda,   

   para que ella amarme pueda, 2145   

   de mi vida, sombra y parte   

   no quieras con descuidarte   

   quitarme lo que me queda.   

   Aquí esperándote estoy   

   si es que agora estoy en mí, 2150   

   pero en ti consiste que hoy   

   o vuelva a ser lo que fui   

   o acabe de ser quien soy.   

   (¿: Hay lástima como aquésta ?      Aparte   

   Responderle no me atrevo 2155   

   pues que su locura es ésta).   

   Señor, el billete llevo.   
AUSONIO:      Procura, pues, la respuesta.   

   Llámame cuando vinieres.   

Métese AUSONIO dentro


   ¡ Oh, pobre príncipe Ausonio ! 2160   

   Loco por sólo amor eres.   

   Más mal hace que el demonio   

   la mejor de las mujeres.   

   Dejó obsequia celebrada   

   en Tracia como en Hungría. 2165   

   Vido la carta firmada   

   del rey donde le decía   

   de su muerte desgraciada.   

   Y decirme que no es muerta   

   razón de locura cierta. 2170   

   No sin causa está encerrado;   

   que el estar aprisionado   

   hará que su mal advierta.   

   A Bertilo quiero ver   

   porque de él podré saber 2175   

   su locura y presunción   

   y haréle una invención   

   con que pueda responder.   

Sale FENISA y dice

FENISA:      Con tus ansias infinitas   

   me fuiste, Amor, ensalzando 2180   

   y agora a Dédalo imitas;   

   que a un loco me vas llegando.   

   Señal que me precipitas.   

   Quiero buscar un criado   

   de los que trujo este conde 2185   

   y de él sabré mi cuidado.   

   (Yo quiero saber a dónde      Aparte   

   Bertilo está aposentado).   
FENISA:      Buen hombre, ¿: sois del lugar ?   

   Hoy acabé de llegar 2190   

   de Tracia; que fui criado   

   de éste que fue malogrado   

   que así lo puedo llamar,   

   de éste cuya fe y amor,   

   porque no le tuvo poco, 2195   

   le ha puesto en tanto rigor   

   que ha venido ya a estar loco,   

   trocado de su dolor.   
FENISA:      (Su fe fue mucha, mas de [ella]    Aparte   

   me ha añadido a mí otra tanta). 2200   

   (No he visto mujer tan bella.      Aparte   

   A no estar muerta la infanta,   

   sospechara que era ella).   

Vase

FENISA:      Ya, esperanza, no sois buena.   

   Salid ya de mi memoria 2205   

   que mi desgracia lo ordena.   

   Si esperanza no hay en gloria,   

   no la ha de haber en mi pena.   

   Para siempre habré perdido,   

   pues que de cierto he sabido 2210   

   que es loco su proceder.   

   Para poderlo querer   

   quisiera estar sin sentido.   

   Mas, ¿: qué digo ?    Loca estoy, 2215   

   y ojalá que más lo fuera   

   pues imitando el error   

   ya no soy lo que antes era.   

   Renovado Fénix soy.   

   Cómo mísera crüel 2220   

   romperé mi firme pecho   

   porque no viva con él.   

   Salga mi amor sin provecho   

   no salga la causa de él.   

   Y si yo la causa [fui] 2225   

   de que [yo] loco esté así,   

   sacaréme sangre de ella   

   diciendo, "Loco," a bebella   

   para vengar[me] de mí.   

   Mas no, que mi sangre es parte 2230   

   de un pecho de males lleno,   

   y si sangre quiero darte,   

   será mi sangre veneno   

   con que acabe de matarte.   

Sale el MERCADER

MERCADER:      Dejóme tan obligado 2235   

   en el contrato pasado   

   su alteza que me atreví   

   a buscarle este rubí   

   por ser de valor doblado.   

   Vuestra alteza lo reciba 2240   

   sin ningún premio ni tasa.   
FENISA:      (Olvidando mi mal iba;      Aparte   

   mas éste mi vieja llaga   

   de nuevo hace que viva).   

   Engañador lapidario, 2245   

   que como falso corsario,   

   ¿: te parece que no medras   

   si a revuelta de tres piedras   

   no matas algún contrario ?   

   Nacido de la maldad, 2250   

   sucesor del mismo engaño,   

   hijo de la falsedad,   

   causa de todo mi daño,   

   robador de la verdad,   

   ¿: qué bien o gusto sacaste 2255   

   cuando una vez me engañaste ?   
MERCADER:      Aplacarte determina.   

   Mira que fue piedra fina   

   la que entonces me compraste.   
FENISA:      No es, falso traidor ingrato, 2260   

   el engaño que aquí toco   

   en la piedra ni en el trato.   

   Es que el retrato de un loco   

   diste por otro retrato.   
MERCADER:      Hermosa señora, advierte 2265   

   que en eso no te engañé.   

   Infórmate de otra suerte   

   y si de Ausonio no fue   

   quiero que me des la muerte.   

   Dentro de Tracia nací. 2270   

   En ella siempre lo vi.   

   Muchas piedras le llevé.   

   Yo mismo le retraté.   

   Su retrato es el que di.   
FENISA:      (¿: Qué es esto, ciega afición ?      Aparte 2275   

   ¿: Vas descubriendo la venda   

   que pones a la razón ?   

   ¡ No hay persona que te entienda !   

   ¿: Puede haber más confusión ?   

   ¿: No me dijo agora un hombre 2280   

   de los vasallos del loco   

   que era loco su renombre ?   

   ¿: Cómo en espacio tan poco   

   este hombre le mudó el nombre ?)   

Salen BERTILO y RICARDO

BERTILO:      Viniste a tiempo, Ricardo; 2285   

   que en este fuego en que ardo   

   quitaste mi mal y afrenta   

   como el sol cuando ahuyenta   

   con su luz el nublo pardo.   

   Pero en ésta, mi pasión, 2290   

   temo perder la ocasión;   

   que me trae por mi deseo   

   como el cordel de Teseo.   

   ¿: Puede haber más confusión ?   

   También mi tormento crece 2295   

   desde el punto que miré   

   el sol que en ti se escurece.   
RICARDO:      Digo, señor, que tu fe   

   cualquier galardón merece.   
FENISA:      ¿: Estos, conoces quién son ? 2300   
MERCADER:      Son de mi propia nación.   

   Este es el conde Bertilo.   
FENISA:      (¿: Hay más enredado estilo ?      Aparte   

   ¿: Puede haber más confusión ?   

   Luego, ¿: no es Ausonio ?
MERCADER:                                      No, 2305   

   porque le conozco yo   

   como me conozco a mí.   
FENISA:      ¿: Y a aquéste conoces ?
MERCADER:                                  Sí,   

   que muchas veces me habló.   
FENISA:      (O es ésta alguna invención      Aparte 2310   

   que por su disculpa ha puesto,   

   o es el fin de mi pasión).   

   Ven conmigo.
MERCADER:                        (¿: Qué es aquesto ?      Aparte   

   ¿: Puede haber más confusión ?) 2315   

Vanse FENISA y el MERCADER

BERTILO:      Muéstrase Fenisa ingrata,   

   la duquesa me maltrata,   

   contrarios me son los cielos,   

   el rey tiene de mí celos,   

   y el casamiento dilata. 2320   

   Temo en tanta dilación   

   no sepa el rey la traición   

   y de mí se vengue él mismo.   

   Dudo, al fin, en este abismo.   

   ¿: Puede haber más confusión ? 2325   

Sale LEONORA sola

LEONORA:      (No sosegaré jamás            Aparte   

   mi cansado pensamiento.   

   Tú, Amor, la muerte me das   

   pues me das atrevimiento   

   para que me pierda más. 2330   

   A Ausonio di el corazón,   

   mostróme alguna afición,   

   volvió otra vez a negalla.   

   ¿: En qué troyana batalla   

   puede haber más confusión ? 2335   

   Aquí está mi pena y gloria.   

   ¿: Llegaré ?    Tengo temor.   

   Alivia, Amor, mi memoria.   

   Yo llego.    Venció el Amor.   

   ¡ Victoria, temor, victoria !) 2340   

   Ingrato del alma mía,   

   ¿: hasta cuándo mi deseo   

   será como fantasía ?   
BERTILO:      Leonora, no soy Fineo.   

   No me persigas, harpía. 2345   

   No te venza el afición;   

   que la luz de la razón   

   en los nobles resplandece.   
RICARDO:      (Yo adoro la que aborrece.      Aparte   

   ¿: Puede haber más confusión ?) 2350   
LEONORA:      Si te adoro y quiero más,   

   ¿: por qué tanta ingratitud ?   

   ¿: Tan presto olvidado me has ?   

   Mira que no es virtud   

   volver tu palabra atrás. 2355   

Híncase de rodillas


   Vuelve las agudas puntas   

   de la piel de tu fiereza   

   contra el mal de que despuntas;   

   que ingratitud y nobleza   

   nunca pueden estar juntas. 2360   

   Desde el punto que te vi   

   el alma y vida te di,   

   mira si fineza es tal   

   que adoro mi propio mal   

   por sólo nacer de ti. 2365   

   A darme un favor disponte   

   porque me subas con él   

   en el más alto horizonte   

   y allí lloraré [fiel]   

   hasta que allane tu monte. 2370   
BERTILO:      No tal renombre me des.   

   Levanta, no humilles tanto   

   sangre que de reyes es.   
LEONORA:      Harto, Ausonio, me levanto.   

   El humillarme a tus pies... 2375   

Levántase [ella] e híncase de rodillas BERTILO

BERTILO:      Sabes como te aborrezco,   

   sabes que por ti padezco   

   y en mi pasión amorosa   

   no merecí por esposa   

   la que por diosa merezco. 2380   

   Hágote pleito homenaje   

   que mi honor recibe ultraje   

   y mis ojos mil enojos   

   por tu cara, por tus ojos,   

   por tu honor, por tu linaje, 2385   

   por la sierra cuya cumbre   

   donde colocada estás,   

   por el cielo y por tu lumbre,   

   ¡ que no me persigas más   

   ni me des más pesadumbre ! 2390   

   El rey te quiere y adora.   

   Advierte, ingrata Leonora,   

   que ha formado de mí celos   

   y el sol de sus claros cielos   

   sospechosas nubes dora. 2395   

   Leonora, mira quién eres   

   y olvídame si me quieres.   

   Mírame con tu desdén   

   y entonces te querré bien   

   cuando más me aborrecieres. 2400   

El REY está escuchando la plática


   (¡ Oh, simulacro gallardo !      Aparte   

   Más celos no he de formar.   

   ¿: Qué más fe de Ausonio aguardo ?   

   A Fenisa le he de dar.   

   Ya me parece que tardo). 2405   

[Sale el REY]


   Honra de Tracia y Hungría,   

   hoy honras la propia mía   

   con ese claro lenguaje;   

   que el que es de claro linaje   

   mal puede hacer villanía. 2410   

Vase

LEONORA:      ¡ Escucha, roca del mar !   

   ¡ Oye, monte inaccesible !   
BERTILO:      Yo no te puedo escuchar,   

   Leonora, no seas terrible. 2415   

Vase

LEONORA:      ¿: Qué ?    ¿: No te puedo ablandar ?   
RICARDO:      (Su aljófar derrama el alba      Aparte   

   celebrando mi afición,   

   y pues que el amor me salva,   

   coger quiero esta Ocasión 2420   

   antes que vuelva su calva).   

   ¿: Y así con pasión y enojos   

   das al suelo los despojos ?   

   Sabrémosle de adorar   

   y no podremos andar 2425   

   regándolo vuestros ojos.   

   Dejad, señora, ese llanto,   

   que yo me obligo a hacer   

   que os adore y quiera tanto   

   como el mismo ánimo y ser 2430   

   que le infundió el cielo santo.   

   Haré que con afición   

   esta noche en tu balcón   

   tu conversación reciba   

   y aún haré que suba arriba 2435   

   para más conversación.   
LEONORA:      ¿: Qué dices ?
RICARDO:                            [Lo que querrás].   
LEONORA:      ¿: Que eso, Ricardo, podrás ?   
RICARDO:      En señal de que es muy llano   

   te doy, señora, esta mano 2440   

   que cumplido lo verás.   
LEONORA:      ¡ Oh, mi Ricardo !    Imagina   

   que estriba el fin de mi daño   

   en tu traza peregrina.   
RICARDO:      (¡ Quién estuviera así un año !      Aparte 2445   

   ¡ Oh, blanca mano divina !)   

   Y aún haré, mira qué digo,   

   que como grato y amigo,   

   si le echares una escala,   

   subirá arriba a tu sala 2450   

   para casarse contigo.   
LEONORA:      Mucho con tu industria gano.   

   Será mucha novedad   

   hacer eso aquel tirano.   
RICARDO:      En fe de que esto es verdad 2455   

   te doy, señora, otra mano.   
LEONORA:      Yo la recibo gozosa.   

   (¡ Que tengo de ser su esposa !      Aparte   

   ¡ Tal Ricardo ha de poder !)   
RICARDO:      Su esposa tienes de ser. 2460   

   ¿: Quieres, señora, otra cosa ?   

   (¡ Oh, qué mano !)              Aparte
LEONORA:                            Al fin, Ricardo,   

   ¿: que lo aguardo en el balcón ?   
RICARDO:      (¡ Por Dios, que me hielo y ardo !)      Aparte   

   Sí, señora.    (Esta ocasión 2465   

   para mí solo la aguardo).   

   A avisarle voy que estás   

   prevenida.
LEONORA:                        ¿: Y le dirás   

   mi pasión al inhumano ?   
RICARDO:      ¿: Es menester otra mano ? 2470   

   (¡ Oh, por qué fe no me das !)      Aparte   

Vase

LEONORA:      Si esto hace este criado,   

   tendréle que agradecer   

   y tendré por declarado   

   que no alcanza una mujer 2475   

   lo que un hombre si es honrado.   

Sale FENISA con el MERCADER

FENISA:      ¿: El preso al fin, Mercader,   

   es el príncipe ?
MERCADER:                              Es así.   
FENISA:      Pues vete y vuélveme a ver   

   cuando enviare por ti. 2480   
MERCADER:      Y aun antes pienso volver.   

Vase

FENISA:      Leonora, ¿: en qué te entretienes ?   
LEONORA:      ¡ Oh, Fenisa, a tiempo vienes !   
FENISA:      ¿: Para qué ?
LEONORA:                        Quería buscarte,   

   y aunque tarde, darte parte 2485   

   de mis males y mis bienes.   
FENISA:      ¿: Qué es tu bien y qué es tu mal ?   
LEONORA:      Ha días que quiero bien.   
FENISA:      ¿: Y eso es tu bien y tu mal ?   
LEONORA:      Querer yo bien es mi bien. 2490   
FENISA:      ¿: Tu mal ?
LEONORA:                      Que me quiere mal.   
FENISA:      ¡ Bueno a fe !    Yo apostaré   

   quién es él.
LEONORA:                          Sí, lo sabrás,   

   porque en tu rostro verás   

   las estampas de mi fe. 2495   
FENISA:      ¿: Es Ausonio ?
LEONORA:                          El mismo.
FENISA:                                      [Haré,   

   pues], que ése tu esposo sea.   
LEONORA:      Beso, Fenisa, tu pies.   
FENISA:      Quiero hablarle.    No te vea,   

   pero no importa.    Después... 2500   

   [........................ -ea].   

Salen RICARDO y BERTILO

RICARDO:      La duquesa me ha mandado   

   pedirte en su nombre un ruego.   
BERTILO:      ¿: Y es ?
RICARDO:                  Que después de casado   

   le des palabra que luego 2505   

   la querrás.
BERTILO:                        Hame agradado.   

   Déjeme ella desposar,   

   que si el cielo da lugar,   

   la querré.
RICARDO:                        Agora le di   

   que lo que le prometí 2510   

   lo tienes de confirmar.   
BERTILO:      Que me place.
LEONORA:                            Industria es ésa   

   para darte regocijo   
FENISA:      Hazle, pues, venir de priesa. 2515   

Vase LEONORA y al pasar la dice BERTILO

BERTILO:      Lo que Ricardo te dijo   

   será, sin duda, duquesa.   
LEONORA:      ¿: Que lo tienes de cumplir ?   
BERTILO:      No tienes más que decir.   
LEONORA:      ¿: Voy segura ?
BERTILO:                        Y sin sospecha. 2520   
LEONORA:      ¿: Querrás ?
BERTILO:                      Sí.
LEONORA:                          ¿: Satisfecha ?   
BERTILO:      Satisfecha puedes ir.   

Vase LEONORA y llega BERTILO y le dice a FENISA

BERTILO:      Desgraciado en parte he sido   

   pues estando en tu palacio   

   no he gozado o merecido 2525   

   poder hablarte de espacio   

   ni el tiempo lo ha concedido.   

   Y así en aquesta tardanza   

   me concedió la esperanza   

   lo que puede mi memoria, 2530   

   que al fin se mantenga gloria   

   con fe, y esperanza alcanza.   
FENISA:      No ha sido poco interés   

   que esos tus ojos no vean   

   esa gloria que en mí ves, 2535   

   pero lo que más desean   

   estiman en más después.   

   Y darte agora ocasión   

   que hablar aquí no es razón,   

   pues que la tienes tan cierta; 2540   

   mas ve esta noche a la huerta.   

   Me hablarás en el balcón.   
BERTILO:      Cumpliré lo que me mandas.   
FENISA:      Allí esta noche te espero.   
BERTILO:      (¿: Cómo albricias no me mandas,      Aparte 2545   

   Amor, pues un pecho fiero   

   con dos palabras ablandas ?   

   ¡ Oh, sol, que volviste atrás   

   por Josüé tus centellas,   

   cuatro líneas y algo más 2550   

   desquítate agora de ellas   

   y el mismo bien me darás !)   
RICARDO:      Licio ha venido.
BERTILO:                                ¡ Oh, crüel,   

   inquieta y varia Fortuna !   

   Perdidos somos por él. 2555   
RICARDO:      No tengas pena ninguna.   

   Déjame a solas con él.   

Vase BERTILO y sale LICIO


   Caminé con prisa tanta   

   que estoy molido y confuso   

   pero lo que más me espanta 2560   

   es que he visto poco luto   

   por la muerte de la infanta.   

LICIO y RICARDO muestran que hablen secreto. [FENISA se pone aparte]

FENISA:      (Si el cielo ayuda agora      Aparte   

   y esta noche al balcón va,   

   en mi lugar a Leonora 2565   

   la mano se la dará.)   
[RICARDO:      ¡ Ah, [Licio !]    ¿: Viniste agora ?   

   Huélgome de verte a fe.   

   El cielo vida te dé.   
RICARDO:      Al fin, ¿: que vienes de Tracia ? 2570   

   Sí.
RICARDO:                  Supiste la desgracia   

   de tu señor ?

                       Ya la sé.   

   Loco está.
RICARDO:                        (Siempre lo dije).      Aparte   

   Con su venida molesta   

   con que su pena corrige. 2575   
RICARDO:      Piensa que Fenisa es ésta   

   y con esto no se aflige;   

   mas el rey, como esto advierte,   

   mandó so pena de muerte   

   que ésta Fenisa se llame 2580   

   y así la llaman; [que él ame]   

   y de su sueño despierte.   
FENISA:      ¡ Hola !
RICARDO:                      ¿: Llamas a mí ?
FENISA:                                    No.   
RICARDO:      Licio, a ti te llamó.   

   Después te veré de espacio. 2585   

Vase

FENISA:      Por todo aqueste palacio   

   te he mandado buscar yo.   

   ¿: Y qué me quieres ?
FENISA:                                  Saber   

   lo que volvió al conde loco.   

   Nadie le basta entender. 2590   

   ¿: Qué conde dices ?
FENISA:                              (¡ Ya toco      Aparte   

   las puertas de mi placer !)   

   ¿: Tú dices que eres criado   

   de este conde ?

                     Haste engañado.   

   De Ausonio yo lo confieso, 2595   

   el que por loco está preso.   
FENISA:      Di, ¿: qué es esto ?    (¡ Cielo airado !)    Aparte   

   ¿: De qué procedió su mal ?   

   Pues agora, ¿: no lo sabes   

   siendo del palacio real ? 2600   
FENISA:      Como son cosas tan graves   

   no he alcanzado a saberlas.   

   Dice que tu infanta es viva.   
FENISA:      (La voz y el aliento me priva      Aparte   

   esta confusa razón). 2605   

   ¿: Luego la infanta no es viva ?   

   (¿: Puede haber más confusión ?)      Aparte   

   ¿: Para qué es eso, señora ?   

   Ya yo sé que el rey ordena   

   que os llaméis Fenisa agora 2610   

   para remediar su pena.   

   Pues, ¿: conmigo ?
FENISA:                            Si el sol dora   

   la nube y da claridad   

   ¿: cómo el sol de la verdad 2615   

   no alumbra y dora la nube   

   pues ella misma allá sube   

   a darle su oscuridad ?   

   La infanta es viva te digo.   

   ¡ Si te engaña algún traidor ! 2620   

   Yo soy Fenisa, yo, amigo.   

   Eso allá con mi señor;   

   que no, señora, conmigo.   

   (Pero, ¿: qué más ocasión      Aparte   

   para hacer una invención 2625   

   con que su pena aliviara ?   

   El billete quiero darle).   
FENISA:      ¿: Puede haber más confusión ?   

   [................... -ama   

   ...................... -ama] 2630   

   mi señor, recibas ésta   

   y le des una respuesta   

   como quien le quiere y ama.   
FENISA:      Sentiré gozo infinito   

   de ver lo que viene escrito. 2635   

Toma la carta y lee


   "Al principio y ocasión   

   de mi locura y prisión."   

   ¡ Amoroso sobrescrito !   

   "Razón será, bella ingrata,   

   que para enjugar mis ojos 2640   

   en mi cara recibieran   

   esos rayos de tu rostro.   

   Entre ellos me puso Amor,   

   como suelen ante Apolo   

   las águilas a sus hijos, 2645   

   para saber si son otros.   

   Ellas conocen los suyos   

   en ver que sus rayos de oro   

   tienen los ojos abiertos   

   resistiéndolos a todos. 2650   

   Mas él los suyos conoce   

   viendo que vierten despojos,   

   señal que mis ojos vido,   

   ojos no fuentes y arroyos.   

   Lloro tu enojo y crueldad, 2655   

   tu mucha beldad adoro   

   para que a mi propio fuego   

   se apague mi llanto propio.   

   Pero como nunca el llanta   

   de amor se destila sólo, 2660   

   mil suspiros le acompañan   

   que dan a mi fuego soplos.   

   Mira qué pasiones éstas   

   para dar consuelo y gozos:   

   crueldad, beldad, llanto, fuego, 2665   

   amor, suspiros y enojos.   

   Ellos gobiernan mi vida,   

   ellos sirven de pilotos   

   porque es mi vida una barca   

   a pique de dar a fondo. 2670   

   Lloré tu muerte en mi tierra   

   y agora tu vida lloro   

   pues trayéndome en la tuya,   

   me tiene[n] preso y por loco.   

   ¡ Oh, si permitiera el cielo 2675   

   hacerme en esto dichoso;   

   que siendo loco de veras   

   mis males sintiera poco !   

   Tiéneme el rey encerrado   

   cual otro tuvo a su monstruo, 2680   

   ¡ plegue a Dios, Fenisa mía,   

   no muera yo como el otro !   

   Aunque mis males son largos,   

   quiero en contarlos ser corto.   

   Adiós, ingrata Fenisa, 2685   

   que no puede más Ausonio."   

   ¡ Oh, letras de mi consuelo !   

   Remembración de la palma   

   que justamente poseo,   

   yo siento en el pecho y alma 2690   

   si con los ojos os veo.   

   Borradas, algo os envía   

   el loco del alma mía,   

   señal que con sus enojos   

   no descansaban sus ojos 2695   

   cuando la mano escribía.   

Sale el REY


   Fenisa hermosa, prevente;   

   que mañana has de casarte.   
FENISA:      No tan presto, así en tu frente   

   el lauro esté con que Marte 2700   

   ciñe la del más valiente.   

   ¿: Por qué dilatarlo quieres ?   
FENISA:      Por ver que el alma me hieres.   

   Ya pedís, y ya rogáis,   

   ya os desdecís, ya negáis. 2705   

   Nadie os entiende, mujeres.   

   Por fuerza ha de ser mañana.   

   Prevente.

Vase el REY

FENISA:                        De buena gana.   

   (Mas, ¡ ay !, que no ha de ser buena      Aprte   

   prevención si ya de pena 2710   

   allá llego viva y sana.   

   Dejar no podré al que adoro.   

   ¡ Oh, rey crüel !    Tú no traes   

   todo el fenicio tesoro, 2715   

   las lágrimas del que traes   

   con todas sus puertas de oro.   

   Si traes la manzana santa   

   que hizo a Troya horrío,   

   collándole sangre tanta 2720   

   y la que en su desafío   

   hizo perder Atalanta.   

   Mi pretensión es aquésta.   

   Será mi boda funesta   

   si me fuerzas a tu ley. 2725   

   Aquesto le digo al rey,   

   esto le doy por respuesta.)   

   Di que con él en prisión   

   tengo el alma y que no pare   

   en mi fe y su pretensión. 2730   

   ¿: No hay quién de esto me declare ?   

   ¿: Puede haber más confusión ?   

Vase LICIO y sale FLORISEO

FLORISEO:      Símbolo de [la] crueldad   

   y prólogo de belleza,   

   dueño de mi libertad 2735   

   y alma de naturaleza,   

   ejemplo de liviandad,   

   figura y obra divina   

   con precisión peregrina,   

   hermosura soberana, 2740   

   condición menos que humana   

   de mi tormento malina,   

   rostro y gracia celestial,   

   alma de duro diamante   

   en cuerpo de pedernal, 2745   

   ¿: cómo quieres a otro amante   

   sin dar remedio a mi mal ?   

   Todos dicen por la casa   

   que el rey mañana te casa.   
FENISA:      ¿: Yo te olvido ?
FLORISEO:                          Sí.
FENISA:                                ¿: Por qué ? 2750   
FLORISEO:      ¿: No me has querido ?
FENISA:                                ¡ O fue   

   que burlando todo pasa !   

Vase

FLORISEO:      Aunque más huyas de mí,   

   si te irás, falsa sirena,   

   siempre he de ser el que fui; 2755   

   pues por ti estoy en pena   

   gimiendo iré tras de ti.   

Vase y sale AUSONIO al balcón

AUSONIO:      ¿: Con qué no estará afligida   

   un alma casi perdida,   

   temerosa, enamorada, 2760   

   confusa, presa, olvidada,   

   y a punto de estar sin vida ?   

   Ya no soy quien antes era.   

   Tuve en otro tiempo nombre.   

   Soy una sombra primera 2765   

   de quien dejó de ser hombre   

   porque otro príncipe fuera.   

   Soy sueño de una ficción,   

   memoria de un galardón   

   que en sueños por mí ha pasado. 2770   

   Al fin solo me he quedado.   

   ¡ Oh, varia imaginación !   

Sale LICIO


   La firmeza con lealtad,   

   el sufrir hoy si os asientan,   

   el poder con humildad 2775   

   son Atlantes que sustentan   

   el cielo de la verdad.   

   Tan firme, señor, has sido,   

   tanta humildad has tenido   

   que tu Fenisa responde 2780   

   que te quiere a ti y no al conde.   
AUSONIO:      Conde, no.    Ausonio fingido.   

   ¿: Dístele al fin el papel ?   

   Sí, señor ?
AUSONIO:                        Amigo fiel   

   has sido en esta ocasión. 2785   

   Dejar quiero esta prisión,   

   para mí tan larga y cruel.   

   Pues el alma he libertado   

   de la prisión en que ha estado,   

   no es razón el cuerpo esté 2790   

   preso aquí.    Basta que fue   

   en la prisión del cuidado.   

   Traeme, Licio, una escalera   

   antes que anochezca, aquí.   

   ¿: Qué quieres ?    Di.
AUSONIO:                              [Lo que quiera]. 2795   

   ¿: Estás en ti ?
AUSONIO:                          Estoy en mí.   

   ¿: Quién eres ?
AUSONIO:                          El que antes era.   

   ¿: Fuérzate al fin la afición   

   a que dejes la prisión   

   y a que viva y a que muera ? 2800   

   ¿: Dónde he de hallar escalera ?   

   ¿: Puede haber más confusión ?   

Vase

AUSONIO:      Con esta dichosa suerte   

   gloria y vida habrá después   

   saliendo agora de muerte; 2805   

   que el amor del interés   

   es muy poderoso y fuerte.   

   ¿: Quién le dio industria tan buena   

   a Paris sino la joya   

   para remediar su pena, 2810   

   perdición total de Troya   

   la amorosa y blanda Elena ?   

   ¿: Qué industria más ingeniosa   

   aquél que con nombre eterno, 2815   

   ni fuerza más poderosa,   

   descender quiso al infierno   

   por sólo librar su esposa ?   

   Pena, dolor y otra cosa   

   ya insufribles, ya ingeniosas, 2820   

   pasó Jacob y David,   

   con el gigante en la lid   

   por sólo tales esposas.   

   Pues si sólo el galardón   

   disminuye la pasión, 2825   

   ¿: cómo ahora el cielo se espanta   

   que a premio de la infanta   

   no salga de esta prisión ?   

Sale LICIO con una escalera


   Ya la traigo aquí, señor,   

   no con falta de temor. 2830   
AUSONIO:      Esos temoroso modos   

   son ordinarios en todos   

   los que no saben de amor.   

   Temía no me encontrasen   

   y pensando ser ladrón 2835   

   me prendiesen y azotasen.   
AUSONIO:      Temiste tú con razón,   

   yo que sin ella se casen.   

   Como fuente me verás   

   de la firmeza del suelo 2840   

   no poder volver atrás;   

   que bajo tomando vuelo   

   para subir después más.   

   Trae la escalera a su dueño   

   y mi palabra te empeño 2845   

   que me he de estar disfrazado   

   en palacio.

Vase


                 Cielo airado,   

   ¿: es ésta visión o sueño ?   

   ¿: Adónde irá mi señor ?   

Sale BERTILO embozado, como de noche

BERTILO:      No sé si es temprano agora 2850   

   para alcanzar tal favor.   

   ¡ Ah, noche, quien no te adora   

   no sabe lo que es amor !   

   Este es el balcón divino   

   de mi Fenisa crüel. 2855   

   Pero no es éste imagino;   

   que [su] balcón es aquél.   

   Mas no, que anoche aquí vino.   

   Una escala está ya puesta.   

   Arriba quiero subir; 2860   

   que quizá es escala ésta   

   por donde tengo de abrir   

   cielo que tan caro cuesta.   

   Grato se me muestra el cielo;   

   que más que al padre de Delo 2865   

   la Fortuna me socorre,   

   pues hallo hecha la torre   

   para subir a mi cielo.   

   Y si no fuere el balcón   

   de mi Fenisa, de allí 2870   

   iré al suyo.

Vase por el balcón


                       Esta es traición.   

   Sus intentos entendí.   

   [..................... -ón]   

   La infanta busca Bertilo   

   por algún extraño estilo. 2875   

   Bertilo al rey ha engañado.   

   En laberinto ha entrado   

   pero yo cortaré el hilo.   

Quita LICIO la escalera y vase con ella.    Salen tres MOZOS de caballos y un VIEJO

MOZO 1:      ¿: Están limpios los caballos ?   

   Trae, mozo, ese candil. 2880   
MOZO 1:      ¿: Será menester limpiallos ?   

   No, deja el peine y mandil.   
MOZO 1:      Hoy no hay para qué cuidallos.   

   Tu pensamiento adivino.   

   Por menos te azotarán. 2885   
MOZO 1:      Querrás jugar imagino   

   la ración de pan y vino.   

   Jamás se la volverán.   

   Dos cosas en mi persona   

   el juego ha hecho, por Dios, 2890   

   que sustente a mi fregona   

   y que bebamos los dos.   

   Y aun eso os hace a vos mona.   

   Como raciones jugáis   

   ración a la moza dais, 2895   

   y por eso bien os sabe.   

   También como a mí le sabe   

   la moza [.......... -áis].   
MOZO 2:      Dejen esa pesadumbre.   

   Hemos de jugar un rato. 2900   

   Juguemos, pues, un azumbre.   

   Saquen primero barato   

   si quieren que les alumbre.   

   ¿: No ves que agora es temprano ?   

   Después barato daremos. 2905   

   El parar es juego llano.   

   Eso, copayar.    Juguemos.   

   Alcemos, pues, por la mano.   

   ¡ Una sota !
MOZO 3:                        ¡ Un siete !
MOZO 2:                                    ¡ Un as !   

   El naipe me da la sota. 2910   

   ¡ Nunca la pierdes jamás.   

   Jueguen; que voy por la bota.   

   Alumbra.    Después irás.   

Sale BERTILO al balcón

BERTILO:      ¡ Cielo, Fortuna, Ocasión, 2915   

   Amor, Desgracia, Deseo,   

   Ira, Castigo, Razón !   

   ¿: Es aquesto en que me veo ?   

   ¡ Metido en una prisión !   

   La culpa traigo conmigo, 2920   

   de ella ha de ser el castigo.   

   Mi cruel fortuna maldigo   

   porque el hombre que ha pecado   

   él solo se va al castigo.   

   No dice bien yo y Ausonio 2925   

   la verdad y el testimonio.   

   Dios, demonio, extremos dos   

   porque la verdad es Dios   

   y la mentira el demonio.   

   Al fin triunfó la razón. 2930   

   Sujetóme la prisión   

   que a Ausonio tan cara cuesta.   

   Su propia prisión es ésta.   

   ¿: Puede haber más confusión ?   

   No vi esperanza jamás 2935   

   que al alma me dé sosiego.   

   El juego de por demás;   

   mas ¡ ay, ! que al fin...

                                 Perderás   

   si dura mucho este juego.   
BERTILO:      Si este juego mucho dura, 2940   

   ¿: perderé ?

                   Tu dicha es ésa.   
BERTILO:      No hay esperanza segura.   

   ¿: Dónde tengo el alma ?
MOZO 2:                                  Presa.   
BERTILO:      Presa en esta prisión dura.   

   De aquí resulta la muerte. 2945   

   ¿: Ya no hay vida ?
MOZO 2:                            ¡ Mala suerte !   
BERTILO:      Mala suerte fue la mía.   

   ¿: Cuándo, princesa de Hungría,   

   mis ojos pudieran verte ?   

   Si de ti nace este daño 2950   

   y amor me fuerza a su ley,   

   ¿: quién ha hecho el desengaño ?   

   ¿: Quién me tiene preso ?
MOZO 3:                                  ¡ El rey !   
BERTILO:      ¿: El rey ?    ¡ Que sabía mi engaño !   

   Para, Fortuna, tu rueda 2955   

   [.......................    -eda]   

   pues el mal que siempre dio   

   paró en ella.
MOZO 1:                          No paró.   
BERTILO:      ¿: No paró ?    ¿: Qué más mal queda ?   

   Al fin he vuelto a mi centro. 2960   

   Ninguna disculpa hallo;   

   mas si salgo de aquí dentro,   

   ¿: qué me falta ?
MOZO 2:                          ¡ El caballo !   
BERTILO:      ¿: Si encuentro al rey ?
MOZO 3:                                ¡ Mal encuentro !   
MOZO 1:      No vale, que no se puso. 2965   
MOZO 2:      Sí valen, que sí han valido.   
MOZO 1:      Valer encuentros.    No hay uso.   
BERTILO:      Allá bajo hay gran rüido.   

   Agora estoy más confuso.   

   Pero así saber podré 2970   

   si hicieron esta invención   

   para meterme en prisión   

   o si acaso me engañé   

   cuando buscaba el balcón.   

   Criados, decid a su alteza 2975   

   que no me tenga en tan poco,   

   que haga abrir la fortaleza.   

   ¡ Guarda el loco, guarda el loco !   

   No nos quiebre la cabeza.   
BERTILO:      Que soy Ausonio, criados. 2980   

   Mirad que el loco se ha ido.   
MOZO 1:      Buenos están tus criados.   

   Desdichado, conde, has sido.   
MOZO 2:      Son locos enamorados.   
BERTILO:      Ausonio soy.
MOZO 3:                            ¡ Qué locura ! 2985   

   Su mal crece poco a poco.   

   Siempre da en esta locura.   

   No hay persona aquí segura.   
MOZO 1:      ¡ Guarda el loco, guarda el loco !   

Vanse huyendo los MOZOS

BERTILO:      Ya de sospechas me quito. 2990   

   Cierto es mi mal infinito   

   porque el cielo justo ordena   

   que padezca yo la pena   

   por do cometí el delito.   

   A Ausonio di esta prisión 2995   

   por quitarle su mujer.   

   Ella me dio el galardón,   

   ¿: pero cómo puede ser   

   que en Fenisa haya traición ?   

   Ella fingió darme gusto 3000   

   y cumplió darme dolor;   

   mas quejarme será injusto   

   que hacer traición a un traidor   

   bien [le] puede cualquier justo.   

Sale RICARDO con la capa de BERTILO como de noche

RICARDO:      Su capa al conde cogí; 3005   

   que aun conociéndome así   

   Leonora, que lo ha querido,   

   por abrazar su vestido   

   gustará abrazarme a mí.   

   Es traje que en mi tormento 3010   

   un gusto y contento cobra   

   de que ella tendrá contento   

   poniendo en mí el gusto y obra   

   y en él el entendimiento.   

   ¡ Ay, Amor !    Si me has de dar 3015   

   algún estorbo o azar;   

   mas no, que en aqueste medio   

   el azar ha de ser cedio   

   y estorbo el poco lugar.   
BERTILO:      ¡ Ay de mí !
RICARDO:                          Quejas oí. 3020   

   Sin duda que ésta es Leonora.   
BERTILO:      ¡ Que engañado de aquél fui !   
RICARDO:      Por mi tardanza así llora   

   sin querer llorar por mí.   
BERTILO:      Mi engaño al fin se ha sabido. 3025   

   Voló la ocasión veloz.   

   Dejóme el tiempo perdido.   
RICARDO:      O es Bertilo esta voz   

   o yo vengo sin sentido.   
BERTILO:      Mi mal es mucho y no es tal 3030   

   el mal que nació del bien   

   ni el bien que nació del mal.   

   Cosa pública es también   

   que ser no puede inmortal.   

   Y si de mal ha nacido 3035   

   el poco bien que he tenido   

   quejarme de él no es razón   

   si he venido a esta prisión   

   después de haberse sabido.   

Entrase BERTILO en el balcón

RICARDO:      ¿: Esto tenemos agora ? 3040   

   ¿: Bertilo está descubierto ?   

   ¡ Bercebú lleve a Leonora   

   y al bellaco que la adora !   

   Tenerme pueden por muerto.   

   ¡ Mal haya quien me parió, 3045   

   quien en esto me metió !   

   Por tener al conde ley   

   luego manda ahorcarme el rey   

   si sabe qué callo yo.   

   Pero un remedio he hallado 3050   

   que buena disculpa me es:   

   como el rey se ha levantado   

   arrojaréme a sus pies   

   aunque esté más enojado,   

   demandaréle perdón, 3055   

   disculpando mi intención   

   y diciendo el caso todo;   

   porque pienso de este modo   

   quitar mi muerte y prisión.   

Vase y salen LISARTE y un PAJE

LISARTE:      ¿: Tanto el rey ha madrugado ? 3060   

   Un cuidado a un pecho fiel   

   nunca dejó sosegado,   

   y así duerme poco él   

   como tiene más cuidado:   

   principalmente el deseo 3065   

   con que agora se levanta.   
LISARTE:      ¿: Qué procura ?

                       A lo que creo   

   es que se case la infanta.   
LISARTE:      No digas más que el rey veo.   

Salen el REY y FLORISEO, y BERTILO al balcón


   Casaránse en este día. 3070   

   No traigas leyes de Hungría.   

   Leyes son, y más que leyes   

   las palabras de los reyes   

   y así he de cumplir la mía.   

   En estos justos empleos 3075   

   mil juegos y fiestas traza   

   que aumenten más mis deseos.   

   Hagan justas en la plaza   

   y en el palacio torneos.   
FLORISEO:      Justo será obedecerte. 3080   

   Tu parecer es muy bueno.   

   (Celebraré de esta suerte      Aparte   

   las fiestas del bien ajeno   

   con obsequias de mi muerte).   
BERTILO:      (Paréceme que suspiro      Aparte 3085   

   por mal que no está delante.   

   Al rey y a su gente miro   

   con un alegre semblante   

   de cuyo gozo me admiro.   

   Si mis engaños supiera 3090   

   más enojado estuviera.   

   Quizá no los sabrá aún   

   porque el enojo es común   

   y el rey también lo tuviera.   

   Pero así podré saberlo). 3095   

   Haz, rey, que la puerta se abra.   

   Preso estoy sin merecello.   

   Yo te empeño mi palabra   

   que estoy ignorante de ello.   

   Corred, Abrid.

Vanse el PAJE y LISARTE a abrir

BERTILO:                        (¡ Gran ventura !)      Aparte 3100   

   [...................... -ura].   

   Admírome con razón   

   ver a Ausonio en la prisión   

   ajeno de su cordura.   

Sale RICARDO y échase a los pies del REY

RICARDO:      Sacro rey, dame perdón; 3105   

   que nunca yo satisfice   

   el pecho de su traición.   

   No sé lo que aquéste dice.   

   ¿: Puede haber más confusión ?   

   Pero así lo cierto abono. 3110   

   Con él tu frente corono.   

   Perdón te doy, ¿: qué reparas ?   

   Que si todo lo declaras   

   desde agora te perdono. 3115   
RICARDO:      El que por loco está preso   

   es Ausonio.

                     ¡ Acaba, dilo !   
RICARDO:      No es conde loco y travieso;   

   que mi señor es Bertilo.   

   No hay más.    La verdad confieso. 3120   

   Y pues que ya tú lo sabes   

   y está en tu prisión el conde,   

   de piedad es bien te alabes   

   porque siempre corresponde   

   con las personas más graves. 3125   

   Pague el traidor sus errores.   

   Ruegos no me ablandarán;   

   que aquéstos que son traidores   

   luego acuden al refrán   

   de los yerros por amores. 3130   

   Tal maldad ha merecido.   

   Merece muerte y prisión.   

Salen BERTILO y LISARTE

BERTILO:      Tan burlado, rey, he sido   

   que he estado yo en la prisión   

   y el conde loco se ha ido. 3135   

   Traidor, el cielo permite   

   que el velo a tus obras malas   

   con luz de verdad se quite.   

   Fueron de cera tus alas   

   y la verdad las derrite. 3140   

   Ya he sabido tu traición;   

   que éste que discreto ha sido   

   me declaró tu intención.   
RICARDO:      (Luego no se había sabido.      Aparte   

   ¿: Puede haber más confusión ?) 3145   

   No habrá quién tu muerte impida   

   ni con vida podré verte   

   porque es deuda muy debida   

   dar tan mala y torpe muerte   

   a tan torpe y mala vida. 3150   

   Prendí a Ausonio, y sin razón;   

   mas ¿: cómo en buscarlo tardo   

   para pedirle perdón ?   
BERTILO:      (¡ Qué me descubra Ricardo !      Aparte   

   ¿: Puede haber más confusión ?) 3155   

Sale un PAJE con AUSONIO vestido como mozo de caballos


   ¡ Vaya el loco !    ¡ Salga fuera !   

   Bueno es el disfraz a fe   

   porque no le conociera.   

   Señor, al conde hallé   

   vestido de esta manera. 3160   
AUSONIO:      (Matar este paje no oso;      Aparte   

   que a prisión me han de volver   

   si hago loco furioso.   

   Pero si loco he de ser,   

   quiero ser loco gracioso 3165   

   y así no me prenderán).   

   Señor rey, mas que no sabe   

   él ni cuantos aquí están   

   ¿: cuál es la pluma del ave   

   que cogió primero Adán ? 3170   

   ¡ Tantas novedades son   

   para engañar mi deseo   

   que se ciega con razón !   

   ¿: Qué enredo es éste que veo ?   

   ¿: Puede haber más confusión ? 3175   
AUSONIO:      Aquesta cara de hereje   

   ya había de estar quemado   

   porque en sosiego me deje.   
BERTILO:      (Socorro el cielo me ha dado      Aparte   

   para que de él no me queje). 3180   

   ¿: Has visto, rey, si te engaño ?   

   Ves si me tienes en poco   

   si me tratas como extraño,   

   si es Ausonio aqueste loco,   

   si a mi honor has hecho daño. 3185   

   Digo que tienes razón.   

   Dame, príncipe, esos pies   

   y justamente perdón   

   que de éste la culpa es.   
AUSONIO:      ¿: Puede haber más confusión ? 3190   
RICARDO:      Yo dije que estaba preso   

   Ausonio y en libertad   

   [era] el conde loco preso.   

   Mira, rey, lo que confieso.   

   Digo que dices verdad. 3195   

   Que estaba preso me dijo.   

   La culpa, príncipe, es mía,   

   y así tu dolor prolijo   

   en fiestas y regocijos   

   se convierte en este día. 3200   

   Luego al momento podrás   

   con Fenisa desposarte   

   y a mí me perdonarás   

   y echa el enojo a una parte.   
BERTILO:      Bastante disculpa das. 3205   

   No haya en esto dilación   

   hasta poner los estrados.   
BERTILO:      ¡ Gloriosos mis males son !   

Vanse todos y quedan AUSONIO y LICIO

AUSONIO:      ¡ Que hoy han de ser desposados !   

   ¿: Puede haber más confusión ? 3210   

   Al rey tu padre escribí   

   después que vine y te vi   

   por el conde en tal estado,   

   y así, príncipe, sospecho 3215   

   que vendrá presto por ti.   

   Al tiempo del desposar   

   puedes llegar poco a poco   

   y la fiesta alborotar.   

   Prenderáte el rey por loco 3220   

   y al fin te habrás de librar.   

   Esta daga llevarás.   
AUSONIO:      Presto, Licio, la verás   

   con guarnición, punta y filo   

   en el pecho de Bertilo 3225   

   que no será traidor más.   

Vase y suena música.    Salen a poner sillas y cojines.    Salen después todos a la boda y siéntanse.    [Está] muy triste FENISA

AUSONIO:      ¡ Qué presto se ha sentado   

   y a mí lugar no me han dado !   

   ¡ Pues, por Dios, que pienso ver   

   conmigo aquesta mujer 3230   

   y al señor novio colgado !   
LISARTE:      Siéntate, loco, en el suelo.   
AUSONIO:      [...................... -elo]   

   Si la misma gloria toco   

   ni éste es suelo ni soy loco 3235   

   sino cuerdo y éste es cielo.   

Diciendo esto ase el pañuelo de la infanta FENISA


   ¿: Por qué vuestra alteza llora ?   

   ¿: [Está] enojosa la fiesta ?   

   ¿: No ve que mi alma adora   

   y tu libertad ignora ? 3240   
FENISA:      Señor, estoy indispuesta.   

Sale un PAJE


   Albricias, señor, me da   

   porque en tu palacio está   

   en persona el rey Trebacio.   

   ¿: Tanto bien en mi palacio ? 3245   

   Subiendo quedaba ya.   
AUSONIO:      (¡ Nuevo bien !)                      Aparte
BERTILO:                            (¡ Nuevo tormento !)    Aparte   
RICARDO:      (¡ Nuevo fin !)                          Aparte

                     (¡ Nuevo contento !)        Aparte   
BERTILO:      (¡ Nuevo mal !)                          Aparte
FENISA:                        (¡ Nueva alegría !          Aparte   

   (¡ Venturoso rey de Hungría !)          Aparte 3250   
BERTILO:      (¡ Desdichado atrevimiento !)            Aparte   

Sale el rey TREBACIO

TREBACIO:      Perdone tu majestad   

   el no tener avisado.   

   Disculpa es la brevedad.   

   Yo he de ser el perdonado. 3255   

   Las manos, señor, me dad.   
TREBACIO:      Mi estado, gusto y honor   

   acrecentarán las vuestras.   
BERTILO:      (Mi semblante y mi temor              Aparte   

   de mi desdicha y error 3260   

   aprisa están dando muestras).   

   Tu majestad ha venido   

   al mejor tiempo que ha habido   

   en toda mi corte y casa;   

   que la princesa se casa 3265   

   y es Ausonio su marido.   

   Velo aquí.    ¿: De qué se espanta ?   
BERTILO:      (Mi vida cuela de un hilo).            Aparte   
TREBACIO:      De que se case la infanta   

   con éste, conde Bertilo, 3270   

   que en vano su ser levanta.   

   Aquéste, rey, es mi hijo.   

   Cese tu engaño prolijo.   

   Este es un conde traidor.   

   En pesadumbre y dolor 3275   

   se ha vuelto mi regocijo.   
AUSONIO:      Sus yerros, señor, perdona   

   a quien te besa los pies,   

   indigno de tu corona.   
TREBACIO:      ¿: Qué traje, príncipe, es 3280   

   aquése de tu persona ?   
AUSONIO:      Después daré entera cuenta   

   de todo a tu majestad.   

   Mía ha sido aquesta afrenta   

   pues descubre la verdad 3285   

   quien la vida me sustenta.   

   Dame, príncipe, perdón   

   porque con tan bajo estilo   

   tuve en poco tu razón.   
LEONORA:      (¡ Que mi príncipe es Bertilo !      Aparte 3290   

   ¿: Puede haber más confusión ?)   
AUSONIO:      No hay culpa en noble pecho   

   porque este traidor lo ha hecho.   
BERTILO:      Confieso, rey, mi pecado.   

   A tus pies estoy postrado 3295   

   por dejarte satisfecho.   
TREBACIO:      Su cruel castigo infinito   

   al príncipe lo remito.   
AUSONIO:      Yo a la princesa de Hungría.   
FENISA:      Pues, que la sentencia es mía, 3300   

   yo perdono su delito   

   con que case con Leonora.   
BERTILO:      No en balde mi pecho adora   

   lo que pisa esos pies.   

   Fue mi yerro de interés 3305   

   y así el interés lo llora.   
LEONORA:      Por ser hecho de tu mano,   

   yo, señora, lo concedo   

   si de ello gusta mi hermano.   
FLORISEO:      Nunca yo rehusar puedo 3310   

   a juez que es tan soberano.   

   Bien, Fenisa, te acomodas   

   hoy a la justa piedad.   
TREBACIO:      Así tienen de ser todas. 3315   

   En pago de esta verdad   

   háganse luego las bodas.   

   Dadle al príncipe vestido.   

   Quite el disfraz que ha tenido   

   para encubrir su nobleza. 3320   
AUSONIO:      Siendo hija de tu alteza,   

   poco por ella he sufrido.   
RICARDO:      También tu perdón me da,   

   pues confesé aunque después   

   volví a negarlo de nuevo. 3325   

   Dices bien, yo lo concedo.   

   Dame, señor, esos pies.   
TREBACIO:      Licio, del suelo levanta.   
LISARTE:      Bien es que paciencia tanta   

   se premie con suficiencia. 3330   

   ¡ Que a tan subida paciencia   

   tan subida y alta infanta !   

Visten una ropa a AUSONIO

AUSONIO:      Ya empieza mi galardón.   
FENISA:      Ya acaba mi mal y pena.   
AUSONIO:      Aquí da fin mi pasión. 3335   
RICARDO:      Si esta comedia no es buena,   

   ¿: puede haber más confusión ?


FIN DE LA COMEDIA