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CHAPTER I

EL HECHO DE LAS AGLOMERACIONES

THE COMING OF THE MASSES

Hay un hecho que, para bien o para mal, es el más importante en la vida pública europea de la hora presente. Este hecho es el advenimiento de las masas al pleno poderío social. Como las masas, por definición, no deben ni pueden dirigir su propia existencia, y menos regentar la sociedad, quiere decirse que Europa sufre ahora la más grave crisis que a pueblos, naciones, culturas, cabe padecer. Esta crisis ha sobrevenido más de una vez en la historia. Su fisonomía y sus consecuencias son conocidas. También se conoce su nombre. Se llama la rebelión de las masas. THERE is one fact which, whether for good or ill, is of utmost importance in the public life of Europe at the present moment. This fact is the accession of the masses to complete social power. As the masses, by definition, neither should nor can direct their own personal existence, and still less rule society in general, this fact means that actually Europe is suffering from the greatest crisis that can afflict peoples, nations, and civilisation. Such a crisis has occurred more than once in history. Its characteristics and its consequences are well known. So also is its name. It is called the rebellion of the masses.
Para la inteligencia del formidable hecho conviene que se evite dar desde luego a las palabras « rebelión», « masas», « poderío social», etc., un significado exclusiva o primariamente político. La vida pública no es sólo política, sino, a la par y aun antes, intelectual, moral, económica, religiosa; comprende los usos todos colectivos e incluye el modo de vestir y el modo de gozar. In order to understand this formidable fact, it is important from the start to avoid giving to the words "rebellion," "masses," and "social power" a meaning exclusively or primarily political. Public life is not solely political, but equally, and even primarily, intellectual, moral, economic, religious; it comprises all our collective habits, including our fashions both of dress and of amusement.
Tal vez la mejor manera de acercarse a este fenómeno histórico consista en referirnos a una experiencia visual, subrayando una facción de nuestra época que es visible con los ojos de la cara. Perhaps the best line of approach to this historical phenomenon may be found by turning our attention to a visual experience, stressing one aspect of our epoch which is plain to our very eyes.
Sencillísima de enunciar, aunque no de analizar, yo la denomino el hecho de la aglomeración, del « lleno». Las ciudades están llenas de gente. This fact is quite simple to enunciate, though not so to analyse. I shall call it the fact of agglomeration, of "plenitude." Towns are full of people,
Las casas, llenas de inquilinos. Los hoteles, llenos de huéspedes. Los trenes, llenos de viajeros. Los cafés, llenos de consumidores. Los paseos, llenos de transeúntes. Las salas de los médicos famosos, llenas de enfermos. Los espectáculos, como no sean muy extemporáneos, llenos de espectadores. Las playas, llenas de bañistas. Lo que antes no solía ser problema empieza a serlo casi de continuo: encontrar sitio. houses full of tenants, hotels full of guests, trains full of travellers, cafes full of customers, parks full of promenaders, consulting-rooms of famous doctors fun of patients, theatres full of spectators, and beaches full of bathers. What previously was, in general, no problem, now begins to be an everyday one, namely, to find room.
Nada más. ¿Cabe hecho más simple, más notorio, más constante, en la vida actual? Vamos ahora a punzar el cuerpo trivial de esta observación, y nos sorprenderá ver cómo de él brota un surtidor inesperado, donde la blanca luz del día, de este día, del presente, se descompone en todo su rico cromatismo interior. That is all. Can there be any fact simpler, more patent more constant in actual life? Let us now pierce the plain surface of this observation and we shall be surprised to see how there wells forth an unexpected spring in which the white light of day, of our actual day, is broken up into its rich chromatic content.
¿Qué es lo que vemos, y al verlo nos sorprende tanto? Vemos la muchedumbre, como tal, posesionada de los locales y utensilios creados por la civilización. Apenas reflexionamos un poco, nos sorprendemos de nuestra sorpresa. Pues qué, ¿no es el ideal? El teatro tiene sus localidades para que se ocupen; por lo tanto, para que la sala esté llena. Y lo mismo los asientos del ferrocarril, y sus cuartos el hotel. Sí; no tiene duda. Pero el hecho es que antes ninguno de estos establecimientos y vehículos solían estar llenos, y ahora rebosan, queda fuera gente afanosa de usufructuarlos. What is it that we see, and the sight of which causes us so much surprise? We see the multitude, as such, in possession of the places and the instruments created by civilisation. The slightest reflection will then make us surprised at our own surprise. What about it? Is this not the ideal state of things? The theatre has seats to be occupied- in other words, so that the house may be fulland now they are overflowing; people anxious to use them are left 6 standing outside.
Aunque el hecho sea lógico, natural, no puede desconocerse que antes no acontecía y ahora sí; por lo tanto, que ha habido un cambio, una innovación, la cual justifica, por lo menos en el primer momento, nuestra sorpresa. Though the fact be quite logical and natural, we cannot but recognise that this did not happen before and that now it does; consequently, there has been a change, an innovation, which justifies, at least for the first moment, our surprise.
Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender. Es el deporte y el lujo específico del intelectual. Por eso su gesto gremial consiste en mirar al mundo con los ojos dilatados por la extrañeza. Todo en el mundo es extraño y es maravilloso para unas pupilas bien abiertas. Esto, maravillarse, es la delicia vedada al futbolista, y que, en cambio, lleva al intelectual por el mundo en perpetua embriaguez de visionario. Su atributo son los ojos en pasmo. Por eso los antiguos dieron a Minerva la lechuza, el pájaro con los ojos siempre deslumbrados. La aglomeración, el lleno, no era antes frecuente. ¿Por qué lo es ahora. To be surprised, to wonder, is to begin to understand. This is the sport, the luxury, special to the intellectual man. The gesture characteristic of his tribe consists in looking at the world with eyes wide open in wonder. Everything in the world is strange and marvellous to well-open eyes. This faculty of wonder is the delight refused to your football "fan," and, on the other hand, is the one which leads the intellectual man through life in the perpetual ecstasy of the visionary. His special attribute is the wonder of the eyes. Hence it was that the ancients gave Minerva her owl, the bird with ever-dazzled eyes.Agglomeration, fullness, was not frequent before. Why then is it now?
Los componentes de esas muchedumbres no han surgido de la nada. Aproximadamente, el mismo número de personas existía hace quince años. Después de la guerra parecería natural que ese número fuese menor. Aquí topamos, sin embargo, con la primera nota importante. Los individuos que integran estas muchedumbres preexistían, pero no como muchedumbre. Repartidos por el mundo en pequeños grupos, o solitarios, llevaban una vida, por lo visto, divergente, disociada, distante. Cada cual -individuo o pequeño grupo- ocupaba un sitio, tal vez el suyo, en el campo, en la aldea, en la villa, en el barrio de la gran ciudad. The components of the multitudes around us have not sprung from nothing. Approximately the same number of people existed fifteen years ago. Indeed, after the war it might seem natural that their number should be less. Nevertheless, it is here we come up against the first important point. The individuals who made up these multitudes existed, but not qua multitude. Scattered about the wotld in small groups, or solitary, they lived a life, to all appearances, divergent, dissociate, apart. Each individual or small group occupied a place, its own, in country, village, town, or quarter of the great city.
Ahora, de pronto, aparecen bajo la especie de aglomeración, y nuestros ojos ven dondequiera muchedumbres. ¿Dondequiera? No, no; precisamente en los lugares mejores, creación relativamente refinada de la cultura humana, reservados antes a grupos menores, en definitiva, a minorías. Now, suddenly, they appear as an agglomeration, and looking in any direction our eyes meet with the multitudes. Not only in any direction, but precisely in the best places, the relatively refined creation of human culture, previously reserved to lesser groups, in a word, to minorities.
La muchedumbre, de pronto, se ha hecho visible, se ha instalado en los lugares preferentes de la sociedad. Antes, si existía, pasaba inadvertida, ocupaba el fondo del escenario social; ahora se ha adelantado a las baterías, es ella el personaje principal. Ya no hay protagonistas: sólo hay coro. The multitude has suddenly become visible, installing itself in the preferential positions in society. Before, if it existed, it passed unnoticed, occupying the background of the social stage; now it has advanced to the footlights and is the principal character. There are no longer protagonists; there is only the chorus.
El concepto de muchedumbre es cuantitativo y visual. The concept of the multitude is quantitative and visual.
Traduzcámoslo, sin alterarlo, a la terminología sociológica. Entonces hallamos la idea de masa social. La sociedad es siempre una unidad dinámica de dos factores: minorías y masas. Las minorías son individuos o grupos de individuos especialmente cualificados. La masa es el conjunto de personas no especialmente cualificadas. No se entienda, pues, por masas, sólo ni principalmente « las masas obreras». Masa es el « hombre medio». Without changing its nature, let us translate it into terms of sociology. We then meet with the notion of the "social mass." Society is always a dynamic unity of two component factors: minorities and masses. The minorities are individuals or groups of individuals which are specially qualified. The mass is the assemblage of persons not specially qualified. By masses, then, is not to be understood, solely or mainly, "the working masses." The mass is the average man. [
De este modo se convierte lo que era meramente cantidad -la muchedumbre- en una determinación cualitativa: es la cualidad común, es lo mostrenco social, es el hombre en cuanto no se diferencia de otros hombres, sino que repite en sí un tipo genérico. ¿Qué hemos ganado con esta conversión de la cantidad a la cualidad? Muy sencillo: por medio de ésta comprendemos la génesis de aquella. Es evidente, hasta perogrullesco, que la formación normal de una muchedumbre implica la coincidencia de deseos, de ideas, de modo de ser, en los individuos que la integran. Se dirá que es lo que acontece con todo grupo social, por selecto que pretenda ser. En efecto; pero hay una esencial diferencia. In this way what was mere quantity- the multitude- is converted into a qualitative determination: it becomes the common social quality, man as undifferentiated from other men, but as repeating in himself a generic type. What have we gained by this conversion of quantity into quality? Simply this: by means of the latter we understand the genesis of the former. It is evident to the verge of platitude that the normal formation of a multitude implies the coincidence of desires, ideas, ways of life, in the individuals who constitute it. It will be objected that this is just what happens with every social group, however select it may strive to be. This is true; but there is an essential difference.
En los grupos que se caracterizan por no ser muchedumbre y masa, la coincidencia efectiva de sus miembros consiste en algún deseo, idea o ideal, que por sí solo excluye el gran número. Para formar una minoría, sea la que fuere, es preciso que antes cada cual se separe de la muchedumbre por razones especiales , relativamente individuales. Su coincidencia con los otros que forman la minoría es, pues, secundaria, posterior, a haberse cada cual singularizado, y es, por lo tanto, en buena parte, una coincidencia en no coincidir. Hay cosas en que este carácter singularizador del grupo aparece a la intemperie: los grupos ingleses que se llaman a sí mismos « no conformistas», es decir, la agrupación de los que concuerdan sólo en su disconformidad respecto a la muchedumbre ìlimitada. Este ingrediente de juntarse los menos, precisamente para separarse de los más, va siempre involucrado en la formación de toda minoría. Hablando del reducido público que escuchaba a un músico refínado, dice graciosamente Mallarmé que aquel público subrayaba con la presencia de su escasez la ausencia multitudinaria. In those groups which are characterised by not being multitude and mass, the effective coincidence of its members is based on some desire, idea, or ideal, which of itself excludes the great number. To form a minority, of whatever kind, it is necessary beforehand that each member separate himself from the multitude for special, relatively personal, reasons. Their coincidence with the others who form the minority is, then, secondary, posterior to their having each adopted an attitude of singularity, and is consequently, to a large extent, a coincidence in not coinciding. There are cases in which this singularising character of the group appears in the light of day: those English groups, which style themselves "nonconformists," where we have the grouping together of those who agree only in their disagreement in regard to the limitless multitude. This coming together of the minority precisely in order to separate themselves from the majority is a necessary ingredient in the formation of every minority. Speaking of the limited public which listened to a musician of refinement, Mallarme wittily says that this public by its presence in small numbers stressed the absence of the multitude.
En rigor, la masa puede definirse, como hecho psicológico, sin necesidad de esperar a que aparezcan los individuos en aglomeración. Delante de una sola persona podemos saber si es masa o no. Masa es todo aquel que no se valora a sí mismo -en bien o en mal- por razones especiales, sino que se siente « como todo el mundo» y, sin embargo, no se angustia, se siente a saber al sentirse idéntico a los demás. Imagínese un hombre humilde que al intentar valorarse por razones especiales -al preguntarse si tiene talento para esto o lo otro, si sobresale en algún orden-, advierte que no posee ninguna cualidad excelente. Este hombre se sentirá mediocre y vulgar, mal dotado; pero no se sentirá « masa». Strictly speaking, the mass, as a psychological fact, can be defined without waiting for individuals to appear in mass formation. In the presence of one individual we can decide whether he is "mass" or not. The mass is all that which sets no value on itself- good or illbased on specific grounds, but which feels itself "just like everybody," and nevertheless is not concerned about it; is, in fact, quite happy to feel itself as one with everybody else. Imagine a humble-minded man who, having tried to estimate his own worth on specific grounds- asking himself if he has any talent for this or that, if he excels in any direction- realises that he possesses no quality of excellence. Such a man will feel that he is mediocre and commonplace, ill-gifted, but will not feel himself "mass."
Cuando se habla de « minorías selectas», la habitual bellaquería suele tergiversar el sentido de esta expresión, fingiendo ignorar que el hombre selecto no es el petulante que se cree superior a los demás, sino el que se exige más que los demás, aunque no logre cumplir en su persona esas exigencias superiores. Y es indudable que la división más radical que cabe hacer de la humanidad es ésta, en dos clases de criaturas: las que se exigen mucho y acumulan sobre sí mismas dificultades y deberes, y las que no se exigen nada especial, sino que para ellas vivir es ser en cada instante lo que ya son, sin esfuerzo de perfección sobre sí mismas, boyas que van a la deriva. When one speaks of "select minorities" it is usual for the evil-minded to twist the sense of this expression, pretending to be unaware that the select man is not the petulant person who thinks himself superior to the rest, but the man who demands more of himself than the rest, even though he may not fulfil in his person those higher exigencies. For there is no doubt that the most radical division that it is possible to make of humanity is that which splits it into two classes of creatures: those who make great demands on themselves, piling up difficulties and duties; and those who demand nothing special of themselves, but for whom to live is to be every moment what they already are, without imposing on themselves any effort towards perfection; mere buoys that float on the waves.
Esto me recuerda que el budismo ortodoxo se compone de dos religiones distintas: una, más rigurosa y difícil; otra, más laxa y trivial: el Mahayana -« gran vehículo», o « gran carril»-, el Himayona -« pequeño vehículo», « camino menor»-. Lo decisivo es si ponemos nuestra vida a uno u otro vehículo, a un máximo de exigencias o a un mínimo. La división de la sociedad en masas y minorías excelentes no es, por lo tanto, una división en clases sociales, sino en clases de hombres, y no puede coincidir con la jerarquización en clases superiores e inferiores. Claro está que en las superiores, cuando llegan a serlo, y mientras lo fueron de verdad, hay más verosimilitud de hallar hombres que adoptan el « gran vehículo», mientras las inferiores están normalmente constituidas por individuos sin calidad. Pero, en rigor, dentro de cada clase social hay masa y minoría auténtica. Como veremos, es característico del tiempo el predominio, aun en los grupos cuya tradición era selectiva, de la masa y el vulgo. Así, en la vida intelectual, que por su misma esencia requiere y supone la calificación, se advierte el progresivo triunfo de los seudointelectuales incualifícados, incalificables y descalificados por su propia contextura. Lo mismo en los grupos supervivientes de la « nobleza» masculina y femenina. En cambio, no es raro encontrar hoy entre los obreros, que antes podían valer como el ejemplo más puro de esto que llamamos « masa», almas egregiamente disciplinadas. This reminds me that orthodox Buddhism is composed of two distinct religions: one, more rigorous and difficult, the other easier and more trivial: the Mahayana- "great vehicle" or "great path"- and the Hinayana- "lesser vehicle" or "lesser path." The decisive matter is whether we attach our life to one or the other vehicle, to a maximum or a minimum of demands upon ourselves. The division of society into masses and select minorities is, then, not a division into social classes, but into classes of men, and cannot coincide with the hierarchic separation of "upper" and "lower" classes. It is, of course, plain that in these "upper" classes, when and as long as they really are so, there is much more likelihood of finding men who adopt the "great vehicle," whereas the "lower" classes normally comprise individuals of minus quality. But, strictly speaking, within both these social classes, there are to be found mass and genuine minority. As we shal see, a characteristic of our times is the predominance, even in groups traditionally selective, of the mass and the vulgar. Thus, in the intellectual life, which of its essence requires and presupposes qualification, one can note the progressive triumph of the pseudo-intellectual, unqualified, unqualifiable, and, by their very mental texture, disqualified. Similarly, in the surviving groups of the "nobility", male and female. On the other hand, it is not rare to find to-day amongst working men, who before might be taken as the best example of what we are calling "mass," nobly disciplined minds.
Ahora bien: existen en la sociedad operaciones, actividades, funciones del más diverso orden, que son, por su misma naturaleza, especiales, y, consecuentemente, no pueden ser bien ejecutadas sin dotes también especiales. Por ejemplo: ciertos placeres de carácter artístico y lujoso o bien las funciones de gobierno y de juicio político sobre los asuntos públicos. Antes eran ejercidas estas actividades especiales por minorías calificadas -califícadas, por lo menos, en pretensión-. La masa no pretendía intervenir en ellas: se daba cuenta de que si quería intervenir tendría, congruentemente, que adquirir esas dotes especiales y dejar de ser masa. Conocía su papel en una saludable dinámica social. Si ahora retrocedemos a los hechos enunciados al principio, nos aparecerán inequívocamente como nuncios de un cambio de actitud en la mesa. Todos ellos indican que ésta ha resuelto adelantarse al primer piano social y ocupar los locales y usar los utensilios y gozar de los placeres antes adscritos a los pocos. Es evidente que, por ejemplo, los locales no estaban premeditados para las muchedumbres, puesto que su dimensión es muy reducida, y el gentío rebosa constantemente de ellos, demostrando a los ojos y con lenguaje visible el hecho nuevo: la masa que, sin dejar de serlo, suplanta a las minorías. There exist, then, in society, operations, activities, and functions of the most diverse order, which are of their very nature special, and which consequently cannot be properly carried out without special gifts. For example: certain pleasures of an artistic and refined character, or again the functions of government and of political judgment in public affairs. Previously these special activities were exercised by qualified minorities, or at least by those who claimed such qualification. The mass asserted no right to intervene in them; they realised that if they wished to intervene they would necessarily have to acquire those special qualities and cease being mere mass. They recognised their place in a healthy dynamic social system. If we now revert to the facts indicated at the start, they will appear clearly as the heralds of a changed attitude in the mass. They all indicate that the mass has decided to advance to the foreground of social life, to occupy the places, to use the instruments and to enjoy the pleasures hitherto reserved to the few. It is evident, for example, that the places were never intended for the multitude, for their dimensions are too limited, and the crowd is continuously overflowing; thus manifesting to our eyes and in the clearest manner the new phenomenon: the mass, without ceasing to be mass, is supplanting the minorities.
Nadie, creo yo, deplorará que las gentes gocen hoy en mayor medida y número que antes, ya que tienen para ello el apetito y los medios. Lo malo es que esta decisión tomada por las masas de asumir las actividades propias de las minorías no se manifiesta, ni puede manifestarse, sólo en el orden de los placeres, sino que es una manera general del tiempo. Así -anticipando lo que luego veremos-, creo que las innovaciones políticas de los más recientes años no significan otra cosa que el imperio político de las masas. La vieja democracia vivía templada por una abundante dosis de liberalismo y de entusiasmo por la ley. Al servir a estos principios, el individuo se obligaba a sostener en sí mismo una disciplina difícil. Al amparo del principio liberal y de la norma jurídica podían actuar y vivir las minorías. No one, I believe, will regret that people are to-day enjoying themselves in greater measure and numbers than before, since they have now both the desire and the means of satisfying it. The evil lies in the fact that this decision taken by the masses to assume the activities proper to the minorities is not, and cannot be, manifested solely in the domain of pleasure, but that it is a general feature of our time. Thus- to anticipate what we shall see later- I believe that the political innovations of recent times signify nothing less than the political domination of the masses. The old democracy was tempered by a generous dose of liberalism and of enthusiasm for law. By serving these principles the individual bound himself to maintain a severe discipline over himself. Under the shelter of liberal principles and the rule of law, minorities could live and act.
Democracia y ley, convivencia legal, eran sinónimos. Hoy asistimos al triunfo de una hiperdemocracia en que la masa actúa directamente sin ley, por medio de materiales presiones, imponiendo sus aspiraciones y sus gustos. Es falso interpretar las situaciones nuevas como si la masa se hubiese cansado de la política y encargase a personas especiales su ejercicio. Todo lo contrario. Eso era lo que antes acontecía, eso era la democracia liberal. La masa presumía que, al fin y al cabo, con todos sus defectos y lacras, las minorías de los políticos entendían un poco más de los problemas públicos que ella. Ahora, en cambio, cree la masa que tiene derecho a imponer y dar vigor de ley a sus tópicos de café. Yo dudo que haya habido otras épocas de la historia en que la muchedumbre llegase a gobernar tan directamente como en nuestro tiempo. Por eso hablo de hiperdemocracia. Democracy and law- life in common under the law- were synonymous. Today we are witnessing the triumphs of a hyperdemocracy in which the mass acts directly, outside the law, imposing its aspirations and its desires by means of material pressure. It is a false interpretation of the new situation to say that the mass has grown tired of politics and handed over the exercise of it to specialised persons. Quite the contrary. That was what happened previously; that was democracy. The mass took it for granted that after all, in spite of their defects and weaknesses, the minorities understood a little more of public problems than it did itself. Now, on the other hand, the mass believes that it has the right to impose and to give force of law to notions born in the cafe. I doubt whether there have been other periods of history in which the multitude has come to govern more directly than in our own. That is why I speak of hyperdemocracy.
Lo propio acaece en los demás órdenes, muy especialmente en el intelectual. Tal vez padezco un error; pero el escritor, al tomar la pluma para escribir sobre un tema que ha estudiado largamente, debe pensar que el lector medio, que nunca se ha ocupado del asunto, si le lee, no es con el fin de aprender algo de él, sino, al revés, para sentenciar sobre él cuando no coincide con las vulgaridades que este lector tiene en la cabeza. Si los individuos que integran la masa se creyesen especialmente dotados, tendríamos no más que un caso de error personal, pero no una subversión sociológica. Lo característico del momento es que el alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar el derecho de la vulgaridad y lo impone dondequiera . Como se dice en Norteamérica: ser diferente es indecente. La masa arrolla todo lo diferente, egregio, individual, calificado y selecto. Quien no sea como todo el mundo, quien no piense como todo el mundo, corre el riesgo de ser eliminado. Y claro está que ese « todo el mundo» no es « todo el mundo». « Todo el mundo» era, normalmente, la unidad compleja de masa y minorías discrepantes, especiales. Ahora « todo el mundo» es sólo la masa. The same thing is happening in other orders, particularly in the intellectual. I may be mistaken, but the present-day writer, when he takes his pen in hand to treat a subject which he has studied deeply, has to bear in mind that the average reader, who has never concerned himself with this subject, if he reads does so with the view, not of learning something from the writer, but rather, of pronouncing judgment on him when he is not in agreement with the commonplaces that the said reader carries in his head. If the individuals who make up the mass believed themselves specially qualified, it would be a case merely of personal error, not a sociological subversion. The characteristic of the hour is that the commonplace mind, knowing itself to be commonplace, has the assurance to proclaim the rights of the commonplace and to impose them wherever it will. As they say in the United States: "to be different is to be indecent." The mass crushes beneath it everything that is different, everything that is excellent, individual, qualified and select. Anybody who is not like everybody, who does not think like everybody, runs the risk of being eliminated. And it is clear, of course, that this "everybody" is not "everybody." "Everybody" was normally the complex unity of the mass and the divergent, specialised minorities. Nowadays, "everybody" is the mass alone. Here we have the formidable fact of our times, described without any concealment of the brutality of its features.





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CHAPTER II

LA SUBIDA DEL NIVEL HISTORICO

THE RISE OF THE HISTORIC LEVEL

Este es el hecho formidable de nuestro tiempo, descrito sin ocultar la brutalidad de su apariencia. Es, además, de una absoluta novedad en la historia de nuestra civilización. Jamás, en todo su desarrollo, ha acontecido nada parejo. Si hemos de hallar algo semejante, tendríamos que brincar fuera de nuestra historia y sumergirnos en un orbe, en un elemento vital, completamente distinto del nuestro; tendríamos que insinuarnos en el mundo antiguo y llegar a su hora de declinación. La historia del Imperio romano es también la historia de la subversión, del imperio de las masas, que absorben y anulan a las minorías dirigentes y se colocan en su lugar. Entonces se produce también el fenómeno de la aglomeración, del lleno. Por eso, como ha observado muy bien Spengler, hubo que construir, al modo que ahora, enormes edificios. La época de las masas es la época de lo colosal. SUCH, then, is the formidable fact of our times, described without any concealment of the brutality of its features. It is, furthermore, entirely new in the history of our modern civilisation. Never, in the course of its development, has anything similar happened. If we wish to find its like we shall have to take a leap outside our modern history and immerse ourselves in a world, a vital element, entirely different from our own; we shall have to penetrate the ancient world till we reach the hour of its decline. The history of the Roman Empire is also the history of the uprising of the Empire of the Masses, who absorb and annul the directing minorities and put themselves in their place. Then, also, is produced the phenomenon of agglomeration, of "the full." For that reason, as Spengler has very well observed, it was necessary, just as in our day, to construct enormous buildings. The epoch of the masses is the epoch of the colossal.
Vivimos bajo el brutal imperio de las masas. Perfectamente; ya hemos llamado dos veces « brutal» a este imperio, ya hemos pagado nuestro tributo al dios de los tópicos; ahora, con el billete en la mano, podemos alegremente ingresar en el tema, ver por dentro el espectáculo. ¿O se creía que iba a contentarme con esa descripción, tal vez exacta, pero externa, que es sólo la haz, la vertiente, bajo las cuales se presenta el hecho tremendo cuando se le mira desde el pasado? Si yo dejase aquí este asunto y estrangulase sin más mi presente ensayo, quedaría el lector pensando, muy justamente, que este fabuloso advenimiento de las masas a la superficie de la historia no me inspiraba otra cosa que algunas palabras displicentes, desdeñosas, un poco de abominación y otro poco de repugnancia; a mí, de quien es notorio que sustento una interpretación de la historia radicalmente aristocrática. Es radical, porque yo no he dicho nunca que la sociedad humana deba ser aristocrática, sino mucho más que eso. He dicho, y sigo creyendo, cada día con más enérgica convicción, que la sociedad humana es aristocrática siempre, quiera o no, por su esencia misma, hasta el punto de que es sociedad en la medida en que sea aristocrática, y deja de serlo en la medida en que se desaristocratice. Bien entendido que hablo de la sociedad y no del Estado. Nadie puede creer que frente a este fabuloso encrespamiento de la masa sea lo aristocrático contentarse con hacer un breve mohín amanerado, como un caballerito de Versalles. Versalles -se entiende ese Versalles de los mohínes- no es aristocracia, es todo lo contrario: es la muerte y la putrefacción de una magnífica aristocracia. Por eso, de verdaderamente aristocrático sólo quedaba en aquellos seres la gracia digna con que sabían recibir en su cuello la visita de la guillotina: la aceptaban como el tumor acepta el bisturí. No; a quien sienta la misión profunda de las aristocracias, el espectáculo de la masa le incita y enardece como al escultor la presencia del mármol virgen. La aristocracia social no se parece nada a ese grupo reducidísimo que pretende asumir para sí, íntegro, el nombre de « sociedad», que se llama a sí mismo « la sociedad» y que vive simplemente de invitarse o de no invitarse. Como todo en el mundo tiene su virtud y su misión, también tiene las suyas dentro del vasto mundo, este pequeño « mundo elegante», pero una misión muy subalterna e incomparable con la faena hercúlea de las auténticas aristocracias. Yo no tendría inconveniente en hablar sobre el sentido que posee esa vida elegante, en apariencia tan sin sentido; pero nuestro tema es ahora otro de mayores proporciones. Por supuesto que esa misma « sociedad distinguida» va también con el tiempo. Me hizo meditar mucho cierta damita en flor, toda juventud y actualidad, estrella de primera magnitud en el zodíaco de la elegancia madrileña, porque me dijo: « Yo no puedo sufrir un baile al que han sido invitadas menos de ochocientas personas.» A través de esta frase vi que el estilo de las masas triunfa hoy sobre toda el área de la vida y se impone aun en aquellos últimos rincones que parecían reservados a los happy few. We are living, then, under the brutal empire of the masses. just so; I have now twice called this empire "brutal," and have thus paid my tribute to the god of the commonplace. Now, ticket in hand, I can cheerfully enter into my subject, see the show from the commonplace. Now, ticket in hand, I can cheerfully enter into my subject, see the show from inside. Or perhaps it was thought that I was going to be satisfied with that description, possibly exact, but quite external; the mere features, the aspect under which this tremendous fact presents itself when looked at from the view-point of the past? If I were to leave the matter here and strangle off my present essay without more ado, the reader would be left thinking, and quite justly, that this fabulous uprising of the masses above the surface of history inspired me merely with a few petulant, disdainful words, a certain amount of hatred and a certain amount of disgust. This all the more in my case, when it is well known that I uphold a radically aristocratic interpretation of history. Radically, because I have never said that human society ought to be aristocratic, but a great deal more than that. What I have said, and still believe with ever-increasing conviction, is that human society is always, whether it will or no, aristocratic by its very essence, to the extreme that it is a society in the measure that it is aristocratic, and ceases to be such when it ceases to be aristocratic. Of course I am speaking now of society and not of the State. No one can imagine that, in the face of this fabulous seething of the masses, it is the aristocratic attitude to be satisfied with making a supercilious grimace, like a fine gentleman of Versailles. Versaillesthe Versailles of the grimaces- does not represent aristocracy; quite the contrary, it is the death and dissolution of a magnificent aristocracy. For this reason, the only element of aristocracy left in such beings was the dignified grace with which their necks received the attentions of the guillotine; they accepted it as the tumour accepts the lancet. No; for anyone who has a sense of the real mission of aristocracies, the spectacle of the mass incites and enflames him, as the sight of virgin marble does the. sculptor. Social aristocracy has no resemblance whatever to that tiny group which claims for itself alone the name of society, which calls itself "Society"; people who live by inviting or not inviting one another. Since everything in the world has its virtue and its mission, so within the vast world this small "smart world" has its own, but it is a very subordinate mission, not to be compared with the herculean task of genuine aristocracies. I should have no objection to discussing the meaning that lies in this smart world, to all appearance so meaningless, but our subject is now one of greater proportions. Of course, this selfsame "distinguished society" goes with the times. Much food for thought was given me by a certain jeune fille en fleur, full of youth and modernity , a star of the first magnitude in the firmament of "smart" Madrid, when she said to me: "I can′t stand a dance to which less than eight hundred people have been invited." Behind this phrase I perceived that the style of the masses is triumphant over the whole area of modern life, and imposes itself even in those sheltered corners which seemed reserved for the "happy few."
Rechazo, pues, igualmente, toda interpretación de nuestro tiempo que no descubra la significación positiva oculta bajo el actual imperio de las masas y las que lo aceptan beatamente, sin estremecerse de espanto. Todo destino es dramático y trágico en su profunda dimensión. Quien no haya sentido en la mano palpitar el peligro del tiempo, no ha llegado a la entraña del destino, no ha hecho más que acariciar su mórbida mejilla. En el nuestro, el ingrediente terrible lo pone la arrolladora y violenta sublevación moral de las masas, imponente, indominable y equívoca como todo destino. ¿Adónde nos lleva? ¿Es un mal absoluto, o un bien posible? ¡Ahí está, colosal, instalada sobre nuestro tiempo como un gigante, cósmico signo de interrogación, el cual tiene siempre una forma equívoca, con algo, en efecto, de guillotina o de horca, pero también con algo que quisiera ser un arco triunfal. I reject equally, then, the interpretation of our times which does not lay clear the positive meaning hidden under the actual rule of the masses and that which accepts it blissfully, without a shudder of horror. Every destiny is dramatic, tragic in its deepest meaning. Whoever has not felt the danger of our times palpitating under his hand, has not really penetrated to the vitals of destiny, he has merely pricked its surface. The element of terror in the destiny of our time is furnished by the overwhelming and violent moral upheaval of the masses; imposing, invincible, and treacherous, as is destiny in every case. Whither it leading us? Is it an absolute evil or a possible good? There it is, colossal, astride our times like a giant, a cosmic note of interrogation, always of uncertain shape, with something in it of the guillotine or the gallows, but also with something that strives to round itself into a triumphal arch.
El hecho que necesitamos someter a anatomía puede formularse bajo estas dos rúbricas: primera, las masas ejercitan hoy un repertorio vital que coincide en gran parte con el que antes parecía reservado exclusivamente a las minorías; segunda, al propio tiempo, las masas se han hecho indóciles frente a las minorías: no las obedecen, no las siguen, no las respetan, sino que, por el contrario, las dan de lado y las suplantan. The fact that we must submit to examination may be formulated under two headings: first, the masses are to-day exercising functions in social life which coincide with those which hitherto seemed reserved to minorities; and secondly, these masses have at the same time shown themselves indocile to the minoritiesthey do not obey them, follow them, or respect them; on the contrary, they push them aside and supplant them.
Analicemos la primera rúbrica. Quiero decir con ella que las masas gozan de los placeres y usan los utensilios inventados por los grupos selectos y que antes sólo éstos usufructuaban. Sienten apetitos y necesidades que antes se calificaban de refinamientos, porque eran patrimonio de pocos. Un ejemplo trivial: En 1820 no habría en París diez cuartos de baño en casas particulares; véanse las Memorias de la comtesse de Boigne. Pero más aún: las masas conocen y emplean hoy, con relativa suficiencia, muchas de las técnicas que antes manejaban sólo individuos especializados. Y no sólo las técnicas materiales, sino, lo que es más importante, las técnicas jurídicas y sociales. En el siglo XVIII ciertas minorías descubrieron que todo individuo humano, por el mero hecho de nacer, y sin necesidad de calificación especial alguna, poseía ciertos derechos políticos fundamentales, los llamados derechos del hombre y del ciudadano, y que, en rigor, estos derechos comunes a todos son los únicos existentes. Todo otro derecho afecto a dotes especiales quedaba condenado como privilegio. Let us analyse what comes under the first heading. By it I mean that the masses enjoy the pleasures and use the instruments invented by the select groups, and hitherto exclusively at the service of the latter. They feel appetites and needs which were previously looked upon as refine. ments, inasmuch as they were the patrimony of the few. Take a trivial example: in 1820 there cannot have been ten bathrooms in private houses in Paris (see the Memoirs of the Comtesse de Boigne). But furthermore, the masses to-day are acquainted with, and use with relative skill, many of the technical accomplishments previously confined to specialised individuals. And this refers not only to the technique of material objects, but, more important, to that of laws and society. In the XVIIIth Century, certain minority groups discovered that every human being, by the mere fact of birth, and without requiring any special qualification whatsoever, possessed certain fundamental political rights, the so-called rights of the man and the citizen and further that, strictly speaking, these rights, common to all, are the only ones that exist. Every other right attached to special gifts was condemned as being a privilege.
Fue esto, primero, un puro teorema e idea de unos pocos; luego, esos pocos comenzaron a usar prácticamente de esa idea, a imponerla y reclamarla: las minorías mejores. Sin embargo, durante todo el siglo XIX, la masa, que iba entusiasmándose con la idea de esos derechos como con un ideal, no los sentía en sí, no los ejercitaba ni hacía valer, sino que, de hecho, bajo las legislaciones democráticas, seguía viviendo, seguía sintiéndose a sí misma como en el antiguo régimen. El « pueblo» -según entonces se le llamaba sabía ya que era soberano; pero no lo creía. Hoy aquel ideal se ha convertido en una realidad, no ya en las legislaciones, que son esquemas externos de la vida pública, sino en el corazón de todo individuo, cualesquiera que sean sus ideas, inclusive cuando sus ideas son reaccionarias; es decir, inclusive cuando machaca y tritura las instituciones donde aquellos derechos se sancionan. A mi juicio, quien no entiende esta curiosa situación moral de las masas no puede explicarse nada de lo que hoy comienza a acontecer en el mundo. La soberanía del individuo no cualificado, del individuo humano genérico y como tal, ha pasado, de idea o ideal jurídico que era, a ser un estado psicológico constitutivo del hombre medio. Y nótese bien: cuando algo que fue ideal se hace ingrediente de la realidad, inexorablemente deja de ser ideal. El prestigio y la magia autorizante, que son atributos del ideal, que son su efecto sobre el hombre, se volatilizan. Los derechos niveladores de la generosa inspiración democrática se han convertido, de aspiraciones e ideales, en apetitos y supuestos inconscientes. This was at first a mere theory, the idea of a few men; then those few began to put the idea into practice, to impose it and insist upon it. Nevertheless, during the whole of the XIXth Century, the mass, while gradually becoming enthusiastic for those rights as an ideal, did not feel them as rights, did not exercise them or attempt to make them prevail, but, in fact, under democratic legislation, continued to feel itself just as under the old regime. The "people"- as it was then called- the "people" had learned that it was sovereign, but did not believe it. To-day the ideal has been changed into a reality; not only in legislation, which is the mere framework of public life, but in the heart of every individual, whatever his ideas may be, and even if he be a reactionary in his ideas, that is to say, even when he attacks and castigates institutions by which those rights are sanctioned. To my mind, anyone who does not realise this curious moral situation of the masses can understand nothing of what is to-day beginning to happen in the world. The sovereignty of the unqualified individual, of the human being as such, generically, has now passed from being a juridical idea or ideal to be a psychological state inherent in the average man. And note this, that when what was before an ideal becomes a component part of reality, it inevitably ceases to be an ideal. The prestige and the magic that are attributes of the ideal are volatilised. The levelling demands of a generous democratic inspiration have been changed from aspirations and ideals into appetites and unconscious assumptions.
Ahora bien: el sentido de aquellos derechos no era otro que sacar las almas humanas de su interna servidumbre y proclamar dentro de ellas una cierta conciencia de señorío y dignidad. ¿No era esto lo que se quería. ¿Que el hombre medio se sintiese amo, dueño, señor de sí mismo y de su vida? Ya está logrado. ¿Por qué se quejan los liberales, los demócratas, los progresistas de hace treinta años? ¿O es que, como los niños, quieren una cosa, pero no sus consecuencias? Se quiere que el hombre medio sea señor. Entonces no extrañe que actúe por sí y ante si, que reclame todos los placeres, que imponga, decidido, su voluntad, que se niegue a toda servidumbre, que no siga dócil a nadie, que cuide su persona y sus ocios, que perfile su indumentaria: son algunos de los atributos perennes que acompañan a la conciencia de señorío. Hoy los hallamos residiendo en el hombre medio, en la masa. Now, the meaning of this proclamation of the rights of man was none other than to lift human souls from their interior servitude and to implant within them a certain consciousness of mastery and dignity. Was it not this that it was hoped to do, namely, that the average man should feel himself master, lord, and ruler of himself and of his life? Well, that is now accomplished. Why, then, these complaints of the liberals, the democrats, the progressives of thirty years ago? Or is it that, like children, they want something, but not the consequences of that something? You want the ordinary man to be master. Well, do not be surprised if he acts for himself, if he demands all forms of enjoyment, if he firmly asserts his will, if he refuses all kinds of service, if he ceases to be docile to anyone, if he considers his own person and his own leisure, if he is careful as to dress: these are some of the attributes permanently attached to the consciousness of mastership. To-day we find them taking up their abode in the ordinary man, in the mass.
Tenemos, pues, que la vida del hombre medio está ahora constituida por el repertorio vital que antes caracterizaba sólo a las minorías culminantes. Ahora bien: el hombre medio representa el área sobre que se mueve la historia de cada época; es en la historia lo que el nivel del mar en la geografía. Si, pues, el nivel medio se halla hoy donde antes sólo tocaban las aristocracias, quiere decirse lisa y llanamente que el nivel de la historia ha subido de pronto -tras de largas y subterráneas preparaciones, pero en su manifestación, de pronto-, de un salto, en una generación. La vida humana, en totalidad, ha ascendido. El soldado del día, diríamos, tiene mucho de capitán; el ejército humano se compone ya de capitanes. Basta ver la energía, la resolución, la soltura con que cualquier individuo se mueve hoy por la existencia, agarra el placer que pasa, impone su decisión. The situation, then, is this: the life of the ordinary man is to-day made up of the same "vital repertory" which before characterised only the superior minorities. Now the average man represents the field over which the history of each period acts; he is to history what sea-level is to geography. If, therefore, to-day the mean-level lies at a point previously only reached by aristocracies, the signification of this is simply that the level of history has suddenly risen- after long subterraneous preparations, it is true- but now quite plainly to the eyes, suddenly, at a bound, in one generation. Human life taken as a whole has mounted higher. The soldier of to-day, we might say, has a good deal of the officer; the human army is now made up of officers. Enough to watch the energy, the determination, the ease with which each individual moves through life to-day, snatches at the passing pleasure, imposes his personal will.
Todo el bien, todo el mal del presente y del inmediato porvenir tienen en este ascenso general del nivel histórico su causa y su raíz. Pero ahora nos ocurre una advertencia impremeditada. Eso que el nivel medio de la vida sea el de las antiguas minorías, es un hecho nuevo en Europa; pero era el hecho nativo, constitucional, de América. Piense el lector, para ver clara mi intención, en la conciencia de igualdad jurídica. Ese estado psicológico de sentirse amo y señor de sí e igual a cualquier otro individuo, que en Europa sólo los grupos sobresalientes lograban adquirir, es lo que desde el siglo XVIII, prácticamente desde siempre, acontecía en América. ¡Y nueva coincidencia, aún más curiosa! Al aparecer en Europa ese estado psicológico del hombre medio, al subir el nivel de su existencia integral, el tono y maneras de la vida europea en todos los órdenes adquiere de pronto una fisonomía que hizo decir a muchos: « Europa se está americanizando.» Los que esto decían no daban al fenómeno importancia mayor; creían que se trataba de un ligero cambio en las costumbres, de una moda, y, desorientados por el parecido externo, lo atribuían a no se sabe qué influjo de América sobre Europa. Con ello, a mi juicio, se ha trivializado la cuestión, que es mucho más sutil y sorprendente y profunda. Everything that is good and bad in the present and in the immediate future has its cause and root in the general rise of the historic level. But here an observation that had not previously occurred to us presents itself. This fact, that the ordinary level of life to-day is that of the former minorities, is a new fact in Europe, but in America the natural, the "constitutional" fact. To realise my point, let the reader consider the matter of consciousness of equality before the law. That psychological state of feeling lord and master of oneself and equal to anybody else, which in Europe only outstanding groups succeeded in acquiring, was in America since the XVIIIth Century (and therefore, practically speaking, always) the natural state of things. And a further coincidence, still more curious, is this: when this psychological condition of the ordinary man appeared in Europe, when the level of his existence rose, the tone and manners of European life in all orders suddenly took on a new appearance which caused many people to say: "Europe is becoming Americanised." Those who spoke in this way gave no further attention to the matter; they thought it was a question of a slight change of custom, a fashion, and, deceived by the look of things, attributed it to some influence or other of America on Europe. This, to my mind, is simply to trivialise a question which is much more subtle and pregnant with surprises.
La galantería intenta ahora sobornarme para que yo diga a los hombres de Ultramar que, en efecto, Europa se ha americanizado, y que esto es debido a un influjo de América sobre Europa. Pero no: la verdad entra ahora en colisión con la galantería, y debe triunfar. Europa no se ha americanizado. No ha recibido aún influjo grande de América. Lo uno y lo otro, si acaso, se inician ahora mismo; pero no se produjeron en el próximo pasado, de que el presente es brote. Hay aquí un cúmulo desesperante de ideas falsas que nos estorban la visión a unos y a otros, a americanos y a europeos. El triunfo de las masas y la consiguiente magnífica ascensión de nivel vital han acontecido en Europa por razones internas, después de dos siglos de educación progresista de las muchedumbres y de un paralelo enriquecimiento económico de la sociedad. Pero ello es que el resultado coincide con el rasgo más decisivo de la existencia americana: y por eso, porque coincide la situación moral del hombre medio europeo con la del americano, ha acaecido que por vez primera el europeo entiende la vida americana, que antes le era un enigma y un misterio. No se trata, pues, de un influjo, que sería un poco extraño, que sería un reflujo, sino de lo que menos se sospecha aún: se trata de una nivelación. Desde siempre se entreveía oscuramente por los europeos que el nivel medio de la vida era más alto en América que en el viejo continente. La intuición, poco analítica, pero evidente, de este hecho, dio origen a la idea, siempre aceptada, nunca puesta en duda, de que América era el porvenir. Se comprenderá que idea tan amplia y tan arraigada no podía venir del viento, como dicen que las orquídeas se crían en el aire, sin raíces. El fundamento era aquella entrevisión de un nivel más elevado en la vida media de Ultramar, que contrastaba con el nivel inferior de las minorías mejores de América comparadas con las europeas. Pero la historia, como la agricultura, se nutre de los valles y no de las cimas, de la altitud media social y no de las eminencias. Gallantry here makes an attempt to suborn me into telling our brothers beyond the sea that, in fact, Europe has become Americanised, and that this is due to an influence of America on Europe. But no; truth comes into conflict with gallantry, and it must prevail. Europe has not been Americanised; it has received no great influence from America. Possibly both these things are beginning to happen just now; but they did not occur in the recent part of which the present is the flowering. There is floating around a bewildering mass of false ideas which blind the vision of both parties, Americans and Europeans. The triumph of the masses and the consequent magnificent uprising of the vital level have come about in Europe for internal reasons, after two centuries of education of the multitude towards progress and a parallel economic improvement in society. But it so happens that the result coincides with the most marked aspect of American life; and on account of this coincidence of the moral situation of the ordinary man in Europe and in America, it has come about that for the first time the European understands American life which was to him before an enigma and a mystery. There is no question, then, of an influence, which indeed would be a little strange, would be, in fact, a "refluence," but of something which is still less suspected, namely, of a levelling. It has always been obscurely seen by Europeans that the general level of life in America was higher than in the Old World. It was the intuition, strongly felt, if unanalysed, of this fact which gave rise to the idea, always accepted, never challenged, that the future lies with America. It will be understood that such an idea, widespread and deep-rooted, did not float down on the wind, as it is said that orchids grow rootless in the air. The basis of it was the realisation of a higher level of average existence in America, in contrast with a lower level in the select minorities there as compared with those of Europe. But history, like agriculture, draws its nourishment from the valleys and not from the heights, from the average social level and not from men of eminence.
Vivimos en sazón de nivelaciones: se nivelan las fortunas, se nivela la cultura entre las distintas clases sociales, se nivelan los sexos. Pues bien: también se nivelan los continentes. Y como el europeo se hallaba vitalmente más bajo, en esta nivelación no ha hecho sino ganar. Por lo tanto, mirada desde esta haz, la subvención de las masas significa un fabuloso aumento de vitalidad y posibilidades; todo lo contrario, pues, de lo que oímos tan a menudo sobre la decadencia de Europa. Frase confusa y tosca, donde no se sabe bien de que se habla, si de los Estados europeos, de la cultura europea, o de lo que está bajo todo esto e importa infinitamente más que todo esto, a saber: de la vitalidad europea. De los Estados y de la cultura europeos diremos algún vocablo más adelante -y acaso la frase susodicha valga para ellos-; pero en cuanto a la vitalidad, conviene desde luego hacer constar que se trata de un craso error. Dicha en otro giro, tal vez mi afirmación parezca más convincente o menos inverosímil; digo, pues, que hoy un italiano medio, un español medio, un alemán medio, se diferencian menos en tono vital de un yanqui o de un argentino que hace treinta años. Y éste es un dato que no deben olvidar los americanos. We are living in a levelling period; there is a levelling of fortunes, of culture among the various social classes, of the sexes. Well, in the same way there is a levelling of continents, and as the European was formerly lower from a vital point of view, he has come out the gainer from this levelling. Consequently, from this standpoint, the uprising of the masses implies a fabulous increase of vital possibilities, quite the contrary of what we hear so often about the decadence of Europe. This is a confused and clumsy expression, in which it is not clear what is being referred to, whether it is the European states, or European culture, or what lies underneath all this, and is of infinitely greater importance, the vital activity of Europe. Of European states and culture we shall have a word to say later on- though perhaps what we have already said is enough- but as regards the vitality, it is well to make clear from the start that we are in the presence of a gross error. Perhaps if I give it another turn, my statement may appear more convincing or less improbable; I say, then, that to-day the average Italian, Spaniard, or German is less differentiated in vital tone from the North American or the Argentine than he was thirty years ago. And this is a fact that the people of America ought not to forget.





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CHAPTER III

LA ALTURA DE LOS TIEMPOS

THE HEIGHT OF THE TIMES

El imperio de las masas presenta, pues, una vertiente favorable en cuanto significa una subida de todo el nivel histórico, y revela que la vida media se mueve hoy en altura superior a la que ayer pisaba. Lo cual nos hace caer en la cuenta de que la vida puede tener altitudes diferentes, y que es una frase llena de sentido la que sin sentido suele repetirse cuando se habla de la altura de los tiempos. Conviene que nos detengamos en este punto, porque él nos proporciona manera de fijar uno de los caracteres más sorprendentes de nuestra época. THE rule of the masses, then, presents a favourable aspect, inasmuch as it signifies an all-round rise in the historical level, and reveals that average existence today moves on a higher altitude than that of yesterday. This brings home to us the fact that life can have different altitudes, and that there is a deep sense in the phrase that is often senselessly repeated when people speak of the height of our times. It will be well to pause and consider here, because this point offers us a means of establishing one of the most surprising characteristics of our age.
Se dice, por ejemplo, que esta o la otra cosa no es propia de la altura de los tiempos. En efecto: no el tiempo abstracto de la cronología, que es todo él llano, sino el tiempo vital o que cada generación llama « nuestro tiempo», tiene siempre cierta altitud, se eleva hoy sobre ayer, o se mantiene a la par, o cae por debajo. La imagen de caer, envainada en el vocablo decadencia, precede de esta intuición. Asimismo, cada cual siente, con mayor o menor claridad, la relación en que su vida propia encuentra con la altura del tiempo donde transcurre. Hay quien se siente en los modos de la existencia actual como un náufrago que no logra salir a flote, la velocidad del tempo con que hoy marchan las cosas, el impetu y energía con que se hace. todo, angustian al hombre de temple arcaico, y esta angustia mide el desnivel entre la altura de su pulse y la altura de la época. Por otra parte, el que vive con plenitud y a gusto las formas del presente tiene conciencia de la relación entre la altura de nuestro tiempo y la altura de las diversas edades pretéritas. ¿Cuál es esa relación. It is said, for example, that this or that matter is not worthy of the height of a certain time. And, in fact, not the abstract time of chronology, of the whole temporal plain, but the vital time, what each generation calls "our time," has always a certain elevation; is higher to-day than yesterday, or keeps on the level, or falls below it. The idea of falling contained in the word decadence has its origin in this intuition. Likewise, each individual feels, with more or less clearness, the relation which his own life bears to the height of the time through which he is passing. There are those who feel amid the manifestations of actual existence like a shipwrecked man who cannot keep his head above water. The tempo at which things move at present, the force and energy with which everything is done, cause anguish to the man of archaic mould, and this anguish is the measure of the difference between his pulse-beats and the pulse-beats of the time. On the other hand, the man who lives completely and pleasurably in agreement with actual modes is conscious of the relation between the level of our time and that of various past times. What is this relation?
Fuera erróneo suponer que siempre el hombre de una época siente las pasadas, simplemente porque pasadas, como más bajas de nivel que la suya. Bastaría recordar que, al parescer de Jorge Manrique, cualquiera tiempo pasado fue mejor. [It would be wrong to suppose that the man of any particular period always looks upon past times as below the level of his own, simply because they are past. It is enough to recall that to the seeming of Jorge Manrique, "Any time gone by was better."
Pero esto tampoco es verdad. Ni todas las edades se han sentido inferiores a alguna del pasado, ni todas se han creído superiores a cuantas fueron y recuerdan. Cada edad histórica manifiesta una sensación diferente ante ese extraño fenómeno de la altitud vital, y me sorprende que no hayan reparado nunca pensadores e historiógrafos en hecho tan evidente y sustancioso. [[]But this is not the truth either. Not every age has felt itself inferior to any past age, nor have all believed themselves superior to every preceding age. Every historical period displays a different feeling in respect of this strange phenomenon of the vital altitude, and I am surprised that thinkers and historians have never taken note of such an evident and important fact.
La impresión que Jorge Manrique declara ha sido ciertamente la más general, por lo menos si se toma grosso modo . A la mayor parte de las épocas no les pareció su tiempo más elevado que otras edades antiguas. Al contrario, lo más sólito ha sido que los hombres supongan en un vago pretérito tiempos mejores, de existencia más plenaria: la « edad de oro», decimos los educados por Grecia y Roma; la Alcheringa, dicen los salvajes australianos. Esto revela que esos hombres sentían el pulse de su propia vida más o menos falto de plenitud, decaído, incapaz de henchir por completo el cauce de las venas. Por esta razón respetaban el pasado, los tiempos « clásicos», cuya existencia se les presentaba como algo más ancho, más rico, más perfecto y difícil que la vida de su tiempo. Al mirar atrás e imaginar esos siglos más valiosos, les parecía no dominarlos, sino, al contrario, quedar bajo ellos, como un grado de temperatura, si tuviese conciencia, sentiría que no contiene en sí el grado superior; antes bien, que hay en éste más calorías que en él mismo. Desde ciento cincuenta años después de Cristo, esta impresión de encogimiento vital, de venir a menos, de decaer y perder pulso, crece progresivamente en el Imperio romano. Ya Horacio había cantado: « Nuestros padres, peores que nuestros abuelos, nos engendraron a nosotros aún más depravados, y nosotros daremos una progenie todavía más incapaz.» ( Odas , libro III, 6.) Taken very roughly, the impression described by Jorge Manrique has certainly been the most general one. The majority of historical periods did not look upon their own time as superior to preceding ages. On the contrary, the most usual thing has been for men to dream of better times in a vague past, of a fuller existence; of a "golden age," as those taught by Greece and Rome have it; the Alcheringa of the Australian bushmen. This indicates that such men feel the pulse of their own lives lacking in full vigour, incapable of completely flooding their blood channels. For this reason they looked with respect on the past, on "classic" epochs, when existence seemed to them fuller, richer, more perfect and strenuous than the life of their own time. As they looked back and visualised those epochs of greater worth, they had the feeling, not of dominating them, but, on the contrary, of falling below them, just as a degree of temperature, if it possessed consciousness, might feel that it does not contain within itself the higher degree, that there are more calories in this than in itself. From A.D. 150 on, this impression of a shrinking of vitality, of a falling from position, of decay and loss of pulse shows itself increasingly in the Roman Empire. Had not Horace already sung: "Our fathers, viler than our grandfathers, begot us who are even viler, and we shall bring forth a progeny more degenerate still"? nos nequiores, mox daturos progeniem vitiosiorem. Odes, III. 6.
Aetas parentum peior avis tulit
nos nequiores, mox daturos
progeniem vitiosorem.
Dos siglos más tarde no había en todo el Imperio bastantes itálicos medianamente valerosos con quienes cubrir las plazas de centuriones, y hubo que alquilar para este oficio a dálmatas y, luego, a bárbaros del Danubio y el Rin. Mientras tanto, las mujeres se hicieron estériles e Italia se despobló. Two centuries later there were not in the whole Empire sufficient men of Italian birth with courage equal to filling the places of the centurions, and it was found necessary to hire for this post first Dalmatians, and afterwards Barbarians from the Danube and the Rhine. In the meantime the women were becoming barren, and Italy was depopulated.
Veamos ahora otra clase de épocas que gozan de una impresión vital, al parecer la más opuesta a ésa. Se trata de un fenómeno muy curioso, que nos importa mucho definir. Cuando, hace no más de treinta años, los políticos peroraban ante las multitudes, solían rechazar esta o la otra medida de gobierno, tal o cual desmán, diciendo que era impropio de la plenitud de los tiempos. Es curioso recordar que la misma frase aparece empleada por Trajano en su famosa carta a Plinio, al recomendarle que no se persiguiese a los cristianos en virtud de denuncias anónimas: Nec nostri saeculi est. Ha habido, pues, varias épocas en la historia que se han sentido a sí mismas como arribadas a una altura plena, definitiva; tiempos en que se cree haber llegado al término de un viaje, en que se cumple un afán antiguo y planifica una esperanza. Es la « plenitud de los tiempos», la completa madurez de la vida histórica. Hace treinta años, en efecto, creía el europeo que la vida humana había llegado a ser lo que debía ser, lo que desde muchas generaciones se venía anhelando que fuese, lo que tendría ya que ser siempre. Los tiempos de plenitud se sienten siempre como resultado de otras muchas edades preparatorias, de otros tiempos sin plenitud, inferiores al propio, sobre los cuales va montada esta hora bien granada. Vistos desde su altura, aquellos períodos preparatorios aparecen como si en ellos se hubiese vivido de puro afán e ilusión no lograda; tiempos de sólo deseo insatisfecho, de ardientes precursores, de « todavía no», de contraste penoso entre una aspiración clara y la realidad que no le corresponde. Así ve a la Edad Media el siglo XIX. Por fin llega un día en que ese viejo deseo, a veces milenario, parece cumplirse: la realidad lo recoge y obedece. ¡Hemos llegado a la altura entrevista, a la meta anticipada, a la cima del tiempo! Al « todavía no», ha sucedido el « por fin». Let us now turn to another kind of epoch which enjoys a vital sentiment, seemingly the most opposed to the last. We have here a very curious phenomenon which it is most important should be defined. When not more than thirty years ago politicians used to perorate before the crowds, it was their custom to con2 Aetas parentum pejor avis tulit demn such and such a Government measure, some excess or other on its part, by saying that it was unworthy of the advanced times. It is curious to recall that we find the same phrase employed by Trajan in his famous letter to Pliny, advising him not to persecute the Christians on the strength of anonymous accusations: nec nostri saeculi est. There have been, then, various periods in history which have felt themselves as having attained a full, definitive height, periods in which it is thought that the end of a journey has been reached, a long-felt desire obtained, a hope completely fulfilled. This is "the plenitude of the time," the full ripening of historic life. And, in fact, thirty years ago, the European believed that human life had come to be what it ought to be, what for generations previous it had been desiring to be, what it was henceforward always bound to be. These epochs of plenitude always regard themselves as the result of many other preparatory periods, of other times lacking in plenitude, inferior to their own, above which this time of full-flower has risen. Seen from this height, those preparatory periods give the impression that during them life was an affair of mere longing and illusion unrealised, of unsatisfied desire, of eager precursors, a time of "not yet," of painful contrast between the definite aspiration and the reality which does not correspond to it. Thus the XIXth Century looks upon the Middle Ages. At length, the day arrives on which that old, sometimes agelong, desire seems to be fully attained, reality accepts it and submits to it. We have arrived at the heights we had in view, the goal to which we had looked forward, the summit of time. To "not yee, has succeeded "at last."
Esta era la sensación que de su propia vida tenían nuestros padres y toda su centuria. No se olvide esto: nuestro tiempo es un tiempo que viene después de un tiempo de plenitud. De aquí que, irremediablemente, el que siga adscrito a la otra orilla, a ese próximo plenario pasado, y lo mire todo bajo su óptica, sufrirá el espejismo de sentir la edad presente como un caer desde la plenitud, como una decadencia. This was the feeling with regard to their own time held by our fathers and all their century. Let it not be forgotten; our time is a time which follows on a period of plenitude. Hence it is that, inevitably, the man living on the other bank, the man of that plenary epoch just past, who sees everything from his own viewpoint, will suffer from the optical illusion of regarding our age as a fall from plenitude, as a decadent period.
Pero un viejo aficionado a la historia, empedernido tomador de pulso de tiempos, no puede dejarse alucinar por esa óptica de las supuestas plenitudes. But the lifelong student of history, the practised feeler of the pulse of times, cannot allow himself to be deceived by this system of optics based on imaginary periods of plenitude.
Según he dicho, lo esencial para que exista « plenitud de los tiempos» es que un deseo antiguo, el cual venía arrastrándose anheloso y querellante durante siglos, por fin un día queda satisfecho. Y, en efecto, esos tiempos plenos son tiempos satisfechos de sí mismos; a veces, como en el siglo XIX, archisatisfechos. Pero ahora caemos en la cuenta de que esos siglos tan satisfechos, tan logrados, están muertos por dentro. La auténtica plenitud vital no consiste en la satisfacción, en el logro, en la arribada . Ya decía Cervantes que « el camino es siempre mejor que la posada». Un tiempo que ha satisfecho su deseo, su ideal, es que ya no desea nada más, que se le ha secado la fontana del desear. Es decir, que la famosa plenitud es en realidad una conclusión. Hay siglos que por no saber renovar sus deseos mueren de satisfacción, como muere el zángano afortunado después del vuelo nupcial. As I have said, for such a "plenitude of time" to exist, it is n that a long-felt desire, dragging its anxious, eager way through centuries, is at last one day satisfied, and in fact these plenary periods are times which are selfsatisfied; occasionally, as in the XIXth Century, more than satisfied with themselves. 3 But we are now beginning to realise that these centuries, so self-satisfied, so perfectly rounded-off, are dead within. Genuine vital integrity does not consist in satisfaction, in attainment, in arrival. As Cervantes said long since: rity does not consist in satisfaction, in attainment, in arrival. As Cervantes said long since: "The road is always better than the inn." When a period has satisfied its desires, its ideal, this means that it desires nothing more; that the wells of desire have been dried up. That is to say, our famous plenitude is in reality a coming to an end. There are centuries which die of self-satisfaction through not knowing how to renew their desires, just as the happy drone dies after the nuptial flight.
De aquí el dato sorprendente de que esas etapas de llamada plenitud hayan sentido siempre en el poso de sí mismas una peculiarísima tristeza. El deseo tan lentamente gestado, y que en el siglo XIX parece al cabo realizarse, es lo que, resumiendo, se denominó a sí mismo « cultura moderna». Ya el nombre es inquietante: ¡que un tiempo se llame a sí mismo « moderno», es decir, último, definitivo, frente al cual todos los demás son puros pretéritos, modestas preparaciones y aspiraciones hacia él! ¡Saetas sin brío que fallan el blanco!. Hence we have the astonishing fact that these epochs of socalled plenitude have always felt in the depths of their consciousness a special form of sadness. The desires so long in conception, which the XIXth Century seems at last to realise, is what it named for itself in a word as "modern culture." The very name is a disturbing one; this time calls itself "modern," that is to say, final, definitive, in whose presence an the rest is mere preterite, humble preparation and aspiration towards this present. Nerveless arrows which miss their mark!
¿No se palpa ya aquí la diferencia esencial entre nuestro tiempo y ese que acaba de preterir, de transponer? Nuestro tiempo, en efecto, no se siente ya definitivo; al contrario, en su raíz misma encuentra oscuramente la intuición de que no hay tiempos definitivos, seguros, para siempre cristalizados, sino que, al revés, esa pretensión de que un tipo de vida -el llamado « cultura moderna»- fuese definitivo, nos parece una obcecación y estrechez inverosímiles del campo visual. Y al sentir así, percibimos una deliciosa impresión de habernos evadido de un recinto angosto y hermético, de haber escapado, y salir de nuevo bajo las estrellas al mundo auténtico, profundo, terrible, imprevisible e inagotable, donde todo, todo es posible: lo mejor y lo peor. Do we not here touch upon the essential difference between our time and that which has just passed away? Our time, in fact, no longer regards itself as definitive, on the contrary, it discovers, though obscurely, deep within itself an intuition that there are no such epochs, definitive, assured, crystallised for ever. Quite the reverse, the claim that a certain type of existence- the so-called "modern culture"is definitive seems to us an incredible narrowing down and shutting out of the field of vision. And as an effect of this feefing we enjoy a delightful impression of having escaped from a hermetically sealed enclosure, of having regained freedom, of coming out once again under the stars into the world of reality, the world of the profound, the terrible, the unforeseeable, the inexhaustible, where everything is possible, the best and the worst.
La fe en la cultura moderna era triste: era saber que mañana iba a ser, en todo lo esencial, igual a hoy; que el progreso consistía sólo en avanzar por todos los « siempres» sobre un camino idéntico al que ya estaba bajo nuestros pies. Un camino así es más bien una prisión que, elástica, se alarga sin libertarnos. That faith in modern culture was a gloomy one. It meant that tomorrow was to be in all essentials similar to to-day, that progress consisted merely in advancing, for all time to be, along a road identical to the one already under our feet. Such a road is rather a kind of elastic prison which stretches on without ever setting us free.
Cuando en los comienzos del Imperio algún fino provincial llegaba a Roma -Lucano, por ejemplo, o Séneca- y veía las majestuosas construcciones imperiales, símbolo de un poder definitivo, sentía contraerse su corazón. Ya nada nuevo podía pasar en el mundo. Roma era eterna. Y si hay una melancolía de las ruinas, que se levanta de ellas como el vaho de las aguas muertas, el provincial sensible percibía una melancolía no menos premiosa, aunque de signo inverso: la melancolía de los edificios eternos. Frente a ese estado emotivo, ¿no es evidente que la sensación de nuestra época se parece más a la alegría y alboroto de chicos que se han escapado de la escuela? Ahora ya no sabemos lo que va a pasar mañana en el mundo, y eso secretamente nos regocija; porque eso, ser imprevisible, ser un horizonte siempre abierto a toda posibilidad, es la vida auténtica, la verdadera plenitud de la vida. When in the early stages of the Empire some cultured provincialLucan or Seneca- arrived in Rome, and saw the magnificent imperial buildings, symbols of an enduring power, he felt his heart contract within him. Nothing new could now happen in the world. Rome was eternal. And if there is a melancholy of ruins which rises above them like exhalations from stagnant waters, this sensitive provincial felt a melancholy no less heavy, though of opposite sign: the melancholy of buildings meant for eternity. Over against this emotional state, is it not clear that the feelings of our time are more like the noisy joy of children let loose from school? Nowadays we no longer know what is going to happen tomorrow in our world, and this causes us a secret joy; because that very impossibility of foresight, that horizon ever open to all contingencies, constitute authentic life, the true fullness of our existence.
Contrasta este diagnóstico, al cual falta, es cierto, su otra mitad, con la quejumbre de decadencias que lloriquea en las páginas de tantos contemporáneos. Se trata de un error óptico que proviene de múltiples causas. Otro día veremos algunas; pero hoy quiero anticipar la más obvia: proviene de que, fieles a una ideología, en mi opinión periclitada, miran de la historia sólo la política o la cultura, y no advierten que todo eso es sólo la superficie de la historia; que la realidad histórica es, antes que eso y más hondo que eso, un puro afán de vivir, una potencia parecida a las cósmicas; no la misma, pero sí hermana de la que inquieta al mar, fecundiza a la fiera, pone flor en el árbol, hace temblar a la estrella. This diagnosis, the other aspect of which, it is true, is lacking, stands in contrast to the plaints of decadence which wail forth in the pages of so many contemporary writers. We are in the presence of an optical illusion arising from a multiplicity of causes. I shall consider certain of these some other time; for the moment I wish to advance the most obvious one. It arises from the fact that, faithful to an ideology which I consider a thing of the past, only the political or cultural aspects of history are considered, and it is not realised that these are the mere surface of history; that in preference to, and deeper than, these, the reality of history lies in biological power, in pure vitality, in what there is in man of cosmic energy, not identical with, but related to, the energy which agitates the sea, fecundates the beast, causes the tree to flower and the star to shine.
Frente a los diagnósticos de decadencia, yo recomiendo el siguiente razonamiento: As an offset to the diagnosis of pessimism, I recommend the following consideration.
La decadencia es, claro está, un concepto comparativo. Se decae de un estado superior hacia un estado inferior. Ahora bien: esa comparación puede hacerse desde los puntos de vista más diferentes y varios que quepa imaginar. Para un fabricante de boquillas de ámbar, el mundo está en decadencia porque ya no se fuma apenas con boquillas de ámbar. Otros puntos de vista serán más respetables que éste, pero, en rigor, no dejan de ser parciales, arbitrarios y externos a la vida misma cuyos quilates se trata precisamente de evaluar. No hay más que un punto de vista justificado y natural: instalarse en esa vida, contemplarla desde dentro y ver si ella se siente a sí misma decaída, es decir, menguada, debilitada e insípida. Pero aun mirada por dentro de sí misma, ¿cómo se conoce que una vida se siente o no decaer? Para mi no cabe duda respecto al síntoma decisivo: una vida que no prefiere otra ninguna de antes, de ningún antes, por lo tanto, que se prefiere a sí misma, no puede en ningún sentido serio llamarse decadente. A esto venía toda mi excursión sobre el problema de la altitud de los tiempos. Pues acaece que precisamente el nuestro goza en este punto de una sensación extrañísima; que yo sepa, única hasta ahora en la historia conocida. En los salones del último siglo llegaba indefectiblemente una hora en que las damas y sus poetas amaestrados se hacían unos a otros esta pregunta: ¿En qué época quisiera usted haber vivido? Y he aquí que cada uno, echándose a cuestas la figura de su propia vida, se dedicaba a vagar imaginariamente por las vías históricas en busca de un tiempo donde encajar a gusto el perfil de su existencia. Y es que, aun sintiéndose, o por sentirse en plenitud, ese siglo XIX quedaba, en efecto, ligado al pasado, sobre cuyos hombros creía estar; se veía, en efecto, como la culminación del pasado. De aquí que aún creyese en épocas relativamente clásicas -el siglo de Pericles, el Renacimiento-, donde se habían preparado los valores vigentes. Esto bastaría para hacernos sospechar de los tiempos de plenitud; llevan la cara vuelta hacia atrás, miran el pasado que en ellos se cumple. Decadence is, of course, a comparative concept. Decline is from a higher to a lower state. But this comparison may be made from the most varied points of view imaginable. To the manufacturer of amber mouthpieces this is a decadent world, for nowadays hardly anyone smokes from amber mouthpieces. Other viewpoints may be more dignified than this one, but strictly speaking none of them escapes being partial, arbitrary, external to that very life whose constituents we are attempting to assay. There is only one view-point which is justifiable and natural; to take up one′s position in life itself, to look at it from the inside, and to see if it feels itself decadent, that is to say, diminished, weakened, insipid. But even when we look at it from the inside, how can we know whether life feels itself on the decline or not? To my mind there can be no doubt as to the decisive symptom: a life which does not give the preference to any other life, of any previous period, which therefore prefers its own existence, cannot in any serious sense be called decadent. This is the point towards which all my discussion of the problem of the height of times was leading, and it turns out that it is precisely our time which in this matter enjoys a most strange sensation, unique, as far as I know, in recorded history. In the drawing-room gatherings of last century there inevitably arrived a moment when the ladies and their tame poets put this question, one to the other: "At what period of history would you like to have lived?" And straightaway each of them, making a bundle of his own personal existence, started off on an imaginary tramp along the roads of history in search of a period into which that existence might most delightfully fit. And the reason was that although feeling itself, because it felt itself, arrived at plenitude, the XIXth Century was still, in actual fact, bound to the past, on whose shoulders it thought it was standing; it saw itself actually as the culmination of that past. Hence it still believed in periods relatively classic- the age of Pericles the Renaissance- during which the values that hold today were prepared. This should be enough to cause suspicion of these periods of plenitude; they have their faces turned backwards, their eyes are on the past which they consider fulfilled in themselves.
Pues bien: ¿qué diría sinceramente cualquier hombre representativo del presente a quien se hiciese una pregunta parecida? Yo creo que no es dudoso: cualquier pasado, sin excluir ninguno, le daría la impresión de un recinto angosto donde no podría respirar. Es decir, que el hombre del presente siente que su vida es más vida que todas las antiguas, o dicho viceversa, que el pasado íntegro se le ha quedado chico a la humanidad actual. Esta intuición de nuestra vida de hoy anula con su claridad elemental toda lucubración sobre decadencia que no sea muy cautelosa. And now, what would be the sincere reply of any representative man of today if such a question were put to him? I think there can be no doubt about it; any past time, without exception, would give him the feeling of a restricted space in which he could not breathe. That is to say, the man of to-day feels that his life is more a life than any past one, or, to put it the other way about, the entirety of past time seems small to actual humanity. This intuition as regards present-day existence renders null by its stark clarity any consideration about decadence that is not very cautiously thought out. To start with, our present life feels itself as ampler than all previous lives. How can it regard itself as decadent? Quite the contrary; what has happened is, that through sheer regard of itself as "more" life, it has lost all respect, all consideration for the past.
Nuestra vida se siente, por lo pronto, de mayor tamaño que todas las vidas. ¿Cómo podrá sentirse decadente? Todo lo contrario: lo que ha acaecido es que, de puro sentirse más vida, ha perdido todo respeto, toda atención hacia el pasado. De aquí que por vez primera nos encontremos con una época que hace tabla rasa de todo clasicismo, que no reconoce en nada pretérito posible modelo o norma, y sobrevenida al cabo de tantos siglos sin discontinuidad de evolución, parece, no obstante, un comienzo, una alborada, una iniciación, una niñez. Miramos atrás, y el famoso Renacimiento nos parece un tiempo angostísimo, provincial, de vanos gestos -¿por qué no decirlo?-, cursi . Hence for the first time we meet with a period which makes tabula rasa of all classicism, which recognises in nothing that is past any possible model or standard, and appearing as it does after so many centuries without any break in evolution, yet gives the impression of a commencement, a dawn, an initiation, an infancy. We look backwards and the famous Renaissance reveals itself as a period of narrow provincialism, of futile gestures- why not say the word?- ordinary.
Yo resumía, tiempo hace, tal situación en la forma siguiente: « Esta grave disociación de pretérito y presente es el hecho general de nuestra época, y en ella va incluida la sospecha, más o menos confusa, que engendra el azoramiento peculiar de la vida en estos años. Sentimos que de pronto nos hemos quedado solos sobre la tierra los hombres actuales; que los muertos no se murieron de broma, sino completamente; que ya no pueden ayudarnos. El resto de espíritu tradicional se ha evaporado. Los modelos, las normas, las pautas, no nos sirven. Tenemos que resolvernos nuestros problemas sin colaboración activa del pasado, en pleno actualismo -sean de arte, de ciencia o de política-. El europeo está solo, sin muertos vivientes a su vera; como Pedro Schlemihl, ha perdido su sombra. Es lo que acontece siempre que llega el mediodía». Some time ago I summed up the situation in the following way: "This grave dissociation of past and present is the generic fact of our time and the cause of the suspicion, more or less vague, which gives rise to the confusion characteristic of our present-day existence. We feel that we actual men have suddenly been left alone on the earth; that the dead did not die in appearance only but effectively; that they can no longer help us. Any remains of the traditional spirit have evaporated. Models, norms, standards are no use to us. We have to solve our problems without any active collaboration of the past, in full actuality, be they problems of art, science, or politics. The European stands alone, without any living ghosts by his side; like Peter Schlehmil he has lost his shadow. This is what always happens when midday comes."6
¿Cuál es, en resumen, la altura de nuestro tiempo. What, then, in a word is the "height of our times"?
No es plenitud de los tiempos, y, sin embargo, se siente sobre todos los tiempos idos y por encima de todas las conocidas plenitudes. No es fácil de formular la impresión que de sí misma tiene nuestra época: cree ser más que las demás, y a la par se siente como un comienzo, sin estar segura de no ser una agonía. ¿Qué expresión elegiríamos? Tal vez ésta: más que los demás tiempos e inferior a si misma. Fortísima, y a la vez insegura de su destino. Orgullosa de sus fuerzas y a la vez temiéndolas. It is not the fullness of time, and yet it feels itself superior to all times past, and beyond all known fullness. It is not easy to formulate the impression that our epoch has of itself; it believes itself more than all the rest, and at the same time feels that it is a beginning. What expression shall we find for it? Perhaps this one: superior to other times, inferior to itself. Strong, indeed, and at the same time uncertain of its destiny; proud of its strength and at the same time fearing it.





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CHAPTER IV

EL CRECIMIENTO DE LA VIDA

THE INCREASE OF LIFE

El imperio de las masas y el ascenso de nivel, la altitud del tiempo que él anuncia, no son, a su vez, más que síntomas de un hecho más completo y general. Este hecho es casi grotesco e increíble en su misma y simple evidencia. Es, sencillamente, que el mundo, de repente, ha crecido, y con él y en él la vida. Por lo pronto, ésta se ha mundializado efectivamente; quiero decir que el contenido de la vida en el hombre de tipo medio es hoy todo el planeta; que cada individuo vive habitualmente todo el mundo. THE rule of the masses and the raising of the level, the height of the time which this indicates, are in their turn only symptoms of a more complete and more general fact. This fact is almost grotesque and incredible in its stark and simple truth. It is just this, that the world has suddenly grown larger, and with it and in it, life itself. To start with, life has become, in actual fact, world-wide in character; I mean that the content of existence for the average man of to-day includes the whole planet; that each individual habitually lives the life of the whole world.
Hace poco más de un ano, los sevillanos seguían hora por hora, en sus periódicos populares, lo que les estaba pasando a unos hombres junto al Polo, es decir, que sobre el fondo ardiente de la campiña bética pasaban témpanos a la deriva. Cada trozo de tierra no está ya recluido en su lugar geométrico, sino que para muchos efectos visuales actúa en los demás sitios del planeta. Según el principio físico de que las cosas están allí donde actúan, reconoceremos hoy a cualquier punto del globo la más efectiva ubicuidad. Esta proximidad de lo lejano, esta presencia de lo ausente, ha aumentado en proporción fabulosa el horizonte de cada vida. Something more than a year ago the people of Seville could follow, hour by hour, in the newspapers, what was happening to a few men near the North Pole; that is to say, that icebergs passed drifting against the burning background of the Andalusian landscape. Each portion of the earth is no longer shut up in its own geometrical position, but for many of the purposes of human life acts upon other portions of the planet. In accordance with the physical principle that things are wherever their effects are felt, we can attribute to-day to any point on the globe the most effective ubiquity. This nearness of the far-off, this presence of the absent, has extended in fabulous proportions the horizon of each individual existence.
Y el mundo ha crecido también temporalmente. La prehistoria y la arqueología han descubierto ámbitos históricos de longitud quimérica. And the world has also increased from the view-point of time. Prehistory and archaeology have discovered historical periods of fantastic duration.
Civilizaciones enteras e imperios de que hace poco ni el nombre se sospechaba, han sido anexionados a nuestra memoria como nuevos continentes. El periódico ilustrado y la pantalla han traído todos estos remotísimos pedazos del mundo a la visión inmediata del vulgo. Whole civilisations and empires of which till recently not even the name was suspected, have been annexed to our knowledge like new continents. The illustrated paper and the film have brought these far-off portions of the universe before the immediate vision of the crowd.
Pero este aumento espaciotemporal del mundo no significaría por sí nada. El espacio y el tiempo físicos son lo absolutamente estúpido del universo. Por eso es más justificado de lo que suele creerse el culto a la pura velocidad que transitoriamente ejercitan nuestros contemporáneos. La velocidad hecha de espacio y tiempo es no menos estúpida que sus ingredientes; pero sirve para anular aquéllos. Una estupidez no se puede dominar si no es con otra. Era para el hombre cuestión de honor triunfar del espacio y el tiempo cósmicos, que carecen por completo de sentido, y no hay razón para extrañarse de que nos produzca un pueril placer hacer funcionar la vacía velocidad, con la cual matamos espacio y yugulamos tiempo. Al anularlos, los vivificamos, hacemos posible su aprovechamiento vital, podemos estar en más sitios que antes, gozar de más idas y más venidas, consumir en menos tiempo vital más tiempo cósmico. But this spatio-temporal increase of the world would of itself signify nothing. Physical space and time are the absolutely stupid aspects of the universe. Hence, there is more reason than is generally ahowed in that worship of mere speed which is at present being indulged in by our contemporaries. Speed, which is made up of space and time, is no less stupid than its constituents, but it serves to nullfy them. One stupidity can only be overcome by another. It was a question of honour for man to triumph over cosmic space and time, 7 which are entirely devoid of meaning, and there is no reason for surprise at the fact that we get a childish pleasure out of the indulgence in mere speed, by means of which we kill space and strangle time. By annulling them, we give them life, we make them serve vital purposes, we can be in more places than we could before, enjoy more comings and goings, consume more cosmic time in less vital time.
Pero, en definitiva, el crecimiento sustantivo del mundo no consiste en sus mayores dimensiones, sino en que incluya más cosas. Cada cosa - tómese la palabra en su más amplio sentido- es algo que se puede desear, intentar, hacer, deshacer, encontrar, gozar o repeler; nombres todos que significan actividades vitales. But after all, the really important increase of our world does not lie in its greater dimensions, but in its containing many more things. Each of these things the word is to be taken in its widest acceptation- is something which we can desire, attempt, do, undo, meet with, enjoy or repel; all notions which imply vital activities.
Tómese una cualquiera de nuestras actividades; por ejemplo, comprar. Imagínense dos hombres, uno del presente y otro del siglo XVIII, que posean fortuna igual, proporcionalmente al valor del dinero en ambas épocas, y compárese el repertorio de cosas en venta que se ofrece a uno y a otro. La diferencia es casi fabulosa. La cantidad de posibilidades que se abren ante el comprador actual llega a ser prácticamente ilimitada. No es fácil imaginar con el deseo un objeto que no exista en el mercado, y viceversa: no es posible que un hombre imagine y desee cuanto se halla a la venta. Se me dirá que, con fortuna proporcionalmente igual, el hombre de hoy no podrá comprar más cosas que el del siglo XVIII. El hecho es falso. Take any one of our ordinary activities; buying, for example. Imagine two men, one of the present day and one of the XVIIIth Century, possessed of equal fortunes relatively to money-values in their xespective periods, and compare the stock of purchasable things offered to each. The difference is almost fabulous. The range of possibilities opened out before the present-day purchaser has become practically limitless. It is not easy to think of and wish for anything which is not to be found in the market, and vice versa, it is not possible for a man to think of and wish for everything that is actually offered for sale. I shall be told that with a fortune relatively equal, the man of to-day cannot buy more goods than the man of the XVIIIth Century. This is not the case.
Hoy se pueden comprar muchas más, porque la industria ha abaratado casi todos los artículos. Pero a la postre no me importaría que el hecho fuese cierto; antes bien, subrayaría más lo que intento decir. Many more things can be bought to-day, because manufacture has cheapened all articles. But after all, even if it were the case, it would not concern my point, rather would it stress what I am trying to say.
La actividad de comprar concluye en decidirse por un objeto; pero, por lo mismo, es antes una elección, y la elección comienza por darse cuenta de las posibilidades que ofrece el mercado. De donde resulta que la vida, en su modo « comprar», consiste primeramente en vivir las posibilidades de compra como tales. Cuando se habla de nuestra vida, suele olvidarse esto, que me parece esencialísimo: nuestra vida es, en todo instante y antes que nada, conciencia de lo que nos es posible. Si en cada momento no tuviéramos delante más que una sola posibilidad, carecería de sentido llamarla así. Sería más bien pura necesidad. Pero ahí está: este extrañísimo hecho de nuestra vida posee la condición radical de que siempre encuentra ante sí varias salidas, que por ser varias adquieren el carácter de posibilidades entre las que hemos de decidir. Tanto vale decir que vivimos como decir que nos encontramos en un ambiente de posibilidades determinadas. A este ámbito suele llamarse « las circunstancias». Toda vida es hallarse dentro de la « circunstancia» o mundo. Porque este es el sentido originario de la idea « mundo». Mundo es el repertorio de nuestras posibilidades vitales. No es, pues, algo aparte y ajeno a nuestra vida, sino que es su auténtica periferia. Representa lo que podemos ser; por lo tanto, nuestra potencialidad vital. ésta tiene que concretarse para realizarse, o, dicho de otra manera, llegamos a ser sólo una parte mínima de lo que podemos ser. De aquí que nos parezca el mundo una cosa tan enorme, y nosotros, dentro de él, una cosa tan menuda. El mundo o nuestra vida posible es siempre más que nuestro destino o vida efectiva. [The purchasing activity ends in the decision to buy a certain object, but for that very reason it is previously an act of choice, and the choice begins by putting before oneself the possibilities offered by the market. Hence it follows that life, in its "purchasing" aspect, consists primarily in living over the possibilities of buying as such. When people talk of life they generally forget something which to me seems most essential, namely, that our existence is at every instant and primarily the consciousness of what is possible to us. If at every moment we had before us no more than one possibility, it would be meaningless to give it that name. Rather would it be a pure necessity, But there it is: this strangest of facts that a fundamental condition of our existence is that it always has before it various prospects, which by their variety acquire the character of possibilities among which we have to make our choice. 8 To say that we live is the same as saying that we find ourselves in an atmosphere of definite possibilities. This atmosphere we generally call our "circumstances." All life means finding oneself in "circumstances" or in the world around us. 9 For this is the fundamental meaning of the idea "world." The world is the sum-total of our vital possibilities. It is not then something apart from and foreign to our existence, it is its actual periphery. It represents what it is within our power to be, our vital potentiality. This must be reduced to the concrete in order to be realised, or putting it another way, we become only a part of what it is possible for us to be. Hence it is that the world seems to us something enormous, and ourselves a tiny object within it. The world or our possible existence is always greater than our destiny or actual existence.
Pero ahora me importa sólo hacer notar cómo ha crecido la vida del hombre en la dimensión de potencialidad. Cuenta con un ámbito de posibilidades fabulosamente mayor que nunca. En el orden intelectual, encuentra más caminos de posible ideación, más problemas, más datos, más ciencias, más puntos de vista. Mientras los oficios o carreras en la vida primitiva se numeran casi con los dedos de una mano -pastor, cazador, guerrero, mago-, el programa de menesteres posibles hoy es superlativamente grande. En los placeres acontece cosa parecida, si bien -y el fenómeno tiene más gravedad de lo que se supone- no es un elenco tan exuberante como en las demás haces de la vida. Sin embargo, para el hombre de vida media que habita las urbes -y las urbes son la representación de la existencia actual-, las posibilidades de gozar han aumentado, en lo que va de siglo, de una manera fantástica. But what I wanted to make clear just now was the extent to which the life of man has increased in the dimension of potentiality. It can now count on a range of possibilities fabulously greater than ever before. In the intellectual order it now finds ||8|| more "paths of ideation," more problems, more data, more sciences, more points of view. Whereas the number of occupations in primitive life can almost be counted on the fingers of one hand- shepherd, hunter, warrior, seer- the list of possible avocations to-day is immeasurably long. Something similar. occurs in the matter of pleasures, although (and this is a phenomenon of more importance than it seems) the catalogue of pleasures is not so overflowing as in other aspects of life. Nevertheless, for the man of the middle classes who lives in towns-and towns are representative of modern existence- the possibilities of enjoyment have increased, in the course of the present century, in fantastic proportion.
Mas el crecimiento de la potencialidad vital no se reduce a lo dicho hasta aquí. Ha aumentado también en un sentido más inmediato y misterioso. Es un hecho constante y notorio que en el esfuerzo físico y deportivo se cumplen hoy performances que superan enormemente a cuantas se conocen del pasado. No basta con admirar cada una de ellas y reconocer el récord que baten, sino advertir la impresión que su frecuencia deja en el ánimo, convenciéndonos de que el organismo humano posee en nuestros tiempos capacidades superiores a las que nunca ha tenido. Porque cosa similar acontece en la ciencia. En un par de lustros, no más, ha ensanchado ésta inverosímilmente su horizonte cósmico. La física de Einstein se mueve en espacios tan vastos, que la antigua física de Newton ocupa en ellos sólo una buhardilla. Y este crecimiento extensivo se debe a un crecimiento intensivo en la previsión científica. La física de Einstein está hecha atendiendo a las mínimas diferencias que antes se despreciaban y no entraban en cuenta por parecer sin importancia. El átomo, en fin, límite ayer del mundo, resulta que hoy se ha hinchado hasta convertirse en todo un sistema planetario. Y en todo esto no me refiero a lo que pueda significar como perfección de la cultura -eso no me interesa ahora-, sino al crecimiento de las potencias subjetivas que todo eso supone. No subrayo que la física de Einstein sea más exacta que la de Newton, sino que el hombre Einstein sea capaz de mayor exactitud y libertad de espíritu que el hombre Newton; lo mismo que el campeón de boxeo da hoy puñetazos de calibre mayor que se han dado nunca. But the increase of vital potentiality is not limited to what we have said up to this. It has also grown in a more immediate and mysterious direction. It is a constant and well-known fact that in physical effort connected with sport, performances are "put up" to-day which excel to an extraordinary degree those known in the past. It is not enough to wonder at each one in particular and to note that it beats the record, we must note the impression that their frequency leaves on the mind, convincing us that the human organism possesses in our days capacities superior to any it has previously had. For something similar happens in the case of science. In no more than a decade science has extended the cosmic horizon to an incredible degree. The physics of Einstein moves through spaces so vast, that the old physics of Newton seems by comparison lodged in an attic. … increase is due to an intensive increase in scientific precision. Einstein′s physics arose through attention to minute differences which previously were despised and disregarded as seeming of no importance. The atom, yesterday the final limit of the world, turns out to-day to have swollen to such an extent that it becomes a planetary system. In speaking of all this I am not referring to its importance in the perfecting of culture- that does not interest me for the moment- but as regards the increase of subjective potency which it implies. I am not stressing the fact that the physics of Einstein is more exact than the physics of Newton, but that the man Einstein is capable of greater exactitude and liberty of spirit, 11 than the man Newton; … empty just as the boxing champion of to-day can give blows of greater "punch" than have ever been given before.
Como el cinematógrafo y la ilustración ponen ante los ojos del hombre medio los lugares más remotos del planeta, los periódicos y las conversaciones le hacen llegar la noticia de estas performances intelectuales, que los aparatos técnicos recién inventados confirman desde los escaparates. Todo ello decanta en su mente la impresión de fabulosa prepotencia. … as the cinematograph and the illustrated journals place before the eyes of the average man the remotest spots on the planet; newspapers and conversations supply him with accounts of these new intellectual feats, which are confirmed by the recently-invented technical apparatus which he sees in the shop windows. All this fills his mind with an impression of generalisation , an abstract, inane Utopia. …
No quiero decir con lo dicho que la vida humana sea hoy mejor que en otros tiempos. No he hablado de la cualidad de la vida presente, sino sólo de su crecimiento, de su avance cuantitativo o potencial. Creo con ello describir vigorosamente la conciencia del hombre actual, su tono vital, que consiste en sentirse con mayor potencialidad que nunca y parecerle todo lo pretérito afectado de enanismo. By what I have said I do not mean to imply that human life is to-day better than at other times. I have not spoken of the quality of actual existence, but of its quantitative advance, its increase of potency. I believe I am thus giving an exact description of the conscience of the man of to-day, his vital tone, which consists in his feeling himself possessed of greater potentiality than ever before and in all previous time seeming dwarfed by the contrast.
Era necesaria esta descripción para obviar las lucubraciones sobre decadencia, y en especial sobre decadencia occidental, que han pululado en el aire del último decenio. Recuérdese el razonamiento que yo hacía, y que me parece tan sencillo como evidente. No vale hablar de decadencia sin precisar qué es lo que decae. ¿Se refiere el pesimista vocablo a la cultura. This description was necessary in order to meet the pronouncements on decadence, and specifically on the decadence of the West, which have filled the air in the last decade. Recall the argument with which I set out, and which appears to me as simple as it is obvious. It is useless to talk of decadence without making clear what is undergoing decay. Does this pessimistic term refer to culture?
¿Hay una decadencia de la cultura europea? ¿Hay más bien sólo una decadencia de las organizaciones nacionales europeas? Supongamos que si. Is there a decadence of European culture? Or is there rather only a decadence of the national organisations of Europe? Let us take this to be the case.
¿Bastaría eso para hablar de la decadencia occidental? En modo alguno. Would that entitle us to speak of Western decadence? By no means,
Porque son esas decadencias menguas parciales, relativas a elementos secundarios de la historia -cultura y naciones-. Sólo hay una decadencia absoluta: la que consiste en una vitalidad menguante; y ésta sólo existe cuando se siente. Por esta razón me he detenido a considerar un fenómeno que suele desatenderse: la conciencia o sensación de que toda época tiene de su altitud vital. for such forms of decadence are partial decreases relating to secondary historical elements- culture and nationality. There is only one absolute decadence; it consists in a lowering of vitality, and that only exits when it is felt as such. It is for this reason that I have delayed over the consideration of a phenomenon generally overlooked: the consciousness or sensation that every period has experienced of its own vital level.
Esto nos llevó a hablar de la « plenitud» que han sentido algunos siglos frente a otros que, inversamente, se veían a sí mismos como decaídos de mayores alturas, de antiguas y relumbrantes edades de oro. Y concluía yo haciendo notar el hecho evidentísimo de que nuestro tiempo se caracteriza por una extraña presunción de ser más que todo otro tiempo pasado; más aún: por desentenderse de todo pretérito, no reconocer épocas clásicas y normativas, sino verso a sí mismo como una vida nueva superior a todas las antiguas e irreductible a ellas. This led us to speak of the "plenitude" which some centuries have felt in regard to others which, conversely, looked upon themselves as having fallen from greater heights, from some far-off brilliant golden age. And I ended by noting the very plain fact that our age is characterised by the strange presumption that it is superior to all past time; more than that, by its leaving out of consideration all that is past, by recognising no classical or normative epochs, by looking on itself as a new life superior to an previous forms and irreducible to them.
Dudo de que sin afianzarse bien en esta advertencia se pueda entender a nuestro tiempo. Porque éste es precisamente su problema. Si se sintiese decaído, vería otras épocas como superiores a él, y esto sería una y misma cosa con estimarlas y admirarlas y venerar los principios que las informaron. Nuestro tiempo tendría ideales claros y firmes, aunque fuese incapaz de realizarlos. Pero la verdad es estrictamente lo contrario: vivimos en un tiempo que se siente fabulosamente capaz para realizar, pero no sabe qué realizar. Domina todas las cosas, pero no es dueño de sí mismo. Se siente perdido en su propia abundancia. Con más medios, más saber, más técnicas que nunca, resulta que el mundo actual va como el más desdichado que haya habido: puramente a la deriva. I doubt if our age can be understood without keeping firm hold on this observation. for that is precisely its special problem. If it felt that it was decadent, it would look on other ages as superior to itself, which would be equivalent to esteeming and admiring them and venerating the principles by which they were inspired. Our age would then have clear and firmly held ideals, even if incapable of realising them. But the truth is exactly the contrary; we live at a time when believes himself fabulously capable of creation, but he does not know what to create. Lord of all things, he is not lord of himself He feels lost amid his own abundance. With more means at its disposal, more knowledge, more technique than ever, it turns out that the world to-day goes the same way as the worst of worlds that have been; it simply drifts.
De aquí esa extraña dualidad de prepotencia e inseguridad que anida en el alma contemporánea. Le pasa como se decía del Regente durante la niñez de Luis XV: que tenía todos los talentos, menos el talento para usar de ellos. Muchas cosas parecían ya imposibles al siglo XIX, firme en su fe progresista. Hoy, de puro parecernos todo posible, presentimos que es posible también lo peor: el retroceso, la barbarie, la decadencia. Por sí mismo no sería esto un mal síntoma: significaría que volvemos a tomar contacto con la inseguridad esencial a todo vivir, con la inquietud, a un tiempo dolorosa Y deliciosa, que va encerrada en cada minuto si sabemos vivirlo hasta su centro, hasta su pequeña víscera palpitante y cruenta. De ordinario rehuimos palpar esa pulsación pavorosa que hace de cada instante sincero un menudo corazón transeúnte; nos esforzamos por cobrar seguridad e insensibilizarnos para el dramatismo radical de nuestro destino, vertiendo sobre él la costumbre, el uso, el tópico -todos los cloroformos-. Hence the strange combination of a ume of power and a sense of insecurity which has taken up its abode in the soul of modern man. To him is happening what was said of the Regent during the minority of Louis XV: he had all the talents except the talent to make use of them. To the XIXth Century many things seemed no longer possible, firm-fixed as was its faith in progress. To-day, by the very fact that everything seems possible to us, we have a feeling that the worst of all is possible: retrogression, barbarism, decadence. 12 This of itself would not be a bad symptom; it would mean that we are once again forming contact with that insecurity which is essential to all forms of life, that anxiety both dolorous and delicious contained in every moment, if we know how to live it to its innermost core, right down to its palpitating vitals. Generally we refuse to feel that fearsome pulsation which makes of a moment of sincerity a tiny fleeting heart; we strain in the attempt to find security and to render ourselves insensible to the fundamental drama of our destiny, by steeping it in habits, usages, topics- in every kind of chloroform.
Es, pues, benéfico que por primera vez después de casi tres siglos nos sorprendamos con la conciencia de no saber lo que va a pasar mañana. It is an excellent thing, then, that for the first time for nearly three centuries we are surprised to find ourselves with the feeling that we do not know what is going to happen to-morrow.
Todo el que se coloque ante la existencia en una actitud seria y se haga de ella plenamente responsable, sentirá cierto género de inseguridad que le incita a permanecer alerta. El gesto que la ordenanza romana imponía al centinela de la legión era mantener el índice sobre sus labios para evitar la somnolencia y mantenerse atento. No está mal ese ademán, que parece imperar un mayor silencio al silencio nocturno, para poder oír la secreta germinación del futuro. La seguridad de las épocas de plenitud -así en la última centuria- es una ilusión óptica que lleva a despreocuparse del porvenir, encargando de su dirección a la mecánica del universo. Lo mismo el liberalismo progresista que el socialismo de Marx, suponen que lo deseado por ellos como futuro óptimo se realizara inexorablemente, con necesidad pareja a la astronómica. Protegidos ante su propia conciencia por esa idea, soltaron el gobernalle de la historia, dejaron de estar alerta, perdieron la agilidad y la eficacia. Así, la vida se les escapó de entre las manos, se hizo por completo insumisa, y hoy anda suelta sin rumbo conocido. Bajo su máscara de generoso futurismo, el progresista no se preocupa del futuro: convencido de que no tiene sorpresas ni secretos, peripecias ni innovaciones esenciales; seguro de que ya el mundo irá en vía recta, sin desvíos ni retrocesos, retrae su inquietud del porvenir y se instala en un definitivo presente. No podrá extrañar que hoy el mundo parezca vaciado de proyectos, anticipaciones e ideales. Nadie se preocupó de prevenirlos. Tal ha sido la deserción de las minorías directoras, que se halla siempre al reverso de la rebelión de las masas. Every man who adopts a serious attitude before his own existence and makes himself fully responsible for it will feel a certain kind of insecurity which urges him to keep ever on the alert. The gesture which the Roman Army Orders imposed on the sentinel of the Legion was that he should keep his finger on his lips to avoid drowsiness and to maintain his alertness. The gesture has its value, it seems to ordain an even greater silence during the silence of the night, so as to be able to catch the sound of the secret germination of the future. The security of periods of "plenitude"- such as the last century- is an optical illusion which leads to neglect of the future, all direction of which is handed over to the mechanism of the universe. Both progressive Liberalism and Marxist Socialism presume that what is desired by them as the best or possible futures will be necessarily realised, with necessity similar to that of astronomy. With consciences lulled by this idea, they have cast away the rudder of history, have ceased to keep their watch, have lost their agility and their efficiency. And so, life has escaped from their grasp, has become completely unsubmissive and to-day is floating around without any fixed course. Under his mask of generous futurism, the progressive no longer concerns himself with the future; convinced that it holds in store for him neither surprises nor secrets, nothing adventurous, nothing essentially new; assured that the world will now proceed on a straight course, neither turning aside nor dropping back, he puts away from him all anxiety about the future and takes his stand in the definite present. Can we be surprised that the world to-day seems empty of purposes, anticipations, ideals? Nobody has concerned himself with supplying them. Such has been the desertion of the directing minorities, which is always found on the reverse side of the rebellion of the masses.
Pero ya es tiempo de que volvamos a hablar de ésta. Después de haber insistido en la vertiente favorable que presenta el triunfo de las masas, conviene que nos deslicemos por su otra ladera, más peligrosa. But it is time for us to return to the consideration of this last. After having stressed the favourable aspect presented by the triumph of the masses, it will be well to descend now by the other slope, a much more dangerous one.





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CHAPTER V

UN DATO ESTADISTICO

A STATISTICAL FACT

Este ensayo quisiera vislumbrar el diagnóstico de nuestro tiempo, de nuestra vida actual. Va enunciada la primera parte de él, que puede resumirse así: nuestra vida, como repertorio de posibilidades, es magnífica, exuberante, superior a todas las históricamente conocidas. Mas por lo mismo que su formato es mayor, ha desbordado todos los cauces, principios, normas e ideales legados por la tradición. Es más vida que todas las vidas, y por lo mismo más problemática. No puede orientarse en el pretérito. Tiene que inventar su propio destino. THIS essay is an attempt to discover the diagnosis of our time, of our actual existence. We have indicated the first part of it, which may be resumed thus: our life as a programme of possibilities is magnificent, exuberant, superior to all others known to history. But by the very fact that its scope is greater, it has overflowed all the channels, principles, norms, ideals handed down by tradition. It is more life than all previous existence, and therefore all the more problematical. It can find no direction from the past. 13 It has to discover its own destiny.
Pero ahora hay que completar el diagnóstico. La vida, que es, ante todo, lo que podemos ser, vida posible, es también, y por lo mismo, decidir entre las posibilidades lo que en efecto vamos a ser. Circunstancia y decisión son los dos elementos radicales de que se compone la vida. La circunstancia -las posibilidades- es lo que de nuestra vida nos es dado e impuesto. Ello constituye lo que llamamos el mundo. La vida no elige su mundo, sino que vivir es encontrarse desde luego en un mundo determinado e incanjeable: en éste de ahora. Nuestro mundo es la dimensión de fatalidad que integra nuestra vida. Pero esta fatalidad vital no se parece a la mecánica. No somos disparados sobre la existencia como la bala de un fusil, cuya trayectoria está absolutamente predeterminada. La fatalidad en que caemos al caer en este mundo -el mundo es siempre éste , éste de ahoraconsiste en todo lo contrario. En vez de imponernos una trayectoria, nos impone varias, y, consecuentemente, nos fuerza... a elegir. ¡Sorprendente condición la de nuestra vida! Vivir es sentirse fatalmente forzado a ejercitar la libertad, a decidir lo que vamos a ser en este mundo. Ni un solo instante se deja descansar a nuestra actividad de decisión. Inclusive cuando desesperados nos abandonamos a lo que quiera venir, hemos decidido no decidir. But now we must complete the diagnosis. Life, which means primarily what is possible for us to be, is likewise, and for that very reason, a choice, from among these possibilities, of what we actually are going to be. Our circumstancesthese possibilities- form the portion of life given us, imposed on us. This constitutes what we call the world. Life does not choose its own world, it finds itself, to start with, in a world determined and unchangeable: the world of the present. Our world is that portion of destiny which goes to make up our life. But this vital destiny … is not a kind of mechanism. We are not launched into existence like a shot from a gun, with its trajectory absolutely predetermined. The destiny under which we fall when we come into this world- it is always this world, the actual one- consists in the exact contrary. Instead of imposing on us one trajectory, it imposes several, and consequently forces us to choose. Surprising condition, this, of our existence! To live is to feel ourselves fatally obliged to exercise our liberty, to decide what we are going to be in this world. Not for a single moment is our activity of decision allowed to rest. Even when in desperation we abandon ourselves to whatever may happen, we have decided not to decide.
Es, pues, falso decir que en la vida « deciden las circunstancias». Al contrario: las circunstancias son el dilema, siempre nuevo, ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter. It is, then, false to say that in life "circumstances decide." On the contrary, circumstances are the dilemma, constantly renewed, in presence of which we have to make our decision; what actually decides is our character.
Todo esto vale también para la vida colectiva. También en ella hay, primero, un horizonte de posibilidades, y luego, una resolución que elige y decide el modo efectivo de la existencia colectiva. Esta resolución emana del carácter que la sociedad tenga, o, lo que es lo mismo, del tipo de hombre dominante en ella. En nuestro tiempo domina el hombre-masa; es él quien decide. No se diga que esto era lo que acontecía ya en la época de la democracia, del sufragio universal, En el sufragio universal no deciden las masas, sino que su papel consistió en adherirse a la decisión de una u otra minoría. éstas presentaban sus « programas» -excelente vocablo-. Los programas eran, en efecto, programas de vida colectiva. En ellos se invitaba a la masa a aceptar un proyecto de decisión. All this is equally valid for collective life. In it also there is, first, a horizon of possibilities, and then, a determination which chooses and decides on the effective form of collective existence. This determination has its origin in the character of society , or what comes to the same thing, of the type of men dominant in it. In our time it is the mass-man who dominates, it is he who decides. It will not do to say that this is what happened in the period of democracy, of universal suffrage. Under universal suffrage, the masses do not decide, their role consists in supporting the decision of one minority or other. It was these who presented their "programmes"excellent word. Such programmes were, in fact, programmes of collective life. In them the masses were invited to accept a fine of decision.
Hoy acontece una cosa muy diferente. Si se observa la vida pública de los países donde el triunfo de las masas ha avanzado más -son los países mediterráneos-, sorprende notar que en ellos se vive políticamente al día. El fenómeno es sobremanera extraño. El poder público se halla en manos de un representante de masas. Estas son tan poderosas, que han aniquilado toda posible oposición. Son dueñas del poder público en forma tan incontrastable y superlativa, que sería difícil encontrar en la historia situaciones de gobierno tan preponderante como éstas. Y, sin embargo, el poder público, el gobierno, vive al día; no se presenta como un porvenir franco, ni significa un anuncio claro de futuro, no aparece como comienzo de algo cuyo desarrollo o evolución resulte imaginable. En suma, vive sin programa de vida, sin proyecto. No sabe a dónde va, porque, en rigor, no va, no tiene camino prefijado, trayectoria anticipada. Cuando ese poder público intenta justificarse, no alude para nada al futuro, sino, al contrario, se recluye en el presente y dice con perfecta sinceridad: « soy un modo anormal de gobierno que es impuesto por las circunstancias». Es decir, por la urgencia del presente, no por cálculos del futuro. De aquí que su actuación se reduzca a esquivar el conflicto de cada hora; no a resolverlo, sino a escapar de él por de pronto, empleando los medios que sean, aun a costa de acumular, con su empleo, mayores conflictos sobre la hora próxima. Así ha sido siempre el poder público cuando lo ejercieron directamente las masas: omnipotente y efímero. El hombre-masa es el hombre cuya vida carece de proyectos y va a la deriva. Por eso no construye nada, aunque sus posibilidades, sus poderes, sean enormes. To-day something very different is happening. If we observe the public life of the countries where the triumph of the masses has made most advance- these are the Mediterranean countries- we are surprised to find that politically they are living from day to day. The phenomenon is an extraordinarily strange one. Public authority is in the hands of a representative of the masses. These are so powerful that they have wiped out all opposition. They are in possession of power in such an unassailable manner that it would be difficult to find in history examples of a Government so all-powerful as these are. And yet public authority- the Government- exists from hand to mouth, it does not offer itself as a frank solution for the future, it represents no clear announcement of the future, it does not stand out as the beginning of something whose development or evolution is conceivable. In short, it lives without any vital programme, any plan of existence. It does not know where it is going, because, strictly speaking, it his no fixed road, no predetermined trajectory before it. When such a public authority attempts to justify itself it makes no reference at all to the future. On the contrary, it shuts itself up in the present, and says with perfect sincerity: "I am an abnormal form of Government imposed by circumstances." Hence its activities are reduced to dodging the difficulties of the hour; not solving them, but escaping from them for the time being, employing any methods whatsoever, even at the cost of accumulating thereby still greater difficulties for the hour which follows. Such has public power always been when exercised directly by the masses: omnipotent and ephemeral. The mass-man is he whose life lacks any purpose, and simply goes drifting along. Consequently, though his possibilities and his powers be enormous, he constructs nothing.
Y este tipo de hombre decide en nuestro tiempo. Conviene, pues, que analicemos su carácter. And it is this type of man who decides in our time. It will be well, then, that we analyse his character.
La clave para este análisis se encuentra cuando, retrocediendo al comienzo de este ensayo, nos preguntamos: ¿De dónde han venido todas estas muchedumbres que ahora llenan y rebosan el escenario histórico. The key to this analysis is found when, returning to the startingpoint of this essay, we ask ourselves: "Whence have come all these multitudes which nowadays fill to overflowing the stage of history?"
Hace algunos años destacaba el gran economista Werner Sombart un dato sencillísimo, que es extraño no conste en toda cabeza que se preocupe de los asuntos contemporáneos. Este simplicísimo dato basta por sí solo para aclarar nuestra visión de la Europa actual, y si no basta, pone en la pista de todo esclarecimiento. El dato es el siguiente: desde que en el siglo VI comienza la historia europea, hasta el año 1800 -por lo tanto, en toda la longitud de doce siglos-, Europa no consigue llegar a otra cifra de población que la de 180 millones de habitantes. Pues bien: de 1800 a 1914 - por lo tanto, en poco más de un siglo- la población europea asciende de 180 a ¡460 millones! Presume que el contraste de estas cifras no deja lugar a duda respecto a las dotes prolíficas de la última centuria. En tres generaciones ha producido gigantescamente pasta humana que, lanzada como un torrente sobre el área histórica, la ha inundado. Bastaría, repito, este dato para comprender el triunfo de las masas y cuando en él se refleja y se anuncia. Por otra parte, debe ser añadido como el sumando más concreto al crecimiento de la vida que antes hice constar. Some years ago the eminent economist, Werner Sombart, laid stress on a very simple fact, which I am surprised is not present to every mind which meditates on contemporary events. This very simple fact is sufficient of itself to clarify our vision of the Europe of to-day, or if not sufficient, puts us on the road to enlightenment. The fact is this: from the time European history begins in the VIth Century up to the year 1800- that is, through the course of twelve centuries- Europe does not succeed in reaching a total population greater than 180 million inhabitants. Now, from 1800 to 1914- little more than a century- the population of Europe mounts from 180 to 460 millions! I take it that the contrast between these figures leaves no doubt as to the prolific qualities of the last century. In three generations it produces a gigantic mass of humanity which, launched like a torrent over the historic area, has inundated it. This fact, I repeat, should suffice to make us realise the triumph of the masses and all that is implied and announced by it. Furthermore, it should be added as the most concrete item to that rising of the level of existence which I have already indicated.
Pero a la par nos muestra ese dato que es infundada la admiración con que subrayamos el crecimiento de países nuevos como los Estados Unidos de América. Nos maravilla su crecimiento, que en un siglo ha llegado a cien millones de hombres, cuando lo maravilloso es la proliferación de Europa. He aquí otra razón para corregir el espejismo que supone una americanización de Europa. Ni siquiera el rasgo que pudiera parecer más evidente para caracterizar a América -la velocidad de aumento de su población- le es peculiar. Europa ha crecido en el siglo pasado mucho más que América. América está hecha con el reboso de Europa. But at the same time this fact proves to us how unfounded is our admiration when we lay stress on the increase of new countries like the United States of America. We are astonished at this increase, which has reached to 100 millions in a century, when the really astonishing fact is the teeming fertility of Europe. Here we have another reason for correcting the deceptive notion of the Americanisation of Europe. Not even that characteristic which might seem specifically American- the rapidity of increase in population- is peculiarly such. Europe has increased in the last century much more than America. America has been formed from the overflow of Europe.
Mas aunque no sea tan conocido como debiera el dato calculado por Werner Sombart, era de sobra notorio el hecho confuso de haber aumentado considerablemente la población europea para insistir en él. No es, pues, el aumento de población lo que en las cifras transcritas me interesa, sino que merced a su contraste ponen de relieve la vertiginosidad del crecimiento. But although this fact ascertained by Werner Sombart is not as well known as it should be, the confused idea of a considerable population increase in Europe was widespread enough to render unnecessary insistence on it. In the figures cited, then, it is not the increase of population which interests me, but the fact that by the contrast with the previous figures the dizzy rapidity of the increase is brought into relief.
ésta es la que ahora nos importa. Porque esa vertiginosidad significa que han sido proyectados a bocanadas sobre la historia montones y montones de hombres en ritmo tan acelerado, que no era fácil saturarlos de la cultura tradicional. This is the point of importance for us at the moment. For that rapidity means that heap after heap of human beings have been dumped on to the historic scene at such an accelerated rate, that it has been difficult to saturate them with traditional culture.
Y, en efecto, el tipo medio del actual hombre europeo posee un alma más sana y más fuerte que la del pasado siglo, pero mucho más simple. De aquí que a veces produzca la impresión de un hombre primitivo surgido inesperadamente en medio de una viejísima civilización. En las escuelas, que tanto enorgullecían al pasado siglo, no ha podido hacerse otra cosa que enseñar a las masas las técnicas de la vida moderna, pero no se ha logrado educarlas. Se les han dado instrumentos para vivir intensamente, pero no sensibilidad para los grandes deberes históricos; se les han inoculado atropelladamente el orgullo y el poder de los medios modernos, pero no el espíritu. Por eso no quieren nada con el espíritu, y las nuevas generaciones se disponen a tomar el mando del mundo como si el mundo fuese un paraíso sin huellas antiguas, sin problemas tradicionales y complejos. And in fact, the average type of European at present possesses a soul, healthier and stronger it is true than those of the last century, but much more simple. Hence, at times he leaves the impression of a primitive man suddenly risen in the midst of a very old civilisation. In the schools, which were such a source of pride to the last century, it has been impossible to do more than instruct the masses in the technique of modern life; it has been found impossible to educate them. They have been given tools for an intenser form of existence, but no feeling for their great historic duties; they have been hurriedly inoculated with the pride and power of modern instruments, but not with their spirit. Hence they will have nothing to do with their spirit, and the new generations are getting ready to take over command of the world as if the world were a paradise without trace of former footsteps, without traditional and highly complex problems.
Corresponde, pues, al siglo pasado la gloria y la responsabilidad de haber soltado sobre la haz de la historia las grandes muchedumbres. Por lo mismo ofrece este hecho la perspectiva más adecuada para juzgar con equidad a esa centuria. Algo extraordinario, incomparable, debía de haber en ella cuando en su atmósfera se producen tales cosechas de fruto humano. Es frívola y ridícula toda preferencia de los principios que inspiraron cualquiera otra edad pretérita si antes no demuestra que se ha hecho cargo de este hecho magnífico y ha intentado digerirlo. Aparece la historia entera como un gigantesco laboratorio donde se han hecho todos los ensayos imaginables para obtener una fórmula de vida pública que favoreciese la planta « hombre». Y rebosando toda posible sofisticación, nos encontramos con la experiencia de que al someter la simiente humana al tratamiento de estos dos principios, democracia liberal y técnica, en un solo siglo se triplica la especie europea. To the last century, then, falls the glory and the responsibility of having let loose upon the area of history the great multitudes. And this fact affords the most suitable view-point in order to judge that century with equity. There must have been something extraordinary, incomparable, in it when such harvests of human fruit were produced in its climate. Any preference for the principles which inspired other past ages is frivolous and ridiculous if one does not previously show proof of having realised this magnificent fact and attempted to digest it. The whole of history stands out as a gigantic laboratory in which all possible experiments have been made to obtain a formula of public life most favourable to the plant "man." And beyond all possible explaining away, we find ourselves face to face with the fact that, by submitting the seed of humanity to the treatment of two principles, liberal democracy and technical knowledge, in a single century the species in Europe has been triplicated.
Hecho tan exuberante nos fuerza, si no preferimos ser dementes, a sacar estas consecuencias: primera, que la democracia liberal fundada en la creación técnica es el tipo superior de vida pública hasta ahora conocido; segunda, que ese tipo de vida no será el mejor imaginable, pero el que imaginemos mejor tendrá que conservar lo esencial de aquellos principios; tercera, que es suicida todo retorno a formas de vida inferiores a la del siglo XIX. Such an overwhelming fact forces us, unless we prefer not to use our reason, to draw these conclusions: first, that liberal democracy based on technical knowledge is the highest type of public life hitherto known; secondly, that that type may not be the best imaginable, but the one we imagine as superior to it must preserve the essence of those two principles; and thirdly, that to return to any forms of existence inferior to that of the XIXth Century is suicidal.
Una vez reconocido esto con toda la claridad que demanda la claridad del hecho mismo, es preciso revolverse contra el siglo XIX. Si es evidente que había en él algo extraordinario e incomparable, no lo es menos que debió de padecer ciertos vicios radicales, ciertas constitutivas insuficiencias cuando ha engendrado una casta de hombres -los hombresmasa rebeldes- que ponen en peligro inminente los principios mismos a que debieron la vida. Si ese tipo humano sigue dueño de Europa y es, definitivamente, quien decide, bastarán treinta años para que nuestro continente retroceda a la barbarie. Las técnicas jurídicas y materiales se volatilizarán con la misma facilidad con que se han perdido tantas veces secretos de fabricación. La vida toda se contraerá. La actual abundancia de posibilidades se convertirá en efectiva mengua, escasez, impotencia angustiosa; en verdadera decadencia. Porque la rebelión de las masas es una misma cosa con lo que Rathenau llamaba « la invasión vertical de los bárbaros». Once we recognise this with all the clearness that the clearness of the fact itself demands we must then rise up against the XIXth Century. If it is evident that there was in it something extraordinary and incomparable, it is no less so that it must have suffered from certain radical vices, certain constitutional defects, when it brought into being a caste of men- the mass-man in revoltwho are placing in imminent danger those very principles to which they owe their existence. If that human type continues to be master in Europe, thirty years will suffice to send our continent back to barbarism. Legislative and industrial technique will disappear with the same facility with which so many trade secrets have often disappeared. The actual abundance of possibilities will …change into practical scarcity, a pitiful impotence, a real decadence. For the rebellion of the masses is one and the same thing with what Rathenau called "the vertical invasion of the barbarians."
Importa, pues, mucho conocer a fondo a este hombre-masa, que es pura potencia del mayor bien y del mayor mal. It is of great importance, then, to understand thoroughly this mass-man with his potentialities of the greatest good and the greatest evil.





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CHAPTER VI

COMIENZA LA DISECCION DEL HOMBRE-MASA

THE DISSECTION OF THE MASS-MAN BEGINS

¿Cómo es este hombre-masa que domina hoy la vida publica? -la política y la no política-. ¿Por qué es como es?; quiero decir, ¿cómo se ha producido. WHAT is he like, this mass-man who to-day dominates public life, political and non-political, and why is he like it, that is, how has he been produced?
Conviene responder conjuntamente a ambas cuestiones, porque se prestan mutuo esclarecimiento. El hombre que ahora intenta ponerse al frente de la existencia europea es muy distinto del que dirigió al siglo XIX, pero fue producido y preparado en el siglo XIX. Cualquiera mente perspicaz de 1820, de 1850, de 1880, pudo, por un sencillo razonamiento a priori , prever la gravedad de la situación histórica actual. Y, en efecto, nada nuevo acontece que no haya sido previsto cien años hace. « ¡Las masas avanzan!», decía, apocalíptico, Hegel. « Sin un nuevo poder espiritual, nuestra época, que es una época revolucionaria, producirá una catástrofe», anunciaba Augusto Comte. « ¡Veo subir la pleamar del nihilismo!», gritaba desde un risco de la Engadina el mostachudo Nietzsche. Es falso decir que la historia no es previsible. Innumerables veces ha sido profetizada. Si el porvenir no ofreciese un flanco a la profecía, no podría tampoco comprendérsele cuando luego se cumple y se hace pasado. La idea de que el historiador es un profeta del revés, resume toda la filosofía de la historia. It will be well to answer both questions together, for they throw light on one another. The man who to-day is attempting to take the lead in European existence is very different from the man who directed the XIXth Century, but he was produced and prepared by the XIXth Century. Any keen mind of the years 1820, 1850, and 1880 could by simple a priori reasoning, foresee the gravity of the present historical situation, and in fact nothing is happening now which was not foreseen a hundred years ago. "The masses are advancing," said Hegel in apocalyptic fashion. "Without some new spiritual influence, our age, which is a revolutionary age, will produce a catastrophe," was the pronouncement of Comte. "I see the flood-tide of nihilism rising," shrieked Nietzsche from a crag of the Engadine. It is false to say that history cannot be foretold. Numberless times this has been done. If the future offered no opening to prophecy, it could not be understood when fulfilled in the present and on the point of falling back into the past. The idea that the historian is on the reverse side a prophet, sums up the whole philosophy of history.
Ciertamente que sólo cabe anticipar la estructura general del futuro; pero eso mismo es lo único que en verdad comprendemos del pretérito o del presente. Por eso, si quiere usted ver bien su época, mírela usted desde lejos. ¿A qué distancia? Muy sencillo: a la distancia justa que le impida ver la nariz de Cleopatra. It is true that it is only possible to anticipate the general structure of the future, but that is all that we in truth understand of the past or of the present. Accordingly, if you want a good view of your own age, look at it from far off. From what distance? The answer is simple. Just far enough to prevent you seeing Cleopatra′s nose.
¿Qué aspecto ofrece la vida de ese hombre multitudinario, que con progresiva abundancia va engendrando el siglo XIX? Por lo pronto, un aspecto de omnímoda facilidad material. Nunca ha podido el hombre medio resolver con tanta holgura su problema económico. Mientras en proporción menguaban las grandes fortunas y se hacía más dura la existencia del obrero industrial, el hombre medio de cualquier clase social encontraba cada día más franco su horizonte económico. Cada día agregaba un nuevo lujo al repertorio de su estándar vital. What appearance did life present to that multitudinous man who in ever-increasing abundance the XIXth Century kept producing? To start with, an appearance of universal material ease. Never had the average man been able to solve his economic problem with greater facility. Whilst there was a proportionate decrease of great fortunes and life became harder for the individual worker, the middle classes found their economic horizon widened every day.
Cada día su posición era más segura y más independiente del arbitrio ajeno. Lo que antes se hubiera considerado como un beneficio de la suerte, que inspiraba humilde gratitud hacia el destino, se convirtió en un derecho que no se agradece, sino que se exige. Every day added a new luxury to their standard of life. Every day their position was more secure and more independent of another′s will. What before would have been considered one of fortune′s gifts, inspiring humble gratitude towards destiny, was converted into a right, not to be grateful for, but to be insisted on.
Desde 1900 comienza también el obrero a ampliar y asegurar su vida. From 1900 on, the worker likewise begins to extend and assure his existence.
Sin embargo, tiene que luchar para conseguirlo. No se encuentra, como el hombre medio, con un bienestar puesto ante él solícitamente por una sociedad y un Estado que son un portento de organización. Nevertheless, he has to struggle to obtain his end. He does not, like the middle class, find the benefit attentively served up to him by a society and a state which are a marvel of organisation.
A esta facilidad y seguridad económica añádanse las físicas: confort y el orden público. La vida va sobre cómodos carriles, y no hay verosimilitud de que intervenga en ella nada violento y peligroso. To this ease and security of economic conditions are to be added the physical ones, comfort and public order. Life runs on smooth rails, and there is no likelihood of anything violent or dangerous breaking in on it.
Situación de tal modo abierta y franca tenía por fuerza que decantar en el estrato más profundo de esas almas medias una impresión vital, que podía expresarse con el giro, tan gracioso y agudo, de nuestro viejo pueblo: « ancha es Castilla». Es decir, que en todos esos órdenes elementales y decisivos, la vida se presentó al hombre nuevo exenta de impedimentos . La comprensión de este hecho y su importancia surgen automáticamente cuando se recuerda que esa franquía vital faltó por completo a los hombres vulgares del pasado. Fue, por el contrario, para ellos la vida un destino premioso -en lo económico y en lo físico-. Sintieron el vivir a nativitate como un cúmulo de impedimentos que era forzoso soportar, sin que cupiera otra solución que adaptarse a ellos, alojarse en la angostura que dejaban. Such a free, untrammelled situation was bound to instil into the depths of such souls an idea of existence which might be expressed in the witty and penetrating phrase of an old country like ours: "Wide is Castile." That is to say, in all its primary and decisive aspects, life presented itself to the new man as exempt from restrictions. The realisation of this fact and of its importance becomes immediate when we remember that such a freedom of existence was entirely lacking to the common men of the past. On the contrary, for them life was a burdensome destiny, economically and physically. From birth, existence meant to them an accumulation of impediments which they were obliged to suffer, without possible solution other than to adapt themselves to them, to settle down in the narrow space they left available.\
Pero es aún más clara la contraposición de situaciones si de lo material pasamos a lo civil y moral. El hombre medio, desde la segunda mitad del siglo XIX, no halla ante sí barreras sociales ningunas. Es decir, tampoco en las formas de la vida pública se encuentra al nacer con trabas y limitaciones. Nada le obliga a contener su vida. También aquí « ancha es Castilla». No existen los « estados» ni las « castas». No hay nadie civilmente privilegiado. El hombre medio aprende que todos los hombres son legalmente iguales. But still more evident is the contrast of situations, if we pass from the material to the civil and moral. The average man, from the second half of the XIXth Century on, finds no social barriers raised against him. That is to say, that as regards the forms of public life he no longer finds himself from birth confronted with obstacles and limitations. There is nothing to force him to limit his existence. Here again, "Wide is Castile." There are no "estates" or "castes." There are no civil privileges. The ordinary man learns that all men are equal before the law.
Jamás en toda la historia había sido puesto el hombre en una circunstancia o contorno vital que se pareciera ni de lejos al que esas condiciones determinan. Se trata, en efecto, de una innovación radical en el destino humano, que es implantada por el siglo XIX. Se crea un nuevo escenario para la existencia del hombre, nuevo en lo físico y en lo social. Never in the course of history had man been placed in vital surroundings even remotely familiar to those set up by the conditions just mentioned. We are, in fact, confronted with a radical innovation in human destiny, implanted by the XIXth Century. A new stage has been mounted for human existence, new both in the physical and the social aspects.
Tres principios han hecho posible ese nuevo mundo: la democracia liberal, la experimentación científica y el industrialismo. Los dos últimos pueden resumirse en uno: la técnica. Ninguno de esos principios fue inventado por el siglo XIX, sino que proceden de las dos centurias anteriores. El honor del siglo XIX no estriba en su invención, sino en su implantación. Nadie desconoce esto. Pero no basta con el reconocimiento abstracto, sino que es preciso hacerse cargo de sus inexorables consecuencias. Three principles have made possible this new world: liberal democracy, scientific experiment, and industrialism. The two latter may be summed-up in one word: technicism. Not one of those principles was invented by the XIXth Century; they proceed from the two previous centuries. The glory of the XIXth Century lies not in their discovery, but in their implantation. No one but recognises that fact. But it is not sufficient to recognise it in the abstract, it is necessary to realise its inevitable consequences.
El siglo XIX fue esencialmente revolucionario. Lo que tuvo de tal no ha de buscarse en el espectáculo de sus barricadas, que, sin más, no constituyen una revolución, sino en que colocó al hombre medio -a la gran masa social- en condiciones de vida radicalmente opuestas a las que siempre le habían rodeado. Volvió del revés la existencia pública. La revolución no es la sublevación contra el orden preexistente, sino la implantación de un nuevo orden que tergiversa el tradicional. Por eso no hay exageración alguna en decir que el hombre engendrado por el siglo XIX es, para los efectos de la vida pública, un hombre aparte de todos los demás hombres. El del siglo XVIII se diferencia, claro está, del dominante en el XVII, y éste del que caracteriza al XVI, pero todos ellos resultan parientes, similares y aun idénticos en lo esencial si se confronta con ellos este hombre nuevo. Para el « vulgo» de todas las épocas, « vida» había significado ante todo limitación, obligación, dependencia; en una palabra, presión. Si se quiere, dígase opresión, con tal que no se entienda por ésta sólo la jurídica y social, olvidando la cósmica. Porque esta última es la que no ha faltado nunca hasta hace cien años, fecha en que comienza la expansión de la técnica científica -física y administrativa-, prácticamente ilimitada. Antes, aun para el rico y poderoso, el mundo era un ámbito de pobreza, dificultad y peligro. The XIXth Century was of its essence revolutionary. This aspect is not to be looked for in the scenes of the barricades, which are mere incidents , but in the fact that it placed the average man- the great social mass- in conditions of life radically opposed to those by which he had always been surrounded, It turned his public existence upside down. Revolution is not the uprising against preexisting order, but the setting up of a new order contradictory to the traditional one. Hence there is no exaggeration in saying that the man who is the product of the XIXth Century is, for the effects of public life, a man apart from all other men. The XVIIIth-Century man differs, of course, from the XVIIth-Century man, and this one in turn from his fellow of the XVIth Century, but they are all related, similar, even identical in essentials when confronted with this new man. For the "common" man of all periods "life" had principally meant limitation, obligation, dependence; in a word, pressure. Say oppression, if you like, provided it be understood not only in the juridical and social sense, but also in the cosmic. For it is this latter which has never been lacking up to a hundred years ago, the date at which starts the practically limitless expansion of scientific technique- physical and administrative. Previously, even for the rich and powerful, the world was a place of poverty, difficulty and danger.
El mundo que desde el nacimiento rodea al hombre nuevo no le mueve a limitarse en ningún sentido, no le presenta veto ni contención alguna, sino que, al contrario, hostiga sus apetitos, que, en principio, pueden crecer indefinidamente. Pues acontece -y esto es muy importanteque ese mundo del siglo XIX y comienzos del XX no sólo tiene las perfecciones y amplitudes que de hecho posee, sino que además sugiere a sus habitantes una seguridad radical en que mañana será aún más rico, más perfecto y más amplio, como si gozase de un espontáneo e inagotable crecimiento. Todavía hoy, a pesar de algunos signos que inician una pequeña brecha en esa fe rotunda, todavía hoy muy pocos hombres dudan de que los automóviles serán dentro de cinco años más confortables y más baratos que los del día. Se cree en esto lo mismo que en la próxima salida del sol. El símil es formal. Porque, en efecto, el hombre vulgar, al encontrarse con ese mundo técnica y socialmente tan perfecto, cree que lo ha producido la naturaleza, y no piensa nunca en los esfuerzos geniales de individuos excelentes que supone su creación. Menos todavía admitirá la idea de que todas estas facilidades siguen apoyándose en ciertas difíciles virtudes de los hombres, el menor fallo de los cuales volatilizaría rápidamente la magnífica construcción. The world which surrounds the new man from his birth does not compel him to limit himself in any fashion, it sets up no veto in opposition to him; on the contrary, it incites his appetite, which in principle can increase indefinitely. Now it turns out- and this is most important- that this world of the XIXth and early XXth Centuries not only has the perfections and the completeness which it actually possesses, but furthermore suggests to those who dwell in it the radical assurance that to-morrow it will be still richer, ampler, more perfect, as if it enjoyed a spontaneous, inexhaustible power of increase. Even to-day, in spite of some signs which are making a tiny breach in that sturdy faith, even to-day, there are few men who doubt that motorcars will in five years′ time be more comfortable and cheaper than to-day. They believe in this as they believe that the sun will rise in the morning. The metaphor is an exact one. For, in fact, the common man, finding himself in a world so excellent, technically and socially, believes that it has been … produced by nature, and never thinks of the personal efforts of highly-endowed individuals which the creation of this new world presupposed. Still less will he admit the notion that all these facilities still require the support of certain difficult human virtues, the least failure of which would cause the rapid disappearance of the whole magnificent edifice.
Esto nos lleva a apuntar en el diagrama psicológico del hombre-masa actual dos primeros rasgos: la libre expansión de sus deseos vitales -por lo tanto, de su persona y la radical ingratitud hacia cuanto ha hecho posible la facilidad de su existencia. Uno y otro rasgo componen la conocida psicología del niño mimado. Y en efecto, no erraría quien utilice ésta como una cuadrícula para mirar a su través el alma de las masas actuales. This leads us to note down in our psychological chart of the massman of today two fundamental traits: the free expansion of his vital desires, and therefore, of his personality; and his radical ingratitude towards an that has made possible the ease of his existence. These traits together make up the well-known psychology of the spoilt child. And in fact it would entail no error to use this psychology as a "sight" through which to observe the soul of the masses of to-day.
Heredero de un pasado larguísimo y genial -genial de inspiraciones y de esfuerzos-, el nuevo vulgo ha sido mimado por el mundo en torno. Mimar es no limitar los deseos, dar la impresión a un ser de que todo le está permitido y a nada está obligado. La criatura sometida a este régimen no tiene la experiencia de sus propios confines. A fuerza de evitarle toda presión en derredor, todo choque con otros seres, llega a creer efectivamente que sólo él existe, y se acostumbra a no contar con los demás, sobre todo a no contar con nadie como superior a él. Esta sensación de la superioridad ajena sólo podía proporcionársela quien, más fuerte que él, le hubiese obligado a renunciar a un deseo, a reducirse, a contenerse. Así habría aprendido esta esencial disciplina: « Ahí concluyo yo y empieza otro que puede más que yo. En el mundo, por lo visto, hay dos: yo y otro superior a mí.» Al hombre medio de otras épocas le enseñaba cotidianamente su mundo esta elemental sabiduría, porque era un mundo tan toscamente organizado, que las catástrofes eran frecuentes y no había en él nada seguro, abundante ni estable. Pero las nuevas masas se encuentran con un paisaje lleno de posibilidades y, además, seguro, y todo ello presto, a su disposición, sin depender de su previo esfuerzo, como hallamos el sol en lo alto sin que nosotros lo hayamos subido al hombro. Ningún ser humano agradece a otro el aire que respira, porque el aire no ha sido fabricado por nadie: pertenece al conjunto de lo que « está ahí», de lo que decimos « es natural», porque no falta. Estas masas mimadas son lo bastante poco inteligentes para creer que esa organización material y social, puesta a su disposición como el aire, es de su mismo origen, ya que tampoco falla, al parecer, y es casi tan perfecta como la natural. Heir to an ample and generous pastgenerous both in ideals and in activities- the new commonalty has been spoiled by the world around it. To spoil means to put no limit on caprice, to give one the impression that everything is permitted to him and that he has no obligations. The young child exposed to this regime has no experience of its own limits. By reason of the removal of all external restraint, all clashing with other things, he comes actually to believe that he is the only one that exists, and gets used to not considering others, especially not considering them as superior to himself. This feeling of another′s superiority could only be instilled into him by someone who, being stronger than he is, should force him to give up some desire, to restrict himself, to restrain himself. He would then have learned this fundamental discipline: "Here I end and here begins another more powerful than I am. In the world, apparently, there are two people: I myself and another superior to me." The ordinary man of past times was daily taught this elemental wisdom by the world about him, because it was a world so rudely organised, that catastrophes were frequent, and there was nothing in it certain, abundant, stable. But the new masses find themselves in the presence of a prospect full of possibilities, and furthermore, quite secure, with everything ready to their hands, independent of any previous efforts on their part, just as we find the sun in the heavens without our hoisting it up on our shoulders. No human being thanks another for the air he breathes, for no one has produced the air for him; it belongs to the sum-total of what "is there," of which we say "it is natural," because it never fails. And these spoiled masses are unintelligent enough to believe that the material and social organisation, placed at their disposition like the air, is of the same origin., since apparently it never fails them, and is almost as perfect as the natural scheme of things.
Mi tesis es, pues, esta: la perfección misma con que el siglo XIX ha dado una organización a ciertos órdenes de la vida, es origen de que las masas beneficiarias no la consideren como organización, sino como naturaleza. Así se explica y define el absurdo estado de ánimo que esas masas revelan: no les preocupa más que su bienestar, y, al mismo tiempo, son insolidarias de las causas de ese bienestar. Como no ven en las ventajas de la civilización un invento y construcción prodigiosos, que sólo con grandes esfuerzos y cautelas se pueden sostener, creen que su papel se reduce a exigirlas perentoriamente, cual si fuesen derechos nativos. En los motines que la escasez provoca suelen las masas populares buscar pan, y el medio que emplean suele ser destruir las panaderías. Esto puede servir como símbolo del comportamiento que, en más vastas y sutiles proporciones, usan las masas actuales frente a la civilización que las nutre. My thesis, therefore, is this: the very perfection with which the XIXth Century gave an organisation to certain orders of existence has caused the masses benefited thereby to consider it, not as an organised, but as a natural system. Thus is explained and defined the absurd state of mind revealed by these masses; they are only concerned with their own well-being, and at the same time they remain alien to the cause of that well-being. As they do not see, behind the benefits of civilisation, marvels of invention and construction which can only be maintained by great effort and foresight, they imagine that their role is limited to demanding these benefits peremptorily, as if they were natural rights. In the disturbances caused by scarcity of food, the mob goes in search of bread, and the means it employs is generally to wreck the bakeries. This may serve as a symbol of the attitude adopted, on a greater and more complicated scale, the masses of to-day towards the civilisation by which they are supported.





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CHAPTER VII

VIDA NOBLE Y VIDA VULGAR, O ESFUERZO E INERCIA

NOBLE LIFE AND COMMON LIFE, OR EFFORT AND INERTIA

Por lo pronto somos aquello que nuestro mundo nos invita a ser, y las facciones fundamentales de nuestra alma son impresas en ella por el perfil del contorno como por un molde. Naturalmente, vivir no es más que tratar con el mundo. El cariz general que él nos Presente será el cariz general de nuestra vida. Por eso insisto tanto en hacer notar que el mundo donde han nacido las masas actuales mostraba una fisonomía radicalmente nueva en la historia. Mientras en el pretérito vivir significaba para el hombre medio encontrar en derredor dificultades, peligros, escaseces, limitaciones de destino y dependencia, el mundo nuevo aparece como un ámbito de posibilidades prácticamente ilimitadas, seguro, donde no se depende de nadie. En torno a esta impresión primaria y permanente se va a formar cada alma contemporánea, como en torno a la opuesta se formaron las antiguas. TO start with, we are what our world invites us to be, and the basic features of our soul are impressed upon it by the form of its surroundings as in a mould. Naturally, for our life is no other than our relations with the world around. The general aspect which it presents to us will form the general aspect of our own life. It is for this reason that I stress so much the observation that the world into which the masses of to-day have been bor displays features radically new to history. Whereas in past times life for the average man meant finding all around him difficulties, dangers, want, limitations of his destiny, dependence, the new world appears as a sphere of practically limitless possibilities, safe, and independent of anyone.
Porque esta impresión fundamental se convierte en voz interior que murmura sin cesar unas como palabras en lo más profundo de la persona y le insinúa tenazmente una definición de la vida que es a la vez un imperativo. Y si la impresión tradicional decía: « Vivir es sentirse limitado y, por lo mismo, tener que contar con lo que nos limita», la voz novísima grita: « Vivir es no encontrar limitación alguna, por lo tanto, abandonarse tranquilamente a sí mismo. Prácticamente nada es imposible, nada es peligroso y, en principio, nadie es superior a nadie». Based on this primary and lasting impression, the mind of every contemporary man will be formed, just as previous minds were formed on the opposite impression. For that basic impression becomes an interior voice which ceaselessly utters certain words in the depths of each individual, and tenaciously suggests to him a definition of life which is, at the same time, a moral imperative. And if the traditional sentiment whispered: "To live is to feel oneself limited, and therefore to have to count with that which limits us," the newest voice shouts: "To live is to meet with no limitation whatever and, consequently, to abandon oneself calmly to one′s self. Practically nothing is impossible, nothing is dangerous, and, in principle, nobody is superior to anybody."
Esta experiencia básica modifica por completo la estructura tradicional, perenne, del hombre-masa. Porque éste se sintió siempre constitutivamente referido a limitaciones materiales y a poderes superiores sociales. Esto era, a sus ojos, la vida. Si lograba mejorar su situación, si ascendía socialmente, lo atribuía a un azar de la fortuna, que le era nominativamente favorable. Y cuando no a esto, a un enorme esfuerzo que él sabía muy bien cuánto le había costado. En uno y otro caso se trataba de una excepción a la índole normal de la vida y del mundo; excepción que, como tal, era debida a alguna causa especialísima. This basic experience completely modifies the traditional, persistent structure of the mass-man. For the latter always felt himself, by his nature, confronted with material limitations and higher social powers. Such, in his eyes, was life. If he succeeded in improving his situation, if he climbed the social ladder, he attributed this to a piece of fortune which was favour. able to him in particular. And if not to this, then to an enormous effort, of which he knew well what it had cost him. In both cases it was a question of an exception to the general character of life and the world; an exception which, as such, was due to some very special cause.
Pero la nueva masa encuentra la plena franquía vital como estado nativo y establecido, sin causa especial ninguna. Nada de fuera la incita a reconocerse límites y, por lo tanto, a contar en todo momento con otras instancias, sobre todo con instancias superiores. El labriego chino creía, hasta hace poco, que el bienestar de su vida dependía de las virtudes privadas que tuviese a bien poseer el emperador. Por lo tanto, su vida era constantemente referida a esta instancia suprema de que dependía. Mas el hombre que analizamos se habitúa a no apelar de si mismo a ninguna instancia fuera de él . Está satisfecho tal y como es. Igualmente, sin necesidad de ser vano, como lo más natural del mundo, tenderá a afirmar y dar por bueno cuanto en sí halla: opiniones, apetitos, preferencias o gustos. But the modern mass finds complete freedom as its natural, established condition, without any special cause for it. Nothing fiom outside incites it to recognise limits to itself and, consequently, to refer at all times to other authorities higher than itself. Until lately, the Chinese peasant believed that the welfare of his existence depended on the private virtues which the Emperor was pleased to possess. Therefore, his life was constantly related to this supreme authority on which it depended. But the man we are now analysing accustoms himself not to appeal from his own to any authority outside him. He is satisfied with himself exactly as he is. Ingenuously, without any need of being vain, as the most natural thing in the world, he will tend to consider and affirm as good everything he finds within himself: opinions, appetites, preferences, tastes. \
¿Por qué no, si, según hemos visto, nada ni nadie le fuerza a caer en la cuenta de que él es un hombre de segunda clase, limitadísimo, incapaz de crear ni conservar la organización misma que da a su vida esa amplitud y contentamiento, en los cuales funda tal afirmación de su persona. Why not, if, as we have seen, nothing and nobody force him to realise that he is a second-class man, subject to many limitations, incapable of creating or conserving that very organisation which gives his life the fullness and contentedness on which he bases this assertion of his personality?
Nunca el hombre-masa hubiera apelado a nada fuera de él si la circunstancia no le hubiese forzado violentamente a ello. Como ahora la circunstancia no le obliga, el eterno hombre-masa, consecuente con su índole, deja de apelar y se siente soberano de su vida. En cambio, el hombre selecto o excelente está constituido por una íntima necesidad de apelar de sí mismo a una norma más allá de él, superior a él, a cuyo servicio libremente se pone. Recuérdese que al comienzo distinguíamos al hombre excelente del hombre vulgar diciendo que aquél es el que se exige mucho a sí mismo, y éste, el que no se exige nada, sino que se contenta con lo que es, y está encantado consigo. Contra lo que suele creerse, es la criatura de selección, y no la masa, quien vive en esencial servidumbre. No le sabe su vida si no la hace consistir en servicio a algo trascendente. Por eso no estima la necesidad de servir como una opresión. Cuando ésta, por azar, le falta, siente desasosiego e inventa nuevas normas más difíciles, más exigentes, que le opriman. Esto es la vida como disciplina -la vida noble-. La nobleza se define por la exigencia, por las obligaciones, no por los derechos. The mass-man would never have accepted authority external to himself had not his surroundings violently forced him to do so. As to-day, his surroundings do not so force him, the everlasting mass-man, true to his character, ceases to appeal to other authority and feels himself lord of his own existence. On the contrary the select man, the excellent man is urged, by interior necessity, to appeal from himself to some standard beyond himself, superior to himself, whose service he freely accepts. Let us recall that at the start we distinguished the excellent man from the common man by saying that the former is the one who makes great demands on himself, and the latter the one who makes no demands on himself, but contents himself with what he is, and is delighted with himself. Contrary to what is usually thought, it is the man of excellence, and not the common man who lives in essential servitude. Life has no savour for him unless he makes it consist in service to something transcendental. Hence he does not look upon the necessity of serving as an oppression. When, by chance, such necessity is lacking, he grows restless and invents some new standard, more difficult, more exigent, with which to coerce himself. This is life lived as a discipline- the noble life. Nobility is defined by the demands it makes on us- by obligations, not by rights.
Noblesse oblige. « Vivir a gusto es de plebeyo: el noble aspira a ordenación y a ley» (Goethe). Los privilegios de la nobleza no son originariamente concesiones o favores, sino, por el contrario, conquistas. Y, en principio, supone su mantenimiento que el privilegiado sería capaz de reconquistarlas en todo instante, si fuese necesario y alguien se lo disputase. Los derechos privados o privilegios no son, pues, pasiva posesión y simple goce, sino que representan el perfil adonde llega el esfuerzo de la persona. En cambio, los derechos comunes, como son los « del hombre» y del ciudadano, son propiedad pasiva, puro usufructo y beneficio, don generoso del destino con que todo hombre se encuentra, y que no responde a esfuerzo ninguno, como no sea el respirar y evitar la demencia. Yo diría, pues, que el derecho impersonal se tiene, y el personal se sostiene. Noblesse oblige. "To live as one likes is plebeian; the noble man aspires to order and law" (Goethe). The privileges of nobility are not in their origin concessions or favours; on the contrary, they are conquests. And their maintenance supposes, in principle, that the privileged individual is capable of reconquering them, at any moment, if it were necessary, and anyone were to dispute them. 17 Private rights or privileges are not, then, passive possession and mere enjoyment, but they represent the standard attained by personal effort. On the other hand, common rights, such as those "of the man and the citizen," are passive property, pure usufruct and benefit, the generous gift of fate which every man finds before him, and which answers to no effort whatever, unless it be that of breathing and avoiding insanity. I would say, then, that an impersonal right is held, a personal one is upheld.
Es irritante la degeneración sufrida en el vocabulario usual por una palabra tan inspiradora como « nobleza». Porque al significar para muchos « nobleza de sangre», hereditaria, se convierte en algo parecido a los derechos comunes, en una calidad estática y pasiva, que se recibe y se transmite como una cosa inerte. Pero el sentido propio, el etymo del vocablo « nobleza» es esencialmente dinámico. Noble significa el « conocido»: se entiende el conocido de todo el mundo, el famoso, que se ha dado a conocer sobresaliendo de la masa anónima. Implica un esfuerzo insólito que motivó la fama. Equivale, pues, noble, a esforzado o excelente. It is annoying to see the degeneration suffered in ordinary speech by a word so inspiring as "nobility." For, by coming to mean for many people hereditary "noble blood," it is changed into something similar to common rights, into a static, passive quality which is received and transmitted like something inert. But the strict sense, the etymon of the word nobility is essentially dynamic. Noble means the "well known," that is, known by everyone, famous, he who has made 17 Vide Espana Invertebrada (1922), p. 156.himself known by excelling the anonymous mass. It implies an unusual effort as the cause of his fame. Noble, then, is equivalent to effortful, excellent.
La nobleza o fama del hijo es ya puro beneficio. El hijo es conocido porque su padre logró ser famoso. Es conocido por reflejo, y, en efecto, la nobleza hereditaria tiene un carácter indirecto, es luz espejada, es nobleza lunar como hecha con muertos. Sólo queda en ella de vivo, auténtico, dinámico, la incitación que produce en el descendiente a mantener el nivel de esfuerzo que el antepasado alcanzó. Siempre, aun en este sentido desvirtuado noblesse oblige. El noble originario se obliga a sí mismo, y al noble hereditario le obliga la herencia. Hay, de todas suertes, cierta contradicción en el traspaso de la nobleza, desde el noble inicial, a sus sucesores. Más lógicos los chinos, invierten el orden de la transmisión, y no es el padre quien ennoblece al hijo, sino el hijo quien, al conseguir la nobleza, la comunica a sus antepasados, destacando con su esfuerzo a su estirpe humilde. Por eso, al conceder los rangos de nobleza, se gradúan por el número de generaciones atrás que quedan prestigiabas, y hay quien sólo hace noble a su padre y quien alarga su fama hasta el quinto o décimo abuelo. Los antepasados viven del hombre actual cuya nobleza es efectiva, actuante; en suma: es ; no fue . The nobility or fame of the son is pure benefit. The son is known because the father made himself famous. He is known by reflection, and in fact, hereditary nobility has an indirect character, it is mirrored light, lunar nobility, something derived from the dead. The only thing left to it of living, authentic, dynamic is the impulse it stirs in the descendant to maintain the level of effort reached by the ancestor. Always, even in this altered sense, noblesse oblige. The original noble lays an obligation on himself, the noble heir receives the obligation with his inheritance. But in any case there is a certain contradiction in the passing-on of nobility from the first noble to his successors. The Chinese, more logical, invert the order of transmission; it is not the father who ennobles the son, but the son who, by acquiring noble rank, communicates it to his forbears, by his personal efforts bringing fame to his humble stock. Hence, when granting degrees of nobility, they are graduated by the number of previous generations which are honoured; there are those who ennoble only their fathers, and those who stretch back their fame to the fifth or tenth grandparent. The ancestors live by reason of the actual man, whose nobility is effective, active- in a word: is not was…
La « nobleza» no aparece como término formal hasta el Imperio romano, y precisamente para oponerlo a la nobleza hereditaria, ya en decadencia. "Nobility" does not appear as a formal expression until the Roman Empire, and then precisely in opposition to the hereditary nobles, then in decadence.
Para mí, nobleza es sinónimo de vida esforzada, puesta siempre a superarse a sí misma, a trascender de lo que ya es hacia lo que se propone como deber y exigencia. De esta manera, la vida noble queda contrapuesta a la vida vulgar o inerte, que, estáticamente, se recluye en sí misma, condenada a perpetua inmanencia, como una fuerza exterior no la obligue a salir de sí. De aquí que llamemos masa a este modo de ser hombre, no tanto porque sea multitudinario, cuanto porque es inerte. For me, then, nobility is synonymous with a life of effort, ever set on excelling oneself, in passing beyond what one is to what one sets up as a duty and an obligation. In this way the noble life stands opposed to the common or inert life, which reclines statically upon itself, condemned to perpetual immobility, unless an external force compels it to come out of itself. Hence we apply the term mass to this kind of man- not so much because of his multitude as because of his inertia.
Conforme se avanza por la existencia, va uno hartándose de advertir que la mayor parte de los hombres -y de las mujeres- son incapaces de otro esfuerzo que el estrictamente impuesto como reacción a una necesidad externa. Por lo mismo, quedan más aislados y como monumentalizados en nuestra experiencia los poquísimos seres que hemos conocido capaces de un esfuerzo espontáneo y lujoso. Son los hombres selectos, los nobles, los únicos actives, y no sólo reactivos, para quienes vivir es una perpetua tensión, un incesante entrenamiento. Entrenamiento = áskesis. Son los ascetas. As one advances in life, one realises more and more that the majority of menand of women- are incapable of any other effort than that strictly imposed on them as a reaction to external compulsion. And for that reason, the few individuals we have come across who are capable of a spontaneous and joyous effort stand out isolated, monumentalised, so to speak, in our experience. These are the select men, the nobles, the only ones who are active and not merely reactive, for whom life is a perpetual striving, an incessant course of training. Training = askesis. These are the ascetics.
No sorprenda esta aparente digresión. Para definir al hombre-masa actual, que es tan masa como el de siempre, pero que quiere suplantar a los excelentes, hay que contraponerlo a las dos formas puras que en él se mezclan: la masa normal y el auténtico noble o esforzado. 1 This apparent digression should not cause surprise. In order to define the actual mass-man, who is as much "mass" as ever, but who wishes to supplant the "excellent, it has been necessary to contrast him with … the two pure forms which are mingled in him: the normal mass and the genuine noble or man of effort.
Ahora podemos caminar más deprisa, porque ya somos dueños de lo que, a mi juicio, es la clave o ecuación psicológica del tipo humano dominante hoy. Todo lo que sigue es consecuencia o corolario de esa estructura radical que podría resumirse así: el mundo organizado por el siglo XIX, al producir automáticamente un hombre nuevo, ha metido en él formidables apetitos, poderosos medios de todo orden para satisfacerlos - económicos, corporales (higiene, salud media superior a la de todos los tiempos), civiles y técnicos (entiendo por éstos la enormidad de conocimientos parciales y de eficiencia práctica que hoy tiene el hombre medio y de que siempre careció en el pasado)-. Después de haber metido en él todas estas potencias, el siglo XIX lo ha abandonado a sí mismo, y entonces, siguiendo el hombre medio su índole natural, se ha cerrado dentro de sí. De esta suerte, nos encontramos con una masa más fuerte que la de ninguna época, pero, a diferencia de la tradicional, hermetizada en sí misma, incapaz de atender a nada ni a nadie, creyendo que se basta; en suma: indócil. Continuando las cosas como hasta aquí, cada día se notará más en toda Europa -y por reflejo en todo el mundo- que las masas son incapaces de dejarse dirigir en ningún orden. En las horas difíciles que llegan para nuestro continente, es posible que, súbitamente angustiadas, tengan un momento la buena voluntad de aceptar, en ciertas materias especialmente premiosas, la dirección de minorías superiores. Now we can advance more rapidly, because we are now in possession of what, to my thinking, is the key- the psychological equation- of the human type dominant to-day. All that follows is a consequence, a corollary, of that rootstructure, which may be summed up thus: the world as organised by the XIXth Century, when automatically producing a new man, has infused into him formidable appetites and powerful means of every kind for satisfying them. These include the economic, the physical (hygiene, average health higher than any preceding age), the civil and the technical (by which I mean the enormous quantity of partial knowledge and practical efficiency possessed by the average man to-day and lacking to him in the past). After having supplied him with all these powers, the XIXth Century has abandoned him to himself, and the average man, following his natural disposition, has withdrawn into himself. Hence, we are in presence of a mass stronger than that of any preceding period, but differing from the traditional type in that it remains, hermetically enclosed within itself, incapable of submitting to anything or anybody, believing itself self-sufficient- in a word, indocile. If things go on as they are at present, … it will be every day more noticeable in Europe- and by reflection, throughout the whole world- that the masses are incapable of submitting to direction of any kind. In the difficult times that are at hand for our continent, it is possible that, under a sudden affliction, they may for a moment. have the good will to accept, in certain specially urgent matters, the direction of the superior minorities.
Pero aun esa buena voluntad fracasará. Porque la textura radical de su alma está hecha de hermetismo e indocilidad, porque les falta, de nacimiento, la función de atender a lo que está más allá de ellas, sean hechos, sean personas. Querrán seguir a alguien, y no podrán. Querrán oír, y descubrirán que son sordas. But even that good will will result in failure. For the basic texture of their soul is wrought of hermetism and indocility; they are from birth deficient in the faculty of giving attention to what is outside themselves, be it fact or person. They will wish to follow someone, and they will be unable. They will want to listen, and will discover they are deaf.
Por otra parte, es ilusorio pensar que el hombre medio vigente, por mucho que haya ascendido su nivel vital en comparación con el de otros tiempos, va a poder regir por sí mismo el proceso de la civilización. Digo proceso , no ya progreso . El simple proceso de mantener la civilización actual es superlativamente complejo y requiere sutilezas incalculables. Mal puede gobernarlo este hombre medio que ha aprendido a usar muchos aparatos de civilización, pero que se caracteriza por ignorar de raíz los principios mismos de la civilización. On the other hand, it is illusory to imagine that the mass-man of today, however superior his vital level may be compared with that of other times, will be able to control, by himself, the process of civilisation. I say process, and not progress. The simple process of preserving our present civilisation is supremely complex, and demands incalculably subtle powers. Ill-fitted to direct it is this average man who has learned to use much of the machinery of civilisation, but who is characterised by root-ignorance of the very principles of that civilisation.
Reitero al lector que, paciente, haya leído hasta aquí, la conveniencia de no entender todos estos enunciados atribuyéndoles desde luego un significado político. La actividad política, que es de toda la vida pública la más eficiente y la más visible, es, en cambio, la postrera, resultante de otras más íntimas e impalpables. Así, la indocilidad política no sería grave si no proviniese de una más honda y decisiva indocilidad intelectual y moral. Por eso, mientras no hayamos analizado ésta, faltará la última claridad al teorema de este ensayo. I reiterate to the reader who has patiently followed me up to this point, the importance of not giving to the facts enunciated a primarily political significance. On the contrary, political activities, of all those in public life the most efficient and the most visible, are the final product of others more intimate, more impalpable. Hence, political indocility would not be so grave did it not proceed from a deeper, more decisive intellectual indocility. In consequence, until we have analysed this latter, the thesis of this essay will not stand out in its final clarity.





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CHAPTER VIII

POR QUE LAS MASAS INTERVIENEN EN TODO, Y POR QUE SOLO INTERVIENEN VIOLENTAMENTE

[THE MASSES INTERVENE IN EVERYTHING, AND WHY THEIR INTERVENTION IS SOLELY BY VIOLENCE

Quedamos en que ha acontecido algo sobremanera paradójico, pero que en verdad era naturalísimo: de puro mostrarse abiertos mundo y vida al hombre mediocre, se le ha cerrado a éste el alma. Pues bien: yo sostengo que en esa obliteración de las almas medias consiste la rebeldía de las masas, en que a su vez consiste el gigantesco problema planteado hoy a la humanidad. WE take it, then, that there has happened something supremely paradoxical, but which was in truth most natural; from the very ning-out of the world and of life for the average man, his soul has shut up within him. Well, then, I maintain that it is in this obliteration of the average soul that the rebellion of the masses consists, and in this in its turn lies the gigantic problem set before humanity today.
Ya sé que muchos de los que me leen no piensan lo mismo que yo. I know well that many of my readers do not think as I do.
También esto es naturalísimo y confirma el teorema. Pues aunque resulte en definitiva errónea mi opinión, siempre quedaría el hecho de que muchos de esos lectores discrepantes no han pensado cinco minutos sobre tan compleja materia. ¿Cómo van a pensar lo mismo que yo? Pero al creerse con derecho a tener una opinión sobre el asunto sin previo esfuerzo para forjársela, manifiestan su ejemplar pertenencia al modo absurdo de ser hombre que he llamado « masa rebelde». Eso es precisamente tener obliterada, hermética, el alma. En este caso se trataría de hermetismo intelectual. La persona se encuentra con un repertorio de ideas dentro de sí. Decide contentarse con ellas y considerarse intelectualmente completa. Al no echar de menos nada fuera de sí, se instala definitivamente en aquel repertorio. He ahí el mecanismo de la obliteración. This also is most natural and confirms the theorem. For although my opinion turn out erroneous, there will always remain the fact that many of those dissentient readers have never given five minutes′ thought to this complex matter. How are they going to think as I do? But by believing that they have a right to an opinion on the matter without previous effort to work one out for themselves, they prove patently that they belong to that absurd type of human being which I have called the "rebel mass." It is precisely what I mean by having one′s soul obliterated, hermetically closed. Here it would be the special case of intellectual hermetism. The individual finds himself already with a stock of ideas. He decides to content himself with them and to consider himself intellectually complete. As he feels the lack of nothing outside himself, he settles down definitely amid his mental furniture . Such is the mechanism of self-obliteration.
El hombre-masa se siente perfecto. Un hombre de selección, para sentirse perfecto, necesita ser especialmente vanidoso, y la creencia en su perfección no está consustancialmente unida a él, no es ingenua, sino que llega de su vanidad, y aun para él mismo tiene un carácter ficticio, imaginario y problemático. Por eso el vanidoso necesita de los demás, busca en ellos la confirmación de la idea que quiere tener de sí mismo. De suerte que ni aun en este caso morboso, ni aun « cegado» por la vanidad, consigue el hombre noble sentirse de verdad completo. En cambio, al hombre mediocre de nuestros días, al nuevo Adán, no se le ocurre dudar de su propia plenitud. Su confianza en sí es, como de Adán, paradisíaca. El hermetismo nato de su alma le impide lo que sería condición previa para descubrir su insuficiencia: compararse con otros seres. Compararse sería salir un rato de sí mismo y trasladarse al prójimo. Pero el alma mediocre es incapaz de transmigraciones -deporte supremo. The mass-man regards himself as perfect. The select man, in order to regard himself so, needs to be specially vain, and the belief in his perfection is not united with him consubstantially, it is not ingenuous, but arises from his vanity, and even for himself has a fictitious, imaginary, problematic character, Hence the vain man stands in need of others, he seeks in them support for the idea that he wishes to have of himself. So that not even in this diseased state, not even when blinded by vanity, does the "noble" man succeed in feeling himself as in truth complete. Contrariwise, it never occurs to the mediocre man of our days, to the New Adam, to doubt of his own plenitude. His self-confidence is, like Adam′s, paradisiacal. The innate hermetism of his soul is an obstacle to the necessary condition for his discovery of his insufficiency, namely: a comparison of himself with other beings. To compare himself would mean to go out of himself for a moment and to transfer himself to his neighbour. But the mediocre soul is incapable of transmigrations- the supreme form of sport.
Nos encontramos, pues, con la misma diferencia que eternamente existe entre el tonto y el perspicaz. éste se sorprende a sí mismo siempre a dos dedos de ser tonto; por ello hace un esfuerzo para escapar a la inminente tontería, y en ese esfuerzo consiste la inteligencia. El tonto, en cambio, no se sospecha a sí mismo: se parece discretísimo, y de ahí la envidiable tranquilidad con que el necio se asienta e instala en su propia torpeza Como esos insectos que no hay manera de extraer fuera del orificio en que habitan, no hay modo de desalojar al tonto de su tontería, llevarle de paseo un rato más allá de su ceguera y obligarle a que contraste su torpe visión habitual con otros modos de ver más sutiles. El tonto es vitalicio y sin poros. Por eso decía Anatole France que un necio es mucho más funesto que un malvado. We find ourselves, then, met with the same difference that eternally exists between the fool and the man of sense. The latter is constantly catching himself within an inch of being a fool; hence he makes an effort to escape from the imminent folly, and in that effort lies his intelligence. The fool, on the other hand, does not suspect himself; he thinks himself the most prudent of men, hence the enviable tranquillity with which the fool settles down, instals himself in his own folly. Like those insects which it is impossible to extract from the orifice they inhabit, there is no way of dislodging the fool from his folly, to take him away for a while from his blind state. and to force him to contrast his own dull vision with other keener forms of sight. The fool is a fool for life; he is devoid of pores. This is why Anatole France said that the fool is much worte than the knave,
Porque el malvado descansa algunas veces; el necio, jamás. for the knave does take a rest sometimes, the fool never.
No se trata de que el hombre-masa sea tonto. Por el contrario, el actual es más listo, tiene más capacidad intelectiva que el de ninguna otra época. Pero esa capacidad no le sirve de nada; en rigor, la vaga sensación de poseerla le sirve sólo para cerrarse más en si y no usarla. De una vez para siempre consagra el surtidor de tópicos, prejuicios, cabos de ideas o, simplemente, vocablos hueros que el azar ha amontonado en su interior, y con una audacia que sólo por la ingenuidad se explica, los impondrá dondequiera. Esto es lo que en el primer capítulo enunciaba yo como característico en nuestra época: no que el vulgar crea que es sobresaliente y no vulgar, sino que el vulgar proclame e imponga el derecho de la vulgaridad o la vulgaridad como un derecho. It is not a question of the mass-man being a fool. On the contrary, to-day he is more clever, has more capacity of understanding than his fellow of any previous period. But that capacity is of no use to him; in reality, the vague feeling that he possesses it seems only to shut him up more within himself and keep him from using it. Once for all, he accepts the stock of commonplaces, prejudices, fag-ends of ideas or simply empty words which chance has piled up within his mind, and with a boldness only explicable by his ingenuousness, is prepared to impose them everywhere. This is what in my first chapter I laid down as the characteristic of our time; not that the vulgar believes itself super-excellent and not vulgar, but that the vulgar proclaims and imposes the rights of vulgarity, or vulgarity as a right.
El imperio que sobre la vida pública ejerce hoy la vulgaridad intelectual es acaso el factor de la presente situación más nuevo, menos asimilable a nada del pretérito. Por lo menos en la historia europea hasta la fecha, nunca el vulgo había creído tener « ideas» sobre las cosas. Tenía creencias, tradiciones, experiencias, proverbios, hábitos mentales, pero no se imaginaba en posesión de opiniones teóricas sobre lo que las cosas son o deben ser -por ejemplo, sobre política o sobre literatura-. Le parecía bien o mal lo que el político proyectaba y hacia; aportaba o retiraba su adhesión, pero su actitud se reducía a repercutir, positiva o negativamente, la acción creadora de otros. Nunca se le ocurrió oponer a las « ideas» del político otras suyas; ni siquiera juzgar las « ideas» del político desde el tribunal de otras « ideas» que creía poseer. Lo mismo en arte y en los demás órdenes de la vida pública. Una innata conciencia de su limitación, de no estar calificado para teorizar, se lo vedaba completamente. La consecuencia automática de esto era que el vulgo no pensaba, ni de lejos, decidir en casi ninguna de las actividades públicas, que en su mayor parte son de índole teórica. The command over public life exercised to-day by the intellectually vulgar is perhaps the factor of the present situation which is most novel, least assimilable to anything in the past. At least in European history up to the present, the vulgar had never believed itself to have "ideas" on things. It had beliefs, traditions, experiences, proverbs, mental habits, but it never imagined itself in possession of theoretical opinions on what things are or ought to be- for example, on politics or literature. What the politician planned or carried out seemed good or bad to it, it granted or withheld its support, but its action was limited to being an echo, positive or negative, of the creative activity of others. It never occurred to it to oppose to the "ideas" of the politician others of its own, nor even to judge the politician′s "ideas" from the tribunal of other "ideas" which it believed itself to possess. Similarly in art and in other aspects of public life. An innate consciousness of its limitation, of its not being qualified to theorise, 22 effectively prevented it doing so. The necessary consequence of this was that the vulgar never thought, even remotely, of making a decision on any one of the public activities, which in their greater part are theoretical in character.
Hoy, en cambio, el hombre medio tiene las « ideas» más taxativas sobre cuanto acontece y debe acontecer en el universo. Por eso ha perdido el uso de la audición. ¿Para qué oír, si ya tiene dentro cuanto falta? Ya no es sazón de escuchar, sino, al contrario, de juzgar, de sentenciar, de decidir. To-day, on the other hand, the average man has the most mathematical "ideas" on all that happens or ought to happen in the universe. Hence he has lost the use of his hearing. Why should he listen if he has within him all that is necessary? There is no reason now for listening, but rather for judging, pronouncing, deciding.
No hay cuestión de vida pública donde no intervenga, ciego y sordo como es, imponiendo sus « opiniones». [[]There is no question concerning … in which he does not intervene, blind and deaf as he is, imposing his "opinions."
Pero ¿no es esto una ventaja? ¿No representa una progreso enorme que las masas tengan « ideas», es decir, que sean cultas? En manera alguna. But, is this not an advantage? Is it not a sign of immense progress that the masses should have "ideas," that is to say, should be cultured? By no means.
Las « ideas» de este hombre medio no son auténticamente ideas, ni su posesión es cultura. La idea es un jaque a la verdad. Quien quiera tener ideas necesita antes disponerse a querer la verdad y aceptar las reglas de juego que ella imponga. No vale hablar de ideas u opiniones donde no se admite una instancia que las regula, una serie de normas a que en la discusión cabe apelar. Estas normas son los principios de la cultura. No me importa cuáles. Lo que digo es que no hay cultura donde no hay normas a que nuestros prójimos puedan recurrir. No hay cultura donde no hay principios de legalidad civil a que apelar. No hay cultura donde no hay acatamiento de ciertas últimas posiciones intelectuales a que referirse en la disputa. No hay cultura cuando no preside a las relaciones económicas un régimen de tráfico bajo el cual ampararse. No hay cultura donde las polémicas estéticas no reconocen la necesidad de justificar la obra de arte. The "ideas" of the average man are not genuine ideas, nor is their possession culture. An idea is a putting truth in checkmate. Whoever wishes to have ideas must first prepare himself to desire truth and to accept the rules of the game imposed by it. It is no use speaking of ideas when there is no acceptance of a higher authority to regulate them, a series of standards to which it is possible to appeal in a discussion. These standards are the principles on which culture rests. I am not concerned with the form they take. What I affirm is that there is no culture where there are no standards to which our fellow-men can have recourse. There is no culture where there are no principles of legality to which to appeal. There is no culture where there is no acceptance of certain final intellectual positions to which a dispute may be referred. 23 There is no culture where economic relations are not subject to a regulating principle to protect interests involved. There is no culture where aesthetic controversy does not recognise the necessity of justifying the work of art. …
Cuando faltan todas esas cosas, no hay cultura; hay, en el sentido más estricto de la palabra, barbarie. Y esto es, no nos hagamos ilusiones, lo que empieza a haber en Europa bajo la progresiva rebelión de las masas. El viajero que llega a un país bárbaro sabe que en aquel territorio no rigen principios a que quepa recurrir. No hay normas bárbaras propiamente. La barbarie es ausencia de normas y de posible apelación. When all these things are lacking there is no culture; there is in the strictest sense of the word, barbarism. And let us not deceive ourselves, this is what is beginning to appear in Europe under the progressive rebellion of the masses. The traveller who arrives in a barbarous country knows that in that territory there are no ruling principles to which it is possible to appeal. Properly speaking, there are no barbarian standards. Barbarism is the absence of standards to which appeal can be made.
El más y el menos de cultura se mide por la mayor o menor precisión de las normas. Donde hay poca, regulan éstas la vida sólo grosso modo ; donde hay mucha, penetran hasta el detalle en el ejercicio de todas las actividades. La escasez de la cultura intelectual española, esto es, del cultivo o ejercicio disciplinado del intelecto, se manifiesta no en que se sepa más o menos, sino en la habitual falta de cautela y cuidados para ajustarse a la verdad que suelen mostrar los que hablan y escriben. No, pues, en que se acierte o no -la verdad no está en nuestra mano-, sino en la falta de escrúpulo que lleva a no cumplir los requisitos elementales para acertar. Seguimos siendo el eterno cura de aldea que rebate triunfante al maniqueo, sin haberse ocupado antes de averiguar lo que piensa el maniqueo. The varying degrees of culture are measured by the greater or less precision of the standards. Where there is little such precision, these standards rule existence only grosso modo; where there is much they penetrate in detail into the exercise of all the activities.
Cualquiera puede darse cuenta de que en Europa, desde hace años, han empezado a pasar « cosas raras». Por dar algún ejemplo concreto de estas cosas raras, nombraré ciertos movimientos políticos, como el sindicalismo y el fascismo. No se diga que parecen raros simplemente porque son nuevos. El entusiasmo por la innovación es de tal modo ingénito en el europeo, que le ha llevado a producir la historia más inquieta de cuantas se conocen. No se atribuya, pues, lo que estos nuevos hechos tienen de raro a lo que tienen de nuevo, sino a la extrañísima vitola de estas novedades. Bajo las especies de sindicalismo y fascismo aparece por primera vez en Europa un tipo de hombre que no quiere dar razones ni quiere tener razón , sino que, sencillamente, se muestra resuelto a imponer sus opiniones. He aquí lo nuevo: el derecho a no tener razón, la razón de la sinrazón. Yo veo en ello la manifestación más palpable del nuevo modo de ser las masas, por haberse resuelto a dirigir la sociedad sin capacidad para ello. En su conducta política se revela la estructura del alma nueva de la manera más cruda y contundente; pero la clave está en el hermetismo intelectual. El hombre medio se encuentra con « ideas» dentro de sí, pero carece de la función de idear. Ni sospecha siquiera cuál es el elemento utilísimo en que las ideas viven. Quiere opinar. De aquí que sus « ideas» no sean efectivamente sino apetitos con palabras, como las romanzas musicales. Anyone can observe that in Europe, for some years past, "strange things" have begun to happen. To give a concrete example of these "strange things" I shall name certain political movements, such as Syndicalism and Fascism. We must not think that they seem strange simply because they are new. The enthusiasm for novelty is so innate in the European that it has resulted in his producing the most unsettled history of all known to us. The element of strangeness in these new facts is not to be attributed to the element of novelty, but to the extraordinary form taken by these new things. Under the species of Syndicalism and Fascism there appears for the first time in Europe a type of man who does not want to give reasons or to be right, but simply shows himself resolved to impose his opinions. This is the new thing: the right not to be reasonable, the "reason of unreason." Here I see the most palpable manifestation of the new mentality of the masses, due to their having decided to rule society without the capacity for doing so. In their political conduct the structure of the new mentality is revealed in the rawest, most convincing manner; but the key to it lies in intellectual hermetism.The average man finds himself with "ideas" in his head, but he lacks the faculty of ideation. He has no conception even of the rare atmosphere in which ideas live. He wishes to have opinions, but is unwilling to accept the conditions and presuppositions that underlie all opinion. Hence his ideas are in effect nothing more than appetites in words, something like musical romanzas.
Tener una idea es creer que se poseen las razones de ella, y es, por lo tanto, creer que exista una razón, un orbe de verdades inteligibles. Idear, opinar, es una misma cosa con apelar a tal instancia, supeditarse a ella, aceptar su código y su sentencia, creer, por lo tanto, que la forma superior de la convivencia es el diálogo en que se discuten las razones de nuestras ideas. Pero el hombre-masa se sentiría perdido si aceptase la discusión, e instintivamente repudia la obligación de acatar esa instancia suprema que se halla fuera de él. Por eso, lo « nuevo» es en Europa « acabar con las discusiones», y se detesta toda forma de convivencia que por si misma implique acatamiento de normas objetivas, desde la conversación hasta el Parlamento, pasando por la ciencia. Esto quiere decir que se renuncia a la convivencia de cultura, que es una convivencia bajo normas, y se retrocede a una convivencia bárbara. Se suprimen todos los trámites normales y se va directamente a la imposición de lo que se desea. El hermetismo del alma, que, como hemos visto antes, empuja a la masa para que intervenga en toda la vida pública, la lleva también, inexorablemente, a un procedimiento único de intervención: la acción directa. To have an idea means believing one is in possession of the reasons for having it, and consequently means believing that there is such a thing as reason, a world of intelligible truths. To have ideas, to form opinions, is identical with appealing to such an authority, submitting oneself to it, accepting its code and its decisions, and therefore believing that the highest form of inter-communion is the dialogue in which the reasons for our ideas are discussed. But the mass-man would feel himself lost if he accepted discussion, and instinctively repudiates the obligation of accepting that supreme authority lying outside himself. Hence the "new thing" in Europe is "to have done with discussions," and detestation is expressed for all forms of intercommunion which imply acceptance of objective standards, ranging from conversation to Parliament, and taking in science. This means that there is a renunciation of the common life based on culture, which is subject to standards, and a return to the common life of barbarism. All the normal processes are suppressed in order to arrive directly at the imposition of what is desired. The hermetism of the soul which, as we have seen before, urges the mass to intervene in the whole of public life, also inevitably leads it to one single process of intervention: direct action.
El día en que se reconstruya la génesis de nuestro tiempo, se advertirá que las primeras notas de su peculiar melodía sonaron en aquellos grupos sindicalistas y realistas franceses de hacia 1900, inventores de la manera y la palabra « acción directa». Perpetuamente el hombre ha acudido a la violencia: unas veces este recurso era simplemente un crimen, y no nos interesa. Pero otras era la violencia el medio a que recurría el que había agotado antes todos los demás para defender la razón y la justicia que creía tener. Será muy lamentable que la condición humana lleve una y otra vez a esta forma de violencia, pero es innegable que ella significa el mayor homenaje a la razón y la justicia. Como que no es tal violencia otra cosa que la razón exasperada. La fuerza era, en efecto, la ultima ratio . Un poco estúpidamente ha solido entenderse con ironía esta expresión, que declara muy bien el previo rendimiento de la fuerza a las normas racionales. La civilización no es otra cosa que el ensayo de reducir la fuerza a ultima ratio Ahora empezamos a ver esto con sobrada claridad, porque la « acción directa» consiste en invertir el orden y proclamar la violencia como prima ratio , en rigor, como única razón. Es ella la norma que propone la anulación de toda norma, que suprime todo intermedio entre nuestro propósito y su imposición. Es la Carta Magna de la barbarie. When the reconstruction of the origins of our epoch is undertaken, it will be observed that the first notes of its special harmony were sounded in those groups of French syndicalists and realists of about 1900, inventors of the method and the name of "direct action." Man has always had recourse to violence; sometimes this recourse was a mere crime, and does not interest us here. But at other times violence was the means resorted to by him who had previously exhausted all others in defence of the rights of justice which he thought he possessed. It may be regrettable that human nature tends on occasion to this form of violence, but it is undeniable that it implies the greatest tribute to reason and justice. For this form of violence is none other than reason exasperated. Force was, in fact, the ultima ratio. Rather stupidly it has been the custom to take ironically this expression, which clearly indicates the previous submission of force to methods of reason. Civilisation is nothing else than the attempt to reduce force to being the ultima ratio. We are now beginning to realise this with startling clearness , because "direct action" consists in inverting the order and proclaiming violence as prima ratio, or strictly as unica ratio. It is the norm which proposes the annulment of all norms, which suppresses all intermediate process between our purpose and its execution. It is the Magna Charta of barbarism.
Conviene recordar que en todo tiempo, cuando la masa, por uno u otro motivo, ha actuado en la vida pública, lo ha hecho en forma de « acción directa». Fue, pues, siempre el modo de operar natural a las masas. Y corrobora enérgicamente la tesis de este ensayo el hecho patente de que ahora, cuando la intervención directa de las masas en la vida pública ha pasado de casual e infrecuente a ser lo normal, aparezca la « acción directa» ofícialmente como norma reconocida. It is well to recall that at every epoch when the mass, for one purpose or another, has taken a part in public life, it has been in the form of "direct action." This was, then, the natural modus operandi of the masses. And the thesis of this essay is strongly confirmed by the patent fact that at present when the overruling intervention in public life of the masses has passed from casual and infrequent to being the normal, it is "direct action" which appears officially as the recognised method.
Toda la convivencia humana va cayendo bajo este nuevo régimen en que se suprimen las instancias indirectas. En el trato social se suprime la « buena educación». La literatura como « acción directa» se constituye en el insulto. Las relaciones sexuales reducen sus trámites. All our communal life is coming under this regime in which appeal to "indirect" authority is suppressed. In social relations "good manners" no longer hold sway. Literature as "direct action" appears in the form of insult. The restrictions of sexual relations are reduced.
¡Trámites, normas, cortesía, usos intermediarios, justicia, razón! ¿De qué vino inventar todo esto, crear tanta complicación? Todo ello se resume en la palabra civilización, que, al través de la idea de civis, el ciudadano, descubre su propio origen. Se trata con todo ello de hacer posible la ciudad, la comunidad, la convivencia. Por eso, si miramos por dentro cada uno de esos trebejos de la civilización que acabo de enumerar, hallaremos una misma entraña en todos. Todos, en efecto, suponen el deseo radical y progresivo de contar cada persona con las demás. Civilización es, antes que nada, voluntad de convivencia. Se es incivil y bárbaro en la medida en que no se cuente con los demás. La barbarie es tendencia a la disociación. Y así todas las épocas bárbaras han sido tiempos de desparramamiento humano, polulación de mínimos grupos separados y hostiles. Restrictions, standards, courtesy, indirect methods, justice, reason! Why were all these invented, why all these complications created? They are all summed up in the word civilisation, which, through the underlying notion of civis, the citizen, reveals its real origin. By means of all these there is an attempt to make possible the city, the community, common life. Hence, if we look into all these constituents of civilisation just enumerated, we shall find the same common basis. All, in fact, presuppose the radical progressive desire on the part of each individual to take others into consideration. Civilisation is before all, the will to live in common. A man is uncivilised, barbarian in the degree in which he does not take others into account. Barbarism is the tendency to disassociation. Accordingly, all barbarous epochs have been times of human scattering, of the pullulation of tiny groups, separate from and hostile to one another.
La forma que en política ha representado la más alta voluntad de convivencia es la democracia liberal. Ella lleva al extreme la resolución de contar con el prójimo y es prototipo de la « acción indirecta». El liberalismo es el principio de derecho político según el cual el poder público, no obstante ser omnipotente, se limita a sí mismo y procura, aun a su costa, dejar hueco en el Estado que él impera para que puedan vivir los que ni piensan ni sienten como él, es decir, como los más fuertes, como la mayoría. El liberalismo -conviene hoy recordar esto- es la suprema generosidad: es el derecho que la mayoría otorga a la minoría y es, por lo tanto, el más noble grito que ha sonado en el planeta. Proclama la decisión de convivir con el enemigo: más aún, con el enemigo débil. Era inverosímil que la especie humana hubiese llegado a una cosa tan bonita, tan paradójica, tan elegante, tan acrobática, tan antinatural. Por eso, no debe sorprender que prontamente parezca esa misma especie resuelta a abandonarla. Es un ejercicio demasiado difícil y complicado para que se consolide en la tierra. The political doctrine which has represented the loftiest endeavour towards common life is liberal democracy. It carries to the extreme the determination to have consideration for one′s neighbour and is the prototype of "indirect action." Liberalism is that principle of political rights, according to which the public authority, in spite of being all-powerful, limits itself and attempts, even at its own expense, to leave room in the State over which it rules for those to live who neither think nor feel as it does, that is to say as do the stronger, the majority. Liberalism- it is well to recall this to-day- is the supreme form of generosity; it is the right which the majority concedes to minorities and hence it is the noblest cry that has ever resounded in this planet. It announces the determination to share existence with the enemy; more than that, with an enemy which is weak. It was incredible that the human species should have arrived at so noble an attitude, so paradoxical, so refined, so acrobatic, so anti-natural. Hence, it is not to be wondered at that this same humanity should soon appear anxious to get rid of it. It is a discipline too difficult and complex to take firm root on earth.
¡Convivir con el enemigo! ¡Gobernar con la oposición! ¿No empieza a ser ya incomprensible semejante ternura? Nada acusa con mayor claridad la fisonomía del presente como el hecho de que vayan siendo tan pocos los países donde existe la oposición. En casi todos una masa homogénea pesa sobre el poder público y aplasta, aniquila todo grupo opositor. La masa - ¿quién lo diría al ver su aspecto compacto y multitudinario?- no desea la convivencia con lo que no es ella. Odia a muerte lo que no es ella. Share our existence with the enemy! Govern with the opposition! Is not such a form of tenderness beginning to seem incomprehensible? Nothing indicates more clearly the characteristics of the day than the fact that there are so few countries where an opposition exists. In almost all, a homogeneous mass weighs on public authority and crushes down, annihilates every opposing group. The masswho would credit it as one sees its compact, multitudinous appearance?- does not wish to share life with those who are not of it. It has a deadly hatred of all that is not itself.





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CHAPTER IX

PRIMITIVISMO Y TECNICA

THE PRIMITIVE AND THE TECHNICAL

Me importa mucho recordar aquí que estamos sumergidos en el análisis de una situación -la del presente- sustancialmente equívoca. Por eso insinué al principio que todos los rasgos actuales, y en especial la rebelión de las masas, presentan doble vertiente. Cualquiera de ellos no sólo tolera, sino que reclama una doble interpretación, favorable y peyorativa. Y este equívoco no reside en nuestro juicio, sino en la realidad misma. No es que pueda parecerme por un lado bien, por otro mal, sino que en sí misma la situación presente es potencia bifronte de triunfo o de muerte. IT is much to my purpose to recall that we are here engaged in the analysis of a situation- the actual one which is of its essence ambiguous. Hence I suggested at the start that all the features of the present day, and in particular the rebellion of the masses, offer a double aspect. Any one of them not only admits of, but requires, a double interpretation, favourable and unfavourable. And this ambiguity lies, not in our minds, but in the reality itself. It is not that the present situation may appear to us good from one viewpoint, and evil from another, but that in itself it contains the twin potencies of triumph or of death.
No es cosa de lastrar este ensayo con toda una metafísica de la historia. Pero claro es que lo voy construyendo sobre el cimiento subterráneo de mis convicciones filosóficas expuestas o aludidas en otros lugares. No creo en la absoluta determinación de la historia. Al contrario, pienso que toda vida y, por lo tanto, la histórica, se compone de puros instantes, cada uno de los cuales ésta relativamente indeterminado con respecto al anterior, de suerte que en él la realidad vacila, piétine sur place , y no sabe bien si decidirse por una u otra entre varias posibilidades. Este titubeo metafísico proporciona a todo lo vital esa inconfundible cualidad de vibración y estremecimiento. There is no call to burden this essay with a complete philosophy of history. But it is evident that I am basing it on the underlying foundation of my own philosophical convictions. I do not believe in the absolute determinism of history. On the contrary, I believe that all life, and consequently the life of history, is made up of simple moments, each of them relatively undetermined in respect of the previous one, so that in it reality hesitates, walks up and down, and is uncertain whether to decide for one or other of various possibilities. It is this metaphysical hesitancy which gives to everything living its unmistakable character of tremulous vibration.
La rebelión de las masas puede , en efecto, ser tránsito a una nueva y sin par organización de la humanidad, pero también puede ser una catástrofe en el destino humano. No hay razón para negar la realidad del progreso; pero es preciso corregir la noción que cree seguro este progreso. The rebellion of the masses may, in fact, be the transition to some new, unexampled organisation of humanity, but it may also be a catastrophe of human destiny. There is no reason to deny the reality of progress, but there is to correct the notion that believes this progress secure.
Más congruente con los hechos es pensar que no hay ningún progreso seguro, ninguna evolución sin la amenaza de involución y retroceso. Todo, todo es posible en la historia -lo mismo el progreso triunfal e indefinido que la periódica regresión-. Porque la vida, individual o colectiva, personal o histórica, es la única entidad del universo cuya sustancia es peligro. Se compone de peripecias. Es, rigorosamente hablando, drama. It is more in accordance with facts to hold that there is no certain progress, no evolution, without the threat of "involution," of retrogression. Everything is possible in history; triumphant, indefinite progress equally with periodic retrogression. For life, individual or collective, personal or historic, is the one entity in the universe whose substance is compact of danger, of adventure. It is, in the strict sense of the word, drama. …..
Esto, que es verdad en general, adquiere mayor intensidad en los « momentos críticos», como es el presente. Y así, los síntomas de nueva conducta que bajo el imperio actual de las masas van apareciendo y agrupábamos bajo el título de « acción directa», pueden anunciar también futuras perfecciones. Es claro que toda vieja cultura arrastra en su avance tejidos caducos y no parva cargazón de materia córnea, estorbo a la vida y tóxico residuo. Hay instituciones muertas, valoraciones y respetos supervivientes y ya sin sentido, soluciones indebidamente complicadas, normas que han probado su insustancialidad. Todos estos elementos de la acción directa , de la civilización, demandan una época del frenesí simplificador. La levita y el plastrón románticos solicitan una venganza por medio del actual déshabillé y el « en mangas de camisa». Aquí la simplificación es higiene y mejor gusto; por lo tanto, una solución más perfecta, como siempre que con menos medios se consigue más. El árbol del amor romántico exigía también una poda para que cayeran las demasiadas magnolias falsas zurcidas a sus ramas y el furor de lianas, volutas, retorcimientos e intrincaciones que no lo dejaban solearse. This, which is true in general, acquires greater force in "moments of crisis" such as the present. And so, the symptoms of new conduct which are appearing under the actual dominion of the masses, and which we have grouped under the term "direct action," may also announce future perfections. It is evident that every old civilisation drags with it in its advance worn-out tissues and no small load of callous matter, which form an obstacle to life, mere toxic dregs. There are dead institutions, valuations and estimates which still survive, though now meaningless, unnecessarily complicated solutions, standards whose lack of substance has been proved. All these constituents of "indirect action," of civilisation, demand a period of feverish simplification. The tall hat and frock-coat of the romantic period are avenged by means of present-day deshabille and "shirt-sleeves ." Here, the simplification means hygiene and better taste, consequently a more perfect solution, as always happens when more is obtained by smaller means. The tree of romantic love also was badly in need of pruning in order to shed the abundance of imitation magnolias tacked on to its branches and the riot of creepers, spirals, and tortuous ramifications which deprived it of the sun.
En general, la vida pública, sobre todo la política, requería urgentemente una reducción a lo auténtico, y la humanidad europea no podría dar el salto elástico que el optimista reclama de ella si no se pone antes desnuda, si no se aligera hasta su pura esencialidad, hasta cumplir consigo misma. El entusiasmo que siento por esta disciplina de nudificación, de autenticidad, la conciencia de que es imprescindible para franquear el paso a un futuro estimable, me hace reivindicar plena libertad de ideador frente a todo el pasado. Es el porvenir quien debe imperar sobre el pretérito, y de él recibimos la orden para nuestra conducta frente a cuanto fue. In general, public life and above all politics, urgently needed to be brought back to reality, and European humanity could not turn the somersault which the optimist demands of it, without first taking off its clothes, getting down to its bare essence, returning to its real self. The enthusiasm which I feel for this discipline of stripping oneself bare, of being one′s real self, the belief that it is indispensable in order to clear the way to a worthy future, leads me to claim full liberty of thought with regard to everything in the past. It is the future which must prevail over the past, and from it we take our orders regarding our attitude towards what has been.
Pero es preciso evitar el pecado mayor de los que dirigieron el siglo XIX: la defectuosa conciencia de su responsabilidad, que les hizo no mantenerse alerta y en vigilancia. Dejarse deslizar por la pendiente favorable que presenta el curso de los acontecimientos y embotarse para la dimensión de peligro y mal cariz que aun la hora más jocunda posee, es precisamente faltar a la misión de responsable. Hoy se hace menester suscitar una hiperestesia de responsabilidad en los que sean capaces de sentirla, y parece lo más urgente subrayar el lado palmariamente funesto de los síntomas actuales. [[ But it is necessary to avoid the great sin of those who directed the XIXth Century, the lack of recognition of their responsibilities which prevented them from keeping alert and on the watch. To let oneself slide down the easy slope offered by the course of events and to dull one′s mind against the extent of the danger, the unpleasant features which characterise even the most joyous hour, that is precisely to fail in one′s obligation of responsibility. To-day it has become necessary to stir up an exaggerated sense of responsibility in those capable of feeling it, and it seems of supreme urgency to stress the evidently dangerous aspect of presentday symptoms. ……
Es indudable que en un balance diagnóstico de nuestra vida pública los factores adversos superan con mucho a los favorables, si el cálculo se hace no tanto pensando en el presente como en lo que anuncian y prometen. There is no doubt that on striking a balance of our public life the adverse factors far outweigh the favourable ones, if the calculation be made not so much in regard to the present, as to what they announce and promise for the future.
Todo el crecimiento de posibilidades concretas que ha experimentado la vida corre riesgo de anularse a sí mismo al topar con el más pavoroso problema sobrevenido en el destino europeo y que de nuevo formulo: se ha apoderado de la dirección social un tipo de hombre a quien no interesan los principios de la civilización. No los de ésta o los de aquélla, sino -a lo que hoy puede juzgarse- los de ninguna. Le interesan, evidentemente, los anestésicos, los automóviles y algunas cosas más. Pero esto confirma su radical desinterés hacia la civilización. Pues esas cosas son sólo productos de ella, y el fervor que se les dedica hace resaltar más crudamente la insensibilidad para los principios de que nacen. Baste hacer constar este hecho: desde que existen las nuove scienze, las ciencias físicas -por lo tanto, desde el Renacimiento-, el entusiasmo hacia ellas había aumentado sin colapso a lo largo del tiempo. Más concretamente: el número de gentes que en proporción se dedicaban a esas puras investigaciones era mayor en cada generación. El primer caso de retroceso -repito, proporcional- se ha producido en la generación que hoy va de los veinte a los treinta. En los laboratorios de ciencia pura empieza a ser difícil atraer discípulos. Y esto acontece cuando la industria alcanza su mayor desarrollo y cuando las gentes muestran mayor apetito por el uso de aparatos y medicinas creados por la ciencia. All the increased material possibilities which life has experienced run the risk of being annulled when they are faced with the staggering problem that has come upon the destiny of Europe, and which I once more formulate: the direction of society has been taken over by a type of man who is not interested in the principles of civilisation. Not of this or that civilisation but- from what we can judge to-dayof any civilisation. Of course, he is interested in anesthetics, motor-cars, and a few other things. But this fact merely confirms his fundamental lack of interest in civilisation. For those things are merely its products, and the fervour with which he greets them only brings into stronger relief his indifference to the principles from which they spring. It is sufficient to bring forward this fact: since the nuove scienze, the natural sciences, came into being- from the Renaissance on, that is to say- the enthusiasm for them had gone on increasing through the course of time. To put it more concretely, the proportionate number of people who devoted themselves to pure scientific research was in each generation greater. The first case of retrogression- relative, I repeat- has occurred in the generation of those between twenty and thirty at the present time. It is becoming difficult to attract students to the laboratories of pure science. And this is happening when industry is reaching its highest stage of development, and when people in general are showing still greater appetite for the use of the apparatus and the medicines created by science.
Si no fuera prolijo, podría demostrarse pareja incongruencia en política, en arte, en moral, en religión y en las zonas cotidianas de la vida. If we did not wish to avoid prolixity, similar incongruity could be shown in politics, art, morals, religion, and in the everyday activities of life.
¿Qué nos significa situación tan paradójica? Este ensayo pretende haber preparado la respuesta a tal pregunta. Significa que el hombre hoy dominante es un primitivo, un Naturmensch emergiendo en medio de un mundo civilizado. Lo civilizado es el mundo, pero su habitante no lo es: ni siquiera ve en él la civilización, sino que usa de ella como si fuese naturaleza. El nuevo hombre desea el automóvil y goza de él; pero cree que es fruta espontánea de un árbol edénico. En el fondo de su alma desconoce el carácter artificial, casi inverosímil, de la civilización, y no alargara su entusiasmo por los aparatos hasta los principios que los hacen posibles Cuando más arriba, transponiendo unas palabras de Rathenau, decía yo que asistimos a la « invasión vertical de los bárbaros», pudo juzgarse -como es sólito- que se trataba sólo de una « frase». Ahora se ve que la expresión podrá enunciar una verdad o un error, pero que es lo contrario de una « frase», a saber: una definición formal que condensa todo un complicado análisis. El hombre-masa actual es, en efecto, un primitivo, que por los bastidores se ha deslizado en el viejo escenario de la civilización. What is the significance to us of so paradoxical a situation? This essay is an attempt to prepare the answer to that question. The meaning is that the type of man dominant to-day is a primitive one, a Naturmensch rising up in the midst of a civilised world. The world is a civilised one, its inhabitant is not: he does not see the civilisation of the world around him, but he uses it as if it were a natural force. The new man wants his motor-car, and enjoys it, but he believes that it is the spontaneous fruit of an Edenic tree. In the depths of his soul he is unaware of the artificial, almost incredible, character of civilisation, and does not extend his enthusiasm for the instruments to the principles which make them possible. When some pages back, by a transposition of the words of Rathenau, I said that we are witnessing the "vertical invasion of the barbarians" it might be thought (it generally is) that it was only a matter of a "phrase." It is now clear that the expression may enshrine a truth or an error, but that it is the very opposite of a "phrase," namely: a formal definition which sums up a whole complicated analysis. The actual mass-man is, in fact, a primitive who has slipped through the wings on to the age-old stage of civilisation.
A toda hora se habla hoy de los progresos fabulosos de la técnica; pero yo no veo que se hable, ni por los mejores, con una conciencia de su porvenir suficientemente dramático. El mismo Spengler, tan sutil y tan hondo -aunque tan maniático-, me parece en este punto demasiado optimista. Pues cree que a la « cultura» va a suceder una época de « civilización», bajo la cual entiende sobre todo la técnica. La idea que Spengler tiene de la « cultura», y en general de la historia, es tan remota de la presupuesta en este ensayo, que no es fácil, ni aun para rectificarlas, traer aquí a comento sus conclusiones. Sólo brincando sobre distancias y precisiones, para reducir ambos puntos de vista a un común denominador, pudiera plantearse así la divergencia: Spengler cree que la técnica puede seguir viviendo cuando ha muerto el interés por los principios de la cultura. There is continual talk to-day of the fabulous progress of technical knowledge; but I see no signs in this talk, even amongst the best, of a sufficiently dramatic realisation of its future. Spengler himself, so subtle and profound- though so subject to mania- appears to me in this matter far too optimistic. For he believes that "culture" is to be succeeded by an era of "civilisation," by which word he understands more especially technical efficiency. The idea that Spengler has of "culture" and of history in general is so remote from that underlying this essay, that it is not easy, even for the purpose of correction, to comment here upon his conclusions. It is only by taking great leaps and neglecting exact details, in order to bring both view-points under a common denominator, that it is possible to indicate the difference between us, Spengler believes that "technicism" can go on living when interest in the principles underlying culture are dead.
Yo no puedo resolverme a creer tal cosa. La técnica es, consustancialmente, ciencia, y la ciencia no existe si no interesa en su pureza y por ella misma, y no puede interesar si las gentes no continúan entusiasmadas con los principios generales de la cultura. Si se embota este fervor -como parece ocurrir-, la técnica sólo puede pervivir un rato, el que le dure la inercia del impulso cultural que la creó. Se vive con la técnica, pero no de la técnica. I cannot bring myself to believe any such thing. Technicism and science are consubstantial, and science no longer exists when it ceases to interest for itself alone, and it cannot so interest unless men continue to feel enthusiasm for the general principles of culture. If this fervour is deadened- as appears to be happening- technicism can only survive for a time, for the duration of the inertia of the cultural impulse which started it. We live with our technical requirements, but not by them.
Esta no se nutre ni respira a sí misma, no es causa sui , sino precipitado útil, práctico, de preocupaciones superfluas, imprácticas. These give neither nourishment nor breath to themselves, they are not causae sui, but a useful, practical precipitate of superfluous, unpractical activities.
Voy, pues, a la advertencia de que el actual interés por la técnica no garantiza nada, y menos que nada el progreso mismo o la perduración de la técnica. Bien está que se considere el tecnicismo como uno de los rasgos característicos de la « cultura moderna», es decir, de una cultura que contiene un género de ciencia, el cual resulta materialmente aprovechable. I proceed, then, … that the actual interest in technical accomplishment guarantees nothing, less than nothing, for the progress or the duration of such accomplishment. It is quite right that technicism should be considered one of the characteristic features of "modern culture," that is to say, of a culture which comprises a species of science which proves materially profitable.
Por eso, al resumir la fisonomía novísima de la vida implantada por el siglo XIX, me quedaba yo con estas dos solas facciones: democracia liberal y técnica. Pero repito que me sorprende la ligereza con que al hablar de la técnica se olvida que su víscera cordial es la ciencia pura, y que las condiciones de su perpetuación involucran las que hacen posible el puro ejercicio científico. ¿Se ha pensado en todas las cosas que necesitan seguir vigentes en las almas para que pueda seguir habiendo de verdad « hombres de ciencia»? ¿Se cree en serio que mientras haya dólares habrá ciencia. Hence, when describing the newest aspect of the existence implanted by the XIXth Century, I was left with these two features: liberal democracy and technicism. But I repeat that I am astonished at the case with which when speaking of technicism it is forgotten that its vital centre is pure science, and that the conditions for its continuance involve the same conditions that render possible pure scientific activity. Has any thought been given to the number of things that must remain active in men′s souls in order that there may still continue to be "men of science" in real truth? Is it seriously thought that as long as there are dollars there will be science?
Esta idea en que muchos se tranquilizan no es sino una prueba más de primitivismo. This notion in which so many find rest is only a further proof of primitivism.
¡Ahí es nada la cantidad de ingredientes, los más dispares entre sí, que es menester reunir y agitar para obtener el cóctel de la ciencia físicoquímica! Aun contentándose con la presión más débil y somera del tema, salta ya el clarísimo hecho de que en toda la amplitud de la tierra y en toda la del tiempo, la fisicoquímica sólo ha logrado constituirse, establecerse plenamente en el breve cuadrilátero que inscriben Londres, Berlín, Viena y París. Y aun dentro de ese cuadrilátero, sólo en el siglo XIX. Esto demuestra que la ciencia experimental es uno de los productos más improbables de la historia. Magos, sacerdotes, guerreros y pastores han pululado donde y como quiera. Pero esta fauna del hombre experimental requiere, por lo visto, para producirse, un conjunto de condiciones más insólito que el que engendra al unicornio. Hecho tan sobrio y tan magro debía hacer reflexionar un poco sobre el carácter supervolátil, evaporante, de la inspiración científica . ¡lúcido va quien crea que si Europa desapareciese podrían los norteamericanos continuar la ciencia. As if there were not numberless ingredients, of most disparate nature, to be brought together and shaken up in order to obtain the cock-tail of physico-chemical science! Under even the most perfunctory examination of this subject, the evident fact bursts into view that over the whole extent of space and time, physico-chemistry has succeeded in establishing itself completely only in the small quadrilateral enclosed by London, Berlin, Vienna, and Paris, and that only in the XIXth Century. This proves that experimental science is one of the most unlikely products of history. Seers, priests, warriors and shepherds have abounded in all times and places. But this fauna of experimental man apparently requires for its production a combination of circumstances more exceptional than those that engender the unicorn. Such a bare, sober fact should make us reflect a little on the supervolatile, evaporative character of scientific inspiration. 28 Blissful the man who believes that, were Europe to disappear, the North Americans could continue science!
Importaría mucho tratar a fondo el asunto y especificar con toda minucia cuáles son los supuestos históricos, vitales de la ciencia experimental y, consecuentemente, de la técnica. Pero no se espere que, aun aclarada la cuestión, el hombre-masa se daría por enterado. El hombre-masa no atiende a razones, y sólo aprende en su propia carne. It would be of great value to treat the matter thoroughly and to specify in detail what are the historical presuppositions, vital to experimental science and, consequently, to technical accomplishment. But let no one hope that, even when this point was made clear, the mass-man would understand. The mass-man has no attention to spare for reasoning, he learns only in his own flesh.
Una observación me impide hacerme ilusiones sobre la eficacia de tales prédicas, que a fuer de racionales tendrían que ser sutiles. ¿No es demasiado absurdo que en las circunstancias actuales no sienta el hombre medio, espontáneamente y sin prédicas, fervor superlativo hacia aquellas ciencias y sus congéneres las biológicas? Porque repárese en cuál es la situación actual: mientras, evidentemente, todas las demás cosas de la cultura se han vuelto problemáticas -la política, el arte, las normas sociales, la moral misma-, hay una que cada día comprueba, de la manera más indiscutible y más propia para hacer efecto al hombre-masa, su maravillosa eficiencia: la ciencia empírica. Cada día facilita un nuevo invento que ese hombre medio utiliza; cada día produce un nuevo analgésico o vacuna, de que ese hombre medio se beneficia. Todo el mundo sabe que, no cediendo la inspiración científica, si se triplicasen o decuplicasen los laboratorios, se multiplicarían automáticamente riqueza, comodidades, salud, bienestar. There is one observation which bars me from deceiving myself as to the efficacy of such preachments, which by the fact of being based on reason would necessarily be subtle. Is it not altogether absurd that, under actual circumstances, the average man does not feel spontaneously, and without being preached at, an ardent enthusiasm for those sciences and the related ones of biology? For, just consider what the actual situation is. While evidently all the other constituents of culturepolitics, art, social standards, morality itself- have become problematic, there is one which increasingly demonstrates, in a manner most indisputable and ... most suitable to impress the mass-man, its marvellous efficiency: and that one is empirical science. Every day furnishes a new invention which this average man utilises. Every day produces a new anesthetic or vaccine from which this average man benefits. Everyone knows that, if scientific inspiration does not weaken and the laboratories are multiplied three times or ten times, there will be an automatic multiplication of wealth, comfort, health, prosperity.
¿Puede imaginarse propaganda más formidable y contundente en favor de un principio vital? ¡Cómo, no obstante, no hay sombra de que las masas se pidan a sí mismas un sacrificio de dinero y de atención para dotar mejor la ciencia? Lejos de eso, la posguerra ha convertido al hombre de ciencia en el nuevo paria social. Y conste que me refiero a físicos, químicos, biólogos - no a los filósofos-. La filosofía no necesita ni protección, ni atención, ni simpatía de la masa. Cuida su aspecto de perfecta inutilidad, y con ello se liberta de toda supeditación al hombre medio. Se sabe a sí misma, por esencia, problemática, y abraza alegre su libre destino de Pájaro del Buen Dios, sin pedir a nadie que cuente con ella, ni recomendarse, ni defenderse. Can any more formidable, more convincing propaganda be imagined in favour of a vital principle? How is it, nevertheless, that there is no sign of the masses imposing on themselves any sacrifice of money or attention in order to endow science more worthily? Far from this being the case, the post-war period has converted the man of science into a new social pariah. And note that I am referring to physicists, chemists, biologists, not to philosophers. Philosophy needs neither protection, attention nor sympathy from the masses. It maintains its character of complete inutility, 29 and thereby frees itself from all subservience to the average man. It recognises itself as essentially problematic, and joyously accepts its free destiny as a bird of the air, without asking anybody to take it into account, without recommending or defending itself.
Si a alguien, buenamente, le aprovecha para algo, se regocija por simple simpatía humana; pero no vive de ese provecho ajeno, ni lo premedita, ni lo espera. ¿Cómo va a pretender que nadie la tome en serio, si ella comienza por dudar de su propia existencia, si no vive más que en la medida en que se combata a sí misma, en que se desviva a si misma? Dejemos, pues, a un lado la filosofía, que es aventura de otro rango. If it does really turn out to the advantage of anyone, it rejoices from simple human sympathy; but does not live on the profit it brings to others, neither anticipating it nor hoping for it. How can it lay claim to being taken seriously by anyone if it starts off by doubting its own existence, if it lives only in the measure …in which it combats itself, deprives itself of life? Let us, then, leave out of the question philosophy, which is an adventure of another order.
Pero las ciencias experimentales sí necesitan de la masa, como ésta necesita de ellas, so pena de sucumbir, ya que en un planeta sin fisicoquímica no puede sustentarse el número de hombres hoy existentes. But the experimental sciences do need the cooperation of the mass-man, just as he needs them, under pain of dissolution, inasmuch as in a planet without physico-chemistry the number of beings existing to-day cannot be sustained.
¿Qué razonamientos pueden conseguir lo que no consigue el automóvil, donde van y vienen esos hombres, y la inyección de pantopón, que fulmina, milagrosa , sus dolores? La desproporción entre el beneficio constante y patente que la ciencia les procura, y el interés que por ella muestran es tal que no hay modo de sobornarse a sí mismo con ilusorias esperanzas y esperar más que barbarie de quien así se comporta. Máxime si, según veremos, este despego hacia la ciencia como tal, aparece, quizá con mayor claridad que en ninguna otra parte, en la masa de los técnicos mismos -de médicos, ingenieros, etc., los cuales suelen ejercer su profesión con un estado de espíritu idéntico en lo esencial al de quien se contenta con usar del automóvil o comprar el tubo de aspirina-, sin la menor solidaridad íntima con el destino de la ciencia, de la civilización. What arguments can bring about something which has not been brought about by the motor-car in which those men come and go, and pantopon injection which destroys, miraculously, their pains? The disproportion between the constant, evident benefit which science procures them and the interest they show in it is such that it is impossible today to deceive oneself with illusory hopes and to expect anything but barbarism from those who so behave. Especially if, as we shall see, this disregard of science as such a pears, with possibly more evidence than elsewhere, in the mass of technicians themselvesdoctors, engineers, etc., who are in the habit of exercising their profession in a state of mind identical in all essentials to that of the man who is content to use his motor-car or buy his tube of aspirinwithout the slightest intimate solidarity with the future of science, of civilisation.
Habrá quien se sienta más sobrecogido por Otros síntomas de barbarie emergente que, siendo de cualidad positiva, de acción, y no de omisión, saltan más a los ojos y se materializan en espectáculo. Para mí es éste de la desproporción entre el provecho que el hombre medio recibe de la ciencia y la gratitud que le dedica -que no le dedica el más aterrador. Sólo acierto a explicarme esta ausencia del adecuado reconocimiento si recuerdo que en el centro de áfrica los negros van también en automóvil y se aspirinizan. El europeo que empieza a predominar -esta es mi hipótesissería, relativamente a la compleja civilización en que ha nacido, un hombre primitivo, un bárbaro emergiendo por escotillón, un « invasor vertical». There may be those who feel more disturbed by other symptoms of emergent barbarism which, being positive in quality, results of action and not of omission, strike the attention more, materialise into a spectacle. For myself, this matter of the disproportion between the profit which the average man draws from science and the gratitude which he returns- or, rather, does not return- to it; this is much more terrifying. 30 I can only succeed in explaining to myself this absence of adequate recognition by recalling that in Central Africa the negroes also ride in motor-cars and dose themselves with aspirin. The European who is beginning to predominate- so runs my hypothesis- must then be, in relation to the complex civilisation into which he has been born, a primitive man, a barbarian appearing on the stage through the trap-door, a "vertical invader."





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CHAPTER X

PRIMITIVISMO E HISTORIA

PRIMITIVISM AND HISTORY

La naturaleza está siempre ahí. Se sostiene a sí misma. En ella, en la selva, podemos impunemente ser salvajes. Podemos, inclusive, resolvernos a no dejar de serlo nunca, sin más riesgo que el advenimiento de otros seres que no lo sean. Pero, en principio, son posibles pueblos perennemente primitivos. Los hay. Breyssig los ha llamado « los pueblos de la perpetua aurora», los que se han quedado en una alborada detenida, congelada, que no avanza hacia ningún mediodía. NATURE is always with us. It is self-supporting. In the forests of Nature we can be savages with impunity. We can likewise resolve never to cease being so, without further risk than the coming of other peoples who are not savages. But, in principle, it is possible to have peoples who are perennially primitive. Breyssig has called these "the peoples of perpetual dawn," those who have remained in a motionless, frozen twilight, which never progresses towards midday.
Esto pasa en el mundo que es sólo naturaleza. Pero no pasa en el mundo que es civilización, como el nuestro. La civilización no está ahí, no se sostiene a sí misma. Es artificio y requiere un artista o artesano. Si usted quiere aprovecharse de las ventajas de la civilización, pero no se preocupa usted de sostener la civilización..., se ha fastidiado usted. En un dos por tres se queda usted sin civilización. ¡Un descuido, y cuando mira usted en derredor, todo se ha volatilizado! Como si hubiese recogido unos tapices que tapaban la pura naturaleza, reaparece repristinada la selva primitiva. La selva siempre es primitiva. Y viceversa: todo lo primitivo es selva. A los románticos de todos los tiempos les dislocaban estas escenas de violación, en que lo natural e infrahumano volvía a oprimir la palidez humana de la mujer, y pintaban al cisne sobre Leda, estremecido; al toro con Pasifae y a Antíope bajo el capro. Generalizando, hallaron un espectáculo más sutilmente indecente en el paisaje con ruinas, donde la piedra civilizada, geométrica, se ahoga bajo el abrazo de la silvestre vegetación. Cuando un buen romántico divisa un edificio, lo primero que sus ojos buscan es, sobre la acrótera o el tejado, el « amarillo jaramago». El anuncia que, en definitiva, todo es tierra, que dondequiera la selva rebrota. Sería estúpido reírse del romántico. También el romántico tiene razón. Bajo esas imágenes inocentemente perversas late un enorme y sempiterno problema: el de las relaciones entre la civilización y lo que quedó tras ella -la naturaleza-, entre lo racional y lo cósmico. Reclamo, pues, la franquía para ocuparme de él en otra ocasión y para ser en la hora oportuna romántico. This is what happens in the world which is mere Nature. But it does not happen in the world of civilisation which is ours. Civilisation is not "just there," it is not self-supporting. It is artificial and requires the artist or the artisan. If you want to make use of the advantages of civilisation, but are not prepared to concern yourself with the upholding of civilisation- you are done. In a trice you find yourself left without civilisation. Just a slip, and when you look around everything has vanished into air. The primitive forest appears in its native state, just as if curtains covering pure Nature had been drawn back. The jungle is always primitive and, vice versa, everything primitive is mere jungle. The romantics of every period have been excited by those scenes of violation, in which the natural and infrahuman assaults the white form of woman, and they have depicted Leda and the swan, Pasiphae and the bull, Antiope and the goat. Generalising the picture, they have found a more subtly indecent spectacle in the landscape with ruins, where the civilised, geometric stone is stifled beneath the embrace of wild vegetation. When your good romantic catches sight of a building, the first thing his eyes seek is the yellow hedge-mustard on cornice and roof. This proclaims, that in the long run, everything is earth, that the jungle springs up everywhere anew. It would be stupid to laugh at the romantic. The romantic also is in the right. Under these innocently perverse images there lies an immense, ever-present problem: that of the relations between civilisation and what lies behind it- Nature, between the rational and the cosmic. I reserve, then, the right to deal with this subject on another occasion and to be a romantic myself at an opportune moment.
Pero ahora me encuentro en faena opuesta. Se trata de contener la selva invasora. El « buen europeo» tiene que dedicarse ahora a lo que constituye, como es sabido, grave preocuparon de los Estados australianos: a impedir que las chumberas ganen terreno y arrojen a los hombres al mar. Hacia el año cuarenta y tantos, un emigrante meridional, nostálgico de su paisaje -¡Málaga, Sicilia?-, llevó a Australia un tiesto con una chumberita de nada. Hoy los presupuestos de Oceanía se cargan con partidas onerosas destinadas a la guerra contra la chumbera, que ha invadido el continente y cada año gana en sección más de un kilómetro. But just now I am engaged in a contrary task. It is a question of keeping back the invading jungle. The "good European" must at present busy himself with something similar to what caused grave concern to the Australian states: how to prevent the prickly-pear from gaining ground and driving man into the sea. Some time in the forties a Mediterranean emigrant, home-sick for his native sceneryMalaga, Sicily?- took with him to Australia a pot with a wretched little pricklypear. To-day the Australian budgets are weighed down with the burden of charges for the war against the prickly-pear, which has invaded the continent and each year advances over a square kilometre of ground.
El hombre-masa cree que la civilización en que ha nacido y que usa es tan espontánea y primigenia como la naturaleza, e ipso facto se convierte en primitivo. La civilización se le antoja selva. Ya lo he dicho. Pero ahora hay que añadir algunas precisiones. The mass-man believes that the civilisation into which he was bor and which he makes use of, is as spontaneous and self-producing as Nature, and ipso facto he is changed into primitive man. For him, civilisation is the forest. This I have said before; now I have to treat it in more detail.
Los principios en que se apoya el mundo civilizado -el que hay que sostener- no existen para el hombre medio actual. No le interesan los valores fundamentales de la cultura, no se hace solidario de ellos, no está dispuesto a ponerse en su servicio. ¿Cómo ha pasado esto? Por muchas causas; pero ahora voy a destacar sólo una. The principles on which the civilised world- which has to be maintained- is based, simply do not exist for the average man of today. He has no interest in the basic cultural values, no solidarity with them, is not prepared to place himself at their service. How has this come about? For many reasons, but for the moment I am only going to stress one.
La civilización, cuanto más avanza, se hace más compleja y más difícil. Los problemas que hoy plantea son archiintrincados. Cada vez es menor el número de personas cuya mente está a la altura de los problemas. La posguerra nos ofrece un ejemplo bien claro de ello. La reconstrucción de Europa -se va viendo- es un asunto demasiado algebraico, y el europeo vulgar se revela inferior a tan sutil empresa. No es que falten medios para la solución. Faltan cabezas. Más exactamente: hay algunas cabezas, muy pocas, pero el cuerpo vulgar de la Europa central no quiere ponérselas sobre los hombros. Civilisation becomes more complex and difficult in proportion as it advances. The problems which it sets before us to-day are of the most intricate. The number of people whose minds are equal to these problems becomes increasingly smaller. The post-war period offers us a striking example of this. The reconstruction of Europe- as we are seeing- is an affair altogether too algebraical, and the ordinary European is showing himself below this high enterprise. It is not that means are lacking for the solution. What are lacking are heads. Or, rather, there are some heads, very few, but the average mass of Central Europe is unwilling to place them on its shoulders.
Este desequilibrio entre la sutileza complicada de los problemas y la de las mentes será cada vez mayor si no se pone remedio, y constituye la más elemental tragedia de la civilización. De puro ser fértiles y certeros los principios que la informan, aumenta su cosecha en cantidad y en agudeza hasta rebosar la receptividad del hombre normal. No creo que esto haya acontecido nunca en el pasado. Todas las civilizaciones han fenecido por la insufíciencia de sus principios. La europea amenaza sucumbir por lo contrario. En Grecia y Roma no fracasó el hombre, sino sus principios. El Imperio romano finiquita por falta de técnica. Al llegar a un grado de población grande y exigir tan vasta convivencia la solución de ciertas urgencias materiales que sólo la técnica podía hallar, comenzó el mundo antiguo a involucionar, a retroceder y consumirse. This disproportion between the complex subtlety of the problems and the minds that should study them will become greater if a remedy be not found, and it constitutes the basic tragedy of our civilisation. By reason of the very fertility and certainty of its formative principles, its production increases in quantity and in subtlety, so as to exceed the receptive powers of normal man. I do not think that this has ever happened in the past. All previous civilisations have died through the insufficiency of their underlying principles. That of Europe is beginning to succumb for the opposite reason. In Greece and Rome it was not man that failed, but principles. The Roman Empire comes to an end for lack of technique. When it reached a high level of population, and this vast community demanded the solution of certain material problems which technique only could furnish, the ancient world started on a process of involution, retrogression, and decay.
Mas ahora es el hombre quien fracasa por no poder seguir emparejado con el progreso de su misma civilización. Da grima oír hablar sobre los temas más elementales del día a las personas relativamente más cultas. Parecen toscos labriegos que con dedos gruesos y torpes quieren coger una aguja que está sobre una mesa. Se mangan, por ejemplo, los temas políticos y sociales con el instrumental de conceptos romos que sirvieron hace doscientos años para afrontar situaciones de hecho doscientas veces menos sutiles. But to-day it is man who is the failure, because he is unable to keep pace with the progress of his own civilisation. It is painful to hear relatively cultured people speak concerning the most elementary problems of the day. They seem like rough farmhands trying with thick, clumsy fingers to pick up a needle lying on a table. Political and social subjects, for example, are handled with the same rude instruments of thought which served two hundred years since to tackle situations in effect two hundred times less complex.
Civilización avanzada es una y misma cosa con problemas arduos. De aquí que cuanto mayor sea el progreso, más en peligro está. La vida es cada vez mejor, pero, bien entendido, cada vez más complicada. Claro es que al complicarse los problemas se van perfeccionando también los medios pata resolverlos. Pero es menester que cada nueva generación se haga dueña de esos medios adelantados. Entre éstos -por concretar un pocohay uno perogrullescamente unido al avance de la civilización, que es tener mucho pasado a su espalda, mucha experiencia; en suma: historia. El saber histórico es una técnica de primer orden para conservar y continuar una civilización proyecta. No porque dé soluciones positivas al nuevo cariz de los conflictos vitales -la vida es siempre diferente de lo que fue-, sino porque evita cometer errores ingenuos de otros tiempos. Pero si usted, encima de ser viejo, y, por lo tanto, de que su vida empieza a ser difícil, ha perdido la memoria del pasado, no aprovecha usted su experiencia, entonces todo son desventajas. Pues yo creo que esta es la situación de Europa. Las gentes más « cultas» de hoy padecen una ignorancia histórica increíble. Yo sostengo que hoy sabe el europeo dirigente mucha menos historia que el hombre del siglo XVIII, y aun del XVII. Aquel saber histórico de las minorías gobernantes -gobernantes sensu lato- hizo posible el avance prodigioso del siglo XIX. Su política está pensada -por el XVIIIprecisamente para evitar los errores de todas las políticas antiguas, está ideada en vista de esos errores y resume en su sustancia la más larga experiencia. Pero ya el siglo XIX comenzó a perder « cultura histórica», a pesar de que en su transcurso los especialistas la hicieron avanzar muchísimo como ciencia. A este abandono se deben en buena parte sus peculiares errores, que hoy gravitan sobre nosotros. En su último tercio se inició -aún subterráneamente- la involución, el retroceso a la barbarie, esto es, a la ingenuidad y primitivismo de quien no tiene u olvida su pasado. Por eso son bolchevismo y fascismo , los dos intentos « nuevos» de política que en Europa y sus aledaños se están haciendo, dos claros ejemplos de regresión sustancial. No tanto por el contenido positivo de sus doctrinas que, aislado, tiene naturalmente una verdad parcial -¿Quién en el universo no tiene una porciúncula de razón, como por la manera anti histórica, anacrónica, con que tratan su parte de razón. Movimientos típicos de hombres-masas, dirigidos, como todos los que lo son, por hombres mediocres, extemporáneos y sin larga memoria, sin « conciencia histórica», se comportan desde un principio como si hubiesen pasado ya, como si acaeciendo en esta hora perteneciesen a la fauna de antaño. Advanced civilisation is one and the same thing as arduous problems. Hence, the greater the progress, the greater danger it is in. Life gets gradually better, but evidently also gradually more complicated. Of course, as problems become more complex, the means of solving them also become more perfect. But each new generation must master these perfected means. Amongst them- to come to the concrete- there is one most plainly attached to the advance of a civilisation, namely, that it have a great deal of the past at its back, a great deal of experience; in a word: history. Historical knowledge is a technique of the first order to preserve and continue a civilisation already advanced. Not that it affords positive solutions to the new aspect of vital conditions- life is always different from what it was- but that it prevents us committing the ingenuous mistakes of other times. But if, in addition to being old and, therefore, beginning to find life difficult, you have lost the memory of the past, and do not profit by experience, then everything turns to disadvantage. Well, it is my belief that this is the situation of Europe. The most "cultured" people to-day are suffering from incredible ignorance of history. I maintain that at the present day, European leaders know much less history than their fellows of the XVIIIth, even of the XVIIth Century. That historical knowledge of the governing minoritiesgoverning sensu lato- made possible the prodigious advance of the XIXth Century. Their policy was thought out- by the XVIIIth Century- precisely in order to avoid the errors of previous politics, thought out in view of those errors and embraced in its substance the whole extent of experience. But the XIXth Century already began to lose "historic culture," although during the century the specialists gave it notable advance as a science. 31 To this neglect is due in great part its peculiar errors, which to-day press upon us. In the last third of the century there began- though hidden from sightthat involution, that retrogression towards barbarism, that is, towards the ingenuousness and primitivism of the man who has no past, or who has forgotten it. Hence, Bolshevism and Fascism, the two "new" attempts in politics that are being made in Europe and on its borders, are two clear examples of essential retrogression… Not so much by the positive content of their doctrine, which, taken in isolation, naturally has its partial truth- what is there in the universe which has not some particle of truth?- as on account of the anti-historic, anachronistic way in which they handle the rational elements which the doctrine contains. Typical movements of mass-men, directed, as all such are, by men who are mediocrities, improvised, devoid of a long memory and a "historic conscience," they behave from the start as if they already belonged to the past, as if, though occurring at the present hour, they were really fauna of a past age.
La cuestión no está en ser o no ser comunista y bolchevique. No discuto el credo. Lo que es inconcebible y anacrónico es que un comunista de 1917 se lance a hacer una revolución que es, en su forma, idéntica a todas las que antes ha habido y en que no se corrigen lo más mínimo los defectos y errores de las antiguas. Por eso no es interesante históricamente lo acontecido en Rusia; por eso es estrictamente lo contrario que un comienzo de vida humana. Es, por lo contrario, una monótona repetición de la revolución de siempre, es el perfecto lugar común de las revoluciones. It is not a question of being, or not being, a Communist or a Bolshevist. I am not discussing the creed. What is inconceivable and anachronistic is that a Communist of 1917 should launch out into a revolution which is identical in form with all those which have gone before, and in which there is not the slightest amendment of the defects and errors of its predecessors. Hence, what has happened in Russia possesses no historic interest, it is, strictly speaking, anything but a new start in human life. On the contrary, it is a monotonous repetition of the eternal revolution, it is the perfect commonplace of revolutions.
Hasta el punto de que no hay frase hecha, de las muchas que sobre las revoluciones la vieja experiencia humana ha hecho, que no reciba deplorable confirmación cuando se aplica a ésta. « La revolución devora a sus propios hijos.» « La revolución comienza por un partido mesurado, pasa en seguida a los extremistas y comienza muy pronto a retroceder hacia una restauración», etcétera, etc. A los cuales tópicos venerables podían agregarse algunas otras verdades menos notorias, pero no menos probables, entre ellas ésta: una revolución no dura más de quince años, período que coincide con la vigencia de una generación. To such an extent, that there is not one stock-phrase of the many that human experience has produced regarding revolutions which does not receive distressful confirmation when applied to this one. "Revolution devours its own children." "Revolution starts- from a moderate party, proceeds to the extremists, and soon begins to fall back on some form of restoration," etc., etc. To these venerable commonplaces might be added other truths less well known, though no less probable, amongst them this one: a revolution does not last more than fifteen years, the period which coincides with the flourishing of a generation.
Quien aspire verdaderamente a crear una nueva realidad social o política necesita preocuparse ante todo de que esos humildísimos lugares comunes de la experiencia histórica queden invalidados por la situación que él suscita. Por mi parte, reservaré la calificación de genial para el político que apenas comience a operar comiencen a volverse locos los profesores de Historia de los institutos, en vista de que todas las « leyes» de su ciencia resultan caducadas, interrumpidas y hechas cisco. Whoever aspires to create a new social or political reality must before all concern himself to ensure that these humble commonplaces of historical experience will be invalidated by the situation which he brings into being. For my part, I shall reserve the title of "man of genius" for the politician who has hardly begun his operations when the professors of history in our colleges begin to go mad, as they see all the "laws" of their science interrupted in their action, falling to pieces, reduced to dust.
Invirtiendo el signo que afecta al bolchevismo, podríamos decir cosas similares del fascismo. Ni uno ni otro ensayo están « a la altura de los tiempos», no llevan dentro de sí escorzado todo el pretérito, condición irremisible para superarlo. Con el pasado no se lucha cuerpo a cuerpo. El porvenir lo vence porque se lo traga. Como deje algo de él fuera, está perdido. By changing the sign proper to Bolshevism, we might make similar statements in regard to Fascism. Neither of these experiments is "at the height of our time." They do not represent the whole of the past in foreshortening, a condition which is essential in order to improve on that past. The struggle with the past is ……… not a hand-to-hand fight. The future overcomes it by swallowing it.If it leaves anything outside it is lost.
Uno y otro -bolchevismo y fascismo- son dos seudoalboradas; no traen la mañana de mañana, sino la de un arcaico día, ya usado una y muchas veces; son primitivismo. Y esto serán todos los movimientos que recaigan en la simplicidad de entablar un pugilato con tal o cual porción del pasado, en vez de preceder a su digestión. Both Bolshevism and Fascism are two false dawns; they do not bring the morning of a new day, but of some archaic day, spent over and over again: they are mere primitivism. And such will all movements be which fall into the stupidity of starting a boxingmatch with some portion or other of the past, instead of proceeding to digest it.
No cabe duda de que es preciso superar el liberalismo del siglo XIX. Pero esto es justamente lo que no puede hacer quien, como el fascismo, se declara antiliberal. Porque eso -ser antiliberal o no liberal- es lo que hacía el hombre anterior al liberalismo. Y como ya una vez éste triunfó de aquél, repetirá su victoria innumerables veces o se acabará todo -liberalismo y antiliberalismo- en una destrucción de Europa. Hay una cronología vital inexorable. El liberalismo es en ella posterior al antiliberalismo, o lo que es lo mismo, es más vida que éste, como el cañón es más arma que la lanza. No doubt an advance must be made on the liberalism of the XIXth Century. But this is precisely what cannot be done by any movement such as Fascism, which declares itself anti-liberal. Because it was that fact- the being anti-liberal or non-liberal- which constituted man previous to liberalism. And as the latter triumphed over its opposite, it will either repeat its victory time and again, or else everything- liberalism and anti-liberalism- will be annihilated in the destruction of Europe. There is an inexorable chronology of life. In it liberalism is posterior to anti-liberalism, or what comes to the same, is more vital than it, just as the gun is more of a weapon than the lance.
Al primer pronto, una actitud anti -algo parece posterior a este algo, puesto que significa una reacción contra él y supone su previa existencia. Pero la innovación que el anti representa se desvanece en vacío ademán negador y deja sólo como contenido positivo una « antigualla». El que se declara antiPedro, no hace, traduciendo su actitud a lenguaje positivo, más que declararse partidario de un mundo donde Pedro no exista. Pero esto es precisamente lo que acontecía al mundo cuando aún no había nacido Pedro. El antipedrista, en vez de colocarse después de Pedro, se coloca antes y retrotrae toda la película a la situación pasada, al cabo de la cual está inexorablemente ]a reaparición de Pedro. Les pasa, pues, a todos estos anti, lo que, según la leyenda, a Confucio. El cual nació, naturalmente, después que su padre; pero, ¡diablo!, nació ya con ochenta años, mientras su progenitor no tenía mas que treinta. Todo anti no es más que un simple y hueco no. At first sight, an attitude "anti-anything" seems posterior to this thing, inasmuch as it signifies a reaction against it and supposes its previous existence. But the innovation which the anti represents fades away into an empty negative attitude, leaving as its only positive content an "antique." When his attitude is translated into positive language, the man who declares himself anti-Peter does nothing more than declare himself the upholder of a world where Peter is non-existent. But that is exactly what happened to the world before Peter was bor. The anti-Peterite, instead of placing himself after Peter, makes himself previous to him and reverses the whole film to the situation of the past, at the end of which the reapparition of Peter is inevitable. The same thing happens to these antis as, according to the legend, happened to Confucius. He was born, naturally, after his father, but he was bor at the age of eighty, while his progenitor was only thirty! Every anti is nothing more than a simple, empty No.
Sería todo muy fácil si con un no mondo y lirondo aniquilásemos el pasado. Pero el pasado es por esencia revenant. Si se le echa, vuelve, vuelve irremediablemente. Por eso su única auténtica separación es no echarlo. Contar con él. Comportarse en vista de él para sortearlo, para evitarlo. En suma, vivir a « la altura de los tiempos», con hiperestésica conciencia de la coyuntura histórica. This would be all very nice and fine if with a good, round No we could annihilate the past. But the past is of its essence a revenant. If put out, it comes back, inevitably. Hence, the only way to separate from it is not to put it out, but to accept its existence, and so to behave in regard to it as to dodge it, to avoid it. In a word, to live "at the height of our time," with an exaggerated consciousness of the historical circumstances.
El pasado tiene razón, la suya. Si no se le da esa que tiene, volverá a reclamarla y, de paso, a imponer la que no tiene. El liberalismo tenía una razón, y ésa hay que dársela per saecula saeculorum . Pero no tenia toda la razón, y esa que no tenía es la que hay que quitarle. Europa necesitaba conservar su esencial liberalismo. Esta es la condición para superarlo. The past has reason on its side, its own reason. If that reason is not admitted, it will return to demand it. Liberalism had its reason, which will have to be admitted per saecula saeculorum. But it had not the whole of reason, and it is that part which was not reason that must be taken from it. Europe needs to preserve its essential liberalism. This is the condition for superseding it.
Si he hablado aquí de fascismo y bolchevismo, no ha sido más que oblicuamente, fijándome sólo en su facción anacrónica. Esta es, a mi juicio, inseparable de todo lo que hoy parece triunfar. Porque hoy triunfa el hombre-masa y, por lo tanto, sólo intentos por él informados, saturados de su estilo primitivo, pueden celebrar una aparente victoria. Pero, aparte de esto, no discuto ahora la entraña del uno ni la del otro, como no pretendo dirimir el perenne dilema entre revolución y evolución. Lo más que este ensayo se atreve a solicitar es que revolución o evolución sean históricas y no anacrónicas. If I have spoken here of Fascism and Bolshevism it has been only indirectly, considering merely their aspect as anachronisms. This aspect is, to my mind, inseparable from all that is apparently triumphant to-day. For to-day it is the massman who triumphs, and consequently, only those designs inspired by him, saturated with his primitive style, can enjoy an apparent victory. But apart from this, I am not at present discussing the true inwardness of one or the other, just as I am not attempting to solve the eternal dilemma of revolution and evolution. The most that this essay dares to demand is that the revolution or the evolution be historical and not anachronistic.
El tema que persigo en estas páginas es políticamente neutro, porque alienta en estrato mucho más profundo que la política y sus dimensiones. No es más ni menos masa el conservador que el radical, y esta diferencia - que en toda época ha sido muy superficial- no impide ni de lejos que ambos sean un mismo hombre, vulgo rebelde. The theme I am pursuing in these pages is politically neutral, because it breathes an air much ampler than that of politics and its dissensions. Conservative and Radical are none the less mass, and the difference between them- which at every period has been very superficial- does not in the least prevent them both being one and the same man- the common man in rebellion.
Europa no tiene remisión si su destino no es puesto en manos de gentes verdaderamente « contemporáneas» que sientan bajo sí palpitar todo el subsuelo histórico, que conozcan la altitud presente de la vida y repugnen todo gesto arcaico y silvestre. Necesitamos de la historia íntegra para ver si logramos escapar de ella, no recaer en ella. There is no hope for Europe unless its destiny is placed in the hands of men really "contemporaneous," men who feel palpitating beneath them the whole subsoil of history, who realise the present level of existence, and abhor every archaic and primitive attitude. We have need of history in its entirety, not to fall back into it, but to see if we can escape from it.





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CHAPTER XI

LA EPOCA DEL « SEÑORITO SATISFECHO».

THE SELF-SATISFIED AGE

Resumen: El nuevo hecho social que aquí se analiza es este: la historia europea parece, por vez primera, entregada a la decisión del hombre vulgar como tal. O dicho en voz activa: el hombre vulgar, antes dirigido, ha resuelto gobernar el mundo. Esta resolución de adelantarse al primer piano social se ha producido en él, automáticamente, apenas llegó a madurar el nuevo tipo de hombre que él representa. Si atendiendo a los efectos de vida pública se estudia la estructura psicológica de este nuevo tipo de hombre-masa, Se encuentra lo siguiente: l.º,una impresión nativa y radical de que la vida es fácil, sobrada, sin limitaciones trágicas; por lo tanto, cada individuo medio encuentra en sí una sensación de dominio y triunfo que, 2.º, le invita a afirmarse a sí mismo tal cual es, dar por bueno y completo su haber moral e intelectual. Este contentamiento consigo le lleva a cerrarse para toda instancia exterior, a no escuchar, a no poner en tela de juicio sus opiniones y a no contar con los demás. Su sensación íntima de dominio le incita constantemente a ejercer predominio. Actuará, pues, como si sólo él y sus congéneres existieran en el mundo; por lo tanto, 3.º, intervendrá en todo imponiendo su vulgar opinión sin miramientos, contemplaciones, trámites ni reservas, es decir, según un régimen de « acción directa». TO resume; the new social fact here analysed is this: European history reveals itself, for the first time, as handed over to the decisions of the ordinary man as such. Or to turn it into the active voice: the ordinary man, hitherto guided by others, has resolved to govern the world himself. This decision to advance to the social foreground has been brought about in him automatically, when the new type of man he represents had barely arrived at maturity. If from the view-point of what concerns public life, the psychological structure of this new type of massman be studied, what we find is as follows: (1) An inborn, root-impression that life is easy, plentiful, without any grave limitations; consequently, each average man finds within himself a sensation of power and triumph which, (2) invites him to stand up for himself as he is, to look upon his moral and intellectual endowment as excellent, complete. This contentment with himself leads him to shut himself off from any external court of appeal; not to listen, not to submit his opinions to judgment, not to consider others′ existence. His intimate feeling of power urges him always to exercise predominance. He will act then as if he and his like were the only beings existing in the world and, consequently, (3) will intervene in all matters, imposing his own vulgar views without respect or regard for others, without limit or reserve, that is to say, in accordance with a system of "direct action."
Este repertorio de facciones nos hizo pensar en ciertos modos deficientes de ser hombres, como el « niño mimado» y el primitivo rebelde, es decir, el bárbaro. (El primitivo normal, por el contrario, es el hombre más dócil a instancias superiores que ha existido nunca: religión, tabús, tradición social, costumbre.) No es necesario extrañarse de que yo acumule dicterios sobre esta figura de ser humano. El presente ensayo no es más que un primer ensayo de ataque a ese hombre triunfante, y el anuncio de que unos cuantos europeos van a revolverse enérgicamente contra su pretensión de tiranía. Por ahora se trata de un ensayo de ataque nada más: el ataque a fondo vendrá luego, tal vez muy pronto, en forma muy distinta de la que este ensayo reviste. El ataque a fondo tiene que venir en forma que el hombre-masa no pueda precaverse contra él, lo vea ante sí y no sospeche que aquello, precisamente aquello, es el ataque a fondo. It was this series of aspects which made us think of certain defective types of humanity, such as the spoiled child, and the primitive in revolt, that is, the barbarian. (The normal primitive, on the other hand, is the most submissive to external authority ever known, be it religion, taboo, social tradition, or customs.) There is no need to be surprised at my heaping up hard names against this type of human being. This present essay is nothing more than a preliminary skirmish against this triumphant man, and the announcement that a certain number of Europeans are about to turn energetically against his attempt to tyrannise. For the moment it is only a first skirmish, the frontal attack will come later, perhaps very soon, and in a very different form from that adopted by this essay. The frontal attack must come in such a way that the massman cannot take precautions against it; he will see it before him and will not suspect that it precisely is the frontal attack.
Este personaje, que ahora anda por todas partes y dondequiera impone su barbarie íntima, es, en efecto, el niño mimado de la historia humana. El niño mimado es el heredero que se comporta exclusivamente como heredero. Ahora la herencia es la civilización -las comodidades, la seguridad en suma, las ventajas de la civilización-. Como hemos visto, sólo dentro de la holgura vital que ésta ha fabricado en el mundo puede surgir un hombre constituido por aquel repertorio de facciones inspirado por tal carácter. Es una de tantas deformaciones como el lujo produce en la materia humana. Tenderíamos ilusoriamente a creer que una vida nacida en un mundo sobrado sería mejor, más vida y de superior calidad a la que consiste precisamente en luchar con la escasez. Pero no hay tal. Por razones muy rigurosas y archifundamentales que no es ahora ocasión de enunciar. Ahora, en vez de esas razones, basta con recordar el hecho siempre repetido que constituye la tragedia de toda aristocracia hereditaria. El aristócrata hereda, es decir, encuentra atribuidas a su persona unas condiciones de vida que él no ha creado, por tanto, que no se producen orgánicamente unidas a su vida personal y propia. Se halla, al nacer, instalado, de pronto y sin saber cómo, en medio de su riqueza y de sus prerrogativas. El no tiene, íntimamente, nada que ver con ellas, porque no vienen de él. Son el caparazón gigantesco de otra persona, de otro ser viviente: su antepasado. Y tiene que vivir como heredero, esto es, tiene que usar el caparazón de otra vida. ¿En qué quedamos? ¿Qué vida va a vivir el « aristócrata» de herencia: la suya, o la del prócer inicial? Ni la una ni la otra. Está condenado a representar al otro, por lo tanto, a no ser ni el otro ni él mismo. Su vida pierde, inexorablemente, autenticidad, y se convierte en pura representación o ficción de otra vida. La sobra de medios que está obligado a manejar no le deja vivir su propio y personal destino, atrofia su vida. Toda vida es lucha, el esfuerzo por ser si misma . Las dificultades con que tropiezo para realizar mi vida son precisamente lo que despierta y moviliza mis actividades, mis capacidades. Si mi cuerpo no me pesase, yo no podría andar. Si la atmósfera no me oprimiese, sentiría mi cuerpo como una cosa vaga, fofa, fantasmática. Así, en el « aristócrata» heredero toda su persona se va envagueciendo, por falta de uso y esfuerzo vital. El resultado es esa específica bobería de las viejas noblezas, que no se parece a nada y que, en rigor, nadie ha descrito todavía en su interno y trágico mecanismo; el interno y trágico mecanismo que conduce a toda aristocracia hereditaria a su irremediable degeneración. This type which at present is to be found everywhere, and everywhere imposes his own spiritual barbarism, is, in fact, the spoiled child of human history. The spoiled child is the heir who behaves exclusively as a mere heir. In this case the inheritance is civilisation- with its conveniences, its security; in a word, with all its advantages. As we have seen, it is only in circumstances of easy existence such as our civilisation has produced, that a type can arise, marked by such a collection of features, inspired by such a character. It is one of a number of deformities produced by luxury in human material. There might be a deceptive tendency to believe that a life born into a world of plenty should be better, more really a life than one which consists in a struggle against scarcity. Such is not the case, for reasons of the strictest and most fundamental nature, which this is not the place to enlarge upon. For the present, instead of those reasons, it is sufficient to recall the ever-recurrent fact which constitutes the tragedy of every hereditary aristocracy. The aristocrat inherits, that is to say, he finds attributed to his person, conditions of life which he has not created, and which, therefore, are not produced in organic union with his personal, individual existence. At birth he finds himself installed, suddenly and without knowing how, in the midst of his riches and his prerogatives. In his own self, he has nothing to do with them, because they do not come from him. They are the giant armour of some other person, some other human being, his ancestor. And he has to live as an heir, that is to say, he has to wear the trappings of another existence. What does this bring us to? What life is the "aristocrat" by inheritance going to lead, his own or that of his first noble ancestor? Neither one nor the other. He is condemned to represent the other man, consequently to be neither that other nor himself. Inevitably his life loses all authenticity, and is transformed into pure representation or fiction of another life. The abundance of resources that he is obliged to make use of gives him no chance to live out his own personal destiny, his life is atrophied. All life is the struggle, the effort to be itself. The difficulties which I meet with in order to realise my existence are precisely what awakens and mobilises my activities, my capacities. If my body was not a weight to me, I should not be able to walk. If the atmosphere did not press on me, I should feel my body as something vague, flabby, unsubstantial. So in the "aristocratic" heir his whole individuality grows vague, for lack of use and vital effort. The result is that specific stupidity of "our old nobility" which is unlike anything else- a stupidity which, strictly speaking, has never yet been described in its intimate, tragic mechanism- that tragic mechanism which leads all hereditary aristocracy to irremediable degeneration.
Vaya esto tan sólo para contrarrestar nuestra ingenua tendencia a creer que la sobra de medios favorece la vida. Todo lo contrario. Un mundo sobrado de posibilidades produce automáticamente graves deformaciones y viciosos tipos de existencia humana --los que se pueden reunir en la clase general « hombre heredero» de que el « aristócrata» no es sino un caso particular, y otro el niño mimado, y otro, mucho más amplio y radical, el hombre-masa de nuestro tiempo-. (Por otra parte, cabría aprovechar mas detalladamente la anterior alusión al « aristócrata», mostrando cómo muchos de los rasgos característicos de éste, en todos los pueblos y tiempos, se dan de manera germinal en el hombre-masa. Por ejemplo: la propensión a hacer ocupación central de la vida los juegos y los deportes; el cultivo de su cuerpo -régimen higiénico y atención a la belleza del traje-, falta de romanticismo en la relación con la mujer; divertirse con el intelectual, pero, en el fondo, no estimarlo y mandar que los lacayos o los esbirros le azoten; preferir la vida bajo la autoridad absoluta a un régimen de discusión 36, etc., etc.) So much merely to counteract our ingenuous tendency to believe that a superabundance of resources favours existence. Quite the contrary. A world superabundant 33 in possibilities automatically produces deformities, vicious types of human life, which may be brought under the general class, the "heir-man," of which the "aristocrat" is only one particular case, the spoiled child another, and the mass-man of our time, more fully, more radically, a third. (It would, moreover, be possible to make more detailed use of this last allusion to the "aristocrat," by showing how many of his characteristic traits, in all times and among all …. peoples, germinate in the mass-man. For example: his propensity to make out of games and sports the central occupation of his life; the cult of the body- hygienic regime and attention to dress; lack of romance in his dealings with woman; his amusing himself with the "intellectual," while at bottom despising him and at times ordering his flunkeys or his bravoes to chastise him; his preference for living under an absolute authority rather than under a regime of freediscussion, 36 etc.)
Insisto, pues, con leal pesadumbre, en hacer ver -e este hombre lleno de tendencias inciviles, que este novísimo bárbaro, es un producto automático de la civilización moderna, espacialmente de la forma que esta civilización adoptó en el siglo XIX. No ha venido de fuera al mundo civilizado como los « los grandes bárbaros blancos» del siglo V; no ha nacido tampoco dentro de él por generación espontánea y misteriosa como, según Aristóteles, los renacuajos en la alberca, sino que es su fruto natural. I persist then, at the risk of boring the reader, in making the point that this man full of uncivilised tendencies, this newest of the barbarians, is an automatic product of modern civilisation, especially of the form taken by this civilisation in … ]the XIXth Century. He has not burst in on the civilised world from outside like the "great white barbarians" of the Vth Century; neither has he been produced within it by spontaneous, mysterious generation, as Aristotle says of the tadpoles in the pond; he is its natural fruit.
Cabe formular esta ley que la paleontología y biogeografía confirman: la vida humana ha surgido y ha progresado sólo cuando los medios con que contaba estaban equilibrados por los problemas que sentía. Esto es verdad, lo mismo en el orden espiritual que en el físico. Así, para referirme a una dimensión muy concreta de la vida corporal, recordaré que la especie humana ha brotado en zonas del planeta donde la estación caliente quedaba compensada por una estación de frío intenso. En los trópicos el animal hombre degenera, y viceversa, las razas inferiores -por ejemplo, los pigmeos- han sido empujadas hacia los trópicos por razas nacidas después que ellas y superiores en la escala de la evolución. One may formulate, as follows, a law confirmed by palaeontology and biogeography: human life has arisen and progressed only when the resources it could count on were balanced by the problems it met with. This is true, as much in the spiritual order as in the physical. Thus, to refer to a very concrete aspect of corporal existence, I may recall that the human species has flourished in zones of our planet where the hot season is compensated by a season of intense cold. In the tropics the animalman degenerates, and vice versa, inferior races- the pygmies, for example- have been pushed back towards the tropics by races bor after them and superior in the scale of evolution.
Pues bien: la civilización del siglo XIX es de índole tal que permite al hombre medio instalarse en un mundo sobrado del cual percibe sólo la superabundancia de medios, pero no las angustias. Se encuentra rodeado de instrumentos prodigiosos, de medicinas benéficas, de Estados previsores, de derechos cómodos. Ignora, en cambio, lo difícil que es inventar esas medicinas e instrumentos y asegurar para el futuro su producción; no advierte lo inestable que es la organización del Estado, y apenas si siente dentro de sí obligaciones. Este desequilibrio le falsifica, le vacía en su raíz de ser viviente, haciéndole perder contacto con la sustancia misma de la vida, que es absoluto peligro, radical problematismo. La forma más contradictoria de la vida humana que puede aparecer en la vida humana es el « señorito satisfecho». Por eso, cuando se hace figura predominante, es preciso dar la voz de alarma y anunciar que la vida se halla amenazada de degeneración; es decir, de relativa muerte. Según esto, el nivel vital que representa la Europa de hoy es superior a todo el pasado humano; pero si se mira el porvenir, hace temer que ni conserve su altura, ni produzca otro nivel más elevado, sino, por el contrario, que retroceda y recaiga en altitudes inferiores. The civilisation of the XIXth Century is, then, of such a character that it allows the aver age man to take his place in a world of superabundance, of which he perceives only the lavishness of the means at his disposal, nothing of the pains involved. He finds himself surrounded by marvellous instruments, healing medicines, watchful governments , comfortable privileges. On the other hand, he is ignorant how difficult it is to invent those medicines and those instruments and to assure their production in the future; he does not realise how unstable is the organisation of the State and is scarcely conscious to himself of any obligations. This lack of balance falsifies his nature, vitiates it in its very roots, causing him to lose contact with the very substance of life, which is made up of absolute danger, is radically problematic. The form most contradictory to human life that can appear among the human species is the "self-satisfied man." Consequently, when he becomes the predominant type, it is time to raise the alarm and to announce that humanity is threatened with degeneration, that is, with relative death. On this view, the vital level represented by Europe at the present day is superior to the whole of the human past, but if we look to the future, we are made to fear that it will neither preserve the level reached nor attain to a higher one, but rather will recede and fall back upon lower heights.
Esto, pienso, hace ver con suficiente claridad la anormalidad superlativa que representa el « señorito satisfecho». Porque es un hombre que ha venido a la vida para hacer lo que le dé la gana. En efecto, esta ilusión se hace « el hijo de familia». Ya sabemos por qué: en el ámbito familiar, todo, hasta los mayores delitos, puede quedar a la postre impune. El ámbito familiar es relativamente artificial y tolera dentro de él muchos actos que en la sociedad, en el aire de la calle, traerían automáticamente consecuencias desastrosas e ineludibles para su autor. Pero el « señorito» es el que cree poder comportarse fuera de casa como en casa, el que cree que nada es fatal, irremediable e irrevocable. Por eso cree que puede hacer lo que le dé la gana. ¡Gran equivocación! Vossa mercê irá a onde o levem , como se dice al loro en el cuento del portugués. No es que no se deba hacer lo que le dé a uno la gana; es que no se puede hacer sino lo que cada cual tiene que hacer, tiene que ser. Lo único que cabe es negarse a hacer eso que hay que hacer; pero esto no nos deja en franquía para hacer otra cosa que nos dé la gana. En este punto poseemos sólo una libertad negativa de albedrío -la voluntad-. Podemos perfectamente desertar de nuestro destino más auténtico; pero es para caer prisioneros en los pisos inferiores de nuestro destino. Yo no puedo hacer esto evidente a cada lector en lo que su destino individualísimo tiene de tal, porque no conozco a cada lector; pero sí es posible hacérselo ver en aquellas porciones o facetas de su destino que son idénticas a las de otros. Por ejemplo, todo europeo actual sabe, con una certidumbre mucho más vigorosa que la de todas sus « ideas» y « opiniones» expresas, que el hombre europeo actual tiene que ser liberal. No discutamos si esta o la otra forma de libertad es la que tiene que ser. Me refiero a que el europeo más reaccionario sabe, en el fondo de su conciencia, que eso que ha intentado Europa en el último siglo con el nombre de liberalismo es, en última instancia, algo ineludible, inexorable, que el hombre occidental de hoy es , quiera o no. This, I think, brings out with sufficient clearness the superlative abnormality represented by the "self-satisfied man." He is a man who has entered upon life to do "what he jolly well likes." This, in fact, is the illusion suffered by the fils de famille . We know the reason why: in the family circle, everything, even the greatest faults, are in the long run left unpunished. The family circle is relatively artificial, and tolerates many acts which in society, in the world outside, would automatically involve disastrous consequences for their author. But the man of this type thinks that he can behave outside just as he does at home; believes that nothing is fatal, irremediable, irrevocable. That is why he thinks that he can do what he likes. An almighty mistake! "You will go where you are taken to," as … the parrot is told in the Portuguese story. It is not that one ought not to do just what one pleases; it is simply that one cannot do other than what each of us has to do, has to be. The only way out is to refuse to do what has to be done, but this does not set us free to do something else just because it pleases us. In this matter we only possess a negative freedom of will, a n[v]oluntas. We can quite well turn away from our true destiny, but only to fall a prisoner in the deeper dungeons of our destiny. I cannot make this clear to each of my readers in what concerns his individual destiny as such, because I do not know each of my readers; but it is possible to make it clear in those portions, those facets, of his destiny which are identical with those of others. For example, every present-day European knows, with a certainty much more forcible than that of all his expressed "ideas" and "opinions," that the European of to-day must be a liberal. Let us not discuss whether it is this or the other form of liberalism which must be his. I am referring to the fact that the most reactionary of Europeans knows, in the depths of his conscience, that the effort made by Europe in the last century, under the name of liberalism, is, in the last resort, something inevitable, inexorable; something that Western man to-day is, whether he likes it or no.
Aunque se demuestre, con plena e incontrastable verdad, que son falsas y funestas todas las maneras concretas en que se ha intentado hasta ahora realizar ese imperativo irremisible de ser políticamente libre, inscrito en el destino europeo, queda en pie la última evidencia de que en el siglo último tenía sustancialmente razón. Esta evidencia última actúa lo mismo en el comunista europeo que en el fascista, por muchos gestos que hagan para convencernos o convencerse de lo contrario, como actúa -quiera o no, créalo o no- en el católico, que presta más leal adhesión al Syllabus. Todos « saben» que más allá de las justas críticas con que se combaten las manifestaciones del liberalismo, queda la irrevocable verdad de éste, una verdad que no es teórica, científica, intelectual, sino de un orden radicalmente distinto y más decisivo que todo eso -a saber, una verdad de destino-. Las verdades teóricas no sólo son discutibles, sino que todo su sentido y fuerza están en ser discutidas; nacen de la discusión, viven en tanto se discuten y están hechas exclusivamente para la discusión. Pero el destino -lo que vitalmente se tiene que ser o no se tiene que ser- no se discute, sino que se acepta o no. Si lo aceptamos, somos auténticos; si no lo aceptamos, somos la negación, la falsificación de nosotros mismos. El destino no consiste en aquello que tenemos ganas de hacer; más bien se reconoce y muestra su claro, rigoroso perfíl en la conciencia de tener que hacer lo que no tenemos ganas. Even though it be proved, with full and incontrovertible evidence, that there is falsity and fatality in all the concrete shapes under which the attempt has been made to realise the categorical imperative of political liberty, inscribed on the destiny of Europe, the final evidence that in the last century it was right in substance still holds good. This final evidence is present equally in the European Communist as in the Fascist, whatever attitudes they may adopt to convince themselves to the contrary. All "know" that beyond all the just criticisms launched against the manifestations of liberalism there remains its unassailable truth, a truth not theoretic, scientific, intellectual, but of an order radically different and more decisive, namely, a truth of destiny. Theoretic truths not only are disputable, but their whole meaning and force lie in their being disputed, they spring from discussion. They live as long as they are discussed, and they are made exclusively for discussion. But destiny- what from a vital point of view one has to be or has not to be- is not discussed, it is either accepted or rejected. If we accept it, we are genuine; if not, we are the negation, the falsification of ourselves. Destiny does not consist in what we feel we should like to do; rather is it recognised in its clear features in the consciousness that we must do what we do not feel like doing.
Pues bien: el « señorito satisfecho» se caracteriza por « saber» que ciertas cosas no pueden ser y, sin embargo, y por lo mismo, fingir con sus actos y palabras la convicción contraria. El fascista se movilizará contra la libertad política, precisamente porque sabe que ésta no faltará nunca a la postre y en serio, sino que está ahí, irremediablemente, en la sustancia misma de la vida europea, y que en ella se recaerá siempre que la verdad haga falta, a la hora de la seriedad. Porque esta es la tónica de la existencia en el hombre-masa: la insinceridad, la « broma». Lo que hacen lo hacen sin el carácter de irrevocable, como hace sus travesuras el « hijo de familia». Toda esa prisa por adoptar en todos los órdenes actitudes aparentemente trágicas, últimas, tajantes, es sólo apariencia. Juegan a la tragedia porque creen que no es verosímil la tragedia efectiva en el mundo civilizado. Well, then, the "satisfied man" is characterised by his "knowing" that certain things cannot be, and nevertheless, for that very reason, pretending in act and … word to be convinced of the opposite. The Fascist will take his stand against political liberty, precisely because he knows that in the long run this can never fail, but is inevitably a part of the very substance of European life, and will be returned to when its presence is truly required, in the hour of grave crisis. For the tonic that keeps the mass-man in form is insincerity, "the joke." All his actions are devoid of the note of inevitability , they are done as the fils de famille carries out his escapades. All that haste, in every order of life, to adopt tragic, conclusive, final attitudes is mere appearance. Men play at tragedy because they do not believe in the reality of the tragedy which is actually being staged in the civilised world.
Bueno fuera que estuviésemos forzados a aceptar como auténtico ser de una persona lo que ella pretendía mostrarnos como tal. Si alguien se obstina en afirmar que cree dos más dos igual a cinco y no hay motives para suponerlo demente, debemos asegurar que no lo cree, por mucho que grite y aunque se deje matar por sostenerlo. It would be a nice matter if we were forced to accept as the genuine self of an individual, whatever he tried to make us accept as such. If anyone persists in maintaining that he believes two and two make five, and there is no reason for supposing him to be insane, we may be certain that he does not believe it, however much he may shout it out, or even if he allows himself to be killed for maintaining it.
Un ventarrón de farsa general y omnímoda sopla sobre el terruño europeo. Casi todas las posiciones que se toman y ostentan son internamente falsas. Los únicos esfuerzos que se hacen van dirigidos a huir del propio destino, a cegarse ante su evidencia y su llamada profunda, a evitar cada cual el careo con ese que tiene que ser . Se vive humorísticamente, y tanto más cuanto más tragicota sea la máscara adoptada. Hay humorismo dondequiera que se vive de actitudes revocables en que la persona no se hinca entera y sin reservas. El hombre-masa no afirma el pie sobre la firmeza inconmovible de su sino; antes bien, vegeta suspendido ficticiamente en el espacio. De aquí que nunca como ahora estas vidas sin peso y sin raíz -déracinées de su destino- se dejen arrastrar por la más ligera corriente. Es la época de las « corrientes» y del « dejarse arrastrar». Casi nadie presenta resistencia a los superficiales torbellinos que se forman en arte o en ideas, o en política, o en los usos sociales. Por lo mismo, más que nunca, triunfa la retórica. El superrealista cree haber superado toda la historia literaria cuando ha escrito (aquí una palabra que no es necesario escribir) donde otros escribieron « jazmines, cisnes y faunesas». Pero claro es que con ello no ha hecho sino extraer otra retórica que hasta ahora yacía en las letrinas. A hurricane of farsicality, everywhere and in every form, is at present raging over the lands of Europe. Almost all the positions taken up and proclaimed are false ones. The only efforts that are being made are to escape from our real destiny, to blind ourselves to its evidence, to be deaf to its deep appeal, to avoid facing up to what has to be. We are living in comic fashion, all the more comic the more apparently tragic is the mask adopted. The comic exists wherever life has no basis of inevitableness on which a stand is taken without reserves. The mass-man will not plant his foot on the immovably firm ground of his destiny, he prefers a fictitious existence suspended in air. Hence, never as now have we had these lives without substance or root- deracines from their own destiny- which let themselves float on the lightest current. This is the epoch of "currents" and of "letting things slide." Hardly anyone offers any resistance to the superficial whirlwinds that arise in art, in ideas, in politics, or in social usages. Consequently, rhetoric flourishes more than ever. The surrealist thinks he has outstripped the whole of literary history when he has written (here a word that there is no need to write) where others have written "jasmines, swans and fauns." But what he has really done has been simply to bring to light another form of rhetoric which hitherto lay hidden in the latrines.
Aclara la situación actual advertir, no obstante la singularidad de su fisonomía, la porción que de común tiene con otras del pasado. Así acaece que apenas llega a su máxima altitud la civilización mediterránea -hacia el siglo III antes de Cristo-, hace su aparición el cínico. Diógenes patea con sus sandalias hartas de barro las alfombras de Aristipo. El cínico se hizo un personaje pululante, que se hallaba tras cada esquina y en todas las alturas. Ahora bien: el cínico no hacía otra cosa que sabotear la civilización aquella. Era el nihilista del helenismo. Jamás creó ni hizo nada. Su papel era deshacer; mejor dicho, intentar deshacer, porque tampoco consiguió su propósito. El cínico, parásito de la civilización, vive de negarla, por lo mismo que está convencido de que no faltará. ¿Qué haría el cínico en un pueblo salvaje donde todos, naturalmente y en serio, hacen lo que él, en farsa, considera como su papel personal? ¿Qué es un fascista si no habla mal de la libertad, y un superrealista si no perjura del arte. The present situation is made more clear by noting what, in spite of its peculiar features, it has in common with past periods. Thus, hardly does Mediterranean civilisation reach its highest pointtowards the IIIrd Century B.C.- when the cynic makes his appearance. Diogenes, in his mud-covered sandals, tramps over the carpets of Aristippus. The cynic pullulated at every corner, and in the highest places. This cynic did nothing but saboter the civilisation of the time. He was the nihilist of Hellenism. He created nothing, he made nothing. His role was to undoor rather to attempt to undo, for he did not succeed in his purpose. The cynic, a parasite of civilisation, lives by denying it, for the very reason that he is convinced that it will not fail. What would become of the cynic among a savage people where everyone, naturally and quite seriously, fulfils what the cynic farcically considers to be his personal role?
No podía comportarse de otra manera este tipo de hombre nacido en un mundo demasiado bien organizado, del cual sólo percibe las ventajas y no los peligros. El contorno lo mima, porque es « civilización» -esto es, una casa-, y el « hijo de familia» no siente nada que le haga salir de su temple caprichoso, que incite a escuchar instancias externas superiores a él, y mucho menos que le obligue a tomar contacto con el fondo inexorable de su propio destino. What is your Fascist if he does not speak ill of liberty, or your surrealist if he does not blaspheme against art? None other could be the conduct of this type of man bor into a too well-organised world, of which he perceives only the advantages and not the dangers. His surroundings spoil him, because they are "civilisation," that is, a home, and the fils de famille feels nothing that impels him to abandon his mood of caprice, nothing which urges him to listen to outside counsels from those superior to himself Still less anything which obliges him to make contact with the inexorable depths of his own destiny.





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CHAPTER XII

LA BARBARIE DEL « ESPECIALISMO»

THE BARBARISM OF "SPECIALISATION"

La tesis era que la civilización del siglo XIX ha producido automáticamente el hombre-masa. Conviene no cerrar su exposición general sin analizar, en un caso particular, la mecánica de esa producción. De esta suerte, al concretarse, la tesis gana en fuerza persuasiva. MY thesis was that XIXth-Century civilisation has automatically produced the mass-man. It will be well not to close the general exposition without analysing, in a particular case, the mechanism of that production. In this way, by taking concrete form, the thesis gains in persuasive force.
Esta civilización del siglo XIX, decía yo, puede resumirse en dos grandes dimensiones: democracia liberal y técnica. Tomemos ahora sólo la última. La técnica contemporánea nace de la copulación entre el capitalismo y la ciencia experimental. No toda técnica es científica. El que fabricó las hachas de sílex, en el período chelense, carecía de ciencia y, sin embargo, creó una técnica. La China Llegó a un alto grado de tecnicismo sin sospechar lo más mínimo la existencia de la física. Sólo la técnica moderna de Europa tiene una raíz científica, y de esa raíz le viene su carácter específico, la posibilidad de un ilimitado progreso. Las demás técnicas -mesopotámica, nilota, grieta, romana, oriental- se estiran hasta un punto de desarrollo que no pueden sobrepasar, y apenas lo tocan comienzan a retroceder en lamentable involución. This civilisation of the XIXth Century, I said, may be summed up in the two great dimensions: liberal democracy and technicism. Let us take for the moment only the latter. Modern technicism springs from the union between capitalism and experimental science. Not all technicism is scientific. That which made the stone axe in the Chelian period was lacking in science, and yet a technique was created. China reached a high degree of technique without in the least suspecting the existence of physics. It is only modern European technique that has a scientific basis, from which it derives its specific character, its possibility of limitless progress. All other techniques- Mesopotamian, Egyptian, Greek, Roman, Oriental- reach up to a point of development beyond which they cannot proceed, and hardly do they reach it when they commence to display a lamentable retrogression.
Esta maravillosa técnica occidental ha hecho posible la maravillosa proliferación de la casta europea. Recuérdese el dato de que tomó su vuelo este ensayo y que, como dije, encierra germinalmente todas estas meditaciones. Del siglo v a 1800, Europa no consigue tener una población mayor de 180 millones. De 1800 a 1914 asciende a más de 460 millones. El brinco es único en la historia humana. No cabe dudar de que la técnica - junto con la democracia liberal- ha engendrado al hombre-masa en el sentido cuantitativo de esta expresión. Pero estas páginas han intentado mostrar que también es responsable de la existencia del hombre-masa en el sentido cualitativo y peyorativo del término. This marvellous Western technique has made possible the proliferation of the European species. Recall the fact from which this essay took its departure and which, as I said, contains in germ all these present considerations. From the Vith Century to 1800, Europe never succeeds in reaching a population greater than 180 millions. From 1800 to 1914 it rises to more than 460 millions. The jump is unparalleled in our history. There can be no doubt that it is technicism- in combination with liberal democracy- which has engendered mass-man in the quantitative sense of the expression. But these pages have attempted to show that it is also responsible for the existence of mass-man in the qualitative and pejorative sense of the term.
Por « masa» -prevenía yo al principio- no se entiende especialmente al obrero; no designa aquí una clase social, sino una clase o modo de ser hombre que se da hoy en todas las clases sociales, que por lo mismo representa a nuestro tiempo, sobre el cual predomina e impera. Ahora vamos a ver esto con sobrada evidencia. By mass- as I pointed out at the start- is not to be specially understood the workers; it does not indicate a social class, but a kind of man to be found to-day in all social classes, who consequently represents our age, in which he is the predominant, ruling power. We are now about to find abundant evidence for this.
¿Quién ejerce hoy el poder social? ¿quién impone la estructura de su espíritu en la época? Sin duda, la burguesía. Who is it that exercises social power to-day? Who imposes the forms of his own mind on the period? Without a doubt, the man of the middle class.
¿Quién, dentro de esa burguesía, es considerado como el grupo superior, como la aristocracia del presente? Sin duda, el técnico: ingeniero, médico, financiero, profesor, etcétera, etc. ¿Quién, dentro del grupo técnico, lo representa con mayor altitud y pureza? Sin duda, el hombre de ciencia. Si un personaje astral visitase a Europa, y con ánimo de juzgarla, le preguntase por qué tipo de hombre, entre los que la habitan, prefería ser juzgada, no hay duda de que Europa señalaría, complacida y segura de una sentencia favorable, a sus hombres de ciencia. Claro que el personaje astral no preguntaría por individuos excepcionales, sino que buscaría la regla, el tipo genérico « hombre ciencia», cima de la humanidad europea. Which group, within that middle class, is considered the superior, the aristocracy of the present? Without a doubt, the technician: engineer, doctor, financier, teacher, and so on. Who, inside the group of technicians, represents it at its best and purest? Again, without a doubt, the man of science. If an astral personage were to visit Europe to-day and, for the purpose of forming judgment on it, inquire as to the type of man by which it would prefer to be judged, there is no doubt that Europe, pleasantly assured of a favourable judgment, would point to her men of science. Of course, our astral personage would not inquire for exceptional individuals, but would seek the generic type of "man of science," the high-point of European humanity.
Pues bien: resulta que el hombre de ciencia actual es el prototipo del hombre-masa. Y no por casualidad, ni por defecto unipersonal de cada hombre de ciencia, sino porque la ciencia misma -raíz de la civilización- lo convierte automáticamente en hombre-masa; es decir, hace de él un primitivo, un bárbaro moderno. And now it turns out that the actual scientific man is the prototype of the mass-man. Not by chance, not through the individual failings of each particular man of science, but because science itselfthe root of our civilisation- automatically converts him into massman, makes of him a primitive, a modern barbarian.
La cosa es harto sabida: innumerables veces se ha hecho constar; pero sólo articulada en el organismo de este ensayo adquiere la plenitud de su sentido y la evidencia de su gravedad. The fact is well known; it has made itself clear over and over again; but only when fitted into its place in the organism of this thesis does it take on its full meaning and its evident seriousness.
La ciencia experimental se inicia al finalizar el siglo XVI (Galileo), logra constituirse a fines del siglo XVII (Newton) y empieza a desarrollarse a mediados del XVIII. El desarrollo de algo es cosa distinta de su constitución y está sometido a condiciones diferentes. Así, la constitución de la física, nombre colectivo de la ciencia experimental, obligó a un esfuerzo de unificación. Tal fue la obra de Newton y demás hombres de su tiempo. Pero el desarrollo de la física inició una faena de carácter opuesto a la unificación. Para progresar, la ciencia necesitaba que los hombres de ciencia se especializasen. Los hombres de ciencia, no ella misma. La ciencia no es especialista. Ipso facto dejaría de ser verdadera. Ni siquiera la ciencia empírica, tomada en su integridad, es verdadera si se la separa de la matemática, de la lógica, de la filosofía. Pero el trabajo en ella sí tiene - irremisiblemente- que ser especializado. Experimental science is initiated towards the end of the XVIth Century (Galileo), it is definitely constituted at the close of the XVIIth (Newton), and it begins to develop in the middle of the XVIIIth. The development of anything is not the same as its constitution; it is subject to different conditions. Thus, the constitution of physics, the collective name of the experimental sciences, rendered necessary an effort towards unification. Such was the work of Newton and other men of his time. But the development of physics introduced a task opposite in character to unification. In order to progress, science demanded specialisation, not in herself, but in men of science. Science is not specialist. If it were, it would ipso facto cease to be true. Not even empirical science, taken in its integrity, can be true if separated from mathematics, from logic, from philosophy. But scientific work does, necessarily, require to be specialised.
Sería de gran interés, y mayor utilidad que la aparente a primera vista, hacer una historia de las ciencias físicas y biológicas mostrando el proceso de creciente especialización en la labor de los investigadores. Ella haría ver cómo, generación tras generación, el hombre de ciencia ha ido constriñéndose, recluyéndose, en un campo de ocupación intelectual cada vez más estrecho. Pero no es esto lo importante que esa historia nos enseñaría, sino más bien lo inverso: cómo en cada generación el científico, por tener que reducir su órbita de trabajo, iba progresivamente perdiendo contacto con las demás partes de la ciencia, con una interpretación integral del universo, que es lo único merecedor de los nombres de ciencia, cultura, civilización europea. It would be of great interest, and of greater utility than at first sight appears, to draw up the history of physical and biological sciences, indicating the process of increasing specialisation in the work of investigators. It would then be seen how, generation after generation, the scientist has been gradually restricted and confined into narrower fields of mental occupation. But this is not the important point that such a history would show, but rather the reverse side of the matter: how in each generation the scientist, through having to reduce the sphere of his labour, was progressively losing contact with other branches of science, with that integral interpretation of the universe which is the only thing deserving the names of science, culture, European civilisation.
La especialización comienza precisamente en un tiempo que llama hombre civilizado al hombre « enciclopédico». El siglo XIX inicia sus destinos bajo la dirección de criaturas que viven enciclopédicamente, aunque su producción tenga ya un carácter de especialismo. En la generación subsiguiente, la ecuación se ha desplazado, y la especialidad empieza a desalojar dentro de cada hombre de ciencia a la cultura integral. Cuando en 1890 una tercera generación toma el mando intelectual de Europa, nos encontramos con un tipo de científico sin ejemplo en la historia. Es un hombre que, de todo lo que hay que saber para ser un personaje discreto, conoce sólo una ciencia determinada, y aun de esa ciencia sólo conoce bien la pequeña porción en que él es active investigador. Llega a proclamar como una virtud el no enterarse de cuanto quede fuera del angosto paisaje que especialmente cultiva, y llama dilettantismo a la curiosidad por el conjunto del saber. Specialisation commences precisely at a period which gives to civilised man the title "encyclopaedic." The XIXth Century starts on its course under the direction of beings who lived "encyclopaedically," though their production has already some tinge of specialism. In the following generation, the balance is upset and specialism begins to dislodge integral culture from the individual scientist. When by 1890 a third generation assumes intellectual command in Europe we meet with a type of scientist unparalleled in history. He is one who, out of all that has to be known in order to be a man of judgment, is only acquainted with one science, and even of that one only knows the small corner in which he is an active investigator. He even proclaims it as a virtue that he takes no cognisance of what lies outside the narrow territory specially cultivated by himself, and gives the name of "dilettantism" to any curiosity for the general scheme of knowledge.
El caso es que, recluido en la estrechez de su campo visual, consigue, en efecto, descubrir nuevos hechos y hacer avanzar su ciencia, que él apenas conoce, y con ella la enciclopedia del pensamiento, que concienzudamente desconoce. ¿Cómo ha sido y es posible cosa semejante. Porque conviene recalcar la extravagancia de este hecho innegable: la ciencia experimental ha progresado en buena parte merced al trabajo de hombres fabulosamente mediocres, y aun menos que mediocres. Es decir, que la ciencia moderna, raíz, y símbolo de la civilización actual, da acogida dentro de sí al hombre intelectualmente medio y le permite operar con buen éxito. La razón de ello está en lo que es, a la par, ventaja mayor y peligro máximo de la ciencia nueva y de toda civilización que ésta dirige y representa: la mecanización. Una buena parte de las cosas que hay que hacer en física o en biología es faena mecánica de pensamiento que puede ser ejecutada por cualquiera, o poco menos. Para los efectos de innumerables investigaciones es posible dividir la ciencia en pequeños segmentos, encerrarse en uno y desentenderse de los demás. La firmeza y exactitud de los métodos permiten esta transitoria y práctica desarticulación del saber. Se trabaja con uno de esos métodos como con una máquina, y ni siquiera es forzoso, para obtener abundantes resultados, poseer ideas rigorosas sobre el sentido y fundamento de ellos. Así, la mayor parte de los científicos empujan el progreso general de la ciencia encerrados en la celdilla de su laboratorio, como la abeja en la de su panal o como el pachón de asador en su cajón. What happens is that, enclosed within the narrow limits of his visual field, he does actually succeed in discovering new facts and advancing the progress of the science which he hardly knows, and incidentally the encyclopedia of thought of which he is conscientiously ignorant. How has such a thing been possible, how is it still possible? For it is necessary to insist upon this extraordinary but undeniable fact: experimental science has progressed thanks in great part to the work of men astoundingly mediocre, and even less than mediocre. That is to say, modern science, the root and symbol of our actual civilisation, finds a place for- the intellectually commonplace man and allows him to work therein with success. The reason of this lies in what is at the same time the great advantage and the gravest peril of the new science, and of the civilisation directed and represented by it, namely, mechanisation. A fair amount of the things that have to be done in physics or in biology is mechanical work of the mind which can be done by anyone, or almost anyone. For the purpose of innumerable investigations it is possible to divide science into small sections, to enclose oneself in one of these, and to leave out of consideration all the rest. The solidity and exactitude of the methods allow of this temporary but quite real disarticulation of knowledge. The work is done under one of these methods as with a machine, and in order to obtain quite abundant results it is not even necessary to have rigorous notions of their meaning and foundations. In this way the majority of scientists help the general advance of science while shut up in the narrow cell of their laboratory, like the bee in the cell of its hive, or the turnspit in its wheel.
Pero esto crea una casta de hombres sobremanera extraños. El investigador que ha descubierto un nuevo hecho de ]a naturaleza tiene por fuerza que sentir una impresión de dominio y seguridad en su persona. Con cierta aparente justicia, se considerará como « un hombre que sabe». Y, en efecto, en él se da un pedazo de algo que junto con otros pedazos no existentes en él constituyen verdaderamente el saber. Esta es la situación íntima del especialista, que en los primeros años de este siglo ha llegado a su más frenética exageración. El especialista « sabe» muy bien su mínimo rincón de universo; pero ignora de raíz todo el resto. But this creates an extraordinarily strange type of man. The investigator who has discovered a new fact of Nature must necessarily experience a feeling of power and self-assurance . With a certain apparent justice he will look upon himself as "a man who knows." And in fact there is in him a portion of something which, added to many other portions not existing in him, does really constitute knowledge. This is the true inner nature of the specialist, who in the first years of this century has reached the wildest stage of exaggeration. The specialist "knows" very well his own tiny corner of the universe; he is radically ignorant of all the rest.
He aquí un precioso ejemplar de este extraño hombre nuevo que he intentado, por una y otra de sus vertientes y haces, definir. He dicho que era una configuración humana sin par en toda la historia. El especialista nos sirve para concretar enérgicamente la especie y hacernos ver todo el radicalismo de su novedad. Porque antes los hombres podían dividirse, sencillamente, en sabios e ignorantes, en más o menos sabios y más o menos ignorantes. Pero el especialista no puede ser subsumido bajo ninguna de esas dos categorías. No es sabio, porque ignora formalmente cuanto no entra en su especialidad; pero tampoco es un ignorante, porque es « un hombre de ciencia» y conoce muy bien su porciúncula de universo. Habremos de decir que es un sabio-ignorante, cosa sobremanera grave, pues significa que es un señor el cual se comportará en todas las cuestiones que ignora no como un ignorante, sino con toda la petulancia de quien en su cuestión especial es un sabio. Here we have a precise example of this strange new man, whom I have attempted to define, from both of his two opposite aspects. I have said that he was a hu product unparalleled in history. The specialist serves as a striking concrete example of the species, making clear to us the radical nature of the novelty. For, previously, men could be divided simply into the learned and the ignorant, those more or less the one, and those more or less the other. But your specialist cannot be brought in under either of these two categories. He is not learned , for he is formally ignorant of all that does not enter into his speciality; but neither is he ignorant, because he is "a scientist," and "knows" very well his own tiny portion of the universe. We shall have to say that he is a learned ignoramus, which is a very serious matter, as it implies that he is a person who is ignorant, not in the fashion of the ignorant man, but with an the petulance of one who is learned in his own special line.
Y, en efecto, este es el comportamiento del especialista. En política, en arte, en los usos sociales, en las otras ciencias tomará posiciones de primitivo, de ignorantísimo; pero las tomará con energía y suficiencia, sin admitir -y esto es lo paradójico- especialistas de esas cosas. Al especializarlo, la civilización le ha hecho hermético y satisfecho dentro de su limitación; pero esta misma sensación íntima de dominio y valía le llevará a querer predominar fuera de su especialidad. De donde resulta que aun en este caso, que representa un máximum de hombre cualificado - especialismo- y, por lo tanto, lo más opuesto al hombre-masa, el resultado es que se comportará sin cualifícación y como hombre-masa en casi todas las esferas de vida. And such in fact is the behaviour of the specialist. In politics, in art, in social usages, in the other sciences, he will adopt the attitude of primitive, ignorant man; but he will adopt them forcefully and with self-sufficiency, and will not admit ofthis is the paradoxspecialists in those matters. By specialising him, civilisation has made him hermetic and self-satisfied within his limitations; but this very inner feeling of dominance and worth will induce him to wish to predominate outside his speciality. The result is that even in this case, representing a maximum of qualification in manspecialisation- and therefore the thing most opposed to the massman, the result is that he will behave in almost all spheres of life as does the unqualified, the mass-man.
La advertencia no es vaga. Quienquiera puede observar la estupidez con que piensan, juzgan y actúan hoy política, en arte, en religión y en los problemas generales de la vida y el mundo los « hombres de ciencia», y claro es tras ellos, médicos, ingenieros, financieros, profesores, et cétera. This is no mere wild statement. Anyone who wishes can observe the stupidity of thought, judgment, and action shown to-day in politics, art, religion, and the general problems of life and the world by the "men of science," and of course, behind them, the doctors, engineers, financiers, teachers, and so on.
Esa condición de « no escuchar», de no someterse a instancias superiores que reiteradamente he presentado como característica del hombre-masa, llega al colmo precisamente en estos hombres parcialmente cualificados Ellos simbolizan, y en gran parte constituyen, el imperio actual de las masas, y su barbarie es la causa inmediata de la desmoralización europea. That state of "not listening," of not submitting to higher courts of appeal which I have repeatedly put forward as characteristic of the mass-man, reaches its height precisely in these partially qualified men. They symbolise, and to a great extent constitute, the actual dominion of the masses, and their barbarism is the most immediate cause of European demoralisation.
Por otra parte, significan el más claro y preciso ejemplo de cómo la civilización del último siglo, abandonada a su propia inclinación , ha producido este rebrote de primitivismo y barbarie. Furthermore, they afford the clearest, most striking example of how the civilisation of the last century, abandoned to its own devices, has brought about this rebirth of primitivism and barbarism.
El resultado más inmediato de este especialismo no compensado ha sido que hoy, cuando hay mayor número de « hombres de ciencia» que nunca, haya muchos menos hombres « cultos» que, por ejemplo, hacia 1750. Y lo peor es que con esos pachones del asador científico ni siquiera está asegurado el progreso intimo de la ciencia. Porque ésta necesita de tiempo en tiempo, como orgánica regulación de su propio incremento, una labor de reconstitución, y, como he dicho, esto requiere un esfuerzo de unificación, cada vez más difícil, que cada vez complica regiones mas vastas del saber total. Newton pudo crear su sistema físico sin saber mucha filosofía, pero Einstein ha necesitado saturarse de Kant y de Mach para poder llegar a su aguda síntesis. Kant y Mach -con estos nombres se simboliza sólo la masa enorme de pensamientos filosóficos y psicológicos que han influido en Einstein- han servido para liberar la mente de éste y dejarle la vía franca hacia su innovación. Pero Einstein no es suficiente. La física entra en la crisis más honda de su historia, y sólo podrá salvarla una nueva enciclopedia más sistemática que la primera. The most immediate result of this unbalanced specialisation has been that today, when there are more "scientists" than ever, there are much less "cultured" men than, for example, about 1750. And the worst is that with these turnspits of science not even the real progress of science itself is assured. For science needs from time to time, as a necessary regulator of its own advance, a labour of reconstitution, and, as I have said, this demands an effort towards unification, which grows more and more difficult, involving, as it does, ever-vaster regions of the world of knowledge. Newton was able to found his system of physics without knowing much philosophy, but Einstein needed to saturate himself with Kant and Mach before he could reach his own keen synthesis. Kant and Mach- the names are mere symbols of the enormous mass of philosophic and psychological thought which has influenced Einstein- have served to liberate the mind of the latter and leave the way open for his innovation. But Einstein is not sufficient. Physics is entering on the gravest crisis of its history, and can only be saved by a new "Encyclopaedia" more systematic than the first.
El especialismo, pues, que ha hecho posible el progreso de la ciencia experimental durante un siglo, se aproxima a una etapa en que no podrá avanzar por sí mismo si no se encarga una generación mejor de construirle un nuevo asador más provechoso. The specialisation, then, that has made possible the progress of experimental science during a century, is approaching a stage where it can no longer continue its advance unless a new generation undertakes to provide it with a more powerful form of turnspit.
Pero si el especialista desconoce la fisiología interna de la ciencia que cultiva, mucho más radicalmente ignora las condiciones históricas de su perduración, es decir, cómo tienen que estar organizados la sociedad y el corazón del hombre para que pueda seguir habiendo investigadores. El descenso de vocaciones científicas que en estos años se observa -y a que ya aludí- es un síntoma preocupador para todo el que tenga una idea clara de lo que es civilización, la idea que suele faltar al típico « hombre de ciencia», cima de nuestra actual civilización. También él cree que la civilización está ahí , simplemente, como la corteza terrestre y la selva primigenia. But if the specialist is ignorant of the inner philosophy of the science he cultivates, he is much more radically ignorant of the historical conditions requisite for its continuation; that is to say: how society and the heart of man are to be organised in order that there may continue to be investigators. The decrease in scientific vocations noted in recent years, to which I have alluded, is an anxious symptom for anyone who has a clear idea of what civilisation is, an idea generally lacking to the typical "scientist," the high-point of our present civilisation. He also believes that civilisation is there in just the same way as the earth′s crust and the forest primeval.





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CHAPTER XIII

EL MAYOR PELIGRO, EL ESTADO

THE GREATEST DANGER, THE STATE

En una buena ordenación de las cosas públicas, la masa es lo que no actúa por sí misma. Tal es su misión. Ha venido al mundo para ser dirigida, influida, representada, organizada -hasta para dejar de ser masa o, por lo menos, aspirar a ello-. Pero no ha venido al mundo para hacer todo eso por sí. Necesita referir su vida a la instancia superior, constituida por las minorías excelentes. Discútase cuanto se quiera quiénes son los hombres excelentes; pero que sin ellos -sean unos o sean otros- la humanidad no existiría en lo que tiene de más esencial, es cosa sobre la cual conviene que no haya duda alguna, aunque lleve Europa todo un siglo metiendo la cabeza debajo del alón, al modo de los estrucios, para ver si consigue no ver tan radiante evidencia. Porque no se trata de una opinión fundada en hechos más o menos frecuentes y probables, sino en una ley de la « física» social, mucho más inconmovible que las leyes de la física de Newton. El día que vuelva a imperar en Europa una auténtica filosofía -única cosa que puede salvarla- se volverá a caer en la cuenta de que el hombre es, tenga de ello ganas o no, un ser constitutivamente forzado a buscar una instancia superior. Si logra por sí mismo encontrarla, es que es un hombre excelente; si no, es que es un hombre-masa y necesita recibirla de aquél. IN a right ordering of public affairs, the mass is that part which does not act of itself. Such is its mission. It has come into the world in order to be directed, influenced, represented, organised- even in order to cease being mass, or at least to aspire to this. But it has not come into the world to do all this by itself. It needs to submit its life to a higher court, formed of the superior minorities. The question as to who are these superior individuals may be discussed ad libitum, but that without them, whoever they be, humanity would cease to preserve its essentials is something about which there can be no possible doubt, though Europe spend a century with its head under its wing, ostrich-fashion, trying if she can to avoid seeing such a plain truth. For we are not dealing with an opinion based on facts more or less frequent and probable, but on a law of social "physics," much more immovable than the laws of Newton′s physics. The day when a genuine philosophy 37 once more holds sway in Europe- it is the one thing that can save her- that 37 For philosophy to rule, it is not necessary that philosophers be the rulers- as Plato at first wished- nor even for rulers to be philosophers- as was his later, more modest, wish. Both these things are, strictly speaking, most fatal. For philosophy to rule, it is sufficient for it to exist; that is to say, for the philosophers to be philosophers. For nearly a century past, philosophers have been everything but that- politicians, pedagogues, men of letters, and men of science.
Pretender la masa actuar por sí misma es, pues, rebelarse contra su propio destino, y como eso es lo que hace ahora, hablo yo de la rebelión de las masas. Porque a la postre la única cosa que sustancialmente y con verdad puede llamarse rebelión es la que consiste en no aceptar cada cual su destino, en rebelarse contra sí mismo. En rigor, la rebelión del arcángel Luzbel no lo hubiera sido menos si en vez de empeñarse en ser Dios -lo que no era su destino- se hubiese empecinado en ser el más íntimo de los ángeles, que tampoco lo era. (Si Luzbel hubiera sido ruso, como Tolstoi, habría acaso preferido este último estilo de rebeldía, que no es más ni menos contra Dios que el otro tan famoso.) day she will once again realise that man, whether he like it or no, is a being forced by his nature to seek some higher authority. If he succeeds in finding it of himself, he is a superior man; if not, he is a mass-man and must receive it from his superiors. For the mass to claim the right to act of itself is then a rebellion against its own destiny, and because that is what it is doing at present, I speak of the rebellion of the masses. For, after all, the one thing that can substantially and truthfully be called rebellion is that which consists in not accepting one′s own destiny, in rebelling against one′s self. The rebellion of the archangel Lucifer would not have been less if, instead of striving to be God- which was not his destiny- he had striven to be the lowest of the angels- equally not his destiny. (If Lucifer had been a Russian, like Tolstoi, he would perhaps have preferred this latter form of rebellion, none the less against God than the other more famous one.)
Cuando la masa actúa por sí misma, lo hace sólo de una manera, porque no tiene otra: lincha. No es completamente casual que la ley de Lynch sea americana, ya que América es, en cierto modo, el paraíso de las masas. Ni mucho menos podrá extrañar que ahora, cuando las masas triunfan, triunfe la violencia y se haga de ella la única ratio, la única doctrina. Va para mucho tiempo que hacía yo notar este progreso de la violencia como norma. Hoy ha llegado a un máximo desarrollo, y esto es un buen síntoma, porque significa que automáticamente va a iniciarse un descenso. Hoy es ya la violencia la retórica del tiempo; los retóricos, los inanes, la hacen suya. Cuando una realidad humana ha cumplido su historia, ha naufragado y ha muerto, las olas la escupen en las costas de la retórica, donde, cadáver, pervive largamente. La retórica es el cementerio de las realidades humanas, cuando más, su hospital de inválidos. A la realidad sobrevive su nombre, que, aun siendo sólo palabra, es, al fin y al cabo, nada menos que palabra, y conserva siempre algo de su poder mágico. When the mass acts on its own, it does so only in one way, for it has no other: it lynches. It is not altogether by chance that lynch law comes from America, for America is, in a fashion, the paradise of the masses. And it will cause less surprise, nowadays, when the masses triumph, that violence should triumph and be made the one ratio, the one doctrine. It is now some time since I called attention to this advance of violence as a normal condition. 38 To-day it has reached its full development, and this is a good symptom, because it means that automatically the descent is about to begin. To-day violence is the rhetoric of the period, the empty 38 Vide Espana Invertebrada, 1912. rhetorician has made it his own. When a reality of human existence has completed its historic course, has been shipwrecked and lies dead, the waves throw it up on the shores of rhetoric, where the corpse remains for a long time. Rhetoric is the cemetery of human realities, or at any rate a Home for the Aged. The reality itself is survived by its name, which, though only a word, is after all at least a word and preserves something of its magic power.
Pero aun cuando no sea imposible que haya comenzado a menguar el prestigio de la violencia como norma cínicamente establecida, continuaremos bajo su régimen; bien que en otra forma. But though it is not impossible that the prestige of violence as a cynically established rule has entered on its decline, we shall still continue under that rule, though in another form.
Me refiero al peligro mayor que hoy amenaza a la civilización europea. Como todos los demás peligros que amenazan a esta civilización, también éste ha nacido de ella. Más aún: constituye una de sus glorias; es el Estado contemporáneo. Nos encontramos, pues, con una réplica de lo que en el capítulo anterior se ha dicho sobre la ciencia: la fecundidad de sus principios la empuja hacia un fabuloso progreso; pero éste impone inexorablemente la especialización, y la especialización amenaza con ahogar a la ciencia. I refer to the gravest danger now threatening European civilisation. Like all other dangers that threaten it, this one is born of civilisation itself. More than that, it constitutes one of its glories: it is the State as we know it to-day. We are confronted with a replica of what we said in the previous chapter about science: the fertility of its principles brings about a fabulous progress, but this inevitably imposes specialisation, and specialisation threatens to strangle science.
Lo mismo acontece con el Estado. The same thing is happening with the State.
Rememórese lo que era el Estado a fines del siglo XVIII en todas las naciones europeas. ¡Bien poca cosa! El primer capitalismo y sus organizaciones industriales, donde por primera vez triunfa la técnica, la nueva técnica, la racionalizada, habían producido un primer crecimiento de la sociedad. Una nueva clase social apareció, más poderosa en número y potencia que las preexistentes: la burguesía. Esta indina burguesía poseía, ante todo y sobre todo, una cosa: talento, talento práctico. Sabía organizar, disciplinar, dar continuidad y articulación al esfuerzo. En medio de ella, como en un océano, navegaba azarosa la « nave del Estado». La nave del Estado es una metáfora reinventada por la burguesía, que se sentía a sí mismo oceánica, omnipotente y encinta de tormentas. Aquella nave era cosa de nada o poco más: apenas si tenía soldados, apenas Si tenía burócratas, apenas si tenía dinero. Había sido fabricada en la Edad Media por una clase de hombres muy distintos de los burgueses: los nobles, gente admirable por su coraje, por su don de mando, por su sentido de responsabilidad. Call to mind what the State was at the end of the XVIIIth Century in all European nations. Quite a small affair Early capitalism and its industrial organisations, in which the new, rationalised technique triumphs for the first time, had brought about a commencement of increase in society. A new social class appeared, greater in numbers and power than the pre-existing: the middle class. This astute middle class possessed one thing, above and before all: talent, practical talent. It knew how to organise and discipline, how to give continuity and consistency to its efforts. In the midst of it, as in an ocean, the "ship of State" sailed its hazardous course. The ship of State is a metaphor re-invented by the bourgeoisie, which felt itself oceanic, omnipotent, pregnant with storms. That ship was, as we said, a very small affair: it had hardly any soldiers, bureaucrats, or money. It had been built in the Middle Ages by a class of men very different from the bourgeois- the nobles, a class admirable for their ]courage, their gifts of leadership, their sense of responsibility. Sin ellos no existirían las naciones de Europa. Pero con todas esas virtudes del corazón, los nobles andaban, han andado siempre, mal de cabeza. Vivían de la otra víscera. De inteligencia muy limitada, sentimentales, instintivos, intuitivos; en suma, « irracionales». Por eso no pudieron desarrollar ninguna técnica, cosa que obliga a la racionalización. No inventaron la pólvora. Se fastidiaron. Incapaces de inventar nuevas armas, dejaron que los burgueses -tomándola de Oriente u otro sitio- utilizaran la pólvora, y con ello, automáticamente, ganaran la batalla al guerrero noble, al « caballero», cubierto estúpidamente de hierro, que apenas podía moverse en la lid, y a quien no se le había ocurrido que el secrete eterno de la guerra no consiste tanto en los medios de defensa como en los de sagresión; secrete que iba a redescubrir Napoleón. Como el Estado es una técnica -de orden público y de administración-, el « antiguo régimen» llega a los fines del siglo XVIIi con un Estado debilísimo, azotado de todos lados por una ancha y revuelta sociedad. La desproporción entre el poder del Estado y el poder social es tal en ese momento, que, comparando la situación con la vigente en tiempos de Carlomagno, aparece el Estado del siglo XVIII como una degeneración. El Estado carolingio era, claro está, mucho menos pudiente que el de Luis XVI; pero, en cambio, la sociedad que lo rodeaba no tenía fuerza ninguna. El enorme desnivel entre la fuerza social y la del poder público hizo posible la revolución, las revoluciones (hasta 1848). Without them the nations of Europe would not now be in existence. But with all those virtues of the heart, the nobles were, and always have been, lacking in virtues of the head. Of limited intelligence, sentimental, instinctive, intuitive- in a word, "irrational." Hence they were unable to develop any technique, a thing which demands rationalisation. They did not invent gunpowder. Incapable of inventing new arms, they allowed the bourgeois, who got it from the East or somewhere else, to utilise gunpowder and automatically to win the battle the warrior noble, the "caballero," stupidly against covered in iron so that he could hardly move in the fight, and who had never imagined that the eternal secret of warfare consists not so much in the methods of defence as in those of attack, a secret which was to be rediscovered by Napoleon. … As the State is a matter of technique- of public order and administration- the "ancien regime" reaches the end of the XVIIIth Century with a very weak State, harassed on all sides by a widespread social revolt. The disproportion between State power and social power at this time is such that comparing the situation then with that of the time of Charlemagne, the XVIIIth-Century State appears degenerate. The Carolingian State was of course much less powerful than the State of Louis XVI, but, on the other hand, the society surrounding it was entirely lacking in strength. The enormous disproportion between social strength and …… democratic strength of public power made possible the Revolution, the revolutions- up to 1848.
Pero con la revolución se adueñó del poder público la burguesía y aplicó al Estado sus innegables virtudes, y en poco más de una generación creó un Estado poderoso, que acabó con las revoluciones. Desde 1848, es decir, desde que comienza la segunda generación de gobiernos burgueses, no hay en Europa verdaderas revoluciones. Y no ciertamente porque no hubiese motives para ellas, sino porque no había medios. Se niveló el poder público con el poder social. ¡Adios revoluciones para siempre! Ya no cabe en Europa más que lo contrario: el golpe de Estado. Y todo lo que con posterioridad pudo darse aires de revolución, no fue más que un golpe de Estado con máscara. But with the Revolution the middle class took possession of public power and applied their undeniable qualities to the State, and in little more than a generation created a powerful State, which brought revolutions to an end. Since 1848, that is to say, since the beginning of the second generation of bourgeois governments, there have been no genuine revolutions in Europe. Not assuredly because there were no motives for them, but because there were no means. Public power was brought to the level of social power. Good-bye for ever to Revolutions! The only thing now possible in Europe is their opposite: the coup d′etat. Everything which in following years tried to look like a revolution was only a coup d′etat in disguise.
En nuestro tiempo, el Estado ha llegado a ser una máquina formidable que funciona prodigiosamente, de una maravillosa eficiencia por la cantidad y precisión de sus medios. Plantada en medio de la sociedad, basta con tocar un resorte para que actúen sus enormes palancas y operen fulminantes sobre cualquier trozo del cuerpo social. In our days the State has come to be a formidable machine which works in marvellous fashion; of wonderful efficiency by reason of the quantity and precision of its means. Once it is set up in the midst of society, it is enough to touch a button for its enormous levers to start working and exercise their overwhelming power on any portion whatever of the social framework.
El Estado contemporáneo es el producto más visible y notorio de la civilización. Y es muy interesante, es revelador, percatarse de la actitud que ante él adopta el hombre-masa. éste lo ve, lo admira, sabe que está ahí, asegurando su vida; pero no tiene conciencia de que es una creación humana inventada por ciertos hombres y sostenida por ciertas virtudes y supuestos que hubo ayer en los hombres y que puede evaporarse mañana. Por otra parte, el hombre-masa ve en el Estado un poder anónimo, y como él se siente a sí mismo anónimo -vulgo-, cree que el Estado es cosa suya. Imagínese que sobreviene en la vida pública de un país cualquiera dificultad, conflicto o problema: el hombre-masa tenderá a exigir que inmediatamente lo asuma el Estado, que se encargue directamente de resolverlo con sus gigantescos e incontrastables medios. The contemporary State is the easiest seen and best-known product of civilisation. And it is an interesting revelation when one takes note of the attitude that State, which is more intelligent but has less sense of historic responsibility. mass-man adopts before it. He sees it, admires it, knows that there it is, safeguarding his existence; but he is not conscious of the fact that it is a human creation invented by certain men and upheld by certain virtues and fundamental qualities which the men of yesterday had and which may vanish into air to-morrow. Furthermore, the mass-man sees in the State an anonymous power, and feeling himself, like it, anonymous, he believes that the State is something of his own. Suppose that in the public life of a country some difficulty, conflict, or problem presents itself, the mass-man will tend to demand that the State intervene immediately and undertake a solution directly with its immense and unassailable resources.
Este es el mayor peligro que hoy amenaza a la civilización: la estatifícación de la vida, el intervencionismo del Estado, la absorción de toda espontaneidad social por el Estado; es decir, la anulación de la espontaneidad histórica, que en definitiva sostiene, nutre y empuja los destinos humanos. Cuando la masa siente alguna desventura o, simplemente, algún fuerte apetito, es una gran tentación para ella esa permanente y segura posibilidad de conseguir todo -sin esfuerzo, lucha, duda, ni riesgo- sin mas que tocar el resorte y hacer funcionar la portentosa máquina. La masa se dice: « El Estado soy yo», lo cual es un perfecto error. El Estado es la masa sólo en el sentido en que puede decirse de dos hombres que son idénticos, porque ninguno de los dos se llama Juan. Estado contemporáneo y masa coinciden sólo en ser anónimos. Pero el caso es que el hombre-masa cree, en efecto, que él es el Estado, y tenderá cada vez más a hacerlo funcionar con cualquier pretexto, a aplastar con él toda minoría creadora que lo perturbe; que lo perturbe en cualquier orden: en política, en ideas, en industria. This is the gravest danger that to-day threatens civilisation: State intervention; the absorption of all spontaneous social effort by the State, that is to say, of spontaneous historical action, which in the long run sustains, nourishes, and impels human destinies. When the mass suffers any ill-fortune or simply feels some strong appetite, its great temptation is that permanent, sure possibility of obtaining everything- without effort, struggle, doubt, or riskmerely by touching a button and setting the mighty machine in motion. The mass says to itself, "L′Etat, c′est moi," which is a complete mistake. The State is the mass only in the sense in which it can be said of two men that they are identical because neither of them is named john. The contemporary State and the mass coincide only in being anonymous. But the mass-man does in fact believe that he is the State, and he will tend more and more to set its machinery working on whatsoever pretext, to crush beneath it any creative minority which disturbs it- disturbs it in any order of things: in politics, in ideas, in industry.
El resultado de esta tendencia será fatal. La espontaneidad social quedará violentada una vez y otra por la intervención del Estado; ninguna nueva simiente podrá fructificar. La sociedad tendrá que vivir para el Estado; el hombre, para la maquina del gobierno. Y como a la postre no es sino una máquina cuya existencia y mantenimiento dependen de la vitalidad circundante que la mantenga, el Estado, después de chupar el tuétano a la sociedad, se quedará hético, esquelético, muerto con esa muerte herrumbrosa de la máquina, mucho más cadavérica que la del organismo vivo. The result of this tendency will be fatal. Spontaneous social action will be broken up over and over again by State intervention; no new seed will be able to fructify. Society will have to live for the State, man for the governmental machine. And as, after all, it is only a machine whose existence and maintenance depend on the vital supports around it, the State, after sucking out the very marrow of society, will be left bloodless, a skeleton, dead with that rusty death of machinery, more gruesome than the death of a living organism.
Este fue el sino lamentable de la civilización antigua. No tiene duda que el Estado imperial creado por los Julios y los Claudios fue una máquina admirable, incomparablemente superior como artefacto al viejo Estado republicano de las familias patricias. Pero, curiosa coincidencia, apenas Llegó a su pleno desarrollo, comienza a decaer el cuerpo social. Ya en los tiempos de los Antoninos (siglo II) el Estado gravita con una antivital supremacía sobre la sociedad. Esta empieza a ser esclavizada, a no poder vivir más que en servicio del Estado. La vida toda se burocratiza . ¿Qué acontece? La burocratización de la vida produce su mengua absoluta -en todos los órdenes-. La riqueza disminuye y las mujeres paren poco. Entonces el Estado, para subvenir a sus propias necesidades, fuerza más la burocratización de la existencia humana. Esta burocratización en segunda potencia es la militarización de la sociedad. La urgencia mayor del Estado en su aparato bélico, su ejército. El Estado es, ante todo, productor de seguridad (la seguridad de que nace el hombre-masa, no se olvide). Por eso es, ante todo, ejército. Los Severos, de origen africano, militarizan el mundo. ¡Vana faena! La miseria aumenta, las matrices son cada vez menos fecundas. Faltan hasta soldados. Después de los Severos el ejército tiene que ser reclutado entre extranjeros. Such was the lamentable fate of ancient civilisation. No doubt the imperial State created by the Julii and the Claudii was an admirable machine, incomparably superior as a mere structure to the old republican State of the patrician families. But, by a curious coincidence, hardly had it reached full development when the social body began to decay. Already in the times of the Antonines (IInd Century), the State overbears society with its anti-vital supremacy. Society begins to be enslaved, to be unable to live except in the service of the State. The whole of life is bureaucratised. What results? The bureaucratisation of life brings about its absolute decay in all orders. Wealth diminishes, births are few. Then the State, in order to attend to its own needs, forces on still more the bureaucratisation of human existence. This bureaucratisation to the second power is the militarisation of society. The State′s most urgent need is its apparatus of war, its army. Before all the State is the producer of security (that security, be it remembered, of which the mass-man is born). Hence, above all, an army. The Severi, of African origin, militarise the world. Vain task! Misery increases, women are every day less fruitful, even soldiers are lacking. After the time of the Severi, the army has to be recruited from foreigners.
¿Se advierte cuál es el proceso paradójico y trágico del estatismo? La sociedad, para vivir mejor ella, crea, como un utensilio, el Estado. Luego, el Estado se sobrepone, y la sociedad tiene que empezar a vivir para el Estado. Pero, al fin y al cabo, el Estado se compone aún de los hombres de aquella sociedad. Mas pronto no basta con éstos para sostener el Estado y hay que llamar a extranjeros: primero, dálmatas; luego, germanos. Los extranjeros se hacen dueños del Estado, y los restos de la sociedad, del pueblo inicial, tienen que vivir esclavos de ellos, de gente con la cual no tiene nada que ver. A esto lleva el intervencionismo del Estado: el pueblo se convierte en carne y pasta que alimentan el mero artefacto y máquina que es el Estado. El esqueleto se come la carne en torno a él. El andamio se hace propietario e inquilino de la casa. Is the paradoxical, tragic process of Statism now realised? Society, that it may live better, creates the State as an instrument. Then the State gets the upper hand and society has to begin to live for the State. 41 But for all that the State is still composed of the members of that society. But soon these do not suffice to support it, and it has to call in foreigners: first Dalmatians, then Germans. These foreigners take possession of the State, and the rest of society, the former populace, has to live as their slaves- slaves of people with whom they have nothing in common. This is what State intervention leads to: the people are converted into fuel to feed the mere machine which is the State. The skeleton eats up the flesh around it. The scaffolding becomes the owner and tenant of the house.
Cuando se sabe esto, azora un poco oír que Mussolini pregona con ejemplar petulancia, como un prodigioso descubrimiento hecho ahora en Italia, la fórmula: Todo por el Estado; nada fuera del Estado; nada contra el Estado . Bastaría esto para descubrir en el fascismo un típico movimiento de hombre-masa. Mussolini se encontró con un Estado admirablemente construido -no por él, sino precisamente por las fuerzas e ideas que él combate: por la democracia liberal-. él se limita a usarlo incontinentemente; y sin que yo me permita ahora juzgar el detalle de su obra, es indiscutible que los resultados obtenidos hasta el presente no pueden compararse con los logrados en la función política y administrativa por el Estado liberal. Si algo ha conseguido, es tan menudo, poco visible y nada sustantivo, que difícilmente equilibra la acumulación de poderes anormales que le consiente emplear aquella máquina en forma extrema. When this is realised, it rather confounds one to hear Mussolini heralding as an astounding discovery just made in Italy, the formula: "All for the State; nothing outside the State; nothing against the State." This alone would suffice to reveal in Fascism a typical movement of mass-men. Mussolini found a State … admirably built up- not by him, but precisely by the ideas and the forces he is combating: by liberal democracy. He confines himself to using it ruthlessly, and, without entering now into a detailed examination of his work, it is indisputable that the results obtained up to the present cannot be compared with those obtained in political and administrative working by the liberal State. If he has succeeded in anything, it is so minute, so little visible, so lacking in substance as with difficulty to compensate for the accumulation of the abnormal powers which enable him to make use of that machine to its full extent.
El estatismo es la forma superior que toman la violencia y la acción directa constituidas en norma. Al través y por medio del Estado, máquina anónima, las masas actúan por sí mismas. Statism is the higher form taken by violence and direct action when these are set up as standards. Through and by means of the State, the anonymous machine, the masses act for themselves.
Las naciones europeas tienen ante sí una etapa de grandes dificultades en su vida interior, problemas económicos, jurídicos y de orden público sobremanera arduos. ¿Cómo no temer que bajo el imperio de las masas se encargue el Estado de aplastar la independencia del individuo, del grupo, y agostar así definitivamente el porvenir. The nations of Europe have before them a period of great difficulties in their internal life, supremely arduous problems of law, economics, and public order. Can we help feeling that under the rule of the masses the State will endeavour to crush the independence of the individual and the group, and thus definitely spoil the harvest of the future?
Un ejemplo concrete de este mecanismo lo hallamos en uno de los fenómenos más alarmantes de estos últimos treinta años: el aumento enorme en todos los países de las fuerzas de Policía. El crecimiento social ha obligado ineludiblemente a ello. Por muy habitual que nos sea, no debe perder su terrible paradojismo ante nuestro espíritu el hecho de que la población de una gran urbe actual, para caminar pacíficamente y acudir a sus negocios, necesita, sin remedio, una Policía que regule la circulación. Pero es una inocencia de las gentes de « orden» pensar que estas « fuerzas de orden público», creadas para el orden, se van a contentar con imponer siempre el que aquéllas quieran. Lo inevitable es que acaben por definir y decidir ellas el orden que van a imponer -y que será, naturalmente, el que les convenga. A concrete example of this mechanism is found in one of the most alarming phenomena of the last thirty years: the enormous increase in the police force of all countries. The increase of population has inevitably rendered it necessary. However accustomed we may be to it, the terrible paradox should not escape our minds that the population of a great modern city, in order to move about peaceably and attend to its business, necessarily requires a police force to regulate the circulation. But it is foolishness for the party of "law and order" to imagine that these "forces of public authority" created to preserve order are always going to be content to preserve the order that that party desires. Inevitably they will end by themselves defining and deciding on the order they are going to impose- which, naturally, will be that which suits them best.
Conviene que aprovechemos el roce de esta materia para hacer notar la diferente reacción que ante una necesidad pública puede sentir una u otra sociedad. Cuando, hacia 1800, la nueva industria comienza a crear un tipo de hombre -el obrero industrial- más criminoso que los tradicionales, Francia se apresura a crear una numerosa Policía. Hacia 1810 surge en Inglaterra, por las mismas causas, un aumento de la criminalidad, y entonces caen los ingleses en la cuenta de que ellos no tienen Policía. Gobiernan los conservadores. ¿Qué harán? ¿Crearán una Policía? Nada de eso. Se prefiere aguantar, hasta donde se pueda, el crimen. « La gente se resigna a hacer su lugar al desorden, considerándolo como rescate de la libertad.» « En París -escribe John William Ward- tienen una Policía admirable; pero pagan caras sus ventajas. Prefiero ver que cada tres o cuatro años se degüella a media docena de hombres en Ratcliffe Road, que estar sometido a visitas domiciliarias, al espionaje y a todas las maquinaciones de Fouché». Son dos ideas distintas del Estado. El inglés quiere que el Estado tenga límites. It might be well to take advantage of our touching on this matter to observe the different reaction to a public need manifested by different types of society. When, about 1800, the new industry began to create a type of manthe industrial worker- more criminally inclined than traditional types, France hastened to create a numerous police force. Towards 1810 there occurs in England, for the same reasons, an increase in criminality, and the English suddenly realise that they have no police. The Conservatives are in power. What will they do? Will they establish a police force? Nothing of the kind. They prefer to put up with crime, as well as they can. "People are content to let disorder alone, considering it the price they pay for liberty." "In Paris," writes John William Ward, "they have an admirable police force, but they pay dear for its advantages. I prefer to see, every three or four years, half a dozen people getting their throats cut in the Ratcliffe Road, than to have to submit to domiciliary visits, to spying, and to all the machinations of Fouche." Here we have two opposite ideas of the State. The Englishman demands that the State should have limits set to it.





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CHAPTER XIV

¿QUIEN MANDA EN EL MUNDO?

WHO RULES THE WORLD?

La civilización europea -he repetido una y otra vez ha producido automáticamente la rebelión de las masas. Por su anverso, el hecho de esta rebelión presenta un cariz óptimo; ya lo hemos dicho: la rebelión de las masas es una y misma cosa con el crecimiento fabuloso que la vida humana ha experimentado en nuestro tiempo. Pero el reverse del mismo fenómeno es tremebundo; mirada por esa haz, la rebelión de las masas es una y misma cosa con la desmoralización radical de la humanidad. Miremos ésta ahora desde nuevos puntos de vista. EUROPEAN civilisation, I have repeated more than once, has automatically brought about the rebellion of the masses. From one view-point this fact presents a most favourable aspect, as we have noted: the rebellion of the masses is one and the same thing as the fabulous increase that human existence has experienced in our times. But the reverse side of the same phenomenon is fearsome; it is none other than the radical demoralisation of humanity. Let us now consider this last from new view-points.
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La sustancia o índole de una nueva época histórica es resultante de variaciones internas del hombre y su espíritu- o externas -formales y como mecánicas-. Entre estas últimas, la más importante, casi sin duda, es el desplazamiento del poder. Pero éste trae consigo un desplazamiento del espíritu. The substance or character of a new historical period is the resultant of internal variations- of man and his spirit; or of external variations- formal, and as it were mechanical. Amongst these last, the most important, almost without a doubt, is the displacement of power. But this brings with it a displacement of the spirit.
Por eso, al asomarnos a un tiempo con ánimo de comprenderlo, una de nuestras primeras preguntas debe ser esta: « ¿Quién manda en el mundo a la sazón?» Podrá ocurrir que a la sazón la humanidad este dispersa en varios trozos sin comunicación entre sí, que forman mundos interiores e independientes. En tiempo de Milcíades, el mundo mediterráneo ignoraba la existencia del mundo extremooriental. En cases tales tendríamos que referir nuestra pregunta: « ¿Quién manda en el mundo?», a cada grupo de convivencia. Pero desde el siglo XVI ha entrado la humanidad toda en un proceso gigantesco de unificaron que en nuestros días ha llegado a su término insuperable. Ya no hay trozo de humanidad que viva aparte -no hay islas de humanidad-. Por lo tanto, desde aquel siglo puede decirse que quien manda en el mundo ejerce, en efecto, su influjo autoritario sobre todo él. Tal ha sido el papel del grupo homogéneo formado por los pueblos europeos durante tres siglos. Europa mandaba, y bajo su unidad de mando el mundo vivía con un estilo unitario, o al menos progresivamente unificado. Consequently, when we set about examining a period with a view to understanding it, one of our first questions ought to be: who is governing in the world at the time? It may happen that at the time humanity is scattered in different groups without any communication, forming interior, independent worlds. In the days of Miltiades, the Mediterranean world was unaware of the existence of the Far-Eastern world. In such cases we shall have to refer our question, "Who rules in the world?" to each individual group. But from the XVIth Century, humanity has entered on a vast unifying process, which in our days has reached its furthest limits. There is now no portion of humanity living apart- no islands of human existence. Consequently, from that century on, it may be said that whoever rules the world does, in fact, exercise authoritative influence over the whole of it. Such has been the part played by the homogeneous group formed by European peoples during the last three centuries. Europe was the ruler, and under its unity of command the world lived in unitary fashion, or at least was progressively unified.
Ese estilo de vida suele denominarse « Edad Moderna», nombre gris e inexpresivo bajo el cual se oculta esta realidad: época de la hegemonía europea. This fashion of existence is generally styled the Modern Age, a colourless, inexpressive name, under which lies hidden this reality: the epoch of European hegemony.
Por « mando» no se entiende aquí primordialmente ejercicio de poder material, de coacción física. Porque aquí se aspira a evitar estupideces, por lo menos las más gruesas y palmarias. Ahora bien: esa relación estable y normal entre hombres que se llama « mando» no descansa nunca en la fuerza , sino al revés: porque un hombre o grupo de hombres ejerce el mando, tiene a su disposición ese aparato o máquina social que se llama « fuerza». Los cases en que a primera vista parece ser la fuerza el fundamento del mando, se revelan ante una inspección ulterior como los mejores ejemplos para confirmar aquella tesis. Napoleón dirigió a España una agresión, sostuvo esta agresión durante algún tiempo; pero no mandó propiamente en España ni un solo día. Y eso que tenía la fuerza y precisamente porque tenía sólo la fuerza. Conviene distinguir entre un hecha o proceso de agresión y una situación de mando. El mando es el ejercicio normal de la autoridad. El cual se funda siempre en la opinión pública -siempre, hoy como hace diez años, entre los ingleses como entre los botocudos-. Jamás ha mandado nadie en la tierra nutriendo su mando esencialmente de otra cosa que de la opinión pública. By "rule" we are not here to understand primarily the exercise of material power, of physical coercion. We are here trying to avoid foolish notions, at least the more gross and evident ones. This stable, normal relation amongst men which is known as "rule" never rests on force; on the contrary, it is because a man or group of men exercise command that they have at their disposition that social apparatus or machinery known as "force." The cases in which at first sight force seems to be the basis of command, are revealed on a closer inspection as the best example to prove our thesis. Napoleon led an aggressive force against Spain, maintained his aggression for a time, but, properly speaking, never ruled in Spain for a single day. And that, although he had the force, and precisely because he had it. It is necessary to distinguish between a process of aggression and a state of rule. Rule is the normal exercise of authority, and is always based on public opinion, to-day as a thousand years ago, amongst the English as amongst the bushmen. Never has anyone ruled on this earth by basing his rule essentially on any other thing than public opinion.
¿O se cree que la soberanía de la opinión pública fue un invento hecho por el abogado Dantón en 1789 o por Santo Tomás de Aquino en el siglo XIII? La noción de esta soberanía habrá sido descubierta aquí o allá, en esta o la otra fecha; pero el hecho de que la opinión pública es la fuerza radical que en las sociedades humanas produce el fenómeno de mandar es cosa tan antigua y perenne Como el hombre mismo. Así, en la física de Newton, la gravitación es la fuerza que produce el movimiento. Y la ley de la opinión pública es la gravitación universal de la historia política. Sin ella, ni la ciencia histórica seria posible. Por eso muy agudamente insinúa Hume que el tema de la historia consiste en demostrar cómo la soberanía de la opinión pública, lejos de ser una aspiración utópica, es lo que ha pesado siempre y a toda hora en las sociedades humanas. Pues hasta quien pretende gobernar con los jenízaros depende de la opinión de éstos y de la que tengan sobre éstos los demás habitantes. It may be thought that the sovereignty of public invention of the lawyer Danton, in 1789, or of Saint Thomas Aquinas in the XIIIth Century. The notion of that sovereignty may have been discovered in one place or another, at one time or another, but the fact that public opinion is the basic force which produces the phenomenon of rule in human societies is as old, and as lasting, as mankind. In Newton′s physics gravitation is the force which produces movement. And the law of public opinion is the universal law of gravitation in political history. Without it the science of history would be impossible. Hence Hume′s acute suggestion that the theme of history consists in demonstrating how the sovereignty of public opinion, far from being a Utopian aspiration, is what has actually happened everywhere and always in human societies. Even the man who attempts to rule with janissaries depends on their opinion and the opinion which the rest of the inhabitants have of them.
La verdad es que no se manda con los jenízaros. Así, Talleyrand pudo decir a Napoleón: « Con las bayonetas, sire, se puede hacer todo, menos una cosa: sentarse sobre ellas.» Y mandar no es gesto de arrebatar el poder, sino tranquilo ejercicio de él. En suma, mandar es sentarse. Trono, silla curul, banco azul, poltrona ministerial, sede. Contra lo que una óptica inocente y folletinesca supone, el mandar no es tanto cuestión de puños como de posaderas. El Estado es, en definitiva, el estado de la opinión: una situación de equilibrio, de estática. The truth is that there is no ruling with janissaries. As Talleyrand said to Napoleon: "You can do everything with bayonets, Sire, except sit on them." And to rule is not the gesture of snatching at power, but the tranquil exercise of it. In a word, to rule is to sit down, be it on the throne, curule chair, front bench, or bishop′s seat. Contrary to the unsophisticated suggestions of melodrama, to rule is not so much a question of the heavy hand as of of the firm seat. The State is, in fine, the state of opinion, a position of equilibrium.
Lo que pasa es que a veces la opinión pública no existe. Una sociedad dividida en grupos discrepantes, cuya fuerza de opinión queda recíprocamente anulada, no da lugar a que se constituya un mando. Y como a la naturaleza le horripila el vacío, ese hueco que deja la fuerza ausente de opinión pública se llena con la fuerza bruta. A lo sumo, pues, se adelanta ésta como sustituto de aquélla. What happens is that at times public opinion is nonexistent. A society divided into discordant groups, with their forces of opinion cancelling one another out, leaves no room for a ruling power to be constituted. And as "nature abhors a vacuum" the empty space left by the absence of public opinion is filled by brute force. At the most, then, the latter presents itself as a substitute for the former.
Por eso, si se quiere expresar con toda precisión la ley de la opinión pública como ley de la gravitación histórica, conviene tener en cuenta esos cases de ausencia, y entonces se llega a una fórmula que es el conocido, venerable y verídico lugar común: no se puede mandar contra la opinión pública. Consequently, if we wish to express the law of public opinion as the law of historical gravitation, we shall take into consideration those cases where it is absent, and we then arrive at a formula which is the well-known, venerable, forthright commonplace: there can be no rule in opposition to public opinion.
Esto nos lleva a caer en la cuenta de que mando significa prepotencia de una opinión; por lo tanto, de un espíritu; de que mando no es, a la postre, otra cosa que poder espiritual. Los hechos históricos confirman esto escrupulosamente. Todo mando primitivo tiene un carácter « sacro», porque se funda en la religión, y lo religioso es la forma primera bajo la cual aparece siempre lo que luego va a ser espíritu, idea, opinión; en suma, lo inmaterial y ultrafísico. En la Edad Media se reproduce con formato mayor el mismo fenómeno. El Estado o poder público primero que se forma en Europa es la Iglesia -con su carácter específico y ya nominativo de « poder espiritual»-. De la Iglesia aprende el poder político que él también no es originariamente sino poder espiritual, vigencia de ciertas ideas, y se crea el Sacro Romano Imperio. De este modo luchan dos poderes igualmente espirituales que, no pudiendo diferenciarse en la sustancia -ambos son espíritu-, vienen al acuerdo de instalarse cada uno en un modo del tiempo: el temporal y el eterno. Poder temporal y poder religioso son idénticamente espirituales; pero el uno es espíritu del tiempo -opinión pública intramundana y cambiante-, mientras el otro es espíritu de eternidad -la opinión de Dios, la que Dios tiene sobre el hombre y sus destinos. This enables us to realise that rule signifies the predominance of an opinion, and therefore of a spirit; that rule is, when all is said and done, nothing else but a spiritual power. This is confirmed with precision by the facts of history. All primitive rule has a "sacred" character, for it is based on religion and religion is the first form under which appears what is afterwards to be spirit, idea, opinion; in a word, the immaterial and ultra-physical. In the Middle Ages the same phenomenon is reproduced on a larger scale. The first State or public authority formed in Europe is the Church, with its specific, well-defined character of "the spiritual power." From the Church the political power learns that it, too, in its origin, is a spiritual authority, the prevalence of certain ideas, and there is created the Holy Roman Empire. Thus arises the struggle between two powers, which, having no differentiation in substance (as they are both spirit), reach a n agreement by which each limits itself to a time-category; the temporal and the eternal. Temporal power and religious power are equally spiritual, but the one is the spirit of time, public opinion, mundane and fluctuating, whilst the other is the spirit of eternity, the opinion of God, God′s view of man and his destiny.
Tanto vale, pues, decir: en tal fecha manda tal hombre, tal pueblo o tal grupo homogéneo de pueblos, como decir: en tal fecha predomina en el mundo tal sistema de opiniones -ideas, preferencias, aspiraciones, propósitos. It comes to the same thing then to say: At a given period, such a man, such a people, or such a homogeneous group of peoples, are in command, as to say: At this given period there predominates in the world such a system of opinions- ideas, preferences, aspirations, purposes.
¿Cómo ha de entenderse este predominio? La mayor parte de los hombres no tiene opinión, y es preciso que ésta le venga de fuera a presión, como entra el lubricante en las máquinas. Por eso es preciso que el espíritu -sea el que fuere- tenga poder y lo ejerza, para que la gente que no opina -y es la mayoría- opine. Sin opiniones, la convivencia humana sería el caos; menos aún: la nada histórica. Sin opiniones, la vida de los hombres carecería de arquitectura, de organicidad. Por eso, sin un poder espiritual sin alguien que mande , y en la medida que ello falte, reina en la humanidad el caos. Y parejamente, todo desplazamiento del poder, todo cambio de imperantes, es a la vez un cambio de opiniones y, consecuentemente, nada menos que un cambio de gravitación histórica. How is this predominance to be understood? The majority of men have no opinions, and these have to be pumped into them from outside, like lubricants into machinery. Hence it is necessary that some mind or other should hold and exercise authority, so that the people without opinions- the majority- can start having opinions. For without these, the common life of humanity would be chaos, a historic void, lacking in any organic structure. Consequently, without a spiritual power, without someone to command, and in proportion as this is lacking, chaos reigns over mankind. And similarly, all displacement of power, every change of authority, implies a change of opinions, and therefore nothing less than a change of historical gravitation.
Volvamos ahora al comienzo. Durante varios siglos ha mandado en el mundo Europa, un conglomerado de pueblos con espíritu afín. En la Edad Media no mandaba nadie en el mundo temporal. Es lo que ha pasado en todas las edades medias de la historia. Por eso representa siempre un relativo caos y una relativa barbarie, un déficit de opinión. Son tiempos en que se ama, se odia, se ansía, se repugna, y todo ello en gran medida. Pero, en cambio, se opina poco. No carecen de delicia tiempos así. Pero en los grandes tiempos es de la opinión de lo que vive la humanidad, y por eso hay orden. Del otro lado de la Edad Media hallamos nuevamente una época en que, como en la Moderna, manda alguien, bien que sobre una porción acotada del mundo: Roma, la gran mandona. Ella puso orden en el Mediterráneo y aledaños. Let us go back again to where we started from. For several centuries the world has been ruled by Europe, a conglomerate of peoples akin in spirit. In the Middle Ages there was no such rule in temporal matters. So it has happened in all the middle ages of history. That is why they represent a relative chaos, relative barbarism, a deficit of public opinion. They are times in which men love, hate, desire, detest; all this without limit; but, on the other hand, there is no opinion. Such epochs are not without their charm. But in the great epochs, what mankind lives by is opinion, and therefore, order rules. On the further side of the Middle Ages we also find a period in which, as in the Modern Age, there is someone in command, though only over a limited portion of the world: Rome, the great director. It was she who set up order in the Mediterranean and its borders.
En estas jornadas de la posguerra comienza a decirse que Europa no manda ya en el mundo. ¿Se advierte toda la gravedad de ese diagnóstico. Con él se anuncia un desplazamiento del poder. ¿Hacia dónde se dirige? ¿quién va a suceder a Europa en el mando del mundo? Pero ¿se está seguro de que va sucederle alguien? Y si no fuese nadie, ¿qué pasaría. In these post-war times the word is beginning to go round that Europe no longer rules in the world. Is the full gravity of this diagnosis realised? By it there is announced a displacement of power. In what direction? Who is going to succeed Europe in ruling over the world? But is it so sure that anyone is going to succeed her? And if no one, what then is going to happen?
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La pura verdad es que en el mundo pasa en todo instante y, por lo tanto, ahora, infinidad de cosas. La pretensión de decir qué es lo que ahora pasa en el mundo ha de entenderse, pues, como ironizándose a sí misma. Mas por lo mismo que es imposible conocer directamente la plenitud de lo real, no tenemos más remedio que construir arbitrariamente una realidad, suponer que las cosas son de una cierta manera. Esto nos proporciona un esquema, es decir, un concepto o enrejado de conceptos. Con él, como al través de una cuadrícula, miramos luego la efectiva realidad, y entonces, sólo entonces, conseguimos una visión aproximada de ella. En esto consiste el método científico. Más aún: en esto consiste todo uso del intelecto. Cuando al ver llegar a nuestro amigo por la vereda del jardín decimos: « Este es Pedro», cometemos deliberadamente, irónicamente, un error. Porque Pedro significa para nosotros un esquemático repertorio de modos de comportarse física y moralmente -lo que llamamos « carácter»-, y la pura verdad es que nuestro amigo Pedro no se parece, a ratos, en casi nada a la idea « nuestro amigo Pedro». It is true, of course, that at any moment, and therefore actually, an infinity of things is happening in the world. Any attempt, then, to say what is happening in the world to-day must be taken as being conscious of its own irony. But for the very reason. that we are unable to have directly complete knowledge of reality, there is nothing for us but arbitrarily to construct a reality, to suppose that things are happening after a certain fashion. This provides us with an outline, a concept or framework of concepts. With this, as through a "sight," we then look at the actual reality, and it is only then that we obtain an approximate vision of it. It is in this that scientific method consists. Nay, more, in this consists all use of the intellect. When we see our friend coming up the garden path, and we say: "Here′s Peter," we are committing, deliberately, ironically, an error. For Peter implies for us a complex of ways of behaviour, physical and moral- what we call "character"and the plain truth is that, at times, our friend Peter is not in the least like the concept "our friend Peter."
Todo concepto, el más vulgar como el más técnico, va montado en la ironía de sí mismo, en los dientecillos de una sonrisa alciónica, como el geométrico diamante va montado en la dentadura de oro de su engarce. él dice muy seriamente: « Esta cosa es A , y esta otra cosa es B .» Pero es la suya la seriedad de un pince-sans-rire, Es la seriedad inestable de quien se ha tragado una carcajada y si no aprieta bien los labios la vomita. él sabe muy bien que ni esta cosa es A, así a rajatabla, ni la otra es B , así, sin reservas. Lo que el concepto piensa en rigor es un poco otra cosa que lo que dice, y en esta duplicidad consiste la ironía. Lo que verdaderamente piensa es esto: yo sé que, hablando con todo rigor, esta cosa no es A , ni aquélla B; pero, admitiendo que son A y B , yo me entiendo conmigo mismo para los efectos de mi comportamiento vital frente a una y otra cosa. Every concept, the simplest and the most technical, is framed in its own irony as the geometrically cut diamond is held in its setting of gold. The concept tells us quite seriously: "This thing is A, that thing is B." But the seriousness is that of the man who is playing a joke on you, the unstable seriousness of one who is swallowing a laugh, which will burst out if he does not keep his lips tight-closed. It knows very well that this thing is not just merely A, or that thing just merely B. What the concept really thinks is a little bit different from what it says, and herein the irony lies. What it really thinks is this: I know that, strictly speaking, this thing is not A, nor that thing B; but by taking them as A and B, I come to an understanding with myself for the purposes of my practical attitude towards both of these things.
Esta teoría del conocimiento de la razón hubiera irritado a un griego. Porque el griego creyó haber descubierto en la razón, en el concepto, la realidad misma. Nosotros, en cambio, creemos que la razón, el concepto, es un instrumento doméstico del hombre, que éste necesita y usa para aclarar su propia situación en medio de la infinita y archiproblemática realidad que es su vida. Vida es lucha con las cosas para sostenerse entre ellas. Los conceptos son el plan estratégico que nos formamos para responder a su ataque. Por eso, si se escruta bien la entraña última de cualquier concepto, se halla que no nos dice nada de la cosa misma, sino que resume lo que un hombre puede hacer con esa cosa o padecer de ella. Esta opinión taxativa, según la cual el contenido de todo concepto es siempre vital, es siempre acción posible, o padecimiento posible de un hombre, no ha sido hasta ahora, que yo sepa, sustentada por nadie; pero es, a mi juicio, el término indefectible del proceso filosófico que se inicia con Kant. Por eso, si revisamos a su luz todo el pasado de la filosofía hasta Kant, nos parecerá que en el fondo todos los filósofos han dicho lo mismo. Ahora bien: todo el descubrimiento filosófico no es más que un descubrimiento y un traer a la superficie lo que estaba en el fondo. This theory of rational knowledge would have displeased a Greek. For the Greek believed that he had discovered in the reason, in the concept, reality itself. We, on the contrary, believe that the concept is one of man′s household utensils, which he needs and uses in order to make clear his own position in the midst of the infinite and very problematic reality which is his life. Life is a struggle with things to maintain itself among them. Concepts are the strategic plan we form in answer to the attack. Hence, if we penetrate to the true inwardness of a concept, we find that it tells us nothing of the thing itself, but only sums up what one can do with it, or what it can do to one. This opinion, according to which the content of a concept is always vital, is always a possible activity or passivity, has not been maintained, as far as I know, by anyone before now, but it seems to me to be the inevitable outcome of the philosophical processes initiated by Kant. Hence, if by its light, we examine the whole past of philosophy up to the time of Kant, it will seem to us that, at bottom, all philosophers have said the same thing. Well, then, every, philosophical discovery is nothing else than an uncovering, a bringing to the surface, of what was lying in the depths.
Pero semejante introito es desmesurado para lo que voy a decir, tan ajeno a problemas filosóficos. Yo iba a decir, sencillamente, que lo que ahora pasa en el mundo -se entiende el histórico- es exclusivamente esto: durante tres siglos Europa ha mandado en el mundo, y ahora Europa no está segura de mandar ni de seguir mandando. Reducir a fórmula tan simple la infinitud de cosas que integran la realidad histórica actual, es, sin duda, y en el mejor caso, una exageración, y yo necesitaba por eso recordar que pensar es, quiérase o no, exagerar. Quien prefiera no exagerar tiene que callarse; más aún: tiene que paralizar su intelecto y ver la manera de idiotizarse. But this is an inordinate introduction to what I am going to say; something quite foreign to philosophical problems. I was simply going to say that what is actually happening in the world of history is this and this alone: for three centuries Europe has been the ruler in the world, and now Europe is no longer sure that she is, or will continue to be, the ruler. To reduce to such a simple formula the historic reality of the present time is doubtless, at the best, an exaggeration, and hence the need I was in of recalling that to think is, whether you want or no, to exaggerate. If you prefer not to exaggerate, you must remain silent; or, rather, you must paralyse your intellect and find some way of becoming an idiot.
Creo, en efecto, que es aquello lo que verdaderamente está pasando en el mundo, y que todo lo demás es consecuencia, condición, síntoma o anécdota de eso. I believe, then, that this is what is happening in the world at present, and that all the rest is mere consequence, condition, symptom, or incident of the first.
Yo no he dicho que Europa haya dejado de mandar, sino estrictamente que en estos años Europa siente graves dudas sobre si manda o no, sobre si mañana mandará. A esto corresponde en los demás pueblos de la tierra un estado de espíritu congruente: dudar de si ahora son mandados por alguien. Tampoco están seguros de ello. I have not said that Europe has ceased to rule, but that in these times, Europe feels grave doubts as to whether she does rule or not, as to whether she will rule tomorrow. Corresponding to this, there is in the other peoples of the earth a related state of mind, a doubt as to whether they are at present ruled by anyone. They also are not sure of it.
Se ha hablado mucho en estos años de la decadencia de Europa. Yo suplico fervorosamente que no se siga cometiendo la ingenuidad de pensar en Spengler simplemente porque se hable de decadencia de Europa o de Occidente. Antes de que su libro apareciera, todo el mundo hablaba de ello, y el éxito de su libro se debió, como es notorio, a que tal sospecha o preocupación preexistía en todas las cabezas, con los sentidos y por las razones más heterogéneas. There has been a lot of talk in recent years about the decadence of Europe. I would ask people not to be so simple-minded as to think of Spengler immediately the decadence of Europe or of the West is mentioned. Before his book appeared, everyone was talking of this matter, and as is well known, the success of his book was due to the fact that the suspicion was already existing in people′s minds, in ways and for reasons of the most heterogeneous.
Se ha hablado tanto de la decadencia europea, que muchos han llegado a darla por un hecho. No que crean en serio y con evidencia en él, sino que se han habituado a darlo por cierto, aunque no recuerdan sinceramente haberse convencido resueltamente de ello en ninguna fecha determinada. El reciente libro de Waldo Frank, Redescubrimiento de América, se apoya íntegramente en el supuesto de que Europa agoniza. No obstante, Frank ni analiza ni discute, ni se hace cuestión de tan enorme hecho, que le va a servir de formidable premisa. Sin más averiguación, parte de él como de algo inconcuso. Y esa ingenuidad en el punto de partida me basta para pensar que Frank no está convencido de la decadencia de Europa; lejos de eso, ni siquiera se ha planteado tal cuestión. La toma como un tranvía. Los lugares comunes son los tranvías del transporte intelectual. There has been so much talk of the decadence of Europe, that many have come to take it for a fact. Not that they believe in it seriously and on proof, but that they have grown used to take it as true, though they cannot honestly recall having convinced themselves decidedly in the matter at any fixed time. Waldo Frank′s recent book The Rediscovery of America is based entirely on the supposition that Europe is at its last gasp. And yet, Frank neither analyses nor discusses, nor submits to question this enormous fact, which is to serve him as a formidable premiss. Without further investigation, he starts from it as from something incontrovertible. And this ingenuousness at the very start is sufficient to make me think that Frank is not convinced of the decadence of Europe; far from it, he has never set himself the problem. He takes it as he would take a tram. Commonplaces are the tramways of intellectual transportation.
Y como él, lo hacen muchas gentes. Sobre todo, lo hacen los pueblos, los pueblos enteros. And as he does, so do many others. Above all, it is done by nations, whole nations.
Es un paisaje de ejemplar puerilidad el que ahora ofrece el mundo. En la escuela, cuando alguien notifica que el maestro se ha ido, la turba parvular se encabrita e indisciplina. Cada cual siente la delicia de evadirse a la presión que la presencia del maestro imponía, de arrojar los yugos de las normas, de echar los pies por alto, de sentirse dueño del propio destino. Pero como quitada la norma que fijaba las ocupaciones y las tareas, la turba parvular no tiene un quehacer propio, una ocupación formal, una tarea con sentido, continuidad y trayectoria, resulta que no puede ejecutar más que una cosa: la cabriola. The world at the present day is behaving in a way which is a very model of childishness. In school, when someone gives the word that the master has left the class, the mob of youngsters breaks loose, kicks up its heels, and goes wild. Each of them experiences the delights of escaping the pressure imposed by the master′s presence; of throwing off the yoke of rule, of feeling himself the master of his fate. But as, once the plan which directed their occupations and tasks is suspended, the youthful mob has no formal occupation of its own, no task with a meaning, a continuity, and a purpose, it follows that it can only do one thingstand on its head.
Es deplorable el frívolo espectáculo que los pueblos menores ofrecen. En vista de que, según se dice, Europa decae y, por lo tanto, deja de mandar, cada nación y nacioncita brinca, gesticula, se pone cabeza abajo o se engalla y estira dándose aires de persona mayor que rige sus propios destinos. De aquí el vibriónico panorama de « nacionalismos» que se nos ofrece por todas partes. The frivolous spectacle offered by the smaller nations to-day is deplorable. Because it is said that Europe is in decadence and has given over ruling, every tuppeny-ha′penny nation starts skipping, gesticulating, standing on its head or else struts around giving itself airs of a grown-up person who is the ruler of his own destinies. Hence the vibrionic panorama of "nationalisms" that meets our view everywhere.
En los capítulos anteriores he intentado filiar un nuevo tipo de hombre que hoy predomina en el mundo: le he llamado hombre-masa, y he hecho notar que su principal característica consiste en que, sintiéndose vulgar, proclama el derecho a la vulgaridad y se niega a reconocer instancias superiores a él. Era natural que si ese modo de ser predomina dentro de cada pueblo, el fenómeno se produzca también cuando miramos el conjunto de las naciones. También hay, relativamente, pueblos-masa resueltos a rebelarse contra los grandes pueblos creadores, minoría de estirpes humanas, que han organizado la historia. Es verdaderamente cómico contemplar cómo esta o la otra republiquita, desde su perdido rincón, se pone sobre la punta de sus pies e increpa a Europa y declara su cesantía en la historia universal. In previous chapters I attempted to put in his classification a new type of man who to-day predominates in the world: I called him the mass-man, and I observed that his main characteristic lies in that, feeling himself "common," he proclaims the right to be common, and refuses to accept any order superior to himself. It was only natural that if this mentality is predominant in every people, it should be manifest also when we consider the nations as a group. There are then also relatively mass-peoples determined on rebelling against the great creative peoples, the minority of human stocks which have organised history. It is really comic to see how this or the other puny republic, from its out-of-the-way corner, stands up on tip-toe, starts rebuking Europe, and declares that she has lost her place in universal history.
¿Qué resulta? Europa había creado un sistema de normas cuya eficacia y fertilidad han demostrado los siglos. Esas normas no son, ni mucho menos, las mejores posibles. Pero son, sin duda, definitivas mientras no existan o se columbren otras. Para superarlas es inexcusable parir otras. Ahora los pueblos-masa han resuelto dar por caducado aquel sistema de normas que es la civilización europea, pero como son incapaces de crear otro, no saben qué hacer, y para llenar el tiempo se entregan a la cabriola. What is the result? Europe bad created a system of standards whose efficacy and productiveness the centuries have proved. Those standards are not the best possible; far from it. But they are, without a doubt, definite standards as long as no others exist or are visualised. Before supplanting them, it is essential to produce others. Now, the mass-peoples have decided to consider as bankrupt that system of standards which European civilisation implies, but as they are incapable of creating others, they do not know what to do, and to pass the time they kick up their heels and stand on their heads.
Esta es la primera consecuencia que sobreviene cuando en el mundo deja de mandar alguien: que los demás, al rebelarse, se quedan sin tarea, sin programa de vida. Such is the first consequence which follows when there ceases to be in the world anyone who rules; the rest, when they break into rebellion, are left without a task to perform, without a programme of life.
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El gitano se fue a confesar; pero el cura, precavido, comenzó por preguntarle si sabia los mandamientos de la ley de Dios. A lo que el gitano respondió: Misté, padre; yo loh iba a aprendé; pero he oido un runrún de que loh iban a quitá. The gypsy in the story went to confession, but the cautious priest asked him if he knew the commandments of the law of God. To which the gypsy replied: "Well, Father, it′s this way: I was going to learn them, but I heard talk that they were going to do away with them."
¿No es esta la situación presente del mundo? Corre el runrún de que ya no rigen los mandamientos europeos y en vista de ello las gentes - hombres y pueblos- aprovechan la ocasión para vivir sin imperativos. Porque existían sólo los europeos. No se trata de que -como otras veces ha acontecido- una germinación de normas nuevas desplace las antiguas y un fervor novísimo absorba en su fuego joven los viejos entusiasmos de menguante temperatura. Eso sería lo corriente. Es más: lo viejo resulta viejo no por propia senescencia, sino porque ya está ahí un principio nuevo que, sólo con ser nuevo, aventaja de pronto al preexistente. Si no tuviéramos hijos, no seríamos viejos o tardaríamos mucho más en serlo. Lo propio pasa con los artefactos. Un automóvil de hace diez años parece más viejo que una locomotora de hace veinte, simplemente porque los inventos de la técnica automovilista se han sucedido con mayor rapidez. Esta decadencia que se origina en el brote de nuevas juventudes es un síntoma de salud. Is not this the situation in the world at present? The rumour is running round that the commandments of the law of Europe are no longer in force, and in view of this, men and peoples are taking the opportunity of living without imperatives. For the European were the only ones that existed. It is not a question- as has happened previously- of new standards springing up to displace the old, or of a new fervour absorbing in its youthful vigour the old enthusiasms of diminishing temperature. That would be the natural procedure. Furthermore, the old is proved to be old not because it is itself falling into senility, but because it has against it a new principle which, by the fact of being new, renders old the pre-existing. If we had no children, we should not be old, or should take much longer to get old. The same happens with machines. A motor-car ten years old seems older than a locomotive of twenty years ago, simply because the inventions of motor production have followed one another with greater rapidity. This decadence, which has its source in the rising-up of fresh youth, is a symptom of health.
Pero lo que ahora pasa en Europa es cosa insalubre y extraña. Los mandamientos europeos han perdido vigencia sin que otros se vislumbren en el horizonte. Europa -se dice- deja de mandar, y no se ve quién pueda sustituirla. Por Europa se entiende, ante todo y propiamente, la trinidad Francia, Inglaterra, Alemania. En la región del globo que ellas ocupan ha madurado el módulo de existencia humana conforme al cual ha sido organizado el mundo. Si, como ahora se dice, esos tres pueblos están en decadencia y su programa de vida ha perdido validez, no es extraño que el mundo se desmoralice. But what is happening at present in Europe is something unhealthy and unusual. The European commandments have lost their force, though there is no sign of any others on the horizon. Europe- we are told- is ceasing to rule, and no one sees who is going to take her place. By Europe we understand primarily and properly the trinity of France, England, Germany. It is in the portion of the globe occupied by these that there has matured that mode of human existence in accordance with which the world has been organized. If, as is now announced, these three peoples are in decadence, and their programme of life has lost its validity, it is not strange that the world is becoming demoralised.
Y esta es la pura verdad. Todo el mundo -naciones, individuos- está desmoralizado. Durante una temporada esta desmoralización divierte y hasta vagamente ilusiona. Los inferiores piensan que les han quitado un peso de encima. Los decálogos conservan del tiempo en que eran inscritos sobre piedra o sobre bronce su carácter de pesadumbre. La etimología de mandar significa cargar, ponerle a uno algo en las manos. El que manda es, sin remisión, cargante. Los inferiores de todo el mundo están ya hartos de que les carguen y encarguen, y aprovechan con aire festival este tiempo exonerado de gravosos imperativos. Pero la fiesta dura poco. Sin mandamientos que nos obliguen a vivir de un cierto modo, queda nuestra vida en pura disponibilidad. Esta es la horrible situación íntima en que se encuentran ya las juventudes mejores del mundo. De puro sentirse libres, exentas de trabas, se sienten vacías. Una vida en disponibilidad es mayor negación de sí misma que la muerte. Porque vivir es tener que hacer algo determinado -es cumplir un encargo-, y en la medida en que eludamos poner a algo nuestra existencia, evacuamos nuestra vida. Dentro de poco se oirá un grito formidable en todo el planeta, que subirá, como el aullido de canes innumerables, hasta las estrellas, pidiendo alguien y algo que mande, que imponga un quehacer u obligación. And such is the simple truth. The whole world- nations and individuals- is demoralised. For a time this demoralisation rather amuses people, and even causes a vague illusion. The lower ranks think that a weight has been lifted off them. Decalogues retain from the time they were written on stone or bronze their character of heaviness. The etymology of command conveys the notion of putting a load into someone′s hands. He who commands cannot help being a bore. Lower ranks the world over are tired of being ordered and commanded, and with holiday air take advantage of a period freed from burdensome imperatives. But the holiday does not last long. Without commandments, obliging us to live after a certain fashion, our existence is that of the "unemployed." This is the terrible spiritual situation in which the best youth of the world finds itself to-day. By dint of feeling itself free, exempt from restrictions, it feels itself empty. An "unemployed" existence is a worse negation of life than death itself. Because to live means to have something definite to do- a mission to fulfil- and in the measure in which we avoid setting our life to something, we make it empty. Before long there will be heard throughout the planet a formidable cry, rising like the howling of innumerable dogs to the stars, asking for someone or something to take command, to impose an occupation, a duty.
Vaya esto dicho para los que, con inconsciencia de chicos, nos anuncian que Europa ya no manda. Mandar es dar quehacer a las gentes, meterlas en su destino, en su quicio: impedir su extravagancia, la cual suele ser vagancia, vida vacía, desolación. This for those people who, with the thoughtlessness of children, announce to us that Europe is no longer in command. To command is to give people something to do, to fit them into their destiny, to prevent their wandering aimlessly about in an empty, desolate existence.
No importaría que Europa dejase de mandar si hubiera alguien capaz de sustituirla. Pero no hay sombra de tal. Nueva York y Moscú no son nada nuevo con respecto a Europa. Son uno y otro dos parcelas del mandamiento europeo que, al disociarse del resto, han perdido su sentido. En rigor, da grima hablar de Nueva York y de Moscú. Porque uno no sabe con plenitud lo que son: sólo sabe que ni sobre uno ni sobre otro se han dicho aún palabras decisivas. Pero aun sin saber plenamente lo que son, se alcanza lo bastante para comprender su carácter genérico. Ambos, en efecto, pertenecen de lleno a lo que algunas veces he llamado « fenómeno de camouflage histórico». El camouflage es, por esencia, una realidad que no es la que parece. Su aspecto oculta, en vez de declarar, su sustancia. Por eso engaña a la mayor parte de las gentes. Sólo se puede librar de la equivocación que el camouflage produce quien sepa de antemano y en general que el camouflage existe. Lo mismo pasa con el espejismo. El concepto corrige a los ojos. It would not matter if Europe ceased to command, provided there were someone able to take her place. But there is not the faintest sign of one. New York and Moscow represent nothing new, relatively to Europe. They are both of them two sections of the European order of things, which, by dissociating from the rest, have lost their meaning. In sober truth, one is afraid to talk of New York and Moscow, because one does not know what they really are; the only thing one knows is that the decisive word has not yet been said about either of them. But even without full knowledge of what they are, one can arrive at sufficient to understand their generic character. And, in fact, both of them fit in perfectly with what I have sometimes called "phenomena of historical camouflage." Of its nature, camouflage is a reality which is not what it seems. Its appearance, instead of declaring, conceals its substance. Hence the majority of people are deceived. The deception can only be avoided by one who knows beforehand, and in general, that there is such a thing as camouflage. It is the same as with the mirage. The concept we have of the phenomenon corrects our vision.
En todo hecho de camouflage histórico hay dos realidades que se superponen: una profunda, efectiva, sustancial; otra aparente, accidental y de superficie. Así, en Moscú hay una película de ideas europeas -el marxismo- pensadas en Europa en vista de realidades y problemas europeos. Debajo de ella hay un pueblo no sólo distinto como materia étnica del europeo, sino -lo que importa mucho más- de una edad diferente que la nuestra. Un pueblo aún en fermento; es decir, juvenil. Que el marxismo haya triunfado en Rusia donde no hay industria- sería la contradicción mayor que podía sobrevenir al marxismo. Pero no hay tal contradicción, porque no hay tal triunfo. Rusia es marxista aproximadamente como eran romanos los tudescos del Sacro Imperio Romano . Los pueblos nuevos no tienen ideas. Cuando crecen en un ámbito donde existe o acaba de existir una vieja cultura, se embozan en la idea que ésta les ofrece. Aquí está el camouflage y su razón. Se olvida -como he notado otras veces- que hay dos grandes tipos de evolución para un pueblo. Hay el pueblo que nace en un « mundo» vacío de toda civilización. Ejemplo, el egipcio o el chino. En un pueblo así todo es autóctono, y sus gestos tienen un sentido claro y directo. Pero hay pueblos que germinan y se desarrollan en un ámbito ocupado ya por una cultura de añeja historia. Así Roma, que crece en pleno Mediterráneo, cuyas aguas estaban impregnadas de civilización grecooriental. De aquí que la mitad de los gestos romanos no sean suyos, sino aprendidos. Y el gesto aprendido, recibido, es siempre doble, y su verdadera significación no es directa, sino oblicua. El que hace un gesto aprendido -por ejemplo, un vocablo de otro idioma-, hace por debajo de él el gesto suyo, el auténtico; por ejemplo, traduce a su propio lenguaje el vocablo exótico. De aquí que para atender los camouflages sea menester también una mirada oblicua: la de quien traduce un texto con un diccionario al lado. Yo espero un libro en el que el marxismo de Stalin aparezca traducido a la historia de Rusia. Porque esto, lo que tiene de ruso, es lo que tiene de fuerte, y no lo que tiene de comunista. ¡Vaya usted a saber qué será! Lo único que cabe asegurar es que Rusia necesita siglos todavía para optar al mando . Porque carece aún de mandamientos, ha necesitado fingir su adhesión al principio europeo de Marx. Porque le sobra juventud, le bastó con esa ficción. El joven no necesita razones para vivir: sólo necesita pretextos. In every instance of historical camouflage we have two realities superimposed; one genuine and substantial, underneath; the other apparent and accidental, on the surface. So, in Moscow, there is a screen of European ideas- Marxismthought out in Europe in view of European realities and problems. Behind it there is a people, not merely ethnically distinct from the European, but what is much more important, of a different age to ours. A people still in process of fermentation; that is to say, a child-people. That Marxism should triumph in Russia, where there is no industry, would be the greatest contradiction that Marxism could undergo. But there is no such contradiction, for there is no such triumph. Russia is Marxist more or less as the Germans of the Holy Roman Empire were Romans. New peoples have no ideas. When they grow up in an atmosphere in which an old civilisation exists, or has existed, they disguise themselves in the ideas which it offers to them. Here is the camouflage and the reason for it. As I have observed on other occasions, it is forgotten that there are two main types of evolution for a people. There is the people which is born into a "world" empty of all civilisation, for example the Egyptians or the Chinese. In such a people everything is autochthonous, and their acts have a clear direct sense of their own. But there are other peoples who spring up and develop in a situation already occupied by a civilisation of long history. So Rome, which grows up by the Mediterranean, whose waters were impregnated with Graeco- Oriental culture. Hence half the "gestures" of the Romans are not their own, they have been learnt. And the "gesture" which has been learnt, accepted, has always a double aspect, its real meaning is oblique, not direct. The man who performs an act which he has learnt- speaks a foreign word, for example- carries out beneath it an act of his own, genuine; he translates the foreign term to his own language. Hence, in order to penetrate camouflage an oblique glance is required, the glance of one who is translating a text with the dictionary by his side. I am waiting for the book in which Stalin′s Marxism will appear translated into Russian history. For it is this which is Russia′s strength, what it has of Russian, not what it has of Communist. Goodness knows what it will be like! The only thing one can assert is that Russia will require centuries before she can aspire to command. Because she is still lacking in commandments she has been obliged to feign adherence to the European principles of Marx. As she has abundant youth, that fiction is enough for her. Youth does not require reasons for living, it only needs pretexts.
Cosa muy semejante acontece con Nueva York. También es un error atribuir su fuerza actual a los mandamientos a que obedece. En última instancia se reducen a este: la teórica. ¿Qué casualidad! Otro invento europeo, no americano. La técnica es inventada por Europa durante los siglo XVIII y XIX. ¡Qué casualidad! Los siglos en que América nace. ¡Y en serio se nos dice que la esencia de América es su concepción practicista y técnica de la vida! En vez de decirnos: América es, como siempre las colonias, una repristinación o rejuvenecimiento de razas antiguas, sobre todo de Europa. Por razones distintas que Rusia, los Estados Unidos significan también un caso de esa específica realidad histórica que llamamos « pueblo nuevo». Se cree que esto es una frase cuando es una cosa tan efectiva como la juventud de un hombre. América es fuerte por su juventud, que se ha puesto al servicio del mandamiento contemporáneo « técnica», como podía haberse puesto al servicio del budismo si éste fuese la orden del día. Pero América no hace con esto sino comenzar su historia. Something very similar is happening with New York. It is again an error to attribute its actual strength to the commandments it obeys. In the last resort these are reduced to onetechnicism. How strange! Another European invention, not an American. Technicism is invented by Europe during the XVIIIth and XIXth Centuries. Again how strange! The very centuries in which America is coming into existence. And we are told quite seriously that the essence of America is its practical and technicist conception of life. Instead of being told that America is, as all colonies are, a rejuvenescence of old races, in particular of Europe. For different reasons to those in the case of Russia, the United States also affords an example of that specific historic reality which we call "a new people." This is looked upon as a mere phrase, when in reality it is a fact as precise as that of youth in man. America is strong by reason of its youth, which has put itself at the service of the modern commandment of technicism, just as it might have put itself at the service of Buddhism, if that were the order of the day. But while acting thus, America is only starting its history.
Ahora empezarán sus angustias, sus disensiones, sus conflictos. Aún tiene que ser muchas cosas; entre ellas, algunas las más opuestas a la técnica y al practicismo. América tiene menos años que Rusia. Yo siempre, con miedo de exagerar, he sostenido que era un pueblo primitivo camouflado por los últimos inventos. Ahora Waldo Frank, en su Redescubrimiento de América , lo declara francamente. América no ha sufrido aún; es ilusorio pensar que pueda poseer las virtudes del mando. It is only now that its trials, its dissensions, its conflicts, are beginning. It has yet to be many things; amongst others, some things quite opposed to the technical and the practical. America is younger than Russia. I have always maintained, though in fear of exaggeration, that it is a primitive people camouflaged behind the latest inventions. 43 And now Waldo Frank, in his Rediscovery of America, declares this openly. America has not yet suffered; it is an illusion to think that it can possess the virtues of command.
Quien evite caer en la consecuencia pesimista de que nadie va a mandar, y que, por lo tanto, el mundo histórico vuelve al caos, tiene que retroceder al punto de partida y preguntarse en serio: ¿Es tan cierto como se dice que Europa esté en decadencia y resigne el mando, abdique? ¿No será esta aparente decadencia la crisis bienhechora que permita a Europa ser literalmente Europa? La evidente decadencia de las naciones europeas , ¿no era a priori necesaria si algún día habían de ser posibles los Estados Unidos de Europa, la pluralidad europea sustituida por su formal unidad. Anyone who wishes to escape from the pessimistic conclusion that nobody is going to be in command, and that therefore the historic world is returning into chaos, will have to fall back to the point we started from, and ask himself seriously: Is it as certain as people say that Europe is in decadence; that it is resigning its command; abdicating? May not this apparent decadence be a beneficial crisis which will enable Europe to be really literally Europe. The evident decadence of the nations of Europe, was not this priori necessary if there was to be one day possible a United States of Europe, the plurality of Europe substituted by its formal unity?
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La función de mandar y obedecer es la decisiva en toda sociedad. Como ande en ésta turbia la cuestión de quién manda y quién obedece, todo lo demás marchará impura y torpemente. Hasta la más íntima intimidad de cada individuo, salvas geniales excepciones, quedará perturbada y falsificada. Si el hombre fuese un ser solitario que accidentalmente se halla trabado en convivencia con otros, acaso permaneciese intacto de tales repercusiones, originadas en los desplazamientos y crisis del imperar, del Poder. Pero como es social en su más elemental textura, queda trastornado en su índole privada por mutaciones que en rigor sólo afectan inmediatamente a la colectividad. De aquí que si se toma aparte un individuo y se le analiza, cabe colegir, sin más datos, cómo anda en su país la conciencia de mando y obediencia. The function of commanding and obeying is the decisive one in every society. As long as there is any doubt as to who commands and who obeys, all the rest will be imperfect and ineffective. Even the very consciences of men, apart from 43 See El Espectador (VII. Hegel y America). special exceptions, will be disturbed and falsified. If man were a solitary being, finding himself only on occasion thrown into association with others, he might come out intact from such disturbances, brought about by the displacements and crises of the ruling Power. But as he is social in his most intimate texture, his personal character is transformed by changes which strictly speaking only immediately affect the collectivity. Hence it is, that if an individual be taken apart and analysed, it is possible without further data to deduce how his country′s conscience is organised in the matter of command and obedience.
Fuera interesante y hasta útil someter a este examen el carácter individual del español medio. La operación sería, no obstante, enojosa y, aunque útil, deprimente; por eso la elude. Pero haría ver la enorme dosis de desmoralización íntima, de encanallamiento que en el hombre medio de nuestro país produce el hecho de ser España una nación que vive desde hace siglos con una conciencia sucia en la cuestión de mando y obediencia. > El encanallaniento no es otra cosa que la aceptación como estado habitual y constituido de una irregularidad, de algo que mientras se acepta sigue pareciendo indebido. Como no es posible convertir en sana normalidad lo que en su esencia es criminoso y anormal, el individuo opta por adaptarse él a lo indebido, haciéndose por completo homogéneo al crimen o irregularidad que arrastra. Es un mecanismo parecido al que el adagio popular enuncia cuando dice: « Una mentira hace ciento.» Todas las naciones han atravesado .jornadas en que aspiró a mandar sobre ellas quien no debía mandar; pero un fuerte instinto les hizo concentrar al punto sus energías y expeler aquella irregular pretensión de mando. Rechazaron la irregularidad transitoria y reconstituyeron así su moral pública. Pero el español ha hecho lo contrario: en vez de oponerse a ser imperado por quien su íntima conciencia rechazaba, ha preferido falsificar todo el resto de su ser para acomodarlo a aquel fraude inicial. Mientras esto persista en nuestro país, es vano esperar nada de los hombres de nuestra raza. No puede tener vigor elástico para la difícil faena de sostenerse con decoro en la historia una sociedad cuyo Estado, cuyo imperio o mando es constitutivamente fraudulento. It would be interesting and even useful to submit to this test the individual character of the average Spaniard. However, the operation would be an unpleasant one, and though useful, depressing, so I avoid it. But it would make clear the enormous dose of personal demoralisation, of degradation, which is produced in the average man of our country by the fact that Spain is a nation which has lived for centuries with a false conscience in the matter of commanding and obeying. This degradation is nothing else than the acceptance, as a normal, constituted condition, of an irregularity, of something which, though accepted, is still regarded as not right. As it is impossible to change into healthy normality what is of its essence unhealthy and abnormal, the individual decides to adapt himself to the thing that is wrong, making himself a part of the crime or irregularity. It is a mechanism similar to that indicated by the popular saying, "One lie makes a hundred." All countries have passed through periods when someone who should not rule has made the attempt to rule over them, but a strong instinct forced them at once to concentrate their energies and to crush that irregular claim to exercise power. They rejected the passing irregularity and thus reconstituted their morale as a people. But the Spaniard has done just the opposite; instead of resisting a form of authority which his innermost conscience repudiated, he has preferred to falsify all the rest of his being in order to bring it into line with that initial unreality. As long as this continues in our country it is vain to hope for anything from the men of our race. There can be no elastic vigour for the difficult task of retaining a worthy position in history in a society whose State, whose authority, is of its very nature a fraud.
No hay, pues, nada extraño en que bastara una ligera duda, una simple vacilación sobre quién manda en el mundo, para que todo el mundo -en su vida pública y en su vida privada- haya comenzado a desmoralizarse. There is, then, nothing strange in the fact that a slight doubt, a simple hesitation as to who rules in the world, should be sufficient to bring about a commencement of demoralisation in everyone, both in his public and his private life.
La vida humana, por su naturaleza propia, tiene que estar puesta a algo, a una empresa gloriosa o humilde, a un destino ilustre o trivial. Se trata de una condición extraña, pero inexorable, escrita en nuestra existencia. Por un lado, vivir es algo que cada cual hace por si y para si. Por otro lado, si esa vida mía, que sólo a mí me importa, no es entregada por mí a algo, caminará desvencijada, sin tensión y sin « forma». Estos años asistimos al gigantesco espectáculo de innumerables vidas humanas que marchan perdidas en el laberinto de sí mismas por no tener a qué entregarse. Todos los imperativos, todas las órdenes, han quedado en suspense. Parece que la situación debía ser ideal, pues cada vida queda en absoluta franquía para hacer lo que le venga en gana, para vacar a sí misma. Lo mismo cada pueblo. Europa ha aflojado su presión sobre el mundo. Pero el resultado ha sido contrario a lo que podía esperarse. Librada a sí misma, cada vida se queda en sí misma, vacía, sin tener qué hacer. Y como ha de llenarse con algo, se finge frívolamente a sí misma, se dedica a falsas ocupaciones, que nada íntimo, sincere, impone. Hoy es una cosa; mañana, otra, opuesta a la primera. Está perdida al encontrarse sola consigo. El egoísmo es laberíntico. Se comprende. Vivir es ir disparado hacia algo, es caminar hacia una meta. La meta no es mi caminar, no es mi vida; es algo a que pongo ésta y que por lo mismo está fuera de ella, más allá. Si me resuelvo a andar sólo por dentro de mi vida, egoístamente, no avanzo, no voy a ninguna parte; doy vueltas y revueltas en un mismo lugar. Esto es el laberinto, un camino que no lleva a nada, que se pierde en sí mismo, de puro no ser más que caminar por dentro de sí. Human life, by its very nature, has to be dedicated to something, an enterprise glorious or humble, a destiny illustrious or trivial. We are faced with a condition, strange but inexorable, involved in our very existence. On the one hand, to live is something which each one does of himself and for himself. On the other hand, if that life of mine, which only concerns myself, is not directed by me towards something, it will be disjointed, lacking in tension and in "form." In these years we are witnessing the gigantic spectacle of innumerable human lives wandering about lost in their own labyrinths, through not having anything to which to give themselves. All imperatives, all commands, are in a state of suspension. The situation might seem to be an ideal one, since every existence is left entirely free to do just as it pleases- to look after itself. The same with every nation. Europe has slackened its pressure on the world. But the result has been contrary to what might have been expected. Given over to itself, every life has been left empty, with nothing to do. And as it has to be filled with something, it invents frivolities for itself, gives itself to false occupations which impose nothing intimate, sincere. To-day it is one thing, to-morrow another, opposite to the first. Life is lost at finding itself all alone. Mere egoism is a labyrinth. This is quite understandable. Really to live is to be directed towards something, to progress towards a goal. The goal is not my motion, not my life, it is the something to which I put my life and which consequently is outside it, beyond it. If I decide to walk alone inside my own existence, egoistically, I make no progress. I arrive nowhere. I keep turning round and round in the one spot. That is the labyrinth, the road that leads nowhere, which loses itself, through being a mere turning round within itself.
Después de la guerra, el europeo se ha cerrado su interior, se ha quedado sin empresa para sí y para los demás. Por eso seguimos históricamente como hace diez años. Since the war the European has shut himself up within himself, has been left without projects either for himself or for others. Hence we are continuing historically as we were ten years ago.
No se manda en seco. El mando consiste en una presión que se ejerce sobre los demás. Pero no consiste sólo en esto. Si fuera esto sólo, sería violencia. No se olvide que mandar tiene doble efecto: se manda a alguien, pero se le manda algo. Y lo que se le manda es, a la postre, que participe en una empresa, en un gran destino histórico. Por eso no hay imperio sin programa de vida, precisamente sin un plan de vida imperial. Como dice el verso de Schiller: Command is not exercised in the void. It implies a pressure exercised on others. But it does not imply this alone. If it were only this, it would be mere violence. We must not forget that command has a double effect- someone is commanded, and he is commanded to do something. And in the long run what he is ordered to do is to take his share in an enterprise, in a historic destiny. Hence there is no empire without a programme of life; more precisely, without a programme of imperial life. As the line of Schiller says: Cuando los reyes construyen, tienen que hacer los carreros. "When kings build, the carters have work to do."
No conviene, pues, embarcarse en la opinión trivial que cree ver en la actuación de los grandes pueblos -como de los hombres- una inspiración puramente egoísta. No es tan fácil como se cree ser puro egoísta, y nadie siéndolo ha triunfado jamás. El egoísmo aparente de los grandes pueblos y de los grandes hombres es la dureza inevitable con que tiene que comportarse quien tiene su vida puesta a una empresa. Cuando de verdad se va a hacer algo y nos hemos entregado a un proyecto, no se nos puede pedir que estemos en disponibilidad para atender a los transeúntes y que nos dediquemos a pequeños altruismos de azar. Una de las cosas que más encantan a los viajeros cuando cruzan España es que si preguntan a alguien en la calle donde está una plaza o edificio, con frecuencia el preguntado deja el camino que lleva y generosamente se sacrifica por el extraño, conduciéndolo hasta el lugar que a éste interesa. Yo no niego que pueda haber en esta índole del buen celtíbero algún factor de generosidad, y me alegro de que el extranjero interprete así su conducta. Pero nunca al oírlo o leerlo he podido reprimir este recelo: es que el compatriota preguntado iba de verdad a alguna parte? Porque podría muy bien ocurrir que, en muchos cases, el español no va a nada, no tiene proyecto ni misión, sino que, más bien, sale a la vida para ver si las de otros llenan un poco la suya. En muchos cases me consta que mis compatriotas salen a la calle por ver si encuentran algún forastero a quien acompañar. It will not do, then, to adopt the trivial notion which thinks it sees in the activity of great nations- as of great men- a merely egoistic inspiration. It is not as easy as you imagine to be a pure egoist, and none such have ever succeeded. The apparent egoism of great nations and of great men is the inevitable sternness with which anyone who has his life fixed on some undertaking must bear himself. When we are really going to do something and have dedicated ourselves to a purpose, we cannot be expected to be ready at hand to look after every passerby and to lend ourselves to every chance display of altruism. One of the things that most delight travellers in Spain is that if they ask someone in the street where such a building or square is, the asked will often turn aside from his own path and generously sacrifice himself to the stranger, conducting him to the point he is interested in. I am not going to deny that there may be in this disposition of the worthy Spaniard some element of generosity, and I rejoice that the foreigner so interprets his conduct. But I have never, when hearing or reading of this, been able to repress a suspicion: "Was my countryman, when thus questioned, really going anywhere?" Because it might very well be, in many cases, that the Spaniard is going nowhere, has no purpose or mission, but rather goes out into life to see if others′ lives can fill his own a little. In many instances I know quite well that my countrymen go out to the street to see if they will come across some stranger to accompany on his way.
Grave es que esta duda sobre el mando del mundo ejercido hasta ahora por Europa haya desmoralizado el resto de los pueblos, salve aquellos que por su juventud están aún en su prehistoria. Pero es mucho más grave que este piétinement sur place llegue a desmoralizar por completo al europeo mismo. No pienso así porque yo sea europeo o cosa parecida. No es que diga: si el europeo no ha de mandar en el futuro próximo, no me interesa la vida del mundo. Nada me importaría el cese del mando europeo si existiera hoy otro grupo de pueblos capaz de sustituirlo en el poder y la dirección del planeta. Pero ni siquiera esto pediría. Aceptaría que no mandase nadie si esto no trajese consigo la volatilización de todas las virtudes y dotes del hombre europeo. It is serious enough that this doubt as to the rule over the world, hitherto held by Europe, should have demoralised the other nations, except those who by reason of their youth are still in their pre-history. But it is still more serious that this marking- time should reach the point of entirely demoralising the European himself. I do not say this because I am a European or something of the sort. I am not saying "If the European is not to rule in the immediate future, I am not interested in the life of the world." Europe′s loss of command would not worry me if there were in existence another group of countries capable of taking its place in power and in the direction of the planet. I should not even ask so much. I should be content that no one rule, were it not that this would bring in its train the volatilisation of all the virtues and quahties of European man.
Ahora bien: esto último es irremisible. Si el europeo se habitúa a no mandar él, bastarán generación y media para que el viejo continente, y tras él el mundo todo, caiga en la inercia moral, en la esterilidad intelectual y en la barbarie omnímoda. Sólo la ilusión del imperio y la disciplina de responsabilidad que ella inspira pueden mantener en tensión las almas de Occidente. La ciencia, el arte, la técnica y todo lo demás viven de la atmósfera tónica que crea la conciencia de mando. Si ésta falta, el europeo se irá envileciendo. Ya no tendrán las mentes esa fe radical en sí mismas que las lanza enérgicas, audaces, tenaces, a la captura de grandes ideas, nuevas en todo orden. El europeo se hará definitivamente cotidiano. Incapaz de esfuerzo creador y lujoso, recaerá siempre en el ayer, en el hábito, en la rutina. Se hará una criatura chabacana, formulista, huera, como los griegos de la decadencia y como los de toda la historia bizantina. Well, this is what would inevitably happen. If the European grows accustomed not to rule, a generation and a half will be sufficient to bring the old continent, and the whole world along with it, into moral inertia, intellectual sterility, universal barbarism. It is only the illusion of rule, and the discipline of responsibility which it entails, that can keep Western minds in tension. Science, art, technique, and all the rest live on the tonic atmosphere created by the consciousness of authority. If this is lacking, the European will gradually become degraded. Minds will no longer have that radical faith in themselves which impels them, energetic, daring, tenacious, towards the capture of great new ideas in every order of life. The European will inevitably become a day-to-day man. Incapable of creative, specialised effort, he will be always falling back on yesterday, on custom, on routine. He will turn into a commonplace, conventional, empty creature, like the Greeks of the decadence and those of the Byzantine epoch.
La vida creadora supone un régimen de alta higiene, de gran decoro, de constantes estímulos, que excitan la conciencia de la dignidad. La vida creadora es vida enérgica, y esta sólo es posible en una de estas dos situaciones: o siendo uno el que manda, o hallándose alojado en un mundo donde manda alguien a quien reconocemos pleno derecho para tal función; o mando yo, u obedezco. Pero obedecer no es aguantar -aguantar es envilecerse-, sino, al contrario, estimar al que manda y seguirlo, solidarizándose con él, situándose con fervor bajo el ondeo de su bandera. A creative life implies a regime of strict mental health, of high conduct, of constant stimulus, which keep active the consciousness of man′s dignity. A creative life is energetic life, and this is only possible in one or other of these two situations: either being the one who rules, or finding oneself placed in a world which is ruled by someone in whom we recognise full right to such a function: either I rule or I obey. By obedience I do not mean mere submission- this is degradationbut on the contrary, respect for the ruler and acceptance of his leadership, solidarity with him, an enthusiastic enrolment under his banner.
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Conviene que ahora retrocedamos al punto de partida de estos artículos: al hecho, tan curioso, de que en el mundo se hable estos años tanto sobre la decadencia de Europa. Ya es sorprendente el detalle de que esta decadencia no haya sido notada primeramente por los extraños, sino que el descubrimiento de ella se deba a los europeos mismos. Cuando nadie, fuera del viejo continente, pensaba en ello, ocurrió a algunos hombres de Alemania, de Inglaterra, de Francia, esta sugestiva idea: ¿No será que empezamos a decaer? La idea ha tenido buena prensa, y hoy todo el mundo habla de la decadencia europea como de una realidad inconcusa. It will be well now to get back again to the starting-point of these articles; to the curious fact that there has been so much talk in these years about the decadence of Europe. It is a surprising detail that this decadence has not been first noticed by outsiders, but that the discovery of it is due to the Europeans themselves. When nobody outside the Old Continent thought of it, there occurred to some men of Germany, England, France, this suggestive idea: "Are we not starting to decay?" The idea has had a good press, and to-day everyone is talking of European decadence as if it were an incontrovertible fact.
Pero detened al que la enuncia con un leve gesto y preguntadle en qué fenómenos concretes y evidentes funda su diagnóstico. Al punto lo veréis hacer vagos ademanes y practicar esa agitación de brazos hacia la rotundidad del universo que es característica de todo náufrago. No sabe, en efecto, a qué agarrarse. La única cosa que sin grandes precisiones aparece cuando se quiere definir la actual decadencia europea es el conjunto de dificultades económicas que encuentra hoy delante de cada una de las naciones europeas. Pero cuando se va a precisar un poco el carácter de esas dificultades, se advierte que ninguna de ellas afecta seriamente al poder de creación de riqueza y que el viejo continente ha pasado por crisis mucho más graves en este orden. But just beckon to the man who is engaged in proclaiming it, and ask him on what concrete, evident data he is basing his diagnosis. At once you will see him make vague gestures, and indulge in that waving of the arms towards the round universe which is characteristic of the shipwrecked. And in truth he does not know what to cling to. The only thing that appears, and that not in great detail, when an attempt is made to define the actual decadence of Europe, is the complex of economic difficulties, which every one of the European nations has to face today. But when one proceeds to penetrate a little into the nature of these difficulties, one realises that none of them seriously affect the power to create wealth, and that the Old Continent has passed through much graver crises of this order.
¿Es que por ventura el alemán o el inglés no se sienten hoy capaces de producir más y mejor que nunca? En modo alguno, e importa mucho filiar el estado de espíritu de ese alemán o de ese inglés en esta dimensión de lo económico. Pues lo curioso es precisamente que la depresión indiscutible de sus ánimos no proviene de que se sientan poco capaces, sino, al contrario, de que, sintiéndose con más potencialidad que nunca, tropiezan con ciertas barreras fatales que les impiden realizar lo que muy bien podrían. Esas fronteras fatales de la economía actual alemana, inglesa, francesa, son las fronteras políticas de los Estados respectivos. La dificultad auténtica no radica, pues, en este o en el otro problema económico que esté planteado, sino en que la forma de vida pública en que habían de moverse las capacidades económicas es incongruente con el tamaño de éstas. A mi juicio, la sensación de menoscabo, de impotencia, que abruma innegablemente estos años a la vitalidad europea, se nutre de esa desproporción entre el tamaño de la potencialidad europea actual y el formato de la organización política en que tiene que actuar. El arranque para resolver las graves cuestiones urgentes es tan vigoroso como cuando más lo haya sido; pero tropieza al punto con las reducidas jaulas en que está alojado, con las pequeñas naciones en que hasta ahora vivía organizada Europa. El pesimismo, el desánimo que hoy pesa sobre el alma continental, se parece mucho al del ave de ala larga que al batir sus grandes remeras se hiere contra los hierros del jaulón. Is it, perhaps, the case that the Germans or the English do not feel themselves to-day capable of producing more things and better things, than ever? Nothing of the kind; and it is most important that we investigate the cause of the real state of mind of Germany or England in the sphere of economics. And it is curious to discover that their undoubted depressed state arises not from the fact that they feel themselves without the capacity; but, on the contrary, that feeling themselves more capable than ever, they run up against certain fatal barriers which prevent them carrying into effect what is quite within their power. Those fatal frontiers of the actual economics of Germany, England, France, are the political frontiers of the respective states. The real difficulty, then, has its roots, not in this or that economic problem which may present itself, but in the fact that the form of public life in which the economic capabilities should develop themselves is altogether inadequate to the magnitude of these latter. To my mind, the feeling of shrinkage, of impotency, which undoubtedly lies heavy on the vitality of Europe in these times is nourished on that disproportion between the great potentialities of Europe and the form of political organisation within which they have to act. The impulse to tackle questions of grave urgency is as vigorous as it has ever been, but it is trammelled in the tiny cages in which it is imprisoned, in the relatively small nations into which up to the present Europe has been organised. The pessimism, the depression, which to-day weighs down the continental mind is similar to that of the bird of widely-spreading wings which, on stretching them out for flight, beats against the bars of its cage.
La prueba de ello es que la combinación se repite en todos los demás órdenes, cuyos factores son en apariencia tan distintos de lo económico. Por ejemplo, en la vida intelectual. Todo buen intelectual de Alemania, Inglaterra o Francia se siente hoy ahogado en los límites de su nación, siente su nacionalidad como una limitación absoluta. El profesor alemán se da ya clara cuenta de que es absurdo el estilo de producción a que le obliga su público inmediato de profesores alemanes, y echa de menos la superior libertad de expresión que gozan el escritor francés y el ensayista británico. Viceversa, el hombre de letras parisiense comienza a comprender que está agotada la tradición del mandarinismo literario, de verbal formalismo, a que le condena su oriundez francesa, y preferiría, conservando las mejores calidades de esa tradición, integrarla con algunas virtudes del profesor alemán. The proof of this is that the situation is repeated in all the other orders, whose factors are apparently so different from those of economics. Take, for example, intellectual life. Every "intellectual" to-day in Germany, England, or France feels suffocated within the boundaries of his country; feels his nationality as an absolute limitation. The German professor now realises the absurdity of the type of production to which he is forced by his immediate public of German professors, and misses the superior freedom of the French writer or the English essayist. Vice versa, the Parisian man of letters is beginning to understand that an end has come to the tradition of literary mandarinism, of verbal formalism, and would prefer, while keeping some of the better qualities of that tradition, to amplify it with certain virtues of the German professor.
En el orden de la política interior pasa lo mismo. No se ha analizado aún a fondo la extrañísima cuestión de por qué anda tan en agonía la vida política de todas las grandes naciones. Se dice que las instituciones democráticas han caído en desprestigio. Pero esto es justamente lo que convendría explicar. Porque es una desprestigio extraño. Se habla mal del Parlamento en todas partes; pero no se ve que en ninguna de las naciones que cuentan se intente su sustitución, ni siquiera que existan perfiles utópicos de otras formas de Estado que, al menos idealmente, parezcan preferibles. No hay, pues, que creer mucho en la autenticidad de este aparente desprestigio. No son las instituciones, en cuanto instrumento de vida pública, las que marchan mal en Europa, sino las tareas en que emplearlas. Faltan programas de tamaño congruente con las dimensiones efectivas que la vida ha llegado a tener dentro de cada individuo europeo. The same thing is happening in the order of internal politics. We have not yet seen a keen analysis of the strange problem of the political life of all the great nations being at such a low ebb. We are told that democratic institutions have lost prestige. But that is precisely what it should be necessary to explain. Because such loss of prestige is very strange. Everywhere Parliament is spoken ill of, but people do not see that in no one of the countries that count is there any attempt at substitution. Nor do even the Utopian outlines exist of other forms of the State which seem, at any rate ideally, preferable. Too much credit, then, is not to be given to the authenticity of this loss of prestige. It is not institutions, qua instruments of public life, that are going badly in Europe; it is the tasks on which to employ them. There are lacking programmes of a scope adequate to the effective capacities that life has come to acquire in each European individual.
Hay aquí un error de óptica que conviene corregir de una vez, porque da grima escuchar las inepcias que a toda hora se dicen, por ejemplo, a propósito del Parlamento. Existe toda una serie de objeciones válidas al modo de conducirse los Parlamentos tradicionales; pero si se toman una a una, se ve que ninguna de ellas permite la conclusión de que deba suprimirse el Parlamento, sino, al contrario, todas llevan por vía directa y evidente a la necesidad de reformarlo. Ahora bien: lo mejor que humanamente puede decirse de algo es que necesita ser reformado, porque ello implica que es imprescindible y que es capaz de nueva vida. El automóvil actual ha salido de las objeciones que se pusieron al automóvil de 1910. Mas la desestima vulgar en que ha caído el Parlamento no precede de esas objeciones. Se dice, por ejemplo, que no es eficaz. Nosotros debemos preguntar entonces: ¿Para qué no es eficaz? Porque la eficacia es la virtud que un utensilio tiene para producir una finalidad. En este caso la finalidad sería la solución de los problemas públicos en cada nación. Por eso exigimos de quien proclama la ineficacia de los Parlamentos, que posea él una idea clara de cuál es la solución de los problemas públicos actuales. Porque si no, si en ningún país está hoy claro, ni aun teóricamente, en qué consiste lo que hay que hacer, no tiene sentido acusar de ineficacia a los instrumentos institucionales. Más valía recordar que jamás institución alguna ha creado en la historia Estados más formidable, más eficientes que los Estados parlamentarios del siglo XIX. El hecho es tan indiscutible, que olvidarlo demuestra franca estupidez. No se confunde, pues, la posibilidad y la urgencia de reformar profundamente las asambleas legislativas, para hacerlas « aún más» eficaces, con declarar su inutilidad. We have here an optical illusion which it is important to correct once for all, for it is painful to listen to the stupidities uttered every hour, with regard to Parliaments , for example. There are a whole series of valid objections to the traditional methods of conducting Parliaments, but if they are taken one by one, it is seen that none of them justifies the conclusion that Parliaments ought to be suppressed, but all, on the contrary, indicate directly and evidently that they should be reformed. Now the best that humanly speaking can be said of anything is that it requires to be reformed, for that fact implies that it is indispensable, and that it is capable of new life. The motor-car of to-day is the result of all the objections that were made against the motor-car of 1910. But the vulgar disesteem into which Parliament has fallen does not arise from such objections. We are told, for example, that it is not effective. Our question should then be, "Not effective for what?" for efficacy is the virtue an instrument possesses to bring about some finality. The finality in this case would be the solution of the public problems of each nation. Hence, we demand of the man who proclaims the inefficacy of Parliaments, that he possess a clear notion of wherein lies the solution of actual public problems. For if not, if in no country is it to-day clear, even theoretically, what it is that has to be done, there is no sense in accusing institutions of being inefficient. It would be better to remind ourselves that no institution in history has created more formidable, more efficient States, than the Parliaments of the XIXth Century. The fact is so indisputable that to forget it implies stark stupidity. We are not, then, to confuse the possibility and the urgency of thoroughly reforming legislative assemblies, in order to render them "even more" efficacious, with an assertion of their inutility.
El desprestigio de los Parlamentos no tiene nada que ver con sus notorios defectos. Precede de otra causa, ajena por completo a ellos en cuanto utensilios políticos. Precede de que el europeo no sabe en qué emplearlos, de que no estima las finalidades de la vida pública tradicional; en suma, de que no siente ilusión por los Estados nacionales en que está inscrito y prisionero. Si se mira con un poco de cuidado ese famoso desprestigio, lo que se ve es que el ciudadano, en la mayor parte de los países, no siente respeto por su Estado. Sería inútil sustituir el detalle de sus instituciones, porque lo irrespetable no son éstas, sino el Estado mismo, que se ha quedado chico. The loss of prestige by Parliaments has nothing to do with their notorious defects. It proceeds from another cause, entirely foreign to them, considered as political instruments. It arises from the fact that the European does not know in what to utilise them; has lost respect for the traditional aims of public life; in a word, cherishes no illusion about the national States in which he finds himself circumscribed and a prisoner. If this much-talked-of loss of prestige is looked into a little carefully, what is seen is that the citizen no longer feels any respect for his State, either in England, Germany, or France. It would be useless to make a change in the detail of institutions, because it is not these which are unworthy of respect, but the State itself which has become a puny thing.
Por vez primera, al tropezar el europeo en sus proyectos económicos, políticos, intelectuales, con los límites de su nación, siente que aquéllos -es decir, sus posibilidades de vida, su estilo vital- son inconmensurables en el tamaño del cuerpo colectivo en que está encerrado. Y entonces ha descubierto que ser inglés, alemán o francés es ser provinciano. Se ha encontrado, pues, con que es « menos» que antes, porque antes el francés, el inglés y el alemán creían, cada cual por sí, que eran el universo. Este es, me parece, el auténtico origen de esa impresión de decadencia que aqueja al europeo. Por lo tanto, un origen puramente íntimo y paradójico, ya que la presunción de haber menguado nace, precisamente, de que ha crecido su capacidad, y tropieza con una organización antigua, dentro de la cual ya no cabe. For the first time, the European, checked in his projects, economic, political, intellectual, by the limits of his own country, feels that those projects- that is to say, his vital possibilities- are out of proportion to the size of the collective body in which he is enclosed. And so he has discovered that to be English, German, or French is to be provincial . He has found out that he is "less" than he was before, for previously the Englishman, the Frenchman, and the German believed, each for himself, that he was the universe. This is, to my mind, the true source of that feeling of decadence which to-day afflicts the European. It is therefore a source which is purely spiritual, and is also paradoxical, inasmuch as the presumption of decadence springs precisely from the fact that his capacities have increased and find themselves limited by an old organisation, within which there is no room for them.
Para dar a lo dicho un sostén plástico que lo aclare, tómese cualquier actividad concreta; por ejemplo: la fabricación de automóviles. El automóvil es invento puramente europeo. Sin embargo, hoy es superior la fabricación norteamericana de este artefacto. Consecuencia: el automóvil europeo está en decadencia. Y sin embargo, el fabricante europeo - industrial o técnico- de automóviles sabe muy bien que la superioridad del producto norteamericano no precede de ninguna virtud específica gozada por el hombre de ultramar, sino sencillamente de que la fábrica americana puede ofrecer su producto sin traba alguna a ciento veinte millones de hombres. Imagínese que una fábrica europea viese ante sí un área mercantil formada por todos los Estados europeos, y sus colonias y protectorados. Nadie duda de que ese automóvil previsto para quinientos o seiscientos millones de hombres sería mucho mejor y más barato que el Ford. Todas las gracias peculiares de la técnica americana son, casi seguramente, efectos y no causas de la amplitud y homogeneidad de su mercado. La « racionalización» de la industria es consecuencia automática de su tamaño. To give some support to what I have been saying, let us take any concrete activity; the making of motor-cars, for example. The motor-car is a purely European invention. Nevertheless, to-day, the North- American product is superior. Conclusion: the European motor-car is in decadence. And yet the European manufacturer of motors knows quite well that the superiority of the American product does not arise from any specific virtue possessed by the men overseas, but simply from the fact that the American can offer his product, free from restrictions, to a population of a hundred and twenty millions. Imagine a European factory seeing before it a market composed of all the European States, with their colonies and protectorates. No one doubts that a car designed for five hundred or six hundred million customers would be much better and much cheaper than the Ford. All the virtues peculiar to American technique are, almost of a certainty, effects and not causes of the scope and homogeneity of the market. The "rationalisation" of industry is an automatic consequence of the size of the market.
La situación auténtica de Europa vendría, por lo tanto, a ser esta: su magnífico y largo pasado la hace llegar a un nuevo estadio de vida donde todo ha crecido; pero a la vez las estructuras supervivientes de ese pasado son enanas e impiden la actual expansión. Europa se ha hecho en forma de pequeñas naciones. En cierto modo, la idea y el sentimiento nacionales han sido su invención más característica. Y ahora se ve obligada a superarse a sí misma. Este es el esquema del drama enorme que va a representarse en los años venideros. ¿Sabrá libertarse de supervivencias, o quedará prisionera para siempre de ellas? Porque ya ha acaecido una vez en la historia que una gran civilización murió por no poder sustituir su idea tradicional de Estado... The real situation of Europe would, then, appear to be this: its long and splendid past has brought it to a new stage of existence where everything has increased; but, at the same time, the institutions surviving from that past are dwarfed and have become an obstacle to expansion. Europe has been built up in the form of small nations. In a way, the idea and the sentiment of nationality have been her most characteristic invention. And now she finds herself obliged to exceed herself. This is the outline of the enormous drama to be staged in the coming years. Will she be able to shake off these survivals or will she remain for ever their prisoner? Because it has already happened once before in history that a great civilisation has died through not being able to adopt a substitute for its traditional idea of the state.
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He contado en otro lugar la pasión y muerte del mundo grecorromano, y en cuanto a ciertos detalles, me remito a lo dicho allí. Pero ahora podemos tomar el asunto bajo otro aspecto. I have recounted elsewhere the sufferings and death of the Graeco- Roman world, and for special details I refer my reader to what is there said. 44 But just now we can take the matter from another point of view.
Griegos y latinos aparecen en la historia alojados, como abejas en su colmena, dentro de urbes, de poleis. Este es un hecho que en estas páginas necesitamos tomar como absoluto y de génesis misteriosa; un hecho de que hay que partir sin más; como el zoólogo parte del dato bruto e inexplicado de que el sphex vive solitario, errabundo, peregrino, y en cambio la rubia abeja sólo existe en enjambre constructor de panales). El caso es que la excavación y la arqueología nos permiten ver algo de lo que había en el suelo de Atenas y en el de Roma antes de que Atenas y Roma existiesen. Pero el tránsito de esta prehistoria, puramente rural y sin carácter específico, al brote de la ciudad, fruta de nueva especie que da el suelo de ambas penínsulas, queda arcano: ni siquiera está claro el nexo étnico entre aquellos pueblos protohistóricos y estas extrañas comunidades, que aportan al repertorio humano una gran innovación: la de construir una plaza pública, y en torno una ciudad cerrada al campo. Porque, en efecto, la definición más certera de lo que es la urbe y la polis se parece mucho a la que cómicamente se da del canon: toma usted un agujero, lo rodea de alambre muy apretado, y eso es un cañón. Pues lo mismo, la urbe o polis comienza por ser un hueco: el foro, el ágora; y todo lo demás es pretexto para asegurar este hueco, para delimitar su dintorno. La polis no es, primordialmente, un conjunto de casas habitables, sino un lugar de ayuntamiento civil, un espacio acotado para funciones públicas. La urbe no está hecha, como la cabaña o el domus, para cobijarse de la intemperie y engendrar, que son menesteres privados y familiares, sino para discutir sobre la cosa pública. Nótese que esto significa nada menos que la invención de una nueva clase de espacio, mucho más nueva que el espacio de Einstein. Hasta entonces sólo existía un espacio: el campo, y en él se vivía con todas las consecuencias que esto trae para el ser del hombre. El hombre campesino es todavía un vegetal. Su existencia, cuanto piensa, siente y quiere, conserva la modorra inconsciente en que vive la planta. Las grandes civilizaciones asiáticas y africanas fueron en este sentido grandes vegetaciones antropomorfas. Pero el grecorromano decide separarse del campo, de la « naturaleza», del cosmos geobotánico. ¿Cómo es esto posible. ¿Cómo puede el hombre retraerse del campo? ¿Dónde irá, si el campo es toda la tierra, si es lo ilimitado? Muy sencillo: limitando un trozo de campo mediante unos muros que opongan el espacio incluso y finito al espacio amorfo y sin fin. He aquí la plaza. No es, como la casa, un « interior» cerrado por arriba, igual que las cuevas que existen en el campo, sino que es pura y simplemente la negación del campo. La plaza, merced a los muros que la acotan, es un pedazo de campo que se vuelve de espaldas al resto, que prescinde del resto y se opone a él. Este campo menor y rebelde, que practica secesión del campo infinito y se reserva a sí mismo frente a él, es campo abolido y, por lo tanto, un espacio sui generis, novísimo, en que el hombre se liberta de toda comunidad con la planta y el animal, deja a éstos fuera y crea un ámbito aparte, puramente humano. Es el espacio civil. Por eso Sócrates, el gran urbano, triple extracto del jugo que rezuma la polis , dirá: « Yo no tengo que ver con los árboles en el campo; yo sólo tengo que ver con los hombres en la ciudad.» ¿Qué han sabido nunca de esto el hindú, ni el persa, ni el chino, ni el egipcio. Greeks and Latins appear in history lodged, like bees in their hives, within cities, poleis. This is a simple fact, mysterious in its origin, a fact from which we must start, without more ado, as the zoologist starts from the bald, unexplained fact that the sphex lives a solitary wanderer, whereas the golden bee exists only in hive-building swarms. Excavation and archaeology allow us to see something of what existed on the soil of Athens and Rome before Athens and Rome were there. But the transition from that pre-history, purely rural and without specific character, to the rising-up of the city, a fruit of a new kind produced on the soil of both peninsulas, this remains a secret. We are not even clear about the ethnic link between those prehistoric peoples and these strange communities which introduce into the repertoire of humanity a great innovation: that of building a public square and around it a city, shut in from the fields. For in truth the most accurate definition of the urbs and the polis is very like the comic definition of a cannon. You take a hole, wrap some steel wire tightly round it, and that′s your cannon. So, the urbs or the polis starts by being an empty space, the forum, the agora, and all the rest is just a means of fixing that empty space, of limiting its outlines. The polis is not primarily a collection of habitable dwellings, but a meeting-place for citizens, a space set apart for public functions. The city is not built, as is the cottage or the domus, to shelter from the weather and to propagate the speciesthese are personal, family concerns- but in order to discuss public affairs. Observe that this sig 44 El Espectador, VI. nifies nothing less than the invention of a new kind of space, much more new than the space of Einstein. Till then only one space existed, that of the open country, with all the consequences that this involves for the existence of man. The man of the fields is still a sort of vegetable. His existence, all that he feels, thinks, wishes for, preserves the listless drowsiness in which the plant lives. The great civilisations of Asia and Africa were, from this point of view, huge anthropomorphic vegetations. But the Graeco-Roman decides to separate himself from the fields, from "Nature," from the geobotanic cosmos. How is this possible? How can man withdraw himself from the fields? Where will he go, since the earth is one huge, unbounded field? Quite simple; he will mark off a portion of this field by means of walls, which set up an enclosed, finite space over against amorphous, limitless space. Here you have the public square. It is not, like the house, an "interior" shut in from above, as are the caves which exist in the fields, it is purely and simply the negation of the fields. The square, thanks to the walls which enclose it, is a portion of the countryside which turns its back on the rest, eliminates the rest and sets up in opposition to it. This lesser, rebellious field, which secedes from the limitless one, and keeps to itself, is a space sui generis, of the most novel kind, in which man frees himself from the community of the plant and the animal, leaves them outside, and creates an enclosure apart which is purely human, a civil space. Hence Socrates, the great townsman, quintessence of the spirit of the polis, can say: "I have nothing to do with the trees of the field, I have to do only with the man of the city." What has ever been known of this by the Hindu, the Persian, the Chinese, or the Egyptian?
Hasta Alejandro y César, respectivamente, la historia de Grecia y de Roma consiste en la lucha incesante entre esos dos espacios: entre la ciudad racional y el campo vegetal, entre el jurista y el labriego, entre el ius y el rus. No se crea que este origen de la urbe es una pura construcción mía y que sólo le corresponde una verdad simbólica. Con rara insistencia, en el estrato primario y más hondo de su memoria conservan los habitantes de la ciudad grecolatina el recuerdo de un synoikismos. No hay, pues, que solicitar los textos, basta con traducirlos. Synoikismos es acuerdo de irse a vivir juntos; por lo tanto, ayuntamiento, estrictamente en el doble sentido físico y jurídico de este vocablo. Al desparramamiento vegetativo por la campiña sucede la concentración civil en la ciudad. La urbe es la supercasa, la superación de la casa o nido infrahumano, la creación de una entidad más abstracta, y más alta que el oikos familiar. Es la república , la politeia, que no se compone de hombres y mujeres, sino de ciudadanos. Una dimensión nueva, irreductible a las primigenias y más próximas al animal, se ofrece al existir humano, y en ella van a poner los que antes sólo eran hombres sus mejores energías. De esta manera nace la urbe, desde luego como Estado. Up to the time of Alexander and of Caesar, respectively, the history of Greece and of Rome consists of an incessant struggle between these two spaces: between the rational city and the vegetable country, between the lawgiver and the husbandman, between jus and rus. Do not imagine that this origin of the city is an invention of mine, of merely symbolic truth. With strange persistence, the dwellers in the Graeco-Latin city preserve, in the deepest, primary stratum of their memories, this recollection of a synoikismos. No need to worry out texts, a simple translation is enough. Synoikismos is the resolution to live together; consequently, an assembly, in the strict double sense of the word, physical and juridical. To vegetative dispersion over the countryside succeeds civil concentration within the town. The city is the superhouse, the supplanting of the infrahuman abode or nest, the creation of an entity higher and more abstract than the oikos of the family. This is the res publica, the politeia, which is not made up of men and women, but of citizens. A new dimension, not reducible to the primitive one allied to the animal, is offered to human existence, and within it those who were before mere men are going to employ their best energies. In this way comes into being the city, from the first a State.
En cierto modo, toda la costa mediterránea ha mostrado siempre una espontánea tendencia a este tipo estatal. Con más o menos pureza, el norte de áfrica (Cartago = la ciudad) repite el mismo fenómeno. Italia no salió hasta el siglo XIX del Estado-ciudad, y nuestro Levante cae en cuanto puede en el cantonalismo, que es un resabio de aquella milenaria inspiración. After a fashion, the whole Mediterranean coast has always displayed a spontaneous tendency towards this State-type. With more or less purity the North of Africa (Carthage = the city) repeats the same phenomenon. Italy did not throw off the City-State till the XIXth Century, and our own East Coast splits up easily into cantonalism, an after-taste of that age-old inspiration.
El Estado-ciudad, por la relativa parvedad de sus ingredientes, permite ver claramente lo específico del principio estatal. Por una parte, la palabra Estado indica que las fuerzas históricas consiguen una combinación de equilibrio, de asiento. En este sentido significa lo contrario de movimiento histórico: El Estado es convivencia estabilizada, constituida, estática. Pero este carácter de inmovilidad, de forma quieta y definida, oculta, como todo equilibrio, el dinamismo que produjo y sostiene al Estado. Hace olvidar, en suma, que el Estado constituido es sólo el resultado de un movimiento anterior de lucha, de esfuerzos, que a él tendían. Al Estado constituido precede el Estado constituyente, y éste es un principio de movimiento. The City-State, by reason of the relative smallness of its content, allows us to see clearly the specific nature of the State-principle. On the one hand, the word "state" implies that historic forces have reached a condition of equilibrium, of fixedness. In this sense, it connotes the opposite of historic movement: the State is a form of life stabilised, constituted, static in fact. But this note of immobility, of definite, unchanging form, conceals, as does all equilibrium, the dynamism which produced and upholds the State. In a word, it makes us forget that the constituted State is merely the result of a previous movement, of struggles and efforts which tended to its making. The constituted state is preceded by the constituent state, and this is a principle of movement.
Con esto quiero decir que el Estado no es una forma de sociedad que el hombre se encuentra dada y en regale, sino que necesita fraguarla penosamente. No es como la horda o la tribu y demás sociedades fundadas en la consanguinidad que la naturaleza se encarga de hacer sin colaboración con el esfuerzo humano. Al contrario, el Estado comienza cuando el hombre se afana por evadirse de la sociedad nativa dentro de la cual la sangre lo ha inscrito. Y quien dice la sangre dice también cualquier principio natural; por ejemplo, el idioma. Originariamente, el Estado consiste en la mezcla de sangres y lenguas. Es superación de toda sociedad natural. Es mestizo y plurilingüe. By this I mean that the State is not a form of society which man finds readymade- a gift, but that it needs to be laboriously built up by him. It is not. like the horde or tribe or other societies based on consanguinity which Nature takes on itself to form without the collaboration of human effort. On the contrary, the State begins when man strives to escape from the natural society of which he has been made a member by blood. And when we say blood, we might also say any other natural principle: language, for example. In its origins, the State consists of the … mixture of races and of tongues. It is the superation of all natural society. It is cross-bred and multi-lingual.
Así, la ciudad nace por reunión de pueblos diversos. Construye sobre la heterogeneidad zoológica una homogeneidad abstracta de jurisprudencia 5. Claro está que la unidad jurídica no es la aspiración que impulsa el movimiento creador del Estado. El impulso es más sustantivo que todo derecho, es el propósito de empresas vitales mayores que las posibles a las minúsculas sociedades consanguíneas. En la génesis de todo Estado vemos o entrevemos siempre el perfil de un gran empresario. Thus, the city springs from the reunion of diverse peoples. On the heterogeneous basis of biology it imposes the abstract homogeneous structure of jurisprudence. 46 Of course, this juridical unity is not the aspiration which urges on the creative movement of the State. The impulse is more substantial than mere legality; it is the project of vital enterprises greater than those possible to tiny groups related by blood. In the genesis of every State we see or guess at the figure of a great "company-promoter."
Si observamos la situación histórica que precede inmediatamente al nacimiento de un Estado, encontraremos siempre el siguiente esquema: varias colectividades pequeñas cuya estructura social está hecha para que viva cada cual hacia dentro de sí misma. La forma social de cada una sirve sólo para una convivencia interna. Esto indica que en el pasado vivieron efectivamente aisladas cada una por sí y para sí, sin más que contactos excepcionales con las limítrofes. Pero a este aislamiento efectivo ha sucedido de hecho una convivencia externa, sobre todo económica. El individuo de cada colectividad no vive ya sólo de ésta, sino que parte de su vida está trabada con individuos de otras colectividades, con los cuales comercia mercantil e intelectualmente. Sobreviene, pues, un desequilibrio entre dos convivencias: la interna y la externa. La forma social establecida - derechos, « costumbres» y religión- favorece la interna y difículta la externa, más amplia y nueva. En esta situación, el principio estatal es el movimiento que lleva a aniquilar las formas sociales de convivencia interna, sustituyéndolas por una forma social adecuada a la nueva convivencia externa. Aplíquese esto al momento actual europeo, y estas expresiones abstractas adquirirán figura y color. If we study the historical situation immediately preceding the birth of a State, we shall always discover the following lines of development. Various small groups exist, whose social structure is designed so that each may live within itself. The social form of each serves only for an "internal" existence in common. This indicates that in the past they did actually live in isolation, each by itself and for itself, without other than occasional contacts with its neighbours. But to this effective isolation there has succeeded an "external" common life, above all in the economic sphere. The individual in each group no longer lives only in his own circle, part of his life is linked up with individuals of other groups, with whom he is in commercial or intellectual relations. Hence arises a disequilibrium between the 46 A juridical homogeneousness which does not necessarily imply centralisation. two common existences, the "internal" and the "external ." Established social forms- laws, customs, religion- favour the internal and make difficult the external which is a newer, ampler existence. In this situation, the State-principle is the movement which tends to annihilate the social forms of internal existence, and to substitute for them a social form adequate to the new life, lived externally. Apply this to actual conditions in Europe, and these abstract expressions will take on form and colour.
No hay creación estatal si la mente de ciertos pueblos no es capaz de abandonar la estructura tradicional de una forma de convivencia y, además, de imaginar otra nunca sida. Por eso es auténtica creación. El Estado comienza por ser una obra de Imaginación absoluta. La imaginación es el poder libertador que el hombre tiene. Un pueblo es capaz de Estado en la medida en que sepa imaginar. De aquí que todos los pueblos hayan tenido un límite en su evolución estatal, precisamente el límite impuesto por la naturaleza a su fantasía. There is no possible creation of a State unless the minds of certain peoples are capable of abandoning the traditional structure of one form of common life, and in addition, of thinking out another form not previously existing. That is why it is a genuine creation. The State begins by being absolutely a work of imagination. Imagination is the liberating power possessed by man. A people is capable of becoming a State in the degree in which it is able to imagine. Hence it is, that with all peoples there has been a limit to their evolution in the direction of a State; precisely the limit set by Nature to their imaginations.
El griego y el romano, capaces de imaginar la ciudad que triunfa de la dispersión campesina, se detuvieron en los muros urbanos. Hubo quien quiso llevar las mentes grecorromanas más allá, quien intentó libertarlas de la ciudad; pero fue vano empeño. La cerrazón imaginativa del romano, representada por Bruto, se encargó de asesinar a César -la mayor fantasía de la antigüedad-. Nos importa mucho a los europeos de hoy recordar esta historia, porque la nuestra ha llegado al mismo capítulo. The Greek and the Roman, capable of imagining the city which triumphs over the dispersiveness of the countryside, stopped short at the city walls. There were men who attempted to carry Graeco- Roman minds further, to set them free from the city, but it was a vain enterprise. The imaginative limitations of the Roman, represented by Brutus, took in hand the assassination of Caesar, the greatest imagination of antiquity. It is of importance to us Europeans of to-day to recall this story, for ours has reached the same chapter.
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Cabezas claras, lo que se llama cabezas claras, no hubo probablemente en todo el mundo antiguo más que dos: Temístocles y César; dos políticos. La cosa es sorprendente, porque, en general, el político, incluso el famoso, es político precisamente porque es torpe. Hubo, sin duda, en Grecia y Roma, otros hombres que pensaron ideas claras sobre muchas cosas -filósofos, matemáticos, naturalistas-. Pero su claridad fue de orden científica, es decir, una claridad sobre cosas abstractas. Todas las cosas de que habla !a ciencia, sea ella la que quiera, son abstractas, y las cosas abstractas son siempre claras. De suerte que la claridad de la ciencia no está tanto en la cabeza de los que la hacen como en las cosas de que hablan. Lo esencialmente confuso, intrincado, es la realidad vital concreta, que es siempre única. El que sea capaz de orientarse con precisión en ella; el que vislumbre bajo el caos que presenta toda situación vital la anatomía secreta del instante, en suma, el que no se pierda en la vida, ése es de verdad una cabeza clara. Observad a los que os rodean y veréis cómo avanzan perdidos por su vida; van como sonámbulos dentro de su buena o mala suerte, sin tener la más ligera sospecha de lo que les pasa. Los oiréis hablar en fórmulas taxativas sobre sí mismos y sobre su Contorno, lo cual indicaría que poseen ideas sobre todo ello. Pero si analizáis someramente esas ideas, notaréis que no reflejan mucho ni poco la realidad a que parecen referirse, y si ahondáis más en el análisis, hallaréis que ni siquiera pretenden ajustarse a tal realidad. Todo lo contrario: el individuo trata con ellas de interceptar su propia visión de lo real, de su vida misma. Porque la vida es por lo pronto un caos donde uno está perdido. El hombre lo sospecha; pero le aterra encontrarse cara a cara con esa terrible realidad y procura ocultarla con un telón fantasmagórico, donde todo está muy claro. Le trae sin cuidado que sus « ideas» no sean verdaderas; las emplea como trincheras para defenderse de su vida, como aspavientos para ahuyentar la realidad. Of clear heads- what one can call really clear heads- there were probably in the ancient world not more than two: Themistocles and Caesar, two politicians. There were, no doubt, other men who had clear ideas on many matters- philosophers, mathematicians, naturalists. But their clarity was of a scientific order; that is to say, concerned with abstract things. All the matters about which science speaks, whatever the science be, are abstract, and abstract things are always clear. So that the clarity of science is not so much in the heads of scientists as in the matters of which they speak. What is really confused, intricate, is the concrete vital reality, always a unique thing. The man who is capable of steering a clear course through it, who can perceive under the chaos presented by every vital situation the hidden anatomy of the movement, the man, in a word, who does not lose himself in life, that is the man with the really clear head. Take stock of those around you and you will see them wandering about lost through life, like sleep-walkers in the midst of their good or evil fortune, without the slightest suspicion of what is happening to them. You will hear them talk in precise terms about themselves and their surroundings, which would seem to point to them having ideas on the matter. But start to analyse those ideas and you will find that they hardly reflect in any way the reality to which they appear to refer, and if you go deeper you will discover that there is not even an attempt to adjust the ideas to this reality. Quite the contrary: through these notions the individual is trying to cut off any personal vision of reality, of his own very life. For life is at the start a chaos in which one is lost. The individual suspects this, but he is frightened at finding himself face to face with this terrible reality, and tries to cover it over with a curtain of fantasy, where everything is clear. It does not worry him that his "ideas" are not true, he uses them as trenches for the defence of his existence, as scarcecrows to frighten away reality.
El hombre de cabeza clara es el que se liberta de esas « ideas» fantasmagóricas y mira de frente a la vida, y se hace cargo de que todo en ellas es problemático, y se siente perdido. Como esto es la pura verdad -a saber, que vivir es sentirse perdido-, el que lo acepta ya ha empezado a encontrarse, ya ha comenzado a descubrir su auténtica realidad, ya está en lo firme. Instintivamente, lo mismo que el náufrago, buscará algo a que agarrarse, y esa mirada trágica, perentoria, absolutamente veraz, porque se trata de salvarse, le hará ordenar el caos de su vida. Estas son las únicas ideas verdaderas: las ideas de los náufragos. Lo demás es retórica, postura, íntima farsa. El que no se siente de verdad perdido se pierde inexorablemente; es decir, no se encuentra jamás, no topa nunca con la propia realidad. The man with the clear head is the man who frees himself from those fantastic "ideas" and looks life in the face, realises that everything in it is problematic, and feels himself lost. As this is the simple truth- that to live is to feel oneself lost- he who accepts it has already begun to find himself, to be on firm ground. Instinctively, as do the shipwrecked, he will look round for something to which to cling, and that tragic, ruthless glance, absolutely sincere, because it is a question of his salvation, will cause him to bring order into the chaos of his life. These are the only genuine ideas; the ideas of the shipwrecked. All the rest is rhetoric, posturing, farce. He who does not really feel himself lost, is lost without remission; that is to say, he never finds himself, never comes up against his own reality.
Esto es cierto en todos los órdenes, aun en la ciencia, no obstante ser la ciencia de suyo una huida de la vida (la mayor parte de los hombres de ciencia se han dedicado a ella por terror a enfrentarse con su vida. No son cabezas claras; de aquí su notoria torpeza ante cualquier situación concreta). Nuestras ideas científicas valen en la medida en que nos hayamos sentido perdidos en una cuestión, en que hayamos visto bien su carácter problemático y comprendamos que no podemos apoyarnos en ideas recibidas, en recetas, en lemas ni vocablos. El que descubre una nueva verdad científica tuvo antes que triturar casi todo lo que había aprendido, y llega a esa nueva verdad con las manos sangrientas por haber yugulado innumerables lugares comunes. This is true in every order, even in science, in spite of science being of its nature an escape from life. (The majority of men of science have given themselves to it through fear of facing life. They are not clear heads; hence their notorious ineptitude in the presence of any concrete situation.) Our scientific ideas are of value to the degree in which we have felt ourselves lost before a question; have seen its problematic nature, and have realised that we cannot find support in received notions, in prescriptions, proverbs, mere words. The man who discovers a new scientific truth has previously had to smash to atoms almost everything he had learnt, and arrives at the new truth with hands bloodstained from the slaughter of a thousand platitudes.
La política es mucho más real que la ciencia, porque se compone de situaciones únicas en que el hombre se encuentra de pronto sumergido, quiera o no. Por eso es el tema que nos permite distinguir mejor quiénes son cabezas claras y quiénes son cabezas rutinarias. Politics is much more of a reality than science, because it is made up of unique situations in which a man suddenly finds himself submerged whether he will or no. Hence it is a test which allows us better to distinguish who are the clear heads and who are the routineers.
César es el ejemplo máximo que conocemos de don para encontrar el perfil de la realidad sustantiva en un momento de confusión pavorosa, en una hora de las más caóticas que ha vivido la humanidad. Y como si el destino se hubiese complacido en subrayar la ejemplaridad, puso a su vera una magnífica cabeza de intelectual, la de Cicerón, dedicada durante toda su existencia a confundir las cosas. Caesar is the highest example known of the faculty of getting to the roots of reality in a time of fearful confusion, in one of the most chaotic periods through which humanity has passed. And as if Fate had wished to stress still more the example, she set up, by the side of Caesar′s, a magnificent "intellectual" head, that of Cicero, a man engaged his whole life long in making things confused.
El exceso de buena fortuna había dislocado el cuerpo político romano. La ciudad tiberina, dueña de Italia, de España, del áfrica Menor, del Oriente clásico y helenístico, estaba a punto de reventar. Sus instituciones públicas tenían una enjundia municipal y eran inseparables de la urbe, como las hamadriadas están, so pena de consunción, adscritas al árbol que tutelan. An excess of good fortune had thrown out of gear the political machinery of Rome. The city by the Tiber, mistress of Italy, Spain, Northern Africa, the classic and Hellenistic East, was on the point of falling to pieces. Its public institutions were municipal in character, inseparable from the city, like the hamadryads attached under pain of dissolution to the trees they have in tutelage.
La salud de las democracias, cualquiera que sean su tipo y su grado, depende de un mísero detalle técnico: el procedimiento electoral. todo lo demás es secundario. Si el régimen de comicios es acertado, si se ajusta a la realidad, todo va bien; si no, aunque el resto marche óptimamente, todo va mal. Roma, al comenzar el siglo I antes de Cristo, es omnipotente, rica, no tiene enemigos delante. Sin embargo, está a punto de fenecer porque se obstina en conservar un régimen electoral estúpido. Un régimen electoral es estúpido cuando es falso. Había que votar en la ciudad. Ya los ciudadanos del campo no podían asistir a los comicios. Pero mucho menos los que vivían repartidos por todo el mundo romano. Como las elecciones eran imposibles, hubo que falsificarlas, y los candidatos organizaban partidas de la porra -con veteranos del ejército, con atletas del circo- que se encargaban de romper las urnas. The health of democracies, of whatever type and range, depends on a wretched technical detail- electoral procedure. All the rest is secondary. If the regime of the elections is successful, if it is in accordance with reality, all goes well; if not, though the rest progresses beautifully, all goes wrong. Rome at the beginning of the 1st Century B.C. is all-powerful, wealthy, with no enemy in front of her. And yet she is at the point of death because she persists in maintaining a stupid electoral system. An electoral system is stupid when it is false. Voting had to take place in the city. Citizens in the country could not take part in the elections. Still less those who lived scattered over the whole Roman world. As genuine elections were impossible, it was necessary to falsify them, and the candidates organised gangs of bravoes from army veterans or circus athletes, whose business was to intimidate the voters.
Sin el apoyo de auténtico sufragio las instituciones democráticas están en el aire. En el aire están las palabras: « La República no era más que una palabra.» La expresión es de César. Ninguna magistratura gozaba de autoridad. Los generales de la izquierda y de la derecha -Mario y Sila- se insolentaban en vacuas dictaduras que no llevaban a nada. Without the support of a genuine suffrage democratic institutions are in the air. Words are things of air, and "the Republic is nothing more than a word." The expression is Caesar′s. No magistracy possessed authority. The generals of the Left and of the Right- the Mariuses and the Sullas- harassed one another in empty dictatorships that led to nothing.
César no ha explicado nunca su política, sino que se entretuvo en hacerla. Daba la casualidad de que era precisamente César, y no el manual de cesarismo que suele venir luego. No tenemos más remedio, si queremos entender aquella política, que tomar sus actos y darle su nombre. El secrete está en su hazaña capital: la conquista de las Galias. Para emprenderla tuvo que declararse rebelde frente al poder constituido. ¿Por qué. Caesar has never expounded his policy, but he busied himself in carrying it out. That policy was Caesar himself, and not the handbook of Caesarism which appears afterwards. There is nothing else for it; if we want to understand that policy, we must simply take Caesar′s acts and give them his name. The secret lies in his main exploit: the conquest of the Gauls. To undertake this he had to declare himself in rebellion against the constituted Power. Why?
Constituían el poder los republicanos, es decir, los conservadores, los fieles al Estado-ciudad. Su política puede resumirse en dos cláusula: Primera, los trastornos de la vida pública romana provienen de su excesiva expansión. La ciudad no puede gobernar tantas naciones. Toda nueva conquista es un delito de lesa república. Segunda, para evitar la disolución de las instituciones es preciso un principe. Power was in the hands of the republicans; that is to say the conservatives, those faithful to the City-State. Their politics may be summed up in two clauses. First: the disturbances in the public life of Rome arise from its excessive expansion. The City cannot govern so many nations. Every new conquest is a crime of lese-republique. Secondly to prevent the dissolution of the institutions of the State a Princeps is needed.
Para nosotros tiene la palabra « príncipe» un sentido casi opuesto al que tenía para un romano. Este entendía por tal precisamente un ciudadano como los demás, pero que era investido de poderes superiores, a fin de regular el funcionamiento de las instituciones republicanas. Cicerón, en sus libros Sobre la República , y Salustio, en sus memoriales a César, resumen el pensamiento de todos los publicistas pidiendo un princeps civitatis, un rector rerum publicarum , un moderator . For us the word "prince" has an almost opposite sense to what "princeps" had for a Roman. By it he understood a citizen precisely like the rest, but invested with high powers, in order to regulate the functioning of republican institutions. Cicero in his books, De Re Publica, and Sallust in his memorials to Caesar, sum up the thoughts of the politicians by asking for a princeps civitatis, a rector rerum publicarum, a moderator.
La solución de César es totalmente opuesta a la conservadora. Comprende que para curar las consecuencias de las anteriores conquistas romanas no había más remedio que proseguirlas, aceptando hasta el cabo tan enérgico destino. Sobre todo urgía conquistar los pueblos nuevos, más peligrosos, en un porvenir no muy lejano, que las naciones corruptas de Oriente. César sostendrá la necesidad de romanizar a fondo los pueblos bárbaros de Occidente. Caesar′s solution is totally opposed to the Conservative one. He realises that to remedy the results of previous Roman conquests there was no other way than to continue them, accepting to the full this stern destiny. Above all it was necessary to conquer the new peoples of the West, more dangerous in a not-distant future than the effete peoples of the East. Caesar will uphold the necessity of thoroughly romanising the barbarous nations of the West.
Se ha dicho (Spengler) que los grecorromanos eran incapaces de sentir el tiempo, de ver su vida como una dilatación en la temporalidad. Existían en un presente puntual. Yo sospecho que este diagnóstico es erróneo, o, por lo menos, que confunde dos cosas. El grecorromano padece una sorprendente ceguera para el futuro. No lo ve, como el daltonista no ve el color rojo. Pero, en cambio, vive radicado en el pretérito. Antes de hacer ahora algo, da un paso atrás, como Lagartijo al tirarse a matar; busca en el pasado un modelo para la situación presente, e informado por aquél, se zambulle en la actualidad, protegido y deformado por la escafandra ilustre. De aquí que todo su vivir es, en cierto modo, revivir. Esto es ser arcaizante, y esto lo fue, casi siempre, el antiguo. Pero esto no es ser insensible al tiempo. Significa, simplemente, un cronismo incompleto; manco del ala futurista y con hipertrofia de antaños. Los europeos hemos gravitado desde siempre hacia el futuro y sentimos que es esta la dimensión más sustancial del tiempo, el cual, para nosotros, empieza por el « después» y no por el « antes». Se comprende, pues, que al mirar la vida grecorromana nos parezca acrónica. It has been said (by Spengler) that the Graeco-Romans were incapable of the notion of time, of looking upon their existence as stretching out into time. They existed for the actual moment. I am inclined to think the diagnosis is inaccurate, or at least that it confuses two things. The Graeco-Roman does suffer an extraordinary blindness as to the future. He does not see it, just as the colour-blind do not see red. But, on the other hand, he lives rooted in the past. Before doing anything now, he gives a step backwards, like Lagartijo, when preparing to kill. He searches out in the past a model for the present situation, and accoutred with this he plunges into the waves of actuality, protected and disguised by the divingdress of the past. Hence all his living is, so to speak, a revival. Such is the man of archaic mould, and such the ancients always were. But this does not imply being insensible to time. It simply means an incomplete "chronism"; atrophy of the future, hypertrophy of the past. We Europeans have always gravitated towards the future, and feel that this is the time-dimension of most substance, the one which for us begins with "after" and not "before." It is natural, then, that when we look at Graeco-Roman life, it seems to us "achronic."
Esta como manía de tomar todo presente con las pinzas de un ejemplar pretérito se ha transferido del hombre antiguo al filósofo moderno. El filólogo es también ciego para el porvenir. También él retrógrada, busca a toda actualidad un precedente, al cual llama, con lindo vocablo de égloga, su « fuerte». Digo esto porque ya los antiguos biógrafos de César se cierran a la comprensión de esta enorme figura suponiendo que trataba de imitar a Alejandro. La ecuación se imponía: si Alejandro no podía dormir pensando en los laureles de Milcíades, César tenía, por fuerza, que sufrir insomnio por los de Alejandro. Y así sucesivamente. Siempre el paso atrás y el pie de hogaño en huella de antaño. El filólogo contemporáneo repercute al biógrafo clásico. This mania for catching hold of everything in the present with the forceps of a past model has been handed on from the man of antiquity to the modern "philologue." The philologue is also blind to the future. He also looks backward, searches for a precedent for every actuality, which he calls in his pretty idyllic language, a "source." I say this because even the earliest biographers of Caesar shut themselves out from an understanding of this gigantic figure by supposing that he was attempting to imitate Alexander. The equation was for them inevitable: if Alexander could not sleep through thinking of the laurels of Miltiades, Caesar had necessarily to suffer from insomnia on account of those of Alexander. And so in succession. Always the step backwards, to-day′s foot in yesterday′s footprint. The modern philologue is an echo of the classical biographer.
Creer que César aspiraba a hacer algo así como lo que hizo Alejandro -y esto han creído casi todos los historiadores- es renunciar radicalmente a entenderlo. César es aproximadamente lo contrario que Alejandro. La idea de un reino universal es lo único que los empareja. Pero esta idea no es de Alejandro, sino que viene de Persia. La imagen de Alejandro hubiera empujado a César hacia Oriente, hacia el prestigioso pasado. Su preferencia radical por Occidente revela más bien la voluntad de contradecir al macedón. Pero, además, no es un reino universal, sin más ni más, lo que César se propone. Su propósito es más profundo. Quiere un Imperio romano que no viva de Roma, sino de la periferia, de las provincias, y esto implica la superación absoluta del Estado-ciudad. Un Estado donde los pueblos más diversos colaboren, de que todos se sientan solidarios. No un centro que manda y una periferia que obedece, sino un gigantesco cuerpo social, donde cada elemento sea a la vez sujeto pasivo y active del Estado. Tal es el Estado moderno, y esta fue la fabulosa anticipación de su genio futurista. Pero ello suponía un poder extrarromano, antiaristócrata, infinitamente elevado sobre la oligarquía republicana, sobre su príncipe , que era sólo un primus inter pares . Ese poder ejecutor y representante de la democracia universal sólo podía ser la monarquía con su sede fuera de Roma. To imagine that Caesar aspired to do something in the way Alexander did itand this is what almost all historians have believed- is definitely to give up trying to understand him. Caesar is very nearly the opposite of Alexander. The idea of a universal kingdom is the one thing that brings them together. But this idea is not Alexander′s, it comes from Persia. The image of Alexander would have impelled Caesar towards the East, with its past full of prestige. His decided preference for the West reveals rather the determination to contradict the Macedonian. But besides, it is not merely a universal kingdom that Caesar has in view. His purpose is a deeper one. He wants a Roman empire which does not live on Rome, but on the periphery, on the provinces, and this implies the complete supersession of the City-State. It implies a State in which the most diverse peoples collaborate, in regard to which all feel solidarity. Not a centre which orders, and a periphery which obeys, but an immense social body, in which each element is at the same time an active and a passive subject of the State. Such is the modern State, and such was the fabulous anticipation of Caesar′s futurist genius. But this presupposed a power extra-Roman, antiaristocratic, far above the republican oligarchy, above its princeps, who was merely a primus inter pares. That executive power, representative of universal democracy, could only be the Monarchy, with its seat outside Rome.
¡República, monarquía! Dos palabras que en la historia cambian constantemente de sentido auténtico , y que por lo mismo es preciso en todo instante triturar para cerciorarse de su eventual enjundia. Republic! Monarchy! Two words which in history are constantly changing their authentic sense, and which for that reason it is at every moment necessary to reduce to fragments in order to ascertain their actual essence.
Sus hombres de confianza, sus instrumentos más inmediatos, no eran arcaicas ilustraciones de la urbe, sino gente nueva, provinciales, personajes enérgicos y eficientes. Su verdadero ministro fue Cornelio Balbo, un hombre de negocios gaditano, un atlántico, un « colonial». Caesar′s confidential followers, his most immediate instruments, were not the archaic-minded great ones of the City, they were new men, provincials, energetic and efficient individuals. His real minister was Cornelius Balbus, a man of business from Cadiz, an Atlantic man.
Pero la anticipación del nuevo Estado era excesiva: las cabezas lentas del Lacio no podían dar brinco tan grande. La imagen de la ciudad, con su tangible materialismo, impidió que los romanos « viesen» aquella organización novísima del cuerpo público. ¿Cómo podían formar un Estado hombres que no vivían en una ciudad? ¿Qué género de unidad era esa, tan sutil y como mística. But this anticipation of the new State was too advanced; the slow-working minds of Latium could not take such a great leap. The image of the City, with its tangible materialism, prevented the Romans from "seeing" that new organisation of the body politic. How could a State be formed by men who did not live in a City? What new kind of unity was that, so subtle, so mystic as it were?
Repito una vez más: la realidad que llamamos Estado no es la espontánea convivencia de hombres que la consanguinidad ha unido. El Estado empieza cuando se obliga a convivir a grupos nativamente separados. Esta obligación no es desnuda violencia, sino que supone un proyecto iniciativo, una tarea común que se propone a los grupos dispersos. Once again, I repeat: the reality which we call the State is not the spontaneous coming together of united by ties of blood. The State begins when groups naturally divided find themselves obliged to live in common. This obligation is not of brute force, but implies an impelling purpose, a common task which is set before the dispersed groups.
Antes que nada es el Estado proyecto de un hacer y programa de colaboración. Se llama a las gentes para que juntas hagan algo. El Estado no es consanguinidad, ni unidad lingüística, ni unidad territorial, ni contigüidad de habitación. No es nada material, inerte, dado y limitado. Es un puro dinamismo -la voluntad de hacer algo en común-, y merced a ello la idea estatal no está limitada por término físico alguno. Before all, the State is a plan of action and a programme of collaboration. The men are called upon so that together they may do something. The State is neither consanguinity, nor linguistic unity, nor territorial unity, nor proximity of habitation. It is nothing material, inert, fixed, limited. It is pure dynamism- the will to do something in common- and thanks to this the idea of the State is bounded by no physical limits.
Agudísima la conocida empresa política de Saavedra Fajardo: una flecha, y debajo: « O sube o baja». Eso es el Estado. No es una cosa, sino un movimiento. El Estado es, en todo instante, algo que viene de y va hacia . Como todo movimiento, tiene un terminus a quo y un terminus ad quem . Córtese por cualquier hora la vida de un Estado que lo sea verdaderamente y se hallará una unidad de convivencia que parece fundada en tal o cual atributo material: sangre, idioma, « fronteras naturales». La interpretación estática nos llevará a decir: eso es el Estado. Pero pronto advertimos que esa agrupación humana está haciendo algo comunal: conquistando otros pueblos, fundando colonias, federándose con otros Estados, es decir, que en toda hora está superando el que parecía principio material de su unidad. Es el terminus ad quem , es el verdadero Estado, cuya unidad consiste precisamente en superar toda unidad dada. Cuando ese impulso hacia el más allá cesa, el Estado automáticamente sucumbe, y la unidad que ya existía y parecía físicamente cimentada -raza, idioma, frontera natural- no sirve de nada: el Estado se desagrega, se dispersa, se atomiza. There was much ingenuity in the well-known political emblem of Saavedra Fajardo: an arrow, and beneath it, "It either rises or falls." That is the State. Not a thing, but a movement. The State is at every moment something which comes from and goes to. Like every movement, it has its terminus a quo and its terminus ad quem. If at any point of time the life of a State which is really such be dissected there will be found a link of common life which seems to be based on some material attribute or other- blood, language, "natural frontiers." A static interpretation will induce us to say: That is the State. But we soon observe that this human group is doing something in common- conquering other peoples, founding colonies, federating with other States; that is, at every hour it is going beyond what seemed to be the material principle of its unity. This is the terminus ad quent, the true State, whose unity consists precisely in superseding any given unity. When there is a stoppage of that impulse towards something further on, the State automatically succumbs, and the unity which previously existed, and seemed to be its physical foundation- race, language, natural frontier- becomes useless; the State breaks up, is dispersed, atomised.
Sólo esta duplicidad de mementos en el Estado -la unidad que ya es y la más amplia que proyecta serpermite comprender la esencia del Estado nacional. Sabido es que todavía no se ha logrado decir en que consiste una nación, si damos a este vocablo su acepción moderna. El Estado-ciudad era una idea muy clara, que se veía con los ojos de la cara. Pero el nuevo tipo de unidad pública que germinaba en gales y germanos, la inspiración política de Occidente, es cosa mucho más vaga y huidiza. El filólogo, el historiador actual, que es de suyo arcaizante, se encuentra ante este formidable hecho casi tan perplejo como César y Tácito cuando con su terminología romana querían decir lo que eran aquellos Estados incipientes, transalpinos y ultrarrenanos, o bien los españoles. Les llaman civitas, gens, natio , dándose cuenta de que ninguno de esos nombres va bien a la cosa. No son civitas , por la sencilla razón de que no son ciudadanos. Pero ni siquiera cabe envaguecer el término y aludir con él a un territorio delimitado. Los pueblos nuevos cambian con suma facilidad de terruño, o por lo menos amplían y reducen el que ocupaban. Tampoco son unidades étnicas -gentes, nationes- . Por muy lejos que recurramos, los nuevos Estados aparecen ya formados por grupos de natividad independiente. Son combinaciones de sangres distintas. ¿Qué es, pues, una nación, ya que no es ni comunidad de sangre, ni adscripción a un territorio, ni cosa alguna de este orden. It is only this double aspect of each moment in the State- the unity already existing and the unity in project- which enables us to understand the essence of the national State. We know that there has been as yet no successful definition of a nation, taking the word in its modern acceptation. The City-State was a clear notion, plain to the eyes. But the new type of public unity sprung up amongst Germans and Gauls, the political inspiration of the West, is a much vaguer, fleeting thing. The philologue, the historian of to-day, of his nature an archaiser, feels, in presence of this formidable fact, almost as puzzled as Caesar or Tacitus when they tried to indicate in Roman terminology the nature of those incipient States, transalpine, further Rhine, or Spanish. They called them civitas, gens, natio, though realising that none of these names fits the thing. They are not civitas, for the simple reason that they are not cities. But it will not even do to leave the term vague and use it to refer to a limited territory. The new peoples change their soil with the greatest ease, or at least they extend or reduce the position they occupy. Neither are they ethnic unities- gentes, nationes. However far back we go, the new States appear already formed by groups unconnected by birth. They are combinations of different blood-stocks. What, then, is a nation, if it is neither community of blood nor attachment to the territory, nor anything of this nature?
Como siempre acontece, también en este caso una pulcra sumisión a los hechos nos da la clave. ¿Qué es lo que salta a los ojos cuando repasamos la evolución de cualquiera « nación moderna»? -Francia, España, Alemania-. Sencillamente esto: lo que en una cierta fecha parecía constituir la nacionalidad aparece negado en una fecha posterior. Primero, la nación parece la tribu, y la nonación, la tribu de al lado. Luego la nación se compone de dos tribus, más tarde es una comarca, y poco después es ya todo un condado o ducado o « reino». La nación es León, pero no Castilla; luego es León y Castilla, pero no Aragón. Es evidente la presencia de dos principios: uno, variable y siempre superado -tribu, comarca, ducado, « reino», con su idioma o dialecto-; otro, permanente, que salta libérrimo sobre todos esos límites y postula como unidad lo que aquél consideraba precisamente como radical contraposición. As always happens, in this case a plain acceptance of facts gives us the key. What is it that is clearly seen when we study the evolution of any "modern nation," France, Spain, Germany? Simply this: what at one period seemed to constitute nationality appears to be denied at a later date. First, the nation seems to be the tribe, and the nonation the tribe beside it. Then the nation is made up of the two tribes, later it is a region, and later still a county, a duchy or a kingdom. Leon is a nation but Castile not; then it is Leon and Castile, but not Aragon. The presence of two principles is evident: one, variable and continually superseded- tribe, region, duchy, kingdom, with its language or dialect; the other, permanent, which leaps freely over all those boundaries and postulates as being in union precisely what the first considered as in radical opposition.
Los filólogos -llamo así a los que hoy pretenden denominarse « historiadores»- practican la más deliciosa gedeonada cuando parten de lo que ahora, en esta fecha fugaz, en estos dos o tres siglos, son las naciones de Occidente, y suponen que Vercingetórix o que el Cid Campeador querían ya una Francia desde Saint-Malo a Estrasburgo -precisamente- o una Spania desde Finisterre a Gibraltar. Estos filólogos -como el ingenuo dramaturgo- hacen casi siempre que sus héroes partan para la guerra de los Treinta Aries. Para explicarnos cómo se han formado Francia y España, suponen que Francia y España preexistían como unidades en el fondo de las almas francesas y españolas. ¡Como si existiesen franceses y españoles originariamente antes de que Francia y España existiesen! ¡Como si el francés y el español no fuesen, simplemente, cosas que hubo que forjar en dos mil años de faena. The philologues- this is my name for the people who to-day claim the title of "historians"- play a most delightful bit of foolery when, starting from what in our fleeting epoch, the last two or three centuries, the Western nations have been, they go on to suppose that Vercingetorix or the Cid Campeador was already struggling for a France to extend from Saint-Malo to Strasburg, or a Spain to reach from Finisterre to Gibraltar. These philologues- like the ingenuous playwright- almost always show their heroes starting out for the Thirty Years′ War. To explain to us how France and Spain were formed, they suppose that France and Spain pre-existed as unities in the depths of the French and Spanish soul. As if there were any French or any Spaniards before France and Spain came into being! As if the Frenchman and the Spaniard were not simply things that had to be hammered out in two thousand years of toil!
La verdad pura es que las naciones actuales son tan sólo la manifestación actual de aquel principio variable, condenado a perpetua superación. Ese principio no es ahora la sangre ni el idioma, puesto que la comunidad de sangre y de idioma en Francia o en España ha sido efecto, y no causa, de la unificación estatal; ese principio es ahora la « frontera natural». The plain truth is that modern nations are merely the present manifestation of a variable principle, condemned to perpetual supersession. That principle is not now blood or language, since the community of blood and language in France or in Spain has been the effect, not the cause, of the unification into a State; the principle at the present time is the "natural frontier."
Está bien que un diplomático emplee en su esgrima astuta este concepto de fronteras naturales, como ultima ratio de sus argumentaciones. Pero un historiador no puede parapetarse tras él como si fuese un reducto definitivo. Ni es definitivo ni siquiera suficientemente específico. It is all very well for a diplomatist in his skilled fencing to employ this concept of natural frontiers, as the ultima ratio of his argumentation. But a historian cannot shelter himself behind it as if it were a permanent redoubt. It is not permanent, it is not even sufficiently specific.
No se olvide cuál es, rigurosamente planteada, la cuestión. Se trata de averiguar qué es el Estado nacional -lo que hoy solemos llamar nación-, a diferencia de otros tipos de Estado, como el Estado-ciudad o, yéndonos al otro extreme, como el Imperio que Augusto fundó. Si se quiere formular el tema de modo todavía más claro y preciso, dígase así: ¿Qué fuerza real ha producido esa convivencia de millones de hombres bajo una soberanía de poder público que llamamos Francia, o Inglaterra, o España, o Italia, o Alemania? No ha sido la previa comunidad de sangre, porque cada uno de esos cuerpos colectivos está regado por torrentes cruentos muy heterogéneos. No ha sido tampoco la unidad lingüística, porque los pueblos hoy reunidos en un Estado hablaban, o hablan todavía, idiomas distintos. La relativa homogeneidad de raza y lengua de que hoy gozan -suponiendo que ello sea un gozo- es resultado de la previa unificación política. Por lo tanto, ni la sangre ni el idioma hacen al Estado nacional; antes bien, es el Estado nacional quien nivela las diferencias originarias del glóbulo rojo y su articulado. Y siempre ha acontecido así. Pocas veces, por no decir nunca, habrá el Estado coincidido con una identidad previa de sangre o idioma . Ni España es hoy un Estado nacional porque se hable en toda ella el español ", ni fueron Estados nacionales Aragón y Cataluña porque en un cierto día, arbitrariamente escogido, coincidiesen los límites territoriales de su soberanía con los del habla aragonesa o catalana. Más cerca de la verdad estaríamos si, respetando la casuística que toda realidad ofrece, nos acostásemos a esta presunción: toda unidad lingüística que abarca un territorio de alguna extensión es, casi seguramente, precipitado de alguna unificación política precedente. El Estado ha sido siempre el gran truchimán. Let us not forget what is, strictly stated, the question. We are trying to find out what is the national State- what to-day we call a nationas distinct from other types of State, like the City-State, or to go to the other extreme, like the Empire founded by Augustus. 48 If we want to state the problem still more clearly and concisely, let us put it this way: What real force is it which has produced this living in common of millions of men under a sovereignty of public authority which we know as France, England, Spain, Italy, or Germany? It was not a previous community of blood, for each of those collective bodies has been filled from most heterogeneous blood-streams. Neither was it a linguistic unity, for the peoples today brought together under one State spoke, or still speak, different languages. The relative homogeneousness of race and tongue which they today enjoy- if it is a matter of enjoyment- is the result of the previous political unification. Consequently, neither blood nor language gives birth to the national State, rather it is the national State which levels down the differences arising from the red globule and the articulated sound. And so it has always happened. Rarely, if ever, has the State coincided with a previous identity of blood and language. Spain is not a national State to-day because Spanish is spoken throughout the country, 49 nor were Aragon and Catalonia national States because at a certain period, arbitrarily chosen, the territorial bounds of their sovereignty coincided with those of Aragonese or Catalan speech. We should be nearer the truth if, adapting ourselves to the casuistry which every reality offers scope for, we were to incline to this presumption: every linguistic unity which embraces a territory of any extent is almost sure to be a precipitate of some previous political unification. The State has always been the great dragoman.
Hace mucho tiempo que esto consta, y resulta muy extraña la obstinación con que, sin embargo, se persiste en da; a la nacionalidad como fundamentos la sangre y el idioma. En lo cual yo veo tanta ingratitud como incongruencia. Porque el francés debe su Francia actual, y el español su actual España, a un principio X, cuyo impulso consistió precisamente en superar la estrecha comunidad de sangre y de idioma. De suerte que Francia y España consistirían hoy en lo contrario de lo que las hizo posibles. This has been clear for a long time past, which makes more strange the obstinate persistence in considering blood and language as the foundations of nationality. In such a notion I see as much ingratitude as inconsistency. For the Frenchman owes his actual France and the Spaniard his actual Spain to a princi]ple X, … the impulse of which was directed precisely to superseding the narrow community based on blood and language. So that, in such a view, France and Spain would consist to-day of the very opposite to what made them possible.
Pareja tergiversación se comete al querer fundar la idea de nación en una gran figura territorial, descubriendo el principio de unidad que sangre e idioma no proporcionan, en el misticismo geográfico de las « fronteras naturales». Tropezamos aquí con el mismo error de óptica. El azar de la fecha actual nos muestra a las llamadas naciones instaladas en amplios terruños de continente o en las islas adyacentes. De esos límites actuales se quiere hacer algo definitivo y espiritual. Son, se dice, « fronteras naturales», y con Su « naturalidad» se significa una como mágica predeterminación de la historia por la forma telúrica. Pero este mito se volatiliza en seguida sometiéndolo al mismo razonamiento que invalidó la comunidad de sangre y de idioma como fuentes de la nación. También aquí, si retrocedemos algunos siglos, sorprendemos a Francia y a España disociadas en naciones menores, con sus inevitables « fronteras naturales». La montaña fronteriza sería menos prócer que el Pirineo o los Alpes, y la barrera líquida, menos caudalosa que el Rin, el paso de Calais o el estrecho de Gibraltar. Pero esto demuestra sólo que la « naturalidad» de las fronteras es meramente relativa. Depende de los medios económicos y bélicos de la época. A similar misconception arises when an attempt is made to base the idea of a nation on a territorial shape, finding the principle of unity which blood and language do not furnish, in the geographical mysticism of "natural frontiers." We are faced with the same optical illusion. The hazard of actual circumstances shows us so-called nations installed in wide lands on the continent or adjacent islands. It is thought to make of those actual boundaries something permanent and spiritual. They are, we are told, natural frontiers, and by their "naturalness" is implied some sort of magic predetermination of history by terrestrial form. But this myth immediately disappears when submitted to the same reasoning which invalidated community of blood and language as originators of the nation. Here again, if we go back a few centuries, we find France and Spain dissociated in lesser nations, with their inevitable "natural frontiers." The mountain frontier may be less imposing than the Pyrenees or the Alps, the barrier of water less considerable than the Rhine, the English Channel, or the Straits of Gibraltar. But this only proves that the "naturalness" of the frontiers is merely relative. It depends on the economic and warlike resources of the period.
La realidad histórica de la famosa « frontera natural» consiste, sencillamente, en ser un estorbo a la expansión del pueblo A sobre el pueblo B. Porque es un estorbo -de convivencia o de guerra- para A, es una defensa para B. La idea de « frontera natural» implica, pues, ingenuamente, como mas natural aún que la frontera, la posibilidad de la expansión y fusión ilimitadas entre los pueblos. Por lo visto, sólo un obstáculo material les pone un freno. Las fronteras de ayer y de anteayer no nos parecen hoy fundamentos de la nación francesa o española, sino al revés: estorbos que la idea nacional encontró en su proceso de unificación. No obstante lo cual, queremos atribuir un carácter definitivo y fundamental a las fronteras de hoy, a pesar de que los nuevos medios de tráfico y guerra han anulado su eficacia como estorbos. The historic reality of this famous "natural frontier" lies simply in its being an obstacle to the expansion of people A over people B. Because it is an obstacle- to existence in common or to warlike operations- for A it is a defence for B. The idea of "natural frontiers" presupposes, then, as something even more natural than the frontier, the possibility of expansion and unlimited fusion between peoples. It is only a material obstacle that checks this. The frontiers of yesterday and the day before do not appear to us today as the foundations of the French or Spanish nation, but the reverse; obstacles which the national idea met with in its process of unification. And notwithstanding this, we are trying to give a definite, fundamental character to the frontiers of to-day, in spite of the fact that new methods of transport and warfare have nullified their effectiveness as obstacles.
¿Cuál ha sido entonces el papel de las fronteras en la formación de las nacionalidades, ya que no han sido el fundamento positivo de éstas? La cosa es clara y de suma importancia para entender la auténtica inspiración del Estado nacional frente al Estado-ciudad. Las fronteras han servido para consolidar en cada momento la unificación política ya lograda. No han sido, pues, principio de la nación, sino al revés; al principio fueron estorbo, y luego, una vez allanadas, fueron medio material para asegurar la unidad. What, then, has been the part played by frontiers in the formation of nationalities, since they have not served as a positive foundation? The answer is clear, and is of the highest importance in order to understand the authentic idea behind the national State as contrasted with the City-State. Frontiers have served to consolidate at every stage the political unification already attained.
Pues bien: exactamente el mismo papel corresponde a la raza y a la lengua. No es la comunidad nativa de una u otra lo que constituyó la nación, sino al contrario: el Estado nacional se encontró siempre, en su afán de unificación, frente a las muchas razas y las muchas lenguas, como con otros tantos estorbos. Dominados éstos enérgicamente, produjo una relativa unificación de sangre e idiomas que sirvió para consolidar la unidad. They have not been, therefore, the starting-point of the nation; on the contrary, at the start they were an obstacle, and afterwards, when surmounted, they were a material means for strengthening unity. Exactly, the same part is played by race and language. It is not the natural community of either of these which constituted the nation; rather has the national State always found itself, in its efforts towards unification, opposed by the plurality of races and of tongues,as by so many obstacles. Once these have been energetically overcome, a relative unification of races and tongues has been effected, which then served as a consolidation of unity.
No hay, pues, otro remedio que deshacer la tergiversación tradicional padecida por la idea de Estado nacional y habituarse a considerar como estorbos primarios para nacionalidad precisamente las tres cosas en que se creía consistir. Claro es que al deshacer una tergiversación seré yo quien parezca cometerla ahora. There is nothing for it, then, but to remove the traditional misconception attached to the idea of the national State, and to accustom ourselves to consider as fundamental obstacles to nationality precisely those three things in which it was thought to consist. (Of course, in destroying this misconception, it is I who will now appear to be suffering from one.)
Es preciso resolverse a buscar el secrete del Estado nacional en su peculiar inspiración como tal Estado, en su política misma, y no en principios forasteros de carácter biológico o geográfico. We must make up our minds to search for the secret of the national State in its specific inspiration as a State, in the policy peculiar to itself, and not in extraneous principles, biological or geographical in character.
¿Por qué, en definitiva, se creyó necesario recurrir a raza, lengua y territorio nativos para comprender el hecho maravilloso de las modernas naciones? Pura y simplemente, porque en éstas hallamos una intimidad y solidaridad radical de los individuos con el poder público desconocidas en el Estado antiguo. En Atenas y en Roma, sólo unos cuantos hombres eran el Estado los demás -esclavos, aliados provinciales, colones- eran sólo súbditos. En Inglaterra, en Francia, en España, nadie ha sido nunca sólo súbdito del Estado, sino que ha sido siempre participante de él, uno con él. La forma, sobre todo jurídica, de esta unión con y en el Estado, ha sido muy distinta según los tiempos. Ha habido grandes diferencias de rango y estatuto personal, clases relativamente privilegiadas y clases relativamente postergadas; pero si se interpreta la realidad efectiva de la situación política en cada época y se revive su espíritu, aparece evidente que todo individuo se sentía sujeto active del Estado, partícipe y colaborador. Nación -en el sentido que este vocablo emite en Occidente desde hace más de un siglo significa la « unión hipostática» del Poder público y la colectividad por él regida. Why, after all, was it thought necessary to have recourse to race, language, and territory in order to understand the marvellous fact of modern nationalities? Purely and simply because in these we find a radical intimacy and solidarity between the individual and the public Power that is unknown to the ancient State. In Athens and in Rome, the State was only a few individuals: the rest- slaves, allies, provincials, colonials- were mere subjects. In England, France, Spain, no one has ever been a mere subject of the State, but has always been a participator in it, one with it. The form, above all the juridical form, of this union in and with the State has been very different at different periods. There have been great distinctions of rank and personal status, classes relatively privileged and others relatively unprivileged; but if we seek to interpret the effective reality of the political situation in each period and to re-live its spirit, it becomes evident that each individual felt himself an active subject of the State, a participator and a collaborator.
El Estado es siempre, cualquiera que sea su forma -primitiva, antigua, medieval o moderna-, la invitación que un grupo de hombres hace a otros grupos humanos para ejecutar juntos una empresa. Esta empresa, cualesquiera sean sus trámites intermediarios, consiste a la postre en organizar un cierto tipo de vida común. Estado y proyecto de vida, programa de quehacer o conducta humanos, son términos inseparables. Las diferentes clases de Estado nacen de las maneras según las cuales el grupo empresario establezca la colaboración con los otros . Así, el Estado antiguo no acierta nunca a fundirse con los otros . Roma manda y educa a los italiotas y a las provincias; pero no los eleva a unión consigo. En la misma urbe no logró la fusión política de los ciudadanos. No se olvide que durante la República, Roma fue, en rigor, dos Romas: el Senado y el pueblo. La unificación estatal no pasó nunca de mera articulación entre los grupos que permanecieron externos y extraños los unos a los otros. Por eso el Imperio amenazado no pudo contar con el patriotismo de los otros y hubo de defenderse exclusivamente con sus medios burocráticos de administración y de guerra. The State is always, whatever be its form- primitive, ancient, medieval, modern- an invitation issued by one group of men to other human groups to carry out some enterprise in common. That enterprise, be its intermediate processes what they may, consists in the long run in the organisation of a certain type of common life. State and plan of existence, programme of human activity or conduct, these are inseparable terms. The different kinds of State arise from the different ways in which the promoting group enters into collaboration with the others. Thus, the ancient State never succeeds in fusing with the others. Rome rules and educates the Italians and the provincials, but it does not raise them to union with itself. Even in the city it did not bring about the political fusion of the citizens. Let it not be forgotten that during the Republic Rome was, strictly speaking, two Romes: the Senate and the people. State-unification never got beyond a mere setting up of communication between groups which remained strangers one to the other. Hence it was that the Empire, when threatened, could not count on the patriotism of the others, and had to defend itself exclusively by bureaucratic measures of administration and warfare.
Esta incapacidad de todo grupo griego y romano para fundirse con otros proviene de causas profundas que no conviene perescrutar ahora y que, en definitiva, se resumen en una: el hombre antiguo interpretó la colaboración en que, quiérase o no, el Estado consiste, de una manera simple, elemental y tosca; a saber: como dualidad de dominantes y dominados. A Roma tocaba mandar y no obedecer; a los demás, obedecer y no mandar. De esta suerte, el Estado se materializa en el pomoerium, en el cuerpo urbano que unos muros delimitan físicamente. This incapacity of every Greek and Roman group to fuse with other groups arose from profound causes which this is not the place to examine, but which may definitely be summed up in one: the man of the ancient world interpreted the collaboration in which the State inevitably consists, in a simple, elemental, rough fashion, namely, as a duality of governors and governed. It was for Rome to command and not to obey; for the rest, to obey and not to command. In this way the State is materialised within the pomoerium, the urban body physically limited by walls.
Pero los pueblos nuevos traen una interpretación del Estado menos material. Si es él un proyecto de empresa común, su realidad es puramente dinámica; un hacer, la comunidad en la actuación. Según esto, forma parte activa del Estado, es sujeto político, todo el que preste adhesión a la empresa -raza, sangre, adscripción geográfica, clase Social, quedan en segundo término-. No es la comunidad anterior, pretérita, tradicional o inmemorial -en suma, fatal e irreformable-, la que proporciona título para la convivencia política, sino la comunidad futura en el efectivo hacer. No lo que fuimos ayer, sino lo que vamos a hacer mañana juntos, nos reúne en Estado. De aquí la facilidad con que la unidad política brinca en Occidente sobre todos los límites que aprisionaron al Estado antiguo. Y es que el europeo, relativamente al homo antiquus , se comporta como un hombre abierto al futuro, que vive conscientemente instalado en él y desde él decide su conducta presente. But the new peoples bring in a less material interpretation of the State. Since it is a plan of a common enterprise, its reality is purely dynamic; something to be done, the community in action. On this view everyone forms a part of the State, is a political subject who gives his support to the enterprise; race, blood, geographical position, social class- all these take a secondary place. It is not the community of the past which is traditional, immemorial- in a word, fatal and unchangeable- which confers a title to this political fellowship, but the community of the future with its definite plan of action. Not what we were yesterday, but what we are going to be to-morrow, joins us together in the State. Hence the ease with which political unity in the West leaps over all the limits which shut in the ancient State. For the European, as contrasted with the homo antiquus, behaves like a man facing the future, living consciously in it, and from its view-point deciding on his present conduct. …..
Tendencia política tal avanzará inexorablemente hacia unificaciones cada vez más amplias, sin que haya nada que en principio la detenga. La capacidad de fusión es ilimitada. No sólo de un pueblo con otro, sino lo que es mas característico aún del Estado nacional: la fusión de todas la clases sociales dentro de cada cuerpo político. Conforme crece la nación territorial y étnicamente, va haciéndose más una la colaboración interior. El Estado nacional es en su raíz misma democrático, en un sentido más decisivo que todas las diferencias en las formas de gobierno. Such a political tendency will advance inevitably towards still ampler unifications, there being nothing in principle to impede it. The capacity for fusion is unlimited. Not only the fusion of one people with another, but what is still more characteristic of the national State: the fusion of all social classes within each political body. In proportion as the nation extends, territorially and ethnically, the internal collaboration becomes more unified. The national State is in its very roots democratic, in a sense much more decisive than all the differences in forms of government.
Es curioso notar que al definir la nación fundándola en una comunidad de pretérito se acaba siempre por aceptar como la mejor la fórmula de Renán, simplemente porque en ella se añade a la sangre, el idioma y las tradiciones comunes un atributo nuevo, y se dice que es un « plebiscito cotidiano». Pero ¿se entiende bien lo que esta expresión significa? ¿No podemos darle ahora un contenido de signo opuesto al que Renán le insuflaba, y que es, sin embargo, mucho más verdadero. It is curious to observe that when defining the nation by basing it on community in the past, people always end by accepting as the best the formula of Renan, simply because in it there is added to blood, language and common traditions, a new attribute when we are told that is a "daily plebiscite." But is the meaning of this expression clearly understood? Can we not now give it a connotation of opposite sign to that suggested by Renan, and yet a much truer one?
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« Tener glorias comunes en el pasado, una voluntad común en el presente; haber hecho juntos grandes cosas, querer hacer otras más: he aquí las condiciones esenciales para ser un pueblo... En el pasado, una herencia de glorias y remordimientos; en el porvenir, un mismo programa que realizar... La existencia de una nación es un plebiscito cotidiano.». "To have common glories in the past, a common will in the present; to have done great things together; to wish to do greater; these are the essential conditions which make up a people.... In the past, an inheritance of glories and regrets; in the future, one and the same programme to carry out.... The existence of a nation is a daily plebiscite."
Tal es la conocidísima sentencia de Renán. ¿Cómo se explica su excepcional fortuna? Sin duda, por la gracia de la coletilla. Esa idea de que la nación consiste en un plebiscito cotidiano opera sobre nosotros como una liberación. Sangre, lengua y pasado comunes son principios estáticos, fatales, rígidos, inertes: son prisiones. Si la nación consistiese en eso y en nada más, la nación sería una cosa situada a nuestra espalda, con lo cual no tendríamos nada que hacer. La nación sería algo que se es, pero no algo que se hace. Ni siquiera tendría sentido defenderla cuando alguien la ataca. Such is the well-known definition of Renan. How are we to explain its extraordinary success? No doubt, by reason of the graceful turn of the final phrase. That idea that the nation consists of a "daily plebiscite" operates on us with liberating effect. Blood, language, and common past are static principles, fatal, rigid, inert; they are prisons. If the nation consisted in these and nothing more, it would be something lying behind us, something with which we should have no concern. The nation would be something that one is, not something that one does. There would even be no sense in defending it when attacked.
Quiérase o no, la vida humana es constante ocupación con algo futuro. Desde el instante actual nos ocupamos del que sobreviene. Por eso vivir es siempre, siempre, sin pausa ni descanso, hacer. ¿Por qué no se ha reparado en que hacer , todo hacer , significa realizar un futuro? Inclusive cuando nos entregamos a recordar. Hacemos memoria en este segundo para lograr algo en el inmediato, aunque no sea más que el placer de revivir el pasado. Este modesto placer solitario se nos presentó hace un momento como un futuro deseable; por eso lo hacemos. Conste, pues: nada tiene sentido para el hombre sino en función del porvenir. Whether we like it or not, human life is a constant preoccupation with the future. In this actual moment we are concerned with the one that follows. Hence living is always, ceaselessly, restlessly, a doing. Why is it not realised that all doing implies bringing something future into effect? Including the case when we give ourselves up to remembering. We recall a memory at this moment in order to effect something in the moment following, be it only the pleasure of re-living the past. This modest secret pleasure presented itself to us a moment ago as a desirable future thing, therefore we "make remembrance of things past." Let it be clear, then, that nothing has a sense for man except in as far as it is directed towards the future. ….
Si la nación consistiese no más que en pasado y presente, nadie se ocuparía de defenderla contra un ataque. Los que afirman lo contrario son hipócritas o mentecatos. Mas acaece que el pasado nacional proyecta alicientes -reales o imaginarios- en el futuro. Nos parece desearle un porvenir en el cual nuestra nación continúe existiendo. Por eso nos movilizamos en su defensa; no por la sangre, ni el idioma, ni el común pasado. Al defender la nación defendemos nuestro mañana, no nuestro ayer. If the nation consisted only in past and present, no one would be concerned with defending it against an attack. Those who maintain the contrary are either hypocrites or lunatics. But what happens is that the national past projects its attractions- real or imaginary- into the future. A future in which our nation continues to exist seems desirable. That is why we mobilise in its defence, not on account of blood or language or common past. In defending the nation we are defending our tomorrows, not our yesterdays.
Esto es lo que revertiera en la frase de Renán: la nación como excelente programa para mañana. El plebiscito decide un futuro. Que en este caso el futuro consista en una perduración del pasado no modifica lo más mínimo la cuestión; únicamente revela que también la definición de Renán es arcaizante. This is what re-echoes through the phrase of Renan; the nation as a splendid programme for the morrow. The plebiscite decides on a future. The fact that in this case the future consists in a continuance of the past does not modify the question in the least; it simply indicates that Renan′s definition also is archaic …….
Por lo tanto, el Estado nacional representaría un principio estatal más próximo a la pura idea de Estado que la antigua polis o que la « tribu» de los árabes, circunscrita por la sangre. De hecho, la idea nacional conserva no poco lastre de adscripción al pasado, al territorio, a la raza; mas por lo mismo es sorprendente notar cómo en ella triunfa siempre el puro principio de unificación humana en torno a un incitante programa de vida. Es más: yo diría que ese lastre de pretérito y esa relativa limitación dentro de principios materiales no han sido ni son por completo espontáneos en las almas de Occidente, sino que proceden de la interpretación erudita dada por el romanticismo a la idea de nación. De haber existido en la Edad Media ese concepto diecinuevesco de nacionalidad, Inglaterra, Francia, España, Alemania habrían quedado nonatas. Porque esa interpretación confunde lo que impulsa y constituye a una nación con lo que meramente la consolida y conserva. No es el patriotismo dígase de una vez el que ha hecho las naciones. Creer lo contrario es la gedeonada a que ya he aludido y que el propio Renán admite en su famosa definición. Si para que exista una nación es preciso que un grupo de hombres cuente con un pasado común, yo me pregunto cómo llamaremos a ese mismo grupo de hombres mientras vivía en presente eso que visto desde hoy es un pasado. Por lo visto era forzoso que esa existencia común feneciese, pasase, para que pudiesen decir somos una nación. ¿No se advierte aquí el vicio gremial del filólogo, del archivero, su óptica profesional que le impide ver la realidad cuando no es pretérita? El filólogo es quien necesita para ser filólogo que ante todo exista un pasado; pero la nación, antes de poseer un pasado común, tuvo que crear esta comunidad, y antes de crearla tuvo que soñarla, que quererla, que proyectarla. Y basta que tenga el proyecto de sí misma para que la nación exista, aunque no se logre, aunque fracase la ejecución, como ha pasado tantas veces. Hablaríamos en tal caso de una nación malograda (por ejemplo, Borgona). Consequently, the national State must represent a principle nearer to the pure idea of a State than the ancient polis or the "tribe" of the Arabs, limited by blood. In actual fact, the national idea preserves no little element of attachment to the past, to soil, to race; but for that reason it is surprising to observe how there always triumphs in it the spiritual principle of a unification of mankind, based on an alluring programme of existence. More than that, I would say that that ballast of the past, that relative limitation within material principles, have never been and are not now completely spontaneous in the Western soul; they spring from the erudite interpretation given by Romanticism to the idea of the nation. If that XIXthCentury concept of nationality had existed in the Middle Ages, England, France, Spain, Germany would never have been born. For that interpretation confuses what urges on and constitutes a nation with what merely consolidates and preserves it. Let it be said once and for all- it is not patriotism which has made the nations. A belief in the contrary is a proof of that ingenuousness which I have alluded to, and which Renan himself admits into his famous definition. If in order that a nation may exist it is necessary for a group of men to be able to look back upon a common past, then I ask myself what are we to call that same group of men when they were actually living in a present which from the view-point of today is a past. Evidently it was necessary for that common existence to die away, … in order that they might be able to say: "We are a nation." Do we not discover here the vice of all the tribe of philologues, of recordsearchers, the professional optical defect which prevents them from recognising reality unless it is past? The philologue is one who, to be a philologue, requires the existence of the past. Not so the nation. On the contrary, before it could have a common past, it had to create a common existence, and before creating it, it had to dream it, to desire it, to plan it. And for a nation to exist, it is enough that it have a purpose for the future, even if that purpose remain unfulfilled, end in frustration, as has happened more than once. In such a case we should speak of a nation untimely cut off; Burgundy, for example.
Con los pueblos de Centro y Sudamérica tiene España un pasado común, raza común, lenguaje común, y, sin embargo, no forma con ellos una nación. ¿Por qué? Falta sólo una cosa que, por lo visto, es la esencial: el futuro común. España no supo inventar un programa de porvenir colectivo que atrajese a esos grupos zoológicamente afínes. El plebiscito futurista fue adverso a España, y nada valieron entonces los archivos, las memorias, los antepasados, la « patria». Cuando hay aquello, todo esto sirve como fuerzas de consolidación; pero nada más. With the peoples of Central and South America, Spain has a past in common, common language, common race; and yet it does not form with them one nation. Why not? There is one thing lacking which, we know, is the essential: a common future. Spain has not known how to invent a collective programme for the future of sufficient interest to attract those biologically related groups. The futurist plebiscite was adverse to Spain, and therefore archives, memories, ancestors, "mother country," were of no avail. Where the former exists, these last serve as forces of consolidation, but nothing more. …
Veo, pues, en el Estado nacional una estructura histórica de carácter plebiscitario. Todo lo que además de eso parezca ser, tiene un valor transitorio y cambiante, representa el contenido o la forma, o la consolidación que en cada momento requiere el plebiscito. Renán encontró la mágica palabra, que revienta de luz. Ella nos permite vislumbrar catódicamente el entresijo esencial de una nación, que se compone de estos dos ingredientes: primero, un proyecto de convivencia total en una empresa común; segundo, la adhesión de los hombres a ese proyecto incitativo. Esta adhesión de todos engendra la interna solidez que distingue al Estado nacional de todos los antiguos, en los cuales la unión se produce y mantiene por presión externa del Estado sobre los grupos dispares, en tanto que aquí nace el vigor estatal de la cohesión espontánea y profunda entre los « súbditos». En realidad, los súbditos son ya el Estado, y no lo pueden sentir -esto es lo nuevo, lo maravilloso, de la nacionalidad- como algo extraño a ellos. I see, then, in the national State a historical structure, plebiscitary in character. All that it appears to be apart from that has a transitory, changing value, represents the content, or the form, or the consolidation which at each moment the plebiscite requires. Renan discovered the magic word, filled with light, which allows us to examine, as by cathode rays, the innermost vitals of a nation, composed of these two ingredients: first, a plan of common life with an enterprise in common; secondly, the adhesion of men to that attractive enterprise. This general adhesion gives rise to that internal solidity which distinguishes the national State from the States of antiquity, in which union is brought about and kept up by external pressure of the State on disparate groups, whereas here the vigour of the State proceeds from spontaneous, deep cohesion between the "subjects." In reality, the subjects are now the State, and cannot feel it- this is the new, the marvellous thing, in nationality- as something extraneous to themselves.
Y, sin embargo, Renán anula o poco menos su acierto, dando al plebiscito un contenido retrospectivo que se refiere a una nación ya hecha, cuya perpetuación decide. Yo preferiría cambiarle el signo y hacerle valer para la nación in statu nascendi . Esta es la óptica decisiva. Porque, en verdad, una nación no está nunca hecha. En esto se diferencia de otros tipos de Estado. La nación está siempre o haciéndose o deshaciéndose. Tertium non datur . O está ganando adhesiones o las está perdiendo, según que su Estado represente o no a la fecha una empresa vivaz. And yet Renan very nearly annuls the success of his definition by giving to the plebiscite a retrospective element referred to a nation already formed, whose perpetuation it decides upon. I should prefer to change the sign and make it valid for the nation in statu nascendi. This is the decisive point of view. For in truth a nation is never formed. In this it differs from other types of State. The nation is always either in the making, or in the unmaking. Tertium non datur. It is either winning adherents, or losing them, according as the State does or does not represent at a given time, a vital enterprise.
Por eso lo más instructivo fuera reconstruir la serie de empresas unitivas que sucesivamente han inflamado a los grupos humanos de Occidente. Entonces se vería cómo de ellas han vivido los europeos no sólo en lo público, sino hasta en su existencia más privada; cómo se han « entrenado» o se han desmoralizado, según que hubiese o no empresa a la vista. Hence it would be most instructive to recall the series of unifying enterprises which have successively won enthusiasm from the human groups of the West. It would then be seen that Europeans have lived on these, not only in their public life, but in their most intimate concerns, that they have kept in training, or become flabby, according as there was or was not an enterprise in sight.
Otra cosa mostraría claramente ese estudio: las empresas estatales de los antiguos, por lo mismo que no implicaban la adhesión de los grupos humanos sobre que se intentaban, por lo mismo que el Estado propiamente tal quedaba siempre inscrito en una limitación fatal -tribu o urbe-, eran prácticamente ilimitadas. Un pueblo -el persa, el macedón y el romanopodía someter a unidad de soberanía cualesquiera porciones del planeta. Como la unidad no era auténtica, interna ni definitiva, no estaba sujeta a otras condiciones que a la eficacia bélica y administrativa del conquistador. Mas en Occidente la unificación nacional ha tenido que seguir una serie inexorable de etapas. Debiera extrañarnos más el hecho de que en Europa no haya sido posible ningún imperio del tamaño que alcanzaron el persa, el de Alejandro o el de Augusto. Such a study would clearly demonstrate another point. The Stateenterprises of the ancients, by the very fact that they did not imply the close adherence of the human groups among whom they were launched by the very fact that the State properly so-called was always circumscribed by its necessary limitation- tribe or city- such enterprises were practically themselves limitless. A people- Persia, Macedonia, Rome- might reduce to a unit of sovereignty any and every portion of the planet. As the unity was not a genuine one, internal and definitive, it remained subject to no conditions other than the military and administrative efficiency of the conqueror. But in the West unification into nations has had to follow an inexorable series of stages. We ought to be more surprised than we are at the fact that in Europe there has not been possible any Empire of the extent reached by those of the Persians, of Alexander and of Augustus.
El proceso creador de naciones ha llevado siempre en Europa este ritmo: Primer momento . El peculiar instinto occidental, que hace sentir el Estado como fusión de varios pueblos en una unidad de convivencia política y moral, comienza a actuar sobre los grupos más próximos geográfica, étnica y lingüísticamente. No porque esta proximidad funde la nación, sino porque la diversidad entre próximos es más fácil de dominar. The creative process of nations in Europe has always followed this rhythm: First movement.- The peculiar Western instinct which causes the State to be felt as the fusion of various peoples in a unity of political and moral existence, starts by acting on the groups most proximate geographically, ethnically, and linguistically. Not that this proximity is the basis of the nation, but because diversity amongst neighbours is easier to overcome.
Segundo momento . Período de consolidación, en que se siente a los otros pueblos más allá del nuevo Estado como extraños y más o menos enemigos. Second movement.- A period of consolidation in which other peoples outside the new State are regarded as strangers and more or less enemies.
Es el período en que el proceso nacional toma un aspecto de exclusivismo, de cerrarse hacia dentro del Estado; en suma, lo que hoy llamamos nacionalismo . Pero el hecho es que mientras se siente políticamente a los otros como extraños y contrincantes, se convive económica, intelectual y moralmente con ellos. Las guerras nacionalistas sirven para nivelar las diferencias de técnica y de espíritu. Los enemigos habituales se van haciendo históricamente homogéneos. Poco a poco se va destacando en el horizonte la conciencia de que esos pueblos enemigos pertenecen al mismo círculo humano que el Estado nuestro. No obstante, se les sigue considerando como extraños y hostiles. Tercer momento . El Estado goza de plena consolidación. Entonces surge la nueva empresa: unirse a los pueblos que hasta ayer eran sus enemigos. Crece la convicción de que son afines con el nuestro en moral e intereses, y que juntos formamos un círculo nacional frente a otros grupos más distantes y aún más extranjeros. He aquí madura la nueva idea nacional. This is the period when the nationalising process adopts an air of exclusiveness, of shutting itself up inside the State; in a word, what to-day we call nationalism. But the fact is that whilst the others are felt politically to be strangers and opponents, there is economic, intellectual, and moral communion with them. Nationalist wars serve to level out the differences of technical and mental processes. Habitual enemies gradually become historically homogeneous. Little by little there appears on the horizon the consciousness that those enemy peoples belong to the same human circle as our own State. Nevertheless, they are still looked on as foreigners and hostile. Third movement.- The State is in the enjoyment of full consolidation. Then the new enterprise offers itself to unite those peoples who yesterday were enemies. The conviction grows that they are akin to us in morals and interests, and that together we form a national group over against other more distant, stranger groups. Here we have the new national idea arrived at maturity.
Un ejemplo esclarecerá lo que intento decir. Suele afirmarse que en tiempos del Cid era ya España -Spania- una idea nacional, y para superfetar la tesis se añade que siglos antes ya San Isidoro hablaba de la « madre España». A mi juicio, es esto un error craso de perspectiva histórica. En tiempos del Cid se estaba empezando a urdir el Estado León-Castilla, y esta unidad leonesacastellana era la idea nacional del tiempo, la idea políticamente eficaz. Spania, en cambio, era una idea principalmente erudita; en todo caso, una de tantas ideas fecundas que dejó sembradas en Occidente el Imperio romano. Los « españoles» se habían acostumbrado a ser reunidos por Roma en una unidad administrativa, en una diócesis del Bajo Imperio. Pero esta noción geograficoadministrativa era pura recepción, no íntima inspiración, y en modo alguno aspiración. An example will make clear what I am trying to say. It is the custom to assert that in the time of the Cid 55 Spain (Spania) was already a national idea, and to give more weight to the theory it is added that centuries previously St. Isidore was already speaking of "Mother Spain." To my mind, this is a crass error of historical perspective. In the time of the Cid the Leon-Castile State was in process of formation, and this unity between the two was the national idea of the time, the politically efficacious idea. Spania, on the other hand, was a mainly erudite notion; in any case, one of many fruitful notions sown in the West by the Roman Empire. The "Spaniards" had been accustomed to be linked together by Rome in an administrative unity, as a diocesis of the Late Empire. But this geographical-administrative notion was a matter of mere acceptation from without, not an inspiration from within, and by no manner of means an aspiration towards the future.
Por mucha realidad que se quiera dar a esa idea en el siglo XI, se reconocerá que no llega siquiera al vigor y precisión que tiene ya para los griegos del IV la idea de la Hélade. Y, sin embargo, la Hélade no fue nunca verdadera idea nacional. La efectiva correspondencia histórica sería más bien esta: Helade fue para los griegos del siglo IV, y Spania para los « españoles» del XI y aun del XIV, lo que Europa fue para los « europeos» en el siglo XIX. However much reality one may wish to allow to this idea in the XIth Century, it will be recognised that it does not even reach the vigour and precision which the idea of Hellas had for the Greek s of the IVth. And yet, Hellas was never a true national idea. The appropriate historical comparison would be rather this: Hellas was for the Greeks of the IVth Century, and Spania for the "Spaniards" of the XIth and even of the XIVth, what Europe was for XIXth- Century "Europeans."
Muestra esto cómo las empresas de unidad nacional van llegando a su hora del modo que los sones en una melodía. La mera afinidad de ayer tendrá que esperar hasta mañana para entrar en erupción de inspiraciones nacionales. Pero, en cambio, es casi seguro que le llegará su hora. This shows us how the attempts to form national unity advance towards their purpose like sounds in a morrow before taking shape in the final outpouring of national inspirations. But on the other hand it is almost certain that its time will come.
Ahora llega para los europeos la sazón en que Europa puede convertirse en idea nacional. Y es mucho menos utópico creerlo hoy así que lo hubiera sido vaticinar en el siglo XI la unidad de España y de Francia. El Estado nacional de Occidente, cuanto más fiel permanezca a su auténtica sustancia, más derecho va a depurarse en un gigantesco Estado continental. There is now coming for Europeans the time when Europe can convert itself into a national idea. And it is much less Utopian to believe this to-day than it would have been to prophesy in the XIth Century the unity of Spain. The more faithful the national State of the West remains to its genuine inspiration, the more surely will it perfect itself in a gigantic continental State.
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Apenas las naciones de Occidente perhinchen su actual perfil, surge en torno de ellas y bajo ellas, como un fondo, Europa. Es esta la unidad de paisaje en que van a moverse desde el Renacimiento, y ese paisaje europeo son ellas mismas, que sin advertirlo empiezan ya a abstraer de su belicosa pluralidad. Francia, Inglaterra, España, Italia, Alemania pelean entre sí, forman ligas contrapuestas, las deshacen, las recomponen. Pero todo ello, guerra como paz, es convivir de igual a igual, lo que ni en paz ni en guerra pudo hacer nunca Roma con el celtíbero, el galo, el británico y el germano. La historia destacó en primer término las querellas, y en general la política, que es el terreno más tardío para la espiga de la unidad; pero mientras se batallaba en una gleba, en cien se comerciaba con el enemigo, se cambiaban ideas y formas de arte y artículos de la fe. Diríase que aquel fragor de batallas ha sido sólo un telón tras el cual tanto más tenazmente trabajaba la pacífica polipera de la paz, entretejiendo la vida de las naciones hostiles. En cada nueva generación la homogeneidad de las almas se acrecentaba. Si se quiere mayor exactitud y más cautela, dígase de este modo: las almas francesas e inglesas y españolas eran, son y serán todo lo diferentes que se quiera, pero poseen un mismo plan o arquitectura psicológica y, sobre todo, van adquiriendo un contenido común. Religión, ciencia, derechos, arte, valores sociales y eróticos van siendo comunes. Ahora bien: esas son las cosas espirituales de que se vive. La homogeneidad resulta, pues, mayor que si las almas mismas fueran de idéntico gálibo. Hardly have the nations of the West rounded off their actual form when there begins to arise, around them, as a sort of background- Europe. This is the unifying landscape in which they are to move from the Renaissance onwards, and this European background is made up of the nations themselves which, though unaware of it, are already beginning to withdraw from their bellicose plurality. France, England, Spain, Italy, Germany, fight among themselves, form opposing leagues, and break them only to re-form them afresh. But all this, war as well as peace, is a living together as equals, a thing which neither in peace nor war Rome could ever do with Celtiberian, Gaul, Briton, or German. History has brought out into the foreground the conflicts and, in general, the politics, always the last soil on which the seed of unity springs up; but whilst the fighting was going on in one field, on a hundred others there was trading with the enemy, an exchange of ideas and forms of art and articles of faith. One might say that the clash of fighting was only a curtain behind which peace was busily at work, interweaving the lives of the hostile nations. In each new generation the souls of men grew more and more alike. To speak with more exactitude and caution, we might put it this way: the souls of French and English and Spanish are, and will be, as different as you like, but they possess the same psychological architecture; and, above all, they are gradually becoming similar in content. Religion, science, law, art, social and sentimental values are being shared alike. Now these are the spiritual things by which man lives. The homogeneity, then, becomes greater than if the souls themselves were all cast in identical mould.
Si hoy hiciésemos balance de nuestro contenido mental -opiniones, normas, deseos, presunciones-, notaríamos que la mayor parte de todo eso no viene al francés de su Francia, ni al español de su España, sino del fondo común europeo. Hoy, en efecto, pesa mucho más en cada uno de nosotros lo que tiene de europeo que su porción diferencial de francés, español, etc. If we were to take an inventory of our mental stock to-day- opinions, standards, desires, assumptions- we should discover that the greater part of it does not come to the Frenchman from France, nor to the Spaniard from Spain, but from the common European stock. To-day, in fact, we are more influenced by what is European in us than by what is special to us as Frenchmen, Spaniards, and so on.
Si se hiciera el experimento imaginario de reducirse a vivir puramente con lo que somos, como « nacionales», y en obra de mera fantasía se extirpase al hombre medio francés todo lo que usa, piensa, siente, por recepción de los otros países continentales, sentiría terror. Vería que no le era posible vivir de ello sólo; que las cuatro quintas partes de su haber íntimo son bienes mostrencos europeos. If we were to make in imagination the experiment of limiting ourselves to living by what is "national" in us, and if in fancy we could deprive the average Frenchman of all that he uses, thinks, feels, by reason of the influence of other sections of the Continent, he would be terrorstricken at the result. He would see that it was not possible to live merely on his own; that four-fifths of his spiritual wealth is the common property of Europe.
No se columbra qué otra cosa de monta podamos hacer los que existimos en este lado del planeta si no es realizar la promesa que desde hace cuatro siglos significa el vocablo Europa. Sólo se opone a ello el prejuicio de las viejas « naciones», la idea de nación como pasado. Ahora se va a ver si los europeos son también hijos de la mujer de Lot y se obstinan en hacer historia con la cabeza vuelta hacia atrás. La alusión a Roma, y en general al hombre antiguo, nos ha servido de amonestación; es muy difícil que un cierto tipo de hombre abandone la idea de Estado que una vez se le metió en la cabeza. Por fortuna, la idea del Estado nacional que el europeo, dándose de ello cuenta o no, trajo al mundo, no es la idea erudita, filológica, que se le ha predicado. It is impossible to perceive what else worth while there is to be done by those of us who live on this portion of the planet but to fulfil the promise implied by the word Europe during the last four centuries. The only thing opposed to it is the prejudice of the old "nations," the idea of the nation as based on the past. We are shortly to see if Europeans are children of Lot′s wife who persist in making history with their heads turned backwards. Our reference to Rome, and in general to the man of the ancient world, has served us as a warning; it is very difficult for a certain type of man to abandon the idea of the State which has once entered his head. Happily, the idea of the national State which the European, consciously or not, brought into the world, is not the pedantic idea of the philologues which has been preached to him.
Resumo ahora la tesis de este ensayo. Sufre hoy el mundo una grave desmoralización, que entre otros síntomas se manifiesta por una desaforada rebelión de las masas, y tiene su origen en la desmoralización de Europa. Las causas de esta última son muchas. Una de las principales, el desplazamiento del poder que antes ejercía sobre el resto del mundo y sobre sí mismo nuestro continente. Europa no está segura de mandar, ni el resto del mundo, de ser mandado. La soberanía histórica se halla en dispersión. I can now sum up the thesis of this essay. The world to-day is suffering from a grave demoralisation which, amongst other symptoms, manifests itself by an extraordinary rebellion of the masses, and has its origin in the demoralisation of Europe. The causes of this latter are multiple. One of the main is the displacement of the power formerly exercised by our Continent over the rest of the world and over itself Europe is no longer certain that it rules, nor the rest of the world that it is being ruled. Historic sovereignty finds itself in a state of dispersion.
Ya no hay « plenitud de los tiempos», porque esto supone un porvenir claro, prefijado, inequívoco, como era el del siglo XIX. Entonces se creía saber lo que iba a pasar mañana. Pero ahora se abre otra vez el horizonte hacia nuevas líneas incognitas, puesto que no se sabe quién va a mandar, cómo se va a articular el poder sobre la tierra. Quién , es decir, qué pueblo o grupo de pueblos; por lo tanto, qué tipo étnico; por lo tanto, qué ideología, qué sistema de preferencias, de normas, de resortes vitales... There is no longer a "plenitude of the times," for this supposes a clear, prefixed, unambiguous future, as was that of the XIXth Century. Then men thought they knew what was going to happen tomorrow. But now once more the horizon opens out towards new unknown directions, because it is not known who is going to rule, how authority is going to be organised over the world. Who, that is to say, what people or group of peoples; consequently, what ethnic type, what ideology, what systems of preferences, standards, vital movements.
No se sabe hacia qué centro de gravitación van a ponderar en un próximo porvenir las cosas humanas, y por ello la vida del mundo se entrega a una escandalosa provisoriedad. Todo, todo lo que hoy se hace en lo público y en lo privado -hasta en lo íntimo-, sin más excepción que algunas partes de algunas ciencias, es provisional. Acertará quien no se fíe de cuanto hoy se pregona, se ostenta, se ensaya y se encomia. Todo eso va a irse con mayor celeridad que vino. Todo, desde la manía del deporte físico (la manía, no el deporte mismo) hasta la violencia en política; desde el « arte nuevo» hasta los baños de sol en las ridículas playas a la moda. Nada de eso tiene raíces, porque todo ello es pura invención, en el mal sentido de la palabra, que la hace equivaler a capricho liviano. No es creación desde el fondo sustancial de la vida; no es afán ni menester auténtico. En suma: todo eso es vitalmente falso. Sólo hay verdad en la existencia cuando sentimos sus actos como irrevocablemente necesarios. No hay hoy ningún político que sienta la inevitabilidad de su política, y cuanto más extreme es su gesto, más frívolo, menos exigido por el destino. No hay más vida con raíces propias, no hay más vida autóctona, que la que se compone de escenas ineludibles. Lo demás, lo que está en nuestra mano tomar o dejar o substituir, es precisamente falsificación de la vida. No one knows towards what centre human things are going to gravitate in the near future, and hence the life of the world has become scandalously provisional. Everything to-day is done in public and in private-men in one′s inner conscience- is provisional, the only exception being certain portions of certain sciences . He will be a wise man who puts no trust in all that is proclaimed, upheld, essayed, and lauded at the present day. All that will disappear as quickly as it came. All of it, from the mania for physical sports (the mania, not the sports themselves) to political violence; from "new art" to sun-baths at idiotic fashionable watering-places. Nothing of all that has any roots; it is all pure invention, in the bad sense of the word, which makes it equivalent to fickle caprice. It is not a creation based on the solid substratum of life; it is not a genuine impulse or need. In a word, from the point of view of life it is false. We are in presence, of the contradiction of a style of living which cultivates sincerity and is at the same time a fraud. There is truth only in an existence which feels its acts as irrevocably necessary. There exists to-day no politician who feels the inevitableness of his policy, and the more extreme his attitudes, the more frivolous, the less inspired by destiny they are. The only life with its roots fixed in earth, the only autochthonous life, is that which is made up of inevitable acts. All the rest, all that it is in our power to take or to leave or to exchange for something else, is mere falsification of life.
La actual es fruto de un interregno, de un vacío entre dos organizaciones del mando histórico: la que fue, la que va a ser. Por eso es esencialmente provisional. Y ni los hombres saben bien a qué instituciones de verdad servir, ni las mujeres qué tipo de hombre prefieren de verdad. Life today is the fruit of an interregnum, of an empty space between two organisations of historical rule- that which was, that which is to be. For this reason it is essentially provisional. Men do not know what institutions to serve in truth; women do not know what type of men they in truth prefer.
Los europeos no saben vivir si no van lanzados en una gran empresa unitiva. Cuando ésta falta, se envilecen, se aflojan, se les descoyunta el alma. Un comienzo de esto se ofrece hoy a nuestros ojos. Los círculos que hasta ahora se han llamado naciones llegaron hace un siglo, o poco menos, a su máxima expansión. Ya no puede hacerse nada con ellos si no es trascenderlos. Ya no son sino pasado que se acumula en torno y bajo del europeo, aprisionándolo, lastrándolo. Con más libertad vital que nunca, sentimos todos que el aire es irrespirable dentro de cada pueblo, porque es un aire confinado. Cada nación que antes era la gran atmósfera abierta oreada, se ha vuelto provincia e « interior». En la superación europea que imaginamos, la pluralidad actual no puede ni debe desaparecer. Mientras el Estado antiguo aniquilaba lo diferencial de los pueblos o lo dejaba inactivo, fuera, o a lo sumo lo conservaba momificado, la idea nacional, más puramente dinámica, exige la permanencia activa de ese plural que ha sido siempre la vida de Occidente. The European cannot live unless embarked upon some great unifying enterprise. When this is lacking, he becomes degraded, grows slack, his soul is paralysed. We have a commencement of this before our eyes to-day. The groups which up to to-day have been known as nations arrived about a century ago at their highest point of expansion. Nothing more can be done with them except lead them to a higher evolution. They are now mere past accumulating all around Europe, weighing it down, imprisoning it. With more vital freedom than ever, we feel that we cannot breathe the air within our nations, because it is a confined air. What was before a nation open to all the winds of heaven, has turned into something provincial, an enclosed space.
Todo el mundo percibe la urgencia de un nuevo principio de vida. Mas -como siempre acontece en crisis parejas- algunos ensayan salvar el momento por una intensificación extremada y artificial precisamente del principio caduco. Este es el sentido de la erupción « nacionalista» en los años que corren. Y siempre -repito- ha pasado así. La última llama, la más larga. El postrer suspire, el más profundo. La víspera de desaparecer, las fronteras se hiperestesian -las fronteras militares y las económicas. Everyone sees the need of a new principle of life. But as always happens. similar crises- some people attempt to save the situation by an artificial intensification of the very principle which has led to decay. This is the meaning of the "nationalist" outburst of recent years. And, I repeat, things have always gone that way. The last flare, the longest; the last sigh, the deepest. On the very eve of their disappearance there is an intensification of frontiers- military and economic.
Pero todos estos nacionalismos son callejones sin salida. Inténtese proyectarlos hacia el mañana, y se sentirá el tope. Por ahí no se sale a ningún lado. El nacionalismo es siempre un impulso de dirección opuesta al principio nacionalizador. Es exclusivista, mientras éste es inclusivista. En épocas de consolidación tiene, sin embargo, un valor positivo y es una alta norma. Pero en Europa todo está de sobra consolidado, y el nacionalismo no es mas que una manía, el pretexto que se ofrece para eludir el deber de invención y de grandes empresas. La simplicidad de medios con que opera y la categoría de los hombres que exalta, revelan sobradamente que es lo contrario de una creación histórica. But all these nationalisms are so many blind alleys. Try to project one into the future and see what happens. There is no outlet that way. Nationalism is always an effort in a direction opposite to that of the principle which creates nations. The former is exclusive in tendency, the latter inclusive. In periods of consolidation, nationalism has a positive value, and is a lofty standard. But in Europe everything is more than consolidated, and nationalism is nothing but a mania, a pretext to escape from the necessity of inventing something new, some great enterprise. Its primitive methods of action and the type of men it exalts reveal abundantly that it is the opposite of a historical creation.
Sólo la decisión de construir una gran nación con el grupo de los pueblos continentales volvería a entonar la pulsación de Europa. Volvería ésta a creer en sí misma, y automáticamente a exigirse mucho, a disciplinarse. Only the determination to construct a great nation from the group of peoples of the Continent would give new life to the pulses of Europe. She would start to believe in herself again, and automatically to make demands on, to discipline, herself.
Pero la situación es mucho más peligrosa de lo que se suele apreciar. Van pasando los años y se corre el riesgo de que el europeo se habitúe a este tono menor de existencia que ahora lleva; se acostumbra a no mandar ni mandarse. En tal caso, se irían volatilizando todas sus virtudes y capacidades superiores. But the situation is much more difficult than is generally realised. The years are passing and there is the risk that the European will grow accustomed to the lower tone of the existence he is at present living, will get used neither to rule others nor to rule himself. In such a case, all his virtues and higher capacities would vanish into air.
Pero a la unión de Europa se oponen, como siempre ha acontecido en el proceso de nacionalización, las clases conservadoras. Esto puede traer para ellas la catástrofe, pues al peligro genérico de que Europa se desmoralice definitivamente y pierda toda su energía histórica agrégase otro muy concrete e inminente. Cuando el comunismo triunfó en Rusia, creyeron muchos que todo el Occidente quedaría inundado por el torrente rojo. Yo no participé de semejante pronóstico. Al contrario, por aquellos años escribí que el comunismo ruso era una sustancia inasimilable para los europeos, casta que ha puesto todos los esfuerzos y fervores de su historia a la carta individualidad. El tiempo ha corrido, y hoy han vuelto a la tranquilidad los temerosos de otrora. Han vuelto a la tranquilidad cuando llega justamente la sazón para que la perdieran. Porque ahora sí que puede derramarse sobre Europa el comunismo arrollador y victorioso. But, as has always happened in the process of nation-forming, the union of Europe is opposed by the conservative classes. This may well mean destruction for them, for to the general danger of Europe becoming definitely demoralised and losing all its historic strength is added another, more concrete and more imminent. When Communism triumphed in Russia, there were many who thought that the whole of the West would be submerged by the Red torrent. I did not share that view; on the contrary I wrote at the time that Russian Communism was a substance not assimilable by the European, a type that has in its history thrown all its efforts and energies in the scale of individualism. Time has passed, and the fearful ones of a while since have recovered their tranquillity. They have recovered their tranquility precisely at the moment when they might with reason lose it. Because now indeed is the time when victorious, overwhelming Communism may spread over Europe.
Mi presunción es la siguiente: ahora, como antes, el contenido del credo comunista a la rusa no interesa, no atrae, no dibuja un porvenir deseable a los europeos. Y no por las razones triviales que sus apóstoles, tozudos, sordos y sin veracidad, como todos los apóstoles, suelen verificar. Los « burgueses» de Occidente saben muy bien que, aun sin comunismo, el hombre que vive exclusivamente de sus rentas y que las transmite a sus hijos tiene los días contados. No es todo lo que inmuniza a Europa para la fe rusa, ni es mucho menos el temor. Hoy nos parecen bastante ridículos los arbitrarios supuestos en que hace veinte años fundaba Sorel su táctica de la violencia. El burgués no es cobarde, como él creía, y a la fecha está más dispuesto a la violencia que los obreros. Nadie ignora que si triunfó en Rusia el bolchevismo fue porque en Rusia no había burgueses. El fascismo, que es un movimiento pequeñoburgués, se ha revelado como más violento que todo el obrerismo junto. No es, pues, nada de eso lo que impide al europeo embalarse comunísticamente, sino una razón mucho más sencilla y previa. Esta: que el europeo no ve en la organización comunista un aumento de la felicidad humana. This is how it appears to me. Now, just as before, the creed of Russian Communism does not interest or attract Europeans- offers them no tempting future. And not for the trivial reasons that the apostles of Communismobstinate, unheeding, strangers to fact- are in the habit of alleging. The bourgeois of the West knows quite well, that even without Communism, the days are numbered of the man who lives exclusively on his income and hands it down to his children. It is not this that renders Europe immune to the Russian creed, still less is it fear. The arbitrary bases on which Sorel founded his tactics of violence twenty years ago seem to us stupid enough to-day. The bourgeois is no coward, as Sorel thought, and at the actual moment is more inclined to violence than the workers. Everybody knows that if Bolshevism triumphed in Russia, it was because there were in Russia no bourgeois. 56 Fascism, which is a petit bourgeois movement, has shown itself more violent than all the labour movement combined. It is nothing of all this then that prevents the European from flinging himself into Communism, but a much simpler reason. It is that the European does not see in the Communistic organisation an increase of human happiness. …
Y, sin embargo -repito-, me parece sobremanera posible que los años próximos se entusiasme Europa con el bolchevismo. No por él mismo, sino a pesar de él. And still, I repeat, it seems to me quite possible that in the next few years Europe may grow enthusiastic for Bolshevism. Not for its own sake, rather in spite of what it is.
Imagínese que el plan quinquenal seguido hercúleamente por el Gobierno soviético lograse sus previsiones y la enorme economía rusa quedase no sólo restaurada, sino exuberante. Cualquiera que sea el contenido del bolchevismo, representa un ensayo gigante de empresa humana. En él los hombres han abrazado resueltamente un destino de reforma y viven tensos bajo la alta disciplina que fe tal les inyecta. Si la materia cósmica, indócil a los entusiasmos del hombre, no hace fracasar gravemente el intento, tan sólo con que la deje vía un poco franca, su espléndido carácter de magnífica empresa irradiará sobre el horizonte continental como una ardiente y nueva constelación. Si Europa, entretanto, persiste en el innoble régimen vegetativo de estos años, flojos los nervios por falta de disciplina, sin proyecto de nueva vida, ¿cómo podría evitar el efecto contaminador de aquella empresa tan prócer? Es no conocer al europeo el esperar que pueda oír sin encenderse esa llamada a nuevo hacer cuando él no tiene otra bandera de pareja altanería que desplegar enfrente. Con tal de servir a algo que dé un sentido a la vida y huir del propio vacío existencial, no es difícil que el europeo se trague sus objeciones al comunismo, y ya que no por su sustancia, se sienta arrastrado por su gesto moral. Imagine that the "five years plan" pursued with herculean efforts by the Soviet Government fulfils expectations and that the economic situation of Russia is not only restored, but much improved. Whatever the content of Bolshevism be, it represents a gigantic human enterprise. In it, men have resolutely embraced a purpose of reform, and live tensely under the discipline that such a faith instils into them. If natural forces, so responseless to the enthusiasms of man, do not bring failure to this attempt; if they merely give it free scope to act, its wonderful character of a mighty enterprise will light up the continental horizon as with a new and flaming constellation. If Europe, in the meantime, persists in the ignoble vegetative existence of these last years, its muscles flabby for want of exercise, without any plan of a new life, how will it be able to resist the contaminating influence of such an astounding enterprise? It is simply a misunderstanding of the European to expect that he can hear unmoved that call to new action when he has no standard of a cause as great to unfurl in opposition. For the sake of serving something that will give a meaning to his existence, it is not impossible that the European may swallow his objections to Communism and feel himself carried away not by the substance of the faith, but by the fervour of conduct it inspires.
Yo veo en la construcción de Europa, como gran Estado nacional, la única empresa que pudiera contraponerse a la victoria del plan quinquenal. To my mind the building-up of Europe into a great national State is the one enterprise that could counterbalance a victory of the "five years plan."
Los técnicos de la economía política aseguran que esa victoria tiene muy escasas posibilidades de su parte. Pero fuera demasiado vil que el anticomunismo lo esperase todo de las dificultades materiales encontradas por su adversario. El fracaso de éste equivaldría así a la derrota universal: de todos y de todo, del hombre actual. El comunismo es una « moral» extravagante -algo así como una moral-. ¿No parece más decente y fecundo oponer a esa moral eslava una nueva moral de Occidente, la incitación de un nuevo programa de vida. Experts in political economy assure us that such a victory has little probability in its favour. But it would be degradation indeed, if anti-Communism were to hope for everything from the material difficulties encountered by its adversary. His failure would then be equivalent to universal defeat of actual man. Communism is an extravagant moral code, but nothing less than a moral code. Does it not seem more worthy and more fruitful to oppose to that Slavonic code, a new European code, the inspiration towards a new programme of life?





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CHAPTER XV

SE DESEMBOCA EN LA VERDADERA CUESTION

WE ARRIVE AT THE REAL QUESTION

Esta es la cuestión: Europa se ha quedado sin moral. No es que el hombre-masa menosprecie una anticuada en beneficio de otra emergente, sino que el centro de su régimen vital consiste precisamente en la aspiración a vivir sin supeditarse a moral ninguna. No creáis una palabra cuando oigáis a los jóvenes hablar de la « nueva moral». Niego rotundamente que exista hoy en ningún rincón del continente grupo alguno informado por un nuevo ethos que tenga visos de una moral. Cuando se habla de la « nueva», no se hace sino cometer una inmoralidad más y buscar el medio más cómodo para meter contrabando. THIS is the question: Europe has been left without a moral code. It is not that the mass-man has thrown over an antiquated one in exchange for a new one, but that at the centre of his scheme of life there is precisely the aspiration to live without conforming to any moral code. Do not believe a word you hear from the young when they talk about the "new morality." I absolutely deny that there exists to-day in any corner of the Continent a group inspired by a new ethos which shows signs of being a moral code. When people talk of the "new morality" they are merely committing a new immorality and looking for a way of introducing contraband goods.
Por esta razón, fuera una ingenuidad echar en cara al hombre de hoy su falta de moral. La imputación le traería sin cuidado, o, más bien, le halagaría. El inmoralismo ha llegado a ser de una baratura extrema, y cualquiera alardea de ejercitarlo. Hence it would be a piece of ingenuousness to accuse the man of to-day of his lack of moral code. The accusation would leave him cold, or rather, would flatter him. Immoralism has become a commonplace, and anybody and everybody boasts of practising it.
Si dejamos a un lado -como se ha hecho en este ensayo- todos los grupos que significan supervivencias del pasado -los cristianos, los « idealistas», los viejos liberales, etc.-, no se hallará entre todos los que representan la época actual uno solo cuya actitud ante la vida no se reduzca a creer que tiene todos los derechos y ninguna obligación. Es indiferente que se enmascare de reaccionario o de revolucionario: por activa o por pasiva, al cabo de unas u otras vueltas, su estado de ánimo consistirá decisivamente en ignorar toda obligación y sentirse, sin que él mismo sospeche por qué, sujeto de ilimitados derechos. If we leave out of question, as has been done in this essay, all those groups which imply survivals from the past- Christians, Idealists, the old Liberals- there … will not be found amongst all the representatives of the actual period, a single group whose attitude to life is not limited to believing that it has all the rights and none of the obligations. It is indifferent whether it disguises itself as reactionary or revolutionary; actively or passively, after one or two twists, its state of mind will consist, decisively, in ignoring all obligations, and in feeling itself, without the slightest notion why, possessed of unlimited rights.
Cualquier sustancia que caiga sobre un alma así dará un mismo resultado, y se convertirá en pretexto para no supeditarse a nada concreto. Si se presenta como reaccionario o antiliberal, será para poder afirmar que la salvación de la patria, del Estado, da derecho a allanar todas las otras normas y a machacar al prójimo, sobre todo si el prójimo posee una personalidad valiosa. Pero lo mismo acontece si le da por ser revolucionario: su aparente entusiasmo por el obrero manual, el miserable y la justicia social le sirve de disfraz para poder desentenderse de toda obligación -como la cortesía, la veracidad y, sobre todo, el respeto o estimación de los individuos superiores-. Yo sé de no pocos que han ingresado en uno u otro partido obrerista no más que para conquistar dentro de sí mismos el derecho a despreciar la inteligencia y ahorrarse las zalemas ante ella. En cuanto a las otras dictaduras, bien hemos visto cómo halagan al hombre-masa pateando cuanto parecía eminencia. Whatever be the substance which takes possession of such a soul, it will produce the same result, and will change into a pretext for not conforming to any concrete purpose. If it appears as reactionary or anti-liberal it will be in order to affirm that the salvation of the State gives a right to level down all other standards, and to manhandle one′s neighbour, above all if one′s neighbour is an outstanding personality. But the same happens if it decides to act the revolutionary; the apparent enthusiasm for the manual worker, for the afflicted and for social justice, serves as a mask to facilitate the refusal of all obligations, such as courtesy, truthfulness and, above all, respect or esteem for superior individuals. I know of quite a few who have entered the ranks of some labour organisation or other merely in order to win for themselves the right to despise intelligence and to avoid paying it any tribute. As regards other kinds of Dictatorship, we have seen only too well how they flatter the mass-man, by trampling on everything that appeared to be above the common level.
Esta esquividad para toda obligación explica, en parte, el fenómeno, entre ridículo y escandaloso, de que se haya hecho en nuestros días una plataforma de la « juventud» como tal. Quizá no ofrezca nuestro tiempo rasgo más grotesco. Las gentes, cómicamente, se declaran « jóvenes» porque han oído que el joven tiene más derechos que obligaciones, ya que puede demorar el cumplimiento de éstas hasta las calendas griegas de la madurez. Siempre el joven, como tal, se ha considerado eximido de hacer o haber hecho ya hazañas. Siempre ha vivido de crédito. Esto se halla en la naturaleza de lo humano. Era como un falso derecho, entre irónico y tierno, que los no jóvenes concedían a los motes. Pero es estupefaciente que ahora lo tomen éstos como un derecho efectivo, precisamente para atribuirse todos los demás que pertenecen sólo a quien haya hecho ya algo. This fighting-shy of every obligation partly explains the phenomenon, half ridiculous, half disgraceful, Of the setting-up in our days of the platform of "youth" as youth. Perhaps there is no more grotesque spectacle offered by our times. In comic fashion people call themselves "young," because they have heard that youth has more rights than obligations, since it can put off the fulfilment of these latter to the Greek Kalends of maturity. The youth, as such, has always been considered exempt from doing or having done actions of importance. He has always lived on credit. It was a sort of false right, half ironic, half affectionate, which the no-longer young conceded to their juniors. But the astounding thing at present is that these take it as an effective right precisely in order to claim for themselves all those other rights which only belong to the man who has already done something.
Aunque parezca mentira, ha llegado a hacerse de la juventud un chantaje. En realidad, vivimos un tiempo de chantaje universal que toma dos formas de mohín complementario: hay el chantaje de la violencia y el chantaje del humorismo. Con uno o con otro se aspira siempre a lo mismo: que el inferior, que el hombre vulgar, pueda sentirse eximido de toda supeditación. Though it may appear incredible, "youth" has become a chantage; we are in truth living in a time when this adopts two complementary attitudes, violence and caricature. One way or the other, the purpose is always the same; that the inferior, the man of the crowd, may feel himself exempt from all submission to superiors.
Por eso, no cabe ennoblecer la crisis presente mostrándola como el conflicto entre dos morales o civilizaciones, la una caduca y la otra en albor. El hombre-masa carece simplemente de moral, que es siempre, por esencia, sentimiento de sumisión a algo, conciencia de servicio y obligación. Pero acaso es un error decir « simplemente». Porque no se trata sólo de que este tipo de criatura se desentienda de la moral. No; no le hagamos tan fácil la faena. De la moral no es posible desentenderse sin más ni más. Lo que con un vocablo falto hasta de gramática se llama amoralidad es una cosa que no existe. Si usted no quiere supeditarse a ninguna norma, tiene usted, velis nolis, que supeditarse a la norma de negar toda moral, y esto no es amoral, sino inmoral. Es una moral negativa que conserva de la otra la forma en hueco. It will not do, then, to dignify the actual crisis by presenting it as the conflict between two moralities, two civilisations, one in decay, the other at its dawn. The mass-man is simply without morality, which is always, in essence, a sentiment of submission to something, a consciousness of service and obligation. But perhaps it is a mistake to say "simply." For it is not merely a question of this type of creature doing without morality. No, we must not make his task too easy. Morality cannot be eliminated without more ado. What, by a word lacking even in grammar, is called amorality, is a thing that does not exist. If you are unwilling to submit to any norm, you have, nolens volens, to submit to the norm of denying all morality, and this is not amoral, but immoral. It is a negative morality which preserves the empty form of the other.
¿Cómo se ha podido creer en la amoralidad de la vida? Sin duda, porque toda la cultura y la civilización modernas llevan a ese convencimiento. Ahora recoge Europa las penosas consecuencias de su conducta espiritual. Se ha embalado sin reservas por la pendiente de una cultura magnífica, pero sin raíces. How has it been possible to believe in the amorality of life? Doubtless, because all modern culture and civilisation tend to that conviction. Europe is now reaping the painful results of her spiritual conduct. She has adopted blindly a culture which is magnificent, but has no roots.
En este ensayo se ha querido dibujar un cierto tipo de europeo, analizando sobre todo su comportamiento frente a la civilización misma en que ha nacido. Había de hacerse así porque ese personaje no representa otra civilización que luche con la antigua, sino una mera negación, negación que oculta un efectivo parasitismo. El hombre-masa está aún viviendo precisamente de lo que niega y otros construyeron o acumularon. Por eso no convenía mezclar su psicograma con la gran cuestión: ¿qué insuficiencias radicales padece la cultura europea moderna? Porque es evidente que, en última instancia, de ellas proviene esta forma humana ahora dominada. In this essay an attempt has been made to sketch a certain type of European, mainly by analysing his behaviour as regards the very civilisation into which he was born. This had to be done because that individual does not represent a new civilisation struggling with a previous one, but a mere negation. Hence it did not serve our purpose to mix up the portrayal of his mind with the great question: What are the radical defects from which modern European culture suffers? For it is evident that in the long run the form of humanity dominant at the present day has its origin in these defects.
Mas esa gran cuestión tiene que permanecer fuera de estas páginas, porque es excesiva. Obligaría a desarrollar con plenitud la doctrina sobre la vida humana que, como un contrapunto, queda entrelazada, insinuada, musitada, en ellas. Tal vez pronto pueda ser gritada. This great question must remain outside these pages. Its treatment would require of us to unfold in detail the doctrine of human existence which, like a leitmotiv, is interwoven, insinuated, whispered in them. Perhaps, before long, it may be cried aloud. - THE END